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[Ensjlish Sedion Rige 4.?' rív*«^> »-? EngM Sedioñ Page4. Periódico Revolucionario LOS ANGELES, CAL., SÁBADO 16 de Septiembre de 1916 NUMERO 244. 18 de Septiembre de 1810. , Esta fecha tiene la peculiaridad I de henchir de entusiasmo el pe- -, cho de más do un mexicano. Es [ que ella nos recuerda a todos los El pensamiento, sin la acción, es infecundo. La que nacimos en México, que hubo idea, por sí sola, es impotente para efectuar el pro- «na noche, la noche del 15 al 16 gueso: necesita del brazo para convertirse en he- „, de Septiembre de 1810, en la que cho. Vforó como un clarín de combate El compañero de origen francés, Emilio Henry, elgíito viril de un hombre que fué un convencido de la acción que tuvo el valor de itBSüsúltimos pasos por la senda convertir en hechos sus pensamientos, El discurso h*u-,,¡A„ Uniu f,-,™„ a «»,.« ow,_ que sigue fué pronunciado por él ante el jurado que lo sentenció a muerte. Las viriles palabras del mártir inyectan energía y valor. Helas aquí: 1 áe h vida, halló fuerza para em- pujar a todo un pueblo a la rebe- lión. La palabra ¡libertad! ha tenido siempre el privilegio de hacer la- tir con más fuerza el corazón del oprimido; por ella suspira el es- todos los días, de todas las ho- ras, de cada minuto, de cada ins- tante. Es la palabra-luz que ilu SEÑORES JURADOS: Vosotros conocéis los actos de que estoy acusa- do; el de la explosión de la vía de los Eons En* clavo-"eílá'vTve" en "los""labios del fants ^ ue mató cinco Peonas y ocasionó la muer- presidiario como una plegaria de te de una sexta ! el de la explosión del café Ter- minus, donde murió una persona,ocasionó la muer- te de una seguda y las lesiones de algunas más, _ __ y, por últmo, los seis tiros de revólver disparados mina las lobregueces deí tugurio; P° r mi c ° nt los <* ue m e Perseguían, después de es la palabra-color que tiñe de este último acto. El curso del proceso os ha demos- rosa la monotonía de una existen- trado W e ? 0 me reconozco el autor responsable de cía incolora. El minero la evoca esto3 actos - por lo tanto > no os habl ° en mi de " en sus tinieblas; el peón la balbu- fensa > oa aseguro que de ninguna manera pretendo ce sobre el surco; el obrero suena rehuir las reeprsalias de la sociedad que he atacado. en ella al pie de ia máquina, y el E n fin > y° n0 reconozco más que un solo tribunal: albañi], cuando en el andamio os- mi conciencia; el veredicto de cualquiera me es por cila entre la vida y la muerte, la completo indiferente- Bolo deseo daros la explica- escucha como una música prefia- ción de mis actos, el por qué y los medios de que me valí para realizarlos. No hace tiempo que soy anarquista. A media- del año de 1891 fué cuando comencé a tomar par- ticipación en el movimiento revolucionario. Antes de esa fecha viví empapado en el ambiente de la moral del día, estando acostumbrado a respetar y a da de promesas y de esperanzas. Nada de extraño hay en que la palabra ¡libertad! pronunciada por los pálidos labios de un ancia- no, haya brillado con resplando- títiXX&fi Z?Zt Ü» •-.?•**• •*-*• taii * <-*** > galudada por los gritos entusias- tas de todos los oprimidos. ¡Li- bertad! Palabra que significa mucho, y que al mismo tiempo nada significa. Significa mucho si descansa en hechos; palabra vana cuando es un mero sonido. Sonido, un simple sonido, ar- monioso y bello tal vez; pero na- da más, fué la palabra ¡libertad!, propiedad, Mas, los educadores de esta generación olvidan demasiado que la vida con sus luchas, sus desilusio- nes, sus injusticias y su iniquidad, se encarga in- discretamente de abrir los ojos a los ignorantes y de mostrar la realidad de las cosas. Esto fué lo que me ocurrió a mí, a mí como les ocurrirá a to- dos. Me habían dicho que la vida era fácil y esta- ba libremente abierta a la inteligencia y la ener- gía, y la expriencia me demostró que sólo los cíni- cos y los malvados pueden encontrar un buen pues- el grito ¡libertad! escapado de la to en el banquete del cuotidiano vivir, garganta de Hidalgo la noche Me habían dicho, también, que las instituciones memorable en el pueblode Dolo- goc j a i es estaban basadas sobre la justicia y la igual- res, porque si bien es cierto que dadj y y0 n0 encontré en mi camino otra cosa que produjo la independencia política la men tira y el soborno. Cada día que pasaba, me de la nación mexicana, no produ- arranca b a una ilusión; a cualquier sitio adonde iba jo al mismo tiempo la libertad de Qra test ig 0 de los dolores de unos y los placeres de los mexicanos. México rompió otr0Sj no tar dando de esta manera en llegar a com- ías cadenas que lo ligaban a Es- pender que las grandes palabras que me habían paña; pero los mexicanos no rom- ense fi a do a venerar.-honor, abnegación, deber,— pieron las cadenas de la depen- n 0 c n m o t r a c o s a q u e u n a máscara puesta sobre la dencia económica: el pobre conti- mfifl ver g 0nzosa iniquidad. nuó siendo pobre; el trabajador ro acumu , a una fortana co]osal g ex . siguió dependiendo del rico bajo continuó trabajando para el bur gués, el sacerdote y el gobernan- te como lo hizo antes. La Inde- pendencia política no produjo al trabajador mexicano ni un peda- de la oferta, son las gentes amantes del bien públi- co; el oficial que experimenta el nuevo modelo de fusil en un niño de siete años, cumple con su de- ber, y en pleno parlamento recibe la felicitación » más de pan ni un girón más de del presidente del Consejo. libertad, porque no fué acompa- T ° do est ?. qUe , ' me repu f °> ? »* e *f. intu se nada de la Independencia econó- se dio a criticar la organización social crítica que mica de todos y de cada uno de s > ^ rápidamente su camino después de comenza- da, bastándome decir, para abreviar, que en corto los componentes del pueblo me xicano. La libertad deja de ser una simple palabra y se convierte en hecho, cuando tiene por base la independencia económica, esto . ... . . , , , . , . . . ,. es, la facultad de ganarse la sub- ?°T^ b J^^^ sistencia y la de la familia por tiempo llegué a ser el enemigo de una sociedad que juzgué criminal. Adherido por.un momemto al socialismo, no tardé en alejarme de ese partido, Sentía mucho amor medio de un trabajo útil, sin ne- cesidad de alquilar los brazos. Por esta independencia hay que i luchar: la independencia econó- ' mica, que ella nos dará la liber- tad. t No hay, pues, que dejar las ar- 1 mas, mientras no se conauiste la independencia económica. Deje- mos de celebrar fiestas a una li- individual, mucha repugnancia por el ejército ma triculado del Cuarto Estado, para formar parte de él. Concluyendo: comprendí que el socialismo no cambia en nada el actual orden de cosas, porque no va al fondo de ellas. .Mantiene el principio de au- toridad, principio que está en contradicción con lo que creen sustentar los que se dan el nombre de libre-pensadores, porque no es otra cosa que un viejo residuo de la fe en una potencia superior. Con el estudio científico me fui iniciando en el juego de las fuerzas naturales. Concluí por ser materialista y ateo: había comprendido que la hipó- bertad que no existe, a una liber- tes j g "Dios" estaba descartada de la ciencia natu- tad que es sólo una palabra y no ra j f j a cua i n0 necesitaba de ella para explicar la un hecho, porque esto es añadir yida. La moral religiosa y la autoritaria, basadas el sarcasmo a la vergüenza de so bre lo falso, debían, pues, desaparecer. ¿Cuál ser esclavos. era entonces la nueva moral en armonía con las le- RICARDO PLORES MAGON. yes de la naturaleza que debía regenerar al viejo mundo y crear la humanidad feli^J. -.. ? Fué entonces cuando entré en relaciones con al- gunos compaweros anarquistas, agulones conside- ro aún corno los mejores que he #|ocido, Aprecié en ellos una gran sinceridad, una' franqueza abso- luta, un desprecio profundoportados los prejui- cios, y procuré conocer la sublím,e,Jfdea que hacía de estos hombres seres completamente diferentes a todos los demás que había conocido» Esta Idea encontrÓ*en mí cerebro terreno adap- tadísimo para recibirla, dadas mis observaciones y mis reflexiones personales, Ella ño hizo en otra cosa que precisar lo que yo poseía ote vago e inde- ciso. Vine a ser en seguida un. anarquista. No me toca explicar aquí lo que és la doctrina a* narquista. Sólo me concretaré a bosquejar su lado revolucionario, su aspecto destructor y negativo por el cual comparezco ante vosotros. En estos momentos de lucha encarnizada entre la burguesía y sus enemigos, estoy tentado de de- cir con Souvarine de Germinal: ''Todos los razona- mientos sobre el porvenir son delictuosos, pues im- piden la destrucción pura y simple^ y obstaculizan el camino de la revolución." Después de que una ideaba madurado y. ha en- contrado Una fórmula, se néeesita, sin más tardar, procurar sü realización. Yo estaba' convencido de que la organización social actual era deficiente, y decidí luchar contra ella para apresurar su desapa- rición. Llevé a la lucha un odio profundo, revivido cada día £or el espeotáculp nauseabundo de esta sociedad donde todo es bajo, ficticio, tosco; donde todo es obstáculo a la expansión humana, a las ten- dencias generosas del corazón, 1 a 4& libre emisión del ííewamteitó, yxñt úetiií 4 iteraría tan" justa'*' mente, pero tan fuertemente como pudiese. Seguí con mucha atención los Sucesos de Car- maux. La primera noticia de la huelga me llenó de alegría al ver que los mineros estaban' dispues- tos a.renunciar a la huelga pacífica por inútil, pues que en ella el trabajador espera pacientemente que sus míseros centavos triunfen de los millones de las compañías. Parecía que aquellos obreros se ha- bían echado a una vía de violencia que se afirmó resueltamente el 15 de Agosto de 1892. La oficina v los edificios de la mina fueron invadidos por una muchedumbre cansada de sufrir; la justicia iba a ser hecha; el ingeniero, tan odiado por los trabaja- dores, iba a morir, iba a morir cuando las personas "solícitas", que nunca faltan, se interpusieron en la obra. ¿Quiénes eran? Los mismos que hacen fracasar todos los movimientos revolucionarios, porque temen que una vez lanzado el pueblo a la revuelta, no quiera obedecer más sus mandatos; los mismos que empujan a millones de hombres a pa- sar privaciones durante meses enteros en espera de una candidatura, quiero decir, los directores socia- listas. Estos hombres eran los que habían echado mano de la dirección del movimiento. Se vio en un momento precipitarse sobre el pue* blo una nube de señores, bravos charlatanes que se entrometieron en la huelga organizando subs- cripciones, dando conferencias, apelando por todas partes en busca de dinero. Los mineros abdicaron cobardemente su iniciativa en las otras manos. Lo que ocurrió, ya lo conocemos: la huelga se prolongó eternamente, los mineros entablaron íntimas rela- ciones con el hambre, su habitual compañera, y consumieron el pequeño fondo que tenían de reser- va junto con el de las otras corporaciones que vi- nieron en su ayuda, y, por fin, después de dos me- ses de miseria, con las orejas gachas, más misera- bles que antes, volvieron a su antigua cárcel. ¿No habría sido más simple que desde un principio hu- bieran atacado a la Compañía por su lado sensible: el dinero; quemarle el depósito de carbón, destro- zarle la máquina de extracción, demolerle la bom- ba de abastecimiento? Ciertamente que la Compa- ñía habría capitulado sin tardar; pero esa táctica a- narquista no es admitida por los pontífices del so- cialismo. En este juego se arriesga la cárcel y ¡quién sabe! si una de aquellas balas que tantos mi- lagros hicieron en Fourmies, todo, en fin, menos un puesto legislativo. En breve, el orden por un momento turbado, rei- nó de nuevo en Carmaux. La Compañía siguió más potente que antes y los señores accionistas se felicitaron del buen resultado de la huelga. Los dividendos volverían a caer como pan del cielo-. Entonces fué cuando me decidí a agregar a este concierto de acentos felices, una voz ya conocida por la burguesía, pero que la creían muerta con Ra- vachol; la v.oz redentora de la dinamita. Yo he querido demostrar a los burgueses que nunca volverán a disfrutar de felicidad completa; se practicó en masa; se dio caza a todos aquellos que sus triunfos insolentes serán turbados; que el que tenaín relación con los anarquistas o eran sus becerro de oro se bambolea sobre su base, y que no simpatizadores. Y bien; si vostroa hacéis respon- está lejano el día en que caerá empapado en su pro- sable a todo un partido do los actos de un solo pia sangre, derribado por un golpe definitivo. hombre, ¿por qué nosotros no hemos de culpar en Al mismo tiempo quise hacer comprender a los masa cuando a nosotros en masa se nos culpa? mineros que sólo hay una categoría de hombres, loa * Debemos nosotros emprenderla solamente con loa anarquistas, que sienten sinceramente sus sufri- diputados que hacen las leyes para nuestro daño, mientos y están prontos a vengarlos. Estos hom- con los magistrados aue las aplican, con los ppli- bres no van ciertamente al parlamento como los se- cías que nos arrestan? Yo creo que no- flores Guesde y compañía; pero van a la guillotina. Todos estos hombres no son otra cosa que íns- Preparé, pues, mi bomba. Por un momento acu-' trunientos que no obran en su propio nombre, sino dio a mi memeria la acusación lacada a Ravachol: * m su s funciones están instituidas por la hurgúe- las víctimas inocentes. Resolví muy pronto la cues- *& P a ™ su defensa- Ellos no son, pues, más res- tión. La casa donde estaban las oficinas de Car- Ponsables que cualquier otro. Los burgueses que maux no era habitada más que por burgueses: no s ¡ n estar revestidos de ninguna función son, sin habría, pues, víctimas inocentes. La burguesía to- embargo, los que las instituyen; los buenos bu vgue* da vive de robar a los desgracidos, y, por la tanto, sea <W e Vlv en en la ociosidad a costa del trabajo de toda ella debe pagar los daños de su crimen. los obrer ° 8 . deben también surtir su parteen las re- n L t. u i t. J„ i„ Í.^Í-.'/.JO A a twi a«- presalias. Y no sólo ellos, sino todos aquellos que Con esta certeza absoluta de la justicia de mi ac- ^ , . , , ' H ' ^ UD i. i u u i„ .,«-».- A n i„ ^fi„;« a A¿> i» están satisfechos con el actual estado de cosas;todos to, puse la bomba a la puerta de laoncina de la . , , ,. ! ', a uv,, v » »« uu» w« «, ^ lo8 que a pj au( j eu i 03 acto8 (j e i gobierno y se hacen uxmpaii , . t_ „„„ 1?/> „J„ i„ a Wfl su» cómplices; todos esos empleados de 300 a500 mil En el curso de este proceso he explicado los me- „ r ' ., , , j . , , dios de que me valí para que en caso de que laborn- francos aue odian al trabajador más,muchomás,que ba fuese descubierta, explotase en el cuartel de la f 8 p [ opi08 bur « uese . 8 ' tod ^ esa ™™ e f ú /> id f f P r f uaiucaoucDcuuiciua, «r v ^ a tensiosa que se arrima siempre a lado de más policía, atacando siempre.de esta manera a mise- J nemigos, haciéndoles comprender que tienen una ' ^ deuda con la justicia y que la tienen que saldar,- ñus y de otros grandes cafés. He aquí las razones que me ha» heeho cometer el He ahí P or 1 u é h e tirado al montón sin pararme primer acto de que se me acusa. Pasemos al se- a esc °£ er mis víctimas. Se necesita que la bur- g un ¿ 0 _ gnesía comprenda que todos aquellos que han su- Vine a París en la época del atentado deVaillarit. ^ S( > n al fih y alcabo despertados por el propio Asistí a la represión formidable que siguió a aquel mím > y enseíian ,os dlente9 y mata ". ^ M tan atentado; fuí testigo de las medidas tiránicas adop- brutalmente cuanta más sea la brutalidad usada con <tftdasfr#HLgoblornó eo^ra }m «AaMQlstaK Por- eílo9 « ^ » ue si n ? tíen ^ nu, Sff» res P et0 r la vi ^a dondequiera se ejercía el espionaje, se hacían pes- humana, es porque la misma burguesía es siempre quisas y arrestos. Aquellas batidas de caza termi- la P r,mera en Provocar la fuerza usándola contra naban siempre con el arresto y prisión de un núme- los déblles y desheredados. No corresponde a los ro de anarquistas. ¿Qué era de las mujeres y los asesinos de la semana sangrient» y de Fourmies hijos de estos compañeros durante su prisión? Nin- tratar a los otros de asesinos. ^ guno sé preocupaba de su suerte. Los anarquistas Si los reboldes no re8 P etan a ,a8 niu erM V ft lüS bi- no eran considerados como hombres, sino como bes- jos de los burgueses, es porque tumpooo so respeta a tias feroces batidas en todas partes y contra quie- los hijos y a las mujeres que ellos aman, ¿No son por nes la prensa burguesa, esa vil esclava de la fuerza, ventura víctimas inocentes aquella*, mujeres y aquellos pedía en todos los tonos el exterminio. niños que mueren de anemia, la enfermedad del pobre, En la misma época, los periódicos y folletos li- P or( í ue el P an es eaca , ao en casa: aquellas mujeres que bertarios eran secuestrados y el derecho de reunión Padecen en el trabajo por ganar cuarenta centavos al era prohibido. Más todavía: cuando la policía que- día > felico8 cuando la miserla m [M obli S a a P«»tí- ría apoderarse de un compañero, un espía ponía, tuirse : e80S ancianos, de los cuales habéis hecho una noche cualquiera, un paquete de aserrín maquinas de producción por toda su miserable «según ella decía«en la habitación del compañe- vida y a <i uiencs arrojáis a un hospital cuando sus po- ro, y al día siguiente, en virtud de una orden dada bres fuerza8 no P ermiten y a «a explotadas? Tened, dos días antes,se hacía un registro en esa habita- al meno8 > la franqueza de reconocer vuestro delito, se- ción, y en vez del paquete de aserrín,, se encontra- ñore8 burgueses, y convenid qu<? nuestras represalias ba un paquete de pólvora o materia sospechosa. m \ legítimas, hijos de nuestro dolor y de nuestra ral- De esta manera, el compañero era arrestado y con- seria " denado a tres años de presidio. * ¿Creéis que esto En verdad que no me forjaré ilusiones acerca de mi no es verdad? Preguntádselo al miserable delator proceder. Yo sé que mis actos no serán comprondi- que se introdujo con el compañero Merigueaud. dos todavía por la masa insuficiente! aento proparada, Y como coronamiento a esta cruzada, el señor aun por los mismos trabajadores por los Cuales he lu- Raynal, Ministro del Interior, no tuvo inconvenien- chado y que, extraviados por las declaraciones do vues- te en declarar en plena Cámara que, las medidas a- tra prensa, me creen su enemigo. Mas, esto nada me adoptadas por el gobierno habían obtenido un exce- importa. Firme en mi Idea, no me preocupan las ft- "lente resultado en cuanto a sembrar el terror en el pr-eciaciones que de mí se hagan. No ignoro, tampo- campo anarquista. Pero no fué eso todo: se con- co, que existe una gran porción do anarquistas que so denó a muerte a un hombre que no había matado a dan prisa a negar toda solidaridad a los propaganda- nadie. Como se necesitaba mostrar encono hasta tas del hecho. Esa clase de gente pretendo establecer el último momento, una hermosa mañana lo guilloti- una distinción entre los teóricos y los terroristas. Do- naron, masiado viles para sacrificar la propia vida, reniegan Pero, ¡oh, señores burgueses, vosotros confiasteis de a 1 uell ° 8 W* lft f i n c a n en aras de algo grande y bastante en vuestra fuerza. "Vosotros arrestaseis S encr ° 80, '^ to nada rta ' pU( ' s la , inílu T ia r ' uo a centenares de individuos, violásteis^numerosos ell ° 8 P retenden tener "obr. el avance del movimiento domicilios} pero había todavía hombres, por voso- revolucionario, es nulo. Iloy, el campo pertenece a la tros ignorados, quedados en la sombra, que presen acci<in ' sm picüad ni vacilaclono8 ' ciaban vuestra caza de anarquistas y que no e?pe- Alejandro Ilerzcn, el revolucionario, ha dicho: "O raban otra cosa que el momento oportuno para dar una cosa ° la otra: el w ar8e a justicieros y caminar ha- caza a los cazadores. cia adelante, o transigir y vacilar en medio de la ca- Las palabras del señor Raynal eran un desafío U 6 -" hecho a los anarquistas: el guante fué recogido. Nosotros no queremos transigir ni vacilar, y nuestro La bomba del café Termlnus es la respuesta a to- proceder se dirige siempre hacia adelante, mientras la das vuestras violaciones de la libertaba todas revolución,finalidaddo nuestros esfuerzos, no_ venga a vuestras persecuciones y arrestos en .-nasa contra coronar la obra nuestra haciendo al mundo libro ya los extranjeros, a vuestras condenas, a vuestras I a humanidad fehaj. guillotinas. En esta guerra sin piedad que tenemos declarada!» Mas, ¿por qué-diréis vosotres-emprenderla con- la burguesía, nosotros no pedimos piedad alguna, tra pacíficos consumidores que están escu- Nosotros matamos; nosotros sabemos también sufrir la chando la música, y que además, ni son diputados, muerte. Así, pues, empero con indiferencia el resultado ni magitrados, ni funcionarios al servicio del or- de vueátro veredicto. den? Yo sé que mi cabeza no será la última que cortaréis; " ¿Por qué? Sencillamente porque la burgusía ha otras como la mía caerán también, porque- los muertos hecho un montón de todos los anarquistas. Un hom- de hambre empiezan a conocer el camino de vuestros bre solo, Vaillant, había lanzado una bomba; nue- grandes cafés, Terminus y Foyot, Vosotros haLéis a- ve, entre diez compañeros, no le conocían ni tenían horcado en Chicago, decapitado en Aloman' % afiarro^ relaciones con él, A pesar de todo, la persecusión tado en Jerez, fusilado en Baroolona, guillotinado en-

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Periódico Revolucionario LOS ANGELES, CAL., SÁBADO 16 d e Septiembre de 1 9 1 6 NUMERO 2 4 4 .

18 de Septiembre de 1810. , Esta fecha tiene la peculiaridad I de henchir de entusiasmo el pe--, cho de más do un mexicano. Es [ que ella nos recuerda a todos los El pensamiento, sin la acción, es infecundo. La

que nacimos en México, que hubo idea, por sí sola, es impotente para efectuar el pro-• «na noche, la noche del 15 al 16 gueso: necesita del brazo para convertirse en he-„, de Septiembre de 1810, en la que cho.

Vforó como un clarín de combate El compañero de origen francés, Emilio Henry, elgíito viril de un hombre que fué un convencido de la acción que tuvo el valor de

itBSüsúltimos pasos por la senda convertir en hechos sus pensamientos, El discurso h*u-,,¡A„ Uniu f,-,™„a «»,.« ow,_ que sigue fué pronunciado por él ante el jurado

que lo sentenció a muerte. Las viriles palabras del mártir inyectan energía y valor. Helas aquí:

1 áe h vida, halló fuerza para em­pujar a todo un pueblo a la rebe­lión.

La palabra ¡libertad! ha tenido siempre el privilegio de hacer la­tir con más fuerza el corazón del oprimido; por ella suspira el es-

todos los días, de todas las ho­ras, de cada minuto, de cada ins­tante. Es la palabra-luz que ilu

SEÑORES JURADOS:

Vosotros conocéis los actos de que estoy acusa­do; el de la explosión de la vía de los Eons En*

clavo-"eílá'vTve" en "los""labios del f a n t s ^u e m a t ó c i n c o Peonas y ocasionó la muer-presidiario como una plegaria de t e d e u n a s e x t a ! e l d e l a explosión del café Ter-

minus, donde murió una persona,ocasionó la muer­te de una seguda y las lesiones de algunas más,

_ __ y, por últmo, los seis tiros de revólver disparados mina las lobregueces deí tugurio; P°r mi c°nt™los <*ue m e Perseguían, después de es la palabra-color que tiñe de e s t e último acto. El curso del proceso os ha demos-rosa la monotonía de una existen- t r a d o We ?0 m e reconozco el autor responsable de cía incolora. El minero la evoca e s t o 3 ac tos- p o r l o tanto> n o o s h a b l ° e n m i d e" en sus tinieblas; el peón la balbu- fensa> oa aseguro que de ninguna manera pretendo ce sobre el surco; el obrero suena rehuir las reeprsalias de la sociedad que he atacado. en ella al pie de ia máquina, y el E n fin> y° n 0 reconozco más que un solo tribunal: albañi], cuando en el andamio os- m i conciencia; el veredicto de cualquiera me es por cila entre la vida y la muerte, la completo indiferente- Bolo deseo daros la explica-escucha como una música prefia- ción de mis actos, el por qué y los medios de que

me valí para realizarlos. No hace tiempo que soy anarquista. A media-

del año de 1891 fué cuando comencé a tomar par­ticipación en el movimiento revolucionario. Antes de esa fecha viví empapado en el ambiente de la moral del día, estando acostumbrado a respetar y a

da de promesas y de esperanzas. Nada de extraño hay en que la

palabra ¡libertad! pronunciada por los pálidos labios de un ancia­no, haya brillado con resplando-

títiXX&fi Z?Zt Ü» •-.?•**• •*-*•taii* <-*** > galudada por los gritos entusias­tas de todos los oprimidos. ¡Li­bertad! Palabra que significa mucho, y que al mismo tiempo nada significa. Significa mucho si descansa en hechos; palabra vana cuando es un mero sonido.

Sonido, un simple sonido, ar­monioso y bello tal vez; pero na­da más, fué la palabra ¡libertad!,

propiedad, Mas, los educadores de esta generación olvidan

demasiado que la vida con sus luchas, sus desilusio­nes, sus injusticias y su iniquidad, se encarga in­discretamente de abrir los ojos a los ignorantes y de mostrar la realidad de las cosas. Esto fué lo que me ocurrió a mí, a mí como les ocurrirá a to­dos. Me habían dicho que la vida era fácil y esta­ba libremente abierta a la inteligencia y la ener­gía, y la expriencia me demostró que sólo los cíni­cos y los malvados pueden encontrar un buen pues-

el grito ¡libertad! escapado de la t o e n e l banquete del cuotidiano vivir, garganta de Hidalgo la noche M e habían dicho, también, que las instituciones memorable en el pueblode Dolo- g o c ja ie s estaban basadas sobre la justicia y la igual-res, porque si bien es cierto que d a d j y y 0 n 0 encontré en mi camino otra cosa que produjo la independencia política l a m e ntira y el soborno. Cada día que pasaba, me de la nación mexicana, no produ- a r r a n c a b a una ilusión; a cualquier sitio adonde iba jo al mismo tiempo la libertad de Qra t e s t ig0 de los dolores de unos y los placeres de los mexicanos. México rompió o t r 0 S j n o tardando de esta manera en llegar a com­ías cadenas que lo ligaban a Es- pender que las grandes palabras que me habían paña; pero los mexicanos no rom- ensefiado a venerar.-honor, abnegación, deber,— pieron las cadenas de la depen- n 0 c n m o t r a c o s a q u e u n a máscara puesta sobre la dencia económica: el pobre conti- mfifl v e r g 0 n z o s a iniquidad. nuó siendo pobre; el trabajador ro a c u m u , a u n a f o r t a n a co ]osa l g e x . siguió dependiendo del rico bajo

continuó trabajando para el bur gués, el sacerdote y el gobernan­te como lo hizo antes. La Inde­pendencia política no produjo al trabajador mexicano ni un peda-

de la oferta, son las gentes amantes del bien públi­co; el oficial que experimenta el nuevo modelo de fusil en un niño de siete años, cumple con su de­ber, y en pleno parlamento recibe la felicitación

» más de pan ni un girón más de del presidente del Consejo. libertad, porque no fué acompa- T ° d o e s t?.q U e ,V Í ' m e r e p u f °> ? »* e*f.intu s e

nada de la Independencia econó- se dio a criticar la organización social crítica que mica de todos y de cada uno de s > ^ rápidamente su camino después de comenza-

da, bastándome decir, para abreviar, que en corto los componentes del pueblo me xicano. La libertad deja de ser una simple palabra y se convierte en hecho, cuando tiene por base la independencia económica, esto . ... . . , , , . , . . . ,. es, la facultad de ganarse la sub- ? ° T ^ b J ^ ^ ^ sistencia y la de la familia por

tiempo llegué a ser el enemigo de una sociedad que juzgué criminal.

Adherido por.un momemto al socialismo, no tardé en alejarme de ese partido, Sentía mucho amor

medio de un trabajo útil, sin ne­cesidad de alquilar los brazos.

Por esta independencia hay que i luchar: la independencia econó-' mica, que ella nos dará la liber­

tad. t No hay, pues, que dejar las ar-1 mas, mientras no se conauiste la independencia económica. Deje­mos de celebrar fiestas a una li-

individual, mucha repugnancia por el ejército ma triculado del Cuarto Estado, para formar parte de él. Concluyendo: comprendí que el socialismo no cambia en nada el actual orden de cosas, porque no va al fondo de ellas. .Mantiene el principio de au­toridad, principio que está en contradicción con lo que creen sustentar los que se dan el nombre de libre-pensadores, porque no es otra cosa que un viejo residuo de la fe en una potencia superior.

Con el estudio científico me fui iniciando en el juego de las fuerzas naturales. Concluí por ser materialista y ateo: había comprendido que la hipó-

bertad que no existe, a una liber- t e s j g "Dios" estaba descartada de la ciencia natu-tad que es sólo una palabra y no r a j f j a cuai n 0 necesitaba de ella para explicar la un hecho, porque esto es añadir yida. La moral religiosa y la autoritaria, basadas el sarcasmo a la vergüenza de sobre lo falso, debían, pues, desaparecer. ¿Cuál ser esclavos. e r a entonces la nueva moral en armonía con las le-

RICARDO PLORES MAGON. yes de la naturaleza que debía regenerar al viejo

mundo y crear la humanidad feli^J. -.. ? Fué entonces cuando entré en relaciones con al­

gunos compaweros anarquistas, agulones conside­ro aún corno los mejores que he #|ocido, Aprecié en ellos una gran sinceridad, una' franqueza abso­luta, un desprecio profundoportados los prejui­cios, y procuré conocer la sublím,e,Jfdea que hacía de estos hombres seres completamente diferentes a todos los demás que había conocido»

Esta Idea encontrÓ*en mí cerebro terreno adap-tadísimo para recibirla, dadas mis observaciones y mis reflexiones personales, Ella ño hizo en mí otra cosa que precisar lo que yo poseía ote vago e inde­ciso. Vine a ser en seguida un. anarquista.

No me toca explicar aquí lo que és la doctrina a* narquista. Sólo me concretaré a bosquejar su lado revolucionario, su aspecto destructor y negativo por el cual comparezco ante vosotros.

En estos momentos de lucha encarnizada entre la burguesía y sus enemigos, estoy tentado de de­cir con Souvarine de Germinal: ''Todos los razona­mientos sobre el porvenir son delictuosos, pues im­piden la destrucción pura y simple y obstaculizan el camino de la revolución."

Después de que una ideaba madurado y. ha en­contrado Una fórmula, se néeesita, sin más tardar, procurar sü realización. Yo estaba' convencido de que la organización social actual era deficiente, y decidí luchar contra ella para apresurar su desapa­rición. Llevé a la lucha un odio profundo, revivido cada día £or el espeotáculp nauseabundo de esta sociedad donde todo es bajo, ficticio, tosco; donde todo es obstáculo a la expansión humana, a las ten­dencias generosas del corazón,1 a 4& libre emisión del ííewamteitó, yxñt úetiií 4 iteraría tan" justa'*' mente, pero tan fuertemente como pudiese.

Seguí con mucha atención los Sucesos de Car-maux. La primera noticia de la huelga me llenó de alegría al ver que los mineros estaban' dispues­tos a.renunciar a la huelga pacífica por inútil, pues que en ella el trabajador espera pacientemente que sus míseros centavos triunfen de los millones de las compañías. Parecía que aquellos obreros se ha­bían echado a una vía de violencia que se afirmó resueltamente el 15 de Agosto de 1892. La oficina v los edificios de la mina fueron invadidos por una muchedumbre cansada de sufrir; la justicia iba a ser hecha; el ingeniero, tan odiado por los trabaja­dores, iba a morir, iba a morir cuando las personas "solícitas", que nunca faltan, se interpusieron en la obra. ¿Quiénes eran? Los mismos que hacen fracasar todos los movimientos revolucionarios, porque temen que una vez lanzado el pueblo a la revuelta, no quiera obedecer más sus mandatos; los mismos que empujan a millones de hombres a pa­sar privaciones durante meses enteros en espera de una candidatura, quiero decir, los directores socia­listas. Estos hombres eran los que habían echado mano de la dirección del movimiento.

Se vio en un momento precipitarse sobre el pue* blo una nube de señores, bravos charlatanes que se entrometieron en la huelga organizando subs­cripciones, dando conferencias, apelando por todas partes en busca de dinero. Los mineros abdicaron cobardemente su iniciativa en las otras manos. Lo que ocurrió, ya lo conocemos: la huelga se prolongó eternamente, los mineros entablaron íntimas rela­ciones con el hambre, su habitual compañera, y consumieron el pequeño fondo que tenían de reser­va junto con el de las otras corporaciones que vi­nieron en su ayuda, y, por fin, después de dos me­ses de miseria, con las orejas gachas, más misera­bles que antes, volvieron a su antigua cárcel. ¿No habría sido más simple que desde un principio hu­bieran atacado a la Compañía por su lado sensible: el dinero; quemarle el depósito de carbón, destro­zarle la máquina de extracción, demolerle la bom­ba de abastecimiento? Ciertamente que la Compa­ñía habría capitulado sin tardar; pero esa táctica a-narquista no es admitida por los pontífices del so­cialismo. En este juego se arriesga la cárcel y ¡quién sabe! si una de aquellas balas que tantos mi­lagros hicieron en Fourmies, todo, en fin, menos un puesto legislativo.

En breve, el orden por un momento turbado, rei­nó de nuevo en Carmaux. La Compañía siguió más potente que antes y los señores accionistas se felicitaron del buen resultado de la huelga. Los dividendos volverían a caer como pan del cielo-.

Entonces fué cuando me decidí a agregar a este concierto de acentos felices, una voz ya conocida por la burguesía, pero que la creían muerta con Ra-vachol; la v.oz redentora de la dinamita.

Yo he querido demostrar a los burgueses que

nunca volverán a disfrutar de felicidad completa; se practicó en masa; se dio caza a todos aquellos que sus triunfos insolentes serán turbados; que el que tenaín relación con los anarquistas o eran sus becerro de oro se bambolea sobre su base, y que no simpatizadores. Y bien; si vostroa hacéis respon-está lejano el día en que caerá empapado en su pro- sable a todo un partido do los actos de un solo pia sangre, derribado por un golpe definitivo. hombre, ¿por qué nosotros no hemos de culpar en

Al mismo tiempo quise hacer comprender a los masa cuando a nosotros en masa se nos culpa? mineros que sólo hay una categoría de hombres, loa * Debemos nosotros emprenderla solamente con loa anarquistas, que sienten sinceramente sus sufri- diputados que hacen las leyes para nuestro daño, mientos y están prontos a vengarlos. Estos hom- con los magistrados aue las aplican, con los ppli-bres no van ciertamente al parlamento como los se- cías que nos arrestan? Yo creo que no-flores Guesde y compañía; pero van a la guillotina. Todos estos hombres no son otra cosa que íns-

Preparé, pues, mi bomba. Por un momento acu-' trunientos que no obran en su propio nombre, sino dio a mi memeria la acusación lacada a Ravachol: *m sus funciones están instituidas por la hurgúe­las víctimas inocentes. Resolví muy pronto la cues- *& Pa™ su defensa- Ellos no son, pues, más res-tión. La casa donde estaban las oficinas de Car- Ponsables que cualquier otro. Los burgueses que maux no era habitada más que por burgueses: no s ¡ n estar revestidos de ninguna función son, sin habría, pues, víctimas inocentes. La burguesía to- embargo, los que las instituyen; los buenos bu vgue* da vive de robar a los desgracidos, y, por la tanto, s ea <We Vlven en la ociosidad a costa del trabajo de toda ella debe pagar los daños de su crimen. los o b r e r ° 8 . deben también surtir su parteen las re-

n L t. u i t. J„ i„ Í. Í-.'/.JO Aa twi a«- presalias. Y no sólo ellos, sino todos aquellos que Con esta certeza absoluta de la justicia de mi ac- ^ , . , , ' H ' ^UD

i. i u u i„ .,«-».- An i„ fi„;«a A¿> i» están satisfechos con el actual estado de cosas;todos to, puse la bomba a la puerta de laoncina de la . , , , . !', a uv,, v» »« uu» w« «, ^ lo8 q u e apjau(jeu i03 a c t o 8 (jei gobierno y se hacen uxmpaii , . t_ „„„1?/>„J„ i„a Wfl su» cómplices; todos esos empleados de 300 a500 mil

En el curso de este proceso he explicado los me- „ r ' ., , , j . , , dios de que me valí para que en caso de que laborn- francos aue odian al trabajador más,muchomás,que ba fuese descubierta, explotase en el cuartel de la f8 p [ o p i 0 8 b u r«u e s e .8 ' t o d^ e s a ™™ efú/>idf f P rf uaiucaoucDcuuiciua, «r v^a tensiosa que se arrima siempre a lado de más policía, atacando siempre.de esta manera a mise- J nemigos, haciéndoles comprender que tienen una ' ^ deuda con la justicia y que la tienen que saldar,- ñus y de otros grandes cafés.

He aquí las razones que me ha» heeho cometer el H e a h í Por 1u é h e tirado al montón sin pararme primer acto de que se me acusa. Pasemos al se- a e sc°£e r m i s víctimas. Se necesita que la bur-gun¿0_ gnesía comprenda que todos aquellos que han su-

Vine a París en la época del atentado deVaillarit. ^ S(>n a l f ih y a l c a b o despertados por el propio Asistí a la represión formidable que siguió a aquel mím> y e n s e í i a n , o s d l e n t e 9 y m a t a" . ^ M tan atentado; fuí testigo de las medidas tiránicas adop- brutalmente cuanta más sea la brutalidad usada con <tftdas fr#HL goblornó eo^ra }m «AaMQlstaK Por- eílo9« ^ »ue s i n ? t í e n ^ nu,Sff» r e sP e t 0 P°r la vi^a dondequiera se ejercía el espionaje, se hacían pes- humana, es porque la misma burguesía es siempre quisas y arrestos. Aquellas batidas de caza termi- l a P r , m e r a en Provocar la fuerza usándola contra naban siempre con el arresto y prisión de un núme- los d é b l l e s y desheredados. No corresponde a los ro de anarquistas. ¿Qué era de las mujeres y los asesinos de la semana sangrient» y de Fourmies hijos de estos compañeros durante su prisión? Nin- t r a t a r a los otros de asesinos. ^ guno sé preocupaba de su suerte. Los anarquistas Si los reboldes no re8Petan a ,a8 niu.ÍerM V ft lüS bi­no eran considerados como hombres, sino como bes- jos de los burgueses, es porque tumpooo so respeta a tias feroces batidas en todas partes y contra quie- los hijos y a las mujeres que ellos aman, ¿No son por nes la prensa burguesa, esa vil esclava de la fuerza, ventura víctimas inocentes aquella*, mujeres y aquellos pedía en todos los tonos el exterminio. niños que mueren de anemia, la enfermedad del pobre,

En la misma época, los periódicos y folletos li- Por(íue el Pan es eaca,ao e n casa : aquellas mujeres que bertarios eran secuestrados y el derecho de reunión Padecen en el trabajo por ganar cuarenta centavos al era prohibido. Más todavía: cuando la policía que- día>felico8 c u a n d o la mise r l a m [M obl iSa a P«»tí-ría apoderarse de un compañero, un espía ponía, tu i r se: e80S ancianos, de los cuales habéis hecho una noche cualquiera, un paquete de aserrín maquinas de producción por toda su miserable «según ella decía«en la habitación del compañe- v i d a y a <iuiencs arrojáis a un hospital cuando sus po­ro, y al día siguiente, en virtud de una orden dada b r e s fuerza8 n o Pe rmi ten ya «a explotadas? Tened, dos días antes,se hacía un registro en esa habita- al meno8> la franqueza de reconocer vuestro delito, se-ción, y en vez del paquete de aserrín,, se encontra- ñore8 burgueses, y convenid qu<? nuestras represalias ba un paquete de pólvora o materia sospechosa. m\ legítimas, hijos de nuestro dolor y de nuestra ral-De esta manera, el compañero era arrestado y con-seria" denado a tres años de presidio. * ¿Creéis que esto En verdad que no me forjaré ilusiones acerca de mi no es verdad? Preguntádselo al miserable delator proceder. Yo sé que mis actos no serán comprondi-que se introdujo con el compañero Merigueaud. dos todavía por la masa insuficiente! aento proparada,

Y como coronamiento a esta cruzada, el señor aun por los mismos trabajadores por los Cuales he lu-Raynal, Ministro del Interior, no tuvo inconvenien- chado y que, extraviados por las declaraciones do vues-te en declarar en plena Cámara que, las medidas a- tra prensa, me creen su enemigo. Mas, esto nada me adoptadas por el gobierno habían obtenido un exce- importa. Firme en mi Idea, no me preocupan las ft-"lente resultado en cuanto a sembrar el terror en el pr-eciaciones que de mí se hagan. No ignoro, tampo-campo anarquista. Pero no fué eso todo: se con- co, que existe una gran porción do anarquistas que so denó a muerte a un hombre que no había matado a dan prisa a negar toda solidaridad a los propaganda-nadie. Como se necesitaba mostrar encono hasta tas del hecho. Esa clase de gente pretendo establecer el último momento, una hermosa mañana lo guilloti- una distinción entre los teóricos y los terroristas. Do­naron, masiado viles para sacrificar la propia vida, reniegan

Pero, ¡oh, señores burgueses, vosotros confiasteis d e a1uell°8 W*lft f incan en aras de algo grande y bastante en vuestra fuerza. "Vosotros arrestaseis Sencr°80, ' ^ t o n a d a T ° r t a ' pU('s l a , i n í l u T i a r'uo

a centenares de individuos, violásteis^numerosos e l l°8 P r e t enden tener "obr. el avance del movimiento domicilios} pero había todavía hombres, por voso- revolucionario, es nulo. Iloy, el campo pertenece a la tros ignorados, quedados en la sombra, que presen acci<in 'sm p icüad ni vacilaclono8' ciaban vuestra caza de anarquistas y que no e?pe- Alejandro Ilerzcn, el revolucionario, ha dicho: "O raban otra cosa que el momento oportuno para dar u n a cosa ° la o t r a : elwar8e a justicieros y caminar ha-caza a los cazadores. c ia adelante, o transigir y vacilar en medio de la ca-

Las palabras del señor Raynal eran un desafío U6-" hecho a los anarquistas: el guante fué recogido. Nosotros no queremos transigir ni vacilar, y nuestro La bomba del café Termlnus es la respuesta a to- proceder se dirige siempre hacia adelante, mientras la das vuestras violaciones de la libertaba todas revolución, finalidad do nuestros esfuerzos, no_ venga a vuestras persecuciones y arrestos en .-nasa contra coronar la obra nuestra haciendo al mundo libro ya los extranjeros, a vuestras condenas, a vuestras Ia humanidad fehaj. guillotinas. En esta guerra sin piedad que tenemos declarada!»

Mas, ¿por qué-diréis vosotres-emprenderla con- la burguesía, nosotros no pedimos piedad alguna, tra pacíficos consumidores que están escu- Nosotros matamos; nosotros sabemos también sufrir la chando la música, y que además, ni son diputados, muerte. Así, pues, empero con indiferencia el resultado ni magitrados, ni funcionarios al servicio del or- de vueátro veredicto. den? Yo sé que mi cabeza no será la última que cortaréis; " ¿Por qué? Sencillamente porque la burgusía ha otras como la mía caerán también, porque- los muertos hecho un montón de todos los anarquistas. Un hom- de hambre empiezan a conocer el camino de vuestros bre solo, Vaillant, había lanzado una bomba; nue- grandes cafés, Terminus y Foyot, Vosotros haLéis a-ve, entre diez compañeros, no le conocían ni tenían horcado en Chicago, decapitado en Aloman'% afiarro relaciones con él, A pesar de todo, la persecusión tado en Jerez, fusilado en Baroolona, guillotinado en-

fíiÉ»i»ip«i«ii'i mn imm i) mi ni niiiUmii-iiiiir.r iiiiiixni

Montbmony ea Paría; pero lo que no podréis des­truir, lo que no podréis decapitar es la Anarquía... Sus taíces son demasiado profundas. Nacida en oí ' seno mismo de una sociedad pútrida que se derrumba, es u> na reacción violenta contra el orden establecido, y re­presenta las a&piraciones igualitarias y libertadoras que golpean en los ciraio tos de la odiada autoridad, y será también la que acabará por mataros a vosotros

y destruir la sociedad que nos oprime. * He aquí, señores jurados, todo aquello que deseaba

deciros. Escucharéis ahora a mi abogado. En cum­plimiento de vuestras leyes que imponen un defensor, mi familia lia nombrado al señor Hornbostel; pero te­ned en cuenta que cualquier cosa que él pueda deciros, no modifica en nada aquéllo que he declarado. Todo lo que he dicho es la expresión sincera y pura de mi pensamiento. A ello me atengo integralmente.

¡Por la Patria! nos retienen en la esclavitud y la pobreza, y para conquistarnos una verdadera Patria, la de los

Desde nuestra niñez hasta que productores, en la que todo sea morimos, el patriotismo es culti­vado en nosotros con tanto esme' ro que acaba por formar una se gunda naturaleza nuestra, defor mando nuestros mejores so.ntr mientosy ofuscando nuestnin

de todos, es decir, en la que to­dos tengamos igual derecho de posesión y de uso sobre la tierra, las máquinas, las fábricas, las casas los instrumentos de trabajo y los medios de comunicación y

teligencia, hasta hacernos creer de transporte, según lo explica-que todos los que nacen fue a de m o s en el Manifiesto de 23 de la nación en que nacimos BOM Jn- Septiembre de 1911, expedido por feriores a nosotros y metros la Junta Orgarizadora del Parti-naturales enemigos a quienn,; de- d o Liberal Me\¡e,ano. bemos ver con desprecio, de-con- Siendo la riqueza social propie-fianza y odio, y basta h»C( "nos <^d común, todos tendremos aso-creer bueno que por la Pato-, de- íurados los medios de subsisten-tamos matarlos por cualquier cía y ya no hall* pobres y ricos, motivo, y arrasar sus poblados de ni explotados y explotadores, ni gentes pacíficas, devastar' sus oprimidos y opresores, sino que campos, subyugar sus pueblos y t o d°s sin distinción de sexos, ra-cometer toda clase de crímenes z a s ° col°r, seremos felices sien-en ellos, cuando la Patria nos lia- do libres, iguales y hermanos. ma a la guerra.

Pero a esas contiendas espan­tosas llamadas guerras interna­cionales, jamás van los ricos ni sus descendientes. Somos los pobres los tínicos enviados al ma­tadero. Los señores quedan tran­quilamente en casa a recibir las

ENRIQUE PLORES MAGON.

1I\ li^lxx XIV /!.•

puesto que los dejamos solos en los últimos momentos, siendo que ellos en los momentos más críticos de la lucha, jamás nos han abandonado.

Así, pues, no los abandonemos; prestémosles nuestra solidaridad, y habremos cumplido con el deber que nos corresponde.

¡Viva la Solidaridad! ¡Viva Tie­rra y Libertad!

HÉRMENEGILDA AVILA Weir, Tex.

Hacen suya, desde luego, la ante­rior iniciativa los siguientes compa­ñeros de Texas que se apuntan con $5.00, cada uno: Hermenegilda A-vila, Teodoro Velázquez, Marciano Avila, Guadalupe Rodríguez, Gu­mersindo Moncallo, Felipe Jarami-11o y Victoriano Hernández, y de Arizona, José Ma. Gardea. Con otras cantidades: María Jaramillo, 50c; Leocadio Manríquez, $1; Nati­vidad Ó. de Jaramillo, $1; Miguel Gómez, 11.50 y Luis G. Villalobos, $1.50.

PROLETARIOS DEL MUNDO.

Salud. Por medio de estas líneas os hago

¿anancias de la guerra, a aprove- u n f o r m a l ? s o I e n m o llamamiento a charse, en una palabra, delossa- t o d o s vosotroá> compañeros y com-crificios de los proletarios envia- P a í i e r a s <*ue abrigudia en vuestros dos a conquistar otros países en ^razones sentimientos generosos. nombre de su*Patria. para deciros que es tiempo ya de

De "su" Patria . . . . . Pero, en q u e nof f™s ^ & , cUefa d°l0

.. i-j J . ' r> i. • i. i que mas falta nos hace y lo que de-reahdad, ¿que Patria tenemos los J* , ;. ,

. n bemos hacer para remediarlo. Que hayamos nacido en una V e d v u e s t r o s ho%&rm obscuros,

determinada nación no quiere de- s m lnz> P°rclue n o s h a f a l t a d o e s e

cir que la poseamos, que sea núes- faro que ilumina al mundo, el in-tra, y que en ella seamos felices, fia,lsable portavoz de los oprimidos, ricos y poderosos, y que en otras REGENERACIÓN, y ved a sus re-la miseria, la pobreza y la des- da°tores amenazados de muerte por gracia nos acompañen. la mano vil del mil veces criminal

_ ¿ Qué Patria tenemos los pobres Woodrow Wilson, que en pleno si-cuando en realidad nada posee- g'° x x estrangular nuestras líber-mos más que nuestras camisas tades> V We envalentonado por la desgarradas y nuestras miserias, cobardía del pueblo, quiere asesinar hambres y tristezas? ¿Qué Pa- a nues1 ' ros hermanos Ricardo y En-

, tria tenemos los pobres cuando n1w Floros. Magdn. por dondequiera que vayamos en H a y <Jue Po n e r u n h a s t a a(*uí a

el mundo sufrimos las mismas t a n t o u l t r a i e y arrebatar de las ga-miserias, desventuras, dol >res, "as de la prostituta ley a nuestros opresión y explotación en nnnoa o amaradas. de nuestros patronos que engor- Preguntaréis cómo; y os contesto dan con nuestros trabajos y sa- 9UG s i e n d o u n a humilde proletaria orificios? uncida al carro de la explotación,

Dondequiera que vayamos so- o s propongo que para el 15 de Oc-nos siempre la misma bestia de tubre entrante, contribuyamos cada carga, y, por consiguiente, le que compañero con la pequeña cantidad

e n de $5.00 que, aun siendo mujer,

Gran Baile Internacional Para el Sábado, 23 de Sept.

a las 8. P, M. en el BURBANK HALL

S42 S- Main St. Por la Liga Obrera Internacio­

nal de Defensa, para beneficio de la defensa de los hermanos Ma-gón.

Refrescos a precios populares. Entrada ¿25 centavos.

dicen ser nuestra Patria e realidad del rico, porque él es creo mezquinamente pequeña, con-auien todo lo posee. Del r o es «¿erando que los Magón están dis-la tierra que kbrnmos, la M rica Pu e s t o s a d a r alS° m á s valioso, sus y la maquinaria que movenu-», la vidas» mientras que nosotros ape-mina en cuyas onümas labora- ñas sacrificaremos unas cuantas mo­mos, el humilde jacal que he hita- nedas. mos; todo, todo es del rico, hasta Hagamos a un lado todo egoís-nuestras mism is vidas. m ° ; sacudamos toda indiferencia;

Los pobres rio tenemos Patria, unámonos y formemos un solo cuer­eólo los ricos. P°J P a r a trabajar por lo que más

Por consiguiente, los pobres de ^ S ^ ^ i r i 6 1 1 * 0 1 s o s t e n e r a

todas las naciones no debemos REGENERACIÓN y salvar a e-vernos con desprecio, con descon- s o s do8 h o m b r e s d e v o l u n t a d s m ]í" fianza o con odio, sino que debe- ™tes>' <Jue e s t á n . e n ™™™^ Pe­rnos reconocernos como hermanos, bgrodeiramorir a una Pemten-puesto que sufrimos las mismas c i a r í a i

miserias y esclavitud, y debemos Es tiempo aún, vuelvo a repetir, comprender, una vez por todas, de evitar el crimen; una vez consu-que la idea de Patria nos ha sido roado, de nada nos servirá entregar-infundida por los ricos y sus alia- «os a amargas reflexiones. Recorp dos, el gobierno y el clero, tanto demos cuando asesinaron al padre para que por medio de esa idea de la infancia desvalida, al entusias-falsa les defendamos sus propie- ta y tenaz rebelde Francisco Ferrer dades e intereses, como para te- Guardia: toda España y el mundo nernos divididos a todos los po- entero se puso de pie protestando bros de la Tierra, porque están- cuando el crimen se había consu­do desunidos por el odio de razas mado ya. Si todas las manifesta-y de nacionalidades que nos han cíones que se hicieron después se infundido, les es más fácil domi- hubieran hecho antes, no lo habrían Hamos y retenernos en la e¿cla- asesinado. vitud y en la explotación. • Y nosotros, teniendo ya esa ex-

En consecuencia, nuestros in- periencia, ¿seremos tan viles que tereses de pobres demandan que permanezcamos hoy inactivos? ¡No; jamás vayamos a los campos de y mil veces, no! Que si así lo hi-batalla a pelear por una Patria riésemos cometeríamos un crimen, <jue no es nuestra sino de los ri- porque abandonar a los nuestros en eos que lo poseen todo, y que estos momentos es entregarlos a sus cuando nos veamos forzados por verdugos, y en tal caso, no .sere-las circunstancias a empuñar las mos dignos de siquiera pronunciar armas lo hagamos para luchar en sus nombres, y de pronunciarlos, contra de las presentes inotitu- que se nos quemen los labios por «iones con que los rkos y sus a- hipócritas que en nada sabemos a-Jiados, la Autoridad y el clero, preciar los sacrificios de los buenos,

Atropellos. El domingo 29 de Agosto varios

I. W.W. y algunos. compañeros a-narquistas* celebraban un mitin pú­blico en Morenci, Arizona. Los trabajadores escuchaban con aten-ción a los oradores. El orden era perfecto; pero a la Mesa Directiva de la Local No. 2 de la Arizona Fe-deration of Labor le disgustó que los oradores atacasen los cimientos del sistema capitalista e incitó a los polizontes a que disolvieran el mi­tin. Los polizontes arremetieron contra la multitud y varios arrestos fueron hechos, quedando definitiva­mente presos A. V. Azuara y Be­nigno Medina, acusados del delito de hablar en contra de las malditas instituciones burguesas.

Pocos días después de este atro­pello, E, J. Moreno, organizador de la Arizona Federation of Labor y policía al mismo tiempo, mató en Newtown, cerca de Morenci, a Fe­derico Bosques, cuando este orador obrero dirigía la palabra a los tra­bajadores denunciando a la Mesa Directiva de la Local No.. 2 Como traidora a los intereses de la clase trabajadora, por haber ocasionado el arresto de Azuara y Medina.

La excitación que han provocado estos atentados es tremenda. Los trabajadores se muestran suma­mente indignidos contra el proceder de los oficiales de la Arizona Fede­ration of Labor, proceder que no vacilamos en llamar criminal por-qiÉStesulta en perjuicio de los inte­reses del proletariado, y en benefi­cio de los intereses de la burguesía. Se explica que la burguesía arreme­ta contra los desheredados; pero que sean desheredados los que a-rremetan contra los de su clase, e-so es infame.

Azuara y Medina se encuentran presos en la cárcel de Clifton y se les ha señalado fianza de $5,000 a cada uno.

R. P, M.

ricana, Por consiguiente, en es­tá ocasión me limitaré a hacer un resumen general de la situación.

La estabilidad del llamado go­bierno de Carranza, no puede es­tar en mas desastrosas condicio­nes. Ya no es solamente con las fuerzas rebeldes que en gran nu­mero de guerrillas recorren la República con las que tiene que habérselas Carranza, sino que también se encuentra actualmen­te preocupado con el grave pro­blema de aplacar la opinión pu­blica que el mismo ha agitado en su contra por medio del estupido y brutal decreto suyo de Agosto 10., en el que no solamente sen­tencia a muerte a los obreros que se declaren en huelga y a sus or­ganizadores, sirio que llega su salvajismo hasta sentenciar tam­bién a muerte a los simpatizado­res de los obreros que se atrevan a declararse en huelga reclamando un mendrugo mas de pan con que saciar el hambre devoradora que reina en todos los lugares sobre los cuales ha caido como una maldición el dominio de Ca­rranza.

Tal traición a la causa de los trabajadores que Carranza ha pretendido sostener, ha hecho que muchos obreros que antes eran sus partidarios, se hayan de­cidido a tomar las armas en con­tra suya. De ahí viene que el numero de guerrillas rebeldes ha a u ni en t a d o considerablemente. Ademas, en 'muchas poblaciones dominadas por el carrancismo, ha habido motines y otras mani­festaciones de desagrado y hosti­lidad contra Barbas de Chivo.

Un resumen de la aectividad de los rebeldes durante las dos úp-timos sema ñas, según las noticias de los periódicos locales, muestra que el área de dicha actividad se ha extendido bastante y que a-barca la mayor parte de los Es­tados de la República, a saber: Tamaulipas, Ooahuila, Chihua­hua,' Sonora, Sinaloa, Tepic, Ja­lisco, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, San Louis Pqtosí, Zacatecas, Aguascalientes^Durango, Gua-' pajuato y Querétaro.

Por otra parte, los periódicos de la ciudad de México enseñan que continúa la actividad de los revolucionarios del sur, quienes a más de operar en algunos de los Estados ya mencionados, contro­lan largas regiones de los otros siguientes: Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, México, Mi-choacán, Guerrerro y Distrito Federal.

Como se ve, los únicos Estados y Territorios en los cuales Ca­rranza tiene algún control son los siguientes; Nuevo León, Baja California, Colima, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Ta-basco; siete por todos.

Y todavía así, Carranza ha te­nido el cinismo de convocar a e-lecciones municipales en toda la República. El objeto de tal far­

sa, es el de hacer creer que ya domina la situación, pata que sus delegados a las conferencias in­ternacionales en Estados Unidos no sean desairados. Además, pa­ra seguir adelante la farsa. Ca­rranza anunció ya que dentro de poco convocará a elecciones presi denciales.

31 objeto de Carranza, en las conferencias que actualmente es­tán siendo llevadas a efecto en el Hotel Griswold, de la ciudad nor­teamericana de New London, Es­tado de Connecticut, entre los de­legados mexicanos Lie Luis Ca­brera, Ministro de Hacienda de Carranza, y los Ingenieros Alber­to Pañi e Ignacio Bonilla y los delegados americanos Dr^John R. Mott, Juez George Gray y el Ministro del Inercior Frank-lin K. Lañe, es el de crear una situación que pueda ponerlo en condición de colocar un emprésti­to en Estados Unidos, con cuyo

dinero, que, según parece, Ca­rranza desea llegue a cien millo­nes de dólares, tenga con que sos­tenerse eh el poder al que ciega mente lo encumbraron los traba­jadores que confiaron en su buena fe, cuando en Veracruz se desga­ritaba vitoreando a la Revolncion Social, el viejo farsante.

Por su parte, Wilson desea que Carranza obtenga ese empréstito, pues comprende que este viejo em­baucador es últil para los intere­ses de los capitalistas americanos como Presidente de México, y sos­tenerlo en tal puesto; asi como por­que también comprende que una vez caido Carranza, a nadie mas le será posible afianzarse en el po­der con tanta persistencia, pues el proletariado mexicano ha abierto ya los ojos demasiado y no lo per­mitirá; con lo que el reinado de los panzones rapaces de Wall Street habrá terminado en Méxi­co.

Tal es, en concreto, el objeto de las conferencias mexico-america-nas que están siendo llevadas a cabo, y de las cuales, natural­mente, los capitalistas americanos buscan sacar y sacarán la mejor parteí pues^Cárranzá, por el Inte­rés de conseguir los cien millones de dólares que salven su tamba­leante poder, esta dispuesto a vender no solamente al pueblo y suelo mexicanos, sino a la misma autora de sus dias.

Pero, sea como fuere, todo indi­ca que Carranza es hombre al a-gua y que aunque cuente con mi­llones y las bayonetas de Wall Street, para apoyarlo y sostener­lo en el poder, no esta lejano el dia en que su cuerpo, ajusticiado por la Revolución traicionada por él, sirva de pasto a los zopilotes desde los brazos robustos de un fuerte roble.

No importa qué hagan los poli-ticos o las bayonetas del capita­lismo, la Revolución continuara arrolladora hasta que no conquis­te Tierra y Libertad para Todos.

ENRIQUE FLORES MAGON.

Tal fué la tragedia dePerryLan» ding

Y bien; ¿qué es lo que vamos» hacer los proletarios para lavar esa mancha que ha caído sobre nuestro rostro? Porque el atentado de que

de tenerlo a él preso, pues que su un instante en que Alzalde ya ao Cautiverio, su horrendo martirio les alcanza respiro; sus ojos forcejean garantiza a ellos el disfrute tran- por saltar de sus órbitas, y en eso» quilo de riquezas acumuladas por momentos, cuando todo BU ser bam« medio de la explotación y la escla- bolea entre la vida y la muerte, tal vitud del pueblo. Sí, éj, el rebel- vez suena que un brazo robusto lo de, es una amenaza para el bienes- rescata: ¡son I03 ultimes parpadeo» tar délos de arriba, ¡por eso se le de la esperanza en el corazón del tiene encadenado por toda la vida! triste! Un golpe formidable en la El mártir trabaja, trabaja, suda, nuca apaga los inciertos destellos suda, v piensa que fuera de los lí- de esa lucccilla y rueda por tierra mites del presidio están sus herma- el cadáver de un gigante nos de clase, los desheredados, los trabajadores que tal vez en esos momentos se conciertan para sal­varlo, y este pensamiento le acari­cia y le alivia como el soplo gene­roso de una brisa fresca. Vana i-lusión del prisionero . . . .¡sus her- ha sido víctima Eugenio Alzalde a manos de clase, Jos proletarios, im- un atentado que la burguesía bt potentes y cobardes, indiferentes y perpetrado contra la clase trabaja, mezquinos, se acomodan el yugo, dora; es un desafío que se hace a que él, audaz, trató" de quitarles de nuestro honor, a nuestra dignidad, la nuca! El sol arrecia los golpes a nuestra vergüenza; es un retoque de sus dardos, como si estuviera de nos emplaza a la lucha, acuerdo con los verdugos del pros- Si esta vez los trabajadores, y so* crito. Ya no puede más; se le nu- bre todo, los trabajadores mexica« bla la vista y biente vértigos, y va- n o si " 0 devolvemos el salivazo, me. cuando como un ebrio está a punto recemos que se nos trato como ha» de caer; en el ambiente de horno se ta aquí: ¡como raza inferior incapaa oye un silbido seguido de un chas- de sentir vergüenza! quido — ¡es el chirrión que acaba Ya que no tenemos valor para de caer sobre sus espaldas! ¡El bvantar una barricada y rescatar león encadenado, pateado por un con el rifle y con la metralla nues-asno! El prisionero reanuda su ta- tro honor y nuestra dignidad, sig-rea, la tarea homicida del presidia- nifiquemos de alguna manera núes-rio bajo la mirada dura del esbirro; t™ descontento y nuestra protesta, un soplo de infierno resquebraja los Unámonos todos los trabajadores terrones; la tierra, caldeada, tuesta mexicanos y en masa abandonemos las plantas de los pies; la llanura in- el trabajo por un día. Eso hará, al mensa arde bajo los rayos del in- menos, reflexionar a nuestros ver. ü menso sol, De las manos del mar- dugos; eso hará que nuestros tht. tir cae la herramienta y sobre sus nos aflojen la garra, espaldas cae el chirrión.... Se rea- ¡Ala huelga de un día por lo» nuda la £area;'pero eso no puede presos de Texas! seguir: todo tiene su límite. Llega RICARDO FLORES MAGON,

Protestas y Demandas.

Eugenio Alzalde

i fi*í *

,La falta de espacio, hace com­pletamente imposible que entre en detalles sobre el movimiento revolucionario en México y la cuestión de la Intervención Ame»

Hasta hoy no hemos logrado * ob­tener detalles de las circunstancias que rodearon la muerte de Eugenio Alzalde, ocurrida a mediados del pasado Agosto en el campo penal número 3, en Perry Landing, Esta­do de Texas, donde el infortunado compañero sufría la sentencia de 99 arios de presidio que le impuso la justicia burguesa, como castigo a su empeño de luchar por romper las cadenas que oprimen a la clase tra­bajadora.

¡Todo es misterio! De Rangel y demás compaíieros que sufren pri­sión en aquel Estado bárbaro, no se puede saber nada, porque toda co­rrespondencia es minuciosamente revisada por las autoridades carce­larias, y no puede hacerse constar en ella algo que dé la más ligera idea de lo que ocurre en aquellos infiernos. Por parte de los carce­leros, menos se puede saber algo, porque son precisamente los que tienen interés en que el mundo ex­terior no se dé cuenta de los tor­mentos que sufren las víctimas de una mala organización social.

Sin embargo, un dato vago que tenemos a la vista sirve para re­

construir la tragedia en todo su ho­rror. Este dato dice: "Alzalde mu­rió de un golpe que uno de los esbi­rros le aplicó con un fierro en la parte posterior de la cabeza, cuan­do el prisionero ya no pudo traba­jar."

¡En qué pocas* palabras se hace constar la espeluznante tragedia! Los que hemos vivido la vida infer­nal de los presidios, podemos re­construir el crimen con esas pocas palabras. Vemos a Alzalde, exte­nuado por el hambre, encorvado en la ruda labor, la homicida labor del presidiario. Un sol canicular le fla­gela las espaldas con látigo de fue­go. El mártir trabaja, trabaja, trabaja, y suda, suda, suda. Qui­siera suspender aunque fuera por un solo instante la ruda faena para hacer llegar a sus pulmones conges­tionados una buena provisión de aire; pero a su lado está el esbirro que no pierde uno solo de sus movi­mientos, y con el esbirro está el chi­cote listo a secundar los latigazos del so l . . . . . . El prisionero trabaja, trabaja, y piensa que fuera de los límites del presidio hay seres hu­manos c¿ue ríen y cantan^contentos

Carranza es devorado por el mis­mo fuego que él ayudó a atizar.

Ansioso de encumbrarse, de ganar el poder, los honores, los priviligios y riquezas que necia humanidad in­consciente eontiedB a los- marvados que sobre los cadáveres de sus seme-jantesse encumbran, atizó el fuego revolucionario en los pechos de los trabajadores mexicanos aquilla para el efecto, con el dinero que roba de los fondos públicos, a una infinidad de agitadores mercenarios y sin co-ciencia que fuesen entre los obreros predicando rebeldías, propagando nuestros ideales, pero entremezclan­do a la propaganda libertaria la as­querosa propaganda personalista del barbudo embaucador.

El fuego cundió- Y ahora que Carranza se ve ya en el poder, en el que lo colocaron los embaucados trabajadores, y que se considera fuerte por el apoyo que Wall Street le presta con sus bayonetas y su bolsa, el bribón ha querido apagar la hoguera que él ayudó a atizar cuando le convenía pero que ahora juzga peligrosa, y expidió su bárba­ro decreto de Agosto 19 , repartien­do la pena de muerte a manos lle­nas' entre cuantos proletarios se a-trevan a pedir un pedazo mas do pan que llevar a las boquitas de sus hambrientos pequeñue'os.

Pero ese monstruoso decreto, en vez de aplacar la hoguera, ha veni-a atizarla mas. El imbécil barbudo creyó que tratando a los trabajado­res con "mano de hierro" los some­tería y mataría en ellos toda ansia de emancipación; y se ha equivoca­do.

Ante acto tan brutal, tan salva­je, tan bárbaro, la indignación de los trabajadores se ha desbordado; y protestas, demandas, maldiciones y amenazas que serán seguidas con hechos de no ser atendidas, se han desencadenado sobre la maldita ca­beza del canalla negrero do Cuatro Ciénegaá.

De entre las muchas protestas que en telegramas y en cartas han sido enviadas al viejo embaucador coahuillense, escojo las siguien­tes, como una prueba de la indig­nación sin límites que ha causado entre los hombres y mujeres prole­tarios la tiranía y la sed de sangre de Venustiano Carranza.

(Telegrama). Los Angeles, Cal., Agosto 16

de 1916. Venustiano Carranza.

México, D. P. El Grupo "Armonía y Solidad»

dad", exige la libertad incondicio­nal de Casimiro del Valle y demás obreros arrestados arbitrariamente por el brutal decreto de \isted.

El Secrtario, NICOLAS BECERRA, Dirección: 835 Lyon St.

» * * Telegrama igual al anterior fue

enviado dos días después por el "Centro de Estudios Racionales", de esta ciudad, coizado por la firma de su Secretario, compañero Luis Pérez.

(Por escrito). Reunidos en mitin público en el

Jardín de la Plaza, de la ciudad de Los Angeles, California, Estadw Unidos de America, los abajo ñu mados, miembros de esa misma cla­se benemérita que usted llama es­túpidamente en su ultimo "úkase" "una parte insignificante de la so­ciedad," desconociendo que gracias a los esfuerzos y trabajos y sufri­mientos de esa parte "insignifican­te," que es la clase trabajadora, us« ted y toda la canalla parasitaria a que usted pertenece, tiene qué co­mer y qué vestir, y sin cuyos es» fuerzos, vosotros, ricos, y demás parásitos sociales, moriríais de ham­bre y de necesidad, protestamos vigorosamente contra el atropello brutal que se ha cometido en nues­tros hermanos de clase, Casimiro del Valle, lleynaldo Cervantes, Fe. derico Rocha, Asunción Venegas, Alfredo Pérez, Cesar Pándelo, An. gela Inclán, Maria Ester Torres, Timoteo García y otros cuyos nom­bres aún no averiguamos, y deman­damos y exigimos de usted que los dé libres inmediatamente, o, délo contrario, aunque sea usted unja-cayo de Wilson y de Wall Street y, por consiguiente, cuante Con el apo­yo de tales tiranos y explotadores de la clase humana, nosotros, los "insignificantes" trabajadores, le haremos responsable de las conse­cuencias y le forzaremos a respon­der de sus crimenes ante la Revo­lución que usted ha traicionado.

Los Angeles, California, E, U. de A., Agosto veinte de mil novecien­tos dieciseis.

El representante del mitin. RAMÓN .M ALVAREZ,

341 Aliso St.

(Siguen 159 firmas en el original) A Venustiano Carranza.

Ciudad de México,- J>. ¥•{

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, República Mexicana, emancipadores condensados en burguesía no puede ver con bue- LECTOR,- si te agradan las ideas eon* causa sobre este hecho, para que 20c, M. Valencia, 10c, y A. Valencia, P. Estrada, ¡Wo, J. M. Arjona, 8PP, I). » * » » nuestro Manifiesto de 23 de Sep- nos ojos ninguna actividad obrera tenidas en este periódico, envíalo a Me* redoblen sus esfuerzos por el sos- 10c> G- Valenzuela, ¡Jl¡ A. 0. Martííiez, Camarillo, 50c, L> Castafión, flOc, y J.

(También Dor escrito). tirmbre do 1011. y apela a los medios más brutales meo después de haberlo leído, S( haces tenimiento de REGENERACIÓN. £',. C 0 L ° ; ; f J 3 ^ Í?'jj5' / „Un T

SuftrA

ez', m< R; °1,ap"'J0' CülecLtt vot

Uumuitn por UIUIWJ;. _ _ J f ^ , .. . , «• i i . J « n n r u n m Italiano, 6Uc; C. J. Ortíz, $1.25( A. Ma- J.B.A dereto, él, 25c¡F.V. Trev ño, 60c, Los Angeles, Calif., Agosto 22 ' Páctanos Mexicanos: Que es- para suprimirla. Por eso los a-, eso con comtanaa acercaras el d,a de la Si cada lector de REGENERA- n.oquín> por G. Vazque¡!í por liblW( $]> ¿ G> Gftl¡|lflo; R B Á l d ^

cíe 1910- ' ic desengaño terrible para los que n a r q u i s t a s somos pa r t i da r io s de reidera libertad, C lON So preocupan por enviar al- CUBA; Colecta por J. Monlalvu, o] 2,íc; colecta por R. de León, el mismo, . v ' . ^ r habéis confiado en la buona fe de l a violencia. ,—„_»_»^_. ____. ' guna ayuda con constancia, el pe- mismo, 40c, M. írijoa, $1, J, Col], $1, 4fic, C. Mendoza, 55c, H. 8. Torren, ¿0«,

A Venustiano c a r r a n z a . Carranza, sea una lección dolorosa RICARDO FLORES M A G O N . ivnTM"rvrr»T/M*T r iódiconosever ia en peligro de mo- B- FiRuwedo, $ 1 , y M Carreño, 60c, F. Campa, too, M. de Leen, «Se,* R. México, D . F . - Repúbl ica Mexicana q u e nunca se olvide. Que de hoy mas, . . . D E F U N C I Ó N . rir. solecta por R. Hidalgo, el miamo, 65c, Pruneda, 25c, J. T. ÍWrí-

Los obreros mip firmamos la nro- • i i • .. i • -w»w**« , M. Quintero, 80c, y A. Vives, 50c; co- iruez, 10c, M. Q. LÓpete. 6c, 55. Paiojmi-i ^ S ¿ d o I G 3 « « W c o n , v e n c I

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]o s d e ? ' ! e ™guA *,b.«r- , . i . | |B f i . nr ir|UliraiTA El 24 de Agosto de este ano f a- Trabajadores: en ve, de com- iecta Por C. J. Rodríguez, el mismo, $1, L o 6c/ L. O. A l U - Í . V y Hi

«ente, miemwos uei urupo Armo n o hará libre y feliz al proletariado, LH HULLÜH ÜL i JKI1L0UIH. _ H e c ió en San Antonio , Texas , el P™r la prensa burguesa que os e m - G. Ortte, $1, T. Pedro, / l , C. Benítez, Martínez. 5e. VT.: Colecta por í'< nía y solidaridad . de esta ciudad, g i n o q u c l a emancipación de los Igual que en las haciendas mexi- c o m p a n e r o Serapio A lemán pa- brutece, ¿por qué no ayudáis a V, y L. Gil, $1, P. BerenKuer, $1. García, el mismo, $2, G García, p , B, reconocemos .que el decreto de us- t raba jadores t iene que ser hecha canas acostumbraban los amos te-. d r e d e r m e s t r a q u e r ¡ d a compañe- vuestra presa? FRANCIA: Colecta por M. Sancho, el Esteran, $1, y M. Gómez, fí. WASH,. ted, de fecha primero del corriente p o r I o s t r a b a j f t d o r e s m i s m o S ) e m b o . ner mujer en las mujeres de sus r a E H g a ^ , ¿ ^ d gin" Cuando alguien os presenta un t 7 l ¡ ^ Z'BIS^'Í' Í T o s ' « ¡T í r v iS í " t r í T ' T ' IJr° th°r8 ' Agosto es e! arma mas poderosa q u 6 i g v u e g t r o 3 f u s i l e s c o n t r a t o d o p e 0 n e s , acontece en las minas de p a r o e n ] a ^ ^ a g u mmerQm p p r i o d i c o o l ) r e r o q u o d e f i e n d e v u e s . J ¿ - ^ ¿ J J ; ¿ T ¿ L \ i c $2'23'~1 ° ' ^ que usted nos da a los trabajadores a 8 p i r a n t e a l p o d e r . . Minnesota. E igual que allá, los g a f a m i ] i a ) Q u e n 0 o t r a e g J a fae_ t r o s d e r e c h o s y o s e d u c a ; d ( 0 c i s . y o A l b e r t ; 1( M, Brus ten( ta ) 1( s> Berna rd; G A S T O S . conscientes, para exhibirlo an t e los Comprended, compañeros t raba- amos y sus alcahuetas autoridades r e n c i a qU(> e l p r o i e t a r ¡ 0 de ja a los no gasto mis cinco centavos en ese 2, J . P., 1, Un Metalúrgico, 2, y B. P.¿ DB AGOSTO 2', A SBPTIIÜMHRM 11 DIB 1916 Ojos de nuestros hermanos mcons- jadores mexicanos, que la emanci- persiguen al minero cuya hija, her- g u de spués de h a b e r sudado periódico; esa es pura explotación. L TotaL 25 francos; En Moneda Ame. Composición del No. 243, $20; empln-Cientesensu verdadera desnudez, p a c i o n dtí l p r o i e t a r i a d o jamas po- m a n a ó compañera resiste a sus ca- o r Q ¡ b u r g u e s í a > En cambio, hasta sicáis Ialen- T T ' f ^ \ ^ m ^ ? ' ^ ^ ' "aCÍ6n y eorre<i(lión' $7; iu^m^, Z ^ r ^ r e x i s S e L 1 ! ^ can**»* si no es dando pHcho, o al lumbre quelesesto, ¡ M a l d i t o s i s t e m a q u e c o n d e n a g u a buscando al vendedor de la ¡¿«™T'lom"Th^2 ^ t ^ ' . S w Z & ' S l Uberuoida que na existido en es ta m t o p a r a 8 1 e m p r e a l Gobierno, bo pa ra satisfacerlos. a l d o l o r a g Q r e g ú t U p s y b u e n o s > p r e n s a burguesa para comprar el OKLA : Colecta por H. C. Cuellar, el gastos de Expr» para porte del No. mustia l ierra, y an te quien moruno a l Capital y a I Clero, que -son los Esa es una de las causas por las p a r a m j o g QUe n a d a ú t j ¡ j h a c e n periódico "mercenario que llena de mismo, 50c M. Ramírez, 25c, y S. Irue- 248, $26.51; porte extranjero, $(5.75t Días y Nicolás I I de Rusia , t iem- ü . e s e n e m ¡ g o g d e la l ibertad y del Quo los mineros del Iron Range de p u e d a n „ o z a r t o d o s i o s P i a c e r e s sombras vuestras mentes, os abo- g a s ' 75c- T E X A S i J> M- Gibert, por tranvía, $1.20; sobres y estampillas pa-blatl do envidia. M o n t r u o s como p Iog rGSO h u m a n o > Minnesota se levantaron en huelga. d e la, v i d a , . r r c g a y og cast l.a, « J " » y Reg., $2; J Gutiérrez, 50c; P. rB circulares, $11; papel faj.llas, $1.55:

_ usted, que lleguen h a s t a el bá rba ro J a m a s e s t a r d e r a r n u e s . N o van solamente los dignos mi- ^ , , A y u d a d a REGENERACIÓN! 1TS N' Afilar m £ ? £¡ To°mí " " í ? P° r t*""' $f f' ?" ^ ' ^ «tremo de apücar la pena de muer- t r o s c r r o r e s , hermanos de infortu- ñeros tras el aumento de salarios y • T M ^ í f f i . S Z l ^ Z v ] S S o ^ ^ B " % T a S ea los organizadores obreros, a os n i o B y d e cadWias. Que este des- disminución de horas de trabajo, si- K t u l l ) U . ' ' ' As 'uilar ' íi3c' G* ^u i l l u ' ' 2Be' y Rl "01iver ' ' . *r" (í«stosmenorós, ¡ll.M; ú-

yguistas y aun a sus s impat izado- a ñ o n o o s d ü g a I i e n t ¡ n o n o q u o también a salvar la juven- ' n ' A D M I N I S T R A C I Ó N . V A K ( l n e z . " « i colecta uor If. Martines, tiles do escritorio. $2.16. Tolali í 123.51. m,Bonuna vergüenza pa ra la es- p o í e l c o n t r a r i o , s i r v i e n d o o s d e L - tud y el pudor de sus mujeres, que f C°ZTv f T ^ p * ENÍRADAS

& \ ~ \ 2 5 \ A ^ f ' °' J?T m ^ ^ Deceiumana. • j . • \ j -J *>«« fnr»nrlna a nrnaUrnirao en lns 'márez, 806 S. Park St, El Paso, ^ • nánde?,. 50c, P. García, 2k, y T. de RESUMEN. i홄 «Tt«a 1¡„M9 ,-ln «mt»«tB

Cl0n y d e aC)Cat(5' 0S d<3C,dan & ^ i o r ^ s & prostituirse en los > ., ' .. De Aíjosto 23 a Septiembre 11 de 1916. León, 25Ci B. Chapa, 18c; C. Márquez, Déücit dol No. 243, $294.29 Sirvan es as lineas de pro tes ta c o m b a t i r d e h m M h a g t a d a r brazos de los parásitos que, no con- £™[™™™™**™™™ A R I Z . M Gutiérrez por M Váz- B0e. ; O. Salgado, Ve; J. Prausto, 30c Gastos de Agosto22 U$417.80

,n contra del salvaje decre o de m u e r t e a l m a l d i t o S i s t e m a Capita- tentos con chuparle la sangre a sus ^ J ? ^ U " ^ F . t S " qut $i; C M i t í Se, fM. d'e S . P.Pabmarez, venta de * * . . * F. a Septiembre 11, $123.61 f usted y en contra do su acto de te- ^ c a u s a n t e d c t o d a 8 n u e 8 t r a B esclavos, quieren distraer sus ocios " o a i c o s p r o c e a e n t e de M p a n a , te8> 25c. r e m i t i d o p o r j . B > Sa las. B, L Errada, 8cs A. H. Sánchez, 25c; T. Ve- Entradas de Agosto22 a Sep 11, $154.76 ner presoá a nuest ros hermanos de desventuras , y has ta implantar el imponiendo sus caricias en las hem- «o haciéndolo en lo pr ivado por Leal, venta de Reg., $1 50, J. A. Nava- lázquez, 50c, colecta por J. Segovia, Déficit para el No. 244 J268.0J Cadenas Casimiro del Valle, M a r í a N l ] p v n 0,..)pn S n . , „ f l m f t H n A n n - bras de estos. ' n o ' t e n e r ei g u s t o de sabe r el nom- r ro, $2, y J. Juárez, $1; E. Méndez, $1, por el Grupo "Tierra y Libertad", $8.60, - — Ester Torres, Reyua ldo Cervantes , « , • i i i T T r P 8 r a Srhmidt Srurlr t t Alio- b r e d e l compañero que haya he- T. R. Martínez, $1; J. B. Salas, por S. F. G. de León, $1, Eusebia García, 10c, KNRIQUM PLOHKS M A G O N . TZJ™ 7 r« LsnHnrp» nn « . n n l QÍa ' d e n t r ° t lcI CUa' t o d ° 8 S e r e m 0 S w ^ " " ^ í b c a r l e t t ' A1 ^ c h o la remisión Dichos oer ió- y ^«ther Mena, $1; B. I. Leal, venta de Bartola García, 10c, Z. García, 6c, y P. -NOTA. En el número 242 apareció y demás t r aba adoi es que actual- ¡gUftlePj ] i b r e g y h e r m a n o s . green y Wessman fueron a aquella T ^ ^ 0 ^ . ^ ^ ^ ^ Reg., $1.75; C. Montes, 50c. CAL, H. B. González. 25Ci I. Reyes Díaz, $if U. publicada ia cantidad de $3.15 remitida mente han caído en sus garras por ¡Animo y adelanto, compañeros! región a dar su contingente intelec- UK.OB -lueron e n v i e o s d m e x i t o L e y v a ) $1 y c> L e y v a 5 0 c . Pi de k Rodríguez, 25c; B. Rodríguez, 20c; F- por A. II. Sánchez de Texas, este com-medio de t a n bárbaro decreto, y cu- ¡Viva Tier ra y Liber tad! l V i v a l a tual a los vejados mineros. Enton- P a r a la propaganda. . Cruz, 50cs L. Pérez, 25c; P. Estavillo, Pérez, 70c, y J. Pérez, 56c J. Ruiz, 50cs pañero nos dice que hagamos constar

'yas libertades no venimos a rogar Anarauia! ees sucedió que a muchas millas de *~*~* — $1; Venta dé Reg,, en la Placita, 45c; Mariana F. de Ortega, 4c¡ M, Sánchez, que esa suma fué colectada entre los 'que las conceda usted, sino que las '• m m n r n n o M MArnw distancia de donde ellos' estaban r * fl» • Venta de paqueteros, $1.50, H.Jant- $1; colecta por T. Flores, el mismo, do, siguientes: A. H. Sánchez, $1¡ Julio demandamoa las exigimos virilmen ENRIQUE FLORES MAGON. ciistancia de donüe ellos estaban, R v n h ^ f \(\t> zin, 25c; F. A. Gamboa, 59cs J. Avila, nativo y venta de Reg., $180, N. Gon- Flores, 50c; José Olvera. 15ei Alberto demandamos, las exigimos vinlmen- __ ^ ^ u n 0 B o s b i r ro s allanaron la morada L - í A p i l U l C l U l l . m> e L R G a i t a „ ( f l . G> valenzuela, zález, 50c, J. Ángel de Luna, 50c, y de la Cruz, B c, Rosa George, 2íc; Pe-te' S T r T n w n n A r r o de uno de los huelguistas; la com- Por falta de recursos no pudo sa- por libros, $1.20; J. Ma. García, 60c; J. por Un libro, 50c; colectapór F.Villa- dro Cervera 50c; Melchor Moreno, 25c.

De no hacer usted caso a nuestra ALliJANDRÓ YALLKS- • pañe r a d e éste castigó a uno de los l¡r este número de REGENERA- Félix> &'> h- Pérez- 50c;R ' Dibergh.$2; nueva, el mismo, 50c, E. Garza, $2, A. • • • demanda, y do llevar su bárbaro .Sírvete mandarme la suma de referidos esbirros abofeteándole el CION el Sábado 9 do este me» a ue A. Rincón, $1, J. Rincón, $1, A. Rincón, García, 50c, G. Márquez. $1, y D. Villa- PARA LA DOTNSA OBLO» COMPAÑEROS

decreto adelante, que la sangre de «10.00 que te presta en Johnson, rostro;dieho esbirro, loco de miedo, era cuando le corresponda salir ' f 0 ' l ey

c ¿ ^ " ' ^ ^ ^ ¿ 7 ^ ^ ^ \ ^ S ^ Í Q , • " T » A,i7 ir sus v1Ct.mas le ahoguen, que la Ari*. Soy pobre; v ahora que se soltó disparando tiros a tontas y Llamamos la atención de los £ £ Z ^ I T o J c H Í 2 ' P Í t ^ X ' j ^ ^ J Í M é Z S T T E S Í í C o f e S o r í maldición del mundo entero le ano- tienes manera de hacerlo, espero locas y una de sus balas mató a otro compañeros y simpatizadores de la reirá, $2; A. Martínez, 5c, T. Valencia, G. González, 5c, y E. G. de González, So to eí mismo, 25c, L, Cisneros, Me, nade; y espere usted el. seguro día que tu conciencia te dictará que perro de su misma calaña. — — — - » - - » * — « « - _ _ _ » - - - — - — — - ~ ^ ^ 50c; colecta por M. Guillen, el mismo, B. S. Sala». $1, C. Reyes, 50c, J. Her-en que tendrá que entregarnoscuen- me los devuelvas, Tal accidente lo han aprovechado —.—. - « -«», $1» p- G u i l l e n> 75c> y Lui a S- d e G u i" nández, $1, J. Orneo, íOc, L.Orozco,50; tas de sus actos a los miembros de ZBNON VÁZQUEZ. los burgueses para perseguir a Tres- T ¥ 1 ^ J ^ l l „ A l A / « y X « ü f t ^lVilla™?' $.1; G' ,M< fnW" y A. Soto, 54c R. Rodríguez, $1.50. la Moco trahniatlnra m,o i.nnMM„ r>- i * • , V , I | <••<• /% | £% f\ fw /\ i I tf% í\ 4$T A • • V f% jfl.80; colecta por P. Landa, el rnismo, iint„i. 47*00 h clase trabajadora que ropiesen- Blsbee, Anz. ca y demás organizadores, a cuatro U 1 1 jQ I I I Q f i i J M P A l i l U Í í l *2' A- Bricefio« l0o> D- «sandez, 10c, l o t a L mM' , , ,

vff', „ .• n -*-« mineros de apellido Orlaidich, Geor- | l | l r f | U f | I 1 1 • ' I I I I I l l a l l i y G. Rios, |!2, A. Franco, 60c; S. Cana- PARA LA SALUD DE RICARDO. Usted, Venustiano Carranza, y gíwich, Massonovich y Michich, I ¡ § | I I I ^ 1 1 . l i l i I I I I L 1 J | J 1 . 1 1 - les, por el Grupo''Regeneración'', $20; CAL#. Colec ta po r Anita Mon-

tadie mas que usted, sera tenido I ^ J 1 I l A f l l K / l que también se han distinguido por ( 1 M-. Sánchez, $1; B. S Morales, 25a, ce- real, 50c H. Robles, por M. Arroyo, responsable por nosotros, de lo que I II l|f" i A Kl|88ISI/fl su virilidad y desisión y a la digna lectaporJ. G. Guillermo, el mismo, 50c, $i; M. Pereira, $2, Total: $3'.50. suceda. Caigan sobre su cabeza L l f U U IU l/ l /f l l lAIU* nmUnri» miA mnn Mentí™ «.. t n T o d o p ro le t a r io mex icano , h o m b r e o mujer , es invitado a dejar J. Ma. Esquiveí, #1.25, E. Esquiveí, « ^ tai consecuencias. „ . , , . f . ^ ^ ^ZBBB^acusándolo* P o r U l í d i a e l V«ÍP M s e f i a l d e P r o t e s t a C O n t r a l a i n J u s t i c i a d e QU* 5 «' I' ^ " V ' ñ °ú ^ ' l ? ' * P A R A LA S A L U P ^ENRIQUE.

El Secretario, Nicolás Bacerra, El 11 de este mes comenzó en eg-J£ ^ T ' ^ T o t l están siendo victimas Jesús M. Range» y compañeros en las prisio- ^ , ^ ^ ^ ^ ^ ^ 2 ^ . « ^ ^ . ^ ^ 1 ^ ' San Francisco, California, la far- a e n a D e r asesinaqo al perro que „ „ , . . * „ - . „ .n - ,»„ / ,M i -„„*--, i r tC ^ont*A*<i ah.icAc « humi l la - F l Minor ' Se' y a H e r n a n d e z > 2Bc< Un 50c¡ M. Peren-a, $2. Total: $a.5(?. »

(Siguen 39 firmas en el original.) s a j u d i c i a l c o n t r a W a r r e n K< B m . murió en manos de otro perro, co- n.es d e J e x a s ' ^ e n g " e r a 1 ' C O n r a , lo.S a t e n t a d a s ' a b u s o f V h»m i ,J a- compañero, 2íc A. M. Martínez, $1; R, , sa luüicui contra vvarren^.. Jíin ^ • ' dones de que son obeto los proletarios mexicanos en los Estados Rodrigue*, W.W; J. Garza Gutiérrez, P»^ presos de Texas. ARIZ./T.R. ings. Edward D. Nolan, Thonias »« antes he dicho, tienen presos a co lec ta A T o r r g m b m o Martínez, 25c.

Venustiana Carranca. J-Mooney Israel Weinberg y Rena ^ ^ ^ ^ ^ ^ Cuando una gran masa de trabajadores mexicanos hayan dado SU f c S. Reyes, 50c, I P. Rodríguez, *>c, Para ''Reivindicación". VT., P. Ib. venustiana carranza. Hermán Mooney, acusados de ser Carlos, para escaimiento de rebel* * •- señalara la fecha J • Reyes- 80c- y F* Carreen, íOc; colee- terin, SOe.

México, D. F . los responsables de la exolosión des y para suprimir la huelga. P a , a b r a d e n o n o r d e dejar el trabajo por un día, se señalara la lecna t a pof A R Moren0f e, mlsm0) B()Ci M> p a r a „ T h o ^ ^ CAL<| j M Q&^ La orensa de todas «artes y de de la bomba en las calles Market Afortunadamente, los mineros, e n J u e , e l paro general debe tener lugar. S. Belmares, #1.75, G. H. Vázquez, 50c, cía, 50c.

J £ r r . t i ^ S 2 T a y n í X - ^ 5 ¿ £ V S Í 1 ^ Í ¡ ? Í - v e z de acobardarse, se han in! J í ^ í l í * í ¿ S r , ¡ ¡ ' " ^~" ticiadequelosobrerosmexicanos ^ ^ í ^ í ^ , ! ! , ! ^ ! " ^ ^ ^ o S S n ^ ^ l o I h H W ^ l t a . quemado vivo? A MUERTE que se dec lararon en h u e l g a el u l - N o h a y un solo t e s t i g o que se- zado en aquella región minera, ame- • «^ h u m g a n ' t o d a v ¡ a , o s ¿ o n e s d e R o c k Springs''' ¿No hay lugares " ^ ^ i V i ^ J — / X V X X~^ timo de Ju l io p a s a d o , o b l i g a d o s Hale a a l g u n o de los acusados co- n w a n d o extenderse, por solidan- ^ g g l m J o s n j ñ o s m e x i c a n o s Sfi C O ( J ¿ e n £ n , a s e s c u e , a s Después de una odiosa farsa de jurado, hecha en Consejo de O u c -por el ter r ib le azote del h a m b r e , m o a u t o r del h e c h o ; pero p a r a el dad, a las otras de este país. p u b l i c a s c o n j o s n i f l o s blancos? ¿No están rep le tas las cárceles y las " a en la ciudad de México, a los compañeros que fueron arresta los han sido reducidos a pr is ión por gob ie rno , pe r ro fielde l a b u r g u e - . ^ ^ ^ ^ ^ . ^ J * ^ peni tenciar ias de mexicanos inocentes? ¿No e s t amos sujetos los ¡ n - p o r medio del bárbaro decreto de Carranza, de Agos to | o„ m

hater cometido el de l i to de ex ig i r sí a, esa c i r cuns t anc i a no re leva de do por todos los proletarios mexica- d i v ¡ d u o s d e r a z a m e x i c a n a a t o d a c l a s e d e h u m i n a c i o n e s ? ¿ N o n o 8 haberse declarado en hue lga ed demanda de un pedazo mas de de sus exp lo tadores un m e n d r u g o la acusac ión a los pr i s ioneros , nos honrados y de corazón bien a r d e j a c a r a ? J N O t e n e m o s vergüenza? pan que l levar a sus hijos, y por cuyo acto justo fueron acusados de mas de pan de lo m u c h o que p ro - Los presos son a g i t a d o r e s obreros . P res to . La lucha de nuestros her- M e x ¡ c a n o ; 8¡ n Q fereg d e d e m o s t r a r t u de scon ten to dejando rebelión, once de ellos fueron ciados libres y el companero Ernes to _ ducen. pa r a l l evar lo a sus hi jos , y eso es b a s t a n t e p a r a desear su manos de Minnesota es nuestra lu- ^ Q e s q u £ e s t a s $&thkcho Qm t u c o n d ¡ d o n d e b e s . H . Velasco fué sentenciado a sufrir la pena de muer te .

Entre los refer idos obre ros que e x t e r m i n i o . U n pol izonte que se c n a t a m o i e n . jallos, como nosotros, t J a d e c a r g a y t u s verdugos ha rán bien en escupi r te al ros t ro y en iPena de muerte por pedir s iquiera una pequeña par te mas de lo se dice es ta r en pres id io , se men- h a d i s t i n g u i d o e n t r e los de su ca- son proletarios esclavizados por el t , cons iderándote c o m o individuo per tenec ien te a una raza m u c h o a u e l e s h a n r o b a d o a e l ^ a s u s bermano» de explotación los cionan a César P á n d e l o , Ausenc io la í la en lo persecución de los t r a - enemigo común; y nuestro deber e s . n f e r j o r ricos bandidos! Venegas, Al f redo Pe'rez, R e y n a l - ba j adores a r r e s t ados , h a confesa - ser solidarios con ellos. D e m u e s t r a que t ambién el mexicano t iene vergüenza y que todas ¡Solamente un Carranza es capaz de semejante salvajismo! do Cervantes, Teodoro R o c h a , do lo s i g u i e n t e con el c in ismo p e - Mient ras que se deciden nuestros r a z a s h u m a n a $ ¡ o n ¡ g u a i e g d e b e n s e r j g u a I m e n t e respe tadas . Velasco se encuentra en estos momentos en mano- de 1 > C o u n n -Leonardo H e r n á n d e z , C a s i m i r o cu l ia r a todo pe r ro pol ic iaco: Hermanos de este país a seguir el j y j e x ¡ c a n o . | a opor tun idad que se t e presen ta es ta vez pa ra dignifi- daucia Mil i tar dc México, en espera de que s i cumula la seuteic a, del Valle, T i m o t e o Ga rc í a v o t ro s " N o s o t r o s no sabemos si son c u l - noble ejemplo de los revoluciona- ^ ^ e s magnifica ¡Aprovéchala! ¡A para r la p roducc ión p o r un m Í P n t r a s ( | u e e n l a c a s a d e e s e h o n r a ( 1 ° productor que no cometió más que serán j u z g a d o s m i l i t a r - p a b l e s ; pe ro podemos consegu i r rios del sur de México y podamos ^ ' b s ¡ a ¿ a m h u m i ¿ a d a a n u e s t r a s p ] a n t a s ; R a i l g e l y c o m _ mas delito que pedir en vez de tomar con las a.tnas en las matiiw, mente por obra v g r a c i a del Cons- u n j u r a d o de doce h o m b r e s que los ayudarlos con las armas en las ma- ^rQ$ s a i d r a n e n l ibertad y los que hoy nos t i ranizan y nos expío- c o m o lo e s t a n haciendo nuestros hermanos del sur, quizas hay una titucionalismo. encuentre culpables." nos, ayudémoslos en sus huelgas y ^ ^ m^ ' ^ ^ s e n t i r ^ ^ f u m a a , c s e n t i r compañera que muere de tr isteza y de desesperación y unos hijos

En ta l v i r tud como us ted es L a s p a l a b r a s del esb i r ro son o- por cuantos med.os nos sea pos.ble. q u e s i h o y n o s l i m l t a m o s a p r o t e s t a r > m a n a na podremos hacernos W agonizan de hambre, . . . . . . . . . quien ha autorizado esa nueva he- da una revelación. Bilhngs, No- I Viva la bolidandad!* justicia con nuestras propias manos si se nos Continua negando eía Companeros: Tanta injusticia no debe ser pasada por nosotros citombe, un grupo de trabajado- lan, Mooney y su companera y ENRIQUE FLORES MAGON. msf¡c¡at ' en silencio y en la inactividad. Ya que desgraciadamenta estamps res honrados, hombres y mujeres, Weinberg, son trabajadores que ^ _ Q U ' c o n g ^ u y a n p o r todas partes Comités Pro-Huelga de Pro- ^os y " u e s t r o s dedos no pueden apretar el cuello maldito del mons-residentes en este lugar, demanda se han mostrado muy acüvos en P ^ D ™ - - ' testa, y a trabajar con actividad y entusiasmo. " " t r u o <lue l o m a n d a a l c a d a l i ! 0 ' ^«demos a salvar a Ernesto II. Ve-de usted la inmediata libertad de la lucha del Trábalo.contra el Ca- ^ r u J r reni&a. Rangel y compañeros estan presos y condenados a 99 anos de pri- lasco siquiera con nuestras protestas, como logramos con ellas sal­ios reos mencionados, y pro, pital en San Francisco, y perso- ^ J ^ ^ ^ ^ ^ l ^ T sion unos, ? sufrir largas condenas otros, por haber luchado a favor var a otros buenos compañeros, entre ellos a Juan Hernández García testa enérgicamente en contra ñas de esa clase no son apetecidas yen loa grupos Amowa y boh- d e ,a d a s e t r a b a j a d o r a j Es, por lo tanto, la burguesía, la que los tie- y a Román Pelgado. Os invitamos a que firmáis V consigáis que del atentado en ellos cometido, por la burguesía. De ahí que se ™ y J f ZnZñ ne presos. ¡A rescatar a nuestros hermanos de clase! ¡Que por un otros muchos firmen el siguiente por considerar injusto que usted trate de hacer desaparecer a toda acornaron contriDUir con un ao- ur^ní u c ^ , ! ^ AP Pmnrarri!-nnp nnr un riia nn ha *m. • n » , les dé olomo en luear de pan a costa a esos luchadores. No le lar cada uno de ellos el 15 de este d í a ? u e d e . s i n brafos , a b e c c i o n , d e * e r r o c a r n 1 ' ^ u e P o r u n «a no ba- ^**r\f\W% A e\ 1 D l - / \ + l = k e + * a les ae piorno en j u g a r a e pan , a cos ta a esos l u c n a a o r e s . no i e avudar a "Blast" v a Je e l mexicano a la mina; que el campo parezca m u e r t o por un día ullOOll QO • lOlGSTa quienes se han saenheado por ele- importa al gobierno que no Sea„ ^ ^ ^ ¿ ^ & % * por la ausencia del mexicano; que la fundición deje de funcionar por VMfi l / i l UW I IV IWV l(ft vario al puesto que u s t e d arnbi- cu lpab les , pues no fa l t a rán doce B i e n v e n M a ¿ e a e g a a y u d a d e l a f a , t a d e l necesario t r a b a j o del mexicano; que se suspenda toda ac- , Cl0"a' t J . , J mentecatos que los sentencien a ¿ u e s t o o s h e r m a n o s > Sos tener la tívidad por un dia en todos los lugares donde trabajan mexicanos! _r f. _ _ rr _

Medite usted bien en lo que de- m u e r t e por u n a s c u a n t a s monedas . e g Comunicad la idea a los trabajadores de otras razas, que en mu- V e n u s h a " ° °*J ^ « R p m i , , . „ „ . . „ , ' cunos y vera que no pedimos i- Los trabajadores deben de se- ^ ' . c h o s c a s Q S s e c u n d a r a H a p o y a r a n l a a c t i t u d d e l m e x i c a n o . México, D. F.-Repubhca Mexicana. >«o,na,Sinoqueexigimosjusticia. guir con atención este asunto, | camino de la libertad, es Todos los que estén de acuerdo con el proyecto del paro de un dia, Por su prensa mercenaria nos informamos que en Conejo de Gue-

Bisbee.Ariz., Agosto 25 de 1916 porque.el ensena que por los me- a de la opresión, que asi lo hagan constar, y a trabajar todos por la huelga. , rra extraordinario verificado en esa ciudad, nuestro c empane» Er-JUAN B. SALAS y 62 firmantes dios pacíficos no se puede legar a * d , T o d a c o r r e S r ) 0 n d e n c i a relativa a la huelga , debe ser dirigida a R i - n e s t J H t V e l a s c ? h a 8 ld° sf™^° » ™ " t e P0

+r ^ o n h u e l « a

wk. . la emancipación del proletariado; ... ^ :. cardo Flores Magon, P. O. Box 1236, Los Angeles, Cal. pacifica un mendrugo mas de pan que llevar a su familia que muere • pero ni siquiera a conseguir su p¡p¡ip¡<i MpHjnn Dpwnlllpinnflrifl / ^ T T T > A A T de hambre por lo mucho que usted, parásito miserable, y demás ex»

Las anteriores son muestras de mejoramiento, que era por esto Llulluíd IW1W KüVUlUUUlIfllld. L /UJ: O J N . plotadores, les habéis robado de su trabajo para vivir vosotros en el las protestas que, apenas sabida la u l t i m o por lo que l u c h a b a n los E l c o m p a ñ e r o doc to r Luc iano .': — lujo y en la ho lganza . noticia del a tentado sin nombre de pr i s ioneros de San F r a n c i s c o . E - S o t o ' a u t o J d e l interesante libro ^ comprometo a dejar el trabajo por un dia en sefial de protesta Nosotros, en nombre de la honorable clase p.oductora que repre-Carranza, fueron dirigidas a ese líos luchaban porque San Fran- fue S í r m e d ^ S ^ i e c e s f d S contra la injusticia de que estan siendo victimas Jesús M. Rangel y sentamos, reconociendo en usted a un canalla embaucador al que ge nuevo tirano que los trabajadores cisco fuera una ciudad de trabaja- nos anuncia aue como compañeros en las prisiones de Texas, y en general, contra los aten- ^ uñaron los hocicos gritando vivas a la Revolución Social, .men-de México se impusieron elevándolo dores de unión, que no hubiera en ¿ ' * " . tados y abusos de que son objeto los proletarios mexicanos en los t r a s ^ n e c e s i t 0 Je nuestros sacrificios para encumbrarse al poder, al poder, sin atender a nuestros sa- ella negociación alguna Jque em- tenido que E r el precio del Estados Unidos. ordenamos a usted, lacayo despreciable de lrw capitali- tas yanauís, nos y desinteresados consejos do please trabajadores que no fueran mismo a la cantidad de $3.00 en Firma * que don inmediata libertad incondicional a nuestro hermano de cióse, que no siguiesen a Carranza ni a de unión, con lo que no herían pa- vez de $1.50 que tenía antes. " Ernesto H. Velasco, o de lo contrario, de la» barbas lo arrastrare* ningún jefe, sino que luchasen por ra nada el sistema de explotación Todos los trabajadores que de- Nombre completo . . . . i mos a que responda de su crimen. el bienestar de todos, enarbolando del hombre por el hombre, pues la ^?e.". a d q

0 7íF e l } } ™ ' Í^Vvf n.„«^¡«„ T nmr v fprh . 1 n , T> • , ir,. T . I - -t f J dirigirse al Dr, Luciano boto, A- Ucupacion .» ..* Lugar y tecna.., •» y* la Bandera Roja de Tierra y Líber- uniones una fuerza conservadora p a r t a d o l 2 8 2 , Habana, Cuba, a-tady haciendo suyos los principios del sistema capitalista. Pero la compañando $3.00 a su pedido. Dirección..*; , . . ' . . . . . .«••• <> , , . . . . . . Firmados.... ..»....-.<. ...-, Mtmmmmmmmmmm

¿*s^ English Sectión Edited by WM. C. OWEN

P u b H s h e d b y v o l u n l a r y Subsc r ip t ion .

S ing le c o p y fí ca.

No. 2 4 4

S a t u r d a y S e p 16, 1 9 1 6

Send money payab le to ENRIQUE FLORES MAGON.

P . O. Box 1236. Los Ange les ,Ca l ,

Eencvolen on a S i p »

VI* , Z I ¡ if the herd will not learn by such t h a t the a t t i tude of the workers « ¿ \ V l ' r a g i c w d vivid experiences then w a s d u e t o t h e ins t iga t ions o >

In our last issue we gave ac -counts of Carranza's "good" goy-crment in action; of how Carran­za went on a rampa;,'* "vith a de-cree tha t made it a cúme punish-able by the death penalty for any workers who dared go or remain on strike, and how

spirits of that strik . . , City, 12 iu number, mong them ™ eertamly are hopeless twowomen,andCourU!, i , ,

, , .H.cotn. T h e a c " u n s £ « * * l«i. t h < - ? a ; pHce8"hadbeen lh ro*n in to ja i l a t P e r s c o m i n ^ f r o , n México about the mercr oí a court- uartial, and thc present. trouble ti ere are how the títy had be./ turnedínto gbastlv enough even when they an armed camp in an c Tort toshow appeár in the" Q a r r a m í • press it-the datnned rabble i r -ere to head self, which óf courae trie? to cov­ín at and to giye tli<m a chance er ' the worst of it but woñder to learn who was God around what the real facts and v. Ifat the ^ : e r e reporta would be if wi- had a

I t i s quite singular tha t since c i i a» c e¿<> see the « l ^ u m p u e d the strike in México Citv it is a i n a l a b o r o r «dependent paper.

of any people t rus t ing or coníerr- fight two powerf ul enemies, bea t -ing all the i r power to a man or a i n g both, and t h a t they have ask-machine. e d f o r nothinjr, not w i th s t and ing

Bnt uñdoubt'y i t Will seem iu- t ha t they had more r i g h t t o do i t conceívable to thc MAJOR1TY t h a n the majority of the workers tbat such a well-meauiíiK m a n a s who wi thout a id ing the R e v o l u - e d B a t a l l i o n s ) a n d e n t h u s e d

Carranza and such-a model g o y - t ion now expect eye ry t lung t rom . ^ xl* L _£ _ , . , „ _ , . , _ eruient as his could ever be cap- i t . able of such monstrosity. tt'cll, " T h e F i r s t Chief also added

bial , " L a Casa del Obrero Mun" d i a l " ("Workers of t h e Wor ld ' s Home, or r a the r Labor T e m p l e ) w i t h b ranches all over t h e coun-t ry , was es tabl ished. A s men-t ioned in a former ar t ic le , " T h e Jockey Club" , t h e club house of t h e ar is tocracy of México Ci ty , was cleared of all i t s drones and pa ras i t e s by Carranza and t u rned in to a Labor T e m p l e .

T h e workers there , and in a l l i t s b ranches were armed and or-ganized into "Ba ta l lones Rojos ' '

w i th t h e prospect of c r u s h i n e the H u e r t a r i ng to es tabl i sh an era of soci-il and ecouomic freedom,

tnarched by the thousands , . . . . „ „„A:~nt-a* o«,i .many thousands, under the red nor th American syndicates , and • ' ,

n x 1 L i-0„„„„,i f„ i „ w fias? to the bat t le field in the be-t h a t he was not disposed to to le í - °

i ii * n i -i i „ „..,„ ti.,» hef t h a t they were to ñ g h t for a te t ha t the str ikers become the . . , . 6

i i e ii ~c ivr™:™ the i r t.rue emancipat ion. tools of the enemies of México. , , . TT 1 - J it. i 11 ¿„„4.i 4^-„ Bul a very rude a w a k e m n g was He also said t ha t all i n s t i ga to r s . ' . n

in s tore for t hem, for Car ranza

w h i c h l l t t l e is known, a s t h e m e r - and b a r b a r i t y t h a t h a s been i n s - Y. P. S. I,., C. Benovtw, Sec., S.F.$íJ c e n a r ? press no t f ind ing i t con» i t u t e d by t h e s teel b a r ó n s i s no t Workmen's Circle 156, Detroit, Midi,, veníent to. vilify the s t r ikefs , is in necessary t o r t h i s h a s become a | i ; D . Levinson, a conspiracy of c r imina l s i lence m a t t e r of course, bu t t h e f i gh t of New London, Conn., $2; Jack Myen, as to w h a t is g o i n g on. t h e miners is v e r y w o r t h y of t h e Cleveland, O. $16.20 Int. Bro. Ekc,

E-, I I . L i t t l e , who w i t h o t h e r s suppor t of a l l rebels who h a v e Wkrs. 12,-, Portland, Ore., $2;Cloak-was released, was soon af ter siez- t h e in teres t of the w o r k i n g c l a s s Skirt Mkrs. Locáis t j und 61, Montral, ed by a mob of v ig i lan tes , co ra - a t h e á r t and app rec i a t e a good Can., $4; Pueblo Smltnf, Loca! 43, posed of " re spec tab le" business f igh t . Pueblo, Coló., $2; M. McQuaíg. Ch!» chr i s t i ans ,and after be ing k i d n a p - W m . D t H a y w o o d , Room 307, cago, $2; Union of RUSB Wkrs., Ham» S 7 o U t " e " a S ' t h e £ £ 1M W . W - h t a r t » * , C h i c a e o , „ „ . „ M i c h . . S , 3 . J 5 ; W . W . * . when they discoyered t h a t he was n i - 1 S i n c h a r g e of rece ivmg funds No. 127, Chicago, $1; W. Cir. 344, not a foreigner. Fo re igne r s mus t from those wi l l ing to help the N. Y. (Bronx)$i; W, Cir. 385, Chi­be g e t t i n g dangerous . s t r ike r s a n d the comrades in j a i l . cago, $1 ; Soc. Party,ElkGrove,Cal.,íi¡

T o re la te the re ign of te r ror R- G. COX. Ben Capes, St, Louis, Mo., $2- Amalg,

Sht. Mct. Wkrs. 319, Kans. City, Mo„ $2; Ladies Waist and Dressmakers U.25, N. Y. City, $5; W. S.and D.B.F. jti, St. Louis, Mo. $3; J. P, Pearson, Ai* conda, Mont., $\; John Reed, Provína. town, Mass., $5; L. Scharestein Jr. New

[NOTE—This speech was prepared men know t h a t Reyolu t ions a re P°rt- Ky. Soc'> M. Schwager, N. Y, by Enrique Flores Magon to be pronoun- b rough t about by condit ions and City, $1 ; Arb. K. & S. K. No. 2O8, ced when asked by the Court ifhehad not by a cer ta in set of men or Jeanette, Pa., $2; Workmens Circle4J7,

A d t a By Enrip flores Magon Suppressed by The Federal Court Of Los Angeles, June 2 2 , v m

pers from there and it is onlv by some Mexican papéis from this side of the Une tha t developments of the strike and thc fate of the strikers has been known.

Thru " E l Paso del Norte", of E l Paso, Texas, we learn that such a storm of indignation and p ro ­test went up at the ontrageous tactics of Carranza, tha t he did not daré hold the strikers as guil-ty of treason, and after a prelimi- . , , ,

nary hearing by the rourt-mart ial í n ^ e S J ? . * . . " f í L Í they were turned over to the civil authorities with the following de­cisión: "All of the aecuaed are found not guilty of rebellion, which would mean obstructíon or t rea­son to the Government; two of

would be regarded as t r a i t o r s . , , , , , 4 , " H e closed by censur ing t h e ^ d only used his ruse to g a m t h e

a t t i t ude of t h e s t r ike r s in t h e most energet ic t e r m s " . , L , ¿1 í . ít

A m o n g the ar res ted , bu t l a t e r he wan ted was the suppor t of t h e

dismissed, was an Amer ican , ™ * ' r s [° ^ hl™elf f « » Y>' G r a h m Fu l ton , Supt . of t h e l i g h t l a ' ^ t a a " d 0 ^ \ ? ^ o m n ^ '

1 ^ - „ i „ „ i t** j «„x ;„„ i ; „_ t o o v e r t h r o w the Cient í f icos—the and power p lan t , for i n s t i g a t i n g Díaz - H u e r t a - Catholic C h u r c h -

and es tab l i sh h i s own r i n g in power- H e had won

L^r*a i ixTeTv" t "o" 'o ro tec t h i s h i s p o i n t a n d P r«ceeded t o s h o w M l i r e i B m , . u i c u i « u c » i . « , . t . u . v in nis, anxiety to pro teo : n is i t b • 1 • , t t h

vortr \iarA ttiath»r tn tret ntlv n a - However , SUCh a t h i n g í i a miS' very hard matter to fiet any pa ^ ^ ^ u ^ k o ^ ^ p r e g e n t t h e w o r k e r s t o s t r i k e >

upper h a n d ; and he succeeded. H i s real p lan was disclosed. A l l

8omething to say as to why sentence women should not be imposed upon them. But when the proper time arrived the Judge did not allow Enrique to address the Court, altho he demanded such right, grant-

(To be continued.)

W N D SOCIAL AND DANCE

Grand Rapíds, Mich., $ 1; Thomas PoW. js, Chicago, 111., $1 ; Workmení C¡K1« No. 320, Albany, N. Y. $1.50 Anna Levy, Philadelphia, Pa., $I.J0¡ Journeymen Taylors Union No, 131,

Also an ,

time. While there are a i'ew " l a - E n g l i s h m a n by the ñame of H a r - A r i s t o c r a c y

bor" papers coming from México ris, for t h e same offense.

at present, their tone is such tha t i-.lass. t he exoln i t inc and oaras i t i c *"• UJ •¡,v">,í";

t h a t sheet look rabid in comparison. class, Carranza gives himself a-Diaz at his worst was infinitely way by b rand ing the workers a s

bet ter than the arch-hypocrite t ra i to rs for a s k i n g t rom the i r Carranza, for he was ever the mas ters a l i t t le more of w h a t t h e y panther a t the throat of the work- have produced. But w h a t can be kers, consistently smit ing them expected from a slave dr iver and at every turn , whereas Carranza would-be ruler?

siren Unquest iot iably mank ind r e -songs and al luring promises to quires some awful ia r r s to wise the despoiled mass, promising up . M a y t h i s Car ranza 3'olts them the land aruí economic freedom be not in vain. K. G. C O X . only to shoot them like dogs when -*-«

him—his class. T h e t ime had come to pay -favors.

R. G. C O X . (To be continued.)

they demand what they have won

at the orice of their blood.

In our last issue the causes of The Real Carranza.

The Mesaba M e . W h a t Í3 unques t ionably t h e

g rea tes t and bi t teres t indus t r i a l conflict in the h is tory of the la­bor movement of t h i s country is r a g i n g now between t h e miners and the Stee l T r u s t in t h e Mesaba

the prisoners (g iv ing ñames) are m our last issue the causes 01 R a n g e 0 f Minnesota . * foundguiltyofcontemptto the Fi rs t the s t r ike in México City were conunued trom ust issue A g ¡ g ^ ^ ^ f h e s t e d

Chief Charged with theExecutive n o t »ientioned for lack of space. At th is t ime an era of l ibe r ta - T r u s t is the most a r r o g a n t , pow-Powe'rof the Union; all the a c - J t «appens t ha t some th ree r ian t h o u g h t and ag i t a t i on aróse e r fu l and bruta l mach ine of s l a -cused are found gui l ty of having months ago Carranza issued a and developed that unques t ionably V ery t h a t ever existed and t h a t made use of the m o n i forcé im- b a t d l o f h i s periodical paper mo- h a s never ye t been seen in t h e exists today. I t h a s ever com-plied in the s tr ike to a l ter the n e ^ Th i s money has no accept- annals of h i s to rv . I t was real ly bated labor organiza t ion w i t h a wages of the workers. T h e p r i s - ' a n c e i n t r a d e a n d i s « c e i y e d by a wonder íu l spectacle, m a k i a g it ru th le s s hand, with the resu l t o n e r s a r e h e r e b y c o n ' . i g n e d t o t h e t l i e merchants a t an enormous almost small wonder t h a t so m a n y t h a t such a condit ion of abject civil authorit ies." discount, wi th the result t h a t it was workers went head over heels , s lavery and penury h a s been

Whv Cirranzá. underwent such b e c o r a i n S an impossibilitv for the over the Car ranza swindle . T h e reached by the workers in t h a t i I r W r i , . f l W f t f h ^ r t r a n hf laboring masses to buy fcack even voice of the a g i t a t o r s p r e a c h i n g indus t rv , t h a t in desperat ion t hey « ^ á f r í m X f o l l S e x ^ r r í t h e m o s t c o m 0 1 1 necessites w i th from Socialism to Anarchy made defied the steel lords and went on r t H ^ r W ' T r i T J n ^ P l i s i n r ' their wages , t h i s in the face of i t a beaut i ful h u m . P a p e r s by s t r ike wi th the de te rmina t ion of

ed to them by the same laws that the Sa tu rday , September 23, 8. P , M. Pi t tsburS> p*;$2;w- s- & ©• ^- Foaí Court pretends touphold.] a t B U R B A N K H A L L , 54'2 g. No. 177, Springfield, 111., $2; Sochlht

"» Ma in St . by Internat ional Work- L e a* l i e ' RockíWay> N - J - 5 ^ ; W . Fu. (Cont inned from las t i s sue ) , e r s Béfense League, for the e r s t ' B r o n x ' N * Y " ? I ; I n t < B w r y ' W e a r e opposed to the Church benefit of the Magon Bros, De- W k s - L o c - l 5 3 - Evaiuvilly, Ind., $.j

for t h e reason heretofore g iven; fense. Refreshments at popular. C < M > R í , y m o n d - N ° r w » l k Conn., 25c; for it upholds the evil called P r i - pr ices . F- B l o 8 8 0 m ' M - D - ' Cleveland, 0 „ ?i¡ va t e P r o p e r t y and keeps subm- Admisaion 25 cents'. Miss. Ora Sturtevant, do. $ l ; Dance Pro. merged in ignorance and supper- ~ * - c e e d s i L o 8 A n 8 e l e s ' * 8 9 - ! 3 i A. & K S,

s t i t ion t h e h u m a n mind . R e p o r t of t h e m o n e y r e c e i v e d K - N o > z l 0 > A l l e n t o n ' P a - $M J- W« W e are opposed to Gove rnmen t b y Lo» A n g e l e s B r a n c h W o r k - H l 1 1 ' P e o r a ' m - ^ A- & K S> K<

because i t i s t h e staunch- UPhol- e r 8 ' I " t e r n a t i o n a l D e f e n s e L e a - No. 244, Linden, N . J,, $1 ; A. Steio. der of P r i v a t e P r o p e r t y and 8 u e f o r M A G O N d e f e n s e : hauser.New Ulm, Minn., $2; Cornea

PREVIOUSLY REPORTED $1,048.81 Boecklin, Congress, N. Y., %t¡ Sephk Hornsteic, London, Ontario, $i, To

RECEIPTS FROM JULY 2 0 tO SEPT. I St¡ „ , „ _ , „ . . . September ist., TOTAL:—$1,444,:^

Anna Levy, Phila., Pa., 2.00; Chas. Tombrido, Cardiff, Okla., 3.20; Cari Her'itz, Berkeley, Cal., 50 c; Arb. K. - Caplan Fund. Sterbecasse, N0.12S, 5.00; Workmen's PREVIOUSLY REPOÜTED $205,87 Circle No. 199, Brimingham, Ala., $ 1 ; Workmens Circle No. 23, New. Wm. Liddell, Livingston, Mnt., $1; W. wark , N . J . , $1; Jos. Gordon, S. & D . No. 316, Belleville, 111., | i ; Chicago, 111., $1; N. Stillmatt, do. No. 1, New York City, $2; Jos. N e w Haven , Conn,, $2; V. Coff.

because Gove rnmen t tneans im-posi t ion, t y r a n n y and oppress ion and violence, W e a e r e e w i t h T h o m a s Jefferson w h e n he s a y s : " H i s t o r y in g e n e r a l in forms u s how bad g o v e r n m e n t i s . " W h i l e q u o t i n g Jefferson, I shou ld l ike to r e m a r k t h a t he was twice P r e -s iden t of t h e U n i t e d S ta tes , and , therefore , he k n e w w h a t he was t a l k i n g abou t . A n d on t h e I 2 t h

Gordon, Chicago, 111., $1; Socialist Party, man , Los Angeles, $1; Russtao of t h i s m o n t h , ^ t h í s C o u r t agreed OMmm¡ A r í Z í ) < J . F r t i z stadleberger, San Workers , San Francisco, Cal,, 15;

' " " ' " " ''' ""3 "" "" i1"* Francisco, Cal., $3; Sedalia Federation of Miss . Sunshine , do. Si; Anna Labor, Sedalia, Mo., $2; B. Warbajo, L e w . Phi lade lphia . Pa., $1. Winnipeg, Manitoba, $1 ; Bohemian So- U p to Sep t . I s t . TOTAL: $217,87

taken te"í " A few momcnls before' t h e hour appointed íor the tr ial , th( twelvc aecused pri°oners made their appearance in thc Palace of Justice, under the vigilanc» of a heavy guaní that suuouuded t t e n on the way from the Ponitentiary to the aforementiom d place, als^ the couijselfor the <i< fr'ise, mem bers of the courf-ma ual and &i-imuicnoü throng, a nong which

the fact t ha t the said money was the hundreds and thousands , ra- p u t t i « g a s top to t h e infamous depreciat ing more and more all dical papers , aróse between n i g h t o u t r a g e and securing a c h a n g e of the time until their money cotlld a ^ d a v . m a k i n g it a lmost a mys- condi t ions .

w i t h u s w h e n i t said, " i t is t h e du ty of t h e Governmen t to pre­serve i tself ." T h a t m e a n s t h a t Gove rnmen t is not "o f the peo­ple , .by t h e people and for t h e people ," bu t t n a t i t is in fact a n i n s t i t u t i on a l ien to t h e people , and a g a i n s t whose in te res t s i t sha l l preserve itself. A n d we a re duly gra te fu l to t h i s Cour t for t h a t acknoledgement .

S t r i v ing as we are t h r o u g h our revo lu t ionary ac t iv i t ies t o g a i n

cialist Loe, Omaha, Nebr., $ 1 . , Electric Wks. No. 11, Fitchburg, Mass., $1 ; Lot­us M. Matsler, Jacksonville, Fia., $ 1 ; J. Hasten, Duquesne, Pa., $ 1 ; F. Everett, Chicago, $1; E. V. Debs, Terre Haute, Ind., $1; C. L. Janke, Daveport, Iowa,

C a t h e r i n e L . Sch tn i f t , Gen. and Fin. Sec

N O T E V E N COVERED

tery 'how such a th ing could be o b - Besides being one of the g r ea t -served in a country t h a t was sup- e s t coí.flicts ever s t aged by labor , posed to be so i g n o a r a n t . A n d j t i s a l so aqcompanied by some the i r chan t was certainly an ins- encou rag ing fea tures . T h e ca l i p i r ing and encourag ing one. for a s t r ike had a very unan imous

A s a ' sample of t h e genera l tone response, and i t was not l ong be-paid on the Oasis of national cur- 0 * the Mexican press a t t h a t t ime, fore 20,000 miners had qu i t work rer.cy, plus a f i f ty-per cent, in- I quote a few excerpts from one w i th ¡n ire aitd more jo in ing t h e m

not insure them even the most, miserable existenec.

F ind ing themselves ii t l u sp rc -dicament,-The Lobor Syadicates of the Federal District made a demand on the employers to be

A THIRD OF THE EXPENSES,

T h e raffle which Wm. Gerke $ I . J O ; F. Bragaon, do. $I.5o; Frank P. c o n d u c t e d f o r t h e M a g o n ^ Walsh, Kansas City, Mo., $25; PrinceE. e r s d j d n Q t m e e t w h h ^ $mh

Hopkins, Santa Barbara, Cal., $5 ; "Cro- a n t ¡ c i p a t e d ; t h e sale of the ticket!

Jus t i ce , Ureedom, P l e n t y . and H ^ ? ' T T r V ' T ' J U l v á t h < a t t h e " B l a S t " * * Happ ines s for a l l H u m a n be ings , P< Af'"' C ^ \ $ 2 ' C

RT d I ? > 0 \ A , r " a m o u n t e d -to $1.75; and the de

we believe t h a t in Jus t ice t h i s m a ' ' $ W B y l n 8 t o n ' B a l " of t icke ts a t Emma Goldman'»

Court h a s n o ' r i g h t to impose a * f ^ ' ^ T ' $ ¿ ^ G ™ h ^ lec tures , where the raffle tok

sentence on u s . • Y o u may have ^ !L t t h . " ^ ' J ^ T ™ " p l a C C S a t U r d a y uighU M ^ t h e oower bu t vou h a v e not t h e I Ó 9 ' Wmm™ M a n - $ 2 ; D ' M a 8 S , m o ' 5 th , amoun ted to «6.15. t n e power , DUI you n a v e not m e S h a r o n ? ^ $ I G , J C ^ & l t L a k e C ¡ t y >

. crease in wages in view of the, o f the then Car ranza o r g a n s cali- al l the t ime. Most of the s t r ikers predominated the 1. hor element f a m j n e . t h ' a t ra¡fflJs t h e r c a f t h e j ed " T h e Voice of the Revo lu t ion" , a re foreigners and t h e y h a v e t ha t attended with íi. cense avidity , , , . , . , of witnessíng the t r ! 1," present t ime. published in t h e wors t s lave- proved t rue to their t rad i t iona l

T h i s e x p l a i n s t h e s h'ole matter , T h e employers refused to comp» ñ d d e n S t a t e tuxder Diaz, Y u c a - spir i t of solidari ty and loyal ty t o CarrarM thought h'> cmld play ly with the demánds of the'-synr- t a n ' i n a t l e d i t o r i a l {t sa-id in the i r cíass. T h e y are composed the "iron heel" stuí and had the dicates aiwl the strike was declar- o a r t : " H u m a n i t y abhors t h e re ign of people who speak m a n y l a n -best of intentions to .10 so, but he ed. -Car ranza immediai t 'v * e - o f Fa lsehood and forcé; i t wan t s guages and while not unde r s t and -hadreckoned whiho it his host . tuonstrated who was h i t ( lab, and t l w a d v e n t , of T r u t h and Loye . i n g each o ther by word t hey un-His insoler.ee was so brutal and for whom he stood by c o n i n g t o " I t th rows the g a u n t l e t to t h e ders tand their common class in-* raw tha t the workers. in multitud- the rescue of the masters a < break- sois and k ings . I t is because i t te res ts .

es , aróse in their might , defying neck speed. Speaking of th i s seeks i ts corresponding place in T h e first t h i n g the miners did after death in the face of n u r t i a l law and " E l Pueb lo" says : " W b e n t h e N a t u r e . N o more fai thful or s t r i k i n g was to look about for aid thc r a th of the petty tyrant , with Fi rs t Chief of the Consti tut ional- s e r f s - H u m a n t y is a the i s t : i t from the most advanced element s u c h a w a v e o f indignation t ah t ist Army, Charged wi th the E x - p rays no more. I t is because M a n in labor organiza t ion . T h e y h a d thev soon had him shaking in his ecutive Power of the Nat ion, « a s *">t been born to kneel before not far to go or difficulty in cboos-boots wi th suggestive visions of learned tha t the str ike had been ido¡Si or bow» before mas t e r s . i n g , for soon t h e I. W . W . w a s the gullotine before him. declared, he immediately s tar ted " I n Mythólogy it is known as wi th them and some of i ts oíd vet-

However, all of this does not on foot towards the Nat ional P a l - P r o m e t h e a n and in H i s to ry as e rans in t h e th ick of t h e fight.

lessen the criminal purpose and ace. H e was accompanied by sP a l | a . cV_ s ' . . . I t ; w a s not -long before Cario

brutal i ty of Carranza a bit . T h a t General Hi l l . Mili tary Command- « 4 o m o ^ m a s t í w ' S o m o r , « - T r e S C a ' F > H > L U t l e ' S c h m i t a n d

he did not massacre the workers er of the City, and several mem- e c u t o r s ' other of the milltant rebela ofthe I, W. W.

as he intended, is not his fault, bers of his. staff. On his way " W i t h Comte, P rogress sha l l were on t h e acene, and i t was not and it was only their audacity several groups of people, a n d e s - destroy the last gods . long either, of course, before they and quick action tha t saved them pecially strikers joiued h im. " W i t h Kropotkin i t sha l l d e - a l l were behínd the bars , some of from wholesale s laughter , Nei- "Once in T h e Nat iona l Palace , throne the last k i n g s . " t h e m are now marked for the ga l -the r does this lessen in any way a delegation of s t r ikers tried to And this was ¿ C a r r a n z a o rgau , lows in the same way t h a t E t t o r the ends to which Authori ty and talk to señor Carranza, who de- many, others were by far ahead. and Giovanet t i were, onlv in a a " g o o d " government will go to termined not to receive them, T h i s was only a par t of Carran- more out rageous manner . A fulfill their logical mission of but instead talk to a mult i tude za 's p rogram, and he had o ther pack of company gunmen as-c rush ing the exploited to protect t h a t stood in front of the Nat ion- varieties of bai t t h a t were jus t as saul ted a miner 's house, a woman the exploiters. / al Palace, and which was mostly a l lur ing, and the workers being in s t ruck one of the brutes , t h i s

T h i n k of any monarch, (to say composed of the s t r ik ing element. a s t a te of desperat ion jus t simply caused them to s t a r t a fusillade n o t h í n g o f a "good" man) even in S t a n d i n g i n the balcony, the F i r s t suapped a t them. A m o n g these of shots k i l ü n g one of the i r own mad Europe today; think of any Chief condemned t h e ' a t t i tude of was his encouragement of t h e yellow curs . Tresca and h i s fel-government in th is age , punish- s tr ikers wi th vibraiit words. workers to organize radical u n - low workers who were miles away i n g men with death for going on " H e said he had just learned íons, and they were protected, a t the t ime were arres ted for it , Strike, nay, for «•ynipathyzing t ha t a general str ike had been and even ' abe t t ed , in such a way charged w i th murder . w i t h a str ike. And yet this is declared ask ing an increase in t ha t s t r ikes were won hand over In desperation at t h e sol idari ty only the na tura l and logic.il re- wages, an a t t i tude éntirely op- fist and concessions, such as the shown by the miners, t he Steel su l t t ha t sooner or ¿ater Lias to posed to t ha t of t h e cons t i tu t ion- 8 hour day and double pay secured T r u s t is resor t ing to unusua l ly pome fom such a travesty as that $ Hat soldiers who have had to with an easiness that was prover- brutal and savage methods of

Utah, $2.50; A Schneider, St. Lous, Mo., $20; Charlotte G. Hurberte, Santa Barba­ra, Cal.» 10c; FayLewis, Rockford,- IU., $ i ; E. D. Hum, Los Angeles, 50c; J. P. Phinney, Springfield, Mo., $ t; Cloud Ci­ty Miners, Leadville, Coló., $ 1 ; E. Kug. ler, New Orleans, La., $ 1 ; F. Calzolari, Boulder C^ek, Coló., $ 1 ; Chris. Ihling, Newark, N . J. $ 1 , C. S. Deeney, Eeast Park, Fia., $i;Chas. Weil,Seattle,Wash.

r i g h t to do so. T h e prosecut ion s t a t ed in i t s

c losing a r g u m e n t s to t h e jury t h a t we o u g h t to be conyieted be-cause our Ideá is tend to inci te t o murder , a rson and assass ina t ion , and because we a im to s t a r t a re­volut ion in t h i s count ry s imi lar to t h e one in México. Such a c h a r g e is most un t rue and un jus t ,

ñor is i t based on logjc, ^ T _ . „ „„ , W e r e we to p reach m u r d e r of $ u J. Caims,So.Manchester,Conn.,$2;

specific indiv iduáis for personal M r s ' Edelman, Les Angeles, S 0 ; M u . ga in , t h e n we mig l l t j u s t l y be Ki«shauer, do. $i;MaudHuller, Omaha, c h a r g e d w i th inc i t i ng to murder , N e b r-> *«$ c - AnastasofF, Portland, Ore., arson and assass ina t ion . I t i s not $ 2 ! H < Boland> P h i I a - PíU> $ 2 - * 0 ; s -eyen Claimed t h a t we did t h i s . Danielewitz, Los Angeles, 25 c; A. Rein. W e u rged our b ro the r s not to lay h a r c ' Jersey City, N . J„ $25 P. Pecaro-down the i r a rms un t i l t hey h a y e v i n ' L o s AnSele8> 5°. c ' R u 8 s i a n w°rl<ers, ga ined the i r freedom and come ^ a n F r a n c i s c o » Cal. aga ín in to the i r own. If t h i s be ®5; M i s s S«nsh ine> San Francisco, $1 ; inc i t ing to murder arson and a s - J - B < Runherford, Long Beach, Cal.jSi; sas ina t ion , t h e n , W a s h i n g t o n , A g n e s I n g l i s ' A n n A r b o r> M i c h - P'> h F r a n k l i n , Jefferson, P a i n e and Fílgueria, Algiers, La., 50 c; F. Rascher, Lincoln, and in fact all of t h e S t l Louis, Mo., $ 1 ; Annie B.C.Sterre-, Amer ican P a t r i o t s , and ' I r i sh Reb - W a s h i n 8 t o n ' D - c - ' P> R.N.Baldwin, e l s a s welL,' were n o t h i n g bu t St> L o u i s ' Mo., $2; L.Emerick, Jack. common murdere rs and b r igands , 8 o n v i l l e ' ! « . . $ « ; J.H.Meyer, Fresno, whose blood would have been Cal., 50c; W. Van Nette M.D.,Clyde, loudly-clarhored for by our pros- O. , $ 1 , NO ÑAME, Pittsburgh^ Pa„$ i ; ecutor , h a d they been unfor tu- T - H o e c k> Chicago, 111. $2; Soc, Party, na te enough to fal l i n t o h i s Sheboygan, Wis., $ l ; W. N. Patterson, hands (*) Zanesville, Ohio, $1 ; Soc. Local, Zanes-

T h e ' c h a r g e t h a t we , A n a r c h - ^ ' ^ ' ^ A ? f •**\, ^ ' ^ i s ts , caused t h e Revo lu t ion in México and t h a t we s ta r t ano the r one in t h i s coun t ry unless we were imprisoned and

ppressed, can only o r ^ y ' A ', c"

by, Conn.,$2; Arb. Kr.S.K. No. 241,

"would Cnar^eroi' Pa-> í1 ' Mrs- sJ,Starks> °ak-land, Cal., $2; "Golos Truda", New York City, $4; J . Hallenbeck,. New

Ryan, New Orle­ans, $2; A. J. Stuart, JVampa, Idaho,

BARBAROUSTEXAS. We have just learned by let-

ter from Texas that Eugenio Alzalde, one of our comrades imprisoned with Rangel and .Clihé, has been mürdered by a prison guard. The= Commu* hication is very laconíc but it states that the guard struck' comrade Alzalde on the head with an iron bar when the lát« ter was unable to continué working, killing him o,utríght. ¡ Prison rule in Texas is no-toriously infamous and such. outrajjes "are of frequent oceur-rence. This is not the first of our, prison rs that has been mürdered that way, for about a year ago Lucio R. Ortbs, an­other of the comrades in pri­son with Rangel and Cline was similarly assassinated. Ortiz had the audacity to look a guard sqttaríy in the face and this was anough for the brute toraise his rifle.and kill him on the spot.

Space forbids moredetails but tíñs matter will be treated later on.

R. G. COX. our paper su find lodgement in a mic rcopha l , _. „ , „ . . . , , »

. . . . . , . . . . . . . . , $ 1; A. Tome, South Range, Mich, $2; ous individual . E v e n ha l f -w i t t ed f ' „ , T „., _, f 1

, J. Meyers, Sec'y, Int. Wkrs. Def. Lge.,

(*)—The Dis t r ic t A t to rney , M. Clevelaud, O., $3.75, Jt, Brd. CWk-

C* Gal laher is I r i s h ; henee E n r i - Skirt Mkrs. ü „ Phila., Pa., $5 ; Bry. o T t S o ^ f o r / f i ^ . ^ S V n . ' S g^ue'shint . Wkr», U . No.z, New Ark., N . J . , $zj ' ' "

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