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E B Pashukánis » ^4¿ír >^ ^.:.v. ¿:.¿^  ••• por  Adolfo  Sánchez  Vázquez  Teoría  ;y  Praxis se  propone  dar;  a conocer, éri:lengua  es-  ' ;' pañólai  textos , que,  contribuyan  . a .esclarecer e n  sus  \rdaciortes  .; ¡  , mutiias  la s  :dos^dimensiones  ^-teórica  y  práctica—.de  la -. .praxis.• social.  Como  es .sabid o,/las  raíces  1  esta-  concepción  .unitaria .  ; , se  hallan:  en Marx;  /par:ticularmen.te}eri;:Si¡is ; :7*é;,sz£  sobre.  -f.euer- ]  •: -::-• ] :  bá(flt.f:\ *i : ^\.  ;: £ x  : HWi' ; ^'^  • ::  .^*  •''?••)-:;•••;'''•'•'"'.'-'  .':•'•  Los estudios  cié  la  presente Colección,  en la  ;íjüe  los  ¡textos  ;;i,; inarxistas  ocupan:  un  amplío;;. rug^y^unqüe;^na:^>ccÍ,üsiypl ; : ):¿Si:; ponden;;  puesta:  un  ^objeti vo fúndarrientái:  /rechazar  toida-:e'spéí;ür :.'.--•'.•  : lacióm  o  actividad; teórica  eneerradá  eri^   rríisríia/y  aceptar la teor,ía que, yincuiada.a  la  praxis,  Contribuya  a  enriquecer  p  im -  ;  pulsar a  ésta^  Su  iearii¡?o,  temático será  diyersoV/pbr  ello;  no  Se recUieiráj  aún reconpci^ridb  su  enorme  Írtipor,tancia,i;a  la.  teoría b  á]  análisisi  políticos,  sino  que  abarcará^tambiénfeí: vasto yo nii^í  ' .nio  :de  la.filosofía,  de/las  ciencias sociales e históricas, así  como la  reflexión  sobre  los  principios  o la  métpdpíogía del  saber  acerca de  las  diferentes formas  depraxis. '.{  ;'?'  ;  :  ? :  •':'•'.  - Finalmente, la Cplección está dirigida al amplio sector de,  lec- tpres  qu e  no:  *$&  conforman  con  la:  si^ipley/divul^áción  yíqúe,,sin;  ;  ; necesidad  de  una previa  especialización,  aspiran  a  u n  conocí-  ° miento  :serio  er(  el  campó  temático  cprrestiondieiüf  ;  •; :  : L TEORÍ GENER L  EL  DERE HO ;,.,,;;;:•-,•• ymff$f$t  MAHXISMO  U^^íy^ •• : •, í i  •:  'V .  .••/-. :.v ; ;- E- B.  Pastíukahis  ' - ';/y' ''El  autor  del  .presente  libro,  E. B.  Paslinluinis,  bolchevique desde 1912, 'jue  í io '•  de los  nías  eminentes juristas soviéticos  después de la  Revolución  de  Octubre;  llegó  a'ser  'Vicecpmisárip  de  Justicia  en  '  ; 1936:y;.rñurió¿  victima  de  la  'represión  sialinista,  en,  1937.  ••'   •.••••;• • ••• • • }<' ; ;  ; J-;  Entre  las  <  tesis  -fundamentales,d e  su  obra  \se:  encuentran  fas  ií-  .  \.  guíenles:•  concepción  :.dfl•-derecho-en.general.¿omó...:dexechQ¿:htírgué$i:.í vkiL negación  'de  .la  existencia de .un derecho nuevo en : el periodo  de'^^^ transición.  y  '  éxtincio.n  gradual  del  derecho  en  .este  periodo  .hasta- ¡  .• . r .: su  desaparición  definitiva en  la  sociedad  comunista  las ^  í«j(sí /  _ , : de  Pashukánis,' compartidas  por  la  'mayoría de  los  juristas  soviéti-'  :'. t eos  de  la:década  del  20,'''fueron  objetó,, después,   duras:criticas,  la.  '  ' / / obra  de  Pasltitkanik  sigue teniendo  hoy  un  doble  interés  -histórico  ,.   ' y  teórico en  el  campo  de la teoría  marxista  del  derecho.  ; .... portada:  Enrique  Fatal ífll TÉ Ál GENERAL D EL  DERE HO Y  EL  MARXISMO Prólogo  de  Adolfo  Sánchez  Vázquez teoría praxis grijalbo For Evaluation Only. Copyright (c) by Foxit Software Company, 2004 - 2007 Edited by Foxit PDF Editor 

Pashukanis - La Teoria General Del Derecho y El Marxismo 1

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  • E. B. Pashuknis,^ 4r,>^ -^ .:.v.:.^': ; ; por Adolfo Snchez Vzquez

    "Teora ;y Praxis" se propone dar; a"conocer, ri:lengua es- '";'palai textos, que, contribuyan .a .esclarecer en sus \rdaciortes .; ,mutiias las :dos^dimensiones ^-terica y prctica.de la'-.'.praxis.social. Como es .sabido,/las races 'd1 esta- concepcin .unitaria .

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    .nio :de la.filosofa, de/las ciencias sociales e histricas, as comola reflexin sobre los principios ola mtpdpoga del saber acercade las diferentes' formas depraxis.'.{ ; '?' ; : ? : ':''. -

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    LA TEORA GENERAL DEL DERECHO;,.,,;;;:-,' ymff$f$t MAHXISMO U^^y^

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    1912, 'jue 'io' de los nas eminentes juristas soviticos despus dela Revolucin de Octubre; lleg a'ser 'Vicecpmisrip de Justicia en ' ;1936:y;.ruri victima de la 'represin sialinista, en, 1937. ' .;''' ''' }

  • E. B. PASHUKANIS

    La teora, generaldel derecho

    y el marxismoTraduccin de Carlos Castro

    Prlogo de ADOLFO SNCHEZ VZQUEZ

    EDITORIAL GRIJALBO, S. A.MXICO, D. F., 1976

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  • LA TEORA GENERAL DEL DERECHO Y EL MARXISMO

    Ttulo original:OBSCHAIA TEORA PRAVA i MARKISM.

    Traduccin de CARLOS CASTRO

    D.R. 1976, por la presente edicin, porEDITORIAL GRIJALBO, S. A.Av. Granjas 82, Mxico 16, D. F.

    PRIMERA EDICIN EN ESPAOL

    Reservados todos los derechos. Este libro no puedeser reproducido, en todo o en parte, enforma alguna, sin permiso.

    IMPRESO EN MXICO PRINTED IN MXICO

    ndice

    Prlogo de ADOLFO SNCHEZ VZQUEZ IPrlogo del autor a la edicin alemana 7Prlogo del autor a la segunda edicin rusa . . . 11

    Introduccin:Las tareas de la teora general del derecho . . 23

    Captulo primero:Los mtodos de construccin de lo concretoen las ciencias abstractas 45

    Captulo segundo:Ideologa y derecho 55

    Captulo tercero:Relacin y norma 71

    \ Captulo cuarto:I Mercanca y sujeto " 103

    Captulo quinto:Derecho y Estado 135

    Captulo sexto:Derecho y moralidad 157

    Captulo sptimo:Derecho y violacin del derecho 177

  • *V

    *

    *

    Prologo

    por Adolfo Snchez VzquezEl libro que tiene entre sus manos el lector de

    lengua espaola reviste un doble inters histrico yterico- en el campo insuficientemente exploradoy poco cultivado de la concepcin marxista del derecho.

    Su inters histrico deriva del periodo al que estaobra va unida en su gestacin y elaboracin defini-tiva : primeros aos de la Revolucin Socialista deOctubre, aos en los que el joven Estado surgido de lavictoriosa insurreccin bolchevique intenta conformarla vida jurdica sobre nuevas bases y, acorde con ello,forjar una nueva teora del derecho.

    El primer intento serio en esta va es el de P. L.Stuc hka, primer Comisario del Pueblo de Justicia,quien, en 1921, publica La funcin revolucionaria delderecho y del Estado. En esta obra parte de la defi-nicin del derecho, elaborada conjuntamente por ly el Colegio del Comisariado del Pueblo de Justiciaen 1919, que dice as: "El derecho es un sistema (uordenamiento) de relaciones sociales que correspon-de a los intereses de la clase dominante y est protegidopor la fuerza organizada de esta clase". Remitindosea Marx para el cual las relaciones de propiedad sonmeramente la expresin jurdica de las relaciones deproduccin (Contribucin a la crtica de la economa

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  • poltica) y desdeando el aspecto normativo del dere-cho, Stuchka tiende a identificar las relaciones jurdi-cas con las relaciones sociales de produccin. Desdesu enfoque clasista, admite la necesidad de un dere-cho socialista que corresponda al Estado proletario,establecido por la Revolucin de Octubre. Stuchkave en este derecho nuevo una exigencia misma de larevolucin: "En realidad, un derecho nuevo nacesiempre por medio de una revolucin y es uno de losmedios-de organizacin de toda revolucin: un ins-trumento de reorganizacin de las relaciones socialesen inters de la clase victoriosa." A los ojos de Stuchka,la Revolucin de Octubre no puede escapar a esta ley.Slo en la sociedad comunista del futuro y no du-rante el periodo de transicin de la dictadura del pro-letariado el derecho junto con el Estado dejarde existir.

    Contemporneo de Stuchka, aunque ya se habaocupado de la teora del derecho antes de la revolu-cin de 1917, es M. A. Reisner, partidario de laconcepcin psicologista ce Petrazhitsky. En 1925, pu-blica El derecho, nuestro derecho,'el derecho extran-jero, el derecho general. Adaptando al marxismo lateora del "derecho intuitivo" de Petrazhitsky, en cuan-to conjunto de ideas noimativas existentes como rea-lidad psquica en la mente humana, ve en l un dere-cho de clase, pero al mismo tiempo subraya frentea los seguidores de Stuchka el carcter ideolgicodel derecho, entendiendo por ideolgico "el hecho desantificar mediante el principio de justicia los msopuestos intereses de ckse". De acuerdo con esto,Reisner distingue entre t. derecho como realidad y sureflejo (ideolgico) en h mente humana. La "formaideolgica" es "inherente al derecho" en cuanto pre-tende ser un derecho igtal, o justo, aunque en reali-dad es desigual, o injusto. Esta distincin entre dere-n

    cho e ideologa jurdica (falsa teora), le lleva aReisner a sostener que, en la sociedad comunista,dejar de existir el derecho como pensamiento ideo-lgico, pero seguir existiendo como institucin real,o sea como derecho igual y verdaderamente justo.

    Por estos aos, exactamente en 1924, aparece lapresente obra de E. B. Pashukanis: La teora generaldel derecho y el marxismo, que constituye su trabajofundamental. Como la de Stuchka, conocer dos edi-ciones ms en ruso (la 3a. en 1927) ; despus no vol-ver a ser reeditada y slo conocer las duras crticasa que va a ser sometida desde principios de la dcadadel 30 hasta que se ve rodeada por el silencio msglacial. Una nueva teora y una nueva prctica jur-dica en la URSS as lo deciden, particularmente desdemediados de esa dcada. El rayo de luz que abre elxx Congreso del PCUS en 1956 cae sobre el hombre yel revolucionario Pashukanis, no sobre su obra.

    Pero antes de presentar las tesis fundamentales desu libro y las objeciones fundamentales esgrimidas con-tra l, abramos un breve parntesis para fijar algunosdatos biogrficos esenciales.

    Evgueni Bronislavovich Pashukanis nace el 10 defebrero de 1891 en Staritsa, cerca de Kalinin (Tver).Estudia la carrera de derecho y se hace bolcheviqueen 1912. Despus de la Revolucin de Octubre figuraentre los primeros y ms destacados juristas soviti-cos, y ocupa puestos tan altos como los de director delInstituto Jurdico de Mosc, vicepresidente de la Aca-demia Comunista y Presidente de su seccin jurdica.En 1924 publica su obra fundamental: La teora ge-neral del derecho y el marxismo En 1930, en un tra-bajo suyo ("El Estado sovitico y la revolucin en elderecho"), revisa autocrticamente algunas de las ideasexpuestas en ese libro por considerarlas anacrnicasy errneas. En 1936 es nombrado Vicecomisario de

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  • Justicia para las tareas relacionadas cori la prepara-cin de la nueva Constitucin sovitica que se pro-clama ese mismo ao. Pero 1936 es tambin el aoen que la estrella de Pashukanis comienza a declinarvertiginosamente. Se hace una autocrtica severa, par-ticularmente en lo que se refiere a sus ideas acercade la extincin del derec'ho y del Estado. Sin embargo,pese a esa autocrtica radical, en enero de ese mismoao es tachado de "enemigo del pueblo", lo que leconduce inexorablemente a sufrir la represin stali-nista. Sus ideas, junto con las de Reisner y Stuchka,son condenadas por Vishinsky, quien los acusa de"espas" y "saboteadores". Finalmente, a raz del xxCongreso del PCUS, en el que Jruschov denuncia ycondena los mtodos represivos de Stalin, Pashukanises rehabilitado al proclamarse su inocencia del cargode "enemigo del pueblo", aunque se sigue afirmandoel carcter errneo de sus ideas.

    Cerremos el parntesis y detengmonos en desta-car a grandes rasgos las tesis fundamentales de lapresente obra. Veamos, en primer lugar, lo que le se-para o 1& une respecto a los dos tratadistas delderecho, contemporneos suyos, antes citados: Reis-ner y Stuchka. Del psicologismo del primero, envueltoen un ropaje rnarxista, se separa radicalmente. Elderecho no es slo una "forma ideolgica", entendidacomo una experiencia psicolgica vivida por los hom-bres, sino una relacin social objetiva. Apoyndose enMarx, se atiene a esta segura regla metodolgica: "Lacomprobacin de la naturaleza ideolgica de un con-cepto dado de ninguna manera no dispensa de laobligacin de estudiar la realidad objetiva, es decir,la realidad existente en el mundo exterior y no sloen la conciencia".1 (57) Lo que critica en Reisner,

    1 La cifra entre parntesis remite aqu y en lo sucesivo a la pgina

    correspondiente de la presente edicin.

    su "subjetivismo sin salida", le permite en cambioacercarse a Stuchka, ya que ste sita el problema ju-rdico en un terreno objetivo, "como un problemade las relaciones sociales". Instalado en este terreno,Pashukanis deslinda claramente su campo del de Reis-ner, pero exige investigar la especificidad de esa obje-tividad social, investigacin que a juicio suyo estausente en Stuchka. l problema se plantea as, entrminos que lo apartan radicalmente del subjetivis-mo psicologista de Reisner: "puede ser concebidoel derecho como una relacin social en el mismo sen-tido que Marx llama al capital una relacin so-cial?" (57) . Deslindando as el terreno respecto delsubjetivismo de Reisner, Pashukanis se hace otra pre-gunta que le lleva a separarse tambin de Stuchka:"dnde hay que buscar esa relacin social sui generiscuyo reflejo inevitable es la forma jurdica?" (67) . Lapregunta va dirigida, en rigor, a Stuchka, pero en lno encuentra respuesta. En efecto, dice Pashukanis:"en la frmula general que da Stuchka, el derechoya no figura como relacin social especfica, sino comoel conjunto de relaciones que corresponde a los inte-reses de las clases dominantes. . ." sin que agregapueda "de ninguna manera ser separado, en tanto querelacin, de las relaciones sociales en general. . ." (68-69). Se trata, pues y ella ser la tarea fundamentalde Pashukanis en su libro de investigar la especi-ficidad del derecho como relacin social.

    Por supuesto, al anclar as el derecho en la vidasocial y destacar la forma especfica de su objetividad,se situaba en un punto de vista diametralmente opues-to al de la filosofa burguesa del derecho ms influ-yente de aquellos aos, o sea, el normativismo deKelsen. Al concebir este ltimo el derecho como unconjunto de normas, que se explica por s mismo, almargen de las relaciones sociales de produccin y el in-

  • teres de la clase dominante, la norma se convierte enel fundamento lgico y fctico de la relacin jurdica.Pashukanis niega que semejante teora sea propia-mente tal. "Tal teora del derecho, que no explicanada, que a priori vuelve la espalda a las realidadesde hecho, es decir a la vida social, y que se dedica alas normas sin ocuparse de su origen... o de susrelaciones con cualesquiera intereses materiales. . . notiene nada que ver con la ciencia". Y ello es as por-que no explica el derecho como fenmeno social yobjetivo.

    Acotado el espacio que ocupa el pensamiento dePashukanis respecto a los tericos del derecho msrepresentativos de su tiempo, dentro y fuera del mar-xismo, veamos ahora sus tesis fundamentales.

    Aunque Pashukanis habla del derecho en general(su obra en verdad pretende ser una teora general delderecho), para l slo hay un derecho por exce-lencia que es el derecho burgus, vale decir el derechoen su forma ms desarrollada, o sea en la sociedadburguesa. Partiendo de esto caracterizar su verdade-ra naturaleza y su porvenir en la sociedad comunistaas como su situacin en el periodo de transicin aella.

    Pues bien, qu es el derecho as entendido? Des-cartados del normativsimo de la escuela de Kelsen y elsubjetivismo psicologista de Reisner, e instalado ya enel terreno objetivo y social desbrozado por Stuchka, ytratando ce superar la generalidad de su respuesta(el derecho como sistema de relaciones sociales), Pashu-kanis responde: el derecho es una relacin social es-pecfica y su especificidad consiste en ser "la relacinde los propietarios de mercancas entre s" (68). Lasrelaciones sociales en que, de un modo general, haceconsistir Stuchka el derecho, son en realidad "relacio-nes de poseedores de mercancas" o "relaciones socia-

    les de una sociedad productora de mercancas". Hayuna estrecha conexin entre la relacin jurdica y larelacin econmica de intercambio de mercancas. Enrigor, no se trata de dos relaciones distintas, sino deuna forma "doblemente enigmtica en un cierto esta-dio de desarrollo" de aparecer las relaciones entrelos hombres: como relaciones entre cosas (mercan-cas) y como relaciones voluntarias de individuos librese independientes (sujetos jurdicos). "Al lado de lapropiedad mstica del valor, surge un fenmeno nomenos enigmtico: el derecho. Al mismo tiempo larelacin unitaria y total (o sea: las relaciones de loshombres en el proceso de produccin) reviste dos as-pectos abstractos y fundamentales: un aspecto eco-nmico y un aspecto jurdico" (114). Se trata, pues,de dos aspectos que se complementan: "El fetichis-mo de la mercanca es completado por el fetichismojurdico" (Ibdem).

    Vimos antes que Pashukanis reprocha a Stuchkasu generalidad al definir el derecho como sistema derelaciones sociales; sin embargo, no logra encontrarsu especificidad al considerarlo como un aspecto deese todo unitario formado por las relaciones socialesde produccin. Por ello se justifica el reproche, queen ms de una ocasin se le ha hecho, de no habersuperado cierto economicismo. Pero prosigamos.

    Para Pashukanis toda relacin jurdica es una re-lacin entre sujetos. Pero se trata de una relacin enuna sociedad en la que todo (cada hombre, cadatrabajo, cada sujeto y cada norma) se vuelve abs-tracto. En esta relacin "el sujeto jurdico es en con-secuencia un propietario de mercancas abstracto ytraspuesto a las nubes" (118) . Junto al sujeto de estarelacin (el hombre como abstracto propietario demercancas) tenemos su objeto: la mercanca comovalor. Tanto por uno como otro trmino, la relacin

    7'N

  • jurdica queda asimilada a la econmica, y por ellose justifica que Stuchka caracterice la posicin dePashukanis, como una "tentativa para aproximar laforma del derecho a la forma de la mercanca" (12-13), si bien esta aproximacin, de acuerdo con elpropio Pashukanis, ya estaba en Marx. Al relacionarestrechamente el sujeto jurdico con el popietario demercancas, Pashukanis establece otra tesis discutible,y discutida, a saber: que el derecho privado es elverdadero derecho y que el llamado derecho pblicocomo relacin entre el Estado y los individuos no espropiamente derecho. Igualmente, toda una serie deconceptos tradicionales, particularmente del derechopenal (responsabilidad, pena, reparacin, etc.) se pre-sentan ayunos de contenido cientfico cuando Pashu-kanis nos los muestra a la luz de su concepcin delderecho.

    Puesto que el derecho corresponde tanto por suforma como por su contenido a la sociedad en querige la produccin mercantil capitalista, se desprendecomo una conclusin lgica y necesaria que no habrderecho en la sociedad comunista. La regulacin jur-dica que tiene por base intereses privados en conflictoceder su sitio a la regulacin tcnica que tiene comopremisa la unidad de propsito de los miembros dela comunidad. No habr, pues, normas jurdicas sinoreglas tcnicas para regular las relaciones entre lacomunida'd y los individuos. Pashukanis habla, portanto, de una desaparicin del derecho, junto con ladel Estado, pero esto slo suceder en un comunismoevolucionado y con las reservas apuntadas tanto porMarx como por Lenin en el sentido de que el derechosubsistir en la nueva sociedad comunista en tantono sea superado definitivamente el intercambio deequivalentes. Mientras tanto el derecho ser un dere-cho de la desigualdad que mantiene sus "lmitesVllt

    burgueses" (Marx), o mientras no cea superado, comodice Lenin "el horizonte limitado del derecho bur-gus que obliga a calcular con la codicia de un Shy-lock: no habr trabajado media hora ms que elvecino?" (pasaje de El Estado y la Revolucin, ci-tado por Pashukanis) .

    Los marxistas coinciden en general con la tesisde la desaparicin del derecho y del Estado en la so-ciedad comunista. Ahora bien, los problemas, inclusotormentosos, surgen y Pashukanis se coloca con lapresente obra en el ojo mismo de la tormenta cun-do se trata de la caracterizacin y destino del derechoen el periodo de transicin a la nueva sociedad comu-nista, concebido por Marx y Lenin como periodo dela dictadura del proletariado. No se trata de un pro-blema acadmico o puramente^ terico, sino de unproblema prctico, histrico-cncreto: el de la natu-raleza y destino del derecho en las condiciones hist-ricas de la sociedad sovitica surgida de la Revolucinde Octubre, durante el periodo de transicin de laconstruccin del socialismo primero y del paso al co-munismo despus.

    Cuando Pashukanis se enfrente a este problema, elnuevo rgimen sovitico cuenta apenas con siete aosde existencia. Tras las enormes dificultades econmi-cas provocadas en los primeros aos por la invasinextranjera y la guerra civil, el pas devastado se hallaempeado en la llamada Nueva Poltica Econmica( N E P ) , tendiente a restaurar la agricultura mediantela adopcin de una serie de medidas que interesen alos campesinos en la produccin y a restablecer la in-dustria para poder pasar a la industrializacin ulte-rior del pas. Se opera, particularmente, con algunasmedidas encaminadas a efectuar el repliegue necesariopara poder elevarse a una etapa superior.

    Justamente en esta situacin histrica concreta

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  • Pashukanis se plantea el problema terico y, al mismotiempo, vital del destino del derecho en el periodode transicin. La respuesta de Pashukanis no puedesorprendernos si tenemos presente su caracterizacindel derecho en general, de todo derecho, como dere-cho burgus. Antes hemos visto que el derecho bur-gus slo desaparece, para no ceder su sitio a otroderecho, en el comunismo evolucionado. Pero mien-tras eso no ocurra, lo que tenemos es derecho burgus,o un derecho superior que no rebasa el "horizontelimitado del derecho burgus", como deca Marx. Larespuesta de Pashukanis es categrica y se refiere tan-to a la sociedad comunista como al periodo de tran-sicin: "La desaparicin de ciertas categoras (deciertas categoras precisamente y no de tales o cualesprescripciones) del derecho burgus no significa enningn caso su reemplazo por las nuevas categorasdel derecho proletario" (40). En rigor, en el periodode transicin no hay lugar para un nuevo derecho,llmese sovitico o proletario. En el "horizonte limi-tado del derecho burgus", de que habla Marx, vePashukanis un lmite insalvable, ms all del cual noest otro derecho, sino "la desaparicin del momentojurdico de las relaciones humanas" (40). Ciertamente,no se trata de una desaparicin brusca sino gradual,que puede darse ya en el periodo mismo de transi-cin. Por ello dice: "La transicin hacia el comunis-mo evolucionado no se presenta, segn Marx, comoun trnsito a nuevas formas jurdicas, sino como unaextincin de la forma jurdica en tanto que tal, comouna liberacin en relacin a esa herencia de la pocaburguesa destinada a sobrevivir a la burguesa mis-ma" (43) . No se trata, pues, de una forma eterna quepueda renovarse al recibir un nuevo contenido, socia-lista, sino de una forma que sobrevive, durante elperodo de transicin, aunque ya destinada a no des-

    arrollarse en cuanto tal y a extinguirse gradualmentey, por ltimo, a desaparecer: "Slo temporalmentenos encierra dentro de su horizonte limitado; sloexiste para agotarse definitivamente" (134).

    Ahora bien, puesto que esa forma existe en elperiodo de transicin, aunque condenada a desapare-cer, lo que cabe es utilizarla y esa utilizacin, lejosde implicar su desarrollo, contribuir a su agotamien-to. "En el actual periodo de transicin el proletariadodebe explotar en el sentido de sus intereses de clasea esas formas heredadas de la sociedad burguesa, ago-tndolas completamente" (169).

    Tenemos aqu las tesis de Pashukanis que sernobjeto de las crticas ms demoledoras en la dcadadel 30 y que podemos formular as:

    a) Todo derecho hasta su completo agotamientoes derecho burgus.

    b) Por tanto, en el periodo de transicin no ad-mite un nuevo contenido proletario o socialista.

    c) En este periodo tiene lugar ya el proceso desu extincin gradual y mientras sta llega a su fin,cabe utilizarlo en beneficio de su inters de clase.

    Como Pashukanis pretende apoyarse en textos deMarx y Engels para apuntalar sus tesis, conviene queprecisemos el alcance de ellos, particularmente su Cr-tica del Programa de Gotha, de 1875.

    En las breves pginas de este famoso texto en queMarx se ocupa del derecho se refiere a l con respectoa un periodo histrico-concreto: el de transicin en-tre la sociedad capitalista y la sociedad comunista, otambin a "una sociedad que acaba de salir precisa-mente de la sociedad capitalista y que, por tanto,presenta todava en todos sus aspectos, en el econmi-co, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja

    XI

  • sociedad de cuya entraa procede".2 El texto de Marxse refiere asimismo y esto lo olvidan con frecuenciasus comentaristas, entre ellos el propio Pashukanisa un aspecto determinado del derecho: el que rige la"distribucin de los medios de consumo". A este res-pecto, advierte muy atinadamente Marx que esa dis-tribucin no es lo ms importante y que siempre "esun corolario de la distribucin de las propias condi-ciones de produccin".3 Todo cuanto dice Marx acercadel derecho se refiere, pues, a este periodo determinadoy a este derecho de la "distribucin de los medios deconsumo". No hay que suponer, por el hecho de queno se hable de otros aspectos, que el contenido delderecho se agote en dicha "distribucin", y~, con ma-yor razn, cuando el propio Marx critica que se latome "como si fuera lo ms importante".4

    Una vez circunscrito el terreno en que se mueveMarx, podemos retener algunas formulaciones esen-ciales del citado texto. En primer lugar la de que "elderecho no puede ser nunca superior a la estructuraeconmica";5 por tanto, en este periodo de transicin,o primera ^fase de la sociedad comunista, el derechotiene que corrsponder a sus condiciones materiales deproduccin (propiedad colectiva) y a la distribucinde los medios de consumo entre los productores deacuerdo con el principio de equivalencia (cambiode una cantidad de trabajo, en una forma, por otracantidad igual de trabajo, en otra forma).

    De ah que el derecho sea un derecho que aplicauna medida igual el trabajo haciendo abstrac-

    - C. Marx, Crtica del Pi'tigminit de Golhn, en C. Marx y K. Engcls,Obras esrogpiias, t:n tros tomos, trad. csp., Ed. Progreso, Mosc, 1974, t.111, p. 14. l

    ''' Ib idcu i , p. 16.> Ibicl.r' Ibicl . , p. 15.

    XII

    cin de que los productores como individuos son des-iguales. Este derecho igual es un derecho desigual, yaque tiene por base el reconocimiento de las desigual-dades a las que se aplica un mismo rasero. Con res-pecto a esto, Marx hace dos afirmaciones de las quepartir Pashukanis para sacar a su vez conclusionesmuy controvertidas.

    Marx afirma por un lado que todo derecho esderecho de la desigualdad, o sea aplicacin de unamedida igual a lo que es desigual, y que "el derechoigual sigue siendo aqu, en principio, es decir, en elperiodo de transicin, el derecho burgus".6

    Claro est que Marx admite que en la nueva so-ciedad hay cambios de forma y contenido. El derechoigual no reconoce, por ejemplo, desigualdades de clase,pero s individuales, en la distribucin, pues en lascondiciones materiales de produccin nada puede serpropiedad del individuo.

    Queda claro, por tanto, en qu consiste para Marxel carcter burgus del derecho, o su "limitacin bur-guesa" : justamente en aplicar una medida igual a loque es desigual. Y, en este sentido, y no hay por qubuscar otro, dice tambin que, en la sociedad socia-lista, el derecho igual sigue siendo burgus.

    Ahora bien, cul es el porvenir definitivo delderecho? En todo este texto (Crtica del Programade Gotha), Marx no habla explcitamente de la des-aparicin del derecho o de su extincin, pero s delderecho con relacin a la nueva estructura econmicao fase superior de la sociedad que sera propiamentela sociedad comunista.

    Por un lado, habla de un derecho que evitara "to-dos estos inconvenientes" (se refiere a los que pro-vienen de la aplicacin de una medida igual a indivi-

    6 C. Marx, Crtica .del Programa de Got/ia, ed. cit., p. 15.

    X l l l

  • dos desiguales y que "son inevitables en la primerafase de la sociedad comunista"). Este derecho, dicetajantemente, "no tendra que ser igual, sino des-igual". Pero si antes se nos ha dicho que todo derechoes derecho de la desigualdad, en el sentido apuntadode que lo igual o burgus es la aplicacin de unamisma medida a lo que es desigual, el derecho des-igual significara la negacin de s mismo como de-recho.

    Ahora bien, Marx s dice categricamente que enla sociedad comunista se rebasar el "estrecho hori-zonte del derecho burgus", lo que no puede acontecercomo hemos visto en su fase inferior o socialista. Valela'pena citar el pasaje completo:

    "En la fase superior de la sociedad comunista, cuandohaya desaparecido la subordinacin esclavizadora de losindividuos a la divisin del trabajo, y con ella, la oposi-cin entre el trabajo intelectual y el trabajo manual;cuando el trabajo no sea solamente un medi de vida, sinola primera necesidad val; cuando, con el desarrollo delos individuos en todos sus aspectos, crezcan tambin lasfuerzas productivas y corran chorro lleno los manan-tiales de la riqueza colectiva, slo entonces podr rebasarsetotalmente el estrecho horizonte del derecho burgus, y lasociedad podr escribir en su bandera: De cada cual,segn su capacidad; a cada cual, segn sus necesidades!"'

    Lenin en El Estado y la revolucin se refiere tam-bin a las dos fas~s de la sociedad comunista, y si-guiendo ce cerca a Marx en su Crtica del Programade Gotha, aborda tambin el problema del derechoen relacin con el del Estado que tras de existir en elverdadero sentido del trnvao, como mquina deopresin en la sociedad burguesa, deja de serlo en sen-tido autntico en el periodo ce transicin para extin-

    " Ihidcin.

    guirse totalmente en la sociedad comunista. El derechoseguira un camino anlogo. El derecho burgus queimpera plenamente en la sociedad burguesa tanto conrespecto a la propiedad privada de los medios deproduccin como con relacin a la distribucin de losproductos y del trabajo entre los miembros de la socie-dad, persiste todava justamente en este ltimo aspecto.Ello se debe dice Lenin a que "en su primerafase, en su primer grado, el comunismo no puedepresentar todava una madurez econmica completa".8Esto explica "la subsistencia del estrecho horizontedel derecho burgus" en esa fase.9 Ahora bien, conrespecto a la distribucin de los bienes de consumo,el derecho presupone tambin un Estado burgus"pues el derecho es nada sin un aparato capaz deobligar a respetar las normas de aqul", aunque Leninaclara que se trata del "Estado burgus, sin burgue-sa".10

    Lenin es ms categrico, o menos ambiguo queMarx, en el problema de la desaparicin del dere-cho. Si ste es inseparable del Estado como aparatode coaccin, la extincin del Estado supone ya la ob-servancia de las normas de convivencia sin coaccin,lo cual significa que el derecho como sistema de nor-mas que pueden ser impuestas coactivamente deja deexistir. As cabe interpretar el pasaje en el que diceque slo en las condiciones que l enumera de lasociedad comunista, los hombres "se habituarn pocoa poco a observar las reglas elementales de convi-vencia, conocidas a lo largo de los siglos y repetidasdesde hace miles de aos en todos los preceptos, aobservarlas sin violencia, sin coaccin, sin subordina-

    8 V. I. Lenin, El Estado y la revolucin, en: Obras completas, Ed.

    Cartago, Rueos Aires, 1958, t. xxv, pp. 464-405.'> Op. CU., p. 465."' Ibid.

    XII

  • cin, sin ese aparato especial de coaccin que se llamaEstado".11 Refirindose al principio de la distribucindel trabajo, y calificando de utopismo el aplicar estoa la sociedad que surge del derrocamiento del capita- jlismo, Lenin afirma, aludiendo indudablemente a lasociedad comunista, que "los hombres aprendern atrabajar directamente para la sociedad sin sujetarsea ninguna norma de derecho".12 Es obvio que estocoincide plenamente con el rebasamiento total del"estrecho horizonte del derecho burgus" de que ha-bla Marx.

    En conclusin, tanto para Marx como para Lenin,la inmadurez de la estructura econmica en el pe-riodo de transicin, o en la primera fase de la sociedadcomunista, explica la subsistencia del "derecho bur-gus" particularmente en la esfera de la distribucinde los artculos de consumo y del trabajo. Para garan-tizar la observancia de las normas de este derecho, serequiere del aparato de coaccin del Estado, aspectosubrayado sobre todo por Lenin. Slo en la sociedadcomunista, con la nueva .estructura y junto con ladesaparicin del Estado, se rebasar totalmente el"horizonte burgus del derecho" (Marx), y las nor-mas elementales de convivencia, o las que regulan ladistribucin del trabajo perdern su carcter jurdico,o sea su vinculacin al aparato de coaccin del Estado(Lenin).

    La argumentacin de Marx y Lenin en el sentidode la perduracin del derecho burgus, lleva a Pashu-kanis a la conclusin errnea de que, en el periodode transicin, el derecho slo puede ser burgus porsu forma y por su contenido, y, en consecuencia, queno puede recibir un nuevo contenido y hablarse, por

    11 Op. cit., p. 456.12 Ibicl., p. 4(51.

    XVI

    consiguiente, de derecho proletario o socialista. Sinembargo, hay que tomar en cuenta que tanto Marxcomo en cierto grado, Lenin, recuerdan que esta per-duracin del derecho burgus o su limitacin bur-guesa se refiere a la esfera de la distribucin de losartculos ce consumo, que como advierte Marx no estan importante en comparacin con las condicionesmateriales de la produccin. El aspecto fundamentalestara, pues, en las normas que rigen la abolicin dela propiedad privada y la socializacin de los mediosde produccin, aspectos que difcilmente podan serenmarcados en el horizonte del derecho burgus. Entodas las esferas de la vida social, de las relaciones delos miembros de la comunidad entre s, y del indi-viduo con la comunidad, surgen nuevos derechos ynuevas obligaciones y, por tanto, la necesidad de nue-vos principios y normas de regulacin. Derechos comoel derecho al trabajo que a su vez se convierte en undeber para todo miembro de la sociedad, o la exis-tencia de normas que prohiben la apropiacin pri-vada de medios de produccin, la propaganda blicao racista para poner algunos ejemplos son incon-cebibles en el marco del derecho burgus. Hay, pues,todo un contenido nuevo que justifica que el derechoen la sociedad socialista no pueda ser consideradocomo derecho burgus, y que por el contrario puedahablarse de un nuevo derecho en cuanto que respon-diendo, sobre todo, a las nuevas condiciones mate-riales de produccin f'nropiedad social) se requierennuevas relaciones jurdicas.

    Esto no excluye sino que presupone el reconoci-miento ce lo que perdura como burgus en ese nuevoderecho, perduracin en la que, como hemos visto,insisten Marx y Lenin, pero relacionada sobre todocon la esfera de la distribucin de los artculos deconsumo y del trabajo. Pero, aun reconociendo esta

    XVI l

  • limitacin as como la desaparicin del derecho en lasociedad comunista, no se puede negar como hacePashukanis que el derecho no pueda recibir unnuevo contenido, socialista, aunque ste se halle tam-bin destinado a desaparecer. El proletariado no puedelimitarse por ello a la utilizacin del viejo derecho,sino que tiene que construir otro nuevo que ser tantransitorio, ciertamente, como la fase social a quecorresponde. Y todo ello, sin perjuicio de reconocerque, en una sociedad socialista como la sovitica, sehan ciado en un periodo determinado las violacionesms graves de ese derecho, lo cual no hace sino reafir-mar la necesidad de que se observe la nueva legalidad,ya que su violacin y la. arbitrariedad lejos de serviral socialismo, entran en contradiccin con sus finesy esencia.

    Cul ha sido el destino ulterior del libro y ladoctrina de Pashukanis? sobre todo con relacin a sustesis fundamentales: concepcin del derecho en ge-neral como derecho burgus, negacin de la existenciade un derecho nuevo, proletario, en el periodo detransicin y aceptacin de su utilizacin y, a la vezextincin gradual durante el periodo de transicinantes de su desaparicin definitiva en la sociedad co-munista.

    Las tesis de Pashukanis, compartidas en gran partepor los juristas soviticos en la dcada del 20, conocenun duro destino en la dcada siguiente en funcin celos cambios que se operan en la sociedad sovitica.En efecto, a medida que transcurre esa dcada, juntoa los xitos alcanzados en la esfera de la industriali-zacin, se produce un proceso de centralizacin y bu-rocratizacin en el Partido y los diferentes rganos.socialistas ciando lugar a las formas antidemocrticasde direccin que se conocen con el eufemismo de"culto a la personalidad". En el marco ce este proceso,

    la teora y la prctica jurdicas sufren un cambio sus-tancial. En el terreno terico, el cambio se manifiestaen las crticas cada vez ms severas a las tesis de Pa-shukanis. En el terreno prctico, se acenta cada vezms el aspecto represivo en el ordenamiento jurdico,con la particularidad de que ese aspecto incide parti-cularmente sobre la vieja guardia bolchevique y since-ros revolucionarios, como el propio Pashukanis.

    Las crticas no se suavizan por el hecho de que yaen 1930 el propio Pashukanis afirme que la supera-cin de la etapa anterior, la de la Nueva PolticaEconmica, le ha hecho ver aspectos anacrnicos yerrneos de su libro, ni que en 1936 comience a cederen una de las tesis clave de su concepcin: la extin-cin gradual del derecho y el Estado en el periodo detransicin.

    En esta situacin terica y prctica, el edificioterico levantado por Pashukanis comienza as a agrie-tarse. El primer ataque a fondo lo lanza, el 20 deenero de 1937, P. Yudin quien, frente a la doctrinade Pashukanis, sostiene que el derecho sovitico es unverdadero derecho: el que corresponde al periodo detransicin y que, a su vez, por su naturaleza es "dere-cho pblico". La doctrina de la extincin del derechoen el periodo de transicin Pashukanis sostiene laextincin "gradual", no definitiva- comienza a sercalificada no ya de errnea, sino de "contrarrevolu-cionaria". Semejante calificacin, que Vishinsky hacesuya, tiene trgicas consecuencias no slo para lasideas sino para la persona misma de Pashukanis, quiendesaparece por entonces vctima de la represin sta-linista.

    Desaparecido Pashukanis, sus ideas no descansanen paz y se convierten en el blanco predilecto de losataques en la primera conferencia de juristas sovi-ticos (julio de 1938), a las que dedica la mayor parte

    xinu xix

  • de su informe Vishinsky, quien por una larga dcadava a ser el mximo exponente sovitico en teora delderecho y del Estado a la vez que el mximo respon-sable de la prctica jurdica como Procurador Gene-ral de la URSS. Vishinsky crtica, en dicha ocasin,particularmente su reduccin del derecho en generala derecho burgus, su negacin de la existencia deun nuevo derecho, proletario, socialista y, de modoparticular, su concepcin de la extincin del derechoya en el periodo de transicin. Para Vishinsky se tratade una teora antimarxista y seudocientfica que "hapervertido la tesis marxista de que cada poca hist-rica de la sociedad de .clases tiene su correspondientederecho..."; ve asimismo como una "burda perver-sin de la doctrina del derecho de Marx el afirmarque la transicin del comunismo evolucionado fueconcebido por Marx no como una transicin a nuevasformas sino como una extincin de la forma jurdicaen general; como una emancipacin de ese legadode la poca burguesa, destinado a sobrevivir a la bur-guesa". Pero mezclando su doble condicin de te-rico del derecho y de Procurador del Estado, Vishinskypasa fcilmente de la crtica de los errores a la con-dena y al anatema para terminar aplicando a Pashu-kanis y a otros eminentes juristas soviticos, comoStuchka, los ms terribles cargos que podan esgri-mirse: "Al reducir el derecho sovitico a derecho bur-gus y al afirmar que no hay terreno para un ulteriordesarrollo del derecho bajo el socialismo, los sabotea-dores apuntaban a liquidar el derecho sovitico y laciencia del derecho sovitico. Tal es el significadobsico de su actividad de provocadores y sabotea-dores".

    Naturalmente semejante condena cerraba brutal-mente todo debate ideolgico y dejaba el campo ple-namente despejado para que se impulsara la teoraXX

    del derecho de Vishinsky como la ms adecuada a laprctica jurdica que tan fcilmente identificaba elerror con la traicin y que, por otro lado, era la quemejor corresponda a la concepcin stalinista del Es-tado.

    Han pasado cincuenta aos de la aparicin de laobra de Pashukanis. En el curso de ellos ha conocidoun breve apogeo, seguido de aos de condena para serarrojada a un largo olvido. De ste comienza a salirdespus del xx Congreso del PCUS, en el que se de-nuncia en toda su dramtica magnitud la represinstalinista que l sufri en carne propia y que toc, engran parte, dirigir al mismo Vishinsky que habadesempeado un papel tan decisivo en el aniquila-miento terico y fsico de Pashukanis.

    Medio siglo despus de haber visto la luz, la obrade Pashukanis sigue teniendo una vitalidad que jus-tifica ponerla en el centro de nuestra atencin parasopesar sus mritos junto con sus defectos y limita-ciones. La presente edicin en espaol se inscribe asi-mismo en el porfiado intento de un sector importantedel pensamiento marxista actual por rescatar textosolvidados o injustamente silenciados durante un largoperiodo de dogmatismo y esclerosis terica. Al hacerlono se pretende hacer de ellos objetos de una nuevabeatera o de anatema, sino pura y simplemente po-nerlos en su lugar, del que nunca debieron ser arro-jados, como objetos de serena reflexin y de fundadacrtica.

    Mxico, D. F., agosto de 1976.

    XXI

  • Prlogo del autor a laedicin alemana

    En la sociedad burguesa, la jurisprudencia ha te-nido desde siempre una posicin particular, privile-giada. No slo ocupa el primer lugar entre las demsciencias sociales, sino que tambin les imprime suhuella.

    No es gratuito que Engels haya llamado a la vi-sin jurdica del mundo la visin clsica de la bur-guesa, que es una especie de "secularizacin de laconcepcin teolgica", en la cual "el dogma, el de-recho divino, se sustituye por el derecho humano, yla Iglesia por el Estado".1

    La revolucin proletaria, al destruir el Estadoburgus y al provocar un trastorno de las relacionesde propiedad, cre para el pensamiento la posibili-dad de liberarse de las cadenas de la ideologa jurdi-ca. "La ausencia de propiedad de los trabajadoresescribe Engels slo poda corresponder a la au-sencia, de ilusiones en su cabeza" .*

    Pero las experiencias de la Revolucin de Octu-bre han demostrado que los viejos hbitos de pensa-miento dan testimonio de una tenacidad asombrosa,incluso despus del derrumbamiento de los fundamen-

    1 Friedrich Engels, Socialismo de juristas, (artculo aparecido en la re-

    vista Nene Zeit, ao, 1887, 2o. nmero, pp. 49-51).2 dem., p. 266.

  • tos del viejo orden jurdico e incluso despus de quelos viejos reglamentos, las viejas leyes y prescripcio-nes, han sido transformados en un montn de ma-culaturas. La lucha contra la visin del mundo jur-dica burguesa todava hoy representa una tarea actualpara los juristas de la repblica sovitica. En el terrenode la teora del Estado, el libro de Lenin El Estado yla revolucin, aparecido en noviembre de 1917, yanos ha dado una concepcin marxista consecuente yacabada, mientras que el trabajo crtico del pensa-miento marxista en el terreno de la teora del derechoslo comenz mucho ms tarde.

    Inmediatamente despus de la Revolucin de Oc-tubre tuvimos que hacer frente a una tentativa derecurrir a una teora psicolgica del derecho, absoluta-mente no marxista, tpicamente pequeoburguesa, diri-gida a fundamentar la inmediata destruccin de la viejamaquinaria de la justicia. Las no controvertidas me-didas polticas revolucionarias de aniquilamiento delos viejos tribunales utilizados por el gobierno del Zaro de Kerenski, y la creacin de nuevos tribunales delpueblo, no ligados a las normas destruidas por la Re-volucin de Octubre, fueron interpretadas desde elpunto de vista de una teora que considera al derechocomo una suma "de experiencias vividas", psicolgi-cas, "imperativas-atributivas". Otras tentativas deprofundizacin de esa teora subjetivista llevaron asus partidarios, sobre todo al profesor Reisner, recien-temente fallecido, a afirmar que en el interior de lasfronteras de la URSS coexisten diferentes sistemas dederecho intuitivo: un derecho proletario, un derechocampesino, un derecho burgus. El derecho .soviticooficial fue presentado como un compromiso/entre esossistemas, como una especie de i mezcla de los tres ele-mentos. Es evidente que ese unto de vista reduce anada la significacin de la Revolucin de Octubre co-mo revolucin proletaria y excluye-- toda posibilidad

    de dar una apreciacin unitaria del derecho soviti-co, de encontrar incluso los criterios de tal apreciacinbajo el ngulo de la capacidad o de la incapacidad deese derecho para garantizar el progreso hacia el socia-lismo.

    Las teoras antiindividualistas de los juristas deEuropa Occidental, que sostienen lo que se llama laconcepcin "socioeconmica" del derecho, han ejerci-do sobre el pensamiento jurdico en la Unin Soviticauna influencia tan importante como la teora psicol-gica. Las construcciones de esos juristas (Duguit, He-demann, etctera) reflejan el hecho de que el ca-pitalismo moderno se separa del principio de la librecompetencia y por ello del principio del individualis-mo y del formalismo ilimitados. Sin duda sus teorasson interesantes y pudieron ser utilizadas igualmenteen la lucha por la planificacin socialista contra laanarqua burguesa-capitalista, pero en ningn casopueden reemplazar la actitud revolucionaria-dialeticaen relacin a cuestiones jurdicas. La tarea de la crticamarxista no slo ha consistido en refutar la teora bur-guesa individualista del derecho, sino tambin en ana-lizar la forma jurdica misma, en poner al desnudo susraces sociolgicas, en demostrar la relatividad y el con-dicionamiento histricos de los conceptos jurdicos fun-damentales. Al mismo tiempo ha sido preciso oponersea todas las tentativas dirigidas a borrar el antagonismofundamental existente entre el capitalismo y el socia-lismo, dirigidas a ocultar, con ayuda de la sutil nocinde "transformacin del derecho civil", el carcter declase de la propiedad privada capitalista y a colgar asta, la etiqueta de "funcin social".

    El Estado sovitico no deja valer ningn derechoprivado subjetivo absoluto e intangible. Sin embargono opone a ese fetiche cualquier principio de solidari-dad social desprovisto de determinacin de clase, o laidea de la evolucin de las fuerzas productivas en s,

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  • sino la tarea concreta de la construccin de la sociedadsocialista y del aniquilamiento de los ltimos vestigiosdel capitalismo.

    Esta tarea de elaboracin de un mtodo dialcticorevolucionario y materialista en las ciencias jurdicas,opuesto al mtodo metafsica, formal-lgico o en elmejor de los casos histrico-evolucionista, de la juris-prudencia burguesa, ha sido emprendida por la Sec-cin de Ciencias Jurdicas y Polticas de la AcademiaComunista. El presente libro propuesto a la atencindel lector alemn es una modesta tentativa en lade la solucin de esa tarea.

    va

    E. P., mayo de 1929.

    10

    Prlogo del autor a la segundaedicin rusa

    Verdaderamente yo no esperaba, al entregar milibro al pblico., la necesidad de una segunda edicin,sobre todo tan poco tiempo despus de la primera. Porotra parte, ahora estoy convencido de que ello se debeal hecho de que ese trabajo, que en el mejor de loscasos deba servir como incitacin y material para ladiscusin, ha sido utilizado como manual, cosa conla cual de ninguna manera contaba. La razn de estehecho es que la literatura marxista concerniente a lateora general del derecho es muy insuficiente. Porotra parte, cmo podra ser de otra manera, pueshasta estos ltimos tiempos los medios marxistas eranescpticos en cuanto a la existencia misma de una teo-ra general del derecho?

    De cualquier manera que sea, el presente trabajode ninguna manera pretende el ttulo honorfico dehilo marxista de Ariadna en el terreno de la teora,general del derecho, en primer lugar porque en granparte fue escrito con fines de clarificacin personal. Deah su abstraccin y la forma concisa y 'slo en algunaspartes esbozada de la exposicin; de ah tambin suaspecto unilateral que inevitablemente se debe a laconcentracin de la atencin sobre aspectos determi-nados, que parecen centrales, del problema. Todas

    11

  • estas particularidades hacen que este libro casi no seaapto para servir de manual.

    Aunque yo sea perfectamente consciente de estasfallas, he rechazado la idea de suprimirlas en la segun-da edicin, y ello por las siguientes razones: la crticamarxista de la teora general del derecho se encuen-tra todava en sus comienzos. Conclusiones definitivasen ese terreno no vern la luz de un solo golpe; debe-rn apoyarse en un estudio profundo de cada ramade la ciencia del derecho. Sin embargo, queda muchopor hacer en ese sentido. Basta quiz indicar que lacrtica marxista no ha abordado en absoluto terrenostales como por ejemplo el derecho internacional. Lomismo sucede en cuanto al procedimiento, y aunqueen menor grado, en cuanto al derecho penal. En elterreno de la historia del derecho disponemos de lo quenos ha legado la teora marxista general de la histo-ria. nicamente el derecho pblico y el derecho civilconstituyen desde ese punto de vista una excepcinrelativamente afortunada. En consecuencia, el marxis-mo slo se encuentra en el punto de apropiarse de unnuevo terreno. Es natural que eso tenga lugar prime-ramente bajo la forma de discusiones y de luchasentre concepciones diferentes.

    Mi libro, que pone a discusin algunas cuestionesde la teora general del derecho, tiene como tareaprincipal preparar todo ese trabajo. Por esa razn medecid a conservar para lo esencial del libro su anti-guo carcter, y no trat de adaptarlo a las exigenciasa las que debera responder todo manual. Simplemen-te he procedido a las adiciones necesarias debidas enparte a las observaciones de la 'crtica.

    Creo til hacer ya en este prlogo algunas obser-vaciones previas sobre las ideas fundamentales de mitrabajo. El ccmarada P. I. Stuchka defini muy justa-mente mi podcin en relacin a la teora general delderecho come una "tentativa para aproximar la for-12

    ma del derecho a la forma de la mercanca". En lamedida en que he podido juzgarlo por las reseas cr-ticas, esta idea ha sido reconocida en general, y a pe-sar de algunas reservas, como afortunada y fructuosa.Claro que la causa de ello es que en ese caso yo notena necesidad de descubrir Amrica. En la literatu-ra marxista, en primer lugar en el mismo Marx, sepuede encontrar suficientes elementos para tal apro-ximacin. Basta indicar, adems de los prrafos deMarx citados en este libro, el captulo titulado "Mo-ral y derecho. Igualdad", en el Anti-Dhring. En lEngels da una formulacin muy precisa del vnculoexistente entre el principio de igualdad y la ley delvalor; en una nota dice que "Marx present por vezprimera en El Capital esta derivacin de las moder-nas ideas de igualdad a partir de las condiciones eco-nmicas de la sociedad burguesa".1 Faltaba en con-secuencia reunir los diferentes pensamientos de Marxy de Engels para verlos en una unidad y tratar deprofundizar algunas conclusiones que se derivande ellos. La tarea se limitaba a eso. La tesis funda-mental, a saber: que el sujeto jurdico de las teoras delderecho se encuentra en relacin muy estrecha con elpropietario de mercancas, no tena necesidad de serdemostrada una vez ms despus de Marx.

    La segunda proposicin tampoco contena nadanuevo. En efecto, sta enuncia que esa filosofa del de-recho, cuyo fundamento es Id categora del sujeto consu capacidad de autodeterminacin (pues la cienciaburguesa no ha creado hasta ahora otros sistemas con-secuentes de filosofa del derecho), no es en verdadsino la filosofa de la economa mercantil que establecelas condiciones ms generales, ms abstractas, bajo lascuales puede efectuarse el intercambio segn la ley del

    1 F. Engels, Herrn Eugen Dhrings Umivalzung der fPissenschaft

    (1878). 12a. ed.. Berln u. Stuttgart, 1923. Ed. esp.: Anti-Dhring, Gri-jalbo, Mxico, 1968. p. 94.

    13

  • mvalor y realizarse la explotacin bajo la forma del "li-bre contrato". Esta concepcin est eji la base de lacrtica que el comunismo .ha hecho y todava hace dela ideologa burguesa de la libertad, de la igualdad yde la democracia burguesa formal, de esa democraciadonde "la repblica del mercado" oculta el "despotis-mo d la fbrica". Esta concepcin nos da la convic-cin de que la defensa de los supuestos fundamentosabstractos del orden jurdico es la forma ms generalde la defensa de los intereses de clase burguesa, etcte-ra. Pero si bien el anlisis marxista de la forma de lamercanca y de la forma del sujeto que se vincula aella ha encontrado, en tanto que medio de crtica dela ideologa jurdica burguesa, una aplicacin muyamplia, de ninguna manera ha sido utilizada para elestudio de la supraestructura jurdica en tanto que fe-nmeno objetivo. El principal obstculo para ese estu-dio fue que los raros marxistas que se ocupan de lascuestiones jurdicas consideraron el momento de la re-glamentacin coercitiva social (estatal) sin duda algu-na como la caracterstica central, fundamental y nicatpica de los fenmenos jurdicos. Les pareci que sloese punto de vista garantizaba una actitud cientfica,es decir sociolgica e histrica en relacin al problemadel derecho, contrariamente a los sistemas idealistas,puramente especulativos, de la filosofa del derecho,cuyo fundamento est representado por el concepto desujeto con su capacidad de autodeterminacin. Por esoera muy natural pensar que la crtica marxista del su-jeto jurdico, inmediatamente consecutiva al anlisisde la forma mercantil, no tiene nada que ver con lateora general del derecho, pues en efecto la reglamen-tacin coercitiva, externa, de las relaciones de los pro-pietarios de mercancas, entre s slo representa unaparte insignificante de la reglamentacin social en ge-neral.

    En otras palabras, desde ese punto de vista, todo loque poda ser concluido de la concepcin marxista delos "guardianes" de mercancas, "cuyas voluntadesmoran en aquellos objetos",1 pareca ser vlido slo enun terreno relativamente restringido, el del supuestoderecho mercantil de la sociedad burguesa, pero to-talmente inutilizable en los dems terrenos del dere-cho (derecho pblico, derecho penal, etctera) y enlos casos de otras formaciones histricas, como porejemplo el esclavismo, el feudalismo, etctera. Enotras palabras, la significacin del anlisis marxistaestaba por una parte restringida a un terreno especial

    ' del derecho, y por otra parte sus resultados slo eranutilizados para denunciar la ideologa burguesa de lalibertad y de la igualdad, para criticar la democraciaformal pero no para explicar las particularidades fun-damentales, de principio, de la supraestructura jur-dica en tanto que fenmeno objetivo. De esta manerafueron desdeadas dos cosas: se olvid en primer lu-gar que el principio de la subjetividad jurdica (en-tendemos por ello el principio formal de la libertady de la igualdad, de la autonoma de la personalidad,etctera) no es slo un m.edio de engao y un produc-to de la hipocresa burguesa, en la medida en que seopone a la lucha proletaria por la abolicin de lasclases, sino que tambin es un principio realmenteactuante, que es incorporado a la sociedad burguesadesde que sta nace de la sociedad, feudal patriarcaly la destruye. Se olvid en segundo lugar que la vic-toria de ese principio no es slo y realmente un pro-ceso ideolgico (es decir, un proceso que pertenecetotalmente a la historia de las ideas, de las representa-ciones, etctera'), sino ms bien un proceso real de'transformacin jurdica de las relaciones humanas,que acompaa al desarrollo de la economa mercantil

    2 Carlos Marx. El Capital. F.C.E., Mxico, 1972. T. 1, cap. II, p. 48.

    Traduccin de W. Roces.

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  • kr

    y monetaria (en la Europa de la economa capitalis-ta) y que entraa modificaciones profundas y mlti-ples de naturaleza objetiva. Este conjunto de fenme-nos comprende la aparicin y la consolidacin de lapropiedad privada, su extensin universal tanto a lossujetos como a todos los objetos posibles, la liberacinde la tierra de las relaciones de dominacin y de ser-vidumbre, la transformacin de toda propiedad enpropiedad mvil, el desarrollo y la dominacin de lasrelaciones de obligacin y finalmente la separacin deun poder poltico como poder particular al lado delcual aparece el poder puramente econmico del dine-ro as como la divisin consecutiva, ms o menos pro-funda, entre la esfera de las relaciones pblicas y laesfera de las relaciones privadas, entre el derecho p-blico y el derecho privado.

    Si el anlisis de la forma mercantil descubre enconsecuencia el sentido histrico concreto de la cate-gora de sujeto y pone al desnudo los fundamentos delos esquemas abstractos de la ideologa jurdica, elproceso de evolucin histrica de la economa mer-cantil-monetaria y mer'cantil-capitalista corre parejo

    fcon la realizacin de esos esquemas bajo la forma dela supraestructura jurdica concreta. Desde el momen-to en que las relaciones humanas son construidas comorelaciones entre sujetos, surgen las condiciones parael desarrollo de una supraestructura jurdica, con susleyes formales, sus tribunales, sus procesos, sus aboga-dos, etctera.

    De lo cual resulta que los rasgos esenciales delderecho privado burgus son al mismo tiempo los atri-butos caractersticos de la supraestructura jurdica. Enlas etapas primitivas de desarrollo, el intercambio deequivalente, bajo la forma de la compensacin y de lareparacin de los errores, produjo esa forma jurdicamuy primitiva que se encuentra en las leves brbaras:i * * *de igual manera las supervivencias del intercambio de

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    equivalentes en la esfera de la distribucin, que perma-necern igualmente en una organizacin socialista dela produccin (hasta el trnsito al comunismo evolu-cionado), obligarn a la sociedad socialista a encerrar-se momentneamente "en el horizonte limitado delderecho burgus" tal como Marx tambin lo habaprevisto. Entre esos dos extremos se realiza el desarro-llo de la forma jurdica que alcanza su apogeo en lasociedad burguesa capitalista. Tambin se puede ca-racterizar ese proceso como una descomposicin de lasrelaciones orgnicas patriarcales que son sustituidaspor relaciones jurdicas, es decir, relaciones entre su-jetos que tienen formalmente los mismos derechos.La disolucin de la familia patriarcal, en la que elpater familias es el propietario de la fuerza de trabajode su mujer y de sus hijos, y su transformacin en unafamilia contractual donde los esposos concluyen entreellos un contrato sobre los bienes y donde los hijos (co-mo por ejemplo en la granja norteamericana) recibendel padre un salario, es uno de los ejemplos tpicos deesa evolucin. Por otra parte, el desarrollo de las rela-ciones mercantiles y monetarias la acelera. La esfera dela circulacin, la esfera que es comprendida por la fr-mula Mercanca-Dinero-Mercanca, desempea unpapel dominante. El derecho mercantil ejerce en rela-cin al derecho civil la misma funcin que el derechocivil en relacin a todos los dems dominios del dere-cho, es decir que le indica las vas de desarrollo. Elderecho mercantil es por ello, por una parte, un terre-no especial que slo tiene significacin para loshombres que han hecho de la transformacin de lamercanca en forma monetaria e inversamente, su pro-fesin; por otra parte, es el derecho civil mismo en sudinamismo, en su rr.ovimiento hacia los esquemas mspuros de los que est extirpada toda huella de orga-nicismo y donde el sujeto jurdico aparece en su forma

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  • acabada como el complemento indispensable e inevi-table de la mercanca.

    As pues, el principio de la subjetividad jurdica ylos esquemas que contiene, que aparecen en la jurispru-dencia burguesa como los esquemas a priori de la vo-luntad humana, se desprenden con una necesidad ab-soluta de las condiciones de la economa mercantil ymonetaria. La concepcin estrictamente emprica ytcnica del vnculo existente entre esos dos momentosencuentra su expresin en las reflexiones sobre el hechode que la evolucin del comercio exige la garanta de lapropiedad, de buenos tribunales, una buena polica, et-

    i ctera. Pero si se va ms al fondo de las cosas, es claroque no slo tal o cual estructura tcnica del aparato deEstado nace en el terreno del mercado, sino tambinque entre las categoras de la economa mercantil y mo-netaria y la forma jurdica misma existe un vnculo in-

    temo indisociable. En una sociedad donde existe el di-nero, en la cual en consecuencia el trabajo privadoindividual slo se convierte en trabajo social por la me-diacin de un equivalente general, las condiciones deuna forma jurdica, con sus oposiciones entre lo subje-tivo y lo objetivo, lo privado"y lo pblico, ya estndadas.

    As pues, slo en tal sociedad se abre para el poderpoltico la posibilidad de oponerse al poder puramenteeconmico, que aparece lo ms distintamente bajo laforma del poder del dinero. Al mismo tiempo la formade la ley se vuelve igualmente posible. De ello resulta'que para analizar las definiciones fundamentales delderecho, no es necesario partir del concepto de ley niutilizarlo como hilo conductor, pues el mismo conceptode ley, en tanto que decreto del poder poltico, perte-nece a una etapa de desarrollo en la que la divisin dela sociedad en esfera civil y en esfera poltica ya estrealizada y consolidada, y en la que en consecuencialos momentos fundamentales de la forma jurdica es-18

    tan ya realizados. "La constitucin del Estado polticodice Marx y la disolucin de la sociedad burguesaen los individuos independientes cuya relacin es elderecho, mientras que la relacin entre los hombres delos estamentos y los gremios era el privilegio se lleva (a cabo en uno y el mismo acto." 3

    Por supuesto, de lo que acaba de ser expuesto deninguna manera se desprende que yo considere a laforma jurdica como un "simple reflejo de una puraideologa".* Desde ese punto de vista creo haberme ex-presado con suficiente claridad: "el derecho en tantoque forma no existe slo en el cerebro y en las teorasde los juristas especializados; existe una historia real,paralela, que no se desarrolla como un sistema concep-tual, sino como un sistema particular de relaciones'3.s

    En otro lugar hablo de los conceptos jurdicos que"reflejan tericamente el sistema jurdico en tanto que totalidad orgnica".1 En otras palabras, la formajurdica expresada por abstracciones lgicas es un pro-ducto de la forma jurdica real o concreta (segn laexpresin del camarada Stuchka), un producto dela mediacin real de las relaciones de produccin. Noslo he indicado que la gnesis de la forma jurdicadebe buscarse en las relaciones de intercambio, sinoque tambin he puesto de relieve el momento que, enmi opinin, representa la realizacin completa de laforma jurdica: el tribunal y el proceso.

    Cae por su peso que en el desarrollo de toda re-lacin jurdica existen en la cabeza de los diversos

    3 Carlos Marx. Sobre la cuestin judia, en La sagrada familia, y o/ro.sabemos y eso tampoco nps preocupa qu tipo deleyes deben ustedes decretar. Eso pertenece al artede la legislacin que nos es extrao. Decreten las leyescomo mejor les parezca; cuando lo hayan hecho les explicaremos en latn de qu tipo de ley se trata."9 J

    Tal teora general del derecho, que no explica na-da, que a priori vuelve la espalda a las realidades dehecho, es decir a la vida social, y que se dedica a lasnormas sin ocuparse de su origen ( lo cual es unacuestin meta jurdica!), o de sus relaciones con cuales-quiera intereses materiales, no puede pretender el ttulode teora sino nicamente en el sentido en que se suelehablar por ejemplo de una teora del juego de ajedrez.Tal teora no tiene nada que ver con la ciencia. Esa"teora" de ninguna manera pretende examinar el de-recho, la forma jurdica, en tanto que forma histrica,pues de ninguna manera se dirige a estudiar la reali-dad. Por eso, para utilizar una expresin vulgar, nohay mucho que sacar de ella.

    No sucede lo mismo con las teoras jurdicas lla-madas sociolgicas o psicolgicas. De ellas se puede

    9 Julius Ofner, Das soziale Rechtsdenken, Stuttgart u. Gotha, 1923,

    p. 54.

    29

  • exigir mucho ms, pues con ayuda de su mtodo llevana cabo una explicacin del derecho en tanto que fen-meno real, a la vez en su origen y en su desarrollo. Perotambin nos reservan otras decepciones. Las teorasjurdicas sociolgicas y psicolgicas habitualmente de-jan a la forma jurdica fuera del crculo de sus refle-xiones; eri otras palabras, simplemente no perciben elproblema planteado. Desde el principio operan conconceptos de orden extra jurdico, y cuando a vecestoman en consideracin definiciones jurdicas, slo lohacen para presentarlas como "ficciones", "fantas-mas ideolgicos", "proyecciones", etctera. Esta acti-tud naturalista o nihilista inspira en primer lugar cier-ta simpata, particularmente si se la opone a las teorasjurdicas idealistas impregnadas de lado a lado deteleologa y de "moralismo". Despus de las pomposasfrases sobre "la idea eterna de derecho" o sobre "lasignificacin absoluta de la personalidad", el lectorque busca una explicacin materialista de los fenme-nos sociales se vuelve con particular satisfaccin hacialas teoras que tratan el derecho como resultado deuna lucha de intereses, como la manifestacin de lacoaccin estatal o incluso como un proceso que se des-

    j arrolla en la psique humana real. A muchos marxistasles ha parecido suficiente introducir en las teoras ci-tadas arriba el momento de la lucha de clases paraobtener una teora del derecho verdaderamente mate-rialista y marxista. Sin embargo, de ello no resulta sinouna historia de las formas econmicas con una tinturajurdica ms o menos fuerte, o una historia de las ins-tituciones, pero en ningn caso una teora general delderecho.10

    10 Incluso el l ibro de P. I. Stucka. Revoltitsionnaia rol prava i pf>.

    sudarstva (El papel revolucionario del Derecho y el Estado), ya citado,que trata de toda una serie de cuestiones de la teora peera! del dere-cho, no las rene en una un idad sistemtica. El desarrollo his tr ico dela reglamentacin jurdica desde el punto de vista de su contenidode clase es puesto en primer plano en su exposicin, en relacin al des-

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    Si los juristas burgueses, que han tratado de defen-der concepciones ms o menos materialistas, por ejem-plo Gumplowicz, se han sentido obligados a examinaren detalle, por decirlo as, de oficio, el arsenal de con-ceptos jurdicos fundamentales y solamente para ex-plicar que se trata de construcciones artificiales, ni-camente convencionales, por su parte los marxistas, queno tienen particular responsabilidad respecto a la ju-risprudencia, generalmente guardan silencio acerca dela definicin formal de la teora general del derechoy dedican toda su atencin al contenido concreto delas normas jurdicas y a la evolucin histrica de lasinstituciones jurdicas. Hay que observar aqu que e\general los autores marxistas, cuando hablan de con-ceptos jurdicos, piensan esencialmente en el contenidoconcreto de la reglamentacin jurdica propia de unapoca dada, es decir de lo que los hombres consideran'como derecho en esa etapa dada de la evolucin. Escres lo oue aparece por ejemplo en la formulacin si-guiente: "sobre la base del estado dado de las fuerzasproductivas nacen relaciones de produccin determi-nadas que encuentran su expresin ideal en los con-ceptos jurdicos de los hombres y en las reglas ms omenos abstractas, en el derecho consuetudinario y enlas leyes escritas".11

    arrollo lgico y dialctico de la forma misma (por otra parte, hay quesealar que al comparar la 3a. edicin con la primera, se observar natu-ralmente que el autor ha puesto en su 3a. edicin mucha ms atencina las cuestiones de la forma jurdica) . Por otra parle, Stucka slo haprocedido en funcin de su punto de partida, es decir, en funcin deuna concepcin del derecho que hace de l esencialmente un sistemade relaciones de produccin y de intercambio. Si de entrada se considerael derecho como la forma de cualquier relacin social, entonces se puededecir a priori que sus caractersticas especficas pasarn desapercibidas.Por el contrario, el derecho en tanto que forma de las relaciones deproduccin y de intercambio fcilmente descubre, gracias a un anlisis mso menos cuidadoso, sus rasgos especficos.

    11 N. Beltov. K voprusu. . . (Sobre la cuestin de la evolucin de la

    concepcin monista de la historia), Petersburgo, 1894. Beltov es unseudnimo de G. V. Plejnov.

    31

  • Aqu el concepto de derecho es considerado exclu-sivamente desde el punto de vista de su contenido; deninguna manera est planteada la cuestin de la for-ma jurdica como tal. Sin embargo, no se puede poneren duda que la teora marxista no slo debe examinarel contenido material de la reglamentacin jurdicaen las diferentes pocas histricas, sino tambin daruna explicacin materialista de la reglamentacinjurdica como forma histrica determinada. Si se re-nuncia al anlisis de los conceptos jurdicos fundamen-tales, no se obtiene sino una teora que explica el ori-gen de la reglamentacin jurdica a partir de lasnecesidades materiales de la sociedad, y en consecuen-cia el hecho de que las normas jurdicas corresponden,a los intereses materiales de tal o cual clase social. Perola reglamentacin jurdica propiamente dicha perma-nece sin analizar en tanto que forma, a pesar de lariqueza del contenido histrico que introducimos enese concepto. En vez de disponer de una rica totalidadde determinaciones y de vnculos internos, estamosobligados a servirnos ms modestamente, y slo de ma-nera aproximada, del esbozo de anlisis del fenmenojurdico. Ese esbpzo es tan vago que las fronteras quedelimitan la esfera jurdica de las esferas vecinas estncompletamente desdibujadas.12

    Tal manera de proceder debe ser reconocida comojustificada hasta cierto punto. Se puede exponer lahistoria econmica y desdear completamente por esolas finezas y los detalles por ejemplo de la teora de larenta o de la teora del salario. Pero qu se dira de

    12 El libro de Mijail Nikolaievich Pokrovsky, Ocherki po istorii

    russkoi kultury (Ensayo sobre la hisloria de la cul tura rusa), donde adefinicin del derecho se l imita a las caractersticas de inmovi l idad yde inercia en oposicin a la movilidad de los fenmenos econmicos, nosmuestra cmo la riqueza de la exposicin histrica se concilia con elesbozo ms lireve de la forma jurdica. Cf. op. cit., 2a. edicin. Mosc,1918, vol. I, p. 16.

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    m

    una historia de las formas econmicas en la que las ca-tegoras fundamentales de la teora de la economapoltica, Valor-Capital-Ganancia-Renta, etctera, sefunden en el concepto vago e indiferenciado de Econo-ma? Ni siquiera pensemos en la acogida que tendraese tipo de tentativa dirigida a presentar tal historiaeconmica como una teora de la economa poltica.Sin embargo, en el terreno de la teora marxista delderecho las cosas se presentan precisamente as, y node otra manera. Uno se puede siempre consolar pen-sando que los juristas todava estn buscando una de-finicin para su concepto de derecho y que no la pue-den encontrar. Aunque la mayora de cursos sobre lateora general del derecho comienza habitualmentepor tales o cuales frmulas, en realidad stas slo danen general una representacin confusa, aproximaday desarticulada del fenmeno jurdico. Se puede afir-mar de manera categrica que las definiciones delderecho no nos ensean gran cosa sobre lo que l esrealmente, y que inversamente el especialista nos haceconocer tanto ms profundamente el derecho como |forma cuanto menos se limita a su propia definicin.,]

    La causa de este estado de cosas es muy claro: un ?concepto tan complicado como el de derecho no pue-de ser aprehendido exhaustivamente por una defini-cin segn las reglas de la lgica escolstica, per genusy per differentiam specificam."

    Desafortunadamente los pocos marxistas que seocupan de la teora del derecho han sucumbido igual-mente a las tentaciones de la "ciencia" escolstica.Renner por ejemplo funda su definicin de derecho enel concepto de imperativo que la sociedad dirige alindividuo.13 Esta construccin poco ingeniosa le pare-ce completamente suficiente para permitirle seguir la

    13 Cf. J. Karner, op. cit., cap. I, p. 68. (Seudnimo de K. Renner).

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  • evolucin pasada, presente y futura de las institucionesjurdicas."

    La falla fundamental de ese tipo de frmulas esque no permiten captar el concepto de derecho en sumovimiento verdadero, que descubra toda la riqueza delas interacciones y de los vnculos internos de su con-tenido. En vez de proponernos el concepto de derechoen su forma ms acabada y ms clara y mostrarnos enconsecuencia el valor de ese concepto para una pocahistrica determinada, se nos da nicamente un lugarcomn bastante vaco, el de una "reglamentacin au-toritaria externa", que indiferentemente conviene atodas las pocas y a todos los estadios de desarrollo dela sociedad humana. Las tentativas hechas en econo-ma poltica para encontrar una definicin del con-cepto de economa que englobe a todas las pocas his-tricas, se parecen mucho a esas definiciones. Si todala teora econmica slo consistiera en tales generali-

    14 Cf. tambin N. I. Ziber. Sobranie sochineni (Obras completas),

    vol. II, p. 134: "El derecho no es sino el conjunto de normas coercitivasque expresan un caso tpico del desarrollo de los fenmenos econmicos,conjunto destinado a prevenir y a reprimir las desviaciones en relacinal curso normal de los acontecimientos". El libro de N. Bujarin, Isto-richeski materializm (El materialismo histrico), 2a. edicin, p. 175,contiene definiciones anlogas del derecho en tanto que conjunto de nor-

    ! mas coercitivas decretadas por el poder estatal. La diferencia entre Bu-jarin y Ziber y particularmente Renner, consiste en que Bujar in insistesobre todo en el carcter de clase del poder estatal y por consiguientedel derecho. Podvolosky, un discpulo de Bujarin, da una def inic in de-tallada del derecho: "el derecho es un sistema de normas coercitivassociales que reflejan las relaciones econmicas y sociales de una socie-dad dada y que son introducidas y mantenidas por el poder estatal delas clases dominantes para sancionar, reglamentar y consolidar esas re-laciones y por consiguiente tambin consolidar su dominacin". (I. P.Podvolosky, Mcirxistskaya teora prava (Teora marxisla del Derecho),2a. edicin, Mosc, 1926). Todas estas definiciones subrayan el vnculoexistente entre el contenido concreto de la reglamentacin jurdica y la

    -"economa. Por otra parte, tratan simultneamente de agotar el anlisisdel derecho como forma, caracterizndola por la coaccin, estatalmenteorganizada; en otras palabras, en el fondo no superan los procedimien-tos groseramente empricos de esa misma jurisprudencia prctica o dog-mtica que precisamente el marxismo debera tener como tarea superar.

    r

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    zaciones estriles y escolsticas, no merecera el nom-bre de ciencia.

    Marx, como se sabe, no comienza sus investigacio-nes por consideraciones sobre la economa en general,sino por un anlisis de la mercanca y del valor. Puesla economa, en tanto que esfera particular de rela-ciones, slo se diferencia cuando aparece el intercam-bio. Mientras no existen todava relaciones de valor,la actividad econmica no puede sino difcilmente serdistinguida del resto de actividades vitales con las cua-les forma una totalidad orgnica. La pura economanatural no puede ser el objeto de la economa polticaen tanto que ciencia independiente.15 Slo las relacio-nes de la economa mercantil capitalista forman el ob-jeto de la economa poltica como disciplina tericaparticular que utiliza conceptos especficos. "La eco-noma poltica comienza por la mercanca, por el mo-mento en que se cambian unos productos por otros,ya sea por obra de individuos aislados o de comuni-dades de tipo primitivo."16

    En lo concerniente a la teora general del derecho,tambin se pueden hacer consideraciones anlogas.Esas abstracciones jurdicas fundamentales que en-gendra la evolucin del pensamiento jurdico y querepresentan las definiciones ms aproximadas de laforma jurdica como tal, reflejan relaciones sociales

    15 Es necesario decir, por otra parte, que no hay unanimidad completa

    entre los marxistas en lo concerniente al objeto de la economa terica.Eso es lo que prueba la discusin relativa al artculo de I. I. Stepanov-Skvorsov aparecido en Vestnik Kommunisticheskoi Akademi, 1925, No.12. La gran mayora de nuestros tericos de economa poltica que par-ticiparon en esa discusin rechazaron resueltamente sin embargo el puntode vista de Stepanov, segn el cual las categoras de la economa mer-cantil capitalista no constituyen en ningn caso el objeto especfico dela economa terica.1B

    F. Engels, La "Contribucin a la crtica de la economa poltica",de Carlos Marx, en Q. Marx, F. Engels, Escritos econmicos varios, Gri-jalbo, Mxico, 1966. p. 189. (Artculos aparecidos en Das Wolk, Lon-dres, 6 y 20 de agosto de 1859.)

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  • muy precisas y muy complejas/Toda tentativa paraencontrar una definicin del derecho correspondienteno slo a esas relaciones complejas, sino tambin a la"Naturaleza humana" o a la "Comunidad humana",en general desemboca inevitablemente en frmulas

    (yerbales vacas y escolsticas.Cuando despus es necesario pasar de esa frmula

    inerte al anlisis de la forma jurdica tal como existerealmente, se choca con una serie de dificultades queslo se dejan superar con la ayuda de flagrantes arti-ficios. As se sabe por ejemplo, pero generalmente slodespus de haber recibido una definicin general delderecho, que hablando con propiedad existen dos ti-pos de derecho: un derecho subjetivo y un derecho ob-jetivo, un jus agendi y una norma agendi. Pero la po-sibilidad de tal dicotoma de ninguna manera estprevista en la definicin misma; de esta manera seest obligado o bien a negar uno de los dos tipos dederecho y a presentarlo como una ficcin, una quime-ra, etctera, o bien a admitir entre el concepto generalde derecho y sus dos variedades un vnculo puramenteexterior. Sin embargo, la doble naturaleza del derecho,

    su divisin en norma por una parte y autorizacin ju-rdica por la otra, tiene una significacin tan impor-tante como por ejemplo el desdoblamiento de la mer-canca en valor de cambio y valor de uso.

    El derecho como forma no puede ser aprehendidofuera de sus definiciones ms restringidas. Slo exis-te en parejas de opuestos: derecho objetivo, derechosubjetivo; derecho pblico, derecho privado, etctera.Pero todas esas distinciones fundamentales aparecernreferidas mecnicamente a la formulacin principalsi sta es establecida de manera que englobe todas laspocas y todos los estadios de la evolucin social, inclui-das las pocas y los estadios que de ninguna maneraconocieron las oposiciones mencionadas.

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    Slo la sociedad burguesa capitalista crea todas lascondiciones necesarias para que el momento jurdicoquede plenamente determinado en las relaciones so-ciales.

    Incluso si se deja completamente de lado a las cul-turas de los pueblos primitivos en los que slo dif-cilmente se puede extraer el derecho de la masa totalde fenmenos sociales de carcter normativo, seobserva que las formas jurdicas estn extremadamen-te poco desarrolladas, incluso en la Europa medieval.Todas las oposiciones mencionadas arriba se fundenen un todo indiferenciado. No existe frontera entre elderecho como norma objetiva y el derecho como justi-ficacin. La norma general no se distingue de su apli-cacin concreta. En consecuencia, la actividad deljuez y la actividad del legislador llegan a confundirse.La oposicin entre el derecho pblico y el derechoprivado est completamente borrada, tanto en la co-munidad aldeana como en la organizacin del poderfeudal. En general falta entonces la oposicin tan ca-racterstica de la poca burguesa entre el individuocomo persona privada y el individuo como miembrode la sociedad poltica. Ha sido necesario un largoproceso de desarrollo, cuyo principal teatro fueron lasciudades, para que esas facetas de la forma jurdicapudieran cristalizarse en toda su precisin.

    De esta manera, el desarrollo dialctico de los con-ceptos jurdicos fundamentales no slo nos entrega laforma jurdica en su completo desarrollo y en todassus articulaciones, sino que tambin refleja el procesode evolucin histrica real, que no es otro que el pro-ceso de evolucin de la sociedad burguesa.

    .No se puede objetar a la teora general del dere-cho, como la concebimos, el que esta disciplina tratenicamente de definiciones formales, convencionales,y de construcciones artificiales. Nadie duda de que laeconoma poltica estudia una realidad que existe efec-

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  • tivamente, aunque Marx ya haya atrado la atencinsobre el hecho de que realidades como el Valor, el Ca-pital, la Ganancia, la Renta, etctera, no pueden serdescubiertas "con ayuda del microscopio y del anlisisqumico". La teora del derecho opera con abstraccio-nes que no son menos "artificiales": la "relacin jur-dica" o el "sujeto jurdico" tampoco pueden ser descu-biertos con los mtodos de investigacin de las cienciasnaturales, y sin embargo tras esas abstracciones se ocul-tan fuerzas sociales muy reales.

    Desde el punto de vista de un individuo que viveen un rgimen de economa natural, la economa ba-sada en relaciones de valor aparecer como una defor-.macin artificial de cosas simples y naturales, tal comoel modo de pensar jurdico aparecer al individuomedio como contrario al "buen sentido" normal.

    Es preciso observar que el punto de vista jurdicoes incomparablemente ms extrao a la conciencia del"individuo medio" que el punto de vista econmico;pues incluso cuando la relacin econmica se realizasimultneamente como relacin jurdica, en la granmayora de casos el aspecto econmico es precisamen-te el actualizado por los protagonistas de esa relacin,mientras que el momento jurdico queda en un segun-do plano y aparece muy claramente slo en casosexcepcionales (procesos, litigios jurdicos). Por otraparte, los miembros de una casta particular (juristas,jueces) aparecen generalmente como los portadoresdel "momento jurdico" en el estadio de su actividad.Por eso el pensamiento se realiza por el individuo me-dio ms habitual y naturalmente con ayuda de cate-goras econmicas que con ayuda de categoras jur-dicas.

    Si se cree que los conceptos jurdicos, que expresanel sentido de la forma jurdica, representan el productode alguna invencin arbitraria, se cae en el error de-nunciado por Marx en los racionalistas del siglo xvm.

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    stos, al no poder explicar todava, tal como lo diceMarx, el origen y el desarrollo de las formas enigm-ticas tomadas por las relaciones humanas, trataron dequitarles su carcter incomprensible explicando pre-cisamente que eran invenciones humanas y .que nohaban cado del cielo."

    Por otra parte, no se puede impugnar el hecho deque una gran parte de las construcciones jurdicas esen efecto muy discutible y arbitraria; por ejemplo, lamayora de las construcciones del derecho pblico. Enlas pginas que siguen trataremos de explicar las ra-zones de ese fenmeno. Provisionalmente nos bastarobservar que la forma del valor se vuelve universal enlas condiciones de una economa mercantil desarrolla-da y que tambin reviste, al lado de las formas prima-rias, diversas formas de expresin derivadas y artifi-ciales: al aparecer tambin por ejemplo bajo el aspectodel precio de objetos que no son producto del trabajo(tierra), o que incluso no tienen absolutamente nadacjue ver con el proceso de produccin (por ejemplo lossecretos militares comprados por un espa). Sin em-bargo, eso no impide el hecho de que el valor, comocategora econmica, slo puede ser concebido desdeel punto de vista del gasto de trabajo socialmente ne-cesario para la fabricacin de un producto dado. De>igual manera, el universalismo de la forma jurdicano debe impedirnos investigar las relaciones que cons-tituyen su fundamento real. Esperamos poder demos-trar ms adelante que esos fundamentos no son las re-laciones denominadas relaciones de derecho pblico.

    Otra objecin en contra de nuestra concepcin delas tareas de una teora general del derecho consisteen considerar a las abstracciones que le sirven de fun-damento como propias nicamente del derecho bur-gus. El derecho proletario, se nos dice, debe encontrar

    17 C. Marx, El Capital, ed. cit., t. I, cap. I, pp. 46 y 47.

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  • otros conceptos generales, y la bsqueda de tales con-ceptos debera ser la tarea de la teora marxista delderecho.

    Esta objecin parece a primera vista muy seria,Sin embargo, reposa en una equivocacin. Esa ten-dencia, al exigir para el derecho proletario nuevosconceptos generales que le sean propios, parece ser

    .revolucionaria por excelencia. Pero en realidad pro-clama la eternidad de la forma jurdica, pues trata deextraer esa forma de condiciones histricas determina-das, que le han permitido desarrollarse completamen-te, y presentarla como capaz de renovarse permanen-temente. La desaparicin de ciertas categoras (deciertas categoras precisamente y no de tales o cualesprescripciones) del derecho burgus no significa enningn caso su reemplazo por las nuevas categorasdel derecho proletario. De igual manera la caducidadde las categoras de Valor, Capital, Ganancia, etc-tera, en el periodo de transicin hacia el socialismoevolucionado, no significa la aparicin de nuevas ca-tegoras proletarias de Valor, Capital, etctera.

    ,- La desaparicin de las categoras de derecho bur-' gus significar en esas condiciones la desaparicin del

    derecho en general, es decir, la desaparicin del mo-ment jurdico de las relaciones humanas.

    ^^Pero el periodo de transicin, como Marx lo de-mostr en su Crtica del programa de Gotha, se carac-teriza por el hecho de que las relaciones humanas per-manecen durante cierto periodo necesariamente ence-rradas dentro del "horizonte limitado del derechoburgus". En efecto, es interesante analizar en quconsiste, segn la concepcin marxista, ese horizontelimitado del derecho burgus. Marx presupone un sis-tema social en el cual los medios de produccin perte-necen a toda la sociedad y en el cual los productoresno intercambian sus productos. Supone en consecuen-cia un nivel de desarrollo superior al de la "nueva40

    economa poltica" en la que vivimos en el momentoactual. El mercado ya ha sido completamente reem-plazado por una economa organizada y en consecuen-cia "el trabajo invertido en los productos no se presen-ta aqu, tampoco, como valor de estos productos, comouna cualidad material, inherente a ellos, pues aqu,por oposicin a lo que sucede en la sociedad capita-lista, los trabajos individuales no forman ya parte in-tegrante del trabajo comn mediante un rodeo, sinodirectamente".18 Pero incluso cuando el mercado y elintercambio mercantil son completamente suprimidos,la nueva sociedad comunista, como dice Marx, "pre-senta todava en todos sus aspectos, en el econmico,en el moral y en el intelectual, el sello de la viejasociedad de cuya entraa procede".19

    Eso es lo que tambin aparece en el principio dela distribucin segn el cual "el productor individualobtiene de la sociedad despus de hechas las obli-gadas deducciones exactamente lo que le ha dado.20

    Marx insiste en el hecho de que, a pesar de la mo-dificacin radical de la forma y del contenido, "rigeel mismo principio que en el intercambio de mercan-cas equivalentes: se cambia una cantidad de trabajo,bajo una forma, por otra cantidad igual de traba-jo, bajo otra forma distinta".21

    Aun cuando la relacin entre los productores indi-viduales y la sociedad contine conservando la formadel intercambio de equivalentes, esa relacin conservaigualmente la forma del derecho, pues "el derechoslo puede consistir, por naturaleza, en la aplicacinde una medida igual"."2 Pero dado que con ello la des-

    18 C. Marx, Critica del programa de Gotha (1875), en C. Marx, F.

    Engels, Obras escogidas, Editorial Progreso, Mosc, 1969. p. 340.i Ibd., p. 341.2 Ibid.

    21 Ibd.

    22 Ibd., p. 342.

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  • igualdad natural de las aptitudes individuales no estornada en consideracin, el derecho "en el fondoes, por tanto, como todo derecho, el derecho de ladesigualdad".23 Marx no menciona la necesidad de unpoder de Estado que garantice por medio de su coac-cin la realizacin de esas normas del derecho "des-igual", que mantiene sus "lmites burgueses", peroevidentemente eso cae por su peso. Lenin saca estaconclusin: "Sin duda el derecho burgus, en lo con-cerniente a la distribucin de los artculos de consumo,supone necesariamente un Estado burgus, pues elderecho no es nada sin'un aparato capaz de obligar arespetar las normas de aqul. De ello se deriva que enel rgimen comunista subsisten durante cierto tiempo,no slo el derecho burgus, sino tambin el Estado bur-gus, sin la burguesa".24

    Una vez dada la forma del intercambio de equiva-lentes, la forma del derecho, la forma del poder p-blico, es decir estatal, es tambin dada y en consecuen-cia sta permanece todava cierto tiempo, incluso-cuando la divisin de clases ya no existe. Segn la con-cepcin de Marx, la desaparicin del derecho, y con ldel Estado, slo se produce cuando "el trabajo no seasolamente un medio de vida, sino la primera necesidadvital",25 cuando con el desarrollo universal del indivi-duo las fuerzas productivas tambin se hayan acre-centado cuando todos los individuos trabajen vo-luntariamente segn sus capacidades, o como diceLenin, cuando sea superado "el horizonte limitado delderecho burgus que obliga a calcular con la codiciade un Shylock: no habr trabajado media hora msque el vecino?";20 en pocas palabras, cuando la for-

    23 Ibid, pp. 341-342.

    ;M Lenin, El Estado y la revolucin (1917), en Obras completas, t. XXV,

    Cartago. Bs. Aires. 1958, p. 465.25

    C. Marx, Critica del programa de Gotha, ed. cit., p. 342.20

    Lenin, El Estado y la revolucin ed. cit. p. 463.

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    tol*' ma de la relacin de equivalencia sea definitivamentep! superada.

    La transicin hacia el comunismo evolucionado nose presenta, segn Marx, como un trnsito a nuevas

    / formas jurdicas, sino como una extincin de la formai jurdica en tanto que tal, como una liberacin en rela-

    cin a esa herencia de la poca burguesa destinada a? sobrevivir a la burguesa misma.

    I Marx muestra al mismo tiempo la condicin fun-; damental, enraizada en la estructura econmica de la; r sociedad misma, de la existencia de la forma jurdica,

    es decir la unificacin de los diferentes rendimientos. del trabajo segn el principio del intercambio de equi-

    ;'> valentes. De esta manera descubre el vnculo interno; r profundo existente entre la forma jurdica y la formaI-^ mercantil. Una sociedad que es obligada p