1
22 L iliana ¿venís un ratito? -dice María Medrano, invitándola a salir del salón- Quieren escuchar tu historia”. Liliana Cabrera, de unos treinta y pico de años, lleva un suéter negro y el pelo atado hacia atrás. Con una sonrisa tímida pero muy auténtica, cierra su cuaderno y se acerca decidida, dejando por unos minutos el taller literario. Es una mañana otoñal en la sede de la Asociación Civil "Yo no fui", en Palermo; un discreto salón pintado por fuera con muchos colores, ubicado detrás de un viejo mercado. A Liliana le brillan los ojos como a una novia. María siente orgullo hacia aquella alumna -y ahora amiga- a quien conoció varios años atrás, en el Penal Nº 3 de Ezeiza. Lleva publicados tres libros de poesías, participó del documental Lunas Cautivas, y ahora está dando sus primeros pasos como docente de talleres de poesía en la misma cárcel donde pasó siete años de su vida. Además, la acaban de convocar en el Espacio Marechal para dic- tar un taller. Cuesta creer que Liliana era tartamuda y sumamente re- traída. “Pero era así -afirma-. No me hubieras reconoci- do. No hablaba y desconfiaba de todo el mundo; mucho más cuando entré en la cárcel. Con 26 años, no tenía a nadie; sólo a mi papá, que también estaba detenido”. Por los senderos de la poesía La cárcel de Liliana no era solamente física. Vivía en un encierro aún peor: en sí misma. “A las dos semanas de es- tar detenida se abrió la convocatoria a un taller de poe- sía y me anoté -cuenta-. Buscaba desesperadamente ser parte de algo, de un grupo; no tenía a nadie. Con el correr de los talleres, descubrí un mundo nuevo. Pude empezar a escribir de lo que vivía, de mi dolor… empecé a abrirme. En ese camino, encontré que tenía una vocación. ¡Ja- más me lo hubiera imaginado! Mi vocación era ser poeta. A veces me pregunto ¿cómo puede ser que a la gente le guste lo que escribo? No lo sé…pero parece que gusta”. La libertad interior “Cualquier expresión artística te posibilita mirarte -ex- plica María Medrano, presidente y fundadora de "Yo no La Asociación Civil "Yo no fui" brinda talleres literarios y capacitación en otras artes y oficios para mujeres dentro y fuera de las cárceles de Ezeiza. fui"-. Es un encuentro con vos mismo y con el otro, y en ese encuentro experimentás cosas que no creías que te- nías adentro”. Hoy la Asociación brinda talleres de capa- citación en artes y oficios, adentro y afuera de las cár- celes de Ezeiza, trabajando en pos de la inclusión social de las personas, principalmente mujeres, privadas de libertad. En estos talleres -como carpintería, diseño de indumentaria, periodismo, encuadernación, fotografía, entre otros- quienes participan tienen la posibilidad de aprender y/o perfeccionarse en un oficio y emprender proyectos de trabajo independiente. María se define como poeta. Actualmente está estudian- do Pedagogía Social. Fue en el año 2002, cuando ella tra- bajaba en Tribunales, donde comenzó a gestarse lo que hoy es la Asociación. “Me pidieron que hiciera una inda- gatoria a una señora que estaba detenida y al terminar de escuchar su relato, me conmoví. Durante tres años la visité en la cárcel, a donde nunca había ido antes. Lue- go, un colega me ofreció dar un taller de poesía en esa misma cárcel y me animé”. ¿El nombre "Yo no fui"? “Surgió en uno de los talleres, desde el humor. Pensábamos qué nombre ponernos y una gritó esa repetida frase de los acusados. Nos reímos mucho… y quedó. Igualmente “Yo no fui” tiene un mensaje más: Yo soy. Yo no perdí todo por estar en la cárcel. Mientras que unos dicen “fuiste”, no es así. Se puede volver a empezar”. “¿Qué es la libertad? -dice Liliana-. Lo que estoy viviendo ahora. Poder elegir algo mejor para mí y luchar por eso con paciencia, aunque cueste. En la cárcel extrañaba la libertad de salir a caminar, la libertad de no ser contro- lada en todo… Pero antes de estar presa yo tampoco era libre. Hacía cosas sin verdadera elección. Hoy sí puedo decir que soy libre. Y me siento plena con lo que hago”. TEXTO: MARÍA MULLEN POEMAS “Antes de estar presa yo tampoco era libre”. VOZ SOLIDARIA la VOCES MÁS INFO: (15) 3172 3202 www.yonofui.org.ar Facebook: Yo-no-fui Twitter: @yonofuiong DE LIBERTAD 22 María lleva publicados tres libros de poesías, participó del documental Lunas Cautivas, y ahora está dando sus primeros pasos como docente de talleres de poesía en la misma cárcel donde pasó siete años de su vida.

Poemas de libertad - Revista Tigris - Junio 2014

Embed Size (px)

DESCRIPTION

La Asociación Civil "Yo no fui" brinda talleres literarios y capacitación en otras artes y oficios para mujeres dentro y fuera de las cárceles de Ezeiza.

Citation preview

22

Liliana ¿venís un ratito? -dice María Medrano,

invitándola a salir del salón- Quieren escuchar

tu historia”. Liliana Cabrera, de unos treinta y

pico de años, lleva un suéter negro y el pelo

atado hacia atrás. Con una sonrisa tímida pero muy

auténtica, cierra su cuaderno y se acerca decidida,

dejando por unos minutos el taller literario. Es una

mañana otoñal en la sede de la Asociación Civil "Yo no

fui", en Palermo; un discreto salón pintado por fuera con

muchos colores, ubicado detrás de un viejo mercado.

A Liliana le brillan los ojos como a una novia. María

siente orgullo hacia aquella alumna -y ahora amiga-

a quien conoció varios años atrás, en el Penal Nº 3 de

Ezeiza. Lleva publicados tres libros de poesías, participó

del documental Lunas Cautivas, y ahora está dando sus

primeros pasos como docente de talleres de poesía en la

misma cárcel donde pasó siete años de su vida. Además,

la acaban de convocar en el Espacio Marechal para dic-

tar un taller.

Cuesta creer que Liliana era tartamuda y sumamente re-

traída. “Pero era así -afirma-. No me hubieras reconoci-

do. No hablaba y desconfiaba de todo el mundo; mucho

más cuando entré en la cárcel. Con 26 años, no tenía a

nadie; sólo a mi papá, que también estaba detenido”.

Por los senderos de la poesíaLa cárcel de Liliana no era solamente física. Vivía en un

encierro aún peor: en sí misma. “A las dos semanas de es-

tar detenida se abrió la convocatoria a un taller de poe-

sía y me anoté -cuenta-. Buscaba desesperadamente ser

parte de algo, de un grupo; no tenía a nadie. Con el correr

de los talleres, descubrí un mundo nuevo. Pude empezar

a escribir de lo que vivía, de mi dolor… empecé a abrirme.

En ese camino, encontré que tenía una vocación. ¡Ja-

más me lo hubiera imaginado! Mi vocación era ser poeta.

A veces me pregunto ¿cómo puede ser que a la gente le

guste lo que escribo? No lo sé…pero parece que gusta”.

La libertad interior“Cualquier expresión artística te posibilita mirarte -ex-

plica María Medrano, presidente y fundadora de "Yo no

La Asociación Civ i l "Yo no fui" br inda tal leres l i terar ios y capacitación en otras artes y of ic ios para mujeres

dentro y fuera de las cárceles de Ezeiza.

fui"-. Es un encuentro con vos mismo y con el otro, y en

ese encuentro experimentás cosas que no creías que te-

nías adentro”. Hoy la Asociación brinda talleres de capa-

citación en artes y oficios, adentro y afuera de las cár-

celes de Ezeiza, trabajando en pos de la inclusión social

de las personas, principalmente mujeres, privadas de

libertad. En estos talleres -como carpintería, diseño de

indumentaria, periodismo, encuadernación, fotografía,

entre otros- quienes participan tienen la posibilidad de

aprender y/o perfeccionarse en un oficio y emprender

proyectos de trabajo independiente.

María se define como poeta. Actualmente está estudian-

do Pedagogía Social. Fue en el año 2002, cuando ella tra-

bajaba en Tribunales, donde comenzó a gestarse lo que

hoy es la Asociación. “Me pidieron que hiciera una inda-

gatoria a una señora que estaba detenida y al terminar

de escuchar su relato, me conmoví. Durante tres años la

visité en la cárcel, a donde nunca había ido antes. Lue-

go, un colega me ofreció dar un taller de poesía en esa

misma cárcel y me animé”. ¿El nombre "Yo no fui"? “Surgió

en uno de los talleres, desde el humor. Pensábamos qué

nombre ponernos y una gritó esa repetida frase de los

acusados. Nos reímos mucho… y quedó. Igualmente “Yo

no fui” tiene un mensaje más: Yo soy. Yo no perdí todo por

estar en la cárcel. Mientras que unos dicen “fuiste”, no es

así. Se puede volver a empezar”.

“¿Qué es la libertad? -dice Liliana-. Lo que estoy viviendo

ahora. Poder elegir algo mejor para mí y luchar por eso

con paciencia, aunque cueste. En la cárcel extrañaba la

libertad de salir a caminar, la libertad de no ser contro-

lada en todo… Pero antes de estar presa yo tampoco era

libre. Hacía cosas sin verdadera elección. Hoy sí puedo

decir que soy libre. Y me siento plena con lo que hago”.

T E X T O : M A R Í A M U L L E N

POEMAS

“Antes de estar presa yo

tampoco era libre”.

VOZSOLIDARIA

la

VOCES

MÁS INFO:

(15) 3172 3202

www.yonofui.org.ar

Facebook: Yo-no-fui

Twitter: @yonofuiong

DE LIBERTAD

22

María lleva publicados

tres libros de poesías,

participó del documental

Lunas Cautivas, y ahora

está dando sus primeros

pasos como docente de

talleres de poesía en la

misma cárcel donde pasó

siete años de su vida.