Pentagrama 2012 03

pentagrama

MAY/JUN 2012 NÚMERO 3

Por qué una Rosacruz moderna?

Jan van Rijckenborgh

Per aspera ad fontes

W. Hanegraaff

El mundo es semejante a una foto sobreexpuesta

Cambiar, es ser impulsado

Luz de la luz

Robert Grosseteste

La energía de la luz

De las tinieblas a la luz

El arco iris, luz en los colores

Libros: ‘Yo me inclino ante este amor’

Arjo Klamer

Cuando se penetra plenamente en el reino del amor, el mundo,

por imperfecto que sea, se vuelve rico y bello, pues no consiste

en otra cosa que en oportunidades para amar.

Sören Kierkegaard

Lectorium Rosicrucianum

Redactor JefeA.H. v. d. Brul

Responsable editorialP. Huis

RedacciónPentagramaMaartensdijkseweg 1NL-3723 MC Bilthoven, Holandae-mail:[email protected]

Edición y administraciónFundación RosacruzCamino del Pesebre, s/n.50162 Villamayor (Zaragoza)web:www.fundacionrosacruz.orge-mail:[email protected]

© Stichting Rozekruis Pers.Ninguna parte de esta revistapuede ser reproducida sin laautorización escrita del editor.

La revista pentagrama aparece seis vecespor año en holandés, alemán, español,francés e inglés.En brasileño, búlgaro, finés, griego, húngaro,italiano, polaco, ruso, eslovaco, sueco ycheco, sólo aparece cuatro veces por año.

Depósito legal:GI 1005-95

Revista de la Escuela Internacionalde la Rosacruz ÁureaLectorium Rosicrucianum

La revista pentagrama se propone atraer laatención de los lectores sobre la nueva era queha comenzado para el desarrollo de la humanidad.El pentagrama siempre ha sido el símbolodel hombre renacido, del hombre nuevo.Es igualmente el símbolo del universo y de sueterno devenir, por el que tiene lugar lamanifestación del Plan de Dios.No obstante, un símbolo sólo tiene valorcuando se convierte en realidad. El hombreque realiza el pentagrama en su microcosmo,en su propio pequeño mundo, se mantieneen el camino de la Transfiguración.La revista pentagrama llama al lector a realizaresta revolución espiritual en sí mismo.

Cada edición de Pentagrama intenta aclarar algunas de lasmúltiples facetas del desarrollo que marcan el camino delbuscador de la Verdad, de la Belleza y de la Luz. El fresco dela cubierta da testimonio de ello. Se trata de un fresco conuna antigüedad de 2500 años, que decora una de las tumbasdescubiertas en Paestum, en el sur de Italia (Alrededor de 400años a.C.). En él vemos a un difunto despedirse de los vivos.Lo vemos aquí representado como el héroe victorioso sobre sucaballo.

El caballo siempre ha simbolizado el alma. En Fedón, Platónevoca a un cochero (la conciencia en búsqueda) y sus doscaballos (las fuerzas del alma). Uno de los dos caballos semantiene erguido, la cabeza alta y orgullosa. Conoce la medida,la moderación y lo que significa el respeto y la reflexión. Élbusca la verdad. No hay necesidad de azotarlo: inspiración,persuasión y sentido común le bastan. En cuanto al otro caballo,apenas el látigo y las espuelas logran hacerlo obedecer ; espropenso a la bravata y a los desbordamientos. «Cuando elcochero contempla el rostro de la verdad, inspirado por el amor,y toda su alma llena de una aspiración profunda se aviva conesta mirada, el primer caballo, dueño de sí mismo, sigue, comosiempre, obedeciendo al cochero. El primer caballo no esdesobediente, como el segundo, que arranca con violencia,causando así gran daño al cochero y a su compañero».

El héroe de nuestro ejemplo ha domado su caballo desenfrenado,es vencedor de su destino y está completamente dispuestoa entrar en la isla de los bienaventurados. Pentagrama -año 2012- le invita a descubrir el camino que conduce allí.

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¿Por qué una rosacruz moderna? 2


Energía de la luz 7

La curación por los biofotones

El mundo es semejante a una foto

sobreexpuesta 10

La luz en los colores del arco iris 14

Per aspera ad fontes 18

Los fundamentos de nuestra identidad

moderna deben ser cambiados

Wouter J. Hanegraaff

Luz de la luz 28

Un tratado de la Edad Media sobre

el devenir de nuestro mundo

Robert Grosseteste

De las Tinieblas a la luz 35

Del oscuro plomo al oro luminoso

Cambiar es reaccionar

al impulso cósmico 38

Cambio climático en el interior

del ser humano

‘Yo me inclino ante este Amor’ 46

Arjo Klamer

Año 34 2012 número 3

Los tiempos cambian, la naturaleza y el gradode decadencia humana también. El estadomaterial y espiritual de la humanidad tam-

bién se modifica y exige una adaptación inteli-gente de la enseñanza universal a las necesidadesdel momento. No se trata de hacer revivir lo que ha terminado,sino de revivificar lo que es universal. Queremosexperimentar el método universal, no con la ayudade antiguos métodos sino con la de su significadoactual racional y moral.Desde esta perspectiva podemos comprender laspalabras de Cristo:«Desapareció lo viejo; y hay un ser nuevo» (IICor. V, 17); y éstas, en apariencia contradictorias:«No penséis que vine a abolir la ley ni los profe-tas, no vine a abolirla, sino a perfeccionarla».(Mt. V, 17.)Importa comprender que el eterno Inmutable semanifiesta en el tiempo y en concordancia con elpresente. Si nuestro trabajo espiritual no se corres-ponde con esta característica, ¡es un trabajomuerto! Todo movimiento espiritual debe com-

prender cuál es la tarea, en el presente actual, de lafuente universal de toda vida.Quizá, por ello, se sorprenda de que atraigamos,en este contexto, su atención sobre el pasado, másconcretamente sobre la barca celeste del Libro delos muertos de los antiguos egipcios. Nuestraintención es, por medio de un viaje hacia elpasado, ilustrar desde un prisma diferente suactualidad, su relevancia para el aquí y el ahora, ytambién con ello lograr que la posible cristaliza-ción de un lector en el camino se transforme enuna travesía real.«Desapareció lo viejo; y hay un ser nuevo». ¿Quées lo que se ha vuelto nuevo?Entre las ilustraciones de El Libro de los Muertosde los antiguos egipcios figura la barca celeste obajel solar. En una de estas representaciones, Osi-ris está a punto de ocupar un lugar en la barcasolar, rodeado por siete rayos. En general, la barcatiene siete remeros o siete ramas. A veces, Isis estásentada al lado de Osiris y los siete rayos formanjuntos su hijo, Horus.Cuando Xisouthros -el Noé de los Caldeos- es

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LO ETERNO Y LO UNIVERSAL EN EL PRESENTE

¿por qué una

rosacruz moderna?


El que la Escuela Espiritual saliera a escena hace 88 años no fue, por cierto, para poneral día fórmulas obsoletas o para disimular sus propias carencias según los métodos dialécticos, sino más bien para dar a conocer la verdad única y realizar una tarea única,las cuales permanecen inalterables: devolver la humanidad caída a la patria original ymostrar al ser humano el camino único, la verdad única y la vida única inmutable.

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Muy decidido, recorre el camino que atraviesa el bosque de las ilusiones. © Suad al Attar, 1942

Jan van Rijckenborgh y Catharose de Petri son los fundadoresde la Escuela Espiritual de la Rosacruz Áurea. En estaescuela, ellos han esclarecido, expuesto y vivido el caminoque conduce a la liberación del alma de todas las manerasposibles y a menudo gracias a textos originales de la enseñanza universal.

salvado, ocupa un lugar en la barca celeste encompañía de siete dioses. Y en las ilustraciones deYao (un héroe de la mitología china) podemosreconocer claramente, cuando él se embarca, sietefiguras manifiestamente visibles a su lado. Tambiénpodemos pensar en Manu y los siete Rishis queviajan juntos en el arca, tal y como se describe enlos Puranas hindues.Además queremos llamar su atención sobre otrosinformes parecidos en los Puranas; recordemosespecialmente del Vendidad persa, (contenido enel Avesta) uno de los más antiguos libros sagrados,donde Ahura Mazda dice a su servidor Yima: «Hazun wara (cercado), a continuación un argha (unarca o vehículo) en el que reunirás todas las semi-llas vitales originales, masculinas y femeninas, ytritura la tierra con tus manos. Da vida a todaslas luces no manifestadas».

EL CASO DEL ARCA DE NOÉ NO ES DIFERENTE En su barca solar que le eleva porencima de las oleadas de la naturaleza, Noé llevatodos los principios vitales necesarios para una ver-dadera vida divina. Asimismo, el Arca de laAlianza, la parte más interior del tabernáculo en eldesierto, así como el Templo de Jerusalén encierrantodos los atributos de la vida divina verdadera.En el Nuevo Testamento, se escribe sobre sieteángeles y siete trompetas. Los siete ángeles tocan,uno tras otro, su trompeta. Después que el séptimoángel hubo tocado, se escucharon fuertes voces,como leemos en el Apocalipsis:«Los reinos del mundo son entregados a nuestroseñor Jesús y a su Cristo; y él reinará por lossiglos de los siglos (Apocalipsis 11, 15)» «Y eltemplo de Dios en el cielo fue abierto, y el arca desu alianza apareció en su templo» (Apocalipsis 11,

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19). Se ecucharon voces jubilosas decir: todos losaspectos del cosmos planetario han venido a serde nuestro Señor y su Cristo. Y Él reinará por todala eternidad.Y el templo de Dios en el cielo seráabierto y en su centro el alumno verá la barcaceleste, el arca, el bajel solar.¡Se vuelve claro en nuestra consciencia que labarca solar de Osiris, en El Libro de los Muertosegipcios, es la misma que la del visionario de Pat-mos. Ambas comparten el mismo simbolismo!Con el fin de aclarar, una vez más, el invariablesignificado, tomemos el ejemplo de la barcaceleste de Yima en el Vendidad. Como sabe, Yimaforma primero un wara, es decir, un cerco, untaller de trabajo. Allí construye, según las leyes dela vida universal, un argha, un nuevo vehículo, unarca. Este ser humano, diríamos hoy, es un verda-dero francmasón que trabaja con el nuevo martilloy la nueva palabra. Él se crea un nuevo lugar detrabajo y se aleja deliberadamente de la vida dia-léctica. Entra en el nuevo campo de vida para rea-lizar en él su argha, su barca celeste, el bajel solar.Esas expresiones místicas designan el ser humanodivino que emprende el viaje de regreso hacia supatria original.Para comenzar ese viaje, para realizar esa cons-trucción, se necesita constituir en primer lugar unwara, un cerco: el candidato se distancia funda-mental y estructuralmente de la vida ordinaria. Sedesprende de un comportamiento y de una formade vivir falaz. Luego debe «moler» la tierra, esdecir, quebrantar su yo de la naturaleza inferior yconstruir, en el interior de su cercado, un hombrenuevo, una nave celeste que le permitirá entrar en

el templo de Dios. Así se termina nuestro viaje através del pasado.Cualquiera que sea la forma del toque divino y deldespertar espiritual, el viaje de regreso indicado enEl Libro de los Muertos egipcio es semejante aldel Apocalipsis. Desde entonces, las palabras «lla-maré a mi hijo de Egipto» toman todo su sentido.Estas palabras traducen el mensaje inalterado de lasalvación que permanece hoy como era ayer.Revelaron la misma misión, el mismo camino, lamisma verdad, el mismo trabajo de construcción.Desapareció lo viejo; y hay un ser nuevo.¿Cómo comprender todo esto en la actualidad?Lo antiguo se manifiesta siempre de un modonuevo, en concordancia con la tarea y la situacióndel momento, de la humanidad y conforme a lospoderosos desarrollos de las corrientes en el cosmos. Es la razón por la cual numerosos alumnos, franc-masones, se preparan para construir su wara, suargha. El tiempo de los valores simbólicos vela-dos ha pasado. El alumno de la Escuela espiritualactual se encuentra ahora situado ante las sieteveces siete aspectos de su microcosmos: sietecampos de vida con sus núcleos de consciencia-los siete rishis- y la tarea regeneradora que hayque cumplir.Con este fin existe una fuerza y un toque actual.Hablamos del nuevo campo de vida y, en este con-texto, de una escuela de conciencia superiornueva, con los cuales el ser humano séptuplo debeedificar su wara. Una filosofía vasta, y bien defi-nida es puesta a disposición de todos los que aspi-ran a la verdad, con el fin de orientarles hacia elfin que hay que alcanzar.

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Gracias a los satélites militares de la CIA, un grupo de

buscadores afirma haber conseguido localizar el Arca de

Noé en los flancos del monte Ararat. El Estado turco quiere

ahora balizar el sitio (cuya cumbre culmina a 5059 m) con

la esperanza de atraer turistas.

En este camino nuevo, puede y debe efectuarseuna separación clara entre quien se encuentra en elinterior de la wara -el taller gnóstico- y el que seencuentra en el exterior.Es un hecho de considerables consecuencias.Mientras que el segundo se mantiene en la visiónordinaria, el primero entra en su nave celeste: eneste último, se produce un cambio total. El éxitode tal cambio debe tener en cuenta condicionesespirituales cósmicas y atmosféricas de los tiem-pos actuales. Ésta es la razón por la que el estudiode los antiguos métodos ya no tiene sentido en losucesivo: las escuelas del pasado han terminado ylas de hace un siglo han perdido su significadoliberador. «Desapareció lo viejo; y hay un sernuevo».

LO ETERNAMENTE UNIVERSAL Por eso habla-mos de una Rosacruz actual, de una filosofíanueva y de una escuela de consciencia nueva.Pero al igual que el Hijo, esta actividad también es«llamada de Egipto», es decir, su fuente es ElLibro de los Muertos egipcio. En cada nuevaépoca, ella habla y da testimonio de lo InmutableUniversal.Pero aún hay otro significado de la expresión «lla-mado de Egipto» que merece nuestra atención. Sitraducimos la palabra «Egipto» por «tinieblas», eneste pasaje podemos leer al igual que en el cono-cido fragmento de las Sagradas Escrituras: «Yo hellamado a mi Hijo de las tinieblas». ¿No es estaexplicación particularmente evocadora para elalumno? ¡Si alguna vez se puede hablar de tinie-blas con razón, es en nuestros tiempos! Pero jamás

se habló de tinieblas, al menos no en nuestros días.Jamás hubo, en la historia del mundo, semejantesmomentos de desconcierto y de degeneración aescala internacional. En todos los dominios de lavida, las anomalías aumentan a medida que eltiempo pasa. ¡Pues bien, en estas tinieblas, cada «Hijo» de Dioses llamado! Todos los seres humanos llevan a estehijo de Dios en su sistema microcósmico. ¡Enca-denados a la ilusión y a la mentira, presos de lanoche y de la ignorancia, estos hijos actualmenteson «llamados» por el propio Dios! ¿Cómo com-prender esta llamada? No se trata sólo de una vozcapaz de conmover la conciencia y despertar elprerrecuerdo, sino de una fuerza actual que toca atoda la humanidad, al mundo entero, y provocadrásticos procesos y desarrollos fundamentales. Lallamada divina obliga a los seres humanos a reac-cionar de modo consciente, armonioso e inteli-gente a la fuerza divina regeneradora del tiempopresente. Tampoco tiene el menor interés orien-tarse sobre el pasado cuando la exigencia delmomento presente se olvida.¡Que las palabras «Yo he llamado a Mi Hijo deEgipto» puedan tener también para usted, en estepresente, un significado real y la nueva, la verda-dera francmasonería pueda acogerle como uno desus más celosos constructores, entonces el poderde Dios se vuelve activo en el ser humano! µ

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No hay vida sin luz. Toda célula viva tienenecesidad de energía tanto para su funcio-namiento como para el mantenimiento de

su estructura. Toda célula humana (y el cuerpotiene de 60 a 100 billones) recibe la energía vía laluz directa del día, también vía el alimento, queasí mismo se cultiva por la luz. Si esta energíaluminosa faltase con frecuencia, la vida cesaría enel mismo instante: la estructura celular se hundi-ría. Sería el fin de la vida sobre la Tierra.

El último verano, en el periódico internacionalODE, apareció un artículo sobre la curación porlos biofotones: ondas luminosas tenues que ema-nan de las células. ¿Será ésta la forma de curacióndel futuro?La medicina moderna que combate los síntomaspor medio de la química es impotente frente anumerosas enfermedades crónicas que emanan denuestro modo de vida moderno. Según Einstein,ningún problema puede ser resuelto en el niveldonde ha sido engendrado.En los años 20 del siglo último, Alexandre Gurvitch,biólogo de origen ruso, demostró que todas las célu-las del cuerpo humano emitían ondas luminosasmuy débiles que llamó «biofotones». Todas lasinformaciones necesarias para la activación de losprocesos bioquímicos extremadamente complejos decada célula del cuerpo están presentes en la luz.En los años 80 del siglo pasado, el físico alemánFritz Albert Popp demostró que perturbaciones anivel de la luz conllevan perturbaciones a nivel delos procesos bioquímicos. Las «depresiones deinvierno» son un ejemplo de ello.

LAS FRECUENCIAS MUESTRAN ENFERMEDADES El holandés Johan Boswinkelllegó a la conclusión de que si el cuerpo se com-pone de «frecuencias», tiene que ser posiblemedirlas, «extirpar» del cuerpo las frecuenciasenfermizas y restituirle «la luz reparada». En1983, J. Boswinkel creó un instrumento destinadoa medir y a regenerar la radiación luminosa delcuerpo humano. Precedentemente, Popp habíainventado un ingenio amplificador que permitíaver, a nivel microcósmico, que las células emitenuna luz coherente y sana o una luz caótica, sín-toma de un estado enfermizo. Sólo el cuerpohumano está constituido por billones de células ypresenta un espectro de radiación muy diversifi-cado. Por esta razón, Boswinkel supo aprovecharla constatación que la tensión electromagnéticarevelada en los puntos de acupuntura difiere de latensión epidérmica alrededor de esos puntos. Lasmedidas efectuadas sobre esos puntos tienen dosposibles resultados: una línea recta, alimentada

energía de la luz 7

energía de la luz

La enfermedad forma parte de la vida. En numerosos casos, la curación es posible, pero noen todos los casos. La curación física es relativa; está sometida a la imperfección humana y almundo de los opuestos. El ser humano busca el consuelo, la curación, la solución a sus problemas. Hay terapias que se basan en ondas luminosas, llamadas biofotones, que puedenaportar alivio. Sin embargo, sólo un total abandono a la Luz puede constituir una ayuda real.

LA CURACIÓN POR LOS BIOFOTONES

«También se le pide mucho. Le pedimos adoptar un nuevocomportamiento, un comportamiento completamente diferente, ¡una vida según el Sermón de la Montaña! Pero sino comienza por colocar en el centro de usted mismo esecampo de luz, usted no alcanzará ese nuevo comporta-miento. […] El campo de luz quiere revelársele, y es bajo elefecto de ese campo de luz que el nuevo comportamientoes posible. De la vida por la fe a la vida por la fuerza, de lavida por la fuerza a la vida por la Luz, tal es el desarrollosobre el camino. La vida proviene de la Luz, y no la Luz dela vida».(La Gnosis en su manifestación actual, capítulo III-6)

por una fuerte tensión continua, o bien una hipér-bole, prueba de una tensión decreciente en el niveldel punto medido.Boswinkel acopló entonces el método de electro-acupuntura de Voll a un conjunto de dilucionescomo las del tipo homeopático, integrando la fre-cuencia y la información en las sustancias diluidasde las preparaciones. En el instrumento de Bos-winkel, la información concerniente alrededor de500 remedios fue almacenado en tanto que «con-tra-frecuencia». Cuando las frecuencias perturba-doras y las contra-frecuencias se anulan, seproduce una actividad de curación evidente. Sinembargo, es capital conocer el origen de la pertur-bación corporal concernida. Cuando la verdaderacausa es conocida, el funcionamiento del aparatoofrece la solución efectiva. Boswinkel ha dado elejemplo siguiente: «En la medicina ordinaria labacteria «helicobacter» es una causa conocida dela úlcera de estómago. Pero si quiero tratar unaúlcera de estómago, trato la vesícula biliar y no lahelicobacter. Cuando los órganos y las glándulasse agotan, el sistema inmunitario ya no funcionade manera óptima, el cuerpo se vuelve más sus-ceptible y pueden, por ejemplo, ser utilizados porlas bacterias que se aprovechan de ello».Hasta aquí el notable informe sobre el instrumentode Boswinkel, instrumento que permite alpaciente, provisto de electrodos en las manos y enla planta de los pies, recibir su «propia luz» por un«proceso inverso». Pero para ello, la precisión deldiagnóstico es esencial. Tras 30 años de prácticacoronada de éxito, un primer reconocimiento cien-tífico parece perfilarse en Austria.

¿PODEMOS NOSOTROS ASIMILAR UNA LUZPURA? Todo lo que precede no es más que unaspecto de la cuestión. En efecto, cuando la luz,que el ser humano atrae (por los ojos, la piel, loschakras, los puntos de acupuntura) y transformaen procesos bioquímicos, antes de irradiarla,demuestra una interacción recíproca, uno se puedepreguntar: ¿qué «luz» atraigo? Tomemos el ejem-plo de la luz artificial que sólo contiene una partedel espectro luminoso natural: una exposición pro-longada de tal luz no deja de provocar una pertur-bación de los procesos bioquímicos. Muyrecientemente, un diario publicaba una encuestaque ponía en evidencia la relación entre las enfer-meras de noche y el cáncer de pecho. Los ejemplos de desarmonía son numerosos ennuestros medios de vida respectivos. En nuestra«civilización» moderna, ¿poseen aún nuestrascélulas la facultad de captar la luz «limpia»?¿Cuál es nuestra propia posibilidad de acción?Dicho de otra manera, ¿a qué luz se abre el serhumano? ¿Hay pues luz «limpia»? ¿Somos lo suficiente-mente objetivos para poder evaluarlo? ¿Y quépodemos hacer? ¿Somos capaces de reconocerlo?¿No es cierto que en todas partes reina una granconfusión y controversia sobre el tema? Lo quese percibe como algo positivo, otro lo encuentraaberrante.¿A dónde dirigir nuestra mirada?Entonces, ¿hacia qué dirigir nuestros ojos? ¿A quéluz vamos a unirnos? ¿Cómo funcionan los ojos?¿Acaso no es nuestra orientación lo más esencial?¿De dónde proviene mi mirada?

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¿Cómo funcionan los ojos realmente? ¿No es nuestra orientación lo más esencial? ¿De dónde proviene nuestra mirada?

¿Qué dicen a este respecto las enseñanzas delpasado? Al respecto de la Luz, recordemos esteescrito: «En la Palabra estaba la vida y la vida erala Luz de los seres humanos. La Luz luce en lastinieblas pero las tinieblas no la han reconocido».(Evangelio de Juan). Más recientemente, Jan vanRijckenborgh expresó esto: «… A la manifestaciónde un campo de fuerza sucede la manifestación deun campo de luz. Y lo más característico de estecampo de luz es que es, al mismo tiempo, uncampo de vida, en el verdadero sentido de lapalabra. Únicamente a causa de esta manifesta-ción de la Luz, este campo de fuerza se vuelvepor derecho un campo de vida» (La Gnosis ensu manifestación actual, cap. VI, Del campo defuerza al campo de luz).Así pues, la Luz es la vida. Pero, ¿de qué luz y dequé vida se trata? Como no tenemos órgano recep-tor capaz de «captar» esta Luz, no nos es conce-dido participar de una vida de alegría creciente enperfecta armonía con lo divino y, así, a todo acon-tecimiento regocijante le sigue un regreso a la rea-lidad de lo cotidiano.

RECIBIR INFORMACION DE LA LUZ La únicamanera de abrirse a ella sería una total auto-ren-dición a esta otra Luz que constituye una ayudapara el ser humano. La curación terrestre es rela-tiva; está sometida a las deficiencias humanas yal mundo de los opuestos. Una energía de luzsuperior puede alcanzar nuestra alma por lareceptividad de un órgano interior. Una corrientecontinua de fotones de informaciones puras esnecesaria para borrar progresivamente las fre-

cuencias trastornadas del ego. Esta informaciónde Luz aporta una curación diferente, de otroorden. El alma que se fortifica con esta Luz, yque así deviene consciente, llega a mantenerse ensu propio campo de vida, superando así la muertedel cuerpo. µ

energía de la luz 9

Moholy-Nagy. Instalación

Los lugares no iluminados en el mundo, seenrarecen. La noche y la oscuridad están envías de ser desterradas. La mayoría de las

veces, en las ciudades y los pueblos, calles y pla-zas se bañan en abundante luz artificial. Los cam-panarios de las iglesias, los ayuntamientos y losmonumentos históricos son destacados bajo la ilu-minación de potentes proyectores. Esta luz artifi-cial da a las poblaciones un sentimiento deseguridad y de comodidad. En numerosos países,los supermercados permanecen abiertos toda lanoche. El ritmo vital de la alternancia del día y dela noche, la respiración del universo, es pertur-bado por ella. La luz artificial hace de la nocheuna imitación del día. ¿Compensa esta ilumina-ción exterior un empobrecimiento interior?‘El libro de los secretos de Enoc’ relata el mito

de los hijos de la Luz que descendieron delmonte Hermón con el fin de mezclarse con lasmujeres de la Tierra. La humanidad elevó a esoshijos de Luz caídos al estado de dioses y utilizósus dones para su provecho. Es así como, pri-vado de luz, el conocimiento celeste degeneró. Yeste acontecimiento original se reproduce diaria-mente desde el instante en que lo que está des-provisto de luz se mezcla con lo que es luminoso,espiritual.El mundo de los humanos es semejante a unafoto sobreexpuesta. El dato fundamental, la ima-gen original se ha vuelto borrosa por exceso deinformación que pretende iluminarla. En efecto,la luz puede transmitir la información presente enun campo de vida determinado. El comercio loha comprendido bien. Con el fin de estimular los

impulsos al consumo de sus clientes, los super-mercados y los almacenes destacan en sus vivasiluminaciones.El ser humano tiene necesidad de luz. Toda cria-tura depende de ella para su crecimiento y su con-servación. Considerada espiritualmente, la Luz essinónimo de vida. La Luz pura está en el origen detoda la creación. Es una fuerza que salvaguarda labase de todo lo que existe.En las antiguas civilizaciones, por ejemplo la egip-cia, inca y maya, entre otras, la luz representada porel Sol era objeto de su más elevada veneración.Construyeron templos solares y pirámides en suhonor y así podemos ver la Esfinge de Gizeh comoun testimonio en honor al Dios de la Luz, el Sol.Ese guardián de piedra, el ser humano espiritualque se eleva encima de lo animal, cuya mirada estáfija en el horizonte, donde el Sol se eleva cada día.La Esfinge es el símbolo del renacimiento de lavida que aparece en el horizonte del este, así comolas tumbas reales del margen oeste del Nilo, elponiente, simbolizan la vida terrestre pasada.

UNA CONCIENCIA ORIENTADA HACIA ELEXTERIOR La luz del Sol, Amón-Ra, es el sím-bolo de la energía vivificante, es la Luz eterna.Ella mantiene la Tierra durante miles y miles deaños, porque lleva en sí la vibración de la Luz dela eternidad. El buscador puede encontrar en ellasu inspiración, su luz espiritual y alimento para sualma, sin embargo, este alimento para el alma estáausente en la luz artificial.Nuestro cuerpo también está compuesto de luz.Está formado de energía de luz condensada. Cada

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el mundo es semejante auna foto sobreexpuestaSin luz no hay vida. Pero el mundo del ser humano parece una foto sobreexpuesta.La información nuclear, la imagen original se ha vuelto borrosa por la información sobreexpuesta. Efectivamente la luz puede transmitir la información presente en uncampo de vida determinado. Esto el comercio lo ha entendido perfectamente. Lossupermercados y las tiendas tratan de estimular el deseo de consumo de sus clientescon vivas iluminaciones, para aumentar su capital.

el mundo es semejante a una foto sobreexpuesta 11

Todas las esculturas

de caballeros y

caballos de Marino

Marini (1901-1990)

expresan un

perfecto y poderoso

sentimiento de

abandono a la vida,

como esta

exposición de los

jardines del

Smithsonian Castle

en Washington DC.

partícula de nuestro ser está penetrada de Luz ori-ginal, pero ella no puede ser reconocida fácil-mente. Mientras que la conciencia se oriente haciael exterior, la luz aprisionada en la materia nopuede manifestarse; la composición de los átomosse densifica.El descenso cada vez más profundo en la materiatiene como consecuencia un aprisionamiento pro-porcional de la luz en los átomos. Esta situaciónperdura hasta que el ser humano emprende su bús-queda de la luz. Si esta búsqueda es profunda ytransciende su ser, entonces cambia también lavivificación. Una nueva inspiración hace posibleun cambio interior, es decir, una transformación dela estructura atómica.

EL SENTIMIENTO FUNDAMENTAL El serhumano busca la Luz en el exterior de sí mismo,allí donde no puede encontrarla: mientras que laluz artificial del mundo le ciega, la verdadera Luzvibra en cada uno de sus átomos. «El reino deDios está más próximo que los pies y las manos».La sensación básica de un buscador es una conti-nua falta de Espíritu y conocimiento de Espíritu.Por lo que, a menudo, se siente inquieto, incansa-ble, siempre impulsado hacia delante para ir a Suencuentro. Suscita en él la inconfortable tensiónentre una existencia separada del Espíritu y el pro-pio Espíritu.Nosotros sufrimos una carencia permanente deEspíritu, de conocimiento del Espíritu; tambiénbuscamos la reunificación con Él tal como unvacío que quiere ser llenado. El Espíritu es la ple-nitud que puede llenar ese vacío. Esto supone que

en nosotros haya un vacío, una copa del Grialvacía.¿Acaso no hemos intentado, durante toda nuestravida, llenar este vacío con todo lo que podíamosasir? Por su naturaleza, el ser humano no puedevivir con ese vacío. En el curso del tiempo, se ha«enquistado» en el núcleo duro de su egocen-trismo y le parece que puede morir o asfixiarse sivive separado del Espíritu. Con el fin de liberarsede ese caparazón tiene que perforar el velo de Isis,el velo de la ilusión y de la ignorancia. Sólocuando el velo de Isis es levantado, las bodas conOsiris, el principio espiritual, pueden ser celebra-das. De la unión entre Osiris e Isis, nace el hijosolar Horus, el Cristo interior.En el templo de Sais en Egipto, se encontraba lamisteriosa estatua de Isis velada, con este texto:‘Yo soy quien era, quien es y quien será. Ningúnser humano mortal ha levantado jamás mi velo’.¿Por qué está velada Isis y sigue estándolo para lamayoría de los seres humanos?

PROFUNDIZACIÓN, PURIFICACIÓN Y CONOCIMIENO DE SÍ MISMO Porque un velosepara siempre el yo del ser humano del verdaderoconocimiento del alma. Quien desvela la imagen,muere según su antiguo estado de ser. Para poderdesvelar la imagen, son necesarios profundización,purificación y conocimiento de sí mismo. En laantigua enseñanza de sabiduría de la India, Mayaes el velo que la conciencia-yo desliza entre ella yla realidad absoluta.Para el ser humano que vive en la concienciadivina, la realidad está sin velo. Esta realidad


Para desvelar la imagen son necesarios la profundización,la purificación y el conocimiento de sí mismo

desvelada está oculta en el propio ser humano.Desde el momento en que el buscador que aspira aresolver el misterio de la existencia comienza a con-templar ‘el reino dentro de él’, desaparece todo loviejo y la ilusión de una existencia separada puedeser disuelta por la Luz, que impregna toda la vida.Tenemos todas las posibilidades para adquirir elconocimiento y comprender. Para hacerlo, senecesita un aporte de Luz salido de la dimensióndel Padre.La imagen de Isis velada es un claro símbolo quenos revela el secreto del alma original desde elmomento en que ya no somos de aquellos sobrequienes es dicho: ‘viendo no ven, y entendiendono entienden’.La conciencia orientada hacia la materia no esapta para descubrir el secreto detrás del velo. Pero,para el ser humano que aspira a la solución delenigma de la Isis velada, el velo será levantado.Quien solamente levanta el velo, para ver quiénestá detrás de él, muere. Pero quien levanta el velopara transcender la conciencia del ego, se colocafrente al Espíritu divino.Desde entonces, su existencia de ser humano sepa-rado, individual, ya no existe. Él mira en los ojosmuertos de la imagen y reconoce en él mismo elalma original, que vive sin velos y suspira con laesperanza de unirse con Osiris, el Espíritu. El veloha caído, pues la clave del misterio de la Isisvelada, está en nosotros mismos.Sólo el alma original puede desvelar a Isis, puesella es la propia Isis. Así comprendemos el textoque figura bajo su imagen: ‘El fruto que he engen-drado es el Sol’.

La Luz divina en el ser humano ignora el mundo dela ilusión. ¿Sentimos el sufrimiento debido a lainvasión de la luz artificial, la luz de la codicia ennuestro corazón? La serpiente del deseo es unacorriente de energía muy real en el sistema vital delser humano. Ésta mantiene el conflicto entre lacabeza y el corazón. La cabeza y el corazón no pue-den unirse, Isis no puede ser desvelada y las bodascon Osiris sólo pueden ser festejadas a partir delmomento en que la serpiente del deseo en el serhumano, el antiguo fuego de la serpiente, es apa-gada. Sólo entonces la Luz –la radiación del Espírituuniversal, original, que abarca todo– circula a travésel sistema vital como un nuevo círculo unificador.La eternidad nace en el tiempo cuando la serpientese muerde la cola. El Cristo interior, el Sol espiri-tual, nace en nuestro corazón. La Luz intemporalaparta los velos de un astral impuro. Las motiva-ciones obscuras en la base de nuestra existenciason desenmascaradas. La Luz liberada barre lastinieblas. Henos aquí, de nuevo, revestidos con elvestido luminoso. µ

el mundo es semejante a una foto sobreexpuesta 13

«Que vuestra Luz luzca así ante los seres humanos». Estafrase tan conocida, en lugar de percibirla en la actualidad,el ser humano tiene tendencia a situarla en un lejanopasado.‘Que vuestra Luz luzca’. ¡Esto es inconcebible para nuestrocuerpo! El núcleo de Luz en nuestro corazón despiertael recuerdo de nuestro ideal espiritual, nuestra misión devida. Nos volvemos conscientes de que nos es imposiblerenegar de nuestro origen. Se nos pide que lo demostremos con palabras y actos, o más bien con actosy palabras. ‘Dichosos quienes escuchan la palabra de Dios,quienes la guardan y la ponen en práctica’.

«Dios es Luz», dicen los textos anti-guos más sagrados y la luz del Solda a los seres humanos un signo

visible de ello. Pero no podemos ver esta Luz,mientras que no se despliega en el espectro de loscolores del arco iris.Desde un punto de vista elevado, por ejemplo,desde un avión o la cumbre de una montaña, con-templamos este efecto óptico del espectro de colo-res en forma de anillo, del que nosotros seríamosel centro, reflejándose en una bruma nebulosa,siempre que, evidentemente, el Sol alumbre detrásde nosotros.La percepción de nuestra sombra, en medio de estaaura coloreada de la bruma, quizá nos lleve a pen-sar que lo divino, como un puente o una puerta, nosrevela algo, que nos rodea siempre.Se asciende, quizá perdido en la niebla, hasta unacresta y cuando, del lado del Sol, la bruma se eleva,en el lado opuesto aparece ese misterioso efecto deanillo coloreado. Esta forma permanece; les siguepaso a paso hasta que las nubes se disipan y venmás claramente el camino ante ustedes. Este fenómeno que se nos presentó como un guar-dián en la niebla, parecía señalar algo. Una antiguadenominación de ese halo es “el echarpe Iris”.

ALIANZA ETERNA Otra forma de este efectoprismático maravilla al observador si se producesobre el agua y una de las extremidades del arcoiris toca la superficie del agua cerca de él. El arcoentonces no parece plano sino redondo, como untubo o una columna que se eleva por encima delas aguas. Y cuando el Sol está todavía más bajo,

vemos entonces una columna casi vertical quepresenta todos los colores del espectro… miste-rioso y sobrenatural, la columna de luz parecerozar la Tierra.Ya es sabido que un arco iris no es una realidadfísica, sino un efecto óptico que aparece al ojohumano sensible al color. Uno no puede acercarsea un arco iris realmente. Y a pesar de que noposee una realidad física, tiene un efecto gran-dioso, gratificante sobre la psique humana.Muchos autores y poetas ya lo expresaron. Desdetiempos inmemoriales el arco iris es símbolo de laesperanza.Así se expresa en el libro de la Génesis (Gén. 9, 14-16):Dios dijo a Noé: «Cuando Yo cubra el cielo denubes, mi arco aparecerá en ellas».Gén. 16: «El arco estará en la nube y yo lo mirarépara acordarme de la alianza perpetua entre Diosy todas las almas vivas…»Gén. 17: Y Dios declaró: «Tal es la señal de laalianza que he establecido entre Yo y todo lo queestá vivo sobre la Tierra».La luz es muy visible para nuestros ojos pero noconscientemente. El cerebro reconoce la luz ya seapor el quebrantamiento prismático de la luz, yasea por su reflejo sobre un objeto. Para aparecér-senos, ella tiene necesidad, según parece, de refle-jarse sobre algo. La luz se refleja sobre unamateria más sólida y es así como somos conscien-tes tanto de la materia como de la luz… pero tam-bién de nosotros mismos, porque existimos bajoestos dos aspectos.Cuando un gnóstico afirma: «Dios es Luz», no


la luz en los colores del arco irisEl agua que capta la luz del Sol revela el arco iris. La Luz que refleja el arco irises una vida séptuple en potencia. Siete colores mágicos para una construcción,por una liberación.

habla directamente de la luz del Sol. Tampocoalude a la luz de la consciencia. La Luz divina esde un nivel vibratorio mucho más elevado, unnivel que supera con mucho nuestra consciencia.Esta Luz divina no encuentra ningún medio dereflejarse directamente en nosotros, porque sim-plemente no hay nada que pueda reflejar esta luz;por este hecho, no podemos percibirla.

EL SECRETO DEL ARCA ¿Qué significa la histo-ria de Noé a quien Dios erigió esta señal divina, sino la percibimos? Noé es el constructor del arcadel «lugar protegido» o de la «Escuela de Miste-rio» que, tras una travesía de siete meses, o des-pués de siete fases, llega al monte sagrado Ararat,el campo divino.En ese relato, vemos a Noé proseguir su viajehasta el momento en el que una paloma, símbolodel Espíritu Santo, le enseña que ha alcanzado la

«tierra firme» de la vida nueva. Noé representa elser que refleja la Luz divina, el que ve el arco iris.Este Hombre-Noé es el responsable de un grupode almas a él confiadas, a las que debe salvar yproteger en el arca que él mismo ha construido. Esél quien refleja el arco iris y ha caminado por elsilencio sereno.¿Pero, entonces, sobre qué se refleja esta luz?Únicamente el núcleo del microcosmos, en tantoque espejo, puede recibir esta luz en primera ins-tancia; y esto se produce cuando la persona encar-nada en el microcosmos tiene la capacidad y es losuficientemente silenciosa interiormente para oírsu voz.La blanca y pura luz suprema encuentra, en esesilencio, el justo terreno nutricio. Y Noé debetrabajar constantemente en ese campo; dicho deotra manera, la persona tocada e inspirada poresta luz aún no plenamente manifestada, debe


Imagen de la página 15: En los relatos hasídicos, compilados por

Martín Buber, caballo y carro representan un papel impor-

tante: Forman el misterioso vehículo con el que el maestro se

mueve tanto entre diferentes dimensiones, como también en

el plano físico. Ilustración H.Werkman

esforzarse por vivir cada vez más de esta luz.Pues la vida emana de la luz y si somos ilumina-dos por una luz nueva, ésta nos ofrecerá una vidanueva y un mundo nuevo.En ese proceso de renovación de la vida, represen-tado por la construcción del arca, la luz blanca sedivisa sistemáticamente en siete rayos benéficos, ensiete colores mágicos. Y esta división espectralexpresa simbólicamente las siete etapas del procesode la transfiguración. Así Noé edifica su arca segúnlas directrices de la Luz que le ha tocado, y él debenavegar siete meses para alcanzar el objetivo.Como en el proceso de la transfiguración, la luzinalcanzable se divisa en siete colores reconoci-bles, en el curso de un proceso concreto de renaci-miento. No se trata aquí de los colores quepercibimos, sino de los de un espectro de una rea-lidad totalmente diferente. Estos siete rayos de luzregeneradora, este Espíritu Santo Séptuplo queespecifica la luz omnipresente, puede actuar encada uno de nosotros.

EL NUEVO ARCO IRIS Se trata primero del colorrojo claro del primer y sutil contacto del corazónmicrocósmico de la personalidad, color que se unea la sangre, expandiéndose en él. Tras lo cual apa-rece el color naranja de una nueva calidad de luz,una alegría nueva atraviesa todo el ser en quiencomienza a circular el divino «prana» por elfluido nervioso.Este nuevo «prana» llegado al ser se manifiestaen forma de un radiante color amarillo, el de lanueva consciencia, del nuevo poder mental, quenos permite realizar todo recibiendo directa-

mente las inspiraciones del Espíritu.Sobre la base de esta profunda comprensión, unnuevo estado se desarrolla a través de todo el sis-tema vital: el color verde de una fe desconocidahasta entonces. A partir de tal gracia, experimen-tada incesantemente, se despierta una gran espe-ranza fundada en la Verdad.Esta fe y esta esperanza unen al ser humano alcolor azul radiante de una nueva perspectiva cadavez más clara. Pues el azul representa también unsistema sensorial renovado.A lo largo de ese proceso, una energía dinámicanos guía precediendo la aparición de un campo defuerza de color índigo. Y toda el arca, el grupo,resplandece en un campo de fuerza de coloríndigo.En el curso de esta maravillosa transformación delalma y del espíritu, aparece poco a poco la supremaforma etérica violeta, el real manto violeta acom-pañado de la corona de oro puro, gracias a loscuales el alumno se alza en el campo de radiaciónde la liberación.Este séptuplo misterio de la Luz es el de la per-fecta liberación y si ese misterio se realiza com-pletamente en un ser humano o grupo, un arco irisnuevo se despliega en ellos. Este arco será la señalviva de que una unión eterna se ha establecidoentre su nueva alma viva y Dios.El arco iris es un fenómeno natural misterioso queno deja de maravillarnos: un efecto óptico sor-prendente, que suscita en nosotros un estado dealma propicio para la meditación. Muchos lo con-sideran también como una señal divina, el umbralde un mundo totalmente diferente. µ

la luz en los colores del arco iris 17

La Luz incognoscible se divide en siete colorescognoscibles que provienen de un espectro de unarealidad totalmente diferente

Una biblioteca es como una memoria. Lasbibliotecas nos permiten guardar elrecuerdo de la cultura y de la sociedad

de la que hemos salido. Pero son mucho más queuna simple llamada al pasado: el mantenimientocon vida de ese pasado nos permite saber quiénessomos. Nuestras identidades personales reposansobre el recuerdo de nuestra vida pasada hasta talpunto que la pérdida de memoria equivale literal-mente a la pérdida de nuestra identidad; incluso,nuestra identidad colectiva está fundada sobrelos recuerdos. Éstos nos revelan la manera en laque hemos evolucionado hasta ser tal como somosy nuestro itinerario hasta el lugar donde nosencontramos.Es sobre tal base –la de una sólida idea de nuestraidentidad y de su fundamento– que estamos capa-citados, en tanto que individuos y sociedades, paratomar decisiones razonables, con los ojos vueltoshacia el futuro. El interés de las bibliotecas eseminente desde el punto de vista de la cultura, dela sociedad e incluso de la política.Con esta perspectiva, la Bibliotheca PhilosophicaHermetica cumple una función particularmentenotable de la que podemos estar orgullosos: la deuna colección única y específica que saca a luznuestro pasado colectivo, el cual amenazaba ade-más, todavía muy recientemente, con caer en elolvido. Así, por ejemplo, pocos son capaces deaprender la noción «filosofía hermética» -«¿Quizáquiso decir «filosofía hermenéutica?» Han seña-lado a menudo colegas bien intencionados. Losmedios asocian claramente términos tales como«rosacruz» o «teosofía» a fenómenos marginales,

sectarios o sospechosos. Si bien las novelas poli-ciales esotéricas, tales como los bestsellers de DanBrown, los utilizan ventajosamente, la gente seriano utiliza esos conceptos. Y el público comúnignora incluso la orientación, el ámbito de conoci-miento de una biblioteca como la Bibliotheca Phi-losophica Hermetica. A decir verdad, estaignorancia es sintomática de la extrema pérdida dememoria colectiva de los propios fundamentos denuestra cultura y de nuestra sociedad, y esto,desde el siglo XVIII.Pero esta visión está pasando positivamente demoda, y además de forma muy rápida, pues feliz-mente, desde hace algunos decenios, especialistasacadémicos de humanidades se esfuerzan en corre-gir esta amnesia ampliamente expandida. Se tratade unas investigaciones que superan las fronterasque se han fijado a las disciplinas más conocidas.Estas investigaciones tienen lugar en el marco delestudio de las religiones, de la filosofía, de lasciencias y de las artes, que deben ser ahora con-templadas en sus lazos recíprocos si se quierehacer justicia al papel esencial de la filosofía her-mética y a los movimientos emparentados con lacultura occidental.


per aspera ad fontes«Desde hace años, los campos especializados que la Biblioteca Philosofica Hermetica aglutinaya no son considerados marginales. Muy por el contrario se encuentran en el centro, en lavanguardia, de cierto número de desarrollos de los más apasionantes y renovadores quese efectúan en este momento en el marco de la investigación internacional de las cienciasde humanidades».Así es como lo formula igualmente W. Hanegraaff, Catedrático de Historia de la Filosofía Hermética, durante su alocución con ocasión de la reapertura dela biblioteca, el 16 de diciembre de 2011.

Wouter J. Hanegraaff

Panel de entrada de la exposición 'El fuego infinito' en la

Bibliotheca Hermetica Philosophica. Se trata de una

reproducción extraída de la edición de las obras de Jakob

Böhme, por William Law. Ese diagrama en color de

Dionysos Andreas Freher (1649-1728) simboliza la relación

entre Dios, el cosmos y el ser humano o Macrocosmos,

cosmos y microcosmos - el ser humano como pequeño

mundo.

per aspera ad fontes 19

REVISAR LOS FUNDAMENTOS DENUESTRA IDENTIDAD MODERNA

UNA LENTA REVOLUCIÓN Los resultados dela investigación científica fundamental se introdu-cen muy lentamente en la consciencia de unasociedad más amplia, pero los que están alcorriente de esta evolución saben que actualmentese produce un fenómeno semejante a una lentarevolución internacional. Tal revolución acabarápor tener consecuencias a largo término sobrenuestra visión de la gran historia de la modernidad–o tradición de la civilización occidental– y porconsiguiente sobre nuestra propia identidad cultu-ral y social.¿Cuál es el interés del hermetismo? ¿Y cuál eshoy la importancia del hermetismo? Veamos paracomenzar el ejemplo de una persona, a primeravista, menos incuestionable: George Sarton1. Estequímico e historiador de origen belga, a menudocalificado de «padre de la historia de las ciencias»,fundó, en 1912, la revista Isis. Publicada hastanuestros días por la History of Science Society, esla revista de referencia de los especialistas actua-

les sobre el tema: Isis es para la historiografía loque la revista Nature para las ciencias naturales.Representante típico de las ciencias llamadas posi-tivas, Sarton consideraba los temas tales como laastrología, la alquimia y la magia naturalis (magianatural) como «pseudociencias» perniciosas: sibien, sólo por la lucha contra estas supersticiones,y la separación de estas supersticiones, la verda-dera ciencia pudo desarrollarse en el siglo XVII.Sarton describe la revolución científica en térmi-nos enfáticos tales como «una luz creciente devo-radora de tinieblas». Por tinieblas, él entiende:superstición y magia. «La ciencia es esencial-mente progresista, mientras que la magia es funda-mentalmente conservadora», escribió. «Ningúncompromiso es posible entre ellas; no pueden con-certarse: para mí, una avanza y la otra retrocede»2.Este modo de verlo ha permanecido entre el granpúblico y el mundo académico. No hace tantotiempo, oí decir a un eminente físico neerlandés,con total ingenuidad, que Isaac Newton habíadebido sufrir temporalmente de alienación mentalcuando se entregó a la alquimia. Esta alienaciónmental debería haber durado sin duda muchotiempo si se piensa que Newton dejó másmanuscritos sobre la alquimia que sobre la físicay la óptica y que le dedicó más de un millón depalabras.Sarton cometió, de entrada, un error fatal contrarioa la deontología científica: juzga ex cathedra, sinhaber profundizado, en tanto que historiador, en lahistoria de la «magia» que aborrecía muy particu-larmente. Él lo decía de forma explícita: «El histo-riador de las ciencias no puede dedicar mucha


Wouter Hanegraaff y Esther Oosterwijk, directora

de la BPH, en la apertura de la Conferencia.

atención al estudio de las supersticiones y de lamagia, es decir del desatino… La locura humanano engendra ningún progreso y, al carecer de cam-bio y de límites, su estudio es una empresa deses-perada»3.La concepción del historiador americano LynnThorndike, contemporáneo de Sarton, es total-mente diferente: primero comenzar por la investi-gación y después sacar las conclusiones. LynnThorndike pasó su vida investigando en archivosconcretos, de forma muy extensa e increíblementeminuciosa sobre estos temas. De 1923 a 1958,publicó una obra de referencia en ocho tomos4 apartir de la cual muestra irrefutablemente que loslímites entre «magia» y «ciencia», al menos hastael siglo XVIII, eran tan fluctuantes que una víaúnica habría podido englobarlas. Pensaba que sólola profundización en temas tales como magia,astrología y alquimia podía permitir una historiade la ciencia. Además, el mismo Thorndike seencontraba por otra parte aún en la mentalidadpositivista, sin embargo, su obra deja la puertaabierta a concepciones muy diferentes y correcto-ras y que muestran hasta qué punto la historia dela ciencia se entrelaza con temas herméticos.

TRADICIÓN HERMÉTICA En el marco de estadisciplina (la rama de la historia de la ciencia), laoposición entre Sarton y Thorndike se inclina, sinninguna duda, en favor de Thorndike. Bajo lainfluencia de la pionera inglesa Frances Yates,especialmente desde los años 60 del último siglo,son cada vez más los historiadores que se sumer-gen en la «tradición hermética»5 y comienzan a

interesarse sobre todo en el papel de la alquimia y–naturalmente– en la obra de Isaac Newton. ¡Yesto no sin combate! En los años 70, ante unamplio público, el famoso historiador de las cien-cias, Richard Westfall, especialista y autor de laextraordinaria y atrayente historia de la vida deNewton6, presentó su tesis basada en sus investi-gaciones de los numerosos manuscritos alquími-cos de Newton. La historiadora Margaret Jacobque asistía a esta presentación recuerda ‘los suspi-ros audibles y el cúmulo de preguntas hostiles’,preguntas a las que Westfall, exasperado, respon-dió: «¡Pero no he sido yo quien he escrito estosmanuscritos!» u otras palabras del mismo género7.Era Newton, uno de los más grandes genios de lahistoria, quien los había redactado. ¡No obstante,la visión de estos documentos incomodó muchí-simo a los colegas del historiador Westfall, con-vencidos de saber más que el propio gran hombre!Afortunadamente, la ciencia procura que los argu-mentos racionales de los especialistas y las demos-traciones empíricas acaben casi siempre por vencerlos prejuicios. Las fuentes no mienten. De hecho, nosólo los historiadores actuales de las ciencias dereferencia saben que Newton se ocupaba intensiva-mente de la alquimia, sino que quedó claro que lasexcelentes razones que motivaron su interés depen-dían del contexto científico de su época. Así, no per-demos de vista las dimensiones fundamentales de lahistoria de las ciencias que ignoraban las generacio-nes precedentes. De hecho, Newton sería sólo laimpresionante parte visible de un iceberg inmenso.El principal pionero de la química, Robert Boyle,tampoco, dio la espalda a la alquimia en el curso


Las bibliotecas son para las ciencias humanas lo quelos aceleradores de partículas son para los físicos


de su carrera, como se creyó desde hacía muchotiempo. Muy al contrario, a medida que avanzabasu saber y su edad, su interés por la alquimia cre-ció8. Esto no correspondía en absoluto con la ima-gen, tanto tiempo cuidadosamente cultivada, deBoyle y del progreso científico, pero este hechoresalta innegablemente las propias fuentes. Al res-pecto, Newton y Boyle no fueron excepciones,sino representantes auténticos de su tiempo: en laépoca de la revolución científica, y aún antes, elestudio de la alquimia formaba realmente parteintegrante de la «ciencia normal».

ESENCIAL Y PERFECTAMENTE NORMAL Laevolución ha sido rápida. Diez años después, larevista que marcaba la tónica «Current Biblio-graphy of the History of Science» (Bibliografíaactual de la historia de las ciencias), publicadaanualmente por Isis, contenía todavía (siempreintroducida por Sarton) una sección especializadatitulada «Pseudociencia». Pero en menos de diezaños, en 2002, la redacción decidió que tal defini-ción ya no era compatible con la evolución de lainvestigación científica. Así pues, la bibliografíafue modificada, adaptada: ella comprende en losucesivo las rúbricas «Ciencias ocultas y Magia»,«Astrología» y «Alquimia», sin calificativospeyorativos.Este ejemplo nos lleva a tres conclusiones. En pri-mer lugar: temas tan «poco científicos» –según losprofanos– son considerados en lo sucesivo por losespecialistas como temas importantes y completa-mente normales de investigación. En segundolugar: el estudio preciso de las fuentes en estos

campos ha dado nacimiento a nociones nuevassobre la base de las ciencias fundamentales, y porconsiguiente de nuestra cultura y de nuestra socie-dad moderna. En tercer lugar: esta revolución, queno tiene más que algunas décadas, está en plenaacción. Esto significa que los temas tan específi-cos que la Bibliotheca Philosophica Hermeticapresenta no le confieren ya el estado marginal quetuvo en el pasado. Por el contrario, la BibliothecaPhilosophica Hermetica se sitúa exactamente enel centro –e incluso en la vanguardia– de un grannúmero de apasionantes desarrollos en los camposde la investigación internacional de las cienciashumanas actuales.He tomado aquí como ejemplo la historia de lasciencias exactas y naturales, pero un desarrollosimilar se produjo en todas las disciplinas de las«humanidades», tanto en el período moderno con-temporáneo como en todos los períodos anteriores. Comenzamos a ser claramente conscientes de quelos «grandes informes» de la historiografía tradi-cional han sido demasiado selectivos, demasiadoreductores, para determinar, sobre la base de unaideología preconcebida, lo que debe, o no, serobjeto de investigaciones serias. Piense sólo en unfilósofo como Marsilio Ficino, el primer traductordel Corpus Hermeticum y de los diálogos íntegrosde Platón (El busto de Marsilio Ficino se encuen-tra, por derecho propio, en la biblioteca). ¡Sin suobra, el platonismo en el que se ha basado elRenacimiento italiano, desde el arte y la literaturahasta la filosofía y la religión, sería impensable! Y,sin embargo, Ficino sólo aparece en la historia tra-dicional de la filosofía como una nota al margen:

Como siempre, comenzamos a concebir claramenteque los «grandes actos» de la historiografía tradicionalse han vuelto demasiado selectivos

él se había ‘desviado demasiado’ de lo que eraconsiderado como la «verdadera filosofía» a partirde Descartes. Después de sólo algunas décadas,Marsilio Ficino y sus numerosos partidarioscomienzan a ser tomados en serio. Aunque haybastantes historiadores de la filosofía que se opo-nen todavía a esta tendencia, es en esta disciplinadonde surgen nuevas y profundas concepcionessobre la estructura de la historia de la filosofía enparticular y su relación con las disciplinas cerca-nas tales como la teología y las ciencias naturales.En cuanto a Giordano Bruno, uno de los primerosdefensores de la visión copernicana del mundo yde lo infinito del universo, fue quemado vivo enRoma como hereje en 1600 y hoy es reconocidocomo uno de los pensadores más originales de sutiempo. Como todos los pensadores, pequeños ograndes, cuyas obras han sido reunidas en laBibliotheca Philosophica Hermetica, GiordanoBruno es inclasificable en los límites de una sola yúnica disciplina. Sólo puede comprenderlo unainteligencia abierta por igual a todas las dimensio-nes de su obra: religiosa, filosófica, científica, quesobresale incluso en las bellas artes.

SORPENDER AL MUNDO Encontramos unnúmero sin par de ejemplos del mismo tipo, nosólo con relación al período inmediatamente ante-rior (periodo moderno temprano), sobre el que laBibliotheca Philosophica Hermetica se ha espe-cializado, sino también sobre el período que seextiende desde el siglo XIX hasta nuestros días. Elefecto acumulativo de la nueva investigación en elcampo de la «Filosofía hermética y los movimien-

tos emparentados» dibuja el bosquejo de unanueva imagen de la historia y de la cultura de laque todos hemos surgido. Tal como he subrayadoen la introducción de mi conferencia, esto signi-fica que debemos corregir con inteligencia losfundamentos de nuestra identidad actual.

Para las ciencias naturales, las bibliotecas son loque los aceleradores de partículas son para losfísicos. Las revoluciones en el dominio de la físicade las ciencias naturales han cambiado el mundo.Su origen resulta de los trabajos difíciles, pacien-tes y a menudo extremadamente técnicos de losinvestigadores de bata blanca que observan, midencon precisión y se entregan a cálculos que sólootros especialistas se hallan en situación de com-prender. En el campo de las ciencias humanas,esto no es diferente. Los nuevos conceptos quesorprenden al mundo casi siempre provienen delos trabajos de especialistas concienzudos ocupa-dos en investigaciones extremadamente minucio-sas sobre las fuentes manuscritas o impresas (elequivalente, para las ciencias humanas, de lainvestigación de las partículas fundamentales). Asíse explica justamente la divisa de la BibliothecaPhilosophica Hermetica: vuelta a los orígenes.La frase histórica: «Der liebe Gott lebt im Detail»(El amado Dios vive en el detalle) puede aplicarseperfectamente aquí. Hace una decena de años, enesta misma biblioteca, yo mismo he investigadosobre el filósofo hermético indudablemente olvi-dado, Ludovico Lazzarelli que vivió en la segundamitad del siglo XV. Eruditos célebres como PaulOscar Kristeller, Daniel PL Walker y Moshe Idel,



se han ‘comido el coco’ para llegar a comprendersu tan misteriosa obra principal: Crater Hermetis(el Cráter de Hermes), una obra difícil de com-prender para quien jamás ha sentido inclinaciónpor este tipo de obra. La llave de ello reside enalgunas palabras latinas. Si se aborda por el propiocorazón de su argumentación, Lazzarelli no haceotra cosa que citar un pasaje célebre (¡Y cuántemido!) del Asclepio del Corpus Hermeticum,que en la época había inquietado mucho a Agus-tín, padre de la Iglesia. Lazzarelli, a primera vista,ha aportado algunas ligeras modificaciones.Pero cuando se examina seriamente, y más decerca, esas variantes y se busca las razones deello, en cierto momento, a los ojos del buscadordesaparecen todos los velos, y la naturaleza realdel trabajo de Lazzarelli aparece finalmente, claracomo el día9. En el marco de esta corta conferen-cia, me es imposible dar detalles de ello; no obs-tante, las aplicaciones de este descubrimiento vanmucho más allá del propio Lazzarelli. Nos fuerzana recordar la imagen viva que nos da el herme-tismo del Renacimiento10. Nos ofrecen, por ejem-plo, una perspectiva completamente nueva de unode los autores herméticos más influyentes delRenacimiento, Cornelio Agrippa, cuya obra y lapersona nos reenvían al Fausto de Goethe11. Estecambio radical de la representación que nosotroshacemos del Hermetismo del Renacimiento nosenvía a su vez a aplicaciones importantes porcuestiones de orden general tales como la de losorígenes de la modernidad.En el marco de una investigación exigente, es amenudo necesario estudiar simultáneamente, en

sus relaciones mutuas, un gran número de fuentespertinentes. Y esto sólo es posible en bibliotecascomo la Bibliotheca Philosophica Hermetica cuyaconcepción es intentar reagrupar en un mismolugar los documentos originales y combinarloscon toda la literatura especializada que se rela-ciona con ellos.Hace algunos años, me encontraba en la sala deestudio de la biblioteca con el fin de comparar lossentidos dados de un término a partir del mayornúmero posible de traducciones y de ediciones delos siglos XV y XVI del Corpus Hermeticum. Esetipo de investigación sólo era posible aquí, enÁmsterdam, en ese lugar único en el mundo,donde están reunidas todas las fuentes y las dife-rentes ediciones, de forma que se pueden estudiarcolocadas las unas junto a las otras en vuestramesa.

ENOJOSO Y ÁRIDO Este tipo de estudio técnicodetallado puede parecer enojoso y árido (similar altrabajo de los científicos de bata blanca alrededorde un acelerador de partículas). Pero este es elprogreso necesario y fundamental que permitirállegar a conclusiones pertinentes de un fuerteimpacto. Todas las revoluciones científicas nota-bles comienzan así: un investigador en una biblio-teca o en un laboratorio, absorto en detallesincomprendidos en los que ninguna persona, salvoél, tiene interés y cuya importancia otros no reco-nocen. Descubre finalmente que su exploracióncon vista a un esclarecimiento conduce a nuevasideas, inconcebibles para él anteriormente. Es asícomo la ciencia progresa, como lo han recordado

Wouter J. Hanegraaff, Catedrático de Filosofía Hermética y corrientes emparentadas de la Universidadde Ámsterdam, es el autor de 'New Age Religion andWestern Culture' (1996) y de 'Ludovico Lazarelli' 1447-1500 (con R.M. Bouthoorn, 2005).También es el redactordel Diccionario de la Gnosis y del Esoterismo Occidental(2005).

Robert Dijkraaf y otros en el pasado. ¡Es la razónpor la que la obsesión actual de la «valorización»de la investigación fundamental no conduce anada: la ventaja, la utilidad de la investigación noaparece a menudo sino después de la propiainvestigación!Desde hace numerosos años, Holanda es envidiadacomo consecuencia de la presencia en Ámsterdamde la más completa de las colecciones sobre la his-toria de la filosofía hermética y de los movimien-tos emparentados, asociados a una cátedraespecializada y a un grupo de investigadores enese mismo campo. Tal asociación, en una mismaciudad, no existe en ninguna parte en el mundo, niincluso nada parecido. En el transcurso de estosaños, numerosos especialistas han descubierto elcamino de la sala de estudio de la Bibliotheca Phi-losophica Hermetica; y todos los años recibe car-tas de estudiantes extranjeros, informados de estabiblioteca y de nuestro programa de enseñanza dela Universidad de Ámsterdam, deseosos de venir aestudiar aquí.Por ello, desde principios del último año, me hanllegado un impresionante número de mensajes ymisivas que mostraron incomprensión absoluta,consternación y pavor en relación con el cierre

inminente e inesperado de esta biblioteca, y de ladispersión de sus colecciones en dos localidades.Los estudiantes extranjeros y holandeses que sehabían inscrito en Ámsterdam se han encontradobruscamente sin techo, sin hablar de mis colegasdel grupo de la cátedra y de mí mismo. Los estu-diantes que normalmente hubieran venido a Áms-terdam decidieron inscribirse en otro lugar. El año2011 ha sido vivido como una pesadilla, pensandoen la desaparición que parecía inevitable de laBibliotheca Philosophica Hermetica. En esemomento, no se contemplaba una salida tan favo-rable para este asunto. Es verdad que la Bibliotecahabía sufrido rudos golpes. Pienso al respecto enel despido de los bibliotecarios ‘por encima detodo elogio’, que tan bien conocían la colección ytanto la amaban, –eran el «alma» de la biblioteca–en el alejamiento de numerosos incunables ymanuscritos de extremo valor; a la dispersiónincomprensible y perjudicial de obras de granvalor: una parte de la colección se encuentra ahoraen La Haya y el resto en Ámsterdam.Pero hoy, nos encontramos aquí de nuevo, contratoda esperanza, en la calle Bloemstraat, rodeadosde libros, con el fin de celebrar el fin de los sufri-mientos de la Bibliotheca Philosophica Hermetica


Apariencia de la sala de exposición durante la apertura

«llegada a la fuente a través de las pruebas». ¡Pornecesidad y por fuerza, el camino que conduce alas fuentes ha sido reabierto!

MIRADA SOBRE EL FUTURO He comenzado minarración comparando la biblioteca a una memo-ria, donde nuestro pasado colectivo es almace-nado. Para acabar, me gustaría hacer una vistaprevia al futuro. Espero haber podido aclarar quela Bibliotheca Philosophica Hermetica representaen sí un fenómeno único, pero de ninguna maneraaislado. Su papel en el seno del desarrollo innova-dor de la investigación académica internacional esmuy particular, como ocurre, por otra parte, enmúltiples lugares del mundo. ¡En efecto, feliz-mente, se encuentran numerosos textos originales

herméticos en otras bibliotecas del mundo! Pero,comparado con otras colecciones, lo extraordina-rio de esta colección, es su especificidad, es elconcepto de almacenamiento coherente. El mismoconcepto coherente es idéntico al de quien fundóla Cátedra de la Universidad de Ámsterdam. Deello resulta una verdadera colaboración entre esasdos instituciones: 1 más 1 = ¡3! ¡La clave delfuturo se encuentra en la evolución futura, con laconstrucción de una «Ámsterdam hermética», si seme permite calificarlo de forma sencilla! Puntocrucial de una red internacional abierta y dinámicade especialistas que tienen a su disposición elmáximo de medios técnicos disponibles delmomento. El tiempo de las instituciones aisladasque tienen todo a mano ha pasado. Y una biblio-teca ya no es solamente una construcción donde seentra por la mañana por la puerta grande para salirdespués de un tiempo prolongado: una bibliotecadebe ser un lugar de encuentro, un centro diná-mico de colaboración y de intercambios, paratodos, con el mundo entero. De ahí la elección dela nueva divisa: «Hermetish Open» (Aperturasobre el Hermetismo).En resumen, al comienzo de una nueva fase de suexistencia, la Bibliotheca Philosophica Hermeticase ve confrontada con nuevos desafíos. Segura-mente, esto no será fácil pues ella ha atravesadorudas pruebas y su reconstrucción casi debe empe-zar desde la base. Pero, como podemos observarpor la exposición que comienza hoy: el fuego ardetodavía y no dejará de hacerlo. Por suerte, la filo-sofía hermética tiene experiencia en este tipo deprocesos: «la filosofía en la prueba del fuego». La


La Bibliotheca Philosophica Hermetica es una biblioteca privada,única en su género. Posee una colección de aproximada-mente 21000 documentos esenciales –libros y manuscritos–por lo general poco frecuentes que tratan de filosofía y de los cuales un gran número son originales de una granrareza. Actualmente es la colección más importante en elcampo de la filosofía cristiana hermética y esotérica.Un tercio de esta colección, comprada por el EstadoHolandés, ha obtenido el estado «de patrimonio culturalnacional».

Entre las obras excepcionales y más importantes de esta

colección figuran un ejemplar del Corpus Hermeticum

fechado en 1471 y la primera edición ilustrada de 1481 de

La Divina Comedia de Dante. La Biblioteca se sitúa en el

corazón de Ámsterdam a lo largo de uno de los famosos

grachten (canales) de la ciudad antigua. La dirección es:

Bloemstraat 13-19, Ámsterdam.

transmutación alquímica es imposible sin «elnegro hermético» (según la fórmula de MargueriteYourcenar): la fase penosa conocida con el nom-bre de nigredo, donde lo que existe es dislocado yaniquilado hasta en su esencia fundamental para, apartir de allí, reestructurarse en algo mejor y másbello. En el nombre de mis colegas del Centro deHistoria de la Filosofía Hermética y de lascorrientes emparentadas de la Universidad deÁmsterdam, en el nombre de nuestros estudiantesy de los numerosos colegas que revelan esta espe-cialidad a través del mundo, quiero expresar miferviente esperanza de que esta «Obra en elnegro», la sombría fase de la destrucción y delaniquilamiento, esté ya y para siempre supeerada,y que 2012 sea el año del renacimiento, bajo unanueva forma, de la Bibliotheca Philosophica Hermetica. µ

1. George Sarton, Review of Lynn Thorndike, Isis 6.1, 1924 nº 83

(George Sarton, Análisis de Lynn Thorndike, Isis 6.1, 1924 nº 83)

2. Ídem, nº 84

3. George Sarton, Introducción a la Historia de la Ciencia, vol. 1,

Krieger, Nueva York, 197 n° 19.

4. Lynn Thorndike, Una historia de magia y ciencia Experimental,

volumen 8, Columbia State University Press, Nueva York,

1923-1958.

5. Wouter J. Hanegraaft, Esoterismo y la Academia: rechazo a su

conocimiento en la cultura occidental, Cambridge University Press,

2012, 122-334.

6. Richard S. Westfall, Nunca en reposo, Una Biografía de Isaac

Newton, Cambridge University Press, 1980.

7. Margaret Jacob, “Introducción”, de James E. Force & Sarah

Hutton, ed., Newtonismo: Nuevos Estudios, Kluwer :

Dordrecht/Boston/London, 2004, X

8. Lawrence M. Principe, El Adepto Aspirante: Robert Boyle y su

búsqueda alquímica. Incluyendo Boyle “El Último” Diálogo de la

Transmutación de los Metales, Princeton University Press, 1998.

9. Wouter J. Hanegraaff & Ruud M. Bouthoorn, Ladovico Lazzarelli

(1447-1500): The Hermetic Writings and Related documents, Medieval

& Renaissance texts and Studies, 2005. (Escritos herméticos y

documentos relacionados, Textos y Estudios Medievales y del

Renacimiento, 2005)

10. Brian P. Copenjaver, “A grand End for a Grand narrative

Lodovico Lazzarelli, Giovani Mercurio da Corregio and Renaissance

Hermetica,” Magic Ritual & Witchcraft, 4.2, 2009, 207-223. (“Un

magnífico final para una magnífica narrativa de Lodovico

Lazzarelli, Giovanni Mercurio da Correggio y Renacimiento

Hermético”, Magia Ritual & Brujería)

11. Hanegraaf, “Better than Magic”: Cornelius Agrippa and

Lazzarellian Hermetism, Magic Ritual & Witchcraft, 4.1, 2009, 1-25.

(Hanegraaf, “Mejor que Magia”: Cornelius Agrippa y Hermetismo

Lazzarelliano, Magia Ritual & Brujería).



«Soy de la opinión de que la primera sus-tancia física que algunos llaman ‘uncuerpo’ es de la luz. Pues, por su natura-

leza, la luz se difunde en todas las direcciones detal manera que un punto luminoso se vuelve instan-táneamente una esfera de luz, cualquiera que sea sutamaño, salvo si algo le obstruye.La expansión de tal cuerpo es una circunstanciaconcomitante necesaria a pesar de que este cuerpoasí como también la materia sean en sí mismos sus-tancias básicas, desprovistas de toda dimensión.Desde entonces, la expansión en tres dimensionesde la materia es concomitante y necesaria para laaparición de la forma corporal aunque corporacióny materia sean ambos sustancias simples, despro-vistas de toda dimensión.En un cuerpo, de sustancia básica y sin dimensiónes imposible introducir una dimensión en unamateria de propiedades idénticas, a menos que semultipliquen y difundan instantáneamente entodas las direcciones y, así, participar de la expan-sión de la materia por su propia difusión. Pues la forma del cuerpo no puede desertar delespacio, por el hecho de que es inseparable de él yla materia no podría ser privada de forma.Por consiguiente, he establecido que, por su natu-raleza, la luz posee la función de multiplicarse ellamisma y de difundirse instantáneamente en todaslas direcciones. Pues, cualquiera que sea el ejecu-tante de esta operación, la luz u otro agente, ésteactúa en virtud de su participación en la luz querevela esencialmente esta operación. Por estarazón, el cuerpo es la luz o el agente de esta ope-ración, el cual ha introducido dimensiones en el

luz de la luzRobert Grosseteste, erudito y teólogo de la Edad Media, descubrió queel espacio hipotético en el que Euclidas, 300 años a.C., representaba susnúmeros era omnipresente y multidireccional.Afirmaba que incluso erael de la propagación de la luz. Sobre luz, redactó un tratado De Luce(La Luz o el comienzo de las cosas), tratado del que citamos aquí.

luz de la luz 29

TRATADO DE LA EDAD MEDIA SOBRELA CREACIÓN DE NUESTRO MUNDO


espacio o la materia, por el hecho de que participade la luz y actúa en virtud del poder que ella leconfiere. Pero la primera forma no puede introdu-cir dimensiones en el espacio o la materia, por laactividad de una forma subsiguiente. Es la razónpor la que la luz no es una forma subsiguiente a lacorporeidad sino que es la propia corporeidad».

DE LA INFINITUD HASTA LA ESFERA Grosse-teste prosigue afirmando que «la primera formacorporal» es de esencia más noble y excelente quetodas las apariciones ulteriores. Afirma que la luzse parece de manera más íntima a las realidadesque existen fuera de la materia, a lo inmaterial.Por esto, la luz es el primer fenómeno tangible oconcreto. La luz, primera manifestación en lamateria primordial (prima materia) se multiplicapor su propia naturaleza en su infinitud, de todoslos lados, difundiéndose uniformemente en todaslas direcciones. Si la luz se multiplica indefinida-

mente, debe extenderse más allá de la finitud delespacio que, como usted lo sabe, conoce unnúmero de dimensiones limitado. Grosseteste diceentonces que la Luz, por la multiplicación infinitade sí misma, supera por todas las partes los límitesde la materia, hasta tomar, finalmente, la forma deuna esfera. Como consecuencia de esta extensión,las partes más exteriores de la materia están másextendidas y enrarecidas que las situadas en laproximidad del centro.Por ello el fenómeno que llamamos firmamento –laprimera aparición en las partes más exteriores de laesfera – es perfecta, por el hecho de que está consti-tuido por la primera materia, la primera forma.Este primer cuerpo, el firmamento, expande su luz(lumen) a partir de cada parte de él mismo hacia elcentro del universo. En efecto, como la luz (lux)es la perfección del primer cuerpo, ella irradianaturalmente y se multiplica al mismo tiempo laespiritualidad del primer cuerpo.

Raphaël Sanzio

(Urbino),

estudio para la

escultura de un

caballo,

alrededor de

1516

Así pues, del primer cuerpo luz (lumen) provienelo que es espiritual o cuerpo espiritual. Como ésteestá en movimiento, esta luz no divisa los fenóme-nos por los que pasa y así ella se dirige directa-mente desde el primer cielo hacia el centro deluniverso. Esto tiene lugar gracias a la multiplica-ción de ella misma y a su propagación infinita.Ahora, por inconmensurables fenómenos, en elmomento en que la primera esfera se ha realizadoy como no puede haber espacio vacío, nace unasegunda esfera que es perfecta y no puede ser máscomprimida. El perfeccionamiento de la segundaesfera se produce gracias a la transmisión de la luz(lumen) de la primera esfera y por el hecho de quela luz (lux), que era única en la primera esfera, seduplica en la segunda.

AMPLIFICACIÓN LIMITADA Así, prosigue Gros-seteste, por amplificación y contracción, se creandesde la tercera esfera celeste hasta la novenaesfera. Y bajo la novena esfera, la más inferior, seencuentra la masa muy compacta de donde seestructuran los cuatro elementos.Esta esfera más baja, la esfera de la Luna, producetambién ella misma luz (lumen), pero su fuerza nole permite amplificar al máximo las partes externasde esta masa. La amplificación limitada de su masa

produce el fuego, aunque éste pertenece siempre ala materia fundamental de los elementos. Como este elemento (el fuego) produce de élmismo la luz, la masa que le rodea se contrae, suspartes externas se amplían pero no tanto como elfuego; y es así como el aire apareció. Del aire sedesarrolló una forma espiritual (cuerpo espiritual oespíritu corporal). Así, tal como el fuego y el aire,aparecieron el agua y la tierra. Pero como el aguaposee una fuerza de contracción más que deexpansión, al igual que la tierra, ella adquiere lapropiedad de una masa».Y Grosseteste prosigue: «Así aparecen las treceesferas del mundo sensible. Nueve de ellas, lasesferas celestes, no están sometidas al cambio, a lageneración o al aniquilamiento porque son absolu-tamente perfectas. Las cuatro otras esferas, por elcontrario, están sometidas al cambio, a la repro-ducción y a la aniquilamiento, pues no son absolu-tamente perfectas. Es evidente que todo cuerposuperior, en razón de la luz que proviene de ella,es la forma y la perfección del cuerpo que aparecea continuación. Y al igual que el número «Uno»contiene en potencia todos los números que lesiguen, el primer cuerpo, por la multiplicación desu luz, es cada cuerpo que le sigue. La tierra secompone de todos los cuerpos superiores por el

luz de la luz 31

La luz es la forma y la perfección de todo


hecho de que todas las luces superiores se encuen-tran en ella. La tierra es el más compacto de todoslos cuerpos pues, aunque las luces superiores seencuentran en ella, su origen no se sitúa en latierra en razón de la actividad propia a ésta: noobstante, la luz (lumen) de cada esfera puede seractivada en ella.Los cuerpos intermedios tienen una doble rela-ción. Su relación con los cuerpos inferiores equi-vale al del primer cielo oculto en todas las demáscosas. Su relación con los cuerpos superiores essemejante a la de la tierra con todas las demáscosas. En cierto modo, cada cosa está relacionadacon todas los demás.

LA MULTIPLICIDAD DE LAS COSAS La forma yla perfección de todos los cuerpos es la luz, peroes en las esferas superiores donde ella es una y denaturaleza espiritual más elevada, mientras que enlos cuerpos inferiores, ella es compuesta y denaturaleza física.En efecto, aunque salidos de la misma luz, todoslos cuerpos, ya sean únicos o compuestos, no sonde la misma naturaleza. Igualmente, todos losnúmeros no son de la misma naturaleza, aunque

todos provengan de la unidad o de un númeromúltiple inferior o superior.Esta idea esclarece quizá la frase de quienes dicenque «todas las cosas sólo son una por la perfecciónde una única Luz». Y también de quienes dicen que«la multiplicidad de las cosas proviene de la multi-plicación de la luz en diferentes gradaciones».Grosseteste declara entonces que: «Dado que loscuerpos inferiores forman las partes de los cuerpossuperiores, reciben su movimiento de la mismafuerza inmaterial que mueve los cuerpos superio-res, la fuerza inmaterial de la inteligencia o delalma, que tiene sin cesar en movimiento la fuerzaprimera superior, también da a todas las fuerzascelestes inferiores el mismo movimiento ince-sante. Sin embargo, esto tiene lugar bajo ciertarelación específica. Si las esferas son inferiores,ellas reciben una energía motriz debilitada porque,cuanto más baja es la esfera, menores son lapureza y la fuerza de la primera luz que la penetra.Si bien los elementos participan en la forma delprimer cielo, la fuerza motriz del primer cielo nopuede llegar a ellos todos los días. Aunque los ele-mentos participan en la primera luz, no se encuen-tran directamente al alcance de la primera fuerza

Robert Grosseteste (1168-1253) vienede una familia campesina, pero tuvo laposibilidad de instruirse. Estudió derecho,medicina, Lengua, ciencias naturales y teología, en la Universidad de Oxford. De1215 a 1221, llevó el título hereditario deCanciller de la universidad. En 1225 fuenombrado obispo de Lincoln, posición queconservó hasta su muerte. Durante suvida se opuso a la conducta escandalosay al relajamiento de las autoridades religiosas a las que no dudaba en cesarcuando era necesario. Insistió en que losreligiosos consagrasen su tiempo a los cuidados de sus parroquianos y a los estudios. En 1245, asistió al concilio deLyon, en el curso del cual condenó alto yclaro la intolerable corrupción de los ecle-siásticos.También se opuso abiertamentea la costumbre papal de asignar a las

iglesias inglesas prelados italianos querecibían un salario en forma de tierras yque jamás ponían un pie en Inglaterra.Grosseteste profundizó en la geometría,las teorías sobre la luz y la astronomía.Tradujo al latín escritos griegos y árabes ycomentó numerosos temas científicosentre los que se encuentran los escritos deAristóteles: La teoría sobre la lógica de laAnalítica Primera y la teoría sobre lanaturaleza de la Física. En astronomía,Grosseteste afirmó que la Vía Láctea erauna conjunción de la luz proveniente deinnumerables estrellas.Hizo numerosas experiencias por mediode espejos y lentillas. Para él toda teoríadebía ser probada por medio de experi-mentaciones, al igual que toda conclusióndebía ser ampliamente verificada.En su tratado De Iride, El arco iris,

escribió: «Se muestra en esta parte de laóptica cómo los objetos lejanos parecenmuy próximos y cómo los objetos de grantalla, que se encuentran muy cerca, parecenminúsculos; y también cómo objetos depequeña talla, colocados a cierta distancia,pueden adquirir todas las dimensionesque deseemos. Así es posible leer loscaracteres más pequeños y los más increí-blemente alejados o contar los granos dearena o las pequeñas semillas».Grosseteste vio que el espacio hipotéticoen el que Euclides representaba susnúmeros, era en todas partes y en todaslas direcciones el mismo, omnipresente ymultidireccional, añadiendo que ocurríaigualmente en lo concerniente a la propa-gación de la luz. Sobre la luz, redactó untratado De Luce (La luz o el comienzo delas cosas).

animadora, porque en ellos la luz se ha debilitadoy se ha alejado puesto que no tienen ya la purezaque estaba en el primer cuerpo. Y también porquese encuentran en la densidad de la materia quecausa antagonismo y oposición. Sea como sea,algunos piensan que la esfera del fuego sigue unmovimiento rotativo diurno; ellos toman comoprueba los cometas. Dicen también que ese movi-miento influye incluso las aguas del océano y pro-voca de la misma manera su flujo y reflujo. Noobstante, todos los pensadores razonables sabenque la Tierra no conoce tal movimiento.Las esferas que siguen a la segunda esfera –que,vista desde la Tierra, es habitualmente calificadade octava– forman parte del movimiento de estasegunda esfera, por el hecho de que participan desu forma. Ese movimiento, al igual que el movi-miento diurno, es de hecho el más justo para cadauno de ellos.Pero por el hecho de que las esferas celestes sonabsolutamente perfectas y no son alcanzadas ni porel debilitamiento ni por la densificación, su luz(lux) no las dispersa en las partes (enrareciéndolas)ni atrayéndolas hacia el centro (condensándolas).Por esta razón las esferas celestes no conocen nin-gún movimiento ascendente ni descendente sinoun desarrollo continuo. Son impulsadas por unafuerza motriz espiritual que, en el plano físico,mantiene las esferas en movimiento.

LA PARTE Y EL TODO Como los elementos sonimperfectos y están sometidos al crecimiento y ala disminución, su luz interna (lumen) les desvíadel centro por debilitamiento o los atrae hacia elcentro por condensación.Por este hecho, están capacitados de forma naturalpara dirigirse hacia lo alto o lo bajo.El cuerpo más elevado, el más simple y puro detodos, comprende cuatro partes, a saber: la forma,la materia, la composición y su totalidad. Puestoque posee la forma más simple (la menos com-pleja), constituye una unidad. Por su doble propie-dad, la materia es dual, lo que es justo a causa desu sensibilidad y de su receptividad a las impre-siones. Y su densidad, que es propia de la natura-

leza, establece la base. Pues ésta es la caracterís-tica esencial y primera de lo que tiene doble natu-raleza.A pesar de todo, la totalidad es en sí misma triple,pues aparece en ella (1) la materia animadora, (2)la forma materializada, así como (3) lo que distin-gue su composición, que lo descubrimos en todaestructura. Y lo que constituye el todo en sí mismo–lo que está colocado por encima y más allá deesas tres partes– es llamado cuádruple.En el primer cuerpo en el que coexisten virtual-mente todos los demás, se encuentra, por lo tanto,un grupo de cuatro. De hecho, el número de cuer-pos restantes no supera diez. En efecto, la unidadde la forma, la dualidad de la materia, la trinidadde la constitución y el cuádruple aspecto unifica-dor constituyen un conjunto de diez; es decir, diezes el número de las esferas del mundo, pues laesfera de los elementos, aunque dividida en cua-tro, sin embargo sólo forma una unidad por suparticipación en la naturaleza efímera de la tierra.Según estas concepciones se muestra que, en eluniverso, el número perfecto sea «diez». Estocomo consecuencia del hecho que cada todo per-fecto posee en sí mismo algo que corresponde a laforma y la unidad, y algo que corresponde a lamaterialidad y a la dualidad, algo que correspondea la composición y a la trinidad y todavía algo queparticipa en todo y en el cuaternario. Es imposibleañadir un quinto a esos cuatro.Razón por la que«diez» constituye cada todo perfecto.También es evidente que las cinco proporcionesencontradas en las cifras 1, 2, 3, 4 son las de laconstitución y de la armonía que proporciona laestabilidad en cada totalidad. Estas cinco partesson las únicas que producen la armonía de lasmelodías musicales, de los movimientos corpora-les y de las leyes rítmicas». µ

luz de la luz 33

Fuentes:

Introducción de James Kiefer

Traducción del latín del De Luce al inglés por Clare C. Riedl,

Marquette University Press, Milwaukee,Wisconsin, 1942.

Al comienzo, mucho antes de que se hablarade Sol y Luna, la Luz, la Luz-Creadoraestaba presente en forma de Energía-Luz.

En realidad, esta Energía-Luz está activa desdesiempre y por todas las partes. Sin embargo, estaLuz –por la razón que sea– aparece a nuestra per-cepción sensorial simultáneamente como sustanciay materia compacta. Sería observable como formafísica o fenómeno ‘corpuscular’. Por lo tanto, ¡laluz estaría encerrada en los cuerpos físicos, quecreemos poseer, o creemos erróneamente ser!Desde el punto de vista de la Luz original, ¡loscuerpos humanos sólo son espectros, sombras, ilu-siones -«il-lux-ions»- o luces incorrectas!La Luz divina, el origen mismo de nuestro ser, eschispeante e indestructible, aunque oculta e igno-rada, y a menudo negada. Esta Luz, que puedeestar presente en nosotros de forma todavíalatente, es condenada a permanecer oculta por elhecho de que ya no puede atravesarnos, irradiar-nos. Una fuente de luz, es sembrada como semillade Luz en la ‘tierra’ de nuestra alma, pero ella nopuede germinar: nuestra conciencia egoica la obs-taculiza. Somos una sombra cuya concienciapuede apartarse de esta luz interior, escondersedetrás de ella. Estamos esencialmente orientadoshacia nuestro entorno, este mundo de formas quela luz exterior del Sol, estrellas y otras fuentes deluz, nos reenvían; orientados hacia todo lo que, enla alternancia de las fases de claridad y de oscuri-dad de la existencia, nos desvía de la luz interior.Nos situamos, presuntuosamente, en el centro deltorbellino de una multitud de fuegos fatuos, nossituamos delante de los faros de importancia

pública. Aunque fascinados por esos fuegos fatuos,tememos el poder de la sombra, de la oscuridad quenos envuelve tanto como la que se disimula ennosotros. Así es como vivimos: prisioneros en elinterior de las fronteras del juego de las sombrasentre la luz y la oscuridad, ignorantes de la verda-dera luz divina en nosotros, solamente conscientesde nuestra propia luz oscurecida con la que pensa-mos haber esclarecido nuestra mente.Hasta que, en un guiño, en un relámpago, un res-plandor de la auténtica luz interior llega sinembargo a penetrar nuestra conciencia, de formafulminante, en un instante.

INQUIETUD Pero, en la oscuridad que en la quevivimos, ese breve rayo de luz suscita la inquie-tud. Su vivo resplandor nos deslumbra tanto inte-rior como exteriormente pero, al principio, estedeslumbramiento nos ciega. Hemos visto la luz,pero a causa de nuestra naturaleza oscura, senti-mos al mismo tiempo desasosiego. Es verdad,hemos visto la luz, pero todavía no en su resplan-dor y ahora nos encontramos, cara a cara, con eloscuro abismo de nuestro propio ser. Sentimos queno tenemos ninguna perspectiva de solución parapoder salir de esta oscuridad sofocante. Alrededorde nosotros y, sobre todo, en nosotros mismos,todo parece más oscurecido. Volvemos a caer en elabismo sin fondo de la desesperación. Ahora nohay nada que nos pueda ayudar, excepto la pode-rosa luz de nuestra propia comprensión de lasituación confusa a la que hemos llegado, la bata-lla furiosa que se libra dentro de nosotros, entre laLuz y la oscuridad.

de las tinieblas a la luz 35

de las tinieblas a la luz

Durante mucho tiempo se ha creído que la materia preexistía a la noción del Espíritu,que lo inconsciente precedía a la consciencia, en resumen que las tinieblas eran anteriores a la Luz. Recientemente, se ha adquirido la convicción de que es más bienlo contrario: en el principio era la Luz. De acuerdo con las tradiciones espiritualesantiquísimas, se ha establecido que la Luz precede la formación de la materia.

DEL PLOMO OSCURO AL ORO LUMINOSO


Acordaos de Dante: ¡a medio camino de su reco-rrido de vida, se pierde en la espesa foresta de suexistencia! ¡Pensad en Cristián Rosacruz en sucasita batida por un viento de tempestad, la vís-pera de Pascua! O incluso en Saulo que, arrojadoa tierra por un relámpago, a continuación escegado durante varios días.Muy anteriormente, Osiris, el héroe solar, con elque compartimos la naturaleza de Luz divina, tam-bién conoció el sufrimiento y no siempre todas lascosas le salieron bien. A pesar de ser descendientedel dios Sol, reina como rey en la tierra de Egipto.En su calidad de verdadero portador de luz, es elprotector de las ricas tierras del Nilo cuyos cam-pos de trigo dorado maduran bajo el ardor del Sol.Pero Osiris no representa sólo la luz del Espíritudivino, simboliza también al ser humano que,cegado por su presunción, hace mal uso de estaluz. En su suficiencia, se revuelca en el ‘lujo’ de laluz. Los efectos no tardan en manifestarse. ¿Espor celos, por envidia, para apoderarse del mismí-simo trono, por lo que su hermano Set, el oscuro,atenta contra su vida? ¿O es por venganza, porqueOsiris le dio a su esposa Neftis un hijo extracon-yugal? Usando la astucia, Set atrae a Osiris a unatrampa. Hace encerrar su cuerpo en un ataúdsellado con plomo, luego lo hace arrojar al fondode las aguas sombrías del Nilo.Revestida con su manto de duelo, Isis, por ello elsobrenombre de «Isis la Negra», recorre el país encompañía de Neftis, en busca del arca de su suspi-rado y difunto esposo. Lo encuentra en un cedro.Pero Set se le atraviesa en el camino y, para impe-dir el salvamento de su hermano, corta su cuerpoen 14 pedazos que dispersa por todo el país.Hasta aquí, ese mito tan antiguo, nos describe lasituación aparentemente sin salida en la quenosotros mismos hemos acabado en nuestra bús-queda de la iluminación. Conocemos esta situa-ción trágica: como nuestra naturaleza de luz, quefue atrapada de una forma trágica, y estando sepa-rados de la Luz, nos encontramos rodeados por las

fuerzas mortales de las tinieblas. Se trata de la tra-vesía del «valle de las sombras de la muerte»,como lo evoca una imagen bíblica, engañados porla falsa luz de nuestra presunción, la mirada fijadasobre nuestro propio oscuro espejo sin azogue,abandonados a las fuerzas vengadoras de nuestracontra naturaleza mórbida. Somos, como loshéroes solares, condenados a ser engullidos porTiamat, el monstruo marino que nos despoja denuestra luz. Henos aquí descendidos hasta elfondo de nuestra existencia, hasta el caos primor-dial de la morada de las sombras.

EL OSCURO PLOMO En la alquimia esta situa-ción peligrosa es denominada «nigredo»: es la«obra en negro», la fase oscura de los alquimistas.El metal que le corresponde es el plomo oscuro, yel planeta dominante el Saturno muerto. Por cierto«Al-chymia» significa el negro, como antaño sellamaba a Egipto, el País de Khem que significa lomismo (tierra negra). En las Escuelas de los miste-rios antiguos, el candidato queda aislado en laoscuridad total durante tres días. El nadir es alcan-zado tras un viaje penoso, el «descendus», el des-censo, que debe preceder al «ascendus», laascensión. En un abandono total e inevitable, conuna paciencia absoluta, el candidato ya no tiene lacapacidad de acometer lo que sea. Es importanteahora imitar a Osiris: permanecer imperturbable yno oponerse a este descenso. Conviene soltar com-pletamente las riendas con el fin de no reforzarmás la reacción opuesta. Mientras que en nuestrapasión por vivir nos habíamos apropiado de la luz,ahora, acorralados por las sombras, se trata de noestablecer ninguna unión con las oscuras fuerzasmortales. También sería vano apiadarse de susuerte, hundirse en la autocompasión y retorcerseen pensamientos oscuros de desesperación, quererescapar con todas sus fuerzas del conflicto inte-rior, sino que por el contrario hay que estar dis-puesto a vivirlo completamente, porque es hora deaceptar la travesía, no para desviarse ni comba-

de las tinieblas a la luz 37

La única forma de elevarse por encimade las tinieblas es aceptarlas

tirla, sino para sufrirla con paciencia, morir unomismo en abnegación total. Sólo la travesía de losinfiernos, conscientemente vivida, puede ofrecerla iluminación al final del camino.Ahora, en el vientre del monstruo, Osiris, el héroesolar, enciende un fuego, la luz que brilla en lastinieblas. Sólo en el silencio de la noche másnegra, cuando dejamos de buscar la luz allí dondeno está, podemos acordarnos de nuestros orígenes.Podemos adquirir conciencia de lo que somos:portadores de luz. Solo entonces la Luz espiritualpuede revelarse en el secreto de nuestro ser. Parahacerlo, en el curso de nuestra bajada a los infier-nos, las antiguas luces, las luces artificiales quealumbraban nuestra existencia deben apagarse.Aunque parezca que la fuerza de pasiones som-brías todavía nos maltrata, puede ser despertada laconfianza en nosotros y sabemos interiormenteque en el trasfondo, sólo la luz libertadora estáactiva. «Lux ex tenebris», la luz luce en las tinie-blas. En la alquimia este proceso de transforma-ción se denomina «albedo», se refiere a la luzblanca que debe ser relacionada con el metal plata.Es la luz de Navidad del alma nuevamente nacida.Sólo entonces, el proceso hermético de la separa-ción puede comenzar: una inteligencia llena deamor opera entre la luz y la oscuridad, entre lapesadez y la ligereza.

Tenemos durante mucho tiempo el sentimiento deestar completamente solos, pero esto no es cierto.Regresemos a nuestra historia y especialmente alpapel de Isis. Isis es en el verdadero sentido de lapalabra la fuerza de luz que aporta la vida. La que

despierta al hombre-espíritu a la vida. Isis nolucha. Permite que Set dé libre curso a sus ven-ganzas y crímenes, pero dedica toda su atención aencontrar a su anhelado esposo. Lo hará, inclusoaunque tenga que pasar por diversas metamorfo-sis. Con las alas de un cernícalo, va en todas lasdirecciones con el fin de reunir los fragmentosdispersos del cuerpo de Osiris. Llega a reanimar elcuerpo muerto con el aleteo de sus alas. Así escomo Osiris deviene el hombre-espíritu resuci-tado, el que desde el origen era luminoso, el que,reinando sobre el reino de los muertos, puede con-ducir al ser humano hasta la aurora de la resurrec-ción. Es el «rubedo» alquímico que da unresplandor dorado. De la re-unificación espiritualde Isis y Osiris surgirá Horus, el nacido dos veces.Horus hereda la autoridad de Osiris sobre estemundo. Es él quien, finalmente, derribará a Set, eltenebroso. Durante esta lucha, a Horus le arrancanun ojo, y es Isis quien, una vez más, viene en suayuda. Le da un ojo nuevo, un ojo solar que lepermite contemplar la Luz espiritual. El ojo quetodo lo ve y que recibe la luz a la vez que élmismo da toda la luz. Por lo tanto, este serhumano posee un espíritu despierto y un almaviviente como portador del alma-espíritu: Horus,el halcón solar de oro. Es el Hombre Nuevo pro-visto del rico ornamento de un cuerpo de luz.Es el cuerpo «diamantino» de los alquimistas através del cual la luz espiritual puede, sin dificul-tad, irradiar. Transfigurado, se ha vuelto luz salidade luz, la del origen. µ


Hace algún tiempo, apareció un libro paraniños titulado «¡Nada es importante en lavida, absolutamente nada!». Durante la

clase, un joven se levanta y dice: «Nada tiene sen-tido. Lo sé desde hace mucho tiempo. Lo quehacemos no tiene ningún sentido; ¡esto acabo dedescubrirlo!» Reuniendo sus cosas, sale para novolver más y se instala en un ciruelo desde dondelanza ciruelas verdes a los niños. Un día les grita:«¡Siempre es igual! Sólo es un juego. Porque todocomienza para terminar. En el mismo instante enque nace, comienza a morir. Así ocurre con todo».Otro día, les dice: «la Tierra cuenta con cuatro milseiscientos millones de años, pero vosotros sóloalcanzaréis, a lo sumo, un centenar. De hecho, lavida es vana. No es más que un juego donde sedebe hacer «como si» e intentar parecer «elmejor». Cuando mi mujer y yo compramos estelibro, el librero nos preguntó si éramos lo bastantefuertes, interiormente, para leerlo…Nada tiene sentido; todo es un juego. Todocomienza para acabar. Esto es evidente. Así puesquien busca el significado de las cosas, debeseguir muy probablemente un camino espiritual,ya sea consciente o no. A través de sus experien-cias, la vida le aporta respuestas. Grande es elsufrimiento en la Tierra e innumerables los despo-jados que, desde su nacimiento, aguantan pobreza,hambre, crueldad, desdichas, estragos causados engran medida por el ser humano y la naturaleza;¡sin hablar de las calamidades interiores que lespersiguen! E incluso, en los países donde hayprosperidad, el ser humano se siente devastadointeriormente; aunque, a menudo -y muchas veces

simultáneamente- experimentan las grandes ale-grías de la vida tales como el amor, la realizacióny el reconocimiento de «otra cosa». ¿Es esto unasinrazón? ¿No será un juego, un capricho de laevolución?

FUERZAS NUTRICIAS Es posible que descubra-mos ese «algo» que nos anima, que seamos lleva-dos por ese «algo». Hagamos lo que hagamos,pase lo que pase con nosotros, estamos inmersosen algo, formamos parte de «Algo».El joven de nuestra historia está sentado en unciruelo. La naturaleza le lleva, le da consuelo y leda la posibilidad de arrojar ciruelas verdes. No obs-tante, no puede darle un sentido a su existencia.Todos podemos sentir que la naturaleza nos sos-tiene: el resplandeciente color de una flor, lapotencia de un árbol, la superficie espejeada de unlago, el vuelo de un pájaro nos reconfortan. Losárboles, las flores, el agua, la inmensidad delcielo, los animales, todos tienen una relación connosotros. Todos ellos forman parte de nosotros.Ellos son nuestro origen, nuestros compañeros,nuestra existencia, nuestro alimento.Además existen otras tantas fuentes de dondeobtenemos energía, tales como las religiones, lospensamientos filosóficos, los valores y las pala-bras de sabiduría de los poetas, la música de loscompositores, los colores de las pinturas y las for-mas de las esculturas. En estos casos, el aspectopsíquico-espiritual es el que actúa en nosotros:Nos da el valor para vivir y nos eleva por encimade todo lo que nos oprime. Sentimos que algo está obrando en nosotros que

cambiar es reaccionar alimpulso cósmico‘Y, sin embargo, sé que existe algo que tiene un sentido.Y sé que no se debe tomar a la ligeraalgo que tiene su significado’. Es así como termina el libro titulado ‘Nada’. Hace ya eones que elser humano se burla de la Tierra sobre la que vive, que hace escarnio de sus semejantes, queniega todo sentido a la vida. Sin embargo, nos encontramos actualmente ante un cambio radical,de 180 grados. Si participamos en esta resurrección cósmica, aparecerá en nosotros una conciencia nacida del Todo… ¡al menos si queremos, y podemos, reaccionar a este impulso!

cambiar es reaccionar al impulso cósmico 39

CAMBIO CLIMÁTICO EN EL INTERIOR DEL SER HUMANO


podría dar sentido a nuestra existencia, pero nopodemos verdaderamente representarnos ese «algo».Estamos integrados en esta esfera, que además esnuestro origen y nuestra existencia, y sin embargodesprovistos de la posibilidad de percibirla.Por lo tanto, recibimos un alimento doble: el delas energías de la naturaleza y el de un campoimperceptible. Esta dualidad nos caracteriza.

IMPULSOS DE UNA ATMÓSFERA ESPIRITUALEl joven encaramado en el ciruelo sólo contemplasu existencia en lo que ella tiene de cambiante,fugaz y oscura. Él tiene razón, pues no puedeencontrar ningún sentido en ella. Parece no estarde acuerdo con ella.No comprende ni percibe todavía nada del reinoespiritual, su mitad profunda. De esta parte, toda-vía inactiva en nosotros, proviene el impulso quenos fuerza a buscar los fundamentos de nuestravida. Este impulso mueve al joven para que sesalga de su pequeña vida normal aunque no hayareconocido este impulso como tal. Bajo la influencia de esos impulsos, los investiga-dores científicos han hecho geniales descubri-mientos, durante los últimos ciento cincuentaaños. ¿Pero cuál es el resultado? Por ejemplo, dis-ponemos de aparatos técnicos sofisticados, queutilizamos… hasta el agotamiento de la natura-leza. De igual manera, hemos envenenado los rei-nos naturales: los hemos contaminado por mediode las radiaciones radioactivas hasta esterilizartodo lo que nos hace vivir, lo que es nuestra exis-tencia e incluso a nosotros mismos. ¡Esto es loque arroja la luz sobre nuestro estado! Nos hemoshecho una idea sobre lo que en nosotros es inte-rior, espiritual, pero nos servimos de ello de unamanera que ya no corresponde a la fuente espiri-tual de donde se derivan estas ideas, ni a la natura-leza en la que vivimos. Estos dos aspectos de nuestro ser carecen dearmonía.

UNA MIRADA SOBRE LA EVOLUCIÓN Porevolución, entendemos que el ser humano es elresultado de un desarrollo que se extiende sobremiles de millones de años. Ahora bien, ¿querríaella generar este ser que puede aniquilarse a símismo y perjudicar a la Tierra y los reinos natura-les? ¿Acaso es una entidad autodestructrora? Estoes poco probable.Pero podría ser que nosotros, seres humanos,hayamos entrado en una fase comparable a lapubertad. Pensemos en nuestra propia adolescen-cia. Puesto que, ¿cómo comprender, de hecho, esteestado? Talentos y dones, saberes más profundos,tanto positivos como negativos, comienzan amanifestarse. ¡Pero con cuántas tensiones estuvie-ron conectadas durante nuestra juventud! ¡Conrelación a la evolución de la humanidad, pareceríaque todavía no hayamos alcanzado la edad adulta,que todavía no nos hayamos encontrado anosotros mismos! Ambas facetas fundamentalesde nuestro ser todavía no se han llevado a una uni-dad. Esta es la causa principal de la gran crisis enla que nos encontramos.Debido a nuestra conciencia, todavía inmadura,ponemos en peligro nuestra existencia natural.Según Hegel, nuestra conciencia es «desgraciada».Pero ya es hora de dar un gran paso. En cuanto ala naturaleza, nuestro desarrollo es el mejor posi-ble, pero no es en absoluto el caso en lo que serefiere al Espíritu y al alma.Así pues, consideremos el propio método de laevolución y preguntémonos si ésta no podría ayu-darnos a comprender nuestra situación actual.A un cierto nivel, en un cierto estadio de la crea-ción surge siempre una multiplicidad de formas.Todo lo que surge se manifiesta con una granriqueza, aparece un gran reino. Antaño se origina-ron sobre la base del hidrógeno innumerables ele-mentos químicos y esto, hasta la saturación, comosi, una vez alcanzado este nivel, nada nuevopudiese surgir ya. Después de un tiempo relativa-mente corto, se produjo un «salto evolutivo». Se


efectuó una síntesis: a partir de este «caldo de cul-tivo» original, elementos y ácidos formaron losprimeros organismos unicelulares. ¡Una novedad!Por primera vez, la vida distinguía un mundo a lavez interno y externo. En realidad, el organismounicelular era más que la suma de sus partes. Unavez que se alcanzó este nivel surgió una nuevadiferenciación.Se formaron seres pluricelulares. Después sedesarrollaron los vastos reinos de los vegetales yde los animales. En ese estado, una vez más sealcanzó una saturación para alcanzar un estado enel que a su vez una síntesis era posible.Después una nueva síntesis se produjo un ser pro-visto de un órgano mental, el córtex cerebral, apa-reció. Los primeros homínidos, los primeros sereshumanos hicieron su aparición. Se formó un sercapaz de tener una visión de sí mismo y de la evo-lución, de suerte que, poco a poco, acabó poradquirir conciencia de sí mismo, un yo o ego.Entonces, en este ser humano, la herencia esencialde los vegetales y de los animales se fusionaronen una forma superior. Además, le llegó del domi-nio espiritual «algo». De nuevo, recibió más quela suma de sus componentes, de forma que siguióuna nueva diferenciación. Surgieron entonces pueblos, lenguas, culturas,religiones y, finalmente, se llegó a la inmensaindividualización del ser humano existente en laactualidad. Cada uno puede considerarse como un«pequeño mundo». Y ahora, en nuestros días, semanifiestan nuevamente los signos de un punto desaturación en la evolución.

¿UN NUEVO SALTO DE LA EVOLUCIÓN? Unanueva síntesis está a punto de producirse; un saltoevolutivo es inminente. Sin embargo, para quienesparticipan, se presenta como un proceso demuchos pequeños pasos.¿En qué consiste la síntesis actual? En el curso dela etapa precedente, las características del mundovegetal y animal se fusionaron en una unidadsuperior en el ser humano. Este fenómeno naturalha llegado a su término pero la semilla de la espi-ritualidad, presente en el ser humano, no se hadesarrollado todavía; su fusión no se ha realizado.La mayor parte de la humanidad todavía no tieneacceso al nivel espiritual. La dimensión vital en el plano del alma y del espí-ritu es diferente a la de la naturaleza. En la atmós-fera natural se expresa cierto número de energíasvitales; en la atmósfera espiritual, la propia fuentede la vida. Lo natural es una proyección multi-forme de las fuerzas del alma y del espíritu en unespacio exterior. A mitad de camino entre los dos,se encuentra la individualidad del ser humano, laconciencia, el «yo». La naturaleza se nos presentaen una forma sólida, en una forma material some-tida a la muerte.

LA NUEVA ESTRUCTURA ÍGNEA En nuestradimensión de vida, el tiempo trabaja para disolvery quebrar todo. El espacio de nuestra existencia eslimitado. Lo natural en nosotros es la transitoriedad.Nuestra vida espiritual se da a conocer a través deimpulsos. El alma puede ser representada bajo elaspecto de un «agua de vida» que se vierte ennosotros. Inmaterial, ella ignora la muerte. Cuando

En la atmósfera espiritual, encontramos la fuentede la vida; en la atmósfera natural, la expresión delas energías vitales


fluye realmente en nosotros, nos transforma yeleva nuestra vida a un plano superior. Nos con-vierte en una nueva criatura.El fuego espiritual, purificador y renovador,inflama todo nuestro ser y nos cambia. Peronosotros debemos crear las condiciones: dejar quenos transforme con el fin de que una nueva estruc-tura pueda edificarse en nuestro antiguo cuerpo,una forma adecuada, una forma sutil. ¿Qué enten-demos por ello?Tenemos estructuras energéticas que atraviesan yenvuelven nuestros cuerpos materiales. Ellas man-tienen la forma del cuerpo material y reglamentan

los procesos de nuestro organismo. Estas fuerzasengendran nuestros sentimientos, voluntad, anhe-los y pensamientos. Nuestra vida, interior y exte-rior, se realiza en correspondencia con estasenergías. Y esas energías conforman los cuerpossutiles y los mantienen. Sin embargo, en la octavasuperior del desarrollo de la humanidad, los cuer-pos sutiles van a tener nuevas cualidades y así per-mitirán una mejor fusión de la naturaleza y delEspíritu.

No es cierto que la conciencia y las estructurascorporales actuales puedan progresar todavía. Nos

Edgar Degas (1843-1917), estudio de un caballo


encontramos de nuevo en el umbral de un saltoevolutivo.La fuente de la vida, más o menos enterrada ennosotros, se libera y, según su propia naturaleza,toma una nueva forma. Nuestras fuerzas interioresactúan para renovarnos en profundidad. Ennosotros, una nueva animación muy perceptibleresulta de ello, una nueva conciencia cuyas raícesno provienen del antiguo «ego», sino de la vidauniversal.

LAS POSIBILIDADES DE LA FORMA NUEVA¿Existe un ejemplo de la nueva forma? Toda evo-lución tiene sus precursores. Hace dos mil años,un hombre estableció para nosotros, como ejem-plo, una forma completamente nueva y en perfec-ción absoluta, mientras que nosotros sólo podemoshablar de una etapa inicial. Se presentó a la huma-nidad como un precursor: Jesús, el Cristo, viviócon el fin de testimoniar sobre la emergencia deun cuerpo nuevo, inmortal. Él describió el procesode manera simbólica en esos términos: «Demoledeste templo y yo lo reconstruiré en tres días».Las diferentes fases de la vida de Jesús pueden serconsideradas como una representación imaginadade las etapas de ese cambio. Se trata de un creci-miento progresivo del cuerpo espiritual en el serhumano terrenal. Según la Biblia, la resurrecciónes el logro de ello: la aparición de Jesús bajo estanueva forma, liberado de su antiguo cuerpo.Sus discípulos fueron al principio incapaces depercibir esta forma sutil, espiritual. Pero, por supropio avance en el camino espiritual y la adquisi-ción de nuevos órganos de percepción, ellos entre-

vieron los contornos del nuevo cuerpo del Salva-dor, semejante al que se manifestaba en ellos.Los fundadores de las grandes religiones puedenser considerados como ejemplos de una nuevafase de la evolución de la humanidad. Ellos mues-tran lo que será posible un día para ellos. Todosdeclaran: «Sígueme». Esta progresión, de la que elpunto más elevado es la resurrección, será un díaposible a todo ser humano. Cada uno puede dar unpaso, o varios, en esta dirección. Poco importa lareligión a la que se pertenezca. La realización deuna transformación interior es decisiva: el paso deuna vida egocéntrica a una vida superior al servi-cio de todos.

LA SITUACIÓN PRESENTE Desde entonces, seliberan energías que trascienden el espectro ener-gético de nuestros cuerpos sutiles actuales. Hoy, alcomienzo del tercer milenio, aparece un aumentode energías que superan el espectro de energías denuestros cuerpos sutiles actuales. La Tierra, en sucamino a través del macrocosmos, está sometida avibraciones cada vez más elevadas y perceptiblespor cada uno de nosotros. Sin embargo, su acciónpor si sola aún no es liberadora. El aumento de lasenfermedades nerviosas y psíquicas da testimoniode ello. La impresión de aceleración de la veloci-dad con la que la vida parece nos persigue tam-bién contribuye intensamente a ello.No sólo son estimuladas las energías terrestres delcosmos, sino que además las energías espiritualesse refuerzan. Nuestro cosmos solar, la totalidaddel sistema planetario, representa también uncampo de vida espiritual. Uno puede tener la

Todas las fuerzas interiores colaboranen nuestra renovación interior


impresión de que sus energías intervienen en nues-tros días de forma correctora en los acontecimientosterrenales. Se extienden las fuerzas autocurativas,deseosas de poner fin a los trastornos causados porel ser humano.Se podría comparar con una fiebre útil para lacuración del cuerpo y de nuestro planeta. Lahumanidad es tocada en los dos planos de su exis-tencia. Numerosos maestros espirituales, tanto enOriente como en Occidente, han anunciado estaintensificación de la vibración en los planos natu-ral y espiritual.Esas nuevas fuerzas espirituales intensas tienen elpropósito de colaborar –allí donde lo permitamos–con la semilla espiritual presente en nosotros. Suacción es comparable a la de la energía solar espi-ritual que estimula la semilla con vista a su flora-ción. Se despliegan nuevas estructuras sutilesportadoras de la memoria de la naturaleza, lamemoria de la Tierra. Todo lo que una vez tuvolugar es conservado en una matriz. Quien alcanzaeste punto, puede disponer de ello. Así, puede quesuceda lo que un día aconteció, como un milagro,ejemplificado por la vivencia de un salvador ypueda servir de prototipo. Quien llega a integrarseen esta matriz se vuelve una parte de ella. Puedeentrar en resonancia con ella.Las concepciones científicas más recientes confir-man este hecho por su terminología.

EFECTO SOBRE LOS REINOS NATURALES Elimpacto de tal avance tendrá importantes conse-cuencias en el curso de la evolución del serhumano, ya que somos la síntesis de los reinos

vegetal y animal. Somos el «hijo de la evolución»,la cumbre, la quintaesencia del desarrollo natural,que unido inseparablemente a la base del reinoanimal y vegetal es indisociable del fundamentode esos reinos. Nosotros somos uno con los seresnaturales que nos siguen en el curso de la evolu-ción. Todo lo que hacemos tiene sus repercusionessobre lo que existe. Toda la creación espera nues-tro progreso.En la epístola a los Romanos VIII, 19, leemos:«También la creación espera, con un ardientedeseo, la revelación de los hijos de Dios»; y pos-teriormente, (Rom. VIII, 21): «con la esperanzade que la creación será liberada de la servidum-bre de la corrupción». Desde que nuestra nueva matriz interior nos une anuestra patria espiritual, la naturaleza superior, losreinos naturales que vienen tras nosotros son libe-rados del yugo bajo el que suspiran. Actualmente,nosotros les hacemos sufrir, oprimiéndolos yexplotándolos. Como contrapartida de lo que nos suministran lasbases de nuestra vida, podemos abrirles bien laspuertas de su desarrollo futuro. El ser humano esel factor director de la evolución. A medida queprogresa, favorece las etapas de los reinos animaly vegetal. La materia sutil asegura las relacionesentre los seres vivos. Las corrientes astrales unenel ser humano con el reino animal, mientras quelas fuerzas mentales forman la esfera específica dela humanidad.El campo mental es un caos de ideas, un mar aca-démico sobrecargado, tempestuoso y movedizo:miríadas de pensamientos se entrechocan en él sin

La fuerza impulsora de la nueva síntesis se enraízaen el estado de paz del Alma-Espíritu. Entonces elAlma-Espíritu participa de la calma del universo


conceder a los seres humanos el menor reposo.La fuerza impulsora de la nueva síntesis se enraízaen la serenidad del alma y del Espíritu. Esta sere-nidad participa de la impasibilidad del universo.Ella engloba toda la creación. La conciencia trans-formada de quien participa en la resurrección cós-mica pone de manifiesto que Dios, el ser humanocósmico y los reinos de la naturaleza reflejan unaalegría inconmensurable. Los primeros impulsosde esta evolución son actualmente visibles: portodas las partes los seres humanos luchan por larenovación de la conciencia.«Se trata de la totalidad de las cosas», es el títulodel libro de Peter Dürr, especialista en física cuán-tica y, desde hace años, director del Instituto MaxPlanck de Física en Munich.

NUEVAS FORMAS DE CONCIENCIA PARATODA LA CREACIÓN Los nuevos impulsosinducen a una nueva actitud hacia la vida. Todos losintentos ecológicos son precursores de esta evolu-ción. Una conciencia responsable los ha formado. Los seres humanos en camino hacia una transfor-mación espiritual, hacen nacer en ellos esta nuevaunidad estructural. Porque vive en ellos. Por esta vida, están en condiciones de reconocertoda acción que colabora en «Todo». Experimen-tan interiormente su acceso a los reinos de la natu-raleza y viven su vida contribuyendo a lapropagación de los impulsos renovadores. Experi-mentan la sonoridad vibrante que une todo. Sesienten responsables de la marcha evolutiva poste-rior: las criaturas de los reinos de la naturaleza sonpara ellos sus hermanos pequeños a través de los

cuales, en los cuales y por los cuales, actúan lasgrandes energías espirituales. ¡Considere labelleza, el genio de las formas y de las funcionesdel mundo de las plantas y de los animales! Elimpulso de la nueva síntesis entre la naturalezahumana y la vida espiritual obra sobre todo en elreino animal y vegetal.La Enseñanza universal dice que un tipo de con-ciencia de sí se formará entonces en el reino ani-mal. En nuestros días, comenzamos a darnoscuenta de eso.Es imposible prever qué transformaciones se pro-ducirán en los individuos, sin embargo es ciertoque el trayecto del camino evolutivo de determi-nados seres humanos engendrará un fuerteimpulso a favor de la curación de la Tierra, graciasal aflujo de las fuerzas de la conciencia de la vida«única». En su poema «La corriente que encadenaaprisionando», Hölderlin declaró de modo profé-tico: en el momento en el que la voz del hijo deDios se eleva, «de las entrañas de la Tierra, subede nuevo una alegría inconmensurable». µ


Si algo desnaturaliza la imagen de la realidad,son las adiciones y las sustracciones de nues-tros contables. Todos nosotros somos con-

frontados a esta constante en el momento de ladeclaración de los ingresos o del establecimientode los balances anuales para los impuestos. Ingre-sos, gastos, bienes y deudas: le basta con sumar ysustraer para saber cuánto ha ganado y si usted esrico o pobre.Esas cifras parecen inflexibles y los resultadosimplacables. ¿Pero en qué medida esos númerosson realistas? ¿Tienen en cuenta elementos esen-ciales de la vida? ¿Mi ingreso constituye unaprueba de la calidad de mi vida de familia? ¿Quédicen los balances contables sobre la capacidad deentusiasmo de una organización?Puede que estas preguntas, por parte de un econo-mista, sorprendan. De nosotros, los economistas,

se espera que seamos sensatos,nos ocupemos de cosas pro-

fanas, de todo lo quepuede expresarse condinero. Es el cambio loque nos importa: estocontra aquello, el quidpro quo. El mundo de

la economía es unmundo inflexible, duro,

muy alejado de la suavidad, del sentimiento, de labelleza, del amor y de lo sagrado. Lejos de unhogar donde reina el afecto, de una organizaciónmovida por el entusiasmo y de una sociedad fuerte.Así pues, si un economista adquiere el libro deSøren Kierkegaard ‘Las obras del Amor’, reciente-mente traducido y publicado, no se debe esperarque pueda hacer mucho con él, al menos en tantoque economista.¡Pero, en tanto que hijo de pastor… es otra historia!«Los libros del filósofo danés se encontraban nor-malmente abajo, en la mesa de los libros. Kierke-gaard me confrontaba con los valores de laautenticidad. Cuando quería medir la hipocresía,la indecisión y la angustia de mi propia vida, mesumía en sus debates existenciales obsesionantes,en su profundidad consecuente, y en su vida mani-fiestamente conforme con sus convicciones.Lo que más me intrigaba era que él había queridoromper con el único gran amor de su vida, suamor por una mujer, a causa de su búsqueda delverdadero amor que, según él, sobrepasaba suamor por la mujer.¿Cómo había podido hacerlo, me preguntabadesesperadamente, yo que, justamente, me poníaen busca de este amor profano? Hasta qué profun-didad le condujo su reflexión sobre el amor, es loque contiene este libro. La idea que se hace del

El reembolso es una noción que un economista sabe utilizar, comprendido en los dominios nomateriales, como por ejemplo: hacer un servicio a alguien que, a su vez, hará otro servicio.Pero las observaciones de Søren Kierkegaard sobre el amor verdadero superan esta forma decontabilidad moral de manera sorprendente. Es, al menos, la impresión del economista ArjoKlamer, autor de ‘Lo que me hace silencioso‘.

‘Yo me inclino ante este Amor’Arjo Klamer

LibrosSØREN KIERKEGAARDLAS OBRAS DEL AMOR

yo me inclino ante este Amor 47

amor es en él tan absoluta que yo me siento abso-lutamente pequeño.Usted encontrará sin duda que mis propósitos notienen nada que ver con la economía. ¿No es así?Pues bien, he aquí la sorpresa: es el lenguaje deKierkegaard el que, en tanto que economista, meha instado, interpelado.En el capítulo V de ‘Las obras del Amor’, Kierke-gaard reenvía a la epístola a los Romanos XIII, 8:‘No debéis nada a nadie, si no es el amaros losunos a los otros’. Citando una antigua sabiduría,ésta dice también: ‘El amor es hijo de riqueza ypobreza’. ‘Nadie es tan pobre como quien está sinamor’. Después, por fin, viene el tema principalde su tesis: el amor crea una deuda, una deudainfinita. ‘Riqueza’, ‘pobreza’, ‘deuda’, ¡este es ellenguaje de un economista!Cuando leo a Kierkegaard guardando en la menteestas nociones, noto hasta qué punto el filósofopiensa en términos técnicos que tienen que ver conel dinero. Tomemos esta nota de su diario: «Yo nacíen 1813, en ese año corrompido por el dinero, en elcurso del cual se pusieron en circulación billetesfalsos de banco. Mi vida es comparable a este tipode dinero. Había grandeza en mí, pero a causa de lacoyuntura, estaba desprovista de valor».Mi padre jamás habría podido decir una cosa pare-cida, tanto execraba todo lo que tenía que ver conel dinero.Si no obstante continúa leyendo, esta fascinación

que lo profano ejercía en el mundo de lo sagradono tenía nada de excepcional. Consideremos laBiblia: con estos sagrados textos un economistapodría consagrarse a ella con alegría. ¡A veces,todo llevaría a creer que son contables –de una

contabilidad moral– quienes se expresan en estostextos sagrados! Aquí, la noción beneficio aparecebajo otras formas, por ejemplo, la de la gracia(clemencia, misericordia) y la bendición. Lospecados figuran en la partida deficitaria, en eldébito. ¡Cuando causo daño a una persona, con-traigo una deuda con él y estoy en rojo! La per-sona perjudicada puede pedir ser reembolsada:esto puede ocurrir en forma de dinero, aunque nonecesariamente. El Dios del Antiguo Testamentoexige reparación. Pagamos, todavía hoy, la deudacontraída por Adán y Eva al dejar el Paraíso.Parecería que toda acción moral resulta de unaforma de contabilidad moral; es un asunto de adi-ción y de sustracción. Es bastante fácil reconoceresta noción en lo cotidiano. Una persona que meayuda puede esperar algo de mi parte. Esto sellama reembolso y evoca el intercambio tan apre-ciado por los economistas.Alguien puede prestarme un gran servicio: darmeuna oportunidad de viajar con él, concederme unaatención sincera o proponerme una actividadlucrativa, pero el cuándo y el cómo del reembolsopueden revelarse problemáticos. Dar el dinero encalidad de compensación en general no conviene.Esta acción hasta puede ser molesta y, por ello,aumentar tanto la deuda en lugar de disminuirla.También es preferible prestar un servicio recíprocoa cambio: ayudar a redactar una carta, proporcio-narle un empleo al niño de su bienhechor (el servi-cio recíproco puede pues ser dado también a unatercera persona) o un gracias sincero.Este último gesto es asombroso, notable. Recibirun obsequio consecuente y posiblemente muycostoso y dar a cambio sólo uno: ‘muchas gra-


cias’. Tales palabras parecen bastar para el reem-bolso de la deuda.Estas relaciones no tienen en el fondo otro obje-tivo que restablecer un equilibrio entre pérdidas ybeneficios, tener deudas o estar agradecidos. Ladiferencia crucial con relación al intercambio duroy económico es solamente que la cuenta no se efec-túa con dinero contante y sonante, sino con cantida-des inasequibles tales como palabras y gestos.Mi esposa y yo consagramos una enorme cantidadde tiempo (sobre todo ella) y dinero en la educa-ción de nuestros hijos y nos consideramos felicessi continúan mirándonos de frente, lavan la vajillade vez en cuando o vienen a visitarnos a veces. Heperdido toda esperanza de que ellos se ocupen denosotros un día como correspondencia a los cuida-dos que nosotros les hemos prodigado: es desrazo-nable y exigente. En nuestros días, los hijos que seocupan de sus padres lo viven enseguida comouna carga, olvidando totalmente la atención con laque les han beneficiado anteriormente. Hubo untiempo donde esto era diferente; parecería que elequilibrio se hubiese desplazado en su dirección.Sea como sea, relacionarse es una cuestión de dar yrecibir. El arte consiste en conocer el instante enque ‘dar’ y ‘recibir’ se equilibran.Este arte se aplica también a un plan más amplio.Mucho más que los japoneses, los alemanes expe-rimentan la segunda guerra mundial como unagran deuda que todavía no han pagado. Despuésde la primera guerra mundial, los franceses que-rían ser compensados con dinero, carbón y ace-rías. Los contables calcularon el importe acompensar la pérdida en vidas francesas y capita-les económicos. Los alemanes encontraron estepago injusto y, de hecho, buscaron represalias. Elresultado fue la tragedia de la segunda guerramundial. Después de esta guerra, los americanospensaron que era preferible ayudar a los deudores

que castigarles. La consecuencia fue un profundosentimiento de culpabilidad por parte de los alema-nes. Por esta razón, entre otras, estuvieron dispues-tos a sacrificar su Marco alemán. Y esto no siemprees suficiente. La deuda parece incalculable.Y ahora llego a la observación más intrigante deKierkegaard sobre el amor. Como ya dije anterior-mente, el amor crea, según él, una deuda infinita.Sí, una deuda en quienes aman. Mi primer pensa-miento fue que esto «no tenía sentido» y todoscon quienes hablaba de ello estaban de acuerdoconmigo: quien ama da su amor a los demás.Quienes reciben este amor, quedan en deuda conél. Pero, ¿es así como se hacen las cuentas? Puesbien, ¡no es así, según Kierkegaard, sino justa-mente lo contrario!La escritura de Kierkegaard no era fácil de enten-der, por lo que debí releer muchas veces el textoantes de comenzar a comprender. El amor queengendra una deuda no es el amor verdadero. Elamor verdadero no es reembolsable. Quien da elamor no se empobrece. De hecho, no necesita reci-bir nada a cambio. Además, según Kierkegaard, eldar amor sólo aumenta la deuda que se vuelveinfinitamente mayor.¿Cómo es posible esto? ¿Qué quiere decir esto?Pues bien, tal como lo explica este gran pensador,el amor es un don, ‘un don de Dios’, diría él.Quien posee este amor es inconmensurablementerico y su deuda con Dios es infinita. Siendo así,quien ama no quiere nada a cambio de su amor,porque este amor le llena de gratitud hacia su Dios.Esto me hace silencioso. Como ser humano, talamor parece imposible –no conozco a ningún serhumano que viva en este amor – y el contable enmí no puede hacer nada con eso. Por muy calcula-dores que pudiéramos ser en la reciprocidad de lavida moral diaria, a fin de cuentas, el verdaderocomportamiento no puede ser contabilizado. Meinclino humildemente ante este amor que Kierke-gaard comenta aquí de modo tan evocador. µ

Derecha: Pintada originalmente con un

rico colorido, con influencias budistas,

esta cabeza coronada proviene de Persia

oriental, siglo VIII o IX d.C.

Arjo Klamer es profesor en la Facultad de Economía Cultural de la Universidad Erasmo. Ha tratado de describiren su libro ‘In Hemelsnaam’ (‘En nombre del cielo’,TenHave, 2006) el aspecto aleatorio de la economía. El textode este artículo es la alocución de apertura durante la presentación de la nueva traducción del libro de Søren Kierkegaard ‘Las obras del Amor’, traducido por Lineke Buijsy Andries Visser, ediciones Damon.También apareció en elTrouw, el 1 diciembre de 2007.

pentagrama

MAY/JUN 2012 NÚMERO 3

Por qué una Rosacruz moderna?


Per aspera ad fontes

W. Hanegraaff

El mundo es semejante a una foto sobreexpuesta

Cambiar, es ser impulsado

Luz de la luz

Robert Grosseteste

La energía de la luz

De las tinieblas a la luz

El arco iris, luz en los colores

Libros: ‘Yo me inclino ante este amor’

Arjo Klamer

Cuando se penetra plenamente en el reino del amor, el mundo,

por imperfecto que sea, se vuelve rico y bello, pues no consiste

en otra cosa que en oportunidades para amar.

Sören Kierkegaard

Lectorium Rosicrucianum

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Pentagrama 2012 03