por dentro - ens9004-mza.infd.edu.ar · CAPÍTULO 4 P. 84 LA INSTITUCIONALIDAD, EN DEBATE 67 Consolidación de las características institucionales 72 Preliminares del encuentro de

El Mercosur por dentro

Colección Integratemas

NÚMERO 6: EL MERCOSUR POR DENTRO

Autores: Rubén Geneyro, Mariana Vázquez

ISBN: 978-958-9262-91-7© Rubén Geneyro, Mariana Vásquez© Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y DesarrolloCra. 10 Nº 24-76, Of. 805, Tel. (571) 341 0535Correo electrónico: [email protected]ágina web: www.pidhdd.org

CoordInaCIón aCadémICa

Camilo Castellanos

CoordInaCIón EdITorIaL

Marta Rojas

EdICIón

Luisa María Navas Camacho

dISEÑo Y dIaGramaCIón

Martha Isabel Gómez

ILuSTraCIonES

Diego Fernando Agudelo

ImPrESIón

Ediciones Ántropos

1a edición, Bogotá, Colombia, 2007

Agencias de cooperación que apoyan institucionalmente a la PID-HDD:ICO, 11.11.11, Diakonía, Derechos y Democracia,

El contenido de cada libro de la colección

Integratemas es solo responsabilidad de sus

autores y autoras.

Rubén Geneyro l Mariana Vázquez

IntegratEMas 6

El Mercosur por dentro

Contenido

CAP ÍTULO 1

P. 18

CAP Í TULO 2

P. 44

contexto político

28 Un marco económico propicio

32 Limitaciones y dificultades

35 Anexo Consenso de Buenos Aires

AGENDA DEL MERCOSUR: JUEGO DE LUCES Y SOMBRAS

46 Hacia un nuevo tipo de integración

Años precedentes: los ochenta

Los noventa y sus nuevos ejes

50 ¿Nuevos aires, otros horizontes?

Mercosur económico y comercial

Mercosur social

Instituciones y Mercosur

Nueva agenda de integración

56 Lo último en las negociaciones

57 Por un Mercosur productivo y social: rico debate

58 Alertas pendientes

61 Anexo Acta de Buenos Aires

PResenTAC i ón

i nTROdUCC i ón

P. 7

P. 10

CAP Í TULO 4

P. 84

LA INSTITUCIONALIDAD, EN DEBATE

67 Consolidación de las características institucionales

72 Preliminares del encuentro de 2004

73 Ouro Preto II: ¿crónica de una reforma trunca o expectativas desmedidas?

75 Desniveles de la arquitectura institucional

79 De lo hecho a lo querido

81 En la base, la visión participativa

82 Organigrama simplificado del Mercosur

NUEVOS ACTORES EN LA INTEGRACIÓN

87 La dimensión parlamentaria en el Mercosur

91 Dificultades de participación de los gobiernos subnacionales

93 Ciudades con decisión

95 Entonces, un Foro Consultivo

98 ¿Qué falta entonces?

100 La potencialidad de involucrar a la sociedad civil

Realidades y opciones en el esquema institucional

Experiencias nacionales

107 Anexo 1

Tratado para la constitución de un mercado común

114 Anexo 2 Encuentro por un Mercosur productivo y social “Somos Mercosur”

COnCLUs i Ones

RefeRenC i As b i b L i OGRáf i CAs

CAP Í TULO 3

P. 64

P. 118

P. 123

� [ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro

�

Presentación

Hablar de Mercosur es lanzar una prometedora posibi-lidad en relación con la construcción de una integra-ción propia para Latinoamérica. Ya es indudable que “para hacer frente a las pretensiones de hegemonía y dominación de las potencias centrales (…) y enfrentar (…) el poder de hecho de las corporaciones multi-nacionales, nuestros países tienen una sola opción: unirse y negociar como bloques”

1.

Y por lo menos un hecho muestra las reales condi-ciones de tratar a favor de la región los asuntos de la integración: el desmoronamiento, en 2005, del ALCA, proyecto de subyugación de Estados Unidos para la región. Fue un dardo afilado para el país del Norte. En ese desajuste tuvieron que ver mucho las posiciones claras del Mercosur. Hubo de recurrirse, entonces, a

1 Abin (2004, 153)

� [ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro

los tratados bilaterales que ahora señalan la posible división de formas de unidad en Suramérica.

El horizonte es prometedor. Ahora la promesa tie-ne la dimensión del desafío de construir el camino propio de la integración. Es ese punto el que tratan los autores de este libro, poniendo en claro la impor-tancia de erigir los derroteros que permitirán diseñar y crear para Latinoamérica un modelo de desarrollo con inclusión.

Quizás su principal aporte sean las preguntas que lanzan al proceso de Mercosur, formuladas desde el nuevo contexto político que vivimos. Son preguntas encaminadas a valorar si en las nuevas condiciones se ha profundizado el proyecto integracionista. Y en estas valoraciones se dice con contundencia que “la dinámica internacional y los intereses cruzados no dan margen para descuidar un proyecto común como el Mercosur”.

Estos interrogantes son relevantes en cuanto so-bresalen discordancias dentro del bloque y presiones de afuera que dificultan avanzar con la celeridad re-querida en aspectos fundamentales como la búsqueda de consensos, la consolidación de una cultura de la integración, la afirmación de una vocación solidaria

�

y la apertura a la plena participación de los actores sociales.

El Mercosur tiene experiencias valiosas en el sen-tido esperado, al tiempo que una estructura que se rezaga ante las primeras. El momento exige, como dicen autora y autor, responder a las exigencias que impone el contexto.

Presentación

10 [ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro

introducción

Quien se adentra en el tema y la vivencia de la inte-gración en Latinoamérica percibe los numerosos alti-bajos que la han atravesado en los últimos años. Pero especialmente, tras la crisis de los años 2001 y 2002, se generaron grandes expectativas en tres sentidos: en torno a las potencialidades de un MERCOSUR AMPLIADO, alrededor de las perspectivas de avanzar hacia la for-mación de la Comunidad Sudamericana de Naciones y con respecto a las condiciones de construir un modelo diferente de integración.

Transcurrió ya una primera etapa de la renovación política regional, con predominio de las posiciones favorables a la consolidación de la integración. Ahora es razonable comenzar a analizar tanto los avances alcanzados, como las dificultades encontradas para concretar una agenda positiva entre los países de la región.M

» ME

RCOS

UR A

MPLIA

DOinc

luye a

los p

aíses

miem

bros

y a l

os pa

íses a

socia

dos.

11introducción

Com

unid

ad S

uram

erica

na d

e Na

cione

s

La Comunidad sudamericana de naciones es una comunidad política y económica entre los doce países sudamericanos, constituida el � de diciembre de 2004 en la ciudad del Cusco, Perú, durante la Tercera Cumbre sudamericana.

integrantes: bolivia, Colombia, ecuador, Perú, Argentina, brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, Guyana y surinam. estados observadores: México y Panamá.

Las bases y los objetivos de la comunidad son: concertación y coordinación política y diplomática de la región; convergencia entre Mercosur, Comunidad Andina y Chile, en una zona de libre comercio. surinam y Guyana se podrán asociar a este proceso sin perjuicio de sus obligaciones con la Comunidad del Caribe o Caricom (sigla derivada del nombre en inglés: Caribbean Com-munity); integración física, energética y de comunicaciones en América del sur, impulsada por la iniciativa de integración Regional sudamericana (iiRsA); armonización de políticas de desarrollo rural y agroalimentario; transferencia de tecnología y de cooperación horizontal en todos los ámbitos de la ciencia, educación y cultura y creciente interacción entre las empre-sas y la sociedad civil en la integración. Progresivamente se establecerán medidas, acciones y ámbitos de acción conjunta sobre la base de la institucionalidad existentes.

Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Comunidad_Sudamericana_de_Na-ciones


En el análisis pueden incluirse distintas variables: globales, regionales, nacionales, económicas, políti-cas, sociales y otras. Aquí elegimos la propia agenda desarrollada en el Mercosur, como proceso, surgida tan-to de las posiciones de los presidentes de los Esta-dos Partes, como de los resultados concretos de las negociaciones.

Entonces, nos guían estas preguntas:

n ¿Se ha logrado un mayor espíritu regional en la dinámica del Mercosur?

n ¿Han conseguido los Estados Partes consolidar una mayor cultura de la integración?

n ¿Lo demuestran la agenda de negociaciones y sus instituciones?

La segunda elección realizada tiene que ver con el enfoque del análisis en cuatro aspectos principales:

n El contexto político.

n La AGENDA de las negociaciones.

n El marco institucional.

n La participación de nuevos actores.

Entendemos que esos elementos podrían comenzar a indicarnos si existe una nueva mirada estratégica A»

AGE

NDA

Relac

ión de

los t

emas

que h

an de

trat

arse

en un

a jun

ta o

de la

s act

ivida

des s

uces

ivas q

ue ha

n de e

jecut

arse

.

13

con respecto al proyecto regional, que vaya más allá del intercambio comercial de los países del bloque (ca-racterística y objetivo central del ‘modelo de los años 90). Es decir, indicarnos si se ha profundizado parti-cularmente en los temas de coordinación macroeconó-mica, productivos, sociales, educativos, culturales, de modo que se esté avanzando hacia un nuevo modelo de desarrollo con inclusión.

parte a parteEl contexto político es un elemento central para eva-luar el grado de compromiso que los presidentes y sus gobiernos tienen con respecto al Mercosur. Es preciso recordar que este es un modelo de tan alta concen-tración en la toma de decisiones, que esa condición es relevante en relación con el impacto en sus avan-ces y estancamientos. Por ello, es un elemento clave para comenzar a analizar las potencialidades con que cuenta el proyecto integracionista o con los desafíos que enfrenta.

La agenda de las negociaciones marca la coheren-cia entre el discurso y la concreción de una mirada estratégica. El Mercosur tuvo, durante la década de los noventa, un discurso basado en la importancia de

introducción


los intercambios comerciales. Así, lo que permitía ver su éxito o su fracaso era la evaluación de la magnitud de dicho intercambio. Por ello, la base de la agenda de negociaciones era un cronograma de desgravación arancelaria, sus excepciones y modificaciones. En es-ta nueva etapa, deben concretarse los avances en los otros temas, que se postergaron u ocultaron en ese pe-ríodo: entre otros, fundamentalmente, la coordinación macroeconómica, la complementación productiva y la participación social.

El esquema institucional debe reflejar un marco adecuado para desarrollar los objetivos y en este as-pecto el contexto político puede colaborar para su consolidación y la agenda será desplegada por una institucionalidad adecuada a la profundización del proceso. No se logra un proyecto sin instituciones con capacidad para concretar esos objetivos. El in-tergubernamentalismo del Mercosur de los años 90 no garantizaría su profundización, ni la consolidación de un nuevo modelo.

La participación de nuevos actores en las experien-cias de integración es un elemento central tanto para el cambio institucional como para el logro una masa crítica de apoyo y defensa del Mercosur. Las experien-

15

cias de integración no se pueden basar exclusivamente en las burocracias, ni en los altibajos comerciales, sino que necesitan que los diferentes actores sociales las tomen como propias y participen del proyecto común.

Una advertencia final para una mejor lectura de este libro sobre Mercosur: la particularidad de las ac-tuales COYUNTURAS (internas de cada país, bilaterales o regionales) no será objeto central de este análisis. Eso no significa desconocer ni menospreciar su im-pacto sobre el Mercosur como modelo de integración, aunque tampoco debería influir decididamente en la determinación de pertenecer a un proyecto común de largo plazo y que se ha constituido en una de las pocas alternativas para modificar las perspectivas de desarrollo en Sudamérica.

introducción

C» CO

YUNT

URA

es un

mom

ento

de la

hist

oria

en el

que s

e anu

dan y

se ex

pres

an de

man

era e

spec

ífica

las d

ifere

ntes

tend

encia

s es

truc

tura

les qu

e vive

la so

cieda

d.

Argentina

Paraguay

Uruguay

Venezuela

Brasil

0,410,180,92

12,8

Argentina

BrasilParaguayUruguay

Venezuela

MERCOSUR

EXTENSIÓNMillones de km2

2,79

8,51

567

1.937

29 34164

PIB (PPA)*Milesde millonesdólares

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Soja (harina y pellets de la extracción deaceite, aceite en bruto y porotos), petróleo,gas natural, trigo y maíz, minerales de cobrey sus concentrados.

ARGENTINA

PRINCIPALES PRODUCTOS DE EXPORTACION:Minerales de hierro y concentrados, cafécrudo en grano, azúcar, petróleo crudo, soja(triturada y sémola y residuos de la extraccióndel aceite) y automóviles.

BRASIL

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Soja (porotos, harina y pelletsde la extracción de aceite, aceiteen bruto, manufacturas de madera,carne bovina y trigo.

PARAGUAY

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Carne bovina, arroz,gasolinas, porotos de soja,cueros y maderas.

URUGUAY

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:P ,aetróleo crudo y derivados

y manufacturasbásicas de metal.cero, aluminio

VENEZUELA

MERCOSURMERCOSURIDIOMAS OFICIALES:

Presidencia Pro Tempore:

PAÍSES MIEMBROS:

PAÍSES ASOCIADOS:

PAÍSES OBSERVADORES:

Formación:

Español y portugués

Lula da Silva (Brasil)

Argentina, Brasil, Paraguay,Uruguay y Venezuela

Bolivia, Chile, Colombia,Ecuador y Perú

M xico

Tratado de Asunción (26, 03, 91)

é

ALADI, Ministerio de desarrollo (Brasil), www.wikipedia.org.FUENTES

POBLACIÓNMillones de personas

Argentina

38,9

Brasil

187,6

Venezuela

27

Uruguay

3,4Paraguay

6,3

MERCOSUR

263,2

Brasilia

Montevideo

Caracas

Buenos Aires

Asunción

* Paridad de poder adquisitivo

Argentina

Paraguay

Uruguay

Venezuela

Brasil

0,410,180,92

12,8

Argentina

BrasilParaguayUruguay

Venezuela

MERCOSUR

EXTENSIÓNMillones de km2

2,79

8,51

567

1.937

29 34164

PIB (PPA)*Milesde millonesdólares

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Soja (harina y pellets de la extracción deaceite, aceite en bruto y porotos), petróleo,gas natural, trigo y maíz, minerales de cobrey sus concentrados.

ARGENTINA

PRINCIPALES PRODUCTOS DE EXPORTACION:Minerales de hierro y concentrados, cafécrudo en grano, azúcar, petróleo crudo, soja(triturada y sémola y residuos de la extraccióndel aceite) y automóviles.

BRASIL

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Soja (porotos, harina y pelletsde la extracción de aceite, aceiteen bruto, manufacturas de madera,carne bovina y trigo.

PARAGUAY

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:Carne bovina, arroz,gasolinas, porotos de soja,cueros y maderas.

URUGUAY

PRINCIPALES PRODUCTOSDE EXPORTACION:P ,aetróleo crudo y derivados

y manufacturasbásicas de metal.cero, aluminio

VENEZUELA

MERCOSURMERCOSURIDIOMAS OFICIALES:

Presidencia Pro Tempore:

PAÍSES MIEMBROS:

PAÍSES ASOCIADOS:

PAÍSES OBSERVADORES:

Formación:

Español y portugués

Lula da Silva (Brasil)

Argentina, Brasil, Paraguay,Uruguay y Venezuela

Bolivia, Chile, Colombia,Ecuador y Perú

M xico

Tratado de Asunción (26, 03, 91)

é

ALADI, Ministerio de desarrollo (Brasil), www.wikipedia.org.FUENTES

POBLACIÓNMillones de personas

Argentina

38,9

Brasil

187,6

Venezuela

27

Uruguay

3,4

Paraguay

6,3

MERCOSUR

263,2

Brasilia

Montevideo

Caracas

Buenos Aires

Asunción

* Paridad de poder adquisitivo

CAPÍTULO 1

Contexto político

Desde 2002, Suramérica vive una

renovación política, que generó nuevas

expectativas de consolidación de un

proyecto de integración profundo. Pero

se dificulta su concreción, pues existen

limitaciones internas de los socios y

presiones externas. Además hay una

escasa participación de los actores

sociales.

El Mercosur tiene un contexto político

favorable y parece el único proyecto

alternativo que se visualiza en la

región, en la globalización.

¿Cuál es el grado de compromiso que tienen los presidentes y sus go-biernos con respecto al Mercosur?

Esa pregunta puede evaluarse a partir del análisis del contexto político en el que se desarrolla actualmente esta forma de integración. Dicho de otra manera, cono-cer el contexto en el que se desenvuelve el Mercosur es un elemento clave para comenzar a analizar las potencialidades con que cuenta el proyecto integracionista o los desafíos que enfrenta.

¿Y cuál es ese contexto? ¿Cuáles son sus principales elementos?

nUna renovación política desde 2002, que generó nuevas expecta-tivas con respecto a la consolida-ción de un proyecto de integración profundo.

El Mercosur tenía ya 11 años, desde que nació en 1991, pero respondía a una lógica neoliberal que prego-naban, con diversos énfasis, los gobernantes de ese momento. El modelo de integración basado en

Contexto político. 21

la DESGRAVACIÓN ARANCELARIA era un resultado coherente con el proyecto político del momen-to. El libre comercio era el objetivo.

Con el escenario que comenzaban a ocupar Lula da Silva, Kirchner y Vázquez en Brasil, Argenti-na y Uruguay, respectivamente, se generaban expectativas sobre las positivas consecuencias que el contexto político podría tener sobre el acuerdo regional. Eso podía “extenderse” a Sudamérica si se sumaban la consolidación de Hugo Chávez y las victorias de Michelle Bache-let y Evo Morales.

n La firma del Consenso de Buenos Aires1 por parte de Argentina y Brasil, en octubre de 2003, fue un importante punto de inflexión. El documento planteaba una nueva agenda para la región, que algunos consideraron la respuesta al Consenso de Washington. Contenía como ejes la consolidación de la democracia política y el combate a la pobreza y la desigualdad, el desempleo, el hambre, el analfabetismo y la enfermedad.

1 Al final de este capítulo entregamos un anexo con el contenido de este Consenso. D»

DES

GRAV

ACIÓN

ARA

NCEL

ARIA

Proc

eso d

e red

ucció

n de a

ranc

eles e

ntre

dos p

aíses

o m

ás qu

e han

susc

rito u

n acu

erdo

com

ercia

l. ht

tp://

ww

w.c

omun

idada

ndina

.org

/sala

pren

sa/r

ecur

sos_

glosa

rio.h

tmht

tp://

es.w

ikipe

dia.o

rg/w

iki/

Libre

_co

mer

cio

[ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro22

nEl Mercosur estableció un Programa de Traba-jo 2004 – 2006, a través de la Decisión del Consejo del Mercado Común No. 26/03 (véase

CONS

ENSO

DE W

ASHI

NGTO

N

el Consenso de Washington no era ni es una receta para el desarrollo económico. se trata simplemente de un conjunto de principios esenciales para evitar problemas macro (José Luis espert, � de noviembre de 2003).

http://www.cep.org.ar/articulo.php?ids=161

Los diez puntos del Consenso de Washington:

1. establecer una disciplina fiscal.2. Priorizar el gasto público en educación y salud.

3. Llevar a cabo una reforma tributaria.4. establecer tasas de interés positivas determinadas por el

mercado.

5. Lograr tipos de cambio competitivos.

�. desarrollar políticas comerciales liberales.

�. Una mayor apertura a la inversión extranjera.

�. Privatizar las empresas públicas.

�. Llevar a cabo una profunda desregulación.10. Garantizar la protección de la propiedad privada.


segundo capítulo). Ese programa señalaba el camino elegido para avanzar concretamente hacia la consolidación y profundización del proceso de integración regional.

nPor su parte, el presidente Tabaré Vázquez, propuso en junio de 2005, el programa Somos Mercosur, para concretar un proyecto cercano al ciudadano. Con bases profundas y una agenda amplia (productiva, cultural, social), mostraba una importante apertura de la pauta temá-tica del esquema regional.

nEn noviembre de ese mismo año, en la Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata,


el Mercosur mostró una posición homogénea frente a las presiones de imponer la temática del ALCA como eje central del encuentro. Esta temática no estaba contemplada previamente, pero Estados Unidos, junto a otros socios de

eL esPeCiAL MOMenTO POLÍTiCO que está viviendo el Mercosur amerita, hoy más que nunca, que avancemos también en la integración cultural y en la integración de los ciudadanos de la región. esta dimensión de la integración requiere de la construcción de subjetividades e identidades supranacionales (...) atrás deberán quedar intereses corporativos o rivalidades secundarias que hoy están latentes en las sociedades de nues-tros países (...). (...) es tiempo de avanzar en la construcción del Mercosur ciudadano, ya que será ese el espacio democrático donde trabajosamente seguiremos construyendo nuestros acuerdos. debemos asumir que todos sOMOs MeRCOsUR y que de todos nosotros depende el éxito de este formidable proyecto político”.

Apartes del pronunciamiento de Tabaré Váquez en la Cumbre de Mercosur (junio de 2005).

Cumbre Presidencial del Mercosur y la XXVIII Reunión del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur, Asunción del Paraguay, 2005.

UN M

ERCO

SUR

CIUDA

DANO


la región, pretendió imponerla. Este accionar conjunto también tuvo lugar en diversos foros internacionales, como la Organización Mundial de Comercio, el Grupo de los 20, el Fondo Mo-netario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.

nUn mes después, en diciembre, en la Cumbre del Mercosur, realizada en Montevideo, fue signi-ficativo el tono autocrítico de los presidentes, que señalaron las dificultades para avanzar y reafirmaron sus voluntades de trabajar por un mejor Mercosur.

inTeGRAR nUesTRAs eCOnOMÍAs y enriquecer nuestro comercio es imprescindible, de ello no caben dudas, pero la dirección y el sentido que se le dé depende de los objetivos políticos que como región definamos (...); cada país debe asumir la responsabili-dad que tiene en la integración del Mercosur, en la superación de las asimetrías, en la solidaridad, en el aprender de otros procesos exitosos (...).

Palabras de Néstor Kirchner, Cumbre del Mercosur, Montevideo, diciembre de 2005.

CUMB

RE D

E MER

COSU

R

eL esPeCiAL MOMenTO POLÍTiCO que está viviendo el Mercosur amerita, hoy más que nunca, que avancemos también en la integración cultural y en la integración de los ciudadanos de la región. esta dimensión de la integración requiere de la construcción de subjetividades e identidades supranacionales (...) atrás deberán quedar intereses corporativos o rivalidades secundarias que hoy están latentes en las sociedades de nues-tros países (...). (...) es tiempo de avanzar en la construcción del Mercosur ciudadano, ya que será ese el espacio democrático donde trabajosamente seguiremos construyendo nuestros acuerdos. debemos asumir que todos sOMOs MeRCOsUR y que de todos nosotros depende el éxito de este formidable proyecto político”.

Apartes del pronunciamiento de Tabaré Váquez en la Cumbre de Mercosur (junio de 2005).

Cumbre Presidencial del Mercosur y la XXVIII Reunión del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur, Asunción del Paraguay, 2005.

[ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro2�

nEn 2006 ocurrieron situaciones de gran im-portancia: el ingreso de Venezuela, con la suscripción el 4 de julio del Protocolo de Ad-hesión al Mercosur, marca el camino para su incorporación paulatina como miembro pleno y, por ende, una modificación cuantitativa y cualitativa del bloque, por la potencialidad energética, política, económica y comercial que puede generarse.

nTambién en junio de ese mismo año, la Cumbre del Mercosur le dio prioridad en las discusiones a los temas profundos: asimetrías, Focem (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur), integración productiva (conformar un Plan de Desarrollo e Integración Productiva Regional), agenda social (mandato para elaborar un Plan Estratégico de Acción Social), proyectos ener-géticos (Gran Gasoducto del Sur), Banco de Desarrollo del Mercosur, instalación del Par-lamento del Mercosur, entre otros. Y esto se daba en un marco de ciertas incertidumbres coyunturales (por una disputa existente entre Argentina y Uruguay con respecto a la instala-ción de dos plantas de celulosa, las dificultades entre Brasil y Bolivia a partir de los cambios

Contexto político. 2�

fOndO PARA LA COnVeRGenCiA esTRUCTURAL deL MeRCOsUR

este fondo fue destinado (en 2005) a financiar programas para promover la convergencia estructural; desarrollar la competitividad; promover la cohesión social, en particular de las economías menores y regiones menos desarrolladas y apoyar el funcionamiento de la estructura institucional y el fortale-cimiento del proceso de integración. La decisión mencionada identificó los distintos programas a ser ejecutados, estableció el monto total anual de los aportes de los estados Partes y los porcentajes según los cuales los distintos estados Partes deberían integrarlo, así como los porcentuales correspondien-tes a la distribución de dichos recursos entre los diferentes programas y proyectos presentados por cada uno de los es-tados Partes. en este aspecto se dispuso que los recursos del focem, durante los primeros cuatro años serían destinados prioritariamente al Programa “de Convergencia estructural”, empleándose ante todo para proyectos sobre el aumento de la dotación de infraestructura física de los estados Partes, en particular para facilitar el proceso de integración.

http://www.bid.org.uy/intal/detalle_introduccion.asp?eid=472

fOCE

M


planteados por el presidente Evo Morales con respecto a la política de hidrocarburos; proble-máticas vinculadas a la cuestión del gas que envolvían a varios países, etcétera).

Un marco económico propicioA todo esto debe sumarse un buen contexto ma-croeconómico y un aumento en el comercio intra-rregional. Según las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, para 2006, la región completaría un crecimiento pro-medio para el período 2003-2006 superior al 4% anual, con importantes tasas en Argentina, Uruguay y Venezuela.

En cuanto al comercio intrazona2, éste sufrió, tras los altos picos de 1997-98 una marcada declinación, pero ésta comenzó a revertirse, sin llegar a aquellos valores, a partir de 2003-04.

En este punto es importante destacar que siempre han surgido detractores del Mercosur. Un ejemplo de ello es que muchos sectores se alarmaron cuando

en 2006, ingresó Venezuela al Mercosur, lo que marca un camino para la cualificación del bloque.

2 Hablar de intrazona es equivalente a hablar de intrarregional.


en 2006, ingresó Venezuela al Mercosur, lo que marca un camino para la cualificación del bloque.

LOs ALTOs PiCOs 1��-1��

sobre el total de las exportaciones, el Mercosur significó para Argentina el 3�,�% de sus envíos al exterior; para brasil, el 1�,4%; para Uruguay, casi el 45% y para Paraguay, casi el �0%.

en 1��, el comercio intraMercosur alcanzó los 40.�2� millones de dólares y en 2002 tuvo su pico más bajo con 20.4�2 millones de dólares.

COME

RCIO

LOs AñOs 2003 y 2004

en el caso de Argentina, al comparar el primer trimestre de 200� con el mismo trimestre de 2005, se observa que las exportaciones de las PyMex (Pequeñas y Medianas exportado-ras) aumentaron en un 20%. Los principales destinos fueron brasil, Chile y estados Unidos. Como bloque, Mercosur y Chile concentraron el 41% del total de los envíos de este segmento de empresas.

PyME

x


página sugerida: DeStAcADoS, 48 carácteres con espacios


se alcanzaron aquellos importan-tes niveles de intercambio (en el caso de Argentina, se llegaron a plantear los peligros de la ‘Brasil-dependencia’), pero tras las crisis, muchos de ellos cambiaron de po-sición, señalando que el proceso regional no era relevante, porque

caían los niveles de intercambio comercial.

Eso indica que no debe perderse de vista que el Mercosur tiene numerosos opositores externos e internos, ya que la profundización del proceso de integración cambiaría las reglas de juego para mu-chos actores, que prefieren no modificar los posicio-namientos alcanzados en los años noventa bajo los parámetros del conocido Consenso de Washington.

Con lo dicho hasta ahora, puede entonces comen-zar a responderse por las potencialidades con que cuenta el proyecto integracionista y los desafíos que enfrenta: en el Mercosur ha habido en los últimos años gobiernos que en sus discursos han resaltado la importancia de la integración para el destino de la región y probablemente esto pueda extenderse en los próximos años (si se diera continuidad a las


el Mercosur tiene numerosos opositores externos e internos.

actuales administraciones de Brasil y Argentina). Sin embargo, hasta ahora, los resultados para el proyecto común no han sido los esperados.

La pregunta es, entonces, por qué no pueden apreciarse claramente los avances en el modelo de integración regional, si han existido demostraciones y propuestas políticas en el sentido de mejorarlo cuantitativa y cualitativamente.

limitaciones y dificultadesSin duda, han existido dificultades y limitaciones que podrían resumirse en ciertos ejes principales, vinculados al contexto político:

nPrioridad de agendas nacionales: las complica-ciones políticas, económicas y sociales de cada país y, en algunos casos, las disputas bilatera-les, han tenido un peso relevante para definir prioridades que en muchos casos ‘atentaban’ directa o indirectamente contra el proyecto regional.

nMultiplicidad de propuestas: las implicancias dispares que han generado proyectos como la Comunidad Sudamericana de Naciones, la


el Mercosur tiene numerosos opositores externos e internos.

incorporación de nuevos socios al Mercosur o las posibilidades de acuerdos comerciales indi-viduales, particularmente con Estados Unidos, han tenido impacto diverso en los Estados partes y generado desconfianzas adicionales.

nFalta de liderazgo: aunque han existido acuer-dos previos entre los líderes de la región, ningu-no se constituyó en el motor de la integración. Esto lo han reclamado particularmente los so-cios más pequeños a Brasil y a Argentina; por otra parte, la debilidad de los partidos políticos ha impedido contar con un marco de contención para las dificultades que se han presentado en la región.

En síntesis, al proyecto regional le han faltado contenido, estrategias y actores, aunque el Mercosur ha tenido (y tiene) un contexto político favorable e iniciativas para su profundización.

En forma más explícita: el nuevo contexto político generaba expectativas con respecto al Mercosur, en términos de profundizar un proyecto político común de los países en Suramérica Pero existe una combi-nación negativa de factores que impide concretarlas, en especial, las limitaciones internas de los socios y


las presiones externas, la falta de visión estratégica frente a las dificultades y la escasa convocatoria a los actores sociales para participar en un proceso de integración que es conducido por pocos.

Sin duda, la coyuntura ha seguido definiendo las acciones de los socios y, directa o indirectamente, ha perjudicado la profundización del único proyecto alternativo común que se ha visualizado en la región en el contexto de la globalización.


AnexoConsenso de buenos Aires

1� de octubre de 2003

1. NOSOTROS, los Presidentes de la República Argen-tina, Néstor Kirchner, y de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, convencidos de que el bienestar de los pueblos constituye el objetivo priorita-rio de ambos gobiernos, reafirmamos nuestra voluntad de intensificar la cooperación bilateral y regional para garantizar a todos los ciudadanos el pleno goce de sus derechos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, en un marco de libertad y justicia social acorde con los valores, propósitos y objetivos estable-cidos en la Cumbre del Milenio.

2. DESTACAMOS la trascendencia que la consoli-dación de la democracia política posee para nuestra región así como nuestro común propósito de fortale-cerla, asumiendo la responsabilidad histórica que nos concierne en relación con el combate a la pobreza y la



desigualdad, el desempleo, el hambre, el analfabetismo y la enfermedad, que configuran una pérdida efectiva de autonomía y dignidad de las personas, obstaculizando gravemente el ejercicio pleno de la ciudadanía.

3. CONVENIMOS en impulsar decididamente en el proceso de integración regional la participación activa de la sociedad civil, fortaleciendo los órganos existentes, así como las iniciativas que contribuyan a la complemen-tación, la asociatividad y el diálogo amplio y plural.

4. MANIFESTAMOS nuestra convicción de que, en un contexto mundial signado por la aceleración de un proceso de globalización que ha ampliado el horizonte de las posibilidades humanas pero que, paralelamente, ha generado inéditas modalidades de concentración económica, nuestras naciones deben definir su futuro en el marco de una agenda que responda a las nece-sidades, posibilidades y desafíos que singularizan a nuestros países en el comienzo del siglo XXI.

5. NOS COMPROMETEMOS a instrumentar políticas públicas que apuntalen el crecimiento sostenido y la distribución equitativa de sus beneficios, propiciando ordenamientos tributarios y fiscales más justos.

6. TENEMOS la certeza de que el flagelo de la pobre-za no se resuelve con planes asistenciales. Aún cuando éstos constituyan un paliativo obligado hasta la efectiva solución del problema, no deben tender a cristalizar una



sociedad dividida entre quienes tienen trabajo y quienes son asistidos. Por ello, nos proponemos impulsar todas las acciones necesarias para disminuir las elevadas tasas de desocupación que castigan a nuestras sociedades, generando condiciones propicias para el desarrollo de los negocios y la inversión productiva.

7. SOMOS CONSCIENTES del papel estratégico que nuestros Estados deben desempeñar y redoblaremos los esfuerzos tendientes a fortalecer sus instituciones, profesionalizar a la administración pública, mejorar su capacidad de respuesta, incrementar su eficacia y asegurar una mayor transparencia en los procesos de toma de decisiones.

8. RECONOCEMOS que nuestra común aspiración al desarrollo implica otorgar una absoluta prioridad a la educación como herramienta de inclusión social, en tanto su capacidad integradora y equiparadora no ha sido superada por ninguna otra política social. En tal sentido, a través de la política educativa, nuestros gobiernos procurarán garantizar a todos los ciudada-nos la adquisición de capacidades de aprendizaje que les permitan desarrollarse a lo largo de su vida, en una sociedad cambiante que requiere la actualización constante de destrezas y habilidades.

9. REAFIRMAMOS nuestro compromiso para cons-truir una sociedad de la información orientada por los



objetivos de inclusión social, de erradicación del ham-bre y de la pobreza, de la mejora de la salud y la educa-ción, así como de alcance de un desarrollo económico y social equilibrado.

10. SABEMOS que la revolución informática trae novedosas oportunidades de participación y de acceso al conocimiento, pero presenta inéditos peligros de ex-clusión, generando una brecha tecnológica entre nues-tras naciones y los países altamente industrializados. En este marco, nuestros pueblos deben incorporarse al mundo digital, por lo que nos proponemos desarrollar la infraestructura necesaria, de manera tal que todos los

ciudadanos y las empresas, especialmente las pequeñas,

estén en condiciones de participar activamente de las

ventajas que ofrece la sociedad de la información.

11. REDOBLAREMOS los esfuerzos para que nues-tras universidades e institutos de ciencia y tecnología multipliquen y potencien sus vínculos, con el fin de generar un polo científico tecnológico regional que profundice las investigaciones básica y aplicada, con criterios de sostenibilidad y equidad social.

12. CONSIDERAMOS que muchos de los problemas que hoy nos aquejan reconocen una base en los fuertes desequilibrios y desigualdades regionales existentes en el ámbito de nuestras naciones. Por lo tanto, nos propo-



nemos instrumentar políticas de desarrollo regional que contemplen y respeten la diversidad del territorio.

13. REAFIRMAMOS nuestra convicción de que el trabajo decente, tal como es concebido por la OIT, es el instrumento más efectivo de promoción de las condicio-nes de vida de nuestros pueblos y de su participación en los frutos del progreso material y humano. Auspiciamos la próxima Conferencia Regional de Empleo del Mercosur en marzo de 2004 y deseamos que de sus resultados sur-jan líneas de acción que nos permitan ir alcanzando en nuestras comunidades niveles satisfactorios de cohesión social y dignidad del trabajador y su familia.

14. REITERAMOS nuestra adhesión a los principios

consagrados en la Declaración de Río sobre Medio Am-

biente y Desarrollo y a los programas de acción estable-

cidos por la Agenda 21 adoptada por la Conferencia das

Naciones Unidas sobre Medio Ambiente e Desarrollo y

en el Plan de Implementación adoptado por la Cumbre

sobre Desarrollo Sustentable.

Expresamos nuestra firme intención de cooperar y coordinar acciones con vistas a la promoción de los objetivos consagrados en los acuerdos multilaterales ambientales, tales como la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su Protocolo de Kioto y la Convención sobre Diversidad Biológica, entre otros.



Continuaremos aunando esfuerzos en la búsqueda de

soluciones sustentables para la gestión integrada de los

recursos hídricos compartidos, con la intención de propi-

ciar el desarrollo sustentable de nuestras poblaciones.

15. RATIFICAMOS nuestra profunda convicción de que el Mercosur no es sólo un bloque comercial sino que constituye un espacio catalizador de valores, tra-diciones y futuro compartido. De tal modo, nuestros gobiernos se encuentran trabajando para fortalecerlo a través del perfeccionamiento de sus instituciones en los aspectos comerciales y políticos y de la incorporación de nuevos países.

16. ENTENDEMOS que la integración regional consti-tuye una opción estratégica para fortalecer la inserción de nuestros países en el mundo, aumentando su capacidad de negociación. Una mayor autonomía de decisión nos permitirá hacer frente más eficazmente a los movimientos desestabilizadores del capital financiero especulativo y a los intereses contrapuestos de los bloques más desarro-llados, amplificando nuestra voz en los diversos foros y organismos multilaterales. En este sentido, destacamos que la integración sudamericana debe ser promovida en el interés de todos, teniendo por objetivo la conforma-ción de un modelo de desarrollo en el cual se asocien el crecimiento, la justicia social y la dignidad de los ciudadanos.



17. REAFIRMAMOS nuestro deseo de continuar con las negociaciones de la Ronda de Doha en bases equilibradas y con reales perspectivas de éxito, en par-ticular en el capítulo agrícola, superando la falta de resultados concretos en Cancún. Reafirmamos nuestro firme compromiso con los objetivos de la Agenda de Doha e instamos a los países desarrollados a cooperar de manera efectiva para su realización, de modo de consolidar un sistema multilateral de comercio abier-to, sin distorsiones y no discriminatorio. Declaramos, asimismo, nuestra intención de generar nuevas alianzas y estrategias conjuntas con otros países con los cuales compartimos intereses y preocupaciones semejantes.

18. REITERAMOS nuestro compromiso con una continuada y estrecha coordinación de posiciones en la búsqueda de acuerdos equilibrados, que incremen-ten las relaciones del Mercosur con los demás socios, en particular la Comunidad Andina, con el objetivo de mayor prosperidad para todos.

Coincidimos en la disposición de continuar partici-pando desde el Mercosur en las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), con el objetivo de alcanzar un acuerdo equilibrado que respete los inte-reses disímiles de los participantes y dote al proceso de

la flexibilidad necesaria para permitir que la negociación

se desarrolle conforme a la situación de cada uno de los



países y bloques involucrados. Para ello, coincidimos en

reafirmar la propuesta de formato metodológico presen-

tada por el Mercosur, por considerar que la misma cons-

tituye una alternativa realista que permitirá alcanzar un

acuerdo satisfactorio en enero de 2005.

19. EXPRESAMOS que la administración de la deuda pública debe tener como horizonte la creación de rique-za y de puestos de trabajo, la protección al ahorro, la reducción de la pobreza, el fomento de la educación y la salud y la posibilidad de mantener políticas sostenibles de desarrollo económico y social.

20. ENFATIzAMOS nuestro compromiso histórico con el fortalecimiento de un orden multilateral fundado en la igualdad soberana de todos los Estados y recha-zamos todo ejercicio de poder unilateral incompatible con los principios y propósitos consagrados por la Or-ganización de las Naciones Unidas.

21. ENTENDEMOS que el multilateralismo y el res-

peto a las normas y principios del derecho internacio-

nal deben permanecer en primer plano en todos los

esfuerzos relacionados con la seguridad internacional y,

particularmente, con relación a los objetivos de desarme

y no proliferación.

Reafirmamos el papel central de las Naciones Unidas

y del Consejo de Seguridad en las relaciones interna-



cionales como el principal instrumento universal para

el mantenimiento de la paz y de la seguridad inter-

nacional, y la promoción del desarrollo económico y

social de forma sustentable. Subrayamos la necesidad

de la estricta observancia de la Carta de la ONU y de

los principios y normas universalmente reconocidos

del derecho internacional por todos los miembros de

la comunidad internacional.

Reafirmamos la necesidad de combatir las amenazas

a la paz y a la seguridad internacional y el terrorismo,

en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y

con los instrumentos jurídicos de que son partes Ar-

gentina y Brasil.

22. AFIRMAMOS nuestra voluntad de trabajar con-

juntamente para la concreción del presente consenso

y hacemos extensiva nuestra convocatoria a todos los

países latinoamericanos para alcanzar así una sociedad más justa, equitativa y solidaria, que fortalezca la de-mocracia en la región.

NéSTOR KIRCHNERLUIz INÁCIO LULA DA SILVA

Tomado de http://blog.diariocasual.com.ar/2003_10_01_diario-casual_archive.html


CAPÍTULO 2

Agenda del Mercosur: juego de luces y sombras

Del nuevo contexto político derivó

el Programa de Trabajo 2004-2006,

orientado a una integración no centrada

en la dimensión comercial. Los últimos

años han sido ricos en propuestas

de acción y negociación, pero hay

temas muy sensibles en los que queda

mucho por hacer: integración de las

cadenas productivas, eliminación de

los incentivos distorsivos, fuertes

asimetrías, puesta en marcha de un

reforma institucional integral, entre

otros.

Hacia un nuevo tipo de integraciónEn el contexto de la llegada al poder de los nuevos gobiernos en Argentina y Brasil se aprueba, en diciembre de 2003, el Programa de Trabajo 2004-2006, que intenta plasmar, en una propuesta de ac-ciones concretas, el objetivo de avanzar hacia un tipo de integración cualitativa-mente diferente al predominante en la agenda de la década del 90, centrada en la dimensión comercial del proceso.

Nos parece pertinente en este marco desarrollar brevemente algunos antece-dentes.

AñoS preceDenteS: loS ocHentA

A mediados de los ochenta, en un marco de consenso con respecto al agotamiento de los modelos de desarrollo exclusiva-mente centrados en los mercados inter-nos y de políticas de APERTURA de las economías, el impulso a la integración entre Argentina y Brasil, se consideró co-

4�Agenda del Mercosur: Juego de luces y sombras

mo la mejor estrategia en términos de los siguientes objetivos:

nFortalecer los regímenes democráticos recién instaurados en ambos países.

nIncrementar su capacidad de negociación inter-nacional y mejorar su inserción en la economía global, en el marco de políticas domésticas tendientes a estimular el desarrollo industrial y la competitividad internacional.

El propósito de los primeros acuerdos es crear un esquema de especialización intrasectorial en el marco de un comercio equilibrado y simétrico. Se descartaba explícitamente tanto cualquier pretensión de obtener resultados favorables en términos de divisas, como algún tipo de especialización interindustrial.

La estrategia de integración elegida, llamada de “proyectos integrados”, se guía por los principios de flexibilidad, gradualismo, equilibrio y simetría. La implementación de esta estrategia metodológica era particularmente importante para Argentina. Dado el proceso de desindustrialización que había tenido lugar en el país en los años previos, se requerían ciertas garantías de mejora progresiva para su apa- A»

APE

RTUR

A ECO

NÓMI

CACo

njunt

o de m

edida

s de c

arác

ter e

conó

mico

y leg

islat

ivo qu

e per

mite

n la l

ibre e

ntra

da y

salid

a de b

ienes

, ser

vicios

, ca

pitale

s y te

cnolo

gías d

e y a

los pa

íses,

sin r

estr

iccion

es ar

ance

larias

. http

://es

.wiki

pedia

.org

/wiki

/Libr

e_co

mer

cio


rato industrial, trabajando de manera conjunta y no competitiva con el sector brasileño.

loS noVentA y SUS nUeVoS ejeS

En 1990, Argentina y Brasil firman el Acta de Buenos Aires1. Es por sobre todo un conjunto de cambios importantes en los objetivos y la metodología de la integración bilateral.

Carlos Menem llegó a la presidencia en Argentina, igual que Fernando Color de Mello a Brasil. El ámbi-to doméstico de sus países se pone en marcha con políticas económicas mayormente consustanciadas con el Consenso de Washington. En el nivel regio-nal, se abandona el régimen de liberación basado en protocolos sectoriales, cuyo objetivo era no sólo de expansión del comercio, sino de reconversión indus-trial. Se establecen rebajas arancelarias, generaliza-das, lineales y automáticas y se acorta el período de diez años establecido en 1988, al 31 de diciembre de 1994, para llegar al arancel 0 y a la eliminación de las barreras arancelarias y para-arancelarias sobre la totalidad del universo.

1 Al final de este capítulo entregamos un fragmento del Acta de Buenos Aires de 1990.


En marzo de 1991, a partir de la firma del Tratado de Asunción (TA) y con los mismos plazos y meto-dología, se amplía el acuerdo a Paraguay y Uruguay y se adopta el nombre de ‘Mercosur’. Más allá de que el Tratado establecía que los Estados parte consti-tuirían un mercado común (su conformación debería existir ya el 31 de diciembre de 1994), este no fue el objetivo real.


Se mantuvo como herencia de estos años la au-sencia del Estado, promovida por los gobiernos de la región en cada uno de los países. Eso se refleja-ba también en un nuevo tipo de integración, que llamamos ‘autorregulado’. Es el mercado regional, a partir del Acta de Buenos Aires, el que distribuye los costos y beneficios de la integración, de modo que se profundizan a partir de entonces las asimetrías preexistentes entre los Estados parte y al interior de sus territorios.

¿nuevos aires, otros horizontes?La propuesta con el nuevo Programa de Trabajo 2004-2006 era introducir un nuevo espectro temático en la tarea de la integración, que quitara el eje de acción de lo exclusivamente comercial. Se trataba de entre-gar el centro a otras cuestiones. Por eso el documento se divide en cuatro partes:

nMercosur económico-comercial.nMercosur social.nMercosur institucional.nNueva agenda de la integración.

En seguida, un mayor desarrollo de estos aspec-tos.L»

LIBR

E COM

ERCIO

Conc

epto

econ

ómico

, ref

eren

te a

la ve

nta d

e pro

duct

os en

tre p

aíses

, libr

e de a

ranc

eles y

de cu

alquie

r for

ma

de ba

rrer

as co

mer

ciales

. http

://es

.wiki

pedia

.org

/wiki

/Libr

e_co

mer

cio

51Agenda del Mercosur: Juego de luces y sombras

MercoSUr econóMico y coMerciAl

En la primera parte se destacan las medidas tendien-tes a perfeccionar la zona de LIBRE COMERCIO y la unión aduanera (eliminación del doble cobro del arancel externo común, eliminación de regímenes especiales de importación nacionales, etcétera). También pro-mover la integración productiva, disminuir progresiva-mente el uso de incentivos que generan distorsiones

es una ampliación de los beneficios derivados de una zona de libre comercio. Además de eliminarse los aranceles internos para los países miembros de la unión, se crea un arancel externo común (AeC) para todos los países, es decir, cualquier país de la unión que importe bienes producidos por otro país no perteneciente a la unión aplicará a estos bienes el mismo arancel.

Las uniones aduaneras suelen también permitir la libre circu-lación de personas y capitales por todos los territorios de los países miembros, lo que permite la libre adquisición de bienes de consumo y empresas de los ciudadanos de un país en el resto de los países pertenecientes al acuerdo comercial.

http://www.portafolio.com.co/proy_porta_online/tlc/glo_tlc/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-1717469.html

UNIÓ

N AD

UANE

RA


en la asignación de los recursos y las condiciones de la competencia, mejorar la competitividad de los socios menores y de las regiones menos desarrolladas y perfeccionar la coordinación en negociaciones ex-ternas conjuntas.

MercoSUr SociAl

En la segunda parte se propone, entre otras cosas:

nImpulsar la ampliación de la participación de la sociedad civil en la construcción de la inte-gración regional.

nVisibilizar la dimensión cultural del proceso de integración.

nEstablecer medidas que favorezcan la libre cir-culación de las personas.

En este aspecto de la participación de la socie-dad civil en el proceso de integración, es pertinente ampliar la relación entre esta participación social y la construcción de políticas públicas:

Los cambios políticos que vivió la región a partir de 2003 condujeron también a que, progresivamente, la participación de la sociedad civil para la inte-gración se concibiera como una responsabilidad de

La propuesta era introducir un nuevo espectro temá tico en la tarea de la integración.


los Estados partes. Actualmente, cada uno de ellos cuenta con áreas responsables de crear y fortalecer espacios nacionales y comunes para la participación social en el proceso de integración.

Un salto cualitativo importante en esa dirección lo es la puesta en marcha del Programa Somos Mer-

La propuesta era introducir un nuevo espectro temá tico en la tarea de la integración.

PARA inVOLUCRAR A LA CiUdAdAnÍA

es una iniciativa pública, lanzada por la Presidencia Pro Tém-pore de Uruguay en el bloque en 2005, que tiene como objetivo involucrar a la ciudadanía en el proceso de integración regional, generando nuevos espacios para que la sociedad civil y los go-biernos locales puedan debatir, formular demandas y participar de los procesos decisorios.

sOMOs MeRCOsUR es un programa de acciones sociales, po-líticas y culturales acordado entre los gobiernos y la sociedad civil organizada de los países miembros del Mercosur.

se promoverán actividades, debates y acciones preparatorias hasta la realización de la Cumbre social del Mercosur (del 13 al 15 de diciembre de 200�).

http://www.somosmercosur.org/?q=es/node/5

SOM

OS M

ERCO

SUR


cosur (mencionado con anterioridad) y junto a él, la creación de puntos focales para la participación de la sociedad civil en el proceso de integración regional en cada uno de los Estados parte, así como la con-formación del grupo promotor. En la medida en que cada uno de estos puntos focales se consolide y forme parte de la estructura de los Estados del bloque sería viable un escenario, en el mediano y largo plazo, que implique un cambio de cultura política e institucional con respecto al diseño e implementación de políticas públicas en el proceso de integración.

inStitUcioneS y MercoSUr

En la tercera parte se impulsa lo siguiente:

nEl establecimiento del Parlamento del Merco-sur.

nLa reglamentación del Protocolo de Olivos para la solución de controversias en el bloque.

nLa transformación de la Secretaría del Mercosur en Secretaría Técnica.

nLa suscripción de un instrumento que establez-ca un procedimiento para la vigencia inmediata de la normativa Mercosur, que no requiera apro-bación parlamentaria.


nUeVA AgenDA De integrAción

Finalmente, en la nueva agenda se destacan la co-operación en ciencia y tecnología y la integración física y energética.


lo último en las negociacionesHasta julio de 2006, el bloque ha dado pasos impor-tantes en la negociación de algunos campos. Entre ellos, podemos destacar:

nEl establecimiento de medidas para eliminar el doble cobro del ARANCEL EXTERNO COMÚN, a partir de un programa en etapas, cuya primera parte ya se implementó.

nLa creación de los fondos estructurales.nLa aprobación del protocolo para la constitu-

ción del Parlamento del Mercosur, cuya insta-lación se encuentra actualmente en marcha.

nLa reglamentación del Protocolo de Olivos so-bre SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS y la puesta en funcionamiento del Tribunal Permanente de Revisión.

nFinalmente, la elaboración del instrumento para la vigencia inmediata de las normas que no requieren aprobación parlamentaria.

También son importantes los proyectos regiona-les de integración energética y de creación de un Banco de Desarrollo del Mercosur, actualmente en discusión.

es pertinente ampliar la relación entre participación social y la construcción de políticas públicas.

A» A

RANC

EL EX

TERN

O COM

ÚN M

ERCO

SUR

Aran

cel p

acta

do pa

ra se

r apli

cado

por l

os ci

nco p

aíses

firm

ante

s del

“Tra

tado

de As

unció

n”

(Arg

entin

a, br

asil,

Para

guay

, Uru

guay

y Ve

nezu

ela) a

l com

ercio

con t

erce

ros p

aíses

(ww

w.a

duan

as.

gub.

uy/g

losar

io/A.

htm


por un Mercosur productivo y social: rico debate El Primer Encuentro por un Mercosur productivo y social,

organizado por el programa Somos Mercosur y realizado

en julio de 2006 fue el primero de este tipo llevado a

cabo en las Cumbres de presidentes del Mercosur2.

Fue una iniciativa desarrollada por los gobiernos del bloque, en la que confluyeron varios actores de importancia, entre otros:

nLa Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM).

nLa Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC).nEl Foro Consultivo Económico y Social (FCES).nLa Reunión Especializada de la Mujer.nLa Reunión Especializada de Cooperativas.nLa Asociación Latinoamericana de Micro, Pe-

queñas y Medianas Empresas (Alampyme).nLa Coordinadora de Centrales Sindicales del

Cono Sur (CCSCS).nLa Coordinadora de Productores Familiares del

Mercosur (Coprofam).

es pertinente ampliar la relación entre participación social y la construcción de políticas públicas.

2 Para mayor información, véase http://www.mrecic.gov.ar/ccsc/actualidad.htm S»

SOL

UCION

DE CO

NTRO

VERS

IASM

ecan

ismo a

trav

és de

l cua

l se b

usca

reso

lver l

os pr

oblem

as su

rgido

s por

el in

cum

plim

iento

de la

norm

ativa

ac

epta

da en

el m

arco

de un

acue

rdo c

omer

cial. (

http

://w

ww

.tlc.

gov.e

c/glo

sario

.sht

ml)


nLa Red de Mercociudades.nLa Confederación Latinoamericana de Asocia-

ciones de Profesionales Universitarios (Cla-pu).

nAdemás, se presentaron las experiencias na-cionales como el Consejo Consultivo de la So-ciedad Civil (CCSC) de la Cancillería Argentina y el Encuentro con el Mercosur de Brasil.

Se debatió enriquecedoramente acerca del modelo de integración regional, entre más de 500 represen-tantes de organizaciones sociales regionales. Y del mismo talante fueron las propuestas para avanzar hacia un Mercosur en el que la integración se centre en las dimensiones productiva y social.

flujos

cont

inuos

y dis

cont

inuos

de pr

oduc

tos,

proc

esos

y ag

rega

ción d

e valo

res,

que s

iguen

los p

rodu

ctos

prim

arios

hast

a lleg

ar al

cons

umido

r fina

l. (ht

tp://

ww

w.

bioge

stion

.una

l.edu

.co/

bioge

stion

/pro

yect

os/g

losar

io.ht

ml)

C» CA

DENA

S PRO

DUCT

IVAS


Alertas pendientes

Hay temas centrales y sobre todo sumamente sensi-bles, en torno a los cuales todo queda por hacer.

En primer lugar, avanzar hacia la integración de las CADENAS PRODUCTIVAS y la eliminación de los incen-tivos distorsivos. Se requiere establecer, por ejemplo, un marco que permita una equitativa distribución de los flujos de inversión destinados a la región.

[ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro�0

En segundo lugar, establecer instrumentos que permitan tratar las fuertes asimetrías presentes tan-to entre los países dentro de sus territorios, en el sentido de avanzar hacia un modelo de integración más solidario que permita la participación real de las diversas regiones del bloque.

En tercer lugar, adelantar una reforma que apun-te a resolver los déficit del sistema institucional. Esto debe considerarse integralmente, por supues-to, pero también en términos particulares, es de-cir, con respecto a la intervención de otros actores, además de los representantes del poder ejecutivo. Este último elemento es de gran importancia y a él nos referiremos en las dos próximas partes de este documento.

�1Agenda del Mercosur: Juego de luces y sombras

AnexoACTA de bUenOs AiRes

buenos Aires, � de julio de 1��0

EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA AR-GENTINA DR. CARLOS SAUL MENEN Y EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL DR. FERNANDO COLLOR

REAFIRMANDO:

Los principios y compromisos enunciados en la De-claración de Iguazú del 30 de noviembre de 1985, en el Acta para la Integración Argentino-Brasileña, del 29 de julio de 1986, en el Acta de Amistad Argenti-no-Brasileña, Democracia, Paz y Desarrollo, del 10 de diciembre de 1986, y en el Comunicado Conjunto sobre el Proceso de Integración, del 16 de marzo de 1990, así como en los demás documentos suscriptos en el marco del Programa de Integración y Cooperación Económica entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil.



La plena vigencia del Tratado de Integración, Co-operación y Desarrollo entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil del 29 de noviembre de 1988.

CONSIDERANDO:

La necesidad de modernización de las economías de los dos países, de ampliar la oferta y calidad de los bienes en circulación en los dos mercados y de favorecer el desarrollo económico con Justicia Social;

La evolución reciente de los acontecimientos inter-nacionales, en especial la consolidación de los grandes espacios económicos, la globalización del escenario económico internacional y la importancia crucial de lograr una adecuada inserción económica internacional para nuestros países;

Que la aceleración y profundización del proceso de integración entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil resulta la respuesta adecuada a los desafíos arriba mencionados:

En cumplimiento de lo dispuesto por el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo firmado el 29 de noviembre de 1988.



DECIDEN:1. Establecer un MERCADO COMÚN entre la Repúbli-

ca Argentina y la República Federativa del Bra-sil, el que deberá encontrarse definitivamente conformado el 31 de diciembre de 1994.

2. Para ello, ambos Gobiernos tomarán todas las medidas necesarias con el fin de cumplir con el objetivo y el plazo arriba mencionados.

Se pondrá especial énfasis en la coordinación de políticas macroeconómicas y en las rebajas arancelarias generalizadas, lineales y automáticas, como metodo-logías primordiales para la conformación del MERCADO COMÚN, tal como se detalla en el Anexo I de la pre-sente Acta.

Dichas medidas serán elaboradas y propuestas por un Grupo de Trabajo Binacional creado a tales efectos según consta en el Anexo II de la presente Acta.

BUENOS AIRES, 6 DE JULIO DE 1990

(El acta contiene dos anexos. El primero sobre la metodología para la conformación del mercado común y el segundo sobre un grupo de trabajo binacional para la conformación del mercado común entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil.)

Tomado de http://iadb.org/intal/tratados/picab3.htm


CAPÍTULO 3

La institucionalidad en debate

Muchas veces se habló de modificar

la arquitectura de la integración en el

Mercosur. En torno a la institucionalidad

se discuten dos aspectos centrales:

su carácter intergubernamental y la

concentración de la toma de decisiones

en los poderes ejecutivos nacionales.

Ahí hay implícitas otras discusiones

relevantes: el modelo de integración,

el modelo de democracia y el modelo

de desarrollo nacional y de la región.

El cambio requiere de una visión

integral, participativa y regional.

Este capítulo quiere indagar acerca de si las instituciones propias del Mer-cosur han permitido que los Estados

partes construyan una mayor cultura de la integración. Para que ello sea posible se requiere que el contexto político y la agenda de las negociaciones (tratados en los capítulos anteriores) cuenten con un esquema institucional coherente con el modelo de integración que se pretende adelantar. Las últimas discusiones al res-pecto, de lo que se hablará más adelante, se dieron en 2004, en lo que se llamó Ouro Preto II, en recordación del primer protocolo de Ouro Preto, ocurrido diez años antes.

Así pues, el sistema institucional del Mercosur se estableció de acuerdo con el Protocolo de Ouro Preto (POP) en 1994. Se trataba de un Protocolo Adicional al Tratado de Asunción, aquel que en 1991 dio origen al Mercado Común del Sur. Y lo adicional se refería al tema de su estructura institucional.

��en debate, la institucionalidad

consolidación de las características institucionales El diseño institucional del Mercosur se estableció en 1994, en el contexto político e ideológico regional descrito en páginas anteriores, que se refleja en la elección de un modelo de integración que relega el rol de la política (de los Estados nacionales y, por extensión, de cualquier construcción político-insti-tucional regional) en cuanto a la orientación de sus resultados.

En el Mercosur encontramos instituciones cuyos miembros designa cada ESTADO PARTE. Estos miembros carecen de autonomía con respecto a los Estados que representan. La toma de decisiones se realiza en todos los casos por consenso y con la presencia de todos los Estados parte. Esto da idéntica capacidad de veto a cada uno de ellos. No se trata solamente de un sistema institucional intergubernamental sino que, además, el mismo sistema concentra la toma de decisiones en los poderes ejecutivos nacionales. Estos dos últimos aspectos son determinantes en la discusión actual acerca de la institucionalidad en el Mercosur.

Los únicos órganos del Mercosur con capacidad decisoria son:

son l

os qu

e tien

en de

rech

o de v

oz y

voto

en to

das l

as de

cision

es qu

e se t

omen

en el

seno

de su

s órg

anos

dire

ctivo

s.E»

ESTA

DOS P

ARTE

[ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro��

nEl Consejo del Mercado Común (CMC).

nEl Grupo Mercado Común (GMC), del que depen-de un conjunto de otros más de 150 organismos (subgrupos de trabajo, reuniones especializa-das), y,

nLa Comisión de Comercio del Mercosur (CCM). Todos ellos están integrados por miembros de los poderes ejecutivos nacionales (véase recua-dro, pág. 72.)

Además de los órganos con poder decisorio, en el Mercosur se encuentra la Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC), el Foro Consultivo Económico y Social (FCES) y la Secretaría Administrativa (SAM).

Luego de la aprobación del POP, se destacan tres modificaciones del esquema institucional:

nLa institucionalización del Foro de Consulta y Concertación Política (FCCP). Es un órgano auxiliar del CMC, creado a través de su decisión No. 18/98. El propósito es que contribuya tanto con la consolidación y expansión de la crecien-te dimensión política del Mercosur, como con la profundización del diálogo entre los Estados Partes y entre éstos y los Estados Asociados en


temas de política exterior y de agenda políti-ca común. El FCCP formula recomendaciones, adoptadas por consenso, que son sometidas al CMC, para su consideración.

nLa transformación de la Secretaría Adminis-trativa del Mercosur en órgano técnico, ahora llamado Secretaría del Mercosur. Se establece a través de la decisión CMC No. 26/03 (pre-viamente, de la decisión CMC No. 30/02 y sus

Mercosur tiene como estados asociados a bolivia (1��), Chile (1��), Perú (2003), Colombia (2004) y ecuador (2004). el estatus de estado asociado se establece por acuerdos bilaterales, de-nominados Acuerdos de Complementación económica, firmados entre el Mercosur y cada país asociado. en dichos acuerdos se establece un cronograma para la creación de una zona de libre comercio con los países del Mercosur y la gradual reducción de las tarifas arancelarias entre el Mercosur y los países firmantes. Además de participar en calidad de invitados a la reuniones de los organismos del Mercosur y efectuar convenios sobre materias puntuales.

http://es.wikipedia.org/wiki/MerCoSur#Estructura_institucional_del_Mer-cosur

ESTA

DOS

ASOC

IADO

S


CAPA

CIDAD

DEC

ISORI

A

óRGAnOs deL MeRCOsUR COn CAPACidAd deCisORiA

1. el CMC es el órgano superior del Mercosur y le corresponde “la conducción política del mismo y la toma de decisiones para asegurar el cumplimiento de los objetivos y plazos establecidos para la constitución definitiva del Mercado Común”. está inte-grado por los ministros de relaciones exteriores y de economía de los estados parte.

2. el GMC es el órgano ejecutivo del Mercosur. está coordinado por los ministerios de relaciones exteriores, los ministerios de economía o equivalentes y los bancos centrales.

3. La CCM, según el Protocolo de Ouro Preto, cumple funciones vinculadas al establecimiento y modificaciones de los instru-mentos comunes de política comercial.

normas complementarias). En especial se le encomienda constituir “un espacio de reflexión común”, hasta entonces inexistente.

nLa decisión CMC No. 11/03 y sus normas afines crean la Comisión de Representantes Permanen-tes del Mercosur (CRPM). Además de reunir a las representaciones diplomáticas de los Estados

�1en debate, la institucionalidad

OTROs óRGAnOs

1. La CPC, órgano representativo de los parlamentos de los estados parte en el ámbito del Mercosur, es reconocido como una institución más, aunque sin capacidad decisoria. está in-tegrada por igual número de parlamentarios de cada país (1�), designados por los respectivos parlamentos nacionales, de acuerdo con sus procedimientos internos.

2. el Protocolo de Ouro Preto define el fCes como el “órgano de representación de los sectores económicos y sociales”. está integrado por igual número de representantes de cada estado parte y se le atribuye una función consultiva, que se concreta a través de recomendaciones al GMC, tomadas por consenso.

3. el Protocolo de Ouro Preto define la sAM como un órgano de apoyo operativo a todo el sistema.

OTRO

S ÓR

GANO

S

Partes, tiene una presidencia dotada de funcio-nes de representación internacional.

En síntesis, 2004 llegó con estas condiciones a la discusión de la nueva arquitectura institucional de Mercosur, en un contexto político diferente.


preliminares del encuentro de 2004El diseño institucional del Mercosur se estableció en el marco de un contexto político en el que se impul-saba un modelo de integración que tuvo como meta prioritaria durante la década del 90, si bien con di-ficultades de implementación1, la integración nega-tiva (liberación de las barreras al comercio). Quitaba centralidad a objetivos como el establecimiento de una política comercial común o la coordinación de las políticas macroeconómicas, que estaban presentes incluso en el propio Tratado de Asunción.


Las modificaciones posteriores al diseño inten-taron resolver los problemas de gestión de la inte-gración que aparecen con la ampliación del espectro temático que presenta todo proceso de este tipo a medida que avanza, fundamentalmente si tiene como vocación convertirse en más que una zona de libre comercio.

ouro preto ii: ¿reforma trunca o expectativas desmedidas?En 2004, a diez años de la firma del POP y en el marco de un contexto político diferente, se planteó en espacios tanto políticos como académicos y so-ciales la posibilidad de impulsar la modificación de la arquitectura del proceso de integración.

En la Cumbre de presidentes realizada en Iguazú, el 8 de julio de aquel año, en su Comunicado Con-junto, los presidentes dieron una señal de estar dis-puestos a encaminar la reforma, al tomar nota “de la propuesta, presentada en la XXVI Reunión del Consejo del Mercado Común, referida a la conveniencia de identificar los aspectos del Protocolo de Ouro Preto

1 Al respecto, véase Bouzas (1998, 179-200).


que podrían ser motivo de revisión a la luz de los recientes avances institucionales del Mercosur”2.

En ese marco, tuvieron lugar durante el segundo semestre de 2004 numerosas reuniones de discusión, crítica y de propuestas. Evidentemente, el debate sobre la arquitectura institucional de un proceso de integración lleva implícitas discusiones sobre otras cuestiones centrales:

nSobre el modelo de integración (más o menos profundo, más o menos solidario, etcétera).

ZONA

DE L

IBRE

COME

RCIO

en una zona de libre comercio los países firmantes del Tratado se comprometen a anular entre sí los aranceles en frontera, es decir, los precios de todos los productos comerciales entre ellos serán los mismos para todos los integrantes de la zona, de forma que un país no puede aumentar (mediante aranceles a la importación) el precio de los bienes producidos en otro país que forma parte de la zona de libre comercio.

http://es.wikipedia.org/wiki/Zona_de_libre_comercio

2 “Comunicado Conjunto de los presidentes de los Estados Partes del Mercosur”, Iguazú, julio de 2004.


nSobre el modelo de democracia (pensando en un continuo que va desde un modelo formal a uno sustantivo y el de otro que va de un modelo más concentrador del poder a uno que tiende a desconcentrarlo en algunas de las múltiples dimensiones posibles).

nSobre el modelo de desarrollo nacional y re-gional.

Desniveles de la arquitectura institucionalDesde el punto de vista del tema central de nuestro trabajo, dependiendo de los actores que participen en el proceso decisorio, las opciones de política de integración serán, evidentemente, diferentes y, es-pecialmente, más o menos legítimas y eficaces.

La realidad institucional y fundamentalmente po-lítica del bloque superó ampliamente la estructura orgánica de 1994. La arquitectura actual consolida distorsiones vinculadas a diversas necesidades fun-cionales y/o coyunturas políticas que se dieron desde entonces hasta el día de hoy.

Sin embargo, esa arquitectura no es acorde ni funcional con respecto a la etapa presente del pro-


Rend

ición

de cu

enta

s, pr

esen

tació

n exp

lícita

y, no

rmalm

ente

por e

scrit

o, de

los r

esult

ados

obte

nidos

po

r una

inst

itució

n o pr

ogra

ma.

Tom

ado d

e ww

w.ri

aces

.net

/glos

arior

.htm

l A»

ACC

OUNT

ABILI

TTY

ceso de integración y establece límites importantes para su profundización y democratización. En primer lugar, el Mercosur tiene un importante déficit de ACCOUNTABILITY: es difícil tanto para actores políti-cos como para los sociales identificar quién toma cuál decisión, quién es responsable en el proceso de integración. Carece de la necesaria legitimidad con respecto a la clase política, a las tecnoburocracias de agencias ajenas al proceso decisorio y a la sociedad civil. Esta ausencia de legitimidad tanto técnica como social tiene un importante impacto sobre el nivel de eficacia de las decisiones. El informe de la Fundación Friedrich Ebert (2004) señala acertadamente:

El escaso grado de compromiso con las decisiones toma-das en el ámbito institucional del Mercosur constituye una clara señal de que muchos actores gubernamentales o no gubernamentales tienen dificultades para aplicar o para hacer cumplir decisiones respecto de las cuales no fueron consultados.

En segundo lugar, el modelo institucional vigente no refleja necesariamente un proyecto colectivo. Más bien, dificultosamente pretende articular proyectos nacionales que colocan al proyecto común en luga-res más o menos importantes de la agenda según la coyuntura política doméstica y regional. La lógica del


La palabra inglesa accountability se traduce por responsabili-dad, sobre todo en el sentido financiero. en la cooperación, se utiliza para calificar a la persona o entidad que es responsa-ble –accountable– de un proyecto, de una intervención o de un programa. implica el concepto de divulgación, el hecho de responder de algo, un compromiso a rendir cuentas, a asumir responsabilidades y a proporcionar explicaciones. Para todos los participantes en un proyecto es una garantía el que las acciones realizadas sean transparentes, comprensibles y eficaces.

Tomado de www.deza.ch

ACCO

UNTA

BILIT

Y

INTERGUBERNAMENTALISMO crea incentivos instituciona-les para el predominio de una visión exclusivamente nacional de la integración.

A eso se suma, como señalamos previamente, que en el caso del Mercosur la representación política se concentra en los poderes ejecutivos nacionales. Ni los parlamentos nacionales, ni la institución que los representa, la CPC, tienen participación en el proceso decisorio. Tampoco es obligatorio consultar al FCES en algún tema. Esto impide que se cumpla una función que nunca podrán desempeñar los poderes ejecutivos: I»

INTE

RGUB

ERNA

MENT

ALISM

Ose

pued

e dec

ir qu

e cor

resp

onde

a las

re

lacion

es de

un es

tado

con o

tro u

otro

s est

ados

.


la representación de la diversidad, presente en el rico entramado social y cultural de nuestros países y de todo proceso de integración.

Es importante destacar también en este punto la ausencia de formaciones permanentes de los órga-nos decisorios, formaciones que en organizaciones internacionales consolidadas contribuyen a crear una cultura institucional y una agenda común en los temas de su competencia.

Finalmente, el Mercosur ha tenido una trayectoria institucional que, a lo largo de los años, ha dado lugar

a una cultura institucional de la integra-ción en cada uno de los países y en el bloque, considerado como un todo. Esta cultura no es necesariamente la más fa-vorable a la integración. Tiene límites


importantes en cuanto a su capacidad para permitir el avance del proceso en las múltiples dimensiones y momentos en que éste se desarrolla.

Esta cultura institucional, en términos genera-les, prioriza la visión nacional en la negociación y la reserva con respecto a la información. Esta última, justificada a lo largo de la historia de las diplomacias nacionales para algunas cuestiones sensibles, no es afín ni funcional con la extensa pauta temática de todo proceso de integración.

De lo hecho a lo querido

¿A qué se referían quienes en 2004 señalaban la ne-cesidad de implementar cambios en el organigrama del bloque? Ellos proponían una reforma integral del cuadro institucional del Mercosur, que fuera ha-cia un sistema coherente con la nueva visión de la integración y favorable a la construcción de un pro-yecto común que trascendiera la mera articulación de agendas nacionales.

Se sostenía que los principios que debían guiar la reforma eran:

nLa transparencia.


nLa democratización.nLa inclusión de nuevos actores.nLa superación de la lógica del intergubernamen-

talismo a partir de la identificación de áreas temáticas concretas, en las que se estableciera una gestión común de la integración y el es-tablecimiento de formaciones permanentes de los órganos decisorios.

Pero, como se ve, no hubo en el proceso de reforma los resultados esperados, aquellos que debían condu-cir a una transformación de la arquitectura institu-cional del Mercosur. Algunos cambios sólo tomaron forma en 2005, como señalamos previamente.

Sin embargo, en diciembre de 2004 se adoptaron dos decisiones importantes:

LAS

RESE

RVAS de enero de 2003 hasta noviembre de 2005, en sus 45 reunio-

nes, los órganos decisorios del Mercosur (CMC, GMC y CCM) han producido 235 documentos reservados como anexos a sus actas, sobre un total de 3�2. el GMC, en particular, en el mismo periodo, clasificó como reservado el 45% de los anexos a las actas (110 sobre 243).


nLa Decisión del Consejo del Mercado Común (CMC) No. 41/04, que establece la creación del Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur.

nOtra Decisión también del CMC, la No. 49/04, nombrada “Parlamento del Mercosur”. A ambas nos referiremos más adelante.

en la base, la visión participativaEl 8 de diciembre de 2005, el mismo CMC aprobó la decisión No. 21/05, que crea el Grupo de Alto Nivel para la Reforma Institucional del Mercosur (GANRI). Este grupo encara una nueva reforma, cuyos resul-tados aún se desconocen.

Nos interesa destacar en este sentido que, para que esta reforma tenga legitimidad política, social y técnica, tanto la metodología de trabajo a través de la cual se definan los cambios, como los resultados del proceso, deben ser concebidos con visión parti-cipativa y regional.


org

anig

ram

a si

mpl

ifica

do d

el M

erco

sur

CON

SEJO

MER

CADO C

OM

ÚN

(CM

C)

COM

ISIó

N P

ARL

AM

ENTA

RIA C

ON

JUN

TACo

mis

ión

de R

epre

sent

ante

s Pe

rman

ente

s de

l M

erco

sur

(CRP

M)

Grup

o de

Alt

o N

ivel

Con

verg

enci

a Es

truc

tura

l y

Fina

ncia

mie

nto

del

Proc

eso

de I

nteg

raci

ón

TRIB

UN

AL

PERM

AN

ENTE

DE

REVI

SIóN

Cent

ro M

erco

sur

de

Prom

oció

n de

Est

ado

de D

erec

ho

Reun

ione

s de

M

inis

tros

Foro

de

Cons

ulta

y

Conc

erta

ción

Pol

ític

a (F

CCP)


GRU

PO M

ERCA

DO C

OM

ÚN

(GM

C)

COM

ISIó

N D

E CO

MER

CIO

DEL

MER

COSU

R (C

CM)

CT 4

Po

líti

cas

públ

icas

que

di

stor

sion

an l

a co

mpe

titi

vida

d

CT 2

As

unto

s ad

uane

ros

CT 1

Ara

ncel

es,

no

men

clat

ura

y

clas

ific

ació

n

de m

erca

derí

as

CT 3

Nor

mas

y

disc

ipli

nas

com

erci

ales

CT 5

Def

ensa

de

la

com

pete

ncia

CdCS

Co

mit

é de

Def

ensa

Co

mer

cial

y

Salv

agua

rdia

s

Grup

o de

Alt

o N

ivel

Ara

ncel

Ext

erno

Com

únGr

upo

de A

lto

Niv

el “

Estr

ateg

ia d

e M

erco

sur

de C

reci

mie

nto

del

Empl

eo”

(GAN

EMPL

E)

Reun

ione

s es

peci

aliz

adas

Otr

osGr

upos

Ad

Hoc

Subg

rupo

s de

tra

bajo

FORO

CON

SULL

TIVO

ECO

NóM

ICO Y

SOCI

AL

(FCE

S)

SECR

ETARÍ

A

DEL

M

ERCO

SUR

Trib

unal

Ad

min

istr

ativ

o

Labo

ral

CT 7

Def

ensa

de

l co

nsum

idor

Con

VEn

CIo

nES

dep

endi

ente

Coor

dina

ción

Segu

imie

nto

CAPÍTULO 4

nuevos actores en la integración

El Mercosur requiere la participación

de nuevos actores sociales y políticos.

En este capítulo se muestran tres

dimensiones de la participación:

la dimensión parlamentaria,

la participación de los gobiernos locales

y el rol de la sociedad civil, con efectos

dispares, que permiten observar cómo

ha sido y es este aspecto

de la integración.

Este es un elemento de primer orden: la participación de nuevos actores sociales y políticos en las experien-

cias de integración. Es central para dar vida a una nueva dinámica global, para lograr un cambio institucional, y es bási-co para tener una masa crítica de apoyo y defensa del Mercosur.

Los diversos actores sociales han de tomar esas experiencias como propias y participar del proyecto común. Dicho de otro modo, las experiencias de integra-ción no se pueden basar exclusivamente en las burocracias, ni en los altibajos comerciales.

Es útil analizar en esta etapa del Mer-cosur, tres casos distintos de participa-ción, con resultados dispares:

nLos avances hacia el Parlamento del Mercosur.

nLas dificultades de incorporar a los gobiernos subnacionales.

nLos intentos de sumar a la sociedad civil en las acciones del bloque.

��nuevos actores en la integración

la dimensión parlamentaria en el MercosurLos parlamentos han asumido, en las modernas de-mocracias representativas, un rol fundamental como espacios para el ejercicio mediado de la soberanía popular, para la búsqueda pacífica del consenso, de la resolución de conflictos en sociedades complejas y para la legitimación del proceso político.

Por ello, analizar la dimensión parlamentaria en una dinámica de integración implica hacerse la si-guiente pregunta: ¿hasta qué punto hay una inter-vención real de las construcciones parlamentarias en la elaboración de las decisiones políticas?

Desde el Tratado de Asunción (1991)1 hasta hoy, ha sido muy débil el peso de los parlamentos nacio-nales y, en su marco intergubernamental, el de su institución representativa, la Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC), con un rol consultivo, deliberativo y de formulación de propuestas.

El poder de decisión se concentra en instituciones que, como vimos, están conformadas por miembros

1 Al final de este capítulo se entrega un fragmento del Tratado de Asunción de 1991.


que pertenecen a los poderes ejecutivos de los Esta-dos. Por ello, no hay ninguna instancia de represen-tación popular en el nivel regional. La CPC tampoco tiene atribuciones de control, de creación legislativa o de codecisión.

La Decisión No. 49/04, conocida como ‘Parlamen-to del Mercosur’, generó el camino de elaboración del Protocolo para la constitución del Parlamento del Mercosur, aprobado por la decisión No. 23, de diciem-bre de 2005. Después de un período de transición, el Parlamento del Mercosur sustituiría a la Comisión Parlamentaria Conjunta.

el poder de decisión se concentra en instituciones que pertenecen a los poderes ejecutivos.

PARL

AMEN

TO M

ERCO

SUR

“(…) la instalación del Parlamento del Mercosur, con una ade-cuada representación de los intereses de los ciudadanos de los estados Partes, significará un aporte a la calidad y equilibrio institucional del Mercosur, creando un espacio común en el que se reflejen el pluralismo y las diversidades de la región y que contribuye a la democracia, la participación, la representati-vidad, la transparencia y la legitimidad social en el desarrollo del proceso de integración y de sus normas.”

Protocolo para la instalación del Parlamento, diciembre 2005


El primer período de transición se desarrollará entre 2007 y 2011, con una composición de 18 miem-bros por país. La integrarán miembros de los respec-tivos parlamentos. El segundo período de transición se hará entre 2011 y 2014. Se conformará según un criterio de representación ciudadana (con caracterís-ticas particulares por las asimetrías entre sus socios en población y PBI) y con elección directa, a partir de 2012, de los parlamentarios (que tendrán mandatos de cuatro años, permitiéndose la reelección).

Las competencias centrales del Parlamento del Mercosur serán, entre otras:

n Velar por la preservación del régimen democrá-tico en los Estados Partes.

n Efectuar pedidos de informes u opiniones por escrito a los órganos decisorios y consultivos del Mercosur.

n Invitar a representantes de los órganos del Mercosur para informar y/o evaluar el desarrollo del proceso de integración.

n Organizar reuniones públicas con entidades de la sociedad civil y de los sectores producti-vos.

el poder de decisión se concentra en instituciones que pertenecen a los poderes ejecutivos.


n Emitir declaraciones, recomendaciones e infor-mes sobre cuestiones vinculadas al desarrollo del proceso de integración.

n Proponer proyectos de normas del Mercosur pa-ra su consideración por el Consejo del Mercado Común, el CMC.

La aprobación del Protocolo para la constitución del Parlamento del Mercosur ha constituido un primer paso importante para avanzar hacia la ampliación de la representación política y la democratización del proceso de integración regional.

Si bien sus atribuciones son aún limitadas (ya que, por ejemplo, no podrá dictar normas), su es-tablecimiento permitirá, además, un mayor control político de los decisores y un salto cualitativo en el tipo de relaciones interinstitucionales del bloque (es-tá previsto, entre otros, un trabajo conjunto con los parlamentos nacionales). Sin embargo, no resuelve por sí solo el importante déficit democrático que carac-teriza al Mercosur. Finalmente, la calidad del vínculo que este Parlamento establezca con la sociedad civil será, a su vez, central para avanzar hacia una cultura política e institucional favorable a un proceso de integración cualitativamente diferente.

�1nuevos actores en la integración

Dificultades de participación de los gobiernos subnacionales Se señaló antes que el Mercosur construyó una es-tructura particularmente centralizada en los poderes ejecutivos nacionales. Por ende, se redujo la apertura a otros actores. En esa lógica, no se consideraron los niveles de gobierno subnacionales (más allá de la existencia de estados federales y unitarios).

Esa situación determinó que ni en 1991 ni ante el Protocolo de Ouro Preto, se tomara en cuenta que la descentralización que avanzaba en la región otorgaba a los gobiernos subnacionales un creciente grado de competencias y responsabilidades y que esas temá-ticas eran parte permanente de las negociaciones en el Mercosur.

Esas condiciones conducían a que quienes debían desarrollar en políticas públicas en sus territorios, con un grado creciente de responsabilidades, care-cieran de canales formales de participación en el Mercosur. Esta era una necesidad que la propia expe-riencia europea ya había demostrado. Además, eran los mismos que mostraban un importante grado de accionar internacional (tanto que se debate sobre el nacimiento de la ‘paradiplomacia’).


Pero tanto provincias, como estados o municipios mantuvieron, pese a ello, el interés por la integración regional. De ello derivaron numerosas iniciativas, muchas de las cuales han alcanzado una relevante experiencia y posicionamiento (político, de coope-ración y con llegada a sus actores sociales).


2 Para mayor información sobre la Red, puede consultarse la página www.mercociudades.org

ciudades con decisiónUn ejemplo lo constituye la red Mercociudades2, que finalmente además derivó en un resultado concreto, en el marco institucional del Mercosur. La experiencia nació en 1995, en 12 de las principales ciudades de la región: Asunción, Brasilia, Buenos Aires, Córdo-ba, Curitiba, Florianópolis, La Plata, Montevideo, Porto Alegre, Río de Janeiro, Rosario y Salvador. Su objetivo preciso fue “favorecer la participación de las ciudades en la estructura institucional del Mer-cosur, persiguiendo la co-decisión en las áreas de su competencia”.

Mercociudades siguió creciendo, marcada por una accionar con clara visión regional. Alcanzó a reunir hasta 67 ciudades en el año 2000, mediante un in-tenso trabajo desarrollado a través de sus Unidades Temáticas, e insistiendo por un espacio institucional para los gobiernos locales. Así, en diciembre de ese año, mediante la Decisión 59/00 del Consejo del Mer-cado Común y la Resolución 90/00 del Grupo Mercado Común, se creó la REMI (Reunión Especializada de Municipios e Intendencias del Mercosur).

MERC

OCIU

DAES LAs CiUdAdes POR LA inCLUsión sOCiAL

y LA inTeGRACión ReGiOnAL

Mercociudades fue fundada en 1��5 por las autoridades del gobierno de doce ciudades: Asunción, brasilia, buenos Aires, Córdoba, Curitiba, florianópolis, La Plata, Montevideo, Porto Alegre, Río de Janeiro, Rosario y salvador; con el objetivo de institucionalizar la participación de los municipios en el seno del Mercosur e impulsar, al mismo tiempo, el intercambio y la cooperación entre las ciudades de la región. La Red Mercociu-dades ha sido, en estos años, promotora constante del protago-nismo de los gobiernos locales, ha reivindicado su importancia en la construcción y consolidación de los procesos democráti-cos en la región, y ha constituido un apoyo y un estímulo para el proceso de integración regional. Ha hecho posible, al mismo tiempo, la creación de lazos estrechos entre sus integrantes, el intercambio de experiencias, el mejoramiento de la comu-nicación, y la realización de actividades conjuntas en diversos ámbitos, desde la promoción del turismo a la complementación productiva, del intercambio cultural a la implementación de programas regionales de cooperación internacional.

Casi una década después, Mercociudades es, actualmente, la principal red de municipios del Mercosur y el referente principal del proceso de integración en materia de gobiernos locales. Cuenta con 13� ciudades asociadas de Argentina, brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, bolivia y Perú, en cuyo seno viven más de setenta y cinco millones de ciudadanos.

Tomado de Integración y participación de la juventud en las Mercociudades, Coordinación Editorial: Elisabet Gerber - Sergio Balardini, Argentina, 2004. http://www.fes.org.ar/Publicaciones/mercociudadesJuv.pdf


En realidad, la REMI no implicó un reconocimien-to a Mercociudades, ya que tuvo una composición distinta (por presencia de diversos organismos de ciudades de cada país) y un “espíritu” diferente (ya que se pasó de una lógica regional, a la impuesta por el Mercosur, como órgano de su estructura ins-titucional, de “secciones nacionales”).

Pero la Red se convirtió en su motor y así, la REMI desarrolló sus acciones hasta el año 2004, en el que los intendentes, en tanto autoridades electas democráticamente y con crecientes responsabilidades, plantearon que no era el marco institucional adecuado para su participación real en el Mercosur.

entonces, un Foro consultivoMercociudades propuso formalmente al Mercosur la conformación de un Foro de las Ciudades. En diciem-bre de 2004 se creó, sin discusión alguna con los niveles de gobierno implicados, por decisión 41/04 del Consejo del Mercado Común, el mencionado Foro Consultivo de Municipios, Provincias, Estados Federa-dos y Departamentos del Mercosur. Este Foro contem-pló, por gestiones de Mercociudades, dos comités: uno de municipios y otro de provincias, Estados y departamentos.



UnA exPeRienCiA siMiLAR

esta experiencia también se ve en la Comunidad Andina de naciones, CAn. Recién en el año 2003 se concretó un ámbito institucional para los gobiernos locales, a través de la creación del Consejo Consultivo Andino de Autoridades Municipales (dec. 5�5), que, de la misma forma, derivó de la conformación de un espacio creado voluntariamente desde las propias ciudades, la Red Andina de Ciudades.

EN LA

CAN

En 2005 no pudo constituirse formalmente el Foro (ni ninguno de sus Comités), por desacuerdos entre los gobiernos nacionales sobre su composición y com-petencias. Todo ello, pese a las peticiones formales de Mercociudades (ya con participación de 160 ciu-dades, en las que habitan 75 millones de personas y donde se participa de un importante conjunto de actividades. Sólo durante ese año se contabilizaron más de cuarenta3). Esta situación se mantiene hasta

3 Entre ellas pueden destacarse cursos de capacitación para funcio-narios municipales en temas de integración, ronda de negocios, muestra de ciencia y tecnologías, seminarios, publicaciones, entre otras.


octubre de 2006, es decir a casi 2 años de dictada la norma que lo creó.

Por eso, se mantienen las dificultades de cambio de dinámicas políticas y de funcionamiento en el Mercosur. No puede considerarse razonable un ac-cionar regional sin involucrar a los distintos niveles de gobierno de cada país.

¿Qué falta entonces?El escaso conocimiento en las administraciones sub-nacionales de los avances del proceso de integración es una consecuencia negativa de lo anterior. De él se deriva un desarticulado sistema, en el que es di-fícil aprovechar oportunidades para sus territorios con respecto a la participación en el Mercosur. Esto repercute, a su vez, en los actores locales, que no encuentran canales de colaboración en los ámbitos de gobiernos más cercanos, ya que estos no tienen un espacio institucional en el Mercosur.

El Mercosur necesita un mayor acompañamien-to y, sin embargo, como se observa, desaprovecha una nutrida agenda positiva para la integración: los gobiernos y actores subnacionales la están desarro-


llando y no encuentran respuestas adecuadas en la conducción regional.

Para aportar al Mercosur nuevos sustentos y ac-tores que demuestren los beneficios de pertenecer y participar del proceso de integración será relevante entonces que estas realidades puedan “sumarse” y no que existan como esquemas paralelos (uno insti-tucional y otro real).

LOs efeCTOs de exPeRienCiAs neGATiVAs

Cuando se desconocen las potencialidades de los gobiernos subnacionales, se pueden establecer en muchas ocasiones posiciones defensivas ante posibles efectos negativos (parti-cularmente presionados por posibles impactos sobre produc-ciones regionales) o a no elaborar estrategias activas para involucrarse en los beneficios del Mercosur (salvo aquellas que sólo se orientaron a determinadas políticas de “comercio exterior”).

IMPA

CTOS


la potencialidad de involucrar a la sociedad civilEntre los nuevos actores destacados del proceso de integración hay uno esencial: la sociedad civil. Eso combina dos aspectos relevantes:

n La posibilidad de participación directa y real en el marco institucional, a fin de contar con capacidad de influencia en la toma de decisio-nes (con el propósito de alejar los tradicionales esquemas de presiones corporativas o secto-riales).

n El sentido de pertenencia y compromiso de la sociedad con el proyecto regional común.

reAliDADeS y opcioneS

en el eSQUeMA inStitUcionAl

El “modelo inicial” del Mercosur fue coherente al “li-mitar” la participación de la sociedad al FCES (Foro Consultivo Económico Social) como órgano de repre-sentación (de sólo 36 sillas, 9 por país) de “los sec-tores económicos y sociales” y con escasa incidencia en las decisiones del bloque.

El FCES se ha conformado a través, fundamental-mente, de los sectores empresariales y de sindicatos

101nuevos actores en la integración

de trabajadores (sobre cuya composición tiene de-cisión autónoma cada sección nacional). A su vez, el Foro sólo ha tenido una condición de organismo consultivo.

Eso se ha combinado con las limitaciones para la participación de otros actores sociales en los distin-tos organismos del Mercosur: hay tanto restricciones normativas (por ejemplo, sólo pueden estar presentes en las reuniones preparatorias de los subgrupos de trabajo), como restricciones por decisión política, con la particularidad de abarcar cuestiones elementales (desde la transparencia e información de las reunio-nes al acceso público a la documentación).

Es todo un esquema de clara discriminación entre aquellos sectores con capacidad de participación,

eL PRObLeMA deL ACCesO

“Tanto el Tratado de Asunción como el Protocolo de Ouro Preto no tienen por principio de la integración el acceso público a in-formación sobre los actos y decisiones intergubernamentales” (Michelle Ratton sánchez, 2005).

INFO

RMAC

IÓN


lobby y acceso a la información, con aquellos que no llegan a determinados circuitos del poder o la burocracia.

No obstante, han comenzado a surgir iniciativas para crear mecanismos efectivos que impulsen una mayor participación de la sociedad civil en el Mer-cosur. Inicialmente, avanzan en una escala nacional, pero se buscan alternativas para consolidarlas en un marco regional. Esto último se concreta en la vincu-lación de actores que ya tienen un reconocimiento en la región (como la Coordinadora de Centrales Sin-dicales del Mercosur, Mercociudades, la Coordinadora de Productores Familiares de Mercosur y otros), de modo que se facilite, también, la potencialidad de acciones conjuntas.

experienciAS nAcionAleS

Mencionemos varias experiencias de la participación de la sociedad civil, que han tenido repercusión:

n En Argentina, el Consejo Consultivo de la Socie-dad Civil.

n En Brasil, el Proyecto Encuentro con el Merco-sur.


n En Uruguay, con Somos Mercosur. Es esta pro-puesta la que ha permitido comenzar a con-solidar un intento regional para fomentar la presencia de la sociedad civil en el Mercosur.

Existen pues apuestas para modificar ciertas di-námicas instaladas en el bloque, algo complejo en verdad, pues rompe con el modelo instaurado de concentración, desde la información hasta la toma de decisiones. De ese esfuerzo da cuenta el Primer En-cuentro Regional por un Mercosur Productivo y Social, vivenciado en la Cumbre de Mercosur, realizada en Córdoba, en julio de 20064. A este primer encuentro asistieron actores sociales diversos, pero también tuvo el apoyo de numerosas autoridades de todos los Estados Partes, en una clara demostración de intentar acercar los discursos a las acciones concretas.

Así se destacó este hecho en el punto 43 del Co-municado Conjunto de los Presidentes de los Estados Partes del Mercosur:

(Los presidentes) Celebraron la consolidación del Progra-ma Somos Mercosur y enfatizaron que la participación so-cial es central para profundizar el proceso de integración.

4 Al final de este capítulo se encontrará en el segundo anexo una reseña de este encuentro regional.


Manifestaron, asimismo, su beneplácito por la realización del 1er. Encuentro por un MERCOSUR Productivo y Social, desarrollado en el marco de esta Cumbre y señalaron la importancia de la necesaria continuidad de esta iniciativa de fomento a la participación social. A su vez remarcaron la importancia de fortalecer las estrategias de difusión y

Han comenzado a surgir iniciativas que implusan la parti cipación social en el Mercosur.

en ARGenTinA

La participación social es fomentada en la Cancillería argentina con el objeto de intensificar y promover el rol de la sociedad civil en los procesos de integración regional. el Consejo Consul-tivo de la sociedad Civil (CCsC) contribuye a generar un amplio intercambio de información y diálogo entre las más de mil or-ganizaciones sociales que lo integran y los distintos funcionarios que conducen la política exterior del país. La ReiPs atiende el vínculo con el foro Consultivo económico y social del Mercosur, con las organizaciones sociales, asociaciones diversas y redes que llevan a cabo sus actividades en la región (más información en www.mrecic.gov.ar

en bRAsiL

el Proyecto encuentro con el Mercosur es coordinado por la secretaría General de la Presidencia de la República federativa de brasil, con la colaboración de las secciones brasileñas del foro Consultivo económico-social y de la Comisión Parlamentaria

DE ES

TO H

ABLA

MOS


Han comenzado a surgir iniciativas que implusan la parti cipación social en el Mercosur.

Conjunta del Mercosur, el Ministerio de Relaciones exteriores y la secretaría de Relaciones institucionales. Tratase de un ciclo de seminarios realizados primeramente en las regiones más alejadas física y psicológicamente del proceso de integración. sus principales objetivos son: a) internalización del proceso Mer-cosur junto a la población local, refuerzo y/o apertura del canal de participación social, diseminación del conocimiento a través de la cartilla, de encuentros y seminarios auto-gestionados; b) aumento del nivel de información sobre el bloque e inserción del tema en la ciudad en diversas áreas (medios de comunicación, universidades, empresas, organizaciones sociales); c) inicio de la creación de una ‘identidad regional’ del Mercosur.

en URUGUAy

Tabaré Vázquez dijo en el lanzamiento de somos Mercosur: “Queremos que los ciudadanos uruguayos compartan con su Gobierno la responsabilidad de la Presidencia Pro Témpore (...). debemos asumir que todos sOMOs MeRCOsUR”.

5 Tomado de http://www.mercosur.int/msweb/SM/Actas%20 TEMPORARIAS/CMC/ACTA_01_06/CMC_ANEXO%2009_CCDO%20 CONJUNTO%20MCS-FINAL.pdf

capacitación sobres los aspectos positivos del proyecto regional (Comunicado de Córdoba, julio de 2006)5.


Es útil decirlo: hay indicios que muestran los intentos de concretar esta “apertura” del bloque. En ese camino, es indispensable que el Mercosur com-plemente nuevos instrumentos de participación real en sus instituciones, con herramientas de difusión y capacitación masivas para los actores sociales. De esa manera, la sociedad llegará a tener identidad y sentido de pertenencia con el bloque, lo cual final-mente permitirá brindarle una base de sustentación real en todos los Estados Partes.

10�nuevos actores en la integración

Anexo 1�

Tratado de Asunción para la constitución de un mercado común entre la República Argentina, la República federativa del brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay (1��1)

La República Argentina, la República Federativa del Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay, en adelante denominados “Es-tados Partes”;

CONSIDERANDO que la ampliación de las actuales dimensiones de sus mercados nacionales, a través de la integración, constituye condición fundamental pa-ra acelerar sus procesos de desarrollo económico con justicia social;

6 Los anexos que vienen en seguida ilustran la situación inicial de Mercosur (con el Tratado de Asunción) y la situación actual (con un fragmento sobre el Encuentro por un Mercosur productivo y social).



ENTENDIENDO que ese objetivo debe ser alcan-zado mediante el más eficaz aprovechamiento de los recursos disponibles, la preservación del medio am-biente, el mejoramiento de las interconexiones físicas, la coordinación de las políticas macroeconómicas y la complementación de los diferentes sectores de la economía, con base en los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio;

TENIENDO en cuenta la evolución de los aconteci-mientos internacionales, en especial la consolidación de grandes espacios económicos y la importancia de lograr una adecuada inserción internacional para sus países;

EXPRESANDO que este proceso de integración constituye una respuesta adecuada a tales aconteci-mientos;

CONCIENTES de que el presente Tratado debe ser considerado como un nuevo avance en el esfuerzo ten-diente al desarrollo en forma progresiva de la inte-gración de América Latina, conforme al objetivo del Tratado de Montevideo de 1980;

CONVENCIDOS de la necesidad de promover el de-sarrollo científico y tecnológico de los Estados Partes y de modernizar sus economías para ampliar la oferta y la calidad de los bienes y servicios disponibles a fin de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes;



REAFIRMANDO su voluntad política de dejar esta-blecidas las bases para una unión cada vez más estre-cha entre sus pueblos, con la finalidad de alcanzar los objetivos arriba mencionados,

ACUERDAN:

CAPÍTULO I PROPóSITOS, PRINCIPIOS E INSTRUMENTOS

ARTÍCULO 1. Los Estados Partes deciden constituir un Mercado Común, que deber estar conformado al 31 de diciembre de 1994, el que se denominará “Mercado Común del Sur” (MERCOSUR).

Este Mercado Común implica:

n La libre circulación de bienes, servicios y facto-res productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos adua-neros y restricciones no arancelarias a la circu-lación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente;

n El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económico-comerciales regionales e inter-nacionales;



n La coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecua-das de competencia entre los Estados Partes;

n El compromiso de los Estados Partes de armo-nizar sus legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración.

ARTÍCULO 2. El Mercado Común estará fundado en la reciprocidad de derechos y obligaciones entre los Estados Partes.

ARTÍCULO 3. Durante el período de transición, que se extenderá desde la entrada en vigor del pre-sente Tratado hasta el 31 de diciembre de 1994, y a fin de facilitar la constitución del Mercado Común, los Estados Partes adoptan un Régimen General de Origen, un Sistema de Solución de Controversias y Cláusulas de Salvaguardia, que constan como Anexos II, III y IV al presente Tratado.

ARTÍCULO 4. En las relaciones con terceros países, los Estados Partes asegurarán condiciones equitativas de comercio. A tal efecto, aplicarán sus legislaciones



nacionales para inhibir importaciones cuyos precios estén influenciados por subsidios, dumping o cualquier otra práctica desleal.

Paralelamente, los Estados Partes coordinarán sus respectivas políticas nacionales, con el objeto de ela-borar normas comunes sobre competencia comercial.

ARTÍCULO 5. Durante el período de transición, los principales instrumentos para la constitución del Mercado Común serán:

a) Un Programa de Liberación Comercial, que consis-tirá en rebajas arancelarias progresivas, lineales y automáticas, acompañadas de la eliminación de restricciones no arancelarias o medidas de efectos equivalentes, así como de otras restric-ciones al comercio entre los Estados Partes, para llegar al 31 de diciembre de 1994 con arancel cero, sin restricciones no arancelarias sobre la totalidad del universo arancelario (Anexo I);

b) La coordinación de políticas macroeconómicas que se realizará gradualmente y en forma con-vergente con los programas de desgravación arancelaria y de eliminación de restricciones no arancelarias indicados en el literal anterior;

c) Un arancel externo común, que incentive la com-petitividad externa de los Estados Partes;



d) La adopción de acuerdos sectoriales, con el fin de optimizar la utilización y movilidad de los factores de producción y de alcanzar escalas operativas eficientes.

ARTÍCULO 6. Los Estados Partes reconocen diferen-cias puntuales de ritmo para la República del Paraguay y para la República Oriental del Uruguay, las que constan en el Programa de Liberación Comercial (Anexo 1).

ARTÍCULO 7.En materia de impuestos, tasas y otros gravámenes internos, los productos originarios del territorio de un Estado Parte gozarán, en los otros Estados Partes, del mismo tratamiento que se aplique al producto nacional.

ARTÍCULO 8. Los Estados Partes se comprometen a preservar los compromisos asumidos hasta la fecha de la celebración del presente Tratado, inclusive los acuerdos firmados en el ámbito de la Asociación Latinoamerica-na de Integración, y a coordinar sus posiciones en las negociaciones comerciales externas que emprendan durante el período de transición.

Para ello:

a) Evitarán afectar los intereses de los Estados Par-tes en las negociaciones comerciales que reali-cen entre sí hasta el 31 de diciembre de 1994;



b) Evitarán afectar los intereses de los demás Es-tados Partes o los objetivos del Mercado Común en los acuerdos que celebraren con otros países miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración durante el período de transición;

c) Celebrarán consultas entre sí siempre que nego-cien esquemas amplios de desgravación arance-laria tendientes a la formación de zonas de libre comercio con los demás países miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración;

d) Extenderán automáticamente a los demás Esta-dos Partes cualquier ventaja, favor, franquicia, inmunidad o privilegio que concedan a un pro-ducto originario de o destinado a terceros países no miembros del a Asociación Latinoamericana de Integración.

(Siguen otros 5 capítulos y anexos).

Tomado de: www.iadb.org/intal/tratados/mercosur1.htm



Anexo 2encuentro por un Mercosur productivo y social “somos Mercosur”

XXX Reunión Ordinaria del Consejo Mercado Común y Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur y

Estados Asociados.

Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, Ministerio de Relaciones Exteriores,

Comercio Internacional y Culto

buenos Aires, 1� de Julio de 200�, Argentina.

Celebramos la iniciativa uruguaya de desarrollar el Programa Somos MERCOSUR, así como la de los de-más países miembro de continuarlo y profundizarlo. Sin embargo, deseamos manifestar nuestra preocupación al observar que, pese a su indudable relevancia en el proceso de integración, la dimensión ambiental no ha sido incorporada formal y materialmente en la definición de dicho programa.



Es nuestra visión que el proceso de integración re-gional en el marco del MERCOSUR no debe desconocer la integridad de los ecosistemas que compartimos y las consecuentes repercusiones que las acciones adoptadas por un país tienen sobre el capital ambiental de los restantes. El ambiente no reconoce divisiones fronte-rizas por lo cual su protección es una responsabilidad compartida que demanda un cambio significativo en la gestión regional de los ecosistemas.

Entendemos que, como punto de partida, resulta esencial el cumplimiento de los compromisos asumidos por nuestros países en materia de ambiente y desarro-llo sustentable en los niveles internacional, regional y nacional.

Sobre esta base deben establecerse estrategias, políticas y normativas coherentes y armonizadas re-gionalmente, que aseguren la protección del ambiente y la promoción de inversiones responsables.

En este sentido, las Evaluaciones Ambientales Es-tratégicas se convierten en herramientas indispensa-bles para la consideración simultánea de los aspectos ambientales, sociales y económicos en el diseño de políticas públicas.

El establecimiento de tales evaluaciones garantiza que los gobernantes y la ciudadanía cuenten con infor-



mación relevante para la toma de decisiones y se adop-ten medidas preventivas, mitigadoras o compensatorias de los impactos ambientales significativos.

En este contexto, recomendamos,

n Que se incorpore la dimensión ambiental en la definición del programa Somos MERCOSUR, su-mándose a las dimensiones productiva, social, política, cultural y comercial.

n Que, en virtud de su potencial para comprometer el desarrollo sustentable, se regulen las activi-dades e industrias altamente contaminantes, en el marco de una protección ambiental regional que reconozca los ecosistemas como unidades integrales.

n Que se profundicen los esfuerzos por armonizar las normas de protección ambiental de los países de la región.

n Que se establezca un instrumento normativo regional que reconozca, regule y garantice el derecho de acceso a la información pública am-biental como requisito indispensable para la transparencia y el ejercicio del control ciudada-no.

n Que en el marco del Programa Somos MERCOSUR, cuyo objetivo es alcanzar un mayor involucra-miento de la sociedad en el proceso de inte-



gración, se promueva la educación ambiental, formal, no formal e informal, entendiéndola co-mo un paso ineludible en la construcción de una ciudadanía regional con conciencia ambiental.

n Que en reconocimiento de la integridad del ambiente en el MERCOSUR y la responsabilidad común sobre los recursos compartidos, se de-sarrollen Evaluaciones Ambientales Estratégicas previa implementación de políticas públicas en materia de ambiente y desarrollo sustentable.

Tomado de http://www.ecopibes.com/red/actividades/ posturacordoba.pdf


11� [ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro

Conclusiones

En este número, la colección Integratemas analizó cua-tro variables fundamentales de la dinámica interna del Mercosur: el contexto político, la agenda de las negocia-ciones, el marco institucional y la participación de nue-vos actores. Con ello, se quiso sopesar la situación del Mercosur en esta ‘nueva etapa’ y si esto se ha traducido en la profundización del proyecto integracionista.

Desde el año 2003, la dinámica de integración regional cuenta con un nuevo marco político y éste generó grandes expectativas de crecimiento cualita-tivo y cuantitativo para el Mercosur; también se han concretado avances en las temáticas que componen la agenda del bloque. Pero por otra parte son notorias las limitaciones y dificultades que enfrenta la región para consolidar un proyecto de integración propio, adecuado a las condiciones de América Latina.

Por lo tanto, conviene hacerse algunas preguntas: ¿han sido desmedidas las expectativas sobre las po-

11�

tencialidades de estas administraciones en el marco regional? ¿Ha sido poco el tiempo transcurrido desde ese cambio de contexto político para pedir cambios en el Mercosur?

Las respuestas podrían ser flexibles y atenuar los ‘reclamos’ por los resultados no alcanzados; pero la dinámica internacional y los intereses cruzados no dan margen para descuidar un proyecto común como el Mercosur.

En 2005, se tenía en mente el comienzo de fun-cionamiento del ALCA y eso no fue posible, en buena medida, por el posicionamiento claro del Mercosur. Pero al mismo tiempo, hoy vemos una situación en que comienzan a dibujarse dos bloques en Sudamérica: el andino/pacífico, en el que avanzan los TLCs (Tratados de Libre Comercio) bilaterales con Estados Unidos (su segunda opción ante el estancamiento del ALCA) y el Mercosur ampliado.

Por eso, tal vez, comencemos a enfrentarnos a la consolidación de dos modelos de integración, o de vinculación internacional, en toda la región su-damericana.

Conclusuiones


Frente a estos desafíos, ¿pueden desperdiciarse las escasas oportunidades de profundizar un proyecto de desarrollo alternativo?

Quienes lo consideramos prioritario, no podemos justificar, sin duda, más demoras; pero podemos en-tender las dificultades, aunque no la falta de estrategia o de compromiso con el proyecto.

En este sentido, entendemos que deberán conso-lidarse los liderazgos que hasta el momento el con-texto político favorable no ha logrado consolidar. La legitimidad de esos liderazgos deberá basarse en, por un lado, acortar la brecha entre los discursos y los he-chos, y la única forma de demostrarlo es en la agenda de negociaciones; por otra parte, deberán sustentarse en la búsqueda de consensos y una vocación solidaria para un proyecto alternativo de largo plazo.

En cuanto a la agenda, debe concretar el cambio de prioridades estratégicas para avanzar hacia otro modelo de integración en la región, con instrumentos reales para la actual etapa que la integración solici-ta. Aquí pueden destacarse los otros ejes analizados. Un marco institucional afín con los objetivos y la vi-sión estratégica (para un Mercosur más democrático y transparente, con instancias que defiendan la visión

121

regional) y la plena participación de los actores sociales (los excluidos en el “Mercosur de los noventa”) en las discusiones y elección de alternativas para concretar el proyecto común.

Esto requiere, finalmente, mostrar los beneficios que brinda la integración y ser consecuentes a pesar de las dificultades coyunturales y de las presiones de quie-nes se opondrán en los frentes internos y externos.

Desaprovechar la oportunidad de consolidación de las bases para otro modelo de integración puede ge-nerar una gran decepción a las expectativas volcadas en las fuerzas políticas gobernantes.

El camino de una nueva integración implica deci-siones políticas comprometidas y trabajar en escena-rios simultáneos que permitan ser coherentes entre las acciones nacionales y los compromisos regionales.

Por lo tanto, para que se concrete un nuevo mo-delo de integración, el Mercosur debe modificar su di-námica. Se trata de asumir la necesidad de contar con liderazgos políticos que se comprometan con los resultados de una visión profunda de la integración y que consoliden un proyecto transparente, participati-vo, solidario y democrático. El fin es responder a las

Conclusuiones


exigencias que el contexto impone, para concretar un modelo de desarrollo inclusivo en la región.

123

Referencias bibliográficas

ABIN, CARLOS. 2004. El Alca, un camino hacia la anexión. Propuesta de alternativas en América Latina, Instituto del Tercer Mundo y PIDHDD, Montevideo, Uruguay.

Alcaldía Mayor de Bogotá y Universidad Nacional de Co-lombia. 2004. Red Andina de Ciudades, Integración Regional – Colección 3, Bogotá.

BARRETO, MARIA INêS; PASSINI, MARIANO; MARCELO, VI-GEVANI; TULLO y WANDERLEY, LUIz EDUARDO (organi-zadores). 2004. A dimensão subnacional e as relações internacionais, Editora da PUC-SP y Fundação Editora da UNESP, São Paulo.

BIzzOzERO, LINCOLN. 2003. “Los cambios de gobierno en Argentina y Brasil y la conformación de una agenda del MERCOSUR. ¿Hacia una nueva cartografía sudame-ricana/interamericana?”, Nueva Sociedad, Vol. 186, julio-agosto, Caracas, pp. 128-142.

BOTTO, MERCEDES, DELICH, VALENTINA y TUSSIE, DIANA. 2003. “El nuevo escenario político regional y su im-pacto en la integración”, Nueva Sociedad, Vol. 186, julio-agosto, Caracas, pp. 114-127.

CAETANO, GERARDO y PéREz ANTóN, ROMEO. 2003. “Hacia un Parlamento del MERCOSUR”, en Caetano, Gerardo y Perina, Rubén M. (editores), La encrucijada política


del MERCOSUR. Parlamentos y nueva institucionali-dad, Centro Latinoamericano de Economía Humana y Unidad para la Promoción de la Democracia de la Organización de los Estados Americanos, pp. 305-322, Montevideo.

CAETANO, GERARDO y PERINA, RUBéN M. 2003. “Parlamentos y nueva institucionalidad política para el MERCOSUR”, En Caetano, Gerardo y Perina, Rubén M. (editores), La encrucijada política del MERCOSUR. Parlamentos y nueva institucionalidad, Centro Latinoamericano de Economía Humana y Unidad para la Promoción de la Democracia de la Organización de los Estados Ameri-canos, pp. 7-50, Montevideo.

CAETANO, GERARDO. 2004. Los retos de la nueva institu-cionalidad del MERCOSUR. Fundación Friedrich Ebert, Montevideo.

CASAL, óSCAR. 2005. El camino hacia el Parlamento del Mercosur, Fundación Friedrich Ebert, Montevideo, Uruguay.

Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR. 2005. Cartilla del ciudadano del MERCOSUR. Compi-lación de normativa relacionada con el ciudadano del MERCOSUR, CRPM, Montevideo.

Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR y Funda-ción Konrad Adenauer. 2004. Hacia el Parlamento del MERCOSUR. Una recopilación de documentos, CPC / FKA, Montevideo.

DE ALMEIDA MEDEIROS, MARCELO. 2002. “Prerrogativas estatales e integración regional: la supranacionalidad como condición necesaria de la lógica distributiva. Un ejercicio comparativo entre la Unión Europea y el MERCOSUR”, en Briceño Ruiz, José y Bustamante,

125

Ana (coordinadores), La integración latinoamericana. Entre el regionalismo abierto y la globalización, Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes, pp. 181-218, Mérida, Venezuela.

Fundación Friedrich Ebert. 2004. Desafíos institucionales para el MERCOSUR. Las relaciones entre Estados, ins-tituciones comunes y organizaciones de la sociedad. FESUR, Montevideo.

GENEYRO, RUBéN. 2006. “Acción internacional de Bue-nos Aires, importancia y consecuencias”, Ação In-ternacional das cidades no contexto da globalização, Cadernos Cedec N° 80 (Edição Especial Cedec/PUC-SP), abril; Tullo Vigevani, Luiz Eduardo Wanderley e Rodrigo Cintra.

HUGUENEY FILHO, Clodoaldo y Cardim, Carlos Enrique. 2003. Grupo de Reflexão Prospectiva sobre o Merco-sul., FINAC/ IPRI / SGIE/ BID. Brasilia.

PEROTTI, ALEJANDRO y VENTURA, DEISY. 2004. El proceso legislativo del MERCOSUR, Fundación Konrad Aden-auer, Montevideo.

RATTON SÁNCHEz, Michelle. 2005. Pontos Críticos da Par-ticipação da Sociedade Civil no MERCOSUL, Escola de Direito da Fundação Getulio Vargas, São Paulo.

RUSSELL, ROBERTO y TOKATLIÁN, JUAN GABRIEL. 2003. El lugar de Brasil en la política exterior argentina, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.

SCANNONE, JUAN CARLOS y GARCÍA DELGADO, DANIEL (com-piladores). 2006. Ética, desarrollo y región. Hacia un regionalismo integral, Grupo Farrel – CICCUS, Buenos Aires.

12� [ IntegratEMas 6 ] El MErcosur por dentro

SECRETARÍA EJECUTIVA DE MERCOCIUDADES. 2005. “Diálo-go”, Secretaría, Buenos Aires.

SECRETARÍA MERCOSUR. 2005. Documento preparatorio del Seminario Gobernabilidad democrática en el MERCO-SUR. Mecanismos de participación ciudadana en el proceso de integración regional, elaborado en el ám-bito del Proyecto de Cooperación de la Secretaría del MERCOSUR y el Banco Interamericano de Desarrollo Fortalecimiento Institucional del MERCOSUR y Con-solidación del Mercado Regional (ATN/SF-9014-RG), Estudio V – Convocatorias 4 y 5, Montevideo.

VÁzQUEz, MARIANA. 2004. “De la asamblea parlamentaria de la CECA al Parlamento del MERCOSUR. Un estudio comparativo sobre la representación política en los procesos de integración regional”, Agenda Interna-cional, año 1, No. 2, septiembre/octubre/noviembre, Buenos Aires, pp. 90-113.

VÁzQUEz, MARIANA. 2004. “De Miami a Miami. Sobre el Área de Libre Comercio de las Américas”, en Escenarios Alternativos. Portal de Análisis Político.

VENTURA, DEISY. 2004. A governança democrática no MER-COSUL, trabajo presentado en el Seminario Brasil e Argentina no atual contexto do MERCOSUL, organi-zado por el Instituto de Estudos Políticos e Sociais, Rio de Janeiro.

VENTURA, DEISY. 2005. Las asimetrías entre el MERCOSUR y la Unión Europea. Los desafíos de una asociación inte-rregional, Fundación Konrad Adenauer, Montevideo.

WANDERLEY, LUIz EDUARDO y VIGEVANI, TULLO (organiza-dores). 2004. Governos subnacionais e sociedad civil. Integracion regional e Mercosur, Editora da PUC-SP y Fundação Editora da UNESP, São Paulo.

Documents

por dentro - ens9004-mza.infd.edu.ar · CAPÍTULO 4 P. 84 LA INSTITUCIONALIDAD, EN DEBATE 67 Consolidación de las características institucionales 72 Preliminares del encuentro de