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Octubre, 2015 EDICIÓN Nº 2

Poder Popular

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Nueva Prensa Revolucionaria

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Octubre, 2015EDICIÓN Nº 2

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ÍNDICE

La Revolución Ciudadana y la integración Latinoamericana

La coyuntura política y económica de nuestro país, América Latina y el Mundo.

El Servidor Público en Ecuador

Si nuestra Constitución establece el dere-cho de los ecuatorianos a organizarnos, es lógico que los trabajadores estatales tam-bién deben acceder a él.

Mar para Bolivia un acuerdo pendiente

Este 24 de septiembre, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, se declaró competente para dar solución a la demanda presentada por Bolivia

Reforma Agraria con carácter Popular

Una reforma Agraria que permita generar un cambio real del campo

ecuatoriano

Gira Nacional para Construir Poder Popular

En tal virtud se generó un gran debate sobre la coyuntura nacional y se acor-dó con todas las dirección provinciales trabajar en el fortalecimiento de las ba-ses del PCE.

El imperialismo y su ofensiva en contra de los Países Progresistas

Existe una necesidad del imperialismo por desestabilizar las economías que corres-ponden a países progresistas.

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c. Juan Francisco TorresSecretario Ideológico PCE

@pc_ecu Partido Comunista Ecuatoriano www.pcecu.org

Comisión Nacional Ideólogicac. Daniel Vallejoc. Alexis Pachecoc. Vladimir Albornoz

Colaboradoresc. Paúl Almeidac. Diego Vintimillac. Carlos Basantesc. Carlos Andrade

Es evidente que en cualquier lugar del mundo una de las aspiraciones máximas de una población es desarrollar su vida en un ambiente pacífico, libre de cualquier forma de violencia y con la capacidad de ejercer una ciudadanía de forma libre y democrática.

Sin embargo, en muchos lugares, se ha llegado a considerar que una vida pacífica, o un país en paz, es aquel en el cual no existe enfrentamientos armados entre fuerzas militares y otros grupos armados organizados; y esa es una consideración absolutamente válida y legítima en un contexto de guerra, mucho más cuando una nación enfrenta una guerra civil provocada por las contradicciones políticas entre quienes históricamente han detentado el poder y quienes se han visto afectados por las decisiones de ese poder excluyente, y ese ha sido el caso de Colombia.

El vecino país lleva más de 50 años en guerra, aun cuando oficialmente el Estado Colombiano no quiera reconocerlo; una guerra que de ninguna manera es entre el Estado y las fuerzas insurgentes, como las FARC o el ELN, que se alzaron en armas para exigir una trasformación profunda de la estructura social y económica de Colombia. Es una guerra entre los poderosos y su pueblo; pues solo así se comprende el surgimiento de bandas del crimen organizado (especialmente narcotráfico) y paramilitares cada vez más vinculados a los partidos políticos; solo así se entiende la cantidad de campesinos desplazados de sus tierras, de dirigentes sindicalistas asesinados, de la existencia de ejecuciones extrajudiciales disfrazadas como bajas insurgentes conocidas como “falsos positivos”; solo en una guerra civil y política se encuentra explicación al asesinato político de miles de militantes de organizaciones y partidos de izquierda.

Hoy los titulares califican de histórica la decisión de firmar un acuerdo por la paz entre el Estado Colombiano y las FARC y, sin duda, es un hecho histórico; demasiado relevante para Colombia y la región como para apartarlo de sus precedentes: la lucha agraria y campesina por recuperar la tierra para sus legítimos propietarios; la lucha política de las organizaciones políticas y sociales colombianas por la salida política y negociada al conflicto entre el Estado y la guerrilla; pero sobretodo la histórica decisión de un pueblo que se alzó en armas y hoy plantea dejarlas al costado con la misma intención: alcanzar la paz, esa paz que es imposible sin justicia social, esa misma paz que se torna esquiva sin la segunda y definitiva independencia.

El proceso de negociación que se ha establecido hace varios meses en La Habana, no es producto de la voluntad política del Estado colombiano, sino sobretodo es el triunfo de la lucha del pueblo. Tal como dice Jaime Caicedo, Secretario General del Partido Comunista Colombiano:

“Por La Paz de Colombia neutralizar el odio y la retaliación para que avance y se consolide la paz justa y democrática con justicia social.”

Secretaría de Relaciones InternacionalesPartido Comunista Ecuatoriano

PAZ CON JUSTICIA SOCIAL

16Cultural

Esta edición contamos con los poemas de Joaquín Gallegos Lara

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c. Paúl AlmeidaSecretario General

Partido Comunista Ecuatoriano

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La Revolución Ciudadana y

la integración Latinoamericana

La coyuntura política y económi-ca de nuestro país, América Latina y el Mundo, enfrenta una profunda crisis del sistema de acumulación capitalista. La caída del precio del petróleo, de apreciación del dólar y la consecuente devaluación de monedas nacionales como es el caso de Colombia y Perú, condi-cionando la economía dolarizada del Ecuador y ocasionando ries-gos en la liquidez de una balanza comercial que es constantemen-te afectada por otros fenómenos como la disminución del ingreso de remesas de migrantes.

Lo que pasa en la economía del mundo no es casualidad ,sino, es producto de varias causalidades donde los grandes capitalistas buscan mantener a flote sus eco-nomías con más neoliberalismo.

El conflicto en la frontera colombo venezolana, las intervenciones mi-litares por parte del imperialismo y los ataques mediáticos a procesos democráticos como los que viven: Ecuador, Venezuela y Bolivia, res-ponden a un intento de desesta-bilización de nuestros gobiernos. Todo aquello enmarcado en los llamados “golpes blandos”; para el efecto, ningún golpe será blando pues el camino decidido y pacta-do por las oligarquías nacionales y transnacionales al fin de cuen-tas tienen como objetivo sustituir a gobiernos populares y revolucio-narios por “democracias” depen-dientes de los dictámenes de Was-hington y sus recetas neoliberales.

En Ecuador, el 30 de septiembre se conmemora un año más del fallido intento de golpe de Estado en contra del presidente Rafael Correa, lo que la derecha califica como una protesta policial tenia por objetivo derrocar el gobierno de la Revolución Ciudadana, para lo cual, contaban con el apoyo y conspiración de los medios de co-municación que pretendieron ge-nerar las condiciones para el caos e inestabilidad social, así fue que, los asambleístas opositores pidie-ron que sesione la Asamblea Na-cional para analizar la situación de “conflictividad social” y de esa ma-nera consolidar el golpe de Estado.

Las movilizaciones convocadas por la oligarquía nacional en complot con dirigentes sindica-listas e indígenas que represen-tan únicamente sus intereses particulares y la defensa de sus prebendas, han sido vendidas por los medios de comunicación como protestas ciudadanas casi espontaneas cuando es clara la participación y conducción por parte de los sectores conspira-dores a los que nos referimos como convocantes.

¿Qué persiguen esas protes-tas?, claramente están defen-diendo los intereses de unos pocos aunque se ha generado una plataforma de reivindica-ciones en las que se quejan de todo y nada, pues los argu-mentos además de carecer de criterios políticos e ideológicos debidamente sustentados, ca-recen de elementos de análisis técnicos.

Los avances políticos, sociales y económicos de la Revolución Ciudadana están a la vista; te-mas como educación, acceso a la salud, vialidad, desconcen-tración del Estado, mejoras en las condiciones laborales, aten-ción y cuidado infantil, calidad en la prestación de servicios, etc, constituyen algunos de los elementos sobre los cuales se basa la popularidad del gobier-no nacional y de Rafael Correa.

Para los comunistas, el proceso de radicalización y profundiza-ción de la Revolución Ciudada-na pasa por realizar cambios en ejes que afectan de mane-ra directa en la estructura de económica del país, para ello venimos plantetedo la consoli-dación de un tipo de economía popular y solidaria que sin te-ner la lógica de micro empresa, garantice la producción social de bienes para el consumo lo-cal y nacional. Por otro lado, la consecución de una reforma agraria capaz de modificar las condiciones de producción, co-mercialización y distribución de los productos del campo es fun-damental.

Los ajustes a sistemas como los de salud o educación son vitales para garantizar la continuidad del proce-so, pero también para poner límites a las ganancias de los grupos finan-cieros y otros es importante la ley de herencias, ya que la misma afecta realmente la acumulación ilegítima de riqueza, por ello nuestro respal-do total a esa iniciativa.

Por otra parte, iniciativas como la conformación del frente UNIDOS, que es el espacio donde organiza-ciones nacionales y locales que res-paldamos el proceso canalizamos acuerdos y disensos sobre varios aspectos políticos, es un impor-tante avance que de consolidarse podrá establecer conjuntamente la candidatura presidencial de Rafael Correa, e incluso podría presentar alternativas conjuntas para la Asam-blea Nacional.

A nuestro proceso político le falta mucho, talvez la mayor debilidad se centra en la falta de consolidación de herramientas y espacios reales de Poder Popular, no solo de partici-pación o de consulta; el Poder Popu-lar es el pueblo en la construcción, definición, ejecución y evaluación de las políticas públicas. El Poder Popular debe ser el espacio para la denuncia y la lucha en contra de la corrupción y padrinazgo, por ello el PCE y la JCE desde sus espacios orgánicos y en la activación política en frentes de masas viene plantean-do la consolidación de estos nuevos mecanismos con los OCPS (Orga-nismos de Costrucción Popular).

El camino por el que transita nues-tra Revolución no es para nada fácil, la conspiración interna y externa, la nacional y la internacional se juntan para destruir el proceso y desechar todos los avances sobre todo po-líticos e ideológicos, la presencia de compañeros de diversos países de América Latina y del mundo en eventos como ELAP, (Encuen-tro Latinoamericano Progresista) constituye un importante apoyo y respaldo, además nos permite ver desde otras perspectivas los pro-blemas y de esa manera nos ayu-dan a encontrar enfoques y salidas más acertadas; aprovechamos este espacio para saludarles a todos y todas las compañeras que en este encuentro compartirán sus puntos de vista para la construcción de una sociedad justa.

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REALIDAD NACIONALREALIDAD NACIONAL

En estos días, al unísono, la prensa burguesa, se ha declarado en guerra contra el sector públi-co. Escandalosos titulares quieren poner al grue-so de la población en contra del “Estado obeso”, con el mismo maniqueísmo que utilizó el neolibe-ralismo para engordar las prebendas del estado al sector monopolista del capitalismo. Una muestra evidente fue, por ejemplo, una reciente portada de la revista Vistazo.

Como de costumbre, se recurrió a la información distorsionada y manipulada para presentar una imagen tendenciosa de lo que es el Estado, exa-gerando hasta el infinito las ciertas o su-puestas fallas del Sector Público, mientras escrupulosa-mente se esconden sus logros y méritos. Por citar algunos, los logros que perversamente se ocultan, está la decisión de ampliar y mejorar la eficiencia de los servicios de educación y salud, la atención preferente a las personas física o mentalmente disminuidos, el desarrollo de la red vial, la infraes-tructura eléctrica, los avances en el sector de hi-drocarburos y las gigantescas obras para mejorar el desarrollo agrario. Todos, logros donde ha esta-do ausente la “iniciativa privada”.

Esta falaz campaña ha debido ser desmentida ta-jantemente: según Rafael Correa, “del 100% de ciudadanos ocupados en Ecuador (alrededor de 7,4 millo-nes de habitantes), solo el 9% correspon-de al sector público. El 91% restante se emplea en el sector privado… Los cambios en la política so-cial han motivado el incremento de los servidores públicos, el 97% de los nuevos empleados perte-nece a 5 sectores considerados clave: educación, salud, seguridad y policía, judicial y bienestar so-cial. Solo 2.391 están vinculados a otros grupos”... Los organismos internacionales que analizan las cifras de la región reflejan que Ecuador es uno de los países con menor gasto corriente de la región. Con respecto a la producción (PIB) en América Latina, este rubro llega al 17,4%, en Ecuador es del 14,9%. Es decir se ubica entre los 7 países con menor gasto, según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe)… Un menor gasto en salario no implica que la atención haya decaído. Ecuador hoy se ubica entre los 6 mejores países, según el Banco Interamericano

“Es el país que más ha avanzado en la eficiencia del servicio público en la región”, recalcó Correa.

Una de las necesidades de toda sociedad moderna es la de ampliar el sector público en la medida que crecen los derechos de los ciudadanos. Dando prioritaria atención a las personas más débiles. Pero, no solamente por eso. Sino porque es necesario restar base económica al poder de los grandes monopolios (extranjeros y criollos) que tienen la tendencia a apoderarse de los recursos de la sociedad para engordar su ya voluminosa riqueza. También porque quieren elevar el prestigio de los representantes de la clase dominante de manera que intenten recuperar la totalidad del poder que, hoy por hoy, lo han perdido aunque sea en parte. De allí que el fortalecimiento del sector estatal de la economía y de la economía social y solidaria sea una principal línea estratégica de acción de quienes procuramos hacer realidad la transformación social que algunos aliados denominan socialismo del siglo XXI.

Sin embargo esta evaluación de la realidad que le corresponde al Sector Público, si bien muestra uno de los aspectos de la realidad, nos parece insuficiente. Porque deja de lado el análisis de la situación del trabajador estatal.

Las personas que cumplen sus funciones desde alguna entidad pública suelen ser, con justicia o sin ella, la diana de todos los ataques. Las principales víctimas son quienes atienden al públi-co o quienes deben trabajar más cerca de sus jefes.

Se declaran descontentos algunos elementos salidos del público que creen que no se les atiende con la diligencia o la eficiencia que sienten merecer. Y, frecuentemente, de exhibiciones estentóreas que, previamente, han sido fuertemente impulsadas por los medios de comunicación colectiva. Es que los medios, dominados por una posición sectaria contra la “obesidad del Estado”, pretenden encontrar allí todas las culpas que en verdad nacen de los propios defectos del capitalismo.

Abundan jefes intermedios que, queriendo quedar bien con sus superiores a costa de oprimir a sus subalternos

los maltratan de palabra y obra porque los resultados no son lo que de ellos se espera y de esta manera procuran esconder sus propias deficiencias. También las altas autoridades que pretenden cierta remisión de sus pecados administrativos ante los ojos del público, dejan que las culpas recaigan sobre los empleados de menor rango y por eso mismo más débiles.

Y es que para muchos servidores no existen los horarios regulares. Porque sobran los directi-vos que entienden que la jornada de trabajo de ocho horas diarias no es un derecho universal alcanzado por los trabajadores del Ecuador desde 1916. Puesto que en pleno siglo XXI se les exige “en nombre de la Patria” que dediquen 10, 12, 14 y hasta 16 horas diarias y más de cinco días semanales de trabajo, sin que por el esfuerzo extra se les reconozca siquiera el pago de horas extras. Como si no tuvieran familia y derecho al descanso obligatorio.

La estabilidad laboral, otro derecho universal y que forma parte de nuestra Constitución del “Buen Vivir” tampoco se le reconoce a una multitud de trabajadores del Estado. Para ellos existen los contratos temporales que penden como espada de Damocles sobre sus ya vulnerables cabezas. Y cuando algún servidor se atreve a reclamar por el mal trato, como toda respuesta, recibe el consabido: “si no estás conforme, búscate otro lugar donde encuentres comodidad”. Respuesta similar a la que, en la neoliberal época de la flexibilidad laboral, recibía el trabajador del sector privado de sus patrones capitalistas.

Curiosamente, casi sin excepción, la mayoría de funcionarios que van desde rango medio a superior no son egresados de universidades estatales, sino de instituciones privadas. Son los profesionales que, durante “la larga y triste noche neoliberal” fueron amamantados con la ideología de Ronald Reagan y Milton Friedman y que, ahora, desde puestos de poder, sienten que pueden demostrar su superioridad mediante la práctica cotidiana de abusos y arbitrariedades.

Porque esa burocracia intermedia, parte de la clase media arribista, carente de toda conciencia social y, a menudo enemiga de los cambios que ha emprendido la Revolución Ciudadana, como una manera de sabotear el proceso, anda provocando todo tipo de inconformidades contra el gobierno, sin que las autoridades principales pongan freno a semejantes abusos.

Es más, muchos “jefazos” están convencidos que la aplicación cotidiana de tales abusos es una clara evidencia de “compromiso con el trabajo”. ¡Qué las vilezas también se justifican con nobles propósitos!

Y quien quita, si no aprovechan su elevada posición y autoritarismo para rendir culto a sus ambiciones de enriquecimiento personal. Puesto que cosas se oyen acerca de los contratos “menudos” que firma el Estado con particulares.

Y, también da lugar a la formación de trincas que defienden espacios particulares como forma de perpetuación de mezquinos privilegios.En fin ser empleado público de bajo rango es como vivir casi en el infierno. Parafraseando al Dante, el “trabajador nuevo” entrado a la burocracia debe perder toda esperanza.

La política de diálogo propuesta por el Ejecutivo está demostrando la necesidad de vincular la acción gubernamental con las aspiraciones populares.“El presidente de la República, Rafael Correa, el pasado lunes 15 de junio (de 2015) anunció al país su decisión de retirar “temporalmente” de la Asamblea Nacional los proyectos de ley que gravan las herencias y la plusvalía. El Mandatario, en su discurso, indicó que “para evitar que estos grupos (opositores a los proyectos) provoquen más violencia, más aún cuando precisa-mos para la visita del papa Francisco un ambiente de paz, regocijo y reflexión para su recibi-miento, he decidido retirar temporalmente los proyectos de ley mencionados”. Al mismo tiempo invitó a “un debate nacional sobre las leyes en particular, pero en general sobre la clase de país que deseamos”. Así, textualmente reza el llamado al Diálogo Nacional, publicado por el diario El Telégrafo.

Desde entonces se han realizado muchísimos diálogos con diferentes sectores de la población de los cuales, con seguridad el Gobierno habrá detectado errores y omisiones que procurará corregir en el futuro.

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REALIDAD NACIONAL

Con el diálogo, se busca evitar que la oposición, la oligarquía criolla, apadrinada por el impe-rialismo, aproveche de las dificultades internas para volver a imponer las normas del capita-lismo salvaje. Esa política de diálogo es una buena política que los comunistas hemos aplaudi-do y apoyado. Toda obra humana es falible y mientras más pronto se corrijan las fallas mejor será el futuro del país. Esta postura está en línea con el derecho que tie-ne el pueblo en participar en los destinos del país y por lo tanto, democratiza la gestión pública.

Pero, que sepamos, ningún diálogo fructífero se ha establecido entre los servidores públicos y el gobierno. Tal parece que ese amplio sector de la población nacional está condenado a ser igno-rado. En nuestra opinión, esa iniciativa debería nacer del Ministerio de Trabajo en conjunto con el secretario Nacional de Planificación, Pabel Mu-ñoz.

¿Esa falta de atención es mala para los trabajado-res del Estado?

Desde luego que sí. Porque en esas condiciones no puede planificar su futuro. Si tiene familia, debe saber que las jornadas extenuantes abonarán los conflictos con cónyuges e hijos. Si carece de es-tabilidad, no debe adquirir deudas importantes porque algún día quizás no podrá cubrirlas. En fin deben vivir el día a día tal como se presente que más tarde ya se verá. Para los servidores más viejos, casi con seguridad que no se les permitirá jubilarse antes de los 70 años y al resto, tal vez no se le suba los sueldos según el incremento del costo de la vida.

¿Eso es malo para el gobierno?

Desde luego que sí. Porque constantemente debe gastar en la preparación de personal ca-lifi-cado. Porque se aliena de partidarios que, siendo antes fieles partidarios de los cambios, han sido defraudados por quienes estaban obligados a defenderlos. Porque siembra las semillas del descontento que, a los ojos de la sociedad, aparecen como injusticias injus-tificables y porque así también pierde base popular. O es que ¿acaso no es claro que la pérdida de las alcaldías en las principales ciu-dades del país no tiene también ese compo-nente?

Si nuestra Constitución establece el derecho de los ecuatorianos a organizarnos, es lógico que los trabajadores estatales también deben acceder a él. Eso lo estipulan convenio inter-nacionales como aquellos acordados con la OIT.

Concluyendo, esperamos que este espacio sirva para reclamar que se respeten los convenios internacionales, establecidos principalmente entre el Estado Ecuatoriano y la OIT, que permi-ten al trabajador del Estado a tener derecho a una carrera administrativa que le garantice la posibilidad de ascender dentro de la Administración Pública.

Convenios que también estipulan el derecho del trabajador público a organizarse y a firmar contratos colectivos para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. A recurrir a la huelga si es que sus derechos son violentados.

Todo esto lo reclamamos con el derecho de estar viviendo “no en una época de cambios, sino en un cambio de época”. Porque deben ser superados los mecanismos de sobreexplotación del trabajador propios del capitalismo e intensificados en la “larga y triste noche neoliberal. Porque el Ecuador, una sociedad de derechos, tiene que extender estos a todos, sin discriminación de ninguna clase.

AMÉRICA LATINA

Este 24 de septiembre, la Corte Internacional de Justicia de La Haya, se declaró competente para dar solución a la demanda presentada por Bolivia para obtener una salida al océano Pacífico, ante lo que Chile se había negado, alegando que el conflicto está ya resuelto por el Tratado de 1904. Sin embargo, con 14 votos a favor y 2 en contra, La Haya, se pronunció a favor de la demanda boliviana.

Debemos tomar en cuenta que la pérdida de salida de mar para Bolivia se produjo en la Guerra del Pacifico hace más de 100 años, conflicto provocado por la invasión que se produjo en ese momento, por parte de Chile hasta lo que fuera en ese tiempo territorio Boliviano.

Aunque el tiempo transcurrido ha sido extenso, esto no quita la legitimidad de la petición Boliviana de una salida soberana al mar. Durante la historia de ambas naciones latinoamericanas se presentaron momentos para dar una salida diplomática al conflicto, como en la época de 1950, en la que se establecieron mesas de discusión para negociar la salida al mar sin llegar a ningún acuerdo. Discusiones que durante más de 60 años provocaron intermitentes interrupciones de relaciones diplomáticas y que cerraron la posibilidad de solución de este conflicto.

No fue hasta el año 2011, que se celebró en la Paz la primera reunión de cancilleres de Chile y Bolivia para discutir la demanda marítima boliviana. La reunión concluyó sin acuerdos. Proceso que ha avanzado hasta esta última resolución de la Haya, que no se convierte todavía en la solución final del conflicto.

A pesar de ello consideramos que La Haya generó una posibilidad hacia la justicia en el mundo. Para luego de varios años de conflicto permitir a Bolivia tener una salida soberana al mar, aunque exista un tratado suscrito con Chile, es necesario repensar la posibilidad y los alcances que suponen para Bolivia obtener una salida al mar, tanto en lo político como en lo económico. Negarle esta posibilidad a Bolivia es negarle su soberanía y su desarrollo comercial.

Reconocemos la importancia de esta medida tomada por La Haya y esperamos que la demanda boliviana sea resuelta finalmente a su favor, para que así el hermano país, liderado por el compañero Evo Morales pueda profundizar su revolución y los cambios alcanzados hasta ahora.

No podemos olvidar que el cambio del paradigma de la política latinoamericana y la integración del sur, con visiones distintas a los pensamientos hegemónicos de la política imperialista abrieron el camino a iniciar responsablemente un dialogo abierto entre las dos naciones. Creemos que en el espíritu mismo del proceso latinoamericano progresista y de avanzada, por ello, esta discusión no es responsabilidad solamente del pueblo chileno y boliviano es una responsabilidad latinoamericana.

Para garantizar la justicia social plena, romper con los paradigmas del dominio y, generar un precedente histórico de cooperación y solidaridad que brinde la posibilidad de que el pueblo boliviano sea efectivamente escuchado y logre una reeindinvicación histórica que apuntalará a la consecución del socialismo y la segunda y definitiva independencia, con soberanía plena desde lo social hasta lo económico.

Instamos al pueblo latinoamericano, sobre todo, al chileno y boliviano a trabajar por garantizar la justicia social en nuestro continente, así como, mantener y asegurar relaciones diplomáticas de integración entre pueblos latinoamericanos.

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Reforma Agraria con

carácter Popular

En Ecuador la estructura de hacienda configuró un sistema inequitativo y de explotación, primero del indígena, luego del campesino y en nuestros dias de los trabajadores de las plantacio-nes agroindustriales.

La extracción de riqueza a través de la agro industria y otras for-mas de explotación heredadas y reproducidas como si del orden natural de los eventos se trata-se implica no solo la lucha eco-nómica sino la lucha cultural, no como luchas fragmentadas para la reforma de la superestructura jurídica que de un respiro a las contradicciones necesarias para la extracción del plus valor al or-den de dominación de la burgue-sía, sino como un todo que se concentra en la lucha de clases como elemento principal del pro-ceso reivindicativo del campesi-nado.

En el desarrollo de la agro indus-tria ligada a las exportaciones y surgida como un proceso de transformación de los sectores terratenientes se están produ-ciendo dos fenómenos: por una parte la minifundización de la tie-rra y la concentración de la tierra están generando la expulsión del campo hacia las ciudades, esto ha provocado la descomposición del núcleo familiar y la perdida de sostenibilidad de estrategias de complementariedad alimenticia, como la falta de capacidad de sostener los huertos familiares, por parte del campesinado que se proletariza al vender su mano de obra como mercancía.

La vía junker que ha seguido nuestro país para proteger los intereses de las grandes bur-guesías ha determinado que la agroindustria no implique una modernización de las relaciones de producción, sino una estrate-gia de adaptación de las élites históricas para no perder sus prebendas, escenario en donde no se asumen desde la política pública soluciones concretas y

efectivas frente a al fracaso de los procesos de redistribución y re or-denamiento del campo, sino que se sigue empujando al consolidación de un modelo excluyente de desa-rrollo que concentra la ganancia en los núcleos empresariales, quienes sostienen los mismos intereses re-accionarios de las antiguas hacien-das.El problema de la redistribución fracasada de la tierra nos lleva a la necesidad de sostener una crítica tanto al proceso de reforma agra-ria sostenido por la Alianza para el Progreso como al proceso buscado por la CEPAL, como elementos his-tóricos del fracaso que deben ser cosderados como base para pro-puestas que rompan con sus erro-res. En el caso de la Alianza para el Progreso se trataba de generar una

alternativa al espíritu revolucionario de la experiencia foquista de Cuba, haciendo de la reforma agraria una válvula de escape para las tensio-nes acumuladas en siglos de mal-trato; mientras que en el proceso de la CEPAL lo que se buscaba era la inclusión del campesinado en el mercado del consumo de tal forma que se pueda sostener un escenario de crecimiento endógeno de susti-tución de las importaciones. Ningún proceso se forjo desde la necesidad de articular organizaciones fuertes ni levantando un entendimiento cla-sista del rol del campesinado en el proceso de dominación capitalista.

Una tercera crítica debe ir enfocada hacia el uso del término de “revo-lución agraria” como un concepto vaciado de contenido tanto en su dimensión de resultados concretos, como en la posibilidad cierta de un giro radical en la actual situación de concentración de recursos producti-vos en el país.

No hay tal revolución, afectar ac-tualmente la estructura agraria es afectar al sector externo, y en medio de una crisis económica que golpea sensiblemente dicho sector, la po-lítica del gobierno se ha enfocado

en construir confianza de este sector y sus inversiones. Refle-jo de esta realidad de la Política Nacional la propuesta de Ley de Tierra adolece de mecanismos precisos para la redistribución de tierras, no pretende afectar la gran propiedad e incluso santifi-ca el régimen de explotación mo-derna conocido como agricultura por contrato.

Estas contradicciones deben ser entendidas en un marco am-plio, en donde la correlación de fuerzas aún es favorable a este sector de la sociedad, quienes han manejado de forma mafio-sa la continuidad de sus sistema (como por ejemplo los asesina-tos que se han perpetrado en de-fensa de los intereses de la com-pañías madereras de conocidas familias de la oligarquía quiteña) y en donde las organizaciones han sido infiltradas por cuadros formados por ONG enfrascando las luchas en aspectos netamen-te culturalistas.

Es necesario un procesos de Re-forma Agraria realista, tomando en cuenta tanto el estado de las organizaciones del campo, sus necesidades y que permita sal-dar deudas con el fracaso pro-ceso que empezó con la Ley de Reforma Agraria y Colonización en 1964 hasta que en 1994 se promulgó la reaccionaria Ley de Desarrollo Agrario, misma que recondujo los procesos legales nuevamente hacia el anquilosa-miento en la propiedad clasista de los medios de producción, en especial la tierra.

Los nuevos horizontes para la transformación agraria en el país deben ser pensados en medida de una modernización de la pro-ducción al servicio del pueblo, que no solo contemple la redis-tribución de la tierra, sino de los factores de producción, como los créditos, el agua, las semillas, pero sobre todo que permita fo-mentar la asociatividad y la or-ganización colectiva en todas las fases de la producción asumien-do la cadena de valor agregado en todas sus dimensiones.

El paso necesario es una reforma agraria con carácter popular e integral que permita una transformación real del campo

sosteniendo la lucha de clases como elemento central de los cambios agrícolas, enfocados en la soberanía alimentaria y la construcción del Poder

Popular.

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Gira Nacional para construir Poder Popular

En ese sentido las agendas provinciales se traba-jaron por la transversalización del impulso y con-solidación de los Organismos del Poder Popular, con el objetivo de enfrentar, consolidar e iniciar el debate de las propuestas de reforma a las Leyes LOSEP (Ley Orgánica de Servicio Público), LOPC (Ley Orgánica de Participación Ciudadana), los debates se realizaron en todos los organismos, es así que, hacemos un llamado a que el pueblo se integre a este importante debate nacional.

Se hizo un llamado a la generación de espacios de debate con las organizaciones sociales y ciu-dadanas al más alto nivel y con formación política, así como, el llamado al gran censo nacional comu-nista y a la disputa de la comunicación hegemóni-ca, la misma que deberá ser contrarrestada con comunicación popular.

Hacemos un llamado a toda la militancia comunis-ta a impulsar con alegría y rebeldía estos elemen-tos, levantando con mayor fuerza la consigna de la radicalización y profundización del proceso. La visita nacional finalizó con exito, con el compromi-so de cumplir con lo planteado y con un profundo conocimiento de que es lo correcto y necesario.

La próxima Gira Nacional que se realizará la se-gunda y tercera semana de octubre, posterior al tercer Pleno del Comité Central, contará con la participación de todo el Comité Ejecutivo del Par-tido con el fin de consolidar estos elementos.

Debemos como comunistas prepararnos frente a esta visita de tal magnitud e importancia, que ayu-dará a seguir avanzando con paso firme al PCE en su relación con el pueblo y la aceptación de su programa y plataformas de lucha.

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GIRAS NACIONALES

La gira se dividió en varias rutas, en donde participa-ron los miembros de la Dirección Nacional del PCE. En esta ocasión se logró visitar 17 provincias de las 24 a nivel nacional, en apenas 8 días estuvimos en las provincias de: Esmeraldas, Santo Domingo, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Guayas, El Oro, Loja, Azuay, Cañar, Chimborazo, Bolívar, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Imbabura y Carchi, con el pen-diente de la visita a las provincias amazónicas.

Este nuevo momento histórico. Nos permite dar un salto dialectico hacia el tipo de organización revo-lucionaria que debe ser el PCE. En tal virtud se ge-neró un gran debate sobre la coyuntura nacional y se acordó con todas las dirección provinciales tra-bajar en el fortalecimiento de las bases del PCE, así también, la formación de las células del Partido con trabajo específico, sea este territorial o gremial, entendiendo las necesidades más urgentes de cada uno de los territorios.

El impulso de las mesas agrarias, el fortalecimiento del debate hacia una reforma integral agraria, uni-ficando a los más amplios sectores campesinos e indígenas, la formación de los sindicatos en la lógi-ca del sindicalismo de nuevo tipo, que recupere la participación obrera, no solo de tipo reivindicatoria, sino propositiva, las mismas que trabajen en el cam-bió de las relaciones de producción capitalista aún existentes en nuestro país.

El momento político que vive el Ecuador está caracterizando por la confluencia de varios discursos y posiciones que los medios han querido -muy efectivamente- enmarcar en un matiz bipolar casi inexpugnable; es decir es blanco o negro, a favor o en contra. Esta simplicidad ha reducido la política nacional, a una simple expresión de lo que dice el oficialismo o la oposición y, sin duda, profundiza el descontento y el alejamiento de las grandes masas y el pueblo en general –organizado o no- imposibilitando encaminar al pueblo hacia una participación consiente en pos del mantenimiento de la democracia, el proceso político y la radicalización del mismo.

No es para nadie incierto que el desgaste de la convocatoria oficial, profundizada por la falta de un verdadero diálogo que propenda la construcción de abajo hacia arriba y viceversa se ha visto golpeada, aún más, por participación de varios sectores de oposición que manejan un discurso incluyente y democrático, que no necesariamente es cierto. Partición que es impulsada por concretos intereses económicos y políticos. La oposición une fuerzas, sin importar si la visión política es de derecha o de izquierda, lo importante es el desgaste progresivo del proceso con el objetivo de derrocarlo. Posiciones que han sido trabajadas muy frontalmente y otras que se esconden en la no confrontación apolítica.

A breves rasgos estamos viviendo la disputa del proceso, tal vez, en su momento más álgido e importante. Por lo que, este momento histórico se convierte en un espacio estratégico y fundamental de disputa que puede consolidar e impulsar cambios en la lógica de edificar la sociedad socialista en nuestro país.

Sin duda en este momento importante de la vida nacional, los comunistas ecuatorianos tenemos varias tareas y responsabilidades con el pueblo. La gira nacional de organización se da en este sentido, el PCE, debe seguir fortaleciéndose con la consolidación de los cuadros y su acertado asidero en las masas como garantía de organización.

La gira nacional busca consolidar las estructuras del PCE y a la vez consolidar las estructuras del PCE y a la vez consolidar espacios de debate y acuerdo con la ciudadanía y sus organizaciones para articular los OCPS (Organismo de Construcción del Poder Popular)

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Los beneficios de la tecnología han sido aplicados para atacar a otros países, tal como ha pasado en Irak, se utiliza la tec-nología con objetivos de supremacía y, no como formas para contrarrestar los males que aqueja la población mundial.

El imperio necesita de guerras para vivir de ellas, para controlar el petróleo como en Irak o para someter el Libre Comercio en Colom-bia.

En el caso de Venezuela se ha generado un proceso de coalición con la derecha, para generar un proceso de especulación y sabo-taje económico. Los vínculos de la oposición venezolana con la CIA son claros.

Ese el caso de Leopoldo López, quien hace algunos años viajó a E.E.U.U. para reunirse con una fachada de la CIA “Pronto el político se conecta a la CIA, más bien a una cono-cida fachada de la “compañía”, el Interna-tional Republican Institute (IRI) del Partido Republicano, que le extenderá luego todo su apoyo estratégico y financiero. Con este propósito, realizó a partir de 2002 frecuen-tes viajes a Washington tanto a la sede del IRI como en encuentros con funcionarios del gobierno de George W. Bush.” (Televisión, 2015)

“López es primo de otro agente de la CIA, Thor Halvorssen, autoproclamado jefe de la Human Rights Foundation, una criatura CIA que nació en el fracasado golpe contra el pre-sidente Boliviano Evo Morales, en 2009. La sucursal boliviana de la falsa ONG de Halvor-ssen era dirigida por el terrorista cubanoame-ricano Armando Valladares, viejo cómplice de la agencia de inteligencia norteamericana.”

Lo que sucedió el 30 de septiembre en Ecuador, también tuvo un claro intento de desestabilización, el imperialismo aliado a la clase política oligárquica, ocasionó una insurrección policial que pretendió derrocar al gobierno de la Revolución Ciudadana.

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El Imperialismo y su ofensiva en contra de los

países progresitas

Para entender los procesos imperialistas en la historia de la humanidad, es necesario comprender que esas ofensivas tienen el objeto de ejercer dominio ideológico. Es así que, el imperialismo acecha con la intención de generar procesos desestabilizadores en los países que decidieron construir su propia

historia.Lenin había entendido que el imperialismo “surgió como desarrollo y continuación directa de las propiedades fundamentales del capitalismo en general” (Lenin, 1973, pág. 193). Aún ahora resuenan estas palabras en la historia y, al contrario de lo que se pueda creer el pensamiento de Lenin sigue vigente para posibilitarnos entender cómo funciona el imperialismo.

Existe una clara necesidad del imperialismo para controlar la economía de los países del mundo; pero al mismo tiempo existe una necesidad de desestabilizar las economías que corresponden a países progresis-tas. Los monopolios capitalistas siguen invadiendo las sociedades. Existen claros ejemplos de aquello y que conciernen a la vida cotidiana de las sociedades.

“Si fuera necesario dar una definición lo más breve posible del imperialismo, debería decirse que el imperia-lismo es la fase monopolista del capitalismo” (Lenin, 1973, pág. 194).

El imperialismo ha puesto las bases económicas de sus monopolios en comida chatarra, artículos de vesti-menta, alimentos, etc, con el fin de desplazar a la economía que generan los pequeños comerciantes de los países progresistas.

Si bien es cierto que los países progresistas han avanzado en apoyar a su propio comercio, aún, existen rezagos del monopolio imperialista, por ejemplo, hasta el 2010, Macdonal’s en Ecuador facturó entre 15 y 20 millones de dólares. En la actualidad la realidad dentro del país ha cambiado por los impuestos que deben pagar los monopolios a la comida chatarra.

Por otra parte, la lucha por el poder entre las potencias imperialistas ha ocasionado que existan conflictos entre sí y, en la época actual se traducen a guerras económicas. Todas esas contradicciones económicas han producido que el planeta entre en una crisis que básicamente ha sido propiciada por los imperios económicos del mundo.

Lenin nos explicaba muchos años atrás que “el imperialismo es una inmensa acumulación, en unos pocos países, de un capital monetario que, como hemos visto, alcanza la suma de 100 a 150 mil millones de francos en valores… La exportación de capitales, una de las bases económicas más esenciales del imperialismo, acentúa todavía más ese divorcio completo entre el sector rentista y la producción, imprime un sello de pa-rasitismo a todo el país, que vive la explotación del trabajo de unos cuantos países y colonias de ultramar” (Lenin, 1973, pág. 199).

El imperialismo al contrario de lo que se pueda pensar, es un ente parasitario que vive del capital. Algo así como si compráramos una casa y viviéramos de su renta. La producción a los países imperialistas les im-porta en tanto y cuanto sea favorable para sí. En esta época, lo que más evidencia ese acto parasitario es la guerra.

Como habíamos explicado al inicio de este relato , la fuente central del imperialismo consiste en fortalecer y fomentar el dominio ideológico.

Claro está que si recibimos del im-perialismo estas arremetidas, lo que deben hacer los pueblos progresis-tas es responder con dignidad y so-beranía. Es prioritario el avance de sus fuerzas productivas, con el obje-tivo de crear una clara independen-cia económica, a más de establecer acuerdos entre países progresis-tas para formar la unidad necesaria para contrarrestar al imperialismo.

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Despedida del Hogar

Me voy, amigos, del hogar risueñodonde volaron mis primeros días,

no es extraño que vuelvan a la mentelos recuerdos de viejas alegrías.

Desierta queda la gozosa casa

donde tranquila deslizó mi infancia,casa donde murieron mis abuelosImpregnada de rústica fragancia.La calle en que soñé bajo la luna,

el balcón que se vuelve al occidentedonde vi la caída de la tarde

tantas veces soñando tristementeHoy me despido vigoroso, errante,en todas partes soñador me pierdo,

en esta casa tiene todo sitioun amoroso aroma de recuerdo.

Adiós, adiós alares carcomidos

donde arrullaron ledos las palomas,vecina palma que el ramaje inclinas,jardín lleno de flores y de aromas...

Adiós feliz hogar, donde he pasadolas horas más hermosas de mi vida,

vivirás siempre casa envejecidaen el fondo sin fin de mi pasado!

Hacia el Futuro

Montate a pelo sobre el lomo del potreroy maneja tu tierra.

-potro salvaje de la sombra del mundo-con las rodillas y las manos hacia el futuro

Montuvio tú no te vas. Mintió el Poetatu ocaso es igual al del Padre Inti

-escudo redondo que ilumina el camino-y tienes tarde pero también mañana

hacia el futuro.

Escritor Ecuatoriano (Guayaquil 1909-1947)Militante del Partido Comunista Ecuatorianoen 1946 publica la obra “Las cruces sobre el agua”novela que retrata la matanza de los obreros de Guayaquil ocurrida el 15 de noviembre de 1922