poesía - Núcleo de Chimborazo · Frutas de sal como en el agua transparentes tus labios. 29 Luis Enrique Yaulema TRES Ojalá la noche no se derrame en la arena cuando te desnúdez

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Luis Enrique Yaulema

TRESpoesía

TRESpoesía

Luis Enrique Yaulema

Directorio 2008 - 2012

PRESIDENTE:Gabriel Cisneros Abedrabbo

VOCALES:Guillermo MontoyaXimena IdroboGustavo MeythalerDaniel EscobarJacqueline CostalesIván PazmiñoIvonne RonquilloCristian Aguirre

CONSEJO EDITORIAL:Franklin CárdenasGabriel Cisneros

EDITOR PARA ESTE NÚMERO:Victor Vimos Vimos

COORDINACIÓN:Anahí Cárdenas Oleas

DIAGRAMACIÓN:Danny F. Pinto H.

www.culturaenecuador.org

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IMPRESIÓN:

(593-3) 296 4063 / 294 5648Riobamba - Ecuador

“Como temo intoxicaros, olvidad que soy poeta

Les permito llamarme como quieran”…

Hugo Mayo

5 Luis Enrique Yaulema

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Junto a la belleza pálido el nuevo hombretoma una piedrala hace a su formaen el templo cubierto de estrellaspor fin la pureza

6Luis Enrique Yaulema

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Aún desnuda tarde equinoccialmariposa inversa al tiempoperforas las manostu cuerpo desnudo semi arenacardinal a la luz se pasea


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Ya no sé de tiaun después de tus pasossolo prismas en la pielme recuerdas?Sigo sin reloj dando vueltashaciendo burbujas con tu nombreque se repite en millones de amaneceres


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Me dijo calla y parpadeórecogió su cabellopartióa veces la recuerdocuando en el campanariolas aves oran


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Ya la nocheagotada de tus ojosvierte estrellas


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Primero el vientoen tu rostroahora la sonrisa de un niño


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ES

Deja esta noche burlonaamante de aguaque se escape en frutascomo palabras maduras


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ES

Sé que aún puedo soportarel amanecer cayendo en mi silenciodespuéssolo tu alma frágil


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ES

La marea incesante golpea el árbol sin espuma deja el silencioal finla roca dejará que se atraviesesu huella desaparecerá tras el invierno


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ES

Los pájaros de tu voz amenazan lluviagotas en blanco y negroen la noche tu nidohúmedo sonororecrea una cascada madurate viertes en picada sin aletearbebo tu trinolevanto el vuelo


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ES

Voy a recostarmecon la mirada puesta en las estrellasme perderé en espiralesy regresaré Cóndor a surcar los pajonales


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ES

Quién vio tu rostromadrugada la última estrella fugótu boca luciérnaga arrulla los trigales.


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Arriba en la roca extendí mis manosquise volarla niebla me detuvo…


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ES

Las mariposasse hacen en florespara no morir de fríogolpeo la puertaremolino multicolor en mis ojosamaneció...aún eres crisálida


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Llegasdescalza y en puntillasal ritmo de un bluesbien entrada la madrugadasiento tus palabras literalmente las sientocortan la luz el silencioy se quedan calentándome...


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ES

Me detuvela piedra en mi mano se deshizola esparcí en el fuegosolo tú me avivas infinita


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ES

Su cuerpo regresa intactola última estrella tiembladesaparece entre las hojas


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ES

No caen las hojasen tu cuerpoel abismo paralelo reverdece


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ES

Baila dócil niño solen la cascada traversaque en el arco irislas hadas dicen tu nombre


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ES

Acordemos que el trinoregrese al aguaparalelo ágil del viento


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ES

Sin permisoen el veranolas montañas verdes


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ES

En la nievecomo el soltiembla la mano


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En la madrugadasin luz de lunadesnuda la música


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ES

Frutas de salcomo en el aguatransparentes tus labios


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ES

Ojalá la nocheno se derrame en la arenacuando te desnúdezojalá riegues mis labiostambiénantes de caer


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Camino al fondomás allácuando el inquietanteir y venir de soles amarillan los trinoste desnudasalcanzo a percibir tu purpura mirada sobre mi ocaso me doy vueltame alcanzas con tus vocalesbocanada de vidadesatas el nudo agobiante del silenciote haces final


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Cayó despacio repitiendo cada movimientorespiró el polvo melancólicoy se perdiódel vacío frágilesa mujer dispara estrellassus hijos brotan por millonesríe la tierra agradecida


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Me dices descálzate y desaparece cuántico resucito me veo pájaro me veo nieblano alcanzan mis manosen alas a abrazartepor fin el vientome surca blando con los pies sangrantes


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Después de todola madrugada no deja de creceraún siento miedocomo cuando te ibas dejando tu dolorrecuerdo tus pasos largosel tiempo no ha podido ocultartu miedo ni el mío


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ES

Miré por la ventanael girasol se detuvosupe que nunca máslas mariposasprolongarían la tarde


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ES

Corrió descalza alguien gritó su nombre fue tan rápido que olvidó nuestra cita


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ES

No le gustaba el silenciose decidió por el bosque entre pájaros y hojarasca le llegó la muerte


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ES

Llegó en puntoy se quitó la sombraa la media nochedescubrí que sus pies aún estaban tibios


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ES

Conocía la libertadpegada del espejome pidió un caféle di la tardese la bebió de un sorbonunca más durmió


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ES

Soñaba con el mar lo dibujó cuando regresó un barco velero ancló en su orilla


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En sus manospeces de colores copularondespués del aguaje… la vi flotandoen un lecho arcoíris


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La música el sueñotus palabrasquién eres en la noche?…Solo notas obscuras


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Pandora abres la cajasin luz luna te desnudasmudas de pielYo…coleccionista de tus mutaciones


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ES

Grita agita las olas cambia de color revuélveme el cabello y cierra los ojos…no habrán más delfines solo arena


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Mientes cuando dices que las horas llegarán a mi cornisa ya no creo en tu tic tac sé que estás detenida sé que en tu piel los universos transgreden el tiempo te desnudas todo termina tarde o temprano


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Se detuvo frente al viejo edificio sacudió la cabeza estaba conmovido la soledad había tomado conciencia en sus manos se retiró pensando en el traje que nunca podrá usar y en la mujer que nunca más verá


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ESTe dejo el vino tinto en la copa larga como te gusta, sé que es tinto por el color; cuando regrese intentarás enseñarme algo más sobre cómo reconocer una buena marca, una buena cosecha y cómo se debe servir correctamente. La verdad no me interesa, no tengo ganas de aprender, esas cosas no son parte de mi cotidianidad, ni me interesa qué es lo que haces en mi casa, son tres meses que estas aquí.

Creo que ya es hora de que te vayas, cuando vuelva no quiero encontrarte desnuda en el sofá, ni ver tus ojos miel inquiriendo los míos, ya no quiero que tus manos blancas y delicadas gesticulen mientras me hablas de las bondades del vino; ya no quiero ver como tu cuerpo de reina de belleza se mueve al ritmo de salsa mientras cocinas papas fritas, carne y tocineta para ti, y, crema de champiñones para mí, no quiero que me hables mas de vino con esa voz…, tal vez no te diste cuenta que odio el vino, me da alergia el vino; la otra madrugada no fue por la menestra que me comí en la calle que me intoxiqué, nunca comí menestra esa madrugada; fue ese


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ESestúpido vino el que casi me mata, y tú, como loca desquiciada poniéndome compresas de vino blanco con agua de manzanilla para que me baje la fiebre, ni siquiera te diste cuenta que por eso terminé en el hospital.

De esa madruga recuerdo vagamente las cosas; tú, corriendo sin zapatos por la casa, agitando el cabello castaño que caía como cascada furiosa en tu espalda, diciéndome que no entiendes cómo es que el planeta se recalienta mientras acá nos morimos de frío, muy profunda reflexión para tan trascendental momento…, en fin, solo tenía 39° de temperatura y picazón en el cuerpo, nada que algo de vino no pueda curar.

En el hospital me hicieron muchas preguntas, me desnudaron y se sorprendieron al verme, nada nuevo, también pasó cuando me cayó el tarro de pintura amarilla; me revisaron de arriba abajo y decidieron que debía permanecer 24 horas en observación, así fue, literalmente por 24 horas me observaron, tú también lo hiciste a través de la ventana.


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ESEn la ambulancia todo transcurría en paz, te escuchaba hablar con el conductor, y reír después que compraron esa botella de vino, decías que no hay que desperdiciar la oportunidad para tomarse una copa de vino, y la verdad no estoy seguro si fue allí o en otro sitio que vi a esa mujer detrás del auto rojo, todo paso tan rápido que no recuerdo si el tono de su cabello era rojizo o violeta, tampoco estoy seguro si fue allí cuando se detuvo el reloj.

Espero que sea cierto que compraste el boleto de regreso, en esta temporada es difícil conseguir pasajes, no quiero regresar y encontrarte en el sofá, ni que me hables de vino, no quiero encontrar restos de papas fritas en el refrigerador; quiero al regresar poder encender la luz de la esquina de la sala, abrir las cortinas de par en par; porque ni eso podía hacer, por el temor de que los vecinos te vieran desnuda, sentarme en el sofá, escuchar a Jimmy Hendrix y tomarme una copa de brandy.

Este libro se terminó de imprimir en Editorial Pedagógica

Freire, el 23 de Febrero de 2011, bajo el sello editorial de la

Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de

Chimborazo, en la presidencia del escritor Gabriel Cisneros

Abedrabbo, con un tiraje de 1.000 ejemplares.

Músicas y el giro letal de la palabra, se levantan desde la voz del escritor Luis Enrique Yaulema redimiendo nuestra levedad: palpitar transitorio por los espacios, piel que a veces nos deja ciegos frente a la poesía. Músicas que duelen e incitan, que saltan abismos suyos y nuestros en esa premura por cantar una eternidad que nunca hemos tenido.

Tres, presenta esos cánticos en textos que desde el amor o su antítesis no solamente se proyectan en la vibración, sino que se clavan en la epidermis del futuro con soledades que duelen por anticipado, y explosiones de éxtasis que sin llegar nos ungen en un estado nunca prometido y que sin embargo anhelamos.

La Casa de Carrión en Chimborazo, desde ese paradigma permanente de: Forjar la memoria colectiva de una sociedad más humanizada, ofrenda a la presencia de los días Tres, compilación de poemas cortos y narrativas cuya transparencia nos permitirá desnudez, allí donde las músicas íntimas pulsan soledades.

Gabriel Cisneros AbedrabboPRESIDENTE DE LA CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA

“BENJAMÍN CARRIÓN” NÚCLEO DE CHIMBORAZO

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