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Origen de la vida sobre la tierra La idea de la generación espontánea surgió en la antigua Grecia, por Aristóteles, y predominó durante más de dos mil años. Se pensaba que podrían surgir seres vivos a partir de materia inerte. Aristóteles: Propuso que los seres vivos surgían a partir de la materia inanimada. Que los peces e insectos surgían a partir del rocío, sudor y humedad. En la antigüedad se sostenía que la vida podía surgir del lodo, del agua o de las combinaciones de los cuatro elementos fundamentales: aire, fuego, agua, y tierra. Aristóteles propuso que el origen espontáneo para gusanos, insectos y peces era a partir de sustancias como el rocío, el sudor y la humedad. Según él, este proceso era el resultado de la interacción de la materia no viva con fuerzas (ENTELEQUIA) capaces de dar vida a lo que no tenía. En 1667, Johann B. van Helmont, médico holandés, propuso una receta que permitía la generación espontánea de ratones, en su libroOrtus Medicine, dice:

Origen de La Vida Sobre La Tierra

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Formación de la tierra

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Origen de la vida sobre la tierra

La idea de la

generación

espontánea

surgió en la

antigua

Grecia, por

Aristóteles, y

predominó

durante más

de dos mil

años. Se

pensaba que

podrían surgir seres vivos a partir de materia inerte.

Aristóteles:

Propuso que los seres vivos surgían a partir de la materia inanimada.

Que los peces e insectos surgían a partir del rocío, sudor y humedad.

En la antigüedad se sostenía que la vida podía surgir del lodo, del

agua o de las combinaciones de los cuatro elementos fundamentales:

aire, fuego, agua, y tierra. Aristóteles propuso que el origen

espontáneo para gusanos, insectos y peces era a partir de sustancias

como el rocío, el sudor y la humedad. Según él, este proceso era el

resultado de la interacción de la materia no viva con fuerzas

(ENTELEQUIA) capaces de dar vida a lo que no tenía.

En 1667, Johann B. van Helmont, médico holandés, propuso una

receta que permitía la generación espontánea de ratones, en su

libroOrtus Medicine, dice:

"...las criaturas tales como los piojos, garrapatas, pulgas y gusanos

son nuestros huéspedes y vecinos, pero nacen de nuestras entrañas y

excrementos. Porque si colocamos ropa interior llena de sudor junto

con trigo en un recipiente de boca ancha, al cabo de 21 días el olor

cambia y penetra a través de las cáscaras del trigo, transformando el

trigo en ratones; pero lo más notable es que estos ratones son de

ambos sexos y se pueden cruzar con ratones que hayan surgido de

manera normal..."

Algunos científicos no estaban conformes con dichas explicaciones y

comenzaron a someter a la experimentación todas esas teorías.

Francisco Redi, médico italiano, hizo los primeros experimentos para

demostrar la falsedad de la generación espontánea. Logró demostrar

que los gusanos que infestaban la carne eran larvas que provenían de

los huevos depositados por las moscas en la carne. Colocó trozos de

carne en tres recipientes iguales, al primero lo cerró herméticamente,

el segundo lo cubrió con una gasa y el tercero lo dejó descubierto.

Unos días después observó que en el frasco tapado no había gusanos

aunque la carne estaba podrida y con mal olor, en el segundo pudo

observar que sobre la tela estaban los huevos de las moscas y la

carne del tercer frasco tenía gran cantidad de larvas y moscas. Con

dicho experimento se empezó a demostrar la falsedad de la teoría

conocida como "generación espontánea".A finales del siglo XVII,

Anton van Leeuwenhoek, comerciante y científico holandés, gracias a

su perfeccionamiento del microscopio óptico, encontró en las gotas

de agua sucia gran cantidad de microorganismos que parecían surgir

súbitamente con gran facilidad. Éste descubrimiento fortaleció los

ánimos de los seguidores de la "generación espontánea". A pesar de

los experimentos de Redi, la teoría de la generación espontánea no

había sido descartada del todo, pues las investigaciones de este

científico demostraban el origen de las moscas, pero no el de otros

organismos.

Van Helmont:

Este médico sacerdote católico inglés de nacionalidad belga realizó

un experimento con el cual se podían, supuestamente, obtener

ratones.

ohn T. Needham:

Planteó que las moléculas inertes se agrupaban formando

microorganismos.

Luis Pasteur :

Químico francés. Demostró que en el aire hay gran cantidad de

microorganismos que son los responsables de la descomposición de

la materia orgánica. En 1862, Louis Pauster, médico francés, realizó

una serie de experimentos para resolver el problema de la generación

espontánea. Pensaba que los causantes de la putrefacción de la

materia orgánica eran los microorganismos que se encontraban en el

aire. Para demostrar su teoría, diseñó unos matraces con cuello en

forma de “S” o de cisne, en ellos colocó caldos nutritivos que después

hirvió hasta esterilizarlos. Posteriormente observó que en el cuello de

los matraces quedaban detenidos los microorganismos que flotan en

el ambiente, por lo que el aire que entraba en contacto con la

sustancia nutritiva no la contaminaba. Para verificar sus

observaciones rompió el cuello de un matraz y al entrar el aire en

contacto con el caldo, los microorganismos produjeron la

descomposición de la sustancia nutritiva. De esta manera quedó

comprobada la falsedad de la teoría de la generación espontánea

Teoría de Oparin

Con el transcurso de los años y tras haber sido rechazada la teoría de

la generación espontánea, se

propuso una nueva teoría que

hasta nuestros días es aceptada

por la ciencia. Esta teoría fue

desarrollada como ya se señaló al

inicio de este texto por el

bioquímico Alexander I. Oparin en

1924 y por el biólogo inglés John

B. S. Haldane en 1928; ambos de

manera independiente llegaron a

las mismas conclusiones.

A esta teoría se le conoce como

teoría del origen físico-químico de

la vida o teoría de Oparin–

Haldane, y se basa principalmente en las condiciones físicas y

químicas que existían en la Tierra primitiva y que permitieron el

desarrollo de la vida.

En el año 1924 el bioquímico ruso Aleksandr Ivanovich Oparin

propuso la teoría sobre el origen de la vida más aceptada hasta al

momento. Oparin hipotetizó sobre el origen de la vida en la Tierra a

partir de la evolución química y gradual de moléculas basadas en

carbono, hipótesis que llamó el caldo primordial y que aún hoy es

considera la hipótesis más correcta y válida capaz de explicar el

origen de la vida en nuestro planeta.

Gracias a estas teorías, podemos decir que la vida en la Tierra

comenzó hace más de 3 mil millones de años, evolucionando desde el

más pequeño microbio a las complejas y variadas especies que hoy

habitamos el planeta. Lo que aún no sabemos es cómo surgió la vida,

cómo aparecieron esos primeros microbios, de dónde o en dónde.

No obstante, desde la abiogénesis, otras tantas teorías, suposiciones

e hipótesis se han planteado acerca de una cuestión tan compleja y

persistente como lo ha sido el génesis de la vida terrestre para la

comunidad científica, desde tiempos inmemoriales.

Teoría de la vida hidrotermal

La teoría de los respiradores o de

ventilación de aguas profundas,

comúnmente se conoce como la teoría

de fuente hidrotermal y sugiere que la

vida podría haber comenzado a partir de

aberturas submarinas o respiradores

hidrotermales debajo del mar, desprendiendo moléculas ricas en

hidrógeno que fueron clave para el surgimiento de la vida en la

Tierra.

Los calientes rincones rocosos de este tipo de formaciones habrían de

tener grandes concentraciones de este tipo de moléculas y

proporcionar los catalizadores minerales necesarios para las

reacciones críticas. De hecho, en la actualidad, este tipo de

formaciones submarinas, ricas en energía química y térmica,

mantienen con vida a ecosistemas completos bajo agua.

Teoría glacial

La teoría glacial sugiere que hace

unos 3700 millones de años atrás, la

Tierra entera estaba cubierta de

hielo, ya que la superficie de los océanos se había congelado a

consecuencia de la luminosidad del Sol, prácticamente un tercio

menor de lo que es ahora.

Esa amplia capa de hielo, seguramente de varios cientos de metros

de espesor, sirvió para proteger a los más frágiles compuestos

orgánicos de la luz ultravioleta, así como también de cualquier otra

amenaza exterior. Ese resguardo, oscuro y frío, también habría

ayudado a que las moléculas resistieran más y tuvieran más

posibilidades de desarrollar reacciones eficaces importantes para la

aparición de la vida.

Mundo del ARN

Sabemos que el ADN necesita

de proteínas para formarse y

del mismo modo, para que las

proteínas se formen se

necesita ADN, entonces,

¿cómo se formó una por

primera vez sin la otra? Por un

lado se menciona que puede

que el ARN sea capaz de

almacenar información de la misma forma en la que lo hace el ADN,

además de funcionar como enzima para las proteínas. Por ende, el

ARN sería capaz de ayudar en la creación tanto de ADN como de

proteínas y entonces, como indica la hipótesis del mundo de ARN, ser

responsable del surgimiento de la vida terrestre. Con el tiempo, el

ADN y las proteínas dejaron de necesitar del ARN, volviéndose más

eficientes. Sin embargo, aún hoy, el ARN continúa siendo de

grandísima importancia para muchos organismos. Ahora bien,

seguimos con una gran pregunta: ¿de dónde salió el ARN?

Principios simples

En contraposición a la hipótesis del

mundo de ARN que acabamos de ver,

la teoría de los principios simples

señala que la vida en la Tierra comenzó a desarrollarse de formas

simples y no tan complejas como las del ARN. Así, la vida habría

surgido a partir de moléculas mucho más pequeñas que

interactuaban entre ellas mediante ciclos de reacción. Según la

teoría, estas moléculas habrían de encontrarse en pequeñas y

simples cápsulas semejantes a membranas celulares que con el paso

del tiempo fueron volviéndose cada vez más complejas.

Panspermia

En 1908, Svante Arrhenius, químico sueco, presentó su teoría a la que

se conoce con el nombre de panspermia. En ella asegura que la vida

llegó a la Tierra en forma de esporas y bacterias provenientes del

espacio exterior, las cuales se desprendieron de un planeta en las que

ya existían. A esta teoría se oponen dos argumentos:

1. Las condiciones del medio interestelar son poco favorables para

la supervivencia de cualquier forma de vida. Además, cuando un

meteorito entra en la atmósfera, se produce una fricción que causa

calor y combustión destruyendo cualquier espora o bacteria que viaje

en ellos.

2. No explica cómo se formó la vida en el planeta hipotético del

cual se habría desprendido la espora o bacteria.

La teoría de la panspermia es una de las más interesantes acerca del

origen de la vida en nuestro planeta. De hecho, esta teoría propone

que la vida no se originó en la Tierra, sino en cualquier otra parte del

vasto universo.

Está más que probado que las bacterias son capaces de sobrevivir en

el espacio exterior, en condiciones

sorprendentes y durante largos períodos

de tiempo, la teoría de la panspermia

supone que de esta manera, rocas,

cometas, asteroides o cualquier otro tipo

de residuo que haya llegado a la Tierra,

millones de millones de años atrás, trajo

la vida a nuestro planeta. Se sabe que

desde Marte, enormes fragmentos de roca llegaron a la Tierra en

varias oportunidades y los científicos han sugerido que desde allí

podrían haber llegado varias formas de vida. Un grupo de científicos

de la Universidad del Estado de Arizona en Estados Unidos asegura

haber descubierto un meteorito que habría que traído la vida a la

Tierra, pues cuenta con elementos claves para la formación de

moléculas biológicas complejas. Según una publicación de la revista

Proceedinggs of the National Academy of Sciences , los

investigadores señalan haber descubierto evidencias de que un

meteorito primitivo hallado en la Antártida emitió una gran cantidad

de amonio (NH4). El polvo de meteorito tratado emitía en el agua

circundante amonio, un importante precursor para las moléculas

biológicas complejas. Acto seguido, se analizaron los átomos de

nitrógeno dentro del amoniaco y se determinó que el isótopo atómico

no se correspondía con los descubiertos en la Tierra en el presente, lo

que sugiere que el amoniaco no procedía de una contaminación

terrestre. Es así como el descubrimiento de los científicos se acerca a

la teoría de la Panspermia que señala que la vida, o al menos los

elementos básicos para su fundamento, pudo llegar a la Tierra en una

lluvia de meteoritos, una hipótesis que cobra más fuerza en este

caso.

Formación de la tierra

Según la teoría comúnmente aceptada, las primeras cortezas

continentales se formaron cuando las placas tectónicas colisionaron

entre sí. Esas colisiones hicieron que otras cortezas, las oceánicas, se

hundieran en el manto de la Tierra, donde se fundieron parcialmente

a una profundidad de unos 100 kilómetros. Esa roca fundida más

tarde ascendió a la superficie de la Tierra y formó los primeros

continentes.

Cuando el Sol

se condensó a

partir de una

nube de gases

interestelares,

una pequeña

parte de

materia quedó

girando fuera

del campo

principal en un

disco y las

fuerzas

gravitatorias

unieron los

corpúsculos

espaciales, pedazos de roca y líquidos helados. Estos corpúsculos

espaciales formaron los planetas.

La Tierra se formó al mismo tiempo que el Sol. Mientras se formaba

se fue calentando, ya que cada vez que un corpúsculo espacial se

unía a la tierra su energía cinética se convertía en calor, y el efecto

resultante fundió la masa. El gas del que se formó el sistema solar

contenía nucleos radiactivos, y a medida que se incorporaban a la

Tierra seguían sufriendo desintegración y generando calor.

Empezó siendo una esfera sólida de roca fundida sin atmósfera.

Adquirió su atmósfera a través de purificar los gases de los volcanes

en erupción y cuando la temperatura descendió por debajo del punto

de ebullición del agua se formaron los primeros océanos. La primera

atmósfera terrestre, según la teoría convencional, estaba formada

por metano, amoníaco, dióxido de carbono, y agua.

Los primeros sistemas vivos de la Tierra fueron probablemente algas

cianofíceas, que usaron el CO2 de la atmósfera primitiva junto a la luz

solar para efectuar la fotosíntesis, proporcionando oxígeno como

producto de desecho.

La luz del sol, al mismo tiempo, descomponía las moléculas de agua

en la parte superior de la atmósfera, liberando oxígeno y como

resultado final un cambio en su composición — el gran vuelco–, y la

Tierra pasó de su primitiva atmósfera a algo muy parecido a lo que

hoy tenemos.

La mayor parte del agua que hay ahora en los océanos procedió de

aquella primera lluvia y por tanto la cantidad de agua no ha variado

mucho.

Datar cualquier material es difícil y las rocas no llevan un cartel que

nos diga , formada hace ,.10,20, …., millones de años.

En ausencia de pruebas exactas, cuanto más profunda se encuentra

enterrada una roca, más vieja es. Este simple principio conduce a lo

que los geólogos llaman escala de tiempo relativa.

Los fósiles son utilizados como marcadores en el establecimiento de

la escala de tiempo relativa.

LA DATACIÓN RADIOMÉTRICA, se basa en la vida media nuclear. Si

sabemos cuántos átomos de un isótopo radiactivo determinado se

hallaban presentes cuando se formó un objeto, y si sabemos la vida

media y cuántos de esos átomos se hallan aún a nuestro alrededor,

podemos estimar la edad del objeto.

DATACIÓN DEL CARBONO- 14. Es la más conocida de las técnicas

radiométricas. El carbono está siendo tomado constantemente de la

atmósfera e incorporado a los tejidos vivos. Este carbono contiene un

porcentaje conocido del isótopo radiactivo carbono 14. Cuando muere

el organismo vivo, el carbono- 14 comienza a desintegrarse. Tiene

una vida media de 5730 años, de modo que es un isótopo ideal para

medir el tiempo de la muerte de las cosas que vivieron durante las

últimas decenas de miles de años.

LA TIERRA TIENE 4600 MILLONES DE AÑOS, (es la edad tomada

normalmente). La roca más antigua tiene aproximadamente 4000

millones de años, y es un grano de circón hallado en las rocas más

jóvenes de Canadá. La Tierra ha de ser más vieja que esto, ya que las

rocas de la Luna y los meteoritos (formados al mismo tiempo que la

Tierra, tienen 4600 millones de años).

Hace 4600 millones de años

aproximadamente las

condiciones en la Tierra eran

las siguientes: La temperatura

era muy elevada debido a la

radioactividad proveniente del

espacio exterior, al impacto de

meteoritos y porque el planeta

todavía se encontraba en

formación. La atmósfera

estaba saturada de hidrógeno libre, dióxido de carbono, monóxido de

carbono y vapor de agua entre otros compuestos, pero no era lo

suficientemente gruesa y densa para evitar el constante choque de

meteoritos. En la corteza terrestre existía gran actividad volcánica

caracterizada por derramamientos de lava que propiciaban

variaciones de presión y temperatura que, en conjunto con las

tormentas eléctricas, generaban una permanente fuente de energía.

Todo lo que nos rodea, incluyéndonos, está constituido por átomos, la

palabra átomo significa “indivisible” y está constituido por un núcleo

de partículas llamadas protones y neutrones, y otras que giran

alrededor de éste llamadas electrones.

Un elemento es un átomo con ciertas

características que varían de acuerdo al número

de protones, neutrones y electrones. En 1869

Dmitri Ivanovich Mendeléiev, químico ruso,

desarrolló una tabla de elementos a los que

acomodó por su peso atómico y de acuerdo al lugar ocupado en la

tabla determinó sus propiedades físicas y químicas, algunos

elementos son el hidrógeno, el carbono, el oxígeno, etcétera.

Una molécula resulta de la unión de dos o

más elementos diferentes y

un compuesto se forma de la unión de

dos o más moléculas diferentes.

Las constantes descargas eléctricas y el

medio acuoso fueron la fuente energética

para que los elementos encontrados en el

océano se combinaran por medio de

reacciones físicas y químicas,

desarrollándose diferentes moléculas

inorgánicas que posteriormente fueron la base para la formación de

moléculas más complejas, estás últimas esenciales para la vida como

son los carbohidratos, las proteínas, las grasas y los ácidos nucleicos

como el ARN y ADN, siendo éstos los que contienen la información

genética de los seres vivos y los únicos que pueden transferirla de

una generación a la siguiente.

En la naturaleza existen 92 elementos de los cuales sólo 16

conforman a los seres vivos y/o son necesarios para realizar las

funciones vitales más importantes. A esos elementos se les conoce

como bioelementos.

En la tabla que se presenta abajo y con la que se forma la palabra

CHONPS, encontramos los elementos que son necesarios para la

formación de las moléculas esenciales para la vida como las

proteínas, carbohidratos, ácidos nucleicos, etc., y en las dos tablas

siguientes se encuentran los elementos que en pequeñas cantidades

ayudan al buen funcionamiento de los sistemas en los seres vivos.

Carbono C

Hidrógeno H

Oxígeno O

Magnesio Mg

Calcio Ca

Sodio Na

Yodo I

Boro B

Silicio Si

Nitrógeno N

Fósforo P

Azufre S

Potasio K

Cloro Cl

Hierro Fe

Manganeso Mn

Cobre Cu

Zinc Zn

Vanadio V

Cromo Cr

Cobalto Co

Selenio Se

Molibdeno Mo

Flúor F

La vida ¿producto de moléculas inorgánicas?

Hace 4000 millones de años al bajar la temperatura del planeta, el

vapor de agua se condensó precipitándose en forma de lluvias

torrenciales, mismas que al acumularse dieron origen al océano,

simultáneamente las sustancias encontradas en la atmósfera fueron

arrastradas hacia este mar primigenio.

Las constantes descargas eléctricas y el medio acuoso fueron la

fuente energética para que los elementos encontrados en el océano

se combinaran por medio de reacciones físicas y químicas,

desarrollándose diferentes moléculas inorgánicas que posteriormente

fueron la base para la formación de moléculas más complejas, estás

últimas esenciales para la vida como son los carbohidratos, las

proteínas, las grasas y los ácidos nucleicos como el ARN y ADN,

siendo éstos los que contienen la información genética de los seres

vivos y los únicos que pueden transferirla de una generación a la

siguiente.

Con el paso del tiempo, en el océano primitivo la acumulación y

combinación de las moléculas

antes mencionadas, formaron

sistemas con límites definidos

que en su interior contenían las

sustancias que absorbían del

medio exterior. Oparin denominó a esos sistemas como protobiontes,

los que pudo reproducir en el curso de sus experimentos y observó

unas gotitas ricas en moléculas orgánicas y separadas del medio

acuoso por una membrana rudimentaria, demostrando así la

formación de membranas lipídicas (formadas de grasa) en ausencia

de vida. Además del nombre que les dio Oparin a estas estructuras,

también se les conoce como coacervados, que en términos generales

es un agregado de moléculas unidas por fuerzas electrostáticas. Se

puede decir que ese sistema es similar a un ser vivo, ya que ambos

desprenden materia y energía continuamente.

Siguiendo con ese enfoque, las sales y el agua son materiales

predominantes en los océanos, siendo también los componentes

básicos de los seres vivos. El agua forma parte de los organismos en

un 70% a 95 % y en un sentido biológico constituye la sustancia

mediante la cual se pueden combinar prácticamente todos los

elementos.

Posteriormente, estos sistemas adquirieron la capacidad de

reproducirse, crecer y repararse, actualmente a estos seres se les

conoce como los primeros organismos unicelulares. Sin embargo, el

abastecimiento limitado de las sustancias nutritivas, suscitó una

competencia entre estos seres primitivos para alimentarse,

originándose una selección natural entre los que producían su propio

alimento y los que lo conseguían alimentándose de otros.

Conforme la Tierra adquiría una estructura estable, los sistemas

orgánicos siguieron evolucionando. En ese trayecto surgió un proceso

al que debemos las condiciones actuales del planeta, dicho proceso

es la fotosíntesis y ha sido esencial para el desarrollo de la mayor

parte de la vida que predomina desde hace unos 700 millones de

años.

A los organismos que presentaban este sistema se les dio el nombre

de organismos fotosintéticos. Mediante este proceso las sustancias

orgánicas se sintetizan a partir de bióxido de carbono y agua,

utilizando energía luminosa absorbida por estructuras llamadas

cloroplastos, dando como un producto de desecho el oxígeno.

Con la proliferación de estos

organismos, se requirieron sólo

3000 años aproximadamente

para reemplazar totalmente la

atmósfera primitiva en una con

abundante oxígeno. Sin

embargo, actualmente siguen

existiendo seres que no utilizan

el oxígeno como fuente de

energía para sobrevivir y se les

denomina anaerobios, mientras

los que si lo requieren para

sobrevivir reciben el nombre

de aerobios.

A los primeros seres

unicelulares, se les compara con las actuales bacterias y los virus. Los

últimos están en discusión por no ser considerados seres vivos por los

científicos, ya que requieren de una célula huésped para poder

multiplicarse, debido a que no contienen las proteínas necesarias

para replicar su ácido nucleico (ARN o ADN).

¿Cómo surgen los organismos pluricelulares?

Con las modificaciones que sufría la Tierra, los organismos celulares

fueron evolucionando, proceso gradual que configuró un sistema que

contenía células que desempeñaban una función específica como

reproducción, digestión, respiración y excreción, dando origen a los

organismos pluricelulares, que abarcan desde los microscópicos como

el zooplancton hasta los macroscópicos como la ballena azul.

A lo largo del tiempo los organismos fueron evolucionando, de esto se

tienen pruebas gracias a los fósiles que nos muestran a los ancestros

de los actuales seres vivos. Según los estudios, los primeros

organismos pluricelulares aparecen hace 500 millones de años, estos

eran organismos invertebrados que no poseían un esqueleto óseo,

posteriormente algunos se separaron del grupo y adaptaron un

esqueleto más rígido hasta estar osificado y se les denomina

vertebrados; en cuanto a las plantas, tuvieron también su evolución,

la cual fue paralela a la de los animales. Los anfibios por su parte, se

originaron hace 300 millones de años y han continuado hasta

nuestros días con algunas variaciones en relación a sus ancestros, los

mamíferos aparecieron hace un poco más de 75 millones de años y

las aves surgieron hace 30 millones de años, finalmente el hombre

empezó a evolucionar hasta su forma actual hace cerca de 20 a 50

millones de años.

Teoría comprobada por Miller y Urey

Aunque en la actualidad no se sabe con exactitud cuál fue el origen

de la vida, no se descartan los indicios que pudieron desarrollarla en

este planeta, el ejemplo más aceptado hasta el momento es el

análisis de la teoría de Oparin-Haldane que fue comprobada por los

experimentos de Miller y Urey en 1953, dichos experimentos

confirmaron que cierto número de aminoácidos biológicamente

importantes, se pueden sintetizar con descargas eléctricas a través

de una mezcla gaseosa formada por amoníaco, hidrógeno, vapor de

agua y una sustancia orgánica simple, el metano. Las reacciones

químicas necesarias para producir sustancias orgánicas complejas

son facilitadas por ciertas condiciones, tales como altas temperaturas

y presiones, descargas eléctricas y radiación ultravioleta.

Experimento de Miller y Urey.

Imagen tomada de Lazcano, 2007.

Con ello se deduce que la secuencia de reacciones químicas que

ocurren en un organismo, son el legado de un metabolismo heredado

de las primeras formas de vida a las actuales.

Se sabe que los cuatro grupos principales que constituyen el

protoplasma de una célula son: carbohidratos, grasas, proteínas y

ácidos nucleicos, y que de estos cuatro, los carbohidratos y las grasas

son fuentes energéticas muy importantes, mientras que las proteínas

y los ácidos nucleicos se consideran como los pilares de la materia

viva.

Los ácidos nucleicos, principalmente el ácido ribonucleico (ARN) es

considerado como precursor en los organismos celulares, según la

nueva teoría de “El mundo del ARN”. Ese ácido nucleico con el tiempo

se pudo especializar en una molécula más compleja de doble cadena

denominada ácido desoxirribonucleico (ADN), que contiene la

información genética de un individuo y que con ayuda del ARN puede

replicarse.

Molécula de ácido desoxirribonucleico (ADN).

Sala del Origen de la vida, MHNCA