1
Amor Nicotínico Recuerdo cuando nos conocimos, recuerdo lo mal que te portaste conmigo, recuerdo el misterio, el suspenso. El que nos encontrásemos, y el quererte cerca aunque no me hiciera bien. Recuerdo que te acercaste, y me acerque. Nos acercamos tanto, que no terminamos nunca de acercarnos. Hay días en que soy mas tu, que simplemente yo. Hay días en que me parece incluso que te quedas, y yo floto, floto suspendido por sobre la vida, por sobre el tiempo, por sobre todo. Es como si tomaras control sobre mi, dejando que actuases sin poner resistencia alguna. Cuando no estas, me pongo ansioso, y quiero que estés conmigo, No una, sino muchas veces. Cuando no estas, mis días pierden un poco de magia. Cuando estas, siento que puedo cambiar todo a mi manera. Paisajes, lugares, personas, en mi queda dispuesto. Cuando me preguntan por ti, Les digo que no eres para cualquiera. Que no cualquiera podría llevar esa clase, ese estilo, esa delicadeza. Esa misma delicadeza con la que me matas en cada suspiro. Tu figura, Delgada, contorneada, un placer a la mirada. Cada día en el que te huelo, lo hago como si hubiesen pasado años desde la ultima vez, te siento de poco en poco , y Mi alma vuelve, vuelve suavemente a posarse sobre mi. A posarse cual niño en los brazos de su madre, mientras una leve sonrisa aflora en mi serio rostro, recordando la ultima vez en la que estuvimos juntos. Un olor seco, suave, que evoca una y un millón de historias. Y que al probarte me haces parte de ellas. Tu sabor. Sabor que puede variar dependiendo de quien seas ese día, de como te vistas, de quien quieras ser. Ese ser que a ratos me parece desagradable. Pero por mucho que no me agrades, sigo queriendo posar mis labios sobre ti, y tocar tu cuerpo, una y otra vez, para consumirte... para morir. A mis cigarros.

Obra,Amor Nicotínico. Categoria Cuento. Marco Sanchez Aravena

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Amor Nicotínico A mis cigarros.

Citation preview

Amor Nicotínico

 Recuerdo cuando nos conocimos, recuerdo lo mal que te portaste conmigo, recuerdo el misterio, el suspenso. El que nos encontrásemos, y el quererte cerca aunque no me hiciera bien. Recuerdo que te acercaste, y me acerque. Nos acercamos tanto, que no terminamos nunca de acercarnos.Hay días en que soy mas tu, que simplemente yo. Hay días en que me parece incluso que te quedas, y yo floto, floto suspendido por sobre la vida, por sobre el tiempo, por sobre todo. Es como si tomaras control sobre mi, dejando que actuases sin poner resistencia alguna.Cuando no estas, me pongo ansioso, y quiero que estés conmigo, No una, sino muchas veces. Cuando no estas, mis días pierden un poco de magia. Cuando estas, siento que puedo cambiar todo a mi manera. Paisajes, lugares, personas, en mi queda dispuesto.Cuando me preguntan por ti, Les digo que no eres para cualquiera. Que no cualquiera podría llevar esa clase, ese estilo, esa delicadeza. Esa misma delicadeza con la que me matas en cada suspiro.Tu figura, Delgada, contorneada, un placer a la mirada. Cada día en el que te huelo, lo hago como si hubiesen pasado años desde la ultima vez, te siento de poco en poco , y Mi alma vuelve, vuelve suavemente a posarse sobre mi. A posarse cual niño en los brazos de su madre, mientras una leve sonrisa aflora en mi serio rostro, recordando la ultima vez en la que estuvimos juntos.Un olor seco, suave, que evoca una y un millón de historias. Y que al probarte me haces parte de ellas.Tu sabor. Sabor que puede variar dependiendo de quien seas ese día, de como te vistas, de quien quieras ser. Ese ser que a ratos me parece desagradable. Pero por mucho que no me agrades, sigo queriendo posar mis labios sobre ti, y tocar tu cuerpo, una y otra vez, para consumirte... para morir.

A mis cigarros.