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La firmeza de todo edificio depende directamente de la calidad y soli- dez de sus fundamentos. Por eso, el Señor Jesús y los apóstoles pusieron mucho énfasis en el fundamento de la Iglesia. El Señor Jesús dijo, al finalizar su Sermón del Monte, que el hombre prudente edificaba sobre la roca. Más adelante, él mismo –el Hombre más prudente– dijo a Pedro que edificaría su Iglesia sobre la Roca – la revela- ción que el Padre hizo a Pedro. Pablo, el perito constructor, escribió que hay un solo fundamento, que es Cristo; y Pedro, el bienaventurado recep- tor de aquella revelación del Padre, dijo en su primera epístola: «Acercándoos a él, piedra viva… sed edificados». Hoy, al igual que ayer, el Señor Jesucristo sigue edificando sobre este fundamento: Su Persona y su Obra. Él –en sus variados aspectos y alcan- ces– es suficiente garantía de que lo que sobre él se edifique puede per- manecer – y de hecho, permanecerá. En este número, hemos incluido algunos artículos que tratan desde diversas perspectivas la gran riqueza que tiene este tema. Damos gracias al Señor por el aporte de ministros de diversos países que se suman a esta preciosa tarea de edificar la Iglesia a través de la palabra escrita. Reciente- mente, en nuestra Conferencia Internacional, tuvimos el placer de conocer a algunos y estrechar vínculos con otros. Gracias a Dios por permitirnos acceder a la riqueza que él mismo ha puesto en su Iglesia. A todo esto se agrega la trascendental visita que hizo a Chile el predica- dor norteamericano David Wilkerson, autor de «La Cruz y el Puñal» y «La Visión», entre otros libros, para compartir su carga con los ministros del evangelio chilenos. Esperamos compartir con nuestros lectores en los próxi- mos números de la revista los cuatro mensajes que él impartió con oca- sión de este evento, denominado: «Renovando nuestra pasión por Cristo». Agradecemos a los hermanos organizadores la autorización concedida para hacerlo. Que el Señor sea magnificado a través de todos sus siervos. PONIENDO LOS CIMIENTOS

PONIENDO LOS CIMIENTOS - Aguas Vivas · Más allá de Pearl Harbor La historia de Mitsuo Fuchida, el piloto japonés que comandó el ataque a Pearl Harbor. SECCIONES FIJAS Citas escogidas

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La firmeza de todo edificio depende directamente de la calidad y soli-dez de sus fundamentos. Por eso, el Señor Jesús y los apóstoles pusieronmucho énfasis en el fundamento de la Iglesia.

El Señor Jesús dijo, al finalizar su Sermón del Monte, que el hombreprudente edificaba sobre la roca. Más adelante, él mismo –el Hombre másprudente– dijo a Pedro que edificaría su Iglesia sobre la Roca – la revela-ción que el Padre hizo a Pedro. Pablo, el perito constructor, escribió quehay un solo fundamento, que es Cristo; y Pedro, el bienaventurado recep-tor de aquella revelación del Padre, dijo en su primera epístola:«Acercándoos a él, piedra viva… sed edificados».

Hoy, al igual que ayer, el Señor Jesucristo sigue edificando sobre estefundamento: Su Persona y su Obra. Él –en sus variados aspectos y alcan-ces– es suficiente garantía de que lo que sobre él se edifique puede per-manecer – y de hecho, permanecerá.

En este número, hemos incluido algunos artículos que tratan desdediversas perspectivas la gran riqueza que tiene este tema. Damos graciasal Señor por el aporte de ministros de diversos países que se suman a estapreciosa tarea de edificar la Iglesia a través de la palabra escrita. Reciente-mente, en nuestra Conferencia Internacional, tuvimos el placer de conocera algunos y estrechar vínculos con otros. Gracias a Dios por permitirnosacceder a la riqueza que él mismo ha puesto en su Iglesia.

A todo esto se agrega la trascendental visita que hizo a Chile el predica-dor norteamericano David Wilkerson, autor de «La Cruz y el Puñal» y «LaVisión», entre otros libros, para compartir su carga con los ministros delevangelio chilenos. Esperamos compartir con nuestros lectores en los próxi-mos números de la revista los cuatro mensajes que él impartió con oca-sión de este evento, denominado: «Renovando nuestra pasión por Cristo».Agradecemos a los hermanos organizadores la autorización concedida parahacerlo.

Que el Señor sea magnificado a través de todos sus siervos.

PONIENDO LOS CIMIENTOS

2 AGUAS VIVAS

ENFOQUE DE ACTUALIDADLas lecciones del KatrinaMás allá de las polémicas surgidas en torno al huracán Katrina, hay ad-vertencias que es necesario oír.

UNA MIRADA PROFÉTICARenovando nuestra pasión por Cristo (1)Primer mensaje de una serie de cuatro, que el predicador norteame-ricano impartió en Santiago de Chile, en septiembre de 2005. DavidWilkerson.

TEMA DE PORTADALos cimientos de la casa de DiosOcho cimientos esenciales sobre los cuales la casa de Dios debe seredificada. Romeu Bornelli C.

La salvación tripartitaLa Palabra de Dios habla acerca de la salvación en tres etapas y trestiempos diferentes. Gino Iafrancesco.

Por Cristo, con él y en élEn la obra de la cruz de Cristo es posible distinguir tres grandes hechos.Ben Hiebert.

El cruce del JordánLa actitud de Israel ante el Mar Rojo y ante el río Jordán muestra dosformas de caminar delante de Dios. Gonzalo Sepúlveda.

El hombre celestialLa visión original de Pablo acerca de Cristo y la Iglesia se completamientras estaba en la cárcel en Roma. Eliseo Apablaza

LEGADOEl secreto reveladoPara recuperar su poder perdido, la Iglesia necesita ver a cielo abier-to y tener una visión transformadora de Dios. A. W. Tozer.

¿Qué es la Iglesia?Lo débil y lo necio usa Dios para avergonzar al fuerte y al sabio.T. Austin-Sparks.

Confesiones ministerialesUn desgarrador autoexamen del ministro escocés del siglo XIX,que hace recordar las oraciones de Daniel y Esdras. Horatius Bonar.

ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIAEl arco iris tras la lluviaSemblanza de George Matheson, el predicador ciego, iluminado por laluz de Dios.

UNA REVISTA PARA TODO CRISTIANO / Año 6 · Nº 36 · Noviembre - Diciembre 2005

aguas vivas

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3AGUAS VIVAS

ESTUDIOS BÍBLICOSBosquejo de Deuteronomio. A. T. Pierson.

El Tesoro de David (I)Estudiando los salmos con C. H. Spurgeon.

Viendo a Cristo en el EvangelioEpístola a los Romanos. Stephen Kaung.

Los nombres de CristoCristo. Harry Foster.

BIBLIALos números en la Biblia. «El número «12»

Preguntas & Respuestas

¿Cuánto sabe de la Biblia? Ponga a prueba la exactitud de suconocimiento bíblico

FAMILIAEl sexo desde el punto de vista de DiosUna franca enseñanza bíblica acerca del verdadero significado del sexo.Fred Malir.

APOLOGÉTICA¿Juega Dios a los dados con el universo?Un análisis del legado de Albert Einstein, al cumplirse cien años dela Teoría de la Relatividad. Ricardo Bravo M.

REPORTAJESMás allá de Pearl HarborLa historia de Mitsuo Fuchida, el piloto japonés que comandó el ataquea Pearl Harbor.

SECCIONES FIJASCitas escogidas

Joyas de Inspiración

Bocadillos de la mesa del Rey

Maravillas de Dios

Cartas de lectores

Separatas (Sólo en Chile): «Tesoros» (Niños) · «Despertar» (Jovencitos)«Buscando Más» (Jóvenes).

Foto de portada: «Parque Nacional Conguillío (Araucanía, Chile)».Las imágenes de esta edición no tienen necesariamente relación con personas o lugares

mencionados en los textos, salvo que se indique lo contrario.

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4 AGUAS VIVASENFOQUE DE ACTUALIDAD

Las lecciones del

Surgió en las Bahamas el 24 deagosto, hizo unos destrozos derelativamente menor cuantía al

norte de Miami, y cuando parecía queya se retiraba, cobró una fuerza inusi-tada en el golfo de México y arreme-tió con una furia de vientos sosteni-dos a 280 kilómetros por hora sobrelos estados de Louisiana, Mississippiy Alabama, en Estados Unidos. De hu-racán de categoría 1 pasó a huracánde categoría 5 en cosa de unos días.

Esta es, en simples palabras, lacorta pero trágica historia del huracánKatrina, que ha dejado más de un mi-llar de víctimas fatales, una ciudadprácticamente destruida y daños ma-

teriales incalculables, que hacen pen-sar en el desastre natural más costosode la historia de los Estados Unidos.

La tragedia se abatió con especialímpetu sobre Nueva Orleáns – la úni-ca ciudad de estados Unidos ubicadabajo el nivel del mar, defendida sólopor un sistema de diques, que colapsódebido a la violencia de los elemen-tos. El agua dejó el 85% de la ciudadbajo metros de agua – hasta siete me-tros en las zonas más bajas. Con lossistemas de agua, luz y demás servi-cios básicos cortados, la ciudad fuepresa del caos y el vandalismo, aunante las mismas cámaras de la televi-sión.

Más allá de las polémicas surgidas en torno al huracán Katrinay la devastación de Nueva Orleáns, hay advertencias que esnecesario oír.

Katrina

5AGUAS VIVAS ENFOQUE DE ACTUALIDAD

La crisis se agravó debido a la tar-danza con que los organismos de ayu-da reaccionaron. La polémica acercade los motivos de la demora –negli-gencia, razones políticas, sociales yraciales– ha llenado las páginas de losperiódicos, pero sobre todo ha dejadoal descubierto, según algunos, «lasprofundas divisiones sociales de lanación».

Una ciudad muy particularLa ciudad de Nueva Orleáns es (o

era) la menos «norteamericana» detodas las ciudades estadounidenses,debido a que en su larga historia estánpresentes otras naciones e influencias.Fundada por los franceses en 1718,colonizada por los españoles, y fuer-temente influida por los esclavos ne-gros, pasó a manos de Estados Uni-dos por una negociación entre la Fran-cia de Napoleón y Estados Unidos sóloen 1803. Desde entonces ha recibido,además, el fuerte influjo de los pue-blos caribeños, especialmente en lorelativo a su música y creencias. Nue-va Orleáns ha sido una verdadera mez-cla de idiomas, razas, religiones, ycostumbres no sajonas. Es una de lasciudades con mayor población negra(dos tercios), y a la vez con los mayo-res índices de pobreza, analfabetismoy criminalidad.

Pero lo verdaderamente caracterís-tico de Nueva Orleáns es su forma devida, una ciudad placentera, carnava-lesca y musicalizada (es considerada«la cuna del Jazz»). Nueva Orleáns erallamada por los norteamericanos «TheBig Easy» («La Gran Relajada»), y sulema era (en francés) «Laissez les bonstemps rouler» (Deja que los buenos

tiempos rueden). Cada año se realizanunos siete carnavales y festivales degran envergadura, que atraen turistasde todo el mundo, en que no sólo par-ticipa la ciudad, sino más de ochentapueblos y ciudades de todo Lousiana.La mayor de las fiestas era el «MardiGras», equivalente al Carnaval de Ríode Janeiro, y que contaba con más de60 fastuosos desfiles. Alguien escri-bió, antes de la tragedia: «Los habi-tantes de Nueva Orleáns son adorado-res del placer y la diversión. Le rin-den culto a la vida y a todo lo buenoque les da».1

Un contexto mayorTal vez lo que más ha conmo-

cionado a los analistas de la tragediade Nueva Orleáns, es que ésta se pudohaber evitado. La Scientific American,en octubre de 2001 había advertido:«Un huracán enorme podría inundarNueva Orleáns bajo seis metros deagua, matando a miles de personas.Las actividades humanas cerca del ríoMississippi han aumentado dramáti-camente el riesgo, y únicamente unareingeniería masiva de la zona sudes-te de Louisiana podría salvar la ciu-dad». La advertencia no fue atendida.

Los más, evalúan esta tragedia enel contexto de una tendencia mundialque se está observando, y que tieneun denominador común: el cambioclimático denominado calentamientoglobal. Bajo este denominador comúnse pueden explicar fenómenosclimáticos sorprendentes, como la in-usual nevada en Los Ángeles (USA)a comienzos de año; los vientos de 200kilómetros por hora que azotaronEscandinavia, Irlanda y Gran Breta-

6 AGUAS VIVASENFOQUE DE ACTUALIDAD

ña; la grave sequía en el Medio Oestenorteamericano, que redujo los nive-les de agua del río Missouri a míni-mos históricos; la peor sequía regis-trada en España y Portugal; losbajísimos niveles de agua en Francia;y la ola de calor de 43 grados enArizona, que acabó con la vida de másde 30 personas. Es que, a medida quela atmósfera se calienta, genera sequíasmás prolongadas, lluvias más inten-sas, olas de calor más frecuentes y tor-mentas más rigurosas.

Un estudio publicado por la revis-ta Nature destaca que el poder acumu-lado de huracanes se ha más que du-plicado en los últimos 30 años. KerryEmanuel, climatólogo en el InstitutoTecnológico de Massachussets (MIT),escribe: «Mis resultados sugieren queel cambio climático puede influir enel ciclón tropical, en una tendenciaascendente, en un aumento de su po-tencial destructivo y –teniendo encuenta una población costera crecien-te– de pérdidas relacionadas con elhuracán en el siglo XXI».2

Ahora, ¿qué es lo que causa el ca-lentamiento global?

El calentamiento global es el frutode una serie de acciones atmosféricas,cuyo detonante es el hombre. La causaprimera es la producción de CO2 (resi-duo de toda combustión de hidrocar-buros), la cual produce un efecto in-vernadero. Ese efecto invernadero al-tera el clima y produce calor. Se temeque, en un mediano plazo, el calor eva-porará el agua dulce, fundirá los cas-quetes polares, de modo que toda elagua del planeta se convierta en aguade mar no potable para los humanos,los animales y las plantas terrestres.

Pero ¿cómo frenar esta carrera decalentamiento ascendente? La solu-ción es simple: dejar de quemar hidro-carburos. Pero esto, de verdad, no estan fácil de llevarlo a cabo. Implica-ría, en primer lugar, dejar de utilizarel petróleo y sus derivados, y resuci-tar el uso de fuentes de energía reno-vables, como el agua, el aire, el sol (yel átomo, si se usa bien).

Como bien se puede suponer, estotraería una serie de cambios económi-cos y sociales drásticos, que en estemomento probablemente ningún paísestá dispuesto a suscribir. Porque nin-gún gobierno, elegido con el voto po-pular, quiere someter a sus electores auna serie de sacrificios e incomodida-des que pueden dar vuelta una próxi-ma elección.

Desde hace un buen tiempo, loscientíficos han estado alertando a losgobiernos acerca de este peligro. Elexperto en ciencia y economía, JeremyRifkin, hace un ‘mea culpa’ colectivoal decir: «Los científicos llevan añosadvirtiéndonos. Nos dijeron que vigi-láramos el Caribe, donde es probableque aparezcan los primeros efectosdramáticos del cambio climático enforma de huracanes más rigurosos eincluso catastróficos (…) El Katrinano es sólo una cuestión de mala suer-te, el embate ocasional y por sorpresade la naturaleza contra una humani-dad desprevenida. No se equivoquen.Nosotros hemos creado esta tormentamonstruosa. Conocíamos el impactopotencialmente devastador del calen-tamiento global desde hace casi unageneración. Aun así, pisamos el ace-lerador, como si nos importara un ble-do. ¿Qué esperábamos? El 25% de los

7AGUAS VIVAS ENFOQUE DE ACTUALIDAD

vehículos estadounidenses sonutilitarios deportivos, todos ellos conmotores mortíferos que arrojan canti-dades récord de CO2 a la atmósfera dela Tierra. ¿Cómo explicar a nuestroshijos que los estadounidenses repre-sentan menos de un 5% de la pobla-ción mundial, pero que devoran másde una cuarta parte de la energía decombustibles fósiles producida anual-mente? ¿Cómo decir a los apesadum-brados familiares de las víctimas quehan perdido la vida en el huracán quehemos sido demasiado egoístas comopara permitir tan siquiera un modestoimpuesto adicional de tres céntimospor cada cuatro litros de gasolina parafomentar el ahorro de energía? Y cuan-do nuestros vecinos europeos y detodo el mundo pregunten por qué laciudadanía estadounidense estaba tanpoco dispuesta a convertir el calenta-miento global en una prioridad me-diante su firma del Tratado de Kiotosobre el cambio climático, ¿qué lesdiremos?».3

Sin embargo, los intereses creadosson tan fuertes, que los gobiernos han

oído más bien a quienes minimizanestos fenómenos –unos pocos cientí-ficos asociados a compañías petrole-ras, que a la comunidad científicamundial– más de 2.000 científicos pro-cedentes de 100 países que informanpermanentemente a las Naciones Uni-das. «En 1995 –denuncia RossGelbspan– los servicios públicos deMinnesota descubrieron que la indus-tria del carbón había pagado más de800 millones de euros a cuatro cientí-ficos que mostraban públicamente sudisconformidad con el calentamientoglobal. Y ExxonMobil ha gastado másde 10 millones de euros desde 1998en una campaña de relaciones públi-cas y cabildeo contra el calentamien-to global. En 2000, los magnates delpetróleo y el carbón se apuntaron sumayor victoria electoral hasta la fechacuando el presidente George W. Bushsalió elegido y a renglón seguido acep-tó las insinuaciones del sector respec-to a su política climática y energéti-ca».4

«El cambio climático no deberíade ser una preocupación exclusiva dela ciencia –escribe por su parte Mi-guel Boyer Arnedo–. Es un problemasocial, económico y político. Perocomo se desarrolla en una escala tem-poral mayor que la que resultaintuitivamente perceptible, la sociedaden su conjunto se está desentendien-do, como si no fuese a ocurrir, o comosi fuera decente dejar que se ocupenlos demás en el futuro».5

El desenlace final, la gran heca-tombe, podría producirse, según mu-chos piensan, de aquí a 20 ó 30 añosmás, a lo mucho.

El Katrina no es sólo unacuestión de mala suerte, elembate ocasional y porsorpresa de la naturalezacontra una humanidaddesprevenida. No se equi-voquen. Nosotros hemoscreado esta tormentamonstruosa.

8 AGUAS VIVASENFOQUE DE ACTUALIDAD

Nuestro comentarioNo podemos hablar de esto livia-

namente. No podemos tornarnos enjueces de los que hoy están sufriendobajo las calamidades que han sobreve-nido. Tampoco somos jueces de losgobernantes que hoy están sometidosa gigantescas presiones. Que Dios ten-ga misericordia de todos nosotros, puescomo el Señor dijo: «Si no os arrepen-tís, todos pereceréis igualmente» (Lc.13:3). Sin embargo, también tenemosque ser atalayas, y librar así nuestra res-ponsabilidad delante de Dios.

Respecto de esto, las advertenciasde la ciencia parecen estar en lo cier-to, los hechos lo están demostrando.Bueno sería que los gobiernos aten-dieran a sus palabras, y se tomasenlas medidas que el buen juicio acon-seja. Sin embargo, los mismos gober-nantes están limitados por el sistemade que forman parte, y ellos mismosson impotentes de ofrecer solucionesfáciles. Por el cariz que están toman-do las cosas, y por el propio testimo-nio de las Sagradas Escrituras, pare-ce que esto no va a terminar bien parala humanidad. Los más pesimistaspronósticos se van a cumplir. Sinembargo, lo que la ciencia está ad-virtiendo hoy, la Biblia lo predijomucho antes: «…y habrá pestes, yhambres; y terremotos en diferenteslugares» (Mt. 24:7). «…y habrá te-rremotos en muchos lugares, y habráhambres y alborotos; principios dedolores son estos» (Mr. 13:8). «Yhabrá grandes terremotos, y en dife-rentes lugares hambres y pestilencias;y habrá terror y grandes señales delcielo» (Lc. 21:11). En pocas palabras,el Señor dijo verdades que pesan

mucho. «El cielo y la tierra pasarán,pero mis palabras no pasarán».

Por lo demás, profetas contempo-ráneos, como David Wilkerson, hanadvertido claramente esto: «Veo muyclaramente que está a punto de ocu-rrir una intervención divina en todo elmundo –escribía en 1973–. Sería me-jor que este mundo se preparara paraafrontar los cambios de tiempo que nopuedan ser explicados por ningunaotra palabra sino por «sobrenatural».El mundo está a punto de presenciarel comienzo de grandes desgraciascausadas por las más drásticas varia-ciones atmosféricas, terremotos, inun-daciones y terribles calamidades de lahistoria – que sobrepasarán en muchocualquier cosa jamás experimentadahasta aquí (…) Más de una terceraparte de los Estados Unidos será de-clarada zona de desastre dentro deunos pocos años. Los hombres se di-rán que la naturaleza «está fuera decontrol» (…) El tiempo se tornará gra-dualmente más difícil de pronosticar.Aparecerán repentinas tormentas sinprevia advertencia. Olas de frío quebatirán récords se afirmarán sobre lasregiones más meridionales, y zonas delnorte experimentarán olas de calor quesuperarán marcas».

«La gente juiciosa –continúaWilkerson– tendrá dentro de sí un co-nocimiento innato de que Dios estádetrás de estos extraños eventos y estádesatando la furia de la naturaleza paraforzar a los hombres a una disposiciónde ánimo, en la cual se interesen porlos valores eternos. Estas violentasreacciones de la naturaleza estarán cla-ramente concertadas por Dios paraprevenir a la humanidad acerca de los

9AGUAS VIVAS ENFOQUE DE ACTUALIDAD

días de ira y de juicio que vienen. Escasi como si todo el cielo estuvieraexclamando: «Oh, Tierra, presta aten-ción a su llamamiento. Él sostiene lospilares de la Tierra en sus manos. Sa-cudirá la Tierra hasta que su voz seaescuchada. Él domina como Rey dela inundación y Señor de los vientos ylas lluvias».6

¿Cuál es el siguiente?La lista de tragedias naturales ha

continuado después del Katrina. Unospocos días después vino el huracánRita, y ahora recientemente, poco an-tes de cerrar nuestra edición, un vio-lento terremoto azotó Pakistán, con unsaldo estimativo de 30.000 muertos.Con incertidumbre y temor, muchos

se están preguntando «¿Cuál será elpróximo?».

Rogamos al Señor que Su voz, quese escucha claramente detrás de cadatragedia, alerte a los hombres y muje-res sinceros, para que estén debida-mente preparados. En los días que vie-nen, la fe de muchos va a ser severa-mente probada.

1 Cristian Calomarde, en «Nueva Orleáns,la hija más intensa del Mississippi».

2 En «Desastre poco natural en NuevaOrleáns, 31/08/2005, en www.greenpeace.org

3 «El calentamiento global azota NuevaOrleáns», en «El País» (España), 15/09/2005.

4 En «Katrina y el cambio climático», «ElPaís», 03/09/2005.

5 Diario «El País», 21/09/2005.6 En «La Visión».

jjjCulto a la naturaleza

Hace dos años una cadena de televisión produjo una película navideñaque se promocionaba simplemente como esparcimiento para la familia.Una gran fotografía de Julie Andrews, vestida de monja, engalanaba laprimera página de la sección de espectáculos de los diarios, con entusias-tas descripciones del filme: «Una sentida presentación para las fiestas –proclamaba la reseña– que hará brotar cálidos recuerdos».

Dando por sentado que la historia de una monja tendría algún tipo demensaje cristiano, y deseando que brotaran «cálidos recuerdos», reuní ami familia para mirar juntos «Christmas Tree» (Árbol de Navidad). Pero lahistoria tenía más relación con el culto a la naturaleza que con el cristia-nismo. El argumento incluía a una niña abandonada, con trastornos psico-lógicos, que de una manera casi mística se sentía cautivada por un pino.Finalmente, ella se unió a una orden religiosa, porque quería pasar su vidacuidando el pino. Cuando le preguntaron a la niña trastornada (que sehabía transformado milagrosamente) qué es lo que había cambiado suvida, ella contestó: «Fue el árbol».

En las dos largas horas que duró el filme, no recuerdo una sola referen-cia a Jesús o ni siquiera a Dios. La película era naturalismo patente: lanaturaleza nos ha de salvar y le dará sentido a nuestra vida; el árbol es elmesías naturalista.

(En «Y ahora... ¿cómo viviremos?», por Charles Colson y Nancy Pearcey).

10 AGUAS VIVASREFLEXION

Oraciones memorables

Oh Señor, dame almas o llévate mi alma.George Whitefield

Oh Señor, no quiero nada para mí misma; quiero todo para ti.Margaret E. Barber

Señor, me dedico a ti. Oh, acéptame y permite que yo sea tuyopara siempre. Señor, nada más deseo; no deseo nada más.

David Brainerd

Dame aquello que tú quieras, cuanto quieras y cuando quieras.Colócame donde quieras, y trata conmigo en todo de la maneraque tú quieras.

Tomás de Kempis

Enséñanos, Señor, a servirte más fielmente; dar y no contar elcosto; luchar y no prestar atención a las heridas; trabajar y nobuscar descanso; obrar y no pedir ninguna recompensa, másque la de saber que hacemos tu voluntad, oh Señor nuestro Dios.

Oración Antigua

Bienvenida, bienvenida, dulce, dulce y gloriosa cruz de Cristo;bienvenido, dulce Jesús, con tu leve cruz; tú ya obtuviste y ahoraposees todo mi amor; guarda lo que tú obtuviste.

Samuel Rutherford

Úsame, mi Salvador, para cualquier propósito y de cualquiermanera que tú desees. He aquí mi pobre corazón, un vaso com-pletamente vacío para que lo llenes de tu gracia.

Dwight L. Moody

Oh Señor, envíame al rincón más oscuro de la tierra.John K. Mckenzie

Señor, salva a Fiji, salva a Fiji. Salva a este pueblo. Oh, Señor, tenpiedad de Fiji, salva a Fiji.

John Hunt

Oh Dios, te agradezco que me hayas permitido pensar como tú.Johannes Kepler

CITAS ESCOGIDAS

11AGUAS VIVAS UNA MIRADA PROFETICA

Primer mensaje de una serie de cuatro, que el predicador norteamericano impartió enSantiago de Chile, en septiembre de 2005.

No quiero hablarles acerca delo que yo estoy haciendo o delo que yo soy. He escrito una

cantidad de libros proféticos, pero nun-ca he dicho que soy un profeta. Creoque soy uno de los tantos vigilantes queDios tiene. Y cuando Dios me hablóacerca de venir a esta nación, y pasétiempo de rodillas, el Señor comenzó ahablar a mi corazón. Yo estaba prepa-rado para traerles un mensaje que yahabía predicado antes, y hace quinceminutos atrás, mientras estábamos enla sala de espera, el Espíritu Santo vinosobre mí, y cambió mi mensaje.

Voy a darles una palabra profética.Y me hace temblar lo que Dios estádiciendo.

No quiero su dinero. No me im-porta lo que la gente piense de mí. Yalgún día, pronto, estaré delante delSeñor, y tendré que responderle a élde la misma forma que ustedes ten-drán que responderle. ¿He obedecidoal Señor? ¿He dicho lo que el Espíritume guiaba a decir?

Y esto es lo que el Señor ha puestoen mi corazón: La iglesia en Chile estásiendo probada. Está siendo probada.

¡Padre celestial, habla a través de

«Renovando nuestra pasión por Cristo».

La

David Wilkerson

iglesiaestá siendo probada

12 AGUAS VIVASUNA MIRADA PROFETICA

mí! ¡Oh, Espíritu de Dios, ven! Ven so-bre estos hombres y mujeres. Quere-mos escuchar a Dios. No queremos queesto sea una reunión más. Estos hom-bres están ocupados y han tomadotiempo para venir, y no tenemos de-masiado tiempo, el tiempo se nos estáacortando, y tú estás intentando ha-blar desde el cielo. Señor, estamos can-sados de sermones, queremos escucharde Dios. Queremos escuchar la Pala-bra del Señor. Llena esta casa con oí-dos para oír, con un corazón abierto.Ven sobre mí, Espíritu Santo, y hablatu palabra divina. Te damos el honor,la gloria y la alabanza.

Pruebas por causa del amor a DiosLa Biblia dice que vamos a ser pro-

bados, y que vamos a ser procesados.El Señor nos dice: «Yo conozco tu tri-bulación, y conozco tu pobreza». Dice:«Yo sé que serás probado como seprueba la plata». Muchas son las aflic-ciones del justo. Pablo hablaba sobrelas aflicciones, angustias del corazón.Muchas lágrimas, tentaciones, ser des-tituido, ser afligido. El salmista Daviddecía: «Mi alma está angustiada». Conproblemas y con tristezas.

Esta semana pasada, cuando esta-ba orando, el Espíritu Santo me hablóclaramente, que habría mucha gentesentada aquí que están pasando por laspruebas más grandes de sus vidas. Us-tedes están siendo probados más de loque nunca antes han sido probados. Yyo sé lo que esa prueba significa.

Mi esposa ha sido operada más de27 veces; cinco de ellas, de cáncer.Tengo dos hijas con cáncer. Hace unosmeses perdí a mi nieta de 12 años pro-ducto del cáncer. Y este cabello blan-

co que ustedes ven, cada uno de ellospuede hablarles acerca de las pruebasy tentaciones. Muchos de los que es-tán aquí sentados, nadie sabe por loque están pasando. Puede ser su ma-trimonio, su familia, sus hijos, su igle-sia, su llamado, su ministerio. Todosestamos siendo probados. Son prue-bas serias. Y el Señor lo deja bien cla-ro: que debo predicar esta mañana amucha gente que está herida. El Se-ñor está aquí para sanar; el Señor quie-re ayudarte a salir al otro lado.

Pero quiero decirte: No todas tusdificultades son pruebas. Repito: Notodas tus dificultades son pruebas.

El apóstol Pablo decía que habíapasado por muchas dificultades. Élnombró todas las dificultades que ha-bía vivido. Para mí, parece incompren-sible que gente tan justa como el após-tol Pablo, pueda ser tan probada. En-frentar dificultades y tener que decir:«Esto es demasiado. Me has llevadopor tantas dificultades, pero me has sa-cado al otro lado. Y aquí estoy: he so-brevivido. Tú has suplido mi necesi-dad y he visto milagros. Pero ahorame has traído a una prueba que es de-masiado para mí».

Pero ¿qué pasa con aquellos quehan pasado por dificultades? Su fe hasido probada y han llegado al otro lado,y pueden decir con el apóstol Pablo:«Yo sé en quién he creído». Pablo pasópor cada una de ellas, y su fe se man-tuvo intacta. Pero vendrá el tiempo enque ustedes pasarán por pruebas, y noestarán siendo probados por causa deun pecado; no estarán siendo proba-dos por algún error que hayan come-tido.

Los tres jóvenes judíos fueron lan-

13AGUAS VIVAS UNA MIRADA PROFETICA

zados al horno de fuego. No era unaprueba de fe. Ellos habían sido proba-dos, pero era mucho más que eso. Ellosestaban siendo llevados al horno defuego por causa de su fe. Hubo untiempo en que David fue profunda-mente probado, al punto en que llegóa decir: «Oh, Dios, ¿dónde estás tú?».Y este era un hombre que había esta-do orando siete veces al día; era unhombre que había vencido a gigantes,un hombre del cual Dios dijo: «Estees un hombre conforme a mi corazón».Pero aquí vino a ser probado por cau-sa de su fe.

Y quizá muchos de los que estánacá, pastores y ministros, están pasan-do una prueba, y yo quiero que uste-des lo entiendan, porque yo mismo hepasado por esto. He predicado ya porcincuenta años, y yo sé cuánto amo aDios. Conozco mi caminar con Dios,sé el tiempo que he pasado solo en supresencia. Y cuando el Señor me lla-ma a solas en oración, entonces pue-do mirar a Dios al rostro, y tener miconciencia limpia ante Dios y ante loshombres. Sé que mi fe no está siendoprobada; sé que Dios sabe que lo voya amar a pesar de las dificultades; queno voy a hacer más preguntas. Pero séque hay dificultades.

Sé que estas dificultades están lle-gando a la iglesia evangélica en Chi-le. Yo no tenía esto preparado; peroesto está quemando mi corazón. Encincuenta años he visto cada doctrinaconocida por los hombres, cada mo-vimiento espiritual que ha aparecido.Y no puedo entender, cuando veo jó-venes pastores, que están siendo atraí-dos y seducidos por estas doctrinas.Jamás en la historia la iglesia ha sido

tan sacudida. Nunca he visto tanta fal-sa doctrina venir desde los EstadosUnidos, y no sólo de los Estados Uni-dos, sino también de Sudamérica y elmundo entero.

Y les digo esto, parado aquí bajola unción del Espíritu Santo: Dios meha traído para profetizarles. Es la pri-mera vez que estoy con ustedes, paradecirles que la Iglesia aquí está enfren-tando dificultades.

Lo que los jóvenes hebreos enfren-taban era una prueba, no de su con-fianza en Dios sino una prueba de suamor por Dios. El rey no fue conmo-vido por su testimonio, ni por su vidasanta, ni por su predicación; pero hubouna cosa que sí le conmovió, una cosaque le provocó a llevar a todo su pue-blo a rechazar la idolatría: que habíatres hombres que no se apartarían dela Palabra de Dios, de la Escritura,por la cual ellos regían sus vidas. Es-taban dispuestos a pagar con sus vi-das, antes que entregarse a algún tipode nueva adoración, algún tipo de nue-va doctrina, aunque les prometieranoro, y plata y prosperidad. Ellos fue-ron probados si iban o no a mantenersu fe en la Palabra de Dios.

Invasión de falsas doctrinasEsta nación va a ser invadida por

cada falsa doctrina sobre la faz de estatierra. Cada tipo de nueva enseñanza.Ellos van a atraer hombres a sí mis-mos. Hoy, en los Estados Unidos, te-nemos la doctrina de la prosperidad,que está arrastrando a millones de per-sonas. Y déjeme decirle dónde termi-na este evangelio: en que «Dios tequiere rico». Mira, hermano, yo vivoen una casa hermosa, y manejo un

14 AGUAS VIVASUNA MIRADA PROFETICA

buen auto, y creo que Dios quiere ben-decir a su pueblo, pero la Biblia diceque no debemos buscar esas cosas.Ella dice: «Buscad primeramente elreino de Dios y su justicia, y todas es-tas cosas os serán añadidas» (Mt.6:33).

Pero llega a esto: Uno de los fa-mosos predicadores de la prosperidaden Estados Unidos, en la televisión,dijo una vez. «¿Has oído de la venidade Cristo? Olvídate de eso. Jesús nopuede venir hasta que no tengas unauto nuevo y una casa nueva». En estotermina. Ya no hay pasión por la veni-da de Cristo, ya no hay más deseo deque él aparezca; sino hasta que logresesta clase de prosperidad, hasta quetengas «tu porción de la torta». Por esotenemos un montón de gente en losEstados Unidos endeudándose en mi-llones de dólares. En este momentouno puede pedir prestado hasta el125% del valor de su casa en los Esta-dos Unidos, con el fin de comprar otracasa, pedir más, y luego comprar otra,porque todo el mundo está queriendoenriquecerse.

Pero déjeme decirle cuál es el pro-blema. Hay una intuición, hay un co-nocimiento interior en cada pecador,que ahora está en los creyentes. Pre-gúntele a cualquier pecador en los Es-tados Unidos: «¿Qué es lo que creestú que va a pasar? Y ellos le dirán: «Te-rrorismo, juicio y momentos difíciles».La intuición interior dice: «Tengo quetener suficiente para la tormenta, algoa qué echar mano; necesito tener unlugar donde esconderme en caso deque pierda mi trabajo».

Hemos perdido más de 500.000casas en los Estados Unidos. Una ciu-

dad entera ha sido destrozada. Nues-tra nación está temblando. Y en me-dio de todo esto, se pueden ver lasimágenes de esta ciudad que fue inun-dada. Toda esa pobre gente está fuerade las megaiglesias, durmiendo en elsuelo como ratones, y dentro de lasiglesias, el evangelio que se está pre-dicando es: «Dios te quiere rico, prós-pero». ¡Y ellos dicen: «Solamente da-nos un poco de agua y comida»!

La gente en los Estados Unidosestá al borde de vivir el «colapso de lavivienda» más grande de la historia dela nación. Cientos de miles están per-diendo o van a perder sus casas, por-que están tan endeudados con présta-mos, que no tienen escapatoria.

Escasez de palabra proféticaYo advertí del fuego que venía

sobre Nueva York. Estuve allí cuan-do las torres fueron derribadas. Vitoda una ciudad llorando. Eso fue unmartes. El domingo en la mañana lasiglesias estaban llenas de gente llo-rando, que habían corrido a las igle-sias. «Queremos saber: ¿Esto es Dios

Uno de los famosos predi-cadores de la prosperidaden Estados Unidos, en latelevisión, dijo una vez:«¿Has oído de la venida deCristo? Olvídate de eso.Jesús no puede venir has-ta que no tengas un autonuevo y una casa nueva».

15AGUAS VIVAS UNA MIRADA PROFETICA

hablando a nuestra nación, o fue unaccidente? ¿Cuál es la razón? Es laprimera vez en la historia que esta-mos siendo atacados. Ya no nos sen-timos seguros». Acudieron a las igle-sias... y los pastores estaban predican-do de otros temas.

Una semana después, un grupo deancianos pentecostales viajaron a Nue-va York para visitarme, y me dijeron:«Pastor Wilkerson, estábamos lloran-do por lo que había pasado, quería-mos que nuestro pastor nos hablaraalgo de la Escritura, teníamos hambrey temor, y él estaba predicando unaserie sobre ética y moralidad. El pas-tor continuó con su serie, y en vez decompartir de lo que había sucedido,habló sobre el sexo en el cristiano. Lagente se ponía de pie en medio de lapredicación, y decía: «Espere un mo-mento; queremos escuchar de Dios, noqueremos su sermón, pensábamos queusted sabría».

Seis meses después, el New YorkTimes hizo una encuesta: estaban asis-tiendo a las iglesias menos personasque antes del ataque a las torres ge-melas. Y se les hizo la pregunta: «¿Porqué dejaste de ir?». «Porque la iglesiaestaba muerta ... Los pastores no sa-bían nada acerca del futuro ... No ha-bía palabra profética ... No había unasola razón por la cual regresar».

En uno de estos días, tal evangeliode la prosperidad irá muriendo, por-que usted no puede predicarlo enMozambique. ¿Puede usted llevar eseevangelio a Mozambique? ¿Puede ira Nueva Orleáns y pararse allí, dondehay 40.000 personas a la intemperie,sin comida, y predicar su evangelio,si ese es su evangelio?

Saliendo de las ‘megaiglesias’Tenemos megaiglesias, y se llaman

a sí mismas «amistosas hacia los pe-cadores» o «amistosas hacia los quebuscan», «ganadores de almas», «bue-nos hombres», «hombres justos». Ve-mos que en Estados Unidos hay tre-mendas iglesias. No, no tengo nadacontra las megaiglesias. Nuestra igle-sia probablemente sería llamada igual,porque hay miles de asistentes.

Pero mire lo que está pasando: seestá produciendo un cambio. Y ahora,en este nuevo escenario, mucha gentejoven está comenzando algo nuevo.Están cansados de las ‘megas’. Dicen:«Fuimos a la iglesia buscando, tuvi-mos hambre de Dios. Y lo que hemosencontrado es un evangelio contami-nado. Pero muchos de estos pastoresno querían ‘ofendernos’, nos estabanofreciendo cosas diferentes para en-tretenernos, pero nada estaba tocandoel corazón. No estábamos siendo con-frontados con nuestros pecados. So-lamente nos enseñaban cómo «enfren-tar la vida». Y de esto está saliendo unnuevo movimiento, una «iglesia emer-gente».

Ellos dicen: «Estamos cansados delas grandes iglesias, cansados de es-tos ‘juguetes’, cansados de este evan-gelio tan cómodo. Seguimos vacíos.Queremos algo que nos encienda.Buscamos un Cristo radical, y no loestamos recibiendo».

Y a través de Internet hay un nue-vo movimiento que está tocando losEstados Unidos, y va a llegar a vues-tra nación. «La iglesia emergente»,saliendo de las denominaciones, ymayormente de las megaiglesias, y esuna mezcla de protestantismo, catoli-

16 AGUAS VIVASUNA MIRADA PROFETICA

cismo, y ‘nuevas revelaciones’ de lamente de hombres educados, ‘buenoshombres’ que han salido en algunamedida de la realidad de las Escritu-ras, de la verdad de la Palabra de Dios,como fue revelada en la Sagrada Bi-blia. Están tratando de buscar una re-velación mayor; no a un libro cerradosino a una profecía que se iguale a laBiblia. Y esto está siendo divulgado através del Internet. «No hay infierno,porque, de ser así, habría un Dios deira que disfruta con la tortura; el cieloestá aquí en la tierra, y tú puedes dealguna forma decidir tu destino». Hayuna nueva definición de quién es Cris-to.

Esto me recuerda lo que decía elapóstol Pablo. Ha llegado el tiempoen que habrá nuevos cristos, otro Cris-to, otro evangelio, otra definición dequién es realmente Jesucristo (Gálatas1:7). Estos grupos emergentes se es-tán reuniendo en garajes, en sótanos,en las casas. Son reuniones informa-les, con una mezcla de incienso y develas. En un cuarto, hay una cruz enel piso; usted puede escribir su nom-bre ahí, y poner todos sus pecadosdebajo de la cruz. Una de estas igle-sias se reúne cerca de donde yo vivo;tienen un cuarto para comunión si us-ted quiere la comunión, y la comuniónes con un poco de Coca-Cola y conun trozo de pastel. Una nueva clasede hermandad. Un tipo de amor dife-rente. Aceptan el budismo, el islamis-mo, y tratan de ver ‘lo bueno’ en cadareligión, como excusa para vivir encomunidad. Y esto me trae a lo que laBiblia dice, que hay un solo nombreen el cual podemos ser salvos, y esees el nombre del Señor Jesucristo.

Necesito decirles esto: Muchos deestos grupos son sinceros. Muchos deellos se cansaron del «show» de lasiglesias, de la ambición, de la com-petencia por la grandeza, por el nom-bre y el reconocimiento, y de la faltade pasión por los necesitados. Estoes algo sincero. Pero están siendo lle-vados por un mal camino. Y lo querealmente me preocupa es esta mis-ma prueba, el mismo lugar donde to-dos llegamos, el lugar adonde la Igle-sia en esta nación está llegando. ¿Va-mos a buscar a Dios? ¿Nos vamos amantener en esta palabra? ¿Vamos apredicar esta palabra?

Escuché, hace un tiempo atrás, deun movimiento en el cual, cuando em-piezas a ir, te invitan a olvidar todo loque has aprendido, y comienzan a serentrenados todos de nuevo bajo susdoctrinas. ¡Qué lejos está eso de la Pa-labra de Dios! Alguna gente joven derepente viene a mí y me dicen: «Pas-tor, este es un tiempo nuevo», y lo queme están diciendo es: «Usted es unhombre viejo».

Jesucristo es el único NombreHay nuevas cosas que están vinien-

do. Sí, hay nuevas cosas ... un nuevoevangelio. No, no es un nuevo evan-gelio, dijo Pablo, es ‘otro evangelio’.Vendrán otros ‘cristos’. Y esa va a serla prueba que va a pasar la iglesia deJesucristo, porque va a venir una igle-sia mundial y todo aquel que sabe dela Escritura sabe eso. Va a venir unaiglesia mundial. Sus oficinas centra-les estarán en Bruselas. Estuvimos alláel año pasado justo cuando estaban in-tentándolo. Están tratando de introdu-cir la nueva Constitución para la Co-

17AGUAS VIVAS UNA MIRADA PROFETICA

munidad Europea. Y ellos insistieronque el nombre «Dios» no sea mencio-nado. Tenían que describirlo como unasociedad secular. No hay lugar paraDios. Y usted podía percibir en la ciu-dad de Bruselas, en los líderes de to-das estas naciones europeas, la inten-ción de crear esta iglesia políticamen-te correcta.

Déjenme decirles qué es lo que losva a unir; déjenme decirles cuál es elcentro, el punto neurálgico de esto.

La Biblia dice que en los días pos-treros el diablo tratará de engañar auna los escogidos. Ya he sido probadoacerca de esto. Cada vez que voy auna Conferencia de prensa, siempre al-guien me preguntará: «¿Puede un ju-dío ser salvo sin Cristo? ¿Los musul-manes podrían ser salvos sin creer enJesucristo?». Esa es la pregunta... y esaes la prueba. «¿Tenemos que venir através de tu libro?». Y este libro esacerca de Cristo. No sólo Jesús. No,cualquiera puede recibir a Jesús. Losmusulmanes reciben a Jesús como unhombre; los judíos lo reciben como unbuen hombre. Los budistas reciben aJesús como otro profeta. Todo el mun-do puede creer en Jesús, el hombre.Esto va a ser lo que va a atraer… Je-sús puede ser recibido. Lo reconoce-remos a Jesús como el hombre. Ahívienen los evangélicos. Ellos ven aJesús como su figura central. Está ensus constituciones.

Cualquier hombre puede recibir aJesús. Pero él no es solamente Jesúsel hombre. Él es Jesucristo, el Hijo delDios viviente. Cuando me hacen esapregunta, yo sé que estoy siendo pro-bado. Les digo: «Si yo fuera un mu-sulmán, les diría que tienen que venir

a través de Mahoma, y diría que el Co-rán es la verdad. Pero soy un cristia-no, creo que Jesucristo es el Señor. Poreso, les digo, tengo el mismo derechoy se los digo directamente: No hay otronombre. Musulmán, judío, quienquie-ra que sea, tiene que venir a través delarrepentimiento en el nombre del Se-ñor Jesucristo».

Todo lo que se hace en la carne serájuzgado

Vemos libros que están circulandoa través de todos los países. Nuevasideas, nuevos conceptos, nuevas for-mas de enseñarnos a ser iglesia. Hevisto gente ir y venir. He visto la am-bición que está destruyendo a pasto-res alrededor del mundo. Veo pasto-res de iglesias pequeñas, listos paradejar el ministerio porque alguien vie-ne a la ciudad y ese alguien que vienetiene todo el equipaje y el ministerioque él no tiene, y atraen multitudes.

Muchos pastores de iglesias peque-ñas me escriben alrededor del mundo.Y me dicen: «Pastor, yo predico elevangelio, entrego mi vida, y ahora lagente se va. ¡Se va! Se llevaron misovejas». En cada país donde mi hijoGary y yo vamos, hay pastores que es-tán a punto de dejar el ministerio. Ydicen: «Ya no soporto más; no puedocompetir». Luego he visto a otros quedicen: «Bueno, voy a tratar de ayu-darte a ver cómo lo hacen». Y traenmétodos y tratan de enseñártelos. Yuno dice: «Bueno, si funciona paraellos, debe funcionar para mí». Enton-ces van a Conferencias, compran li-bros (que cuestan mucho dinero),compran cassettes...

Hay unas 500.000 personas que re-

18 AGUAS VIVASUNA MIRADA PROFETICA

ciben noticias nuestras. Y esto es loque siempre oigo. La queja númerouno es: «Nuestro pastor viene, se paraen el púlpito y anuncia: Estamos cam-biando». Hay varios nombres para es-tos cambios. Esta última semana heestado leyendo muchas cartas de estagente querida que vive el mismo evan-gelio de siempre. Me dicen: «Pastor,no sabemos lo que está pasando, nues-tra iglesia está cambiando, ya no hayreuniones de oración. Hay muchosconceptos nuevos, pero el Espíritu sefue.»

Esta semana una señora me dijo:«Yo he estado en esta iglesia por años,teníamos una congregación de genteque lloraba, que realmente era tocadapor el Espíritu de Dios. Yo he sido unacolumna en esta iglesia, y fui al pastoresta semana, y le dije: Pastor, todoslos pilares de la iglesia se están yen-do. No entendemos por qué usted noestá predicando ya más acerca de unaiglesia comprometida, del pecado, odel peligro del infierno. Nuestros jó-venes están más interesados en ir adivertirse; se están contaminando. Pas-tor, yo no puedo quedarme». Y el pas-tor le dijo: «Bueno, probablemente esmejor que usted se vaya, entonces;porque para que esta obra tenga éxito,tenemos que mover algunos de los pi-lares».

Déjeme decirle antes de terminar.No hay atajos; usted puede tener unamultitud; lo único que necesita parauna multitud es tener carisma. Algu-nas de estas ideas funcionan. Y yo lepuedo decir: Conozco iglesias dondehay miles que asisten. Conozco unaen Dallas, Texas; en Florida, y en otroslugares, y en ese púlpito hay un hom-

bre de llanto, un hombre de Dios. Y lagente viene, no porque hay una cosanuevas, sino porque la unción del Es-píritu Santo está ahí sobre la iglesia. YDios los está bendiciendo. Y Dios losestá ungiendo.

Pero es la ambición … Y cada vezque pienso eso, en el día cuando me ten-ga que parar frente al Señor Jesucristo,cuando mis obras tengan que ser juzga-das; todos mis motivos, mis ambicio-nes, y todo lo que haya hecho en Sunombre. Tendré que responder por cadapersona que llegó a Time SquareChurch. Por ejemplo, sé de sietetravestis que estuvieron en la iglesia enuna ocasión, y yo tenía media hora parahablarles acerca de la verdad. Y no es-toy interesado solamente en llenar lasbancas, no estoy interesado en una mul-titud. Si usted está interesado en unamultitud, solamente en números, ¡sal-ga del ministerio, déjelo inmediatamen-te, porque eso va a condenar su alma!Tenía que predicarles a estos travestisla verdad en amor. Tenía que pedir alEspíritu Santo que me diera las pala-bras para conmover sus corazones y susalmas. No para condenar, sino para pre-sentarles el evangelio, sin comprome-ter el evangelio. Y ver cómo Dios losconmovió y los cambió. Y ver cómocambiaron sus vidas, y ahora son pila-res en la iglesia de Jesucristo, a travésde un evangelio simple, que no está con-taminado.

Un día vamos a estar en pie ante eltrono de Dios, y cada alma que hayasganado para Cristo no será consumi-da. Pero cada cosa que yo haya hechoen mi carne, para que yo me vea bien,para poder ganar algo para mí, parasatisfacer mi necesidad antes que la

19AGUAS VIVAS UNA MIRADA PROFETICA

necesidad de la gente, veré que esasobras sí serán consumidas. No dudode mi salvación. Yo soy salvo. Peroesos ojos santos de Jesucristo consu-mirán todo lo que hayamos hecho enla carne, todo lo que hayamos dicho ohecho para ser aceptados por los hom-bres en vez de ser aceptados por Dios.

Señor Jesús, me siento débil, y estemensaje es tan simple. Vine aquí a noofender a nadie, pero sé en mi cora-zón, que tú amas a esta nación, que túamas la Iglesia, y quieres protegerla,quieres poner muros alrededor de ella.Perdónanos por estar tan ocupadosque no estamos llorando, buscando turostro. Perdónanos, Señor, por dejartu Palabra y estar metidos en las teo-logías de los hombres. Estamosinfluenciados por las teologías de loshombres, y nos estamos alejando de tuPalabra. Perdónanos. Señor, levantahombres en esta nación, y mujeres, queno serán movidos, y que estén dispues-tos a pasar por el fuego y allí recibiruna nueva revelación de Jesucristo.

La necesidad presente de los minis-tros

Yo estoy seguro que ustedes saben.Espero que sientan que no vinimosaquí para reprobar, no vinimos aquí

para humillar a nadie. Pero yo sé queDios me dio esta palabra.

Hablo a los jóvenes pastores pri-mero, y también les digo: No importalo que estés leyendo; te pregunto esto:«¿Eres una persona de oración? ¿Pa-sas tiempo cada día sobre tu rostro enla presencia de Dios, para ser humi-llado y convencido por el Espíritu San-to? ¿Tienes convicción y el toque delEspíritu Santo en tu vida? ¿Qué es loque está atrayendo tu corazón? ¿Hayambición sin que lo sepas? ¿Estás in-satisfecho? ¿Estás sin contentamien-to, buscando algo afuera? Todo eltiempo, lo que tú necesitas, lo que Diosquiere, lo vas a encontrar sólo en Supresencia, en un lugar de oración, so-bre tus rodillas.

Cuando estés sobre tus rodillas, ycuando te mantengas firme en la Pa-labra, no vas a necesitar otro libro dehombres, no necesitarás las ideas dealguien que te enseñe lo que es la igle-sia. El Señor te dará sus propios con-ceptos. Él te dará la unción. Él te daráel mensaje. Él pondrá fuego en tualma. No necesitas un evangelio nor-teamericano; no necesitas el evange-lio de nadie. Tú necesitas un toque deDios, necesitas la unción de Dios.

(Trad. revisada por Andrew Webb).

jjjEmpacando la maleta

Un vendedor viajero, asiduo lector de la Biblia, empacaba su maleta paraun viaje de negocios. Un amigo que le observaba le preguntó cómo podíaguardar tantas cosas en su equipaje. A lo que él respondió: «Todavía ten-go un rinconcito en mi maleta para poner una lámpara, un telescopio, unespejo, un libro de poesías, una colección de biografías, un manojo decartas viejas, un himnario, una espada afilada, y una pequeña biblioteca».

¿Cómo colocarás todo eso?, le preguntó su amigo. «Muy fácilmente», lerespondió en el acto, «La Biblia contiene todas esas cosas».

20 AGUAS VIVASJOYAS DE INSPIRACION

El cristiano celoso es principalmente hombre de una causa.

No basta decir que es serio, cordial, intransigente, eficaz,sincero, ferviente en espíritu. Solamente ve una cosa, le importasolamente una cosa, vive por una cosa, está embebido de unasola cosa, y esa cosa es agradar a Dios.

Viva o muera, enfermo o sano, rico o pobre, agrade al hombreo le ofenda, se le considere sabio o necio, reciba injurias oalabanzas, reciba honra o se le avergüence, nada de esto leimporta. Este hombre arde por una cosa, y esa cosa es agradar aDios y promover la gloria de Dios. Si ese fuego lo consume, no leimporta, está contento.

Siente que, al igual que la lámpara, ha sido hecho para arder,y si se consume ardiendo, solamente ha hecho aquello para locual Dios lo designó. Tal voluntad siempre halla una esfera dondedesplegar su celo.

Si no puede obrar, predicar, o dar dinero, clamará, deseará yorará. Sí, si es solamente un pobre, o un enfermo que debepermanecer toda la vida en cama, hará que las ruedas del pecadose muevan pesadamente a su alrededor debido a su constanteintercesión en contra. Si no puede pelear en el valle con Josué,hará la obra de Moisés, Aarón y Hur en el monte (Ex.17:9-13).

Si a él no se le deja trabajar, no le dará descanso al Señorhasta que lleguen refuerzos y el trabajo sea hecho. Esto es loque quiero decir cuando hablo de celo en religión.

J.C. Ryle

EL CELO CRISTIANO

jjj

21AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Romeu Bornelli C.Brasil

Las Sagradas Escrituras son laauto-revelación de Dios y desu propósito supremo. Vivi-

mos días en que la necesidad de re-gresar a las Escrituras se muestra des-esperadamente urgente. ¡Mientras es-temos como danzando alrededor de loque no es esencial, hasta el mismo ene-migo de Dios, el diablo, es capaz deacompañarnos en esta danza!

La primera gran necesidad para larestauración del testimonio del Señores la restauración de su Palabra. Es esolo que vemos, por ejemplo, cuando elpueblo de Dios retornó del cautiverio

babilónico. Según el registro de Esdras(Esd.3), cuando aquel remanente re-gresó bajo el mando de Zorobabel, laprimera cosa en ser restaurada en Je-rusalén fue el altar (Esdras 3:2-3).Tipológicamente el altar habla de lacruz, de la obra del Señor consumadaen el Calvario. Inmediatamente des-pués está el registro de la instalaciónde los cimientos de la casa de Dios(Esd. 3:8-13).

Esto significa que, para la restau-ración del testimonio del Señor en suiglesia, debemos estar fundamentadosy perseverando en «la doctrina de los

El autor reconoce la existencia de ocho cimientos esenciales,sobre los cuales la casa de Dios debe ser edificada.

Loscimientosde la casa de Dios

22 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

apóstoles» (Hechos 2:42), o sea,«edificados sobre el fundamento de losapóstoles y profetas, siendo la princi-pal piedra del ángulo Jesucristo mis-mo» (Ef. 2:20). Cuando los cimientosdel templo fueron puestos, la oposi-ción de los enemigos se levantó con-tra ellos, «intimidándolos», intentan-do «frustrar sus propósitos», y «escri-biendo acusaciones contra los habitan-tes de Judá y Jerusalén» (Esd. 4:4-6).

Estas son también las actitudes deSatanás cuando los ojos del pueblo delSeñor comienzan a ser abiertos por larevelación de la Palabra de Dios, paracontemplar con más claridad y efica-cia en aquella obra consumada en lacruz, y cuando los cimientos de la doc-trina apostólica comienzan a ser res-taurados estableciendo a los santoscomo un «templo santo en el Señor»(Ef. 2:21).

Ocho fundamentos esencialesCreo que el Espíritu Santo estable-

ció en las Sagradas Escrituras ocho ci-mientos esenciales, indispensables, queson como columnas de la revelaciónbíblica, sobre los cuales la casa de Diosdebe ser edificada. La iglesia del Diosviviente es columna y baluarte de laverdad (1ª Tim. 3:15) y, como tal, debesustentar y proclamar el contenido dela verdad que en ella fue depositada.Estos fundamentos siguen el procesode la revelación bíblica y constituyenlos pilares que han sido establecidos enla Iglesia a través de los siglos de tra-bajo de edificación por el Espíritu San-to. En resumen, ellos son:

La Trinidad. El ser de Dios y susatributos y la triunidad divina consti-tuyen el primer fundamento. La asom-

brosa verdad respecto al único Sertripersonal de Dios tiene inmensasimplicaciones en lo que dice relacióncon la obra de la redención y la exis-tencia y vida de la iglesia, como ve-mos por ejemplo en Juan 17. La vi-sión y el entendimiento bíblicos sobreCristo en la eternidad, el Verbo que«estaba con Dios» y que «era Dios»,son fundamentales para nuestra ado-ración. ¡Cuántos ataques de falsas en-señanzas necesitó enfrentar la Iglesiaen sus inicios para establecer este úni-co fundamento! Las controversiastrinitarias del siglo IV fueron batallascontra herejías como el monar-quianismo, o el arrianismo y elapoliniarismo, por ejemplo.

La Encarnación – el Verbo se hizocarne. (Juan 1:14). El Hijo de Dios, laSegunda Persona de la gloriosa Trini-dad asumió la naturaleza humana (yno una persona humana, pues si noseríamos dos personas en Jesucristo,como decía la herejía de Nestorio) conespíritu humano, alma humana y cuer-po humano real, y no aparente (comodecían los docetistas como Cerinto, eloponente del apóstol Juan en Éfeso).La importancia de la comprensión decada aspecto de las dos naturalezas,divina y humana, perfectas y plenas,es fundamental para el correcto enten-dimiento de la perfección y gloria denuestra redención, pues como diceAnselmo de Canterbury, en el siglo XI,era el hombre que tenía una deuda conDios, pero solamente Dios podía pa-gar esta deuda de forma aceptable ydigna de él mismo, ¡por eso nuestroRedentor precisaba ser plenamenteDios y plenamente hombre!

La propiciación – Nuestro Señor

23AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

fue al mismo tiempo el sacrificio ex-piatorio que nos reconcilió con Dios(1 Juan 2:2 y 4:10), el lugar de la pro-piciación o del encuentro de Dios conel hombre, como tipificado por la cu-bierta del arca del pacto llamada pro-piciatorio (Rom. 3:25), y el agente dela propiciación, o sea, quien hizo lapropiciación por nuestros pecados(Heb. 2:17). Nuestro querido Señor esal mismo tiempo la ofrenda, el oferentey el lugar de la ofrenda. ¡Qué perfectaexpiación!

La Justificación por la Graciapor medio de la Fe – Este fue el fun-damento de la casa de Dios especial-mente restaurado en el siglo XVI, enla Reforma. ¡Tan fundamental es nues-tro conocimiento pleno de este funda-mento, que Martín Lutero dice quesobre este único fundamento la Igle-sia estaría en pie o se desmoronaría!Nuestro Dios es «el justo, y el justifi-ca al que es de la fe de Jesús» (Rom.3:26). Las epístolas a los Romanos ylos Gálatas tratan muy especialmentede tan rico fundamento.

La resurrección de Cristo – Suresurrección corporal es el fundamentono sólo de nuestra futura resurrección(1 Cor.15), sino también de la perfec-ción del sacrificio que él ofreció de símismo en la cruz delante del Padre.Su resurrección es la prueba de queDios aceptó su sacrificio propiciato-rio por nosotros. Si Cristo no resucitó,vana es nuestra predicación, nuestrafe y nuestra esperanza (1 Cor. 15:14,17-19). En Romanos 4:25, en este úni-co versículo, vemos entrelazados es-tos tres últimos fundamentos, en in-terdependencia, cuando dice que Cris-to «fue entregado por nuestras trans-

gresiones, y resucitado para nuestrajustificación».

El Espíritu Santo – La Persona yla obra del Espíritu Santo es un asun-to central en la Palabra de Dios. ElEspíritu Santo en la Trinidad como elEspíritu que procede del Padre y pro-cede del Hijo, siendo el Perfecto Amorque une al Amante (el Padre) y alAmado (el Hijo). El Espíritu Santo querevela, regenera, habita, transforma,forma el carácter del Hijo en los mu-chos hijos de Dios, une a los creyen-tes en un solo cuerpo, etc.

La Iglesia – Dios no dejó esteasunto, tan esencial a su corazón, sinplena revelación en su Palabra; al con-trario, nuestros conceptos tantas vecesdistorsionados respecto del Cuerpo deCristo necesitan ser corregidos por elestudio e iluminación del Espíritu San-to y por el poder de su vida que habitaen nosotros, para que podamos comoIglesia ser una expresión de la multi-forme sabiduría de Dios (Ef. 3:10). Launión vital de la Iglesia con la Cabe-za, con los otros miembros, el minis-terio de todo el cuerpo, la pluralidadde dones, el gobierno, etc., son todosellos asuntos vitales en el Nuevo Tes-tamento.

¡Mientras estemos comodanzando alrededor de loque no es esencial, hastael mismo enemigo de Dios,el diablo, es capaz deacompañarnos en estadanza!

24 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

La 2ª Venida del Señor – Este esel fundamento que se coloca como elremate final en la Casa de Dios. Es laredención por la cual la creación gime,nuestro espíritu gime y también el Es-píritu de Dios gime (Rom. 8:22, 23 y26) hasta que se realice. Hay gran con-tenido en la Palabra sobre este asuntode la Parusía de nuestro Señor, nues-tra ardiente expectativa. ¡Seremostransfigurados para ver su gloria, par-ticipar de su reino, gozar de su íntimacompañía sin interferencias munda-nas! Diversos aspectos relacionadoscon la Parusía son revelados en la Pa-labra, y son fundamento de nuestra fey vida cristiana.

El legado del Señor para nosotrosEstos fundamentos son como en

«resumen», la esencia de lo que Dios,en su Palabra, quiso revelarnos sobresí mismo y su propósito supremo.

Que nuestros corazones los exami-nen con diligencia y oración para quenuestros ojos sean alumbrados parasaber «cuál es la esperanza a que él osha llamado, y cuáles las riquezas de lagloria de su herencia en los santos», yno pensar que estos son asuntos acadé-micos, áridos o sólo doctrinales. No hayocupación más sublime para nosotrosque contemplar la gloria de nuestrogran Dios y Salvador Jesucristo en esteSu legado para nosotros en su Palabra.

jjjAvanzando de rodillas

Desde la primavera y verano de 1976, Hans Mullikin, un predicador legode 39 años, de la ciudad de Marshall, Texas, se arrastró de rodillas endirección a la Casa Blanca, en Washington. El día 22 de noviembre terminósu jornada de dos años y medio, cubriendo 2560 kilómetros, sólo para oírque el presidente Carter estaba muy ocupado para atenderlo.

Para realizar su increíble hazaña, Mullikin usó unas rodilleras gruesas,muy gastadas, amarradas a las rodillas, con diez capas de acolchado. Cuandose arrastraba, llevaba en las manos una barra con una rueda de triciclo encada extremidad. Cada noche, regresaba de su caminata para dormir, y ala mañana siguiente volvía al punto en que había parado. Él hizo eso du-rante la primavera y el verano, y en el invierno regresaba a Marshall, a suempleo en una empresa maderera.

A la obvia pregunta de ¿Por qué?, Mullikin respondió: «Yo quería mostrara los estadounidenses que necesitamos ponernos de rodillas y arrepentir-nos ... Esto fue algo que llevaba en el corazón y quería hacer por mi país».

Aunque la sabiduría de Mullikin pueda ser desconocida para nosotros,aún así su celo es admirable. La Iglesia puede perfectamente aprender desu experiencia de manera simbólica. ¡La Iglesia sólo puede avanzar derodillas! Mullikin dijo en una entrevista: «La peor parte de todo el viaje fuearrodillarme la primera mañana». ¡Cuán verdadero es eso! Los que sabenal menos una cosa respecto de la oración eficaz, reconocerán que «la peorparte» es arrodillarse la primera vez.

¡Si queremos «proseguir a la meta» (Fil.3:14), es preciso arrodillarse!À Maturidade

25AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Gino IafrancescoColombia

La salvación no es una cosa sim-ple, sino profunda y comple-ja. La Palabra del Señor nos

habla acerca de la salvación en trestiempos. Primeramente, nos dice quesomos salvos por gracia: «Porque porgracia sois salvos por medio de la fe»(Efesios 2:8 a); o sea, declara un he-cho ya cumplido. En segundo lugar,nos habla de ocuparnos de la salva-ción con temor y temblor: «…ocupaosde vuestra salvación con temor y tem-blor» (Filipenses 2:12 b); es decir, quehay una salvación que se va dando pro-gresivamente. Por último, nos hablaen futuro, de una «salvación que nos

traerá» (1ª Pedro 1:5), y de que «sere-mos salvos» (Romanos 5:9).

De acuerdo con esto, hayversículos que nos hablan de que so-mos salvos, versículos que hablan deque nos ocupemos de la salvación, yversículos que nos hablan de que se-remos salvos. ¿A qué se debe todoesto? Al fin, ¿somos, seremos, o esta-mos siendo? La respuesta es que so-mos, estamos siendo y seremos, por-que las tres cosas las dice el EspírituSanto por la Palabra de Dios.

Debido a esto, debemos escudri-ñar de una manera un poco más dete-nida el tema de la salvación de Dios

La Palabra de Dios habla acerca de la salvación en tres etapasy tres tiempos diferentes.

Lasalvacióntripartita

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lograda por Cristo Jesús y aplicada porel Espíritu Santo. Si hemos compren-dido la constitución tripartita de nues-tro ser: espíritu, alma y cuerpo, tam-bién comprenderemos el por qué deesas tres etapas de la salvación: unarelativa al espíritu (sois salvos), otrarelativa al alma (estáis siendo salvos),y otra relativa al cuerpo (seréis salvos).Esa es la razón por la cual se habla enpasado, en presente y en futuro.

Tiempo pasado: ya somos salvos ennuestro espíritu

Esta primera etapa la miraremosescudriñando la Escritura primera-mente en la epístola del apóstol Pabloa los Efesios 2:1, 4-19: «Y él os dio(notemos el tiempo pasado) vida avosotros, cuando estabais muertos envuestros delitos y pecados (…) PeroDios, que es rico en misericordia, porsu gran amor con que nos amó, aunestando nosotros muertos en pecados,nos dio (notemos nuevamente el tiem-po pasado) vida juntamente con Cris-to (por gracia sois salvos), (fijémonosen el hecho consumado) y juntamentecon él nos resucitó (en pasado), y asi-mismo nos hizo sentar en los lugarescelestiales con Cristo Jesús, para mos-trar en los siglos venideros las abun-dantes riquezas de su gracia en su bon-dad para con nosotros en Cristo Jesús.Porque por gracia sois salvos (declaraun hecho consumado) por medio dela fe; y esto no de vosotros, pues esdon de Dios; no por obras, para quenadie se gloríe. Porque somos hechu-ra suya, creados en Cristo Jesús parabuenas obras, las cuales Dios preparóde antemano para que anduviésemosen ellas.»

Aquí con suma claridad el Espíri-tu Santo por mano del apóstol Pabloestá declarando nítidamente que yasomos salvos, es decir, que ya real-mente no estamos perdidos. De con-formidad con esta declaración bíblicavemos que ya no estamos en las ga-rras de Satanás para irnos al infierno,que ya no estamos bajo el juicio deDios, que ya el juicio de Dios cayósobre Jesucristo, sobre el Cordero deDios. Nosotros nos identificamos conel Cordero, morimos con él, resucita-mos con él y nos sentamos ya con élen los lugares celestiales. Espiritual-mente ya somos salvos. Nuestro espí-ritu ya tiene vida, pues tiene la vidaeterna, la vida de Dios, la que no tuvoprincipio ni tiene fin.

En la primera epístola del apóstolJuan, capítulo 5:11-13, leemos: «Yeste es el testimonio: que Dios nos hadado vida eterna (no que nos va a dar,ni que nos está dando); y esta vida estáen su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene(ya la tiene) la vida; el que no tiene alHijo de Dios no tiene la vida. Estascosas os he escrito a vosotros quecreéis en el nombre del Hijo de Dios(eso no es para todos, sino para los quetienen al Hijo), para que sepáis que

Si hemos comprendido laconstitución tripartita denuestro ser: espíritu, almay cuerpo, también com-prenderemos el por qué deesas tres etapas de la sal-vación.

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tenéis (no que tendréis) vida eterna, ypara que creáis en el nombre del Hijode Dios».

Hermanos, démonos cuenta de queestas declaraciones aquí son rotundas,no admiten dudas; ya tenemos la vidade Dios, ya tenemos al Señor en nues-tro espíritu; el Señor nos ha perdona-do, y nos dio vida. Estando nosotrosmuertos, él vino, habló, despertó eloído, despertó la fe; por la Palabra nosdio el Espíritu, por la fe lo recibimosy recibimos vida; es decir, que la vidadel Señor ya vino al espíritu nuestro,como dice 1ª Corintios 6:17: «Pero elque se une al Señor, un espíritu es conél».

Nosotros ya lo hemos invocado, lehemos pedido perdón, por lo tanto, elEspíritu de Cristo ya vino y se hizo unocon nuestro espíritu. En consecuencia,ya nacimos de nuevo, y por lo tanto, yafuimos regenerados, recibimos unavida nueva, un espíritu nuevo, la vidaeterna y la naturaleza divina.

Hemos recibido a Dios el Padreporque hemos recibido al Hijo, y he-mos recibido al Padre y al Hijo por-que hemos recibido al Espíritu. Ya te-nemos lo que el Hijo consiguió en suvivir humano, lo cual el Espíritu tomó,y lo que él consiguió ya lo tenemos.¿Dónde lo tenemos? En nuestro espí-ritu. Nuestro espíritu ya es salvo, puesya tenemos la vida eterna. Ya tenemosal Señor, ya tenemos la provisión, ynada de provisión nos falta. Toda pro-visión la puso Dios el Padre en el Hijo;toda bendición espiritual está en elHijo, y al recibir al Hijo, recibimos lavida, recibimos al Padre y lo recibi-mos todo.

Pero tener la vida en el espíritu no

significa que esa vida haya crecido ennosotros.

Tiempo presente: debemos ocupar-nos en la salvación de nuestra alma

Una cosa es que Cristo sea revela-do a nosotros, otra cosa más profundaes que Cristo more en nosotros, otramás profunda aún es que Cristo se for-me en nosotros, y otra cosa más pro-funda todavía es que Cristo semagnificará en nuestra carne.

Cristo ya está, ya vino, ya se reve-ló. Cristo ahora mora, ya está moran-do; pero la intención de Dios no es sóloque Cristo more, sino que el que morase forme en nosotros; nos regenere pri-mero, luego nos renueve, y por la re-novación nos transforme y nos confi-gure a la imagen del Señor. Primeroestando en la carne, para eventualmen-te también vivificar después nuestrocuerpo mortal y adoptarlo y glori-ficarnos a la semejanza de su Hijo Je-sucristo.

Todo este proceso de Dios va des-de adentro hacia fuera. Como creyen-tes, la vida de Dios vino a nuestro es-píritu, pero Dios no quiere tener sola-mente un ser humano espíritu. Cuan-do Dios hizo al hombre, lo hizo espí-ritu, alma y cuerpo; de ahí se deduceque la redención del hombre consisteen perdonar y limpiar su espíritu, sualma y su cuerpo. Vivificar su espíri-tu, pero también ganar su alma.

Nos llama la atención una frase queusó el Señor, muy seria y bien curio-sa, que si no se entiende esto de la sal-vación ya dada en el espíritu, de esasalvación aplicándose progresivamen-te a nuestra alma y luego eventualmen-te a nuestro cuerpo en su venida, en-

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tonces esa frase nos parecería rara.Pero al mirar detenidamente estos as-pectos, ya es normal para nosotros. ElSeñor Jesús dice en Lucas 21:19: «Conpaciencia ganaréis vuestras almas». Locurioso del caso, y digno de ponerlemucho cuidado, es que por una partedice que por gracia somos salvos, peropor otra parte dice que con pacienciaganaremos nuestras almas. Ya sabe-mos que el alma es la sede de nuestramente, de nuestros pensamientos, denuestras emociones, sentimientos yvoluntad. Lo que nos indica que ga-nar el alma es que no sólo la vida deCristo se quede en nuestro espíritu,sino que vaya saturando nuestros pen-samientos, porque podemos tener alSeñor en el espíritu, pero nuestros pen-samientos vagan. ¿Cómo enlazar esepotro salvaje de nuestros pensamien-tos? Esa vida interna, el espíritu, loagarra y dice: «Caballero (o dama),venga usted, no siga pensando tan lo-camente». Entonces nuestra mente vasiendo sujeta a Cristo, pues nuestrospensamientos son traídos a los pies deCristo, y esto no se trata de un asuntoinstantáneo, sino de un proceso.

La regeneración sí es instantánea;la regeneración se da en el momentoen que se recibe al Señor, la vida delSeñor. El Espíritu del Señor viene anuestro espíritu y se hace con noso-tros un solo espíritu y empezamos atener vida. Pero esa vida es como unasemilla que fue sembrada. Ahora esavida que ya está completa, con todasu potencialidad, toda programadapara hacer un trabajo de completa eíntegra salvación, tiene que empezara ganar el alma. Es entonces cuandoviene el trabajo del alma, que no es

tan rápido como el del espíritu. El Es-píritu ya recibió vida, pero ¿será quetodos nuestros pensamientos son envida? ¿O algunos sí, de vez en cuan-do, y otros como que todavía están enoscuridad? Nuestras emociones algu-nas veces sí están gobernadas y vivascon el Señor, pero otras veces estánvencidas por el pecado. O sea, queganar el alma requiere paciencia y pro-ceso.

Otra cita bíblica importante sobreesto la encontramos en Filipenses2:12: «Por tanto, amados míos, comosiempre habéis obedecido, no comoen mi presencia solamente, sino mu-cho más ahora en mi ausencia, ocu-paos en vuestra salvación con temory temblor». La salvación es algo queya tenemos, pero también es algo dequé ocuparnos; y la ocupación en lasalvación es el ejercicio del alma en lavida de Dios. Que el Señor haya dadovida a nuestro espíritu no significa to-davía que nuestras emociones, nues-tra mente, nuestra voluntad estén re-novados. Muchas veces tenemos vidaen nuestro espíritu, pero somos flojosen la carne, o lo que es peor, pecami-nosos todavía. De ahí que la intenciónde Dios es que la vida que está en elespíritu pase hacia el alma.

Notemos bien que ese es el senti-do del Señor. Todo lo que es de él, porsu Espíritu viene a nuestro espíritu, ydesde nuestro espíritu tiene que fluir.Recordemos ese pasaje de Ezequiel47, cuando habla del trono de Dios yde su templo. Dice que debajo del tro-no, allá en el Lugar Santísimo, fluía elrío: es decir, que el río de Dios vienefluyendo de adentro hacia fuera. Esonos dice que la vida – porque ese es

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un río de vida – se traduce en aguasvivas que vienen desde el Lugar San-tísimo, pasan por el Lugar Santo, lue-go por el atrio, e incluso salen a lasnaciones. Y eso es porque el Señorquiere vivificar a toda persona queentre en el río de su Espíritu.

El río de su Espíritu fluye desde elLugar Santísimo hacia el Santo, haciael atrio y hacia afuera. Pero tengamosen cuenta que ya el Señor nos dio vida,y ya tenemos esa vida en el espíritu,pero todavía no lo suficiente en nues-tra alma ni en nuestro cuerpo – aun-que ya estamos alimentando nuestrocuerpo de resurrección, y por eso to-mamos la cena del Señor. Por eso diceel Señor en Juan 6:54: «El que comemi carne y bebe mi sangre, tiene vidaeterna; y yo le resucitaré en el día pos-trero».

Lo curioso de esto también es quehay pasajes como en Efesios 2:6, quedice: «… Y juntamente con él nos re-sucitó», afirmando que ya fuimosresucitados. Y en otras partes, comoen Juan 6:54, dice que nos resucitará;eso significa que la resurrección queél consiguió ya está provista en el Es-píritu, y ese Espíritu está ya completoen nuestro espíritu, pero tiene que pa-sar vivificando, ganando, sometiendoa nuestra alma y renovándola por elEspíritu mismo, y luego, eventualmen-te, nuestro cuerpo. Lo leemos, porejemplo, en Colosenses 3:4: «CuandoCristo, vuestra vida, se manifieste,entonces vosotros también seréis ma-nifestados con él en gloria». Este ver-sículo nos confirma que hay un pro-ceso de adentro hacia fuera; el Señorobra de adentro hacia fuera. Lo corro-bora el Señor en Juan 7:38: «El que

cree en mí, como dice la Escritura, desu interior correrán ríos de agua viva».¿Hacia dónde? Hacia fuera, desde elinterior hacia el exterior. En cambio,Satanás ataca desde el exterior, tratan-do primero los sentidos, luego la men-te, en seguida ataca las emociones,para poder asaltar la voluntad. Mien-tras tanto todo es tentación, pero cuan-do alcanza y doblega la voluntad, yaes pecado.

El diablo ataca de afuera haciaadentro; en cambio, el Señor le resistedesde adentro hacia fuera, y la luchaes en la mente, o en las emociones, oen la voluntad. La lucha es en el alma;ella es el campo de batalla. El Señorestá adentro, en el espíritu, y el diabloestá afuera, en los aires, y el pecadoestá en la carne; y el pecado y la carneson la pista donde aterrizó el diablo,el espíritu que opera en los hijos dedesobediencia.

Vemos, entonces, que hay que ocu-parse de la salvación. No dice en elversículo que la salvación se va a per-der, sino que hay que ocuparse, hayque trabajar en la salvación. Hay queaplicar la salvación a nuestras emo-ciones, a nuestros pensamientos, anuestras decisiones, a nuestra alma. Yeso es una cosa que requiere tiempo.

Así como en Filipenses 2:12 hablade ocuparse de la salvación, en He-breos 2:3 habla de no descuidarla:«¿Cómo escaparemos nosotros, si des-cuidamos una salvación tan grande?».Este versículo se corresponde con elde ocuparse con temor y temblor enella. No descuidar la salvación signi-fica que hay que trabajar en nuestrasalvación. Si dijéramos: «El Señor yame salvó», estamos diciendo una ver-

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dad, pero hay que decir toda la verdadcompleta. También la Palabra de Diosdice que debemos ocuparnos y no des-cuidar la salvación, y eso significa quehay que trabajar en esa salvación, lacual es un proceso.

Tiempo futuro: la salvación del cuer-po en la venida del Señor

Esta parte se encuentra en variospasajes de la Biblia. Tomemos prime-ramente el de Mateo 24:13: «Mas elque persevere hasta el fin, éste serásalvo». Notemos que habla en futuro;o sea, sois salvos en el espíritu, ocu-paos en vuestra salvación y no la des-cuidéis (eso es la aplicación en nues-tra alma), pero todavía nuestro cuer-po no está libre de la condiciónadámica, aunque sí comprado. Nece-sita ser transformado en el cuerpo glo-rioso de resurrección que obtuvo Cris-to; entonces ese será el momento cuan-do la salvación completa llegará tam-bién a nuestro cuerpo.

Dios quiere salvos el espíritu, elalma y el cuerpo. Ya nuestro espírituestá salvo, nuestra alma lo está siendoy nuestro cuerpo ha de serlo, porqueya fue comprado nuestro ser entero yel Señor nos declara glorificados,como lo dice en Romanos 8:30 b:«…Y a los que justificó, a éstos tam-bién glorificó», pero tiene que ser apli-cada la vida del Señor que recibimosen el espíritu, que poco a poco va sa-turando nuestra alma, y por último tie-ne que llegar a nuestro cuerpo.

En la primera epístola del apóstolPedro 1:13, leemos: «Por tanto, ceñidlos lomos de vuestro entendimiento,sed sobrios, y esperad por completoen la gracia que se os traerá cuando

Jesucristo sea manifestado». En estaetapa del proceso ya nuestro entendi-miento está ceñido, dominado; es de-cir, que había que pasar la vida delespíritu al entendimiento, pero ahorahay que seguir. Ceñir los lomos denuestro entendimiento es la vida delSeñor que ya llegó a nuestro ser. Aho-ra nuestra voluntad está renovada paraceñir el entendimiento, es decir, parapoder gobernar ahora sí nuestros pen-samientos, porque antes quería, perono podía. Ahora el Señor pudo; el Se-ñor nos dio la vida, y ahora renuevanuestra alma.

Nuestra alma ahora sí tiene poderen unión con el Señor para decir: «Se-ñores pensamientos, ustedes ya no vana pensar esto, sino esto otro», y lo pue-de hacer porque se trata de una menterenovada que piensa lo que quiereporque ha recuperado el dominio.Antes lo que no quería pensar, esopensaba, y de lo que me quería acor-dar me olvidaba. En cambio, ahora yael entendimiento está programado, re-novado y usado.

Cuando la Palabra dice: «Y espe-rad por completo en la gracia que seos traerá cuando Jesucristo sea mani-festado», allí hay una gracia para elfuturo. La Biblia habla de una graciadecidida para nosotros antes de la fun-dación del mundo, pero manifestadaen Jesucristo, y que comienza a ope-rar con la regeneración, y que sigueoperando con la transformación y queseguirá operando en nuestros cuerpos.Por eso dice: «La gracia que se os trae-rá» (futuro). Esta no es la del perdónde los pecados, ni siquiera la de latransformación de nuestro entendi-miento, de nuestra alma, sino que es

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la gracia para la adopción del cuerpo,para la transformación de nuestro cuer-po.

Leemos en Romanos 8:22-23:«Porque sabemos que toda la creacióngime a una, y a una está con doloresde parto hasta ahora; y no sólo ella,sino que también nosotros mismos,que tenemos las primicias del Espíri-tu, nosotros también gemimos dentrode nosotros mismos, esperando laadopción, la redención de nuestrocuerpo.» No sólo la creación mismaestá con dolores de parto, sino tam-bién nosotros los que tenemos las pri-micias del Espíritu. ¿Por qué dice «lasprimicias»? Justamente para mostrarque aún no estamos en todo; las pri-micias son un adelanto, pero el ade-lanto nos tiene que llevar a todo. Estegemido son los dolores de parto; es elproceso del alma desarrollándose conpaciencia; los pensamientos murien-do a sí mismos y siendo renovados enCristo; las emociones muriendo a suindependencia, a su desbocamiento, ysiendo controladas por el Espíritu;nuestra voluntad dejando de ser obs-tinada, o dejando de ser abúlica, sién-dole fiel al Señor. Eso es un dolor departo, y eso no es de un momento aotro, pues requiere de una disciplinade toda la vida.

Adoptar nuestro cuerpo, dice elSeñor, es tomarlo como suyo. Antesse lo habíamos vendido al diablo –realmente con Adán le habíamos ven-dido la naturaleza humana, incluido elcuerpo. Y si fue vendido al diablo, estábajo el poder del diablo, y por eso elSeñor tiene que adoptarlo, tomarlocomo propio.

De ahí que la redención o adopción

de nuestro cuerpo tiene dos etapas. Unaetapa que se desarrolla aquí, que con-siste en ser vivificados en nuestro cuer-po mortal. A veces estamos cansados,estamos enfermos, pero invocamos elnombre del Señor y el Espíritu nos davida y nos fortalece. Entonces nos le-vantamos y nos renueva, y es medici-na a nuestro cuerpo, a nuestros huesos.Ese es un anticipo; no es todavía la re-surrección completa, pero se opera gra-cias al poder de la resurrección; es de-cir, es el anticipo de los poderes del si-glo venidero. La intención de Dios esque toda la glorificación de Cristo, todala resurrección que él consiguió en sucuerpo pase a nuestro cuerpo, sea laadopción o glorificación completa denuestro cuerpo.

En la Biblia hay muchos pasajespara cada una de estas partes, que aho-ra estamos viendo en forma panorá-mica, pues nuestra intención no esagotar el tema en este capítulo, perovale la pena estudiar cada uno de esospasajes. Por ejemplo, en Filipenses3:20-21, dice: «Mas nuestra ciudada-nía está en los cielos, de donde tam-bién esperamos al Salvador, al SeñorJesucristo; el cual transformará el cuer-po de la humillación nuestra, para quesea semejante al cuerpo de la gloriasuya, por el poder con el cual puedetambién sujetar a sí mismo todas lascosas». Colosenses 3:4: «Cuando Cris-to, vuestra vida, se manifieste, enton-ces vosotros también seréis manifes-tados con él en gloria». 1ª Juan 3:1-3:«Mirad cuál amor nos ha dado el Pa-dre, para que seamos llamados hijosde Dios; por esto el mundo no nosconoce, porque no le conoció a él.Amados, ahora somos hijos de Dios,

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y aún no se ha manifestado lo que he-mos de ser; pero sabemos que cuandoél se manifieste, seremos semejantesa él, porque le veremos tal como él es.Y todo aquel que tiene esta esperanzaen él, se purifica a sí mismo, así comoél es puro».

Que ahora somos hijos de Dios, esun hecho; el Espíritu de Dios da testi-monio a nuestro espíritu de que yasomos hijos de Dios, y tenemos la vidadivina en el espíritu, pero aún no seha manifestado lo que hemos de ser.Somos hijos de Dios en espíritu, peroDios no quiere sólo espíritus salvados,sino hijos completos: espíritu, alma ycuerpo en una; inclusive la creaciónlibertada de la esclavitud de corrup-ción, y por eso se entiende cuandohabla de algo que ya es, algo que estásiendo y algo que va a ser.

Primero, lo que ya es: Hijos de

Dios. Segundo, lo que ha de ser: loque se va a manifestar. Cuando él semanifieste seremos semejantes a él.Tercero, lo que está siendo. Pero, ¿cuáles la parte de ahora? «Y todo aquelque tiene esta esperanza en él, se puri-fica a sí mismo, así como él es puro».Nótese que no dice que el Señor lopurifica (aunque sí), sino que él sepurifica a sí mismo. Ese es el ejerciciodel alma, de la voluntad, de nosotrosmismos actuando en él, esforzándo-nos en la gracia para ser salvados delo que somos, sometiéndonos a la lim-pieza del Señor.

Hemos visto que la salvación esmuy completa y muy compleja. Comoel hombre fue afectado en el espíritu,en el alma y en el cuerpo, la salvaciónllega al espíritu, al alma y al cuerpo.Al espíritu llegó, en el alma está dán-dose, y al cuerpo llegará.

jjjLa roca firme

Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegara una pequeña roca, y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.

Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó: «¿No tem-blabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigomío? «Sí», contestó el náufrago, «la verdad es que temblaba mucho; ¡perola roca no!... Y esto fue lo que me salvó.

Efecto ‘bumerang’

Resulta interesante que nos preguntemos qué grado de responsabilidadasumirán los que en forma vedada o abierta abogan por la nueva libertadpara las mujeres jóvenes, el día que esta libertad vuelva sobre ellos comoun ‘bumerang’. Quizá yo no esté bien informado, pero hasta donde lleganmis conocimientos, ni los productores de cine, ni los escritores pornográfi-cos, ni los actores, ni los fabricantes de bebidas alcohólicas, se hallan, porlo general, entre quienes sostienen clínicas para madres solteras, serviciosde protección para hijos naturales, clínicas para el tratamiento de las en-fermedades venéreas, o servicios psiquiátricos para aquellas personas cu-yas vidas han contribuido a malograr.

Hobart Mowrer, en The New Group Therapy (La Nueva Terapia de Grupos).

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«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y loque ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y seentregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2:20).

Voy a tomar de este versículotres pequeñas palabras: con,en y por. Estas tres pequeñas

palabras representan tres grandes he-chos; tres grandes hechos eternos.

Yo en CristoLa primera es la palabra con. El

apóstol Pablo dice –esto es parte desu testimonio– «Yo he sido crucifica-do con Cristo». Quiere decir que él hasido crucificado en Cristo, porque, pormedio de un milagro divino, Dios nosha puesto en Cristo. Podemos leer estoen 1ª Corintios 1:30a: «Mas por él –

por Dios– estáis vosotros en CristoJesús». Este es un gran versículo.

Cuando cada uno de nosotros na-ció del Espíritu Santo, Dios nos pusoen Cristo. Ese es un milagro; Dios loha hecho. No podemos hacerlo pornosotros mismos, de ninguna mane-ra. Pero cuando somos salvos, real-mente nacidos del Espíritu Santo, Dioshace un milagro y nos pone en CristoJesús. No sólo junto a Cristo, sino enCristo; en él. Esta es la obra de Dios.

Este tremendo hecho es mencio-nado más de doscientas veces en elNuevo Testamento. Es un gran mila-

En la obra de la cruz de Cristo es posible distinguir tres grandeshechos.

con él y en él

Ben HiebertCanadá

Por Cristo,

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gro. A cada uno de los hijos de Dios,él los ha puesto en Cristo. Ellos, cadauno de ellos, están allí, en Cristo.

Tenemos que ir otra vez a nuestroNuevo Testamento, y buscar todas lasreferencias a este gran hecho de quenosotros estamos en Cristo. Pero loque el apóstol Pablo está diciendo enesta frase es lo siguiente: Dios nospuso en Cristo. Luego, el Señor Jesu-cristo fue a la cruz, y él sufrió y murióen la cruz.

Nosotros no sufrimos con él en lacruz; esa es una obra que sólo él hizo.Él sufrió, él colgó allí por horas, élsufrió la separación de su Padre. Esaes la obra que él hizo, una gran salva-ción. Nosotros no sufrimos allí con él;pero, de alguna forma, por medio dela obra de Dios, estábamos allí, y cuan-do él murió, nosotros morimos. Cadauno de nosotros, nacidos de Dios, es-tábamos en él y morimos con él. Estoes un hecho eterno, grandioso, y ver-dadero para cada uno de nosotros, paracada uno de los hijos de Dios.

Pero, ahora, escuchen: el valor deesto para nosotros sólo nos llega cuan-do es revelado. ¿Comprenden? El va-lor de este gran hecho sólo se vuelvevalioso para nosotros cuando es reve-lado divinamente a nuestro espíritu. Esverdad acerca de todos nosotros, perotú no lo apreciarás a menos que searevelado en tu espíritu por el EspírituSanto.

Ahora, esta es una parte de mi tes-timonio. Yo tenía treinta años de edad,cuando el Señor comenzó a revelareste gran hecho en mí. Antes de eso,era verdad en mí, pero no tenía valor,porque yo no lo comprendía.

Permítanme explicarlo. Imaginen

que yo vivo en Canadá, pero mi fami-lia está aquí en Chile. Mi familia esmuy rica, mi tío que vive aquí en Chi-le es muy rico. Él muere, y en su tes-tamento me deja 10 millones de dóla-res. Las autoridades en Chile tratan deencontrarme en Canadá, para darmeesta noticia, pero no pueden hallarme.Buscan y buscan, sin encontrarme.¿Pueden ustedes imaginárselo? Yo soymillonario, pero no lo sé. Un día, ellosme encuentran; y entonces, eso sevuelve valioso para mí, ¿comprenden?

Necesitamos revelación divina.Porque este es un hecho eterno: cuan-do Cristo murió en la cruz, yo estabaen él. Ustedes estaban en él. Y si uste-des son cristianos, le pertenecen a él,y él desea que sepamos esto. Y noso-tros sólo podemos conocerlo por re-velación divina.

¿Por qué necesitamos conoceresto? Porque esta es la forma en queél nos libera del poder del pecado, delas obras de la carne, de la atraccióndel mundo, de ese gran ‘yo’ en mi pro-pia vida. Todas estas cosas serán tra-tadas por Dios de esta manera: Él nospone en Cristo. El Señor Jesucristo fuea la cruz, y cuando él murió, yo morí,tú moriste. Este es el hecho. Pero, re-cuerda, sólo será valioso y preciosopara ti, si tienes revelación acerca deello. Nosotros queremos tener másrevelación acerca de este hecho.

Cristo en míEsta es la primera pequeña pala-

bra: con Cristo. La segunda pequeñapalabra es en. «Ya no vivo yo, mas viveCristo en mí». Es una breve palabra:en. Cristo ahora vive dentro de mí. Yoestoy en él, y él está viviendo en mí.

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Veamos ahora 2ª Corintios 4:7.«Pero tenemos este tesoro en vasos debarro, para que la excelencia del po-der sea de Dios, y no de nosotros».Pablo está tratando de expresar estegran hecho de que Cristo vive ahoradentro de nosotros. Yo he descubiertoque es imposible para mí vivir la vidacristiana. Pero estoy muy gozoso ymuy agradecido de que el Señor Jesu-cristo viva en mí. Y si él vive en mí, yyo se lo permito, entonces él podrávivir su vida a través de mí en todaslas circunstancias de la vida.

Eso es lo que él quiere hacer concada uno de nosotros: Él quiere queestemos siempre conscientes de queél está viviendo en nosotros, por suEspíritu Santo. Él siempre nos estáhablando, porque él ha prometidoguiarnos, dirigirnos, y gobernar nues-tras vidas. Si se lo permitimos, él estáaquí, dentro de nosotros, para hacer-lo.

Pablo dice que tenemos este teso-ro en vasos de barro. ¿Quién es el te-soro? ¡Jesús! Sí, el Señor Jesucristo.Nosotros somos vasos de barro, perodentro de estos vasos tenemos el teso-ro. ¿Es él un tesoro para ti? ¿Cómopuedes valorarlo?

Quiero ayudarles. Yo he estadobuscando la moneda más pequeña quehay en Chile. Este es un peso. Ahora,imaginen que yo soy sólo un niño pe-queño, y pongo este peso en mi bolsi-llo. ¿Me siento rico, porque tengo estepeso? No. Entonces, voy a dar un pa-seo, voy a caminar distraídamente, yme doy unas volteretas en el pasto. Lohago de una manera muy descuidada,y casi pierdo mi moneda. Pero si lapierdo, no importa.

Pero, ahora, imaginen que en mibilletera tengo un millón de dólares.Imagínense que pongo mi billetera enmi bolsillo, y voy a dar un paseo. En-tonces, caminaré muy cuidadosamen-te, mirando hacia todos lados. ¿Al-guien me está siguiendo? Cada trespasos, pongo mi mano en el bolsilloy, oh, ¡aún la tengo! Y camino un pocomás, con suma cautela. Y si puedo,traigo a mi esposa conmigo, para queme ayude a vigilar. ¿Por qué? Porqueesto es muy valioso para mí. No quie-ro perderlo, es muy precioso.

¿Cómo valorizas tu tesoro? ¿Es tutesoro como esa moneda, o es como elmillón de dólares? Nosotros tenemosal Señor Jesucristo, por su Espíritu San-to, viviendo dentro de nosotros. Él haprometido guiarnos, y si lo permitimos,él gobernará nuestras vidas.

Él siempre está hablándonos.Cuando yo me enojo con mi esposa,algo ocurre en mi interior, y me sientotriste. ¿Por qué? Porque he herido alEspíritu que está dentro de mí. Él estácontristado. Y no puedo orar; lo inten-to, y nada ocurre. Yo necesito estarbien con él, porque él está en mí. Si túeres un esposo cristiano, y tratas a tuesposa de una manera incorrecta, y note sientes mal, algo no está bien; por-que el que vive en nosotros, nos ense-ñará cómo amar a nuestras esposas;enseñará a las esposas cómo honrar asus esposos; enseñará a los padrescómo amar a sus hijos.

Si nosotros hacemos algo indebi-do, nos sentimos mal. Él es tan fiel.Pero él vive en mí. Cuando le recibí,el Señor Jesucristo vino a vivir dentrode mí. Él quiere ser mi tesoro, él quie-re conducirme y guiarme en todo lo

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que yo hago. Este es el gran hecho:«Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí».Este hecho sólo es verdadero para loscristianos; para nadie más.

Cuando tenemos al Señor Jesucris-to, tenemos todo lo que necesitamos.Dios no puede darnos nada más, por-que ya nos ha dado todo lo que él tie-ne. Él dio todas las cosas a su Hijo, yluego nos dio a su Hijo. Cuando eressalvo, el Señor viene a vivir dentro deti; no sólo una parte de él, sino todoCristo. Dios no puede darnos nadamás: él ya nos ha dado todo.

Ahora, aquí hay un secreto: Sólopodemos disfrutar la medida de Cris-to que Dios nos ha revelado. Tú tienesa Cristo completo, pero sólo disfrutasla porción que conoces. Esta es la ra-zón por la cual es tan importante tenernuestros ojos abiertos, para contem-plar al Señor Jesucristo, para conocerlecada día más. Eso es lo que yo deseo,y quiero desafiarles a ustedes a tenerese deseo. ¡Alabado sea el Señor! Diosnos ha dado al Señor Jesucristo; él esel tesoro del corazón de Dios, y él esmi tesoro. Él quiere ser el tesoro detodos nosotros.

Cristo se entregó por míAhora, la tercera palabra: por. Yo

no sé si aquí hay alguno que no es cris-tiano; pero, si lo hay, esta palabra espara ti. «...el Hijo de Dios, el cual meamó y se entregó a sí mismo por mí».

Quisiera hacerles una pregunta:¿Cuál creen ustedes que es el versícu-lo más conocido en la Biblia? Sí, Juan3:16: «Porque de tal manera amó Diosal mundo, que ha dado a su Hijounigénito, para que todo aquel que enél cree, no se pierda, mas tenga vida

eterna». ¿No es un versículo maravi-lloso? Dios amó tanto al mundo, a todala gente que está en el mundo, de talmanera que él dio a su Hijo unigénito,el tesoro de su corazón, por el mundo.

Pero, escuchen lo que el apóstolPablo dice: «El Hijo de Dios, el cualme amó». Me amó –a mí, un indivi-duo–, y también murió por mí. Él tam-bién nos amó a cada uno de nosotros;no sólo al mundo en general. Una pe-queña partícula de polvo en todo estemundo. Amó a todo el mundo, perotambién nos amó como individuos. Élte conoce, me conoce; sabe todo acer-ca de nosotros.

El apóstol Pablo dice: «El Hijo deDios me amó a mí». Si oyes hoy esto,y tú no eres cristiano, quiero decirteque el Señor Jesucristo, el tesoro delcorazón de Dios, te ama a ti tanto,como individuo, que él entregó su vidapor ti. Y él te está llamando hoy; ven,y recíbelo, ven y entrégale tu vida. Estaes la gran salvación.

Cuando nosotros venimos a él paraser salvos, esta obra es sólo el primerpaso. Es tan grande, pero sólo es elprimer paso. Nosotros necesitamoscrecer y avanzar con él. Pablo dijo ala iglesia en Corinto: «Si alguno estáen Cristo, nueva criatura es; las cosas

Dios nos ha dado al SeñorJesucristo; él es el tesorodel corazón de Dios, y éles mi tesoro. Él quiere serel tesoro de todos noso-tros.

37AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

viejas pasaron; he aquí –abran susojos, vean esto– todas son hechas nue-vas». Dios desea darnos su revelación:Nosotros somos nuevas criaturas enCristo.

Recuerden, pues, estas tres peque-ñas palabras: con, en y por. «Con Cris-to estoy juntamente crucificado, y yano vivo yo, mas vive Cristo en mí; y loque ahora vivo en la carne, lo vivo enla fe del Hijo de Dios, el cual me amóy se entregó a sí mismo por mí». Estaes una milagrosa obra de Dios.

Escondidos con Cristo en DiosAlguien dijo: «Cada vez que en el

Nuevo Testamento podemos leer queCristo está en nosotros, hay diez refe-rencias de que nosotros estamos enCristo». Dios nos puso en Cristo, yentonces el Señor Jesucristo fue a lacruz, y cuando él murió, nosotrosmorimos. En Romanos 6 hay un ma-ravilloso comentario sobre esta fraseacerca de nuestra crucifixión con elSeñor. Es una explicación de este granhecho. No lo vamos a leer ahora, peroles recomiendo leerlo, porque es uncapítulo maravilloso.

Dios nos ha puesto en Cristo. Aho-ra, él nos da un mandamiento: «Per-maneced en mí, y yo en vosotros» (Juan15:4). Estas son palabras del SeñorJesucristo. Dios te puso a ti en Cristo,y puso a Cristo en ti; y ahora el SeñorJesucristo nos da este mandato: «Per-manece allí, habita en mí». ¿Por quénos dice esto? Una razón es: porquetenemos un enemigo muy fuerte, quesiempre quiere llevarnos a funcionary a actuar fuera de Cristo, y nos mien-te continuamente.

Cuando nosotros pecamos, cuan-

do caemos, el diablo nos dirá: «Tú noestás en Cristo». No lo oigas, es unmentiroso. ¡Tú estás en Cristo! Y aho-ra Jesús dice: «Permanece en mí, viveen mí; haz todas las cosas a partir deesta posición». Porque en esa posiciónestamos realmente seguros. Si perma-necemos allí, el enemigo no nos pue-de encontrar.

La Palabra de Dios dice que no-sotros estamos escondidos con Cris-to en Dios. Dios nos esconde, y elenemigo no puede hallarnos. Perodebemos recordar el mandato del Se-ñor Jesús: «Habitad en mí, permane-ced allí». Dile al Señor muchas ve-ces al día: «Yo estoy en ti. ¡Gracias,Señor! Tú estás en mí, hablándome.Quiero escuchar tu voz, quiero ser-virte, quiero honrarte. Tú sabes cuándébil soy, tú sabes cuán imposible eshacer nada sin ti».

Ustedes saben lo que el Señor diceen Juan 15: «Separados de mí nadapodéis hacer». «Fuera de mí, tú nopuedes hacer nada; fracasarás todo eltiempo, serás un blanco para el ene-migo; pero, si permaneces en mí, es-tarás a salvo». No creas las mentirasdel diablo. Si tú eres salvo, el SeñorJesucristo ha venido a vivir dentro deti. Y con él dentro de ti, tú has sidopuesto en Cristo. Y ahora, contigo enCristo, tú estás en Dios. Y juntos, no-sotros estamos escondidos con Cristoen Dios. ¡Aleluya! Este es el mejorlugar donde podríamos estar.

«Permaneced en mí ... porque se-parados de mí nada podéis hacer».¿Cómo es posible entrar? ¡Dios ya tepuso en él! El Señor dice: «Permane-ced en mí».

Recuerden esto: Ustedes pueden

38 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

disfrutar mucho del Señor Jesús en lamedida en que le conozcan en su Es-píritu, por la revelación divina. Quetodos nosotros tengamos hambre porla revelación de Dios. Una vez, el her-mano Austin-Sparks dijo algo comoesto: «Nuestra mayor necesidad esconocerle a Él por revelación divina».Yo quiero conocerle más, y espero dealguna manera motivarles para queustedes tengan hambre por él. ¡Él estan grande! En cualquier punto dondenosotros estemos en relación con él,aún necesitamos conocerle más.

Que Dios nos dé revelación de Je-sucristo. Él quiere hacerlo. En el Nue-vo Testamento, Dios habló varias ve-ces desde el cielo con voz audible, di-ciendo: «Este es mi Hijo amado». Élsiempre está apuntando hacia el Se-ñor Jesucristo, por si alguien –algunode sus discípulos, o alguien del mun-do– quiere conocerle. Muy a menu-do, ellos están ciegos y caminan a laderiva, y muy pocos le conocen; sinembargo, él quiere que le conozcamos.

(Mensaje impartido en Temuco,en septiembre de 2005).

jjjNo puede ser cambiado

Supongamos que ustedes llevaran un puerco, el mejor ejemplar porcinoque hubiera ganado un premio en una feria ganadera; supongamos que losacan de la pocilga, lo llevan para bañarlo, le frotan con jabón desinfectan-te para quitarle el olor, y le aplican un jabón de tocador para suavizar supiel, le ponen barniz en las uñas, le perfuman con una esencia parisiense,le atan una cinta alrededor del pescuezo y le llevan al lujoso tocador deuna dama. Algo va a cambiar, pero no será el puerco el que cambie.

Sucede lo mismo con la naturaleza humana. Ustedes no pueden cambiarla naturaleza de un puerco. Nació puerco, vivirá como puerco y morirácomo puerco. Es lo mismo con el hombre, exactamente lo mismo.

Hyman Appelman, en Sermones selectos

Hermosa, pero inútil

En uno de nuestros grandes museos vi sobre un anaquel una hermosaBiblia, edición de lujo que revelaba la destreza y el talento del artífice. Unarica encuadernación en cuero con bordes de oro. A un lado se veían estaspalabras: «No la toque».

Esta hermosa Biblia se guardará esmeradamente por los siglos. Nuestroshijos y nuestros nietos la mirarán a través del cristal que la protege. Muypocas manos llegarán a tocar su preciosa encuadernación. Ningún corazónhambriento de palabras de vida llegará a sus profundidades. Ninguna lá-grima caerá sobre ella. Ninguna resolución se anotará en sus páginas enblanco. Ningún hombre abrumado por el dolor pondrá sus manos sobreella cuando, suplicante, eleve su oración al trono de la gracia. Esta Bibliaes una rareza. Una riqueza inapreciable, pero no servirá al propósito parael cual fue destinada.

Charles L. Allen

39AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Números 14: 27-45; Josué caps.3, 4 y 5.

El libro de Números capítulo 14nos relata un momento claveen la marcha de los israelitas

por el desierto. Ellos estuvieron muycerca de entrar en la tierra prometida,pero a causa de la dureza de su cora-zón el Señor les envía de regreso aldesierto. Durante cuarenta días doceespías habían recorrido la tierra, y diezde ellos regresaron con un informemuy negativo. El pueblo creyó a es-tos diez incrédulos y desechó a los fie-les Josué y Caleb. Tras cuarenta años,aquella generación terminaría sus díasen el desierto.

«El pueblo se enlutó mucho» y pre-

tendieron subir a tomar la tierra. «Estotampoco os saldrá bien» les advierteMoisés, pero ellos insisten en ir (14:39-45). Seguramente Moisés dijo es-tas cosas llorando, pues amaba al pue-blo del Señor y se dolía por sus conti-nuos fracasos: «Y caeréis a espada;pues por cuanto os habéis negado aseguir a Jehová, por eso no estaráJehová con vosotros. Sin embargo, seobstinaron en seguir a la cima delmonte; pero el arca del pacto deJehová y Moisés no se apartaron delcampamento», es decir, no siguieronel arca, no siguieron al Señor, se obs-tinaron en seguir solos. «Y descendie-

La actitud de Israel ante el Mar Rojo y ante el río Jordán nosmuestran dos formas de caminar delante de Dios.

El cruce del

Gonzalo Sepúlveda

Jordán

40 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

ron el amalecita y el cananeo que ha-bitaban en aquel monte y los hirierony los derrotaron, persiguiéndolos has-ta Horma». Horma, el fracaso de lacarne una vez más.

Sabemos que no fue la primerageneración que salió de Egipto, sinola segunda, la que logró entrar en latierra prometida.

Hoy deseamos ver cómo se nos tra-za el camino desde el fracaso hasta lavictoria, y cómo de alguna manera estonos ayuda a ver nuestras propias de-rrotas, y las salidas que el Señor nostiene, porque él no descansa en sus tra-tos con nosotros.

Los errores de la primera genera-ción

Aquí hay algo muy fácil de identi-ficar: los israelitas de la primera gene-ración estaban acostumbrados a ha-blar, a sacar sus propias conclusionesy a oírse a sí mismos. No tenían oídospara la voz del Señor. Algunas de susexpresiones fueron muy terribles:«¿Por qué nos trajiste a este desiertopara morir, acaso no había tumbas enEgipto?», «¿No sería mejor volvernosa Egipto?», «¿Y por qué nos traeJehová a esta tierra para caer a espa-da, y que nuestras mujeres y niños seanpor presa?» (14:3).

En Números 14:40 podemos verclaramente un arrepentimiento super-ficial y una temeraria decisión, cuyopropósito era tratar de enmendar elerror cometido. Pero volvieron a fa-llar en oír y en obedecer al Señor.

Anteriormente habían cometidopecados grotescos, como cuando le-vantaron un becerro de oro y toda lacorrupción que ello generó. Pero esta

decisión aparenta ser «algo bueno»;es como si dijesen: «Vamos a enmen-dar esto, subamos a la guerra». ¿Sefijan, hermanos, que esto es fácil deidentificar? Dependieron de su propiorazonamiento en vez de humillarseante el Señor. Su obstinación fue másfuerte, creyeron que por sí mismospodrían conquistar la tierra y vencer alos enemigos con su propia fuerza.

Pero Moisés tenía el oído afinado,su corazón estaba ligado al trono deDios, él sabía que cuando Dios deter-minaba algo, lo cumplía inexorable-mente. Moisés sabía que en tales cir-cunstancias Dios no se conmovería yel enfrentamiento sería sólo entre Is-rael y Amalec. En la retina del siervode Dios estaba fresco el recuerdo decuando se le dijo: «Jehová peleará porvosotros y ustedes estarán tranquilos»(Éxodo 14:14), aquí, en cambio, lalucha sería sólo entre hombres y noentre Jehová y los amalecitas ycananeos. Por tanto, la derrota estabaasegurada.

El Señor no estaba dispuesto a ircon los israelitas en su desobediencia,sin embargo, estuvo dispuesto a acom-pañarlos 40 años por el desierto. Estonos habla de Su bendita gracia. Losabandonó cuando quisieron hacer supropia voluntad, pero los acompañó ynos les faltó el pan ni su vestido seenvejeció, «ni se les hinchó el pie»(Deut. 8:4). El Señor tenía provisiónpara los cuarenta años. No les faltó elagua, ni el socorro, ni la misericordia.El Señor prefiere soltarnos cuando ledesobedecemos, pero está dispuesto arecogernos de nuestros fracasos.¡Cuán misericordioso es el Señor! ¡Asíle hemos conocido!

41AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

La segunda generación pasa elJordán

Vamos ahora a Josué 3:1-6: «Y re-posaron allí antes de pasarlo». Precio-sa actitud reposada la de esta nuevageneración. Por tres días los oficialesrecorren el campamento indicando alpueblo la forma de cruzar el Jordán.«Marcharéis en pos de ella» (el arca).¡Qué hermosa actitud! Ya no está pre-sente la multitud ensimismada que nole importó que el arca y Moisés sequedasen en el campamento. Ahorahay un pueblo distinto, reposado, quese quedará quieto, esperando que elarca se mueva. Todos miraron cómolos sacerdotes levantaron el arca, es-peraron el tiempo preciso y entoncesmarcharon ordenadamente, detrás delarca. ¡El Señor iba delante señalándo-les un camino para ellos desconoci-do! Esta nueva generación agradó alSeñor, y nosotros tenemos mucho queaprender de ellos. No presumamos desaberlo todo; reconozcamos con hu-mildad que no conocemos el caminoo la forma de hacer la obra de Dios.Sólo si esperamos que él se mueva, ycomprobamos la buena voluntad deDios por el Espíritu y por la Palabra,avanzaremos en la dirección correctadentro de Su propósito.

«Y el pueblo pasó en dirección deJericó. Mas los sacerdotes que lleva-ban el arca del pacto de Jehová, estu-vieron en seco, firmes en medio delJordán, hasta que todo el pueblo huboacabado de pasar el Jordán; y todoIsrael pasó en seco» (3:16-17). Gra-cias al Señor por los sacerdotes quesostuvieron el arca. Hoy nosotros so-mos un pueblo de sacerdotes, todossostenemos el arca, hasta que «mucho

pueblo pase». Pensemos en la incó-moda situación de los sacerdotes sos-teniendo el arca en medio del lechodel río. Pero la incomodidad de estospocos trajo gran bendición para todoel pueblo del Señor. Hay mucho pue-blo de Dios hoy que está sediento yhambriento. Ellos deben pasar del de-sierto de sus muchos fracasos a laabundancia de la buena tierra que esCristo con todas sus inescrutables ri-quezas. Pero se necesitan hombres ymujeres firmes en medio del Jordán,soportando los vituperios de la cruzde Cristo y sosteniendo con el poderdel Espíritu Santo el testimonio delSeñor.

«Y cuando todo el pueblo acabó depasar, también pasó el arca de Jehová»(4:11). El arca no pasó el Jordán sinohasta que todo el pueblo hubo pasa-do. Y Josué mandó a los sacerdotes,diciendo: Subid del Jordán (4:17). ¿Sefijan que sólo Dios habla? El pueblono habla, nadie habla, sólo Dios; yJosué no habla antes que Dios.

El mar Rojo y el JordánCon todo lo glorioso y espectacu-

lar que fue, sin duda, la travesía delmar Rojo, resulta muy interesantecompararla con el paso del Jordán.

Dios intervino magistralmente enuno y otro caso, nada podía oponerseal propósito de llevar a Su pueblo a la«buena tierra». Si observamos el com-portamiento del pueblo en ambas ex-periencias, la diferencia es notable.Frente al mar Rojo el pueblo se con-funde, reclama y maldice con grandesesperación. Cuando el mar se abre,avanzan en una especie de «¡sálvesequien pueda!». Es fácil imaginar un

42 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

caos descomunal en aquella terriblenoche. Al amanecer del siguiente día,sin embargo, creyeron, temieron y ce-lebraron con panderos y danzas. Susemociones estaban alteradas al máxi-mo, ¡pasaron de la desesperación aljúbilo en menos de 24 horas! (Éxodo14 y 15).

Bien pronto el desierto dejaría aldescubierto toda su miseria espiritual.La alabanza era genuina, pero en elloshabía un serio problema: aun no seconocían a sí mismos.

Pero, ¿qué tenemos frente alJordán? Tenemos un pueblo que ya nomurmura, no se oyen opiniones huma-nas, nadie está diciendo: «Designemosun capitán y volvámonos a Egipto»,ni «¿Crees tú que se abrirá el río?»Aquí hay un pueblo unánime, silen-cioso (aprendieron a callar), esperan-do que Dios se mueva para sólo en-tonces avanzar; un pueblo reposado,disciplinado. Las aguas se detienenante la presencia del arca, ¡qué mo-mento más solemne! Y pasan ordena-damente. Observemos que no hay ce-lebraciones al otro lado del Jordán, nohay panderos ni danza, no hay júbilo.Ahora se conocen a sí mismos, sabenque no fue por sus fuerzas propias,saben que tan sólo la mano poderosadel Señor les pudo introducir en la tie-rra.

GilgalCon gran solemnidad y paz llegan

al otro lado. Luego de levantar un mo-numento recordatorio, acampan enGilgal. En vez de haber fiesta, hubocircuncisión –toda una generación devarones no estaba circuncidado (Josué5:5)–. ¡Qué debilitamiento vino sobre

los hombres de guerra en aquel día!Debieron permanecer allí hasta que sesanaron. O sea, ¡en vez de fiesta, unadolorosa obediencia!

El mar Rojo fue una figura del bau-tismo e incluye la celebración y el jú-bilo; el paso del Jordán, en cambio, esfigura de la cruz. En otra forma, Gilgaltambién representa la cruz (la circun-cisión: el despojamiento de la fuerzanatural). Después de largos años noshemos venido conociendo «como real-mente somos». Hoy no nos atrevemosa opinar con ligereza, tememos recla-mar ante la adversidad, en verdad nin-gún reclamo nos conviene. Sólo nosconviene humillarnos bajo la poderosamano del Señor (1 Pedro 5:6).

Los que llevamos algunos años eneste Camino, nos convencemos cadadía más, que lo único que nos convie-ne en esta vida, es seguir llenandonuestros corazones de Cristo.

En este último tiempo Dios ha es-tado trabajando profundamente connosotros. Estamos probando su vara;estamos conociendo la disciplina delSeñor; estamos conociendo la cruz enuna dimensión cada vez más profun-da; el Señor está tocando «más aden-tro». Está podando a los que han lle-vado fruto para que puedan dar másfruto.

Consideramos como un síntoma demadurez en la iglesia cuando los her-manos miran con respeto a un siervode Dios que se encuentra pasando porun período de silencio. No es el díapara enjuiciar ligeramente. Si el Se-ñor está corrigiendo algo, esperemos.En ese silencio se está formando unmensaje que el hermano en cuestiónni se imagina.

43AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Soporta, siervo del Señor; soportaese crisol que te consume, que ya pron-to tu Señor te traerá en resurrección.Ésta será tan gloriosa que muchos se-rán enriquecidos por la vida de Cristoque fluirá por tu corazón.

Algunos sufren porque sus debili-dades les hacen tropezar. Pero hay undolor que pertenece a otra categoríadentro de los tratos del Señor, dondeel problema de fondo es el «yo» mis-mo, y no los pecados y el mundo. Es«la buena intención» la que está yen-do a la muerte; ¡ese alto concepto desí mismo, la presunción y la arrogan-cia se están quebrando en pedazos!Para que se cumpla que «ya no vivoyo, mas vive Cristo en mí».

Algo quedó en las arenas del SinaíPero volvamos al ejemplo de Is-

rael cruzando el Jordán. La concien-cia que ellos tenían en aquella ocasiónera: «¡Es tan tremendo lo que viene, ysólo la mano poderosa del Señor nospuede introducir en la tierra. Lo únicoque nos conviene es avanzar en estecamino de agradar al Señor! ¡No nosconviene dar un solo paso en falso, siDios habla nos movemos y si él nohabla hemos de quedarnos quietos!».

Tenían que asegurarse de que el Se-ñor iría delante de ellos, pues de otramanera serían aniquilados. Entonces noencontraron muchas razones para ce-lebrar. Les embargaba más bien un te-mor reverente a causa de las batallas yde la herencia que tenían por delante.

¿No será que nosotros estamos hoyen una situación similar? Pedimosmisericordia al Señor, pues, siendohombres tan indignos, con tantasfalencias y habiendo otros mucho

mejores que nosotros, aún nos estáocupando. ¡Señor, cuán grande es tumisericordia al considerarnos!

También es verdad que en la tomade Jericó se presentó un problema:Acán tomó del anatema violando elexpreso mandamiento del Señor a tra-vés de Josué (6:18). Uno de los guerre-ros desobedeció, lo cual implica quetodos los demás obedecieron. El peca-do de Acán sirve para destacar la fide-lidad de esta generación en contrastecon la infidelidad de la primera. Deaquélla, únicamente dos hombres,Josué y Caleb, agradaron al Señor.Aquí, un solo guerrero entre muchosmiles es el que fracasa. Finalmente Diosobtuvo un pueblo que agradó su cora-zón y a ellos les dio la buena tierra.

¡Gloria a Dios por su victoria! Algoquedó sepultado en las arenas delSinaí. Siempre pensamos en los fra-casos de Israel, pero aquí, tras largos40 años (largos para el hombre, no paraDios) tenemos una generación que sesantificó, que conoció a su Dios, quedejó atrás sus reclamos y su energíanatural.

Algunos sufren porque susdebilidades les hacen tro-pezar. Pero hay un dolorque pertenece a otra ca-tegoría dentro de los tra-tos del Señor, donde elproblema de fondo es el«yo» mismo, y no los pe-cados y el mundo.

44 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

El trabajo del Espíritu Santo hoysigue el mismo principio. Se esperaque los fracasos que hemos experi-mentado a través de los años comoindividuos y como iglesia sirvan paraque algo de nosotros mismos, de nues-tra fuerza natural, vaya quedandoatrás, sepultado en las arenas del de-sierto y algo más de Cristo vaya sien-do añadido.

¿De qué nos habla esto sino de lavictoria del creyente? La buena tierrasiempre será Cristo para nosotros.Decimos «quiero más y más de Cris-to», más de Cristo en ti y en mí, me-nos de mi carne, menos de mi orgullo,menos de mi «yo».

Que el Señor tenga misericordia detodos nosotros. El Señor es persisten-te e implacable con la naturaleza caí-da del hombre; se ha propuesto llevarlaa la cruz. De otra manera, no estaría-

mos en condiciones de ser enviados.Si se usa a una persona orgullosa, sevolverá más orgullosa; si se apoya auna persona egoísta, será todavía másegoísta; si se tolera a una persona obs-tinada, seguirá siéndolo; pero si se usaa una persona quebrantada, sólo elSeñor llevará gloria. ¡Dios trabaja conhombres quebrantados y de ellos seagrada!

El Señor tiene propósitos con no-sotros. Nos ha llamado de las tinieblasa su luz, no tan sólo para entretener-nos en reuniones dominicales: ¡CRIS-TO se está formando en nosotros! Ytal debe ser el único objetivo de nues-tra vida. Sabemos que el Padre sólo seagrada en Su Hijo. Entonces, Cristoen ti y en mí es nuestra mayor ganan-cia, nuestra mayor riqueza, nuestra tie-rra prometida. ¡Tierra donde fluye le-che y miel es Cristo para nosotros!

jjjLa mejor elección

En 1929, después de un trabajo prolongado en la predicación del evan-gelio, Watchman Nee volvió cansado a su ciudad natal, Foochow, en China.Cierto día en que caminaba por las calles con un bastón, muy delgado, ycon una salud muy precaria, se encontró con uno de sus antiguos profeso-res de la Facultad. El profesor lo llevó a una casa de té, donde se sentaron.El profesor lo observó bien y le dijo: «Mire, durante sus años de escuelanosotros lo teníamos en alta estima. Esperábamos que alcanzase muchoéxito. ¿Usted me quiere decir que esto es todo lo que usted es?».

Al oír esta pregunta tan directa, su primer deseo, como contó más tarde,fue dejarse abatir y llorar. Su carrera, su salud, todo se había ido, y allíestaba su antiguo profesor, preguntando: «¿Usted se encuentra en el mis-mo punto, sin éxito o progreso alguno que mostrar?».

Pero en seguida él supo realmente lo que era tener el Espíritu de gloriaposando sobre su persona. La idea de poder derramar su vida por el Señorinundó literalmente su alma de gloria. Él pudo mirar hacia lo alto y decir,en silencio: «¡Señor, te alabo! Esta fue la mejor cosa que me sucedió. ¡Yoescogí lo correcto!».

45AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

Eliseo Apablaza

La vida y ministerio de Pablo es-tán enteramente gobernadospor la visión del Hombre ce-

lestial, que es Cristo, la Cabeza, y laIglesia, su cuerpo.

La primera visión de este Hombrecelestial la recibió Pablo en el caminoa Damasco. Allí se le manifestó el Se-ñor y diciéndole: «Saulo, Saulo, ¿porqué me persigues?», dando a enten-der con esto que, aunque él estaba enel cielo, su cuerpo estaba sobre la tie-rra, expresado en aquellos pequeñitosque estaban siendo golpeados por él.Esta visión del cuerpo de Cristo seconfirma aún más para Saulo aldemandársele que vaya a la ciudad,donde se le diría lo que habría de ha-cer. Saulo no recibió más instruccio-

nes directamente de la Cabeza, sinoindirectamente de Su cuerpo.

Esta experiencia ocurre al comien-zo de la carrera de Pablo. Y cuandollegamos al final de ella, encontramosuna visión mucho más perfecta y ca-bal de esta misma revelación, en sustres mayores epístolas carcelarias.

Una visión más perfectaEn efecto, Efesios, Filipenses y

Colosenses, muestran en conjunto larealidad espiritual de este Hombre ce-lestial, este Hombre nuevo.

Los estudiosos de la Biblia coinci-den en que estas tres epístolas son, des-de el punto de vista revelacional, lasmayores que escribió Pablo. Las tresfueron escritas desde la cárcel, y las

La visión original de Pablo acerca de Cristo y la Iglesia se com-pletan mientras estaba en la cárcel en Roma.

Elhombre celestial

46 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

tres tratan sobre Cristo y la Iglesia. Enla cárcel, mientras estuvo privado delibertad, fue donde Pablo experimen-tó la visión más amplia respecto delmisterio del evangelio.

Cada una de estas epístolasenfatiza un aspecto diferente, que, enforma conjunta, nos describen esteHombre celestial. Tal como el hom-bre natural está compuesto de cuerpo,alma y espíritu, así estas epístolasmuestran al nuevo Hombre en estamisma triple dimensión.

Cuando Cristo, como hombre, na-ció de la virgen María, él pasó por lasetapas de crecimiento de todo hom-bre, y lo hizo en estos mismos tres pla-nos: cuerpo, alma y espíritu. «Y el niñocrecía y se fortalecía, y se llenaba desabiduría; y la gracia de Dios era so-bre él» (Lc. 2:40). Era un crecimientoordenado, que avanzaba desde su cuer-po hacia su espíritu, pasando por sualma. El Hombre celestial crece de lamisma manera, en el mismo orden,hasta alcanzar la plenitud de Dios.

Hasta la consumación de esta era,Dios estará realizando esta obra: el per-feccionamiento, el progreso hasta lamadurez, del Hombre celestial. El Hom-bre-Jesús necesitó 30 años de vida hu-mana para alcanzar la madurez. ¿Cuán-to necesitará este Hombre celestial paraestar plenamente desarrollado?

Estas tres epístolas escritas por Pa-blo mientras estaba preso en Roma nosmuestran en conjunto cómo es esteNuevo Hombre, cómo es su cuerpo,su alma y su espíritu. Efesios nosmuestra cómo Dios dio un cuerpo aeste Hombre, cómo lo hizo nacer;Filipenses nos muestra cómo essicológicamente este Hombre, cómo

piensa, siente y actúa; Colosenses, porsu parte, nos introduce en los plieguesde su espíritu, ese Lugar Santísimo tanparticular, donde este Hombre alcan-za la plenitud.

EfesiosEfesios nos presenta al Hombre

celestial. Pablo reitera una y otra vezla realidad de la Iglesia como el Cuer-po de Cristo (1:22; 2:16; 4:4; 4:12;4:16; 5:23; 5:28; 5:29; 5:30), y,sorprendentemente, hay una gran va-riedad de alusiones al cuerpo huma-no. Se mencionan las rodillas, los pies,los ojos, la boca, los lomos, su carne ysus huesos, y, en general, cada miem-bro del cuerpo (4:16). Incluso se men-ciona su estatura y sus vestidos. Enninguna de las otras dos epístolas hayuna alusión tan marcada al cuerpocomo realidad humana, lo cual – cree-mos – no es accidental, sino que tienela intención de mostrar un hecho es-piritual: reafirmar en nosotros la vi-sión del cuerpo de Cristo.

En cada capítulo de Efesios se nosmuestra un nuevo aspecto de esteHombre celestial. En el capítulo 1 senos presenta su realidad celestial, puesel Padre exaltó a Cristo, y le dio auto-ridad sobre todo lo creado, poniéndo-lo como Cabeza de la Iglesia. (1:20-23). En el capítulo 2, vemos su ori-gen, que es la cruz de Cristo: «Paracrear en sí mismo de los dos un solo ynuevo hombre…» (2:15). Antes de lacruz hubo dos realidades humanas di-ferentes (judíos y gentiles), pero queprocedían del mismo tronco: el hom-bre viejo, el antiguo Adán. En la cruzambas realidades mueren para darpaso a una nueva.

47AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

En el capítulo 3 Pablo nos muestrala grandeza del misterio del Hombrecelestial, que en otras generaciones nose dio a conocer, y que recién ahora esrevelado a través de los apóstoles y pro-fetas. En el capítulo 4, se nos muestrasu crecimiento hasta la madurez. Pa-blo nos dice que este Nuevo Hombrenecesita irse formando, y expresandosobre la tierra. Esto, tanto en el planopersonal, como en lo colectivo. Cadacreyente es llamado a una renovación,a un revestimiento constante. Pablotoma como ilustración el vestido, comocuando alguien se desviste de algunaropa vieja y se viste de una nueva. Poreso dice: «Despojaos del viejo hombre… y vestíos del nuevo hombre, creadosegún Dios» (4:22, 24).

En lo colectivo, este crecimientoestá expresado, por un lado, por la uni-dad de la fe, y por otro, por la unidaddel conocimiento, hasta llegar a la ma-durez espiritual que se expresa en al-canzar la estatura de Cristo. Los hijosde Dios podrán llegar a ser uno en la fey en el conocimiento de nuestro Señorsólo por medio de la realidad del cuer-po de Cristo, que recibe su crecimien-to de la Cabeza. Los muchos creyentesdiseminados no lograrán ponerse deacuerdo pese a los muchos intentos dealianza y confraternidad. La unidadsólo es posible si los creyentes tomanconciencia de su realidad de miembrosdel mismo cuerpo, inseparablementeunidos y destinados a una misma suer-te y destino. Ellos están coligados, yson mutuamente dependientes y co-miembros los unos de los otros. Sóloesta realidad espiritual, cuando sea ple-namente vivida, hará posible que laIglesia alcance su mayoría de edad.

En el capítulo 5 se nos muestran loscuidados de la Cabeza hacia su cuer-po, cómo él atiende las necesidades dela Iglesia. «Porque nadie aborreció ja-más a su propia carne, sino que la sus-tenta y la cuida, como también Cristo ala iglesia, porque somos miembros desu cuerpo, de su carne y de sus hue-sos» (5:29-30). Cada ser humano cui-da su cuerpo, lo sustenta y lo cuida: asítambién hace Cristo con su Iglesia. Lapalabra «sustenta» puede tambiéntraducirse como «nutre», y «cuida»como «abriga». Es decir, tanto el ali-mento como el vestido son parte delcuidado de Cristo sobre la Iglesia.

Finalmente, en Efesios 6 vemos elcuerpo del Hombre celestial perfecta-mente armado para la batalla. Esta ar-madura tiene armas defensivas y ofen-sivas –más defensivas que ofensivas–lo cual da cuenta de la victoria ya lo-grada por Cristo en la cruz, y que aho-ra sólo es mantenida y defendida porla Iglesia.

Notemos que este Hombre Celes-tial no es el cristiano individual, sinoque es Cristo y la Iglesia, como unaunidad indisoluble. Es este Hombre elque está llamado a sostener la victoriade la Cabeza en el tiempo presente, yno el cristiano individual.

El Hombre-Jesús necesitó30 años de vida humanapara alcanzar la madurez.¿Cuánto necesitará esteHombre celestial para estarplenamente desarrollado?

48 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

FilipensesFilipenses es una epístola impreg-

nada de emociones y sentimientos delalma. (De hecho, Pablo escribió estaepístola llorando, 3:18). Es evidenteque la iglesia en Filipos ocupaba unlugar muy cercano al corazón de Pa-blo. Por eso tenemos aquí los senti-mientos más nobles del alma del após-tol sujeta al Espíritu, que son los sen-timientos del Hombre celestial. Estaepístola nos muestra la rica variedadsicológica, con sus mil maravillososmatices, del sentir de Cristo a travésde la Iglesia. ¿Cómo piensa, cómosiente, cuál es el querer de este Hom-bre celestial, especialmente cuandoestá rodeado de circunstancias adver-sas?

El Hombre celestial es la continua-ción de Cristo en su ministerio terrenal.Lo que Cristo fue ayer en este mundoes el Hombre celestial hoy. «Pues comoél es, así somos nosotros en este mun-do» (1 Jn. 4:17 b). Así que, miramos másallá de la Iglesia en Filipos, y más alláde Pablo, para ver, si pudiera decirse sí,la configuración sicológica de Cristo através de esta epístola.

Los tres planos de la psique huma-na están aquí presentes: la mental, laafectiva y la volitiva.

Una manera de pensarEn el plano intelectual, la nota pre-

dominante es el ‘froneo’ griego, quees traducido como «sentir» en la ver-sión Reina Valera, y frecuentementecomo ‘sentimiento’ en la Biblia de Je-rusalén, pero que significa, literalmen-te «pensar». Este «pensar» es, sinembargo, más que una mera actividadintelectual, es una actitud mental.

Esta palabra griega, con sus diver-sas formas, aparece diez veces en estaepístola. En la primera, el apóstol ex-presa sus pensamientos de bien hacialos filipenses, deseando que Dios com-plete la obra que comenzó en ellos.(1:6-7). Luego, el apóstol expresa undeseo hacia los filipenses: que ellospiensen lo mismo (2:1-2). Ellos debentener una misma actitud mental. Pero¿cuál es esa actitud mental? «Haya,pues, en vosotros este sentir (froneite)que hubo también en Cristo Jesús». Yaquí comienza la maravillosa descrip-ción del descenso de Cristo.

Esta es la actitud mental de Cristo:negarse a sí mismo en bien de los de-más, y bajar una y otra vez, hasta lle-gar a la cruz. Esta es la trayectoria deuno que siguió la senda de la cruz.Cristo se humilló en su condición deDios (porque se hizo hombre), luegoen su condición de hombre (porque sehizo esclavo), y luego en su forma demorir (porque murió crucificado).

Nosotros siempre queremos subir,subir y subir, pero Cristo nos muestraen estos tres momentos de su humi-llación cuál es su manera de pensar:bajar, bajar y bajar.

Esta fue también la actitud mentalde Timoteo y Epafrodito, quienes pen-saban más en el bien de los hermanosque en el suyo propio (vv. 19-30), ysobre todo, la de Pablo, quien menos-precia todo aquello que era para élmotivo de gloria, por la excelencia delconocimiento de Cristo Jesús. (cap.3).El razonamiento concluye haciendo unllamado a los filipenses para que todospiensen lo mismo, como deben de pen-sar los que han alcanzado madurez.«Así que, todos los que somos perfec-

49AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

tos, esto mismo sintamos (fronomen);y si otra cosa sentís (froneite), esto tam-bién os lo revelará Dios» (3:15).

En contraposición está la actitudde aquellos que sólo piensan en lo te-rrenal (Fil.3:18-19), los cuales tienensu mente adaptada a la tierra. El após-tol no duda en declararlos «enemigosde la cruz de Cristo».

Luego, hay un llamado a dos her-manas, Evodia y Síntique, para «quesean de un mismo sentir (fronein) en elSeñor» (4:2). En ellas, Pablo resumeesta lucha de pensamientos entre losque aman la cruz y los que la aborre-cen. Ellas son puestas en estrecho porel apóstol. La capacidad de sentir lomismo revelará si están pensando (sin-tiendo) lo correcto. Sabiendo que es unalucha feroz, Pablo pide la ayuda del«compañero fiel» para que les ayude.

Esta es, en síntesis, la manera depensar de Cristo, es también la de sussiervos Pablo, Timoteo y Epafrodito.Y es también la manera de pensar dela Iglesia, del Hombre celestial.

Una manera de sentirEn el plano afectivo, encontramos

muchos y nobles sentimientos y emo-ciones, pero el más destacado es elgozo, reiterado muchas veces (1:4, 18,25; 2:2; 2:17-18; 2:28-29; 3:1; 4:1, 4,10-11). Es el gozo en medio del dolory la adversidad.

Recordemos que Pablo fue azotadoen Filipos, y luego encarcelado. Y allí,lejos de quejarse ante la adversidad, élcanta himnos con su compañero Silas.Esta experiencia de Pablo se repite casiexactamente ahora, muchos años des-pués. Mientras escribe esta epístola, Pa-blo está encarcelado en Roma, y de nue-

vo está el mismo regocijo.Las circunstancias son difíciles. No

sólo está el dolor de Pablo al verseimpedido de predicar a tiempo y fue-ra de tiempo, como era su costumbre.Está también la incertidumbre acercadel mañana. Por dos años Pablo estu-vo encerrado esperando una entrevis-ta con el emperador Nerón, que po-dría producirse en cualquier momen-to, cuando éste lo dispusiese. Esta es-pera podía desgastarlo anímicamente,pero no ocurre así. Él muestra la me-jor expresión de los sentimientos deCristo ante esa adversidad. La expe-riencia personal de Pablo señala elcamino de la experiencia de la Igle-sia. Su sentir en esa experiencia es elmodelo del sentir de la Iglesia tambiénen esas circunstancias.

La vida de Cristo es tan poderosaque aún en los momentos másdesesperanzadores, ella tiene gozo.Esta fue la experiencia de Pablo, la dela iglesia en Filipos, y de todos los cris-tianos.

Una manera de querer¿Cuál era el querer de Pablo? En

el capítulo 1 de Filipenses vemos quePablo tenía un querer, y ese querer erapartir para estar con Cristo (vv. 21-26).Ya estaba viejo y cansado. Él habíavivido muchos sufrimientos, había re-cibido tantas injusticias, sobre su co-razón pesaba tanto la suerte de las igle-sias, que él legítimamente deseabapartir. Sin embargo, él renuncia a sudeseo y espera poder quedarse untiempo más, porque era necesario porcausa de los hermanos, para «prove-cho y gozo de la fe» de ellos.

Pablo muestra en esto el querer de

50 AGUAS VIVASTEMA DE PORTADA

Cristo, que es negarse a sí mismo enbien de los demás.

Es normal que nosotros, cuandotomamos decisiones, lo hagamos te-niendo en cuenta nuestra convenien-cia. Pero Pablo era un hombre madu-ro. Su forma de querer nos muestra laforma de querer de Cristo. EnGetsemaní el Señor renunció a su pro-pio querer para que se hiciera la vo-luntad de Dios. ¿Cómo quiere el Hom-bre celestial? Él no tiene su propio ypersonal querer, sino el querer de Dios.

En el capítulo 4 de Filipenses, ve-mos un hombre, Pablo, que se alegracualquiera sea su situación. Él puedetener abundancia o padecer necesidad,pero en todo está contento. Él no tienesu propio querer en relación a la abun-dancia o a la escasez. Él está en unpunto neutro. Si el Señor le da esca-sez, está bien; si le da abundancia, tam-bién está bien.

Así que, Pablo dice: ¿Hay que partiro quedarse? Lo que Dios quiera. ¿Hayque tener abundancia o escasez? Lo queDios quiera. El querer de un hombre deDios es el querer del Hombre celestial,es decir, el querer de Cristo.

Así pues, Filipenses nos muestracuál es la sicología, cuál es el alma,de este Hombre celestial; cómo es unalma saturada de la vida de Cristo.

ColosensesPor último, Colosenses es la epís-

tola de la plenitud, de las cosas per-fectas y cabales. Si Efesios nos mues-tra el cuerpo, y Filipenses el alma,Colosenses nos introduce al espíritudel Hombre celestial.

En el pasaje de 1:15-22 nosotrosentramos al Lugar Santísimo. Aquí per-

cibimos el Arca del Pacto con susquerubines y con el propiciatorio; y alSeñor Jesucristo, creador, sustentadory también reconciliador de todas lascosas (no sólo terrenas, también celes-tiales), realizando su magnífica obracomo Cordero de Dios. La figura deCristo adquiere aquí un relieve magní-fico; y su obra, dimensiones cósmicas.

La cruz tiene aquí una funciónsuperlativa: no sólo nos reconcilió conDios (1:21-22), y quitó de nosotros elcuerpo pecaminoso carnal (2:11), sinoque, además, reconcilió todas las cosasde los cielos y la tierra con Dios (1:20).En este último punto, la cruz adquiereuna dimensión inédita en las otras epís-tolas de Pablo. El hombre celestial ex-presa una victoria magnífica, que es laculminación de la obra de la cruz.

¡Oh, este conocimiento es mara-villoso! Por eso, Colosenses no sólohabla de «conocimiento», sino de co-nocimiento pleno (la ‘epignosis’ grie-ga). No un conocimiento mental, sinode conocimiento espiritual: «Desde eldía que oístes y conocisteis (plenamen-te) la gracia de Dios en verdad» (1:6);«No cesamos de orar por vosotros, yde pedir que seáis llenos del conoci-miento (pleno) de su voluntad en todasabiduría e inteligencia espiritual»(1:9); «Creciendo en el conocimiento(pleno) de Dios» (1:10); «Hasta alcan-zar todas las riquezas de pleno enten-dimiento» (2:2); «El cual conforme ala imagen del que lo creó se va reno-vando hasta el conocimiento pleno»(3:10). Es por el espíritu que conoce-mos lo profundo de Dios, la plenitudde Dios. ¿Cuál es la plenitud de Dios?

Cristo reúne en sí toda la plenitudde Dios: «Por cuanto agradó al Padre

51AGUAS VIVAS TEMA DE PORTADA

que en él habitase toda plenitud»(1:19); «Porque en él habitacorporalmente toda la plenitud de ladeidad» (2:9). En él están ocultos lostesoros de la sabiduría y del conoci-miento (2:3), por eso en él el hombre(corporativo) es hallado perfecto: «Afin de presentar perfecto en Cristo Je-sús a todo hombre» (1:28); «Y voso-tros estáis completos en él» (2:10).

Colosenses contiene la más alta re-velación de Cristo, y del hombre enCristo. El Hombre celestial es aquí unhombre resucitado, que vive en las al-turas, pues está escondido con Cristoen Dios en los cielos (3:1-4). Este Cristohoy es la esperanza de gloria de la Igle-sia (1:27), es su vida presente (3:4) yes la plenitud de todas las cosas (3:11).

En Efesios tenemos sólo el anun-cio de la expresión de la voluntad eter-na de Dios (1:10), aquí en Colosensesaparece como un hecho consumado:Cristo es la cabeza de todo principadoy potestad (los despojó en la cruz, 2:15),y es el Todo en todos (2:10 b; 3:11).

Aquí en Colosenses todas las co-sas son perfectas y están completas.El evangelio ya ha sido predicado atodo el mundo (1:23). Pablo se sientellamado a completar las aflicciones deCristo por su Iglesia (1:24), y a anun-ciar en forma completa la palabra deDios (1:25).

En Colosenses aparece, al igualque en Efesios, el doble misterio, elmisterio de Dios (Cristo), en 2:2, y elmisterio de Cristo (la Iglesia), en 4:3;pero además, ellos se reúnen magis-tralmente en las frases «Cristo (la ple-nitud de la Deidad) en vosotros»(1:27), y «vosotros estáis completosen él» (2:10). Esto es el ‘summum’ de

la perfección y la consumación de to-das las cosas: la Deidad está plena enCristo (y como Cristo habita en noso-tros), nosotros estamos plenos en él.

Colosenses cierra el círculo profé-tico al señalar que Cristo es la expli-cación y antitipo de todas las cosas delAntiguo Testamento. Él es el cuerpodel cual todas aquellas cosas eran sólosombras (2:16-17).

Pero no sólo el judaísmo palideceante la gloria de Cristo, sino tambiénel ascetismo, con sus mil formas deabstinencias (2:20-23).

Colosenses retoma la figura deEfesios del revestimiento del Hombrenuevo, pero lo lleva al final, hasta «elconocimiento pleno» (3:10), confor-me a la imagen de Cristo.

Colosenses retoma y consuma elcarácter de la Iglesia, este Hombrecelestial, en 3:12-14. Aquí están losmás nobles sentimientos –presididospor la compasión–, hasta alcanzar elpunto culminante en el amor, el vín-culo de la perfección.

La suma de la revelación paulinaEstas tres grandes epístolas nos

muestran, de esta manera, la suma dela revelación paulina, que es la delHombre celestial, Cristo y la Iglesia.Toda la carrera de Pablo se resume ysintetiza en esta gloriosa revelación,consumada en la cárcel, donde todomal y penuria tiene su asiento, perodonde los cielos se abrieron para él, ypara nosotros todos.

Concédanos el Señor un conoci-miento más espiritual y profundo de estamaravillosa realidad, para que podamosexpresarla debidamente sobre la tierra.

***

52 AGUAS VIVASBOCADILLOS DE LA MESA DEL REY

Cuando el Señor llamó a Mateo, tuvo que dar explicacio-nes a los fariseos, porque ellos pensaban que era indig-no que el Señor entrara a comer en casa de un publicano.

¡Si ellos hubiesen sabido entonces que el Señor no sólo accedióa comer con él, sino que le había llamado para que fuese sudiscípulo y más tarde su apóstol!

Entonces, contra ese maligno ataque de los fariseos haciaMateo, el Señor opuso este hermoso argumento: «Los que estánsanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos… Por-que no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arre-pentimiento». (Mateo 9:12-13).

Mateo no calificaba para ser favorecido por el Maestro, puesera un hombre pecador, y un pecador de la peor clase, de esaclase que no despierta lástima, sino repulsión. Era un cobradorde impuestos ambicioso, capaz de desangrar a su propio pueblopara llenar las arcas de los dominadores romanos, y, de paso,llenar también las suyas.

Ser un cobrador de impuestos era señal de prosperidad eco-nómica, pero de absoluta insolvencia moral. Por eso el Señortuvo que dar explicaciones, y esto, ni siquiera a sus amigos, sinoa sus detractores.

Antes, Dios había tenido que hacer algo similar, cuando ha-bló a Satanás a favor de Job, un hombre justo. Pero ahora elSeñor tiene que dar explicaciones a favor de un pecador. ¡Tanatraído era el Señor por el hombre! ¡Tan fuerte era su vocaciónde buen Pastor!

Es verdad, Mateo era un enfermo, y un pecador, según laspropias palabras del Señor. Por eso, precisamente, no ameritabael desechamiento sino la misericordia. Los detractores vieronsólo al publicano pecador; pero el Señor vio más allá de eso: viola transformación que la gracia habría de operar en él. Vio alapóstol, al escritor inspirado, al mártir; vio su nombre escritocon piedras preciosas en uno de los cimientos del muro de laJerusalén celestial.

Las objeciones de los fariseos fueron severas para descalifi-car a Mateo. ¿Cuáles hubieran sido las usadas contra nosotros?Satanás pudo llenarse de argumentos y vomitarlos contra noso-tros a través de nuestros jueces, pero para todos ellos el Señortuvo un solo y gran argumento, el mismo que esgrimió a favorde Mateo.

EL SEÑOR TUVO QUE DAR EXPLICACIONES

53AGUAS VIVAS LEGADO

A.W. Tozer

Desde la perspectiva de la eter-nidad, la mayor necesidad dela época actual puede ser per-

fectamente que la Iglesia sea libradade su largo cautiverio babilónico y queel nombre de Dios sea en ella glorifi-cado, como en el pasado. No debemos,sin embargo, pensar en la Iglesia comoun cuerpo anónimo o una abstracciónmística. Nosotros los cristianos somosla Iglesia, y aquello que hacemos eslo que la Iglesia está haciendo. Lacuestión es, por lo tanto, personal, paracada uno de nosotros. Cualquier avan-ce en la Iglesia deberá partir del indi-viduo.

¿Qué podemos hacer nosotros, cre-yentes comunes, para traer de vueltala gloria que se fue? ¿Hay algún se-creto que podamos aprender? ¿Hay

alguna fórmula para un reavivamientopersonal que pueda ser aplicada a lapresente situación, a nuestra propiasituación? La respuesta es Sí.

La respuesta, sin embargo, podrádecepcionar a algunas personas, por-que no es profunda. No les traigo uncriptograma esotérico, ni presento uncódigo místico que precise ser cuida-dosamente descifrado. No apelo a nin-guna ley oculta del inconsciente, ni aningún conocimiento escondido y co-nocido sólo por algunos iniciados. Elsecreto ya está revelado, y el peregri-no puede leerlo fácilmente. Es simple-mente el antiguo y siempre nuevo con-sejo: Conozca a Dios. Para recuperarsu poder perdido, la Iglesia necesitaver a cielo abierto y tener una visióntransformadora de Dios.

Para recuperar su poder perdido, la Iglesia necesita ver a cieloabierto y tener una visión transformadora de Dios.

El secreto revelado

54 AGUAS VIVASLEGADO

Pero el Dios que debemos ver noes el dios utilitario tan popular hoy,cuyo principal atractivo es su capaci-dad de hacer que los hombres seanexitosos en sus diversas ocupaciones,y por esta razón está siendo adulado ylisonjeado por todo aquel que deseaobtener un favor. Tenemos que apren-der a conocer al Dios que es Majestaden los cielos, Padre omnipotente, Crea-dor del cielo y la tierra, el único sabioDios, nuestro Salvador. Es él quien sesienta sobre el círculo de la tierra, queextiende los cielos como una cortinay los desdobla como una tienda parasu habitación; que llama las huestesde estrellas por sus nombres, por lagrandeza de su poder; que no se fía enlos príncipes y no busca en los reyesel consejo.

No se puede tener conocimiento detal Ser sólo por el estudio. Este cono-cimiento viene por una sabiduríadesconocida del hombre natural, pueses espiritualmente que se discierne.Conocer a Dios es, al mismo tiempo,la cosa más fácil y la más difícil sobrela tierra. Es fácil porque el conoci-miento no se obtiene por el duro es-fuerzo mental, sino que es dado gra-tuitamente. Como la luz solar cae li-bremente sobre un campo abierto, elconocimiento del Dios santo es un dongratuito hecho a los hombres dispues-tos a recibirlo. Pero, tal conocimientoes difícil porque existen condicionesque han de ser satisfechas y la natura-leza obstinada del hombre no las acep-ta con facilidad.

Permítanme presentar un breveresumen de estas condiciones, comoson enseñadas en la Biblia y repetidasa través de los siglos por algunos de

los hombres más santos que el mundoha conocido.

Primero, abandonemos el pecado.La creencia en un Dios santo que nopuede ser conocido por los hombresperversos no es novedad para la reli-gión cristiana. El libro hebreo Sabi-duría de Salomón, que antecede al cris-tianismo en muchos años, contiene elsiguiente pasaje: «Amad la justicia, losque juzgáis la tierra, pensad rectamen-te del Señor y con sencillez de cora-zón buscadle. Porque se deja hallar delos que no le tientan, se manifiesta alos que no desconfían de él. Pues lospensamientos tortuosos apartan deDios y el Poder, puesto a prueba, re-chaza a los insensatos. En efecto, enalma fraudulenta no entra la Sabidu-ría, no habita en cuerpo sometido alpecado; pues el Espíritu Santo que noseduca huye del engaño, se aleja de lospensamientos necios y se ve rechaza-do al sobrevenir la iniquidad.» El mis-mo pensamiento es encontrado en di-versos lugares de las Escrituras inspi-radas, siendo las palabras de Jesús pro-bablemente las más conocidas: «Bien-aventurados los de limpio corazón,porque ellos verán a Dios».

En segundo lugar, es preciso quehaya una entrega completa de toda lavida, por la fe, a Cristo. Es eso lo quesignifica «creer en Cristo». Implicauna asociación con él, voluntaria y

Conocer a Dios es al mis-mo tiempo la cosa más fá-cil y la más difícil sobre latierra.

55AGUAS VIVAS LEGADO

emotiva, acompañada del firme pro-pósito de obedecerle en todo. Estoexige que cumplamos sus mandamien-tos, carguemos nuestra cruz, y ame-mos a Dios y a nuestro prójimo.

En tercer lugar, debemos recono-cer que morimos para el pecado y es-tamos vivos para Dios en Cristo Je-sús; siguiéndose a eso una completaabertura de nuestra personalidad, tor-nándonos receptivos a la entrada delEspíritu Santo. Tendremos, entonces,que practicar la autodisciplina que elandar en el Espíritu requiere, y morti-ficar la concupiscencia de la carne.

En cuarto lugar, debemos repudiarcon vigor los valores mezquinos delmundo caído y desligarnos en espíri-tu de todo aquello que cautiva el cora-zón incrédulo, permitiéndonos sólo losplaceres simples de la naturaleza queDios otorga igualmente al justo y alinjusto.

En quinto lugar, debemos practi-car el arte de la meditación larga y lle-na de amor sobre la majestad de Dios.Eso exigirá algún esfuerzo, porque elconcepto de la majestad casi desapa-reció de la raza humana. El foco deinterés del hombre de hoy es su pro-pia persona. El humanismo en sus di-versas formas sustituyó la teologíacomo clave para la comprensión de lavida. Cuando en el siglo XIX el poetaSwineburge escribió: «Gloria al hom-bre en las alturas, porque el hombrees el Señor de las cosas», él dio almundo moderno su Te Deum. Todoeso tiene que ser cambiado por un actodeliberado de la voluntad, y manteni-do así a través de un paciente esfuer-zo mental.

Dios es una Persona y puede ser

conocido en un grado siempre crecien-te de intimidad, a medida que prepa-ramos nuestros corazones para el por-tento. Tal vez sea necesario cambiaralgunas creencias anteriores que po-seemos respecto de Dios, mientras lagloria que brilla en las Sagradas Es-crituras pasa a manifestarse en nues-tras vidas interiores. Tal vez tengamostambién que separarnos graciosa y si-lenciosamente del textualismo sin vidaque prevalece entre las iglesias evan-gélicas, y protestar contra el carácterfrívolo de muchas cosas que pasan porcristianismo entre nosotros. Con esotal vez perdamos amigos y ganemosuna reputación temporaria de«santulones»; pero el hombre que sedeje influenciar por la expectativa deconsecuencias desagradables en unacuestión como esta, sería indigno delreino de Dios.

En sexto lugar, a medida que elconocimiento de Dios se va tornandomás maravilloso, se vuelve imperati-vo que nuestro servicio a nuestro pró-jimo aumente. Este bendito conoci-miento no nos fue dado para que lodisfrutemos de modo egoísta. Cuantomás perfectamente conocemos a Dios,tanto más desearemos aplicar este nue-vo conocimiento a obras de misericor-dia para con la humanidad sufriente.El Dios que todo nos dio continuarádando todo a través de nosotros, en lamedida que vamos creciendo en suconocimiento.

Nosotros consideramos hasta aquíla relación que existe entre el indivi-duo y Dios; pero, como el perfume enla mano derecha, que «se traiciona»por su olor, cualquier conocimientointensificado de Dios luego afectará a

56 AGUAS VIVASLEGADO

aquellos que nos rodean en la comu-nidad cristiana. Y debemos buscardeliberadamente compartir la luz quecrece en nosotros con los demásmiembros de la casa de Dios.

La mejor manera de alcanzar eseobjetivo es manteniendo la majestad deDios en lugar destacado en todos nues-tros cultos públicos. No sólo nuestrasoraciones particulares deben alabar aDios, sino nuestro testimonio, nuestro

cántico, nuestra predicación y aquelloque escribimos deberá centralizarse enla persona de nuestro santo, santo Se-ñor; exaltando continuamente la gran-deza de su dignidad y poder. Hay unhombre glorificado a la diestra de laMajestad en los Cielos; representándo-nos fielmente allí. Fuimos dejados porun tiempo entre los hombres; vamos arepresentarlo fielmente aquí.

(Tomado de «The Knowledge of the Holy»).

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Amarlo más

Al concluir de pintar el célebre pintor Gustavo Doré un cuadro sobre Jesu-cristo, los amigos juzgaron esa obra como la consagración definitiva delartista, el clímax de su fama. Sin embargo, Doré sólo exclamó: «Lo habríahecho mejor si lo hubiera amado más».

Sólo Cristo

No la Iglesia, sino Cristo. No las doctrinas, sino Cristo. No las formas,sino Cristo. No las ceremonias, sino Cristo. Cristo, el Dios-hombre, dandosu vida por la nuestra – sellando la eterna alianza y dándonos paz a travésde la sangre de su cruz. Cristo, el depósito Divino de toda luz y verdad,«en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conoci-miento.» Cristo, el vaso infinito, lleno con el Espíritu Santo, Aquel queilumina, que enseña, que despierta, que conforta – de tal forma que «to-dos nosotros hemos recibido de su plenitud, y gracia sobre gracia». Éste,éste solamente, es el refugio del alma afligida – la roca sobre la cual ellapuede construir el hogar para habitar, hasta que el gran tentador sea apre-sado, y todo conflicto termine en victoria.

Horatius Bonar

¿Realmente esperando?

Todos los días, cuando los sacerdotes ofrecían incienso en el templo, laoración de la nación de Israel era que, de acuerdo con las profecías, elMesías viniese. Exteriormente, parecía que toda la nación de Israel estabaesperando la venida del Rey Mesías, pero en verdad pocos, muy pocos,sólo un remanente lo estaba realmente esperando, como se registra en lasEscrituras: Zacarías, Ana, Elisabet, María, José, Simeón y algunos pasto-res del templo. En cuanto a nosotros, ¿realmente estamos aguardando elromper del alba y la venida del Sol de Justicia?

Á Maturidade

57AGUAS VIVAS LEGADO

Lectura: 1ª Corintios 1:26-31

Qué es la iglesia? Es Cristo enunión viviente consigo mis-mo. Eso es la iglesia.

Usted no construye un edificio es-pecial y lo llama «la iglesia», ni tieneuna organización especial –una insti-tución religiosa– que usted llama «laiglesia». Los creyentes en unión vi-viente con el Señor ascendido consti-tuyen la iglesia. Esta es la realidad, nola figura.

Ahora, en unión con Cristo ascen-dido son sobrepasadas todas las limi-taciones humanas. Esta es una de lasmaravillas de Cristo ascendido comouna realidad viviente. Somos traídosa un reino de capacidades que son másque capacidades humanas, donde –a

causa de Cristo en nosotros– podemoshacer lo que nosotros nunca podría-mos hacer naturalmente.

Nuestras relaciones son relacionesnuevas –ellas son celestiales. Nuestrosrecursos son nuevos recursos –ellosestán en el cielo. Por eso es que Pabloescribió a los corintios que Dios haescogido lo necio y lo débil del mun-do, y lo que no es... para avergonzar alos sabios, para avergonzar a lo fuer-te, y para deshacer lo que es. ¿Por quélo hizo Dios así? Porque no es por lafuerza, ni a través del poder, sino porSu Espíritu... y para mostrar que haypoderes, fuerzas y habilidades suyasque desplazan a todos los grandes po-deres y habilidades de este mundo.

Lo débil y lo necio usa Dios para avergonzar al fuerte y al sabio.

¿Qué es la

T. Austin-Sparks

iglesia?

58 AGUAS VIVASLEGADO

Esa es la historia del pueblo deDios... y aquí es donde tanta gente seequivoca. Los hombres del mundoobservan a los cristianos y, general-mente, no piensan gran cosa de ellos.Los miden por las normas del mundoy dicen: «Bueno, ellos son muy pocacosa; no valen mucho».

Sin embargo, tal es el camino deDios, y el mundo no puede medir eso.Eso no puede ser hecho por la sabidu-ría humana, por su fuerza o su granhabilidad. Para ello, Dios ha escogidolas cosas débiles. ¿Por qué? Simple-mente porque las cosas débiles, en sudependencia, son los mejores instru-mentos –los medios óptimos– para per-mitirle a Dios mostrar que tales obrasno proceden en absoluto de la suficien-cia humana... sino totalmente de Él.

Por favor no se conforme con elhecho de que Dios ha escogido lo dé-bil y lo necio... y diga: «Bueno, yo soyeso; por consiguiente, todo está bien».El punto es: ¿Está usted, en la manode Dios, avergonzando al fuerte y alsabio? No es cosa de descansar ennuestra debilidad, nuestra necedad y

nuestra nadería, y sólo decir: «Esto seaplica a mí; está bien; es todo lo queimporta».

En realidad, eso no es todo lo queimporta. Lo importante es que yo –siendo débil– pueda conocer la uniónde la resurrección con Cristo en todosu poder y accionar; y, en esa unióncon él, sean realizadas –a través de mí–poderosas cosas espirituales. Ese es ellado positivo.

Nosotros podemos conocer al Se-ñor de una manera personal e íntima;podemos utilizar sus recursos de unamanera personal e íntima. Todo lo queél posee está íntimamente disponiblepara nosotros. Al estar unidos con Cris-to sobre el terreno de su obraexpiatoria, el cielo ya no está más ce-rrado.

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Los hombres del mundoobservan a los cristianos y,generalmente, no piensangran cosa de ellos.

Como recoger manzanas

Lutero decía que él estudiaba la Biblia de la misma manera como recogíamanzanas. Primero sacudía todo el árbol para que cayera todo lo que esta-ba maduro; después sacudía cada rama; después, cada racimo; finalmen-te, buscaba debajo de las hojas.

Del mismo modo, leed primero la Biblia entera como un todo, sacudiendotodo el árbol en la forma rápida como lo harías con cualquier otro libro.Después, sacudid las ramas, es decir, estudiad la Biblia libro por libro,prestando especial atención a cada capítulo. En seguida, sacudid cada ra-cimo, frases y oraciones. Y, al final, seréis recompensados buscando deba-jo de las hojas, es decir, escudriñando el significado particular de cadapalabra.

59AGUAS VIVAS LEGADO

Horatius Bonar

Hemos sido carnales e insen-sibles espiritualmente. Porasociarnos con mucha fre-

cuencia y mucha intimidad con elmundo, en gran medida acabamosacostumbrándonos con sus formas deactuar. Como resultado, nuestras per-cepciones espirituales han sido des-truidas y nuestras conciencias embo-tadas. La tierna sensibilidad de nues-tro corazón desapareció y fue susti-tuida por un grado de callosidad queantes nos encontrábamos incapacesde poseer.

Hemos sido egoístas. Hemos con-siderado preciosas nuestras vidas ynuestra comodidad. Hemos procura-do agradarnos a nosotros mismos. Nos

tornamos materialistas y ambiciosos.No nos hemos presentado a Dios como«sacrificios vivos», disponiendo denosotros mismos, de nuestro tiempo,de nuestra fuerza, de nuestras faculta-des y de nuestro todo sobre su altar ...así como Jesús, que no se agradó a símismo.

Hemos sido indolentes. No hemosprocurado juntar los fragmentos denuestro tiempo, a fin de que ningúnmomento fuese desperdiciado inútil-mente. ¡Preciosas horas y días han sidogastados sin propósito en conversacio-nes y placeres fútiles, cuando podríanser usados en la oración, en el estudioo en la predicación! Indolencia,autosatisfacción e indulgencia de la

Un desgarrador autoexamen del ministro escocés del siglo XIX,que hace recordar las oraciones de Daniel y Esdras.

ministerialesConfesiones

60 AGUAS VIVASLEGADO

carne están corroyendo nuestro minis-terio cual tumor canceroso, impidien-do la bendición y manchando nuestrotestimonio.

Hemos sido apáticos. ¡Aún nues-tra diligencia, cuán poco calor y brillotiene! No derramamos toda nuestraalma en nuestra actividad, lo que pro-duce tantas veces la impresión de meraforma y rutina. No hablamos ni hace-mos como personas fervientes. Nues-tras palabras son débiles, aun cuandoson verdaderas y fundamentadas.Nuestras expresiones son indiferentes,aún cuando las palabras están carga-das de significado. Falta amor – amorque es fuerte como la muerte; amorcomo aquel que hizo a Jeremías lloraren lugares secretos.

Hemos sido tímidos. El temor nosha llevado muchas veces a generali-zar verdades, que si fuesen declara-das específicamente, con certeza ha-brían traído odio y oprobio sobre no-sotros. Cuántas veces dejamos de de-clarar a nuestro pueblo el consejo deDios. Hemos rehusado reprobar, re-prender y exhortar con toda pacien-cia y verdad. Tenemos miedo de apar-tar amigos o despertar la ira de ene-migos.

Hemos escaseado en sobriedad.Cuán profundamente abatidos debe-ríamos sentirnos por nuestra liviandad,frivolidad, irreverencia, alegría super-ficial, conversaciones vanas y bromas;a causa de ellas cuántos serios perjui-cios hemos causado, el progreso de lossantos retardado y la miserable inuti-lidad del mundo reforzada.

Nos hemos predicado a nosotrosmismos y no a Cristo. Hemos busca-do aplausos, cortejado la honra, sidosolícitos con la fama, y envidiosos dereputación. Muchas veces hemos pre-dicado buscando atraer a las personashacia nosotros mismos, en vez de con-ducirlas hacia Jesús y su cruz. Cristono ha sido Alfa y Omega, principio yfin, de todos nuestros sermones.

No hemos estudiado y honradodebidamente la Palabra de Dios. He-mos dado mayor preeminencia a losescritos de los hombres, las opinionesde los hombres y a los sistemas huma-nos en nuestros estudios y meditacio-nes. Hemos mantenido más comunióncon el hombre que con Dios. Necesita-mos estudiar más la Biblia. Precisamossumergir nuestras almas en ella. Preci-samos no sólo hacer un depósito de elladentro de nosotros, sino impregnar conella toda la textura de nuestro interior.El estudio de la verdad en forma másacadémica que devocional le ha roba-do su vigor y su vida, generando a cam-bio frialdad y formalidad.

No hemos sido personas de ora-ción. Hemos permitido que negocios,estudios y actividades interfieran con

El estudio de la verdad enforma más académica quedevocional le ha robado suvigor y su vida, generan-do a cambio frialdad y for-malidad.

61AGUAS VIVAS LEGADO

nuestras horas a solas con el Señor.Una atmósfera febril ha invadido nues-tro tiempo devocional, perturbando ladulce calma de la bendita soledad.Sueño, conversaciones fútiles, visitassin propósito, bromas, lecturas livia-nas y ocupaciones inútiles ocupan eltiempo que podría ser redimido y de-dicado a la oración. ¿Por qué hay tan-ta palabrería y tan poca oración? ¿Porqué hay tanta agitación y carreras, ytan poca oración? ¿Por qué tantas re-uniones con nuestro prójimo, y tanpocos encuentros con Dios? Es la fal-ta de estas horas solitarias que tornannuestras vidas impotentes, nuestro tra-bajo improductivo y nuestro ministe-rio débil y estéril.

No hemos honrado al EspírituSanto. No hemos buscado su unciónen el estudio de la Palabra ni en la pre-dicación. Hemos contristado, menos-preciado, su papel como Maestro,Consolador, Santificador y el único

capaz de convencer de pecado o de laverdad. Por eso, por poco él se ha apar-tado de nosotros, dejándonos coger elfruto de nuestra propia perversidad eincredulidad.

Hemos sido incrédulos. Es la in-credulidad lo que nos vuelve tan fríosen la predicación, tan poco dispuestospara visitar y tan negligentes en todosnuestros deberes sagrados. Es la incre-dulidad la que congela nuestra vida yendurece nuestro corazón. Es la incre-dulidad la que nos lleva a luchar conrealidades eternas con tanta irreveren-cia. Es la incredulidad la que nos hacesubir al púlpito con pasos tan tímidos,cuando allí vamos a tratar con seresinmortales sobre asuntos referentes alcielo y al infierno.

Necesitamos personas que se dis-pongan y que se derramen; que se due-lan y que oren; que vigilen y que llo-ren por las vidas perdidas.

jjjInútil

C. H. Spurgeon cuenta la historia de un campesino que llevó su escopetaal armero para que la reparase. Éste la examinó y, viendo que estabademasiado estropeada, le dijo: «Su arma está muy gastada y maltrecha;en verdad, es inútil. ¿Qué tipo de arreglo quiere hacer?». «Bien», respon-dió el otro, «pienso que voy a necesitar de una nueva culata, un nuevocañón y un nuevo gatillo. Creo que con eso basta». «En ese caso», dijo elarmero, «es mejor que compre otra». «Ah», fue la respuesta, «nunca pen-sé en eso; y ahora pienso que es exactamente lo que quiero. Una nuevaculata, un nuevo cañón y un nuevo gatillo equivalen a un arma nueva. Esoes lo que voy a comprar».

Ese es justamente el tipo de arreglo que la naturaleza del hombre re-quiere. La vieja naturaleza precisa ser descartada como desgastada e in-útil, y el hombre recreado en Cristo Jesús. Pero, por más que estemosdispuestos a admitir esta verdad, pocas lecciones son más difíciles de apren-der.

À Maturidade

62 AGUAS VIVASMARAVILLAS DE DIOS

Al finalizar una conferencia bíblica, el predicador D. M. Stearns,recibió la siguiente pregunta: «Si usted hubiese orado todasu vida por la salvación de un ser querido, y de pronto reci-

be la noticia de que aquella persona –que llevaba una vida pecami-nosa– ha muerto sin dejar ninguna evidencia de haberse arrepenti-do de sus pecados, ¿qué pensaría de la oración, del amor de Dios yde su promesa de atender a nuestras peticiones?».

Era una pregunta muy difícil, y todos los presentes en aquelsalón se sintieron muy interesados en oír la respuesta.

«Mi hermana –comenzó él–, yo esperaría encontrar a aquel serquerido en el cielo. Yo creo en un Dios que atiende nuestras peti-ciones, y si él colocó en mi corazón la carga de orar por ese serquerido, es porque, sin ninguna duda, tenía la intención de salvar-lo».

Y en seguida, narró la siguiente historia:

Hace mucho tiempo atrás, vivía en Filadelfia una mujer creyenteque tenía un hijo rebelde. El joven, aunque había sido criado en elevangelio, nunca confió en Cristo como su Salvador, y se apartó deDios llevando una vida totalmente pecaminosa. Entró a la marina,tornándose un marinero impío, irresponsable y sin temor de Dios.

Cierta noche, la mujer despertó en medio de la noche con uninmenso peso en el corazón. Totalmente despierta, se acordó de suhijo y luego tuvo la impresión de que él estaba pasando por ungran peligro. Entonces se levantó y se puso a orar por él, para queDios lo guardase y librase, cualquiera fuese el problema.

Después de pasar un buen tiempo orando, y aunque no teníauna comprensión clara de lo que pasaba, tuvo una fuerte sensaciónde paz y descanso acompañada por la certeza de que Dios habíaatendido su oración. Volvió a acostarse y se durmió tranquilamentehasta la mañana.

En los días siguientes, seguía pensando por qué sería que habíadespertado en medio de la noche para orar. Sin embargo, no volvióa sentir aquella necesidad imperiosa de orar por su hijo. En cam-bio, sentía el deseo de glorificar a Dios por una bendición que Diosya había derramado sobre él.

Pasaron algunas semanas. Un día, aquella madre oyó tocar lapuerta y, cuando abrió, allí estaba su hijo. Él entró, y luego le fuecontando: «Madre, ahora soy salvo».

Luego le relató lo que le había sucedido. Algunas semanas an-

SALVADO EN ALTA MAR

63AGUAS VIVAS MARAVILLAS DE DIOS

tes, en pleno Océano Atlántico, su navío enfrentó una fuerte tem-pestad, siendo arrojado de lado a lado. Todo indicaba que no esca-parían. Uno de los mástiles se soltó y el capitán llamó a algunosmarineros –uno de los cuales era él– para ir a cortarlo. Pero en elmomento en que salían –gritando y profiriendo insultos contra Diospor tener que salir con un tiempo como ése– el navío dio un virajesúbito. Una gran ola agarró al joven y lo arrastró al mar.

En el agua, mientras se debatía desesperadamente contra lafuerza de las ondas, se le vino un pensamiento: «¡Estoy eternamen-te perdido!». De repente, se acordó de un himno que había cantadomuchas veces cuando era niño.

«Tendrás vida en mirar a Jesús, Salvador;Él dice: Vida eterna yo te doy;Pues entonces, pecador, considera ese amor;Mira a Jesús que en la cruz expiró»

En agonía, él clamó a Dios. «¡Oh Dios, yo miro, miro a Jesús!».En el mismo instante, se sintió levantado por una ola, y perdió laconciencia.

Horas después, una vez que hubo amainado la tempestad, losotros marineros subieron a la cubierta para hacer aseo y lo encon-traron allí caído cerca de la proa. Evidentemente, así como las olaslo habían llevado para el mar, lo habían traído de vuelta a la embar-cación. Los marineros lo llevaron a su camarote y le dieron algopara reanimarlo. En el momento en que recuperó el sentido, la pri-mera cosa que dijo fue: «¡Gracias a Dios! ¡Estoy salvo!».

A partir de aquel instante, pasó a tener la firme seguridad de susalvación, algo de suprema importancia para él.

Apenas el joven terminó de relatar su odisea, la madre le contócómo había orado por él aquella noche. Comparando las fechas,verificaron que fue la misma noche en que él estuvo a punto demorir, cuando Dios oyó su súplica y lo salvó.

«Vamos a suponer ahora» continuó el predicador, «que el jovenno hubiese sido lanzado de vuelta al navío, y que él se hubieseahogado ahí mismo. Todos pensarían que él se había perdido enpecado. En verdad, Dios, en su bondad, no sólo lo salvó, sino queademás permitió que volviese y diese testimonio de su maravillosagracia salvadora».

Aunque reconocemos que fue Dios quien, en su soberanía, re-solvió revelar a la madre que su oración fue respondida, estamosconscientes también de que sólo tendremos conocimiento de larespuesta a algunas oraciones cuando nos encontremos con el Se-ñor.

(Tomado de «O Mayor Privilégio da Vida», DeVern Fromke).

64 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

El

George Matheson no fue, lo quese pudiera decir, una granlumbrera en el universo cris-

tiano. Su figura no resalta particular-mente entre las muchas que hay en lahistoria de la Iglesia. Su vida no tieneesos promontorios heroicos que tienenotras vidas, y que impresionan a mu-chos.

Su vida fue más que un trueno, unsilbo apacible. Más que una tempes-tad, fue una llovizna diáfana. No des-tacó ni como un gran predicador (aun-que predicó algunos mensajes nota-bles), ni un gran escritor (aunque es-cribió algunas cosas destacables). Suvida estuvo más bien marcada por elsufrimiento callado, por la cruz lleva-da en silencio. Es conocido general-mente como el «predicador ciego», y

también como el autor de dos himnosmuy conocidos.

Pero ¿qué hay detrás del hombreque arrastraba una discapacidad tancruel? Cuando nos asomamos a suvida encontramos una fuente verda-dera de gozo y paz, de aquiescencia yconformidad con la voluntad de Dios.Fue un hombre que aprendió a decirle«Sí» a Dios, con una sonrisa en loslabios.

George Matheson nació enGlasgow (Escocia) en 1842; era unode los ocho hijos de un comerciantedel mismo nombre. Primero fue edu-cado en una escuela pequeña enCarlton Place. Entonces, después detrasladarse a St. Vincent Crescent, fuea la Academia de Glasgow, y poste-riormente a la Universidad de

Semblanza de George Matheson, el predicador ciego, ilumina-do por la luz de Dios.

arco iristras la lluvia

65AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Glasgow. Se graduó como BA en 1861con distinción en Filosofía, y MA en1862.

Días de dolorEl primer nubarrón en el horizon-

te para Matheson fue una tempranaceguera, por inflamación en la retina,que comenzó a manifestarse desde suprimer año de vida. Usaba unos len-tes muy gruesos, y se sentaba muycerca de la ventana en la escuela. Porlargo tiempo, conservó alguna capa-cidad de visión, pero muy tenue. Ensus estudios, siempre dependió deotros, especialmente de sus hermanas,las cuales asumieron la discapacidadde su hermano como un desafío per-sonal. Ellas mismas se dieron a la ta-rea de estudiar las materias para ayu-darlo. Más tarde, aprenderían latín,griego y hebreo a fin de hacerlo me-jor.

Una vez graduado en la Universi-dad de Glasgow decidió proseguir susestudios en la Universidad deEdimburgo. Más tarde, estudió teolo-gía. Como estudiante de teología fuemuy aventajado. Llevado por su afánde investigación, escribió un valiosotratado titulado «El Crecimiento delEspíritu de la Cristiandad». Su libroera brillante, pero tenía algunos erro-res importantes. Cuando algunos crí-ticos señalaron los errores y lo acusa-ron de ser un estudiante inexacto, élquedó acongojado. Uno de sus ami-gos escribió: «Cuando él vio que paralos propósitos de estudio su cegueraera un impedimento, se retiró del cam-po (de la investigación) – no sin do-lor, pero definitivamente».

Este fue un segundo aguijón dolo-

roso en la vida de Matheson. No sóloestaba la ceguera, como un recordato-rio permanente de su desgracia, sinoque ahora, esa ceguera le impedíaavanzar en sus estudios como hubiesequerido.

Sin que él pudiera comprenderloen ese momento, Dios estaba dirigien-do su vida por otro camino, más alláde la investigación académica. Elmundo cristiano perdió un teólogo,pero ganó un pastor, predicador y poe-ta, de gran inspiración.

Por este tiempo, Matheson tuvootro gran dolor. Un día su médico ledijo: «Lo mejor que puede hacer esvisitar a sus amigos lo más rápidamen-te, porque en breve la oscuridad ven-drá sobre usted, y nunca más podráverlos». Esa fue la manera que el mé-dico utilizó para decirle que en brevequedaría totalmente ciego. En estetiempo, Matheson se hallaba de noviocon una hermosa joven. Él le contó aella la calamidad que le sobrevendría,dándole la oportunidad de deshacer elnoviazgo. Ella lo hizo, pues «no esta-ba dispuesta a cargar toda la vida conun marido ciego». Pero esta tristezallevó a Matheson a profundizar aúnmás su devoción a Dios.

Por fin, años de sufrimien-to habrían de dar a luz unabella flor que no se mar-chitaría. O, en lenguaje bí-blico, el grano de trigo quehabía caído para morir, co-menzaría a dar fruto.

66 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Días de fructificaciónAl principio, fue ayudante en la

iglesia de Sandyford, donde sorpren-dió a todos porque a pesar de su ce-guera podía cumplir cualquier deberque se le asignara. Su primer cargo fueen el pueblo de Inmellan, en 1868.Ganó rápidamente fama como predi-cador y hacía como si leyera los men-sajes, de manera que muchos no sepercataban de su discapacidad. Mu-chos venían año a año a Innellan paralas fiestas de fin de año, porque lesgustaba oír a «Matheson de Innellan»,y su nombre llegó a ser muy conocidoen Escocia. Tanto así, que en 1879 laUniversidad de Edimburgo le confi-rió el título honorario de Doctor enDivinidad.

Durante todo este tiempo fue muyayudado por su hermana mayor, conquien vivía y quien escribía al dictadosus ensayos y sus sermones primeros.Él tenía una memoria maravillosa. Suhermana ordenaba la casa y le ayuda-ba con la parroquia. Escribió centena-res de artículos y muchos libros conla ayuda de una secretaria y más tardepor Braille y máquina de escribir.

En 1882, Matheson vivió una ex-periencia muy profunda, que marca-ría su vida. Por fin, años de sufrimien-to habrían de dar a luz una bella florque no se marchitaría. O, en lenguajebíblico, el grano de trigo que habíacaído para morir, comenzaría a dar fru-to. En junio de ese año compuso laletra del famoso himno «Amor, queno me dejarás».

George mismo cuenta cómo fueaquello: «Fue compuesto en la casaparroquial de Innellan, Escocia, en latarde del 6 de junio, 1882, cuando te-

nía 40 años de edad. Yo estaba solo encasa en ese momento. Era la noche dela boda de mi hermana, y el resto de lafamilia se quedaría por una noche enGlasgow. Algo me pasó que sólo fueconocido por mí, y que me causó elmás severo sufrimiento mental. Elhimno fue el fruto de ese sufrimiento.Fue la porción de trabajo más rápidoque hice en mi vida. Yo tuve la impre-sión de oírlo dictado a mí por algunavoz interior en lugar de salir de mí.Estoy seguro que la obra entera secompletó en cinco minutos, y tambiénseguro que nunca recibió de mi manoalgún retoque o corrección. Yo no ten-go ningún don natural del ritmo. To-dos los otros versos que yo he escritoalguna vez han sido artículos manu-facturados; este vino como un manan-tial de lo alto».

No sabemos qué fue lo que causóese severo sufrimiento mental enMatheson. Muchos han dicho que fue-ron los recuerdos del rechazo de sunovia de juventud. Otros lo atribuyenal matrimonio de su hermana, quienhabía cuidado de él los últimos 20años, y cuya ausencia se le tornabainsoportable. Aún otros dicen que esesufrimiento provenía de su preocupa-ción por las incursiones que eldarwinismo estaba haciendo en la igle-sia. Sea lo que fuere, Dios utilizó esegran dolor para dar a luz una obra in-mortal.

He aquí el himno, en una traduc-ción literal del original en inglés:

Oh, amor que no me dejaráOh amor que no me dejará ir,mi alma fatigada descanso en ti;te devuelvo la vida que a ti debo.

67AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Que en las profundidades de tu océanomás rica, más llena, pueda fluir.

Oh Luz que ha seguidotodos mis caminos,yo rindo mi antorcha fluctuante a ti;mi corazón restaura su rayo prestado,que en tu luz brillante un díapueda ser más luminoso, más hermoso.

Oh gozo que me buscaa través del dolor,yo no puedo cerrar mi corazón a ti;rastreo el arco iris a través de la lluvia,y siento que la promesa no es vana,que el mañana sin lágrimas será.

Oh Cruz que levantó mi cabeza,yo no me atrevo pedir huir de ti;me postro en el polvo,la gloria de la vida está muerta,y de la tierra florece roja allíla vida que jamás tendrá fin 1.

Las palabras de este poema, comoen la mayoría de los poemas deMatheson, no son fáciles de entender enuna primera lectura, pero se hacen másclaras después de meditarlas. El textousa metáforas para un Dios que no de-jará a su hijo desamparado: primero elAmor, luego el Gozo, luego la Cruz.

Examinando su vida pasada,Matheson escribió una vez que la suyaera «una vida obstruida, una vida cir-cunscrita… pero una vida de encen-dida esperanza, una vida que ha gol-peado persistentemente contra la ma-rea de las circunstancias, pero que aunen el momento del trabajo abandona-do no ha dicho «Buenas noches» sino«Buenos días».

¿Cómo podía mantener él la espe-ranza viva en medio de las tales circuns-tancias y pruebas? Este himno nos dauna pista. «Yo rastreo el arco iris a tra-vés de la lluvia, y siento que la promesano es vana, que el mañana sin lágrimasserá». ¡La imagen del arco iris es uncuadro del compromiso del Señor!

La melodía para el poema deMatheson, fue compuesta también demanera muy rápida. Su compositor,Alberto Lister Peace, dijo que «la tin-ta de la primera nota aún no estaba secacuando yo había terminado la melo-día». Le pidieron que proporcionarauna melodía para las palabras deMatheson. Él estaba sentado en la pla-ya en la isla de Arran leyendo las pa-labras, cuando la melodía entró en sumente. Matheson siempre dijo que elhimno se debía principalmente al Dr.Peace.

¡Oh amor! que no me dejarás,descansa mi alma siempre en ti;es tuya y tú la guardarás,y en el océano de tu amormás rica al fin será.

¡Oh luz! que en mi sendero vas,mi antorcha débil rindo a ti,su luz devuelve el corazónseguro de encontrar en timás bello resplandor.

¡Oh gozo! que a buscarme a míviniste con mortal dolor;tras la tormenta el iris viy ya el mañana, yo lo sé,sin lágrimas será.

¡Oh Cruz! que miro sin cesar,mi orgullo, gloria y vanidadal polvo dejo, por hallarla vida que en su sangre dioJesús mi Salvador.

1 Ofrecemos aquí la versión de Vicente Mendoza, adaptada a la melodía.

68 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

En 1885, fue convocado para pre-dicar en Crathie, por sugerencia de laReina. Ella quedó tan impresionadapor el sermón que solicitó una copiaimpresa. Era «La Paciencia de Job».La lección del antiguo patriarca noera un conocimiento mental, sino devida.

En 1886, fue llamado a la iglesiade St. Bernard, Edimburgo, la cual seabarrotaba de gente cada domingo.En 1890 Matheson escribió el otro desus famosos himnos: «Cautívame,Señor».

Cautívame, Señor,y entonces seré libre.Oblígame a rendir mi espada,y seré un vencedor.Me hundo en los temores de la vidacuando quedo solo;aprisióname en tus brazos,y mi mano será fuerte.

Mi corazón es débil y pobrehasta que encuentra a su amo;no tiene fuente de acción segura,varía con el viento.

No puede moverse librehasta que tú forjes sus cadenas;esclavízalo con tu amor inigualable,y reinará inmortal.

Mi poder es débil y medrosohasta que yo aprenda a servir;carece de fuego necesario para brillar,y de brisa para atreverse.No puede empujar el mundohasta que él mismo sea empujado;su bandera sólo puede desplegarsecuando tú soplas desde el cielo.

Mi voluntad no es míahasta que tú la hagas tuya;si alcanzara el trono de un rey,debería su corona resignar.En medio de la lucha,ella sólo está firmecuando en tu pecho se ha recostado,y encuentra en ti su vida. 2

Las frases iniciales de este himno pue-den confundir a algunos lectores:«Cautívame, Señor, y entonces serélibre; oblígame a rendir mi espada, yseré un vencedor» (Traducción literal).

2 Cautívame, Señor,y libre en ti seré;anhelo ser un vencedor,rindiéndome a tus pies.No puedo ya confiartan sólo en mi poder,en ti quiero descansar,y fuerte habré de ser.Mi débil corazónvacila sin cesar,cual nave sin timónen turbulento mar.Concédele, Señor,perfecta libertad;envuélvele en tu santo amor,y libre así será.

Sin fuerzas para amar,y así mejor vivir;tú solo puedes inspirarel gozo de servir.Quisiera desplegarmis alas, oh Señor,mas sólo así seráal soplo de tu amor.Cautívame, Señor,que en ti mi voluntadtendrá un bautismo de vigor,firmeza y santidad.Podrá la tentaciónmi vida sacudir;no habrá más cierta protecciónque la que encuentre en ti.

(La melodía de ambos himnos se puede oír en http://www.cyberhymnal.org/bio/m/a/t/matheson_g.htm).

69AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Uno puede preguntarse: ¿Cómo esposible ser esclavo y ser y libre, gana-dor y perdedor, al mismo tiempo?

Don Hustad comenta: «Hay mu-chas paradojas en la Biblia. «Cuandosoy débil, entonces soy fuerte» (2 Cor.12:10). «Porque todo el que quierasalvar su vida, la perderá» (Mat.16:25). «Él que es más pequeño entretodos vosotros, ése es el más grande»(Lucas 9:48). Jesús dijo en Juan 12:24:«De cierto, de cierto, os digo, que si elgrano de trigo no cae en la tierra ymuere, queda solo; pero si muere, lle-va mucho fruto».

«He aquí uno de los fenómenosde la naturaleza; un grano de trigodebe desintegrarse y descomponer-se en la tierra para reproducirse.¡Debe morir para continuar vivien-do! Sin duda George Matheson, elescritor del himno, aprendió esta lec-ción a través de su propia experien-cia personal».

Vince Gerhardy dice, por su parte:«George Matheson pensaba en sudiscapacidad como su aguijón en lacarne, como su cruz personal. Duran-te varios años, él oró para que su vistafuese restaurada. Como la mayoría denosotros, supongo, creía que la felici-dad personal sólo vendría a él cuandoel impedimento hubiese sido quitado.Pero entonces, un día, Dios le envióuna nueva visión: ¡El uso creativo desu impedimento podía realmente vol-verse su medio personal de lograr fe-licidad!»

«Así que, Matheson llegó a escri-bir: «Mi Dios, yo nunca te he agrade-cido por mi espina. Te he agradecidopor mis rosas, pero ni una vez por miespina. He estado esperando por unmundo donde conseguir una compen-sación para mi cruz, pero nunca hepensado en la propia cruz como unagloria presente. Enséñame la gloria demi cruz. Enséñame el valor de mi es-pina».

Días de pazGeorge Matheson había encontra-

do el tipo de felicidad de Dios – el tipode felicidad que no sólo es una espe-ranza futura, sino también una reali-dad aquí y ahora. Llegó a tener tal pazde espíritu, que fue conocido por suoptimismo, y por su espíritu grácil einspirador.

En los últimos años de su vida,Matheson recibió numerosos homena-jes, y realizó muchos trabajos litera-rios. Sus escritos, de corte devocional,revelan una profunda sensibilidad, yuna visión muy lúcida de Cristo, suSeñor.4 Sin embargo, él es recordadoespecialmente por sus dos bellos him-nos.

Matheson murió súbitamente deapoplejía el 28 de agosto de 1906,mientras descansaba en NorthBerwick, y fue sepultado en el cemen-terio de Glasgow.

4 Ofrecemos a continuación de esta biografía, tresescritos breves de Matheson.

jjj

70 AGUAS VIVASESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Las alas para mañana

George Matheson

Usted y yo no podemos vivir ni uninstante en el presente; si no avanzamos,vamos a retroceder. Nuestras alternativasson esperanzas o recuerdos. Canaán oEgipto, la tierra de la promesa, o la tierraen retrospectiva. El lugar intermediarioes siempre un desierto – un desiertoestéril. El pensamiento no puede habitarallí, ni nunca procura habitarlo. Él debetener las alas para mañana o las alas paraayer; él debe «volar» si desea descansar.

¡Sean mías, entonces, las alas paramañana, oh mi Dios! Si primero yoconsiguiere las alas para mañana,entonces podré también volver. Elrecuerdo no puede traer esperanza, perola esperanza puede adornar el recuerdo –aun los mismos recuerdos oscuros.

Egipto, visto desde las montañas deCanaán, puede parecer muy lindo; susfatigas pueden ser glorificadas, susdolores justificados. Si tú me estáspreparando para un cielo de amorsacrificial, estas luchas, estos dolores, yaestán justificados. Si mi Canaán fuese unmero lugar de placer, cada lágrimaderramada en Egipto sería un desperdiciode tiempo. Pero cuando, como Caleb, veoa través de las barras de cristal de Tuciudad y veo que la cruz es la corona deella, yo entiendo todo.

Yo comprendo por qué tus rosas hansido rojas, no blancas. Yo entiendo porqué las gotas de sangre salpicaron eljardín de la vida. Yo comprendo por quémi voluntad ha sido tan frecuentementefrustrada, por qué mis planes fueronmalogrados tantas veces, por qué micamino ha sido tan interrumpido. Esporque Tu tierra de Canaán es una tierrade sacrificio y yo me estoy preparandopara este sacrificio. Es porque la rosa de

Tu cielo es la flor de la pasión delCalvario. Es porque el centro de Tu tronocontiene un Cordero que fue inmolado.Es porque los mensajeros de Tu voluntadson espíritus ministradores. Es porque Tuvida de resurrección mantiene las marcasde los clavos. Es porque los más humildesson los mayores en el reino de Tu gloria.La esclavitud de Egipto será un recuerdode oro cuando yo acepte la visión de Tutierra de Canaán.

Cabalgando sobre latormenta«...Se unieron en esta ciudad contra tu san-to Hijo Jesús... Herodes y Poncio Pilato...para hacer cuanto tu mano y tu consejohabían antes determinado que sucediera»(Hechos 4:27-28).

La frase termina de manera opuestaa lo que diría el sentido común. Nosotrosesperaríamos leer así: «Contra tu santoHijo Jesús se unieron Herodes y Pilatopara torcer el curso de tu divinavoluntad». En lugar de eso, leemos:«Contra tu santo Hijo Jesús se unieronHerodes y Pilatos para hacer cuanto tumano y tu consejo habían antesdeterminado que sucediera». La idea esque el esfuerzo de ellos para oponerse ala voluntad de Dios demostró ser un golpede alianza con ella. Las medidas quetomaron para arruinar la nave sevolvieron la forma de asegurar que éstase mantuviese a flote.

Ellos se confabularon en un consejode guerra contra Cristo; pero, sin tenerconciencia de ello, firmaron un tratadopara la promoción de la gloria de Cristo.Pensaban que estaban haciendo untestamento en favor de los enemigos deCristo; y estaban realmente dejando todasu riqueza al Hombre de Nazaret. Ellosdecretaron que él debía morir; ese decreto

71AGUAS VIVAS ESPIGANDO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

fue su contribución de hojas de palma.Mi hermano, Dios nunca frustra las

circunstancias adversas; ése no es sumétodo. Me impresionan a menudo estaspalabras: «Él cabalga en las alas delviento». Son muy sugerentes. NuestroDios no abate las tormentas que selevantan en contra suya; él monta sobreellas, él obra a través de ellas.

A menudo nos sorprende que sepermita abrir tantos caminos espinosospara los buenos: cómo José, el muchachosoñador, es puesto en un calabozo; cómoese hermoso niño Moisés es lanzado enel Nilo. Usted habría esperado que laProvidencia detuviera la apertura de esosfosos destinados para destrucción. Bueno,él podría haber hecho así; él podría haberdicho a la tormenta: «¡Detente!». Perohabía una forma más excelente: montarsobre ella.

La ley natural«Jehová trajo un viento oriental... y al ve-nir la mañana, el viento oriental trajo la lan-gosta» (Éxodo 10:13).

Se inclina uno a preguntar: ¿Por quétraer el viento del este? Dios estaba apunto de enviar una providencia especialpara la liberación de su pueblo de Egip-to. Estaba a punto de azotar a los egip-cios con una plaga de langostas. Las lan-gostas iban a ser su especial providencia,la evidencia de su poder supremo. ¿Porqué entonces, no trae las langostas enseguida? ¿Por qué provoca la interven-ción de un viento oriental? ¿No parece-ría más majestuoso si simplemente hu-biera sido escrito: «Dios mandó una pla-ga de langostas creada con el propósito

de liberar a su pueblo»? En lugar de eso,su acción toma la forma de la ley natural:«El Señor trajo un viento oriental... y alvenir la mañana, el viento oriental trajola langosta».

¿Por qué envía su mensaje en un ca-rro común cuando podía volar en alas ce-lestiales? ¿No son algo desilusionanteslas palabras «al venir la mañana»? ¿Porqué debía el acto de Dios ser tan largoobrando la cura? ¿No es el pasaje enteroun estímulo para que los hombres digan:«Oh, todo eso se debió a causas natura-les»? Sí, y para agregar, «todas las cau-sas naturales son causas divinas».

Entonces, ¿por qué ha sido escritoeste pasaje? Es para mostrarnos que cuan-do vemos un beneficio divino que pasapor un viento oriental, o cualquier otroviento, no debemos pensar que procedemenos directamente de Dios.

Es para enseñarnos que, cuando no-sotros pedimos la ayuda de Dios, hemosde esperar que la respuesta sea enviada através de cauces naturales, a través decauces humanos. Para decirnos que, cuan-do los cielos reales están callados, nohemos de decir que no hay voz de nues-tro Padre.

Hemos de buscar la respuesta a nues-tras oraciones, no en una apertura del cie-lo, no en las alas de un ángel, no en untrance místico, sino en los accidentesaparentes de cada día, en el encuentro conun amigo, en el cruce de una calle, en eloír un sermón, en la lectura de un libro,en escuchar una canción, en la contem-plación de una bella escena.

Debemos vivir en la expectativa so-lemne que, cualquier día de nuestras vi-das, las cosas que nos rodean pueden serlos mensajeros de Dios.

jjj

72 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

Palabra-Clave: Obediencia Versículo-Clave:10:12-13

Este es el libro de la segunda ley. Como las primeras tablas fueron que-bradas y sustituidas, así también la ley quebrada fue enfatizada por larepetición. La palabra «recuerda» ocurre cerca de 18 veces, y la libera-ción de Egipto es constantemente recordada como motivo de obediencia.(Compare con 5:15). A Israel, próximo ya a poseer la tierra de Canaán, sele recuerda que esta es la condición para la entrada y permanencia. Antesde entregar esa nueva generación bajo la responsabilidad de Josué, Moi-sés repite la ley moral.

El capítulo central es el 29, es elpacto con Dios. Allí, en pocaspalabras, Moisés abrevia el tema

central del libro como un todo.Cuatro apelaciones a Israel compo-

nen la mayor parte de este libro. Y sonpresentados siete principios de obedien-cia: 1. La paternidad de Dios y su dere-cho de propiedad sobre su pueblo; 2. Eldeber de separarse para él y para su ado-ración; 3. La adoración debe ser locali-zada y centralizada; 4. Todas las reliquiasidólatras deberían ser destruidas; 5. To-dos los hechos de idolatría serían trata-dos como traición contra Dios y castiga-dos como delitos dignos de muerte; 6.Todas las relaciones éticas serían regula-das por la ley de Dios; 7. La fraternidaddel hombre sometida a la paternidad deDios.

Siendo este el libro de la obedien-cia, las palabras «mandamiento», «es-tatutos», etc., se encuentran aquí conmayor frecuencia que en cualquier otrolibro excepto los Salmos. La ley debe-ría ser inscrita en el Monte Ebal, elmonte de la maldición, pues el fin de la

ley es la condenación. La obediencia queel hombre puede rendir, asegura sólo unbien temporal; consecuentemente, entrelas bendiciones pronunciadas, no encon-tramos vida eterna. (Compare con 28:1-13).

La profecía sobre el advenimiento delgran profeta, en 18:15-19, se refiere, enúltimo análisis, a Cristo. (Hechos 3:22-23). Él actúa sólo como mediador, orga-nizador y administrador de la casa deDios; él sólo cumple la previsión y la ex-pectativa que eso inspira, y reivindica laobediencia implícita aquí ordenada. Esdigno de nota que Sus tres respuestas aSatanás en la tentación, son todas flechaslanzadas de la aljaba de este libro; 8:3;6:16; 6:13.

Tres fiestas son ordenadas, capítulo16:1-7: La Pascua, el Pentecostés o fies-ta de las semanas, y la Fiesta de losTabernáculos. La Pascua es la primera,pues la base de la relación del creyentecon Dios está en la redención por la san-gre. Pentecostés era la recolección de lasprimicias, y la Fiesta de los Taber-náculos era la recolección completa de

Deuteronomio

Claves para el estudio de la Palabra

A. T. Pierson

73AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

la cosecha. Juntas ellas tipifican una Re-dención Completa: primeramente, porla pasión de la cruz; en segundo lugar,por la venida del Espíritu Santo; en ter-cer lugar, por el triunfo final del Reyque viene; o sufrimiento, gracia y glo-ria.

Este libro está lleno de ricas leccio-nes morales y espirituales. La Ley esrecapitulada, reforzada a la luz de la ex-periencia, tanto de misericordia como dejuicio, no por el lado teórico, sino por ellado práctico (30:15, 16).

Divisiones:1. Dt. 1-4: Resumen del vagar en el de-

sierto.2. Dt. 5: Repetición del Decálogo.3. Dt. 6-26: Leyes, etc., como la con-

ducta en Canaán.4. Dt. 27-28: Bendiciones y maldiciones.5. Dt. 29-30: Pacto con Dios.6. Dt. 31-32: Exhortación y el «cánti-

co» de Moisés.7. Dt. 33: Su «bendición» final.8. Dt. 34: Narración complementaria

sobre la muerte de Moisés.

jjj

La sabiduría del pájaro sol

La tensión acallada no es confianza. Es solamente ansiedad comprimida.Con bastante frecuencia pensamos que estamos confiando, cuando en rea-lidad solamente estamos controlando nuestro pánico. La verdadera fe nosolamente da un exterior sereno, sino que también da quietud en el cora-zón.

Amy Carmichael da una hermosa ilustración de la naturaleza acerca deesta clase de confianza. El pájaro sol, uno de los mas pequeños, originariode la India, construye un nido colgante sostenido por cuatro frágiles he-bras. Es una obra de arte realmente delicada, con techo, un porche que unpoco de agua o el toque de un niño podría destruir. La señorita Carmichaelvio que uno de estos pajaritos estaba construyendo su nido justo al co-mienzo de estación del monzón. Pensó inmediatamente que por primeravez había fallado la sabiduría del reino animal, porque ¿cómo podría soste-nerse una estructura tan delicada en tal estación con vientos y lluviastorrenciales?

Llegó el monzón, y desde su ventana, miraba el nido que se balanceabaen su rama movido por el viento. Entonces notó que el nido había sidocolocado de tal manera que las hojas que estaban más arriba formabanpequeñas canales que impedían que el agua cayera sobre el nido. Allí esta-ba el pájaro sol echado, con su cabecita en el porche, y cada vez que unagota caía sobre su pico largo y curvado, lo succionaba como si fuera néctar.Las tormentas se desataron con toda su furia, pero el pájaro sol seguíaechado sin temor, tranquilo, incubando sus huevitos.

Tenemos un reposo de mente y alma más sustancial que el del pájarosol. ¡Tenemos las promesas de Dios! Ellas bastan, no importa cuán terriblesea la tempestad.

(J.C. Macaulay)

74 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

El

Salmo 1

Este Salmo puede ser consideradocomo el Salmo prefacio, puestoque en él hay una idea del conte-

nido de todo el libro. El deseo delSalmista es enseñarnos el camino a labienaventuranza y advertirnos de la des-trucción segura de los pecadores. Esteprimer Salmo puede ser considerado, enciertos aspectos, como el texto sobre elcual el conjunto de los Salmos forma unsermón divino. «El Salmista dice más, yde modo apropiado, sobre la verdaderafelicidad, en este corto Salmo, que nin-guno de los filósofos, o que todos ellosjuntos; éstos no hacen más que andarsepor las ramas; Dios va certeramente alpunto y dice lo esencial» (John Trapp).

Salmo 2Podemos llamarlo el «Salmo del

Mesías Príncipe», porque presenta, comoen una visión maravillosa, el tumulto delos pueblos que se levantan contra el Se-ñor ungido, el propósito decidido de Diosde exaltar a su propio Hijo, y el reinadofinal de este Hijo sobre todos sus enemi-gos. Leámoslo con los ojos de la fe, con-

templando, como en un espejo, el triun-fo final de nuestro Señor Jesucristo so-bre todos sus enemigos.

Salmo 3Salmo de David cuando huía de de-

lante de Absalón, su hijo rebelde. Daviden esto era un tipo del Señor Jesucristo.El también huyó; él también pasó el vadodel Cedrón en dirección al Getsemaní.Él también bebió las aguas del arroyo ensu camino, y, por tanto, levantó su cabe-za. Muchos estudiosos, titulan este Sal-mo «el Himno matutino». ¡Ojalá nosdespertemos siempre con la santa con-fianza en nuestros corazones y un cánti-co en nuestros labios!

Salmo 4Si el tercer Salmo puede ser titulado

el Salmo matutino, éste, por su conteni-do, merece a su vez el título de «Himnovespertino». En el primer versículo Da-vid pide ayuda a Dios. En el segundo in-crepa a sus enemigos, y sigue dirigién-dose a ellos hasta el fin del versículo 5.Luego, desde el versículo 6 en adelante,se deleita contrastando su propia satis-

Estudiando los Salmos con C.H. Spurgeon

Tesorode David

75AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

facción y seguridad con la inquietud delos impíos aun en el mejor de los estadosen que puedan hallarse.

Salmo 5Para la mente devota hay aquí una

visión preciosa del Señor Jesús, del cualse dice que en los días de su carne ofre-ció oraciones y súplicas con gran clamory lágrimas.

Salmo 6Este salmo es llamado comúnmente

el primero de los «Salmos penitenciales»,y ciertamente su lenguaje corresponde alos labios de un penitente, porque expre-sa a la vez la pena (vv. 3, 6, 7), la humi-llación (vv. 2, 4) y el aborrecimiento delpecado (v. 8), que son las marcas infali-bles del espíritu contrito que se vuelve aDios.

Salmo 7El título es «Shigaion de David». Por

lo que podemos colegir de una compara-ción con el otro único Shigaion de la Bi-blia (Habacuc 3), este título parece indi-car «Cánticos variables», con los que seasocia la idea de solaz y de placer. Pare-ce probable que Cus el benjaminita ha-bía acusado a David ante Saúl de unaconspiración traicionera contra la autori-dad real. Esto puede entenderse como el«Cántico del santo calumniado». Aunesta penosa aflicción es ocasión para unSalmo.

Salmo 8Podemos titularlo el Salmo del astró-

nomo. Está dirigido a Dios, porque na-die sino el Señor mismo puede plenamen-te conocer su propia gloria. La mentecarnal no ve a Dios en nada, ni aun en lascosas espirituales, su Palabra o sus orde-nanzas. La mente espiritual lo ve en todo,incluso en las cosas naturales, mirando

los ciclos y la tierra y todas las criaturas.

Salmo 9Uno podría imaginarse que los hom-

bres no pueden llegar a ser tan vanosque nieguen que son realmente hombres,pero parece que ésta es una lección queel divino Maestro puede enseñar a algu-nos espíritus orgullosos. El que lleva unacorona no deja de ser hombre; los títu-los universitarios eminentes no hacenque los que los posean sean otra cosaque hombres; el valor y las conquistasno elevan por encima del simple nivelde hombre; y toda la riqueza de Creso,la sabiduría de Solón, el poder de Ale-jandro, la elocuencia de Demóstenes, sise añaden, no van a dejar a su poseedorsino siendo sólo un hombre, después detodo. Recordemos esto siempre, paraque no sea necesario que, como a losque menciona el texto, haya queinfundírsenos temor.

Salmo 10«No hay un solo Salmo que describa

la mente, las costumbres, las obras, laspalabras, los sentimientos y el destino delimpío con tanta propiedad, plenitud y luzcomo este Salmo. Este Salmo, pues, esun tipo, forma y descripción de este hom-bre, el cual, aunque él mismo se vea, yaun los otros le vean, como el más exce-lente de los hombres, es detestable a losojos de Dios. Esto es lo que impulsó aAgustín y a los que siguieron a entendereste Salmo con referencia al Anticristo»(Martin Lutero).

Salmo 11David, en los diferentes períodos de

su vida, estuvo colocado en casi todas lassituaciones en que un creyente, sea ricoo pobre, puede ser colocado; en estascomposiciones celestiales delinea todaslas actividades de su corazón. Para ayu-

76 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

damos a recordar este Salmo tan breve,pero tan dulce, le daremos el nombre de«Cántico del Amigo Firme y Fiel». «EsteSalmo se aplica al establecimiento de laiglesia contra las calumnias del mundo ylos consejos de avenencias y componen-das dados por el hombre, afirmando quela confianza ha de ser colocada en Dios,el Juez de todos» (W. Wilson)

Salmo 12Este Salmo está encabezado con el

título «Al músico principal; sobreSeminit. Salmo de David», título que esidéntico al del Salmo 6, excepto que aquíse omite «Neginot». El tema será másgráfico si lo llamamos «Buenos pensa-mientos en tiempos malos». Se suponeque fue escrito cuando Saúl perseguía aDavid y a los que favorecían su causa.

Salmo 13Es costumbre llamar a este Salmo

«¿Hasta cuándo?» Casi diríamos que esel Salmo del gemido, por la incesanterepetición del grito «¿Hasta cuándo?».Todo el que se sienta tentado a usar lasquejas de este Salmo tenga la seguridaden su corazón de que Dios no olvida a supueblo, que al final vendrá la ayuda, y,entretanto, todas las cosas cooperan parabien en favor de los que le aman.

Salmo 14Como este Salmo no tiene ningún tí-

tulo específico, sugerimos, como un apo-yo para la memoria, que se le llame «Conreferencia al ateísmo práctico». «Hay unamarca peculiar puesta sobre este Salmo,y es el hecho de que se halla dos veces eneste libro (el otro es el Salmo 53), salvocon la alteración de una o dos expresio-nes, a lo máximo» (John Owen). «El ne-gar que haya Dios es una clase de ateís-mo que no se halla ni siquiera en el in-fierno» (T. Brooks).

Salmo 15Este Salmo de David no tiene título o

dedicatoria que indique la ocasión en quefue escrito, pero es muy probable que sucomposición, junto con la del Salmo 24,que tiene con él una notable semejanza,estuviera relacionada con el traslado del arcaal santo monte de Sion. Lo llamaremos elSalmo de «La pregunta y la respuesta». Elprimer versículo hace la pregunta; el restode los versículos son la respuesta.

Salmo 16Mictam de David. Esto se entiende

generalmente que significa el Salmo deoro. Ainsworth lo llama «Joya de Davido cántico notable», el Salmo del secretoprecioso. No nos vemos limitados a in-térpretes humanos para hallar la clave deeste misterio de oro, porque hablando porel Espíritu Santo, Pedro nos dice: «Da-vid habla con respecto a él» (Hechos2:25). El apóstol Pablo, guiado por lamisma inspiración infalible, cita este Sal-mo y testifica que David escribió delHombre a través del cual nos es anuncia-do el perdón de los pecados (Hechos13:35-38). El plan de los comentaristasha sido, en general, aplicar el Salmo aDavid a los santos y al Señor Jesús, peronos atrevemos a creer que en él «Cristoes todo», puesto que en los versículosnoveno y décimo podemos ver «a Jesússolo», como los apóstoles en el monte.

Salmo 17«Oración de David». David no ha-

bría sido un hombre según el corazón deDios de no haber sido un hombre de ora-ción. Era un maestro en el arte sagradode la súplica. Recurrió a la oración entodo tiempo de necesidad, como el pilo-to se apresura al puerto bajo la presiónde la tempestad. Tenemos aquí un cánti-co doliente. «Una apelación al cielo» porlas persecuciones en la tierra.

77AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

Salmo 18Lo llamamos «Una mirada retrospec-

tiva agradecida». Kitto, en la Biblia pic-tórica, tiene la siguiente nota sobre 2ºSamuel 22: «Esto es igual que el Salmo18». «El que quiera ser sabio, que lea losProverbios; el que quiera ser santo, quelea los Salmos. El santo David, estandocerca de la orilla, mira aquí los antiguospeligros y liberaciones, experimentadoscon un corazón agradecido, y escribe esteSalmo para bendecir al Señor; como sicada uno de nosotros, una vez entrado enaños, repasara la vida y observara lasbondades maravillosas y la providenciade Dios hacia él, y entonces se sentara yescribiera un humilde recordatorio de lasmisericordias más notables, para consue-lo propio y para la posteridad» (RichardSteele).

Salmo 19El hombre sabio lee el libro del mun-

do y el libro de la Palabra como dos vo-lúmenes de la misma obra, y piensa res-pecto de ellos: «Mi Padre escribió losdos.». «Este Salmo forma un contrasteperfecto con el 8, evidentemente com-puesto por la noche, y debería leerse enrelación con él, ya que es probable quefuera escrito aproximadamente al mis-mo tiempo, y los dos son cánticos dealabanza derivados de los fenómenos na-turales, y por tanto apropiados de modopeculiar a la vida rural o pastoral» (JohnMason Good). «Así como Aristóteles te-nía dos clases de escritos, unos llama-dos exotéricos, para los oyentes comu-nes, y otros acromáticos, para sus estu-diantes privados y conocidos, del mis-mo modo Dios tiene dos clases de li-bros, según se da a entender en este Sal-mo; a saber, el libro de sus criaturas,como un libro corriente para todos loshombres del mundo (versículos 1-6), yel libro de sus Escrituras, como un libro

de estatutos para su auditorio domésti-co: la iglesia (versículos 7, 8)» (JohnBoys).

Salmo 20Si David no hubiera sido afligido con

guerras, no habríamos sido favorecidosjamás con un salmo así. Hay necesidadde que el santo sea atribulado, para quepueda dar consolación a los demás.

Salmo 21Si pedimos un beneficio y lo recibi-

mos, hemos de alabar a Dios por estamisericordia antes de que se ponga el sol,o bien merecemos que se nos niegue lapróxima vez. Este Salmo ha sido llama-do el cántico triunfante de David, y po-demos recordarlo como «La oda triunfaldel rey». El rey es muy prominente entodo, él, y lo leeremos con verdadero pro-vecho si nuestra meditación de Él es sua-ve al considerarlo.

«Estoy persuadido de que no hay na-die que consienta en la aplicación delSalmo precedente a Cristo en su tribula-ción que no reconozca en éste a Cristo ensu triunfo. Allí estaba en el valle oscuro,en el valle de Acor; ahora está en el mon-te de Sion; allí sufría tribulación y aflic-ción; ahora recuerda solamente la angus-tia, porque el gozo de una simiente espi-ritual ha nacido en el mundo; allí estabaasediado por enemigos mortales que lerodeaban por todos lados; pero aquí haentrado en lo que está escrito en el Sal-mo 78:65, 66: «Entonces despertó el Se-ñor como quien duerme, como un valien-te que grita excitado del vino, e hirió asus enemigos por detrás; les dio perpe-tua afrenta» (Hamilton Verschoyle).

(Continuará).

(Extractado de «El Tesoro de David»de C.H. Spurgeon).

78 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

Lecturas: Romanos 1:1-4, 16-17; 16:25-27.

El Nuevo Testamento, así como elAntiguo, está dividido en trespartes. En primer lugar, tenemos

los libros históricos, luego las cartas oepístolas, y finalmente el libro de Apo-calipsis. Los cinco libros históricos –loscuatro evangelios y el libro de los He-chos–, contiene la historia de nuestroSeñor Jesús. Ellos nos proporcionan loshechos, la revelación de nuestro SeñorJesús.

Los libros históricos son seguidos porlas epístolas, las cuales trazan las expli-caciones de aquellos hechos. Los libroshistóricos nos muestran el ejemplo, y lasepístolas, la interpretación. Con todo,sean los hechos o su interpretación, unacosa es cierta: ellos son la revelación deJesucristo.

Ya hemos visto que los libros histó-ricos del Nuevo Testamento nos entre-gan la revelación de Jesucristo. El hechode que él sea revelado en su propia per-sona –en el cuerpo que tomó sobre sí

mismo cuando el Verbo fue hecho car-ne– o a través de su cuerpo colectivo, quetomó sobre sí después de su muerte, re-surrección y ascensión, no hace diferen-cia. Es el mismo Jesucristo. Ya sea en sucuerpo personal, o en su cuerpo colecti-vo, él nos está siendo revelado. ¡Cuánprecioso es eso!

¿Qué es el Evangelio?En el Nuevo Testamento, la primera

carta que encontramos es la epístola a losRomanos. De todos los escritos del após-tol Pablo, esta carta trata de un tema enespecial: el Evangelio. Es la disertaciónmás completa y sistemática acerca delEvangelio de Dios. Al principio mismode su carta, Pablo dice que él es siervo deJesucristo, llamado a ser apóstol, aparta-do para el evangelio de Dios. Eso nosmuestra que el Evangelio es el tema detoda esta carta.

¿Qué es el Evangelio? En Lucas ca-pítulo 2, cuando Jesús nació, un ángel del

Viendo a

Epístola a los Romanos

Stephen Kaung

en el EvangelioCristo

79AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

Señor se apareció a los pastores en loscampos de Belén, diciendo: «He aquí osdoy nuevas de gran gozo, que será paratodo el pueblo: que os ha nacido hoy, enla ciudad de David, un Salvador, que esCRISTO el Señor». Ese es el hecho delEvangelio. El hecho del Evangelio esJesucristo, el Señor. Y cuando el apóstolPablo inicia la carta a los Romanos, élconfirma exactamente este hecho. Dice:«Pablo... apartado para el evangelio deDios... acerca de su Hijo, nuestro SeñorJesucristo...».

Esa es la afirmación, y tras ella, deacuerdo con la estructura gramatical, va-mos a encontrar dos paréntesis. El pri-mero es Romanos 1:2: «...que él (Dios)había prometido antes por sus profetasen las santas Escrituras...». En otras pa-labras, este Evangelio no es un acciden-te; fue prometido anteriormente por lossantos profetas en las Escrituras. Es de-cir, si regresamos al Antiguo Testamen-to, descubriremos que los profetas, des-de antaño, habían profetizado acerca deeste Evangelio. No es algo que simple-mente sucedió porque sí, sino algo quefue preparado por Dios en el transcursode los siglos.

El segundo paréntesis es Romanos1:3b-4: «...que era del linaje de Davidsegún la carne, que fue declarado Hijode Dios con poder, según el Espíritu desantidad, por la resurrección de entre losmuertos...». Este Hijo de Dios, el cual esel Evangelio de Dios, es, por un lado, dellinaje de David –por lo tanto, un hom-bre– y, por otro lado, él prueba ser el Hijode Dios mismo, por la resurrección deentre los muertos. Él es el Hijo de Dios.En consecuencia, este evangelio de Diosse refiere al Señor Jesús, el cual es tantohombre como Dios. Él tiene una huma-nidad, y asimismo una divinidad. Él esel Dios-hombre, y este Dios-hombre esel Evangelio de Dios.

Desde el inicio, es necesario resaltaresto: El Evangelio de Dios es una Perso-na. No es una enseñanza, ni una doctri-na, no es una técnica, ni una fórmula. Esuna Persona: el Hijo, el Hijo de Dios,Jesucristo, nuestro Señor. De esa mane-ra, ello confirma lo que tenemos en loslibros históricos, es decir, que el Evan-gelio es el Señor Jesús. Ese es el hecho.

Al apóstol Pablo le gusta explicarnosese hecho. En la introducción, él dice:«Porque no me avergüenzo del evange-lio, porque es poder de Dios para salva-ción a todo aquel que cree...». No haydiferencia; el evangelio es poder de Diospara salvar a todo el que cree, sea judío ogriego, y el evangelio es poder de Diosque salva completamente. Si sabemosque éste es el Evangelio, ciertamente nosgloriaremos en él, no tendremos vergüen-za de él. En este Evangelio, la justicia deDios es revelada sobre el principio de fey para fe. Dios dispuso todo en el Evan-gelio, y todo lo que necesitamos hacer escreer; y si creemos, entonces la justiciade Dios viene sobre nosotros.

Después de introducir el tema (Ro.1:1-17), Pablo empieza a desarrollarlo.Podemos dividir la carta a los Romanosen tres secciones. La primera se extiendedesde el versículo 1:18 hasta el final delcapítulo 8, y nos muestra la provisión delEvangelio. La segunda parte comprendelos capítulos del 9 al 11, y nos declara elpropósito y el plan del Evangelio. Y fi-nalmente, la tercera parte, que abarcadesde el capítulo 12 al 16, muestra elpoder o el producto del Evangelio.

La provisión del EvangelioAntes de conocer el Evangelio, no-

sotros no sabíamos nada acerca de la jus-ticia de Dios, porque la justicia de Dioses revelada en el Evangelio. ¿Qué es loque nosotros conocíamos, entonces? Sóloconocíamos la ira de Dios. La ira de Dios

80 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

es revelada y está sobre toda la impiedady perversidad de los hombres. Nosotrosconocemos eso, porque éramos impíos.

Nosotros fuimos creados a imagen deDios; deberíamos ser como él, debería-mos manifestarlo y representarlo sobrela tierra; pero, lamentablemente, nosotrospecamos, caímos, y fuimos destituidosde la gloria de Dios. Nos volvimos im-píos, ya no somos más como Dios.

Y aún más que eso, nosotros no sólosomos impíos en relación a Dios, sinoque nos volvimos injustos en todas lasrelaciones entre nosotros. Somos injus-tos unos con otros; pecamos unos contraotros, nos maltratamos y nos herimos,hacemos muchas cosas erradas unos con-tra otros. Y a causa de estar en ese tipo desituación, todo cuanto conocemos es laira de Dios.

En nuestra conciencia, sabemos quela ira de Dios está sobre nosotros, sabe-mos que estamos bajo condenación. Poresta razón, se han inventado religionesque pretenden tranquilizar la mala con-ciencia e intentan de alguna forma apla-car la ira de Dios. Nos esforzamos porhacer el bien, intentamos cumplir lasobras de la ley. Sin embargo, amadoshermanos, sabemos que nuestra justicia,esto es, el pensar que hacemos algo bue-no al cumplir la ley, es como trapos deinmundicia (Is. 64:6). Ellas no sólo sonincapaces de cubrir nuestra desnudez de-lante de Dios, sino que al mismo tiemposon sucias, inmundas, a los ojos de Dios.Por tal razón, nadie puede ser justificadopor las obras de la ley.

Si trajésemos todas las obras y todaslas cosas buenas que hacemos, para ofre-cerlas a Dios, seremos completamenterechazados. Es exactamente como lasofrendas de Caín, el cual trajo lo mejorde sus productos de la tierra, lo cual re-presentaba sus propios méritos. Él inten-tó traerlos a Dios para que Dios los

aceptase; sin embargo, éstos fueron re-chazados totalmente. No sólo sus ofren-das, sino su propia persona, fueron re-chazadas por Dios. Nadie puede ser jus-tificado por las obras de la ley. Todos es-tán bajo condenación; todos están bajola ira de Dios. Y creo que todos nosotroshemos experimentado estas cosas.

Mas, gracias a Dios, encontramos:«Pero ahora, aparte de la ley, se ha ma-nifestado la justicia de Dios, testificadapor la ley y por los profetas; la justiciade Dios por medio de la fe en Jesucristo,para todos los que creen en él. Porqueno hay diferencia...» (Ro. 3:21-22).

La justicia de Dios está siendo mani-festada para nosotros en el Evangelio.Con todo, ¿cómo viene la justicia de Diossobre nosotros los que creemos? A fin deaclarar este punto, diremos que, en reali-dad, hay tres cosas mencionadas en loscapítulos 1 a 8 de Romanos, que el Evan-gelio provee para nosotros. En los capí-tulos 3 y 4, y hasta el versículo 5:12, te-nemos la justificación. De 5:13 a 8:17, lasantificación, y de 8:18 a 8:30, encontra-mos la glorificación. Tal es la provisiónde Dios para nosotros en el Evangelio.

La justificación¿Qué es la justificación? A menudo

oímos a las personas decir que la justifi-cación significa «como si nunca hubié-semos pecado». Nosotros pecamos, masahora, siendo justificados, estamos delan-te de Dios como si nunca hubiésemospecado. Sin embargo, en la realidad, lajustificación es mucho más que eso. Diosno sólo nos considerará justos y como sinunca hubiésemos cometido pecado, sinoque la justificación significa que ahoranosotros somos ‘aceptos’ en el Amado.

La justificación significa que fuimosreconciliados con Dios, que ahora tene-mos un lugar en la presencia de Dios.Antes, no podíamos acercarnos a Dios, no

81AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

podíamos llegar a su presencia. Si llegá-semos a Dios, seríamos juzgados, conde-nados, ejecutados, y moriríamos. Mas,gracias a Dios, a través de la justificación,hoy podemos estar delante de él con santaosadía. Ya no tenemos miedo a la ira deDios, pues su justicia está a favor nuestro.

Así, pues, en verdad, la justificaciónincluye todos esos pensamientos. Somosjustificados como si nunca hubiésemospecado, es decir, todos nuestros pecadoshan sido perdonados; pero ellos no sóloson perdonados, sino también olvidados,porque si así no fuera, no podríamos de-cir que somos justificados como si nun-ca hubiésemos pecado. Nosotros peca-mos, mas ahora todo fue perdonado yolvidado. Dios perdonó, por lo tanto no-sotros fuimos justificados, fuimos recon-ciliados con Dios, ya no somos más susenemigos. Dios nos recibió, nos aceptóen su amado Hijo, y ahora podemos es-tar delante de él en santa osadía. Eso esla justificación.

¿Cómo somos justificados? Esa esuna pregunta muy antigua, y se encuen-tra ya en el libro de Job, el primer librode la Biblia desde el punto de vistacronológico. En este libro, en el capítulo9, Job hace la siguiente pregunta: «¿Ycómo se justificará el hombre conDios?». ¿Cómo puede el hombre injus-to, pecador, volverse justo delante deDios? Dios es un Dios justo; entonces,¿cómo puede él justificar a personas in-justas? Por otro lado, si Dios simplementejustificase a las personas injustas sin to-mar ninguna otra providencia, eso lo vol-vería injusto a él, distorsionaría su justi-cia, y eso él no podría permitirlo.

Dios ama a los pecadores; sin embar-go, él aborrece el pecado. Pero, gracias aDios, ese es el problema que el Evange-lio viene a resolver. El Evangelio dice quede tal manera amó Dios al mundo, quedio su Hijo unigénito al mundo. Su Hijo

vino a este mundo como un hombre, Je-sús, quien tomó sobre sí nuestros peca-dos y murió en la cruz como nuestro sus-tituto. Él derramó su sangre por nuestrospecados, y su sangre satisfizo la justiciay la rectitud de Dios. Su sangre purificanuestros corazones de mala conciencia,y por tal razón somos justificados delan-te de Dios. Vale decir, somos justifica-dos, pero no por nosotros mismos.

Muchas veces tratamos de justificar-nos a nosotros mismos; sin embargo,nuestros esfuerzos son inútiles, y no so-mos justificados de esta manera. Es Diosquien tiene que justificarnos, y lo realizaa través de la sangre de su propio Hijoamado. Los pecados son perdonados por-que la sangre ha sido derramada. De esaforma, puede Dios justificarnos de ma-nera recta, y la justicia de Dios viene anosotros.

2 Corintios 5:21: «Al que no conociópecado, por nosotros lo hizo pecado, paraque nosotros fuésemos hechos justicia deDios en él».

Es interesante observar que no sólonosotros somos justificados por Dios,sino que, al recibir el Evangelio, noso-tros justificamos también a Dios. Nostransformamos en justicia de Dios. De-cimos entonces que Dios es justo al jus-tificarnos. Es algo mutuo.

Amados hermanos, ¿cómo nos vol-vemos justos delante de Dios? Hoy, Diosmira hacia nosotros y dice: «No veo ini-quidad en ustedes». Recuerden, en elAntiguo Testamento, cómo Balaam, elprofeta gentil, intentó maldecir a los hi-jos de Israel; sin embargo, Dios transfor-mó la maldición en bendición y dijo: «Yono veo iniquidad en Israel». Lo mismosucede con nosotros. Dios dice: «No veopecado en ellos». Nosotros somos justi-ficados en Cristo Jesús. Dios no ve peca-do alguno en nosotros; al contrario, él nosve como justos.

82 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

¿Cómo es posible esto? Ustedes sa-ben que entre el pueblo de Dios hay dife-rentes grados de entendimiento acerca delas cosas de Dios, y hay personas, en ver-dad, faltas de entendimiento. A vecespensamos que, si creemos en el SeñorJesús, entonces nos tornamos justos. Estoes verdad, porque en Romanos 5:18-20está escrito: «Así que, como por la trans-gresión de uno vino la condenación a to-dos los hombres, de la misma manera porla justicia de uno vino a todos los hom-bres la justificación de vida. Porque asícomo por la desobediencia de un hom-bre los muchos fueron constituidos pe-cadores, así también por la obedienciade uno, los muchos serán constituidosjustos. Pero la ley se introdujo para queel pecado abundase; mas cuando el pe-cado abundó, sobreabundó la gracia».

¡Es correcto! Dios nos tornó justos.Pero, ¿cómo sucede eso? Algunos pien-san que, cuando crees en el Señor Jesús,entonces él te transforma del pecado a lajusticia. Es decir, tú eras anteriormenteun pecador, no sabías hacer otra cosa sinopecar; mas, después que creíste en el Se-ñor Jesús, ocurre una transformación enti. Ya no pecas más, te transformas enjusto. O sea, todo lo que hicieres a partirde ese momento es justo delante de Dios,porque fuiste transformado.

Esa es una forma de encarar la cues-tión. Pero, ¿será que fuiste realmentetransformado? Es verdad, desde quecreíste en el Señor Jesús, tal vez en losprimeros días, parece que hubo una trans-formación. Sin embargo, al poco tiem-po, cuando el entusiasmo y la emociónde aquellos días primeros pasó, descu-bres que la transformación parece no ha-ber ocurrido, que aún puedes pecar, queno eres tan justo como creías. En otraspalabras, que no fuiste transformado.

Sin embargo, eso no significa que nohayas sido salvo. Eres salvo; en verdad

una nueva vida entró en ti. Recibiste lavida eterna, y entretanto, en relación a tupersona, no has cambiado; aún eres elmismo de antes. Pero, gracias a Dios,ahora eres poseedor de una nueva vida.

Por otro lado, algunos dirán: «Cuan-do tú crees en el Señor Jesús sucede losiguiente: tú no eres transformado; sinembargo él te concede su justicia; susméritos se transforman en tus virtudes;por tanto, cuando Dios te mira, te ve lle-no de virtud y justicia, porque la justiciade Jesucristo es ahora tuya». Quienespiensan así, están cerca de la verdad, ¡perono están lo suficientemente cerca!

La expresión «la justicia de Jesucris-to» se encuentra en un solo lugar en elNuevo Testamento (Dejo al lector la ta-rea de descubrirlo). La expresión «justi-cia de Jesucristo» significa que cuandoel Señor Jesús estaba sobre la tierra, élera justo en todo. Ahora él es ‘el Justo’,sentado a la diestra del Padre. Él es elúnico justo, porque él satisface al Padreen todas las cosas. No hay ni siquiera unojusto, sólo Jesucristo es justo. Esa es sujusticia.

Sin embargo, ¿sabías que la justiciade él no te justifica a ti? Al contrario, sujusticia va a condenarte, porque él es tanjusto y tú tan injusto. Cuanto más justo esél, nuestra injusticia se hace más notoria.Por tanto, mayor es nuestra condenación.Supongamos que eres una persona negli-gente, y encuentras a alguien que es muydiligente. Cuanto más diligente sea esapersona, más notoria se hará tu displicen-cia, porque el contraste será mayor.

En Juan 16:10 está escrito: «...de jus-ticia, por cuanto voy al Padre». Cuandoel Espíritu viniere, él condenaría al mun-do. ¿Qué significa eso? ¿Por qué razónla justicia nos condena en el hecho de queCristo va al Padre? Porque Jesús es elúnico que puede retornar a Dios, el úni-co que puede estar delante de Dios, el

83AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

único que puede vivir delante de Dios; éles aquel único justo a quien Dios puedeaceptar. Por lo tanto, por haber ido él alPadre, está probado que su justicia esperfecta. Él puede ir al Padre, y esta jus-ticia nos condena, porque nosotros nopodemos ir al Padre; no nos atrevería-mos a ir. Si fuésemos, moriríamos. ¡Esoes justicia!

Hermanos, la justicia de Jesucristo nonos justifica a nosotros, sino que lo cali-fica a él para ser nuestro sustituto, por-que él es sin pecado. Por tanto, él pudoser hecho pecado por nosotros. Si él nofuese justo, no podría ser nuestro susti-tuto; tendría que morir por causa de supropio pecado. Sin embargo, gracias aDios, él es totalmente justo, y pudo serhecho pecado por nosotros, de modo quela justicia de Dios pudiese venir sobrenosotros. Su justicia lo califica para sernuestro Salvador, nuestro sustituto. Mas,su justicia no es algo que nos es dadopara ser nuestra justicia.

Algunas personas han dicho que nosólo nuestro Señor Jesús tiene todos losméritos y justicia para conceder a las per-sonas, sino que, aun en este mundo, haysantos ‘canonizados’, que, cuando mu-rieron, fueron directamente al cielo, nonecesitaron ni siquiera ir al ‘purgatorio’.Al llegar al cielo, tenían muchos méri-tos; tantos, que sobraban. Por tanto, si túoras a uno de ellos, él te podría concederalguno de sus méritos, y elevarte del pur-gatorio hacia el cielo. Ese es el significa-do de «conceder méritos».

Sin embargo, ese no es el Evangeliode la justificación por la fe. El Evangeliono significa que Cristo, lleno de justicia,tome su justicia y la ponga sobre ti, y apartir de allí te vuelves justo. No, de nin-guna manera. Nosotros nos volvemosjustos porque Dios nos dio a su Hijoamado. Cristo Jesús, él, fue hecho nues-tra justicia.

1 Corintios 1:30: «Mas por él (Dios)estáis vosotros en Cristo Jesús, el cualnos ha sido hecho por Dios sabiduría,justificación, santificación y redención».

Dios hizo a Cristo nuestra justicia.Esto no significa que su justicia nos esdada a nosotros, sino que Dios nos da asu Hijo, Cristo, y nosotros somos reves-tidos con Cristo. Es en la unidad con Cris-to que nos tornamos justos. Hoy, cuandoestamos delante de Dios, él no nos ve anosotros, sino a Cristo, pues nosotrosestamos revestidos con Cristo.

Amados hermanos, esta es la formaen la cual somos justificados; de estamanera nos tornamos justos. Nosotros nocambiamos. Él no nos dio simplementealgunos de sus méritos; antes bien, nosrevistió de sí mismo. Hoy estamos uni-dos con Cristo; de tal manera que cuan-do estamos delante de Dios, él no te ve ati o a mí. Dios ve a su Hijo amado y dice:«Eres justificado como si nunca hubie-ses cometido pecado; eres acepto, tenpaz».

La justificación, o la justicia, no esuna enseñanza, una doctrina, un método,una fórmula o una técnica. Es una Perso-na, y esta Persona es Jesucristo. Cuandotienes a Jesucristo, eres justificado. Si notienes al Señor Jesucristo, aunque conoz-cas la doctrina de la justificación por lafe, no eres justificado. Las personas pue-den aceptar la doctrina de la justificaciónpor la fe, pero si no creen en el SeñorJesús, no son justificadas. Pueden usarlacomo una fórmula, pero esto no funcio-nará hasta que usted crea en el Señor Je-sús. Eres justo delante de Dios porqueJesucristo fue hecho justicia para ti. Él estu justicia. Eso es el Evangelio.

Recuerdo una historia de JuanBunyan, el autor de «El Peregrino».Cuando él era joven, tenía a veces la con-vicción profunda de sus pecados, y trata-ba de cambiarse a sí mismo. Gran parte

84 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

del tiempo vivió en forma muy liberal,pero cuando tuvo convicción de sus pe-cados, trató de auto reformarse. Intentódejar de hablar obscenidades, comenzó areunirse en una iglesia, y otras cosas más,en su esfuerzo de transformarse a sí mis-mo. A pesar de ello, volvía a recaer enlas mismas cosas de antes, y sus tentati-vas eran inútiles.

En cierta ocasión, una vez más, JuanBunyan sentía la carga de sus pecados, ypensaba nuevamente en regenerarse.Mientras iba caminando por el campo,meditaba sobre estas cosas: «¿Cómo pue-do ser justificado? ¿Cómo puedo volver-me justo delante de Dios? Yo no tengojusticia, ¿qué puedo hacer? ¿Cuál es lasolución para este problema?».

Mientras caminaba por el campo, oyóde pronto una voz que decía: «Mi justi-cia está en el cielo». ¡Era una revelación!Él pensaba que su justicia estaba en símismo, y que era necesario hacer algo afin de ser justo. Entonces oyó aquella voz:«Mi justicia está en el cielo». No está enti, está en Cristo Jesús. Jesucristo es tujusticia, y si tienes a Jesucristo, entonceseres justo delante de Dios. Si tienes a Je-

sucristo, entonces estás justificado.Un hermano explicaba esto de la si-

guiente manera: «Tú puedes cambiar, yvas a cambiar, pero tu justicia nunca cam-bia, porque ella es Cristo». No importacuánto cambies tú; tu justicia nunca cam-bia. Y esa es la primera parte del Evan-gelio, es Jesucristo. No es una enseñan-za, ni un método, ni aun algo que Dios tehaya dado, sino es Cristo quien te ha sidodado.

La santificaciónEl segundo aspecto del Evangelio es

la santificación. Esta es una palabra tre-menda, pero significa simplemente «apar-tado para Dios». En la práctica, la santi-ficación significa vivir una vida piadosay santa, venciendo las tentaciones y elpoder del pecado – vivir una vida victo-riosa. Tal es la santificación.

En Lucas 1:75, una oración dice quedebemos andar delante de Dios en santi-dad y justicia todos nuestros días. Ama-dos hermanos, es verdad, después quefuimos justificados, después que fuimossalvos, debemos vivir en la presencia deDios y andar delante de él en santidad (loque significa ser igual a Dios) y en justi-cia todos nuestros días. No se espera queun cristiano, un verdadero creyente, con-tinúe pecando, o caiga en tentación. Seespera que un cristiano viva como Cristovivió en esta tierra, venciendo al poderdel pecado y viviendo una vida santa.

«Sed santos, porque yo soy santo».Esta no es sólo una exhortación, es unaorden. Dios nos manda que seamos san-tos. Santo significa ‘poco común’. De-bes vivir de forma poco común, diferen-te al modo en que el mundo vive. Debesser diferente, porque has sido apartadopara Dios. Estás aquí para representar aDios, para expresar a Dios, para mani-festar su gloria. Esa es la santificación.

Ahora, ¿cómo podemos ser santos?

Mientras caminaba por elcampo, oyó de pronto unavoz que decía: «Mi justi-cia está en el cielo». Élpensaba que su justiciaestaba en sí mismo, y queera necesario hacer algo afin de ser justo. Entoncesoyó aquella voz: «Mi jus-ticia está en el cielo».

85AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

¿cómo podemos vivir esa vida victorio-sa? Sabemos que debemos vivir esa vida;sin embargo, ¿podemos vivirla? En Ro-manos 7, Pablo dice: «En mi corazón, yosé; en mi mente renovada, yo sé, sé quedebo obedecer a los mandamientos deDios, y deseo hacerlo. Trato de hacerlo,pero cuanto más lo intento, más fallo. Elquererlo está en mí, mas no el hacerlo.¡Qué hombre miserable soy! ¿Quién mepodrá liberar de este cuerpo de muerte?».

¿No es esa la experiencia de muchoscristianos de hoy? Estás justificado de-lante de Dios, eres salvo, reconciliado conDios, y tienes la vida de Dios en ti mis-mo. Sin embargo, de alguna forma des-cubres que no puedes vencer el poder delpecado. De alguna manera descubres queel desearlo está presente, pero no la fuer-za. Lo intentas, lo intentas, lo intentas, yuna y otra vez eres derrotado, y vives unavida cristiana miserable. Ciertamente, esono es el Evangelio.

Hermanos, el Evangelio no es sola-mente para los pecadores; es también paralos creyentes. La parte del Evangelio con-cerniente a los creyentes es: «¿No sabéisque fuisteis crucificados con Cristo?». Enotras palabras, para nuestra justificacióntenemos la sangre del Señor Jesús, y paranuestra santificación, la cruz de nuestroSeñor Jesús.

Cuando nuestro Señor Jesús fue a lacruz, él llevó sobre sí todos nuestros pe-cados. Él cargó nuestros pecados en sucuerpo sobre el madero, y allí murió pornuestros pecados. Por tanto, si crees enél, tus pecados son perdonados. De lamisma manera, cuando Cristo Jesús fuea la cruz, el te llevó a ti y a mí. Gracias aDios, él no sólo llevó nuestros pecados,sino que nos llevó a nosotros mismos conél a la cruz, y allí él murió como noso-tros; no sólo por nosotros, sino comonosotros.

Cuando el Señor Jesús murió en la

cruz, no sólo es nuestro sustituto, parapagar las deudas por nosotros, sino quees también nuestro representante. Él nosrepresenta en la cruz. Cuando él murió,tú moriste en él y con él. Él fue levanta-do de entre los muertos, y tú también fuis-te levantado juntamente con él de entrelos muertos. Por esa razón, Pablo dice enGálatas 2:20: «Ya no vivo yo, mas viveCristo en mí; y lo que ahora vivo en lacarne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, elcual me amó y se entregó a sí mismo pormí».

Hermanos, ¿saben ustedes lo quesignifica la santificación? Sí, la santifi-cación requiere que vivamos una vidasanta; sin embargo, ¿quién puede vivirtal vida? Tú no puedes, nosotros no po-demos vivir esa vida por medio de noso-tros mismos. Aun siendo salvos, si trata-mos de vivir una vida santa a través denuestra propia voluntad, por nuestro pro-pio esfuerzo, fracasaremos, porque no-sotros no cambiamos.

Hay sólo un hombre que puede viviresa vida santa, y ese hombre es Jesucris-to. Él es el único que puede vivir tal vida,y tú sabes que él vive en ti, él vive en ti.Sin embargo, ¿tú permites que él viva através de ti? Si estás viviendo a través detu propio esfuerzo, esa es la razón por lacual no puedes vivir una vida santa. ¡Sisólo pudieras quedarte a un lado, y dejar-lo vivir a él! Entonces, no sería proble-ma el vivir una vida piadosa y justa de-lante de Dios todos los días de tu vida,porque él vivió esa vida hace dos mil añosatrás. Él simplemente libera esa vida eny a través de ti y de mí.

Recuerda esto: la santificación noconsiste en una vida transformada, la san-tificación es una vida sustituida. Tú nocambiaste, pero tuviste un trueque. Nomás tú mismo, es Cristo quien vive en ti.

Una ilustración clásica de esto esHudson Taylor, el fundador de la Misión

86 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

al Interior de China. Él amaba al Señor,y fue a China como misionero. Fue po-derosamente usado por Dios, pero cuan-do estaba en China se dio cuenta que, apesar de estar predicando a los chinos,su propia vida era un fracaso. Descubrióque había muchas cosas que no podíavencer. Él se preocupaba con mucha fa-cilidad, quedaba resentido por pequeñe-ces, y miraba al Señor en busca de unavida realmente victoriosa, una vida glo-riosa, y que glorificase al Señor.

Hudson Taylor oraba y oraba, leía laPalabra y ayunaba; pedía a Dios que lediese fe, y hacía todo lo que podía. Peroal final, Dios simplemente le mostró queesa era una vida sustituida. «No eres túquien puede hacer eso, sino soy yo en ti,y yo voy a vivir esa vida. Descansa, ydéjame hacerlo». Y él descubrió que todasu vida fue revolucionada. Eso es la san-tificación.

La santificación no es una doctrina,ni una segunda bendición. Hay personashoy que creen en una segunda bendición.Ellos sostienen que la primera bendiciónes ser salvos, y la segunda bendición, sersantificado, tornarse santificado. ¿Cómo?Bien, la raíz del pecado es desarraigada,es arrancada. Entonces tú ya no puedespecar más.

Sin embargo, hermano, yo tengo queconfesar que fui salvo entre un grupo dehermanos que creían en la erradicacióndel pecado. Fui salvo entre ellos en unaConferencia. Lamentablemente, en eltranscurso de la Conferencia, la funda-dora de aquella misión perdió el control.El pecado no es erradicado. El pecadopermanecerá en ti mientras vivas; sinembargo, gracias a Dios, tú eres erradi-cado. No el pecado, sino tú. La cruz teeliminó. Tal es la santificación por la fe.

Juan Wesley predicó acerca de esasantificación por la fe. No sólo la justifi-cación por la fe, sino la santificación por

la fe. ¿Por qué por la fe? Porque todo yafue hecho para ti. Todo lo que necesitashacer es creer y recibir, y entonces aque-llo es tuyo. Lo mismo es verdadero conrelación a la santificación. La santifica-ción es Cristo. Él es la santificación. Enconsecuencia, cuando tú crees en él, eressantificado. Es sencillo. Simplemente,créelo, y tómalo como tu santificación.¿No está escrito en 1 Corintios 1:30: «...elcual nos ha sido hecho por Dios sabidu-ría, justificación y santificación...»? Lasantificación no es una doctrina, no esalguna cosa que Dios te da. La santifica-ción es Cristo. Cristo te es dado. Él esnuestra santificación. Ese es el Evange-lio de Dios.

La glorificaciónMuchos creyentes piensan que si so-

mos justificados no iremos al infierno,sino al cielo, y que eso es todo. De todosmodos, hay otros creyentes que piensanque eso no lo es todo. No es suficiente-mente bueno sólo el que en el futuro novayan al infierno sino al cielo; ademásde eso, ellos desean vivir una vida justay santa en la tierra, y damos gracias aDios por esos creyentes. No obstante, sitú piensas que eso es bueno y suficiente,Dios dice que eso no es suficiente paraél.

El Evangelio precisa satisfacerte a ti,mas el Evangelio precisa satisfacer aDios, y Dios no se satisface meramentepor justificarte y santificarte. Él declara:«No, yo voy a hacer algo más: voy aglorificarte».

Hermanos amados, ¿Qué es la glori-ficación? La glorificación significa sim-plemente que Dios va a transformarte degloria en gloria, y conformarte a la ima-gen de su amado Hijo.

En Romanos 8:29-30 dice: «Porquea los que antes conoció, también lospredestinó para que fuesen hechos con-

87AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

forme a la imagen de su Hijo, para queél sea el primogénito entre muchos her-manos. Y a los que predestinó, a éstostambién llamó; y a los que llamó, a éstostambién justificó; y a los que justificó, aéstos también glorificó».

La glorificación no significa que tuhombre natural es glorificado, transfor-mado. No, nosotros dijimos que tú nocambias. «Lo que es nacido de la carne,carne es. Lo que es nacido del Espíritu,espíritu es». Ser transformado significasimplemente que el Espíritu Santo va aobrar de tal forma en tu vida, que te reti-rará a ti y va a agregar a Cristo, hasta queCristo sea formado completamente en ti,o hasta que tú seas conformado a su ima-gen. ¡Eso es la gloria!

Nosotros damos vergüenza; sóloCristo es glorioso. Entonces, cuando Cris-to es formado en ti, hay gloria. En otraspalabras, gloria significa que Dios estásiendo visto, Dios está siendo expresa-do, Dios está siendo conocido. Siempreque vemos a Dios, vemos gloria. Ese esel propósito de Dios. Él no irá sólo a jus-tificarte, ni sólo a santificarte; él deseaglorificarte. Él anhela que Cristo sea com-pletamente formado en ti, para que tú seasconformado a su imagen.

Sin embargo, ¿cómo él va a obrareso? El Espíritu Santo es responsable porese hermoso trabajo. El Espíritu Santoes como un bordador. Él está dando pun-tadas, punto tras punto en tu vida, paratejer a Cristo en ti. Y a medida que él estáhaciendo eso, tú estás siendo vestido conun atuendo bordado. Serás adornado paraser la novia de Cristo. Lo que es entrete-jido en ti, construido en ti, no es nadamás que Cristo.

Cristo es nuestra redención, y la re-dención apunta hacia la filiación; o sea,la posición de hijo maduro. Ustedes aho-ra crecerán y se transformarán en hijosde Dios. Eso es la glorificación, y nueva-

mente, eso no es una enseñanza, ni unadoctrina. La glorificación es Cristo.Cuando vemos a Cristo, hay gloria; esaes la obra del Espíritu Santo.

El apóstol Pablo concluye la primeraparte con un grito de victoria, en el versí-culo 8:31-32a. Al leer ese pasaje, descu-brimos que Dios no perdonó a su propioHijo, sino que lo entregó por todos noso-tros. Entonces, ¿cómo no nos dará, porventura, en gracia, todas las cosas con él?Dios es quien justifica; Dios nos justifi-có. Es Cristo quien murió, pero tambiénel que resucitó, el cual está a la diestra deDios y también intercede por nosotros.Dios nos justificó; Cristo nos libertó, yentonces el Espíritu Santo obra a Cristoen nosotros, hasta que seamos conforma-dos a la imagen del amado Hijo de Dios.Esa es la provisión del Evangelio.

El plan y el propósito del EvangelioSólo mencionaré las dos últimas par-

tes de Romanos, sin explicarlas. Los ca-pítulos 9 al 11 son muy hermosos. Confrecuencia, cuando leemos Romanos, lle-gamos a esos tres capítulos y no conse-guimos ir más adelante. Es muy difícil.No sabemos cómo interpretar esos capí-tulos; pero, en verdad, los capítulos 9, 10y 11 son más bellos porque ellos nos mues-tran el plan y el propósito del Evangelio.

La voluntad soberana de Dios es sal-varnos. Es por esa razón que él nos pusoa todos bajo pecado, a fin de que poda-mos todos ser incluidos en Cristo. Fueprimero para los judíos, luego para losgentiles, y después de retorno para losjudíos. No es por nuestra voluntad, o pornuestra carrera, sino por las misericor-dias de Dios. Asimismo, dice también que«todo aquel que en él cree, será salvo».En otras palabras, tú descubres una ma-ravillosa providencia de Dios, donde to-dos tendrán la oportunidad de ver al Se-ñor Jesús.

88 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

Sus caminos son inescrutables, tam-bién su propósito es claro. Él desea queCristo sea todo en todos, para que a élsea toda la gloria. De él, por él y para él;ése es el propósito del Evangelio. El pro-pósito del Evangelio es Cristo glorifica-do; Cristo, la preeminencia en todas lascosas.

El poder es producto del EvangelioLa última parte es el producto del

Evangelio. Allí encontramos un cuerpo decreyentes, un cuerpo de redimidos. Ellosse han transformado en un cuerpo, y esecuerpo está en la tierra para expresar laCabeza, Cristo; está en la tierra para glori-ficar a Cristo. En este cuerpo, descubri-mos que ellos se aman unos a otros, sereciben unos a otros, se cuidan unos aotros, se edifican unos a otros, y se trans-forman en un testimonio de Jesús en estemundo. Ese es el producto del Evangelio.

Los últimos tres versículos son la con-clusión de esa epístola. Aparece tres ve-

ces la expresión «según». «Y al que pue-de confirmaros según mi evangelio y lapredicación de Jesucristo –esa es la pro-visión del Evangelio, la primera parte–según la revelación del misterio que se hamantenido oculto desde tiempos eternos,pero que ha sido manifestado ahora, y quepor las Escrituras de los profetas –ese esel propósito del Evangelio, la segundaparte– según el mandamiento del Dioseterno, se ha dado a conocer a todas lasgentes para que obedezcan a la fe –ese esel poder del Evangelio, o el producto delEvangelio, la tercera parte– al único y sa-bio Dios, sea gloria mediante Jesucristopara siempre. Amén».

Amados hermanos, nosotros vemosa Jesús en el Evangelio, porque él es elEvangelio. Lo que ustedes reciben es aJesucristo – no una enseñanza, no unmétodo, no una fórmula, sino Jesucristo.Él es nuestro Evangelio.

(Tomado de «Vendo Cristo no Novo Tes-tamento», Tomo II).

jjjLas lecciones del trigo

El trigo no se asemeja a la higuera, símbolo de Israel, que con sus raíceshundidas profundamente en la tierra, se apoya en el fondo de ella. LaIglesia es una frágil planta a los ojos del mundo – sin fuerza física pararesistir las tempestades y que pasa rápidamente de cosecha en cosecha.El granero de la Iglesia es un mundo mejor.

El trigo, cuando madura, muere de arriba abajo; las raíces y los tallosmueren cuando el grano está maduro; así, el alma que muere para elmundo madura para el trono de Dios.

Un campo de trigo maduro es un campo de cabezas inclinadas, mientrasque las malezas cuando maduran se mantienen perfectamente erguidas:cuanto mayor es nuestro peso de gracia, más bajos estarán nuestros ros-tros.

Sol tras sol castiga el grano con su calor, transformándolo en dulzura: laprueba, para el hijo de Dios, es el calor del sol de su Padre.

El trigo madura absorbiendo la luz: permanecer en la luz es dar muchofruto; permanecer significa madurar. «El que permanece en mí, y yo en él,éste lleva mucho fruto» (Jn. 15:5).

89AGUAS VIVAS ESTUDIO BIBLICO

Harry Foster

A diferencia de Jehová y Jesús, elEspíritu Santo no tiene un nom-bre personal; sin embargo, él es

el único responsable de este título espe-cial de Cristo que damos tan a menudo alHijo de Dios. Tanto la palabra griega‘Cristo’, como su equivalente hebreo‘Mesías’, significan que el único así lla-mado es el Ungido de Dios.

Un hombre ungido era un hombre delEspíritu, un hombre tan dotado con au-toridad y respaldo divino, que pudieracumplir a perfección la voluntad de Dios.

Jesús de Nazaret demostró plenamen-te su especial unción; pues, desde el mo-mento en que el Espíritu vino sobre él enel Jordán hasta que exhaló su último sus-piro en la cruz, fue notorio que «Diosestaba con él» (Hch. 10:38). Al principiode su ministerio público, Jesús proclamóabiertamente esta experiencia de ‘Cris-to’ (Lc. 4:18). Es evidente que, aunque élhabía nacido del Espíritu, algo pasó ensu bautismo de agua que no sólo lo sin-gularizó como el amado Hijo de Dios sinotambién como su enviado y su represen-tante autorizado, su Ungido.

El Espíritu Santo, que procede el Pa-dre, no sólo descendió sobre Jesús, sino

que moraba permanentemente en él (Jn.1:33); Jesús no era sólo uno que habíatenido una experiencia como ‘Cristo’,sino que él era el Cristo. Él obraba guia-do por el Espíritu, impulsado por el po-der del Espíritu y la relación mutua man-tenida con el Padre en la comunión delEspíritu, y así se identificó efectivamen-te como el Cristo.

Cualquiera sea el texto real de Juan3:34, no cabe duda que el contexto seña-la al Hijo como el que disfruta sin medi-da el don del Espíritu del Padre. En sucaso, Dios no tiene reserva alguna; todala llenura infinita del Espíritu está libre-mente disponible para el Cristo.

Sin embargo, aunque hay sólo unCristo, hay –gracias a Dios– muchos queestán ‘en Cristo’, disfrutando así su parteen la llenura. Cuando Juan el Bautistareconoció a Cristo por el descenso delEspíritu sobre él, pudo anunciar: «...ésees el que bautiza con el Espíritu Santo»(Jn. 1:33). Esto nos enfatiza la importan-cia del nombre ‘Cristo’ –y por consi-guiente la tremenda importancia de serun ‘cristiano’ (1 P. 4:16)–, pues significaque él no sólo es el Cordero de Dios quequita nuestros pecados, sino ‘el Bautista

Los nombres de Cristo.

Cristo

90 AGUAS VIVASESTUDIO BIBLICO

en el Espíritu’, que nos llena de la vidadivina.

Los discípulos aceptaron a Jesús comoel Cristo, pero vieron en la cruz un grantropiezo, y estaban en completa desespe-ración, hasta que el Señor resucitado lesexplicó que el Cristo tenía que padecer ymorir para que la promesa del Padre fue-se válida para nosotros (Lc. 24:26). Ellosaceptaron esto por fe, y luego vivieron laexperiencia del día de Pentecostés cuan-do, en virtud de Su muerte, resurrección yascensión, él pudo derramar su Espíritusobre ellos. Esta unción no los hizo serpequeños ‘cristos’, sino que liberó a tra-vés de ellos un poderoso testimonio de queel Señor Jesús es el Cristo de Dios (Hch.2:36); ‘Cristo’ no era ahora un título for-mal, sino una palpitante realidad.

Pronto ellos empezaron a unir estetítulo con el nombre personal de Jesús(Hechos 3:6), a menudo asociándolo altítulo de ‘Señor’ y completando su totaldescripción como «el Señor Jesucristo»(Hch. 15:26). Mientras todavía reteníanla forma ‘el Cristo’, ellos empezaron areferirse a él cada vez más simplementecomo ‘Cristo’. De hecho, se tornó en unade sus formas usuales de referirse a laPersona amada que ahora significaba todopara ellos. «Para mí el vivir es Cristo»,afirmó Pablo (Flp. 1:21), y él tambiénhizo la notable declaración: «Vive Cristoen mí» (Gál. 2:20), basando todas sus es-peranzas futuras en este nuevo secreto devida: «Cristo en vosotros, la esperanzade gloria» (Col. 1:27).

Como parece lógico, todas las pro-mesas de Dios han sido dadas libremen-te a su Ungido, pero, por un maravillosoacto redentor, Dios ha puesto tambiéntodas estas promesas a nuestra disposi-ción, poniéndonos ‘en Cristo’. No es que

nosotros tengamos una unción privada ypersonal; hay una única unción, y ella estásobre Cristo; pero lo que Dios ha hechoes establecernos en Cristo y compartirnossu unción (2 Co. 1:21).

Así, nosotros vivimos la aparenteparadoja de estar ‘en Cristo’ y asimismotener a Cristo ‘en’ nosotros. Estas expre-siones no son contradictorias sino com-plementarias, necesarias ambas para ex-plicar nuestra relación íntima con él. Laverdad es que el Espíritu ha producidoesta relación vital que hace a los creyen-tes ser «el cuerpo de Cristo» (1 Co.12:27). La promesa de Juan acerca de laobra de Cristo como el que bautiza en elEspíritu se ha cumplido, y ha producidoesta unión orgánica de la Cabeza y susmiembros, compartiendo todos una un-ción plena y aparentemente referida al‘Cristo’ (1 Corintios 12:12-13).

Por consiguiente, cualquier esfuerzopor definir o describir por qué Jesús esllamado Cristo quedará corto ante la rea-lidad divina tan maravillosa que desafíatodo análisis. El Señor Jesús ha asumidola designación veterotestamentaria deMesías y la ha llenado de tal valor, queabraza todos los propósitos eternos y labuena voluntad de Dios para nosotros loshombres (Ef. 1:10). ¡No es de asombrar-se que Pablo anhelara con todo su ser«ganar a Cristo» (Flp. 3:8)!

No debemos temer ofender al Espíri-tu Santo pareciendo prestarle menos aten-ción. Su supremo gozo es la exaltaciónde Cristo, y cuando nosotros tambiénhacemos de Cristo el todo y nos acerca-mos a él en obediencia y devoción, elEspíritu responderá acrecentando ricasexperiencias de su obra de unción.

Tomado de «Toward The Mark»,Nov-Dic. 1972

jjj

91AGUAS VIVAS BIBLIA

Este número es usado 187 veces enla Biblia, 22 de ellas en el libro deApocalipsis. Doce indica la per-

fección de gobierno. El servicio, la potes-tad y la protección: una característica deun sistema perfecto de gobierno.

Cristo escogió doce apóstoles –diri-gentes y gobernantes de la Iglesia primi-tiva. Y prometió que se sentarían en 12tronos, y juzgarían a las 12 tribus de Is-rael. Jesús dice a sus discípulos: «cuandoel Hijo del Hombre se siente en el tronode su gloria, vosotros que me habéis se-guido también os sentaréis sobre doce tro-nos, para juzgar a las doce tribus de Is-rael» (Mat. 19:28).

Un hecho que aparece extraño es quedurante el período de los cielos nuevos yla tierra nueva, el número «siete», excep-to el séptimo, no se encuentra más. En laNueva Jerusalén existen 12 puertas, 12fundamentos, el nombre de los 12 após-toles, 12 piedras preciosas, y 12 perlas: elmuro de la ciudad tiene 144 codos queson 12 multiplicado por 12. Todo eso exis-tirá eternamente, por lo tanto, el número12 representa la perfección eterna. El úl-timo número que aparece en la Biblia esel «12», doce frutos en el árbol de la vida(Ap.22:2). El último número cardinal re-gistrado en la Biblia es el «duodécimo»,la duodécima piedra preciosa. Todo esoestá ligado a la escena final del universo.

Los sellos de los «12» están sobre todala ciudad eterna de Dios; siendo él allí ma-nifiestamente supremo. Esto es la perfec-ción en su análisis más profundo; y por esta

razón se menciona el número doce comosiendo la perfección gubernamental.

Doce tribus formaban la nación de Is-rael. Había doce piedras en el pectoral delsumo sacerdote, representando a Israel (Ex.28:17-21). Doce panes de la proposicióndebían ser colocados en el Lugar Santo.(Ex. 25:23-30). Doce piedras fueron toma-das del río Jordán (Js. 4:8). Doce espíasfueron enviados por Moisés a la tierra deCanaán (Nm. 13:1-33). Los hijos de Israelencontraron doce fuentes de agua en Elim.(Ex. 15:27). Elías construyó un altar condoce piedras y cayó fuego del cielo sobreel altar y consumió la ofrenda que estabasobre él (1 R. 17:30-40).

Jesús escogió doce discípulos para se-guirlo. Jesús dice que, a su pedido, el Pa-dre enviaría doce legiones de ángeles. Je-sús tenía doce años cuando se presentópor primera vez en público y profirió susprimeras palabras registradas (Lc. 2:42).Sobraron doce cestas llenas en el milagrode la alimentación de los cinco mil.

El templo de Salomón tiene el núme-ro doce como uno de sus grandes facto-res en contraste con el tabernáculo, quetenía el número cinco. Es también signi-ficativo el hecho de que sólo doce de losjueces que juzgaron a Israel hayan sidoregistrados en el libro de los Jueces.

Las siguientes palabras se hallan 12veces: oikodespotes, mayordomo o admi-nistrador de los asuntos de una casa; yaule, corte o palacio de gobierno.

(Tomado de «Os números na Bíblia», C. Chen,y «Manual de Interpretación Bíblica», E. Hartill).

LOS NÚMEROS EN LA BIBLIA

Elnúmero 12

92 AGUAS VIVASBIBLIA

¿Cuál es el milagro más importante del Antiguo Testamento?¿A qué señala este milagro?

El milagro más importante del An-tiguo Testamento es el que se re-fiere a Jonás, y este milagro se-

ñala la resurrección del Señor Jesús deentre los muertos.

Algunos aplican un énfasis equivo-cado sobre este milagro. Consideran queel que Jonás estuviera en el vientre delpez durante tres días y tres noches es unmilagro que tipifica los tres días y tresnoches que nuestro Señor pasó en el senode la tierra. Dejemos bien claro que elestar enterrado durante tres días y tresnoches en la tierra después de la muertees precisamente la ocurrencia común. Elque una persona se lance al mar y quesea tragado por un gran pez se halla tam-bién dentro del reino de lo posible. Nosólo no es un milagro el estar en el vien-tre de un gran pez durante tres días y tresnoches, ni aun el estar cincuenta días ycincuenta noches es un milagro. Lo quees milagroso es salir del vientre del pezdespués de tres días y tres noches. El queCristo estuviera en la tumba tres días ytres noches no es nada extraordinario,pero el que saliera de la tumba despuésde tres días y tres noches, esto es lo ex-traordinario y, por tanto, un milagro. Lamuerte, pues, no es un milagro; lo que esun milagro es la resurrección.

Jonás había hecho su decisión, y noquería ir a Nínive hasta que hubo sufri-do; tan lleno estaba de prejuicio racial.Dios le había ordenado que fuera aNínive, pero él decidió ir a Tarsis. Portanto, desobedeció a Dios, y Dios no es-taba dispuesto a dejarlo pasar por alto.

Así que Dios levantó una gran tempes-tad en el mar de modo que el barco esta-ba a punto de naufragar. Jonás compren-dió en su corazón que él era la causa deaquel desastre. Finalmente se vio forza-do a pedir a los marineros que lo echaranal mar, con lo cual amainó la tempestad.Dios ordenó entonces a un gran pez quelo tragara, y Jonás permaneció en el vien-tre del pez durante tres días y tres no-ches. Después, Dios ordenó al pez quevomitara a Jonás, y lo hizo en tierra seca.Sólo entonces obedeció Jonás la ordende Dios de ir a Nínive y predicar el evan-gelio. Si buscas calma interior, por tanto,el viejo hombre que llevas dentro –o sea,este Jonás– tiene que ser echado al mar.

Jonás era una persona que se habíarebelado y procuraba escabullirse de ha-cer la voluntad de Dios. Le echaron almar a causa de su propio pecado. No fueasí con nuestro Señor, sin embargo, por-que él fue crucificado por causa de lospecados de los demás. Después que Jonásfue echado al mar, la tormenta amainó.Pero también es verdad que una vez queel Señor Jesús murió, quedamos recon-ciliados con Dios. Siempre que acepta-mos la posición que nos da el Señor Je-sús, conseguimos la paz. Jonás tuvo queser echado al mar; nuestro Señor tuvo quemorir. Y nosotros también hemos demorir, esto es, hemos de participar de sumuerte.

El que Jonás fuera echado al mar ytragado y llevado dentro del vientre delpez tipifica la sepultura. El significadoexclusivo de la sepultura es éste: que

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

93AGUAS VIVAS BIBLIA

nosotros no podemos contemplar a losmuertos. Después que Sara hubo muer-to, Abraham habló con los hijos de Het yles dijo: «Dadme propiedad para sepul-tura entre vosotros, y sepultaré mi muer-ta de delante de mí» (Gn. 23:4). En elbautismo reconocemos que la muerte delSeñor Jesús es real y que es también realel que nosotros hayamos muerto con él.Hemos muerto con él, y así, hemos sidotambién sepultados con él. Por otra par-te, Jonás fue vomitado por el pez sobretierra seca, lo cual es tipo de la resurrec-ción. El Señor Jesús resucitó de la tum-ba; pero nosotros también hemos resuci-tado con él.

La resurrección del Señor Jesús es elcorazón de todos los milagros. La resu-

rrección es más que un hecho objetivo,es también una experiencia subjetiva.Antes que Jonás fuera echado al mar, pre-fería la muerte a ir a Nínive; pero des-pués que fue vomitado por el pez en tie-rra seca, fue sin resistencia a Nínive. Elbrusco cambio obrado en él fue debido ala obra de la resurrección. Después quehayamos sido salvados y experimentadola resurrección, estaremos dispuestos ahacer todo aquello que antes preferíamosmorir antes que hacerlo. Antes sufríamosderrotas en muchas cosas y simplementeno podíamos vencer; pero ahora, despuésde haber recibido su vida de resurrección,hemos cambiado de modo radical.

(Preguntas vitales sobre el Evangelio,W. Nee).

jjjLa enseñanza del capitán

Una noche, antes de retirarse a su descanso, un capitán de barco, queera cristiano, paseaba sobre cubierta, cuando encontró a un marino reciénconvertido. Después de conversar largamente, el capitán le pidió que lellevara una Biblia a un compañero suyo. El marino le dijo: «No, capitán; élno necesita esa Biblia. Usted es su Biblia. Él lo está observando a usted. Siusted falla, Cristo fallará. Si usted permanece en Cristo, él se revelará aaquel hombre».

¡Cuántos hay que no pueden leer la Biblia, pero leen cada día en nuestraconducta como cristianos!

La lección de la perla

Dios sabe muy bien que la vida en la tierra no valdría la pena si todas lascausas de irritación fuesen quitadas, y así, muy sabiamente él ordena lascosas que nos irritan para que sean nuestra cruz. Sin embargo, la mayoríade nosotros se rebela contra esas irritaciones y tiene como gran pérdidaaquello que debería considerar como ganancia.

Sin duda, la ostra es más sabia, pues cuando un objeto que causa irrita-ción – como un grano de arena – entra en su concha, ella simplemente locubre con la parte más preciosa de su ser y lo transforma en perla. Lairritación que estaba causando cesa al ser cubierta con la formación perlina.Una perla verdadera es, por lo tanto, simplemente una victoria sobre lairritación y una vida sacada de la muerte.

Toda irritación, que surge en nuestra vida hoy, es una oportunidad parael cultivo de una perla. Qué stock de perlas podemos tener, si sinceramen-te llevamos nuestra cruz diaria y seguimos al Señor.

94 AGUAS VIVASBIBLIA

1. El Salmo más largo de todos es ela) 119 b) 78c) 118 d) 89

2. El patriarca más longevo en el Anti-guo Testamento fuea) Adán b) Jaredc) Matusalén d) Noé

3. ¿Cuál fue el fruto prohibido?a) uva b) manzanab) higo d) no es mencionado

4. En el Nuevo Testamento sólo se men-ciona a Job en un solo lugar:a) Lucas b) Santiagoc) 1ª Pedro d) Judas

5. ¿Cuál fue el primer hombre nacido enla tierra?a) Caín b) Abelc) Adán d) Jesús

6. ¿Cuántas veces aparece la palabra«cristiano» en la Biblia?a) una vez b) dos vecesc) tres veces d) cuatro veces

7. ¿A cuáles de las siguientes iglesiasenvió una carta el apóstol Pablo y otra elSeñor Jesucristo?a) Corinto y Esmirnab) Tesalónica y Filiposc) Roma y Filadelfiad) Éfeso y Laodicea

8. ¿Quién cortó el cabello de Sansón?a) el padre de Dalilab) Dalilac) un filisteod) una criada de Dalila

9. ¿Qué imprecisión suele cometersecuando se habla de los personajes quevinieron a adorar al niño Jesús?a) que eran magosb) que eran tres reyes magosc) que eran del oriented) que ofrecieron oro, incienso y mirra

10. La primera mujer a la que Dios pusonombre en la Biblia esa) Eva b) Saraic) Ada d) Zila

¿CUÁNTO SABE DE LA BIBLIA?

La Biblia es el libro más publicado en el mundo, pero no siempre es el másleído... o el mejor leído. Una lectura superficial de la Biblia puede llevarnos a su-poner cosas que la Biblia no dice, y con ello podemos cometer graves errores.Muchas veces escuchamos decir: «Como la Biblia dice...», agregándose a conti-nuación una barbaridad del porte de una casa, que jamás ha estado en el registrobíblico.

Hemos recolectado algunos de esos errores comunes, y algunas curiosidadesbíblicas, que suelen ser objeto de errores o malentendidos.

Le invitamos a medir su propio acervo de supuestos. Conteste sin buscar ayu-da. En la página 111 hallará las respuestas correctas.

95AGUAS VIVAS BIBLIA

11. ¿Cuántas veces Israel dio vueltas al-rededor del muro de Jericó antes de queéste cayera?a) Tres vecesb) Siete vecesc) Cuarenta y nueve veces (7x7)d) Trece veces

12. En la Biblia se habla de ciertos hom-bres que eran tan hábiles guerreros, quepodían apuntar sobre un cabello y acer-tar. ¿Cuál era el arma usada por ellos?a) honda b) lanzac) jabalina d) arco

13. ¿Qué profeta no corresponde al An-tiguo Testamento?a) Gad b) Joelc) Agabo d) Natán

14. ¿Cuál de los siguientes instrumentosmusicales no aparece en la Biblia?a) arpa b) bocinab) zampoña d) guitarra

15. ¿Cuál de los siguientes dichos apare-ce en la Biblia?a) Pedir peras al olmob) Razones sacan razonesc) Manos a la obrad) Más vale prevenir que curar

16. Cuando Dios dio a conocer el Taber-náculo dio las medidas de todos los uten-silios y muebles, excepto dea) la mesa de los panesb) el candelabroc) el arcad) el altar del incienso

17. Una imprecisión muy común que secomete al relatar la conversión de Sauloes que:a) cayó del caballob) quedó ciegoc) iba con una compañía de hombresd) le rodeó un resplandor del cielo

18. En la siguiente pregunta, hay algu-nas afirmaciones que suelen hacerse, sinbase bíblica. Escoja la única verdadera.a) El Señor Jesús dijo: «Amaos los unosa los otros».b) «Ver para creer», como dijo SantoTomás de Aquino.c) Jonás fue tragado por una ballena.d) Como dice la Biblia: «Al mal tiempo,buena cara».

19. Caín mató a Abel, usando:a) una lanzab) una quijada de burroc) sólo sus manosd) no se registra en la Biblia

20. Mencione la opción incorrecta res-pecto a la Nueva Jerusaléna) su muro tiene doce puertasb) cada puerta es una perlac) sus calles son de orod) en ella no hay templo

21. ¿Cuál de los siguientes refranes tieneapoyo bíblico?a) Ayúdate, que yo te ayudaré.b) Los que siembran viento, siegan tem-pestades.c) A Dios rogando y con el mazo dando.d) A quien madruga, Dios lo ayuda.

jjj

96 AGUAS VIVASFAMILIA

Fred MalirEstados Unidos

Lo que Dios me ha dado para com-partir, son cosas no sólo santas,sino santísimas en la Palabra de

Dios. Y porque estas cosas son santísi-mas, es que el diablo las tuerce y degra-da hasta lo sumo. Las cosas más santasde Dios son las cosas que el diablo pro-cura retorcer y destruir completamente.Por eso, el tema del sexo ha sido degra-dado hasta lo máximo en todo el mundo.

Entonces, hoy consideraremos lo quela palabra de Dios dice sobre este asun-to, para barrer fuera de nuestro ser todoslos malos conceptos que el diablo ha pro-curado meter en nuestro íntimo ser a tra-vés de los años. Dios es puro; no haypecado en él. Dios nos ama, y él no quie-re que seamos engañados por el mundo.

Como el gozo del esposoEl primer mandamiento cronológico

que Dios dio a los humanos fue:«Fructificad y multiplicaos» (Génesis1:28).. Primero, Dios dio ese mandamien-

to a los animales. Y ellos obedecieron.Es interesante que: «Y fue así ... y vio Diosque era bueno» (1:24, 25). Así que elasunto del sexo para los animales, lo vioDios, y vio que era bueno. El conceptoerróneo de la gente es que es malo. ¿Dedónde viene esa inspiración? Del diablo.

Luego: «Hagamos al hombre a nues-tra imagen... y los bendijo Dios, y les dijo:Fructificad y multiplicaos –el mismomandamiento que a los animales– llenadla tierra, y sojuzgadla... Y fue así. Y vioDios todo lo que había hecho, y he aquíque era bueno en gran manera» (1:28-31). ¿Notan la diferencia? Para los ani-males, era bueno; pero para los humanos«era bueno en gran manera». Aquí, pues,vemos una diferencia muy notable: queDios considera que ese mandamiento yesa actividad es algo muy bueno.

¿Cuál es la tradición? ¿Dónde se en-seña acerca del sexo? En la calle. ¿Quié-nes son los profesores? Los más perver-tidos, la peor fuente de información, de

Una franca enseñanza bíblica acerca del verdadero significadodel sexo.

El sexo desde el punto devista de Dios

97AGUAS VIVAS FAMILIA

la calle, y de psicólogos de mente inmun-da. Pero Dios ha puesto estas verdadesen la Escritura: «Y vio Dios que era bue-no en gran manera». Eso dice Dios.

A este efecto, quiero llevarles ahora aIsaías 62:5: «...y como el gozo del esposocon la esposa, así se gozará contigo elDios tuyo». ¡Qué notable! Como se gozael esposo con la esposa –es el acto sexual–, así se gozará contigo el Dios tuyo. ¿Quéquiere decir esto, que hay actividad sexualen el cielo? No. La actividad en la gloriaes diferente, no es física; pero el gozo quesentiremos es un gozo espiritual, muchomás fuerte que el gozo de un orgasmohumano. Porque Dios hizo que el sexofuera una ilustración de una verdad divi-na y sumamente pura.

Yo no puedo enseñar esto en la calle;se reirían de mí. Y nunca traté de hacer-lo, porque la Palabra de Dios me amo-nesta: «No echéis vuestras perlas delan-te de los cerdos, no sea que las pisoteen».De modo que estas cosas son no sólo san-tas; son santísimas, y no se pueden en-tregar a los perdidos de afuera, porque sereirán de ti. Pero la Palabra de Dios no escosa de risa ni de burla. Lo que Dios dicees santo y es puro.

«Como el gozo del esposo con la es-posa, así se gozará contigo el Dios tuyo».Entonces, ¿qué clase de actividad habráen el cielo, que se parezca? Va a ser unaactitud de intimidad tan intensa, que serácomo un orgasmo interminable, un gozodivino y eterno.

Lo que el sexo ilustraAhora, voy a pedir que vayan a 1ª

Corintios 6:13, al final del versículo:«Pero el cuerpo no es para la fornica-ción, sino para el Señor, y el Señor parael cuerpo». Versículo 15: «¿No sabéis quevuestros cuerpos son miembros de Cris-to? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cris-to y los haré miembros de una ramera?

–Este es el sexo pecaminoso– De ningúnmodo. ¿O no sabéis que el que se unecon una ramera, es un cuerpo con ella?Porque dice: Los dos serán una sola car-ne –en cuanto a Adán y Eva, describien-do el acto sexual–. «Dos serán una solacarne» – este es el sexo correcto, dentrodel matrimonio.

Y luego, leemos –tal vez para mu-chos de ustedes va a ser una sorpresa–.¿Qué ilustra el sexo? ¿Qué simbolismotiene? Bueno, acá dice: «Pero el que seune al Señor, un espíritu es con él». «Ah,¡pero yo no me esperaba esto! ¿Me quie-res tú decir que el acto sexual ilustra unade las más santas y puras verdades en laBiblia?». «El que se une al Señor, un es-píritu es con él». ¡Lo dice Dios! ¡Gloriaa Dios! Que él barra los malos conceptosde nuestra mente corrompida, y nos déuna mente pura y sana. Y lo ha hecho,porque dice la Biblia que «tenemos lamente de Cristo». ¡Aleluya! Somos libe-rados de los malos conceptos de los per-didos, para pensar santamente ysanamente. ¡Gracias a Dios!

Así que aquí, en dos brevesversículos, vemos tres aspectos del sexo:el sexo incorrecto, con una ramera; elsexo correcto, dentro del matrimonio; ylo que el sexo ilustra: el que está unido alSeñor es un espíritu con él. ¿Cómo eseso: unido al Señor? Bueno, es muy sen-cillo. Dios hizo a Adán, nuestro primerantepasado. Lo anestesió, le hizo una ci-rugía: le sacó una costilla, cerca del co-razón. Y con esa costilla, la carne de lacostilla, y sangre, Dios fabricó una nue-va criatura, nuestra primera tatarabuela,Eva. Hasta ese entonces, Adán no teníacompañera.

Pero observen esto: Eva fue la únicacriatura que no fue hecha del polvo; ellafue modelada por Dios con materialesvivientes, de Adán. ¿Qué simboliza eso?Simboliza, pues, a Cristo el prometido,

98 AGUAS VIVASFAMILIA

y a la iglesia, la prometida. Adán y Evailustran a Cristo y la iglesia. Y así dice laEscritura, dice que Adán era figura deaquel que iba a venir. Adán era figura deCristo, de modo que lo que le pasó a élnos ilustra lo que le pasó a Cristo. Y Evaes figura de la iglesia; por eso, Adán lallamó la madre de todos los vivientes. Esoes lo que significa el nombre de Eva.

Y, cosa extraordinaria, en la cruz delCalvario, aquel soldado romano ni seimaginó lo que estaba haciendo cuandotomó una lanza y la clavó en el costadode Jesús, dentro de su corazón. Abrió elcorazón del Señor, y de esa herida manósangre y agua. Y es precisamente la san-gre de Cristo el material viviente que for-ma la iglesia, la esposa de Cristo. La igle-sia no fue formada de la tierra, de losmalos conceptos humanos, barrosos ysucios; la iglesia es hecha de material vivoy puro. No hay cosa más santa que la san-gre de Cristo Jesús, que nos limpia detodo pecado.

¿Se dan cuenta del santo simbolismo?Y así, pues, tenemos en la Palabra deDios, en 1ª Corintios 6:19: «Huid de lafornicación ... ¿O ignoráis que vuestrocuerpo es templo del Espíritu Santo?».Tu cuerpo es el templo del Espíritu San-to. ¡Qué honor! Tu cuerpo es el templo,es decir, tú eres casa de Dios. Dios moraen los creyentes, viene a vivir dentro deti. ¡Qué privilegio!

Un intercambio de propiedadAhora vamos al versículo 7:2: «A

causa de las fornicaciones, cada uno ten-ga su propia mujer, y cada una tenga supropio marido. El marido cumpla con lamujer el deber conyugal, y asimismo lamujer con el marido». Dios dice que elsexo es cosa buena; pero siempre en elsagrado contexto del matrimonio. Fueradel matrimonio, es un pecado gravísimo;fornicación y adulterio. Y también la

masturbación es pecado.¿Qué es masturbación? Impaciencia

sexual; no puedo esperar, y caigo. Perono es necesario caer, si nos damos cuen-ta que nuestro cuerpo es sagrado, es lacasa de Dios. Dios desea que yo me con-serve puro para él, y para la esposa queél me dé, andando el tiempo, si es su vo-luntad. Y muy posiblemente sí, porquequedar soltero no es cosa común. Es nor-mal que la gente se case.

«El marido cumpla con la mujer eldeber conyugal». Esto es una orden; casidiríamos un mandamiento. Debes cum-plir con tu mujer el deber conyugal. ¿Esimportante esto? Sí. Y está todo aquí, enla Escritura. No hay necesidad de estar enla ignorancia. Y así, entonces, el maridodebe cumplir con su mujer el deber con-yugal, el acto sexual. No es una cosa porcasualidad, es un deber. «Y asimismo lamujer con el marido». Es recíproco. Losdos tienen que pensar así, porque si no,hay muchos trastornos y problemas.

He visto, en mi vida, cómo algunasmujeres, por un mal concepto –religio-so, usualmente– han empujado a susmaridos en brazos de una ramera, y al finhubo un divorcio, un rompimiento delmatrimonio; porque el diablo engaña amuchos. Y así también, por esos malosconceptos, el marido empuja a la esposaal adulterio, o la esposa empuja al mari-do. Dios nos ha liberado, no para tenerlibertinaje, sino para tener liberación enespíritu, y saber estas cosas, y cumplir-las en el espíritu y con amor. Así que,entonces, el marido debe cumplir con sumujer el deber conyugal, y asimismo lamujer con su marido.

Ahora viene un versículo notable, yes bueno que lo sepan. Versículo 4: «Lamujer no tiene potestad sobre su propiocuerpo, sino el marido; ni tampoco tieneel marido potestad sobre su propio cuer-po, sino la mujer». ¡Oh! ¿Qué es esto?

99AGUAS VIVAS FAMILIA

Cuando tú te casas, hay un intercambiode propiedad. Del momento que te casas,tu cuerpo ya no te pertenece; no eres due-ño de tu cuerpo. Tu cuerpo ha adquiridouna nueva propietaria: tu esposa. No eresdueño de tu cuerpo, pero tu esposa sí espropietaria de tu cuerpo, y viceversa.

El esposo adquiere los derechos depropiedad del cuerpo de la esposa. En-tonces, la esposa nunca debe negarse almarido. ¿Por qué? Porque el cuerpo deella no le pertenece a ella, le pertenece almarido. ¿Se dan cuenta? Es un intercam-bio de propiedades. Pero, ¿dónde se en-seña esto? Sólo en la Palabra de Dios. Y,por esa razón, los matrimonios cristia-nos son tan felices.

Yo ya soy un viejo de 82 años. Sinembargo, mi esposa y yo vivimos en uncontinuo gozo, como una prolongadaluna de miel. Nos amamos intensamen-te, y juntos amamos al Señor; leemos laPalabra, oramos, y somos sumamentefelices. Prefiero siempre viajar con ella,porque dos –dice la Escritura– son másque uno; porque uno solo pone a mil ene-migos en huida; pero dos, marido y mu-jer, harán huir a diez mil enemigos. Demodo que hay no sólo una suma de po-der, sino una multiplicación de podercontra los enemigos satánicos.

Los matrimonios tienen un privilegiotremendo: pueden orar y hacer huir a Sata-nás, en una multitud de situaciones: de tusamigos, de tus conocidos, de tus parientes.

Recuerden bien eso: el derecho de pro-piedad, un intercambio completo. ¿Por quélo ha querido Dios así? Porque así es elamor. El que ama siempre piensa en ha-cer feliz al otro. En el acto del sexo, elgozo más intenso se logra cuando el va-rón procura que ella tenga un orgasmo,un gozo, y cuando la mujer procura que éltenga ese gozo; cuando hay un mutuo pro-curar que el cónyuge sea intensamente lle-no de gozo en ese acto sexual.

No negarse el uno al otro1ª Corintios 7:5: «No os neguéis el

uno al otro, a no ser por algún tiempo demutuo consentimiento, para ocuparossosegadamente de la oración». Otra ver-sión dice: «No os defraudéis el uno alotro...». Defraudar es robar. Sé de mu-chos matrimonios que se defraudan, seestafan, se roban el uno al otro. Nadie deustedes le robaría mil pesos a un herma-no, pero cuántos hay que defraudan oroban de este gozo a su cónyuge. Haymuchos más de lo que se piensa.

No os neguéis, no os defraudéis, a noser por un tiempo, de mutuo consenti-miento, para orar. Pero una vez que setermina la oración o el ayuno, y ya sesientan a la mesa, recuerden, se terminóel ayuno, y también se terminó la restric-ción. ¡A juntarse, pues, sexualmente! Yno demoren, porque por eso hay divor-cios y graves problemas en el mundo.

Cuando la gente tiene problemas, envez de consultar con hermanos, en la igle-sia, consultan a un psicólogo. El proble-ma está en que los psicólogos del mundono te dan un consejo sano y bíblico. Depaso, de todas las especialidades de lamedicina, los psicólogos tienen el más altoíndice de divorcios de todos los demásmédicos. ¿Por qué es eso? Porque la gen-te, cuando tiene problemas maritales, va aver a un psicólogo; pero, cuando un psi-cólogo tiene problemas maritales, va a vera un abogado, para tramitar el divorcio.

«No os defraudéis el unoal otro...». Defraudar esrobar. Sé de muchos ma-trimonios que se defrau-dan, se estafan, se robanel uno al otro.

100 AGUAS VIVASFAMILIA

Así que, sabiendo eso, no te animesa ir a ver a un psicólogo; estás perdien-do el tiempo. Pregúntale al Señor. Unode los nombres del Señor es Consejero,y él da buen consejo (Is.9:6). Si pedi-mos en oración, en humildad, él dice lascosas tal como son; no nos defrauda.Jesús dijo: «Mis ovejas oyen mi voz, ya un extraño no seguirán, porque no co-nocen la voz de los extraños». Es posi-ble oír al Señor. Cuando oramos, él res-ponde. Porque te ama, no te deja en laoscuridad.

Y entonces dice: «de mutuo consen-timiento». Es decir que si deciden: «Bue-no, hoy no vamos a la cama juntos, va-mos a orar», tiene que ser de mutuo acuer-do. Si la esposa dice «no», o si el esposodice «no», queda cancelada la oración yel ayuno para otra oportunidad. «De mu-tuo consentimiento», recuerden eso. Deninguna manera vamos a ‘brutalizar’ anuestro cónyuge.

Luego, terminada esa oración o ayu-no, «volved a juntaros en uno, para queno os tiente Satanás a causa de vuestraincontinencia». Aquí, pues, tenemos aDios mismo, mandando, que tengamosel acto sexual en el matrimonio despuésde un tiempo de abstinencia por razón deoración. «Volved a juntaros en uno». Esel acto sexual.

Y así Dios te hizo a ti en nuestro pri-mer antepasado, Adán. Hizo primero aAdán. A Eva no la veía nadie, porque ellaestaba escondida dentro de Adán. Dioshizo una cirugía y sacó a Eva de ahí, ypolarizó todos los aspectos masculinosen Adán, y todos los aspectos femeninosen Eva. Así lo hizo Dios. Y, cosa notable,dice: «Volved a juntaros en uno». Así queal principio era uno, Adán; luego fuerondos, Adán y Eva; y luego Dios los juntóen el acto sexual, y fueron uno otra vez.Esto es lo que significa: «Volved ajuntaros en uno».

El acto sexual representa la verdade-ra unidad

El acto sexual, en el sagrado contex-to del matrimonio, significa la verdaderaunidad. Y esa unidad es nada menos quela unidad que existe en nuestro trino Dios.Dios no es solo, aunque es solo en el sen-tido de su Deidad. «Dios es uno», dice laEscritura. Pero, al mismo tiempo, Dioses Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y entreestos tres hay una unidad tan intensa, queno tenemos tres Dioses sino uno solo. Yesa es la clase de unidad, que Dios quie-re que tú experimentes en tu matrimo-nio. Que tú y tu esposa sean unidos contanta unidad, que sean una cosa. No sóloen el acto sexual, sino en todo lo que ha-gan, que sea hecho en unidad.

Y como la iglesia es esposa de Cris-to, también eso se aplica en la iglesia. Eladhesivo que nos une a los hermanos enla iglesia, es la misma clase de elementoque une al Padre, al Hijo y al EspírituSanto. Por eso, cuando Jesús oró por no-sotros, los creyentes, en Juan 17, hizo unaoración que si yo no la hubiera encontra-do en la Biblia no la hubiera creído; peroestá en la Biblia, y la creo. Él dijo: «Pa-dre... que sean uno, como nosotros so-mos uno, que sean uno en nosotros».

Pidió Jesús en oración que, en la igle-sia, podamos nosotros ser tan unidoscomo el Dios trino –Padre, Hijo y Espí-ritu Santo– es uno. Él pidió que seamosuno, no en una organización o en un nom-bre; pidió que seamos uno en él, en Dios.«Que sean uno, como nosotros somosuno; que sean uno en nosotros».

En Cristo, nosotros podemos comen-zar a disfrutar la misma clase de unidadque existe en nuestro trino Dios. ¡Oh, estoes maravilloso! Esto es algo fuera de estemundo; esto es algo en espíritu, es inter-no; es algo que nadie puede ver, porqueestá escondido adentro tuyo. Por eso fueque Jesús dijo: «Permaneced en mí, y yo

101AGUAS VIVAS FAMILIA

en vosotros». Hay un intercambio. Y, «sipermanecéis en mí, y mis palabras per-manecen en vosotros, pedid todo lo quequeréis, y os será hecho».

Hermanos, si viven en esa unidad –Cristo en ustedes, y ustedes en Cristo–tendrán libertad de pedir todo lo que quie-ran, porque ya no desearán pedir cosasque no agradan a Dios, sino que pediránconforme a Su voluntad. Y cuando pidanlo que Dios desea, él se los dará. Diosda, Dios responde la oración. Dios te ama,Dios quiere responder tus pedidos. Quiereque seas feliz; él lo ha provisto todo parahacerte feliz.

Tú eres parte de la iglesia, eres partede la esposa de Cristo, de una intimidadtremenda. La iglesia es como una mucha-cha plebeya, sin diplomas, sin méritos.Pero el Príncipe se enamoró de ella, y secasaron. Y he aquí, la muchacha plebeyaparticipa de toda la pompa y ceremoniadel reino, porque se casó con el Esposo.

Así, tú y yo, no somos nada, somosdel barro; pero si somos la iglesia, so-mos parte viva de Cristo. No estamoshechos con tierra; estamos hechos con elmaterial más precioso del mundo: la santasangre de Cristo, que nos limpia de todopecado. Así somos formados como igle-sia, y así podemos disfrutar de una uni-dad que el mundo no se imagina posible.

No hay unidad en el mundo; el únicolugar donde hay unidad verdadera es enla iglesia. Y Dios puede hacer que esaunidad con Dios sea el ejemplo y símbo-lo de tu unidad con tu esposa. ¡Aleluya!Hay grande gozo en poder estar tan uni-dos en la oración. Que Dios responda avuestras oraciones unidas entre marido ymujer, y les conceda abundantementetodo lo que pidan.

Un consejo a los jóvenesY dice el versículo 7:9, al final: «Me-

jor casarse que estarse quemando». Es

bueno casarse; es mejor casarse que an-dar quemándose con deseos sexuales.Dios ha provisto para ti una esposa, si esel deseo de Dios que tú te cases, y muyposiblemente así sea. Pero te ruego tecases en la voluntad del Señor.

Es bueno orar y elegir pareja compa-tible, pero, ¿cómo puedo saber yo cómoha de ser una esposa o un esposo? SóloDios sabe. De modo que es mejor orar –y pedir a nuestro Consejero– con quiénél quiere que uno se case. Entonces nova a haber los problemas que tienen losperdidos en el mundo.

Ahora quiero darles una cita más. Alfinal de la Biblia, hay un versículo nota-ble, en la última página. Dice: «El Espí-ritu y la novia dicen: Ven». El Espíritu esel Espíritu Santo, y la novia es la Iglesia.Ahí vemos que, a través del tiempo, laiglesia y el Espíritu Santo han llegado atener una intimidad tan grande, que soncomo un dúo bien adiestrado. Cuando undúo adiestrado canta, vocalizan la mis-ma palabra simultáneamente, en perfec-ta armonía.

«El Espíritu y la novia dicen: Ven».¡Qué dulce es esto! En un matrimonio,es estar en perfecta armonía, especial-mente en lo que a Dios atañe. Es cuandouno quiere decir algo, y ya la otra perso-na lo dice; están de mutuo acuerdo. Hayuna simultaneidad instantánea, que sólose logra con esa intimidad continua quelleva muchos años.

A los jóvenes el Señor les dice: «Sipides de mí una buena pareja, yo te daréla experiencia que, andando los años, túpuedas decirle a tu viejita esposa: Vamosa envejecer juntos, para gloria de Dios».Y allí, los dos viejitos se van a reír conuna voz cascada, pero amorosa, alaban-do al Señor.

(Mensaje impartido en Temuco,en septiembre de 2005).

102 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

Tuvo el universo un origen o siem-pre ha estado allí? ¿Puede la ener-gía producir materia? ¿Qué es

aquello que permite que los planetas per-manezcan cautivos del Sol? Son pregun-tas que más de alguna vez nos hemosplanteado y que se enmarcan dentro decomplejos principios físicos, algunos delos cuales vieron la luz por medio de uncientífico genial de origen judío nacidoen Alemania, Albert Einstein.

El presente año 2005 ha sido procla-mado por las Naciones Unidas como el«Año internacional de la Física». Unaforma de homenajear el cumplimiento delos 100 años desde que Albert Einstein,publicara sus trabajos que cambiaríanpara siempre la concepción de espacio ytiempo del universo, por medio de suTeoría de la Relatividad. Probablementela mayoría tenemos una imagen de este

físico de los pelos alborotados, y muyposiblemente hemos oído algo acerca desu teoría de la relatividad, o de su aportea la física cuántica, pero generalmentepoco se sabe acerca de ellas, ni tampocose tiene claro para qué sirven en nuestravida cotidiana teorías de este tipo, ni cua-les son sus connotaciones filosóficas.

La teoría en cuestiónEn 1905 Albert Einstein derivó las

ecuaciones de la teoría especial de larelatividad, las cuales involucran medi-ciones de longitud, de velocidad y tiem-po, a partir de cuerpos en movimiento.Estas ecuaciones condujeron a la mun-dialmente famosa ecuación que describecomo la materia y la energía pueden serconvertidas una a partir de la otra (E =mc2). Posteriormente en 1915, Einsteinintentando aplicar su teoría especial de

Un análisis del legado de Albert Einstein, al cumplirse cien añosde la publicación de la Teoría de la Relatividad.

¿Juega Dios a los

Ricardo Bravo M.

dadoscon el universo?

103AGUAS VIVAS APOLOGETICA

la relatividad a la física newtoniana, ter-mina deduciendo las ecuaciones de la teo-ría general de la relatividad, las cualesdescriben las relaciones entre la fuerzade gravedad, la velocidad de la luz, lamasa, entre los factores más importan-tes, considerando al universo como untodo. Esta última teoría presentó una for-ma distinta de ver a la fuerza de grave-dad descubierta por Newton, en dondecada cuerpo que tenga masa deforma eltejido del espacio-tiempo y por tanto to-dos los objetos persiguen la distancia máscorta a través de este espacio-tiempo, lacual puede no ser necesariamente el ca-mino más recto como lo señalaba la físi-ca de Newton.

La teoría de la relatividad es altamen-te compleja y requiere, para quienes nonos movemos en el ámbito de la físicateórica, un alto esfuerzo de abstracciónpara asomarse a entenderla. Reciente-mente a un físico teórico se le consultóen una entrevista si sería capaz de expli-car lo que era la teoría de la relatividaden unas pocas frases. Su primera reac-ción fue decir que no, pero después depensarlo un poco, buscó algo que pudie-ra servir de titular y reflejara la esenciadel concepto de espacio-tiempo queinvolucra la teoría. Finalmente contestóque lo que Einstein había enseñado, eraque «mirar lejos es contemplar el pasa-do». Por ejemplo, si alguien conduce unautomóvil y mira a la distancia que elsemáforo cambió de rojo a verde, tiendea pensar que captó justo el instante delcambio en forma simultánea. Pero esterazonamiento no es correcto. Lo que lapersona ve en el semáforo, depende deun rayo de luz que viaja desde el focoverde hasta el ojo del conductor, el cualha requerido de un tiempo de traslado.Por cierto que el tiempo es pequeñísimo,por cuanto la luz se mueve a 300.000 ki-lómetros por segundo. Considerando que

el semáforo se encuentra a unos 100 mde distancia, la persona debió más bienhaber pensado que hace unos milise-gundos el semáforo cambió a luz verde.Por tanto lo que uno ve a distancia no eslo que ocurre ahora sino lo que ya ocu-rrió en el pasado inmediato. Si se miramás lejos, por ejemplo al sol con lentesoscuros, se estará mirando lo que ocu-rrió en él hace 8 minutos, que es el tiem-po que demora en llegar un rayo lumino-so a la tierra a la velocidad de la luz. Portanto, cuanto más lejos se mira, más seadentra en el pasado. Todo lo que perci-bimos alrededor, corresponde a un con-junto de estratos de espacio en diferentestiempos del pasado. Este conjunto de es-tratos están hilvanados por rayos de luz,que dan lugar a un todo coherente que eslo que los físicos llaman espacio-tiem-po. Einstein descubrió que la luz, al con-trario del sonido (que necesita de un me-dio para propagarse), se propaga en elvacío y lo más interesante, que su velo-cidad de propagación es independientedel estado de movimiento de la fuente,es decir, si el auto acelera o desacelerarespecto al semáforo, la velocidad de losrayos de luz que nos permiten ver el se-máforo no será ni menor ni mayor, sinoque se mantendrá inalterable.

Además de la Teoría de la Relati-vidad, Einstein realizó otros muy impor-tantes aportes como lo fue el establecerlas bases de la Física Cuántica, la cualtrata con el comportamiento de la mate-ria a nivel del pequeñísimo mundo de losátomos, investigación por la cual le fueotorgado el Premio Nobel de Física en1921. En ella se basan gran parte de laciencia y la tecnología moderna, puescontrola el comportamiento de los circui-tos integrados de computadores y unaenorme gama de equipos electrónicos.Posteriormente otros investigadorescomo Bohr y Heisenberg continuarían

104 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

esta nueva línea de investigación en físi-ca cuántica señalada por Einstein, sien-do observados atentamente por éste, yhaciendo además algunas contribuciones.

La filosofía detrás de la teoríaPero al poco andar, se produciría una

diferencia fundamental entre AlbertEinstein y sus dos jóvenes colegas.Einstein mostró un total desacuerdo consus seguidores, quienes terminarían dedesarrollar su teoría sobre la FísicaCuántica; principalmente en las conno-taciones filosóficas que éstos dedujerona partir de sus hallazgos. Específicamentesobre la indeterminación de la naturale-za, basado en el principio de incertidum-bre de Heisenberg (principio que serárevisado brevemente más abajo). Mien-tras Einstein investigaba un universo es-tablecido con orden y con propósito porun Creador Omnisciente y Omnipoten-te, su colega Bohr le rebatía increpándo-le que la naturaleza y el universo no esta-ban determinados por ninguna fuerzasuperior y por tanto eran indeterminados.Todo ello se desarrollaba en Congresosy seminarios en distintas universidadeseuropeas, en medio de acaloradas discu-siones. Fue en una de ellas donde Einsteinreprendió a Bohr con una frase genial ymuy repetida en la historia reciente:«Dios no juega a los dados con el uni-verso», dando a entender que el azar y elindeterminismo no tienen cabida en ununiverso perfectamente diseñado y enorden.

El principio de incertidumbre deHeisenberg señala que ciertos pares devariables en física no pueden medirse si-multáneamente con exactitud. Por ejem-plo, en un átomo no es posible medir almismo tiempo y con precisión, la posi-ción y la velocidad de una partícula (unelectrón por ejemplo). Esto se debe a queel proceso de medición interfiere en un

grado substancial sobre aquello que estásiendo medido. De esta área se preocupala física cuántica, en donde las partículasatómicas no tienen ni posiciones ni velo-cidades definidas. De allí entonces queestas variables no pueden medirse concompleta precisión y por tanto cuando setrata de describir el comportamiento deuna partícula atómica individual sólo esposible hacerlo en forma aproximada pormedio de probabilidades estadísticas.

Este problema de imprecisión ha lle-vado a algunos físicos a señalar que Diossí jugaría a los dados con el universo, esdecir, existe una componente estadísticafundamental en la naturaleza del cosmos,un cierto grado de azar en el comporta-miento de los componentes de la mate-ria. Pero lo que hasta ahora la ciencia lla-ma azar o comportamiento aleatorio deciertas variables, es simplemente debidoa su incapacidad para poder controlarlasy por tanto requiere acceder a la probabi-lidad estadística. El elemento aleatorio oazaroso entra en juego cuando se quiereinterpretar la dinámica de las partículasatómicas en términos de posición y mo-vimiento. «Pero quizás ese es nuestroerror», reflexiona Hawking en su libroHistoria del Tiempo, «tal vez no existanposiciones ni velocidades de partículas,sino sólo ondas. Se trata simplemente deque estamos intentando ajustar las on-das a nuestras ideas preconcebidas deposiciones y velocidades. El mal empa-rejamiento (de posición y velocidad) queresulta, es la causa de la aparenteimpredictibilidad».

En el fondo, el azar no es más que laincapacidad científica de comprender ungrado superior de orden. Si existe un SerOmnisciente, capaz de conocer y contro-lar todas las variables que afectan a unproceso dado, y en las proporciones enque cada una de ellas participa, entoncesno existen el azar ni la incertidumbre ni

105AGUAS VIVAS APOLOGETICA

el caos y por tanto Einstein seguiría te-niendo razón al criticar a sus colegas enel sentido que Dios no juega a los dadoscon la naturaleza ni con el universo.

Orden o caosAlbert Einstein y antes que él otro

gran físico, Isaac Newton, señalaron apartir de sus propios descubrimientos quesi la ciencia es capaz de encontrar ordeny simetría en el universo es porque ver-daderamente existe un orden subyacenteque permite descubrir esos principios. Elorden, la belleza y la simetría están pre-sentes ya sea en una escala tan inmensacoma la del universo, como también enlos sistemas solares que lo componen ysus planetas, de modo particular la Tie-rra con sus organismos vivos, encontrán-dose además presentes en los distintosprocesos que ocurren en la naturaleza yhasta en la estructura íntima de la mate-ria, considerando el equilibrio y bellezacasi perfectos presentes en la estructurade un átomo.

Las teorías del caos (incluida la delas catástrofes y de los atractores extra-ños), son una rama de la matemática queintenta abordar con sus modelos lo im-predecible, aquello que es altamente com-plejo y no lineal, como por ejemplo, lorelativo al tiempo metereológico. Pero elcaos en el ámbito matemático está en-tendido no como ausencia de orden, sinocomo cierto tipo de orden de característi-cas impredecibles, pero con posibilida-des de ser descritas. No obstante, el usoo más bien el abuso que se ha hecho deestas teorías del caos, la han llevado a seruna especie de panacea de explicacionescientíficas en áreas donde la ciencia nopuede hacer determinaciones precisas,debido a la complejidad de los fenóme-nos abordados, siendo esgrimida en al-gunos círculos científicos como un nue-vo paradigma de la ciencia, asignándo-

les roles que no tiene; caos como princi-pio ordenador, azar como fuerza creado-ra.

El abanderamiento profundo con es-tas teorías caóticas, deformadas en susprincipios filosóficos, pudiera entender-se en quienes se afanan en buscar en todoaquello que se oponga a un Dios Crea-dor como una tabla a que aferrarse enmedio de un océano de confusión. Perocuando éstas son utilizadas y defendidasa ultranza por creyentes, surgen senti-mientos mezclados de asombro y preocu-pación.

En este segundo semestre de 2005 porrazones de trabajo he debido viajar en dosocasiones a un país vecino a impartir unprograma de postítulo en metodología dela investigación científica a profesiona-les de una universidad privada. En estemismo programa han participado tam-bién otros colegas chilenos, de otra uni-versidad, impartiendo otras unidades. Esasí como en mi segundo viaje y con enor-me sorpresa, pude enterarme durante eldesarrollo de la clase, que el colega queme antecedió hizo el centro de su ense-ñanza a las teorías del caos como los másimportantes métodos disponibles en laciencia actual para explicar el origen yfuncionamiento de muchos fenómenosnaturales, y a la cual la ciencia debe agra-decerle sobremanera. Esto me sorpren-dió fuertemente, no tanto porque estabaen franca contradicción con parte de lafilosofía de la ciencia que había utilizadoen mis clases previas, en donde apunta-ba al orden, belleza y simetría del uni-verso que permiten descubrir e investi-gar procesos, sino porque quien defen-día estos paradigmas científicos caóticosera nada menos que un profesor de teo-logía de una de las universidades conapellido religioso de nuestro país, licen-ciado en teología y con un vasto currícu-lo en temáticas religiosas.

106 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

Creación ordenadaResulta a lo menos curioso el razo-

namiento de científicos creyentes queaceptan el caos como principio ordena-dor, y no sólo ordenador, sino ademásgenerador de belleza y perfección, cuan-do connotados científicos abiertamenteno creyentes, reconocen un universo enorden que no tienen cómo explicar fueradel ámbito de un Creador omnipotente.El agnóstico físico teórico StephenHawking, en su mundialmente famosolibro «Historia del tiempo», reconoce¿»Por qué debe estar el universo en unestado de orden elevado en un extremodel tiempo»? (al inicio de la Creación),¿Por qué no ha existido en un estado decompleto desorden en todo momento?

De este casi perfecto orden en el uni-verso producto de un Dios Creador, pudodarse cuenta Albert Einstein, una de lasmentes científicas más brillantes que haconocido la humanidad, a pesar que enalgunos de los tantos escritos que se es-tán realizando con motivo de la celebra-ción del año de la física, se tienda a ne-gar sus principios cristianos, definiéndo-lo como «judío no creyente». Muy por elcontrario, en innumerables ocasionesEinstein dio muestras de ser creyente enun Dios Creador del universo,expresándolo en forma explícita con fra-ses como la que se ha mencionado: «Diosno juega a los dados con el Universo», oen aquella pregunta: «¿Tuvo Dios unaelección para crear al universo o pudohaberlo hecho de otra forma?». Tambiénen forma implícita demostró ser creyen-te a través de la búsqueda de leyes queobedecieran a un perfecto ordenamientomatemático en un contexto creacionista.Lo que sí es cierto que Einstein no erareligioso en la forma convencional, locual es muy distinto.

Lo que pareciera molestar en ciertasesferas de la ciencia, es que un científico

creyente, basado en principios creacio-nistas, generara la mayor revolución cien-tífica del siglo XX en el ámbito de la fí-sica. No por nada el semanario Time deLondres a finales de 1999 catalogó aEinstein como el número uno en un lar-ga lista que clasificaba a las personalida-des más importantes de la vigésima cen-turia.

¿Casualidad o causalidad?La comunidad científica, al menos en

el medio norteamericano, está divididacasi en partes iguales, entre aquellos queproponen a la casualidad o el azar comoprincipio ordenador de la naturaleza yquienes argumentan que no es la casuali-dad sino más bien la causalidad o propó-sito, consustancial a la naturaleza, la quepermite descubrir sus leyes y principios.

Independientemente de cuán apasio-nada sea la discusión sobre ‘casualidad’o ‘causalidad’ desarrollada en el seno dela biología, de la física o de otras cien-cias de la naturaleza que intentan expli-car distintos procesos y fenómenos ennuestro planeta y el universo, debe ne-cesariamente reconocer que todas estasciencias naturales terminan por descu-brir un orden y una direccionalidad opropósito, que son inseparables de larealidad física de la naturaleza, porqueforman parte de su estructura más inti-ma. Hablan de ello muy fuertemente lasleyes que la gobiernan, las regularida-des que permiten descubrir patrones yprincipios. Por lo tanto, al hablar de laexistencia de leyes y de regularidadesen la naturaleza debemos admitir queéstas apuntan a un fin determinado, sonprocesos cuyo propósito se encuentraorientado para conseguir un resultadodentro de un marco ordenado. Por elcontrario, la casualidad entendida comoun proceso azaroso, implica la no exis-tencia o la falta de orden. No es posible

107AGUAS VIVAS APOLOGETICA

concebir un proceso que se dirija a unfin determinado si está enmarcado en unsistema desordenado, el cual resultaimpredecible. La ciencia ha podido for-mular leyes y principios basada en lacausalidad (no en la casualidad) o en elcomportamiento con una dirección de-finida hacia un propósito dado, presen-te en la naturaleza. De lo contrario nun-ca se podrían haber desarrollado las cien-cias naturales.

Davies (1993), un notable investigadory divulgador de ciencia australiano, va másallá respecto a la denominación de un uni-verso ordenado señalando que «se ha dehacer una distinción entre dos tipos de or-den: simple y complejo». Agrega que «elorden del cosmos es más que un simplerégimen de regularidades; es también com-plejidad organizada, y esto sólo se ha po-dido determinar en los últimos años con elsurgimiento de potentes computadoraselectrónicas, las que han permitido apre-ciar la naturaleza verdaderamente funda-mental de la complejidad».

Si Einstein logró llegar a concebir lateoría general de la relatividad, conside-rada como uno de los avances claves enla física moderna, fue producto de «unainsatisfacción de tipo estética»(Hoffmann 1985). Su intuición y sentidode belleza respecto a un universo orde-

nado le mostraron el camino para esta-blecer las ecuaciones matemáticas queexplican las complejidades de la teoría.

¿Por qué es posible descubrir leyes yprincipios en la naturaleza con la mate-mática? ¿Existe la matemática en estasleyes y principios, independiente del serhumano, o las matemáticas son un inven-to del hombre que las ajusta a estas leyesy principios? Estas son dos escuelas depensamiento que dividen a la comunidadcientífica. Uno de los más grandes mate-máticos del siglo recién pasado, el inglésRoger Penrose escribe: «Pareciera ha-ber una profunda realidad concernientea esos conceptos matemáticos, algo quelleva mucho más allá de las deliberacio-nes de algún matemático en particular.Es como si el pensamiento humano seviera guiado hacia alguna verdad eter-na, una verdad con realidad propia».Muchos físicos están de acuerdo con estavisión de que la matemática es intrínsecaa la naturaleza. Por ejemplo Hertz, el pio-nero en producir y captar ondas de radioexperimentalmente señaló en una ocasión«Uno no puede escapar a la sensaciónde que las fórmulas matemáticas gozande una existencia independientes en símismas, y son mucho más sabias que susdescubridores».

Si bien la mayoría de los que realizanciencia cuantitativa dan por supuesto elque puedan ser revelados los procesosnaturales por medio del método científi-co, son muy pocos los que se detienen apensar por qué las leyes que subyacen enla naturaleza y en el universo responden auna exacta y perfecta estructura matemá-tica. Consideremos sólo tres ejemplos, dosde ellos a escala planetaria y uno a escalaatómica, que muestran a la matemática yla física aplicadas con asombrosa exacti-tud, considerando variables como distan-cia, masa, gravedad y fuerzas intra atómi-cas, las que posibilitan la existencia y el

Lo que pareciera molestaren ciertas esferas de laciencia, es que un científi-co creyente, basado enprincipios creacionistas,generara la mayor revolu-ción científica del siglo XXen el ámbito de la física.

108 AGUAS VIVASAPOLOGETICA

buen funcionamiento de nuestro planetay de los organismos vivos que alberga. Enprimer lugar la luna, el satélite natural dela tierra, con su masa y posición, cumpleuna función primordial para el manteni-miento de la estabilidad de la rotación dela tierra. En segundo lugar, la gravedaddel gigante planeta Júpiter ubicado en unaposición estratégica, nos protege con suenorme masa y gravedad de un sinfín deasteroides que podrían colisionar con latierra con resultados más que catastrófi-cos. Finalmente, el tercer ejemplo proce-de del reciente Premio Nacional de Cien-cias Exactas 2005, Rafael Benguria, quienreflexionando en una entrevista sobre laestructura del átomo (El Mercurio 2005),hacía referencia a la estabilidad de la na-turaleza y a lo maravilloso de ella, queposibilita la existencia de la vida misma.Señala que «Un átomo sólo puede recibirun electrón de más… Si los átomos denuestros cuerpos tuvieran dos o más elec-trones de sobra… nosotros y los objetosvolaríamos en pedazos por una gigantes-ca fuerza eléctrica de repulsión».

Una y otra vez se cumple el que, cuan-to más se avanza y profundiza en algunaárea de la ciencia, más aparece un uni-verso matemáticamente ordenado y di-señado, no habiendo cabida para el azar

ni el caos en él. De este fenómeno se pudodar cuenta hace ya mucho tiempo el cé-lebre microbiólogo francés Louis Pasteur,dejándonos una hermosa y profunda re-flexión: «Un poco de ciencia aleja deDios, pero mucha devuelve a Él».

A pesar que en algunas esferas cien-tíficas los postulados filosóficoscreacionistas de Albert Einstein aún pue-den causar escozor, los grandes hallaz-gos científicos del físico más grande dela historia, descubiertos en un contextocreacionista, nos siguen repitiendo: «Diosno juega a los dados con el universo».

Bibliografía.Davies P. 1993. La mente de Dios. La base

científica para un mundo racional. EditorialMc Graw-Hill.

El Mercurio 28 de agosto de 2005. Pre-mio Nacional 2005, página C11.

Hawking S. 1993. Historia del tiempo;Del Big Bang a los agujeros negros. RBAEditores, España.

Hoffmann B. 1985. La relatividad y susorígenes. Editorial Labor S. A., Barcelona.

Ortoli S. & J.P Pharabod. 1991. El Cánti-co de la Cuántica. Editorial Gedisa S. A., Bar-celona, España

Penrose R. 1989. The Emperor´s NewMind: concerning computers, minds and thelaws of physics. Oxford University Press.

jjjAmor versus átomo

Un periodista inglés, al estudiar la Enciclopedia Británica en ese idioma,comprobó que en la primera edición de esta obra magna del año 1768, lapalabra «átomo» fue tratada en cuatro líneas, mientras que a la palabra«amor» se habían dedicado cinco páginas. En la última edición no se men-ciona la palabra «amor», pero al átomo le están dedicadas cinco páginascompletas.

Un periodista alemán se sintió afectado al leer esta noticia. Tomando elLéxico de Brockhaus de 1943 encontró lo mismo. Acerca del «átomo» ha-bía abundante material, pero la palabra «amor» faltaba por completo; encambio, en la edición de 1913 todavía tiene una cuarta parte de la colum-na sobre la palabra «amor», mientras el artículo acerca de los átomoscubre cuatro columnas.

109AGUAS VIVAS

Más allá de

Aquella mañana del 7 de diciem-bre de 1941, Mitsuo Fuchida ibaa cumplir –a los 39 años de edad–

la mayor hazaña militar de su vida. Comoel piloto imperial japonés más antiguo,con más de 10.000 horas de vuelo, fuedesignado para encabezar la mortal olade ataques a la armada norteamericanadel Pacífico en Pearl Harbor.

Hijo de un profesor primario, muynacionalista, Mitsuo se enroló en la Aca-demia Naval a los 18 años. Se unió a lafuerza aeronaval japonesa, y sirvió comopiloto de portaaviones durante 15 años.Pronto llegó a ser el piloto más experi-mentado de la armada.

De acuerdo a lo planificado, Fuchida,al mando de 360 aviones, sobrevoló lasislas de Hawai esa mañana muy tempra-no. Su corazón estaba encendido por unainsaciable sed de venganza. Viendo la flo-ta americana apaciblemente anclada enPearl Harbor, sonrió al tomar al micrófo-no y dar la clave convenida: «¡Tora!¡Tora! ¡Tora! ¡Todos los escuadrones alataque!». Esa señal significaba que el ata-que era recibido absolutamente por sor-presa. Eran las 7:49 A.M.

Como un huracán, los torpederos,bombarderos y cazas atacaron con ira in-descriptible. Durante las siguientes treshoras, los aviones no sólo atacaron PearlHarbor, sino también las pistas de aterri-zaje, barracas y muelles cercanos. De los

ocho acorazados que estaban en la ba-hía, cinco fueron destrozados e inutili-zados por completo. Otras naves meno-res fueron dañadas. A más de eso –y estoes lo peor– 3077 marineros murieron odesaparecieron, 876 fueron heridos, 226soldados murieron, y 396 quedaron he-ridos. Había sido todo un éxito desde elpunto de vista militar, y Mitsuo Fuchidaestaba orgulloso.

El desencantoDespués de la proeza de Pearl

Harbor, Fuchida siguió participando enhechos de guerra. Sin embargo, prontovino la seguidilla de derrotas, que lleva-ron al gobierno japonés a la capitulación.Fuchida, sin embargo, no quería rendir-se. Habría luchado hasta la muerte. Su

REPORTAJE

La historia de Mitsuo Fuchida, el piloto japonés que comandó elataque a Pearl Harbor.

Pearl Harbor

110 AGUAS VIVAS

corazón lleno de amor patrio y de odiohacia sus enemigos no quería rendirse.Pero tuvo que aceptar su suerte cuandoel emperador anunció la rendición.

Mitsuo Fuchida no sabía que el amorde Dios tenía para él un destino mejor.Hubo un hecho que podía demostrarlo.Estuvo a punto de morir cuando sobrevi-no el ataque atómico sobre Hiroshima,pues Fuchida estuvo en esa ciudad hastael día anterior al ataque, asistiendo a unaconferencia militar con el ejército. Estan-do allí, recibió una llamada de larga dis-tancia desde el cuartel general de la Ar-mada, exigiéndole volver a Tokio. Esallamada salvó su vida.

Con el fin de la guerra, su carrera mi-litar terminó, pues las fuerzas armadasjaponesas fueron disueltas. Volvió a suhogar en Osaka, y se dedicó al cultivo dela tierra. Su desaliento era muy grande.Sobre todo, porque fue citado en variasocasiones a testificar por los juicios decrímenes de guerra que se abrieron enTokio.

En sus viajes a Tokio, Fuchida fuemuy impactado al observar cómo losmisioneros norteamericanos alimentabana los hambrientos y enseñaban «los ca-minos de Cristo». Tal actitud de perdónle hizo querer saber más de Cristo «alcual ellos profesaban amar».

Muy pronto Dios le proveyó la oca-sión de conocer la causa de aquel mara-villoso amor.

Una historia de perdónUn día, mientras bajaba del tren en

una estación de Tokio, vio a un america-no distribuyendo literatura, quien le com-partió el folleto titulado «Yo fui prisio-nero de los japoneses».

Lo que leyó fue el testimonio fasci-nante de un soldado americano llamadoJacob DeShazer, quien, luego de partici-par en varios hechos de guerra, fue he-

cho prisionero en Japón.Durante largos cuarenta meses de

encierro en Nanking, China, DeShazerfue tratado cruelmente. Él confesaba enel folleto que su odio violento por losguardias japoneses casi lo volvió un de-mente. Pero después de un tiempo, lesdieron a los prisioneros americanos unaBiblia para leer. DeShazer, no siendo unoficial, tuvo que dejar a los otros usarlaprimero. Finalmente, vino su turno, du-rante tres semanas. Allí en el campamen-to de prisioneros, él leyó y leyó y llegó aentender que el libro era más que un clá-sico histórico. Su mensaje llegó hasta sucorazón allí en su celda.

El poder real de Cristo, que JakeDeShazer aceptó en su vida, cambió porcompleto su actitud hacia susaprehensores. Su odio se transformó enamor, y él resolvió que si su país ganabala guerra y él era liberado, volvería a Ja-pón para presentar a otros este libro quecambia la vida.

Y así lo hizo. Después de un entrena-miento en el Seattle Pacific College, re-tornó a Japón como misionero.

Quebrantado por el amor de CristoSu historia, impresa en este folleto,

era algo que Fuchida no podía compren-der. Sin embargo, no podía olvidarse deella. La motivación pacífica sobre la quehabía leído era exactamente lo que él es-taba buscando. Y dado que el americanola había encontrado en la Biblia, decidiócomprar una para él, a pesar de su heren-cia budista.

En los días siguientes, leyó el NuevoTestamento ávidamente, hasta llegar aldrama culminante, la crucifixión de Cris-to. Leyó en Lucas 23:34 la oración deJesucristo en su muerte: «Padre, perdó-nalos; porque no saben lo que hacen».Fuchida confiesa: «Me impactó saber queyo era ciertamente uno de aquellos por

REPORTAJE

111AGUAS VIVAS

los cuales él había orado. Los muchoshombres a los cuales yo había muerto,habían sido muertos en el nombre delpatriotismo, porque yo no entendía elamor que Cristo quiere implantar dentrode cada corazón».

«Justo en ese momento, encontré aJesús por primera vez. Entendí el signi-ficado de su muerte como un sustitutopor mi maldad, y así en oración, le pedíperdonar mis pecados y cambiarme deun amargado y desilusionado ex-pilotoen un cristiano cabal, con un propósitopara vivir.» Ese día, 14 de abril de 1950,se convirtió en una nueva persona.

Grandes titulares aparecieron en losdiarios: «Héroe de Pearl Harbor se con-vierte al cristianismo». Sus viejos com-pañeros de armas fueron a visitarlo, in-tentando persuadirlo a desechar esa«idea loca». Otros lo acusaron de ser unoportunista, abrazando el cristianismosólo como un medio para impresionar alos vencedores americanos. Sin embar-go, Dios había hecho una real y precio-sa obra en el corazón del ex combatien-te.

Con el tiempo, Fuchida se hizo evan-gelista, viajando por todo el mundo comomiembro de la Worldwide ChristianMissionary Army. «Qué no daría yo –solía decir en sus charlas– por revertir misacciones de hace 29 años en Pearl Harbor,pero no es posible. En cambio, ahora mi

trabajo es dar un golpe mortal al odiobásico que infesta el corazón humano ycausa tales tragedias. Ese odio no puededesarraigarse sin la ayuda de Jesucristo.»

Un testigo que le oyó dar su testimo-nio en Escandinavia, cuenta de su relatomaravilloso y conmovedor. Al finalizar,Fuchida dijo: «No tengo el don de la Pa-labra, así que no puedo predicar sobre elSalvador, pero puedo decir cómo él meha dado paz y perdón a través de su cruz,para que otros también puedan venir aconocerlo».

Entre sus libros publicados estaba«La verdad sobre la operación PearlHarbor», y «De Pearl Harbor al Calva-rio: Mi testimonio».

Fuchida murió de diabetes enKashiwara, cerca de Osaka, el 30 de mayode 1976, a los 73 años de edad.

REPORTAJE

Respuestas correctas a «¿Cuánto sabe de la Biblia?»1A, 2C, 3D, 4B (Stgo. 5:11), 5A, 6C (Hch. 11:26; 26:28, 1ª Ped. 4:16), 7D (Col. 4:16; Ap.2:1-7; 3:14-22), 8C (Jue. 16:19), 9B (Mat. 2:1-12), 10B (Gén. 17:15), 11D (Jos. 6:15), 12A(Jue. 20:15-16), 13C (1 S. 22:5; 2 S.7:2; Hch. 11:27-28), 14D, 15C (1 Cr. 22:16; 28:20),16B , 17A (Hch. 9:1-9), 18A (Jn. 15:17), 19D (Gén. 4:8), 20C (Tiene una sola calle, Ap. 22:2),21B (Os. 8:7).

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Grandes titulares apare-cieron en los diarios: «Hé-roe de Pearl Harbor se con-vierte al cristianismo». Susviejos compañeros de ar-mas fueron a visitarlo, in-tentando persuadirlo adesechar esa «idea loca».

112 AGUAS VIVASPAGINA DEL LECTOR

No sólo ChileEn diferentes ciudades de México don-

de los hermanos se reúnen, la revistaAguas Vivas ha sido de gran ayuda parala edificación de las iglesias. En diferen-tes localidades, los hermanos toman undía para leer en grupos pequeños por loshogares, y cada uno expresa el sentir queDios le da. De la misma manera, los artí-culos se leen en las reuniones generales.De esta manera, Dios ha permitido a lasiglesias aprovechar este material, puescreemos que no sólo es para Chile, sinopara todas las iglesias en diferentes paí-ses. Damos gracias a Dios por todos us-tedes que están colaborando con el Se-ñor en la edificación de la iglesia.

David Calvo, México.

AlabanzasHemos sido muy bendecidos con la

lectura de la página y también al escu-char las preciosas alabanzas que el Se-ñor ha dado a nuestros hermanos deChile. Personalmente, desde que llegoa la oficina entro a la página y todo eltiempo trabajo con ellas como fondo.Varios compañeros (no creyentes) mehan preguntado sobre las canciones; les

comento sobre la página y ocasional-mente la consultan y oyen las cancio-nes. ¡El Señor sabe cómo obra!

Lisbeth Ordóñez, Colombia

Estudando espanholBaixei via Internet todas as mensa-

gens, são maravilhosas e tem edificadoa minha fé no Senhor Jesus Cristo. Es-tou estudando a língua espanhola etenho feito das mensagens uma opor-tunidade de ouvir coisas do Reino deDeus, e agora preciso também ler emespanhol, isto faz parte das tarefassolicitada por minha professora.

Almeri Lucindo, Brasil.

LibrosTodas las noches cuando «abro»

Internet, lo primero que busco eswww.aguasvivas.cl para leer no sólo larevista, sino algunos libros que tambiénbajé. Me siento identificado con la for-ma en que Uds. encaran los temas, por-que nunca, desde mi niñez, ni aun en elSeminario, pude encontrar esta formade interpretar la Biblia.

José Colacilli, Argentina.

CARTAS

Por razones de espacio, las cartas son resumidas.Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios.

Equipo Redactor: Eliseo Apablaza, RobertoSáez, Gonzalo Sepúlveda.Además en esta edición: Stephen Kaung, DavidWilkerson, Romeu Bornelli, Gino Iafrancesco,Ben Hiebert, Fred Malir, Ricardo Bravo.Diseño y diagramación: Mario Contreras.Traducciones: Andrés Webb, Mario Contreras.Distribución: Jorge Geisse [email protected]/Fax 45-642904. Cas. 3045, Temuco, Chile.

E-Mail: [email protected] EE. UU, Canadá y Puerto Rico:James Huskey · Spanish Publishing MissionP. O. Box 1339, Guthrie, OK, (73044) USA.Email: [email protected] en México:Samuel González E. · Apartado Postal Nº 639C. P. 80000, Culiacán, Sinaloa, México.Email: [email protected]

UNA REVISTA PARA TODO CRISTIANO / Año 6 · Nº 36 · Noviembre - Diciembre 2005

aguas vivas