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RESUMEN Con la aprobación en el 2005 de la Política Nacional de Defensa (PND) Brasil avanza en la formulación de una política pública que supere las concepciones de la época de la dictadura militar, ampliando la participación del sector académico. Una consideración territorial integral –Amazonia y Atlántico Sur–, las perspectivas de crecimiento de la industria militar, la protección del medio ambiente y la cooperación estratégica para combatir el delito son algunos de sus aciertos. Sin embargo, en este policy paper se critica la ausencia de otros sectores, como el poder legislativo y la sociedad civil, durante el proceso de elaboración de la PND, con lo que se mantiene una perspectiva primordialmente militar de la defensa, y la omisión de una definición precisa de líneas de acción, tareas y actores concretos. SEPTIEMBRE DE 2006 INTRODUCCIÓN D urante la última década, la estructu- ra institucional del área de seguridad brasileña pasó por un gran proceso de reordenamiento, cuyo principal objetivo fue su adaptación a la vigencia plena del Es- tado social de derecho y al correspondiente control civil sobre las Fuerzas Armadas. Igual- mente, con ello se buscó facilitar y hacer más efectiva la relación y el diálogo político con otros países, en particular, dentro del ámbito regional. El componente central de ese cam- bio fue la creación del Ministerio de Defensa en 1999, durante el segundo mandato de Fer- nando Henrique Cardoso, con lo cual se re- organizó la estructura política de seguridad y defensa que, durante el régimen militar (1964- 1985), estuvo compuesta por seis instancias ministeriales 1 , las cuales se redujeron a cinco a partir de 1990, mediante la eliminación del Servicio Nacional de Información a comien- zos del gobierno de Fernando Collor de Me- llo. Esa estructura era el reflejo del dominio político de las Fuerzas Armadas sobre el Po- der Ejecutivo durante el régimen militar, a la LA POLÍTICA DE DEFENSA BRASILEÑA: DIAGNÓSTICOS, PROPUESTAS Y PERSPECTIVAS PARA LA COOPERACIÓN REGIONAL LA POLÍTICA DE DEFENSA BRASILEÑA: DIAGNÓSTICOS, PROPUESTAS Y PERSPECTIVAS PARA LA COOPERACIÓN REGIONAL

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RESUMEN

Con la aprobación en el 2005 de la Política Nacional de Defensa (PND) Brasil avanza

en la formulación de una política pública que supere las concepciones de la época

de la dictadura militar, ampliando la participación del sector académico. Una

consideración territorial integral –Amazonia y Atlántico Sur–, las perspectivas de

crecimiento de la industria militar, la protección del medio ambiente y la cooperación

estratégica para combatir el delito son algunos de sus aciertos. Sin embargo, en este

policy paper se critica la ausencia de otros sectores, como el poder legislativo y la

sociedad civil, durante el proceso de elaboración de la PND, con lo que se mantiene

una perspectiva primordialmente militar de la defensa, y la omisión de una definición

precisa de líneas de acción, tareas y actores concretos.

SEPTIEMBRE DE 2006

INTRODUCCIÓN

Durante la última década, la estructu-

ra institucional del área de seguridad

brasileña pasó por un gran proceso

de reordenamiento, cuyo principal objetivo

fue su adaptación a la vigencia plena del Es-

tado social de derecho y al correspondiente

control civil sobre las Fuerzas Armadas. Igual-

mente, con ello se buscó facilitar y hacer más

efectiva la relación y el diálogo político con

otros países, en particular, dentro del ámbito

regional. El componente central de ese cam-

bio fue la creación del Ministerio de Defensaen 1999, durante el segundo mandato de Fer-nando Henrique Cardoso, con lo cual se re-organizó la estructura política de seguridad ydefensa que, durante el régimen militar (1964-1985), estuvo compuesta por seis instanciasministeriales1, las cuales se redujeron a cincoa partir de 1990, mediante la eliminación delServicio Nacional de Información a comien-zos del gobierno de Fernando Collor de Me-llo. Esa estructura era el reflejo del dominiopolítico de las Fuerzas Armadas sobre el Po-der Ejecutivo durante el régimen militar, a la

LA POLÍTICA DE DEFENSA BRASILEÑA:

DIAGNÓSTICOS, PROPUESTAS

Y PERSPECTIVAS PARA LA

COOPERACIÓN REGIONAL

LA POLÍTICA DE DEFENSA BRASILEÑA:

DIAGNÓSTICOS, PROPUESTAS

Y PERSPECTIVAS PARA LA

COOPERACIÓN REGIONAL

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

La nueva Política deDefensa Nacional tuvo

pocas repercusiones másallá de la esfera militar.

Tampoco tuvo mayorresonancia fuera de las

fronteras brasileñas, pesea constituirse, en general,

en una pieza orientadorade la inserción de la

seguridad brasileña anivel internacional y, en

particular, en la región, dedonde provienen muchos

de los retos másimportantes parala seguridad y ladefensa del país.

par que confería a cada fuerza singular un pesoespecífico propio y un amplio margen de in-dependencia. Una vez terminado el periodoautoritario, tal sistema se hizo crecientementeanacrónico, pese a continuar sirviendo a losintereses corporativos militares y de cada fuer-za singular, en la medida en que mantenía suautonomía administrativa y su tratamiento delos intereses políticos, profesionales y

operativos dentro del contextodel Poder Ejecutivo y frente alPoder Legislativo.

La Política de Defensa Nacional(PDN), presentada en 1996 poriniciativa del propio presidenteCardoso, fue el primer docu-mento político del área de De-fensa. Pese a su carácter inédito,el valor político del documentose asoció menos a su contenidoque a los intereses a los cualesservía, tales como la apertura deun camino hacia el reordena-miento institucional del área deseguridad que tendría lugar du-rante los años siguientes. En tér-minos de procedimiento, laformulación se realizó a travésde seminarios que incluyeron alos mandos de cada fuerza par-ticular, al Departamento de Po-líticas y Articulación Institucional(DPAI) y a un círculo restringidode académicos invitados para talefecto. Aún con carácter restrin-gido, el proceso de formulaciónde la PDN encontró dificultadesen el momento de establecer

acuerdos entre los diferentes intereses y visio-nes de las tres fuerzas acerca de cuestionesconceptuales y de orden político-administra-tivo. La cultura política que daba preferenciaa la autonomía de las fuerzas y al hecho deque cada una tuviera su propia política con-ducía a la necesidad de hacer concesionesmutuas para gestar una política común. Estadificultad se reflejó en el contenido de la pri-mera PDN, cuyo texto resultó ser demasiadogenérico y sucinto. De esta manera, transcu-rrida casi una década desde su presentacióny seis años después de la creación del Minis-terio de Defensa, se hacía cada vez más im-

perativo, tanto por razones que afectaban laconsolidación del propio Ministerio como pornecesidades políticas externas, reformular yactualizar la política de defensa.

El 30 de junio de 2005 el gobierno brasileñoaprobó, mediante Decreto de Ley N° 5.484,la nueva Política de Defensa Nacional (PDN).A pesar de su importancia para la definicióndel empleo de las funciones de las FuerzasArmadas Nacionales; para las relacionesexteriores de Brasil en el ámbito de la seguri-dad; para el perfeccionamiento de la institu-cionalidad democrática; y para la instauraciónde una cultura de defensa en la sociedad bra-sileña, la nueva versión de la Política de De-fensa Nacional tuvo pocas repercusiones másallá de la esfera militar. Tampoco tuvo mayorresonancia fuera de las fronteras brasileñas,pese a constituirse, en general, en una piezaorientadora de la inserción de la seguridadbrasileña a nivel internacional y, en particu-lar, en la región, de donde provienen muchosde los retos más ismportantes para la seguri-dad y la defensa del país.

En primer lugar, se describe de manera su-cinta el proceso de formulación, la estructuray los principales aspectos de la nueva Políticade Defensa Nacional. Luego, se considerandos elementos fundamentales: 1) la adecua-ción de su esqueleto conceptual a las necesi-dades y retos estratégicos internacionales deBrasil, particularmente aquellos relacionadoscon las dinámicas regionales y transnaciona-les que afectan la seguridad del país; y 2) lasperspectivas proporcionadas por la PDN parala cooperación en el plano regional.

LA POLÍTICA DE DEFENSA

NACIONAL (PDN) DEL 2005:

ASPECTOS ESENCIALES

La PDN presenta, inicialmente, un breve diag-nóstico del ambiente internacional, que con-sidera aspectos relacionados con la estructurade poder vigente, con las relaciones interes-tatales, con las formas de amenaza tradicio-nal y con las amenazas emergentes denaturaleza no convencional. En relación conel primer aspecto, identifica un escenario derelativa estabilidad, en la medida en que asu-me como presupuesto la baja probabilidadde un conflicto generalizado entre los Esta-

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LA POLÍTICA DE DEFENSA

BRASILEÑA: DIAGNÓSTICOS,

PROPUESTAS Y PERSPECTIVAS

3

Más allá de los

aspectos

relacionados

con la estructura y la

concentración del poder,

la PDN reconoce y

enumera un conjunto de

factores que considera

amenazas para el orden,

la paz y la seguridad

internacionales, como lo

son el aumento de

conflictos de carácter

étnico-religioso,

la exacerbación

de nacionalismos y

la fragmentación de

los Estados, como fuerzas

que fomentan crisis y

conflictos interestatales

y, por otro lado, los delitos

transnacionales y

el terrorismo como

amenazas de carácter

transnacional.

dos; sin embargo, esta situación se ve debili-tada por varios factores que son generadorespotenciales de conflictos a corto y medianoplazo. En esa medida, reconoce la unipolari-dad vigente y las asimetrías de poder comofuentes potenciales de conflictos. Esta visióncrítica acerca de la estructura de poder vi-gente, así como de las asimetrías internacio-nales, es tradicional en la política exteriorbrasileña y refleja la preocupación por la vul-nerabilidad del país a presiones externas, y eldeseo de cambio de su estatus internacional.

La posible intensificación de disputas poráreas marítimas, por el dominio espacial ypor recursos naturales, específicamente aguay recursos energéticos, se considera como otrafuente potencial de conflictos. En cuanto alos posibles conflictos en torno al acceso alos recursos naturales, aparecen dos cuestio-nes fundamentales que, igualmente, reflejanpreocupaciones permanentes de las FuerzasArmadas brasileñas: la posibilidad de inge-rencia en asuntos domésticos y el que lasfronteras puedan ser motivo de litigios inter-nacionales. Sin embargo, expresada dentrodel contexto de un análisis sobre el ambienteinternacional, en general, esta última afirma-ción refleja también una preocupación másespecífica. Pese a que Brasil tiene todas susfronteras definidas y que no existe ningún tipode cuestionamiento sobre las mismas porparte de ninguno de sus vecinos, y aunqueha consolidado una convivencia pacífica conellos, la escasa presencia del Estado, el con-trol deficiente sobre las líneas de frontera ylas presiones económicas y sociales sobre és-tas, surgidas a partir de factores internos yexternos (muchos de los cuales están asocia-dos a actividades ilegales como el tráfico dedrogas o de armas y el crimen organizado),transforman las fronteras en espacios de ines-tabilidad y las hacen susceptibles de proce-sos potencialmente inductores de conflictos.

Más allá de los aspectos relacionados con laestructura y la concentración del poder, laPDN reconoce y enumera un conjunto defactores que considera amenazas para el or-den, la paz y la seguridad internacionales,como lo son el aumento de conflictos de ca-rácter étnico-religioso, la exacerbación denacionalismos y la fragmentación de los Es-

tados, como fuerzas que fomentan crisis y con-flictos interestatales y, por otro lado, los deli-tos transnacionales y el terrorismo comoamenazas de carácter transnacional.

En cuanto al ambiente regional, se hace me-nos énfasis en la descripción y enumeraciónde amenazas o procesos que afectan la segu-ridad, se privilegia un sentido más programá-tico, es decir, se establece un marco conceptualdentro del cual se definen las áreas de interésinmediato para las acciones de defensa, conel objetivo de delimitar las prioridades de ma-nera inmediata.

Desde el punto de vista concep-tual, y con grandes implicacio-nes para la acción brasileña enel ámbito regional, la novedadintroducida por la nueva PDNes el concepto de entorno es-

tratégico, el cual designa el es-pacio de interés para la defensadel país; este comprende, ade-más de Suramérica, la proyec-ción marítima en el Atlántico Surque alcanza a los países colindan-tes del continente africano. Na-turalmente, la definición de unespacio tan amplio consideradode interés para la defensa na-cional, contrasta con la capaci-dad militar brasileña y puedeentenderse como una expresiónde reconocimiento de la impo-sibilidad de disociar el contextoregional y los intereses de defen-sa del país, así como de la nece-sidad de demostrar, en el campoestratégico, retos políticos rela-cionados tanto con Suraméricacomo con África.

El concepto es particularmenteinteresante por el hecho de in-troducir, de manera implícita, un componen-te desconocido en el tratamiento de lascuestiones de seguridad dentro la perspecti-va nacional, como lo es la proyección extra-territorial de los intereses de defensa. De estemodo, al tiempo que abarca las dos dimen-siones definidas como prioritarias para la de-fensa nacional, a saber, la Amazonia y elespacio marítimo bajo jurisdicción brasileña,

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

El hecho de ser unpaís reconocido por su

gran extensiónterritorial y el que laAmazonia sea uno de

sus componentescentrales que

representa granvulnerabilidad para la

defensa, handificultado, durante

mucho tiempo, elreconocimiento, inclusopor parte de la sociedad

brasileña, de laimportancia de la

dimensión marítima y desu vulnerabilidad desde

el punto de vistade la defensa.

las considera en su entorno más amplio: lamasa continental suramericana y toda la ex-tensión del Atlántico Sur hasta la costa afri-cana. Esta visión intenta equilibrar lasdimensiones continental y marítima en la de-finición de los intereses de defensa.

Tradicionalmente, las preocupaciones milita-res brasileñas le habían dado más importan-cia a la Amazonia y poca relevancia yvisibilidad a la dimensión marítima. El hechode ser un país reconocido por su gran exten-sión territorial y el que la Amazonia sea unode sus componentes centrales que represen-ta gran vulnerabilidad para la defensa, handificultado, durante mucho tiempo, el reco-

nocimiento, incluso por parte dela sociedad brasileña, de la im-portancia de la dimensión marí-tima y de su vulnerabilidaddesde el punto de vista de ladefensa2. En efecto, además delos recursos pesqueros y de lagran biodiversidad marina, asícomo de las rutas de navega-ción, la plataforma continentalbrasileña es la fuente de cercadel 75% de la producción de gasy petróleo.

A pesar de esta preocupación,la caracterización del entorno es-tratégico brasileño concede ma-yor relevancia a la dimensióncontinental y, de manera parti-cular, a los espacios fronterizos.El entorno estratégico brasileñose caracteriza, en la PDN, comoun espacio de estabilidad, coo-peración e integración, aunquese reconozca la existencia de zo-nas de inestabilidad y de ilícitostransnacionales. Esto induce a lanoción de que las acciones bra-sileñas deben situarse dentro deun marco fundamentalmentecooperativo, sobre todo por el he-cho de trasladar al plano no es-

tatal el origen de los factores de inseguridad einestabilidad, atribuidos esencialmente a losilícitos transnacionales. Una vez más, se haceevidente la valoración implícita de las áreasde frontera como punto de referencia para lacaracterización del entorno estratégico.

LAS PRIORIDADES DE DEFENSA

A partir de la caracterización del ambienteinternacional y del entorno estratégico, talcomo fueron presentados, se derivan las prio-ridades para la defensa: éstas son la Amazoniay el Atlántico Sur. Además, los ejes priorita-rios son complementados por dos temas queremiten a la esfera nacional: a) la defensa delespacio aéreo (tema que poco merece serdestacado si se considera su importancia enrelación con la gran proyección territorial ymarítima, como ya se mencionó) y b) el de-sarrollo de la industria de defensa. Se men-cionan también otros temas que remiten denuevo a las grandes cuestiones globales, ta-les como el enfrentamiento del terrorismo yla cooperación multilateral para el desarme yla no proliferación, temas tradicionales de laagenda internacional de Brasil en el campode seguridad, cuya referencia sirve al objeti-vo de reafirmar el compromiso brasileño conaquellas causas y la primacía de la coopera-ción como opción primordial en cuanto alas opciones estratégicas internacionales bra-sileñas. Por tanto, se trata esencialmente dela reafirmación de principios con los que seespera, asimismo, responder a las preocu-paciones externas en relación con las iniciati-vas brasileñas en el campo de las tecnologíasde uso dual, en particular en el campo nu-clear.

Con base en estas prioridades, se enuncianlos objetivos generales de defensa nacional,las orientaciones estratégicas para la actua-ción del Estado en el ámbito de la defensa ylas directrices para el empleo de las FuerzasArmadas, tal y como se sintetiza a continua-ción.

EVALUACIÓN DE LA NUEVA PDN

La evaluación de la nueva PDN implica unamplio espectro de consideraciones, entre lascuales se encuentran: las características delproceso de formulación, la consistencia ycoherencia de sus elementos con la realidadinternacional y con los retos y necesidadesbrasileñas en el campo de la defensa, y lasperspectivas que posibilitan la cooperacióninternacional del país en dicho campo. Lassiguientes secciones del documento analizanesos aspectos.

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LA POLÍTICA DE DEFENSA

BRASILEÑA: DIAGNÓSTICOS,

PROPUESTAS Y PERSPECTIVAS

5

La nueva PDN reafirma

–incluso mediante el

silencio– la posición

prevaleciente en las

Fuerzas Armadas, en torno

al mantenimiento de una

clara diferenciación de

los espacios de seguridad

y defensa, y a restringir al

máximo su inclusión en el

enfrentamiento de

amenazas no tradicionales,

en particular, el terrorismo

y los demás delitos

transnacionales, que deben

tratarse, sobre todo, con

ayuda de los instrumentos

policial, judicial

y de inteligencia.

Es pertinente reconocer que la formulaciónde la PDN intentó alejarse del patrón de ca-rácter cerrado que ha marcado tradicional-mente el tratamiento de las cuestiones deseguridad y defensa, el cual es también, entérminos generales, un rasgo de la cultura deformulación de políticas públicas en Brasil.En ese sentido, son positivas las iniciativas deconsulta y, sobre todo, la inclusión del sectoracadémico en las discusiones que dieron ori-gen a la nueva PDN. Al mismo tiempo, esimportante reconocer que tales iniciativas soninsuficientes para la consolidación de unaconcepción democrática y contemporánea dela formulación de políticas públicas, y para laformación de una cultura de defensa en elpaís, como se requiere, en la medida en queel proceso de formulación aún se mantieneaislado en relación con otros sectores del pro-pio Estado, de las instancias políticas y de lasociedad en general.

En ese sentido, y de manera particular, laausencia de responsabilidad del Poder Legis-lativo en el proceso de formulación crea unadistancia entre la política de defensa y el con-junto de la sociedad, hecho que representauna laguna importante en la pretendida con-solidación de una cultura democrática dedefensa y en una nueva etapa de las relacio-nes entre civiles y militares. Por tanto, desdeel punto de vista de su formulación, la nuevaPDN se mostró más participativa, pero siguióreflejando las limitaciones de la formulaciónde políticas públicas en Brasil.

En cuanto a los aspectos esenciales, el docu-mento representa un avance, sobre todo enrelación con el documento anterior, amplia-mente reconocido como genérico e impreci-so. No obstante, la inconsistencia de la políticaanterior no constituye un criterio seguro parala evaluación de la actual PDN. En efecto, eldocumento actual define con mayor claridadpuntos estratégicos, actualiza temas y esta-blece prioridades en consonancia con la rea-lidad de la gran territorialidad continental ymarítima, y con las debilidades, retos y ame-nazas que enfrenta el país. Asimismo, estáalineado y en armonía con la orientación es-tratégica de la política exterior brasileña. Enesa medida, se considera que la nueva ver-sión de la PDN atiende, esencialmente a

aquello que ya había sido política y acadé-micamente determinado como prioritariopara la seguridad del país, aunque carezcade mayor elaboración en muchos aspectos.

Con el objetivo de hacer algo al respecto, esnecesario considerar el concepto de seguri-dad que aparece en la nueva PDN. Al enun-ciar la seguridad como condición […], seadopta una concepción que ofrece mayor ob-jetividad y que intenta vincular las caracterís-ticas del ambiente internacional –en susacepciones global y regional– a las necesida-des operativas del sector de de-fensa. En este sentido, es unconcepto adecuado como pun-to de partida para darle a la po-lítica de defensa la capacidad deavanzar en la definición de susdemás elementos funcionales yque, por otra parte, le permiteabarcar el tratamiento de unamplio conjunto de amenazas yde fenómenos que concurren enla generación de inseguridad.

Entre tanto, la PDN expresa sudeterminación de restringirse alas amenazas tradicionales,como se desprende del énfasisdado al territorio como referen-cia primordial para la defensa,sin adentrar en el tratamiento deamenazas no tradicionales. Eneste sentido, la nueva PDN re-afirma –incluso mediante el si-lencio– la posición prevalecienteen las Fuerzas Armadas, en tor-no al mantenimiento de una cla-ra diferenciación de los espacios de seguridady defensa, y a restringir al máximo su inclu-sión en el enfrentamiento de amenazas notradicionales, en particular, el terrorismo, ylos demás delitos transnacionales, que debentratarse, sobre todo, con ayuda de los instru-mentos policial, judicial y de inteligencia. Porese motivo, la enumeración de las amenazasy factores que constituyen riesgos para la pazy para la seguridad internacionales, aunquecomunica de manera objetiva los factores fun-damentales que, para el país, inciden en eldelineamiento de sus intereses y en la defini-ción de prioridades en el ámbito de la defen-

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

sa, no conduce a la definición de prioridadeso al establecimiento de directrices que alcan-cen todo el conjunto de las amenazas y fac-tores considerados. De este modo, lareferencia a las amenazas, sin las consecuen-tes definiciones políticas y operativas, pareceresponder a la necesidad de formular una in-terpretación coherente y actual acerca delambiente internacional, que no haga omisio-nes en lo que respecta a elementos evidentesde su composición y de la generación de con-diciones propicias para responder a las nece-

sidades materiales de la defensa.

Lo mismo se observa en lo queatañe a los dos espacios defini-dos como prioritarios: la Ama-zonia y el Atlántico Sur. Enambos casos, la PDN no esta-blece criterios ni directrices pre-cisas para la acción política ypara la planeación militar enesos espacios, de manera queéstas respondan a las necesida-des de defensa. Esto estimulacríticas contra la lógica estructu-ral de la propia política y contralo que constituiría su sesgo de-masiado académico, lo cual seevidencia cuando la PDN trans-fiere a otros documentos defini-ciones que le serían inherentes,quitándole el poder de invoca-ción y funcionalidad como do-cumento de política.

PERSPECTIVAS PARA LA

COOPERACIÓN REGIONAL

La nueva PDN contiene un importante cam-bio de paradigma que puede tener implica-ciones significativas para el área de defensaen sus diferentes dimensiones y para las pers-pectivas de cooperación internacional de Bra-sil en este campo. Tal cambio está relacionadocon el abandono de la búsqueda de autono-mía estratégica, principio rector presente enla primera PDN, en beneficio del abasteci-miento de insumos para la defensa, hechoque representa una opción más pragmáticaal reconocer, por un lado, la importancia delfortalecimiento industrial en el sector de ladefensa y, por otro, la necesidad de una ma-

yor apertura e interacción para lograr el ac-ceso a los recursos e insumos materiales ytecnológicos indispensables para la defensa.Ambas dimensiones abren posibilidades parala cooperación en el plano regional, aunquela PDN no establezca directrices más precisasa este respecto y pese a que señale la coope-ración con los países vecinos como una orien-tación estratégica. Así, de manera general, laslíneas de cooperación en materia de defensaque se desprenden del contenido de la PDN,aunque no enunciadas explícitamente, sederivan de dos preocupaciones principalesque atraviesan toda la política: la protecciónde los recursos naturales y el intercambio tec-nológico.

En el primer caso, queda todavía por definirqué acciones deben ser emprendidas parauna adecuada protección de los recursos na-turales y cuáles son las formas de participa-ción de la Fuerzas Armadas en este campo.Aún así, algunas posibilidades pueden ser vis-lumbradas. La vigilancia de las fronteras ydel espacio aéreo es una necesidad inmedia-ta y, naturalmente, contribuye a obstaculizarel tráfico de especies, madera, piedras pre-ciosas y otros recursos naturales, delito quees reconocido como nocivo para el medio am-biente. Por extensión, representa un aspectoimportante para la represión del tráfico dearmas, municiones y drogas, amenazas to-das valoradas por la PDN, aunque no consi-dere a las Fuerzas Armadas como sujetosinmediatos y directos de esa represión. Portanto, cabe esperar la intensificación de losesfuerzos en esos campos. La cooperacióntecnológica es factible en el plano regional,sobre todo en torno a proyectos específicos ydirigidos a que los medios militares se adecuena las características de los posibles escenariosde operación en la región. Sin embargo, elmayor avance brasileño en la industria de de-fensa, en relación con sus vecinos, contribuyea restringir las posibilidades en ese campo que,aún así, debe ser valorado dentro del contex-to de la política exterior brasileña en general.Todavía permanecen abiertas las posibilida-des de cooperación en el enfrentamiento delos delitos transnacionales, teniendo en cuentalos lineamientos restrictivos para la actuaciónde las Fuerzas Armadas en ese campo, que lesreservan un papel subsidiario de las fuerzas

Las líneas decooperación en

materia de defensaque se desprendendel contenido de la

PDN, aunque noenunciadas

explícitamente,se derivan de dos

preocupacionesprincipales queatraviesan toda

la política:la protección de losrecursos naturales

y el intercambiotecnológico.

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LA POLÍTICA DE DEFENSA

BRASILEÑA: DIAGNÓSTICOS,

PROPUESTAS Y PERSPECTIVAS

7

Marco Cepik, Socorro Ramírez (editores). Agenda de seguri-dad andino-brasileña. Primeras aproximaciones. FriedrichEbert Stiftung -Fescol-, IEPRI, Universidad Federal Do RioGrande do Sul. 2004. ISBN: 958-8128-09-9.

Wolf Grabendorff (editor). La seguridad en las Américas.Enfoques críticos y conceptos alternativos. Friedrich EbertStiftung -Fescol-, CEREC. 2003. ISBN: 958-8128-05-6.

LIBROS

PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN SEGURIDAD REGIONAL

policiales y de las acciones de inteligencia. Deeste modo, aunque señale posibilidades e ins-te a la cooperación, la nueva PDN no lograeliminar la percepción de que la cooperacióncon los vecinos, además de las formas tradi-cionales mantenidas, tiende a establecerse demanera tópica y en torno a intereses específi-cos de las Fuerzas Armadas, hecho que, tam-bién en esa dimensión, caracteriza un relativoaislamiento brasileño.

CONCLUSIÓN

La nueva Política de Defensa Nacional (PDN)representa, en varios aspectos, un avance enel sentido de la maduración de una configura-ción institucional democrática, en la medidaen que se construye sobre un conjunto de con-sensos básicos acerca de los intereses nacio-nales en el campo de la seguridad y sobre elorigen y naturaleza de las amenazas para laseguridad que enfrenta el país. En ausenciade una tradición más participativa en la for-mulación de políticas públicas y de una cultu-ra institucional que valore la interacción deinstituciones en dicho proceso, la política de

defensa brasileña termina, inevitablemente,marcada por una posición bastante cautelosaque a veces la lleva a ser genérica, y a veces acometer omisiones ostensibles en lo que ata-ñe a temas más delicados. La PDN presentapocas innovaciones desde el punto de vista con-ceptual, pero éstas son significativas puesto queexpresan de manera más clara que la anteriorpolítica la amplitud de los intereses y preocupa-ciones de seguridad brasileños. Por otro lado,trata de manera insuficiente y deja abiertosmuchos aspectos esenciales, lo cual perjudicala consecución de sus objetivos políticos comoelemento inductor de una cultura de defensa ycomo fuente de orientación para la coopera-ción brasileña en el contexto regional.

NOTAS

1 Los Ministerios del Ejército, la Marina y la Aeronáutica, el

Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (EMFA), la Casa Mili-

tar de la Presidencia de la República y el Servicio Nacional

de Información que estuvo bajo control de los militares has-

ta el momento de su extinción.

2 Se emplea la expresión Amazonia azul en el texto de la PDN

como una analogía, para sensibilizar a la sociedad en rela-

ción con la magnitud e importancia estratégica de la dimen-

sión marítima para el Brasil.

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PROGRAMA DE COOPERACIÓN

EN SEGURIDAD REGIONAL

EL PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN SEGURIDAD REGIONAL SE REALIZA CONJUNTAMENTE CON LAS

OFICINAS DE LA FRIEDRICH EBERT STIFTUNG EN ARGENTINA, BOLIVIA, BRASIL, CHILE, COLOMBIA,

ECUADOR, PERÚ, URUGUAY Y VENEZUELA.

ESTE POLICY PAPER FORMA PARTE DEL PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN SEGURIDAD REGIONAL

EN BRASIL Y FUE PREPARADO POR ALCIDES COSTA VAZ E IGOR CALVET.

SITIO WEB: WWW. seguridadregional-fes.org

LAS IDEAS EXPRESADAS EN ESTE POLICY PAPER NO COMPROMETEN A LAS INSTITUCIONES QUE HACEN PARTE DE ESTE PROYECTO.

N° 9 Tendencias de seguridad en América del Sur e impactos

en la región andina

N° 8 La seguridad y defensa en los programas de gobierno.

Elecciones nacionales 2006 en Perú

N° 7 Venezuela y los Estados Unidos: una relación compleja

N° 6 La agenda de seguridad Venezuela-Colombia en el

contexto de la subregión andina y Brasil (2000-2005)

N° 5 Venezuela. La reconceptualización de la seguridad

(1999-2005): Impactos internos y externos

N° 4 Brasil frente a los desafíos de la cooperación en seguridad

N° 3 Problemas transnacionales de seguridad: desafíos para

Colombia y la cooperación en la región andino-brasileña

N° 2 Sociedad civil y seguridad regional: retos para una

articulación democrática

N° 1 Seguridad regional andina y escenarios posibles

POLICY PAPERS

PROGRAMA DE COOPERACIÓN EN LA SEGURIDAD REGIONAL