Percy Meza-Los Arcanos Del Triunfo

8/9/2019 Percy Meza-Los Arcanos Del Triunfo

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Es necesario dedicar a alguien cuando no tienes ganas de hacerlo.

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Captulos

I:Pienso, luego existo

II: Clmax en McSolancis

III:El nuevo portal

IV: Facultad de herir

V:Lo que guarda el bolsillo

VI:El regalo de las viejitas

VII:El Protector de Oro

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Captulo I: Pienso, luego existo

Vivir en un mundo lejano es muy distinto. Existir cuando ha nacido y,su mente sigue existiendo y observando lo que l llamara una utopa.Pero llamara utopa a todo esto siendo algo verdadero?

Cuando llegu, me sent tan raro, como si ese mundo azul,Lazawrd no existiese, como si mi nostalgia me hubiese comido, yluego me vomitase para volverme a comer.

Ellos me acompaaron para entender que este mundo era igualque el mo. Sin embargo, decir mo a un lugar colosalmente distanteestremeca mi fuero interno.

Su fuero interno saba qu hacer y si l deca que este lugar esreal, no deba negarlo.Es real.

Estaba sentado sobre una clase rara de silla, en medio de unvalle lleno de flores misteriosas, donde sus ptalos parecan estarhecho de papel mach.

Spatha dijo que conjurara al aire, para que recorriera todo esecampo. No haba sentido la brisa rozar su piel hace seis aos. Y

pareca que se haba secado, pero no era posible de que ello hubiesepasado.

Una porcin de aire removi su castao cabello, y sonri anteeso. Era delicioso sentir esa debilidad humana. Depender de algo.

Trbol dijo que las flores desapareceran en cualquiermomento.

Aprovechar de que todava tena el deseo de un humano, perono el cuerpo. Eso es lo raro de la mentalidad: siempre te hace sentirtan bien como un intil, en ciertas ocasiones.

Pero no se sinti un intil en este momento. Para nada.

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Ahora no quiero pensar en eso, me resulta tan intil como lohaba anteriormente. Intil y lleno de una extraa culpabilidad que noera necesario hacerle un in crescendo.

La necesidad sigue en l. Lo saba.

Ahora necesito pensar en un enojo humano.

Tu madre fue una idiota

Mi madre no fue una idiota, maldito machista.

No le digas eso al muchacho

Cllate, Karla

Cllate, puerco

Quieres pegarme no, Alexander? Hijito, yo no mat a tumadre.

Pero la hiciste agonizar, maldito puerco. Ella te quera y puso tu confianza en ti cuando te conoci. Y qu le hiciste? Le

fregaste la vida.

Encima te enojas. Mira como te corroe la rabia, Alexander.Quieres pegarme?

No lo pegues, Alexander. Te puede hacer dao.

Hazme dao, Humbertito!

No me pongas tu nombre, bastardo.

Estallido.

Golpe.

Una flor de mach del campo se desvaneci en partculas,semejante al soplido de un diente de len.

Alexander abri los ojos.

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Llorar se asemeja a lo que dira a un estado donde el cuerpoquiere sentirse bien mientras sufre.

Cerr los ojos.No puedo llorar. No puedo botar lgrimas. Es imposible.

Quiero sentirme humano por un momento. Quiero sentir el dolor de botar lgrimas de mis ojos. Quiero llorar. Siento la necesidad, ytambin lo pienso.

Pienso, luego existo.

Pensar que estoy llorando.

No podemos contarle a Alexander.

l no entiende, Karla. l no entiende. Es una criatura.

Qu quieres contarme, ta?

Le ha pasado algo a tu

Le paso algo a mi mam? Le pas a mi mam?

Le atropell un camin Quedo toda destrozada

Atropellaron a mi madre Cmo puede haber pasadoeso? Mi mam est muy bien. Estuvo sana.

Ves, Karla Ay, Alexander Es una criatura

No soy una criatura.

Claro que eres una criatura. Ests por salir. Ves esa luz. Tequieren jalar a la realidad.

No quiero separarme de mi mam. Quiero estar con ella.

Puja, puja, puja, Celestina.

No, por favor. Djenme un ratito ms con ella. Necesito sucalentura. No me saquen, por favor.

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Puja, puja, puja, Celestina. T puedes, hija. Puja.

Mis manos trataron de agarrarse de algo. Quera coger algo

de ella.Cgete de mi corazn, Alexander.

No puedo mam, est muy lejos.

Puedes escuchar mi corazn?

Puedo orla, mam. Pero no puedo sostenerme de ella,mam. No dejes que me separen de ti!

Puja, puja Estoy viendo la cabeza.

No me toques. No me toques. Uahhhhh!

Aqu est.

Estar contigo, Alexander. No te preocupes.

Uahhhhh!

Es un lindo varoncito.

Me hubiese gustado que ese camin nos hubiese atropelladoa los dos, mam.

A mi tambin, hijito. A m tambin.

Ay, mam. Te extrao tanto.

Una lgrima recorri su mejilla, marcando una hilanderaempapada, donde la tristeza estaba reclamada.

Mam, no entiendo.

Qu no entiendes, hijo?

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Estoy en un mundo diferente y eso me hizo flaquear miscreencias. No s si existe el alma, el cielo o Dios, pero eso me indicaque no ests a mi lado.

Cmo que no estoy a tu lado, hijo? Siempre estoy. Estoy entu corazn. De ah me sostengo yo.

De ah te sostienes. Y puedes hacerlo, como yo no pude.

Eras muy pequeo. Eso no tiene nada de malo.

Otra lgrima sigui el camino de su hermana.

Ahora que soy adulto, mam, me sigues considerando tubeb?

No me importa si eres un viejo con arrugas. Siempre sersmi beb. Siempre.

Gracias. En verdad que soy un mimado.

A mi no me interesa si eres un mimado. Todo ser humano,necesita una madre, aunque sea un viejo ms sabio que el diablo.

Una sonrisa se dibuj en el rostro de Alexander. Las flores delcampo se desvanecieron y la brisa comenz a extinguirse.

Recuerda, eres mi beb.

Su piel fue tocada por el ltimo soplido del aire. Y todo volvia la normalidad, a la cruda realidad de lo que uno slo sirve paraengrerse con su propio dolor.Para La Tierra, no para m.

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Captulo II: Clmax en McSolancis

Y cmo la pasaste, Alexander? apareci Cor a su costado.

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Bien contest Alexander. El valle haba desaparecido, yun vasto campo de arena rojiza reemplazaba el panorama. No eraMarte.

Vamos. Tenemos que regresar a McSolancis. Berenice,prepar orata de finocchio. Se dio el lujo para hacerte sentir humanopor un da. No pruebas comidas desde hace mucho tiempo.

Alexander se levant de la silla, y mir a Cor. Era de sumisma altura.

No entiendo.

Qu no entiendes, Alexander? dijo Cor, examinndolodetalladamente.

No soy humano, pero me sigue creciendo barba. Por qu?expres Alexander, tocndose la lijosa barbilla

Guasn estaba en lo cierto espet ella.

Estaba en lo cierto?

Agarra tu silla Es que Guasn estaba seguro que ibas apreguntar por eso. Berenice tambin hizo la misma pregunta hace aosde su menstruacin explic ella, tocndose su vientre.

Ests diciendo que seguimos siendo humanos.

Son humanos, literalmente. Pero carecen de las debilidadesque los caracterizan. No puedes sentir hambre, pero puedes comer.Entiendes? Lo raro que sigue siendo ahora son las emociones He

viajado a los mundos ms cercanos y todos tienen emociones

Puedo comer? dijo Alexander. El trmino era tanextrao y distante. Estaba seguro que con un estmago vaco de mediadcada le dara un hambre atroz, pero no senta apetito.

S. Puedes comer. Hasta yo lo hago, en ocasiones queequivaldran a dos dcadas por oportunidad. Pero jams sientohambre. Jams enfatiz.

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Caminaron por un sendero solitario, rodeado por dunasrojizas. A lo lejos, una ciudadela emerga sobre la cima de una duna.

De acuerdo, nada de hambre, pero se siente el sabor de lacomida? indag Alexander, mientras agarraba la silla de otramanera para no cansarse.

No me di cuenta de eso. Cuando ayer com lo que preparBerenice, sent un cosquilleo muy raro en mi boca. Era como unasensacin inexistente, pero que estaba ah.

Alexander sinti que sus sesos se enredaban con aquelladescripcin.

Muy bien, Cor. Pero la pregunta ms importante es: fuistehumana?

Cor pos su mirada en Alexander.

Si fui humana? dijo con tono embobado.

Alexander asinti.

No s.

Pero tienes el mismo aspecto de una humana. Tienes ojos,boca, todo eso que un humano tiene. Debiste ser una humana?

Es que me muestro as, Alexander. Para ti, Berenice y todastus tas. En realidad soy algo mucho ms diferente que un ser humano,con brazos. Desde que visitamos Lazawrd, hace muchos siglosterrestres para ser exacta, nuestra apariencia fue algo que te

desconcertara. Los examinamos a cada uno de ustedes y nos dimoscuenta que viven felices con su aspecto.

Mientras caminaban, Cor dibuj en medio del aire a un serhumano con trazos acuosos.

Resulta que son muy sencillos en apariencia. Ms bien noequivale casi nada en aspecto, pero lo que me sorprendi muchsimoson sus emociones. Es igual a todos los mundos que he visitado. Igual.

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Alexander se daba cuenta que el sentido de la vida era msdiversa. Haba pasado cinco aos, y no le haba preguntado esto a Cor.Sin embargo, le resultaba fascinante que ya lo haba hecho.

Muy iguales.

Se dibujaron nuevos personajes al costado del bosquejo delhumano. Era tan diferentes: uno pareca una ameba, un pedazo deladrillo, hasta una piedra pmez interestelar. Cor sigui dibujando

personajes que se hizo una fila que se perda en la distancia de lasdunas rojizas. El primer sol del firmamento, haca que las dunas

brillaran como montculos de sal en sangre.

Somos muchos que tienen vida, como t la describe. Perodiferente.

El humano era uno de ellos. Nosotros somos aliengenos,como ellos son para nosotros.

Puedes mostrarte como eres, Cor? pidi Alexander.

La fila de personajes se esfum. Cor mir al vaco, hecho una

piedra. Sus ojos estaban enfocados en un ritual de desconcierto. Voltelentamente para fijarse en Alexander. En sus ojos haba un brillo raro,que le incomodaba.

No te gustara verme, Alexander. Te desconcertara. No,Alexander. Vamos, sigamos caminando.

Ella reaccion bruscamente. Se adelant rpidamente, dejandoa Alexander, solo, sosteniendo la pesada silla y las zapatillas

ensucindose con la arena.

Vamos, Alexander, Duin podra tener una tormenta de arenay no querrs quedarte aqu.

Tormenta de arena? No me dijiste que no haba aireaqu? indag Alexander.

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No es el aire de tu mundo. Es otra cosa que mueve la arenade Duin y provoca una tormenta horrible. Vamos. Berenice te estesperando con su comida italiana explic ella, sin mirar a

Alexander.

Espera contest l, mientras la silla comenzaba alastimarlo.

Caminaron por todo el sendero, que emerga como una meseta sobrelas dunas de Duin. Segn el libro de McSolancis, Duin fue un granvalle de tierra dura como la piedra, donde las grietas parecan telas dearaas a sus anchas. Luego de una batalla con Diablo, donde uso sin lavoluntad de Guasn su poder para transformarse, haba hecho aparecerun gran lago de Inessentia. Haba provocado cada desastre que Los

Naipes Arrugados tena que proteger para que McSolancis no resultaradestruida. McSolancis es la nica ciudad con vida en el planeta Rubn.

Diccionario Universal de McSolancis.

Pg. 2501

Inessentia

Sustancia elaborada a partir del caldo primigenio de la oposicin(antimateria como lo conocen los de Lazawrd). Esta sustancia fue

obtenida a partir de un resultado complicado. Segn los de Lazawrd se obtiene a partir de un choque especial de poderes. Uno de losmtodos para su obtencin. La Inessentia tambin se obtiene de lareversin del tiempo. Pero como uno de los primeros habitantes delUniverso obtuvo la Inessentia en un proceso inexplicable, slo existen

pocas probabilidades de su existencia. Datos recientes confirman quelos guasones son capaces de crear Inessentia, sin ningn ademn.

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Y cmo Guasn es el nico reconocido en todo la conocida parte del Universo que tiene ese don, Diablo fue en su busca.Alexander no entendi porque mencionan en plural a Guasn si el

nico guasn es l.

Es para distraer a Diablo.

Era mejor que no hayan puesto esa informacin recalcAlexander.

El plan de Diablo estaba planificado. Se burl de la estpidaestrategia de esquivez de McSolancis para tapar esa informacin.

Atac a McSolancis sin vacilar.

Guasn acabo siendo transformado en un gran tmpano dehielo. Diablo con su semejante poder para crecer tremendamente,agarr el tmpano de hielo, que tena forma de cua, lo lanz al lagode Inessentia.

Muchos gritos se produjeron en McSolancis, cuando eltmpano sali, sobre ellos, volando directamente al lago de

Inessentia. Los Naipes Arrugados trataron de evitarlo, mientras elMago, un joven de cabellos dorados, trataba de desaparecer el lago deInessentia con su vara, antes que el tmpano cayera.

Apresrate, Mago, apresrate.

El lago de Inessentia se evaporaba lentamente al firmamento,escapando al vaco del espacio. El tmpano se acercaba como un

proyectil.

No, espera! Llama a Quirt! Llama a Quirt!

Quirt apareci en frente del Mago, rpidamente, ataviado conuna tenue vestimenta hecha de humo violceo. Como un caballero dela nebulosa de Orin.

Transfrmate en agujero negro y lleva esa idiotez a otraparte! Apresrate! dijo Mago imperativo.

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Quirt lo miro asustado.

La Inessentia me puede lastimar.

No podr.

En un santiamn, Mago pos su vara sobre la cabezahumeante de Quirt y una extraa fuerza dorada lo envolvi. Quirtasinti rpidamente y se zambull en el lago. Una gran salpicadura

ponzoosa se levant en el aire y golpe la tierra seca, carcomindolay transformndola en sal.

Quirt nad, impulsndose en las profundidades del lago

como una bala. La sustancia golpeaba el escudo corpreo y lodesviaba como si se abriera entre una maraa de maleza. Dio un giro yse coloc en el centro del lago.

Pate la sustancia, y rot, como si bailar un nmero de ballet.Gir tan rpido que la sustancia se apartaba y formaba un remolino.La tierra bajo la Inessentia estaba carcomida, llenas de rocasdesenterradas e hirviendo.

Quirt mir hacia arriba y abri la boca. Un gran agujeronegro se form desde ah, abrindose como una inflorescencia.Rpidamente, la Inessentia entr por el agujero negro, como si tratasede un colosal sifn.

El tmpano comenz a descender hacia el resto de laInessentia.

Revirtelo, Mago.

Blandi su vara, y un chorro de luz sali disparado altmpano. Una lluvia de colores lo envolvi, mientras empequeeca yse esculpa en una gran Guasn. Mago blandi ms fuerte su vara y elGuasn original apareci, cayendo hacia la Inessentia, directamente ala boca de Quirt.

Spatha, trelo! dijo Cor imperativa.

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Spatha corri al costado de Mago, agit su espada fuertementey un chorro de aire sali disparado en direccin al distante Guasn.Filamentos gruesos de aire artificial rodearon a Guasn y lo trajo

hacia Los Naipes Arrugados. Estaba durmiendo y con el cuerpoenrojecido.

Manada de mansos! grit Diablo, a lo lejos, con laspiernas velludas surgiendo sobre las casitas de McSolancis. Se quedmirando a Quirt tragar toda la Inessentia. Los ojos de Diablo estaban

brillando de la furia. Despeg de McSolancis en un salt, formandouna parablica, cay cerca a Quirt, que estaba con vaciarcompletamente el lago.

Los Naipes Arrugados miraron sorprendidos y condesconcierto de lo que iba a hacer con Quirt. Diablo se arranc lacadena de diablillos del cuello.

Los diablillos, que estaban soldados a los dos extremos de lacadena, comenzaron a bailar, sin que la Inessentia casi inexistente leshiciera dao. Diablo contempl con una furia mezclada con la euforia.

No NoLa cadena rode el cuello de Quirt. El agujero negro que

sala de su boca comenz a vibrar y apaciguarse. Los diablillos giraronalrededor de Quirt, en sentido contrario, y la cadena presion ms elcuello.

Siguieron en su danza, dando saltitos lentos. La cadena setens, y del agujero sali un sonido semejante a una personaahogndose.

Vamos, vamos.

Cor bajaron la cuesta junto a los dems hacia el ritual. Magoblandi su vara dorada, inmediatamente. La agit y se dispar unchorro de luz hacia uno de los diablillos.

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Sin esperarse, el chorro rebot en un campo invisible. Magoabri los ojos sorprendidos, y luego se fij, furioso, en Diablo. ste ledevolvi una mirada de malicia.

Ahora qu hacemos

La cadena presion ms el cuello. Quirt no se dio porvencido, mientras la poca Inessentia entraba dificultosamente en elagujero negro.

Una extraa figura se dibuj en el cielo. Se distorsion, comosi las estrellas que tachonaban el cielo se hubiesen vuelto sangre

brillante. Lentamente se form un nmero: XIII.

La Muerte Quirt est agonizando, Mago chill Cor.

Diablo se gui del grito de Cor. Mir al cielo, y se fij en elXIII. La euforia en l aument. Perder a Quirt sera perder elsignificado de la tierra y el todo. Adems El Mundo carecera decimiento, como todos los arcanos.

Qu hacemos, Mago?

Obscuras murmur Mago.

Un tremendo brill lleno el cielo, como una explosin demiles de estrellas. Un gran gong remeci todo el lugar, cuando el XIIIdesapareci en un hoyo gigante, que distorsionaba. Era como si elfirmamento fuera tragado por otro sifn, superior a Quirt.

Una nube en forma de mano descendi desde el hoyo, dandouna espiral. Diablo se conmocion y trat de huir, pero el campo

protector lo encerraba. La mano de Obscuras atraves el campo, ycogi por el cuello a Diablo.

Nieop tin pumelio dijo una voz potente.

Los diablillos siguieron dando la vuelta por el cuello deQuirt, felices y maquiavlicos.

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Ij meneloo depri nieop jhui bram Obscuras. Toda latierra de Rubn se remeci. Cor sonri ante eso.

Los diablillos dejaron de bailar. Se evaporaron en unafumarola roja, donde volvieron a aparecer en el cuello de Diablo.Quirt comenz a absorber toda la Inessentia, hasta desaparecerla.Con el cuello agarrndose, se fijo en el regao de su padre.

Ya est dijo Diablo, sonriendo forzadamente aObscuras.

Keye dijo Obscuras, con una voz firme. No jueopio rejuio herete tin pumelio.Juytio-po.

Diablo asinti, sonriendo nerviosamente. Su expresinmaquiavlica pareca como si fuese tragada por el hoyo. Quirt nomostr ninguna emocin ante eso.

Obscuras solt a Diablo, lentamente. Cay con sus garras enel transformado valle de arena rojiza, levantando polvo. Disminuy sutamao, con los ojos enfocados en el hoyo, hasta tener la misma alturade Quirt.

Quirt retrocedi unos cuantos pasos, cuando Diablo hizo unareverencia, donde sus cuernos rasparon el suelo arenoso. El resto deLos Naipes Arrugados se fij en esa extraa reaccin condesconcierto.

Diablo se irgui y ahora se enfoc en Quirt con unos ojospenetrantes. Levant su brazo velludo en un santiamn, Los NaipesArrugados hicieron un ademn de advertencia y Quirt entrecerr sus

ojos.

Tienes suerte que tu padre est aqu, Quirt. Felicidades.

La punta de su dedo deforme de Diablo comenz adecolorarse, recorri su brazo en filamentos como serpientes y seabri en un abanico por todo el torso peludo de su grisceo cuerpo.

Felicidades repiti.

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La decoloracin se convirti en un vaco, haciendo desvanecera Diablo, perezosamente, del lugar. La cabeza cornuda quedoflotando.

Disculpe la molestia, Obscuras. No me atrevera a lastimara Quirt, pero las consecuencias mimadoras me hacen pensar otra cosa

expres framente.

Sus secos labios de cabra se desdibujaron, sus cuernos seborraron de la existencia y sus ojos quedaron flotando como rubesvivientes. Pestaaron y se esfumaron completamente en un polvorubicundo y brillante.

Esa desaparicin me dio miedo coment Alexander, subiendoescalerita y llegando a los confines de McSolancis. No crees quehubo algo intimidatorio en eso.

No, para nada respondi Cor. Entrar a ese tema,esquivando la conversacin anterior, la hizo olvidar y consiguiente,terminar su rabia. Diablo no puede actuar as en frente a Obscuras.

Entonces, si Obscuras es tan poderoso, por qu no seencarga en salvarlos de todas las maldades discerni Alexander.

Ah est el problema, Alex explic ella. Alcanz alltimo escaln y esper al joven desde ah. Obscuras solamenteayuda cuando su hijo est en peligro.

Qu mezquino! desaprob Alexander.

Qu vamos a hacer? Es su complejo de padre dijo Cor,sonriendo.

Una envidia extraa recorri por el cuerpo de Alexander.Alcanz a Cor, y estuvieron frente a frente a las curiosas casas deMcSolancis. Era unas casas simples y sencillas, con un estilo irlands.Algunas bien hechas, otras que estaban por caerse. Cor le cont queantes el diseo de las casas y el nombre no eran as. Cuando haban

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trado a un irlands de la Tierra en la Insignia de 1980, a los habitantesle gust su estilo. Con la ayuda de una foto de la casa de LeoMcSolancis, redisearon todas las casas con ayuda de Mago.

Pasaron dos aos, cuando falleci Julio Cenefa, un humano dela Insignia de 1905. Su posicin fue reemplazada por Leo McSolancis,cambiando el nombre de lugar con su apellido. El cambio de nombrefue bien satisfactorio para la ciudad, porque anteriormente era unahazaa pronunciarla: Kiuperkuilao.

Sin embargo, haba poqusimas personas que se opusieron enel cambio de nombre. Y por ese motivo, la ciudad tiene un segundo

nombre: McSolancis Kiuperkuilao. Oposicin extinguida, felicidademprendida.

Cor, una antena esta algo doblada indic el dispositivo,que tena una vara largusima y delgada. Su receptor en la cima, casino se vea entre las nubes rosadas. Cada una de las casas tena unaantena delgadita, pero larga y que rozaban el firmamento. Utilidad:captar energa para el funcionamiento de las mquinas.

Tienes razn. Si se malogra, mal da para nosotros. Avisarea Mago para que venga a arreglarla. Sabes una cosa, Alexander?

Qu?

Influiste demasiado en nosotros admiti ella, mirandodirectamente a los ojos de Alexander. T y con la costumbre dePer, influiste en nosotros. Ms en Guasn. Se volvi loco.

Eso hizo sacar a Alexander una sonrisa.

Leo McSolancis dijo que vendr a visitarnos avis Cor.Llegaron frente a la puerta de la casa irlandesa. Cor estaba incmodacon la antena doblada de la casa.

Llam a la puerta.

Se escuch un bullicio tras ella. Cor me mir de reojo, concara de Qu mircoles estn haciendo?. Y yo sonre ante ella.

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La puerta se abri de un tirn. El do se sobresalt.

Querida, Cor! saludo un hombre maduro, abriendo los

brazos, ataviado con una indumentaria irlandesa. Luego se dirigi aAlexander. Nuevo habitante! Caid mar t tu!

Ah profiri Alexander, perdido.

Cmo ests, jovencito? Dijo el hombre en espaol.Te entiendo que no hablas en irlands. Encima que son dialectosdiferentes. Estaba relajndome despus de tener por mucho tiempo miidioma nativo tan entumecido.

Qu gracioso eres, Leo! sonri Cor ante eso. Seguroestuviste contando de tu coleccin de trboles a Trbol. Dnde est elleprechaun? Oh, ah est.

Junto a Leo McSolancis apareci Chim, el viringo peruano,trayendo en su lomo a un hombrecillo en un traje verde, serio y conuna barba que pareca hecha de espuma de jugo de papaya. AAlexander le hizo a acordar a los Dulcis.

Alguien llam a lainn?

lainn! Sigues siendo hermoso y pomposo como tunombre Cor tom de los brazos a lainn. Lo acerc a sus brazos ylo acurruc. El leprechaun sigui fumando su pipa, de donde salanchispas. Claro. No hay aire normal.

Chim se abalanz sobre Alexander. Su lengua pas sobre sumano, causndole una fuerte sensacin de calma.

El amor brota por todas partes. Me siento en La Tierra coment Leo McSolancis, con un tono meloso.

Oh, te fijaste de la antena de la casa, Leo? dijo Cor.lainn segua fumando de su pipa. Si fuera un humano, haba acabadocon un terrible cncer de pulmn.

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S. He llamado a Mago para que lo arregle. No querrnque acaben sin energa?

Claro que noEntonces ya me voy. Estaba entablando una conversacin

con los Naipes. Y tambin con las viejitas. Son especiales Lapalabra especiales lo dijo como si estuviese estreido.

Se movi entre el do. lainn se bajo de los brazos de Cor ysigui a Leo.

Gracias, Leo.

T filte romhatrespondi Leo.

Maith go leorexpres Cor.

Cuando Leo estaba lejos, levanto el dedo pulgar. Dobl unaesquina y desapareci.

Vamos, Alexander. Cmo ests, chiquito? acarici elcopete rubio de Chim.

Entraron a la casa. Alexander pregunt un poco curioso:

l es el lder de todo McSolancis?

S.

No tiene personas que lo cuide? No le puede atacarDiablo?

Tiene poderes. Le dimos poderes cuando se convirti enlder de McSolancis. No creers que andar desprotegido por todoMcSolancis?

De eso hablaba, pens Alexander.

Alexander, aqu estas, hijo.

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Ta Nelly salud desde una mecedora, con el mismo aspectode reina Isabel II, pero que iba desvanecindose cada da. Estaba msviejita. Sus rulos rubios estaban volvindose plateados, ya que no

haba un estilista que le tiera el cabello y eliminara las canas. Sonliteralmente humanos. Junto a ella, las seoritas Humberta, Goya,Juana y Maribel la acompaaban.

Alexander le dio un buz a cada una.

Un extrao efluvio golpe las insensibles fosas nasales deAlexander. Era como sentir al fuego acariciando sin quemarte. Eratomar el agua heladita en un da acalorado sin sentir esa sensacin.

Pareca como si el sentimiento surgiera desde el choque de dostomos.

Pero Pero

Cor llam Alexander a la chica que acababa de dar unbuz a cada viejita. Las viejitas siguieron charlando.

Qu sucede, Alexander?

Puedes hacer que sienta el sabor por unas horas.

No te preocupes, Alexander. Quera decirte que se nosocurri una gran idea a Guasn, a Mago y a m.

Dejaron la hermosa e iluminada estancia irlandesa, paradirigirse hacia una puerta. Tena una ventanilla por donde sala una luzamarilla.

Hemos creado una cpsula de aire por un da. Para que tesea posible disfrutar lo que prepar Berenice.

Cor tom el pomo de la puerta y tir de ella, rpidamente. Unarco brill bajo el quicio. Tena la misma contextura del portal de laisla San Lorenzo: una mezcla de estrellas de oro y gotas de lluvia.

Anda.

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Al mismo tiempo que Cor empuj a Alexander a travs delarco brillante, el joven sinti una extraa sensacin en el cuerpo. Elaire entr a sus pulmones, sinti el olor de la comida y el clima

caliente de la cocina irlandesa. Volvi a ser humano completamente.

Cor traspas el arco brillante y se dio un golpe en elestmago. Se escuch un plin! y ella se volvi de un tono rosa.

Espectacular. Esto es lo que siente los humanos.

Por Dios exclam Alexander. Me siento demasiadoeufrico. Es el hambre.

Encontr un pan plano, similar a la empanada, con trocitos decarne, tomate y mucho ms, sobre la mesa de madera. Se sent en lasilla y cogi el alimento. Lo meti a la boca y sinti la maravillosasensacin de satisfaccin y sabor. Tena ganas de decir cuanta

palabrota para expresar el sabor tan rico de la comida.

Cor cogi otro pan y lo meti a la boca.

Chim, prob un plato de comida, masticando con sabor.

Seguro Cor le dio la debilidad para probar la comida.

Por la pipa de lainn, esto es maravilloso!

Eso no es la mesa de comer, Alexander dijo una voz.

Entre un humo, una chica guapa, con pelo castao oscuro yojos cafs apareci con un sartn en la mano. Traa un delantalfloreado.

Ah no es la mesa dijo ella en un espaol estropeado.Vengan aqu. Dej ah las piadinas porque Mejor vengan.

Alexander con la piadina en la boca y Cor saboreando eltomate, siguieron a Berenice. La cocina era inmensa, al doblar unaesquina, encontraron un tremendo mesn con un banquete de losgrandes cielos del sabor. Alexander estaba en el punto mximo del

placer saboreador.

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En el mesn haba ms comida: italiana, peruana y unos dosplatos de comida china. Una seleccin olorosa y diversa.

No me dijiste que slo iba a preparar el orata dijoAlexander con la boca llena de piadina.

Te mencion eso porque quera aclararte de que iba acocinar. No quera decirte todos los nombres de las comidas que iba a

preparar.

Berenice puso el ltimo plato en su lugar. Ella sonri, cogiun cebiche y comenz a meterlo en la boca. Sus ojos se pusieron en

blanco cuando la comida pas por su garganta.

Cor y Alexander atacaron al banquete. Pedazos de comidasalieron volando por los aires. No le interesaba la etiqueta. No estabanen un mundo que rega la costumbre acomplejada de La Tierra. Uncabeza de pescado, un pollo a la brasa, gambas, berenjenas, cebolla,lechuga, todo entraba por sus bocas.

Guasn apareci en plin!, sentado junto a Cor. Loscomensales hambrientos no reaccionaron ante su repentina presencia.

Extraordinario. Debilidad humana dijo Guasn en uncomentario serio.

Una pata de pollo vol a su cara. Un filamento de saliva sedesprendi de su mejilla y no sinti asco.

Cor alarg su grasiento brazo y golpe el estmago deGuasn. Una sensacin recorri desde ese punto y explot en su boca.

Gir lentamente su cabeza. Sus ojos se posaron en unadeliciosa butifarra peruana.

No me niegues. Cmeme. Cmeme.

La butifarra sonri, mostrando todo el relleno. Saco unosbrazos de cebolla rebanada y llam lentamente a Guasn, con una vozaguda y melosa.

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Cmeme, Guasn. Cmeme.

Las manos de Guasn tomaron la contextura crujiente de la

butifarra. La acerc a su boca, mientras los pequeos brazos decebolla acariciaban sus labios.

Eso. S!

El sabor lo llevo a su clmax.

Bendito sea la comida. Me encant. Tu preparaste todo eso,

Berenice dijo Alexander, tomando el vigsimo vaso de cerveza.

Chim meneaba la cabeza, mirando a todos desde una esquina,feliz.

El mesn estaba vaco, sucio, con rastros de comida cayendode sus bordes. Guasn segua hablando con su estmago, mientras Corle daba un vaso de cerveza ms.

S hip Berenice. No s como consegu losingredientes. Pluf!, aparecieron como arte de magia.

Eso fue una maravillosa sensacin, Berenice comentCor, a punto de caerse de la silla. Jams he sentido una cosa as entodos mis 850 aos de vida.

Tienes 850 aos? pregunt Alexander, sorprendido. Nopoda centrar bien su mirada en el rostro enrojecido de Cor.

S.

Chvere. Yo tengo 23 aos. Imagnate. Es espectacular,no?

S asinti Cor, rindose. Se dirigi a Guasn. Tmateotro de esto, Guasn. Qu? hip! Te pasa, amigo?

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Estoy hablando con mi estmago. Dice que lo evace y lovuelva a comer. refiri Guasn

Cmo se hace eso?No s.

Berenice y Alexander se desternillaron de la risa, ebrios.Apoyndose tosieron y se doblaron del puro humor.

Cmo vas a hacer eso, compadre ri Alexander,apuntando a Guasn con el vaso en la mano. Eso sera asqueroso.

Ni yo puto hara eso.

Dijiste puto. Divertente! carcaje Berenice.

Dnde estn estos flojos?

Spatha, Quirt y Mago entraron a la cocina. Examinaron todoy encontraron al cuarteto, carcajeando.

Aqu estn.

De pronto, Guasn vomit. Berenice y Alexander rieron msan, apuntando el vmito extrao de Guasn. Cor mir los rostros deldo de la risa y le sigui la corriente, apuntando el vmito.

Ha vomitato! grit Berenice entre risas.

Revierte todo este lugar pidi Spatha a Mago.

Mago chasque sus dedos. El vmito desapareci; la mesa

qued limpia; la humanidad literal volvi a Alexander y Berenice,dejndolos laxos; Cor y Guasn parpadearon, y el aire se esfum dellugar. Chim sacudi la cabeza canina.

Reaccionen, flojos! grit Spatha, aplaudiendo fuerte.

Qu sucedi?

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Estaban en un trance. Tenemos que irnos, ahora. Estpasando algo en Zoon-Diakos.

Cor abri los ojos como platos. Zoon-Diakos? Qu pasa en Zoon-Diakos?

Diablo mand a un intruso, para as decirlo, para alterar contodos los signos del zodiaco. T sabes que los signos influyen bastanteen Lazawrd y en otros mundos. Si algo se altera, se desmorona todo.

Tenemos que irnos. Apresrate.

Llevemos a Alexander. Quiero que conozca Zoon-Diakos.

Cundo est siendo atacada?

No creo que le hagan dao. Adems, l estarpresencindolo desde el mundo ms cercano: Circare.

Alexander segua laxo, con los ojos parpadeando lentamente.Berenice reaccion ms pronto y miraba preocupada a los arcanos.

Ya, ya, ya. Trae al muchacho dijo Spatha malhumorado.

Vamos, Alexander. Adis, Berenice.

Adis. No se preocupen. Tengo que salir a relajarme yotambin.

Bien. Hasta luego.

Hasta luego,principessa dijeron todos en unsono.

Cor alarg su brazo y jal el brazo de Alexander. Este levantdesparramado, con pasos cortos. Salieron de la cocina con premura.Chim los sigui, no era necesario que Cor lo llamara.

En seguida volvemos,seoritas dijo Mago a la viejitas.

Dnde van? pregunt ta Nelly, con los ojos enfocadosen el chisme.

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A resolver un problema contest Spatha con su vozspera. En seguida regresamos, seo Seoritas.

Salieron todos apretujados por la puerta. Las viejitas siguieroncuchicheando, escuchando La Hora del Lonchecito, a travs de laradio mgica de Mago.

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Captulo III: El nuevo portal

Corrieron por una calle, entre casas por donde se asomaban cabezashumanas, con rostros perdidos. Unas cuantas casas estaban sealadascon rtulos: Habitante de la Insignia 1980, Habitante de la Insigniade 1965, todos descendiendo en 15 aos. Alexander nunca pas poresa calle, y jams vio a los forneos de las Insignias anteriores: era unchino, un negro afro, un hind anciano. Los nicos forneos de lasInsignias que conoci fueron Berenice y Leo McSolancis.

Mago, quera decirte que arreglars la antena de la casa dijo Cor, corriendo y jalando el brazo de Alexander.

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Mago chasque sus dedos.

Listo. Ahora, vamos, vamos.

Siguieron corriendo a lo largo de la calle.

Segn me explic, Leo, desde ayer estaba pasando algo raroen Zoon-Diakos. Cuando lleg de visitar a ustedes, recibi unallamada del Emperador y la Emperatriz, avisando que Zoon-Diakosest siendo alterada por un intruso. Es posible que sea uno de losaliados a Diablo, o l mismo.

Diablos no se cansa, no? recalc Cor, an jalando del

brazo de Alexander. Su vestido blanco volaba por la brisa rara deMcSolancis.

Diablo quiere conseguir algo. No s a qu ser Magofrunci el ceo dorado. Primero, en Lazawrd trat de robar lareliquia de Quirt. Pero, para qu? No entiendo. Para qu quiere lasreliquias de los mundos ms maravillosos.

Ahora doblaron una esquina, hacia la derecha. Una torre se

alzaba sobre las casitas, al final de la calle. Un gran rtulo sobre sutechumbre circular, en forma de corona, rezaba: La Torre.

Consigui robar alguna reliquia? dijo Alexander,liberndose de los brazos de Cor y corri por su cuenta.

S. Rob los nios de El Sol respondi Mago, contrariado. Estamos pendientes en hallarlos, pero nunca supimos la fortalezade Diablo. No sabemos dnde queda. Pero estamos sufriendo en

hallarlos.

No creen que estar construyendo algn arma? supusoAlexander.

Mago se detuvo, y los dems lo imitaron, igual que Chim.Alexander mir al grupo, circunspecto.

Construyendo un arma? Para qu?

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No s, Mago aadi Alexander. Estaba suponindolo.Nada ms. Es que si quiere obtener varias reliquias para algo, debe serun arma.

Y que pasa si lo quiere usar como una coleccin intervinoSpatha, con su voz spera y su gesto duro.

Eso sera usar las reliquias sin ningn fin malvado, no,crees, Spatha? corrobor Alexander.

Y cmo lo sabes, Alex? pregunt Cor, aprensiva.

Se debe pensar como el enemigo.

Mago escudri a Alexander, con sus ojos brillantes llenos deinquisicin. No estaba sonriendo, estaba completamente inmerso en smismo, y trataba de entrar en el fuero interno de Alexander.

Vamos dijo Cor.

Comenzaron a correr. Mago dio media vuelta y comenz acorrer l tambin. Alexander estaba seguro que Mago estaba

sospechando de l, o comprobando si la inteligencia de Alexander eracierta.

Llegaron al portn de La Torre. Llamaron a la puertarpidamente. Varios sonidos ecoicos y gong sonaron en el interior deLa Torre. Trbol abri la puerta, acompaado de lainn, que seguafumando su pipa de chispas.

Pasen. Pasen.

Entraron como una estampida histrica, casi pisoteando alainn. En un gran saln circular, estaban esperando otros de losArcanos Mayores: La Fuerza (una mujer hermosa, con una corona delaureles y un smbolo infinito a modo de sombrero, apoyndose en ellomo de un gran len rubio y brillante), La Estrella (una mujercompletamente desnuda, inocente y brillante, con el tatuaje de unaestrella en su frente), El Ermitao (un hombre con una capucha gris,llevando un bastn de madera y un farol flotando a su costado), El Sol

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(algo amorfo, como una bola de fuego amarillo, similar a la etapavejancona de Quirt, flotando y con unas lneas oscuras, comoestilizadas manchas solares, formando un rostro humano), La

Templanza (una mujer con un vestido blanco, ms brillante que la deCor, con unas espectaculares alas rosadas y un aura rodeando sucabeza), El Juicio (un hombre similar a La Templanza, pero con lasalas rojas, el cabello rubio brillando y llevando una trompeta de oro.Tena un rostro tan celestial), La Justicia (mujer con un largo vestidosuntuoso, una corona aparatosa y una espada. Una versin femeninade Spatha); La Rueda de la Fortuna (algo tan simblico. Era comounos hermanos, una esfinge y un lobo erguido, volando en una rueda amodo de platillo, a un metro del suelo), El Carro (el que ms ocupaba

en el tremendo saln. Un hombre estaba saludando desde una enormey barroca carroza, tirada por dos hermosos caballos blancos).

Un hombre, con un pelo tan lacio y largo, con los ojoscrispados de alegra se acerco a Cor como un ligero viento. La agarrde las manos y le dijo, suavemente:

Amada, Cor. Cmo ests?

En el dorso de su mano haba un nmero en romanos: VI. EraEl Enamorado. Chim expresaba unos celos en su carita canina,cuando Enamorado le dio un buz en las manos de Cor.

El Papa y La Papisa, vestidos con mantos rojos y llevandobastones dorados y coronas, surgieron entre los arcanos presentados.El Emperador y la Emperatriz, como grandes personas, aparecieron

junto a los sumos pontfices y Leo McSolancis.

Un hombre colgado de cabeza, descendi frente a Alexander.Sonriendo en un alegra paradjica por su posicin.

Entonces, t eres el forneo de la Insignia de 2010 dijo ElColgado, encantado.

Una bola, similar a una pelota cubierta de barro seco y gris,descendi, deslizndose en el aire. Tena las grietas secas formando unrostro. Era La Luna.

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Eres Alexander Prez, no?

Un humano que simplemente cay en la aventura de unos

grandes y complejos arcanos. No, joven? dijo, un hombre con unaexpresin perdida, mirando el rostro de Alexander como un restoarqueolgico. Era El Loco. Tena una estrafalaria vestimenta: unacamisa voluptuosa con complicadsimas figuras de flores y unos

pantalones ajustados.

Alexander asinti ante eso.

Los nicos arcanos que no estaban eran El Diablo y LaMuerte.

Leo McSolancis se acerc a los recin llegados.

Recin acabo de recibir un mensaje de Zoon-Diakos, y diceque Diablo est alterando la tierra de Gminis. Cstor y Plux estnluchando para que no se desmorone su tierra. Lo bueno que Cstor noes mortal, sino hubiese fallecido por segunda vez.

Entonces, vmonos alist Mago. Chauffeur, prepara El

Carro para irnos a Zoon-Diakos.

Todos los arcanos menores y mayores se movieron por aqu ypara all. Los nicos humanos literales, Leo McSolancis y Alexander,se quedaron mirando como los arcanos se preparaban y suban altremendo Carro.

Ven, Alexander llam Leo McSolancis. As te llamas,no?

S.

Ven. Quiero que lleves esto contigo y lo guardes para ti.

Puso un naipe en blanco en las manos de Alexander. Brillabacon un fulgor tan irisado, como si su superficie estuviese hecha dencar.

Para qu es eso?

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Slo gurdalo y llvalo contigo empuj a Alexander alCarro, donde se estaba formando un bullicio. Camin lentamente,observando el naipe en blanco. Lo guardo lentamente en el bolsillo de

su pantaln, cuando la mano de Cor le jal de golpe y lo subi alCarro.

Los nicos que no subieron eran El Papa, La Papisa, ElEmperador, La Emperatriz y El Colgado. Ellos estaban junto a LeoMcSolancis, contemplando el abarrotado Carro. McSolancis era elnico que despeda con el caracterstico gesto humano.

Yo pens que iban a traer a otra mujer de Lazawrd, como

Berenice cont El Enamorado. Es una hermosa dama. Unaprincipessa.

Alexander prepar una bromita para El Enamorado.

Cuntas veces fuiste un sacolargo?

Sacolargo? Qu significa eso?

Un hombre que muy servicial a la mujer. Un caballero

dijo Alexander, con sarcasmo.

Ah, s. Muchas veces. Una vez le regal una nebulosa Ojode Gato a escala a Berenice. Lo tiene en su habitacin. Siempre me

piden algo y les regalo.

Una compuerta se abri en la alta cpula de corona de LaTorre. La luz del cielo rosado de Rubn entr como una sustancia

brillante y espiral.

Se escuch un estruendo, cuando una tremenda luz aparecisobre la cpula abierta. Se expandi como una bola de fuego artificial,espeso y colorido. El centro incandescente creci y luego hizoimplosin, para luego aparecer, en un nuevo estruendo, como un

portal. Ilumin todo con sombras y luces, llenando con zumbido bajo,remecedor.

Ah est el portal. Asciende el Carro, Chauffeur.

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El Carro se despeg del suelo, lentamente, rotando hacia laluz. Pequeos rayos salan de la luz, acariciando toda la cpula. Loscaballos blancos resoplaban lentamente, mientras sus cascos se

separaban del suelo.

Las personas de todas las casas de la calle salieron a ver elespectculo de luces, con admiracin.

Un delgado rayo alcanz el cabello dorado de Mago. No sequem, en cambio, brill como si fuera miles de filamentos dewolframio de un foco. Empaando los ojos de algunos.

Otro rayo delgadsimo cay en el brazo de Alexander. Undolor similar a la presin de un dedo se impregn en su piel. Sintique su visin se coloreaba de blanco.

Bonito. Mira, Loco coment Luna.

Loco gir y mir entre la cabeza de Cor y Spatha a Alexander.Los ojos de Alexander estaban brillando con una luz propia.Lentamente volvi a la normalidad, parpadeando.

Ahora, si, vmonos.

De pronto, una maraa de rayitos abraz el Carro y jalaron enun instante hacia el portal. Diferente al portal que le sac de La Tierra.

Entraron a un tnel colorido, con espirales de colores. Unaspelotas rebotaban por las superficies del portal, mientras el Carrosegua adelante. Una pelota se converta en varios rostros, cada vezque un rayo le pegaba.

Otro rayo golpe a Alexander, hacindolo flaquear. Traspassu estmago. Un zumbido se acerc, y un rayo entro por el odo deAlexander, hacindolo dar espasmos. Otro se envolvi en su pierna.

Qu est pasando? dijo Alexander, balbuceando alritmo del zumbido de los rayos.

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Te dije que no lo trajeras, Cor gru Spatha. Muvansepor un lado.

Toda la tripulacin se movi por un lado en la ancha carroza.Spatha se puso frente a Alexander. Un rayo surgi de la superficie delportal, zigzague, directamente a Spatha. Trat de rebotarlo con suespada, pero el rayo perezosamente lo esquiv y envolvi a Alexander.

Ah viene otro, Spatha chill Templanza.

El zumbido se increment cuando un rayo bajo lentamente enespiral a la cabeza de Alexander. Spatha se movi con agilidad y tratode atacar al rayo.

No seas tonto, Spatha dijo Guasn. Cmo vas a darestocadas al rayo?

Por hacerle caso a Guasn, el rayo esquiv la espada yenvolvi la cabeza de Alexander. El chico flaque y cay de rodillas.Los rayos se cieron a su cuerpo, electrificndolo.

Todos los arcanos se quedaron asombrados. Irnicamente, la

carroza segua ascendiendo por el portal, tranquilamente. La entradase haba cerrado y no podan regresar.

Ya llegamos al punto de arranque avis Chauffeur.

No se vea rasgo de Alexander, en la indefinida siluetaelectrizante. Una voz, como si fuera hecha por violines, dijo:

Nunca he sentido un dolor as!

Ya! bram Chauffeur. Una batahola y la carrozaascendieron con un impulso endemoniado. Los rayos que sobresalande la superficie del portal se estiraron y amenazaban con sacar aAlexander de la carroza.

Spatha!

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Alexander se arrastr, rgido, hecho un mueco deelectricidad. Spatha corri tras l, al mismo tiempo, que Alexandersala de la carroza al vaco del portal.

Spatha salt y agarr el brazo electrizado de Alexander, sinhacerle dao. Guasn cogi del pie de Spatha, y as sucesivamente, enuna histeria por rescatarse entre ellos y a Alexander. La Fuerza, junto asu len y al final de la cola, soportaba a todos.

Chim ladr desde el costado de Chauffeur.

Ms rayos se unieron a Alexander, envolviendo como uncapullo. Los brazos por donde coga Spatha, amenazaba condesaparecer en ese capullo.

No te sueltes, muchacho. Eres valiente, acurdate susurrSpatha, con la boca fruncida y la cara contrariada.

Alexander! grit una voz

El capullo brillante se infl. La superficie cubri el brazo,lentamente. Subi hasta la mueca, hasta que trag los brazos de

Spatha.

El capullo infl e infl. La superficie engull a Spatha yGuasn, pero siguieron sostenindose en cola. La superficie se detuvoen la pierna de Guasn, dejando a Cor sorprendida.

Spatha contempl a Alexander, siendo abrazado por mujeresdesnudas. Cada una le besaba en su rostro y en su cuello, mientrasAlexander estaba en una catatonia. El cabello de Alexander estaba

completamente rubio y sus ojos estaban grises.

Espada susurro Spatha.

La espada bastarda sali de la vaina, lentamente, deslizndosepor la vestimenta. Surgi entre los brazos, con la hoja brillando y laempaadura sostenindose del apretado nudo de las manos de Spathay la mano de Alexander.

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La hoja se irgui, apuntando a Alexander.

De las espadas forjarn arados, como los aires mueven los

pasados.La espada bastarda vibr y lanz un chorro de aire. Se

dividieron en filamentos y golpearon a cada mujer, que acariciaba aAlexander. Una mujer mir a Spatha, transformada en una rabiainfinita.

De las espadas forjarn arados, como los aires mueven lospasados.

Ms chorros de aire golpearon a las mujeres y las revolcaba enun torbellino. Alexander segua en su catatonia.

como los aires mueven los pasados. Tiren!

Chauffeur golpe con su mano los traseros de los cabellos conuna fuerza tremenda. Lanzaron resuellos y se propulsaron ms an.

Y Alexander sali de la cpsula, como sacar una cuchara del

pegamento espeso. Cuando Alexander fue escupido por la cpsula,esta hizo implosin.

La fila sali para atrs y cayeron como un acorden encomprensin en la carroza. Alexander cay sentado, impertrrito y

perdido. Los tonos claros en su piel y cabello lentamente volvan a susnativos colores trigueos.

Spatha se levant rpidamente y se coloc frente a Alexander.Le agarr por los hombros y lo sacudi.

Reacciona, muchacho dijo Spatha, preocupado. Sabaque este portal le iba a hacer dao. No es igual al portal de Lazawrd.Por qu le trajimos, Cor?

Todos se irguieron, mientras Alexander lentamentereaccionaba. Parpadeo varias veces, saliendo de su estado laxo. Spathafrunci el ceo al verle el rostro tan confuso.

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Ests bien, muchacho?

S respondi Alexander, mirando a Spatha directamente a

los ojos, que adornaban su cuarteado y maduro rostro. Meencuentro bien.

Ayud a erguir al muchacho, sin perder de vista el rostromedio lnguido de Alexander. Spatha ahora poda darle una razn a suestado tan plido, que una nusea desconocida de un humano.

Ascendemos aviso Chauffeur.

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Captulo IV: Facultad de herir

Nos acercamos aviso nuevamente Chauffeur.

Alexander se encontraba al borde de la carroza. Todos losarcanos le cuidaban con la mirada, con la visin impregnada en su

presencia de humano literal. Chim le haba lamido la mano para quese calmara.

Salimos.

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Al final del tnel ascendente se form un agujero, revelandoun cielo cuajado de estrellas. Cuando pareca una salida normal, unaexplosin azul ilumin en ese cielo.

Una lluvia de piedritas entro por el agujero y cay sobretodos, como innumerables monedas. Alexander cogi una piedrita, loacerc a su mirada y lo examin. Era similar a conchitas fosilizadas.

Salieron de inmediato del portal, encontrndose con algoextraordinario. Uno de los Gminis cabalgaba sobre un tremendocaballo hecho de gas interestelar. Deba ser Cstor. El otro, Plux,tena las manos cubiertas con manoplas gruesas, y haciendo ademanes

boxeadores. Los dos tenan la cara idntica. Como eranconstelaciones, parecan como unos dibujos en el cielo, pero se lesnotaba slidos.

El Carro qued flotando en el espacio, cuando cerca a ellosunas tremendas bolas de fuego salieron disparadas en direccin aGminis. Plux alist sus manoplas, con la cara seria, golpe cada

bola de fuego hacindolo explotar.

Cmo van a ayudarlos si son pequeos?Aquel que es demasiado pequeo tiene un orgullo grande

dijo Spatha. Lo dijo uno de Lazawrd, no, muchacho?

Alexander asinti.

Voltaire.

Bien. Te dejaremos all apuntando un planeta en medio

del espacio. Solitaria, irisada y pequea. Se llama Circare.

El Carro se movi rpidamente, mientras los Gminisgolpeaban cada bola de fuego, que se hacan ms grande.

Alexander te quedas ah. No hagas nada que presenciar todolo que hacemos dijo Spatha, que de pronto explot en laimpaciencia. Qu innecesario es decirle esto al muchacho, Cor!Para qu va a estar mirndonos como peleamos

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Slo qudate aqu, Alexander mand Cor. Vamos,Spatha. Vamos, Chauffeur.

Dejaron a Alexander parado sobre la arena irisada de Circare.El Carro se alej, mientras Aries (un carnero centelleante), Piscis(unos peces hermosos, atados con una soga dorada por la colas,nadaban entre las estrellas), Leo (un len majestuoso, parecido al lende La Fuerza), Cncer (un cangrejo tan rojo como la misma sangre) yEscorpio (un tenebroso escorpin, con el telson alzado en modo deataque) se dibujaban en el cielo. Dnde estaban los dems?

Un tremendo hombre pas por encima del cielo de Circare.

Era tan viejo, llevaba solamente unos cuantas sbanas sobre su fornidocuerpo y una serpiente envuelta en su cintura. Nunca haba visto esesigno del zodiaco.

La cola de la serpiente roz la tierra de Circare, levantando uncmulo de arena irisada. Una cantidad de polvo toc la piel deAlexander, donde sus vellos se electrizaron para convertir ese polvoen diminutos aicos de cristal. Inmediatamente, Alexander alej su

brazo.

Qu quieres de los Zodiacos, Diablo?! grit Spatha.Increblemente, su voz se escuchaba hasta aqu.

En el mismo lugar donde haba aparecido el portal, untremendo Diablo se encontraba contrastado en el fondo tachonado deestrellas. En sus manos velludas llevaba unas esferas gaseosas: erannebulosas! Uno pareca un colosal pompn espumoso de coloresfuertemente irisado, con protuberancias brillantes. Alexander estaba

seguro de haber visto ese astro en un libro.Quiero que me entreguen las manoplas de Plux y el ltigo

de Cstor.

Para qu lo quieres?

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Eso no te interesa, Cor espet Diablo. Quiero que meentreguen lo que ped. Ahora o si no destruyo Zoon-Diakos, hastaconseguir las manoplas y el ltigo.

Si furamos tan tontos en entregarte dijo Magosperamente.

Son ms tontos que la mismsima cucaracha, as quecllense y entrguenme lo que ped! Voy a destruir todo Zoon-Diakos si no lo hacen.

De ninguna manera dijo Cor. De repente, su vozcambi de tono. Espera, Diablo. Existe un tratado donde explicaque no puedes acercarte a ningn lugar que no atente con el equilibriode las cosas al ser alterada. Si destruyes Zoon-Diakos, se vendr abajotodo. Tenas que escoger este lugar?

Cllate rasp Diablo. Me llega a los cuernos lo quedice. As que dejen de su drama y entrguenme lo que ped Oh,trajeron al idiota humano de Lazawrd.

Los ojos rubines se fijaron en Alexander con una malicia

impresionante. No era igual al esbozo risible cuando atac la casa deAlexander. Era malvado. Su expresin, mezclada con cabra y humanodaba ms miedo en esa magnitud.

Qu valiente al venir. Presenciar como aniquilo a estosarcanos baratos Entonces, me entregarn lo que ped?

Jams, Diablo.

Bien.

Meti su truculenta mano en la nebulosa colorida. Comodeshilachando un pedazo de tela, arranc un poco y lo enroll entresus deformes dedos. Form una bolita de fuego, gigante arrasador anteAlexander, un caramelo dulce para Diablo.

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Sigui sacando ms filamentos, mientras los arcanos y loszodiacos le miraban escrutadores. Obtuvo ms de doce bolitas. Losostuvo en su mano, como millones de canicas brillantes

Alexander se crisp cuando las bolas, de improviso, eranlanzadas fuertemente hacia los arcanos y los zodiacos. Sinti que su

piel se electrizaba, mientras su visin se volva blanquecina. Qusucede?

Las bolas fueron esquivadas gilmente por Plux, lanzndolosde vuelta. Aries resopl y surc el cielo, enfurecido, en direccin aDiablo. Sus cuernos chocaron con una pared invisible, que chispeaba.

Aries resopl an ms y es donde Diablo explot en carcajadas. Qu significa perder unos cuantos corderos, Aries?

Significa algo en tu trabajo como constelacin?

El resoplido de Aries sali hecho una llamarada. La furia lehaba llenado. La lana blanca que cubra su maravilloso cuerpo, seencresp. Los cuernos en espiral rozaban duramente la pared invisibleque protega a Diablo.

Aries! Aries! ARIES!

Las manos de Diablo traspasaron la pared y cogieronfuertemente de la lana de Aries. Diablo grit y jal fuertemente. Arieschill.

Los zodiacos y los arcanos se quedaron pasmados ante eso.Diablo no estaba arrancando la lana, le estaba sacando el cuero. Elvellocino.

En un grito, similar a una explosin, el vellocino fuearrancado del cuerpo de Aries. El cuerpo enclenque del zodiacodesapareci en un torbellino de estrellas.

El cielo, el espacio y todo se estremeci. Pareca como si lamateria se iba a esfumar cuando se lo tocase.

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Diablo levant el vellocino, que mansamente, se volvi de uncolor dorado. Las manos oscuras del Diablo parecan ensuciarlo.

Al menos tengo algo para usar como reliquia agit elvellocino, maliciosamente. Saben una cosa, arcanos y zodiacos?Ese maldito tratado parece tener razn. Si altero algo de aqu,desaparecer y podr tomar las reliquias necesarias. Pero ustedes meimpiden que lo haga. No pueden darme un sendero para podertomarlos?

Nos crees idiotas? Bram Spatha. Jams te daremoslo que quieres, porque no te pertenece. No te pertenece!

No entend lo que dijiste, pequeo espadachn.

Un gran chorro de aire surc el firmamento, acompaado delgrito enfurecido de Spatha. Impact en la pared invisible de Diablo,haciendo explotar en miles de estrellas blanquecinas. Diablo exploten carcajadas.

No te enojes dijo Diablo, llorando de la risa. Acarici elvellocino de oro, con delicadeza, mientras sus brillantes ojos rojos

observaban a todos de reojo. Es una hermosa piel. Me encanta.Como hizo Aries para obtener tan suave vellocino. Miren, cmo brilla.Es hermosa, no? Es hermosa, no?!

Algo sali disparado de Diablo, como un arpn. Pas porencima de los arcanos, y se enred en el lazo que unan a los Piscis. Elextremo, una argolla, con mucha rapidez comenz a ser jalada porDiablo. Los Piscis se desesperaron y trataron de huir.

Todos los zodiacos se aferraron de los Piscis, trayndolos devuelta. La espada bastarda de Spatha creci demencialmente hasta quela empuadura slo era sostenida por los pequeos brazos de l. Lahoja de la espada choc en la cadena del arpn, echando chispas.

Alexander se senta un imbcil. No haca nada para ayudar.

Una chispa pequeita, similar a un diminuto fuego artificialexplot en la cara de Alexander. Con ojos bizcos se pregunt de qu se

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trataba. Una segunda chispa apareci cerca a la oreja del muchacho.Su vista comenz a tornarse blanquecina.

Qu me est pasando?Su vista se torn tan blanquecina, como si tuviera catarata.

Comenz a ver todo como si estuviese en blanco y negro. Su cuerpose calent sbitamente. La visin blanquinegra se volvi en unacoleccin de objetos brillantes, similar a una pelcula antigua. Laschispas lo envolvieron ms. Se mir el brazo, y en blanquinegro,

pareca una banda blanca. Estaba brillando.

Qu me pasa? dijo agobiado.

Miren grit Luna, indicando al planeta Circare. Una luz, similar auna estrella, brillaba en la superficie del planeta.

Cor gir rpidamente y observ el lugar. La luz de la estrellase reflej en sus ojos.

Qu es eso? Una estrella? opin Sol. Uh? dijo Estrella, con desdn.

No susurr Cor. Es Alexander.

Alexander? dijeron todos en unsono, mientras Spathasegua tratando de cortar la cadena.

Vamos, Chim mand Cor.

Chim ladr, asintiendo. El viringo salt fuera de la carroza yqued flotando en el vaco. En un plop se transform en una

pequea carroza personal, con la forma de una tremenda cermicamochica. Cor se subi y se dirigi hacia Alexander, rpidamente.

Diablo no se dio cuenta, ni los zodiacos ni Spatha, que seguatratando en cortar la cadena.

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La luz que provena de Circare se hizo ms intensa, mientrasCor se acercaba ms. Jur escuchar un grito proveniente de ah.

Ms rapidito, ChimChim aceler.

La arena irisada irradiaba la luz brillante, lanzando tonoscoloridos. Pero era tan resplandeciente que era imposible ver aAlexander. Las aristas se expandan a lo largo del espacio, formandofiguras caleidoscpicas.

Una chispita roz la cara de Cor, como un ptalo

incandescente. Cogi una chispa con forma polidrica y la observo,pero en un instante se desvaneci en una pequea fumarada matizada.

Aterrizaron en la arena de Circare, levantando un poco depolvo. Chim regreso a su forma perruna y Cor salt al suelo.

Corri hacia Alexander.

Alexander, Alexander.

Cor, eres t? se escuch la voz de Alexander, como elsonido de un arroyo.

S.

Qu me est pasando? expres agobiado.

Cor no respondi.

Qu me est pasando, Cor? Cor? COR!Su brillo se acrecent bruscamente, llegando al punto que la

luz te cegaba. Lo humano no estaba en Cor, pero su mano volautomticamente a su cara cuando la luz penetr sus ojos. Los ojitosde Chim se cerraron.

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Maldita sea, te odio, Cor. Eres estpida. Dbil y demasiadotonta. Quin es ese? Diablo? El idiota que siempre quiere taladrarcon sus ridiculeces de por medio?

La voz de Alexander sali como un meteoro destruyendo unplaneta pequeo. Como una tremenda molestia de miles de aos.

Oe, maldito. Oe. Qu te pasa, compadre? Por qu tienesel vellocino de oro te crees el rey de la supremaca?

No pareca Alexander. Era alguien ms.

Por qu no vienes contra m, semejante cosa de la nada?

Ven y no quiero que reniegues. Ven, maldito. Ven.

Diablo dejo de tirar de la cadena, causando que todos los quejalaran se esparciera por el espacio. Los ojos rubes se posaron en laestrella. Un fulgor encarnado reflej su brillo.

Con el vellocino sobre la espalda, vino volando por el espacio.Su tremendo cuerpo, del tamao de un planeta se detuvo frente aCircare. Sus manos velludas trataron de coger a la estrella brillante.

La luz ascendi, lentamente.

Maldito, maligno, protervo, malo, malicioso, mentiroso una voz se entremezclaba en el espacio. Insignificante, malnacido,indeseable, despreciable, desgraciado, sucio, tramposo

El rostro carneruno de Diablo se mostr atnito, con cadapalabra de la luz brillante. La voz era de Alexander. Cor tena la bocaen una perfecta o.

Indigno, ruin, vil, prfido, depravado, ladrn

Es claro que nadie puede igualarte, no, Diablo? Quieresque te cuente tu historia, Diablo? Quieres que te lo cuente en tu

propia cara?

Rprobo, execrable, condenado, innoble

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Por dnde comienzo, Diablo? Por dnde comienzo?

Abyecto, sinvergenza, bajo, infame Este es tu destino

No colaboras Te acuerdas del hacha? El enemigo bueno es el enemigo

muerto.

Las manos de Diablo se entumecieron, y su cuerpo parecauna masa en descomposicin.

T no eras as, Diablo Jams hacas eso T nosignificas maldad

Pero te sigo, diciendo Abyecto, sinvergenza, bajo,infame.

El aspecto que pusiste cuando conociste el hacha.

Una risa estentrea lleno todo el universo. No era Alexander.No era el Alexander que sacaron de Lazawrd.

La bola brillante se distorsion, apacigu y creci, hasta tomarla forma gigante de Alexander, sentado en Circare. Era completamente

blanco. Su piel estaba formada de miles de perlas brillantes y emanaba pequeas chispas en forma de fuegos artificiales. Diablo quedmirando la pronta aparicin del muchacho. Cor sacudi la cabeza,confusa.

Qu tiene ver el hacha, en esto, habitante deLazawrd?

El brazo brillante de Alexander rode el cuello de Diablo, yacerc su boca a la oreja carneruna.

Tiene que ver mucho, insignificante amigo. Tiene que vermucho, aunque no te lo imagines. Mucho.

Mucho

Mucho repiti Diablo.

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Demasiado.

Desmesurado.

La mano de Alexander se aferr del borde del vellocino.Diablo slo contemplaba con unos ojos aterrados el rostro deAlexander.

A veces recordar algo muy remoto es de un placer intenso,lleno de cabalgaduras repetitivas, donde el valle representa tu recuerdoextendido a lo largo de tus anchas. Todo es recuerdo, nada es presente.Crees que todo se renueva, pero al final de cuentas, slo es el reflejodel pasado. Entendiste? Claro que entendiste. Eres un vil. Untremendo taimado. Claro que vas a entender.

El entendimiento es una tabla lisa en la cual no hay nadaescrito.

Entonces si no me entiendes, deberas convencerte a timismo de que me entiendes. Haz el esfuerzo.

Alexander hablaba con una fluidez tan rara. El abrazo a

Diablo era una anomala tan inmensa.

No puedes hacerlo, Diablo? No? su voz sonaba algomolesta. Djame decirte una cosa. Nunca lo haba admitido, peropropio es de todo hombre imbcil hacerse el astuto.

El vellocino fue arrancado de la espalda de Diablo en ungolpe. Al mismo tiempo que Diablo se mostraba anonadado,Alexander se apoyo en Circare para dar una patada con sus dos

piernas justo en la panza de Diablo.

Trbol! bram Alexander.

Trbol surgi de la carroza. Hizo un extrao gesto con losbrazos y lanz una bola brillante hacia Diablo. Como un cometa,impact en Diablo y lo encerr en un remolino de fuego, que lo hizodesaparecer al instante.

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Cuando Diablo ya no era problema, los ojos de todos lospresentes se dirigieron a Alexander, boquiabiertos.

De pronto, Alexander empequeeci en un gran puado dechispas y qued flotando en la deriva del espacio.

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Captulo V: Lo que guarda el bolsillo

Ya conversamos, bastante de eso, Spatha. El chico se lastim?

No se lastim, ni nada de eso. Te estoy diciendo que creci.Adopt un tamao colosal. Del tamao de Circare repiti Cor,

farfullando.

Creci? Pero cmo es posible? l no tiene poderes?

El no tiene ningn poder, Francisca respondi Cor,tajante. Fue un humano. Y todos sabemos que no le dimos otro donms que el poder subsistir en este planeta y las circunstancias.

Entonces, qu le pas al muchacho? pregunt Spatha.

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Pas algo cuando viajaron a Zoon-Diakos indagFrancisca, la Emperatriz.

El portal. Casi nos olvidamos de eso balbuce Mago.Entonces cont lo que ocurri en el portal con pie y cabeza, con unafluidez controlada.

El portal. Eso fue raro, pero los efectos en un portaldiferente surten, pero no queda impregnado. Pero me estn diciendo,que el espectculo de Alexander es igual al del portal dijoFrancisca, firmemente, pero de repente su voz son incisiva. Peroes imposible. El portal no puede dar poderes a un humano. Es

imposible.Pero tiene poderes corrobor Cor.

Est bien. Sin embargo, lo que quiero saber si hubo algopara que le d poderes. Un arranque pens Francisca.

La estancia irlandesa estaba un silencio. Todas las viejitas sehaban ido a pasear. Una debilidad que tenan todos. Todos los arcanosestaban sentados, algunos flotando y El Colgado pendiendo del techo.

Segn, el libro de McSolancis explic Francisca, quese encarg de volver a editarla y poner a su nombre, dice que los

portales que Mago produce o la naturaleza lo hace, jams emanan unpoder lastimero. Eso es lo que me intriga. Es muy raro que un poderhaya salido del portal.

Entonces, Mago. Crea uno aqu, ahora mand Cor. Magose sobresalt. Quiero saber si es cierto.

Todos miraron a Cor, sobrecogidos. Algunos teman que dieraun bramido de costumbre. Ella mir tajante a Mago, decidida a sabersi era cierto.

Vamos, Mago.

Tendra que producir uno pequeo.

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Haz lo que quieras, pero quiero ver un portal, ahora enfatiz ella.

Mago blandi su vara dorada, que tena la superficie taraceadade adornos. Mirando de reojos la expresin decidida de Cor, golpe elextremo del bastn en el suelo losado. Unas chispitas surgieron de ah.Retir su vara y una gotita dorada levit. Cuando lleg a un metro delsuelo, bot unas burbujas y creci hasta obtener el tamao de una

pelota de playa. Unos ruiditos similares a lluvias de perlas de cristalllen la estancia.

Ah lo tienes.

Cor se levant y toc la superficie del portal con delicadeza,dejando una estela centellante. Ninguna chispa elctrica se levant ylastim las yemas de sus dedos.

No ocurre nada en un ataque de molestia, diomanotazos al redondo portal, pero este solo se contrajo y regresaba suforma esfrica. No ocurre nada. Desparcelo.

l solo se desaparece.

Si se desaparece solo, eso significa que cuando regresamosde Lazawrd se queda un rato existente indic Trbol preocupado.

No. Cuando el portal es enorme, gasta demasiada magia yen un instante que lo usas, desaparece. Pero este portal es pequeo yno fue usado, entonces quedar flotando por un tiempo. No puedoeliminarlo yo mismo explic Mago.

El portal qued flotando en medio de la estancia, emitiendo suruidito extrao.

Investigaremos dijo Francisca cortante. Vamos a LaTorre.

Los arcanos se retiraron en un alboroto. Era confirmado,porque la casa era pequea. Hablando y hablando, Spatha cerr lapuerta con estrpito.

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Despierta

Los ojos de Alexander se abrieron. Una extraa luz rubescenteentraba por la ventana, anunciando la segunda tarde en Rubn.Cayeron sobre los ojos cafs del chico, que contemplaban el techo.

Por qu me encuentro echado en la cama?, se pregunt.

Parpade unas cuantas veces, mientras la luz de la ventanasegua cayendo sobre sus ojos. El segundo sol rosado, tan grande queocupaba el cielo, descenda lentamente en el horizonte de las dunas de

Duin.

En un libro, que encontr flotando en el espacio, cuando lacasa del condominio se despedaz, mientras Quirt calmaba a su

padre, un agujero negro, ley tantas cosas que le sirvi traer a Rubn.

Enana naranja

Estrella de secuencia principal de tipo espectral K yluminosidad clase V. Los posibles planetas que rodearan aestas estrellas podran albergar vida, porque durante un

perodo permanecen estables entre 15.000 y 30.000 millones deaos, mayor a los 10.000 millones aos restantes de vida del

Sol.

Sol. Sol. La Tierra.

Quisiera saber si La Tierra est bien. Pero nunca hepreguntado a cuantos aos luz estamos de mi verdadero hogar.

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Tu hogar est bien, Alexander

Alexander se levant de un tirn. La voz se esfum como

lleg, como la voz de una hoja murindose en el hbitat hostil deRubn. Segua con la misma ropa del enfrentamiento en Circare.Encima, con las zapatillas ensuciadas de la arena irisada. Unosdiminutos cristales brillaron desde la superficie delicada de la sbana.

Hablando de Circare, qu pas? Ganamos? se preguntAlexander.

Se qued sentado en la cama, contemplando en la penumbra.El sol ya estaba casi oculto. La ventana revel un retazo del cielotachonado de estrellas. Los faroles de las calles se prendieron.

Ninguna polilla se acerc a sus luces. Claro, no estoy en La Tierra.

Claro, no estoy en La Tierra.

Estas en Rubn.

La voz sin cuerpo, le dio un flashback. Era como si los Dulcisle estuviesen llamando.Aqu, Alexander. Aqu.

Busc la procedencia de esa voz, pero no se la volvi aescuchar.

Una calentura comenz a invadirlo. Era como el toqueperfecto de calor. Algo tan clido, en un ambiente donde el fro solotrataba de contrarrestarlo.

El calor provena de un lugar menos pensado. De su bolsillo.Pos su mirada en el bolsillo derecho de su pantaln. Una luminosidadtenue se impregnaba por la tela, como una silueta blanca.

Meti su mano a su bolsillo y sac al naipe en blanco que ledio Leo McSolancis. Su superficie nacarada brillaba intensamente ytransmita un calor tan delicado. Lo volte para ver la otra y el brilloera una unidad.

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Observando la carta, se desliz por la cama y se baj de ella.Las zapatillas sonaron en el suelo losado.

El naipe serva como una vela. Aunque la superficie era unbrillo nico, dejaba en las paredes unos reflejos caleidoscpicos.

Debera preguntarle a Leo qu significa. Y para qu me dioeste naipe pens.

Sali de la habitacin, camin por un pasillo tapizadocompletamente de pinturas. Cor histori que esos cuadros pertenecana los antiguos lderes de McSolancis. El ms antiguo se encontrabaescondido por ah. Perteneca a la Insignia de 1125, el ao dondemuri el rey David IV de Georgia.

Emergi del pasadizo, encontrndose con el pequeo portalflotando en medio de la estancia. No haba nadie.

Volvi a entrar al pasadizo. Lleg a la puerta de la habitacinde las viejitas. Lo abri lentamente, evitando no hacer ruido si estabanellas ah. Encontr las cinco camitas con dosel completamente vacas.

No estaban ah. Segurito fueron al nico tragamonedas que Mago

haba conjurado para saciar su ocio. Cerr la puerta.

Berenice? Oh, verdad. Ella haba salido a relajarse. Con quse relaja?

Sali nuevamente del pasadizo. El portal segua flotando en laestancia. Cruz la estancia, pasando cerca del portal, y se pos en elalfizar de la ventana. Noche completa por fin.

Tuve la suerte de ver los dos atardeceres Nadie, bien.

Regres a la estancia. Se sent en una de las mecedoras y sequed mirando el portal. No haba nada de tecnologa que la magia yla alquimia.

Cor tena razn. Existe las emociones: ahora me sientoaburrido. Pero me pregunto como pas los cinco aos sin aburrirme yrecin me doy cuenta.

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Yo tampoco lo s.

De nuevo esa voz dijo Alexander en su mente. Se movi

de un lado a otro, buscando la procedencia de la voz. La luz del portalganaba a las lucecillas de las lmparas. Era como un sol.

Un sol transparente, con burbujas doradas en su interior.Similar al portal de la isla San Lorenzo. Un portal esplendoroso.

El cerebro de Alexander monitore rpido y provoc que suslabios se muevan y digan, lentamente:

Un portal.

Sus pies le levantaron lentamente de la mecedora. Acerc surostro al portal, donde el esplendor lo ilumin completamente. Susojos cafs se transformaron en colores brillantes.

Claro, un portal. A ver, a verLima, Per.

La superficie del portal brill intensamente, emanando unsonido silboso. Las burbujas doradas de su interior comenzaron a

moverse rpido y a chocarse entre s. Comenzaron a formar figuras,mientras a travs de ellas, la ventana y la puerta de la estancia seesfumaba como una acuarela estropeada por agua.

Unas burbujas excitadas dibujaron un horizonte, un litoral. Surostro toc la superficie, y unas chispitas caminaron por su piel. Elnaipe que sujetaba brill intensamente, igualando al portal.

Vamos, vamos susurr Alexander, entre las burbujas. Unade ellas impact en su mejilla y revent como unos fuegos artificiales.

Dos burbujas colisionaron y reventaron. Una gran manchaceleste se esparci de su encuentro y pint el cielo del horizonte. Otrasdos impactaron, y unos ruidos tan familiares llenaron sus odos.

Lima.

Levant sus dos brazos, y el naipe roz el portal, brillandoms an. Otra colisin, y el viento helado danzaron en su piel. Varios

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impactos de burbujas pintaron el cuadro, formando una pintura tanfamiliar que le hizo sacar una lgrima. Necesidad de nostalgia.

Mir hacia abajo, y las calles de Lima le saludaron con susajetreadas calles. Haba cambiado, porque un tren serpenteaba entrelos edificios. Sonri ante eso, mientras varias personas miraronsorprendidas. Unos carros se detenan, y los pasajeros curioseabandesde sus ventanillas.

Meti completamente sus brazos al portal. Son un gransilbido, y su cabeza entr nuevamente, dejando esa realidad. No salide la burbuja que era el portal. Se qued ah. Sus brazos estaban

tambin enrevesados dentro de ella, con el naipe brillando frente a sucara.

No poda salir. El portal pareca hecho de cemento, porque lemantena en esa posicin. Las pequeas burbujas dejaron de colisionarentre s, y chocaron en el rostro de Alexander.

Forceje y forceje. Una burbujita entr a su boca. Una ondasali disparada del portal y desorden todo, reventando los focos de

las lmparas. Qu est pasando? balbuce Alexander, mientras ms

burbujas entraba a su boca y chocaban en su rostro. El portal comenza brillar intensamente, llenando su visin de un blanco puro.

Su voz sali entrecortada, como si estuviese gritando frente aun ventilador. Un segunda onda desorden todo ms an.

El Protector El Protector Eres El Protector!

Alexander prorrumpi fuera del portal, cruz media estancia eimpact en la pared. El naipe se escap de su mano y cay lentamenteal suelo, cubierto de un dibujo.

El portal desapareci y la estancia se qued a oscuras.

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Captulo VI: El regalo de las viejitas

Pobre, se va a encontrar bien? se escuch decir a ta Nelly.

S contest Mago. Parece que sufri unasobredimensin de lo que vio. Es demasiada complejidad para un ojohumano.

Y l hizo ese desorden?

Seguro estaba confuso y no supo a dnde ir. Loencontramos tirado en el suelo, cerca a la puerta de la cocina.

Ay, pobre Ta Nelly se llevo las manos a la boca.

Tranquila, Nelly dijo Mago, apacible. Est bien. No lepas nada.

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Yo estoy bien, Mago explic la viejita, mientras sala dela habitacin con el arcano. Es que el todava es muy joven para quele pase esas cosas. Para m no hay problema. Ya voy a morir.

No digas eso, Nelly.

La puerta de la habitacin se cerr.

A quin esperas, ta Nelly? dijo Alexander, mientras bajaba porla escalera y se detena en el nico descansillo.

Ella se qued todava mirando.

A quin esperas, ta?! alz un poco la voz.

Uh volte a ver al muchacho. A las amigas para ir ajugar al casino, te dej un poco de escabeche en la olla?

Gracias, ta respondi. Estaba yendo a comprar micomida al restaurante.

Entonces no te preocupes, Alexander. He dejado bastanteescabeche, porque no como mucho

Gracias, ta

El muchacho, vestido con un simple polo y unos shorts, bajla escalera. Cuando lleg al ltimo tramo, ta Nelly dijo:

Ah estn Ya nos vemos, hijo. Ya regreso con sus

pasos lentos, cerr la puerta y la asegur.Cudate, ta

Se dirigi a la cocina. Destap la olla y se encontr con unrico escabeche, humeando un sabor que solo l poda comerlo. Ya seatreva a comer directamente de la olla.

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Bueno, ta Nelly no est aqu. No creo que se fije que comode la olla.

Agarr la tremenda olla, una pequea cuchara y sac un yogurde la refrigeradora. Se sent en el comedor con gran estrpito. Cal lamontaa de escabeche con la cuchara y la contextura deliciosa de lacomida se esparci por todos los lados.

Hacia una calor horrible. No era de pensar que el fenmenodel Nio llegara tan pronto y causar estragos en el clima. Se metiotro puado de escabeche a la boca. El sabor tenue sabor del vinagrese senta en la boca. Era un deleite.

Sus ojos se posaron en el peridico de hoy. La Repblicamostraba con tremendas letras: AN NO SE PLANTEA UNMEJORAMIENTO NACIONAL. Arriba de ellas, pequeas noticiaste rezaba: Hombre enfermo viola a dos nias; El sueldo mnimoquedo arreglado, y Confiesa que tiene nuevo amor.

A quin le interesa si tienen nuevo amor? BalbuceAlexander con la boca llena. Dndole publicidad a esos pituquitos.

CarachoDjenme comer mi escabeche.Para calmar su rabia, se meti otra cuchara de escabeche a la

boca. Con las mejillas empapadas de grasa, destap el yogur y se dioun gran sorbo. El espeso yogur haca sonar cada trago: glugl, glugl.

Despeg la botella de yogur de su boca. Profiri un tremendoah, aunque no era una gaseosa. Sigui comiendo, embarrndose la

boca de ms escabeche.

Son el timbre. Furioso, se limpi la boca con una servilleta.

Pucha, quin molesta a la hora del almuerzo? Seguritoesos testigos de Jehov. Predicndome la palabra de Dios Cristoes hijo de Dios. Su primera creacin, su ayudante Mateo o Juan?

Tir de la puerta. Oh, s. Ta Nelly haba cerrado la puertacon seguro. Se fijo quin era por la tremenda ventana de cristal.

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Un cartero de Serpost.

Corri a la cocina y cogi la llave alterna. Vuelta, trac. Vuelta,

trac. Abri la puerta, con la lengua limpiando sus labios. S? enton una voz firme, como rey de la casa.

Buenas tardes, se encuentra la seora Helga Bernal? dijo el cartero recurriendo a su bitcora.

No. No se encuentra.

Esto es para ella. Entreg en las manos de Alexander

unas cartas envueltas en bolsitas. Puede firmar aqu?

Acerc la bitcora. Cogi el lapicero atado a la mismabitcora y firm con ella.

Gracias.

El unsono gracias se transform en un olvido, cuando elsuelo se remeci. Las plantitas del pequeito jardn se sacudieron y elfarol que estaba al lado de la puerta vibr.

Temblor.

El cartero no dijo hasta luego. Sali corriendo hacia la verja.Alexander entre el asombro y la contenida risa de ese drama delcartero, entr a la casa, lentamente. No cerr la puerta con llave.

Se dirigi a la cocina y encendi el televisor que colgaba en loalto del comedor. Cambi de canal, saliendo de ese cursi canal de

telenovelas. Se top con una canal nacional transmitiendo algo. Laintriga era sabrosamente rara en ese momento. Siempre cuandoaproveches seguir comiendo el escabeche, lo que equivale a unascanchitas blancas.

En estos momentos recibimos informacin de habersesentido un temblor algo fuerte.

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Recibido informacin desaprob Alexander. TodoLima lo ha sentido, mamita.

Estamos recibiendo un enlace va celular con uno denuestros reporteros.

Hola, Sandrita. Me escuchas

S, te escuchamos.

En estos momentos estoy en Cercado de Lima, por laIglesia de las Nazarenas La gente est atnita con lo que est viendo.Esto es fuera de lo normal, pero un enorme edificio est caminando por

todo la avenida Tacna.

Un edificio caminando por toda la avenida Tacna? Esto esun chiste, seguro coment Alexander, con el brazo paralizado, sinque la cuchara llena de escabeche llegue a su boca.

Esto es un caos. Pero No podemos explicar esto. Esto esfuera de lo normal

Unos gritos distorsionados se escucharon. Los ojos de lapresentadora se pusieron vidriosos.

Algo se est levantando del cimiento de donde sali eledificio Es grande La calle Oh, por Dios! Est aplastando a

gente inocente! Por Dios Unas bolas Unas bolas de fuego estn saliendo del edificio y. e impactan en ese Es un demonio!Virgen Santsima

Alexander!

Ah! chill Alexander, saltando de la cama.

Guasn se encontraba, berreando de la felicidad. Tena unasonrisa de oreja a oreja en su cara ensanchada.

No, pues se escuch decir a Berenice con su dejo italiano. Cmo vas a despertar as a Alexander. Sal, pazzo. Buon giorno,Alexander.

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El joven parpade, con los ojos hinchados.

Buenos das, Berenice.

Hoy es un da de los dos nuevos en Rubn. Vamos.

Ayud a levantar a Alexander de la cama, lentamente. Seguacon su pantaln y sus zapatillas. Cuando pasaron por el encogidoGuasn, Berenice profiri un signo de desaprobacin similar a la deuna abeja furiosa.

Llegaron a la sala irlandesa. Bien ordenadita, pero abarrotadade arcanos. Las cincos viejitas se encontraban bien vestidas. Chim se

encontraba echado en una de las mecedoras.

Espera dijo Alexander. Debo cepillarme los dientes.

Literalmente humano coment Spatha desde la puerta.

El joven est sano aprob Mago.

Alexander regres a la estancia con una expresin msarreglada.

El agua de Rubn es algo rara, recin me doy cuenta.

Vamos.

Las viejitas salieron primero de la casa. Luego todos, en unaapretada salida, cerraron la puerta tras ella.

Por qu esta pronta salida? pregunt Alexander.

Le tenemos una sorpresa a tu ta y a sus amigas cuchiche Cor.

Qu clase de sorpresa?

Ya vers.

Entonces la sorpresa va tambin para m. Qu bien sonriAlexander.

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El cielo de Rubn estaba bien rosado. Hermoso. El primer solgobernaba el cielo, haba otro sol de sobra. Las distantes dunas deDuin se encontraban silenciosas, como un ocano congelado. Era un

lindo da en un planeta raro.

El linde sur de Rubn se hallaba frente a ellos. Era como unsimple borde de una cancha de ftbol. Lo cruzaron y comenzaron acaminar en la arena rojiza.

El tremendo grupo dejaba una maraa de huellas en la arena.Subieron una colina, y en una curiosidad, Alexander volte a verMcSolancis. Era como gran coleccin de casitas irlandesas, con La

Torre surgiendo en el centro de ellas. Una gran fortaleza. Qu bonitos caballos? Son bustos.

Alexander gir y se encontr con dos pilares, con forma debustos de caballos, unidos. Eran dos fichas enormes de ajedrez.

Se pararon frente a ellos.

Cavalier, notre maison vous attendrecit Mago.

Los caballos crujieron e hicieron un movimiento muy curioso.Se movieron para atrs, juntos, y luego se separaron, en sentidosopuestos y en lnea recta. Formaron dos L: una normal y otra al revs,marcando un camino en la arena.

Primero, las damas.

Las viejitas caminaron por ese sendero, seguido de los dems.Cuando cruzaron la lnea de separacin de los caballos,desaparecieron. Alexander se sorprendi, igual que Berenice, perofueron empujados y cruzaron la lnea.

El vasto horizonte fue coloreado. La arena se transform enun gran valle de plantas. El rosado se oscureci y luego se ilumin enun celeste. Y un gran sendero, largo y amistoso llevaba a una colina,donde una casa se reposaba.

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Mi casa! gimi ta Nelly.

El dplex se encontraba solitario, a la luz de un sol brillante y

contrastado por el cielo celeste. Era como un familiar saludndonos alo lejos.

Corrieron, felices, mientras los detalles del dplex se ponanntidos. Estaba pintado con suave color meln. Sus ventanas y la

puerta estaban brillando como maderas de primersima calidad. Ysobre el techo de la casa, la bandera del Per flameaba.

El tpico dibujo de un nio.

Subieron la cuesta, con la felicidad en cuello, y la agitacincon menosprecio.

La puerta no estaba cerrada. Ta Nelly se abalanz y entr.Acto seguido, Alexander, Berenice y los arcanos menores entraron a lacasa.

Ah se encontraba la escalera de madera, brillando ms quenunca. Los platos ornamentales colgaban en las paredes de una

manera hermosa. Las viejitas llegaron a l

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Percy Meza-Los Arcanos Del Triunfo