Plantin (2004) Dónde está la argumentación.pdf

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  • 950-23-1312-7

    l\Lingsti'ca 1. Arnoux, Elvira N. de

    Eudeba Universidad de Buenos Aires

    Primera edicin: marzo de ,2204 ,

    2004, Editorial UnveTsitaria de Buenos Aires Sociedad de Economia Mixta Av. Rivadav.ia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires Te!.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202 www.eudeba.com.ar

    Correccin de estilo: Andrea Estrada Edicin tcnica: Nora Manriqu.e Diseo de coleccin.: Siluina Simondet Diagramacin: Flix C. Lucas Correccin general: Eudeba

    ISBN 950-23-1312-7 ImpTeso en la Argentina Hecho el depsito que establece la ley 11.723

    LA. POTocorrA />IIIT,\AL LW!-tO

    '00 No se pennite la reproduccin total o parcial de este libro. ni su almacenamiento en un sistema :informtico, ni su transmisin en cualquier [arrua o por cualquier medio, electrnico, mecnico, fotocopias u otros mtodos, sin el permiso previo del editor.

    ndice

    Presentacin .7 Eluira N. de Arnouxy Martd Marta Garcl Negroni

    Publicaciones de Oswald Ducrot ....... . . ...... 11

    Polifona institucional y eficacia persuasiva en los discurs0s oficia.les de la Iglesia Catlica Argentina frente a la crisls . ..19

    Eluira Naruaja de Arnouxy Maria Imelda Ba.l1.cO Sintaxis de entonces en corpus escrito .... . .......... 47

    Claudia Borzi

    La explicacin redundante ... . ........ 77 M ar"ion Carel

    Anlisis de argumentaciones orales en talleres de escTit.un~ pl"o(";~ional ..... Sl5 Daniel Cassany

    La polifona, una re lacin b~nara ..... . . ............ 1.[ 7 Mara Luisa Donaire

    Aspectos de un itinerario. Oswald Ducrot, de la lgic

  • Argumenta de la argumentacin; una concepcin que ubica la argumentacin en el uso de la lengua, en el habla. Los discursos, llJS dilogos son el lugar de la argumentacin. La competencia a'gumentativa es una competencia de habla, una actividad del sujeto hablante que se debe rehabilitar, con sus debilidades y con sus astucias, astucias que pueden ser tanto lingsticas como no l1ngsticas. Lo que est en juego aqu es no solamente el problema de los datos, sino tambin la problematizacin de la distincin saussureana entre langue y parole, entre lengua y habla.

    "Deseo agradecer aqu la preciosa colaboracin d' Laura Mines quien lradujo y dio forma final en lengua espaola al texto que present en ocasin del Cong'eso Internacional La Argumentacin, realizado en l3uenos Aires en julio de 2002 en honlenaje a Oswald Ducrot. H CNRS - Universit Lyon 2. Correo electrnico: Cristian.Plantinuniv.lyon2.fr

    293

  • Un poco de dialctica I'csulta sin embargo necesario. Alejarse del
  • Christian Plan/in

    En 1879, G. Frege propuso un primer modelo formal para la lgica. Su 1tado,la Begriffschrift (o la escritura del concepto) marca el momento final en el mino de la evolucin de la lgica hacia la matemtica. La lgica se transfonn6 un captulo de las matemticas, se transform en una disciplina "formal".

    Es precisamente en contra de esta concepcin formal de la lgica que se belaran, un siglo ms tarde, tanto la lgica natural de Grize, como la lgica Lstancial de Toulmin y la lgica informal de Blair y Jonson (1980).

    .. El segundo factor que contribuy a la fractura del sistema que reuna gica y retrica es la deslegibmacin de la retrica. Esta deslegiti1l1aci6n se :-odujo segn un proceso particularmente claro en Francia.

    En ocasiones se dice que la retrica fue "olvidada", y que, en la poca lOderna, conoce un "re-nacimien to". En Francia, la retrica n un ca fue "01 vida-a", sino que, hacia fines del siglo XIX, fue en realidad deslegitimada. Se trata ntonce~ de un olvido de la retrica como consecuencia de su deslegitimacin, es de esa misma deslegitimacin que proviene el olvido.

    La razn principal de esta deslegitimacin es que la retrica estaba gada con el sistema jesuita de educacin, en un perodo marcado por el pro ce-o de separacin del Estado y de la Iglesia. La universidad republicana en :onstruccin rechaz la retrica puesto que representaba un elemento esencial le una orientacin intelectual caduca y oscUl-antista tanto para la ciencia :omo para la educacin.

    VE: La retrica jesuita que fue rechazada no era precisamente una retrica argumentativa. :-

  • ChristialL PlaILti"

    ["( ... ) prouoquer OU d'accrofU'e ['({(lhsion des esprits aux theses qu 'on propose leur asseJltimellt (. .. )" (1958/1976, 5)].

    Mi hiptesis es que el tan celebrado "renacimiento" de la retrica surgi mo un rechazo:) los Tundos de di~clll'so totalitarios, contra los modos de SCl.lrso propios e] nazismo y del estalinismo. Esle renacer de la retrica trlstituye una forma de respuesta a lo que Tchakotine llama la "senso-propa-:lllda" de los regmenes totalitario::; (una propagallda que se basaba princi-3.lmente en los sentidos). En los aos de la Guerra Fria, la argumentacin es n elemento de la "ratio-propaganda" de los regmenes democrticos (propa-anda basada en la razn) (''c:hakotine 1939, 152).

    Este proye

  • Christian Plantin

    2. Un campo complejo

    2.1. Prototeoras de la argumentacin en las palabras argumento, argumentacin

    2.1.1. La palab ra argum.entacin tiene un valor argumentativo

    En el discurso cotidiano, la oposicin lxica entre "retrica" y "argumen-tacin" es una oposicin de naturaleza argumentativa. Con esta armacin quiero sealar el hecho de que estas palabras son usadas para designar la posicin sostenida por el locutor frente a la posicin sostenida por el adversario:

    "(yo) argumento" "tengo un discurso racional"

    frente a "(t, ellos) hacen retrica" "tienen discursos engaosos"

    La naturaleza precisa del engao que la segunda columna designa, vara segn la naturaleza de la intencin que se le imputa al adversario:

    "(yo) doy argumentos" frente a "(un adversario inteligente y malintencionado) inventa sofismas, es de mala fe, hace un mal uso de la lengua" "'(un adversario poco inteligen-te) comete falacias o iaralogismos ...

    La necesidad de diferenciarse cada vez ms respecto del discurso del oponente provoca una puja, una "escalada" en los recursos de la diferenciacin. Estos recursos buscan poner de relieve el valor probatorio del discurso:

    "no se trata aqu de argumentos, sino de pruebas" "(yo) demuestro, doy pruebas" frente a "(tit, ellosJargcnentan"

    En lenguas como el francs, la base morfolgica "arg-", opone los "argu.ments" [argumentos], aquello propuesto por el que argumenta, a las "arguties" [argucias] propuestas por aquel que "arge" [arguye]. Las "argu ties" [argucias] no serian otra cosa que los a:gumentos del oponente, o, en todo caso, argumentos de los cuales el locutor no quiere hacerse responsable o que sim-plemente no comparte:

    300

    ])ONDE ESTA IJI i\RGUMENTACI6N?

    yo argumento, yo doy argumentos fren te a los otros arguyen, no hacen ms que repetir sus argucias

    NB: Me permito sealar que la descripci'JJl intersubjetiva de prctieas al"gum.entativas que aqu estoy proponiendo no implica que no haya casos en los cuales efectivamente los oponentes, inteligentes o poco inteligentes, bienintencionados o malintencionados no produzcan discursos engaosos O sofismas.

    Del mismo modo en el que annli7.amos la diferenciR cntre los trminos "argument" [argumental y "argutie" (rtrgucial podemos dcscriblr trminos y expresiones tales corno amalgama, sofisma, mo.la le o polmica. Estos trmi-nos representan fundamentalmente rkscripciones argulllentativamentc mar-cadas de prcticas argumentativas. Esta caracterlzacin no representa la nica descripcin posible de un sofisma ni "1ft ltima palabra' Rl respecto; sin em-bargo, creo que es una de las primeraS obser-vaciones q\le cleben hacerse en el momento de definir qu es un sofisJlICl.

    2.1.2. En Zas palabras argumento y argumcot

  • CltristlI! Pla"tin

    rgum.entaciny que, cierlo.nwl1le, no dejal, Je influil' sobre las representacio-es ms elaboradas que sto l:OIJ,;truyen sobn" esta actividad, es decir, sobre las ':>oras de la argumenta(;in "ILlboradas rluc;l1e y con objetivos cientficos.

    Esta influencia no impl;a en absoluto que las teoras sistemticas estn ondenadas a inscribirse en el drculo ele los estereotipos del lenguaje ya reprodu-idos. Se pueden tomar del:isioJlCs que problelllticen las representaciones comu-les, que las descompongan, que establezcan jll-ioridades dentro de los fenmenos .bservados y que permitan ele este modo circunscribir un objeto y modelarlo.

    Cada una de estas c1eci~;ioncs gener8. una redefinic:in, al menos parcial, lel trmino argumenlacn y deb"ra sin lugar a dudas ir acampanada de :iertas renuncias, renuns.

    2.2. Alf:,'Ul1.oS problemu~

    El campo ele la argumentacin se C;lf(1cteriza por 1

  • Christian Plantin

    2.2.3. Dnde est la argumentacin? cmo hallarla?

    En cuanto a la idea de que la argumentacin est "en" la lengua, se trata de una formulacin que puede recibir diversas interpretaciones.

    304

    -T01uado desde las propuestas de Ducrot, el decir que la argumentacin est "en" la lengua implica que la significacin de un enunciado est constituida por la conclusin hacia la que se orienta; la relacin argu-mento-conclusin es concebida as como una relacin semntica. El con-junto constituido por ambos elementos conforma un "bloque semntico".

    Se debe notar que nada puede resultar ms ajeno a la retl"ica clsica que esta concepcin segn la cual la argumentacin est en la lengua.

    ':"'La idea de que la argumentacin est en la lengua es interpretable tambin desde las propuestas de Grize: todo enunciado argumenta puesto que todo enunciado propone al interlocutor una esquematizacin que recorta la realidad, que la presenta desde un determinado punto de vista. Todas las operaciones que intervienen en la construccin del enun-ciado (construccin de la referencia, de la predicacin, etc.) tienen desde esta perspectiva, un valor argumentativo.

    -Se podra defender la tesis segn la cual la argumentacin tambin est "en la lengua", para una visin estrictamente clsica: en efecto, los dos tipos de argumentos "ad rem", que son los argum.entos de tipo aso-ciativo (metonimia) y los argumentos de tipo analgico, se corresponden con los dos ejes de organizacin del lenguaje, el eje sintagmtico yel eje paradigmtico.

    -En un sentido general,si se considera la definici~ de la argumentacin utilizada por Perelman ("plovocar, aumentar. .. la adhesin de los esp-ritus a las tesis"), cada enunciado puede ser considerado como una tesis, yel simple hecho de pronunciarlo en condiciones normales le confiere al f;nunciado un ciert'o grado de aceptacin por parte del interlocutor. Cada enunciado que oigo y logro comprender afecta la representacin que ten-go del ITledio, de lo que me rodea; la comprensin de es mismo enuncia-do puede transformar mis creencias, proceso de transformacin que se corresponde con la definicin que da Perelman de la argumentacin. Estas visiones totalizantes de la argumentacin no necesitan la adhe-sin a las tesis de Ducrot, Carel y Anscombre: estoy sealando nica-mente que la teora infonnacional tambin puede interpretarse como una teora generalizada de la argumentacin.

    DNDE EST LA AllGlIMEi'ITACroN?

    A continuacin esbozar los rasgos principales de un modelo dialogal de la argumentacin. Para este modelo, el hecho argumentativo principal es la existencia de una contradiccin, es decir, de discursos antagonistas alrededor de una cuestin o de un problem

  • Ch,.i"tiulL PlalLtin

    [Vbi jJrimum cOep!!ral non cOlluenire, qu,'.i'stio orielJ{{ur (Quintilien, Instilutioll oratoire, VU, 1, G)]

    En la poca modenv., b j)osicin de [Juntos de visLa es toma'da como Ise de la "nueva di,alctiea" prupuesta por van Eemeren y Grootendorst (1992).

    En lo que a mi propuesta se refiere y tOlll_ln.d() en cuenLa lo que ocurre en conversacin ordinaria y en cj;rLas forrnas de interacciones tpicamente

    :gumentativas, propongo disLillguir:

    . 2. Dos tipos de interacciones argumenLativas

    .2.l. Argumentacin con.versacional

    En la conversacin cotidiana, parece imponerse una cierta preferencia ,or el acuerdo: las invitaciones son aceptadas sin razones:

    Vens a comer a cas esta noche? S s, gracias!

    Al misutO tiempo, el rechazo suele esta' acompaado de una explicacin:

    Ay que lstima! Ten.::" que pasar CL visitar a mi mam que est enferma!

    Dar razones para acepLar una invitacin parece producir un efecto casi deploTable:

    Se, gracias! As no cacillo yo en casa y aprovecho para visitar a un amigo que vive en la nsma cuadra que vos.

    Este breve ejemplo de una situacin cotidiana puede generalizarse. En la conversacin, la contradiccin aparece cuando un turno de habla es seguido por un turno de habla no acepLable o no conveniente para el primer interlocu-tor. Tomemos un nuevo ejeTnplo, Me encuentro mirando corbatas en una vi-driera y digo a quien me acoIl1paa:

    nr la corbata es( de la izquierda, es linda, Ito?

    El enunciado expesa una evaluacin; la continua\:in que espero es una forma que explicite la ralifi;r.:in de mi juicio. Esta ratificacin puede ser verbal ("S, sil") o semiverb"d ("Aj, aj" C011 la entonain correspondiente).

    306

    JJNOE ESTA LA ARGUMEI'-"l'ACIN?

    En situacin de interaccin cara a cara, la oposicin a un discurso puede ser verbal o paraverbal. La oposicin paraverbal se manifiesta:

    -por comportamientos o tcIcas de obstruccin al encadenamiento re-gular de los turnos de habla;

    -por la negacin a emitir reguladores; por un exceso irnico de signos de aprobacin; por un comportamiento de participante desinteresado, etc .

    Es un hecho bien establecido que la ms mnima marca de escepticismo basta para provocar la aparicin de argumentos.

    El surgimiento de un turno de habla que no cumpla las expectativas del locutor marca una ruptura y expresa una divergencia que puede ser tematizada o no en la conversacin. En ciertos casos, la diferencia entre los puntos de vista desaparece inmediatamente; el locutor ignora o finge ignorar esta diferencia:

    A: -Mir la corbata esa de la izquierda, es linda no? B: -B ueno ... si a vos te gusta. A: - Y esa camisa, es linda tambin!

    I En otras ocasiones, la aparicin de un tercer turno de habla, que ratifica la

    divergencia manifestada en el segundo turno de habla juega un rol esencial en la reorientacin del dilogo hacia la argumen tacin plena. Ya no se puede ignorar, ni fmgir ignorar, la diferencia. Esta queda ahora tematizada en la conversacin:

    A: -Mir la corbata esa de la izquierda, es linda no? B: -Bueno si a vos te gusta. A: -Pero s, es linda. Fijate: tiene rayas rojas y pintitas verdes, Es linda!

    La diferencia surgida puede desaparecer rpidamente (a travs de una regulacin de las posiciones de los interlocutores) o bieri profundizarse y trasformarse en una disputa, disputa en la que surgirn argumentos y contra-argumentos.

    En trminos generales, estos episodios de argumentacin conversacional se c

  • Christia.n Plan/in

    de la relacin interpersonal) o una preferencia por la relacin (sacrificar la posicin argumentativa para conservar la relacin interpersonal),

    3,2.2. Interacciones fuertemente argumentativas

    La argumentacin conversacional no es el modelo de todas las formas de argumentacin. Tomemos por ejemplo un conflicto a propsito de un alquiler, El propietario propone aumentar el costo del alquiler y el inquilino rechaza este aumento, Este conflicto no tiene posibilidad de resolucin mediante la interaccin conversacional entre los dos interesados y debe ser examinado por un tipo particular de tribunal conocido en Francia COlllO "Comisin de concilia-cin". Estas comisiones dedican una sesin, con un tiempo predeterminado, a la evaluacin de este tipo de conflictos. Esta interaccin no es una interaccin conversacional, en el sentido ms comn del tnnino,

    La interaccin que acabamos de caracterizar es un caso de interaccin fuertemente argumentativa. Las diferencias principales entre las argumenta-ciones conversacionales y las interacciones fuertemente argumentativas son las siguientes:

    - la diferencia de opinin entre los participantes tiene un pasado, hay una historia argumentativa; -la cOlllisin es un lugar argumentativo especfico, su razn de ser es el tratallliento de un tipo especfico de conflictos; - la interaccin que se desarrolla se organiza alrededor del conflicto; el conflicto preexiste a la interaccin, no surge en la in teraccin; - el conflicto (que puede ser resuelto o que puede profundizarse) es la razn de ser de la interaccin; - en -esta interaccin, las intervenciones son preparadas, se planifican, hecho que se manifiesta en los largos turnos de habla producidos duran-te esta interaccin; - el conflicto estructura el desarrollo de la interaccin,

    Las interacciones fuertemente argumentativas se desarrollan tpicamen-te a partir de una diferencia como las que ya hemos mencionado, o como las que propongo a continuacin, que necesitan un tratallliento institucional y ;ocial:

    - Debemos hacer algo por la escuela, pero qu? Constru.'ir un edificio nuevo, o reparar y mejorar lo que existe? - Francia debera abrir sus fronteras a la inmigracin,

    NE: Lo que hemos descripto en 3.2.1 y en 3,2.2 constituye una caracterizacin de dos formas de argumentacin dialogal. Existen otras formas de dilogos argumentativos

    308

    DNDE ESI' LA ARGU~jr.rIHCI6N?

    tales como los dilogos cognitivos o dilogos de ndquisici

  • Christill j 'Ion/in

    ProblematizCtcin

    La confrontacin de punlus de "is, provoca la emprgencia de zmproblema, de una qWEstio, que se puede lllaterializClr como una pregunta. Esta qUEstio es la unidad intencional que organiza el campo de b5 intervenciones, que da su unidad al espacio argumentativo. En tnninos bl:llerales, tOllos los acontecimientos semiticos que se producen en esta sittlClCiln t.ienen un valor argumentativo.

    La qUCstio representa el eje organizado,' de los discursos algumentativos. El hecho argumentativo es algo 11ll1y c()!U\,lejo, q1.1e logra una unidad slo

    en funcin de la intencin global, del prublema :J.lrededm del cual se organiza el mbito del intercambio.

    Roles argumentatiuos

    Argumentar es inte~'venir en un conjunto discursivo complejo, dentro del cual un Proponente defienue su punto d(! vista, y confronta con el punto de vista del Oponente. Esta confrontacin se produce, adems, en presencia (lejana o prxima) de "terceros", qu no conocen el proulema o que no han tomado an posicin respecto de l.

    Carga de la pruelw

    La(s) pregunta(s) qUt! organiza(n) la 3l"gumentacin conlleva(n) una asi-metra, asimetra que se manifiesta en un enunciado regulador del tipo: "Si no se me da una buena razn para cambiar, seguir haciendo/pensando lo mismo que he hecho/pensado hasta aho-a". Esta regla implica que aquello que preexiste al hecho argumentativo gota de una presuncin favorable. La discusin de este aspecto fundamental del anlisis de los intercambios argumentativos sera un extraordinalio punto de encuentro entn~ la teora de la argumentacin en la lengua, la teora de las intt!racciones, la teo1"a del conocimiento prctico, y tam-bin, la teora de la "dialctica fonual" ele C. L. Hamblin (1970)."

    o Guiones wgumeatativos

    Las pregunta!> genC:t"an arg1.unenLos a po\rtir del momento mismo en el que quedan abiertas, a partir del O1om.ento mismo en el que se las formula. Se constituyen entonces los ~c:ripts o guiones argumentativos, vinculados a los ro-les de Proponente y de OponenLe.

    3."Tlle concept of Burden vf P.oo[ is replac:d in this systern by the somewhat silllpler concept o[iniciative." C. L. Hambln. 1970, 274.

    310

    DNDE ESTA U\ ARGUMENTACIN?

    Existe un conjunto de guiones argumentativos evidentes respecto de las cuestiones sociales pendientes, pero tambin existen guiones respecto de pro-blemas de naturaleza ms personal y siempre vigentes.

    Estos guiones proporcionan el "stock." de argumentos sobre el tema en cuestin, son argumentos a los que se recurre en cuanto surge la pregunta. Podemos ver estos stocks de argumentos como una partitura que los actores de un intercambio argumentativo especfico ejecutan con mayor o menor fortuna. Un guin argumentativo puede ser actualizado en/por diversas circunstancias yen distintos momentos y lugares. (

    Una consecuencia fundamental de esta caracterizacin del guin argumentativo es el hecho de que arguinentar no es siempre "inventar" argumen-tos; creo que en este sentido existe una sobre-evaluacin de la creatividad argumentativa. Frecuentemente argumentar es actualizar, refoTn1ular y/o am-pliar discursos comunes a un grupo y preexistentes a la interaccin argumentativa.

    Lugares institucionales argumentativos

    Existen cuestiones que no pueden resolverse en el mbito privado y que por lo tanto son desarrolladas ante instituciones especializadas. Tal es el caso del conflicto por el costo de un alquiler que menfionbamos anterioTn1ente.

    Llamaremos lugares argumentativos, o espcios de opinin y divergencia, a estos emplazamientos que organizan el debate y que permiten tratar ciertas cuestiones en funcin de las nOTn1as propias a una cultura.

    El peridico, el tribunal, las salas de conferencias, entre otros, son algu-nos de los lugares argumentativos de nue'stra cultura. Tambin lo son el bar de la esquina, una sala de reuniones, la sede de un partido donde se lanza una plataforma, la Comisin legislativa; la Asamblea Nacional, los medios de comunicaci.n, etctera.

    Tipos de argumentos

    La argumentacin tiene tres dimensiones mayores: una dimensin de ob-jeto (De qu se trata?); una dimensin interaccional (Quin duda?, Quin comparte mi posicin?, Quin no est de acuerdo con mi posicin?) y una dimen-sin lingstica que engloba el conjunto de lo mencionado. La distincin de estas tres dimensiones nos da una primera aproximacin al problema de los tipos de argumentos.

    Emociones

    Las interacciones argumentativas se caracterizan por una cierta "ten-sin" emocional sin que esto implique necesariamente agresividad. La duda y la perplejidad son las tensiones afectivas bsicas de la situacin

  • argumentativa. No estoy sosteniendo una visin "polmka", necesariamente, de la argumentacin. Se puede discutir con uno mismo, cambiar de opinin. En cambio, s sostengo que hay un conjunto de afectos, de emociones especficas (ligadas) a una situacin en la cual se ponen en juego los valores, los intereses y la imagen p,~rsonales.

    Tipos y grados de argumentatividad

    Una situacin comienza a ser argumentativa cuando surge una contra-diccin entre dos discursos. Un momento esencial en el desarrollo de la argu-mentacin lo constituye la exposicin de los dos puntos de vista como otras tantas "Ungenes" o concepciones opuestas de la realidad. La anttesis es una figura argumentativa fundamental.

    Otro momento fundamental en el desarrollo de la argumentacin es el de la confrontacin explcita de estos puntos de vista. Esta confrontacin pue-de producirse cara a cara o a la distancia; pueden utilizarse citas del otro; habr discusin, refutaciones, se conceder, se buscarn contra-argumenta-ciones, etctera.

    Datos

    La argumentacin se puede estudiar a partir de pares de enunciados, es decir, a partir de encadenamientos entre argumento y conclusin.

    Para el estudio de la argumentacin como fenmeno dialogal, la unidad bsica de anlisis es la unidad de intercambio "discurso/contra-discurso'. Ms all de esta unidad mnima, la unidad mxima, la macro-unidad, la represen-tara el conjunto de discursos que giran alrededor de una cuestin.

    Es decir que este tipo de estudio supone, como primer paso fundamen-tal, el correcto establecimiento de un corpus de datos J:eterogneos orales y/o escritos. El tipo de estudio que propongo es un estudio que necesita la determi-nacin y el manejo de un corpus adecuado.

    Traduccin de Laura Miones

    312

    Bibliografa

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