Podemos Las Falacias de Un Catálogo

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  • 7/26/2019 Podemos Las Falacias de Un Catlogo

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    Podemos: las falacias de un catlogo

    EL PAS 18/06/16 (Publicado 17 JUN 2016 18:43)ANTONIO ELORZA

    * La naturaleza del proyecto no ofrece dudas: estn en cuestin lasupervivencia del Estado espaol y la del rgimen constitucional vigente*

    Fascinado por la novedad de la radio, mi abuelo azkoitiarra confiaba enque los anuncios de las entonces llamadas /guas comerciales/ eranverdaderos consejos proporcionados al oyente. Aos ms tarde, un jovendirigente del comunismo vasco, lobezno de Carrillo, nos explic, de caraal Congreso del 78, el papel insustituible de Lenin en el PCE; solo quecuando al poco tiempo Santiago decidi de sopetn borrar el leninismo,otra brillante intervencin suya vino a probar todo lo contrario. Cuandose lo cont a Marta, esta exclam: Sera un estupendo vendedor delavadoras!. Los dos episodios convergen en un punto: la calidad de lapropaganda es una cosa; los contenidos, otra.

    As, el catlogo post-Ikea se abre con una invocacin a losprincipios, expresin inequvoca del pensamiento reaccionario, seaabsolutista o de Stalin, aqu empleada como seuelo para la terceraedad. Luego, entre los cientos de ofertas, esa pretensin de ensanchar

    el mercado da lugar a frecuentes brindis al sol, algunos de ellosinanes, aunque deseables, como la propuesta de que una mujer ocupe elsecretariado general de la ONU; otras ensoaciones gratuitas, como quelos miembros permanentes del Consejo de Seguridad renuncien al veto oque sea establecido un sistema de gobernanza econmica mundial basadoen la justicia. Eso s, siempre limitaciones a Europa, flores a Putin.Puertas abiertas a la inmigracin, sin previsin de filtro alguno. Lacascada de lneas de actuacin se presenta siempre en positivo, sintomar en consideracin costes ni obstculos.

    Ejemplo: la falacia lgica de afirmar desde el exterior el patriotismo yconvertir de modo insensato la plurinacionalidad en derecho adecidir generalizado, lase incentivo para la separacin. A inaugurar

    con un referndum anticonstitucional en Catalua, incompatible con elartculo 92 de la Constitucin que es invocado. Todo sea por ganar votosa costa de un riesgo de fragmentacin de Espaa contrario a lademocracia, pues nada indica que el independentismo sea mayoritario enEuskadi o Galicia. Pero se abre la subasta. Envuelto en sonrisas, unnuevo pas, o lo que quede del mismo, se dibuja en el horizonte.

    Por mucho edulcoramiento que se utilice, el ncleo duro del programa vamucho ms all de la recuperacin de las bienintencionadas reformas,anunciadas por Nacho lvarez en el debate de EL PAS. Solo por s misma,la renta universal, arrancando de 600 euros, y el ascenso hasta 950 delsalario mnimo, ms una plyade de medidas complementarias en idnticosentido habida cuenta de las exigencias fiscales que determinan

    implican el riesgo de dinamitar los equilibrios del sistema. Adems,para eso estn pensados. El reformismo /de mierda/ no es lo propio denuestro carismtico lder, aunque ahora deba jugar a ello. La ventajapoltica de semejante vuelco resulta evidente y tiene conocidosantecedentes en Latinoamrica: captar una masa social que como enVenezuela solo deserta cuando comprueba la magnitud del desastre. Denada sirve que otros programas electorales, como el socialista, planteenla lucha contra la desigualdad y la reforma fiscal en trminos deeleccin racional. Vista la poltica econmica como una subasta demaravillas, Iglesias gana.

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    Detrs, convenientemente disimulado, tropezamos con la propuesta de unaNueva Transicin, que el mismo lvarez sumaba, como quien no quiere lacosa, a profundizar nuestro Estado de bienestar y revertir losrecortes. Nueva falacia lgica de importancia, ya que en principio nadaune esto y aquello. S hay unin, en cambio, entre el objetivo real dePodemos, un nuevo sistema econmico, viejo en realidad, fracasado en laprctica, de economa sometida de modo permanente a la intervencinestatal. Y este objetivo requiere en el sistema poltico empoderamientode la gente (esto es, de Podemos) contra los poderosos. En elcatlogo, por todas partes, el Estado recupera funciones en detrimentode lo privado, incluida una potente banca pblica, con la ejemplarBankia como pvot, ms una proliferacin de agencias (en derechoshumanos, ecologa, migraciones, memoria histrica), otros tantosaparatos ideolgicos de Estado dirigidos a reforzar la burocratizacin yel control desde una nueva clase ligada al poder. Las instituciones dela democracia representativa quedan dentro del radio de alcance de laprevista invasin. As, el Consejo General del Poder Judicial, elegidopor voto directo ciudadano entre juristas que tengan el aval deasociaciones, sindicatos o plataformas ciudadanas. Como en Venezuela,sobra un Poder Judicial autnomo.

    Las claves de la nueva democracia son dos, estrechamente vinculadasentre s: la revocacin de los cargos y el referndum. Ambas responden a

    una filiacin chavista evidente, hasta el punto de que la falacia de sunegacin entraa un fraude inadmisible. El referndum es el instrumentoque permite al presidente a la venezolana legislar por encima de laasamblea, e incluso suprimiendo las normas constitucionales previas. Eslo que el catlogo de Podemos plantea: un referndum para cambiar laConstitucin de 1978. Y est ligado a la revocacin de cargos, deapariencia democrtica, pero en la prctica, desde el jacobinismo,instrumento para eliminar la oposicin o para anular el resultado deunas elecciones. Son puntualmente los artculos 71 y 72 de laConstitucin bolivariana. Solo que, segn se est viendo, si gobierna elchavismo, es preciso bloquear su aplicacin: sobre esto, silencioelocuente de Podemos. Con un Congreso atomizado por la igualdad real devoto, la naturaleza del proyecto no ofrece dudas: estn en cuestin la

    supervivencia del Estado espaol y la del rgimen constitucionalvigente. Los ciudadanos espaoles van as a emprender un paseo al modode la seora de Riga que cabalg sobre un tigre, solo que cuando elpaseo termin, la seora estaba dentro de su montura, mientras luca unasonrisa s, una sonrisa en la cara del tigre.