CINCO SECRETOS PARA TENER UNA VIDA MÁS FELIZ…Por Ma Antonia Trujillo Ornelas, fsp

Apreciados amigos y amigas:De nuevo me comunico con ustedes con gusto juntamente con el vivo deseo de reflexionar juntos/as en este camino de búsqueda de la auténtica felicidad en clave de comunicación.

En nuestra reflexión anterior reflexionamos un poco en la comunicación intrapersonal, sin duda muy relacionada con otros “tus”, en un proceso que va construyendo un “nosotros” fecundo de amor y vida. Esto será posible si nos esforzamos por mantenemos abiertos a una relación vital con Dios y nuestros semejantes, considerando que no fuimos creados para ser una isla, sino para saber ofrecer nuestros dones y para recibir los de nuestros prójimos con una actitud de humildad. Esto se va logrando paulatinamente y paso a paso, por ello en esta ocasión les comparto…

Elementos para sacarle provecho a tu relación con Dios.

Inicio mi reflexión con un esquema sencillo partiendo del presupuesto de que la vida se nos ha dado para compartirla sirviendo a los demás según los dones recibidos de parte de Dios.

AL SERVICIO DE LA VIDAPARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD MEJOR

DIOS Yo Mi Prójimo NOSOTROS

Mucho se podría hablar sobre la felicidad en relación a la comunicación, pero por falta de espacio retomamos solamente algunos puntos. Algo nos dice el siguiente cuento:

“Un día, un hombre sabio y piadoso clamó al cielo por una respuesta. El hombre aquel encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para lograr que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz.

La pregunta que hacían era: ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo: Como di, dad. Todos los misioneros se veían entre sí, sorprendidos y extrañados de escuchar tal término de la propia voz de Dios.

El hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo: ¿Comodidad Señor? ¿Qué quieres decir con eso? Dios respondió: La clave para un mundo pleno es: Como Di, Dad. Es decir, así como yo les di, dad vosotros a vuestro prójimo. Como di, dad vosotros fe; como di, dad vosotros esperanza; como di, dad vosotros caridad; como di, sin límites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo y el mundo, será un paraíso. Sigamos la clave del COMO DI, DAD”.

Autor anónimo

Es claro el mensaje. Como creyentes, es muy importante tener en cuenta cinco puntos de nuestra relación con DIOS que nos ayudarán a conquistar la verdadera felicidad.

a)- Acercarnos a la Palabra de DIOS. Leer, meditar la Biblia, en ella encontraremos varias orientaciones y enseñanzas. Pues no se ama lo que no se conoce, pero no se trata solamente de un conocimiento intelectual sino vivencial, experimentar su presencia salvadora y de amor. San Pablo, al evangelizar a los atenienses que se orientaban por la ciencia y tenían diferentes dioses, les decía: “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en Él, y que es el Señor del cielo y la tierra… Él da a todos la vida, la respiración y todo lo demás. Él creó de un solo hombre toda la humanidad para que habitara en toda la tierra: fijando cada pueblo dónde y cuándo tenías que habitar, con el fin que buscaran a Dios, a ver si, aunque a tientas, lo podían encontrar; y que en realidad no está lejos de cada uno de nosotros, ya que en él vivimos, nos movemos y existimos” (Hech. 17,15.22-18,1)

b)- Alimentar en nosotros la certeza que Dios está cerca de nosotros, es verdad que nos supera en todo, es nuestro modelo, pero más allá de su grandeza y poder es un Dios cercano. Un poeta prehispánico muy importante (Nezahualcóyotl), amaba llamar a Dios: “El Dios del cerca y del junto”. Es un Dios de amor que cuida de nosotros, nos ama, nos guía y nos ayuda a cambiar. El mismo Jesús nos lo reveló como PADRE. Y San Pablo escribe: “Todo contribuye al bien de los que aman a Dios” (Rm 8, 37), Somos invitados a amarle.

c)- Y una de las formas de expresar nuestro amor a Dios es la oración, es hablar con Él como a un amigo, decirle lo que nos pasa, lo que nos preocupa y esperamos. También darle gracias por los dones que nos ha regalado, por los que nos aman y las personas que ha sembrado en nuestro camino. Pedirle con confianza las gracias que nuestros seres queridos, amistades y nuestro mundo necesitan.

d)- Reconocer que fuimos creados a su imagen y semejanza, que valemos mucho, que nos ha dado dones para ponerlos al servicio de los demás. Desarrollar estos dones y poner práctica los talentos que nos ha dado. Dios quiere que progresemos y luchemos para superar todo obstáculo y lanzarnos siempre hacia la meta.

e)- Orar el Salmo 139 (1-18. 23-24) que contiene algunos de los elementos arriba indicados.

Señor, tú me sondeas y me conoces,tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares.

Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente; me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. Si tomara las alas de la

aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha. Si dijera: “¡Que me cubran las tinieblas y la luz sea como la noche a mi alrededor!”, las tinieblas no serían oscuras para ti y la noche sería clara como el día. Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras!

Tú conocías hasta el fondo de mi alma y nada de mi ser se te ocultaba, cuando yo era formado en lo secreto, cuando era tejido en lo profundo de la tierra. Tus ojos ya veían mis acciones, todas ellas estaban en tu Libro; mis días estaban escritos y señalados, antes que uno solo de ellos existiera. ¡Qué difíciles son para mí tus designios! ¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos! Si me pongo a contarlos, son más que la arena; y si terminara de hacerlo, aún entonces seguiría a tu lado. Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior; examíname y conoce lo que pienso; observa si estoy en un camino falso y llévame por el camino eterno.

Nuestra vida, con sus bellezas, sufrimientos, luchas y esperanzas están en el corazón de Dios y desea y quiere que lleguemos a ser plenamente felices siguiendo sus enseñanzas. Sigamos acercándonos a Él.

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