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OGM El-campo de las Incertidumbres
5 FICHAS PARA COMPRENDER, ANTICIPAR, DEBATIR
Publicación onterior Mundialización y desarrollo sostenible. iQué órganos de regulacibn?
Solagral Parc scientifique Agropolis
Bâtiment 14 34397 Montpellier cedex 5
France Tél. : +33 (0)4 99 23 zz 80 Fax : +33 (0)4 99 23 24 60
E-mail : [email protected] www.solagral.org
UNESCO Programa MOST
www.unesco.org/most Programa MAB
www.unesco.org/mab Programa CIB
www.unesco.org/ethics I, rue Miollis
75015 Paris - France
La redacción y la edición de este dossier han sido elaborados por
Comité de redacción Solagral
Traducción al castellano
El dossier se ha beneficiado de las aportaciones de
Ilustraciones
Maqueta
Impresión
Foto de la portada
Créditos fotografias
Carlos R. Sanchez Milani Malcolm Hadley Sabina Colombo
Damien Conaré Katell Le Goulven
Hélène Ilbert, Stéphane Guéneau, Tristan le Cotty, Anthony Aumand, Sélim Louafì, Sarah Mongruel, Isabelle Biagiotti, Claude Roger, Anne Chetaille
Comissió Nacional,Andorrana per a la UNESCO
Lilian Auberson-Huang (BATS, Bâle) André Charrier (INRA, Montpellier) Pierre-Henri Gouyon (Université Paris- Sud, Orsay) Nicolas de Sadeleer (CEDRE, Bruxelles) Céquipe de Solagral
Nathalie Abdelwahed E-mail: [email protected]
Alain Chevallier , Ulysse Communication Tel.: +33 (0)4 67 91 70 OO E-mail: ulysQfle.fr
Imoremta Envalira
Franco& Lerin
Médiateca de la Comisión europea, Francois Lerin, INRA, Damien Conaré, Greenpeace, Parlemento europeo, CBD
Este trabajo ha podido realizarse gra- cias a la colaboración de la UNESCO- Programas MOST, MAB et CIB.
2-84034-032-1
Las ideas y opiniones expuestas en la presente publicación son las propias de sus autores y no reflejan nece- sariamente las opiniones de la UNESCO. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la presentación de los datos que en ella tiguran no impli- can, de parte de la Secretaría de la UNESCO, ninguna toma de posición respecto al estatuto jurídico de los países, ciudades, territorios o zonas, o de sus autoridades, ni respecto al trazado de sus fronteras o Iímites. Las fronteras que figuran en los mapas que publicamos RO implican ningún reconocimiento oficial por parte de la UNESCO o de las Naciones Unidas. Difundido en el año 2000 por la Organización de fas Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura y SOLAGRAL.
¿Por qué los OGM?Los OGM encuentran sus aplicaciones en n u m e rosos dominios. Pe ro consideraciones técnicas y éticas condicionan su desarrollo futuro .
¿Qué es un OGM? Un organismo genéticamente modificado
(OGM) es un organismo cuyo patrimonio genético ha sido transfor-
mado por la técnica de la transgénesis: la modificación de la expresión de
uno de sus genes o la adición de un gen ajeno. Esta definición, que debe-
mos retener, es necesariamente arbitraria y consecuentemente rebatible.
En efecto, en el curso de la transmisión de la información genética de
padres a hijos, se pueden producir cambios provocados por el azar: las
mutaciones. También podríamos hablar entonces de OGM, pero sin la
intervención humana en este caso.
L’ADN, soporte universal. El traspaso de un gen de un organismo
a otro es posible ya que, salvo algunas excepciones, todos los organismos
vivos (virus, bacterias, vegetales, animales) poseen el mismo sistema de
codificación y expresión de la información genética. La universalidad del
soporte de la información genética, el ADN, nos ofrece la posibilidad
teórica de que un organismo pueda manifestar una información proce-
dente de cualquier otro ser vivo.
El conjunto de técnicas que permiten estas intervenciones sobre el
genoma constituyen la ingeniería genética, sector mayor de las biotec-
nologías. La ingeniería genética lleva años aplicándose en el campo
industrial para producir moléculas de uso terapéutico o industrial por
microorganismos cultivados en laboratorios, bacterias o levaduras.
¿Cómo funciona la transgénesis? La transgénesis consiste en
el traspaso de genes hacia otro organismo o en desplazarlos en el inter-
ior de un mismo organismo y hacerlos expresarse en su nuevo entorno.
Se aplica a microorganismos desde 1973, a animales desde 1982 y a vege-
tales desde 1983 > ficha 1.a.Después de la transgénesis vegetal, es necesario un control de la efec-
tividad del traspaso de genes: si la actividad del gen de interés es difícil
de detectar o interviene tarde en la vida del organismo, se le asocia un
gen marcador que permitirá escoger los individuos capaces de manifes-
tar correctamente el transgén. Los marcadores más utilizados, y los
menos caros, son los genes más controvertidos y resistentes a los anti-
bióticos > ficha 2: los individuos transgénicos son aquellos que sobreviven
en presencia del antibiótico.
Afinar el trabajo. En ciertos casos es posible "orientar" la informa-
ción genética introducida por transgénesis para que se manifieste
solamente en órganos específicos: por ejemplo, el grano y
las hojas para las plantas, la glándula mamaria para pro-
ducir una sustancia en la leche de los mamíferos. El
objetivo es asociar al transgén el promotor que va a
controlar su expresión en el órgano escogido, en el
sitio adecuado y en el momento idóneo de la vida del
organismo. La determinación de buenos promotores
y su protección por patentes son los elementos clave de la estrate-
gia de las firmas de biotecnologías > ficha 3.
1
Cría de pecestransgénicos
Las limitaciones para el
desarrollo de la transgéne-
sis en los animales son
menores en los vertebra-
dos inferiores, en particu-
lar en ciertas especies de
peces: se dispone de gran-
des cantidades de huevos
y el coste de crianza es
bajo. Se han llevado a cabo
investigaciones en China,
Japón, Estados Unidos,
Canadá y Nueva Zelanda, y
algunas están a punto de
dar buenos resultados en
aplicaciones comerc i a l e s :
salmones del Pa c í f i c o
resistentes al frío y, conse-
cuentemente, capaces de
vivir y crecer únicamente
en el océano, sin tener que
emigrar anualmente hacia
los cauces de los ríos; tru-
chas arco iris resistentes a
la septicemia hemorrágica
viral, etcétera.
¿Animales retorcidos?
En el caso de los ani-
males, la situación es
menos favorable a la trans-
génesis que en el de las
plantas. Normalmente no
disponemos de células
capaces de re g e n e rar un
organismo entero después
de la transformación gené-
tica (células totipotentes);
los sistemas de defensa y
de regulación son más
sofisticados que en el caso
de los vegetales y la acep-
tación por parte de la
sociedad de la transgéne-
sis animal dista mucho de
ser asimilada, lo que no
sucede con las plantas. Las
únicas células animales
totipotentes son a priori el
h u e vo fecundado y las
células embrionarias. Su
coste de obtención es ele-
vado y el rendimiento del
traspaso de genes pobre.
La transgénesis de gran-
des animales se re s e rva
p a ra aplicaciones farma-
céuticas, productos de alto
valor añadido. La cría de
animales tra n s g é n i c o s
cuyo objetivo sea la comer-
cialización no está prevista
a corto plazo.
Antes que nada, un utensilio para la investigación. La
transgénesis vegetal permite estudiar las consecuencias de modificacio-
nes parciales o totales de genes y así analizar su función y regulación para
comprender los mecanismos fisiológicos: resistencia a las enfermedades
y al estrés, biología del desar rollo, etcétera.
Gracias a la transgénesis, utilizada para crear el material biológico
necesario para los análisis, los biólogos han abordado la secuencia del
genoma de algunas especies: se trata de volver a transcribir la sucesión de
las bases que componen el ADN e identificar las secuencias correspon-
dientes a los genes. La etapa siguiente consiste en establecer las corres-
pondencias entre estos genes, las proteínas que codifican y las funciones
metabólicas del organismo. Se trabaja principalmente en la secuencia de
dos plantas modelos: (Arabidopsis thaliana), una pequeña crucífera que
posee numerosos genes comunes a muchas plantas, y el arroz.
O t ra aproximación al genoma, menos ex h a u st i va, consiste en esta b l e c e r
c a rtas genéticas: identificar en los cromosomas secuencias part i c u l a res de
ADN para poste ri o rm e n te localizar los genes corre s p o n d i e n tes a cara c-
te res agronómicos inte re s a n tes. Estas cartas genéticas nos ayudan a identi-
fi c a r, desde el estado embri o n a rio, a los individuos porta d o res de las cara c-
te r í sticas que buscamos. Su realización concierne a las plantas cultiva d a s
( t rigo, maíz, colza, girasol, et c é te ra), a las esencias fo re stales, a los animales
de granja (ganado bovino y porcino, aves, et c é te ra) o al hombre.
Aplicaciones agronómicas. En agricultura la ingeniería genética
aparece como un utensilio de selección directamente relacionado con
una serie de desarrollos biotecnológicos > ficha 1.b. Su aplicación devino
operativa a partir de mediados de los años ochenta con las primeras
autorizaciones experimentales en el campo de los tomates transgénicos.
En un primer momento limitados a Estados Unidos, a partir de 1997 los
cultivos de plantas transgénicas se extendieron por todo el mundo (11
millones de hectáreas), para alcanzar alrededor de 40 millones de hectá-
reas en 1999.
Tal como se ha desarrollado en la actualidad, la transgénesis vegetal
confirma un modelo de agricultura productivista, que descansa en in-
trantes químicos, integrado en un proceso industrial. En efecto, las plan-
tas transgénicas, creadas en laboratorios de investigación pública, son
desde ahora desarrolladas por algunas grandes compañías agroquímicas
(fabricantes de productos fitosanitarios como los herbicidas, los insecti-
cidas o los fertilizantes) reconvertidas a las "ciencias de la vida" > ficha 3.
Estas firmas, que han invertido mucho, deben generar importantes be-
neficios. Escogieron, en un primer momento, comercializar los OGM
que modifican los caracteres agronómicos de las plantas de g randes cul-
tivos de los países industrializados (maíz, colza, algodón, soja, etc.), y si
es posible, aumentar las ventas de sus propios productos fitosanitarios.
Caracteres nuevos. Las principales modificaciones introducidas en
las plantas por la transgénesis se refieren a algunos caracteres:
tolerancia a los insectos (algodón, patatas, maíz): estas plantas, que se
comercializan, producen ellas mismas la proteína tóxica para los insectos
devastadores. Estas proteínas fueron descubiertas en la bacteria del suelo
Bacillus thuringiensis (Bt); tolerancia a un herbicida (algodón, soja, maíz, colza): estas plantas, que
se comercializan, permiten utilizar un herbicida total que destruye todos
los vegetales, excepto el cultivo transgénico;
tolerancia viral (papaya, calabaza, patata, tabaco, pimiento, etcétera);
to l e rancia a la sequía: no hay milagros al re s p e c to, se tra ta sobre todo de
m e j o rar los conocimientos sobre el dete rminismo genético de la arqu i te c-
t u ra de las plantas y de su regulación en situaciones de est rés hídrico. La
idea es poner en práctica una est ra tegia de prevención, limitando la tra n s-
p i ración de la planta, por ejemplo. Las inve st i gaciones más ex i tosas se han
l l evado a cabo con el maíz y han sido patrocinadas por el Centro Inte rn a-
cional para el Mejora m i e n to del Maíz y del Trigo (CIMMYT ) .
Discusionesenérgicas alrededor del arroz
A principios del año
2000, la firma americana
Monsanto declaró haber
d e s c i f rado, aún incom-
pleto, el genoma del arroz.
Esta firma ha confiado su
base de datos al Ministerio
de Agricultura japonés,
que se encarga del pro-
g rama internacional de
i n vestigación sobre las
secuencias del genoma del
arroz. Este consorcio agru -
pa desde 1998 unos 20 ins-
titutos de inve s t i g a c i ó n
localizados en diez países.
Los resultados obteni-
dos por Monsanto son aún
insuficientes para conducir
a una explotación directa:
si la mayor parte de las
piezas del puzzle genético
del arroz se han identifi-
cado, falta aún estructurar-
las para comprender las
funciones que están aso-
ciadas a ellas.
Será por tanto la investi-
gación pública internacio-
nal la encargada de dar a
estos resultados lo esen-
cial de su valor industrial.
Terceras personas, inclui-
dos los competidores de
Monsanto, podrán, tam-
bién, pedir los resultados a
cambio del reconocimiento
de su origen. Se podrán
entonces utilizar libre-
mente para intentar aislar
los genes de interés agro-
nómico y patentarlos. En
este caso, Monsanto se
re s e rva la posibilidad de
negociar en primer lugar
un derecho de licencia no
exclusivo para estas paten-
tes: la explotación ulterior
de los genes de interés
estaría condicionada al
pago a Monsanto de un
derecho de utilización.
¿Por qué los OGM?
Los árboles y las florestambién
La transgénesis encuen-
t ra igualmente aplicacio-
nes en el campo de la flori-
cultura (optimización de la
duración de la vida de la
flor una vez cortada o cam-
bio en la coloración floral)
y en agrosilvicultura, aún
en fase de experimenta-
ción. Por ejemplo, el álamo
puede ser modificado
genéticamente para que
contenga una pro p o rc i ó n
reducida de lignina. En
efecto, teniendo en cuenta
que el papel está com-
puesto de celulosa, es
indispensable eliminar la
lignina para poder prepa-
rar la pasta de papel, ope-
ración costosa en energía y
muy contaminante.
Los OGM son utilizados para:
la inve s t i g a c i ó n
fundamental (co-
nocimiento de los
mecanismos fisio-
lógicos, secuencias
de los genomas,
etcétera);
la agricultura
(ganadería, gra n-
des cultivos, flore s ,
árboles, peces);
la industria farmacéu-
tica (proteínas tera p é u t i-
cas, vacunas, etcétera ) ;
la industria alimentaria
(gusto, conserva c i ó n ,
etcétera);
la industria química
(aceites, plásticos, etcé -
tera);
la descontaminación
(hidrocarburos, suelos).
Para la industria agro a l i m e n t a ri a . Algunas bacte rias ge n é t i c a-
m e n te modificadas han sido utilizadas para producir indust ri a l m e n te enzi-
mas para uso alimenta rio (por ejemplo el alfa-amilasa para la fa b ricación de
c e rvezas o de jarabes). Las modificaciones de plantas que conciernen dire c-
ta m e n te a las indust rias agro a l i m e n ta rias aspiran a mejorar las pro p i e d a d e s
n u t ricionales, orga n o l é pticas o tecnológicas de los pro d u c tos. Por ejemp l o ,
un gen es introducido para controlar la madurez del fru to (to m a te s ,
melones) con la finalidad de mejorar las condiciones de almacenamiento y
de tra n s p o rte y permitir una recolección en un estado de madurez más
avanzado, favo rable al gusto. Solo el to m a te "Flavr Savr" de madura c i ó n
c o n t rolada se ha comercializado, a partir de 19 94, sin gran éxito.
Otros proyectos se encuentran en fase de estudio como la reducción,
hasta la eliminación, de las proteínas alergénicas del arroz; la introduc-
ción en la fruta y las legumbres de un gen productor de una proteína
natural azucarada (la brazeína) que no aporte la más mínima caloría y
también la introducción de genes en plantas oleaginosas (colza, soja) para
aumentar las proporciones de ácidos grasos insaturados que limitan los
riesgos cardiovasculares.
Para la industria farmacéutica y la química fina. E sto s
OGM son ge n e ra d o res de moléculas de alto valor añadido. Las fi rm a s
c u e n tan igualmente con su utilidad más ev i d e n te a fin de que sean acep-
tadas por el público. Nu m e rosos desarrollos, que no se han comerc i a l i z a-
do aún, se encuentran en proceso; entre ellos se encuentran los siguiente s :
la colza y el berro produciendo un polímero plástico biodegradable.
Los resultados son aún modestos: el plástico obtenido no supera el 3 %
del peso total de las plantas secadas;
tabaco produciendo proteínas humanas: colágeno, albúmina y hemo-
globina;
arroz enriquecido con vitamina A > ficha 1.c ;
mamíferos modificados en los que provocamos la producción de molé-
culas de interés terapéutico en la leche. También, en la vaca, se actúa
sobre la calidad de la leche para "maternizarla";
xe n ot ra s p l a n tes. El tra s p l a n te al hombre de órganos animales desenca-
dena su re chazo inmediato. Modificar el patrimonio genético de los ani-
males donantes mediante el traspaso de genes humanos apro p i a d o s
debería permitir suprimir este re chazo. Se están realizando pruebas en
c e rdos tra n s génicos para una mejor compatibilidad con el tejido humano.
Plantas medicinales
La gran demanda de
proteínas humanas purifi-
cadas para las aplicacio-
nes medicinales no puede
ser cubierta por las sustan-
cias obtenidas de la san-
gre, de la placenta o de
otros tejidos humanos. Su
cantidad esta, genera l-
mente, limitada y presenta
riesgos de contaminación
por virus.
Podemos traspasar un
gen codificador para una
p roteína humana a un
organismo que pueda aco-
gerlo. Por ejemplo, bacte-
rias que producen la casi
totalidad de la insulina uti-
lizada para curar la dia-
betes. Pero, la efectividad
de estas proteínas a veces
es limitada. De ahí el inte-
rés por utilizar a mamífe-
ros, que tienen una "mecá-
nica celular" muy similar a
la del hombre. De todas
formas, la cría de estos
m a m í f e ros resulta cara y
debe respetar condiciones
sanitarias muy estrictas.
Las plantas constituyen
una solución interesante:
se trata de introducirles el
gen de una proteína huma-
na o de una molécula vacu-
nante. Si estas proteínas
se encuentran representa-
das en cantidad suficiente
en el vegetal y son fácil-
mente separables, el cul-
tivo en el campo de estas
plantas transgénicas, se-
guido de un proceso de
e x t racción y de sanea-
miento, permite obtener
una gran cantidad de
proteínas a un coste com-
petitivo. Esta opción evita
también el riesgo de conta-
minación: contra r i a m e n t e
a lo que sucede con los
animales, las plantas no
son port a d o ras de virus
patógenos para el hombre.
1
La patata vacunaEn la producción de mo-
léculas terapéuticas por las
plantas, la siguiente etapa
consistirá en administra r
d i rectamente las plantas
vacunantes por vía ora l .
Esto afecta a los animales
de granja (por ejemplo un
maíz transgénico contra el
virus de la gastroenteritis
porcina) y a las personas,
en cuyo caso los trabajos
se dirigen especialmente a
los plátanos y las patatas.
Ventajas: las vacunas obte-
nidas en estas plantas
pueden conservarse a tem-
p e ra t u ra ambiente. Unas
patatas inmunizadoras con-
t ra el cólera se han pro b a d o
con éxito en ratones. De
una forma más mediática,
"el plátano vacuna", de
gusto más agradable que el
de las patatas crudas, se
re t rasa en sus pruebas…
Tal como estánactualmente
desarrollados, losOGM conforman
un modelo de agricultura
intensiva.
Europa: ¿sonútiles los OGM?
Una encuesta llevada a
cabo por la Unión Europea,
el Eurobarómetro, mide la
actitud del público en
materia de biotecnologías.
Resultados: la percepción
de las biotecnologías de-
pende en menor grado de
los riesgos eventuales que
de la utilidad colectiva o de
la aceptabilidad moral de
cada aplicación.
Se pueden extraer tres
grandes conclusiones de la
evolución 1997-2000:
Las actitudes con res-
pecto a la ciencia y la tec-
nología son muy estables,
excepto las que conciernen
a las biotecnologías, hacia
las cuales la desconfianza
aumenta.
Este aumento de des-
confianza hacia las biotec-
nologías es más o menos
e q u i valente cualesquiera
que sean las aplicaciones
que se consideran (alimen-
tarias, médicas, etcétera) y
cualquiera que sea el as-
pecto examinado (utilidad,
riesgo, aceptabilidad
moral).
El aumento de esta
inquietud en cuanto a "la
utilización de la biotecno-
logía moderna en la pro-
ducción de alimentos" es
p a rticularmente notable
en los países del sur de
Europa.
Limitaciones de carácter técnico. Como ya hemos visto, la
transgénesis animal presenta dificultades que limitan su aplicación. A
menudo nos planteamos el tema de la estabilidad del transgén en su
nuevo entorno: el gen transferido en la especie que se ha de mejorar
debe ser funcional y su regulación tiene que estar garantizada. Sin
embargo no conocemos su estabilidad en un proceso de evolución a
corto plazo. Además, puede haber enlaces genéticos favorables y desfa-
vorables con los genes próximos al lugar de inserción. La modificación
profunda del metabolismo puede acarrear una interacción con el fun-
cionamiento general del organismo.
Por ello, a pesar de los objetivos anunciados, muy seductores, la trans-
génesis permanece como una técnica en fase exploratoria donde las pri-
meras aplicaciones han demostrado sus límites. Sabemos, por ejemplo,
que una mayor presión ejercida sobre los insectos devastadores aumenta
la probabilidad de desarrollar resistencias en la población elegida > ficha 2.
Parece que este fenómeno ha actuado en el caso del algodón Bt resistente
a los insectos, pues ha demostrado una menor efectividad en el segundo
año de cultivo. Falta, igualmente, probar los beneficios económicos que
para el agricultor supondría utilizar una variedad de OGM en compara-
ción con una especie "clásica" > ficha 3.
Consideraciones éticas.La transgénesis permite el intercambio de
material genético sin tener en cuenta las barreras entre especies. No obs-
tante, estas tienen significaciones simbólicas fuertes, tanto culturales
como religiosas. Podemos hablar, entonces, de transgresión del orden
natural. Un argumento al que se le responde que cambiar un pequeño
número de genes de un conjunto genético que contiene miles de ellos
no perjudica la integridad de la especie. Además, la naturaleza constan-
temente se transforma y continua haciéndolo, a causa de los cambios y
de las presiones del entorno. Eso es cierto, pero la transgénesis es indu-
cida por el hombre, para su provecho, transformando plantas y animales
en "biorreactores" productores de sustancias que le son desconocidas.
Puesto que los OGM han sido transformados por procesos técnicos
que han utilizado construcciones genéticas patentadas, ellos mismos son
susceptibles de ser patentados. Encontramos un precedente en Estados
Unidos, donde en el año 1998 fue patentada una rata transgénica, Onco-
mouse, muy sensible a sustancias cancerígenas. Este sistema de patentes
ha engendrado un fenómeno de concentración de las principales firmas
agroquímicas y es seriamente discutido. En efecto, el ser vivo patentado
es difícilmente concebible > ficha 3.
La opinión pública. Todas las encuestas comparativas, sobre la per-
cepción de las biotecnologías en el mundo, realizadas por la Universidad
de Tsukuba (Japón), coinciden en que los traspasos de genes de planta a
planta son los más aceptados, los de animal a animal lo son menos, mien-
tras que los de animal a planta u hombre a animal son los menos acepta-
dos de todos. Según el Eurobarómetro, lejos de rechazar la innovación
tecnológica, los europeos se plantean la cuestión de la utilidad de los
OGM. En Estados Unidos, la gente y los agricultores se muestran cada
vez más escépticos, de manera que las previsiones de sembrar con maíz
transgénico están estimadas a la baja. En todo el mundo, la gran inquie-
tud de los consumidores con respecto a los OGM ha obligado a la indus-
tria agroalimentaria a prever líneas "no-OGM" > ficha 4.
Estos últimos años, los OGM han sido objeto de una viva discusión
internacional. Los organismos genéticamente modificados representan
en efecto una tecnología altamente simbólica de la primacía de las inver-
siones financieras sobre el principio de precaución y consagran una
forma de desarrollo económico donde la cadena agroalimentaria, de la
semilla al plato, esta completamente integrada y concentrada en las
manos de algunas firmas internacionales.
1¿Por qué los OGM?
¿Una industriaética?
C i e rtos industriales se
han planteado la cuestión
de carácter ético que sus-
cita la transgénesis. Es el
caso, de la Asociación eu-
ropea para las biotecnolo-
gías (Eu ropabio), que
agrupa a unas cincuenta
multinacionales implica-
das en las bioindustrias.
Esta asociación ha adop-
tado una "carta de valores
éticos" que tiene en cuen-
ta consideraciones religio-
sas, culturales y medioam-
bientales.
Los fracasos conel algodón
En 1996, en su primer año
de cultivo, la variedad de
algodón transgénico "Boll-
gard", resistente a los insec-
tos, ha padecido plagas. En
Tejas, por ejemplo, al menos
80.000 hectáreas de estos
cultivos han sido devastadas
por la lombriz del algodón.
¿Es esta una invasión excep-
cional de bichos aniquila-
d o res? ¿Han desarro l l a d o
estos resistencias? Se han
barajado muchas hipótesis.
Ante esta situación y te-
niendo en cuenta la presión
económica ejercida, la varie-
dad incriminada ha sido
c o m e rcializada antes de
poder ofrecer garantías de
funcionamiento correctas.
1.a¿Por qué los OGM?
Las etapas de la transgénesis vegetal
Ex t raer un gen de
interés de un orga-
nismo donante, respon-
sable de la característica
que creemos es inter-
esante transferir.
Ex t raer de una bacte-
ria un gen marcador
resistente a un antibió-
tico (o a un herbicida).
Asociado a un gen de
interés servirá para
seleccionar a los indivi-
duos que se han vuelto
t ransgénicos (véase ) .I n t e g rar el gen de in-
terés y el gen mar-
cador en una c o n s t r u c-
ción genética.
Introducir la construcción genética en la célula de acogida ou
Traspaso directo porcanon a partículas.
Las células de la planta
que se ha de transformar
son "bombardeadas" por
partículas revestidas de la
construcción genética.
Traspaso por un vec -tor biológico.
Cultivos de células de la
planta que se ha de mo-
dificar en presencia de
bacterias portadoras de
la construcción genética.Regenerar un organismo entero apartir de la célula modificada.
Medio de cultivo + antibiótico (o her-
bicida): solo las plantas resistentes al
antibiótico (o al herbicida) cre c e n .
Ellas son el resultado de células modi-
ficadas: son plantas transgénicas.
o
1676
Descubrimiento del papel de los órganos sexuales en los vegetales.
1840
Los seres vivos están constituidos por células.
1859
Darwin: la existencia es una lucha donde ciertas características facilitan la
adaptación al medio.
1866
Mendel funda la genética clásica.
1902
Capacidad de las células vegetales de regenerar una planta entera.
1909
Gen = vector material de la herencia.
1910
Los genes son localizados en los cromosomas.
1914
Efecto heterosis (superioridad de los híbridos con relación al mejor parentesco).
1944
ADN = soporte material de la herencia.
1950
Cultivo de plantas in vitro.
1953
Estructura en doble hélice del ADN (inicios efectivos de la genética molecular).
Años 60
Lazos entre herencia y funcionamiento celular (un gen ➔ una proteína ➔
una función). Puesta en evidencia de los principales mecanismos de regulación
de la expresión genética. Instrumentos moleculares que permiten intervenir
sobre el ADN.
10000 a.C. Próximo Oriente: domesticación de las primeras plantas cultivadas (harina,
guisantes, lentejas, etcétera) y animales (ovejas, cabras).
8000-3000 a.C.Desarrollo planetario de la agricultura neolítica: sistema de cultivo
sobre terrenos talados y quemados.
1000 a.C-1000 d.C.Cultivo de arroz irrigado en los valles y deltas de China, India
y Asia sudoriental. Agricultura hidráulica en América
(olmecas, mayas, aztecas, etcétera). Cultivo de barbecho
en Europa y en la cuenca mediterránea.
1800Primeras creaciones de variantes del trigo.
Selección de corderos en Europa.
Nuevas variedades de frutos.
a partir de 1900Cruces artificiales y selección por el
método genealógico del trigo.
1920-1930Primeros híbridos del maíz en Estados
Unidos.
1945-1950Primeros híbridos del maíz en Europa.
1962Méjico: cultivo de las primeras variedades
de trigo de la revolución verde.
La transgénesis presenta dos grandesdiferencias con respecto a los métodos
tradicionales de selección:. permite la inserción de genes
procedentes de cualquierespecie vegetal, bacteriana
o animal;. afecta a un gen
cuidadosamente seleccionado,
o a algunos genes.
1.b¿Por qué los OGM?
Una historia de la transgénesis vegetal
Selección agronómica
1973
Transgénesis aplicada
a una bacteria modelo.
Bi o t e c n o l o g í a s
1975
Moratoria propuesta a
Asilomar para re f l e-
xionar sobre las con-
secuencias de los
avances biotecnológi-
cos y puesta a punto
de las condiciones de
seguridad.
1982
Primer animal tra n s-
génico: una rata.
1983
Primera planta trans-
génica: el tabaco
resistente a un anti-
biótico.
1987
Pr i m e ros cultivos de
plantas tra n s g é n i c a s :
(tomate resistente a
los insectos, Estados
Unidos).
Foco de desarrollo¿Los OGM contra el hambre ?
1.c
InterviewP i e rre - H e n ri Gouyo nDirector del laboratorio Ecología, sistemática y evolución de la Universidad Paris-Sud (Francia)
De aquí a 2020, la población
mundial alcanzará los ocho mil
millones de habita n tes, de los
cuales seis mil sete c i e n tos corre s p o n-
d e rán a los países en vías de desarro l l o .
Asimismo, según la Organización de
las Naciones Unidas para la Agri c u l-
t u ra y la Alimentación (FAO), " e la u m e n to en valor absoluto del número des e res humanos que alimentar corre el ri e s g o ,con las técnicas actuales, de alcanzar rá p i d a -m e n te la capacidad límite de las tierras agr í -c o l a s ". Considerando la posibilidad de
a u m e n tar la productividad agrícola en
los mismos luga res de consumo, cierta s
p e rsonas estiman que los cultivos tra n s-
génicos serían, entonces, una re s p u e sta
adecuada al problema del hambre .
La posible contribución de las bio-
te c n o l o g í a s al aumento durable de
los re n d i m i e n tos agrícolas debe ser
evaluada desde una pers p e c t i va gl o b a l
donde tiene la misma imp o rtancia la
a c e ptación de las innovaciones, el
acceso al cré d i to, la reducción de las
p é rdidas después de la recolección, la
política de los precios agrícolas, et c é-
te ra. Sin contar con que las fi rm a s
b i otecnológicas tra b ajan en cultivo s
t ra n s génicos destinados a la tra n s fo r-
mación indust rial o a la alimenta c i ó n
animal y no en los destinados a la ali-
m e n tación humana. Además, la inve s-
t i gación pública, que podría ori e n ta r
los programas hacia los alimentos bási-
cos, se encuentra, cada vez más, some-
tida a la voluntad del sector privado, el
único capaz de recaudar fondos para
invertir en investigaciones extremada-
mente caras. Si es "éticamente condenable"el hecho de querer privar al mundo en
vías de desarrollo de los OGM, el
a rg u m e n to de la resolución del
hambre tiende más hacia la explota-
ción de la miseria para imponer una
tecnología aún controvertida en los
países industrializados.
¿ E x i ste un comp romiso científi c osobre la definición de los OGM? P i e rre - H e n ri Gouyon: De una manera
ge n e ral, sí. Pe ro la duda pers i ste en la defi-
nición del gen. Ciertas personas aún pien-
san que el ge n se define por su soporte, el
A D N. Pe ro todos los ge n et i stas mínima-
m e n te serios consideran que el gen es la
i n fo rmación y no su soporte físico. Po d e-
mos tra n s fe rir solo la info rmación gracias a
la muta génesis dirigida, es decir, hacer
m u tar el ADN de un organismo fa b ri c a n d o
n u evos genes, sin inte rcambio de molécu-
las. Ac t u a l m e n te, desde un punto de vista
l e g i s l a t i vo, la muta génesis dirigida no fo rm a
p a rte de las técnicas que fa b rican OGM.
En cuanto a las consecuencias biológicas, no
cambia gran cosa el hecho de que un orga-
nismo haya recibido una nueva info rm a c i ó n
con o sin su soporte. En cambio, sí qu e e s
importante en el terreno jurídico, ya que la
patente sobre los genes tiene un alcance
sobre la información y no sobre el soporte
> ficha 3. Entonces, no podemos defender
la idea de pate n tar una info rmación y
considerar al mismo tiempo que la transgé-
nesis no concierne más que a un intercam-
bio de moléculas.
¿La tra n s génesis plantea cuestiones éti-cas comp l eta m e n te nuevas a la comu-nidad científica? P.-H. G.: En cierta manera sí, ya que se
trata de un traspaso de información gené-
tica entre especies diferentes. Pero ya sabe-
mos que el traspaso de genes no existe sin
riesgos, de igual forma que el intercambio
de material biológico ha podido tener efec-
tos considerables. Por ejemplo, cuando se
introdujeron aves en Hawai, se provocó la
extinción de todas las especies autóctonas;
ya que con los pájaros se implantaron nue-
vos pará s i tos, desconocidos en aqu e l
m o m e n to. De la misma fo rma, con la
transgénesis transferimos hebras de ADN
cuyos efectos a largo plazo sobre el medio
ambiente son poco conocidos.
Entonces, ¿por qué se ha desarrolladouna técnica de la cual no conocemos
bien sus consecuencias? P.-H. G.: Para recaudar fondos, los cientí-
ficos que desarrollan OGM han declarado
que se trataba de una verdadera "revoluciónte c n o l ó g i c a ". Los inve rs o res, rá p i d a m e n te ,
pidieron un mínimo de resultados para
continuar creyendo en esta técnica. En
consecuencia, nos apresuramos, y conti-
nuamos apresurándonos para sacar produc-
tos antes de que sean completamente vali-
dados. Por otro lado, es una tendencia
generalizada que nuestros conocimientos
c i e n t í ficos sufran un ret raso re s p e c to a
nuestro poder tecnológico. Este distancia-
m i e n to adqu i e re entonces pro p o rc i o n e s
que pueden llegar a ser inquietantes.
Por otro lado, me parece que las instancias
de reglamentación de los OGM son poco
creíbles. Se procede caso por caso, descui-
dando los análisis más generales. Por ejem-
plo, el cultivo de plantas transgénicas resis-
tentes a los herbicidas y a los insectos
necesitaría una gestión global del medio
agrícola: los genes introducidos, los pro-
ductos fitosanitarios utilizados, etcétera.
¿Por qué los OGM?
"Arroz dorado", efecto de promociónUnos científicos suizos han elaborado un arroz genéticamente modificado, el "arroz dorado", que
contiene en dosis elevadas beta-caroteno, un precursor de la vitamina A. El déficit en vitamina A causa más
de un millón de muertes al año y amenaza a 230 millones de niños. La firma Astra Zeneca, que re p ro d u c e
esa técnica, ha anunciado que sus semillas serán distribuidas gratuitamente en los países en desarro l l o ,
aunque se re s e rva la propiedad industrial para los países industrializados. Pe ro este arroz, que solo existe,
por el momento, en los laboratorios, no estará disponible antes del año 2003. Además, no sabemos bajo
qué procedimiento será suministrado gra t u i t a m e n t e .
¿Cuáles son los riesgos?Numerosas incertidumbres subsisten sobre la naturaleza de los riesgos, potenciales o probados, para la salud y el medio ambiente.
¿Riesgos inéditos? Los OGM comportan riesgos para el medio
ambiente (diseminación de transgenes, desarrollo de resistencias a los
insecticidas y herbicidas, efectos sobre la biodiversidad) y para la salud
(uso de antibióticos, riesgo de alergias). Ciertos riesgos, como la toxici-
dad en los alimentos o el desarrollo de resistencias en las plagas comba-
tidas, no son específicos de los OGM. En compensación, hay riesgos
inéditos, como la diseminación eventual del transgen, es decir, su trans-
misión incontrolada a otros individuos.
Además, existe una diferencia entre los riesgos reales, evaluados obje-
tivamente por los científicos, y los riesgos percibidos de manera más
subjetiva por el público. De ahí la noción de riesgo hipotético, en parte
responsable de la controversia alrededor de los OGM. Por último, para
la adquisición de un carácter ajeno, que no podría aparecer de otra
forma, la transgénesis crea una situación nueva, con efectos irreversibles,
que justifica que sea sometida a un examen global de sus impactos.
La diseminación de transgenes. La transgénesis puede padecer
el riesgo de dispersarse en las variedades no transgénicas pero también en
otras especies, es decir, por el cruzamiento entre la planta cultivada
transgénica y especies salvajes emparentadas. Este riesgo afecta a la colza
y la remolacha, pero también al maíz y la soja, salvo en Europa occiden-
tal, donde estas dos plantas no pueden cruzarse con ninguna otra espe-
cie. Esto conlleva problemas en el caso, por ejemplo, de la transmisión
de una resistencia de los herbicidas a malas hierbas.
La cuestión la encontramos de nuevo en el caso de los peces. Investi-
gaciones llevadas a cabo en Japón han demostrado que los peces transgé-
nicos, modificados para ser más grandes, tienen más posibilidades de
reproducirse: tienen una mejor capacidad para escapar de los depreda-
dores y las hembras los prefieren. De ahí el riesgo de proliferación de
peces transgénicos en comunidades de especies salvajes. Para evitarlo
tendremos que asegurar la esterilidad de los peces destinados a la ali-
mentación y mantener a los reproductores confinados.
¿Diseminación o no disemina-ción?
Para que los genes de
una planta tra n s g é n i c a
se dispersen, tendrían
que poder ser difundidos
a través del polen, los
g ranos o un modo de
multiplicación ve g e t a-
tiva. Además, la misma
especie o especies colin-
dantes deben estar pre-
sentes en las zonas de
c u l t i vo y florecer en la
misma época. Los ries-
gos serán entonces dife-
rentes para una especie
que utiliza su pro p i o
polen para reproducirse,
como el trigo, que para
una especie de fecunda-
ción cruzada como la
remolacha.
2
La peligrosacolza
La colza posee una
tasa de multiplicación
muy elevada: una sola
simiente puede producir
de 500 a 1.000 gra n o s
por generación. Los gra-
nos de colza transgénica
resistentes a los herbici-
das que alcanzan las
capas profundas del sue-
lo producen los bro t e s
que pueden contaminar
el cultivo del año si-
guiente en la misma par-
cela, lo cual obliga a una
escalada en el uso de
cócteles herbicidas cada
vez más complejos.
Además, es posible el
t raspaso de genes en
poblaciones salvajes em-
p a rentadas, como los
nabos y los rábanos. Sin
embargo, se admite que
el carácter de resistencia
al herbicida en las plan-
tas salvajes se diluye
rápidamente con el paso
de las generaciones en la
medida en que no con-
f i e re ninguna ve n t a j a
comparativa a las plantas
que lo han adquirido.
Cuando no se utilizan
herbicidas, no existe pre-
sión en la selección ni
ventajas comparativas.
.
El polen de la colza se dispersafácilmente en el medioambiente.
Traspaso a la flora microbiana del suelo. Las bacte rias y los
hongos del suelo pueden desarro l l a rse utilizando el mate rial genético de los
i n quilinos de su ento rno. De hecho, el paso del tra n s gen de una planta a
ot ra se puede hacer por inte rmediación de un micro o rganismo vivo en aso-
ciación con dife re n tes especies ve getales. En principio, el traspaso de mate-
rial genético desde los organismos superi o res hacia las bacte rias, y viceve rs a ,
se puede re a l i z a r. Por ahora, ninguna observación o indicación ex p e ri m e n-
tal ha establecido ve rd a d e ra m e n te la ex i stencia de tales tra s p a s o s .
Amenaza de resistencia a los herbicidas. Actualmente, en
un cultivo, la elección de herbicidas está guiada por nociones de selec-
ción según las plantas cultivadas, de efectividad sobre las malas hierbas
existentes o sobre las que son susceptibles de crecer. Esto conlleva gene-
ralmente a utilizar varios productos. Con los OGM resistentes a los her-
bicidas (el 71 % de las superficies de cultivos transgénicos en 1999),
todos estos inconvenientes desaparecen ya que el cultivo es efectiva-
mente resistente a los herbicidas totales, capaces de matar todas las plan-
tas. Esta simplificación de los programas de desyerba reforzaría el uso
exclusivo del par cultivo-herbicida. Una estrategia simplista que podría
acarrear la selección y la difusión de malas hierbas resistentes, además de
una mayor contaminación de los suelos.
Aparición de resistencias a los insecticidas. La utilización
de un tratamiento insecticida a gran escala y durante un largo periodo
conduce a menudo a la selección de individuos resistentes. Estos indivi-
duos muy aventajados se multiplican rápidamente y su resistencia se
difunde largamente. Este fenómeno es válido para las plantas transgéni-
cas que utilizan los genes de la bacteria Bt > ficha 1 : estas plantas produ-
cen una toxina insecticida a lo largo de su vida que volvemos a encontrar
en los residuos de recolección, lo que explica la mayor presión en rela-
ción con la utilización de insecticidas pulverizados. Estos riesgos de
resistencia a los genes de Bt han llevado a la Agencia americana para la
Protección del Medio Ambiente (EPA) a reconsiderar las autorizaciones
expedidas a las variedades de maíz y algodón Bt: un análisis de los ries-
gos se ha puesto de nuevo en marcha. El veredicto en 2001.
La cuestión de la resistencia a los genes de Bt es muy apremiante ya
que esta bacteria es utilizada por la agricultura biológica bajo la forma de
biopesticida pulverizado para las plantas desde hace cuarenta años o más.
En el caso de que se generalizara la resistencia, los agricultores "bio" per-
derían, entonces, su principal agente de lucha contra los insectos devo-
radores (el 98 % de los biopesticidas utilizados).
Los efectos sobre la biodiversidad. Al acelerar considerable-
mente el proceso de selección de variedades e introducir nuevos genes
que no podrían ser transferidos de otra manera, la transgénesis introduce
desequilibrios en los eco-
s i stemas. Nos encontra-
mos ante el riesgo más
probado concerniente a la
utilización de OGM en
agricultura. En efecto, aún
ex i sten algunas incert i-
d u m b res con re s p e c to a
los impactos a largo plazo
sobre la biodiversidad y a
las posibles interacciones
ecológicas complejas, con
mayor motivo en las zonas
tropicales, ya que la mayor
parte de las pruebas reali-
zadas se han llevado a cabo
en zonas templadas.
Cordones sanitarios
La creación de zonas
refugio es una idea de
defensa estudiada para
re t a rdar los fenómenos
de resistencia a las toxi-
nas insecticidas segrega-
das por las plantas trans-
génicas. Se trata de
c o n s e rva r, cerca de los
campos tra n s g é n i c o s ,
p a rcelas de va r i e d a d e s
no OGM, donde los devo-
ra d o res sensibles a las
toxinas pueden sobrevi-
vir y tienen la oportuni-
dad de reproducirse con
sus homólogos re s i s-
tentes. Su cruzamiento
permitiría diluir esta
resistencia. La Agencia
americana para la Protec-
ción del Medio Ambiente
( EPA) exige zonas de
refugio del 20 al 40 % en
los campos de maíz
t ransgénico, pro p o rc i ó n
que debería elevarse a
un 50 % para el algodón.
La eficacia de esta
aproximación, que supo-
ne principalmente que un
cruzamiento entre un
insecto sensible y otro
resistente da lugar a un
individuo sensible, per-
manece controve rt i d a .
Será necesario que pros-
p e ren y se desarro l l e n
otras estrategias de lu-
cha, como la inve s t i g a-
ción de nuevos genes
productores de proteínas
insecticidas o la utiliza-
ción de plantas transgé-
nicas que sueltan sus
toxinas en periodos muy
concretos, o que en algu-
nas porciones vegetales
que permitan alcanzar el
insecto con más efectivi-
dad.
¿Cuáles son los riesgos?
A la mariposaMonarca no legusta el polende los OGM
Un estudio de la Uni-
versidad de Cornell
(Estados Unidos) causó
sensación en 1999.
D e m u e s t ra, en condi-
ciones de labora t o r i o ,
que el polen del maíz
transgénico resistente a
los insectos aumenta la
tasa de mortalidad de las
l a rvas de la mariposa
Monarca, insecto no ele-
gido. En agosto de 2000,
un nuevo estudio de la
U n i versidad de Iow a
(Estados Unidos) corro-
boró estos re s u l t a d o s :
una oruga de cada cinco
muere después de expo-
nerlas a las toxinas del
polen durante 48 horas.
Estos resultados fue-
ron cuestionados princi-
palmente por los indus-
triales: estos trabajos de
laboratorio son conside-
rados no representativos
de las condiciones de
pleno cultivo en el cam-
po; la variedad de maíz
incriminada es la Novar-
tis (el 2,5 % de las super-
ficies de maíz tra n s g é-
nico en Estados Unidos)
y el impacto del polen
depende también de la
sincronización muy alea-
toria de los periodos de
polinización del maíz y
de la puesta de huevos
de la mariposa Monarca.
El cultivo de plantas transgénicasresistentes a losinsectos posee elriesgo de provocarun fenómeno deresistencia entreestos últimos (aquívemos a una orugade pirausta, que sealimenta de maíz).
Traspaso de la resistencia a un antibiótico. Los genes de
re s i stencia a los antibióticos se han utilizado como marc a d o res de
selección para fa c i l i tar la localización de las células en las que se había
i n t roducido el gen de inte rés > fi cha 1. a. La presencia de estos genes en
las plantas tra n s génicas hace temer su traspaso eventual a la micro fl o ra
del tubo dige st i vo de los consumidores humanos y animales.
Un riesgo que no puede ser descartado, aunque sea poco pro b a b l e ,
es que los genes absorbidos con la alimentación pudiesen perm a n e c e r
i n ta c tos en el inte stino. Y, aunque fuesen tra n s fe ridos a micro o rga n i s-
mos de la f l o ra inte stinal, su ex p resión es imp robable, ya que las
secuencias de regulación del mate rial genético ve getal transmitido no
e j e rcen ninguna función en estos micro o rganismos. En cuanto a los
a l i m e n tos tra n s génicos que han sufrido unas tra n s fo rmaciones indus-
t riales imp o rta n tes, el traspaso puede ser considerado como insignifi-
c a n te, ya que el A D N de los OGM se encontraría en fase de descom-
posición avanzada o habría sido eliminado.
En conjunto, los científicos están de acuerdo, no obsta n te, en admi-
tir que la utilización de genes re s i ste n tes a los antibióticos es inútil. Po r
ta n to, la nueva dire c t i va europea auto riza la utilización de estos ge n e s
m a rc a d o res hasta el año 2005, aun cuando ya ex i stan soluciones de
re c a m b i o .
¿Los riesgos alérgicos? Se considera actualmente que del 1 al 2
% de los adultos y el 6 % de los niños son alérgicos a uno o más de los
o cho grupos de alimentos alergénicos (cru stáceos, nueces, huevo s ,
peces, leche, cacahuetes, soja y trigo). No hay cara c te r í stica propia de
l a i n geniería ge n é t i c a que haga a una proteína tra n s génica intrínseca-
m e n te más alergénica que su homóloga "natural". No obsta n te, la inge-
niería genética perm i te tra n s fe rir nuevas proteínas prove n i e n tes algu-
nas veces de organismos no conocidos en la alimentación humana. Y
es más difícil de dete c tar el cará c ter alergénico de una proteína no cata-
l o gada como tal: actualmente, no sabemos dete c tar el cará c ter alérge n o
p a ra el hombre, solo las pruebas de labora to rio nos fa c i l i tan elemento s
de evaluación de la probabilidad de alergenicidad. Además, la alerge n i-
cidad de un alimento ra ra m e n te, por no decir nunca, es debida a un
c o n st i t u ye n te único, sino, por el contra rio, a un gran número de pro-
teínas.
La consta tación del ori gen multigénico de los alérgenos alimenta ri o s
p l a n tea en el caso de los OGM una cuestión suplementa ria: ¿el tra n s-
gén introducido puede modif icar el nivel de ex p resión de ciertas pro-
teínas alergénicas pre s e n tes en las líneas convencionales? El tra n s gé n
puede perturbar una reacción bioquímica en la planta y modificar su
m etabolismo, provocando por ejemplo una acumulación de susta n c i a s
tóxicas. Por ello es imp o rta n te conocer no solo la proteína c o d i fi c a d a
por el tra n s gén, sino también su función y sus pro d u c tos deri va d o s .
Detección de los OGM: la feria de las técnicas. Desde el
año 1998, una dire c t i va europea ex i ge el et i qu etado de los alimento s
que contienen ingre d i e n tes OGM > fi cha 4. La fiabilidad del et i qu eta d o
del pro d u c to final implica que, desde su ori gen y a lo largo de la cadena
a l i m e n ta ria, los pro d u c tos OGM que fi g u ran en la composición del
p ro d u c to f inal estén identificados y controlados. Se tra ta de asegurar su
"t ra z a b i l i d a d", proceso complejo y muy costoso, que supone una segre-
gación de los métodos indust ri a l e s .
Sería necesario aún desarrollar métodos fiables de detección e iden-
t i ficación de OGM. Ahora bien, en ausencia de norm a t i vas inte rn a-
cionales, estos métodos se multiplican, sin ser fo rz o s a m e n te comp a-
tibles entre ellos y con niveles de eficacia va riables de una técnica a ot ra
> fi cha 2.b. Nu m e rosos labora to rios inte n tan imponer una norma inte r-
nacional; ya ex i ste un consorcio que agrupa a americanos, japoneses y
a u st ralianos.
Guerra a losantibióticos
Los dos principales
genes marc a d o res para
seleccionar las plantas
t ransgénicas > fi cha 1codifican para la re s i s-
tencia a la kanamicina y
la estreptomicina, anti-
bióticos poco utilizados
en medicina humana. Si
existiera el riesgo de ver
a estos genes de resis-
tencia transformarse y
expresarse en las bacte-
rias del tubo digestivo ,
solo lograrían juntarse a
la masa de re s i s t e n c i a
microbiana: aproximada-
mente un 40 % de los
m i c ro o rganismos del
intestino humano es ya
resistente a estos anti-
bióticos. La utilización de
un gen resistente a la
amikacina es por el
c o n t rario más pre o c u-
pante: se trata de un
i m p o rtante antibiótico,
reservado a ciertas infec-
ciones difíciles de tratar.
Falta determinar si
estos genes son suscep-
tibles de generar nuevas
resistencias a los antibió-
ticos, principalmente por
mutación. Pe ro sin una
fuerte presión de selec-
ción por parte de los anti-
bióticos, la única suscep-
tible de favorecer a las
bacterias que se han
hecho resistentes, la pro-
babilidad de que una
nueva resistencia se pro-
pague en la población
bacteriana seria despre-
ciable. Ahora bien, en-
c o n t ramos una ciert a
presión en el medio hos-
pitalario y, sobre todo, en
la ganadería intensiva
donde, efectiva m e n t e ,
a p a recen re g u l a r m e n t e
n u e vas cepas bacteria-
nas, debido al uso inde-
bido que se hace de los
antibióticos…
2
De la soja nuezEn 1991, productor de
semillas americano Pio-
neer Hi-Bred deseaba
enriquecer su soja en
methionina, un aminoá-
cido necesario para el
c recimiento de los ani-
males de granja. Pa ra
ello, Pioneer integró en la
soja un gen proveniente
de la nuez del Bra s i l .
Ahora bien, este grano es
conocido por des encade-
nar violentas reacciones
a l é rgicas en individuos
sensibles. Después de
hacer analizar la soja por
un equipo unive r s i t a r i o ,
que comprobó que con-
tenía un alto grado de
potencial alergénico para
el hombre, Pioneer inter-
rumpió el desarrollo de la
planta en 1993, en la fase
de laboratorio.
.
E x i s ten gra n d esi n c e rt i d u m b resen cuanto a lose fectos a largoplazo de la utili-zación de OGM ,tanto en el medioa m b i e n te comoen la salud.La tra n s g é n e s i s
permite la intro-
ducción de nuevos ge-
nes en la natura l e z a
que no podrían apare-
cer de ninguna otra
manera. En este sen-
tido, se sabe que los
OGM introducen dese-
quilibrios en los eco-
sistemas, cuyos efec-
tos a largo plazo no se
miden. Igualmente, las
eventuales consecuen-
cias para la salud que
supone la consumición
de productos pro c e-
dentes de OGM son
muy poco conocidas a
largo plazo.
Evaluación: ¿la ciencia vabastante lejos?
Los métodos clásicos
de evaluación de los ries-
gos se interesan más en
la probabilidad de un
acontecimiento nefasto y
en medir las consecuen-
cias cuantitativas. Lo s
p rofanos se intere s a n
más en la naturaleza de
las consecuencias que en
su probabilidad. El pro-
ceso científico fomenta
estudios en un sector
limitado, al contrario que
los estudios que integran
un mayor número de
dimensiones, incluyendo
las interacciones entre
ellas y las consecuencias
a largo plazo. Por ejem-
plo, no se conocen dema-
siado bien los eventuales
efectos a largo plazo del
consumo de alimentos
procedentes de los OGM.
Para ponerlos de mani-
fiesto, solo las pruebas
largas, por ejemplo la de
90 días para la rata, son
eficaces. Pero los proce-
dimientos de evo l u c i ó n
no mencionan estas prue-
bas más que de forma
e xc e p c i o n a l .
La evaluación de los riesgos. El protocolo de bioseguridad de
enero del año 2000, sustentado sobre los intercambios transfronterizos
de organismos vivos modificados (OVM) > ficha 3 recomienda una eva-
luación de los riesgos en seis etapas: identificar todas las nuevas carac-
terísticas de los OVM que puedan conllevar efectos desfavorables, eva-
luar la probabilidad de que sobrevengan estos efectos desfavorables,
valorar las consecuencias que tendrían estos efectos desfavorables si
sobreviniesen, tener en cuenta el riesgo global presentado por los OVM,
indicar si los riesgos son aceptables o controlables, pedir un comple-
mento de información o la puesta a punto de estrategias apropiadas de
gestión de los riesgos ya que existen incertidumbres en cuanto a la gra-
vedad de estos.
Hacia una armonización internacional. En la Unión Europea
(UE), no es posible comercializar los OGM sin que previamente no
hayan recibido una autorización acordada después de una evaluación
científica de los riesgos potenciales para la salud y/o el medio ambiente
> ficha 4. Pero los diferentes cuadros de análisis que han sido utilizados en
varios Estados miembros de la UE han dado lugar a evaluaciones dife-
rentes y consecuentemente a conflictos políticos en el seno de la Unión.
En Francia, por ejemplo, la evaluación de los OGM comporta dos eta-
pas: la Comisión de Ingeniería Biomolecular caracteriza y evalúa los
riesgos antes de la salida al mercado, luego el Comité de Biovigilancia
asegura un seguimiento de los cultivos de plantas transgénicas en el
tiempo. Este concepto de biovigilancia, que corresponde a la aplicación
del principio de precaución > ficha 5, se extiende en Europa, pero per-
manece ignorado en Estados Unidos, Argentina, Brasil o China.
En Japón, cuando una planta ha sido modificada se practican ensayos
a pequeña escala en campos aislados, seguidos de cultivos durante al
menos una generación en condiciones de pleno cultivo de los campos.
Estas últimas pruebas no son requeridas en muchos otros países. Algu-
nas personas ven una voluntad pública de ganar el consentimiento de los
ciudadanos para imponer los OGM en Japón.
La manera en que los riesgos ligados a la utilización de OGM pueden
concretarse, su grado de probabilidad, sus consecuencias, las precau-
ciones que deben tomarse, pueden traducirse, algunas veces, de manera
específica. Así, el estudio de las consecuencias de su diseminación en el
medio ambiente deberá tener en cuenta la riqueza
de la biodiversidad tropical y el ritmo particular de
su evolución. En un informe conjunto, la Organi-
zación de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO) y la Organización Mun-
dial de la Salud estiman que la evaluación de los
riesgos de los alimentos genéticamente modifica-
dos requiere un análisis integrado caso por caso. Si
bien el concepto de equivalencia en sustancia no
se cuestiona, no basta para realizar un análisis
completo de los riesgos potenciales: se trata igual-
mente de detectar y evaluar los efectos indeseables
y analizar los eventuales cambios de régimen ali-
mentario sobre la salud de los consumidores. La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) ha creado un grupo de
estudio para alentar una armonización internacio-
nal de los procedimientos de evaluación de la
inocuidad de los productos que son resultado de
las biotecnologías modernas.
2¿Cuáles son los riesgos?
La equivalenciaen sustancia
El principio de equiva-
lencia en sustancia, defi-
nido por la Organización
para la Cooperación y el
D e s a r rollo Económico
(OCDE) en 1993, se basa
en la idea de que los pro-
ductos alimenticios que
han realizado la prueba
de su inocuidad pueden
s e rvir de re f e rencia. La
c o m p a ración entre esta
referencia y un alimento
transgénico permite de-
terminar si hay equiva-
lencia o no en sustancia.
Si se demuestra la equi-
valencia —por ejemplo
cuando el transgén no se
e x p resa en las part e s
comestibles de la plan-
ta— no se exige ninguna
verificación de salubri-
dad. Pero la mayor parte
del tiempo, los productos
del transgén están pre-
sentes en el alimento: no
hay más equivalencia. El
consignatario debe
entonces demostrar la
salubridad del nuevo ali-
mento.
Pero los métodos toxi-
cológicos son a menudo
inadecuados para los ali -
mentos que provienen de
OGM: tienen pocas posi-
bilidades de descubrir
metabolismos tóxicos
que se acumularían si,
por ejemplo, el material
t ransgénico intro d u c i d o
i n t e r r u m p i e ra una vía
metabólica. Además, el
principio de equivalencia
sustancial ha desapare-
cido en Francia, donde se
considera a priori que los
alimentos basados en
OGM no son sustancial-
mente equivalentes a los
alimentos clásicos y
entonces es necesario
demostrar su inocuidad.
Para un etiquetadofiable, los
productos OGMdeben ser
identificados a lo largo de
la cadenaagroalimentaria.
.
1/ El flujo de genesCruzamiento entre la planta cultivada transgénica y varie-
dades no transgénicas o especies salvajes emparentadas
(problema en el caso de una transmisión de resistencia a
los herbicidas: dificultades para liberarse de malas hier-
bas que han adquirido esta resistencia).
riesgo probado
2/ Traspaso a la flora microbiana del suelo
Paso del transgén de una planta a otra por
mediación de un microorganismo del suelo que vive
en asociación con diferentes especies vegetales.
riesgo potencial
3/ Aparición de resistencias a los insecticidasLas plantas transgénicas resistentes
a los insectos devastadores producen toxinas
a lo largo de su vida ➔ aumento de la presión sobre
las plagas ➔ selección de insectos resistentes.
riesgo probado
4/ Aparición de resistencias a los herbicidas
Los cultivos de plantas transgénicas resistentes
a los herbicidas generalizan el uso de herbicidas
totales ➔ selección de malas hierbas resistentes.
riesgo potencial
5/ Efectos sobre la biodiversidadDesequilibrios en los ecosistemas por introducción de nuevos
genes que no hubieran aparecido de otra manera.
riesgo probado
1/ Traspaso de la resistencia a los antibióticos
La presencia de genes marcadores de resistencia a los antibióticos
en las plantas transgénicas hace temer su traspaso eventual a la
microflora del tubo digestivo de los consumidores
humanos y animales.
riesgo potencial
2/ AlergiasEl transgén introducido en un organismo puede modificar
su metabolismo, y causar por ejemplo una acumulación
de sustancias alergénicas, incluso tóxicas.
riesgo potencial
2.a¿Cuáles son los riesgos?
Riesgos potenciales o probados: los OGM, polémicos
Para el medio ambiente
Para la salud
2.b¿Cuáles son los riesgos?
¿Cómo detectar los OGM?
1 Identificar la cadenaTécnicas empíricas de observación y de declaración de la presencia de produc-
tos OGM en las diferentes fases del proceso de producción y de distribución.
Ventajas: no necesita laboratorios de investigación.
Inconvenientes: la cadena OGM no ha sido reconocida aún como tal; el etique-
tado no es aún obligatorio en numerosos países.
3 Detectar el ADN transformado Técnica de PCR (reacción de polimerización en cadena)
Para detectar el ADN, primero se ha de extraer y luego amplificarlo con la finalidad
de obtener una cantidad mensurable. El pedazo de ADN modificado es reconocido por
un "cebo" (pequeños fragmentos de ADN específicos del gen buscado). La selección
de "cebos" se revela como un elemento esencial en la especificación de los resultados
de la prueba: presencia de un OGM sin ninguna otra precisión, determinación del tipo
de construcción genética presente, etcétera. Para verificar con certeza la presencia de
un OGM no autorizado, es necesario conocer previamente sus características y dispo-
ner de "cebos" específicos. Esto no es posible en la actualidad.
Ventajas: el ADN es detectable en los alimentos; permite cuantificar
el contenido de OGM en los alimentos analizados.
Inconvenientes: necesidad de conocer las secuencias de los trans-
genes que intentamos encontrar o detectar (ahora bien, o no están
disponibles o son guardadas confidencialmente por las firmas); es
caro (hasta 460 ); no demasiado rápido.
La ausencia
de normas
internacionales
de detección
e identificación de
OGM ha conducido
a los laboratorios a
desarrollar métodos
no siempre
comparables
entre ellos.
2 Detectar la proteína, producto del transgénInmunodetección
Poner en presencia de la proteína buscada un anticuerpo fluorescente, orientado
contra esta proteína. Si la proteína transgénica se encuentra en la muestra esco-
gida, el anticuerpo se fijará encima. Entonces la detectaremos por fluorescencia.
Ventajas: es poco costoso (cerca de 46 ); fácil de realizar.
Inconvenientes: las proteínas son detectables únicamente en
productos poco o nada transformados; la modificación genética
no conduce siempre a la síntesis de una proteína nueva (se puede
tratar por el contrario de disminuir o suprimir una proteína inicial-
mente presente); no permite la identificación de plantas transgé-
nicas fuentes del alimento; no mide el contenido de OGM (solo su
presencia o su ausencia).
Foco de desarrolloEn el este, novedades para prevenir los ri e s g o s
2.c
EntrevistaLilian Au b e rs o n - H u a n gResponsable de proye c tos científicos en la Agencia para la bioseguridad y la evaluación de imp a c tos de las biotecnologías (Suiza)
El Pro grama de las Naciones Un i-
das para el Medio Ambiente
(PNUE) ha divulgado en los
países de la Europa central y ori e n ta l
( P E CO) "un proye c to plurianual de
d e s a rrollo de las capacidades y de coope-
ración regional para la seguridad en el
uso de las biotecnologías". Este pro-
grama se encarga de coordinar la elabo-
ración de cuadros legislativos nacionales
p a ra la bioseguridad y recibe el soporte
del Ministe rio de Medio Ambiente
holandés, que aspira a dotar a los países
c a n d i d a tos a la inte gración en la Un i ó n
E u ropea de una legislación nacional
c o n fo rme con la dire c t i va europea y los
a c u e rdos inte rnacionales como el proto-
colo de bioseguridad > fi cha 3.
Los marcos legislativos nacionales
s o b re bioseguridad que tra tan de prote-
ger la salud humana y el medio
a m b i e n te fre n te al desarrollo de las
b i ote c n o l o g í a s, y los OGM en part i c u-
l a r, varían de un país a ot ro, en función
de las especifidades y pri o ridades nacio-
nales. De todas fo rmas, comp a rten una
base común: un marco de re g u l a c i ó n ,
un sistema administ ra t i vo para la puesta
en marcha, un mecanismo de toma de
decisiones que incluye la evaluación de
los riesgos y un sistema de info rm a c i ó n
p a ra el público en ge n e ra l .
Los PECO se encuentran en esta d i o s
d i fe re n tes de puesta a punto de su marc o
l e g i s l a t i vo. En Eslova quia y en Bulga ri a
por ejemplo, los proye c tos de ley, some-
tidos a la aprobación del Gobierno y del
Pa rl a m e n to, están en proceso de elabo-
ración para regular la d i s e m i n a c i ó n d e
OGM y su lugar en los inte rc a m b i o s
c o m e rciales. En Rumania, en Hungría y
en la República Checa, se han elabora d o
ya tex tos de ley. En Rumania, una ord e-
nanza gubern a m e n tal, "obte n e r, pro b a r,
utilizar y comercializar los OGM", se
a d o ptó en enero del año 2000. El obje-
t i vo es prevenir y eliminar los ri e s g o s
s o b re la salud humana, la dive rs i d a d
biológica, el equ i l i b rio de los ecosiste-
mas y la calidad del medio ambiente. La
p u e sta en marcha de esta ordenanza está
ga rantizada por la Comisión Na c i o n a l
de Bioseguridad (CNB). En Hungría, el
Ac ta sobre la tecnología genética, qu e
e n t ró en vigor en 1999, tra ta de re g u l a r
la diseminación, la comercialización y
los inte rcambios de OGM. En la Re p ú-
blica Checa, el Pa rl a m e n to adoptó, en el
mes de mayo del año 2000, un acta de
l ey sobre el uso de OGM que entra rá en
vigor en 2001. Una comisión sobre la
utilización de OGM comp u e sta por
a u to ridades administ ra t i vas, científicos y
o rganismos no gubern a m e n tales se
h a b i l i ta rá para aconsejar al Ministe rio de
Medio Ambiente .
¿Existe una definición de riesgoque sea universal?Lilian Auberson: Todas las defini-
ciones de riesgo tienen en cuenta las
nociones de probabilidad y de error. La
definición técnica de riesgo es la pro-
babilidad de que el error se produzca,
multiplicada por el alcance del error, si
se produce. Cuando existe un consen-
so ge n e ral sobre la inte gración del
error en el concepto de riesgo, no
puede haber ninguna definición uni-
versal sobre lo que constituye un riesgo
y sobre el nivel de aceptación de sus
consecuencias. Cada individuo, cada
sociedad, define su nivel de tolerancia,
s o b re la base del conocimiento, la
confianza y los valores. Teniendo en
cuenta esto, es importante que las dis-
cusiones riesgos/beneficios ligadas al
desarrollo de nuevas tecnologías ten-
gan en cuenta la dignidad humana, el
medio ambiente y la salud.
¿Comparada con otras tecnologíasnuevas, la evaluación de los riesgos
ligados a los OGM es especial?L. A.: En relación con los OGM, la
evaluación de los riesgos retiene espe-
cialmente la atención del público. La
ge n te se muest ra curiosa pero al
mismo tiempo prudente respecto a los
" n u evos alimentos" pro p u e stos. Este
i n te rés del publico en ge n e ral ha
contribuido a ampliar el abanico de
criterios de evaluación de los riesgos,
para tener en cuenta aspectos no sola-
mente biológicos y ecológicos, sino
también económicos, políticos y
socioculturales. De todas formas, cada
país conserva su propia aproximación
de evaluación de los OGM, ya que los
factores sociales y medioambientales
varían mucho de un país a otro. Por lo
tanto, los métodos científicos ocupan
un papel fundamental para informar
sobre el proceso de toma de deci-
siones.
¿Por qué el paradigma clásico deevaluación de riesgos no es válidopara los OGM?
L. A.: El paradigma clásico o "tecno-
crático" es válido para evaluar los com-
ponentes o los organismos intrínseca-
m e n te peligrosos. La evaluación de
riesgos por procedimientos químicos o
de microbiología en medios confina-
dos reconoce la presencia de propie-
dades peligrosas intrínsecas (toxicidad,
carácter cancerígeno o patógeno), des-
pués utiliza los datos del análisis de
exposición para cuantificar el nive l
global de riesgo. Las plantas transgéni-
cas que han sido autorizadas para el
cultivo y para el consumo humano no
han seguido este esquema de evalua-
ción en la medida en que estas plantas
no son intrínsecamente peligrosas y
que los objetivos de protección aún
deben de elaborarse en el seno de la
sociedad. La evaluación de ri e s g o s
tiene por objet i vo comp render el
alcance de los impactos que podrían
resultar de la interacción del transgén
con el medio ambiente, como el flujo
de genes hacia plantas salvajes empa-
rentadas.
¿Cuáles son los riesgos?
Una batalla económicaLos riesgos económicos ligados al desarrollo de OGM son fuertes. La dependencia de los agricultores es ciertamente el riesgo mástemible, en todo caso el más comprometido.
¿Dónde se realiza el cultivo de OGM? En el periodo 19 8 6 -
1995, se han realizado más de 3.500 pruebas en el campo de las planta s
t ra n s génicas, en 34 países dife re n tes, sobre al menos 56 plantas: el 91 %
de ellas en los países indust rializados y solamente un 9 % en los países en
d e s a rrollo, pri n c i p a l m e n te en América latina y en China. En África solo
se ha realizado un 0,7 % de las pruebas, prá c t i c a m e n te todas en Sudáfri c a .
El cultivo de OGM en el mundo ha cubierto en 1999 cerca de 40 mil-
lones de hectáreas (+ 44 % con relación a 1998) distribuidas en doce
países > ficha 3.a. Supone el equivalente de las superficies de cereales en
la Europa de los Quince. Estados Unidos produce él solo el 72 % del
total: la mitad de su soja y su algodón y un tercio de su maíz son trans-
génicos. Le siguen Argentina (el 90 % de su soja es transgénica), Canadá
(el 60 % de su colza es transgénica), China, Australia y Suráfrica. Méxi-
co, España, Francia, Portugal, Rumania y Ucrania cuentan conjunta-
mente con menos de un 1 % de las superficies mundiales cultivadas con
OGM.
La Federación Internacional de Semillas (FIS) prevé un asentamiento
del alza de las superficies cultivadas, con 45 millones de hectáreas en
2000. El asentamiento será notable en Estados Unidos, en Canadá y en
Argentina, teniendo en cuenta la ya fuerte adopción de plantas transgé-
nicas para los principales cultivos. Solo China debería aumentar consi-
derablemente sus superficies, mientras que India y Brasil podrían entrar,
oficialmente, en el club de los países productores de OGM.
Una industria concentrada. El desarrollo de la agricultura trans-
génica engloba tres sectores: la industria de semillas, la agroquímica
(herbicidas, insecticidas, et c é te ra) y la genómica. El sector de las
simientes ha estado, durante mucho tiempo, débilmente concentrado.
La comercialización de plantas transgénicas a partir de 1994 ha cambiado
la situación. En 1993, el 70 % de las patentes importantes en bio-
tecnologías vegetales estaba en manos de grupos agroquímicos o
de pequeñas empresas de biotecnologías sin activos semilleros.
Para luchar contra sus competidores, las empresas de agroquí-
mica, igualmente implicadas en el sector de la salud, se han pro-
puesto controlar las pequeñas sociedades de biotecnologías inno-
vadoras para poder registrar las patentes más amplias posibles. A la
vez, estas grandes firmas maniobran para controlar la comerciali-
zación de sus productos. La adquisición o la participación en las
empresas semilleras permite garantizar la salida al mercado de los
nuevos cultivos transgénicos. El precio excepcionalmente elevado
de las adquisiciones de las sociedades de biotecnologías o de
empresas semilleras refleja claramente el juego estratégico: se trata
de que los nuevos propietarios se pongan en una situación de
fuerza en el mercado de plantas transgénicas.
Los costes gigantescos en investigación y desarrollo favorecen la
concentración de grandes empresas, confinadas en los sectores de
la agricultura, de la salud y de la nutrición, para crear un nuevo
dominio: "las ciencias de la vida".
La soja en cabeza
La soja es una especie
de primera import a n c i a
en el ámbito mundial:
principal producto olea-
ginoso (el 29 % del con-
sumo mundial de aceite),
domina también el abas-
tecimiento mundial de
harinas proteínicas para
la alimentación animal (el
62 % del consumo total).
Esta es la razón por la
que la soja es principal-
mente la primera planta
OGM cultivada en el
mundo (el 54 % de las
superficies en 1999), por
delante del maíz, la colza
y el algodón. En Estados
Unidos, antes de salir al
mercado la soja Roundup
Ready (RR), resistente al
herbicida Ro u n d u p, el
precio medio de un saco
de simientes de soja era
del orden de 12,5 $, y el
seleccionador obtenía en
general 0,75 $ de rega-
lías. Las semillas de soja
RR hicieron aumentar el
p recio del saco aprox i-
madamente 7 $. De este
aumento, cerca de 5 $ se
reservan a Monsanto por
gastos de licencia, y el
productor de semillas au-
menta su margen de 1 a 2
$. Este ejemplo muestra
el interés económico de
los actores y explica la
difusión rápida del pro-
ducto (el 35 % del mer-
cado nort e a m e r i c a n o
después de tres años de
c o m e rcialización). El
ejemplo de la soja es hoy
en día citado como el
más interesante econó-
micamente.
3
Hacia el surSi los cultivos de OG M
se concentran en los
países industrializados (el
82% de las superficies en
1999), estos no cesan de
aumentar en los países en
vías de desarrollo: + 61%
e n t re 1998 y 1999. Y se-
gún ciertas estimaciones,
en el año 2002 se culti-
varán más OGM en el sur
que en el nort e .
Con la saturación de
los mercados en el norte,
los gigantes de la indus-
tria agroquímica buscan
poder desplegar sus uni-
dades de pro d u c c i ó n
hacia el sur, mercado en
plena expansión, sobre
todo dominado por pro-
ductos pesticidas menos
l u c ra t i vos para los que
las patentes han vencido.
Estos productos genéri-
cos representan el 53%
del mercado mundial (el
70% en 2005).
Las cuatroprimeras firmas
agroquímicascontrolan el 100%
del mercado de los OGM
Cambio de estrategia. El cre c i m i e n to a media asta de la indust ri a
a gro química, pri n c i p a l m e n te en Europa occidental, primer mercado mun-
dial, parece acelerar un cambio de est ra tegia. Apenas erigidos en especialis-
tas de las "ciencias de la vida", estos giga n tes se inte rro gan sobre el inte rés de
re a gru p a r, alrededor de la salud humana, actividades de salud ve getal. La
c risis de confianza del público, re l evada por la de los organismos fi n a n c i e-
ros (el Deutsche Bank publicó un info rme muy crítico sobre los OGM en
1999) no soluciona nada: las fi rmas pre fi e ren dividir sus secto res agrícola y
fa rmacéutico, para que este último no sufra la re p u tación "aleato ria" de los
OGM. También, las fi rmas Ast raZeneca y Nova rtis han fusionado sus acti-
vidades agro químicas para crear un polo independiente, Synge n ta .
Del mismo modo, con su aproximación a Pharmacia & Upjohn, Mon-
s a n to traspasa sus actividades fa rmacéuticas al nuevo grupo Pharmacia Cor-
p o ration y continúa con su nombre las actividades agrícolas. DuPont anun-
cia ot ra vía susceptible de satisfacer a accionistas y fi n a n c i e ros; esta fi rm a
p revé la emisión de acciones dife renciadas para estas dos actividades, sin
necesidad de dividir el gru p o .
¿Cuáles son los beneficios para el agricultor? Pa ra los agri-
c u l to res el balance económico de la adopción de va riedades tra n s gé n i c a s
solo puede medirse a largo plazo y dependerá de sus propias condiciones de
ex p l otación. Este balance está sujeto a un gran número de imp rev i stos: pre-
cio de las semillas, coste de una cadena separada, reacción de los consumi-
d o res, et c . et c .
Te ó ri c a m e n te, en el caso de las plantas tra n s génicas re s i ste n tes a los
i n s e c tos, el inte rés de los agri c u l to res se apoya a la vez en la economía de
los insecticidas para un re n d i m i e n to equ i va l e n te y en el tiempo ganado por
la reducción del número de visitas a los te rrenos. Pa ra las va riedades re s i s-
te n tes a un herbicida, la principal ve n taja es fa c i l i tar la lucha contra las malas
hierbas por la aplicación de un solo herbicida después de la ge rm i n a c i ó n .
Pe ro la ge stión de los cultivos de plantas tra n s génicas puede re s u l tar deli-
cada: problema de contaminación de los te rrenos cercanos, esta b l e c i m i e n to
de zonas refugio > fi cha 2, re c u rrir eve n t u a l m e n te a insecticidas químicos en
caso de contaminación "inhabitual", et c é te ra.
Más allá de un simple balance contable, los agri c u l to res pueden te m e r,
a u n que no qu i e ran, ve rse inte grados en una cadena. Riesgo que puede
re fo rz a rse debido a la llegada de nuevas plantas tra n s génicas destinadas, ante
todo, a satisfacer las ex i gencias específicas de los tra n s fo rm a d o res (por
e j e mplo, una colza enri quecida con uno u ot ro ácido graso). Po d r í a m o s
e n tonces ver acentuarse el modelo de un agri c u l tor bajo contra to con una
fi rma que le abastecería de simientes, de pro d u c tos de tra ta m i e n to, de un
pliego de condiciones de cultivo y que adqu i riría su pro d u c c i ó n .
¿Quién saca provecho de la inve s t i g a c i ó n ? En la batalla para
c o n t rolar las pate n tes más amplias, las fi rmas pri vadas desarrollan re l a c i o n e s
lo más est re chas posible con las instituciones de inve st i gación pública.
En Estados Unidos, lo esencial de la inve st i gación se hace en el secto r
p ri vado (el 85 %), y las unive rsidades muest ran inte rés en llevar a cabo
c o l a b o raciones con los indust riales. Por ejemplo, la Un i ve rsidad de Berke-
l ey ha fi rmado un acuerdo de colaboración con la fi rma Nova rtis, única
por su imp o rtancia (50 millones de dólares) y su cará c ter exc l u s i vo: Nova r-
tis subvenciona dire c ta m e n te todo el departa m e n to de inve st i gación (y no
a algunos inve st i ga d o res de proye c tos definidos) y, a cambio, ex p l ota pri o-
ri ta ri a m e n te toda innovación re s u l ta n te de la colabora c i ó n .
En Francia, el consorcio Génoplante agrupa fi rmas pro d u c to ras de
semillas pri vadas e inst i t u tos públicos de inve st i gación. Financiado en un
70 % por fondos públicos, este consorcio tiene como objet i vo " a d qu i rir unac a rte ra comp et i t i va de pate n tes" en el dominio de las biotecnologías ve geta l e s .
En los países en desarrollo, Monsanto se asocia a inst i t u tos de inve st i ga-
ción pública: en Brasil con el Inst i t u to agronómico de Campinas para el
c a fé y la caña de azúcar tra n s génicos, o en Kenia con el Ke nya Agri c u l t u-
ral Re s e a rch Inst i t u te para llevar a cabo pruebas sobre una pata ta dulce
re s i ste n te a los viru s .
La renta Roundup
El imperio Monsanto
reposa sobre un pilar
químico, el glifosato. Co-
mercializado desde hace
25 años, principalmente
bajo la denominación
Roundup, es el herbicida
más vendido al mundo.
Reportó a la sociedad en
1996 más de mil millones
de dólares y genera un
c recimiento regular año
tras año. Al vender plan-
tas transgénicas re s i s-
tentes al Roundup (soja,
colza y maíz), la firma se
asegura un porvenir con-
f o rtable. Estas plantas
Roundup Ready permiten
a los agricultores utilizar
herbicidas sin seguir una
verdadera estrategia, en
todas las fases del cul-
t i vo. Están en proye c t o
remolacha azucarera, pa-
tatas y, sobre todo, trigo
resistente al Ro u n d u p
para el año 2002.
La patente poseída por
Monsanto sobre el Roun-
dup venció en el año
2000. Otras sociedades
pueden entonces pro d u-
cir herbicidas basados
en el glifosato, pero bajo
o t ro nombre. Esto no
inquieta part i c u l a r m e n t e
a Monsanto: cuanto más
se desarrollen estos her-
bicidas en el mundo,
más podrá la firma ve n-
der sus simientes tra n s-
génicas resistentes al
glifosato, ya que Mon-
santo posee las patentes
de pro d u c c i ó n …
Una batalla económica
.
Para 1999, seestimaron en:. 40 millones deh e c t á reas, las su-perficies culti-vadas con plantast ransgénicas enel mundo;. dos mil dos-cientos millonesde dólares, los
beneficios obtenidospor las ventas de si-mientes transgénicas;. 2.200, el número depatentes existentess o b re las biotecno-logías vegetales.
Syngenta: líder del "agronegocio"
Pa ra diluir los costes de
i n vestigación y compart i r
el mercado de patentes, la
c o n c e n t ración se acelera
en el sector agro q u í m i c o.
En 1998, la empresa ale-
mana Hoechst y la fra n-
cesa Rhône-Poulenc cons-
t i t u yen Aventis; la inglesa
Zeneca y la sueca Astra
forman Astra Zeneca. En
1999, DuPont compra
n u e vamente Pioner Hi-
B red, primer productor de
semillas del mundo. Entre
1996 y 1998, Monsanto
i n v i rtió ocho mil millones
de dólares en adquisi-
ciones de pro d u c t o res de
semillas y de empresas de
biotecnologías. En el año
2000, las divisiones de
a g r i c u l t u ra de las firmas
N ova rtis (Suiza) y Astra Ze-
neca estaban en un pro-
ceso de fusión que dará
lugar al nacimiento de
Syngenta, que, con un
volumen de negocios acu-
mulado de ocho mil mil-
lones de dólares en 1998,
se conve rtirá en el primer
grupo mundial especiali-
zado en el "agro n e g o c i o " .
Estos movimientos po-
sibilitan el riesgo de abu-
sos de posición monopo-
lista: las cuatro primera s
firmas agroquímicas (el
100 % del mercado de los
OGM, tres mil millones de
d ó l a res en el 2000) cuen-
tan igualmente con un 60
% del mercado de los
pesticidas y con un 23 %
del mercado semillero
> fi cha 3.c.
¿Quién administra la propiedad intelectual? Pa ra
c o b rar los dividendos de su actividad de inve st i gación y prote ger su
i nvención, la persona que obtiene una planta tra n s génica debe
poseer un dere cho de propiedad intelectual sobre las te c n o l o g í a s
d e s p l e gadas y sobre la info rmación genética tra n s fe rida. La semilla
t ra n s génica puede ser pate n tada o cubierta por un cert i ficado de
o b tención ve getal > fi cha 4.
El acuerdo sobre los aspectos de los dere chos de propiedad inte-
lectual que afe c tan al comercio (ADPIC), que entró en vigor en
1995 y al cual se han sometido los 138 Estados miembros de la Orga-
nización Mundial del Comercio (O M C), establece las normas inte r-
nacionales mínimas de protección de la propiedad inte l e c t u a l .
El ADPIC hace ex tensible la pate n te ta n to a la protección de
m i c ro o rganismos como a la producción de plantas o animales. Si,
según este acuerdo, los países tienen dere cho a excluir del campo de
las pate n tes las plantas y los animales –los que no sean micro o rga n i s-
mos–, tienen la obligación de prote ger las va riedades ve getales por
p a te n tes o por un sistema sui gé n e ris (sistema de dere cho propio del
país que lo def i n e ) .
Protestas sobre las patentes. Una pate n te es atri b u i d a
según tres fundamentos: la invención debe ser nueva, constituir un
fa c tor de innovación y ser aplicable en el ámbito indust rial. Const i-
t u ye un monopolio te mp o ral de ex p l otación (de 17 a 20 años), qu e
da a su titular el dere cho a ser el único en fa b ricar y comercializar su
i nvención.
En el campo de las biotecnologías ve getales, la tendencia es re i-
vindicar cri te rios que cubran categorías amplias de plantas tra n s gé-
nicas. Por ejemplo, una pate n te que cubra toda la soja ge n é t i c a m e n te
m o d i f icada. Las pate n tes llegan igualmente a los procesos de tra n s-
fo rmación: la sociedad americana Myc o gen también ha obtenido en
E u ropa una pate n te que cubre la inserción de "todo gen insecticida
en todas las planta s " .
Se cree hoy en día que las cinco pri m e ras f i rmas agro qu í m i c a s
poseen el 30 % de las pate n tes expedidas sobre las biote c n o l o g í a s
a grícolas. Una pro p o rción que se acercaría al 50 % si se tuviera en
c u e n ta los acuerdos exc l u s i vos de licencias que estas compañías f i r-
man con dive rsas instituciones de inve st i ga c i ó n .
"Terminator": el árbol queesconde al bosque
La patente "Te r m i n a-
tor" fue obtenida conjun-
tamente por el Ministerio
de Agricultura estadouni-
dense y la empresa Delta
& Pine Land, de la cual
después Monsanto tomó
el control: describe una
construcción genética que
permite producir plantas
t ransgénicas donde los
g ranos se han vuelto es-
tériles. Los agricultore s
deberán pues vo l ver a
c o m p rar nuevas simientes
cada año. Ante la pro t e s t a
g e n e ral, Monsanto anun-
ció en octubre de 1999
que renunciaba a comer-
cializar esta tecnología.
Pe ro nuevas tecnolo-
gías se encuentran ya en
estudio. Un consorcio de
industriales se ha agru-
pado para desarrollar los
GURT (Genetic Use Res-
triction Technology): la
e x p resión del carácter
p a rticular de la planta
t ransgénica es inducida
únicamente bajo el im-
pulso de un estímulo. Por
ejemplo, el carácter de
resistencia a los insectos
no se desencadenará en
la planta tra n s g é n i c a
hasta que esta sea pulve-
rizada con un tra t a-
miento químico.
3
Veinte años depatentes sobreel ser vivo
En 1980, como conse-
cuencia de una ruda ba-
talla jurídica, el Tribunal
Supremo norteamericano
tomó la decisión de que
una bacteria genética-
mente modificada podía
ser patentada. Era el
inicio de una nueva era en
la que los org a n i s m o s
vivos podían ser patenta-
dos. En 1985, la Oficina
americana de Pa t e n t e s
autorizó el depósito de
patentes para las plantas
transgénicas, las semillas
y los tejidos vegetales. En
1987, también en Estados
Unidos, una rata transgé-
nica fue patentada.
En su texto fundador,
la Oficina Eu ropea de
Patentes (OEP) estipula
que las patentes no pue-
den ser concedidas para
variedades de plantas o
razas de animales. Sin
e m b a rgo, la OEP ya ha
otorgado, además de la
patente de la rata trans-
génica, un cierto número
de patentes sobre algu-
nas plantas transgénicas.
En 1998, después de diez
años de negociaciones, el
Parlamento europeo votó
la directiva sobre "la pro-
tección jurídica de las
invenciones biotecnológi-
cas". Confusa y contra-
dictoria con la mayoría de
las legislaciones nacio-
nales, esta directiva per-
mite principalmente pa-
tentar el pro c e d i m i e n t o
de modificación genética
de las plantas así como el
de las plantas resultan-
tes. Pero su entrada en
vigor se retrasará: Italia,
Holanda y Noruega han
presentado un recurso de
anulación contra esta
directiva ante el Tribunal
Europeo de Justicia.
.
En los países envías de desarrollo,
del 80 al 90 % de la producción
de semillas es asegurado por loscampesinos, que
vuelven a sembrarcada año una parte
de su cosecha.
La quinuasaqueada
La quinua es una
planta originaria del alti-
plano boliviano y per-
uano, que re p resenta una
fuente alimenticia impor-
tante para los indios sud-
americanos. En 1994, dos
i n ve s t i g a d o res de la Uni-
versidad de Colorado en
Estados Unidos obtuvie-
ron una patente sobre
una variedad de quinua
llamada Apelawa. La pa-
tente afecta a una cara c-
terística de esterilidad
masculina que posee la
variedad Apelawa y que
se extiende a todas las
plantas que llevan esta
c a racterística genética. El
interés de esta patente es
que autoriza por ejemplo
la puesta a punto de
variedades tra n s g é n i c a s
que desarrollen este
c a r á c t e r.
Los titulares de la pa-
tente han reconocido que
consiguieron el material
genético de la quinua en
una región del altiplano
próxima al lago Titicaca.
Por lo tanto, la patente
no reconoce su lugar de
origen, ni el mérito que
corresponde a los pue-
blos del altiplano por
haber cultivado y mejo-
rado la quinua dura n t e
miles de años. Los cam-
pesinos de la zona cono-
cían ya muy bien la carac-
terística de esterilidad
masculina de esta varie-
dad, de la cual los inves-
t i g a d o res de Estados
Unidos son hoy en día
c o n s i d e rados los inve n-
t o res. Finalmente, la
patente ya no existe, la
fecha de su re n ova c i ó n
ha expirado. Si estuviera
en vigor, los agricultores
del altiplano boliviano
habrían tenido que pagar
un canon para utilizar las
variedades derivadas
de la Apelawa en sus
exportaciones a Estados
Unidos.
¿Hacia el fin de un derecho? Los agricultores perpetúan una
práctica: conservan una parte de la recolección para sembrarla al año
siguiente. Antes de la puesta a punto de la tecnología "Terminator", que
permite volver estériles los granos descendientes de plantas transgénicas,
la generalización de simientes híbridas de maíz constituyó un prece-
dente: el rendimiento de la segunda generación de un híbrido es muy
arriesgado, los agricultores se ven entonces obligados a comprar semillas
cada año. Pero aún no ha llegado el momento de realizar variedades
híbridas de plantas autopolinizadas como el algodón o el trigo. Además,
hablamos de vigor híbrido cuando la esterilización de plantas transgéni-
cas por la tecnología "Terminator" no aporta ninguna ventaja agrónoma.
El sistema de patentes ligadas a OGM refuerza la dependencia de los
agricultores con respecto a las grandes firmas productoras de semillas. Se
inscribe perfectamente en la filosofía de las economías industriales,
donde el acento se pone en la protección de las inversiones. La situación
de los países en vías de desarrollo es completamente diferente: del 80 al
90 % de la producción de semillas es asegurado por los campesinos. La
introducción de patentes sobre las simientes corre el riesgo de traspasar
masivamente este control a manos del sector privado, sobre un mercado
potencial estimado de quince mil millones de dólares.
De la bioprospección a la "biopiratería". Des éclaireurs sont
Algunos exploradores han sido enviados a regiones con fuerte biodiver-
sidad para buscar organismos o plantas económicamente interesantes;
esto es la bioprospección. Generalmente, las modalidades de reparto de
los avances se definen a través de un contrato bilateral entre una firma
prospectora por una par te (el comprador), y un Estado, una comunidad
local, u otra firma cualquiera (el vendedor). El contrato ofrece derechos
de bioprospección a cambio del pago de un precio global, equivalente a
un derecho de entrada, o de las regalías sobre las innovaciones comer-
cializables, o de los traspasos de tecnología o los programas de coopera-
ción en investigación.
La bioprospección puede convertirse en una forma de "biopiratería",
en la medida en que los recursos naturales locales son transformados
genéticamente en los países industrializados con protección por patente,
sin contrapartida para las poblaciones que han descubierto y mejorado
esta planta. Esto provoca una inquietud tanto más viva cuanto que, a la
larga, las producciones transgénicas podrían sustituir a las producciones
tropicales. Por ejemplo, una colza genéticamente modificada es capaz de
producir un aceite enriquecido en ácido laurico, sustancia normalmente
contenida en los aceites de palma y de copra.
Acceso a los recursos genéticos y reparto de los benefi-cios. El desarrollo de biotecnologías ha hecho tomar conciencia de que
la biodiversidad constituye una fuente importante de material genético
de interés comercial. Pero los beneficios obtenidos de la inserción de
genes de especies tropicales en plantas adaptadas a un clima templado
plantea la cuestión del derecho de acceso a los recursos genéticos y del
reparto de los beneficios obtenidos de su explotación.
La Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB), firmada por 175
Estados en el día de hoy (pero aún no ratificada por Estados Unidos), y
que entró en vigor en 1993, establece un marco global para la gestión de
la diversidad biológica de la que participan las reservas genéticas. La
CDB estipula que los recursos naturales biológicos serán en lo sucesivo
el objeto de los derechos soberanos de los países que pueden restringir su
acceso y estar asociados en su explotación.
Además, los Estados miembros de la CDB se comp ro m eten a re s p eta r,
p re s e rvar y mantener el conocimiento, las innovaciones y las prácticas de
las comunidades locales e indígenas. Pe ro a pesar de ello los debates actuales
s o b re la pre s e rvación de la biodive rsidad y el re p a rto de los benefi c i o s
c o n s a gra el concepto de "mercantilización" de la naturaleza: esta debe ser
c o m e rcializable y por ta n to estar sometida a la ley de la re n ta b i l i d a d .
3Una batalla económica
Por un libreacceso a los recursos genéticos
El Compromiso inter-
nacional de la Organiza-
ción de las Naciones Uni-
das para la Agricultura y
la Alimentación (FAO )
sobre los recursos fitoge-
néticos agrícolas y ali-
mentarios está en vigor
desde 1983. Se basa "enel principio unive r s a l -mente aceptado de quelos recursos genéticosson un patrimonio co -mún de la humanidad yque en consecuencia,deberían ser accesiblessin ninguna restricción".
En proceso de nueva
negociación, el Compro-
miso debe establecer un
sistema multilateral de
acceso y de reparto de
las ventajas que re s-
ponda a las necesidades
específicas de la agricul-
tura: un banco de genes
que concentrara recursos
agrícolas y alimentarios
sería de acceso libre y se
prohibiría la patentabili-
dad, a fin de garantizar la
seguridad alimentaria
mundial. La lista exacta
de plantas incluidas en
este banco se encuentra
todavía en proceso de
negociación, al igual que
el mecanismo de redistri-
bución financiera de los
beneficios obtenidos en
los contratos bilaterales.
.
3.000
670
235
75
2.200
1.600
3.b
Firmas Procedencia CA 1998 Patentesmiles de millones (% del total
de dólares de las patentes
en biotecnologías)
Syngenta (Novartis + AstraZeneca)en proceso de fusión Suiza 7 205 (9%)
Aventis (Rhône-Poulenc + AgrEvo) Francia 4,7 55 (2%)
BASF + American Cyanamid Alemania 4,1 –
Monsanto Estados Unidos 4 173 (8 %)
DuPont Estados Unidos 3,1 184 (8 %)
Bayer Alemania 2,3 –
Los industriales 25.000
Una batalla económica
Las ganancias obtenidas por la industria agroquímica
Millones de dólares
PROYECCIONES
8.000
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2005 2010
Las ventas mundiales de plantas transgénicas
Foco de desarrolloLa pre s e rvación de los re c u rsos genéticos: la unión hace la fuerz a
3.c
EntrevistaDarryl MacerProfesor de biología en la Universidad de Tsukuba (Japón) [www.biol.tsukuba.ac.jp/~macer/index.html]
Los países ricos en b i o d i ve rs i d a d s e
e n c u e n t ran algunas veces en posi-
ción de debilidad con re s p e c to a
las fi rmas pri vadas cuando se tra ta de
e stablecer contra tos de prospección. En
e fe c to, los re c u rsos genéticos que se
buscan son muy a menudo disponibles
en numerosos países, lo que perm i te a
las fi rmas utilizar el juego de la concur-
rencia para negociar a la baja los dere-
chos de entrada y las condiciones de
re p a rto de los beneficios. Pa ra re fo rz a r
el poder de negociación de los países del
s u r, algunos sugieren que el conjunto
de países que poseen los mismos tipos
de re c u rsos genéticos (por ejemp l o
p o rque tienen ecosistemas comp a-
rables) imp o n ga colectiva m e n te una
tasa única de re galías a todo pro s p e c to r.
Es la est ra tegia seguida por la Comuni-
dad andina (Bolivia, Colombia, Ecuador,
Venezuela y Perú), que adoptó en sep-
t i e m b re del año 2000 una legislación
común sobre la propiedad inte l e c t u a l ,
c o mpatible con las re gl a m e n taciones de
la Organización Mundial del Comerc i o
(O M C). Esta ley, que ri ge pri n c i p a l-
m e n te el acceso a los re c u rsos ge n é t i c o s ,
a s p i ra a que sea reconocido el dere cho de
las poblaciones locales sobre sus re c u rs o s .
Por su parte, la Organización para la
Unidad Africana pre p a ra un marco jurí-
dico modelo, que puede ser adopta d o
por los Estados miembros que lo deseen,
p a ra prote ger los dere chos de los agri-
c u l to res, de las comunidades locales y de
los obte n e d o res de semillas. El objet i vo
de esta legislación, que se opone a que la
m a te ria viva pueda ser pate n tado, es ase-
g u rar la conservación, la evaluación y la
utilización dura d e ra de los re c u rsos bio-
lógicos, incluidos los re c u rsos ge n é t i c o s
a grícolas. Pa ra asegurar la puesta en mar-
cha de la ley en el ámbito nacional, un
c o m i té de coordinación podría agru p a r
a re p re s e n ta n tes del sector público,
c i e n t í ficos, organizaciones pro fe s i o-
nales, organizaciones no gubern a m e n-
tales y comunidades locales. Este
p roye c to de ley se distingue del Pa c to
andino en que busca una colabora c i ó n
más activa con el sector pri vado, ta n to
p a ra satisfacer a las comunidades locales
como para responder a la demanda
i n te rnacional de re c u rsos ge n é t i c o s .
Re sta que este proye c to de ley const i-
t u ya una adaptación a los re gl a m e n to s
actuales de la OMC en mate ria de pro-
piedad intelectual, aunque estos se
e n c u e n t ren en curso de revisión, con la
idea principal, defendida por un gra n
n ú m e ro de países en vías de desarro l l o ,
de excluir el campo de la biodive rs i d a d .
¿Cuál es el imp a c to de las biote c n o-logías sobre la agri c u l t u ra mundial?D a rryl Macer: La concurre n c i a
internacional sobre el mercado de las
materias primas agrícolas es cada vez
más intensa. El desarrollo de las bio-
tecnologías, que debería contribuir a la
mejora de los rendimientos y entonces
aumentar el número de países autosu-
ficientes, no hará más que aumentar
esta tendencia: el mercado de exporta-
ciones agrícolas será cada vez más
tenue, con precios a la baja.
Por otro lado, las biotecnologías per-
miten elaborar productos de sustitu-
ción de numerosas producciones de
países en desarrollo (PED), como el
algodón, el café, el cacao, la vainilla o
el azúcar. La pérdida anual para las
exportaciones de los PED sería de diez
mil millones de dólares. Por último, en
algunos PED, el sector agrícola emplea
más del 80 % de la población activa.
Los cultivos transgénicos, que necesi-
tan menos mano de obra, podrían
e n tonces perturbar el equ i l i b ri o
socioeconómico de estos países.
E x i ste igualmente un déficit encapacidades de investigación en losPED…D. M.: Por definición, las biotecno-
logías son un dominio de investigación
aplicada, que necesita asimismo inves-
tigaciones fundamentales muy costosas
para comprender el funcionamiento de
los or ganismos. Los países industriali-
zados recurren cada vez más a fondos
privados, de modo que las multinacio-
nales de biotecnologías disponen de un
control importante sobre la investiga-
ción, y limitan por consiguiente las
posibilidades de traspaso de tecnología
a los PED.
No obsta n te, países como India o
China han invertido enormemente en
biotecnologías, pero carecen de capa-
cidades y de fondos suficientes para
explotar plenamente los resultados de
sus investigaciones.
¿El desarrollo de patentes sobre losorganismos vivos no contribuye ap rofundizar en las dife re n c i a sentre las capacidades de investiga-ción en biotecnologías?D. M.: La "secuenciación" completa
de los genomas de numerosos organis-
mos te n d rá re p e rcusiones enorm e s
sobre las patentes en biotecnología.
Puestos a disposición de la comunidad
c i e n t í fica, estos re s u l tados podrían
estimular la investigación de los PED.
Pero de una manera más generalizada,
existe el riesgo de que la patente de
ciertas innovaciones conduzca a situa-
ciones de monopolio y se limite
entonces el traspaso de tecnologías a
los PED.
Una batalla económica
¿Qué reglamentación existe?Con re s p e c to a la cadena OGM, se están e l a b o rando acuerdos inte rnacionales; los deta l l e sre gl a m e n ta rios se discuten a escala nacional.
Semillas protegidas. La convención de la Unión para la Protec-
ción de las Obtenciones Vegetales (UPOV), creada en 1961, más cono-
cida hoy en día por su forma revisada de 1978, define los certificados de
obtención vegetal (COV) para las variedades que responden a ciertos
criterios (novedad, homogeneidad, estabilidad). Entre los 45 países
miembros de la UPOV, encontramos esencialmente los países de Europa
y América, y Australia.
Los COV aseguran al obtenedor de una nueva variedad, bajo ciertas
condiciones restrictivas, el monopolio de la comercialización para un
periodo determinado. De todos modos, el obtenedor no puede pedir un
canon a un tercero que utilizará su variedad protegida para crear una
nueva (reserva del obtenedor). Además, un agricultor tiene derecho a
volver a sembrar su campo con una variedad protegida sin pagar ningún
canon al obtenedor (privilegio del granjero). Por último, la convención
UPOV de 1998 prevé la interdicción de la doble protección en los países
signatarios: no es posible pedir una patente para un nuevo producto si
puede ser cubierto por un COV.
La revisión de la convención en 1991 refuerza el derecho del obtene-
dor al flexibilizar sus restricciones. Muchos PED aún no se han adherido
a la UPOV. Si desean hacerlo, deberán desde ahora ajustarse a la versión
de 1991.
Semillas patentadas. El acceso a las semillas puede también ser
regulado por patentes —sometidas a una reglamentación nacional e
internacional— que definen una utilización restrictiva de los materiales
protegidos. En este caso, los agricultores obtienen las semillas del orga-
nismo obtenedor y depositario de la patente a través de un contrato bila-
teral donde las cláusulas están estrictamente definidas. El contrato "1996
Roundup Ready" de la firma Monsanto sobre la soja genéticamente
modificada fue uno de los primeros que se definieron. Fue muy criti-
cado: es una amenaza potencial para el medio ambiente, pero, sobre
todo, atenta contra el derecho fundamental de los granjeros de conser-
var e intercambiar simientes que procedan de su recolección.
El control del acceso a las semillas genéticamente modificadas por los
obtenedores alcanzó su paroxismo en 1998, con la puesta a punto de una
tecnología genética destinada a volver estériles las simientes resultantes
de plantas genéticamente modificadas: "Terminator" > ficha 3.
Contratos deconfianza
Pa ra comprar soja
transgénica resistente al
herbicida Roundup de la
firma nort e a m e r i c a n a
Monsanto, los agricul-
tores firman un contrato.
Sus motivaciones tienen
esencialmente la espe-
ranza de obtener mejores
rendimientos. Pe ro el
coste de este contrato no
es despreciable: además
del precio de la semilla,
el agricultor debe pagar
5 dólares por saco de 25
kg en concepto de "tasa
tecnológica". Debe tam-
bién autorizar a Mon-
santo a inspeccionar sus
campos de soja. En defi-
n i t i va, el contrato pro-
híbe al agricultor cultivar
otras variedades y utili-
zar otros herbicidas dis-
tintos a los autorizados
por Monsanto.
Según el C o l u m b i aDaily Tribune, a un agri-
cultor nort e a m e r i c a n o
que tenía un contrato con
Monsanto, acusado de
haber conservado semi-
llas de una temporada a
otra, la firma le presentó
una demanda por valor
de 75.000 dólares en el
año 1998. La política de
control de Monsanto está
fundada sobre la dela-
ción, alentada por anun-
cios en la prensa y con
una imagen bienhechora:
el dinero así ganado
sirve para financiar becas
de estudios.
ConvenciónUPOV revisada
La convención de la
Unión para la Protección
de las Obtenciones Vege-
tales (UPOV) fue revisada
en 1991.
1 ¿Fin del privilegio
del gra n j e ro? Cada Esta-
do es libre de reconocer o
no el derecho de los agri-
c u l t o res a vo l ver a sem-
b rar sus campos con una
variedad pro t e g i d a .
A h o ra bien, en muchos
países en desarro l l o ,
principalmente en África,
la selección y la distribu-
ción de semillas está
g a rantizada por las co-
munidades tra d i c i o n a l e s
más que por el sector pri-
va d o. Si bien la re v i s i ó n
de la UPOV vuelve a los
Estados más libres, ame-
naza la selección local,
incluso la seguridad ali-
mentaria de estos países.
2 El certificado de
obtención vegetal (COV)
se asemeja a la patente:
un obtenedor no podrá
comercializar una varie-
dad "esencialmente deri -vada" de otra sin la auto-
rización del obtenedor de
la primera variedad. Si
bien el COV no protege
un hallazgo, refuerza el
poder de los industriales.
3 Se hace posible
acumular COV y patente.
.
4
Las semillas sonprotegidas porlas patentes olos certificados
de obtenciónvegetal.
Trasplante dearroz en Corea.
¿Cómo pasan las semillas las fronteras? La comercializa-
ción de semillas transgénicas se encuentra sometida a la reglamentación
internacional definida para todos los organismos vivos modificados
(OVM): el protocolo de bioseguridad adoptado en Montreal en enero
del año 2000 en el marco de la Convención sobre la diversidad biológica
> ficha 3. Los puntos centrales del protocolo de bioseguridad se refieren a
los movimientos transfronterizos de OVM.
. El p rincipio de pre c a u c i ó n reconoce la legitimidad de una inte rd i c c i ó n
de imp o rtación de semillas tra n s génicas en situación de incert i d u m b re
c i e n t í fica, pero condiciona las medidas adoptadas a una evaluación de los
ri e s g o s .
. Los procedimientos de consentimiento previamente informado exi-
gen que la parte importadora sea informada y dé su acuerdo o desa-
cuerdo antes del primer transporte de mercancías.
. La "trazabilidad" —proceso que permite encontrar el origen de un
producto y de seguirlo a lo largo de su vida (producción, transformación,
comercialización)— y el etiquetado no están completamente determi-
nados para todos los OVM. Si bien las semillas o las plantas destinadas a
ser dispersadas han de ser identificadas de forma precisa, los cargamen-
tos de materias primas para la alimentación humana y animal no se bene-
fician del mismo tratamiento.
. La articulación del protocolo de bioseguridad con las reglas del comer-
cio internacional no es clara: la prohibición de importaciones de OVM
en nombre del principio de precaución puede ser percibida como una
barrera comercial no arancelaria, contraria a las reglas de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) > ficha 5.
En mayo del año 2000, 67 países firmaron el protocolo que entrará en
vigor 90 días después de que el quincuagésimo país lo haya ratificado,
aproximadamente en el año 2002.
La salida al mercado en el territorio nacional. Las autori-
zaciones de creación, experimentación y salida al mercado de los OGM
no pueden expedirse sin haber recibido la opinión favorable de las comi-
siones encargadas de evaluar los riesgos, OGM por OGM > ficha 2.
Los pro c e d i m i e n tos de auto rización, sean inte rnacionales o nacionales,
no regulan el problema exc e s i va m e n te complejo de la re s p o n s a b i l i d a d
civil y administ ra t i va de los acto res fre n te a la d i s e m i n a c i ó n vo l u n ta ria o
i nvo l u n ta ria de los OGM en el medio ambiente .
Unión Eu ropea: lógica de precaución. En la Unión Euro p e a
(UE), la dire c t i va 90/220, renegociada en el año 2000, tiene por objet i vo
a rmonizar los procesos de evaluación y auto rización de la diseminación
de los OGM para prote ger el medio ambiente y la salud pública. En cada
E stado miembro, una o más comisiones encargadas de va l o rar los ri e sgos
¿Más precau-ción en Europa?
La dire c t i va euro p e a
90/220 fue adoptada
cuando aún los OGM es-
taban en su fase inicial.
Frente a los riesgos
potenciales y al aumento
de las re i v i n d i c a c i o n e s
de los movimientos ciu-
dadanos, los Estados
miembros adoptaron en
junio de 1999 una mora-
toria que suspendía las
autorizaciones de los cul-
tivos de OGM hasta que
e n t ra ra en funciona-
miento una nueva regla-
mentación. En abril de
2000 el Parlamento Euro-
peo adoptó un texto que
autorizaba el cultivo de
OGM con una serie de
p recauciones re f o r z a d a s
en función de los riesgos
medioambientales. La
nueva directiva instaura
un sistema de biovigilan-
cia que limita a diez años
la duración de las autori-
zaciones y que impone el
etiquetado en todas las
fases de la comercializa-
ción.
Los opositores a los
OGM (el partido socia-
lista europeo y los Ver-
des) se sienten engaña-
dos por el rechazo de una
enmienda que imponía a
las firmas productoras de
OGM, y no a los agricul-
tores, la asunción de la
responsabilidad civil por
todo daño causado a la
salud humana o al medio
ambiente. Critican igual-
mente la pro l o n g a c i ó n
hasta el 2005 de la auto-
rización de OGM porta-
dores de un gen resis-
tente a los antibióticos
> fi cha 1. a. Antes de apli-
carse, la nueva directiva
debe ser avalada por el
comité de conciliación,
que reúne a re p re s e n-
tantes del Pa r l a m e n t o
Europeo y del Consejo de
ministros.
¿Qué reglamentación existe?
Tres nive l e sreglamentarios. 1 A c u e rdos
i n t e r n a c i o n a l e s
re f e rentes a la
c e rtificación de
simientes, UPOV;
a la circulación de
o rganismos vivo s
m o d i f i c a d o s
( OVM), pro t o c o l o
de bioseguridad, y a la
composición y el eti-
quetado de los alimen-
tos que contengan
OGM, Codex alimenta-
r i u s .
2 Legislaciones
nacionales re g l a m e n-
tando a priori (países
de la UE) o contro l a n d o
a posteriori (Estados
Unidos) la salida al
m e rcado de OG M .
3 Normas priva d a s
regulando el acceso a
las semillas pro t e g i d a s
por patentes o part i-
cipando en la cre a c i ó n
de cadenas "sin OG M " .
En abril de 2000 elParlamento Europeoadoptó un texto deley que autorizabael cultivo de OGM,con precaucionesreforzadas.
asociados a los OGM acuerdan la auto rización de entrada sobre su te rri-
to rio de un OGM y dete rminan las condiciones de manipulación en el
l a b o ra to rio y las de ex p e ri m e n tación en el medio natural. Los cri te rios de
las instancias nacionales son transmitidos a la Comisión Europea, qu e
c o n s u l ta al conjunto de los Estados miembros y somete los info rmes a
c o m i tés científicos europeos > fi cha 2.a. Lu xe m b u rgo y Au st ria son los dos
países de la Unión Europea más intra n s i ge n tes: los dos han bloqueado el
c u l t i vo de los OGM en su te rri to rio. "El asunto colza" ha revelado la fa l ta
de armonización de las decisiones entre los Estados miembros sobre los
p roblemas no re s u e l tos por la Comisión Europea: suizos y franceses han
decidido hacer arrasar los campos contaminados. En Alemania, Gra n
B retaña y Lu xe m b u rgo, tal acción no ha sido considerada necesari a .
Estados Unidos: control a posteriori. El marco re gl a m e n ta ri o
e stadounidense, fundado sobre una lógica de control a poste ri o ri, no per-
m i te efectuar una segre gación entre las cosechas OGM y las tra d i c i o n a l e s .
El Servicio de Inspección Sanita ria de Animales y de Plantas (APHIS)
re gl a m e n ta los inte rcambios entre los estados, la imp o rtación y las pru e b a s
en cultivo de plantas tra n s génicas con la finalidad de ga rantizar la inocui-
dad medioambiental. La Agencia para la Protección del Medio Ambiente
( E PA) inte rviene en la aprobación de plantas tra n s génicas re s i ste n tes a las
e n fe rmedades y a los insectos, que son asimiladas a los pest i c i d a s .
Australia: creación de una instancia independiente. En
Australia, un proyecto de ley global, "Gene Technology Bill 2000", pre-
sentado en el Parlamento en abril de 2000, prevé la creación de una
autoridad independiente que establezca un marco para el desarrollo, la
producción y la utilización de los OVM. Esta autoridad informará direc-
tamente a los parlamentarios y la autoridad independiente será la única
responsable de sus decisiones. Este proyecto de ley estipula además que
las autorizaciones de trabajo con los OVM no serán expedidas si las
directivas éticas nacionales no son respe tadas.
Una cuestión no definida: la responsabilidad. Es difícil
d e finir las responsabilidades concern i e n tes a los riesgos ligados a la utili-
zación y a la comercialización de los OGM: el problema es nuevo, los
i n te reses de los re c e pto res son muy va riados, y la intensidad y la fre c u e n-
cia de las pérdidas no son previsibles. El sistema jurídico se encuentra hoy
en día en la disyuntiva entre la necesidad de protección individual y el
i n te rés ge n e ral de la sociedad: ¿cómo la responsabilidad civil puede ga ra n-
tizar la re p a ración de los daños causados a los inte reses colectivos, ta l e s
como la protección del medio ambiente y la seguridad de los alimento s ?
Pa ra que un individuo se vea jurídicamente obligado a re p a rar los daños
que ha causado, la legislación sobre la responsabilidad civil ex i ge la pru e b a
del vínculo entre la causa real del siniest ro y las consecuencias perj u d i c i a l e s .
En el caso de los daños potenciales ligados a los OGM, la causalidad y la
i mp u tabilidad no son ev i d e n tes: ¿a quién se debe entonces designar como
responsable? ¿A las emp resas que producen y que comercializan los OGM?
¿A los Estados de donde provienen estos OGM? ¿A los agri c u l to res que los
c u l t i van? ¿Al conjunto de los acto res que inte rvienen en la cadena?
En el caso del "asunto colza" y de la diseminación de semillas genética-
mente modificadas en los campos europeos, la cuestión de la responsa-
bilidad no se ha definido. Para el ministro francés de Agricultura, el
principio "el que contamina, paga" es el que debería imponerse y
Advanta debería encargarse de la indemnización de los agricultores afec-
tados por la recolección. El reglamento europeo del 8 de junio del año
2000 anunció que estos agricultores conservarían su prima. Esta excep-
ción refleja la voluntad de la Comisión Europea de no hacer sufrir las
consecuencias fi n a n c i e ras de esta situación a los agri c u l to res. Sin
embargo no se considera a Advanta responsable de la presencia de
simientes contaminadas en Europa.
4
Asunto colza:¿quién tiene la culpa?
"El asunto colza"
estalló el 17 de mayo de
2000 cuando la pre n s a
e u ropea re veló que los
g ranos de colza genética-
mente modificados co-
m e rcializados por
A d vanta Seeds fuero n
s e m b rados sin que nadie
lo supiera en Gran Bre-
taña (4.500 ha), en Fra n-
cia (600 ha), en Suecia
(500 ha), en Al e m a n i a
(400 ha) y en Lu xe m b u rg o
(35 ha), como consecuen-
cia de un error del distri-
b u i d o r. Los riesgos de
diseminación natural de
la colza genéticamente
modificada existen > fi ch a2. Además, por este
m o t i vo, este pro d u c t o
está prohibido en Fra n c i a .
A d vanta, que no comer-
cializa colza tra n s g é n i c a ,
piensa que sus semillas
f u e ron fecundadas en cul-
t i vos de Canadá por col-
zas provenientes de cam-
pos trangénicos ve c i n o s .
Tras la prueba llevada a
cabo por Advanta, las
simientes fueron re t i ra-
das de la comerc i a l i z a-
ción y se advirtió a los
Gobiernos implicados.
La presencia de OGM,
estimada en menos de
un 1 % de los lotes y uná-
nimemente considera d a
como inofensiva, de
todas formas ha leva n-
tado varias controve r-
sias: la información al
público llegó tarde, los
Gobiernos europeos no
e n c o n t ra ron la medida
común re l a t i va a una
e ventual recolección y
ninguna persona ha sido
considerada responsable
de la "contaminación".
El libro blancode los europeos
En su libro blanco, la
Comisión Eu ropea pro-
pone un régimen de re s-
ponsabilidad medioam-
biental en el ámbito
c o m u n i t a r i o. En este
m a rco, la re s p o n s a b i l i-
dad se define como el
instrumento mediante el
cual quien ocasiona un
ataque al medio am-
biente (el que contamina)
debe pagar para re m e-
diar los daños causados:
es el principio "el que
contamina, paga". Este
sistema debería incitar a
las empresas a adoptar
una política pre ve n t i va
f rente a los riesgos
ambientales > fi cha 2.
El sistema comunitario
no será re t ro a c t i vo ;
cubrirá los daños am-
bientales y los atentados
a la salud de las perso-
nas y de la propiedad; la
responsabilidad re c a e r á
sobre el explotador de la
actividad en el origen de
los perjuicios; tendrá la
obligación de destinar la
compensación abonada
por el que contamina a la
re s t a u ración del medio
ambiente; el sistema se
armonizará con las
convenciones internacio-
nales existentes.
.
¿Qué control se ejerce para los productos alimenticios?Los productos que contienen OGM y que se destinan al consumo
humano se encuentran sometidos a normas internacionales (C o d ex ali-
m e n ta ri u s) y nacionales de seguridad de los alimentos. La evaluación de los
riesgos por las instancias apropiadas const i t u ye siemp re la pri m e ra etapa de
la auto rización. El et i qu etado de pro d u c tos a partir de OGM no es obliga-
to rio en todos los países. La just i ficación del et i qu etado puede responder a
un objet i vo de protección en mate ria de seguridad y de higiene de los ali-
m e n tos o a un pro p ó s i to de info rmación a los consumidores. Estos dos
o b j et i vos no suponen los mismos procesos de control. En el primer caso, la
idea de que la salud es un bien público legitima una re gl a m e n tación por
p a rte de los poderes públicos. En el segundo caso, aunque pueda ex i stir una
re gl a m e n tación pública, los pro fesionales disponen de inst ru m e n tos autó-
nomos de señalización.
El etiquetado de los alimentos: ¿a favor o contra? En
Estados Unidos, los alimentos que contienen OGM son asimilables a los
alimentos tradicionales. La Food and Drug Administration (FDA), que
reglamenta los aditivos y los nuevos alimentos, se pronunció en contra
de la identificación obligatoria de productos con OGM. Está en curso
un proyecto de etiquetado voluntario. Responde a una necesidad de
información de los consumidores.
Rechazado durante largo tiempo por Canadá, el principio de etique-
tado de los OGM fue aceptado por los asociados del proceso agroali-
mentario en junio de 2000. El Consejo canadiense de la distribución ali-
mentaria prosigue los trabajos de desarrollo de estándares nacionales para
el etiquetado voluntario.
En la Unión Europea, el reglamento 97/35 hace obligatorio el etique-
taje de productos que contengan más del 1 % de OGM en todos los
Estados miembros. El reglamento 258/97 relativo a los nuevos alimen-
tos e ingredientes alimentarios prevé un procedimiento para la evalua-
ción de la seguridad alimentaria. Si el equivalente en sustancia de un ali-
mento que contenga OGM no es demostrado por su productor, el
producto sigue el mismo proceso que el relativo a la salida al mercado de
los OGM > ficha 4.b.
Japón, primer importador de productos alimenticios, ha decretado
que el etiquetado de los alimentos a base de cereales genéticamente
modificados será efectivo en abril de 2001. Esta decisión podría tener
consecuencias importantes sobre las relaciones comerciales americano-
japonesas, ya que el 86 % de la soja y el 96 % del maíz importado por
Japón en 1999 provenían de Estados Unidos.
El Consejo de estándares alimentarios de Australia y de Nueva
Zelanda aprobó en agosto de 1999 el etiquetado de alimentos genética-
mente modificados y de productos que contengan ingredientes OGM.
El Ministerio de Agricultura y de la Salud sudafricano parece también
orientarse hacia un etiquetado obligatorio, exactamente
igual que en Corea del Sur, Brasil o Zimbabue.
Un marco reglamentario en construcción.No todos los países se sitúan en el mismo estadio de
aplicación de los acuerdos internacionales y de la crea-
ción de un marco reglamentario nacional referente a
los OGM: los países del sur son los menos avanzados
> ficha 4.c. A los límites del conocimiento científico y a
los límites técnicos de la "trazabilidad" se añaden los
límites reglamentarios ligados a la incertidumbre de
las consecuencias de la diseminación de los OGM. A
partir de ese momento, las cuestiones de responsabi-
lidad y de indemnización quedan en suspenso y el
principio de precaución pasa a ser fundamental.
4¿Qué reglamentación existe?
Con o sin OGM:¿quién paga lasetiquetas?
En el caso de autoriza-
ción para la salida al mer-
cado de OGM, la "traza-
bilidad" tendrá un coste
que corresponde al de la
creación de una cadena
" OGM" o "no OG M " .
¿Quién debe hacerse
cargo de estos costes?
Las re g l a m e n t a c i o n e s
a favor de un etiquetado
obligatorio para los ali-
mentos "que pueden
contener OGM" —direc-
tiva europea 258/97— se
orientan hacia un reparto
de los costes sobre los
actores favorables a los
OGM.
En mayo de 1999 se
creó un consorcio de dis-
t r i b u i d o res europeos a
iniciativa de Sainsbury y
Marks & Spencer para
instaurar una cadena de
abastecimiento "sin
OGM", en re f e re n c i a
principalmente a la soja
brasileña > ficha4.a.
Pa ra los distribui-
d o res, la mención "sin
OGM" es la que corres-
ponde mejor al interés de
una cierta categoría de
c o n s u m i d o res ya que
ello permite escoger con
total conocimiento de
causa, y hace recaer el
coste de esta informa-
ción única-
mente sobre
los que están
dispuestos a
pagarla.
Las normas alimentariasinternacionales
La comisión del Codex
alimentarius, órg a n o
internacional común a la
O rganización de las
Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimenta-
ción (F AO) y a la Organi-
zación Mundial de la
Salud (OMS) define las
normas en materia de
aspecto y de etiquetado
de los productos, de
composición, de aditivos
y de higiene, de residuos
de pesticidas, de medica-
mentos ve t e r i n a r i o s ,
e t c é t e ra. Las normas,
que no son obligatorias,
s i rven a menudo como
referencia mínima a las
autoridades nacionales.
El alcance de estas nor-
mas ha aumentado
considerablement desde
1994, cuando de hecho
sirvieron de referente en
los conflictos comer-
ciales tratados en la OMC
> ficha 5.
Las normas del Codex
s o b re el etiquetado de
los alimentos pro c e-
dentes de OGM deberían
salir a la luz en 2003.
.
El asunto Taco Bell: ¿fallos en lareglamentación?
En septiembre de
2000, algunas ONG ame-
ricanas evidencian la
p resencia de maíz genéti-
camente modificado St a r-
link de Aventis —única-
mente autorizado para la
alimentación animal— en
los taco shells pro d u c i-
dos por Kraft y destina-
dos al consumo humano.
Tras este descubri-
miento, la Food and Drug
A d m i n i s t ration (FDA) ad-
mite que no posee
ningún pro g rama de ra s-
t reo sistemático de los
OGM en los alimentos.
K raft denuncia que los
a g r i c u l t o res puedan culti-
var maíz inadecuado para
el consumo humano.
Aventis se une a la posi-
ción de Kraft y detiene
p rovisionalmente la ve n-
ta de Starlink para la
campaña de 2001.
4.a
Protocolo de bioseguridadregula los movimientos transfron-
terizos de organismos vivos modi-
ficados.
Directiva europea 90/220regula la diseminación y la salida
al mercado de OGM.
Convención UPOV 1978/1991protege las semillas.
Reglamentaciones nacionales(Francia y Estados Unidos)
Comisión de Ingeniería Genética (CGG)Propone las condiciones de experimentación
sobre los OGM en laboratorio.
Comisión de Ingeniería Biomolecular (CGB)Examina las demandas de autorización de
salida al mercado de semillas OGM.
Comité Técnico Permanente de la Selecciónde Plantas Cultivadas (CTSP)Administra el catálogo oficial de variedades;autoriza el cultivo.
Francia
Francia
Proceso OGM: reglas internacionales, control nacional
¿Qué reglamentación existe?
Codex alimentariusdefine las normas alimentarias
internacionales de referencia.
Reglamento europeo 97/35 hace obligatorio el etiquetado
para los productos que contienen
más de un 1 % de OGM.
Reglamento europeo 258/97sobre la seguridad alimentaria de
los "nuevos alimentos".
Reglamentaciones internacionales
Investigación
Comercialización de semillas
Siembra – Cultivo – Cosecha
Transformación alimentaria
Producto que contiene OGM
A d m i n i s t ración que controla los alimentos y los medicamentos (FDA)Controla los alimentos y los medicamentos.
Considera los OGM alimentos tradicionales.
Consejo Superior de Higiene Pública de FranciaDa su parecer a la CGB con respecto a la
comercialización de OGM.
Francia
Estados-Unidos
Servicio de Inspección Sanitaria de Animalesy Plantas (APHIS)Controla los intercambios entre los estados,
las importaciones y las pruebas en los campos
Agencia para la Protección del MedioAmbiente (EPA)Entrega las autorizaciones para las plantas
transgénicas resistentes a las enfermedades y
a los insectos.
Estados Unidos
4.b¿Qué reglamentación existe?
Procedimiento europeo para la salida al mercado de los OGM
Industrial
Autoridadnacional
Comité deconciliación
Consejo deministros
Aprobación
Aprobación
Rechazo
Aprobación
Rechazo
AprobaciónRechazo
Presenta una petición de salida al mercado
Examina el dossier
comprobación de las característicasevaluación de los riesgos para el hombre
y el medio ambiente
Notificación
Los otros catorce
Estados miembros
Una o varias
objeciones
Propone una medida
Comisióneuropea
El Consejo de ministros dasu parecer y la Comisióndecide en última instancia
Foco de desarrolloBrasil, el estado de Rio Grande do Sul establece una "zona sinOGM"
4.c
EntrevistaGurdial Singh NijarMiembro de la organización no gubernamental Third World Network (Malaisia)
En enero de 1999, el estado de
Rio Grande do Sul (ERS) de
Brasil fue declarado "zona sin
OGM": se prohibió todo cultivo de
OGM en el territorio. Fue una deci-
sión de peso, ya que el ERS produce el
20 % de soja; Brasil es el segundo pro-
ductor mundial.
Hoy en día, Brasil se encuentra en
competencia directa con Estados Uni-
dos y Argentina por las importaciones
europeas de soja. La creación de una
"zona sin OGM" puede ser una apuesta
astuta frente a los mercados destinados
a desarrollarse. En efecto, esta inicia-
tiva se halla en consonancia con la
voluntad creciente de los ciudadanos y
de los distribuidores europeos de no
consumir ni comercializar los OGM.
Además, la creación de una "zona sin
OGM" es menos costosa y la regula-
ción asociada menos compleja de
poner en práctica que la diferenciación
de cadenas.
Pa ra definir una "zona sin OGM", en
p rimer lugar el gobierno del ERS ha
aplicado la ley brasileña sobre la biose-
g u ridad de 19 91 que estipula que to d o s
los OGM deben ser sometidos a un
análisis de imp a c to medioambienta l
a n tes de ser cultivados en el camp o .
Desde ese momento, los 79 ensayos de
p l a n tas tra n s génicas en curso se
c o nv i e rten en ilegales. La viva re a c c i ó n
de Monsanto en contra de las auto ri-
dades del ERS se explica por las pro m e-
sas de ganancias que ofrece Brasil: mil
millones de dólares si Monsanto capt u ra
el 50 % del mercado brasileño de soja.
Las actividades de cabildeo de las indus-
t rias de b i ote c n o l o g í a s han alcanzado
sus fru tos: el gobierno fe d e ral ha adop-
tado una est ra tegia pro OGM qu e
p a rece seguir la CNT-bio, la age n c i a
nacional de bioseguridad, al auto rizar la
e n t rada de un carga m e n to de maíz
t ra n s génico en julio del año 2000. Los
o p o s i to res apoyan la iniciativa del ERS:
un colectivo de ONG que reúne entre
ot ros a Gre e npeace, Centro Ecologico y
el Inst i t u to de Defensa de los Consumi-
d o res (IDEC), sensibiliza al público y a
los agri c u l to res sobre la imp o rtancia de
p re s e rvar una "zona sin OGM", con-
c e pto que no tienen ningún valor jurí-
dico pero sí un peso político innega b l e .
El apoyo exterior es crucial para que
la iniciativa del ERS sea viable. Un
c o l e c t i vo de minori stas euro p e o s ,
Edeka, que representa a más de 6.000
comerciantes, ha expresado su deseo
de no comercializar pro d u c tos qu e
contengan OGM. El mayor transfor-
mador japonés de productos a base de
soja, Fuji Oil Company, excluyó desde
septiembre de 2000 la soja transgénica
de sus abastecimientos. Hoy en día,
incluso el gigante de la biotecnología,
Novartis, que produce semillas trans-
génicas, declara querer comercializar
sus propios productos alimenticios "sin
OGM".
¿En qué fase de la reglamentaciónOGM se encuentran los países envías de desarrollo?G u rdial Singh Nij a r: M u chos países
en desarrollo (PED) han empezado a
t ra b ajar sobre sus re gl a m e n ta c i o n e s
nacionales después del fracaso de las
negociaciones de Carta gena sobre el
p rotocolo de bioseguridad > fi cha 5. Los
más fe rv i e n tes son los que, alineándose
con la posición de Estados Unidos, se
oponían al protocolo a cualquier pre-
cio. Malaisia ha te rminado una ley qu e
d e b e rá ser pre s e n tada al Pa rl a m e n to
d e n t ro de poco. La Organización para
la Unidad Africana también ha pro-
p u e sto una ley a sus miembro > fi cha 3.c.Namibia está a punto de pro m u l ga r
una ley. Sudáfrica ha llevado a cabo una
s e rie de consultas para enmendar el
Ac ta de tecnología del gen a fin de qu e
i n te gre la necesidad de una re g u l a c i ó n
más activa de la ingeniería genética. En
S u d a m é rica, Ecuador, Brasil y Colom-
bia se ori e n tan también hacia un re gl a-
m e n to nacional de bioseguri d a d .
¿Qué es lo que justifica la puesta enmarcha de un marco reglamenta-rio específico para los PED?G. S. N. : Los PED tienen miedo de
c o nve rt i rse en un "ve rte d e ro de OGM
y de sus pro d u c tos deri vados", ya qu e
los consumidores de Europa y de ot ro s
países del norte han empujado a sus
g o b i e rnos a pensárselo dos veces ante s
de auto rizar OGM en sus países.
Además, el fracaso inicial tras el alcance
l i m i tado del protocolo de bioseguri d a d
s i g n i fica que los países deben prote ge r
sus fro n te ras de los mov i m i e n tos de
OGM. Fi n a l m e n te, a pesar de la con-
cienciación de la comunidad inte rn a-
cional sobre la necesidad de seguri d a d
f re n te a los OGM y sus pro d u c tos deri-
vados, la comercialización de estos pro-
d u c tos continúa. La amenaza para la
a gri c u l t u ra y la seguridad alimenta ri a
del Te rcer Mundo es real; su equ i l i b ri o
socioeconómico podría también ta m-
b a l e a rse seri a m e n te.
¿Qué medidas comp l e m e n ta ri a sson necesarias para los PED?G. S. N.: Además de las leyes apropia-
das, los PED tienen necesidad de
reforzar las capacidades relativas al peli-
gro potencial que representan los pro-
ductos derivados de las biotecnologías.
El refuerzo debería llevar al dominio
de los aspectos de seguridad de las bio-
tecnologías, a los conocimientos nece-
sarios para poder aplicar una ley y a la
creación de fondos de mantenimiento
y de traspasos de tecnología.
¿Qué reglamentación existe?
Una apuesta internacionalEn el corazón de las tensiones entre el comercio yel medio ambiente y las relaciones de fuerza entrec o n s u m i d o res, agri c u l to res e indust riales, el debates o b re los OGM se const ru ye a escala inte rn a c i o n a l .
La arquitectura internacional. El Protocolo de bioseguridad
–único acuerdo internacional específicamente consagrado a organismos
vivos modificados (OVM)– fue adoptado en enero de 2000 en Montreal
y debería entrar en vigor en el año 2002. En el marco de la Convención
sobre la diversidad biológica (CDB), que trata de proteger la variedad de
ecosistemas y de recursos genéticos, fueron necesarios seis años de nego-
ciaciones para atenuar las diferencias de posición entre los países. La
creación de alianzas estratégicas y la influencia de los receptores no of i-
ciales (ONG, asociaciones de consumidores, industriales, etcétera) han
permitido llegar a un consenso sobre la regulación de movimientos
transfronterizos de OVM > ficha 5.a.
El grupo de Miami a grupa sobre todo a países ex p o rta d o res de pro-
d u c tos agrícolas: Argentina, Au st ralia, Canadá, Chile, Estados Unidos y
Uru g u ay. Es el más opuesto a ot ra regulación inte rnacional que no sea la
del mercado. Esta posición se apoya en los inte reses americanos y las inve r-
siones realizadas en las b i ote c n o l o g í a s. Argentina es hoy en día el pri m e r
ex p o rtador de soja ge n é t i c a m e n te modificada. Canadá a puesto en march a
un ambicioso pro grama de desarrollo de biotecnologías. Uru g u ay, Au s-
t ralia y Chile se han unido a los pri m e ros ante todo en nombre de la liber-
tad comercial. Este grupo defiende una regulación inte rnacional de OV M
fundada en la certeza científica y la evaluación de los riesgos.
El grupo Unión Eu ropea (UE) e stá constituido por países en ge n e-
ral imp o rta d o res de OVM. Este grupo defiende la salva g u a rdia de las re gl a s
c o m u n i ta rias basadas en la precaución. En los países de la UE, los consu-
m i d o res reclaman también un et i qu etado de los pro d u c tos a base de OV M .
El grupo denominado "del mismo espíritu" a grupa a 77
países en desarrollo (PED), mayo ri ta ri a m e n te imp o rta d o res de OVM y
que albergan las regiones de mayor b i o d i ve rs i d a d del mundo. Este gru p o
c u e n ta con un protocolo inte rnacional preciso para ori e n ta r, e incluso
s u st i t u i r, sus legislaciones. Este colectivo renuncia a una posición tra d i-
cional de los PED consiste n te en pedir compensaciones a los países del
n o rte: desea desde ahora participar en la elaboración de las re glas inte rn a-
cionales. Se unió a la UE para defender el c o n s e n t i m i e n to prev i a m e n te
i n fo rm a d o (CPI) y el p rincipio de pre c a u c i ó n.
El grupo de la Europa central y del Este, al igual que el
grupo del compromiso, tiene posiciones menos
categóricas y su participación en las negociaciones
fue menos significativa.
El grupo del compromiso agrupa sobre todo
a países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), que no son ni
grandes exportadores de productos agrícolas ni
miembros de la UE (Corea del Sur, Japón, Méjico,
Noruega, Nueva Zelanda, Singapur, Suiza).
Los OVM bajovigilancia
Con el Protocolo de
bioseguridad, la comuni-
dad internacional re c o-
noce que los organismos
vivos modificados (OVM)
son productos específi-
cos, que pueden ser por-
tadores de riesgos ecoló-
gicos y sanitarios y que
necesitan de una regla-
mentación internacional
p a rt i c u l a r. El pro t o c o l o
reconoce a los gobiernos
el derecho de regular los
intercambios de OVM. El
p rotocolo consagra el
principio de precaución:
un país puede bloquear
la importación de OVM si
considera que los orga-
nismos son peligro s o s
para el medio ambiente o
la salud o si pueden
atentar contra el equili-
brio socio-económico del
país, sin tener necesidad
de probar científica-
mente su nocividad.
Este principio se apoy a
s o b re un pro c e d i m i e n t o
denominado "consenti-
miento previamente infor-
mado": los mov i m i e n t o s
t ra n s f ro n t e r i zos de OV M
no se pueden llevar a
cabo sin el acuerdo pre v i o
del país import a d o r. Este
mecanismo, utilizado pa-
ra las semillas y las plan-
tas genéticamente modifi-
cadas, no se aplica a las
materias primas destina-
das a la alimentación y a
la transformación agro a l i-
mentaria. Pa ra estos pro-
ductos, el protocolo solo
p revé el etiquetado
"puede contener OV M " ,
p e ro no se ha pre v i s t o
" t razabilidad" alguna.
5
.
De Cartagena a Montreal
En 1999, en Cart a g e n a ,
las negociaciones sobre
el Protocolo de bioseguri-
dad tropezaban con dos
oposiciones. Por un lado,
los países del norte y los
países del sur se oponían
en cuanto a la obligación
o no de someter las ma-
terias primas agrícolas
genéticamente modifica-
das al consentimiento
p reviamente informado
( C PI). Por otro lado, el
grupo de Miami y la UE se
oponían con respecto a
los fundamentos del CPI :
¿debería plantearse so-
b re certezas científicas y
una evolución de los ries-
gos probados o sobre una
lógica de pre c a u c i ó n ?
Como consecuencia
del fracaso de las ne-
gociaciones de la OMC en
Seattle, la posición del
grupo de Miami se debi-
litó. En enero de 2000, en
M o n t real, Estados Uni-
dos no podía apare c e r
como el responsable de
un nuevo fra c a s o. Este
temor se vio acentuado
por la determinación de
los activistas: con Se a t t l e
y Montreal, la sociedad
civil entra en las negocia-
ciones internacionales.
La secretaríadel protocolo de bioseguridaden Montreal.
El principio de precaución: el contenido… El principio de
precaución es fruto de la unión de la ciencia, de la política y del derecho.
Significa que la ausencia de cer tezas científicas no debe retrasar la adop-
ción de medidas destinadas a prevenir los riesgos; medidas que habrían
sido juzgadas legítimas si tales certezas se hubieran adquirido. Por ejem-
plo, en el caso de la crisis de las "vacas locas", cuando aún no se poseían
todas las pruebas científicas y se desconocían las consecuencias reales de
la enfermedad y los riesgos de transmisión al ser humano, ciertos gobier-
nos impusieron una prohibición de impor tación.
… y las interpretaciones. El principio de precaución apareció en
primer lugar en la legislación medioambiental americana de los años 70
para ser a continuación teorizado en la reglamentación alemana. Des-
pués de 1987, este principio se halla incluido en una quincena de textos
internacionales sobre medio ambiente. Al margen de las diferencias ter-
minológicas que observamos en los textos ("enfoque de precaución",
"medidas de precaución"), la referencia a la precaución es objeto de dife-
rencias de interpretación.
Para algunos, el principio de precaución no sería más que un elemento
entre tantos en la toma de decisiones, que tendría en cuenta, antes que
nada, el perjuicio aceptable por la sociedad y evaluado en el conjunto de
un análisis de costes/beneficios. La segunda versión da un papel funda-
mental al riesgo, pues autorizaría una actividad solamente en el caso de
que la prueba garantice la ausencia de efectos perjudiciales. El valor jurí-
dico del principio de precaución se presta también a controversias: pre-
sentado por algunos como un principio moral y político, para otros es un
estándar jurídico como tal.
Diferencias de percepción al otro lado del Atlántico. Para
Estados Unidos y Canadá, el principio de precaución solo tiene un valor
declaratorio. La precaución es entonces reivindicada como un tipo de
enfoque. El principio de precaución no puede desembocar por sí mismo
en una responsabilidad penal. Para los europeos, el principio de precau-
ción puede ser invocado en procedimientos que pueden conducir a san-
ciones jurídicas.
En Europa, diferentes escándalos en el dominio de la salud pública han
demostrado que la adopción del principio podría ser saludable tanto para
los que toman las decisiones como para los ciudadanos. Los responsables,
legisladores y administradores, no se encuentran a salvo de sanciones
penales si una ausencia de decisión conduce a consecuencias desastrosas
para la salud pública: la transfusión de sangre contaminada por el virus
del sida fue uno de los ejemplos más violentos. En el caso del buey con
hormonas, la posición europea fue castigada por las reglas del comercio
internacional que no reconocían el principio de precaución.
Las discusiones y las reflexiones científicas sobre la verdadera finalidad
del principio de precaución que tienen lugar hoy en día constituyen el
aspecto central de las negociaciones en la arena internacional.
Precaución e investigación pública. Las decisiones publicas en
nombre de la precaución no sabrían liberarse del peritaje científico. Sin
embargo, en el dominio de las biotecnologías, la frontera entre investi-
gación pública, capaz de ofrecer un contraperitaje, y la investigación pri-
vada, que obedece directamente al interés de las firmas, se reduce consi-
d e ra b l e m e n te. La explicación está en la imp o rtancia de las
financiaciones privadas y en la articulación entre la investigación funda-
mental y la investigación aplicada que conduce a nuevos procedimientos
técnicos y a las patentes. La investigación pública desemboca en la inno-
vación y la valoración industrial, pero es importante que exista una acti-
vidad y un peritaje científicos capaces de tomar distancias respecto al
juego de los intereses económicos y políticos.
Conflicto sobre el bueycon hormonas
En 1996, Estados Uni-
dos y Canadá denuncia-
ron ante la Organización
Mundial del Comerc i o
(OMC) las medidas de la
Comisión Eu ropea que
p rohibían la utilización
de hormonas en las pro-
ducciones animales y
que bloqueaban en con-
secuencia la importación
de productos cárnicos de
países de América del
Norte. En este asunto, la
Comisión Europea juzgó
que el riesgo sanitario
ligado a estas export a-
ciones era suficiente
para adoptar una medida
de protección superior a
los informes internacio-
nales existentes.
La Unión Europea hizo
valer el principio de pre-
caución en tanto que re-
gla consuetudinaria del
d e recho internacional.
También se puede pensar
que a través del embargo
los europeos pretendían
f a vo recer los pro d u c t o s
bovinos del Viejo Conti-
nente.
El órgano de re s o l u-
ción de discrepancias de
la OMC juzgó esta deci-
sión contraria a las reglas
de evaluación de riesgos
elaboradas por las orga-
nizaciones competentes
(Codex alimentarius prin-
cipalmente). Este fallo,
favorable a los america-
nos, sentó jurispruden-
cia. Otras dos pro h i b i-
ciones de import a c i ó n
que ponían por delante
el principio de pre c a u-
ción han sido sanciona-
das: el rechazo de Aus-
tralia de importar salmón
canadiense y el rechazo
de Japón de import a r
l e g u m b res americanas.
El asunto de las hormo-
nas demuestra la necesi-
dad de clarificar el conte-
nido del principio de
precaución en la escena
internacional.
Una apuesta internacional
El Protocolo deb i o s e g u r i d a dtrata de asegurarun nivel de pro-tección suficien-te para los in-t e r c a m b i o st ra n s f ro n t e r i zo sde org a n i s m o sv i vos modifica-dos, teniendo encuenta los ries-
gos para la saludhumana y los efectosdesfavorables sobre laconservación y utiliza-ción dura d e ra de ladiversidad biológica.
Ayuda alimentaria:¿qué precauciones se toman?
La asociación Ecologis-
tas en Acción, originaria
de Quito, ha calculado
que cerca de un 30 % de
las 500.000 toneladas de
maíz y de productos deri-
vados que Estados Uni-
dos ha suministrado bajo
la forma de ayuda alimen-
taria internacional en
1999 correspondía a pro-
ductos tra n s g é n i c o s .
Según la Fundación para
la Ciencia, la Tecnología y
la Ecología, las muestra s
de soja y de maíz pro c e-
dentes de la ayuda distri-
buida en India después
del ciclón de finales de
1999 contenían más de un
1 % de OGM. Si el Pro t o-
colo de bioseguridad no
somete las materias pri-
mas agrícolas genética-
mente modificadas al
consentimiento pre v i a-
mente informado (CPI), la
ayuda alimentaria que cir-
cula entre países con re-
glamentaciones no cons-
t r i c t i vas puede contener
OGM. Los países re c e p-
t o res que no poseen una
legislación específica
pueden, dentro del marc o
del protocolo, solicitar un
recurso excepcional al
C PI. ¿Los plazos de
puesta en práctica de
este procedimiento de
p recaución serán compa-
tibles con la urgencia de
la ayuda alimentaria?
La precaución en las medidas sanitarias mundiales. El
a c u e rdo sobre la aplicación de medidas sanita rias y f i to s a n i ta ri a s
(acuerdo SPS) de la OMC define las reglas ligadas a la vez a la protec-
ción de la salud y a las medidas comerciales existentes. Según estas reglas,
los Estados pueden establecer medidas sanitarias y fitosanitarias para
proteger la salud de los humanos y los animales y preservar los vegetales
(en caso de riesgo de enfermedades, de contaminación de productos ali-
menticios), con la condición de que estas medidas no sean aplicadas de
manera arbitraria e injustificable.
Las re st ricciones comerciales en el marco del acuerdo SPS deben fun-
d a m e n ta rse en los riesgos probados, aun cuando subsistan incert i d u m b re s
c i e n t í ficas sobre estos riesgos. Pa ra definir sus medidas sanita rias y fi to s a-
n i ta rias, los países miembros de la OMC deben hacer re fe rencia a las nor-
mas inte rnacionales ex i ste n tes: el C o d ex alimenta ri u s.
Articulación entre el Protocolo de bioseguridad y laOMC. Las negociaciones internacionales no han estatuido aún las
modalidades de articulación entre las reglas de la OMC y del Protocolo
de bioseguridad, y los conflictos potenciales que se derivan de ello. En
efecto, algunos podrían ver, en la utilización del principio de precau-
ción, del consentimiento previamente informado y del etiquetado de los
OVM, una voluntad disimulada de crear barreras comerciales a la
entrada de ciertos productos: estas medidas discriminatorias podrían ser
sancionadas por la OMC. Por otro lado, se podría decir que el principio
de precaución es redundante con respecto al acuerdo SPS que ya prevé
la posibilidad de medidas de restricción a la libre circulación de mer-
cancías por motivos medioambientales. Esta excepción se aplica en caso
de "pruebas científicas insuficientes" para los riesgos probados, cuando el
principio de precaución del Protocolo de bioseguridad se aplica "enausencia de cer teza científica" y para riesgos no necesariamente probados.
En el marco de la OMC, es el país que impone una medida de restric-
ción comercial y viola también las reglas del librecambio el que debe
aportar la prueba de que su medida no constituye ninguna barrera a los
intercambios. En cambio, en el marco del protocolo, es al país expor ta-
dor de OVM a quien le corresponde demostrar que los productos inter-
cambiados no son nocivos para la salud humana y animal o para el medio
ambiente. Ya no es por tanto el país importador, que puede prohibir los
intercambios en nombre del principio de precaución, el que tiene que
justificarse ante la comunidad internacional. Hasta este momento,
ningún conflicto ha permitido esclarecer esta contradicción.
Solucionar lasdiscrepancias
El Protocolo de biose-
guridad concierne al
c o m e rcio de semillas y de
materias primas destina-
das a la alimentación.
A h o ra bien, estos inter-
cambios competen igual-
mente al campo de apli-
cación de los acuerdos de
la Organización Mundial
del Comercio (OMC). El
p reámbulo del pro t o c o l o
p revé que "los acuerd o ss o b re el comercio y elmedio ambiente deberánsostenerse mutuamentecon vistas al adve n i -miento de un desarro l l od u ra d e ro ". Cuando el
p rotocolo entre en vigor,
en caso de conflicto sobre
una prohibición de impor-
tación de OVM, ¿quién
tomará la decisión?
El órgano de re s o l u c i ó n
de discrepancias (ORD )
de la OMC permite que un
país que ha sido víctima
de la violación de las
reglas comerciales pueda
p resentar una denuncia.
El ORD tiene como come-
tido re s o l ver los conflic-
tos comerciales interna-
cionales y puede autorizar
a un Estado a imponer
sanciones. Por el contra-
rio, el Protocolo de biose-
guridad no posee ningún
mecanismo de sanción en
el caso de que no se
respeten las medidas de
p recaución. Debería cre a r-
se un ORD en el curso de
negociaciones futuras. De
todas formas esto no sol-
ventará completamente
la articulación entre estos
dos acuerdos. ¿Qué suce-
dería si dos países miem-
b ros de la OMC entra ra n
en conflicto en re l a c i ó n
con un intercambio de
OVM cuando solo uno de
estos países fuera miem-
b ro del Protocolo de bio-
seguridad? El conflicto
podría ser llevado ante el
ORD de la OMC, con el
riesgo de que las re g l a s
del comercio internacio-
nal pre valeciesen sobre la
p re c a u c i ó n .
5
Una referencia:el Codex ali-mentarius
Las normas del Codex
son el resultado de un
consenso entre expert o s
de diferentes países. Tra-
dicionalmente, los exper-
tos americanos se
e n c u e n t ran muy re p re-
sentados durante las
negociaciones del Codex,
y los grupos de pre s i ó n
industrial part i c u l a r-
mente activos y los países
del sur muy poco re p re-
sentados. Después de la
d i s c repancia en torno al
buey con hormonas, los
e u ropeos se mov i l i z a ro n
p a ra reforzar su peritaje y
la sociedad civil comenzó
a hacer pre s i ó n .
En la decimoquinta
sesión del Codex, en abril
de 2000, surgió la noción
de precaución. Estas
negociaciones, de todas
formas, no conducen a un
consenso a causa de la
oposición de los PED y
los países del grupo de
Cairns (Australia, Nueva
Zelanda, Canadá, Malai-
sia), que temen que un
reconocimiento del prin-
cipio de precaución se
t raduzca en la cre a c i ó n
de obstáculos encubier-
tos al comercio de sus
p ro d u c t o s .
.
Manifestaciónde Greenpeace.París, 1998
Concentraciónde agricultores
Una cara vana de un
millar de gra n j e ros tai-
landeses, apoyados por
representantes de Filipi-
nas, Malaisia, Camboya,
Laos, Myanmar e Indone-
sia cruzó Tailandia en
septiembre de 2000 para
presionar al Gobierno a
que dijera no a la comer-
cialización de OGM, así
como a toda inve s t i g a-
ción en este campo. Los
g ra n j e ros pidieron tam-
bién al Gobierno de Esta-
dos Unidos y a las emba-
jadas americanas de sus
siete respectivos países
que no ejerc i e ran más
p resiones sobre los
Gobiernos asiáticos para
que aceptasen los pro-
ductos genéticamente
modificados procedentes
de sus industrias.
En 1999, un grupo
minoritario de granjeros
norteamericanos redactó
una declaración sobre la
ingeniería genética en
a g r i c u l t u ra en la cual
pedían una mora t o r i a
sobre los OGM hasta que
estudios independientes
y detenidos prueben su
inocuidad para el hom-
b re y para el medio
ambiente. Esta moratoria
pide también una segre-
gación y un etiquetado
de los cultivos y de los
alimentos tra n s g é n i c o s .
La declaración fue pues-
ta en el orden de día de
finales del año 2000
cuando unos labora t o-
rios independientes des-
c u b r i e ron que un pro-
ducto alimenticio de gran
consumo (los taco shells)
había sido contaminado
por maíz genéticamente
modificado no autori-
zado para el consumo
humano.
Una pléyade de agentes. En la escena inte rnacional, la comuni-
dad científica es inf l u ye n te más allá del proceso de decisión: los cientí-
ficos hacen balance del estado de los conocimientos; los consejos
c i e n t í ficos de la alimentación humana son responsables de las opiniones
que afectan a los nuevos alimentos; las evaluaciones científicas pueden
pesar a la hora de establecer la carga de la prueba en el marco del consen-
timiento previamente informado. Si bien los científicos han estado en el
origen del debate sobre la biodiversidad y sobre la bioseguridad, hoy en
día no se encuentran todos presentes en las delegaciones oficiales de los
países que negocian los acuerdos internacionales.
Los agricultores mantienen una posición que varía en función de
las regiones y de la actitud de los consumidores: en Estados Unidos, los
granjeros son mayoritariamente favorables a la utilización de semillas
transgénicas. Los agricultores biológicos son los más amenazados; sus
sindicatos son más reivindicativos ante los gobiernos locales.
Los industriales han estado siempre muy presentes en el seno de la
Comisión del Codex, principalmente como miembros de delegaciones
nacionales. Este colectivo se ha hecho reconocer como ONG para bene-
ficiarse del estatuto de observador en el seno de la Comisión, y su
caballo de batalla es luchar contra el principio de precaución. Las indus-
trias exportadoras de los PED ejercen una presión importante sobre sus
gobiernos para que estos negocien las normas más débiles posible en el
Codex. Estos mismos gobiernos piden también ayudas para elevar sus
estándares de calidad y acrecentar sus medios de peritaje: su influencia,
en tanto que contradictoria, es desdeñable.
Las ONG y las asociaciones de consumidores, portavoces
de las reivindicaciones de los ciudadanos, juegan un papel cada vez más
importante en todas las arenas internacionales, e incluso en el seno del
Codex, donde piden el etiquetado de los productos procedentes de bio-
tecnologías y de la agricultura biológica; la ampliación de la noción de
" fa c to res culturales legítimos" conlleva consideraciones sociales y
medioambientales y el reconocimiento del principio de precaución. La
reticencia creciente de la opinión pública frente a los OGM > ficha 1queda reflejada en la nueva legitimidad de estas asociaciones en las nego-
ciaciones.
Los medios de comunicación de masas juegan un papel fun-
damental en la difusión de los hechos y las ideas existentes sobre los
OGM entre la opinión pública. En función del país y del tipo de medio,
la información no es transmitida de la misma forma. Los medios del
norte de Europa, donde la presión de la opinión pública es muy impor-
tante, han cubierto los sucesos ligados a los OGM desde la década de los
ochenta. Para los otros países europeos hubo que esperar hasta mediados
de los noventa y principalmente al anuncio de la clonación de la oveja
Dolly para que la prensa de gran público aportara informaciones más
generales sobre las biotecnologías. Los procedimientos de autorización
de cultivos de OGM, las conferencias ciudadanas, el fracaso de las nego-
ciaciones de la OMC en Seattle han consolidado un sitio fijo para las
biotecnologías en los medios. Queda que la prensa inglesa cubre el tema
con novedades generalmente negativas y se refiere a la "alimentación Fran -kenstein" o al "imperialismo americano", cuando la prensa norteamericana es
más mesurada y anunciará acontecimientos más positivos como "losOGM contra el hambre" > ficha 2.
5Una apuesta internacional
¿Qué imagen para la industria?
Cuando los indus-
triales se declaraban más
bien favo rables a los ali-
mentos que contenían
OGM, la presión de ONG
como Greenpeace, que
redactó la "lista negra "
de fabricantes que no
g a rantizaban la ausencia
de OGM en sus pro d u c t o s
alimenticios, modificó las
posiciones de los actore s .
Cuando los sondeos de
opinión confirman el
miedo de los consumi-
d o res, los industriales de
la agroalimentación y de
la gran distribución bus-
can en estos momentos
establecer cadenas "sin
OGM" > fi cha 4.
Pa ralelamente, una
coalición de gigantes de
las biotecnologías que
reúne a Aventis, BAS F,
D ow Chemical, DuPo n t ,
Monsanto, Nova rtis y
Zeneca Ag Products deci-
dió sensibilizar al público
n o rt e a m e r i c a n o. Fu e
creado un Consejo de la
Información en Biotecno-
logías y se lanzó una
campaña publicitaria en
abril de 2000. El presu-
puesto, de 50 millones
de dólares, permitió
financiar anuncios televi-
s i vos, publicidad en la
prensa y una página en
Internet que pre c o n i z a
que "los descubrimien -tos en biotecnología, dela medicina a la agricul -tura, ayudan a médicos ygranjeros a curar a nues -tros enfermos y a prote -ger nuestras cosechas".
.
1 Posición de los grupos acerca
del principio de precaución.
2 Posición de los grupos acerca
del consentimiento previamente
informado (CPI).
Refuerza la posición del
grupo.
Debilita la posición del
grupo.
* Organismos vivos modificados.
+
–
1 Evaluación de los riesgos,
certeza científica.
2 Solo los OVM* diseminados
en el medio ambiente
(semillas, plantas) son
sometidos al CPI.
1 Principio de precaución,
riesgos no probados.
2 Todos los OVM*
(comprendidos
los destinados a la
alimentación animal y
humana) son sometidos
al CPI.1 Principio de precaución,
riesgos no probados.
2 Solo los OVM*
diseminados en el medio
ambiente (semillas, plantas)
son sometidos al CPI .
5.aUna apuesta internacional
Grupode Miami
Grupo del
"mismo espíritu"
Grupo de la Unión Europea
Protocolo de bioseguridad: las etapas de una negociación internacional
El artículo 19.3 exige a los grupos de la CDB
establecer las modalidades de un protocolo
sobre la bioseguridad.
Negociaciones entre representantes de cada
grupo de países. Consultas intragrupales
(importantes para los países del sur,
que raramente se reúnen). Consultas informales
con la sociedad civil y los industriales.
Creación de un grupo de trabajo sobre la bioseguridad (GTBS).
Convención sobre la diversidad biológica(CDB).
Consultas informales en Viena: cambio de procedimiento.
Conferencia extraordinaria de los grupos
en Montreal.
Sexto encuentro del GTBS en Cartagena:las oposiciones se refuerzan.
Fracaso de
las negociaciones
c o m e rciales
de Se a t t l e .
Política de
etiquetado
obligatorio
en Australia.
–
+
– –
+
+
+
Auge de
los movimientos
ciudadanos
"antiOGM" para
una regulación
específica.
Victoria de Estados
Unidos en el asunto
del buey con
hormonas.
Asunto de la sangre
contaminada, tema
de la “vaca loca”,
p recaución bis a bis
de la salud humana.
Protocolo de bioseguridad, denominado
"protocolo de Cartagena" sobre los movimientos
transfronterizos de OVM*.
1992
1996
1999
2000
–
Los OGM, entre el comercio y el medio ambiente
5.bUna apuesta internacional
. Adoptada en 1992 durante la Cumbre
de la Tierra de Río de Janeiro sobre el
medio ambiente y el desarrollo.
. Tres objetivos principales: conservar
la diversidad biológica, asegurar el
d e s a r rollo dura d e ro de sus componentes (ecosistemas,
especies, recursos genéticos), asegurar el reparto equitativo
de los beneficios obtenidos de la explotación de los recursos
genéticos.
. Consta de varios grupos de trabajo, uno de los cuales ha
llegado al Protocolo de bioseguridad.
. Adoptado en Montreal en 2000,
debería entrar en vigor en 2002.
. Afirma el principio de precaución.
. Prevé procedimientos de consenti-
miento previamente informado para los
OVM diseminados en el medio ambiente (la parte importa-
dora debe ser informada y dar su aprobación antes del pri-
mer transporte de mercancías).
. Prevé un etiquetado reducido a "puede contener OVM"
para las materias primas agrícolas genéticamente modifica-
das, destinadas a la alimentación.
. Su s t i t u ye en 1995 el Ac u e rdo Ge n e r a ls o b re Aranceles Ad u a n e ros y Comerc i o( G ATT) e incluye la regulación de losservicios y de la propiedad intelectual.. Tres objetivos principales: favorecer
la libertad de los intercambios, servir de marco a las
negociaciones comerciales, solventar las discre p a n c i a s
comerciales.
Codex alimentarius Creado en 1961 bajo la égida de la Organizaciónde las Naciones Unidaspara la Agriculturay la Alimentación (FAO) yla Organización Mundialde la Salud (OMS). Definelas normas que se refierenal aspecto y etiquetado de los alimentos, la composición, los aditivo sy la higiene, los re s i d u o sde pesticidas, de medicamentos ve t e r i n a r i o s ,etc. Sin ser obligatorias,estas normas sirven dere f e rencia a las autoridadesnacionales y al acuerdosobre la aplicación demedidas sanitarias y fitosanitarias (acuerdoSPS) de la OMC.
OrganizaciónMundial del
Comercio (138países miembros)
Convención sobrela diversidadbiológica (175
países miembros)
Protocolo de bioseguridad
(75 paísesfirmantes)
Foco de desarrolloPuesta en marcha del Protocolo de bioseguridad: ¿qué informeshay disponibles?
5.c
EntrevistaChristoph BailJefe de la unidad de desar rollo y medio ambiente, DG Medio ambiente, Comisión Europea
Con el Protocolo de bioseguri-
dad adoptado, fa l ta esperar a su
e n t rada en vigor (esta será efe c-
t i va 90 días después de la ra t i ficación del
país número 50) y su puesta en march a
por los países fi rm a n tes. Estas eta p a s
re qu i e ren muchos medios, jurídicos,
técnicos y administ ra t i vos, en part i c u l a r
p a ra los países en desarrollo (PED) qu e
no disponen hoy en día de un marc o
jurídico nacional para los pro d u c to s
p ro c e d e n tes de las b i ote c n o l o g í a s. El
re f u e rzo de las capacidades de los PED
es entonces una cuestión fundamenta l
que hay que tra ta r.
S u p o n gamos que un país fi rm a n te
del protocolo recibe, dentro del marc o
del consentimiento prev i a m e n te info r-
mado (CPI), una not i ficación de
ex p o rtación de un carga m e n to de
o rganismos vivos modifi c a d o s; este país
e stá obligado, en un plazo definido, a
decidir si re chaza o acepta imp o rtar este
c a rga m e n to, y eve n t u a l m e n te en qu é
condiciones. Pe ro para decidir, este país
debe disponer de ciertas capacidades,
p ri n c i p a l m e n te las relacionadas con la
evaluación de los riesgos. Del mismo
modo, en la eventualidad de la cre a c i ó n
de un organismo de resolución de las
d i s c repancias en el marco del proto-
colo, ciertos países no disponen por el
m o m e n to ni del peri taje ni de los
medios fi n a n c i e ros para su aplicación.
El acuerdo inte rnacional prevé qu e " l a sp a rtes cooperen en el desarrollo y en elre f u e rzo de los re c u rsos humanos y de lascapacidades institucionales en el dominio dela prevención de los riesgos biote c n o l ó g i c o s[...] con vistas a la puesta en funcionamientodel protocolo en los países menos desarro l l a d o sy en los países en tra n s i c i ó n ", sin definir no
o b sta n te las modalidades.
El protocolo sobre la bioseguridadespecifica el principio de precau-ción en el plano inte rn a c i o n a l .¿Cómo estima usted este avance?C h ri stoph Bail: La idea de pre c a u c i ó n
viene de la confe rencia de Río de 19 9 2 .
La Convención sobre la biodive rs i d a d
da de ella una definición ambigua: se
habla del "principio marco" y al mismo
t i e mpo de un "enfo que de pre c a u c i ó n " .
También encontramos una ex p resión de
la precaución en los acuerdos de la
O rganización Mundial del Comerc i o
(O M C) que auto rizan a un gobierno a
a p a rta rse prov i s i o n a l m e n te de las re gl a s
c o m e rciales para pre s e rvar un dominio
de salud pública o medioambienta l .
Pe ro el Protocolo de bioseguri d a d
oto rga por pri m e ra vez una ex p resión de
e ste principio jurídicamente const ri c-
t i vo. El protocolo afi rma que los Esta d o s
tienen el dere cho de tomar medidas de
p recaución apropiadas para prote ger el
bien común y los inte reses a largo plazo
de la sociedad fre n te a la gl o b a l i z a c i ó n .
El preámbulo del Protocolo debioseguridad prevé su no subordi-nación a la OMC. ¿Cuáles son lasimplicaciones de esto?C. B.: La no subordinación, o el apoyo
mutuo, ga rantiza que el contenido del
p rotocolo no sea puesto en cuestión en
el marco de un confl i c to comercial lle-
vado ante la OMC. Esto obliga al orga-
nismo de resolución de discrepancias de
la OMC a tener en cuenta el Proto c o l o
de bioseguridad. De igual fo rma, un
c o n fl i c to en el marco del Protocolo de
b i o s e g u ridad deberá re s p etar las re gl a s
de la OMC. El Protocolo de bioseguri-
dad es menos una medida "contra los
OGM" que de protección del medio
a m b i e n te. Hace fa l ta entonces hacer
que el sistema de dere cho inte rn a c i o n a l
sea cohere n te: no puede haber un arbi-
t raje dife re n te para el mismo confl i c to
según el fo ro en que se encuentre .
¿ Podemos entonces decir que el Pro-tocolo de bioseguridad especifica el
lugar del medio ambiente en elderecho internacional?C. B.: Sí, sitúa al medio ambiente en
un pie de igualdad con el comercio en
el derecho internacional público. La
OMC es una institución más fuerte
que cualquier institución destinada a
proteger el medio ambiente. El meca-
nismo de resolución de discrepancias
se pone en marcha automáticamente a
petición de un Estado. Y si un país no
pone en marcha la decisión, es posible
que se le aplique una sanción. En
m a te ria medioambiental, el siste m a
jurídico se encuentra muy segmen-
tado, con una multitud de acuerdos
especializados, administ rados por
s e c retarías esparcidas en dife re n te s
países. No existe un mecanismo ínte-
gro de resolución de discrepancias. En
este contexto el protocolo permite ase-
g u rar un cierto equ i l i b rio entre el
interés comercial y el interés ecoló-
gico: esto no es suficiente para reforzar
las instituciones pero es un avance.
Una apuesta internacional
Primera queja sobre los OGM presentada a la OMCEn septiembre de 2000, el gobierno tailandés ha presentado una queja ante la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC) contra el gobierno egipcio, que ha prohibido la importación deatún en lata sospechoso de estar envasado junto con aceite de soja genéticamente modificado.Antes de entrar en el proceso de arbitraje, los dos países tienen dos meses para encontrar unasolución amistosa. Esta querella es la primera en referencia a los intercambios de OGM, y dejaabierto el debate sobre la solución de los conflictos comerciales y medioambientales entrepaíses que no poseen el mismo marco reglamentario nacional.