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POPGOTÁ: DINÁMICAS DE CIRCULACIÓN Y CONSUMO DE LA MÚSICA
POP CONTEMPORÁNEA EN BOGOTÁ
AUTOR
CAMILO ARBELÁEZ GIRALDO
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE COMUNICADOR
SOCIAL
ÉNFASIS EN PERIODISMO Y PRODUCCIÓN RADIOFÓNICA
DIRECTOR:
GILBERTO EDUARDO GUTIÉRREZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
BOGOTÁ D.C.
2018
ARTÍCULO 23
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus
trabajos de grado, solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral
católicos y porque el trabajo no contenga ataques y polémicas puramente personales, antes
bien, se vean en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.
AGRADECIMIENTOS
A mis padres Roberto y Natalia porque gracias a ellos hoy en día puedo ir cumpliendo
cada una de mis metas.
A mis mejores amigos: Ángela Gómez, Sebastián Roa, Alejandro Gari, Andrés
Rodríguez y Juan David Ramos.
A cada uno de los que participó en la realización de este proyecto: Eddy Santiago
Berrio, Catalina Hoyos, Laura Romero, Juan Pablo Castiblanco, Lucía Suescún, Gabriel
Llano, John García, Miguel Santacoloma, María Paula Rodríguez, Manolo Bellón y Miguel
Arévalo.
A mis compañeros y referentes que también aportaron cuantiosamente a la
investigación: Laura Mendoza, Roberto Blanco, Alejandro Marín y Catalina Blanco.
A la música: mi inspiración para realizar este proyecto y mi motivación para superar
cada obstáculo.
6
ÍNDICE
Walk This Way (8)
PRELUDIO
Yesterday (9)
I Got Ninety Nine Problems… (11)
When You’re Ready Come and Get It (13)
You Know How We Do It (13)
INTERLUDIO
¿Por qué hay tanto pop, lollipop, pop corn? Pop tu camisa, pop tu pantalón, pop
azucarado, pop rosita en un helado (21)
Born This Way (23)
Right round like a record baby (27)
Raid- the radio 'cuz we're tired of hearing the same old song… (33)
All we hear is radio ga ga (34)
Hold On, We’re Going Home (36)
She Moves in Her Own Way (40)
Around the world, around the world… (41)
The World We Live In (45)
Charge it, point it, zoom it, press it. Snap it, work it, quick, erase it. (47)
The day I die, ¿When will it be? (51)
CODA
Lucky For You That’s What I Like (53)
Shiny Happy People (54)
Hard To Explain (58)
Makes Me Wonder (59)
High Fidelity (59)
Hello from the other side (61)
7
That’s Why God Made The Radio (63)
Stole The Show (64)
This Is What It Feels Like (65)
Feels Like We Only Go Backwards (65)
End Game (67)
The Final Countdown (69)
REFERENCIAS (72)
ANEXO 1 (80)
8
Walk This Way
Este trabajo está compuesto de distintas piezas: un documento
escrito con la investigación, un código QR que remite a la playlist
de Spotify con todas las canciones que se encuentran
referenciadas en dicho texto y un soporte digital donde se
encuentran las piezas auditivas que resultaron de este proyecto
investigativo. A lo largo del ejercicio de lectura del presente texto,
usted puede escuchar la playlist contínuamente como banda sonora contínua del documento
o si prefiere, acudir a ella cada vez que aparezcan subtítulos con fragmentos de canciones,
ejemplos de piezas musicales o alguna de ellas sea mencionada por los personajes
entrevistados. Después de la lectura, se puede remitir a las piezas sonoras que acompañan el
documento para escuchar voces, piezas y consideraciones posteriores a la investigación.
10
PRELUDIO
Yesterday
Mi relación con el universo del pop ha sido muy cercana: frecuentemente voy al cine,
consumo juegos de video, televisión y música comercial en distintos formatos. Siempre he
sido admirador de varios íconos del pop como Michael Jackson, Prince, Quentin Tarantino,
entre otros; y a lo largo de los años, esa admiración hacia personalidades del universo pop
se ha mantenido y se ha expandido hacia otras celebridades que hacen parte importante de
mi cotidianidad.
Ese primer acercamiento consciente con el pop se remonta a mi infancia con un
Discman para reproducir CDs que por lo general eran heredados de mis padres (varios de
ellos de artistas comerciales de la época), una consola de videojuegos PlayStation 1 y las
caricaturas que pasaban en televisión. Cuando era niño, mi afición por adquirir cosas
nuevas era constante: juguetes, videojuegos, balones y en un punto de mi infancia, CDs.
El primer acercamiento que tuve con la música comercial fue con un disco llamado
“American Idiot” de Green Day. La portada era de cierto modo tenebrosa para un niño de 8
años: una mano sosteniendo una granada en forma de corazón, que a su vez chorreaba
sangre, pero se trataba de un disco de pop punk amigable y para nada oscuro. El disco llegó
a mí por amigos del barrio, cada quien con su Discman y una pequeña maleta para guardar
sus discos. Conforme fui creciendo, empezaron a aparecer más discos, esta vez no
heredados sino elegidos a mi gusto.
La compra de discos tuvo un declive con la llegada del mp3 y el auge de programas de
descarga como Ares o Limewire. Con la llegada de estas plataformas tenía una infinidad de
canciones a la mano: descargaba discografías completas de mis artistas favoritos y los
importaba a mi mp3 o celular. Sin embargo, los formatos físicos siguieron presentes pues
mi padre es un gran coleccionista de CDs y de vinilos. La importancia de él en ese gusto
por la música es enorme: desde pequeño siempre estuve rodeado de canciones, de discos y
11
sistemas de sonido. Cuenta mi padre, que una de las cosas que más me entretenía cuando
apenas caminaba, era lanzar sus CDs al suelo. Claramente para él no era nada divertido.
Hoy en día la situación es algo similar: la mayor parte del tiempo escucho música en el
celular a través de un servicio pago en una plataforma de streaming, pero tengo también
música en formato físico, principalmente en vinilo. Mucha de esa música que escucho es
pop, canciones que he conocido gracias a la radio y a las listas de éxitos.
Es curioso que acceda a la música comercial desde un formato que en la actualidad es
poco convencional como los discos de vinilo, creo que es un choque de dos fuerzas: el
formato en sí es alternativo en cierta manera, es vintage. Gran parte del atractivo que tienen
estos discos está en lo visual: disfruto mucho al verlos y apreciar el arte que viene con la
música.
Además de las plataformas de streaming y los formatos físicos, la radio es una parte
fundamental en la manera en que me relaciono con el universo pop: las emisoras que
escucho por lo general son de formato Top 40 y tratan temas coyunturales que interesan a
un público bastante amplio. La radio es mi compañía gran parte del día, tal vez por mi
misma vocación y de ese modo permea muchos aspectos de mi vida.
La relación con la música pop tiene un ciclo bastante claro y con un orden que rara vez
se altera: primero la escucho en radio/televisión o la veo en una lista de éxitos, luego la
escucho con detenimiento en streaming y si la canción es de mi agrado, pasa a mis
favoritas. Sucede lo mismo con el cine, los lugares que frecuento e inclusive con alguno
que otro libro. Toda mi vida está relacionada de manera estrecha con el pop, con las
dinámicas de consumo y de masificación que este universo implica. La forma en la que me
relaciono con las demás personas, los temas de conversación, los imaginarios que tengo, los
estereotipos; todo tiene que ver con lo que me llega a través de los medios de
comunicación, con la coyuntura y con lo que se consume actualmente.
12
Las redes sociales también son responsables de mis dinámicas de consumo: la repetición
de determinados productos de la industria del entretenimiento, hace que uno se familiarice
con ellos y terminen gustándome. Es tal la influencia de ese aluvión informativo que llega a
través de las redes sociales, que este va moldeando mi discurso y definiendo la agenda de
mis temas de conversación diarios. Dentro de las redes sociales, por lo general estoy muy
pendiente de las personas que determinan las tendencias y hacen de un asunto algo de
interés público, los llamados “influencers”. Muchas veces me remito a estas personalidades
específicas para obtener información y empezar a tener una postura sobre dicha situación.
El mundo pop es muy importante dentro de mi vida: hace parte de todo lo que soy y de
lo que quiero llegar a ser. Desde las canciones que escucho a diario hasta las marcas de
ropa que visto, son populares, masivas, mediáticas; todo es un circuito en el que me
desenvuelvo y me detengo en cada uno de sus componentes.
I got ninety nine problems...
El problema con el que me encontré a lo largo de mi vida y sobre todo en mi última
etapa como fanático musical, fue el no saber de qué manera las audiencias están
consumiendo música pop en Bogotá, ni cuál de los canales de difusión musical es el
preferido por los bogotanos. Igualmente no se tiene conocimiento de la manera en que están
siendo pensadas las audiencias y los contenidos desde las compañías disqueras, las
emisoras musicales en FM, los festivales y conciertos musicales, y los servicios de música
vía Internet. El principal problema es que no hay un entendimiento sobre las dinámicas de
circulación y consumo de este tipo de música en la ciudad.
Existe la necesidad de saber cuáles son las formas de producción y consumo de la
música pop en Bogotá ya que se trata de un elemento cultural de gran importancia para la
generación de identidad en la ciudad, sobretodo en los públicos juveniles. La música pop
por su misma estructura musical reiterativa, por la imagen de los artistas que atraen a los
más jóvenes, por las características de los eventos en vivo que la acompañan y por las
13
dinámicas de divulgación mediática que tiene; es una pieza importantísima en las
audiencias de corta edad en la ciudad de Bogotá.
Los servicios de música en internet le permiten al consumidor gozar de un amplio
catálogo musical que no requiere de las condiciones impuestas por una emisora de radio:
género musical, mensaje que transmite, comercialización, recepción por parte de la
audiencia, pauta publicitaria, repetición excesiva de las mismas canciones, etc. Sin
embargo, las emisoras musicales aún tienen un índice de audiencia bastante alto que se
refleja en estudios como el EGM y el ECAR. Además de ello, las ventas de música en
formatos físicos son también un indicador que vale la pena analizar, ya que con el
resurgimiento del vinilo/LP y la existencia de casas disqueras, la música en físico sigue
siendo un elemento que se comercializa frecuentemente en la ciudad.
Se ve entonces la necesidad de exponer de qué manera se utilizan las cuatro vías de
acceso (radio musical, música en formato físico, servicios de música vía internet y eventos
en vivo) y entender la relación que existe entre ellos con la producción de discursos, la
circulación del pop en Bogotá y las dinámicas de consumo de las audiencias de dichos
contenidos.
La pregunta que me planteo resolver es entonces: ¿de qué manera circula la música pop
contemporánea en Bogotá desde una perspectiva mediática, de consumo y de producción?
El problema se aborda a partir de un circuito en donde entran a jugar varios actores y se
muestran detalles de cada uno de ellos para entender qué relaciones hay y cómo las
audiencias se acercan y se detienen en estos: organizadores de eventos, disqueras, servicios
vía streaming, emisoras musicales y redes sociales. Este circuito comprende las diferentes
ofertas y canales de acceso a la música pop contemporánea que se tienen en la ciudad de
Bogotá, y se utiliza en función de indagar sobre las preferencias de los consumidores y las
estrategias, métodos y maneras de circulación que tiene este género en la ciudad. Dada la
cantidad de opciones que hay para acercarse a la música pop, no hay claridad sobre a cuáles
14
canales de acceso le dan prioridad las audiencias, o si en lugar de ser algo jerárquico, es un
compendio de todos ellos lo que determina el consumo de este género en Bogotá.
When you're ready come and get it
A partir de las dudas que se generaron, el objetivo que se planteó es el de comprender
las dinámicas de circulación de la música pop contemporánea en Bogotá a partir de tres
actores fundamentales: las emisoras musicales, industria musical (eventos en vivo,
discográficas, servicios de streaming) y las audiencias que consumen contenido musical de
este tipo; articulando todo en un circuito que permita conocer los detalles y las relaciones
entre cada uno de ellos.
You Know How We Do It
La metodología que se utilizó fue de carácter cualitativo. Se analizó la información
bibliográfica recolectada, las intervenciones de las personas que trabajan en la Industria
Musical del pop, los aportes de productores, locutores y programadores musicales. Los
resultados de los estudios a las audiencias son de carácter cualitativo.
Los acercamientos a las fuentes directas involucradas en el circuito pop de la ciudad se
realizaron a través de las siguientes técnicas de investigación:
Bibliografía: La descripción del universo pop y la contextualización del circuito de
música pop de la ciudad se realizó citando material de archivo, libros, revistas académicas,
magazines musicales, letras de canciones y material bibliográfico en general.
Grupos focales: Se utilizaron para analizar a las audiencias consumidoras de contenido
musical pop y ver de qué manera se entienden con ella en los diversos formatos en los que
se presenta la música pop y extrapolar la forma en que se consumirá en un futuro. Se hizo
uso de una grabadora de voz para registrar los testimonios resultantes de dicho ejercicio.
15
Entrevistas: Recurso directo para recopilar información de locutores, programadores y
productores radiofónicos que laboren en emisoras musicales, y para conocer lo que la
Industria Musical piensa sobre las dinámicas de circulación. Se utilizó una grabadora de
voz para guardar los audios de los entrevistados. Su función fue la de cumplir con el primer
y segundo objetivo específico: recopilar información que dé a entender la postura de las
emisoras musicales y personas de la Industria sobre la circulación del pop en Bogotá.
Se establecieron unos tips para determinar el perfil de los seguidores de la música pop y
partícipes del circuito pop que aparecerán como expertos o consumidores dentro de este
proyecto de investigación:
Hace uso frecuente de redes sociales
Es consumidor de grandes marcas o se apropia de ellas de manera simbólica
Frecuentemente ve televisión, escucha radio o en él/ella convergen varios medios
de comunicación.
Reconoce a las celebridades del universo pop contemporáneo (cine, música, redes
sociales, influencers) y participa del universo simbólico de ellas
Está actualizado en temas coyunturales y sabe de qué se está hablando en el mundo
del entretenimiento.
Ha asistido al menos a un evento en el que se presente algún artista de música pop
en los últimos dos años.
Escucha con frecuencia música pop y actualiza su catálogo musical con los nuevos
lanzamientos ocasionalmente.
Escucha este tipo de música a través de al menos un servicio de streaming o video
(Spotify, Deezer, Apple Music, YouTube…)
Diferencia qué es pop y qué no lo es.
A continuación se desglosan cada uno de dichos tips y se expondrá la importancia de
cada uno de ellos en la definición de unos perfiles precisos.
16
La importancia de las redes sociales en el mundo de la música pop es de una magnitud
enorme. Muchas de las fanaticadas se agrupan, se identifican entre sí y se establecen a
través de grupos creados en redes sociales. Inclusive, organizan reuniones cada cierto
periodo de tiempo y cuando su artista de preferencia realice un evento en vivo en la región
en donde habitan, se reúnen y asisten juntos a este.
El concepto de natividad digital es fundamental aquí: los jóvenes (gran parte de la
audiencia de la música pop) entran a las redes sociales y se apropian de ellas desde muy
temprana edad. Por lo general, la música pop es asociada con la juventud; los fenómenos
mediáticos y las celebridades de la industria del espectáculo impactan con más efectividad
en las poblaciones de corta edad. Además de la música, las redes sociales intercambian toda
clase de información. Los usuarios discuten todo tipo de asuntos, entre ellos, la vida de las
celebridades de la música, opiniones sobre discos y canciones, confirman su asistencia a
eventos en vivo e inclusive regatean precios de entradas para estos últimos.
Igualmente, los artistas encuentran en las redes sociales una gran vitrina para publicar
sus trabajos discográficos o adelantos de estos. Es por ello que las personas que hagan parte
de este estudio deberán ser usuarios de estas plataformas digitales, pues el género en
cuestión tiene un carácter muy marcado de inmediatez y velocidad de información: al estar
activos en una red social y seguir el movimiento de determinados artistas, las personas
están enteradas del panorama musical. Las redes sociales pueden ser el punto de partida de
la convergencia mediática (que será explicada más adelante) y se pueden complementar de
distintos formatos musicales o demás plataformas.
Si planteamos un requerimiento o un rasgo mínimo dentro del parámetro de las redes
sociales, sería el de tener una cuenta en alguna de ellas. Sin embargo, el punto máximo de
este parámetro se entendería como la pertenencia de un individuo a un grupo de fanáticos
(o club de fans) de determinado artista de música pop. Las aglomeraciones de seguidores se
identifican a sí mismas, transforman las redes sociales en un espacio de diálogo y debate en
el que la mayoría son expertos en su particular asunto, artista o banda, e inclusive organizan
celebraciones, reuniones y salidas a eventos que se relacionen con la música que consumen.
17
Dentro del universo pop ha habido grandes marcas que dictan una tendencia en lo
comercial, desde las vestimentas de los artistas y el patrocinio de eventos en vivo, hasta lo
que es comprado por los consumidores de forma masiva. Entre los casos concretos está, por
ejemplo, Adidas. La marca alemana patrocina a muchas celebridades del mundo pop como
Pharrell Williams (quien además cumple las veces de diseñador de la marca), Rita Ora e
inclusive Kendall Jenner.
Sin embargo, la importancia real va más allá de la relación entre estas marcas y los
artistas; por lo general y salvo excepciones extremas, los consumidores de música pop
consumen marcas reconocidas globalmente. Desde zapatillas diseñadas por grandes artistas
hasta la marca de chicle que consume una cantante y que pauta en determinado video
musical. Las personas que se estudiarán, deben tener noción de las grandes empresas que se
desenvuelven en el mundo de la música pop y generan gran parte de sus ingresos gracias a
la pauta publicitaria que encuentra oportunidades en este género musical.
No obstante, hay casos en los que una persona, por su localización geográfica, su poder
adquisitivo o algún otro factor, no puede permitirse tener acceso a las marcas que utilizan
los artistas o que los patrocinan. En lugar de buscar cómo hacer para acceder a dichas
marcas, muchos optan por aceptar un valor simbólico, esto es, comprando objetos similares
de alguna otra marca o algo que se parezca al elemento en cuestión. En estos casos, el Top
of Mind de los consumidores de los artículos similares, es la marca auténtica que es
consumida, pautada o promocionada por algún artista o banda. Es aquí donde el fanático u
oyente apropia a su modo el estilo, la marca o la apariencia de un artista, así no pueda
pagarla directamente.
Los medios de comunicación son el canal predilecto de distribución musical y con
mayor razón de la música pop. La televisión, sobre todo en la época en que MTV dedicaba
su programación netamente a la música, tenía una gran importancia: los videos musicales
fueron el primer contacto de muchos adeptos a la música. Muchos de esos videos eran hits
de artistas pop.
18
En Colombia, la televisión no ha tenido otro igual o medianamente similar a “El Show
de las Estrellas”, un heredero que le dé tanta importancia a la música y se dedique a hacer
de los espectáculos en vivo, un show de televisión. Sin embargo, es importante que una
persona que se considere a sí misma parte del mundo pop, consuma televisión y si es
posible, televisión relacionada con este circuito (premiaciones, tandas de videos musicales,
artistas invitados a programas hablados, entre otros)
La radio por su parte, es fundamental en el estudio de audiencia que se hará, en el
desarrollo de este proyecto y sobre todo, en la circulación de la música pop en la capital del
país. Todavía el discurso musical radiofónico ayuda mucho al posicionamiento de hits. Pero
la radio es más que la transmisión per se. Los programadores, DJs y locutores se han visto
en la tarea de valerse de otros medios para crear sus contenidos y hacerlos más atractivos.
La radio, para la finalidad de este estudio se entenderá desde la transmisión radiofónica o
desde los contenidos multimedia (videos en redes sociales, páginas de internet de las
estaciones de radio, podcasts, etc).
Aquí hay que tener en cuenta un término importante para entender la relación de los
grandes medios de comunicación, la música pop y los nuevos canales de información: la
dieta mediática. En el circuito de la música pop, la información llega a través de diversos
canales, algunos tradicionales (como la radio, la televisión e inclusive la prensa) y otros que
han aparecido con fuerza y se han consolidado dentro de este universo (las redes sociales,
las plataformas digitales de streaming y los canales de YouTube). Dentro de este circuito,
los oyentes de este género musical son protagonistas de una convergencia mediática que se
ilustra de diversas maneras.
Por ejemplo, una persona escucha una canción en la radio, posteriormente se remite a
YouTube para ver el video musical, luego la incluye dentro de su biblioteca de canciones
en Spotify, para, finalmente, hacer un comentario sobre ella en Twitter. Este fenómeno de
convergencia no es único en la música pop (ni siquiera dentro de la música, pues la
convergencia también existe con el contenido hablado o escrito), pero la música pop
19
contemporánea tiene una enorme relación con los medios de comunicación (por su carácter
comercial y masivo, por la enorme esfera de personas que la consume, por los temas que
trata, la influencia de los artistas en los círculos sociales, etc.)
Lo principal es que las personas a ser estudiadas tengan claras algunas de las figuras más
influyentes del universo pop en la actualidad, los reconozcan visual y auditivamente y sigan
a algunas de ellas en redes sociales. Es importante que los artistas sean identificados, pues
es lo que categoriza a una persona dentro de algún género musical. Al fin y al cabo, las
celebridades son las que le dan un rostro a la industria del entretenimiento.
Pero es importante también que además de reconocer a las celebridades, las comprendan
desde lo estético, desde lo musical y accedan a ese universo artístico desde alguna de las
aristas o canales de reproducción ya mencionados. Aquí cobra vital importancia que los
oyentes no solo escuchen, sino que se articulen a las dinámicas de dicha música a través de
unos estilos, de unas ideologías propagadas por los artistas, de determinados ritmos, entre
otros factores. La importancia aquí recae en el cómo accede alguien a ese universo de
celebridades.
Sin embargo, no basta con nombrar a los artistas y reconocer sus canciones. Es muy
importante saber qué ha ocurrido recientemente (al momento de hacer el estudio) con las
celebridades: apariciones públicas, lanzamientos musicales, entre otros datos que dan a
entender que las personas tienen noción del paradigma del entretenimiento.
La forma en que se consume la música pop contemporánea es muy variada, sobre todo
por la aparición de nuevos canales de distribución y la supervivencia de los formatos
clásicos que se han visto en la tarea de modernizarse desde los contenidos musicales.
Muchas veces, la manera en que este género es consumido depende de la generación
temporal a la que una persona pertenezca o con la que se identifique. Pero hay otras
ocasiones en las que la música pop contemporánea, con toda la oferta de formatos que trae
se convierte en algo atemporal. Por ejemplo, una persona de avanzada edad que hace años
coleccionaba los discos o casetes de Michael Jackson o Madonna, hoy en día puede seguir
20
coleccionando estos formatos físicos pero con música contemporánea, y también tener una
suscripción activa a un servicio de streaming como Spotify en donde tiene desde los
clásicos del género hasta los últimos lanzamientos.
En este punto, habría que tener en cuenta la presencia de individuos de generaciones
anteriores dentro de un circuito que por lo general se relaciona con los públicos nuevos y
juveniles. Se debe entender este fenómeno como algo de doble vía: por un lado, la
permeabilidad y la flexibilidad del género con las edades y los perfiles de los oyentes, y por
el otro, el criterio de los oyentes (que en casos pueden ser de avanzada edad) para elegir
qué canciones destacar de la música pop contemporánea.
De acuerdo con ello, los mínimos establecidos para establecer las claves de estudio
dentro de la música pop serían los siguientes:
Los frecuentes eventos en vivo son algo característico de la industria del pop y de
los grandes artistas de este género musical. Es importante que las personas a ser
estudiadas y entrevistadas hayan asistido a algún evento en vivo recientemente, pues
de esta manera tendrían una visión de cómo funcionan estos eventos y hablarían
desde la experiencia de ver a un cantante en vivo.
Además de conocer los hits que ya fueron mediáticos y sonaron una y otra vez en la
radio, los adeptos de la música pop deben estar enterados de los lanzamientos
musicales recientes de sus artistas favoritos y tenerlos en algún tipo de catálogo
musical (en servicios vía streaming o en formatos físicos). La inmediatez es algo
característico dentro de la industria del entretenimiento y de la música pop, por ello,
los fanáticos de este género musical deben conocer rápidamente las canciones que
son estrenadas.
Debido a que uno de los principales factores a estudiar en el proyecto es el de los
servicios de música vía streaming y el crecimiento de estas plataformas ha sido muy
pronunciado, es importante que las personas a estudiar posean alguna de las
21
aplicaciones en sus dispositivos móviles. Gran parte de los ingresos de los artistas
proviene de las ventas en plataformas digitales y el número de suscriptores a estas,
es mucho mayor que el número de compradores de formatos físicos en el país.
Finalmente, con la aparición de nuevos géneros musicales, las personas que hagan
parte del estudio deben saber diferenciar qué es música pop y qué no lo es. Hay
casos en que canciones de otro género musical, tienen un comportamiento comercial
bastante similar al pop contemporáneo, pero no son propiamente pop. Es ahí donde
se debe entrar al campo de lo netamente musical para clasificar lo que se esté
oyendo y no tener en cuenta qué tan frecuente se escuchó la canción en radio, o qué
tan arriba está en los listados musicales.
22
INTERLUDIO
“¿Por qué hay tanto pop, lollipop, pop corn? Pop tu camisa, pop tu pantalón, pop
azucarado, pop rosita en un helado”
El pop es el conglomerado de numerosos componentes dentro de un mundo masificado
y el consumo de estos de forma multitudinaria. Este, a su vez, involucra distintas industrias
culturales y de entretenimiento que se desarrollan en un universo donde todo se
comercializa: el cine, la música, el arte e inclusive la imagen de una persona se presenta
como un artículo a la venta.
Pero lo pop, al ser tomado como sinónimo de lo masificado, de lo que se mueve
alrededor del mundo a gran escala, implica que tenga incontables componentes. Como dice
Manolo Bellón: “el pop es el apócope de popular, eso va en contraste con lo que llaman
clásico; de ahí en adelante todo es pop”. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo
Arbeláez, 21 de marzo de 2018)
Dentro de las dinámicas del pop, empezaron a surgir expresiones artísticas influenciadas
por el consumo y que daban forma a un nuevo paradigma del arte conocido como “arte
pop”.
El arte pop, que para algunos debía llamarse con más exactitud “Arte de la Cultura
de Masas”, surgió a finales de los años 50 en Estados unidos y Europa. Se refiere a
un cambio cultural propiciado por un acceso inédito a la riqueza, al tiempo libre y a
la tecnología de una gran parte de la población. Se trataba de un arte producido en
masa, audaz, efectista, glamuroso y enfocado a la vida cotidiana y los objetos en
serie de la sociedad de consumo. (Giraldo, 2012, p. 2)
Lo que se conoce como arte pop es resultado de un rompimiento con la línea artística
que se venía haciendo en la primera mitad del siglo XX y es un movimiento con
23
particularidades propias, en donde se privilegia la masificación de los productos de arte, la
publicidad y las grandes metrópolis plasmadas en las piezas.
El término arte pop se refiere a un acontecimiento estilístico ocurrido en el arte
occidental aproximadamente entre 1956 y 1966 en Inglaterra y Estados Unidos. Este
tiene tres importantes características que lo distinguen. En primer lugar, es
figurativo y realista, es decir, que incluyan ideas y objetos del periodo de tiempo en
el que el artista vive. [...] En segundo lugar, el arte pop fue creado en Nueva York y
Londres, por lo que se relaciona directamente con las grandes urbes. No solo eso,
sino que el pop contempla aspectos especiales de ese ambiente urbano, aspectos que
en principio, por su nivel cultural no pueden ser expresados en el arte: cómics,
anuncios publicitarios, películas de Hollywood, música pop, parques de diversiones,
radio, televisión y artículos durables de consumo. [...] En tercer lugar, los artistas
pop tratan sus temas de forma sumamente especial. Por un lado, insisten en que el
comic o la lata de sopa o lo que fuere son simplemente un ‘motivo’, una excusa para
una pintura. [...] en el arte pop el motivo no es de ningún modo tradicional, es de
una clase que jamás ha sido utilizada como base para el arte, y en consecuencia,
llama poderosamente la atención del espectador. (Wilson, 1983, p. 4-5)
El universo pop tiene, como cualquier otro universo, distintas implicaciones de acuerdo
con el espacio geográfico en el que se desenvuelva. El pop (entendido aquí como algo más
allá que la música) ha tenido distintas dinámicas en latinoamérica y en el mundo
anglosajón, aunque con numerosas aristas en común. Personajes como Elvis Presley y The
Beatles que han vendido más de 250 millones de discos alrededor del mundo e inclusive
Justin Bieber, han sido aclamados en ambos lugares del globo, incluyendo Colombia. El
movimiento de la Beatlemanía en el país, se puede asimilar desde el poder de congregación
de fanáticos con el de Justin Bieber en la actualidad. Esta similitud entre gustos en dos
espacios geográficos completamente distintos se ha fortalecido con la aparición de redes
sociales y demás vías de interacción global. Las páginas de inicio de sitios web se prestan
para el debate, la distribución y el compartir de nuevas tendencias que terminan siendo
adoptadas en otras regiones del planeta (ejemplo el fenómeno de los youtubers, los memes,
24
las canciones de artistas emergentes, entre otros elementos que se catalogan como “virales”
y que a final de cuentas son populares, son pop).
El pop como una «forma de ver» que nos ayuda a apreciar los objetos, que incluso
nos enseña a desarrollar y a ejercer la facultad del gusto. Esta forma de ver se
caracteriza por la promoción y la proliferación de las semejanzas en distintos
contextos y medios (...) Se insinúa mediante una cadena de asociaciones (todo el
mundo es igual, todo el mundo es una máquina, todo el mundo gusta a todo el
mundo) que ser como otro, parecido a otro, constituye de alguna manera el
escenario del aprecio; para que nos guste alguien o algo, hemos de ser capaces de
percibir la semejanza en la base de la conexión. El aprecio (liking) es como el
parecido (being alike). Y el pop consiste en que gusten las cosas, lo cual es «como
ser una máquina», porque se trata de hacer lo mismo en todo momento. Aquí entra
en escena la repetición con una especie de promesa que a su vez sirve de
explicación: la repetición. (Flatley, (s.f.) p. 227 - 230)
Born This Way
A lo largo de los años el universo pop latinoamericano ha tenido sus diferencias y
semejanzas con el anglosajón en cuanto a figuras públicas, símbolos, imaginarios,
películas, canciones y el perfil de las personas que acceden a las dinámicas de consumo y
comercialización.
En las últimas décadas, los medios masivos de comunicación, mediante las
industrias culturales, han impactado en las prácticas culturales de las sociedades; sin
embargo, es en la juventud donde han ubicado un mercado ad hoc para vender
sueños, pasiones y deseos. Por ello, han dirigido una difusión de estereotipos,
iconos y estilos de vida específicos, que son consumidos por colectividades
juveniles, que al ser una población con mayor vulnerabilidad, se le ofrece un sin fin
de productos y bienes para su consumo económico y simbólico (Martínez, 2009.
p.170)
25
A pesar de la importancia de Nueva York en el nacimiento del arte pop, una de las cunas
del pop ha sido siempre la costa oeste de los Estados Unidos. Centro de la industria
cinematográfica más importante del mundo, lugar de residencia de las estrellas del cine y
de la música, de deportistas de élite, altos ejecutivos de importantes marcas, millonarios y
políticos. Basta con recorrer uno de los bulevares de Los Angeles para toparse con los
nombres más icónicos de las industrias musical y del cine para darse cuenta de la vigencia e
importancia de esta región dentro del universo pop.
El arte pop americano fue creado y desarrollado en Nueva York, pero encontró una
rápida y temprana aceptación y un carácter individual y particular en la costa oeste,
donde la actividad se localizó en dos centros: Los Angeles en el sur y San Francisco
en el norte. Los Angeles emergió como el centro más importante y fue el primer
lugar en reconocer el genio de Andy Warhol, otorgando al artista la distinción de
celebrar allí en 1962 su primera exposición individual como creador pop
consagrado. (Wilson, op. cit.)
Históricamente, la creación del universo pop y el reconocimiento como tal es atribuido a
personalidades o empresas específicas. Es innegable la importancia de Andy Warhol en la
consolidación del arte pop en la segunda mitad del siglo XX, la magnitud de los premios
Grammy en la industria de la música y de su equivalente en el cine, el premio Óscar, los
estereotipos formados o las múltiples celebridades que han aparecido a lo largo de los años
y se han consolidado como modelos a seguir en distintas generaciones.
Alrededor de 1967, el "verano del amor", parecía que las alternativas a la América
corporativa, industrial e imperialista se habían convertido en un cliché colorido,
nómada y psicodélico. Los artistas se convirtieron en figuras populares de maneras
sin precedentes, y se establecieron vínculos entre su trabajo y la moda, el cine y la
publicidad, expandiendo así su influencia. Algunos (Andy Warhol, Peter Blake,
Richard Hamilton) incluso diseñaron portadas de álbumes pop. Toda la vida cultural
fue cada vez más cooptada en una fusión espectacular e ineludible de la publicidad,
26
la televisión y el consumo. La tolerancia represiva de todas las formas de
comunicación subsumió incluso los fenómenos marginales en la totalidad. La
libertad utópica, que parecía estar a su alcance poco tiempo antes, ahora parecía ser
un espejismo para los artistas en diferentes campos. Mientras que los espectadores
del arte, la música y el cine aumentaron, también se volvieron más pasivos y se
manipularon fácilmente (Francis y Foster, 2011. p. 161)
Andy Warhol, cineasta y artista estadounidense es fundamental en la aparición del arte
pop y de la consolidación del universo pop tal y como se conoce hoy. Warhol es
responsable de crear una cultura de las celebridades, de darle un incentivo a los mercados
para comercializar de forma masiva imágenes de personas, resaltando la estrecha relación
entre persona y producto, que hoy en día es más evidente que nunca:
Lo que se reconoce aquí es que la "persona" y el "producto" no deberían colapsarse
entre sí, y esto precisamente porque están interconectados [...] Warhol fue un artista
que diseñó cuidadosamente su imagen pública, pero también se aseguró de que los
productos atribuidos a su nombre circularan y difirieran de su persona. (Graw, 2010.
p. 112)
Igualmente, varios elementos artísticos del
universo pop han incurrido en otras expresiones del
arte, por ejemplo, el hecho de que Andy Warhol
participara en la creación de la carátula de algunos
discos. Uno de los más grandes exponentes del arte
pop, incursionando en la música desde su propio
campo de acción: el artista, quien además era el
mánager de la banda, fue el creador de la carátula del
primer disco de The Velvet Underground llamado The
Velvet Underground & Nico de 1967, o conocido muchas veces como The Banana Album o
el álbum banana. (Imagen tomada de http://indiespace.com.mx)
27
From Me To You
El universo pop debe verse desde la postura más global posible: es un cúmulo de
experiencias, de sonidos, de imágenes y de productos que se comparten por un gran número
de seguidores, que se venden masivamente y que están en constante movimiento. Un
universo en el que todo es comercializable, cada pieza detrás de un disco, cada frase de una
canción, cada obra de arte pop, tiene su precio y tiene su fama en algún rincón del planeta.
Todo el universo pop se adapta dentro de cada espacio geográfico con sus propias
condiciones, con referentes diversos, con dinámicas de mercado distintas; pero incluso con
todas las particularidades que pueda tener, cada espacio donde se articula un circuito de lo
pop hereda varios elementos del mundo anglosajón (imágenes, películas, formatos de
programas de televisión, canciones, artistas, imaginarios) a través de los medios de
comunicación y los nuevos canales de información y los adhiere al circuito tradicional y a
las costumbres de consumo que se tienen originalmente. Según Martín-Barbero (1993, p.9):
Lo que experimentamos culturalmente como propio, en términos nacionales o
latinoamericanos, responde cada día más a lo que la dinámica y la lógica de las
comunicaciones masivas nos hace sentir como tal. Lo que está cambiando no son
únicamente los contenidos -perdidos o deformados- de nuestras identidades, sino los
modos mismos de percibir lo propio y lo ajeno, lo nuestro y lo otro.
Sin embargo, la herencia de imaginarios y la adaptación de referentes anglosajones en
territorios como Colombia es resultado de una dualidad en la que se involucran por un lado,
los medios de comunicación y las relaciones del mercado nacional con el extranjero; y por
otro lado lo que Martín-Barbero llama la fragmentación de la producción cultural:
“Habituados a pensar la acción de los medios masivos en términos de
homogeneización -como si ella fuera sólo efecto de los medios y no condición de
funcionamiento del mercado transnacional y por lo tanto de la vida social misma
que el mercado alcanza a regular-, se nos escapa lo que hace la especificidad de la
28
comunicación en nuestros países, esto es su contradictorio pero fundamental papel
en la modernización: en el movimiento de secularización de los mundos simbólicos
y de fragmentación/especialización de la producción cultural, que es el proceso
mediante el cual nuestras culturas, locales o nacionales, son insertadas en el
mercado mundial, desde el que construyen su propia modernidad”. (pp. 9-10)
En los últimos años las industrias culturales a nivel nacional han crecido
exponencialmente, sobre todo la industria de la música: Colombia ha establecido referentes
musicales a escala global. El mejor ejemplo es ver el crecimiento que ha tenido un cantante
nacional como J Balvin en la industria fonográfica hasta llegar a convertirse en el segundo
artista más escuchado en Deezer y a compartir escenario con Beyoncé en el que quizás es el
festival musical más importante del planeta: Coachella.
“Colombia, en el año 2013 era el segundo exportador de bienes culturales de
Sudamérica, con un 10.4 % de participación, y el país número 20 de 141 en el ranking de
exportadores de servicios creativos”, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Comercio y el Desarrollo UNCTAD. Y la industria fonográfica es ejemplo del
engrosamiento de los servicios culturales del país: según IFPI, “el país registró un
crecimiento en el consumo de música digital en un 19% el último año, frente al 5% en el
resto del mundo”.
Sin embargo, no todo son personalidades fuera del país o consumo de medios: los
eventos, foros y plataformas que se realizan a nivel nacional y local como el Bogotá Music
Market o el Bogotá Audiovisual Market han ido creciendo año a año y según datos de la
Cámara de Comercio de Bogotá, “hoy en día las industrias creativas y culturales de Bogotá
y la región aportan el 1,52% del PIB nacional”.
Right round like a record, baby
29
El circuito de la música pop contemporánea en Bogotá comprende varios nodos sobre
los cuales versa el estudio del presente proyecto de grado. Se abordarán cuatro nodos
fundamentales:
1. Las emisoras musicales de Bogotá que estén en FM, que dentro de su programación
incluyen este género musical y le dan una rotación importante dentro de su catálogo
de canciones diario. Para hacer la investigación a emisoras musicales, se recurre a
partir de entrevistas a personas que trabajan en el medio, trabajo de monitoreo de las
emisoras y desde la experiencia propia para dar cuenta de la manera en que funciona
la música pop en el espectro radiofónico.
2. Los organizadores de eventos en vivo que realicen espectáculos de artistas pop
contemporáneos en la ciudad. Este acercamiento se realiza a partir de entrevistas.
3. Los canales de reproducción: servicios de música vía streaming y los formatos
físicos de la música pop contemporánea. Se recurre a entrevistas con las personas
que trabajan en el sector.
4. Las audiencias y consumidores de música pop contemporánea que accedan y
comprendan alguno de los tres nodos anteriormente mencionados. Se realiza un
grupo focal para hacer contacto directo con las audiencias.
En el caso de la música pop, se puede sospechar que los jóvenes adoptan estilos,
moda y lenguaje específicos de dicho género, debido al consumo y al valor
simbólico que le atribuyen al pop (...) De acuerdo con lo anterior, por medio de la
música pop los jóvenes, como grupo social, pueden construir una identidad tanto
individual como colectiva. La identidad colectiva surge debido a la existencia de
una acción colectiva. Es decir, por medio del género pop los jóvenes pueden
sentirse identificados, y esto propicia que se conjunten y compartan ciertas ideas,
sensaciones, actitudes que les den una definición como grupo. [...] por medio de la
música pop los jóvenes, como grupo social, pueden construir una identidad tanto
individual como colectiva. La identidad colectiva surge debido a la existencia de
una acción colectiva. Es decir, por medio del género pop los jóvenes pueden
sentirse identificados, y esto propicia que se conjunten y compartan ciertas ideas,
30
sensaciones, actitudes que les den una definición como grupo. (Martínez, 2009, p.
175)
Esa creación y fortalecimiento de la identidad colectiva a través de la música pop, se ha
visto incrementada por la presencia de las redes sociales y los nuevos canales de
información, en donde los usuarios han encontrado otras personas con las que se
identifican. Desde la música esto se puede ver a través de las invitaciones a eventos y los
grupos de fanáticos organizados a través de Facebook. La convergencia mediática es un
asunto fundamental en la manera en que se consume la música (no solo el pop) en la
actualidad. En la radio ya no es tan frecuente que un oyente llame a la emisora a pedir una
canción, en su lugar ha aparecido Twitter como un medio de comunicación directa con los
locutores. En los formatos musicales, han aparecido plataformas digitales que hoy en día
lideran en número de ingresos a comparación de los ejemplares físicos (teniendo en cuenta
que inclusive hay una reaparición del formato del vinilo). En palabras de Avant-Mier
(2014)
“La música popular incluso puede relacionarse con diferentes formas de "nuevos
medios" como computadoras en general, Internet, videojuegos, teléfonos móviles y
otros dispositivos, varias aplicaciones, radio por Internet (por ejemplo, Pandora y
Spotify) e incluso en las redes sociales ( por ejemplo, los sitios populares de redes
sociales como Facebook y el contenido de YouTube suelen estar relacionados con la
música popular y / o los videos musicales). En pocas palabras, la música popular
está en todas partes”.
Una canción en la actualidad se vuelve popular si tiene (o no tiene ciertas
características): un tipo de intro, un ritmo preciso, una letra pegajosa; todos estos
componentes ayudan a saber cuándo una canción va a tener gran movimiento en los medios
y en las listas de éxitos.
¿Qué requiere una canción para ser un éxito? Según Manolo Bellón: “una canción se
vuelve popular en el momento en que se vuelve una canción “oreja”, una canción
31
que uno percibe que por su ritmo, por su letra, por su estribillo o por su melodía;
produce una reacción positiva en la gente. Una canción que tenga una frase fácil de
recordar (Highway To Hell de AC/DC), ya es una canción popular y por lo tanto es
probable que pueda sonar en medios de comunicación. En una radio en unas
condiciones ideales (sin payola o contaminaciones de ese estilo) es en donde un
director de una emisora pueda decir que una canción vale la pena hacerla sonar. Una
canción puede tener todas las características para ser un éxito, puede sonar mil veces
en la radio, pero no necesariamente implica que vaya a ser un éxito: no hay manera
de anticipar la reacción del público ante una canción y si esta va a ser consumida o
no”. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo Arbeláez, 21 de marzo de 2018)
Por su parte, hay quienes ven los éxitos musicales no desde lo que es efectivo (letra
contagiosa, ritmo pegajoso, melodía que tenga recordación) sino desde lo que no funciona
para que esta se vuelva un hit. Alejandro Marín dice que “hay una serie de cosas que hacen
que una canción no sea un éxito: una canción puede ser de cinco minutos y cincuenta
segundos como Redbone de Childish Gambino y se puede pegar, pero eso es un caso muy
aislado de lo que está sucediendo en la industria del pop, aunque la sofisticación de la
producción de pop en estos momentos en el mundo es tan alta que no importa si es una
canción de cinco minutos o de tres; si está bien hecha y tiene los elementos apropiados de
música moderna, funciona (un coro fácil de recordar, una melodía pegajosa, un ritmo que
invite al baile, entre otros). Pero hay cosas que no funcionan: un intro muy largo, un
silencio extenso dentro de una misma canción, momentos acapella dentro de una pieza
(Tararea de Alcolirykoz); hay cosas que suceden que diferencian mucho un éxito de radio:
una canción de radio entra durísimo, llega rápido a un desenlace melódico, presenta una
estrofa, manda coro y sale”. (Alejandro Marín, entrevistado por Camilo Arbeláez, 9 de
marzo de 2018).
Sin embargo, hay canciones que llegan a ser pop sin querer serlo: canciones que se
comercializan masivamente sin la intención de conseguirlo pero por alguna razón terminan
llegando a muchos oídos. Inclusive jingles publicitarios o propagandísticos que se vuelven
canciones virales en redes sociales y mucha gente termina cantándolas (por ejemplo el
32
fenómeno Movimiento Naranja (ir a canción en la playlist de Spotify), jingle de un partido
político mexicano que a abril de 2018 cuenta con más de 50 millones de reproducciones en
YouTube). Como afirma Ventzislavov (2012, p. 58):
Usaré la expresión "música pop" para referirme a cualquier trabajo musical, que se
produce intencionalmente para el público más amplio posible, se comercializa
deliberadamente como tal y es al menos remotamente exitoso en el cumplimiento de
esta intención. A esto también agrego obras musicales que no están explícitamente
destinadas a llegar a un público considerablemente amplio, pero que, por parte del
espíritu del tiempo, logran hacerlo. Lo que esta definición presupone es un mercado
de música que involucra la transferencia comercial de copias duras o digitales de
grabaciones musicales, presentaciones organizadas en vivo y la diseminación de
todo tipo de materiales promocionales.
Es actualidad, una vigencia constante de la música pop. Es un género que por su
dinamismo en listas de éxitos y por la inmediatez en la que se desenvuelve, se renueva
semanalmente (desde julio de 2015 varios sellos discográficos acordaron que los días de
lanzamientos discográficos y de sencillos a nivel mundial serían los viernes). Es lo que
suena de manera reiterada en este mismo instante en distintas zonas geográficas, lo que
sonó hace una década del mismo modo (sin referirme aquí a la reproducción de la música
de años atrás en la actualidad, sino dentro de la coyuntura en la que esta era escuchada) y lo
que sonará la década siguiente.
Ventzislavov dice que: otros factores que contribuyen a la naturaleza transaccional
de la música pop son su especificidad temporal, la transparencia de su producción,
entrega y éxito, y, por último pero no menos importante, la inmediatez de sus tropos
estéticos. Como primer factor, la dinámica temporal de la música pop, está claro que
las personas pop y su producción creativa siempre existen en tiempo
presente”. (ibid. p.59)
33
La música pop es sincera desde un inicio y no busca esconder su intención: quiere llegar
a mucha gente, quiere ser lo que la gente quiere escuchar. Es consciente de lo que la gente
piensa sobre ella: su letra musical y su ritmo que muchas veces son tildados de simplistas,
su evidente intención de vender a toda costa; pero se apropia de ello, se autoafirma como
tal y finalmente lo explota y lo aprovecha:
La transparencia de la producción, la difusión y el éxito en el mercado de la música
pop es otro elemento de su enfoque transaccional de la aceptación. Desde el
advenimiento de la televisión musical, todas las ruedas y palancas en el mecanismo
de la música pop aparentemente han quedado al descubierto. Al público se le
permite ingresar al estudio de grabación, a la privacidad de la persona pop y a la
mente del productor de discos. Pero incluso antes de la televisión musical, el
modelo de negocio de “lo que ves es lo que se obtiene” de la música pop se había
externalizado de manera suficiente por las bien publicitadas preocupaciones de la
imagen pública, el rendimiento gráfico, la venta de entradas, etc. (íbid. p. 60)
En los últimos años la música pop ha vivido varias transformaciones. Es un híbrido en
donde convergen baladas románticas, canciones que se hicieron famosas gracias a redes
sociales e influenciadores, canciones en español, canciones en inglés, canciones con letras
en más de un idioma, jingles, etc. Como dice Manolo Bellón: “hay tantas definiciones de
música pop como hay seres humanos”. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo Arbeláez,
21 de marzo de 2018)
El ejemplo más claro de esa transformación que ha vivido la música pop desde Thriller
de Michael Jackson hasta hoy, es una canción lanzada en enero de 2017 y que tuvo
vigencia durante todo ese año: Despacito de Daddy Yankee y Luis Fonsi (inclusive con una
versión en la que aparece Justin Bieber cantando en inglés). Según Laura Mendoza,
programadora de La 92, emisora musical de Bogotá: la canción fue odiada por muchos
cuando recién fue lanzada pero se sabía que iba a ser un “chicle”. Se convierte en éxito por
varias cosas: tiene una fórmula musical imperdible, es una canción que tiene un coro
pegajoso, tiene una arritmia en cierto tramo que la hace medianamente atípica pero
34
igualmente atractiva y por último pero no menos importante, es cantada por dos grandes
exponentes de la música latina (posteriormente acompañados en otra versión por la estrella
masculina más grande de la música pop contemporánea). (Laura Mendoza, entrevistada por
Camilo Arbeláez, 16 de marzo de 2018)
Hay canciones que desde que salen se vuelven virales como Despacito y como God’s
Plan de Drake (que desde que fue lanzada ocupó el puesto #1 del Billboard Hot 100) y hay
otras que requieren de tiempo, que paulatinamente van ganando fuerza en redes sociales y
van escalando de a poco hasta volverse éxitos. Son canciones que tienen una fórmula
musical clara, diferente a lo que sucedía hace años: no se tenía la fórmula del éxito
inminente (cosa que sucede en la década de los ochenta donde muchos artistas sacaban una
sola canción exitosa a lo largo de toda su carrera). Canciones que por su misma condición
de éxito, terminan sonando en medios de comunicación y sobre todo en el vehículo de
reproducción musical que más trascendencia ha tenido en la historia: la radio.
Raid- the radio 'cuz we're tired of hearing the same old song…
La radio musical es como su nombre indica, aquella que presta un servicio de
reproducción musical en donde el criterio de escogencia de las canciones depende de los
intereses de la emisora o del criterio de quienes realizan el trabajo de curaduría musical. Es
aquella que:
“ofrece un discurso principalmente estético y emotivo a partir de la repetición de
canciones. Esta traspasa fronteras y su discurso puede repetirse en diversas partes
del mundo y va a sonar exactamente igual, a diferencia de las distintas formas de
radio que varían dependiendo del contexto”. (Moreno, 1999, p.94).
Es a fin de cuentas un formato en el que la palabra de los radialistas pasa a un segundo
plano y la música ocupa la mayoría del tiempo al aire.
35
Desde los inicios de la radio, la música fue un contenido primordial en su desarrollo. La
importancia de la música difundida a través de este medio, ayudó a la creación de
identidades nacionales en varios países. Según Moreno (1999, p. 94):
“La radio no se entiende sin música. Desde su origen, el medio radiofónico pensó
en el contenido musical para realizar sus transmisiones experimentales y configurar
posteriormente su programación. La radio inició una relación con la música que a lo
largo del siglo XX se ha tornado cada vez más estrecha. Si en un primer momento,
las empresas radiodifusoras adaptaron acústicamente sus estudios para grandes
orquestas, orquestas, grupos de cámaras, coros, conjuntos e intérpretes de música
ligera, etc., con el consumo masivo del disco, la radio se decidió por la música
grabada para enfrentar la crisis de audiencia y anunciantes tras la llegada de la
televisión”.
El formato musical se posicionó como el contenido más emitido y el que en la
actualidad genera mayores ingresos para las emisoras alrededor del mundo. Según Arense
(2013, p.66):
“Con la aparición de la radio musical, se dio paso a una especialización de ella que
a su vez conllevó a un mercado emergente con gran variedad de estilos. Estos le
fueron útil (sic) para sentar sus bases y definir su estructura. Posteriormente sie
posicionó en el mercado como uno de los formatos más rentables gracias a su éxito
de audiencia y su relación con la industria discográfica”
All we hear is radio ga ga
Los formatos de radio musical se pueden clasificar según su target o grupo social a ser
dirigido, según la edad de los radioescuchas y según el género musical que se encuentra en
su programación. El formato más usual en las emisoras musicales suele ser el de Top 40, en
donde la programación es excesivamente esquemática y las mismas canciones son repetidas
durante todo el día. Según Moreno (ibid):
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La radio Top 40 ayudó a la especialización de la radio musical. A partir de los
años 50, la especialización de la radio surgió a partir de la radio musical. Sin
embargo, ya estaba presente desde mediados de los años 30. Con el modelo Top 40,
la música dejó de ser solo un contenido para volverse un mecanismo autónomo
consolidado, propio de un nuevo modelo de hacer radio. Igualmente, se dedicó a
especializarse mediante los gustos musicales de la audiencia aunque también, como
las demás maneras de hacer radio, puede clasificarse según clase social, edad, sexo,
poder adquisitivo, etc. La radio musical ofrece un discurso principalmente estético y
emotivo a partir de la repetición de canciones. Esta traspasa fronteras y su discurso
puede repetirse en diversas partes del mundo y va a sonar exactamente igual, a
diferencia de las distintas formas de radio que varían dependiendo del contexto. Un
modelo el cual se basa en la reiteración de una serie de canciones para crear un
relato específico y diferenciador de las demás emisoras, que sea notable en el dial.
Con el modelo Top 40, la música dejó de ser solo un contenido para volverse un
mecanismo autónomo, propio de un nuevo modelo de hacer radio. Igualmente, se
dedicó a especializarse mediante los gustos musicales de la audiencia aunque
también, como las demás maneras de hacer radio, puede clasificarse según clase
social, edad, sexo, poder adquisitivo, etc.
Sin embargo, hay emisoras que no adoptaron del todo el formato Top 40: existe una
rotación de canciones que se reproducen más que otras, pero la libertad de su formato
posibilita el incluir pistas alternativas a las usuales. Es el caso de Radiónica, una emisora
pública que emite su contenido desde Bogotá y Medellín para nueve ciudades en Colombia,
operada por RTVC y considerada de interés público. Radiónica busca ofrecer un contenido
musical distinto al comercial y funciona como vitrina para los artistas nacionales
emergentes (lo que implica una frecuente inclusión de música nueva en su parrilla) sin dejar
de ser una emisora juvenil. Según Juan Carlos Garay (2013):
“Las emisoras culturales y universitarias son la mejor vitrina para los buenos
músicos. Las emisoras de tipo no comercial le abren la puerta a nuevos músicos que
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quieren mostrarse. Precisamente porque quienes manejan estas emisoras son por lo
general universitarios y académicos que buscan expresar sus gustos musicales a
partir de un criterio honesto”.
Un artículo del diario El Espectador (2015) sostenía que
“el primer Estudio Continuo de Audiencias Radiofónicas de 2015 indicaba que las
emisoras musicales seguían liderando en número de oyentes y que el consumo de
radio aumentó en un 1,2% aglutinando un total de casi 28 millones de oyentes de
todas las emisoras a nivel nacional. La emisora que punteaba las cifras del año era
Olímpica Stereo, que acumulaba 3 millones y medio de oyentes, mientras la
segunda, Tropicana, sumaba 2.1 millones”. Entre las diferencias más destacadas de
radio hablada vs radio musical se destaca el consumo por niveles socioeconómicos:
en la radio hablada el 31% de los oyentes era de estratos medios y altos, mientras
que para la radio musical era del 17%”.
Se tiende a afirmar que estos tips de mediciones son especulaciones y aproximaciones, y
que no hay ninguno de ellos que sea totalmente preciso. Sin embargo, es el estudio del que
se fían las emisoras para analizar su comportamiento frente a las audiencias mensualmente.
Hold On, We’re Going Home
Las emisoras musicales protagonizan el espectro radiofónico en Bogotá y son un
elemento fundamental en la manera en que se construye identidad en una ciudad con tanta
diversidad. Sin embargo, existen dentro de ellas una manera de hacer radio más novedosa y
dirigida a un público en específico que ha experimentado un aumento en el consumo
musical en los últimos años.
En Bogotá existen alrededor de 45 estaciones de radio en frecuencia modulada. La
mayoría de ellas emiten sus contenidos desde el espacio urbano de la ciudad y algunas lo
hacen desde municipios aledaños como Madrid, Soacha, Funza y Facatativá. Entre ellas
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hay emisoras comunitarias, de interés público y comerciales, estas últimas las más
numerosas y las de mayor audiencia según estudios de medición como ECAR y EGM.
Los contenidos brindados por las estaciones de radio bogotanas en FM son tan variados
como los públicos que los reciben: noticias, música, humor, contenidos religiosos,
universitarios, entre otros. Es importante recordar que muchas emisoras hacen parte de una
misma cadena o grupo económico.
Dentro de dichas estaciones, hay varias que programan canciones de música popular (de
carácter popular, no comercial/pop, entendida como rancheras, corridos norteños, música
de despecho), tropicales, urbanas, de origen anglosajón, cristianas, entre otras. Sin
embargo, no todas las emisoras en FM emiten música pop contemporánea. De hecho, son
solo cinco emisoras de naturaleza musical (no se incluyen emisoras habladas con contenido
musical esporádico) que lo hacen: La X (103.9 FM), La 92 (92.9 FM), Los 40 (97.4 FM),
La Mega (90.9), Vibra (104.9).
Igualmente en estas emisoras, los encargados de determinar el contenido son los
programadores: personas con plena noción sobre el escenario musical actual, con visión a
futuro en términos de vigencia de las canciones y un conocimiento previo de lo que son
considerados hits radiales. Sin embargo, en la mayoría de los casos se hace un comité
previo con los directores de la emisora, en donde los programadores conocedores proponen
canciones para que ingresen a la rotación musical de la emisora.
No obstante, hay una característica que no se puede desconocer en las dinámicas de
promoción y reproducción de las canciones en la radio colombiana (aunque históricamente
ha sucedido en varias regiones): la payola.
“En el medio de la música, varios artistas se ven en la necesidad de ofrecer dinero
para poder sonar en la radio, mientras las emisoras encuentran allí otra fuente de
ingresos (dinero, artículos de valor y hasta entradas a conciertos) que después son
regalados por la emisora a sus oyentes”. (Rojano, 2016. s.p.)
39
La payola como tal es algo ilegal y es un hecho de corrupción cuyas víctimas son los
artistas nuevos con bajo poder adquisitivo. El término proviene de las palabras pay (pagar)
y vitrola (tocadiscos). A partir de 1880 el fenómeno se presenta en Estados Unidos y hoy en
día sigue existiendo.
Todo el mundo sabe de su existencia pero nadie lo denuncia, o al menos no hay quien
acepte que han pagado para hacer sonar su música en una emisora o alguien que admita
haber recibido incentivos para pasar determinada canción en su radio. En Colombia no
existe normatividad alguna que regule la payola. Sin embargo, no solo se paga para sonar
en radio sino para que los competidores de determinado artista no suenen. A este fenómeno
se le conoce como anti-payola y es uno de los principales enemigos de los artistas
emergentes que no logran ser conocidos a causa de la corrupción en el medio. Según
estudios realizados, para triunfar en el mundo de la música en Colombia se requiere de un
incentivo monetario considerable.
Con payola o sin ella, las emisoras siguen siendo fundamentales en un país como
Colombia que es radial por tradición. Y esto incluye el contenido musical y la música pop
contemporánea: el discurso reiterativo de las emisoras musicales (sobre todo de formato
Top 40) crean un hábito de escucha en los oyentes que terminan aceptando y adecuándose a
las canciones que escuchan en la radio. Según un artículo de la Universidad de Navarra
(2005):
“La radio musical presenta una estructura formal basada en la repetición de la
fórmula para crear un único relato musical reiterativo. Como radio musical que es,
atiende a un propósito de entretener y acompañar al oyente, y en ocasiones,
informar de la especialización musical que difunde”.
Aquí convergen otros medios como las redes sociales (artistas que se hacen famosos
gracias a Internet y por demanda de los usuarios o reconocimiento de los programadores,
terminan sonando en la radio), los servicios de streaming (una persona que escuche una
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canción en una emisora y posteriormente la agregue a sus favoritos en alguna plataforma
digital), los formatos físicos (usuarios que compran discos de canciones que oyen en la
radio), entre otros.
En palabras de Manolo Bellón, “la radio a nivel mundial (y en Colombia ha sucedido
pero en menor proporción) ha ido perdiendo protagonismo como el medio por excelencia
de difusión de la música, simplemente porque hace 25 años era radio o era radio. Había
programas de televisión pero la radio era el medio de una penetración cercana al 100% y no
había prácticamente medios alternativos. Hoy en día con todos los medios alternativos
(streaming, canales digitales, videojuegos, entre otras cosas para ocupar su tiempo de ocio),
la radio ha perdido protagonismo (aunque en un país tradicionalmente radial, sigue
teniendo una penetración cercana al 70%). En ese sentido, la radio sigue siendo importante
aun cuando se ve desplazada por los fenómenos digitales, e inclusive por los mismos
artistas que difunden primero sus canciones a través de sus redes sociales antes de ponerlas
a disposición de la radio”. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo Arbeláez, 21 de marzo
de 2018)
En cuanto al aspecto de las redes sociales en relación con la radio, la interacción ha
migrado desde las llamadas telefónicas (aunque todavía se conserva este hábito en algunas
emisoras) a lo digital. Esto se debe a las particularidades de la audiencia de emisoras
juveniles: jóvenes con cuentas de Twitter e Instagram y emisoras que establecieron la
interactividad entre sus DJs y sus radioescuchas en las redes. Emisoras como La 92 y La X,
ambas de la cadena radial Todelar, direccionan casi toda su interacción a las redes sociales.
Esto implica que las emisoras hayan empezado a crear contenidos no solo radiales sino
multimedia.
Sin embargo, como dice Laura Mendoza, programadora y locutora de La 92: “No todas
las personas que interactúan con la emisora vía redes sociales, son el reflejo de toda la
audiencia de la estación de radio, pues hay muchos oyentes que no tienen acceso a esas
redes”. Y sobre todo en un país como Colombia que es por tradición radial, pero que aún
mantiene un índice considerable de personas sin acceso a las redes sociales. No obstante,
41
las emisoras tienen que irse acostumbrando a generar contenidos adicionales a los emitidos
en FM: podcasts, videos, imágenes, entrevistas, entre otros; para permear el mundo digital
que cada vez atrapa más usuarios. “La emisora quiere que se refleje lo que se hace desde la
radio en las redes sociales, no al contrario”, dice Laura. (Laura Mendoza, entrevistada por
Camilo Arbeláez, 16 de marzo de 2018)
Las emisoras musicales no solo se están dedicando a hacer radio convencional: hoy en
día los productores y los DJs de las emisoras tienen que volverse creadores de contenido
transmedia para compartir en las redes sociales de la estación radial (y las cuentas
personales de cada uno) y así capturar al público no solo desde el FM sino desde lo digital.
Esa interacción a través de redes sociales es frecuente en numerosas emisoras a nivel
nacional, sin embargo, las emisoras de música pop como La X, La 92 y Los 40 diariamente
están haciendo encuestas, sondeos, compartiendo videos, enviando saludos al aire, haciendo
complacencias musicales y subiendo imágenes; todo ello a través de sus cuentas de
Instagram, Twitter y Facebook.
She Moves in Her Own Way
Lo importante de las redes sociales en función de la música es que se prestan para un
ejercicio de mercadeo que realiza determinada marca en las plataformas que más público
enganchan en la actualidad, con el objetivo de tener más radioescuchas y beneficiar al que a
final de cuentas es el producto como tal de una emisora: la radio. Es la autoexposición de la
marca a través de un medio alternativo para conseguir adeptos en un medio convencional.
A pesar de la inmediatez que viene con las redes sociales y el mundo digitalizado,
Alejandro Marín considera que “el papel de la radio en la circulación de la música pop
sigue siendo de dominación, de mucho poder porque la radio tiene mucha penetración:
sigue liderando mucho esos procesos de descubrimiento musical del consumidor. Y si bien
existen medios alternativos como YouTube y hay cosas virales (como siempre ha sucedido
en otras instancias y en otras décadas) la radio sigue teniendo mucho ejercicio de control
sobre el gusto de la gente. Sin embargo, para las emisoras es cada vez más difícil ser los
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principales proveedores de música nueva porque la consolidación de los mercados
musicales es global. Cuando una emisora sale a competir con una canción nueva al aire, la
canción ya está expuesta a los oídos del mundo y esos oídos son los que dictan su éxito o su
fracaso según los números en listados. La radio se tiene que retraer un poco de ese proceso
de curaduría y de exposición y descubrimiento sin que eso le quite su poder en instancias
puntuales o en posibilidades que quiera ejercer, pero cada vez es más difícil tener una
emisora de pop y proponer cosas nuevas porque lo nuevo siempre tiende a generar mucha
sospecha y mucho rechazo. La imposibilidad de la radio de poner nuevas canciones nace de
que, como hay tantas ofertas, hay que ofrecer lo que la audiencia ya conoce o lo mejor que
se pueda ofrecer”. (Alejandro Marín, entrevistado por Camilo Arbeláez, 9 de marzo de
2018)
La inmediatez de la música y sobre todo en un género como el pop que constantemente
se renueva desde la oferta de canciones y desde las mismas características musicales que lo
definen, han hecho que en las emisoras musicales de la ciudad no sean el medio establecido
para mostrar canciones nuevas, sino para reproducirlas cuando ya la gente las conoce
gracias a las redes sociales de los mismos artistas. Ese espacio privilegiado que tenía la
radio frente a la música, lo tomaron las plataformas digitales.
Around the world, around the world...
En cuanto a los eventos en vivo, desde la audiencia, por lo que he presenciado y vivido
son espacios que el público bogotano los frecuenta mucho. Los conciertos de Bruno Mars y
Ed Sheeran fueron un completo éxito en suelo capitalino, sobre todo por la presencia de los
fanáticos afiebrados por estos artistas, pero también por los conocedores que querían
disfrutar de los shows.
Los organizadores de eventos en vivo seguirán apostándole a este tipo de espectáculos
en la medida en que los artistas de pop contemporáneo sigan lanzando discos nuevos y
surjan nuevos intérpretes en la industria; la audiencia ha respondido multitudinariamente a
los shows y seguramente la tendencia seguirá así. La experiencia de ver a un artista en vivo
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es algo trascendental para la vida de un fanático, son vivencias que no se olvidan con
facilidad y por eso el negocio es tan rentable.
Bogotá es el epicentro de los eventos musicales del país, y sobre todo de los conciertos y
festivales que dentro de su música incluyan al pop. Los artistas que vienen a la capital son
contratados por empresas que se encargan de la logística, comercialización de entradas,
promoción del evento a través de sus redes y publicidad en medios de comunicación. Entre
los mayores organizadores de eventos en la ciudad están OCESA, Move Concerts y Páramo
Producciones.
OCESA, es una filial del grupo mexicano CIE. Este grupo “formado en 1990, es uno de
los principales participantes de la industria del espectáculo fuera de casa en latinoamerica.
Ofrece una gama diversa de opciones de entretenimiento para una variedad de públicos y
presupuestos en ciudades grandes y medianas de alto potencial económico y crecimiento
poblacional del mercado mexicano y colombiano. Dicha gama de opciones incluye
conciertos, producciones teatrales, eventos deportivos, familiares, y culturales, entre otros”.
(CIE, s.f.)
OCESA fue el responsable de traer artistas de la talla de los Rolling Stones, Bruno
Mars, Justin Bieber y U2 a la capital, es el organizador más grande de conciertos (de un
solo artista por presentación) en el país. Gran parte de los conciertos de música pop que se
hacen en la ciudad de Bogotá corren por cuenta de OCESA.
Sin embargo, hay casos particulares en los que los eventos no cumplen con las
expectativas de aforo. Por ejemplo, el concierto de Justin Bieber organizado por OCESA y
que tuvo lugar el miércoles 12 de abril del año 2017 en el que hubo varios espacios
disponibles sin ocupar en las diversas localidades del estadio Nemesio Camacho ‘El
Campín’. El aforo para dicho espectáculo era de aproximadamente 32 mil personas, sin
embargo, la cifra no alcanzó las 30 mil personas. Resulta curioso que una de las figuras
masculinas más importantes del pop a nivel mundial (o la más importante) no haya logrado
vender en su totalidad las boletas disponibles para su regreso al país después de cuatro años
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de ausencia teniendo en cuenta que la tendencia en los eventos que se realizan en el estadio
Nemesio Camacho siempre agotan toda la boletería disponible.
Move Concerts, por su parte:
“Es el promotor independiente de conciertos más grande en Latinoamérica, con
oficinas en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Perú, Puerto Rico, y su sede
regional en Miami. Move Concerts ha construido la red más extensa de la región
con un solo objetivo: ofrecer la mejor experiencia en los conciertos para los fans,
artistas y clientes corporativos”. (Moveconcerts.com, s.f.)
Move Concerts fue el resultado de una mutación desde 1977 cuando se conocía con el
nombre Water Brother Productions y, posteriormente, Grupo Evenpro. Hoy en día, bajo el
nombre Move Concerts, la empresa ha logrado importantes giras y conciertos de artistas de
renombre: “ha sido un largo camino en el que la compañía ha sido responsable de algunos
de los eventos más importantes en la región, desde The Jacksons 5 en 1977, hasta la
primera gira de The Police en 1980, pasando por Rock in Rio, desde 1985 hasta 2015 y la
producción de Live Earth en julio de 2007, evento al que asistieron más de 500.000
personas en las playas de Copacabana en Río de Janeiro”. (Moveconcerts.com, ibid)
A nivel nacional, Move Concerts ha contratado artistas de la talla de Depeche Mode,
Radiohead, Green Day y fueron los empresarios que trajeron a Ed Sheeran a Bogotá el 2 de
junio de 2017. Son artistas que han significado muchísimo en la vitrina de conciertos de la
ciudad, sobre todo considerando que bandas como Radiohead jamás habían estado en el
país. A su vez, el concierto de Ed Sheeran llegó al país cuando su disco “Divide” era el
número uno en ventas a nivel global. Move Concerts quiere apostarle a la creación de otro
festival musical que traiga a bandas de gran renombre a Bogotá y que ayude a hacer más
amplio el espectro festivalero de la ciudad, ya que eventos privados de tal magnitud solo se
cuenta con el Festival Estéreo Picnic. La empresa se ha ganado un espacio entre los grandes
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organizadores de eventos en la ciudad y cuenta con el respaldo de sus exitosos espectáculos
en los demás países de latinoamérica donde ofrecen shows.
Por su parte, Páramo fue fruto de la fusión de dos organizadores de eventos en vivo:
Absent Papa y T310. Esta alianza se fue consolidando a medida que pasaban los años y con
ellos, las ediciones del festival musical más importante, que mayor ingresos genera y que
más gente recibe a nivel nacional: el Festival Estéreo Picnic.
Páramo (antes como Absent Papa y T310) ha logrado traer a la capital artistas como
Calvin Harris, Foster the People, Snoop Dogg, Wiz Khalifa, Martin Garrix; entre otros.
Todos ellos, en el marco de ese enorme festival musical al que asisten anualmente
alrededor de 60 mil personas en los tres días en los que se realiza. El festival es patrocinado
por grandes y reconocidas marcas nacionales e internacionales.
Páramo, además de Estéreo Picnic organiza más eventos a lo largo del año. Conciertos,
recitales y otros festivales de música de diversos géneros: música clásica (por ejemplo
shows de la banda sonora de Harry Potter interpretados por una orquesta sinfónica),
conciertos de rock, eventos y festivales de música electrónica, entre otros. Páramo es toda
una maquinaria de eventos en vivo y junto con OCESA y Move Concerts, son los mayores
responsables de los grandes conciertos de música pop que tenemos en Bogotá.
Una característica importante que resalta Manolo Bellón es que “los eventos en vivo hoy
en día son mucho más necesarios para los artistas que hace algunos años: la mayoría de los
ingresos de los cantantes y bandas provienen de los shows en vivo, mientras que años atrás
era de las ventas de discos. Hoy la relación entre formatos físicos y conciertos funciona de
la siguiente manera: para que un artista se vaya de gira se requiere el lanzamiento previo de
un disco, esto con la finalidad de potenciar las ventas (tanto de formatos físicos como de
canciones vía streaming) que se suman al merchandising del artista y den a conocer aún
más su repertorio de canciones, que luego serán coreadas por miles en arenas, estadios,
teatros y plazas”. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo Arbeláez, 21 de marzo de 2018)
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Sucedió con Bruno Mars en Colombia: su disco 24K Magic fue lanzado el 18 de
noviembre de 2016 y su concierto en Bogotá se realizó poco más de un año después.
Igualmente con Ed Sheeran (su disco Divide fue lanzado el 3 de marzo de 2017 y tres
meses después de presentó en el Parque Simón Bolívar).
Los eventos en vivo son la materialización de lo pop desde toda su estética: las
canciones, la “parafernalia” como la llama Manolo Bellón que rodea el show (pirotecnia,
luces, utilería), la masificación de las canciones, decenas de miles de personas identificadas
con las mismas canciones e idolatrando al encargado principal del espectáculo: el frontman
de la banda, la estrella de la noche. “Y en Bogotá los conciertos son una parte fundamental
de la cultura de la ciudad, sobre todo en la actualidad: nunca ha habido la cantidad de
conciertos en el país como los hubo en los últimos 10 años. Son una parte vital y
vibrantemente viva de la industria musical”, dice Manolo, quien sigue asistiendo con la
misma pasión y sintiendo la misma magia que siente hace 50 años cuando fue a su primer
concierto. (Manolo Bellón, entrevistado por Camilo Arbeláez, 21 de marzo de 2018)
The World We Live In
Sin duda alguna, el evento más importante de la ciudad de Bogotá por el número de
asistentes, por la cantidad de ingresos que genera a sus realizadores y el renombre de las
bandas y artistas que firma es el Festival Estéreo Picnic. Se realiza anualmente en el mes de
marzo desde el año 2010 y está a cargo de Páramo (se encarga de contratar a los artistas,
mercadeo, arte, imagen y la planeación del festival) de Árbol Naranja (producción y
montaje). Según Miguel Santacoloma: “Estéreo Picnic se ha construido durante nueve
ediciones y ha determinado cómo son los procesos ahora. El festival es posible gracias a
varias aristas, entre ellas, que nos hemos consolidado como el festival más importante del
cono sur y a las alianzas que hemos logrado con eventos como Lollapalooza Brasil, Chile y
Argentina. Es un producto 100% colombiano y 100% independiente (...) en el que están
involucradas directamente alrededor de 3500 personas (...) y no hace parte de una
franquicia como sí sucede con los Lollapalooza, esto nos da una mayor libertad al momento
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de decidir qué artistas queremos traer”. (Miguel Santacoloma, entrevistado por Andrés
Rodríguez, 2 de abril de 2018)
Este festival cuenta con distintas opciones de financiación para sus entradas generales y
VIP: desde septiembre u octubre lanzan un plan llamado “Creyentes” para aquellos que
desean adquirir sus boletas sin saber qué artistas vendrán a presentarse, a un precio más
económico que cuando ya se ha publicado el cartel oficial del festival. De ahí en adelante
las entradas se venden en dos etapas en las que van subiendo de precio conforme pasa el
tiempo o se agotan las que están disponibles en cada una de ellas. Reúne a personas de
varios lugares del país y de fuera de él que vienen a hacer parte de la experiencia de Un
Mundo Distinto (eslogan del evento).
La música pop en este festival tiene un protagonismo enorme, entendida como la música
comercial y masiva. Sin embargo también está dentro del concepto del festival apostarle a
nuevas propuestas para que el público de la ciudad conozca y los artistas puedan mostrar su
material. Dice Miguel: “el festival no le apuesta únicamente a un género. No es como si el
primer día fuera rock, el segundo electrónica y el tercero pop. El público tiende a pensar
que el festival se arma con los artistas grandes y ponerlos en una parrilla, pero eso son
negociaciones”. Todo se crea a partir del presupuesto que se tenga para realizar el festival y
del tipo de música que se quiera mostrar en él y por supuesto, los headliners o artistas más
importantes de cada año son aquellos que llenan estadios, coliseos y arenas (ejemplo The
Strokes, Lana del Rey, The Killers, Red Hot Chili Peppers y The Weeknd), artistas
masivos, artistas pop. (Miguel Santacoloma, entrevistado por Andrés Rodríguez, 2 de abril
de 2018)
El Festival Estéreo Picnic es el evento de música más importante de la ciudad y con
cada año que pasa esa idea se consolida; los números son prueba de ello: al primer festival
asistieron 2500 personas y en la última edición convocó a 80 mil asistentes. Como dice
Miguel: “el Picnic lleva nueve años en los que se ha multiplicado exponencialmente la
cantidad de asistentes y cada año hay personas que van por primera vez, así como hay
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personas que repiten la experiencia todos los años”. (Miguel Santacoloma, entrevistado por
Andrés Rodríguez, 2 de abril de 2018)
Charge it, point it, zoom it, press it. Snap it, work it, quick, erase it.
En la actualidad, otro factor fundamental dentro del circuito de la música pop son los
servicios vía streaming. Son el canal de reproducción musical por excelencia: cada día hay
más suscriptores pagos a las diferentes plataformas, así como lanzamientos musicales en
estos servicios. Inclusive muchos artistas han optado por establecer su propio servicio de
este tipo (Jay-Z y la creación de Tidal, por ejemplo) y competir contra los tres grandes
monstruos a nivel global: Spotify, Deezer y Apple Music. En enero de 2018, Spotify llegó a
los 70 millones de usuarios pagos a nivel mundial.
Algo que se debe tener en cuenta es que las canciones no son pertenencia de los usuarios
en este caso: pueden acceder a ella en el momento que deseen (con una conexión a Internet
si son usuarios no pagos), más no se apropian de ella. Es un servicio de préstamo musical.
El principal beneficio de los servicios de música a través de estas plataformas para los
consumidores, es el de la portabilidad y la practicidad: llevar 20 millones de canciones a la
mano resulta mucho más eficaz que llevar 12 en un CD o en un aparatoso vinilo. Y es
evidente que las poblaciones juveniles son quienes más se acercan a este tipo de servicios:
las canciones que hoy en día (abril de 2018) se encuentran en el Top 50 de Spotify a nivel
Colombia son netamente juveniles y oscilan básicamente entre reggaetón y pop. Y he
tenido la oportunidad de presenciar un cambio de hábitos en cuanto a la relación con la
música sobre todo cuando se está en un carro: las personas más jóvenes y que hacen
trayectos cortos dentro de un vehículo, por lo general conectan su celular al sistema de
sonido y prefieren escuchar su música guardada en Spotify o Deezer que sintonizar una
emisora; mientras las personas un poco más adultas o que tengan que hacer recorridos de
más tiempo dentro de un carro, aún tienden a escuchar programas radiales.
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Por otro lado, el beneficio más grande para los artistas, dice Gabriel Llano (empleado de
Deezer Colombia) es que “se presenta como vitrina para ellos sin importar el territorio, con
todo su catálogo en un mismo lugar a una calidad de sonido muy buena, dándole la
oportunidad al artista de compartir su música en la plataforma y también por WhatsApp,
por correo con solo un link. Adicional, los servicios de música vía streaming nos permiten
hacer muchas cosas. Herramientas como las portadas, las listas de reproducción, los track
by tracks, las redes sociales, los Facebook lives; es decir: dentro de la plataforma se les
facilitan diferentes métodos a los artistas para poder hacer visualización de su música e
interactuar con sus fans. La plataforma de streaming sirve para que el artista genere regalías
sobre sus fonogramas y al mismo tiempo se conecte con sus fans y logre generar diferentes
estrategias para posicionar su producto. Dentro de las plataformas digitales se pueden hacer
estrategias por territorios, logrando que los artistas tengan más acceso dirigidos a distintos
públicos, y después de un tiempo se puede medir el impacto dentro de ese territorio para
que el artista pueda tener argumentos para presentarle a los organizadores de eventos en ese
lugar” (Gabriel Llano, entrevistado por Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
Las plataformas de streaming, a diferencia de las estaciones de radio análogas que
tenemos en la ciudad, permiten medir la audiencia con gran precisión, filtrando los números
de reproducción por sector poblacional y ayudando a los artistas a tener noción de la
manera en que su música está circulando en territorios específicos. Igualmente, los
cantantes y bandas se han visto beneficiados con la llegada de estas plataformas porque
gran parte de los consumidores han dejado de lado la descarga ilegal de canciones y han
optado por un servicio pago que les genera ganancia a los artistas.
Los consumidores más adeptos a este tipo de servicios son los jóvenes. Sin embargo,
hay muchos adultos que se han adaptado a las nuevas vías de acceso y deciden incursionar
en los servicios de música por streaming. La facilidad que tienen las nuevas generaciones
para acceder a la música va de la mano con lo sencillo que les resulta desenvolverse en el
mundo digital desde muy pequeños.
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Dice Gabriel: “en Colombia hay una cultura de ilegalidad bastante alta y la gente
todavía no está del todo acostumbrada a pagar por la música (...) cuando nacen los servicios
como Napster y Limewire que permitían el descargue de canciones se puso muy de moda
hacer playlist: un disco quemado por cada una de las personas que hacían uso de estos
servicios. Con el paso de los años y el desarrollo de los smartphones se hizo cada vez más
difícil tener música ilegal a la mano (sin embargo en Colombia no es tan complicado como
en Estados Unidos en donde las políticas de derechos de autor son más rigurosas)” (Gabriel
Llano, entrevistado por Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
En Colombia se intentó implementar una normatividad que regulara de manera más estricta
llamada Ley Lleras, sin embargo, el trámite de este proyecto de ley no tuvo éxito y fue
archivado.
Cuando el iPod estaba en su apogeo, las canciones se descargaban de manera ilegal a
través de Ares o algún convertidor de video a mp3, pero con la consolidación del
smartphone dice Gabriel: “el ciclo de la ilegalidad se ha reducido mucho sobre todo porque
el servicio de streaming es muy sencillo de usar, hay millones de canciones a la mano y
funciona en todo lugar donde haya internet. En la medida en que las plataformas tengan
música que muchas veces es gratis y las personas cuenten con un paquete de datos que les
permita acceder a esas canciones, ¿para qué descargarlas ilegalmente? (...) es una cuestión
que pasó de moda, la ilegalidad de quemar discos ya no es tan frecuente. Hoy en día es más
usual tener Deezer o Spotify. Ya no es tan común la venta de CDs piratas en la calle; es un
cambio en la percepción de la gente”. (Gabriel Llano, entrevistado por Camilo Arbeláez, 1
de mayo de 2018).Los más beneficiados de las plataformas digitales son los artistas, sin
embargo, los consumidores adquieren también el privilegio de tener a la mano millones de
canciones (con más de 53 millones en Deezer, por ejemplo) con una calidad de sonido
impecable.
En el catálogo tan amplio que ofrece Deezer y los demás servicios de streaming, la
música pop es fundamental. Dice Gabriel que el pop “es un género muy importante porque
al ser tan amplio y al abarcar tanto rango musical, los artistas pueden jugar mucho con su
composición. El mejor ejemplo es Sebastián Yatra, que desde un inicio entendió que es un
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artista pop y por eso sus canciones tienen estilos distintos e inclusive siendo reggaetón o
siendo baladas, no dejan de ser pop. Así mismo sucede con Carlos Vives: su último disco
es 50% vallenato, 25% urbano y 25% pop. De alguna manera hasta el vallenato empieza a
acercarse al abanico del pop porque depende de la forma en la que el artista juega con el
ritmo (...) el pop para nosotros (Deezer Colombia) es sumamente importante y eso se
demuestra en el despliegue de nuestras listas de reproducción, en las portadas y obviamente
el movimiento que tiene en streams demuestra su importancia”. (Gabriel Llano,
entrevistado por Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
Se puede apreciar que la música pop desde la industria se entiende también como un
conglomerado de ritmos y estilos musicales y no como un género en particular con
elementos característicos. Sobre todo en un país como Colombia que tiene tantos ritmos
propios, este tipo de música ofrece un gran catálogo de artistas que a su vez experimentan
con esos elementos musicales autóctonos y que por su característica comercial y la gran
recepción de las audiencias, terminan considerándose como canciones pop.
Este tipo de plataformas funciona de una manera muy diferente a las emisoras de la
ciudad: los servicios de streaming son atemporales entonces manejan su contenido musical
con plena libertad y le ofrecen al consumidor cualquier canción en cualquier momento del
día. El catálogo que ofrece Deezer no depende de un programador, depende de sus
suscriptores y de la cantidad de reproducciones o streams que tengan. Cuenta Gabriel que
“los managers, disqueras e integradores llegan a las plataformas digitales con sus planes de
mercadeo y de ahí se sabe si una canción va a ser un éxito o no porque tienen inversiones,
planes, funciones, conciertos; y hacen que la canción se vaya pegando de una manera. Pero
nosotros (Deezer) no intervenimos en el proceso de crecimiento de una canción: si una
canción es buena y la gente en la plataforma la está oyendo frecuentemente e incluyéndola
dentro de sus propias playlists, le está dando favorito y está teniendo muchos streams, la
canción por su propio mérito va a ser incluida dentro de nuestras listas de éxitos. Sin
embargo, si un artista se acerca y nos ofrece una campaña con cierta canción, esta va a ser
apoyada e impulsada. No obstante, los éxitos por lo general dependen de la gente”. (Gabriel
Llano, entrevistado por Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
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The day I die, ¿When will it be?
Hoy en día el principal ingreso de los artistas es la venta de boletería. Si el artista no
vende shows, el streaming se vuelve el mayor factor de ingresos, esto se observa en el
último reporte del IFPI (organización que mide la economía de los fonogramas. Reporte del
jueves 26 de mayo de 2018): el 94% de los ingresos digitales de los artistas viene de los
streams y solo el 6% de las ventas. La venta física y digital está poco a poco apagándose (a
excepción de públicos de nicho que siguen adquiriendo música por compra directa de cada
uno de los sencillos o discos). Gabriel comenta: “es por eso que los artistas están
poniéndole mucha atención a las estrategias de venta de discos (aunque en menor cantidad),
de shows en vivo y de streaming por otro; porque la conjugación de esos tres es lo que
genera riqueza y fortuna para ellos. Pero el streaming es el más importante en este
momento, el más masivo, el que más está creciendo en el día a día; en los últimos cuatro
años ha tenido un crecimiento constante entre el 30 y el 50%. Los artistas están aplicando
cada vez más estrategias de redes sociales para impulsar los streams”. (Gabriel Llano,
entrevistado por Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
Los servicios de streaming cambiaron la forma de consumir música y se establecieron
como el formato de más altos ingresos y de mayor número de adeptos a nivel mundial.
Desde la llegada del iPod, programas de descarga ilegal de canciones como Limewire, Ares
y ahora con los servicios de música a partir de suscripción; formatos tradicionales como
CDs, casetes y vinilos empezaron a registrar pérdidas en la industria fonográfica y se
convirtieron en un gusto de nicho. Tienen una vigencia enorme pues cada vez aparecen más
servicios de streaming y como afirma Gabriel: “el futuro se ve muy prometedor: los
números nos están apoyando. Cada día se crecen los registros, hay más suscriptores y más
streams. Esta es una industria que está evolucionando por su crecimiento rápido de una
manera importantísima. Vemos una relación muy cercana con los artistas, que hoy en día ya
están entendiendo los idiomas de la música en formato digital. En la medida en que hay
cada vez más plataformas, los artistas tendrán que hacer más acciones con ellas para
impulsar su catálogo de música y conjugar públicos de sus redes dentro de los canales
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digitales. Es una relación simbiótica entre artistas y streaming que les está generando un
gran beneficio a todos, incluyendo a los consumidores”. (Gabriel Llano, entrevistado por
Camilo Arbeláez, 1 de mayo de 2018).
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CODA
Lucky For You That’s What I Like
Los consumidores de música pop contemporánea no se ubican en un solo sector
poblacional. Es una audiencia en extremo heterogénea, de jóvenes y adultos, hombres y
mujeres, con distintos poderes adquisitivos, con diferentes estilos de vida pero que
convergen en el gusto por este género musical. Inclusive el mismo gusto es diverso entre
ellos, algunos gustan de artistas que otros no. Unos prefieren acceder al pop mediante
servicios de música en streaming, algunos solo mediante la radio y otros solo a través de los
eventos en vivo.
Antes de realizar la investigación de las audiencias, considero que son altamente
influenciadas por las redes sociales para establecer sus preferencias con respecto a la
música pop. Los contenidos que se distribuyen a través de la redes sociales y se vuelven
mediáticos o mainstream, entre ellos la música, se legitiman desde la elección y el
reconocimiento de los usuarios. Creo (y quiero creer) que la radio todavía tiene un poder
muy influyente dentro de los radioescuchas, sobre todo hoy que ellos tienen voto dentro de
la programación musical de las emisoras.
Las audiencias tienen juicios sobre la música, tienen una posición clara (con orígenes en
el gusto, en la composición musical, en la letra, entre otros) que los hace preguntarse ¿qué
hace que una canción sea catalogada como “mala”? Pero los juicios sobre la música muchas
veces no se hacen desde lo estrictamente musical, sino desde los trasfondos sociales y
culturales que ponen en la mira la lírica de ciertas canciones.
Según Frith (2004), en muchos casos "mala música" describe un mal sistema de
producción (capitalismo) o mal comportamiento (sexo y violencia). El juicio
aparente de la música es un juicio de algo completamente diferente, las instituciones
sociales o el comportamiento social para el cual la música simplemente actúa como
un signo [...] Sin embargo, debido a que los juicios musicales populares están
menos arraigados en los contenidos intra-musicales (es decir, las "notas") que las
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asociaciones extramusicales y culturales, es importante mirar más allá de "la
música" para obtener información sobre las fuentes disgusto." (p. 242)
Según Frith (ibid), las personas que muestran un disgusto hacia la música popular
pueden dividirse en dos grupos: los críticos y los padres preocupados. Se diferencian por la
razón que les genera el aborrecimiento hacia este tipo de música: sexo excesivo y violencia
para el padre afectado y sentimiento de sacarina para el crítico.
En el siguiente capítulo, se expondrá la relación que hay entre los consumidores de
música pop a partir de experiencias personales de varios de ellos y el circuito de ofertas y
canales que ofrece la ciudad de Bogotá para acceder a este género en particular.
Shiny Happy People
Para comprender la relación de la audiencia con el circuito de la música pop en Bogotá y
la perspectiva que tienen sobre dicho circuito se utilizó el mecanismo de grupo focal. En él
se reunieron personas que tenían las siguientes características:
Son personas jóvenes (entre los 20 y 24 años)
Son consumidores habituales de música pop contemporánea
Tienen noción de lo que sucede en el universo pop y en el circuito de la música pop
en la ciudad de Bogotá
Cumplen con los mínimos consignados anteriormente
Las personas que participaron en el grupo focal fueron:
Juan Pablo Castiblanco: 21 años. Estudiante de ingeniería de sistemas en la
Pontificia Universidad Javeriana. Es suscriptor pago de Spotify. El último concierto
al que asistió fue Bruno Mars en diciembre de 2017. Oyente de La X (103.9 FM).
Sus artistas favoritos de música pop son Ed Sheeran, Maroon 5 y Coldplay.
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Catalina Hoyos: 24 años. Estudiante de literatura y comunicación social con énfasis
en producción radiofónica de la Pontificia Universidad Javeriana. El último
concierto al que asistió fue Ed Sheeran en junio de 2017. Su última adquisición
discográfica fue ‘Plastic Beach’ de Gorillaz en vinilo en marzo de 2018. Es
suscriptora paga de Spotify, a menudo ingresa a YouTube a ver videos musicales y
es oyente fiel de La X (103.9 FM). Sus artistas favoritos son Rihanna, Florence +
The Machine y Dua Lipa.
Santiago Berrio: 21 años. Estudiante de música con énfasis en producción de la
Universidad de los Andes. Sus artistas favoritos dentro de lo que él considera
música pop son Soda Stereo, Daft Punk y Bad Bunny. Es oyente de La X (103.9
FM) y suscriptor pago de Spotify. El último CD que compró fue ‘Mis Planes Son
Amarte’ de Juanes.
Andrés Felipe Rodríguez: 22 años. Estudiante de comunicación social con énfasis
en periodismo y producción radiofónica de la Pontificia Universidad Javeriana.
Suscriptor pago de Spotify. El último disco que compró fue un vinilo 7’ de Losing
My Religion de R.E.M en marzo de 2018. Es oyente de Radioacktiva (97.9 FM).
Sus artistas favoritos, dentro de lo que él considera música pop son Metallica,
Michael Jackson y Ed Sheeran.
Laura Romero: 22 años. Estudiante de literatura y comunicación social con énfasis
en producción audiovisual de la Pontificia Universidad Javeriana. Suscriptora paga
de Spotify. El último CD que compró fue ‘Agua Mala’ de La Beat Machine en
febrero de 2018. Es oyente de Los 40 (97.4 FM) y sus artistas favoritos de música
pop son Britney Spears, Residente y Nirvana. El último concierto al que asistió fue
el Festival Estéreo Picnic en marzo de 2018.
Lucía Suescún: 20 años. Estudiante de comunicación social con énfasis en
periodismo de la Pontificia Universidad Javeriana. Es oyente de W Radio (99.9 FM)
y La 92 (92.9 FM), además de eso, es suscriptora paga de Spotify. Sus artistas
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favoritos de música pop son Dua Lipa, Lana del Rey y Carlos Vives. El último
concierto al que asistió fue Bruno Mars en diciembre de 2017. Su última
adquisición discográfica fue ‘Ultraviolence’ de Lana del Rey en vinilo hace tres
años.
Para ello, se utilizó un instrumento consistente en cuatro actividades:
1. Se realizó un primer acercamiento a partir de la pregunta ¿qué considera usted que
es música pop? Posteriormente, se hizo un corto debate a raíz de las respuestas
sobre lo que sería o no sería música pop. Con esto se buscó identificar la manera en
la cual el grupo concibe este tipo de música y observar si hay ambigüedades en su
definición.
2. Se les facilitó un esfero y una hoja con la primera actividad que incluía una figura
en la que debían ubicar los formatos y canales de reproducción musical desde el
centro hacia la periferia de dicha figura, dependiendo de su relación con ellos: los
formatos con mayor cercanía a ellos se ubicaban en el centro de la figura. Aquellos
con los que no se relacionaban frecuentemente, en la periferia. Esto nos pudo
mostrar una jerarquización de las maneras de consumo de los participantes del
experimento.
3. Para conocer su experiencia personal dentro del circuito de la música pop en la
ciudad de Bogotá, se les realizaron las siguientes preguntas:
El último concierto/evento en vivo de música pop al que asistí fue:
____________________________________ hace _________________________
El último CD o vinilo que compré o recuerdo haber comprado fue:
____________________________________ hace __________________________
Actualmente hago uso de la plataforma de música vía streaming: ______________
Por lo general me gusta escuchar esta emisora: __________________________
Mis artistas favoritos de música pop son:
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______________________________________
______________________________________
______________________________________
¿Qué sentimientos/emociones me evoca escuchar música
pop? __________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_______
Creo que el concierto o evento en vivo más importante que ha tenido Bogotá en los últimos
cinco años es:
________________________________________________________
Organice los artistas de música pop según la importancia que usted considera, tienen en el
mundo de la música:
1. _________________________ 2. __________________________
3. _________________________ 4. __________________________
5. __________________________
4. Para dar cierre al experimento, se realizó un debate en donde se discutieron las
siguientes preguntas:
¿Cómo ven la escena de los conciertos en Bogotá a comparación de hace algunos
años?
¿Por qué creen que hay tanto artista nuevo y tanto artista joven surgiendo en la
escena musical? (Ej: Manuel Turizo, Sebastián Yatra, Shawn Mendes)
¿Qué piensan de las emisoras y de la radio en general? ¿Creen que va a desaparecer
o todavía tiene vida por delante?
(Cada uno toma un vinilo) ¿Qué opinan de esto? ¿Creen que va a seguir creciendo
la venta de este tipo de formatos? ¿Ustedes comprarían vinilos? ¿Y si ya lo hacen,
seguirán haciéndolo?
¿Qué tan importante les parece la música pop en Bogotá?
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¿Estarían de acuerdo con afirmar que el nuevo pop es el reggaeton y el trap? ¿Por
qué?
La actividad se desarrolló el día viernes 13 de abril de 2018 desde las cinco de la tarde y
tuvo una duración de aproximadamente dos horas y media. A continuación, se relatan
algunos de los elementos clave que se fueron recolectados en el ejercicio.
Hard To Explain
Surgió un gran debate al momento de buscar una definición de lo que es música pop y
no hubo un consenso sobre este asunto. Varios de los participantes, entre ellos Andrés
Rodríguez, afirmaron desde un primer momento que no se limita a un género en específico
sino, que se trata de todo tipo de música que se considere comercial y se escuche en radio o
los servicios de streaming. Sin embargo, eso involucraría que todo lo que se escuche a gran
escala dentro de este medio o dichas plataformas digitales se considere música pop, desde
un tango y una ranchera hasta música clásica. Catalina Hoyos consideró que la música pop
sí es lo popular sin embargo es un término complicado de definir, además de eso, afirmó
que el hip-hop y el trap no se puede considerar como música pop, aunque sea popular.
No obstante, si nos remitimos a un listado de música comercial (rasgo primordial dentro
del universo pop) como Billboard, es evidente que el hip-hop está dominando el espectro
musical: las dos primeras canciones (a hoy 29 de abril de 2018) son Nice For What de
Drake y God’s Plan de Drake (ir a la playlist de Spotify adjunta para referencia). Además
de la #1 y #2, las canciones #4 (Psycho - Post Malone), #6 (Look Alive - Drake) y #10 (I
Like It - Cardi B) son canciones que por su beat, por su letra y por los artistas que las
interpretan son consideradas como hip-hop o trap (todas estas incluidas en la playlist de
Spotify adjunta). Si entramos a considerar la música pop como aquella que circula
masivamente por encima de las demás músicas, tendríamos que hablar necesariamente de
géneros musicales como hip-hop, trap y reggaetón; son los estilos musicales que más se
están consumiendo a nivel global.
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¿Todo es pop? Los participantes después del debate estuvieron de acuerdo con
afirmaciones como “los Beatles cuando surgieron eran pop” y que los géneros musicales,
aunque desde su composición no tengan una letra pegajosa, un ritmo que invite a bailar y
una melodía de fácil recordación; no son una condición para que una canción se vuelva
viral y haga parte de la música pop. La perspectiva e incertidumbre que tenían los
participantes del grupo focal en un primer momento sobre el significado de música pop
pasó a la certeza de considerarla como aquella que circula masivamente, alcanza puestos
importantes en los listados de música, es excesivamente comercial y tiene repercusiones en
todos los canales de distribución musical: streaming, radio, redes sociales, formatos físicos
y eventos en vivo.
Makes Me Wonder
Posteriormente en el grupo focal, se pasó a la segunda actividad en donde los
participantes debían plasmar la relación que tenían con cada uno de los formatos musicales
con su vida en una figura. Hubo varios puntos en común y también casos particulares que
vale la pena analizar a continuación sobre la importancia que tienen los diversos formatos
de la música pop en sus vidas.
High Fidelity
El primer debate que se generó con esta actividad fue el de los formatos físicos, vinilos y
CDs: Andrés empezó con la afirmación de que los vinilos son un formato al que los artistas
populares le están apostando mucho y están teniendo éxito, sin embargo, al afirmar que la
venta de CDs está decreciendo hubo una pequeña discusión en la que se consideró que la
comercialización de discos depende del autor del álbum. Catalina propuso que la venta de
vinilos tiene mucho que ver con lo extramusical: con el ritual que envuelve a los LPs y con
el arte que acompaña a los discos y que se ha dejado de lado en los CDs: “el artwork que
viene en los vinilos es mucho mejor que en los discos, estos últimos muchas veces ni
siquiera vienen con la letra de las canciones y todo el proceso de limpiar el LP, ponerlo en
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el tocadiscos y bajar la aguja es una experiencia completa que ha tomado mucha fuerza
recientemente y que no brindan los CDs”.
¿Es realmente la calidad del sonido algo que influya al momento de querer adquirir un
vinilo? Según Andrés, popularmente se ha dicho que la calidad auditiva de los vinilos es
mucho más alta que los CDs pero que no todo el mundo es capaz de diferenciar el sonido
sobre todo de los discos de acetato recientes que pasan por un proceso de digitalización, a
diferencia de los antiguos que eran del todo análogos. “Cuando yo pongo un CD, estoy
escuchando lo mismo que en una plataforma digital. Pero si tengo el vinilo en las manos,
tengo una portada bien elaborada, unos cuadernillos con las letras, con fotos, con distintos
elementos complementarios a la música”.
Este último componente es muy importante y se ha debatido mucho: ¿por qué hay gente
que compra vinilos si ni siquiera los escuchan o no tienen un dispositivo en donde lo
puedan reproducir? Lucía contaba que el último disco que adquirió fue un vinilo de Lana
del Rey que ni siquiera escucha, sino que lo compró por la estética, porque es un objeto
atractivo a la vista pero que no lo reproduce en su tocadiscos. Como se referenció en el
capítulo anterior, dedicado a este formato, el vinilo también entra por los ojos: es un objeto
del deseo que muchas veces se compra para cumplir con una función decorativa.
Se llegó a la conclusión que la compra de discos de vinilo es algo de nicho por tres
razones:
1. El precio: comprar un vinilo en el territorio nacional es más costoso que en otros
países. Mientras un LP nuevo cuesta 27 dólares en Estados Unidos, en Colombia
puede costar 52 dólares.
2. La portabilidad: es bastante complicado llevar un vinilo de un lado a otro y no es
habitual que las personas cuando quieran compartir su música, transporten su vinilo
a otro lugar; cosa que sí ofrecen las plataformas digitales e inclusive los CDs.
3. Es una atracción por lo vintage, es un gusto hipster asociado a lo alternativo.
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Es evidente que en Bogotá la música en vinilo y sobre todo entre los consumidores de
música pop es algo de nicho, no es algo masivo. En cuatro de los seis participantes se
encontró que su relación con los vinilos es muy corta, casi ni conviven con ellos y los
ubicaron en la periferia de la figura argumentando que es un gusto costoso y alternativo.
Igualmente sucedió con los CDs: estuvieron de acuerdo que por la existencia de
plataformas de música que brindan un sonido de alta calidad, era innecesario comprar un
CD que posee la misma fidelidad que se encuentra en un celular o computador con Spotify
o Deezer. Catalina hizo una apreciación muy interesante y ayudó a entender la perspectiva
que se tiene frente a los formatos físicos y las plataformas digitales: “si la persona está
interesada simplemente en la música, se va a Spotify o a YouTube, el que está interesado en
calidad y experiencia se va al vinilo”.
Los participantes llegaron a la conclusión que el asunto de los vinilos en la ciudad es
una mezcla de moda y experiencia auditiva, sin embargo, el hecho de que muchos
compradores de vinilos estén adquiriéndolos por seguir una tendencia de lo vintage, de lo
alternativo; hace poner en duda qué sucederá en algunos años cuando ya cumpla con su
periodo de moda. Catalina dice “habrá que esperar a ver quiénes y cuántos se quedan en el
formato” a lo que Andrés complementa diciendo “yo no creo que el tema de los vinilos sea
algo que va a durar mucho tiempo. Comprar un vinilo es extremadamente caro en Bogotá.
Mientras ese sector de nicho le responda, va a seguir viviendo, pero es algo más de moda
que de costumbre”.
Se pudo observar que no todos los participantes están muy enterados de lo que sucede en
este campo de los formatos físicos. Los que más participaron de esta parte de la discusión
son los que, desde lo que se observó, fueron aquellos que tenían un gusto musical más
amplio y no solo consumen música pop. Igualmente, se observó que en un par de casos,
Lucía y Andrés, compran discos de vinilo y no los escuchan porque no tienen el dispositivo
de reproducción o compran el disco porque el fanatismo hacia un artista los lleva a ello y lo
utilizan como un elemento decorativo.
Hello from the other side
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Las redes sociales fueron un punto importante en la discusión sobre todo porque se están
utilizando, desde la divulgación musical, en tres diferentes vías:
1. Los artículos de merchandising, canciones, álbumes, adelantos de videos musicales,
registro de eventos en vivo; que son publicados en las cuentas oficiales de los
artistas y son vistas por los fanáticos.
2. La posibilidad de compartir nuevos descubrimientos musicales entre los
consumidores que se simplifica a enviar un link o un screenshot a través de sus
servicios de mensajería instantánea
3. Los productores, artistas y discográficas que descubren nuevos talentos a través de
las redes.
Andrés comentó que así no se tenga una gran cantidad de seguidores, mientras se pueda
compartir y sugerir una canción a través de redes sociales, se puede ser una especie de
influencer desde el campo musical. Es aquí donde la función de descubrimiento musical se
vuelve importante: las redes sociales sirven para seguir a los artistas conocidos y con gran
fanaticada, pero sobre todo para encontrar nuevos artistas y seguir a personas que
recomienden nuevos talentos. No es gratuito que tantas carreras musicales hayan surgido
gracias a las redes sociales: Sebastián Yatra, Ventino, Morat o Mason Ramsey (ir a la
playlist de Spotify) ni que tantas canciones que empezaron siendo fenómenos en línea,
hayan repercutido en listados de música alrededor del mundo, Man’s Not Hot, por ejemplo.
Sin embargo, las redes no solo sirven para conectarse con artistas. También sirven para
interactuar con los medios de comunicación musicales que diariamente publican reseñas,
lanzamientos, críticas, crónicas, artículos y entrevistas; y son de gran ayuda para entender
el panorama musical (ejemplo Rolling Stone, Esquire, revista Billboard, Shock). Facebook,
Twitter e Instagram (también se considera SoundCloud) son un bazar musical en línea en el
que se reúnen millones de personas que a diario comparten nuevas canciones, reafirman su
fanatismo por algunas otras y debaten sobre asuntos que involucren su gusto musical.
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That’s Why God Made The Radio
Pero el papel de encontrar música nueva no se reserva únicamente para las redes
sociales y los servicios de streaming: las emisoras musicales aún tienen cierta importancia
en el descubrimiento de canciones en la ciudad. Sin embargo, como fue expuesto en
capítulos anteriores, las emisoras están en cierta desventaja frente a las redes porque cuando
un locutor escucha una nueva canción, esta ya es de dominio público y ha sido publicada en
las plataformas digitales. Además de ello, una canción recién estrenada no va a ser emitida
inmediatamente en una emisora, salvo excepciones (exclusividad de estreno musical al aire
de un disco o adelanto musical por parte de un artista al aire), sino que tiene que cumplir
con un proceso de aceptación de los programadores y de los oyentes antes de que pueda
salir al aire: las emisoras no toman riesgos con canciones muy nuevas sin que no hayan
tenido un buen movimiento comercial.
Hubo un punto en común en la discusión sobre la radio en el grupo focal y es el factor
sorpresa: en la radio no se sabe qué canción seguirá y muchas veces se descubren nuevas
piezas sin estar buscándolas; cosa que no sucede con la música guardada en plataformas
digitales pues se sabe qué canciones vendrán a continuación. El otro factor importante que
apareció en la discusión fue el de la compañía y la interacción: Andrés tocó un tema
importante que es la cercanía que brinda la radio, el sentir que el locutor y el DJ está
hablando personalmente con uno y lo va llevando a través de un discurso musical
personalizado. Mientras eso sucede, la radio se convierte en un vehículo de doble vía: el
locutor produce contenido y el oyente retroalimenta, opina y participa de la discusión a
través de las redes sociales de la emisora.
La experiencia de la radio para el oyente cambia cuando está el locutor. Hay un
contenido extramusical que acompaña y hace más personal el hecho de escuchar radio.
Datos, mensajes, saludos al aire, historias; son elementos que le brindan un plus a los
consumidores musicales, cosa que no se siente y no transmiten las plataformas digitales. En
Bogotá, y en Colombia que es un país tradicionalmente radial, la importancia de las
emisoras dentro del consumo musical es muy grande: es de compañía, de descubrimiento y
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de sorpresas, y esto sucede sobre todo en las emisoras que programan pop, un tipo de
música que se renueva cada viernes y semanalmente está actualizando su catálogo de
canciones.
Stole The Show
La conversación del grupo focal se detuvo sobre un elemento de suma importancia
dentro del circuito de la música pop en Bogotá: el Festival Estéreo Picnic, el festival más
importante del país teniendo en cuenta la recaudación, los artistas que conforman el cartel,
las marcas que lo patrocinan, el número de asistentes y la experiencia completa que ofrece.
Andrés interviene diciendo: “Estéreo Picnic llegó como un salvador. Así a usted le gusten
cinco artistas de los sesenta que aparecen en el cartel, usted va al festival además de la
música, por el ‘parche, por el ambiente, porque esos tres días usted no piensa en nada
más’”. El eslogan del festival le hace honor a lo que sucede en esos días: Un Mundo
Distinto. A Bogotá llega gente de todos los rincones del país y muchas personas que vienen
de afuera de él. Lucía dice: “Yo soy de las personas que no va a Estéreo Picnic y veo cómo
la gente se descontrola con la llegada del festival. La ciudad se paraliza, todo colapsa. La
gente en esos días solo habla del festival, en redes sociales no se habla de nada más”.
Otro privilegio que brinda el Festival Estéreo Picnic es el de conocer nuevas bandas,
abrir el espectro musical y ver en vivo a artistas emergentes de diversos géneros. En la
última edición se presentaron artistas como Canalón de Timbiquí (Música del Pacífico),
Tribu Baharú (Champeta) y MNKYBSNSS (un grupo barranquillero dedicado a hacer
música electrónica) (Ver playlist de Spotify). Se llegó a la conclusión que es uno de los
eventos en vivo más importantes que hemos tenido en Bogotá en los últimos cinco años (y
que se hace anualmente) junto a los conciertos de U2 (octubre de 2017, primera vez en la
ciudad), Depeche Mode (marzo de 2018, después de 9 años de ausencia en Colombia),
Bruno Mars (el artista con los dos sencillos digitales más exitosos de la historia según la
Federación Internacional de Industria Fonográfica), Ed Sheeran (junio de 2017, su disco
Divide fue el más vendido ese año a nivel mundial) y The Rolling Stones (primera vez en
Colombia, marzo de 2016).
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Posteriormente, en la última parte de esta actividad se les pidió a los participantes que
ubicaran en un listado los que ellos consideran, son los cinco artistas más importantes de la
música pop en la ciudad. Todos coincidieron con que Justin Bieber es quizá el más
importante o al menos está en el top tres. Las razones fueron su gran fanaticada en la ciudad
y hubo un elemento muy interesante que mencionó Santiago: “es un artista muy comercial
y mediático. Si él usa determinada marca, ¿yo por qué no lo hago? Además de eso es
polémico, el mundo gira alrededor de las polémicas de Bieber. Es demasiado influyente y
es un ícono”.
Es aquí donde la importancia de lo simbólico aparece: los fanáticos se apropian de los
objetos y las marcas que utilizan sus ídolos y si no pueden adquirirlos, se apropian
simbólicamente de ellos. Esto quiere decir que si algún artista utiliza determinada marca
pero por costo, por limitaciones geográficas o por alguna otra razón los fanáticos no pueden
acceder a ella; la apropian a su estilo para querer parecerse al cantante. Catalina también
estuvo de acuerdo con la afirmación de Santiago: “En mi top tres están Justin Bieber,
Taylor Swift y Kanye West (ver playlist de Spotify) porque sus líneas de ropa las volvieron
una marca que se consume masivamente. Son personas que pueden twittear cualquier cosa
y por el simple hecho de ser ellos, se vuelve tendencia”.
This Is What It Feels Like
Un punto de la conversación se centró en las emociones que les produce la música pop a
los participantes del grupo focal. Hubo muchísimas apreciaciones distintas; el gusto y las
emociones son muy subjetivas. Se hicieron relaciones directas con la felicidad, con el
ánimo y con las ganas de bailar, pero por ejemplo, Catalina dijo que ella ubica la música
pop dentro de lo tranquilo, de lo relajante y que no requiere de un gran esfuerzo para ser
escuchada: música fácil de escuchar. Eddy tuvo una opinión similar: al ser estudiante de
producción musical, la música pop lo inspira a hacer canciones de alta calidad pero cuando
la escucha le evoca mucha tranquilidad: “siento que este tipo de música expresa
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situaciones, momentos por los que estoy pasando. Es la banda sonora de mi vida: hay una
relación directa de las canciones con las etapas que he vivido, son recuerdos”.
Sin embargo, hubo dos casos en los que se afirmó que la música pop en ciertas
ocasiones genera fastidio y estrés: Juan Pablo y Lucía compartieron que cuando una
canción ya es exageradamente reiterada en los medios y suena en todo lugar, se vuelve
fastidiosa. Los artistas que les gustan tienden a ponerlos en buena actitud e inclusive los
invitan a bailar, pero como dice Juan Pablo: “hay artistas que queman tanto que ya hay un
punto en el que yo dejo de buscar pop y termino oyendo rock en español o buscando algo
que me balancee y me aleje de los ritmos continuos y exageradamente repetitivos”. Todo
este fastidio que se genera en los oyentes es consecuencia de la sobreexposición de algunas
canciones en redes sociales y de las emisoras con formato Top 40 o con canciones de alta
rotación que tienen un discurso musical reiterativo durante todo el día. Se pudo observar
que hay un momento en que reproducir una y otra vez una canción en un corto espacio de
tiempo, ayuda a posicionarla y a que el público la acoja y se apropie de ella, pero hay un
punto en el que ya se satura al oyente.
Feels Like We Only Go Backwards
La actividad finalizó con los participantes viendo el video musical de una canción
llamada Walk It Talk It de Migos y Drake (ver playlist de Spotify) en el que se recrea un
programa de televisión que surgió en los años 70 llamado Soul Train. En el clip se aprecian
atuendos retro de esa década, peinados afro, patines y pasos de baile de música disco. La
intención era que se debatiera sobre por qué los artistas le están apostando también a los
estilos de décadas anteriores. El video de Walk It Talk It es el ejemplo claro y canciones
como Versace on the Floor de Bruno Mars que puede sonar similar a canciones de Boyz II
Men, refuerzan esta idea desde la composición, su video y el estilo musical que tiene (ver
playlist de Spotify)
Todo cambia para quedarse igual. Con esta actividad en específico del grupo focal se
concluyó que varios artistas de música pop se están remitiendo a los estilos musicales y a
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los elementos de décadas pasadas para vender sus canciones. De acuerdo a lo que se
percibe en el grupo, se tiene una noción de que la música comercial está sufriendo de una
nostalgia que la ha llevado a querer asemejarse a lo pasado: se dice que grupos como Tame
Impala y Cage The Elephant adoptan muchos elementos de rock clásico, de bandas como
The Beatles para la creación de sus canciones: lo psicodélico, el uso de instrumentos como
la pandereta, entre otros. Álbumes como el Random Access Memories de Daft Punk que
toma tanto elementos del disco y contiene colaboraciones con artistas tradicionales como
Nile Rodgers (co-fundador de Chic) y Giorgio Moroder (uno de los padres de la música
electrónica) ayudan a entender esa relación de los estilos musicales pasados con lo que se
quiere hacer hoy. Los participantes del grupo focal afirmaron que quizás esto tiene que ver
con querer atraer más público: que las generaciones anteriores se acerquen a las nuevas
corrientes de la música.
End Game
La actividad del grupo focal dejó varias conclusiones que es importante recalcar. La
primera de ellas es que no se tiene una plena noción de lo que es música pop. Durante todo
el experimento hubo dudas sobre qué artistas hacían parte o no de este género musical.
Inclusive existió la duda de ¿hoy en día la música pop es un género puntual o es un
conglomerado de varios géneros que se consumen de manera masiva? A lo largo del
ejercicio, se les dio a entender que la música pop iba a ser entendida como aquella que es
comercializada a gran escala, que actualmente hace parte de listados de música no alterna y
que tuviera repercusiones en varias regiones geográficas.
No hay una certeza sobre qué es la música pop en la actualidad ya que varios de los
participantes se refirieron a todos los cantantes (sin importar el género musical)
extremadamente famosos que llenan estadios y arenas alrededor del mundo, pero algunos
otros la entendieron como las canciones catchy, las canciones que permanecen bastantes
semanas en listados de música comercial y ganan varios premios Grammy en una misma
noche.
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Igualmente se pudo ver que la música pop en formatos físicos se sigue vendiendo
aunque no a gran escala en la ciudad. En Bogotá los compradores son nichos especializados
de apasionados que le dan una importancia considerable a la parte visual de la música y son
los que mantienen viva la costumbre de comprar discos que ha venido perdiéndose desde la
llegada del iPod y con las nuevas plataformas digitales.
Las redes sociales tienen un protagonismo dentro del circuito de la música pop en la
ciudad y están relacionadas con todos los otros puntos de dicho circuito: organizan
reuniones de fanáticos, confirman la asistencia a los eventos en vivo, sirven de lugar para
debatir sobre temas musicales, son vitrina para la aparición de nuevos artistas y para la
comercialización de discos, entradas y artículos de merchandising, para compartir listas de
reproducción en Spotify, para ver adelantos de videos musicales y para compartir nuevos
descubrimientos musicales con amigos y seguidores; son transversales a todas las ofertas
musicales de música pop que ofrece la ciudad y los simpatizantes de la música comercial
están frecuentemente ingresando a ellas para enterarse de todo lo relacionado con su género
o artista preferido.
Las emisoras musicales tienen más importancia en la ciudad de lo que se tiende a
pensar. Con la aparición de nuevos canales de reproducción, las estaciones radiales han
ampliado su cobertura para atraer más público y optaron por complementar su
programación musical con los demás puntos del circuito pop de Bogotá para brindarle más
opciones a sus oyentes: contenido digital, playlist en plataformas digitales, podcasts,
entrevistas, lanzamientos exclusivos de canciones y discos, cobertura de eventos en vivo y
concursos para ir a estos; entre otros formatos de los que se valen las emisoras. Los artistas
de música pop encuentran un gran vehículo para la promoción de nuevos lanzamientos en
las emisoras musicales y las audiencias de la ciudad aprovechan esa función: escuchan
radio para enterarse de qué canciones nuevas hay y conocer la opinión de los expertos sobre
determinada pieza.
Los conciertos y festivales son una parte muy importante de la cultura capitalina: Bogotá
es una ciudad de música en vivo. Los festivales musicales en la ciudad cada vez están
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tomando más fuerte y no hemos visto un panorama de conciertos tan amplio como el que se
nos presenta en la actualidad. La ciudad se paraliza con la llegada del Festival Estéreo
Picnic que cada año que pasa se vuelve mucho más grande desde el prestigio de los artistas,
el número de asistentes y las experiencias que brinda. La fiebre de la música en vivo es algo
real en Bogotá: los fanáticos hacen conteos regresivos esperando ansiosamente la llegada
del día del concierto, hacen fila desde días antes del concierto para poder ver a sus artistas
en tarima y a la conclusión que se llegó es que el público de Bogotá, junto con el argentino
son los más agradecidos del cono sur.
La música pop es un circuito muy completo en la capital en donde cada uno de sus
nodos estar relacionado con todos los demás, y las audiencias bogotanas que son tan
apasionadas por la música, habitan en ese circuito de una forma muy activa: interactuando
en redes, en las emisoras, asistiendo fielmente y como es costumbre a conciertos, todavía
comprando discos, pagando por un servicio de música en internet y dando a entender que la
música comercial en la ciudad, y la música en términos generales, es un elemento de
identidad cultural de suma importancia para los habitantes de Bogotá.
The Final Countdown
Después de realizar el grupo focal, de haber realizado el acercamiento a las audiencias,
conocer sus perspectivas sobre el circuito de la música pop en la ciudad y ver de qué
manera se desenvuelven en él, se puede concluir lo siguiente:
Desde lo temático:
Desde el primer acercamiento con las audiencias y con varios de los expertos
entrevistados hubo una constante confusión y ambigüedad sobre el concepto de
música pop. Al momento de plantearse el problema que iba a ser investigado, no se
sabía de qué forma circulaba la música pop en la ciudad y en la marcha del
proyecto, se pudo notar que también había incertidumbre sobre la definición de
dicha música.
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A pesar de que a partir de ciertos trazos y elementos se puede definir, después de
realizar la investigación se puede concluir que se trata de un fenómeno sin fronteras
y con límites bastante difusos.
Hay quienes afirman que se trata de un género específico con sus particularidades
desde lo musical y lo comercial. Sin embargo, hay otro grupo de personas que lo
caracterizan como toda música popular y de consumo masivo sin importar las
condiciones musicales que tenga. No hay límites absolutos dentro de la música pop:
es un conglomerado de conceptos y de pareceres que seguirán cambiando conforme
aparezcan nuevas músicas y los estilos actuales sigan modificándose.
No obstante, hay un agente importante dentro de lo que puede llegar a ser una
delimitación de la música pop: el mercado. Todo lo que involucre popularización y
masificación de una pieza artística o musical en la actualidad es resultado de
dinámicas comerciales globales. La música se vuelve popular gracias a los medios
de comunicación tradicionales, alternos, plataformas digitales, discos, conciertos,
recitales y artículos de merchandising; a una mezcla de medios de divulgación de
los que se valen los artistas contemporáneos para dar a conocer su música.
La industria de la música global permea en la actualidad numerosos campos y lo
seguirá haciendo en la medida en que aparezcan nuevas plataformas de difusión
musical. En la ciudad de Bogotá, las dinámicas comerciales de la música se
presentan en diversos escenarios. El circuito musical de la ciudad, y sobre todo el de
la música masiva o popular es muy completo.
Desde las particularidades del circuito musical bogotano:
El espectro de conciertos a nivel local se ha ampliado de gran manera a
comparación de los últimos años. Bogotá se ha venido teniendo en cuenta cada vez
más por las bandas que hacen giras por Latinoamérica.
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Las emisoras musicales aún tienen un protagonismo importante en la vida de los
consumidores de medios como mecanismo de descubrimiento de canciones y
compañía al oyente, pero las plataformas digitales están atrapando suscriptores
nuevos todos los días.
Las grandes tiendas de discos han tendido a desaparecer hasta tal punto que la única
gran tienda disquera que se mantiene en pie es Tango Discos por las mismas
dificultades de venta que han llegado con las servicios de streaming.
El mercado del vinilo es de nicho: hay varias tiendas independientes y muchas de
ellas se ubican en un mismo sector de la ciudad. Venden sus LPs a un público muy
específico.
Este circuito de la música pop está permeado transversalmente por unas
implicaciones de mercado que llevan a que exista el interés constante de un público
variado (desde la edad, el sexo, el poder adquisitivo) y se muevan grandes
cantidades de dinero desde las industrias culturales, musicales y del entretenimiento
en la ciudad.
Desde lo metodológico:
Se presentaron algunas limitaciones sobre todo en el acceso a ciertas fuentes. Los
personajes que se buscó entrevistar principalmente en el sector de las disqueras,
muchas veces se mostraron reacios a dar información que para ellos se consideraba
delicada (información sobre número de ejemplares físicos vendidos, incremento en
las ventas, relación con los artistas nacionales).
Igualmente, los encargados de organizar eventos en vivo fueron complicados de
contactar pues tienen una política de información bastante estricta; se tuvo que
recurrir a entrevistas realizadas por terceros. Sin embargo, los demás sectores del
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circuito (servicios de streaming, emisoras musicales) y las audiencias fueron de
mucha ayuda al momento de programar charlas directas con ellos.
No hay mucha bibliografía referente a industrias culturales en relación con la
música en la ciudad de Bogotá y sobre todo aquella que habla del pop en la capital.
Así mismo, al no haber información cuantiosa en los libros, documentos en línea y
estudios sobre la música pop, las fuentes para tener referencias de lo que sucede con
este tipo de música en la ciudad son las personas directamente involucradas en cada
uno de los sectores del circuito.
Sin embargo, al ser un estilo músical que tiene una audiencia numerosa, el encontrar
personas que la consumen y hagan parte del circuito, aficionados y expertos en el
tema, resultó algo no tan arduo. Por otro lado, al estarnos refiriendo a un asunto
local en el que convergen muchas personas, la investigación permitió ir
directamente al corazón de cada uno de los sectores del circuito y tener contacto
directo con los responsables, salvo un par de excepciones.
Desde la proyección de este trabajo de grado:
Quien quiera retomar esta investigación puede hacerlo desde alguna de las aristas
que este proyecto presenta. Podría hacerlo desde la evolución de las plataformas
digitales y su transformación con el paso del tiempo que cada vez abarcan un
público más amplio y van ganando un espacio más amplio dentro del espectro
sonoro de la ciudad.
Igualmente, estudiar la relación que pueda haber más adelante de las audiencias con
las redes sociales actuales en función de la música, o de los nuevos vehículos de
divulgación informativa que puedan aparecer en los años venideros y que
seguramente serán aún más determinantes en la publicación de material musical y
en la interacción consumidores - artistas.
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También podría investigarse el papel de las emisoras y los medios de comunicación
tradicionales en una época que se va digitalizando cada vez más y la relación con
las redes sociales que convergen cada vez más en los canales radiales y televisivos.
Quizá el punto donde más se pueda ahondar es el de buscar una definición aún más
cercana de lo que en la actualidad se considera música pop o lo que se pensará de
ella dentro de algunos años. El concepto en la actualidad tiene unos límites
demasiado difusos y sería interesante ver cómo irá mutando este estilo musical que
actualmente da indicios de fusionarse cada vez más con nuevas corrientes y ritmos.
Desde la experiencia personal:
El trabajo de investigación fue sumamente útil para comprender cada una de las
partes de un circuito musical del que actualmente hago parte y reflexionar sobre las
falencias, las debilidades, las fortalezas y las posibilidades que ofrece la música pop
en la ciudad y cómo desde una emisora que emite contenido pop, poder ayudar a
que dicho circuito sea mucho más completo.
Como amante de este tipo de música, la realización de este proyecto de grado me
dio más argumentos para seguir haciendo parte del circuito aún con más pasión de
la que tenía al comienzo de este ejercicio investigativo.
Este trabajo investigativo me deja grandes enseñanzas, sobre todo en lo que respecta
a la situación sonora de la capital: Bogotá es una ciudad musical, en cada esquina
hay canciones, hay historias por contar, hay fanáticos y expertos en diversos
asuntos.
Para la labor profesional que actualmente estoy ejerciendo como productor y
discjockey de una emisora que emite contenido pop, la experiencia del proyecto de
grado fue muy gratificante y me da muchas herramientas para moverme mejor
dentro del espectro musical de la ciudad. Se tienen unas nociones de qué cosas
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suceden y cómo suceden desde el momento en que una canción es lanzada hasta que
el artista se está presentando en tarima. Propiamente al ejercicio laboral que hago
día a día, el proyecto sienta numerosas bases temáticas que van a ayudarme a
realizar mi trabajo con más efectividad.
El futuro del circuito del pop en la ciudad es prometedor: las emisoras musicales
están ejerciendo efectivamente su papel como vehículo sonoro por excelencia, cada
vez hay más personas dejando de lado la ilegalidad y pagando por un servicio de
streaming de calidad, nunca antes habíamos tenido la cantidad de conciertos y
artistas de tanto prestigio presentándose en los escenarios de la ciudad, se tiene un
nicho de coleccionistas que no permiten que los formatos físicos se acaben y la
cultura del disco se pierda; un panorama musical gigantesco en donde convergen
medios, plataformas y consumidores que solo apunta a seguir consolidándose como
una potencia resonante.
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REFERENCIAS
Arense Gómez, A., y Cebrián Herreros, M. (2013). Kiss FM. 1ra ed. Madrid: Universidad
Complutense de Madrid, p.66.
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80
ANEXO 1
A continuación se presenta una lista de las canciones referenciadas en el
documento y en la lista de reproducción de Spotify:
Walk This Way - Aerosmith
Yesterday - The Beatles
99 Problems - Jay Z
Come & Get It - Selena Gomez
You Know How We Do It - Ice Cube
Nadie Se Atreve - Cultura Profética
Born This Way - Lady Gaga
From Me To You - The Beatles
You Spin Me Round (Like a Record) - Dead or Alive
Highway To Hell - AC/DC
Redbone - Childish Gambino
Tararea - Alcolirykoz
Movimiento Naranja Yuawi - Yuawi/Mor Barba
Thriller - Michael Jackson
Despacito - Luis Fonsi/Daddy Yankee
God’s Plan - Drake
Raid on the Radio - General Elektriks
Radio Ga Ga - Queen
Hold On, We’re Going Home - Drake
She Moves In Her Own Way - The Kooks
Around The World - Daft Punk
81
The World We Live In - The Killers
Technologic - Daft Punk
No Hay Nadie Más - Sebastián Yatra
Al Filo de Tu Amor - Carlos Vives
Day I Die - The National
That’s What I Like - Bruno Mars
Shiny Happy People - R.E.M
Hard To Explain - The Strokes
Nice For What - Drake
Psycho - Post Malone/Ty Dolla $ign
Look Alive - BlocBoy JB/Drake
I Like It - Cardi B/Bad Bunny/J Balvin
Makes Me Wonder - Maroon 5
High Fidelity - Daft Punk
Famous - Mason Ramsey
Man’s Not Hot - Big Shaq
That’s Why God Made The Radio - The Beach Boys
Stole The Show - Kygo/Parson James
Mi Sueño - Esteban Copete y su Kinteto Pacífico/Vicente García
Enumerar - MNKYBSNSS/CLUBZ
I Am A God - Kanye West
Feels Like We Only Go Backwards - Tame Impala
Walk It Talk It - Migos/Drake
Versace On The Floor - Bruno Mars
Cold Cold Cold - Cage The Elephant
End Game - Taylor Swift/Ed Sheeran/Future
The Final Countdown - Europe