1
Standout seniors win teller openings L as primeras participantes en un programa piloto de cajeros en el banco Country Club son latinas. Las dos estudiantes de doceavo grado de la preparatoria Cristo Rey fueron seleccionadas después de someterse al proceso de entrevistas. “Christina Marín y Samantha Ramírez fueron candidatas realmente fuertes, lo cual fue importante para el programa piloto. Queríamos asegurarnos de tener un gran talento para empezar”, indicó Ángela Kmeck. Como Coordinadora de Desarrollo de Personal del banco, es responsable de la capacitación del personal y de los programas de capacitación para internos. Ella comentó que el banco planea ofrecer el programa de cajero a estudiantes con alto rendimiento del 12avo. grado de Cristo Rey de forma permanente. Es parte del innovador programa de trabajo- estudio corporativo de Cristo Rey en el que se requiere que los alumnos participen. El banco es uno de los 130 socios corporativos que contratan a los estudiantes para el trabajo a nivel principiante. Los salarios que los alumnos ganan pagan parte de su colegiatura en la escuela católica de preparación para la universidad. La admisión a la escuela se basa en la necesidad económica. Las escuelas de Cristo Rey aceptan solamente estudiantes de hogares de bajos ingresos que de otro modo no tendrían acceso a una escuela preparatoria privada o de preparación universitaria. La de Kansas City es una de las 32 escuelas preparatorias de Cristo Rey en todo el país. Aceptó la primera generación de primer año en 2006. En junio de 2010, los 59 estudiantes se graduaron; T he first partici- pants in a teller pilot program at Country Club Bank are Latina. The two Cristo Rey High School seniors were selected after undergoing the interview process. “Christina Marin and Samantha Ramirez were really strong candidates, which was important for the pilot pro- gram. We wanted to make sure we had great talent to begin it,” said Angela Kmeck. As staff development coordinator at Country Club Bank, she’s responsible for staff training and intern training programs. She said the bank plans to offer the teller program to high-per- forming Cristo Rey seniors on a perma- nent basis. It’s part of Cristo Rey’s innovative corporate work study program in which students are required to participate. The bank is one of 130 corporate partners who hire the students for entry-level work. The wages students earn pay for part of their tuition at the Catholic college preparatory school. School admission is based on financial need. Cristo Rey schools accept only students from low-income households who wouldn’t otherwise have access to a private or college prep school. Kan- sas City is one of 32 Cristo Rey High Schools across the country. It accepted the first freshman class in 2006. In June 2010, the 59 students graduated; all were accepted into college, as have succeeding graduating seniors, many the first in their family to finish school. They graduate from Cristo Rey, with four years of real-world business ex- perience, a head start on their career through the work study program and oftentimes with college credits. Each student works a full day one day week VOLUME 3, ISSUE 10, MARCH 9, 2017 facebook.com/2mas2KC instagram.com/2mas2KC www.2mas2KC.com Tiger Mania pág.4 BILINGUAL NEWSPAPER EXPRESS 4Allthe community pág.7 Horario: Lun.-Vie. 9am - 8pm. Sáb 9:30am - 2 pm •Declaración de Impuestos •Apertura de Negocios •Presupuestos para negocios 500 E. Santa Fe St. Suite C Olathe, KS 66061 913-440-9528 pág.5 Estate planning By Rita Sherrie Amigo verdadero Inicia horario de verano with one of Cristo Rey’s corporate partners who comprise a smorgasbord of area consumer and business services, private and public, commercial and nonprofit. Before being assigned to a business, freshmen and new students complete four weeks of training on workplace skills and business ethics and etiquette. Each fall, returning students take an intensive one-week refresher course. Marin and Ramirez spent their Christ- mas break at Country Club Bank training to be tellers. When classes resumed, they were ready to provide basic financial services. The seniors began their work study in operations departments at Country Club Bank in 2015. They were chosen for the teller pilot program based on their job performance, Kmeck said. The program’s proving to be a win- win. Branch managers appreciate that Marin and Ramirez are able to fill staff shift gaps, and their presence has boosted employee morale. “We’ve heard we have new customers at the two branches because of the stu- dents, too,” Kmeck said. “The students gain confidence, and having a teller position on their resume could forever change their opportunities moving forward.” Both Latinas overcame initial anxiety about being tellers and embraced the opportunity. They readily point to what they’ve gained. “Working as a teller has taught me how to be more aware of what’s going on. I’ve gained customer service skills. I’ve learned many new things about a bank and how to focus on the little details of things better, how to multitask and work efficiently and how to communi- cate in a professional manner. This will really help me in the future,” Marin told 2mas2KC via email. “When I first started training to become a teller, I was really nervous,” Ramirez said. “It was hard for me to accept that making a mistake is part of the learning process. I now know how to interact with people in a profession- al environment. I’ve also learned how to manage my time … and having a part-time job has encouraged me to become more responsible and indepen- dent.” While Marin’s the youngest of her siblings and Ramirez is the oldest, they have much in common. Both students have loving, supportive, encouraging parents, and appreciate their sacrifices and hard work. Both recognize the op- portunities that Cristo Rey and Country Club Bank have opened up for them. Both demonstrate a can-do attitude and optimistic spirit. “Every opportunity I’ve taken has made me grow as a person,” Ramirez said, “and will influence the choices I make in life.” todos fueron aceptados en la universidad, al igual que los graduados sucesivos, y muchos de ellos son los primeros en su familia en terminar la escuela. Se gradúan de Cristo Rey, con cuatro años de experiencia empresarial del mundo real, una ventaja en su carrera a través del programa de estudio-trabajo y muchas veces con créditos universitarios. Cada uno trabaja una jornada completa de un día con uno de los socios corporativos de Cristo Rey, que forman una extensa gama de servicios de consumo y de negocios, privados y públicos, comerciales y sin fines de lucro del área. Antes de ser asignados a una empresa, los alumnos de primer año y nuevos completan cuatro semanas de capacitación en habilidades laborales, ética empresarial y etiqueta. Cada otoño, los que regresan toman un curso intensivo de actualización de una semana. Marín y Ramírez pasaron sus vacaciones de Navidad en el banco Country Club entrenando para ser cajeras. Cuando se reanudaron las clases, estaban listas para brindar servicios financieros básicos. Las jóvenes comenzaron su trabajo-estudio en los departamentos de operaciones del banco en 2015. Fueron elegidas para el programa piloto de cajero basado en su desempeño en el trabajo, señaló Kmeck. El programa está demostrando ser beneficioso para todos. Los gerentes de las sucursales aprecian que ellas son capaces de cubrir vacíos por cambio de turno, y su presencia ha impulsado la moral de los empleados. “También hemos escuchado que tenemos clientes nuevos en las dos sucursales debido a las estudiantes”, informó Kmeck. “Los estudiantes ganan confianza, y tener una posición de cajero en su currículum vitae podría cambiar para siempre sus oportunidades de avanzar”. Ambas latinas superaron la ansiedad inicial de ser cajeras y aprovechan la oportunidad. Ellas señalan fácilmente lo que han ganado. “Trabajar como cajera me ha enseñado a ser más consciente de lo que está pasando. He adquirido habilidades de servicio al cliente. He aprendido muchas cosas nuevas sobre un banco y cómo concentrarme mejor en los pequeños detalles de las cosas, cómo realizar múltiples tareas y a trabajar de manera eficiente y cómo comunicarme de una manera profesional. Esto realmente me ayudará en el futuro”, dijo Marín a 2más2KC por correo electrónico. “Cuando empecé a entrenar para convertirme en cajera, estaba muy nerviosa”, refirió Ramírez. “Fue difícil para mí aceptar que cometer un error es parte del proceso de aprendizaje. Ahora sé cómo interactuar con la gente en un entorno profesional. También he aprendido a manejar mi tiempo ... y tener el trabajo de medio tiempo me ha animado a ser más responsable e independiente”. Aunque Marín es la más pequeña de sus hermanos y Ramírez la mayor, ellas tienen mucho en común. Las dos tienen padres amorosos, comprensivos y alentadores, y aprecian sus sacrificios y trabajo duro. Y reconocen las oportunidades que Cristo Rey y el banco Country Club han abierto para ellas. Ambas demuestran voluntad y un espíritu optimista. “Cada oportunidad que he tenido me ha hecho crecer como persona, e influirá en las decisiones que haga en la vida”, concluyó Ramírez. Seniors destacadas consiguen puestos de cajeras Christina Marín Samantha Ramírez

pág.5 Inicia horario de verano Standout seniors win ...€¦ · Catholic college preparatory school. School admission is based on financial need. ... oftentimes with college credits

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: pág.5 Inicia horario de verano Standout seniors win ...€¦ · Catholic college preparatory school. School admission is based on financial need. ... oftentimes with college credits

Standout seniors win teller openings

Las primeras participantes en un programa piloto de cajeros en el banco Country

Club son latinas. Las dos estudiantes de doceavo grado de la preparatoria Cristo Rey fueron seleccionadas después de someterse al proceso de entrevistas.“Christina Marín y Samantha Ramírez fueron candidatas realmente fuertes, lo cual fue importante para el programa piloto. Queríamos asegurarnos de tener un gran talento para empezar”, indicó Ángela Kmeck.Como Coordinadora de Desarrollo de Personal del banco, es responsable de la capacitación del personal y de los programas de capacitación para internos. Ella comentó que el banco planea ofrecer el programa de cajero a estudiantes con alto rendimiento del 12avo. grado de Cristo Rey de forma permanente.Es parte del innovador programa de trabajo-estudio corporativo de Cristo Rey en el que se requiere que los alumnos participen. El banco es uno de los 130 socios corporativos que contratan a los estudiantes para el trabajo a nivel principiante. Los salarios que los alumnos ganan pagan parte de su colegiatura en la escuela católica de preparación para la universidad.La admisión a la escuela se basa en la necesidad económica. Las escuelas de Cristo Rey aceptan solamente estudiantes de hogares de bajos ingresos que de otro modo no tendrían acceso a una escuela preparatoria privada o de preparación universitaria. La de Kansas City es una de las 32 escuelas preparatorias de Cristo Rey en todo el país. Aceptó la primera generación de primer año en 2006. En junio de 2010, los 59 estudiantes se graduaron;

The first partici-pants in a teller

pilot program at Country Club Bank are Latina. The two Cristo Rey High School seniors were selected after undergoing the interview process. “Christina Marin and Samantha Ramirez were really strong candidates, which was important for the pilot pro-gram. We wanted to make sure we had great talent to begin it,” said Angela Kmeck.As staff development coordinator at Country Club Bank, she’s responsible for staff training and intern training programs. She said the bank plans to offer the teller program to high-per-forming Cristo Rey seniors on a perma-nent basis. It’s part of Cristo Rey’s innovative corporate work study program in which students are required to participate. The bank is one of 130 corporate partners who hire the students for entry-level work. The wages students earn pay for part of their tuition at the Catholic college preparatory school.School admission is based on financial need. Cristo Rey schools accept only students from low-income households who wouldn’t otherwise have access to a private or college prep school. Kan-sas City is one of 32 Cristo Rey High Schools across the country. It accepted the first freshman class in 2006. In June 2010, the 59 students graduated; all were accepted into college, as have succeeding graduating seniors, many the first in their family to finish school. They graduate from Cristo Rey, with four years of real-world business ex-perience, a head start on their career through the work study program and oftentimes with college credits. Each student works a full day one day week

VOLUME 3, ISSUE 10, MARCH 9, 2017facebook.com/2mas2KC

instagram.com/2mas2KCwww.2mas2KC.com

Tiger Mania pág.4

BILINGUAL NEWSPAPER EXPRESS

4Allthe community

pág.7

Horario: Lun.-Vie. 9am - 8pm. Sáb 9:30am - 2 pm

•Declaración de Impuestos •Apertura de Negocios•Presupuestos para negocios

500 E. Santa Fe St. Suite COlathe, KS 66061

913-440-9528

pág.5

Estate planning

By Rita Sherrie

Amigo verdadero

Inicia horario de veranowith one of Cristo Rey’s corporate partners who comprise a smorgasbord of area consumer and business services, private and public, commercial and nonprofit. Before being assigned to a business, freshmen and new students complete four weeks of training on workplace skills and business ethics and etiquette. Each fall, returning students take an intensive one-week refresher course. Marin and Ramirez spent their Christ-mas break at Country Club Bank training to be tellers. When classes resumed, they were ready to provide basic financial services. The seniors began their work study in operations departments at Country Club Bank in 2015. They were chosen for the teller pilot program based on their job performance, Kmeck said.The program’s proving to be a win-win. Branch managers appreciate that Marin and Ramirez are able to fill staff shift gaps, and their presence has boosted employee morale.“We’ve heard we have new customers at the two branches because of the stu-dents, too,” Kmeck said. “The students gain confidence, and having a teller position on their resume could forever change their opportunities moving forward.”Both Latinas overcame initial anxiety about being tellers and embraced the opportunity. They readily point to what they’ve gained. “Working as a teller has taught me how to be more aware of what’s going on. I’ve gained customer service skills. I’ve learned many new things about a bank and how to focus on the little details of things better, how to multitask and work efficiently and how to communi-cate in a professional manner. This will really help me in the future,” Marin told 2mas2KC via email.“When I first started training to become a teller, I was really nervous,” Ramirez said. “It was hard for me to accept that making a mistake is part of the learning process. I now know how to interact with people in a profession-al environment. I’ve also learned how to manage my time … and having a part-time job has encouraged me to become more responsible and indepen-dent.”While Marin’s the youngest of her siblings and Ramirez is the oldest, they have much in common. Both students have loving, supportive, encouraging parents, and appreciate their sacrifices and hard work. Both recognize the op-portunities that Cristo Rey and Country Club Bank have opened up for them. Both demonstrate a can-do attitude and optimistic spirit.“Every opportunity I’ve taken has made me grow as a person,” Ramirez said, “and will influence the choices I make in life.”

todos fueron aceptados en la universidad, al igual que los graduados sucesivos, y muchos de ellos son los primeros en su familia en terminar la escuela.Se gradúan de Cristo Rey, con cuatro años de experiencia empresarial del mundo real, una ventaja en su carrera a través del programa de estudio-trabajo y muchas veces con créditos universitarios. Cada uno trabaja una jornada completa de un día con uno de los socios corporativos de Cristo Rey, que forman una extensa gama de servicios de consumo y de negocios, privados y públicos, comerciales y sin fines de lucro del área.Antes de ser asignados a una empresa, los alumnos de primer año y nuevos completan cuatro semanas de capacitación en habilidades laborales, ética empresarial y etiqueta. Cada otoño, los que regresan toman un curso intensivo de actualización de una semana.Marín y Ramírez pasaron sus vacaciones de Navidad en el banco Country Club entrenando para ser cajeras. Cuando se reanudaron las clases, estaban listas para brindar servicios financieros básicos.Las jóvenes comenzaron su trabajo-estudio en los departamentos de operaciones del banco en 2015. Fueron elegidas para el programa piloto de cajero basado en su desempeño en el trabajo, señaló Kmeck.El programa está demostrando ser beneficioso para todos. Los gerentes de las sucursales aprecian que ellas son capaces de cubrir vacíos por cambio de turno, y su presencia ha impulsado la moral de los empleados.“También hemos escuchado que tenemos clientes nuevos en las dos sucursales debido a las estudiantes”, informó Kmeck. “Los estudiantes ganan confianza, y tener una posición de cajero en su currículum vitae podría cambiar para siempre sus oportunidades de avanzar”.Ambas latinas superaron la ansiedad inicial de ser cajeras y aprovechan la oportunidad. Ellas señalan fácilmente lo que han ganado.“Trabajar como cajera me ha enseñado a ser más consciente de lo que está pasando. He adquirido habilidades de servicio al cliente. He aprendido muchas cosas nuevas sobre un banco y cómo concentrarme mejor en los pequeños detalles de las cosas, cómo realizar múltiples tareas y a trabajar de manera eficiente y cómo comunicarme de una manera profesional. Esto realmente me ayudará en el futuro”, dijo Marín a 2más2KC por correo electrónico.“Cuando empecé a entrenar para convertirme en cajera, estaba muy nerviosa”, refirió Ramírez. “Fue difícil para mí aceptar que cometer un error es parte del proceso de aprendizaje. Ahora sé cómo interactuar con la gente en un entorno profesional. También he aprendido a manejar mi tiempo ... y tener el trabajo de medio tiempo me ha animado a ser más responsable e independiente”.Aunque Marín es la más pequeña de sus hermanos y Ramírez la mayor, ellas tienen mucho en común. Las dos tienen padres amorosos, comprensivos y alentadores, y aprecian sus sacrificios y trabajo duro. Y reconocen las oportunidades que Cristo Rey y el banco Country Club han abierto para ellas. Ambas demuestran voluntad y un espíritu optimista.“Cada oportunidad que he tenido me ha hecho crecer como persona, e influirá en las decisiones que haga en la vida”, concluyó Ramírez.

Seniors destacadas consiguen puestos de cajeras

Christina Marín

Samantha Ramírez