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PLA POLÍTICAS Y LÍNEAS DE ACCIÓN - CLACSO Agencia Sueca de Desarrollo Internacional Organicidad de los movimientos políticos juveniles: estudio comparativo Cuba-Chile (marzo 2013 a marzo 2014) RAUDELIO MACHÍN SUÁREZ Presentación FEBRERO 2015 Psicólogo, Doctor en Cien- cias de la Educación, Profe- sor Titular, Vicedecano de Investigaciones y Postgrado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Matanzas. E-mail: raudelio.machin@ umcc.cu La efervescencia de los movimientos juveniles en Lati- noamérica constituye un importante indicador de re- clamo de un cambio social sobre el modo en que se or- ganiza, gobierna, y se distribuye la riqueza en nuestros países hoy. Tal es el caso de Cuba y Chile que, a pesar de sus notorias diferencias y contextos económicos, políti- cos y sociales especialmente diversos dentro del contexto latinoamericano, fueron en 2013 un buen ejemplo de ello.

Organicidad Movimientos Juveniles Cuba-Chile(Marzo 2013 a Marzo 2014)

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Síntesis propositiva del libro Organicidad de los movimientos juveniles. Gramsci.

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  • PLA P o l t i c a s y l n e a s d e a c c i n - c l a c s o

    Agencia Sueca de Desarrollo Internacional

    Organicidad de los movimientos polticos juveniles: estudio comparativo Cuba-Chile (marzo 2013 a marzo 2014)

    Raudelio Machn SuRez Presentacin

    FEBRERO2015

    Psiclogo, Doctor en Cien-cias de la Educacin, Profe-sor Titular, Vicedecano de Investigaciones y Postgrado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Matanzas.

    E-mail: [email protected]

    La efervescencia de los movimientos juveniles en Lati-noamrica constituye un importante indicador de re-clamo de un cambio social sobre el modo en que se or-ganiza, gobierna, y se distribuye la riqueza en nuestros pases hoy. Tal es el caso de Cuba y Chile que, a pesar de sus notorias diferencias y contextos econmicos, polti-cos y sociales especialmente diversos dentro del contexto latinoamericano, fueron en 2013 un buen ejemplo de ello.

  • PalaBRaS claVe

    Juventud

    Movimientos polticos

    Movimientos sociales

    Cuba

    Chile

    En Chile el 2013 se inici con un resurgimiento de los movimientos juveniles, con menor intensidad que en 2011, pero con mayor coherencia, inclusin social y ra-dicalidad que su precedente. En Cuba las manifesta-ciones juveniles durante el mismo ao se desarrollaron como respuesta a convocatorias de organizaciones ins-tituidas, fundamentalmente el Congreso de la Federa-cin Estudiantil Universitaria (FEU) y el congreso de la Asociacin Hermanos Saz (AHS), los cuales requi-rieron de una gran movilizacin nacional. En ambos pases fue un ao de abundancia de manifestaciones juveniles, marcadamente diferentes. En este estudio se intent dar cuenta de estas diferencias.

    Anlisis poltico

    Reflexin en relacin con la organicidad de los movi-mientos juveniles chileno y cubano.

    Los jvenes chilenos, a pesar de la represin de la que fueron objeto y las deficiencias de los espacios insti-tuidos de participacin poltica, demostraron una gran autonoma, compromiso poltico, agenda propia y una rica y variada diversidad de criterios. Los jvenes cu-banos, con espacios de participacin instituidos y or-ganizaciones polticas consolidadas, mostraron una

  • relativa apata poltica; reproduccin de ideas ajenas, y ausencia de una agenda propia consolidada. Por otro lado, los chilenos, con mayor posibilidad de acceso a la informacin mostraron relativamente menor for-macin poltica integral; mientras que los cubanos con menor acceso a la informacin, mostraron una ligera-mente mejor formacin poltica terica.

    La congruencia entre un imaginario compartido por los jvenes chilenos y sus expresiones pblicas, su capaci-dad de convertirse en emergentes de un imaginario so-cial ms amplio; y la gran base social de sus propuestas, a pesar de la diversidad clasista de sus integrantes, habla de un movimiento mucho ms orgnico que sus prece-dentes. Las acciones pblicas de los jvenes cubanos, no son an la expresin de un imaginario juvenil compar-tido. Existen indicadores de identidad generacional, en conductas privadas, pero an con insuficiente expresin en espacios pblicos y limitada participacin decisora y capacidad de control social del poder.

    Es el sector juvenil ciertamente el ms radical y revo-lucionario de la sociedad chilena hoy. En Cuba, este sector se mantiene a la saga de otros sectores, grupos u organizaciones instituidas, a las que responden, res-paldan, apoyan o se resisten; siempre de modo reactivo.

    Si bien en Cuba, segn algunos investigadores, la di-cotoma de otras generaciones pasaba por la relacin libertad individual/libertad de la nacin, para los j-

  • venes de hoy el dilema es en torno a la continuidad/ruptura generacional.

    Mientras el movimiento estudiantil chileno se carac-teriz por la combinacin de espacios de discusin co-lectiva, con manifestaciones sociales como formas de participacin, al movimiento juvenil cubano lo carac-teriz esencialmente el debate en espacios instituidos.

    Con respecto a la autonoma econmica, el movimien-to estudiantil chileno mostr avances con respecto al movimiento estudiantil cubano. La autonoma polti-co ideolgica, y la capacidad de oposicin a decisio-nes universitarias, es un tema en el que, al menos en lo instituido, el movimiento juvenil chileno ha logrado mayor concrecin que el movimiento juvenil cubano.

    Tanto para el movimiento juvenil chileno, como para el cubano la cobertura meditica se convirti este ao en un tema de las agendas.

    Los jvenes universitarios cubanos se propusieron un mayor uso de las tecnologas de la informacin para ampliar el alcance de sus ideas. Los chilenos, con ma-yor infraestructura tecnolgica, se han propuesto a su vez una revalorizacin de las formas tradicionales de comunicacin. Por limitaciones tecnolgicas, el mo-vimiento juvenil cubano en la red es mucho menor en

  • cantidad que en otros contextos; pero no es desesti-mable, por lo activo de sus miembros, la diversidad de ideas alternativas que va generando, y su congruencia ideolgica con su universo generacional.

    La congruencia como sujeto social del movimiento ju-venil cubano es heterognea, y vara segn la organiza-cin de que se trate. Por su parte, las manifestaciones pblicas del movimiento chileno, les permiten una mayor congruencia como movimiento, a pesar de que no les faltan crticas dentro del propio estudiantado, por la gran diversidad que deben representar.

    El 2013-2014, se ha caracterizado por una cierta radi-calizacin del movimiento estudiantil chileno. En su discurso est la denuncia al capitalismo neoliberal y sus mecanismos instituidos de participacin, la preocupa-cin por un acercamiento consciente al resto de los sec-tores sociales y la demanda de una reforma constitucio-nal. En este perodo se percibieron tambin signos de maduracin, como la intencin de elaborar proyectos proactivos de cambio para presentar ante el gobierno como complemento a su participacin en la calle.

    En este perodo fue significativo tambin el tema del liderazgo poltico. Los lderes estudiantiles, represen-taron con sus ideas lo ms sistemtico y congruente del pensamiento juvenil chileno. En Cuba, en cambio,

  • aquellos que muestran congruencia con su generacin, no son siempre dirigentes juveniles. En el movimiento juvenil chileno de 2013-2014, con un liderazgo menos significativo, la identificacin de nuevas metas sociales y la construccin de estrategias y polticas colectivas condujo al propio movimiento a cuestionarse el papel relativo que debera otorgarse a los lderes.

    En Chile los jvenes asumen, con claridad orgnica clasista, los cambios que demandan al poder, y al no lograrlo por los mecanismos instituidos, usan meca-nismos alternativos. En el caso de los cubanos la hetero y auto exigencia sobre cada opinin, perfecciona el ni-vel de anlisis pero limita su espontaneidad.

    Los jvenes chilenos encuentran legitimacin social tambin en otras generaciones. Los cubanos perciben en ocasiones que sus propuestas alternativas, no siempre resuenan en otras generaciones. Sin embargo, donde los adultos e incluso muchos investigadores perciben apa-ta, indiferencia, heterogeneidad y dispersin ideolgica o falta de compromiso de esa generacin, en realidad hay compromiso y participacin poltica diversa.

    Algunos adultos en el poder instituido le reconocen al movimiento chileno la definicin de las que hoy son las agendas ms importantes de gobierno. En Cuba se le reconoce al movimiento juvenil de la AHS, su papel en

  • la identificacin de la necesidad de una revisin de la poltica cultural, en particular con respecto al arte joven.

    Propuestas

    En primer lugar, esta investigacin levanta una alerta a los que definen polticas pblicas sobre la necesidad de otorgar mayor nivel de participacin real en las deci-siones polticas a los movimientos juveniles.

    Por otro lado, propone los signos de necesidad de cam-bio social, presentes en la accin y el discurso juvenil pblica o privada; sistemtica o cotidiana; es urgente para asegurar no slo consensos sociales y legitimidad, sino sostenibilidad social de las respectivas naciones de cara a un futuro inmediato.

    Es vital para el contexto cubano, el establecimiento inme-diato de polticas pblicas tendientes a privilegiar el acceso juvenil a espacios de participacin decisora, para asegurar la sostenibilidad y continuidad del proyecto social cubano.

    El movimiento juvenil chileno debera revisar sus mo-dos de construir consensos y su capacidad de inclusin

  • Secretario Ejecutivo | Pablo GentiliDirectora Acadmica | Fernanda SaforcadaEditor | carlos FidelCoordinadora del rea de Promocin de la Investigacin | natalia GianatelliCoordinador Editorial | lucas Sablich Coordinador de Arte | Marcelo Giardino

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    a otros sectores juveniles, y de la sociedad en general. Tambin sera oportuno que ganase en claridad y con-crecin en proyectos sociales proactivos que presentar al gobierno, para asegurar mayor eficacia de cambio social en sus acciones.

    Los jvenes cubanos con vocacin de cambio, deberan asumir su compromiso social, ms all de las expresio-nes individuales aisladas, en espacios que ayuden a la construccin de consensos y proyectos generacionales, que salgan de las posturas reactivas individuales y los conduzcan verdaderamente al cambio social.

    Desde la academia, se debera profundizar en estudios que analicen los movimientos juveniles, y sus relaciones con la participacin social y poltica en ambos pases, que den cuentas de las causas de la an dbil influencia de las ideas juveniles en los niveles decisores.