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Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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REGISTRO:309/2010
//doba,18 de octubre de 2010.
Y VISTOS:
Estos autos caratulados: “VIDELA Jorge Rafael, MENÉNDEZ
Luciano Benjamín y otros –p.ss.aa. Abuso de Poder, Usurpación,
Allanamiento ilegal de domicilio, Robo calificado, Privación
ilegítima de la libertad agravada, Imposición de tormentos-”
(Expte. Nro. 9720), que se tramitan ante este Juzgado Federal
Nro. 3 a mi cargo, Secretaría Penal, llegados a despacho a los
fines de resolver la situación procesal de los imputados Jorge
Rafael Videla, D.N.I. N° 4.765.426, argentino, nacido en la
ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, hijo de Rafael
Eugenio y de María Olga Redondo, casado, domiciliado en Avda.
Cabildo 639, 5to. Piso dpto “A” de Capital Federal, de profesión
ex oficial del Ejército Argentino; Luciano Benjamín Menéndez,
D.N.I. 4.777.189, argentino, nacido el día 19 de junio de 1927 en
la ciudad de San Martín –Provincia de Buenos Aires-, hijo de José
María (f) y de Carolina Sánchez Mendoza (f), de estado civil
casado con 7 hijos, domiciliado actualmente en calle Ilolay Nº
3269 Bº Bajo Palermo de esta ciudad de Córdoba; Arturo Gumersindo
Centeno (fallecido), argentino, D.N.I. N° 16.894.706, nacido en
Córdoba el 14/07/1925; Ernesto Guillermo Barreiro, argentino,
nacido en la ciudad autónoma de Buenos Aires, con fecha 2 de
octubre de 1947, D.N.I. N° 7.792.820, hijo de Rogelio Guillermo
Barreiro y de Leonora Kovalki, casado, con domicilio en calle
Juncal 1399 de la ciudad de Buenos Aires, de profesión militar;
Hermes Oscar Rodríguez, L.E. 5.581.579, argentino, nacido el 3 de
octubre de 1932 en Capital Federal, hijo de José María y de
Mercedes Pérez (ambos fallecidos), casado, con domicilio en calle
Morón N° 20, 6to. Piso de la ciudad de Mendoza, provincia del
mismo nombre; Jorge Exequiel Acosta, argentino, divorciado,
D.N.I. N° 6.656.080, nacido el 2 de diciembre de 1945 en Paraná,
Entre Ríos, con domicilio en calle Venezuela 1177 de Capital
Federal, hijo de Clemente Jorge y Carmen Aurora Franco; Ángel
Osvaldo Corvalán, nacionalidad argentino, D.N.I. N° 6.883.419, de
71 años de edad, hijo de Ovidio Corvalán y de Leonor Vargas,
nacido en Mendoza con fecha 1/3/39, que su apodo es “tata”,
estado civil casado, militar retirado como Teniente Coronel, con
domicilio en calle Lago Cholila N° 957 Rada Tily de Chubut;
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Enrique Alfredo Maffei, nacionalidad argentino, D.N.I. N°
7.973.280, de 67 años de edad, hijo de Rómulo Alberto (f) y de
Hilda Augusta Yañez, nacido en Córdoba Capital, provincia de
Córdoba con fecha 30/06/1943, que su apodo es “cuqui”, estado
civil casado, jubilado como IN 10, empleado civil de inteligencia
de la Policía Federal Argentina, con domicilio en calle 15 de
septiembre N° 3.420 de Barrio Panamericano de esta Ciudad de
Córdoba; Eduardo Porfidio Ríos, nacionalidad argentino, D.N.I. N°
7.980.129, de 65 años de edad, hijo de Baltasar Rey (f) y de
María Elena Cabral, nacido en Departamento Río Seco, provincia de
Córdoba con fecha 28/09/1944, no tiene apodo, estado civil
casado, abogado, con domicilio en calle Guardado 91 de Barrio Las
Flores de esta Ciudad de Córdoba; Juan Eusebio Vega, nacionalidad
argentino, D.N.I. N° 8.236.295, de 60 años de edad, hijo de Sol
Vega y de Clara Milagro Reynaga, nacido en San Miguel de Tucumán
con fecha 20/03/50, que no tiene apodos, estado civil casado,
militar –Sub Oficial Mayor-, con domicilio en calle Manzana 31 de
Barrio Valle Escondido de esta Ciudad de Córdoba; José Luis
Yañez, nacionalidad argentino, D.N.I. N° 10.905.577, de 56 años
de edad, hijo de José Adolfo (f) y de Gabriela Yolanda Hercilia
Gigena, nacido en Córdoba Capital, provincia de Córdoba con fecha
30/01/1954, que no tiene apodos, estado civil separado desde hace
diez años, jubilado de la Policía Federal Argentina, como
empleado civil del Ejército, con domicilio en calle Nolberto
Zavalía 276 y/o 1427 de Barrio Yofre Sur de esta Ciudad; Carlos
Alberto Vega, argentino, nacido en General Alvear, provincia de
Mendoza, con fecha 20 de enero de 1929, M.I. 6.914.652, hijo de
Marcelino Arcenio (f) y de Carmen Raimunda Contreras (f), casado,
militar retirado con el grado de suboficial principal, con
domicilio real en calle Bransen 1490, Depto. 1, Distrito Dorrego;
Luis Alberto Manzanelli, argentino, nacido en Córdoba Capital con
fecha 7 de septiembre de 1938, D.N.I. N° 6.506.196, hijo de
Osvaldo Mercedes y de Delfina Natividad Toranzo, casado,
Suboficial Principal (R) del Ejército Argentino, con domicilio en
calle Juan A. Fernández N° 6528 de Barrio 20 de Junio de la
ciudad de Córdoba; Ricardo Alberto Ramón Lardone, argentino,
nacido en Monte Ralo, provincia de Córdoba, con fecha 4 de abril
de 1943, D.N.I. N° 6.436.837, hijo de Juan Bautista y Eugenio
Colao, de ocupación, personal civil de inteligencia (R) y ex
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empleado de la Cooperativa de Luz y Fuerza de San Agustín en el
Video Cable, casado, con domicilio en calle Villafañe s/n° San
Agustín provincia de Córdoba; Carlos Alberto Díaz, argentino,
nacido en Matadero, ciudad de Buenos Aires con fecha 18 de
septiembre de 1946, hijo de Violeta Díaz, D.N.I. N° 4.748.013,
Suboficial Mayor (RE –retiro efectivo) del Ejército Argentino,
con domicilio en calle Figueroa Alcorta 422 de Alta Gracia,
provincia de Córdoba; Oreste Valentín Padován, L.E. N° 7.579.164,
argentino, casado, con domicilio en calle Río Cuarto N° 526 de
Barrio Juniors de esta Ciudad, de profesión militar retirado con
el grado de Suboficial mayor desde 1996 y abogado, nacido con
fecha 7 de junio de 1947 en Neuquén, hijo de Luis (f) y María
Comuzzi (f); Arnoldo José López, alias “Negro”, “Toto”, D.N.I. N°
10.771.772, argentino, viudo, con domicilio en calle San Luis
esquina Córdoba de la localidad de Villa La Bolsa, provincia de
Córdoba, de profesión o actividad comerciante, nacido el 29 de
enero de 1953 en la ciudad de Córdoba, hijo de Juan Bautista (f)
y de María Sixta Berrotarán; Héctor Raúl Romero, D.N.I. N°
12.406.306, argentino, estado civil casado, con domicilio en
calle Avellaneda s/n° San Agustín, provincia de Córdoba, de
profesión o actividad, personal militar retirado (PCI) con
categoría IN 7 en el año 1996, nacido el día 14 de febrero de
1956 en San Agustín, provincia de Córdoba, hijo de Gaspar Raúl
(f) y Rosa Imelda Sánchez; José Andrés Tofalo, argentino, nacido
en Capital Federal con fecha 21 de junio de 1943, L.E. N°
4.420.318, Teniente Coronel retirado del Ejército Argentino,
casado, con domicilio en calle Moldes N° 2154 7mo. “A” de Barrio
Belgrano de Capital Federal; con respecto a los hechos imputados
mediante requerimientos de instrucción de fs. 826/832vta. y
1370/81.
DE LOS QUE RESULTA:
Hecho nominado primero: (víctima Ángel Vitalino Sargiotto)
Con fecha 25 de abril de 1977, en horas de la
madrugada, tropas de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV
a cargo del General de Brigada Arturo Gumersindo Centeno
(fallecido), dependiente del Comando del Tercer Cuerpo de
Ejército a cargo del Comandante Luciano Benjamín Menéndez,
habrían privado ilegítimamente de su libertad a Ángel Vitalino
Sargiotto, directivo de la empresa Mackentor SA. El mencionado
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habría sido detenido en su domicilio sito en calle Arturo M. Bas
N° 112, 2do. piso de esta ciudad de Córdoba, y luego trasladado
al “centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, habrían impuesto a Sargiotto
una serie de “torturas”, tales como: a) extensas horas de
interrogatorios, con el objeto de que aportara información
referente al supuesto financiamiento económico de Mackentor SA. a
organizaciones subversivas, en el transcurso de las cuales habría
sido obligado a arrastrarse por el piso, a realizar sentadillas
de manera reiterada y habría sido amenazado con ser fusilado; b)
alojarlo en ocasiones en una celda o calabozo de aproximadamente
70 u 80 cm. de ancho con los ojos vendados; c) servirle la comida
en un plato a los fines que la ingiriera con las manos atadas; d)
no concederle autorización para hacer sus necesidades
fisiológicas y golpearlo cuando se orinaba encima; e) trasladarlo
el día 3 o 5 de mayo de 1977 en horas de la madrugada al patio
del centro clandestino “La Ribera” esposado y atado, sometiéndolo
a bajas temperaturas y simulando su fusilamiento, para que
afirmara que se encontraba vinculado con la “guerrilla”; f)
amenazarlo con su ejecución, ordenándole a punta de pistola que
se dirigiera afuera de “La Ribera”, exclamando en presencia de
otros detenidos que se encontraban a su lado “van a ver lo que le
pasa a un guerrillero”; y g) mantenerlo gran parte de su
cautiverio con las manos atadas y no permitirle asearse.
El día 20 de julio de ese mismo año, Sargiotto habría
ingresado oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de
esta ciudad (Cárcel de Encausados), donde habría permanecido
hasta el 27 de marzo de 1979, fecha en la cual habría sido
trasladado a la Unidad Penitenciaria N° 9 de la ciudad de La
Plata, recuperando su libertad presumiblemente el día 05 de
noviembre de 1980.
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Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado segundo: (víctima Enzo Alejandro Manassero)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, en coordinación con tropas del Primer Cuerpo
de Ejército con asiento en Buenos Aires, habrían privado
ilegítimamente de su libertad a Enzo Alejandro Manassero,
directivo de la empresa Mackentor SA. El mencionado habría sido
detenido en las inmediaciones de su domicilio sito en calle
Triunvirato N° 4053, Piso 12, Dpto. “B”, B° Villa Urquiza de
Capital Federal, siendo alojado en una seccional de la Policía
Federal, sita en calle Olazábal de dicha ciudad, y luego
trasladado al “centro clandestino de detención, concentración y
tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de
esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: falta de aseo, simulacros de
fusilamiento, haciendo padecer su cautiverio con los ojos
vendados y en condiciones infrahumanas, a fin de obtener del
nombrado a través de interrogatorios la mayor cantidad posible de
información referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Asimismo, entre los días 12 y 14 de mayo de 1977, el
nombrado habría sido llevado en dos oportunidades al centro
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clandestino de detención llamado “La Perla” por el lapso de seis
a diez horas, lugar en el que Jorge Exequiel Acosta, Luis Alberto
Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Carlos Alberto Vega, Juan
Eusebio Vega, José Andrés Tófalo y Orestes Valentín Padován,
personal de la Sección 3 (Operaciones Especiales), Ricardo
Alberto Ramón Lardone, Arnoldo José López y Héctor Raúl Romero,
personal civil de inteligencia del Ejército (PCI), dependientes
del Destacamento de Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, habrían
mantenido su estado de privación ilegítima de libertad.
Durante su estadía en “La Perla”, el personal
mencionado precedentemente, le habría impuesto, además de la
misma clase de torturas sufridas en “La Ribera”, otras,
consistentes en aplicación de picana eléctrica y el comúnmente
denominado “submarino” (introducción de la cabeza de la víctima
en el interior de recipientes con agua hasta causar principios de
asfixia), con idéntica finalidad de obtención de información.
El día 20 de julio de ese mismo año, el nombrado habría
ingresado oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de
esta ciudad (Cárcel de Encausados), donde permaneció hasta el 27
de marzo de 1979, fecha en la cual habría sido trasladado a la
Unidad Penitenciaria N° 9 de la ciudad de La Plata, recuperando
su libertad presumiblemente el día 05 de noviembre de 1980.
En el lapso comprendido entre su detención y su
liberación, Manassero fue condenado con fecha 10 de mayo de 1978
por el Consejo de Guerra Especial Estable N° 3, a la pena de
siete años de prisión por el delito de Encubrimiento con relación
al art. 210 bis del C.P., y como consecuencia de que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación anulara dicho resolutorio, fue
puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional mediante
decreto 1806 de fecha 28 de julio de 1979, medida dejada sin
efecto por decreto N° 2115 de fecha 03 de octubre de 1980.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
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Hecho nominado tercero: (víctima Lelia Norma Rapuzzi)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, en coordinación con tropas del Primer Cuerpo
de Ejército con asiento en Buenos Aires, habrían privado
ilegítimamente de su libertad a Lelia Norma Rapuzzi de Manassero,
esposa de Enzo Alejandro. La mencionada habría sido detenida en
las inmediaciones de su domicilio sito en calle Triunvirato N°
4053, Piso 12, Dpto. “B”, B° Villa Urquiza de Capital Federal,
siendo alojada en una seccional de la Policía Federal, sita en
calle Olazábal de dicha ciudad. Al día siguiente -en horas de la
noche- habría sido trasladada al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad, lugar donde habría
permanecido detenida hasta el día 06 o 07 de mayo de ese mismo
año, fecha en la cual habría recuperado su libertad.
Mientras estuvo privada de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, habrían impuesto a Rapuzzi
una serie de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla
padecer su cautiverio con los ojos vendados y en condiciones
infrahumanas, con el objeto de que dijese la mayor cantidad de
información posible referente al supuesto financiamiento
económico de Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado cuarto: (víctima Edgardo Enzo Manassero)
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Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, en coordinación con tropas del Primer Cuerpo
de Ejército con asiento en Buenos Aires, habrían privado
ilegítimamente de su libertad a Edgardo Enzo Manassero, hijo de
Enzo Alejandro y de Lelia Norma Rapuzzi. El mencionado habría
sido detenido en las inmediaciones de su domicilio sito en calle
Triunvirato N° 4053, Piso 12, Dpto. “B”, B° Villa Urquiza de
Capital Federal, siendo alojado en una seccional de la Policía
Federal, sita en calle Olazábal de dicha ciudad. Al día siguiente
-en horas de la noche- habría sido trasladada al “centro
clandestino de detención, concentración y tortura” denominado “La
Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad, lugar
donde habría permanecido detenido hasta el día 06 o 07 de mayo de
ese mismo año, fecha en la cual habría recuperado su libertad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado quinto: (víctima Carlos Enrique Zambón)
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Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Carlos Enrique Zambón, directivo de la empresa Mackentor SA. El
mencionado habría sido detenido en un lugar no determinado hasta
el momento, pero presumiblemente en su domicilio sito en Avda.
Palermo N° 219 de B° Cerro de las Rosas de esta ciudad de
Córdoba, y luego trasladado al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El 20 de julio de ese mismo año, el nombrado habría
ingresado oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de
esta ciudad (Cárcel de Encausados), donde permaneció hasta el 27
de marzo de 1979, fecha en la cual habría sido trasladado a la
Unidad Penitenciaria N° 9 de la ciudad de La Plata, recuperando
su libertad presumiblemente el día 05 de noviembre de 1980.
En el lapso comprendido entre su detención y su
liberación, Zambón fue condenado con fecha 10 de mayo de 1978 por
el Consejo de Guerra Especial Estable N° 3, a la pena de siete
años de prisión por el delito de Encubrimiento con relación al
art. 210 bis del C.P., y como consecuencia de que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación anulara dicho resolutorio, fue
puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional mediante
decreto 1806 de fecha 28 de julio de 1979, medida dejada sin
efecto por decreto N° 2115 de fecha 3 de octubre de 1980.
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Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado sexto: -víctima Julio Héctor Casse (h)-
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Julio Héctor Casse (h), personal jerárquico de la empresa
Mackentor SA. El mencionado habría sido detenido en su domicilio
y luego trasladado al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, habrían impuesto a Casse (h)
una serie de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla
padecer su cautiverio con los ojos vendados y en condiciones
infrahumanas, con el objeto de que dijese la mayor cantidad de
información posible referente al supuesto financiamiento
económico de Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Posteriormente, el día 20 de julio de ese mismo año, el
nombrado habría ingresado oficialmente al Establecimiento
Penitenciario N° 2 de esta ciudad (Cárcel de Encausados),
recuperando su libertad el día 11 de mayo de 1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado séptimo: -víctima Julio Héctor Casse (p)-
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Julio Héctor Casse, padre del mencionado en el hecho que
antecede. El mencionado habría sido detenido y trasladado al
“centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
ciudad. Casse –p- habría recuperado su libertad el día 12 de mayo
de ese mismo año.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado Octavo: (víctima Emilio Demetrio Virinni)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
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Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Emilio Demetrio Virinni, personal jerárquico de la empresa
Mackentor SA. El mencionado habría sido detenido y trasladado al
“centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
ciudad. Virinni habría recuperado su libertad el día 30 de junio
de ese mismo año.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado noveno: (víctima Emilio Sergio Limonti)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Emilio Sergio Limonti, personal jerárquico de la empresa
Mackentor SA. El mencionado habría sido detenido y trasladado al
“centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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ciudad. Limonti habría recuperado su libertad el día 30 de junio
de ese mismo año.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo: (víctima Marino del Valle Ureña)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Mariano del Valle Ureña, personal jerárquico de la empresa
Mackentor SA. El mencionado habría sido detenido y trasladado al
“centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
ciudad. Ureña habría recuperado su libertad el día 30 de junio de
ese mismo año.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
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Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado undécimo: (víctima Lía Margarita Delgado)
Con fecha 25 de abril de 1977, a las 07:30 hs.
aproximadamente, tropas de la Brigada de Infantería
Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada Arturo
Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando del
Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano Benjamín
Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad a Lía
Margarita Delgado, ex empleada de la empresa Mackentor SA. La
mencionada habría sido detenida en el domicilio de calle
Rodríguez del Busto Nro. 3086 de B° Alto Verde, estando a cargo
del operativo el Jefe de Comisión Mayor Ángel O. Corvalán. Luego,
habría sido trasladada al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad. Delgado habría recuperado su
libertad el día 06 de mayo de ese mismo año.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado duodécimo: (víctima Miguel Ángel Roque)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Miguel Ángel Roque, personal jerárquico de la empresa Mackentor
SA. El mencionado habría sido detenido en su domicilio sito en8
calle Tejeda N° 820 de B° Juniors de esta ciudad de Córdoba, y
luego trasladado al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, Roque habría
ingresado oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de
esta ciudad (Cárcel de Encausados), donde habría permanecido
hasta recuperar su libertad el día 11 de mayo de 1978.
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Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo tercero: (víctima Alberto Simón Tatián)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Alberto Simón Tatián, personal jerárquico de la empresa
Mackentor SA. El mencionado habría sido detenido en su domicilio
sito en calle Roma N° 667, Dpto. “3”, de B° Gral. Paz de esta
ciudad de Córdoba, y luego trasladado al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, habría ingresado
oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad
(Cárcel de Encausados), donde habría permanecido hasta recuperar
su libertad el día 11 de mayo de 1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo cuarto: (víctima Hermenegildo Bruno Paván)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Hermenegildo Bruno Paván, directivo de la empresa Mackentor SA.
El mencionado habría sido detenido en su domicilio sito en calle
Curuzú Cuatiá N° 138 de B° Chacabuco de esta ciudad de Córdoba, y
luego trasladado al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, habría ingresado
oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad
(Cárcel de Encausados), donde habría permanecido hasta recuperar
su libertad el día 20 de octubre de 1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
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Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo quinto: (víctima Luis Plácido Paván)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Luis Plácido Paván, directivo de la empresa Mackentor SA. El
mencionado habría sido detenido en su domicilio sito en calle
Hernando de Magallanes N° 482 de B° Las Margaritas de esta ciudad
de Córdoba, y luego trasladado al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, habría ingresado
oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad
(Cárcel de Encausados), donde habría permanecido hasta recuperar
su libertad el día 26 de octubre de 1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo sexto: (víctima Pedro Eugenio Salto)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Pedro Eugenio Salto, ex empleado de la empresa Mackentor SA. El
mencionado habría sido detenido presumiblemente en su domicilio
de calle “D” N° 763 de B° Jardín Espinosa de esta ciudad de
Córdoba, y luego trasladado al “centro clandestino de detención,
concentración y tortura” denominado “La Ribera”, ubicado en
barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, habría ingresado
oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad
(Cárcel de Encausados), donde habría permanecido hasta recuperar
su libertad el día 20/12/78.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo séptimo: (víctima José Miguel Coggiola)
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Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a José Miguel Coggiola, ex empleado de la empresa Mackentor SA.
El mencionado habría sido detenido en su domicilio sito en calle
Hernando de Magallanes N° 482 de B° Las Margaritas de esta ciudad
de Córdoba, y luego trasladado al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
El día 20 de julio de ese mismo año, habría ingresado
oficialmente al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad
(Cárcel de Encausados), donde habría permanecido hasta recuperar
su libertad el día 11 de mayo de 1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo octavo: (víctima Hugo Taboada)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Hugo Taboada, personal jerárquico de la empresa Mackentor SA.
El mencionado habría sido detenido en un lugar no determinado
hasta el momento, y luego trasladado al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad, recuperando su
libertad en fecha no determinada hasta esta altura de la
instrucción.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado décimo noveno: (víctima Ramón Walton Ramis)
Con fecha 25 de abril de 1977, tropas de la Brigada de
Infantería Aerotransportada IV a cargo del General de Brigada
Arturo Gumersindo Centeno (fallecido), dependiente del Comando
del Tercer Cuerpo de Ejército a cargo del Comandante Luciano
Benjamín Menéndez, habrían privado ilegítimamente de su libertad
a Ramón Walton Ramis, personal jerárquico de la empresa Mackentor
SA. El mencionado habría sido detenido y luego trasladado al
“centro clandestino de detención, concentración y tortura”
denominado “La Ribera”, ubicado en barrio San Vicente de esta
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ciudad, recuperando su libertad en fecha no determinada hasta
esta altura de la instrucción.
Mientras estuvo privado de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: impedir su aseo, hacerla padecer su
cautiverio con los ojos vendados y en condiciones infrahumanas,
con el objeto de que dijese la mayor cantidad de información
posible referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor SA. a organizaciones subversivas.
Ramis habría sido trasladado el día 20 de julio de 1977
al Establecimiento Penitenciario N° 2 de esta ciudad (Cárcel de
Encausados).
Mientras Ramis habría estado privado de su libertad en
el centro clandestino de detención citado, el personal mencionado
precedentemente que cumplía funciones en el mismo, le habría
impuesto una serie de torturas, consistentes, entre otras, en
falta de aseo, haciendo padecer su cautiverio con los ojos
vendados y en condiciones infrahumanas, a fin de obtener del
nombrado a través de interrogatorios la mayor cantidad posible de
información referente al supuesto financiamiento económico de
Mackentor S.A. a organizaciones subversivas.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Hecho nominado vigésimo: (víctima Marta Kejner)
Con fecha 25 de abril de 1977, en horas de la
madrugada, tropas de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV
a cargo del General de Brigada Arturo Gumersindo Centeno
(fallecido), dependiente del Comando del Tercer Cuerpo de
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Ejército a cargo del Comandante Luciano Benjamín Menéndez,
habrían privado ilegítimamente de su libertad a Marta Kejner,
principal accionista de la empresa Mackentor SA. La mencionada
habría sido detenida en su domicilio de calle Catamarca Nro. 1646
de B° General Paz, y luego trasladada al “centro clandestino de
detención, concentración y tortura” denominado “La Ribera”,
ubicado en barrio San Vicente de esta ciudad, recuperando su
libertad en fecha no determinada hasta esta altura de la
instrucción.
Mientras estuvo privada de su libertad en “La Ribera”,
los imputados Manuel Absalón Díaz y Eduardo Porfidio Ríos
(personal de la Sección 1 –Política-), Ernesto Guillermo Barreiro
(Jefe de la Sección 1), José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei,
(personal civil de inteligencia del Ejército), dependientes de
Hermes Oscar Rodríguez, Segundo Jefe del Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”, le habrían impuesto una serie
de “torturas”, tales como: en simulacros de fusilamiento, falta
de aseo, alojarla durante aproximadamente diez días en una celda
o calabozo de alrededor de 70 u 80 cm. de ancho con los ojos
vendados, haciendo padecer su cautiverio en condiciones
infrahumanas, a fin de obtener de la nombrada a través de
interrogatorios la mayor cantidad posible de información
referente a: 1) el supuesto financiamiento económico de Mackentor
S.A. a organizaciones subversivas; 2) el lugar donde trabajaba;
3) la religión que profesaba; 4) las acciones que le pertenecían
de la firma Mackentor S.A.; 5) el dinero que recibía mensualmente
por ser dueña de tales acciones; 6) su vinculación y la de su
hermano Natalio Kejner con los abogados Gustavo Roca y Guillermo
Arias y 7) la actividad que desarrollaba Natalio Kejner y si el
nombrado se encontraba afiliado al partido comunista o realizaba
reuniones o comentarios políticos.
Posteriormente, el día 20 de julio de ese mismo año, la
nombrada habría ingresado oficialmente al Establecimiento
Penitenciario N° 3 de esta ciudad (Unidad Correccional de Mujeres
N° 5 Buen Pastor), recuperando su libertad el día 08 de agosto de
1978.
Conforme el hecho narrado se le atribuye participación
en este evento a Manuel Absalón Díaz, cuya situación procesal
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será resuelta cuando el Tribunal obtenga copia certificada de la
partida de defunción del nombrado.
Este hecho habría sido llevado a cabo en atención a que
Jorge Rafael Videla, en su carácter de Presidente de la Nación,
desde el día 24 de marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981, no
habría evitado su ejecución.
Y CONSIDERANDO:
I. Situación procesal de los imputados Jorge Rafael
Videla, Luciano Benjamín Menéndez, Arturo Gumersindo Centeno
(fallecido), Ángel O. Corvalán, Hermes Oscar Rodríguez, Ernesto
Guillermo Barreiro, Jorge Exequiel Acosta, Luis Alberto
Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Carlos Alberto Vega, Juan
Eusebio Vega, José Andrés Tofalo, Orestes Valentín Padován,
Ricardo Alberto Ramón Lardone, Arnoldo José López, Héctor Raúl
Romero, Eduardo Porfidio Ríos, José Luis Yáñez, Enrique Alfredo
Maffei, con respecto a los hechos imputados mediante
requerimientos de instrucción de fs. 826/832vta. y 1370/81.
Hecho nominado primero -víctima Ángel Vitalino Sargiotto-.
Conforme surge de las constancias obrantes en el Expediente 35-S-
85 caratulados: “SUMARIO POR APREMIOS ILEGALES”( ver fojas 1/8),
la existencia del hecho se encuentra suficientemente acreditado.
En el mismo, relata la propia víctima que con fecha
25/4/77, siendo las 6.00 horas aproximadamente, mientras se
encontraba en su vivienda sita en calle Arturo M. Bas 112, 2°
piso de esta Ciudad, fue interceptado por un Teniente Coronel,
acompañado de un Oficial y dos sub-Oficiales todos dependientes
del Cdo. III Cuerpo del Ejercito, quienes le comunicaron que
debía acompañarlos. Fue trasladado en un jeep por personal
militar, hasta que en las inmediaciones de Barrio San Vicente
procedieron a atarlo y vendarle los ojos, trasladándolo al campo
La Ribera. Allí, siempre atado y vendado, fue arrojado a un
pabellón, donde por las voces que lo circundaban entendía que
estaban detenidos también en condiciones similares, socios y
empleados de la empresa Mackentor.
Así, manifestó que durante el primer día de alojamiento
en tal lugar, comenzaron las amenazas del personal de seguridad a
cuyo cargo estaban, así como los malos tratos y al día siguiente,
comenzaron largos interrogatorios formulados por varias personas
al mismo tiempo, siempre vendado y maniatado, reconociendo tales
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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extremos por las voces, y en tales interrogatorios (a veces tres
o cuatro por día) se pretendía que dijera o imputara alguna
vinculación de la empresa con la subversión.
A consecuencia de no conocer nada sobre el accionar
subversivo y menos aún conexiones de ésta con la empresa, se
insistía en los interrogatorios con las amenazas y torturas,
amenazándolo con fusilarlo en presencia de sus socios y empleados
como medida ejemplificativa en forma permanente y hasta llegar un
día a colocarle una pistola en la cabeza (un dependiente de los
servicios a quien nombraban como “Enrique”). Después de una
semana de permanentes torturas e interrogatorios, fue alojado en
una celda de 0,80 de ancho por 1,80 metros de largo, y no se le
permitió la salida de ella durante doce días aproximadamente, sin
tener cama ni colchón y careciendo de los más elementales
alimentos, permaneciendo siempre vendado y maniatado.
Agregó, que alguna vez en la noche o en la madrugada
fue retirado y objeto de burlas y amenazas, y en una de esas
oportunidades fue retirado por un Gendarme apellidado Jiménez (no
identificado), quien lo tomó de los cabellos y prácticamente lo
arrastró hasta el centro del patio del establecimiento, en una
noche fría y donde lo obligó a permanecer de rodillas, apostando
un soldado o dependiente con un arma a quien le dio la orden de
disparar a matar al mas mínimo movimiento. Permaneció en esas
condiciones hasta que se produjo el cambio de guardia.
En tales condiciones permaneció hasta el 22 de mayo de
ese año, cuando fue trasladado en varias oportunidades al Cdo.
III Cpo., donde fue interrogado por varias personas, algunas de
las cuales vestían uniforme militar, siempre bajo amenazas
permanentes, esta vez menos tortuosas. Y a medida que pasaba el
tiempo iba mejorando su trato en el Campo La Ribera, siendo
trasladado a un pabellón común con sus socios, el 20 de julio de
1977 más precisamente a la Cárcel de Encausados. Allí permaneció
incomunicado algún tiempo y luego pudo recibir visitas
familiares. Fue Juzgado por el Consejo de Guerra, por disposición
del General Menéndez, bajo sus órdenes, en una primer oportunidad
se lo condenó a 7 años de prisión, y en una segunda ocasión a 6
años de prisión. En el mes de marzo del año 1979, fue trasladado
a la Unidad Penitenciaria N° 9 de la ciudad de La Plata.
- 26 -
Que los dichos de Sargiotto se encuentran corroborados
por lo manifestado por los testigos Julio Héctor Casse (h), quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él todos los directivos de la empresa, salvo el presidente de
la misma, mencionando a Sargiotto en su declaración, entre otros
(ver fs. 2131/2133). En idéntico sentido, depuso Emilio Sergio
Limonti, quien refirió que durante su cautiverio en La Ribera
estuvo con gente de la empresa Mackentor, consignando a
Sargiotto, entre otras personas detenidas (ver fs. 2176/2177) y
Hermenegildo Bruno Paván, quien también manifestó que durante su
detención en La Ribera estuvo con Ángel Sargiotto (fs.
2256/2257).
También, se cuenta con el legajo de Enzo Alejandro
Manassero brindado por el Servicio Penitenciario Córdoba, del
cual surge que fue trasladado a Encausados el día 20 de julio del
año 1977, como así también se encuentra adjuntado recurso de
apelación dirigido al Sr. Presidente del Honorable Consejo de
Guerra Especial Permanente N° 3, de Ángel V. Sargiotto, entre
otros (ver fs. 6/15).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se expone que
con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo del
Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manacero; Alberto Tatián
y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
En relación a Sargiotto surge a fojas 48 del
expediente: “Sumario por Apremios Ilegales” (Expte. N° 35-5/85),
que el mismo fue trasladado a la Unidad N° 2 Encausados, con
fecha 20 de julio de 1977.
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hechos nominados segundo, tercero y cuarto -víctimas Enzo
Alejandro Manassero, Lelia Norma Rapuzzi de Manassero y Edgardo
Enzo Manassero, respectivamente-
En razón de que los hechos nominados segundo, tercero y
cuarto habrían acontecido en idénticas circunstancias de tiempo y
lugar, entiendo útil abordar su tratamiento en forma conjunta, a
los fines de obtener mayor claridad expositiva.
En primer lugar, la existencia de los mismos se
encuentra acreditado, conforme surge del Expediente 35-S-85
caratulados: “SUMARIO POR APREMIOS ILEGALES” (ver fojas 19/25).
Del mismo, Enzo Alejandro Manassero –esposo de Lelia
Norma Rapuzzi y padre de Edgardo Enzo- relata que con fecha
25/4/77, al arribar en compañía de su esposa e hijo al domicilio
de calle Triunvirato N° 4053, piso 12, Departamento “B” de barrio
Villa Urquiza de Capital Federal, era aguardado por quince y/o
veinte personas, que vestían uniforme policial y militar, que
respondían a las órdenes de un Oficial del Ejército Argentino,
portando armas de diverso calibre, quienes procedieron a
identificarse, a detener a Enzo Alejandro Manassero, esposa e
hijo.
Es así, que con fecha 26 del mismo mes y año, fue
trasladado (Enzo Alejandro Manassero) a una seccional de la
Policía Federal Argentina sita en calle Olazabal, donde fue
alojado sin tener conocimiento del destino de su esposa e hijo.
Al día siguiente fue trasladado a las oficinas de la empresa en
Buenos Aires –su lugar de trabajo- a los fines de reconocer
documentación allí existente, en presencia de personal militar
comandado por un Coronel del Ejército.
En horas de la noche de ese mismo día, fue trasladado a
Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires, donde se encontró con
personal de la empresa, entre ellos José Miguel Coggiola, Carlos
Arriola, Delia Mable Carro (todos habían sido detenidos bajo
similares circunstancias), a quienes los embarcan en un avión con
destino a Córdoba, en cuyo aeropuerto los espera personal militar
que bajo amenazas e intimidaciones los trasladaron a un lugar,
donde se intensificaron las amenazas, empujones, golpes y
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vejámenes, maniatándolos y obligándolos a permanecer en el suelo
con los ojos vendados.
Luego de varios días comprobaron que ese lugar era el
campo La Ribera, dependiente del III Cuerpo de Ejército, donde
debieron permanecer en las más indignas condiciones de
alojamiento, tanto higiénicas, como de salud, prácticamente
siempre tirados en el suelo, con los ojos vendados y maniatados
durante treinta días, en los que era reiteradamente llevado a
“interrogatorios”, consistente en un agravamiento en el
“horroroso” trato, en las amenazas, en tremendas torturas y
golpes (picana eléctrica e introducción de su cabeza en
recipiente con agua).
Durante ese tortuoso calvario, pese al horror de los
padecimientos que debiera soportar, sufría una permanente tortura
mayor, que era el desconocimiento del destino que habrían tenido
su esposa e hijo, detenidos-desaparecidos junto al compareciente,
que justamente era aprovechado por los torturadores encargados
del interrogatorio para efectuar “permanentes amenazas” sobre el
destino de su hija mujer (que residía en otro domicilio por ser
casada) y el de sus nietos, pese al permanente pedido de su parte
que se hiciera con él lo que quisieran pero que dejaran en paz a
su familia, ante la desesperación de no encontrar respuesta
alguna que satisficiera los interrogatorios de los torturadores,
por no conocer ningún hecho vinculado o conexo a la subversión
que al parecer pretendían investigar.
Lo más relevante para el análisis de este hecho, es que
Manassero manifestó que en la primera quincena de mayo de 1977,
una persona que vestía uniforme de Sub-Oficial del Ejército,
quien dijo llamarse Vergara (no identificado), lo retiró de la
celda y le comunicó que vería a su esposa e hijo, y durante unos
instantes los pudo ver desde lejos, y éstos se encontraban con un
calamitoso estado físico, comunicándosele en tal oportunidad que
eran puestos en libertad.
Que los dichos de Enzo Alejandro Manassero se
encuentran corroborados por lo oportunamente manifestado por los
testigos Julio Héctor Casse (h), quien declaró que durante su
estadía en la Ribera se encontraban junto con él todos los
directivos de la empresa, empleados, salvo el presidente de la
misma (ver fs. 2131/2133). En idéntico sentido, depuso Emilio
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Sergio Limonti, quien refirió que durante su cautiverio en La
Ribera estuvo con gente de la empresa Mackentor, (ver fs.
2176/2177) y Hermenegildo Bruno Paván, quien también manifestó
que durante su detención en La Ribera estuvo con los directivos y
empleados de la empresa aludida (fs. 2256/2257); como así también
del expediente 11-M-80 (I Cuerpo) a fojas 1215 surge que el
Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas deja sentado que Manassero
se encontraba detenido desde el 25 de abril de 1977.
A ello se añade la declaración testimonial de Marta
Kejner quien refirió entre otras cosas que fue detenida el
25/04/77 y llegaron desde Buenos Aires Enzo Manassero, su esposa
Pocha y el hijo Edgardo (ver fs. 1309).
Las pruebas señaladas permiten acreditar, con el grado
de probabilidad exigido en esta etapa procesal, que las víctimas
mencionadas fueron privadas ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado quinto -víctima Carlos Enrique Zambón-.
Conforme surge de las constancias obrantes en el
Expediente 35-S-85 caratulados: “SUMARIO POR APREMIOS ILEGALES”,
la existencia de hecho se encuentra suficientemente acreditada.
Surge del expediente 35-S-85 (fs. 20/21), de los dichos
de Enzo Alejandro Manassero -al relatar las condiciones de su
detención y demás circunstancias relacionadas- que con fecha 23
de mayo de 1977 fue alojado en un pabellón en el campo La Ribera,
donde se encontraba con otros miembros de la empresa Mackentor
mencionando entre ellos a Carlos Zambón.
Por otro lado del expediente 11-M-80, más precisamente
a fojas 1226 y del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, deja
sentado que Carlos Enrique Zambón se encontraba detenido desde el
25 de abril de 1977.
El hecho nominado quinto también se encuentra
corroborado en virtud de lo manifestado por los testigos Julio
Héctor Casse (h), quien declaró que durante su estadía en la
Ribera se encontraban junto con él todos los directivos de la
empresa, salvo su presidente, mencionando al ingeniero Zambón en
su declaración, entre otros (ver fs. 2131/2133). En idéntico
sentido, depuso Emilio Sergio Limonti, quien refirió que durante
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su cautiverio en La Ribera estuvo con gente de la empresa
Mackentor, consignando a Zambón, entre otras personas detenidas
(ver fs. 2176/2177) y Hermenegildo Bruno Paván, quien también
manifestó que durante su detención en La Ribera estuvo con Carlos
Enrique Zambón (fs. 2256/2257).
También, se cuenta con el prontuario de Enzo Alejandro
Manassero perteneciente al Servicio Penitenciario Córdoba, del
cual surge que Manassero fue trasladado a Encausados el día 20 de
julio del año 1977, como así también se encuentra adjuntado
recurso de apelación dirigido al Sr. Presidente del Honorable
Consejo de Guerra Especial Permanente N° 3, de Angel V.
Sargiotto, entre otros (ver fs. 6/15).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manacero; Alberto Tatián
y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
Surge a fojas 48 del expediente: “Sumario por Apremios
Ilegales” (Expte. N° 35-5/85), que el mismo fue trasladado a la
Unidad N° 2 Encausados, con fecha 20 de julio de 1977.
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado sexto -víctima Julio Héctor Casse (h)-.
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
En primer lugar, en ocasión de prestar declaración
testimonial Julio Héctor Casse manifestó que con fecha
veinticinco de abril del año 1977, un año después del golpe de
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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estado, se encontraba en su vivienda sito en calle 24 de
septiembre de Barrio General Paz, piso 11 de esta Ciudad, que no
recuerda la altura pero que es la primera cuadra de 24 de
septiembre pasando el puente de 24 de septiembre, a mano
izquierda. Es así que, en horas de la madrugada fue interceptado
por los militares, quienes se encontraban vestidos con el
uniforme correspondiente. Tocaron el timbre, les abrió la puerta,
y los militares que allí se encontraban le dijeron: “vístase que
nos tiene que acompañar”.
Continuó su relato refiriendo que en ese momento era el
contador de la empresa Mackentor y en esa empresa había varios
contadores. Que lo trasladaron en una camioneta militar junto con
otros dos o tres vehículos más hasta el Penal Militar de Barrio
San Vicente de esta Ciudad, campo denominado “La Ribera”. Que
estuvo allí junto a otras personas en un pasillo con los ojos
vendados y sin poder hablar entre sí. Que por lo que pudo
apreciar todos los que estaban cerca del dicente eran de la
Empresa Mackentor, eran empleados, funcionarios, etc. Que luego
de tres o cuatro días los trasladaron a un pabellón con camas
cuchetas, siempre con los ojos vendados, y un militar los
acompañaba al baño cuando lo deseaban.
Que en ese período lo interrogaban sobre la actividad
de la empresa, fuera de los negocios empresarios, preguntaban si
había alguna cosa rara o movimiento que no fuera de el normal de
una empresa. Que cuando lo interrogaban lo llevaban a un cuarto
especial con los ojos vendados, no pudo observar a quien lo
interrogaba ni ver tampoco este cuarto especial. Que cuando lo
interrogaban no lo golpearon pero que sí lo interrogaban con una
voz de imposición, sin formularle amenazas. Que si se daba cuenta
que lo estaban grabando mientras lo interrogaban. Que su padre,
también estuvo detenido, sólo 18 días aproximadamente y que fue
por portación de nombre ya que se llaman igual. Que no recuerda a
otras personas detenidas. Que al momento de su detención eran
“todos militares” y que nunca vio a nadie civil. Luego en La
Ribera estaban todos vestidos de civil. Que al momento de la
detención no le vendaron los ojos y tuvo suerte porque lo
trataron bien y a su mujer que estaba en la casa al momento de su
detención, también la trataron bien. Que estuvo detenido en La
Ribera y que no recuerda bien si fueron tres meses o seis y que
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luego fue trasladado a Encausados y recuperó su libertad el 11 de
mayo de 1978.
Que en el ínterin estando en Encausados lo trasladaron
a declarar al Comando del Tercer Cuerpo del Ejercito porque había
unas registraciones contables que se habían realizado en la
empresa de ingresos de dinero anteriores a gestión en la empresa
y que querían conocer su origen. Por el hecho de haber sido
anteriores a su ingreso a la empresa desconocía los hechos, pero
si había visto en el libro de actas de directorio que se resolvía
aceptar e ingresar ese dinero a la empresa y fue interrogado por
un coronel que era uno de los tres interventores que tuvo la
empresa, que no recuerda cuál de los tres, le exhibió el libro de
acta de Directorio y buscó el acta, la encontró y se la mostró,
con eso quedó satisfecho y de allí lo trasladaron de nuevo a
Encausados. Que la sospecha que tenían los militares era que ese
dinero tenía origen subversivo. Expuso que estuvo alojado en un
pabellón, que el primer día tuvo los ojos vendados y las manos
atadas, pero después de un tiempo los sacaban al patio al sol.
Que las manos las tenía atadas con soga cree, esto fue el primer
día, los ojos vendados. El pabellón no era ni sucio ni limpio, lo
interrogaron dos o tres veces y siempre sobre la empresa y que
después rotaban con las otras personas los interrogatorios, que
nunca observó a quiénes lo interrogaban. Que con relación a un
muchacho Coggiola, fue a él a quien le apuntaron más y que cree
que lo llevaron a la Perla y lo torturaron más y que no sabe
porqué, todo ello según dichos del propio Coggiola. Que llevaron
mucha gente que trabajaba en Buenos Aires, también en la misma
Empresa a quienes detenían en esa Provincia y después los
trasladaban al mismo lugar donde se encontraban ellos, esto es, a
Córdoba.
Que en relación a su padre, sabe que estaba en las
mismas condiciones que el dicente, con las manos atadas y
vendado. Que supone que no los consideraban como gente peligrosa.
Que la gente de la empresa detenida con él era: Mannasero,
Sargiotto, los dos hermanos Paván, estos eran los socios de la
empresa, Zambón, el ingeniero Ramón Ramis, contador Roqué que
también eran socios, Juan Oklander (de Buenos Aires), asesor y
contador de dicha empresa y trabajaba en Buenos Aires, Coggiola,
quien realizaba compras, era empleado también, Pedro Salto y
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Alberto Tatián. También habían traído a dos o tres empleados de
Santiago del Estero, de un campo de la empresa, pero no recuerda
los nombres.
Que el operativo en Córdoba en relación a todos los
empleados y funcionarios de la empresa fue realizado el mismo día
y los de Buenos Aires también fue el mismo día, y llegaron a la
Ribera días después en virtud del traslado. Que en relación a
Marta Kejner quien cree que vivía en Córdoba y una secretaria
Delia Carro, también las secuestraron, las dos de Buenos Aires y
las trajeron a La Ribera.
Que posteriormente fueron juzgados por la justicia
militar y les designaron un defensor militar a cada uno, tuvieron
contacto con sus defensores, cada uno armo una defensa y
concurrieron a una sala del Comando del Tercer Cuerpo, y allí los
acusaban de actividades subversivas y que la empresa tenía campos
en Santiago del Estero y que recibían dinero de la subversión, lo
acusaban de ser cómplice, supone por haber sido profesional de la
empresa. Y que en dicho juicio fue absuelto y un policía del
servicio penitenciario lo liberó sin decirle nada. Y a los
directivos los condenaron y los absolvieron a los empleados entre
ellos a él. Que en relación a los que quedaron detenidos por ahí
los iba a visitar a Encausados. Y que con relación a la gente que
lo privó de la libertad en La Ribera, que no cree por el tiempo
transcurrido poder reconocerlos, y de nombres no recuerda a nadie
(ver declaración de fs. 2131/2133).
Que conforme surge del Expediente 35-S-85 caratulados:
“SUMARIO POR APREMIOS ILEGALES”, más precisamente a fs. 20/21,
Enzo Alejandro Manassero al relatar las condiciones de su
detención y demás circunstancias relacionadas, manifestó que con
fecha 23 de mayo de 1977 fue alojado en un pabellón en el campo
La Ribera, donde se encontraba con otros miembros de la empresa
Mackentor mencionando entre ellos a Julio Casse.
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
precisamente de la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Julio Héctor Casse estuvo privado de su libertad desde el 25
de abril de 1977 hasta el 11 de mayo de 1978 (fojas 1222).
Lo expuesto también se encuentra corroborado por lo
oportunamente manifestado por los testigos Emilio Sergio Limonti
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y Hermenegildo Bruno Paván, quienes refirieron que durante su
cautiverio en La Ribera estuvieron con gente de la empresa
Mackentor, consignando a Casse, entre otras personas detenidas
(ver fs. 2176/2177 y fs. 2256/2257).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manassero; Alberto
Tatián y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado séptimo -víctima Julio Héctor Casse (padre)-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Conforme lo desarrollado al analizar el hecho nominado
sexto, de la declaración de Julio Héctor Casse (hijo) surge
claramente que su padre también fue detenido en la misma fecha,
esto es 25 de abril de 1977, y trasladado al campo de La Ribera,
por un período aproximado a dieciocho días, y que fue alojado en
las mismas condiciones que su hijo. Es decir, con los ojos
vendados y las manos atadas.
Asimismo, es dable mencionar nuevamente que el testigo
Casse (h) refirió que el operativo en Córdoba en relación a todos
los empleados y funcionarios de la empresa fue realizado el mismo
día, así como los de Buenos Aires, y que llegaron a la Ribera
días después en virtud del traslado.
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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precisamente en la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Julio Héctor Casse (h) estuvo privado de su libertad desde el
25 de abril de 1977 (fojas 1222).
Lo expuesto también se encuentra corroborado por lo
oportunamente manifestado por los testigos Hermenegildo Bruno
Paván. Estos expusieron que entre las personas que estaban
detenidas se encontraba Julio Héctor Casse, padre e hijo,
aclarando que el hijo era contador de la Empresa y el padre
también era contador pero no de la Empresa (ver fs. 2256/2257);
en tanto Emilio Sergio Limonti depuso en igual sentido (ver fs.
2176/2177).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manassero; Alberto
Tatián y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado octavo -víctima Emilio Demetrio Virinni-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
En primer término, repárese que los testigos Bruno
Hermenegildo Paván y Emilio Sergio Limonti manifestaron que
estuvieron detenidos en el campo de La Ribera junto con el
ingeniero de la Empresa Mackentor llamado Emilio Demetrio Virinni
(ver declaraciones de fs. 2131/2133 y 2176/2177).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
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un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manacero; Alberto Tatián
y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
También se cuenta con la declaración testimonial de Lía
Margarita Delgado quien refirió que fue detenida con fecha
25/04/77 junto con treinta y tres personas más que trabajaban en
la empresa Mackentor, y en el horario aproximado a las 7.30
horas, siendo posteriormente trasladada en un ómnibus con estas
33 personas al campo de La Ribera, y también había empleados de
la empresa que los habían trasladado desde Buenos Aires. También
refirió las circunstancias y condiciones en las que padeció su
detención, a las cuales me remito en honor a la brevedad (ver
fojas 1300/1302).
Asimismo, el testigo Casse (h) refirió que el operativo
en Córdoba en relación a todos los empleados y funcionarios de la
empresa fue realizado el mismo día (25/04/77) y los de Buenos
Aires también, y llegaron a La Ribera días después en virtud del
traslado.
Finalmente, la testigo Marta Kejner al momento de
declarar manifestó que con fecha 30 de junio de 1977 recuperaron
su libertad: Hugo Francisco Taboada, Juan Telésforo Arriola,
Marino del Valle Urueña, Emilio Sergio Limonti, Carlos Felipe
Cuello y Demetrio Virini (ver fojas 1307/1317); adjuntando copia
del Diario “La Voz del Interior” (ver fs. 1318).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado noveno -víctima Emilio Sergio Limonti-
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
En primer lugar, relata la propia víctima que con fecha
25/4/77, siendo las 6.00 horas aproximadamente, fue detenido en
su vivienda sita en calle Quesada 218 de Barrio Villa Cabrera de
esta Ciudad. Personal con uniforme del Ejército golpeó
fuertemente la puerta y el dicente los atendió, le preguntaron si
tenía datos de la Empresa Mackentor o direcciones y el dicente
les entrego una agenda. Que en la puerta de su casa había una
camioneta llena de soldados. Relató que “lo cargaron” en el
asiento delantero y en ese momento no le vendaron los ojos. Así,
lo trasladaron al Parque Autóctono, que queda a cuatro o cinco
cuadras y lo subieron a un colectivo también del Ejército, le
ataron las manos y le vendaron los ojos.
Que en el colectivo reunieron aproximadamente siete u
ocho de los que trabajaban en la empresa, reconociéndolos por las
voces. Luego los trasladaron a La Ribera, dándose cuenta por el
viaje y posteriormente por el ruido de las máquinas, de las
canteras que se escuchaban. Que al llegar al centro de detención
siguieron vendados y les desataron las manos. Que estuvo allí
tres meses aproximadamente. Permaneció con los ojos vendados todo
el día, tanto para dormir, como para comer, veinticinco días, el
resto sin vendas. Que estaban alojados en un pabellón, una cuadra
como dicen “los milicos”, hombres y mujeres todos juntos.
Que en ese pabellón había camas cuchetas. Que estuvo
detenido con Contador Alberto Tatián; Marino Urueña, ingeniero;
Emilio Virinni (f), ingeniero; Juan Arriola (f), mecánico; Lía
Delgado, empleada administrativa; Marta Kejner, hermana del
principal dueño de la Empresa; Carlos Cuello, capataz de obra;
Bruno Paván, capataz general; Luis Paván (f), mecánico; que los
nombrados eran todos socios, los habían habilitado como socios.
También los directores Enzo Manassero, Carlos Zambón (f),
Sargiotto y Ramis (f). También Miguel Angel Roqué (f) contador,
José Miguel Coggiola, comprador de repuestos, Hugo Taboada (f),
ex empleado en ese momento de la empresa; Salto, contador. Agregó
que él era gerente de otra Empresa llamada “Horcen” y era como
una empresa subsidiaria a la empresa Mackentor. Que también
estuvieron detenidos Julio Héctor Casse (padre e hijo).
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Que lo interrogaron dos veces y los interrogatorios
consistían en que le vendaban los ojos y le preguntaban. El que
preguntaba sabía todo de su vida, también de la vida de sus hijos
y de su colegio. Y le apoyaban una pistola en la cabeza, cerca
del oído y la “martillaban”, esto es, la cargaban, que lo hacían
caminar alrededor de una mesa, le ponían una bolsa en la cabeza y
ahí le cargaban la pistola en la oreja y esto duraba diez minutos
aproximadamente, fue interrogado dos veces y en las dos ocasiones
le hicieron lo mismo, y los dos interrogatorios en diferentes
días.
Que las preguntas en los interrogatorios duraban, diez
minutos con la pistola en la cabeza y media hora aproximadamente
de preguntas. Que no les permitían asearse, esto es, durante los
veinticinco días que estuvo con los ojos vendados y que recuerda
que una noche un oficial de gendarmería los obligó a comer del
piso, de un plato ubicado en el piso, y con las manos sin atar.
Que luego de veinticinco días de estar detenido los trasladaron
al Tercer Cuerpo del Ejército e intervino el Oficial Avalos como
Oficial Preventor, porque “los metían” en el Tribunal de guerra,
pero no les daban abogados. Que luego le formularon un
interrogatorio mas distendido, sin vendas, y de esa intervención
cree que salio en libertad por eso. Que a él nunca le dijeron
ningún cargo en su contra. Que quiere aclarar que en la fecha en
que a los demás detenidos los trasladaron a Encausados a él le
dieron la libertad, pero no recuerda la fecha con exactitud. Que
entre la gente que los supervisaba en el centro de detención no
había ningún militar, que eran chicos de 20 años estudiantes,
eran de Gendarmería. Que los que lo interrogaban eran cuatro, uno
era un tipo que tenía pelo largo, barba, y el apodo era “Serpico”
y era un médico. Esa misma persona lo recuerda porque fue quien
lo trasladó al Tercer Cuerpo del Ejército en auto.
Que en el campo de La Ribera era como un cuartel
general de los militares y de ahí andaban todo el día armados,
comían asado a las cuatro o cinco de la mañana y de ahí salían a
hacer los operativos. Le preguntaban en los interrogatorios sobre
actividades subversivas de la empresa. Que tenía el cargo de
administrador de obra en la empresa Mackentor antes de ser
detenido, aclara que él trabajo 31 años en la empresa Mackentor,
pero trabajaba en la otra Empresa Horcen que era del mismo grupo
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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accionario que la Empresa Mackentor. Que con el dueño tenían una
relación amistosa. Que recuerda haber sido liberado el 30/06/77
aproximadamente. Que cuando salió en libertad eran seis, entre
los cuáles estaban, Virinni, Carlos Cuello (f), Taboada, Urueña,
y Arriola.
Que entre otras cosas, manifestó que una noche, cerca
de un patio frente a donde dormían pusieron un disco con
grabaciones, del otro lado del patio, donde se escuchaba como
torturaban a una mujer, esto es que estaba grabado los gritos de
una mujer que estaba siendo torturada, y se ponían el disco de
noche. Era un disco terrorífico, de espanto (ver fs. 2176/2177).
Que los dichos de Limonti se encuentran corroborados
por lo oportunamente manifestado por los testigos Hermenegildo
Bruno Paván, quien declaró que durante su estadía en la Ribera se
encontraban junto con él otros empleados de la empresa Mackentor,
mencionando en su declaración a Emilio Sergio Limonti (ver fs.
2131/2133).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manacero; Alberto Tatián
y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver fojas 27 de legajo de Sargiotto).
Por otro lado, de la declaración de la testigo Marta
Kejner surge que con fecha 30 de junio de 1977 recuperaron su
libertad: Hugo Francisco Taboada, Juan Telésforo Arriola, Marino
del Valle Urueña, Emilio Sergio Limonti, Carlos Felipe Cuello y
Demetrio Virini (ver fojas 1349/1359); adjuntando copia del
Diario “La Voz del Interior” (ver fs. 1360).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
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circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo -víctima Marino del Valle Urueña- Conforme
surge de las constancias obrantes en autos y documentación
reservada en Secretaría, la existencia del hecho se encuentra
suficientemente acreditada.
A esta altura de la instrucción se encuentra
debidamente acreditado que la víctima en cuestión fue detenida
con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La Ribera, junto con
los demás empleados y directivos de la Empresa Mackentor.
Esto se encuentran corroborado por lo manifestado por
el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien declaró que durante su
estadía en la Ribera se encontraba junto con él otros empleados
de la empresa Mackentor, mencionando en su declaración a Marino
del Valle Urueña (ver fs. 2131/2133). El testigo Emilio Sergio
Limonti, manifestó que estuvo detenido en La Ribera desde el
25/04/77 junto con Marino del Valle Urueña (ver declaración de
fs. 2176/2177).
Por otra parte, de los legajos de las víctimas,
pertenecientes al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, consta
un artículo del diario “Los Principios” en el cual se manifiesta
que con fecha 25 de abril de 1977 el Comandante del Tercer Cuerpo
del Ejército, informó oficialmente la detención de doce personas,
entre las que figuraba: “Casse Julio Héctor (padre e hijo);
Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio Limonti; Lía Margarita
Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio Virini; Angel Vitalino
Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo Manacero; Alberto Tatián
y Hugo Taboada, relacionados a la investigación de delitos
económicos por parte de la empresa Mackentor S.A.; Del Interior
S.A. y HORCEN S.A. (ver legajos correspondientes).
Asimismo, de la declaración de la testigo Marta Kejner
surge que con fecha 30 de junio de 1977 recuperaron su libertad:
Hugo Francisco Taboada, Juan Telésforo Arriola, Marino del Valle
Urueña, Emilio Sergio Limonti, Carlos Felipe Cuello y Demetrio
Virini (ver fojas 1307/1317); adjuntando copia del Diario “La Voz
del Interior” (ver fs. 1318).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado undécimo -víctima Lía Margarita Delgado-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
La materialidad del hecho nominado 11 se encuentra
debidamente acreditado conforme prueba testimonial, cruzamiento
de datos y testimonios, y distinta documentación agregada a la
causa y reservada en Secretaría.
La propia víctima presta declaración a fs. 1300/1302,
en donde da cuenta que fue detenida el 25 de abril de 1977 en
horas de la mañana, en su casa de Rodríguez del Busto 3086 de Bª
Alto Verde, por personal militar que realizó un allanamiento en
su domicilio. La mencionada describe de forma similar al resto de
las víctimas las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se
sucedieron los hechos investigados, aclarando que fue alojada en
el CCD “La Ribera” junto a otros empleados de la empresa
Mackentor SA. En dicha declaración Delgado da cuenta de los malos
tratos y torturas que debió sufrir mientras estuvo privada
ilegalmente de su libertad, testimonio al cual me remito en honor
a la brevedad.
Hecho nominado duodécimo -víctima Miguel Ángel Roque-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
A esta altura de la instrucción se encuentra
debidamente acreditado que la víctima en cuestión fue detenido
con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La Ribera, junto con
los demás empleados y directivos de la Empresa Mackentor.
Esto se encuentran corroborado por lo oportunamente
manifestado por los testigos Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando en su
declaración a Miguel Ángel Roque, contador y síndico de la
empresa en ese momento (ver fs. 2131/2133). También el testigo
Emilio Sergio Limonti, manifestó que estuvo detenido en La Ribera
desde el 25/04/77 junto con Miguel Ángel Roque (ver declaración
de fs. 2176/2177).
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Roque fue mencionado por Sargiotto, como una de las
personas que se encontraban junto con él detenidas en el campo
La Ribera y refiere que con fecha 20 de julio de 1977 fueron
trasladados a la Cárcel de Encausados (ver fojas 1/4 del
expediente 35-S-85 “Sumario por Apremios Ilegales”). Por otro
lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y ENCUBRIMIENTO” del
Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más precisamente de la
sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado que Miguel Ángel
Roque estuvo privado de su libertad desde el 25 de abril de 1977
hasta el 11 de mayo de 1978 (fojas 1222).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo tercero -víctima Alberto Simón Tatián-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
A esta altura de la instrucción se encuentra
debidamente acreditado que la víctima en cuestión fue detenida
con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La Ribera, junto con
los demás empleados y directivos de la Empresa Mackentor.
Esto se encuentra corroborado por lo oportunamente
manifestado por los testigos Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando en su
declaración a Alberto Simón Tatián, contador y síndico de la
empresa en ese momento (ver fs. 2131/2133). También el testigo
Emilio Sergio Limonti, manifestó que estuvo detenido en La Ribera
desde el 25/04/77 junto con Miguel Ángel Roque (ver declaración
de fs. 2176/2177).
Sargiotto lo menciona como una de las personas que se
encontraban junto con él detenidas en el campo La Ribera y
refiere que con fecha 20 de julio de 1977 fueron trasladados a la
Cárcel de Encausados (ver fojas 1/4 del expediente 35-S-85
“Sumario por Apremios Ilegales”). Por otro lado del expediente
“ASOCIACION ILICITA Y ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas, más precisamente de la sentencia de fecha
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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19/04/79, se dejó sentado que Alberto Simón Tatián estuvo privado
de su libertad desde el 25 de abril de 1977 hasta el 11 de mayo
de 1978 (fojas 1222).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo cuarto -víctima Hermenegildo Bruno Paván-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Que del relato de la propia víctima, surge que en el
año 1977, en el mes de abril, entre el 25 o el 27 de dicho mes,
mientras Paván se encontraba realizando obras viales en Santiago
del Estero, en la Ruta 16, como Jefe de Obra. En ese momento fue
interceptado por la Policía de la Provincia de Santiago del
Estero, en el campamento que tenían instalado en la Ruta 16,
cerca de Monte Quemado. Que la Policía buscaba en las oficinas
que tenían allí instaladas, documentación. Que era una oficina de
empresa constructora, con documentaciones laborales. Que la
policía se encontraba uniformada y el dicente les entregó toda la
documental que le solicitaron en ese momento. Que lo llevaron a
Monte Quemado y al día siguiente lo llevaron a Santiago del
Estero a una Unidad que no tenía identificación alguna. Que cree
que debe haber sido algo relacionado a Inteligencia porque las
personas que se encontraban ahí no tenían uniforme. Que en esa
Unidad estuvo una noche y de ahí lo trasladaron a Córdoba en auto
particular junto con otra persona que era compañero del dicente,
que fue detenida en Santiago del Estero, era Marino del Valle
Urueña.
Que en el auto los llevaban vendados, atados y
enfundados en unos tarros de plástico que les llegaba hasta la
cintura. Que cree que era uno de esos tarros de residuos, que no
podía respirar bien allí adentro, y que todo el viaje fue en esas
condiciones. El viaje duró como ocho horas aproximadamente. Que
cree que llegaron a Córdoba y los hicieron ingresar por el
Edificio Central de la Policía ubicado en calle San Martín, y que
cree que fue así ya que no podía ver pero escuchaban campanas.
- 44 -
Que al día siguiente los trasladaron a “La Ribera” y
allí se encontraron con todos los que estaban detenidos y que
trabajaban en la Empresa Mackentor. Se hallaba detenido todo el
grupo de la empresa, desde la secretaria hasta los contadores.
Que estaban todos en un mismo espacio, en unos galpones abiertos.
Que en los traslados los ataban, pero durante su alojamiento en
la Ribera sólo los vendaban, no los ataban. Que al mes de estar a
la Ribera, le dieron la libertad a los empleados administrativos.
Que él tenía el cargo en la Empresa de Jefe de Obra y Director de
la Sociedad Anónima.
Que junto a él se encontraban detenidos: Ángel
Sargiotto, arquitecto y director de la empresa; Enzo Manassero,
director de la empresa; Lelia Norma Rapuzzi de Manassero, no
recuerda si la detuvieron, pero puede que si porque había cuatro
o cinco mujeres o quizá más, detenidas, Carlos Enrique Zambón,
ingeniero y director; Julio Héctor Casse, padre e hijo, aclara
que el hijo era contador de la empresa y el padre también era
contador pero no de la empresa; Emilio Demetrio Virinni (f),
ingeniero de la empresa; Emilio Sergio Limonti, administrativo;
Marino del Valle Urueña, ingeniero civil y estaba en el
directorio también. Lía Margarita Delgado, ex administrativa en
ese momento de la empresa. Miguel Ángel Roque (f), contador, cree
que era el síndico en ese momento de la Empresa. Alberto Simón
Tatián (f), contador de la empresa; Luis Plácido Paván (f)
miembro del directorio de la empresa; Pedro Eugenio Salto,
contador de la empresa; José Miguel Coggiola, encargado de
compras; Hugo Taboada, arquitecto de la empresa y cree que en ese
momento ya no trabajaba en la Empresa. Ramón Walter Ramis
(fallecido), ingeniero civil y del directorio.
También Marta Kejner, hermana del Presidente de la
Empresa, estuvo aproximadamente tres meses y en el mismo lugar
que el dicente, en la misma celda. Y a los tres meses la
trasladaron al Buen Pastor. Que era la única mujer que quedó
detenida en ese entonces. Que todos los nombrados se encontraban
detenidos junto con el dicente, salvo los que aclaró que no
recordaba con exactitud. Que de todas las personas nombradas,
Sargiotto, Enzo Alejandro Manassero, Zambón y Ramis, fueron
enjuiciados por el Consejo de Guerra y estuvieron cuatro años
presos aproximadamente y fueron puesto a disposición del Poder
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Ejecutivo. Que recuerda que los cuatro mencionados los
trasladaron a la Unidad Penitenciaria de La Plata.
Que en La Ribera fueron alojados en un galpón, abierto,
semidestruido, sin ventanas, sin instalaciones sanitarias y
vigilados por personal de Gendarmería, aclaró que internamente
era vigilados por Gendarmería y afuera por el Ejército. Que el
dicente estuvo en la Ribera tres meses, de los cuales dos meses
estuvieron en un lugar que era tipo pabellón con habitaciones
sucesivas, sin puertas ni ventanas. Que el último mes de los tres
meses que estuvo allí salieron al exterior a una habitación donde
tenían camas cuchetas. Los dos meses anteriores, cuando estuvo en
la habitación con pabellones estuvo todo el tiempo con los ojos
vendados. Que adentro de La Ribera no tenían las manos atadas,
solo cuando los trasladaban se las ataban.
En algunas ocasiones los trasladaban al Tercer Cuerpo
del Ejercito lugar donde también eran interrogados. Que en la
misma Ribera había unos interrogadores que eran los más bravos,
eran tres, que nunca les conoció el nombre. Que en los
interrogatorios los querían culpar de haber girado dinero de la
Empresa a grupos subversivos o actividades subversivas. En
realidad “… lo que se hizo fue girar 200.000 dólares a Natalio
Kejner, que en ese momento se encontraba en el extranjero…”, que
era para él. Que todos los interrogatorios eran para lo mismo.
Que según su opinión, el motivo de la toma de la Empresa estuvo
relacionado en virtud de que Gustavo Roca, fue el primero que
hizo denuncias y defensas subversivas en la Provincia de Tucumán,
y que el nombrado en un primer momento formaba parte del síndico
de la Empresa. Que Gustavo Roca estuvo los cuatro primeros años
de la empresa, en su inicio, y que se había retirado hacía
diecisiete años, en el año 1960. Que mientras estuvo en La Ribera
no tuvo tortura física, salvo psicológica por los gritos,
empujones, estar atado y tirado. El que mas sufrió consecuencias
fue Manassero. Que dentro de la misma Ribera, del lado de afuera,
había un espacio donde llevaban gente y se comentaba que tenían
el tacho con agua para hacer el submarino, y una cama para
“electrificar”. Que nunca lo llevaron a ese lugar sólo lo sabe
por comentarios de otros detenidos.
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Que con fecha 20/07/77 fue trasladado a la Cárcel de
Encausados y el día 20 de octubre de ese mismo año recuperó su
libertad (ver declaración de fs. 2131/2133).
Esto se encuentra corroborado por lo oportunamente
manifestado por los testigos Emilio Sergio Limonti, quien declaró
que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto con él
otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando en su
declaración a Bruno Hermenegildo Paván (ver fs. 2131/2133).
También es mencionado por Sargiotto, como una de las
personas que se encontraban junto con él detenidas en el campo La
Ribera y refiere que con fecha 20 de julio de 1977 fueron
trasladados a la Cárcel de Encausados (ver fojas 1/4 del
expediente 35-S-85 “Sumario por Apremios Ilegales”).
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
precisamente de la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Bruno Hermenegildo Paván estuvo privado de su libertad desde
el 25 de abril de 1977 (fojas 1223).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo quinto -víctima Luis Plácido Paván-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Que de la instrucción de las presentes actuaciones, se
encuentra debidamente acreditado que la víctima de que se trata
fue detenido con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La
Ribera, junto con los demás empleados y directivos de la Empresa
Mackentor.
Esto se encuentra corroborado por lo manifestado por el
testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien declaró que durante su
estadía en la Ribera se encontraban junto a él otros empleados de
la empresa Mackentor, mencionando a su hermano Luis Plácido Paván
(ver fs. 2131/2133). También el testigo Emilio Sergio Limonti,
manifestó que estuvo detenido en La Ribera desde el 25/04/77
junto con Luis Paván (ver declaración de fs. 2176/2177), y
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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mencionado por Sargiotto, como una de las personas que se
encontraban junto con él detenidas en el campo La Ribera, que
luego, con fecha 20 de julio de 1977, fueron trasladados a la
Cárcel de Encausados (ver fojas 1/4 del expediente 35-S-85
“Sumario por Apremios Ilegales”).
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
precisamente de la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Luis Plácido Paván estuvo privado de su libertad desde el 25
de abril de 1977 hasta el 25 de octubre de 1977 (fojas 1222).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo sexto -víctima Pedro Eugenio Salto-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Que de la instrucción de las presentes actuaciones, se
encuentra debidamente acreditado que la víctima de que se trata
fue detenido con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La
Ribera, junto con los demás empleados y directivos de la Empresa
Mackentor.
Esto se encuentra corroborado por lo oportunamente
manifestado por el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando a
Pedro Eugenio Salto, contador de la empresa (ver fs. 2131/2133).
También el testigo Emilio Sergio Limonti, manifestó que estuvo
detenido en La Ribera desde el 25/04/77 junto con Salto, contador
de la empresa (ver declaración de fs. 2176/2177).
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
precisamente de la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Pedro Eugenio Salto estuvo privado de su libertad desde el 25
de abril de 1977 hasta el 20 de diciembre de 1977 (fojas 1222).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
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mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo séptimo -víctima José Miguel Coggiola-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Que de la instrucción de las presentes actuaciones, se
encuentra debidamente acreditado que la víctima de que se trata
fue detenido con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La
Ribera, junto con los demás empleados y directivos de la Empresa
Mackentor.
Esto se encuentra corroborado por lo oportunamente
manifestado por el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando a
José Miguel Coggiola (ver fs. 2131/2133). El testigo Emilio
Sergio Limonti, manifestó que estuvo detenido en La Ribera desde
el 25/04/77 junto con Coggiola, empleado de la empresa (ver
declaración de fs. 2176/2177); y también es mencionado por la
testigo Lía Margarita Delgado, quien refirió que se encontraba
detenida en La Ribera junto con Coggiola (ver declaración de fs.
1300/1302). En igual sentido declaró Marta Kejner quien entre las
personas que se encontraban con ella detenidas nombró a Coggiola
(ver declaración de fs. 1322).
Por otro lado del expediente “ASOCIACION ILICITA Y
ENCUBRIMIENTO” del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, más
precisamente de la sentencia de fecha 19/04/79, se dejó sentado
que Pedro Eugenio Salto estuvo privado de su libertad desde el 25
de abril de 1977 hasta el 11 de mayo de 1978 (fojas 1222).
La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo octavo -víctima Hugo Taboada-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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A esta altura de la instrucción se encuentra
debidamente acreditado que la víctima en cuestión fue detenido
con fecha 25 de abril de 1977 y alojado en La Ribera, junto con
los demás empleados y directivos de la Empresa Mackentor.
Esto se encuentran corroborado por lo oportunamente
manifestado por el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en la Ribera se encontraban junto
con él otros empleados de la empresa Mackentor, mencionando en su
declaración a Hugo Taboada, arquitecto de la empresa, pero en ese
momento ya no se encontraba trabajando en la misma (ver fs.
2131/2133).
El testigo Emilio Sergio Limonti, manifestó que estuvo
detenido en La Ribera desde el 25/04/77 junto con Hugo Taboada
(ver declaración de fs. 2176/2177). Por otra parte, de los
legajos de las víctimas, pertenecientes al Consejo Supremo de las
Fuerzas Armadas, consta un artículo del diario “Los Principios”
en el cual se manifiesta que con fecha 25 de abril de 1977 el
Comandante del Tercer Cuerpo del Ejército, informó oficialmente
la detención de doce personas, entre las que figuraba: “Casse
Julio Héctor (padre e hijo); Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio
Limonti; Lía Margarita Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio
Virini; Angel Vitalino Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo
Manacero; Alberto Tatián y Hugo Taboada, relacionados a la
investigación de delitos económicos por parte de la empresa
Mackentor S.A.; Del Interior S.A. y HORCEN S.A. (ver legajos
correspondientes).
Asimismo, de la declaración de la testigo Marta Kejner
surge que con fecha 30 de junio de 1977 recuperaron su libertad:
Hugo Francisco Taboada, Juan Telésforo Arriola, Marino del Valle
Urueña, Emilio Sergio Limonti, Carlos Felipe Cuello y Demetrio
Virini (ver fojas 1307/1317); adjuntando copia del Diario “La Voz
del Interior” (ver fs. 1318).
En este sentido, repárese que la testigo Kejner refirió
entre otras cosas que con fecha 30/06/77 un gendarme empezó a
leer los nombres de las personas que quedaban en libertad
mencionando a Taboada, entre otros (ver fs. 1307/1317). La prueba
señalada permite acreditar, con el grado de probabilidad exigido
en esta etapa procesal, que la víctima mencionada fue privada
ilegítimamente de su libertad en las circunstancias de tiempo,
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modo y lugar señaladas y en las condiciones mismas de su
detención, padeció torturas.
Hecho nominado décimo noveno -víctima Ramón Walton Ramis-
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada (ver expediente “Sumario por
Apremios Ilegales” - Expte. 35-S-85 - fs. 11/16).
Del mismo surge que la víctima manifestó que con fecha
25 de abril de 1977, en horas de la madrugada, en su domicilio
particular sito en calle Rivadeo 1279 de Barrio Alta Córdoba de
la ciudad de Córdoba, se apersonó un grupo de personas
uniformadas como militares del Ejército Argentino, fuertemente
armadas, quienes ingresaron violentamente a empujones y forcejeos
lo maniataron y vendaron los ojos y lo trasladaron por la fuerza
hasta el denominado Campo de La Ribera, de dependencia del III
Cuerpo del Ejército.
En ese lugar fue arrojado al piso, obligándolo a
permanecer en tales condiciones bajo permanentes amenazas a
matarlo. Al día siguiente comenzó a ser interrogado por supuesto
personal militar bajo permanente amenaza de quitarle la vida,
siempre maniatado y con los ojos vendados, pero por las voces
circundantes pudo apreciar que estaban junto a él en iguales
condiciones sus socios y compañeros de trabajo de la empresa
Mackentor SA.
Que las condiciones de alojamiento en que se encontrara
durante los largos días que debió permanecer en ese lugar eran
infra-humanas, sin contar con una cama o colchón, sin abrigo,
encerrado en pequeñas celdas y bajo continuos y permanentes
interrogatorios que eran verdaderas sesiones de torturas, con
constantes amenazas de quitarle la vida.
Tales interrogatorios versaban siempre sobre presuntas
conexiones con la subversión de parte de él y de la empresa
nombrada. Así, agregó que de la subversión nunca supo nada sólo
lo que la prensa publicara, y que ello parecía despertar más la
malicia de los torturadores en sus interrogatorios.
Que con fecha 22 de mayo de 1977 fue trasladado en
varias oportunidades a la sede del Cdo. del III Cuerpo de
Ejército donde fue interrogado por varias personas uniformadas
como militares, siempre bajo permanentes amenazas, cada vez menos
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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tortuosas. A medida que pasó el tiempo se hacía menos grave el
trato en el Campo de La Ribera, siendo trasladado a un pabellón
común con los restantes socio de la empresa en condiciones
aproximadamente dignas, ya que al menos se tenía una cama y
colchón y se le permitía higienizarse algunos días o concurrir al
baño, cosa que antes no.
Así, con fecha 20 de julio de 1977 fue trasladado junto
a sus compañeros de suplicio (socios y empleados) a la Cárcel de
Encausados de Córdoba. Allí permaneció durante algún tiempo
incomunicado y otras veces le fue permitido recibir visita de
familiares. En el mes de septiembre le informaron que iba a ser
juzgado por un Consejo de Guerra Especial por presuntas
vinculaciones con la subversión, efectuándose tal tramitación o
proceso en dos oportunidades, carentes de fundamentos, en
presencia de personas uniformadas como militares que alegaban
responder al Comandante del III Cuerpo del Ejército. En tales
oportunidades se lo condenó dos veces a prisión y dos veces
declararon nulas tales actuaciones por el Consejo de las Fuerzas
Armadas. En el mes de marzo del año 1979 fue trasladado sin
explicación a la Unidad Penitenciario N° 9 con asiento en La
Plata.
Esto se encuentran corroborado por lo manifestado por
el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien declaró que durante su
estadía en la Ribera se encontraban junto a él otros empleados de
la empresa Mackentor, mencionando en su declaración a Ramón Ramis
(ver fs. 2131/2133); como así también el testigo Emilio Sergio
Limonti, manifestó que estuvo detenido en La Ribera desde el
25/04/77 junto con Ramis (ver declaración de fs. 2176/2177).
También es mencionado por la testigo Lía Margarita
Delgado, quien refirió que se encontraba detenida en La Ribera
junto con Ramis (ver declaración de fs. 1300/1302). En igual
sentido declaró Marta Kejner quien entre las personas que se
encontraban con ella detenidas nombró a Ramis (ver declaración de
fs. 1322). La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
Hecho nominado vigésimo -víctima Marta Kejner-
- 52 -
Conforme surge de las constancias obrantes en autos y
documentación reservada en Secretaría, la existencia del hecho se
encuentra suficientemente acreditada.
Ello así, la víctima declaró que fue detenida con fecha
25/04/77, en la madrugada de ese día. Que el Ejército se presentó
en su casa, ubicada en calle Catamarca N° 1646 de Barrio General
Paz de esta ciudad de Córdoba. Que varios soldados revisaron su
casa en busca de armas o algo que pudiera comprometerla y no
encontraron nada. El Oficial que estaba enfrente de los soldados
le preguntó si su hermano asistió a la ceremonia religiosa que se
llevó a cabo el día anterior en el cementerio israelita. Su
respuesta fue negativa. Le preguntaron también si se había
comunicado con él, a lo que respondió afirmativamente.
Luego de varias preguntas le hicieron firmar un
documento donde constaba que todo el procedimiento se llevó con
corrección. Salió de su casa y vio tres vehículos del ejército
argentino, la subieron en uno y le colocaron una venda blanca
para que no viera adónde la llevaban. Así, en un principio no
supo donde se encontraba. Estaba sentada en un banco de piedra y
se dio cuenta que no estaba sola. En un momento alguien preguntó
los nombres de algunas personas y de ese modo se enteró que
estaban detenidos los ingenieros Carlos Zambón, Ángel Sargiotto,
Ramón Ramis y cuando mencionó su nombre la llevaron a otro lugar
a sacar fotografías.
Después revisaron su cartera y le preguntaron si sabía
por qué la habían detenido, respondiendo que no tenía idea. Que
luego comenzó a llegar más gente de Makcentor, en un principio
eran 27 personas, muchas de la cuales no conocía. Desde Buenos
Aires llegaron Enzo Manassero, su esposa Pocha, el hijo Edgardo y
un ingeniero que hacía un mes que trabajaba en Mackentor. Que en
un rato de descuido de unos guardianes se le acercó Lía Delgado,
la ex secretaria de su hermano que había dejado de trabajar hacía
dos años en Mackentor y ella fue la que le informó que se
encontraban ene el campo de concentración “La Ribera”. Que poco a
poco se fueron identificando. Que detuvieron también al padre del
contador Julio Cassé, por haber comprado varios meses atrás un
campo que pertenecía a Mackentor SA. Haciendo mención en su
declaración a las personas detenidas, a las cuales me remito en
razón a la brevedad.
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Por otro lado, declaró la testigo que al cuarto día de
ser detenida la llevaron a declarar, siempre con la venda puesta.
Al pedido de los interrogadores tuvo que contarles de su vida, en
dónde trabajaba, qué religión profesaba y si conocía a los
abogados Gustavo Roca y Guillermo Arias, siendo su respuesta
afirmativa, y mencionando que los conocía superficialmente. Entre
otras cosas le preguntaron cómo se había convertido ella en la
dueña de Mackentor, y en ese momento la testigo comenzó a
vacilar, no podía recordar y sólo atinó a decir: “Los directivos
de Mackentor decidieron que yo representase a mi hermano”.
Diciéndole los “investigadores” que no creían en lo que les
acababa de decir con respecto a los abogados Roca y Arias.
Esa noche, un gendarme la separó del grupo y la llevó a
un calabozo del tamaño de un ropero en donde unas cuantas pajas
hediondas hacían el papel de un colchón. Durante las noches, que
fueron diez, no podía sacarse la venda y alguien siempre
iluminaba el lugar con la luz de una linterna. En ese calabozo,
empezó a recordar la carta de su hermano y la razón por la cual
era la poseedora de las acciones de Mackentor. Por lo que deseaba
cuanto antes volver a declarar. Su primera entrevista con esos
“investigadores” fue el 28 de abril. La volvieron a llevar a
declarar, el 9 de mayo.
Que la persona que le llevaba de la mano, se paró
enfrente de una puerta y empezó a golpearla con fuerza y ella
comenzó a escuchar voces en alemán y gritos de hombres, mujeres y
niños que imploraban no los matasen. Por su mente desfilaron los
campos de concentración nazis. De nuevo el hombre golpeó la
puerta, aún más fuerte que la anterior y las voces y los quejidos
de las víctimas de los nazis se entremezclaban en forma
aterradora. Luego reinó un silencio absoluto. El hombre la hizo
sentar y finalmente pudo explicarles el contenido de la carta de
su hermano y por qué ella era la poseedora de las acciones de
Makcentor. Tuvo que decirles el nombre del escribano y en donde
estaban esas acciones.
Luego le preguntaron cuánto recibía por esas acciones,
respondiendo “nada” y luego aclaró que el dinero que le daban era
en concepto de las acciones porque su hermano siempre ayudó con
los gastos de la casa. En la carta que ella mencionó, su hermano
le decía que había ordenado que le diesen mensualmente cinco
- 54 -
millones de pesos, pero ella recibía dos o tres millones,
equivalentes en esa época a menos de cien dólares. Le preguntaron
si sabía que su hermano había entrado al país clandestinamente el
12 de marzo y ella respondió que no. También le preguntaron si
había vuelto a ver a su hermano luego de que salió del país.
Respondiendo que si, que en San Antonio, Tejas. Que viajó para
festejar la navidad y el fin de año con sus hermanos y sobrinos.
También le preguntaron “¿Cómo son ustedes los judíos?” nuevamente
le refregaron su condición de judía. Y ella respondió: “si, pero
nosotros somos amplios. No tiene nada de malo reunirse en familia
para esa fecha. Así nos enseñaron nuestros padres. La mayoría de
nuestros amigos son católicos y nosotros los respetamos sus
creencias y ellos las nuestras”.
Después de esa declaración, estuvo de nuevo en el
calabozo, sola y nerviosa, recordando aún el disco que habían
puesto para asustarla. De pronto la buscaron de nuevo, el hombre
tomándola del brazo, la llevó prácticamente a las rastras.
Entraron a un lugar que había dejado hacía unos minutos. Le
preguntaron: “Señorita Kejner, queremos que nos repita cuánto
dinero le daban a Ud. mensualmente por ser la poseedora de la
mayoría de las acciones de Mackentor”. Respondiendo “No me daban
dinero por las acciones. Yo nunca usé sus beneficios. Me daban
dos o tres millones mensualmente como lo solía hacer su hermano
cuando él estaba en el país. Luego le preguntaron “¿es cierto
eso, arquitecto Sargiotto? Y escuchó un pálido: “si”. Le
preguntaron “¿no le da vergüenza? La señorita Kejner era la dueña
de la empresa y Ud. sólo le daba dos o tres millones de pesos”.
Respuesta “Y… ella no pedía más”. Por último, le preguntaron “A
pesar de que él no le daba el dinero que a Ud. le correspondía,
sigue Ud. opinando lo mismo del arquitecto?, respondiendo: “si,
él es para mi como un hermano”.
Que luego de estar diez días más en el calabozo la
trasladaron a una amplia habitación en donde estaban los otros
detenidos. Se enteró que hubo varias libertades y de ese modo,
quedaron 18 detenidos. Una mujer y ella, y diecisiete hombres.
Nunca tuvo abogado defensor porque estaban incomunicados con el
exterior. A Sargiotto lo encerraron en el calabozo en donde ella
había estado antes. Enzo Manassero y José Miguel Coggiola fueron
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a parar a otros calabozos y las tres celdas individuales estaban
una a continuación de la otra. A ella no la volvieron a llamar.
Que todos sufrieron emocionalmente y algunos
físicamente. A Enzo Manassero lo llevaron al campo de
concentración “La Perla” y allí le hicieron la prueba
“submarino”. Cuando lo traían de regreso nadie podía acercarse a
él y le ponían la comida al frente de su celda, como si fuera un
perro rabioso. Agregó que ella le lavaba la ropa, a pedido de él.
A Coggiola le aplicaron la picana eléctrica más de una vez. Los
guardianes se enojaban porque creían que los podíamos ver a
través de las vendas que nunca fueron reemplazadas. Les ordenaban
ponerlos en contra de la pared y simulaban que nos iban a
fusilar. En otra ocasión, les ajustaron tanto las vendas que les
resultó difícil respirar. Un médico, cuyo nombre no recuerda, y
que estaba detenido porque una sobrina era catalogada como
guerrillera, se dirigió a un oficial para que les aflojaran las
vendas porque podían tener un ataque cardíaco.
Que descubrieron que el ingeniero Marino Urueña tenía
una lapicera, no sólo se la quitaron sino que ataron sus manos y
así pasó toda la noche. Los gendarmes se mofaron de sus
profesiones y los humillaron tanto que hasta los hombres lloraron
de rabia y de impotencia. Agregó la testigo Kejner, que como ya
mencionara, habían quedado dieciocho detenidos: una mujer,
Kejner, y diecisiete hombres: Miguel Ángel Sargiotto, Carlos
Zambón, Ramón Ramis, Pedro Salto, Enzo Manassero, Marino Urueña,
Emilio Virini, Hugo Taboada, Alberto Simón Tatián, Julio Héctor
Casse, Miguel Ángel Roque, Juan Arriola, Emilio Limonto, Luis
Paván, Bruno Paván, Carlos Cuello, José Miguel Coggiola.
Luego se enteraron que Mackentor fue intervenida y a
los pocos días, los interventores mandaron colchones y alimentos.
Un día empezaron a llevarlos al Comando del Tercer Cuerpo de
Ejército, uno por uno fue entrevistado por el Coronel Avalos,
quien tomaba las declaraciones, pero no decidía nada y sólo podía
recomendar si eran culpables o no, al General Luciano Benjamín
Menéndez. Todos estaban a merced de ese general y sabían que él
odiaba todo lo relacionado con Gustavo Roca y el judaísmo.
Que cuando se entrevistó con el Coronel Avalos tuvo que
repetir por qué era ella la poseedora de las acciones de
- 56 -
Mackentor y él le reiteró que no tomaba decisiones y que sólo le
recomendaba al general Menéndez.
Que una noche, el 30 de junio de 1977, un gendarme
empezó a leer los nombres de las personas que salían libres: Juan
Arriola, Carlos Cuello, Emilio Sergio Limonti, Hugo Taboada,
Marino Urueña y Emilio Virini. Ella no figuraba en la lista. Al
día siguiente, al leer el periódico, su nombre figuraba entre los
citados anteriormente. La testigo refirió que para la opinión
pública estaba libre y sin embargo continuaba encerrada en el
campo de concentración “La Ribera”.
Que ese fin de semana fue el más espantoso de su vida.
Días después, el 20 de julio de 1977, los fueron a buscar a todos
para llevarlos a la cárcel de encausados. Ella no podía creer que
la llevaban a la cárcel de hombres. Cuando el vehículo del
ejército se detuvo en las puertas de esa cárcel, un guardián
iluminó con su linterna el interior del jeep y al darse cuenta de
que había una mujer, dio un grito de alerta y al principio no
supo qué hacer con ella y finalmente el vehículo se fue alejando
del lugar y ella no tenía idea hacia dónde la llevaban hasta que
arribaron a la cárcel de mujeres del Buen Pastor. Al estar allí,
le permitieron tener visitas y permaneció en dicha cárcel hasta
el 8 de agosto de ese año (ver declaración de fs. 1349/1358).
Esto se encuentra corroborado por lo oportunamente
manifestado por el testigo Hermenegildo Bruno Paván, quien
declaró que durante su estadía en La Ribera se encontraban junto
a él, Marta Kejner, hermana del presidente de la empresa,
aproximadamente tres meses, en la misma celda. Señaló además que
a los tres meses la trasladaron al Buen Pastor. Que era la única
mujer que había quedado detenida en ese entonces (ver fs.
2131/2133); también el testigo Emilio Sergio Limonti, manifestó
que estuvo detenido en La Ribera desde el 25/04/77 junto con
Marta Kejner, hermana del principal dueño de la empresa (ver
declaración de fs. 2176/2177).
Es mencionada además por la testigo Lía Margarita
Delgado, quien refirió que se encontraba detenida en La Ribera
junto con Marta Kejner, hermana de Natalio Kejner, que la
detuvieron el mismo día (25/04/77) sin recordar cuándo la
liberaron (ver declaración de fs. 1300/1302).
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La prueba señalada permite acreditar, con el grado de
probabilidad exigido en esta etapa procesal, que la víctima
mencionada fue privada ilegítimamente de su libertad en las
circunstancias de tiempo, modo y lugar señaladas y en las
condiciones mismas de su detención, padeció torturas.
II. Participación de los imputados en los hechos
nominados primero a vigésimo.
Durante el período en que el encartado Videla ejerció
sus funciones como Presidente de la Nación, existió un plan para
la lucha antisubversiva, dictándose a consecuencia de ésta, una
cantidad de reglamentaciones militares, destinadas al efecto.
En este sentido, cabe aclarar que en atención a lo
expuesto, tanto la Policía Federal como la Policía de cada una de
las Provincias, entre otras fuerzas de seguridad, actuaban y
operaban de acuerdo a las órdenes y disposiciones del Gobierno
Militar.
Dentro de este contexto y como plan de las autoridades
militares de aquel entonces, teniendo en cuenta su decisión de
aniquilar la subversión, se estableció a nivel nacional una
organización territorial para direccionar la ofensiva –la cual
constaba en dividir territorialmente al país en cuatro zonas
enumeradas del 1 al 4- tendiente a agrupar dentro de cada una de
ellas a distintas provincias, correspondiéndole a la Provincia de
Córdoba la zona de Defensa N° 3.
Por otra parte, también dentro de esta misma
organización que implementaron, se sancionaron leyes en las
cuales penalizaban específicamente actividades relacionadas al
“terrorismo de estado”.
Ahora bien, en lo que atañe a nuestra Provincia y
durante el transcurso del año 1977, era el imputado Luciano
Benjamín Menéndez quien se desempeñaba como Comandante del Tercer
Cuerpo del Ejército y del Área 311 (Provincia de Córdoba) y en
relación a la IV Brigada de Infantería Aerotransportada su
Comandante era Arturo Gumersindo Centeno (f), quien también se
encontraba como Segundo Jefe del Área 311.
Por otro lado, con relación al Destacamento de
Inteligencia 141 “Gral. Irribarren” de esta Ciudad, su Jefatura
la encabezaba el Coronel César Emilio Anadón (f), en tanto que el
imputado Hermes Oscar Rodríguez, se desempeñaba como Segundo Jefe
- 58 -
de dicho Destacamento. A su vez este Destacamento dependía
jerárquicamente del encartado Menéndez y del Comandante Arturo
Gumersindo Centeno.
Dentro de dicho Destacamento, el mismo se hallaba
dividido en cuatro Secciones. De esta forma, la denominada
“Sección Primera” se encontraba a cargo del Teniente Primero
Ernesto Guillermo Barreiro.
Respecto a esta Sección Primera, conforme los elementos
probatorios reunidos en autos, es dable asegurar que la misma se
encontraba jerárquicamente ligada a la Sección Tercera, ya que
ésta última habría estado subordinada a la Primer Sección.
Ello es así, en virtud de que la Sección Tercera del
Destacamento, también conocida como Grupo de Operaciones
Especiales o Sección Actividades Especiales de Inteligencia u
O.P.3, recibía órdenes por parte del imputado Barreiro, Jefe de
la Sección Primera.
Prueba de ello resultan ser el certificado de
transcripción de los agente civiles Arnoldo José López y/o
Enrique Alfredo Maffei, quienes se desempeñaban en la Sección
Operaciones Especiales y eran calificados por el Jefe de la
Primer Sección –Barreiro-, como así también se corrobora lo
expuesto por la nota en la cual el propio Barreiro manifiesta la
importancia de la Sección Primera en cuanto que: “...Orienta la
búsqueda de información, lleva los factores de situación general,
subversivo, político, gremial, estudiantil, económico, religioso,
etc; asesora en forma directa y permanente al Jefe de la Unidad;
constituye el nervio y motor de la misma, correspondiéndole
además la responsabilidad de la conducción de la fracción y en
cierto modo orienta el accionar del resto de la Unidad...” (ver
fojas 1825/1826).
También corrobora lo expuesto la nota suscripta con
fecha 6/11/76 por el entonces Jefe de la Primer Sección –Capitán
Diedrichs- en donde resalta lo siguiente: “... como Jefe de la
1ra. Sección Ejecución, escalón de mando directo del personal
mencionado en el anexo a la presente, solicito al Señor Jefe
quiera gestionar ante quien corresponda, el otorgamiento de la
distinción reglamentaria medalla...”. Al hacer alusión al
“personal mencionado” se refería específicamente a la Sección
Actividades Especiales (ver fojas 1823 y anexo de fs. 1824).
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Establecido el control que poseía la Primer Sección
sobre la Tercera, corresponde realizar una breve explicación
sobre las actividades que llevaban adelante los miembros del
Grupo Operaciones Especiales.
En este sentido, de la lectura efectuada a la nota
mencionada supra, surge que: “... Que las acciones realizadas por
este grupo son encubiertas, sin registro alguno, apartadas del
convencionalismo de las operaciones militares regulares, siendo
todas ellas arriesgadas, producto del empleo del valor, del
arrojo y de la inteligencia...”.
De la prueba colectada en autos, se desprende que esta
sección fue creada en virtud de las características que tomaba la
lucha contra la subversión, y las actividades allí desarrolladas
eran las de obtener información, evaluarla y luego ponerla a
disposición de sus superiores directos, a fin de que siguiera el
curso pertinente. Repárese que Barreiro refirió textualmente que
estas actividades consistían en: “Operaciones propiamente dichas,
interrogatorios e investigaciones. En las primeras se
desarrollaron algunas como allanamientos, emboscadas y
patrullajes, dentro del peculiar marco de las operaciones contra
irregulares” (ver fojas 1825/1826).
Así, en muchos de los casos en que las autoridades
consideraban que una determinada persona, o grupo de personas, se
encontraban conceptualizados por parte de éstos como
“subversivos”, eran en primer lugar detenidos (ilegítimamente),
para luego trasladarlos a alguno de los centros clandestinos de
detención que funcionaban a tal efecto, como lo eran “La Perla”
ubicada en la Ruta 20, más precisamente a la vera de la autopista
que une a la ciudad de Córdoba con la de Villa Carlos Paz; o a
“La Ribera” ubicada en Barrio San Vicente de esta Ciudad.
En el caso de autos, ha quedado acreditado que en
virtud de la investigación que llevaba adelante el Ejército sobre
una supuesta financiación de la Empresa Mackentor SA. a
actividades relacionadas a la subversión, la mayoría de las
víctimas de autos fueron detenidas en sus respectivos domicilios,
mediante una orden de allanamiento ilegal, para luego ser
detenidos y trasladados al centro clandestino de detención “La
Ribera”, permaneciendo allí en cautiverio, todo ello en las
condiciones que ya se describieron en el resultando.
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En estos lugares, los detenidos eran interrogados, en
el caso de “La Ribera” por personal de la Sección Primera, y en
caso de “La Perla” por quienes prestaban funciones en la Sección
Tercera, a los fines de obtener mayores datos sobre la
investigación, aplicándoles torturas, empleando a tales fines
distintos tipos de mecanismos.
Respecto al CCD “La Ribera” los testigos Graciela
Geuna, Liliana Beatriz Callizo, Teresa Meschiatti y Piero Di
Monti, son contestes en indicar a algunos de los miembros de la
Primera Sección como los encargados de la supervisión y
funcionamiento de ese CCD.
Por otra parte, del plexo probatorio reunido en autos
se desprende que respecto al CCD “La Perla”, la Tercera Sección
era la encargada de su funcionamiento, siendo al momento de los
hechos el encartado Jorge Exequiel Acosta quien se encontraba
como Jefe de dicha Sección. Respecto a las víctimas, Enzo
Alejandro Manassero, habría sido el único detenido que fue
trasladado en dos ocasiones a “La Perla” lugar donde habría sido
interrogado y torturado -ver hecho nominado segundo-.
En cuanto al funcionamiento de “La Perla” el Grupo
Operaciones Especiales era el encargado y responsable directo de
las personas que se encontraban en cautiverio, como asimismo de
los interrogatorios y torturas que se les aplicaban.
Finalmente, habiendo dejado sentado las
responsabilidades que le cabían a cada una de las Secciones del
Destacamento de Inteligencia 141 respecto a los centros
clandestinos de detención, como así también que éstas trabajaban
en conjunto con el Tercer Cuerpo del Ejército, debido a la
intervención militar, coordinado para cumplir fielmente las
órdenes que impartían desde lo más alto del poder, el cual tenía
su origen en el Poder Ejecutivo Nacional, sólo resta analizar la
participación de cada uno de los encartados en los hechos
investigados.
Cabe aclarar, que su participación se valorará de
acuerdo al grado de jerarquía, como así también a la Sección a la
cual pertenecían dentro del Destacamento de Inteligencia 141,
utilizando como base para las respectivas imputaciones, los
legajos de calificaciones que obran en autos y los certificados
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donde se transcriben los legajos del personal civil de
inteligencia del Ejército.
Situación Procesal del imputado Jorge Rafael Videla.
I. Que a fs. 1847 se le recibió declaración indagatoria
al imputado Jorge Rafael Videla.
En dicha oportunidad –entre otras manifestaciones–
expresó que este Tribunal carecía de jurisdicción y competencia
para juzgarlo por los hechos que le fueron enrostrados,
entendiendo que tal jurisdicción le corresponde al Consejo
Supremo de las Fuerzas Armadas. Asimismo indicó que en la causa
13/84 la Cámara Federal de la Capital lo juzgó en su oportunidad
por setecientos casos que denominó “paradigmáticos”, condenándolo
por algunos de ellos y absolviéndolo por los restantes y por
todos los otros que no fueron objeto de expresa condena, por lo
que entiende que cabe en este caso el principio de “cosa
juzgada”.
II. Con arreglo a la prueba colectada, puede afirmarse
la participación del encartado Videla en la gestación y/o
retransmisión de órdenes de indudable índole ilegal, que
ocasionaron la privación ilegítima de la libertad y tormentos
descriptos en los -hechos nominados primero a vigésimo- (hecho
ocurrido en el año 1977, cuando Jorge Rafael Videla era el
Comandante en Jefe del Ejército y ejercía la Presidencia de la
Nación).
En consecuencia, de los dichos anteriores y como así
también de la lectura de los legajos personales de los imputados
–que serán analizados a continuación-, se desprende claramente la
estructura jerárquica en la que se hallaban éstos insertos.
Ahora bien, quedó corroborado en las presentes
actuaciones, que en virtud de haberse iniciado por parte del
Ejército Argentino una investigación sobre supuestos delitos a
cargo de los directivos de la empresa Mackentor SA., los cuales
consistían en que la misma habrían financiado actividades de la
subversión, se impartió la orden de detener a los mismos, también
a empleados, y en algunos casos, ex empleados de dicha Empresa,
tendiente a dar mayor claridad a la “investigación” que llevaba a
cabo la fuerza militar, haciéndose efectivas las detenciones el
día 25/4/77, permaneciendo las víctimas alojadas en el campo de
“La Ribera” (y “La Perla” en el caso de Manassero), lugar donde
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fueron interrogados y padecieron una serie de torturas, las
cuales se encuentran descriptas en los hechos respectivos.
Estos hechos no le habrían sido extraños al imputado
Videla, tanto por su ubicación jerárquica en la pirámide de
poder, como por la directiva mediante la cual se comunicó al
Banco Central de la República Argentina una serie de
restricciones con relación al giro económico de la mencionada
empresa.
En este sentido, repárese que a fojas 28 del legajo de
Ángel Vitalino Sargiotto corre agregado copia de un artículo del
Diario La Voz del Interior de fecha 27/04/1977 en el cual surge:
“Buenos Aires. (Télam). Por disposición del Poder Ejecutivo, el
Banco Central de la República Argentina dispuso el bloqueo de
cuentas depósitos y cajas de seguridad de 30 personas y tres
sociedades anónimas”.
Asimismo, se hace mención en dicho artículo que
conforme comunicado telefónico 3833 del Banco Central, expresa:
“Comunicamos a ustedes que por disposición del Poder Ejecutivo
Nacional se ha procedido a bloquear las cuentas, depósitos, cajas
de seguridad, fondos de cualquier naturaleza que existan en las
entidades financieras a nombre y/o a la orden de las siguientes
personas: Manassero, Edgardo Enzo; Sargiotto, Ángel V; Manassero,
Enzo Alejandro; Limonti, Emilio Sergio; Urueña, Marino; Kejner,
Marta; Zambón, Carlos E.; Casse, Julio H.; Casse, Julio H.
(hijo); Delgado, Lidia Margarita; Virini, Emilio D.; Tatián,
Alberto; Arriola, Juan; Paván, Bruno; Paván, Luis; Cuello,
Carlos; Kejner, Natalio; Roca, Gustavo; Arias, Jorge; Altamira,
Carlos; Arias, Luis; Rapuzzi, Lelia Norma de Manassero; Abriola,
Carlos Alberto; Cogiola, José Miguel; Carro, Delia Mabel;
Callipolli, Vicente Domingo; Sottile, Juan Carlos Domingo; Fosco,
Angela Margarita; Lima, Carlos y Prado, María Elena”.
Por último, también surge del mismo: “Asimismo, se
deberán adoptar las medidas precautorias en relación a las
siguientes personas jurídicas: Mackentor Sociedad Anónima; Edisa
Sociedad Anónima; Edisa Sociedad Anónima y Horcen Sociedad
Anónima”. Lo expuesto, permite corroborar que Jorge Rafael Videla
habría tenido participación en los hechos nominados primero a
vigésimo que se le atribuyen, en carácter de autor mediato,
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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debido a la jerarquía que revestía el encartado, conforme se
desarrolló supra.
En consecuencia, corresponde ordenar su procesamiento
en la calidad señalada, por los -hechos nominados primero a
décimo octavo-, como así también por el hecho nominado vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en
el art. 144 ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) y por el -hecho
nominado décimo noveno-, encuadrado en la figura penal prevista
en el art. 144 ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) del C.P., en los
términos del art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos cincuenta mil ($50.000) sobre los bienes registrables del
imputado Jorge Rafael Videla, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Luciano Benjamín Menéndez.
I. Que a fs. 2214 se le recibe declaración indagatoria
a Luciano Benjamín Menéndez, quien luego de negar los hechos a él
imputados, manifestó, entre otras cosas, la falta de jurisdicción
de este Juzgado, invocando la garantía constitucional de juez
natural y la de aplicación de la ley vigente al momento del
hecho; como así también refirió que no se le ha aplicado el
principio de “cosa juzgada”.
II. Que conforme los elementos de prueba reunidos en
las presentes actuaciones y teniendo en cuenta el contexto
histórico desarrollado oportunamente, éstos indican que a la
época de los hechos el encartado constituía la máxima autoridad
del Área de Defensa 311, con jurisdicción en esta Ciudad de
Córdoba, organizada para lo que dio en llamarse “lucha contra la
subversión”.
En el caso de Córdoba, era el imputado Menéndez quien a
la época de los hechos se desempeñaba como Comandante de la Zona
de Defensa 3 que comprendía toda la provincia de Córdoba y otras
nueve provincias del norte y oeste del país, pero –a la vez-
encabezaba el Área de Defensa 311 que abarcaba esta Ciudad de
Córdoba y zonas aledañas –incluyendo los predios de la Guarnición
Militar Córdoba-.
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Así, del legajo del imputado, surge claramente que en
la época de los hechos se desempeñaba como Comandante del Tercer
Cuerpo de Ejército. De esta forma, Menéndez, en su carácter de
Comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, era el Jefe del Área
311 organizada en la “guerra contra la subversión”, encontrándose
subordinadas a Menéndez, en lo que al accionar “antisubversivo”
se refiere, el Destacamento de Inteligencia 141, entre otras
Unidades y Fuerzas.
Concordantemente, los memorandos de fs. 1427/1437,
muestran al imputado Menéndez liderando las reuniones de la
Comunidad Informativa que se nutría con la presencia de todos los
responsables de los organismos de inteligencia de las Fuerzas de
Seguridad y Armadas que, en lo concerniente a la “represión de la
subversión”, actuaban en esta jurisdicción bajo la dirección de
la Jefatura del Área 311 y del Comando del Tercer Cuerpo de
Ejército. La “Comunidad Informativa” procuraba el análisis,
procesamiento y sistematización de la información que cada
responsable de la correspondiente área de inteligencia recababa
en su sector.
A fin de entender acabadamente cuál era el rol que
cumplía aquel encartado como máximo responsable en la denominada
lucha “antisubversiva”, cabe destacar el memorando que alude a la
reunión de la Comunidad Informativa de fecha 10/12/75, del que
surge que el tema central del encuentro era la organización y
funcionamiento del Grupo Interrogador de Detenidos (GID). En la
reunión se establece que el GID centralizaría la totalidad de los
procedimientos anti-subversivos realizados bajo el control
operacional del Ejército. Asimismo se menciona puntualmente que
el Jefe del Área 311 (Menéndez) “deseaba tener conocimiento
previo de todos los procedimientos antisubversivos a realizarse”,
y que ante la urgencia, podría actuarse sin previa comunicación,
pero dando aviso inmediato luego para prever las consecuencias
(ver fojas 1427/1429).
Ahora bien, una vez aclarado la responsabilidad que
tenía Menéndez dentro del Ejército Argentino, corresponde hacer
mención a su participación en este caso concreto. En primer
lugar, en relación al -hecho nominado segundo- que se le imputa,
cabe resaltar que se encuentra confirmado que Menéndez conocía
las circunstancias y hechos ocurridos en el CCD La Perla, por
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haberse presentado personalmente en ese “lugar de reunión de
detenidos” en distintas oportunidades, y el hecho de recibir el
Comando del Tercer Cuerpo de Ejército diariamente, una copia de
la lista de personas que allí se hallaban cautivas (Meschiatti
fs. 1458/1498; Graciela Susana Geuna fs. 1651/1734; Callizo fs.
1499/1595 y 1597/1601).
Por otro lado, también se encuentra probado que el
encartado conocía lo que sucedía en “La Ribera”, como así también
el destino de cada una de las personas que se encontraban allí
alojadas, ya que era el propio imputado quien impartía órdenes al
respecto.
En este sentido, de los legajos pertenecientes al
Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas formado para algunas de
las víctimas, consta un artículo del diario “Los Principios” en
el cual se manifiesta que con fecha 25 de abril de 1977 el
Comandante del Tercer Cuerpo del Ejército, informó oficialmente
la detención de doce personas, entre las que figuraba: “Casse
Julio Héctor (padre e hijo); Carlos Enrique Zambón; Emilio Sergio
Limonti; Lía Margarita Delgado; Marta Kejner; Emilio Demetrio
Virini; Ángel Vitalino Sargiotto; Mariano del Valle Ureña; Enzo
Manacero; Alberto Tatián y Hugo Taboada, relacionados a la
investigación de delitos económicos por parte de la empresa
Mackentor SA.; Del Interior SA. y HORCEN SA. (ver fojas 27 de
legajo de Sargiotto; declaración testimonial de Marta Kejner).
A ello se añade el comunicado del Tercer Cuerpo de
Ejército remitido a la Policía Federal Argentina donde se informa
la detención de las personas mencionadas supra, y se consigna en
la misma que las detenciones se efectúan a fin de completar la
investigación de las Empresas Mackentor SA., Del Interior SA. y
Horcen SA. (ver fojas 1971/1974).
La totalidad de dichas detenciones y su posterior
cautiverio fueron llevadas a cabo ilegítimamente y bajo las
órdenes del Comandante del Tercer Cuerpo del Ejército –Menéndez-,
y como surge de las pruebas acumuladas en autos, en virtud de una
“investigación relacionada a delitos económicos” que habría
cometido la Empresa Mackentor SA., permaneciendo las víctimas
alojadas en “La Ribera” donde padecieron una serie de torturas.
Así, en ocasión de declarar el testigo Hermenegildo
Bruno Paván, manifestó que mientras se encontraba detenido en “La
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Ribera” la misma era vigilada internamente por Gendarmería y
afuera por el Ejército. También refirió que en algunas ocasiones
los trasladaban al Tercer Cuerpo del Ejercito lugar donde eran
interrogados (ver declaración de fojas 2256/2257).
Por otra parte, el testigo Emilio Sergio Limonti
manifestó que fue detenido en su vivienda, por personal con
uniforme del Ejército. Asimismo, agregó el testigo que: “...luego
de veinticinco días de estar detenido los trasladaron al Tercer
Cuerpo del Ejército e intervino un Oficial Ávalos quien intervino
como Oficial Preventor, porque los metían en el Tribunal de
guerra pero no les daban abogados. Que les hacían allí un
interrogatorio mas distendido, sin vendas y de esa intervención
cree que salio en libertad por eso. Que a él nunca le dijeron
ningún cargo en su contra...” (ver declaración de fs. 2176/2177).
Lo expuesto nos permite concluir en que Luciano
Benjamín Menéndez habría tenido participación en los -hechos
nominados primero a vigésimo- que se le atribuyen, en carácter de
autor mediato, debido a la jerarquía que revestía el encartado al
momento de los hechos. En efecto, surge de forma evidente que
toda la operación destinada a lograr la detención de las personas
vinculadas al grupo económico Mackentor SA que incluyó
operativos, allanamientos, registros y secuestro de documentación
y diversos elementos muebles, ocupación de inmuebles, etc., en
diversas provincias, fue orquestado, planeado y dirigido por el
propios Menéndez.
En consecuencia, corresponde ordenar su procesamiento
en la calidad señalada, por los -hechos nominados primero a
décimo octavo-, como así también por el hecho nominado vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en
el art. 144 ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) y por el -hecho
nominado décimo noveno-, encuadrado en la figura penal prevista
en el art. 144 ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) del C.P., en los
términos del art. 306 del Código Procesal Penal de la Nación.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos cincuenta mil ($50.000) sobre los bienes registrables del
imputado Luciano Benjamín Menéndez, o en su defecto inhibirlo de
su libre disposición por igual monto.-
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Situación procesal de Hermes Oscar Rodríguez.
I. Que a fs. 1907 se le recibió declaración indagatoria
al encartado Rodríguez, quien negó los hechos que se le imputan e
hizo manifestaciones que hacen a su derecho de defensa.
II. Ahora bien, en relación a su situación procesal,
las probanzas colectadas en autos acreditan que el encartado
prestaba servicios a la época de los hechos investigados, en el
Destacamento de Inteligencia 141 del Ejército Argentino,
integrando la Jefatura de esa Unidad, en calidad de Segundo Jefe.
De tal modo, dentro de la estructura del Área 311, su
aporte para con los hechos materia de estos actuados, finca en la
transmisión de las órdenes provenientes del Comando del Tercer
Cuerpo de Ejército y de la Brigada de Infantería Aerotransportada
IV –Jefatura del Área 311 y Jefatura de Estado Mayor del Área
311-, respectivamente, según organigramas.
Rodríguez es una de las personas que, en representación
del Destacamento de Inteligencia 141, aparece concurriendo a las
reuniones de la Comunidad Informativa, en las que se consideraba
los cursos de acción a seguir, situación de las personas
detenidas, destino que se les daría a cada una de ellas, enemigos
de los que se haría cargo cada servicio de inteligencia,
modalidades a reformar en el régimen de detenciones, entre otros
tantos aspectos del accionar contra la subversión (ver fs.
1430/1432).
Por otra parte, cabe tener en cuenta que el
Destacamento de Inteligencia General Iribarren se dividía en
cuatro secciones, la primera operaba en forma directo con el CCD
“La Ribera” lugar al que –como ya se expuso- habrían sido
trasladadas las víctimas luego de su secuestro y donde habrían
sido torturadas. Y repárese que en relación al CCD “La Perla” a
la cual habría sido trasladado la víctima Manassero –ver hecho
nominado segundo- era la tercera sección la cual se encargaba de
su funcionamiento. Las secciones mencionadas estaban subordinadas
a la Jefatura del Destacamento integrada -en carácter de 2° Jefe-
por el imputado Rodríguez.
Resulta ilustrativo al respecto, el legajo del propio
Rodríguez, en cuanto surge de la planilla de calificaciones
correspondiente al año 1976/7, en el rubro “observaciones”, una
expresa felicitación a su desempeño, que expresa como fundamento
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de tal aliciente: “Como 2° Jefe de la Unidad: dirigir y operar
en Operaciones Especiales durante 1975/6 en forma altamente
eficiente, cumpliendo las misiones ordenadas con abnegación y
sacrificio aún a costa de riesgos personales, logrando a través
de su esfuerzo, éxitos de ponderación que sirven y servirán como
ejemplo para sus camaradas y subalternos, dejando bien sentado el
prestigio de la Unidad” (ver fs. 1747/1758).
También reviste significación en tal sentido, la
descripción que realiza Teresa Meschiati, respecto a la constante
vinculación que existía entre los centros de detención y la sede
del Destacamento, respecto a la información que se iba remitiendo
de cada detenido, en relación a lo cual explica que en el
edificio del Destacamento de Inteligencia 141 ubicado en calle
Richieri –al que se llamaba Base- se guardaban copias de las
listas de detenidos con los antecedentes de cada uno de ellos.
Allí se verificaba y centralizaba la información obtenida, se
formaban archivos, y cuando los datos proporcionados por una
persona que estaba siendo interrogada no satisfacían, entonces
desde el “lugar de reunión de detenidos” se comunicaban con Base
para consultar los dossieres de anteriores detenidos, pidiendo
instrucciones respecto a si correspondía o no profundizar la
investigación. En idéntico sentido declaran Di Monte (fs.
2502/2569) y Geuna (fs. 1651/1734).
Incluso la misma testigo Meschiati relata concretamente
que el jefe, el 2º jefe y oficiales responsables de las cuatro
secciones del Destacamento 141 eran los que participaban en la
decisión de los traslados, legalización o libertad de los
detenidos (ver fs. 1458/1498).
En razón de todo ello, estimo acreditada, con el grado
de probabilidad requerido, la participación de Rodríguez en los
hechos nominados primero a vigésimo que se le atribuyen, en
carácter de autor mediato.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por los hechos nominados primero a vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real, con la prevista en el art. 144
ter, 1er. Párrafo (ley 14.616), todos ellos del C.P., en los
términos del art. 306 del C.P.P.N.
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Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos veinte mil ($20.000) sobre los bienes registrables del
imputado Hermes Oscar Rodríguez, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de Jorge Exequiel Acosta.
I. Que a fs. 2.237 se le recibió audiencia indagatoria
a Jorge Ezequiel Acosta quien negó el hecho que se le imputa e
hizo uso del derecho constitucional de abstenerse de seguir
declarando.
II. Que del legajo personal de calificaciones del
encartado Acosta correspondiente al período 1976/7 surge que el
Tte. Primero Acosta se desempeñaba como Jefe de la Tercera
Sección o Sección de Operaciones Especiales.
Asimismo, se destaca especialmente en su legajo que “En
el lapso que permaneció con parte de enfermo entre el 05 al 30
Marzo de 1977, a partir del 19 de Marzo de 1977, prestó servicios
en forma continúa en el Gpo Op. Esp.”. También destaca la
participación de Acosta en un operativo contra elementos
subversivos realizada con fecha 02 de Noviembre de 1976, en la
Ciudad de Córdoba donde resultó herido con diagnóstico de
“Estallido de tímpano derecho”, y “Esquirla de granada en ojo
izquierdo”, debiendo ser evacuado al Hospital Militar, no
obstante lo cual, también consigna el legajo, se retiró “a
continuar sus servicios en el Gpo. OP. Esp.” lo que demuestra,
pese a las lesiones, el alto grado de compromiso con su desempeño
en la Sección.
A las constancias de su legajo se suma la nota
suscripta por Luis Gustavo Diedrichs, Jefe de la Primera Sección
del Destacamento, con fecha 6 de noviembre de 1976, donde incluye
a Acosta, entre los miembros del Grupo Operaciones Especiales
para los cuales, el solicita un reconocimiento por el “heroico
valor en combate” y el “duro trabajo” realizado “con abnegación y
sacrificio”, a través de acciones “encubiertas, sin registro
alguno, apartadas del convencionalismo de las operaciones
militares regulares”.
Acosta aparece además, en carácter de “Jefe de Sección”
-calificando con el máximo puntaje a algunos de los integrantes
del Grupo Operaciones Especiales, como es el caso de Carlos
- 70 -
Alberto Díaz, Luis Alberto Manzanelli, Carlos Alberto Vega y
Ricardo Lardone.
A lo señalado se suman las testimoniales ya
referenciadas que acreditan que el nombrado tenía participación
activa en los operativos tanto en los secuestros como en las
torturas de las víctimas, y en el movimiento diario en La Perla.
Este cúmulo de elementos objetivos y subjetivos
contribuye a conformar el grado de probabilidad exigido para
acreditar su participación en el -hecho nominado segundo- que se
le enrostra, en carácter de autor, debido a la jerarquía que
revestía al momento del hecho.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad mencionada, por el hecho nominado segundo, encuadrado
en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642) en concurso real con la prevista en el art. 144 ter.,
1er. Párrafo (ley 14.616) del C.P., en los términos del art. 306
del Código Procesal Penal de la Nación.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Jorge Exequiel Acosta, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Ernesto Guillermo Barreiro.
I. Que a fs. 1849 se le recibió declaración indagatoria
al encartado Barreiro quien negó los hechos a él imputados e hizo
manifestaciones que hacen a su derecho de defensa.
II. Que la prueba colectada permite acreditar la
participación material del imputado Barreiro en los hechos que se
le endilgan. En primer lugar por las constancias de su legajo
personal, concretamente de la planilla de calificaciones del año
1976/7 de donde surge que el Teniente Primero Ernesto Guillermo
Barreiro pasa a continuar sus servicios desde el 23-12-75 en el
Destacamento de Inteligencia 141 Gral. Iribarren, reportándose
con fecha 20-I-76 “presente” en la Unidad.
Así, quedó corroborado que el encartado en el
transcurso del año 1977 era el Jefe de la Primera Sección y por
ende tenía a su cargo la 3ª Sección del Destacamento de
Inteligencia 141, que operaba en La Perla, con marcada e intensa
intervención en dichas actividades.
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Además, los ex detenidos de La Perla son contestes en
relatar que Barreiro era individualizado con los apodos de
“Hernández” o “Rubio” o “Gringo”. Asimismo coinciden en
describirlo como una persona capaz de todo, considerado “eficaz”,
intimidaba y torturaba sin límite (Teresa Meschiati fs.
1458/1498 –Liliana Callizo fs. 1499/1595 y fs. 1597/1601, Piero
Di Monte fs. 2502/2569 y Geuna fs. 1651/1734).
Por otra parte, y como surge de los testimonios
referidos, al haberse encontrado como Jefe de la Sección Primera
habría tenido a su cargo el CCD “La Ribera”, donde operaban
algunos de los miembros de dicha Sección.
Lo expuesto nos permite concluir en que Ernesto
Guillermo Barreiro habría tenido participación en los hechos
nominados primero a vigésimo que se le atribuyen, en carácter de
autor, debido a la jerarquía que revestía al momento de los
hechos.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento
en la calidad señalada, por los hechos nominados primero a
vigésimo, encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144
bis, inc. 1 y último párrafo (ley 14.616), en función del art.
142, inc. 1 (ley 20.642), en concurso real, con la prevista en el
art. 144 ter, 1er. Párrafo (ley 14.616), todos ellos del C.P., en
los términos del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos veinte mil ($20.000) sobre los bienes registrables del
imputado Ern Iniciar el explorador Internet Explorer.lnk esto Guillermo Barreiro, o
en su defecto inhibirlo de su libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de Luis Alberto Manzanelli.
I. Que a fs. 1921 se le recibe declaración indagatoria
al imputado Manzanelli, quien negó los hechos a él imputados,
manifestando que no conocía al Sr. Manassero, y se abstuvo de
continuar declarando.
II. En cuanto a la participación de Manzanelli en el
hecho que se investiga, repárese que del informe de
calificaciones correspondiente al año 1976/7 surge que al 16-10-
76 continuaba destinado en el “Dest. Icia. 141 “Gral. Iribarren”,
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en el Grupo Operaciones Especiales. También se resalta su
pertenencia al Grupo de Operaciones Especiales en una anotación
efectuada con motivo de un enfrentamiento con elementos
subversivos el día 3 de octubre de 1976 donde resultó herido y
debió ser evacuado al Hospital Militar Cba., con diagnóstico
“herida perforante por esquirla de granada en muslo “pierna
derecha”, consignándose asimismo en el legajo que “se retira por
propios medios a su domicilio”, no figurando licencia o ausencia
alguna por accidente, enfermedad o razones de salud.
Al igual que el restante personal militar de la Sección
Operaciones Especiales, en su legajo se observa que por su
desempeño en dicho grupo durante los años 1975 y 1976, Manzanelli
fue objeto de una felicitación. En 1977 continúa actuando en
Operaciones Especiales “con el mismo arrojo, valor y sacrificio
con que lo hiciera en oportunidades anteriores constituyéndose en
ejemplo de sus camaradas y subalternos” (Coincidentemente, los
organigramas elaborados por los testigos Piero Di Monte, Liliana
Callizo, Graciela Geuna y Teresa Meschiati, ubican a Manzanelli,
durante 1976 y 1977, en la Sección Tercera o Grupo de Operaciones
Especiales (fs. 1651/1734; 1458/1498; 1499/1595 y 1597/1601).
Al respecto, los ex detenidos de La Perla, lo
caracterizan como un individuo particularmente sádico en su forma
de ejecutar la tortura, era uno de los encargados de manejar la
picana eléctrica. También relatan las víctimas que “…antes de
torturar se transformaba, su cara se endurecía y sus ojos se
ponían fijos (asumía el rol). Así como sentía orgullo al decir
que “por sus manos habían pasado todos los militantes de La
Perla…”, solía decir también “que en media hora del día en que
se quedaba solo frente a sí mismo, recordaba todos los ojos de
los torturados” (ver testimonial de Meschiati). Por su parte, el
testigo Piero Di Monte dice que Manzanelli “…era una persona muy
competitiva y si el detenido resistía a la tortura, Manzanelli se
ensañaba con el mismo y lo torturaba más, aunque estuviera
poniendo en riesgo la vida del detenido …”, aclarando el testigo
que “… que fue así como se extralimitaron y le ocasionaron la
muerte a varios detenidos…”.
De los elementos probatorios colectados surge
suficientemente acreditada la participación del imputado en el
hecho nominado segundo que se le imputa, en carácter de autor.
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En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Luis Alberto Manzanelli, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de Carlos Alberto Vega
I. Que a fs. 1919 se le recibió declaración indagatoria
al encartado Carlos Alberto Vega, quien hizo uso del derecho
constitucional de abstenerse de declarar.
II. Que la participación de Vega en el hecho que se le
endilga se encuentra acreditada por distintos elementos
probatorios. En primer término, surge de su legajo personal, su
pertenencia en forma ininterrumpida al Destacamento de
Inteligencia 141, desde el 6-5-76 hasta el 15-10-77, en el grupo
OP3. Cabe señalar que en la primer fecha señalada se consigna:
“Dest. Icia 141 “Gral. Iribarren” –Se deja sin efecto la pasiva
impuesta por BRE 4349 (Art.38, Inc. 3°, Apd) –BRE Nro. 4662- Alta
en la Unidad- 1ra. Sec. Ejecución –Gpo Op. Especiales.” Al 15-10-
76 continúa en Gpo Op. Especiales.
En idéntico sentido, los testimonios de Piero Di Monti,
Geuna y Meschiatti quienes habrían permanecido detenidos en La
Perla, acreditan la actuación de Vega en el grupo de tareas que
habría tenido como base el mencionado CCD “La Perla”, todo lo
cual nos permite corroborar su presencia activa en el lugar del
hecho que se le enrostra. Cabe citar al respecto, las palabras de
Meschiati –entre otros- que dicen que Carlos Alberto Vega era
conocido con el apodo de “vergara” o “tío”, era el encargado de
la administración interna de La Perla en lo que hace a los
detenidos por la 3° Sección Op.Esp.
Debe tenerse en cuenta también que además de surgir de
la planilla de calificaciones a la que se aludiera, surge
igualmente de la nota del 6/11/76 suscripta por Diedrichs,
solicitando un reconocimiento para los integrantes de la Sección,
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por las acciones “encubiertas, sin registro alguno, apartadas del
convencionalismo de las operaciones militares regulares”
desarrolladas durante 1976, mencionándolo a Vega como uno de los
que integraban dicho grupo.
En su legajo consta asimismo que Vega fue felicitado en
octubre de 1976 por el alto grado de eficiencia alcanzado en su
nuevo rol de combate, en tan corto plazo, destacándose
especialmente que en forma voluntaria había pedido cubrir el
puesto que por entonces ocupaba; también se consignó otra
felicitación por su actuación en “Op Esp durante el año 1977 con
el mismo arrojo, valor y sacrificio con que lo hiciera en
oportunidades anteriores, mereciendo el reconocimiento de
superiores, camaradas y subalternos”.
Lo expuesto me permite concluir que Carlos Alberto Vega
habría tenido participación en el hecho nominado segundo que se
le reprocha, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Carlos Alberto Vega, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Carlos Alberto Díaz.
I. Que a fs. 1926 se le recibe declaración indagatoria
al imputado Díaz, quien negó el hecho a él imputado y se abstuvo
de declarar.
II. De la planilla de calificaciones de los períodos
1976/7 glosada en autos, se puede advertir que el imputado Carlos
Alberto Díaz era Sargento 1ero, y a partir del 1 de diciembre de
1975 es destinado al Destacamento de Inteligencia 141, General
Iribarren. Con fecha 3-12-75 -reza en su legajo- que se
encontraba presente en la Unidad. Con fecha 20-03-76 continúa en
1era Sección Ejec.. Con fecha 24-3-76 reza: “Dest. Icia 141 Gral
Iribarren” Gpo Op. Esp.. Idéntica anotación registra con fecha
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15-5-76. Y que al 16-10-76 continúa en Gpo Op Esp, siendo
comisionado a realizar el curso de perfeccionamiento para Aux
Icia. en Buenos Aires con fecha 15-8-77.
También da cuenta de su pertenencia a ese grupo
operativo especial la felicitación recibida del jefe del
Destacamento por su desempeño en la Sección Operaciones
Especiales durante los años 1975/6. Por otro lado surge una
“felicitación por parte del JRI Aerot 14, por el alto grado de
eficiencia demostrado en operaciones, logrando a través de su
desempeño dejar bien sentado el prestigio del Dest. Icia 141
“Gral. Iribarren”.
Que según refiere Diedrichs en su nota de fecha
6/11/76, resultaron “encubiertas, sin registro alguno, apartadas
del convencionalismo de las operaciones militares regulares”, por
las cuales solicita un reconocimiento especial también para
Carlos Alberto Díaz, como integrante del Grupo Operaciones
Especiales.
A mayor abundamiento, nuevamente las víctimas que
lograron sobrevivir al CCD “La Perla”, dan cuenta de la
participación activa de Carlos Alberto Díaz en aquel centro,
conocido con el apodo de “HB”. En tal sentido se expresan Liliana
Callizo; Piero Di Monte; Teresa Meschiati y Graciela Geuna.
Lo expuesto me permite concluir que Carlos Alberto Díaz
habría tenido participación en el hecho nominado segundo que se
le endilga, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Carlos Alberto Díaz, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Juan Eusebio Vega.
I. Que a fs. 2234 se le recibió declaración indagatoria
al encartado, quien negó el hecho a él imputado.
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II. Que a fs. 2248 su defensa técnica insta su
sobreseimiento, argumentando que con fecha 5 de abril de 1977 y
11 de junio de 1977 inclusive, el encartado se encontraba en
tareas de instrucción a los soldados del destacamento. Agregó en
su escrito el Dr. Agüero que en esa época el Destacamento de
Inteligencia 141, era una unidad de batalla como cualquier otra,
que tenía soldados que hacían en ella el servicio militar
obligatorio durante un año.
Finalmente, el Dr. Agüero de conformidad a lo dispuesto
en el art. 336 inciso 4° del CPPN., insta el sobreseimiento de su
defendido, en razón de resultar evidente que al momento del
acaecimiento de los hechos, este ni siquiera se encontraba
destinado a cumplir funciones en el lugar presunto en donde
acaecieron los hechos.
III. Que el Suscripto entiende que corresponde dictar
el sobreseimiento a favor de Juan Eusebio Vega. Doy Razones.
En primer lugar, de las evidencias acumuladas, si bien
permiten tener por acreditado el hecho nominado segundo conforme
lo narrado precedentemente, ocurre lo contrario con relación a la
participación en éste del imputado Vega. Ello así, en razón que
las pruebas colectadas en autos no permiten determinar la autoría
o participación de Vega en el hecho que se le imputa, esto es,
que haya participado en la privación ilegítima de la libertad y
torturas, que habrían sido impuestas a Enzo Alejandro Manassero.
Efectivamente, es dable advertir que el hecho que se le
endilga a Juan Eusebio Vega data entre el 12 y/o 14 de Mayo de
1977, fecha ésta en la cual el imputado, según inequívocas
anotaciones de su legajo personal de servicios se encontraba en
comisión a instrucción en el terreno con soldados (ver fojas
1796).
En este sentido, repárese que la imputación que se
cierne en torno al encausado encuentra su origen en la
circunstancia de que en su legajo reza que el mismo a partir de
fecha 21 de diciembre de 1976 ingresó a la Sección Act. Esp. del
Destacamento de Inteligencia 141, siendo tal Sección la que se
encargaba de realizar las “operaciones” y ejecutar las órdenes
impartidas en relación a las personas que se encontraban
detenidas en el centro clandestino de “La Perla” (ver
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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consideraciones generales en relación al funcionamiento de las
distintas Secciones del Destacamento de Inteligencia 141).
En efecto, si bien en un principio se tuvo en cuenta su
presencia dentro de la Sección Actividades Especiales, de la
simple lectura de su legajo se infiere que durante la fecha del
hecho se encontraba prestando otro tipo de servicios, esto es,
instruyendo a los soldados.
Por otro lado, de los testimonios receptados ante esta
instrucción no se desprende ningún elemento que incrimine a Vega,
circunstancias que tampoco pueden desprenderse del resto de la
documentación reservada en Secretaría.
En consecuencia, resultando imposible determinar –de
acuerdo a los elementos de prueba o participación arrimados al
proceso- su autoría en el hecho nominado segundo que se le imputa
y teniendo en cuenta las valoraciones efectuadas precedentemente,
corresponde sobreseer a Juan Eusebio Vega (conforme art. 336 inc.
4° del CPPN), con la expresa mención que la formación de la
presente causa no afecta el buen nombre y honor que hubiere
gozado el nombrado.
Situación procesal del imputado Héctor Raúl Romero
I. Que a fs. 1998 se le recepta declaración indagatoria
a Héctor Raúl Romero quien realizó manifestaciones que hacen a su
derecho de defensa, a las cuales me remito en honor a la
brevedad.
II. Que la prueba incorporada a la causa permite al
suscripto sostener que el nombrado era agente civil de
inteligencia e integrante del grupo OP3 que se desempeñaba en La
Perla al momento del hecho.
Así, los testimonios de Piero Di Monte, Liliana
Callizo, Graciela Geuna, entre otros, lo señalan como un activo
integrante de la OP3, que tenía su base en La Perla (fs.
1651/1734; 1458/1498;). Las declaraciones de los testigos se
encuentran corroboradas por las constancias del legajo personal
de Romero de donde surge su filiación civil al Destacamento de
Inteligencia 141. En particular, del legajo surge que “por
razones de servicio, desde abr.76, se desempeña en el Grupo
Operaciones Especiales, con suma eficiencia”. También se observa
una “Felicitación de parte del señor Jefe II-Icia, por haber
puesto de manifiesto un encomiable esfuerzo para satisfacer
- 78 -
plenamente las exigencias del servicio (OD N°26/76) del Dest.
Icia.141”.
A fs. 32 consta que Romero recibía una bonificación por
“actividad riesgosa”. Asimismo, es dable destacar, respecto a su
pertenencia a la Sección Operaciones Especiales, que con fecha 17
de Mayo de 1977 solicita cambio de cuadro, y entre los
fundamentos señala que “A pesar de revistar en el Subcuadro “A-
2”, desde el 01 abr 76, me desempeño en la Sección Actividades
Especiales de Inteligencia” (ver certificado de fs. 2908).
Meschiati dijo que Jorge Romero alias “PALITO”, era un
tipo delgado que medía aproximadamente 1,80 de estatura, menudo,
nariz pequeña, ojos negros y grandes, cabello negro y ondulado
que usaba largo. Dijo que “…Se jactaba de haber pertenecido al
COMANDO LIBERTADORES DE AMERICA. Inmaduro, irresponsable,
torturaba ferozmente. Perdía el control, frío asesino y sádico,
desperdiciaba totalmente la vida humana”.
Lo expuesto me permite concluir que Héctor Raúl Romero
prestaba servicios en el CCD “La Perla” en la fecha del hecho
investigado en autos, por ende puede afirmarse que habría tenido
participación en el hecho nominado segundo que se le endilga, en
carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Héctor Raúl Romero, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Ricardo Alberto Ramón Lardone.
I. Que a fs. 1923 se le recibe declaración indagatoria
al imputado Ricardo Alberto Ramón Lardone, quien hizo
manifestaciones que hacen a su derecho de defensa, a las cuales
me remito en honor a la brevedad.
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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II. En primer término, la prueba reunida confirma su
participación en el grupo operativo de La Perla, como agente
civil de inteligencia.
Del certificado de fojas 2908 se desprende que se
desempeñaba como empleado del Destacamento 141, donde revistaba
en la Sección Actividades Especiales de Inteligencia, sección
ésta dedicada a las acciones encubiertas, sin registro alguno,
apartadas del convencionalismo de las operaciones militares
regulares, bajo las órdenes del Capitán Acosta. Lardone,
asimismo, tenía asignado un nombre ficticio “Rodolfo Anselmo
Ramón Lacaba”, para dificultar su identificación.
Su legajo registra además un concepto sobresaliente,
por haber demostrado “confianza y criterio en situaciones
críticas de combate...”; y concepto por haber “demostrado en
todos los trabajos realizados frente al enemigo un alto grado de
valor..”, percibiendo asimismo una bonificación complementaria
por actividad riesgosa.
A lo expuesto, cabe agregar los relatos de los ex
detenidos que lo vieron en La Perla y que lo sindican, bajo el
alias de “fogo” o “fogonazo”, como un integrante más de la OP3
que participaba en los secuestros y torturas a los detenidos
(conf. Callizo fs. 1499/1595 y 1597/1601; Meschiati fs. 1458/1498
y Geuna fs. 1651/1734).
Lo expuesto nos permite concluir en que Lardone habría
tenido participación en el hecho nominado segundo que se le
atribuye, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Alberto Ramón Lardone, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Arnoldo José López.
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I. Que a fs. 1996 se le recibe declaración indagatoria
a Arnoldo José López quien hizo manifestaciones que hacen a su
derecho de defensa; en tanto a fs. 2026 amplía su declaración
indagatoria.
II. Del certificado de transcripción de su legajo surge
que con fecha 1° de diciembre de 1975 fue nombrado el ciudadano
Arnoldo José López en carácter de “condicional” en el cuadro “A”,
Subcuadro A-2, Destacamento de Inteligencia 141. También que se
le atribuyó, como nombre de encubierto, el de Ángel Javier
Lozano. Y se consigna que el nombrado recibe una bonificación por
“actividad riesgosa” – “tarea especial”. Asimismo es calificado
por el Tte. 1° Ernesto Guillermo Barreiro y por el capitán Luis
Gustavo Diedrichs, quienes –como se reseña en este mismo
apartado-, a la fecha se desempeñaban, el primero como uno de los
oficiales Jefes del Grupo Operaciones Especiales y el segundo,
por encima del anterior, como el Jefe de la Primera Sección,
encargado de “preparar, dirigir y operar” en ese Grupo.
Cabe agregar, para no dejar dudas respecto al desempeño
de López en la Tercera Sección, que el propio encartado aparece
solicitando el 17 de mayo de 1977 cambio de cuadro, argumentando
entre las razones que: “a pesar de revistar en el Subcuadro “A-
2”, desde el 01 abr.76 se desempeña en la Sección Actividades
Especiales de Inteligencia”; en otras palabras, pide adecuar su
situación de revista a la actividad real desempeñada desde el 1º
de abril de 1976 en la OP3, actividad que le valió una
calificación “sumamente eficiente” en dichas tareas.
Sin perjuicio de constancias documentales tan claras,
el relato de los testigos es contundente en señalarlo a López
como uno de los integrantes del grupo que operaba en La Perla y
además como un “avieso torturador”.
En tal sentido, numerosos son los ex prisioneros del
CCD “La Perla” que lo mencionan como “chubi”, apodo por el cual
coincidentemente señalan, era identificado. Al respecto Piero Di
Monte en su declaración manifiesta que “…Chubi López y Palito
Romero eran dos civiles, trabajaban siempre juntos y eran del
grupo de Acosta, participaban siempre en los operativos… López
era de los que torturaba” (ver Callizo fs. 1499/1595 y fs.
1597/1601, Di Monte fs. 2502/2569 y Geuna fs. 1651/1734, entre
otros).
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Lo expuesto nos permite concluir en que el encartado
López habría tenido participación en el hecho nominado segundo
que se le atribuye, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Arnoldo José López, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de José Andrés Tofalo.
I. Que a fs. 2052 se le recibió audiencia indagatoria a
José Andrés Tofalo quien se abstuvo de declarar.
II. Que de la planilla de calificaciones de los
períodos 1976/77 glosada en autos, se puede advertir que el
imputado José Andrés Tofalo era Teniente Primero, y a partir del
20 de diciembre de 1976 es destinado al Destacamento de
Inteligencia 141, General Iribarren. Con esa misma fecha -reza en
su legajo- que se encontraba presente en la Unidad. Con fecha 2
de mayo de 1977 reza: “Dest. Icia 141 Gral Iribarren” –Secc. Act.
Esp. Icia-. Idéntica anotación registra con fecha 15 de octubre
de 1977.
También da cuenta de su pertenencia a ese grupo
operativo especial la calificación donde reza: “2do. d Dest.” por
el Tenl Hermes Oscar Rodríguez “anual” desde el 20 de diciembre
hasta el 15 de octubre de 1977; como así también en dicho período
fue calificado por Coronel César Emilio Anadon, surgiendo en el
punto 2 que es uno de los pocos sobresalientes para su grado. Por
otro lado surge que con fecha 16/10/77 continúa en Grupo
Operaciones Especiales.
Lo expuesto nos permite concluir en que José Andrés
Tofalo habría tenido participación en el hecho nominado segundo
que se le atribuye, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por el hecho nominado segundo, encuadrado en
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la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144 ter,
1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los términos
del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado José Andrés Tofalo, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de Orestes Valentín Padován.
I. Que a fs. 1938 se le recibe declaración indagatoria
a Orestes Valentín Padován quien negó el hecho a él imputado y
manifestó, entre otras cosas, que a la época de la presunta
detención, no prestaba servicio en el grupo de Operaciones
Especiales. Agregó, que puede corroborarse por lo especificado en
su legajo personal militar, ya que fue dado de alta el día 29 de
junio de 1977 y con la misma fecha hizo uso de su licencia anual
de invierno de diez días, por lo que, recién hizo su presentación
efectiva el día lunes 11 de julio de 1977, por lo tanto refirió
que es totalmente ajeno a la situación descripta en el hecho
segundo. Finalmente, solicitó su sobreseimiento de acuerdo al
artículo 336, inc. 4° del C.P.P.N.
II. Entiendo que corresponde dictar el sobreseimiento
instado por el encartado Padován. Doy Razones. En primer lugar,
téngase presente que la imputación que se cierne en torno al
encausado encuentra su origen en la circunstancia de que el mismo
al momento del hecho se encontraba prestando servicios dentro del
Destacamento de Inteligencia 141, por lo tanto aparecía vinculado
a la Sección Tercera de dicho Destacamento.
Ahora bien, corresponde aclarar que para el mes de mayo
de 1977, quien habría operado en el Centro Clandestino de
Detención “La Perla” era el denominado “Grupo de Operaciones
Especiales” también llamado “Tercera Sección” o “Sección de
Actividades Especiales de Inteligencia” u “OP3”.
Que según surge del informe de calificación del
encartado con fecha 30/12/76 reza “alta” en la 1° Sección de
Ejecución del Destacamento Icia. 141 “Grl. Iribarren”, siendo que
con fecha 29/06/77 pasó a desempeñarse en la Sección Actividades
Especiales.
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Por lo tanto, teniendo en cuenta que ha quedado
acreditado que el encartado no se encontraba prestando servicios
en la Sección Tercera en el mes de mayo de 1977, corresponde
dictar su sobreseimiento por el hecho nominado segundo en los
términos del art. 336, inc. 4° del Código Procesal Penal de la
Nación.
Situación Procesal del imputado Eduardo Porfidio Ríos.
I. Que a fs. 2118 se le recibe declaración indagatoria
al encartado Ríos, quien negó los hechos a él imputados y se
abstuvo de continuar declarando.
II. Que del informe de calificaciones de los períodos
1976/77 glosadas en autos se puede advertir que el imputado
Eduardo Porfidio Ríos era Sargento Primero, y a partir del 20 de
diciembre de 1976 fue destinado al Destacamento de Inteligencia
141, General Iribarren. Con fecha 21/12/76 -reza en su legajo-
que se lo da de alta en la Unidad.
En conclusión desde esa fecha hasta el 15/10/77 prestó
servicios en la Sección 1ra. y fue calificado por Tte. 1ro.
Ernesto Guillermo Barreiro, Tenl Hermes Oscar Rodríguez y “civil”
César Emilio Anadon, con fecha 21/12/76 hasta el 15/10/77.
También surge del legajo “felicitación por el alto
grado de eficiencia alcanzado en la especialidad, pese a ser
recientemente egresado, ha demostrado condiciones y deseos de
superarse. Destaca especialmente su desempeño en la comisión que
cumpliera el 16/17-77 en la ciudad de Trelew. Se lo insta a que
continúe perfeccionándose en bien de la Institución y la
Especialidad” (ver fojas 1822).
A ello se añade, la declaración testimonial de Liliana
Beatriz Callizo, quien al deponer realizó un organigrama
aproximado haciendo referencia a que en el campo de “La Ribera”
en el año 1977 se desempeñaba “Sgto. 1ero. Eduardo Ríos”, entre
otros (ver fojas 1546). También el testigo Piero Di Monte
menciona al encartado como encargado de “La Ribera” (ver fojas
2568).
Lo expuesto me permite concluir que Eduardo Porfidio
Ríos habría tenido participación material en los hechos nominados
primero a vigésimo que se le endilgan, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por los hechos nominados primero a vigésimo,
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encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144
ter, 1er. párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los
términos del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Eduardo Porfidio Ríos, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal de José Luis Yáñez.
I. Que a fs. 2246/2247 se le recibe declaración
indagatoria a José Luis Yáñez quien hizo manifestaciones que
hacen a su derecho de defensa, a las cuales me remito en razón a
la brevedad.
II. Que del certificado de transcripción de su legajo
surge que con fecha 1° de noviembre de 1976 fue nombrado el
ciudadano José Luis Yáñez en carácter de “condicional” en el
cuadro “A”, Subcuadro A-2, Destacamento de Inteligencia 141 (ver
fs. 1838/1840 del legajo reservado en secretaría). Asimismo, se
le atribuyó, como nombre de encubrimiento, el de Jaime Yoldi. A
fs. 1839vta. del certificado, se consigna que el nombrado recibe
una bonificación por “actividad riesgosa”. Asimismo surge que en
el período noviembre de 1976 a 1977 registra categoría In 16
oficinista en la Primera Sección de Ejecución del 141, es
calificado por Barreiro, Rodríguez y Anadón.
A las constancias del legajo mencionadas, se agrega que
“en el período abril de 1978/1979 Categoría In 14 Sub cuadro C-3
Agente “S” en la 2° Sección de Ejecución, es felicitado por Jefe
de 2° Sección Ejec. por su desempeño durante el desarrollo del
caso “satánico” –octubre de 1978- instándolo a “continuar con su
accionar que sirve como ejemplo para sus camaradas, es calificado
por Checchi, Pasquini”.
Por otro lado, es mencionado por la testigo Liliana
Beatriz Callizo, quien al deponer realizó un organigrama
aproximado haciendo referencia a que en el campo de “La Ribera”
en el año 1977 se desempeñaba “civil José Yáñez”, entre otros
(ver fojas 1546).
También en su declaración testimonial, Piero Di Monte
al efectuar la lista del personal del Destacamento de
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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Inteligencia 141, ubica al imputado Yáñez como uno de los que
operaba en el CCD “La Ribera” (ver fojas 2569).
Lo expuesto nos permite concluir en que José Luis Yáñez
habría tenido participación en los hechos nominados primero a
vigésimo que se le atribuyen, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por los hechos nominados primero a vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144
ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los
términos del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado José Luis Yáñez, o en su defecto inhibirlo de su libre
disposición por igual monto.-
Situación Procesal de Enrique Alfredo Maffei.
I. Que a fs. 2371 se le recibe declaración indagatoria
a Enrique Alfredo Maffei quien negó los hechos a él imputados e
hizo manifestaciones que hacen a su derecho de defensa.
II. Que del certificado de transcripción de su legajo
surge que con fecha 1° de abril de 1976 fue nombrado el ciudadano
Enrique Alfredo Maffei en carácter de “condicional” en el cuadro
“A”, Subcuadro A-2, categoría IN 16 Destacamento de Inteligencia
141 con destino a la 1° Sección Ejecución en el cargo Auxiliar-
Redactor Dactilógrafo (ver fs. 1840vta). Asimismo, se le atribuyó
el seudónimo “Eduardo Maltese”. También se consigna que al
nombrado se le abonan remuneraciones complementarias por
“actividad riesgosa”.
Asimismo surge con fecha 10/03/78 el agente solicita
cambio de cuadro, para ser trasladado al cuadro C, aduciendo que,
a pesar de revistar en el Subcuadro A-2 desde mayo de 1976 se
desempeña en la Sección Actividades Especiales de Inteligencia.
En el período de abril de 1976 hasta 1° de abril de 1977, es
calificado por Barreiro y otras firmas que no se alcanzan a leer,
conceptualizándolo como “apto para continuar en la categoría”, en
el período abril de 1977/8 figura en la categoría In-16 cargo
Auxiliar Oficinista, destino en Sección Comando y Servicios del
Destacamento de Inteligencia 141, siendo calificado como apto
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para continuar en la categoría, pero no se alcanza a leer quienes
firman (fs. 65 del legajo).
A ello se añade que el testigo Piero Di Monti en su
declaración lo menciona, ubicándolo dentro del campo de “La
Ribera” (ver fs. 2569).
Así, obra agregado en autos la declaración testimonial
de Liliana Beatriz Callizo, donde hace alusión a que en el año
1977 en el campo de “La Ribera” se desempeñaba “civil Enrique
Maffey”, entre otros (ver fojas 1546).
Lo expuesto nos permite concluir en que Enrique Alfredo
Maffei habría tenido participación en los hechos nominados
primero a vigésimo que se le atribuyen, en carácter de autor.
En consecuencia, corresponde dictar su procesamiento en
la calidad señalada, por los hechos nominados primero a vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616) en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real con la prevista en el art. 144
ter, 1er. Párrafo (ley 14.616) todos ellos del C.P., en los
términos del art. 306 del C.P.P.N.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos quince mil ($15.000) sobre los bienes registrables del
imputado Enrique Alfredo Maffei, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación procesal de Ángel Osvaldo Corvalán.
Que en virtud del documento incorporado a fs. 1304 de
autos, encabezado como “Secreto” – Acta de Constatación, se pudo
comprobar fehacientemente que el imputado Corvalán habría tenido
a su cargo el diligenciamiento de la orden de detención de la
Sra. Lía Margarita Delgado de Campos. Del acta de allanamiento y
detención, confeccionada por el mencionado en su carácter de
“Jefe de comisión”, surge que se ingresó al domicilio de calle
Camino A. Rodríguez del Busto N° 872, se procedió a la detención
de la nombrada y al secuestro de distintos elementos vinculados a
la empresa Mackentor SA.
Es evidente además que si el allanamiento y detención
fue realizado el día 25 de abril de 1977, y que el por entonces
Juez Federal fue anoticiado de dichos acontecimientos el día 29
del mismo mes y año, estos actos se encontraban fuera cualquier
función jurisdiccional. Es decir, el allanamiento y la detención
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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devienen ilegales, siendo estos consecuencia de una directiva del
poder de facto.
Es por ello que las consideraciones vertidas por
Corvalán al momento de prestar declaración indagatoria no
conmueven el hecho por el cuál viene imputado, es decir, no se
puede alegar el cumplimiento legítimo de una orden si la misma
emana de un sujeto que no tiene facultad para emitirla.
En consecuencia, corresponde ordenar el procesamiento
de Ángel O. Corvalán como autor (art. 45 del CP.) del hecho
nominado undécimo, encuadrado en la figura penal prevista en el
art. 144 bis, inc. 1 y último párrafo (ley 14.616), en función
del art. 142, inc. 1 (ley 20.642), del CP, en los términos del
art. 306 del CPPN.
Por último, corresponde trabar embargo por la suma de
pesos diez mil ($10.000) sobre los bienes registrables del
imputado Ángel Osvaldo Corvalán, o en su defecto inhibirlo de su
libre disposición por igual monto.-
Situación Procesal del imputado Arturo Gumersindo Centeno
Que del informe presentado por el Sr. Jefe del Registro
de Estado y Capacidad Civil de las Personas, surge que el
encartado habría fallecido el día 13/02/2002. Se remite como
prueba copia certificada por el Oficial Público del Registro
Civil de esta Provincia, de donde surge tal circunstancia, y
cuyos datos filiatorios son coincidentes con los obrantes en de
autos. Que en virtud de lo reseñado precedentemente, corresponde
declarar extinguida la acción penal en relación a Arturo
Gumersindo Centeno y en consecuencia dictar su sobreseimiento
(art. 336, inc. “1”, del CPPN., en función del art. 59, inc. “1”,
del CP.).
Por ello;
RESUELVO:
I. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Jorge Rafael Videla y
Luciano Benjamín Menéndez como coautores mediatos (art. 45 del
C.P.) de los hechos nominados primero, segundo, tercero, cuarto,
quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo,
duodécimo, décimo tercero, décimo cuarto, décimo quinto, décimo
sexto, décimo séptimo, décimo octavo y vigésimo, encuadrados en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley
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20.642), en concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en el
art. 144 ter., 1er. párrafo (ley 14.616), y del hecho nominado
décimo noveno, encuadrado en la figura penal prevista en el art.
144 ter., 1er. párrafo (ley 14.616), del CP. todos ellos del CP,
en los términos del art. 306 del CPPN.
II. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables de los
imputados Videla y Menéndez hasta cubrir la suma de pesos
CINCUENTA MIL ($ 50.000) por cada uno, o inhibirlos por igual
monto.
III. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Hermes Oscar Rodríguez
como autor mediato (art. 45 del C.P.) de los hechos nominados
primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo,
octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo, décimo tercero,
décimo cuarto, décimo quinto, décimo sexto, décimo séptimo,
décimo octavo, décimo noveno y vigésimo, encuadrados en la figura
penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último párrafo (ley
14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley 20.642), en
concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en el art. 144 ter.,
1er. párrafo (ley 14.616), todos ellos del CP, en los términos
del art. 306 del CPPN.
IV. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables del
imputado Rodríguez hasta cubrir la suma de pesos VEINTE MIL ($
20.000), o inhibirlo por igual monto.
V. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Ernesto Guillermo
Barreiro como autor mediato (art. 45 del C.P.) de los hechos
nominados primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto,
séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo, duodécimo, décimo
tercero, décimo cuarto, décimo quinto, décimo sexto, décimo
séptimo, décimo octavo, décimo noveno y vigésimo, encuadrados en
la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), en concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en el
art. 144 ter., 1er. párrafo (ley 14.616), todos ellos del CP, en
los términos del art. 306 del CPPN.
VI. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables del
imputado Barreiro hasta cubrir la suma de pesos VEINTE MIL ($
20.000), o inhibirlo por igual monto.
VII. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Eduardo Porfidio Ríos,
José Luis Yáñez y Enrique Alfredo Maffei, como coautores (art. 45
Poder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la NaciónPoder Judicial de la Nación
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del C.P.) de los hechos nominados primero, segundo, tercero,
cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo,
duodécimo, décimo tercero, décimo cuarto, décimo quinto, décimo
sexto, décimo séptimo, décimo octavo, décimo noveno y vigésimo,
encuadrados en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc.
1 y último párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1
(ley 20.642), en concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en
el art. 144 ter., 1er. párrafo (ley 14.616), todos ellos del CP,
en los términos del art. 306 del CPPN.
VIII. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables de
los imputados Ríos, Yáñez y Maffei hasta cubrir la suma de pesos
QUINCE MIL ($ 15.000) por cada uno, o inhibirlos por igual monto.
IX. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Jorge Exequiel Acosta,
Luis Alberto Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Carlos Alberto
Vega, José Andrés Tofalo, Ricardo Alberto Ramón Lardone, Arnoldo
José López y Héctor Raúl Romero, como coautores (art. 45 del
C.P.) del hecho nominado segundo, encuadrado en la figura penal
prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último párrafo (ley
14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley 20.642), en
concurso real (art. 55 C.P.) con la prevista en el art. 144 ter.,
1er. párrafo (ley 14.616), todos ellos del CP., en los términos
del art. 306 del CPPN.
X. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables de los
imputados Acosta, Manzanelli, Díaz, Vega, Tofalo, Lardone, López
y Romero hasta cubrir la suma de pesos QUINCE MIL ($ 15.000) por
cada uno, o inhibirlos por igual monto.
XI. ORDENAR EL PROCESAMIENTO de Ángel O. Corvalán como
autor (art. 45 del C.P.) del hecho nominado undécimo, encuadrado
en la figura penal prevista en el art. 144 bis, inc. 1 y último
párrafo (ley 14.616), en función del art. 142, inc. 1 (ley
20.642), del CP, en los términos del art. 306 del CPPN.
XII. TRABAR EMBARGO sobre los bienes registrables del
imputado Corvalán hasta cubrir la suma de pesos DIEZ MIL ($
10.000), o inhibirlo por igual monto.
XIII. SOBRESEER a Arturo Gumersindo Centeno por los -
hechos nominados primero a vigésimo-, por extinción de la acción
penal por muerte del imputado (art. 336 inc. 1° del CPPN., en
función del art. 59 inc. 1ero. del Código Penal).