3
Introducción Muchas veces hemos oído decir que es necesario tener un devocional diario, pero el primer problema con el que nos encontramos es que no sabemos lo que es eso; ¿es un tiempo de estudio de La Palabra? ¿Es sólo un tiempo de lectura?, ¿Es un tiempo de oración? ¿Cómo se hace un devocional diario?, esto es lo que trataremos de contes- tar brevemente en los párrafos que siguen. ¿Qué es un devocional diario? Un tiempo devocional es, básicamente, un tiempo de comunión con Dios, un tiempo especial que apartas para escuchar a Dios y platicar con Él. Esto se hace a través de la oración y la lectura de Su Palabra; pero tal vez la característica más importante de un devocional, y lo que lo diferencia de un tiempo de lectura, es que un tiempo devocional tiene su énfasis en la aplicación práctica de lo que Dios está diciendo, es decir, un devocional me permite tener instrucciones precisas de lo que Dios está diciendo, no sólo conocimiento intelectual de lo que Dios dice o es, no sólo adentrarme en Su carácter o en mi naturaleza, sino pasos concretos que me ayudan a cumplir la voluntad de Dios. Así como la relación de amistad entre dos personas crece a medida que uno comparte con el otro más actividades, más secretos, más cosas en común, más tiempo de conversaciones, risas y llanto; de la misma manera, mi relación con Dios se fortalece en mis tiempos devocionales. En esos momentos a solas con Dios es cuando mi confianza en Él va creciendo porque lo conoz- co personalmente cada día un poco más. (No sólo conocer de Él sino conocerlo a Él). Además, en mis tiempos devocionales diarios es cuando recibo instrucciones claras sobre las dudas que tengo (Santiago 1:5), recibo advertencias de parte de Dios si es que estoy desviándome del camino (Proverbios 3:5-6), recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo recobrar esperanza si es que me siento perdido o desconsolado (Romanos 15:4). Te va a sorprender la cantidad de veces que en tus devocionales diarios Dios te va preparando para una prueba, o te da algunos versículos que es necesario que los compartas con alguien que está viviendo alguna situación complica- da ¿Por donde empezamos? Tal vez te ayude seguir estas sugerencias: 1. Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese horario, no intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas, programas y respe- tas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu devocio- nal, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios. 2. Elige un libro y haz tu devocional en él desde el princi- pio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor? Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te escribió! Así que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el final. 3. Elige un lugar fijo en tu casa; un lugar donde no seas interrumpido por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional. 4. Ten listas todas las cosas que vas a necesitar: Una Biblia, un cuaderno, un lápiz, una pluma, sacapuntas, etc. Guárdalas en el lugar donde siempre hagas tu devocio- nal. El tener todo listo evitará tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado, y así podrás seguir concentrado en lo que Dios te va diciendo, sin distraccio- nes. Paso 1: Oración Una vez que has elegido un libro lo primero que vamos a hacer es orar para pedirle a Dios que nos ayude a escucharle y que podamos ver cuál es Su Voluntad. Haz una oración corta, que te ayude a recordar delante de quién te estás presentando y que alinee tu corazón con el de Dios. Recuerda que este no es tu tiempo de oración e intercesión por otras personas sino que es el momento en que, como un soldado, te estás presentando delante de tu capitán a recibir órdenes e instrucciones, no a pedir favores.

Paso 2: Lee, Marca y Medita Paso 4: Termina con oración ...app.congresoapps.com/.../Inicio.pdf · recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo

Embed Size (px)

Citation preview

Introducción

Muchas veces hemos oído decir que es necesario tener un devocional diario, pero el primer problema con el que nos encontramos es que no sabemos lo que es eso; ¿es un tiempo de estudio de La Palabra? ¿Es sólo un tiempo de lectura?, ¿Es un tiempo de oración? ¿Cómo se hace un devocional diario?, esto es lo que trataremos de contes-tar brevemente en los párrafos que siguen.

¿Qué es un devocional diario?

Un tiempo devocional es, básicamente, un tiempo de comunión con Dios, un tiempo especial que apartas para escuchar a Dios y platicar con Él. Esto se hace a través de la oración y la lectura de Su Palabra; pero tal vez la característica más importante de un devocional, y lo que lo diferencia de un tiempo de lectura, es que un tiempo devocional tiene su énfasis en la aplicación práctica de lo que Dios está diciendo, es decir, un devocional me permite tener instrucciones precisas de lo que Dios está diciendo, no sólo conocimiento intelectual de lo que Dios dice o es, no sólo adentrarme en Su carácter o en mi naturaleza, sino pasos concretos que me ayudan a cumplir la voluntad de Dios.Así como la relación de amistad entre dos personas crece a medida que uno comparte con el otro más actividades, más secretos, más cosas en común, más tiempo de conversaciones, risas y llanto; de la misma manera, mi relación con Dios se fortalece en mis tiempos devocionales. En esos momentos a solas con Dios es cuando mi confianza en Él va creciendo porque lo conoz-co personalmente cada día un poco más. (No sólo conocer de Él sino conocerlo a Él).Además, en mis tiempos devocionales diarios es cuando recibo instrucciones claras sobre las dudas que tengo (Santiago 1:5), recibo advertencias de parte de Dios si es que estoy desviándome del camino (Proverbios 3:5-6), recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo recobrar esperanza si es que me siento perdido o desconsolado (Romanos 15:4). Te va a sorprender la cantidad de veces que en tus devocionales diarios Dios te va preparando para una prueba, o te da algunos versículos que es necesario que los compartas con alguien que está viviendo alguna situación complica-da

¿Por donde empezamos?

Tal vez te ayude seguir estas sugerencias:1. Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese horario, no intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas, programas y respe-tas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu devocio-nal, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios.2. Elige un libro y haz tu devocional en él desde el princi-pio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor? Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te escribió! Así que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el final.3. Elige un lugar fijo en tu casa; un lugar donde no seas interrumpido por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional.4. Ten listas todas las cosas que vas a necesitar: Una Biblia, un cuaderno, un lápiz, una pluma, sacapuntas, etc. Guárdalas en el lugar donde siempre hagas tu devocio-nal. El tener todo listo evitará tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado, y así podrás seguir concentrado en lo que Dios te va diciendo, sin distraccio-nes.

Paso 1: Oración Una vez que has elegido un libro lo primero que vamos a hacer es orar para pedirle a Dios que nos ayude a escucharle y que podamos ver cuál es Su Voluntad. Haz una oración corta, que te ayude a recordar delante de quién te estás presentando y que alinee tu corazón con el de Dios. Recuerda que este no es tu tiempo de oración e intercesión por otras personas sino que es el momento en que, como un soldado, te estás presentando delante de tu capitán a recibir órdenes e instrucciones, no a pedir favores.

Paso 2: Lee, Marca y Medita

a. Lee y marcaEn seguida comenzamos a leer el capítulo que nos corresponda (En este caso el capítulo uno del evangelio de Marcos) varias veces, pero vamos a leerlo con un lápiz en la mano y marcando todo lo que nos llame la aten-ción, es decir, puede ser alguna frase que nos suene extraña o interesante; alguna palabra que se repita muchas veces, alguna actitud de un personaje determi-nado, alguna relación que haya de causa-efecto (…si haces esto… sucederá aquello…), algunos contrastes que puedas identificar, etc.

b. MeditaEn este momento te darás cuenta de que hay algunas cosas que ya has marcado en tu Biblia, concéntrate en esas porciones (Pregúntale a Dios qué es lo que Él quiere decirte) y elige la que más te llame la atención. Toma un tiempo para meditar en esa porción. Hoy en día entendemos la meditación como tratar de poner la mente en blanco, pero en la Biblia meditar es todo lo contrario, es llenar mi mente de los pensamientos de La Palabra. Repasa varias veces ese pasaje que llamó tu atención y pregúntate: ¿hay algo aquí que tengo que imitar?, ¿hay algo en este pasaje que tengo que evitar?, ¿me identifico con alguna actitud que aquí se menciona?, etc. Tal vez puedes convertir ese pasaje en una oración, por ejemplo el Salmo 1 podría ser así:�“Señor, te ruego que apartes mi oído de consejos de malos y guárdame para que no ande en camino de pecadores. No permitas que me siente con los escarnecedores, sino que tenga hambre y sed de tu Palabra, que ésta sea mi delicia. Quiero ser como un árbol que está firme porque… etc.” Toma tu tiempo, no trates de acelerar las cosas y llena este tiempo de meditación y oración, recuerda Dios quiere hablarte. Vamos a poner un ejemplo en Marcos 1. En ese capítulo, después de leerlo un par de veces yo marqué (entre otras cosas) el v.18 y el v.20 (Me llamó la atención la frase “le siguieron” porque se repite dos veces en una porción muy pequeña, apenas tres versículos)

Paso 3: Escríbelo en papel

Escribe en un cuaderno las reflexiones, conclusiones y acciones que la lectura de la Palabra trajo a tu vida. Es importante escribirlo porque no podemos confiarnos en nuestra mente. Ten un cuaderno especial para tus notas.

Paso 4: Termina con oración Termina tu tiempo devocional con una oración, pero ten en cuenta lo que Dios te acaba de decir. Déjame explicar-te esto un poquito más: ¿alguna vez has estado contán-dole a alguien algún asunto importante, y cuando termi-nas de hablar la otra persona simplemente te cambia de tema o te interrumpe para preguntarte algo que no tiene nada que ver con lo que platicas?, es que, en realidad, esa persona no estuvo escuchando lo que tú le decías, sino que se quedó enganchada en algún pensamiento suyo. A veces nos sucede lo mismo con Dios. Él nos habla en nuestro devocional sobre obediencia –por poner un ejemplo- y en mi oración final yo le pido que me dé un aumento de sueldo… o sea no escuché realmente lo que Él me estaba diciendo porque mi oración final no tiene nada que ver con lo que Él me ha estado hablando unos minutos antes. Asegúrate de orar lo que Dios te acaba de decir en Su Palabra y entonces sabrás que tu oración será contestada (Juan 15:7).

Paso 5: Memoriza Algunas veces, en tu tiempo devocional encontrarás algún versículo que vas a querer memorizar, si ese es el caso, escríbelo en un pedazo de papel aparte y llévalo contigo todo el día por donde vayas. En cada ocasión que encuentres saca ese papelito y repasa el versículo.

Consideraciones finales 1. Recuerda que el verdadero propósito de hacer tu devocional no es encontrar “verdades ocultas” o aspec-tos novedosos de La Palabra, sino tener comunión con Dios y recibir instrucciones suyas. No busques nuevos descubrimientos sino comunión e instrucción.2. Considera siempre que un devocional no es algo “obligatorio”, sino un privilegio. Es decir, acércate a Dios con una actitud correcta y no a regañadientes. Ten paz, tu salvación no depende de tus tiempos devocionales (Efesios 2:8-9), pero tu comunión con Dios será mucho más cercana mientras más fiel seas en tus devocionales. 3. Un devocional no es algo “mágico”, no es una fórmula para obtener cosas sino una manera de fortalecer tu comunión con Dios. 4. No hay una forma “correcta” de tener tu devocional. En una relación siempre hay un toque de singularidad. Ahora, si bien no hay una forma “correcta”, sí hay ciertos lineamientos que son esenciales: Se basa en la Palabra de Dios, no en sentimientos, sensaciones o corazonadas porque todo eso es engaño-so, pero las Escrituras son “la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día

esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19) El hacer mi devocional es una decisión personal y cons-ciente, mucho más allá de mi estado de ánimo. Es una necesidad como comer, aunque a veces sienta que no tenga hambre, sé que necesito la alimentación. No hay sustituto para el alimento que recibo a través de La Palabra de Dios. 5. Si al principio sientes que no puedes, que Dios no te habla, etc. No te desalientes, persevera en tus devocio-nales y en oración. Necesitas aprender a escuchar a Dios y eso a veces requiere un poco de “práctica”. Si vas al gimnasio no ves los resultados terminando la primera serie de ejercicios, pero si eres constante los resultados serán evidentes pronto. No te desanimes, recuerda que Él ha enviado Su Espíritu para enseñarte Su Voluntad a través de La Palabra, ten confianza, Él lo hará

Preguntas frecuentes ¿Cuál es la mejor hora para hacer mi devocional?Realmente eso depende de ti. Lo importante es que encuentres ese tiempo en el que no haya mucho ruido ni distracciones, normalmente eso sucede en las primeras horas de la mañana pero siéntete con la libertad de buscar a Dios en cualquier momento del día. l problema de hacer tu devocional en la noche es que probablemen-te estés aturdido con los pensamientos de todo el día y no puedas concentrarte bien en tu lectura y además puedes estar ya cansado.�esucristo se levantaba muy temprano para ir a buscar dirección del Padre (Marcos 1:35) y en los Salmos una y otra vez se nos invita a buscar a Dios en las primeras horas del día (Sal 5:3, 57:8, 59:16, 88:13 entre otros).¿Necesito escribir mi devocional?Es mucho mejor darme el tiempo para escribir lo que Dios me dice cada día, porque al escribirlo fijo mejor sus instrucciones en mi mente, además, cuando me encuen-tre en alguna necesidad de sabiduría puedo rápidamente revisar en mi libreta devocional y repasar qué es lo que Dios me ha estado hablando la última semana, o el último mes y con ello encontrar una dirección segura y consejo de Dios de manera clara. ¿Qué pasa si un día no pude hacer mi devocional? ¿Necesito reponerlo?No, simplemente asegúrate de que no se convierta en una costumbre. Cada día que pasas sin hacer tu devocio-nal es una oportunidad que pierdes de ganar sabiduría, fe, paz, dirección, etc. ¿puedo estar un día sin comer? Claro, y no necesito comer doble al día siguiente, pero el día que no como voy a estar más débil, con menor capacidad de atención, etc. Lo peligroso sería acostum-brarme a no comer.�¿Cómo me aseguro de no “hacerle decir” a la Biblia cosas que no dice?No tomes versículos aislados y nunca pierdas de vista el contexto. Pregúntate:¿De qué tema viene hablando este pasaje? Qué tipo de

literatura es? (en Salmos y Proverbios hay mucha poesía y por tanto mucho lenguaje figurado, muchas cosas no son literales. En Romanos tenemos cadenas de argumen-tos lógicos, o sea, cada concepto depende de haber comprendido el concepto anterior. Es por eso que Romanos está lleno de frases como: “por tanto”, “así que”, “así también”, “de manera que”, etc. Un manual bíblico te puede ayudar a entender qué tipo de literatura es el libro que quieres estudiar)¿Quién está hablando? ¿A quién se está dirigiendo? Cuáles son las circunstancias que rodean este pasaje?Un ejemplo muy común de un texto fuera de su contexto es: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipen-ses 4:13) y utilizamos ese versículo para todo tipo de situaciones: si tengo que presentar un examen en la escuela, si tengo sueño y necesito seguir trabajando, si quiero un carro y estoy pensando en sacar un crédito, etc. Pero el contexto en ese pasaje es muy claro:¿De qué está hablando Pablo? Está diciendo que él ha aprendido a vivir en riqueza y en pobreza y que no le preocupa tener abundancia material o no tener nada, que sabe que sea cual sea la circunstancia, Dios está con él y lo fortalece. O sea, cuando necesito dinero, ese versículo ¡no es para conseguir dinero! Sino para darnos consuelo: “Dios me fortalece a pesar de las circunstan-cias” (Qué distinto a lo que normalmente escuchamos ¿no es verdad?)Que Dios te bendiga.

¡Comencemos!

Introducción

Muchas veces hemos oído decir que es necesario tener un devocional diario, pero el primer problema con el que nos encontramos es que no sabemos lo que es eso; ¿es un tiempo de estudio de La Palabra? ¿Es sólo un tiempo de lectura?, ¿Es un tiempo de oración? ¿Cómo se hace un devocional diario?, esto es lo que trataremos de contes-tar brevemente en los párrafos que siguen.

¿Qué es un devocional diario?

Un tiempo devocional es, básicamente, un tiempo de comunión con Dios, un tiempo especial que apartas para escuchar a Dios y platicar con Él. Esto se hace a través de la oración y la lectura de Su Palabra; pero tal vez la característica más importante de un devocional, y lo que lo diferencia de un tiempo de lectura, es que un tiempo devocional tiene su énfasis en la aplicación práctica de lo que Dios está diciendo, es decir, un devocional me permite tener instrucciones precisas de lo que Dios está diciendo, no sólo conocimiento intelectual de lo que Dios dice o es, no sólo adentrarme en Su carácter o en mi naturaleza, sino pasos concretos que me ayudan a cumplir la voluntad de Dios.Así como la relación de amistad entre dos personas crece a medida que uno comparte con el otro más actividades, más secretos, más cosas en común, más tiempo de conversaciones, risas y llanto; de la misma manera, mi relación con Dios se fortalece en mis tiempos devocionales. En esos momentos a solas con Dios es cuando mi confianza en Él va creciendo porque lo conoz-co personalmente cada día un poco más. (No sólo conocer de Él sino conocerlo a Él).Además, en mis tiempos devocionales diarios es cuando recibo instrucciones claras sobre las dudas que tengo (Santiago 1:5), recibo advertencias de parte de Dios si es que estoy desviándome del camino (Proverbios 3:5-6), recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo recobrar esperanza si es que me siento perdido o desconsolado (Romanos 15:4). Te va a sorprender la cantidad de veces que en tus devocionales diarios Dios te va preparando para una prueba, o te da algunos versículos que es necesario que los compartas con alguien que está viviendo alguna situación complica-da

¿Por donde empezamos?

Tal vez te ayude seguir estas sugerencias:1. Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese horario, no intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas, programas y respe-tas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu devocio-nal, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios.2. Elige un libro y haz tu devocional en él desde el princi-pio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor? Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te escribió! Así que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el final.3. Elige un lugar fijo en tu casa; un lugar donde no seas interrumpido por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional.4. Ten listas todas las cosas que vas a necesitar: Una Biblia, un cuaderno, un lápiz, una pluma, sacapuntas, etc. Guárdalas en el lugar donde siempre hagas tu devocio-nal. El tener todo listo evitará tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado, y así podrás seguir concentrado en lo que Dios te va diciendo, sin distraccio-nes.

Paso 1: Oración Una vez que has elegido un libro lo primero que vamos a hacer es orar para pedirle a Dios que nos ayude a escucharle y que podamos ver cuál es Su Voluntad. Haz una oración corta, que te ayude a recordar delante de quién te estás presentando y que alinee tu corazón con el de Dios. Recuerda que este no es tu tiempo de oración e intercesión por otras personas sino que es el momento en que, como un soldado, te estás presentando delante de tu capitán a recibir órdenes e instrucciones, no a pedir favores.

Paso 2: Lee, Marca y Medita

a. Lee y marcaEn seguida comenzamos a leer el capítulo que nos corresponda (En este caso el capítulo uno del evangelio de Marcos) varias veces, pero vamos a leerlo con un lápiz en la mano y marcando todo lo que nos llame la aten-ción, es decir, puede ser alguna frase que nos suene extraña o interesante; alguna palabra que se repita muchas veces, alguna actitud de un personaje determi-nado, alguna relación que haya de causa-efecto (…si haces esto… sucederá aquello…), algunos contrastes que puedas identificar, etc.

b. MeditaEn este momento te darás cuenta de que hay algunas cosas que ya has marcado en tu Biblia, concéntrate en esas porciones (Pregúntale a Dios qué es lo que Él quiere decirte) y elige la que más te llame la atención. Toma un tiempo para meditar en esa porción. Hoy en día entendemos la meditación como tratar de poner la mente en blanco, pero en la Biblia meditar es todo lo contrario, es llenar mi mente de los pensamientos de La Palabra. Repasa varias veces ese pasaje que llamó tu atención y pregúntate: ¿hay algo aquí que tengo que imitar?, ¿hay algo en este pasaje que tengo que evitar?, ¿me identifico con alguna actitud que aquí se menciona?, etc. Tal vez puedes convertir ese pasaje en una oración, por ejemplo el Salmo 1 podría ser así:�“Señor, te ruego que apartes mi oído de consejos de malos y guárdame para que no ande en camino de pecadores. No permitas que me siente con los escarnecedores, sino que tenga hambre y sed de tu Palabra, que ésta sea mi delicia. Quiero ser como un árbol que está firme porque… etc.” Toma tu tiempo, no trates de acelerar las cosas y llena este tiempo de meditación y oración, recuerda Dios quiere hablarte. Vamos a poner un ejemplo en Marcos 1. En ese capítulo, después de leerlo un par de veces yo marqué (entre otras cosas) el v.18 y el v.20 (Me llamó la atención la frase “le siguieron” porque se repite dos veces en una porción muy pequeña, apenas tres versículos)

Paso 3: Escríbelo en papel

Escribe en un cuaderno las reflexiones, conclusiones y acciones que la lectura de la Palabra trajo a tu vida. Es importante escribirlo porque no podemos confiarnos en nuestra mente. Ten un cuaderno especial para tus notas.

Paso 4: Termina con oración Termina tu tiempo devocional con una oración, pero ten en cuenta lo que Dios te acaba de decir. Déjame explicar-te esto un poquito más: ¿alguna vez has estado contán-dole a alguien algún asunto importante, y cuando termi-nas de hablar la otra persona simplemente te cambia de tema o te interrumpe para preguntarte algo que no tiene nada que ver con lo que platicas?, es que, en realidad, esa persona no estuvo escuchando lo que tú le decías, sino que se quedó enganchada en algún pensamiento suyo. A veces nos sucede lo mismo con Dios. Él nos habla en nuestro devocional sobre obediencia –por poner un ejemplo- y en mi oración final yo le pido que me dé un aumento de sueldo… o sea no escuché realmente lo que Él me estaba diciendo porque mi oración final no tiene nada que ver con lo que Él me ha estado hablando unos minutos antes. Asegúrate de orar lo que Dios te acaba de decir en Su Palabra y entonces sabrás que tu oración será contestada (Juan 15:7).

Paso 5: Memoriza Algunas veces, en tu tiempo devocional encontrarás algún versículo que vas a querer memorizar, si ese es el caso, escríbelo en un pedazo de papel aparte y llévalo contigo todo el día por donde vayas. En cada ocasión que encuentres saca ese papelito y repasa el versículo.

Consideraciones finales 1. Recuerda que el verdadero propósito de hacer tu devocional no es encontrar “verdades ocultas” o aspec-tos novedosos de La Palabra, sino tener comunión con Dios y recibir instrucciones suyas. No busques nuevos descubrimientos sino comunión e instrucción.2. Considera siempre que un devocional no es algo “obligatorio”, sino un privilegio. Es decir, acércate a Dios con una actitud correcta y no a regañadientes. Ten paz, tu salvación no depende de tus tiempos devocionales (Efesios 2:8-9), pero tu comunión con Dios será mucho más cercana mientras más fiel seas en tus devocionales. 3. Un devocional no es algo “mágico”, no es una fórmula para obtener cosas sino una manera de fortalecer tu comunión con Dios. 4. No hay una forma “correcta” de tener tu devocional. En una relación siempre hay un toque de singularidad. Ahora, si bien no hay una forma “correcta”, sí hay ciertos lineamientos que son esenciales: Se basa en la Palabra de Dios, no en sentimientos, sensaciones o corazonadas porque todo eso es engaño-so, pero las Escrituras son “la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día

esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19) El hacer mi devocional es una decisión personal y cons-ciente, mucho más allá de mi estado de ánimo. Es una necesidad como comer, aunque a veces sienta que no tenga hambre, sé que necesito la alimentación. No hay sustituto para el alimento que recibo a través de La Palabra de Dios. 5. Si al principio sientes que no puedes, que Dios no te habla, etc. No te desalientes, persevera en tus devocio-nales y en oración. Necesitas aprender a escuchar a Dios y eso a veces requiere un poco de “práctica”. Si vas al gimnasio no ves los resultados terminando la primera serie de ejercicios, pero si eres constante los resultados serán evidentes pronto. No te desanimes, recuerda que Él ha enviado Su Espíritu para enseñarte Su Voluntad a través de La Palabra, ten confianza, Él lo hará

Preguntas frecuentes ¿Cuál es la mejor hora para hacer mi devocional?Realmente eso depende de ti. Lo importante es que encuentres ese tiempo en el que no haya mucho ruido ni distracciones, normalmente eso sucede en las primeras horas de la mañana pero siéntete con la libertad de buscar a Dios en cualquier momento del día. l problema de hacer tu devocional en la noche es que probablemen-te estés aturdido con los pensamientos de todo el día y no puedas concentrarte bien en tu lectura y además puedes estar ya cansado.�esucristo se levantaba muy temprano para ir a buscar dirección del Padre (Marcos 1:35) y en los Salmos una y otra vez se nos invita a buscar a Dios en las primeras horas del día (Sal 5:3, 57:8, 59:16, 88:13 entre otros).¿Necesito escribir mi devocional?Es mucho mejor darme el tiempo para escribir lo que Dios me dice cada día, porque al escribirlo fijo mejor sus instrucciones en mi mente, además, cuando me encuen-tre en alguna necesidad de sabiduría puedo rápidamente revisar en mi libreta devocional y repasar qué es lo que Dios me ha estado hablando la última semana, o el último mes y con ello encontrar una dirección segura y consejo de Dios de manera clara. ¿Qué pasa si un día no pude hacer mi devocional? ¿Necesito reponerlo?No, simplemente asegúrate de que no se convierta en una costumbre. Cada día que pasas sin hacer tu devocio-nal es una oportunidad que pierdes de ganar sabiduría, fe, paz, dirección, etc. ¿puedo estar un día sin comer? Claro, y no necesito comer doble al día siguiente, pero el día que no como voy a estar más débil, con menor capacidad de atención, etc. Lo peligroso sería acostum-brarme a no comer.�¿Cómo me aseguro de no “hacerle decir” a la Biblia cosas que no dice?No tomes versículos aislados y nunca pierdas de vista el contexto. Pregúntate:¿De qué tema viene hablando este pasaje? Qué tipo de

literatura es? (en Salmos y Proverbios hay mucha poesía y por tanto mucho lenguaje figurado, muchas cosas no son literales. En Romanos tenemos cadenas de argumen-tos lógicos, o sea, cada concepto depende de haber comprendido el concepto anterior. Es por eso que Romanos está lleno de frases como: “por tanto”, “así que”, “así también”, “de manera que”, etc. Un manual bíblico te puede ayudar a entender qué tipo de literatura es el libro que quieres estudiar)¿Quién está hablando? ¿A quién se está dirigiendo? Cuáles son las circunstancias que rodean este pasaje?Un ejemplo muy común de un texto fuera de su contexto es: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipen-ses 4:13) y utilizamos ese versículo para todo tipo de situaciones: si tengo que presentar un examen en la escuela, si tengo sueño y necesito seguir trabajando, si quiero un carro y estoy pensando en sacar un crédito, etc. Pero el contexto en ese pasaje es muy claro:¿De qué está hablando Pablo? Está diciendo que él ha aprendido a vivir en riqueza y en pobreza y que no le preocupa tener abundancia material o no tener nada, que sabe que sea cual sea la circunstancia, Dios está con él y lo fortalece. O sea, cuando necesito dinero, ese versículo ¡no es para conseguir dinero! Sino para darnos consuelo: “Dios me fortalece a pesar de las circunstan-cias” (Qué distinto a lo que normalmente escuchamos ¿no es verdad?)Que Dios te bendiga.

¡Comencemos!

Introducción

Muchas veces hemos oído decir que es necesario tener un devocional diario, pero el primer problema con el que nos encontramos es que no sabemos lo que es eso; ¿es un tiempo de estudio de La Palabra? ¿Es sólo un tiempo de lectura?, ¿Es un tiempo de oración? ¿Cómo se hace un devocional diario?, esto es lo que trataremos de contes-tar brevemente en los párrafos que siguen.

¿Qué es un devocional diario?

Un tiempo devocional es, básicamente, un tiempo de comunión con Dios, un tiempo especial que apartas para escuchar a Dios y platicar con Él. Esto se hace a través de la oración y la lectura de Su Palabra; pero tal vez la característica más importante de un devocional, y lo que lo diferencia de un tiempo de lectura, es que un tiempo devocional tiene su énfasis en la aplicación práctica de lo que Dios está diciendo, es decir, un devocional me permite tener instrucciones precisas de lo que Dios está diciendo, no sólo conocimiento intelectual de lo que Dios dice o es, no sólo adentrarme en Su carácter o en mi naturaleza, sino pasos concretos que me ayudan a cumplir la voluntad de Dios.Así como la relación de amistad entre dos personas crece a medida que uno comparte con el otro más actividades, más secretos, más cosas en común, más tiempo de conversaciones, risas y llanto; de la misma manera, mi relación con Dios se fortalece en mis tiempos devocionales. En esos momentos a solas con Dios es cuando mi confianza en Él va creciendo porque lo conoz-co personalmente cada día un poco más. (No sólo conocer de Él sino conocerlo a Él).Además, en mis tiempos devocionales diarios es cuando recibo instrucciones claras sobre las dudas que tengo (Santiago 1:5), recibo advertencias de parte de Dios si es que estoy desviándome del camino (Proverbios 3:5-6), recibo ánimo si estoy decayendo en el espíritu (Salmo 119:92), o cuando puedo recobrar esperanza si es que me siento perdido o desconsolado (Romanos 15:4). Te va a sorprender la cantidad de veces que en tus devocionales diarios Dios te va preparando para una prueba, o te da algunos versículos que es necesario que los compartas con alguien que está viviendo alguna situación complica-da

¿Por donde empezamos?

Tal vez te ayude seguir estas sugerencias:1. Determina una hora fija para hacer tu devocional y apégate a ese horario, no intentes hacer tu devocional en tu tiempo libre porque lo más seguro es que nunca encontrarás ese tiempo. Si agendas, programas y respe-tas cada día el tiempo que vas a utilizar para tu devocio-nal, optimizarás cada uno de tus encuentros con Dios.2. Elige un libro y haz tu devocional en él desde el princi-pio hasta al final. No es recomendable que simplemente abras tu Biblia al azar cada día porque corres el riesgo de pasar por alto aspectos importantes del contexto y “hacerle decir” a la Biblia cosas que en realidad no dice. ¿Cómo leerías una carta de amor? Empezarías por el comienzo y poco a poco leerías, con calma, hasta el final ¿no es verdad? ¡La Biblia es una carta de amor que Dios te escribió! Así que toma un libro por el comienzo y sigue en él hasta el final.3. Elige un lugar fijo en tu casa; un lugar donde no seas interrumpido por nada ni nadie y has de ese lugar tu espacio especial donde siempre te encontrarás con Dios. Eso te ayudará a no distraerte y perder el tiempo buscando dónde acomodarte para hacer tu devocional.4. Ten listas todas las cosas que vas a necesitar: Una Biblia, un cuaderno, un lápiz, una pluma, sacapuntas, etc. Guárdalas en el lugar donde siempre hagas tu devocio-nal. El tener todo listo evitará tener que levantarte a buscar algo que hubieras olvidado, y así podrás seguir concentrado en lo que Dios te va diciendo, sin distraccio-nes.

Paso 1: Oración Una vez que has elegido un libro lo primero que vamos a hacer es orar para pedirle a Dios que nos ayude a escucharle y que podamos ver cuál es Su Voluntad. Haz una oración corta, que te ayude a recordar delante de quién te estás presentando y que alinee tu corazón con el de Dios. Recuerda que este no es tu tiempo de oración e intercesión por otras personas sino que es el momento en que, como un soldado, te estás presentando delante de tu capitán a recibir órdenes e instrucciones, no a pedir favores.

Paso 2: Lee, Marca y Medita

a. Lee y marcaEn seguida comenzamos a leer el capítulo que nos corresponda (En este caso el capítulo uno del evangelio de Marcos) varias veces, pero vamos a leerlo con un lápiz en la mano y marcando todo lo que nos llame la aten-ción, es decir, puede ser alguna frase que nos suene extraña o interesante; alguna palabra que se repita muchas veces, alguna actitud de un personaje determi-nado, alguna relación que haya de causa-efecto (…si haces esto… sucederá aquello…), algunos contrastes que puedas identificar, etc.

b. MeditaEn este momento te darás cuenta de que hay algunas cosas que ya has marcado en tu Biblia, concéntrate en esas porciones (Pregúntale a Dios qué es lo que Él quiere decirte) y elige la que más te llame la atención. Toma un tiempo para meditar en esa porción. Hoy en día entendemos la meditación como tratar de poner la mente en blanco, pero en la Biblia meditar es todo lo contrario, es llenar mi mente de los pensamientos de La Palabra. Repasa varias veces ese pasaje que llamó tu atención y pregúntate: ¿hay algo aquí que tengo que imitar?, ¿hay algo en este pasaje que tengo que evitar?, ¿me identifico con alguna actitud que aquí se menciona?, etc. Tal vez puedes convertir ese pasaje en una oración, por ejemplo el Salmo 1 podría ser así:�“Señor, te ruego que apartes mi oído de consejos de malos y guárdame para que no ande en camino de pecadores. No permitas que me siente con los escarnecedores, sino que tenga hambre y sed de tu Palabra, que ésta sea mi delicia. Quiero ser como un árbol que está firme porque… etc.” Toma tu tiempo, no trates de acelerar las cosas y llena este tiempo de meditación y oración, recuerda Dios quiere hablarte. Vamos a poner un ejemplo en Marcos 1. En ese capítulo, después de leerlo un par de veces yo marqué (entre otras cosas) el v.18 y el v.20 (Me llamó la atención la frase “le siguieron” porque se repite dos veces en una porción muy pequeña, apenas tres versículos)

Paso 3: Escríbelo en papel

Escribe en un cuaderno las reflexiones, conclusiones y acciones que la lectura de la Palabra trajo a tu vida. Es importante escribirlo porque no podemos confiarnos en nuestra mente. Ten un cuaderno especial para tus notas.

Paso 4: Termina con oración Termina tu tiempo devocional con una oración, pero ten en cuenta lo que Dios te acaba de decir. Déjame explicar-te esto un poquito más: ¿alguna vez has estado contán-dole a alguien algún asunto importante, y cuando termi-nas de hablar la otra persona simplemente te cambia de tema o te interrumpe para preguntarte algo que no tiene nada que ver con lo que platicas?, es que, en realidad, esa persona no estuvo escuchando lo que tú le decías, sino que se quedó enganchada en algún pensamiento suyo. A veces nos sucede lo mismo con Dios. Él nos habla en nuestro devocional sobre obediencia –por poner un ejemplo- y en mi oración final yo le pido que me dé un aumento de sueldo… o sea no escuché realmente lo que Él me estaba diciendo porque mi oración final no tiene nada que ver con lo que Él me ha estado hablando unos minutos antes. Asegúrate de orar lo que Dios te acaba de decir en Su Palabra y entonces sabrás que tu oración será contestada (Juan 15:7).

Paso 5: Memoriza Algunas veces, en tu tiempo devocional encontrarás algún versículo que vas a querer memorizar, si ese es el caso, escríbelo en un pedazo de papel aparte y llévalo contigo todo el día por donde vayas. En cada ocasión que encuentres saca ese papelito y repasa el versículo.

Consideraciones finales 1. Recuerda que el verdadero propósito de hacer tu devocional no es encontrar “verdades ocultas” o aspec-tos novedosos de La Palabra, sino tener comunión con Dios y recibir instrucciones suyas. No busques nuevos descubrimientos sino comunión e instrucción.2. Considera siempre que un devocional no es algo “obligatorio”, sino un privilegio. Es decir, acércate a Dios con una actitud correcta y no a regañadientes. Ten paz, tu salvación no depende de tus tiempos devocionales (Efesios 2:8-9), pero tu comunión con Dios será mucho más cercana mientras más fiel seas en tus devocionales. 3. Un devocional no es algo “mágico”, no es una fórmula para obtener cosas sino una manera de fortalecer tu comunión con Dios. 4. No hay una forma “correcta” de tener tu devocional. En una relación siempre hay un toque de singularidad. Ahora, si bien no hay una forma “correcta”, sí hay ciertos lineamientos que son esenciales: Se basa en la Palabra de Dios, no en sentimientos, sensaciones o corazonadas porque todo eso es engaño-so, pero las Escrituras son “la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día

esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19) El hacer mi devocional es una decisión personal y cons-ciente, mucho más allá de mi estado de ánimo. Es una necesidad como comer, aunque a veces sienta que no tenga hambre, sé que necesito la alimentación. No hay sustituto para el alimento que recibo a través de La Palabra de Dios. 5. Si al principio sientes que no puedes, que Dios no te habla, etc. No te desalientes, persevera en tus devocio-nales y en oración. Necesitas aprender a escuchar a Dios y eso a veces requiere un poco de “práctica”. Si vas al gimnasio no ves los resultados terminando la primera serie de ejercicios, pero si eres constante los resultados serán evidentes pronto. No te desanimes, recuerda que Él ha enviado Su Espíritu para enseñarte Su Voluntad a través de La Palabra, ten confianza, Él lo hará

Preguntas frecuentes ¿Cuál es la mejor hora para hacer mi devocional?Realmente eso depende de ti. Lo importante es que encuentres ese tiempo en el que no haya mucho ruido ni distracciones, normalmente eso sucede en las primeras horas de la mañana pero siéntete con la libertad de buscar a Dios en cualquier momento del día. l problema de hacer tu devocional en la noche es que probablemen-te estés aturdido con los pensamientos de todo el día y no puedas concentrarte bien en tu lectura y además puedes estar ya cansado.�esucristo se levantaba muy temprano para ir a buscar dirección del Padre (Marcos 1:35) y en los Salmos una y otra vez se nos invita a buscar a Dios en las primeras horas del día (Sal 5:3, 57:8, 59:16, 88:13 entre otros).¿Necesito escribir mi devocional?Es mucho mejor darme el tiempo para escribir lo que Dios me dice cada día, porque al escribirlo fijo mejor sus instrucciones en mi mente, además, cuando me encuen-tre en alguna necesidad de sabiduría puedo rápidamente revisar en mi libreta devocional y repasar qué es lo que Dios me ha estado hablando la última semana, o el último mes y con ello encontrar una dirección segura y consejo de Dios de manera clara. ¿Qué pasa si un día no pude hacer mi devocional? ¿Necesito reponerlo?No, simplemente asegúrate de que no se convierta en una costumbre. Cada día que pasas sin hacer tu devocio-nal es una oportunidad que pierdes de ganar sabiduría, fe, paz, dirección, etc. ¿puedo estar un día sin comer? Claro, y no necesito comer doble al día siguiente, pero el día que no como voy a estar más débil, con menor capacidad de atención, etc. Lo peligroso sería acostum-brarme a no comer.�¿Cómo me aseguro de no “hacerle decir” a la Biblia cosas que no dice?No tomes versículos aislados y nunca pierdas de vista el contexto. Pregúntate:¿De qué tema viene hablando este pasaje? Qué tipo de

literatura es? (en Salmos y Proverbios hay mucha poesía y por tanto mucho lenguaje figurado, muchas cosas no son literales. En Romanos tenemos cadenas de argumen-tos lógicos, o sea, cada concepto depende de haber comprendido el concepto anterior. Es por eso que Romanos está lleno de frases como: “por tanto”, “así que”, “así también”, “de manera que”, etc. Un manual bíblico te puede ayudar a entender qué tipo de literatura es el libro que quieres estudiar)¿Quién está hablando? ¿A quién se está dirigiendo? Cuáles son las circunstancias que rodean este pasaje?Un ejemplo muy común de un texto fuera de su contexto es: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipen-ses 4:13) y utilizamos ese versículo para todo tipo de situaciones: si tengo que presentar un examen en la escuela, si tengo sueño y necesito seguir trabajando, si quiero un carro y estoy pensando en sacar un crédito, etc. Pero el contexto en ese pasaje es muy claro:¿De qué está hablando Pablo? Está diciendo que él ha aprendido a vivir en riqueza y en pobreza y que no le preocupa tener abundancia material o no tener nada, que sabe que sea cual sea la circunstancia, Dios está con él y lo fortalece. O sea, cuando necesito dinero, ese versículo ¡no es para conseguir dinero! Sino para darnos consuelo: “Dios me fortalece a pesar de las circunstan-cias” (Qué distinto a lo que normalmente escuchamos ¿no es verdad?)Que Dios te bendiga.

¡Comencemos!