e rabOrgano de Nuestra Venerable Orden Tercera de Ferrol

Dirección y Administración: Colegio de PP. MERCEDARIOS

11=1AÑO III MAYO 1920 11=11 NUM. 22

- pa

.8 T3- M IR, 0

Mayo, por Fr. P. N. Galle. —A María, por Sor Margarita María. — ANtra. Sra. de la Merced, por Estanislao Carca,billa.—Paginas Merced a

-rias, por Julia G.a Herreros .—La Ortodoxia de Concepción Arenal, porNarciso Correal.—El Escapulario de Ntra Sra. de la Merced, por FrayRicardo Delgado.—A envexa, por Antonio M. a Castro. —El VenerableFray Diego de Saldalia,.por Fr. Guillermo Vázquez. —A mi Madre delas Mercedes, por Manuel S Pérez.—Al Monte de la Mirra (continua

-ción), por Fr. Ameno S. Blanco. —Mi Estola blanca, por R. Ruiz Ama-do, S. J.—La Virgen Redentora, por Matilde Montero Dopico .—A tra-vés de Italia-Orvieto, por Fr. Guillermo Vázquez.—La Virgen de Bo -nana, por M . —Noticias.

Mee eee

M CD

' uÉ hermosa es la rosa! . sus encendidos colo-res, su fragancia embriagadora deleitanlos sentidos y arrastran a la, mano bus-

TP-r- cando su posesión, pero... rodeada de es-. • pinas, defiende suS encantos contra ene -

HC migos.¡Qué encantadora la violeta! oculta

entre el cesped matizando los bordes delcamino, si la vista no la percibe, bastarásu delicado aroma 'para delatarla, pero...es las más de las veces ahogada por ma-

malezas y hollada por la bárbara planta del indelicadogailán, antes de que su violado color luzca entre los bu-cles de la belleza.

¡La azucena!... esbelta, blanca cual el ampo de lanieve, recogiendo en su cáliz las perlas todas del rocío,y los aromas todos del ambiente en sus estambres, es sinduda la reina de las flores. '.. «iota pulchra est, et maculanon est in ea»... es ella el más bello ornamento del flori-do Mayo.

,Cuál es la flor que en el jardín de María roba suspreferencias?... Sus ojos son de blanca paloma (cant.

cant. I. 14); sus labios-de hermoso carmín (id. IV. V.3. 13) por los cuales respira dulcísima suavidad defragantes lirios (id. IV. VI . 2. 5) así la describen lasescrituras santas ,por qué? Nuestro Doctor querúbico, elgran San Pedro Pascual, antes que ningún otro doctor dela Iglesia nos lo dijo: «Debeis entender y creer, que Diospreservo' por gracia especial del pecado original y detoda otra contaminación a María Santísima porqueen ella debía tomar carne el Verbo Divino.

_El pecado ¡original hace al hombre enemigo de Dios,pero no debe decirse que María estuvo un solo instanteen enemistad e ira de Dios, sino que desde el primerinstante de su Concepción, y después de ella, estuvosiempre en su gracia y amor. Dios pudo hacer, e hizoesto por gracia especial; como libró del incendio a lostres mancebos en el horno de Babilonia, con más razónpreservó a Maria, destinada desde la eternidad a con-cebir y a dar a luz al Verbo humanado, de toda man-cha de pecado original, mortal y venial; por esto sedice de ella en la Escritura: « COMO EL LIRIO ENTRE LASESPINAS, ASÍ ES MI AMADA ENTRE LAS MUJERES: ERES TODAHERMOSA, AMIGA MÍA, Y NINGUNA MANCHA HAY EN TÍ.»(S. P. Pascual---Biblia Pequefia—Tit. XXII, según el Co-dice Vaticano).

,Adivinais ahora cuál es su flor predilecta?...Ella es el lirio en los jardines de Dios, la caridad en-

cendida forma el broche del calzado de sus pies, que co-rren tras el bien, la violeta de la humildad salpica elmanto de sus buenas obras, pero por la azucena de supureza elévase hasta el trono de la Santísima Trinidad.

¿Miraría San Pedro Pascual su blanco hábito pa-ra adivinar las preferencias de nuestra _Madre y Se-flora?... No hizo más que ser el eco de su palabra, puessabido es que la gloriosa milicia de la Merced fundadacomo recuerdo de su Concepción Inmaculada, espejo fuédonde. se reflejé aquella pureza que compendia la pu-reza toda de los cielos, ,qué otra Orden puede gloriarsede llamar a María su fundadora? y si esta sola ostenta

429

- :1

428

n••

merecen llamarse pums corazón!... ¡;Será, pues, presuncióntemeraria pretender alabar una vez mis a la que es Madre degrandes y pequeños, ignorantes y sabios?... ¿Desechará Ella losconceptos por pobres que sean, que un corazón amante le dedi-ca?... No, y mil veces no, que es Madre, Madre de merced ymisericordia, para que aparte de Sí a quien le busca.

Son tantos los títulos gloriosos que admirablemente .cuadrana María; está representada tan al vivo en mil figuras del AntiguoTestamento, que a ellas es forzoso acudir para solazarse en susbelleza2 siempre antiguas y siempre nuevas.

El arca de Noé, el arco iris, la zarza que ardía sin 'consumir-se, el arca de la alianza y el vellocino de Gedeón, nos suminis-tran abundante materia para- hablar de nuestra Madre, ya queguardan la ms perfecta analogía con la que supo resumirlas enSí, como realidad que fué de todas ellas. Otra hay, sin embargo,que parece el símbolo más perfecto de la, misión que para connosotros, sus hijos, tiene esta Reina de bondades: La escala mis-teriosa de Jacob que, estribando en la tierra, llega al Cielo. ¡,llayalgo que mejor nos hable de su oficio de Madre y. medianera,intercesora y abogada nuestra?

Envueltos en el fango de la tierra, encadenados a. ella por losvicios y pasiones a que estamos sujetos, nos es imposible elevar-nos al Cielo con el desembarazo del alma libre que pasa por cimade las cosas materiales a descansar en el seno de Dios... ¡Pobrealma cautiva, ansiosa de libertad! no de un vuelo lleganis al queamas y buscas; pero, acuérdate de María, apóyate en Ella y confirme paso arribarás al que es Hijo de tu propia Madre,

¿Ves la. distancia infinita que hay entre El y tú? El santo, tupecador; el Omnipotente, tu el desecho de los miserables; Elsabio, tu ignorante; El belleza, suma, tu vileza y fealdad... [inabismo separe estos dos extremos; pero del uno al otro, advierteuna escala muy capaz de acercar lo que por su naturaleza jamásdebiera unirse: Dios y el hombre.

María acorta estas distancias, 'y quien a Ella se entrega, halla-rá en su dirección secretos admirables para arribar, con pasoseguro y firme, a la mis encumbrada perfección.

Son sus senderos de paz nacida al calor de su humildad sinnombre que atrajo a su seno al Redentor del mundo. En su segui-miento desaparecen ' las tinieblas; una nueva luz nos circunda ya sus claridades marcharnos con la alegría en el rostro y másaún en el corazón.

t mirlos de María ¡quién pudiera guiar por ellos a todos losmortales!. ¡quién supiera decfr a los pobres y pequeñuelos que

:1

431

tan alta honra ,:,no nos dice claramente que lirios hemosde ser en el jardín ameno de su Iglesia?

En este mes, en que la tierra sonriente y engalanada,bariase en un piélago de luz y muestra a raudales su exu-berancia con los verdes ropajes de sus collados y los flori-dos mantos de sus valles, bendiciendo y rindiendo su tra-dicional ofrenda a la Virgen sin mancilla, el jardínmercedario se engalana con las rosas encendidas de losSantos Juanes Gilabert y Granada y Diego de Narbona, laesbelta palmera de la ciencia, del Cardenal Raimundo deTolosa, Venerable Falconi, Guillermo de Florencia, Anto-nio Caixal, y Egidio de Dalmacia; las humildes violetasde Lucio de Saboya, Diego de Saldaria y, María de laPresentación; los claveles tintos en sangre de los Mártiresde Argel, Arnaldo y sus treinta comparieros, Juan de Zo-rroza y el de Huete... y antas y tantas llores como cre-cen vivificadas por la gracia de Dios, pero todas mirandoa nuestra Madre querida, la azucena de la pureza, queforma como la savia de mi Madre la Orden de la Merced...

FR. P. N. GArrE

cno

A MARÍA

Llegó el mes mariano por excelencia, mes consagrado a Ti,Virgen bendita de Mercedes, en el cual late con verdadero entu-siasmó todo corazón que se siente merceda,rio.

Fuerza es hablar de María, cuando nos sentimos impregnadosde, esa atmósfera suavísima que de Ella emana, y que es paratodo creyente, lo que el rocío refrigerante en el cáliz sediento dela flor.

Pero al empezar a hablar de María, cruza una idea abruma-dora por la mente, bastante por sí sola a desalentar a cualquierescritor, cuanto más a quien nunca aspiró a serlo: ¡Se ha habladotanto y tan dignamente de la Santísima Virgen! ¡Sienten de ellatan altamente los sabios católicos y aún más los que, sin serlo, •

9N

-

Páginas MercedariasLa noche tendía su manto sobre la ciudad de Burdeos cuando

un joven viajero que se dirigía a ésta procedente de París detuvo'el brioso caballo que montaba y echando pie a tierra en un fron-doso bosque a algunas leguas de la población, ató la cabalgaduraal tronco, de . añoso arbol, sentándose a su pie .con aire de.cansancio.

Era muy joven, de gallarda apostura y aspecto marcial, quecomo su traje y la noble espada que 'de su costado pendía denota-ba Ser su carrera la de las armas.

Pero en el momento en que lo presentamos a nuestros lec-tores, el hermoso y noble rostro' del mancebo parecía cubiertocon sombría nube de tristeza, un círculo amoratado rodeaba susOjos y el sello de la fatiga y el ha gtío marcaba toda su persona.

Al sentarse al pie del "arbol descifiose la espada y colocándolacUidadosomente sobre el ribazo cruzó sobre ella sus brazos recli-nando su fatigada cabeza sobre éstos.

Pronto la dulce calma de la noche invadió su espíritu embar-gándole en un sopor que, encadenando sus facultades, parecióencender en el interior de su alma una luz intensa a cuyo res-plandor sobrenatural el joven viö desfilar toda su vida, transcu-rrida entre los goces bulliciosos de la vida militar. Pero entreaquella cadena de placeres y desalientos, anhelos no satisfechos,goces mezclados de amarguras, un sentimiento puro, como ruti-lante estrella, brillaba dominándolos, como' la luz del sol haceapagarse el brillo de las estrellas; un amor soberano ante el cuallos amores humanos caían vencidos. Aquel amor purísimo habíaSido la salvaguardia que conservara pura su alma en medio de suVida aventurera.

En torno del adormilado caballero la calma del bosque ibaacentuándose más y más, las tinieblas le envolvían en su manto,los mil rumores con que la naturaleza parece arrullar al mundodormido entonaban ese himno suave lleno de armonía y religiosoencanto.

De pronto una luz suavísima rodeó al viajero, los árboles to-Maron tonos de esmeralda y oro., las aves creyendo que la auroranacía rompieron en suaves gorjeos y melodiosos .trinos, y,'hermo-

L1

433

Tu, Virgen mil veces bendita, eres la escala suavísima que a Diosconduce y que abandonándose a Tí, hallarán una vena riquísimade celestiales tesoros de los que eres libérrima dispensadora, .comoindica tu nombre de Mercedes!

SOR MARGARITA MARÍA

MereedariaBérriz—Abril-920.

oCo

A Ntra. Sra. de la Merced

Rompe en la ingente roca sus furoresEl mar embravecido.En los .montes de sti blanca espumaEl sol quiebra los rayos coloridos. •Al influjo de encontrados vientosDesgarra su bramidoCuyos ecos se apagan en la playaDonde viene a morir su empuje altivo.

Así en el mar confuso de la vida,Envuelto en torvellinos,Navega el pensamientoEntre brumas, abriéndose camino.¡Pero, ay, que el oleaje le embaraza,Le retarda su paso, está cautivo!

La mar tiene una roca donde rompeY nunca faltan playas a sus ritmos.Náufrago el pensamientoForceja por llegar a su destino¿,No encontratä una roca...Y la playa a do llegar de arribo?

Virgen de la Merced, tu que rAdimesRompiendo las cadenas del cautivoEres la viva roca -Del mundo al mar bravíoY la playa a do arriba sudorosoEl pensamiento mío.

ESTANISLAO CARCABILLA

Capellim del Crucero .Cataluila,

432

•

sa, radiante despidiendo de su blanco ropaje aquellos celestesresplandores, una mujer, Aquella, que era Reina y Señora (lelalma del mancebo la que velara su sueño de niño y santificarasus ensueños de mozo; la que sus labios evocaban en los momen-tos angustiosos, a la que bendecía en sus íntimas alegrías apare-ció ante él, hermosa y refulgente como ni aún Murillo la pudie-ra pintar, y acercándose al joven con mirada de Madre, con ade-mán de Reina, con sonrisa celestial le habló dulcemente, tandulcemente, que los ecos de la noche suspendieron sus armoniososmurmullos para recojer aquellos acentos que solo los Angelesnuestro absorto mancebo podían escuchar..

II

Hermano; desearía hablar al Padre Comendador. El Herma-nito Mercedario que en aquel momento terminaba de tocar a laprimera Misa, miró con admiración al joven y arrogante caba-llero que . hacía tai demanda, poiro ante la dulce humildad de sumirada y lo compuesto de su ademán no vaciló en abrirle laportería, mientras el cahallero ataba su caballo a una de las pi-lastras del patio.,

Poco después el joven se hallaba ante el Comendador de laMerced.

Padre m1(0; dijo llevando a sus labios el blanco escapulariodel religioso: Me llamo Carmelo de Mondoví, y he nacido en Ita-lia; consagrado desde niño a la carrera de las armas he hecho deesta noble profesión una verdadera religión hasta que mi MadreSantísima, la que siempre ha sido Reina y dueña de mi alma, meha mostrado otra milicia más grande. más heröica, más sublime,ordenándome , entrar en ella; en París vi por primera -vez el blancohábito Mercedario y me pareció tan superior a mis trofeos desoldado que sentí cansancio y hastío de aquello en que había ci-frado hasta entonces mi gloria. Viniendo de París a Burdeos,anoche medetuve un momento a descansar de una larguísimajornada y esta Madre de Merced y misericordia se apareció antemi mostrándome como fin de mi viaje este Monasterio... ¿Meadmitireis en él? Es Mi único anhelo dejar las armas que hierenpor las que redimen, hasta hoy he batallado por el Rey, desdehoy batallaré por Cristo y . su Madre Santísima.

El joven calló, su rostro encen,dido por una luz sobrenaturalparecía el de un serafín; el Comendador le contempló largamente,

434 u.

profundamente conmovido por la ternura de sui acento al nom-brar a su Reina y Señora, y comprendiendo que realmente aquelque ante si tenía era un predestinado por la gracia divina, dijod ni cerner] te:

SI, hijo mío, le admito para quehaga Sus pruebas; ese amorque demuestra a nuestra, Madre Santísima es ya un signo de pre-destinación.

Una alegría inmensa, un gozo indescriptible iluminó aun Máslos ojos del joven soldado que cayó de rodillas a los pies del queen breve sería su Superior.

Iii

Largos años transcurrieron desde que Carmelo de Mondovítomó el blanco hábito Mercedario - no saliendo defraudadas las es-peranzas que hiciera concebir al Comendador de Burdeos; consa-grado al estudio de la Teología y de las Santas Escritura,s llegó aalcanzar una ciencia sobrehumana siendo nonibrado Regente dela Universidad de Mompeller.

Pequeñas son estas pobres paginas para narrar su maravillosavida en la que siempre pred -ominó como nota bibrante su amora la Señora: Ella le anunció el día de su muerte y con su dulcenombre en los labios y exhortando a los que le rodeaban a quese entregaran con toda su alma a este divino amor, la entregó sualma enamorada, quedando su cuerpo revestido de belleza será-fica, y siendo visitado y venerado por todos los habitantes deMompeller

Un hecho prodigioso vino a aumentar la veneración queaquellos piadosos vecinos profesaban a Fr. Carmelo de Mondoví;iniciado un voraz incendio en la Universidad de que fue Regente,y cuando las llamas amenazaban reducirle a cenizas los que, cons-ternados presenciaban el siniestro lanzaron de pronto ungritode asombro, de terror y alegría a un tiempo, un grito que nadiepodría describir ni reproducir. Sobre aquellas llamas voracesque parecían querer escalar el cielo, apareció' una blanca figuraque abriendo su amplia capa pareció querer cpbijar bajo ella eledificio amenazado de inminente destrucción; en el instante elterrible elemento empezó a ceder; per:Herido su violencia y pocodespués dominado ya, fué apagándose manslmente, bajo el poderde aquella aparición protectora, en la que muchos reconocieronal sabio religioso, al ferviente adorador de María,. al doctisimo y

435

1

santo Regente de aquella Universidad que dejando la paz (le'sepulcro que en ella misma le levantaron velaba aún Por aquellacasa en la que tanto trabajó en vida por la gloria de Dios.

Desde aquel hecho prodigioso el venerable Carmelo de Mon-dovi es venerado como protector y abogado contra los incendios.

JULIA G. a HERRERO' STerciaria de la Merced

O O

La Ortodoxia de Concepción hrentl

Todas las páginas de esta santa y sabia mujer, aparecen im-pregnadas de una profunda religiosidad, rayana en misticismo.Es Cristianísima toda su obra social por el fin noble, generoso yevangélico que la inspira: . la protección y defensa de los Miles,.lo es a,símismo, por las máximas piadosas, sentencias patrísticas,y católicas reflexiones; en que a menudo se engastan sus hermo-sos pensamientos. - -

Así, al hablar de la perfección del linaje humano, como el finmás levantado al que debemos tender con nuestros actos y pro-pósitos, evoca estas divinas palabras. «Sed perfectos corno vues-• ro Padre Celestial; » al encarecer la necesidad de instruir y mo-ralizar al proletariado, recuérdanos la obra de misericordia, «deenseñar al que no sabe»; al estimular a los pueblos a que se ilus-tren`para cimentar en la cultura, la paz inalterable y firme delos imperios, reproduce el mandato de Jesús a sus discípulos: «Idy enseñad a las naciones»; cuando estudia las fases originariasde la justicia penal, describiendo a la sociedad primitiva arman-do su brazo con la venganza, condena resueltamente estos furio-sos arrebatos, que aun parecen informar la legislación criminalde nuestros días, recordando al aplicarlos, las palabras del Reden-tor a los perseguidores de la mujer adúltera: «que tire la prime-ra piedra el que esté limpio de pecado; » cuando se inflama contrael fariseísmo y la fementida piedad, usa de este hermoso prOlo-guío, «no es más piadoso quien habla más de Dios, Sino el quele ofende menos;» al estudiar el problema de la mendicidad,.diferenciándolo de la . pobreza, Considera a ésta como elemento

n•n••n

436

indispensable de nuestra perfección moral, afianzando su juicioen esta divina sentencia: «siempre habrá. pobres entre vosotros.»Si se dirige a la mujer disoluta, exhórtala al arrepentimiento,ofreciéndole el amor a Dios como bandera purificadora, y c!avede posible santidad, alentándola con las palabras del Salvador ala mujer pecadora: «mucho se te perdona, por que mucho hasamado;)) finalmente, cuando se encara con la sociedad abismadaen pestilentes vicios y abominables costumbres, la brinda lasfuentes redentoras de la religión como saludable piscina, dicién-dole como Jesús al paralítico; «levántate y anda.»

Cuando habla de la caridad, -no 'la confunde, ni con la fríabeneficencia oficial, ni con la mundana:filantropía, sino que ladefine por el amor encendido y perseverante del apóstol, y asínos dice, reiteradamente; «nuestra caridad, debe ser la caridad

. de San Pablo, la que no se cansa ni se mueve a ira.» La voz deConcepción Arenal, se alzó gallarda y vibrante, cuando RomeroOrtiz disolvió las Conferencias de San Vicente de Paul a títuloinjusto de conspiradoras, incautándose de sus libros, de sus bie-nes y hasta de sus víveres, instando al Gobierno provisional -ademostrar sus inculpaciones, con este viril apóstrofe; «reciba lafuerza el reto de la piedad.» (1) Ella defendió cálidamente, a lasórdenes mendicantes d e. las persecuciones sectarias, demostrandoser mendaces la ociosidad y la relajación de costumbres que seles imputaba, trasladando a sus libros esta su bella y cristianaexpresión; «el cordón de San Francisco fué el lazo dr fraternidadentre los hombres.» Y cuando Pi y Margall, arrastrado por dicta-toriales arrebatos, decretó de una plumada; la supresión del CleroCastrense y Carcelario en « La Voz de la Caridad,» revista debeneficencia y prisiones, que ella fundara .y qirigla, se abrió unasuscripción para sostener el culto en los establecimientos peni-tenciarios, formulando en su periódico la más católica y enérgicaprotesta. A este propósito escribía «la religión no puede desapa-recer de los presidios;» allí debe implantarse y sos tenerese, auncontra la voluntad de los reclusos, como se administra . 1a triacasalvadora, al enfermo que la rechaza.»

Al describir en su hermoso epistolario titulado, «Desde unhospital,» las trágicas escenas de la guerra civil, que tuvo ocasión

- (1) He aquí el fondo del malhadado Real Decreto de 11 de Octubre de 1868.—« Quedan disueltas desde esta fecha las asociaciones conocidas con el nombre de *Con-ferencias de San Vicente de Paul. Los Gobernadores civiles, procederán a incautarsede los libros, papeles y fondos que siendo de propiciad de las mismas, exista en poderde sus Presidentes, Secretarios o de cualquiera otra persona—Antonio Romero Ortiz—Por virtud de esta fatal dispbsición, quedaron sin amparó 65.000 pobres y 8,000 niiiios

437

de presenciar como hermana de la caridad en el hospital de laCruz Roja de Miranda de Ebro, exalta, como supremó consueloe insustituible lenitivo, en la hora, angustiosa de la muerte, losauxilios de nuestra sacrosanta religión. En esos interesantes ylastimeros cuadros, nos habla de un anciano general que mitiga-ba sus crudelísimos dolores, pasando entre sus manos demacra-das las cuentas del rosario, recogiendo a la vez, párrafos elocuen-tisimos de su íntimo amigo, el médico militar D. Nicasio Landa,en los que, al hablarle de los Medios clínicos ensayados paradulcificar la eutanasia, (lenta y amarga agonía), le confiesa elfracaso de todos ellos, y solamente la religión, dícele, posee eldon prodigioso de resignar a los agonizantes; « los enfermos-añade—después de Sacramentados, caen como en un sueño tran-quilo, y trasponen los linderos de esta vida, sin horripilantesconvulsiones.>>

Por todo lo dicho, encontramos injusta., temeraria, y desti-tuida de todo fundamento serio, la duda sembrada en páginasimpresas, sobre la ortodoxia de esta madre amantísima, de estaesposa ejemplar, de esta santa y sabia mujer, para quien no hubonada tan hermoso como la belleue moral. Su obra apreciada enconjunto, corno programa social. o .particularizada en volúmenes,es un canto de amor a todos los desventurados, un voto fervientepara que llegue a la tierra el día suspirado, en que se llame a la«justicia, caridad.» Al ilnstre padre Alarcón, envío estas palabrasde Concepción Arenal, que tienen todo el valor declarativo deuna pública confesión católica: «la mujer atea es una especie demonstruo, y los monstruos son excepciones raras; si una mitaddel género humano, no ve más que la tierra y la ensangrienta yla aflige, la otra mitad volverá siempre los ojos al cielo, y lablasfemia del hijo será, perdonada por la oración de la madre.»

¡Madre, y madre amantísima, repetimos, fué para los hijosde sus entrañas; madre, y madre ejemplar para los hijos de sucorazón; los pobres, los compatriotas, los extranjeros!... Concep.,.ción Arenal legisló para el mundo, dictó fórmulas consoladoraspara todos los dolores, y su tierno corazón cosmopolita sentíaredoblar de sus latidos, luchando por la . noble conquista de lafraternidad universal. «El día que el dolor de un pueblo sea llo-rado en toda la tierra, se habrá, realizado el ideal de mi corazón;»y añadía, «será muy meritorio compadecerse de todas las angus-tias de la tier'ra, ¡pero debe ser muy dulce, oirse bendecir entodos los idiomas conocidos!» El pedestal de -esta ingente figuraes el orbe, y sus libros portadores de iluminativas enseñanzas,son mas .conocidos en las patrias extranjeras, que por esta nia

438

romántica que llamamos nacionalidad española, donde el librosiempre abierto de nuestras proezas pretéritas, no fué obstáculopara la merma del territorio nacional, hasta quedar solo en pielos paredones solariegos.

NARCISO CORREAL

00

El [Srgäri0 HOOSira fu fürcedCubrirds y adornards tu pecha con

la forma de este Escapulario que te dami carb7o.

(La Santísima Virgen a San PedroNolasco).

En todos los tiempos se ha tenido como una prueba de acen-drado cariño, de profundo afecto, las finezas que se dan a laspersonas que se aman, para que con ellas adornen su persona.El anciano Jacob para demostrar su singular predilección quesentía a su hijo José, le regaló una túnica de diferentes colores.

¡Cuántas veces el inocente y candoroso José 'besaría aquella•timica prenda del cariño paternal! Cuando .Dios le concedió unhijo a Ana, la rival de Jenesina, quiso exteriorizar el grandísimoamor que abrigaba hacia el fruto de sus entrañas, y no halló otromedio que elaborar con sus propias manos una túnica pequeñapara su hijo. El lazo que unió a Jonatás y a David en aquellamaravillosa amistad, fué también un signo de amor: Jonatás sequitó la túnica que llevaba y vistió con ella a David.

Lo que hace una madre

Y si aten-demos a lo que hacen las madres para demostrar elcariño que atesoran sus almas para con los pedazos d e . su cora-zón, después de besarlos, de estrecharlos contra su pecho, .qui-sieran vestirlos con lo más hermoso, con lo más delicado quehaya en la tierra. La madre quisiera todo el azul del cielo, todaslas perlas del mar, todas las flores del campo, todos los vistosos

459

colores de las aves para con todo esto elaborar el vestido de suhijo. Y ¿por qué? Porque el vestido representa y encarna muy alo vivo el amor que la madre profesa a su hijo.

María nos teje también una túnica

La bondadosísima Madre de Dios, la Santísima Virgen María,ama entrañablemente a todos sus hijos; Ella también quiere dar-les una prenda de su amor, significarles sus dulcísimas ternuras,su singular predilección; y al efecto nos teje con sus manos ben-ditisimas una túnica enriquecida y adornada con joyas salidas desu maternal corazón; Ella nos viste con su traje; Ella nos traedel cielo, en una noche memorable, el santo Escapulario, comesigno sensible de su amor y de su cariño maternal; Ella entregael santo EscapuJario a San Pedro Nolasco.

María acoge benigna las fervientes súplicas de su hijo, PedroNolasco. Y toda bondad y misericordia se le aparece en Barcelo-na y tendiendo sus manos • hacia él le dice con dulce acento:«Nolasco, hijo mío, te he escogido como instrumento de mismercedes y misericordias; cubrirás y adornarás tu pecho con laforma de este Escapulario ,que te da mi cariño.»

Este, hijo mío, será el signo de mi filiación, el escudo de miamparo y el baluarte de mi defensa.

Pedro Nolasco enajenado de gozo, deshecho en lágrimas, conlos ojos fijos en María, exclama: ¡ ¡Gracias Madre mía, gracias!!»Y recibe aquella prenda bendita, acercándola a sus labios impri-me en ella mil besos y aprieta contra su corazón este recuerdoidolatrado, diciendo: «Prenda sagrada,. -tú dirás a María que micorazón no dejará (te latir ni un instante por Ella; tú me influi-rás valor cuando flaquee el corazón; tu me llevarás hasta las maz-morras, tú serás el compañero inseparable de mi vida; tú, quedescansarás sobre mi corazón, no permitas que - se enfrie el amorhacia María, mi Madre, mi consuelo, mi dicha.»

Excelencia del Escapulario de la Merced

Esta librea santa no es obra de los hombres, no es fabricada.por manos - humanas, es obra de la bendita Madre de Dios, estejida por . sus purísimas manos, descendió del cielo, de dondetiene su origen. ¿Podrá adornarse nuestro cuello con un Escapu-lario más santo, más sublime, más admirable, que el Escapulariode la Merced? No: todo en el es grande, grande por su origen,que es celestial; grande por las manos que lo fabricaron, que

-11440

ele

fueron las de María; grande por los privilegios que atesora, quefueron concedidos por la Redentora de cautivos, grande por lasindulgencias con que está, enriquecido, que a porfía le concedie-ron los Romanos Pontífices; grande con la grandeza exenta demiserias.

Poder del Escapulario de la Stma. V. de la Merced

La soberana Madre de Mercedes quiso simbolizar en su Esca-pulario todas las bondades y mercedes que dispensa todos losdías a sus devotos! ¡Cuantas conversiones ha facilitado, cuantosdolores calmado, cuantas desgracias evitadas, cuantos enfermos •sanado, cuantas familias unido, cuantos negocios llevados a feliz -término, cuantas almas conducidas al cielo!... El demonio tiem-bla, se estremece, ante el poder 'del Escapulario de la Merced....

Felices momentos

Los que teneis la dicha de llevar colgado a vuestro cuello elsanto Escapulario, besadle con fervor; es la enseña de nuestradulce Madre; los que todavía no lo lleváis, volad a recibirlo, «esel signo de mi filiación, el escudo de mi amparo y el baluarte demi defensa.» ¡Madres! colgad al cuello de vuestros hijitos esta,bendita librea; ella los orientará sigmpre por el camino de lavirtud.

¡Ah! ¡qué felices son las almas, qué dichosos los corazonesque están al abrigo de esta enseña gloriosa!

OR A CIÓ NMadre querida de la -Merced, amor de los amores, encanto de

mi corazón, gracias te doy por el glorioso distintivo con que noshas favorecido. El nos dice cuánto nos amas. Yo te prometo lle-varlo siempre conmigo y estimarlo como un don inapreciable deVos, nie recuerda vuestra misericordia y me asegura restraprotección en la vida y en la hora de mi muerte. Amén.

Redentora de cautivos, rogad por nosotros. Pladosisima Madrede Mercedes, rogad por nosotros.

FR. RICARDO DELGADO

11441

allifilliffilii111111111,1,914

E_

F1' 3E

E

E

52"

E

P.E

E

E

E.

442

Imagen de Ntra. Strna. Madreque se venera en el Convento de Eseoriaza (Guipúzcoa!.

A v s

N-a casa d'aldea ond' eu che nací'',¡recordo feliz d'un tempo pasado!medrand' o rente, d'un pau pindurado,• eu encontraba ben l'arto botín,

habla un parral.

N-os dias de sol brindábame fresco, •• outono dorados e cheos grainos,qu'eran a envexa d'os nosós vecinos,e Xan Caxigal xa estaba grotesco

con tanto envidiar. -

O demo tentouno pra noso penar,e en noite escura de marzo marzalentrando ¡traidor! n-o vello corral,as ponlas cortou, sin unha deixar,

a l'once de •Xan.Nada che vale teu plan vengativo,

qu'a parra veloz volveu retajar,e cand' aquel brao se foi acabar,n-o chao o parral caeuse cautivo

con tanto frutar.A envexa matou a noso Señor,

e El retonou pra mais non morrer;qu'a baba que deixa a envexa o roerben presto a torna en groria e honor

o Dios de bondá.

ANTONIO M. a CASTRO • •

Párroco de Cedeira y Cofrade de la Merced

- 000

El 9enerable Fray Diego de Saldaña

(Día ii de Mayo).Para los mercedarios de Castilla, hijos, o nietos cuando me-

nos, del Convento de Con», es grandemente simpática la figuradel fundador y primer Comendador de aquella casa, Iltmo. Fray

443

Diego de Saldaña. tan célebre en nuestras Crónicas por su mila-grosa vocación a la Orden, contada yä en esta Revista por el Pa-dre Serapici González, y cuyo retrato, más o menos parecido,encuadrado en precioso marco barroco, (del siglo xvm, como elretrato mismo), presidió nuestros estudios en el Convento dePoyo, a donde, como es sabido, se trasladó en 1890 la comuni-dad de Conjo, base de la restauración de la Provincia de Castilla.

El P. Fr. Pedro de Ofia, que había sido comendador de Conjoantes de llegar a ( Secretario general con el Rmo. Zumel, Provin-

. cial de Castilla en 1597 y Obispo luego de Gaeta, contó al PadreBernardo de Vargas la veneración que en el Convento se tribu-taba al Iltmo. Saldaña y las circunstancias maravillosas de lafundación, que el citado historiador consignó en el tomo I de suCrónica, impresa en Palermo en 1619, aunque equivocando elapellido y algunos otros detalles, como es frecuente en las cosasque se refieren de oidas.

El P. Luis Ariz benedictino, y antes Canónigo de Orense, ensu Hisloria de las Grandezas de Avila, impresa en 1607, dijo queel P. Saldaña había sido confesor de los Reyes Católicos, y °bis.-po de aquella iglesia, sucediendo en ella a I). Alonso de Fonseca.Estos datos consignados también al pie de su retrato eran casi,lo único que hasta ahora sabíamos • del P. Saldaña y aun eso conno pocas dudas. En efecto: los episcopologios de las diferentesiglesias han sido estudiados modernamente con ayuda de loschivos respectivos y de los registros del Vaticano, y cuando sedice que un personaje ha sido Obispo es fácil comprobar la noti-cia. Yo busqué- al P. Saldaña en la autorizada obra de Eubel:Hierarehia Catholiea Medii Aevi y me convencí de que no estabaentre los Obispos de Avila, ni había lugar para él, pues el- mis-mo día 26 de Agosto de 1485 en que D. Alonso de Fonseca fuétrasladado a Cuenca fué también preconizado para Avila, FrayHernando de Talavera, y cuando este fué nombrado primer Ar-zobispo de Granada en 1493 se le dió sucesor en el mismo Con-sistorio.

Así las cosas, rebuscando días pasados en el Archivo Vati-cano, me trajeron . por equivocación el tomo VI de las Actas Mis-celáneas, que contiene fragmentos de Consistorios de los años1 . 492 a 1522; y fiel a mi propósito de registrar todo libro quecaiga eh mis manos, me puse a hojearlo, recibiendo • la • agradablesorpresa de encontrar, en 13 -de Marzo de:1493 la promoción delvenerable Saldaña a la Sede titular de Beirut 'y auxiliar del Arzo-

biSpo de Santiago I). Alonso de Fonseca, reteniendo la encomieu-da de Conjo (1).

¿Cuál pudo' ser el origen del error de hacerlo Obispo de Av•ila?La identidad del nombre del Obispo a quien se ssuponía habersucedido, con el del Arzobispo de Santiago, -pudo influir en laconfusión del P. Ariz, contribuyendo también a ello el saber queel Iltmo. Saldaña asistió en 1494 a un capítulo que la Provinciacelebró en Olmedo, Diócesis de Avila, cuyas actas fueron cono-cidas de antiguo, pues las cita Fr. Gabriel Téllez. En ellas figuracorno primer definidor «el 'Obispo D. Diego de Saldaña,» despuésdel Provincial D. Fr. Antonio de Valladolid, capellán de losReyes Católicos y del su Consejo. No era verosimil que el Obispofuera al capítulo desde muy lejos y esto hizo tal vez sospecharque fuera el diocesano, pero ahora que sabemos que no lo fué,podemos igualmente pensar que el P. Saldaña aprovechó, por daresa muestra de interés y cariño .a la Provincia, la ocasión de ira la Corte, que residía habitualmente en Valladolid, donde elArzobispo D. Alonso de Fonseca estaba por Presidente del Consejode Castilla,, quizá (como sospecha el Sr. López Ferreiro), notanto por devoción que los reyes le tuvieran como por la conve-niencia de alejarlo de Galicia, donde su caracter violento consti-tuía un peligro para la paz de la región.

El obispado Ben i tense y la auxiliaría de Santiago fueron pro-vistos el 23 de Junio de 1497 en el franciscano Fr. Alonso deCastilla, por muerte del Obispo Diego, de buena memoria, la quenos da la fecha aproximada del fallecimiento del P. Saldaña, puescontinuando la ausencia forzada d'el Arzobispo, no es de -pensarque Santiago estuviera largo tiempo sin auxiliar.

En la encomienda de Conjo parece . que le sucedió inmedia-tamente el P. Rodrigo de Mosquera, que en 1.' de Septiembre de1499 afora unas casas en la Rua del Preguntoiro, juntamentecon el doctor Fr. Juan Nieto, Fr.... de Valmaseda, Fr..CriStöbal

• Cazorna y Fr. Francisco de Guadalajara, que entonces formabanla comunidad. Continuaba aún de Comendador el 6 de Agosto de1505 en que otorgó otra escritura en unión de Fr. Juan de

(1) Roma in die mercuril XIII martii MCCCCI,XXXXIII fuit consistorium etexperita fuerunt infrascripta... Providit (Alexander Papa V1) in titulum Dno. Di-daco de Saldania Monaco ordinis Bte. Marie de Mercede Redemptionis, Compostella-nensis, de Bleclesia Beritensi in partibus infidelium, certo modo vacante, cum retemp-tione preceptorie Ste. Marie de Congio eiusdem Ordinis extra muros compostellanen.sis, ettius fructus aseendunt ad summam CC librarum Turonens.; et coneessit quodPossit exereere pontifiealia in eivitate et diocesi compostellanensi de consensu dui.Alphonsi.., ipsius eeclesiae episcopi, et quod non. teneatur aecedere ad ecelesiam •suam beritensem. Redditus ignorantur cum sit in partibus infidelium. (Acta Mis-cenan. 6', fol. 20). Este documento no fué conocido por Eubel.

444445

•. 1111111111 111111M111111111111M111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111i1111111111ffilffillt11111111ffillilillilifillillifillffilfil 11111111111111111111111111111111.•

E

E

• -=g-...-,z•....--_-:1--.P. Estatua de San Pedro Armengol...:,-5:

existente en el convento de Lérida. ==

Iillitfiniminnalimainnniiiiiiffirninffilininwiliniiiittlinianunnimilimailinianiiimilliniiminliwitiminuniniiiiiintiiinannanaatnamatini•

447

Orantes, Fr. Francisco de Guadalajara y Fr. Juan de Arratia,conmutuales de la misma casa (I).

-.Si a estos documentos -unimos los por Mi indicados recien-temente en • la biografía de . D. Diego de Muros, tenemos ya bas-tante para disipar las nieblas que rodeaban la figura del venera-ble Saldaña, que por el testimonio contemporáneo) de Vasco deAponte se ve que unía a•la piedad el buen humor; pues comoFr. Diego de Muros dijese que le había hecho Dios gran mer-ced, en cuanto al cuerpo, con los trabajos que el Conde de Cami-ria le había hecho padecer en la prisión, pue3 se encontraba me-jor de salud, el P. Saldaria, que era íntimo amigo suyo y habíaido a darle el- parabién de •su libertad, repuso sonriendo: Si unWdieo había de llevar a vuestra - Señoria 700.000 maravedis, lomismo se es, aludiendo a que el Conde había exigido al Obispode . Tuy esa cantidad por su rescate.

•Nuestros cronistas antiguos afirman que el P. -Saidafia era na-tural de la villa de ese nombre en las montañas de Burgos (actualProvincia, de Palencia), lo que es muy verosimil. No lo es tantoque . fuera sacerdote secular cuando se encargó del convento deConjO, abandonado por D.' Miela Alvarez última' abadesa bene-dictina y única monja, al parecer, que allí existía ya en 1406,según un documento conservado en Poyo. La bula de Sixto IVconfirmando la nueva fundación mercedaria dice que Fr. Diegohabía procedido con licencia de su Provincial el Maestro FrayPedro de Logroño. Lo más probable es por tanto que, siendo yamercedario, fuera a Santiago a recojer limosnas para la redencióncomo era frecuente por aquellos arios, según indica . el • Sr. LópezFerreiro anotando las sumas que en diferentes ocasiones (lió Clcabildo y que constan eu sus libros. Así la revelación se referi-ría solo a la instalación en Conjo de una comunidad mercedaria,consiguiendo de ese modo la Orden establecerse en_Galicia, comopretendía hacía muchos arios, habiendo tenido a. principios deaquel siglo el convento de San Lorenzo, a poca distancia de Con-jo, del que se apoderaron los franciscanos, . y aunque BenedictoXIII les mandó . en 1405 que dieran en compensación a la Mercedel convento de Ferrol, no parece que cumplieran sus órdenes.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

liorna, Enero de 1920.

(1) Consérvanse estos documentos, en pergamino en el area de bulas, del con-vento de Poyo.

446

I;

Al Monte de la MirraCAPÍTULO TERCERO

De la causa de este declinar el día que es la total

quietud del apetito sensitivo

',AMAMOS aquí . declinar el día a una advertencia sutilde lo íntimo del ánimo mediarte la cual conoceque va a sobrevenir la noche obscura de los divinosmisterios, y la desea vehementemente. Porque sin

saber cómo, vanse entenebreciendo los apetitos y obscureciendolas potencias para todas las cosas sensibles que al fin vienea quedarse a obscuras totalmente. Y esta sutil advertencia pro-viene al alma de un clarísimo rayo de luz que por su mismavívidez eclipsa y entenebrece en ella todo lo gustoso que per-Cibe por los sentidos. Y este rayo 'de luz pone en el enten-dimiento una tan viva claridad de la Verdad' divina y refleja enla voluntad un tan encendido y abrasado amor de la divina Bon-dad, que la ofusca, obscurece y ciega para toda percepción de lossentidos. Porque la verdadera Luz resplandece en las tinieblas, esdecir en donde no domina, ni tiene señorío ningún sentimientoafectivo ni intelectivo de cosas transitorias, antes bien un totaldesarrimó, todo lo cual es efecto de aquel clarísimo rayo que a lavez nos ciega e ilumina, y nos da muerte y vida, como en sulugar se declarará. Porque esta santísima Luz de tal manera Ilu-mina los ojos del entendimiento, y con la hermosura de su Clari-dad así cautiva la voluntad que ya no acierta a desear • otra Bon-dad que la que vió eh aquella inefabilísima y soberana Verdad.Y este suave cautiverio produce , un amorosísimo enanioramiento-•de aquella hermosísima Hermosura que pone Olvido de todos 1CIS -amores, verdades y hermosuras participadas. Y esta introversiva'intimidad amorosa es la que nos endiosa y deifica; es la quevacía a la voluntad de todos sus afectos . , y llena de sabiduría, ce-lestial al entendimiento; es finalmente aquel nobilísimo y supre-mo efecto de la gracia por el que jamás ni muerte, ni vida, ni

A mi Madre de las Mercedes

¡Reina de las Mercedes, Madre excelsa!,oye al clamor de un mísero cautivo,oye, este grito de angustioso anhelo;

¡rompe mis grillos!.., Duro es vivir, ausente de la patria,y con férreas cadenas oprimido:acelera el instante del rescate,

¡rompe mis grillos!Duro es vivir sin ver tu faz augusta,

para quien te ama con filial carifio:desata la envoltura de mi alma,

¡rompe mis grillos!Ni nie alegran los campos con sus flores,

ni me alegran las aves con sus trinos:léjos do tí, todo es tristem y sombra.

¡tiompe mis grillos!Triste y sombrío el rosicler del alba;

los fulgores del véspero, sombríos....nada, en la tierra alegra al pobre esclavo.

¡Rompe mis grillos!Por eso, de mi lira sólo arranco •

melancólicas notas: son suspirosdel alma aprisionada en la .materia.

¡Rompe mis grillos!¡guando podré en el cielo contemplarte?

¡,cuando veré tu rostro peregrino?¡Ay Madre, -y nuis que Madre! ¡rompe pronto,

rompe mis grillos!

MANUEL S. PAREZ

Presbítero

Ribadeo, Mayo de 1 020.

948

II

449

decir que es necesario, con necesidad de medio, pasar por estanoche en la cual el sentido pierde su sentido, en esta vida o en laotra. El rayo postrimero de luz para los que han de pasar lanoche obscura en el término o sea en el Purgatario es literalmen-te el de la partida, porque entonces en realidad no menos muereafuera. para vivir dentro que los que en la jornada de su peregri-nación viven con luz y a obscuras; porque resplandecerá con vi-vísimos destellos la noche deliciosa que ilumina a !as almassantas y brillarán los fulgore de aquella hermosísima lumbre.que nace en las tinieblas para consuelo de los corazones justos.

FR. AMERIO S. BLANCO

00.EST014 )31.4 4NC,

Opera Dei revtlare et confitenl hono-rificum est. Es honroso revelar y con-fesar las Obras de Dlos.—Toblas, XII, 7.

¡Virgen Santísima! Hace treinta y cinco años que, arran-cando de mi cuello la cad4na con que me tenían oprimido mispecados, me enviaste de Barcelona a Vernela, convertido de jovenmundano y necio. en humilde candidato del noviciado de laCompañía de tu divino Hijo.

¡El paso era tremendo. siquiera fuera de las tinieblas a la luzy de la servidumbre a la libertad!

Y anduve a •tientas durante mucho tiempo. Y entoncesVirgen de las Mercedes, fuiste mi guía, mi vida, mi consuelo, miesperanza...!

Tu amor me sostuvo en medio de las nieblas. Viví de tu devo-ción, que era la única fuente de mis alegrías...!

Y pasaron los años, y de mi retiramiento educador, sah a lasluchas: a las rudas luchas de la educación de la juventud en losColegios; de las opiniones y disputas científicas, de la Prensa, delpúlpito, del libro...!

Peleé siempre por la Verdad -de Dios, que tú • habías llevadoen tu seno. Pero la lucha levanta nubes de polvo, y a. veces llegaa robar la vista del cielo.., y de la Estrella de la mañana, queeres tú...!

II

Angeles, ni Principados, ni Virtudes; ni lo presente, ni lo veni-dero, ni la fortaleza, ni lo que hay de más alto,. ni de Más pro-fundo, ni criatura alguna lograrán separar el ahna de la unióndel divino Amor. (Ad Rom. VIII, 38,39.) Y es grandísimo estemutuo Influjo que en las potencias y sentidos ocasiona el mís-tico destello de esta luz celestial en el alma, porque advirtiendola misma, la hermosura clarísima de suís resplandores, prendasey enamorase de ella en tanto grado que ya cuanto el entendi-miento discurre no versa sino en especulaciones que le lleven ala inteligencia de aquel inefable Ser de que se prendó por quiensiente ausencias,. y esta plenitud de luz que irradia en la porciónintelectual, es la que ilumina a la ciega voluntad que natural-mente se apega a todo lo que aprende como bueno. Entendimien-to y voluntad unidos establecen afectiva y perpetua actividad enla memoria que solo en recordar la causa de su amor encuentragusto; y este efecto positivo de iluminar, es al mismo tiempocausa negativa en obscurecer, pues en llegando aquí ya no hayotro descanso que en entender continuamente, complacerse yrecordar aquella Verdad, aquella Bondad y soberana Hermosuraque así nos cautivó y a la cual referimos después . cualquier otraverdad . , bondad y hermosura. Quien llegue hasta aquí no gustaráya de abrir los ojos a ninguna hermosura 'creada porque todahermosura le parecerá fealdad y aficionada a las perfecciones de lasuma belleza, negara a la vista lo que en manera alguna preten-de imprimir en el entendimiento, porque la voluntad lo rechazaen su afectuosa y activa liquefacción. Por lo que hace al oido nogustara de otras noticias que las que, las que le hablan del amorde su Amor. Y todas las armonías le recordaran las melodías yacentos de sus palabras, .y 'a todas horas creerá percibir el ecosuave de su dulce voz o el blando ruido de sus apacibles pasos. Ypor semejante manera bien podemos asegurar lo mismo de todoslos demás sentidos. Y este rayo de luz, mediante el cual vislum-bramos que ya declina el día y que la noche obscurece los coloresde todas las cosas, iluminara necesariamente a todos aquellos queanhelando este amor unitivo, se desnudan de todos los afectos, yrevestidos con las resplandecientes armaS de la verdadera Luz,manifiestan en todas sus obras los maravillosos efeGtos de estavida divina. Porque así como a la no,le precede una gradacióndescendente de luz, así a la -unión bienaventurada antecede eltotal desarrimo de -las cosas visibles y una. total desnudez de afi-ciones terrenales. Y esto en dos maneras diferentes sucede a lasalmas antes de llegar a unirse al Amor; porque o es en estecamino y vía por donde todos peregrinamos, o en el término: es

e.

450 451

La fría senectud se avecina. Blanca nieve de canas ha cubier-to mi cabeza. Mis ojos se han anublado por la fatiga, y me com-denan a una calma precursora de otra quietud mayor...!

Pero tampoco ahora me abandonas, Reina de las Mercedes.Todos los dias pones en mi cuello la blanca estola de tu Misa

votiva que me autoriza a acercarme al sagrado Altar.Y el Breviario litúrgico que ya no pueden recorrer mis ojos,

es sustituido por tu dulce Rosario, que mis dedos desgranan todoel día, como deshojando rosas fragantes que arrojar a tus pies. •

¡Vuelvo a vivir de tí, Virgen bendita, como en lo s . días de mireligiosa mócedad!

Déntro de poco tiempo mis hermanos vestirán mi cadáver, denegros ornamentos, y-encerrarán-mi cuerpo en .un negro ataud...

Pero tú, Madre mía, que has sido siempre toda mi esperanza,devolverás a mi alma la estola blanca que todas las mañanas po-nes en . mis hombros, y me presentarás cubierto con ese girón detu albo manto, ante el trono de Dios...!

Por eso, antes que la pluma se caiga de Mis dedos, quierocantar tus glorias; oh Reina soberana, y confesar al mundo quecuanto soy y puedo ser, es obra de . tus mercedes. Lo debo todo a tí!

R Rurz AMADO, S. J.

000

LA VlfGEN REDENTORAEl llanto y el dolor habían impreso

ese sello que marca la •tristezaen el semblante, antes sonriente,de la esposa infeliz y madre buenaque, en su hogar enlutado, entristecida,lloraba sin cesar, cual si quisieraque, penetrando la prisión, su llantooxidase y rompiese las cadenasdel triste esposo que inocente sufrey con pena amarguísima lamentala ausencia de su esposa y caro hijuelo,que no comprende aun lo que es la penaporque su edad es poca y llora o ríesegún que algo le priven o consientan.

1 11

Pasaran ya tres años de amarguray lejana era aun la ansiada fechade recobrar la libertad perdida,de que se abriese la aherrojada puerta,

. cuando el Cielo, que es siempre compasivo,quiere que el niño, que cual ángel, era,sea el consolador de aflicción tanta •y mil gracias le otorga en edad tierna.

—Dime, mamá,—pregunta un día el niño—tú me dices que a papai •to quieraque es muy bueno y me quiere.mucho, mucho,y que, cuando. le quiten las cadenas,vendei y estará siempre con nosotrosy me hará mil caricias y mil fiestas;

-pero, si . es mi papá, corno tú dides,muy bueno, ¿por qué tiene esas cadenas?¿No se las ponen esas a los maloscuando por hacer daños los condenan?

—Hijo del alma, sí; pero hombres vilesgrave daño hace tiempe cómetierany, no sabiendo quien lo había hecho,contra tu padre se dictó la pena. •

—Pero no llores tanto, mamaita,quizá, pronto papá la prisión deja.He leido hoy un libro que decíaque es el cielo morada de una Reinaque dió la libertad a muchos presosporque Ella misma hizo esa, promesaun día que, bajando de los cielos,visitó esta nación de la que es Reina.

—Sí; más ella protege al que le imploray, yo sé que tu padre no le rezaporque, a pesar de su bondad, -que es grande,si algo de eso le digo se molesta.

—Y si yo le escribiera y le enviaseuna medalla de la Madre excelsay le dijera: «Pide mucho y siemprea la Virgen bendita que la puertade la cárcel te abra y a mi ladopara poder besarte te devuelva...

452453

—Si es que apiadado el Cielo te destinapara darnos la dicha, no consientaque tu intención, de bendiciones digna,la opinión mía con empeño tuerza.Escribirás la carta y, si no sabes,yo con mi mano guiaré tus letras.• Se marcha el niño a su papá le escribey a la madre, feliz, la carta enseñaenvíala y, rezándole a la Virgen,con ansia grande la respuesta espera.Llega por fin el día señalado,lágrimas arrancaba la respuesta.¡Qüé, carta tan distinta de las otras!Una protesta de fe ardiente era, •y antes que un mes transcurra se descubrela verdad que, por años, fué secreta.Vuelve libre a su hogar el prisionerollorando de alegría y de tristeza,estrecha tierno al niño entre sus brazosy se postra a los pies de la gran Reinacuya imágen, mil veces bendecida,sobre su pecho cual coraza llevay, bendiciendo al hijo y a la esposa,dice: «Vuestra oración hoy me liberta:a Pedir me he negado a acompafiaros;mas con vos daré gracias a la Excelsa».

MATILDE MONTERO DOPICO

Terciaria de la Merced -

A través de Italia.-OrvietoTenía apenas 10 años cuando of hablar por primera vez del

milagro de Bolsena, que dió origen a la fiesta del Corpus: Unsacerdote alemán combatido de tentaciones acerca de la Eucaris-tía rió con asombro que la hostia consagrada goteaba sangre, quedel corporal cayó sobre las losas, mostrando perfectamente dibu-

454

jada en cada gota una escena de la Pasión; FI corporal fué traidoa Orvieto, en cuyo municipio libre estaba, Bolsena, y el Obispocon todo el pueblo pensó en levantar una nueva catedral dondeguardar el estupendo milagro. Era esto en 1263 y el Papa, quevino en persona a venerarlo, encomendó a Santo Tomás, resi-dente a la sazón aquí, la composición del oficio para la nuevafiesta eucp rística. Algunos años después Nicolás IV colocaba per-sonalmente la primera piedra de la catedral, cuyas obras estabanya bastante adelantadas, y que, por ser quizá, la más bella deItalia, tiene mucho adelantado para ser la mis hermosa delmundo.

Nunca había pensado yo que un día había de contemplar estamaravillo de arte y besar conmovido el precioso relicario quecontiene el santo corporal, salpicado de sangre, pero el juevessanto último se recibió en Roma, un telegrama alarmante. comosuelen serlo todos; el P. Rector de .•Orvieto estaba gravementeenfermo y los tres Padres restantes de nuestro Colegio, que ade-más de atender a sus numerosos alumnos internos y externos,sirven una parroquia y dos conventos, no podrían, en Päscuacumplir sus compromisos. Destinado para ayudarles, el viernesdespués de los ejercicios tomé el tren para el Norte, recorriendoen poco más de tres horas, siempre a orilks del Tíber, los 125kilometros que separan a Roma de Qrvieto.

A la puerta de la estacion se ha la el tranvía funicular queen pocos minutos y per una rampa de 400 metros nos subió a loalto de la roca en que está edificada la ciudad y cuya altura nobajará de 150, redeada por todas partes de precipicios, que sinotra defensa hicieron de ella una fortaleza inexpugnable% Arriba•me esperaba el hermano Fr. A. Lilli, a quien conocí en Roma,quien me saludó cariñosamente:

—¿Cómo está el P. Rector?—Fuera de peligro, gracias a Dios.—Me alegro infinito,—le respondf,—eso era lo .único que

amargaba mi visita a Orvieto, de cuyos encantos podré disfrutarya tranquilamente.

Nuestro Convento es un hermoso palacio del .11enacimiento,--con extensa y fertilísima huerta, adquirido todo por el .Reveren,--dísimo P. Valenzuela por una cantidad que apenas bastaría parahacer la techumbre. La vista que se disfruta desde mi celda,-en:‘el tercer piso, racuerda bastante la que ofrece nuestro Convento'de Sarria: un valle amenísimo y admirablemente cultivado, por;el 'que nä corre, sino que se desliza perezosamente un • río quelleva a todas parteS la fecundidad y la frescura, que justifica el.

u.

455

hasta 'comenzada la misa. Pero después subió al púlpito el PadrePedro Colángeli, mercedario, que hizo un admirable sermónexplicando las obligaciones de las diferentes clases sociales aquíagitadas ahora .en lucha que recuerda las de la Edad Media. Yoluí adelantando entre el remolino de gente hasta las gradas delpresbiterio, enfrente del trono que ocupaba el señor Obispo, ypude contemplar a mi sabor el aspecto que ofrecían las tres am-plias naves de la basílica llenas completamente de cabezas huma-nas, (hombres en suimayoría) que se esforzaban por no perderuna palabra del predicador. Cuando este levantó el crucifijo paradar la bendición toda aquella muchedumbre se inclinó hasta elsuelo, y cuando nos levantamos observé que muchos de los cir-cunstantes tenían los ojos enrojecidos por las lágrimas. El para-lelo que el predicador había hecho entre los pecados de los pue-blos y los castigos que Dios envía sobre ellos había conmovidohondamente a todos. El P. Pedro Colängeli, aunque con aparien-cias más suaves llega a imponerse a su auditorio como su .:_her-

mano el P. Juan, también religioso nuestro, misionero apostó-lico y actual Provincial de Sicilia.

La Catedral es una verdadera joya de estilo de transición,predominando el románico en el interior y el gótico en la facha-da, qué es toda de mármol, de una esbeltez y acertadas propor-ciones cual no se encontrarán en ninguna otra. Aumentan toda-vía su belleza los mosaicos, reproduciendo escenas de la vida delSalvador y de. la Virgen, que es la titular, que ya desde lejosofrecen un aspecto deslumbrador, con múltiples reflejos de oro yesmaltes, cuya conservación supone un esfuerzo considerable,pues los materiales empleados son carísimos y por estar expues-tos a la intempie se desprenden con suma facilidad. Muchos delos grandes maestros que aquí trabajaron, corno 'el. Orcagna,tuvieron el desconsuelo de ver que su obra se desplomaba antesde terminarla, pero todo lo han superado los orvietanos en elafán de conservar el renombre de sù Iglesia admirada en todo elmundo.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

Orvieto, Abril de 1920.

u.

457

nombre de Umbria dado 2, esta provincia. Numerosas cintasblancaS se entrecruzan en todas direcciones serpenteando hastaperderse en las montañas, en cuya falda opuesta están Perusa,Viterbo, :Mis_ '¡Lástima de algunas liras para ver tantas cosasbellas! Pero contentémonos con lo que el Señor nos da, que noes poco.

El sábado. santo me tocó ir a oficiar a un Convento de lasafueras, una magnífica quinta de la Condesa Piccolomini, conver-tida hace pocos años en Asilo, rodeado por todas partes de viñas, •olivos, y. frutales de toda especie. Tendrá que confesar bastante,me dijeron los Padres,—y bendecir las casas y regalos de Päscua.Por bendecir no habrá dificultad,—repuse yo, pero en lo de con-fesar ' campesinos no me encuentro muy fuerte. Tranquilizáronmecon decir, (y así resultó verdad), que los labriegos de aquí hablanmuy bien el italiano, con bello acento y sin 'mutilaciones de Im-portancia. Sus tipos, trajes y costumbres se parecen como hue-vos de päscua, a los de Galicia.

El domingo regresé apresuradamente para asistir a la fiestaen la Catedral, en la que ofició y predicó una bellísima homiliael señor Obispo. Lucía un sol espléndido y los grandes ventanalesbrillaban con reflejos de cielo, mientras los ángeles con alas deoro pintadas por Fra Angélico y sus discífmlos en el interior dela basílica celebraban con nu2vo entusiasmo el triunfo del Reden-tor. Por la tarde, después de las vísperas solemnísimas de ponti-fical, el seriör Obispo abrió el grandioso relicario del siglo xiv queguarda el santo Corporal; yo fui el primero admitido a besarlolio sabiendo, qué admirar más, si la reliquia o el precioso tem-plete en que se gnarda. Las 400 libras de plata empleadas en élno representan nada en comparación de los tesoros de orfebreríay de esmalte allí derrochados. •

La fiesta más solemne se celebró el martes, en que los cam-pesinos de los alrededores tienen por costumbre venir a cumplircon Pilscua y recibir la solemne bendición. A las cinco de la ma-liana estábamos ya en nuestra parroquia, antiguo Convento deDominicos, que debió ser una maravilla de estilo gótico, bár-baramente destrozada en la época del barroquismo, más odiosoeu Italia que en España, con serlo allá tanto. Guarda, sin embar-gó, esta Iglesia un hermoso sepulcro obra del arquitecto de laCatedral, maestro Arnolfo di Cambio, la cátedra y el crucifijo deSanto Tomás. Cuando pensábamos haber terminado nuestra tareay regresábamos a casa con ganas de desayunar, avisaron que enla Catedral, (próxima a nuestra casa), había mucha gente espe-rando confesarse, y allá, nos dirigimos, continuando el trabajo

u.

956

LA VIRGEN DE BONARIAEn la coSta, meridional de la isla de .Cerdeña y edificada en

forma de anfiteatro sobre la falda de una colina, hay una ciudadque fué ocupada antiguamente por cartagineses y romanos, en laEdad Media por sarracenos, pisanos y aragoneses sucesivamente,hasta que pasó más tarde a la casa de• Saboya. Esa ciudad se co-noce hoy en los mapas geográficos con el nombre de Ca,gliari.

Muy cerca de ella se alza, el collado de Bonaria, célebre en lahistoria de Cerdeña por haber sido teatro de las valerosas hazañasde las huestes aragonesas en el cerco de la ciudad y conquista dela Isla.. -

Hoy no tan solo en Cagliari y sus contornos, más en todaslas ciudades, villas y aldeas de Cerdeña, apenas se hallará unapersona que no conozca, siquiera sea por el nombre, la Colina deBonaria, hermoso pedestal del trono de Maria, desde que el ario1370 escogió la Reina de los Angeles el famoso collado parahacerlo teatro también pero de señalados triunfos y pacíficas con-quistas sobre los corazones de aquellos felices isleños, favorecidospor la Virgen, mayor número de veces que granos de arena for-man las playas donde se asienta el célebre montecillo.

La imagen de la Virgen de Bonaria es de una, hermosura sin-gular. Su rostro es gracioso y. risueño como el despertar de lanaturaleza en las magnificas alboradas de Mayo, Cuando asoma laaurora medrosa y sonrosada, allá, por el Oriente del golfo deCagliari. Puros son sus ojos, como las gotas de rocío depositadassobre los cálices de las flores que esivaltan fértiles campos deCerdeña.

Hace años que los pasajeros de un buque eSpañol (entre loscuales se con taban.algunos aragoneses), llegados por modo pro-videncial al puerto de Cagliari, después de un furioso y prolon-gado temporal en aguas del Mediterráneo, pudieron contemplarla devoción sincera y cordial que los piadosos sardos profesan ala Virgen de Bonaria. De regreso a la península los afortunadossemi-näufragos del Bellve', trajeron consigo, unidos al convenci-miento íntimo de que la Virgen de Cagliari había sido su salva-dora, un deseo fervoroso y vehemente de propagar en España elculto a la Santísima Virgen, bajo aquella advoca,ción.,

Por lo que se refiere a los zaragozanos, siempre tan amantes'de la Madre de Dios, han cumplido a maravilla los deseos que alpie de la Reina Coronada de Cagliari concibieron en la primavera

.01 11111111U11 111 1111111M111 111 1111111111111 111 111111I111111 111 1111111111111 W W1111111111 111 1ifillallal lil liallffla i nifillaaa a ffiluumu u muniumfi l lIIIIIIWIffi ld i

2-

Venerable Cristóbal de la Asunción(4 de Mayo)

Joven angelical, devotísinto de la Stma. Eucaristía.

,e t1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111 111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111 1111111111111111111111111 1/01•e

458 459

de 1894.. Una sociedad de socoaros mútilos establecida bajo elprotectorado de la 'Virgen de Bonaria; magnificas y solemnes fies-tas en su honor celebradas todos los arios, al cumplirse el aniver-sario del feliz arribo a la capital de Cerdeña; la colocación de unaimagen de María, bajo el mencionado título, en uno de . los alta-res de la parroquial iglesia de San Felipe y Santiago, y, consi-guientemente, la designación de un día cada mes para que losasociados a la Corte de María visiten la referida imagen; la pro-fusión de estampas, folletos y ärtículos impresos para dar a co-nocer la historia de la Virgen Patrona de Cagliari; tales son lasdiversas formas y manifestaciones en que los pasajeros aragonesesdel Bellver han sabido traducir aquellos nobles y fervorososdeseos propagando de esta suerte en nuestra región, mariana porexcelencia, el culto y devoción a la Virgen María, bajo la advo-cación a Nuestra Señora de Bonaria.- Veamos ahora las relaciones que siempre han existido entre

la Virgen de Bonaria y los aragoneses.En el año 1324 el infante D. Alfonso de Aragón mandó çons-

truir a sus expensas el santuario, llamado hoy de Bonaria. Fuééste dedicado a la Santísima Trinidad y a la Virgen María, enseñal de gratitud por los beneficios obtenidos con la conquista deCerdeña.

Trece años mäs tarde, en 1335, subió al trono el piadosoinfante e hizo donación del santuario a la Orden de la Merced,quedando así fundado el primer convento de mercedarios en Cer-deña, para el cual fué destinado el B. Carlos Catalana sardo denación, religioso de gran virtud y frecuente trato. con Dios, comolo demuestra el siguiente hecho:

Fué el caso que hallándose un día arrodillado el B. Carlos enuna tribuna de la iglesia, movidos algunos nobles venecianos queen Cagliari se encontraban, de la fama dc santidad del siervo deDios, se acercaron a él, rogándole interpusiera su valimiento yoración para obtener del cielo la gracia de que en aquel puertofuesen muy saludables los vientos. Oyóles con atención el buenfraile, levantó su corazón al Señor y luego, como si volviera deun éxtasis profundo, prorrumpió en estos acentos: «Gracias aDios que ha escuchado la súplica y gracias al huésped que ha devenir a habitar en esta casa. Ahora el templo mejorará de imá-gen y en el puerto soplará buen aire; de modo que a la mismaimágen se le dará este nombre». La predicción del santo religioso se cumplió algunos años después, en el 1370, y los habitantesde Cagliari vieron con asombro llegar'a sus playas, en la prima-vera de ese año, una grande arca que flotaba sobre las aguas del

mar y que encerraba una bellísima imägen de la Madre de Dios.Dícese que fué arrojada al agua por los marinos de un buquepróximo a naufragar, y si bien afirman algunos escritores quezarpó la nave de un puerto español, ignórase cual fué éste. Pro-bable es que fuera uno de los muchos que contaba entonces ladilatada Coronilla de Aragón en las costas de Levante de la pe-nins:la, y que la misma Virgen María enviase aquella imägendesde su amada tierra aragonesa hácia la isla de Cerdeña, paraestablecer aquí un nuevo trono de sus infinitas misericordias.

Colocada la imägen de la \çirgen en la iglesia de los PP. dela Merced de Cagliari, recibió desde luego culto fervoroso de lospiadosos sardos y de los aragoneses que habitaban la isla de laCerdeña, quienes se . arrodillaron infinitas veces a los pies de laSeñora, que se complacía en derramar sobre unos y otros el pu-rísimo raudal de sus gracias y mercedes sin cuento.

En nuestra lengua se escribió la .primera historia completadel Santuario de Bonaria, impresa en el ario 1595. Su autor fuéel P. Antioco Brondo y el título del libro era: «Historia y mila-gros de Nuestra Señora de Buenayre de la ciudad de Collar de laisla de Cerdeña, de la Orden de N. S. de la Merced, Redemptionde Cauptivos Christian os».

Al fin del siglo xvii los religiosos 'del convento de Bonariadeterminaron construir un nuevo camarín para colocar en él laimágen. En demanda de una limosna para ese objeto, se dirigie-ron al Rey de España Carlos II, que otorgó generosamente urnasuma de dinero en obsequio de la Virgen.

La hnägen de Nuestra Señora de Bonaria fué venerada por losaragoneses hasta el primer tercio del siglo pasado, cuando en elaño 1720 dejó de pertenecer la isla de Cerdeña a la corona deAragón. No podía, sin embargo, aquella hermosísima Señoraolvidar el culto y veneración que durante muchísimos años lahabían tributado los aragoneses, y por eso, sin duda, quiso favo-recer con un prodigio estupendo a los pasajeros de un barco es-pañol, zaragozanos algunos de ellos, salvándolos en el año 1894de un naufragio inminente y conduciéndoles a las mismas pla-yas de Cagliari, al pie mismo del collado de Bonaria.

No lo olvidemos tampoco nosotros, los pasajeros del Bellver,y cuando al salir de visitar a nuestra Madre dnlcísima del Pilar,contemplemos el río Ebro, cuyas mansas corrientes )esan con re-verencia los muros de la Basílica de la Virgen, digamos a aque-llas aguas que si mezcladas con las del Mediterráneo, llegan algundía hasta las playas donde se levanta la colina de la Virgen Coro-nada de Caglia.ri, lleven consigo el recuerdo nuis afectuoso de

460

461

nuestros agradecidos corazones y rueguen a la Poderosa Señoraque sea allí, en Cerdeña, faro luminoso que nos guíe hacia susplayas de la eternidad, como es aquí, en Zaragoza, la columnael sosten- de nuestra fe.

M.

000 -

SECCIÓN DE NOTICIRS

DESDE FERROL

LOS QUE VIAJAN.--Han salido para Madrid los ReverendosPadres Anselmo Núñez y Serapio González Gallego.

LA FIESTA DE LA BEATA MARIANA DEV. 0. T. de la Merced solemnizó con un Triduo a la ínclita Vir-gen mercedaria, predicando un Padre de la Comunidad. El díadiecisiete se cantó una misa en la que ofició el B. P. Calvelo.La Comunión general .fué numerosísima. Como rasgo singulary nota de devoción debemos consignar que rodeaban el altar to-das las Hermanas del Coro de la Beata Mariana con su nuevaDirectora la Srta, Matilde Delgado. Por la • noche después de laAbsolución general y besamanos vistierou el santo escapulariomuchísimos fieles y fueron admitidas a la profesión veintitresnovicias.

LAS ESCUELAS DOMINICAS.—Han celebrado su Comuniónmensual en nuestra Iglesia cantando escogidas estrofas.

NUEVA CONSEJERA_—Ha tomado posesión de este honrosocargo de la V. O. T. de la Merced la distinguida y piadosa seño-rita Rosario Iglesias Sierra. Nuestra cordial enhorabuena.

DESDE CEDEIRA.—Acostumbrados como estarnos a las ma-nifestaciones de fe de esta religiosa Villa, ya no nos sorprendensus entusiasmos piadosos, y, a pesar de nuestro optimismo, va-mos de sorpresa en sorpresa.

Este año tocóles hacer la preparación para el Precepto y pre-dicar la Semana Santa a los Rvdos. PP. Eugenio Vázquez y LuisBarros, Merceprios de Ferrol, y con decir que debieron marchartan satisfechos del fruto recogido, como quedamos nosotros desu labor apostólica, estaba dicho todo.

Turnaron desde el sábado antes de la Dominica de Ramos ala mañana y noche en el pálpito, predicándonos jugosos sermo-

462

nes de verdades eternas, vestidos con las galas de ático estilo, yel concurso, cada vez más numeroso, probó su agrado, acercán-dose todos los días al confesonario de los dos Padres, que nece-sitaron la ayuda constante del Párroco, Capellán y Presbíteroseñor López Arrild. Solo los que esperan un camino de Damascodejaron de cumplir este año. Gracias sean dadas a Diosy a susenviados.

Los cultos de Semana Santa celebtrironse con inusitado es-plendor, y, tanto en los sermones corno en alguna de las cere-monias de aquellos días santos, hemos visto surcadas muchastostadas mejillas de bravos hijos del mar por caldeadas lágrimasde compunción.

Hermosa corona la formó el Domingo de Resurrección. Pre-dicó en ese día,. con la elocuencia ya en él peculiar, el RectorP. N. Gaite; ayudaron a la misa de Diácono y Subdhicono losPP. Luis v Calvelo, y, con la maestría Con que lo hizo en los pa-sados días, tocó el harmonium y dirigió el atinado coro el PadreVázquez.

Entonces y a la noche posóse mi vista repetidas veces en laSantísima Virgen de la Merced, que se venera en esta Iglesia, yparecióme que se sonreía complacida, al ver este templo conver-tido en casa de sus hijos.—El Corresponsal.

LAS ESCUELAS OBRERAS.--Esta benéfica institución en-cuentra en la inteligencia y buen corazón de los innumerablesobreros que asisten a sus aulas, muchos motivos para alabar aDios, y notas tan conmovedoras como las de la última Comunióndel tiempo de Pascua celebrada en la Iglesia del Santo Hospitalde Caridad. Previamente dispuestos y preparados se acercaron ala Sagrada Eucaristía dirigiéndoles la . palabra en tan augustosmomentos el R. P. Luis de esta Residencia.. Terminada la misafueron obsequiados en el «Hotel Suizo » con un rico desayuno,desplegando entonces sus alas la caridad y alternando en anima-da conversación las distinguidas damas y los piadosos obreros.Que todo ceda a mayor gloria de Dios y. bien de sus almas.

NUEVO CONVENTUAL.—Ha llegado a este Colegio el Re-verendo Fr. Ricardo Vázquez, cuya estancia deseamos le sea muygrata entre nosotros.

BENDICIÓN DE UNA IMAGEN.—En la Iglesia de la Villade Cedeira bendijo solemnemente la preciosa estatua de SantaMaría de Cerdellón, el. R. P. Gaite, Rector de este Colegio, can-tando en elegantes frases las excelsas virtudes de la esclarecidaVirgen mercedar. ia, Patrona de los navegantes a la que profesanverdadera devoción en esta comarca. —El Corresponsal.

463

UM

•• EL COMANDANTE GENERAL DEL APOSTADERO.—ElExcmo. Sr. D. Emiliano Enriquez Lorio estuvo en esta Reside n

-cia a devolver la visita que en nombre de la Comunidad le había .hecho el R. P. Rector.

UN TRIDUO A SAN PEDRO ARMENGOL.—La V. O. T , dela Merced celebró con solemne Triduo la fiesta del esclarecidoMártir de la Orden predicando el:panegírico del Santo un Padrede esta Comunidad.

LA ORDEN TERCERA DE LA IVIERCED.—Ha celebrado unamisa da Requiem por el alma de la muy virtuosa señora doñaIsabel de Vives-Sala Moll y Llobell, Hermana de la Orden Ymadre de nuestro querido y bondadoso amigo el Rvdo. Sr. donFrancisco S. Moll, Rector de nuestra Venerable Orden Tercera dela Merced de Valencia. A la Comunión asistieron todos los Corosasociándose piadosamente al dolor del sacerdote ejemplar, delbuen hijo y del infatigable propagador de las glorias mercedariasde la. ciudad del Turia.-

PRIMERA COMUNIÓN,—La ha recibido de manos del Re-verendo P. Ameno el inteligente niño Enrique Tortosa y Lletget..En el reclinatorio se destacaba el escudo de la Orden de la que esdevotísima la virtuosa y distinguida familia a quien nos compla-cemos en dar la más afectuosa y expresiva enhorabuena.

DE ESPAÑA

EL Ti. P. MIGUEL HORT.AS.—En el artístico templo de laBuena Dicha de Madrid, celebró el dia 15 de Abril el vigésimoquinto aniversario de su ordenación sacerdotal este ReverendoPadre Mercedario, que tantas simpatías ganó en su larga estanciaen la Villa y Corte, antes de partir a Roma en compañía del Re-verendísimo Padre General.

Accidentalmente en Madrid, debiendo partir en el mismo díade la fecha de sus bodas de plata, para lejanos países, en virtudde santa obediencia, sus hermanos de religión y numerosos ami-gos le tributaron una verdadera manifestación de cariño, vién-dose literalmente lleno el hermoso templo, en el que se celebróuna solemnísima misa cantada oficiando el P. Hortas asistido porel RvdCs. P. Provincial de Castilla y el Rvdo. P. Lorenzo SantaMaría, recibiendo los fieles la bendición papal al terminar la misa,después de la cual y mientras resonaban en el templo los majes-tuosos acentos del Te-Denm, acudieron en tropel a besar la manodel Padre tan respetado como querido, y que tan 'gratos recuer-dos deja en Madrid, por su afltble trato y - relevantes virtudes.

964

Los asistentes recibieron preciosos recordatorios de tan me-morable fecha.

Que Dios Nuestro Señor y Su Santísima Madre acompañen ensu largo viaje a este esclarecido hijo de la Merced y le hagan re-tornar pronto entre los que hoy le despedimos con verdaderosentimiento.

EN DIRECCIÓN A MÉXICO.—Se han embarcado en la Co-ruña el M. R. P. Pascual Miguel, Proyincial de la Orden enaquella República y los RR. PP. Miguel Hortas y Manuel Tarrio.Les deseamos feliz viaje.

TE-DEUM.—Se cantó solemnisimo en la Catedral de Barce-lona a la llegada de los Serenísimos Infantes D. Luisa y D. Car-los. Desde allí se dirigieron a la Basílica de la Merced en dondecon edificación vistió nuestro santo escapulario S. A. D.' .Luisa.Subieron luego al camarín a besar el manto de la venerandaimagen.

HONROSA DISTINCIÓN.—«Su Majestad el Rey .ha firmadoun decreto concediendo la gran Cruz del Mérito Naval con distin-tivo blanco, al director de Faro le Vigo y dillutado provincial,D. Eladio de Lema y Martín».

En Madrid, mejor que en parte alguna, se conoce la labor,que sin ostentación ni publicidad, ha realizado el señor Lema enpró de los intereses del injerta de Vigo, aunque no siempre estostrabajos fuesen coronados con todo el éxito a que principalmenteel pueblo vigués aspira.

De corazón los que laboramos en LA MERCED le expresamosnuestra felicitación más cariñosa.

DEL EXTRANJERO

ACTAS DEL CAPÍTULO GENERAL.—Se han publicado enRoma las Actas del último Capítulo celebrado en el Convento deSan Adrián. Consta de una salutación que el ReverendísimoPadre Maestro General hace a todos los mercedarios del mundo ytreinta preciosos artículos acomodados al estado actual de toda laOrden.

EL M. R. P. FAUSTINO D. GAZULLA.—,Este incansableinvestigador de antigüedades, que ha publicado magníficas obrasque revelan en todas sus páginas su acendrado amor y.legítimosentusiasmos . mercedarios, ha sido nombrado Historiador Generalde la. Orden. LA MERCED se complace en enviar al sabio religiosola más fervorosa felicitación.

LA PROVINCIA ROMANA.—E1 último Capítulo eligió para

465

.:1

el encumbrado y honorífico puesto de Provincial al M. B. PadreAdolfo Londei. Definidores a los BE.. PP. Pascuale• Mancini;Domenico Maldarizzi, Francisco Contursi y Sante Gatusso. Rectordel Convento de Orvieto al P. Everardo De Casolis; Comendadorde Santa Orsola de Nápoles, al P. Baimondo Colongioli; Comen-dador de Nemi al P. Antonio Guiliano; Comendador de San Vitodei . Normanni y Comendador de Carpignano al P. Adolfo Rezza.Ignoramos los dem äs nombramientos.

EN EL CONVENTO DEL SANTO ANGEL CUSTOD10.—Dela -Provincia' Romana han sido adMitidos ocho jóvenes de piadosasy distinguidas familias italianas a quienes deseamos las bendició-nes del cielo paraperseverar en la senda que les inspiró la Reinade las Mercedes.

EL CONVENTO DE MENDOZA.—En la Argentina quedó endesastrosas ruinas parte muy principal de eSte hernioso•Cenventode la Orden .a causa de una inundación. ACompaiiamóS a nues-tros hermanos en tan, lamentable pérdida y pedimos a nuestraSantísima Madre les conceda pronto los arbitrios necesarios pararestaurar su casa..

Alhajas para una Custodia

(Continuación).Una seiiora.—Un alfiler de oro y diamante rosa.Una devota del Santisimó Saeramento.—Una pulsera de oro.Unos devotos de la illerced.—Una moneda de oro. -Una ¡aria .devota de Ntra. Madre.—Uilit sortija de oro.Una seil'ora.-L-Diez. pesetas.Una Terciaria.-Un alfiler y pendiente de oro y un alfiler y

cadenas de plata.Unas Hermanas Terciarias.—Un 'objeto de plata, dos cadenas

de oro y dos pendientes con veinte diamantes.Una devota de la Virgen.---Unas hebillas de oro.Una Terciaria.—Sortija- con amatistay cuatro aros de plata.Una persona devota de la U.rden.--Utia. sortija con nueve dia-

mantes rosa y unos pendientes .fdem, ídem.• Una devota de la Virgen. —Una. :orA ja, de oro cou dos ,brillan-

tes, un clavillo de oro con die-: 'perlas, un rubí y una esmeralda.(Siguen recibiéndose donativos en esta Redacción).

rERROL-1,311'. Y . EST. DE EL CullitE0 GALLEGO

466 11