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Estudio para la catalogación como Espacio Protegido y peatonalización de la Plaza Mayor de Barajas.
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Asociación Cultural “Barajas, distrito BIC”
Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) Estudio para la catalogación como Espacio Protegido y peatonalización de la Plaza Mayor de Barajas.
ENERO 2014
Asociación Cultural “Barajas, distrito BIC”
Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 2
AGRADECIMIENTOS
A Cristóbal Marín Tovar, profesor del CES Felipe II de
Aranjuez, por facilitar los precisos datos históricos sobre la
Plaza Mayor de Barajas.
A Eduardo Sáenz-Hermúa Sanz, director del periódico local
Distrito-21, por ceder las fotografías antiguas del Casco
Histórico de Barajas que figuran en el estudio.
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 3
INDICE
I – Introducción…………………………………
4
II – Origen histórico de la Plaza……………
- El alfoz de la Villa de Madrid - La creación de la Plaza Mayor de
Barajas - La consolidación de la plaza - Plaza de mercado y espectáculos
6
III – Valor cultural de la Plaza………………..
- Valor histórico - Valor tipológico - Valor urbano - Valor paisajístico - Significado cultural
9
IV – La Plaza Mayor: Espacio Protegido…….
- Protección actual: PGOUM 1997 - Protección propuesta: espacio
protegido
13
V – La peatonalización de la Plaza…………...
- La plaza, epicentro de la movilidad rodada
- Ámbito funcional de actuación
16
VI – Conclusíón………………………………... 20
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 4
I – INTRODUCCIÓN
La cercanía del aeropuerto del Barajas, y las consecuentes
limitaciones que ha impuesto su existencia al desarrollo
urbanístico de la zona, han permitido que numerosos
elementos patrimoniales hayan llegado hasta nuestros días en
un aceptable estado de conservación. Uno de los más
relevantes del actual distrito es la Plaza Mayor de Barajas
(denominada hoy de los Hermanos Falcó y Álvarez de
Toledo), un espacio proveniente del último cuarto del siglo
XVI, anterior en su creación a la homóloga de Madrid, cuyo
significado cultural, no obstante, no ha sido reconocido como
merecería.
La Plaza Mayor de Baraja, cuyo estilo arquitectónico la
caracteriza como puente entre las plazas del medievo
castellano y las que se implantarían en el urbanismo español a
partir del siglo XVI, es en la actualidad el referente urbano
más importante del Casco Histórico de este distrito periférico,
si bien el gran volumen de tráfico rodado dentro del mismo
hace que no pueda ser aprovechada en toda la dimensión
socio-cultural con la que fue concebida.
El presente estudio intenta sondear las posibilidades para una
total puesta en valor de este espacio en sus dimensiones
patrimonial y urbanística. El nuevo Plan General de
Ordenación Urbana que se está gestando en Madrid debe
propiciar una protección y conservación de la plaza más
acorde con su significado histórico-cultural al tiempo que
ofrecer posibilidades urbanísticas para que, pudiendo
convertirse en un espacio peatonal, recobre toda la
importancia social que guarda larvada.
Así pues, tras una introducción histórica sobre el origen de la
Plaza Mayor de Barajas, se procederá a un examen de los
valores culturales que este singular espacio encierra en orden
a su propia historia, su tipología arquitectónica, su valor en
cuanto elemento urbano y su significado cultural.
Posteriormente, atendiendo a la herramientas de protección
sobre el patrimonio histórico que recoge el catálogo de
protección de edificios del PGOUM de 1997 y a las previsiones
recogidas en los documentos de revisión del mismo, se
propondrá la catalogación de la plaza, al margen de la
protección que merezcan los edificios que la conforman
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 5
individualmente, como Espacio Protegido, con el fin de
preservar su identidad como conjunto histórico.
Por último, habida cuenta de las pretensiones del nuevo Plan
General de Ordenación Urbana de, por un lado, ganar espacio
para la movilidad peatonal, y, por otro, rehabilitar y regenerar
urbanísticamente zonas con en fin potenciar el patrimonio
urbano, se planteará la creación de un ámbito funcional de
intervención que pueda desembocar en la peatonalización de
la Plaza Mayor de Barajas.
Imagen general de la Plaza Mayor de Barajas; al fondo, la torre de la Iglesia de San Pedro Apóstol (s. XVI)
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 6
II - ORGEN HISTÓRICO DE LA PLAZA
Aunque no hay constancia exacta de la fecha del proyecto y
construcción efectiva de la Plaza Mayor de Barajas, sí la hay
documental de su existencia en 1579. Este espacio es, por
tanto, anterior a la Plaza Mayor de Madrid, cuyo primer
proyecto data del año siguiente y que acabaría por levantarse
en 1619. Seguramente, el proyecto de Barajas estuviera
influenciado su construcción por la de Valladolid (1561),
cabeza de las plazas mayores españolas, coincidiendo con la
época de mayor esplendor del señorío, poco después de que
fuera trasladada la capital desde Toledo a Madrid.
El alfoz de la Villa de Madrid
1561 es un punto de inflexión para la villa de Madrid y la
región que la circunda; Felipe II, ante los problemas que
genera a la corte la ciudad de Toledo, hasta entonces capital
del reino, decide trasladar la capitalidad a Madrid. Las
consecuencias no se quedarían únicamente en el ámbito de lo
político, sino que, a partir de éste, la situación socio-
económica, tanto de la ciudad como de la región, se vería
modificada radicalmente. La villa de Madrid se convirtió en
un auténtico centro demandante de servicios de todo tipo. El
más básico, corolario del aumento poblacional, fue el del
abastecimiento alimenticio de la misma; sobre la región de
Madrid, que no se había distinguido hasta la fecha por su
producción agrícola, se impuso la obligatoriedad de
constituirse como cinturón abastecedor de la villa.
El Señorío de Barajas, que recaía en la familia Zapata desde
1385, la cual tiene en la corte de Felipe II un gran peso
específico, adquiere una relevancia especial en esta situación,
siendo uno de los referentes principales en el abastecimiento
de cereal a la Villa de Madrid.
La creación de la Plaza Mayor de Barajas
D. Francisco Zapata de Cisneros y Ossorio, nombrado Conde
de Barajas por Felipe II en Octubre del 1572, realiza una
transformación urbana del núcleo de la villa. La construcción
de una casa solariega para residencia de la familia cerraba por
el sur la antigua plaza de la villa donde se hallaban tanto la
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 7
Durante los siglos XVI y XVII, el Casco Histórico de Barajas se desarrolla a partir de la reordenación del espacio que da lugar a la Plaza Mayor. Ésta seguirá siendo referente del núcleo urbano hasta nuestros días.
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Plaza Mayor de Barajas (s. XVI) 8
iglesia como el ayuntamiento. Es a partir de uno de los
laterales de esta casa desde donde se planea la construcción de
una gran plaza rectangular.
No se tiene constancia exacta del la fecha del proyecto ni de su
efectiva construcción, pero en las Relaciones Topográficas de
Felipe II (1579) se da cuenta de la existencia de la misma:
«casas muy principales hay en Barajas: unas junto a la iglesia y
plaza, otras algo apartadas. En las que están junto a la iglesia y
plaza, el actual conde ha labrado mucha parte de ellas, las ha
renovado y reedificado, habiendo puestos muchos balcones y
rejas».
La consolidación de la Plaza
La Plaza Mayor de Barajas fue levantada en orden a un
proyecto único, si bien la esquina suroriental, lindera con el
camino de Rejas (actual calle Camarillas) tardó en construirse
bastante más que el resto, según parece por situarse allí la
parte trasera de un antiguo convento. La plaza no cesó de ser
mejorada por iniciativa de Diego Zapata, II Conde de Barajas;
así, en 1616 se compraron 1.000 cajas de piedra para
enriquecer su estructura, según consta en legajos del Archivo
Histórico Nacional. Las obras serían de diversa índole, como
el reforzamiento de los balcones de las fachadas de la plaza y
otros reparos, entre los que se hallaban el de algunas de las
casas de los vecinos que, por ser arrendadas por éstos a los
condes de Barajas, fueron acometidos directamente por éstos.
Posiblemente en esta fecha sea acometieran las obras de
construcción de la fachada norte de la plaza, ligeramente
posterior al conjunto principal.
Plaza de mercado y espectáculos
Debido al neto carácter comercial del señorío de Barajas, en
cuanto uno de los principales puntos de suministro de cereal
para la Villa de Madrid, es posible que la plaza de proyectase
como de mercado, en clara consonancia con otras anteriores
del bajo medievo castellano creadas para favorecer los cada
vez más frecuentes intercambios comerciales. Pero también, y
paralelamente al uso variado de las plazas mayores de
España, es evidente que, al estar ubicado en ella uno de los
palacios principales de la familia, la plaza se convertiría en
muchas ocasiones en un espacio de recepción, fiestas y
celebraciones.
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III - VALOR CULTURAL DE LA PLAZA
Genéricamente, a efectos del Catálogo, los valores a proteger
son los elementos susceptibles de protección reconocidos en
cada uno de los bienes integrados en el mismo, que pueden
identificarse bien por su contribución en la construcción de la
ciudad, tanto desde el punto de vista morfológico, como
histórico y cultural, o bien en igual o en mayor medida por
sus intrínsecas cualidades materiales y formales. En este
sentido, enumeramos los que hacen que la Plaza Mayor de
Barajas sea un espacio digno de protección.
Valor histórico
La Plaza Mayor de Barajas es levantada coincidiendo con el
esplendor que la Villa de Barajas adquiere paralelamente a
que Madrid fuera declarada por Felipe II capital del reino. Las
necesidades de abastecimiento de trigo para ésta hicieron que
Barajas se convirtiera, dada la fertilidad de sus tierras, en uno
de los referentes más importantes de la región. Su estrecha
vinculación con la corte tendría como hecho más significativo
la creación por el monarca del título de Conde de Barajas, aún
hoy existente. La plaza de Barajas es uno de los símbolos
urbanísticos más claros de este punto de inflexión histórico
para la Villa de Madrid y para las poblaciones de su entorno,
ahora absorbidas por ella.
Fachada de uno de los laterales de la Plaza Mayor en la que se puede apreciar la volumetría de la edificación y la espaciosidad de los soportales.
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Valor tipológico
La plaza de Barajas, anterior a la Plaza Mayor de Madrid
(1619), puede considerarse un hito puente entre las plazas
mayores del bajo medievo y las proyectadas a partir de la
segunda mitad del XVI, tras la implantación del urbanismo
filipino. Recoge de las primeras la sencilla fisonomía de dos
alturas de los edificios que la encuadran, siendo
particularmente parecidos a los porticados de la Plaza Mayor
de Pedraza. Asimismo, habiéndose generado a partir de un
proyecto único, es clara la influencia recibida de la Plaza
Mayor de Valladolid (1561), cabeza de las plazas mayores
españolas. Al margen de las diferencias edificatorias con ésta,
en la Plaza Mayor de Barajas también resaltan en sus pórticos
las columnas cilíndricas y los dinteles de madera, elementos
éstos que desaparecerían en las plazas del siglo posterior.
Los soportales perimetran las tres cuartas partes del total de la Plaza Mayor. Su anchura ronda los tres metros, haciendo posible una rica vida social.
Los soportales de la fachada norte albergan, en la actualidad, algunos de los más conocidos establecimientos de hostelería del distrito de Barajas.
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Valor urbano
Si bien la Plaza Mayor de Barajas se proyecta a las afueras del
antiguo núcleo medieval, el paso del tiempo ha hecho que el
desarrollo del actual Casco Histórico de Barajas pivote sobre
la misma. El crecimiento urbano posterior de éste, que
fundamentalmente se realiza durante los siglos XVI y XVII
para quedar estancado en la siguiente centuria, pivota sobre la
existencia de la plaza. Así pues, ésta ha ocupado y, en la
actualidad, ocupa un lugar central en el Casco Histórico de
Barajas, no ya solo como referente urbanístico de entorno, sino
como elemento que lo enriquece estéticamente y caracteriza.
Valor paisajístico
Si bien el paso del tiempo ha obligado a sucesivas obras para
la rehabilitación de los edificios que encuadran la Plaza Mayor
de Barajas, ésta conserva en gran medida su valor histórico-
cultural gracias a la pervivencia de la volumetría de sus
edificios y de la mayoría de las columnas originales con las
que desde un principio se construyeron sus pórticos. Estas
columnas, por tanto, adquieren un valor fundamental en
cuanto elemento configurador del paisaje urbano de la plaza
contribuyendo, por tanto, a la caracterización de la misma. La
alteración de estos elementos supondría vulnerar el carácter
unitario del conjunto.
Detalle del dintel de madera típico de las plazas castellanas del XVI (arriba) y de la base de las columnas que perviven desde
aquella época en la Plaza Mayor de Barajas (abajo).
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Significado cultural
Al margen de su importancia urbanístico-arquitectónica, la
Plaza Mayor de Barajas es el epicentro de gran parte de la vida
social y cultural del Casco Histórico. Si ya a en su origen se
diseña para albergar el mercado y toda clase de festejos y
actividades sociales de la villa, este significado la ha ido
acompañando durante el transcurso del tiempo hasta la
irrupción en masa del automóvil como medio de transporte.
Aún hoy, puntualmente, es utilizada para eventos de gran
importancia.
Fotografía aérea del municipio de Barajas fechada en 1926. La fisonomía del núcleo urbano que dará lugar al Casco Histórico no varía en lo esencial desde el siglo XVIII. La Plaza Mayor tiene un lugar preponderante en el entramado urbano.
Imagen aérea de Barajas realizada alrededor de 1950, cuando el municipio fuera anexionado por Madrid. El crecimiento urbano, que se reactiva tras la Guerra Civil,
sigue pivotando sobre la Plaza Mayor.
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IV - LA PLAZA MAYOR: ESPACIO PROTEGIDO
Los edificios de la Plaza Mayor de Barajas gozan de la
protección del PGOUM de 1997, lo que ha servido para que
este entorno haya reservado gran parte de su significado
cultural. Los trabajos de revisión de este plan, que
desembocarán en el nuevo PGOUM, ofrecen a la plaza la
posibilidad de, al margen de la protección individual de los
edificios, unas condiciones generales de protección en su
conjunto que preserven la integridad de aquel significado. Se
propone, por tanto, que la Plaza Mayor de Barajas sea
catalogada como Espacio Protegido.
Protección actual: PGOUM 1997
El conjunto edificatorio que presenta la Plaza Mayor de
Barajas es protegido en el PGOUM de 1997 de forma
individualizada. La mayoría de sus edificios goza de un grado
de protección estructural, dentro del nivel 2, mientras que la
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fachada norte de la misma, por ser algo posterior al conjunto
principal, goza de un grado parcial, dentro del nivel 3 (art.
4.3.4. NN.UU. PGOUM ’97).
El nivel 2 de protección, en el que se incluyen aquellos
edificios cuyas características constructivas y volumétricas son
del mayor interés, aunque la existencia en su interior de zonas
de menor valor arquitectónico hacen que pueda ser
autorizado un régimen de obras más amplio que el
correspondiente al nivel 1, tiene como máximo grado de
protección el estructural, en el que se comprenden las
construcciones que tienen valores suficientes para merecer la
conservación, tanto de su volumetría como de sus elementos
arquitectónicos más destacados.
El nivel 3 de protección, la protección no se extiende a la
totalidad del edificio, sino solo a determinados valores. Éstos,
en el grado de protección parcial, son aquellos elementos del
edificio que lo caracterizan y sirven de referencia para
comprender su época, estilo y función.
Protección propuesta: espacio protegido
La revisión del PGOUM ’97, y de cara a la redacción del nuevo
Plan General, incluye la creación del ámbito de protección de
Espacios Protegidos para identificar y valorar los conjuntos
urbanos y edificatorios, jardines y espacios públicos, que
conforman los hitos de la morfología urbana patrimonial de la
ciudad.
La Plaza Mayor de Barajas fue remodelada en la década de los 90, consistiendo ésta en el acondicionamiento de la red de saneamiento, la instalación de una red de
riego por goteo y la pavimentación de su entorno.
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En este sentido, y según se ha apuntado anteriormente (III –
Valor cultural de la Plaza Mayor de Barajas), este espacio
creado en el último cuarto del siglo XVI podría ser
considerado Espacio Protegido; sería subsumible
perfectamente dentro del ámbito aludido dentro de la
categoría de Conjunto Edificatorio, en el grado Histórico.
La catalogación de la Plaza Mayor de Barajas como espacio
protegido dentro del nuevo PGOUM sería el digno
reconocimiento a un proyecto unitario, el de edificación y
creación de la misma. Se reconocerían, por tanto, los valores
culturales que han hecho de esta plaza un espacio tan
singular.
- Condiciones generales
La normativa que, como espacio protegido, fuera aplicable a la
Plaza Mayor se superpondría a la específica que fuera
aplicable a los edificios individualmente. Toda intervención
estaría, por tanto, presidida por unas condiciones generales de
trazado, composición e inserción en el paisaje urbano, que
tendrían como fin el preservar la unidad del conjunto
edificatorio. El objeto de estas condiciones generales es el de
generar los criterios adecuados de intervención, ya sea de
conservación, rehabilitación o renovación, que sean
respetuosos con los principios que han generado este espacio
urbano.
Fachada norte de la Plaza Mayor de Barajas en la que se puede apreciar la proporcionalidad y armonía de su arquitectura.
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V - LA PEATONALIZACIÓN DE LA PLAZA
Según los documentos de revisión el PGOUM ’97, se
promoverán la conservación y revitalización de las áreas
centrales y periféricas históricas de la ciudad, así como
acciones puntuales de regeneración urbana, que impidan la
desaparición, degradación o transformación inadecuada de
áreas y elementos urbanos con valores relevantes a preservar.
El proyecto de circunvalación del Casco Histórico de Barajas
abre nuevas posibilidades para la potenciación del mismo y,
por supuesto, de la Plaza Mayor. La creación de este vial
supondría la creación de nuevas vías de acceso y salida que
permitirían la realización de un proyecto de peatonalización
de este histórico espacio. El resultado de esta actuación
urbanística es el de consolidar social y culturalmente este
singular espacio.
La Plaza, epicentro de la movilidad rodada
En la actualidad sería imposible pensar peatonalizar la plaza
al haberse convertido ésta en el centro neurálgico de la
circulación rodada en el Casco Histórico. La casi totalidad del
tráfico existente utiliza como entrada al mismo la avenida
General, vial intensamente saturado que, distribuyendo la
circulación hacia sus lados, y convergiendo en él aquélla
desde estos, desemboca en la plaza haciendo de la misma el
La Avenida General, arteria principal de Barajas, desemboca en la Plaza Mayor haciendo de ésta el epicentro de la circulación.
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epicentro de la movilidad rodada. Así pues, eliminar en gran
medida la circulación de la avenida General se constituye
como el primer paso para lograr la peatonalización de la
plaza.
- La circunvalación del Casco Histórico de Barajas
Quizá uno de los proyectos que más tiempo llevan
desarrollándose en el distrito sea el de la vía de circunvalación
del Casco Histórico de Barajas, el cierre del borde este del
mismo. En la actualidad se haya terminado entre las calles de
Júpiter (dónde se situaba el antiguo Colegio Alamán) y
Zodiaco. Desde esta confluencia se extendería hasta conectar
con la glorieta de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad,
lo que haría posible que la Avenida General dejara de ser el
único vial de acceso al Casco Histórico.
Así, la realización de la circunvalación de Barajas supondría la
creación de múltiples accesos para entrar al, o salir del, Casco
Histórico. Las calles Júpiter, Zodiaco, Empedrada, Caldera,
Fraguas, Aries, Saturno, Benítez y Gonzalo de Céspedes,
asumiendo un nivel pequeño de circulación, descargarían en
un altísimo porcentaje el nivel que actualmente soporta la
avenida General. Tal disminución de la circulación de esta
arteria produciría automáticamente un descenso en la misma
medida del que sufre la Plaza Mayor de Barajas, haciendo así
más real un futuro proyecto de peatonalización de la misma,
el cual podría permitir la entrada de autobuses y, a ciertas
horas, de vehículos de carga y descarga.
Parada de taxis en una de las esquinas de la Plaza Mayor, espacio que en su totalidad se halla abarrotado de coches aparcados.
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Comparativa de movilidad rodada en el Casco Histórico de Barajas en la actualidad (izquierda) y una vez realizada la circunvalación del mismo (derecha). Esta última situación descongestionaría de tráfico la Avenida General y, por tanto, permitiría acometer un proyecto de peatonalización de la Plaza Mayor.
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- Nuevos aparcamientos
Asimismo, la construcción de la circunvalación del Casco
Histórico posibilitaría la liberación de terrenos colindantes a la
misma con el fin de crear nuevas zonas de aparcamiento para
coches, al margen de los que se puedan crear, bien en línea o
en batería, en el mismo vial. Por otra parte, al redirigir la
circulación hacia la calle Ayerbe se podrá potenciar el uso del
recinto ferial como aparcamiento, lo que hoy en día, si bien es
posible, es desestimado por muchos potenciales usuarios. La
creación y potenciación de nuevos aparcamientos para coches
redundaría en la drástica disminución del tráfico por las calles
del Casco Histórico, posibilitando que muchos de estos se
puedan convertir en viales de coexistencia.
Ámbito funcional de actuación
En los documentos de revisión del PGOUM de 1997 se alude a
la creación de ámbitos funcionales de actuación. Esta
estrategia de intervención y diagnóstico requiere superar las
divisiones administrativas y trabajar con unidades más
adecuadas y homogéneas en las que fijar objetivos comunes,
que responden al concepto de barrios o ámbitos funcionales.
En este sentido, se debería configurar un Plan Integral de
Intervención en el Casco Histórico de Barajas que englobase
las actuaciones de creación de la vía de circunvalación del
mismo, con toda su repercusión en la movilidad rodada de la
zona, y creación de espacios peatonales en el interior, al hilo
de la descongestión producida. La circunvalación de Barajas
se convertiría en la condición necesaria para la
peatonalización de su Plaza Mayor, así como de la creación de
otros posibles espacios peatonales en el interior del Casco
Histórico.
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VI - CONCLUSIÓN
La Plaza Mayor de Barajas, cuya creación podemos encuadrar
entre 1572 y 1579, es anterior en el tiempo a la más conocida
Plaza Mayor de Madrid (1619); sin embargo, la mayor
atención que el Ayuntamiento ha puesto en la conservación y
puesta en valor de los elementos patrimoniales del Casco
Histórico de Madrid, en paralelo con la escasa prestada a los
pertenecientes a distritos periféricos, ha hecho que la
existencia de éstos haya pasado totalmente desapercibida para
la casi totalidad de vecinos de Madrid.
No se trata de revertir esta situación ni de, mucho menos,
infravalorar el magnífico patrimonio histórico que alberga la
ciudad de Madrid en su interior. Pero sí de reconocer el gran
valor histórico-cultural de otras zonas de la capital que, si bien
son menos conocidas y relevantes, guardan en su interior
elementos que requieren un tratamiento en orden a su gran
importancia.
Una protección urbanística adecuada de la Plaza Mayor de
Barajas no sólo recogería la importancia de su significado
cultural, de su importancia como elemento urbano, del valor
tipológico de su arquitectura o de su relevancia histórica.
Ayudaría a preservar la identidad original de este singular
espacio urbano y a reconocer su importancia hacia dentro del
rico patrimonio histórico madrileño.
Sin embargo, más allá de regímenes de protección
patrimonial, las actuaciones que más hacen resaltar los valores
y la importancia de los espacios, son las propias del
urbanismo: adecuadas intervenciones pueden hacer que
elementos urbanos marginados adquieran un lugar central
dentro de la trama de la ciudad. Sí, además de esto, tales
intervenciones se vuelcan en ganar espacios para la movilidad
peatonal, los espacios públicos quedan convertidos en
auténticos referentes socio-culturales para los ciudadanos de
la ciudad.