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PICRISIS Edición 3 Órgano de información del Colegio Médico Colombiano C O L E G I O M É D I C O C O L O M B I A N O M C C Marzo - Mayo 2017 ISSN: 2500-7688 ASSOSALUD pág. 14 Preparados para hacer frente a los nuevos retos FMC: Neoliberalismo y sus efectos peleteros en la vida colombiana La medicina basada y el ejercicio reflexivo de los médicos pág. 15 Las mujeres colombianas, más educadas Otra complicación de uno de los medicamentos de venta libre más consumidos La estación de la Sabana: Monumento a la ausencia del transporte férreo en Colombia pág. 16 El ejercicio de la cirugía plástica Al cierre del Año del Talento Humano en Salud pág. 8 • ANIR CONTROVERSIA pág. 9 El impuesto a las bebidas azucaradas • Cultura Médica PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN pág. 10 Tercera Encuesta Global de eSalud de la OMS Exceso de sal en los niños FEDERACIÓN ODONTOLÓGICA COLOMBIANA pág. 11 Una sonrisa sana desde el vientre COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO pág. 12-13 El garante de la formación médica se fortalece Pertenecer al CMC es una opción EDITORIAL pág. 2 Las noticias mediáticas camuflan la dura realidad • Ágora ENTREVISTA pág. 3 Un año de trance hacia un nuevo sistema de salud: ACHC • Diccionario Médico CITA CON pág. 4 Doctor José Felix Patiño Restrepo Medicina: entre el arte y la ciencia pág. 5 • Tecno Med NORMATIVA pág. 6 Médicos nacionales desplazados por profesionales extranjeros más baratos • ACOME Lo barato sale caro: Coalición de Sindicatos Médicos pág. 7 Índice Temas Reforma a la educación médica Homologaciones exprés Expansión del CMC Déficit de especialistas no se resuelve con convalidaciones exprés: SICOLPED Frente al ingreso masivo de médicos especialistas extranjeros, los sindicatos, los gremios médicos y las sociedades científicas han pedido al Gobierno que revise la calidad de la formación de los inmigrantes y el cumplimento de los requisitos para la homologación. S egún el Gobierno, el país presenta un déficit de especialistas para solventar la demanda en la prestación de servicios de salud. En Colombia hay aproxima- damente 90 mil médicos, de los cuales 70 mil son generales y solo unos 20 mil tienen especialización. De acuerdo con los cálculos, el país requiere cerca de 40 mil especialistas. Sin embargo, para la doctora Clemencia Mayorga, presidenta del Sindicato Nacional de Pediatras de Co- lombia (SICOLPED), el verdadero interés del Gobierno es permitir la entrada ma- siva de colegas extranjeros para bajar los salarios de los especialistas colombianos. La administración nacional no per- mite que un mayor número de médicos generales se especialice y pueda trabajar en zonas apartadas, dice la doctora Ma- yorga. “Desde hace décadas se mantiene la desproporción que indica que solo uno de cada tres médicos generales ingresa a la residencia. Cada semestre miles as- piran a un cupo en la universidad para hacer un posgrado, pero muy pocos son admitidos, aun cuando están dispuestos a pagar las matrículas más costosas de todo el continente y no reciben ningún tipo de remuneración durante la especia- lización, cosa que no ocurre en ningún otro país del hemisferio”. Para la pediatra, si la nación no ha podido formar a los especialistas que necesita es porque el sistema es inefi- ciente. Los indicadores de la Organiza- ción Mundial de la Salud (OMS) revelan que Bogotá cuenta con 1.6 médicos por cada mil habitantes y que el promedio en Colombia está en 1.4 médicos por mil habitantes. En tanto, países de la región en condiciones similares tienen una media de 2.5 médicos por mil habitantes. “Por el afán de suplir la carencia, pero, sobre todo, de aumentar la oferta para abaratar los costos del talento humano, se convalidan títulos con asimetrías muy profundas y con créditos que resultan deficientes. El Ministerio de Educación no inspecciona el plan de estudios, el cumplimiento de la intensidad horaria durante la formación, no hace los res- pectivos exámenes académicos o por competencias y tampoco certifica que los extranjeros hayan cumplido con el año rural que por ley deben hacer en Colombia para poder recibir la certifica- ción. Nos preocupa lo que pueda pasar con los médicos generales, especialistas y subespecialistas colombianos. Por eso hacemos un llamado al Gobierno para que las exigencias sean correspondien- tes tanto para los nacionales como para los extranjeros y así poder garantizar la mejor calidad en el ejercicio profe- sional antes de conceder cualquier per- miso de trabajo”, concluye la doctora Mayorga. ¿Y la dignidad profesional estable y duradera? Los coordinadores del Año del Talento Humano en Salud piden más colaboración de los gremios que suscribieron el Manifiesto para pasar del dicho al hecho. D espués de un año de la firma del Manifiesto del Año del Talento Hu- mano en Salud, varios gremios médicos consideran que faltó compromiso por parte de la mayoría de las 33 organiza- ciones que respondieron al llamado para dignificar el trabajo de los profesionales de la salud y destacar el papel primordial de las personas que sirven al sistema. La precariedad en los empleos, la sub- valoración en que se tiene al personal de salud y la situación tan delicada y apre- miante por la que atraviesa el modelo asistencial, hizo que por primera vez los gremios del sector salud se fijaran objeti- vos comunes y trazaran políticas de uni- dad para el logro de resultados tangibles. Sin embargo, al cabo de un año quedó comprobado que no basta con un proyec- to teórico oportuno porque los profesio- nales están sumidos en un laberinto que demanda acciones y soluciones concretas. El Manifiesto sirvió para organizar cuatro foros. El primero, que tuvo lugar en la Universidad Nacional de Colombia, se centró en el contenido y los objeti- vos de la celebración; el segundo, en la misma Alma Máter, abordó el tema de la inmigración de profesionales de la salud extranjeros al país; el tercero, en la Universidad del Bosque, analizó la preparación del sistema de salud en el posconflicto; y el último, en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, trató las competencias profesionales y la calidad en el servicio, el empleo y la formación. Aún están pendientes los espacios de discusión para temas como la educación, el aspecto laboral, la autonomía, autorre- gulación y ética profesional. Para la doctora María Fernanda Atuesta, coordinadora del Año del Ta- lento Humano en Salud, es necesario redoblar esfuerzos este año y aumentar la participación de las organizaciones in- volucradas, de tal manera que se consigan resultados inmediatos. Los Ministerios de Educación, Salud y Trabajo participaron del último foro, lo que demuestra que to- das las piezas que conforman el engranaje del Estado están interesadas en participar en el diseño de una Política de Desarrollo Integral del Talento Humano en Salud, la cual, según el doctor Jorge Diego Acosta, coordinador Año del Talento Humano en Salud, es la que debe guiar el accionar de todos los gremios para asumir los retos durante el posconflicto que garanticen una paz estable y duradera.

OM L E G I O BIA PICRISIS C O N O · dignificar el trabajo de los profesionales de la salud y destacar el papel primordial de las personas que sirven al sistema. La precariedad en

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PICRISISEdición 3

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

COLE

GIO MÉDICO COLOMBIANO

MC C

Marzo - Mayo 2017 ISSN: 2500-7688

ASSOSALUD pág. 14• Preparados para hacer frente a los nuevos retos

• FMC: Neoliberalismo y sus efectos peleteros

en la vida colombiana

• La medicina basada y el ejercicio reflexivo

de los médicos pág. 15• Las mujeres colombianas, más educadas

• Otra complicación de uno de los medicamentos

de venta libre más consumidos

• La estación de la Sabana: Monumento a la ausencia

del transporte férreo en Colombia pág. 16

• El ejercicio de la cirugía plástica

• Al cierre del Año del Talento Humano en Salud pág. 8• ANIR

CONTROVERSIA pág. 9• El impuesto a las bebidas azucaradas

• Cultura Médica

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN pág. 10• Tercera Encuesta Global de eSalud de la OMS

• Exceso de sal en los niños

FEDERACIÓN ODONTOLÓGICA COLOMBIANA pág. 11• Una sonrisa sana desde el vientre

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO pág. 12-13• El garante de la formación médica se fortalece

• Pertenecer al CMC es una opción

EDITORIAL pág. 2• Las noticias mediáticas camuflan la dura realidad

• Ágora

ENTREVISTA pág. 3• Un año de trance hacia un nuevo sistema de salud: ACHC

• Diccionario Médico

CITA CON pág. 4• Doctor José Felix Patiño Restrepo

• Medicina: entre el arte y la ciencia pág. 5• Tecno Med

NORMATIVA pág. 6• Médicos nacionales desplazados por profesionales

extranjeros más baratos

• ACOME

• Lo barato sale caro: Coalición de Sindicatos Médicos pág. 7

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Tema

s

Reforma a la educación médica Homologaciones exprés Expansión del CMC

Déficit de especialistas no se resuelve con convalidaciones exprés: SICOLPEDFrente al ingreso masivo de médicos especialistas extranjeros, los sindicatos, los gremios médicos y las sociedades científicas han pedido al Gobierno que revise la calidad de la formación de los inmigrantes y el cumplimento de los requisitos para la homologación.

S egún el Gobierno, el país presenta un déficit de especialistas para solventar

la demanda en la prestación de servicios de salud. En Colombia hay aproxima-damente 90 mil médicos, de los cuales 70 mil son generales y solo unos 20 mil tienen especialización. De acuerdo con los cálculos, el país requiere cerca de 40 mil especialistas. Sin embargo, para la doctora Clemencia Mayorga, presidenta del Sindicato Nacional de Pediatras de Co-lombia (SICOLPED), el verdadero interés del Gobierno es permitir la entrada ma-siva de colegas extranjeros para bajar los salarios de los especialistas colombianos.

La administración nacional no per-mite que un mayor número de médicos generales se especialice y pueda trabajar en zonas apartadas, dice la doctora Ma-yorga. “Desde hace décadas se mantiene la desproporción que indica que solo uno de cada tres médicos generales ingresa a la residencia. Cada semestre miles as-

piran a un cupo en la universidad para hacer un posgrado, pero muy pocos son admitidos, aun cuando están dispuestos a pagar las matrículas más costosas de todo el continente y no reciben ningún tipo de remuneración durante la especia-lización, cosa que no ocurre en ningún otro país del hemisferio”.

Para la pediatra, si la nación no ha podido formar a los especialistas que necesita es porque el sistema es inefi-ciente. Los indicadores de la Organiza-ción Mundial de la Salud (OMS) revelan que Bogotá cuenta con 1.6 médicos por cada mil habitantes y que el promedio en Colombia está en 1.4 médicos por mil habitantes. En tanto, países de la región en condiciones similares tienen una media de 2.5 médicos por mil habitantes. “Por el afán de suplir la carencia, pero, sobre todo, de aumentar la oferta para abaratar los costos del talento humano, se convalidan títulos con asimetrías muy

profundas y con créditos que resultan deficientes. El Ministerio de Educación no inspecciona el plan de estudios, el cumplimiento de la intensidad horaria durante la formación, no hace los res-pectivos exámenes académicos o por competencias y tampoco certifica que los extranjeros hayan cumplido con el año rural que por ley deben hacer en Colombia para poder recibir la certifica-ción. Nos preocupa lo que pueda pasar con los médicos generales, especialistas y subespecialistas colombianos. Por eso hacemos un llamado al Gobierno para que las exigencias sean correspondien-tes tanto para los nacionales como para los extranjeros y así poder garantizar la mejor calidad en el ejercicio profe-sional antes de conceder cualquier per-miso de trabajo”, concluye la doctora Mayorga.

¿Y la dignidad profesional estable y duradera?Los coordinadores del Año del Talento Humano en Salud piden más colaboración de los gremios que suscribieron el Manifiesto para pasar del dicho al hecho.

D espués de un año de la firma del Manifiesto del Año del Talento Hu-

mano en Salud, varios gremios médicos consideran que faltó compromiso por parte de la mayoría de las 33 organiza-ciones que respondieron al llamado para dignificar el trabajo de los profesionales de la salud y destacar el papel primordial de las personas que sirven al sistema.

La precariedad en los empleos, la sub-valoración en que se tiene al personal de salud y la situación tan delicada y apre-miante por la que atraviesa el modelo asistencial, hizo que por primera vez los gremios del sector salud se fijaran objeti-vos comunes y trazaran políticas de uni-dad para el logro de resultados tangibles. Sin embargo, al cabo de un año quedó comprobado que no basta con un proyec-

to teórico oportuno porque los profesio-nales están sumidos en un laberinto que demanda acciones y soluciones concretas.

El Manifiesto sirvió para organizar cuatro foros. El primero, que tuvo lugar en la Universidad Nacional de Colombia, se centró en el contenido y los objeti-vos de la celebración; el segundo, en la misma Alma Máter, abordó el tema de la inmigración de profesionales de la salud extranjeros al país; el tercero, en la Universidad del Bosque, analizó la preparación del sistema de salud en el posconflicto; y el último, en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, trató las competencias profesionales y la calidad en el servicio, el empleo y la formación. Aún están pendientes los espacios de discusión para temas como la educación, el aspecto laboral, la autonomía, autorre-

gulación y ética profesional.Para la doctora María Fernanda

Atuesta, coordinadora del Año del Ta-lento Humano en Salud, es necesario redoblar esfuerzos este año y aumentar la participación de las organizaciones in-volucradas, de tal manera que se consigan resultados inmediatos. Los Ministerios de Educación, Salud y Trabajo participaron del último foro, lo que demuestra que to-das las piezas que conforman el engranaje del Estado están interesadas en participar en el diseño de una Política de Desarrollo Integral del Talento Humano en Salud, la cual, según el doctor Jorge Diego Acosta, coordinador Año del Talento Humano en Salud, es la que debe guiar el accionar de todos los gremios para asumir los retos durante el posconflicto que garanticen una paz estable y duradera.

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EPICRISIS2 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

ditorial

C omenzamos el año con la primicia de que Colombia tiene el tercer me-

jor sistema de salud del mundo, según la revista International Living, calificación obtenida con base en el precio de los procedimientos médicos, la calidad y el acceso a los mismos. Unos días antes los medios de comunicación ya nos habían presentado los avances en salud alcan-zados durante los últimos cinco años de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2015), ade-lantada por el Ministerio de Salud y Pro-familia. Sin embargo, las cifras también indican que las tutelas para proteger el derecho a la salud están disparadas, que la falta de pago oportuno tiene sumidos a los hospitales públicos y privados una aguda crisis financiera y que los pro-fesionales de la salud han perdido sus garantías salariales. La verdad es que la deuda de las EPS en la mayoría de los departamentos duplica el presupuesto para la salud en las ciudades.

La realidad es que los costos en la for-mación médica y el ejercicio profesional están desbocados, en tanto que la remu-neración de los médicos no compensa la inversión a mediano o largo plazo. Como prueba de esa realidad, que no ocupa las primeras páginas, el Colegio Médico Colombiano pronto publicará un estudio cuyas conclusiones con res-pecto a las tasas de retorno de una de las profesiones más abnegadas y exigentes escandalizarían a cualquier economista.

Para no ir más allá, encontramos contratos de trabajo que violan las sen-tencias de la Corte Suprema de Justicia. Leyes y decretos que nadie cumple ni hace cumplir. Contratos disfrazados de capitación, pérdida de estabilidad labo-ral, deudas salariales y sin derecho a la seguridad social, son las situaciones a las que se ven enfrentados los trabajadores de la salud.

En los últimos meses las condicio-nes han empeorado por la llegada de profesionales extranjeros que trabajan algunos sin tener el permiso correspon-diente. Muchos de ellos huyen de sus países y vienen a competir en el mercado laboral ofreciendo tarifas más bajas y desplazando a los colegas colombianos. En países como Cuba o Venezuela la

formación médica no tiene los mismos costos que en Colombia, razón por la que los extranjeros pueden darse el lujo de cobrar un 20 o 30 por ciento menos.

A esta cadena se suman los emplea-dores que claman porque se abran las puertas a los extranjeros dada la ‘escasez’ de profesionales, especialistas y supra-especialistas, pero cuyo real interés es aumentar la oferta para poder fijar me-nores precios a los nacionales. Ofrecen salarios que ningún profesional debería aceptar por simple dignidad.

Otra cara de la verdad son los límites extremos a que ha llegado el ejercicio profesional por las demandas, senten-cias y fallos que violan el principio de la proporcionalidad, como la prohibición jurisprudencial de las infecciones no-

socomiales y aquellas que consideran la práctica médica sujeta a la obligación de resultados, desconociendo que todo acto médico conlleva un riesgo. Las condenas a colegas por diagnósticos que pueden tener margen de error y las multas ex-horbitantes han inspirado a las firmas de abogados a especializarse en demandas contra los galenos. La medicina no es una ciencia exacta y puede que algunos médicos falten a la ética, pero las penas deben ser proporcionales a la gravedad del delito. Lo justo sería que los veredic-tos fueran igual de severos con las EPS, IPS y los laboratorios farmacéuticos o de insumos que hacen sobrefacturación, abusan de los precios, niegan sus ser-vicios y cobran por pacientes ficticios o tratamientos que nunca hicieron.

Por lo anterior, me atrevo a augurar que este año el país tendrá que enfren-tar una profunda crisis social cuando los profesionales de la salud no puedan seguir trabajando en las actuales condi-ciones y comiencen a exigir el respeto que merecen por honrar el compromiso con los pacientes y no con los asegura-dores. El número creciente sindicatos médicos en diferentes regiones debería ser un signo claro para el Gobierno de lo golpeados que se sienten los profesio-nales de la salud, quienes son los únicos que mantienen en pie la seriedad y la sensatez para cumplir con la sociedad.

Así, la autonomía médica, ese gran logro que obtuvimos con la Ley Estatuta-ria de la Salud, cada vez está más lejana por la escasa voluntad del Gobierno para implementarla. Desde la misma Gran Junta Médica hemos visto con preocu-pación que la lentitud y la desidia por hacerla efectiva, lo único que pretende es perpetuar un sistema fallido. De nada sirve tener una Ley justa y buena en el papel, pero muerta en la práctica.

Doctor Roberto Baquero HaeberlinPresidente CMC

Roberto Baquero HaeberlinPresidente CMC

Las noticias mediáticas camuflan la dura realidad

comité directivo

Dr. Roberto Baquero Haeberlin

Presidente cmc Dr. Diego Acosta

Vicepresidente cmc Dr. Javier Pérez

Secretario cmc Dra. Ivonne Díaz

Fiscal cmc

Dr. Diego M. Chaustre Fiscal Suplete cmc

Dra. Ángela Maria Gutiérrez

Vocal Principal cmc Dr. Oswaldo Borraez

Vocal Principal cmc Dr. Jesús Chaustre

Vocal Suplente cmc

Dr. César Y. Cure Vocal Suplente cmc

comité editorial

DirectorDr. Roberto Baquero Haeberlin

Contenido EditorialMaricielo Acero Rodríguez

Asesores MédicosDra. Ivonne DíazDr. Oswaldo Borraez

Diseño y DiagramaciónPrecolombi-David Reyes

ImpresiónPanamericana Formas e Impresos S.A.

Publicación trimestralBogotá

[email protected]

dades extranjeras y fa-miliares de las víctimas, de disposición y envío digno de los cadáveres, fue realizado con lujo de eficiencia, cuidado, pul-critud, respeto y afecto; asumiendo la tragedia como si fuera propia. Lo máximo, el acto en el estadio, impresionante, conmovedor, grandioso: manifestación conjunta de autoridades, hinchas y población, que sorprendió en todo el mundo como gesto humanitario que nos engrandece y es ejemplo positivo para todos. De-mostración de que podemos hacer las cosas bien.

¡Por ahí es! Ese debe ser el camino propio que nos iden-tifique, nuestra marca, la de un pueblo pacífico, pacifis-ta, solidario y humano; aco-gedor, pluralista y amable. ¡Aprendamos de nosotros mismos, cultivemos lo mejor de nuestro ser!

NOTA: De ese acciden-te absurdo, nos queda una fuerte lección: las normas de seguridad no se deben desconocer, no deben supe-ditarse a intereses y cálculos económicos o a terquedades y orgullos personales. En sa-lud no puede valer el “deje así”, “ya lo hemos hecho y nunca ha pasado nada”, mi experiencia me dice…”, “¿para

qué complicarme más?”,”¿para qué listas de chequeo y esas vainas?”, etc.

Dr. Jorge Diego Acosta [email protected]

L os humanos somos una especie ex-traña. Capaces de lo más sublime y

de lo más abyecto. Somos dioses y demo-nios. Los colombianos nos destacamos en esta ambivalencia, y los paisas en particular somos edición especial.

¡Cuántas veces hemos sido insensi-bles al dolor y la desgracia de otros! Tal como ha sucedido ante los millones de víctimas de nuestra violencia histórica y de otras tantas catástrofes que han sacudido a nuestra tribulada tierra. Pero,

sorpresivamente, surge de nosotros una demostración de grandeza conmovedora que nos lleva hasta las lágrimas y que en medio de la tristeza nos llena de orgullo, del profundo orgullo de pertenecer a este pueblo. Más aún, cuando en un mundo donde crece el odio al extranjero, al inmi-grante, al otro, al diferente, al contrario, aparece explícita y maravillosa nuestra manifestación de solidaridad con otro pueblo, con los jugadores del equipo contra el cual nuestro mejor club iba a disputar una copa subcontinental de fútbol, con quienes perecen en un fatal accidente aéreo provocado por impru-dencia criminal.

Todo el proceso de rescate, de trasla-do de cuerpos y heridos, de identificación y atención, de coordinación con autori-

Ágora

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3EPICRISIS

Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

ntrevista

Después del Manifiesto del Año del Talento Humano, ¿cuál es la prioridad para la ACHC?

Seguir llamando a la reflexión a todos los actores del sistema de salud para sacar adelante la reforma que el país reclama. Tenemos que ser capaces entre todos de construir un nuevo sistema de salud más eficaz, menos complejo, fácil de admi-nistrar y centrado en el bienestar de la población. Hay quienes afirman desde los despachos oficiales que la reforma a la salud ya se hizo, lo cual no es cierto. Es necesario e indispensable tramitar la gran reforma al sistema de salud. El país tendrá que hacerla más temprano que tarde porque el sistema ya no aguanta más medidas de choque para sobrelle-var la crisis.

¿Cuál es la crítica a la Ley Estatutaria?

Desde el comienzo la Asociación ha di-cho que esta Ley es solo un marco, pero está vacío. La Estatutaria consigna ge-neralidades y se basa en principios como que la salud es un derecho, que debe ha-ber trabajo digno, que los médicos tienen que ser autónomos, que la innovación es deseable, que es mejor estar aliviado que enfermo. Es un listado de buenísi-mas intenciones que muchos aplauden, pero nada más. Decir que todo colom-biano tiene derecho a la salud es como asegurar que también tiene derecho a no aguantar hambre, pero dónde está la seguridad alimentaria, la reforma al agro, los subsidios, entre otros. El marco está, falta la pintura y ésta solo se hace por medio de una reforma ordinaria.

¿Cuál es el plan de acción de la ACHC?

El país debe transitar por estas tres eta-pas para llegar al cambio: crisis, transi-ción y reforma. Conscientes de la agu-dización de la crisis, hemos dialogado con quienes toman la decisión de hacer la reforma. Sin embargo, no ha sido posible llegar a un acuerdo definitivo. Para mitigar las dificultades actuales

lanzamos alternativas que permitieron obtener nuevas fuentes de financiación y promovimos leyes en el congreso que han servido de respiro para no incumplir con la prestación de servicios de salud a la población.

El 2017 es un periodo de transición por la entrada en vigencia de la Ley Es-tatutaria y de todos los mecanismos de autorregulación, que para unos son de autonomía y para otros son de gran in-tromisión en el acto médico, sobre todo, por la prescripción de servicios por fuera del POS. En esta transición debemos comenzar a revisar las propuestas en salud de los candidatos presidenciales y a hablar con ellos de la urgencia de un cambio profundo en el modelo sanitario.

¿La reforma tributaria le sirve a la salud?

Los observadores oficiales estiman que el hueco fiscal del sistema de salud es de tres billones, nosotros creemos que asciende a seis billones. El impuesto a las bebidas azucaradas y a los cigarrillos puede atenuar el déficit, pero no es sufi-ciente para el crecimiento o la expansión del sistema. Lo ideal es que hayan im-puestos de destinación específica para la salud. Por ejemplo, de los tres puntos de aumento al IVA, al menos uno debería destinarse exclusivamente a la salud. Lo mismo se esperaría del gravamen a los movimientos financieros que se creó para solventar la crisis de los bancos y del impuesto al patrimonio que nació para financiar la guerra. Si esas dos circunstancias desapa-recieron de la realidad nacional, el Gobierno debería entregar más recursos a la salud.

¿Se podrían sanear los hospitales públicos con esa platica?

Los hospitales públicos hay que pre-servarlos como sea. La instituciona-lidad hospitalaria pública es esencial en todo sistema de salud. La sobera-nía sanitaria de un país se consigue a través de los hospitales públicos. En Colombia la mitad de la infraestructu-

ra es pública y la otra parte es privada. La ACHC es un gremio que integra a públicos y privados. El objetivo es que se complementen y que el trabajo se efectúe por medio de redes mixtas. Ade-más, hay que ser coherentes y justos. El sector hospitalario público tiene que ser eficiente, pero los teóricos que tildan a lo público como sinónimo de ineptitud deben tener en cuenta los rendimientos de carácter social que entregan este ti-po de instituciones. No todo se mide en términos financieros porque en algu-nos municipios los hospitales públicos, a pesar de ser eficientes, nunca serán autosostenibles por ventas de servicios. El peor error sería dejar acabar la insti-tucionalidad hospitalaria pública, ya que es la única que va desde el pequeño mu-nicipio hasta el gran núcleo urbano. Por eso hay que abrir la mente a la obligación de subsidiar la oferta para promover la sostenibilidad del sector público y vol-verlo más competitivo.

¿Qué pasará con los salarios de los médicos?

Depende mucho del incremento del salario mínimo. Eso irradia toda la ca-dena. El objetivo de todo el sistema es que se garan- ticen los mínimos vita- les. Debe

existir equilibrio entre los recursos que ingresan y necesidades del gasto. En el sector hospitalario, por ejemplo, el 60 por ciento del dinero que se desembol-sa mensualmente se asigna al recurso humano. Históricamente la unidad de pago por capitación crece y se la asignan a las EPS. La cifra para las aseguradoras aumenta de forma progresiva, pero ese valor no lo extienden simétricamente a las tarifas de los hospitales. Si les in-crementan diez puntos, ellas negocian o, más bien, imponen tres o cuatro al hospital, un porcentaje muy desigual. En el otro lado está el recurso huma-no, cuyos ingresos se preservan por la Constitución y la normatividad laboral, y puede recibir un incremento anual en los contratos y salarios parecido al aumento del salario mínimo. En la mitad está el hospital, en el sánduche, ya que de un lado no le incrementan lo que debería y en el otro tiene que cumplir con las obligaciones salariales. El hospital está destruyendo su valor institucional. Por eso, nosotros clamamos la solidaridad de los trabajadores de la salud para que nos acompañen en la lucha por lograr

el equilibrio. En este momento nadie puede extraer rentas a otro. Tam-bién pedimos que el Gobierno haga un pacto de estabilidad económica buscando la simetría. A las EPS les da todas las garantías y los trabaja-dores le exigen al hospital que pa-

gue sin tener con qué. El Ministro ha dado siete años a las EPS

para ir por la senda de la recuperación, no-sotros lo vemos como

una amnistía para cumplir con la normatividad, lo que no

es correcto y no está dando re-sultados. Si tiene tanta flexibilidad y deferencia con las EPS, debería tener cierta consideración con el sector hospitalario. Esperamos que el Gobierno cumpla la palabra que

tiene empeñada con nosotros.

Un año de trance hacia un nuevo sistema de salud: ACHC

El doctor Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de Hos-pitales y Clínicas (ACHC) afirma que el sector hospitalario está sosteniendo la carga asistencial, pero que no pueden seguir pagando justos por pecadores. Espera una reforma estructural en 2017.

HomologaciónEs legitimar o aprobar por medio de una autoridad judicial o administra-tiva ciertos actos particulares, con el fin de producir los efectos jurídicos esperados. En el aspecto académico se refiere al reconocimiento de una formación realizada en el extranjero, siempre que sean equiparables con los estudios realizados dentro del sistema educativo del país donde se ges-tiona la validación.

HumanismoHace referencia a la doctrina, escuela o movimiento que exalta la condición humana. En este sentido, está relacionado con la generosidad, la compa-sión y la preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas. El humanismo sentó las bases y los fundamentos ideológicos del Renacimiento europeo.

HumanitarismoSe ha utilizado para referirse a un conjunto de actividades relacionadas con el bienestar humano. Se define como la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia los demás.

LegalidadEs una condición o acto realizado dentro del marco normativo o ley. La le-galidad como valor es un conjunto de creencias, valores, normas y acciones que llevan a la población a creer en un Estado de Derecho y a rechazar las injusticias.

VirtudEs la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar bien y correcta-mente. También es el hábito de obrar bien, independientemente de los pre-ceptos de la ley. Puede referirse a la eficacia de ciertas cosas para producir determinados efectos.

VocaciónDel latín “vocatio”, que significa: llamado. Es la disposición de servir. En medicina hace referencia al sentimiento de sentirse responsable del dolor y sufrimiento de los enfermos. El médico surgió desde los tiempos remotos cuando alguien mostró disposiciones y ánimo para recibir el mal que sufrían otros a través de las confesiones y la catarsis.

Diccio

na

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M

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Juan Carlos GiraldoDirector ACHC

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EPICRISIS4 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

externa, porque puede adelantar esa especialización, la medicina general, de cuatro años después de obte-ner el título de médico. Esos gobiernos reconocen que el conocimiento crece de manera explosiva y que lo aprendido en el pregrado resulta insuficiente en rela-ción con el progreso científico. Colombia no ofrece esa oportunidad; acá simplemente no existe. Por eso el país no cuenta con suficientes especialistas ni tampoco con médicos generales altamente resolutivos, competiti-vos y valorados, explica el doctor. “En cambio, resulta absurdo que el país tenga más de 60 EPS, cada una con una enorme burocracia, para manejar un sistema de salud. En casi todos los países del mundo hay un ministerio de salud con la burocracia suficiente como para administrar correctamente la atención en salud. Si el salario mensual de cualquier gerente de una EPS oscila entre 30 y 40 millones, hay casos de 50 millones, lo que nos cuesta mantener a los 60 gerentes durante un año alcanzaría para sacar de la quiebra a más de un hospital público”.

Según el doctor, este sistema distorsionó por com-pleto el criterio de servicio social que tenía la atención hospitalaria al convertir los hospitales públicos en empresas sociales del Estado. Esto obliga a que los hos-pitales tengan que facturar para poder subsistir. Fuera de las grandes ciudades muchas de estas instituciones no remiten a los pacientes que requieren atención especial a centros de mayor nivel para quedarse con el “cliente” y poder cobrar más, y los hospitales de las regiones apartadas no pueden subsistir con la factu-ración de una población que no tiene capacidad de pago o afiliada a una EPS que tampoco paga. “Esto ha tenido un impacto grave, como lo es la terminación de los mecanismos de referencia y contrarreferencia que una vez existieron. Ahora se pretende reemplazarlos por redes manejadas por las EPS.”

En consecuencia, para el doctor Patiño es imperativo terminar con la costosa intermediación financiera, de-volver la autonomía médica, acabar con el dominio de

las EPS y comenzar a implemen-tar en serio la Ley Estatutaria. “El problema es que a Ley 100 y la Estatutaria son incompatibles. La primera contempla la salud como un negocio y la Estatutaria la consagra como un derecho humano fundamental.

Con la profunda revisión cu-rricular y una reforma integral a la educación médica sobre las bases sólidas de la ciencia, el hu-manismo y la ética, más las nue-vas metodologías pedagógicas, esperamos preparar a las nuevas generaciones de médicos con los estándares internacionales de excelencia que los caracterizaba y rescatar la esencia noble y al-truista de la profesión, pero al mismo tiempo tenemos que dar-le un vuelco al sistema de salud”, finaliza el experto.

S alvo contadas excepciones, la calidad de la educa-ción médica en Colombia es muy deficiente, por

lo que es ineludible hacer una reforma integral a los programas académicos, afirma el doctor José Félix Pa-tiño Restrepo, ex Presidente de la Academia Nacional de Medicina, ex Ministro de salud y ex Rector de la Universidad Nacional de Colombia. “Pese a los avances tecnológicos, la globalización y el desarrollo económico de la nación en las últimas décadas, la mayoría de los médicos que se gradúa solo acumula información, pero adolece de las destrezas, los valores y las competencias intelectuales que hacen de la medicina y de la atención de la salud un baluarte en la estructura de la sociedad”, explica el doctor.

Ante esa necesidad, los Ministerios de Educación y de Salud crearon una comisión de académicos para reformar la educación médica. El Presidente, el Vice-presidente y los coordinadores de la Comisión de Salud y de Educación de la Academia Nacional de Medicina, los decanos de facultades de medicina de las Universi-dades del Rosario (presidente de Ascofame), Nacional y Antioquia, la Vicerrectora de la Universidad del Valle, la Secretaria de Salud de Barranquilla, el gerente de la EPS Sura, la gerente del Hospital de Pitalito y el director del Hospital San Ignacio han emitido una serie de reco-mendaciones que se ajustan al pensamiento moderno de la profesión para que los médicos puedan responder a las expectativas de unos pacientes que cada día están mejor informados y son más demandantes.

De acuerdo con la epidemiología del país, las dife-rentes regiones, el avance de la ciencia y el sistema de salud, las facultades de medicina tienen la autonomía de actualizar el pénsum. Algunas son más innovadoras y lo hacen con frecuencia, mientas que otras prefieren ser más conservadoras. Sin embargo, el componente social actual exige que las facultades promuevan el razonamiento crítico, la conducta ética, la formación humanística y que brinden más herramientas para que los médicos desplieguen su vocación y un mayor potencial humano durante el ejercicio profesional.

Si la alta calidad de la órbita internacional fuera el rasero para acreditar y calificar la gestión de las fa-cultades de medicina, habría que cerrar la mayoría de las 66 que existen en el país, agrega el doctor Patiño. “Canadá, con una población similar a la de Colombia, tiene 14 facultades; Nueva York con 22 millones de habitantes cuenta con seis facultades, y Bogotá con aproximadamente ocho millones, se da el lujo de tener 13 facultades de medicina. La entrega desmedida de registros calificados a universidades de garaje y tam-bién a hospitales y clínicas privadas sin el respaldo de una institución académica de trayectoria, solo ha be-neficiado a las aseguradoras que precisan de médicos que facturen, pero le ha hecho un daño imperdonable a la sociedad”.

La burocracia de las EPS acabó con la salud y la educación

Colombia presumía de formar los mejores médicos de toda América Latina hasta cuando entró en vigencia la Ley 100. Tan pronto adoptamos un sistema de ase-guramiento comercial en reemplazo de un sistema nacional de salud, ésta se convirtió en una mercancía y la formación de médicos también se transformó en una industria. La Ley 100 canjeó el imperativo hipo-crático por el mandato burocrático de las EPS. Enton-ces, el médico ya no ejerce una profesión liberal, sino un oficio al servicio de las EPS. Perdió por completo la autonomía y por eso ahora las condiciones para el ejer-cicio de la medicina son de la peores en el continente, señala el académico.

En otras latitudes el médico general está capacita-do para resolver más del 80 por ciento de la consulta

ita con:

El sistema de salud es responsable del deterioro

de la educación médicaEl doctor José Felix Patiño Restrepo, miembro de la Comisión para la Transformación de la Educación Médica, reitera que es necesario acabar con el negocio de las aseguradoras para mejorar la educación médica y la atención a la salud.

Regreso.Y los dioses de la casa dijeron….¡Volvió!Y retorna la conciencia al espacio y tiempos propios,materiales y fluidos,líquidos, haciéndose ella misma,como en su origen, materia fluente y efímera.Aletea sobre el campo verde y florido,bebe la vida de la tierra madrey en el plumaje y vuelo de los pájaros,percibe la Epifanía del ser profundo.Y la casa, expresión de sí y matriz acogedora,vela por su existencia pasajera y fantasmal.Algún indicio de su paso dejará…..

JDA

Dr. José Felix Patiño Restrepo

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5EPICRISIS

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Lo cierto, según el doctor, es que los es-tudiantes de medicina en el sigo XXI son diferentes a los de generaciones pasadas. Los alumnos tienen más beneficios que antes y también han adquirido más po-der para evaluar a los profesores. “Ya no son víctimas del matoneo que solían afrontar especialmente los internos y residentes hace 30 años, sin mencio-nar que en las aulas ahora es mayor el número de mujeres que de hombres”.

De forma paralela ha evoluciona-do la docencia universitaria. Antes los médicos dictaban cátedra en los ratos libres como una causa noble hacia la profesión porque podían compensar los ingresos con la práctica clínica. Hoy un profesor universitario tiene un sueldo que le permite vivir y a su vez está mejor capacitado. La acreditación ha llevado a las facultades a ser más exigentes con los requisitos para docentes y piden al menos un diplomado o una maestría en educación, aclara el doctor. “La pro-fesionalización de la docencia beneficia la calidad de la educación, aunque de forma paradójica las instituciones ha-yan disminuido los requerimientos a las cualidades del insumo”.

Lo anterior se refleja en un mayor estímulo para la investigación. América Latina es la región del globo con mayor crecimiento proporcional en el número de publicaciones científicas y en Colom-bia hay un auge de estudios serios. En los últimos 15 años Brasil aumentó en cuatro por ciento el número de publicaciones; Perú, seis veces y Colombia, ocho veces. Hay 21 universidades colombianas que han incrementado el número de publi-caciones con respecto al año anterior, lo cual demuestra el compromiso con la investigación, pese a la reducción del presupuesto por parte del Estado para Colciencias.

De otro lado, hay que reconocer la influencia humanista de la profesión y la deshumanización del trato hacia los pacientes que se apropió de la práctica médica, explica Rosselli. El prototipo

de médico no solo debería ser capaz de diagnosticar y tratar de la mejor forma posible determinada patología; también tendría que ser lo suficientemente hábil para interactuar con el paciente, pero la dinámica mundial incluyó al paciente en una línea de producción. El médico tiene poco tiempo para completar los requisitos de una buena historia clínica. Eso hace que no haya oportunidad de mirar a los ojos al paciente, de recordar su nombre o de considerar más de un síntoma por consulta”.

“Hace unos años, desde la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME), hicimos una descripción detallada del perfil del médico que el país necesitaba. Hoy en día requerimos muchos tipos de médicos. Por lo tanto, debemos hacer un viraje en la formación académica desde pregrado hacia especia-lidades que resultan poco apetecidas por falta de información y que se han vuelto prioritarias por el cambio demográfico”.

Un estudio elaborado recientemente por el doctor Rosselli y publicado por la Universidad Javeriana reveló que por primera vez en Colombia hay más personas mayores de 80 años que niños menores de un año. Eso indica una clara necesidad de formar más geriatras que pediatras y de contar con más profesio-nales de la salud entrenados para aten-der adultos mayores, quienes presentan más patologías y complicaciones que cualquier otro grupo poblacional.

“Los estudiantes de medicina debe-rían considerar opciones que, sin ser las tradicionales de las especialidades clíni-cas, tienen más futuro y campo de ac-ción, como epidemiología, salud pública, economía de la salud, investigación clí-nica. En este momento, por ejemplo, hay un déficit de médicos familiares, geria-tras, oncólogos y de especialistas en atención primaria. Pero la medicina, desde la rama que se mire, siempre será atractiva e invariablemente habrá oficio que hacer, finaliza el doctor Roselli”.

“Q uien sólo sabe de medicina, ni de medicina sabe”, dijo el pa-

tólogo y profesor de la Universidad de Barcelona, España, José de Letamendi en el siglo XIX, frase que cobra especial trascendencia hoy en día por los nume-rosos cuestionamientos a la calidad en la formación médica y al descuido de las cualidades personales del estudiante para ejercer la medicina.

Dado el grado de compromiso que implica la profesión de ser médico, la selección de los aspirantes se había ca-racterizado por ser de la mayor riguro-sidad. No obstante, en los últimos años el proceso ha cambiado por la rápida y desordenada aparición de facultades de medicina que han reducido los requisitos para matricular a los estudiantes. Según el doctor Diego Rosselli, neurólogo con posgrado en neurología experimental, del Instituto de Psiquiatría de Londres, maestrías en políticas de la salud en Lon-don School of Economics, en educación de la Universidad de Harvard y profesor de la Universidad Javeriana, hoy casi cualquier joven que tenga los medios consigue el ingreso a una universidad privada y las públicas también han am-pliado sus cupos, de manera que ahora es más fácil matricularse para medicina en Colombia. Sin embargo, el descenso que muchos anotan en la calidad de la educación médica es una percepción difícil cuantificar. “No he visto un algo-ritmo que demuestre el porcentaje de ese declive”.

Los están-dares de cali-

dad en el país de las facultades de

medicina son muy variables, dice Ros-

selli. “Algunas están por debajo del promedio, pero

hay que reconocer que mu-chas mantienen el nivel competiti-

vo internacionalmente. Las facultades, como toda empresa, tienen unas curvas de aprendizaje. Puede que las universi-dades más recientes no alcancen el mis-mo rendimiento durante los primeros años que las más experimentadas, y de todos modos, hay excepciones”.

En este momento la mayoría de fa-cultades de medicina están adelantando procesos de actualización y renovación curricular con programas que permiten profundizar las materias de mayor in-terés desde el pregrado y que propen-den por una formación integral de los estudiantes. Lo ideal sería unificar los criterios para establecer un currículo nuclear básico donde haya un porcen-taje para el aprendizaje de las destrezas indispensables de diagnóstico y trata-miento, como fisiología, anatomía, pa-tología, farmacología, entre otras, pero con un mayor estímulo a la vocación médica de los estudiantes a través de adecuadas experiencias formativas pla-nificadas dentro del plan de estudios. La formación técnico-científica se debería acompañar de créditos académicos y electivas que impulsen los intereses artísticos, musicales, literarios o éticos y no dejarlos a la curiosidad espontánea, agrega el docente.

Otro factor influyente es la inhabi-lidad que tienen los alumnos en todo el mundo para hacer prácticas con los pacientes como lo hicieron sus docentes. Los estudiantes no atienden partos ni hacen procedimientos quirúrgicos, así

La vocación sigue presente en las aulas

sean de muy baja complejidad. El apren-dizaje se hace con modelos de simulación que permiten adquirir el conocimiento sin poner en riesgo la vida o causar sufrimiento a una persona. Las facul-tades más pudientes económicamente tienen unos sistemas de simulación que reemplazan por completo la atención a los pacientes. Por eso, los Exámenes de

Calidad de Educación Superior (ECAES) se han convertido en el instrumento que tiene la nación para medir el desempeño de los estudiantes y de manera indirecta evaluar el nivel de las universidades, pero, agrega el doctor Rosselli, que si existiera más rigor a la hora de entregar el registro calificado a las universidades, Colombia estaría mejor calificada.

Medicina: entre el arte y la ciencia

La evaluación de la educación médica es la oportunidad para cuestionar no solo las competencias de los estudiantes, sino para ir más allá, y debatir sobre cuáles son los tipos de médicos que el país reclama.

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EPICRISIS6 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

ormativa:

Médicos nacionales desplazados por profesionales extranjeros más baratos

L os permisos de trabajo concedidos en menos de tres meses a grupos

de especialistas extranjeros procedentes principalmente de Venezuela y Cuba para trabajar en clínicas y hospitales de Yopal, Casanare, Valledupar y Norte de Santander, entre otros departamentos, hizo que varias de las colectividades de especialistas nacionales le pidieran al Gobierno revisar el cumplimiento de los requisitos para la expedición de licencias de trabajo a extranjeros.

Según la doctora Clemencia Mayor-ga, presidenta del Sindicato Nacional de Pediatras de Colombia (SICOLPED), los especialistas extranjeros se contratan con salarios inferiores al que tienen los nacionales, lo cual ha llevado a que las IPS prefieran adquirir una mano de obra entre un 20 y 25 por ciento más barata, y a que los especialistas nacionales hayan sido desplazados y reemplazados. “Esto es una clara violación al código sustan-tivo del trabajo vigente en Colombia. Por ley no se permite el ingreso y menos la celebración de contratos con extranjeros que vayan en detrimento del trabajo de los nacionales”.

Hasta el momento las especialida-des más afectadas son pediatría, medi-cina interna, cirugía, anestesiología y ginecología-obstetricia, pero la doctora Mayorga asegura que el ingreso masivo de médicos generales y especialistas de otros países, terminará por afectar a todos los profesionales médicos.

Esto se suma a la difícil situación que han denunciado otros gremios médicos, como el Colegio Médico Colombiano, la Federación Médica Colombiana, la Asociación Nacional de Profesionales

de la Salud, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, entre otras, por la contratación de profesionales de la salud en condiciones que infringen el artículo 18 de la Ley Estatutaria de Salud.

“El médico colombiano no goza de estabilidad laboral ni cuenta con las mis-mas garantías de cualquier trabajador en Colombia. En la Secretaría Distrital de Salud hay colegas con contratos por prestación de servicios de 30, 15 y hasta tres días. Si eso ocurre en Bogotá, en los municipios la situación es más dra-mática. Además, por este tipo de con-tratos, los médicos no tienen derecho al descanso remunerado o a las primas y cesantías que reciben los asalariados. Para que un médico pueda tener vaca-ciones debe pagarle a un colega para que lo reemplace y dejar de recibir el pago de esos días. Incluso, la ley señala que la jornada máxima en Colombia es de 189 horas al mes, pero muchos de mis com-pañeros trabajan 360 horas mensuales para cubrir las deudas que adquirieron durante el pregrado y la residencia”, se-ñala la pediatra.

De otro lado, la crisis financiera del sistema de salud ha llevado a la quiebra a clínicas y hospitales en diferentes re-giones del país. “Tan pronto una IPS tiene problemas financieros, lo primero que hace es recortar el personal y demorar los sueldos de quienes permanecen en la institución. Existe un considerable nú-mero de médicos que no han recibido un peso de salario en seis u ocho meses. En ocasiones el hospital los llama a negociar y les ofrece una tercera parte de la deu-da porque sabe que una demanda toma años y que los médicos no están en con-diciones de esperar”, asegura Mayorga.

Las asociaciones sindicales de especialistas hacen un llamado al Gobierno para que la con-tratación de extranjeros no perjudique el trabajo de los nacionales y piden que las institucio-nes colombianas sean tan estrictas a la hora de dar licencias de trabajo como lo son para los colombianos en otros países.

Los médicos también son ciudadanos colombianosLos Ministerios de Educación, Salud y Trabajo están al tanto de la problemática planteada por los médicos, pero hasta el momento se han mantenido al margen. “El Gobierno tiene un objetivo claro: reducir los honorarios de los médicos. Para ello tienen varias estrategias y la flexibilidad para homologar títulos y expedir licencias de trabajo a extranjeros es una de ellas”, aclara la doctora.

La Ley 100 hizo que la salud comen-zara a regirse por las normas de la oferta y la demanda. Entonces, explica la pedia-tra, si el Gobierno permite que ingresen cientos de especialistas extranjeros a competir por el mercado, es decir, por los pacientes, baja la cotización de la mano de obra. El sistema de salud en Colombia se sostiene de la compra y la venta de la enfermedad, ni siquiera de la salud. Las EPS e IPS se lucran de la enfermedad y cuanto más enferma se mantenga a la población, más rentable resulta el ne-gocio para ellas. Por eso, algunas de las instituciones han reducido el tiempo de la consulta médica de 19 a 12 minutos.

El Ministro de Salud argumenta que los especialistas no quieren trabajar en zonas apartadas. Para la líder sindical, más que una cuestión de voluntad, se trata de que en esos hospitales o centros médicos no cuentan con los insumos, me-dicamentos o recursos para poder prestar sus servicios. Muchas veces lo hacen en condiciones que ponen en riesgo la vida de los pacientes.

La Ley Estatutaria reconoció que la salud es un derecho fundamental y puso en el núcleo esencial del sistema a las personas. No obstante, cada día se aprueban normas y decretos en sentido contrario, dice. “Los médicos creemos

que el Gobierno quiere perpetuar el mo-delo mercantilista. Es la única razón para entregar las instituciones públicas a empresas privadas y para dejar entrar multinacionales y extranjeros en mejores condiciones”.

Ante la indiferencia del Gobierno, los médicos especialistas han decidido agruparse en organizaciones sindicales por especialidades para hacer valer los derechos contemplados en la ley. “Las organizaciones sindicales son la herra-mienta que nos brinda la Constitución para exigir dos cosas: que el sistema de sa-lud nos permita ejercer nuestra profesión médica con dignidad y que los médicos tengamos las condiciones laborales mí-nimas para vivir decentemente”, declara.

El objetivo de los 23 sindicatos de especialistas que existen en el país es formar una federación de organizaciones sindicales para presentarle al Gobierno un pliego de peticiones que dignifique la profesión médica de los nacionales y les permita mejorar la calidad de la atención a los pacientes. Eso implica crear una política de Estado para incentivar la for-mación profesional, ampliar las plazas para especialistas, reconocer el trabajo del médico durante la residencia, hacer que los extranjeros sean evaluados por pares nacionales y mejorar la calidad de la educación médica. “Por último, no creo que el Gobierno esté interesado en bus-car una solución a la crisis de la salud y mucho menos en defender nuestros derechos. Si los médicos no somos capa-ces, nadie lo va a hacer”, puntualiza la doctora Mayorga.

El papel de sector salud en el posconficto

D esde hace más de 50 años Colom-bia ha vivido un conflicto que ha

generando crisis en la economía, la cul-tura, la educación, las políticas públicas y sociales, y, por supuesto, en el sector salud. Para nadie es un secreto que la salud es el área que actualmente sus-cita mayor inconformidad dentro de la comunidad. Un estudio realizado por la revista semana en 2013 demostró que en ese momento siete de cada diez colom-bianos se encontraban insatisfechos con la gestión en este sector, situación que no ha cambiado en lo absoluto.

No es casualidad que la gestión y la administración del sector salud sean tan

disfuncionales. A la escasa prestación de servicios de atención primaria o de pro-moción y prevención de la salud en las comunidades rurales o zonas afectadas por la violencia, se suma la limitación para la movilidad en las plazas donde se realiza el servicio social obligatorio. Esto obedece, entre otras cosas, a que los profesionales de la salud están expues-tos a situaciones de inseguridad por la presencia de grupos armados ilegales, lo que impacta de forma negativa en la prestación de los servicios de salud en estas zonas. 

Por lo anterior, es importante que el sector salud se apropie de cada una de las necesidades que existen mientras se establecen acuerdos claros para el país en el posconflicto. Existen tareas claras como brindar apoyo a las diferentes comunidades afectadas por el conflicto en atención primaria, vacunación, in-clusión en programas de prevención, y un manejo integral para la reinserción efectiva a la sociedad. De igual forma, es

indispensable proteger la integridad de los médicos del servicio social obligatorio, del personal sanitario y los prestadores de servicios de salud.

ACOME viene realizando diferentes actividades en todo el país para brindar apoyo a las comunidades afectadas por los grupos armados, motivados por prin-cipios como “médicos más allá de los consultorios”, en el que el médico entien-de la dimensión biopsicosocial de la vio-lencia y sus consecuencias. También tiene planeado incrementar las misiones médicas y las brigadas extramurales para ofrecer atención oportuna con

jornadas de trabajo y respaldo a los pro-gramas de salud pública.

Santiago Giraldo ArtunduagaFundación Universitaria Autónoma de Las

AméricasOctavo semestre

Datos de contactoE-mail: [email protected]ágina web: http://acome.com.co/Fan page: https://www.facebook.com/acomeoficial

Bryan Steven UrreaPresidente Nacional

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A finales de 2016, los sindicatos de médicos presentaron ante los

Ministerios de Relaciones Exteriores, Educación, Salud y Trabajo, así como ante la Superintendencia de Salud y la Procuraduría General de la Nación varios derechos de petición para evitar que la migración de médicos termine por desplazar a los médicos nacionales.

Para el doctor Jorge Enrique Enci-so Sánchez, presidente de la Unión de Ginecólogos y Obstetras (UGGOC) y presidente de la Coalición de Sindicatos Médicos, el principal problema al que se enfrentan es la competencia desleal porque quienes llegan se contratan con remuneraciones demasiado bajas. “La crisis política, económica y social por la que atraviesan Cuba y Venezuela la estamos asumiendo nosotros”.

Los médicos nacionales denuncian que las autoridades colombianas han sido muy permisivas y laxas al permitir que los extranjeros ejerzan la profesión sin cumplir la ley. Además, aseguran que el conocimiento que traen es muy disparejo, que la mayoría no ha realizado las prácticas necesarias para recibir el

título de médico y que mucho menos cuenta con la experticia para atender pacientes. “Nuestros profesionales es-tudian, se preparan y se forman bajo rígidas exigencias académicas por más de diez años para brindar la mejor aten-ción a los pacientes. Ahora las EPS e IPS

contratan a los especialistas más baratos para reducir los costos, pero ponen en riesgo la vida de muchos colombianos”, manifiesta el doctor Enciso.

En este momento solicitan al Minis-terio de Educación que se ciña a los programas académicos exigidos en Co-

lombia y a las recomendaciones de los comités de pares de las Asociaciones Científicas y el Colegio Médico Colom-biano para convalidar los títulos de los profesionales extranjeros. Insisten en que el Ministerio de Salud haga que presten el servicio social obligatorio antes de permitirles firmar contratos laborales y que el Ministerio de Traba-jo vele porque haya trabajo digno para todos bajo el amparo de la normatividad colombiana. Lo más preocupante, según Enciso, es que el Gobierno no tiene una cifra exacta y el país no sabe a ciencia cierta cuántos médicos extranjeros han cruzado las fronteras en los últimos años y se encuentran trabajando en la ilegalidad. Muchos no han homologado sus títulos y aun así son asalariados. Por lo anterior, ahora más que nunca estamos unidos como gremio. De la mano del Colegio Médico Colombiano, la Federación Médica Colombiana, las Sociedades Científicas, la Academia Nacional de Medicina y los Sindicatos Médicos vamos a defender el ejercicio y la soberanía de la medicina”, termina el doctor Enciso.

Lo barato sale caro: Coalición de Sindicatos MédicosLos galenos piden al Gobierno que se les reconozca como una fuerza laboral y se les trate como miembros del sistema de salud.

El ejercicio de la cirugía plástica

Doctor Ricardo Salazar LópezCoordinador Comisión de Educación de la Academia Nacional de Medicina

E l ejercicio y la práctica de la cirugía estética se han convertido en pro-

ductos comerciales, causando muertes, desfiguraciones y lesiones permanentes en un significativo número de pacientes sometidos a este tipo de intervenciones. Si bien es cierto que toda intervención quirúrgica implica riesgos, y que en algunos casos se presentan complica-ciones, la responsabilidad del médico que practica estos procedimientos debe estar respaldada por una adecuada for-mación, un sentido ético y una completa información a los pacientes acerca de los resultados, así como de los riesgos inherentes a cada técnica.

En Colombia, la cirugía estética for-ma parte de las competencias de un mé-dico especializado en cirugía plástica, ello no excluye que algunas intervenciones formen parte de otras especialidades quirúrgicas. Los procedimientos quirúr-

gicos de cirugía plástica no tienen una zona anatómica definida; se practican en todas las regiones del cuerpo humano, lo que implica que en una gran mayoría de casos haya necesidad de efectuar pro-cedimientos multidisciplinarios donde intervienen diferentes especialidades.

La formación de un cirujano plástico requiere una selección rigurosa del as-pirante por parte de una institución de educación superior reconocida y apro-bada por el Estado; posteriormente, al iniciar su especialización, debe practicar diferentes rotaciones que garantizan una adecuada formación. Se inicia con asistencia y participación en cirugía ge-neral, lo que le permite estar capacitado para evaluar las diferentes variaciones y riesgos en las diversas partes del cuerpo humano. Luego sigue la capacitación en la atención y tratamiento del paciente quemado.

La alta incidencia de trauma en nuestro país exige una pre-paración para el tratamiento de estos pacientes. La atención a víc-timas de la violencia con heridas por arma de fuego, por accidentes de tránsito y lesiones durante el trabajo, obliga a la rotación por el área de maxilofacial y cirugía de mano. La presencia de malfor-maciones congénitas de la cara, las manos y otras regiones del cuerpo demanda la rotación por cirugía pediátrica, y la incidencia de cáncer de piel y tumores de te-jidos blandos hace imprescindible la formación en procedimien-tos de reconstrucción de tejidos blandos con implementación de técnicas microquirúrgicas y en algunos casos de cirugía robótica.

Una vez aprobadas las di-ferentes rotaciones descritas, empieza la preparación en los diferentes procedimientos de cirugía estética, siempre con el

acompañamiento y la supervisión de docentes adecuadamente capacitados y reconocidos. Todo se hace bajo el rigor de un programa académico, con delegación progresiva de funciones y en un hos-pital universitario respaldado por una universidad reconocida por el Estado. Las actividades académicas incluyen trabajos de investigación, revisión de publicaciones y asistencia a eventos científicos, lo que exige un mínimo de cuatro años y la implementación de créditos académicos.

Esta estricta selección motiva a que muchos médicos efectúen sus estudios de especialización en el exterior. En este caso es imperativo que el Ministerio de Educación haga la respectiva convali-dación del título tan pronto el médico regrese al país. La entrega de títulos a personal inadecuadamente formado en los últimos años ha ocasionado impor-tantes resultados desfavorables para la población.

Es apremiante que el Estado regla-mente y defina las diferentes especia-lidades médico-quirúrgicas, lo mismo que los diferentes procedimientos de cirugía estética. También debe haber más control sobre la difusión y publicidad efectuada con objeto de comercializar

y convertir una especialidad quirúrgica compleja en un instrumento de lucro.

El Ministerio de Educación expidió en mayo de 2015 la Resolución 06950, donde especifica los requisitos para la convalidación de títulos expedidos en el exterior. Tienen que ser emitidos por una institución de educación reconocida por el Estado. En caso de las disciplinas de la salud, debe haber un programa estructurado, una descripción de activi-dades y créditos académicos. De igual manera, la resolución define las situa-ciones contradictorias que se puedan presentar y sus posibles soluciones. La Academia Nacional de Medicina, en su calidad de organismo asesor del Estado, está permanentemente disponible para colaborar en los diferentes procesos que ameritan un análisis especial.

Dr. Ricardo Salazar López

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Al cierre del Año del Talento Humano en Salud

Humano en Salud del Ministerio de Sa-lud; el doctor Manuel Reina Salgado de la Dirección de Movilidad y Educación para el Trabajo del Ministerio de Trabajo; el doctor Gerardo Arturo Medina Rosas de la Dirección Mesa Sectorial Salud del SENA; el doctor Roberto Baquero, pre-sidente del Colegio Médico Colombiano; el doctor Jorge Diego Acosta, Vicepre-sidente de la Asociación Colombiana de Profesiones de la Salud y la doctora Diana del Pilar Méndez, directora del Programa de Especialización en Gestión del Talento Humano en Salud de la Juan N. Corpas.

Los participantes destacaron la im-portancia de fortalecer las competen-cias profesionales y la articulación de la educación, la salud y el empleo para que el sector de la salud mejore. El ob-jetivo es que el país cuente con espe-cialistas comprometidos en valorar el

talento humano, que puedan abordar los problemas con soluciones creativas y donde cada uno sea parte activa en la solución. También se mencionaron las necesidades del talento humano para la implementación de la Ley Estatutaria y el desarrollo del Plan Decenal de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Dado el divorcio que existe entre quienes trabajan en las aseguradoras, las instituciones prestadores y las personas naturales, se propuso acoplar las políticas formativas que son indispensables para prestar un buen servicio y las condicio-nes laborales del personal de la salud para que el modelo sea exitoso.

Durante las conferencias surgieron propuestas como la evaluación y reno-vación de competencias en procesos de certificación y recertificación por pares durante el desempeño de la actividad profesional y también se plantearon las reservas que tienen los profesiona-

les acerca de las políticas de educación terciaria del SENA, ya que consideran que los planes de especialización, maes-trías y doctorados para técnicos y tec-nólogos pueden llegar a reemplazar al profesional.

Según la doctora Diana del Pilar Méndez Cabrera, directora Programa de Especialización en Gestión del Talento Humano en Salud de la Juan N. Corpas, la educación terciaria es un hecho en el país y el SENA juega un papel decisivo porque es la encargada de gestionar el modelo para la certificación por com-petencias.

Para que el país alcance o se pueda acercar a las metas del sector de la OMS, se propuso que la reforma a la educación incluya en los programas académicos los componentes de la atención primaria en salud y que los gremios diseñen una política pública clara para el fortaleci-miento del talento humano en salud.

E n el pasado foro Competencias Pro-fesionales y Laborales para el Nuevo

Modelo de Salud: ¿Qué has hecho para asumir los cambios?, organizado por la Fundación Universitaria Juan N. Cor-pas, se analizaron los avances para la implementación del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS) y se hicie-ron acuerdos sobre la importancia de la formación por competencias para elevar la calidad del servicio y mejorar el des-empeño de los profesionales, técnicos y tecnólogos en salud.

El evento contó con la presencia de 253 integrantes del sector salud y educa-ción, entre quienes estuvieron la doctora Ana María Piñeros, Rectora de la Fun-dación Universitaria Juan N. Corpas; el doctor Álvaro Mauricio Flórez, de la Sala de Ciencias de la Salud del Ministerio de Educación; el doctor Luis Carlos Ortiz de la Dirección de Desarrollo Talento

Las agremiaciones del sector salud examinaron con el Gobierno los desafíos que enfrenta el recurso humano y las alternativas para potenciar las cualidades de los trabajadores de la salud.

Salud basada en la economía

E n el actual sistema de salud es fre-cuente que la atención de un pa-

ciente dependa del tipo de EPS al que se encuentre afiliado. En un momento crítico para un modelo desgastado y ultrajado por diferentes sectores, con intereses distintos a la búsqueda del bienestar de la población, pertenecer a determinadas EPS se convierte en un estigma social y es motivo para la nega-ción de servicios, retrasos o tramitología adicional, lo que resta eficiencia y calidad a la atención médica.

La salud pasó a convertirse en una fuente de recursos económicos para los sectores más poderosos, quienes sacan provecho de los recursos públicos des-tinados a garantizar el derecho funda-mental de la salud y a prevenir que los colombianos se enfermen. Mientras estos grupos crean más IPS propias y hacen negocios, evitan prestar los ser-vicios a que tienen derecho los pacientes y tampoco pagan lo correspondiente a la entidad encargada de la atención.

En consecuencia, las IPS se ven obli-gadas a cuidar cada peso para subsistir; rebajan tarifas, negocian glosas, de-

moran los pagos a los trabajadores y restringen la compra de medicamentos indispensables, en tanto las EPS invier-ten parte de los recursos que deberían designar a la prestación de servicios de salud en controvertir las cuentas presen-tadas por las IPS, en glosar pagos y fijar tarifas por debajo de lo correspondiente cada año.

Día a día crece el número de hospi-tales que adeudan meses de salario a los trabajadores de la salud, quienes además no cuentan con los recursos ni las con-diciones adecuadas para prestar una buena atención. Muchos médicos ya han tenido que manifestar su inconformidad con voces de protesta para defender los derechos de sus pacientes y reclamar la remuneración que les corresponde para poder mantener a sus familias.

Con la sanción por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Ley Estatuta-ria de Salud surge la esperanza de ins-taurar los cambios pertinentes para te-ner un mejor sistema. Se requiere una transformación radical del actual mo-delo hacia otro que garantice el asegu-ramiento total, la cobertura integral y que restablezca la dignidad de los pro-fesionales de la salud. La implementa-ción completa de las disposiciones plan-teadas en la norma debe empezar a regir ahora. Esperamos que las disposiciones

gubernamentales no pretendan perpe-tuar un modelo de salud que ha provo-cado más muertes en Colombia que el mismo conflicto armado.

Luis Carlos Leal AngaritaPresidente

Asociación Nacional de Internos y Residentes

Datos de contactoTeléfono: 2694173Cels: 3107680783- 3006795939Dirección: Calle 31 No. 33-38E-mail: [email protected]@gmail.com

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ontroversia

E stá sólidamente fundamentado que el consumo de azúcar contenido en diversos alimentos, y en

particular, muchas bebidas industrializadas, masiva-mente consumidas, contribuye en buena medida al grave fenómeno de la obesidad, principalmente in-fantil y juvenil, con el alto riesgo que ésta conlleva de enfermedades cardiovasculares y metabólicas graves, de difícil y costoso manejo.

Es tan crítico el crecimiento de la incidencia y la prevalencia de la obesidad en la inmensa mayoría de países, que en algunos de ellos ha sido calificada de epidemia. Esto no significa que las bebidas azucaradas sean el único factor responsable de la mencionada con-dición, ni que su control sea la única y definitiva medida que debe asumir una política de salud pública para su manejo y prevención, por lo cual otras estrategias y medidas deberán también implementarse.

Un sistema de salud racional, que hace énfasis en la atención primaria, en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, debe estimular conduc-tas de vida saludables, y tratar de frenar aquellas que no lo son. Medidas que, primordialmente deben ser de carácter educativo para conducir a cambios cultura-

les, de tal modo que los individuos conscientemente cuiden de su salud y procuren el buen vivir. Sin em-bargo, también existen medidas que hacen parte de los condicionantes de la salud y que son de carácter económico, establecidas por diferentes Estados con el objetivo de promover o detener conductas; en este caso, conductas que tengan que ver con la salud de la población, la carga de enfermedad y, por ende, los costos del sistema.

Una medida que ha probado ser efectiva para pro-piciar o moderar conductas sociales, de carácter eco-nómico, tiene que ver con el costo de los bienes que se apetecen, para incrementar o reducir su consumo. En este orden de ideas, los impuestos a las bebidas azu-caradas, se orientan a la prevención de la obesidad y de las secuelas que ésta conlleva, sin afirmar que sea suficiente, y no se requieran, como ya lo dijimos, de otras medidas que contribuyan al mismo fin.

Igualmente, el incremento de los impuestos al tabaco y a las bebidas alcohólicas, se propone como medida para reducir su consumo y mejorar la salud de las personas.

Una población más saludable, como resultado de medidas efectivas de salud pública, implica menores costos para el sistema de salud, un sistema que en nuestro país se encuentra desfinanciado.

Ante la crisis financiera, sin solución a la vista de nuestro sistema de salud, además de la reducción de costos, se requiere el combate a la corrupción, una buena gestión, un sistema más eficiente (reforma me-diante ley ordinaria), y contar con nuevos recursos.

Para incrementar los ingresos del sistema, además del combate a la elusión y evasión de los aportes a la seguridad social, debe contarse con mayores aportes provenientes del presupuesto nacional, mediante el recaudo de nuevos impuestos.

El impuesto propuesto en la pasada reforma tribu-taria, a las bebidas azucaradas y el incremento a los gravámenes del alcohol y el tabaco, no sólo desestima-ban el consumo de estas sustancias, sino que a la vez conseguirían aportes nuevos que deben destinarse a la financiación del sistema de salud.

Los empresarios e industriales se han manifestado ampliamente en contra del impuesto a las bebidas azu-caradas, alegando consecuencias económicas y sociales, generadas por el desempleo en una industria que vería reducido su mercado y sus márgenes de utilidades. Afirmación que carece de veracidad y es fácilmente refutable porque la industria se acomodaría produ-ciendo cada día más bebidas con sustitutos del azúcar, lo cual ya hoy es una tendencia clara en el mercado. Faltan a los postulados básicos de la ética empresarial, al colocar sus intereses propios por encima de los in-tereses generales de la población, puesto que en todas sus comunicaciones, no mencionan intencionalmen-te los efectos dañinos del alto consumo de azúcares, simplemente recurren a la afirmación infantil “otros también lo hacen”.

En el sector salud, los agentes y actores que se oponen a estos nuevos impuestos, hacen populismo irresponsable y oportunista. No podemos exigir mejo-res servicios de salud, negándonos a la vez a buscar nuevas fuentes de financiación para ellos, sin declinar la lucha contra la corrupción y la mala gestión del sis-tema, ni la necesidad de impulsar su reforma estruc-tural mediante una o varias leyes ordinarias.

Dr. Jorge Diego Acosta C.Vicepresidente del Colegio

Médico Colombiano Vicepresidente de la Asociación

Colombiana de Profesiones de la Salud Miembro de la Junta Directiva

de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas Coordinador del Comité de Regulación de la Sociedad

Colombiana de Anestesia y Reanimación

El impuesto a las bebidas azucaradas

Cultu

ra

méd

ica

Desde la antiguedad distintas culturas han atribui-do a la sangre innumerables propiedades. Antes de practicar la transfusión los antiguos bebían la sangre de animales para adquirir sus fortalezas. Los egipcios, los babilonios, los hindúes, los chi-nos y otros pueblos amerindios llevaron a cabo sangrías con la creencia de que si en la sangre había un humor enfermo, lo mejor era desangrar

al enfermo para limpiarlo. Este procedimiento se realizó hasta el siglo XIX por medio de flebotomías, sanguijuelas o ventosas.

Solo hasta cuando se detalló el mecanismo de circulación de la sangre se establecieron las fun-ciones y características del líquido vital. En 1628, el médico británico William Harvey describió por completo la circulación y las propiedades de

la sangre. Luego el fisiólogo y clérigo inglés Stephen Halles hizo los prime-ros estudios sobre el flujo, la presión arterial y el volumen sanguíneo en el ser humano.

En 1665, Richart Lower se atrevió a hacer una transfusión entre dos perros, pero fue en 1667, cuando Jean-Baptiste Denis, filósofo, matemático y médico del Rey Louis XIV, utilizó las plumas de las aves como cánulas para efectuar el mismo procedimiento en dos personas. Primero le puso sangre de un cordero a un joven de 15 años y más adelante a un trabajador con la teoría de que esta sangre estaría menos contaminada de pecados que la de cualquier otro ser hu-mano; ambos pacientes sobrevivieron.

Pese a que estas primeras transfu-siones, más por el azar que por conoci-

miento, fueron un éxito, luego provocaron muchas muertes y la práctica fue proscrita.

Al obstetra británico James Blundell se le atri-buye la primera transfusión con sangre humana, en 1818, debido a que contaba con mejores técnicas quirúrgicas, instrumental más avanzado y a que en ese momento solo se empleaba sangre humana. La efectuó en mujeres con hemorragias posparto.

En 1901, Karl Landsteiner, un médico austría-co, descubrió los primeros grupos sanguíneos y es-tableció los principios básicos de la compatibilidad sanguínea, lo que hizo de la transfusión una prác-tica más segura. En ese momento la coagulación de la sangre se convirtió en el principal problema para avanzar en ese tipo de procedimientos. Las embolias y flebitis cobraron muchas vidas hasta que Luis Agote, en el Hospital Rawson de Buenos Aires, en 1914, realizó la primera transfusión de sangre mediante una técnica con citrato de sodio, método que evitaba la coagulación. Ese mismo año el científico belga Albert Hustin descubre que mediante una cantidad de citrato sódico y ácido cítrico junto con glucosa, se puede evitar la coagulación. Su hallazgo se considera el gran adelanto para lograr la conservación de la sangre.

De esa forma, durante la Segunda Guerra Mundial la transfusión sanguínea se convierte en un procedimiento rutinario para tratar a sol-dados heridos y desde ese momento no ha dejado de salvar vidas.

La transfusión o donación de sangre

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EPICRISIS10 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

romoción y prevención

U na nueva encuesta de la Orga-nización Panamericana de la Sa-

lud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) muestra que varios países de las Américas están aprovechando las tecnologías de la información y de la comunicación para la salud (la salud electrónica o eSalud), pero aún queda mucho por hacer para expandir su uso y alcanzar su máximo potencial.

El informe La eSalud en la Región de las Américas: derribando las barreras a la implementación, muestra que el eLearning para la formación en salud de los profesionales actuales y futuros es utilizado en el 95% y en el 90% de los países encuestados. El 90% dijo utilizar la telerradiología, el 74%, las redes socia-les en salud; el 58%, la monitorización de pacientes a distancia, y el 58%, la salud móvil. El 84% de los países de la muestra señaló contar con estrategias de sistemas nacionales de información en salud (SIS).

Los sistemas nacionales de registros digitales en salud (RES) se utilizan en más de la mitad de los 19 países que respondieron a la encuesta (53%). Sin embargo, otras prácticas como la te-lepatología (42%), la telesalud (37%) o los usos del Big Data en salud (32%) presentan porcentajes inferiores de implementación.

Para hacer frente a esta disparidad en el uso de las prácticas de eSalud entre los países de la región, el informe de la OPS recomienda mayor apoyo institu-cional para la creación de políticas o estrategias nacionales de eSalud, ya que solo el 61% de los países de la muestra disponen de una política o estrategia nacional en este ámbito, porcentaje inferior al 78% de los países de la región que señalan disponer de una política o estrategia nacional para una cobertura universal de salud.

El reporte también llama a forta-lecer la cobertura legal para apoyar los registros electrónicos en salud, ya que actualmente solo 26% de los países de la muestra disponen de legislación específica. La situación se repite para las prácticas de salud móvil donde un 74% de los encuestados no disponen de ninguna entidad que supervise la normativa de mSalud para asegurar su calidad, seguridad y fiabilidad.

El 73,7% de los Estados Miembros informaron que los individuos y las comunidades están utilizando los me-dios sociales para aprender acerca de los problemas de salud. Por otro lado, el informe insta a establecer una política o estrategia nacional sobre los usos de las redes sociales en las profesiones de la salud y a regular el uso del Big Data

en salud, algo que actualmente hacen solamente el 21% y el 11% de los países de la muestra, respectivamente.

La OMS define la cibersalud o eSalud como el apoyo que la utilización costo-eficaz y segura de las tecnologías de la información y la comunicación ofrece a la salud y a los ámbitos relacionados con ella. En esta era digital las Tecnolo-gías de la Información y la Comunica-ción (TIC) están presentes en todos los aspectos de la salud, razón por la cual es crucial comprender mejor la forma en que pueden transformar los servi-cios sanitarios y los sistemas de los que forman parte.

Las TIC reducen algunas de las ba-rreras del acceso a la salud y favorecen el intercambio de información. Estas tecnología facilitan el acceso a servi-cios en zonas alejadas por medio de la

telesalud, agilizan la transmisión de da-tos, mejoran la eficiencia de la atención en salud, permiten el acceso remoto a historias clínicas, ayudan a vigilar y a notificar enfermedades con mayor frecuencia y se han convertido en una herramienta útil para que el personal de salud se mantenga capacitado y ac-tualizado por medio de plataformas de educación continua virtuales. Además, propicia el apoyo entre grupos con in-tereses comunes por medio de redes sociales, foros y aplicaciones.

La OPS, con su Estrategia y Plan de Acción sobre eSalud, promueve la me-jora de la salud pública en la Región por medio de herramientas y metodologías innovadoras de TIC que favorecen la ampliación de la cobertura universal de salud y ayudan a construir socieda-des más informadas, equitativas, com-petitivas y democráticas.

L os alimentos procesados, la pizza, los embutidos, los emparedados, las

hamburguesas, los paquetes y las sopas de paquete son los principales respon-sables de que casi un 90 por ciento de los niños en Estados Unidos consuman más sal de la recomendada para su edad, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

La doctora Zerleen Quader, analista de datos de la División de Prevención de la Enfermedad Cardiaca y el Acci-dente Cerebrovascular del CDC, dijo que si bien la mayoría de los adultos, independientemente de la edad, la raza y el sexo consumen más sodio del indi-cado en una dieta saludable, la ingesta

excesiva de sodio en los jóvenes y niños resul-

ta particularmente preocupante.

El alto consumo de sal es un factor

de riesgo para la hiper-tensión arterial en indivi-

duos sensibles. Estudios pre-vios del CDC muestran que uno

de cada diez niños entre 8 y 17 años ya tiene una cifra de presión

arterial superior a lo normal, lo que au-menta la posibilidad de una enfermedad cardiaca en la edad adulta.

Los investigadores analizaron datos de aproximadamente 2.100 niños de 6 a 18 años de edad. La ingesta promedio de sal de los niños fue de 3.256 miligramos (mg) al día, sin incluir la sal de mesa, cuando el consumo para este grupo poblacional no debe superar los 2.300 mg al día. Los expertos del CDC también encontraron que los niveles promedio de ingesta de sal fueron particularmente altos entre los adolescentes entre 14 a 18 años, con 3.565 mg al día.

Los alimentos a los que se les añade sal durante el procesamiento o la prepa-ración son los que más contribuyen al elevado consumo, con excepción de la

Tercera Encuesta Global de eSalud de la OMS

Pese a que muchos dispositivos basados en las TIC se han vuelto más asequibles y cercanos, el escaso compromiso político sigue siendo uno de los prin-cipales obstáculos para la implantación servicios basados en la eSalud.

Exceso de sal en los niñosNueve de cada diez niños comen más sal de la indicada para la edad, según un estudio del CDC de Estados Unidos publicado en la revista Academy of Nutrition and Dietetics a finales del año pasado.

leche sin sabores, que contiene sodio de forma natural. De ahí que los produc-tos com-prados en los super-mercados p r o p o r -cionaron un 58 por ciento de la ingesta dia-ria de sal de los niños. La comida rápida y la pizza contribuyeron un 16 por ciento, y las ca-feterías escolares un 10 por ciento, según el estudio.

Una vez más los investigadores recomiendan reducir el consumo de sal. Una buena forma de hacerlo es revi-sando los datos nutricionales en la eti-queta. Los alimentos con menos de 140 mg por porción se consideran bajos en sodio. Como complemento, hay que ofrecer a los niños frutas y verduras frescas sin salsas ni aderezos desde edades tempranas, y elegir opciones

más saludables cuando se coma en restaurantes.

Fuente: Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, News Release, Nov. 3, 2016.

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11EPICRISIS

Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

Los cambios hormonales durante el embarazo y la lactancia pueden causar caries en el neonato. Los controles odontológicos pre y posparto ayudan a prevenir enfermedades bucodentales en la madre y el hijo.

Una sonrisa sana desde el vientre

E n los años últimos años, la odon-tología preventiva está cobrando

más auge debido a la toma de conciencia acerca de las numerosas ventajas. Hoy

se sabe que el cuidado bucodental em-pieza desde las primeras semanas de

gestación; sin embargo, solo tres de cada diez niños menores de cinco

años visitan al odontopediatra, y solamente lo hacen para imple-

mentar acciones correctivas, como tratar una caries.

Según la doctora María Fernanda Atuesta, pre-sidenta de la Federación Odontológica Colombia-na, el cuidado de los dien-tes debe iniciar desde antes que aparezcan. Tan pronto

brote el primer diente hay que llevar al bebé a consul-

ta con el odontopediatra para comprobar que no hay altera-

ciones. En esa primera con-sulta los padres deben

recibir orientación de los cuidados genera-les para mantener las encías sanas y recomendaciones

nutricionales para evitar que la succión de dulces o carbohidratos precipiten la aparición de caries.

En muchos países existen las clínicas odontológicas del recién nacido, que le dan mucha importancia a la educación de los padres sobre el cuidado de la den-tición del hijo desde que la madre está en su período de lactancia. Esto obede-ce sencillamente a que cuando el niño nace, lo hace en un medio aséptico, es decir, sin bacterias, especialmente la conocida como Estreptococo Mutans, microorganismo altamente cariogénico e infeccioso, que logra colonizar la cavi-dad bucal mucho antes de que broten los primeros dientes.

La caries dental es una enferme-dad infecciosa de origen bacteriano, de carácter multifactorial, que causa la disolución mineral de los tejidos du-ros del diente por los productos finales del metabolismo ácido de las bacterias capaces de fermentar a carbohidratos; puede afectar el esmalte, la dentina y el cemento dental. En la mayoría de los casos, estos problemas se presen-tan debido a algunas deficiencias en los procedimientos de higiene del bebé que pueden pasar desapercibidas, como por

ejemplo, el uso del chupo o del biberón, sobre todo cuando los padres permiten que los niños se duerman con el tetero en la boca. Los biberones están elaborados a base de almidones, leche y azúcares que se fermentan en la boca. Esto favorece la acumulación de residuos con la consi-guiente proliferación de bacterias, la for-mación de cálculos, la desmineralización del esmalte y, por supuesto, el desarrollo de caries, razón por la cual esta patología es el padecimiento más frecuente desde los primeros años de vida.

Dra. Mária Fernanda Atuesta

Buenos hábitos de 0 a siempreDado que la primera consulta tenga lugar cuando los dientes hayan aparecido, la prioridad es revisar los hábitos de higie-ne, el estado de las encías, si existe una adecuada mordida y el uso de la crema dental indicada para la edad, ya que las que contienen flúor están contraindica-das hasta los tres años. En ese sentido, hay que precisar que el fluoruro es uno de los medios más eficaces para com-batir la caries dental, pero su consumo excesivo mientras los dientes están en formación puede desencadenar cambios en la calidad y la apariencia del esmalte dental. La intoxicación con flúor provoca un daño permanente en la estructura del esmalte de los dientes definitivos, debido a que estos se empiezan a formar desde los primeros meses.

La fluorosis leve se manifiesta con unas delgadas líneas blancas a través de la superficie del esmalte. A medida que la alteración avanza, las líneas se vuel-ven más anchas, pronunciadas y hasta marrones, producto de la acumulación

de residuos de los alimentos que se con-sumen en la dieta. El grado más severo de fluorosis lleva al desgaste total de la superficie del esmalte, lo que aumenta su fragilidad.

No se puede pasar por alto que a medida que el niño crece, el índice de enfermedades dentales, especialmente las caries, tienden a incrementar. Las bacterias se reproducen durante la ni-ñez, y en la última etapa, se parecen a las del adulto. La modificación de la dieta en la infancia suscita cambios en los pa-trones de la flora normal que inducen a alteraciones en el pH, lo que también favorece la desmineralización dental. En consecuencia, los cuidados preven-tivos de la dentición de niño, desde su formación en la gestante hasta la apa-rición de los dientes permanentes debe hacer parte de una política pública para garantizar la salud bucodental como un derecho fundamental, así como lo son el esquema de vacunación o el seguimiento de las tablas de percentiles de peso, talla

y perímetro craneal de niños entre 0 y 10 años. Lo ideal es que la prevención oral haga parte de la historia clínica en la primera infancia.

Por último, estas pri-meras consultas buscan de forma simultánea familiarizar al niño con el odontólogo, aplicando diver-sas técnicas lúdi-cas y didácticas para que la visita periódica al espe-cialista no se con-vierta en un castigo para el niño, sino que las perciba como expe-riencias agradables y di-vertidas desde el primer momento y madure sin el miedo transgeneracional al odontólogo.

Si el pez muere por la boca….

* Un estudio publicado por la American Heart Associa-tion demostró que la mala hi-giene oral incrementa el ries-go de enfermedad cardiaca.

Las personas que se ha-cen una limpieza profesional regularmente tienen 24 por ciento menos riesgo de sufrir un ataque al corazón y un 13

por ciento menos posibilida-des de padecer un accidente cerebrovascular (ACV), com-parado con quienes no acos-tumbran a asistir al odontólo-go para una profilaxis.

* Las bacterias patógenas que habitan en la boca, res-ponsables en gran parte de ca-ries, inflamación de las encías,

abscesos y debilitamiento de los soportes óseos de las piezas dentales se pueden controlar con una buena higiene oral. Algunos enjuagues bucales logran eliminar más del 90 por ciento de las bacterias que se ubican en los espacios donde las cerdas del cepillo no alcan-zan a llegar.

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EPICRISIS12 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

A finales del año pasado, el Colegio Médico Colombiano (CMC) pre-

sentó los cambios en los estatutos y el balance del despliegue de las funciones públicas consagradas en la Constitución y delegadas por el Ministerio de Salud.

Después de analizar las diversas ne-cesidades de protección social de los médicos y la problemática que desde hace tiempo agobia a las organizaciones representativas de los profesionales de la salud, el CMC decidió ampliar su pre-sencia en los departamentos e incluir en la junta nacional a representantes delegados de zonas que antes quedaban excluidas por barreras geográficas. De igual forma, resolvió crear tres comi-siones estatutarias de junta directiva para distribuir las funciones y respon-sabilidades al interior del ente colegiado.

En 2017, el CMC tendrá una comi-sión académica-científica, una gremial y otra empresarial para construir una estructura administrativa cada vez más compacta ante el creciente número de médicos afiliados. Cada comisión esta-rá integrada por tres miembros y cada integrante de la junta directiva deberá pertenecer a una de ellas. Lo anterior

para garantizar una mayor eficiencia y transparencia en el cumplimiento de las funciones.

Dentro del marco de la Asamblea se aprobó la conformación de un comité de ética que tendrá la tarea de diseñar un código de ética propio con el fin de educar en la conducta profesional de sus afiliados, generar una cultura del quehacer ético por convicción y solici-tar las respectivas sanciones por parte de la asamblea cuando se presente una falta grave. El comité de ética también resolverá cualquier conflicto interno que pueda surgir y los fallos que emita serán inapelables.

Con los socios adherentes, como las asociaciones científicas, los demás gre-mios del sector y las organizaciones es-tudiantiles, como la Asociación Colom-biana de Estudiantes de Medicina de Colombia (Acemcol), la Asociación Co-lombiana Médica Estudiantil (Acome) y la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir), el CMC mantendrá su voz crítica, pero propositiva ante el Go-bierno para hacer que Colombia tenga un sistema de salud justo, equitativo, racional y sostenible. El primer paso es

llamar a la unión a los actores de la es-tructura sanitaria para plantear objetivos comunes y defender los derechos labo-rales de los profesionales de la salud, así como el trato digno, pero sin dejar de

expresar la preocupación por los atrope-llos y la creciente violencia social de la que son víctimas los encargados de sal-vaguardar la vida de los colombianos.

Privilegios para los colegiadosDebido al aumento continuo en las afiliaciones y al protagonismo que ha cobra-

do el Colegio Médico Colombiano en los últimos meses, desde este año los miembros pueden acceder de manera gratuita a los eventos académicos organizados por las asociaciones médicas, sociedades científicas y facultades de medicina que hayan firmado convenios con el CMC. De igual forma, podrán asistir a foros y permanecer actualizados de los sucesos que afecten el ejercicio profesional a través de la página web. Allí también pueden descargar el PDF de las ediciones del periódico Epicrisis, órgano de información del CMC, y la versión actualizada del vademécum.

Para mayor comodidad de los afiliados, desde diciembre del año pasado, la nueva sede del CMC está ubicada en la:

Dirección: Carrera 18 C # 121-40 Oficina. 201 – Edificio Classic 122.Teléfono: (57 1) 6198307 - 2140237 Fax: (57 1) 2140215

El garante de la profesión médica se fortalece

Para ejercer con propiedad la vocería del gremio médico ante la autoridad, los agentes del sistema y la sociedad en general, el Colegio Médico Colombiano se reestructura y se fortalece para velar por el derecho fundamental de la salud de todos los colombianos.

COLE

GIO MÉDICO COLOMBIANO

MC C

Pertenecer al CMC es una opciónLa afiliación al Colegio Médico Colombiano es voluntaria e independiente de la inscripción al Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud (RETHUS).

C on la Resolución 1395 de 2015, el Colegio Médico Colombiano (CMC)

quedó como el órgano encargado a nivel nacional de hacer el registro único de los médicos ante el sistema, de expedir las respectivas tarjetas profesionales y otorgar los permisos transitorios para las misiones especiales. Por ley los médicos generales y los especialistas deben hacer la inscripción en el RETHUS para poder llevar a cabo la formulación de medica-mentos sin cargo a la UPC.

El doctor Roberto Baquero Haeberlin, presidente del CMC, aclara que el registro ante el sistema es obligatorio, pero que la afiliación al CMC es voluntaria y se efectúa por separado. “Los profesionales que hagan el trámite del RETHUS no se incorporan automáticamente al Colegio y no están en la obligación de ser miem-bros”, precisa el doctor Baquero.

Además, solo los médicos que no aparezcan inscritos ante el sistema por la ausencia del reporte de las secretarias departamentales de salud en su debido momento o por el extravío de la docu-mentación deben hacer el tramite ante el CMC para el RETHUS. La inscripción es automática para quienes hayan ob-tenido la tarjeta profesional antes de la fecha de expedición de la resolución. En ese caso no necesitan hacer ninguna gestión ante el Colegio y pueden verificar que aparezcan registrados en la página web.sispro.gov.co

Dado que un médico especialista quiera la expedición de una única tarjeta que incluya la profesión y la especialidad puede contactar al CMC para tramitarla, explica el presidente.

Mayor información en la página: [email protected]

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13EPICRISIS

Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

Primer año del ejercicio de las funciones públicas

A finales de 2016, el Colegio Médico Colombiano reformó sus estatutos y, al finalizar la asamblea de la junta directiva, hizo un merecido homenaje a quienes han trabajado por fortalecer al ente colegiado.

Social

De izquierda a derecha:

Doctores Samuel Barbosa, presidente ACOME; Roberto Baquero, presidente CMC; Luis Carlos Leal, presidente ANIR.

Doctores Stevenson Marulanda, Fundador

CMC; Roberto Baquero, Presidente CMC.

Junta directiva Fernando Latorre, doctores Diego Acosta,

César Cure, Luis Carlos Álvarez, Diego M. Chaustre, Jesús

Chaustre, Joaquín E. Villamizar, Javier Pérez, Ángela M. Gu-

tiérrez, Roberto Baquero, Ivonne Diaz, José Ignacio Madero.

Doctores Diego Acosta, Fernando Latorre, Jesús Chaustre, Stevenson Marulanda, José Ignacio Madero, Manuel Galindo, Javier Pérez, Joaquín E. Villamizar, Oswaldo Borraez.

Los miembros más antiguos del CMC.

Los doctores homenajeados por su labor en el CMC.

Algunos de los invitados concentrados en la lectura de EPICRISIS.

Equipo de trabajo del CMC.

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EPICRISIS14 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

P asada la efervescencia del fin de año, es la hora de los balances del período

que termina y de trazar el nuevo plan anual que orientará nuestras actividades por ese lapso definido de tiempo.

En primer lugar, vale destacar que in-mersos en el clima cultural de poca par-ticipación gremial de los profesionales de la salud, del acendrado individualismo predominante, de las continuas divisio-nes y enfrentamientos entre nuestros líderes, de la desconfianza entre las di-versas profesiones, del desconocimiento

de las potencialidades de la unidad para lograr el mejor desempeño, mayores logros profesionales y laborales, y de la escasa conciencia de la importancia de la participación política organizada e institucional, es un hecho valioso la continuidad de la organización en su actuar como vocera de los intereses del gremio, la participación en muchas instancias de debate y de definición de políticas de salud en procura de un me-jor sistema, en la denuncia de precarias condiciones de trabajo, de contratación

y en la insistencia de contar con políti-cas públicas que dignifiquen al talento humano profesional en salud.

El liderazgo en el impulso y la realiza-ción, aún sin concluir, del Año del Talen-to Humano en salud, es una muestra de la dirección correcta en la cual debemos persistir: buscar la unidad de los profe-sionales de la salud en torno a objetivos comunes y en medio de la diversidad de enfoques lograr acuerdos estratégicos y tácticos. Y a pesar de la débil respuesta de la mayoría de organizaciones a esta iniciativa en su difusión y concreción, la acción conjunta va consolidándose y puede transformarse en tendencia y tradición.

A pesar de sus debilidades, Assosalud ha hecho presencia en el sistema y ha construido unos conceptos como guías, que le han merecido algún reconoci-miento. Es hora de evaluar, conocer sus limitaciones y de trazar en forma parti-cipativa y planificada la ruta de nuestro futuro accionar.

La reforma reciente de los estatutos permite superar la carga onerosa de una pesada estructura que limitaba el accionar, desalentaba los liderazgos y entorpecía el trabajo del núcleo dirigen-te. Ahora las organizaciones de primer nivel pueden asociarse y con un enlace más simple, hacer mejores aportes y cua-lificar la representatividad y la goberna-bilidad institucional gremial. Debemos, propongo, entonces, orientar nuestro plan en los siguientes ejes principales:

A. fortalecimiento de la organiza-ción. Estructura funcional, más colegia-da, representativa, ejecutiva, con buena gestión, solidez financiera y comunica-ciones hacia el gremio y hacia el exterior relevantes y efectivas.

B. definición e impulso de políticas propias de desarrollo integral de nuestro talento humano: laborales, de formación, de educación continua, de bienestar, de realización personal y familiar, de buenas prácticas, de ética aplicada en el trabajo y de enaltecimiento de nues-tras profesiones (excelencia y liderazgo social).

C. impulso a la reforma del sistema de salud para hacerlo más justo, equitativo, de calidad, humano, eficiente y soste-nible, mediante la implementación de la Ley Estatutaria y de una reforma es-tructural mediante ley o leyes ordinarias.

D. trabajo constante, paciente y efec-tivo en pro de la unidad de todos los profesionales de la salud, fortaleciendo la institucionalidad gremial mediante el respeto y la colaboración entre las di-versas organizaciones, la definición de objetivos y tareas comunes y la partici-pación política conjunta, crítica, ilustra-da y propositiva.

Doctor Jorge Diego AcostaVicepresidente Assosalud

La Asociación Nacional de Profesiones de la Salud (ASSOSALUD) seguirá trabajando en el diseño y la implementación de un proceso con los demás actores del sector para defender el derecho fundamental a la salud de los colombianos e impulsar la reforma del sistema.

Preparados para hacer frente a los nuevos retos

Dr. Jorge Diego Acosta

Dr. Fernando Guzmán

Neoliberalismo y sus efectos peleteros en la vida colombiana

Tesis esenciales• La imposición de las políticas neo-

liberales desde los años noventa en América Latina y en Colombia, es la responsable de fondo de gran parte de los problemas sociales que hoy nos aquejan, al lograr empu-jar a la miseria a más del cuarenta por ciento de la población, con sus consecuencias de crecimiento de la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción, el fortalecimiento del conflicto armado en Colombia y el ahondamiento en la pérdida de valores que por mucho tiempo han acompañado a nuestra sociedad.

• Ante el auge de la filosofía neoli-beral como orientadora de las po-líticas estatales en el campo econó-mico, llamamos la atención sobre las funestas consecuencias sociales que ella ha producido y seguirá ha-ciéndolo sobre amplios grupos de población; en particular, en temas relacionados con la corrupción. Más de US$142.000 millones de dólares le cuesta anualmente la corrupción a América Latina, según se informó en el marco del Congreso Mundial contra la Corrupción.

• Lo que se ha visto no es la simple incompetencia estatal para solucio-nar problemas sociales, sino la co-rrupción, tanto pública como priva-

da, verdadero fenómeno universal que hace que se favorezcan grupos económicos y personales en forma ilegal, desviando los recursos que debieron ir a los sectores marginales de la población.

• No se puede dejar por completo la función social del Estado en manos de la empresa privada, bajo la re-gulación de las leyes del precio, la oferta y la demanda, convirtiendo al país en un mercado más del mundo capitalista.

• Con la desmedida estrategia de las privatizaciones, no es lógico pre-tender eliminar definitivamente la estructura del Estado bajo el argu-mento de la ineficiencia, en el caso colombiano, ya casi no quedan em-presas públicas que vender.

• Debe buscarse el equilibrio, ¿cuán-to Estado y cuánto mercado? No podemos admitir el argumento de que las repetidas crisis económicas, hayan arruinado definitivamente la esperanza de nuevos progresos para la Nación.

• Debemos reafirmar que los progre-sos de cualquier índole deben dar preferencia al bienestar de los seres humanos y que las restricciones a la economía solamente tienen sentido en la medida en que contribuyan a la

satisfacción de las necesidades socia-les y a la salvaguarda de los valores y los derechos humanos.

• Somos conscientes que las condi-ciones económicas y políticas son cambiantes y que la crisis frena los planes de desarrollo, lo que deter-mina la necesidad de revisar y ac-tualizar, entre otros, los Sistemas de Seguridad Social. No obstante, cabe tomar en cuenta que los fun-damentos filosóficos fundamentales de dichos Sistemas siguen teniendo vigencia puesto que las necesidades básicas son las mismas.

• Los costos sociales de la privatiza-ción de las empresas nacionales son variados. Por un lado se aprecia au-mento en el nivel de tecnología, una aparente mejoría en la calidad de los servicios públicos y la apari-ción de bienes con que antes no se contaba en el país. Por otro lado, ha aumentado el desempleo en forma dramática y se ha concentrado la riqueza en manos del capital extran-jero, aumentando asimismo el costo de los bienes y servicios que ahora ofrece el mercado al cada vez más reducido grupo de quienes pueden adquirirlos.La protección de la población vul-nerable, la conservación del empleo

y el bienestar social, son fines de los cuales no se puede desligar el Esta-do Social de Derecho.

Impacto Social del Neoliberalismo en Colombia

(Redondo H., Guzmán F., Moreno S. Federación Médica Colombiana.

Bogotá 2016).

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15EPICRISIS

Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

Las mujeres colombianas, más

educadas

L a Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2015), presentada por el Ministro de Salud Ale-

jandro Gaviria y Profamilia, reveló que el embarazo en adolescentes disminuyó alrededor de dos puntos porcentuales en los últimos cinco años, pasó de estar en 19.5% en 2010 a 17.4% en 2015, lo que la ubica en la cifra más baja de los últimos 15 años. La misma Encuesta evidenció una reducción de la mortalidad infantil, que hoy se ubica en 14 por mil nacidos vivos y hace cinco años estaba en 16 fallecimientos por mil nacimientos.

El estudio de Profamilia dejó claro que cada día hay más hogares unipersonales porque el 11.2% de los en-cuestados prefieren vivir solos. De otra parte, ahora las familias están compuestas por menos integrantes (3.7 en 2010 a 3.5 en 2015). Otro dato significativo es-tuvo en el incremento progresivo en el número de mujeres que accedieron a la educación superior, del 24,4% en 2010 a 33,5% en 2015, cifra reveladora cuan-do se tiene en cuenta que en cuatro de cada diez ho-gares hay una mujer como cabeza de familia. Además, el 63.5% de los emigrantes son mujeres que buscan un mejor futuro en otras latitudes. La estadística confirma la transición demográfica por la que atraviesa el país, pues de tres hijos que tenían en promedio las mujeres hace unos años, ahora solo tienen dos. Para la Encues-ta se entrevistaron 38.718 mujeres entre 13 y 49 años, y 35.783 hombres entre los 13 y los 59 años de un total de 44.614 hogares, en 32 departamentos.

Otra complicación de uno de los

medicamentos de venta libre más

consumidosLos antiinflamatorios no esteroideos y el paracetamol están relacionados con un mayor riesgo de pérdida de la audición.

U n estudio publicado en el American Journal of epidemiology a comienzo de este año halló una

relación directa de causa-efecto entre el consumo pro-longado de ibuprofeno y paracetamol con pérdida de la audición, especialmente en mujeres.

La investigación se realizó con 55.850 mujeres de entre los 44 y 69 años. La conclusión fue que quienes mantuvieron una ingesta de antiinflamatorios no esteroideos por más de seis años, tuvieron hasta un 10 por ciento más riesgo de presentar una pérdida progresiva de la audición más de una década después de su consumo.

Este acierto se suma a otros estudios que ya habían asociado a este tipo de medicamentos con efectos adver-sos como sangrados gastrointestinales, náuseas, reflujo, cefalea, mareo, alergias y sangrados importantes en pacientes que requieran anticoagulantes.

El autor principal del estudio, el doctor Gary Cur-han, del Hospital Brigham y de la Mujer de los Estados Unidos de América, resaltó la importancia de evitar la automedicación, ya que las personas suelen utilizar este tipo de fármacos para aliviar cualquier molestia sin tener la supervisión del médico. Los medicamentos, gracias a los avances de la ciencia, son cada vez más potentes y eficaces y, por tanto, más peligrosos para la misma salud si no se les da el manejo adecuado.

H acia 1992 apareció de manera oficial una corriente de pensamiento cuya finalidad es procurar una

práctica médica ideal, donde convergen la experticia y juicio clínico del médico, las preferencias y valores del paciente y la evidencia científica que sobre un asunto en salud existe, la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), proporcionando el marco para el diagnóstico y tratamiento de la mayoría de las condiciones de salud. Desde entonces, los pasos básicos a los que alude la MBE son: formular una pregunta, buscar y localizar la mejor evidencia, evaluar críticamente la evidencia, aplicarla al paciente y avaluar el desempeño de la de-cisión. Sin embargo, no hay un acceso equitativo a la evidencia en todas las áreas de la medicina, así como se puede encontrar, existen zonas de incertidumbre en la práctica. La MBE es una manera de gestionar la incertidumbre a través de la enseñanza de sus bases, para reducir la falta de conocimiento o a través de la realización de estudios que traten de suplir o llenar este vacío.

La MBE da una falsa neutralidad mediante la lec-tura crítica de los diferentes pasos, sin ignorar que hay una amplia gama de influencias en los distintos estudios realizados que pueden no ser percibidos por el más ávido crítico. Sumado a esto, la MBE no explora los valores que pueden entrar en conflicto por parte del profesional de la salud al momento de tomar una decisión, deja solo a la interpretación de unas pruebas, basadas en el juicio clínico, la adopción de la decisión. De otra manera, los valores de los pacientes son ex-plorados como las preferencias de este, sin un análisis acucioso. Esta posición es utilitaria, ya que todas las partes, pacientes, médicos y la misma MBE, cada una con sus intereses, ganan o salen beneficiados. Los pa-cientes porque llegan, en la mayoría de situaciones, a solucionar su dificultad; los médicos, ya que ponen

a prueba su juicio clínico y experticia de una manera aparentemente imparcial, y la misma MBE, puesto que una vez más se comprueban los “hechos” publicados en la literatura.

Pero esta situación no solo afecta a los profesionales formados o a los que se encuentran en formación, la cuestión es más amplia y universal, donde convergen los intereses de la industria farmacéutica, hospitales o clínicos, quienes han encontrado en los médicos con poca experiencia un eco impresionante para vender sus productos. Esta avasalladora cantidad de informa-ción, y sin una reflexión adecuada sobre los conflictos involucrados, está haciendo que hoy en día la atención médica se despersonalice a través de la protocolariza-ción de la atención.

Ahora bien, no todo es-tá perdido: es posible pro-mover en los médicos en formación o en los que ejer-cen hábitos reflexivos en la toma de decisiones desde la MBE, estimular un desarro-llo moral positivo del ejer-cicio de la profesión e incul-car los criterios necesarios para hacer frente a los avances científicos, tecno-lógicos, sociales y económi-cos cada vez más desafian-tes, que producirán cambios en nuestra manera de abor-dar el proceso salud-enfer-medad y en los sistemas de salud de todo mundo que

escapan a nuestro alcance e imaginación. Una vía pa-ra fomentar hábitos reflexivos es la incorporación en los currículos de cátedras de bioética, pero no de ma-nera aislada, sino incorporándola en todos los campos de la formación médica, de manera progresiva en el proceso formativo, ayudando a los profesionales a adquirir habilidades que los llevan a identificar los conflictos bioéticos de la práctica clínica, a interiorizar un procedimiento, una forma de actuar y una sensi-bilización ante los valores implicados en la relación clínica.

La medicina basada y el ejercicio reflexivo de los médicos

Doctora Doris Elena DazaMédico Epidemióloga - Candidata a Magíster en Bioética de la Universidad El Bosque

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EPICRISIS16 Edición 3 • Marzo - Mayo 2017

La estación de la Sabana: Monumento a la ausencia del transporte

férreo en ColombiaPor Giovanni Medina Alba

U na vez libres de la corona española, lo que alguna vez se llamó La Nueva Granada y que luego de

varias luchas terminó llamándose República de Colom-bia, comenzó desde el siglo XIX la era republicana. Para entonces, las vías de comunicación eran la única forma que tenía el Gobierno para hacer presencia y tener acceso a todo el territorio. Las únicas opciones eran los caminos de herradura y las costosas y modernas vías férreas. Adquirir el tren a vapor y desarrollar a como diera lugar esta nueva industria, se convertiría en una gran necesidad.

Una primera y primitiva estación fue construida hacia 1880 en el centro de la ciudad. Su estructura no contaba con los elementos que permitieran una mejor operación al considerar la creciente demanda tanto de pasajeros como del transporte de carga, especialmente en el trayecto comprendido entre la capital de la repú-blica y el Río Magdalena. Fue así como el 20 de julio de 1917, bajo el Gobierno del presidente José Vicente Concha, se inauguró la nueva estación en el barrio El Listón, sobre la calle 13 con carrera 20 en la localidad de Los Mártires.

Se levantó un edificio en estilo neoclásico, con detalles muy puntuales en su fachada al mejor estilo europeo rodeado de estatuas y columnas labradas por el escultor suizo Colombo Ramelli. Al final, quedaría una construcción que hacía homenaje al sobrenom-bre de la capital colombiana por entonces: La Atenas Suramericana.

Esta estación fue sede tanto del Ferrocarril de la Sabana, como de los Ferrocarriles Nacionales de Co-lombia (FNC) y durante la primera mitad del siglo XX fue un emporio de desarrollo hacia el occidente de la ciudad. Desde este punto se conectaba la ciudad de Bogotá con las más importantes ciudades del país lle-gando a puntos lejanos como el eje cafetero y la misma estación del tren en Santa Marta.

Con el paso del tiempo, las vías férreas fueron au-mentando y los itinerarios se hicieron más complejos. Así, ambas compañías adquirieron más máquinas y personal, lo que convirtió al transporte férreo en un importante sector de la economía. Finalmente, la sec-torización en la industria del transporte, el desarrollo del transporte aéreo y terrestre, así como el abandono del Estado a esta compañía, sumado al deterioro del sector, hizo que la edificación cayera en total abando-no y llevó a la liquidación de la empresa FCN en 1991.

Debido a su importancia histórica y cultural, el inmueble fue declarado Patrimonio Nacional por el decreto 2390 del 26 de septiembre de 1984. En la ac-tualidad, aunque su deterioro sigue presente, el sector ocupado por esta antigua estación fue incluido dentro de los planes de renovación urbana  de la capital. De acuerdo con lo expuesto por el Plan Maestro de Movili-dad, el lugar se convertirá en el eje conector del Sistema de Transporte Integrado compuesto por Transmilenio, el Tren de Cercanías (que comunicará a la capital con importantes poblaciones de Cundinamarca) y el Metro.

Aunque el sistema de transporte férreo en Colom-bia ya no existe y a pesar de los planes de desarrollo que se tiene para su recuperación, la Estación de la Sabana será por muchos años, más que un monumen-to, el recuerdo de aquellas épocas en las que el tren era el único medio de transporte que unía gran parte del país atravesando nuestra complicada geografía y en cuyo devenir sirvió de inspiración para escribir nove-las, componer canciones y vivir encuentros inolvida-bles al llegar a cada estación.