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HACIA UNA HERMENEUTICA CONliEXTUAL por: Dr. René Padilla El problema básico de la hermenéutica bíblica consiste en transponer el mensaje bíblico de su contexto original al contexto del locutor u oyente moderno, a fin de producir en él el mismo tipo de impacto que dicho mensaje quiso producir en los lec- tores y oyentes originales. Otro modo de expresar esto sería decir que la hermenéutica es esencialmente la ciencia y el arte de explicar en una situación histór.ica moderna la Palabra de Dios que originalmente fue explicada en un medía ambiente hebreo o greco- romano, con el propósito de lograr que la vida de los lectores u oyentes se conformen a la voluntad de Dios. Entendida en estos términos, la hermenéutica está fuertemente liga- da a la situación del intérprete. Tiene que ver con esa Palabra de Dios que sólo puede ser comprendida y apropiada o aceptada en la medida en que se h~ce ..carne ..en una situa- ción histórica específica, con todas sus formas culturales I y todos sus factores poi íti- cos, sociales y económicos concretos. La iiTlportancia de tener conciencia de las particularidades de la situación, y del papel que cumplen en la tarea de hacer que el mendaje bíblico cobre significado d.entro de !-In contexto histórico dado, esalgo que no se puede exagerar. El presente tra"- bajo intenta sugerir una hermenéutica que tome en serio la situación y que haga posible que el mensaje bíblico-registrado en textos antiguos tome contacto con la situación de los lectores y oyentes modernos, pero que al mismo tiempo se mantenga fiel a su propó- sito -original. En la primera parte describiré tres diferentes acercamientos a las Escrituras, según la importancia' que se le acuerda 8.la situación. En la segunda parte propondré un círculo hermenéutico como un medio esencial de relacionar el mensaje bíblico con el contexto histórico. Finalmente, en la tercera parte bosquejaré las implicaciones de este acercamiento para la contextualización del Evangelio. " r I

PADILLA, RENE - Hacia Una Hermenutica Contextual

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  • HACIA UNA HERMENEUTICA CONliEXTUAL

    por: Dr. Ren Padilla

    El problema bsico de la hermenutica bblica consiste en transponer elmensaje bblico de su contexto original al contexto del locutor u oyente moderno, a finde producir en l el mismo tipo de impacto que dicho mensaje quiso producir en los lec-tores y oyentes originales. Otro modo de expresar esto sera decir que la hermenuticaes esencialmente la ciencia y el arte de explicar en una situacin histr.ica moderna laPalabra de Dios que originalmente fue explicada en un meda ambiente hebreo o greco-romano, con el propsito de lograr que la vida de los lectores u oyentes se conformen ala voluntad de Dios. Entendida en estos trminos, la hermenutica est fuertemente liga-da a la situacin del intrprete. Tiene que ver con esa Palabra de Dios que slo puede sercomprendida y apropiada o aceptada en la medida en que se h~ce ..carne ..en una situa-cin histrica especfica, con todas sus formas culturales I y todos sus factores poi ti-cos, sociales y econmicos concretos.

    La iiTlportancia de tener conciencia de las particularidades de la situacin,y del papel que cumplen en la tarea de hacer que el mendaje bblico cobre significadod.entro de !-In contexto histrico dado, es algo que no se puede exagerar. El presente tra"-bajo intenta sugerir una hermenutica que tome en serio la situacin y que haga posibleque el mensaje bblico-registrado en textos antiguos tome contacto con la situacin delos lectores y oyentes modernos, pero que al mismo tiempo se mantenga fiel a su prop-sito -original. En la primera parte describir tres diferentes acercamientos a las Escrituras,segn la importancia' que se le acuerda 8.la situacin. En la segunda parte propondr uncrculo hermenutico como un medio esencial de relacionar el mensaje bblico con elcontexto histrico. Finalmente, en la tercera parte bosquejar las implicaciones de esteacercamiento para la contextualizacin del Evangelio.

    "r

    I

  • l. TRES ACERCAMIENTOS A LA ESCRITURA

    Hablando en trminos generales.existen tres acercamientos a las Escritu-ras, segn la actitud que hacia la herme-nutica adopta el intrprete: el acerca-miento intuitivo; el acercamiento cientfi-co; el acercamiento contextua!.

    A. El ACERCAMIENTO INTUITIVO

    Hace ms de un sigio Hudson Tay-lar, el fundador de la Misin al Interior deChina, escribi una carta a una seoritaDesgraz en la que di a conocer lo quems tarde habra de considerarse como su..secreto espiritual.:' Despus de citar laspalabras de Jess segn Juan 7:37. "Si al-guno tiene sed, venga'am y beba; Tay-lar agreg: '

    Quin hay que no tenga sed?Quin no tiene sed intelectual, sed delalma. sed del corazn o sed del cuerpo?

    Pues no importa cual sea o si yo las tu-viere todas. "Venga a m y Npermanezca

    S8cUento?IAh,nol -VenIPBmybeba.-

    Qu? Puede Jess satisfacer to-da' mi necesidad? $, y mucho ms que

    eso. No s610me promete bebida que apa-

    gue mi sed. INo. mejor que eso 1 MEI quecree en mi (el que yo he dichot de sden-tro de ~Ifluir .....

    Acaso es posible? Habr refrige-rio para lo rido.y lo sediento -humede-cidas las tierras quemadas. refrescadoslos lugares ridos- pero ms todava.que sea tan satu rada la tierra que brotenlas fuentes y fluyan los ros? S. as se-rl y no meros riachuelos. llenos mien-tras duran las lluvias. luego secos otra

    vez . .. pero Mde adentro de l fluirnrlo5R -ros omo el potente Yanrtze,siempre llenos. siempre profundos, Entiempos de sequ a pueden secarse losros, vaciarse los canales, pero el Yang-tze Ijamsl Es siempre una corriente vas-tsima que fluye honda irresistible-mente.2

    La lectura que hace Taylor de laspalabras de Jess pronunciadas en la fies-ta de los tabernculos en el primer sigloen Jerusaln, ilustra el acercamiento a lasEscrituras que muchos cristianos adoptanen todas partes. Viene al caso hacer aqu algunas observaciones sobre el mismo.

    1. El inters principal del intrprete se re-laciona con la pertenencia y apro-

    piacin personal del mensaje a su propiasituacin. Las consideraciones hermenu~ticas se dejan a un lado o bien se minimi-zan. En trminos ms tcnicos, el Sitz imleben (la situacin vital) desaparece, y elSitz im Glauben (la situacin de fe) sevuelve prominente.'se da por sentado queel lector moderno tiene acceso directo alsignificado del texto antiguo, siempre quepueda leerlo en su propia lengua, No hayconciencia alguna del papel del contextohistrico tanto en relacin al texto comoen relacin al intrprete moderno. El su~puesto bsico es que la situacin del lec~tor contemporneo coincide en buenamedida con la situacin representada porel texto original. El proceso interpretativoes el que aparece en el Diagrama 1.

    2

  • Diagrama 1

    2. El valor de este acercamiento est enque destaca tres hechos esenciales para

    la hermenutica bblica.

    Primero, que las Escrituras estaban desti-nadas a la gente comn, y no- exclusiva-mente a los telogos profesionales. (Aca-so no fue el descubrimiento de esta ver.dad lo que llev a los reformadores delsiglo XVI a traducir y hacer circular laBiblia en lenguas vernculas?)3

    Segundo, que hay un misterio en torno alas Escrituras, en el sentido de que la Pala-bra de Dios est dada en palabras huma-nas, y se la entiende mediante la ilumina-cin del Espritu Santo.

    Tercero, que el propsito de las Escriturasno se reduce meramente a una aprehen-sin intelectual de la verdad, sino que im-plica una sumisi6n consciente a la Palabrade Dios que se hace oir en las Escrituras.Con las limitaciones que corresponden(como se ver ms adelante), estos treshechos revisten una importancia particu-lar en momentos. en que, en las palabrasde Robert J. Blaikie, - S610mediando laerodici6n sacerdotal de los 'crfticos bfbli-cos 'puede el hombre comn recibir ladoctrina de la Palabrade Dios-'

    3. Por otro lado, el acercamiento intuiti-vo puede llevar fcilmente a alegoriza-

    ciones en las que se pierde el sentido lite-ral del texto. Alguien ha dicho que la ale-gora es la hija de la piedad y, en efectoesto ha sido corroborado por la historiade la interpretacin bblica desde lostiempos de los padres de la iglesia primiti-va hasta la poca moderna. Las interpreta-ciones fantsticas de telogos tan reputa-bies como Orgenes y Agustn, Lutero yCalvino, constituyen ilustraciones ms omenos sofisticadas de un acercamiento ala Biblia inspirado en una actitud piadosa.Es la misma perspectiva que adoptan mu-chos predicadores modernos en su esfuer-zo por lograr que el mensaje bblico resul-te relevante en su propia situacin. Lapregunta que corresponde plantearle a es-te acontecimiento es si la apropiaci6n delmensaje bblico es posible sin violentar eltexto bblico.

    B. EL ACERCAMIENTO CIENTIFICO

    Para el que tenga una comprensinaunque sea superficial del papel de la his-toria y la cultura en relacin a la exgesisbblica, la importancia de los estudios Iin-gusticos e histricos para la interpreta-cin de la Escritura es algo que resulta

    3

  • obvio. Si el tema central de la Biblia es laaccin de Dios en la historia que alcanzsu culminacin en la persona y la obra deJesucristo, luego es imposible entender elmensaje bblico aparte de su contexto his-trico original. La materia prima de lateologa no la constituyen conceptos abs-tractos, ajenos al tiempo, que pueden to-marse meramente de la Escritura simplici-ter como la Palabra de Dios, sino msbien un mensaje relativo a los aconteci-mientos histricos, un mensaje cuya na-rracin e interpretacin estn coloreadaspor las culturas semticas y greco-romanade los autores bblicos. Por lo tanto, unade las tareas bsicas de la teologa. es laconstruccin de un puente entre los lec-tores u oyentes contemporneos y los au-tores bblicos valindose del mtodo his'torico, cuyo supuesto bsico es el de quela Biblia no puede entenderse aparte desuscontextos hist6ricos originales.

    Este es el acercamiento que adoptauna gran mayora de los, los eruditos b.blicos que se dedican al estudio acadmi-co de las Escrituras. Pero es tambin el

    .acercamiento que prefieren los cristianoscultos interesados en " el estudio serio dela Biblia" (por contraste con la simple lec-tura de la Biblia). Qu hemos de decir enrelacin con este acercamiento?

    1. El inters principal del intrprete esten entender el mensaje bblico, orien-

    tado por la conviccin de que lo que senecesita para que dicha comprensin seaposible es volver al Sitz 1m leben de losautores biblicos. Por lo tanto, su esfuerzoconsiste en extraer, por medio de la ex-gesis histrico-gramatical, aquellos eie-mentas ms universales que el antiguo.texto de la Escritura transmite. Dichoselementos pueden luego aplicarse a loslectores u oyentes modernos, pero a estatarea se la concibe generalmente comouna tarea que se desarrolla fuera del cam-po de la erudicin bblica, y que debe re-servarse para los predicadores o los escri-tores devocionales. El proceso interpreta-tivo es el que se representa en el Diagra-ma2.

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  • 2. El valor de este acercamiento est enque da relieve a la naturaleza histrica

    de la revelacin btblica. En cierto modo,la interpretacin histrica ampl a el abis-mo entre la Biblia y los lectores y oyentesmodernos. Al hacerlo, no obstante, datestimonio del hecho de que la PalabradeDios hoy tiene que ver con la PalabradeDios que fue dicha en los tiempos anti-guos por los profetas y los apstoles. Amenos que el intrprete moderno permitaque ei texto hable a partir de su situacinoriginal, no tiene ninguna base para soste-ner que su propio mensaje tiene continui-dad con el mensaje registrado en la Escri-tura. Si los eventos de la revelacin y sui'nterpretacin. que constituyen el conte-nido de la Escritura, se han de tomar se-riamente, entonces, ningn intrprete tie-ne derecho a dedicarse libremente a laeisgesis: su tarea consiste en actualizar elpasado, y la actualizacin est relacionadacon acontad mientas histricos nicosque estn inexplicablemente ligadOSa sig-nificados normativos (si bien no exhausti-vos) y son contemporneos de todas lasgeneracionessubsiguientes.

    3. La limitacin del acercamiento ciend-fico a las Escrituras per se est en que

    supone para el intrprete una "objetivi-dad" que (como sostiene la .. nueva her-menutica.. ) 11 es tanto imposible comoinaceptable. Imposible, porque inevitable-mente el intrprete se acercaal texto conpresupuestos que colorean su exgesis.Inaceptable, porque la Biblia slo puedeentenderse correctamente en la medidaen que se lea en una actitud de participa-cin y se le permita expresarseen relacincon la situacin en que uno seencuentra.La tarea hermenutica no consiste sola-mente en definir el significado original deltexto. Adems el intrprete no puede su-poner que el nico contexto histrico

    concreto que tiene que tomar en cuentaes el contexto histrico relacionado conel texto, como si l mismo fuese un serahistrico. La hermenutica tiene que vercon la transposicin del mensajebblicode su contexto histrico original al con-texto histrico del intrprete moderno,de modo tal que el texto escrito en el pa-sadohagaun impacto en el presente.

    El acercamiento de la crtica hist-rica est en bancarrota puesto que no halogrado que en la interpretacin de lasEs-crituras el pasado cobre vida e ilumine elpresente.

    La tarea hoyes cultivar un acerca.miento que permita que la fe cumpla unafuncin cr(tica en relacin a la crtica b-blica.

    C. EL ACERCAMIENTO CONTEXTUAL

    Los dos acercamientos anteriores alas Escrituras son unilaterales: no le ha-cen justicia al contexto histrico ori~inaldel texto bblico o al contexto histricode los lectores u oyentes modernos. Enconsecuencia, no hay posibilidad de enta-blar un dilogo significativo entre ~I pasa-do y el presente. En el modo intuitivo, elmensaje bblico se adapta prematuramen.te a las necesidades contemporneas enobsequio a la actualizacin. En el modode acercamiento cientfico, por otra parteseconsiderael mensajebblico en su con-texto original, pero su significado estransladado a un mundo que, claramente,no es el nuestro. Cmo podemos salvarel abismo existente entre el pasado y elpresente 7. Cmo puede el mensaje re-gistrado en los documento:; antiguos ha-blarle al intrprete en su realidad concre-ta, sin perder su significado original ?Una cantidad de exgetassehan dedicadoha estudiar este problema. Aqu me voy

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  • a limitar a proponer una manera de lo-grar que nuestro mensaje sea tanto b bli.ca como contemporneo, por medio deun acercamiento que combina ideas posi~tivas derivadas de la hermenutica clsicacon otras derivadas del debate hermenu-tico moderno: el acercamiento contextual

    En este acercamiento se adoptan yequilibran los supuestos bsicos de losdos acercamientos mencionados anterior.mente, es decir, que el contexto del lectorcontemporneo tiene mucho en comncon el del contexto original del mensajebblico y ste puede por consiguiente

    apropiarse hoy, y que el mensaje bblicoslo puede entenderse correctamente a laluz de su contexto originl. Tanto el con~texto del texto antiguo como el contextodel lector moderno reci ben el peso que lescorresponde. la meta es que el horizontede la situacin histrica contempornease fusione con el horizonte del texto, demanera tal que el mensaje proclamado enla situacin contempornea seaun equiva.lente dinmico del mensaje proclamadoen el contexto original. En su forma mssimple, el proceso interpretativo puedeverse en el Diagrama 3

    Contexto Original

    Diagrama 3

    En forma simplificada, el Diagrama3 pone de manifiesto el fin que persigueel acercamiento contextual. Ilustra la im-portancia que tiene el contexto histricopara el mensaje bblico, tanto en su formaoriginal como en la contempornea. Noexiste algo as como un mensaje bblicoseparado de un contexto histrico parti-

    cular.Sin embargo, la representacin del

    proceso interpretativo que se da en latransposicin del mensaje bblico de sucontexto original a un contexto contem.porneo, requiere mayor elaboracin. In.tentar hacerla describiendo el procesocomo un crculo'hermenutico.

    6

  • 11. EL CIRCULO HERMENEUTlCO

    El Diagrama 3 es una simplificacindel proceso interpretativo porque lo re-presenta como un movimiemto en un solosentido, vale decir, del contexto originalhacia el contexto contemporneo, cuandoen realidad de verdad ninguna interpreta-cin del mensaje bblico es posible excep-to aquella que est necesariamente condi-cionada por el contexto contemporneoparticular en que el intrprete mismo seencuentra. No necesitamos concordar en-teramente con Bultmann y sus seguidorespara poder admitir que cuando quieraque un intrprete se acerca a un texto b-blico particular, slo puede acercarse almismo desde su propia perspectiva. Sinembargo, si admitimos esto, resulta obvioque el proceso interpretativo comprendeun crculo hermenutico en el que el in-trprete y el texto estn mutuamentecomprometidos, y que la interpretacininevitablemente ostenta las marcas de sucontexto histrico. El prOCf?;SOcomprendeconsecuentemE:nte, un movimiento en dossentidos. La interaccin dinmica que sedesarrolla en la tarea de la interpretacinse ver ms claramente una vez que haya.mas descrito los diversos elementos delcrculo hermenutico.

    A. LOS ELEMENTOS DEL CIRCULOHERMENEUTICO

    Los elementos que entran en juegoen el crculo hermenutico son cuatro:

    1. La situacin histrica del intr-prete; 2. La cosmovisin del intrprete;3. La Escritura; 4. La teologra.

    1. LA SITUACION HISTORICA DELINTERPRETE

    G) Ningn intrprete vive en el vaco.

    Vive en una situacin histrica concreta,en una cultura, de la que deriva no slosu lengua, sino tambin sus patrones depensamiento y de conducta, sus mtodosde aprendizaje, sus reacciones emociona-les, sus valores, intereses y metas.

    Por lo tanto. si ha de alcanzarlo laPalabra de Dios, tiene que alcanzarlo entrminos de su propio contexto histricoo no lo alcanzar en absoluto. El conoci-miento de Dios slo es posible cuando laPalabra, por as decirlo, se encarna en lasituacin del intrprete.

    Ya que la comprensin del mensajebblico siempre guarda relacin con la si.tuacin del intrprete, no hay garanta deque su interpretacin (su teologral ha decoincidir totalmente con el mensaje en sucontexto original. Ninguna situacin his-trica refleja en su totalidad el propsitode Dios; en toda situacin, por ende, exis-ten elementos que conspiran contra lacomprensi~n de I~ Palabra de Dios. En e~~lenguaje mas tCniCOpuede decirse que la'pre~comprensin ..del intrprete puedeimpedir que su interpretacin sea un re-flejo fiel del mensaje b,blico. Si se aceptaesto, se sigue que toda interpretacin essusceptible de ser corregida y perfecciona-da. Se sigue tambin que en toda situa-cin se hace necesario contar con salva-guardas contra las distorsiones de la Pala-bra de Dios. Toda vez que en el procesode interpretacin cualquiera de los valoreso premisas de la situacin histrica del in-trprete que son incongruentes con elmensaje bblico se vuelven parte de la in-terpretacin, el resultado es el sincretismo.En todo sincretismo hay una acomoda-cin del mensaje b(blico a algn valorprevaleciente en la cultura, una acomoda-cin que generalmente se origina en undeseo de presentar un mensaje "relevante:"

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  • Por otra parte, toda situacin poseeelementos positivos, favorables a la com-prensin del mensaje bblico. En otras pa-labras, toda situacin hace posible ciertoacercamiento a las Escrituras que iluminaaspectos del mensaje qu~en otras circuns-tancias permanecen menos visibles o in-cluso ocultas. 'Consecuentemente, las mis-mas diferencias culturales que entorpecenla comunicacin intercultural resultan serelementos positivos para la comprensinde la multiforme sabidura de Dios; sirvencomo canales para aspectos de la palabrade Olas que resaltan mejor desde dentrode un contexto histrico particular.

    Eugene Rubingh ilustra esto en suartculo sobre" The African Shape of theGospel" ., en el que muestra que la " vi-sin prstina", o visin original caracters-tica de la cultura africana, coloca al afri-cano en una posicin privilegiada paracomprender que " cada cual es parte deltodo, yel Reino comprende toda las face-tas, todos los momentos, todos los ac-toS",7

    Otra ilustracin la proporciona DonRichardson en su libro Hijo de Paz ., quems que un fascinante relato misioneroconstituye un valioso estudio de herme-nutica contextua!. Los Sawi -canibalescazadores de cabezas de la ex Nueva Gui-nea Holandesa- inicialmente aclamaron aJudas como el hroe del relato evanglico,porque idealizaban la traicin; pero elEvangelio produjo una readein positivaen ellos cuando les fue prese~tados en tr-minos de un tarop tim, un nio de paz da-do por Dios a toda la humanidad. Ri-chardson llega a la siguiente conclusin:

    . Las analog(as redentoras, lascla-ves de Dios para penetrar en lasculturasde los hombres, son el acceso aprobadopor el Nuevo Testamento para la evange-lizacin intercultural. Y slo en el NuevoTestamento encontramos el paradigma

    para distinguirlas y apropiarlas, paradig-

    ma que debamos aprender a usar. Algu-nasanalog(as de la redencin sedestacan

    en las leyendas y registros del pasado:

    Olenos. el Portador de los Pecados; Bal-

    der, el Inocente, perseguido hasta sumuerte, pero destinado a gobernar el

    nuevo mundo; el Hombre Justo de S6-

    crates; el dios desconocido de los ate-nienses, analog(a de la que se apropi elapstol Juan; el cordero sacrificial de loshebreos. de la Que se apropiaron tantoJuan el Bautista como Pablo. Otras ana-log(as de la redencin han"estado escon-didas en las culturas del presente, laten.tes. residuales, esperando; el nio taropy las palabras de remon sawis;el nabelan-kabelan, la firmemente arraigada espe.

    ranza de"inmortalidad de la tribu dani; laceremonia asmat del nuevo nacimiento.Todava otros son los lugares de refugioy las leyendas de la cada de hombre, delDi luvio. y de una escaleraque una la tie-rra con el cielo.

    Cuntas ms estn todava espe-

    rando que las hallen, esperando que seapropien de ellas para la Iiberaci n de lospueblos que creen en ella, esperando queCristo las reemplace, para que entonces

    desaparezcan tras el resplandor de su glo-ria, habiendo cumplido el propsito parael cual Dios lasorden? ..

    La situacin histrica del intrpreteno solamente proporciona .. analogas re-dentoras" que pueden servir de claves her-menuticas para la Palabra de Dios en esecontexto particular; plantea tambin inte-@rragantes que requieren respuestasespiri-tuales. De tales interrogantes debe ocu-parse la teologa en cada situacin. SiDios ha de confrontar al hombre con suPalabra dentro de una situacin especfi-ca. debe producirse un contacto con loshorizontes del lector o el oidor del men-

    8

  • ,)

    saje en su propio contexto histrico. Diosno saie al encuentro del hombre en una si-tuacin abstracta; Dios le sale al encuen-tro nicamente como un ser histrico enel contexto de su existencia corporal.

    Esto quiere decir que la tarea her-~ menutica exige la comprensin de l si-y tu acin histrica del intrprete tanto co-

    . mo la comprensin de las Escrituras. Nin-guna transposicin del mensaje bblico esposible a menos que el intrprete est fa-miliarizado con el marco de referenciadentro del cual ha de cobrar sentido elmensaje. Hay, por consiguiente, lugar pa-ra ciencias auxiliares (tales como la eco-noma, sociologa, la psicologa social y laantropologa) que le permiten al intrpre-te definir ms presisamente los horizontesde su contexto histrico, as como la lin-gstica, la literatura y la historia puedenayudarle en su estudio del texto y su con-texto original. Cuanto ms profunda ycompleta sea su comprensin de la situa-cin concreta, ms profundas y completassern las preguntas que le har a la Bibliay las respuestasque encpntrar en ella.

    La as llamada .. teologa de la libe-racin .. en Am"ca I:aiina le ha prestado-....~-_L__~_ ._considerable atencin a toda la cuestinde la situacin histrica del intrprete ysu papel decisivo en el quehacer teolgicoEn efecto, uno de los principales repre-sentantes de esta ..escuela;. Juan Luis Se- .gundo 10, sostiene que la diferencia bsi-ca entre un telogo de la liberacin y untelogo acadmico es que aquel se ve obli-gado

    a cada paso a poner juntas les disciplinasque le abren el p~o V las disciplinasque le explican el presente. y ello en laelaboracin de la teolOO(8, esto es, en suintento de interpretar la Palabra deDios dirigida a nosotros, hoy y aqu(. 11

    Propone luego un circulo herme-

    nutico en el que se distingue cuatro pun- :tos. Primero, nuestra manera de experi-mentar y evaluar la realidad concreta, lacual nos lleva a la .. sospecha ideolgica'.Segundo, la aplicacin de esta sospecha atoda la ..superestructura ideolgica;. de laque la teologa forma parte. Tercero, unnuevo modo de experimentar la realidadteolgica, lo cual nos lleva a la ..sospechaexegtica:' Cuarto, una nueva hermenuti-ca, vafe decir, un nuevo modo de interpre-tar la Escritura, que incluye los elementosnuevos adquiridos en el proceso.

    Optando por el anlisis sociolgicomarxista de la realidad como punto de (partida 12, sin embargo, bloquea a priorila posibilidad de que las Escrituras hablenpor si mismas. Si el intrprete se acerca ala Biblia con interrogantes que surgen de .una elaboracin ideolgica de la realidad, \cmo puede impedir que su teologa setransforme en un mero eco de su deolo- \ga? Nadie puede sostener su propia obje- \tividad absoluta, pero esto no puede ser-vir como base para suponer que la teolo~ga debe conformarse a una ideologapre..envasada a fin de que sea relevante.Los errores de una teologa que ha sidopuesta al servicio de los defensores delstatus qua no se van a corregir atando ala teologa a una ideologa diferente, sinopermitiendo que las Escrituras puedan ex-presarse libremente en nuestra situacin yreformular esas mismas preguntas que larealidad concreta tiene que formularle aella. Sin esa libertad, el crculo hermenu-tico viene a ser un crculo vicioso. Quedabloqueada la circulacin hermenutica.

    Esto no es negar la necesidad de de-sarrollar instrumentos adecuados paraanalizar la realidad concreta en todas susdimensiones. Todas las investigacionescientficas, no obstante, estn basadas enltima instancia en un compromiso reli-gioso y, por consiguiente, no pueden pre-

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  • tender ser autnomas con respecto a laPalabra de Dios. Ms todava, no se debeolvidar que la experiencia y la observa-

    cin personales de la realidad tambinconstituyen medios validos para compren-der los horizontes con los cuales tendrque entrar en contacto la Palabra de Diosen la situacin contempornea. Cierta-mente la ciencia puede agregar elementosnuevos y vlidos, pero de ningn modopuede considerarse como la nica manerade adquirir conocimiento de la realidad.Consecuentemente, no debe ser absoluti-zada.

    En conclusin, una adecuada com-prensin de la situacin concreta resultaesencial por cuanto la hermenutica notiene que ver nicamente con el significa-do del mensaje para los lectores u oyentesmodernos en su propia situacin histricaLa encarnacin deja bien en claro cul esel punto de vista de Dios respecto a la re-velacin de s mismo y a sus propsitos:

    Dios no proclama su mensaje desde el cie-lo; Dios se hace presente como hombre.La culminaCin de la revelacin de Dioses Emanuel, y Emanue.1es Jess: iun ju-do del primer siglo! Esta encarnacin de.muestra inequ vocamente la intencin deDios de hacerse conocer desde dentro dela situacin humana concreta. En razn-de la naturaleza misma de la Palabra deDios, slo podemos conocer su Palabracomo un mensaje contextualizado en unasituacin particular.

    2. El punto de vi.ta del Intrprete .obreel mundo y la vida.

    Ya hemos sealado que el intrpre-te se acerca a la Escritura desde una pers-pectiva particular. Tiene su propia pers-pectiva del mundo y la vida, su propiomodo de aprehender la realidad, en buenamedida derivado de su situacin, pero que

    tambin le permite verla como un todocoherente. Est o no consciente dedicha perspectiva del mundo y la vida esdeterminada por la religin que est pordetrs de todas sus actividades.' 3 Comolo ha expresado Peter Serger, ..toda defi-nicin de ~a situacin implica presupues-tos tericos especficos, un marco de refe-rencia, en ltima instancia una perspecti-va de la realidad:' 14 Podemos extenderesta observacin a la hermenufica bblicay decir que toda interpretacin del textoimplica una cosmovisin.

    En general, la teologa occidentalno ha tenido conciencia de la medida enque ha sido afectada por el punto de vistamaterialista y mecanicista del mundo y dela vida que se ha apoderado de occiden-te.ls Para el intrprete que acepta sincuestionamiento el punto de vista moder-no y .. cientfico" dei mundo y de la vida,segn el cual la conciencia emprica es lanica fuente de conocimiento y nada queest fuera de su campo puede ser real, re-sulta natural suponer que en los ~asos enque las Escrituras se refieren al mundo delespritu o a los milagros, por ejemplo, apapenas se la puede tomar seriamente. A lomejor, dicho intrprete no llegar al ex-tremo de Bultmann, quien afirma que lacosmovisin que reflejan las Escrituras esobsoleta, y que la desmitologizacin cons-tituye por lo tanto un mtodo hermenu-tico esencial si el mensaje del Nuevo Tes-tamento no se ha .de considerar como al-go articulado. Pero, por lo menos tendrreservas mentales en cuanto a la validezde lo que considerara una cosmovisinpre-cientfica.

    El intrprete cuya perspectiva delmundo y de la vida ha sido enmarcada enuna situacin histrica dominada pQr elsupuesto de un universo cerrado, en laque todo puede explicarse en base a cau-sas naturales, necesita el co.rrectivo que

    lO

  • proporciona la Escritura en su nfasis enun Creador personal que obra con sentidoen y a travs de la historia; en la creacincomo totalmente dependiente de Dios; enel hombre como la ..imagen de Dios;. afec-tado por el pecado y la redencin. Taleselementos constituyen las substancias dela perspectiva bblica del mundo y de lavida, aparte de la cual no puede haber unaadecuada compren.>in ni de la realidad nide las Escrituris. La per~pectiva ..cientfi-ca.- del mundo y de la vida est centradaen el hombre el"')un contnuo cerrado, enel que no son posibles actos intencionales(y por lo tanto actos verdaderamente hu~manos) sino slo incidentes en una cade-na de .causalidad natural. En contrastecon esto, .Ia perspectiva bblica del mun-do y de la vida se centra en el Dios vivoque en su propia comunicacin por mediode la Palabra ha dado y sigue dando laprueba ltima de su existencia. Y la Bi-blia ha de leerse segn sus propias premi-sas.

    A fin de poder leer la Biblia segnsus propias premisas, sin embargo, quie-nes estn condicionados por lo que 00-nald M.Mackey llam nada-ms-ques-mo.-' 6_el .-reduc;:ionismo ontolgico;-entrminos filosficos- necesitan una ver-dadera .. conversin epistemolgica:. Ne-cesitan comprender que el supuesto deque la razn tiene la capacidad de captarla totalidad de la realidad puede ser un su-puesto slidamente establecido en occi-dente, pero esto no significa que se loacepte universalmente ,o que no exista re-paros. Bien pudiera ocurrir que lo queles impide entrar en el ,. extrao mundode la Biblia .. no sea su cosmovisin obso.leta que ella tiene, sino sus propios presu-puestos secularistas y su injustificada con-fian4a respecto a los poderes de la razn!

    3. Las Escrituras

    La hermenutica tiene que ver conun dilogo entre las Escrituras y una si-tuacin contempornea concreta. Su pro-psito es transponer el mensaje bblico desu texto original a una situacin particu-lar en el siglo XX. Su supuesto bsico esque el Dios que habl en el pasado y cuyaPalabra ha sido registrada en la Biblia si-

    gue hablando hoy en las Escrituras; que..Ia revelacin de Dios y el hombre queconstitua una realidad en Israel, y queen Jesucristo rebas sus limitaciones na-cionales para convertirse en la fe y la vidade toda la humanidad, tiene acceso a cadanueva poca slamente a travs del angos-to canal de las Escrituras .. ' 7

    En un sentido, la Biblia ha de leerse..como cualquier otro libro;' lo cual signi-fica que el intrprete tiene que tomar enserio el hecho de que est frente a untexto antiguo con sus propios horizonteshistricos. Su tarea es hacer que el textomismo hable, sea que l est de acuerdocon dicho texto o no. Si lo teolgico de-pende de lo histrico, entonces el esfuer.]lO del intrprete debe consistir en enten~der lo que significa el texto en su situa~cin original.

    En las palabras de James Smart:

    Toda interpretacin debe tenercomo su primer paso la lectura del textocon el matiz exacto d~ significado quetena cuando primero fue escrito o pro-nunciado. Primero. las palabras deben re-tener el sentido distintivo que quiso dar.le su autor. y ser ledas dentro del con-texto de sus otras palabras. Luego, cadapalabra debe ser estudiada en el contextode la poca a fin de establecer. no sola-

    11

  • mente el significado que tena para el au-tor, sino tambin qu significado tendrapara aquellos a quienes estaba dirigida,no siendo siempre idntico ambos, ade-ms de represenmr ambos un papel en lagnesls del texto, El trensfondo religioso,cultural y social es de la mayor Impor-tancia para penetrar por medio de las pa-labras en la mente del autor, pero no de-be suponerse que siempre usaba palabrascon la misma significaci6n que sus con-temporneos. La omlsl6n de cualquierade estas disciplinas es sef'ial de falta derespeto, no s610 por el texto y su, autor,sino tambin para con el asunto de quese trata."

    Sin embargo, se podra argumentarque el acercamiento histrico-gramaticaldescrito en esta cita es tambin tpica-mente occidental y que, en consecuencia,carece de valor para las culturas no-occi-dentales, Despus de todo -arguyen quie-nes sostienen dicha posicin- una orien-tacin hermenutica particular dependede presupuestos determinados cultural-mente; no ha de suponerse que tiene vali-dez universal.19 Qu hemos de decir an-te esta tesi s?

    'Primero, ningn intrprete, cual-quiera sea su cultura, tiene libertad parahacerle decir al texto cualquier. cosa quel quiera hacerle decir. Su tarea es lograrque el texto hable por s mismo, y conese fin inevitablemente tiene que tomarcontacto con los horizontes del texto porla va del contexto literario, de la gramti-ca, de la historia, etc. En occidente y fue-ra de occidente, la Biblia es un libro anti-guo y debe leerse ..como cualcuier otro li~bro - a fin de entenderlo. Al mismo tiem-po, tambin es cierto que es el Esprituquien hace posible que podamos oir la Pa-labra de Dios a travs de la Biblia, y volve-remos a ocuparnos de esto ms adelante;pero en ninguna cultura puede decirseque el Esp ritu sea un atajo para la com-

    prensin del mensaje bblico.Segundo, la teologa occidental no

    se ha caracterizado principalmente porun uso consecuente del mtodo histri-co-gramatical con el objeto de permitirque la Biblia misma hable, sino por unmtodo dogmtico, por medio del cualsistemas teolgicos en competencia hansilenciado a las escrituras. Las conceptua-lizaciones abstractas modeladas S8lln lafilosofa griega a menudo han andado dela mano con alegorizaciones y tipologasen las que el carcter histrico de la reve-lacin sucumbe completamente y la inter-pretacin de la Biblia se vuelve un ejerci-cio literario y homiltico caprichoso. Lateolog a occidental proporciona abundan-tes ilustraciones de la manera en que se haeludido consciente o inconscientementela exgesis histrico-gramatical como me-canismo para sostener una posicin teol-gica particuJar. 2 o

    Tercero, a fin de minimizar la im-portancia del mtodo-histrico~gramaticalno se debe apelar al uso que del AntiguoTestamento hace el Nuevo Testamento,como si fuese algo comprobado que los.escritores del Nuevo Testamento no te-nan mayor inters en el sentido literal delas Escrituras del Antiguo Testamnto.Desde luego, los problemas de esta reade los estudios bblicos no pueden deses-timarse fcilmente.2' pero no existe basealguna para la idea de que el Nuevo Testa-mento se especializa en una exgesis alta.mente imaginativa muy semejante a la deljudasmo rabnico. Incluso en el caso dePablo, a pesar de su formacin rabnica,hay tal restriccin en el uso de la alegorapor ejemplo, que no puede pasar desaper-cibida. Como lo ha expresado JamesSmart:

    La eliminacl6n de todas las instan-cias de alegora de sus escritores (los dePablo) no modificara la estructura desu. teologa. Esto ciertamente constituyela prueba decisiva.22

    12

  • El esfuerzo por lograr que las Escr-\tu ras hablen sin imponerles una interpre.tacin prefabricada es una tarea herme~ ~nutica obligatoria para todo intrprete,cualquiera sea su situacin histrica. Aun Icuando la atencin que se presta a los fac-tores histricos a veces pareciera dar co-mo resultado un ahondamiento de la bre-cha entre el intrprete y el mundo de laBiblia, aun as dicho acercamiento esesencial si el mensaje bblico ha de enten-derse por lo que es: un mensaje que pro-viene de un contexto histrico definidomuy alejado del intrprete. Esto no quie-re decir, desde luego, que la objetividadtotal es posible, pero s que a menos quela objetividad se establezca como meta,todo el proceso interpretativo est conde-nado al fracaso desde el comienzo delmismo. Ciertamente debemos sospecharde nuestra objetividad, pero tambin te-nemos que mantener la esperanza de en-.tender el texto sin que nuestras ideas pre-concebidas entorpezcan la tarea de hacerQue la Biblia hable por s misma.

    Con todo, la objetiv.idad no debeconfundirse con la neutralidad El Que laBiblia deba leerse .. como cualquier otrolibro" puede tomarse como una afirma-cin de la necesidad de considerar seria-mente los aspectos literarios e histricosde las Escrituras, pero tambin puede to-marse en el sentido de Que la Biblia debeleerse desde la perspectiva de la fe. Yaque todo libro debe leerse a la luz del pro-psito para el que fue escrito, y tomandoen cuenta que la Biblia se escribi paraque Dios pudiese hablar en y a travs deella, se sigue que la lectura de la Biblia..como cualquier etro libro" implica leerlacon una actitud de apertura hacia la Pala-b'"a de Dios.

    El historiador que sostiene que el inter-prete de las Escrituras. ur:' cientfico b-

    blico, deber ser un cientfico con unamente suficientemente abierta como pa-ra permitir que la materia que estudiasea la que determine la naturaleza delmtodo a emplear. Si las Escrituras loenfrentan con realidades teolgicas, esdecir, con misterios... necesitar enton-ces instrumentos teolgicos tanto comohistricos y literarios a fin de poder ana-Iizar cientficamente su contenido pleno.23

    Otro modo de expresar esto es decirque, ya que las Escrituras no estn desti-nadas simplemente a aportar informacinsino a comunicar la Palabra de Dios, tieneque produci rse una toma de contacto en-tre los horizontes del texto y los del intr-prete. Es slo cuando el intrprete estdispuesto a preguntarse:" Qu significaeste mensaje para m hoy, dentro de mpropio contexto?;' que est preparado pa-ra entender el sentido del mensaje en sucontexto original. La comprensin y laapropiacin del mensaje bblico son dosaspectos de un todo indivisible: la apre-.hensin comprometida de la Palabra deDios.

    Para ir ms all de un mero entendi-miento intelectual de las Escrituras, sinembargo, el intrprete requiere la ilumina-cin del Espritu Santo. El mismo Espri-tu que inspir las Escrituras en el pasadoest activo hoy para hacer la Palabra per-sonal de Dios en una situacin concreta.La Palabra escrita cuyo tema principal esJesucristo, cumple su propsito cuando elEspritu, cuya tarea es dar testimonio deJesucristo, ilumina.la mente y la capacitaas para ver a Jesucristo en las Escriturasy su vigencia en una situacin histricaespecffica. El testimonio de las Escrituras Ies inseparable del testimonio del EsprituJSanto.

    En .conclusin, la tarea hermenuti-ca es simultneamente una tarea cientfi-ca y una tarea pnemtica. Tiene que ver

    13

  • con la comprensin del texto en su con-texto original, y con la apropiacin de sumensaje en una situacin contempornea.Requiere el uso de herramientas exegti-cas, pero requiere igualmente la ilumina-cin del Espritu santo.

    4. LaTeologa

    ~

    Ya sea en forma de "teologa bbli-ca" o en forma de ..exposicin de la Biblia'la teologa es el resultado de una fusinde los horizontes de la situacin histricacontempornea y los horizontes del tex-:to. Sin esta fusin no puede darse lai transposicin del mensaje bblico de una; situacin concreta en el pasado y una si- .: tuacin concreta en el presente. La teolo-ga ser relevante a una situacin particu-lar en la medida en que est expresada ensmbolos y estructuras mentales que for-man parte de dicha situacin y se ocupe-de las cuestines y los intereses que surjanen ese contexto. Ser fiel a la Palabra deDios en la medida en que est basada enlas Escrituras y tengan el poder que pro-porciona el Espritu para el cumplimientodel propsito divino.

    En y a travs de la teologa en queexiste una fusin genuina entre el textoantiguo y la situacin contempornea seencarna la Palabra de Dios. As, pues, lasituacin histrica juega un papel decisivoen la formulacin de una teologa que estanto bblica como contempornea. Porlo menos tres razones abonan esto.

    ~

    .. Primero, desde que la Palabra se hi-zo hombre, la nica comunicacin posi-ble de esta Palabra es aquella que se en-

    I carna en la historia con miras a ponerse al

    \

    ' alcance del. hombre como un ser histri-co. Toda comunicacin autntica de laPalabra de Dios est modelada en la en-carnacin, y por lo tanto procura encon-trar un punto de contacto con el hombre

    'dentro de su propia situacin concreta.Segundo, sin una traduccin que va.

    ya ms all de las palabras a fin de meter-se en la materia prima de la vida, la Pala-bra de Dios es unaabstraccin. La Palabrade Dios est relacionada con la totalidaddel universo y de la experiencia humana.Si su proclamacin no est dirigida a ne-cesidades y problemas especficos en unasituacin particular, cmo puede experi-mentarse concretamente la realidad de laPalabra? La Palabra de Dios no es un prin-cipio abstracto ni una mera doctrina, sinoel factor determinante de la vida en todassus dimensiones, el criterio bsico en baseal cual se juzgan todos los valores queconstituyen la substancia de la vida humCi-na. Sin contextualizacin, por lo tanto. laPalabra de Dios necesariamente tocar a lavida slo tangencial mente. 24

    Tercero, a fin de que la Palabra deDios reciba una respuesta inteligente, yasea positiva o negativa, tiene que habercomunicacin efectiva, comunicacin quetome en cuenta el punto de contacto en-tre el mensaje y el contexto histrico. Sital es el caso, la comunicacin de la Pala-bra de Dios no puede limitarse a la repe-ticin de frmulas doctrinales traducidasliteralmente, cuyo xito se haya demos-trado en otras latitudes. Si la proclama-cin del mensaje de Dios ha de extendersems all del nivel consciente y su llamadoha de ser ms que una invitacin un meroasentimiento intelectual, debe incluir lacontextualizacin de la Palabra de Dioscomo uno de los elementos esenciales. Deotro modo producir conversiones espu-rias o respuestas negativas que reflejarnuna comunicacin fallida y no un recha-zo de la Palabra de Dios.

    Sin embargo, si la teologa represen-ta una verdadera fusin de los horizontesdel pasado con los horizontes del presen-te, no se limitar a tratar las preguntas

    14

  • que surjan dentro de una situacin con-creta, sino que tambin comunicar laspreguntas que la Palabra de Dios le plan-tea a esa situacin. La tarea hermenuticano se completa hasta que la totalidad dela realidad haya sido sometida a la Palabrade gracia y de juicio y las personas que lacomponen puedan oir dicha Palabra desde.dentro de su situacin histrica.,

    B. Ladinmica del crculo hermenutico

    Habiendo considerado los. elemen-tos del crculo hermenutico ahora esta-mos en condiciones de echar un vistazo ala manera en que dichos elementos se in-terrelacionan en el proceso interpretativo.Para presentar esto adecuadamente seranecesario emplear una pelcula ms bienque un diagrama. Entonces sera posible

    mostrar con mayor preclslon cmo uncambio en la situacin del intrprete ope-ra un cambio en ,su comprensin de lasEscrituras, mientras que un cambio en sucomprensin de las Escrituras a su vez re-percute en su situacin. Se vera que unahermenutica genuina involucra un dilo-go entre el contexto histrico y las Escri-turas, un dilogo en que el intrprete seacerca a las Escrituras con u~a perspectivaparticular (su visin del mundo) y se acer-ca a susituacin con una comprensinparticular de la Palabra de Dios (su teolo-ga). A pesar de las limitaciones de un di-bujo esttico, podemos representar el pro-ceso interpretativo como un crculo en elque los cuatro elementos del crculo her-menutico estn conectados como 10muestra el Diagrama 4:

    Diagrama 4

    La Escritura

    Perspectiva del mundo y de la vida

    Teologa

    Situacin histrica

    La meta del proceso interpretativoes la transformacin de la vida humana ensu situacin histrica. Con ese fin.el intr-prete escucha los cuestionamientos que sehacen en su situacin, y acude a las Escri-

    turas con la siguiente pregunta:" Qu di-ce Dios en las Escrituras respecto a esteproblema partic.ular?"" La forma en queenuncia las preguntas especficas depen-der naturalmente de su perspectiva del

    15

  • mundo y de la vida. Puede, por ello, de-ci rse que la situacin concreta slo puedeacercarse a las Escrituras a travs de 'lacosmovisin del intrprete.

    Cuanto ms profundas y completassean las preguntas que el inirprete traigaa las Escrituras a

  • lacin con cuestiones ticas.Sin embargo, Croatto no alcanza a

    ver el papel nico que tanto los profetascomo los apstoles representan en la his.toria de la salvacin como intrpretes au-torizados de los eventos originales, cuyapalabra de interpretacin es inseparablede los eventos mismos.26 Como resultadodeja abierta la puerta para una eisgesisdel tipo ms arbitrario. Pudiera ser que unsensus plenior en las Escrituras sea la infe~rencia lgica de una doctrina bblica de lainspiracin. Pero ningn intrprete mo-derno puede sostener que su interpreta-cin se encuentra en el mismo nivel que lade los profetas y apstoles en las Escritu-ras, sin caer en un subjetivismo total. Lainterpretacin de los eventos salvficosque aparecen en la Biblia no es exhaustivapero ciertamente es normativa.

    Esto, sin embargo, no r~suelve elproblema de aquellas preguntas para lasque no seda en las Escrituras ninguna res-.puesta explcita. No es una ligereza pre-guntar: "lOe que vale que las Escrituras se-an normativas si no responden a interro-gantes que surgen de la situacin contem-pornea?:"

    L.a respuestaest en que, en primerlugar, aun cuando las Escrituras no res-ponden exhaustivamente a una cantidadde interrogantes contemporneos, encambio proporcionan guas que son sufi-cientes para que el intrprete deduzca loque las Escriturasdiran si seocuparan es-pecficamente de dichos interrogantes.Todas las respuestas tendrn que conside-rarse improvisaciones, pero todava serposible juzgar cules de ellas estn toda-va msen consonancia con el tenor gene-ral 'de la autoridad bblica y cuies sonmeros reflejos del condicionamiento his-trico a que est expuesto el intrprete.Adems, el Espritu de Dios est activopara poner a su pueblo en situacin de an-

    dar en obediencia, aun cuando no puedaarticular a priori todas las respuestas paracada situacin especfica. Cuando se reco-noce que las Escrituras no se proponenproveer opiniones que puedan o no seraceptadas por el lector moderno, sino ser-vir de norma divina para la fe y la prcticaen todas las generacionessucesivas,se es-tablece la base para un mtodo hermenu.tico en el que todo el esfuerzo se concen-tra en lograr que las Escriturasmismas ha-blen. Las preguntas Iniciales que surgende nuestra situacin concreta quiz ten-gan que ser luego reformuladas. El conte-nido de la teologa ser, en consecuenciano slo respuestasa preguntas especficasplanteadas previamente dentro de la sItua-cin histrica, sino tambin preguntasque el texto bblico plantea a las pregun-tas iniciales. El acercamiento histrico-gramatical es, por lo tanto, una conse-cuencia lgica del punto de vista en el quelas Escrituras son consideradascomo nor-mativas para la fe y la prctlca.27

    Cuanto ms profunda y rica seanuestra comprensin del texto bblico,tanto ms profundo y rico ser nuestroentendimiento del contexto histrico ydel significado de la obediencia cristianaen esecontexto. Queda abierta as la posi-bilidad de cambios en la cosmovisiri delintrprete y, en"consecuencia .para un en.tendimiento y una apropiacin ms ade.cuados del mensaje bblico. En respuestaa interrogantes ms apropiados y a unacosmovisin ms acorde con la Escritura,el texto mismo hablar ms claramente.Cuanto ms se le permita a la Biblia ha-blar por s( misma, tanto ms las pregun-tas que se le formulen desde dentro de lasituacin histrica sern las que realmen-te importan; cuanto ms acorde sea laperspectiva del mundo y de la vida desdela cual nos acercamos a la Biblia, tantoms relevante ser la teologa formulada

    17

  • en respuesta a las candentes cuestionesque el intrprete tiene que enfrentar en lasituacin concreta.

    En conclusin, el proceso interpre-tativo involucra una continua toma decontacto mutuo entre los horizontes deltexto y los horizontes del contcto hist-rico. Ni nuestro entendimiento del textoni -nuestra comprensin de la situacinconcreta resultan adecuados, a menos queambos interacten constantemente y secorrijan mutuamente. Cuando esto ocurreel intrprete se acerca a la Escritura pro-gresivamente con preguntas acertadas ydesde una perspectiva correcta, y su teo-loga, a su vez es msbblica y ms rele-vante a su situacin. Va de su situacinconcreta, a travs de su visin (creciente-

    mente ms bblica) del mundo y de la vi-da, a la Escritura; y de la Escritura, a tra-vs de su teologa (cadavez ms relevan-te), a su situacin, yendo y volviendo, enbusca siempre de una fusin de suspro-pios horizontes con los de la Escritura.As, la hermenutica puede concebirseco-mo una circulacin que progresaen formade un espiral, en la que n entendimientoms rico y msprofundo de la Biblia con-duce a un entendimiento mayor del con-texto histrico, y un entendimiento msprofundo y msrico del contexto histri-co conduce a una mayor comprensin delmensaje bblico desdedentro de la situa-cin concreta mediante la obra del Espri-tu Santo,

    111. LA CONTEXTUALlZACION DEL EVANGELIO

    Daniel van AlImeh28 ha argumen-tado que la contextualizacin constituy

    el elemento dinmico en la formaci6n dela teologl'a del Nuevo Testamento. La he-.leni:zaci6n de la iglesia en ta poca apos-tlica fue iniciada por misioneros hele-nistas, que en un movimiento espont-neo, y bajo la presin de los factores ex-ternos (de persecuci6n), tomaron a sucargo la obra de la evan~eli:zaci6n y abor-daron a los griegos en su propio terreno.Fueron ellos los que, por una parte, co-men:zarona adaptar al griego la tradicinque di6 nacimiento a los Evangelios, ylos que, por otra parte, predicaron lasbuenas nuevas por primera vez en grie-gO.29

    Su meta, no obstante no era una.'teologa helenizada;' sino simplementeuna transcripcin fiel del Evangelio. al

    griego. Despus de los traductores vinie-ron los poetas -cristianos de habla grie-ga- que dieron expresin a la fe recibida,no mediante una teologa elaborada siste-mtica, sino cantando la obra que Dioshaba hecho a favor de ellos, (SegnvanAllmen, aqu est el origen de una canti-dad de himnos cit~dospor los escritoresdel Nuevo Testamento, particularmenteel que apareceen Filipenses2:6-11), Fi-nalmente, despus de los poetas vinieronlos telogos, con la doble funcin de ase-gurar que los nuevos modos de expresarla fe correspondiesena la doctrina apost-lica (funcin crtica) Y de mostrar que to-das las declaraciones teolgicas debanhacerseen relacin con el corazn de la fecristiana, es decir, el seoro universal deJesucristo, Van Allmen sostiene que laforma en que el cristianismo fue heleniza-

    18

  • do en el primer siglo establece el modelopara la contextualizacin en el da de hoyLo que se necesita, segn l, son misioneMros como los helenistas que ".no se lanza.ron con intencin teolgica": poetas comolos autores de los himnos citados en elNuevo Testamento, que '"no buscaban de-liberadamente una forma original de ex-presar su fe;' y telogos' como Pablo, queno se propuso hacer teologa ... El nicoobjeto de investigacin que se permite,y que incluso se encomia -concluye- esel Reino de Olas en Jesucristo (d. Mateo6:33) Y la teologa,con todas las demscosas, nos ser aadida~' 30

    El valor del artculo de van Allmenradica en que destaca la importancia de laobediencia como fuerza motora en la con-textual izacin del Evangelio en la po{;dapostlica. En efecto, el inters primarioen la iglesia primitiva no era .. hacer teo-loga. sino obedecer el llamado de Dios ala misin. Sin embargo, es un error suge-rir que el Evangelio puede predicarse, yque la fe puede ca.ntarse, sin teologa. Nila proclamacin del Evangelio ni el cultoa Dios son posibles sin teologa, por pocosistemtica y por ms "implcita ..que ellasea. En otras palabras, los misioner.os ypoetas helenistas eran tambin te

  • na? 2 Ypone un nfasis desequilibrado enel crecimiento numrico de la iglesia.Como resultado, en muchas partes delmundo el cristianismo est consideradocomo una religin tnica: la religin delhombre blanco. El Evangelio tiene un so-nido forneo, o no tiene ningn sonicb,m relacin de los sueos y ansiedades,problemas e interrogantes, valores y cos-tumbres del pueblo. La Palabra de Dis sereduce'
  • NOTAS

    l. En todo este trabajo, la palabra "cultura" se emplea en un sentido amplio ..lncluye no solamente lashabilidades tcnicas. el estilo de vida, las actitudes y los valores de un pueblo, sino tambin sus mo-dos de pensar, sus procesos cognitivos y sus maneras de aprender, todo lo cual en ltima instancia

    . expresa un compr;omiso religioso.

    2. Howard y Geraldine Taylor. El Secreto Espiritual de Hudson Taylor, Ed. Moody. Chicago, s/f,pp. 180-181.

    3. "Todos los reformadores del siglo XVI, trtese de Lu~ro, Zwinglio o CaMna, crean que en las Es:crituras Dios les hablaba en la misma forma en que lo haba hecho en los ~rlmeros das a los profe-tas y apstoles. Creian que si el pueblo comn tuviese la Escritura en una lengua en que pudiese en-tender, podran oir a Dios hablndoles directamente, y podran acudir a El en busca de consuelo,calor o instrucci6n; y la descripci6n que hacan de lo que para ellos eran las Sagradas Escrituras, essimplemente otro modo de decir que todos los creyentes pueden tener acceso a la misma presenciade Dios. Las Escrituras eran para ellos, por lo tanto, una revelaci6n personal ms bien que dogmti-ca. Relatan la experencia de una comunin con Dios disfrutada por sus santos en pocas pasadas.que todava puede ser compartida por los fieles. En la historia de la Biblia, como lo conceban losreformadores. omos dos voces: la voz de Dios que le habla con amor al hombre, y la voz del hom-bre renovado respondiendole a Dios en fe. Esta comunin no es algo muerto que pertenece a unapoca pasada; puede ser compartida aqu y ahora." (T.M. Lindsay, citado por Allan M. Stibbs enUnderstanding God's Word, The Inter Varsity Fellowship, Londres, 1950, pp. 58-59),

    4. Secular Christianity and God Who Aeu, Hodder and Stoughton, Londres 1970, p. 27..

    5. Sobre los valores positivos y las limitaciones de la "nueva hermenutica", vase A.C. Thiselton,"The New Hermenutics", New Testsment Interpretation, Ed. l. Howard Marshall, The PaternosterPress, Exeter, 1977. pp. 308 ss.

    6. His Magazini, Vol 33, NO 2 (octubre de 19721. pp. 9 ss.

    7. Ibld.

    8. Don Richardson. Hijo de Paz. d. Vida, Miami, 1976:

    9. Ibid . pp. 316-317.

    Io.Juan Luis Segundo, Liberacin de la Teologi'a, Ed. Carlos Loh. Buenos Aires, 1975.

    11.lbid.,pp; 12.

    n.Segundo deja acalarado que su eleccin de este punto de partida se hace "no ciertamente por crite-rios teolgicos, sino humanos" libid . 181. Sin embargo si l cree con W. H. van de Poi, que "todaeleccin de un punto de partida en ciencia. en filosofa y en teologa, significa a priori la eleccinde una determinada visi6n del mundo y de la vida "libid nota la pie de pgina 18), resulta dificilver cmo para l la eleccin de un punto de partida puede ser autnomo de los criterios teolgicos,como si la visin cristiana del mundo y de la vida no tuviese nada que ver con relacin a la evalua-cin y la formulacin de teoras. Para un correctivo a este modo -de aproximacin. enraizado en eldualismo cat611co-romano entre la naturaleza y la gracia. vase Nicholas Wolterstorff, ReasenWithln the Bounds of Religion, William B. Eerdmans Publishing Company. Grand Rapids, 1976.

    21

  • 13. Cf. Kalsbeek, Contours of a Cristian Philosophy: And Introduetion To Herman Dooyeweerd'sThought, Ed. Bernard y Josina Zylstra, Wedge Publising Foundation, Toronto, 1975. esp. cap. 2.

    14. Petar Berger, Pyramids of Sacrifice, Doublday, Garden City, New York, 1976, p. 30.

    IS. Cf. Robart J. Blaikie, op. cit.

    16. Donald M. Mackay, The Cockwork Imaga: A Christian Perspective on Science, lnter - VarsityPress, Londres, 1974, pp. 42 ss. "El nadamasqueiSr'no -dice el autor- se caracteriza por la nocinde que reduciendo cualquier fenmeno a sus componentes no s610 se lo explica, sino que se darazn de l" (p. 43).

    17. James D. Smart, The Str~nge Silence of Scripture, SCM Press Ltd.,. Londres, p. 144.

    18. James D. Smart, The Interpretation of Scripture, SCM Press Ltd., Londres, 1961. p. 33.

    19. Cf. Charles R. Taber, 'Hermeneutics And Culture", Gospel and Culture, Ed. John Stott y RobertT. Coote, William Carey Library, Pasadena, 1979 pp. 109 ss.

    20. Karl Barth provee una clara i1ustracipn de esto en su interpretacin "cristo lgica "de Gnesis 2: elque el hombre no debe estar solo significa que Cristo necesitaba a la Iglesia como SU ayuda id6-nea. El que al hombre se lo hizo dormir a fin de que la mujer pudiera existir significa que la iglesias610 poda existir mediante el dormir de la muerte de Cristo seguido por su resurreccin. El que elhombre tuviese que dar su costilla para' que pudiese ser formada la mujer significa que Cristo tuvoque entregarse por amor a la iglesia, recibiendo de vuelta la carne de la iglesia, es decir, la iglesiaen su debilidad, as como Adn recibi a Eva. El que al hombre se le pidiese que dejase a su padrey a su madre y se uniese a su mujer significa que Cristo tuvo que dejar la gloria de su Padre y unira la iglesia a s mismo. El que Adn y Eva estuvieran desnudos y no se avergonzaran significa queJess y su 19lesiaestn cara a ara sin verguenza (Dogmtica JII,"1.:pp. 376 'ss.).

    21. Cf. E. Earle Ellis, "How the New Testament Uses the Dld", New Testament Interpretation, Ed.Howard Marshall, The Paternoster Press, Exeter, 1977, pp. 199-219. En respuesta a la pregunta:Podemos reproducir la exgesis del Nuevo Testamento? (Tyndale Bulletin NO 21, 1970, pp.3 ss.lo Richard N. Longn..eckersugiere que debiera hacerse una distincin en el Nuevo Testamentoentre exgesis revelatoria y circunstancia, que no debemos intentar reproducir, y exgesis hist6ri-co-gramatical, que sr dbemos intentar reproducir.

    22. The lnterpretation of Scripture, p. 130.

    23. Ibid . p. 31.

    24. Jacobo A. Loewen acepta que para que el mensaje biblico sea relevante tiene que dirigirse a nece-sidades especficas de la cultura, pero aade acertadamente que "el mensaje verdaderamente rele-vante se dirige no slo a una necesidad inmediata. sino a una gama de problemas bsicos. Comoverdadero mensaje de Dios. ha de proporcionar una razn de ser una nueva y renovada tanto pa-ra el individuo como para la sociedad". 1'The Church: Indigenous and Ecumenical", PracticalAnthropolo9V, Vol. 11. NO6 (noviembre.diciembre, 1964). p. 244.

    25. Cf. J. Severino Croatto, Liberacin y Libertad: Pautas hermenuticas, Ediciones Mundo Nuevo.Buenos Aires. 1975.

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  • 26. La imposibilidad de separar el evento de Cristo de su interpretacin apostlica la recalc P. T.Forsyth en The Principie of Authority, Independient Press Ltd., Londres, 1913. Segn l. la reve-lacin de Dios deba continuar, pero en la palabra apostlica de revelacin ... La interpre~acinapostlica es parte integrante del hecho, del proceso, y del propsito revelatorio, parte real si bienpstuma de la continuada enseanza de Cristo mismo. En los apstoles se efectu una revelacinde revelacin, y una revelacin de la misma una vez para siempre" (P. 133l.

    27. Cf. James Packer, Hermeneutics and Biblical Authority", Themelios, Vol. 1, NO 1 (otoode19751. pp. 3.12.

    28. Daniel van Allmen, "The Birth of Theology", International Review of Mission, Vol. 64, NO253(enero de 1975), pp. 37-55.

    29. Ibid., p. 10.

    30. Ibid.,p. 52.

    31. P. T. Forsyth, op. cit., p. 221. Forsyth agrega: ., Es imposible separar las preguntas: 'En quinconfas?' y 'lQu crees acerca de l? '. Solo confiamos en El en una funcin teolgica como nues.tro Salvador; no slo como nuestro Padre -eso no es cristianismo- sino como el Padre del eternoHijo y nico Redentor" libid., pp. 12-22).

    32. En otra parte he indicado el problema que plantea en todo el mundo un "cristianismo-cultura",en el que el Evangelio que se predica ostenta las marcas del" estilo de vida norteamericano" ..El Evangelio y la Evangelizacin". El Evangelio Hoy. Ed. Certeza, Buenos Aires, pp. 112-117.

    33. '.. Theology and Missionary Task ", Missiology: An International Review, Vol. 1, NO3 {julio de19731. p. 295.

    34. En el caso de Asia, la situacin ha sido descrita por un lder evanglico muy respetado, en los si-guientes trminos: "Las escuelas que se asocian con instituciones extranjeras para conceder ttu-los tienen que seguir los planes extranjeros. En muchos puntos este plan es irrelevante para la sia-ci 6n en"Asia. Por ejemplo, en las escuelas teolgicas evanglicas occidentales, los estudiantes estu-dian defensas contra los telogos liberales. Pero la mayora de los asiticos no tienen ningn pro-blema en aceptar los milagros, el sobrenaturalismo, y la autoridad de la Biblia, Los asiticos notendran que dedicar tiemp? a contestar preguntas que no se hacen en el Asia. En cambio s nece-sitan concentrarse en cuestiones relativas al sufrimiento, la pobreza, la posecin demonaca, la ur-banizacin, el comunismo, y otras religiones asiticas vivas. Por lo tanto, tenemos que contextua-lizar nuestro plan de estudibs" (Bong Rin Ro. "lWhy Accreditatlon?", Asia Theological News,Vol. 3, NO2 {julio d. 19771. pp. 2.3.

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