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Oscuridad
Y dijo Dios: Sea la luz y fue la luz (Génesis 1:3). Es>mados lectora lector, hoy les compar>ré una experiencia que me ocurrió en dos días seguidos en el municipio de Victoria, cuando durante dos días seguidos, hubo una falla eléctrica total en toda la cabecera municipal y que permi>ó apreciar de nueva cuenta el valor de la oscuridad.
En el Génesis se relata que una vez creados los cielos y la >erra, ésta estaba desordenada y vacía, y las >nieblas posaban sobre la faz del abismo. Entonces Dios dijo hágase la luz y se hizo la luz. Cuando él vio que luz era buena, la separó de las >nieblas y llamó a la luz día, y a las >nieblas llamó noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Después se descubrió la manera de hacer fuego que proporcionaba luz y ya para 1879 los focos incandescentes iluminaron por primera vez una calle de Nueva York comenzando así la era moderna del alumbrado eléctrico. A par>r de entonces, el mundo se ha ido iluminando con lámparas potentes que clarifican las calles, jardines, estacionamientos y anuncios espectaculares. Muchos ventanales de negocios y casas brillan durante toda la noche y el reflejo luminoso de las ciudades ahora puede apreciarse desde kilómetros de distancia.
Es>mados lectora lector, hace cuánto que por tanta luz en la ciudad o en su casa –contaminación luminosa-‐ no ve las estrellas del firmamento. La luz ar>ficial ha beneficiado sin duda a nuestra sociedad al extender la duración de las horas de trabajo o para realizar ac>vidades recrea>vas que requieren luz. Pero cuando la iluminación ar>ficial se vuelve ineficiente, molesta o incluso innecesaria, es una de las formas más comunes de contaminación. Una interrogante posible sería ¿la luz ar>ficial es perjudicial para la salud humana? La respuesta preliminar es que sí, aunque falta mucho por inves>gar. Usted ha oído quizá la palabra de “ciclo o reloj circadiano” que no es más que la suma en 24 horas del día y la noche. Este ciclo afecta los procesos de cómo funciona el ser humano y casi todos los organismos vivos. Entre los procesos por ejemplo están los patrones de las ondas cerebrales, la producción de hormonas, la regulación celular y otras ac>vidades biológicas. El trastorno de este ciclo, por ejemplo, al estar expuesto a poca oscuridad, se ha relacionado con diversas alteraciones médicas en los seres humanos como el insomnio, la depresión, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. El reloj de día y noche controla entre el 10 y 15% de nuestros genes.
Hasta época reciente se ha empezado a cues>onar cómo se afecta la salud, ahora cuando una de las caracterís>cas que definen la vida en el mundo “moderno” es la alteración de los patrones de luz y oscuridad en el ambiente edificado como consecuencia de la energía eléctrica. De hecho, algunos autores han observado que no sea del todo casual que los drás>cos incrementos del riesgo de cáncer de mama, obesidad y diabetes juvenil reflejen los cambios también drás>cos en la can>dad y los patrones de iluminación ar>ficial generados durante la noche y el día en las úl>mas décadas.
La conexión entre la luz ar>ficial y los trastornos del sueño es bastante
intui>va, sobre todo en los trabajadores que trabajan de noche o en los jóvenes que >enden a dormirse muy tarde y >enen dificultades para despertarse a >empo para ir a la escuela o al trabajo. Mi recomendación es sin duda, que no extrañen la oscuridad, que duerman en habitaciones verdaderamente sin ningún >po de luz, para que su organismo tenga un ciclo circadiano adecuado y que funcione como debe ser, sin riesgos adicionales para su salud. Las luces de televisores, videos, despertadores y cargadores de teléfonos o disposi>vos móviles no permiten el descanso adecuado.
En Victoria ante la oscuridad, aprecié de nueva cuenta la luz de las
estrellas y de la luna, pude correr en el campo bajo esta iluminación disfrutando además del olor que desprendía la ligera lluvia y más tarde disfruté de un sueño reparador gracias a la bendita oscuridad. Un elemento nega>vo de la falta de luz eléctrica, que regresó 13 horas después, es sin duda que disminuye la compe>>vidad municipal ante empresas que no pueden darse el lujo de no disponer de éste recurso de manera regular. Buen fin de semana
* Derechos reservados © 2014 por Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba, Cirujano General
Esto o lo Otro Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba [email protected] @ectorjaime
Sábado 26 de abril de 2014 León | Opinión
hop://www.am.com.mx/opinion/leon/oscuridad-‐8639.html