Octavio Paz El Lenguaje

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  • 5/11/2018 Octavio Paz El Lenguaje

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    EL LENGUAJELa prirnera actitud del hombre ante el lenguaje fue la con-fianza: el signa y el objeto representado eran 1 0 mismo. Laescultura era un doble del modelo; la formula ritual una re-producci6n de la realidad, capaz de re-engendrarla. Hablarera re-crear el objeto aludido. La exacta pronunciacion de'las palabras magicas era una de las primeras condiciones de sueficacia. La necesidad de preservar el lenguaje sagrado ex-plica el nacimiento de la gramatica, en la India vedica, Pewal cabo de los siglos los hombres advirtieron que entre lascosas y sus nombres se abria un abismo. Las ciencias del len-guaje conquistaron su autonornia apenas ces6 la creencia enla identidad entre el objeto y su signo. La primera tarea delpensamiento consisti6 en fijar un significado preciso y unicoa los vocablos; y la gramatica se convirti6 en el primer pelda-no de la 16gica. Mas las palabras son rebel des a la definicion.Y todavia no cesa la batalla entre la ciencia y el lenguaje.La historia del hombre podria reducirse a la de las rela-ciones entre las palabras y el pensarniento. Todo periodode crisis se inicia 0 coincide con una critic a dellenguaje. Depronto se pierde fe en la eficacia del vocablo: "Tuve a labelleza en mis rodillas y era arnarga", dice el poeta. ~La be-lleza 0 lapalabra? Ambas: la belleza es inasible sin las pala-bras. Cosas y palabras se desangran por la misma herida.Todas las sociedades han atravesado por estas crisis de susfnndamenros que son, asimismo y sobre todo, crisis del sen-tido de ciertas palabras. Se olvida con frecuencia que, comotodas las otras creaciones humanas, los Imperios y los Estadosestrin hechos de palabras: son hechos verb ales. En ellibro XIIIde los Anales, Tzu-Lu pregunta a Confucio: "Si el Duque deWei te llamase para administrar su pals, ~cual seria tu pri-mera medida? EI Maestro dijo: La reform a del lenguaje."No sabemos en d6nde empieza el mal, si en las palabras 0 enlas cosas, pero cuando las palabras se corrompen y los signifi-cados se vuelven inciertos, el sentido de nuestros actos y dennestras obras tambien es inseguro. Las cosas se apoyan ensus nombres y viceversa. Nietzsche inicia su critica de los

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    30 EL LENGUAJEvalores enfrentandose a las palabras: ~que es 10 que quie~endecir realmente virtud, verdad 0 justicia? AI desvelar el ~lg-nificado de ciertas palabras sagradas e inmutables -preclsa-mente aquellas sobre las que reposaba el edificio de la m~ta-ffsica occidental- min6 los fundamentos de esa metafisica.Toda critica filos6fica se inicia con un analisis del lenguaje.El equivoco de toda filosoffa depende de su fatal sujeci6na las palabras, Casi todos los fil6sofos afirman que los voca-bios son instrumentos groseros, incapaces de asir la realidad.Ahora bien, ~es posible una filosofia sin palabras? Los sim-bolos son tambien lenguaje, aun los mas abstract os y puros,como los de la 16gica y la matematica. Adernas, los signosdeben ser explicados y no hay otro medio de explicaci6nque el lenguaje. Pero imaginemos 10 imposible: una filosoffaduefia de un lenguaje simbolico 0 maternatico sin referencia alas palabras. El hombre y sus problemas -tern a esencial detoda filosofla- no tendria cabida en ella. Pues el hombre esinseparable de las palabras. Sin ellas, es inasible. El hombrees un ser de palabras, Y a la inversa: toda filosofia que se sir-" ve de palabras esta condenada a la servidumbre de la historia,porque las palabras nacen y mueren, como los hombres. Asf,en un extremo, la realidad que las palabras no pueden ex-presarj en el otro, la realidad del hombre que s610 puedeexpresarse con palabras, Por tanto, debemos someter a examenlas pretensiones de la ciencia del lenguaje. Y en primer ter-mino su postulado principal: la noci6n del lenguaje comoobjeto.

    Si todo objeto es, de alguna manera, parte del sujeto cog-noscente -lImite fatal del saber al mismo tiernpo que unicaposibilidad de conocer- ~que decir del lenguaje? Las fron-teras entre objeto y sujeto se muestran aqui particularmenteindecisas. La palabra es e l hombre mismo. Estamos hechosde palabras. Elias son nuestra unica realidad 0, al menos, elunico testimonio de nuestra realidad. No hay pensamientosin lengnaje, ni tampoco objeto de conocimiento: lo primeroque hace eL hombre frente a unairealidadjiesconocidajs .nQro12rarla,bautizarla. Lo que ignoramos es lo Innombrado ..,Todo aprendizaje principia como ensefianza de los verdaderosnornbres de las cosas y termina con la revelaci6n de la pala-

    EL LENGUAJE 31bra-Have que nos abrira las puertas del saber. 0con la confe-si6n de ignorancia: el silencio. Y aun el silencio dice algo,pues esta prefiado de signos. No podemos escapar del len-guaje. Cierto, los especialistas pueden aislar el idioma y con-vertirlo en objero, Mas se trata de un ser artificial arrancadoa su rnundo original ya que, a diferencia de 10 que ocurrecon los otros objetos de la ciencia, las palabras no viven fuerade nosotros. Nosotros somos su mundo y elias el nuestro.Para apresar el lenguaje no tenemos mas remedio que em-plearlo. Las redes de pescar palabras estan hechas de palabras.No pretendo negar con esto e l valor de los estudios lingtifs-ticos. Pero los descubrimientos de la linguistica no debenhacernos olvidar sus limitaciones: e l lenguaje, en su realidadultima, se nos escapa. Esa realidad consiste en ser algo indi-visible e inseparable del hombre. EI lengnaje es una con-dicion de la existencia del hombre y no un objeto, un orga-nismo 0 un sistema convencional de signos que podemosaceptar 0 desechar. El estudio del lenguaje, eneste sentido,cs una de las partes de una ciencia total del hombre.'Afinnar qne el lenguaje es propiedad exclusiva del hom-bre contradice una crcencia milennria. Recordemos comoprincipian muchas fabulas: "Cuando los animales hablaban ... "Aunque parezca extrafio esta creencia fue resucitada por laciencia del siglo pasado. Todavfa muchos afirman que lossistemas de comunicacion animal no son esencialmente dife-rentes de los usados por cl hombre. Para algunos sabios noes una gastada merafora hablar del lenguaje de los pajaros.1Hoy, quince afios dcspues de escrlto este parrafo, no dirla exacta-mente 10 mismo, La lingiilstica, gracias sobre toclo a N. Truberzkoy y aRoman Jakobson, ha logmdo aislar al lenguajc como un objeto, al menosen el nivcl fonologico. Pero si, como dice el rnismo jakobson, In lin-giHstica ha anexado cl sonido nl lcngunje (fonologia) , nun no ha realizadola operncion cornplemcnraria: anexar el senti do al sonido (serruintica) ,Dcsdc cste punto de vista mi juicio sigue siendo vrilido. Sefialo, adcrruis,que los dcscubrimientos de In lingiiistica -por ejemplo: la concepciondel lengua]c como un sistema inconsciente y que obedece a leycs estric-tns e indepcndientcs de nucstra volunrad- convierten mas y rnris a estaciencia en una disciplina central en cl esrudio del hombre. Como partede esa ciencia general de los signos que pro pone Levi-Strauss, la lingiiis-rica colinda, en uno de sus extremes, con la cibernctica y, en el otro, con

    la antropologin. Asi,quiz:i sed el punto de union entre las cienciasexnct~ y las ciencias humanas.

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    32 EL LENGUAJEEn efecto, en los lenguajes animales aparecen las dos notas.distintivas del habla: el significado -reducido, es cierto, alnivel mas elemental y rudi.mentario- y la. co~.uni~~ci6n. Elgrito animal alude a algo, dice algo:. posee,sIgl1lfiCaclO~. Y esesignificado es recogido y, por decirlo aSI, comprcndido porlos otros animales. Esos gritos inarticul~do~ .con~~ituyen unsistema de signos comunes, dotados de significacion, No. esotra la funci6n de las palabras. POl' tanto, el habla no es sinoel desarrollo del lenguaje animal, y las pa.labras pued~n s:resrudiadas como cualquiera de los otros objcros de la crenciade la naruraleza.EI primer reparo que podria oponerse a esta idea es la in-comparable compl~jidad del habla humana; ~I se~undo, Inausencia de pensarmento abstracto. en el,lengu?le animal, Sondiferencias de grado, no de esencia .. ,Mas.decl~Ivo me parece10 que Marshall Urban llama la funcion tnpartita de los voca-bios: las palabras indican 0 designan, son nombres, tambienson respuestas instintivas 0 espontaneas. a u~ es~fmulo mate-rial 0 psiquico, como en el caso de Ins mrerjecciones y ono-matopeyas, y son represcJltaci~ncs: signos y s.tmbolos. Lasignificaci6n cs indicativa, ernonva y rep.resentatIv~. En ca?aexpresion verbal aparecen las tres fun crones, a mv~les dIS-tintos y con diversa int:nsi.dad: No hay r:presentacI6n. queno contenga elementos indicatives y emonvos; y 10 mrsmodebe decirse de la indicaci6n y la ernocion. Aunque se tratade elementos inseparable~, la funcion ~~mb6Iica e~ el. fu~?a-mento de las otras dos. Sin representaclOn no hay indicacion:los sonidos de lapalabra pan son signos sonoros del objet_o.a que aluden, sin ellos 1 a funci6n indicat~va no podria re~h-zarse: la indicacion es simbolica, Y del mismo modo: el gntono solo es respuesta instintiva a una simacion particular sino,indicacion de esa situacion por medio de una representa-ci6n: palabra, voz. En suma, "la esencia dd lenguaje. es !arepresenracion, Dcrstellung, de un elemento de expenenciapOl' medio de otro, In relaci6n bipolar entre el signo 0 ~lsimbolo y l a c os a s ig ni fi ca da 0 simbol izada, y la concienciade esa relacion"," Ca~racterizada asi el habla humena, Marshall

    2 Wilbur Marshall Urban, Lenguaje y realidad, Lengu, y EsrudiosLiterarios, Fondo de Cultura Economica, Mexico, 1952.

    EL LENGUAJE 33Urban pregunta a los especialistas si en los gritos animalesaparecen las tres funciones, La mayor parte de los entendidosnfirrna que "la e sc ala fonctica de los monos es enteramente'subjetiva' y puede cxpresar solo emociones, nunca designaro describir objetos", Lo 111is1110 se pucde decir de sus gestosfaciales y dermis expresiones corporales. Es verdad que enalgunos gritos animales hay debiles indicios de indicaci6n,m;s en ningun caso sc lin cornprobado la existencia de la fun-cion simbol ica 0 rep re se nta tiv a. A sf pues, entre el lenguajeanimal y humano hay un a ruptura. EI lenguaje humano esalgo ra~icalmente distinto de In comuni~aci.6n animal. L~

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    EL LENGUAJEcon el rostro. El grito accede a la significaci~n :epresentat~v~e indicativa al aliarse con esos gestos y movtrruentos. Quizael primer lcnguaje humano fue la pantom.ima imitat~v~ y rna-gica. Regidos por las !e~es del penSamle?to anal.ogIC?, losmovimientos corporales Imlta~ y recrean objetos y sltua~lO.nes.

    Cualquiera que sea el ongen del habla, los especialisrasparecen coincidir en la "naturaleza primariamente mitica detodas las palabras y formas ?el len.guaje ... " .La ciencia mo-derna confirma de manera ImpreslOnante la Idea de Herdery los romanticos alemanes: "parece indudable que desde elprincipio el lenguaje y el mito perma?ecen en una insepar~-ble correlaci6n. .. Ambos son expreslOnes de una tendenciafundamental a la formaci6n de simbolos: el principio radi-calmente metaf6rico que esta en la entrafia de toda funci6nde simbolizacion"." Lenguaje y mito son vastas met:iforas dela realidad. La esencia dellenguaje es simb61ica porque con-siste en representar un ;lemento de. la ~ealid~d. por otro, se-gUn ocurre con las metaforas. La ciencia verifies una creen-cia comun a todos los poetas de todos los tiempos: ellenguajees poesia en estado natural. Cad a palabra 0 grupo de pala-bras es una metafora. Y asimismo es un instrumento rna-gico, esto es, algo susceptible de cambiarse en otra cos a yde trasmutar aquello que toea: la palabra pan, tocada por lapalabra sol, se vuelve efectivarnente un astro; y el sol, a suvez, se vuclve un alimento luminoso. La palabra es ~msimbo-!.o que emi~e simbolos, f-l hom?r~ es hombre ~'raclas al len-guaje, graCIas a la metafora original que 10 hizo ser otro y10 separ6 del mundo natural. EI hombre es un ser que se hacreado a sf mismo al crear un lenguaje. Por la palabra, elhombre es una met:ifora de sf mismo.La constante producci6n de im~genes.y de. fonnas verbalesritmicas es una prueba del caracter simbolizante del habla,de su naturaleza poetica. EI lenguaje tiendeespontaneamen-te a cristalizar en metaforas, Diariamente las palabras chocanentre sf y arrojan chispas metalicas 0 forman parejas fosfores-centes. 1 cielo verbal se puebla sin cesar de astros nuevos.Todos los dias afloran a la superficie del idiom a palabras y" Obra citada.

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    , ."

    frases chorreando aun humedad y silencio por las frfas esca-mas. En el mismo instante otras desaparecen. De pronto, elerial de un idioma fatigado se cubre de subitas flo res verba-les. Criaturas luminosas habitan las espesuras del habla. Cria-turas, sobre todo, voraces, En el seno del lenguaje hay unaguerra civil sin cuartel. Todos contra uno. Uno contra to-dos. jEnorme rnasa siempre en movimiento, engendrandosesin cesar, ebria de sf! En labios de nifios, locos, sabios, ere-tinos, enamorados 0 solitaries, brotan imagenes, juegos depalabras, expresiones surgidas de la nada. Por un instante,brillan 0 relampaguean. Luego se apagan. Hechas de mate-ria inflamable, las palabras se incendian apenas las rozan laimaginaci6n 0 la fantasia. Mas son incapaces de guardar sufuego. El habla es la sustancia 0 alimento del poema, perono es el poema. La distincion entre el poema y esas expre-siones poeticas -inventadas ayer 0 repetidas desde hace milafios por un pueblo que guarda intacto su saber tradicional-radica en 10 siguiente: el primero es una tentativa por trascen-der el idioma; las expresiones poeticas, en cambio, viven en elnivel mismo del habla y son el resultado del vaiven de laspalabras en las bocas de los hombres. No son creaciones,obras. EI habla, ellenguaje social, se concentra en el poema,se articula y levanta. 1 poema es lenguaje erguido.Asf como ya nadie sostiene que el pueblo sea el autor delas. epopeyas hornericas, tampoco nadie puede defender laidea del poema como una secreci6n natural del lenguaje.

    Lautreamont quiso decir otra cosa cuando profetiz6 que undia la poesia seria hecha por todos. Nada mas deslumbranteque este programa. Pero como ocurre con toda profedarevolucionaria, el advenimiento de ese estado futuro de poesfatotal supone un regreso al tiempo original. En este caso altiempo en que hablar era crear, 0 sea: volver a la identidadentre la cosa y el nombre. La distancia entre la palabra y elobjeto -que es la que obliga, precisamente, a cada palabra aconvertirse en met:ifora de aquello que designa- es conse-cuencia de otra: apenas el hombre adquiri6 conciencia de sf,se separo del mundo natural y se hizo otro en el seno desf mismo. La palabra no es identica a la realidad que nom-bra porque entre el hombre y las cosas -y, mas hondamente,

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    36 EL LENGUAJEentre el hombre y su ser- se interpone la conciencia de sf.k~~llbra es un puente mediante el cual el hombre trata desalvar la distancia que 1 0 separa de la realidad exterior. Milsesa distancia forma parte de la naturaleza humana. Para di-solverln, el hombre debe renunciar a su humanidad, ya searegresando al mundo natural, ya trascendiendo las limitacio-nes que su condici6n le impone. Ambas tentaciones, latentesa 1 0 largo de toda la historia, ahora se presentan con mayorexclusividad al hombre moderno. De ahi que la pocsia con-temporanea se mueva entre dos poles: por una parte, es unaprofunda afirmaci6n de los valores magicos; por la otrauna vocacion revolucionaria. Las dos direcciones expresan larebcli6n del hombre contra su propia condici6n. "Carnbiaral hombre", asi, quiere decir renunciar a serlo: hundirsepara siernpre en la inocencia animal 0 liberarse del peso dela historia. Para lograr 1 0 segundo es necesario trastornar losterminos de la vieja relacion, de modo que no sea la existen-cia hist6rica la que determine la conciencia sino a la inversa.La tentativa revolucionaria se presenta como una recupera-cion de la conciencia enajenada y, asimismo, como la con-quista que hace esa conciencia recobrada del mundo historicoy de la naturaleza. Duena de las leyes historicas y sociales,la conciencia determinarfa la existencia. La especie habriadado entonces su segundo salto mortal. Gracias al primero,abandon6 el mundo natural, deja de ser animal y se puso enpic: contempl6 la naturaleza y se contempl6. Al dar el se-gundo, regresada a la unidad original, pero sin perder la con-ciencia sino haciendo de esta el fundamento real de la naru-raleza. Aunque no es esta la {mica tentativa del hombre pararecobrar la perdida unidad de conciencia y. existencia (ma-gia, mfstica, religi6n y filosoffa han propuesto y proponenotras vias), su mer-ito reside en que se trata de un caminoabierto a todos los hombres y que se reputa como el fin 0sentido de la historia. Y aqui habria que preguntnrse: unavez reconquistada la unidad primordial entre el mundo ycl hombre, ~no saldrfan sobrando las palabras? EI fin de laenajenaci6n seria tambien el del lenguaje. La utopia terrni-naria, como la mistica, en el silencio. En fin, cualquieraque sea nuestro juicio sobre esta idea, es 'evidente que la fu-

    EL LENGUAJE 37si6n -0mejor: la reuni6n- de la palabra y la cosa, el nom-bre y 1 0 nombrado, exige la previa reconciliaci6n del hombreconsigo rnismo y con el mundo. Mientras no se opere estecambio, el poema seguira siendo uno de los pocos recursos delhombre para ir, mas alla de sf mismo, al encuentro de 1 0 quees profunda y originalmente. Por tanto, no es posible con-fundir el chisporroteo de 1 0 poetico con las empresas mastemerarias y decisivas de la poesia.La imposibilidad de confiar al puro dinamismo del len-gnaje la creaci6n poetica se corrobora apenas se advierte queno existe un solo poema en el que no haya intervcnido unavoluntad creadora. Sf, el lenguaje es poesia y cada palabraesconde una cierta carga metaf6rica dispuesta a estallar apenasse toea el resorte secreto, pero la fuerza creadora de la pala-bra reside en el hombre que la pronuncia. El hombre poneen marcha el lenguaje. La nocion de un creador, necesarioantecedente del p'oema, parece oponerse a la creencia en lapoesia como algo que escapa al control de la voluntad. Tododepende de 1 0 que se entienda por voluntad. En primer ter-mino, debemos abandonar la concepcion estatica de las lla-madas facultades como hemos abandonado la idea de un almaaparte. No se puede hablar de facultades pslquicasc-memo-ria, voluntad, etc.- como si fueran entidades separadas e in-dependientes. La psiquis es una totalidad indivisible. Si noes posible trazar las fronteras entre el cuerpo y el espiritu,tampoco 1 0 es discernir donde termina la voluntad y ernpiezala pura pasividad. En cadauna de sus manifestaciones ia psi-quis se expresa de un modo total. En cada funcion estanpresentes todas las otras. La inmersion en estados de absolutareceprividad no implica la abolici6n del qucrer. EI testimoniode San Juan deIa Cruz -"deseando nada"- cobra aquf uninmenso valor psicologico: la nada misma se vuelve activa,por la fuerza del deseo. EI Nirvana ofrece la misma combi-nacion de pasividad activa, de movimiento que es reposo.Los esrados de pasividad -desde la experiencia del vacio in-terior hasta la opuesta de congestion del ser- exigen e l ejer-cicio de una voluntad decidida a romper la dualidad entreobjeto y sujeto. El perfecto yogui es aquel que, inm6vil,sentado en una postura apropiada, "mirando con mirada im-

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    38 EL LENGUAJEpasible la punta de su nariz", es tan duefio de sl que se ol~vida de S 1 .Todos sabemos hasta que punto es diftcil rozar las orillasde la distracci6n. Esta experiencia se enfrenta a las tenden-cias predorninantes de nuestra civilizaci6n, que propone combarquecipos humanos al abstraido, al retrafdo y hasta al con-traido. Un hombre que se distrae, niega al mundo modemo.Al hacerlo, se juega el todo por el todo. Intelectualmente,su decisi6n no es diversa a la del suicida por sed de saber quehay del otro lado de la vida. El distraldo se pregunta ~quehay del otro lado de la vigilia y de la raz6n? La distracci6nquiere decir: atracci6n por el reverso de este mundo. La vo-luntad no desaparece; simplemente, cambia de direcci6n: enlugar de servir a los poderes analiticos les impide que confis-quen para sus fines la energia psfquica, La pobreza de nues-tro vocabulario psico16gico y filos6fico en esta materia con-trasta can la riqueza de las expresiones e imagenes [,oeticas.Recordemos la "musica callada" de San Juan 0 el "vacio esplenirud" de Laotse, Los estados pasivos no son nada masexperiencias del silencio y el vacio, sino de momentos positi-vos y plenos: del micleo del ser salta un chorro de imagenes,"Mi coraz6n esta brotando flores en mitad de la noche", diceel poema azteca. La voluntaria paralisis no ataca sino a unaparte de la psiquis, La pasividad de una zona provoca la ac-tividad de la otra y hace posible la victoria de la imaginaci6nfrente a las tendencias analit icas, discursivas 0 razonadoras.En ningun caso desaparece la voluntad creadora. Sin ella, laspuertas de la identificaci6n con la rcalidad pem1anecen ine--xorablernente cerradas.La creaci6n poetica se inicia como violencia sobre ellenguaje.El primer acto de esta operacion consiste en el desarraigo delas palabras, El poeta las arranca de sus .conexiones y menes-teres habiruales: separados del murtdo informe del habla, losvocablos se vuelven unicos, como si acabasen de nacer. Elsegundo acto es el regreso de I l l . palabra: el poema se con-vierte en objeto de participacion, Dos fuerzas antag6nicashabitan el poema: una de elevaci6n 0 desarraigo, que arran-ca a la palabra del lenguaje; otra de gravedad, que la hace

    EL LENGUAJE 39volver. El poem a es creaci6n original y unica, pero tambienes lecrura y recitaci6n: participacion. El poeta 10 crea; elpueblo, al recitarlo, 10 recrea. Poeta y lector son dos mom en-to s de una misma realidad. Altemandose de una manera queno es inexacto llamar ciclica, su rotaci6n engendra la chispa:la poesia, . . , .Las dos operaclOnes -separaclOn y regreso- = s = queel poema se sustente en un lenguaje comun. No en un hablapopular 0 coloquial, como se pretende ahora, sino en la len-gua de una comunidad: ciudad, naci6n, clase, grupo 0 secta.Los poemas homericos fueron "compuestos en un dialectoliterario y artificial que nunca se hablo propiamente" (Al-fonso Reyes). Los gran des textos de la literatura sanscritapertenecen a epocas en que esta lengua habia dejado de ha-blarse, excepto entre grupos reducidos. En el teatro de Kali-dasa los personajes nobles hablan sanscrito; los plebcyos, pra-crito. Ahora bien, popular 0 minoritario, el lenguaje quesustenta al poeta posee dos notas: es vivo y comun. Esto es,usado por un grupo de hombres para comunicar y perpetuarsus experiencias, pasiones, esperanzas y creencias. Nadie pue-de escribir un poema en una lengua muerta, excepto comoejercicio literario (y entonces no se trata de un poema, por-que este s610 se realiza plenamente en la participaci6n: sinlector la obra s610 10 es a medias). Tampoco el lenguajematematico, ffsico 0 de cualquier otra ciencia ofrece sustentoala poesfa: es lenguaje comun, pero no vivo. Nadie canta enformulas. Es verdad que las definiciones cientfficas puedenser utilizadas en un poema (Lautreamont las emple6 con ge-nio). S610 que entonces se opera una trasmutacion, un cam-bia de signa: la f6nnula ciendfica deja de servir a la demos-tracion y mas bien tiende a destruirla. El humor es una delas armas mayores de la poesia. . .

    Al Crear el lenguaje de las naciones europeas, las leyendasy poemas epicos contribuyeron a crear esas mi.smas nacio?es.Y en un sentido profundo las fundaron: les dieron concien-cia de sf mismas. En efecto, por obra de la poesia, ellenguajecornun se transform6 en imagenes mfticas dotadas de valorarquetlpico. Rolando, el Cid, Arturo, Lanzarote, Parsifal sonheroes, modelos. Lo mismo puede decirse -con ciertas y de-

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    40 EL LENGUAJEcisivas salvedades- de las creaciones epicas' que coinci?encon e l nacimiento de la sociedad burguesa: las novelas. Cier-to 10 distintivo de la edad moderna, desde e l punto de vistade la situaci6n social del poeta, es su posicion marginal. Lapoesia es un alimento que la burguesfa -como clase- hasido incapaz de digerir. De ahi que una y otra vcz haraintentado domesticarla. SMo gue apcnas un poeta 0 un rnovi-miento pcetico c;de y acepta. regresar al or~en social" surgeuna. nueva creacion que consntuye, a vcces sm proponerselo,una critica y un escindalo. La poesia moderna se ha conver-tido en el alimento de los disidentcs y desterrados del mundoburgues, A una sociedad escindida corresponde una poesiaen rebelion, Y aun 'en este caso extremo no se rompe la re-lacion entrafiable que une al lenguaje social con el poema.El lenguaje del poeta es el de su comunidad, cualquiera queesta sea. Entre uno y orro se establece un juego redproco ~einfluencias, un sistema de V3S0S cornnnicanres. El lenguajede Mallarme es un idioma de iniciados, Los lcctores de lospoetas modernos estan unidos por una suerte de cornplicidady forman una sociedad secreta. Pero 10 caracteristico de nues-rros dias es la r.uptura del equili~rio precariamente ma~tenidoa 10 largo del siclo XIX. La poesla de sectas toea a su fin por-que la tensi6n ~e ha vuelto insoportable: cl lenguaje socialdla a dia se degrada en una jerga rescca de tecnicos y perio-clistas; y el poema, en el otro extremo, se convierre en ejer-cicio suicida, Hemos llegado al terrnino de un proceso ini-ciado en los albores de la edad moderna.

    Muchos poetas conternporaneos, deseosos de salvar la ba-rrera de vacio que el mundo moderno les opone, han inten-tado buscar el perdido auditorio: ir al pueblo. SOlo que yano hay pueblo: hay masas organizadas. Y asi, "ir al pueblo"significa ocupar un sitio entre los "organizadores" de las rna-sas. El poeta se convierte en funcionario, No deja de serasombroso este cambio. Los poems del pasado habian sidosacerdores 0 profetas, sefiores 0 rebeldes, bufones 0 santos,criados 0 rnendigos, Correspondia aI Estado burocrarico ha-cer del creador un alto ernpleado del "frente cultural". EIpoeta yatiene un '(Ingar" en la sociedad, ~Lo ticne la poesia?La poesia vive en las cz.pas ma s profundas del ser, en tan-

    EL LENGUAJE 41to que las ideologfas y todo I? que lla.I11:amosdeas y ~pini?-nes consriruyen los estraros mas superficiales de la concicncia.El poema sc nutre del lenguaje vivo de una comunidad, ?esus rnitos, sus suefios y sus pasiones, esto cs, de sus tendenciasmas secreras y poderosas. El poema fu?da al pueblo porqueel poeta remonta la corricnte. de l lengunje y bebe en la fucnteoriginal. En el poema la sociedud se ~nfrenta con los f~mda-mentos de su ser, con su palabra pnmera. Al proferir esapa1abra original, ~l hombre ~c cre6. Aquil~s y ~diseo ~onalgo mas que dos figuras heroicas: son cl destino gncgo c;ean-dose a sf mismo, EI poema es mediacion entre la sociedady, aquello que la funda. Sin Homero, el pueblo griego noseria 10 gue fue. El poema nos revcla 10 que somos y nosimdta a ser eso que somos. .Los partidos politicos modernos convlerten. al p~eta .enpropagandisra y asi 10 degradan, El propagandisra diserninaen la "masa " las concepciones de los jcrarcas. Su tarea c~n-siste en trasmi tir cierras directivas, de arr ibn para aba J o.Su radio de interpretacion. es muy reducido (ya se sabe quetoda desviacion, ann involuntaria, es peligrosa). El poeta, encambio, opera de abajo para arriba: del lenguaje de sa c~-munidad al del poema. En seguida, la obra rcgresa a sus fuen-tes v se vuelve objero de cornunion, La relaci6n entre elpoera y su pueblo cs organica V esponranea. Todo se oponea'hora a este proceso de const~nte, recreaci6?. 'El pueblo seescinde en clases y gnlpos; despucs, se petrifica en bloques.El lenguaje cormin se transforma en un sistema de f6rmul~s.Las vias de comunicaci6n tapiadas, el poeta se encuentra smlenguaje en que apoyarse y el pueblo sin imag~nes ~?qu~reconocerse. Hay que aceptar con lealtad esta situacion, Siel pocta abandona su desrierro -6nica posibilidad de auren-rica rebeldfa- abandona tambien la poesia y In posibilidad deque esc exilio se transforrne en comuni6n. Porque entre elpropagandista y su audirorio se establece un doble equivoco:~l cree que habla el lcngnaje del pueblo; y el pueblo, queescucha el de In poesfa, La soledad gesticulante de In tribu-na es total e irrevocable. Ella -y no In del que lucha a solaspor encontrar la palabra comun- sf que es soledad sin saliday sin porvenir.

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    42 EL LENGUAJEAlgunos poetas creen que un. simp~e cambio verba~ bastapara reconciliar poema y lenguaje social. l!nos resucitan elfolklore' otros se apoyan en el habla coloquial, Mas el folk-

    lore, pr~servado en los museos 0 en regi~nes aisladas, ha ~e-jado de ser lenguaje desde hace varios siglos: es una curio-sidad 0 una nostalgia. Y en cuanto al habla desgarrada delas urbes: no es un lenguaje, sino el jir6n de algo queJue untodo coherente y arm6nico. El habla de la ciudad tiende apetrificarse en f6rmulas y "slogans" y sufre asf la mismasuerte del arte popular, convertido en artefac to industrial, yla del hombre mismo, que de persona se transf?rma en ~asa.La explotacion del folklore, el usa del ler:gu~J~ coloquial .0la inclusi6n de pasajes deliberadament7 , antIpoetlcos 0 p:osat-cos en medio de un texto de alta tension son recursos litera-rios que tienen el mismo sentido que el empleo de dialectosartificiales por los poetas del pasado. En todos los casos setrata de procedimientos caracteristicos de la llamada poesiaminoritaria, como las imageries geograficas de los poetas "me-taffsicos" ingleses, las alusiones mitol6gicas de los rena centis-tas 0 las irrupciones del humor en Lautreamont y Jarry.Piedras de toque, incrustadas en el poema para subrayar laautenticidad del resto, su funcion no es distinta a la del em-pleo de materiales que tradicionalmente no pertenecian almundo de la pinrura. No en balde se ha comparado TheWaste Land a un "collage". Lo mismo puede decirse de cier-tos poemas de Apollinaire, Todo esto posee eficacia poetica,pero no hace mas comprensible Ia obra. Las Fuentes de Iacomprensi6n son otras: radican en la comunidad dellenguajey los valo~es, ,E1poeta rnoderno no habla el len~u~j.e d7 ,lasociedad nr comulga con los valores de la actual civilizacion,La poesfa de nuestro tiempo no puede escapar de la soledady la rebeli6n, excepto a traves de un cambio de la sociedad ydel hombre mismo. La acci6n del poeta contemporaneo s610se puede ejercer sabre individuos y grupos. En esta limita-ci6n reside, acaso, su eficacia presente y su furura fecundidad.

    Los historiadores afirman que las epocas de crisis 0 estan-camiento producen automaticamente una poesfa decadente.Condenan asi la P..2~,~I..~,~ermetica,olita;ia 0 diffcil. Por elcontrario, los momentos de ascenso historico se caractenzan

    EL LENGUAJE 43por un arte de plenitud, al que accede toda la sociedad. Siel poema esta escrito en 10 que llaman el lenguaje de todos,estamos ante UG arte de madurez. Arte claro es arte grande.Arte oscuro y para pecos, decadente. Ciertas parejas de ad-jetivos expresan esta dualidad: arte humane y deshumano,popular y minoritar~o, .cl ,asicoy r,omantico (0 barroco). Casisiempre se hace coincidir estas epocas de esplendor con elapogeo politico .~ ~ilitar~e la .naci6~. Apenas los pueblostienen grandes ejercitos Y jefes invencibles, surgen los gran-des poetas. Otros historiadores aseguran que esa grandezapoeti~a se da un poco ant~s -cuando afila~ los dientes losejercItos- 0 un poco despues -cuando los nietos de los con-quistadores digie:-en la~ ganandas: Deslu~brados por .estaidea forman pareJas radiantes: Racine y Luis XIV, Garcilasoy Carlos V, Isabel y Shakespeare. Y otras oscuras, crepuscu-lares, como las de Luis de G6ngora y Felipe IV, Licofr6n yTolomeo Filadelfo.Por 10 que toea a la oscuridad de las obras, debe decirseque todo poema ofrece, al principia, dificultades. La crea-ci6n poetica se enfrenta siempre a la resistencia de 10 inertey horizontal. Esquilo padeci6 la acusaci6n de oscuridad.Euripides era odiado por sus conternporaneos y fue juzgadopoco claro. Garcilaso fue Uamado descastado y cosmopolita.Los romanticos fueron acusados de hermeticos y decadentes.Los "modernistas" se enfrentaron a las mismas criticas. Laverdad es que la dificultad de toda obra reside en su nove-dad. Separadas de sus' funciones habituales y reunidas en unorden que no es el de la conversaci6n ni el del discurso, laspalabrasofrecen una resistencia irritante. Toda creacion en-g~ndra equlvocos, El goce poetico no se da sin veneer cier-,tas dificultades, analogas a las de la creaci6n. La participaci6nimplica una recreacion, ellector reproduce los gestos y expe-riencias del poeta. Por otra parte, casi todas las epocas de crisiso decadencia social son fertiles en gran des poetas: G6ngoray Quevedo, Rimbaud y Lautreamont, Donne y Blake, Mel-ville y Dickinson. Si hemos de hacer caso al criterio hist6-rico, Poe es Ia expresi6n de Ia decadencia sudista y RubenDado de Ia extrema postraci6n de la sociedad hispanoameri-cana. ~Y c6mo explicar a Leopardi en plena disoluci6n ita-

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    44 EL LENGUAJEliana y a los romanticos german os en una Alemania rota y amerced de los ejercitos napole6nicos? Gran parte de la poesfaprofericn de los hebreos coincide con las epocas de esclavirud,disolucion 0 decadencia israelira. Vi llon y Manrique escri-ben en 10 que se ha Ilarnado el "orofio de la Edad Media".~yque decir de la "sociedad de rransicion" en que vive Dan-te? La Espana de Carlos IV produce a Goya. No, la poesiano es un reflejo mecanico de la historia. Las relaciones entreambas son mas smiles y complejas. La poesla cambia, perono progresa ni decae. Decaen las sociedades.En tiernpos de crisis se rompen 0 aflojan los lazos quehacen de 1asociedad un todo organico. En epocas de cansan-cio, se inmovilizan. En el primer caso la sociedad se dispersa,en el segundo, se petri fica bajo la tirania de una mascaraimperial y nace el arte oficial. Pero el lenguaje de sccras ycomunidades reducidas es propicio a la creaci6n poetica, Lasituacion de exilio del grupo da a sus palabras una tensi6n yun valor particulates. Todo idioma sagrado es secreto. Y ala inversa: rodo idioma secreto -sin excluir al de conjuradosy conspiradores- colinda con 10 sagrado. El poema herrne-tico proclarna la grandeza de la poesia y la miseria de la his-toria, G6ngora es un testimonio de la salud del idioma es-pafiol tanto como el Conde-Duque de Olivares 10 es de ladecadencia de un Imperio. El cansancio de una sociedad noirnplica necesariamente la extincion de las artes. ni provoca elsilencio del poeta. Mas bien es posible que ocurra 10 contra-rio: suscita In aparicion de poems y obras solitarias, Cada vezque surge un gran poeta hermerico 0 movimientos de poesiaen rebelion contra los valores de una sociedad deterrninada,debe sospecharse que esa sociedad, no la poesfa, padece ma-les incurables. Y esos males pueden medirse arendiendo adoscircunsrancias: la ausencia de un lenguaje comun y la sorde-ra de la sociedad ante cl canto solita~io. La soledad del poetamuestra el descenso social. La creaci6n, siernpre a la mismaliTii:ira,acllsa la bnja de nivel hist6rico. De ahf que a vecesnos parezcan mas altos los poeras diffciles, Se trata de unerror de perspective, No 50n-mas altos; simplemente, el mun-do que los rodea es mas bajo."

    6 Sobre "Poesla, sociedad y Estado", vease el Apendice I.

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    I ,

    El poema se apoya en el lenguaje social 0 comunal, pero~c6mo se efectua el rransito y que ocurre con las palabrascuando dejan la esfera social y pasan a ser palabras del poe-rna? Fil6sofos, orad ores y lireraros escogen sus palabras. Elprirnero, seg{m sus significados; los otros, en atenci6n a sueficacia moral, psico16gica 0 literaria, El poeta no escoge suspalabras. Cuando se dice que un poeta busca su lenguaje, noquiere decirse que ande por bibliorecas 0 mcrcados recogien-do airos antiguos y nucvos, sino que, indeciso, vacila entrelas }~alabras que rcalrnenre Ie pertenecen, ql1e esnin en el des--de cl principio, y las otras aprendidas en los libros 0 en lacalle. Cuando un poeta encuentra su palabra, la reconoce:ya estaba en 61. Y 61ya esraba en ella. La palabra del poetase confunde con S \ . 1 ser mismo. 1 ? J es su palabra. En el mo-mento de la creacion, aflora a la conciencia la parte mas se-creta de nosorros misrnos. La creacion consisre en un sacara luz ciertas palabras inseparables de nuestro ser. Esas y - no'6tras. El poema esta hecho de palabras necesarias e insusti-tuibles. Por eso es tan dificil corregir una obra ya hecha.Toda correcci6n implica una re-creacion, un volver sobrenuesrros pasos, hacia dentro de nosorros. La imposibilidadde la traducci6n poetics depende tarnbien de esta circunstan-cia. Cada palabra del poema es unica, No hay sin6nimos.Onica"e inamovible: imposible herir un vocablo sin herir todoel poerna; imposible cambiar una coma sin trastornar todo eledificio. El poema es una totalidad vivienre, hecha de ele-mentos irreemplazables, La verdadera traducci6n no puede

    I .,ser, ast, sino re-creacion,Afirrnar que el poera no ernplea sino las palabras que yaesraban en 61. no desmiente 10 que se ha dicho acerca de lasrelnciones entre poema y lenguaje cornun. Para disipar esteequfvoco basta recordar que, por su naruraleza misma, todo\cngnaje es comunicaci6n. Las palabras del poeta son tam-bien las de su comunidad. De orro modo no sedan palabras.Toda palabra implica dos: el que habla y el que oye. E1 uni-verso verbal del poerna no esni hecho de los vocables deldiccionario, sino de los de la comunidad. El poeta no es unhombre rico en palabras muertas, sino en voces vivas. Len-guaje personal quiere decir 1enguaje comun revelado 0 trans-

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    EL LENGUAJEfigurado por el poeta. El mas alto de los poetas hermeticosdefinfa as! la misi6n del poema: "Dar un senrido mas puro alas palabras de la rribu". Y esto es cierto hasta en el senti d omas superficial ~e _lafrase: .vuel~a ?l significado etimo16gicod~l vocablo y, asmusmo, ennquecinuenro de los idiomas, Grannumero. de vo~es qu~ a~10r.anos parecen comunes y corrien-tes son mvenciones, italianisrnos, neologismos y latinismos deJuan de ~ena, Garcilas.o 0 G6ngo~a. Las palabras del poetason tambien las de l~ ~nbu o.l? seran un dia. El poeta trans-forma, recrea y purifies el idiorna, y despues, 10 comparte.Ahora que" ~en q~e cons~ste esta. purificaci6n de la palabrapor la poesia y que se qmere decir cuando se afirma que elpoeta no se sirve de las palabras, sino que es su servidor?,Las palabras, frases y exclamaciones que nos arrancan eldolor, el placer 0 cualquier otro sentimiento son reducciones

    del l~nguaje ~ su mero valor afectivo. Los ~ocablos as! pro-nunciados dejan de ser, estrictamente instrumentos de rel a-~i6n. Croce observa que no se trata, propiamente, de expre-siones verbales. les falta el elernento voluntario y personal yles sobra la espontaneidad casi maquinal con que se producen.Son frases hec~as, de las que esta ausenre todo matiz personal.No es necesano aceptar el ~uicio del fi16sofo italiano paradarse cuenta de que, incluso S1 se trata de verdaderns expresio-nes, car~cen de una dimensi6n imprescindible. ser vehfculosde relacion, Toda palabra implies un interlocutor. Y 10me-nos q?e se puede decir de esas expresiones y frases con quemaquinalmenre se descarga nuestra afecrividad es que en ellasel mterlocut?r ~~ta disminuido y casi borrado. La palabra su-fre una mutllaclon: la del oyente, .

    En alguna parte V~l,err, dice que "el poema es el des-arrollo de un~,exclamaCI?n .. Entre desarrollo y exclamacion~~y una tension co~tradlctona; y yo agregan'a que esa ten-sioncr e l poema. S~ un~ de. los dos terrninos desaparece, elpoe~a. re&"~esaa la interjeccion maquinal 0 se convierte enamphflcaclOn elocuente, descripci6n 0 teorema. El desarro:llo es un lenguaJe que se crea a sf mismo frente a esa realidadbrut a y proplamente indecible a que alude la exclamaci6n.Poema: oreJ.a,que escu~ha a una boca que dice 10 que no dijola exclamacion, El gnto de pena 0 jubilo sefiala al objeto

    " ,

    \

    EL LEJNGUAJE 47que nos hiere 0 alegra; 10 sefiala pero 10 encubre: dice ah iesta no dice qu e 0 quier: es. La realidad indicada por la ex-cla~aci6n pem1anece innombrada: esta ahi, ni ausente ni pre-sente, a punto de aparecer 0 desvanecerse para siernprc. Esuna inminencia ~de que? El desarrollo no es una prcguntani una respuesta: es una convocaci6n. El poema -boca que, habla y oreja que oye- sera la re~elaci6nde. ;queUo que ~aexclamaci6n sefiala sin nombrar. Digo revelacion y no expli-caci6n. Si el desarrollo es una explicacion, la realidad no serarevelada sino elucidada y el lenguaje sufrira una mutilaci6n:habremos dejado de ver y oir para solo entender.:Un extrema contrario es el uso dellenguaje con fines deintercambio inmediato. Entonces las palabras dejan de tenersignificados precisos y pierden muchos de sus valores pHsti-cos, sonoros y ernonvos, El interlocutor no desaparece; alcontrario, se afinna con exceso, La que se adelgaza y atenuaes la palabra, que se convierte en mera moneda de cambio.Todos sus val ores se extinguen 0 decrecen, a expensas delvalor de relaci6n.

    En el caso de la exc1amaci6n, la palabra es grito lanzadoal vado: se prescinde del interlocutor. Cuando la palabraes instrumento del pensamiento abstracto, el significado 10devora todo: oyente y placer verbal. Vehlculo de ~n~er-cambio, se degrada. En los tres casos se reduce y especializa ..Y la causa de, . esta comun mutilaci6n es que el lengua]e senos vuelve util, instrumento, cosa. Cada vez que nos servi-mos de las palabras, las mutilamos. Mas el poeta no se sirve < 2de las palabras. Es su servidor. AI servirlas, las ~evuelve a suplena naturaleza, les hac~ recobrar su ser.

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    48 EL LENGUAJEficaci6n 0 sentido. La poesia seria una empresa fMil y, almismo tiempo, monstruosa: jdespoja al hombre de su bienmas precioso, el lenguaje, y le da en cambio un sonoro bal-buceo ininteligible! ~Que sentido tienen, si alguno tienen, laspalabras y frases del poema?

    EL RITMO

    . , .

    Las palabras se conducen como seres caprichosos y autono-mos. Siempre dicen "esto y 10 otro" y , al mis1110tiempo,"aquello y 10 de mas alhi", El pensamicnto no sc resigna;forzado a usarlas, una y otra vez pretende reducirlas a suspropias leyes; y una y otra vez ellenguaje se rcbela y rompelos diques de la sintaxis y del diccionario. Lcxicos y gramati-cas son obras condenadas a no tcrrninarse nunca, El idiomaesta siempre cn movimicnro, :nmque el hombre, pOl' oCllI:ar el. centro del remolino, pocas veccs se da cucnta de este mcc-sante cambiar. De ahf que, como si fuera algo esnitico, la gra-rmitica afirme que la lengua es un conjunto de voces y queestas constituyen la unidad mas simple, la celula lingiifstica.En realidad, el vocablo nunca sc da aislado; nadie habla enpalabras suelras, El idioma es una totalidad indivisible; no 10forman la suma de sus voces, del mismo modo qne la socie-dad no es el conjunto de los individuos que Ia componen.Una palabra aislada es incapaz de consrituir una unidad sig-nificativa. La palabra suelra no es, propiamenre, lenguaje;tampoco 10 es una sucesion de vocablos dispucstos al azar.Para Clueel lenguaje se produzca es menester que los signosy los sonidos se asocien de tal manera que impliqucn y tras-mirnn un sentido. La pluralidad potencial de significados dela palabra stielta se transforma en la frase en una cierta y{mica, aunClue no siempre rigurosa y univoca, direcci6n. ASI,no cs la VOZ, sino la frase u oraci6n, la que constituyc la uni-dad mas simple del habla .. La frase es una totalidad auto-suficiente; todo elIenzuaie, como en un micro cosmo, viveen ella. A semejanza d~l ~tomo, es un organismo s610 separa-ble par la violencia. Y en efecto, s610 por la violencia delanalisis gramatical la Frase se dcscompone en palabras, Ellenguaje es un universo de unidades significativas, es decir,de frases.

    Basta observar como escriben los que no han pasado porlos aros del analisis gramatical para comprobar la verdad deestas afirmaciones. Los nifios son incapaces de aislar las pala-

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