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Octubre mes del Rosario y de las Misiones la carcel a la libertad 2.pdf · “Para ser apóstoles del Rosario, es necesario experimentar personalmente la belleza y profundidad de

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Octubre mes del Rosario y de las Misiones Octubre 08 MARÍA P La Virgen María, a quien Jerónimo invocaba como madre de las gracias, interceda por nosotros. T Y nos guie per el camino de la fidelidad a nuestra vocación bautismal y religiosa. Para reflexionar y meditar La voz de los santos “Cuando María ha echado raíces en el alma, produce maravillas de gracia que sólo ella puede producir; porque es la Virgen fecunda, que nunca ha tenido ni tendrá jamás igual en pureza y fecundidad” (S. Luis Ma. Grignon de Monfort). La voz del Papa “Para ser apóstoles del Rosario, es necesario experimentar personalmente la belleza y profundidad de esta oración, sencilla y accesible a todos. Es necesario ante todo dejarse conducir de la mano por la Virgen María a contemplar el rostro de Cristo: rostro gozoso, luminoso, doloroso y glorioso” (Benedicto XVI – 19 de octubre de 2008). Nuestras Constituciones “La veneramos como madre de las gracias y fuente de misericordia, esperanza nuestra y refugio de los huérfanos, alegría de los afligidos y liberadora de los oprimidos” (CCRR 49). “Todos los días nuestros religiosos manifiesten su devoción a la Madre de Dios con apropiadas formas de oración, sobre todo con el rezo del santo Rosario” (CCRR 50).

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Tradición somasca “La presencia de la Virgen María iba llenando aquel gran vacío, que se había abierto demasiado pronto en el espíritu de aquellos pequeños a causa de la muerte de su madre”. (P. C. PELLEGRINI, San Jerónimo Emiliani pág. 39) “Un día de noviembre de 1533, un grupo de treinta y cinco muchachos dejaba Bérgamo y se encaminaba hacia Milán. Formaban una pequeña procesión; el primero enarbolaba una cruz de madera y todos cantaban letanías de la Virgen. Los guiaba un hombre que vestía una gran túnica negra, calzaba zapatos toscos y llevaba un sobrero redondo de paño negro”. (P. C. PELLEGRINI, San Jerónimo Emiliani pág 23)

Los Misterios del santo Rosario En este primer misterio encomendamos a las Comunidades religiosas somascas de N. Sra. de Guadalupe, del Centro san Jerónimo Miani y del Paraíso. Misterios dolorosos La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní. “Jesús fue con sus discípulos a una propiedad llamada Getsemaní…y, tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y angustiarse. Entonces les dice: -Mi alma está triste hasta el punto de morir-” (Mt 26, 36-37). En este segundo misterio encomendamos a la Comunidad religiosa somasca de Tunja. La flagelación de Jesús. “Ellos gritaron de nuevo: -¡Crucifícalo! Entonces Pilato, para contentar a la multitud, puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado-“ (Mc 15, 13-15).

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En este tercer misterio encomendamos a la Comunidades religiosas somascas de Pinchote y Rionegro (Ant.). Jesús corona de espinas. “Los soldados lo condujeron al interior del palacio, al pretorio, y llamaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron y comenzaron a decirle:-Salud, rey de los judíos-“ (Mc 15, 16-18). En este cuarto misterio encomendamos a la Comunidad religiosa somasca de Bucaramanga. Jesús con la cruz a cuestas. “Tomaron, pues, a Jesús y Él, cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Gólgota, y allí le crucificaron” (Jn 19, 16-17). En este quinto misterio encomendamos a las Comunidades religiosas somascas de Guayaquil. La crucifixión y muerte de Jesús. “Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde… Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró. Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esta manera dijo:-Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios” (Mc 15, 33-39). Oración de los fieles C Oh Jesús, por la intercesión de tu Madre y de san Jerónimo Emiliani, imploramos tu protección sobre nuestras comunidades religiosas somascas en Colombia y en Ecuador.

A cada intención digamos: Oh Jesús, amor nuestro, en Ti confiamos.

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• Te encomendamos, oh Jesús, al Papa, a los obispos, a los sacerdotes, a los misioneros y los religiosos a quienes tú les has confiado el anuncio de tu Evangelio: cólmalos de tu santo Espíritu para que sean luz y sal de la tierra.

• Te encomendamos, oh Jesús, que suscites en tu Iglesia jóvenes

generosos, dispuestos a dar su vida por Ti, sirviendo con generosidad a los hermanos más pobres.

• Te encomendamos, oh Jesús, a todos los niños y jóvenes del mundo:

que sean educados de acuerdo a los valores del Evangelio, y encuentren en su vida maestros que les enseñen a ser tus amigos.

• Te encomendamos, oh Jesús, a quienes sufren en las cárceles:

concédeles que, renovados y animados por nuevos propósitos de vida, recuperen pronto su libertad.

• Te encomendamos, oh Jesús, a los educadores: que sepan formar y

orientar a sus alumnos como buenos cristianos y honrados ciudadanos. • Te encomendamos, oh Jesús, a todos los enfermos: concédeles la

gracia de unir sus sufrimientos a los tuyos y, pronto restablecidos en su salud, puedan reunirse con sus familiares.

• Te encomendamos, oh Jesús, a todos los trabajadores: que ellos

sepan hacer de su trabajo un servicio de amor a los demás. G Padre nuestro que estás en el cielo… Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común. Saludo de la paz Bendición: Por la intercesión de María, Madre de los huérfanos, y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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Octubre 26

LAS MISIONES P Jesús, Tú que has elegido a los apóstoles y los has enviado a todo el mundo, T elige también a nosotros y envíanos a continuar tu obra de amor y de salvación. Para reflexionar y meditar Jesús “Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). “Jesús proponía la Palabra” (Mc 2, 2). “También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado” (Lc 4, 43). San Pablo “¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio” (1Co 9, 16). Papa Francisco “La fe necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta personal, el coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos por su infinita misericordia. Es un don que no se reserva sólo a unos pocos, sino que se ofrece a todos generosamente. ¡Todo el mundo debería experimentar la alegría de ser amado por Dios, el gozo de la salvación! Y es un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido”. (Mensaje para el Domund 2013) San Jerónimo Emiliani “Acompañado siempre por un grupo de muchachos sólidamente formados en la fe cristiana, recorría todos los pueblecitos de la provincia, animando

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a sus habitantes a volver a la vidas de piedad que se expone en el Evangelio” (An) Nuestras Constituciones “Nuestra Congregación, para el bien de la Iglesia y en respuesta a la llamada de sus pastores, ha emprendido, desde sus orígenes, diversas actividades apostólicas, todas ellas inspiradas en el amor a Cristo” (CCRR 3). “Nuestra Congregación participa de la misión apostólica de la Iglesia, en espíritu de humilde y activa colaboración y promoviendo iniciativas acordes con su carisma” (CCRR 66). Los Misterios gozosos del santo Rosario (para el sábado 26 de octubre) En este primer misterio oramos por África. La anunciación del ángel a María. “El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen cuyo nombre era María. El ángel entró en casa y la saludó diciendo: -¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!... Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús…-” (Lc 1, 26-28.31). En este segundo misterio oramos por América.

La visita de María su prima santa Isabel. “María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, quedó llena del Espíritu Santo” (Lc 1, 39-40). En este tercer misterio oramos por Europa.

El nacimiento de Jesús en Belén. “José y María salieron de Nazaret para Belén y, mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo

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primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue” (Lc 2, 5-7). En este cuarto misterio oramos por Oceanía. La presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén. “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la ley: -Todo varón primogénito será consagrado al Señor-” (Lc 2, 22-23). En este quinto misterio oramos por Asia.

EL hallazgo de Jesús en el Templo. “Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Al tercer día, lo hallaron en el templo en medio de los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas” (Lc 2, 43-46).

Oración de los fieles C Oh Jesús, que enviaste a tus discípulos anunciar tu Evangelio a todos los pueblos de la tierra, bendice y fortalece la labor de todos nuestros misioneros y misioneras en el mundo. A cada intención digamos: Envía, oh Jesús, generosos misioneros y misioneras a tu Iglesia. • Oremos por la Iglesia: para que sea fiel a la misión que Jesús le confió

de ir por todo el mundo a proclamar el Evangelio. • Oremos por nuestra Congregación: que todos sus miembros seamos

fieles a la misión que san Jerónimo nos ha encomendado por el bien de tantos niños y jóvenes desamparados.

• Oremos por nuestros misioneros y misioneras: que sepan responder

con entusiasmo a su vocación y atraigan a muchos al amor de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

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• Oremos por quienes se han alejado de Cristo: que, iluminados por el Espíritu Santo y sostenidos por el ejemplo de los buenos cristianos, vuelvan a recuperar su identidad cristiana.

• Oremos por los incrédulos y los indiferentes: que sepan reconocer el rostro bondadoso de Dios por medio de nuestros ejemplos de vida cristiana.

• Oremos por los jóvenes: para que, animados por las palabras de Jesús: “Id al mundo entero”, sepan hacer de su vida un don a Cristo por la salvación de toda la humanidad

P Padre nuestro que estás en el cielo… Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común. Saludo de la paz Bendición: Por la intercesión de María, Madre de los huérfanos, y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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Noviembre En este mes de los difuntos, encomendemos a la misericordia del Señor a nuestros cohermanos de la Congregación, a nuestros familiares, parientes y bienhechores difuntos. Noviembre 08 P Cristo, quien murió y resucitó por nuestra salvación, esté con vosotros. T Y con tu espíritu. Para reflexionar Jesús “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23,43). “Voy a prepararos un lugar y os llevaré conmigo” (Jn 14, 2-3). “Todo el que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Jn 6,40). San Pablo “En la vida y en la muerte somos del Señor” (Rm 14, 8). “Estaremos siempre con el Señor” (1Ts 4, 17). San Juan “Veremos a Dios tal cual es” (1Jn 3,2). “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos” (1Jn 3,14). San Jerónimo Emiliani “Si permaneceréis fuertes en la fe en medo de las tentaciones, el Señor os consolará en este mundo, os hará salir de la tentación y os dará paz y descanso en este mundo, digo, temporalmente, y en el otro, para siempre” (2C 15). Nuestras Constituciones “El amor de Cristo une a los religiosos en la vida y en la muerte. En nuestro deber, pues, -además de cumplir los sufragios establecidos en las

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Reglas- orar por los hermanos que han dejado este mundo, para que el Señor los haga partícipes de su gloriosa resurrección” (CCRR41). Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 31b-34 “Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? Palabra de Dios. Salmo 115 R/ Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Tenía fe, aún cuando dije: / “Qué desgraciado soy”. Mucho le cuesta al Señor / la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, + siervo tuyo, hijo de tu esclava: / rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, / invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos, / en presencia de todo el pueblo; en el atrio de la casa del Señor, / en medio de ti, Jerusalén. Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 20-27 Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día”. Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?”

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Ella le contestó: “Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Palabra del Señor. Reflexión compartida. Oración de los fieles Hermanos, invoquemos con fe a Dios, Padre Todopoderoso, que resucitó a su Hijo Jesús para salvación de vivos y muertos. A cada intención contestemos: Dios de vivos y muertos, escúchanos. • Por nuestros cohermanos difuntos, quienes en el Bautismo recibieron

la semilla de vida eterna, para que Dios les admita en su reino junto con María y todos los santos.

• Por nuestros cohermanos, con quienes compartimos nuestra vida de

consagrados: que el Señor nos conceda la gracia de compartir también la gloria y la felicidad del Paraíso.

• Por nuestros cohermanos que se alimentaron con el Cuerpo y la

Sangre de Cristo, pan de vida eterna, para que resuciten en el último día.

• Por las almas de nuestros cohermanos, parientes y bienhechores

difuntos, para que el Señor les conceda el premio por sus obras buenas y sus trabajos.

• Por los que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que

Dios los acoja en su Paraíso y los ilumine con la claridad de su rostro. • Por todos los que estamos reunidos aquí en la fe y en al amor, para

que, por la bondad del Señor, un día nos reunamos también en su reino glorioso.

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P Padre nuestro que estás en el cielo… P Concédeles, Señor, el descanso eterno. T Y brille para ellos la luz perpetua. P Descansen en paz. T Amén. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común. Saludo de la paz Bendición: Por la intercesión de María, Madre de los huérfanos, y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén. Noviembre 27 En esta fecha, encomendemos al Señor a nuestros cohermanos difuntos, quienes, en su vida, colaboraron, directa o indirectamente, por el bien de nuestra Provincia. Recordemos a quienes dieron el visto bueno para iniciar la obra en Colombia: Giuseppe Boeris, Pierino Moreno, superiores generales; Carlos Pellegrini, Cesare Arrigoni, Giuseppe Rossetti, superiores provinciales; y a los generosos cohermanos Bernardo Vanossi, Domingo Framarin, Bruno Schiavon, Luigi Baldo, Jesús Francisco Patiño, José Juvencio Junco, Valentino Giovanni Pastrello, Giancarlo Casati, Luigi Mariani, Augusto Carlo Niero, Arcangelo Introzzi, Eliécer Esteban Estupiñán, Francesco Rigato.

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P Cristo, quien murió y resucitó por nuestra salvación, esté con vosotros. T Y con tu espíritu. Para reflexionar Jesús “Tú hermano resucitará” (Jn 11, 23). “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn 11, 25) “Quien cree en mí, no morirá para siempre” (Jn 11,25). San Pablo “¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? (Rm 8, 35) “Tenemos una morada eterna en los cielos” (2 Co5, 1). Salmos “El Señor es mi luz y mi salvación” (26,11). “Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida” (26,13). De la Vida de san Jerónimo Emiliani “Era el domingo que la gente mundana llama carnaval, y que para la Iglesia es el de quincuagésima. Gravemente aquejado por la peste, en cuatro días entregó su alma a su Creador. Los que estaban presentes cuentan que estaba sostenido por una constante fortaleza de espíritu, que jamás manifestó el más mínimo signo de temor, al contario, decía que ya había hecho sus pactos con Cristo. Los exhortaba a todos a seguir el camino del Crucificado, a despreciar el mundo, a amarse unos a otros y a ocuparse de los pobres; aseguraba que quienes hacen estas obras jamás serán abandonados por Dios. Diciendo estas recomendaciones y otras parecidas, dejó esta vida mortal y pasó a gozar de la eterna. Quiera Dios, en su bondad, concedérnosla a nosotros también. Amén. (An 15, 6-10). De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,31b-35.37-39 Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios?

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Dios es quien justifica. ¿Quién condenará? Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?, ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor Nuestro. Palabra de Dios. Salmo 90 R/ Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti. Tú que habitas al amparo del Altísimo, / que vives a la sobra del Omnipotente, dí al Señor: “Refugio mío, alcázar mío / Dios mío, confío en ti”. No se te acercará la desgracia, / ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes / para que te guarden en tus caminos; te llevarán en sus palmas, / para que tu pie no tropiece en la piedra; “Se puso junto a mí: lo libraré + lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé; Con él estaré en la tribulación, / lo defenderé, lo glorificaré lo saciaré de largos días, / y le haré ver mi salvación. Lectura del santo Evangelio según san Juan 5, 21-24 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: “Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da viuda, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió.

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Os lo aseguro. Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado de la muerte a la vida”. Palabra del Señor. Reflexión compartida Profesión de fe P Al recordar a nuestros cohermanos difuntos, agradezcamos el amor de Dios Padre, quien nos ha creado, de Jesús, nuestros divino Salvador y del Espíritu Santo, que habita en nosotros y renovemos la profesión de fe que profesamos en nuestro bautismo. ¿Creéis en Dios Padre todopoderoso, que nos ha creado por amor y nos ha puesto en este mundo maravilloso obra de su infinita sabiduría? T Sí, creo. ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo y nuestro Salvador, quien nació de la Virgen María, murió, fue sepultado, resucitó, está sentado a la derecha del Padre y nos espera en su reino? T Sí, creo. ¿Creéis en el Espíritu Santo, que, a partir del día de nuestro bautismo, vive en nosotros, nos santifica y nos enseña amarnos los unos a los otros? T Sí, creo. ¿Creéis en la santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna? T Sí, creo. Invocaciones a Cristo Jesús. P Encomendemos a nuestros cohermanos difuntos al Dulcísimo Jesús, redentor y salvador de la humanidad y juez infinitamente misericordioso, diciendo a las siguientes invocaciones: No seas su juez sino su salvador.

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• Dulcísimo Jesús: • Jesús, Hijo de Dios vivo: • Oh buen Jesús, Amor mío y Dios mío: • Cristo Crucificado, Tú que eres el camino a seguir: • Jesús, Tú que abres los ojos de nuestra ceguera: • Jesús, Tú que eres nuestra única esperanza y refugio: • Jesús, Tú que todo lo puedes y nunca nos abandonas: • Jesús, Tú que eres nuestro consuelo: • Jesús, Tú que siempre nos escuchas: • Jesús, Tú que eres la resurrección y la vida: • Jesús, Tú que eres el buen Pastor: • Jesús, Tú que eres la puerta de las ovejas: • Jesús, Tú que eres el camino, la verdad y la vida: • Jesús, Tú que eres la luz del mundo: • Jesús, Tú que eres el pan vivo bajado del cielo: P Con confianza acudamos a Aquel que es Amor y Misericordia, diciendo juntos la oración de nuestro bautismo: Padre nuestro que estás en el cielo… P Concédeles, Señor, el descanso eterno. T Y brille para ellos la luz perpetua. P Descansen en paz. T Amén. Propósito: Es bueno que la Comunidad tome un compromiso común. Saludo de la paz Bendición: Por la intercesión de María, Madre de los huérfanos, y de san Jerónimo Emiliani, el Señor nos bendiga, nos proteja y nos conceda la vida eterna. Amén.

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