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32 ESCUELA Núm. 3.982 (752) 2 de mayo de 2013 Entrevista MANUEL MENOR CURRÁS El 12 de noviembre de 2006, fallecía Florentina Gómez Morata, renova- dora desde 1976 de la editorial fun- dada por su abuelo Javier y goberna- da, desde 1966, por su madre Flora y su tía Caridad. En esos 30 años, por sus manos pasaron muchos de los libros que más han ampliado la mira- da de los docentes españoles. Jaume Carbonell destacó en el Nº363 de Cuadernos de Pedagogía, la “pasión, conocimiento y artesanía” que había puesto en este empeño. Hoy, Mar y Paulo prosiguen, bajo la atenta mirada de Flora y Caridad, aquella entusiasta labor. Según una encues- ta del CSIC a 3.OOO investigadores, Morata es la segunda editorial más importante, en español, sobre asun- tos pedagógicos. Parece un sueño, en un momento difícil para la racionali- dad en nuestro sistema educativo. Sobre los orígenes de la editorial hablan los cuatro: ¿Quién era Javier Morata? Javier Morata fue el fundador de Ediciones Morata y es padre de Flo- rentina y Caridad que actualmente continúan colaborando con la edi- torial. Él era periodista, inicialmente creó una Librería llamada Minerva en 1920, que estaba ubicada en la calle Tudescos de Madrid. Fue un pariente quien le dejó el dinero y le ayudó a empezar. El primer producto que vendió fue la enciclopedia Espa- sa por volúmenes. ¿Por qué se fundó esta editorial? Él era una persona inquieta y estaba en contacto con los intelec- tuales de la época. Puede que por eso comenzara a publicar títulos de política, pero también de medicina. ¿Tiene algo que ver con las ideas que circulaban en algunos medios, de rege- nerar España a través de la cultura y la educación? Javier Morata formó parte de una generación de intelectuales comprometidos con la promoción de la cultura en España, en momen- tos especialmente difíciles. Él mismo participó activamente en política, llegando a ser gobernador civil de Madrid en los años 30. Centrándonos en su labor edito- rial, hay que mencionar su extraor- dinaria aportación en temas de gran trascendencia científica. Publicó, en 1928, a autores como Vital Aza Feminismo y sexo; una de las obras de mayor impacto en la neurofisiología de aquella época, el libro de Pavlov; en 1929 (con capítulo escrito espe- cialmente para la edición española), el libro de mayor difusión del antro- pólogo Malinowski. Además de la ciencia, su compromiso político le llevó a publicar a autores como Lar- go Caballero –Presente y futuro de la UGT en España, el primer título de la Editorial Morata–, María Zambrano, Fernando de los Ríos, Novoa Santos, G. Marañón, Alcalá Zamora, Roma- nones, Lerroux o El expediente Picas- so, sobre el desastre de Annual. ¿Cómo se le ocurrió el logo de los estu- diantes dieciochescos con un libro bajo el brazo? El logo representa a dos estu- diantes de medicina y no sabemos con certeza cómo se le ocurrió, pero tiene sentido cuando uno observa los títulos que publicó por aquella época. Hay un detalle curioso del logo: los estudiantes caminan hacia la izquierda. Creo que, analizando detenidamente el fondo del catálo- go, se podría suponer que el editor pretendía hacer visible una orien- tación progresista en la selección de las obras a publicar. En la época anterior a la guerra y a la dictadu- ra, se puede constatar claramente esta orientación. Después, hasta la recuperación de la democracia, la editorial se centró en los temas cien- tíficos, fundamentalmente medicina, psiquiatría y psicología. La censura existente en aquellas décadas, forzó a abandonar otros temas más com- prometidos políticamente. Con la restauración democrática, de nuevo la editorial volvió a recuperar áreas de conocimiento más directamente comprometidas con la construcción de un mundo más democrático, jus- to y solidario. ¿Qué tipo de libros empezó editando? A los ya mencionados, durante la dictadura la editorial continuó con los temas científicos, medicina, psiquiatría y, dentro de las ciencias sociales, principalmente psicología. Podemos mencionar iniciativas tan importantes como la Enciclopedia Pediátrica de Opitz, libros como el Tratado de Pediatría, de Fanconi, referencias obligadas para muchas generaciones de pediatras, o textos tan importantes como el Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach, de Bohm, y obras de psicología de autores tan valiosos e innovadores en su tiempo como las obras de Pia- get, Psicología del niño; de K. Bühler, Psicología de la forma; de Osterrieth, Psicología infantil, o de H. Gratiot- Alphandéry y René Zazzo, Tratado de psicología del niño (6 volúmenes). La selección de autores, ¿cómo se hacía? ¿Eran textos avanzados para la época? Salvador de Madariaga, Vital Aza, Gregorio Marañón y el duque de Alba eran amigos y colaborado- res del fundador. A través de ellos debió crear una red de contactos que le ayudarían en la selección de los títulos. Flora (Madrid, 1926) y Caridad Mora- ta (Madrid, 1924) todavía frecuentan la editorial: ¿Qué sienten mirando hacia atrás? Mucha emoción y orgullo por haber continuado con la tarea de nuestro padre. ¿Por qué siguen frecuentando la edi- torial? Nosotras nos hemos criado rodeadas de libros, desde pequeñas convivimos con la oficina de nuestro padre y ayudamos en el trabajo. Has- ta hace relativamente poco, nuestra vivienda y la editorial estaban ubica- das en el mismo piso. Hemos visto las cubiertas secándose colgadas en el pasillo, las primeras máquinas de fotocopias que había que mover con una palanca, las planchas de plomo en las que se hacía el libro para luego imprimirlo… Desde su experiencia vivida, ¿cómo ven el futuro de esta editorial? Este año Ediciones Morata en la “Categorización de publicaciones científicas en Ciencias Humanas y Sociales” SPI (Scholarly Publishers Indicators), elaborada por el Grupo de Investigación de Evaluación de Publicaciones Científicas (EPUC) del CCHS/CSIC, fue valorada como la segunda mejor editorial en Edu- cación sobre un total de 125, y con una diferencia de una centésima en relación a la situada en primer lugar. El ranking surge de la opinión de más de 3.000 investigadores españoles en Ciencias Sociales y Humanidades. En Psicología, Morata ocupa el séptimo puesto y, en la clasificación general, el número 19. Consideramos esta valoración tan positiva como un reconocimiento de la labor de todas las personas que participan y han participado en la editorial. Des- pués de todos estos años y siendo una pequeña empresa familiar, nos hemos consolidado como editorial independiente. Muchos de nuestros títulos son referentes en las ciencias sociales y estamos presentes tanto en España como en toda América Latina. Actualmente nos enfrentamos a un proceso de cambio derivado de las nuevas tecnologías, el reto digital, de la aparición de nuevas formas de lectura, de los cambios asociados a la sociedad del conocimiento… a lo que hay que añadir esta fortísima cri- sis económica que desde hace varios años está afectando a nuestro país. Desde Morata estamos intentando adaptarnos, porque creemos que nuestra aportación es importante y queremos poder seguir trasladando todo el conocimiento que generan nuestros autores y autoras con la misma calidad de siempre y las posi- bilidades que actualmente nos ofrece la tecnología. Paulo Cosín (Madrid, 1966) –sobrino de Florentina– se incorporó a la editorial a raíz de la enfermedad de esta. Habla del tiempo editorial de su tía y de la pecu- liaridad que supo imprimirle. En 1976, Florentina comienza a trabajar en la editorial, haciéndose cargo muy pronto de la selección de títulos para publicar. A finales de la década, abandona la medicina y se centra en ciencias sociales, psicología y educación. ¿Cómo fue el centrarse casi exclusiva- mente en asuntos educativos? FAMILIA MORATA “Si la Lomce sale, seremos más necesarios para que otra educación sea posible” “Javier Morata formó parte de una generación de intelectuales comprometidos con la promoción de la cultura en España en momentos especialmente difíciles” FOTO: TERESA RODRÍGUEZ 32-33_escue_3982.indd 32 30/04/2013 15:04:36

Periódico Escuela habla de la Historia de Ediciones Morata

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Esta entrevista recoge la historia de Ediciones Morata desde su origen hasta la actualidad. En ella participan Florentina Morata y Caridad Morata (hijas del fundador de Javier Morata), Mar del Rey Gómez-Morata (bisnieta del fundador) y Paulo Cosín

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Page 1: Periódico Escuela habla de la Historia de Ediciones Morata

32 ESCUELA Núm. 3.982 (752) 2 de mayo de 2013

Entrevista

MANUEL MENOR CURRÁS

El 12 de noviembre de 2006, fallecía Florentina Gómez Morata, renova-dora desde 1976 de la editorial fun-dada por su abuelo Javier y goberna-da, desde 1966, por su madre Flora y su tía Caridad. En esos 30 años, por sus manos pasaron muchos de los libros que más han ampliado la mira-da de los docentes españoles. Jaume Carbonell destacó en el Nº363 de Cuadernos de Pedagogía, la “pasión, conocimiento y artesanía” que había puesto en este empeño. Hoy, Mar y Paulo prosiguen, bajo la atenta mirada de Flora y Caridad, aquella entusiasta labor. Según una encues-ta del CSIC a 3.OOO investigadores, Morata es la segunda editorial más importante, en español, sobre asun-tos pedagógicos. Parece un sueño, en un momento difícil para la racionali-dad en nuestro sistema educativo.

Sobre los orígenes de la editorial hablan los cuatro: ¿Quién era Javier Morata?

Javier Morata fue el fundador de Ediciones Morata y es padre de Flo-rentina y Caridad que actualmente continúan colaborando con la edi-torial. Él era periodista, inicialmente creó una Librería llamada Minerva en 1920, que estaba ubicada en la calle Tudescos de Madrid. Fue un pariente quien le dejó el dinero y le ayudó a empezar. El primer producto que vendió fue la enciclopedia Espa-sa por volúmenes.

¿Por qué se fundó esta editorial? Él era una persona inquieta y

estaba en contacto con los intelec-tuales de la época. Puede que por eso comenzara a publicar títulos de política, pero también de medicina.

¿Tiene algo que ver con las ideas que circulaban en algunos medios, de rege-nerar España a través de la cultura y la educación?

Javier Morata formó parte de una generación de intelectuales comprometidos con la promoción de la cultura en España, en momen-tos especialmente difíciles. Él mismo participó activamente en política, llegando a ser gobernador civil de Madrid en los años 30.

Centrándonos en su labor edito-rial, hay que mencionar su extraor-dinaria aportación en temas de gran trascendencia científica. Publicó, en 1928, a autores como Vital Aza Feminismo y sexo; una de las obras de mayor impacto en la neurofi siología de aquella época, el libro de Pavlov; en 1929 (con capítulo escrito espe-cialmente para la edición española), el libro de mayor difusión del antro-pólogo Malinowski. Además de la ciencia, su compromiso político le

llevó a publicar a autores como Lar-go Caballero –Presente y futuro de la UGT en España, el primer título de la Editorial Morata–, María Zambrano, Fernando de los Ríos, Novoa Santos, G. Marañón, Alcalá Zamora, Roma-nones, Lerroux o El expediente Picas-so, sobre el desastre de Annual.

¿Cómo se le ocurrió el logo de los estu-diantes dieciochescos con un libro bajo el brazo?

El logo representa a dos estu-diantes de medicina y no sabemos con certeza cómo se le ocurrió, pero tiene sentido cuando uno observa los títulos que publicó por aquella época. Hay un detalle curioso del logo: los estudiantes caminan hacia la izquierda. Creo que, analizando detenidamente el fondo del catálo-go, se podría suponer que el editor pretendía hacer visible una orien-tación progresista en la selección de las obras a publicar. En la época anterior a la guerra y a la dictadu-ra, se puede constatar claramente esta orientación. Después, hasta la recuperación de la democracia, la editorial se centró en los temas cien-tífi cos, fundamentalmente medicina, psiquiatría y psicología. La censura existente en aquellas décadas, forzó a abandonar otros temas más com-prometidos políticamente. Con la restauración democrática, de nuevo la editorial volvió a recuperar áreas de conocimiento más directamente comprometidas con la construcción de un mundo más democrático, jus-to y solidario.

¿Qué tipo de libros empezó editando? A los ya mencionados, durante

la dictadura la editorial continuó con los temas científi cos, medicina, psiquiatría y, dentro de las ciencias sociales, principalmente psicología. Podemos mencionar iniciativas tan importantes como la Enciclopedia Pediátrica de Opitz, libros como el Tratado de Pediatría, de Fanconi, referencias obligadas para muchas generaciones de pediatras, o textos tan importantes como el Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach, de Bohm, y obras de psicología de autores tan valiosos e innovadores en su tiempo como las obras de Pia-get, Psicología del niño; de K. Bühler, Psicología de la forma; de Osterrieth, Psicología infantil, o de H. Gratiot-Alphandéry y René Zazzo, Tratado de psicología del niño (6 volúmenes).

La selección de autores, ¿cómo se hacía? ¿Eran textos avanzados para la época?

Salvador de Madariaga, Vital Aza, Gregorio Marañón y el duque de Alba eran amigos y colaborado-res del fundador. A través de ellos debió crear una red de contactos que le ayudarían en la selección de los títulos.

Flora (Madrid, 1926) y Caridad Mora-ta (Madrid, 1924) todavía frecuentan la editorial: ¿Qué sienten mirando hacia atrás?

Mucha emoción y orgullo por haber continuado con la tarea de nuestro padre.

¿Por qué siguen frecuentando la edi-torial?

Nosotras nos hemos criado rodeadas de libros, desde pequeñas convivimos con la ofi cina de nuestro padre y ayudamos en el trabajo. Has-ta hace relativamente poco, nuestra vivienda y la editorial estaban ubica-das en el mismo piso. Hemos visto las cubiertas secándose colgadas en el pasillo, las primeras máquinas de fotocopias que había que mover con una palanca, las planchas de plomo en las que se hacía el libro para luego imprimirlo…

Desde su experiencia vivida, ¿cómo ven el futuro de esta editorial?

Este año Ediciones Morata en la “Categorización de publicaciones científi cas en Ciencias Humanas y Sociales” SPI (Scholarly Publishers Indicators), elaborada por el Grupo de Investigación de Evaluación de Publicaciones Científicas (EPUC) del CCHS/CSIC, fue valorada como la segunda mejor editorial en Edu-cación sobre un total de 125, y con una diferencia de una centésima en relación a la situada en primer lugar. El ranking surge de la opinión de más de 3.000 investigadores españoles en Ciencias Sociales y Humanidades.

En Psicología, Morata ocupa el séptimo puesto y, en la clasifi cación general, el número 19. Consideramos esta valoración tan positiva como un reconocimiento de la labor de todas las personas que participan y han participado en la editorial. Des-pués de todos estos años y siendo

una pequeña empresa familiar, nos hemos consolidado como editorial independiente. Muchos de nuestros títulos son referentes en las ciencias sociales y estamos presentes tanto en España como en toda América Latina.

Actualmente nos enfrentamos a un proceso de cambio derivado de las nuevas tecnologías, el reto digital, de la aparición de nuevas formas de lectura, de los cambios asociados a la sociedad del conocimiento… a lo que hay que añadir esta fortísima cri-sis económica que desde hace varios años está afectando a nuestro país. Desde Morata estamos intentando adaptarnos, porque creemos que nuestra aportación es importante y queremos poder seguir trasladando todo el conocimiento que generan nuestros autores y autoras con la misma calidad de siempre y las posi-bilidades que actualmente nos ofrece la tecnología.

Paulo Cosín (Madrid, 1966) –sobrino de Florentina– se incorporó a la editorial a raíz de la enfermedad de esta. Habla del tiempo editorial de su tía y de la pecu-liaridad que supo imprimirle.

En 1976, Florentina comienza a trabajar en la editorial, haciéndose cargo muy pronto de la selección de títulos para publicar. A fi nales de la década, abandona la medicina y se centra en ciencias sociales, psicología y educación.

¿Cómo fue el centrarse casi exclusiva-mente en asuntos educativos?

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“Si la Lomce sale, seremos más necesarios para que otra educación sea posible”

“Javier Morata formó parte de una generación de intelectuales comprometidos con la promoción de la cultura en España en momentos especialmente difíciles”

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Entrevista2 de mayo de 2013 Núm. 3.982 (753) ESCUELA 33

Cuando Florentina finaliza los estudios de Literatura y de Arte en la Complutense de Madrid, decide estudiar Pedagogía para sumergir-se en el campo docente y conocer desde la cercanía qué textos podían publicarse, siempre a partir de dos premisas: el rigor científi co, y el len-guaje ágil y comprensible: Conside-raba necesario introducir en nuestro contexto las corrientes más actuales del pensamiento, divulgar las gran-des innovaciones y experiencias edu-cativas que se estaban fraguando en los países más desarrollados. Desea-ba que el profesorado y los investiga-dores pudieran acceder, en nuestro idioma, a obras punteras editadas en el resto del mundo. Por supues-to, también buscábamos en nuestro contexto los trabajos que docentes e investigadores españoles llevaban a cabo en sus aulas y centros de inves-tigación, con una vocación digna de admiración, cuya publicación no estaba apoyada por la pedagogía universitaria española dominante. Hasta entonces, el panorama había sido muy distinto. Basta consultar los catálogos de publicaciones de aque-llos años para ver cómo se habían lle-gado a esclerotizar el pensamiento y la práctica educativa”.

¿Quiénes fueron los inspiradores y colaboradores indispensables en este cambio?

El valor de los consejos de los profesores José Gimeno Sacristán y Jurjo Torres; su nivel intelectual y su capacidad profesional, y también en muchas ocasiones su visión global, su capacidad para anticiparse y su voluntad de colaborar con un enfo-que exento de intereses personales, fueron sin duda inspiradores de este cambio.

Entre Psicología educativa, Pedagogía, Didáctica, Sociología e Historia de la Educación, ¿qué es lo que más ha pre-dominado en los años “pedagógicos” de Morata en la etapa de Florentina?

Se optó por abrir un conjunto de líneas completamente novedosas en este país y claramente rupturistas con las corrientes dominantes en el pen-samiento educativo y psicológico en la dictadura, así como también des-conocidas en los países de América Latina. Es en ese momento cuando se inician las colecciones dedicadas al análisis, diseño y evaluación del currículo, a las didácticas específi cas, a la investigación cualitativa y etno-gráfi ca, a la psicología constructivista y a la educación crítica.

¿Qué libros y qué autores tuvieron más éxito editorial, más ventas y, en princi-pio, más lectores?

Antes de incorporarse Florentina de lleno a la editorial, había algunos títulos que tuvieron mucho éxito entre los que podemos citar los de Piaget, Bohm, y Osterrieth; el de Best, Cómo investigar en educación; y, especialmente, los de J.Bruner –una colección, dirigida por él mis-mo, que alcanza ya los 30 títulos–, cuyos derechos habían sido gestiona-dos por Javier Gómez-Morata, hijo de Flora.

Florentina incorpora títulos de autores españoles como los de José Gimeno, Pedagogía por objetivos, Comprender y transformar la ense-ñanza; Jurjo Torres, El currículum

oculto; Ignacio Pozo, Teorías cogni-tivas del aprendizaje; Ángel Pérez, Cultura escolar en una sociedad neoliberal, y otros de Jesús Palacios, Mariano Fernández Enguita, Juan Delval, Fernando Álvarez-Uría, Julia Varela, Juan Manuel Álvarez Méndez, etc. Y también de autores extranjeros de gran reconocimiento y que consideraba imprescindibles que se conocieran en lengua caste-llana, entre ellos podemos citar a B. Bernstein, C. Freinet, P. Perrenoud, L. Stenhouse, J. Dewey, J. Elliott, P. W. Jackson, A. Hargreaves, M. W. Apple, K. Zeichner. T. Popkewitz...

¿En qué años fue esto más notorio? ¿Cuál puede ser el motivo? ¿En nuestro país se arrastraban carencias en este género de libros?

En nuestro país, durante la déca-da de los 80 los numerosos movi-mientos de Renovación Pedagógica (MRP), que agrupaban al conjunto de profesoras, profesores y demás profesionales progresistas de la edu-cación, fueron quienes más deman-daban nuestros libros. Luego, en la década de los 90 hubo también un gran apogeo e interés por nuestras publicaciones en Latinoamérica, y nuestros libros eran muy deman-dados no solo por el profesorado de aquellos países, sino también por las administraciones educativas que los divulgaban en licitaciones que perió-dicamente hacían los ministerios de Educación de México, Venezuela y Argentina, principalmente.

¿Fueron bien asimiladas las enseñan-zas de vuestros autores por la comuni-dad educativa?

Creemos que una buena prueba de su favorable acogida es la canti-dad de veces que tenemos que ree-ditar muchos de nuestros títulos. Muchas de nuestras obras fueron incorporándose a las bibliografías recomendadas por muchas profe-soras y profesores, y también a las elecciones voluntarias de muchos estudiantes de Pedagogía, Magiste-rio y Psicología.

¿Cómo fue la búsqueda de autores extranjeros y nacionales?

Nos gustaría subrayar que reali-zamos un riguroso análisis sobre la calidad de los originales que volun-tariamente se nos envían para publi-car: sabemos que el prestigio alcan-zado se puede perder en la medida en que nuestras obras bajen sus niveles de calidad, rigor y de actua-lización.

Mar del Rey Gómez-Morata (Madrid, 1977), hija de Florentina y última incor-poración a la editorial, se interesa espe-cialmente por el presente lector: ¿se siguen leyendo tantos libros del ámbito educativo en España como en los años 80 y 90?

Cuantitativamente es posible que lean más, pues también en las univer-sidades se han vuelto más exigentes con el alumnado. Ahora bien, esto no siempre se nota en las ventas. Por nuestra parte buscamos adaptarnos

a las necesidades de los estudiantes: por ejemplo la colección ‘Razones y propuestas educativas’ que dirige José Gimeno Sacristán, está pensa-da especialmente para la formación universitaria, tanto en contenido como en precio.

Además, somos sensibles a las necesidades de los usuarios del siglo XXI y nos estamos adaptando para poder ofrecer nuestro fondo también en formato digital. Esto hace que sea más asequible en precio y facilita la distribución. En nuestro caso ha supuesto un cambio importante en el modelo de producción editorial.

En Morata siempre nos hemos comprometido con la calidad, sabe-mos que muchos lectores valo-ran nuestro trabajo. Aportamos refl exión, revisión y ediciones cui-dadas, ese es nuestro valor añadido. Quienes prefi eren optar por material pirateado, no valoran ese trabajo y dedicación.

¿Dónde se venden más vuestros libros, en España o en Hispanoamérica?

Morata siempre ha sido una edi-torial con proyección internacional, desde sus inicios Javier Morata via-jaba a Argentina y México, aprove-chando las posibilidades que ofrece tener un mismo idioma.

A pesar de las dificultades que entraña vender fuera de España por lo que supone el coste de transpor-te, poder adquisitivo, encarecimiento del euro, barreras a la importación de Argentina, Venezuela, etc., seguimos

vendiendo la mayor parte en Latino-américa, lugar donde Morata es muy bien apreciada.

¿Qué asuntos y autores son más demandados en este momento?

La colección Educación Infantil y Primaria; los títulos de Investiga-ción-acción, investigación cualita-tiva; autores como Gimeno, Torres, Pérez, Pozo, Hargreaves; y, en psico-logía, está teniendo mucho empuje la terapia familiar y el apego.

Con la nueva Ley que se avecina, ¿hará falta leer más libros de vuestra editorial? (Responden Mar y Paulo)

Mar: Nuestra editorial siempre ha ofrecido un punto discordante. Los autores y autoras suelen ser pro-fesionales reconocidos en su ámbito de intervención que han trabajado a pie de calle. Algunos títulos incor-poran análisis educativos, fi losófi -cos y sociopolíticos que ayudan a entender con más profundidad el presente; pero, también, tenemos muchos que refi eren experiencias que se han puesto en práctica y han funcionado.

Desde Morata apostamos por una educación pública, de calidad, adaptada a los tiempos modernos, que busque la integración sin impor-tar el sexo, la raza, la clase social, creencias religiosas, la orientación sexual o las capacidades. Si la nue-va ley orgánica termina por impo-nerse, sin tener en cuenta a todos los colectivos que trabajan en y para el sistema educativo de este país, enten-demos que nuestro papel será clave para seguir ofreciendo una alternati-va razonable basada en la experiencia y el conocimiento de profesionales, y no en una ideología. Si la nueva ley sale adelante seremos aún más necesarios, para mantener vivo el convencimiento de que otra educa-ción y otro mundo es posible.

Paulo: Basta mencionar algu-nos de los últimos títulos publica-dos para entender la necesidad de las publicaciones de Morata: Una escuela extraordinaria, de R. Slee, que habla de cómo debe ser una educación inclusiva; Educarse en la era digital, de A. Pérez, que propo-ne nuevas formas de enseñar para nuevas formas de aprender; Políticas de educación globalizadas, de F. Rizvi y B. Lingard, que ayuda a entender los procesos de globalización que van de la mano de los organismos supranacionales y sus herramien-tas (OCDE y PISA, Banco Mundial, FMI, ...), su efecto en las políticas educativas y alternativas de equi-librio entre lo local y lo global; En busca del sentido de la educación, de J. Gimeno, que recuerda las razones que dieron sentido a la universaliza-ción del sistema educativo, es decir formar ciudadanos más cultos, más capaces, más críticos, más autóno-mos, mejores y más sensibles antes la injusticia, más resistentes ante la manipulación; o Justicia curricu-lar, de Jurjo Torres, que ofrece un minucioso análisis de las principales transformaciones que están aconte-ciendo en la actualidad, pero con la mirada puesta en las repercusiones, condiciones, obligaciones y dilemas que cada una de ellas plantea a los sistemas educativos y, por tanto, al trabajo que la sociedad encomienda a las instituciones escolares.

“Hasta la llegada de Florentina a Morata..., los catálogos de publicaciones pedagógico-educativas se habían llegado a esclerotizar”

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