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Robert Brenner: La economía de la turbulencia global. Algunos elementos para la crítica Paula Bach, con la colaboración de Mario Larrea Robert Brenner es un historiador inglés que se ha destacado por un trabajo sobre los orígenes agrarios del capitalismo europeo conocido como el “debate Brenner” [1], que ocupó un lugar importante en el estudio histórico contemporáneo. En su número 229 de mayo-junio de 1998 New Left Review publicó un nuevo trabajo de Robert Brenner titulado The economics of global turbulence (La economía de la turbulencia global). Este último constituye una de las más exhaustivas historias económicas desde el denominado “boom de la posguerra” hasta nuestros días centrado en las relaciones cambiantes entre las tres principales economías capitalistas del mundo (Estados Unidos, Japón y Alemania). Aparecido en el marco del estallido de la crisis económica mundial que comenzó en 1997 cuyo punto de partida fue el desbarranque de las economías del Sudeste de Asia y que reabrió una intensa discusión económica, The economics of global turbulence suscitó múltiples elogios y críticas en el ámbito de la izquierda y el marxismo. Es necesario señalar que desde la segunda posguerra hasta nuestros días el marxismo ha sufrido un fuerte retroceso en lo que al análisis teórico-científico se refiere, tanto en términos generales como en el campo de la economía política en particular. En este contexto si bien, por ejemplo Ernest Mandel en su “Capitalismo Tardío” realiza un exhaustivo análisis de la estructura del capitalismo en el siglo XX y aporta importantes elementos para el análisis marxista, él no ha conseguido poner en pie una estructura teórica [2] que continúe dialécticamente los aportes y la reactualización de la teoría marxista realizados por la Tercera Internacional, Lenín y Trotsky entre otros. Más tarde, a partir de la década del ’70 han surgido otras escuelas como de un lado los “teóricos de la lucha de clases” (uno de cuyos exponentes más importantes es John Holloway) y de otro los “teóricos de la caída de la tasa de ganancia” como por ejemplo el economista marxista Anwar Shaik. Estas escuelas se han caracterizado por brindar visiones parciales de la realidad muy lejanas a una integración dialéctica de los múltiples factores actuantes (entre ellos los económicos y los políticos) en la compleja estructura del capitalismo en la época imperialista. De un lado los teóricos de la lucha de clases otorgan un valor absoluto a las fuerzas del proletariado y consideran que esta última es la causa en primera instancia de la crisis económica subvaluando enormemente las contradicciones internas del capital y su agudización en la época imperialista. De otro lado, Anwar Shaik si bien demuestra contundentemente el rol del crecimiento de la composición orgánica del capital como factor causal de la tendencia a la caída de la tasa de ganancia desde el fin del boom de la posguerra hasta nuestros días, realiza este análisis por fuera de las condiciones de la lucha interimperialista, de los elementos de descomposición que caracterizan al capital en el siglo XX y en la medida en que es tributario de la teoría burguesa de las “ondas largas” subvalúa la profunda relación entre la lucha de clases y la economía. De este modo, en nuestra forma de ver, estas escuelas no han logrado explicar las nuevas formas y tendencias que adquiere la economía política en el conjunto del siglo XX . En este sentido no han podido continuar las elaboraciones de la Tercera Internacional y más allá de sus aportes, no pueden dar una continuidad revolucionaria a la teoría marxista en el campo de la economía. Robert Brenner aparece frente a estas dos escuelas como una tercera posición que enfatiza el rol de la competencia interimperialista en la economía del siglo XX. Sin embargo su hincapié en este aspecto está centrado en una visión que subvalúa el rol de la lucha de clases y considera a los Estados imperialistas sólo en tanto agentes de la competencia económica y al proletariado sólo en tanto movimiento sindical, como desarrollaremos más abajo. Pero en la medida en que intenta un análisis global, el trabajo de Robert Brenner ha abierto una intensa discusión entre la izquierda y los marxistas y merece ser estudiado y también criticado. Es por ello que desde Estrategia Internacional (a partir de cuyo número 7 hemos intentado aportar elementos teóricos para el análisis de la crisis y las tendencias económicas actuales) nos parece de fundamental importancia tanto dar a conocer al menos algunas partes de este importante trabajo de Brenner como acercar primeros elementos para su crítica. Introducción Sin duda los aportes más importantes de Robert Brenner están ligados a una muy detallada demostración del desarrollo desigual en el terreno económico entre las grandes potencias capitalistas que ha signado tanto el período de ascenso del capitalismo occidental durante el llamado boom de posguerra como lo que él denomina “el largo ciclo descendente”, que según Brenner ha comenzado en el año 1973 y se extiende hasta nuestros días. A su vez este análisis compara en forma permanente el desarrollo divergente entre el sector manufacturero y no manufacturero (servicios) de la economía. Por otra parte, esta “historia económica” brinda una gran masa de datos empíricos que son de enorme utilidad, sin lugar a dudas, para un análisis sobre la crisis capitalista mundial. A su vez, resulta interesante en el trabajo de Brenner su interpretación sobre la polémica década del 90 a la que ubica no como el supuesto comienzo de un nuevo período ascendente del capitalismo sino como un período particular (de crecimiento específicamente norteamericano) dentro del “largo ciclo descendente”. Ahora bien, la concepción de Brenner es presentada por The New Left Review como“...un marxismo original que tiene poco en común con lo que frecuentemente se ha hecho pasar como deducciones ortodoxas de El Capital. Ningún axioma de la crisis basada en el aumento de la composición orgánica, y en la subsecuente caída de la rentabilidad de la inversión capitalista, se van a hallar aquí.” [3] En realidad puede afirmarse que el “marxismo original” de Brenner constituye esencialmente una negación de la ley del valor-trabajo como fundamento del sistema capitalista a la vez que un rechazo de la concepción marxista sobre la tendencia creciente al aumento de la composición orgánica del capital como causa última impulsora de la caída tasa media de ganancia. Ahora, la pregunta que cabe plantearse es si este llamado “marxismo original” de Brenner es capaz de dar cuenta en profundidad del conjunto de los movimientos de la economía en el complejo siglo XX. Veamos. En primer lugar Brenner propone como global un análisis que subvalúa la profunda relación de opresión y explotación del “centro imperialista” sobre el mundo semi-colonial. Pasar por alto o restarle importancia a esta relación que está en la base del funcionamiento de la economía capitalista-imperialista del siglo XX, no puede más que arrojar una explicación parcial y por lo tanto incorrecta de la realidad en su conjunto. Sólo a modo de ejemplo podríamos citar la dimensión dramática que cobró el fenómeno de la “deuda externa” que ha llevado a que un amplio abanico que va desde el Vaticano, incluyendo a políticos burgueses de los países semi-coloniales, pasando por múltiples

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Consideraciones de Paula Bach sobre el pensamiento de Brenner

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  • Robert Brenner: La economa de la turbulencia global. Algunos elementos para la crtica Paula Bach, con la colaboracin de Mario Larrea

    Robert Brenner es un historiador ingls que se ha destacado por un trabajo sobre los orgenes agrarios del capitalismo europeo conocido como el debate Brenner [1], que ocup un lugar importante en el estudio histrico contemporneo. En su nmero 229 de mayo-junio de 1998 New Left Review public un nuevo trabajo de Robert Brenner titulado The economics of global turbulence (La economa de la turbulencia global). Este ltimo constituye una de las ms exhaustivas historias econmicas desde el denominado boom de la posguerra hasta nuestros das centrado en las relaciones cambiantes entre las tres principales economas capitalistas del mundo (Estados Unidos, Japn y Alemania). Aparecido en el marco del estallido de la crisis econmica mundial que comenz en 1997 cuyo punto de partida fue el desbarranque de las economas del Sudeste de Asia y que reabri una intensa discusin econmica, The economics of global turbulence suscit mltiples elogios y crticas en el mbito de la izquierda y el marxismo. Es necesario sealar que desde la segunda posguerra hasta nuestros das el marxismo ha sufrido un fuerte retroceso en lo que al anlisis terico-cientfico se refiere, tanto en trminos generales como en el campo de la economa poltica en particular. En este contexto si bien, por ejemplo Ernest Mandel en su Capitalismo Tardo realiza un exhaustivo anlisis de la estructura del capitalismo en el siglo XX y aporta importantes elementos para el anlisis marxista, l no ha conseguido poner en pie una estructura terica [2] que contine dialcticamente los aportes y la reactualizacin de la teora marxista realizados por la Tercera Internacional, Lenn y Trotsky entre otros. Ms tarde, a partir de la dcada del 70 han surgido otras escuelas como de un lado los tericos de la lucha de clases (uno de cuyos exponentes ms importantes es John Holloway) y de otro los tericos de la cada de la tasa de ganancia como por ejemplo el economista marxista Anwar Shaik. Estas escuelas se han caracterizado por brindar visiones parciales de la realidad muy lejanas a una integracin dialctica de los mltiples factores actuantes (entre ellos los econmicos y los polticos) en la compleja estructura del capitalismo en la poca imperialista. De un lado los tericos de la lucha de clases otorgan un valor absoluto a las fuerzas del proletariado y consideran que esta ltima es la causa en primera instancia de la crisis econmica subvaluando enormemente las contradicciones internas del capital y su agudizacin en la poca imperialista. De otro lado, Anwar Shaik si bien demuestra contundentemente el rol del crecimiento de la composicin orgnica del capital como factor causal de la tendencia a la cada de la tasa de ganancia desde el fin del boom de la posguerra hasta nuestros das, realiza este anlisis por fuera de las condiciones de la lucha interimperialista, de los elementos de descomposicin que caracterizan al capital en el siglo XX y en la medida en que es tributario de la teora burguesa de las ondas largas subvala la profunda relacin entre la lucha de clases y la economa. De este modo, en nuestra forma de ver, estas escuelas no han logrado explicar las nuevas formas y tendencias que adquiere la economa poltica en el conjunto del siglo XX . En este sentido no han podido continuar las elaboraciones de la Tercera Internacional y ms all de sus aportes, no pueden dar una continuidad revolucionaria a la teora marxista en el campo de la economa. Robert Brenner aparece frente a estas dos escuelas como una tercera posicin que enfatiza el rol de la competencia interimperialista en la economa del siglo XX. Sin embargo su hincapi en este aspecto est centrado en una visin que subvala el rol de la lucha de clases y considera a los Estados imperialistas slo en tanto agentes de la competencia econmica y al proletariado slo en tanto movimiento sindical, como desarrollaremos ms abajo. Pero en la medida en que intenta un anlisis global, el trabajo de Robert Brenner ha abierto una intensa discusin entre la izquierda y los marxistas y merece ser estudiado y tambin criticado. Es por ello que desde Estrategia Internacional (a partir de cuyo nmero 7 hemos intentado aportar elementos tericos para el anlisis de la crisis y las tendencias econmicas actuales) nos parece de fundamental importancia tanto dar a conocer al menos algunas partes de este importante trabajo de Brenner como acercar primeros elementos para su crtica.

    Introduccin Sin duda los aportes ms importantes de Robert Brenner estn ligados a una muy detallada demostracin del desarrollo desigual en el terreno econmico entre las grandes potencias capitalistas que ha signado tanto el perodo de ascenso del capitalismo occidental durante el llamado boom de posguerra como lo que l denomina el largo ciclo descendente, que segn Brenner ha comenzado en el ao 1973 y se extiende hasta nuestros das. A su vez este anlisis compara en forma permanente el desarrollo divergente entre el sector manufacturero y no manufacturero (servicios) de la economa. Por otra parte, esta historia econmica brinda una gran masa de datos empricos que son de enorme utilidad, sin lugar a dudas, para un anlisis sobre la crisis capitalista mundial. A su vez, resulta interesante en el trabajo de Brenner su interpretacin sobre la polmica dcada del 90 a la que ubica no como el supuesto comienzo de un nuevo perodo ascendente del capitalismo sino como un perodo particular (de crecimiento especficamente norteamericano) dentro del largo ciclo descendente. Ahora bien, la concepcin de Brenner es presentada por The New Left Review como...un marxismo original que tiene poco en comn con lo que frecuentemente se ha hecho pasar como deducciones ortodoxas de El Capital. Ningn axioma de la crisis basada en el aumento de la composicin orgnica, y en la subsecuente cada de la rentabilidad de la inversin capitalista, se van a hallar aqu. [3] En realidad puede afirmarse que el marxismo original de Brenner constituye esencialmente una negacin de la ley del valor-trabajo como fundamento del sistema capitalista a la vez que un rechazo de la concepcin marxista sobre la tendencia creciente al aumento de la composicin orgnica del capital como causa ltima impulsora de la cada tasa media de ganancia. Ahora, la pregunta que cabe plantearse es si este llamado marxismo original de Brenner es capaz de dar cuenta en profundidad del conjunto de los movimientos de la economa en el complejo siglo XX. Veamos. En primer lugar Brenner propone como global un anlisis que subvala la profunda relacin de opresin y explotacin del centro imperialista sobre el mundo semi-colonial. Pasar por alto o restarle importancia a esta relacin que est en la base del funcionamiento de la economa capitalista-imperialista del siglo XX, no puede ms que arrojar una explicacin parcial y por lo tanto incorrecta de la realidad en su conjunto. Slo a modo de ejemplo podramos citar la dimensin dramtica que cobr el fenmeno de la deuda externa que ha llevado a que un amplio abanico que va desde el Vaticano, incluyendo a polticos burgueses de los pases semi-coloniales, pasando por mltiples

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    intelectuales de la izquierda no marxista como Noam Chomsky, Wallerstein, entre otros hasta sectores de izquierda de las mismas metrpolis reclamen la condonacin de parte o la totalidad de dicha deuda [4]. La subestimacin que Brenner realiza de esta expoliacin imperialista es una consecuencia de que como veremos luego, en su anlisis no son tomadas en cuenta las diferencias cualitativas existentes entre la fase ascendente del capitalismo de libre competencia y su poca declinante, el imperialismo, con todos los efectos reaccionarios y de destruccin de las fuerzas productivas que implica la sobrevida del capitalismo. En este mismo sentido, Brenner resta importancia a la profunda relacin entre los factores econmicos y polticos que signan nuestra poca. Por ello, Brenner aborda la competencia interimperialista en un plano exclusivamente econmico, alejado de la lucha intensa entre las grandes potencias por la hegemona del mundo as como de la lucha actuante entre revolucin y contrarrevolucin. En resumen, podramos decir que el anlisis de Brenner si bien aporta elementos de peso para una interpretacin de la economa mundial, en la medida en que ignora o desecha las conquistas cientficas adquiridas por el marxismo y por los marxistas revolucionarios (entre las cuales se destacan los aportes tanto de Lenin, como de Rosa Luxemburgo, de la Tercera Internacional y de Trotsky entre otros, que fueron dndole actualidad y reexplicando los nuevos y complejos fenmenos a travs de los cuales se expresaba el capital en el siglo XX) y en la medida en que Brenner no propone una teora superadora, no es capaz de dar cuenta del movimiento del conjunto de las tendencias de la economa capitalista-imperialista a las puertas del siglo XXI. Como consecuencia de ello, Brenner cae en una explicacin que queda sujeta al campo de los fenmenos y no puede visualizar las tendencias ms profundas que sin dudas sacudirn a la economa y a la poltica mundial en las dcadas venideras. Dado que el trabajo de Robert Brenner no est traducido al castellano, presentamos a continuacin un breve resumen de The economics of global turbulence, en el que intentaremos destacar sus aspectos ms relevantes.

    La explicacin econmica de Brenner 1) El patrn del boom de la posguerra, 1950-1973 Brenner identifica el perodo del boom entre los aos 1950 y 1973 y sostiene que el crecimiento durante este perodo fue altamente desigual. En lo que respecta al crecimiento del PBI, del PBI por hora, del stock de capital, y de la inversin productiva, Estados Unidos tuvo con respecto a Alemania y Japn en esos aos un crecimiento mucho ms modesto. Incluso ste fue menor que las tasas de crecimiento que Estados Unidos registr durante el perodo 1890/1913. Por el contrario, la performance productiva de Japn y Alemania fue impresionante, en particular la de Japn, cuyo crecimiento, segn Brenner, no tuvo parangn histrico: Durante el primer cuarto de siglo de la poca de la posguerra el mundo capitalista avanzado experiment tasas rcord de crecimiento. No obstante su extraordinario dinamismo estuvo muy desigualmente distribuido. Mientras que el bloque econmico norteamericano de anterior desarrollo tendi a repeler las nuevas inversiones, los nuevos bloques econmicos con los cuales la economa alemana y japonesa estaban asociados tendieron a atraerla. El crecimiento de posguerra de la economa norteamericana no fue en consecuencia particularmente impresionante, sea en comparacin con el de sus principales competidores, o con respecto a su propia historia en perodos anteriores [5]. Brenner sostiene que Estados Unidos (y en menor medida el Reino Unido) disfrutaban de ventajas muy considerables sobre las otras economas avanzadas inmediatamente despus de la segunda guerra, tanto a nivel de la productividad como de la capacidad productiva. Alemania Occidental y Japn, por su parte, tenan tasas ms altas de acumulacin de capital pero menor productividad y menor capacidad productiva inicialmente. El liderazgo norteamericano estaba basado en la abrumadora superioridad tecnolgica de su industria, como consecuencia de la aplicacin de tecnologas disponibles desde los 30 que fueron aplicadas masivamente durante la guerra. A su vez, Alemania y Japn se beneficiaron de la incorporacin de nuevas tecnologas que Estados Unidos ya posea (lo que Brenner llama el proceso de alcance) combinndolas con una mano de obra mucho ms barata que la de Estados Unidos. Se beneficiaron de su posicin de seguidoras, mientras que Estados Unidos sufri relativamente las desventajas de llevar la delantera (the penalty of taking the lead). Brenner seala que la represin y el control del movimiento obrero fueron claves para el comienzo de la larga onda expansiva: ...el boom de la posguerra en ambos pases [Alemania y Japn] estuvo basado ms en la derrota de los trabajadores que en su reconocimiento, ms en la subordinacin explcita de los trabajadores que en la consolidacin de cualquier acuerdo capital- trabajo. En particular, las extendidas oleadas de acumulacin de capital que cimentaron el largo ciclo ascendente durante la dcada de los 50 dependieron de lograr tasas extraordinariamente altas de ganancias, que en s mismas estaban basadas en la represin a los trabajadores y su consecuente aceptacin de bajos salarios en lento crecimiento (en relacin al crecimiento de la productividad)...rebeliones obreras militantes estallaron en ambos pases luego de la derrota militar... con el advenimiento de la guerra fra.. las autoridades de ocupacin norteamericana ...se sumaron a los gobiernos conservadores y a los patrones de lnea dura para reprimir sistemticamente (como en Japn) o contener (como en Alemania) estas insurrecciones [6]. Las tasas de acumulacin ms altas de Alemania occidental y Japn, junto a los menores costos laborales, les permitieron a sus fabricantes comenzar a desafiar con sus mercancas ms baratas el dominio del capital norteamericano sobre el mercado mundial en la dcada de los 60. Esto se reflej en el creciente dficit de la balanza de pagos de Estados Unidos. La relacin econmica de la posguerra entre las economas de occidente estuvo enmarcada en los Acuerdos de Bretton Woods [7], que segn Brenner encarnaban una negociacin informal: por un lado EE.UU., a travs del rol clave del dlar funcionaba con grandes dficits de la balanza de pagos para financiar sus bases militares en el exterior y su ayuda al exterior y las inversiones extranjeras directas de sus corporaciones; por otra parte, permita a sus rivales econmicos (Japn y Alemania) que limitaran el acceso a sus mercados internos. El libre comercio y el dlar sobrevaluado facilitaban la inversin en el exterior de las multinacionales norteamericanas. Esta exportacin de capitales e importacin de manufacturas, llev a una cada de la tasa de inversin en Estados Unidos. Por otra parte, los aos 50 fueron, segn Brenner, la edad de oro de los trabajadores manufactureros norteamericanos, ya que sus salarios crecieron a un 3% anual. Esto ltimo junto al lento crecimiento de la inversin, rebajaron el crecimiento de la productividad del trabajo y del capital, lo que provoc una gran cada de la tasa de ganancia en la manufactura (41%) entre 1950 y 1958. Aun siendo la productividad ms alta en EE.UU., sus altos salarios anulaban esta ventaja sobre Alemania y Japn, cuyos trabajadores tenan

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    salarios ms bajos. De este modo, las exportaciones norteamericanas perdieron competitividad. Valga como ejemplo que desde el 59 la balanza comercial de EE.UU. empez a ser deficitaria en relacin con Alemania. Alemania y Japn, por el contrario, captaban capitales al ofrecer excelentes condiciones para la inversin del capital, tales como monedas subvaluadas en relacin al dlar, salarios relativamente bajos, y baja inflacin. Las polticas keynesianas del gobierno en Estados Unidos de subsidio a la demanda y gran gasto pblico alimentaba el crecimiento de grandes dficits. Por el contrario, a travs de los 50 y los 60 Alemania y Japn aplicaban polticas de ahorro interno, y de restriccin de la demanda interna para evitar la inflacin y el aumento de los costos salariales. Brenner seala como un factor clave del milagro alemn y japons el control de la fuerza de trabajo mediante sindicatos empresarios en Japn y los consejos obreros [8] en Alemania. Esto era vital para ellos ya que sus expansiones estaban motorizadas por un aumento muy grande de las exportaciones. Todas estas elementos plantearon las condiciones para que Alemania y Japn fueran apropindose de sectores cada vez mayores del mercado mundial, con el consecuente aumento de la competencia internacional. Se produjo un gran avance de la productividad y un gran desarrollo del sector manufacturero. Creci la demanda de productos alemanes y japoneses en el mercado mundial, que conquistaron porciones mayores de ste a costillas de Estados Unidos (y en menor medida del Reino Unido). Esto llev al surgimiento de grandes excedentes externos de Japn y Alemania y al aumento paralelo de grandes dficits en EE.UU., lo que trajo aparejado el aumento de las presiones a la suba de la moneda y de los precios en Japn y Alemania, originando a su vez una agudizamiento de la lucha por la productividad. En este contexto, en los aos 1957/58 y 1960, se desatan las primeras recesiones norteamericanas que permitieron un gran ataque al salario (por un aumento previo del desempleo, que se combin con una serie de huelgas derrotadas, General Electric, la del sindicato metalmecnico UAW, etc.). As, EE.UU, logr una recuperacin de la tasa de ganancia. Segn Brenner esas tempranas derrotas al movimiento obrero yanqui pusieron a la patronal a la ofensiva, iniciando una tendencia que perdura hasta hoy. Los costos salariales cayeron en EE.UU. y aumentaron en Japn y Alemania, y esto produjo un bajo crecimiento en los precios de exportaciones norteamericanas, comparado con un mayor crecimiento de los precios alemanes. En la primera mitad de los 60, la economa de EE.UU. tuvo una recuperacin de corto plazo (luego de los magros 50), pero no pudo impedir que los lmites planteados por la competencia internacional terminaran imponindosele: entre 1958 y 1965 la porcin de EE.UU. del mercado mundial para las exportaciones manufactureras cay de 18.7% a 15.8%. A partir de 1965 se agudizar la competencia de Japn y Alemania, un hecho que segn Brenner tendra graves consecuencias para la economa mundial en el largo plazo.

    2) El comienzo de la crisis, 1965-1973 Como resultado de la irrupcin no planificada de los productos alemanes y japoneses de menor precio en el mercado, se revel que los productores norteamericanos en particular haban sobreinvertido, en el sentido de que no pudieron asegurar la tasa de retorno establecida sobre sus asignaciones de capital y de mano de obra. El resultado de esto fue la capacidad excedente y la superproduccin que llev a una cada en la rentabilidad de conjunto en el sector manufacturero de las economas del G7. Entre 1965 y 1973, los productores norteamericanos sufrieron una cada en la tasa de retorno sobre su stock de capital de ms del 40%. Como el stock de capital manufacturero norteamericano representaba una porcin tan grande en el total del G7, las economas del G7 sufrieron una cada en la rentabilidad manufacturera de conjunto de alrededor de un cuarto [25.5%]en esos mismos aos [9]. Brenner seala que una cada de la tasa de ganancia no implica necesariamente dificultades econmicas de largo plazo, pero EE.UU. no reorient su inversin hacia otras lneas de produccin, lo que provoc un aumento en la superproduccin y tasas de ganancia reducidas, reproduciendo la sobreinversin a nivel del sistema de conjunto. Las masas de capital fijo ya asignadas estaban profundamente ligadas a lo que Brenner denomina el capital intangible (las redes de proveedores, el conocimiento del mercado, el know how- el conocimiento de las tcnicas productivas). Esto evit que se produjera un proceso normal de ajuste, lo que Brenner llama la salida de los fabricantes de ms alto costo y de mayor precio de esas lneas de produccin dadas. Los dficits crnicos de la balanza de pagos de Estados Unidos (el exceso de las importaciones sobre las exportaciones) que surgieron en los 60, combinados con polticas reflacionarias de rebajas en las tasas de inters y aumento en los dficits presupuestarios, fueron socavando la confianza en el dlar. La penetracin acelerada de productos alemanes y japoneses en el mercado interno de EE.UU. produjo excedentes rcords de cuenta corriente en Japn y Alemania, y dficits rcord de cuenta corriente en EE.UU. En 1971 EE.UU. tuvo por primera en el siglo XX dficit comercial (ste se triplicara en 1972). El gobierno de Nixon respondi en 1971 devaluando el dlar, poniendo fin a la paridad dlar/oro y poniendo una recarga impositiva del 10% sobre las importaciones. En 1973 se produjo finalmente el colapso de los Acuerdos de Bretton Woods y el fin del sistema internacional de cambio fijo. Esto precipit una devaluacin del dlar y una paralela revaluacin del marco y del yen, precipitando a su vez una recuperacin de la tasa de cambio a favor de EE.UU, y en contra de Alemania y Japn, aliviando la presin de las importaciones y bajando los costos de la exportaciones norteamericanas. As, EE.UU. desplaz la crisis a estos pases sin resolverla en el frente interno. La tasa de ganancia en EE.UU. no se recuper hasta los 80, y cay entre 1969 y 1973 un 31% y un 18.5% respectivamente. Segn Brenner, esto fue provocado por una presin descendente de los precios que reflejaba la intensificacin de la competencia internacional estimulada por la superproduccin creciente de mercancas. Esta declinacin sustancial no puede buscarse ni en el crecimiento de los salarios, ni en la cada de la productividad. Segn Brenner, la declinacin se produjo porque los productores no fueron capaces de elevar los precios al nivel del aumento de sus costos para mantener altas tasas de retorno. La capacidad excedente y la superproduccin fueron as la causa de la presin descendente sobre los precios y de la cada de la tasa de ganancia. A su vez, en EE.UU. en la ltima mitad de los 60 hubo un aumento de la actividad huelgustica, una explosin de la militancia obrera que represent una respuesta tarda de los trabajadores al enorme crecimiento previo de la rentabilidad, al retraso de los salarios y a la aceleracin de la inflacin. En el 65 el crecimiento de la inflacin anul el crecimiento salarial y la tasa anual promedio de remuneracin real cay 2.3%. Sin embargo, esta cada salarial no permiti mantener la rentabilidad como puede verse en el hecho que la tasa de ganancia cay en un 29%.

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    En el sector manufacturero hubo menor aumento salarial y mayor cada de la tasa de ganancia, a diferencia del sector no manufacturero donde hubo un mayor aumento salarial y menor cada de la tasa de ganancia. Esto se explica porque el sector manufacturero no pudo aumentar los precios en relacin al aumento de los costos por la superproduccin existente y la competencia internacional creciente, como s lo pudo hacer el sector no manufacturero. En consecuencia, entre el 65 y el 73 la rentabilidad manufacturera cay en un 40% comparada con una cada mucho menor del 23.1% en el sector no manufacturero. Esta cada secular provoc un descenso de la inversin, un freno en el crecimiento, y un aumento del desempleo, abriendo las puertas a lo que Brenner llama el largo ciclo descendente.

    3) El largo ciclo descendente (desde 1973 hasta nuestros das) La contraofensiva norteamericana con la devaluacin del dlar le permiti a EE.UU. una baja de los precios relativos que no haba logrado a travs del aumento de la productividad. As se produjo una cada en el nivel de los salarios relativos, los que contrariamente aumentaron en Alemania y Japn (como resultado de la revaluacin del marco y del yen). EE.UU logr volver a los supervits comerciales en el ao 73, empezando a caer sobre Alemania y Japn el peso de la crisis econmica mundial. En el caso de Alemania, la tasa de ganancia cay el 30% en el sector manufacturero, cay la productividad, aumentaron los costos relativos, haba pleno empleo y fuerte militancia obrera, todo lo cual contribuy a la baja de la tasa de ganancia. En 1967 ya haba habido un proceso de huelgas salvajes exitosas que dieron por resultado un aumento salarial; los salarios crecieron por encima del aumento de la productividad. Nuevamente la cada de la rentabilidad podra haber sido menor si se hubieran podido aumentar los precios al mismo tiempo que suban los costos relativos. Esto fue lo que sucedi en el sector no manufacturero alemn. La economa alemana estaba basada centralmente en las exportaciones. Tena dos caminos, uno mantener el mercado mundial o mantener los precios altos y las ganancias, a costa de perder una porcin del mismo. La patronal alemana eligi este ltimo, lo que trajo aparejada una cada de la tasa de ganancia que propin un duro golpe a las perspectivas de crecimiento alemn de largo plazo. Frente a una situacin similar, Japn cuya tasa de ganancia ya haba cado entre 1970 y 1973, intent buscar una salida ampliando su mercado interno. Pero el crecimiento de los salarios en trminos relativos (15%) en Japn, signific un aumento de los costos del trabajo en la manufactura, medidos en dlares, de un 20% acab precipitando una mayor cada de la tasa de ganancia ya que los fabricantes japoneses no podan aumentar los precios al nivel necesario como para recuperar la ganancia. La clave de este aspecto estuvo dada por la reduccin de la demanda mundial y la revaluacin del yen, lo que provoc una reduccin de la tasa de crecimiento de las exportaciones al 4.6% anual en comparacin con un 17.2% de crecimiento anterior. Al igual que Alemania, Japn eligi mantener el mercado externo aceptando una tasa de ganancia reducida en el marco de una cada del 75% en el ritmo del crecimiento de las exportaciones. En el G7 de conjunto, la rentabilidad por fuera de la manufactura cay un 19%, comparada con un 25.5% en el sector manufacturero entre el ao 65 y el 73. La clase obrera del mundo capitalista sufri un descenso fuerte en el crecimiento de sus salarios: en el G7 de conjunto mientras los salarios haban promediado un crecimiento del 4.4% anual, durante los aos 68-73 ese promedio cay al 1.4% entre el 73-79 y al 0.5% entre el 79 y el 89. Al mismo tiempo, la cada de la tasa de ganancia provoc una aguda cada de la inversin desde 1973 que fue la causa de la aguda cada en la productividad. En el G7 entre el 60 y el 79 el crecimiento de la productividad cay en un 42%, pasando de alrededor del 5.2% entre 1960 y 1973 a 3% entre 1973 y 1979. El crecimiento anual del stock de capital neto cay en un 35%, es decir desde el 5.5% por ao a 3.6%. Las economas capitalistas avanzadas hicieron ajustes en el sector no manufacturero que les permiti resistir la cada de la rentabilidad a travs de aumentos de precios. Esto fue posible porque el sector no manufacturero est menos expuesto a la competencia internacional. Dice Brenner: Las trayectorias divergentes de las tasas de ganancias en la manufactura y en el sector no manufacturero y, a su vez, de las tasas de crecimiento de la produccin, fuerza de trabajo y stock de capital en los sectores manufacturero y no manufacturero antes y despus de 1973, reflejaron lo que yo sostengo que es la fuente fundamental de la crisis sistmica a largo plazo de la rentabilidad: la presin descendente sobre los precios que resulta centralmente de la capacidad excedente y la superproduccin en la manufactura, que en s misma se deriva de la intensificacin de la competencia internacional Brenner explica que el descenso inicial del ciclo demostr una incapacidad de ajustar la economa a la capacidad excedente y a la superproduccin existentes. Pero se pregunta, cmo puede explicar este mecanismo la perpetuacin de la crisis durante ms de dos dcadas? La causa la encuentra en el hecho que la estrategia de las empresas estuvo centrada en una salida insuficiente de capitales de las viejas ramas o lneas de produccin y demasiada entrada de capitales a las lneas manufactureras que ya estaban saturadas. El desarrollo de los NICS viejos y nuevos de Asia y del Sudeste Asitico, que producan con costos laborales muy bajos y con tecnologa avanzada, profundizaron esta tendencia. Con sus productos baratos, estos pases conquistaron una franja mayor del mercado que la que haba conquistado Japn durante el boom y contribuyeron ms que Japn a la superproduccin mundial en el curso del largo ciclo descendente. De este modo, lleg a su fin la ganancia diferencial, dado que las lneas alternativas de altas tasas de retorno se haba vuelto escasas. Se provoc as un desplazamiento de los capitales hacia las finanzas, los seguros y los bienes races, tanto en EE.UU. como en Alemania y Japn. Durante los 70, hubo una explosin del endeudamiento de las empresas de ms altos costos y menores ganancias que les permiti ocupar posiciones econmicas que podran haber sido ocupadas por otras ms productivas. De esto modo, entre el 73 y el 79 hubo un 20% menos de quiebras que entre el 60 y el 73. Otra poltica hubiera llevado a una depresin, que fue evitada a costa de un aumento de la inflacin. Pero las medidas keynesianas no podan resolver la situacin porque el problema central no estaba en la realizacin y la demanda sino en la capacidad excedente, en la superproduccin existente y en la cada de la rentabilidad. Esta situacin estuvo en la base del giro monetarista que sign la dcada del 80, y puso en escena una declinacin general de la economa mundial. El mercado norteamericano cay, imponiendo grandes limitaciones a Japn y a Alemania. En EE.UU. hubo un gran proceso de achicamiento y ajuste que impuls una mejora de la productividad. Hubo una rebaja sin precedentes de los salarios

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    y un desplazamiento en gran escala de los capitales hacia el sector servicios de baja productividad y bajos salarios y hacia el sector financiero. En el ao 1985, con el Acuerdo Plaza, los principales estados capitalistas se pusieron de acuerdo para forzar la baja del valor del dlar. Esto permiti mejorar la competitividad relativa del capital norteamericano, a la vez que impuls a la suba el valor del yen. Japn adopt una poltica monetaria laxa que deliberadamente produjo la economa burbuja, la rpida inflacin en el precio de las acciones y de los bienes races a fines del 80, cuya intencin era aumentar el consumo interno para contrarrestar la cada de sus exportaciones. En EE.UU. el gobierno de Reagan implement enormes reducciones impositivas a los ricos, y aument astronmicamente el gasto en armamentos (neo-keynesianismo militar), que provocaron los dficits presupuestarios norteamericanos ms altos de la historia. Segn Brenner estas polticas transformaron a Ronald Reagan en el ...ms grande keynesiano de la historia. Durante estos aos la concentracin de capital tom proporciones histricas: entre 1980 y 1989 hubo 31.105 fusiones y adquisiciones por un valor de 1.34 trillones de dlares. Esto se combin con la derrota de la huelga de los controladores areos que permiti rebajar los costos salariales lo que sumado a las reducciones impositivas y una reactivacin de la demanda abri las puertas a un nuevo ciclo de ascenso extendido de la economa norteamericana.

    La situacin actual y las perspectivas del capitalismo El estado del capitalismo a lo largo del largo ciclo descendente es revelado por las siguientes cifras: Hoy, cuando la economa mundial disfruta su recuperacin de la cuarta gran recesin de fines de los 60, la tasa de desempleo promedio de las economas capitalistas lderes (sacando a Estados Unidos) es al menos tan alta como el promedio de la gran depresin de los 30. El desempleo de los 11 pases de la Unin Europea promedi el 11,3% mientras que las 16 principales economas capitalistas en los aos 30 al 38 inclusive fue del 10.3%. El revival de la economa norteamericana estuvo basado en una tremenda devaluacin del dlar contra el marco y el yen que ya lleva una dcada. El crecimiento de la productividad para la economa de conjunto ha cado a sus niveles ms bajos en la historia norteamericana para los casi 25 aos que van desde 1973 a 1996. Durante ese perodo el crecimiento del PBI por hora trabajada ha promediado el 0.9%. Esto es mucho menos que la mitad del promedio histrico para el siglo previo y el promedio para los 90 (hasta 1996) ha cado el 0,7%. En este contexto la defensa de la rentabilidad y su recuperacin parcial en los 90 ha sido el resultado de una rebaja salarial sin precedentes durante el ltimo siglo y quiz desde la Guerra Civil. Entre 1973 cuando los salarios reales por hora en la economa privada alcanzaron su pico y 1990 cayeron un 12%, bajando a una tasa anual promedio del 0,7% y no aumentaron en absoluto durante la dcada del 90 hasta el ao 97 [10]. Contina diciendo Brenner: Lo ms revelador quizs a la luz de las actuales celebraciones de un supuesto milagro econmico norteamericano, es que el ascenso cclico de los 90 ha sido -en trminos de los principales indicadores macroeconmicos de crecimiento (produccin, inversin, productividad y remuneracin real)- incluso menos dinmico que sus antecesores relativamente dbiles de los 80 y los 70 (para no hablar de los de los 50 y los 60). De este modo, lo nico espectacular del boom Clinton fue el crecimiento de la bolsa. En 1998 la proporcin entre los precios de los activos y las ganancias duplic su promedio de 13,7% que se mantuvo entre 1871 y 1992, situndose a un nivel rcord. El empleo en los servicios (hoteles, restaurantes, y comercio minorista) creci en 20 millones entre el 79 y el 90 y 8.6 millones entre el 90 y el 96. A su vez el empleo en la manufactura cay respectivamente 1.1 milln y 830.000 en los mismos perodos. Esto constituye una manifestacin de la declinacin econmica norteamericana. Esta situacin en cierto modo podra compararse con el boom de la bolsa japonesa en los 80 que acab por explotar dando lugar a una profunda recesin. La diferencia no obstante entre estos dos procesos estara dada por el aumento de la rentabilidad en EE.UU. en los 90. Entre 1995 y 1996, la tasa de ganancia en la manufactura logr por primera vez desde el comienzo del largo ciclo descendente superar su nivel de 1973 situndose un 30% por debajo del pico mximo alcanzado en el boom. La recuperacin de EE.UU en los 90 estuvo as centrada en la cada del salario y el aumento de las exportaciones como consecuencia de la gran devaluacin del dlar en esta dcada. En 1997 se dio el primer ao de boom en EE.UU. cuando la productividad, el PBI, los salarios y el empleo aumentaron al unsono. Lo que sucedi es que, al mismo tiempo que Japn y Alemania en los 90 entraron en las peores crisis de la posguerra, EE.UU., gracias a su mayor competitividad, se volvi ms dependiente del mercado mundial de exportaciones. As se produjo una bifurcacin no simtrica: las cadas alemana y japonesa no fueron compensadas por la recuperacin norteamericana, hubo en realidad un menor dinamismo de la economa mundial que en cualquier perodo desde 1950. Pero cul es el pronstico para la evolucin del capitalismo mundial? Brenner sostiene que la superacin del problema secular de la capacidad excedente y la superproduccin es una cuestin clave para relanzar un nuevo boom. Para EE.UU. es definitorio si puede o no extender y consolidar la recuperacin de la rentabilidad esquivando el aumento salarial y la competencia internacional, dado que su crecimiento anterior, estuvo basado en la cada del dlar, el aumento de las exportaciones y una rebaja salarial sin precedentes. Sin embargo, en 1996 la remuneracin salarial ya creci en un 1.5% y sigui creciendo ms an en 1997 y 1998. Pero las tendencias econmicas norteamericanas en ltima instancia dependern de la situacin mundial. Ahora bien, las fuerzas actuantes en el terreno del mercado mundial hoy estn dadas por el freno en la demanda de conjunto, la aceleracin de las exportaciones y una tendencia a la reduccin de precios por la capacidad excedente. La clave es que las grandes economas buscan salir de la crisis mediante el aumento de su dependencia del mercado mundial, recurriendo a un nuevo ciclo de rebaja salarial y austeridad macroeconmica. Brenner sostiene que lo ms probable es que haya una inundacin de exportaciones en el mercado mundial, y mercados saturados que aumenten la superproduccin. Si se toma en cuenta que en la ltima dcada y media hasta el 96, el Sudeste y el Este de Asia fueron el nico centro dinmico de acumulacin de capital dentro de un capitalismo mundial estancado (en el 96 las economas asiticas combinadas, excluyendo a Japn, invirtieron casi lo mismo que EE.UU. durante ese mismo ao), se puede tener una idea de lo que va a provocar su cada y su presin exportadora sobre la superproduccin mundial. Ya, el hundimiento del sudeste de Asia fue un factor clave que socav la recuperacin japonesa siendo que Japn haba usado a esta regin como un mercado para la exportacin de capitales y mercancas.

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    A su vez, segn Brenner, salvo que hubiese un improbable gran aumento salarial en EE.UU, es impensable un aumento en la demanda interna norteamericana. El destaca que el efecto riqueza fue creado exclusivamente por el aumento de la bolsa ligado a una cada de los ahorros a su tasa ms baja en 50 aos. De este modo, la expansin norteamericana slo podra continuarse si pudieran ser aumentadas sustancialmente las ventas al mercado mundial, cuestin altamente improbable. Ya ha habido otro reajuste de las monedas, motivo por el cual las manufacturas norteamericanas estn siendo erosionadas. Alemania y Japn miran hacia las exportaciones, ya han comenzado a actuar las tendencias a la baja del yen, cuya cada en el 95 (combinada con el aumento del dlar) empuj al hundimiento de las economas del Sudeste de Asia. La crisis asitica tuvo por origen la reduccin de su mercado de exportaciones, por su parte el FMI exigi la restriccin del crdito y la austeridad, exacerbando la crisis de la deuda, y provocando una depresin devastadora. La cada anual promedio de las monedas de esos pases es del orden del 35%. De este modo, con la presin de los productos asiticos muchos ms baratos desde el 97 se combina una disminucin de la demanda con un aumento de la competencia internacional. A su vez, estas economas van a depender ms de las exportaciones al resto del mundo por la disminucin de la demanda interna en la regin. Si se tiene en cuenta que el Sudeste de Asia y Japn absorbieron de un cuarto a un tercio de las exportaciones norteamericanas durante los 90, no es fcil pensar que EE.UU, pueda en el nuevo contexto aumentar sus ventas. El escenario ms probable entonces, dado que los mercados tienden a contraerse, es un aumento en la superproduccin mundial. El estrechamiento de la economa parece inevitable. Si la rentabilidad cae, caera la inversin y la productividad acompaadas de una mayor presin sobre las ganancias por parte del crecimiento salarial. En este contexto, la bolsa norteamericana debera caer tambin, en cuyo caso tambin se derrumbara el consumo y la disminucin de las exportaciones no podra ser reemplazada por un aumento de la demanda interna. Segn Brenner, este es el escenario ms probable, la produccin redundante socavara las conquistas comerciales y la competencia acabara triunfando en el marco de mercados que se encogen cada vez ms. De este modo se socavara la recuperacin norteamericana y se planteara una nueva cada de la economa mundial.

    ALGUNOS ELEMENTOS PARA LA CRITICA Un anlisis centrado en los fenmenos y no en las causas El anlisis econmico de Brenner posee sin duda la ventaja de abordar la crisis capitalista mundial mediante una visin que abarca el movimiento del conjunto de la economa capitalista a travs de un gran perodo. Posee el mrito tambin de interpretar este movimiento en el marco de la lucha competitiva entre los principales pases capitalistas, as como en el marco del desarrollo desigual entre ellos que se ha impuesto como una ley de hierro, particularmente durante el siglo XX. Por otra parte, el anlisis econmico de Brenner se encuentra recorrido en forma permanente por dos fenmenos fundamentales que signan el movimiento de la economa capitalista y que actan en el trasfondo de la lucha competitiva: la tendencia a la cada de la tasa media de ganancia y las tendencias a la sobrecapacidad y sobreproduccin de mercancas. Sin embargo, su anlisis, en la medida en que obvia los fundamentos bsicos del marxismo (y no propone ninguna otra teora superadora) se mantiene en la identificacin y descripcin de los fenmenos, no puede dar cuenta de las causas profundas que gobiernan la economa capitalista y por ello tampoco explica las condiciones particulares de existencia y las tendencias del capital imperialista en el siglo XX (entre ellas una fundamental: la opresin y explotacin que los pases capitalistas centrales ejercen sobre el mundo semi-colonial). Tampoco su anlisis, en la medida en que se mueve al nivel de la descripcin fenomenolgica, puede explicar la enorme agudizacin de las contradicciones del capital en su fase descendente como consecuencia de lo cual acta el entrelazamiento de los factores econmicos y los factores polticos que definen en ltima instancia las tendencias de la economa en el siglo XX. Esto es, los grandes movimientos en que se expresa la lucha de clases en nuestra poca tales como la lucha por la hegemona imperialista que explica tanto las guerras comerciales, como las guerras de procuracin y hasta las guerras mundiales as como, en el polo opuesto, la lucha por la revolucin proletaria y el rol de sus partidos y organizaciones. 1.Superproduccin, cada de la tasa de ganancia y precios En la concepcin de Brenner, la ley del valor-trabajo que define a la ganancia capitalista exclusivamente como la cantidad de horas de trabajo socialmente necesarias no pagadas a los obreros y al valor de las mercancas como la cantidad de horas de trabajo socialmente necesarias incorporadas en ellas, est completamente ausente. Es por ello que, en Brenner, los precios de las mercancas adquieren una entidad propia, no como manifestaciones o expresiones en ltima instancia del valor [11]. Es por ello que Brenner desecha (y hay que decir que lo hace de forma excesivamente liviana) la tendencia al crecimiento de la composicin orgnica del capital como movimiento fundamental del sistema capitalista, que impulsa tanto la sobreproduccin de mercancas como la tendencia a la cada de la tasa media de ganancia. Es en este sentido que Brenner llega a decir que aunque Marx era, por supuesto, ferozmente antimalthusiano. El carcter malthusiano de su teora de la tasa de ganancia es en consecuencia altamente incongruente, si bien lgicamente inevitable, dado que contempla la cada de la rentabilidad como resultado de una cada en la productividad, tomando en cuenta tanto los inputs de capital y de mano de obra. .. esto exige suponer -lo cual es otra vez paradojal en trminos de las propias premisas de Marx- que los capitalistas adoptan nuevas tcnicas que hacen bajar su propia tasa de ganancia- y, otra vez, terminan reduciendo la productividad de conjunto [12]. Pero esto resulta una profunda incomprensin de los fundamentos elementales del marxismo. En primer lugar y como el mismo Brenner lo cita, Marx deca La tasa de ganancia cae, aunque la tasa de plusvala siga siendo la misma o aumente, porque la proporcin de capital variable a capital constante desciende con el desarrollo de la potencia productiva del trabajo. La tasa de ganancia de este modo cae, no porque el trabajo se vuelve menos productivo, sino porque se vuelve ms productivo Es decir que para Marx, lejos de cualquier similitud con la teora de Malthus [13] es el aumento de la productividad del trabajo y no su cada el movimiento que impulsa el crecimiento de la composicin orgnica del capital que empuja a la cada de la tasa media de ganancia, la sobrecapacidad y la superproduccin. Es la competencia entre los mltiples capitalistas la que impulsa a cada capitalista individual a incorporar ms maquinaria y nueva tecnologa para reducir el valor de sus mercancas producidas. Mediante este proceso, el capitalista individual de mayor tecnificacin logra captar una fraccin mayor del mercado porque vende sus mercancas a un precio mayor del que se correspondera con el valor que ha producido (que sus obreros han producido), pero por debajo del precio que rige en el mercado y que est determinado en ltima

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    instancia por el tiempo social o promedialmente necesario para producir dicha mercanca. De este modo, el capitalista individual conquistando una franja mayor del mercado se apropia de una porcin de plusvala o de ganancias que l (sus obreros) no ha producido y que s han producido los capitalistas (sus obreros) de menor tecnificacin y de la que estos ltimos (los capitalistas) no podrn apropiarse. De este modo, el capitalista individual, lejos de obtener una porcin de ganancias menor, al tecnificarse, obtiene una porcin de ganancias mayor. Sin embargo, al hacer esto, empuja al resto de los capitalistas a seguir el mismo camino para reganar franjas del mercado. De este modo cuando las innovaciones tienden a generalizarse, el valor social o promedialmente necesario de esa mercanca tiende a caer y con l su precio. De este modo, las ganancias extraordinarias de los capitalistas innovadores desaparecen y la tasa media de ganancia para el conjunto de los capitalistas de la rama tiende a caer dado que en la composicin final del producto aparece una mayor porcin de capital constante y una menor cantidad de trabajo vivo que, como ya dijimos es la nica fuente de ganancias. Existen, no obstante, una serie de factores contratendenciales a esta ley que Marx explica detalladamente en el Tomo III de El Capital tales como, el aumento de la plusvala relativa (disminucin del tiempo socialmente necesario para reproducir la fuerza de trabajo) que la misma tecnificacin induce, la cada del salario por debajo de su valor, la disminucin del valor de los elementos que conforman el capital constante y Marx sealaba tambin el rol del comercio exterior. No obstante, estas contratendencias no pueden evitar en largos perodos de tiempo la cada de la tasa de ganancia aunque s le quitan todo carcter automtico y la convierten en una ley tendencial histrica. De este modo, a la larga y de manera tendencial lo que entra en contradiccin es el inters de cada capitalista, de cada productor privado individual, con el inters del conjunto de la clase capitalista [14]. A su vez esta misma ley tendencial, como Marx explica, va asociada a un incremento de la acumulacin del capital en una proporcin superior a la que cae la tasa de ganancias como forma de aumentar la masa de ganancias. En este proceso, los capitalistas, presos de su lucha competitiva privada redoblan la anarqua de la produccin de que son presas e inundan el mercado de una cada vez mayor cantidad de productos de menor valor. Este factor es el que explica las tendencias crecientes a la sobreacumulacin de capitales y a la sobreproduccin de mercancas en relacin a una demanda efectiva que tiende a reducirse. Brenner, al negar este mecanismo que est en la base del movimiento del capital, no ve que el desarrollo extremo de estas contradicciones son el punto de partida de la poca o fase descendente del capitalismo, el imperialismo en el cual el capital se convierte, como deca Lenn, en reaccin en toda la lnea. As Brenner sostiene que: Para comprender no slo la regularidad histrica del desarrollo secular capitalista, sino tambin la regularidad histrica del ciclo descendente capitalista secular, en consecuencia necesitamos una teora de la mano invisible maligna que acompae a la mano benigna de Adam Smith -una teora que pueda abarcar la serie de pasos que se autogeneran a s mismos y que resultan de la maximizacin individual (y colectiva) de la ganancia que lleva no hacia el ajuste, sino ms bien a alejarse de l. Su lgica lo hace retroceder de este modo, desde el marxismo para ir a buscar una teora de la crisis en los ya oxidados postulados burgueses de Adam Smith.

    2) Una visin desde el centro del mundo En la medida en que Brenner deja de lado las caractersticas especficas del capital en la poca imperialista, su anlisis global (centrado en la relacin entre las mayores potencias capitalistas-imperialistas) no integra el hecho que el capital en su fase descendente implica, por definicin, la existencia como ya se deca en las Tesis de la III Internacional de ...la divisin precisa entre las naciones oprimidas, dependientes, protegidas y las naciones opresoras, explotadoras, disfrutando de todos los derechos, ...la dominacin y explotacin (propia de la poca del capital financiero y del imperialismo), por el poder financiero y colonizador, de la inmensa mayora de la poblacin del globo, a una pequea minora de ricos pases capitalistas [15]. De este modo, aunque Brenner centra su anlisis en las caractersticas del desarrollo desigual, dicho desarrollo, menos an bajo la poca del imperialismo, y cuando la economa capitalista domina hasta el ltimo rincn del planeta, puede considerarse como una lucha entre las grandes potencias imperialistas solamente. Dicho de otro modo, no se le puede restar importancia al hecho que esa lucha est ligada indisolublemente a la dominacin econmica y poltica de distintas regiones atrasadas del mundo que actan como fuentes para la extraccin de superganancias y mercados para sus productos. Las guerras mundiales caractersticas del siglo XX no son as otra cosa que (como dijera Lenn), la lucha por la redistribucin del globo entre las grandes potencias capitalistas cuando el mundo entero ya hubo sido conquistado. Un anlisis econmico realmente global no puede no considerar como factor esencial el rol de los pases atrasados en la sobrevida del capitalismo-imperialista mundial. Como tambin ya decan las Tesis de la III Internacional La plusvala obtenida por la explotacin de las colonias, es uno de los puntos fundamentales de apoyo del capitalismo moderno... [16]. De este modo desde el fin del boom de la posguerra que desat tendencias a la descomposicin y financiarizacin de la economa mundial sin precedentes histricos, la explotacin del mundo semi-colonial actu como una contratendencia a esta crisis de acumulacin del capital que le permiti una sobrevida al imperialismo mundial. Las caractersticas del desarrollo desigual mostraron toda su fuerza sobre el destino de los pases atrasados. Por un lado regiones enteras del planeta como la mayor parte de frica [17]y Amrica Latina en la dcada del 80 o los Estados de Europa del Este y la URSS desde la dcada del 70 (bajo el impacto que ya vena actuando desde la guerra fra), tendieron a un hundimiento cada vez mayor mientras que contratendencialmente se desarrollaron otras regiones como el Sudeste de Asia. El hecho que, como el mismo Brenner plantea, el Sudeste y Este de Asia hayan sido, en los ltimos quince aos, ...el nico centro dinmico de acumulacin de capital dentro de un capitalismo mundial estancado es una muestra de que, en el marco del bajo crecimiento general, los pases de la periferia actan para las distintas economas centrales como sendas fuentes para la extraccin de plusvala [18]. Por otra parte, los crditos a los pases semi-coloniales y dependientes actuaron en realidad como una verdadera subvencin indirecta a los grandes trusts exportadores de las metrpolis imperialistas, que no hubieran podido aumentar y ni siquiera mantener el volumen de sus ventas a esos pases sin ese flujo de crditos suplementarios. De este modo, tanto las ventajas para la acumulacin del capital como la utilizacin del mundo semi-colonial como mercados para la superproduccin de mercancas de los pases imperialistas, explican en gran parte la conformacin de bloques en los cuales cada imperialismo intenta asegurarse un patio trasero. En este marco, de conjunto, entre los aos 1975 y 1982 los pases semi-coloniales haban multiplicado su deuda por tres mientras los pases llamados socialistas lo

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    haban hecho por cuatro. Este fue el origen de la llamada crisis de la deuda que estall en 1982 [19]. En este contexto mientras el Estado norteamericano inyect miles de millones de dlares para salvar de la quiebra a sus bancos y empresas, Latinoamrica fue hundida en lo que luego se conoci como la dcada perdida. La recuperacin econmica entonces de mediados de la dcada del 80, no puede separarse de este hecho. Mientras el Estado norteamericano evitaba que la crisis actuara saneando la economa en su propio terreno, las polticas se concentraron en hacerle pagar al mundo semi-colonial los costos de la crisis generando una transferencia de recursos que llegaron desde la periferia como pagos de servicios de la deuda. Esta transferencia provoc una profunda depresin en Amrica Latina que dur diez aos. A la vez, las polticas dictadas por el FMI a la periferia consistieron en la devaluacin de las monedas, la liberalizacin del comercio, y la reduccin del gasto pblico. La liberalizacin debilita la industria local y abre las puertas para la entrada de las multinacionales. De este modo y a travs de las polticas de desregularizacin del movimiento de capitales, las corporaciones norteamericanas convirtieron la deuda haciendo que los activos de los pases deudores de la periferia pasaran a su propiedad. Durante la dcada del 90 los llamados nuevos Nics y China cumplieron un rol innegable como fuente de ganancias extraordinarias frente a la dbil performance de la economa mundial por combinar una baja composicin orgnica inicial del capital con bajsimos salarios. A su vez se convirtieron en grandes centros de especulacin financiera del capital internacional junto a todos los llamados mercados emergentes que gozaban de altas tasas de inters. Desde el estallido en 1997 de la crisis del Sudeste de Asia [20] sali a luz el enorme endeudamiento de esa regin (el total de su deuda representa 890.000 millones de dlares) que se suma al conjunto de la deuda del mundo semi-colonial que no ha dejado de crecer en forma geomtrica. El nivel de endeudamiento actual del mundo semi-colonial tiene tal magnitud que (por temor a los efectos polticos de esta situacin) hasta el mismsimo Vaticano pidi una reduccin de la deuda e incluso actualmente el G-7 acaba de votar una reduccin del orden de 70.000 millones de dlares. Un anlisis de la economa mundial que pretenda ser global en el marco de las leyes generales que la rigen en el siglo XX, un anlisis que tome como mtodo las leyes del desarrollo desigual, no puede pasar por alto el hecho que el capital financiero internacional no puede subsistir ms que reproduciendo y agravando la sumisin y la explotacin del mundo semicolonial.

    3) La exacerbacin de las contradicciones del capital durante y despus del boom Ahora bien, para explicar el fin del boom de la segunda posguerra, Brenner dice: La rentabilidad manufacturera cay slo porque los productores no pudieron remarcar los precios por encima de los costos lo suficiente como para mantener sus tasas establecidas de retorno. Es la centralidad de la presin descendente sobre los precios como determinante de la cada de la tasa de ganancia en Estados Unidos entre 1965 y 1973 lo que abre el camino a la interpretacin del comienzo del largo ciclo descendente en trminos de la irrupcin no prevista de los productos japoneses y alemanes de bajo costo en el mercado mundial y la capacidad excedente y la superproduccin manufacturera que esto provoc [21]. Como descripcin de los hechos esto es aceptable pero, cul es la razn ltima de este proceso? Muy lejos de alguna mano maligna el marco para comprenderlo son las tendencias ms profundas del capital y su exacerbacin en el siglo XX. A nuestro entender, en el presente siglo y en particular durante el boom de la posguerra las tendencias antes sealadas han aumentado cualitativamente. Por otra parte, la innovacin tecnolgica que se aceler enormemente a partir del ao 1954 produjo un crecimiento de la composicin orgnica del capital que estuvo en la base del proceso que Brenner describe, es decir tanto en la posterior cada de la tasa de ganancia como en la superproduccin creciente de mercancas. A su vez, el aumento de los precios de las materias primas (petrleo) desde el 73 al combinarse con el crecimiento previo del capital fijo profundiz y sac a luz el evidente aumento de la composicin orgnica del capital que vena operndose. Es, en nuestro modo de ver, importante sealar tambin que incluso durante el mismo boom fue central el rol del crdito y la participacin del Estado para suavizar el estallido de crisis cclicas preparando hacia el futuro mayores desproporciones en la economa. Por ltimo, estos elementos estaran en la base del hecho que el capitalismo ya no es capaz de lograr un desarrollo orgnico, es decir, producto de sus fuerzas internas. Esto es lo que, en nuestra opinin explica, en ltima instancia la enorme sobrecapacidad que se mantuvo, como Brenner explica bien, durante todo el perodo posterior al boom. A su vez, esto tambin explica el hecho que, los Estados capitalistas centrales hayan puesto tanto esmero en evitar, como Brenner tambin seala, la desvalorizacin necesaria de activos para propiciar una recuperacin. Esto es as porque, el enorme aumento de las contradicciones del capital en su fase descendente, es decir en la poca imperialista, hace que el mecanismo automtico, normal de las crisis [22] dada la enorme sobreacumulacin de capitales existente plantee un nivel de destruccin econmica que los capitalistas no estn dispuestos a soportar. Por otra parte, como pudo verse en el ao 29 y en la depresin de los aos 30, semejante desvalorizacin masiva de activos no puede hacerse sin desatar tendencias a la profundizacin de la lucha de clases y en ltima instancia a la revolucin por un lado y a la guerra por el otro expresando esta ltima la lucha exacerbada de los grupos ms concentrados de monopolios de los pases imperialistas por el dominio del globo [23]. Esto puede explicar el hecho que, como el mismo Brenner afirma Entre el ao 1973 y 1979 hubo un 20% de quiebras menos que entre el 60 y el 73 Del mismo modo, slo esto puede explicar la explosin del endeudamiento durante la dcada del 70. Del mismo modo, estas condiciones generales explican la financiarizacin creciente de la economa desde el fin del boom, dando cuenta de las tendencias a la descomposicin del capital en el siglo XX [24]. Esta situacin insostenible trajo aparejado luego el llamado giro a las polticas monetaristas en el ao 79 que como Brenner bien seala impuls durante la dcada del 80 una enorme tendencia a la concentracin del capital que actu como elemento de base para permitir la recuperacin de Estados Unidos en los 90. Este proceso expresa precisamente un intento de reducir la composicin orgnica del capital que combinada con una explotacin del trabajo sin precedentes en Estados Unidos permiti un alza en la tasa de ganancia y un posicionamiento superior del imperialismo norteamericano en la competencia internacional. Pero a pesar de esta reestructuracin (y del aumento de la explotacin que ha ido de la mano con ella) los niveles de ganancia siguen estando muy por debajo de los niveles que prevalecieron durante el denominado boom. Esto se explica por un lado porque la destruccin de capitales operada es insuficiente (como Brenner tambin plantea) frente a la enorme sobreacumulacin de capitales y a su vez porque la

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    agudizada competencia internacional en reas centrales de la produccin exige una alta composicin orgnica de capital que provoca una continuada presin descendente sobre la tasa de ganancia de conjunto.

    4) Una visin economicista que subvala la lucha de clases y el rol de los Estados imperialistas Podemos encontrar en la introduccin al libro de Brenner la siguiente afirmacin: En el mundo de hoy...con un capitalismo industrial completamente consolidado... no es la relacin vertical entre capital y trabajo la que en ltima instancia decide el destino de las economas modernas, sino la relacin horizontal entre capital y capital. Es la lgica de la competencia, no de la lucha de clases la que domina los ritmos ms profundos del crecimiento o de la recesin [25]. Brenner cae aqu en una concepcin economicista, es decir burguesa, que no puede separarse de su negacin de las leyes ms profundas del capital ni de las tendencias de las mismas en la poca imperialista. Lo que Brenner pasa por alto es que en esta poca de declinacin capitalista, el destino de las economas modernas, es decir las posibilidades o imposibilidades del desarrollo econmico capitalista estn profundamente entrelazadas y son altamente dependientes de la accin de factores polticos es decir tanto de la clase obrera y sus organizaciones como de la burguesa imperialista y sus Estados. La visin que desarrolla Brenner es tanto desde el punto de vista del movimiento obrero como desde el punto de vista de la burguesa y sus Estados, una visin puramente econmica. Estos ltimos slo existen as como agentes de la competencia econmica, y el proletariado slo en tanto movimiento sindical. Si esto era falso para el siglo XIX, mucho ms en el siglo XX, en el que son poderosas fuerzas polticas las que definen en ltima instancia si el sistema capitalista puede sobrevivirse o es reemplazado por un modo superior de organizacin de las fuerzas productivas. De este modo, aunque Brenner plantea que el boom de la posguerra estuvo indisolublemente ligado a la represin y derrota inicial de enormes procesos de militancia obrera, obvia que para asentar las condiciones excepcionales del boom de posguerra (particularmente en los pases centrales) fueron necesarias no slo dos guerras de destruccin masiva de fuerzas productivas y el rol disciplinador de la depresin de la dcada del 30 con el fascismo, sino que fueron indispensables la mayores traiciones de la historia perpetradas por direcciones obreras. Nos referimos a las mltiples traiciones de la socialdemocracia y en particular al rol del estalinismo durante toda la dcada del 30, muy especialmente a su compromiso para desviar los procesos revolucionarios en el corazn de Europa en la inmediata posguerra, comprometindose en la reconstruccin capitalista con el imperialismo norteamericano y europeo, tal como qued sellado en las conferencias de Yalta y Potsdam. As no slo las guerras actuaron reduciendo la composicin orgnica del capital sino que el disciplinamiento de la clase obrera propiciado por el estalinismo y la colaboracin posterior de las mismas tropas de ocupacin norteamericana permitieron un aumento enorme de las tasas de plusvala (hecho que el mismo Brenner seala). Estos dos factores: cada de la composicin orgnica del capital y altas tasas de plusvala estuvieron a nuestro entender en la base del enorme aumento de la tasa de ganancia que permiti el boom [26]. Del mismo modo el establecimiento de la hegemona casi absoluta del imperialismo norteamericano al fin de la segunda guerra [27] fue un factor que evidentemente no haba sido alcanzado luego de la primera y se convirti en un elemento fundamental de estabilizacin del conjunto de la economa. Adems no puede dejarse de lado que el desarrollo posterior de Alemania y Japn (sus futuros competidores) y su reconstruccin fue impulsada por el mismo imperialismo norteamericano respondiendo en gran parte a la necesidad poltica de desterrar el peligro de revolucin. De la misma manera, aunque Brenner tiene razn al sealar que la ganancia no est determinada nicamente por el aumento y cada de los salarios, la lucha de clases s juega un papel fundamental sobre las posibilidades de crecimiento econmico del capitalismo en el siglo XX. De este modo, el ascenso obrero del perodo 68/76 es inseparable de la incapacidad del capital de lograr un aumento cualitativo en la tasa de plusvala que de otro modo hubiera contratendenciado la cada de la tasa de ganancia (aunque desde ya que no hubiera revertido las condiciones generales del fin del boom) [28]. A su vez las grandes derrotas sobre el proletariado en la periferia s actuaron a favor de las necesidades del capital (golpes militares por ejemplo en Latinoamrica). As, aunque la presin ascendente sobre los salarios que se dio en Europa no provoc la crisis (ya haba enormes presiones sobre la tasa de ganancia que llevaron a las patronales a lanzar los ataques que ayudaron a estimular esas mismas luchas), esto s reflej el efecto del pleno empleo sobre la fortaleza y la confianza obrera y fue un factor que actu profundizando la crisis. A su vez, el desvo de estos procesos del 68-76 en el cual el control poltico directo de los partidos comunistas europeos y de los partidos socialdemcratas jug un rol esencial desterrando las tendencias revolucionarias que anidaban en el seno de la clase obrera y las masas le permiti al imperialismo una cierta recomposicin que lo reubic para poder pasar a la ofensiva en la dcada del 80.

    5) Sobre las perspectivas Al subestimar Brenner enormemente el rol de la lucha de clases y los factores polticos as como las tendencias ms generales del desarrollo capitalista en su fase descendente, su pronstico sobre la situacin actual slo indica las tendencias a una profundizacin de la crisis que no conducen a ningn puerto. Pero las tendencias a la agudizacin de la competencia y a una mayor deflacin exacerbadas por la crisis del Sudeste Asitico as como el fin de la ilusin de la restauracin pacfica en los ex Estados obreros deformados y degenerados, no pueden ser ni lo son, independientes de la agudizacin de la crisis de dominio imperialista como hoy se est viendo en los lmites del poder imperial de Estados Unidos (a pesar de su triunfo tctico en la guerra de los Balcanes) y en el agravamiento de las tensiones interimperialistas. En este contexto, el derrumbe del aparato estalinista representa un elemento fundamental de prdida de control sobre las masas para el imperialismo. Entonces, si como Brenner parece afirmar (y como nosotros opinamos) las tendencias a la crisis econmica mundial han de agudizarse, estas se combinarn con las tendencias a un mayor debilitamiento del dominio norteamericano que se suma a la debilidad poltica, econmica y militar de los otros imperialismos competidores. El conjunto de estos elementos entonces, preanuncian que lo ms probable es que el siglo XXI plantee seriamente fuertes tendencias al agudizamiento de la lucha de clases que volvern a poner al proletariado en el centro de la escena. De este modo, ser del resultado de la lucha entre la revolucin y la contrarrevolucin, o dicho de otro modo, entre guerras y revoluciones (el eje vertical de que habla Brenner) de donde depender en ltima instancia que el sistema capitalista condenado por la historia vuelva a lograr otra sobrevida destructiva o que finalmente las reaccionarias formas de produccin privada capitalistas sean abolidas. Del proletariado mundial y de su vanguardia revolucionaria depende que stas sean sustitudas por la planificacin y

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    la socializacin de la produccin con todas las potencialidades que esto encierra para la humanidad en cuanto a las enormes posibilidades de desarrollo de las fuerzas productivas.

    [1] 1En un famoso trabajo sobre la transicin del feudalismo al capitalismo, Brenner sostuvo que su mecanismo clave residi en el carcter de las relaciones y el equilibrio de clases entre los productores campesinos y los propietarios terratenientes. Era el resultado variable del conflicto de clases el que determinara esencialmente el sendero del desarrollo agrario. (ver. Introduccin, pg. III) [2] 2 Esto puede verificarse tanto en sus oscilaciones alrededor de la teora burguesa de las ondas largas como en su formulacin de la multicausalidad para explicar las causas ltimas de las crisis capitalistas que subvalora la tendencia a la cada de la tasa media de ganancia formulada por Marx como la ley fundamental de la economa capitalista. En el nmero 7 de esta misma revista hemos formulado una crtica a la concepcin de Mandel. [3] 3 The economics of global turbulence, pg. II. Introduccin. [4] 4 Por ejemplo en Londres hubo una movilizacin el da 18 de junio del corriente ao convocada por distintos grupos ecologistas y anarquistas que reclamaba entre otras cosas la anulacin de la deuda del Tercer Mundo. [5] 5 The economics of global turbulence, pg. 39. [6] 6 The economics of global turbulence, pg. 42. [7] 7 Los acuerdos de Bretton Woods, firmados en julio de 1944 e implementados luego de la segunda guerra mundial, fijaron la convertibilidad del dlar con el oro, y engancharon las tasas de cambio de las distintas monedas al valor del dlar. [8] 8 En estos participan la patronal y la burocracia, e implican la subordinacin de los trabajadores a las necesidades del capital. [9] 9 The economics of global turbulence, pg. 93. [10] 10 El propio secretario de la Reserva Federal de entonces, Volcker sostuvo que la accin ms importante de la administracin en ayudar a la lucha contra la inflacin fue la derrota de la huelga de los controladores del trfico areo. l pensaba que esta accin haba tenido un efecto profundo, y segn su opinin, constructivo sobre el cima de las relaciones entre los obreros y los patrones. [11] 11 Como es sabido, esta expresin no se da en forma directa sino que representa una relacin en ltima instancia que en el movimiento real del capitalismo aparece ultramediada y distorsionada por mltiples factores. Para quien desee profundizar en este tema la transformacin de los valores en precios de produccin est expuesta por Karl Marx en el tomo III de El Capital. [12] 12 The Economics of Global Turbulence, Robert Brenner, pg. 11, captulo 1, nota 1. [13] 13 Malthus (fines del siglo XVIII) vea una inevitable tendencia al estancamiento o la crisis como resultado de una tendencia aparentemente inexorable a la cada de la productividad del trabajo en la agricultura. A medida que los terrenos menos frtiles eran incorporados al cultivo en respuesta al crecimiento de la poblacin, las ganancias estaban destinadas a reducirse atenazadas entre las rentas crecientes y el aumento de los salarios de subsistencia que aumentaran a medida que los alimentos se volvan ms caros de producir. [14] 14 Esta posicin ya fue formulada por N. Okishio a quien el mismo Brenner reivindica. La posicin de Okishio ya fue respondida contundentemente por mltiples marxistas entre ellos, Ernest Mandel, D. Foley, ..... [15] 15 Tesis y adiciones sobre la cuestin nacional y colonial. Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, pg. 187/188. [16] 16 Ibdem. Pg. 194. [17] 17 Excluyendo Sudfrica. [18] 18 Esto demuestra que si bien hoy estos pases actan como un factor que profundiza las tendencias a la superproduccin y a la deflacin generalizada, ayer actuaron como factor contrarrestante a la crisis general de la economa capitalista. [19] 19 Cuando 22 pases de la periferia se vieron obligados a renegociar las fechas de pago de sus deudas. [20] 20 Crisis que por otra parte puso fin a la ilusin vendida por el capitalismo de que pases atrasados podan convertirse en grandes potencias industriales. [21] 21 The economics of global turbulence pg., 96, cap. 3. [22] 22 Que en la poca del capitalismo de libre competencia actuaba saneando la economa y preparando perodos de ascenso mayores que los anteriores. [23] 23 Ver Estrategia Internacional nro. 10 y nro. 11. [24] 24 Ver Estrategia Internacional nro. 11. [25] 25 The economics of global turbulence, pg. III. Introduccin. [26] 26 Incluso todo esto no fue suficiente ya que el capital necesit de una enorme intromisin del Estado sobre la economa a travs del crdito y los gastos del Estado as como una economa permanente de armamentos como mercado de reemplazo, entre otras cosas. [27] 27 La que sufri un fuerte golpe con la derrota de Estados Unidos en Vietnam en 1975. [28] 28 Un hecho que seal el comienzo de decadencia de la hegemona norteamericana fue sin duda la derrota sufrida en Vietnam.

    Publicado en Revista Estrategia Internacional- N 13 Julio/Agosto - 1999