Octava Rebeldía Junio 2012

EDITORIALDECLARACIÓN PÚBLICA

DE LA FUERZA UNIVERSITARIA REBELDE CHILE

OCTAVA REBELDÍA CONCEPCIÓN - WWW.FURCHILE.ORG

“Lo que ha ocurrido, es que a través de este mo-vimiento estudiantil, se ha abierto la puerta para que el mundo social defina el tipo de sociedad que quiere. Nuestras movilizaciones han desnudado a un país injusto, desigual, inequitativo, pero abun-dante en energía, creatividad, ideas y conviccio-nes”.Esta cita muestra parte de la presentación del do-cumento de la ACES “Propuesta para la educación que queremos”. Define de manera precisa el sen-tido del momento histórico: que el mundo social defina el tipo de sociedad que quiere. Agregaría-mos nosotros: Y las vías y actores sociales necesa-rios para su construcción.Hoy, asistiendo a un nuevo paro y movilización nacional de las y los estudiantes, de planteles pú-blicos y privados, se hace necesaria una reflexión en torno al momento actual del movimiento es-tudiantil. Hemos llegado a la conclusión general, que la movilización estudiantil no basta para las dimensiones de las transformaciones que quere-mos. Hemos dicho: La transformación de la edu-cación es una tarea del Pueblo. También, apren-diendo al ritmo de nuestras luchas, hemos sabido reconocer que ya no bastan las tomas y marchas como vías únicas de combate para la consecución de nuestras propuestas de transformación social. Es por esto, que la mayor parte del trabajo actual de las y los estudiantes comprometidos en el com-bate, se concentra en crear y fortalecer los lazos permanentes con organizaciones de trabajadores y trabajadoras, así como también en el trabajo co-mún con las organizaciones de pobladores. Se am-plía la unidad estudiantil, así como se construye la

unidad del Pueblo.Esta lucha es de largo aliento, y las consecuencias de esta regeneración del tejido social serán dis-continuas y diversas. Pero es necesario hacer una nueva reflexión: No podemos caer en la parálisis colectiva. Mientras se lucha contra el modelo, el Estado y los empresarios a través de la lucha calle-jera y de la unidad del mundo social, es necesario y estratégico construir experiencias concretas en

nuestros espacios cotidianos, de transformación real y radical. Experiencias en la construcción de espacios democráticos entre trabajadores y estu-diantes, que posibiliten avanzar en el control comu-nitario del proceso educativo. El control financiero y curricular, de las relaciones laborales y sociales al interior de nuestras carreras, facultades, univer-sidades, liceos, institutos y centros de formación técnica, definirá finalmente la posibilidad de cons-truir una educación que satisfaga las necesidades del Pueblo y no del empresariado. Sin estos ejerci-cios populares, se caerá en el peticionismo o en la pura retórica rebelde. Hoy es a través de ejemplos la mejor manera de avanzar.En este contexto hacemos el humilde llamado a participar de este gran paro nacional estudiantil. A salir a las calles y protestar por la vergüenza del lu-cro y la nula capacidad de respuesta a las demandas sociales de un Estado al servicio del empresariado. Pero también, y con la misma humildad, hacemos el llamado a iniciar con fuerza y coordinación, un nuevo ciclo de lucha en nuestro sector, capaz de mostrar que con autonomía, somos capaces de generar transformaciones con nuestras propias fuerzas. Un ciclo de lucha que genere capacidades propias de transformación de nuestra realidad. Es necesario que nuestro proyecto educativo y social comience a tomar forma en los hechos.Construir verdaderas comunidades educativas en liceos y centros de educación superior, en donde tanto trabajadores y estudiantes puedan definir las mallas curriculares, las formas de acceso, las

estrategias de desarrollo educativo, las condicio-nes laborales, pero también, donde puedan cons-truir una posición política común ante las necesi-dades del conjunto del Pueblo. La cuestión central está en expropiar la conducción del proceso edu-cativo a las corporaciones y al Estado y al mismo tiempo, expropiar la deliberación política, desde los salones del congreso, a los espacios cotidianos del Pueblo.La tarea es ardua. Pero nuestro movimiento no caerá mágicamente. Posee vigencia mientras exis-ta un modelo social y educativo ilegitimo, autori-tario, opresivo y explotador, al servicio de las gran-des fortunas y los poderes políticos del Estado.Hoy nuestro deber está en combinar la lucha na-cional con experiencias locales de poder popular. Es hora de reconocer que es posible generar trans-formaciones relevantes a través de la lucha reivin-dicativa frente al Estado, pero que solo a través de una lucha abierta y organizada entre trabajadores y estudiantes por la expropiación del proceso edu-cativo y de la deliberación política en la senda de construir un modelo educativo al servicio de la sa-tisfacción de las necesidades del Pueblo; que solo a través de la construcción de espacios autónomos del Pueblo se pueden generar trasformaciones re-volucionarias. Esa será la diferencia entre las lógi-cas reformistas y revolucionarias.¡! La transformación de la educación es una tarea del Pueblo ¡!¡! Contra el capital y su educación lucrativa cons-truimos nuestras Comunidades Educativas ¡!

¿Cómo obtendremos la educación que tanto an-helamos? El cambio del sistema educativo no pasa por estudiar gratis, o por una rebaja del arancel, sino por cuestionarnos la forma en que se nos en-seña y el para qué se nos educa.La Universidad no es únicamente el lugar donde estudiamos repitiendo lo que otros miles ya repi-tieron, aprendieron y aplicaron por 5, 6 ó 7 años. Tenemos un rol mucho más protagónico y activo al interior de ésta que debemos asumir, de la misma manera que deben hacerlo los otros 2 estamentos que la componen.No da lo mismo la malla curricular de una carre-ra, o el perfil profesional para quienes optaron por ella, sino de tener claridad frente al por qué se requiere de esta profesión, responder de manera consciente y responsable al rol que juega dentro de nuestra sociedad, y no enfocándola de mane-ra funcional al sistema económico imperante. Por algo elegimos nuestra carrera, tuvimos una moti-vación para ello; y tenemos algo que opinar, que aportar y cambiar al respecto.De qué nos sirve ser tener una infraestructura de la cual tanto se enorgullecen y ser una Universi-dad tan prestigiosa, cuando las funcionarias y fun-cionarios reciben sueldos miserables, y mediocres contratos; cuando no tienen la opción de partici-par y ser representados más allá de su sindicato al interior de ésta.Cómo se justifican los elevados aranceles que no se sabe en razón a que responden, ni como se dis-tribuyen estas platas al interior de las facultades y departamentos, quién lo propone y quién decide, porque claramente no somos nosotros.Cuál es la real participación y compromiso que

POR UNA UNIVERSIDAD QUE NOS ENSEÑE A PREGUNTAR

Y A DECIDIR


asumimos quienes componemos la Universidad, ¿de qué nos hacemos cargo? La situación no cam-bia por si sola, es tarea nuestra, y sólo se podrá llevar cabo mediante el trabajo conjunto desde

nuestras asambleas, carreras y facultades para transformar las condiciones que se han impuesto por tanto tiempo.El momento es ahora y sólo depende de nuestra fuerza y convicción para generar un cambio ver-dadero, para construir nuestra propia educación.

EL ACTUAL MOMENTO DE LA MOVILIZACIÓN

ESTUDIANTIL


Diversos cambios cualitativos podemos percibir este año en el movimiento estudiantil respecto al 2011.Recordemos que el pasado año logramos instalar en el debate nacional la profunda crisis del sistema educativo chileno que responde a lógicas de mer-cado antes de responder a las necesidades reales del pueblo, levantando consignas y demandas que calaron profundo en nuestra sociedad.Sin duda alguna el escenario que hemos enfren-tado este 2012 es diferente en comparación a un 2011 caracterizado por un alto grado de moviliza-ción y agitación callejera que generó gran impacto a nivel nacional e incluso captó la atención inter-nacional.A simple vista, el diagnóstico que muchos reali-zan actualmente es hablar de un desgaste o inclu-so algunos dan por finalizado un conflicto al cual nunca se le dio respuesta concreta hasta el día de hoy. El gran problema de ambos diagnósticos ra-dica en relacionar de forma directa los conceptos de movimiento y movilización. Lo que sí podemos afirmar es que existe un repliegue en la fuerza po-pular con la que se presentó y enfrentó el conflicto durante el 2011, cabe destacar que este repliegue no es señal de debilitamiento, sino que por el con-trario, es debido a un proceso de rearticulación y generación de vínculos con diversos sectores que

no precisamente están relacionados de forma di-recta con la educación, nos referimos a los traba-jadores y pobladores. Este proceso de vinculación se aprecia como una maduración del movimiento que forma parte de los procesos sociales que han estallado este último tiempo. Por otra parte, po-demos apreciar el progreso en las relaciones in-ternas entre estudiantes, docentes y trabajadores que se espera que durante el segundo semestre se logren concretar avances reales en esta mate-ria a través de claustros triestamentales a nivel de carrera, facultad y universidad, siendo instancias que debemos apostar a superar y que no solo res-pondan a una coyuntura.Respecto al rumbo del movimiento estudiantil, considerando la situación social actual y las rela-ciones que se han establecido, podemos proyec-tar el conflicto ya no solo como algo meramente gremial-estudiantil, sino que hablamos abierta-mente de un conflicto político social, en el cual el gobierno mantiene su postura sin generar solu-ciones reales, defendiendo las lógicas neolibera-les imperantes dentro del sistema educativo. Este conflicto político social se proyecta reafirmando las demandas del 2011 asumiendo ahora la educa-ción como una tarea del pueblo para el pueblo, he ahí la importancia de crear y fortalecer lazos con diversos sectores como lo son los trabajadores de

la salud, portuarios, construcción, etc, las cuales durante el inicio de este año hasta el día de hoy solo crecen y se fortalecen dando indicios de una organización real del pueblo para asumir la tarea de educar en conjunto.Dentro de lo sectorial, un nexo fundamental y es-tratégico es el ingreso de las universidades no tra-dicionales al CONFECH que se ha dado este 2012. Si bien el pasado año la Universidad Central era la única privada que formaba parte de éste espa-cio, hoy suman nuevas instituciones que entran a reforzar la representación de la CONFECH como plataforma política universitaria. Sin embargo la gran crítica que se le puede generar a estas últi-mas fuerzas que se integran, es el bajo grado de


organización, concientización y participación que existe hoy en día dentro de sus respectivos plan-teles.Esta “oxigenación” del movimiento estudiantil apuesta a reforzar alternativas populares para la salida de un conflicto que va mucho más allá de lo que se puede apreciar. El establecer vínculos multisectoriales re articulando el tejido social es señal clara de la maduración y superación de una etapa del conflicto, que si bien ha sido transver-sal, el 2011 no pasó más allá de despertar el inte-rés de otros sectores, pero que sin embargo este año ha establecido alianzas concretas con éstos, lo que podemos apreciar especialmente en nuestra región

HACIA UN NUEVO CONCEPTO DE UNIVERSITARIO

Y PROFESIONALEn el último tiempo la discusión de la crisis de la educación se ha centrado principalmente en el tema del lucro y la gratuidad, olvidándose por completo de realizar un análisis y critica al rol que está cumpliendo la educación en Chile. Y para ello es que debemos realizar tareas concretas, que contribuyan al cuestionamiento del rol de repro-ductor del sistema, que posee la educación y ser capaces de transformarla, comenzando por los perfiles académicos de los/as estudiantes y do-

centes de las diferentes universidades. Superar la lógica que poseemos como estudiantes, de solo pretender una posible movilidad social a la hora de involucrarnos en una carrera, sino que ser ca-paces de posicionarnos y concientizarnos como futuros trabajadores/as, y que a su vez pretende-mos la educación en función de las necesidades del pueblo. Es por ello que se hace necesario ana-lizar las instituciones de educación superior, téc-nicas y profesionales, encargadas hoy de formar a

los futuros trabajadores, destacando las formas en que se transmite el conocimiento y el enfoque de dichas herramientas. Actualmente no podemos hablar de una apren-dizaje, sino más bien de un adoctrinamiento cul-tural y reproductor de este sistema desigual, en el cual no existe la libertad de aprender, las ideas y motivaciones por las que muchos decidimos tal o cual carrera se ven truncadas en los años de estudio, ya sea porque para los docentes, pensar distinto es una total aberración o las ideas que se poseen no son económicamente rentables. Si ana-lizamos las tesis y proyectos que se están desarro-llando dentro de la universidad muchos tendrán directa relación con empresas, cuyos dueños son los mismos docentes patrocinantes, los cuales a su vez trabajan para las grandes empresas que con-trolan el país y es hasta en estos actos tan cotidia-nos donde el sistema educacional se muestra tal como es, un negocio. Con todo lo dicho es que podemos decir tajante-mente que la educación está regida por el mer-cado, generando carreras en función de necesida-

des empresariales, pero a la vez potenciando el endeudamiento de miles de familias y estudiantes chilenos, este negocio educacional, no se rige por la oferta y la demanda, y ha generado en la po-blación una demanda ficticia, lo que hace que se lucre y se enriquezcan instituciones con el trabajo y las esperanzas de muchos. La capacidad de acce-so depende solo del factor económico, el cual se ve solucionado con créditos de altos intereses, es asi como crean la necesidad de un sueño, el que nos venden y cobran el resto de nuestras vidas.El llamado hoy es a participar, a generar instan-cias de democratización, de cuestionar las mallas, los perfiles profesionales, los perfiles docentes, a crear organización estudiantil, potenciar la unidad trabajadores/as, docentes, no docentes y estu-diantes en la construcción de propuestas, para las diferentes carreras, para las diferentes necesida-des que tengamos como pueblo y no los intereses mercantiles y empresariales que hasta hoy existen en la educación chilena


“Los estudiantes de Concepción comprendieron que su papel no es el de

trepadores sociales a la caza de los beneficios de un título universitario, sino que, como

“grupo de edad” y en su calidad de “joven in-telectualidad”, al cruzarse con la agudización de los conflictos sociales a nivel nacional y

latinoamericano, se integran al movimiento revolucionario entendiendo que a la

Universidad no se viene sólo a estudiar sino también a luchar”

M.Enríquez 24 de Octubre de 1967

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