31
1 Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 2018 Reloj con alegoría de la Astronomía Sala III (Antesalón) Amelia Aranda Huete Patrimonio Nacional

Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

1

Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 2018

Reloj con alegoría de la Astronomía

Sala III (Antesalón)

Amelia Aranda Huete Patrimonio Nacional

Page 2: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

2

Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.mecd.gob.es Catálogo general de publicaciones oficiales: https://publicacionesoficiales.boe.es/ Edición 2018

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE Edita: © SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA Subdirección General de Documentación y Publicaciones © De los textos e imágenes: sus autores NIPO: 030-18-002-X

Page 3: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

3

ÍNDICE ….

1. Ficha técnica de la pieza.

2. Introducción.

3. El siglo XVIII.

4. El Neoclasicismo en el arte de la relojería.

5. Siglo XIX: el estilo Imperio y el estilo Restauración.

6. Reloj burgués.

7. El reloj y la ciencia.

8. Otros ejemplares.

9. Bibliografía

Page 4: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

4

1. FICHA TÉCNICA DE LA PIEZA ….

RELOJ CON ALEGORÍA DE LA ASTRONOMÍA Primer tercio del siglo XIX Bronce, metal / fundido, moldeado, cincelado, dorado. Altura 51 cm; anchura 32,50 cm; profundidad 12,50 cm. CE7088 Sala III: Antesalón

Reloj de sobremesa de bronce dorado que representa una figura femenina -Urania- ataviada

con túnica larga, con un libro en la mano derecha y un transportador de ángulos en la mano izquierda. A su lado, plinto que aloja la máquina y la esfera del reloj decorado en su frente con libros que simulan una biblioteca. Sobre él una esfera celeste, una regla, una escuadra, un libro, un compás y una corona de laurel. Esfera de bronce dorado, finamente grabado y cincelado, con las cifras horarias en números romanos policromadas en negro. A la izquierda del plinto, un telescopio astronómico sobre un cuerpo cilíndrico rematado por un elemento en forma de tulipán invertido. Basamento rectangular adornado con un friso que muestra cuatro figuras -dos individuales y dos en pareja- que realizan mediciones astronómicas utilizando los mismos instrumentos que vemos en la parte superior. En las esquinas motivos vegetales. Cuatro patas curvas embellecidas con palmetas.

Page 5: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

5

Máquina francesa de platinas redondas denominada tipo París. Dispone de dos trenes: el tren de movimiento con motor de resorte que mantiene en marcha el reloj durante una semana, escape de áncora, péndulo de varilla y suspensión de hilo. El tren de sonería de horas y medias dispone de rueda contadera y un martillo que golpea una campana de fundición.

Alegoría de la Astronomía o de la Geografía, puesto que, iconográficamente, la figura de la musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo, va acompañada de un globo celeste y de un compás. Hija de Zeus y de Mnemósine, “la celestial”, se perfiló desde el Helenismo como inspiradora de los poetas y de los científicos dedicados al estudio de los astros. Recibió por ello una esfera celeste1.

Asunto muy habitual en los últimos años del siglo XVIII inspirado en el gusto por la

Antigüedad clásica. El estilo Luis XVI lo recuperó y poco después evolucionó y triunfó en el estilo Imperio. Durante este período encontramos muchos relojes que adornaron sus cajas con figuras femeninas, de pie o sentadas, simbolizando la Astronomía, la Historia, las Matemáticas, la Geografía, etc. El origen está en varios modelos anteriores dedicados a la exaltación del Estudio y de la Lectura, en clara sintonía con el espíritu de la Ilustración.

Sin embargo, el tamaño de la caja, el estilo de la figura y la calidad del bronce dorado nos inclinan a fechar este reloj en el periodo denominado Restauración. La figura femenina que personifica a Urania muestra cierto movimiento en contra de la rigidez de los ejemplares elaborados durante el estilo Imperio.

En los treinta primeros años del siglo XIX, se repitieron los mismos modelos con ligeras variantes. Estos relojes anunciaron una estética preindustrial. Por este motivo, a falta de documentos e inventarios que nos ayuden a fechar estos objetos, los investigadores y estudiosos tenemos serias dificultades para datarlos con exactitud.

1 ELVIRA BARBA, M.A., Arte y mito. Manual de Iconografía clásica, Madrid, Silex, 2008, pp. 174-175.

Hebert Uranie Escayola, 1855-1860 CE0901 Sala III: Antesalón Museo del Romanticismo

Page 6: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

6

La fabricación de la caja y de la máquina puede ser francesa porque en España se importaron y compraron en gran número estos objetos. Pero, una vez aquí se copiaron e imitaron. Por este motivo, sin firma en la esfera, no podemos identificar claramente el lugar de origen de esta pieza.

Un ejemplar parecido, anónimo, se conserva en la colección de relojes de Patrimonio Nacional (nº inv. 10026319)2. En el Palacio del Tiempo, Museo de Relojes de Jerez, se exponen varios relojes que reproducen asuntos similares3.

En otras versiones, la figura femenina -Urania- va acompañada de un amorcillo que estudia una esfera con la ayuda de un compás. Este diseño se atribuye a Robert Osmond4.

En los inventarios históricos estos relojes se describen siempre cubiertos por escaparates o fanales de cristal: “Un Relox de sobremesa de bronce dorado frances con su fanal de cristal representa la Astronomia” 5.

2 COLÓN DE CARVAJAL, J.R., Catálogo de relojes de Patrimonio Nacional, Madrid, 1987, p. 336. 3 RUIZ TRONCOSO, M., El Palacio del Tiempo. Museo de relojes de Jerez, Séneca Ediciones, 2017. Números de catálogo 65, 70, 75 y 297. 4 KJELLBERG, P., Encyclopédie de La pendule française du Moyen Age au XXe siècle, Les éditions de l’amateur, Paris, 1997, p. 261 5 AGP, San Ildefonso, caja 24.083

Anónimo Reloj “La Astronomía” Bronce dorado, ca. 1820-1840 Colección de la Fundación Andrés de Ribera Museo “Palacio del Tiempo” de Jerez (Cádiz) Autor de la imagen: Juan Luis Muñoz “Luz de Abril”

Page 7: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

7

Podemos relacionar el diseño de esta caja con el de otros relojes exhibidos en las salas del Museo del Romanticismo (CE0244, CE0243 y CE8460) que personifican al dios Mercurio acompañado de varios símbolos náuticos, a la alegoría de la Lectura encarnada por la figura de una mujer que sostiene un libro en su mano derecha y a la alegoría de la Música interpretada por una figura femenina junto a un piano sobre el que se apoya una partitura abierta.

Curiosamente, el conjunto integrado por dos figuras femeninas que representan la alegoría

de la astronomía y de la música es asunto habitual en algunas cajas de relojes elaboradas a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Anónimo Reloj de sobremesa “La lectura”

Bronce dorado, primer tercio del siglo XIX CE0243

Museo del Romanticismo

Page 8: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

8

2. INTRODUCCIÓN ….

l siglo XVII fue escenario de grandes avances técnicos en el control y en la precisión del tiempo. El descubrimiento del isocronismo del péndulo, la invención del muelle espiral, el progreso alcanzado en la compensación térmica, la aplicación de la ecuación del tiempo y el desarrollo de distintos tipos de escapes –paletas, áncora, cilindro, clavijas-, alcanzaron en este siglo grados de maestría difíciles de superar.

Ferdinand Berthoud (1727-1807), relojero y maestro francés, estableció en su artículo Horlogerie en la Encyclopédie6 las bases de la relojería francesa y determinó los conocimientos que debía poseer el relojero-inventor ennobleciendo de esta manera la profesión. Este estaría dotado de estudios de física, geometría, ingeniería, mecánica, astronomía y cálculo que le permitirían estipular el tamaño y la forma de cada pieza, su posición dentro del engranaje, la fuerza que debería emplear cada elemento, etc. Dichos conocimientos le diferenciaban del simple relojero reparador de máquinas. Además, definió el número de artífices especializados y la naturaleza de su participación en la creación de la máquina de un reloj. El más importante era el encargado de elaborar el “movimiento en blanco”, es decir, las ruedas y los piñones que debían poseer dureza y grosor, así como los détentes que debían estar situados a la distancia adecuada. Estos últimos serían pulidos por el finisseur -ajustador- que determinaba además la curvatura de los dientes de las ruedas, establecía los puntos de unión y dónde debían girar, fabricaba y corregía los engranajes, el escape, la sonería y la repetición y ajustaba las agujas y la lenteja del péndulo. Aparte estaba el fabricante de resortes que dotaba a la pieza de la misma densidad, templanza y elasticidad en todo el recorrido, el artífice que elaboraba la lenteja del péndulo, el que fabricaba las pesas y el que moldeaba las agujas de acero. Luego estaban los artistas que grababan y cincelaban las esferas metálicas, los pulidores, los esmaltadores, los ebanistas, los plateros, los doradores y un largo etcétera que enriquecían con su trabajo la caja del reloj7.

La ciencia relojera no dejó de progresar. El reloj se convirtió en un objeto bello y útil, en un elemento decorativo y en el intérprete de un estatus social. El talento de los artífices, en especial relojeros y broncistas, fue reconocido y recompensado oficialmente.

6 Por su doble faceta investigadora y docente Diderot (1713-1784) y D’Alembert (1717-1783) le encargaron varios artículos para L’Encyclopédie editada entre 1751 y 1772. 7 AUGARDE, J-D., Les Ouvriers du temps. La pendule à Paris de Louis XIV à Napoléon Ier., Ginebra, Antiquorum Editions, 1996, pp. 85-86.

E

Page 9: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

9

3. EL SIGLO XVIII ….

a relojería francesa fue ganando terreno a la relojería inglesa que hasta ese momento había dominado el comercio por la perfección de sus máquinas. Las cajas inglesas, de líneas severas y sobrias, estaban fabricadas en maderas de gran calidad – caoba, ébano, nogal- y las esferas –de bronce, plata o metal plateado- lucían las cifras horarias en números romanos. Las máquinas, además de dar la hora y los minutos, disponían de segundero, despertador, ecuación del tiempo, compensación térmica, salida y puesta del sol, calendarios solar y lunar, signos del zodiaco, sonerías, etc., es decir, un sinfín de mediciones que las hacía imprescindibles para aquellas personas que quisieran controlar su tiempo con exactitud y que se sintieran atraídas por la mecánica, la ciencia, la astronomía y la astrología.

En Francia, durante el reinado de Luis XIV, comenzó una era de prosperidad y riqueza y el

arte experimentó una explosión decorativa. La fabricación de relojes se concentró sobre todo en la elaboración de exquisitas cajas. Éstas, de apariencia arquitectónica y líneas rectas, ricamente ornamentadas, engalanaron los salones más elegantes y refinados. Los motivos más habituales, de claro estilo barroco, ejecutados en bronce dorado fueron: pilastras, columnas, volutas, hojas de acanto, palmetas, esfinges aladas, escenas en bajorrelieve situadas bajo la esfera simbolizando alegorías del Tiempo y figuras de dioses en relieve o en bulto redondo encarnando a Marte, a Apolo o a Minerva. Los asuntos representados reflejaron el esplendor y la atmósfera de la estancia e incluso se convirtieron en la seña de identidad de la misma. El binomio chimenea-espejo favoreció a partir de 1699 la ubicación del reloj en un lugar relevante de la casa. A partir de este momento fue considerado un objeto cotidiano y un objeto de representación integrado en una escenografía diseñada por su propietario para demostrar su poder económico y su gusto artístico.

L

John Ellicott Reloj de sobremesa inglés Bracket Bronce dorado, ébano y plata, ca. 1757 Nº inv. 10002713 ©Patrimonio Nacional

Page 10: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

10

Las cajas fueron diseñadas por afamados escultores y ornamentistas que idearon modelos exclusivos ejecutados por ebanistas, broncistas, cinceladores, plateros y, por supuesto, relojeros8. Los más decorativos estaban confeccionados en madera y enriquecidos con placas de carey, cobre dorado y aplicaciones de bronce dorado. Cristales, en la fachada y en las caras laterales, permitían ver la oscilación del péndulo. La esfera, en bronce cincelado, exhibía doce cartuchos en latón recubiertos con porcelana blanca indicando las horas en cifras romanas. Las agujas solían ser de acero. El nombre del relojero se situaba, en un cartucho esmaltado, en un lugar destacado de la esfera. Algunos ejemplares reposaron sobre una ménsula emplazada en la pared de la estancia elaborada con los mismos materiales que la caja del reloj.

Charles Le Brun (1619-1690) arquitecto, Daniel Marot (1661-1752), arquitecto y diseñador

de muebles, Jean Bérain (1637-1711), dessinateur de la Chambre et du cabinet de Roi en los Menus-Plaisirs y André Charles Boulle (1642-1732) fueron los primeros artistas que dibujaron relojes integrados en un programa decorativo9.

En Francia, la Regencia del duque Felipe de Orleans que trascurrió hasta la coronación de Luis XV fue un período de transición marcado por la evolución de los perfiles de las cajas. Éstos, poco a poco, se fueron suavizando y llenando de curvas y contracurvas culminando en la apoteosis de la rocalla. Hacia 1730 se impuso la asimetría y el dinamismo en las formas. Las guirnaldas, las grandes y jugosas hojas enroscadas, las figuras zoomorfas y antropomorfas, los pájaros, los pavos, las 8 Estos disfrutaron de este privilegio desde la fundación de la Corporación de relojeros de Francia en 1544 y fue refrendado en el artículo 19 de los estatutos de 1645. 9 Boulle editó Nouveaux Dessins de meubles et ouvrages de bronze et de marqueterie y Marot publicó en Amsterdam Nouveau Livre de boîtes de pendules, de coqs et étuys de montres et autres nécessaires aux orlogeurs. Citado por KJELLBERG, P., op. cit., p. 41.

Pierre Jacquet-Droz Detalle esfera reloj de sobremesa “El pastor”

Bronce dorado, madera, carey y textil Segundo cuarto del siglo XVIII

Nº inv. 10003042 ©Patrimonio Nacional

Page 11: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

11

águilas con las alas desplegadas, los pequeños faunos, los sátiros, las victorias aladas, los amorcillos disparando flechas, los personajes chinescos, las pagodas, las quimeras, las alegorías y un largo muestrario de elementos decorativos se entremezclaron dignificando la caja. El bronce comenzó a ser el material preferido. Broncistas como Jacques Caffieri (1678-1755), su hijo Philippe (1714-1774), Jean-Joseph de Saint-Germain (1719-1791) y Robert Osmond (1711-1789); ebanistas como Balthazar Lieutaud (+1780), Jacques Dubois (1693-1763), François Duhamel (1723-1801) y relojeros como Jean-Baptiste Baillon (1727-1772), Ferdinand Berthoud (1727-1807), Jean-Baptiste Dutertre (+1773), Étienne Le Noir (1699-1778), Julien Le Roy (1686-1759) y otros, crearon piezas excepcionales10.

Hacia 1740-1750 comenzaron a aparecer las primeras esferas de una sola pieza totalmente esmaltadas, es decir, compuestas por una placa de metal recubierta de porcelana blanca. Las cifras horarias continuaron figurando en números romanos y los minutos en números árabes, indicados generalmente de 5 en 5. Las agujas, de acero, estaban caladas y doradas. El nombre del relojero se grabó o inscribió en la esfera y en el caso de que la caja fuera de madera, ésta solía ir estampillada con el nombre del ebanista.

Uno de los tipos favoritos fue el reloj denominado cartel que a partir del reinado de Luis XV

se fijó directamente sobre la pared. Realizado enteramente en bronce, los diseños más conocidos se atribuyen al célebre ebanista Charles Cressent (1685-1768). De gran tamaño solía coronarse con la figura de un Cupido con una guadaña en la mano representando el Tiempo o lanzando una flecha, simbolizando el Amor. Otros modelos se inspiraron directamente en los singulares diseños de Gilles-Marie Oppenordt (1672-1742) y Juste-Aurèle Meissonnier (1693-1750) que, además, armonizaban con el resto del mobiliario trazado para la estancia.

10 VERLET, P., Les bronzes dorés français du XVIIIe siècle. París, Picard éditeur, 1999, pp. 106-121.

François-Louis Godon Detalle esfera reloj de sobremesa Bronce dorado, mármol y porcelana Último cuarto del siglo XVIII Nº inv. 10003093 ©Patrimonio Nacional

Page 12: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

12

En estos años también se puso de moda colocar sobre la chimenea un reloj acompañado de una pareja de candelabros, aunque no será hasta el reinado de Luis Felipe y de Napoleón III cuando estos conjuntos o guarniciones tendrán un diseño similar al de la caja del reloj. La dimensión de la chimenea varió en función de la estancia que calentaba y por este motivo, el cuerpo del reloj se adaptó a ésta. Comenzaron a elaborarse relojes de tamaño variado que se ubicaron sobre cómodas y secrétaire. En la parte inferior, las primeras peanas alojaron cajas de música.

El gusto por el exotismo favoreció la fabricación de relojes cuya caja imitaba la figura de un animal –elefantes, rinocerontes, leones- que soportaba en su lomo un cubo con la máquina y la esfera del reloj. Sobre éste, a manera de remate, la figura de un mono protegiéndose del sol gracias a una sombrilla o de un pequeño indio tocado por un sombrero de plumas. Elaborado enteramente en bronce -dorado y patinado- el animal reposaba sobre una peana de perfil asimétrico adornada con rocalla.

Jean-Baptiste Baillon Reloj de sobremesa “El elefante”

Bronce doradoy pavonado Segundo tercio del siglo XVIII

Nº inv. 10003649 ©Patrimonio Nacional

Le Faucheur Reloj cartel

Bronce dorado Tercer cuarto del siglo XVIII

Nº inv. 10055706 ©Patrimonio Nacional

Page 13: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

13

4. EL NEOCLASICISMO EN EL ARTE DE LA RELOJERÍA

…. a relojería francesa experimentó un desarrollo extraordinario durante el reinado de Luis XVI. La diversidad de asuntos y modelos elaborados y la cantidad de ejemplares fabricados son un amplio muestrario de la riqueza de este período. Durante estos años se impuso en la decoración de las cajas la simetría, la elegancia, la sobriedad y la simplicidad de la línea. El neoclasicismo, como así se llamó el nuevo estilo que surgió, revolucionó las formas, transformó el gusto y dio preferencia a la línea recta.

Los relojes, en los que aún predominó el uso del bronce, adoptaron una monumentalidad y una severidad que los distinguió claramente de las piezas realizadas durante los años precedentes. La rocalla desapareció y se multiplicaron las esquinas afiladas. Las flores, individuales, en bouquet o en guirnaldas que los aderezaban estaban cinceladas con gran precisión y naturalidad. El arabesco y la voluta fueron los ornamentos más utilizados por los escultores, los broncistas y los cinceladores. Las esfinges, las quimeras, las águilas, los carneros se fusionaron con las rosas, las palmas y los florones. Las cintas, los lazos, las cadenas y los hilos de perlas se incorporaron a la estética de la caja. Los frisos, bajo relieves y elementos decorativos se cincelaron con precisión confrontando las figuras doradas en oro brillante sobre fondo mate o sobre bronce patinado en verde y negro. Esto permitió resaltar la fineza del esculpido, matizar las formas y resaltar la delicadeza del cincelado.

Muchos modelos fueron fieles relatos de las historias más virtuosas de la antigüedad. Surgieron nuevas fuentes de inspiración fundadas en el pasado, en la historia griega y romana, en la literatura de Homero y Ovidio, en la mitología clásica y en las alegorías de las artes y de las ciencias. Figuras femeninas, vestidas con túnicas drapeadas, simulando antiguas vestales, personificando la Astronomía, la Historia, las Matemáticas o la Geografía cobraron protagonismo en la iconografía de las cajas. Grupos escultóricos reprodujeron escenas plenas de heroísmo. Las alegorías asociadas con el amor se impusieron, pero siempre dotadas de una sensualidad discreta y respetuosa.

La escultura aplicada al diseño de las cajas adquirió especial protagonismo durante estos años. Afamados arquitectos y escultores como Étienne Falconet (1716-1791), Michel-Ange Slodtz (1705-1764), Augustin Pajou (1730-1809), Jean-Baptiste Pigalle (1714-1785), Claude Michel Clodion (1738-1814), Jean-Jacques Caffieri -hermano del broncista- (1725-1792) Simon-Louis Boizot (1743-1809) y Philippe-Laurent Roland (1746-1816) diseñaron modelos exclusivos11. Algunos relojeros como Ferdinand Berthoud (1727-1807) o Jean-André Lepaute (1709-1789) costearon y patentaron estos diseños. Ornamentistas como Jean-Charles Delafosse (1734-1791) Jean-François de Neufforge (1714-1791), Henri Salembier (1752-1820), Pierre Ranson (1736-1786), Richard de Lalonde (+1780) y Aubert-Henri-Joseph Parent (1753-1835) entre otros, definieron este estilo. Desde 1772 Jean François Forty (activo 1770-1790) publicó varios dibujos y grabados de relojes que inspiraron a los cajistas a fabricar nuevos proyectos. Entre 1784 y 1790 Jean-Demosthène Dugourc presentó una nueva tendencia con diseños basados en el estilo neo-griego12.

11 AUGARDE, J-D., op. cit., pp. 137-169. 12 TARDY, La pendule française dans le monde. París, 1981, 5ª edición, tomo II, p. 12.

L

Page 14: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

14

En Francia, broncistas como Pierre Gouthière (1732-1813), Jean-Simon Deverberie (activo

1775- 1821), Pierre-Philippe Thomire (1751-1843) y los ya citados Philippe Caffieri y Robert Osmond colaboraron estrechamente con los relojeros. En España hay que citar a Manuel de Urquiza (documentado en 1820-1839), a Antonio Vendetti (activo 1763-1771) y a Juan Bautista Ferroni (+1806). Ya en 1751 los broncistas habían decidido que todas las obras que salieran de sus manos deberían ir firmadas y que sus marcas quedarían registradas tanto en la oficina del procurador real como en la sede de la corporación. Y para evitar los fraudes y las copias, en 1766 decidieron crear una oficina que registrara los nombres de los artífices junto con el diseño que habían creado13. Estos broncistas, muchos de ellos marchantes, además proveyeron a su clientela de una amplia gama de dibujos de candelabros, de jarrones, de apliques, de lámparas, etc., que encajaban perfectamente con el reloj y con el resto del mobiliario seleccionado para la estancia.

El bronce, como ya hemos comentado, -dorado y pavonado- mantuvo su hegemonía. No obstante, el mármol blanco y de color ganó protagonismo. La porcelana policromada con materiales procedentes de las fábricas inglesas de Wedgwood –motivos en relieve de color blanco sobre fondo azul-, de las francesas de Sèvres y Chantilly y de las alemanas de Meissen se abrió paso paulatinamente. El biscuit y el esmalte, éste último aplicado sobre todo en las esferas, fueron utilizados en las piezas más ornamentales.

Se perpetuó la esfera ejecutada con una plancha de metal esmaltada de blanco y muchas de ellas se embellecieron con motivos esmaltados reproduciendo flores, finas guirnaldas, elementos geométricos y medallones encerrando los signos del Zodiaco. Las más ricas incluso se adornaron con paisajes y con escenas. Estas pequeñas obras de arte fueron acometidas por esmaltadores como Joseph Coteau (1740-1801), Henri-François Dubuisson (activo 1769-1823) y Georges-Adrien Merlet (activo entre 1781-1812) que colaboraron con relojeros como Jean-Simon Bourdier (activo entre 1787-1825) y con marchantes como François-Louis Godon (1755-1800).

13 AUGARDE, J-D., op cit, p. 135 y VERLET, P., op.cit., p. 309.

François-Louis Godon Reloj de sobremesa “El juramento del amor” Bronce dorado y pavonado, mármol Último cuarto del siglo XVIII Nº inv. 10002636 ©Patrimonio Nacional

Page 15: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

15

Las cifras horarias en números romanos se mantuvieron, pero se impusieron cada vez más las cifras árabes. La esfera, en muchas ocasiones, perdió su posición central y se desplazó hacia un lateral alojándose incluso en pequeños espacios de la caja como la rueda de un carro, el tronco de un árbol, un pedestal o el escudo de un guerrero. En los relojes más complicados se incluyeron esferas auxiliares, en ocasiones bellamente esmaltadas, para indicar en ellas, el calendario, el semanario, la salida y la ocultación de la luna, los signos del Zodiaco, etc.

Las agujas, de bronce o latón dorado, caladas, terminadas en flor de lis fueron uno de los elementos más exquisitos de estos objetos, aunque no siempre han llegado hasta nosotros porque muchas fueron sustituidas durante la Revolución Francesa para eliminar cualquier referencia a la monarquía.

La mayoría de los relojes lucen en la esfera el nombre del relojero que fabricó la máquina e incluso la localidad de elaboración. Sin embargo, la escasez de marcas de broncistas o cinceladores nos ha impedido en muchos casos identificar al autor de la caja.

Las cajas de música y los pequeños órganos de flautas, que podían interpretar hasta veinte arias diferentes, se popularizaron y se añadieron y ocultaron en plintos y basamentos de bronce o de madera sin decorar.

La sencilla máquina París, que recibió este nombre de la ciudad donde en mayor número fue fabricada, prescindió del caracol, componente imprescindible en la máquina inglesa, tanto en el tren de marcha como en el tren de sonería. Abandonó el escape de paletas que ocupaba mucho espacio en el engranaje y empleó primero el de áncora y después el de clavijas y el de cilindro. Formada por platinas redondas, el motor de resorte permite mantener en marcha la máquina durante una semana. Dos trenes, fácilmente identificables por las bocas de las llaves que se observan en la esfera, tocan la hora y las medias. Un pequeño martillo golpea una campana generando una rítmica sonería.

Los relojes se protegían del polvo gracias a guardapolvos, escaparates y cubiertas. De esta manera se evitaba que éste se acumulase sobre todo en los engranajes. En muchos casos fueron construidos por importantes broncistas como la familia Urquiza (Domingo, Manuel e Ildefonso), José Giardoni y los franceses Leprince (Luis y Dionisio). Otros estaban fabricados en latón dorado,

Joseph Coteau Detalle esfera reloj de sobremesa

Bronce dorado, porcelana y esmalte Último cuarto del siglo XVIII – principios del siglo XIX

Nº inv. 10029171 ©Patrimonio Nacional

Page 16: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

16

con apliques de bronce y cristales planos. Los más económicos eran simples campanas de cristal soplado, lo que actualmente conocemos como fanal.

En cuanto a las tipologías, además del ya mencionado cartel, de líneas simples, racionales y

armónicas, otros modelos derivados de estilos anteriores dieron paso a nuevas creaciones como: el reloj-lira, de líneas puras; el reloj-urna de clara influencia clásica; el reloj-jarrón reproduciendo los mismos modelos creados en cerámica14 y en porcelana; el pendule borne, de finas líneas fabricado en bronce y excepcionalmente en madera; el reloj columna de sección cilíndrica o poligonal; el reloj obelisco de claras connotaciones militares; el reloj templete y sobre todo el reloj con figuras.

En este último, una vez más, la escultura juega un papel esencial. Aunque, como ya hemos comentado, muchas de las figuras están inspiradas en la Antigüedad clásica, especialmente en la mitología griega y romana, el asunto que prevalece es el Amor personificado en querubines, amorcillos, faunos, sátiros, ninfas, etc. Los personajes suelen ir acompañados de sus atributos para que puedan ser fácilmente identificados. Los frisos de bronce, en bajorrelieve, cincelados, situados en el basamento de la caja, figuran escenas animadas y complementan el tema representado razonando un argumento. Las cajas presentan múltiples variantes y si bien, dos ejemplares pueden parecer similares, siempre algún detalle particular las diferencia y las convierte en exclusivas. Estos ejemplos triunfaran durante el estilo Imperio y perduraran durante todo el siglo XIX.

Destacan por su finura y simplicidad un buen número de ejemplares en forma de templete o pórtico clásico integrado por columnas o pilastras –generalmente dos o cuatro- rematadas por capiteles de todos los órdenes –dórico, jónico, corintio y compuesto- que soportaban un entablamento interrumpido por un cubo donde se alojaba la máquina y la esfera del reloj. El resto de

14Influenciado por el arte de Keramikos estos ejemplares adoptan formas variadas.

Anónimo Reloj de sobremesa “Diana cazadora”

Bronce dorado, mármol y cristal Primer cuarto del siglo XIX

Nº inv. 10052202 ©Patrimonio Nacional

Page 17: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

17

la caja se decoraba con contarios de perlas, ovas, grecas, rosetas, hojas de acanto entrelazadas, guirnaldas y un largo etcétera inspirados siempre en el mundo clásico. Algunos ejemplares se coronaron con la figura de bulto redondo de Minerva ataviada con casco, escudo y lanza o con un águila con las alas desplegadas. Estos elementos decorativos solían realizarse en bronce mientras que la estructura -basa, columnas, pilastras y entablamento- se elaboraba en mármol. Las columnas podían ser lisas o acanaladas con apliques de bronce y las pilastras se adosaban a figuras femeninas ataviadas con indumentaria clásica, personajes mitológicos, cariátides y esfinges. Esta concepción racional de la arquitectura evolucionó hacia otro modelo constituido por dos pirámides que flanqueaban el cubo que alojaba la máquina y la esfera del reloj, suspendido de dos cadenas y rematado en una figura de bulto redondo.

Otro tipo se inspiró en temas de actualidad como la primera ascensión en globo, que tuvo

lugar en Versalles en 1784 con la presencia de toda la Corte y en el real sitio de Aranjuez en el mes de junio de ese mismo año ante la atenta mirada del rey Carlos III15. Recibieron el sobrenombre de “pendule à la montgolfière”.

Modelos caracterizados por su elegancia tuvieron como objetivo la difusión de la lectura, la glorificación de la música, el desarrollo de las artes y de las ciencias y el descubrimiento de nuevos continentes como África y América. Las protagonistas suelen ser figuras femeninas ataviadas con indumentaria clásica, que reposan sobre el cubo que aloja la esfera y la máquina del reloj leyendo un libro, dibujando en una pizarra, portando una esfera celeste o armilar, tocando un instrumento musical, o acompañadas de instrumentos científicos.

15 Ascensión de un globo Montgolfier en Aranjuez. Antonio Carnicero Mancio, hacia 1784. Museo Nacional del Prado.

Jacques-Mathurin Bourret Reloj de sobremesa

Bronce dorado y mármol Primer cuarto del siglo XIX

Nº inv. 10069565 ©Patrimonio Nacional

Page 18: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

18

Con el paso del tiempo, y la importancia concedida a la caja, la esfera como ya hemos

comentado comenzó a ser inapreciable. Muchas fueron simples anillos giratorios, denominados cadran tournant, en pareja, independientes, -un anillo para las horas y otro para los minutos-, de metal recubiertos de porcelana blanca, con las cifras horarias policromadas en negro señaladas por una simple flecha o por la lengua de una serpiente. No eran muy precisos porque se concedió más importancia a las figuras y a la forma de la caja que a la exactitud y la precisión de la máquina. Uno de los modelos más célebres fue conocido como “Las Tres Gracias”, cuya caja estaba protagonizada por tres figuras femeninas que sostenían una urna que alojaba la esfera y la máquina del reloj16. Realizado en varias versiones y diferentes materiales este asunto continuó realizándose hasta la época de la Restauración. En el Museo del Romanticismo se conserva un exquisito ejemplar (CE7418) realizado a finales del siglo XIX, pero fiel a la estética de finales del siglo XVIII17.

16 Inspirado en la escultura de Germain Pilon y en el grupo elaborado en mármol blanco por el escultor Étienne-Maurice Falconet que se conserva en el Museo del Louvre de París. 17 El autor del movimiento es Étienne Maxant (act. 1880(ca)-1905 (ca). La caja es de mármol y bronce.

Anónimo Reloj de sobremesa “La Astronomía”

Bronce dorado Primer cuarto del siglo XIX

Nº inv. 10072317 ©Patrimonio Nacional

Etienne Maxant Reloj de sobremesa “Las Tres Gracias”

Bronce dorado, último tercio del siglo XIX CE7418

Sala IV: Salón de Baile Museo del Romanticismo

Detalle de la esfera

Page 19: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

19

A finales del siglo XVIII surgió el reloj esqueleto gracias al interés del público por la ciencia y por la mecánica. Su elegancia se basó en la belleza de la máquina y se construyeron durante más de un siglo. El relojero quiso exhibir el rigor y la precisión del mecanismo, la fineza de los engranajes y

de las ruedas y la simplicidad del escape prescindiendo de lo decorativo siempre que le fuera posible. En España tenemos un magnífico ejemplar construido por un relojero español llamado Manuel Gutiérrez que enlaza con las mejores creaciones inglesas. Creó una jaula integrada por cuatro pilastras de acero que encerraba una sobria máquina, con motor de resorte, caracol y escape de paletas18. La prioridad de estos relojes era revalorizar la perfección y la complejidad de la maquinaria mediante una armadura estrictamente funcional que cobijaba la esfera del reloj. Estos relojes necesariamente debían estar protegidos por fanales y escaparates para evitar la acumulación de polvo en el engranaje.

Por último, durante el siglo XVIII, también se fabricaron reguladores de precisión, bien de

caja alta o de sobremesa. La sobriedad de la caja, de líneas rectas, elaborada en madera decorada con bronce dorado o exclusivamente de este último material, con paredes de cristal, contrastaba con la riqueza de los tipos anteriores. Sus esferas indicaban la hora actual, la ecuación del tiempo, las fases de la luna, el calendario, el semanario, etc., en fin, un abanico de mediciones necesarias para controlar el tiempo con gran exactitud. Relojeros como los ya mencionados Ferdinand Berthoud, Julien Le Roy, junto con Jean-Baptiste Lepaute (1727.1802), Robert Robin (1742-1799), Jean-Antoine Lépine (1720-1814), Antide Janvier (1751-1835) y el reconocido maestro Abraham-Louis Breguet (1747-1807) comenzaron a fabricar los mejores ejemplares que en gran número, en parte por su calidad, han llegado hasta nosotros.

Los lazos familiares que unieron a la corte de París con las cortes europeas reforzaron la influencia cultural de Francia sobre Europa central. La relojería española que siempre había estado bajo la influencia de la francesa se afianzó aún más y la mayoría de los relojes fueron adquiridos en la capital francesa por marchantes españoles y franceses.

La supresión de las corporaciones en 1791 instauró la libertad en el trabajo y permitió, por ejemplo, que los esmaltadores vendieran relojes sin la obligación de tener que colocar en sus esferas el nombre del relojero que había fabricado el movimiento. Esto explica que, a partir de esta fecha, relojes con bellas esferas esmaltadas no luzcan el nombre del relojero y sólo firme en ella el esmaltador. A la contra, asimismo los relojeros, podían vender relojes sin registrar en la esfera el nombre del esmaltador.

18 ARANDA HUETE, A., Relojes de reyes en la corte española del siglo XVIII. Madrid, Patrimonio Nacional, 2011.

Manuel Gutiérrez Reloj de sobremesa “esqueleto” Bronce dorado, acero y cristal ca. 1772 Nº inv. 10003662 ©Patrimonio Nacional

Page 20: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

20

5. SIGLO XIX: EL ESTILO IMPERIO Y EL ESTILO RESTAURACIÓN

….

a historia de la relojería en Francia en los últimos años del siglo XVIII y en los primeros del siglo XIX pasó por varias etapas – estilo Revolucionario, estilo Directorio, estilo Consulado- que no dejaron apenas huella en la producción ni influyeron en otras escuelas relojeras. Durante el período revolucionario sólo destacar la imposición del calendario decimal que apenas duró un año y que quedó patente en algunas esferas19.

La época del Directorio -1795 a 1799- , a pesar de ser una etapa de transición, favoreció la llegada de nuevos asuntos resaltando, por ejemplo, las distintas versiones de relojes cuya caja figuraba un carro tirado por dos o cuatro caballos20. Está tipología triunfará en la época Imperio. De estos años señalar además los relojes de negros ó bons sauvages, llamados así por estar fabricados en bronce pavonado y porque la fuente de inspiración fueron los esclavos africanos que trabajaron en las plantaciones de algodón. La demanda popular propició el éxito de temas como “el porteador de agua”, el “afilador”, “América” y “los indios entrelazados”21. El reloj esqueleto, que, como ya hemos comentado, apareció tímidamente en los últimos años del siglo se convirtió en el modelo más solicitado por su belleza y por su precisión.

19 El día se dividió en diez horas de cien minutos cada una. La semana diez días. Cada mes tres semanas. El año estaba compuesto por doce meses de 30 días. Los cinco días que sobraban se destinaron a celebrar fiestas republicanas. 20 El carro de Apolo, cuyo primer modelo fue diseñado por Jean-Simon Deverberie (activo 1775- 1821); el de las Cuatro Estaciones por Philippe-Laurent Roland (1746-1816); el carro de Telémaco por Jean-André Reiche (1752-1817); el carro de Cibeles o el carro del Amor por Claude Galle (1759-1815). En casi todos ellos la esfera se alojaba en la rueda del carro. 21 La curiosidad por estos temas surgió en la sociedad francesa a partir de los escritos de Jean-Jacques Rousseau y de la novela de Bernardin de Saint-Pierre, Paul et Virginie, escrita en 1787 y publicada en 1801. Coincidió además con la abolición de la esclavitud que la Convención Nacional decretó en 1794 aunque Napoleón la restableció en 1802. KJELLBERG, op. cit., pp. 342-359. OTTOMEYER, H. y PRÖSCHEL, P., Vergoldete Bronzen, Munich, Keinkhardt and Biermann, 1986, tomo I, pp. 379-381.

L

Michel-François Piolaine Reloj de sobremesa “El porteador”

Bronce pavonado y dorado Primer cuarto del siglo XIX

Nº inv. 10025602 ©Patrimonio Nacional

Page 21: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

21

La ocupación napoleónica de buena parte de Europa, incluyendo España, impuso los modelos parisinos. Los asuntos inspirados en la Antigüedad se trataron con más rigor que en los estilos precedentes. En torno al emperador se forjó un programa de propaganda política que se extendió por todas las artes. Las figuras escultóricas se impusieron en las cajas de bronce dorado, mármol y biscuit. La elección de un personaje histórico se manipuló para rendirle homenaje y para que la figura de Napoleón se identificará con él. Con frecuencia, se recurrió a la representación de Julio César empuñando el bastón de mando. Las armas y los trofeos aludían a sus campañas militares.

Según Tardy22, el verdadero estilo Imperio surgió en la relojería francesa en 1804-1805 reflejando los gustos artísticos de Napoleón I. Durante los treinta primeros años del siglo, los modelos se mantuvieron casi inalterables. Por este motivo, es difícil fechar con precisión algunos ejemplares ya que el mismo diseño se elaboró tanto en estilo Imperio como en estilo Restauración. El reloj Imperio se caracterizó por la monumentalidad, la robustez y la severidad de las formas. Prevaleció de nuevo el bronce y los frisos, los bajorrelieves y el resto de los elementos decorativos se inspiraron rigurosamente en la Antigüedad griega, romana y egipcia. Cincelados con precisión, como en años precedentes, estos, en oro brillante resaltaban sobre un fondo dorado mate o pavonado. El mármol, el pórfido, el alabastro, el cristal tallado, el biscuit y la porcelana policromada continuaron utilizándose como materiales complementarios. Las esferas esmaltadas se sustituyeron poco a poco por otras realizadas total o parcialmente en metal dorado o plateado, cuyo centro está ricamente grabado o adornado con la técnica guilloché. Las cifras horarias aparecen representadas en finos números romanos o en árabes ligeramente relevados. Se implantaron las agujas sencillas al estilo Breguet, simples segmentos interrumpidos por un círculo.

Charles Percier (1764-1838) y Pierre-François-Léonard Fontaine (1762-1853) diseñaron y patentaron los modelos más exclusivos. El pintor Jacques-Louis David (1748-1825) influyó también poderosamente en la inspiración de algunos modelos como por ejemplo en El Juramento de los Horacios, cuadro del que se elaboraron varias versiones. El ya mencionado Pierre Philippe Thomire destacó como broncista junto a Claude Galle (1759-1815), André-Antoine Ravrio (1759-1814) y Pierre-François Feuchère (1737-1823). En cuanto a los relojeros, destacaron una vez más la familia Lepaute, los Le Roy, Antide Janvier y Abraham-Louis Breguet.

Los personajes y las escenas que protagonizaron las cajas reflejaron más severidad y sus movimientos fueron más contenidos que en años precedentes. Asuntos ya conocidos como Urania, Diana cazadora, Apolo, etc., ostentaron cierta rigidez, pero no por ello perdieron elegancia y belleza. La máquina y la esfera del reloj solía alojarse en un plinto. A éste le flanqueaba una figura, a veces apoyada en él, y varios elementos iconográficos alusivos al asunto representado. En otras ocasiones el cubo servía de asiento. Con el tiempo, la esfera se integró en el diseño llegando a pasar desapercibida.

22 TARDY, op. cit, tomo II, p.260.

Page 22: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

22

El reloj en forma de lira, claro homenaje a la música, que había surgido durante el reinado

de Luis XVI evolucionó hacia formas más sencillas como el ejemplar conservado en el Museo Nacional del Romanticismo (CE7400). En bronce cincelado y dorado, el instrumento reposa sobre una base poligonal. Adornado en la parte superior por cabezas de águilas, cisnes o simples volutas suele rematarse con una representación de la cabeza de Apolo, con un Cupido niño o con una simple máscara. Los tipos más antiguos situaban el movimiento del reloj entre los dos brazos y en muchos casos éste ejercía la función de péndulo o balancín.

Anónimo Reloj de sobremesa “Urania” Bronce dorado. Primer cuarto del siglo XIX Nº inv. 10026319 ©Patrimonio Nacional

Anónimo Reloj de sobremesa “Lira”

Bronce dorado, primer tercio del siglo XIX CE7400

Sala III: Antesalón Museo del Romanticismo

Page 23: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

23

A partir de 1830 los asuntos de contenido romántico sustituyeron a los dioses del Olimpo. Las guarniciones de chimenea integradas por un reloj y dos candelabros o dos jarrones a juego se convirtieron en imprescindibles. Aún, durante estos años, en pleno Romanticismo, poseer un reloj era signo de superioridad intelectual. Para su propietario, todavía ilustraba el papel que ocupaba dentro de la sociedad. Por este motivo, y debido al abaratamiento de los precios, intentó disfrutar de un reloj en cada una de las estancias de su vivienda, adaptando la caja al estilo artístico imperante en la sala.

El arte del Segundo Imperio -1852 a 1870- recuperó el pasado más glorioso. La fuente de inspiración fue el siglo XVIII, pero los objetos, que se ejecutaron en gran número para ser asequibles a una clientela más amplia, perdieron calidad y rigor. Madera teñida adornada con filetes de cobre, bronces de mediocre calidad, aleaciones de metales a base de estaño y cinc y dorados electroquímicos, conocidos como galvanoplastia, se emplearon en la fabricación en masa de relojes que inundaron el mercado y deterioraron la imagen de este estilo.

Por último, el reinado de Napoleón III se caracterizó por fomentar el uso de guarniciones

que decoraban las consolas y las chimeneas. Era frecuente encontrar magníficos diseños en los catálogos de bronces franceses publicados por Ferdinand Barbedienne (1810-1982). Se fabricaron para todos los gustos y para todos los bolsillos. La opulencia y el exceso fueron sus señas de identidad. La máquina solía situarse en el zócalo de bronce ó mármol y sobre él se superponían grupos de figuras alusivas a la mitología, a la alegoría y a la historia entrelazadas con motivos vegetales y animales. Las copias y las imitaciones de relojes antiguos convivieron con originales diseños de los broncistas más afamados como el ya citado Barbedienne, Jean-Jacques Feuchère (1807-1852), Raingo Frères (ac. 1813-1889) y otros.

En España, se imitaron todos estos estilos. El comercio con Francia, potenciado por el gusto de la sociedad, inundó de estos objetos las residencias de nobles y burgueses. Muchas casas comerciales francesas establecieron delegaciones en las ciudades españolas creando una amplia red de distribución entre ambos países. Las Exposiciones Universales divulgaron los nuevos productos cada vez más industriales.

Page 24: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

24

6. RELOJ BURGUÉS ….

l auge de la burguesía, a mediados del siglo XVII, benefició el desarrollo del reloj mecánico. El reloj de figuras fue el primer fruto de esta relación. Desde un primer momento, la diferencia en la calidad de los materiales fue evidente entre el reloj de estilo Imperio y el reloj Restauración.

La demanda de la sociedad burguesa, deseosa de embellecer su vivienda con relojes similares a los que decoraban las residencias más adineradas, precipitó la creación de piezas en serie. El diseño único quedó reducido a un cliente especial. A partir de 1780 se comprobó lo costoso que resultaba un modelo exclusivo ya que se debía pagar al diseñador, al que realizaba el molde en arcilla o en cera, al que elaboraba el vaciado, etc. Por este motivo, se decidió permitir que un mismo asunto se reprodujera varias veces y así amortizar el precio del diseño. El número de copias de un modelo estaba condicionado por el éxito de su autor y la belleza del diseño. Los cajistas repitieron los asuntos más exitosos y solicitados por la clientela. Los ejemplares, como ya hemos comentado, no eran idénticos y mostraban siempre alguna variación, eliminando e incorporando elementos ornamentales. A partir de una figura central se podía modificar su significado en función de los objetos que la acompañaran. Sin embargo, muchas cajas si fueron plagiadas. Esto ocasionó pleitos y denuncias que han quedado registrados en los archivos notariales.

La democratización de la relojería implicó la multiplicación del número de relojes que se vendieron para decorar las residencias burguesas. Y para adaptarse mejor a las dimensiones de los interiores de las nuevas viviendas redujeron su tamaño y con el tiempo, la calidad de la pieza. En algunos inventarios se les denominó “relojes de gabinete”. Los relojes cuyas cajas representaban escenas de la vida cotidiana comenzaron a aparecer tras la Revolución Francesa. Estos temas apacibles presagiaban ya el ambiente liberal y el programa político de la burguesía en vísperas de su ascensión social.

E

Anónimo Reloj de sobremesa “Mercurio” Bronce dorado, primer tercio del siglo XIX CE0244 Sala XI: Comedor Museo del Romanticismo

Page 25: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

25

La riqueza técnica de las cajas fabricadas en bronce dorado y pavonado propias del siglo XVIIII, dio paso en el siglo XIX, a piezas elaboradas también en bronce, pero de menor calidad. El dorado ya no se aplicó con la técnica ormolu sino mis en couleur d’or. El mercurio utilizado en la amalgama de oro finamente molido que cubría la pieza, al quemarse en el horno, desprendía vapores muy nocivos para la salud del broncista. Por este motivo, se buscaron nuevas técnicas menos dañinas para el bienestar de los artífices.

Durante todo el siglo XIX, en la mente de la sociedad burguesa, poseer un reloj todavía era

signo de riqueza y poder adquisitivo. Para su propietario, además de organizar su rutina y decorar su residencia, contribuía a enviar un mensaje, reafirmar su personalidad y reforzar el papel que ocupaba dentro de la sociedad. La comercialización de estos objetos aumentó en muchos casos de manera descontrolada. La libertad de comercio permitió la llegada de relojes del extranjero, lo que acrecentó la competitividad. Este factor, que podría haber sido beneficioso para la industria relojera, se convirtió, con el tiempo, en causa de decadencia ya que las cajas y sobre todo las máquinas perdieron calidad. Las compañías comerciales se hicieron con el control de la producción. Otro factor importante para la difusión de los relojes franceses por toda Europa y parte de América fue la compra de éstos por los viajeros que visitaban París y que querían llevarse a su hogar un recuerdo de este viaje. Aquellos que disfrutaron de poder adquisitivo adquirieron en los comercios especializados objetos de moda que decoraban las estancias de su residencia.

Anónimo Reloj de sobremesa “La Música” Bronce dorado, mediados del siglo XIX CE8460 Sala IX: Salita Museo del Romanticismo

Page 26: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

26

7. EL RELOJ Y LA CIENCIA ….

l reloj, desde su nacimiento ha estado vinculado con la ciencia bien como instrumento científico dedicado a la medición del tiempo o como objeto de arte cuya caja rendía homenaje a la ciencia y a la astronomía.

Galileo Galilei (1564-1642) descubrió en torno a 1602 las leyes del isocronismo del péndulo. Su teoría de que un péndulo oscilante podría ayudar a medir el tiempo y alcanzar la precisión en su control, llevó a muchos estudiosos a señalar a Galileo como el inventor del reloj de péndulo. Pero realmente las fuentes documentales otorgan esta autoría a Christian Huygens (1629-1695), astrónomo, físico y matemático neerlandés, miembro de la Royal Society de Londres y de la Academia de las Ciencias de Francia, donde conoció los avances técnicos de los científicos ingleses y franceses. Publicó en 1673 “Horologium oscillatorium” tratado en el que sienta las bases de la teoría del centro de oscilación y el uso del péndulo como elemento regulador para calcular con exactitud el tiempo.

Varios relojeros, como ya hemos comentado, investigaron y perfeccionaron sistemas de medición para alcanzar la precisión y así poder controlar el tiempo en tierra firme y en el mar. Publicaron libros que reunían sus conocimientos con la intención de integrarse en el mundo de los ilustrados. Por ejemplo, Isaac II Thuret (ca. 1630-1706) fue muy conocido en los círculos artísticos y científicos de la corte de Luis XIV y llegó a ser nombrado relojero de la Academia de las Ciencias. Julien Le Roy (1686-1759), Ferdinand Berthoud23 (1727-1807) y Jean Romilly (1714-1796) participaron en la redacción de la Encyclopédie. Otros, como Pierre III Le Roy (1717-1785), hijo de Julien y Jean-André Lepaute (1709-1789) rivalizaron para ser los primeros en construir relojes marinos. Se creó una corporación de maestros relojeros fundidores y cinceladores de bronce ocupados en exclusividad a la construcción de relojes con globos y esferas celestes y terrestres24.

La sociedad también se interesó por el desarrollo de la ciencia y promovió la creación de escuelas y academias dedicadas a su estudio, destacando especialmente la Academia de las Ciencias francesa que se encargó de divulgar el conocimiento científico en el Siglo de las Luces.

23 Destaca por el buen número de publicaciones científicas que escribió. Los estudios críticos que se han realizado sobre sus escritos demuestran el lugar destacado que ocupa en la historia de la relojería. Entre otras: L’Art de conduire et de régler les pendules et les montres. A l’usage de ceux qui n’ont aucune connaissance d’horlogerie, 1759; Essai sur l’horlogerie, dans lequel on traite de cet art relativement à l’usage civil, à l’astronomie et à la navigation, en établissant des principes confirmés par l’expérience, 1763 y 1786; Traité des horloges marines, contenant la théorie, la construction, la main-d’œuvre de ces machines, et la manière de les éprouver, pour parvenir, par leur moyen, à la rectification des Cartes Marines et à la détermination des Longitudes en Mer, 1773, etc. 24 AUGARDE, J.-D., op. cit, p. 129.

E

Page 27: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

27

Desde el siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX muchos ejemplares reproducen en sus cajas figuras escultóricas representando a las Ciencias y las Artes. Los relojeros fabricaban la máquina y los broncistas creaban exquisitas cajas que personificaban las artes liberales patrocinando y estimulando el desarrollo del estudio y de la lectura. Estos artífices tuvieron mucho que ver en la transformación del concepto de reloj y de su presencia en la sociedad moderna. Éste, a partir de este momento deja de ser sólo un objeto científico y se convierte además en una obra de arte.

8. OTROS EJEMPLARES

…. ean-André Lepaute fue uno de los primeros relojeros franceses que encargó el diseño de una caja que representara el tema de Urania. En sus ejemplares, la figura de la musa aparece sentada, posando su mano sobre la esfera celeste, colocada sobre un plinto. Realizado en bronce y mármol o en biscuit fue un modelo que gozó de gran éxito y se copió varias veces. Un ejemplar de gran calidad técnica se conserva en el Palacio Real de Madrid (nº inv. 10002253)25.

De iconografía similar, pero con la musa de pie, sosteniendo en su mano izquierda un

telescopio pequeño y completando la decoración de la caja con una alegoría del río Nilo se conservan también varios modelos. Uno de ellos también en la colección de Patrimonio Nacional (nº inv. 10047320) está elaborado enteramente en bronce dorado.

25 COLÓN DE CARVAJAL, J. R., op.cit, p. 165.

J

Pierre-Henry Lepaute Reloj de sobremesa “Urania”

Bronce dorado, porcelana, mármol y plata Primer tercio del siglo XIX

Nº inv. 10002253 ©Patrimonio Nacional

Page 28: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

28

Otro ejemplar en el que aparece la musa Urania acompañada de un amorcillo que observa la salida de la luna con un catalejo –desaparecido- se conserva en el Palacio Real de Madrid (nº inv. 10002296). Firmado en la esfera por el relojero francés Nicolas-Pierre-François Dubuc, L’aîne, la caja está elaborada en mármol blanco y bronce pavonado y dorado26.

Como hemos comentado, una misma caja podía adquirir otro significado si la figura central

se acompañaba de otros elementos decorativos. Por ejemplo, un ejemplar con caja similar – figura femenina de pie, con indumentaria clásica, plinto simulando una biblioteca y un transportador de ángulos rematando un balaustre-, se ha identificado por Tardy como la Lectura, porque la figura porta un libro en su mano derecha27.

Relacionado con este asunto encontramos otro reloj titulado “La lección de Astronomía”, llamado así porque la figura, siempre acompañada por instrumentos astronómicos, lee con atención un libro que porta en su mano28.

Por último, en algunas cajas se reproduce a Urania acompañada de la musa Clio –la Historia- pues ambas musas se enzarzaron en una disputa académica. Un reloj con este asunto se conserva en la colección J. Paul Getty Museum de Malibu29.

26 ARANDA HUETE, A., op. cit, CD, p. 290 y COLÓN DE CARVAJAL, J.R. op. cit, p. 54 27 TARDY, op. cit, p. 289. 28 RUIZ TRONCOSO, M., op. cit, nº catalogo 142. 29 VV.AA., European Clocks in the J. Paul Getty Museum, Los Angeles, 1996, pp. 114-123.

Anónimo Reloj de sobremesa “Urania”

Bronce dorado, primer tercio del siglo XIX Nº inv. 10047320

©Patrimonio Nacional

Nicolás-Pierre-François Dubuc L´Aîne Reloj de sobremesa “Urania” Bronce doradoy pavonado

Último cuarto del siglo XVIII Nº inv. 10002296

©Patrimonio Nacional

Page 29: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

29

9. BIBLIOGRAFÍA ….

ARANDA HUETE, A., Relojes de reyes en la corte española del siglo XVIII, Madrid, Patrimonio Nacional, 2011. AUGARDE, J.-D., Les Ouvriers du temps. La pendule à Paris de Louis XIV à Napoléon Ier., Ginebra, Antiquorum Editions, 1996. BERTHOUD, F., Traité des horloges marines, contenant la théorie, la construction, la main-d’oeuvre de ces machines, et la maniere de les éprouver, pour parvenir, par leur moyen, a la rectification des cartes marines, et a la détermination des longitudes en mer, avec figures en taille-douce, París, Chez J. B. G. Musier fils, 1773. CARDINAL, C., Les montres et horloges de table du Musée du Louvre, 2 vol., Paris, 2000. COLÓN DE CARVAJAL, J.R., Catálogo de relojes de Patrimonio Nacional, Madrid, 1987. DUPUY-BAYLET, M.-F., Pendules du Mobilier National 1800-1870, Paris, Éditions Faton, 2006. HEUER, P. y MAURICE, K., European Pendulum Clocks, Pennsylvania, Schiffer,1988. HUGHES, P., Clocks and Barometers in the Wallace Collection, Londres, Trustees of the Wallace Collection, 1994. KJELLBERG, P., Encyclopédie de La pendule française du Moyen Age au XXe siècle, Paris, Les éditions de l’amateur, 1997. NIEHÜSER, E., French Bronze Clocks, 1700-1830, Atglen (PA), Schiffer, 1999. OTTOMEYER, H. y PRÖSCHEL, P., Vergoldete Bronzen, Munich, Keinkhardt and Biermann, 1986. RUIZ TRONCOSO, M., El Palacio del Tiempo. Museo de relojes de Jerez, Séneca Ediciones, 2017. VERLET, P., Les bronzes dorés français du XVIIIe siècle, París, Picard éditeur, 1999. TARDY, La pendule française dans le monde, París, 1981, 5ª edición. VV.AA, European Clocks in the J. Paul Getty Museum, Los Angeles, 1996.

Page 30: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,

LA PIEZA DEL TRIMESTRE. CICLO 2018

....

Primer trimestre: enero-marzo Mercedes Rodríguez Collado ABANICO DE PLUMAS PERTENECIENTE A CAROLINA CORONADO

Segundo trimestre: abril-junio Carmen Linés BARAJA DE LA REVOLUCIÓN. 150 ANIVERSARIO DE LA GLORIOSA.

Tercer trimestre: julio-septiembre Raquel Sánchez BUSTO DE EUGENIO DE OCHOA (SALA DE LITERATURA Y TEATRO)

Cuarto trimestre: octubre-diciembre Amelia Aranda Huete RELOJ CON ALEGORÍA DE LA ASTRONOMÍA (SALA III)

Coordinación: Rebeca Benito Lope Diseño y maquetación: Rebeca Benito Lope y Álvaro Gómez González

Esta Pieza del Trimestre está incluida en el proyecto de divulgación de la astronomía, “Cultura con C de Cosmos".

Page 31: Pieza del trimestre OCTUBRE-DICIEMBRE 201801604123-1ffc-448d-99a4-d11679d7ea58/... · musa Urania, una de las nueve musas de las artes liberales que pertenecía al cortejo de Apolo,