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Priego de Córdoba, 20 Dícbre. 1964 De pósito Legal. CO. - 15 1958 laccibn, cha ,Caratimci. Tozeta g 44. 4s dee amtitto de IMecio Afio XIII SE 1 2u81.041 LaS Do n nfiv OOt Números 638-39 Pablo VI Misionero activo VillatICIC0.5 Seguro. Firme y paradójica- mente nervioso, Su Santidad pa- sa rozando —porque EL no pa- rece pisar— como un hálito dul- ce y suave que se adentra en el alma, las calles de Bombay. Bombay, la ciudad legendaria de la fabulosa India, ha lucido en estos días, todo lo que de grande y pequeño posee. Ha quemado el fuego de arti- ficio de su voluntad y adhesión, para ofrecerlo en admiración y cariño al Sumo Pontífice de Ro- ma. A este moderno JESUS y RABI que envuelto en la blancu- ra nítida de su túnica y la aureo- lo de su santidad, ha iniciado una nueva etapa en la evangeli- zación. Una MISION, personal, íntegra, intransferible. Algo que desde los tiempos re- motos del cristianismo dormía apresado en las majestuosas li- mitaciones del Vaticano. Nuestro amadísimo y admira- do Paulo VI, ha cortado, decidi- do y valiente los moldes tradi- cionales y se ha lanzado al espa- cio impulsado por la voluntad de Dios. Voluntad que asoma a su faz serenamente dulce y sonrien- te; a sus profundos ojos, mitad de águila —por su alcance—, mitad seráfica; a sus manos enju- tas y blancas ansiosas de repara tir bendiciones y consuelo. ¡Como se le humedecieron los ojos de pena e impotencia ante la miseria y pobreza que existe en Bombay! Podría apostarse sin temor a perder que su visita al hospital debió hacerle sangrar el cora- zón, tal era su gesto de dolor. Mas tarde, y ante medio mi- llón de personas expectantes; unos con la pasividad inconmo- vible de lo desconocido; otros; con el fervor latente de una fé inquebrantable; y los más, con la más viva de las curiosidades re- tratada en las inmensas pupilas de profundas ojeras en los hin- dúes, consagraba s u s nuevos Obispos. Fieles seguidores de esta real y perfecta figura ana- lógica de Cristo que roto el di- que de lo habitual, de la doctri- na originaria del germen tradia cionalista, de los marcos proto- colarios usuales y de todo aislo- mienio conservador, ha sabido conquistar a católicos y nó cató- licos, con su abrazo paternal de buena voluntad. Su Santidad, Pastor y Padre. Nuestro singular y asombroso Pontífice; la máxima garantía de la religión católica en el mundo actual donde la siembra caótica de políticos ambiciosos torna grandes extensiones de tierra árida y seca en campos fértiles de cizaña y odios. El Gran Misionero; con su «ca- mirra» volando por nubes de es- peranza lleva su mensaje de paz y amor a todos los hombres del mundo. Hoy ha sido la India. Ayer, Tierra Santa. Mañana, ¿Quién sabe? Jesucristo dirá a Paulo VI el itinerario futuro... y ¡loado sea si en él, incluyese a España! APIA:ca Pechaua gasee« del Mueble DECORACIÓN DEL HOGAR Dormitorios-Comedores-Despachos Recibidores y toda clase de muebles auxiliares, para NOVIOS INSTALACIONES COMPLETAS Modelos originales-Precios moderados oeucefta, Jaime, 1— Teléfono. 96 y 325 —Si que haya abundante cena. Y cantando villancicos gritemos como los chicos: ¡Esta noche es Noche buena! Bretón de los Herreros Entre todos los cánticos populares es el villancico el que ha alcanzado mayor difusión y el que se mantiene en permanente actualidad. Desde el más apartado y lejano lu- gar se entona este cántico tradicional con renovado y entusiástico fervor. Plegaria que matizada de cierto senti- do poético pone de manifiesto un acen- drado y delicado sentir popular. Su ex- presión en formas sencillas y armonio- sas revela el amor y la devoción con que los pueblos se preparan para aco- ger con humildad y sana alegría el acontecimiento maravilloso e inigua- lable del Advenimiento de Jesús. Todo se extingue al paso del tiempo, pero he aquí como el villancico viene a darnos cada año una lección de per- manencia al brotar más fresco y emo- tivo, e invitándonos con su mensaje a la meditación... Es la esencia del sen- timiento hecho copla que nos contagia en estos días y nos hace sentirnos en más o menos grado,' cooperadores del magno y feliz acontecimiento. El con su ternura y sencillez des- pliega en nosotros una fuerza cautiva- dora y llena nuestros corazones de alegría y esperanza. ¡Alegría y regoci- jo pregonan a los cuatro vientos estos cánticos singulares y bellísimos! Recojamos, pues, el sentido esencial y espiritual del villancico y abrazán- dolo estrechamente hagamos de él en estos días de Navidad una cosa nues- tra. De suerte que todos sintamos en nuestros corazones el amor, el senti- miento y la belleza que irradian estas coplas y sea nuestra ofrenda más sen- tida y espontánea al inmenso bien que con generosidad infinita nos lega Je- sús con su Venida. Yuan cle la e. Aquista Ataalaa

Pablo VI Misionero activo VillatICIC0 a 699/638-639. 201264.pdf · Pontificia y Real archicofradía de la Sala Veracruz y nuestro Padre lesna en la Columna El próximo jueves dio

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Priego de Córdoba, 20 Dícbre. 1964De pósito Legal. CO. - 15 1958

laccibn, cha ,Caratimci. Tozetag 44.4s dee amtitto de IMecio

Afio XIII SE 12u81.041 LaS Do nnfivOOt Números 638-39

Pablo VI Misionero activo VillatICIC0.5

Seguro. Firme y paradójica-mente nervioso, Su Santidad pa-sa rozando —porque EL no pa-rece pisar— como un hálito dul-ce y suave que se adentra en elalma, las calles de Bombay.

Bombay, la ciudad legendariade la fabulosa India, ha lucidoen estos días, todo lo que degrande y pequeño posee.

Ha quemado el fuego de arti-ficio de su voluntad y adhesión,para ofrecerlo en admiración ycariño al Sumo Pontífice de Ro-ma. A este moderno JESUS yRABI que envuelto en la blancu-ra nítida de su túnica y la aureo-lo de su santidad, ha iniciadouna nueva etapa en la evangeli-zación. Una MISION, personal,íntegra, intransferible.

Algo que desde los tiempos re-motos del cristianismo dormíaapresado en las majestuosas li-mitaciones del Vaticano.

Nuestro amadísimo y admira-do Paulo VI, ha cortado, decidi-do y valiente los moldes tradi-cionales y se ha lanzado al espa-cio impulsado por la voluntad deDios. Voluntad que asoma a sufaz serenamente dulce y sonrien-te; a sus profundos ojos, mitadde águila —por su alcance—,mitad seráfica; a sus manos enju-tas y blancas ansiosas de reparatir bendiciones y consuelo.

¡Como se le humedecieron losojos de pena e impotencia antela miseria y pobreza que existeen Bombay!

Podría apostarse sin temor aperder que su visita al hospitaldebió hacerle sangrar el cora-zón, tal era su gesto de dolor.

Mas tarde, y ante medio mi-llón de personas expectantes;unos con la pasividad inconmo-vible de lo desconocido; otros;con el fervor latente de una féinquebrantable; y los más, con la

más viva de las curiosidades re-tratada en las inmensas pupilasde profundas ojeras en los hin-dúes, consagraba s u s nuevosObispos. Fieles seguidores deesta real y perfecta figura ana-lógica de Cristo que roto el di-que de lo habitual, de la doctri-na originaria del germen tradiacionalista, de los marcos proto-colarios usuales y de todo aislo-mienio conservador, ha sabidoconquistar a católicos y nó cató-licos, con su abrazo paternal debuena voluntad.

Su Santidad, Pastor y Padre.Nuestro singular y asombrosoPontífice; la máxima garantía dela religión católica en el mundoactual donde la siembra caóticade políticos ambiciosos tornagrandes extensiones de tierraárida y seca en campos fértilesde cizaña y odios.

El Gran Misionero; con su «ca-mirra» volando por nubes de es-peranza lleva su mensaje de pazy amor a todos los hombres delmundo.

Hoy ha sido la India. Ayer,Tierra Santa. Mañana, ¿Quiénsabe? Jesucristo dirá a Paulo VIel itinerario futuro... y ¡loado seasi en él, incluyese a España!

APIA:ca Pechaua

gasee« del Mueble

DECORACIÓN DEL HOGAR

Dormitorios-Comedores-DespachosRecibidores y toda clase de muebles

auxiliares, para NOVIOS

INSTALACIONES COMPLETAS

Modelos originales-Precios moderados

oeucefta,Jaime, 1— Teléfono. 96 y 325

—Si que haya abundante cena.Y cantando villancicosgritemos como los chicos:¡Esta noche es Noche buena!

Bretón de los Herreros

Entre todos los cánticos populareses el villancico el que ha alcanzadomayor difusión y el que se mantieneen permanente actualidad.

Desde el más apartado y lejano lu-gar se entona este cántico tradicionalcon renovado y entusiástico fervor.Plegaria que matizada de cierto senti-do poético pone de manifiesto un acen-drado y delicado sentir popular. Su ex-presión en formas sencillas y armonio-sas revela el amor y la devoción conque los pueblos se preparan para aco-ger con humildad y sana alegría elacontecimiento maravilloso e inigua-lable del Advenimiento de Jesús.

Todo se extingue al paso del tiempo,pero he aquí como el villancico vienea darnos cada año una lección de per-manencia al brotar más fresco y emo-tivo, e invitándonos con su mensaje ala meditación... Es la esencia del sen-timiento hecho copla que nos contagiaen estos días y nos hace sentirnos enmás o menos grado,' cooperadores delmagno y feliz acontecimiento.

El con su ternura y sencillez des-pliega en nosotros una fuerza cautiva-dora y llena nuestros corazones dealegría y esperanza. ¡Alegría y regoci-jo pregonan a los cuatro vientos estoscánticos singulares y bellísimos!

Recojamos, pues, el sentido esencialy espiritual del villancico y abrazán-dolo estrechamente hagamos de él enestos días de Navidad una cosa nues-tra. De suerte que todos sintamos ennuestros corazones el amor, el senti-miento y la belleza que irradian estascoplas y sea nuestra ofrenda más sen-tida y espontánea al inmenso bien quecon generosidad infinita nos lega Je-sús con su Venida.

Yuan cle la e. Aquista Ataalaa

Siguiendo nuestra costumbre y en

atención a fiestas de Navidad, el

próximo número de ADARVE se

publicará el 3 de Enero.

Comisión Municipal de Feriasy Fiestas

Con motivo de las próximas Navi-dades y festividad de Reyes se anunciaun concurso de embellecimiento de es-tablecimientos comerciales, rogandoesta Comisión a todos los Comercian-tes de esta p'aza, concurran a esteConcurso para mayor realce de dichasfiestas, terminándose el plazo de ad-

' misión para concurrir el 24 próximo.Para ello el próximo día 4 de enero

un jurado determinará el estableci-miento que a su juicio haya merecidoser premiado, consistiendo el premioen una hermosa copa que donará elExcmo. Ayuntamiento.

Pontificia y Real archicofradía de la Sala

Veracruz y nuestro Padre lesna

en la Columna

El próximo jueves dio 31 como últimode mes, y a las siete de la tarde, ten-drá lugar en nuestra Cepilla de !a igle-sia de San Francisco, el acto eucarísti-co en honor y honro a Nuestro PadreJesús en la Columna, donde se dará !aSagrada Comunión, y al que invita ahermanos y devotos.

.6.21•1111•Znatlia.aalialnwaSiaMm

Una carta

Nuestro virtuoso paisano don Pe-dro Gómez Carrillo nos envía lasiguiente misiva:

Queridos familiares y amigos:

Quiero haceros partícipes en estagran alegría de mi vida, al llegar alSacerdocio.

El día 21 de diciembre, en la Capilladel Seminario de S. Torcuato, el Obis-po de Guadix, D. Rafael Alvarez Lare,me conferirá la Sagrada Ordenaciónsacerdotal.

Os ruego que me ayudéis con vues-tras oraciones a dar gracias al Padre-Dios por éste tan inmenso beneficio.

Celebraré mi primera Misa Solemneel día 25 en la Parroquia de Ntra. Sra.de la Asunción, de Priego de Córdoba,en la que os tendré muy presentes atodos.

Con gran alegría os invito, desean-do sea para todos una reunión en laOfrenda del Sacrificio de Cristo a DiosPadre.

Que la gracia de Cristo sea en nos-otros. Un abrazo

Pedro Gómez Carrillo

La Socledad al habla

ViajerosSe encuentran en Granada los Sres.

de Pedrajas Carrillo (D. Antonio) juntoa su hijo D. Antonio, que se encuentraya convaleciente de una sencilla ope-ración quirúrgica practicada felizmen-te por el Dr. Reyes Pugnaire.

Enlace Hinojosa López-

Carrillo Carrillo

El pasado día 6 y en la Iglesia Parro-quial de la Asunción contrajo matri-monio la Srta. Clara Carrillo Carrillocon nuestro buen amigo D. José Hino-josa López.

Bendijo la unión sacramental el Ar-cipreste del partido Rvdo. Sr D. RafaelMadueño Canales, siendo padrinosD. Antonio Hinojosa López y D.° JustaZafra López.

El nuevo matrimonio marchó a Ma-

drid y otras capitales, en viaje de lunade miel. Nuestra enhorabuena.

CINE GRAN CAPITÁN7-9-11

Cuatro BalazosMayores—Color

Fernando Casanova—Paul Piaget

4 30, Infantil

TempestadMenores—Color

CINE VICTORIA6-45 9 y 9-15 noche

Un Balcón sobre elInfierno

MeyoresMichele Morgan—Dany Sayal

4 ,45 Infantil

Las Gigantes de laTessaglia

Menores

F, diámetrolitros

Agua caída desde 1.° Octubreal 11 Labre.

110,0

Del 12 al 19

6,7

Total hasta el viernes.. 116'7

El ilustre doctor Don Carlos Zuritatraslada su residencia de Cabra a Ma-drid, para incorporarse a los Serviciosde la jefatura de Estadistica y Epide-miología del Patronato Nacional An-tituberculoso.

Príego, donde tanto se le quiere y ad-mira, espera una fructífera y excelen-te labor del ágil especialista del tórax.

AniversariosPasado mañana hará un año que fa-

lleció cristianamente, confortado conlos Santos Sacramentos, nuestro inolvi-dable amigo D. Niceto Aguilera Aran-da,

A las siete de la tarde, de la fechauniversal, se oficiará un funeral por sualma. Reiteramos a su esposa, hija,madre política y demás familiaresnuestra sincera condolencia.

tEl día 28 próximo se cumplirán dos

años que pasó a mejor vida, despuésde recibir cristianamente los SantosSacramentos, nuestro buen amigo DonSantiago Arando Jiménez.

La familia le dedica diversas misasen varias iglesias de la ciudad.

ADARVE repite su sentido pésame ala viuda, madre e hijos de tan queridoamigo.

A los lectores

r

Arriba: A la izquierda, Don José Luís Górniz hace !o presentaclón del conferen-ciante. A la derecha, Don Rafael Aguilar Priego al comenzar su brillante confe-

rencia. Abajo. vista parcial de la sala Fotos Medirlo

20 és 0ichre. de 1914 ADARVE, Pág. 3

•nnn••1n111w

«La Sección de Literatura y BellasArtes del Casino prieguense, fiel a unanorma mantenida ya muchos años, es-tá llevando a cabo un nuevo curso deactos culturales iniciado en lo artísti-co el mes anterior con un recital de lacantante Solía Noél acompañada a laguitarra por Jesús González, y abiertoahora en lo literario con una conteren-eia del Secretario de la Real Academia'de Córdoba D. Rafael Aguilar Priego.

En el salón de Actos del InstitutoLaboral :Fernando III el Santo» ocu-paron lugares destacados entre un nu-meroso y distinguido público, el alcal-de don Manuel Alférez, el director delCentro don Sixto López López y el di-rector de la Academia cordobesa donRafael Castejón que había llegadoacompañado del conferenciante y ungrupo de académicos. El que tambiénlo es de la misma corporación y de laAcademia Internacional de Letras, Ar-tes y Ciencias de Nápoles don JoséLuis Gámiz Valverde, presidente de laentidad organizadora del acto, hizo lapresentación del orador con elocuentes palabras en las que glosó su per-sonalidad, siendo muy aplaudido.

El señor Aguilar, conocedor imparde ,,La Custodia de la Catedral de Cór-doba» que era el tema de su con ferencia comenzó con una serie de conside-raciones sobre la festividad de la E y

-caristia para exaltar el significado deésta y justificar la exisiencia de lasgrandes custodias, como lo son las es-pañolas y, entre ellas, la que hizo pa-ra Córdoba Enrique de Arfe; estudia acontinuación la personalidad de éste,trazando una sin tesis biográfica delmismo y aportando numerosos datos,fruto de la notable erudición y pacien-te investigación del orador que relataasimismo las vicisitudes de la monu-mental joya para ser conservada en suespléndida integridad; llegado a estepunto, el señor Aguilar, valiéndose dela proyección de numerosas diapositi-vas, tué exponiendo con minuciosospormenores la riqueza ornamental dela custodia cordobesa y la perfecciónde sus piezas para terminar con unrreferencia a las opiniones que la sí-tuan, por su elegante trazado y finurade trabajo, como la primera entre lasnuestras.

Una larga ovación premió el interesante trabajo del secretario de laAcademia de Córdoba, que fué unáni•me mente felicitado. La calidad de laconferencia y la brillantez del acto,prueban una vez más el nivel intelec-

tual de Príego, firme en sus inquietu-des culturales y artísticas y capaz—como muy contadas ciudades— derealizar actividades de esta naturale.za, que honran a quienes las promue-ven y organizan.—C »

El señor Castejón y Martínezde Arízala, visitó Priegounión de otros académicos

También el diario citado da esta informaci& , ,-/q la es + ,1 rrr in r=^ 's ciudad,

con motivo del acto anterior, de va -rius ilustres académicos de Córdoba.

«D. Rafael Aguilar Priego, académi-co y secretario de la Real Academia deCórdoba se desplazó desde Córdoba,acom pañándole D. Rafael Castejón yMartinez de Ariza7a, presidente de ladocta Casa en unión de los académicosD. Agustín Cuello, D. Francisco de Sa-les Melguizo Fernández y D. José Val-verde Madrid.

Fueron recibidos por el Presidentede la Sección y académico D José LuisGámiz, ev unión de los directivos seño-res Fernández Lozano y García Mon-tes, visitando diversos lugares de laciudad. En el Palacio Municipal, con-templaron las pinturas alli existentes,yse cambiaron impresiones sobre el fu-turo homenaje a D. José Alvarez Cu-bero. insigne prieguense y gloría de laescultura española del siglo XVIII,para lo cual se está en contacto con laDirección General de Bellas Artes.»

Conferencia del Secretario de la Academia de

Córdoba en Priego

Versó sobre la Custodia de ArfeBajo el titulo que antecede, acaba de publicar el diario «Cór-

doba» este interesante comentario del importante octo acadé-mico con que abrió el cic o de conferencias la Sección deLiteratura y Bellas Artes del Casino de Friego.

pi á. 4 A DAIZVE 2B de Ubre. de 1914

A lactad: mitelhad

ctiew,iw al44,1i,qad

Con los mejores deseos de fehd,-dad en la, prc;xímcs, 9Ltivdetcl y deprospertdad en el venidero

j'idos RE. Fernández, número 2

20 le Dicbre. de 1904 ADA.R V E, Pág. 5

San Andrés, en el silencio dela medianoche del 30 de No-viembre, arrancó la hoja delcalendario; recogió el doblar delas campanas y la salmodia delos responsos; hizo un paquetecon todo y se marchó, lleván-doselo. Horas más tarde, el al-ba—con suavidad—, llamaba alos cristales de mi ventana. Loscristales están empañados, a sutravés contemplo—veladamen-te—, el paisaje de todos losdías: el rnAr y el cielo; la palme-ra y el morabito. El agudo cla-rín de un gallo conmueve mivagar por la nada. Y el alegresonar de la diana en un cuartellejano, me anuncia el comienzode un nuevo día.

El ciclo litúrgico ha cambia-do. Entramos en Adviento.Adviento es tiempo de espe-ranza para la muchedumbreque seguimos a Cristo Nó im-porta que el gran prodigio queprofetizara Isaías («He aquíque la virgen grávida da a luzun hijo y le llama Emmanuel»;7,14), haya tenido realidad ha-ce cerca de dos mil años. Loscristianos seguimos conservan-do en el corazón el mismo can-dor de aquellos remotos habi-tantes de Galilea, Samaria yJudea. Sí; seguimos esperando.Y nos enternecemos al evocaraquella noche belenita llena demensaje angélico: «Gloria aDios en las alturas y paz en laTierra a los hombres de buenavolunrad». Y ésta misma espe-ranza será compañera del latirde los corazones de nuestros hi-jos; de nuestros nietos. De to,,dos cuantos sean prolongaciónde nuestras vides. Porque la vi-da es un continuo relevo, y laconsigna de nuestra fé siemprecs la misma.

Estas lineas las escribo enCeuta. Desde aquí, para deciralgo del frío de Diciembre, hayque poner a trabajar la imagi-nación y el recuerdo. Por con-traste y por amor, me voy—conel recuerdo-- a Priego.En Prie-go recibieron mis hijos, por vezprimera, el ósculo helado deese airecillo que hace enrojecerlas mejillas, y en Priego ento-naron los primeros villancicos.Y Priego, al igual que enton-ces, en estas noches que prece-

den a la Navidad, reposará—callado y señorial—, bajo elpalio purísimo del cielo lucien-te de estrellas. Y a la mañana,los diamantes de la escarchalucirán en las hojas de las ma-cetas; en las yerbas de sus cam-pos•

No se conoce la escarcha enCeuta. Es eterna la Primavera.Hoy mismo, florecillas de losmás diversos colores, junto asus hermanss los pinos, tapi-zan el suelo de este trozo deEspaña.

Pero, hay algo consustanciala todas las latitudes: el co-razón de los niños. Y esparci-dos por la piel arrugada denuestra Patria, son éstos —losniños—, los que están más uni-dos a la conmemoración delprodigio mesiánico. Lo mismolos que habitan la aldea blan-ca de nieve sobre el enhiestopicacho arropado de brumas,que los que corretean entre na-ranjos; los de las áridas mon te

tañas y los del valle ubérrimo,todos, están impacientes. Y ensus bolsillos guardan las casta-ñuelas. Florecen tiernos villan-cicos en sus gargantas, y a ma-no tienen la pandereta, la zam-bomba... Y todos, sin darsecuenta, miran hacia el Oriente,de donde esperan una músicadulce y triunfal:

Adeste fidelis,leed triunphante,venite, venite,in Belem.

Yogé, lucía det datada

Ceuta, Diciembre 1,964

Se Venden

Biloiluldosen muy buen estado

capacidad de 700 litros, com-pletos de aros de hierro para

rodamientos

Razón: en la Imprenta de esteSemanario

Convivencia familiar eel\glegio San José /

El pasado día 11 de los corrientes,tuvo lugar en los locales del ColegioSan José, de los Hnos. Maristas, unareunión con los padres de familia queresultó muy interesante y de la que to-dos salieron plenamente satisfechos.

Ocuparon la presidencia del acto elR. H. Director del Centro; D. ManuelAlférez Aguilera, Alcalde de Priego yseñora, D. Antonio Luque García y se-ñora y el P. H. José Villescas Hidalgo.

La convivencia dió principio con unadisertación del H. Santiago Rodrigo,Director del Colegio, en la que expusoa los asistentes la necesidad de traba-jar con celo y perseverancia en la edu-cación de sus hijos. Dijo que en la for-mación de los muchachos influye mu-cho más el hogar que el Colegio, aúnen el caso de que el niño pasara en elColegio seis, ocho o más años. Advir-tió a los padres de familia que por mu-cho que se multipliquen las institucio-nes educativas, por más que se perfec-cionen los métodos pedagógicos, todoestá condenado al fracaso si los edu-cadores naturales del niño, que son suspadres, no cumplen con sus obligacio-nes. Expuso luego los métodos máseficaces para ganarse la voluntad delos educandos, como medio indispen-sable para influir en su vida, y termi-nó diciendo que nunca será excesivoel cuidado que porgimos en la educa-ción de la generación que nos empuja,ya que antes de lo que los adultos nosimaginemos, se habrá efectuado el re-levo y empuñarán ellos la bandera.

Al terminar su conferencia el Her-mano Santiago Rodrigo fué muyaplaudido.

Seguidamente se pasó a la discusiónen mesa redonda de los temas propues-tos todos ellos de sumo interés: Con-trol de las Notas quincenales, sistemade emulación, distribución del HorarioEscolar, asistencia de los niños al ci-ne, los deportes en el Colegio, las lec-turas de los adolescentes, el métodoaudiovisual de enseñanza, el problemade la «iniciación sexual» . Sobre esteúltimo tema, el Hno. Director díó unaserie de normas prácticas, sobre todoa las madres, insistiendo en la obliga-ción que tienen de abordarlo, aunquecon la cautela que exige problema tandelicado.

A continuación se hizo delante delos asistentes una demostración prác-tica del método de emulación que fun-ciona en el Colegio. Bajo la direccióndel fino. José Villescas se desarrollóun certamen de Geografía, en el quelos padres de los alumnos pudieroncomprobar la preparación de los mis-mos en la materia.

Terminó el acto con una lecciónpráctica por el moderno método audio-visual de enseñanza por Minillas, cuyofinal fué acogido con un cerradoaplauso de los asistentes.

En suma, una convivencia verdade-ramente interesante. Y es que la edu-cación de los niños cada día presentamás dificultades, y hay que echar ma-no de todos los medios para conse-guirla lo más completa posible; y entreestos medios, uno de los más eficaceses la estrecha colaboración entre lospadres y edcuadores.

Por este mundo de Dios... y mio

DICIEMBRE

Brillarle disoltdcilo de Don José luís hámii en el

Círculo Mercalitil

Desarrolló ampliamente el tema «Algunos prieguenses insignesde nuestro floreciente siglo XVIII», después de unaspalabras de presentación del Presidente de la Sociedad

El Presidente del Circulo Don Antonio Ruiz Ortiz hace lapresentdción del conferenciante. Foto Medina

PAg. 6

AD—AIIVE

20 de llichre. Ale ›1954

De gran solemnidad puede calificar-se la sesión que celebró el popularCírculo Mercantil Cultural en la tardedel pasado domingo, día 13, con moti-vo de la cpertura del ciclo de confe-rencias del curso 1.964 65.

En el estrado presidencial se situa-ron D. Antonio Ruiz Ortiz, Presidentedel Circulo, Alcalde de la ciudad DonManuel Alférez Aguilera, conferen-ciante D. José Luís Gámiz Valverde,Párroco Rvdo. Sr. D. Domingo CasadoMartín, Vice Presidente del Círculo donManuel Roldán Roldán y los DirectivosD.José del Pino Morales, D. RafaelAra-gón González, D. Manuel Ruiz Sán-chez, D. Antonio Moreno Osuna, donManuel Roldán Rodríguez y D. ArsenioRuiz Ibáñez. Distinguidas damas, diver-sas personalidades y numerosos sociosllenaban el salón y departamentosanejos.

Abrió el acto D. Antonio Ruiz Ortizque expresó su complacencia, en nom-bre del Círculo, por haber aceptadoD. José Luís Gámiz Valverde pronun-ciar la primera conferencia del curso,resaltando también los atenciones quela Sociedad le debe, «por que siemprehemos recibido su consejo y sugeren-cias».

Puso de relieve, el Presidente, lascualidades tan destacadas que ador-nan al disertante, del que hizo un fervoroso elogio a sus múltiples activida-des culturales en bien de la ciudad, es-pecialmente en la acertada dirección

del semanario ADARVE. Su gran cultu-ra y elocuente expresión le han lleva-do no solo a la Real Academia de Cór-doba si no a la internacional de Ná-poles. Esperamos hoy, terminó, unagran lección de nuestro pasado histó-rico de hace dos siglos. Al terminar subreve y atinada intervención escuchógrandes aplausos.

Comienza el Sr. Gámiz Valverde ex-presando el agradecimiento sin límitesal Círculo Mercantil Cultural, a su di-námico Presidente y a esta magníficaJunta Directiva, tan felizmente reelegi-da, que ha logrado—dijo--duplicar elnúnero de socios, elevándolos a 500,gastar varios miles de duros en libros,para elevar su nivel cultural y, sobreotras obras materiales, organizar es-tos tandas de conferencias que tanto lehonran pregonando sus gustos por lossupremos valores de la inteligencia.Insistió en su gratitud, «llamada hoymemoria del corazón» por haber sidonombrado «Socio de honor. y muysingularmente por invitarle ccn tantodeseo para que pronuncie la primeroconferencia del ciclo.

Habla del siglo XVIII español, afir-mando que no llevan razón los quetanto lo denigran, incluyendo al ilustrefilósofo D. José Ortega y Gaset queno quiso jamás hablar de él. Ese mutis-mo es injusto porque la diez y ochocenturia fué bastante floreciente y val-dría la peno de ocuparse de ella nadamás que por el gran reinado de Carlos

III. Hace un examen de los reyes Feli-pe V, proclamado en la Iglesia de SanJerónimo el Real el 8 de Mayo de1.701, y cuyo reinado se extiende hosto 1.746, pasando por alto el efímerode su hijo Luís 1 durante muy pocosmeses de 1.724. La viudez de Isabel deFarnesio, el pacificador reinado deFernando VI hasta 1.759, para exten-derse ampliamente en el buen gobier-no y administración de Carlos III; seocupa de sus excelentes minístros re-formadores, Arando, Floridablanca yCampomanes y establece un parangóncon la época de Felipe II. Subraya lograndeza del reinado del tercer Car-los, «para nosotros también más queri-do por su gran amistad y cariño algran prieguense y Virrey-ArzobispoD. Antonio Caballeros. Destaca losmodernos estudios de Alta mira, Mara-ñón, Ballesteros, Alcázar, Rodríguz Ca.sado y el gran hispanista y Rector dela Universidad de París Gean Sarrailhque han tratado diversos aspectos delo España «Ilustrada», acabando conlo «leyenda negra» del Rey Carlos.«Su reinado de veinte y nueve años eshonra y gloria—afirmó—de todo estesiglo borbónico». Terminó con una li-gera pincelada del triste reinado deCarlos IV, haciendo un canto a las be-llezas artísticas y monumentales del si-glo, cuya cultura es innegable: Se fun-da la Real Academia Española en1.713, la de Medicina en 1.731, la de laHistoria en 1 738 y la de Bellas Artesen 1.752; se dá nuevo impulso a losUniversidades; lo mismo a los ColegiosMayores; se crea la Biblioteca Nacio-nal por Felipe V en 1 712; se abre a losestudiosos el Archivo de Indias en Se-villa, y los nombres de Fray Benito Je-rónimo Feijóo, Luzán, Nicolás Fernán-dez de Moratín, Meléndez Valdés, donRamón de la Cruz, Forner y Jovellanoshacen del siglo XVIII una centuria dig-na y llena de erudicion, a más del grandesenvolvimiento artístico, en el quebrillan los gustos barrocos y neoclá-sicos.

Habla luego de Priego en este siglo,,con sus 10.000 almas, de las que son2.800 vecinos aproximadamente, en lamitad de la centuria, resaltando el pro-greso de nuestro pueblo, sus trabajosen el campo, lo industria (por la granfábrica de tafetán), el desenvolvimien-to textil, que habría de alcanzar sumeta en la centuria siguiente, de suscalles, de la riqueza artístico, esencial-mente barroca, que adorna muchosde sus templos, extendiéndose a dis-tintas consideraciones para desembo-car en toda una serie de prieguensescélebres que abrieron los ojos en estesiglo.

Estudia detenidamente la figura deFrancisco Javier Pedrazas, nacido el 9de diciembre de L736, señalando elnombre de sus , padres José Pedrazas yManuela Peralta (ésta de alto linaje

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Don José Luis Gámiz en un momento de su interesante conferenciaFoto Medina

prieguense con enterramiento en laiglesia de San Francisco). Em parenta-do con la familia de los Alvarez, losgrandes artistas del pueblo; habla deltaller que tenían en la Carrera delAguila y de su casamiento can Ana dela Cruz Mansitia, rica heredera deCarcabuey, esbozando sus principalesobras barrocas en varios iglesias deEstepa. La maravillosa del Sagrario dela Asunción de Priego y los interioresde la iglesia de San Francisco, lasMercedes, las Aagustios, la Aurora ySan Pedro. Dice, que la fecho en queterminó el Sagrario fué el 20 de Agos-to de 1.784, y corno luego hace el Sa-grario de Lucena y las grandes sille-rías de las iglesias de Cabra y Ecija,recalcando la amistad y protecciónque tuvo en D. Antonio Caballero; sunumerosa prole y su triste muerte en 11de Octubre de 1.817.

Se ocupa de Don Fernando López deCárdenas, el famoso «cura de Monto-ro» que el ilustre académico Don JoséValverde Madrid ha probado recien-temente su nacimiento en Priego, insig-ne escritor, hija de Don Juan López deCarmona y de D.° Teresa de Cárde-nas, verdadero poligrafo, detallandosus principales obras. Termina indicando cromo en 1786 encontró la muerte.

Se refiere al celebre escultor Don Jo-sé Alvarez Cubero, hablando de susprimeros años barrocos, que culmina-ron con la figura del León peleandocon la serpiente, pero que por todo elpueblo se nota la mano de aquel granartista. Refiere su encuentro en Córdo-ba con el Arzobispo-Obispo D. Anto-

nio Caballero, que se convirtió en suprotector, marchando por su indica-ción a Granada y protegiéndolo luegoen Madrid en la Academia de BellasArtes. Se refiere a los triunfos logradospor el artista y a la pensión que se leotorga para ir a París, describiendo suvida en la capital de Francia y comofué coronado por el propio Napoleón;habla de sus obras y de su casamientocon D.° Ano Bouquel, de Dunqúerque,refiriéndose a su estancia en Roma,donde trabajó junto a los grandes es-cultores, contandonos la amistad conCanova. Examina algunas de sus obrasartisticas, deteniendose en el grupo«La defensa de Zaragoza» y cuanto

sufrió por su patriotismo en la luchacontra los franceses, viéndose deteni-do y encarcelado en el Castillo deSant'angelo. Señala sus grandes mere-cimientos que lo proclaman como elmejor escultor español neoclásico.

Por último esboza la figura de DonAntonio Caballero y Góngora congran cantidad de datos y fechas querevelan la memoria tan prodigiosa delSr. Gámiz Valverde, cuya conferenciabrillantísima, que duró una hora, fuéinterrumpida varias veces con aplau-sos y al final con una estruendosaovación.

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Rogad a Dios en caridad por el alma del señor

Don Santiago Aranda JiménezQue falleció en esta Ciudad, el día 28 de Diciembre de 1.962, después

de recibir los Santos Sacamentos y la bendición de Su Santidad

P. I. P. A.

Su esposa, madre, e hijos, suplican una oraciónpor su alma,

Las misas que se digan el día 28, en San Juan de Dios,a las ocho de la mañana; en la Parroquia de Nuestra Se-nora de la Asunción, a las nueve; y en San Francisco, alas nueve y media, serán aplicadas por el eterno descansode su alma.

Priego de (7,-,-doba, Diciembre (7,7.e 1.94

20 te Odre. de 1964 ADAR.VE

Pág. 9

Ante la encrtstalada puerta que os-tentaba un dorado rótulo, «Sr. Direc-tor», García se quedó un momento in-deciso. Después, tomando aliento, osti-ró su agobiada figura y llamó. ¡Ade-lante!, fué la escueta respuesta.

García entró. Aquel despacho ya leresultaba sumamente conocido. Detrásde la opulenta mesa, siempre rebosan-te de papeles y libros, los ojos dé DonHermógenes le acechaban escrutado-res. Decididamente, aquel día, su carademostraba ser de pocos amigos.

—No sé, Sr. García, qué determina-ción voy a tener que tomar con usted...¡Estoy cansado de repetirle siempre lomismo...! Esta vez se ha equivocadousted en 15 céntimos de un balance .. Yusted compenderá que...

Así, acto seguido, Don Hermógenesespetó a! pobre García un oirodo dis-curso, que por cierto, había estado pre-parando toda la mañana, sobre laproductividad, el rendimiento en altrabajo, la dedicación, etc. etc. y unsin fin de zarandajas por el estilo, ter-minando con la consabida muletilla deque «aquello no volviera a repetirse».De lo contrario... y al decir estas pala-bras, el orondo Director no parecíapresagiar nada bueno,

García balbuceó unas mal hilvana-das excusas, y salió de la estancia,oprimido, verdaderamente abrumado.

Al llegar a su casa, apenas si probóel almuerzo. Contestó con unos mono-sílabos distra idos a la solicitud atentade su esposa, regañó con los niños, yacabó por enfrascarse en la lectura deun periódico.

García, como muchos que como él,gastaban sus codos de la americanaen la monotonía gris de tantas ofici-nas por esos mundos de Dios, tenía sualma en su almario, y un espíritu sensi-ble, —que no sensiblero—, sufrido ycallado.

Precisamente, —pensaba—en que él,tan ignorado, tan «poca cosa».. tan-gris», era uno de los firmes puntalessobre los que se sustentaba la flore-ciente empresa de Don Hermógenes; ylo peor, es que Don Hermonenes losabía.

García, por aquí... García, por allá..,García, que necesito urgente... García,prepáreme... necesito para mañanauna relación detallada de... Y así, díatras día, año tras año...

Hoy, una vez más, le echaron al hon-

rado García «el caballo encima», sinmerecerlo, claro está.

Don Hermógenes no podía saber nillegó a saberlo, que, si en las cuentashubo un error de unos céntimos, detrásde aquella calderilla equivocada seocultaba la gran tragedia de una se-mana de jornadas agotadoras de tra-bajo, y muchas noches sin dormir,ya que la esposa de García se habíaencontrado enferma.

Después, la resplandina, inmerecida,pero resplandina al fin. García se ma-ravillaba de cómo tantos años de ser-vicios y desvelos, de generosa entregaen su trabajo, de tantas y relevantesmisiones cumplidas, todo aquélla ha-bía pasado inadvertido, desapercibi-do, —por lo menos él no recibió jamásel menor elogio—, y más aún, todohabía quedado anulado por el insigni-ficante error de unos céntimos.

El buen García pensaba qué clasededemocracia sería de la que alardea-ba con frecuencia Don Hermógenes:tal vez sería una democracia para an-dar por casa o para debajo del abri-go, de todas formas, algo insólito ysuy géneris.

De otra forma, él, el «gris» García,hubiera podido contestar a su orondoempresario, hinchado de dineros, vani-dad y «guateques», que él podía tam-bién relatarle la fábula de la rana y elbuey.

Hubiera podido recordarle, que, él,Don Hermógenes, no debía olvidar,que, como Director, ocupaba un pues-to que requiere un conocimiento íntimode lo humano, de los valores del indi-viduo, que precisaba calibrar y valo-rar a cada uno con su peso y medida...Que a veces debería prescindir delconcepto subordinado, para bajar abucear en las maravillosas profundi-dades del ser humano, del Hombre.Con sus sentimientos, ideas y aspira-ciones, con sus dolores y alegrías... Pe-ro eso, eso no podía ni siguiera pasarpoda mente del infatuado Don Her-mógenes.,.

García le hubiera gritado, recordán-dole la misión divina que el Directortiene por delegación de Dios sobre eldirigido. Pero, ¿para qué?, tal vez parapseudo democracia de su Director de-rivase en algo más que en una res-plandina.

Y García se calló. La rueda monóto-na de su existencia «gris« giraba diatras dio sin cesar, interrumpida tan só-lo por esa especie de «libertad provi-sional» que constituia su salida para elalmuerzo y después de cenar y dormir.Hasta mañana.

La Navidad se acercaba. Lo cantabatodo; las personas, las cosas, el am-biente, la proximidad del Sorteo, losescaparates repletos de artículos navi-deños, dulces, embutidos, golosinas ..Las grandes cestas navideñas osten-tando un insultante rótulo de un pre-cio de cuatro cifras...

Al fin, llegó el día de Nochebuena.Después de desear muy felices Navida-des a sus superiores, García se enca-minó a su casa, Al entrar, respiró ali-viado. ¡Aquel sí que era su mundo!...Era«su » pequeño 'Reino, «su» casa, «su»hogar, «su» esposa... «sus» niños... Or-

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172ü3 Álavidad/

Pág. lo

ADARVE 20 de Odre. de 1114

gulloso, los abrazó a todos, en un sig-nificativo abrazo de amor y posesión,

—Cuando entro en mi casa y cierrola puerta, atrás se queda en el umbral,«todo» lo demás, «todos» los demás. Elúnico Rey en mi casa, soy yo,—pensa-ba Gorda... El Estado soy yo en mi ca-sa, meditaba, rememorando al ReyFrancés Y tenía razón. Afuera no exis-tía poder humano que pudiese ni fuesecapaz de poner cortapisas ni inmis-cuirse en su vida de hogar. Sólo algopodía franquear aquellas puertas; elAmor, o quien portase amor. Para losdemás, el suyo era un pequeño feudo,dentro de una moderna ciudad sigloXX. Inexpugnable. ¡A ver quien se atre-ve..! Lo defendería a sangre y fuego.El «gris», el obscuro, el tímido García,se agigantaba al pensar esto.

Es Nochebuena. Las calles se vandespoblando a una hora más tempra-na que de costumbre. Hay que irse acenar en familia, es Nochebuena.

García regresa a casa, cargado depequeños paquetes; un poco de mues-tra de cada cosa, de cada clase dedulces, de golosinas. No es la cesta delas cuatro cifras, pero en su casa, gra-cias a Dios, habrá de todo.

De pronto, recuerda a aquella vieje-cita que a veces venía por su casa, enbusca de algún pequeño socorro, quesiempre encontró.

Da García media vuelta, se encami-na a la humilde habitación que ocupa-ba la viejecita. Pasados breves mo-mentos, sale. Ahora lleva la mitad depaquetes que cuando entró. Una extra-ña alegría le saltaba en el pecho, y nosentía el frío de una noche que empe-zaba a concretarse en nieve.Se dispuso la cena. Había en las mira-das algo húmeco y brillante que él recardaba de otras Nochebuenas. Unasensación de paz, de algo indefinible,que calaba muy hondo, tocando fibrasrecónditos, muy sensibles, muy dulces,

' del corazón.Jesús nacía. La sonrisa del Niño Dios

iba borrando pequeñas y grandes querellas, rencillas, rencores; como una es-ponjita que fuese borrando de un tur-bio encerado todo lo malo, todo lo f,,oy mezquino que se había ido acumu-lando durante un año en tantos cora-zones...

García pensó en Don Hermógenes,su jefe. Porque él le apreciaba, a pe-sar de todo. Y, en aquella noche nopodían tener cabida los «tiquis miquis.o minucias de lo cotidiana, compara-das con la majestad del Gran Sucesode Amor qie se conmemoraba.,.

Un repiqueteo del timbre se escuchóen el vestíbulo, y García, algo extra-ñado, obre lo puerta. En el umbral, conel grueso gabán moteado por el armi-ño de unos ;opas de nieve, Don Her-mógenes, Sí, Don Hermógenes, en per-sona. A sus pies tenia una gran cestade Navidad. De las cuotro curas.

—¿Puedo poscr? García se echóun lado, azorado, confuso, pero llenode una profunda emoción.

—He pensado que, puesto que todoslos días estamos para los malos Ora-gos,, juntos, en el trabajo cotidiano,por lo menos esta noche, Nochebuenasin par, me permitirá Vd., Sr, García,que les acompañe un ratito... también,porque, hoce tiempo ,que sentía de-seos de conocer a su esposa y niños...¡Felices Pascuas!

Y Don Hermógenes compartió aque-lla mesa, aunque fuese por un pocotiempo, sobre la cual, preside comouna reina, la gran 'cesta de Navidad;desbordada de cintos, adornos y mul-ticolores colgantes de cristal, una grancatarata de dulces, frutas, turrones, em-butidos, etc., se ofrecía a los atónitosojos de los García. Y de los pequeñosGarcía.

A Don Hermógenes le pareció algomaravilloso, insólito, por lo descono-cido para él, hasta entonces, que unaprosaica cesta de Navidad pudieseponer tanta luz de alegría y bellezaen los ojos somnolientos de unos pe-queñuelos.

Afuera, la nieve se deslizaba en pe-queños copos, que se iban haciendocada vez más densos, y que parecianquerer adentrarse por las ventanas,después de haber jugado con las es-trellas.

Las campanas, con su voz de plata,invitaban a acudir a la Misa del Ga-llo. Una voz misteriosa cantaba en to-dos los corazones: ¡Et in terra pax, ho-minibus. !

Y paz en la tierra a los hombres debuena voluntad...

7aaí A.-7,amata, a. de danatia.

20 k Diebre. di 1914 ADARVE Pág.

El Camino de la felicidad

(Viene de la pág. 12.')

aparte en el que las ondulacío'nes de aquel otro todo que loengloba chocan dolorosa e irri-tantemente. Y en su intimidadmás externa se forma un vacío,una zona de resistencia que dalugar a un desequilibrio queconvierte aquel sufrimiento queno se quiso aceptar ni com-prender en un centro receptory emítidor de vibraciones mor-bosas que deforma todas lasrealidades, de cualquier natu-raleza que ellas sean, que por éltengan que pasar para darse aconocer o manifestarse.

El secreto de la felicidad con-siste en la aceptación del su-frimiento. No será feliz el queno aprenda a considerar el su.frimiento, no como una maldi-ción, sino como una necesidad,y a transigir con él haciéndo-se uno con la vo luntad del quelo da, no por acto arbitrario detiranía, sino porque así lo exi-ge una necesidad que nace másallá de las fronteras que encie-rran el limitado entendimientohumano. Sometimiento, masno con la resignación ciega dela bestia, sino poniendo en esesometimiento todo el peso de lalibertad de elección concedidaal ser humano.

Sólo el hombre que se ha en-contrado a sí mismo sabe so-meterse sin murmurar y conalegría y haciendo de ese so-metimiento la vida toda y elfin de su vivir. Sólo el hombreque se ha encontrado a sí mis-mo será libre, aunque sujeto alsuelo con raíces inarranca-bles.

2.43.

Era una casita pobrecasi tirando a Chabola.Uno candelita ardía,con un color de amapola.

Noches largas, soles breves.La naturaleza duerme,bajo un frío seco, intenso,del triste mes de Diciembre.

El padre con alegríapedazos de leña viertesobre aquel fuego dorado,confortador y luciente.

Solo un hijo le acompañay otro que su esposa sientemoverse ya en las entrañas,esperando feliz suerte.

Es Nochebuena, y las doceel reloj su toque advierte.El padre dice a Juanito,que se vaya á misa urgente.

Que va a nacer allí El NiñoHijo de Dios inocente.Tocan zambombas y pitos,¡anda! que va mucha gente.

El pequeño adormecidonada sabe y desconoce,el porqué su padre a prisa,lo manda a misa a las doce.

Mira, le dice, Juanito.Obedece santamente.Mamá se ha puesto malita,quiero que vayas y reces.

Cuando vuelvas de la iglesiaverás el milagro en frentede tus ojos de angelito,por tu corazón ferviente.

Ei niño besó a su madrese despidió dulcementey fué a la misa del Gallo,muy contento y obediente.

El padre inmediatamentelleno de presentimiento,vió que aquello no esperaba.Había llegado el momento.

Asistió el esposo buenoa la esposa con cariñoy dando las doce en punto,nació en el mundo otro niño.

Hermoso como una rosa.Alegre como un edén.Tan pobre y desabrigado,como el que nació en Belén.

La lumbre los calentaba.La leña chisporrotea;y unidos en la fatiga,contemplan la buena nueva.

En aque l momento entrael esperado Juanitoque venía de los maitines,tiritando el pobrecito.

Observa el enigma inquietoy extrañado y aturdida,no sabe que preguntar,al oir llorar un niño.

La madre para ocultarlela verdad del parvulito,por la chimenea le dice,lo han traido ahora mismito.

Ya te lo dije alma miaya te lo dije Juanito.Que pronto Dios nos traería,a la casa otro hermanito.

Yo estoy mamá muy contentode que venga el pobrecitoy yo jugaré con él,y lo meceré un poquito.

Pero yo digo una cosa;¿por qué tanto se deseaque todos los niños vengansiempre por la chimenea?

El padre muy hábilmentele habla con mil amoresy le dice lo siguientepara calmar sus valores.

Todos los niños bonitosque son de verdad primores,vienen por la chimenea,o en un canasto de flores.

Hubiera sido mejorle dijo al padre Juanito,verlo como un ruiseñormetido en un canastito.

Yo le pondré un nacimientocon tomillos y lantiscoy le traeré los pastoresy Reyes Magos de Egipto.

Y al amparo del cobijode esta humilde chimenea,cantaremos villancicos,al calor de la candela.

Que ha nacido mi hermanitoen noche pura y serena.A las doce, como El Niño,en día de Nochebuena.

CUENTO DE NOCHEBUENAA mi buen amigo Don Jerónimo Molina Gómez,

Registrador de la Propiedad.

Dr. Filiberto Burgos JiménezMÉDICO ODONTÓLOGO

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El Camino de la Felicidad

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¡Si un día, en buena u horamala, amaneciéramos afinca-dos en el suelo, atados a la -deorra con largas raices, como losárboles!

A nadie se nos ocurre pre-guntarnos si los árboles, lasrocas, los astros, encadenadosa inconmovibles giros, forza-dos a pasar y a repasar porpuntos del espacio fatalmentedeterminados por leyes entre-vistas por el microente huma-no y desterrados por lo tantodel espacio dado por las coor-denadas del libre albedrío, sono no felices.

Claro que la pregunta seríaabsurda, tanto que sólo podríaocurrírsele a un niño o a unpoeta.

¡Felices o infelices las píe.dras, los árboles, los astros!¿Acaso concebimos la posibili-dad de que puedan serlo? Noslo imaginamos incapaces de ex-perimentar siquiera el más ru-dimentario sentimiento, inca-paces de ponsar. Les rehusa-

pat/ ..eaetia dkcodaa

mos ese grado de sensibilidadprimaria que concedemos, aun-que a regañadientes, a los ani-males; porque también los ani-males carecen a nuestro enten-der de setimientos con excep.ción de los que son consecuen-cia de la sensibilidad orgánica.

Admitimos en los animalesel dolor porque, aunque no loqueramos para nosotros sabe-mos, por muy obtuso que seanuestro entendimiento, que eldolor es una necesidad vital yel goce una manifestación deese mismo dolor, y los anima-les van y vienen, se enfurecen yhasta lloran.

En este mundo de diversida-des, sólo los entes dotados devida animal son hasta ciertopunto comprensibles para elhombre, los únicos con los quequizá se avendría a compartirpenas y alegrías. Y aún así lesniega el derecho a ser felices odesgraciados, porque ese dere-cho para su bien o para su malsólo es asequible para la criatu-

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ra superior. ¿Hace falta que ha-ga hincapié en que ésta sólopuede ser el hombre?

¡Ah, la vanidad humana! Alos hombres nos gusta creer ennuestra superioridad, y paraprobárnosla nos convertimosen crédulos y fíeles creyentes decuantos dogmas (¿qué más daque estos sean científicos o re-ligiosos?) halaguen nuestra in-génita vanidad. Lo demás nostiene sin cuidado. Somos capa.ces de tolerar el sufrimiento,mas no como necesidad vital,sino como muestra de nuestrasuperioridad sobre todo lo crea-do. Sólo así transigimos con ély lo administramos a los de-más con cuentagotas. Y lo con-cedemos al bruto, pero le nega-mos la conciencia de él, la posi-bilidad de reaccionar y respon-der a él desde el centro recóndi-to de un yo que no existe, porla razón determinante de quenosotros así lo afirmamos, noporque estemos seguros de queno exista en realidad.

¿Luego? ¡Ah! La maldiciónque persigue al hombre arran-ca no precisamente de un peca-do de origen, sino de la con-ciencia del sufrimiento; y con-tinuará persiguiéndole siempreque se quiera considerar esaconciencia como un acto de co-nocimiento, de automático dar-se cuenta, mas no como comu-nión profunda con la razón deser que ha dado lugar a aquelsufrimiento y lo ha convertidoen una necesidad y una ben-dición.

¿Teoría negativa? No. La bes-tía se resigna; pero esa resigna-ción no es aceptada por el hom-bre, que se contenta con tenerconciencia de las capas más ele:,ternas de sí y nó se preocupa deextender esa conciencia a sutan cacareada intimidad y alno menos cacareado mundoque le rodea. El hombre es in-trovertido por naturaleza; seencierra en sí, se aísla del mun-do exterior, y forma un todo

(Pasa a la pág. 11.')