Moritz Henneberger Die Schwalbe/ 1952

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Mates y remates

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Otra fascinante forma de juego

Millard Hopper

El Anticipador y otros cuentos de mente

Nuevos Ejercicios de 1

Pensamiento Lateral Unaruo!'\.l<'*ec:d6>1dl!tllltllldotcrnlymup6!,..

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Anarquía y otros juegos sociales de cartas lll~rhlft~ /11<1!<X !k rMtil• 1""~ duo ~ •rl• jug~dm~• .

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Otros títulos de esta 'ole,,ión N• 1. EL IDIOMA DE LOS ESPIAS. P.V.P. 700 Ptas. N• 2. EL LABERINTO Y OTROS JUEGOS MATEMATICOS. P.V.P. 1000 Ptas. N• 3. EJERCICIOS DE PENSAMIENTO LATERAL. P.V.P. 1000 Ptas. N• 4. PUERTA A LA CUARTA DIMENSION. P.V.P. 1300 Ptas. N• 5. LOS ACERTIJOS DE SAM LOYD. P.V.P. 1300 Ptas. N• 6. MAGIA INTELIGENTE. P.V.P. 1300 Ptas. N• 7. GANAR AL BACKGAMMON. P.V.P. 1000 Ptas. N• 8. EL ACERTIJO DEL MANDARIN. P.V.P. 1300 Ptas. N• 9. ANARQUIAy otros juegos de cartas. P.V.P. 1500 Ptas. N• 10. EL ANTICIPADOR y otros cuentos de mente. P.V.P. 1500 Ptas. N• 11 . NUEVOS EJERCICIOS DE PENSAMIENTO LATERAL. P.V. P. 1300Ptas. N• 12. EL CONCURSO DE BELLEZA. P.V.P. 1500 Ptas. N• 13. EL DETECTIVE ES USTED. P.V.P. 1300 Ptas. N• 14. MATEMATICA PARA DIVERTI RSE. P.V.P. 1500 Ptas. N• 15. y 16 LAS ESFERAS DORADAS(I y 11) . P.V.P. 1300 Ptas.-Cada uno­N• 17. ACERTIJOS DIVERTIDOS Y SORPRENDENTES. P.V.P. 1500 Ptas. N• 18. CIRCULOS VICIOSOS Y PARADOJAS. P.V. P. 1300 Ptas. N• 19. LOS GATOS DEL HECHICERO. P.V.P. 1700 Ptas. N• 20. SUPER EJERCICIOS DE PENSAMIENTO LATERAL. P.V.P. 1600 Ptas. N• 21 . AQUI COMIENZA EL BRIDGE. P.V.P. 1600 Ptas. N• 22. 5 TESTS DE INTELIGENCIA. P.V.P. 1600 Ptas. N• 23. TEST DE PENSAMIENTO LATERAL. P.V.P. 1300 Ptas. N• 24. ACERTIJOS FANTASTICOS. P.V.P. 1600 Ptas. N• 25. COMO JUGAR Y DIVERTIRSE CON ESCRITORES FAMOSOS. P.V.P. 1500 Ptas N• 26. PARA RESOLVER EN EL ASCENSOR. P.V.P. 1500 Ptas. N• 27. LA MAGIA DE LA MATEMATICA. P.V.P. 1500 Ptas.

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MENSUAL AÑO 111

NÚMERO 27

1 DIRECTOR Román Torán. Maestro Internacional.

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Julián Alonso Martín . J. P. de Arriaga. M./. Alberto Barreras García. G.M. Juan Manuel Be/Ión. M./. Alexonder Bihovsky. G.M. Jaon Ehlvest G.M. Epishin. El Federal G.M. Svetozor G/igoric. G.M. Niko/oi Krogius. G.M. Bogdan Lalic. M./. Ángel Martín . M.f. Juan Reyes. G.M. 0/eg Romonishin. Al. Antonio Romero. Isidoro Sánchez de la Nava. G.M. Vesselin Topalov. M.F. Fernando Visier. y la colaboración exclusiva de:

•

Anatoli Korpov, Campeón Mundial.

EDITA

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Printed in Spain

EL PROBLEMA DE PORTADA Por J. P. de Arriaga

UN PROBLEMA DIFÍCIL

El problemista suizo Moritz Henneberger (1878-7959), autor de varios libros dedicados a los problemas de ajedrez, nos proporciona con este buen ejemplo de problema (no ha leído mal, es mate en treinta v tres jugadas), un motivo de reflexión. Cuando un problema sobrepasa un cierto número de jugadas necesarias para dar mate, la diferencia entre problema v estudio se acorta v el enunciado podría ser "las blancas juegan v ganan" sin que el solucionista tenga que alterar por ello su proceso mental. En mi opinión es el caso presente.

Solución : En el número 29, en noviembre de 1996.

Mates y remates 4

Táctica y estrategia 10

Test posicional 15 Cuestiones del Reglamento 16

Miniaturas de ayer y de hoy 19

Finales prácticos

Problemas

Pasatiempos

Soluciones

22

26 14, 21 y 25

32

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RECOMENDADA POR LA FEDERACION INTERNACIONAL DE AJEDREZ

'-----..:MI::......:....=éll=-==aw.==-=-~---~~-r--=-m-=...::w!Jf!iJ::....:::....::~a=w.:=._~ _________ IR IMPOTENCIA DE CABALLO

Por Julián Alonso Martín.

En un número anterior de nuestra publicación, me refería al "acontecimiento" que supone la llegada de un peón a la octava fila v su consiguiente coronación,

como una de las paradojas atractivas e interesantes del juego del ajedrez. El momento de tal promoción se convierte, en general, en un suceso decisivo para la suerte del juego, que suele decantarse en favor de quien tal meta consiguió. Supone, en un gran número

de ocasiones, el remate que cierra una secuencia de jugadas v que conduce a una posición claramente definida.

e a si siempre es necesario componer un ade­cuado plan estratégico para poder llevar

nuestro peón hasta su meta. Mas, dentro de ese plan o fuera de él, habrá que prestar la mayor atención a las posibilidades tácticas de las diferentes situaciones que vayan planteándose en el recorrido. La consecución de un objetivo tan valioso bien puede justificar la aplicación de "costosas" medidas para remover los obstácu­los que se opusieran a su carrera.

De estas posibilidades tácticas, de las manio­bras espectaculares que muchas veces se pro­ducen para hacer posible la coronación de un peón, vamos a tratar en una serie de artículos que iniciamos con este. Y hemos elegido, para llevar a cabo nuestro propósito, unas cuantas posiciones y partidas en las que se ponen de manifiesto algunos aspectos interesantes y curiosos de la lucha entre Caballo y peón, especia lmente en el intento del primero de evitar la promoción.

Un Caballo, amenazado por el peón que pre­tende promocionar, es incapaz de detenerlo por su sola fuerza si el peón alcanzó ya la 7-ªfila. Si además el peón "circulara" por la columna de Torre, el Caballo tampoco podrá im pedir su promoción, aún cuando el peón sólo estuviera en la 6-ª.

Este enfrentamiento entre las piezas que, teóricamente, tienen menos valor es favorable al Caballo durante una gran parte de la lucha que se desarrolla en una partida; pero hacia el final, el peón se agiganta buscando su transfor­mación en la última casilla de su recorrido. Y el Caballo parece un poco ridículo al no poder dominar el avance del minúsculo peón.

Así se muestra en el siguiente ejemplo:

4

1. ...

Krüger-Bogoljubov Breme, 1927

2. 0lxg2 b!.x g2+! h3!

J. J.

y no hay forma de impedir que el peón llegue a la casilla de coronación.

Parecida resolución consiguieron también las negras en la siguiente posición, después de valorar justamente el sacrificio previo e in­ductor del remate.

(ver diagrama)

1. ... 2. 0l xg1

~xg1! h2

y las blancas tuvieron que rendirse pues, inevitablemente, el peón negro alcanzará la 8-ª fila.

En el caso que veremos a continuación, las negras, que ya tenían ventaja material, qui­sieron incrementarla pero cometieron la tor­peza de olvidar el potencial que adquiere el peón al enfrentarse al Caballo cuando aquel está en el último tramo de su carrera.

Titlianov-Kasianov URSS, 1988

¡Quien desprecia al peón puede ser luego víctima de su fogosa acometida!

Soloviev-Kuzin URSS, 1959

.i. W.l ~ J.

J.

1. 2. ~xd7 3. 'i!il! f5

• Ji ~

~xd77 ~C5+ ~xd7

li

.l J.

Ji

Las negras han aumentado la ventaja; pero de poco les va a servir.

4. e6! 5. e71 6. 'i!ii! xf6

IJ!!Ic8 ~f6 abandonan

Una maniobra táctica de semejante naturale­za, permitió a las blancas alzarse con la victo­ria en la posición de la partida que recogemos en el diagrama:

(ver diagrama)

1. ~f7+! IJ!!Ig7

Domes-Fiodorov Moscú, 1984

2. ~xh6+ IJWxh6 3. ~xe8 se rinden

Está claro que si 3... ~xe8 4. d7 consigue definir la partida .

En mi opinión, una de las características que diferencian netamente a los maestros experi­mentados de quienes no lo son es el conoci­miento de multitud de posiciones que, con notable frecuencia, se presentan en una par­tida de ajedrez y cuyo dominio y manejo permiten a los mencionados maestros condu­cir de forma más eficaz y eficiente sus accio­nes. El aprendizaje, la formación del aficiona­do en tal sentido tendrá, sin duda, consecuen­cias muy provechosas para su futuro. Noso­tros pretendemos ayudar modestamente en esa tarea, mostrándole con una cierta siste­matización, lo que hicieron en el pasado quie­nes ya habían descubierto las posiciones y maniobras que resolvían la situación en for­ma conveniente a sus intenciones.

Volvamos al tablero. Aun comenzado su tra­mo final desde posiciones más atrasadas, el peón podría tener su desplazamiento "prepa­rado" con el apoyo de maniobras tácticas basadas en las mismas consideraciones que tuvieron en cuenta los ganadores de las posi­ciones anteriores y cuya materialización he­mos esquematizado al principio.

(ver diagrama)

La ventaja de las negras se fundamenta, como es bien visible, en el peón pasado de ~~.

1. ... a3 5

Aranov-Kurmanov Kaliningrado, 1978

A primera vista parece que el Blanco será capaz de parar el peón pasado. Veamos, sin embargo, lo que su oponente tenía prepara­do.

2. ~c1 3. IJ!ll xd5

~a4! ~b3!!

Con esta sorprendente jugada, el Negro lleva­rá su peón e a participar en la lucha contra el Caballo que impide la promoción del "compa­ñero" de la columna a, hasta el punto de convertirlo en su sustituto en la 8l! fila.

4. cxb3 5. ~xa2

a2! cxb3

Y el Blanco no puede detener al infante ene­migo pues su casilla c3 está ocupada.

No resulta de menor interés, el siguiente remate de partida.

6

Bonner-Meduna Haifa, 1980

La lucha táctica se manifiesta aquí en todo su esplendor. Las negras, a quienes correspon­día hacer la jugada secreta, seleccionaron una brillante y definitiva contestación:

1. . .. ~c3!!

¡Tremenda provocación! O se toma el Caballo enemigo, o el propio desaparece del tablero.

2. bxc3 a4!

Un peón del bando negro hará su "paseo" triunfal por esta columna.

3. cxd4 cxd4!

Cada cosa, en su momento.

4. ~b2 a3

Lo demás es ya conocido.

El conocimiento de este tipo de maniobras facilita enormemente la solución de determi­nadas situaciones que se presentan en el juego práctico. De la misma forma que un olvido de tales posibilidades será inmediata­mente castigado.

Frias-Aiburt Torneo "Codelco-Cuprum"

38. e5! 39. ~xf1 40. ~xf1

Chile, 1981

b!.xf 1 + ~xf1+

Ahora la retirada del Caballo 40 ... ~e8 produ­ciría un final que podría alargarse. Pero la del texto,

40 . ... ~f57

permitirá un bonito y rápido remate.

41. 0Je7+!!

y el Negro abandonó; pues 41 ... 0Jxe7 42. exd y el peón sería imparable para las fuerzas del bando rival.

EN EL UMBRAL DE LAS ESCARAMUZAS

Iguales o parecidas ideas hemos visto desa­rrolladas en la primera fase de la partida, cuando alguno de los atrevidos infantes se acerca a los dominios del bando contrario. Para comprobarlo, tenemos en primer lugar una partida ampliamente reproducida en li­bros y revistas del mundo entero pues la forma en que se concreta la idea no ha dejado de asombrar a quienes han reproducido algu­na vez tal encuentro.

Schuster-Carls Bremen, 1914

1. e4 c6 2. d4 d5 3. 0Jc3 dxe4 4. 0Jxe4 0J f6 5. 0Jg3 h5 6. ~g5 h4 7. ~xf6 hxg3 8. ~e5 b't xh2! 9. b'txh2 'f!\ta5+!

Ahora Schuster movió: 1 O. c3 y su rival le sorprendió jugando 1 0 ... 'f!lt xe5+!! Después de 11. dxe5 gxh2, las blancas tuvieron que rendirse.

¿DERIVACIÓN OPORTUNA?

Vamos a apartarnos un poco del tema que estamos desarrollando para centrarnos en la partida que acabamos de reproducir. Deduci­remos de ello, espero, conclusiones intere­sant es.

Una cierta polémica ha acompañado siempre a esta partida. "Quince años más tarde, el maes­tro Torre creía haber contrarrestado la combi-

nación de Carls, tal como publicaron en el año 1953 L 'I talia Scacchístíca y L 'Echíquíer de París, con 1 O. 'f!ltd2. Esta opinión la repitió Ervin Haag en 1957, en la publicación de septiembre de Magyar Sakkelet. Después de eso debía seguir 1 0 ... 'f!\txe5+ 11. dxe5 gxh2 12. 0-0-0! con ataque decisivo para las blancas. Todo esto está muy bien pero las negras, después de 1 O. 'f!ltd2, no toman el Alfil, sino que eligen simplemente 1 0 ... gxf2+! y ganan después de 11. l!!ge2 ( 11. Wxf2?? 'f!ltxd2) con las jugadas 11... 'f!lt xd2+ 12. 'mxd2 hxg1='f!lt" (Gelenczei).

Más recientemente (sin que nosotros conoz­camos fecha y lugar) se registra un enfrenta­miento entre los jugadores Fichtl y Krause que reprodujeron, en sus 9 primeras jugadas, los mismos movimientos que hemos copiado más arriba. Sin embargo, habiendo llegado a la posición que refleja el diagrama, el Blanco que quizá recordaba vagamente la partida anterior y los comentarios que originó, se decidió por 1 O. 'f!lt d2. El conductor de las negras utilizó las mismas jugadas que en la partida precedente. 1 0... 'f!\t xe5 11. dxe5 gxh2; e igual que en aquella ocasión, el Blanco abandonó.

Y de nuevo surgió la controversia, porque siendo bien cierto que Schuster (en la primera partida) nada tenía que hacer, no lo es menos que Fichtl abandonó una posición ... ganada (!) B. Weinstein lo deja como interrogante en su librito "L a trampa en la apertura"; pero un análisis detallado apareció en diciembre de 1981 en la revista francesa Europe Echecs firmado por el aficionado Bruno San Marco que, en parte, reproduciremos aquí.

Volviendo al último diagrama, recordamos que Fichtl y Krause continuaron 10. 'f!ltd2 'f!\txe5 11. dxe5 gxh2. En este momento debían haber seguido, en vez de abandonar, con:

12. 0-0-0!

con estas posibles continuaciones:

a) 12 ... ~d7 13. 0Jh3! h1='f!lt 14. e6! 'f!lth2 15. exd7 + ll!!1d8 16. g3 forzando el abandono

b) 12 ... 0Jd7 13. e6! fxe6 14. 0Jh3! h1 ='f!lt 15. 'f!lt f4 (para evitar la salida de la Dama negra por h2) g5 16. 'f!\t xg5 'f!lth2 17. g3 'f!lth118. 'f!\tg6+ 'md8 19. ~g2! 'f!\t xg2 20. 0Jf4 ~h6 21. 'f!lt xh6 'f!\txf2. Y ahora, aunque el análisis sigue otros derroteros, lo mejor sería: 22. 0Jxe6+ 'meS 23. 'f!\th5+ 'f!\t f7 24. ®'h8+ 0Jf8 25. b'td8 mate.

CABALLEROS INCAPACES

Los Caballos de nuestro juego recibieron en Inglaterra la denominación de Kníghts que

7

significa Caballeros. Esta sustitución del ani­mal por su montura no hace más "inteligente" a la pieza del juego y su lucha contra la infan­tería no mejora el resultado. Así podemos comprobarlo en la siguiente partida, disputa­da en consulta, y en tierras de la Gran Breta­ña, que resulta una primera manifestación "preciosa" de cuanto estamos exponiendo.

Bird y Dobbel contra

Gunsberg y Locock Hastíngs, 1897

1. f4 e5 2. fxe5 d6 3. exd6 ~xd6 4. <í) f3 g5 5. c37 g4 6. tl'!l a4+ <í)c6 7. <í)d4 tl'!l h4+ 8. Wd1 g3! Ahora el caballo blanco de d4 no puede moverse pues se perdería la Dama. Las blan­cas defienden instintivamente su pieza más valiosa ...

9. b37 tl'!l xh2!!

.1 .i.

.l.l.l •.a

w 4).1 J. .l

... y tienen que abandonar, pues si toman la Dama enemiga, después de gx'ªh2, el peón negro "coronaría" sin remedio.

Este encuentro se vio casi exactamente re­petido en Lidler-Joppen, Schusenried 1950 con la sola diferencia de 9. b4? en lugar de 9. b3?

En Crecy ( 1343), la primera gran batalla de la Guerra de los Cien Años, mil quinientos caba­lleros franceses fueron exterminados por una infantería inglesa mucho más ágil y mejor pertrechada de picas y flechas. Hacia el final de aquella guerra, en Azincourt ( 1415), no lejos del anterior lugar y con parecidos plan­teamientos, volvió a producirse el mismo resultado.

Cas'i en completo paralelismo con la guerra real, el "juego de la guerra" reprodujo sobre el 8

tablero una versión muy aproximada a la que acabamos de ver. Sucedió 72 años después, el mismo período de tiempo que separó a las dos célebres batallas.

Napopov-Rashdovarin Krasnoíarsk, 1969

1. f4 e5 2. fxe5 d6 3. exd6 ~xd6 4. <í) f3 g5

Las cuatro primeras jugadas son idénticas.

5. e47 g4 6. <í)g1 tl'!lh4+ 7. We2 g3 8. <í)c3 ...

Es claro que a 8. h3?? seguiría tl'!l xe4 mate. Ahora, sin embargo, la solución conocida lle­ga incluso con una jugada de antelación a lo ocurrido en la partida anterior.

8 ... tl'!l xh2!! 9. 'ªxh2 gxh2 1 O. <í) f3 h1 : tl'!l

Con muy parecido resultado veremos a conti­nuación una maniobra similar pero con el peón "actuando" en la columna c. Se trata de una breve partida en la que el <í)'fl'!l del bando negro nada puede nacer contra la acometida de un, aparentemente, insignificante peón .

V. Kahn-Aficionado 1929

1. d4 <í) f6 2. g3 d5 3. <í) f3 c6 4. ~g2 h6 5. c4 ~f5 6. tl'!lb3 tl'!lb6 7. cxd tl'!l xb3 8. axb3 ~xb17 9. dxc ~e47

Más correcto hubiera sido 9 ... <í) xc6

10. 'ªxa7! 'ªxa7 11. c7 rinden

• W.i. .1 I.l ii .lJ..l 1-L 1 1 1 • .l

1 1 l -~ r l ii .i. -- -Ji ~Ji -

Ji iiii~E, ~ Wl 1 li (Posición final)

Como muy pocos aprenden con los errores ajenos, pasados unos años volvimos a encon­trar la misma definición y casi exactamente el mismo desarrollo en otra partida:

Komoltsev-Arianov Alma Ata, 1964

1. d4 d5 2. c4 c6 3. 0l f3 0lf6 4. e3 ~f5

No necesitaron más. A partir de la 5ª jugada reprodujeron los mismos movimientos que, en la anterior partida, se hicieron desde la 6ª. Por lo que, al llegar a 1 O. c7, las negras se vieron obligadas a abandonar.

Y para terminar volveremos a admirar las habilidades de Bogoljubov al que ya vimos actuar en nuestro primer ejemplo.

(ver diagrama)

Bogoljubov-Fry Southsea, 1950

Apenas salidos de la apertura, un avance de peón decidió la contienda en favor de las blancas:

21. h6!

Y se rindieron las negras. Contra la amenaza 22. 1!!1'xg8+! 0lxf8 23. h7, no hay defensa satisfactoria. •

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9

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@:..___ ______ __,1E EL ENROQUE (lx)

Por Román Torán .

Continuamos el estudio de los temas relacionados con el enroque y las formas de ataque y defensa que con mayor frecuencia se producen en la práctica. Entre dichos temas tiene

especial importancia el de las luchas con enroques en flancos opuestos.

ENROQUES EN FLANCOS OPUESTOS

Como se desprende del título, se producen cuando uno de los bandos opta por el enroque corto y el adversario por el enroque largo. Como es habitual en esta sección, veremos ejemplos prácticos tomados de partidas ma­gistrales.

Final de Candidatos, 1974 Blancas: Karpov Negras: Korchnoi

1. e4 2. ~f3 3. d4 4. ~xd4 5. ~c3

c5 d6 cxd4 ~f6 g6

Queda así planteada la variante del dragón de la defensa siciliana.

6. ~e3 ~g7 7. f3 ~c6 8. 1l!fd2 0-0 9. ~c4

Esta jugada tiene varios objetivos: en primer lugar, se opone a la reacción temática ... d5; por otro lado, sitúa al alfil de forma que presione sobre "f7" y la diagonal a2-g8, al tiempo que, situado en "b3", colabore en la defensa del futuro enroque largo. Esto cum­ple con un importante principio en este tipo de posiciones, que expondré más adelante.

9. ... ~d7 10. h4

Este es el sistema más agresivo contra esta línea defensiva. Las blancas preparan inme­diatamente la ruptura h5, aunque también se llega a la misma posición, tras 1 O. O-O-O btc8 11. ~b3 ~e5 12. h4, etc.

10 .... btc8

Una jugada natural, presionando en la colum­na "e", semi-abierta. Como tras el avance h4 es evidente que las blancas han de realizar el enroque largo, las negras se disponen para la típica carrera de ataques mutuos, que se suele producir en este tipo de partidas. 10

11. ~b3 12. 0-0-0

~e5 ~e5

Korchnoi juega en forma muy activa. Otra posibilidad es 12 ... h5 - común en posi­ciones de esta naturaleza- , para dete­ner el avance h5, así como el también temático de g4. En dicho caso hay que tener presente el sacrificio de peón, con g4, para abrir columnas sobre el enroque enemigo. Por este motivo, en otras posiciones similares se juega g4, antes que h4.

13. ~xc4 btxc4 14. h5!

1 1

J..l 1

--

Sacrificio de peón, a fin de abrir la columna "h", como base de operaciones. Es de capital importancia, en esta clase de luchas, la posesión de la iniciativa, a fin de imponer el propio ataque, como veremos en la conti­nuación de esta temática partida.

14 .... ~xh5

Como dice con humor -y mucha experien­cia- el GM Najdorf: "con un peón de ventaja te defiendes mejor", pero siempre añade: "como me decía mi maestro Tartakower". La voracidad de peones puede ser muy peligro­sa, pero en este caso se trata de evitar la completa apertura de la columna "h", con 15. hxg6 hxg6 y un oportuno ~h6.

15. g4 ~f6

16. ~de2!

En este tipo de partidas hay que saber alter­nar las jugadas de ataque con las de defensa. Después de haber abierto la columna "h", Karpov vuelve su atención al enroque propio y fortalece la casilla "c3". En una partida Geller-Korchnoi (Candidatos de 1971), se jugó 16. ~h6, para eliminar al alfil de "g7", que es el mejor defensor del enroque (ya hemos estu­diado que protege casillas de vital importan­cia, como "g7", "h8" y "f6") pero se vio sor­prendido por la reacción táctica: 16 ... ~xe4! 17. ~e3 b1xc3! 18. bxc3 ~f6 19. ~xg7 ~xg7 20. 'ªh2! ~a5? 21. ~g3 ~xa2 22. ~xe7!, las blancas obtuvieron una posición ganadora. Sin embargo, con 20 ... 'ªg8!! 21. ~e2 ~h8 22. ~g3 'ªg7!, las negras hubieran conseguido buena defensa, con buenas perspectivas de imponerse en el final. ·

La jugada 16. ~de2 es fuerte, ya que, además de su aspecto defensivo, prepara seguir con ~g3 o ~f4, en el momento propicio, llevando refuerzos al ataque.

16 . ... ~a5

Las negras adoptan una defensa activa, con la cual incrementan la presión sobre el enro­que enemigo. También hay que tener presen­te la maniobra defensiva: 16 ... 'ªe8, con la idea de replicar a un eventual ~h6, con ~h8, lo que, tras la próxima jugada blanca, repre­sentaría la pérdida de la calidad.

17. ~h6!

Ahora, asegurado el enroque propio, las blan­cas consideran, con buen criterio, que es el momento de reanudar su ofensiva y, como fase previa, proceden a efectuar la elimina­ción de la mejor pieza defensora del enroque enemigo.

17 . ... ~xh6

18. ~xh6 'ªfeS

Siguiendo en la alternancia de jugadas de ataque y de defensa. Ahora son las blancas quienes han de tomar medidas para afianzar la posición de su rey.

19. 'ªd3l

La maniobra que parecía más contundente: 19. g5 ~h5 20. ~g3, sería refutada mediante: 20 ... 'ªxc3!! 21. bxc3 ~xc3, con decisivas amenazas. Tampoco era eficaz la continua­ción 19. g5 ~h5 20. 'ªxh5 gxh5 21. ~d5, a causa de 21 ... 'ªxc2+ 22. l!!!lb 1 l!!!lh8 23. g6 fxg6 24. ~xe7 'ªxb2+! 25. ~xb2 ~e5+ y 26. ~xe7, con evidente superioridad de las negras.

Con 19. 'ªd3!, las blancas defienden el punto vulnerable de "c3" y ahora sí plantean la citada maniobra: 20. g5 ~h5 21. ~g3 o ~f4 , con ataque demoledor.

19 . ... 'ª4c5

Contra 19 ... ~e6, seguiría: 20. g5 ~h5 21. ~f4 ~e5 22. ~xh5 gxh5 23. ~xh5 ~g7 24. f4, con neta ventaja de las blancas. En cuanto a 19 ... ~d8 20. g5 ~h5 21. ~f4 ~f8 22. flt xf8+ l!!!lxf8 23. ~xh5 gxh5 24. 'ªxh5 l!!!lg7 25. b1 d2, para continuar con 26. 'ªdh2, y las blancas ten­drían, igualmente, excelentes perspectivas.

Las negras tratan, con su última jugada, de oponerse al avance g5, pero ...

20. g5!!

A pesar de las medidas precautorias de las negras, se produce el temido y fuerte avan­ce, que da enérgico impulso al ataque blanco. Este segundo sacrificio de peón va a desor­ganizar rápidamente la defensa tejida por Korchnoi, a la vez que ganan un importante tiempo para el ataque. Vemos que los peones clave del ataque blanco: "g" y "h", han sido

11

sacrificados; pero como compensación, las blancas han logrado despejar dos columnas para la acción ofensiva de sus torres.

20 .... b!. xg5

A 20 ... ~h5 hubiera seguido: 21 . ~f 4 b!.xg5 22. ~cd5! y la lucha quedaría decidida, al estar atacadas las dos torres negras, con 23. ~xg5+ y 23. ~xe7+, para 24. ~xc8.

21. b!. d5!

Complemento del sacrificio realizado en la jugada anterior, que tiene decisiva importan­cia con vistas a la eliminación del caballo negro, cuya desaparición dejará indefenso al rey negro.

21 . ... b!. xd5

Obvio es decir que, si 21 ... ~xd5?, se produci­ría mate en 2 jugadas.

22. ~xd5 b!.e8

Tampoco resolvería los problemas de las negras la retirada de la dama, puesto que, después de 22 ... ~d8, vendría: 23. ~2f4 ~e6 (no 23 ... ~f8, por- 24. ~xf6+ y 25. ~xh7 mate) 24. ~xf6+ exf6 25. ~xh7+ cm fs 26. ~xe6+ fxe6 27. ~xg6! ganando, al no haber defensa eficaz contra 28. b!.h8+, con mate corrido.

23. ~2f4!

Amenaza 24. ~xf6+ exf6 25. ~d5!, cortando la vía de escape al rey negro por "e7". Esta jugada es más precisa que 23. ~xf6+ y 24. ®' xh7+, directamente.

23 .... ~c6

Para controlar la entrada del segundo caballo en "d5", que era la citada amenaza. Si 23 ... ~e6 24. ~xe6 fxe6 25. ~xf6+ gxf6 26. ~xh7+ 'mf8 27. ~xb7! , ganaría fácilmente.

(ver diagrama)

24. e5!

Este nuevo sacrificio de peón cumple el obje­tivo de desconectar a la dama negra de su enroque, cortándole el paso hacia dicho sec­tor. Ahora el ataque blanco es irresistible.

24 . ... ~xd5

Si 24 ... dxe5 25. ~xf6+ gxf6 26. ~h5! gxh5 (de no haber sacrificado el peón en "e5" aquí hubiera dado res istencia 26 ... ®'g5+) 27. b!.g 1 +, llevaría al mate. 12

25. exf6!

.i.J. 41

26. ~xh7+ exf6 \W f8

27. ~h8+ 1 - o

Las negras abandonaron, ante 27 .. . 'me7 28. ~xd5+ ~xd5 '(o bien 28 ... 'md7 29. ~xf6+) 29. b!.e1+, ganando la torre.

Amsterdam, 1974 Blancas: Tukmakov Negras: Sosonko

.19 .lJ.if.i.J.J..i.

J. • .~.

En este diagrama tenemos la misma posición que en la partida anterior, después de la jugada 12 de las blancas. En lugar de seguir con 12 ... ~c4, el GM Sosonko optó por blo­quear el avance del peón "h". La lucha conti­nuó así:

12 . ... h5

En posiciones de estas mismas caracterí sti-

cas es interesante la idea: ... h6, a fin de replicar a h5 con g5 (esto aquí no es viable porque ... h6 no tendría protección adecuada) y si las blancas prepararan la ruptura g5, entonces la réplica debería ser ... h5, traban­do los peones y evitando la apertura de columnas para el ataque de las blancas.

13. 'l!l'b1

Las blancas mejoran la posición de su rey, antes de continuar su ataque en el otro flan­co. La jugada l!!?b 1 es muy frecuente en este tipo de partidas; con ella, las blancas refuer­zan la defensa de "a2" (aquí ya está, por el momento, protegido por el alfil de "b3") y aparta al rey de posibles jaques sobre la diagonal e 1-h6, que ya vimos su importancia en la partida anterior (en el comentario a la jugada 24 de las blancas).

Otra posibilidad, muy practica, es 13. ~g5.

13. 14. ~xc4 15. 0Jb3

0Jc4 bl,xc4

Prepara la eliminación del alfil de "g7", lo que ahora no era posible, ya que, si 15. ~h6? bl,xd4!, ganaría mater.ial.

15 .... ~c7

Presiona sobre la columna "e", pero más efec­tiva hubiera sido 15 ... a5 ó 15 ... b5. Es muy importante acertar con lasjugadas más acti­vas, para tratar de tomar el mando de la lucha.

16. ~d4

Con la amenaza 17. ~xf6 ~xf6 18. 0Jd5, que debilitaría notablemente el enroque negro, tras 19. 0Jxf6+. Este tipo de maniobra es muy frecuente en este tipo de posiCiones.

16 .... ~e6

Claro está que no valí a 16 ... e5, porque que­daría seriamente debilitada la casilla "d5", pues las negras no podrían desalojar a las piezas enemigas, con peones.

(ver diagrama)

17. g4!

Evidentemente, el avance ... h5 bloquea la ruptura con el peón "h", pero traslada el punto de ruptura a "g4". Aunque las negras contro­lan bien "g4", las blancas realizan la ruptura que, como veremos, está apoyada en sutiles golpes tácticos.

1 1 r

1 J.l w -

.l .l .., .l .l .i. ~ J.l.i. • .l

1 .l .l ~li li -

éé li -lilili~ t 'Ji ~ A A

17 .... bl,c8

Si 17 ... hxg4, las blancas seguirían con 18. h5! y aquí habría dos derivaciones:

a) 18 ... 0Jxh5 19. bl, xh5! gxh5 20. ~xg7 Wxg7 21 . ~g5+ 'l!l'h7 22. ~xh5+ ~g7 23. ~g5+y 24. bl,h1 mate, o bien 19 ... ~xd4 20. 0Jxd4 bl. xd4 (tratando de desviar a la dama de la penetra­ción en "h6", pero ... ) 21. bl,h8+! l!!?xh8 22. ~h6+ l!!?g8 23. bl,h 1, con mate imparable (23 ... bl,d 1 + 24. 0Jxd 1 !), mientras que, si 21 ... ~g7 22. ~h6+ ~f6 23. ~h4+ g5 24. bl,h6+! 'l!l'e5 25. ~g3 mate o bien 24 ... l!!?g7 25. ~xg5 mate. En cuanto a 23 ... 'l!l'e5 24. f4+ l!!?xf8 25. bl, f1 + ~e5 26. ~g3 ó 25 ... l!!?e3 26. ~f2, con mate en ambos casos.

b) 18 ... gxh5 19. ~xf6! exf6 (si 19 ... ~xf6 20. bl, xh5, para seguir con ~h2 y bl,h1 y, si 20 ... ~xc3 21. ~g5+ ~g7 22. bl,dh 1 f6 -ante bl,h8 mate- 23. ~g6 y 24. bl,h8 mate) 20. bl, xh5 gxf3 21. bl,dh1 -ªtc8 22. bl,h7! y no hay defen­sa contra la amenaza 23. bl, xg7 +! ~xg7 24. ~h6+ y 25. ~h8 mate.

18. gxh5

Las negras optaron por mantenerse firmes en "h5", pero las blancas abren ahora la columna "g" a su torre.

18 .... 0J xh5 19. bl,dg1!

Las blancas tienen una posición más activa, gracias a que su enroque está mejor protegi­do que el de las negras. La seguridad del propio enroque es baza de fundamental im­portancia en este tipo de posiciones.

19. ... l!!?h7 20. ~xg7

Hay que eliminar al mejor defensor del enro-13

que enemigo; de otro modo, las negras po­drían seguir con 20 ... ~h6.

20. 21 . ~d4 22. ~ce2 23. b3

Wxg7 fi!J c5 lla4

Ahora las blancas debilitan su enroque, ante la amenaza sobre "a2", lo que es más fuerte que 23. ~xe6+, jugada esta que es una laten­te amenaza.

23. lla6 24. llg5! fi!J a3 25. ~c1

Una jugada que hay que tener en cuenta para la defensa de "a2" (o sus equivalentes "a7", "h2" y "h7"). El caballo protege desde una casilla en la cual es difícil que se pueda ver atacado. Súbitamente, vemos que las negras se encuentran ante la fuerte amenaza 26. llxh5! gxh5 27. llg1+ Wh7 28. ~g5!, o bien 27 ... W/ f8 28. ~xe6+ fxe6 29. 'fl1lh6+ W/e8 30. fi!Jxe6, con mate imparable.

25. ... llc5 26. llhg1 ~d7

Después de 26 ... llxg5 27. fi!J xg5, con las amenazas 28. fi!J xh5 y 28. ~xe6+ fxe6 29. fi!J xg6+, decidiría.

(ver diagrama)

La posición de las blancas es netamente su­perior. Sólo su caballo de "e 1" es necesario para la defensa, a pesar de que las negras se han volcado decididamente en el ataque. Con juego sólido y enérgico, las blancas tienen sus piezas excelentemente dispuestas para el ataque, porque la dama puede entrar en acción tanto por la diagonal e 1-h6 o por la columna "g".

l. ----.~ éii

Con estas consideraciones, las blancas inician el asalto decisivo.

27. ~f5+!

Fuerte jugada de "obstrucción", para quitar eficacia defensiva a la torre de "c5", que permite tomar mayor fuerza en la ofensiva a las piezas blancas.

27 .... ~xf5

A 27 ... W/ f8, seguiría una espectacular manio­bra: 28. llxh5 gxh5 29. llg8+! Wxg8 30. fi!J g5+ W/f8 31. fi!J xe7+ Wg8 32. fi!J g5+ ~f8 33. tl!l' d8 mate, o 32 ... W/h7 33. fi!J g7 mate.

28. llxh5! ~h3 29. fi!Jh6+ 'mf6 30. fi!J f4+ I!We6

Si 30 ... I!Wg7 31. llh7+! Wxh7 32. fi!J xf7+ W/h8 33. 9 e8+ y mate en 2 jugadas.

31. llh7 f6 32. fi!J g3 f5 33. 9 xh3

1 - O (Continuará) •

FANTASÍA Por "El Federal".

14

Se trata de llevar el rey a la casilla "a1" cum­pliendo las siguientes condiciones: Las piezas sólo pueden jugar dentro del espacio que ofrece el esquema, o sea, que disponen de seis cuadros. El rey nunca deberá ocupar la casilla "b2".

ID Por Juan Reyes. Maestro Internacional

Le invitamos a reflexionar sobre los siguientes diagramas. En cada uno de ellos habrá de encontrar una maniobra de tipo posicional,

que supone la mejor opción para el bando que la ejecuta. Nuestro objetivo es ayudarle a perfeccionar su juego dándole a Ud algunos puntos de apoyo

que le permitan tomar decisiones responsables en el futuro.

A Smyslov-Trifunovic

Agram, 1955

J. J. J.

Juegan blancas

e Gligoric-Puc

Portoroz, 1973

¡ · 1- .i.

1

t 9 . .~ J. J. ~

J. ... .i. .lJ. ii .l .l

ii é? ~ ~

B, B,B, ~ iiii Ji Ji~

Juegan b lancas

B Portisch-Petrosian San Antonio, 1972

L .J ii 1 1

é?Ji~ Juegan negras

D Chekhover-Rudakovsky

Moscú, 1945

Juegan b lancas

15

CCw®~aowf!D®~ cdi®O !E.®d<::...=::@J==fllJiJ=c-&:..=..::f][)c.=..::aw=--------------'111

CINCUENTA JUGADAS y ,

mas Por Julián Alonso Martín.

Después de 20 horas y 15 minutos de juego, la partida que disputaban !van Nikolic y Goran Arsovic el 1 7 de febrero de 1989 en Be/grado, fue declarada tablas.

E 1 bando negro había alcanzado su jugada número 269 (!).Todo un récord. Pero aún

más interesante para el contenido de nuestra sección resulta el hecho de que si la partida se hubiera disputado unos pocos años más tarde podrían haberse reclamado las tablas 25 juga­das atrás; y si, por el contrario, la partida hubiera tenido lugar unos años antes, hasta 50 jugadas menos hubieran sido suficientes para poder declarar empate.

La explicación de semejantes diferencias re­side, sencillamente, en la modificación experi ­mentada por el Reglamento de Ajedrez al res­pecto y en muy pocos años. En la edición que hizo la FEDA de los reglamentos de la Federa­ción Internacional, en 1971, se recogía la si ­guiente redacción literal:

Artículo 12, 4: "La partida es tablas cuando un jugador que está en juego demuestra que han sido efectuadas 50 jugadas, al menos, de una y otra parte sin que haya tenido lugar ninguna captura de pieza o movimiento de peón."

A continuación otro párrafo añadía : "Este número de 50 jugadas puede ser aumentado para posiciones determinadas a condición de que estos números y estas posiciones hayan sido claramente establecidos antes de comenzar las partidas". ( .. . pero no hacía mención ni a unos ni a otras.)

Después del Congreso de la FIDE celebrado en Tesalónica, 1984, apareció el "texto enmen­dado por la Comisión de Reglas de la FIDE" con el título de LEYES DEL AJEDREZ. Y en 10.8 se reproduce, creo que literalmente, lo que acaba­mos de transcribir ... Pero además en 10.9 se incorporan disposiciones del siguiente tenor:

"El número de 50 jugadas será ampliado a 100 jugadas en las siguientes posiciones:

a) Rey, Torre y Alfil contra Rey y Torre. b) Rey y dos Caballos contra Rey y peón,

siempre que .. . e) Rey, Torre y peón contra Rey, Alfil y

peón, si ... (No mencionamos las condiciones que de­ben darse, para evitar la complicación que ello supondría para nuestra exposición.)

Desde el 1 de enero de 1993 está vigente un 16

nuevo Reglamento de la FIDE que, siguiendo el texto aprobado por el Congreso de Tesalónica de 1984, ha recogido la revisión del Congreso de 1988, celebrado en la misma ciudad griega y del celebrado en Manila en 1992. En el texto resultante, y según la edición de la FEDA de estas LEYES DEL AJEDREZ, "el número de 50 jugadas será ampliado a 75" en una serie de posiciones que cita expresamente. (En esta edición de los reglamentos, además de la re­ducción del número de jugadas, se amplía el número de posiciones a las que se exige reba­sar el límite de las 75 jugadas para poder solicitar el empate).

Debe resaltarse que la condición que reclama la FIDE para la aplicación de estas alternativas a una "regla" que, desde su introducción, ha tenido límite fijo de jugadas para cualquier tipo de posición, es que tanto el número de jugadas como el de posiciones a que deba aplicarse, sea previamente establecido y claramente explici­tado.

La voluntad de introducir alguna limitación a continuar una partida que no tiene posibilida­des de definición a favor de quien tiene Sljperioridad material, viene de antiguo. RUY LOPEZ mantenía que 50 jugadas era un mar­gen suficiente; LA BOURDONNAIS se inclina­ba, sin embargo, por 60. En el siglo XIX el recuento de jugadas se hacía solamente tras la correspondiente reclamación y se inte­rrumpí a por la captura de una pieza o el movimiento de un peón. En el torneo de Londres de 1883, las normas del juego esta­blecían esta misma formulación para el caso y fueron dos hombres de leyes ingleses, W. Donisthorpe y W. Woodgate, los encargados de su redacción.

En la 1 Oª partida del match Mieses-Janovsky, París 1895, una posición de gran interés para nuestro tema fue alcanzada después de la jugada 66: Janovsky tenía 2 Caballos y Mie­ses, 2 peones aislados. En este momento el segundo jugador advirtió a su oponente que debía darle mate en 50 jugadas; pero aquel le replicó que las normas francesas le permitían hacerlo hasta las 60. Los árbitros decidieron contar los movimientos pero dejaron el defi­nitivo juicio al árbitro principal. En el movi­miento 78, Janovsky tomó un peón y la cuen­ta se inició de nuevo. En la jugada 137 (59

después de haberse reiniciado el recuento) la partida fue aplazada... y se acordaron las tablas.

En el torneo Mar del Plata, 1950, después de 6 sesiones y 23 horas de duración, la regla de las 50 jugadas fue invocada para reclamar las tablas en la partida entre Pilnik y Czerniak, cuando se llevaban anotadas 191 jugadas.

La limitación oficialmente establecida estaba recibiendo numerosas críticas desde distin­tos sectores; pero las de mayor "peso" pro­cedían de dos eminentes teóricos del juego: A . Troitzky por sus estudios del final de 'l!!1 + 20> contra 'l!!1 + peón; y A. Cheron que había profundizado en el estudio de 'l!!1 + b1. + 'º'­contra 'm + b!.. A pesar de todo, en 1958 la FIDE rechazaba est ablecer excepciones al lí­mi te de las 50 jugadas .en tanto no se produ­jera una más clara demostración de que el límite resultaba incorrecto. Sin embargo, y como hemos visto ref lejado en el Reglamen­t o, en 1978 y 1984 se produjeron las primeras "rupturas" al ampliar hast a 1 00 el número de jugadas necesarias para ganar el final de Rey y dos Caballos contra Rey y peón (si bien con determinadas condiciones) y el de Rey, Torre y Al f il contra Rey y Torre, respectivamente.

De todas f ormas habrá que decir que no resul ta demasiado frecuent e que se invoque esta norma para reclamar las tablas. Un caso realmen t e interesante se produjo durante la celebración del 4º Memorial Rubinstein en la ciudad de Polanica Zdro j, 1966. La partida entre Filipowicz y Smederavac presentaba, después de la jugada 20 del Negro, la siguien­t e posición.

1-l. .1 • J J

La estructura de peones de uno y otro bando resulta bastante rígida y todas las piezas se encuentran todavía en el tablero. En la fase siguiente de la partida, ambos jugadores es­tuvieron moviendo sus efectivos dentro de

sus respect iv os campos sin atreverse a "romper" el f rente. Cuando se habían realiza ­do 70 jugadas de cada lado, la posición sobre el tablero reflejaba la siguiente situación:

1 r ir 1 1

-

.i. .l •• 1.1.1-. .l .i. .l J. II J.4) ii .l .l

Ji J. Ji Ji élii Ji ~iiél

ii~ ~ ii ii ~

Los peones no se han movido respecto a la posición que ocupaban en el diagrama ante­rior. .. y las 32 piezas continúan sobre el table ­ro(!). El Dr. Filipowicz, que ya había propuesto las tablas en dos ocasiones anteriores, se dirigió ahora al árbitro solicitando el reconoci ­miento de la situación que le daba derecho a la reclamación del resultado de empate. Y le fue concedido.

Además de infrecuente, la reclamación del medio punto por aplicación de la norma que comentamos, es hecha incorrectamente en una gran mayoría de los casos en que se produce. En el torneo lnvestbanka, celebrado en noviembre de 1991 en Belgrado, el en­cuentro de la 1 Ol! ronda entre Yusupov y Damljanovic terminó en tablas tras 16 horas y 42 minut os de juego. El movimiento 87. bl.xb2 produjo un final de b1. y ~ contra bl. , al que el Reglamento aplicable a la ocasión exige la realización de 75 jugadas más para que se puedan solicitar las tablas. El conductor de las negras no ejerció ese derecho cuando le co­rrespondí a ... por desconocimiento. Creí a que eran 1 00 las jugadas que habían de transcu­rrir desde la última captura y que era el árbitro quien debí a decretar automáticamen­te el resultado. (la partida se alargó hasta el movimiento 164 del Blanco, cuando ambos contendientes acordaron el empate.)

El siguiente diagrama

(ver diagrama)

Corresponde a la partida Jalifman-Salov dis­putada en Amsterdam, 1995, durante la últ i­ma ronda del 2º Memorial Donner. El Negro

17

acaba de jugar 74 ... 9 g6-e8. Después de unos minutos de reflexión, el conductor de las blancas llama al árbitro y le dice que va a jugar 75. ~d2 y que solicitará las tablas por aplicación de la regla de las 50 jugadas. Cier-

tamente, en la jugada 25 él había movido h2-h4 y desde entonces ni se había producido captura alguna ni se había desplazado ningún peón. Sin embargo, Jalifman se confundía con la regla que permite solicitar las tablas por triple repetición de la posición y estaba produciendo una reclamación incorrecta. En el caso que ahora se le planteaba, el árbitro (que era el holandés Geurt Gijsen) debí a compro­bar la existencia de esas 50 jugadas ... Y esto no había sucedido, pues aunque con 75. ~d2, la tarea del Blanco estaba cumplida, faltaría un movimiento del Negro, que sólo llevaba 49 y que podría echar por tierra la validez del recuento. Geurt Gijsen no tuvo más remedio que rechazar la solicitud de Jalifman. (Aún así el resultado de la partida fue tablas. Reanuda­do el juego con 75. ~d2, Salov se enfrentó al problema de hacer alguna captura, lo que no es posible sin daño, o mover un peón. Parece obvio 75 ... h5; pero como 76. 9 a5 ganaría un peón, el jugador ruso de probable nacionaliza­ción española, concedió las tablas tras unos minutos de reflexión.) •

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18

Por Juan Reyes. Maestro Internacional.

Las miniaturas son duelos fugaces de ajedrez, que acaban con una rotunda victoria de uno de los adversarios. Cuando nos enteramos que un gran maestro derrotó

a otro en 20 jugadas, nos despierta un elevado interés de saber cómo fue esa victoria. En estas partidas, toda la lucha, todo el ardor de pasiones están concentrados en un corto tramo de juego. No por casualidad, ocupan un lugar destacado en la literatura ajedrecística.

PARTIDA NºB

Blancas: Avervach Negras: Platonov Apertura Inglesa. Alma Ata 1969

1. c4 c5 2. 0l f3 0lc6 3. e3 e6 4. <í') c3 0lf6 5. d4 d5 6. a3 <í')e4 7. ~d3 0lxc3 8. bxc3 ~e7 9. 0-0 0-0 1 o. ~b2 b6

A considerar era 1 0 ... dxc4 11. ~xc4 y ahora b6.

11. cxd5 exd5 12. dxc5 ~xc5 13. ~c2 ...

Las blancas juegan en forma precisa, ya que si jugaban 13. c4 las negras podrían responder simplemente 13 ... dxc4 aclarando el juego.

13 ... h6 14. c4 dxc4

Si 14 ... d4, seguí a 15. ~e4, así como a 14 ... ~e6 15 . .fdfd1, etc.

15. ~xc4 'iWhB

Impidiendo la simpática amenaza 'f!!i' g6. Si las negras hubieran jugado 15 ... 0le7 con la mis­ma idea de impedir la entrada de la dama blanca estas hubieran seguido con 16. bHd1 "fJc7 17. "fJc3 0lf5 18. e4, ganando.

16. ~e4 ~b7 17 . .fd fd1 "fJc8

Peor hubiera sido 17 ... t!!l e7 por 18. t!\lg4 f6 19. 0lh4, etc.

18. ~d3! f5 19. t!!l h4 t!!le6

Las negras no podían defenderse con 19 ... ~h7 por 20. 0lg5+ ~g6 21. ~e2, etc.

20. ~c4 t!!l g6 21. b,i d7 ~e7

No v alía 21... 0ld4 22. exd4 ~xf3 23. t!\l g3 ganando.

(ver d iagrama)

22 . .ld x b7! ...

f icio de dama que decide rápidamente la partida.

l. w .t .l

1i'J. J.

22 ... ~xh4 23. <í') xh4 t!\lg5

Las negras no podían jugar 23 ... t!!lh7 a lo cual seguí a 24. ~d5! b,iac8 25. ~e6! b,ice8 26. ~xf5! b,i xf5 27 . .ldxg7 .ldb5 28. <í')g6+ 9 xg6 29. b,i xg6+ b,i xb2 30. b,i xh6+ ~g7 31. b,ixc6 ganando.

24. f4! ...

Fuerte golpe de desviación.

24 ... t!!lg4 25. ~e2! Rinden

Ahora no hay defensa posible, por ejemplo 25 ... 9 xe2 las blancas ganan con 26. 0lg6+ seguido de 27. b,i xg7 MATE. Y si 25 ... 9 xh4 sigue 26. ~xg7 +'mg8 27. ~c4+ b,i f7 28. b,ixf7, etc.

PARTIDA Nº9

Blancas: Kuzmin Negras: Keres Defensa Nimzoindia. Tallinn, 1965

1. d4 <í') f6 2. c4 e6 3. 0Jc3 ~b4 4. a3 ...

Planteando la variante Samisch.

4 ... ~xc3+ 5. bxc3 c5 6. f3 d5 7. cxd5 Las blancas se embarcan en un vistoso sacri - <í') xd5 8. dxc5 ...

19

Las blancas siguen un camino aconsejado por el propio Keres.

8 ... f5!

Las negras juegan en este momento con una concepción moderna, ideada por Romanovs­ky. Si las negras hubieran continuado con 8 ... ~a5 las blancas conseguirían ventaja con 9. e4 0lxc3 1 O. ~d2 0lc6 11. "º"b2 0la4 12. ~xa5 0lxa5 13. "º"xg7, etc.

9. e4! ...

Las blancas plantean un ingenioso sacrificio de peón. De todas maneras parece más sólido 9. c4 a causa de 9 ... ~h4+ 1 O. g3 ~xc4, y entonces sí, con gran fuerza 11. e4 ~c3 12. "º"d2 ~e5 13. "º"d3 Donner-Pachman, Bled 1961.

9 ... fxe4 1 O. ~c2 e3!

Una jugada que rompe la armonía que las blancas querían conseguir al sacrificar su peón, por eso no era aconsejable 10 ... exf3 11. 0lxf3 ~a5 12. "º"d3 0lc6 13. 0-0 y las blancas tienen un fuerte ataque.

11. g37 ...

Las blancas pierden un valioso tiempo, era mejor 11. "º"d3 0ld7 12. c4 0lf4 13. "º"xe3 ~a5 14. ~f2 0lxd3 15. ~xd3 0-0 con igualdad, Furman-Polugaevsky, URSS 1963.

11 ... 0ld7 12. "º"d3 ~f6 13. "º"b2 ...

Hubiera sido un grueso error 13. "º"xh7, a causa de 13 ... -ªxh7 14. ~xh7 ~xc3+, etc.

13 ... 0lxc5 14. ~xh7 ...

En caso de 14. "º"b5+ 'tl'? f7 las negras tenían igualmente una posición superior.

14 ... 0le7! 15. c4 e5 16. f4 .. .

Las blancas terminan de empeorar las cosas, abren la posición para sus alfiles ,pero ciertos detalles tácticos acaban el encuentro.

(ver diagrama)

16 ... ~c6! 17. ~xe5 ~g4!

Las negras no dejan escapar al monarca blan­co a un lugar seguro.

18. 0l f3 ~xf3 19. "º"g3+ 0lxg6 20. ~xg6+ 'tl'? d8 21. rinden

Las blancas no. pueden evitar el mate. 20

.1 .i.

.l.l

• ~ ~ ~~

Ii

PARTIDA N2 10

Blancas: Geller Negras: Portisch

w .1

• .l ~ • J. ~ ~ ~

~ é?A

Apertura Española. Moscú 1967

1. e4 e5 2. 0lf3 0lc6 3. "º"b5 a6 4. "º" a4 0l f6 5. 0-0 "º" e7 6. -ªe1 b5 7. "º"b3 d6 8. c3 0-0 9. h3 h6

La movida del texto representa un ensayo del ex campeón mundial, Smyslov, su idea es continuar con ... -ªe8 y ... ~f8, etc. Aún en nuestros días no se conoce exactamente cuál es la defensa más sólida para las negras.

10. d4 -ªe8 11. 0lbd2 "º" f8 12. 0lf1 "º"b7 13. 0lg3 ~d77!

En esta posición la salida de la dama no es acertada. Esta jugada constituirá una inexac­titud que a raíz de la misma las negras se encontrarían en dificultades. Las mejores continuaciones según la teoría son 13 ... g6 y 13 ... 0la5.

14. dxe5! ...

Geller demuestra, con una habilidad digna de admiración para refutar la innovación de las negras.

14 ... dxe57

Las negras no aciertan con la mejor defen~a , la cual era 14 ... 0lxe5 15. 0lxe5 .Q; xe5; o b1en 15 ... dxe5, a pesar de que igualmente en este caso las blancas hubieran quedado mejor.

15. 0lh5! ~e77

El mal menor era aquí entrar en 15 ... ~xd 1 16.

0Jxf6+, etc. y las blancas quedan con un final evidentemente superior. Con la movida del texto las negras esperan poder, poco a poco, equilibrar las acciones, pero les espera una desagradable sorpresa.

16. 0Jh4 0Jxh5

No serví a 16... Zlad 1 intentando ganar un tiempo debido a 17. 0Jf5 z:lxd1 18. 0Jxe7+, seguido de 19. ~xd1, etc.

17. 'f!!t xh5 0Ja57

La última y ya decisiva equivocación, la cual pierde en seguida. Es cierto que también después de 17 ... 0Jd8 la partida de las negras es difícil, ya que las blancas hubieran prose­guido su ataque con 18. z:le3, como con 18. 0Jf3; con la jugada del texto las negras espe­raban seguramente 18. ~c2, con lo cual po­drían mirar el futuro con optimismo. Sin em­bargo, es comprensible que se pueda pasar por alto la siguiente brillante respuesta.

(ver diagrama)

18. ~g5! ...

18 . .. 'f!!t d7 19. Zlad 1 ~d6

Única manera de defender el punto "f7", pero que retira también al alfil de la defensa de su enroque, lo cual resulta demasiado.

20. ~xh6! ...

Decisivo. Si ahora 20... 0Jxb3, las blancas ganan con 21. ~xg7!, etc.

20 ... gxh6 21. 'f!!t g6+ Wf8 22. 'f!!t f6 Wg8 Una jugada tan sorpresiva no se ve a menudo en las partidas de los grandes maestros. Aho- Las blancas amenazaban 23. 0Jg6+. ra no es posible 18 ... f1lt xg5 19. 'f!!t xf7 + o bien 18 ... hxg5 19. 0Jg6, conduce al mate. 23. bte3 Rinden .fl

A

.l.i. .. \V'i'.i. .. .l

.l.l.l.l.l.l.l.l

JEROGLIFICOS

B,B,B,B,B,B,B,B, 9~~~,¡~g¡

CO L

Como casi siempre.

B

¿Podrá ganar? 21

rF of!D!I10®[$ [}JJrtfldlocrwf$ 111 LA SUERTE EN EL AJEDREZ

Por Fernando Visier. Ex campeón de España.

En el 44º Campeonato de la U.R.S.S. (Moscú, 1976) se desarrolló un interesante final de torres que, en posterior análisis, el gran maestro B. Larsen calificó de "milagroso" para la defensa. Tuve la fortuna de participar, más como observador que otra cosa, en el trabajo de Larsen, a mi entender, intachable en su contenido técnico valgo arbitrario en el aspecto narrativo. Sea por una u otra razón -o quizás por las dos-, siempre ha estado llamando a la puerta

de mi memoria. Ayer -póngale fecha cercana el lector-, mientras recordaba gestas de históricos ajedrecistas, encontré en "Gran Ajedrez -Mis mejores análisis- de Alekhine" una posición que, en principio,

me pareció hermana gemela del final antes referido. Una lectura atenta me convenció de que el parentesco era más lejano.

Opocensky-Keres Buenos Aires, 1939

Posición después de la jugada nº 70 de las negras.

Comenta Alekhine: "La posición alcanzada, después de una serie de jugadas más o me­nos forzadas, resulta victoriosa para las ne­gras, si bien es curioso observar que ello sólo se consigue recordando un estudio compues­to". (Sin duda se refiere al muy famoso de Lasker, como luego veremos).

La continuación de la partida fue:

71. ~xa4 (7)

Alekhine: "En este momento las blancas sor­prenden a cuantos presenciaban esta intere­sante lucha, lanzándose justamente por uno de los dos caminos que suponían el suicidio".

(El comentario de Alekhine puede dar a en­tender que las blancas disponen de mejores defensas; pero debe tratarse de un error de interpretación por parte del traductor, ya que el final no tiene defensa). 22

El otro camino era:

a) 71. ~a2 Z;l,h2+ 72. ~a1 c2 73. Z;l,g8 ~d2 74. Z;l,d8+ Wc3 75. Z;l,c8+ ~b3, y ganan.

b) 71 . 'ma2 Z;l,h2+ 72. ~a1 c2 73. ~a2 a3! 74. l1;1xa3 ... (aquí tengo la impresión de que Alekhine - o la imprenta- se confunden al comentar: "si 74. blg8 ll!lld2 75. Z;l,d8+ l!!ile1, ganando". Lo que no es correcto, dado que 76. h8='ílil' !, hace tablas. No obstante, las ne­gras ganan jugando 75 ... ~e3!) 7 4 ... l1;Jb 1 75. blb8+ l!!ila 1 76. Z;l,c8 ...

Diagrama de análisis

76 ... Z;l,h3+ (iniciando la maniobra de Lasker) 77. l!!lla4 ~b2 78. Z;l,b8+ l!!lla2 79. Z;l,c8 blh4+ 80. ~a5 ~b3 81. Z;l,b8+ ~a3 82. Z;l,c8 Z;l,h5+ 83. l!!ila6 Wb3 84. Z;l,b8+ 'ma4 85. Z;l,c8 Z;l,h6+, y ganan.

e) 71 . 'ma2 Z;l,h2+ 72. Wa3 c2 73. blg8 'mb1 74. Z;l,b8+ ll!lla1 75. Z;l,c8 Z;l,h3+, entrando en la línea de la variante.

71 . ... c2

72. btg8

Después de 72. ll!Va5, las negras ganan con la reiterada idea de Lasker.

72 .... 73. ll!V b3

btxh7 ~b1

Y las blancas abandonaron.

Si el final que acabamos de ver está ganado por el bando fuerte -dos peones contra uno- ¿por qué este que sigue fue tablas?

Petrosian-Karpov Moscú, 1976

Posición después de la jugada nº 50 de las negras.

El comentario que hizo Lar sen, leí do sin con­cesiones metafóricas, olvida los méritos del talento - si se le puede atribuir alguno- en beneficio del azar. "El negro está casi en zugzwang, pero tiene, por pura suerte, de­fensa contra todos los ensayos del blanco".

Seguro que al decir "pura suerte" quiso signi­ficar el carácter sutil y artístico de la defen­sa. Petrosian jugó:

51. btc7+

Porque 51. f7 bta 1 52. btxc2 bta8+ 53. ll!Ve 7 bta7+ 54. ll!Ve6 bta6+, hace tablas.

51 . ... ~h8!

Karpov rechaza la invitación de Lasker, pro­puesta después de 51 ... ll!Vh6? 52. f7 ll!Vh7 53. h6! Wxh6 54. Wlg8 btg1 + 55. Wlh8, tal como vimos en el final anterior.

52. f7 bta1!

¿Cómo es que ahora sí es posible esta defen­sa? Pronto lo sabremos.

ID

'd'·Pero qué suerte tiene Karpov!", vuelve a ecir Lar sen. Si 53. ll!Ve 7 bte 1 + 54. 'l'l'i f6 bt f 1 +

55. ll!Vg6 btg1+ 56. Wlh6 c1=f1h! 57. btxc1 btg6+!!, y el rey negro queda ahogado.

53. btxc2 54. "'!J e7 55. ~f6 56. "'!Jg5 57. "'!Jg4 58. "'!Jg3 59. "'!Jg2 60. bt f2

bta8+ bt a7+ bta6+ bta5+ bta4+ bt a3+ "'!Jg7 '!!Vf8

"Y ahora la salvación milagrosa se debe a la circunstancia que la torre blanco no puede ir a "h2" - Larsen- ".

Uno se pregunta: ¿en qué otro lugar más favorable puede estar el rey blanco?

61. btf5 bta6! 62. "'!J g3 bth6

Justo a tiempo.

63. "'!Jg4 Tablas

Son inevitables, luego de 63 ... bth7 64. "'!Jg5 btxf7, etc.

Hallar las soluciones durante la partida no es tan sencillo como pudiera parecer al frío ana­lista casero. Reconozcamos, pues, al ser de justicia, los méritos de Karpov en este fi­nal.

EN RECUERDO DE VERA MENCHIK

El desparpajo de Larsen al hablar de la suerte en el ajedrez no es ni mucho menos "mérito" exclusivamente suyo. El propio Larsen re ­cuerda que Capablanca dijo: "Es mejor tener suerte que jugar bien".

23

Por qué, dónde o cuándo tuvo lugar el comen­tario es algo que ignoro y tampoco aclara el maestro danés. Uno piensa, sin embargo, que debió ser un dí a en que el cubano se sintiera molesto, insatisfecho y con el ánimo autocrí­tico a flor de piel. Vamos, algo así como después de finalizar la siguiente partida.

Capablanca-Vera Menchik Hastings, 1929

Juegan las negras

Vera Menchik (más tarde Sra. de Stevenson), nació en Moscú, en 1906, y murió en Inglate­rra (patria materna; el padre era checo) en 1944, como consecuencia de uno de los bom­bardeos que sufrió Londres.

Se llevó consigo el título de Campeona del Mundo, obtenido 17 años antes. Siendo mano las negras, como es el caso, el final es tablas. Se trata de una posición típica que se en­cuentra en cualquier libro de finales. No suce­de lo mismo si el turno de juego corresponde a las blancas, como luego veremos.

1. . .. b'l. a67

Las negras están perdidas. Para hacer tablas era necesario jugar 1 ... b'l.b8! con el fin de impedir que el rey blanco alcance la octava línea antes que su torre. Después de 1 ... b'l.b8!, p_uede seguir 2. b'l.e8 b'l.b 7 + 3. ~e6 b'l.b6+ 4. IJ!!l f5 g b5+ 5. bl.e5 b'l.b 1 tablas. O bien 2. bl.e 1 b'l.b 7 + 3. IJ!!l f8 IJ!!lg6! tablas. O si se prefiere 2. b'l.e6 b'l.a8 3. IJ!!le7 IJ!!lg8 tablas.

(ver diagrama)

2. b'l. d77

¡Sorprendente error de Capablanca! Con 2. ll!?f8+ obtenía un posición ganadora.

2 . ... b'l. a8! 24

111

Ahora el final es tablas.

El caso de Vera Menchik es tan singular como seguramente inevitable, casi tan inevitable como el del típico acertante, único, de la quiniela millenaria. ¿No sería más lógico que no acertara nadie?

Para hacerse una idea de la distancia que separaba a Menchik del resto de las jugado­ras de la época, sirvan los siguientes datos: La alemana Sonja Graf, autora de un libro encantador titulado "Así juega una mujer", fue la única que inquietó su reinado.

3. b'l. e7 b'l.a67

¡Horror! Era necesario 3 ... b'l.b8! o 3 ... 'mh6. Por ejemplo: 3 ... b'l.b8 4. bl.a7 'l!!lh6! 5. 'I!Je7 'I!Jg6 6. f7 'mg7 y tablas.

En 1934, el Dr. Euwe organiza un match entre ambas jugadoras que gana con facilidad la campeona. Tres años más tarde, en Semme­ring, se hace oficial el encuentro, y Menchik retiene su título con un contundente 10,5-5,5 a su favor.

4. ~f8+!

Parece que Capablanca ya se ha despertado.

4 . ... ~g6

También fracasa 4 ... 'mh8 5. f7 b'l.a8+ 6. b'l.e8 b'l.a7 7. b'l.e1 b'l.a8+ 8. ~e7 b'l.a7+ 9. 'I!J f6 b'l. a6+ 1 O. b'l.e6, y ganan.

Sonja Graf perdí a con Menchik, pero su "ven­ganza" a veces era terrible: 3-0 frente a la campeona de Munich (Sra. Müller) y 5-0 ante la campeona de Alemania.

5. f7 6. b'l. e8

7. ~e6+ ~h7

Todo está a punto de concluir.

8. ~e87

Uno no gana para sustos. De nuevo se equi­voca Capablanca y da opción a que la partida termine en tablas. Correcto y decisivo era 8. ~e1 ~a8+ (si 8 ... 'l!ilg6 9. ~g8) 9. 1!/Be7 ~a7+ 10. ~f6 ~a6+ 11. ~e6 ~a8 12. ~e8 y ganan.

Es cierto que en 1939 (Buenos Aires), Men­chik estuvo a punto de perder el título ante su "eterna" rival. En la partida decisiva (Menchik­Graf), la campeona ganó después de tener una posición de esas que en justicia se deno­minan desesperadas. No obstante, y en opi­nión de Alekhine, el apurado trance por el que tuvo que pasar Vera Menchik se debió a la naturaleza de la prueba: torneo, en lugar de match individual, donde la menor categoría ajedrecística del resto de las participantes

dejó todo a la suerte que corriera el enfrenta­miento de las dos más destacadas; y un día malo lo tiene cualquiera.

8 . ... 9. ~e7

Capablanca sabe que ya no puede ganar. Ahora sigue 9 ... I!/!Jg7! 1 O. ~a6 ~b8 11. ~a7 ~ f8 12. I!/!Je6 ~b8 y tablas. Pero ...

9 . ... 10. ~f6

~a7+7 abandona

Así se completa la "tragicomedia". Buscando el lado positivo, es indudable que "esta pieza" es modélica para el estudio teórico de este final. Sin duda, resulta inolvidable.

En Ramsgate, 1939, Menchik ocupó el segun­do puesto ex aequo con Rubinstein, a medio punto de Capablanca, primer clasificado. •

PROBLEMA

Wassman

Mate en tres (6+4)

ü-frCI:

Cuentan las crónicas que P. Morphy empleó más de una hora para resolver este problema. ¡Sorprendente!

25

Nivel 1 l No debe ofrecer excesiva dificultad la resolución de los problemas de este grupo

a los jugadores de primera categoría, pero sí será interesante para éstos tratar de resolverlos a "golpe de vista", en dos o tres minutos a lo sumo.

Para los de segunda categoría, calculamos como tiempo bueno para hallar la línea ganadora de cuatro a seis minutos; unos nueve o diez, para los jugadores de tercera categoría,

y un máximo de doce minutos, para el aficionado. En todo caso, un buen aperitivo para afrontar los siguientes niveles.

5.596 -'. J. •• 5.598 w Blancas .!.! Negras .!

.! .! .! E, juegan él él juegan B, 4it 1! y

- ~E, • y ganan B, ganan

.~~ B, B,B, WJ

1!li WJ .1

Partida : Eggenberge r-Schumacher (Alemania, Partida: Dementiev-Zinzdinzhasvi li (URSS, 1972). 1989). Tema: Desviación de la defensa. Tema: Encaminamiento, clavada y doble ame­

naza.

5.597

E./ bando que juega, gana

.l • E,

1! .l

B,

él

IW4it .á .! .l

'i' édi 111 i,

~ B,

5.599 .1 1 4it.IW E.lbando .l.i..l .!.l.!

.l'i' que -

juega, B, • gana B, 1!B, él ~.~ B,B,B,

~ cd~

Partida: Arreglo táctico. Tema: Ataque combi - Partida: Arreglo táctico. Tema: Ataque sobre nativo y doble amenaza. diagonales.

26

~~~------------~~-!Prt@!1»0@!!i!D~

5.600 .i. .1 5.603 .IW E.lbando él ~ .lW E.lbando fl .l.l que 1 .l Ji - que juega, i,_.f i, -- juega, gana 1- ji ji 0L- gana

\- • ji ji J. ~1'!1

Partida: Arreg lo táctico. Tema: Ataque combi- Partida: Arreg lo táctico. Tema: Ataque sobre nativo. co lumnas y diagonales.

5.601 .1.*. 5.604

Blancas .l.lfl E.lbando J. juegan ~

que y . ji .l ~ .l juega, ganan B, gana

B,ji ~ B, ji ji J. fl i,.i~ ~ .i

Partida : Gouret-Britton (Francia, 1992). Tema: Partida: Arreglo táctico. Tema: Ataques sobre "Desviación" y "clavada" . primeras líneas.

5.602 .1 .i.J. w 5.605 ... Blancas J. i, .l.l N ~9r'(}S .l

.lfl J. J. -81 MISS juegan .i. ~ juegan ji y ~ ~ y ganan ji ganan ji ~ ji

B, ji jijiji B, é 'i' E ji .i ~ ~ :i~

Partida: Me Dona Id-Me Mahon (Londyn, 1994). Partida: Uhlmann-Liebert (R.O. A lemana, 1976). Tema: Ataque combinado sobre co lumnas y Tema: Ataques sobre col umnas y diagonales. diagonales.

27

Nivel 2 l Imperceptiblemente, se eleva el nivel

de dificultad, aunque es probable que alguno de los problemas de este nivel le resulte

más fácil que otros del nivel 1.

5.608

Negras juegan y ganan

Se trata de que los temas combinativos se van conociendo y nuestras ideas

son más claras. Cuatro minutos deben bastar, en cada problema,

para el jugador de primera categoría; nueve, para el de segunda; Partida: Baum-Tahl (R . D. Alemana, 1975). Tema:

trece, para el de tercera, y quince, para el aficionado.

5.606 .l l 'W Negras .i..l'i' J..l.l

.l juegan .l ~ y B, • • ganan B, B,B,~ B,B,B,

Ji~ ~ Wl

Obstrucción.

5.609

Blancas juegan y ganan

.1 .i.

.l.l

Partida: Zapata-Nunn (1986). Tema: Ataque "en Partida: Hodgson-Panchenko (Berna, 1994). descubierta" . Tema: Clavada.

5.607 .1 5.610 .19 1 I

Blancas ... J.W Blancas .l.l ... juegan J. .l.i. i, juegan J. .l

.i. .l ~ .i. y .l y .l B, J. ganan B, ~ B, ganan B, ~ B, B, B, B, B,B, ~~ i, Wl ji '

~ ==="'

Partida: Brodski-Maiwald (Bucarest, 1994). Partida: Rogers-Haba (Lazne Bohdanec, 1994). Tema: Ataque sobre columnas. Desviación. Tema: Desviación y doble amenaza .

28

Nivel 3 Un nuevo paso, quizá menos perceptible

que el anterior, en cuanto a dificultad se refiere. Para resolver los problemas

de este nivel, un jugador de primera categoría no deberá emplear

más de cinco o seis minutos,

l

y será un buen tiempo el de doce minutos para el de segunda;

dieciocho, para el de tercera, y veinte, para el aficionado.

5.611

Blancas juegan y ganan

5.613 .1 J 1 1 9 Blancas

.ti 1 .l.l .l - ii .(

juegan J. - .~ ii~ y . ii ... -1 ganan ~

1

ii 01 ii jij,~

Partida: Sveshnikov-Raschkovsky (Rusia, 1992). Tema: Ataque "en descubierta".

5.614

Blancas juegan y ganan

.1

.l 'r-

¡-

ii 1

1 .19 .l.t .. .l

_L • .l ji J. ii .l éi -

ii ·-ii~

~ iiii l l ~.~

Partida : Gerber-Preissman (Ginebra, 1993). Partida:Samisch-Engels(Aiemania, 1928).Tema: Tema: Desviación y encaminamiento. Desviación y tema de mate típico.

5.612 'i' 9 5.615 .1. J. Blancas .l Blancas .!9

j-

juegan .l ~ juegan J. J. .l .l ¡-,.l.l ii .t.l.l y y ii ganan ii ganan

- ~ 01~ ii ii ii ii 01 iiiiii

Ji~ ,i &~

Partida : Soultanbeieff-Borodine (Bélgica, 1943). Partida: Herzog-Schro ll (Austria'94). Tema: Do-Tema: Ataque sobre columnas abiertas. ble amenaza y ataque "en descubierta".

29

Nive/4 La dificultad, teóricamente, es mayor

en el lote de problemas de este grupo. Pero ya algunos de los temas

nos serán familiares. Las soluciones, por otro lado, nos ayudarán a comprender las combinaciones. Siete u ocho minutos

han de ser suficientes para la resolución de cada problema

al jugador de primera categoría; quince, para el de segunda; veintidós, para el de tercera,

y veintiséis, para el aficionado.

5.616

Negros juegan y ganan

l 111

5.618 .1

Blancas ... juegan W.l

.l y Ji~ Ji ganan

~ Ji Ji ~B,

.i V!! Partida: Da o Tien-Bezold (Budapest, 1994). Tema: Mal protegido rey. Ataque combinativo.

5.619

Blancas juegan y ganan

Partida: Grünfeld-Aiekhine (1923) . Tema: Des- Partida : L. Christiansen-Kajdanov (Long Beach, viación y otros. 1994). Tema: Clavada.

5.617 .1 5.620 .i. .1 J.- J. 9 Blancas -·~ Blancas .l ... .l.l.l ... .l Ji J. • juegan .l juegan .l 9 y B, y

.i + ii<rl ~ ganan .l ii 9 ganan

Ji 1- Ji iiiiii V!l:i .i V!!

Partida: Bogoljubov-Aiekhine (Campeonato Partida: Rossolimo-Reissmann (París, 1967) . mundial, 1929). Tema: Doble amenaza. Tema: Ataque combinativo sobre columnas.

30

Nivel 5 Si ha resuelto los niveles anteriores,

podrá afrontar los de éste con buenas posibilidades de éxito.

Encare el estudio con espíritu de competición y, al final, viendo en las soluciones

cómo se resolvieron las partidas, obtendrá una valiosa experiencia.

~

Tiempos: diez a doce minutos, el jugador de primera categoría; diecinueve,

el de segunda; veintiséis, el de tercera, y trein.ta, el aficionado.

5.621 .1 + .l."il

Blancas .l.i. .l.l juegan .l.l .l ... ~~ y E,· E, ganan

~ Ji E, -¡--+- E, E, E,

T ··- ,¡ <t!J

Partida : Torre-Dr. Em. Lasker. Tema: Doble amenaza y "molinillo".

5.622 l. .1 w Blancas J. ... .l.l.l juegan .l .i.

.l E, y ~ ganan ~

E, E, j,E,E,E, :i ~

Partida : Adams-Torre (Nueva York, 1925). Tema: Desviación.

111 5.623 .1 9 Blancas .i. .l.l

J. juegan .l ii J. ... y E, ganan E, E,

E, E,'ªE, ~ li~ ~

Partida: Bogoljubov-Mieses (Alemania, 1925). Tema: Demolición, defensa y ataque sobre co­lumnas abiertas.

5.624 .1 .i. J.W Blancas .i..l ... .!J. juegan .l J..l

~ y E, l E, L ganan Ji E,~ E,E,~E,

i, <tf;]

Partida: R. Hübner-Siegel. Tema: Ataque combi­nativo.

5.625 .l"if Blancas .l.i.W juegan J. • .l

.l ii .l E, y .l .i. ganan ~~Ji

E, E, ~ E, ~<tf;] Ji

Partida: Averbaj-Bondarevsky (URSS, 1951). Tema: Ataque sobre columnas y diagonales. ..

31

TEST POSICIONAL A

1. ~xf6! Las blancas deciden realizar este sacrificio de calidad bien fundamentado ya que consiguen un peón por ella, así como el debilitamiento de la fortaleza real negra. Es cierto que no hay un ataque de mate directo; pero las piezas negras estarán ocupadas con fines defensivos, tratando de evitar todas las amenazas surgidas por las casillas negras en el flanco de rey.

Posición tomada de la partida Smyslov-Tri­funovic, Agram 1955:

1. c4 <í) f6 2. <í)c3 e6 3. <í) f3 d5 4. e3 ~e 7 5. b3 0-0 6. ~b2 c5 7. cxd5 <í)xd5 8. <í) xd5 ~xd5 9. ~c4 ~d8 1 O. <í)e5 <í)d7 11. O-O <í) xe5 12. ~xe5 ~f6 13. d4 cd4 14. ed4 ~d7 15. ~h5 ~c6 16. b!.ad1 ~e4 17. ~fe1 ~c2 18. ~d2 ~g6 19. ~e2 ~e 7 20. b!.dd 1 ~b6 21. d5 ed5 22. b!. xd5 ~ f6 23. b!.d6 ~c5 (diagrama)24. ~xf6 gxf6 25. ~xf6 ~h5 26. ~e3 h6 27. h3 ~f5 28. ~c3 ll!Vh7 29. g4 ~g5 30. f4 ~h4 31. ll!Vg2 ~g8 32. ~e7 ~xe7 33. ~xe7 ~ae8 34. ~xe8 ~xe8 35. f5 a6 36. ll!Vf3 ~c8 37. ~d4 b5 38. ~d3 ~c1 39. fg6+ fg6 40. h4 b!.d1 41. cme2 ~h1 42. h5 ~h2+ 43. ~f2 cmg7 44. hg6 h5 45. gh5 b!. xh5 46. ~d4+ cmg8 4 7. ~e4 a5 48. ~f3 1-0

B 1... e5! Fino sacrificio de calidad, típico en el gran maestro de la defensa como fue Petro­sian 2. ~e7 f5 3. ~xf8 <í)xf8 Detengámonos en esta nueva posición, vemos que la posi­ción ha cambiado bruscamente. Las blancas tienen calidad por pieza menor, pero carecen de actividad para sus piezas pesadas (to­rres). Además han quedado con un caballo "muy bonito" en c6 que carece de jugadas posibles. Por ese motivo podemos decir que las negras cuentan con una pieza de más que les garantiza una ventaja indudable.

Posición tomada de la partida Portisch, L -Petrosian, T, San Antonio, 1972:

1. c4 c5 2. <í)c3 <í)c6 3. <í) f3 g6 4. e3 ~g7 5. d4 d6 6. ~e2 cxd4 7. exd4 <í) f6 8. d5 <í)b8 9. 0-0 0-0 10. ~e3 <í)a6 11. <í)b5 b6 12. <í) fd4 ~b7 13. ~ f3 <í)d7 14. ~d2 <í)e5 15. ~e2 ~c8 16. b!.ac 1 <í)c5 17. b4 <í)e4 18. ~d1 a6 19. <í)a3 a5 20. b5 ~c7 21. <í)c6 ~ae8 22. <í)b1 <í)d7 23. ~f3 <í)ec5 24. ~g5 (diagrama) e5 25. ~e7 f5 26. ~xf8 <í)xf8 27. ~e2 ~h6 28. ~c2 ~c8 29. <í)c3 <í) fd7 30. ~e1 <í) f6 31. ~f1 f4 32. b!. ce2 b!. f8 33. <í)a4 <í) xa4 34. ~xa4 <í)d7 35. <í)e 7 + ll!Vh8 36. <í) xc8 ~xc8 37. ~a3 <í)c5 38. ~f3 ~f5 39. h3 Y2 -Y2 32

e 1. a4! Tras esta jugada las blancas obtienen una posición estratégicamente ganada. Se obliga a las negras a ceder la casilla "c4" que resultara decisiva ya que en ella se ubicara el caballo blanco. Además tienen un peón pasa­do y la inseguridad del rey negro que perma­nece en el centro. 1... b4 2. <í)b1 <í)e7 3. <í)d2 0J g6 4. 0Jc4 ~c7 5. ~xf6! Fuerte sacrificio posicional de la calidad cuyo fin es romper la estructura de peones negros creándose nue­vos puntos de ataque a través de la columna "f" y también en "c5", vemos que las negras no pueden poner en seguridad su rey en ninguno de sus flancos ya que ambos tienen serias debilidades.

Posición tomada de la partida Gligoric - Puc, Portoroz, 1973:

1. d4 c5 2. d5 e5 3. e4 d6 4. 0Jc3 0Jd7 5. f4 ~e7 6. 0Jf3 a6 7. 'º'e2 ~f6 8. 0-0 ~e7 9. ~e1 b5 10. ~g3 ~b7 11. fxe5 0Jxe5 12. ~f4 h5 13. 0Jxe5 dxe5 ·14. ~e3 ~d6 (diagrama) 15. a4 b4 16. 0Jb1 0Je7 17. 0Jd2 0Jg6 18. 0Jc4 ~c7 19. z:l,xf6 gxf6 20. b!. f1 ~e7 21. ~f2 ~c8 22. 0Ja5 0Jf4 23. ~xf4 exf4 24. ~xf4 ~g8 25. ~xh5 ~g5 26. ~g4 ~d8 27. 0Jc4 a5 28. 0Jxa5 ~a6 29. 0Jc6 1-0.

D 1. 0Je5! Las blancas luchan estratégicamente por la casilla "c5", ahora intentan eliminar a un defensor de dicha casilla, para luego apode­rarse totalmente de ella. 1 ... ~ac8 las negras no pueden cambiar en "e5" debido a que darían un nuevo punto de apoyo al caballo blanco en "d6" seguido con la colocación de la dama blanca en "c5" asfixiando la posición negra. 2. <í)xd7 ~xd7 3. <í)c5! con el dominio de esta casilla, la ventaja blanca es decisiva en el sentido estratégico.

Posición tomada de la partida Chekhover -Rudakovsky, Moscú, 1945:

1. d4 d5 2. c4 e6 3. 0Jf3 0Jf6 4. ~g5 ~e 7 5. e3 0-0 6. 0Jc3 0Jbd7 7. ~c2 c6 8. ~d3 dxc4 9. ~xc4 0Jd5 1 O. ~xe 7 ~xe 7 11. 0-0 b5 12. ~e2 a6 13. 0Je4 ~b7 (diagrama) 14. <í)e5 ~ac8 15. 0Jxd7 ~xd7 16. 0Jc5 ~c7 17. ~fd1 b!,cd8 18. b!.ac1 ~c8 19. ~e4 <í) f6 20. ~h4 ~a5 21. a3 b4 22. a4 0Jd7 23. b3 0Jxc5 24. b!. xc5 ~b6 25. b!.dc1 ~b7 26. a5 ~a7 27. ~d3 g6 28. ~f6 ~d6 29. ~e7 m ds 30. h4 ~8d7 31 . ~f6 ~a8 32. ~e4 ~e8 33. h5 b!.d8 34. ~xc6 ~xc6 35. h6 ll!Vf8 36. ~xc6 b!. xc6 37. ~xc6 b!.d7 38. ~c8 1-0.

r--§_@_Q a=--w-rro-=--o@_!Ji)_@§ ___________ \11

PASATIEMPOS Fantasía

1 ~a1 2. ~b2 3. ll!!lc3 4. ~c2 5. bib1 6. ~c1 7. ~b2 S. bia1 9. ~b110. l!il1 c2 11. ~c3 12. ~b2 13. ll!!lc1 14. ~c2 15. bib1 16. ~a1 17. bib2 1S. ~b 1 19. bic2 20. 'Db2 21. bic3 22. ~c2 23. l!il1b1 24. ~c1 25. ~b2 l!il1a1

Jeroglíficos A

Hay piezas mal colocadas antes del comienzo.

B Depende del alfil.

Problema 1. ~d1!

Si 1 ... l!il1d6 2. ~xa4, etc. Si 1 ... l!il1e6 2. ~xa4

Si 1 ... l!il1c6 2. ~g4

Si 1 ... bxa3 2. ~xa4

Si 1 ... b3 2. ~g4

PROBLEMAS Nivel 1

Núm. 5.596 1. ~d2! y las negras abandonaron, ante la imposibilidad de defender "e7" y, a 1 ... ~xd2 2. <De7+ ll!?h8 3. <Df7 mate.

Núm. 5.597 1. ~xe7+!! l!il1xe7 2. bi g7+ l!il1eS 3. 'D f6 mate, o bien, si jugaran las negras, ganarían con: 1 ... ~ xe4+! 2. Wxe4 'Dc5+ y 3 ... 'Dxb 7.

Núm. 5.598 1... bih 1 +! 2. ll!l1 xh1 <D xg3+ y las blancas abandonaron.

Núm. 5.599 1. bixeS, ganando pieza, por la amenaza 2. ~xg7 mate. Si jugaran negras, ganarían, con 1... 'Dh3+! 2. ll!!lh1 ... (a 2. gxh3 ~xf3 3. bie4 ~xe4, gana) 2... ll!?xf3+!! 3. gxf3 ~xf3 mate.

Núm. 5.600 1. <DeS+! ll!?gS (si 1... bixe8 2. bixf7 +) 2. 'D f6+ ll!? g7 3. ~xfS+! ll!?xfS 4. bieS+ llil1g7 5. bigS mate. Con negras, gana: 1... bi xf1+! 2. llil1 xf1 ~b1+ 3. ll!l1e2 ~xe1 mate.

Núm. 5.601 1. ~xfS+! ~xfS 2. ~xd4+ ~g7 3. bi fS (o bie8) mate.

Núm. 5.602 1. ~h6! y las negras abandonaron, pues, si 1... ~xh5 2. ~xg7 mate y, si 1... gxh6 2. ~xh6 con mate imparable.

Núm. 5.603 1. ~xgS+!! ll!?xgS 2. bieS+ ~fS 3. ~c4+! lll!lhS 4. bixfS mate.

O bien 1 ... ~_g4+!! 2. ~xg4 hxg4+ 3. llil1h4 g5+ 4. l!il1h5 ~xh2 mate.

Núm. 5.604 1. bi xf7! ... (a 1. bie8 vendría bid8!) 1... bi xf7 (si 1 ... ~xf1+ 2. ~xf1 bia8+ 3. bia7+!) 2. ~eS+ bi fS 3. ~c4+ l!il1h7 (a 3 ... bid5 4. ~xd5+ ~xd5 5. ~xg6+ llil1h8 6. ~g7 mate) 4. ~e7+! 'il'i'hS 5. ~g7 mate. . Con negras, se gana as1: 1... ~xf 1 +!! 2. ~xf 1 biaS+ 3. 'il'i'b1 ... (si 3. ~a2 bid1 mate) 3 ... bi d1 mate .

Núm. 5.605 1 ... bixd2! y las blancas abandonaron, ante 2. ~xd2 <Dg5!!, gana por la amenaza ... <Dh7 mate y, si 2. m xd2 ~f3 decidiría.

Nive12 Núm. 5.606 1 ... 'De2+ 2. l!il1h1 ~xg2+! 3. \ll.íl xg2 ~g4+ 4. l!il1h1 'Dg3+ y las blancas abandonaron, ante la pérdida de la dama.

Núm. 5.607 1. bixf6! gxh6 2. ~e1 ~f4 3 .. ~xf5+! l!il1hS (si 3 ... exf5 4. ~e7+, gana y, SI 3 ... ~xf5 4. ~h4+) 4. big4 y las negras abandonaron.

Núm. 5.608 1 ... bib4!! 2. axb4 ~c4+ 3. l!il1d2 ~d3+ 4. ll!?c 1 ~b 1 + 5. ll!l1d2 ~xb2+ y las blancas abandonaron.

Núm. 5.609 1. big6 ~xg6 (si 1 ... ~xe5 2. ~xe5 gana) 2. hxg6 ~xe5 3. ~xe5 ~e6 4. bixh6 f6 5. ~xe6+ l!il1g7 6. ~f4 bihS 7. bixhS bixhS S. c4 l!il1g6 9. g4 bih3 1 O. l!il1d2 a5 11. c5 a4 12. b4 axb3 ap. 13. axb3 y las negras abandonaron.

33

Núm. 5.610 1. ~xe7+ ~xe7 2. z:!, xd5! 0-0 (si 2 ... ~xd5 3. 'fi!l' xe4+ y 4. 'fi!l'xd5) 3. ~xe4 z:!, xd5 4. ~xd5+ ~f1 5. ~xf1+ 'm xf1 S. g3 y las negras abandonaron.

Nivel3 Núm. 5.611 1. z:!, e8! ~xe8 2. ~h8+ 'me7 (si 2 ... z:!, g8 3. ~xf6+ 'meS 4. ~f7+ 'md8 5. ~xg8+ 'md7 6. ~xc8+ _y 7. g7) 3. ~xe8 z:!, xgS+ 4. 'l!? f1 h3 5. ~xh3 bíg7 S. ~a3+ y las negras abandona­ron.

Núm. 5.612 1. z:!, g2!! z:!, g8 (si 1 ... ~xf3 2. ~xf8 mate) 2. ~xh7+! 'mxh7 3. z:!,h3 mate.

Núm. 5.613 1. ~h7+! Wxh7 2. z:!, xe5 'mg8 (si 2 ... ~xe5 3. g6+ gana la dama) 3. z:!, fe1 ~e3 4. fxg7 y las negras abandonaron.

Núm. 5.614 1. ~e7+! ~xe7 2. z:!,h8+! y las negras aban­donaron, ante 2 ... 'mxh8 3. 1l1lh5+ 'mg8 4. ~h7+ y la maniobra 5. ~g6+ y 6. ®'h7 lleva al mate. Si 2 ... Wf7 3. ~h5+ g6 4. '®l' xg6 mate.

Núm. 5.615 1. ~e2! ~xe2 (si 1 ... h4 2. ~xg5+ gana la dama) 2. ~xg5+ fxg5 3. '®l' xa3 y las negras abandonaron.

Nivel4 Núm. 5.616 1 ... z:!, xd4! 2. fxe4 ... (si 2. exd4 ~xd4+ 3. 'm f1 ~f4!, con la doble amenaza 4 ... ~xe2 y 4 ... '®l'c4+, ante la retirada de la dama, ataca­da) 2 ... ~f4 3. exf4 ~4!! 4. ~xc4 z:!,xd1 + 5. 'fi!l' f 1 ~d4+ y ganan.

Núm. 5.617 1. z:!, xe7+ '®'xe7 2. ~e5+ 111\!bS 3. '®'xe7+ 'm xe7 4. ~xeS+ 'md7 5. ~xe8 'm xe8 y las blancas impusieron su peón de ventaja, tras: S. b4 'md7 7. We2 'l!?eS 8. 'l!?b3 ll!!lb5 9. 'mxa3 'me4 1 O. b5 Wxb5 11. ~b3 ~aS 12. a4 ~as 13. ~b4 li!!lbS 14. a5+ 'meS 15. 'i!!2a4, rinde.

Núm. 5.618 1. z:!, xbS+! axbS 2. '®l'xbS+ ~f7 3. '®l'e7+ ~gS 4. '®l'e6+ ~f1 5. ~d5+ z:!, xd5 S. '®' xd5+ ~e8 7. ~e5 y las negras abandonaron. 34

Núm. 5.619 1. '®l'b1! z:!, xeS 2. ~xeS '®l' xeS 3. ~b4 ~eS (si 3 ... ~f3+ 4. I&Vh1 '®l'e5 5. ~xd6, gana, o bien 3 ... ~f7 4. ~xd6 ~xd6 5. '®l'b4) 4. ~xdS! ... (a 4. z:!,xc6? ~h2+! 5. I@Wxh2 '®'xc6, con igualdad) 4 ... ~xdS 5. '®l' a1 ~d7 S. ~a8+ y las negras abandonaron, ante 6 ... ~d8 7. z:!,b8 decidiendo.

Núm. 5.620 1. ~fS+ 'l!?h8 2. ~gS!! ... (también gana 2. 'fi!l' xe6 'fi!l' c1!? 3. ~xf7+ z:!,xf7 4. z:!,c3!) 2 ... ~e2 (si 2 ... fxg6 3. ~xg6+ hxg6 4. z:!,h3 mate) 3. z:!, h3! y las negras abandonaron, ya que, si 3 ... ~xg6 4. ~xg6+ fxg6 5. z:!, xh7 mate, mientras que, si 3 ... h6 4. z:!, xh6+!

Nivel S Núm. 5.621 1. ~fS!! '®l' xh5 2. z:!, xg7+ ~h8 3. z:!, xf1+ li!!lg8 4. z:!, g7+ 'l!?h8 5. z:!, xb7+ 'i!!2 g8 6. z:!, g7+ ~h8 7. z:!,g5+ 'l!?h7 8. z:!, xh5 ~g6 9. z:!,h3 ll!!lxfS 1 O. bí xhS+ ~g5 11. z:!,h3 z:!,eb8 y las blancas ganaron fácilmente.

Núm. 5.622 1. '®l' g4 ~b5 (si 1... '®' xg4? 2. z:!, xe8+ lleva al mate y, si 1 ... z:!, xe2 2. 1l1lxd7) 2. '®l'e4!! '®l'd7 (el mate en la 8-ª línea impide la captura de la dama blanca) 3. ~e7!! '®l'b5 4. a4! '®'xa4 5. z:!, e4! '®l'b5 6. '®l' xb7! y las negras abandona­ron, al no poder salvar las amenazas.

Núm. 5.623 1. ~xd5! exd5 2. 2lxg7+! Wxg7 3. ~f6+ ~g8 4. z:!, g1+ ~g4 5. z:!,xg4+ fxg4 S. f5 f;'l. de8 7. e6 ~eS 8. '®l' f7+ ~h8 9. fS z:!, g8 10. ~e7 z:!, ae8 11. ~e5+ d4+ 12. ~g1 ~d5 13. f1+ z:!, g7 14. '®' xd5 y las negras abandona­ron.

Núm. 5.624 1. z:!,h3! fxe5 2. ~xh7+ ~f7 3. ~h5+ g6 (si 3 ... 'mg8 4. ~e4 '®l' xf4 5. ~g6, gana) 4. 1l1l xe5 ~e8 5. ~e4 '®l' fS (a 5 ... bíg8 6. z:!,h8 ~f8 7. z:!,h7 '®l' xh7 8. '®l' f6+ '®l' f7 9. 1l1ld8 mate, o bien 6 ... ~f7 7. I;'l,xg8+ '®l' xg8 8. ~c7, gana) S. ~e7 ~xf2+ 7. li!!lg2 z:!, g8 8. z:!,h7 y las negras abandonaron, ante 8 ... z:!, f8 9. z:!,d8+ '®'xd8 1 O. ~xg6+ g f7 11. '®'xf7 mate. ~

(j)

Núm. 5.625 cb 1. ~xh6!! ~xh6 2. '®' xhS+!! ~xh6 3. z:!, gS+ .O ~xgS 4. z:!, g6+ li!!lh5 (si 4 ... 'mh7 5. 0lg5+ ~h8 ~ 6. ~f7+ ~h7 7. ~xd8, ganando) 5. ~xe5! ·.;:::; ~g4 (a 5 ... li!!lh4 6 . .llh6+ ~g5 7. ~f7 + li!!l f5 8. g. ~xd8 z:!, xd8 9. ~c2+ 11!!1e5 1 O. f4+) 6. ~xg4 ~ li!!l h4 7 . .llhS+ 'l!?g5 8. ~f7+ ~g4 9. ~xd8 y ~ las negras abandonaron. • -

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