Padma Sambava

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SEQ CHAPTER \h \r 1Padma Sambava: el segundo Budah

Credo tibetano del nacer Y del morir

Extractos del libro editado por Miguel Grinberg

No crean nada, oh monjes, simplemente porque se lo dieron... o porque es tradicional, o porque lo imaginaron. No crean lo que su maestro les dice, simplemente por respeto al maestro. Pero luego de la indagacin y el anlisis, en razn de todo lo que descubran como conductor hacia el bien, el beneficio y el bienestar de todos los se res, crean en esa doctrina, adhiranse a ella, y tmenla como su gua . Sidarta Gautama

Una siembra luminosa

Entre los imponderables tesoros espirituales que el budismo tibetano guarda en su tradicin, se debe al maestro Padma Sambava un vasto y revelador tratado titulado La Liberacin Natural Mediante la Contemplacin de los Budas Iracundos y Apacibles. A l se le reconoce la introduccin de las enseanzas de Buda al Tibet durante el siglo VIII de la era presente.

Segn las crnicas de la poca, antao en ese pas regan cultos religiosos brbaros ante los cuales, un emperador esclarecido llamado Trisong Detsen (755-797) decidi encaminar el destino tibetano en direccin de las enseanzas budistas, cuya trayectoria en la India ya llevaba doce siglos de frtil implantacin. En ese sentido, su obra de esclarecimiento fue facilitada por la visin de otro emperador que lo precedi, Songtzen Gambo (627-749), quien en la culminacin de una poca de alta beligerancia nacional apuntada a neutralizar tendencias militaristas feudales, decidi abrir su pas a la cultura de la India, despus de explorar el acervo espiritual del Asia.

Gambo, con la intencin de proporcionarle al Tibet el lenguaje escrito que no posea, envi a los eruditos ms dotados de su reino a aprender snscrito en centros religiosos indios, como paso previo para la traduccin de los mximos textos budistas. Crea firmemente que un clima nacional de "sacralidad" podra orientar a su nacin hacia la cohesin social y la grandeza moral.

El budismo es una de las ms refinadas filosofas antiguas y hace 2.500 aos que constituye una reveladora corriente religiosa. Iniciada en la India por el prncipe Sidarta Gautama, posee como elementos primordiales una bondad amorosa universal, el culto de la no-violencia, un impulso de paz e indulgencia, Asimismo, estimula a los seres conscientes a que se basen en slidos principios ticos y a que durante su existencia terrena se enfoquen hacia la bsqueda de la verdad y el significado de la vida. Sus enseanzas contienen una profunda comprensin de la mente humana y proponen mltiples disciplinas meditativas. Esto ltimo se encuentra tan arraigado en las tradiciones budistas, que es tomado como obvio. De all que se d por sobreentendida la prctica de la meditacin, y que se enfatice su aprendizaje bajo la gua de maestros idneos.

La prctica de la meditacin, especialmente dentro del budismo tibetano, apunta a que el discpulo descubra en s mismo las zonas de conflicto, que comprenda la naturaleza de su ser y que desarrolle al mximo el potencial de su mente. El objetivo predominante es que la vida se colme de significados y de realizaciones, no simplemente para el bienestar personal, sino para el beneficio de todo el mundo.

E n la esfera devocional, a Padma Sambava. (que en snscrito significa nacido de un loto), se lo considera como el Segundo Buda, porque cuando Sidarta estaba a punto de fundirse en el parinirvana, le dijo a sus seguidores: Esta vida mundana es transitoria, y la separacin resulta inevitable. Pero en el centro de un lago inmaculado situado en las tierras de Udyana, aparecer alguien que ser ms sabio y poderoso que yo. Nacer en el centro de una flor de loto, ser conocido como Padma Sambava, y revelar enseanzas de los Mantras Secretos que liberarn a todos los seres de la precariedad material.

El trmino snscrito parinirvana define la meta suprema de las aspiraciones budistas: la paz total, el reposo eterno. Sobreviene tras la muerte del cuerpo fsico, una vez alcanzadas la plena purificacin moral, la sabidura suprema y el nirvana. Es un estado inefable e indescriptible. Implica el cese absoluto de la existencia mundana, la decadencia corporal, la muerte, el nacimiento y la repeticin de los cielos encarnados.

El nirvana es un estado de liberacin suprema del sufrimiento y constituye el objetivo de todas las prcticas budistas. Es la finalizacin del samsara o cielo infinito de la existencia: el budismo sostiene que todos los seres no realizados transmigran continuamente de una vida a otra, que los cuerpos mueren pero las mentes son eternas y estn atadas a tal ciclo por la ignorancia, los deseos y las ilusiones. El nirvana est al alcance de todos porque es la verdad implcita de la condicin humana y los maestros afirman que para una mente iluminada y despierta nirvana y samsara no son ms que dos caras de la misma moneda. Algunas escuelas budistas lo sitan ms all de este mundo, pero la lnea universalista del budismo tibetano (y de otras latitudes del Asia) lo asumen como parte de la vida corriente donde se producen los fenmenos sensoriales. De modo que quien alcanza el nirvana transforma los sucesos relativos cotidianos en una dimensin perfecta, extraordinaria, llamada estado de Buda o Budidad.

Impresionado por las doctrinas budistas enseadas en la universidad de Nalanda de la India, el rey tibetano Detsen le pidi apoyo a su rector, el maestro indio Khenpo Shantarakshita, para construir un primer monasterio en Samye. El sabio verific que sus poderes eran insuficientes para enfrentar la reaccin mgica y demonaca de los chamanes adeptos a la antigua religin Bon, y convoc a Padma Sambava para concretar el difcil emprendimiento. Lo ligaban lazos de familia, pues el Segundo Buda tena como consorte y discpula a la princesa Mandarava, hermana de Shantarakshita.

Considerado como una emanacin del habla de Buda Avalokitesvara (seor de la Compasin Universal), de la mente de Buda Amitaba (seor de la Luz Inconmensurable) y del cuerpo de Buda Sakyamuni (Gautama, el fundador, sabio del clan Sakya), las biografas de Padma Sambava exceden los matices de cualquier personaje histrico pues, a la par de sus acciones fsicas entre los seres vivos, ostentaba los poderes de ocho apariencias distintas de carcter sobrenatural.

L a doctrina explica que todos los Budas de las Diez- Direcciones (cenit y nadir, norte, sur, este, oeste, noreste y noroeste, sudeste y sudoeste) y de los Tres Tiempos (pasado, presente y futuro) son en esencia idnticos y se unificaron en la figura de Padma Sambava, conocido tambin en la India como Gur Padma y en el Tibet como Gur Rinpoche. Las enseanzas esenciales de Buda son siempre iguales para todos, pero segn sea el estado de la evolucin espiritual de los involucrados, pueden interpretarse de manera diferente. De all las innumerables variaciones y corrientes del budismo. Padma Sambava se presentaba de modos dismiles, adecuados a la receptividad de los buscadores de la iluminacin y de la consiguiente liberacin del sufrimiento.

Creci, igual que Buda, en un contexto palaciego como hijo adoptivo de Indrabodi, rey de Odiyana, quien lo visualizaba como su heredero y se negaba a permitirle una vida de peregrinaje inicitico y de exploracin religiosa. Para librarse de tal designio, Padma Sambava quebr la ley del reino: durante una ceremonia real se sumergi en una danza alucinada y clav de modo letal un tridente en el pecho del hijo de un ministro. Se lo conden al exilio en lo que se consideraba el peor lugar del reino: los crematorios. Pero all se reunan los adeptos al Tantra (en el budismo, disciplina contemplativa vivencial ajena a la abstraccin filosfica) y se vincul con infinidad de dakins (emanaciones femeninas de la sabidura bdica, angelicales o feroces segn las circunstancias, eventualmente erticas). Desde ese momento, sus conexiones con mltiples divinidades fueron espontneas y constantes. Distintos maestros lo fueron iniciando en matices sutiles de la epopeya espiritual, en tanto perfeccionaba ceremonialmente el tantrismo con su consorte Mandarava. A cierta altura, desentra los secretos de la longevidad, trascendi los mrgenes de la vida y de la muerte y, por consiguiente, se volvi inmortal.

Cuando regres a Odiyana disfrazado de mendigo, fue descubierto y el ministro cuyo hijo haba muerto lo conden a sucumbir en una gran pira, situacin de la que Padma Sambava y Mandarava salieron totalmente ilesos. Hay otras versiones del incidente, y una de ellas narra que Mandarava era abadesa de un convento con 500 monjas, e hija del rey de lo que hoy es Mandi. El maestro entr al convento y la tom como consorte, violando la ley. Ese monarca orden quemarlo pero las llamas se transformaron en un lago.

En consecuencia, y deslumbrado, el rey de Odiyana se convirti en discpulo de su hijo. Dondequiera ste apareca, reverta radicalmente mediante la fe situaciones de odio y violencia. Viajaba de modo incesante y as lleg a ser un mximo maestro tntrico en Nalanda.

El Tantra es un mtodo meditativo apuntado a lograr la experiencia inicitica que precede a la iluminacin. Abarca cuatro dinmicas esenciales: el mandala (cosmograma grfico que permite captar la realidad csmica inductora de la realizacin espiritual del practicante), las asanas (posturas correctas para la meditacin), el mudra (gesto de carcter ritual consumado con las manos y los brazos) y el mantra (invocacin mental edificante ligada al acto meditativo).

Padma Sambava diluy de modo avasallador todas las fuerzas demonacas que se mancomunaron para impedir que introdujera el budismo en el Tibet, y las crnicas sealan que trasmutaba sin cesar cuanta manifestacin de negatividad apareca en su rea de influencia. No bien lo acometan los poderes imperantes basados en creencias mticas primitivas, Padma Sambava no ceda ante las fuerzas naturales hostiles desatadas en su contra, ni resultaba vulnerable a los designios mgicos destructivos.

Sin cesar, cuando era enfrentado con el entendimiento antiguo, proporcionaba nuevas explicaciones y expona -con obstinacin hbil y transparente- las facetas msticas y luminosas de la existencia humana. Saba de los ritos primitivos de los tibetanos que procuraba iniciar en el budismo hoy conocido como Escuela Vajrayana (diamantina, joya de la sabidura que expresa la realidad suprema y que manifiesta una compasin universal). El budismo afirma que las deidades celestiales (budas apacibles) o las formas demonacas (budas iracundos) son expresiones de la mente humana. Por lo tanto, la neutralizacin de tales potencialidades requiere que se domen las, propias emociones.

No bien se consolid una situacin favorable al budismo en el Tibet, Shantarakshita asumi como abad del flamante monasterio de Samye, y comenz la traduccin sistemtica al idioma tibetano de todas las enseanzas del Buda preservadas en snscrito. Muchos tibetanos fueron a estudiar a Nalanda, y numerosos maestros indios se radicaron en el Tibet.

No hay acuerdo entre los cronistas sobre el tiempo que Padma Saraava permaneci entre los tibetanos, y as como algunos lo miden en meses, otros lo establecen en dcadas. En un documento histrico llamado 'Declaracin de Ba" se resuelve la discordancia mediante esta explicacin: pareca que el maestro abandonaba el Tibet pero lo que en verdad parta eran proyecciones creadas por Padma Sambava, que se reclua en cavernas distantes, o continuaba su labor misionera en Nepal y Bhutn, para la transmisin colectiva del Darma (la Enseanza o Verdad). Sostena siempre que el conocimiento espiritual debe personalizarse y convertirse en testimonio individual, pues si se mantiene en mera teora no cumple funcin provechosa alguna.

Dados sus poderes magnos, suele explicarse, concretaba grandes realizaciones que supuestamente demandaran mucho tiempo, cosa que en la prctica se volva relativo. Haca mucho en un instante, y cada instante equivala a la eternidad. Y su leyenda afirma que Padma Sambava contina viviendo como maestro en est mundo, para beneficiar con su luz a todos los seres sensibles como gran regente del Vajrasatva (cspide de los budas apacibles, custodios de los misterios sublimes) y para garantizar con su presencia que la genuina esencia del Darma permanezca para siempre en la tierra.

El tratado La Liberacin Natural Mediante la Contemplacin de los Budas Iracundos y Apacibles detalla con profundidad e intensidad las cspides del credo tibetano sobre el arte de morir y renacer, corno forma de superar progresivamente los obstculos que traban el desarrollo espiritual. Su recopilacin inicial se debe a la princesa Yeshe Togyel, consorte y discpula tibetana principal del maestro Padma Sambava, quien no slo transcribi sus enseanzas orales -en un lenguaje codificado que hoy se denominan escrituras de dakini- sino que Togyel los ocult en cavernas y otros lugares secretos e inaccesibles cuando el maestro vaticin que vendra una poca muy adversa para las enseanzas del Buda en la regin, cosa que efectivamente ocurri a partir del siglo IX.

Los llamados termas (tesoros o reminiscencias de la Visin Pura), no slo quedaron guardados en lugares conocidos apenas por sus discpulos ms cercanos, que en encarnaciones posteriores los localizaron como reveladores de tesoros o tertones, sino que al mismo tiempo algunos quedaron como sembrados en la mente de otros iniciados, que los corporizaron en el futuro cuando las condiciones fueron mejores, En la prctica, el terma es inmaterial y permanece protegido en profundos niveles mentales, hasta que sbitamente lo devela uno de sus herederos espirituales. Hay siete tipos: algunos fueron escondidos en el seno de rocas, tierra o agua; otros quedaron como reminiscencias latentes; y otros fueron transmitidos de mente a mente (de maestro a discpulo).

Uno de los tertones ms famoso fue Karma Lingpa, quien localiz esta enseanza en una cueva montaosa de la zona tibetana central, en el siglo XIV. poca luminosa, que el tibetlogo Robert Thurman describe as: "Todos aquellos lamas eran eruditos, santos, cientficos y exploradores psiconuticos (navegantes de la mente). Se cree que una gran cantidad de ellos haba conquistado la capacidad que llamamos 'muerte lcida'. Haban practicado a la perfeccin los yogas esenciales que se alcanzan durante una vida de enfoque total en la iluminacin... Esos lamas eran los cientficos ms avanzados, santos hombres y mujeres carismticos al extremo, respetados lderes sociales, y los ms amados miembros de la sociedad tbetana ". Cabe sealar que se llama lama a todo maestro espiritual, sea o no un monje.

Siglos despus de su recuperacin en aquellos tiempos ms propicios, una fraccin funeraria de los mismos (el Bardo Thodol, que significa "liberacin mediante el escuchar en el plano posmortem") fue traducido al ingls y publicado en Europa en 1927 bajo el ttulo arbitrario de Libro Tbetano de los Muertos.

La tarea bsica fue realizada por el lama Kazi Dawa Samdup, que el profesor britnico W. Y. Evans-Wentz, del Jesus College de Oxford, compil y public firmando el resultado con su nombre. Recin al publicarse la tercera edicin en 1955, en Estados Unidos un oportuno prefacio del lama Anagarika Govinda colocaba a Padma Sambava en su justo lugar corno autor original del trabajo. Evans-Wentz, que por cierto haba querido emular al Libro Egipcio de los Muertos (otro ttulo arbitrario con el que algunos egiptlogos del siglo XIX bautizaron a un papiro en verdad titulado Libro de la Salida al Da), puso algunas cosas en su lugar en 1954 con la edicin de otra fraccin de las enseanzas de Padma Sambava, bajo el ttulo Libro Tbetano de la Gran Revelacin incluy algunas secciones d la biografa del Gur Rinpoche escrita por la dakini Yeshe Togyel. Pero en general, la sobrecarga de interpretaciones intelectuales que elabor este divulgador europeo de formacin cristiana, torn bastante indigeribles sus dos aportes divulgatorios.

Para corregir ese frrago retrico que en vez de esclarecer en Occidente las avanzadas enseanzas del sabio Padma Sambava las oscureca, el segmento de las ceremonias mortuorias de su prdica fue traducido de nuevo al ingls en 1975 por el lama Chgyam Trungpa y la investigadora Francesca Fremantle. La psicointerpretacin del erudito lama contemporneo result ms extensa que el texto bsico comentado: aclar muchas zonas puestas en penumbra por Evans-Wentz, pero planteaba un problema nuevo. En vez de ir al "alma" del texto, se esmeraba en enumerar eruditamente en snscrito el nombre de infinitas deidades totalmente desconocidas por lectores occidentales no budistas que slo saben que el Tibet existe gracias a la prdica infatigable del Dalai Lama. Que no tienen la menor intencin de adherir al ascetismo budista y que no saben qu pensar cuando Trungpa les expresa que "Ahora, los principios de los cinco Taghta se transforman en los Hruka y sus consortes... Vajrapan se manifest como Hayagriva, la roja figura colrica con cabeza de caballo, y emiti tres relinchos para proclamar su presencia en el reino de Rudra, Luego penetr en el cuerpo de Rudra por el ano, y Rudra qued humillado en extremo...

Por fortuna, en 1994, Robert Thurman tradujo, con mayor amplitud temtica la obra original y recuper una gran cantidad de plegarias y visiones de Padma Sambava desechadas por las dos versiones precedentes. All reside su mrito: no dej afuera la poesa espiritual del Nacido de un Loto, quien dijo: 'Vine como lluvia que cae por el mundo en formas innumerables para quienes estn listos para recibirme. Las acciones de los Iluminados son incomprensibles. Quin puede definirlas o medirlas?'

El Libro Tibetano de los Muertos

Uno de los preceptos centrales de la religin tibetana se basa en el concepto de reencarnacin, lo cual incorpora a la muerte no como el fin de todas las cosas, sino como una etapa esencial de la evolucin humana. Las traducciones ms divulgadas del Bardo Thodol (a las que pueden agregarse otras tres: la de Giovanni Tucci, la de Eva K. Dargyay y la mancomunada de Stephen Hodge y Martin Boord) ponen en primer plano rituales a ser practicados con los difuntos, en especial una serie de recitados que tienen por finalidad guiar al fallecido hacia la consumacin del nirvana en otras rbitas. Caso contrario, volver a encarnar en este mundo de los seres pasibles de sufrimiento.

E n tibetano, bardo significa entre dos, estado intermedio o zona de transicin. En el contexto ms estricto, se asume como el interludio entre el acto de morir y la asuncin de la vida siguiente.

Las enseanzas de Padma Sambava se inscriben en una de las tres grandes corrientes budistas, la Vajrayana (budismo Tntrico o Esotrico). Llamada tambin "vehculo de diamante", recurre a conjuros, rituales altamente sofisticados, smbolos y la adquisicin de poderes sobrenaturales, a fin de alcanzar el estado de Iluminacin. Todas estas tcnicas psicofsicas se transmiten oralmente del maestro al discpulo, no hay manuales integrales al respecto. Los existentes son insuficientes sin la enseanza oral. El practicante se identifica con Buda y puede alcanzar la Iluminacin en una sola vida. Las prcticas tntricas se caracterizan por la inclusin de la vida sexual (shakti). Thurman propone que etimolgicamente, Tantra significa red y establece una concordancia entre el mundo exterior y el interior, entre las deidades y los seres comunes. Las doctrinas tntricas detallan prcticas rituales en pos de realidades supremas. As mismo, en tibetano el Tantra se conoce como rgyud, que significa continuidad.

Las otras dos corrientes son el budismo Hinayana (o Theravada), denominado "pequeo vehculo", que enfatiza la austera vida individual en el seno de un monasterio como manera de emular a Buda (quien desech el ascetismo extremo), conquistar la santidad mediante la prctica meditativa y extinguir el deseo y los residuos krmicos al final de la vida. El karma es una ley de la causa y el efecto: todas las acciones positivas o negativas pesan sobre cada individuo y lo condicionan a sufrir sus consecuencias durante una o varias existencias. El objetivo espiritual consiste en librarse del cielo de las existencias.

En cambio, el budismo Mahayana o "gran vehculo" no admite la liberacin personal como objetivo exclusivo y se aboca con la compasin como herramienta altruista principal a avanzar hacia la Iluminacin junto a los semejantes, todas las vidas que haga falta.

En las prcticas Vajrayana se identifican seis bardos:

1. el proceso del fallecimiento (intervalo desde el instante en que el individuo comienza a morir hasta que tiene lugar la separacin de la mente y el cuerpo) y la eventual percepcin de la Luz Clara (naturaleza bdica);

2. las visiones apacibles e iracundas (proyecciones de la mente humana que toman caractersticas de deidades del cielo o del infierno, semejantes a los estados psicodlicos);

3. perodo de devenir o renacimiento (donde la conciencia desciende y la mente -por la fuerza del karma- asume un nuevo cuerpo donde nacer: el budismo no postula la continuidad de una entidad que se reencarna sino que habla del renacimiento de un flujo de conciencia o emanacin en un nuevo cuerpo);

4. la transicin entre el nacimiento y la muerte (la conciencia comn, despierta en la vida corriente);

5. el estado de sueo (lo que se experimenta cuando se duerme);

6. la concentracin meditativa (estabilidad durante los ejercicios de introspeccin).

Lo singular del Bardo Thodol en su versin integral (con los votos y plegarias) es que deja de ser un manual funerario y se vuelve una gua para el acto de vivir. En todo momento de su crecimiento y evolucin como ser humano, cada individuo muere en relacin a su pasado, deja atrs facetas de su ego antiguo, y si no lo hace le resultar imposible encontrar su lugar en la nueva vida espiritual que le cabe como iniciado.

Por eso el lama Govinda resalta que todos los que estn ilustrados sobre la filosofa budista reconocen que el nacimiento y la muerte no son fenmenos que ocurren una sola vez en la vida; se producen ininterrumpidamente. En cada instante algo muere en nosotros y algo renace. Por lo tanto, los diferentes bardos representan distintos estados de conciencia en nuestra vida. El estar despierto con la conciencia normal de haber nacido en el mundo humano, el estado de inmersin en el sueo, el trance durante la. meditacin profunda, la experiencia de morir, la experiencia de la realidad, la experiencia de renacer. Hay mucho para hacer en esta vida, que no se trata de una misa por los muertos, cosa a la cual se redujo al Bardo Thodol en los ltimos tiempos. La obra se dirige no slo a quienes ven que se aproxima el final de su vida, o que estn cerca de la muerte, sino a quienes todava tienen muchos aos de vida encarnada, y que, por primera vez, advierten el significado de su vida como seres humanos. Nacer como ser humano es un privilegio, segn la enseanza de Buda, porque ello ofrece una rara oportunidad de: liberacin a travs del propio esfuerzo decisivo, a travs de un darse vuelta en el profundsimo asiento de la conciencia.

William Hart, en su obra sobre la meditacin Vipassana, dice que el universo existe para cada uno tan slo cuando lo experimentamos con el cuerpo o con la mente. No est en parte alguna, est siempre en el aqu y el ahora. Y la exploracin de nuestro aqu y ahora es la nica forma en la que podemos explorar el mundo, porque a menos que exploremos nuestro mundo interno, nunca podremos conocer la realidad. En la antigua lengua pali de la India, Vipassana significa visin cabal. Constituye la esencia de la enseanza del Buda la experimentacin real de las verdades que enunci. Sus palabras son la expresin de su experiencia meditativa y tambin instrucciones detalladas de la forma en que debe practicarse para alcanzar la meta que l alcanz: la experiencia de la verdad. Muy por encima de los cultos tanatolgicos imperantes en estos tiempos degenerados, las enseanzas de Padma Sambava revelan los secretos de la vida. Lo cual les otorga un inmenso valor espiritual a la vez que las reviste de una infinita proyeccin universal.

En cualquier aprendizaje general, un discpulo se da vuelta, se revierte: escucha, reflexiona y medita. Pero aqu se trata de algo distinto al escuchar en el contexto de la escucha, la reflexin y la meditacin. Equivale a cierto tipo de enseanza del Vajrayana que tiene la capacidad de provocar la liberacin. Esta liberacin "mediante el escuchar" no alude al acto fsico, al uso del sentido del odo, por parte de alguna persona que escucha la lectura de la enseanza de alguien llamado Buda. Ms bien se trata de una experiencia de alguien que acepta la enseanza con su corazn, se apropia de ella, y con ella se embebe, se empapa y se embriaga.

Escuchar, en este caso, es abrirse con total permeabilidad. Es dejar que el corazn vibre y se colme infinitamente, con fe, sinceridad, devocin y entrega.

Lo que tal vez comienza de modo intuitivo, va transformndose en entendimiento: el sentimiento se fusiona con el pensamiento. El corazn y la mente accionan de modo unsono. Por fin, la captacin intuitiva y el discernimiento mental pasan a accionar en la experiencia directa del individuo, que convierte la enseanza en una realidad viva, expansiva, ilimitada. Y es aqu que resuena expandida la premisa de Padma Sambava: "el conocimiento espiritual debe personalizarse y convertirse en testimonio individual, pues si se mantiene en mera teora no cumple funcin provechosa alguna". O como expresa el Lama Govinda: "as, la conviccin intelectual crece y se vuelve certeza espiritual, en un conocimiento donde el conocedor se vuelve uno con lo conocido".

La liberacin natural consiste en identificarse con lo que es, tal cual es, porque por encima de lo ilusorio de la vida y la muerte, el secreto consiste en librarse de la ignorancia. El Darma budista, clave de eternidad, de llama inagotable, de luz infinita, disipa las nubes del temor, abre camino a la llegada de un sol que trasmuta las fibras del ser. La muerte es algo ilusorio porque uno se ha identificado con una forma transitoria, temporal. Desde el momento de nacer comienza la hora de morir. Hecho inapelable que llega cuando y como sea, sin dar posibilidad de fuga. Es cuando las fantasas fsicas, mentales o emocionales del individuo dejan paso a las vibraciones de unificacin con el universo. Que en el budismo se denomina bodichita: una conciencia del despertar del espritu suprapersonal que lo abarca todo, y que reside en todo ser vivo en estado potencial

Morimos y nacemos ininterrumpidamente. En la enseanza tntrica que se produce es la muerte simblica del "iniciado", que se abre a otras formas de percepcin. Lo que llamamos iluminarse es darse a luz, conscientemente. No una vez sino infinitas veces, lejos de toda instancia de cristalizacin.

La "liberacin", dice por fin el Bardo Thodol, es un acto mental basado en reconocer claramente, que no hay otras ataduras que las que tejemos nosotros mismos a nuestro alrededor. Que los cielos, los infiernos, los dioses y los demonios -y tambin esta misma vida- no son sino fabricaciones de nuestra imaginacin. Morir, renacer.. en el devenir de la vida infinita no hay principio ni fin. En el budismo, mente y alma o espritu son sinnimos. Y constituyen itinerarios intemporales que una luz clara y compasiva nutre como una madre celestial, eterna.

T odos los textos de Padma Sambava incluidos en esta seleccin, fueron concebidos para ser recitados. Para el que quiera escucharlos y para que los escuche quien los recite. No una vez: muchas veces. Porque en ltima instancia, slo de la confluencia de la sabidura y la compasin surge el destello inconmensurable del Buda Amitaba, seor del Paraso de Occidente (un estado de conciencia denominado tambin de la Tierra Pura). Igualmente conocido como Amitayus: el Buda de la longevidad inconmensurable.......( si estas interesado en las oraciones del Libro tibetano y la meditaciones budistas del libro solicitalas por email. Si no eres practicante de budismo te resultar de dificil comprension )

VI.- Padma Sambava se despide del Tibet

Yeshe Topyel narra que el Rey y todos los discpulos se postraron primero, luego deambularon en derredor y por fin rogaron: " !Por favor, permtanos acompaarlo como asistentes!" El Maestro Padma, como respuesta, enton esta cancin de aceptacin.

Me refugio en el Triple Refugio

del Buda, la Enseanza y la Comunidad.

Le suplico a las tres races

del maestro, la deidad tutelar y la deidad angelical.

Concedo la bendicin de las tres perfecciones

de la iluminacin, la compasin y la emanacin.

Escuchen, rey tibetano y dems sbditos!

Les cantar una cancin que ilustra el significado

del Darma (la Enseanza).

El buitre, que se desliza a travs de los cielos,

desciende por comida dado el poder del deseo.

No se da cuenta cuando lo captura una trampa?

La leona blanca, que reposa majestuosamente en

los glaciares,

deambula por los bosques dado el poder del deseo.

No se da cuenta cuando la ventisca se desata?

El tigre, que vive en los bosques de sndalo hacia

el sur,

anda errante por las caadas dado el poder del deseo.

No se da cuenta cuando se desprende una

avalancha?

El gran pez, que nada a travs de las aguas,

persigue la carnada dado el poder del deseo

No se da cuenta cuando lo atrapa una red?

Vuestra mente, el buda primordial,

busca por todas partes dado el poder del deseo.

No se da cuenta que deambula por el mundo de

los fenmenos (Samsara)?

Ahora, que habis obtenido el precioso cuerpo

humano,

sois arrastrados continuamente por las acciones mundanas.

No os dais cuenta que vuestra vida se disipa?

Escuchad una vez ms, rey tibetano y dems sbditos.

Cuando os hallis en una ruidosa masa de mucha

gente,

asumid la instruccin de vuestro cuerpo como la

ermita!

Si queris dejar atrs la mente distrada, venid y

seguidme.

Cuando vuestra atencin deambule en lo externo

asumid la instruccin de tomar las percepciones

como el sendero!

Si queris dejar de aferraros a las apariencias,

venid y seguidme.

Cuando todo tipo de pensamientos fluyan por dentro,

asumid la instruccin para hallar los tres kayas 1!

Si queris abandonar el raciocinio conceptual,

venid y seguidme.

Cuando el letargo, la excitacin, o la pereza

ocurran en vuestra meditacin,

asumid la instruccin de la alquimia que las

trasmuta en oro!

Si queris lograr la fortaleza de la meditacin,

venid y seguidme.

Cuando os hallis en la meditacin o la

posmeditacin,

asumid la instruccin de la lmpara que ilumina

la oscuridad!

Si queris generar experiencia y samadhi 2,

Venid y seguidme.

Cuando os perturbe el estar aferrados a vuestros

cuerpos,

asumid la instruccin del desapegarse de vuestra

casa de huspedes!

Si queris abandonar vuestra tierra madre, venid

y seguidme.

Cuando os volvis sostn del ritual de alguna otra

forma,

asumid la instruccin de tomar al emisario como

sendero!

Si queris esforzaras por el sendero corto, venid y

seguidme.

Cuando visualicis vuestro cuerpo como el

sendero de la mediana,

asumid la instruccin del inmediato calor exttico!

Si queris cultivar la naturaleza del xtasis y la

vacuidad, venid y seguidme.

Cuando seis abrumados por el dormir en la

ignorancia,

asumid la instruccin de la luminosidad del sueo!

Si queris tomar como sendero las emociones

perturbadoras, venid y seguidme.

Cuando recibis las cuatro potenciaciones

secretas del camino de la maduracin,

asumid la instruccin de colmar el vaso hasta su

borde!

Si queris que madure vuestra naturaleza, venid

y seguidme.

Cuando practiquis la yoga del desarrollo,

asumid la instruccin de vuestro cuerpo como el

mandala 3

Si queris cultivar el sendero de la percepcin pura, venid y

seguidme.

Cuando seis calumniados por gente ordinaria,

asumid la instruccin del sonido que es como un

eco!

Si queris no temer el criticismo de los dems,

venid y seguidme.

Cuando os encontris con vuestro odioso enemigo,

asumid la instruccin de ser pacientes frente al

reproche!

Si queris no temer el enfrentamiento con un

adversario hostil, venid y seguidme.

Cuando recibis el afecto de vuestros familiares,

asumid la instruccin de cortar la raz del ciclo

de fenmenos!

Si queris estar libres del condicionamiento de los

parientes, venid y seguidme.

Cuando seis reverenciados por discpulos y

benefactores,

asumid la instruccin de cortar naturalmente los

apegos!

Si queris no tener ataduras con discpulos y benefactores,

venid y seguidme.

Cuando sintis la atraccin de los placeres

sensoriales externos,

asumid la instruccin de la garza pescadora!

Si queris no quedar atados a las acciones

mundanas, venid y seguidme.

Cuando vuestro cuerpo sea afligido por la

enfermedad de los cuatro elementos,

asumid la instruccin del sabor igual del cuerpo

ilusorio!

Si, queris no temer los males fsicos, venid y

seguidme.

Cuando en el momento de morir cese vuestro

ncleo vital,

asumid la instruccin de la conciencia

insostenible!

Si queris no temerle a la transicin, venid y

seguidme.

Cuando no hayis cortado las causas del renacer

en el mundo de los fenmenos,

asumid la instruccin que cierra las puertas a las

seis clases de seres!

Si queris cruzar el abismo de los seis dominios,

venid y seguidme.

Habis entendido esto, rey y dems sbditos?

Si no sents una fe sincera,

no despuntar la sabidura de la certidumbre.

Si la sabidura de la certidumbre no despunta,

no realizaris la instruccin del maestro.

Si no realizis la instruccin del maestro,

no percibiris vuestra mente como el buda.

Practicad la instruccin del maestro

con fe, devocin, y reverencia.

Estoy ms all del nacimiento y de la muerte

y no estoy sujeto al alejarme o al permanecer.

Mi sabidura y mi compasin son incesantes.

En la preciosa joya de mi mente

los conceptos de placer o dolor no existen.

Si podis visualizarme en la corona de vuestra cabeza,

me hallar ms all del estar cerca o lejos.

El mandala bdico de mi cuerpo no posee

materialidad.

De este modo, generad devocin en vuestra mente.

Dado que ahora me ausentar de modo milagroso,

no podris seguirme con vuestros cuerpos

materiales.

Esforzaos contantemente en la formulacin de

splicas,

y siempre estaris en mi presencia.

La princesa Yeshe Togyel, consorte y discpula del Maestro, narr que tras decir esto ltimo, Padma Sambava se mont a un rayo de luz solar y en un instante se remont hacia el cielo. Desde la direccin sur, gir la cabeza para mirar atrs y envi un destello de inconmensurable bondad amorosa que proyect a sus discpulos a un estado de no retorno. Acompaado por una asamblea parecida a una nube de ngeles femeninos (dakinis o danzarinas celestiales que hacan ofrendas musicales, se diriga hacia el continente sur occidental de Chamara.

VII.-Testamento de Padma Sambava al pueblo tibetano de las generaciones futuras

Reyes, ministros, y pueblo del Tibet, la frontera primitiva.

Sois una raza de demonios de rostros rojos,

carentes de compasin y buena voluntad.

El padre de vuestra raza es un simio con escasa

modestia o vergenza.

Y la raza de vuestra madre es un demonio de los

peascos, beligerante y hostil al Darma.

Sois una estirpe de gentes bestiales, llena de

anhelos de riqueza.

A menos que practiquis la virtud, caeris a los

peldaos ms bajos en la vida venidera.

No olvidis que la vida es un destello y que de

pronto moriris.

Lo que se junta debe partirse, de modo que cesad la

lucha y no causis trastorno.

Lo que se acumula debe ser abandonado, de modo

que no procuris riquezas sin moderacin.

El apego es una atadura, por lo tanto no os

aferris de manera desenfrenada.

Lo que nace debe morir, as que pensad en

vuestra prxima vida.

El ms pecador va al infierno: quin puede

tolerar eso?

Por la codicia renacis como fantasmas famlicos

y sufriris tanto hambre como sed.

Al rechazar el Darma os converts en bestias:

tened eso en cuenta.

Esta vida es apenas un prstamo, nadie sabe

cundo la perder.

Las apariencias son ilusorias, comprended su

impermanencia.

El alimento y la riqueza son como gotas ale roco:

desaparecen de manera incierta.

Recordad que los sirvientes son como viajeros que

hallis por el camino.

La enemistad es una decepcin: entenderlo es

asumir el error.

Tengan en cuenta que los apegos familiares son el

pasaje a un mundo de ilusiones.

Entended que la descendencia consiste apenas en

acreedores evolutivos que reclaman una

deuda.

Vuestras vidas se deslizan mientras os declinis a

la charla ociosa:

habis advertido la llegada de los soldados del

rey Yama (dios del infierno y juez de los

muertos)?

Escuchadme, pueblo tibetano, demonios de rostro

rojo,

procurad las tres joyas como escudo contra los

tres reinos inferiores.

Tomad al maestro (guru), a la deidad tutelar

(Yidam) y a la deidad angelical (dakin)

como vuestro apoyo tanto en sta como

en las vidas futuras.

Como camino hacia la libertad, practicad el

vislumbre, la meditacin y la conducta.

Aceptad al Gran Compasivo como la deidad

destinada al Tibet.

Olvidad las diez no virtudes y adoptad las diez

virtudes.

Si procedis as tendris felicidad en esta vida y

mayor felicidad en la prxima.

Yo, Padmakara, voy a alejarme ahora:

ya vivis en el presente o aparezcis en el futuro,

que todo el pueblo del Tibet preserve esto en sus

corazones.

Notas aclaratorias

SECCIN III

1. Los tres cuerpos o kayas de Ruda (trkaya): Dharmakaya -Cuerpo del Darma o "Cuerpo de la Realidad", que no posee forma, no cambia, es trascendental e inconcebible. Sinnimo de "tal es", o vacuidad. Sambogayaka - "Cuerpo del Deleite" el cuerpo celestial del Buda. Personificacin de la perfeccin eterna en su sentido supremo, "Reside" en la Tierra Pura y jams se manifiesta en la rbita mundana, sino slo en las esferas celestes, acompaado por Bodisatvas iluminados. Nirmanakaya -Cuerpo encamado del Buda: a fin de beneficiar a ciertos seres conscientes, el Buda se encarna en un cuerpo visible apropiado, tal como el del Buda Sakyamuni.

2. Pasado, presente y futuro.

3. Darma- Enseanzas de los Budas, referidas a la realidad suprema. Antes de la manifestacin de Sidarta Gautama en la India el trmino significaba "ley", "doctrina" o "religin'. A posteriori, constituyen la suma de sus prescripciones que revelan la Verdad en S.

4. Seres bestiales o ignorantes, idlatras orgullosos, espritus voraces entregados a la codicia y la avaricia, semidioses dominados por la envidia y los celos, seres humanos signados por el apego y la lascivia, y seres infernales vctimas del odio y la ira. Las tres esferas: el deseo, las formas sutiles y las cosas sin forma.

5. Buscadores de santidad, librados de adicciones artificiales, con una percepcin parcial de las estructuras sutiles de la realidad suprema.

6. Aqu Padma Sambava impugna la prctica individualista y dualista (en base al objeto y el sujeto), a los ritualistas tntricos ambiguos en lo referido a su fusin con las deidades que invocan, a los budistas universalistas adscriptos a una apreciacin relativa de 1a realidad suprema, y a los yogis que eluden la simbiosis de su mente con la perfeccin del entorno puro expresado en los mandalas (representacin grfica del universo como reino espiritual de los Budas y su squito).

7. Se refiere a las once modalidades con que diferentes escuelas de pensamiento definen a la mente en la India. La meta consiste en deshacer las divisiones temporales para sumergirse en la conciencia intemporal. Ajena al dualismo entre complejidad y simplicidad. Ello puede implicar simultneamente los tres portales budistas: el cuerpo, el habla y la mente.

8. Ante el desdoblamiento temporal entre pasado, presente y futuro, cabe librarse de tal adherencia al paso del tiempo para poder ingresar a una conciencia intemporal.

9. En la prctica, se trata de cuatro pares de extremos conflictivos: nacimiento y muerte, permanencia e impermanencia, identificacin y diferenciacin, ir y venir.

10. Referencia a las seis direcciones de la reencarnacin: Naraka (infierno), Presta (espritu famlico), Tiryagyoni (animal), Asura (entidades naturales malvolas), Manusya (existencia humana), y Deva (existencia celestial).

11. La tradicin Nyingma (antigua escuela del Tantra secreto) clasifica el Darma de Buda en nueve vehculos sucesivos, colectivamente contenidos en el vehculo de la Causa y el vehculo del Efecto. El primero tiene tres divisiones: el vehculo Hinayana de los Sravakas, el vehculo Hinayana de los Pratyekabudas y el vehculo Mahayana de los Bodisatvas. En el vehculo de los Efectos hay dos divisiones: los tres vehculos del Tantra externo y los tres grandes mtodos del Tantra interno. Cada uno abarca mltiples definiciones y explicaciones sobre su visin, la meditacin, la accin y sus resultados. En las antiguas traducciones de los Tantras Nyingma hay tres linajes: el Oral Distante (enseanzas orales directas de Buda), los Tesoros Cercanos (enseanzas descubiertas en textos-tesoro escritos y escondidos en lugares sagrados por el maestro Padma Sambava, su discpula Yeshe Togyel y otros, para beneficio de generaciones futuras), y el de las Visiones Puras Profundas enseanzas recibidas de varios santos durante visiones en la meditacin o la posmeditacin).

12. Los venenos son impulsos negativos fundamentales referidos al deseo y la pasin, el rencor, la antipata y la ignorancia. Sus motivaciones inducen la acumulacin de malas conductas en la accin, la palabra y el pensamiento que, a su vez, encadenan a los seres en la prisin de la rueda de la existencia y en malos estados de renacimiento.

13. Coleccin de textos que establecen una red de correspondencias simblicas entre los universos externo e interno, inclusive entre las deidades y los seres comunes (o no liberados). Los Tantras ensean una va rpida hacia la liberacin.

SECCIN IV

1. El mantra es una expresin en snscrito que el devoto o el meditador repite mentalmente, para proteger a la mente de pensamientos o sentimientos intrusos con potencial perturbador.

SECCIN V

1. Tres kayas (Trikaya): Como suelo firme, son la esencia, la naturaleza y la expresin; como sendero, son el xtasis, la claridad y el no pensamiento; y como goce, son los tres kayas de la Budidad. El darmakaya, que est libre de las construcciones elaboradas y dotado con 21 series de cualidades iluminadas; el sambogakaya, que es la naturaleza de la luz y est dotado con marcas perfectas mayores y menores, que slo perciben los bodisatvas; y el nirmanakaya, que se manifiesta con formas perceptibles tanto a los seres puros como a los impuros.

2. Samadi: Concentracin meditativa que supera la diferenciacin entre sujeto y objeto, uno de los siete factores de la iluminacin. Tres corresponden al despertar de la mente (investigacin de la verdad, energa y arrobamiento); tres al apaciguamiento de la mente (serenidad, concentracin v ecuanimidad), y uno de equilibrio (atencin) entre aquellos dos grupos.

3. Mandala: Etimolgicamente "centro y entorno". Representacin simblica grfica del reino de la existencia de una deidad tntrica.

Prlogo

Este pequeo libro pretende ser para el lector una lmpara a sus pies que brille para todos , para que, con el estudio de su contenido, obtenga discernimiento sobre la manera en que puede ser efectuada, en y a travs de la vida material, la marcha ascendente y liberadora.

Catharose de Petri

Captulo 1

La transfiguracin

La transfiguracin es un mtodo gnstico que permite la realizacin de la endura. La endura consiste en sustituir totalmente al hombre mortal, aislado, producto de la naturaleza, por el hombre divino, inmortal, original, el verdadero hombre espiritual concebido en el plan de creacin divino.

Es posible que esta afirmacin decepcione profundamente a quienes mantienen la esperanza de poder asegurar la salvacin de su yo por medio de la transfiguracin. Ellos interpretan a su manera las famosas palabras de Jess el Seor: Quien quiera perder su vida -por la endura-, la conservar -por la transfiguracin . Pero puesto que la transfiguracin no es otra cosa que la propia endura, lo que, segn las palabras de Jess, se conserva no tiene relacin alguna con ningn aspecto del ser dialctico.

Pero la endura es algo completamente diferente a la muerte natural. El yo dialctico, como conciencia central de la personalidad, puede estar muerto y haber desaparecido del candidato, aunque contine viviendo la vieja personalidad de la naturaleza. La entrega de esa personalidad, por la descomposicin de la materia, vendr ms tarde, lo ms tarde posible, ya que la antigua personalidad puede ser empleada muy favorablemente al servicio del santo trabajo, para rescatar a los hombres de la naturaleza de la muerte!

Se trata de vivificar el alma y transferirle el gobierno y la direccin de todo el estado de ser, sin poder y sin querer otra cosa que entregarse a esa direccin.

El candidato llega as al estado al que Pablo alude cuando dice: no yo, sino el Cristo en m. Esto no quiere decir que en su yo natural permanezca oculto un aspecto crstico, sino que su ser est orientado hacia el alma despertada y renacida en el microcosmos.

En este camino no puede ser conservada ninguna parte de la conciencia del ser dialctico. Lo nico posible es conservar durante el mayor tiempo posible la vida de la antigua personalidad bajo la direccin del alma renacida. Vemos esto tambin en las figuras de Juan Bautista y Jess el Seor, que en el sentido evanglico aparecen mucho tiempo como entidades diferentes, hasta que la primera culmina su tarea como personalidad.

Lo que se conserva es el alma que vive eternamente en el Tao, tal como lo denomina Lao Tse.

Ahora bien, aunque en las palabras de Jess se habla de conservar, tambin se habla de perder. Aqul que acepte perder su vida por M, la conservar. De ello se puede deducir que si el proceso no es aceptado, ste se efectuar fatalmente en sentido contrario: Aqul que quiera conservar su vida (segn la naturaleza), la perder.

Con esto se alude a una posible desnaturalizacin del microcosmos que rechaza el camino de la liberacin del alma. El tomo sptuple del Loto es separado del microcosmos, el microcosmos se desintegra y sus partes integrantes regresan a su origen.

El camino de la endura por la transfiguracin es, pues, la nica forma lgica, natural y digna para acabar con la maldicin que pesa sobre nuestra existencia y para ofrecer una solucin positiva al problema de la humanidad.

Decimos esto con nfasis, porque el camino gnstico ha sido considerado a lo largo de los siglos como antinatural. Pero recorrer el camino de nuestra vocacin divina no puede ser, en ningn caso, antinatural, incluso aunque a veces pueda dar esa impresin.

Piense en los conocidos fenmenos del metabolismo. Todas las clulas del cuerpo humano se renuevan en el transcurso de algunos aos. Sabemos con certeza que en un perodo de aproximadamente siete aos el cuerpo obtiene una estructura completamente nueva, y que tan pronto como esta nueva estructura est presente, comienza una nueva sustitucin, hasta que este proceso de metabolismo es cada vez ms lento y se detiene con la decadencia de la vitalidad. La esclerosis y otros factores de degeneracin provocan la llegada del fin inevitable. Tal proceso no conduce a nada, a nada en absoluto, y al respecto no puede hablarse de una muerte que conduce a la victoria.

Cun diferente es lo que ocurre con la endura por la transfiguracin! Dicho proceso aporta tambin un metabolismo, pero completamente distinto. Los tomos y las clulas de toda la personalidad son cambiados por la transfiguracin y cargados de fuerza Mercuriana, la fuerza del devenir humano inmortal. Por este metabolismo, la personalidad dialctica pierde su carcter natural y todo el ser se transforma. La fuerza Mercuriana se concentra sobre todo en el santuario de la cabeza y transforma casi todos los rganos del cerebro, como consecuencia de lo cual surge un nuevo poder de conciencia.

Esta transformacin contina hasta alcanzar los lmites extremos de una extraordinaria capacidad, hasta que prcticamente desaparecen las caractersticas peculiares del ser dialctico, y ste pierde su dominio sobre el microcosmos, por lo que su naturaleza ya no puede prevalecer y queda neutralizado.

En ese mismo instante, como impulsado por un poderoso fuego, el cuerpo gneo del hombre-alma se libera. Por este nuevo metabolismo, el peregrino pierde su tpico ser dialctico y, al mismo tiempo, renace el verdadero ser. Una vez cumplida su tarea, el peregrino puede desaparecer como un verdadero servidor. Entonces se produce una muerte que aporta la nica vida verdadera.

Siga por ello con nosotros este camino de elevacin hasta la verdadera victoria!

Captulo 2

El sueo del cuerpo

El sueo del cuerpo

es la lucidez del alma,

la oclusin de los ojos

es la visin verdadera.

Hermes Trismegistos

Debido a los mltiples obstculos que le dificultan la entrada en el camino, y con el fin de esclarecer y dar profundidad a su comprensin para poder vencerlos, nos gustara ponerle en contacto con una sabidura muy antigua, cuyo origen se pierde en las brumas del pasado. Nos referimos a los Upanishads. Los Upanishads ya existan antes de que los pueblos hindes conquistaran los pases regados por el Indo y estn ntimamente unidos a la sabidura hermtica.

El sentido profundo de la palabra compuesta Upanishads es: desvelamiento del conocimiento espiritual oculto, con el fin de vencer a la ignorancia. Quienes quieran leer y comprender los Upanishads, necesitan una llave que les ayude a descubrir su secreto. Y, de qu otra llave podra tratarse, sino del alma, de la posesin de la nueva calidad de alma? Ya que la sabidura de los Upanishads solamente est destinada a quienes, estando en el camino del renacimiento del alma, intentan neutralizar los obstculos.

He aqu un pequeo extracto de uno de los ms grandiosos Upanishads:

Despus de haber gozado de su estado de vigilia, y de haber visto el bien y el mal, l se apresura a volver a la entrada y al comienzo, a la vida de los sueos. Lo mismo que el guila, cansada de surcar el espacio, repliega sus alas y vuelve a su nido, as tambin el alma se apresura a volver al estado en el que, dormida, no desea nada ni tiene sueos.

El hombre tiene unas venas que se llaman hit, finas como cabellos divididos en mil, llenas de blanco, azul, amarillo, verde y rojo. Cuando parece que los hombres le matan, cuando parece que le derriban, cuando un elefante parece perseguirle, cuando cae en un abismo, se imagina l mismo estos horrores que ve al despertarse. Cuando imagina estar en un estado divino inatacable, solamente entonces est en su mundo superior. Ni el bien ni el mal le persiguen, porque l se ha elevado por encima de todas las aflicciones del corazn. Cuando ya no ve ms esto, ve realmente, aunque no ve, pues lo incorruptible hace que no haya fin para la visin del vidente.

El alumno avanzado en los misterios gnsticos, que ha renacido segn el nuevo estado de alma, se ha convertido en un ser doble -por un lado hombre-alma, por otro an en su estado natural-, que debe sacar el mayor provecho de este estado de ser. Por su estado de alma es perfectamente capaz de escapar a los peligros de las tempestades de los teres nerviosos, ya que quien ha nacido al nuevo estado de alma, ha recibido la gracia de ver que el sueo del cuerpo es la lucidez del alma.

Es cierto que el hombre lleno de alma, que se consagra al Cuerpo Viviente de la Gnosis en entrega total, pasa una gran parte de la noche en el nuevo campo astral de la Escuela; ste es su mundo superior. En la serenidad de este campo, el hombre-alma adquiere fuerza y conocimiento que le permiten recorrer su camino y realizar su misin cuando, despus de algunas horas, deba regresar, revestida y prisionera del manto del nacimiento natural, a esta vida tan llena de las ilusiones de la naturaleza de la muerte.

El objetivo de la permanencia nocturna del alma en el nuevo campo astral de la Escuela, en la Cabeza de Oro del Cuerpo Viviente, es aprender a discernir perfectamente la gran ilusin y la confusin por la que deber pasar en las horas durante las cuales el cuerpo est despierto, y as poder examinarse de forma perfectamente objetiva, con el fin de ya no ser vctima de ellas.

Las relaciones vitales del hombre nacido segn el alma estn completamente invertidas: hasta el momento de despertar, el alma est lcida, est despierta, mientras que la vida diaria en el cuerpo es para ella una vida de sueos.

Por ello dicen los Upanishads:

Despus de haber gozado de su estado de vigilia, y visto el bien y el mal, l se apresura a volver a la entrada y al comienzo, a la vida de los sueos (la vida diaria del cuerpo).

Lo mismo que el guila aspira en un momento dado a volver a su nido, est claro que tambin el alma aspira a volver lo ms rpidamente posible a su verdadero lugar de reposo. Pero este regreso del alma a su verdadera morada cotidiana, depende por completo de su comportamiento en el cuerpo de la ilusin.

De regreso a este cuerpo sometido a la ilusin, el alma es confrontada inmediatamente y de forma muy ntima con el ter nervioso, con el archaeus, es decir, con las corrientes krmicas en el fluido nervioso. El alma desciende en el cuerpo natural por uno de los nervios cerebrales y permanece completamente despierta en el centro de los santuarios de la cabeza y del corazn. Es difcil imaginar una unin ms estrecha que la que existe entre el alma y el archaeus.

Por esta razn se dice: El hombre tiene unas venas que se llaman hit, finas como los cabellos divididos en mil, llenas de blanco, azul, amarillo, verde y rojo. El ter nervioso presenta todos los colores del espectro, en perfecta concordancia con el estado del nimo, con los pensamientos, las voliciones y los deseos, y en general uno de los colores prevalece como dominante krmico.

El alma, cuando cada maana ocurre lo que llamamos el despertar, se sumerge en este mar de ter nervioso, en esta cloaca del pasado. Encuentra todava extrao que los hombres sin alma o con un alma muy dbil sean juguetes del ter nervioso? No es acaso una gracia para el hombre-alma recibir diariamente la ocasin de escapar a todos los peligros?

Explicaremos ahora el desarrollo de esta posibilidad. Debe saber que todo alumno entregado, cuya alma ha renacido, puede permanecer con su alma algunas horas, mientras el cuerpo natural duerme, en la Cabeza de Oro, que es el aspecto superior del Cuerpo Viviente.

Para comprender lo que all ocurre, hace falta saber qu es en realidad el alma. Decimos generalmente que el alma es la rosa del corazn despierta. Esta expresin, suficiente para una indicacin, es insuficiente para una descripcin.

La rosa o tomo original es, en el corazn del microcosmos, el principio latente del hombre original verdadero. Por ello es evidente que tiene que ser sptuple, que debe poseer siete aspectos y que debe conocer siete necesidades fundamentales. El Cuerpo Viviente de una Fraternidad Gnstica, de una Escuela de Misterios Gnsticos, debe responder completamente a los siete aspectos materiales del mundo del alma, ya que si la rosa quiere florecer, deber recibir un sptuple alimento.

Cuando el capullo de la rosa en su ser abre sus ptalos a la radiacin acariciante de las tres energas de ideacin del Cuerpo Viviente, se hace indispensable que sea tambin alimentada por los otros cuatro alimentos, a saber: la materia mental pura, la sustancia astral pura, los teres originales y tambin el aspecto material universal.

Cuando es posible nutrir al alma de forma sptuple, su manifestacin vehicular posterior ya no tendr ningn problema. Ser simplemente una cuestin de tiempo y, comprndalo tambin claramente, una cuestin de destruccin de las resistencias del archaeus.

Dese cuenta de la inefable gracia de encontrarse en semejante Cuerpo Viviente, y comprenda tambin por qu se le pide sin cesar que se consagre en oblacin total a ese Cuerpo Viviente. Un nio podra comprender esta exigencia.

Solamente con la perfecta armona y unificacin entre la rosa del alma y el Cuerpo Viviente, la bsqueda magntica del alma y la atraccin magntica de la Cabeza de Oro podrn crear las condiciones indispensables para que el alma pueda permanecer durante algunas horas al da en el santuario interior de la Escuela. Las puertas de este santuario estn ampliamente abiertas para todos los que renan las condiciones exigidas.

Ahora podemos comprender un poco lo que ocurre durante la permanencia nocturna del alma en la Cabeza de Oro.

Cuando el alma ha entrado en el santuario interior de la Escuela, queda ligada por medio de un hilo fludico con el sistema del nacimiento natural y con el microcosmos. Por esto, mientras respira en su propio mundo del alma, recibe al mismo tiempo una visin panormica de toda la vida del hombre natural al que est unida. Ve los problemas de este hombre, las situaciones diversas en las que se encuentra, la calidad de su archaeus, etctera.

El alma tiene un gran inters por este conocimiento, pues deber guiar y ayudar a la personalidad de la naturaleza en el camino de la transfiguracin -a condicin de que esta personalidad le permita asumir esta funcin-, con el fin de que todo el sistema lleve a buen fin su camino de cruz.

Y ahora escuche bien: en la vida de cada alumno -cuando ha llevado a su archaeus hasta el estado de paz y ha descendido al silencio- llega un momento en que el alma, inmersa de nuevo en la carne, asume una enrgica direccin, una fuerte iniciativa en la vida de la personalidad mortal.

Las caractersticas de la vida mortal son: ilusin, quimera e irrealidad. Por consiguiente, el alumno cuya alma no est libre, no est todava liberada, sigue siendo vctima de la ilusin y de la irrealidad.

Los Upanishads lo explican diciendo: Cuando muchos hombres parecen matarle, cuando un elefante parece perseguirle o cuando cae en un abismo, l se imagina sufrir estos horrores. Todo esto es irreal, ya que la ilusin se le aparece tambin en su estado pretendidamente despierto.

Sin embargo, cuando el hombre, guiado por el alma y fiel a sus sugerencias, recorre su camino desde la cuna a la tumba con la certeza absoluta de que: Nada puede ocurrirme sin el consentimiento de mi Padre celeste, estoy -segn las palabras de los Upanishads- en lo Divino intangible; entonces l est literalmente, poco importa dnde y cmo, en el mundo del estado de vida liberador.

Ni el bien ni el mal le aprisionan, porque se ha elevado por encima de todas las aflicciones del corazn. Ha vencido a la muerte, ya que no hay fin para la visin del vidente, gracias a la indestructibilidad y a la incorruptibilidad del alma, que traspasa todo, irradia a travs de todo y triunfa en todo.

Captulo 3

El Imperio Celeste

Ha reflexionado alguna vez sobre la enorme influencia ejercida por una Escuela Espiritual sobre el mundo y la humanidad?

Una escuela de misterios est destinada, en un sentido muy especial, a quienes desean recorrer efectivamente el camino, a los que desean formar juntos el pueblo de Dios. Tiene adems, por su tercer campo magntico, una influencia determinante sobre todos los acontecimientos humanos. Nunca debe subestimar este aspecto del formidable trabajo de liberacin emprendido por la Fraternidad. Tal vez est usted tan ocupado en el trabajo y el objetivo esencial de la liberacin, que tiende a olvidar los aspectos generales del trabajo benefactor de la Escuela.

En la Escuela se habla frecuentemente de la influencia del tercer campo magntico y de sus efectos, pero todas sus consecuencias y aspectos apenas son desvelados.

Sabe que aplicar el mtodo del no hacer, por la prctica de todos los aspectos de la ofrenda de s mismo es un comportamiento muy revolucionario respecto al orden natural dialctico? Pues bien, cuando el nmero de los que recorran los caminos de la Escuela sea suficientemente grande, stos harn cambiar muy rpidamente el actual aspecto del mundo, as como las consecuencias finales de la actividad de radiacin del tercer campo magntico. Menos del uno por ciento de la poblacin mundial es capaz de modificar, por la prctica del Wu Wei -la prctica del no hacer-, toda la estructura de nuestra sociedad desde un punto de vista social, poltico, econmico y religioso, y la consecuencia de este hecho ser la creacin de un estado ms que ideal, tomado dialcticamente.

La historia mundial ha conocido ya otras situaciones parecidas. Conocemos en la historia de la antigua China momentos en los que un gran nmero de hombres siguieron las huellas de Lao Tse, lo cual engendr unas condiciones de vida tan ideales, que se hablaba de China como del Imperio Celeste, y de todos los rincones de la tierra se viajaba a China para estudiar su poltica.

Como consecuencia, rpidamente todo fue mal. Esto era inevitable, ya que semejante situacin ideal no es ms que un fenmeno en el radiante desarrollo de una Escuela Espiritual, un fenmeno transitorio ocasionado por la radiacin de la Escuela Espiritual.

Por otra parte, el hecho de buscar la causa de este renacimiento en la poltica y no en el Wu Wei, hizo decaer la prosperidad rpidamente.

Usted sabe que este orden mundial se dirige hacia su final, y tambin conoce el estado lamentable que se concreta con una fulminante rapidez. Estas son las seales del final. Esto radica en el aumento del nmero de lneas de fuerza magnticas, cuyo origen no puede encontrarse en esta naturaleza ordinaria.

Sin embargo, no es necesario en absoluto que el ocaso de este da de manifestacin est caracterizado exclusivamente por una profunda y atroz miseria, que sumerja cada vez ms a la humanidad en una bestialidad extrema, para ser finalmente abandonada en tal estado de animalidad, ya que un nuevo esfuerzo de salvacin en un nuevo da de manifestacin tropezara con enormes dificultades estructurales y fundamentales. Por ello es preferible que el final tenga lugar en una coyuntura altamente moral y mstica, antes que en una situacin diametralmente opuesta.

La gran bendicin aportada por la Escuela Espiritual reside, pues, en que no se ocupa solamente de la salvacin de todas las entidades a ella confiadas, sino que, al mismo tiempo, crea nuevas posibilidades, para todos los rezagados, en un reino celeste que, aunque temporal, despierta psicolgicamente la esperanza de la liberacin final.

Compare un hombre que perece en la ms horrible miseria, con el hombre que perece en una esfera de dicha personal. El primero estar sumergido en el odio y la pasin, y ser capaz de todo a causa de su egosmo y del miedo desmesurado que le invade. El segundo, siempre consciente de la fragilidad de su dicha, ser mucho ms accesible al contacto gnstico.

Es un privilegio poder testimoniar que la Escuela Espiritual, con sus hermanos y hermanas, no se contenta con separarse, por la prctica del Wu Wei, de un mundo en decadencia, sino que, por tal prctica, deja a los rezagados una gran dicha terrestre, con el fin de que precisamente por un ocaso en tal esfera de felicidad, quede establecida una base para que la Gnosis los encuentre y rescate.

Por ello, levntese y encuentre consuelo en el pensamiento de que por un alumnado positivo no slo se ayuda a s mismo y sirve a la Escuela, sino que sirve prcticamente a toda la humanidad.

Captulo 4

Tao

La Senda es la causa primera, comprendida en s misma.

Ella era, es y ser en toda la eternidad.

Su omnipotencia est limitada por el espacio y el tiempo.

De su Logos naci el alma del mundo.

Todos los Misterios son unnimes al decir que la Senda es la causa primera , ya que de las santas Fuerzas Divinas se manifiesta la vida verdadera, y es evidente que la verdadera vida es eterna. Se trata, por lo tanto, de que todos participemos en esta vida eterna, la veamos y conozcamos de nuevo.

Con este fin, la vida verdadera nos enva, en nuestro estado mortal, un haz de rayos de luz, fuerza y belleza, que establece as el puente por el que entraremos en la Patria original.

Cuando el alumno se mueve en la Senda o, segn nuestra terminologa, cuando el alumno se sabe aceptado en el nuevo campo de vida, sabe que el mundo del espacio y del tiempo le limita todava.

El recto Camino es vibrar con su ritmo,

reconocer en cada respiracin la universalidad.

Fundirse en su radiante luz,

de modo que slo subsista la voluntad que todo lo anima.

El alumno est en el recto camino, el sendero que conduce, sin desviaciones ni caminos laterales, a la nueva vida liberadora, y el ritmo del camino de liberacin est en l y a su alrededor. Este ritmo es como un cntico del Seor, como la corriente del ro divino que emana de la Ciudad Eterna.

Cada respiracin es como un latido, es la sangre viva a travs de las arterias. Y as, de respiracin en respiracin, el alumno se une poco a poco con el universo divino. Todo su ser se vuelca hacia l; no existe para l nada ms que la voluntad que todo lo anima, la cual le impulsa y conduce.

Del conocimiento crece el discernimiento;

el ser se refleja en el fenmeno.

La cohesin forma el granito,

hace que la comprensin aparezca ante nuestros ojos.

De forma natural, el alumno entra en un campo de nuevas percepciones sensoriales. Aprende a discernir, es decir, a contemplar, a apreciar el contacto divino. Cuando penetra as en el nuevo campo de percepcin, es lgico que viva en l y que las consecuencias se demuestren en todo. El ser divino se refleja en este maravilloso peregrino. La fuerza de la ley de cohesin se muestra ante los ojos del candidato. As como la ley de cohesin mantiene unidos a los tomos de una piedra de granito, por esta misma ley divina el nuevo ser del alumno ser reunido para mayor gloria.

Oh poderosa energa que vivificas las formas,

que de la semilla haces brotar el roble,

que en el cielo haces girar las gigantescas ruedas

y haces crecer el Loto del limo sombro.

La fiesta del despertar contina. El roble crece de la tierna semilla de la renovacin. No personifica este gigante del bosque la unin del alumno con el Espritu Santo universal? Y el loto blanco, delicado, puro, que se eleva del barro, no simboliza la eclosin del principio de fuerza del Espritu Santo en el alumno, el despertar de la Rosa latente?

Por esto, todo mortal busca en su vida

lo que le unir a la palabra olvidada.

A veces un delicado acorde le arrebata y siente,

penetrado de respeto, el esfuerzo divino.

Es indudable que usted busca con nosotros la frmula mgica olvidada, el brete Ssamo de los misterios. A veces crece en nosotros una dbil sugestin de esta palabra olvidada. Entonces nuestro ser es tocado y, por un momento, conocemos cara a cara las intenciones divinas con respecto a nosotros, seres humanos cados. Pero:

Cuando en las tinieblas irrumpe la luz,

el hombre se reconoce a s mismo en el universo.

Entonces germina la palabra que, una vez expresada,

le libera del valle de lgrimas terrestre.

Si su comprensin se ha convertido en conciencia, si ve claramente el lugar que ocupa en el horror del campo de vida terrestre, sepa que le fue concedida una gracia infinita, ya que la palabra sagrada de la que usted no tuvo hasta ahora ms que vagos ecos y dbiles sugerencias, podr germinar en usted como semilla divina.

Cuando esta semilla germina en su santuario del corazn, entonces rompe usted todos los obstculos de su crculo de existencia, rompe los lazos de la conciencia, del alma y de la materia, y el dominador de este mundo pierde sobre usted todo poder. Por consiguiente, es comprensible y cientficamente cierto que:

La Senda lo engendra y hace que eso crezca,

lo desarrolla, lo alimenta y lo perfecciona.

Madura y protege, hace morir y florecer,

en circuitos interminables.

Ella es el poder que gua a todas las cosas

y no posee nada ms que su propia vida profunda.

No haciendo nada respira la eternidad.

Ella es el misterio que nunca ser escrito.

Ante nuestra conciencia est el hombre radiante, despojado de todos los lazos de la naturaleza dialctica. El ha muerto y resucitado! Sin hacer nada, respira la eternidad.

El hombre de esta naturaleza est sin cesar en movimiento, lleno de actividad, siempre quiere hacer algo. El peregrino en el camino llega a penetrar en el secreto del no hacer de Lao Tse y no deja que el yo le domine. El Seor de toda Vida es quien quiere y quien acta en l.

Cuando el alumno est unido nuevamente a eso, al camino, al Tao, a la Gnosis, est en unin libremente consentida con lo Eterno, con el Reino de Dios en l, con el hombre-Jess en l. Y el Otro, que no se explica por la naturaleza, acta, vive y es. El ser del yo ha desaparecido, est muerto para no existir nunca ms en toda la eternidad.

Tomemos juntos la decisin de recorrer este camino de eternidad. Venga con nosotros por las Puertas Eternas hacia la Vida Eterna!

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Las citas del Tao Te King que aparecen en este captulo han sido extradas del libro Teh, universele bewustwording de C. van Dijk, Amsterdam 1934.

Captulo 5

El sistema de santificacin quntuple

Chuang Tse, uno de los ms conocidos discpulos de Lao Tse, escribe en una de sus obras :

El que ve su necedad, es ya menos necio, y quien se sabe en la ilusin, yerra ya menos. Quien est demasiado equivocado, nunca podr deshacerse de su obcecacin; el verdadero necio no ser agudo en toda su vida.

Si tres hombres caminan juntos y uno de ellos est extraviado, ellos alcanzarn de todas formas su meta, ya que el extraviado est en minora. Si por el contrario dos estn extraviados, no alcanzarn su objetivo, ya que los extraviados estn en mayora.

Actualmente, todo el mundo vive en la ilusin, y, aunque estimulo a los hombres para que vayan por la buena direccin, no puedo convencerles de que la sigan. No es esto lamentable?

Una vez conocida esta cita, comprender sin duda el significado y el objetivo del primer escaln de la quntuple Gnosis universal, que lleva por nombre discernimiento.

Adquirir discernimiento, en sentido gnstico, no es poseer cierto conocimiento de las cosas o comprender un problema ms o menos complicado. El discernimiento gnstico, como primer escaln en el camino, significa en primer lugar auto-desenmascaramiento.

Por esto se dice en la antigua enseanza de la sabidura: El que ve su necedad, es ya menos necio, y el que se sabe en la ilusin, yerra ya menos. El ser humano que descubre su propia necedad y percibe los velos de la ilusin en los que est envuelto, experimenta, al mismo tiempo, un gran deseo de escapar de su necedad y de su ilusin. Y, por el primer escaln, el del discernimiento que conduce al conocimiento de s mismo, se siente, como una necesidad, el segundo escaln, el deseo de salvacin.

Es evidente que el hombre equivocado nunca podr rechazar su ceguera, pues no siente la necesidad de hacerlo, ya que, cegado por el error, vive en la ilusin de no vivir en la ilusin.

Qu bendicin representa el ver su propia necedad! Quien llega a este punto, ya est desgarrando las redes de la ilusin.

El alma humana tiene cinco aspectos, conoce cinco estados de ser, posee cinco fluidos. En concordancia con ello, la Gnosis Universal tambin es quntuple. Cada escaln de este quntuple sistema de santificacin produce la purificacin y el cambio de uno de estos fluidos, y los prepara para su desarrollo particular.

La sangre es la base; si la sangre cambia, el ser se abre; por ello, el camino del discernimiento purifica la sangre. Luego viene el fluido hormonal, que sigue exactamente al proceso del cambio de la sangre, y el deseo de salvacin entra como un suspiro por todo el ser. De esta manera es preparado el fuego de la serpiente, y la directa y actual inclinacin del yo a su entrega vibra por la sangre, ascendiendo del plexo sacro. Como consecuencia de ello, el conjunto del fluido nervioso es conducido hacia una nueva actividad, hacia un nuevo comportamiento de vida, a recorrer los caminos de Dios, de modo que, en quinto lugar, y para terminar, el sptuple fluido astral de la conciencia se transforma, convirtiendo el renacimiento del alma en un hecho. Qu privilegio poder descubrir su propia necedad en la luz desenmascaradora de la Escuela Espiritual!

As como en un laboratorio se investiga sobre las propiedades de las diversas materias, cada alumno se ve colocado en las probetas del laboratorio alqumico de la Escuela Espiritual, las cuales estn llenas de la luz reveladora de la Fraternidad. Feliz el alumno que experimenta cmo se puede reaccionar con una capacidad sensorial nueva!

Quien no reaccione y quede prisionero de la necedad dialctica, no alcanzar en toda su vida la claridad.

Observe, para terminar, un aspecto de la actividad bienhechora de la Escuela Espiritual. Suponga que, a pesar de los esfuerzos realizados en los talleres alqumicos de la Escuela, un tercio de los alumnos reaccionara negativamente, pues, por alguna razn, le falta el necesario discernimiento inicial, mientras que los otros dos tercios reaccionasen bien. En este caso es posible que los dos tercios que comprenden conduzcan al otro tercio hacia el objetivo:

Si de tres hombres que caminan juntos, uno de ellos est extraviado, los tres alcanzarn de todas formas la meta.

La relacin no debe ser modificada en sentido desfavorable, de modo que los extraviados estn en mayora. La inmensa importancia de la unidad de grupo aparece as con claridad ante usted. Un grupo pequeo perfectamente decidido puede ser, de manera irresistible, una gran bendicin para muchos.

Quien penetra en los procesos del renacimiento del alma, crece en la gracia radiante junto a Dios y a los hombres.

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Las citas en este captulo y en el siguiente han sido extradas del libro Uit de werken van Tsjwang Tse de J. A. Blok, N. Kluwer, Deventer 1951.

Captulo 6

Vicisitudes del destino

Tsien Wu dijo a Sun Siu Au: Seor, usted fue tres veces primer ministro y no se senta orgulloso de ello; fue cesado tres veces y no mostraba ningn abatimiento. Antes yo no tena plena confianza en usted, pero ahora veo cun regular y calmadamente pasa el aliento por sus fosas nasales. Cmo domina su espritu?

Sun Siu Au respondi: En qu aventajo yo a los dems hombres? Cuando el cargo me fue confiado, consider que no deba rehusarlo. Cuando me fue quitado, pensaba que no deba conservarlo. Consideraba que tener o no ese cargo en nada cambiaba lo que yo era y que no haba ninguna razn para mostrarme abatido. Esto era todo En qu sobresal yo de los dems? Adems yo no saba si el honor era para la dignidad del cargo o para m mismo. Si el honor perteneca al cargo, no era para m, y si me perteneca, no tena nada que ver con el cargo. Con esta incertidumbre y tomando todo en consideracin, no tena ocasin para averiguar si los hombres me estimaban importante o nfimo.

Tsung Ni escuch esto y dijo: El verdadero hombre de antao no puede ser descrito plenamente por los grandes sabios. La belleza no puede conducirle a la disipacin y no puede ser asaltado ni por el ladrn ms peligroso. Ni el emperador Fu Hi ni Huang Ti pudieron coaccionarle en base a su amistad. La vida y la muerte son acontecimientos llenos de importancia, y sin embargo, no podan alterar su ser ms profundo, cunto menos le importara el cargo y los privilegios! Con tal naturaleza, poda subir sin impedimentos a la montaa Thai, sumergirse sin mojarse en la charca ms profunda, desempear la ms humilde e nfima funcin sin ser humillado por ello. Suya es la plenitud del cielo y de la tierra. Cuanto ms daba a los dems, ms le quedaba para l.

Esta cita de la obra de Chuang Tse se refiere a las vicisitudes del destino, tan numerosas en la vida de un hombre dialctico y que pueden modificar completamente las situaciones en las que vive.

El protagonista del relato se evidencia como un hombre que est en el proceso del renacimiento del alma. Impasible, gracias a la elevacin de su alma, tanto frente a su nombramiento como primer ministro, como ante la retirada de ese cargo. El realiza su tarea social y, cuando llega el momento, se desprende de su cargo. Este tipo de asunto no tena nada que ver con su vida interior, a la que no daba ni quitaba nada.

Yo consideraba -dice- que tener o no este cargo, en nada cambiaba lo que yo era y que no haba ninguna razn para mostrarme abatido. Esto era todo.

En efecto, l estaba por encima de las vicisitudes de la vida y aceptaba la situacin tal como se le presentaba cada da. Esto no alteraba en nada la tranquilidad de su alma.

Pero consideremos el caso en que la persona

afectada, en virtud de su estado de ser, no ha escapado, de ninguna manera, al juego de las vicisitudes, participando completamente en ellas. En tal caso, el comportamiento que mostraba el ex-primer ministro sera mentiroso, teatral y en disconformidad absoluta con la realidad.

Mientras el corazn no est limpio de impurezas ni sea alcanzada la paz del alma, el hombre pasa por una multitud de experiencias, y estas experiencias estn frecuentemente relacionadas con las vicisitudes del destino, que marcan profundamente nuestra vida y, a veces, nos golpean como si fuesen martillos.

Podemos decir en tal estado: Esto no me concierne, o Estoy por encima, o Esto no me produce ni fro ni calor, o Yo no me inmuto?

Ciertamente no, porque esto sera dar prueba de que no se han comprendido, o no se quieren comprender, las causas que determinan sus experiencias y se rechaza las consecuencias relacionadas con ellas. Tal comportamiento demostrara ignorancia, orgullo o auto-conservacin, o una mezcla de los tres.

Cuando usted comete un error y la Fraternidad le corrige -y estas correcciones se producen siempre por las experiencias que le llegan- tiene el deber de demostrar, con humildad y agradecimiento, que est decidido a aprender la leccin y a sacar las consecuencias de ello. Y si en ese momento le falta la sabidura del discernimiento, debe pedir discernimiento y lucidez para saber el camino a seguir. Esta intervencin en su destino se habr grabado profundamente en su alma, lo cual contribuye a la purificacin del corazn.

En estas situaciones todava no puede comportarse como el ex-primer ministro. El comportamiento de vida de este hombre est ennoblecido por sus elevadas cualidades del alma. Pero los que adoptan este comportamiento sin ser dignos interiormente, no hacen ms que una imitacin, lo que no proporciona ningn beneficio para el alma. Al contrario, as provocamos tensiones y reveses del destino ms duros an, los cuales parece que nos van a destruir, y durante mucho tiempo no nos queda ni un tomo de energa para dar un nuevo paso en el camino.

De vez en cuando, el alumno tiende a imitar las enseanzas que la Escuela le da y llega fcilmente a vivir en la ilusin de haber alcanzado su objetivo desde hace mucho tiempo. La lengua sagrada pone especialmente en guardia contra esta forma de conducta.

En el relato que acabamos de leer, se dice que un hombre que se encuentra en el proceso del renacimiento del alma est inmunizado contra los peligros, y no puede ser asaltado ni por el ladrn ms peligroso. Pero el alumno cuyo estado es artificial, sea por la causa que sea, puede ser asaltado por el primer ladrn que venga. Nosotros le pedimos que analice bien este punto de vista, y que se persuada de que an tiene mucho que aprender por propia experiencia y que se debe comportar en consecuencia.

Podra suceder que el miedo apareciera ahora en su alma y que usted dijera: Mientras no haya triunfado contra las impurezas de mi alma, y todava deba aprender mucho por propia experiencia, estoy a merced del primer ladrn que venga; a merced de una amenaza de la esfera reflectora, por ejemplo.

Esto no tiene por qu ser as! Quien emprende el camino y, reconociendo a fondo su debilidad, se somete a la Ley del Reino, ver que esta debilidad desaparece en la fuerza de la Gnosis y estar bajo su proteccin. Quien, en la angustia de sus experiencias, tiende su mano para ser salvado, sentir que su mano es asida.

Pero quien dice: Yo no necesito ayuda, no atrae hacia l las experiencias salvadoras, sino las de la decadencia.

Utilicemos el relato de Sun Siu Au para llegar al discernimiento!

Captulo 7

El Aliento de la Vida

Chuang Tse ha escrito en una de sus obras un captulo titulado Perfeccin, donde dice:

Mi maestro Lie Tse dijo a Yin, el guardin de la frontera: El hombre perfecto se mueve sin impedimentos bajo el agua, va por encima del fuego sin quemarse, se eleva sin miedo por encima de todas las cosas; permtame preguntarle cmo puede llegar a ello.

Yin, el guardin, contest: Esto es posible por la conservacin del aliento perfecto. Esto no puede ser explicado como consecuencia de la habilidad o del valor. Ven, sintate, voy a explicrtelo.

Todas las cosas materiales tienen forma, sonido y color. De estas cualidades diversas vienen sus diferencias. Pero ninguna cosa puede alcanzar lo que las precedi a todas. Slo son percepciones. Pero lo perfecto est por encima de las formas y de la posibilidad de ser transformado. Cuando alguien alcanza este estado y penetra en su culminacin, cmo podran las cosas ofrecerle resistencia en su camino? El ocupar el lugar que le ha sido asignado, sin abandonarlo, quedando oculto en el tiempo sin huella. Con gozo observar la accin que otorga a todas las cosas un principio y un fin. Reconduciendo su naturaleza a la unidad, nutriendo su fuerza vital y concentrando su ser, puede irrumpir en el origen de todas las cosas. Al ser su naturaleza celeste perfecta y su espritu indiviso, cmo podra hacer mella en l cosa alguna?

Si un hombre ebrio se cae de un carro, se producir quizs contusiones, pero no se matar. Sus huesos y sus articulaciones no difieren de las de los dems hombres, pero en el momento de la cada, el espritu vital de este hombre estaba indiviso. En razn de su inconsciencia en el momento de la cada, las ideas de vida y muerte y el miedo no le han conmovido. Por este motivo no se ha roto ningn miembro. Por su estado de embriaguez, conserva la integridad de su cuerpo. Cunto ms fuertemente se mostrara esto si se encontrara bajo la influencia de su naturaleza celeste! El sabio est protegido en su naturaleza celeste y ya nada le afecta.

Todo verdadero alumno de la Escuela Espiritual moderna se esfuerza por perfeccionarse, por santificarse. Intenta elevarse por encima de los siniestros parajes de la muerte y entrar en la vida nueva, despus de haber hecho oblacin de todo lo que pertenece a la naturaleza de la muerte.

Quien camina en este camino de santificacin llega a liberarse absolutamente del miedo, la preocupacin y el temor, y escapa del dominio de los eones de la naturaleza. Alguien as camina en la luz, al igual que El est en la luz, y se eleva por encima de las cosas de la muerte.

Cmo se puede conseguir esto? Conservando el aliento perfecto, el aliento perfecto de la Gnosis!

Alguien que haya estado bajo la influencia de las corrientes ocultas supondr, tal vez, que comprende estas palabras. Es el caso, por ejemplo, de quien han hecho ejercicios de euritmia, los cuales no son de ninguna utilidad para alcanzar la vida nueva de la que habla la Escuela Espiritual. Cuando el guardin de la frontera, Yin, hace alusin al aliento perfecto, no se refiere ciertamente a esas tcnicas respiratorias.

Slo quien recorre el camino de las rosas se une con el aliento de la vida y con las fuerzas astrales de la Gnosis. En primer lugar, por la rosa del corazn, el esternn se hace apto para la nueva respiracin y, en un momento dado, el sistema magntico del cerebro respirar tambin en la naturaleza de la vida eterna. Este cambio se realiza en el alumno progresiva y armoniosamente. A quien le ha sido dado vivir de este Aliento de Dios, sabe que este privilegio no es el resultado de ejercicios ni de tcnicas, como tampoco del valor o de la resistencia.

Chuang Tse nos da esta explicacin: todo en esta naturaleza tiene forma, sonido y color; sta es la naturaleza de las innumerables formas; es la naturaleza espacio-temporal, en la cual el siempre diferente se manifiesta tambin en el siempre igual. Ningn ser espacio-temporal puede ser igual a otro ser espacio-temporal. Puede ser que cada uno de ellos imite perfectamente al otro, pero permanecen separados de todas formas. Ellos son solitarios, autnomos, extraos el uno al otro. Son simplemente percepciones, fenmenos, cosas.

A la vida nueva se eleva el hombre perfecto, despus de haber recorrido ntegramente el camino de regreso, y en su fase final se escapa del dominio de la forma y del cambio, por encima de todos los aspectos y fenmenos del orden espacio-temporal. Es imposible hacerse una idea de tal existencia, aunque es de hecho un estado de ser. En ningn caso pensemos en una forma glorificada, porque el hombre nuevo absoluto es una entidad que est por encima de la forma. Es ilimitado en lo ilimitado.

Quien penetra y participa en el aliento perfecto de la vida, entra en un proceso de crecimiento, que consiste en elevarse del algo dialctico al nada divino. El que est en este proceso, se libera cada vez ms de las barreras, de las limitaciones y de los fenmenos del mundo espacio-temporal de la forma, y, finalmente, ya no encuentra ninguna oposicin. El podr tomar el lugar que le corresponde, sin abandonarlo y permanecer escondido en el tiempo sin huella: libre de la materia, libre de la esfera reflectora y, sin embargo, siendo yo, libre de toda percepcin dialctica, oculto en el tiempo sin huella.

Quien respira en el aliento perfecto y recorre el camino de las rosas, conducir su naturaleza a la unin original con la Gnosis. Por esto, cuando alguien recorre el camino de las rosas, cmo podra haber todava algo que perturbase su ser?

Si estas explicaciones le parecen algo abstractas, piense en que el embriagado por el alcohol se hace insensible. Ningn pensamiento de muerte, de vida, de miedo o de temor surge en l. El no tiene miedo, nada le perjudica, ni las cosas peores, porque, en ese estado, su conciencia est oscurecida o suprimida por el alcohol.

El candidato a la vida nueva abre sus puertas a la luz y a la fuerza de la Gnosis, y el aliento de la vida desciende sobre l. Est absorbido hasta tal punto, que la nostalgia, el miedo, la preocupacin y el temor, as como cualquier limitacin, desaparecen y ya no le daan ms. El entra en la tranquilidad del alma.

Que esta sublime sabidura de hace 2500 aos pueda fortificarle en su decisin de recorrer el Camino que conduce a la vida! Quien recorre el camino, ser libre eternamente en el misterio del tiempo sin huella!

SIETE VOCES HABLAN

por

Catharose de Petri

NDICE

Prlogo

I La sptuple prueba del estado de hermano o de hermana

II El testimonio de Jess es el espritu de la profeca

III La voz de la Escuela y la voz del alma

IV Jess mihi omnia

V Chrestos- el nacimiento del alma, Christos- la victoria del alma

VI El aliento de vida

VII El tringulo de fuego

VIII La radiacin de la Escuela de la Joven Gnosis

IX Las siete corrientes curadoras del alma

X El Templo vivo

XI Los tres cuerpos universales

XII El nico manantial de vida

XIII La atmsfera astral de vida

XIV Fe, esperanza y amor

XV El comercio secreto con Dios

XVI La verdad revelada

XVII El factor gluten de la personalidad

XVIII La lectura de la rota

XIX La constitucin de la mesa

XX Los diez sefiroth

XXI Toda alma tiene parte en la resurreccin del Cristo

XXII El prototipo de la nueva manifestacin-alma

PRLOGO

Pueda serle claro al lector que

aquel que se decide a la rendicin del yo

y se consagra voluntariamente al tomo original

-la Rosa del corazn-

entra en unin con la luz universal.

Esta luz ha