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POLITICA AMBIENTAL COLOMBIANA EN LA FASE ECOLOGICA
DEL CAPITAL
PROYECTO DE ESTABLECIMIENTO DE SISTEMAS DE PRODUCCION
AGROECOLOGICA EN EL VALLE DEL CAUCA
Monografía de grado para optar por el título de Trabajadores Sociales
CESAR AUGUSTO VARGAS
CARLOS ANDRES RAMIREZ JARAMILLO
VICTOR MARIO ESTRADA OSPINA
Director
UNIVERSIDAD DEL VALLE – CALI
ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL
JULIO 2009
TABLA DE CONTENIDO
Introducción
1. Construyendo escenarios
1.1 Formulación del problema
1.2 Objetivos
1.3 Estrategia metodológica
2. Con los pies en la tierra
Contexto.
3. PISTAS PARA ENTENDER LA REALIDAD
Marco Teórico
3.1 Un acercamiento histórico y conceptual a los
llamados modelos de desarrollo.
3.2 Estado colombiano.
3.3 Política pública
3.4 Descripción del marco legal ambiental colombiano
3.5 Ética ambiental
3.6 Agroecología.
4.DECANTAR LA REALIDAD ES CONJURAR EL EMBRUJO
Análisis de la Información – Hallazgos.
4.1 CARACTERIZACION DEL SUBPROYECTO 1121:
Establecimiento de sistemas de producción agroecologica en
zonas amortiguadoras de páramo.
4.1.1 REALIDADES PARCIALIZADAS – INTERESES ESPECIFICOS
Racionalidad política en la formulación de proyectos ambientales.
4.2 EL DISCURSO VERDE A FUERZA DE LEGALIDAD.
DICTADO POR EL MERCADO, TRANSCRITO POR
EL ESTADO. Aproximación a un análisis social y político
del marco legal ambiental colombiano.
4.2.1 Ley 23 de 1973 por la cual se conceden facultades
extraordinarias al Presidente de la República para
expedir el Código de Recursos Naturales y de
Protección al Medio Ambiente y se dictan
otras disposiciones.
4.2.2 Decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el código nacional de recursos naturales renovables y
de protección al medio ambiente
4.2.3 Constitución Nacional de 1991.
4.2.4 Ley 99 de 1993 Por la cual se crea el
Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el
sector público encargado de la gestión y conservación
del medio ambiente y los recursos naturales renovables,
se organiza el sistema nacional ambiental SINA y
se dictan otras disposiciones.
4.2.5 Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006
Hacia un Estado Comunitario.
4.2.6 Política Nacional de Biodiversidad . 4.2.7 Programa Nacional para el Manejo Sostenible y Restauración de Ecosistemas de la Alta
Montaña Colombiana: Páramos..
4.3 CAEN LOS DISCUSOS, QUEDAN LAS CONSECUENCIAS.
EL CASO DEL SUBPROYECTO 1121.
4.3.1 Recurso agua.
4.3.2 Recursos flora y fauna.
4.3.3 Biodiversidad y agroecología.
5. UN RESPIRO, LA DISCUSION CONTINÚA.
Algunas claridades a manera de conclusiones.
6. PISTAS PARA CONTINUAR LA DISCUSION.
Reflexiones que pueden ser entendidas como recomendaciones.
BIBLIOGRAFIA.
ANEXOS
ANEXO 1.
ENTREVISTA NUMERO 1. FUNCIONARIO CVC.
ENTREVISTA NUMERO 2. FUNIONARIO CVC.
ANEXO 2.
DOCUMENTO DEL SUBPROYECTO 1121 CVC
ESTABLECIMIENTO DE SISTEMAS DE PRODUCCIÓN
AGROECOLÓGICA EN ZONAS AMORTIGUADORAS
DE PÁRAMO.
INTRODUCCION
Este documento presenta los resultados de una investigación cualitativa
documental, a manera de trabajo de grado para optar por el título de Trabajadores
Sociales.
Ha sido un ejercicio permanente de documentación, reflexión, investigación y
acción en torno a una inquietud de varios años en el proceso de formación ¿cuál
es el sustento político de las actuaciones de los agentes del Estado sobre la
cuestión ambiental, en el marco de la política nacional ambiental y ésta a su vez,
en el marco de la llamada fase ecológica del capital?
Este gran interrogante que puede seguir acompañando por mucho tiempo el
quehacer y la investigación, difícilmente será resuelto con uno o más ejercicios
investigativos, sin embargo se busca ubicar la cuestión en un caso particular que
puede dar luces respecto a la respuesta de ese interrogante. Así, se emprendió la
búsqueda de respuestas a través de esta investigación la cual, arroja interrogantes
y da pistas para resolver otros, como insumos para quienes interese, para
cuestionar la realidad, su rol en ella y su postura frente a la misma.
El tema de la investigación está en la dimensión ambiental de la realidad
sociopolítica colombiana, las relaciones de esta dimensión con los aparatos
ideológicos dominantes, sus prácticas y discursos; como se verá en la
justificación, el medio ambiente es una preocupación creciente en la sociedad
global de manera que se considera pertinente para la sociedad colombiana
abordar la reflexión y la discusión acerca del trasfondo ideológico de la puesta en
escena de esa preocupación por el medio ambiente, tratando de develar los
intereses subyacentes y sus implicaciones. La sociedad debe analizar, reflexionar
y actuar de manera crítica sobre la dimensión ambiental, evitando caer en las
prácticas y discursos de la moda verde, del ambientalismo acrítico y del
ecologismo sin cuestionamientos estructurales.
En este documento de informe final de investigación se encuentra pues el
planteamiento del problema de investigación, resultado de un rastreo bibliográfico
y de discusiones con expertos y comunidades, construyendo una justificación
desde diversos ámbitos del quehacer práctico e investigativo llegando a la
precisión en la formulación del problema mismo. Este planteamiento define con
claridad los objetivos de la investigación, como tal son presentados a continuación
del problema de investigación.
Se plantea en un siguiente capítulo la ruta metodológica que se siguió, de acuerdo
con las características del estudio, sus alcances y en consecuencia con los
objetivos del mismo.
A punto seguido el lector encuentra un marco contextual suficientemente amplio al
caso estudiado, dando cuenta de los principales aspectos relacionados en
términos de territorio donde se desarrolló el caso estudiado.
Se plantea también un marco de referencia teórico conceptual, el cual da cuenta
de la postura de los autores que, sin implicar sesgo, trata de recoger los
postulados pertinentes acerca de los conceptos que se ponen en juego en esta
investigación.
El capítulo siguiente presenta los resultados o hallazgos de la investigación, es
donde los autores ponen a escrutinio del lector sus apuestas analíticas y su
postura frente a la información recopilada, este capítulo se desarrolla según la
estructura argumentativa del caso estudiado.
Finalmente se encuentran algunas ideas centrales a manera de conclusión y
reflexiones, presentadas como recomendaciones pretendiendo hacer un aporte a
la formación en Trabajo Social.
1. CONSTRUYENDO ESCENARIOS.
1.1. FORMULACION DEL PROBLEMA
La preocupación creciente por la continuidad de la vida en el planeta, no solo
humana sino en todas sus expresiones, puede ubicarse más allá de las
consecuencias biofísicas y bioquímicas que las diferentes formas de
sobreexplotación implican para el planeta; debe llevarse al plano de los procesos
políticos y económicos que determinan las causas de esos fenómenos.
A nivel global existen innumerables análisis de estos fenómenos, que hacen
referencia a la división internacional del trabajo, ubicando en el sistema capitalista
a nivel global, los países del llamado tercer mundo como fuentes de materia prima
para el sostenimiento del sistema a niveles de acumulación antes insospechados;
esta división internacional del trabajo implica que las autoridades gubernamentales
a nivel de los países de este llamado tercer mundo actúen en consecuencia con
esas determinaciones políticas, viabilizando las exigencias del capital internacional
para el sostenimiento del sistema.
Las políticas públicas en Colombia, y en particular la política ambiental pone en
funcionamiento todos los dispositivos a nivel nacional y local para cumplir esa
función, proveyendo los llamados recursos naturales, la biodiversidad, el
conocimiento de la misma a los centros de funcionamiento del capital
representados en todo el entramado de corporaciones, industria, centros de
investigación, organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación al
desarrollo; así pues la política ambiental determina el modo de administración de
los mencionados elementos, a través de planes, programas y proyectos que
intervienen directamente sobre la naturaleza, sus bienes y las poblaciones que en
ella se encuentran relacionadas, generando cambios en la forma tradicional de
relacionarse con la naturaleza, adopción de tecnologías occidentales, cooptación
de conocimiento y de procesos organizativos comunitarios, entre otros fenómenos
tendientes a asegurar el desarrollo sostenible del modelo dominante.
En este marco se ubica la Corporación Autónoma regional del Valle del Cauca
(CVC), institución pública del orden departamental que, actuando dentro del
llamado Sistema Nacional Ambiental (SINA, creado por la ley 99 de 1993, que
contempla todas las “orientaciones, normas, actividades, recursos, programas e
instituciones que permiten la puesta en marcha de los principios generales
ambientales contenidos en esta ley”) cumple su función articulada a la política
nacional ambiental, a través de un Plan de Gestión Ambiental Regional y de los
periódicos Planes de Acción Trienal. En consecuencia con el interés de ubicar la
reflexión crítica fundamentada, sobre los fenómenos políticos y el modelo
ideológico que determinan y a su vez sustentan los planes, programas y
proyectos, que materializan la política ambiental en el país, este trabajo se
propone indagar el Subproyecto 1121 de la CVC, llamado Establecimiento de
Sistemas de Producción Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo,
teniendo en cuenta, como se desarrollará más adelante, que las zonas de
páramos son ecosistemas estratégicos para los intereses del capital; esta premisa
por sí misma no sería nada extraordinario para resaltar, si no mencionamos que
las zonas de páramo en esta región continental son consideradas despensas de
agua y biodiversidad, esenciales para la vida humana y no humana.
Este Subproyecto de la CVC es el punto de partida central de la investigación, por
eso se considera importante aquí destacar sus objetivos, que en palabras oficiales
son “que las formas de producción agrícola como pecuarios generen otros
modelos que permitan conservar biodiversiad, que reduzcan contaminación de
suelos, de aguas, que reduzcan erosión"1 o como se puede encontrar en la
formulación del proyecto mismo “Disminuir el impacto ambiental negativo que
generan las actividades agropecuarias en el Valle del Cauca” y “Reconvertir los
sistemas de producción agropecuaria convencional en zonas de páramo y áreas
de influencia bajo esquemas agroecológicos”2
1 Entrevista Nº 1 Funcionario C.V.C.
2 Subproyecto 1121: Establecimiento de Sistemas de Producción Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo, Marco Lógico. CVC
; para alcanzar estos objetivos el
subproyecto propone “la implementación de una serie de tecnologías que se
conocen como agroecológicas u orgánicas, recientemente le están llamando
producción limpia”3
3 Entrevista Nº2 - Funcionario de C.V.C.
Teniendo una información documental muy escasa acerca del origen del proyecto
mismo, inquietan las preguntas acerca de la orientación oficial a la que obedece o
qué intereses busca satisfacer, hay una pregunta precisa que se plantea este
trabajo de investigación, tratando de definir un objeto de estudio y análisis donde
se relacionen los factores determinantes a nivel global, nacional y regional que
inciden en la formulación del Subproyecto 1121, en este orden de ideas el ejercicio
se pregunta: ¿Cuál es el trasfondo político del Subproyecto 1121 Establecimiento
de Sistemas de Producción Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo,
agenciado por la CVC?
1.2. OBJETIVOS
GENERAL:
Develar el trasfondo ideológico del Subproyecto 1121 Establecimiento de
Sistemas de Producción Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo,
agenciado por la CVC
ESPECIFICOS:
Caracterizar el Subproyecto 1121 Establecimiento de Sistemas de Producción
Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo, en tanto elemento de la
política nacional ambiental.
Indagar sobre el contenido ideológico implícito en la formulación del Subproyecto
1121 Establecimiento de Sistemas de Producción Agroecológica en Zonas
Amortiguadoras de Páramo
Reconocer el concepto de Agroecología y contrastarlo con su formulación en el
marco del Subproyecto 1121 Establecimiento de Sistemas de Producción
Agroecológica en Zonas Amortiguadoras de Páramo.
PRACTICO:
Resaltar la importancia de ahondar en el análisis crítico de los discursos y
prácticas del desarrollo, para el quehacer del Trabajo Social.
1.3. ESTRATEGIA METODOLOGICA.
Como se ha hecho evidente en el planteamiento del problema de investigación, el
interés general de la investigación gira en torno a la naturaleza de una realidad
especifica: la ambiental; frente a ésta, hace ya varias décadas, se ha construido
una serie de imágenes, percepciones que a su vez han determinado o sustentado
paradigmas y perspectivas para orientar la intervención sobre la naturaleza y sus
recursos, de los cuales se ha valido la CVC para, en este caso específico, la
formulación del Subproyecto 1121.
Frente a esta realidad y en consonancia con el objetivo planteado, la investigación
de tipo cualitativo ofrece los elementos necesarios a nivel metodológico para
propiciar la comprensión del Subproyecto 1121 agenciado desde la CVC. Esta
búsqueda implica dos momentos que se apoyan el uno en el otro: comprensión -
interpretación. En este movimiento compresivo-interpretativo observamos la
posibilidad de asignarle un sentido y una intencionalidad al proyecto en cuestión.
Por otro lado, tal movimiento implica el reconocimiento de las condiciones
históricas en las que surge y se determina su contenido ideológico, pues este no
es ajeno ni se encuentra en una posición de neutralidad con relación al contexto y
al momento histórico – social en el que se origina.
Aunque se hace referencia a un proyecto específico ejecutado, esta investigación
no trabaja bajo el método del estudio de caso, dados los objetivos establecidos;
los alcances de la investigación son posibles a partir del método concebido como
análisis documental, teniendo en cuenta que el proyecto se ejecutó en un
momento diferente al de la investigación.
A partir del método histórico hermenéutico como guía de investigación, el uso de
la estrategia de documentación aparece como la herramienta metodologica
central, como lo presenta Valles (1999) “la utilización de documentos”, desde un
recorrido histórico, permite la comprensión actual de la realidad ambiental –
particularmente la pertinente al Subproyecto 1121-, su sustento político-ideológico
como sus maneras de proceder.
Esta investigación entonces toma como método el análisis documental, donde se
hace uso de elaboraciones secundarias de datos primarios, esto es, resultados de
investigaciones y estudios previos que girando alrededor de dicha problemática
permitan su mejor comprensión4
- Acercamiento al sub-proyecto 1121 de la CVC, para identificar sus
objetivos, actores involucrados, criterios de selección de “beneficiarios” y
zonas a impactar. Este primer momento ofrecerá elementos para,
posteriormente, develar los intereses o intencionalidad del proyecto mismo,
pues la delimitación espacial y la inclusión de actores específicos no es
neutral ni carece de sentido.
. Sumado a lo anterior nos acercaremos a datos
secundarios, sean estos datos estadísticos (si fuera necesario), literatura política,
documentos oficiales (legislación, tratados y protocolos internacionales),
periódicos, revistas y boletines que ofrezcan información o documenten la realidad
ambiental en la ruta del problema mismo de investigación.
La estrategia metodológica adoptada requiere el desarrollo de tres momentos:
Este primer momento se complementa con el acercamiento a entrevistas
desarrolladas con dos funcionarios de la CVC, quienes estuvieron
vinculados de manera directa con la formulación y ejecución del proyecto;
a partir de estas entrevistas realizadas en momentos de ejecución del
proyecto y que hacen parte del archivo personal de los investigadores, se
rescata el sentido puesto al mismo, desde la voz de quienes formularon y
acompañaron el proyecto.
4 CVC-Fundación Trópico. Diagnostico socioeconómico y determinación de áreas de manejo especial con participación comunitaria en el área de paramo de la cordillera central del valle, jurisdicción CVC, Cali 1999; Inciva-CVC. Estado Actual y propuesta de Plan de Manejo Ambiental de los Páramos de la Cordillera Central de Valle del Cauca, jurisdicción CVC. Cali, 2007; Censat-Aguaviva. Páramos y bosques de niebla, IV Conferencia Latinoamericana de Páramos y Bosques Altoandinos, Colombia 1999. Censat-Aguaviva. Bogotá, 2000; Contraloría General de la República. Estado de los recursos naturales y del ambiente 2002-2003 Colombia.2003
- En un segundo momento se realiza un rastreo a la legislación nacional
desde la que se desprende el proyecto, estableciendo vínculos con
acuerdos y tratados internacionales que giran en torno a la cuestión
ambiental, haciendo un acercamiento al marco jurídico que orienta el
manejo de las zonas de páramo y zonas amortiguadoras de páramo.
- La revisión bibliografica es un momento trasversal; desde el enfoque de la
ética ambiental (Augusto Angel Maya), del desarrollo sustentable, el
ecologismo de los pobres (Martínez-Alier) y la agroecologia se realizará
lectura crítica al proyecto, al marco legal que lo sustenta y al sentido
otorgado a la agroecologia en el mismo.
Así, desde diferentes autores como Enrique Leff, Víctor M. Toledo,
Martínez-Alier, Arturo Escobar, quienes abordan la problemática ambiental
y por otro lado Norberto Bobbio, Alejo Vargas, Humberto Cárdenas; quienes
abordan el rol del Estado y su potencial político en el nuevo orden
económico internacional, se motivará el dialogo y la interlocución critica con
el proyecto, de tal manera que posibilite captar la realidad de las zonas
amortiguadoras de páramo y lo ambiental de una manera compresiva-
interpretativa a la luz del objetivo propuesto.
2. CON LOS PIES EN LA TIERRA
CONTEXTO
El contexto de la investigación, cuyos resultados aquí se presentan, está
circunscrito al programa denominado Subproyecto 1121¨Establecimiento de
Sistemas de Producción Agroecològica en Zonas Amortiguadoras de Páramos¨;
este es un programa que desarrolla la CVC, quien como autoridad ambiental del
departamento determina los procesos de intervención sobre la dimensión
ambiental en la región.
El páramo es un ecosistema que inició su formación hace aproximadamente 10
millones de años, a lo largo de este tiempo ha sufrido modificaciones en su
compleja relación como ecosistema, en la actualidad el páramo que conocemos
poco tiene que ver con el páramo original, éste páramo ha sido determinado por la
acción humana, su cobertura, uso y manejo aparecen regidos por la racionalidad
occidental (Molano, Joaquin. 2000, en CENSAT Aguaviva, compiladores. Páramos
y bosques de niebla, IV Conferencia Latinoamericana de Páramos y Bosques
Altoandinos, Colombia 1999. Censat-Aguaviva. Colombia, 2000)
En Suramérica los páramos se encuentran distribuidos a lo largo de la cordillera
de los Andes a alturas promedio entre los 3200 y 4800 msnm. Colombia posee un
área de 1.443.435 has de páramo, se concentran en dos grandes áreas: una que
va desde el macizo colombiano hasta el sur del departamento de Quindío y otra
que comprende el macizo volcánico Ruiz-Tolima, unidas estas dos por el sistema
boscoso de la zona de la Línea5
5 Inciva-CVC. Estado Actual y propuesta de Plan de Manejo Ambiental de los Páramos de la Cordillera Central de Valle del Cauca, jurisdicción CVC. Inciva-CVC. Cali, 2007.
.
Es interesante relacionar aquí algunas visiones y perspectivas de páramo
recogidas por Joaquín Molano Barrero6
Visión del siglo XX: el páramo es un espacio altamente trabajado y elaborado,
recibe los impactos de los diversos procesos sociales, económicos, productivos,
de conflicto y de modernización vigentes en este período. Todos estos procesos
.
Visión Amerindia: se conserva aún en comunidades indígenas que habitan las
zonas de páramo como las Arauacas, Ikas, Koguis, Kuaikeres, Cumbales, U´was,
Yanaconas, Guambianas entre otras. El páramo es un lugar sagrado, visitado
temporalmente para algunas actividades de extracción complementaria; es un
lugar de paso, espacio ritual y lugar de encuentro con los dioses, con la llegada
europea se convirtió en refugio para las comunidades perseguidas por el invasor.
Visión civilizatoria europea: se inicia con la palabra páramo, que comporta el
significado de un ambiente árido, seco o semidesértico. Se reconocía no por su
particularidad sino por sus características de similitud con los alpes, lo cual
imposibilitó estudiarlo en su misma esencia. Se considera un lugar inhóspito,
difícil, agresivo para los viandantes; un lugar de sufrimiento, que no tenía mayor
importancia para el proyecto colonizador hispánico.
Visión del siglo XIX: en este periodo se dan las llamadas expediciones científicas,
así como las campañas militares de la guerra de independencia, fenómenos que
involucraron nuevos actores de diversa naturaleza en los ecosistemas de páramo,
que empezaron a ofrecer relatos sobre el páramos según su experiencia y sus
búsquedas. Este período determinó un proceso de concentración de la tierra bajo
la modalidad de latifundio y expansión de la hacienda colonial, lo cual provocó el
desplazamiento masivo de campesinos hacia las partes más altas de los Andes,
con el impacto inevitable de las acciones antrópicas sobre el ecosistema de
páramo.
6 Molano Barrero, Joaquín. Los páramos en la declinación del siglo XX. En Páramos y bosques de niebla, IV Conferencia Latinoamericana de Páramos y Bosques Altoandinos, Colombia 1999. Censat-Aguaviva. Colombia, 2000.
significaron para la alta montaña andina una acción continuada de transformación
esencial en las estructuras ecosistémicas, los paisajes altoandinos y los sistemas
de ocupación uso y manejo de las tierras. Las selvas de las vertientes altas ceden
su espacio ante el avance colonizador, ya no solamente campesino, vinculándose
ahora sectores ganaderos, productores de papa, colonización extranjera, sectores
turísticos, empresas de servicios públicos, productores de amapola, colonización
insurgente y presencia tímida del Estado.
Las diferentes perspectivas –distintas de las visiones- aparecen en relación con
los procesos históricos de la sociedad occidental determinantes en el siglo XX
(producción, ciencia, guerra).
Perspectiva productiva: los páramos constituyen un espacio con potencialidad en
recursos estratégicos, lo que los presenta como objeto de explotación de oro,
azufre, plata, hierro, hidroenergía, energía geotérmica, estaciones de
telecomunicaciones y conducción de energía; así mismo para la producción
agropecuaria y la caza, los páramos han sido copados por la dinámica económica,
urbanística y sociopolítica del país. No existen altas montañas desligadas de los
modelos de desarrollo implementados durante el siglo XX.
Perspectiva científica: esta visión dominante para explicar el mundo encontró en
los altos Andes un espacio importante para descifrar procesos no conocidos como
las características ambientales, biogeografía, procesos ecofisiológicos, etc. Se ha
obtenido importantes conocimientos sobre la flora, la fauna, la climatología,
geomorfología, glaciología, entre otras áreas. El problema radica en que la mirada
científica no es homogénea ni integral, por el contrario fragmenta la visión que se
puede obtener del ecosistema páramo.
Perspectiva estratégica: ya se había visto –en la Visión del siglo XIX- que había
servido de refugio a comunidades perseguidas, así mismo se ubicaron en él
movimientos insurgentes en los siglos XIX y XX. Las fuerzas del Estado también
coparon el páramo con un control militar, se han instalado radares, campos de
navegación y comunicación con fuerte vigilancia militar. El páramo es un espacio
de poder o disputa, vital para el control geoestratégico del territorio.
Pasando de las distintas y muy acertadas elaboraciones conceptuales sobre el
páramo, a definiciones más descriptivas de los páramos en el Valle del Cauca, hay
que decir que se localizan en los límites con los departamentos de Quindío y
Tolima en la cordillera central y en áreas aisladas de las cimas de la cordillera
Occidental, (ver anexo 3 zona demarcada con color verde en el mapa 1). El límite
del ecosistema páramo para el departamento del Valle del cauca se ubica por
encima de los 3400 msnm, donde las temperaturas oscilan entre 0 grados
centígrados en la noche y 11 grados centígrados en el día. El área que posee el
departamento se calcula en 64000 has7
Particularmente la llamada zona amortiguadora de páramo es descrita de la
siguiente manera: “tal vez es conocido que los páramos son unos ecosistemas
estratégicamente importantes, en términos ambientales; por un lado porque allí es
el espacio donde se expresan diferentes formas de diversidad biológica únicas en
estos ecosistemas, por otro lado porque muchos de los páramos se convierten en
despensas de agua, son los sitios de acumulación de agua que después van a
surtir las diferentes fuentes. La zona amortiguadora entonces se conoce como el
espacio contiguo al páramo, donde se están desarrollando actividades de carácter
agropecuario y la idea es que esas actividades, además de responder a una lógica
socioeconómica también respondan a una lógica de carácter ambiental”
.
8
En la segunda entrevista, a otro funcionario de CVC se describe: “es una zona que
por las condiciones de altura y de diversidad es de una fragilidad bastante alta, ya
que esta es una zona de muchos nacimientos de agua, donde en el momento se
están generando procesos de desarrollo tanto agropecuarios como industriales o
agroindustriales de un margen de impactos altos sobre esta zona; es una zona
también con suelos frágiles…es una zona de tránsito entre el paramo y la parte
7 Inciva-CVC, p 3. Op. Cit.
8 Entrevista Nº 1 Funcionario C.V.C.
plana, el número de animales, flora y fauna es bastante alto... Es una zona
estratégica desde el punto de vista ambiental, es una zona de recarga de
acuíferos, es donde se filtra el agua y hay una regulación de las aguas, el páramo
acompaña en eso, es lo que permite agua permanente en las quebradas y en los
ríos, esto unido al hecho de estar tan ligada al paramo logra que el paramo cumpla
su función también, es la que permite ese proceso del trabajo de neblinas, lluvias,
lloviznas que mantengan los caudales de los ríos de manera permanente o por lo
menos bastante estabilizado, pues uno sabe que en épocas de verano se baja un
poco la cantidad de agua, pero el hecho de que esa diferencia sea cada vez
menor es dependiendo de qué haya en esta zona en la parte de conservación”9
9 Entrevista Nº 2 – Funcionario C.V.C.
Las entrevistas son mucho más elocuentes acerca de la descripción de la
situación ambiental que aborda el subproyecto, así se logra un acercamiento
comprensivo respecto a cómo el subproyecto 1121 es para la CVC una apuesta
por la conservación a partir de la transformación de las lógicas productivas en
estas zonas, esta transformación implica que se desarrolle con poblaciones
rurales campesinas, pequeños agricultores asentados en zonas amortiguadoras
de páramo. Las poblaciones presentes en estas zonas provienen en su mayoría
de los departamentos de Cauca, Nariño, Caldas, Quindío y Tolima, y en menor
proporción Boyacá y Cundinamarca.
La CVC formula el subproyecto 1121 en el año 2004 y lo ejecutó desde el mes de
junio de 2005 hasta diciembre de 2007, desarrollándose en 11 municipios del
departamento que en su jurisdicción cuentan con las llamadas zonas
amortiguadoras de páramo, estos municipios son Ginebra, Palmira, El Cerrito,
Pradera, Florida, Tulúa, Buga, Sevilla, Riofrío, Trujillo y Calima-Darièn (puntos de
color rojo en el mapa).
- Mapa del Valle del Cauca – zonas de influencia del subproyecto 1121.
HUILA
TOLIMA
QUINDÍO
RISARALDA
CHOCÓ
Mapa Físico PolíticoDEPARTAMENTO DEL VALLE DEL CAUCA
Áreas de Intervención Subproyecto 1121: Establecimiento de sistemas de producción agroecologica en zonas amortiguadoras de páramo
SevillaRiofrio - Trujillo
Calima - El Darien
Palmira
3. PISTAS PARA ENTENDER LA REALIDAD
MARCO TEORICO
En este apartado se presentan los conceptos pertinentes a la investigación,
planteados por varios autores y aclarando cómo se acoge cada uno para efectos
de esta investigación. Como se propone en el planteamiento del problema es
necesario reconocer los elementos que se conjugan para que finalmente surjan
propuestas de intervención sobre la naturaleza desde las entidades del Estado
encargadas del tema, veremos primero un recorrido histórico y de
conceptualización de los llamados modelos de desarrollo que, como resultado
de un paradigma, definen la realidad y determinan la manera de actuar frente a
ella. Esta manera de actuar se materializa en un espacio físico – político
específico, definido como Estado, de manera que es pertinente definir ese Estado
y para el caso colombiano definir también cómo se reconoce; la expresión de esa
materialización se desarrolla por la llamada Política Pública, por tanto es también
importante desarrollar este concepto para esta investigación, la cual a su vez se
sustenta en una legislación, voluntades político-administrativas, y aparatos
institucionales que configuran un marco legal, el cual se esboza en este capítulo.
Por otra parte encontramos la Ética Ambiental, como una apuesta por la
construcción de una forma responsable de transformar la naturaleza, ya que se
reconoce que las sociedades en la construcción de su cultura necesitan
transformar la naturaleza; esta propuesta de la ética ambiental, es el concepto que
nos interesa tener en cuenta para analizar los anteriores conceptos de una
manera crítica; encontramos el concepto de Agroecología como un modelo
conceptual y metodológico que se debate entre su esencia filosófica y su
instrumentalización institucional.
3.1. UN ACERCAMIENTO HISTORICO Y CONCEPTUAL A LOS
LLAMADOS MODELOS DE DESARROLLO10
El concepto de Desarrollo como idea liberal (ortodoxa) aparece como una creencia
o ideología impuesta sobre los pueblos y naciones periféricas desde las potencias
capitalistas bajo una sola bandera: dominar sus economías. Se impide así que
estos pueblos decidan de manera autónoma respecto a sus formas de existencia y
bienestar.
Claramente es una idea reduccionista en la medida que establece una sola
cosmovisión; reduce la noción de bienestar de los pueblos al éxito económico y a
su exitosa inserción en la vía de la modernización y el progreso, aspectos a los
que se arriba a partir del crecimiento económico, la urbanización, el acceso a la
tecnología y la competitividad en los mercados mundiales. El auge y dominio de
esta ideología responde a un proceso histórico en el que las potencias capitalistas
han mantenido su dominio y control sobre las economías periféricas; a cada época
le ha correspondido una idea específica la cual se transforma con el tiempo,
permitiendo su recomposición sin perder el sentido o esencia.
La cultura occidental orientada por el pensamiento liberal se ha encargado de
construir un denominado mundo dual y jerárquico; en éste el “otro”, los pueblos
diferentes a las elites capitalistas, se construyen desde dicotomías ideológicas
(civilizados/bárbaros; modernos/tradicionales; desarrollados/subdesarrollados;
primer mundo/tercer mundo) que han permitido la consolidación de un poder
“natural” sobre pueblos, territorios y recursos naturales de los países “periféricos”.
Esta lógica binaria termina por arrasar lo diferente asimilándolo a patrones y
conceptos culturales del dominante (Ángel Herreño Hernández. 2007).
Este accionar, la invención moderna del “otro”, comienza en el siglo XVI en
occidente con las monarquías de España y Portugal; desde el tratado de
10 Nos basamos en las reflexiones de Ángel Libardo Herreño Hernández, Investigador del ILSA, en texto desarrollado para la Plataforma Interamericana en Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. Septiembre, 2007
Tordesillas (1533) se formaliza el reparto y anexión del nuevo mundo a los
territorios monárquicos. Desde este momento el proceso no se detiene, asume
matices diferentes pero siempre posibilitando la existencia dual centro/periferia.
Esta periferizacion, concepto planteado por Ángel Herreño Hernández, se convirtió
en la base de la acumulación capitalista y permitió a su vez la división
internacional del trabajo que de igual manera la sostiene. Tal división introduce un
sistema de relaciones de intercambio desigual como condición para el auge del
capitalismo monopólico y posteriormente del imperialismo; sustenta además la
extracción de excedentes económicos de la periferia, socavando la posibilidad de
su desarrollo autónomo. La periferizacion del mundo requiere de elites locales que
actúen como “correa de transmisión” e intérpretes de la ideología liberal,
básicamente del pensamiento europeo y estadounidense; este proceso se
evidencia en América Latina en las clases dominantes de la época de la post-
independencia y en la construcción de las primeras repúblicas, periodo en el que
fue crucial la aplicación de prácticas disciplinarias desde la educación, la religión y
los valores cotidianos. A partir de este momento se solidifica un paradigma
occidental cristiano y blanco desde el que se justifica la implementación de
instituciones políticas, educativas, económicas, etcétera, que han logrado
consolidarse a través del tiempo. De todas maneras el proceso histórico de
consolidación del capitalismo monopólico no ha sido del todo lineal, ha presentado
fases en alguna medida contradictorias, tropiezos y confrontaciones que al
contrario de socavarlo o intentar su desestabilización, ha exaltado su creatividad y
reacomodo constante que le asegure su vigencia.
Las dos guerras mundiales y múltiples guerras independentistas o de liberación
son un síntoma de lo anterior, cuando se llegó a creer que el capitalismo no
lograría su cometido y que se acercaba a su fin, éste supo reacomodarse,
transformarse y permitir la continuidad de su lógica principal: la apropiación
creciente del excedente en la economía mundial.
La primera Guerra Mundial pareció un traspié para sus intereses, pero al contrario
propició su oxigenación. El Tratado de Versalles (1919) buscó la recomposición
del equilibrio mundial amenazado con la primera guerra propiciando la celebración
de un pacto de equilibrio de poderes entre potencias, formalizando jurídicamente
el imperialismo y dándole vía libre a la repartición de colonias por el mundo. El fin
era uno solo: administrar las colonias repartidas con el fin de conducir esos
territorios al desarrollo, hasta que fueran capaces de gobernarse por ellos mismos.
Tal autonomía e independencia no llegó y aun no se consolida, precisamente
porque ésta no es la búsqueda ni el interés del capitalismo monopólico.
La Segunda Guerra Mundial apareció como un nuevo revés, pero igual como
sucedió en la primera permitió el mantenimiento del equilibrio entre poderes. En
esta ocasión nuevamente el mundo es dividido y repartido entre dos potencias, así
la hegemonía europea llega a su fin y Estados Unidos y la Unión Soviética
emergen como superpotencias al mando de dos bloques económicos y militares
enfrentados; el bloque capitalista al mando de Estados Unidos continua
fortaleciéndose mientras que el socialista emerge a la cabeza de la U.R.S.S.
Cada época, entonces, tiene su propio espíritu. A partir de 1949 Estados Unidos
asume el control en occidente, su política exterior se hace fuerte y da continuidad
al proceso de apropiación del excedente en la economía mundial. Surge, así, lo
que algunos han llamado La era del Desarrollo en cabeza del presidente Truman.
De nuevo se da el sustento para la invención del “otro”, ahora se lo designa como
subdesarrollado. Así, las naciones subdesarrolladas sólo se encuentran en una
fase previa al Desarrollo, su sentido es tan sólo de transitividad. El Desarrollo
como meta exige la “cooperación” de todos los países del mundo. Éste como
concepto es aplicable a las naciones del Tercer Mundo, estas deben desarrollarse,
desenvolverse, llegar a ser como las del Primer Mundo y a su vez estos países
“centrales” y sus organismos internacionales se encargan de marcar las directrices
y contenido de las acciones que permitan tal desenvolvimiento.
Desde este momento todas las naciones del mundo debían progresar, es decir,
caminar el mismo camino que ya habían recorrido los países del norte, la sociedad
industrializada los espera. El Desarrollo, entonces, no era algo que se construía,
es decir no necesita de constructores, de creadores, solo basta con hábiles
intérpretes que logren traducir lo que los países que andan más rápido ya habían
ensayado y llevado a práctica.
Nuevamente la recomposición del orden, del sistema mundial estaba en manos de
unos pocos, estos crean las condiciones, marcan los contenidos y orientan las
acciones; los agentes del Desarrollo se caracterizan por ser externos, es decir, los
países colonizadores o las empresas multinacionales. Recordemos, para los
países “maduros”, “avanzados” no es aplicable la noción de Desarrollo, estos tan
solo se reconstruyen, se reacomodan.
Una vez más se construye el sustento ideológico que permita el intervencionismo
económico norteamericano para aumentar la producción nacional, sinónimo de
Desarrollo, lo anterior quebranta de alguna manera el sistema imperialista de corte
colonial, llevado a cabo por Europa, bajo el manto de la supuesta autonomía de
las naciones con el fin de permitir la entrada de los Estados Unidos en estos
territorios.
Ya para la mitad del siglo XX la llegada del hombre a la luna marcó un nuevo
momento para la recomposición del sistema mundial, ofreció los elementos
necesarios para iniciar un nuevo recorrido, para reacomodarse y continuar con su
proceso de acumulación de manera ininterrumpida; este evento permitió justificar
y sustentar las acciones y medidas que se irían a implementar más adelante y con
las que se esperaba superar la crisis que se viviría con mayor rigor a partir de los
años setenta.
El planeta visto desde el espacio se percibió como una “pequeña y frágil esfera”.
“La humanidad se muestra incapaz de encuadrar sus actividades dentro del patrón
del sistema planetario, lo cual está cambiando el sistema, cambios que viene
acompañados de amenazas letales”11
11 Citado por Juan C. Gimeno y Pilar Monreal en: “La Controversia del desarrollo: Criticas desde la antropologia” Cap. VII. Madrid, 1999.
, esta es la imagen que ofrece el informe
Bruntland, informe que por demás no es accidental, todo lo contrario, da por
sentada una serie de realizaciones: “la creencia en la posibilidad de un
conocimiento científico objetivo”, conocimiento que poseen sólo los países
centrales. Bajo este manto se hacen nuevos intentos teóricos orientados al
desarrollo económico como medida de progreso. Walt Rostov 12
Los actuales desastres y la crisis de los llamados recursos naturales es un
llamado de alerta que se hace al proceso de acumulación capitalista; el punto de
ebullición pareció ser la crisis del petróleo en 1970. Hace ya casi cuatro décadas
los llamados recursos naturales y la autodeterminación de los pueblos aparecen
en las diferentes agendas y tratados internacionales. En 1974 se hace pública la
Declaración de Instauración de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI)
(1960) establece
la Teoría del Despegue como sucesión de etapas que toda nación debe atravesar
para lograr el estadio superior, alcanzado ya por las economías centrales. Esta
postura marca un camino que debían seguir los países “atrasados” y que
indiscutiblemente necesitan de la ayuda de los países maduros; tal ayuda se
establece en forma de capital, tecnología y experiencia. Solo desde la innovación
económica e institucional e inversiones productivas era posible la acumulación
interna de capital. Desde este paradigma surge El Plan Marshall para Europa
(1947 – 1951) y La Alianza para el Progreso en América Latina y el Caribe (1961 –
1970).
En las dos últimas décadas, en un nuevo intento del capital por reacomodarse y
recomponer sus líneas aparece la naturaleza, el medio ambiente como derrotero
del Desarrollo económico, el informe Bruntland así lo evidenció. Si se pretende el
mantenimiento de tal Desarrollo y la acumulación capitalista es necesario tomar en
cuenta la “pequeña y frágil esfera” para evitar que sus reacciones, vueltas
amenazas letales generen un nuevo traspié. Quizás no haya nada de nuevo en las
propuestas y orientaciones que frente al Desarrollo económico se lanzan sobre los
países del sur, pues, se ha observado que finalmente las iniciativas terminan por
reforzar el Capitalismo como sistema mundo, su intención no es otra que propiciar
la inserción de los países atrasados en la senda del crecimiento continuo.
12 Citado por Angel Libardo H. Hernandez en: “Derecho al Desarrollo”. PIDHDD, 2007
por las Naciones Unidas. Como es ya costumbre tal declaración no criticó el
sistema establecido, tan sólo abogó por un justo intercambio económico; de esta
manera se refuerza la lógica capitalista pues su intención era asegurar la
participación equitativa en el sistema de desarrollo de los países periféricos.
De la mano del NOEI se instauran teorías y paradigmas aplicables a los países
denominados atrasados ahora sumándole el componente ambiental. Las teorías
de La Dependencia, por ejemplo, para los países del sur así lo evidencian. Éstas,
orientándose por un “Desarrollo hacia adentro… conforman un conjunto de teorías
que explican las razones que impiden que los países de las periferias encuentren
el camino hacia el despegue económico e industrial”13
13 HERREÑO Hernández, Ángel Libardo. ILSA, Septiembre 2007. Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. “Modulo 2: Derecho al Desarrollo” (Pág. 31)
; aunque sus iniciativas
tendieron a dar continuidad al modelo de crecimiento basado en la
industrialización siguiendo el modelo de la modernización alcanzada por los
países del centro capitalista.
Aun así estas teorías emergieron y generaron en su momento histórico
conmoción, innovando, además, el trabajo llevado a cabo desde las ciencias
sociales. Esto fue, quizás, un primer intento por construir una perspectiva
alternativa desde América Latina por algunos pensadores y críticos
latinoamericanos, de todas maneras sus postulados continúan hoy en día siendo
criticados dado que su propuesta de Desarrollo desde adentro implicó, por sus
medidas monetaristas y proteccionistas, la crisis de la deuda externa en la década
de los ochenta.
De esta manera con la institucionalización de la teoría de la dependencia y la
irrupción en la escena internacional de movimientos sociales de los países del
llamado tercer mundo se abre paso a un proceso teórico e ideológico alrededor del
Desarrollo asumiendo variados contenidos y matices pero con una intencionalidad
clara: crecimiento económico constante en el tiempo –y añaden-, sin comprometer
la sostenibilidad de las generaciones futuras.
En este contexto el elemento de la sustentabilidad ambiental y social cobra
relevancia en los discursos desarrollistas hasta iniciado el siglo XXI, el cual abre
sus puertas con un cúmulo ideológico orientado en la dirección medio-ambiental.
Esta nueva orientación asumida por el Desarrollo no significa realmente una
postura alternativa, si bien se puede percibir como una nueva orientación
ideológica, ésta nunca cuestiona el paradigma occidental del desarrollo como
crecimiento. Ahora bien, tales cuestionamientos han emergido en un escenario de
duro debate ideológico, sin embargo su eco y relevancia a nivel mundial han sido
mínimos; antes bien, su poder es menguado desde poderes estatales y
corporativos, quienes continúan jugando un papel crucial en este proceso.
Ejemplo de lo anterior son las propuestas post-capitalistas desde movimientos
sociales, entre ellos la Carta de Argel sobre los Derechos de los Pueblos de 1976-
la cual proclama derechos inalienables de los pueblos, entre estos: el derecho a la
existencia y a la paz; a su territorio; a la autodeterminación política y económica; a
poseer, usar y disponer exclusivamente sobre sus riquezas, entre otros-. Su
declaración nunca encontró el respaldo de los Estados participantes dejándola sin
sustento ni reconocimiento oficial, mientras la doctrina del derecho internacional
no ha aceptado completamente esta nueva generación de los Derechos de
Autodeterminación de los pueblos14
Asistimos, entonces, durante los últimos veinte años al auge del término
sostenibilidad-sustentabilidad el cual ha sido puesto en escena a partir del informe
Brundtland en 1987, desde este momento la preocupación se centra en “satisfacer
las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de
las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
.
15
14 Nos apoyamos en el ensayo de Hernández Herreño, Ángel Libardo titulado: “Visiones alternativas al desarrollo y del antidesarrollo” ILSA-PIDHDD, 2007.
15 “Nuestro futuro común”, Alianza, Madrid, 1.988. citado por Martínez Alier y Jordi Roca en “Economía Ecológica y Política Ambiental” Fondo de cultura económica, México, 2.000.
Frente a esta
definición Martínez Alier establece algunas objeciones, una de ellas hace
referencia a la incompatibilidad de la economía de consumo respecto al principio
de sostenibilidad, esto en la medida en que cualquier uso de recursos no
renovables implica inexorablemente la generación de efectos sobre el medio
natural y principalmente de efectos negativos, lo cual de entrada impone
cuestionamientos a la capacidad misma de sustentación de la actividad económica
humana y por lo tanto a la idea de sostenibilidad postulada en el informe.
En esta misma línea se piensa que el desarrollo de la economía continua haciendo
uso de materiales que posterior a su transformación acaban como residuos más
dispersos que en la fuentes originales (Martínez Alier, 2000) acción que de igual
manera entra en contradicción con principios sustentables, pues, esto propicia la
degradación de la energía contenida en un espacio natural definido y por lo tanto a
largo plazo implica el agotamiento de tales fuentes. Como estas, pueden surgir
otras tantas cuestiones con las que es posible constatar que dicho principio
impulsado desde el Informe Brundtland no encuentra relación directa con el
momento o punto alcanzado por los procesos económicos de transformación
impulsados por la lógica de Desarrollo económico.
Nuevamente, se considera que el único criterio claro de sostenibilidad de los
recursos de la naturaleza sería el de usarlos al ritmo de sus renovación, pero el
proceso de transformación y los niveles de consumo alcanzados a nivel global
avanzan mucho más rápido que la capacidad natural de renovación de los
ecosistemas; situación que acentúa la incapacidad de sostenibilidad de la
economía humana.
Son, entonces, mayores las preocupaciones que genera el nivel de desarrollo
alcanzado por la economía que las soluciones reales que el slogan de
sostenibilidad ofrece al modelo. De esta manera han surgido recomendaciones
desde dicho principio para no comprometer la capacidad de generaciones futuras
de satisfacer sus necesidades, por ejemplo la reutilización o el reciclaje, los
servicios ambientales, la moderación del consumo, la sustitución de materiales
escasos por materiales más abundantes, entre otros. Pero la demanda de
recursos no se ve reducir, lo que a su vez implica una emisión excesiva de
residuos, como el dióxido de carbono, que sobrepasa la capacidad de asimilación
de la biosfera, poniendo en cuestión la publicitada función ambiental de bosques,
selvas y mares.
En términos generales expone Pablo Gutman16
La discusión respecto al desarrollo sostenible se ha dado, por otro lado, desde la
ecología política en términos de equidad. La cuestión no puede radicar en imponer
cargas sociales, económicas y ambientales a determinadas sociedades a costa
del mantenimiento de niveles de consumo alcanzados por otras sociedades. Una
pregunta central en el debate sobre sostenibilidad gira en torno a la necesidad de
considerar los impactos y presiones que sobre los recursos y los ecosistemas
impone una sociedad determinada independientemente “de que se produzcan en
el propio territorio o se exporten a otros lugares”
que los propios creadores del
término desarrollo sustentable reconocen no saber cómo implementarlo. El
informe Bruntland a su vez presenta una lista de requerimientos sobre lo que debe
incluir este tipo de desarrollo, pero no se sabe cómo ponerlo en marcha de
manera eficaz y, peor aún, se reconoce que tal iniciativa se contrapone con los
estilos de desarrollo hoy dominantes. La cuestión central radica en saber cómo
transitar de una idea de desarrollo sostenible impuesta hasta ahora en contextos
micro-locales hacia un cambio global. Continua Gutman expresando que “la falta
de una definición instrumental de desarrollo ambientalmente adecuado ha tenido
el efecto... de apoyar la difusión del Slogan”. Ahora, es fácil constatar su inserción
y uso en programas, planes y proyectos, pero continua la incertidumbre si
efectivamente las acciones emprendidas permiten el establecimiento de relaciones
diferentes entre individuo-naturaleza y, más preocupante aún, si se está
generando cambios sustanciales en el modo de obrar de las economías
capitalistas de mercado.
17
16 “Ciencias Sociales y Formación Ambiental”. Edit. Gedisa, Barcelona, España, 1.994
17 Martínez Alier, Joan; Jordi Roca Jusmet. “Economía ecológica y política ambiental”. Pág. 373. Fondo de cultura económica, México, 2.000
. La responsabilidad por las
demandas de sostenibilidad no pueden ni deben recaer en países de economías
dependientes-subsidiarias, sino, y con mayor énfasis, en las formas de vida
consolidadas en sociedades con niveles elevados de consumo.
En este ámbito de la discusión surge una idea que el mismo informe se encargó
de hacer popular y es que “la riqueza no es en si nociva para el ambiente, y que la
pobreza si lo es”18
Por último, en este debate entra en discusión términos o indicadores de la
corriente de la Economía Ecológica como la Producción Primaria Neta (PPN) y la
Apropiación Humana de la Producción Primaria Neta (HANPP – sigla en inglés).
La PPN “puede considerarse como la cantidad de energía que los productores
primarios, las plantas, ponen a disposición del resto de las especies vivientes”
. El informe, expresa Martínez Alier, puso mayor énfasis en la
imagen del “individuo pobre que cocina su última comida con el último árbol de la
aldea”. Desde este slogan las acciones orientadas a la sostenibilidad como la
mirada internacional se ha volcado a los países pobres, desconociendo que las
economías ricas no se desmaterializan y que estas ejercen presión constante
sobre países del sur, que centran su inserción en la economía mundial a partir de
actividades extractivas orientadas a la exportación, esto para la satisfacción de
necesidades de consumo demandadas por las economías de países del norte.
Entonces, se constata que la cuestión de la sostenibilidad más que centrarse en la
forma de uso y transformación de los ecosistemas debe orientar su mirada en la
problemática de la desigualdad mundial y en la equidad, tema central abordado
desde la ecología política.
19
18 Ibid. Pag. 388.
19 Ibid. Pag. 409.
, a
partir de estos indicadores se estima que la especie humana se apodera de cerca
del 40% de PPN, esto producto de procesos de urbanización, expansión de tierras
de cultivo, deforestación. Este proceso de apropiación tiende a incrementarse
producto del crecimiento de la población y la creciente demanda de suelo para
urbanización y cultivo de alimentos y granos.
A partir de estos indicadores se estima que la parte de PPN apropiada por
América Latina es mucho menor que en Europa, por ejemplo. Argumenta Martínez
Alier que también es posible constatar que la mayoría de países o regiones del
norte viven de manera insostenible, ya que para satisfacer sus necesidades de
consumo requieren de un espacio mucho más grande del que ocupan, pues se
incluye el espacio del que proceden los recursos de los que hacen uso, así como
el espacio requerido para los procesos de absorción de sus residuos.
Frente a este panorama se hace énfasis respecto a la lógica impuesta desde el
discurso de la sostenibilidad, que desconoce o trata de ocultar la complejidad del
proceso económico y centra su análisis en los procesos de transformación de las
economías dependientes básicamente exportadoras. Este movimiento permanece
aún lejos de permitir, como plantea el informe Brundtland, “la satisfacción de
necesidades de las generaciones futuras” y por el contrario impone límites y
restricciones al grueso de la población pobre de las generaciones presentes,
trasladándoles un porcentaje alto de responsabilidades de sostenibilidad en un
juego de inequidad.
Queda entonces una pregunta: ¿de qué hablan los países y centros capitalistas
cuando hablan de desarrollo sostenible (Informe Bruntland, Nuestro Futuro
Común, 1987), conservación ambiental, contaminación, sobreexplotación de
recursos, biodiversidad, agroecología, etc?
La lógica global del poder, al determinar políticamente los espacios normativos
plantea una imposibilidad jurídica real, ésta sumada a la cooptación por parte del
capital de estas propuestas y discursos, a través de los ordenamientos jurídicos y
políticas internas y multilaterales de los Estados (tratados internacionales,
estrategias de cooperación, políticas sociales y ambientales, etcétera) son las que
de alguna manera dejan sin piso y reducen el poder de propuestas recientes, que
pretenden ir más allá de la lógica capitalista de acumulación. Son los casos de
propuestas como el Otro Desarrollo: propuestas desde la bio-social-diversidad”;
“Endodesarrollo”; “Etnodesarrollo”; “Posdesarrollo”; “Ecodesarrollo”20
3.2. ESTADO COLOMBIANO
; solo en
casos aislados y producto de la presión de movimientos sociales se acogen
algunos postulados de sus propuestas pero sin permitirles mayor trascendencia,
sino más bien adaptándolas metodológicamente al postulado ecocapitalista;
parece ser el caso de la Agroecologia. Es pertinente no dejar pasar este proceso
de cooptación sin preguntarse: ¿Qué las sustenta realmente?, ¿por qué el interés
de algunos gobiernos en apoyarlas, e invertir en su puesta en práctica?
Estos interrogantes deben dilucidarse a la luz del entendimiento del modelo de
organización política que tenemos en nuestro caso particular, el tipo de Estado.
Entendiendo Estado como abdicación de voluntades individuales en construcción
de un metacuerpo colectivo.
Podría tomarse una referencia amplia acerca del concepto de Estado como la
propone Norberto Bobbio en Estado Gobierno y Sociedad (1987) donde asevera
que para el estudio del Estado es necesario observar su desarrollo histórico, sus
estructuras, funciones, mecanismos, ordenamiento jurídico; revisando sus
orígenes hasta llegar al debate acerca del fin del Estado.
Bobbio plantea un excelente panorama de los referentes y caminos que pueden
tomarse para iniciar el estudio del Estado, sin embargo para el objeto de este
estudio es innecesario además de riesgoso –porque podría desviarnos del
propósito- entrar en tan profundo detalle.
20 Conjunto de teorías y propuestas sobre desarrollo alternativo surgidas de el llamado Relatorio de Uppsala (Suecia, 1975); estas tienen en común la defensa de formas de organización de carácter multicultural que generan bienestar por fuera de las reglas del capitalismo. HERREÑO Hernández, Ángel Libardo. ILSA, Septiembre 2007. Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo. “Modulo 2: Derecho al Desarrollo” (Pág. 37-40)
Obsérvese entonces un interesante ejercicio, para el panorama nacional, que
desarrolla Alejo Vargas en Notas Sobre el Estado y Las Políticas Públicas (1999),
el cual está un poco más contextualizado al propósito de este estudio.
Sin perder de vista los aportes de Bobbio y tomando los que ofrece Vargas, se
asume el Estado en tanto algunas características generales como son:
- El ejercicio de control sobre un determinado espacio llamado regularmente
territorio nacional, y sobre sus habitantes, también llamados asociados.
- El monopolio legítimo de la coerción y de los mecanismos de ejercicio de la
misma (armas), como elemento máximo de coacción.
- La existencia de un ordenamiento jurídico que da legalidad a su existencia y
a sus acciones.
Tómese entonces para efectos del referente necesario para este estudio, el
Estado como el agente de control sobre un determinado espacio y sus asociados
que, dotado de un ordenamiento jurídico y del monopolio legítimo del poder
coercitivo, regula la vida social al interior y en relación con el exterior, en
consecuencia con un determinado sistema político.
Para nuestro caso, el Estado colombiano se reconoce como un Estado nación
inserto en el modelo de desarrollo económico capitalista que (siguiendo a Alejo
Vargas) se presume basado en cuatro elementos: 1. La igualdad de todos sus
asociados y la posibilidad para todos de intercambiar mercancías libremente, 2. La
diferenciación del vendedor de mercancías con el ciudadano (este último con
igualdad de derechos frente a las instituciones del Estado), 3. Instituciones
estatales, y 4. La asunción del Estado como representante del interés general.
Desde la perspectiva Marxista, podría reconocerse entonces el Estado como
defensor de una estructura de clases basada en la desigualdad, donde se
mantiene la dominación de una clase sobre otra, por medio de los mecanismos
(jurídico, de control y de coacción) de los que está dotado el Estado.
Desde la década de 1970 se desarrollaron en Colombia una serie de
transformaciones institucionales y políticas, que si bien no tuvieron su origen en el
Estado, si tuvieron allí su potenciación y escenario de desarrollo; estas
transformaciones son las que se reconocen históricamente como políticas
neoliberales, denominadas así por basarse en los preceptos del Estado Liberal,
ajustados estos al contexto económico global de la segunda mitad del siglo XX;
estos preceptos tuvieron sus mayores desarrollos y aportes en los espacios
políticos y académicos de los Estados Unidos, específicamente en la Universidad
de Chicago.
El pensamiento neoliberal se fundamenta en la necesidad de la existencia de la
desigualdad social, adjudicándole incluso un papel positivo en el desarrollo de la
economía; en tanto existente, una desigualdad permitirá (o mejor exigirá) de los
individuos un mayor desarrollo de sus potencialidades, lo cual explotado a escala
social redundará en el bienestar para todos los miembros de la sociedad.
Otro de sus fundamentos se refiere al papel del Estado, observando la necesidad
de reducir hasta eliminar su función social y económica; asimismo se elimina o
evita la posibilidad de cualquier acción redistributiva de la riqueza por parte del
Estado. La función social y económica hacia la sociedad está asignada con una
exclusividad progresiva al mercado; aquí se enlaza otro de los fundamentos del
pensamiento neoliberal y es la aparición y dominio por parte del mercado y sus
lógicas en todas las esferas de la actividad humana, así las relaciones sociales
están definidas ahora como relaciones mercantilizadas.
El pensamiento neoliberal penetró en América Latina a través de los gobiernos
que se denominaron democráticos (los llamados a superar la época de las
dictaduras militares), que sin embargo siguieron, al igual que sus antecesores,
determinados por la política exterior de los Estados Unidos. En Colombia, su
afianzamiento se vino desarrollando a partir del desgaste de las instituciones del
Estado y de la pérdida de legitimidad de la clase política; así los nuevos actores de
la escena política se posicionaban discursivamente distantes e incluso enfrentados
a la clase política tradicional, de manera que enarbolando las banderas de la
independencia política, el antiestatismo y la ciudadanía, fueron viabilizadores de
una corriente de pensamiento que se presume apolítica y define como su credo la
ciencia y la técnica (tecnocracia).
Representantes del pensamiento neoliberal empezaron a ocupar ministerios y
direcciones de instituciones públicas, así mismo a conformar equipos asesores
externos; bajo su investidura técnica y apolítica empezaron a definir acciones
políticas (más que administrativas) como privatizaciones e intervenciones a
empresas y negocios públicos, reformas legislativas y fiscales profundas, apertura
de mercados, reducción de aranceles a los productos y servicios del centro global,
estímulos fiscales a las empresas y corporaciones extranjeras, etc. La máxima
expresión de esta penetración se encontró en al gobierno de Cesar Gaviria (1990
a 1994), desde entonces la tecnocracia como discurso y como práctica aparece
como dominante en la escena política nacional.
Con elementos de análisis un poco más cercanos al momento histórico que nos
ocupa en la investigación encontramos el trabajo de Humberto Cárdenas Motta en
El amor a la humanidad de los hombres de rapiña (2007), específicamente en el
segundo capítulo Cárdenas desarrolla la idea del Estado Corporativo, idea fuerza
de los planes de desarrollo 2002 – 2006 Hacia un Estado Comunitario y, 2006 –
2010 Estado Comunitario: Desarrollo para todos.
Siguiendo a Cárdenas la expansión del mercado y el relanzamiento del capital son
los objetivos fundamentales del Estado Corporativo; por tanto, son útiles a este
propósito todos los ciudadanos, personas jurídicas nacionales y extranjeras que se
unan al concierto de la liberalización de la economía y del libre intercambio de
mercancías. Todos aquellos que se alejan de este postulado son elementos fuera
del orden, que de acuerdo a un contexto específico pueden adquirir la connotación
de terroristas.
En el Estado Corporativo son el mercado y sus agentes quienes determinan el
funcionamiento del Estado mismo y de la sociedad: la hoja de ruta es el discurso
del desarrollo sostenible (concepto que socializa las responsabilidades mientras
las estructuras de acumulación privada se mantienen), que lo que busca es hacer
sostenible el modelo de explotación, además de abrir un nuevo frente de mercado,
el mercado verde21
3.3. POLITICA PÚBLICA
. A partir de esta idea se modifican los marcos jurídicos, se
legisla en virtud del mercado, se modifican los marcos de referencia fiscal para
aquellos agentes corporativos que están más cerca de la tesis dominante;
siguiendo la idea, se pone también a disposición de la protección de los agentes y
bienes del capital privado, la fuerza armada del Estado, así como se usa ésta para
reprimir y perseguir por distintos medios a aquellos ciudadanos que están más
alejados de la tesis; finalmente, el control ejercido ofrece dos caminos a los
asociados del Estado: integración vertical a la estructura del mercado o la
marginalidad, bien como desplazados, como exiliados, como terroristas o
purgando penas bajo el manto jurídico definido por el mercado.
Puede entonces observarse cómo históricamente el Estado colombiano encaja
perfectamente en el modelo neoliberal, siendo ahora la expresión más depurada
del Estado Corporativo. No es objeto de este estudio desarrollar una crítica o
análisis muy profundo del mismo, simplemente ubicar este tipo de Estado como el
que ocupa el desarrollo y enlace con los otros conceptos de esta investigación. Tal
es el caso de la Política Pública, como materialización de los sustratos ideológicos
que sustentan el modelo político de gobierno, de manera que necesariamente un
Estado neoliberal, implementa políticas públicas neoliberales y un Estado
Corporativo implementa políticas corporativistas.
Para adoptar un concepto de Política Pública es necesario reconocer desarrollos
conceptuales importantes, especialmente André-Noel Roth (2002) en Políticas
Públicas y para nuestro caso Alejo Vargas Velásquez (1999) con Notas Sobre el
21 Se reconoce como un espacio de transacción comercial de bienes y servicios ambientales o producidos bajo estándares amigables con el medio ambiente, constituye un nuevo frente comercial u oportunidad de negocio, siguiendo el discurso mercantilista.
estado y las Políticas Públicas; en Vargas es de particular interés el
reconocimiento de una situación como “socialmente problemática”, ya que solo en
este término es que se reconoce una expresión de la realidad como susceptible de
ser transformada o llevada a un nivel manejable para el régimen político. En Roth,
es de resaltar el reconocimiento del interés del actor gubernamental en “orientar
comportamientos de actores”, y es que la Política Pública específicamente está
orientada a demarcar las formas como la sociedad debe comportarse frente a
situaciones particularmente problemáticas de la vida en sociedad.
Es importante observar la necesaria implicación de cuatro factores en el proceso
de la política pública como son: Primero, el conjunto de colectivos asociados al
gobierno, incluyendo los actores, fuerzas políticas y grupos de presión instalados
en cada momento en la dirección del gobierno; la implicación del gobierno siempre
es directa, aunque en el contexto de la fase neoliberal del capitalismo su
participación aparezca como indirecta. Segundo, la percepción de problemas, que
es de especial importancia, aquí es necesario revisar quiénes son los que deben
percibir los problemas; son los actores, fuerzas políticas y grupos de presión
instalados en el gobierno quienes determinan, a nombre de la sociedad, qué
situaciones de la vida social se pueden considerar como situaciones socialmente
problemáticas y por tanto se considera necesario transformarlas o llevarlas a un
nivel manejable para el gobierno mismo. Como tercer factor a tener en cuenta es
la definición de objetivos, y esto se refiere específicamente al establecimiento de
la situación deseada, que regularmente se reconoce como articulada a un
programa de gobierno en consonancia con los intereses de los actores, fuerzas
políticas y grupos de presión instalados en el gobierno, que supuestamente
representan los intereses mismos de la sociedad; es decir el gobierno y quienes lo
componen, definen una situación deseable para la sociedad, en relación con la
superación, transformación o manejo de situaciones socialmente problemáticas. El
cuarto factor lo componen los dispositivos, acciones, recursos, proyectos y demás
herramientas puestas en marcha en la búsqueda de esos objetivos; esto es: la
puesta en práctica de los demás elementos, materializando la Política Pública,
implicando ahora sí, como una forma de participación pasiva, a los demás actores
de la sociedad –los que no toman decisiones-, a través de Organizaciones No
Gubernamentales, grupos de base y ciudadanos, como ejecutores y beneficiarios
de los planes, programas y proyectos que desarrollan la Política Pública.
La Política Pública es entendida entonces como el conjunto compuesto por las
situaciones sociales a transformar, los objetivos a alcanzar y las acciones
desarrolladas para lograr esos objetivos; implicando necesariamente a los actores,
fuerzas políticas y grupos de presión instalados en el gobierno, así como a los
receptores de las acciones en desarrollo de la Política Pública.
Como se dijo anteriormente, la Política Pública es la materialización de un modelo
político ideológico, en la vida cotidiana de los asociados de un Estado; no es
excepción de ello el proceso de las políticas en relación con la naturaleza. La tarea
de esta investigación es tomar aquellas políticas y un caso en particular como es
el Subproyecto 1121 de la CVC y, a la luz de este marco de referencia, analizar y
criticar su trasfondo, por tanto se considera necesario referenciar el marco
normativo que soporta la política pública, para el caso de la política ambiental
colombiana tenemos la siguiente
3.4. DESCRIPCION DEL MARCO LEGAL AMBIENTAL COLOMBIANO
Este apartado tiene por objeto hacer una breve mención de los instrumentos
jurídicos que configuran el marco legal ambiental colombiano, los cuales serán
analizados a fondo en relación con el proyecto estudiado, en el capítulo 4. Es
pertinente para esta investigación tomar como referencia estas bases legales; en
particular denotando aquellos elementos que se relacionan con los ecosistemas
de páramo y que le dan soporte a las acciones emprendidas en el Subproyecto
1121 de la CVC, objeto de este estudio.
Se toman como referencia: la Ley 23 de 1973 por la cual se conceden facultades
extraordinarias al Presidente de la República para expedir el Código de Recursos
Naturales y de Protección al Medio Ambiente y se dictan otras disposiciones. Este
es el primer referente que toma el marco legal, cuando en un contexto global
empiezan a sentirse los primeros síntomas de preocupación por la viabilidad en el
tiempo del planeta; en él, simplemente el parlamento otorga al Presidente de la
República las facultades necesarias para desarrollar y expedir lo que sería el
Código de Recursos Naturales.
El decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el código nacional de recursos
naturales renovables y de protección al medio ambiente, toma las disposiciones
dadas por la ley 23 del año anterior y pone a disposición del Estado 340 artículos
que recogen los lineamientos, acciones y controles orientados, según el espíritu
del gobierno del momento (López Michelsen) a la protección del medio ambiente.
En un periodo de importantes transformaciones políticas a nivel global se
promulga en Colombia la ley 99 de 1993 Por la cual se crea el Ministerio del Medio
Ambiente, se reordena el sector público encargado de la gestión y conservación
del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el sistema
nacional ambiental SINA y se dictan otras disposiciones, documento que recoge la
nueva mirada imperante en el mundo sobre el medio ambiente, introduciendo
nuevos conceptos ambientales y administrativos del nuevo orden mundial.
La Política Nacional de Biodiversidad (1995) define para el Estado colombiano los
lineamientos en términos del reconocimiento y manejo de la riqueza biodiversa del
país, tiene la particularidad de ser atemporal con el propósito de constituir política
de Estado a ser desarrollada y alimentada por los gobiernos.
El Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 Hacia un Estado Comunitario; y el
Programa Nacional para el Manejo Sostenible y Restauración de Ecosistemas de
la Alta Montaña Colombiana: Páramos, del Ministerio del Medio Ambiente. Dan
cuenta de la orientación que toma el Estado en el nuevo milenio respecto de los
bienes de la naturaleza y el medio ambiente: la fuerza de la participación privada y
el interés de dar una connotación económica a los llamados recursos naturales, tal
orientación es analizada en el capítulo 4.
Los postulados teóricos que dan fuerza al análisis de esta investigación se ubican
en dos desarrollos, uno de ellos es la ética ambiental y comprendida en ella como
marco más no como determinante la agroecología, veamos.
3.5. ÉTICA AMBIENTAL
El ser humano es una emergencia evolutiva22
Es la adaptación instrumental del ser humano su rasgo más sobresaliente y
característico que le permite tomar distancia de las demás especies. Este rasgo es
el que le permite “construir cultura”. La adaptación organiza de las especies indica
que cada una de ellas está orgánicamente adaptada al cumplimiento de una
función especifica dentro del sistema global, de esta manera cada especie
consolida un nicho que a su vez permite la organización de un ecosistema. La
emergencia evolutiva a la que hace referencia Augusto A. Maya sugiere que la
especie humana no ocupa un nicho ecológico, es decir el ser humano no cumple
funciones asignadas o determinadas dentro del ecosistema. El ecosistema
entonces puede, y de hecho lo hace, funcionar independiente del hombre.
afirma Augusto Ángel Maya (2002).
La cultura, el conjunto de la actividad humana, su organización social y las formas
simbólicas elaboradas, no está en los genes, por lo tanto su subsistencia, el
desarrollo de la vida misma implica un proceso de adaptación instrumental que
supera la adaptación orgánica de las demás especies. De esta manera la cultura
debe entenderse en relación directa con la naturaleza y no por fuera de ella, en
otras palabras, la sociedad hay que pensarla dentro de la naturaleza. Así, continúa
Augusto A. Maya “para un manejo ambiental adecuado, es importante la
construcción de una sociedad distinta”, esto es: un proceso de transformación
social a partir de la creación cultural.
22 “¿Qué significa entonces que el hombre sea una emergencia evolutiva? Significa simplemente que tiene sus propias reglas de comportamiento y que éstas no son explicables en su totalidad por la biología ni por la ecología. Significa, por tanto que la especie humana no ocupa un nicho ecológico y que… la cultura “no esta en los genes”. Augusto Ángel Maya, en: “El retorno de Icaro. La razón de la vida, muerte y vida de la filosofía una propuesta ambiental”. Bogota, 2002.
La adaptación instrumental del ser humano aparece como una necesidad, como
un requerimiento para su subsistencia; la adaptación al medio externo, a causa de
sus “limitaciones biológicas” le exige la “consolidación de plataformas
instrumentales cada vez más complejas”. Recordemos, es tal adaptación
instrumental la que permite construir cultura. La cultura, entonces, se opone al
ecosistema y depende de su transformación, requiere adaptarlo a las condiciones
de vida que tal instrumentalidad le exige. En el proceso de adaptación del ser
humano termina adaptando su entorno conforme a sus necesidades. De aquí que
la especie humana y las sociedades no puedan ser pensadas por fuera de la
naturaleza, de igual manera de allí que los problemas ambientales, el manejo
ambiental, tampoco pueda ser pensado al margen de la cultura, por fuera de la
actividad tecnológica, de sus instituciones, de sus organizaciones sociales, de sus
formas simbólicas.
Entendemos de esta manera que las sociedades dependen del orden
ecosistémico, ya que necesita de su transformación para su subsistencia. Desde
aquí empieza a establecerse una relación de dependencia, en la medida en que el
ser humano reemplaza o modifica el orden ecosistémico éste empezará a
depender de las condiciones tecnológicas creadas por el hombre; un ejemplo es la
agricultura, ésta no se da de manera espontánea sino que depende de la iniciativa
y control tecnológico humano.
Es en este marco en el que A. Ángel Maya introduce el concepto de Ética
ambiental, para la cual su ideal o valores “no son conservar la naturaleza sino
saberla transformar”. Reconocer que la condición instrumental ha llevado a la
especie humana al dominio de la naturaleza exige necesariamente el llamado a
una ética ambiental, pues, si bien el destino de la naturaleza está en manos del
ser humano no implica que éste deba asumir una postura omnipotente frente al
orden ecosistemico, nos recuerda A. Ángel Maya. Antes bien las leyes del sistema
vivo imponen normas y limites a su acción
Entra en juego la ética, la cual gira alrededor de deberes, que en términos
ambientales refiere a responsabilidades que han de asumirse con el sistema total
de la vida. Ahora, al reconocer a las sociedades en relación directa y profunda con
la naturaleza, se nos impone también asumir que su manejo adecuado depende o
incluye la forma como esté organizada la sociedad, es decir depende de la cultura.
Las diferentes sociedades se han organizado históricamente de variadas maneras
para la transformación y el manejo de la naturaleza, es decir para su adaptación.
Como hemos visto la instrumentalidad le ha permitido tal fin, pero también le ha
permitido extender y superar los límites que el ecosistema posee, en una escalada
en espiral ascendente que amenaza con no detenerse. Aquí es donde se hace
necesario replantear el concepto de libertad, concepto que además de indicar la
no sujeción a ningún nicho u orden ecosistémico especifico, implica enormes
riesgos para la subsistencia de la especie humana. Es del principio de libertad
humana y de la forma como se organiza la sociedad para el dominio de la
naturaleza y la expansión de los limites ecosistémicos de donde emerge la ética,
como espacio de deberes y responsabilidades que pretenden organizar y orientar
la adaptación instrumental de la especie humana.
Llegados a este punto es posible recoger algunos elementos desde donde realizar
un análisis ambiental que incorpore las organizaciones sociales, que implique la
cultura y remita a la ética. Esta apuesta de A. Ángel Maya pretende superar las
miradas ambientalistas y ecologistas que asumen a la naturaleza como un agente
externo que puede y debe ser intervenido para superar la grave crisis que el
manejo ambiental y la adaptación instrumental trae consigo. A. Ángel Maya se
pregunta entonces por la posibilidad de avanzar hacia una sociedad distinta para
un manejo ambiental adecuado. Reconocemos aquí que la problemática ambiental
solo puede ser confrontada de manera exitosa en la medida en que se ponga en
consideración la organización de la sociedad global con reconocimiento explicito
de todos sus actores: Estado, sociedades civiles, agentes económicos globales,
entre otros; las medidas restantes reductibles al “análisis biológico” con
indicadores de impacto siempre estarán destinadas al fracaso.
3.6. AGROECOLOGÍA
Es de especial atención el cómo esta investigación entiende la Agroecología, ya
que es un concepto en debate en este estudio; la Agroecología puede encontrarse
como un desarrollo a partir de procesos históricos, sociales, culturales e
intelectuales que asumidos en su análisis desde la ética ambiental plantean
propuestas alternativas para entender la relación humana entre sí y con la
naturaleza, por otra parte se observa cómo la Agroecología aparece como otro de
los dispositivos del mercado en la fase ecológica del capital: cooptado, y su
pertinencia limitada a la instrumentalidad de su metodología, eliminando los
cuestionamientos fundamentales al sistema mundo capitalista.
Existen importantes desarrollos intelectuales23
La agroecología se reconoce como un concepto que pretende dar sustento
científico y argumentación teórica, de múltiples prácticas ejercidas por grupos
humanos tradicionales en distintos lugares del planeta en relación con sus formas
de interacción con el ecosistema de su lugar de asentamiento; estas prácticas en
términos generales se reconocen con un arraigo precapitalista, no en tanto
fenómeno histórico sino como hecho sociocultural. De ahí que se encuentran
mayores elementos prácticos, que han servido como datos empíricos a estas
elaboraciones conceptuales, en regiones del planeta donde perviven –aún con el
que han intentado precisar desde
diferentes perspectivas, cuál es el concepto de agroecología; todas coinciden en
que son precisamente perspectivas sobre algo que es más que un concepto.
Reconociendo los aportes que hacen cada uno de estos esfuerzos académicos,
este texto recogerá los elementos claves de estos aportes, en consonancia con los
objetivos del ejercicio de investigación.
23 ALTIERI, M. 1997. Agroecología. Bases Científicas para una Agricultura Sustentable. ed. CIED. Lima-Perú; ALTIERI, M. 1995. Agroecología: Creando Sinergias para una Agricultura Sostenible. Grupo Interamericano para el Desarrollo Sostenible de la Agricultura y los Recursos Naturales. Cuadernos de Trabajo N° 1; MEJIA, M. 1997. Agricultura para la vida. Movimientos alternativos frente a la agricultura química. Un enfoque desde sistemas populares colombianos. UNISARC. Cali, Colombia
embate del capitalismo en su fase global- comunidades y poblaciones
tradicionales o premodernas.
Interacción con el ecosistema se refiere a las formas de relacionarse con el medio,
reconociéndose como parte del mismo, adaptando sus prácticas humanas a las
condiciones del medio y no al revés, de manera que el medio no puede ser usado
de manera irracional, con sentido de acumulación, ni con visión cortoplacista; ya
que estas características –virtudes de el modelo de acumulación capitalista-
comprometen la continuidad de la vida en su conjunto, humana y no humana. Así
pues, las prácticas agroecológicas de las comunidades tradicionales, poco o nada
influenciadas por el modelo occidental de vida, obtienen su sustento necesario del
medio, en términos de diversidad y respeto, consigo mismas y con otras formas de
vida.
Hacia la década de 1930 y con mayor despliegue en la segunda mitad del siglo XX
se desarrollan esfuerzos desde la academia, poniendo la mirada investigativa en
las poblaciones y tradiciones autóctonas, sobre todo en el llamado tercer mundo,
recuperando el saber tradicional para elevarlo a la discusión intelectual y promover
esas prácticas del saber tradicional, en la agricultura convencional. Ecología
agrícola, agricultura ecológica, son denominaciones propuestas al concepto que
pretendemos abordar, en su mayoría estos desarrollos confluyen en un gran
objetivo: adoptar metodologías para el desarrollo que hagan que el modelo de
acumulación capitalista y sus prácticas sean un poco más amables con el medio
ambiente; sin necesariamente cuestionar el sistema mismo, sino por el contrario
logrando su sostenibilidad, a razón de la ya reconocida finitud de los llamados
recursos naturales.
Es decir que los desarrollos intelectuales no logran entender el fundamento de la
agroecología, lo cooptan para ponerlo al servicio del modelo de desarrollo
dominante; así, los institutos de investigación de universidades de los centros de
poder económico, las compañías de alimentos, tecnología e insumos para la
actividad agropecuaria, las fundaciones financiadas por estas compañías,
investidas del discurso verde salen a mercantilizar ese saber tradicional, la
biodiversidad y la riqueza cultural con estrategias como la agricultura orgánica, los
mercados verdes, los insumos amigables con el ambiente, las tecnologías verdes
y, el gran marco del desarrollo con múltiples apellidos: sostenible, étnico,
endógeno, etc. Desarrollo al fin de cuentas como concepto, práctica y proyecto del
sistema mundo capitalista.
Existen autores como Miguel Altieri, Xavier Montagut, y a nivel de Colombia Mario
Mejía y Guillermo Castaño, que logran aportar elementos de reflexión, sin
pretender ser elaboración intelectual determinante, acerca del concepto y práctica
reales de agroecología. En estos autores se encuentran elementos comunes en
torno a una aproximación conceptual a la agroecología, a continuación se recogen
estos elementos, con los cuales este trabajo adopta un concepto para efectos del
ejercicio de investigación.
Inicialmente debe reconocerse a la agroecología como un concepto-práctica
integral, en tanto recoge todos los aspectos de la vida humana y no humana: la
agroecología considera los elementos biofísicos, ambientales, socioeconómicos,
políticos, productivos, ecológicos, históricos y espirituales. No es la agroecología
una ciencia o disciplina, por tanto no se ubica en el modelo cartesiano del
conocimiento disgregador de la realidad, la realidad es un conjunto en interacción,
no la sumatoria de las partes; en ese mismo sentido, no se plantea el método
científico occidental para la validación de sus hallazgos, formulaciones y prácticas,
cada ejercicio práctico es una investigación en sí misma, es una veta de
conocimiento y fuente de nuevos interrogantes a ser resueltos en una nueva
práctica.
Como se mencionó antes, es fundamental recuperar el saber y práctica tradicional,
herencia de las culturas premodernas y ponerlo en juego con los postulados y
aportes del desarrollo tecnológico moderno, hacia la construcción permanente de
saber, válido según las características específicas de cada ecosistema, de cada
cultura, de cada grupo humano. Estos conocimientos se comparten de una
población a otra, de una generación a otra por métodos básicos como la oralidad y
la práctica, bajo el criterio de la solidaridad y hermandad entre pueblos.
El planeta y todos sus componentes y expresiones de la vida, son en sí mismas
dadores de vida, por tanto no son objeto de sobreexplotación o extracción con
fines acumulativos, ni la tierra, ni los bienes de la naturaleza, ni el trabajo de
hombre y mujeres; se reconocen como sujetos del intercambio energético
necesario para el equilibrio dinámico entre las diversas expresiones de la vida. La
obtención del sustento para la preservación de la vida humana
(alimento, fuentes de energía, cura para las enfermedades humanas y no
humanas) se desarrolla en términos de diversidad y suficiencia para el consumo
local y cotidiano, y para el intercambio solidario y no mercantilista con otros grupos
humanos, de este modo los cultivos y la crianza de animales se proponen ricos en
diversidad y no necesitan aditivos sintéticos que tiendan a maximizar el
rendimiento, ya que el concepto de eficiencia se ajusta a las necesidades básicas
y no a la lógica del mercado.
Las dimensiones socioeconómicas, políticas y culturales, son de especial interés
para el concepto-práctica de la agroecología, en tanto su dimensión humana y sus
afectaciones sobre otras formas de vida; no es cierto que la agroecología se
dedique exclusivamente a los aspectos agrícolas, pecuarios y productivos,
propone una reflexión en torno a las formas de relacionarse entre los humanos y
como estas formas determinan impactos sobre el resto del ecosistema. Es de gran
importancia el estrechamiento de relaciones de solidaridad entre los pueblos, entre
las distintas generaciones, con otras culturas; el análisis de las determinaciones
políticas y económicas a nivel global, nacional, regional y local, así como el
posicionamiento colectivo frente a esas determinaciones y las actuaciones
consecuentes con ese posicionamiento; la democracia directa para la toma de
decisiones colectivas de respecto de temas de interés común –que son la
mayoría; respeto con autodeterminación en las relaciones de las poblaciones con
agentes de distintas instituciones públicas y privadas a razón de sus diversas
actividades.
Finalmente la agroecología como concepto-práctica, pone estos elementos para la
discusión de los diferentes grupos humanos como invitación a transformar los
modos de relacionarse entre humanos y con el entorno que la modernidad, como
expresión del modelo capitalista ha impuesto a la humanidad y al resto de la
naturaleza.
4. DECANTAR LA REALIDAD ES CONJURAR EL EMBRUJO - ANALISIS DE LA INFORMACION – HALLAZGOS
4.1 CARACTERIZACION DEL SUBPROYECTO 1121: ESTABLECIMIENTO DE
SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGROECOLOGICA EN ZONAS AMORTIGUADORAS DE PÁRAMO
A continuación se relacionan algunos componentes del documento del
subproyecto 1121, el cual recoge la descripción de la situación ambiental en zonas
de alta montaña que se pretende confrontar a partir de la alternativa seleccionada,
la cual es: “Implementación de proyectos agroecologicos”24
24 Documento del subproyecto 1121. Archivo digital en el sistema SIGEC. CVC
. Este apartado ofrece
los elementos guía para avanzar en el camino comprensivo-interpretativo
propuesto. El planteamiento de sus objetivos como los resultados esperados se
sustentan en una cosmovisión específica, recogida en la situación ambiental
presentada, pero también pretenden dar respuesta a políticas globales, las cuales
pueden ser deducidas a partir de la justificación de la alternativa seleccionada. En
este orden de ideas se exponen los elementos centrales de lo que ha sido llamado
subproyecto 1121, del cual existe escaso material textual; los objetivos, resultados
esperados y la justificación del mismo son el sustento y referentes vitales en el
proceso comprensivo – interpretativo que frente al mismo se ha planteado.
El subproyecto 1121 ha planteado los siguientes objetivos y formula un resultado
esperado (ver anexo 2):
“OBJETIVO GENERAL:
Disminuir el impacto ambiental negativo que generan las actividades
agropecuarias en el departamento del Valle del Cauca.
OBJETIVO SUBPROYECTO 1121:
Reconvertir los sistemas de producción agropecuaria convencional en zonas de
páramo y áreas de influencia bajo esquemas agroecológicos.
Resultados:
Se ha realizado la evaluación socioeconómica del proyecto
Se han planificado 100 fincas con sistemas de producción agroecológica”.
A partir del estudio realizado en zonas de alta montaña, llamado Diagnostico
socioeconómico y determinación de áreas de manejo especial con participación
comunitaria en el área de paramo de la cordillera central del valle, jurisdicción
CVC, Cali 1999 desarrollado por la Fundación Trópico; la C.V.C. ha caracterizado
dichas áreas, lo cual a su vez da sustento a la justificación de la alternativa
seleccionada y a los objetivos planteados:
“DESCRIPCION DE LA SITUACION AMBIENTAL
En la zona de alta montaña, los ecosistemas no están cumpliendo con su función
eficientemente, ya que las actividades antrópicas que se dan, no corresponden al
uso y manejo adecuado de los recursos naturales, pues la demanda supera la
oferta natural, generando un desequilibrio ambiental. Esto se evidencia en
diferentes resultados obtenidos a través de varios procesos de investigación, de
donde se concluye que los principales problemas del área de páramo en la
cordillera central, en términos generales son
Recursos Naturales
Con respecto al agua se observa continua inestabilidad de cauces (arrastre de
materiales), según los resultados de los análisis del recurso hídrico se observan
restricciones para el uso de agua para consumo humano y actividades
agropecuarias por la presencia de agentes contaminantes, producto del
vertimiento de aguas residuales sin ningún tipo de tratamiento y agrotóxicos.
El recurso flora ha sido altamente intervenido por la población para el
establecimiento de actividades productivas como la ganadería extensiva
principalmente, donde existe alta extracción de postes para cercas. En términos
generales, se observa alta fragmentación y simplificación de los bosques, quema
indiscriminada en zonas de páramo y relictos de bosque altoandino.
Acerca del recurso fauna en la zona existe un desconocimiento generalizado de
las poblaciones sobre el comportamiento de la fauna y es cada vez mayor la
fragmentación de los hábitats. No toda la cacería es debida a la necesidad de
proteína animal, ni de acabar con el peligro potencial que representan los
depredadores o los animales que causan daños a los cultivos, sino que se
convierten en algunos casos en una forma de recreación. Otro elemento que
afecta la fauna ha sido la destrucción de los bosques de niebla debido a que para
muchos animales, especialmente aves y mamíferos, son importantes las
migraciones en una gradiente altitudinal en busca de alimento y refugio en
determinadas épocas del año
Los municipios en los cuales se encuentran los ecosistemas altoandinos son:
Florida, Sevilla, Tulúa, Pradera, Riofrío, Ginebra, Calima-Darién, Buga, Palmira, el
cerrito y Trujillo. Las cuencas de la zona (Unidad de Manejo de Cuenca) son: Bolo-
Frayle-Desbaratado, Nima-Amaime, Guadalajara-San Pedro, Tulúa-Morales,
Bugalagrande y Barragán-La Paila.
La zona pertenece a las ecorregiones Eje Cafetero y Pacífico”.
La descripción precisa que hace el proyecto se ubica en el marco del Desarrollo
Sostenible, dando cuenta de unos conflictos por uso de los recursos naturales, es
precisamente este marco el que apalanca la selección de la alternativa para
atender tal situación ambiental.
“ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 1
Implementación de proyectos agroecológicos, los cuales recogen propuestas
integrales que fortalecen las prácticas ambientalmente sanas, desde la visión de la
agricultura y la ganadería ecológica, buscando la conservación y restauración de
la biodiversidad de los ecosistemas de alta montaña que han sido deteriorados por
la presión antrópica.
ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 2
Tecnificación de la ganadería. Teniendo en cuenta la oferta ganadera de la zona y
la tradición que se ha establecido
ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 3
Impulso a la pequeña industria láctea para la zona y a los procesos de
comercialización y transformación para generar ingresos directos y empleo en la
zona
JUSTIFICACION DE LA ALTERNATIVA SELECCIONADA
La agroecología es considerada como una alternativa para el modelo de manejo
actual, la cual busca sistemas sostenibles de producción basados en principios
ecológicos. Para lograr la reconversión del modelo actual a procesos
agroecológicos es necesario generar propuestas orientadas a equilibrar el manejo
de los recursos naturales con los procesos agroindustriales y los procesos
productivos de los predios familiares, identificar y redefinir los roles de los actores
social (gremios, establecimientos educativos, profesionales, universidades,
gobiernos locales, ONG y productores en general), para que participen en esta
difusión y aplicación del modelo. La producción dentro del modelo agroecológico
propicia no solo la disminución de impactos ambientales como la contaminación,
por ejemplo, sino que fomenta a través del conocimiento tradicional y el diálogo de
saberes, la recuperación de la biodiversidad y agrobiodiversidad, fortalece la
soberanía alimentaria y permite que se produzca excedentes para el mejoramiento
de ingresos.
Por esta razón se ha seleccionado la alternativa de solución 1, con la cual se
pretende establecer sistemas agroecológicos de producción que generen y
ayuden a la recuperación de los recursos naturales de una manera rentable para
la población y para el medio ambiente”.
La presentación anterior del subproyecto 1121 contiene los elementos centrales
desde los que se da inicio al proceso comprensivo-interpretativo en miras de
develar su sustento político. La forma de proceder en su formulación deja ver de
igual manera una serie de intereses e intencionalidades específicas; los olvidos,
omisiones y demás hechos que aparecen permiten develar de igual manera la
concepción y posturas mantenidas frente a la situación ambiental como la forma
de enfrentarla. En el siguiente punto se amplía el panorama de interpretación, al
involucrar elementos más estructurales en la formulación de este proyecto.
4.1.1 REALIDADES PARCIALIZADAS – INTERESES ESPECIFICOS. Racionalidad política en la formulación de proyectos ambientales.
El abordaje de situaciones conceptualizadas como “problema”, su construcción
como objeto teórico, requiere la consideración dialéctica de mutuas interacciones,
afectaciones e intercambios que se llevan a cabo en su interior, de esta manera
cada realidad, problemática o situación problema debe ser abordado reconociendo
la articulación (causa-efecto) que se establece con sistemas globales. Desde esta
postura cualquier acercamiento a contextos específicos, al nivel micro, exige la
desmitificación de la realidad y el desarrollo de la capacidad de descubrir los
“velos” que la ocultan.
Lo anterior no es otra cosa que la invitación a dudar del método científico, de la
verdad institucional, de las estadísticas y de la construcción oficial de la realidad;
es una provocación a la duda, en virtud de comprender las intervenciones sobre la
realidad como realidades políticas que obedecen a un proyecto con sustento
ideológico.
Esta claridad nos permite poner en cuestión los supuestos que sustentan la
justificación planteada en el proyecto 1121 de la CVC, estos supuestos parten de
un estudio previo (CVC-Fundación Trópico,1.999) desarrollado a nivel de
diagnóstico socioeconómico y de estudio para la determinación de áreas de
manejo especial; este estudio ofrece una lectura interesante y profunda en las
dimensiones social, económica y ambiental reconociendo la complejidad de estas
dimensiones y su correlación en procesos históricos, culturales y políticos. El
estudio mencionado apunta elementos claves para entender la situación ambiental
de la zona, así como para comprender la realidad socioeconómica; elementos
como la dimensión productiva, la penetración cultural y el conflicto social y político
denominado violencia.
Aún con tal riqueza y rigurosidad académica a su disposición, el subproyecto 1121
no recoge en su formulación un análisis de los aspectos arriba mencionados, por
el contrario es clara la invisibilización de estos en la descripción de la situación
ambiental, así como en la propuesta de agroecología que recoge (propuesta que
se limita a lo técnico; se hace subsidiaria de la lógica del mercado de corte
capitalista al cual se pretende integrar de manera vertical a los campesinos y sus
pequeños terrenos; y desconoce la justicia ambiental y lucha política que la misma
encarna). Tal desconocimiento no obedece a una falla técnica o error operativo, es
por el contrario expresión misma del modelo de desarrollo dominante; hace parte
de los supuestos del desarrollo sostenible, eje transversal de la política ambiental
colombiana.
Es claro que la formulación del proyecto en cuestión se centró en dos situaciones
específicas: ubicar la problematizacion de la situación en consideraciones
generales; y por otro lado se presenta la realidad de las zonas de páramo de
manera atomizada reconociendo tan solo la acción de uno de los múltiples actores
(campesinos, minifundistas, aparceros), dejando de lado los impactos o huella
ecológica de los agentes corporativos, terratenientes y grandes empresarios, así
como los actores generadores de violencia. De esta manera el subproyecto cierra
la puerta a la posibilidad de cuestionar el modelo de desarrollo dominante y de
descubrir las relaciones que efectivamente se dan entre los múltiples actores que
entran en interacción en dicha realidad, sobre este territorio.
A partir de este sesgo en la contextualización de la situación problema como en la
formulación y planteamiento de los objetivos del proyecto se aborda tan solo una
de las causas de la situación problematizada desconociendo que a su vez ésta es
un efecto. Es decir se deja de lado la interacción, reciprocidad e influencia de
factores importantes en la aparición de la situación ambiental descrita.
De esta manera es claro que la formulación del objetivo principal, así como el
planteamiento del problema continúan la lógica de distinguir solo uno de los
actores implicados, por lo tanto los resultados e impactos como las actividades
propuestas se limitan de manera sesgada a lo técnico, es decir predomina la
racionalidad técnica, aunque no es posible desconocer que esta postura surge de
igual manera de una racionalidad política (aspecto que se abordará de manera
amplia en el próximo capitulo).
La racionalidad técnica se enmarca en una lectura positivista que termina por
subordinar las prácticas, acciones e intervenciones al control o cosificación tanto
de las personas como de las situaciones implicadas. Ahora, es importante
reconocer que la formulación de un proyecto determinado está condicionada por
imágenes y representaciones que sobre la situación problema se tiene, que lo
preceden y lo condicionan. En este caso las nociones e imágenes que sustentaron
la formulación de la situación ambiental desconocieron la multiplicidad de
relaciones que constituyen dicha realidad. Reconocemos entonces en el objetivo
del proyecto la sujeción que mantiene con políticas globales y con una
cosmovisión que privilegia el mercado de corte capitalista sobre las poblaciones.
Pretendiendo estar desprovisto del ropaje ideológico (característica tecnocrática)
el concepto de desarrollo sostenible da soporte a intervenciones supuestamente
neutrales, que no son otra cosa que intrumentalización operativa por parte del
capital. Así se evidencia en el documento del Plan de Gestión Ambiental Regional
de Valle del Cauca 2002 – 2012 (CVC, 2002), donde la gestión ambiental se
reconoce como un concepto enmarcado en el desarrollo sostenible –al tenor de la
ley 99 del 93-, y como herramienta “dirigida a obtener: crecimiento económico,
sostenibilidad ambiental y equidad social”25; este plan constituye la línea base
para la formulación de propuestas de solución a las situaciones ambientales del
departamento, en otras palabras “el Plan de Gestión Ambiental Regional 2002 –
2012 se constituye como el instrumento de planificación estratégico que permite
orientar la gestión ambiental, encauzar e integrar las acciones de todos los actores
regionales, garantizando que el proceso de desarrollo avance hacia la
sostenibilidad de las regiones”26
El Plan de Gestión Ambiental Regional del Valle del Cauca no reconoce, ni en su
análisis situacional, ni en la formulación de metas la discusión al modelo de
desarrollo dominante, ubica eso sí, en el eslabón más débil de la cadena socio-
productiva (campesinos, asalariados, pobladores) la responsabilidad de las
, según la orientación del Ministerio del Medio
Ambiente.
25 Cvc, 2002. Plan de Gestión Ambiental Regional del Valle del Cauca 2002 – 2012. p 5
26 Ibid, p 5
situaciones ambientales actuales, así mismo les ubica como objeto de intervención
en procesos de educación ambiental, o procesos sancionatorios27
En este marco ofrecido por el plan de Gestión Ambiental Regional del Valle del
Cauca 2002 – 2012, se ubica el Plan de Acción Trienal (PAT) 2004 – 2006 de la
CVC, el cual plantea su mirada antropocéntrica desde la presentación “es un Plan
con visión humanista que rescata la importancia de los seres humanos en los
ecosistemas y que entiende que el fin último de los esfuerzos por conservar,
preservar y usar responsablemente nuestra biodiversidad es el mejoramiento de
las condiciones de bienestar y de hábitat de los habitantes del Valle del Cauca”
.
28
La estructura programática del PAT 2004 – 2006 define el Objetivo General del
Plan así: “Avanzar en el tratamiento y resolución de las situaciones ambientales
del área jurisdiccional de la Corporación optimizando la utilización de los recursos
corporativos mediante la focalización de la inversión y el fortalecimiento de los
actores sociales de la región”
.
Este Plan tiene la virtud de aterrizar las acciones y propuestas pertinentes a la
CVC según su misión y jurisdicción, a partir de la correlación de los diferentes
referentes e instrumentos como son los protocolos internacionales (Rio 1992,
Kyoto 1997, Johanesburgo 2002, entre otros) ratificados por el Estado colombiano,
Nacionales (CN 1991, Ley 99 de 1993, PND 2002 – 2006, además de otras leyes
y decretos que serán analizados más adelante), y regionales (PGAR Valle del
Cauca 2002 – 2012, Plan de Desarrollo Departamental); es decir, el PAT 2004 –
2006 da vida en la región a todos estos instrumentos que devienen de una
realidad política determinada y que de ninguna manera carecen de sentido
ideológico.
29
27 Ibid, cap 2 y 3
28 CVC, 2004. Plan de Acción Trienal CVC 2004 – 2006.
29 Ibid, p 100
, en esta misma estructura programática se definen
los programas, que de acuerdo con la misión30 y la jurisdicción de la CVC,
permiten desarrollar la función de la corporación como autoridad ambiental
regional. Tales programas son: 1. Conocimiento Ambiental Territorial, 2.
Direccionamiento Estratégico Corporativo, y el que nos interesa, 3. Intervenciones
Territoriales para la Sostenibilidad; este tercer programa tiene como objetivo:
“Promover, impulsar y materializar, en coordinación con los actores sociales, las
acciones y proyectos orientados a lograr el uso y ocupación sostenible del
territorio vallecaucano”31
Siguiendo con la lectura de esta estructura –lo cual permitirá comprender el
encadenamiento de los distintos niveles de la política ambiental colombiana-, se
observa que el PAT 2004 – 2006 de la CVC incluyó 30 grandes proyectos
, a su vez contiene los subprogramas Administración de
los recursos naturales y uso del territorio, Mejoramiento de la oferta ambiental y,
Fortalecimiento de la cultura ambiental ciudadana.
32
30 “Ejercer la autoridad ambiental y promover el desarrollo sostenible desde la dimensión ambiental, en armonía y coordinación con los distintos actores sociales del departamento del Valle del Cauca y demás integrantes del SINA” CVC, 2004. Plan de Acción Trienal CVC 2004 – 2006. P 37
31 Ibid. P 113.
que se
enmarcan en seis temas estratégicos definidos por la CVC ante la descripción de
situaciones ambientales dada por el PGAR 2002 – 2012, antes mencionado. Para
el caso de esta investigación, el tema estratégico es “Producción sostenible”, el
cual enmarca el proyecto “Reconversión de actividades agropecuarias de alto
impacto ambiental”, del cual se desprende el subproyecto 1121 Establecimiento de
sistemas de producción agroecológica en zonas amortiguadoras de páramo. Es
importante entonces observar que el tema estratégico Producción sostenible tiene
como objetivos para los proyectos: “Disminuir, mitigar y prevenir los efectos e
impactos nocivos que sobre el ambiente y los recursos naturales ocasionan las
actividades agropecuarias, industriales y comerciales en las diferentes fases de
32 Ibid. P 116.
sus procesos productivos, permitiendo de esta manera un uso y aprovechamiento
sostenible del ambiente regional”33
Retomando lo planteado anteriormente, la racionalidad técnica se impone en la
definición de programas, proyectos y acciones sobre el medio ambiente, es así
como la llamada producción sostenible no considera cuestionar o revaluar los
procesos productivos, ni ajustarlos a las realidades socio-ambientales; por el
contrario, la mirada antropocéntrica exige el desarrollo de procesos tecnológicos
para adecuar el ambiente y la sociedad a los procesos productivos, de manera
que se desdibuja la propuesta agroecológica y se la limita a la reconversión de
hectáreas y parcelas bajo el esquema que han denominado agroecologico
.
34
4.2 EL DISCURSO VERDE A FUERZA DE LEGALIDAD. DICTADO POR EL MERCADO, TRANSCRITO POR EL ESTADO. Aproximación a un análisis
social y político del marco legal ambiental colombiano.
.
Ahora bien, afirmar que tal racionalidad técnica está desprovista de sentido político
ideológico es por demás ingenuidad sospechosa de complicidad, por el contrario,
la imposición a ultranza de una racionalidad técnica sobre el medio ambiente,
obedece a un interés específico de obviar el debate político, reificando de hecho
un proyecto político por distintas vías, como veremos en el siguiente apartado.
GENERALIDADES
Este capítulo ofrece una presentación y una lectura comprensiva del marco legal
colombiano en cuanto tiene que ver con el medio ambiente y en particular
denotando aquellos elementos que se relacionan con los ecosistemas de páramo.
Se toman como referencia: la Ley 23 de 1973 por la cual se conceden facultades
33 Ibid. P 115
34 Metas del PAT 2004 – 2006. CVC, 2004. Plan de Acción Trienal CVC 2004 – 2006. P 117.
extraordinarias al Presidente de la República para expedir el Código de Recursos
Naturales y de Protección al Medio Ambiente y se dictan otras disposiciones; el
decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el código nacional de recursos naturales
renovables y de protección al medio ambiente; la Constitución Nacional de 1991,
la ley 99 de 1993 Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena
el sector público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los
recursos naturales renovables, se organiza el sistema nacional ambiental SINA y
se dictan otras disposiciones; el Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 Hacia un
Estado Comunitario; además de la Política Nacional de Biodiversidad y el
Programa Nacional para el Manejo Sostenible y Restauración de Ecosistemas de
la Alta Montaña Colombiana: Páramos, del Ministerio del Medio Ambiente.
AL DETALLE
4.2.1 Ley 23 de 1973 por la cual se conceden facultades extraordinarias al
Presidente de la República para expedir el Código de Recursos Naturales y de Protección al Medio Ambiente y se dictan otras
disposiciones Durante el periodo de gobierno ejercido por Misael Pastrana aparece en el
escenario al menos gubernamental y parlamentario la inquietud por el tema
ambiental, ya en otras regiones se empezaba a evidenciar la preocupación por la
“pequeña y frágil esfera”, después de haberla visto desde el espacio; de manera
que para Colombia se presenta, discute y aprueba la ley 23 de 1973.
Esta ley tiene el objeto de prevenir y controlar la contaminación del medio
ambiente, y buscar el mejoramiento, conservación y restauración de los recursos
naturales renovables, para defender la salud y el bienestar de todos los habitantes del territorio nacional; para esto, el Congreso faculta al Presidente
de la República para crear el código nacional de recursos naturales.
4.2.2 Decreto 2811 de 1974 por el cual se dicta el código nacional de
recursos naturales renovables y de protección al medio ambiente
Esto sucede un año después, ya en el gobierno presidido por Alfonso López
Michelsen, se expide el decreto 2811 de 1974 haciendo oficial la puesta en
marcha del Código Nacional de recursos naturales renovables y de protección al
medio ambiente. Obsérvese el artículo segundo de dicho decreto, el cual expresa
su orientación y objeto:
Fundado en el principio de que el ambiente es patrimonio común de la
humanidad y necesario para la supervivencia y el desarrollo económico y social
de los pueblos este Código tiene por objeto:
1. Lograr la preservación y restauración del ambiente y la conservación,
mejoramiento y utilización racional de los recursos naturales
renovables, según criterios de equidad que aseguren el desarrollo
armónico del hombre y de dichos recursos, la disponibilidad permanente
de éstos y la máxima participación social, para beneficio de la salud y el
bienestar de los presentes y futuros habitantes del territorio nacional.
2. Prevenir y controlar los efectos nocivos de la explotación de los recursos
naturales no renovables sobre los demás recursos.
3. Regular la conducta humana, individual o colectiva y la actividad de la
Administración Pública, respecto del ambiente y de los recursos naturales
renovables y las relaciones que surgen del aprovechamiento y
conservación de tales recursos y del ambiente.
Estamos ubicados en la década de los 70, donde el capital consideraba que
aquello del ambientalismo era cosa de radicales y hippies, aún no se había
producido el famoso informe Bruntland (1987) y estaba en furor la revolución
verde, tal vez el momento histórico del modelo de acumulación explica el discurso
expresado en la ley 23 del 73 y en el decreto 2811 del 74 (ver negrita en párrafos
anteriores), incluso podría decirse que es un discurso de avanzada y de
superación de la propiedad privada, hacia el interés colectivo, obsérvese el
decreto 2811 del 74 :
ARTICULO 42.
Pertenecen a la Nación los recursos naturales renovables y demás
elementos ambientales regulados por este Código que se encuentren dentro del
territorio nacional, sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos por
particulares y de las normas especiales sobre baldíos.
ARTICULO 43.
El derecho de propiedad privada sobre recursos naturales renovables
deberá ejercerse como función social, en los términos establecidos por la
Constitución Nacional y sujeto a las limitaciones y demás disposiciones
establecidas en este Código y otras leyes pertinentes.
En todo caso, no teníamos noticias del discurso del desarrollo sostenible y la
moda verde apenas estaba configurándose, de manera que la preocupación por el
ambiente era auténtica y exploratoria, además para los espacios políticos
tradicionales había temas de mayor interés, el tema ambiental carecía de malicia.
En estos dos documentos legales (ley 23 de 1973, Decreto 2811 de 1974)
encontramos dos elementos que llaman la atención: uno de ellos es que no se
evidencia la prevalencia del desarrollo económico o de la producción en el manejo
o lo que ahora llaman gestión de los recursos naturales y del ambiente, al
contrario el componente social es determinante en la orientación de tal gestión;
como segundo elemento se observa un tímido desprendimiento de la tradición
antropocentrista, incluso se reconoce al medio ambiente como un otro. En
conclusión, la legislación hasta ahora presentada no se observa como instrumento
del capital para el dominio sobre los bienes de la naturaleza, parece más bien un
intento por sentar bases para un manejo responsable del ambiente.
4.2.3 Constitución Nacional de 1991
Como resultado de un proceso social y político nace en 1991 la Constitución
Política de Colombia, un esfuerzo por reconciliar a la nación en términos sociales y
políticos, en este abrazo, los sectores tradicionales inmersos ya en la doctrina
neoliberal instauran la liberalización de la economía: la Constitución del 91
significó en últimas tramitar la violencia política en violencia económica y social,
profundizando la brecha social y acrecentando de manera sostenida hasta hoy la
marginalidad.
Atendiendo a las transformaciones en el contexto mundial, la carta política recoge
los llamados derechos colectivos y del ambiente en el capítulo tercero con
escasos cinco artículos poco desarrollados, obsérvense los referidos a los
derechos del ambiente:
Artículo 79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La
ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan
afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente,
conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación
para el logro de estos fines.
Artículo 80. El Estado planificará el manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración
o sustitución.
Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer
las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados. Así mismo,
cooperará con otras naciones en la protección de los ecosistemas situados en las
zonas fronterizas.
El discurso y ahora concepto del desarrollo sostenible, se manifiestan en estos
artículos, este concepto se convertirá en el caballito de batalla de la expropiación,
saqueo y privatización de los bienes de la naturaleza.
Parece haber un proceso regresivo en el campo legislativo, ya que en estos
artículos no aparece la función social de la gestión ambiental y vuelve a ser
cosificado el medio ambiente; en su lugar encontramos los ambiguos conceptos
de conservación, protección, restauración y sustitución, que en el marco del
desarrollo sostenible –como se explica más adelante- significan desarrollar
acciones y activar dispositivos necesarios para asegurar que el modelo de
acumulación tenga a su disposición los recursos para su desarrollo.
4.2.4 Ley 99 de 1993 Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente,
se reordena el sector público encargado de la gestión y conservación
del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el sistema nacional ambiental SINA y se dictan otras disposiciones, y
En este mismo contexto –siguiendo una lectura integral- se encuentra la ley 99 de
1993, que en su primer artículo invoca la Declaración de Rio de 1992 como marco
de orientación, sólo para vislumbrar esta relación se traen a colación los dos
primeros principios de dicha declaración:
PRINCIPIO 1. Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y
productiva en armonía con la naturaleza.
PRINCIPIO 2. De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los
principios del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de
aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de
desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro
de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente de otros
Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdicción nacional.
De vuelta el antropocentrismo, se reconoce al humano como medida única del
universo, el ambiente y la naturaleza están a su servicio y son mera herramienta
de las metas del ser humano. Una muy buena pregunta es ¿de qué ser humano
estamos hablando?, y se puede ligar con otra pregunta ¿de cuáles Estados
estamos hablando?
Para responder a estas pregunta se debe ubicar el contexto, no es un ejercicio
muy difícil, puede ser suficiente mencionar que tras la caída del muro de Berlín y a
partir de la instauración del nuevo orden mundial, el capitalismo se ubica en todos
los discursos, prácticas y medios como único modelo de vida económica, social,
política y cultural; y el consumismo como el modelo ideal de ser humano. La
difusión de las corrientes del pensamiento único y del fin de la historia definen
para este contexto un estado capitalista y un ser humano llamado ciudadano como
sinónimo de consumidor. Son estos el ser humano y el Estado de los que nos
habla la declaración de Rio de 1992.
Volviendo a la ley 99 del 93, se encuentra en el texto de la ley unas menciones
más precisas respecto de los conceptos que nos interesan para esta investigación:
biodiversidad, páramos, desarrollo sostenible, Sistema Nacional Ambiental y
Corporaciones Autónomas Regionales.
Sobre el desarrollo sostenible el artículo tercero reza: DEL CONCEPTO DE
DESARROLLO SOSTENIBLE. Se entiende por desarrollo sostenible el que
conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de la vida y al
bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se
sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras
a utilizarlo para la satisfacción de sus propias necesidades. Es evidente la relación
de dependencia del bienestar social con respecto al desarrollo económico, de
manera que lo que se sostiene es la acumulación de capital, por eso debe
garantizar la durabilidad de la base de recursos.
Acerca de la biodiversidad, la ley en su artículo primero numeral dos declara que:
la biodiversidad del país, por ser patrimonio nacional y de interés de la humanidad,
deberá ser protegida prioritariamente y aprovechada en forma sostenible. Sin
ahondar en el tema, este aprovechamiento se direcciona por el concepto antes
analizado. Sobre los páramos no define fórmulas, sólo menciona su protección en
el numeral cuatro: Las zonas de páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y
las zonas de recarga de acuíferos serán objeto de protección especial.
La ley 99 define también el sistema nacional ambiental SINA en el artículo cuarto:
El Sistema Nacional Ambiental (SINA), es el conjunto de orientaciones, normas,
actividades, recursos, programas e instituciones que permiten la puesta en marcha
de los principios generales ambientales contenidos en esta ley. Y a las
corporaciones en el artículo 23: Las corporaciones autónomas regionales son
entes corporativos de carácter público, creados por la ley, integrados por las
entidades territoriales que por sus características constituyen geográficamente un
mismo ecosistema o conforman una unidad geopolítica, biogeográfica o
hidrogeográfica, dotados de autonomía administrativa y financiera, patrimonio
propio y personería jurídica, encargados por la ley de administrar, dentro del área
de su jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables y
propender por su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones
legales y las políticas del Ministerio del Medio Ambiente.
De manera que hasta este momento tenemos un marco general legal y una
definición institucional pertinentes a nuestra investigación; leyes vigentes, marco
constitucional, referente internacional, y figura jurídica institucional. Hasta ahora
podemos ubicar este marco en el contexto del modelo de acumulación capitalista,
un poco tenue hasta mediados de los años 80 y magnificado en la década de los
90, implicando ajustes del marco legal a los nuevos discursos y prácticas del
capital.
4.2.5 Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 Hacia un Estado Comunitario
Avanzando en el modelo de Estado definido por la corriente neoliberal desde
finales del siglo XX, nos ubicamos en los albores del XXI en el llamado Estado
Corporativo, el gobierno presidido por Alvaro Uribe es la expresión más depurada
del mismo. En el Plan nacional de Desarrollo 2002 – 2006 Hacia un Estado
Comunitario se consignan los conceptos y los planes de materialización de los
mismos: crecimiento económico como vía para la integración social y el desarrollo
social, seguridad para generar confianza inversionista, como vía única para
alcanzar el crecimiento económico.
La política ambiental es subsidiaria de la política económica, evidenciado desde su
inclusión en el Capítulo II: Impulsar el crecimiento económico sostenible y la
generación de empleo; de este capítulo el apartado 8 tiene como título
Sostenibilidad Ambiental, ¿qué significa sostenibilidad?; no se pierda de vista el
marco conceptual: Desarrollo Sostenible.
El Plan nacional de Desarrollo 2002 – 2006 Hacia un Estado Comunitario, concibe
los bienes de la naturaleza como bienes transables, en la fase ecológica de capital
el mercado verde es un nicho de acumulación excepcional, en este sentido se
reconoce la riqueza del país como potencia en recursos para alimentar el modelo
de acumulación, más no para garantizar la satisfacción de necesidades de la
población, poniendo por encima de los intereses de las comunidades los intereses
de la producción: Como resultado de su ubicación tropical y de la diversidad
climática y topográfica, posee una gran oferta ambiental en recursos forestales,
hídricos y de biodiversidad, que son el sustento de la producción nacional y de
la multiplicidad de usos del territorio, no hay un reconocimiento de la función social
y ambiental de los bienes de la naturaleza, estos son reconocidos como oferta
ambiental, concepto derivado de la lógica de mercado.
En detalle, la presentación de la riqueza natural del país en el Plan Nacional de
Desarrollo 2002 – 2006 revisa los componentes de la llamada oferta ambiental de
la siguiente manera: Cerca del 50% del territorio continental nacional está cubierto
de bosques que, además de satisfacer necesidades de las comunidades que
los habitan proveen el 60% de la madera para la industria forestal nacional. La
satisfacción de necesidades de las comunidades no está garantizada, el fenómeno
creciente de desplazamiento ha denotado un despoblamiento de las zonas rurales,
zonas que luego son copadas por la agroindustria en diversos órdenes; la garantía
está dada para la confianza inversionista, no para las comunidades.
Siguiendo la ruta de análisis, el documento hace mención del recurso agua de la
siguiente manera: …existe en general una abundante oferta hídrica. Sin embargo,
como consecuencia de la deforestación de microcuencas y la desigual
distribución del recurso se prevé que 14 millones de habitantes pueden sufrir
desabastecimiento en épocas de sequía. Estas dos causas mencionadas dejan
por fuera del análisis la causa estructural del conflicto del agua: el modelo de
acumulación. Para el caso del Valle del Cauca la agroindustria compite de manera
desigual con el consumo humano de manera que este sector de la producción
toma dos tercios de las aguas superficiales y 86.4 % de las aguas subterráneas35
a. conservación y uso sostenible de bienes y servicios ambientales. El objeto
primordial de este plan es “el mantenimiento de la base natural como factor
primordial para el desarrollo del país”, esto se logrará según el gobierno a
través de varias acciones tales como la consolidación del sistema de áreas
protegidas en zonas de alta biodiversidad; la actualización de normatividad
en cuanto al manejo, uso y aprovechamiento de los recursos forestales;
protección de especies con énfasis en las amenazadas de extinción y las
aprovechables; fomento de la tecnología aprovechando la alta
.
Acerca de la biodiversidad el Plan Nacional de Desarrollo 2002 – 2006, plantea
con absoluta claridad su concepción mercantilista de la naturaleza: en cuanto a
biodiversidad, Colombia posee una de las mayores concentraciones de especies
por unidad de área del mundo sustentando un potencial de “mercados verdes” en
ecoturismo, fauna, productos maderables y no maderables del bosque y productos
agroecológicos.
El documento del Plan propone cinco planes para desarrollar la estrategia de
Sostenibilidad Ambiental, cada uno de ellos enfocado en un componente
fundamental de la materialización del concepto de desarrollo sostenible: a.
conservación y uso sostenible de bienes y servicios ambientales; b. manejo
integral del agua; c. generación de ingresos y “empleo verde”; d. sostenibilidad
ambiental de la producción nacional; e. planificación y administración eficiente por
parte de las autoridades ambientales. Obsérvese entonces una aproximación a
cada plan:
35 Documento de presentación del Plan de gestión Ambiental Regional Valle del Cauca 2002 – 2012. Universidad del Valle – CVC. Cali, 2004
biodiversidad. Cada una de estas acciones por sí sola no denota una
intencionalidad más allá de la responsabilidad ambiental del Estado, por
otra parte, observadas en conjunto y en relación con el contexto ofrecido,
se reconoce como una pieza clave de la puesta de nuestros bienes de la
naturaleza al servicio del mercado.
b. manejo integral del agua. Acerca del agua, los planteamientos son muy
generales, llama la atención lo que se denomina modernización de la
administración y gestión del agua. Como es reconocido, el Estado
Corporativo de inspiración neoliberal considera la administración pública un
fenómeno premoderno y condenado a la extinción, de manera que la
comunidad corporativa –es decir, aquellos privados que cuentan con los
recursos para ajustar su gestión a los estándares internacionales de
eficiencia y eficacia, creados por ellos mismos- debe acudir al rescate de la
nación ofreciendo una gestión y administración modernas, que satisfaga las
necesidades ya no de unos ciudadanos, sino de unos consumidores.
c. generación de ingresos y “empleo verde”. Esta es una forma bastante
explícita de materialización de lo descrito en el literal a, el texto dice: el
gobierno impulsará la producción y comercialización de bienes y servicios
ambientales; la propuesta define la explotación de la biodiversidad, la
organización de las comunidades rurales como empresarios, el
encadenamiento productivo en guadua, plantas medicinales y agricultura
ecológica; la captura de gases de efecto invernadero y el ecoturismo, como
las líneas estratégicas para la generación de ingresos. Estas propuestas
desconocen por completo la cultura tradicional campesina, la forma
tradicional de relación con la naturaleza, convierte a la naturaleza en un
objeto de consumo puesto en el mercado verde, proletariza al campesinado
en su propio territorio y mercantiliza la vida. En cada una de estas líneas la
pauta la define la empresa privada con la venia del Estado, el campesino y
la comunidad rural pasan a ser un elemento exótico en ese mercado verde
y a la vez la excusa para que los ciudadanos de los países contaminantes
causantes de la crisis ambiental, expíen sus culpas consumiendo
mercancías verdes, pagando sobrecostos de un denominado mercado de
precios justos y vistiéndose con ropajes de fibras naturales con etiquetas
“made in tercer mundo”. En cuanto a la captura de gases, es la
mercantilización de los ciclos ambientales que permiten que los bosques y
los páramos actúen como sumideros de carbono, logrando así que los
países y las comunidades corporativas responsables de la crisis ambiental
paguen sumas irrisorias con respecto al daño causado y sigan
incrementando su actividad productiva contaminante, adquiriendo
certificados de responsabilidad ambiental.
d. sostenibilidad ambiental de la producción nacional. Esta acción refiere
exclusivamente a la modificación de los procesos de la producción hacia
una regulación de los mismos, mitigando el impacto ambiental sin modificar
la estructura productiva, de manera que esta mitigación ofrece dos
resultados sumamente interesantes para el capital: por una parte se alarga
la vida útil del medio ambiente, es decir se asegura la prolongación en el
tiempo de la disponibilidad de los llamados recursos naturales, necesarios
para la sostenibilidad del modelo de acumulación; de otro lado, la adopción
de las llamadas tecnologías limpias ofrece unos valores agregados
transables en el mercado como son sobreprecios por mercado justo,
certificados o bonos de carbono, saberes tradicionales acerca de la
biodiversidad, entre otros.
e. planificación y administración eficiente por parte de las autoridades
ambientales. Para este propósito se crea un marco institucional y normativo
que define los procedimientos y ajusta los métodos administrativos y de
gestión al modelo corporativo. Derivan de esta acción políticas nacionales,
directrices hacia las instituciones del SINA y coordinaciones con los entes
territoriales y ministerios pertinentes.
Con la tranversalidad del concepto de desarrollo sostenible, el Plan Nacional de
Desarrollo 2002 – 2006 pone en juego todos los dispositivos técnicos, humanos,
financieros y de autoridad del Estado para dar cumplimiento a la exigencia del
capital frente a los bienes de la naturaleza: disponibilidad total.
4.2.6 Política Nacional de Biodiversidad, 1995.
El documento de la política nacional de biodiversidad constituye otro referente
importante del modo de interpretación que hace el Estado colombiano acerca de
los bienes de la naturaleza, puede evidenciarse en esta política nacional la
conjunción de tres elementos clave: el concepto de desarrollo sostenible, Estado
corporativo y, un concepto mercantilista de la naturaleza.
Aunque estos elementos son transversales a todo el documento puede hacerse
una asociación entre ellos y las tres estrategias de la política; conservación,
conocimiento y, utilización.
- Conservación y desarrollo sostenible: como se ha insistido, la conservación a
la que hace referencia esta política está íntimamente ligada a la necesidad de
garantizar los recursos necesarios para el capital, por tanto es una estrategia
fundamental del modelo de desarrollo sostenible, del cual ya se ha dicho en
este documento.
- Conocimiento y Estado corporativo: la estrategia de conocimiento implícita en
la política nacional de biodiversidad, obedece a exigencias de los organismos
multilaterales del sistema financiero global, la estrategia no es de manejo
exclusivo del Estado, se involucran en ella de manera directa o indirecta los
actores importantes del Estado corporativo; Corporaciones transnacionales,
organizaciones no gubernamentales, universidades, centros de investigación
privados, etc., las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes
tienen una participación marginal y sólo en función de aportar conocimientos, a
favor de los demás actores. Para el capital es claro que conocimiento es
poder, por tanto no puede ser ajeno a la estrategia de conocimiento de lo que
ahora llaman oro verde, mucho menos en un país que comporta en su territorio
el 10% de la biodiversidad del planeta.
- Utilización y mercantilización de la naturaleza: el documento habla de
aprovechamiento sostenible, sin comprometer la base natural; sin embargo
reconoce y valida la modificación genética de organismos con criterio de
rendimiento productivo, define la competencia de los ministerios de comercio y
desarrollo sobre las acciones de aprovechamiento de la agricultura, plantas
medicinales y ecoturismo; define el respeto a los derechos de propiedad
intelectual de privados y finalmente, manifiesta expresamente la necesidad del
concurso privado extranjero en la incorporación de valor agregado sobre los
recursos genéticos y productos derivados de la biodiversidad.
4.2.7 Programa Nacional para el Manejo Sostenible y Restauración de Ecosistemas de la Alta Montaña Colombiana: Páramos, 2001.
Este programa del Ministerio del Medio Ambiente es un eslabón más de la cadena
conceptual, jurídica e institucional, que en un plazo de 10 años se propone hacer
su aporte para la consolidación de la política nacional en materia de medio
ambiente, en un ecosistema fundamental para los intereses del mercado y crucial
para la vida: los páramos.
El documento de este programa inicia con un diagnóstico de los síntomas de la
problemática ambiental, sin acercarse siquiera a las causas estructurales de dicha
problemática, reconoce una degradación y transformación malsana del ecosistema
de páramo, ubica las causas de esta degradación en factores “naturales” (cambio
climático) y humanos (uso del suelo, cultivos ilícitos, conflicto armado). No existe
siquiera una aproximación al reconocimiento de que el factor cambio climático no
es un factor natural, ni de que este y los llamados factores humanos son
fenómenos de naturaleza política y económica; si bien este documento se ubica
en referentes que pueden aproximarse a una definición política desde sus
inspiradores, acusa falencias de rigurosidad académica en la profundización de su
diagnosis.
En el programa se reconocen los páramos como ecosistemas estratégicos, en
este aspecto sí logra leerse entre líneas cómo hay una postura política definida,
amparada en el modelo de Estado corporativo y el concepto de desarrollo
sostenible. De este modo para el programa la importancia de los páramos radica
en sus riqueza de biodiversidad, su función natural de generación y regulación de
fuentes de agua y energía, su función natural de captura de carbono, su interés
turístico (todas estas características son medibles en dólares o euros y transables
en el mercado), y su posibilidad de ser un escenario de paz, entendiendo esta
última como la necesidad de coparlo militarmente para reprimir y detener las
expresiones de conflicto social y político.
Su visión y objetivos dan cuenta de lo anterior, en la lógica del Estado corporativo
éste no asume su función social y política, sino que pone en manos de la
comunidad corporativa y las poblaciones condicionadas la tarea de la planificación
y gestión del territorio; definiendo, claro, los criterios de tal planificación, para este
caso: manejo sostenible, conservación, restauración, desarrollo económico y
social.
Los páramos son entonces un factor más de la lógica de la fase ecológica del
capital, teniendo perfectamente definido su valor estratégico desde una visión
ideológica clara y en consonancia con el proyecto político y económico dominante.
EN CONJUNTO
Este capítulo expresa la intención de crear puntos de encuentro entre unos
conceptos teóricos apostados en una línea ideológica y unos conceptos jurídicos
que construyen fuerza coactiva hacia la materialización de esa línea ideológica en
unos proyectos políticos , económicos y culturales. No es difícil, después de
recorrer este camino al detalle reconocer la minucia, la complejidad y la
intencionalidad precisa que se encuentran manifiesta en toda la cadena de la
política ambiental, desde un discurso hasta la biopiratería, desde un debate
parlamentario hasta el desplazamiento de comunidades rurales, desde la
multiplicación del número de estaciones de gasolina hasta la degradación de los
páramos, desde tratados multilaterales hasta la extinción de especies de flora,
fauna y organización social.
4.3 CAEN LOS DISCUSOS, QUEDAN LAS CONSECUENCIAS. EL CASO DEL
SUBPROYECTO 1121.
En este capítulo se analiza la información recuperada sobre el subproyecto 1121,
documentos y entrevistas, que a la luz del marco teórico y en la misma línea de
interpretación del capítulo anterior dan cuenta del trasfondo del subproyecto 1121
de la CVC. Este análisis seguirá lña estructura de presentación del subproyecto:
desde los recursos estratégicos agua, flora y fauna y, biodiversidad, relacionando
este último con la agroecología como modelo implementado por el subproyecto.
4.3.1 RECURSO AGUA
El texto del subproyecto 1121 plantea que los ecosistemas no están cumpliendo
con su función eficientemente, ya que las actividades antrópicas que se dan, no
corresponden al uso y manejo adecuado de los recursos naturales, dice sobre el
agua: se observa contínua inestabilidad de cauces (arrastre de materiales), según
los resultados de los análisis del recurso hídrico se observan restricciones para el
uso del agua para consumo humano y para actividades agropecuarias por la
presencia de agentes contaminantes, producto de vertimientos de aguas
residuales sin ningún tipo de tratamientos y agrotóxicos. Por otra parte los
funcionarios de la CVC entrevistados coiniciden en lo que se afirma en el contexto
de esta investigación, los páramos son de interés estratégico, entre otras cosas
por su capacidad de generar y regular fuentes de agua.
Tenemos entonces una situación que presenta varias facetas, por una parte está
la preocupación por la protección de la fuente de agua, bien estratégico para la
humanidad; por otra parte tenemos una descripción de una situación ambiental
preocupante: el arrastre de materiales y la presencia de contaminantes.
Obsérvese cómo estas facetas no pueden ser desligadas, en sí mismas todas
tienen que ver con el ser humano, como causa o como consecuencia.
El desarrollo de actividades antrópicas sobre el ecosistema páramo obedece no
necesariamente a una lógica irracional de extracción de recursos, podría
entenderse mejor dentro de una lógica bastante racional de un modelo económico
de acumulación. La apropiación de las tierras planas en el Valle del Cauca por
parte de los sectores sociales dominantes es una práctica histórica que ha llegado
a configurarse en algunos discursos como condición natural, estas tierras gozan
de una característica de productividad tal, dada la riqueza del suelo, que el Valle
del Cauca llegó a ser considerado la despensa de Suramérica; sin embargo estas
tierras han sido destinadas al monocultivo de caña de azúcar, y algunas otras
expresiones del latifundio en algodón, ganadería y otros.
La presión ejercida sobre poblaciones campesinas, bien por la vía de la
expropiación de tierras, bien por la vía del agotamiento económico y ambiental, ha
desplazado a comunidades campesinas hacia la montaña, llegando a ubicarse
hasta en las zonas amortiguadoras de páramo. Pero ellos no estaban solos allí, ya
se encontraban plantaciones forestales de extracción para la industria papelera,
sistemas de transmisión de energía y comunicaciones y otras intervenciones
humanas que habían abierto camino a impactos ambientales.
Pues bien, hasta estas zonas, detrás de los campesinos llegaron las propuestas
de ayuda de parte de organismos gubernamentales y no gubernamentales,
proyectos de desarrollo enmarcados en la cooperación internacional, la más
depurada expresión era la revolución verde; camino expedito hacia la redención
económica y social de las comunidades campesinas pobres. El modelo de la
revolución verde es muy sencillo, veamos.
El agente del desarrollo (gubernamental o no gubernamental) regularmente
profesional de las ciencias agronómicas o pecuarias reúne a la comunidad y les
revela la verdad: los campesinos no saben nada, sus creencias y herencia cultural
en la forma de relacionarse con la naturaleza son mitos, carentes de validez
científica y no tienen etiqueta de ninguna universidad ni centro de investigación,
por tanto no son viables y deben ser erradicados ya que son los causantes de la
pobreza. Como alternativa está la propuesta de un paquete tecnológico que a
través de procesos de síntesis química en laboratorio universitario o de centro de
investigación –que le da toda la validez- garantiza altos niveles de rendimiento en
cultivos y cría, ofreciendo cosechas más abundantes, en menos tiempo, en menos
espacio y con “mejor presentación”.
La comunidad campesina que además de deslumbrada se encuentra agobiada por
los procesos de empobrecimiento y persecución, ve en la revolución verde la tabla
de salvación. Lo que los agentes de desarrollo no dijeron era que los paquetes
tenían unas marcas, que eran la imagen corporativa de empresas extranjeras que
a la vez habían financiado directa o indirectamente los estudios universitarios de
ese agente; lo que los agentes de desarrollo no dijeron era que para acceder a
ese paquete tecnológico finalmente el campesino habría de adquirir créditos; lo
que los agentes del desarrollo no dijeron era que la aplicación de este paquete
tecnológico tenía graves consecuencias sobre el suelo, sobre el agua, sobre la
biodiversidad; lo que los agentes del desarrollo no dijeron era que mientras los
campesinos esperaban la cosecha para poder vender el producto, tenían que
bajar al supermercado del pueblo a comprar a crédito lo que hasta ese momento
ellos producían; lo que los agentes del desarrollo no dijeron era que detrás de
ellos venían los otros agentes del desarrollo, con otro tipo de formación, con
instrumentos diferentes, con uniformes diferentes, con lenguaje diferente, con
expresiones de legalidad o ilegalidad difusa, que también hacían parte de la
cooperación internacional al desarrollo y que venían a limpiar la zona de los
enemigos del desarrollo. Lo que no dijeron los agentes del desarrollo era que en
otros lugares del mundo se había decidido que los campesinos debían renunciar a
su cultura, a sus saberes, a sus tradiciones, a sus bienes de la naturaleza, a su
biodiversidad y a su autonomía alimentaria, territorial y cultural.
Es en este contexto y no en otro que se debe entender por qué ahora
encontramos que se observa continua inestabilidad de cauces, o que se observan
restricciones para el uso del agua para consumo humano y para actividades
agropecuarias, o que encontramos la presencia de agentes contaminantes,
producto de vertimientos de aguas residuales sin ningún tipo de tratamientos y
agrotóxicos. La propuesta de la revolución verde, la extracción con fines
industriales y la erradicación de unos patrones de relación armónica con la
naturaleza han llevado a la situación actual del páramo y de su zona
amortiguadora; todo esto se enmarca en el mismo modelo de acumulación, por
tanto es por lo menos dudoso que una propuesta enmarcada en un modelo
conceptual y jurídico que tiene como referencia el Desarrollo Sostenible, vaya a
cambiar estructuralmente la situación ambiental.
Como se ha dicho en otros momentos el páramo es un ecosistema estratégico
para asegurar la continuidad biológica del planeta, para el caso del subproyecto
1121 los funcionarios de la CVC anotan: es una zona de recarga de acuíferos, es
donde se filtra el agua y hay una regulación de las aguas, el páramo acompaña en
eso, es lo que permite agua permanente en las quebradas y en los ríos, y además
muchos de los páramos se convierten en despensas de agua, son los sitios de
acumulación de agua que después van a surtir las diferentes fuentes. Pero se ha
configurado también como una herramienta de dominación política y como un
medio de acumulación de capital. En las Guerras del Agua, Vandana Shiva (2004)
desarrolla un interesante análisis de esta nueva configuración del agua,
recogiendo los casos de Bolivia e India donde la conjunción de poderes políticos y
económicos llevó a poblaciones enteras a niveles antes insospechados de
postración frente a los agentes del capital; se legalizó la mercantilización de la
vida, las empresas privadas multinacionales definieron la ruta económica y los
gobiernos definieron la ruta jurídica para ello.
Para el caso de Colombia la diferencia no es significativa, se desarrollan
propuestas ambientales en el marco de: la conservación, lo que permita asegurar
la fuente hídrica; conocimiento, que ofrezca un inventario cuantificable del
rendimiento del recurso en dólares; uso sostenible, aprovechamiento con criterio
administrativo eficiente. A la par de esta propuesta ambiental se encuentran
procesos de agotamiento y asfixia económica de empresas públicas prestadoras
de servicios públicos, regularmente ejercida por administradores que corrompen el
sector público y luego son recibidos con honores en el sector privado; luego se da
un proceso de intervención, con criterios financieros y no sociales que arroja
finalmente como única opción la privatización de la empresa.
Entonces, el llamado recurso hídrico que la propuesta ambiental logra conservar,
conocer y manejar, se entrega a la empresa privada para ser brindado en forma
de servicio público a la ciudadanía, bajo formas de relación económica: el acceso
al agua potable se transforma de derecho a servicio, el cual habrá de ser
sufragado; el usuario se transforma en cliente o consumidor, mediante su poder
adquisitivo; las tarifas, la viabilidad del suministro, las mejoras técnicas, la
ampliación de cobertura, elementos antes indiscutibles de la realización del
derecho al acceso al agua potable, ahora son variables analizadas
financieramente y se define su aplicación en virtud de su rentabilidad.
Como parte de la política ambiental, en el marco del concepto de desarrollo
sostenible, el subproyecto 1121 logra directa o indirectamente poner a los
campesinos, ong y funcionarios públicos a trabajar en el cuidado de un bien de la
naturaleza -que el capital llama recurso hídrico- que no necesariamente se
direcciona a garantizar el acceso al agua potable por ejemplo para la población
que carece de acceso -casi el 80% de la población colombiana no recibe agua
segura para el consumo humano36
Con el agua, con los campesinos y con el páramo, el subproyecto 1121 queda en
deuda, al no lograr posicionar entre las poblaciones campesinas elementos de
reflexión y discusión respecto a la problemática ambiental en la dimensión política
y económica, más allá de la biofísica; queda en deuda el proyecto no por si
mismo, sino por sus determinaciones institucionales, jurídicas y conceptuales en el
marco de la política ambiental colombiana, de manera que el problema sigue
acusando causas estructurales, por tanto sus alternativas deben también ser
estructurales.
- sino para garantizar que se mantengan altas
las ganancias de los prestadores privados del servicio, reduciendo sus costos y
proveyendo confianza a los inversionistas.
36 Campaña Nacional por la defensa del Agua y de la Vida. Referendo por el Agua. www.ecofondo.org
4.3.2 RECURSOS FLORA Y FAUNA
El subproyecto 1121 tiene unas consideraciones muy particulares sobre los
recursos flora y fauna, en primer lugar pone sobre los pobladores la
responsabilidad del estado actual de degradación del ecosistema y en segundo
lugar no menciona ni se cuestiona qué hay detrás de los pobladores; obsérvese:
Recurso Flora: Este recurso ha sido altamente intervenido por la población para el
establecimiento de actividades productivas… Recurso Fauna: en la zona existe un
desconocimiento generalizado de las poblaciones sobre el comportamiento de la
fauna.
Es evidente aquí la mirada institucionalista, academicista e invasiva del proyecto y
de su marco de referencia, como se mencionaba anteriormente, han sido procesos
políticos y económicos los que han llevado a las poblaciones campesinas que se
han resistido a urbanizarse, a ocupar las zonas amortiguadoras de páramo y por
tanto a desarrollar actividades de supervivencia; han sido procesos políticos y
económicos los que han sustentado propuestas como la revolución verde, que han
despojado a las comunidades de su conocimiento tradicional en su forma de
relación con la naturaleza imponiendo el modelo empresarial de producción.
La relación entre flora y fauna es más estrecha de lo que se puede suponer, la
mirada cartesiana desliga cada grupo de especies, pero en términos de
ecosistema no puede pensarse en animales sin un hábitat de flora que le
suministre lo necesario, así como pensarse la flora sin el aporte de materia
orgánica, comunicación y protección que le brindan los animales es un
despropósito. Pues bien, la lógica empresarial impuesta por los monocultivos, las
cadenas productivas y en general la agricultura y la actividad pecuaria para el
mercado imponen este modo de ver las relaciones naturales, de modo que se
validan los manejos de animales con encierro en microespacios, sin contacto con
el entorno a razón de mayor cantidad de animales por metro cuadrado; se
legitiman también los monocultivos que erosionan el suelo, que eliminan la
biodiversidad y no ofrecen espacio vital para la fauna, los llamados desiertos
verdes.
Esta es la lógica que ha sido agenciada por la cooperación internacional al
desarrollo, por las universidades y centros de investigación ligados al capital, por
el Estado a través de legislación y políticas públicas, por los profesionales de
distintas áreas que intervienen las zonas rurales. Esta es la lógica responsable del
deterioro ambiental que presentan nuestros ecosistemas, no la cultura tradicional
campesina; es más que atrevido plantear que las comunidades campesinas en sí
mismas son las culpables del alto impacto ambiental negativo que la presencia
humana ha tenido en las zonas amortiguadoras de páramo, recordando al maestro
Maya, los problemas ambientales, no pueden ser pensados al margen de la
cultura, por fuera de la actividad económica, su desarrollo tecnológico, de sus
instituciones, de sus organizaciones sociales, de sus formas simbólicas; en este
caso la cultura dominante, las instituciones instaladas hegemónicamente en el
poder, el modelo económico imperante son los que han determinado el manejo
ambiental: observar a la naturaleza como fuente de recursos para el modo de
producción, actuar en consecuencia con esa mirada es decir, extraer los recursos
y garantizar la provisión futura de los mismos.
Es contradictorio, por decir lo menos, que el subproyecto 1121 tenga como
alternativa de trabajo seleccionada a la Agroecología, mientras que en la
descripción de la situación ambiental plantea que los impactos ambientales
negativos que se evidencian en la zona son responsabilidad de los pobladores.
Encontramos entonces un concepto de agroecología cooptado, desprovisto de su
fuerza política y puesto al servicio del desarrollo sostenible, consecuente con las
lógicas de extracción y explotación sobre los bienes de la naturaleza.
La flora y la fauna son entonces objeto de discusión en el marco del subproyecto
1121 y de la política ambiental colombiana en la siguiente lógica: la flora y la fauna
son fuente potencial de riqueza en el mercado verde de los recursos naturales y
los servicios ambientales, a través de las estrategias de conservación y
conocimiento descubrimos –como lo expresa el subproyecto 1121- que las
poblaciones campesinas no conocen las dinámicas de la flora y de la fauna por
tanto están haciendo un mal manejo que ha implicado su agotamiento y
degradación, ante esta situación de ignorancia y mal manejo la estrategia de uso
sostenible aparece como la mejor alternativa amigable con el medio ambiente, de
manera que los agentes del desarrollo –Estado, ong, empresarios- son llamados a
salvar el medio ambiente, en este caso particular la flora y la fauna, ya que estos
agentes si saben cómo manejarla y aprovecharla de manera sostenible.
Es así como funciona el desarrollo sostenible en el Estado corporativo, la
mascarada de la conservación de la naturaleza protege los voraces intereses del
capital transnacional, el Estado se hace funcionario del capital generando todos
los dispositivos necesarios para garantizar la extracción de los llamados recursos
naturales y, finalmente las poblaciones negras, indígenas y campesinas son
eliminadas del esquema por distintos medios ya que obstruyen el desarrollo.
Nuevamente el subproyecto 1121 queda en deuda con la humanidad y la
naturaleza, incluso puede ser responsable del despojo de riqueza material e
inmaterial de las poblaciones campesinas; queda en deuda con la agroecología al
manipularla y al degenerar su espíritu. Por otra parte, el subproyecto cumple con
su función, articulada a la política ambiental colombiana en el Estado corporativo
en el marco conceptual del desarrollo sostenible. Puede atribuírsele también la
virtud de generar indirectamente un espacio de discusión entre los agentes de
desarrollo, las poblaciones y la naturaleza.
4.3.3 BIODIVERSIDAD Y AGROECOLOGÍA
A partir de la justificación de la alternativa seleccionada por el proyecto 1121 de la
C.V.C., se plantea que las actividades antropicas que se dan, no corresponden al
uso y manejo adecuado de los recursos naturales, generando un desequilibrio
ambiental impidiendo así que los ecosistemas cumplan con su función
eficientemente. Se constata que se pone énfasis, desde esta mirada, en la acción
del individuo sobre los ecosistemas y que a partir de allí se deduce la perdida de
funciones básicas de dichos ecosistemas, por lo tanto la acción misma y la
propuesta que la sustenta se orienta a la reconversión de los sistemas de
producción utilizados y a la implementación de un modelo de manejo guiado
desde principios agroecologicos. Es evidente que se deja de lado otro tipo de
análisis en los que se incluya el sistema económico y la dinámica de mercado en
su relación directa con las prácticas agroindustriales empleadas y por lo tanto en
su relación con el uso y manejo de los recursos o bienes naturales.
Por otro lado se hace el llamado a la recuperación de la biodiversidad y
agrobiodiversidad desde la adopción del modelo agroecologico, sin dar claridad
respecto al interés en dicho fin, lo cual evidencia una postura netamente
conservacionista – ecologicista.
Estos aspectos contenidos en la justificación de la alternativa seleccionada por el
subproyecto 1121 de la C.V.C. entran a ser desarrollados en los párrafos
siguientes a partir de un análisis comprensivo.
El sistema económico no puede ser visto únicamente a partir del tipo de relación
que establece con el entorno natural. Dicho sistema hace parte de un sistema de
relaciones sociales mucho más amplio en el que intervienen múltiples actores. Los
procesos económicos y su relación con los ecosistemas han de analizarse,
entonces, más allá de los ciclos de extracción y transformación de los elementos
que componen tales ecosistemas e incluirse en el análisis la acción de los grupos
sociales que entran en juego. Así, cualquier mirada que se centre en uno de los
dos campos siempre será parcializada.
En un primer momento, con la mirada convencional sobre la economía, se
observaba la misma como un sistema cerrado en que entraban en juego
únicamente los agentes o actores productores, los consumidores y el mercado.
Desde la aparición de la economía ecológica se intenta observar la economía
como un sistema abierto que necesita la entrada de energía y materiales, pero que
también está abierto a la salida de residuos que impactan el entorno.
Asumir de manera tajante cualquiera de las dos posturas para entender el
movimiento de la economía seria reducido. Asistimos a un momento en que el
énfasis se centra en comprender la economía como un sistema abierto en relación
con su entorno natural, entonces, se denuncia el impacto de las decisiones
económicas sobre los ecosistemas; el cambio climático, la perdida de
biodiversidad, la contaminación, entre otros, aparecen como efectos (defectos) de
los procesos económicos de extracción y transformación de recursos naturales. La
solución a dichos problemas parece simple: modificar los modelos de
transformación y extracción. Desde esta mirada se sustenta el desarrollo
sostenible, la economía ecológica y algunas otras posturas ecologicistas-
conservacionistas.
En la misma dirección han hecho aparición los informes, tratados y protocolos que
intentan poner en dialogo economía y ecosistemas, primero el Informe Brundtland
y desde allí, Río de Janeiro, Kyoto, Berlín, Buenos Aires, Cartagena, etc.
La economía como cualquier otro campo es intervenido por la lucha de poderes e
intereses que a su interior pretenden establecer dominio. Plantea Augusto Ángel
Maya “la manera como el hombre organice las relaciones con los demás influirá
necesariamente en su relación con el medio… la transformación y manejo
adecuado de la naturaleza dependen… de la forma en que esté organizada la
sociedad”.
En este orden de ideas las políticas ambientales como los programas y proyectos
que de allí surgen, antes que ofrecer orientaciones respecto a la relación que ha
de establecer con la naturaleza y sus bienes, debe revisar el tipo de relación y
organización social que el mercado impone y que es quien efectivamente genera
impacto respecto a los ecosistemas. Pensar, como de hecho se plantea desde el
subproyecto 1121 agenciado por la C.V.C., que los ecosistemas no cumplen con
su función, producto del uso y manejo no adecuado de los recursos naturales es
evidentemente reduccionista. Antes bien, la cuestión debe partir del análisis de las
necesidades del mercado y de las decisiones que éste guía, es decir, el
“desequilibrio” no debe buscarse tanto en las acciones como en las concepciones.
Recordando a Cárdenas, si la lógica del “mercado para la expansión de la
sostenibilidad y crecimiento de la acumulación de las ganancias de los
capitalistas” impacta negativamente el entorno natural y social (externalidades) las
respuestas han de centrarse más en dicha lógica que en las acciones que propicia
o impactos que genera; se trata entonces de ecología política antes que de
economía ecológica.
La biodiversidad como término empieza, hace un par de décadas, a ser el
derrotero para afrontar la problemática ambiental actual. En ella, las políticas
ambientales a nivel nacional, como los pactos, tratados y convenios a nivel
internacional encuentran sustento para su justificación. Como proceso natural la
humanidad ha presenciado la extinción de especies, pero a partir de la aparición y
evolución de la especie humana, dicho proceso se acelera y encuentra ahora su
principal causa en el impacto causado por los procesos de industrialización y
comercialización de los recursos naturales.
Los contenidos sobre biodiversidad en el marco de la conferencia de Río de
Janeiro (1992) hacen énfasis de manera específica en reconocer el uso comercial
de la biodiversidad e insiste en el acceso mercantil a los recursos genéticos. La
lógica económica plantea que “en situaciones en que los recursos naturales son
de acceso abierto a todos o de acceso libre… no existe ningún incentivo para
preservar el recurso”37
37 MARTINEZ Alier, Joan y Jordi Roca. “”Economía ecológica y Política ambiental” Pag. 347
. Esta afirmación no solo es aplicable a los recursos
renovables, ingresan allí también los recursos no renovables y específicamente los
diferentes ecosistemas y hábitat. De esta manera la convención asume la
biodiversidad como un bien que, en la medida que sea eficientemente utilizado
puede convertirse o asumirse como valor de opción con lo cual se trata de indicar
o de poner énfasis en el interés de evitar la desaparición de determinadas
especies por su utilidad, en especial, para la investigación científica. A partir de
estos enunciados se abre la puerta para el comercio de la biodiversidad, pensando
que la regulación al acceso a los ecosistemas es el camino para la conservación.
De allí empieza a fortalecerse el mercado de la preservación de los recursos.
Recordemos nuevamente que para la teoría económica “un recurso se explota de
forma excesiva cuando no existen derechos de propiedad claramente definidos”38
Esta lógica económica se empieza a fortalecer a partir de otro aspecto referido a la
biodiversidad planteado en la conferencia de Río, en ésta se abolió la idea de que
los recursos genéticos eran patrimonio de la humanidad y pasa a “reconocer el
derecho soberano de los Estados sobre los recursos en sus propios territorios”
.
En este orden de ideas cuando el subproyecto 1121, a partir de la justificación de
selección de la alternativa de solución, plantea que los ecosistemas altoandinos no
están cumpliendo con su función eficientemente (es necesario comprender el uso
del termino “eficientemente” en la lógica del mercado) producto de las actividades
antropicas y por el uso y manejo no adecuado de los recursos, se abre la puerta a
la posibilidad de intervención de iniciativas privadas que contando con capital y
tecnología pueden orientar las acciones de uso y manejo de estos ecosistemas
desde la lógica económica del valor de opción planteada anteriormente, es decir,
desde la perspectiva del valor de los ecosistemas altoandinos para la investigación
científica y por lo tanto como valor para la humanidad (sólo como ejemplo cabe
recordar o hacer énfasis en el uso de plantas medicinales que han servido como
base de productos comerciales farmacéuticos que aportan al manejo de múltiples
enfermedades).
39
38 Ibid. Pag. 329
39 Ibid. Pag. 469
.
En el marco del Estado corporativo es apenas lógico que la directriz se centre en
ofrecer mayor poder a los Estados nacionales dado su rol protagónico como
garante en el nivel local de los intereses de diferentes corporaciones
internacionales. Contrario a pensar en su desaparición, el Estado corporativo
reaparece como un eslabón más de los procesos de expansión del mercado y
reacomodación del capital para la sostenibilidad de la acumulación.
Frente a esta situación han empezado a generarse múltiples luchas, no sólo
locales sino también globales orientadas a la exigencia del reconocimiento al
papel relevante que han tenido las comunidades negras, campesinas y pueblos
indígenas en la conservación de recursos genéticos y su aporte desde el
conocimiento tradicional para sus usos comerciales, estos planteamientos han
tenido eco en los desarrollos conceptuales como la ecología política en términos
de justicia ambiental y discusión de la deuda ecológica.
La convención de Río, entonces, avanza exclusivamente en reconocer el papel de
las comunidades negras, indígenas y campesinas en la conservación de la
biodiversidad pero aun no reconoce derechos de propiedad colectiva sobre lo que
ellos han llamado su biodiversidad. Es así como la convención recomienda a los
Estados adoptar medidas de manera prioritaria orientadas a la regulación del
acceso a los recursos genéticos. Detrás de estas medidas aparecen los intereses
de compañías farmacéuticas y de semillas, mientras crece el comercio de
patentes.
A partir de esta mirada o lógica comercial de la biodiversidad no es posible pensar
las políticas ambientales y el desarrollo de múltiples programas y proyectos, como
el subproyecto 1121 agenciado por la CVC., como acciones únicamente
conservacionistas. La recuperación de la biodiversidad y la agrobiodiversidad se
mueve desde el valor de existencia o valor de opción, como ya lo planteábamos,
es decir es un valor de cara al uso futuro, pues, se reconoce que la mayor parte de
la biodiversidad, en especial la de zona de paramos y montaña altoandina, no
tiene aún un valor utilitario actual, principalmente producto del desconocimiento
que se mantiene respecto al uso y transformación de gran cantidad de recursos
genéticos, lo que no reduce su valor potencial, ni la búsqueda de control del
mismo; de esta manera surge la pregunta: la acción y el manejo “conservacionista”
al que se orienta el proyecto 1121 de la CVC pensado en términos de opción al
futuro y orientado a la satisfacción de necesidades de generaciones futuras (léase
sostenibilidad), al constreñir y limitar la satisfacción de necesidades de la
generación presente, aporta algo positivo, o reviste algún factor de mejoramiento
para las condiciones de vida precarias y de pobreza de los campesinos de zonas
de paramos y de bosque altoandino?; si no existe un beneficio orientado al
mejoramiento de su calidad de vida, ni amplía de manera real las posibilidades de
comercialización de sus productos, será suficiente argumento la conservación de
grandes áreas que deben ser protegidas? ¿Protegidas para quien? ¿Protegidas
para qué?
De manera clara la respuesta a estos interrogantes no puede ser positiva ni tener
un argumento filantrópico, más aun al reconocer que la lógica de conservación es
la lógica del mercado, que entre otras cosas poco beneficio genera para estos
pequeños agricultores, menos aún cuando les son desconocidos los derechos de
propiedad sobre los recursos genéticos que de manera tradicional y a lo largo de
la historia han hecho parte de sus practicas agrícolas.
En términos de derechos de propiedad de los pequeños agricultores y
comunidades campesinas e indígenas, son múltiples los movimientos ecosociales
que a nivel global se desarrollan. Sus acciones se orientan por la exigencia de la
conservación de la biodiversidad agrícola In Situ y del justo reconocimiento y pago
de sus derechos (pago que no es pensado en términos del capital, ni como
remuneración económica, al contrario es un pago orientado en términos de deuda
ecológica) como incentivo a la conservación de la biodiversidad, reconocimiento
que además va mucho más allá de patentes y derechos de propiedad intelectual.
Plantea Martínez Alier que “el pago de derechos de los agricultores
compensaría… el sacrificio que hacen ahora o harán más tarde al negarse a
introducir variedades comerciales y practicas agrícolas modernas que
frecuentemente son más remuneradoras”
Así, cuando la alternativa seleccionada por la CVC para intervenir en zonas
amortiguadoras de páramo propone equilibrar el manejo de recursos naturales
como lo procesos productivos de los predios familiares, implica precisamente para
el campesino, por un lado, mayor sacrificio en términos de manejo de sus predios,
elaboración de sustratos y abonos orgánicos, respetar los ciclos naturales, que de
hecho son contrarios y mas lentos a los ciclos productivos económicos o, por otro
lado, implica la dependencia del mercado de abonos orgánicos como sucedió con
la revolución verde, mercado que empieza a surgir y posicionarse y que de a poco
tiende a quedar en manos de unas pocas empresas también multinacionales. Así,
de cualquier manera que sea asumida la propuesta de agroecologia, cooptada por
entes gubernamentales en este caso, se utiliza como un disfraz verde, pero
termina en ultima instancia generando nuevos procesos de esclavitud y
dependencia a los campesinos y pequeños agricultores, a los que se le imponen
modelos y se le integra de manera vertical, sin ninguna posibilidad de autonomía,
a los principios ecológicos surgidos desde el discurso dominante.
Frente a este panorama es equívoco pensar de manera tajante que la condición
que presentan los ecosistemas de alta montaña se debe a la presión antropica,
como pretende hacerlo evidente la formulación del proyecto en cuestión. Una
mirada ampliada debe reconocer que la amenaza a la biodiversidad encuentra su
causa en la extensión del mercado y cuando el criterio de decisión es la ganancia.
El campesino tradicional se encuentra en la disyuntiva entre la conservación de la
biodiversidad, a la cual es obligado, y la presión del mercado que continua
introduciendo técnicas modernas de agricultura apoyadas en variedades de alto
rendimiento, es decir especies genéticamente modificadas. Surgen
contradicciones entre la búsqueda de desarrollo de modelos agrícolas amables
con el ambiente, como son llamados comúnmente, y la creciente propuesta de
ingeniería genética. Se discute, entonces, el valor que la biodiversidad agrícola
tiene y más aun respecto al valor que tendrá en el futuro, pues, el mercado de
semillas mejoradas crece cada día haciendo del campesino una especie, también,
en vía de extinción ante su incapacidad de competir desde practicas tradicionales
con técnicas modernas de agricultura.
Es aquí donde entra la ecología política en contraposición con la economía
ecológica, desde la que se sustenta la formulación del proyecto 1121. Para la
ecología política la discusión debe centrarse en la deuda ecológica y el
intercambio desigual. De manera reciente la mirada de la ecología política, en
términos de biodiversidad, se ubica en la “biopirateria” o bioprospeccion,
orientando la lucha respecto a los derechos de indígenas y campesinos por el
reconocimiento en su aporte a la conservación de la biodiversidad y
agrobiodiversidad, poniendo en debate la acción de empresas extranjeras que
obtiene a muy bajos costos (refiriéndonos a la deuda ecológica y la huella
ambiental de sus prácticas comerciales, más que a cuantificaciones monetarias),
cuando no es que usurpan, recursos genéticos y conocimiento indígena.
La búsqueda no es, como pretende la economía ecológica, trasladar la
responsabilidad a las comunidades locales respecto a los desastres ambientales y
sociales producidos por grandes empresas bajo la estricta supervisión de gremios
económicos. Tampoco se trata, como reza la alternativa seleccionada en el
subproyecto 1121, de “equilibrar el manejo de los recursos naturales con los
procesos agroindustriales y productivos de predios familiares”, lo cual no significa
que no haya de tenerse en cuenta, pero como ha sido planteado desde el índice
de Apropiación Humana de la Producción Primaria Neta, la presión ejercida desde
la agricultura tradicional campesina en América Latina es realmente inferior en
comparación con los procesos agroindustriales modernos y aun en comparación
con el nivel de vida alcanzado en sociedades europeas. Entonces, si bien es
necesario reconocer la presión que el campesino de zonas de páramo genera en
el ecosistema y hábitat altoandino, también es necesario abordar, como medidas
integrales, la relación del sistema económico actual con la condición de los
ecosistemas altoandinos, relación que a su vez es determinada por el sistema de
relaciones sociales establecido desde la lógica económica neoliberal.
Recordamos con Augusto Ángel Maya, por ejemplo, que “la colonización sobre la
selva húmeda obedece hoy en día a procesos sociales de concentración de la
propiedad de las tierras fértiles y al desplazamiento de la obra de mano
campesina” por lo tanto hay que reconocer que “hay exigencias económicas y
sociales que sofocan la voluntad individual”40
Como estrategia en este proceso es crucial el rol jugado por el Estado en la
formulación de políticas ambientales y el desarrollo de programas y proyectos
(como se evidencia en el apartado referido al análisis del marco legal nacional
orientado en esta línea) que permitan generar la imagen de responsabilidad
ambiental asumida desde el mercado, y de que dichos conflictos ecológicos están
siendo resueltos. Aquí es donde, según Pat Money, entra la convención de Río en
sus apartados respecto a biodiversidad, desde la cual se ha tratado, sin mayor
éxito, de hacer frente a la biopirateria o apropiación de recursos genéticos sin el
.
Es poco certero seguir realizando análisis comprensivos respecto al desequilibrio
ambiental (como lo nombra el proyecto 1121 de la C.V.C.) y el estado global de los
ecosistemas tomando como referente exclusivo las “actividades antropicas” y al
uso adecuado o no que de los recursos naturales hacen las poblaciones
campesinas, cuando estas acciones están orientadas por relaciones económicas,
de mercado, bajo el principio de costo – beneficio.
Entonces, es necesario entender, plantea Martinez Alier, que el patrón de precios
en la economía responde a resultados de conflictos distributivos ecológicos, es
decir que la economía para su constante crecimiento y expansión del mercado
requiere de la constante reducción de los conflictos ecológicos distributivos, lo cual
no significa su superación sino su transformación o reacomodación de tal manera
que se hagan poco evidentes, por lo tanto las políticas de conservación y manejo
de la biodiversidad aparecen como estrategia de atención, más no de superación,
de conflictos ecológicos distributivos para favorecer y propiciar el proceso de
expansión del mercado.
40 ANGEL Maya, Augusto “El retorno de Icaro” pag. 330.
pago adecuado o reconocimiento del conocimiento indígena o campesino y de la
propiedad sobre ellos.41
Humberto Cárdenas expresa que es el mercado quien determina la naturaleza del
desarrollo sostenible y de las políticas ambientales y que por esto no es extraño
que se desarrollen iniciativas ambientalistas por parte de empresas
multinacionales. Ahora, constatamos, entonces, que al campesino tradicional se lo
impulsa a una “integración forzada, vertical”, a una nueva forma de esclavitud a los
procesos económicos capitalistas bajo la bandera conservacionista
42
Por último es valioso retomar el análisis de Martinez Alier al referirse a los
derechos de los agricultores y a las acciones que se emprenden para vincularlo en
la lógica conservacionista, este autor plantea que desde la ecología política se
debe continuar abriendo el debate respecto a tales derechos y al reconocimiento
por sus aportes a la biodiversidad; pero de manera contraria “parece que la
discusión va encaminada a crear una especie de museos in situ de agricultura
tradicional en algunas pequeñas áreas seleccionadas del mundo” en las que
jugará un papel predominante las comunidades indígenas y campesinas para la
conservación de la biodiversidad, de la cual se apropiara en su debido momento la
empresa privada apoyada y protegida desde la legislación nacional, por ejemplo la
política nacional de biodiversidad considera: “Con el fin de promover el desarrollo
socioeconómico del país, se procurará que la legislación sobre recursos de la
biodiversidad favorezca inversiones a largo plazo en proyectos de uso sostenible
haciéndolo
responsable de problemas ambientales tan graves como el cambio climático o la
perdida de biodiversidad; así, como ya hemos expresado, no se resuelve el
problema del modelo que ha causado la crisis ambiental, sino que socializa las
responsabilidades mientras las estructuras de acumulación privada se mantienen.
Desde esta óptica es necesario pensar el subproyecto 1121 de la C.V.C. y la
selección que hace de de la alternativa de solución.
41 PAT Money, RAFI, 1.993. Citado por MARTINEZ Alier, Joan y Jordi Roca, en: “Economía ecológica y política ambiental”
42 CARDENAS, Humberto. “El amor a la humanidad de los hombres de rapiña” Pag. 38.
de sus componentes. El Instituto Humboldt y el Instituto Sinchi adelantarán
proyectos que permitan la identificación de especies promisorias. Así mismo se
promoverán estudios de mercadeo en diferentes niveles sobre los productos y
usos derivados de los recursos silvestres promisorios, y se promoverá su
incorporación a las economías regionales, nacionales e internacionales.”
5 UN RESPIRO, LA DISCUSION CONTINÚA. algunas claridades a manera de conclusiones
- La formulación de proyectos continua desconociendo la multiplicidad de
actores que intervienen en realidades especificas. Las acciones propuestas
como los resultados esperados terminan por ello orientados bajo
racionalidades técnicas que privilegian lo instrumental y operativo,
centrando su accionar en los contextos micro sin ningún nivel de incidencia
en otras áreas y niveles que definitivamente injieren y determinan la
realidad especifica sobre la que se interviene. Es evidente que la carga y el
acento continua poniéndose en las poblaciones con quienes se desarrollan
los proyectos, esta mirada parcializada impide soluciones reales que logren
mantenerse en el tiempo, por lo tanto su impacto, si existe alguno, es tan
solo momentáneo.
- Es de vital importancia la formulación seria y comprometida de diagnósticos
sociales previos a la formulación y ejecución de proyectos; las realidades y
sociedades contemporáneas cambian a un ritmo vertiginoso lo cual exige la
constante y renovada comprensión de lo social. El mantenimiento en el
tiempo de nociones, imágenes y representaciones formuladas sobre lo
social y sobre las múltiples problemáticas que la conforman impide la
efectividad de las acciones y metodologías de intervención desarrolladas.
Por otro lado el desarrollo como la formulación de proyectos continua
exigiendo el conocimiento previo de los actores que se involucrarán y se
verán afectados, no se trata de un llamado populista a la participación ni se
trata de responder a la lógica del deber ser, se trata efectivamente de
valorar y reconocer las múltiples y variadas formas de vida como de sus
expresiones culturales, acción que seguramente prevendrá de la
cosificación de las personas como de las realidades y de caer en el error de
manipular lo social desde la primacía de la técnica y lo operativo. Esta es
una característica cada vez mas predominante en las entidades
gubernamentales, ya sea que ejecuten o financien proyectos, sus pedidos,
resultados y formulación de indicadores se rigen desde lo cuantitativo
restando valor a lo cualitativo, quizás bajo el discurso de eficiencia y la
efectividad.
- Encontramos un marco conceptual y jurídico que da sustento al
subproyecto 1121 de la CVC establecimiento de Sistemas de Producción
Agroecológica en zonas amortiguadoras de páramo; este marco conceptual
y jurídico se desprende de un proceso histórico que se denomina fase
ecológica del capital, que no es otra cosa que el reciclaje de los postulados
del capitalismo en la ya bastante criticada corriente ideológica neoliberal. El
proceso de la política pública nos ilustra cómo una estructura ideológica se
configura realidad en un modelo de organización social y política: el Estado,
el cual es el garante de la materialización de tal ideología, de manera que
las políticas emanadas del Estado comportan en sí y expresan en sus
planes, programas y proyectos su visión de sociedad; tal es la verificación
empírica que nos lleva en este caso a afirmar que el subproyecto 1121 de
la CVC, la política ambiental colombiana, su marco jurídico y sus
instituciones son apuestas claras por el mantenimiento de las estructuras
económicas vía garantía de sostenibilidad del modo de producción a través
de la conservación del modelo de extracción y explotación de la naturaleza.
- El subproyecto en cuestión avanza en reconocer que los procesos de oferta
y demanda influyen también en los desequilibrios ambientales a los que
hace referencia. Pero en el desarrollo de la propuesta no se generan
acciones orientadas en tal dirección, es decir, poner en cuestión el
crecimiento desproporcionado de la demanda y por lo tanto la necesidad de
producción. Aún con esta carencia desde la solución planteada se continúa
la búsqueda de sistemas o modelos sostenibles y de manera tergiversada
se piensa en la agroecologia como el camino a seguir, decimos
tergiversada precisamente porque su contenido real se centra en la
confrontación de problemas ecológicos distributivos y en la justicia
ambiental, antes que en el desarrollo de un modelo de producción
especifico, aunque sí lo plantee.
- La promesa de sostenibilidad para la humanidad no es más que eso, una
promesa, pues, mientras la economía pretenda continuar su proceso de
crecimiento y acumulación, será imposible que sea ecológicamente
sostenible; de igual manera, si las economías del mundo siguen las pautas
de consumo exportadas desde el norte, es aun más improbable continuar
soñando en la sostenibilidad del sistema mismo, esta es sólo una de las
contradicciones fundamentales del modo de acumulación. Así, la propuesta
del subproyecto 1121 de la CVC aparece como una estrategia que da
respuesta a las exigencias del mercado y que busca la aplicación de
recomendaciones y modelos que desde la Convención de Río se han
hecho, pero que efectivamente aporta muy poco a la solución de problemas
que, además de globales deben ser resueltos desde la imposición de limites
al mercado y a la globalización.
- La situación ambiental y ecológica con la que se ha iniciado el siglo XXI es
una muestra certera respecto a que la economía continua su proceso de
ampliación y que efectivamente no se desmaterializa, por el contrario
requiere de procesos de extracción más agresivos para la satisfacción de
demandas del consumo. Frente a este panorama es claro que las
soluciones no pueden seguir siendo pensadas en términos tecnológicos, ni
en formulación de nuevos modelos de producción o extracción de recursos;
es necesario empezar a reconocer la problemática ambiental en estrecha
relación con los procesos sociales y formas de organización social
impuestas desde los modelos de desarrollo implantados por agencias y
corporaciones del orden global, es decir ha de analizarse el orden
económico mundial.
- La agroecologia aparece de manera cada vez más recurrente en las
estrategias que desde el Estado Corporativo se llevan a cabo para hacer
frente a lo que han llamado problemas ambientales: contaminación, pérdida
de biodiversidad, cambio climático, efecto invernadero, etc. Además es un
término que hace eco en el orden global al punto que las medidas de
condicionalidad ecológica para el establecimiento de relaciones comerciales
exigen el desarrollo de practicas agroecologicas. Como es característico del
actuar del orden mundial y de los organismos y corporaciones globales, los
discursos que nacen con intenciones claras de exigibilidad de derechos
rápidamente son cooptados llevando a la difuminación de su contenido,
desmovilizando y encausando las acciones de poblaciones enteras
conforme a sus intereses. Este rasgo ha caracterizado la concepción y
justificación del proyecto 1121 de la CVC, aquí la agroecologia ha perdido
su esencia, a saber: se ha presentado como un modelo tecnológico antes
que como procesos de lucha y exigibilidad de poblaciones campesinas e
indígenas frente a la presencia constante de conflictos ecológicos
distributivos, de exigibilidad alrededor de la deuda ecológica, la biopirateria,
la bioprospección, el chantaje ambiental, pero sobre todo la agroecologia
como procesos de justicia ambiental de los pueblos del sur.
- Así, de manera preocupante se constata que es el Estado y sus organismos
especializados los mejores aliados de los procesos económicos de orden
mundial, frente a los cuales negocian deuda externa por deuda ecológica a
merced de las poblaciones y sus derechos de propiedad.
6 PISTAS PARA CONTINUAR LA DISCUSION. Reflexiones que pueden ser entendidas como recomendaciones.
- Los procesos sociales, y especialmente en el contexto rural, orientados a la
exigibilidad de derechos ambientales son aun incipientes. Es mucho mayor
el recorrido cuando se trata de poblaciones indígenas. Con los procesos de
desplazamiento desarrollados con fines económicos y presentados como
intereses por la naturaleza o de protección de la riqueza ambiental, es de
vital importancia generar seguimientos serios a proyectos como el Corredor
de Conservación Choco – Manabí, el cual implica un número bastante
grande de hectáreas de selva y bosques bajo el argumento de permitir
conservación de su biodiversidad; o para no ir demasiado lejos es también
de vital importancia realizar acercamientos a las luchas de poblaciones del
Valle del Cauca por el derecho al agua potable poniendo en cuestión la
acción de los ingenios del sector; tampoco se puede perder de vista las
propuestas de reforestación con pinos y eucaliptos apoyadas por la CVC en
zonas amortiguadoras de páramo con el pretexto de que de esta forma se
aporta de manera positiva frente a los problemas de erosión y
deforestación, o de contaminación por emisión de CO2; es posible que se
puedan seguir nombrando numerosas propuestas y proyectos que desde el
gobierno nacional se gestionan con la “amable” colaboración y apoyo de
países del norte y ahora del lejano oriente “occidentalizado”.
- Este tipo de propuestas es necesario revisarlas con minucioso cuidado y
frente a ellas el apoyo y aporte desde la academia ha de ser constante y
con contenido político. La cuestión ambiental no es una responsabilidad
exclusiva de los pueblos del sur; la contaminación y pérdida de
biodiversidad (como argumentan los centros de poder) no debe seguir
siendo nuestra lucha, la nuestra ha de ser en la línea propuesta por la
agroecologia, ha de orientarse por la deuda ecológica y la justicia
ambiental, en contra de la biopirateria, de las externalidades e impactos de
la economía en nuestros ecosistemas, contra la comercialización de
nuestros recursos y por los derechos de propiedad frente a nuestra
biodiversidad.
- Desde este punto de vista, si bien la acción e intervención desde Trabajo
Social como disciplina del área social aun es escasa en el campo de lo
ambiental, se requiere mayor participación y acercamiento a procesos
organizativos y de exigibilidad orientados por derechos ambientales. No
cabe duda que la penetración de la temática ambiental en el currículo de los
programas de estudio del área de humanidades tiende a ser mínimo; este
campo se continua dejando bajo el dominio de las ciencias exactas, al
parecer bajo el reconocimiento o por lo menos aceptación de que los
problemas ambientales son mas de tipo técnico y tecnológico que político y
social y por lo tanto requieren soluciones tecnológicas basadas en modelos
de transformación, producción y comercialización acordes con el ambiente.
- Frente a este panorama la exigencia no puede ser más evidente respecto a
la necesidad de generar e incitar procesos de organización y exigibilidad
que partan, entre otros, del campo académico en estrecha relación con
poblaciones y comunidades afectadas de manera directa. Solo en la
medida en que las problemáticas sociales, y en este caso ambientales,
logren convertirse en una problemática sentida por la sociedad en general
será posible que hagan parte de las agendas de formulación de políticas
públicas y en este proceso la academia debe ser un actor principal. El
ejemplo ya está en camino con la lucha por el Derecho al Agua potable y el
referendo que desde allí se moviliza y que se gesta a nivel nacional.
- Para los y las profesionales de Trabajo Social es fundamental hacer la
revisión a fondo de los determinantes ideológicos y políticos de las
propuestas que agencian, esto es cuestionarse acerca del trasfondo de
tales proyectos, en función de definir su forma de actuar y de ejercer la
profesión: en virtud del mantenimiento a ultranza de las estructuras
económicas y políticas causantes de las desigualdades sociales; encontrar
en tales propuestas las fisuras del sistema mismo y adentrarse en la
peligrosa tarea de atacar el sistema desde dentro, interpretando sus
postulados y técnicas en busca de transformar, disminuir o alivianar los
impactos sociales del desarrollo; o adoptar una postura crítica militante,
acompañando procesos sociales, culturales y políticos en franca oposición
al modelo de desarrollo dominante, reivindicando formas auténticas de
relación con el mundo por fuera del modelo de acumulación capitalista.
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ANEXOS.
ANEXO 1. ENTREVISTAS
ENTREVISTA NUMERO 1. FUNCIONARIO CVC.
PREGUNTA: Cómo es concebida la zona amortiguadora de páramo
RESPUESTA: Es una zona que por las condiciones de altura y de diversidad es de una fragilidad bastante alta, ya que esta es una zona de muchos nacimientos de agua, donde en el momento se están generando procesos de desarrollo tanto agropecuarios como industriales o agroindustriales de un margen de impactos altos sobre esta zona; es una zona también con suelos frágiles, donde digamos que el trabajo de agroecología es necesario, un trabajo especial en esa línea de producción para que los impactos se reduzcan, buscando una sustentabilidad en esa zona, es una zona de tránsito entre el paramo y la parte plana, el número de animales, flora y fauna es bastante alto y una forma de hacer el trabajo de relación entre la gente que habita la zona con la importancia de ella. Es una zona estratégica desde el punto de vista ambiental, es una zona de recarga de acuiferos, es donde se filtra el agua y hay una regulación de las aguas, el páramo acompaña en eso, es lo que permite agua permanente en las quebradas y en los rios, es una el hecho de estar tan ligada al paramo logra que el paramo cumpla su función también, es la que permite ese proceso del trabajo de neblinas, lluvias, lloviznas que mantengan los caudales de los ríos de manera permanente o por lo menos bastante estabilizado, pues uno sabe que en épocas de varano se baja un poco la cantidad de agua, pero el hecho de que esa diferencia sea cada vez menor es dependiendo de qué haya en esta zona en la parte de conservación. Uno sabe que en esta zona el hecho de que esté habitada por campesinos y campesinas, es una zona donde el agua, el suelo, el monte se está impactando también, entonces al reducirse la parte boscosa cerca a las quebradas, junto a las fuentes o los nacimientos, implica reducción de los caudales, implica también que la frontera agrícola se vaya desplazando hacia esas zonas y de pronto hasta en las quebradas impacte, que la evapotranspiración se reduce, empieza a haber menor retención de la humedad de la neblina, empiezan a ocurrir factores que tienden a disminuir la posibilidad de agua.
El hecho de proponer la agroecología en la zona es ver como de pronto las personas que la habitan empiezan a encontrar un valor de conservación, frente a
la zona de recarga, la zona de nacimientos el hecho de que no se extiendan a 10 metros cerca de la quebrada tenga un valor importante para ellos en la parte de pensarse que es un agua que ellos van a usar y que también van a usar las futuras generaciones y lo otro es que cuando se hace un trabajo de conucos agroecológicos y sistemas integrados en la agroecología la posibilidad de pérdida de suelo por escurrimiento, la posibilidad de perdidas de la fertilidad también se reduce , entonces va a ayudar a mantener un sistema más equilibrado en la zona como tal.
P: Esta concepción que tiene la CVC obedece a una concepción o lineamiento a nivel nacional o de política nacional ambiental?
R: Como política nacional se sabe que están varios programas como el de zonas estratégicas que tienen las car, esta también otra parte de desarrollo sostenible, que es un programa que también aborda esa parte como tal, buscando esa zona en particular; y hay toda una reglamentación alrededor de eso. Inclusive hay unos recaudos de dinero por sobretasa ambiental, por asignaciones de aguas, inclusive las empresas como acuavalle que deben darle unos dineros a cvc; esos dineros deben ser invertidos desde la bocatoma hacia la parte alta del rio, no pueden ser invertidos de la bocatoma hacia abajo, con proyectos en zonas que por lo regular corresponden a las zonas amortiguadoras de páramos que es donde están todos los pequeños nacimientos que alimentan ese rio o esa quebrada donde está la bocatoma que lleva agua a ese acueducto, regularmente acueductos municipales.
P: Qué son las zonas estratégicas ambientales?, por qué son estratégicas?
R: Son consideradas zonas estratégicas a nivel nacional y por el minambiente, todas aquellas zonas de riqueza biodiversa, zonas de nacimientos de agua, zonas de conservación por la riqueza alta de flora y fauna, zonas de captura de co2, páramos, humedales; esto todo viene amarrado a lo que es el pacto de rio de janeiro o sea las estrategias de conservación a nivel internacional, Colombia está ahí dando como parte de su firma de tratados de conservación.
P: La estrategia es entonces garantizar lo que se llama servicios ambientales
R: Tiene que ver directamente con esas zonas
P: Por qué hay que intervenir en estas zonas y de qué manera?
R: Esta zonas, por la complejidad que tiene, igual lo que algunas líneas plantean de la conservación y el desarrollo sostenible, es una zona que sabemos que está habitada, seguramente buscando que puedan seguir siendo habitadas hay que buscar la manera en que se podría habitar en ella, entonces se plantea que siendo una zona tan frágil se requieren propuestas de bajo impacto sobre la zona, y se
revela que la agroecología es una herramienta que podría servir para que las familias que están allá puedan continuar sus sistemas productivos, igual uno sabe que hay fincas grandes y pequeñas y que el proceso va a ser muy lento, donde la agroecología entra casi en contraposición con la propuesta de revolución verde, que son esas grandes áreas productivas con rentabilidades altas; uno aquí ya empieza otras valoraciones de la producción, ya el tiempo cambia totalmente, porque la agroecología contempla un tiempo agroecológico campesino, mientras la revolución verde maneja los tiempos industriales y empresariales, que a una zonas como estas, donde más que los campesinos es esta propuesta de agrodesarrollo la que ha impactado, si uno revisa como fueron las producciones hace 50, 60, 70 años en esas zonas igual eran muy buenas para su forma de vida como tal, pero con la revolución verde se incrementa el impacto y la frontera se amplia. La cvc interviene en la zona como tratando de llegar a una zona donde anteriormente no tenía acceso, cuando la cvc era una empresa generadora de energia tuvo la posibilidad de caminar toda esas montañas por la zona de arriba, tenia libre acceso y uno no entiende como siendo una empresa que tenia vía libre y trabajaba en esa zona, que necesitaba llevar recursos a esa zona y colaborarle a la gente mucho mas y le colaboraba e ingresaba mucho dinero a la zonas de forma directa e indirecta, luego cvc no puede trabajar de esa manera, se limita porque ya empieza a ser mas administrativa y le quitaron los recursos, empieza a bajarse de la zona por que empieza a trabajar con unas ong que empiezan a demostrar que lo que estaban haciendo en la zona no era lo mejor y desde ese momento empiezan a salir de la zona, pasan casi 8 o 9 años donde casi en la zona no se podía estar haciendo presencia ni un trabajo en zonas estratégicas. Este proyecto aparece como una necesidad básicamente por el factor agua y bosque, necesidad de ver que pasa en esa zona, hacer unas evaluaciones, ver cómo van los impactos, hacer todo un trabajo para empezar a recuperar la zona como tal, se van viendo seguramente mermados muchos de los caudales, entonces hay que hacer rápidamente un trabajo en la zona, entonces yo pensaría que en este trabajo hay que ser serio, para yo mirar qué es lo que voy a intervenir.
Este proyecto es una puerta de entrada para llegar a conocer qué está pasando, qué proyectos puedo llevar a la zona; el hecho de que se me reclamara muchas veces que por qué iba yo y no iban los otros, o que cómo hacía yo para subir a los demás compañeros o ir con ellos, que me parecía que no era; entonces era lo de siempre, usted ya abrió el camino, ya permeó, entonces vamos con toda para allá, y eso fue lo que yo siempre estoy evitando que se dé, por la confianza que se generó, a mi me lo dijeron de frente, que cómo yo siendo de cvc permitía que se diera ese tipo de organización, o que qué era lo que yo estaba manejando; y es que la gente comprendía incluso mejor como era la maraña de la historia de cvc en la zona, eso me sirvió para darme cuenta en qué posición estratégica me
estaba poniendo yo, y tenía que tomar una decisión, frente a la gente y a la corporación, bueno para quién es que yo vengo a trabajar acá, se tomó la decisión, luego se pensó en Guillermo Castaño por su experiencia de trabajo en el Quindío, cuando me hacen el planteamiento a mí de hacer este trabajo, yo miro en los mapas cuál es la zona y las alturas, donde se fija casi un corredor, ahí vi lo que venía. Yo medio estratégicamente busqué veredas, sin conocerlas a ver que me iba a encontrar, o si podía llegar hasta allá, ya cuando estaban escogidas la comente a los invitados vean está es la zona, me dijeron “la única que no me gusta es La María y Aguazul”, es una zona donde smurfit ha hecho una intervención fuerte, pero es una zona que hoy día está un poco repuesta, donde van de la mano con las otras zonas, con otras veredas que están más solidarizadas y parecen viables, como la zona de Las Hermosas, Santo Domingo, Bolo Blanco y Bolo Azul; bueno, Tenerife igual estuvo bastante complicado, allá se tiene acceso muy fácil de mucha gente y hasta se subía de cualquier manera porque era una zona receptiva, que estaba custodiada…se asumió y se trató de hacer un trabajo allá. Lo otro es que por lo menos hacia la cordillera occidental yo no sabía si quedaban en un lado de la cordillera o donde quedaban, realmente cuando yo miré el mapa me vine a dar cuenta donde quedaba el Doce de Octubre, Rio Bravo; yo no sabía donde quedaba, entonces fue cuando se hizo la propuesta. Ahora bien esa montaña de allá es mucho más baja y menos estratégica para la propuesta, la de acá amarraba una cosa más considerable; y siempre pensé yo en Alegrías por que fue una vereda que yo conocí de niño, pero finalmente la idea era que esta se volviera una propuesta para la gente.
P: Por qué la agroecología era la alternativa adecuada?
R: Considerando que hasta el momento en la zona ya venían algunas propuestas como la revolución verde, el hacer unas propuestas similares en producción de cerdos, pollos, animales tabulados, de cultivos bajo esquemas técnicos o tecnológicos amarrados a paquetes tecnológicos, que siempre se han montado sobre el esquema de que es la alternativa económica más rentable, pero cuando uno va a evaluar la parte de impactos sobre la economía familiar, sobre el suelo y el agua, sobre el bosque, son altísimos; son propuestas que solamente se calculan desde las facturas, no se tienen en cuenta realmente los factores ambientales ni humanos, nada. Es un esquema montado como modelo sin importar en que sistema esté. Como si la parte social, la parte productiva, los sulos, aguas, el aire, no tuvieran toda una intervención en eso; esto está montado desconociendo el sistema, entendido el sistema como integral; no el agua por separado, no el suelo por separado, no la gente por separado, sino que la agroecología lo trabaja todo desde un sistema, o sea por lo menos la agroecología puede considerar el ciclo del agua, porque el agua sin el suelo, sin el viento , sin el
cambio de temperaturas…es que esto no está aislado, está conectado a todo un sinnúmero de cosas; la agroecología si contempla esas relaciones incluso la agroecología contempla lo político y lo social, que es elemental para el desarrollo de cualquier espacio rural, de una sociedad rural campesina. La agroecología se toma como alternativa a partir de la experiencia de haber trabajado antes con los paquetes de la revolución verde y haber podido evaluar económica y socialmente los proyectos, donde se veía desde todo punto de vista que no eran viables los proyectos. La agroecología ya recoge elementos, no solo económicos financieros, sino que entra a valorar unos elementos sociales, políticos, de independencia, donde el factor de comercio se establece de otra manera, ya el campesino no es un eslabón frágil de una cadena, y se empiezan a establecer unas redes de productores donde el productor ya empieza a intervenir en la parte comercial de una manera diferente, más justa por decirlo de alguna manera, son ellos los dueños del sistema productivo y no es el mercado quien interviene sobre los precios, sino que ya es el productor y la productora, la familia que en un grupo como red trabaja ya sea por sostener la parte alimentaria de su vereda o de su región y donde empiezan a intervenir mas en las decisiones de mercado, eso les da otras posibilidades a ellos, entonces uno mirando esos factores que la agroecología empieza a aportar a una zona como esta y pensando que si estas familias que están en la zona continúan con estos paquetes, no solamente el deterioro sobre ellos sino los argumentos que van a existir de expropiación o desplazamiento para las familias van a ser más evidentes, pero si uno va quitando elementos del desplazamiento y de la utilización del empobrecimiento, si uno va mostrando que ellos pueden habitar una zona y sobrevivir en ella evitando un deterioro bajo un modelo construido con ellos, porque ellos están amarrados a una propuesta que las umatas, los municipios, el paquete tecnológico de la revolución verde ha puesto para empobrecerlos, uno sabe que esos créditos que aparecen en el Banco Agrario son proyectos que no los sostiene nadie, una familia campesina bajo el esquema de crédito que maneja el Banco Agrario tendría que manejar tiempos y producciones industriales, mientras que los tiempos y producciones campesinas tienen otra dinámica; que no son compatibles y terminan perdiendo su tierra y pasa a un banco que es del Estado y finalmente el Estado hace de esa tierra una reserva sin personas. Concebir la posibilidad de agroecología es una posibilidad de defender la tenencia de la tierra en manos de la gente que está en la zona con el reconocimiento de un trabajo que es compatible con la zona por frágil que sea. La cvc toma esta alternativa por el desconocimiento que tiene de ella, es una cosa novedosa y bonita y les suena chévere, pero ellos no logran dimensionar la magnitud del impacto que podría generar esto, inclusive en contravía de la corporación, porque yo creo que la cvc nunca ha pensado mas allá de cosas estrictamente técnicas, no son capaces de
dimensionar una zona con toda la complejidad que tiene, inclusive con los POMCH no son capaces de analizarla y proyectarla.
P: Cómo la cvc mide el impacto del subproyecto?, qué resultados busca?
R: El ministerio simplemente plantea que se evaluará, cuantas personas fueron capacitadas, cuantas fincas se visitaron, cuantas hectáreas se sembraron, porque ellos piensan que la agroecología es sembrar una hectárea y listo la sembré; la agroecología es yo intervengo una hectárea y la voy haciendo, y seguramente habrá familias que van haciendo esa hectárea agroecológica que podrá durar 5, 10 o 20 años dependiendo de lo que se piense y cómo se piense esa hectárea en producción, entonces la cvc esta tan distante de la agroecología y el minambiente, que creen que lo que dura un PAT que son tres años pueden ya medir finiquitado la ejecución de un proyecto, para mí es muy complicado meter en el sistema de información de la cvc cómo van los avances, pues yo decir esta hectárea que hoy día estamos sembrando aromáticas, unas planticas que son para algunos considerados malezas le están es aportando un material verde que luego se va a descomponer y a la vuelta de un año o dos ya le dio minerales absorbentes, entonces ya están haciendo suelo, yo como hago para decirle a la cvc que esta familia seguramente le está aportando un poco de nitrógeno, calcio, o manganeso al suelo y que eso tiene que ver con la recuperación del suelo y que eso se va a dar a la vuelta de 20 años, y que por el hecho de que haya vida en el suelo, alguna piedritas van a formas líquenes, se va a formar suelo por que ya hay vida otra vez en el suelo y ese buen suelo se va a incorporar a la planta y esa planta ya hará parte de otro modo de producción, eso no lo entiende la cvc ni el minambiente, ellos están midiendo es tiempo industrial pues todo está bajo el esquema industrial, esa es su mentalidad de desarrollo. Entonces cuando los indicadores aparecen con áreas, que eso no mide la parte política, económica ni social, ellos van dimensionando lo que pasa y como avanza el hectareaje mas no como avanzan las escuelas, esa posibilidad de generar un gran grupo de personas aliadas a una idea, fortalecidas en un concepto y con menos posibilidades de ser permeadas por las institucionalidad, que es lo que uno finalmente pretende, que esas personas empiecen a coger una fuerza en su voz y en su intervención en la zona que sean ellos directamente los filtros de lo que se haga en la zona, y no sean simplemente personas que permiten a las instituciones apropiarse de sus territorios.
P: Según el objetivo general de disminuir el impacto ambiental negativo que generan las actividades agropecuarias, qué tipo de campesinos, o propietarios, o productores se seleccionan para el proyecto?
R: Se escogen los pequeños productores y casi todo va enfocados hacia ellos desde las instituciones, pero uno sabe que los modelos impuestos hace sesenta años van cada vez reduciéndoles la posibilidad de sostenerse a ellos, entonces el hecho de intervenir en esas zonas, con esos campesinos con ese desarrollo “sostenible” van mermando la posibilidad de resistencia de la gente frente a lo que tienen, entonces al generarse en estas zonas proyectos convencionales con paquetes tecnológicos impulsados por el ciat, por el ica, por las umatas, uno sabe que eso al final dará al traste y la gente tendrá que renunciar a su pedazo de tierra, que es lo que ha pasado en los últimos 40 años que la gente ha tenido que salir porque no aguanta más. Esta propuesta va es por lo contrario, por fortalecer a esos pequeños productores en la supervivencia en esta zona estratégica, seguramente con mayores posibilidades de producción, rompiendo con la posibilidad de insumos externos, pongamos que conociendo mas sobre la agroecología uno sabe que la dependencia de algunos insumos inclusive en la agricultura orgánica como minerales que se compran en las tiendas, por lo menos hoy conociendo lo que es el abono con roca y con mierda de vaca y ya no mas, no hay que ir a comprar el sulfato de zinc o el manganato de potasio, eso uno ya no lo compra, no es sino mirar la roca y uno sabe: bueno esta roca tiene hierro, esta por el color, la forma de desmenuzarse seguro trae cal; entonces ya la dependencia no existe, es que miremos que lo que estoy hablando de las rocas empezó en Europa, pero igual, quemaron los libros de milochocientos y pico, porque ya había un montaje de toda la industria de químicos para la agricultura, entonces hay libros que empezaron a publicarse apenas hace poco, dicen que se sacaron de por allá de anaqueles, copias a mano que dicen que por qué son importantes las rocas, eso es una revolución tenaz, lo que hubiera sido con eso publicado, pero la segunda guerra mundial acabó con la posibilidad de publicar ese tipo de cosas.
P: Pero son estas familias de pequeños productores las que generan mayor impacto ambiental? fue por eso que fueron seleccionadas?
R: uno sabe que en esa zona hay propietarios de finca que son muchísimo más extensas, pero entrar con ellos a hacer algunos cambios es muy complejo para la cvc, porque ellos no están interesados en eso, ellos están interesados en la parte económica sin pensar en impactos, habrá que mirar cómo se va seduciendo a ese tipo de personas para que se acerquen o que por lo menos el mayordomo si llegue y con él se puede hacer un trabajo y que le pueda mostrar al patrón los beneficios, por que el patrón nunca va a bajar a esas reuniones; inclusive la propuesta se empezó a caer por esto, porque decía que tenían que ser era propietarios de la tierra. Igual uno sabe que diez familias están generando un impacto igual al que una persona de una gran finca está generando. La intervención en la zona se da
también como una propuesta política, porque la presión que pueden tener algunos pequeños campesinos puede ser mas vulnerable frente a la institucionalidad que un gran propietario con sus nexos políticos y económicos mucho más fuertes, para mí fue estratégico pensar en esas poblaciones con el esquema de ECA pensando más en el impacto de que pudieran seguir viviendo en esas zonas, bajo las condiciones que hay. Por la vivencia de lo que ha pasado con algunos proyectos que las instituciones han hecho en la zona uno sabe finalmente cómo terminan de empeñadas las familias, yo trabajé con una ong y yo sé lo que pasó a nivel económico en la zona, sé cómo quedaron debiendo platas algunas familias, cómo fueron los conflictos sociales entre ellos por las deudas; unos problemas que no existían en las comunidades se los trajimos nosotros como ong, ya el que era asesor no pudo ni volver a la zona porque ya está en riesgo porque él se volvió el cobrador de la zona, y fue el que llevó a tal familia a cobro jurídico. Esta es una vaina complejísima, entonces cuando uno ve este tipo de modelos, como los fondos de capital semilla, muy parecidos a los bancos seguía generando impactos por que la cultura campesina no concibe ese tipo de sistemas, ellos está para prestarse entre ellos sin intereses inclusive, hacen más capital prestando así, por que se convierte esa familia en el gran amigo y el gran vecino y eso es mucho más que el 10 por ciento de intereses, pero eso no lo entiende el sistema capitalista eso lo entiende una personalidad campesina.
P: Si este proyecto no ataca el problema de fondo ya que interviene sobre pequeños productores que producen pequeños impactos y además no logra resultados cuantificables y medibles según los estándares convencionales, porqué la cvc se mete en esto?
R: Uno entiende que desde los indicadores que da el ministerio y que el ministerio viene amarrado a asuntos internacionales, uno ve que lo que al final se busca es que la industria genere todo el capital posible, pensando que los impactos que están generando no son tan graves, siendo muy graves, pero los hacen menos graves si hay con qué pagar algunas cositas, con una platica que si uno la valora con el impacto ambiental, realmente es ínfima, y las cuotas ambientales por impuestos…realmente la cvc no está haciendo lo que le corresponde.
P: Se le está lavando la cara al modelo?
R: Totalmente, o sea, qué se está haciendo? Se hace un trabajo con los pequeños, que igual redunda en la posibilidad de que se conserven y evite que la propiedad vaya a otras manos, porque esos proyectos buscan que la gente se rompa y termine abandonando la tierra y esta sea comprada por la industria, que es lo que está pasando en Latinoamerica, que la industria coge las tierras. A nivel corporativo uno sabe que está eso ahí, si a eso realmente se la pusiera el tate-
quieto- y la cvc tuvo elementos para hacerlo-, si uno se pone a valorar los cánceres por quema de caña, problemas de enfermedad de niños y niñas con trastornos mentales en el Valle del Cauca, si a eso uno le pusiera un valor, esta gente tendría que empeñar todo lo que tienen y quedaría debiéndole plata al Valle del Cauca; pero todo el montaje está establecido para que los Vallecaucanos sintamos la importancia de la caña para nuestro Valle del Cauca, uno sabe que eso no puede ser, uno sabe que el impacto al arrancar el total de lo que se sembró se lleva la biomasa de la zona, en esa biomasa cuantos minerales van?, cuánta agua se va?, entonces uno se pregunta si lo que se vende en azúcar es el costo de lo que extrajo? Nunca. En este momento con la soja en Argentina han evaluado que es el veinte por ciento del valor de las ventas, lo que se extrajo en la zona, pero si a eso le pone usted el rompimiento de la estructura del suelo, el agua que se llevó, entonces qué es lo que está ganando Argentina con la venta de soja? Nada, está perdiéndolo todo: perdiendo sus bosques, que los están arrasando para sembrar la soja.
La cvc está llamada a hacer todas esas evaluaciones, nosotros no tenemos ahí un centro de estudio económico y social para valorar los impactos, para uno poder decir que el impacto del pino es este, entonces decir: señor sembrador de pino, para usted sembrar esa hectárea de pino tiene que pagar esto, seguramente entonces ese señor no va a sembrar pino, pues una hectárea que se vuelve papel y se pone en el mercado, con ese dinero no se alcanza a recuperar el suelo en la hectárea.
La agroecología plantea algo diferente, una vida digna, donde se pueda reír y comer, hay zonas donde una hectárea produce para alimentar 5 personas y la gente se ríe y come y trabaja con eso, porque lo que necesita uno para vivir es agua y comida, y una familia y gente que lo quiera y que el trabajo esté ahí; pero si vos pensás en que tenes que comprarte el celular y un televisor, la antena porque no te llega señal, entonces hay que mirar cual es el nivel de vida que uno quiere realmente.
P: Qué posibilidades de continuidad o replica tiene este tipo de propuestas?
R: Yo no creo, al menos en este modelo yo diría que no; inclusive ya se empieza a hablar desde el punto de vista puramente agropecuario, solo de la relación planta-suelo-abono, pero la parte política, social, de mercado no se tocará, tal vez se tocará desde el punto de vista de manoseo, para fortalecer un mercado capitalista, yo veo que se van a fortalecer ese tipo de líneas. La cvc no está interesada en continuar con la agroecología que planteamos aquí, en estas zonas amortiguadoras; incluso ya están llegando proyectos que tienen el nombre de agroecología, pero que no recogen sus elementos, porque se vuelve un discurso
de todo el mundo y donde el fin nunca será el mismo. Darle a los campesinos unos elementos, por ejemplo para hacer abonos, que es importante claro, porque igual saber que puede hacer abono y que ya no necesita comprar es importantísimo, pero si eso no se discute más allá de decir: vea, hoy ya depende menos, sino eso que implicación tiene no solo a nivel de la finca, del lote, la región, del país; eso en geopolítica qué significa, si no se llega a esa discusión, no tiene sentido, la producción ecológica u orgánica que no tenga un contexto geopolítico no tiene sentido. Esto adquiere la trascendencia cuando yo asumo la responsabilidad de lo que hago en pro de un proceso social y político, si no voy encaminado a eso pues que puedo lograr, un tomate sin veneno, sí, pero eso qué implicación tiene; no es saber hacer las cosas, es saber y tener conciencia de por qué tengo que hacer las cosas, de lado de qué y por qué voy a estar ahí, es una decisión que debemos empezar a tomar todos, para cuando tengamos que tomar decisiones frente a qué va a pasar con el agua, con las semillas, para escoger un nuevo director de la cvc, un alcalde o como es que vamos a trabajar políticamente para asociarnos con los demás países latinoamericanos; sino no hay posibildades de ir más allá. Y la cvc frente a eso no tiene ningún interés, y los modelos que hoy se siguen montando son los más empobrecidos y empobrecedores políticamente.
P: Por qué a los poderes económicos les puede interesar una zona de páramo?
R: Hablábamos que la agroindustria cada día, y en mayor extensión con la propuesta de agrocombustibles puede empezar a tomar zonas de piedemonte y la necesidad de agua es mayor, hay intereses amarrados a la privatización del agua, de los servicios públicos, es la mercantilización de los bienes de la naturaleza.
ENTREVISTA NUMERO 2. FUNIONARIO CVC.
PREGUNTA: Para la CVC qué significan las zonas amortiguadoras de páramo?
RESPUESTA: Tal vez es conocido que los páramos son unos ecosistemas estratégicamente importantes, en términos ambientales; por un lado porque allí es el espacio donde se expresan diferentes formas de diversidad biológica únicas en estos ecosistemas, por otro lado porque muchos de los páramos se convierten en despensas de agua, son los sitios de acumulación de agua que después van a surtir las diferentes fuentes. La zona amortiguadora entonces se conoce como el
espacio contiguo al páramo, donde se están desarrollando actividades de carácter agropecuario y la idea es que esas actividades, además de responder a una lógica socioeconómica también respondan a una lógica de carácter ambiental, eso implica entonces que se empiecen a introducir algunas técnicas que de alguna manera se orientan a reducir el impacto sobre el entorno.
P: Este concepto se relaciona con una política nacional?
R: Sí, el ministerio ha desarrollado toda una propuesta conceptual y metodológica para la protección de los páramos, esto se encuentra en diferentes documentos que se manejan desde el ministerio.
P: Por qué es importante hacer intervención sobre esta zona y cómo?
R: Porque allí es donde están localizados modelos de explotación como la ganadería extensiva, fundamentalmente para leche; donde está la producción de elementos agrícolas como la papa; ambos sistemas tremendamente degradantes , en el caso de la papa no solamente la calidad del suelo sino que se contamina, la papa es una especie que cuando se maneja en monocultivo adolece de una cantidad de plagas y enfermedades y esas cosas implican que los productores tengan que aplicar plaguicidas y empezamos a envenenar los suelos y por supuesto las aguas, desde la misma zona de nacimientos, por escorrentía esas sustancias se van lavando y empiezan a afectar los ecosistemas. La ganadería implica la eliminación de toda diversidad vegetal para dejar únicamente gramíneas, en el caso de estas zonas altas lo que predomina es el pasto picuyo, y eso reduce dramáticamente la diversidad biológica allí. Entonces lo que se busca es que las formas de producción agrícola como pecuarios generen otros modelos que permitan conservar biodiversidad, que reduzcan contaminación de suelos, de aguas, que reduzcan erosión; y eso implica entonces la implementación de una serie de tecnologías que se conocen como agroecológicas u orgánicas, recientemente le están llamando producción limpia.
P: Por qué la agroecología?, a quien se le ocurrió?
R: Lo que pasa es que ahí hay dos tendencias. Una es intervenir bajo la perspectiva de la autoridad con elementos de carácter prohibitivo y sancionatorio, que fue el modelo que predominó desde los tiempos del inderena, etcétera; se sanciona al que contamina, se sanciona al que tala, se sanciona al que está generando impactos ambientales negativos. Pero ese modelo por sí solo no resolvió el problema ambiental. Mas o menos hacia el año 2000 empieza a plantearse desde el ministerio y en concreto desde la unidad de parques nacionales que es la que maneja el tema de los páramos y desde allí se planteó la política de participación social en la conservación, entonces vía apoyo a los
productores quienes habitan esa región, apoyo con sistemas de producción ecológica se logra que ellos de alguna manera se incorporaran en los procesos de conservación del medio ambiente, más allá de la sanción de la multa. Y la idea es que esta política, sin dejar de hacer el ejercicio de autoridad ambiental, podría generar unos mejores resultados que lo que se venía haciendo antes sólo con la parte sancionatoria, si a la gente se le bridan alternativas de carácter económico para el uso y manejo de estos espacios, necesariamente tiene que reducirse la presión sobre el área protegida.
P: Qué concepto de agroecología se consideró para esta intervención?
R: Tomamos el del maestro Mario Mejía, el dice que la agroecología como escuela de la agricultura es una creación de intelectuales occidentales, se destacan los aportes de Miguel Altieri, la identifica como una escuela basada en el concepto de sistema para manejar la producción, lo ve como agro sistema y a partir de allí elabora todas unas propuestas que están orientadas a reducir todos los impactos ambientales y a generar procesos de autoregulación; en el diseño mismo se generan las condiciones para que haya controles biológicos naturales, para que haya reciclaje de nutrientes y se logra una cierta estabilidad ecológica en el sistema de tal manera que no va a haber problemas serios de plagas ni enfermedades, ni problemas serios de abastecimiento de nutrientes, y eso se acompaña de las técnicas, del uso de materia orgánica, introducción de controles biológicos y todo lo que hay para no depender de insumos de síntesis industrial.
P: La cvc cómo mide los resultados en este tipo de intervención?
R: Nosotros acudimos al sistema de indicadores que nos entrega el ministerio del medio ambiente, y para este caso el indicador grueso es número de hectáreas establecidas en sistema de producción agroecológica. Otra cosa es que aquí internamente desde la dirección técnica estamos adelantando algunas investigaciones para corroborar que realmente si se están reduciendo los impactos ambientales negativos. En determinado cultivo, cuando se usa agroecología, cuantos litros de veneno se dejan de aplicar, se está intentando comparar biodiversidad en un sistema convencional químico, frente a la diversidad en un sistema ecológico; esos digamos que son indicadores mucho más puntuales.
P: Las poblaciones allí ubicadas, la cvc cómo las concibe?
R: Estas instituciones no son monolíticas, no tienen una sola concepción, hay matices. Está la perspectiva del biólogo que tal vez no se preocupa tanto por el tema sociocultural, y es posible que un sociólogo o un antropólogo considere que lo predominante sea lo sociocultural y no lo biológico, es posible que para un agrónomo lo predominante sea la técnica. Uno no puede decir que haya una visión
de toda la institución; yo como asesor de la dirección para este tema pienso que el tema de la agroecología es un tema integral, donde se articulan elementos de carácter biofísico, de carácter social, de carácter cultural, de carácter económico; y todos ellos se articulan en un proceso, y eso tiene sus complejidades, si uno le da mayor importancia al tema económico, eso necesariamente va a afectar el tema biológico; y ese ya es otro tema que nos lleva del campo económico al político, qué es lo que importa? La rentabilidad económica o la supervivencia del planeta?, y ahí hay una contradicción entre desarrollo económico, patrones de consumo y conservación de la vida en el planeta; esa es una contradicción que está todavía ahí pendiente y que la humanidad todavía no la ha resuelto.
La cvc tiene dos procesos fundamentales: el proceso dos que es el aumento de la oferta ambiental, que en ese proceso trabajan los aspectos técnicos y ambientales; y el proceso tres que es la educación ambiental, la cultura ambiental ciudadana, entonces ahí viene digamos el componente sociocultural, eso está digamos dentro de la estructura de la cvc.
P: Porque se focalizó el trabajo con pequeños propietarios?, sabiendo que en la zona hay otros actores con grandes extensiones de tierra, con proyectos agroforestales, ganaderos.
R: Porque esto es un proceso, y hay sujetos sociales que se apuntan a trabajar estas iniciativas de entrada, como los pequeños productores que viven de la tierra, que comen de eso, que su vida es la tierra; y otros son los grandes propietarios absentistas, que tiene una finca de 500 has en el páramo de Santa Lucía pero nunca suben, que no tienen un ligación afectiva y personal con eso, entonces a esos señores les va a hablar uno de un proyecto y no le caminan, mientras que si vamos consolidando experiencias concretas, que esperamos que funcionen con los pequeños propietarios que hay ahí, a lo mejor eso puede servir de estimulo para que los grandes después en otras condiciones puedan involucrarse.
ANEXO 2
DOCUMENTO DEL SUBPROYECTO 1121 CVC ESTABLECIMIENTO DE SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGROECOLÓGICA EN ZONAS AMORTIGUADORAS DE PÁRAMO
FICHA DE PROYECTO
CODIGO: 1121
FECHA: 13/02/2007
AREA RESPONSABLE: Dirección Técnica Ambiental
TOTAL PRESUPUESTO ESTIMADO: $660,000,000
PROPONE: CORPORACION AUTONOMA REGIONAL DEL VALLE DEL CAUCA - CVC
PROYECTO ASOCIADO: 0329 – Reconversión de actividades agropecuarias de alto impacto ambiental
TEMA: Producción sostenible
OBSERVACIONES:
Este proyecto de desarrollara en 11 municipios que son: Florida, Sevilla, Tulua, El cerrito, Ginebra, Pradera, Riofrio, Calima-Darien, Trujillo, Palmira y Buga.
A. NOMBRE:
Establecimiento de sistemas de producción agroecológica en zonas amortiguadoras de paramos
B. DESCRIPCION DE LA SITUACION AMBIENTAL:
En la zona de alta montaña, los ecosistemas no están cumpliendo con su función
eficientemente, ya que las actividades antrópicas que se dan, no corresponden al
uso y manejo adecuado de los recursos naturales, pues la demanda supera la
oferta natural, generando un desequilibrio ambiental. Esto se evidencia en
diferentes resultados obtenidos a través de varios procesos de investigación, de
donde se concluye que los principales problemas del área de páramo en la
cordillera central, en términos generales son
Recursos Naturales
Con respecto al agua se observa continua inestabilidad de cauces (arrastre de
materiales), según los resultados de los análisis del recurso hídrico se observan
restricciones para el uso de agua para consumo humano y actividades
agropecuarias por la presencia de agentes contaminantes, producto del
vertimiento de aguas residuales sin ningún tipo de tratamiento y agrotóxicos.
El recurso flora ha sido altamente intervenido por la población para el
establecimiento de actividades productivas como la ganadería extensiva
principalmente, donde existe alta extracción de postes para cercas. En términos
generales, se observa alta fragmentación y simplificación de los bosques, quema
indiscriminada en zonas de páramo y relictos de bosque altoandino.
Acerca del recurso fauna en la zona existe un desconocimiento generalizado de
las poblaciones sobre el comportamiento de la fauna y es cada vez mayor la
fragmentación de los hábitats. No toda la cacería es debida a la necesidad de
proteína animal, ni de acabar con el peligro potencial que representan los
depredadores o los animales que causan daños a los cultivos, sino que se
convierten en algunos casos en una forma de recreación. Otro elemento que
afecta la fauna ha sido la destrucción de los bosques de niebla debido a que para
muchos animales, especialmente aves y mamíferos, son importantes las
migraciones en una gradiente altitudinal en busca de alimento y refugio en
determinadas épocas del año
Los municipios en los cuales se encuentran los ecosistemas altoandinos son:
Florida, Sevilla, Tulúa, Pradera, Riofrío, Ginebra, Calima-Darién, Buga, Palmira, el
cerrito y Trujillo. Las cuencas de la zona (Unidad de Manejo de Cuenca) son: Bolo-
Frayle-Desbaratado, Nima-Amaime, Guadalajara-San Pedro, Tulúa-Morales,
Bugalagrande y Barragán-La Paila.
La zona pertenece a las ecorregiones Eje Cafetero y Pacífico”.
ALTERNATIVAS DE SOLUCION:
“ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 1
Implementación de proyectos agroecológicos, los cuales recogen propuestas
integrales que fortalecen las prácticas ambientalmente sanas, desde la visión de la
agricultura y la ganadería ecológica, buscando la conservación y restauración de
la biodiversidad de los ecosistemas de alta montaña que han sido deteriorados por
la presión antrópica.
ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 2
Tecnificación de la ganadería. Teniendo en cuenta la oferta ganadera de la zona y
la tradición que se ha establecido
ALTERNATIVA DE SOLUCION NUMERO 3
Impulso a la pequeña industria láctea para la zona y a los procesos de
comercialización y transformación para generar ingresos directos y empleo en la
zona
C. JUSTIFICACION DE LA ALTERNATIVA SELECCIONADA:
La agroecología es considerada como una alternativa para el modelo de manejo
actual, la cual busca sistemas sostenibles de producción basados en principios
ecológicos. Para lograr la reconversión del modelo actual a procesos
agroecológicos es necesario generar propuestas orientadas a equilibrar el manejo
de los recursos naturales con los procesos agroindustriales y los procesos
productivos de los predios familiares, identificar y redefinir los roles de los actores
social (gremios, establecimientos educativos, profesionales, universidades,
gobiernos locales, ONG y productores en general), para que participen en esta
difusión y aplicación del modelo. La producción dentro del modelo agroecológico
propicia no solo la disminución de impactos ambientales como la contaminación,
por ejemplo, sino que fomenta a través del conocimiento tradicional y el diálogo de
saberes, la recuperación de la biodiversidad y agrobiodiversidad, fortalece la
soberanía alimentaria y permite que se produzca excedentes para el mejoramiento
de ingresos.
Por esta razón se ha seleccionado la alternativa de solución 1, con la cual se
pretende establecer sistemas agroecológicos de producción que generen y
ayuden a la recuperación de los recursos naturales de una manera rentable para
la población y para el medio ambiente.
D. ESTUDIOS .
NOMBRE:
Diagnostico socioeconómico y determinación de áreas de
manejo especial con participación comunitaria en el
área de paramos de la cordillera central del Valle jurisdicción CVC
FECHA DE REALIZACION
01-JUN-99
ENTIDAD REALIZADORA
FUNDACION TROPICO