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Fuente: La presente lectura es parte de la Tesis Doctoral publicada por la Universidad de Guadalajara. Aguilar Peña Víctor. La Universidad de Guadalajara frente a las nuevas demandas educativas del Siglo XXI. Retos y perspectivas. 2008 POLÍTICAS DE REFORMA EDUCATIVA La educación, como una de las principales instituciones pilares de la sociedad, está enfrentando nuevos retos y demandas. ¿De qué forma el estado puede entender, analizar y responder a las presentes demandas del sistema educativo? En este capítulo realizaremos un recorrido por las principales reformas de política educativa que el estado ha implementado para afrontar los retos que plantea a la educación y, en particular a la educación superior, la sociedad del conocimiento. Diagrama 2 1

Politic as Educativa s

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Page 1: Politic as Educativa s

Fuente: La presente lectura es parte de la Tesis Doctoral publicada

por la Universidad de Guadalajara.

Aguilar Peña Víctor. La Universidad de Guadalajara frente a las nuevas

demandas educativas del Siglo XXI. Retos y perspectivas. 2008

POLÍTICAS DE REFORMA EDUCATIVA

La educación, como una de las principales instituciones pilares

de la sociedad, está enfrentando nuevos retos y demandas. ¿De qué

forma el estado puede entender, analizar y responder a las presentes

demandas del sistema educativo? En este capítulo realizaremos un

recorrido por las principales reformas de política educativa que el

estado ha implementado para afrontar los retos que plantea a la

educación y, en particular a la educación superior, la sociedad del

conocimiento.

Diagrama 2

Contexto social de las políticas educativas

1

Page 2: Politic as Educativa s

Fuente: elaboración propia.

Apoyándonos en el gráfico anterior, tenemos que el sistema

educativo está integrado en el sistema social. Por lo tanto, influye y es

influido al mismo tiempo. De tal forma, que los aspectos políticos,

económicos y culturales en que se desenvuelve la sociedad

condicionan y son condicionados por el sistema educativo.

En las sociedades modernas, su desarrollo ha estado orientado

casi siempre por lo que podríamos denominar como un trinomio:

cultura, estado y mercado, donde la cultura (suma de valores como:

solidaridad, igualdad y fraternidad) es la guía que conduce las

acciones del estado y del mercado.

En este contexto, el estado tiene como función promover la

constitución de una sociedad que comparta estos valores

fundamentales, que le permitirán alcanzar sus máximas cotas de

bienestar. El sistema educativo es el instrumento fundamental con

que cuenta el estado para influir y orientar el rumbo de los individuos

que integran la sociedad. Las políticas educativas constituyen el golpe

de timón que el estado tiene que ir aplicando para que la sociedad

continúe con su rumbo establecido ante las tempestades que se le

presenten.

2.1 Conceptualización de política educativa

Las políticas educativas conforman un sector de la ciencia

política. La política en términos generales es: “la acción compartida en

busca de la mejor sociedad, del mejor bien común deseable, lo que

implica diálogo entre iguales, o sea, intercambio de los frutos de su

pensamiento, de los logros derivados de preguntarse qué son y a qué

aspiran” (Fernández, 1999: 11). El principal rasgo de la política es la

2

Page 3: Politic as Educativa s

permanente búsqueda de un estado social mejor. De tal forma que,

“no es posible –no es, al menos deseable– una política como

instrumento de aceptación de la sociedad, del mundo, del statu quo;

es necesaria la práctica, una acción (política) susceptible de

transformar el mundo y de cambiar una sociedad que creemos puede

ser mejorada” (ibid.: 19).

En estos términos, la política educativa no sólo debe describir y

explicar los hechos políticos –lo que es–, sino que debe conocer las

aspiraciones y anhelos sociales para orientar su acción política y para

evaluar sus resultados de acuerdo con esas expectativas.

Este mismo autor afirma que “la política educativa, por su

inexorable poder configurador de hombres y pueblos, ha de atender

no sólo el cambio posible (presentismo del presente), sino también el

futuro deseable (construcción de algo diferente) actuando tanto sobre

los grandes planteamientos sociales, políticos e ideológicos como

sobre la realidad escolar diaria” (ibid.: 20).

Pedró y Puig (1998) mencionan que la política educativa es una

aplicación de la ciencia política al estudio del sector educativo y, por

su parte, las políticas educativas son políticas públicas que se dirigen

a resolver cuestiones de educación. Ambas cambian y evolucionan en

el tiempo: la primera porque la ciencia política cambia y evoluciona; la

segunda porque cambia el contexto, cambian los actores, o cambian

los sujetos destinatarios de las políticas. Podemos decir que la política

educativa es el tratado teórico; mientras que las políticas educativas

son el resultado de medidas concretas aplicadas a resolver problemas

del sector educativo en un momento dado.

De manera más concreta mencionan que “una política educativa

es el resultado de la actividad de una autoridad pública (investida de

poder público y de legitimidad gubernamental) en el sector educativo”

(ibid.: 22 y 23).

3

Page 4: Politic as Educativa s

Por tanto, podemos concluir que las reformas son procesos

complejos y lentos. Deben ser procesos acumulativos y

experimentales: innovación, microrreformas, etcétera. Deben tener

una incidencia sistémica, actuar sobre el todo del sistema educativo:

currículum, pedagogía, organización y gestión y evaluación.

Todos los procesos de reforma educativa deberían basar sus

pautas sobre el trinomio de cultura, estado y mercado.

Cultura

Estado Mercado

La cultura, como síntesis de los valores compartidos, es la que

debe regir los objetivos del estado y el mercado. El tipo de valores son

aquellos producidos en un estado democrático, como resultado del

consenso social que propicien una sociedad más libre, justa y

solidaria.

Así, el objetivo de lograr el proyecto social determinado por

estos valores, debe convertirse en misión principal del estado, para lo

cual se sirve del sistema educativo. Estas relaciones se muestran en

el gráfico siguiente:

Diagrama 3

Las reformas educativas

4Sistema social

Sistema educativo

Estado Políticas educativas /Reformas educativas

Page 5: Politic as Educativa s

Fuente: elaboración propia.

El sistema educativo se situó dentro del sistema social para

ilustrar el tipo de relación que se establece entre ambos, pues no se

trata de relaciones biunívocas. Más bien se trata de relaciones que

parten de la inclusión del sistema escolar en el marco del sistema

social, económico y político. Aquello que tiene se desarrolla en el

sistema escolar es función del sistema social, económico y político en

que trabaja y sobre el que, inversamente, también influye.

El estado, como rector del sistema escolar, realiza su misión

mediante las siguientes funciones (ibid.: 101).

- El establecimiento y promulgación de los fines de la

educación y de los objetivos de los niveles educativos, por lo

menos en el nivel más general de concreción.

- La administración y el gobierno del sistema escolar, en

términos generales, así como la supervisión y el control de su

funcionamiento.

- La financiación del sistema escolar y, particularmente, del

parque escolar público y de los centros subvencionados o

concertados.

- La organización del sistema escolar en sus distintos niveles,

ciclos y modalidades institucionales.

- Las prescripciones curriculares de los distintos niveles, ciclos

y modalidades institucionales, así como la homologación de

títulos, acreditaciones y certificados, cuando no su

expedición directa.

5

Page 6: Politic as Educativa s

- La acreditación y homologación, y generalmente también la

formación inicial del profesorado de los distintos niveles

educativos.

- La evaluación del sistema escolar y, particularmente, de los

logros alcanzados por los alumnos.

Al estado le corresponde garantizar que todos los ciudadanos

reciban un capital mínimo de formación; independientemente de si se

otorga mediante un servicio público, privado o directamente de

manos de la familia. Por la existencia de estos mínimos, el estado

garantiza que sus ciudadanos disponen de los instrumentos básicos

para una correcta socialización o, dicho de otro modo, para una

adecuada inserción social, cultural, política y laboral. Tiene que vigilar

que el sistema escolar sirva de forma adecuada al progreso y

desarrollo del país.

Para lograr este objetivo social, el sistema escolar tiene que

cumplir las siguientes funciones (ibid.: 116-119).

1. Socialización política o formación ciudadana

Una persona está políticamente socializada cuando ha

aprendido las conductas que dan apoyo a los modelos de poder y

toma de decisiones adoptados por quienes controlan la sociedad

donde vive. En términos generales, un sistema escolar nacional está

diseñado para funcionar como un instrumento de los poderes

políticos, preparando a los jóvenes para dar apoyo al sistema político

que defienden estos poderes.

2. Legitimación política

Así como la socialización política trata de transmitir las formas

políticas y sociales, la legitimación política trata, más bien, de

transmitir unos contenidos concretos. Bajo esta perspectiva, el

sistema escolar debería contribuir a convencer a las personas de que

6

Page 7: Politic as Educativa s

la democracia parlamentaria, y por ejemplo, es el mejor sistema

político al alcance. Ya no se trata, pues, de incidir en

comportamientos, sino de ganar adhesiones.

Uno de los peligros más graves de esta función es que el

sistema escolar se convierta en un mecanismo no de legitimación de

un sistema político, social y económico, sino de una opción política

concreta.

3. Producción de recursos humanos

Todo sistema escolar tiene la función de proveer al sistema

social de los recursos humanos que éste necesita para producir bienes

y servicios, mantenerse en un contexto cada vez competitivo y

mejorar.

4. Ordenación y selección de los jóvenes

Nuestro sistema social tiene un carácter piramidal que el

sistema escolar ayuda a mantener, ordenando y seleccionando a los

jóvenes, determinando cuáles de ellos llegarán hasta la cima de la

pirámide educativa. La cuestión reside en saber si todo el mundo

tiene las mismas oportunidades o si la meta está reservada a quienes

ya pertenecen a los grupos dominantes en términos de clase social,

género o filiación ideológica.

5. Crítica e interpretación social

La crítica y la interpretación del sistema social son condiciones

imprescindibles para la llamada “salud política” del sistema. Consisten

en manifestar las debilidades y los puntos fuertes del sistema social

con el fin de orientar su desarrollo futuro. Un sistema social sano se

preocupará de que el sistema escolar transmita las valoraciones

críticas y estimule a los jóvenes a convertirse en críticos del sistema

social en que viven.

6. Control social

7

Page 8: Politic as Educativa s

Las críticas sociales a menudo se traducen en invitaciones a la

acción y al cambio social que el sistema político debe poder mantener

dentro de un marco aceptable de actuación. Por tanto, no es

exagerado pensar que incluso en aquellos sistemas donde se trata de

favorecer el cambio social, el sistema político utilice el sistema escolar

para ejercer un control latente. Se trata de evitar que las críticas

sociales conduzcan sólo a una actuación marginal o bien,

decididamente, a la exclusión. Cuando en un sistema social aparecen

numerosos grupos de jóvenes que rechazan las formas del propio

sistema, está claro que el sistema no ha ejercido un control apropiado.

7. Estimulación del cambio social

Muchos autores han coincidido en remarcar el carácter

regeneracionista que el sistema escolar puede y debe tener en

relación con el sistema social. Pero hoy en día ya nadie duda de que el

sistema escolar, en solitario, no puede ser otra cosa que un

estimulador del cambio social.

La política educativa, como herramienta del estado para orientar el

sistema educativo, contiene por lo menos los elementos siguientes

(ibid.: 23 y 24).

Un contenido: una política educativa se adopta para

conseguir ciertos resultados o productos concretos, no

importa que se trate de aumentar el número de titulados de

una rama de formación profesional en la que hay déficit o de

hacer posible la integración escolar de los niños con

necesidades educativas especiales en todas las regiones o

departamentos existentes.

Un programa: en principio una política educativa no es una

sucesión de actuaciones o de decisiones inconexas, sino que

se debe presuponer que unas y otras se adoptan con la

coherencia de un programa político, en el sentido de una

8

Page 9: Politic as Educativa s

línea consistente de actuación mantenida a lo largo del

tiempo y no tanto de una lista de cosas por hacer. Siempre

esconde unos valores e ideologías en que se apoya su

actuación.

Una orientación normativa: las decisiones que se adoptan y

que configuran una política educativa presuponen en las

decisiones una voluntad orientada a establecer normas, a

aprobar leyes.

Un factor de coerción: quien adopta una política, para

garantizar que se llevará a la práctica, debe estar investido

de autoridad suficiente y, por tanto, tener legitimidad para

hacerlo. El factor de coerción presupone que las políticas,

lógicamente, pueden llegar a ser impuestas y, por supuesto,

también resistidas.

Una competencia social: finalmente, una política educativa se

define por su competencia, esto es, por afectar a un sector

concreto. Los actos y disposiciones implicados por una

política educativa afectan a la situación, los intereses y

comportamientos de los administrados, es decir de cualquier

persona o grupo afectados directa o indirectamente por la

política educativa: alumnos y profesores, pero también

personal de administración, familias, titulares de centros

privados, etcétera.

Para estos autores las reformas educativas son, sin duda alguna,

expresiones privilegiadas de proyectos políticos y uno de sus

principales instrumentos. Son resultado de una acción política y

legislativa, que alteran en grado variable el sistema en su conjunto

desde el punto de vista de la estructura, desde el punto de vista

curricular, desde la perspectiva de las condiciones de prestación del

servicio educativo. Una reforma es, una alteración fundamental de las

9

Page 10: Politic as Educativa s

políticas educativas nacionales que, a su vez, comporta cambios en

todas o algunas de las esferas siguientes (ibid.: 44 y 45).

1. El gobierno y la administración del sistema escolar en su

conjunto o de las escuelas.

2. La organización y estructuración en niveles, etapas o ciclos

del sistema escolar y, directa o indirectamente, el

establecimiento de los porcentajes:

De niños y jóvenes de cada cohorte que completa los

niveles sucesivos del sistema escolar.

De niños o jóvenes de los diferentes estratos sociales o de

chicas que completan los niveles sucesivos del sistema

escolar.

3. La financiación del sistema escolar, y más concretamente:

Los recursos que el país destina al sector educativo.

La distribución de los recursos educativos entre los

diferentes niveles del sistema escolar.

La distribución entre los recursos públicos y privados para

financiar el sistema escolar y las políticas de concertación

público-privado.

4. El currículum, es decir quién toma las decisiones sobre qué

debe enseñarse, cómo y cuándo, además de cómo debe

evaluarse y de las titulaciones a las que cada currículum da

paso.

5. El profesorado, su formación, selección y evaluación.

6. La evaluación de los resultados del sistema escolar.

Respecto a por qué se producen las reformas, estos autores

mencionan que hay que identificar tanto el marco como la causa de

las reformas.

10

Page 11: Politic as Educativa s

El marco de la reforma educativa determina el contexto en

que se produce la reforma: se circunscribe al sistema social,

político y cultural del propio país o de la comunidad

internacional.

Debido a que una reforma educativa depende del marco

social, económico y político, la nueva reforma es resultado de

un proceso de ajuste a nuevas demandas, o bien es el

resultado de un conflicto entre fuerzas y valores opuestos.

Esto corresponde a la causa.

Para responder a la interrogante anterior, Pedró y Puig parten de

la matriz siguiente (ibid.: 50-54).

Tabla 1

Teorías explicativas de las reformas educativas

Marco / causa Equilibrio Conflicto

Nacional Meliorística Dialéctica

Internacional Convergencia Dependencia

Fuente: Pedró y Puig, 1998: 51.

La primera teoría explicativa, meliorística –y que combina un

marco explicativo nacional con una causación basada en el equilibrio–,

sostiene que una reforma educativa es un movimiento natural hacia

estadios cada vez más altos de desarrollo social o, por lo menos, una

serie de adaptaciones necesarias por causa de los desequilibrios entre

las demandas y necesidades de la sociedad de un país concreto y la

respuesta que da el sistema escolar nacional. Así, las reformas se

producirían como resultado de una interacción entre sistema social y

sistema escolar a la búsqueda constante del equilibrio y con un

horizonte claramente meliorístico. Por esta razón, todas las reformas

pasarían por las mismas fases:

Aparece una nueva necesidad social en el país.

11

Page 12: Politic as Educativa s

Se asigna a la escuela la responsabilidad de la satisfacción de

esta necesidad.

Se reforma la escuela para acomodarla a la nueva

funcionalidad.

La escuela asume el nuevo rol.

Como consecuencia, se producen cambios tanto latentes

como manifiestos en la sociedad.

La segunda teoría, dialéctica –y que parte de un marco de

explicación nacional con una causación centrada en el conflicto–,

afirma que los sistemas sociales son profundamente inestables

porque contienen en su seno conflictos de valores, de riqueza y de

poder. De acuerdo con esta explicación, las reformas educativas

serían el resultado de estos conflictos entre grupos sociales, étnicos,

nacionales, religiosos, políticos con intereses incompatibles o bien el

resultado de contradicciones estructurales, por ejemplo, de raíz

económica, que no han sido adecuadamente mediadas o resueltas.

En tercer lugar están las convergentes –basadas en un marco

internacional y en una causación en el equilibrio–. Estas teorías

aceptan que el mundo tiende a un único patrón económico, político y

cultural. Por lo cual, de la misma forma que todos los países se

apresuran en converger según este patrón, al que progresivamente se

irán acercando, también irán reformando sus sistemas escolares en

una línea igualmente convergente. Las estructuras y las prácticas

educativas de todo el mundo se parecerán tanto que se harán

indistinguibles, de la misma forma que hoy se encuentran en todo el

mundo los mismos productos y marcas comerciales. Las reformas

educativas aparecerían siempre como la necesaria respuesta al

imperativo de la globalización y la internacionalización de la

economía. Cuanto más se parecen los países desde el punto de vista

político, económico y social, más tienden a parecerse sus sistemas

12

Page 13: Politic as Educativa s

escolares. Cuanto más se parecen éstos, más similares son los

problemas a los cuales deben enfrentarse y, al fin y al cabo, más

coincidentes son las reformas educativas.

La teoría de la dependencia, según la cual los verdaderos

intereses en juego serían los del capitalismo internacional (las

multinacionales) y los legítimos intereses de los países en vías de

desarrollo. En este contexto, los organismos internacionales

contribuirían mucho a la propagación de las estructuras y métodos de

enseñanza que más convienen a los grupos internacionales

dominantes, financiando y prestando apoyo a las reformas educativas

dirigidas a favorecer los principios del capitalismo moderno y del

neoliberalismo.

Concluyen nuestros autores que dado que las reformas

educativas son un proyecto político y por lo tanto resultado de un

conflicto de intereses, en cada reforma se encontrarán elementos

variados que difícilmente pueden ser explicados a la luz de una sola

de las teorías anteriores.

Hemos dicho que las políticas educativas como proyecto político

encierran en sí una posición que representa o esconde una serie de

valores o ideologías. Esta posición que conlleva toda política

educativa se puede situar sobre cuatro valores fundamentales:

excelencia, eficiencia, equidad y libertad. Por lo tanto, es posible

definir cuatro grandes tendencias de las políticas educativas (ibid.:

119-122).

Diagrama 4

Ejemplo de cuatro políticas educativas

Excelencia

13

Page 14: Politic as Educativa s

Elitismo burocrático Elitismo descentralizado

Eficiencia Libertad

Liberalismo burocrático Liberalismo igualitario

Equidad

Fuente: Pedró y Puig, 1998: 121.

1. Elitismo burocrático, que prima la excelencia y la eficiencia. Un

ejemplo sería el sistema escolar francés, un sistema

fuertemente meritocrático que deja la carrera abierta a los

talentos por medio de un riguroso sistema público de exámenes

opcionales.

2. Igualitarismo burocrático, que prima la eficiencia y la equidad.

Un ejemplo son los sistemas que quieren favorecer la igualdad

de oportunidades sobre la base de unos criterios críticos,

formales y burocráticos, como se hace en el caso de la

concesión de becas y bolsas de estudio.

3. Liberalismo igualitarista, que prima la equidad y la libertad. Una

política prototípica es aquella que favorece el cheque escolar

porque intenta dar libre opción a todo el mundo sin que los

resultados económicos sean obstáculo.

4. Elitismo descentralizado, que prima la libertad y la excelencia.

Un ejemplo claro es el sistema universitario norteamericano,

compuesto de un cúmulo de universidades con diferente calidad

y precio, en un sistema de libre mercado.

A manera de conclusión tenemos que las reformas educativas son:

- Resultado de la acción del estado.

14

Page 15: Politic as Educativa s

- Como toda acción política, encierra unos valores e ideologías.

- Su función principal es influir en el sistema educativo para

lograr los objetivos asignados a éste.

- A través de su influencia en el sistema educativo,

contribuyen a lograr el proyecto de sociedad que se aspira.

- Dado que el sistema educativo está en retroalimentación

permanente con el sistema social (del cual forma parte), las

reformas educativas variarán cuando se produzcan cambios

en los factores demográficos, los factores económicos, los

factores sociales, los factores culturales y científicos, y los

factores propiamente educativos. Sin embargo, “estos son

factores de incidencia posible que deben ser matizados o

corregidos por otros factores deseables de los que es

protagonista fundamental el docente y con él toda la

comunidad educativa. Ni los políticos de la educación, ni sus

administradores, planificadores o gestores, pueden

permanecer en una torre de marfil ignorando las

interrelaciones de estos factores con la educación y las

presiones que ejercen sobre ella” (Fernández, 1999: 25).

2.2 Tendencias actuales de reformas de políticas

educativas en el plano internacional

Dos son las principales causas que determinan el contexto

actual de las políticas de reforma educativa: 1) la crisis económica

acaecida desde mediados de los años setenta hasta hoy; 2) la nueva

reestructuración económica, política y social, que acarrea la sociedad

15

Page 16: Politic as Educativa s

del conocimiento. La conjunción de ambas aporta un nuevo contexto

en el que el estado debe reformular su papel.

El papel del estado en los sistemas escolares de la unión y de

Estados Unidos ha ido mutando desde mediados del siglo XX. Hoy el

estado busca un nuevo reparto de responsabilidades en el que

adoptar, sin lugar a dudas, una función evaluadora de nuevo cuño,

introducir nuevas concepciones acerca de lo que son los servicios

públicos y adoptar fórmulas para gestionarlos, han de ser

consideradas extrañas a lo público, por ser las propias y hasta ahora

exclusivas de la gestión empresarial privada (Pedró y Puig, 1998:

100).

En lo que respecta a la crisis económica, sus efectos más

directos sobre los sistemas escolares se refieren, por supuesto, a la

reducción del gasto público. Pero hay otros efectos indirectos, no tan

obvios y que tienen que ver con la manera en que ese gasto se lleva a

cabo. Además, en una época de crisis económica no sólo se reduce la

inversión pública, sino que se hace más necesario establecer

prioridades.

En este contexto, el gasto público en educación tiene que

competir, en el seno de un mismo estado, con otras posibles

inversiones cuyos resultados aparentan estar mucho más al alcance

de la mano, son mucho más visibles y, en última instancia, se dirá,

necesarios a corto plazo. En los últimos años, la educación ha dejado

de ser “la prioridad de prioridades” y han tomado su lugar, casi

sucesivamente, otras preocupaciones como el desempleo, la

ocupación de los jóvenes, la protección social y la recuperación

económica (ibid.: 139).

La segunda causa corresponde a un tipo de crisis de carácter

estructural, de ajuste de los sistemas escolares a un nuevo contexto

social, económico, tecnológico y, en cierta medida, también

16

Page 17: Politic as Educativa s

demográfico. El sistema educativo tiene que responder a nuevas

demandas en formación de recursos humanos y de investigación

científica.

Para describir las principales políticas de reforma educativa nos

basaremos en la clasificación que realizan Pedró y Puig. Estos autores

engloban las políticas educativas en lo que denominan los paradigmas

de responsividad y de rendición de cuentas.

A) El paradigma de la responsividad

Tiene como propósito la búsqueda constante de una mejor

adecuación de los procesos y de los productos educativos a las

necesidades del contexto. La búsqueda de este objetivo se traduce en

cuatro líneas fundamentales de los sistemas escolares: la

descentralización, la participación social en el gobierno de los

sistemas escolares, la apertura a agentes económicos y la autonomía

de los centros escolares. Las cuatro líneas tienden a acercar a los

usuarios, en el sentido más amplio de la palabra, a los procesos de

toma de decisiones relativas a los procesos y a los productos

educativos. Con ello se pretende mejorar la responsividad o capacidad

de respuesta de los sistemas a las demandas del contexto y requiere,

necesariamente, la ampliación del espacio de que disponen estos

usuarios para participar o para regular la labor que lleva a cabo la

escuela hasta llegar a la máxima autonomía posible en términos

curriculares, de gestión y plantillas y, por supuesto, económicos (ibid.:

143).

a) La descentralización

La descentralización en las funciones públicas no es algo nuevo

en los estados actuales. El grado de descentralización, sobre todo en

el ámbito educativo, ha variado de un país a otro. Pero quizás el signo

representativo de esta nueva política de reforma educativa sea la

17

Page 18: Politic as Educativa s

redistribución de las funciones. Así, en el ámbito federal se han

concentrado las actividades de planeación, evaluación y control. A

costa de dar más libertad y autonomía a los gobiernos locales y

estatales. Por lo tanto, la dirección del movimiento de

descentralización ha dependido del estado en que se encontraba en

cada país, significando para algunos mayor descentralización y para

otros el proceso inverso, centralización.

La tendencia hacia la descentralización y los cambios que

conlleva en el reparto de poder en materia educativa se traducen

inevitablemente en cambios en la gestión de los centros y, en cierta

medida, en las tareas que desarrolla el profesorado, mayores en

número y para algunas de las cuales no cuenta con la debida

preparación en la organización del trabajo de los alumnos, o en el

reparto y la gestión de los recursos escolares o en la rendición de

cuentas a las autoridades locales y estatales.

b) La democratización y la participación en el gobierno del

sistema escolar

Otra línea que refleja de forma clara el paradigma de la

responsividad la constituye el acrecentado protagonismo otorgado a

la comunidad educativa, esto es, a los propios profesores, a las

familias y a los estudiantes de modo preeminente, aunque también a

los representantes de la comunidad local, en la vida escolar cotidiana

y en la administración y gestión del centro escolar.

La apertura a los agentes económicos

El paradigma de la responsividad encuentra en la llamada a la

colaboración de los agentes económicos una tercera plasmación

reformista. La crisis económica, las nuevas formas de competitividad

económica y la internacionalización de las economías demostraron

fehacientemente el desajuste de los sistemas escolares con la

realidad sociolaboral, económica y tecnológica. Como ya dijimos, el

18

Page 19: Politic as Educativa s

desarrollismo de los años setenta había ocultado la verdadera

dimensión del problema del desajuste entre las demandas de los

mercados laborales y la labor de cualificación profesional ejercida por

las escuelas, al absorber toda la mano de obra disponible.

El recurso a los agentes económicos es hoy visto como

imprescindible, especialmente en los niveles y ciclos educativos

donde los jóvenes están más cerca del mercado laboral, es decir, en la

formación profesional y en la educación superior. En ambos, el estado

no sólo ha aceptado de buen grado la participación de agentes

económicos en detrimento de algunas de sus competencias, sino que

se ha visto obligado a fomentarla soportando a menudo, por lo menos

en apariencia, un coste económico generalmente en términos de

desgravaciones fiscales y por lo tanto de reducción de ingresos en las

arcas del estado. Es significativo que aunque en el proyecto original

de la Unión Europea las políticas culturales y educativas quedan al

margen del tratado como una garantía del respeto que la futura

comunidad tendrá con la diversidad cultural característica de Europa,

la comisión haya emprendido acciones y programas precisamente en

esos dos niveles, aquellos que cuentan con un mayor valor económico

(ibid.: 154).

Pero la participación de los agentes económicos va más allá de

las prácticas. Se están estableciendo mecanismos institucionales para

llegar a un acuerdo y tomar decisiones sobre los cambios, la

renovación o la reforma de la formación profesional están presentes,

con mayor o menor éxito, también en todas partes. De esta forma, se

piensa mantener permanentemente vinculada la educación a los

cambios del mercado.

En la educación superior, el diseño de los programas o las

prácticas en empresas e industrias son, de hecho, la mitad del

problema. La otra mitad la constituye la investigación científica y

19

Page 20: Politic as Educativa s

tecnológica para el fortalecimiento de la cual también se ha recabado

en los últimos años una ingente participación de los agentes

económicos. Y ello no sólo para estimar cuál debería ser su

orientación, sino para llevarla a la práctica mediante el

establecimiento de contratos de investigación. Es un hecho que por

esta y otras razones el estado ha estimado más conveniente retirarse

de determinados ámbitos de las universidades en los que ejercía su

poder de manera directa para buscar otros mecanismos indirectos

como, por ejemplo, el financiamiento acorde con los resultados

académicos o de investigación. Es decir, se ha aplicado la lógica del

mercado. Y ello ha sido posible gracias a que el mercado tiene un gran

interés por el producto humano (titulados) y material (resultados de la

investigación) ofertado. Comparativamente, el interés del mercado en

otros niveles educativos es, salvando el caso de la formación

profesional, mucho más reducido, si acaso existe (ibid.: 156).

En último término se encuentra el fenómeno de la formación

ocupacional. Se trata de una nueva modalidad de cualificación

profesional que conoce un gran desarrollo a causa de la crisis

económica, pues en parte se postula como una respuesta al reto del

desempleo juvenil. El estado confía esta responsabilidad no a la

administración educativa, sino a la administración laboral,

precisamente por juzgar que se encuentra más cercana a los intereses

y necesidades del mercado laboral.

c) La autonomía de los centros escolares

Un aspecto dominante en todas las reformas es la autonomía de

las instituciones educativas, junto al establecimiento de nuevas

fórmulas de gestión que garanticen una adecuada rendición de

cuentas.

Entre los factores que favorecen la autonomía de los centros

escolares se encuentra la desilusión generada por la planificación

20

Page 21: Politic as Educativa s

centralizada y las reformas globales, junto a la creciente inadecuación

de la administración centralizada ante los requerimientos de la

moderna gestión y las dificultades con que se enfrentan los sistemas

centralizados para responder adecuadamente. Por supuesto hay

también factores de naturaleza mucho más positiva: el interés por

facilitar la constitución de equipos docentes que cooperen en la

definición de los objetivos pedagógicos apropiados para sus alumnos y

por conferir cierta autonomía pedagógica a cada escuela. También se

encuentra entre estos factores el deseo de asegurar que la gestión y

la administración del sistema giren alrededor de las necesidades de la

escuela –y no al contrario– y el afán de abrirla a su entorno por medio

del refuerzo de la participación de los sectores interesados, por

naturaleza y responsabilidad social, en hacerlo (ibid.: 157-158).

Podemos hablar de diferentes tipos de autonomía. Una

autonomía económica y financiera cuando se trata de que cada

escuela administre y gestione los recursos que moviliza. Otra lectura

es la que pone atención en la capacidad de crear equipos docentes

cohesionados; se trata de la autonomía de plantillas. Por último, está

también la autonomía curricular, la que garantiza la posibilidad de

ordenar el proyecto curricular de cada centro de acuerdo con las

particulares necesidades del contexto al que sirve, tal como las

interpreta la propia comunidad educativa.

La autonomía, para que sea beneficiosa, debe ayudar a que

cada escuela encuentre su propio proyecto educativo y a definir

objetivos específicos y estructuras pedagógicas adaptadas a su

entorno de trabajo.

Nuestros autores señalan la importancia de tener presente los

riesgos que conlleva la implementación de la autonomía en los

centros educativos. La autonomía implica una diferenciación de los

centros; si esta diferenciación está basada en la atención a las

21

Page 22: Politic as Educativa s

particularidades de contexto que cada centro atiende, es positiva.

Pero el estado no puede permitir la diferenciación de centros basados

en su calidad de servicio; entre centros urbanos y regionales, o entre

centros de diferentes zonas económicas en una misma localidad. Por

ello, la autonomía implica también la necesidad de medidas que

garanticen que todos los centros cuenten con las mismas

posibilidades de alcanzar los objetivos.

B) El paradigma de la rendición de cuentas: accountability1

Llevado a sus últimas consecuencias, el paradigma de la

responsividad implica una gran autonomía y diversidad de centros

escolares, aun dentro de una misma red pública. De este modo se

quiere dar salida a la necesaria adecuación de la escuela a su

entorno. Pero en este nuevo contexto debe garantizarse una

supervisión más estrecha de la labor de las escuelas y, en definitiva,

obtener una garantía de calidad. Éste es, precisamente, el punto de

partida del paradigma de la rendición de cuentas. Bajo este nuevo

paradigma, se considera que el estado debe buscar un nuevo reparto

de responsabilidades en cuyo marco se reservará, sin duda, una

función evaluadora, introduciendo paulatinamente nuevas

1 Sobre el origen del término los autores apuntan que: accountability, término de difícil traducción y que se podría hacer equivalente a la capacidad de rendir cuentas, ha existido desde siempre en los sistemas escolares estatales o públicos. Como paradigma inspirador de políticas educativas, la accountability aparece a finales de los años sesenta en Estados Unidos y a finales de los setenta, muy esporádicamente, en el continente europeo. Invocando este término o la rendición de cuentas, sin más, se sostiene hoy en día que es necesario controlar y evaluar, externamente a la escuela, el rendimiento y el logro de los alumnos, y que se han de encontrar nuevas fórmulas que permitan auditar cuanto acontece en las escuelas y, por consiguiente, en el conjunto del sistema escolar. Se trata de que éste rinda cuentas, como empresa pública o estatal, a la ciudadanía en general y a sus representantes del mismo modo que lo hacen las restantes empresas públicas y bajo los mismos criterios con que una junta directiva informaría a sus accionistas.Se trata de algo mucho más amplio y complejo que el simple examen de los procesos y los productos educativos, pues cuestiona, en última instancia, quién debe determinar sobre qué debe rendirse cuentas, de qué modo, quién debe hacerlo y ante quién. Pedró, Francesc y Puig, Irene. Las reformas... p. 1160-161.

22

Page 23: Politic as Educativa s

concepciones sobre los servicios públicos y adoptando fórmulas para

gestionarlos (que más que nuevas han de ser consideradas extrañas a

la cosa pública porque hasta ahora han sido las propias de la gestión

empresarial privada) (ibid.: 159).

Por lo tanto, la rendición de cuentas es la contraparte de la

autonomía que el gobierno otorga a los centros educativos. El

propósito fundamental ahora es garantizar que todos los centros

cumplan con la misión que se les pide, pero en los estándares de

rendimiento deseados. Esta función el estado la realiza a través de

dos mecanismos: primero, bajo el concepto de la calidad, determina

cuáles son los niveles e indicadores de los resultados del sistema

educativo en general, y de cada centro en lo particular, que se tienen

que alcanzar. Segundo, determinando la forma de gestión y

administración del sistema educativo y de sus centros. Entre las

formas de gestión y administración nos encontramos dos tipos

plenamente identificables: la que se mueve entre la lógica del

mercado y la que lo hace en torno al servicio público.

a) La calidad de la educación

El principal problema sobre la calidad no está en su aplicación al

ámbito educativo, sino a la lectura política que se hace del concepto.

Nuestros autores definen la calidad como un estándar de performance

(de modo de hacer) que dará como resultado el producto deseado. Por

consiguiente, referirse a la calidad es, habitualmente, utilizar este

concepto como unidad de medida de la excelencia, de lo que los

griegos denominaban areté: que las cosas y las personas sean lo que

deben ser y hagan lo que deban y lo que se espera de ellas, de

acuerdo con su naturaleza. Una educación de calidad será una

educación que cumple con lo que se espera de ella, tanto desde la

óptica individual de la persona, como desde la social (ibid.: 164).

23

Page 24: Politic as Educativa s

Nadie estaría en contra de buscar la calidad en la educación de

acuerdo con esta definición. Sin embargo, la interpretación política

que se hace del mismo término es muy diferente. Ésta tiende a

identificar calidad con resultados académicos, lo cual no es fácilmente

aceptable por los docentes, pero sí por las familias, por los

empresarios y por las autoridades públicas.

La calidad ha mutado en sus unidades de medida mucho más

acorde con la interpretación política del concepto. Así, de interpretar

la calidad en términos de recursos a disposición de una escuela

expresados, por ejemplo, en términos de gasto por alumno, la

magnitud del soporte de personal no docente, la provisión de

comedores escolares o el atractivo y utilidad del edificio escolar. Hoy,

en cambio, la calidad se interpreta de una forma mucho más

restringida, en relación con los rendimientos y resultados, valorados

por medio de diferentes indicadores escolares de la eficiencia o de la

productividad.

En términos políticos la calidad educativa tiene relación con la

eficacia, la cual se puede mesurar en términos monetarios, y aún más

con la eficiencia, la cual es menos cuantificable incluso a pesar de los

esfuerzos para hacerlo por medio de instrumentos como la relación

entre coste y beneficio, la planificación de las necesidades de mano

de obra o la valoración del rendimiento del alumnado. Pero se debe

recordar que los efectos de la educación no sólo deben medirse a

corto plazo, sino que seguramente sus efectos políticos más

importantes se producen a largo plazo y son, lógicamente, mucho

más difíciles de evaluar incluso desde un punto de vista técnico. Por

ello, la traducción operativa más fácil del paradigma de la rendición

de cuentas toma la forma de un hincapié renovado en la evaluación

de la calidad del producto educativo, y no tanto de los procesos

educativos (ibid.: 165-166).

24

Page 25: Politic as Educativa s

En esta línea interpretativa es conveniente mencionar cuatro

tendencias generales que están definiendo actualmente la aplicación

de la calidad en el sistema educativo.

En primer lugar tenemos una línea de investigación comparativa

que asume que en un contexto internacional donde se favorece la

privatización y la introducción de nociones como competitividad y

libre mercado en educación, la búsqueda de indicadores precisos y

objetivables de la calidad de la educación debe completarse con una

observación minuciosa del comportamiento de los clientes o, si se

prefiere, del mercado. Por lo que una vez definidos y establecidos

estos indicadores, el papel de los gobiernos locales se limitaría a

fungir como reguladores y garantes del cumplimiento de tales niveles

de calidad.

Otra tendencia es la de incluir en la legislación un mecanismo

de evaluación, ya sea de los resultados globales del sistema de

enseñanza y de formación profesional, ya sea de cada nivel en

concreto. Las estrategias de evaluación no sólo tienen por objeto la

regulación y el desarrollo del sistema –tareas tradicionalmente

desempeñadas por la inspección–, sino por encima de todo el permitir

la rendición de cuentas por parte de las instituciones docentes y de

los niveles de la administración responsables de la puesta en práctica

de las políticas diseñadas. Y, no en menor medida, verificar que los

contenidos y los objetivos de la educación responden a las

necesidades, intereses y capacidades de los alumnos, para lo cual es

necesario que los insumos (la especificación de los objetivos y del

contenido de la enseñanza) puedan ser adaptados, cambiados y

variados en función de los productos (resultados logrado por los

alumnos) y viceversa (ibid.: 172).

Una tendencia más es el consenso generalizado para que las

autoridades correspondientes publiquen informes sobre el estado de

25

Page 26: Politic as Educativa s

la educación en general y de forma particular por centro educativo.

También debemos incluir las encuestas que se aplican a familias,

profesorado, organizaciones, etcétera, para medir las actitudes

públicas hacia la educación. Estos resultados tienen una notable

influencia sobre la política educativa.

Por último está el cambio de fuente primaria para obtener la

información que utilizan los poderes públicos. Las autoridades

educativas quieren información que refleje el funcionamiento y la

efectividad del sistema escolar, en su conjunto, y de cada una de las

escuelas en particular. Este tipo de información no lo puede

proporcionar ni la investigación educativa ni la inspección escolar

(fuentes tradicionales). Actualmente, los estudios de evaluación a

gran escala son dirigidos por institutos gubernamentales

especializados, de reciente creación, que trabajan en estrecha

colaboración con los servicios nacionales de estadística y con expertos

internacionales. Lo que de paso contribuye a la normalización y

homogeneización del sistema de medición y evaluación.

En este contexto está claro que la naturaleza de la evaluación

educativa ha cambiado en la última década. Antes solía ser una

especie de ejercicio ad hoc que se limitaba a la evaluación de

innovaciones y experiencias. Ahora, por el contrario, la totalidad del

sistema escolar es el objetivo final de una evaluación planificada y

sistemática (ibid.: 176).

b) La transformación de los modelos de gobierno y

administración

Nuestros autores identifican dos modelos de gobierno de los

sistemas escolares como resultado del paradigma de la rendición de

cuentas. Tipo mercado y tipo bien público, dependiendo de la

primacía que se dé a cada concepto en la estrategia de

administración.

26

Page 27: Politic as Educativa s

Así, el modelo tipo mercado se da cuando el estado marca las

reglas del juego, pero se considera que sólo la elección de los usuarios

(clientes) puede aportar mejoras y, por consiguiente, se les otorga

mayor poder en este sentido. Se sobreentiende que la clientela se

siente atraída por la calidad del producto y que esta calidad sólo

puede aumentarse si se establece una competición entre las

instituciones que ofrecen dicho producto al mercado. Es el mercado

quien está en la base de la evaluación del rendimiento de las

instituciones y de su subsiguiente categorización.

Bajo esta óptica sólo se toman en consideración los resultados

de los alumnos en tests o exámenes públicos casi exclusivamente

cognitivos; o sea, los productos que genera el sistema educativo. Sin

embargo, existen importantes riesgos que conlleva este tipo de

gestión y administración. El proyecto de centro y sus acciones pueden

ser guiados únicamente por este objetivo, menospreciando la

implementación de estrategias de enseñanza y aprendizaje que no

trasgredan la dimensión más formativa y personal del acto de

aprender. En la práctica los docentes pueden perder parte importante

de su autonomía evaluadora, pues los mecanismos de evaluación son

impuestos y guiados por exámenes estándares o de niveles logrados

por grupos de alumnos de referencia. En definitiva, el estado recupera

poder en términos de control de la acción instruccional de los

docentes y, en general, sobre la gestión y la vida cotidiana de los

centros, por medio de instituciones externas.

En lo que se refiere a la aproximación de tipo de servicio

público, aunque en apariencia parecen iguales, en la práctica son

totalmente opuestos. Así, a pesar de que la evaluación y la auditoría

también están presentes, lo cierto es que no se pretende desarrollar

una competitividad abierta y salvaje entre los centros escolares. Se

quiere, por el contrario, ayudar a los centros a obtener mejores

27

Page 28: Politic as Educativa s

resultados por medio de una amplia difusión de las informaciones

pertinentes que provienen de distintas fuentes de evaluación y de un

desarrollo sistemático de la formación de las personas implicadas, a

todos los niveles de la jerarquía. En este contexto, la escuela y su

proyecto no son sólo invitados a centrar la acción sobre los resultados

de los alumnos, sino a hacerlo principalmente sobre los medios para

alcanzar determinados niveles de logro más allá del dominio

estrictamente cognitivo o académico. Lo que caracteriza esta forma

de gestión es que la mejora de la calidad de la enseñanza ha de venir

por la vía de las limitaciones, las incitaciones y el apoyo, y no por la

exclusiva acción de las fuerzas del mercado.

Esta diferenciación queda ilustrada mediante algunos ejemplos.

El primero gira alrededor de la cuestión de si los resultados

particulares de las escuelas se debiesen hacer públicos, mostrando los

logros y los fracasos de todos y de cada uno de los centros, tal como

ya se hace en algunas escuelas de Estados Unidos y en el Reino

Unido. Por una parte, las escuelas se encontrarían con poderosos

estímulos e incentivos y tal vez la competitividad actuaría como motor

de un buen número de desarrollos e innovaciones pedagógicas. Pero,

por otra parte, si este tipo de información se deja sin más a la libre

consideración del público, el riesgo de estigmatizar situaciones,

docentes y alumnos es evidente, sobre todo cuando no es

completamente claro que los resultados académicos son sólo función

de la labor ejercida por el centro y no de la calidad del entorno, en el

sentido más amplio del término (incluyendo también a la propia

familia).

Un segundo ejemplo, relacionado estrechamente con la cuestión

anterior, lo constituye el dilema de la elección de centro, es decir, si

como ocurre en la mayoría de casos, la elección de centro en la red

pública no es otra cosa que una asignación de oficio basada en

28

Page 29: Politic as Educativa s

criterios burocráticos (como el domicilio) o si, por el contrario, debe

ser una opción libremente escogida por la familia, en la mejor

tradición del public choice.

Un tercer ejemplo es el debate acerca de si las escuelas pueden

seleccionar a sus alumnos y si deben ser autorizadas a admitir sólo a

aquellos candidatos con el perfil académico que mejor convenga a

cada centro.

Un último ejemplo, en el sistema francés se considera que los

sistemas de evaluación deben subordinarse a dos objetivos,

simultáneamente: la eficacia y la equidad. Para medir la eficacia del

sistema se considera que el mejor método consiste en distinguir su

capacidad de escolarizar niños y jóvenes a un coste razonable y su

capacidad de darles conocimientos y competencias, es decir, un

bagaje adecuado que les sea útil a ellos y, a la vez, al desarrollo del

país. La equidad es más difícil de evaluar e incluye dos distintos

aspectos: en qué medida los servicios ofrecidos por las diferentes

unidades del sistema (regiones, municipios, centros) son equivalentes

y en qué medida la escolarización y sus beneficios se distribuyen

equitativamente entre diferentes categorías de alumnos,

esencialmente según su género y origen social (ibid.: 180-183).

Pero, ¿cuál es la verdadera intención que se esconde ante estos

dos nuevos modelos de gobierno y administración? En el fondo lo que

se está debatiendo no es el papel que los distintos mecanismos de

rendición de cuentas deben jugar, sino el propio concepto de servicio

público de la educación, su significado en términos prácticos y, sobre

todo, el lugar que el estado debe ocupar en este nuevo marco en el

que, para empezar, ya no es tan claro que sea su deber proveer

directamente el servicio público, pues tal vez baste con garantizar que

tal servicio existe y tiene una calidad mínima, sea prestado por la

iniciativa pública o por la privada. Los dilemas políticos que surgen

29

Page 30: Politic as Educativa s

parecen cuestiones de mero detalle y, sin embargo, afectan a

elementos nucleares de la concepción del servicio público de la

educación (ibid.: 179-180).

A manera de conclusión, podemos decir que en términos

generales las políticas de reforma educativa enunciadas, se

corresponden con la teoría explicativa de “convergencia”. Según

dicha teoría el mundo tiende a un único patrón económico, político y

cultural. Por lo cual, de la misma forma que todos los países avanzan

hacia este patrón, también irán reformando sus sistemas escolares en

una línea igualmente convergente.

Lo anterior se debe principalmente a que en la actualidad existe

una modificación del orden en el trinomio de cultura, estado y

mercado en que se sustentan las reformas educativas. De tal forma

que hoy lo encontramos de esta manera:

Mercado

Estado Cultura

Así, el mercado ha pasado a dominar los aspectos culturales y

políticos de las sociedades.

Como posibles causas de esta primacía del mercado, podemos

resaltar dos aspectos. Primero, las actuales transformaciones sociales

obedecen principalmente a cambios en el sistema económico. Este

sistema económico consiste en la mundialización del sistema

30

Page 31: Politic as Educativa s

norteamericano. Segundo, los principales problemas que enfrenta la

sociedad se consideran como desajustes económicos y de patrones

culturales. Una vez más, tal apreciación coincide con la interpretación

y medidas tomadas por los norteamericanos.

El papel hegemónico de Estados Unidos, lejos de perder peso

relativo, ha aumentado en los últimos años. Una muestra de ello la

tenemos al analizar su papel en los principales organismos

internacionales: ONU, OCDE, OTAN, OMC, BM, FMI, etcétera. De ahí

que no sorprenda que las principales políticas recomendadas por

estos organismos coincidan con la visión neoliberal de este país.

En línea con este planteamiento ideológico los principales

problemas que debe responder la reforma educativa son:

- Formación más vinculada a las demandas del mercado. Tiene

que responder a dos aspectos básicos: a la exigencia de

nuevos conocimientos, derivados de las nuevas tecnologías y

formas de organización y gestión de la producción. A la

caducidad de los conocimientos, por lo que se hace necesario

la educación a lo largo de la vida.

- Que la investigación, en especial la aplicada, sea rentable a

la iniciativa privada. La investigación universitaria se ha

convertido en un factor estratégico de ventaja competitiva,

por lo cual la investigación está siendo invadida por la

inversión de la iniciativa privada; pero, a su vez ésta

determina los fines y prioridades de la misma.

- Incrementar la calidad de la educación. Elevar los índices de

“éxito” del sistema educativo. Se hace gran hincapié en los

resultados de los indicadores educativos.

- Preservar la cohesión del sistema social, reforzando los

valores tradicionales.

31

Page 32: Politic as Educativa s

- Incrementar la eficiencia del sistema educativo. Ante la

dominación del paradigma de la rentabilidad económica en

las esferas del estado de bienestar, se les exige a estos

campos que rindan con parámetros similares a los de la

empresa privada. La educación no escapa a esta tendencia

general.

En términos generales, las interrogantes anteriores pueden

ubicarse en el nivel de instrucción escolar más que en el concepto

amplio de educación. De igual forma, de los objetivos que debe

cumplir el sistema educativo, las políticas de reforma educativa sólo

se ocupan de aquellos que no modifican el statu quo presente:

socialización política; producción de recursos humanos; ordenación y

selección de los jóvenes; control social.

Por lo tanto, tenemos unas políticas de reforma educativas

suficientes desde la perspectiva ideológica del grupo en el poder y los

intereses del mercado. ¿Pero este patrón de desarrollo corresponde

con el papel histórico de la educación?

2.3 Políticas de educación superior en América Latina2

En esta obra coordinada por Kent, los autores realizan un análisis de

las políticas educativas en los cinco países más importantes de

América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México). La

conclusión general es que no obstante que las políticas públicas han

variado mucho de un país a otro, y dentro del mismo país, en períodos

diversos, es posible detectar algo común o general, y es que los

2 Con base en el trabajo de Kent, Rollin (compilador), Los temas críticos de la educación superior en América Latina en los años noventa. FLACSO, Universidad Autónoma de Aguascalientes y FCE; segunda edición (un volumen) 2002, México.

32

Page 33: Politic as Educativa s

sistemas parecen provenir de un juego combinatorio en el cual una

tradición común y problemas semejantes, los gobiernos parecen

operar con un número limitado de alternativas políticas.

En el debate actual, democratización y evaluación son dos de

los temas más amplios, aunque el segundo es más moderno y

reciente que el primero. Temas más específicos, como la educación

gratuita, el ingreso irrestricto y la cogestión universitaria, llamaron

mucho la atención de los actores políticos.

Las políticas públicas parecen consistir en una selección

diferente para cada país a partir de un mismo repertorio de

alternativas. Así, la combinación diversa de los mismos elementos y

mecanismos de transformación crea sistemas diferentes que parecen

constituirse en variaciones sobre un mismo tema. En otras palabras,

lo común parece consistir en una misma tradición, modificada, y en la

existencia de alternativas semejantes, combinadas en momentos

distintos.

En principio, para entender este proceso es necesario

caracterizar la tradición de educación superior que se constituyó en

América Latina, pues ella establece la base de las modificaciones

posteriores.

2.3.1 Características del sistema de educación superior

latinoamericano

Como dijimos, toda política educativa nace para dar respuesta a

un problema específico de un contexto determinado. Por lo tanto, para

comprender las medidas de políticas educativas en Latinoamérica, es

fundamental comprender este contexto en que se definen e

implementan las políticas educativas.

Las principales características que identifican estos autores son

las siguientes:

33

Page 34: Politic as Educativa s

- En principio, con la independencia, los paises

hispanoamericanos rompieron la simbiosis entre estado e

iglesia, origen de instituciones que eran simultáneamente

públicas y católicas, creando instituciones públicas y laicas.

La secularización de la educación superior constituyó la gran

revolución educativa en el siglo XIX; pero los sistemas

preservaron del período anterior la tradición de un pesado

control estatal, aunque modificado en función de la

inspiración napoleónica que marcó el nuevo modelo de

educación superior. Lo que distingue a un país del otro es la

medida en que el estado, en diferentes momentos, aceptó,

incentivó y financió el sistema católico; toleró su desarrollo

autónomo, o bien lo contuvo y prácticamente lo eliminó.

- La aceptación de que las universidades constituyen un

instrumento fundamental para la modernización de la

sociedad. Esto es lo que justifica su control por el estado, así

como su financiamiento por el poder público. Esta

concepción, que permanece hasta hoy, ha suministrado el

cuadro de referencia dentro del cual se negociaron los

recursos, la autonomía y la organización de las actividades

académicas, y ha sido una fuente importante de legitimación

y proyección política de las instituciones de educación

superior. Esta visión de la función de la universidad motivó

las reformas educativas del siglo XX.

- Otra característica es su orientación a la enseñanza. El ideal

de la universidad como centro de investigación, que se

generalizó en los países desarrollados durante el siglo XIX, es

un fenómeno mucho más tardío en América Latina. La

organización de la enseñanza fue dirigida por entero hacia la

formación profesional, que incluye no sólo las profesiones

34

Page 35: Politic as Educativa s

liberales tradicionalmente ligadas a la universidad, como el

derecho y la medicina, sino también otras que, por lo menos

en la tradición europea, fueron ajenas a las universidades,

como las ingenierías. En América Latina estas últimas

disciplinas siempre constituyeron uno de los sectores de

mayor prestigio en el sistema, pues se consideraban

esenciales para los proyectos de modernización. Además de

las ingenierías, fueron abriéndose otras formaciones

profesionales, como la agronomía y la odontología.

- Esta dedicación exclusiva a la docencia determinó que se

organizaran como federaciones de escuelas profesionales

dotadas de gran autonomía, que impartirán carreras

específicas, por lo cual no había espacio para una formación

general no profesional ni para la investigación básica. La

educación superior se reunía en facultades enteramente

autónomas, siguiendo el modelo de las grandes écoles

francesas, como sucedió en Brasil hasta la década de 1930.

En éste como en los demás países, el núcleo de la autoridad

y de la organización académica reposaba en el régimen de la

cátedra, a semejanza del sistema europeo.

- De esta orientación profesional (que se preserva hasta hoy)

se asocia un credencialismo exacerbado, en que el diploma

universitario da derecho al ejercicio de profesiones de

prestigio, y la legislación reserva a los portadores de tales

diplomas el monopolio del ejercicio profesional.

- Una última característica, casi exclusiva de estos sistemas,

es la intensa politización de la vida académica promovida por

las organizaciones estudiantiles, la cual estuvo

profundamente asociada con la percepción de la universidad

como instrumento de modernización de la sociedad. Durante

35

Page 36: Politic as Educativa s

todo el siglo XIX y hasta muy recientemente, el movimiento

estudiantil agitó la vida universitaria y se constituyó como

actor político de gran importancia en los procesos de

transformación no sólo de la educación superior, sino de

regímenes políticos e incluso de la sociedad en general.

Constituyéndose como instituciones de élite y reclutando a

los estudiantes entre los estratos dominantes de la sociedad,

las universidades se tornaron en centros de formación de

líderes políticos. De este modo, sirvieron efectivamente como

instrumento, si no de la modernización de la sociedad en su

conjunto, por lo menos de la preparación de una élite más

esclarecida, aliada de los sectores más liberales o más de

izquierda del espectro político.

2.3.2 Principales políticas de reforma educativa

El análisis y caracterización de los problemas educativos y las

políticas educativas adoptadas por estos países se divide en dos

grandes períodos: el primero abarca del movimiento de Córdoba de

1918 hasta los años ochenta, y el segundo, se extiende hasta

nuestros días.

a) Del movimiento de Córdoba hasta los años ochenta

El primer período buscaba responder al siguiente ideario de

reformas de la educación superior:

- La autonomía universitaria y la participación de los

estudiantes en el gobierno de las instituciones.

- La valoración de la educación pública y gratuita y la

demanda por su expansión, frecuentemente asociada con el

ingreso irrestricto.

36

Page 37: Politic as Educativa s

- La limitación de la autonomía de las facultades dedicadas a

la formación de profesionales liberales y el fortalecimiento de

las rectorías.

- La disminución del poder del catedrático y el establecimiento

de una estructura departamental, y el desarrollo de la

investigación.

Los dos primeros aspectos son los que se manifestaron más

precozmente como reivindicaciones organizadas y datan del

Movimiento de Córdoba de 1918. Provienen de posiciones coherentes

con el modelo de la universidad del siglo XIX, dirigida a la formación

de élites. Sin embargo, con cierta paradoja, ganan fuerza a partir de

los años sesenta de este siglo, sobre todo en el movimiento

estudiantil, en función de nuevos ideales de democratización de la

sociedad, presididos por una postura política vanguardista de

izquierda. Los tres últimos aspectos, obviamente interdependientes,

constituyen un esfuerzo de modernización que busca implantar en las

universidades latinoamericanas la transformación del siglo XIX en las

universidades de los países desarrollados.

Los principales actores responsables por la formulación de este

ideario y por la lucha en pro de su implantación son, de un lado, las

organizaciones estudiantiles, cuya principal bandera es la cogestión, y

del otro, los líderes científicos e intelectuales, que defienden la

investigación y la transformación de la estructura y de las funciones

de la universidad. La alianza entre estos actores es lo que da fuerza al

movimiento de reforma.

Las variaciones en la evolución de los diferentes sistemas de

educación superior y el relativo éxito en la implantación del ideario de

las reformas dependieron mucho de las condiciones externas a las

universidades, tanto políticas como sociales.

37

Page 38: Politic as Educativa s

En el campo social y económico, las reformas parecen estar

asociadas con las transformaciones estructurales que provinieron del

proceso de industrialización caracterizado por la sustitución de

importaciones. Este proceso promovió la urbanización y el surgimiento

de una nueva clase media urbana asalariada, para la cual la

universidad representó un importante canal de ascenso social, de

legitimación de nuevas posiciones y de acceso a un nuevo mercado

de trabajo. Las reformas, por ello, tendieron a estar asociadas con el

período de desarrollo económico y de gran expansión de la matrícula.

Del mismo modo, el éxito en el desarrollo de la investigación parece

haber dependido mucho de la expansión y la intensidad del proceso

de industrialización. Esto explica por qué el desarrollo de la

investigación y la ampliación de la matrícula ocurrieron mucho más

precozmente en Argentina que en los demás países latinoamericanos.

En Brasil ambos fenómenos son posteriores; después surgieron en

México y Chile, al paso que Colombia manifiesta claramente un

retraso en este aspecto.

Si la expansión de la matrícula y el desarrollo de la investigación

parecen depender de transformaciones sociales más amplias, la

valoración del sistema público de educación, la gratuidad, el ingreso

irrestricto y el cogobierno están más claramente asociados con la

fuerza del movimiento estudiantil, en su alianza con los partidos de

izquierda.

México y Argentina son los países en los cuales el movimiento

estudiantil parece haber sido más fuerte, por haber encontrado

mayores bases de apoyo político y cultural capaz de asegurar no sólo

la gratuidad de la educación pública, sino el cogobierno y el acceso

irrestricto a las universidades. En Chile, antes del gobierno de

Pinochet, se mantuvo la gratuidad pero no se permitió el ingreso

irrestricto. Se estableció el cogobierno de las universidades por

38

Page 39: Politic as Educativa s

docentes y estudiantes, si no legalmente, al menos de hecho. El caso

brasileño es semejante al chileno, a pesar de que la cogestión,

defendida en pleno régimen militar, no haya logrado implantarse. En

Colombia, no obstante la confrontación frecuentemente violenta de

los años sesenta, las reformas no se produjeron antes de los ochenta

y ocurrieron en un contexto ya muy diferente.

En el ideario y en las luchas por las reformas, la investigación

parece constituir un valor defendido de manera abstracta, antes que

un movimiento interno de incorporación de nuevas actividades y

funciones, lo cual es comprensible cuando se verifica que los

principales actores involucrados en el proceso, estudiantes y

docentes, rara vez poseían ellos mismos alguna formación y alguna

práctica en actividades de investigación. La comunidad científica

capaz de promover esta actividad y elaborar los mecanismos de

apoyo necesarios, aun cuando gozaba de gran prestigio, siempre fue

pequeña.

Si el desarrollo de la investigación estuvo asociado con la

industrialización, parece que el modelo de sustitución de

importaciones, en la medida en que utiliza tecnología importada,

presentaba límites a la integración entre ciencia y tecnología, lo que

constituye un factor importantísimo para promover el desarrollo de las

actividades de investigación. Las excepciones son aquellas áreas en

las cuales existe un interés directo del estado, sea por implicaciones

estratégicas o por interés social, como la física nuclear, la

investigación agropecuaria y el área de medicina.

Con algunas excepciones, los centros de investigación se

constituyeron como islas o pequeños archipiélagos en un conjunto de

instituciones que continuaron básicamente dirigidas a la enseñanza.

En el conjunto de modificaciones que ocurrieron en la segunda

mitad de este siglo, y que en cierta medida corresponden a las

39

Page 40: Politic as Educativa s

reivindicaciones de los actores involucrados, la más exitosa fue

ciertamente la de la ampliación del acceso a la educación superior.

Si bien la presión por incrementar el número de matrícula

resultó efectivamente en mayor democratización del acceso a la

educación superior, este crecimiento generó también problemas que

no habían sido considerados ni fueron adecuadamente resueltos y que

se manifiestan hoy en términos de la calidad de la educación y del

enorme aumento de los costos del sistema público.

Aunque el ideario de reformas elaborado en la posguerra tienda

a polarizar el debate y a orientar la actuación de los actores

políticamente organizados (los sindicatos, el movimiento estudiantil,

las propias universidades como instituciones y las asociaciones

científicas), el modelo formulado a mediados de este siglo da

muestras de agotamiento aun antes de implantarse plenamente.

La reflexión y las demandas políticas de estos actores parecen,

en efecto, haber ignorado tendencias y procesos más amplios que se

constituyeron durante este primer período y que influyeron

profundamente en los rumbos de la educación superior sin haber sido

objeto de políticas coherentes y explícitas. Lo que caracteriza a las

políticas recientes es la tentativa de revisión del modelo; hacen

referencia a los problemas que dicho modelo generó y definen nuevas

líneas de actuación que consideren esos procesos más amplios que

ocurrieron independientemente de los actores tradicionales.

b) De los ochenta a nuestros días

En este sentido, las políticas de reforma educativa del segundo

período deben responder a nuevos problemas. En primer lugar, la

crisis de financiamiento del sistema público, que proviene de su

crecimiento absoluto y relativo, así como de la complejidad creciente

de las funciones que desempeñan las universidades.

40

Page 41: Politic as Educativa s

El mantenimiento del sistema de educación superior y la

sustentación del ritmo de crecimiento pretendido exigen parcelas

crecientes de los presupuestos públicos que compiten con aquellas

destinadas a los demás niveles educativos. El tema de la educación

privada ha surgido como propuesta de diversificación de las fuentes y

ampliación del monto de los recursos. La solución de la crisis

financiera implica, además, una transformación de la propia forma de

relación entre las instituciones de educación superior y el estado, la

cual se basó tradicionalmente en la asociación entre autonomía

relativa, control burocrático centralizado e incremento del

financiamiento.

En todos los países se busca sustituir, con mayor o menor éxito,

el sistema burocrático centralizado y asociado con el financiamiento

de tipo incrementalista por otro basado en la descentralización, en la

mayor autonomía de las instituciones públicas y en alguna forma de

evaluación de la calidad y del desempeño.

Otro aspecto fundamental es la alteración profunda que sufrió la

composición del sistema. Ocurrió un nítido descenso de las

instituciones educativas católicas, que durante mucho tiempo se

presentaron como una alternativa al sistema público, en función de un

nuevo fenómeno: el surgimiento de instituciones privadas no

confesionales que obedecen a una lógica de mercado.

Aunque la tendencia ocurra en todos los países, la capacidad de

expansión de este sector está íntimamente asociada con las

decisiones políticas anteriores referentes al sector público, que

afectaron su capacidad de absorber la demanda de la masa. Donde se

instituyó o se restableció la política de ingreso irrestricto en las

instituciones públicas (México y Argentina), éstas absorbieron el

crecimiento de la demanda y el sector privado creció poco. Pero

donde persistió la limitación de vacantes en el sector público, aun

41

Page 42: Politic as Educativa s

manteniéndose la gratuidad, el sector privado se expandió con

enorme dinamismo, lo que dio lugar a una dualidad profunda en los

sistemas de educación superior.

Este proceso implicó inicialmente la concentración de la oferta

de educación superior privada en una formación donde los costos

bajos necesarios para captar la clientela masiva implicaban baja

calidad. Este enfoque al parecer está cambiando con el surgimiento

de un sector privado de mercado dirigido a una educación de alta

calidad, destinada a los niveles de ingresos más altos. Así, este sector

comienza a disputar la clientela no sólo del sector público, sino

especialmente la de las universidades católicas, que siempre

buscaban competir en ese nivel con las instituciones estatales.

Otra tendencia extremadamente importante, que ocurrió en

todos los países, fue la penetración de las instituciones de educación

superior, tanto públicas como privadas, en el interior de cada país.

Hasta los años setenta, la educación superior se concentraba en las

capitales nacionales, expandiéndose en los países más grandes hacia

las capitales estatales o provinciales. Lo que se nota desde dicha

década, pero con más vigor en la siguiente, es la creación de un gran

número de establecimientos de educación terciaria, públicos y

privados, en las ciudades del interior. Este movimiento de dispersión

espacial parece ser consecuencia del proceso de urbanización de

América Latina, que multiplica el número de ciudades medianas y

grandes, lo que su vez se traduce en la importancia política de este

segmento educativo.

Asociado con el doble movimiento de expansión y de dispersión,

ocurre un proceso de diversificación de los tipos de establecimientos

(universitarios o no) y de los cursos ofrecidos. El sector

postsecundario no universitario, que fue estimulado en los países

desarrollados como una forma alternativa para atender a la educación

42

Page 43: Politic as Educativa s

en masa, en América Latina fue explotado en gran parte por los

particulares y tendió a crecer espontáneamente y sin control.

El surgimiento del sector educacional de mercado, la dispersión

espacial y la diversificación se presentan como fenómenos asociados,

que tienen mucho que ver con una nueva tendencia de

democratización del acceso a la educación superior, bien diferente de

aquella defendida por el movimiento estudiantil durante este período.

Dicha tendencia produce una profunda transformación de los sistemas

educativos que en general propicia la disminución de la calidad.

Otro fenómeno muy importante es la decadencia del

movimiento estudiantil. Aunque tal declive es más acentuado en los

países que pasaron por regímenes militares –puesto que todos ellos

destruyeron las organizaciones estudiantiles– también se verifica en

los países donde no hubo represión política. La decadencia del

movimiento estudiantil parece estar asociada con la heterogeneidad

creciente del alumnado y el surgimiento del sector privado. En efecto,

las instituciones de educación superior ya no pueden ser concebidas

como los centros por excelencia para la formación de las élites

políticas, y era probablemente esa función la que alimentaba y daba

fuerza al movimiento estudiantil, con su carácter típico de

vanguardismo.

La decadencia del movimiento estudiantil no dejó un vacío

político. Su lugar fue ocupado por un nuevo actor: los sindicatos de

docentes y trabajadores no académicos. El surgimiento de los

sindicatos tiene mucho que ver con el enorme incremento del número

de maestros de educación superior para satisfacer la expansión de

vacantes. Se construyó de esta manera un nuevo sector de

profesionales que fue admitido a la educación superior sin mayores

exigencias de calificación y para el cual la carrera académica en el

sentido tradicional está cerrada; estos docentes dependen de

43

Page 44: Politic as Educativa s

reivindicaciones corporativas organizadas para defender sus

posiciones y sus intereses. Como el sector público ofrece mayor

seguridad de empleo, allí se constituye el núcleo del movimiento. Pero

considerando la proletarización de los docentes de las instituciones

privadas, es de esperarse un fortalecimiento del movimiento sindical

también en este sector, alterando de este modo la arena política.

El movimiento sindical debe ser comprendido en el contexto

general de creación de un nuevo mercado de trabajo (el del profesor

universitario asalariado); surge así la misma diversificación interna de

esta categoría, la cual corresponde a la diversificación de la educación

superior, asociada con la masificación, la pérdida de prestigio y la

disminución de la calidad del sistema en su conjunto.

c) Las políticas recientes

Las políticas recientes constituyen un intento de los gobiernos

por superar las limitaciones del modelo de educación superior vigente

y enfrentar los nuevos problemas y tendencias que ocurrieron, en

gran parte, independientemente de las políticas oficiales.

El núcleo de las nuevas propuestas se refiere al sector público e

implica la alteración de la relación entre las instituciones de educación

superior y el estado, sustituyendo el sistema altamente centralizado y

burocrático de controles gubernamentales asociado con el

financiamiento incrementalista por otro basado en la contención de

los gastos públicos, en la descentralización administrativa y en la

introducción de procesos de evaluación.

La tendencia es la misma que se observa en los países

desarrollados donde la educación superior es financiada y controlada

directamente por el estado, como en Europa, y consiste en lo que Guy

Neave (2001) definió como el surgimiento del estado evaluador.

En su forma más coherente y desarrollada, el nuevo modelo

asocia el financiamiento con indicadores de desempeño, implica una

44

Page 45: Politic as Educativa s

definición previa y externa a las propias universidades de las

funciones sociales que ellas deben desempeñar y promueve su

autonomía administrativa. En el modelo anterior, por contraste, la

definición de las funciones y tareas tendía a hacerse internamente por

las propias instituciones, que luchaban por mantener su autonomía

política, aunque en algunos casos no existía la autonomía

administrativa, sujetándose al control burocrático centralizado

ejercido por órganos gubernamentales externos.

Este tipo de reforma tiene carácter claramente instrumental. Se

trata de crear mecanismos y organizaciones dotados de eficacia para

enfrentar los problemas asociados con la expansión y la multiplicación

de las funciones del sistema de educación superior.

Esta dimensión de las reformas actuales implica problemas

sustantivos tanto en el monto de los recursos públicos que serán

asignados a la educación superior como en los criterios de su

distribución. Implica, asimismo, una redistribución de poder dentro del

sistema, y son estas cuestiones las que movilizan a los actores

políticos involucrados.

En conjunto, las reformas que están siendo propuestas

contemplan una serie de medidas cuyo espectro máximo abarca:

1. Cobro de servicios como forma de captación de ahorro

privado para complementar las necesidades de

financiamiento del sistema.

2. Limitación de la matrícula en el sector público.

3. Implantación de mecanismos de evaluación de la calidad de

la educación y de la producción científica.

4. Asociación del financiamiento con la definición de metas, con

alguna forma de evaluación de desempeño o con ambas.

45

Page 46: Politic as Educativa s

5. Descentralización del sistema con simplificación de los

controles burocráticos y concesión de mayor autonomía

administrativa a las instituciones.

Las propuestas de reforma que provocan los debates más

acalorados y suscitan resistencias organizadas contra ellas son

exactamente las que incorporan críticas a los ideales propios del

modelo anterior, los cuales parecían indiscutibles hasta hace poco. Se

incluyen en este grupo las discusiones relativas a la educación

gratuita, el ingreso irrestricto y la cogestión. En este contexto surgen

algunos temas nuevos que, si no dan origen a resistencias explícitas,

encuentran, por su propia novedad, oposiciones implícitas; de éstos,

el más polémico y generalizado ha sido el de la evaluación, el cual

está asociado con la cuestión de la calidad educativa.

Parece existir hoy en América Latina un consenso alrededor de

la idea de que los sistemas de educación superior están en crisis y de

que son necesarias, a corto plazo, medidas capaces de

reestructurarlos. La crisis se refiere de manera directa a la calidad de

la educación y es socialmente significativa cuando los resultados o

productos que se obtienen de las instituciones de educación superior

dejan de corresponder a las expectativas de los diferentes grupos y

sectores que de ella participan y, más aún, cuando la frustración

continua de esas expectativas comienza a tornarse insustentable.

Factores endógenos y exógenos al sistema de educación

superior se combinan para el diagnóstico de esa crisis de calidad. Se

identifican la expansión desordenada de la educación superior, a

través de la proliferación de instituciones privadas de baja calidad, y

el deterioro de la educación pública; en fin, síntomas de la expansión

desordenada que convergen en la preocupación por la calidad del

sistema. Se suman dos aspectos críticos: la incapacidad del sistema

para atender las necesidades de una economía competitiva en

46

Page 47: Politic as Educativa s

constante cambio y la configuración actual del sistema, con la

proliferación de cursos en áreas suaves. A largo plazo tiende a

reforzarse la brecha entre las demandas del sector productivo y lo

ofrecido por la educación superior. Ese desajuste genera dificultades

crecientes de absorción de los egresados y conduce a una

diferenciación en la utilidad del diploma universitario.

Al lado de esos factores internos, la caída de la calidad de la

educación estaría acentuándose debido a la crisis fiscal del estado,

con la cual los países latinoamericanos vienen conviviendo desde el

inicio de los años ochenta. En un contexto de escasez generalizada de

recursos, el estado se encontró virtualmente impedido en su

capacidad para atender las demandas de diferentes sectores y se

enfrentó al imperativo de redireccionar sus recursos. Empezó

entonces a configurar una política redistributiva en que otras áreas,

como salud, enseñanza básica y habitación, emergían como

prioridades.

Deterioro de la calidad, falta de adecuación al sistema

productivo, rigidez curricular y financiamiento escaso constituyen hoy

los puntos de estrangulamiento de los sistemas de educación

superior. En la perspectiva de la planeación, la educación superior

comienza a ser evaluada a partir de una lógica que se aproxima a la

de mercado: la visión prevaleciente es que la educación superior

ofrece un servicio de mala calidad a un costo muy alto.

En América Latina las propuestas de evaluación aparecen con

dos sentidos distintos. En algunos casos la evaluación es entendida

como un instrumento correctivo que debe identificar las fallas,

carencias y desvíos más graves en el financiamiento de las

instituciones. Serviría, así, de base para la adopción de medidas de

reestructuración del sistema, quedando a criterio de cada institución

la decisión de adoptarlas. En otros casos se concibe la evaluación

47

Page 48: Politic as Educativa s

como un instrumento selectivo, a través del cual es posible identificar

los factores de eficiencia y el potencial de productividad académica de

las instituciones.

Los dos sentidos atribuidos a la evaluación no son excluyentes.

Lo que varía es el peso conferido a esas dos dimensiones en la

agenda de cada país. En Colombia predomina el aspecto correctivo,

ya que el tema de la evaluación emerge paralelamente a las medidas

relacionadas con la organización del sistema. En México la evaluación

ha venido siendo tratada con cierta ambigüedad, predominando el

sentido correctivo en la enseñanza superior y el selectivo en políticas

de ciencia y tecnología. En el caso brasileño la evaluación asume un

carácter más selectivo, pues sus primeras propuestas fueron

formuladas por iniciativa de grupos con fuerte carácter académico en

conexión con agencias gubernamentales del área de educación

superior.

La evaluación entendida como la contrapartida de la autonomía

universitaria acaba por incidir sobre esa propia autonomía. De un

modo general, existe desconfianza por parte de la comunidad

académica en relación con los procesos de evaluación, pues

presupone que ellos cercenan la autonomía universitaria. Desde el

punto de vista de los formuladores de las políticas, la autonomía

universitaria es considerada como un obstáculo para la introducción

de mecanismos de evaluación. Lo verdaderamente importante, es

discutir la relación entre evaluación y autonomía a partir de una

nueva perspectiva, dejando de lado el debate en que esas cuestiones

aparecen como mutuamente excluyentes.

Al considerar que la identificación de las diferentes

orientaciones, propósitos y objetivos de las diversas instituciones,

sectores y grupos es parte importante de los procesos de evaluación y

de que cada cual será evaluado en términos de lo que se propone

48

Page 49: Politic as Educativa s

lograr, la autonomía universitaria surge, como una condición

importante para la eficacia de la evaluación. En otras palabras, la

evaluación sólo se transforma en un instrumento eficaz para el

mejoramiento del sistema si provoca en las universidades una

reacción. Esto es así porque la evaluación no lleva por sí sola al

mejoramiento del sistema. De nada sirve identificar deficiencias si el

propio sistema no instrumenta medidas para superarlas. Es por medio

de la movilización de diferentes sectores y grupos en torno a sus

intereses que la universidad, haciendo valer el principio de la

autonomía, reacciona positivamente a la evaluación. En el caso

contrario, los procesos de evaluación no tienen eco, porque tienden a

convertirse en procedimientos meramente burocráticos.

En realidad, es la autonomía administrativa la que confiere

flexibilidad a las universidades para adecuarse a las demandas del

público estudiantil y del sector productivo, a través de la

reformulación de los currículos y la creación de nuevos cursos. Por su

parte, la autonomía de gestión permite que las universidades, en el

actual contexto de rigidez presupuestaria, promuevan una asignación

más eficiente de sus recursos e intensifiquen la captación de

financiamientos de otras fuentes.

Por último, la adopción de procedimientos de evaluación altera

sustancialmente el patrón tradicional de control del estado. Como

criterio de financiamiento para el sector público, la evaluación

introduce racionalidad en la asignación de recursos y estimula a las

instituciones a buscar fuentes alternativas de financiamiento, lo que a

mediano plazo, conduce a un relajamiento del control gubernamental

directo sobre las instituciones públicas de educación superior. En esa

línea la evaluación del sector público sobrepasa el ámbito meramente

institucional para configurarse como una evaluación del desempeño

49

Page 50: Politic as Educativa s

del propio estado, poniendo de relieve su eficacia en la oferta de

educación superior.

La inclusión de instituciones privadas en el proceso de

evaluación traduce, a su vez, la intención del estado de reformular la

postura de desregulación que prevaleció hasta ahora, instaurando

criterios más rigurosos de acreditación.

El carácter innovador de ese procedimiento radica en que tanto

el sector público como el privado estarían siendo evaluados por la

calidad del servicio que ofrecen, considerando que la educación

superior es un servicio público. Lo significativo de un servicio público

no será el ser administrado por el estado, sino que atienda

adecuadamente a su público. Por tanto, importa menos quién es el

propietario del servicio educativo que la calidad del servicio entregado

al público.

No todos los países, empero, incluyen en los procesos

evaluativos al sector privado. En Brasil, por ejemplo, las propuestas de

evaluación lo han pasado por alto.

La adopción de un formato mixto de evaluación, que incluye

tanto al sector público como al privado, en realidad va a implicar una

transformación profunda en la configuración de los sistemas de

educación superior. Curiosamente, la evaluación mixta viene siendo

implantada en Chile y México, países que tienen en común gobiernos

de acentuado carácter neoliberal. La composición de sus respectivos

sistemas de educación superior, no obstante, es muy diferente. En

Chile la demarcación entre sectores público y privado siempre fue

fluida, y hoy las instituciones privadas absorben más de la mitad de la

matrícula. En México, al contrario, la educación pública responde por

cerca de 80% de la matrícula, además de hacer sufrido un fuerte

deterioro en los últimos años.

50

Page 51: Politic as Educativa s

Se trata de situaciones muy distintas: de un lado, la

indiferenciación creciente entre sectores público y privado en

términos del financiamiento en el caso de Chile; del otro, en México,

un sector privado que, pese a ser pequeño, destaca por su

participación en evaluaciones de la calidad (algunas instituciones de

élite ya son evaluadas periódicamente por la Southern Association of

Schools and Colleges norteamericana).

En Chile la lógica subyacente a la implantación de un sistema de

evaluación mixta es la de ampliar la competencia por los recursos

públicos, reforzada con la extensión de los aportes fiscales indirectos

a las instituciones de educación superior privadas. Consolidar la

indiferenciación pública y privada, atenuando sus fronteras, parece

ser la tónica de las políticas del nuevo gobierno chileno. La

competencia está concentrada en el sector público, sobre todo en las

instituciones más tradicionales, que continúan funcionando como

paradigma de calidad de todo el sistema.

En México el deterioro de la educación pública en los últimos

veinte años llevó a un desplazamiento de la calidad hacia algunas

instituciones privadas, que atienden a una demanda creciente de

sectores de élite. A pesar de que buena parte de las instituciones más

competentes son públicas, la expansión del sistema implicó una

pérdida sustancial del prestigio del sector público. Paralelamente, se

consolidó un segmento moderno de instituciones privadas,

especializadas en la formación de profesionales en economía y

administración, lo que define un nuevo patrón de calidad para el

conjunto del sistema. Con eso, los términos de la relación entre

gobierno y sector privado se alteran, e influyen en el proceso de

reorganización del sector público de educación superior vía

evaluación.

51

Page 52: Politic as Educativa s

Hay otras ausencias preocupantes en la agenda política de los

países de América Latina. Si la cuestión de la calidad de la educación

se ha estado contemplando a través de las tentativas de

institucionalizar procesos de evaluación (ninguno de los cuales se ha

consolidado aún) ningún país ha formulado amplios proyectos de

reorganización de la estructura curricular, los diplomas, carreras y

habilitaciones ofrecidas.

Otras dos cuestiones se ligan con la anterior: la ausencia de

políticas más explícitas y agresivas en relación con todo el sector de la

educación terciaria no universitaria y la oferta de cursos de diferente

duración, de módulos curriculares y diplomas acumulativos. Dicho

sector, con excepción parcial de Argentina, se ha desarrollado de

forma espontánea y es explotado antes por el sector privado que por

el público, además que no ha sido objeto de políticas explícitas

coherentes.

Toda la cuestión de la educación a distancia, que podría

transformarse en un campo privilegiado para la expansión de la oferta

en el sector público, de oportunidades de formación y calificación para

la población en general, no constituyó una prioridad de la política

gubernamental en ningún país. El fenómeno es preocupante, ya que

se nota una fuerte expansión de este sector en el escenario mundial,

incluso con la tendencia a la comercialización de programas para

mercados internacionales. El sector privado se muestra

particularmente interesado en la compra de programas de este tipo,

que por lo general dan derecho a diplomas otorgados por instituciones

de países desarrollados. Hay, por lo tanto, el peligro de que este tipo

de iniciativa transforme a América Latina en un simple consumidor de

paquetes educativos elaborados en otra parte.

Finalmente, está el papel de la investigación en las políticas

recientes. Como ocurrió en el pasado, la enseñanza parece concentrar

52

Page 53: Politic as Educativa s

la atención del debate público y el apoyo al desarrollo de la

investigación parece constituir, en algunos países, más un objeto de

retórica que un objetivo perseguido en forma permanente. Los

mecanismos de apoyo existentes son, en gran parte, los mismos que

se crearon en la posguerra. Sólo en lo que respecta al posgrado se

pueden notar políticas explícitas y consistentes. Toda la compleja

relación entre ciencia y tecnología y su concreción a través del vínculo

entre universidades y sector productivo, ha sido abordada

primordialmente mediante las agencias e instrumentos ya existentes

y depende mucho de iniciativas de las propias universidades.

Como corolario final, lo que parece estar claro, tanto para los

gobiernos como para los intelectuales que han analizado la cuestión,

es que son inevitables las profundas reformas, que tenderán a ocurrir

tarde o temprano.

2.4 La política educativa en México

2.4.1 Organización política3

Los Estados Unidos Mexicanos (México) constituyen una

república representativa, democrática, federal, compuesta por

estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen

interior; pero unidos en una federación (artículo 40).

El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la

Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los

estados, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos

respectivamente establecidos por la Constitución Federal y las

particulares de los estados, las que en ningún caso podrán contravenir

las estipulaciones del pacto federal (artículo 41).

La Federación está integrada por 31 estados y el Distrito

Federal. La ciudad de México es el Distrito Federal, sede de los

3 Este apartado se basa en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

53

Page 54: Politic as Educativa s

poderes de la Unión y capital de los Estados Unidos Mexicanos

(artículos 43 y 44).

El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en

Legislativo, Ejecutivo y Judicial (artículo 49).

El Poder Legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se

deposita en un Congreso General que se dividirá en dos cámaras, una

de Diputados y otra de Senadores (artículo 50).

Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de

gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de

su división territorial y de su organización política y administrativa, el

municipio Libre (artículo 115). El poder público de los estados se

dividirá, para su ejercicio, en Ejecutivo, Legislativo y Judicial (artículo

116). Los gobernadores de los estados están obligados a publicar y

hacer cumplir las leyes federales (artículo 120).

El Congreso Federal en materia de educación tiene la facultad:

“Para establecer, organizar y sostener en toda la república escuelas

rurales, elementales, superiores, secundarias y profesionales; de

investigación científica, de bellas artes y de enseñanza técnica,

escuelas prácticas de agricultura y minería, de artes y oficios, museos,

bibliotecas, observatorios y demás instituciones concernientes a la

cultura general de los habitantes de la nación y legislar en todo lo que

se refiere a dichas instituciones; […] así como para dictar las leyes

encaminadas a distribuir convenientemente entre la Federación, los

estados y los municipios el ejercicio de la función educativa y las

aportaciones económicas correspondientes a ese servicio público,

buscando unificar y coordinar la educación en toda la república. Los

títulos que se expidan por los establecimientos de que se trata

surtirán sus efectos en toda la república (artículo 73, fracción XXV)”.

2.4.2 El sistema educativo nacional

54

Page 55: Politic as Educativa s

En este apartado se hará una descripción del principal marco

normativo que regula el sistema educativo nacional, en particular la

educación superior en la que participan las universidades públicas

autónomas.

Los preceptos que norman y dan vida a la educación en México

se encuentran establecidos en el artículo 3º constitucional. Las

principales características de la educación que se imparte en nuestro

país son las siguientes:

Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El estado

(federación, estados, Distrito Federal y municipios) impartirá

educación preescolar, primaria y secundaria. La educación

preescolar, primaria y la secundaria conforman la educación

básica obligatoria.

Toda la educación que el estado imparta será gratuita y laica.

Los fines de la educación que el estado imparta serán los de:

o Desarrollar armónicamente todas las facultades del ser

humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria

y la conciencia de la solidaridad internacional, en la

independencia y la justicia.

o El criterio que orientará a la educación se basará en los

resultados del progreso científico, luchará contra la

ignorancia y sus efectos, la servidumbre, los

fanatismos y los prejuicios.

o Será democrática, considerando la democracia no

solamente como una estructura jurídica y régimen

político, sino como un sistema de vida fundado en el

constante mejoramiento económico, social y cultural

del pueblo.

o Será nacional, en cuanto –sin hostilidades ni

exclusivismos– atenderá a la comprensión de nuestros

55

Page 56: Politic as Educativa s

problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a

la defensa de nuestra independencia política, al

aseguramiento de nuestra independencia económica y

a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura.

o Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por

los elementos que aporte a fin de robustecer en el

educando, junto con el aprecio para la dignidad de la

persona y la integridad de la familia, la convicción del

interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado

que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e

igualdad de derechos de todos los hombres, evitando

los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos

o de individuos.

Además de impartir la educación básica obligatoria, el estado

promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades

educativos (incluyendo la educación inicial y a la educación

superior) necesarios para el desarrollo de la nación; apoyará

la investigación científica y tecnológica, y alentará el

fortalecimiento y difusión de nuestra cultura.

Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos

y modalidades. En los términos que establezca la ley, el

estado otorgará y retirará el reconocimiento de validez oficial

a los estudios que se realicen en planteles particulares. En el

caso de la educación preescolar, primaria, secundaria y

normal, los particulares deberán:

o Impartir la educación con apego a los mismos fines y

criterios establecidos, así como cumplir los planes y

programas respectivos.

o Obtener previamente, en cada caso, la autorización

expresa del poder público.

56

Page 57: Politic as Educativa s

Las universidades y las demás instituciones de educación

superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la

facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas;

realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura

de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la

libertad de cátedra e investigación y de libre examen y

discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas;

fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de

su personal académico, y administrarán su patrimonio.

 

EL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL comprende a las instituciones del

gobierno y de la sociedad, encargadas de proporcionar servicios

educativos y de preservar, transmitir y acrecentar la cultura de los

mexicanos. Lo forman, según la Ley General de Educación, educandos

y educadores; autoridades educativas; planes, materiales y métodos

educativos, así como las normas de educación. Lo integran también

las instituciones educativas del gobierno y organismos

descentralizados, instituciones particulares autorizadas y

universidades públicas autónomas. La misma ley distingue los

siguientes tipos de servicios educativos: educación inicial (0-4 años),

educación básica (5-14 años; niveles: preescolar, primaria y

secundaria), educación especial; educación media superior y

educación superior; educación básica para adultos y formación para el

trabajo. Los tipos y niveles enunciados ofrecen servicios educativos en

modalidades escolarizada, no escolarizada y mixta (ver tabla 2).

Tabla 2

Esquema general del sistema educativo nacional

Tipo educativo Nivel Escolarizado No escolarizado

Educación inicial

Educación inicial Educación vía padres de familia

Preescolar Preescolar generalPreescolar comunitario

57

Page 58: Politic as Educativa s

EDUCACIÓNBÁSICA

Preescolar indígenaPrimaria Primaria general

Cursos comunitariosPrimaria indígena

Primaria para adultos

Secundaria Secundaria generalPara trabajadoresSecundaria técnicaTelesecundaria

Secundaria para adultos

Capacitación para el trabajo

Capacitación Formación para el trabajo

EDUCACIÓNMEDIA SUPERIOR

Profesional técnico

CONALEP, otros Educación abierta y a distancia

Bachillerato Bachillerato generalBachillerato técnico

EDUCACIÓNSUPERIOR

Técnico superior

Universidades tecnológicas, otras

Educación abierta y a distancia

Licenciatura Educación normalUniversitaria y tecnológicaLicenciatura tecnológica

Posgrado Especialidad MaestríaDoctorado

Fuente: elaboración propia con información de la Ley General de Educación.

La educación superior universitaria pública se atiende en

instituciones federales y estatales, autónomas y desconcentradas,

públicas y privadas. Las universidades tienen los fines de educar,

investigar, difundir y extender los beneficios de la cultura. Las leyes

que dieron origen a las universidades públicas también les otorgaron

su régimen de gobierno; las autónomas, bajo los principios de libertad

de cátedra y de investigación, determinan sus planes y programas,

fijan los términos de ingreso, promoción y permanencia de su

personal académico, administran su patrimonio y designan a los

integrantes de sus órganos de gobierno.

Las instituciones privadas forman parte del sistema de

educación superior. El régimen que norma su funcionamiento está

determinado por el hecho jurídico que las creó, ya se trate de

instituciones incorporadas a la federación, los estados o a las

universidades públicas autónomas.

58

Page 59: Politic as Educativa s

EN MATERIA DE REGULACIÓN EDUCATIVA, el instrumento más avanzado

es la Ley General de Educación. Sin embargo, este ordenamiento no

aplica para las universidades públicas autónomas responsables de

brindar el servicio de educación superior de mayor accesibilidad y

cobertura a la población mexicana. Según establece su artículo 1º:

“Esta Ley regula la educación que imparten el Estado (Federación,

entidades federativas y municipios), sus organismos descentralizados

y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez

oficial de estudios.

La función social educativa de las universidades y demás

instituciones de educación superior a que se refiere la fracción VII del

artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,

se regulará por las leyes que rigen dichas instituciones”.

La Ley para la Coordinación de la Educación Superior (que tan

sólo consta de 27 artículos, para comprender lo limitado de su

alcance) tiene por objeto establecer bases para la distribución de la

función educativa de tipo superior entre la Federación, los estados y

los municipios, así como prever las aportaciones económicas

correspondientes, a fin de coadyuvar al desarrollo y coordinación de la

educación superior. Los principales aspectos que regula esta ley

concernientes a las universidades públicas autónomas son:

El tipo de educación superior es el que se imparte después

del bachillerato o su equivalente. Comprende la educación

normal, la tecnológica y la universitaria e incluye carreras

profesionales cortas y estudios encaminados a obtener los

grados de licenciatura, maestría y doctorado, así como

cursos de actualización y especialización.

Sin perjuicio de la concurrencia de los estados y municipios,

para proveer a la coordinación de la educación superior, la

Federación realizará las siguientes funciones:

59

Page 60: Politic as Educativa s

oPromover, fomentar y coordinar acciones programáticas

que vinculen la planeación institucional e

interinstitucional de la educación superior con los

objetivos, lineamientos y prioridades que demande el

desarrollo integral del país.

oAuspiciar y apoyar la celebración y aplicación de

convenios para el fomento y desarrollo armónico de la

educación superior, entre la Federación, los estados y

los municipios.

oFomentar la evaluación del desarrollo de la educación

superior con la participación de las instituciones.

oApoyar la educación superior mediante la asignación de

recursos públicos federales.

Para coordinar la educación superior, la Federación, los

estados y los municipios considerarán la opinión de las

instituciones de educación superior, directamente y por

conducto de sus agrupaciones representativas.

La Federación, dentro de sus posibilidades presupuestales y

en vista de las necesidades de docencia, investigación y

difusión de la cultura de las instituciones públicas de

educación superior, les asignará recursos conforme a esta ley

para el cumplimiento de sus fines.

Para los fines de esta ley, los recursos que la Federación

otorgue a las instituciones de educación superior serán

ordinario o específicos.

Para la satisfacción de necesidades extraordinarias las

instituciones podrán solicitar recursos adicionales.

Cuando las instituciones requieran desarrollar proyectos

adicionales de superación institucional y carezcan de fondos

para ello, el Ejecutivo Federal podrá apoyarlas con recursos

60

Page 61: Politic as Educativa s

específicos, previa celebración del convenio respectivo y, en

su caso, atendiendo al desarrollo de los convenios

anteriormente celebrados.

Las instituciones de educación superior deberán aplicar los

fondos proporcionales por la Federación, estrictamente a las

actividades para las cuales hayan sido asignados y de

conformidad con las leyes respectivas.

A nivel estatal las universidades públicas autónomas tampoco

están sujetas a la normatividad de éstos. Por ejemplo, la Ley de

educación del estado de Jalisco establece en su artículo 1º que su

objeto es regular los servicios educativos que se presten en la entidad

por el gobierno del estado de Jalisco, sus municipios, los organismos

descentralizados, así como aquellos que proporcionen los particulares

con autorización o reconocimiento de validez oficial de estudios.

La función social educativa de las universidades y demás

instituciones de educación superior a que se refiere la fracción VII del

artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,

se regulará por las leyes que rigen dichas instituciones.

El estado de Jalisco que aporta más del 50% del presupuesto a

la Universidad de Guadalajara no establece ninguna medida de

política educativa hacia ella.

EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR. Esta función se desarrolló

en un marco de coordinación entre las organizaciones universitarias,

las profesionales y las gubernamentales, y es realizada por

organismos integrados de igual forma. Esto es reflejo de la casi nula

reglamentación del estado mexicano en la educación superior. A

continuación se presenta un panorama general de la situación.

La evaluación de la educación superior adquirió relevancia en

México a partir del Plan Nacional de Desarrollo 1988-1994, en cuyo

61

Page 62: Politic as Educativa s

Programa de Modernización Educativa se le concibe como una guía

estratégica para modernizar ese nivel educativo.

La Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación

Superior (Conpes, 1978) es una instancia de concertación en la que

participan las autoridades gubernamentales y las autoridades de las

instituciones de educación superior, tanto tecnológica como

universitaria.

Como complemento necesario de las diversas acciones de

planeación educativa promovidas por la Conpes, en noviembre de

1989 se instaló la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación

Superior (Conaeva).

Los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la

Educación Superior (CIEES) fueron instituidos por la Conpes, en el

marco de concertación entre la Secretaría de Educación Pública (SEP)

y la ANUIES, con el objeto de apoyar los procesos del Sistema

Nacional de Evaluación de la Educación Superior.

Con el fin de mejorar las funciones y resultados del quehacer

académico de las instituciones de educación superior, la comisión

impulsó la iniciativa de la Asociación Nacional de Universidades e

Instituciones de Educación Superior (ANUIES) de establecer un

sistema nacional de evaluación integrado por tres procesos

articulados entre sí, pero cada uno con propósitos específicos:

1. La autoevaluación de cada institución de educación superior

(IES), coordinada por la Conaeva.

2. La evaluación interinstitucional que se ha encomendado a los

Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación

Superior (CIEES).

3. La evaluación global del sistema y subsistema de educación

superior, realizada por la Subsecretaría de Educación

Superior e Investigación Científica (SESIC), la Subsecretaría

62

Page 63: Politic as Educativa s

de Educación e Investigación Tecnológicas (SEIT), el Consejo

del Sistema Nacional de Educación Tecnológica (Conset) y la

ANUIES.

La ANUIES acordó en 1997 impulsar la creación, por parte de la

Conpes, de un organismo no gubernamental cuyo propósito fuera

regular los procesos de acreditación, y que diera certeza de la

capacidad técnica y operativa de las organizaciones especializadas

dedicadas a la acreditación de programas académicos. Como

respuesta, a finales de 2000 fue instituido formalmente el Consejo

para la Acreditación de la Educación Superior, A. C. (Copaes).

El Copaes es la instancia capacitada y reconocida por el

Gobierno federal, a través de la SEP, para conferir reconocimiento

formal a favor de organizaciones cuyo fin sea acreditar programas

académicos de educación superior que ofrezcan instituciones públicas

y particulares, previa valoración de su capacidad organizativa, técnica

y operativa, de sus marcos de evaluación para la acreditación de

programas académicos, de la administración de sus procedimientos y

de la imparcialidad del mismo.

Los asociados constituyentes del COPAES son:

- SEP

- ANUIES

- Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de

Educación Superior, A. C.

- Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos

Veterinarios Zootecnistas de México, A. C.

- Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C.

- Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A. C.

- Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A. C.

63

Page 64: Politic as Educativa s

- Academia Mexicana de Ciencias, A. C.

- Academia Nacional de Medicina de México, A. C.

- Academia Nacional de Ingeniería, A. C.

A la fecha existen catorce organismos acreditadores

reconocidos por el Copaes:

1. Consejo Mexicano para la Acreditación de Programa de

Diseño, A. C. (COMAPROD).

2. Consejo Nacional de Enseñanza y del Ejercicio Profesional de

las Ciencias Químicas, A. C. (CONECQ).

3. Consejo Nacional para la Calidad de la Educación Turística,

A. C. (CONAET).

4. Asociación para la Acreditación y Certificación de Ciencias

Sociales, A. C. (ACCECISO).

5. Consejo Mexicano de Acreditación y Certificación de la

Enfermería, A. C. (COMCE).

6. Consejo Nacional de Educación Odontológica, A. C.

(CONAEDO).

7. Consejo Nacional de Acreditación en Informática y

Computación, A. C. (CONAIC).

8. Asociación Nacional de Profesionales del Mar, A. C.

(ANPROMAR).

9. Comité Mexicano de Acreditación de la Educación

Agronómica, A. C. (COMEAA).

10. Consejo Mexicano de Acreditación de la Enseñanza de la

Arquitectura, A. C. (COMAEA).

11. Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en

Psicología, A. C. (CNEIP).

12. Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería,

A. C. (CACEI)

64

Page 65: Politic as Educativa s

13. Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria y

Zootecnia, A. C. (CONEVET).

14. Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación

Médica, A. C. (COMAEM).

Otra institución relacionada con aspectos de evaluación es el

Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval),

creado en 1994. Su objeto es contribuir a mejorar la calidad de la

educación media superior y superior mediante evaluaciones externas

de los aprendizajes logrados en cualquier etapa de los procesos

educativos, de manera independiente y adicional a las que llevan a

cabo las instituciones educativas, conforme a los objetivos y funciones

que se establecen en su estatuto.

Aunque nació asociado a tres proyectos específicos (los

exámenes nacionales indicativos de ingreso a bachillerato, los

exámenes nacionales indicativos de ingreso a licenciatura y los

exámenes generales de calidad profesional) actualmente realiza y

aplica los siguientes:

Exámenes Nacionales de Ingreso

o EXANI-I: Ingreso a la educación media superior

o EXANI-II: Ingreso a la educación superior

o EXANI-III: Ingreso al posgrado

Exámenes Generales para el Egreso de la Licenciatura (EGEL)

o EGEL-A: Administración

o EGEL-C: Contaduría

o EGEL-CA: Ciencias agronómicas

o EGEL-CF (QFB): Ciencias farmacéuticas

o EGEL-CNI: Comercio-negocios internacionales

o EGEL-D: Derecho

o EGEL-E: Enfermería

o EGEL-I.I.: Ingeniería industrial

65

Page 66: Politic as Educativa s

o EGEL-IC: Ingeniería civil

o EGEL-IE: Ingeniería eléctrica

o EGEL-IEo: Ingeniería electrónica

o EGEL-IM: Ingeniería mecánica

o EGEL-IME: Ingeniería mecánica eléctrica

o EGEL-INFO-COMP: Informática-computación

o EGEL-IQ: Ingeniería química

o EGEL-MKT: Mercadotecnia

o EGEL-MG: Medicina general

o EGEL-MVZ: Medicina veterinaria y zootecnia

o EGEL-O: Odontología

o EGEL-P-CE: Pedagogía-ciencias de la educación

o EGEL-PSI: Psicología

o EGEL-Q: Química

o EGEL-T: Turismo

Examen General para el Egreso de los Profesionales Técnicos

o EGEP-E: Técnico en enfermería

Exámenes Generales para el Egreso del Técnico Superior

Universitario

o EGETSU: Técnico superior universitario

Exámenes del CONALEP

o EPCONA-CONALEP

Exámenes de Certificación de Competencias Laborales

o ECEP- Medicina veterinaria y zootecnia

Exámenes de la Universidad Pedagógica Nacional

o EGC-UPN: Licenciatura en educación de la UPN

Exámenes del Sistema Nacional de Seguridad Pública

o SNSP: Seguridad pública

Exámenes del Acuerdo 286 (SEP)

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Page 67: Politic as Educativa s

o Acuerdo 286. Acreditación del nivel licenciatura y técnico

profesional.

o Proceso de acreditación de conocimientos equivalentes al

bachillerato general.

2.4.3 La política educativa en México

Es importante resaltar algunos aspectos en relación al marco

normativo que regula la educación en México, antes de pasar al

análisis de las políticas educativas en nuestro país. En particular, lo

relativo a las universidades públicas autónomas.

Como señalamos en el punto anterior, los principales

ordenamientos jurídicos en materia educativa prácticamente no

aplican a las universidades públicas autónomas. Es decir, estas

instituciones no están sujetas directamente al acatamiento de tales

disposiciones. De hecho, la característica primordial de estas

universidades es la autonomía que les concede la fracción VII del

artículo 3º constitucional.

Un factor que ha sido utilizado en los últimos años por el

Gobierno federal es el del financiamiento. El financiamiento de las

universidades se integra de un presupuesto ordinario y otro específico

o por programa. Es a través de este gasto por programa que el

gobierno ha orientado las acciones de las universidades hacia

objetivos más específicos de política educativa.

Otro aspecto importante a resaltar es que los sistemas

tecnológico y universitario están agrupados en la Asociación Nacional

de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior (ANUIES) y

participan, de manera consensual con el estado, en las instancias

estatales, regionales y nacionales de planeación. La participación de

la ANUIES en la definición de las políticas públicas en materia

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Page 68: Politic as Educativa s

educativa ha sido fundamental pues el peso político que llega a tener

es de primer orden.

La Secretaría de Educación Pública es una dependencia del

Poder Ejecutivo Federal y tiene a su cargo determinar, dirigir y

controlar la política del sector educativo, de conformidad con la

legislación aplicable, con los objetivos, estrategias y prioridades del

Plan Nacional de Desarrollo, del Programa Nacional de Educación y los

lineamientos que el presidente de la república expresamente señale.

Las políticas educativas en materia de educación superior son

establecidas principalmente en dos documentos básicos: el Plan

Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Educación. Estos

documentos son orientadores del plan de acción que cada universidad

en lo particular adopta.

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