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Red de Parques Naturales La Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona está formada por 12 espacios naturales de alto valor paisajístico, ecológico y cultural. Garantiza un equilibrio territorial y ambiental en los 100 municipios de su ámbito geográfico. Abarca 101.576 hectáreas, lo que representa el 22 % del territorio donde vive el 70 % de la población de Cataluña. Planifica y gestiona los espacios naturales y agrarios mediante los planes especiales, elaborados con la participación de todos los agentes implicados. Protege los valores naturales, agrícolas, forestales, culturales y paisajísticos de cada parque. Apuesta por un equilibrio entre la preservación de los parques y el desarrollo económico de la población. Fomenta el uso público del patrimonio natural. Castellano www.diba.cat/parcsn PROVÍNCIA DE LLEIDA PROVÍNCIA DE GIRONA PROVÍNCIA DE BARCELONA PROVÍNCIA DE TARRAGONA Red de Parques Naturales 101.576 hectáreas de espacios naturales protegidos Direcció de Comunicació. Foto portada: Iñaki Relanzón. DL: Parque de El Garraf y Parque de Olèrdola El Parque de El Garraf y el Parque de Olèrdola forman la estribación suroeste de la Cordillera Litoral Catalana, en- tre las comarcas de El Baix Llobregat, L’Alt Penedès y El Garraf. Sus límites son el valle inferior del río Llobregat, el mar Mediterráneo y la depresión del Penedès. Juntos su- man 12.984 hectáreas (12.376 ha el Parque de El Garraf y 608 ha el Parque de Olèrdola). Ambos parques forman un paisaje rocoso y agreste, carac- terizado por la piedra calcárea, con numerosas cavidades subterráneas, dolinas y lenares. Sin embargo, El Garraf pre- senta una pequeña franja de areniscas rojizas, en el extremo oriental del parque, mientras que el llano que rodea Olèrdola está ocupado por viñedos. Las cumbres más altas son La Morella (594 m) y El Rascler (572 m), en el caso de El Garraf, y el monte de L’Àliga (465 m), en la plataforma rocosa central que singulariza a Olèrdola. Estos dos espacios están amparados legalmente por planes especiales de protección promovidos por la Diputación de Barcelona y aprobados definitivamente por la Generalitat de Catalunya en 1986 (El Garraf) y 1992 (Olèrdola). Las amplia- ciones de ambos parques permitieron que los dos espacios se conectaran entre sí, a la vez que lo hacían con el vecino Parque de El Foix. La diputación gestiona estos dos espacios protegidos en colaboración con los once municipios que forman parte de ellos, y con la participación de varios sectores implicados. Desde el año 2002, el Parque de El Garraf está hermanado con el Parco Naturalle della Maremma, en la Toscana ita- liana. KIM CASTELLS Comte d’Urgell, 187 Edifici del Rellotge, 3a planta 08036 Barcelona Tel. 934 022 400 Fax 934 022 439 [email protected] www.diba.cat/parcsn Àrea d’Espais Naturals Xarxa de Parcs Naturals Parc del Garraf i Parc d’Olèrdola Red de Parques Naturales Parque del Castell de Montesquiu, Espacio Natural de Les Guilleries-Savassona, Parque Natural de El Montseny, Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, Parque de El Montnegre i el Corredor, Parque de la Serralada Litoral, Parque de la Serralada de Marina, Parque de Collserola, Parque Agrario de El Baix Llobregat, Parque de El Garraf, Parque de Olèrdola, Parque de El Foix. Los parques de El Garraf y Olèrdola han obtenido la certificación del Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destino (SICTED)

Parc del Garraf i Parc d’Olèrdola w w w . d i b a . c a t ... · seca, la muralla romana se ... La zona de Eramprunyà es bien distinta, y se caracteriza por ... la tortuga mediterránea

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Page 1: Parc del Garraf i Parc d’Olèrdola w w w . d i b a . c a t ... · seca, la muralla romana se ... La zona de Eramprunyà es bien distinta, y se caracteriza por ... la tortuga mediterránea

Red de Parques Naturales

La Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona está formada por 12 espacios naturales de alto valor paisajístico, ecológico y cultural.

Garantiza un equilibrio territorial y ambiental en los 100 municipios de su ámbito geográfico.

Abarca 101.576 hectáreas, lo que representa el 22 % del territorio donde vive el 70 % de la población de Cataluña.

Planifica y gestiona los espacios naturales y agra rios mediante los planes especiales, elaborados con la participación de todos los agentes implicados.

Protege los valores naturales, agrícolas, forestales, culturales y paisajísticos de cada parque.

Apuesta por un equilibrio entre la preservación de los parques y el desarrollo económico de la población.

Fomenta el uso público del patrimonio natural.

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Parque de El Garraf y Parque de Olèrdola

El Parque de El Garraf y el Parque de Olèrdola forman la estribación suroeste de la Cordillera Litoral Catalana, en­tre las comarcas de El Baix Llobregat, L’Alt Penedès y El Garraf. Sus límites son el valle inferior del río Llobregat, el mar Mediterráneo y la depresión del Penedès. Juntos su­man 12.984 hectáreas (12.376 ha el Parque de El Garraf y 608 ha el Parque de Olèrdola).

Ambos parques forman un paisaje rocoso y agreste, carac­terizado por la piedra calcárea, con numerosas cavidades subterráneas, dolinas y lenares. Sin embargo, El Garraf pre­senta una pequeña franja de areniscas rojizas, en el extremo oriental del parque, mientras que el llano que rodea Olèrdola está ocupado por viñedos. Las cumbres más altas son La Morella (594 m) y El Rascler (572 m), en el caso de El Garraf, y el monte de L’Àliga (465 m), en la plataforma rocosa central que singulariza a Olèrdola.

Estos dos espacios están amparados legalmente por planes especiales de protección promovidos por la Diputación de Barcelona y aprobados definitivamente por la Generalitat de Catalunya en 1986 (El Garraf) y 1992 (Olèrdola). Las amplia­ciones de ambos parques permitieron que los dos espacios se conectaran entre sí, a la vez que lo hacían con el vecino Parque de El Foix.

La diputación gestiona estos dos espacios protegidos en colaboración con los once municipios que forman parte de ellos, y con la participación de varios sectores implicados.

Desde el año 2002, el Parque de El Garraf está hermanado con el Parco Naturalle della Maremma, en la Toscana ita­liana.

los siglos viii y vii a. C. Desde entonces, con períodos de ocupación y abandono, por ella han pasado varias civilizaciones.

Durante los siglos iv al ii a. C. se asentó allí el pueblo íbero de los cose­tanos, que reaprovechó la muralla anterior.

A finales del siglo ii a. C. los romanos ubican en Olèrdola un destaca­mento militar. Erigen una gran muralla y una atalaya en la parte más alta para controlar el territorio y la Vía Heráclea —la posterior Vía Augusta. Hoy en día se aprecian notables diferencias entre la parte inferior de la muralla, de unos 3 m de altura, que es de época romana, y la parte su­perior, de época medieval. También es de la época romana la gran cis­terna o aljibe central. Una vez conseguida la pacificación de los pueblos íberos, la presencia de la guarnición romana se hace innecesaria y se abandona el lugar.

Un milenio más tarde, en época medieval y a partir del siglo ix, Olèrdola vuelve a cumplir un papel destacado en el control y la repoblación de los territorios de la Cataluña meridional. El primer documento en el que apa­rece citado el nombre de Olèrdola es del año 950. En estos años desta­ca la figura de Mir Geribert, príncipe de Olèrdola, que llegó a enfrentarse al conde de Barcelona, Ramon Berenguer I (1040­1059).

Durante este período Olèr­dola era un punto avanza­do en la frontera del territo­rio cristiano. Quedan pocos restos de las viviendas de la época: varios agujeros rea­lizados en la roca y silos o depósitos subterráneos para guardar el grano.

Por lo que se refiere a las construcciones de piedra seca, la muralla romana se reconstruyó y se erigieron la iglesia y el castillo. La prime­ra iglesia, de estilo prerromá­nico, fue consagrada en el año 935 y dedicada al arcángel guerrero San Miguel y a San Pedro. En el año 992 se construyó una nueva iglesia de estilo románico, junto a la anterior. El castillo, adosado a la atalaya roma­na, es un edificio amplio, de una sola nave, tal como corresponde a es­tas edificaciones de los siglos x y xi. En 1108 fue arrasado por la invasión de los almorávides.

Cerca de la iglesia de Sant Miquel y fuera del recinto amurallado, en el Pla dels Albats, se pueden observar varias tumbas de forma humana excavadas en la roca. El topónimo refleja la abundancia de entierros de recién nacidos (albats) de la época altomedieval, aunque también hay tumbas de adultos y niños.

El avance de la frontera hacia el sur y la pacificación del territorio produ­jeron, desde el siglo xii, la decadencia de Olèrdola. El desplazamien to progresivo de la población hacia tierras más bajas conllevó el abandono definitivo entre los siglos xiii y xiv, con ocupaciones puntuales en momen­tos de inestabilidad.

El medio físico

El paisaje que podemos contemplar en El Garraf y en Olèrdola tiene una apariencia árida, de relieves bajos y cumbres redondeadas; los valles son profundos y de vertientes escarpadas, y las paredes, rocosas y de color gris blanquecino. La piedra calcárea, que compone casi la totalidad de ambos macizos, al entrar en contacto con el agua y el aire ha ocasiona­do la formación de procesos cársticos, es decir, cuevas, simas, dolinas y lenares. La zona de Eramprunyà es bien distinta, y se caracteriza por areniscas y conglomerados de colores rojizos, que constituyen un paisa­je bastante abrupto. La situación costera determina un clima típicamente mediterráneo: lluvias en primavera y otoño, escasas pero torrenciales, y temperaturas suaves; los inviernos son templados y los veranos caluro­sos y secos. Tanto el paisaje del Parque de Olèrdola como el del Parque de El Garraf se caracterizan por su marcado carácter mediterráneo y por ser testigos de una larga relación entre el hombre y el medio.

La fauna

Las duras condiciones ambientales (fuerte insolación, falta de agua, ve­getación escasa y relieve muy abrupto) han seleccionado mucho las es­pecies que se han establecido en estos parques y, por lo tanto, han dado interés a la original fauna que allí habita. Así, encontramos a la culebra verdiamarilla, la culebra de herradura, la collalba negra, la collalba rubia, el roquero solitario, la garduña y el tejón. Últimamente, se ha introducido la tortuga mediterránea en la zona.

Las balsas constituyen puntos clave para la vida de muchas especies, sobre todo para aquellas cuyo ciclo vital está irrefutablemente ligado al

agua, como los anfibios y muchos in­vertebrados.

El gran desarrollo del siste­ma cárstico ha favorecido la

presencia de animales caver­nícolas, algunos de ellos espe­

cies únicas en el mundo.

La vegetación

La acentuada sequía estival y la baja capacidad de retención de agua de los suelos calcáreos condicio­nan el desarrollo de la vegetación, caracterizada por un matorral denso, de uno a tres metros de altura, donde dominan la carrasca y el almácigo, y donde crecen el palmito, el carrizo y otras especies de pro­cedencia africana.

Más hacia el interior, el paisaje está integrado por encinares y pinares de pino carrasco. La mayoría de ellos se ha visto afectada por los incendios foresta­les, y hoy se encuentra en proceso de regeneración.

En los valles cerrados crece la ve­getación típica del encinar: la en­cina, el boj, la rubia, la madreselva o el durillo.

La ocupaciónhumana

A pesar de la imagen de soledad y despoblación que ofrecen actual­mente los macizos de El Garraf y Olèrdola, a lo largo del tiempo han sido objeto de un aprovechamien­to intenso y variado por parte del hombre.

En El Garraf, las duras condiciones que impone el medio físico no han permitido la construcción de grandes monumentos. Los restos de los castillos de Eramprunyà y Olivella ilustran el período de las guerras de la Marca Hispánica contra los sarracenos. Dentro de este mismo contexto, pero posteriores, las torres del sector de la costa, aisladas o adosadas a algunas masías, son testigo del peligro permanente procedente del mar. Un buen ejemplo del románico de la zona es la pequeña iglesia de Olivella.

Sin embargo, la arquitectura más representativa de El Garraf es la de la masía y la de la actividad agraria vinculada a menudo a la explotación de la viña (Can Marcer, Mas Quadrell o Can Grau), o la masía relacionada con la ganadería de cabra (Mas Maiol, El Carxol o Vallgrassa). A menudo, estas masías se agrupan en pequeños núcleos de tres o cuatro unida­des, como Campdàsens o Els Masets, que en el caso de Jafra alcanza la dimensión de verdadera aldea, hoy abandonada. Otro elemento ca­racterístico de esta actividad constructiva son los innumerables muros de piedra seca, los rediles y las pequeñas cabañas de viñedo.

De este patrimonio edificado, hay que destacar cuatro elementos espe­cialmente significativos: la bodega Güell y La Pleta, obras del arquitecto modernista Berenguer; el hospital de Olesa de Bonesvalls, uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura hospitalaria medieval, y

el singular conjunto del palacio de Plana Nove­lla, justo en el centro de El Garraf.

No es hasta el siglo xviii cuando se inicia un no­table aumento de la población, acompaña­do de una gran expan­sión del conreo de la viña y el trigo. La pla­ga de filoxera, que em­pezó durante el tercer cuarto del siglo xix, in­terrumpió la extensa actividad agrícola en El Garraf, que todavía se man­tiene, pero, en Olèrdola, con una presencia significativa de la viña y los cultivos de secano, que ocupan una parte de las llanuras de los valles.

En El Garraf han proliferado un buen número de actividades (canteras, campos de tiro, vertederos, etc.) que han producido un fuerte impacto que se ha incrementado debido a los incendios forestales.

El conjunto monumental de Olèrdola

La montaña de Olèrdola constituye una atalaya natural entre la llanura del Penedès y la costa, y entre el norte y el sur de Cataluña.

Por otra parte, los acantilados que la rodean la convierten en un lugar ideal para buscar protección en períodos de inestabilidad. No es de ex­trañar que el enclave haya sido utilizado como fortaleza desde la épo­ca prehistórica hasta la edad media, con largos períodos de abandono cuando la ocupación de la llanura no presentaba ningún riesgo.

El núcleo central de Olèrdola y su entorno están poblados desde el Bron­ce Antiguo. En los pequeños valles periféricos se han encontrado pinturas rupestres, cerámica e industria lítica en sílex. En el valle de Olèrdola, hoy denominado Fondo de la Seguera, se encuentran algunos de los vestigios más interesantes de los primeros pobladores de estas tierras. Varios abri­gos y cuevas excavadas en los riscos que abrigan el valle fueron utilizados para construir rústicas viviendas.

Es a partir del comienzo de la Edad del Hierro cuando la plata­forma de Olèr­dola presenta un hábitat estable y organizado urba­nísticamente. La primera fortifica­ción conocida se construye entre

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Comte d’Urgell, 187Edi�ci del Rellotge, 3a planta08036 BarcelonaTel. 934 022 400Fax 934 022 [email protected] www.diba.cat/parcsn

Àrea d’Espais NaturalsXarxa de Parcs Naturals

Parc del Garrafi Parc d’Olèrdola

Red de Parques NaturalesParque del Castell de Montesquiu, Espacio Natural de Les Guilleries-Savassona, Parque Natural de El Montseny, Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, Parque de El Montnegre i el Corredor, Parque de la Serralada Litoral, Parque de la Serralada de Marina, Parque de Collserola, Parque Agrario de El Baix Llobregat, Parque de El Garraf, Parque de Olèrdola, Parque de El Foix.

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Los parques de El Garrafy Olèrdola han obtenido la certificación del Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destino (SICTED)

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Red de Parques Naturales

La Red de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona está formada por 12 espacios naturales de alto valor paisajístico, ecológico y cultural.

Garantiza un equilibrio territorial y ambiental en los 100 municipios de su ámbito geográfico.

Abarca 101.576 hectáreas, lo que representa el 22 % del territorio donde vive el 70 % de la población de Cataluña.

Planifica y gestiona los espacios naturales y agra rios mediante los planes especiales, elaborados con la participación de todos los agentes implicados.

Protege los valores naturales, agrícolas, forestales, culturales y paisajísticos de cada parque.

Apuesta por un equilibrio entre la preservación de los parques y el desarrollo económico de la población.

Fomenta el uso público del patrimonio natural.

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Parque de El Garraf y Parque de Olèrdola

El Parque de El Garraf y el Parque de Olèrdola forman la estribación suroeste de la Cordillera Litoral Catalana, en­tre las comarcas de El Baix Llobregat, L’Alt Penedès y El Garraf. Sus límites son el valle inferior del río Llobregat, el mar Mediterráneo y la depresión del Penedès. Juntos su­man 12.984 hectáreas (12.376 ha el Parque de El Garraf y 608 ha el Parque de Olèrdola).

Ambos parques forman un paisaje rocoso y agreste, carac­terizado por la piedra calcárea, con numerosas cavidades subterráneas, dolinas y lenares. Sin embargo, El Garraf pre­senta una pequeña franja de areniscas rojizas, en el extremo oriental del parque, mientras que el llano que rodea Olèrdola está ocupado por viñedos. Las cumbres más altas son La Morella (594 m) y El Rascler (572 m), en el caso de El Garraf, y el monte de L’Àliga (465 m), en la plataforma rocosa central que singulariza a Olèrdola.

Estos dos espacios están amparados legalmente por planes especiales de protección promovidos por la Diputación de Barcelona y aprobados definitivamente por la Generalitat de Catalunya en 1986 (El Garraf) y 1992 (Olèrdola). Las amplia­ciones de ambos parques permitieron que los dos espacios se conectaran entre sí, a la vez que lo hacían con el vecino Parque de El Foix.

La diputación gestiona estos dos espacios protegidos en colaboración con los once municipios que forman parte de ellos, y con la participación de varios sectores implicados.

Desde el año 2002, el Parque de El Garraf está hermanado con el Parco Naturalle della Maremma, en la Toscana ita­liana.

los siglos viii y vii a. C. Desde entonces, con períodos de ocupación y abandono, por ella han pasado varias civilizaciones.

Durante los siglos iv al ii a. C. se asentó allí el pueblo íbero de los cose­tanos, que reaprovechó la muralla anterior.

A finales del siglo ii a. C. los romanos ubican en Olèrdola un destaca­mento militar. Erigen una gran muralla y una atalaya en la parte más alta para controlar el territorio y la Vía Heráclea —la posterior Vía Augusta. Hoy en día se aprecian notables diferencias entre la parte inferior de la muralla, de unos 3 m de altura, que es de época romana, y la parte su­perior, de época medieval. También es de la época romana la gran cis­terna o aljibe central. Una vez conseguida la pacificación de los pueblos íberos, la presencia de la guarnición romana se hace innecesaria y se abandona el lugar.

Un milenio más tarde, en época medieval y a partir del siglo ix, Olèrdola vuelve a cumplir un papel destacado en el control y la repoblación de los territorios de la Cataluña meridional. El primer documento en el que apa­rece citado el nombre de Olèrdola es del año 950. En estos años desta­ca la figura de Mir Geribert, príncipe de Olèrdola, que llegó a enfrentarse al conde de Barcelona, Ramon Berenguer I (1040­1059).

Durante este período Olèr­dola era un punto avanza­do en la frontera del territo­rio cristiano. Quedan pocos restos de las viviendas de la época: varios agujeros rea­lizados en la roca y silos o depósitos subterráneos para guardar el grano.

Por lo que se refiere a las construcciones de piedra seca, la muralla romana se reconstruyó y se erigieron la iglesia y el castillo. La prime­ra iglesia, de estilo prerromá­nico, fue consagrada en el año 935 y dedicada al arcángel guerrero San Miguel y a San Pedro. En el año 992 se construyó una nueva iglesia de estilo románico, junto a la anterior. El castillo, adosado a la atalaya roma­na, es un edificio amplio, de una sola nave, tal como corresponde a es­tas edificaciones de los siglos x y xi. En 1108 fue arrasado por la invasión de los almorávides.

Cerca de la iglesia de Sant Miquel y fuera del recinto amurallado, en el Pla dels Albats, se pueden observar varias tumbas de forma humana excavadas en la roca. El topónimo refleja la abundancia de entierros de recién nacidos (albats) de la época altomedieval, aunque también hay tumbas de adultos y niños.

El avance de la frontera hacia el sur y la pacificación del territorio produ­jeron, desde el siglo xii, la decadencia de Olèrdola. El desplazamien to progresivo de la población hacia tierras más bajas conllevó el abandono definitivo entre los siglos xiii y xiv, con ocupaciones puntuales en momen­tos de inestabilidad.

El medio físico

El paisaje que podemos contemplar en El Garraf y en Olèrdola tiene una apariencia árida, de relieves bajos y cumbres redondeadas; los valles son profundos y de vertientes escarpadas, y las paredes, rocosas y de color gris blanquecino. La piedra calcárea, que compone casi la totalidad de ambos macizos, al entrar en contacto con el agua y el aire ha ocasiona­do la formación de procesos cársticos, es decir, cuevas, simas, dolinas y lenares. La zona de Eramprunyà es bien distinta, y se caracteriza por areniscas y conglomerados de colores rojizos, que constituyen un paisa­je bastante abrupto. La situación costera determina un clima típicamente mediterráneo: lluvias en primavera y otoño, escasas pero torrenciales, y temperaturas suaves; los inviernos son templados y los veranos caluro­sos y secos. Tanto el paisaje del Parque de Olèrdola como el del Parque de El Garraf se caracterizan por su marcado carácter mediterráneo y por ser testigos de una larga relación entre el hombre y el medio.

La fauna

Las duras condiciones ambientales (fuerte insolación, falta de agua, ve­getación escasa y relieve muy abrupto) han seleccionado mucho las es­pecies que se han establecido en estos parques y, por lo tanto, han dado interés a la original fauna que allí habita. Así, encontramos a la culebra verdiamarilla, la culebra de herradura, la collalba negra, la collalba rubia, el roquero solitario, la garduña y el tejón. Últimamente, se ha introducido la tortuga mediterránea en la zona.

Las balsas constituyen puntos clave para la vida de muchas especies, sobre todo para aquellas cuyo ciclo vital está irrefutablemente ligado al

agua, como los anfibios y muchos in­vertebrados.

El gran desarrollo del siste­ma cárstico ha favorecido la

presencia de animales caver­nícolas, algunos de ellos espe­

cies únicas en el mundo.

La vegetación

La acentuada sequía estival y la baja capacidad de retención de agua de los suelos calcáreos condicio­nan el desarrollo de la vegetación, caracterizada por un matorral denso, de uno a tres metros de altura, donde dominan la carrasca y el almácigo, y donde crecen el palmito, el carrizo y otras especies de pro­cedencia africana.

Más hacia el interior, el paisaje está integrado por encinares y pinares de pino carrasco. La mayoría de ellos se ha visto afectada por los incendios foresta­les, y hoy se encuentra en proceso de regeneración.

En los valles cerrados crece la ve­getación típica del encinar: la en­cina, el boj, la rubia, la madreselva o el durillo.

La ocupaciónhumana

A pesar de la imagen de soledad y despoblación que ofrecen actual­mente los macizos de El Garraf y Olèrdola, a lo largo del tiempo han sido objeto de un aprovechamien­to intenso y variado por parte del hombre.

En El Garraf, las duras condiciones que impone el medio físico no han permitido la construcción de grandes monumentos. Los restos de los castillos de Eramprunyà y Olivella ilustran el período de las guerras de la Marca Hispánica contra los sarracenos. Dentro de este mismo contexto, pero posteriores, las torres del sector de la costa, aisladas o adosadas a algunas masías, son testigo del peligro permanente procedente del mar. Un buen ejemplo del románico de la zona es la pequeña iglesia de Olivella.

Sin embargo, la arquitectura más representativa de El Garraf es la de la masía y la de la actividad agraria vinculada a menudo a la explotación de la viña (Can Marcer, Mas Quadrell o Can Grau), o la masía relacionada con la ganadería de cabra (Mas Maiol, El Carxol o Vallgrassa). A menudo, estas masías se agrupan en pequeños núcleos de tres o cuatro unida­des, como Campdàsens o Els Masets, que en el caso de Jafra alcanza la dimensión de verdadera aldea, hoy abandonada. Otro elemento ca­racterístico de esta actividad constructiva son los innumerables muros de piedra seca, los rediles y las pequeñas cabañas de viñedo.

De este patrimonio edificado, hay que destacar cuatro elementos espe­cialmente significativos: la bodega Güell y La Pleta, obras del arquitecto modernista Berenguer; el hospital de Olesa de Bonesvalls, uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura hospitalaria medieval, y

el singular conjunto del palacio de Plana Nove­lla, justo en el centro de El Garraf.

No es hasta el siglo xviii cuando se inicia un no­table aumento de la población, acompaña­do de una gran expan­sión del conreo de la viña y el trigo. La pla­ga de filoxera, que em­pezó durante el tercer cuarto del siglo xix, in­terrumpió la extensa actividad agrícola en El Garraf, que todavía se man­tiene, pero, en Olèrdola, con una presencia significativa de la viña y los cultivos de secano, que ocupan una parte de las llanuras de los valles.

En El Garraf han proliferado un buen número de actividades (canteras, campos de tiro, vertederos, etc.) que han producido un fuerte impacto que se ha incrementado debido a los incendios forestales.

El conjunto monumental de Olèrdola

La montaña de Olèrdola constituye una atalaya natural entre la llanura del Penedès y la costa, y entre el norte y el sur de Cataluña.

Por otra parte, los acantilados que la rodean la convierten en un lugar ideal para buscar protección en períodos de inestabilidad. No es de ex­trañar que el enclave haya sido utilizado como fortaleza desde la épo­ca prehistórica hasta la edad media, con largos períodos de abandono cuando la ocupación de la llanura no presentaba ningún riesgo.

El núcleo central de Olèrdola y su entorno están poblados desde el Bron­ce Antiguo. En los pequeños valles periféricos se han encontrado pinturas rupestres, cerámica e industria lítica en sílex. En el valle de Olèrdola, hoy denominado Fondo de la Seguera, se encuentran algunos de los vestigios más interesantes de los primeros pobladores de estas tierras. Varios abri­gos y cuevas excavadas en los riscos que abrigan el valle fueron utilizados para construir rústicas viviendas.

Es a partir del comienzo de la Edad del Hierro cuando la plata­forma de Olèr­dola presenta un hábitat estable y organizado urba­nísticamente. La primera fortifica­ción conocida se construye entre

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Àrea d’Espais NaturalsXarxa de Parcs Naturals

Parc del Garrafi Parc d’Olèrdola

Red de Parques NaturalesParque del Castell de Montesquiu, Espacio Natural de Les Guilleries-Savassona, Parque Natural de El Montseny, Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, Parque de El Montnegre i el Corredor, Parque de la Serralada Litoral, Parque de la Serralada de Marina, Parque de Collserola, Parque Agrario de El Baix Llobregat, Parque de El Garraf, Parque de Olèrdola, Parque de El Foix.

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Los parques de El Garrafy Olèrdola han obtenido la certificación del Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destino (SICTED)

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Símbolos convencionales Equipamientos y servicios del parque

Autopista

Carretera asfaltada

Pista sin asfaltar

GR (sendero de gran recorrido)

PR (sendero de pequeño recorrido)

Ferrocarril

Núcleo urbano

Urbanización

Límite del parque

Cima, colina

Mas, edificación

Acceso restringido

Oficina del parque

Información

Construcción de interésMuseo,exposición permanenteEquipamiento cultural

Audiovisual

Centro de documentación

Equipamiento pedagógico

Observatorio astronómico

Observatorio de aves

Itinerario señalizado

Balma/cueva

Sima

Fuente

Árbol monumental

Mirador

Vista panorámica

Productos alimentarios

Bodega

Restaurante

Alojamiento rural

Camping

Área de esparcimiento

Golf

Hípica

Pesca controlada

Hotel, hostal

Estación de ferrocarril

Puerto

Hospital

Gasolinera

Aparcamiento

Actividades

El Parque de El Garraf y el Parque de Olèrdola ofre­cen a sus visitantes toda una red de equipamientos y servicios de uso público. Esta red cuenta con un amplio abanico de centros de información, equipa­mientos y programas vinculados con la arqueolo­gía, la pedagogía, la historia, el arte, la astronomía o la gastronomía; estos, además, se complementan con una serie de exposiciones, audiovisuales, ta­lleres, cursos, conferencias y estancias medioam­bientales. Todos ellos se agrupan fundamentalmen­te en el programa «Viu el parc» y en la programación que lleva a cabo anualmente cada equipamiento.

También forman parte de esta amplia oferta de ocio una serie de excursiones señalizadas (de peque­ño y gran recorrido) e itinerarios guiados los fines de semana, además de itinerarios para personas con discapacidad. Todos los parques disponen de equipamientos y programas pedagógicos dirigi­dos a escuelas y entidades («Conozcamos nues­tros parques») así como a las personas que deseen colaborar en acciones de voluntariado (a través del Cercle d’Amics dels Parcs Naturals).

Accesos

Autopista AP7, salidas 28, 29 y 30 C­32, salidas 41 N y 42 S

Carreteras N­340, C­31, C­15B, BV­2111 y BV­2415

Renfe Lineas C2 y C2 sur

CARTOGRAFÍA: XPN

Recomendaciones

Respete las actividades agrí­colas, ganaderas y forestales, ya que son el medio de vida de muchos habitantes del parque.

Utilice la red de pistas y cami­nos señalizados. No se permite la circulación de vehículos, bici­cletas y caballos fuera de las carreteras y las pistas de uso público. Recuerde que la velo­cidad máxima es de 30 km/h. No aparque delante de las cadenas que cierran el acceso a los caminos.

Todos los parques constituyen un patrimonio altamente valo­rado por la sociedad. Aunque la propiedad de los terrenos es tanto pública como privada, todos somos responsables de su conservación y mejora.

Respete la naturaleza y la tran­quilidad del entorno, especial­mente en los lugares de nidifica­ción. Evite ruidos innecesarios.

Se regula la caza con el fin de mantener la fauna caracterís­tica de estos parques.

El abandono de animales de compañía y de especies exóti­cas es una crueldad y está tipi­ficado por la ley como infrac­ción.

El palmito es una especie pro­tegida por la ley, y su recolec­ción está penalizada.

Si encuentra una tortuga, respétela. Recuerde que es una especie protegida y que su captura y tenencia están sancionadas por la Ley de Protección de los Animales.

El roquedo del macizo de El Garraf también está prote­gido. No se permite alterarlo ni extraerlo.

Recuerde que está expresa­mente prohibida la quema de ramas y otros materia­les, los fuegos artificiales, las hogueras y las barbacoas en los terrenos forestales y en la franja de 500 m que los rodea (excepto en el período del año en el que la ley lo permite y con autorización previa del órgano competente).

No tire la basura en cualquier lugar. Utilice las papeleras y los contenedores del parque o de los pueblos cercanos.

Durante algunas épocas del año es mejor no escalar en determinadas zonas, y, por lo tanto, se regulará la práctica de este deporte. Respete las indicaciones que encontrará en algunos puntos de acceso a vías de escalada.

Si recoge setas o plantas medi­cinales, no dañe el bosque uti­lizando herramientas o exca­vando la tierra.

La presencia y la actividad hu­mana en El Garraf y en el en­torno del conjunto de Olèr dola han dejado una serie de mani­festaciones arquitectónicas y artísticas a lo largo del tiempo: pinturas rupestres, murallas, tumbas, masías, iglesias, casti­llos, muros, caminos, etc. Todo ello constituye un patrimonio cultural de una gran riqueza que debemos conservar.

Emergencias

Equipamientos

Parque de El Garraf

Oficina del Parque de El Garraf y del Parque de Olèrdola. La PletaCtra. del Ratpenat a Plana Novella, km 3,5Venta de publicaciones, exposición y au­diovisual El Garraf, parque naturalHorario: todos los días de la semana, de 10 a 15 hTienda: fines de semana y festivos Tel. 935 971 819. Fax 935 970 887 [email protected]

Centro de Documentación del Parque de El Garraf. GavàPlaça Dolors Clua, 13­14. 08850 GavàHorario: de martes a viernes, de 9.30 a 13 h y de 17 a 19 hTel. 932 639 [email protected]

Centro de Documentación del Parque de El Garraf. Vilanova i la GeltrúBiblioteca Joan Oliva i MilàPlaça de la Vila, 1308800 Vilanova i la GeltrúHorario: de lunes a viernes, de 10 a 20 h; sábados, de 10 a 14 h y de 16 a 20 hTel. 938 932 039. [email protected]

Escuela de Naturaleza Can Grau08818 Oli vellaEstancias pedagógicas para grupos escolares y cursos de fin de [email protected]ó Catalana de l’EsplaiHorario: de lunes a domingo,

de 9 a 19 h. Llamar para confirmarTel. 937 432 094, 934 747 474 y 934 744 [email protected]

Centro de Actividades Ambientales Cal GanxoCamí de Cal Ganxo, s/n08860 CastelldefelsActividades de educación ambiental. Estancias pedagógicas para grupos. Deportes de aventura Tel. 935 146 151 [email protected]

Vallgrassa. Centro Experimental de las Artes Equipamiento vinculado al arte. Exposicio nes temporales, talleres y conferenciasCtra. del Ratpenat a Plana Novella, km 7,5. 08870 BeguesHorario: de martes a domingo, de 10 a 14 hTel. 935 970 891 y 938 462 [email protected]

Centro de Información La SalaC. Major, s/n. 08818 Oli vellaHorario: sábados y festivos, de 10 a 15 hTel. 938 968 [email protected]

Punto de Información Sant Pere de RibesC. Major, 110. 08810 Sant Pere de RibesHorario: de martes a viernes, de 9 a 14 h; sábados, domingos y festivos, de 10 a 16 hTel. 938 962 [email protected]

Centro de Información Petit Casal de BeguesPg. de l’Església, 1. 08859 BeguesHorario: sábados y festivos, de 10 a 15 hTel. 936 392 [email protected]

Observatorio Astronómico de El GarrafCan Grau. Ctra. d’Olivella a Plana Novella, km 3,5. 08818 OlivellaCursos y talleres de astronomíaTel. 619 977 [email protected]

Centro de Documentación y Actividades Espeleológicas. Punto de Información de Olesa de Bo nesvalls Plaça de l’Ajuntament, s/n08795 Olesa de BonesvallsHorario: sábados, de 10 a 14 h y de 16 a 20 h; domingos, de 10 a 14 hTel. 938 984 375 [email protected]

Granja Escuela Can Pere de la Plana08810 Sant Pere de RibesEstancias con actividades para grupos Tel. 938 960 827

Punto de Información Turismo de SitgesSínia Morera, 1. 08870 SitgesTel. 938 944 251 y 938 945 [email protected]

Oficina de Turismo Local y Comarcal de Castelldefels y El Baix LlobregatPintor Serrasanta, 4. 08860 CastelldefelsTel. 936 352 [email protected]

Consorcio de Turismo de El GarrafPunto de InformaciónPlaça Beatriu de Claramunt, 7 08800 Vilanova i la GeltrúTel. 938 100 055 [email protected]

Consorcio de Turismo de L’Alt PenedèsPunto de InformaciónHermenegild Clascar, 1­3 08720 Vilafranca del PenedèsTel. 938 170 160 [email protected]

Parque Arqueológico Minas de GavàJaume I, s/n. 08850 GavàTel. 932 639 620parcarqueologic@aj­gava.cat

Parque de Olèrdola

Museo de Arqueología de Cata lu ña - Olèrdola Punto de InformaciónConjunto monumental de OlèrdolaHorarios: www.mac.cat/cat/seus/olerdola Visitas guiadas concertadas, tel. 675 782 936 / 934 246 577

Punto de Información de CanyellesHorario: sábados, domingos y festivos, de 10 a 14 hTel. 938 973 011 [email protected]

Punto de Información de OlèrdolaHorario: sábados y festivos, de 10 a 14 hTel. 938 903 502 [email protected]

PARC D’OLÈRDOLA

PARC DEL GARRAF

Barcelona

PROVÍNCIADE BARCELONA