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AÑO 12 / NO.319 DICIEMBRE 20, 2020 Una Navidad diferente Pág. 7 y 9 AñO NUEVO Y PANDEMIA A LA LUZ DE LA FE 12 P. 16 PROVINCIAL LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET 12 P. 15 LAICOS IMPORTANCIA DE LA COMUNIóN ESPIRITUAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA 12 P. 6 ACTUALIDAD Comunicado sobre el regreso al semáforo rojo / P. 2 ENCUÉNTRANOS EN: PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE TLALNEPANTLA [email protected] WWW.PROVINCIADETLALNEPANTLA.ORG.MX

Por: Navidad

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Page 1: Por: Navidad

Año 12 / No.319diciEMbrE 20, 2020

UnaNavidad diferente

Pág. 7 y 9

Año NUevo y PANdemiA A lA lUzde lA fe

12P. 16

proviNciAl

lA SAgrAdAfAmiliA deNAzAret

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lAicos

imPortANciA de lA comUNióN eSPiritUAl eN tiemPoS de PANdemiA

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ActuAlidAd

Provincial 319 / Diciembre 20, 2020 /16

ENcuéNtrANos EN: proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

comunicado sobre el regresoal semáforo rojo / P. 2

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Año Nuevo y pandemia a la luz de la fe

reviso 2020… planeo 2021

PROVINCIAL Por: CODIPACS / Valle de Chalco

PROVINCIAL Por: Por: Humberto Javier Herrera Meza / Arquidiócesis de Tlalnepantla

En los últimos días, en México se han registrado más de 100 mil muertes por Covid-19 y más de un millón de contagios, al haberse relajado las medi-das de cuidado y prevención, razón por la cual la Organización de las Naciones Unidas pidió a nues-tro país (autoridades de gobierno, líderes sociales y ciudadanos), tomar en serio el visible repunte de la pandemia y hacer lo que esté en nuestras manos para detenerlo. El pasado viernes 18 de diciembre los gobiernos de la CDMX y del Estado de México anunciaron el retorno al semáforo rojo en la Zona Metropolitana del Valle de méxico.

En este espacio hacemos un llamado a todo el pueblo de nuestra Provincia Eclesiástica a limitar sus salidas, a evitar reuniones innecesarias (especial-mente en espacios cerrados). El arraigo de las fiestas religiosas no es una excusa para congregarnos de forma masiva, porque está de por medio nuestra vida y la de muchas otras personas.

La Navidad que queremos, el Año Nuevo que de-seamos, dependen de esta oportunidad inigualable de regalarnos amor y vida, con la esperanza de que juntos superaremos pronto esta difícil prueba. Vivi-mos quizás, la época más alegre y familiar de todo el año, por eso, hoy más que nunca, necesitamos un espacio para desconectarnos de todo lo que nos ro-dea, para olvidar por unos momentos el dolor que

ha traído el Covid-19 y todo cuanto hemos enfren-tado durante este año.

“La Navidad que queremos, el Año Nuevo que deseamos, dependen de esta oportunidad inigualable de regalarnos

amor y vida, con la esperanza de que juntos superaremos pronto esta difícil prueba”

La Iglesia, en su sabiduría, nos regala este tiempo esperanzador del Nacimiento de nuestro Salvador como una oportunidad para dejar que Dios entre en nuestra vida y en nuestro corazón, para contem-plar su grandeza y esperar con optimismo el año

que viene. Que en el año que estamos por iniciar podamos valorar realmente lo esencial en nuestras vidas para hacernos presentes con nuestros familia-res y amigos a través de una llamada, enviándoles un detalle o, algo mucho más importante, hacer oración por ellos, tratando de ser una presencia es-peranzadora en este tiempo tan difícil. Obsequie-mos a nuestros seres queridos algo más que un re-galo: nuestro tiempo, nuestro buen carácter, actos de servicio, consejos, miradas y sonrisas que puedan atesorar por siempre.

Podemos iniciar el año apoyando de manera ge-nerosa a alguna comunidad o persona que lo nece-site, son tiempos para dar y compartir; no obstante, en la práctica terminamos dándole a quien menos lo necesita aquello que nos es fácil dar. Busquemos una causa o grupo que necesite el apoyo económi-co para salir adelante. Podemos ser generosos con nuestros bienes buscando hacer el bien, para cons-truir una cultura de paz.

No esperemos que en el año que está por iniciar la situación cambie por sí sola, Dios nos ha dado a cada uno diferentes talentos y carismas, todos tene-mos mucho que aportar para mejorar nuestro en-torno y juntos alcanzar el Reino de Dios, pleno de justicia, gozo y paz.

Perder o ganar un campeonato de fútbol (Pumas contra León) obliga a directivos, entrenadores y jugadores a revisar qué ha pasado y a planear el nuevo torneo.

La vida de cada uno de nosotros se va desarrollando en ciclos. Ciclo quiere decir “círculo”: el año termi-na, pero empieza otro; los estudios terminan y se empezar a trabajar; la vida termina y sabemos que empe-zará otro tipo de vida muy superior (Lean 1 Co 2, 9).

2020 fue un año muy peculiar, pero no infecundo. ¿Qué me ha dejado? ¿Qué he aprendido? ¿Cómo lo he vi-vido? Es valioso contestarse estas pre-guntas. El perspicaz San Pablo dice: «todas las cosas cooperan para el bien de los que nos sabemos amados por Dios» (Busca Rm 8, 28). Todos nos sabemos amados por Dios, por

lo tanto, esta pandemia debe haber cooperado para el bien, el crecimien-to interior, la santificación de cuantos amamos y nos sentimos amados por Dios. La sabiduría popular dice: “No hay mal que por bien no venga”. Descubrir el bien o los beneficios es-condidos detrás de sucesos aparente-mente ingratos es habilidad de sabios y de seguidores de Cristo.

Un viejo libro que me regaló un santo sacerdote, “La Vida Interior” de José Tissot, recomienda que demos gracias por todo, por lo bueno, que nunca acabamos de contar, y por lo que parece malo, que casi siempre es-conde bienes. Al revisar 2020, busca la bueno que está escondido en lo que parece malo. Planeo 2021Tomaré muy en cuenta la recomen-dación de Jesús de “no preocuparme

por el día de mañana, por qué come-remos o qué vestiremos… los pajari-tos tienen qué comer, nuestro Papá Dios les da comida en abundancia y las flores silvestres se visten mejor que cualquier artista de Hollywood…” (Leer Mt 6, 25-34). A esta actitud hay que añadir un sano proyecto para ser mejor. Decidiré para 2021 aprovechar el tiempo, poner más empeño en mi trabajo y en la formación de los hijos; en mi mundo interior, desarrollaré

una relación más frecuente con mi Dios, comprenderé más al compañero o compañera de vida, seré más cordial con quienes convivo, ahorraré más. Esto solo como ejemplos, cada lector sabrá en qué debe ser mejor.

Revisar 2020 me ayudará a ser me-jor en este día que me toca vivir; pre-ver el 2021, con la confianza puesta en mi Padre Dios, me ayudará también a vivir mejor cada uno de los instantes que formarán el 2021.

Que tu pasado te ayude a vivir mejor tu presente y que tu futuro te ayude también a vivir mejor el instan-te presente, que es en realidad con lo único que contamos.

Foto: Cathopic. Hoy más que nunca, necesitamos un espacio para desco-nectarnos de todo lo que nos rodea, para poner la mirada en lo realmente esencial para nuestra existencia.

Foto: Cathopic. Encontrar la presencia de Dios en el pasa-do le da un nuevo sentido al presente, a los acontecimientos actuales, y construye un futuro lleno de esperanza.

Page 2: Por: Navidad

comunicado sobre el regresoa semáforo rojo

¡Unidos somos más!

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. José Antonio Fernández Hurtado / Arzobispo de Tlalnepantla

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 319 / Diciembre 20, 2020 / / Diciembre 20, 2020 / 319 Laicos2 15

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

Día Internacional de la Solida-ridad Humana

El 20 de diciembre, la Asamblea Ge-neral de Naciones Unidas proclamó el Día Internacional de la Solidari-dad Humana, con el objetivo de sen-sibilizar a la población para actuar y buscar alternativas para minimizar y/o eliminar la pobreza y así crear una sociedad sostenible, fundamen-tada en valores para impactar en una vida de calidad.

Con el fin de atender a la diversi-dad, unir fuerzas para impactar de forma positiva en la sociedad, así como recordar a los gobiernos sobre los compromisos con acuerdos inter-nacionales, se nos invita a reflexionar sobre las maneras de promover la so-lidaridad para el logro de objetivos, tanto internacionales, como nacio-nales.

Sin duda, es un día que implica un compromiso individual, poner nues-tro “granito de arena”. Normalmen-te el mes de diciembre se vive y siente de forma nostálgica y este año no ha quedado atrás, con el reto que impli-

ca vivir y en muchos casos sobrevivir a una pandemia. Dicho día nos invi-ta a seguir reinventando el quehacer diario dentro de nuestra comunidad, familia y país.

La Iglesia nos acompaña, inculca valores y un sentimiento de empatía hacia los demás hermanos. En una de

las Audiencias Generales del mes de septiembre, el Papa Francisco plan-tea que el origen común de los seres humanos es Dios y “vivimos en una casa común, el planeta; y tenemos un destino común en Cristo”.

También afirmó que cuando op-tamos por una dinámica contraria a

este origen común, “nuestra interde-pendencia se convierte en dependen-cia de unos hacia otros, aumentando la desigualdad y la marginación; se debilita el tejido social y se deteriora el ambiente”

Por ende, es necesaria la concien-tización hacia caminar, acompañar y apoyar al prójimo. Es complejo rea-lizarlo solo, recordemos que, justo en vísperas del Nacimiento del Niño Jesús y cierre de un año, tenemos la oportunidad de acercarnos a nuestra madre la Iglesia, a sus Sacramentos y a la oración, que son el alimento y el sostén de la vida de todos nosotros.

Foto: Cathopic. Porque ‘vivimos en una casa común y tenemos un destino común en Cristo’, cami-nemos juntos hacia ese destino, de la manos del prójimo y por el camino de la solidaridad.

la Sagrada familia de Nazaret, el modelo para las comunidades y la vida cristiana

LAICOS Por: Irma Hernández Canseco y Martin Ortiz Parra / Diócesis de Texcoco

Siempre hemos tenido a la Sagrada Familia como un ejemplo para nues-tras propias familias, es decir, nuestro anhelo de que nuestra familia se pa-rezca a la familia de Jesús, pero pocas veces reflexionamos que la Familia de Nazaret es el origen y prototipo de la Iglesia, es origen y escuela del Evangelio y un modelo inamovible para nuestras comunidades (grupos, asociaciones y movimientos), quie-nes son nuestra familia en Cristo, por todo esto debemos vivir y predicar los valores de la vida de Jesús en familia, de los cuales los Evangelios nos dan cuenta de esto.

Los pasajes del Evangelio que na-rran la Encarnación (Mt 1, 26-56 y Lc 1, 18-25), muestran la disponibilidad

y responsabilidad de María y José ante la voluntad y plan de Dios, atentos a conocer y dar cumplimiento, sin im-portarles los obstáculos y problemas propios de su tiempo. Nos enseñan a servir al prójimo de manera solidaria, con la visita de María a su prima Isa-bel para asistirla en su embarazo; nos dan ejemplo de prudencia y respeto, con la actitud de José ante el embara-zo de María y la manera discreta en que pensaba rechazarla; nos invitan a la alabanza por las obras de Dios, con el Magníficat; y, sobre todo, nos ejemplifican la forma en que debemos dejar a Dios actuar en nuestras vidas y en medio de la comunidad.

Reflexionemos sobre estos pasajes y pongamos por delante estos valores

en nuestras comunidades, conociendo el plan de Dios mediante el estudio del Evangelio y los documentos del Magisterio de la Iglesia, para actuar

de manera responsable y dispuesta al llamado de Dios; estemos dispuestos a servir al prójimo, poniendo en prác-tica las obras de misericordia; que la prudencia y el respeto a la dignidad de hijos de Dios de las personas caracte-ricen nuestro trato; alabemos y demos gracias a Dios por las encomiendas que nos ha asignado y sirvamos ale-gres a nuestros hermanos, pero sobre todo, permitamos que Dios actúe en nuestras vidas y digamos como María: «He aquí a la esclava del Señor, hága-se en mí según tu palabra».

Foto: Cathopic. Sigamos el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, que nos enseña cómo escuchar la voluntad de Dios y cómo cumplirla.

“Reflexionemos sobre las maneras de promover la solidaridad para el

logro de objetivos, tanto internacionales, como

nacionales”

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Infantil 319 / Diciembre 20, 2020 / / Diciembre 20, 2020 / 319 Editorial14 3

Nacimiento del Niño diosINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Hace casi nueve meses conocimos por primera vez el semáforo rojo en el Estado de México, en ese en-tonces no sabíamos lo que era el semáforo rojo, no sabíamos cómo reaccionar ni las consecuencias que traería.

Por un momento la Iglesia quedó plasmada en no saber qué pasaría, en no saber cómo seguir llevando el Evangelio hasta los últimos rincones de la Provin-cia dadas las circunstancias del confinamiento. Pero pronto el Espíritu Santo comenzó a soplar sobre cientos de personas, que empezaban a encontrar la forma de seguir llevando el Evangelio a todas partes de forma creativa, aún en medio de la emergencia sanitaria.

Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, todos bus-cando nuevas formas para seguir evangelizando, para seguir ayudando a los más necesitados, para seguir ejercitando la caridad y la misericordia, para seguir nutriendo el espíritu y para seguir creciendo en la fe. Fue y es increíble ver a las generaciones aprender las unas de las otras, complementándose para seguir creciendo, para continuar formándose en todos los aspectos.

Lamentablemente, en la Zona Metropolitana del Valle de México el semáforo epidemiológico ha re-gresado al color rojo, que significa un alto riesgo de

contagios, y lo cual es motivo de frustración y hasta enojo, porque pareciera que esta pandemia no ter-mina, pareciera que quiere acabar con todo aquello que nos importa, pareciera que los esfuerzos han sido inútiles. Este virus, que ya ha afectado bastante en la sociedad, tanto física como emocionalmente, pareciera que quiere acabar también con la espe-ranza y la fe de los cristianos.

Hoy más que nunca sabemos que, ante esta emer-gencia sanitaria, debemos cuidarnos y cuidar a los demás, debemos seguir las indicaciones de las auto-ridades civiles y sanitarias, debemos poner la mirada en los más necesitados y ayudarlos dentro de nues-tras posibilidades, debemos mirar a Jesucristo en el pesebre, que se hizo hombre para compartir con no-sotros la humanidad y para enseñarnos a vivir como hijos de Dios. Este el momento más importante de combatir para terminar con la pandemia, usando todas las herramientas que la Iglesia y la tecnología ponen a nuestro alcance, porque, de otro modo, la pandemia puede terminar con nosotros.

Por eso, este también es un llamado a no dete-nernos, a seguir luchando, es una luz verde para se-guir nutriendo el espíritu y fortaleciendo la fe y la esperanza en el Dios vivo que quiso nacer y vivir en medio de nosotros, que quiso ser como nosotros en todo, menos en el pecado, que quiso compartir la

fragilidad humana, conocer nuestros sufrimientos, que quiso venir a este mundo para que conociéra-mos al Padre.

Vivamos con mucha fe y esperanza la fiesta de la Navidad y adoremos al Dios Todopoderoso que ha venido para devolver el gozo y la alegría a este mundo.

Editorial Mensajero

¡Semáforo rojo! No dejemos de combatirEDITORIAL

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

la Navidad se trata de abrir el corazónOPINIÓN Por: Por: Luis Antonio Hernández / Director de Voto Católico

Está a punto terminar uno de los años más complejos en la historia reciente de la humanidad. La sor-presiva aparición de un virus mi-croscópico denominado Covid-19, en el escenario mundial, derrumbó las falsas seguridades que sustenta-ban nuestra existencia, dando lugar a formas alternativas de convivencia e interacción social.

Desde hace nueve meses, la pan-demia nos ha hecho sentir, aún en medio del desconcierto, la interde-pendencia que nos une a todos, des-pertando un renovado sentimiento de empatía que nos hace compren-der las dificultades del prójimo, con quien hoy tenemos tanto en común, y nos empuja a intentar vivir en ar-monía con los demás.

Es una nueva socialidad, no solo sutilmente expresada, sino percibida y compartida, que representa una

gran esperanza en medio de la con-fusión y el sufrimiento que ha causa-do esta emergencia sanitaria.

La lección más grande que segura-mente nos dejarán estos tiempos es la seguridad de que nadie puede pelear la vida aisladamente, se necesita una

comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante, como oportunamente ha expresado el Santo Padre en Fratelli Tutti.

Más allá de la pandemia, debemos trasladar este aprendizaje a todos los ámbitos de nuestra actividad coti-

diana, nunca más debemos olvidar que formamos parte de una misma colectividad, una misma sociedad, cada uno con riquezas, convicciones y voces diferentes, sí, pero también todos hermanos, con las mismas ne-cesidades esenciales, pasajeros de la misma barca.

El año 2021 representa para nues-tro país un año especialmente impor-tante para definir el porvenir, además de continuar sorteando los efectos y secuelas del Covid, así como la crisis económica que se ha profundizado. Los mexicanos debemos resolver de la mejor manera posible el proceso electoral más grande y trascendente de nuestra historia.

Además de elegir legisladores fede-rales, y en algunos estados goberna-dor y diputados locales, lo que está en juego el próximo año es la existencia de un modelo político que privilegie

los valores fundamentales de la socie-dad, que proteja el derecho a la vida y la dignidad de la persona humana en todas sus etapas y circunstancias, al mismo tiempo que promueva el fortalecimiento de la familia; una jor-nada en la que deberán desterrarse de una vez y para siempre la división, el encono, la desconfianza y la frag-mentación social que, desde algunos meses, intereses mezquinos han pre-tendido instalar como elementos de la realidad nacional.

Celebremos esta Navidad con es-píritu de esperanza, encontremos en las luces brillantes del nacimiento un motivo para creer, para construir un mañana mejor, para orar por los mi-les de personas y familias que han pa-decido y están sufriendo a causa de esta enfermedad. La Navidad no se trata de fiestas y regalos, se trata de abrir el corazón.

Foto: Arquidiócesis de Tlalnepantla. Sigamos alimentando nuestro espíritu, fortaleciendo la fe y la esperanza y practicando la caridad con quienes más lo necesitan.

“Nunca más debemos olvidar que formamos parte de una

misma colectividad, una misma sociedad, cada uno con riquezas, convicciones y voces diferentes”

Page 4: Por: Navidad

Caminar Diocesano 319 / Diciembre 20, 2020 /4

La transmisión de la fe es la propues-ta existencial de los valores esenciales del Evangelio que afectan los centros vitales de la persona y de su entor-no. En muchas partes de México y del mundo, se proclama, se anuncia, pero no siempre se logra tocar lo más profundo de la vida, no porque el Evangelio haya pasado de moda, sino porque no se transmite en un lengua-je que entienda cada generación. La época de cambio nos confirma que la pastoral está también en transición entre lo que fue y lo que quiere ser, entre los esquemas repetidos y la ur-gencia de crear algo nuevo.

En la Diócesis de Valle de Chalco vivimos una pastoral de la esperanza, transmisora de la fe, dotada de una fuerza espiritual, de múltiples opor-tunidades y de grandes potencialida-des para edificar el proyecto de Dios. Sin embargo, en las condiciones ac-tuales, ¿cuál es el pronóstico pastoral de nuestra Diócesis? y ¿qué podemos hacer?

Si ya tenemos metas y objetivos en el Plan Diocesano de Pastoral, es

necesario conocerlos y trabajar en la realización de ellos; tomar concien-cia de que lo que tú no vas a hacer nadie más lo va a realizar; escuchar a la comunidad, porque en ella encon-tramos las soluciones que el mismo

pueblo manifiesta y se compromete a realizar. Exigencias del PGP y de la Pri-mera Etapa del PDPEl Plan Global de Pastoral nos pre-senta opciones para lograr “Una Igle-

sia que anuncia y construye la Digni-dad Humana, comprometida con la paz y las causas sociales, una Iglesia Pueblo, Misionera y Evangelizadora, una Iglesia Compasiva y Testigo de la Redención, que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de ha-cer un país lleno de esperanza.

La tarea parece superior a nuestras fuerzas, por eso el Proyecto Global de Pastoral y el Plan Diocesano de Pas-toral exigen procesos en los que ten-gamos clara la situación que vivimos, ser conscientes de la nueva sociedad que como Iglesia queremos construir, asegurar los pasos que podemos y de-bemos dar, siguiendo nuestro Modelo Operativo.

Para 2021, nuestro objetivo es tra-bajar fraternalmente a favor del bien común, fortaleciendo la cercanía, la confianza y la disponibilidad para se-guir construyendo el Reino de Dios.

El Adviento es un tiempo especial de gracia, es un tiempo de preparación para la celebrar la Navidad; durante este tiempo es bueno reflexionar en el camino que como cristianos debe-mos hacer para poder recibir a Cris-to como nuestro único Salvador.

Ahora, durante este tiempo espe-cial que como sociedad estamos vi-viendo, nos lleva a vivirlo de manera diferente, por ello el Pbro. Antonio Zarate Rosales, junto con su equi-

po de Pastoral Juvenil Diocesana, han llevado acabo el Retiro Virtual de Adviento dirigido para Jóvenes, el cual tuvo como lema “María: in-fluencer en Adviento”, buscando po-der caminar junto a María y reflexio-nar sobre el camino que el joven debe hacer para recibir al Salvador.

Para comenzar este Retiro Virtual, el Hno. Jaime, de los hermanos de San Juan Diego, tomando a María como la influencer de Dios, mostró a

la Virgen María como la mujer que transmite la esperanza y la alegría, su vida es ejemplo para los jóvenes de este tiempo. Mencionó cómo el Papa Francisco expresó que María es la influencer de Dios, Ella que le dijo “sí” al amor, y con el «hágase» se convirtió en la mujer que más ha influenciado dentro de la historia.

Posteriormente, a través de la plataforma de Zoom y mediante la transmisión de Facebook live, los jó-

venes participaron de una actividad, en la cual adquirieron un compromi-so de poder hacer que a otros jóvenes llegue el mensaje de Salvación. De igual manera, mediante una aplica-ción, se logró que los jóvenes parti-ciparan contestando preguntas del tema expuesto.

Finalmente, nuestro obispo, Mons. Roberto Domínguez, en la Eucaristía que presidió para los medios digitales por los cuales estaban participando los jóvenes, les exhortó a seguir sien-do jóvenes que lleven el mensaje a otros jóvenes con alegría.

Seguimos caminando en sinodalidad

“maría: influencer en Adviento”

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Ecatepec

Foto: Diócesis de Valle de Chalco. Vivimos una pastoral de la esperanza, transmisora de la fe, dotada de una fuerza espiritual.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Mons. Roberto Domínguez con el equipo organizador del Retiro Virtual de Adviento para Jóvenes..

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Cultura 13

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

La causa del desgaste de la Crea-ción forma parte de las conse-cuencias del desgaste que como sociedad hemos tenido a causa del pecado, este es uno de los temas principales que toma el Papa Fran-cisco en su encíclica “Laudato Si”.

El hombre se ha ido desarro-llando desde una cultura que pone como base la técnica, la razón, y con ello descarta la realidad natu-ral, esto lleva a debilitar el valor del hombre, ya que lo pone desligado de su propia realidad, como un ser autónomo de la naturaleza. Cabe mencionar que la tierra ha sido dada al hombre desde el principio para que fuera custodiada para el bien de sí mismo. Pero no solo la tierra, el mismo hombre es un don dado por Dios, el cual tiene que ser cuidado, respetado y amado.

Por ello, es necesario iniciar, si es que buscamos revertir el daño al mundo, mejorando nuestras relaciones interpersonales, que sufren de una crisis ética, cultural y espiritual. Todo está conectado, en la medida que uno comience a respetarse como Creación amada por Dios valorará al prójimo, y a su vez lo demás creado por Dios, y ocupará su lugar justo en esta Creación.

En estos tiempos previos a la Navidad, es muy común comprar y comprar, para los que tienen esa posibilidad, ya que hemos sido inundados de propaganda consu-mista, todo se trata de comprar, y pareciera que de eso depende nuestra felicidad, nuestra vida. No caigamos en esa trampa, muchos experimentamos un vacío poste-

rior a estas fechas de las que ten-dríamos que salir llenos de Dios, de esperanza, sin embargo, volvemos a nuestra realidad y una realidad cruda, donde nos confrontamos si era necesario tanto despilfarro. A esto, hoy tenemos que añadir si con ello pude haber ayudado a alguien.

Quiero aclarar que no estoy en contra de que si alguien trabajó mucho tiempo para comprarse algo lo haga, sino en el peso que le damos a eso en nuestra vida, cada quien evalúe. «Donde está su teso-ro, ahí está su corazón» Cfr. Mt (6, 19-23).

Hoy tenemos una gran oportu-nidad de compartir, de llenar ese vacío que lo material llena a me-dias y luego lo arrebata despiada-damente. Tenemos la oportunidad

de vivir una Navidad donde lo que reine sea Dios, que viene a nues-tro encuentro, y unidos a Dios los hombres y la Creación. ¿Qué verá Dios cuando venga?

¿y este vacío por qué?CULTURA Por: Pbro. Oscar Martínez López / Diócesis de Nezahualcóyotl

Foto: Par-Olé Style En estos tiempos todo se trata de comprar, y más con las facilidades de pago y las compras en línea, y pareciera que de eso depende nuestra felicidad.

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CULTURA Por: Lic. Judith Salazar / Diócesis de Ecatepec

Estamos próximos a celebrar la fies-ta de la Sagrada Familia, una fiesta que se celebra durante la Octava de

Navidad, este año la celebraremos el domingo 27 de diciembre. La Sagra-da Familia de Nazaret es el modelo de toda familia humana, puesto que su celebración nos debe motivar a profundizar en el amor que las fa-milias deben tener. Si se contempla a la familia a la luz de la fe, podemos mirar a la familia como el proyecto de amor que Dios tiene para los seres humanos.

La Sagrada Familia Nazarena, en la cual José y María han acepta-do el plan de salvación, nos lleva a contemplar cómo la familia debe, en primer lugar, acoger, proclamar y vi-vir la Palabra hecha carne y, en un segundo momento, la familia debe vivir la unidad y humildad, para ser testimonio vivo del amor que Dios ha manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación.

La devoción en esta fiesta se re-monta al siglo XVII, sin embargo, a partir del año 1921 la Sagrada Con-gregación para la Liturgia amplió la Fiesta a toda la Iglesia Universal. Debemos preguntarnos: ¿Por qué es importante esta festividad para la Iglesia? La respuesta es sencilla: Lo primero es mirar a San José como el modelo de obediencia, ya que obe-dece al plan de Dios, no abandona a la familia, ni pone sus propias con-diciones; la Santísima Virgen María es el modelo del ‘sí’, es decir, la con-fianza plena en plan de Dios, dócil para que se cumpla en ella el plan salvífico; y el Niño Jesús es el reflejo de la bondad de Dios, es el modelo de santidad para todos los cristianos.

Tampoco debemos olvidar que, con estas características, la familia debe ser para nosotros la escuela del amor, la Iglesia doméstica, es donde se va a hacer patente el milagro del amor, la vivencia de la fe, en donde cada uno de nuestros actos reflejen

la acción de Dios. por ello la familia debe ser el lugar de la providencia, en donde nos formamos como hu-manos, pero también como cristia-nos, en la familia debemos crecer en sabiduría, en edad, y sobre todo en la familia aprendemos a hablar con Dios.

Finalmente, no se nos olvide que la familia está fundada en el matri-monio entre un hombre y una mujer, quienes, abiertos al don de la vida, manifiestan su amor en comunión intima con Dios y como esposos.

fiesta de la Sagrada familia de Nazaret

Foto: Cathopic. “Podemos mirar a la familia como el pro-yecto de amor que Dios tiene para los seres humanos”.

“La familia debe ser para nosotros la escuela del amor,

la Iglesia doméstica, es donde se va a hacer patente

el milagro del amor, la vivencia de la fe, en donde cada uno de nuestros actos reflejen la acción de Dios”

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/ Diciembre 20, 2020 / 319 Caminar Diocesano 5

“El Señor nos llama a encen-der estrellas en la noche de otros jóvenes” CV 33.

La pandemia nos ha llevado a desa-rrollar nuevas estrategias de evange-lización, no solo en el ámbito juvenil, sino en todos los sectores pastorales, estrategias que nos han permitido explotar los dones de cada uno de los integrantes de nuestras dimen-siones, así como potencializar los re-cursos con los que contábamos para el desarrollo de las mismas.

Por lo que el pasado mes de oc-tubre del 2020, bajo el lema “escu-chando el lamento de la Creación, con gratitud y alegría generamos la casita sagrada”, la dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes de la Diócesis de Nezahualcóyotl realizó el primer Encuentro digi-tal para adolescentes y jóvenes ca-tólicos, mediante la plataforma de Zoom.

El objetivo principal es conocer las fortalezas y debilidades en la ju-ventud de este siglo en el proceso de evangelización, para que juntos logremos discernir nuestra voca-ción mediante el servicio, teniendo como base nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

El encuentro tuvo como base 3 pilares fundamentales: Mirar el pa-sado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza, sin dejar de lado el pro-tagonismo juvenil, desarrollados en la conferencia impartida por el Pbro. Edgar Cruz Arauz, quien alentó a los jóvenes con el exhorto: “Que nadie menosprecie tu juven-tud”.

Dentro del ámbito del desarro-llo personal y profesional, tuvimos como invitados al abanderado pro-fesional Andrés Hernández Delga-do y al boxeador Humberto “la chi-quita González”, quienes, mediante su testimonio, nos enseñaron que con perseverancia y oración se lo-gran grandes sueños.

Cabe destacar que, para los jó-venes de nuestra amada Diócesis el encuentro significó un gran mo-mento formativo que les permitió ampliar su panorama en cuanto al servicio pastoral, resaltando la dignidad como seres humanos y el cuidado de la Creación al que esta-mos convocados como jóvenes cató-licos.

La tradición de hacer posadas se atribuye a los primeros misioneros en México en el siglo XVI; en ellas se enseñan algunos de los misterios de la fe católica, de forma dinámica y pedagógica.

Las posadas son la novena de la Navidad, que comienza el 16 de di-ciembre y termina el 24 del mismo mes. En ellas se recuerda a José y a María buscando hospedaje en la ciudad de Belén, que significa “casa del pan¬”, donde se les negó por-que ya no había lugar para ellos ni para el único Hijo del verdadero Dios. Este acontecimiento nos invita a abrir las puertas de nuestro cora-zón para hospedar a Jesús en él, y las puertas de nuestro hogar para com-partir el pan con nuestros hermanos necesitados.

Las posadas son una excelente oportunidad para vivir la fraterni-dad. Sin embargo, en este tiempo especial y extraordinario por la pan-demia de la Covid-19 que vivimos, lo recomendable será que las familias y amistades no se reúnan; el consejo de las autoridades civiles y eclesiásticas es que las personas se guarden y es-peren tiempos más propicios.

Hay familias grandes que viven en una misma casa y celebrarán las Po-sadas o Navidad juntos. Por eso, pro-curen que los integrantes que salen a trabajar también usen su mascarilla en casa, en todo momento. El lavado de manos frecuente es un hábito que debemos mantener, al llegar a casa, estando juntos y al salir. Recordemos que hay quienes pueden tener el vi-rus y no presentar síntomas visibles; sin embargo, otros sí pueden mani-festar síntomas graves.

Cuidemos al otro, al prójimo, siendo precavidos como si fuéramos asintomáticos. Sea que creas o no, es responsabilidad tuya cuidarte y cui-dar que los seres que amas estén bien y a salvo.

¡Familia unida... caridad compar-tida!

encuentro digital para adolescentes y jóvenes católicos

las Posadas en este 2020

CAMINAR DIOCESANO Por: Paola Gpe. Figueroa Amaya / Diócesis de Nezahualcóyotl

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Cathopic. Los jóvenes católicos están llamados a llevar la luz de la dignidad de seres humanos y el cuidado de la Creación a donde quiera que vayan.

Foto: Cathopic. No perdamos esta gran oportunidad de abrir las puertas del corazón a la caridad.

Cultura 319 / Diciembre 20, 2020 /12

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

El árbol de Navidad decorado se cree que apareció a principios del si-glo XVII en Alemania. En 1605, un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo. El árbol de Navidad llegó a Finlandia en el año de 1800, donde se extendió por el resto de países nórdi-cos. Llegó a Inglaterra en 1829, y fue el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, quien ordenó adornar el cas-tillo de Windsor con un árbol navide-ño en 1841.

La estrella que colocamos en la punta del árbol representa nuestra fe, que debe guiar la vida de todo cristia-no.

Las esferas, aunque en un princi-pio se usaron manzanas que represen-taban la tentación, simbolizan los do-nes que Dios ha dado a los hombres.

Las luces representan la luz de Cristo en nuestra vida.

El Pesebre fue en la Navidad de 1223 en la que un fraile se encontra-ba de viaje en la ermita de Greccio, en donde tuvo la idea de reproducir en vivo el Nacimiento de Jesús. Poste-riormente, el primer nacimiento fue hecho con figurillas de barro y puesto en Nápoles en el siglo XV.

En el nacimiento siempre vemos un cielo estrellado, este nos re-cuerda que, aún en los momentos de oscuridad, la luz de Dios siempre está presente.

En la Virgen María, que con-templa a su Hijo y lo muestra a cuan-tos vienen a visitarlo, vemos que la Madre de Dios no tiene a su Hijo solo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica.

San José, el padre adoptivo de Je-sús, es la clave en la historia del Naci-miento al aceptar como suyo al Hijo de Dios. San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María, él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia.

Los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la Salvación que se les ofre-ce; son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acon-tecimiento de la Encarnación.

Los Reyes Magos representan la humildad de aquellos poderosos que

tuvieron la humildad de reconocer a Dios y arrodillarse ante Él. "Obser-vando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones: oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegóri-co: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura".

Significado del árbol de Navidad y el Pesebre

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

Foto: Cathopic. El árbol de Navidad y el Pesebre colocados en los hogares son un signo de esperanza para los demás.para los demás.

“El árbol y el Pesebre ayudan a crear el clima navideño

favorable para vivir con fe el misterio del Nacimiento del Redentor” Papa Francisco

El 28 de diciembre la Iglesia católica conmemora a los Santos Inocentes, y tiene su fundamento bí-blico en el Evangelio de Mateo (2, 16), en donde se narra cómo el rey Herodes, después de hablar con los magos de Oriente que iban en busca del recién nacido rey de los judíos, ‒Herodes, vien-do como un peligro para su reinado y su poder el nacimiento del anunciado Mesías y futuro rey de Israel‒ ordena acabar con todos los niños meno-res de dos años nacidos en Belén de Judea, para asegurarse de que este fuera asesinado. A partir de este genocidio, la Iglesia celebra la fiesta de los niños que, sin saberlo, murieron por Cristo (ino-centes).

En torno a este hecho, en países de habla his-pana se hacen todo tipo de bromas difundiendo información falsa, haciéndola parecer real, y lla-mando a quien la cree “inocente palomita que te dejaste engañar”. Sin embargo, más allá de las bromas y de las diversas formas en que se con-memora esta masacre que nos narra el Evangelio, debe hacernos tomar conciencia de que, de una manera distinta, en otra época, con medios dis-tintos, se sigue repitiendo este acto de barbarie, y con más fuerza, porque se dice que Belén era un pueblo pequeño y que los niños asesinados fueron alrededor de 20.

Pensemos por un momento ¿cuántos millones de niños son asesinados o abortados antes de na-cer? y hasta se legisla para negarles el derecho a la vida. Recordemos a esos niños inocentes que hoy sufren maltrato, abusos de todo tipo, explotación, aquellos niños abandonados, otros más que son víctimas de la violencia y del hambre, pensemos en esos miles de niños que son torturados, que-mados, decapitados y hasta enterrados vivos en países como Siria e Irak, solo por ser cristianos, muchos más desterrados de su patria y muertos durante su éxodo hacia otros países, ¿y aun segui-remos tomándolo como un día de bromas?

Que esta celebración nos haga reflexionar, des-de nuestra condición de católicos, y preguntarnos ¿Qué he realizado en torno a la defensa y el respe-to a la dignidad humana?, sobre todo de quien no puede defenderse, o peor aún, de quién no tiene voz; preocuparnos si nos estamos convirtiendo en el Herodes del siglo XXI contribuyendo o tal vez ignorando el martirio de tantos niños inocentes. Como un mínimo gesto de sensibilidad, dedique-mos nuestra oración por los Santos Inocentes del mundo actual y por la conversión y salvación de los nuevos Herodes que, activa o pasivamente, di-recta o indirectamente, han participado en estos crímenes.

los Santos inocentes de hoyCULTURA Por: Sofía L. Godínez / Diócesis de Texcoco

Foto: Cathopic. Grande es Dios, sin embargo, se hizo el más pequeño para demostrar que en las cosas pequeñas, en la sencillez, es donde se halla el verdadero gozo.

“Abramos las puertas de nuestro corazón para hospedar a Jesús en él,

y las puertas de nuestro hogar para compartir el

pan con nuestros hermanos necesitados”

Page 6: Por: Navidad

El Obispo de la Prelatura de Jesús María, El Nayar, Fray José de Jesús González Hernández, OFM, res-ponsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Pueblos Originarios y Afromexicanos, emitó un mensaje por la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, en el cual afir-mó: “Consideramos se trata de una ocasión para recordar las demandas de los pueblos por el respeto a sus derechos. Por esta razón queremos recordar al Estado Mexicano la ne-cesidad de cumplir sus compromisos internacionales, principalmente el de establecer una relación respetuosa con los pueblos (originarios) a partir del reconocimiento de su realidad como sujetos de derecho”.

Reflexionó sobre el acompaña-miento que se ha brindado a los Pue-blos Originarios durante la pandemia de Covid-19: “Hemos constatado que han sido menos afectados. Con-

sideramos que se debe a que tienen la fuerza para resistir. A lo largo de su vida han cultivado la sabiduría que les permite contar con buenas prácti-cas de alimentación y han cuidado la salud al entenderla como un estado que resulta de establecer relaciones equilibradas con la comunidad y con la naturaleza”, puntualizó.

Sin embargo, hizo un llamado al Estado Mexicano para cumplir con

su obligación de garantizar a todos los pueblos, “sin discriminación”, la totalidad de sus Derechos Humanos: “La pandemia ha puesto de relieve que es necesario abatir las desigual-dades que afectan gravemente al conjunto de la sociedad, aunque im-pacta con mayor intensidad a las per-sonas, grupos y pueblos que han sido excluidos o despojados a lo largo de la historia…. Consideramos que los

derechos de los pueblos no pueden ser garantizados sin su participación y su consentimiento. Las iniciativas de desarrollo, sobre todo las que im-plican la construcción de infraestruc-tura, actividades turísticas o extrac-ción de bienes naturales no pueden justificarse o imponerse en nombre del desarrollo… Es necesario respe-tar y garantizar su derecho a la libre determinación, es decir, su derecho a decidir las formas de organización propias y a perseguir su desarrollo cultural, social y económico”.

Mons. José de Jesús González con-cluyó agradeciendo a los Pueblos Originarios por “permitirnos cami-nar a su lado en la defensa de sus derechos y en la vivencia comunita-ria”.

Nos encontramos en una situación muy difícil por la pandemia del Co-vid-19, ante ello, la Iglesia, como Ma-dre y Maestra, siempre debe estar al pendiente en el cuidado y formación de todos los miembros de la misma. Por lo anterior, durante este tiempo se recomienda, para todos aquellos hermanos que se encuentran en ma-yor vulnerabilidad por esta pandemia, poder realizar la comunión espiritual tras seguir la transmisión de la Santa Eucaristía por los medios digitales.

Pero, ¿que es la comunión espiri-tual? Santo Tomás de Aquino nos ilumina en la Suma Teológica: “la comunión espiritual consiste en hacer un acto de fe sobre la presencia de Je-sucristo en la Eucaristía, después un acto de amor, y contrición por haberlo ofendido; después el alma invita al Se-ñor a venir a ella y a que la haga suya

completamente; en fin, le da gracias como si lo hubiera recibido sacramen-talmente”.

Por consiguiente, entendamos que con la comunión espiritual se abre un manantial de gracias y bendiciones, por lo cual es importante señalar algu-nos puntos importantes para realizarla en estos tiempos de pandemia.1. Por medio de la oración, el fiel ex-

presa el deseo de recibir a Jesucristo en la Eucaristía sin relegar la comu-nión sacramental.

2. Solo debe ser empleada en los casos en los que es imposible acudir a la Eucaristía (como lo es este tiempo por la pandemia del Covid-19).

3. Lo anterior implica estar prepara-dos como si se tratara de la recep-ción eucarística de forma física.La comunión espiritual nos ayuda a

tener un gran amor al Señor y a te-

ner un gran deseo de recibirlo, esto lo podemos hacer con nuestras propias palabras o podemos emplear algunas otras como las siguientes, que son una oración de San Alfonso María de Li-gorio, en donde se expresa el deseo de recibir a Jesús espiritualmente:

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en el Santísimo

Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.

Pero como ahora no puedo recibirte sacra-mentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamásme aparte de Ti. Amén.

comunicado por la conmemoración deldía de derechos Humanos

importancia de la comunión espiritual entiempos de pandemia

ACTUALIDAD Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

ACTUALIDAD Por: Dimensión de Liturgia / Diócesis de Ecatepec

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Familia 11

Para los católicos, hablar de perse-cución resulta un tema muy amplio y conocido, porque las persecuciones que separan familias y acaban en tor-tura y muerte se han manifestado en todas las etapas de la historia, en to-dos los países del mundo.

La familia de Jesús sufrió muchas penurias al salir huyendo a Egipto, llevando lo poco que tenían, tal como sucede ahora con las familias migran-tes, que vagan sin saber cuál será su destino o quedándose en el camino. El sufrimiento de la Sagrada Familia no dista del que hoy en día padecen tantas familias, y la sociedad sigue cerrando los ojos, pasando de largo ante ellos, casi sin mirarles y mucho menos les da ayuda.

En las noticias vemos que, en pleno siglo XXI, los católicos somos el gru-po religioso más perseguido, con 150 mil muertes en el mundo y más de 300 millones de creyentes que viven

bajo amenaza y discriminación, por-que, a pesar de los avances en contra de la violencia y la libertad, no pode-mos defender nuestros ideales confor-me a nuestra visión cristiana.

Hoy vivimos persecuciones físicas, pero las que más están dañando son las persecuciones ideológicas, porque la familia cristiana actualmente está impedida para opinar sobre la violen-cia contra la mujer, la sexualización de los niños a través de los diversos contenidos a los que acceden. Nunca se había atacado y perseguido tanto a la familia, el 90% de las personas que se casan terminan divorciadas,

menos del 10% se une ante la ley de Dios; como padres estamos perdien-do el derecho a defender, educar, for-mar e inculcar la fe a nuestros hijos.

Si hablamos de la familia natural, a imagen de la Sagrada Familia, nos tachan de intolerantes, si defendemos a los hijos por nacer, somos retrógra-das. Hoy, si formas a tu familia en la verdad, serás perseguido por institu-ciones gubernamentales. En los mo-mentos adversos, José y María escu-charon la voz de Dios; las familias de hoy también deben orar para estar unidas en los momentos de angustia y alegría.

Estoy segura de que muy pocos dimensionamos cómo viviríamos esta Navidad, guardando la sana distancia y sin reuniones masivas. Esto puede ge-nerar sentimientos negativos, angustia y depresión, pero podemos colaborar para eliminar estos sen-timientos en nuestra familia, y esto lo logramos si planeamos una Navidad diferente, tratando de que sea muy especial y muy espiritual, en la familia nu-clear. Aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.

Primero. Que todos sepan qué celebramos.

No debemos olvidar que el festejado es Jesús, que quiere nacer en cada familia. Es una gran tenta-ción dejarse llevar por lo material y el consumismo, pero este año nos da la oportunidad de centrarnos en lo importante, que es Jesús, que se hace hombre y que nace en nuestros corazones para salvarnos de las tinieblas del pecado.

SegUNdo Prepara una dinámica familiar que exprese cariño.

Por la situación que vivimos, se han vuelto muy necesarias las expresiones de cariño, incluso de forma virtual, es por esto que podemos tomarnos un poco de tiempo para preparar una dinámica donde podamos expresarnos cuánto nos queremos y demostrarnos ese cariño. Aquí entra la creativi-dad y disposición para hacer que la convivencia sea increíble y que ninguno se que sin una muetra de cariño en estos momentos de dificultad.

tercero. Que no falten los villancicos.

La música nos ayuda a que el ánimo no decaiga, por eso, este año sería muy bueno tener a mano y bien ubicados los cantos que nos ayuden a resal-tar este gran acontecimiento. Aún tenemos tiem-po para hacer una lista de reproducción con los villancicos que más nos gusten, así podremos po-nerla de fondo en nuestra convivencia familiar en Noche Buena.

cUArto Haz una fiesta íntima.

Es un error pensar que, por estar solo con nuestra familia nuclear, no debemos hacer fiesta, ¡ellos son lo más importante! La fiesta no tiene que ser muy elaborada o que nos genere un gran gasto, pero sí podemos preparar una rica cena y pasar momen-tos de convivencia y unidad familiar. La parte cen-tral de esta fiesta es la Santa Misa, podemos seguir-la por televisión o por las redes sociales y después hacer el arrullo del Niño Dios, para que así nuestra familia viva una Navidad más centrada en el feste-jado, es decir, en Jesús.

QUiNto Reúnete con el resto de la familia de forma virtual.

Recuerda siempre seguir las disposiciones de las autoridades y las recomendaciones para evitar con-tagios, por ello, puedes prever y planear reuniones por las diferentes plataformas de videoconferen-cia, para que todos participen de esta importante fiesta. La clave para pasar una Navidad única es darle el sentido más trascendente que tiene y cen-trarnos el el verdadero festejado, en Jesús.

Persecusión a la familia

Una Navidad nunca antes pensada

FAMILIA Por: Lic. Astrid García / Pastoral Familia y Vida de la Diócesis Valle de Chalco

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Cathopic. La Sagrada Familia escuchaba la voz de Dios; las familias de hoy también deben orar para estar unidas en los momentos de angustia y alegría.

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

Actualidad 319 / Diciembre 20, 2020 /6

Fotos: Cathopic. “Se trata de una ocasión para recordar las demandas de los pueblos por el respeto a sus derechos”.

“El sufrimiento de la Sagrada Familia no dista

del que hoy en día padecen tantas familias”

Fotos: Cathopic. La comunión espiritual, cuando no se pue-de recibir la comunión sacramental, también se llama con razón "comunión del deseo". Desear que la propia vida esté unida a Jesús, especialmente a su sacrificio por nosotros en la Cruz.

Page 7: Por: Navidad

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Celebremos la Fe 7

La Navidad del 2020 sin duda va a ser distinta, va a ser única, ni siquie-ra en las guerras se había vivido algo así, ¡algo para contarles a los nietos! La pandemia que está azotando al mundo ha dejado muchas pérdidas, mucho dolor e incertidumbre, pero, sin duda, también ha reforzado la fe y la ha puesto en el crisol, donde muchas personas se han visto en esa prueba, no solo por la enfermedad, sino por el padecimiento social en el cual la incomprensión y desinfor-mación los han puesto, no solamen-te a los enfermos, sino también a los familiares de los enfermos, pero, al mismo tiempo, hemos visto cómo la empatía y la solidaridad del hombre han venido a equilibrar la situación y cómo aquellos hombres y mujeres que están en la primera línea con-tinúan luchando desde su trinchera para detener esta enfermedad, algo muy loable.

Por nuestra fe, sabemos que el nacimiento de Cristo va a suceder, a pesar de cualquier cosa que este mundo viva, y también sabemos que esas mismas cosas que el hombre vive y padece le van a dar un sentido diferente a todos los signos a los que estamos acostumbrados a vivir en la Navidad y, aunque se ha pedido que en esta ocasión se omitan algunos de esos signos, tales como las Posadas o las reuniones familiares masivas, al mismo tiempo, se hace la invita-ción para que, en recogimiento y comunidad, se vivan estas fiestas en casa, en la intimidad del hogar y con nuestra familia nuclear, algo que quizá pueda parecer difícil si nos de-jamos llevar por toda la parafernalia de las fiestas.

Pero, recordemos que el festejo de la Natividad de nuestro Salva-dor inició desde la Anunciación y que ahora en el tiempo del Ad-viento lo reforzamos y tomamos los signos que se nos proponen para ir disponiendo el corazón, y este “preparar el corazón” habla de un conocimiento claro y cierto de no-sotros mismos en todo aquello que ya no nos “cuadra” en nuestra vida y donde necesitamos ayuda, de todo aquello en donde queremos “luz” y

de todo lo que nos lastima, porque, al tener claro ese conocimiento, de-jaremos que el Mesías venga a na-cer en nosotros, porque tenemos la esperanza de que ese Mesías viene a sacarnos de las tinieblas en donde estamos, porque esa fue la promesa del Padre.

Las circunstancias que actualmen-te vivimos nos han dejado ver que somos frágiles y que el miedo puede permear el corazón y calar hasta los huesos; hemos descubierto que no podemos solos con las cosas. Este descubrimiento nos lleva a pensar que necesitamos, hoy más que nun-ca, la protección del Padre y la Re-dención que el pequeño Niño trae consigo, y entonces tenemos que cla-mar como el pueblo elegido lo hizo estando en Babilonia, ¡y el Padre ya nos ha respondido!: «El Hijo de Dios vendrá a remediar esos males», esa es la promesa que se nos ha hecho, pero ahora es de forma personal; por eso, cada uno deberá de disponer su cora-zón para recibirlo.

Considero, estimado lector, que cada Navidad es la oportunidad para dejar que el Cristo llegue a configu-rar nuestro corazón, nuestra mente, nuestra persona, para que seamos mejores con el paso del tiempo y, aunque hoy la pandemia puede ser un velo que cubre al mundo entero, también es cierto que cada uno de nosotros tiene sus propias enferme-dades y que han pasado muchas Na-vidades en nuestra vida sin que haya-mos dejado que se geste un cambio en nosotros, algunas veces porque no queremos, otras porque pensamos que no necesitamos salvación.

La Navidad del 2020 sí va a ser diferente en muchos aspectos, pero sería muy triste si se siente igual que otros años, donde nos comportamos

como los Posaderos del Belén y le negamos un cuarto en nuestra Po-sada a la Familia Nazarena. Hoy la invitación es para que, en la intimi-dad del hogar, dispongamos nuestro corazón para convertirlo en un pe-sebre y aprestemos nuestra mente para reconocer en ese Niño a nues-tro Rey y Señor, a nuestro Salvador, para que reconozcamos en ese Niño la promesa del Padre. Si esta Navi-dad hacemos eso, créame cuando le

digo que esta sí será una Navidad diferente.

Le deseo una muy feliz y sentida Navidad.

Homilías 319 / Diciembre 20, 2020 /10

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Foto: Cathopic. Dispongamos nuestro corazón para convertirlo en un pesebre, para recibir al Dios vivo y verdadero; que podamos ver cumplida la promesa del Padre en la ternura e inocencia de ese Niño.

Muy queridos hermanos, estamos celebrado el último Domingo del tiempo de Adviento, lo que anuncia que en próximos días celebraremos la Navidad, y es por eso que el evan-gelista Lucas, en el Evangelio de hoy, comienza narrando que el «ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret», fue enviado a una mujer llamada Ma-ría, y quiero invitarte a que fijemos nuestra mirada en la respuesta que da María después de escuchar el mensaje del ángel: «Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mi lo que me has dicho».

Con estas palabras podemos obser-var cómo María hace un acto de fe muy grande, ya que confía en Dios a tal grado que acoge el plan de salva-ción en su vida. Para que esto pueda suceder, debemos entender que los misterios divinos solo se pueden com-prender en la intimidad del corazón, en un ambiente de oración, ya que fuera de este camino todo puede ser confuso; la Virgen María se encuen-tra en la misma sintonía con Dios, por ello su elección es el plan salvífico de Dios en su propia vida.

Estamos a unos días de celebrar la

Navidad, por esa razón hoy la Virgen María debe ser nuestro modelo para aprender a poner toda nuestra con-fianza en el Señor, debemos apren-der con gozo a poner toda nuestra esperanza solamente en Dios. María es el modelo de la Iglesia, una Iglesia que en este tiempo debe aprender a fomentar la alegría de la grandeza del misterio que estamos próximos a celebrar; debemos ser Iglesia, que aprendamos como María a decir que “sí” a una Iglesia que, en camino de humildad, siempre esté dispuesta a es-cuchar al Señor; debemos aprender a ser una Iglesia que se preocupe más de comunicar el Evangelio, en donde mostremos a Cristo como el que es nuestra única esperanza y salvación.

Finalmente, quiero invitarte a ser una Iglesia en donde siempre estemos dispuestos, como María, a estar más atentos al sufrimiento de los demás, a ser discípulos que nos olvidemos de nosotros para ayudar a aquel que ne-cesita; pero, sin olvidar ser discípulos que, dentro de la Iglesia, como María, sepamos guardar y sobre todo medi-tar en nuestro corazón el misterio de Dios, que se ha encarnado para que experimentemos su amor y podamos, con nuestras obras, transmitirlo. Que santa María interceda por nosotros y nos ayude a recibir a Cristo el Señor. Amén.

Foto: Cathopic. El Adviento nos prepara para recibir, como María, con pleno abandono en la voluntad de Dios, al Niño Jesús, que viene a salvarnos..

Homilía en el iv domingo de Adviento

HOMILÍAS Por: Pbro. Armando Medina Trejo / Diócesis de Ecatepec

¡Hoy nos ha nacido el Salva-dor! Es la expresión con la que he-mos dado respuesta al misterio de nuestra fe, al Hijo de Dios que se ha encarnado para darnos a conocer el amor inconmensurable del Padre.

Sin lugar a duda, es una opor-tunidad para darnos cuenta cómo Dios desde siempre toma la iniciati-va para tener un encuentro íntimo y cercano con el hombre, y qué mejor manera de hacerlo que revelarse en su Hijo muy amado, el Emmanuel, el Dios con nosotros. Si bien los evangelistas nos presentan cómo vino Jesús al mundo, qué personas participaron en este Nacimiento, es importante que nosotros, actualizan-do este acontecimiento, nos demos la oportunidad de vivir y gozar, como María, José, los pastores, incluso la multitud del ejercito celestial, una alegría que se manifiesta en la sen-cillez y humildad de un pesebre, for-talecido por un amor incondicional que calienta y protege la vida del más inocente.

La familia hoy en día está llamada a ser ese pesebre donde cada esposo, esposa, padre, madre, hijo, hija, pue-da recostarse para encontrar amor, paz, seguridad, fuerza, consuelo y, sobre todo, protección ante las ad-versidades que muchas veces vamos encontrando en el camino de la vida; porque, como describe san Lucas, no había otro lugar para ellos en la posada (cfr. Lc. 2, 7), de la misma manera no podemos encontrar otro lugar más seguro para vivir nuestra dignidad que la familia, comunidad de vida, en donde cada integrante es un don para los demás.

Es cierto que hoy nos ha tocado

vivir situaciones difíciles que han he-cho quizá preguntarnos ¿dónde está Dios en medio de esta pandemia? Porque nuestros temores en ocasio-nes nos retraen, nos llevan a cues-tionar el sentido de nuestra vida, del

mundo, de lo que llegaremos a ser, pero es en estos momentos cuando tiene sentido nuestra fe y nuestra es-peranza y de recordar la condición del nacimiento histórico de Jesús, que fue anunciado por el Ángel del Señor a los pastores como represen-tantes que aceptan con una actitud sencilla y humilde la revelación del Verbo hecho carne, que quiere habi-tar entre nosotros.

Hoy nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el que desde su nacimiento define su persona y se le reconoce su misión; hoy es el momento de recor-dar que Jesús es la luz que ilumina el mundo, y especialmente a cada uno de nosotros. Roguemos a Él, para que, así como fue protegido y ama-do incondicionalmente por María y José, también nosotros recibamos es-tos dones en nuestras familias. ¡Feliz Navidad!

Foto: Cathopic. Alégrense todos, porque ha nacido el Dios único y verdadero, que quiso hacerse hombre para salvarnos.

Homilía en la Natividad de nuestro Señor Jesucristo

HOMILÍAS Por: Pbro. Guillermo Flores Millán / Diócesis de Nezahualcóyotl

“No podemos encontrar otro lugar más seguro para

vivir nuestra dignidad que la familia, comunidad de vida, en donde cada integrante es

un don para los demás”

CELEBREMOS LA FE Por: Juan Valdez / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Una Navidad diferente

“Cada Navidad es la oportunidad para dejar que el Cristo llegue a configurar

nuestro corazón, nuestra mente, nuestra persona, para

que seamos mejores con el paso del tiempo”

Page 8: Por: Navidad

Misa Dominical 319 / Diciembre 20, 2020 /8

iv domingo de Adviento(20 de diciembre de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación Social

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nues-tros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, llegue-mos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor. Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12.14.16 Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemi-gos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?". Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo". Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: '¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo des-de los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus pa-dres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permane-cerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 88, 2-3. 4-5. 27.29. R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/. Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.

El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me: protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice". R/.

SEGUNDA LECTURA

Se ha revelado el misterio oculto durante siglos. De la carta del apóstol san Pablo a los roma-nos: 16,25-27 Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predi-cando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha que-dado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOLc 1. 38 R/. Aleluya, aleluya.Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.

EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo. Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de Da-vid, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alé-grate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír es-tas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has ha-llado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Se-ñor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.

Palabra de Dios. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN157,14 Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

Foto: Cathopic. "A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, hacién-dolos cada vez más obedientes y fieles a la Palabra de Dios" San Juan Pablo II.

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Misa Dominical 9

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que hiciste resplandecer esta noche san-tísima con la claridad de Cristo, luz verdadera, con-cede a quienes hemos conocido los misterios de esa luz en la tierra, que podamos disfrutar también de su gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Un hijo nos ha nacido. Del libro del profeta Isaías: 9,1-3.5-6 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció. Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como go-zan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será: "Consejero admirable", "Dios pode-roso", "Padre sempiterno", "Príncipe de la paz"; para extender el principado con una paz sin límites sobre el trono de David y sobre su reino; para establecerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre el celo del Señor lo realizará

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 95, 1-2a. 2b-3.11-12.13. R/. Hoy nos ha nacido el Salvador.

Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigá-moslo. R/. Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anun-ciemos a los pueblos; de nación en nación, sus mara-villas. R/. Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuan-to encierra. manifiesten los bosques regocijo. R/.Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a go-bernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.

SEGUNDA LECTURA La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres. De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2,11-14 Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifes-tado para salvar a todos los hombres y nos ha ense-ñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos

mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la glo-riosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. El se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entre-gado a practicar el bien.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOCfr. Lc 2,10-11

R/. Aleluya, aleluya. Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo, el Señor. R/.

EVANGELIO

Hoy nos ha nacido el Salvador. Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 1-14

Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el impe-rio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronar-se, juntamente con María, su esposa, que estaba en-cinta.

Mientras estaban ahí. le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.

En aquella región había unos pastores que pasa-ban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la glo-ria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre". De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 14

El Verbo se hizo hombre y hemos visto su gloria.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

la Natividad de nuestro Señor Jesucristo(25 de diciembre de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

Foto: Cathopic. En Juan Bautista encontramos tres vocaciones y un ejemplo para todo cristiano: preparar, discernir y dejar crecer al Señor disminuyéndose a sí mismo.

Page 9: Por: Navidad

Misa Dominical 319 / Diciembre 20, 2020 /8

iv domingo de Adviento(20 de diciembre de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación Social

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nues-tros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, llegue-mos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor. Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12.14.16 Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemi-gos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?". Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo". Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: '¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo des-de los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus pa-dres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permane-cerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 88, 2-3. 4-5. 27.29. R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/. Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.

El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me: protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice". R/.

SEGUNDA LECTURA

Se ha revelado el misterio oculto durante siglos. De la carta del apóstol san Pablo a los roma-nos: 16,25-27 Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predi-cando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha que-dado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOLc 1. 38 R/. Aleluya, aleluya.Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.

EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo. Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de Da-vid, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alé-grate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír es-tas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has ha-llado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Se-ñor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.

Palabra de Dios. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN157,14 Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

Foto: Cathopic. "A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, hacién-dolos cada vez más obedientes y fieles a la Palabra de Dios" San Juan Pablo II.

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Misa Dominical 9

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ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que hiciste resplandecer esta noche san-tísima con la claridad de Cristo, luz verdadera, con-cede a quienes hemos conocido los misterios de esa luz en la tierra, que podamos disfrutar también de su gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA

Un hijo nos ha nacido. Del libro del profeta Isaías: 9,1-3.5-6 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció. Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como go-zan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será: "Consejero admirable", "Dios pode-roso", "Padre sempiterno", "Príncipe de la paz"; para extender el principado con una paz sin límites sobre el trono de David y sobre su reino; para establecerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre el celo del Señor lo realizará

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 95, 1-2a. 2b-3.11-12.13. R/. Hoy nos ha nacido el Salvador.

Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigá-moslo. R/. Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anun-ciemos a los pueblos; de nación en nación, sus mara-villas. R/. Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuan-to encierra. manifiesten los bosques regocijo. R/.Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a go-bernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.

SEGUNDA LECTURA La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres. De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2,11-14 Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifes-tado para salvar a todos los hombres y nos ha ense-ñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos

mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la glo-riosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. El se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entre-gado a practicar el bien.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOCfr. Lc 2,10-11

R/. Aleluya, aleluya. Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo, el Señor. R/.

EVANGELIO

Hoy nos ha nacido el Salvador. Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 1-14

Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el impe-rio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronar-se, juntamente con María, su esposa, que estaba en-cinta.

Mientras estaban ahí. le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.

En aquella región había unos pastores que pasa-ban la noche en el campo, vigilando por turno sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la glo-ria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: "No teman. Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre". De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 14

El Verbo se hizo hombre y hemos visto su gloria.

COMUNIÓN ESPIRITUAL

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en elSantísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.Pero como ahora no puedo recibirtesacramentalmente,ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.Señor, no permitas que jamásMe aparte de Ti. Amén.

la Natividad de nuestro Señor Jesucristo(25 de diciembre de 2020)

MISA DOMINICAL Por: Comisión Provincial de Pastoral de la Comunicación Social

Foto: Cathopic. En Juan Bautista encontramos tres vocaciones y un ejemplo para todo cristiano: preparar, discernir y dejar crecer al Señor disminuyéndose a sí mismo.

Page 10: Por: Navidad

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Celebremos la Fe 7

La Navidad del 2020 sin duda va a ser distinta, va a ser única, ni siquie-ra en las guerras se había vivido algo así, ¡algo para contarles a los nietos! La pandemia que está azotando al mundo ha dejado muchas pérdidas, mucho dolor e incertidumbre, pero, sin duda, también ha reforzado la fe y la ha puesto en el crisol, donde muchas personas se han visto en esa prueba, no solo por la enfermedad, sino por el padecimiento social en el cual la incomprensión y desinfor-mación los han puesto, no solamen-te a los enfermos, sino también a los familiares de los enfermos, pero, al mismo tiempo, hemos visto cómo la empatía y la solidaridad del hombre han venido a equilibrar la situación y cómo aquellos hombres y mujeres que están en la primera línea con-tinúan luchando desde su trinchera para detener esta enfermedad, algo muy loable.

Por nuestra fe, sabemos que el nacimiento de Cristo va a suceder, a pesar de cualquier cosa que este mundo viva, y también sabemos que esas mismas cosas que el hombre vive y padece le van a dar un sentido diferente a todos los signos a los que estamos acostumbrados a vivir en la Navidad y, aunque se ha pedido que en esta ocasión se omitan algunos de esos signos, tales como las Posadas o las reuniones familiares masivas, al mismo tiempo, se hace la invita-ción para que, en recogimiento y comunidad, se vivan estas fiestas en casa, en la intimidad del hogar y con nuestra familia nuclear, algo que quizá pueda parecer difícil si nos de-jamos llevar por toda la parafernalia de las fiestas.

Pero, recordemos que el festejo de la Natividad de nuestro Salva-dor inició desde la Anunciación y que ahora en el tiempo del Ad-viento lo reforzamos y tomamos los signos que se nos proponen para ir disponiendo el corazón, y este “preparar el corazón” habla de un conocimiento claro y cierto de no-sotros mismos en todo aquello que ya no nos “cuadra” en nuestra vida y donde necesitamos ayuda, de todo aquello en donde queremos “luz” y

de todo lo que nos lastima, porque, al tener claro ese conocimiento, de-jaremos que el Mesías venga a na-cer en nosotros, porque tenemos la esperanza de que ese Mesías viene a sacarnos de las tinieblas en donde estamos, porque esa fue la promesa del Padre.

Las circunstancias que actualmen-te vivimos nos han dejado ver que somos frágiles y que el miedo puede permear el corazón y calar hasta los huesos; hemos descubierto que no podemos solos con las cosas. Este descubrimiento nos lleva a pensar que necesitamos, hoy más que nun-ca, la protección del Padre y la Re-dención que el pequeño Niño trae consigo, y entonces tenemos que cla-mar como el pueblo elegido lo hizo estando en Babilonia, ¡y el Padre ya nos ha respondido!: «El Hijo de Dios vendrá a remediar esos males», esa es la promesa que se nos ha hecho, pero ahora es de forma personal; por eso, cada uno deberá de disponer su cora-zón para recibirlo.

Considero, estimado lector, que cada Navidad es la oportunidad para dejar que el Cristo llegue a configu-rar nuestro corazón, nuestra mente, nuestra persona, para que seamos mejores con el paso del tiempo y, aunque hoy la pandemia puede ser un velo que cubre al mundo entero, también es cierto que cada uno de nosotros tiene sus propias enferme-dades y que han pasado muchas Na-vidades en nuestra vida sin que haya-mos dejado que se geste un cambio en nosotros, algunas veces porque no queremos, otras porque pensamos que no necesitamos salvación.

La Navidad del 2020 sí va a ser diferente en muchos aspectos, pero sería muy triste si se siente igual que otros años, donde nos comportamos

como los Posaderos del Belén y le negamos un cuarto en nuestra Po-sada a la Familia Nazarena. Hoy la invitación es para que, en la intimi-dad del hogar, dispongamos nuestro corazón para convertirlo en un pe-sebre y aprestemos nuestra mente para reconocer en ese Niño a nues-tro Rey y Señor, a nuestro Salvador, para que reconozcamos en ese Niño la promesa del Padre. Si esta Navi-dad hacemos eso, créame cuando le

digo que esta sí será una Navidad diferente.

Le deseo una muy feliz y sentida Navidad.

Homilías 319 / Diciembre 20, 2020 /10

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Foto: Cathopic. Dispongamos nuestro corazón para convertirlo en un pesebre, para recibir al Dios vivo y verdadero; que podamos ver cumplida la promesa del Padre en la ternura e inocencia de ese Niño.

Muy queridos hermanos, estamos celebrado el último Domingo del tiempo de Adviento, lo que anuncia que en próximos días celebraremos la Navidad, y es por eso que el evan-gelista Lucas, en el Evangelio de hoy, comienza narrando que el «ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret», fue enviado a una mujer llamada Ma-ría, y quiero invitarte a que fijemos nuestra mirada en la respuesta que da María después de escuchar el mensaje del ángel: «Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mi lo que me has dicho».

Con estas palabras podemos obser-var cómo María hace un acto de fe muy grande, ya que confía en Dios a tal grado que acoge el plan de salva-ción en su vida. Para que esto pueda suceder, debemos entender que los misterios divinos solo se pueden com-prender en la intimidad del corazón, en un ambiente de oración, ya que fuera de este camino todo puede ser confuso; la Virgen María se encuen-tra en la misma sintonía con Dios, por ello su elección es el plan salvífico de Dios en su propia vida.

Estamos a unos días de celebrar la

Navidad, por esa razón hoy la Virgen María debe ser nuestro modelo para aprender a poner toda nuestra con-fianza en el Señor, debemos apren-der con gozo a poner toda nuestra esperanza solamente en Dios. María es el modelo de la Iglesia, una Iglesia que en este tiempo debe aprender a fomentar la alegría de la grandeza del misterio que estamos próximos a celebrar; debemos ser Iglesia, que aprendamos como María a decir que “sí” a una Iglesia que, en camino de humildad, siempre esté dispuesta a es-cuchar al Señor; debemos aprender a ser una Iglesia que se preocupe más de comunicar el Evangelio, en donde mostremos a Cristo como el que es nuestra única esperanza y salvación.

Finalmente, quiero invitarte a ser una Iglesia en donde siempre estemos dispuestos, como María, a estar más atentos al sufrimiento de los demás, a ser discípulos que nos olvidemos de nosotros para ayudar a aquel que ne-cesita; pero, sin olvidar ser discípulos que, dentro de la Iglesia, como María, sepamos guardar y sobre todo medi-tar en nuestro corazón el misterio de Dios, que se ha encarnado para que experimentemos su amor y podamos, con nuestras obras, transmitirlo. Que santa María interceda por nosotros y nos ayude a recibir a Cristo el Señor. Amén.

Foto: Cathopic. El Adviento nos prepara para recibir, como María, con pleno abandono en la voluntad de Dios, al Niño Jesús, que viene a salvarnos..

Homilía en el iv domingo de Adviento

HOMILÍAS Por: Pbro. Armando Medina Trejo / Diócesis de Ecatepec

¡Hoy nos ha nacido el Salva-dor! Es la expresión con la que he-mos dado respuesta al misterio de nuestra fe, al Hijo de Dios que se ha encarnado para darnos a conocer el amor inconmensurable del Padre.

Sin lugar a duda, es una opor-tunidad para darnos cuenta cómo Dios desde siempre toma la iniciati-va para tener un encuentro íntimo y cercano con el hombre, y qué mejor manera de hacerlo que revelarse en su Hijo muy amado, el Emmanuel, el Dios con nosotros. Si bien los evangelistas nos presentan cómo vino Jesús al mundo, qué personas participaron en este Nacimiento, es importante que nosotros, actualizan-do este acontecimiento, nos demos la oportunidad de vivir y gozar, como María, José, los pastores, incluso la multitud del ejercito celestial, una alegría que se manifiesta en la sen-cillez y humildad de un pesebre, for-talecido por un amor incondicional que calienta y protege la vida del más inocente.

La familia hoy en día está llamada a ser ese pesebre donde cada esposo, esposa, padre, madre, hijo, hija, pue-da recostarse para encontrar amor, paz, seguridad, fuerza, consuelo y, sobre todo, protección ante las ad-versidades que muchas veces vamos encontrando en el camino de la vida; porque, como describe san Lucas, no había otro lugar para ellos en la posada (cfr. Lc. 2, 7), de la misma manera no podemos encontrar otro lugar más seguro para vivir nuestra dignidad que la familia, comunidad de vida, en donde cada integrante es un don para los demás.

Es cierto que hoy nos ha tocado

vivir situaciones difíciles que han he-cho quizá preguntarnos ¿dónde está Dios en medio de esta pandemia? Porque nuestros temores en ocasio-nes nos retraen, nos llevan a cues-tionar el sentido de nuestra vida, del

mundo, de lo que llegaremos a ser, pero es en estos momentos cuando tiene sentido nuestra fe y nuestra es-peranza y de recordar la condición del nacimiento histórico de Jesús, que fue anunciado por el Ángel del Señor a los pastores como represen-tantes que aceptan con una actitud sencilla y humilde la revelación del Verbo hecho carne, que quiere habi-tar entre nosotros.

Hoy nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el que desde su nacimiento define su persona y se le reconoce su misión; hoy es el momento de recor-dar que Jesús es la luz que ilumina el mundo, y especialmente a cada uno de nosotros. Roguemos a Él, para que, así como fue protegido y ama-do incondicionalmente por María y José, también nosotros recibamos es-tos dones en nuestras familias. ¡Feliz Navidad!

Foto: Cathopic. Alégrense todos, porque ha nacido el Dios único y verdadero, que quiso hacerse hombre para salvarnos.

Homilía en la Natividad de nuestro Señor Jesucristo

HOMILÍAS Por: Pbro. Guillermo Flores Millán / Diócesis de Nezahualcóyotl

“No podemos encontrar otro lugar más seguro para

vivir nuestra dignidad que la familia, comunidad de vida, en donde cada integrante es

un don para los demás”

CELEBREMOS LA FE Por: Juan Valdez / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Una Navidad diferente

“Cada Navidad es la oportunidad para dejar que el Cristo llegue a configurar

nuestro corazón, nuestra mente, nuestra persona, para

que seamos mejores con el paso del tiempo”

Page 11: Por: Navidad

El Obispo de la Prelatura de Jesús María, El Nayar, Fray José de Jesús González Hernández, OFM, res-ponsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Pueblos Originarios y Afromexicanos, emitó un mensaje por la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, en el cual afir-mó: “Consideramos se trata de una ocasión para recordar las demandas de los pueblos por el respeto a sus derechos. Por esta razón queremos recordar al Estado Mexicano la ne-cesidad de cumplir sus compromisos internacionales, principalmente el de establecer una relación respetuosa con los pueblos (originarios) a partir del reconocimiento de su realidad como sujetos de derecho”.

Reflexionó sobre el acompaña-miento que se ha brindado a los Pue-blos Originarios durante la pandemia de Covid-19: “Hemos constatado que han sido menos afectados. Con-

sideramos que se debe a que tienen la fuerza para resistir. A lo largo de su vida han cultivado la sabiduría que les permite contar con buenas prácti-cas de alimentación y han cuidado la salud al entenderla como un estado que resulta de establecer relaciones equilibradas con la comunidad y con la naturaleza”, puntualizó.

Sin embargo, hizo un llamado al Estado Mexicano para cumplir con

su obligación de garantizar a todos los pueblos, “sin discriminación”, la totalidad de sus Derechos Humanos: “La pandemia ha puesto de relieve que es necesario abatir las desigual-dades que afectan gravemente al conjunto de la sociedad, aunque im-pacta con mayor intensidad a las per-sonas, grupos y pueblos que han sido excluidos o despojados a lo largo de la historia…. Consideramos que los

derechos de los pueblos no pueden ser garantizados sin su participación y su consentimiento. Las iniciativas de desarrollo, sobre todo las que im-plican la construcción de infraestruc-tura, actividades turísticas o extrac-ción de bienes naturales no pueden justificarse o imponerse en nombre del desarrollo… Es necesario respe-tar y garantizar su derecho a la libre determinación, es decir, su derecho a decidir las formas de organización propias y a perseguir su desarrollo cultural, social y económico”.

Mons. José de Jesús González con-cluyó agradeciendo a los Pueblos Originarios por “permitirnos cami-nar a su lado en la defensa de sus derechos y en la vivencia comunita-ria”.

Nos encontramos en una situación muy difícil por la pandemia del Co-vid-19, ante ello, la Iglesia, como Ma-dre y Maestra, siempre debe estar al pendiente en el cuidado y formación de todos los miembros de la misma. Por lo anterior, durante este tiempo se recomienda, para todos aquellos hermanos que se encuentran en ma-yor vulnerabilidad por esta pandemia, poder realizar la comunión espiritual tras seguir la transmisión de la Santa Eucaristía por los medios digitales.

Pero, ¿que es la comunión espiri-tual? Santo Tomás de Aquino nos ilumina en la Suma Teológica: “la comunión espiritual consiste en hacer un acto de fe sobre la presencia de Je-sucristo en la Eucaristía, después un acto de amor, y contrición por haberlo ofendido; después el alma invita al Se-ñor a venir a ella y a que la haga suya

completamente; en fin, le da gracias como si lo hubiera recibido sacramen-talmente”.

Por consiguiente, entendamos que con la comunión espiritual se abre un manantial de gracias y bendiciones, por lo cual es importante señalar algu-nos puntos importantes para realizarla en estos tiempos de pandemia.1. Por medio de la oración, el fiel ex-

presa el deseo de recibir a Jesucristo en la Eucaristía sin relegar la comu-nión sacramental.

2. Solo debe ser empleada en los casos en los que es imposible acudir a la Eucaristía (como lo es este tiempo por la pandemia del Covid-19).

3. Lo anterior implica estar prepara-dos como si se tratara de la recep-ción eucarística de forma física.La comunión espiritual nos ayuda a

tener un gran amor al Señor y a te-

ner un gran deseo de recibirlo, esto lo podemos hacer con nuestras propias palabras o podemos emplear algunas otras como las siguientes, que son una oración de San Alfonso María de Li-gorio, en donde se expresa el deseo de recibir a Jesús espiritualmente:

Creo, Jesús mío,que estás realmente presente en el Santísimo

Sacramento del Altar.Te amo sobre todas las cosasy deseo recibirte en mi alma.

Pero como ahora no puedo recibirte sacra-mentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.Y como si ya te hubiese recibido,te abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamásme aparte de Ti. Amén.

comunicado por la conmemoración deldía de derechos Humanos

importancia de la comunión espiritual entiempos de pandemia

ACTUALIDAD Por: Samuel Nájera / Diócesis de Texcoco

ACTUALIDAD Por: Dimensión de Liturgia / Diócesis de Ecatepec

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Familia 11

Para los católicos, hablar de perse-cución resulta un tema muy amplio y conocido, porque las persecuciones que separan familias y acaban en tor-tura y muerte se han manifestado en todas las etapas de la historia, en to-dos los países del mundo.

La familia de Jesús sufrió muchas penurias al salir huyendo a Egipto, llevando lo poco que tenían, tal como sucede ahora con las familias migran-tes, que vagan sin saber cuál será su destino o quedándose en el camino. El sufrimiento de la Sagrada Familia no dista del que hoy en día padecen tantas familias, y la sociedad sigue cerrando los ojos, pasando de largo ante ellos, casi sin mirarles y mucho menos les da ayuda.

En las noticias vemos que, en pleno siglo XXI, los católicos somos el gru-po religioso más perseguido, con 150 mil muertes en el mundo y más de 300 millones de creyentes que viven

bajo amenaza y discriminación, por-que, a pesar de los avances en contra de la violencia y la libertad, no pode-mos defender nuestros ideales confor-me a nuestra visión cristiana.

Hoy vivimos persecuciones físicas, pero las que más están dañando son las persecuciones ideológicas, porque la familia cristiana actualmente está impedida para opinar sobre la violen-cia contra la mujer, la sexualización de los niños a través de los diversos contenidos a los que acceden. Nunca se había atacado y perseguido tanto a la familia, el 90% de las personas que se casan terminan divorciadas,

menos del 10% se une ante la ley de Dios; como padres estamos perdien-do el derecho a defender, educar, for-mar e inculcar la fe a nuestros hijos.

Si hablamos de la familia natural, a imagen de la Sagrada Familia, nos tachan de intolerantes, si defendemos a los hijos por nacer, somos retrógra-das. Hoy, si formas a tu familia en la verdad, serás perseguido por institu-ciones gubernamentales. En los mo-mentos adversos, José y María escu-charon la voz de Dios; las familias de hoy también deben orar para estar unidas en los momentos de angustia y alegría.

Estoy segura de que muy pocos dimensionamos cómo viviríamos esta Navidad, guardando la sana distancia y sin reuniones masivas. Esto puede ge-nerar sentimientos negativos, angustia y depresión, pero podemos colaborar para eliminar estos sen-timientos en nuestra familia, y esto lo logramos si planeamos una Navidad diferente, tratando de que sea muy especial y muy espiritual, en la familia nu-clear. Aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.

Primero. Que todos sepan qué celebramos.

No debemos olvidar que el festejado es Jesús, que quiere nacer en cada familia. Es una gran tenta-ción dejarse llevar por lo material y el consumismo, pero este año nos da la oportunidad de centrarnos en lo importante, que es Jesús, que se hace hombre y que nace en nuestros corazones para salvarnos de las tinieblas del pecado.

SegUNdo Prepara una dinámica familiar que exprese cariño.

Por la situación que vivimos, se han vuelto muy necesarias las expresiones de cariño, incluso de forma virtual, es por esto que podemos tomarnos un poco de tiempo para preparar una dinámica donde podamos expresarnos cuánto nos queremos y demostrarnos ese cariño. Aquí entra la creativi-dad y disposición para hacer que la convivencia sea increíble y que ninguno se que sin una muetra de cariño en estos momentos de dificultad.

tercero. Que no falten los villancicos.

La música nos ayuda a que el ánimo no decaiga, por eso, este año sería muy bueno tener a mano y bien ubicados los cantos que nos ayuden a resal-tar este gran acontecimiento. Aún tenemos tiem-po para hacer una lista de reproducción con los villancicos que más nos gusten, así podremos po-nerla de fondo en nuestra convivencia familiar en Noche Buena.

cUArto Haz una fiesta íntima.

Es un error pensar que, por estar solo con nuestra familia nuclear, no debemos hacer fiesta, ¡ellos son lo más importante! La fiesta no tiene que ser muy elaborada o que nos genere un gran gasto, pero sí podemos preparar una rica cena y pasar momen-tos de convivencia y unidad familiar. La parte cen-tral de esta fiesta es la Santa Misa, podemos seguir-la por televisión o por las redes sociales y después hacer el arrullo del Niño Dios, para que así nuestra familia viva una Navidad más centrada en el feste-jado, es decir, en Jesús.

QUiNto Reúnete con el resto de la familia de forma virtual.

Recuerda siempre seguir las disposiciones de las autoridades y las recomendaciones para evitar con-tagios, por ello, puedes prever y planear reuniones por las diferentes plataformas de videoconferen-cia, para que todos participen de esta importante fiesta. La clave para pasar una Navidad única es darle el sentido más trascendente que tiene y cen-trarnos el el verdadero festejado, en Jesús.

Persecusión a la familia

Una Navidad nunca antes pensada

FAMILIA Por: Lic. Astrid García / Pastoral Familia y Vida de la Diócesis Valle de Chalco

5 TIPS de Silvia del Valle

@SilviaMdelValle / [email protected]

Fotos: Cathopic. La Sagrada Familia escuchaba la voz de Dios; las familias de hoy también deben orar para estar unidas en los momentos de angustia y alegría.

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

Actualidad 319 / Diciembre 20, 2020 /6

Fotos: Cathopic. “Se trata de una ocasión para recordar las demandas de los pueblos por el respeto a sus derechos”.

“El sufrimiento de la Sagrada Familia no dista

del que hoy en día padecen tantas familias”

Fotos: Cathopic. La comunión espiritual, cuando no se pue-de recibir la comunión sacramental, también se llama con razón "comunión del deseo". Desear que la propia vida esté unida a Jesús, especialmente a su sacrificio por nosotros en la Cruz.

Page 12: Por: Navidad

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Caminar Diocesano 5

“El Señor nos llama a encen-der estrellas en la noche de otros jóvenes” CV 33.

La pandemia nos ha llevado a desa-rrollar nuevas estrategias de evange-lización, no solo en el ámbito juvenil, sino en todos los sectores pastorales, estrategias que nos han permitido explotar los dones de cada uno de los integrantes de nuestras dimen-siones, así como potencializar los re-cursos con los que contábamos para el desarrollo de las mismas.

Por lo que el pasado mes de oc-tubre del 2020, bajo el lema “escu-chando el lamento de la Creación, con gratitud y alegría generamos la casita sagrada”, la dimensión de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes de la Diócesis de Nezahualcóyotl realizó el primer Encuentro digi-tal para adolescentes y jóvenes ca-tólicos, mediante la plataforma de Zoom.

El objetivo principal es conocer las fortalezas y debilidades en la ju-ventud de este siglo en el proceso de evangelización, para que juntos logremos discernir nuestra voca-ción mediante el servicio, teniendo como base nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

El encuentro tuvo como base 3 pilares fundamentales: Mirar el pa-sado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza, sin dejar de lado el pro-tagonismo juvenil, desarrollados en la conferencia impartida por el Pbro. Edgar Cruz Arauz, quien alentó a los jóvenes con el exhorto: “Que nadie menosprecie tu juven-tud”.

Dentro del ámbito del desarro-llo personal y profesional, tuvimos como invitados al abanderado pro-fesional Andrés Hernández Delga-do y al boxeador Humberto “la chi-quita González”, quienes, mediante su testimonio, nos enseñaron que con perseverancia y oración se lo-gran grandes sueños.

Cabe destacar que, para los jó-venes de nuestra amada Diócesis el encuentro significó un gran mo-mento formativo que les permitió ampliar su panorama en cuanto al servicio pastoral, resaltando la dignidad como seres humanos y el cuidado de la Creación al que esta-mos convocados como jóvenes cató-licos.

La tradición de hacer posadas se atribuye a los primeros misioneros en México en el siglo XVI; en ellas se enseñan algunos de los misterios de la fe católica, de forma dinámica y pedagógica.

Las posadas son la novena de la Navidad, que comienza el 16 de di-ciembre y termina el 24 del mismo mes. En ellas se recuerda a José y a María buscando hospedaje en la ciudad de Belén, que significa “casa del pan¬”, donde se les negó por-que ya no había lugar para ellos ni para el único Hijo del verdadero Dios. Este acontecimiento nos invita a abrir las puertas de nuestro cora-zón para hospedar a Jesús en él, y las puertas de nuestro hogar para com-partir el pan con nuestros hermanos necesitados.

Las posadas son una excelente oportunidad para vivir la fraterni-dad. Sin embargo, en este tiempo especial y extraordinario por la pan-demia de la Covid-19 que vivimos, lo recomendable será que las familias y amistades no se reúnan; el consejo de las autoridades civiles y eclesiásticas es que las personas se guarden y es-peren tiempos más propicios.

Hay familias grandes que viven en una misma casa y celebrarán las Po-sadas o Navidad juntos. Por eso, pro-curen que los integrantes que salen a trabajar también usen su mascarilla en casa, en todo momento. El lavado de manos frecuente es un hábito que debemos mantener, al llegar a casa, estando juntos y al salir. Recordemos que hay quienes pueden tener el vi-rus y no presentar síntomas visibles; sin embargo, otros sí pueden mani-festar síntomas graves.

Cuidemos al otro, al prójimo, siendo precavidos como si fuéramos asintomáticos. Sea que creas o no, es responsabilidad tuya cuidarte y cui-dar que los seres que amas estén bien y a salvo.

¡Familia unida... caridad compar-tida!

encuentro digital para adolescentes y jóvenes católicos

las Posadas en este 2020

CAMINAR DIOCESANO Por: Paola Gpe. Figueroa Amaya / Diócesis de Nezahualcóyotl

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Texcoco

Foto: Cathopic. Los jóvenes católicos están llamados a llevar la luz de la dignidad de seres humanos y el cuidado de la Creación a donde quiera que vayan.

Foto: Cathopic. No perdamos esta gran oportunidad de abrir las puertas del corazón a la caridad.

Cultura 319 / Diciembre 20, 2020 /12

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

El árbol de Navidad decorado se cree que apareció a principios del si-glo XVII en Alemania. En 1605, un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo. El árbol de Navidad llegó a Finlandia en el año de 1800, donde se extendió por el resto de países nórdi-cos. Llegó a Inglaterra en 1829, y fue el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, quien ordenó adornar el cas-tillo de Windsor con un árbol navide-ño en 1841.

La estrella que colocamos en la punta del árbol representa nuestra fe, que debe guiar la vida de todo cristia-no.

Las esferas, aunque en un princi-pio se usaron manzanas que represen-taban la tentación, simbolizan los do-nes que Dios ha dado a los hombres.

Las luces representan la luz de Cristo en nuestra vida.

El Pesebre fue en la Navidad de 1223 en la que un fraile se encontra-ba de viaje en la ermita de Greccio, en donde tuvo la idea de reproducir en vivo el Nacimiento de Jesús. Poste-riormente, el primer nacimiento fue hecho con figurillas de barro y puesto en Nápoles en el siglo XV.

En el nacimiento siempre vemos un cielo estrellado, este nos re-cuerda que, aún en los momentos de oscuridad, la luz de Dios siempre está presente.

En la Virgen María, que con-templa a su Hijo y lo muestra a cuan-tos vienen a visitarlo, vemos que la Madre de Dios no tiene a su Hijo solo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica.

San José, el padre adoptivo de Je-sús, es la clave en la historia del Naci-miento al aceptar como suyo al Hijo de Dios. San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María, él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia.

Los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la Salvación que se les ofre-ce; son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acon-tecimiento de la Encarnación.

Los Reyes Magos representan la humildad de aquellos poderosos que

tuvieron la humildad de reconocer a Dios y arrodillarse ante Él. "Obser-vando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones: oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegóri-co: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura".

Significado del árbol de Navidad y el Pesebre

CULTURA Por: CODIPACS / Diócesis de Izcalli

Foto: Cathopic. El árbol de Navidad y el Pesebre colocados en los hogares son un signo de esperanza para los demás.para los demás.

“El árbol y el Pesebre ayudan a crear el clima navideño

favorable para vivir con fe el misterio del Nacimiento del Redentor” Papa Francisco

El 28 de diciembre la Iglesia católica conmemora a los Santos Inocentes, y tiene su fundamento bí-blico en el Evangelio de Mateo (2, 16), en donde se narra cómo el rey Herodes, después de hablar con los magos de Oriente que iban en busca del recién nacido rey de los judíos, ‒Herodes, vien-do como un peligro para su reinado y su poder el nacimiento del anunciado Mesías y futuro rey de Israel‒ ordena acabar con todos los niños meno-res de dos años nacidos en Belén de Judea, para asegurarse de que este fuera asesinado. A partir de este genocidio, la Iglesia celebra la fiesta de los niños que, sin saberlo, murieron por Cristo (ino-centes).

En torno a este hecho, en países de habla his-pana se hacen todo tipo de bromas difundiendo información falsa, haciéndola parecer real, y lla-mando a quien la cree “inocente palomita que te dejaste engañar”. Sin embargo, más allá de las bromas y de las diversas formas en que se con-memora esta masacre que nos narra el Evangelio, debe hacernos tomar conciencia de que, de una manera distinta, en otra época, con medios dis-tintos, se sigue repitiendo este acto de barbarie, y con más fuerza, porque se dice que Belén era un pueblo pequeño y que los niños asesinados fueron alrededor de 20.

Pensemos por un momento ¿cuántos millones de niños son asesinados o abortados antes de na-cer? y hasta se legisla para negarles el derecho a la vida. Recordemos a esos niños inocentes que hoy sufren maltrato, abusos de todo tipo, explotación, aquellos niños abandonados, otros más que son víctimas de la violencia y del hambre, pensemos en esos miles de niños que son torturados, que-mados, decapitados y hasta enterrados vivos en países como Siria e Irak, solo por ser cristianos, muchos más desterrados de su patria y muertos durante su éxodo hacia otros países, ¿y aun segui-remos tomándolo como un día de bromas?

Que esta celebración nos haga reflexionar, des-de nuestra condición de católicos, y preguntarnos ¿Qué he realizado en torno a la defensa y el respe-to a la dignidad humana?, sobre todo de quien no puede defenderse, o peor aún, de quién no tiene voz; preocuparnos si nos estamos convirtiendo en el Herodes del siglo XXI contribuyendo o tal vez ignorando el martirio de tantos niños inocentes. Como un mínimo gesto de sensibilidad, dedique-mos nuestra oración por los Santos Inocentes del mundo actual y por la conversión y salvación de los nuevos Herodes que, activa o pasivamente, di-recta o indirectamente, han participado en estos crímenes.

los Santos inocentes de hoyCULTURA Por: Sofía L. Godínez / Diócesis de Texcoco

Foto: Cathopic. Grande es Dios, sin embargo, se hizo el más pequeño para demostrar que en las cosas pequeñas, en la sencillez, es donde se halla el verdadero gozo.

“Abramos las puertas de nuestro corazón para hospedar a Jesús en él,

y las puertas de nuestro hogar para compartir el

pan con nuestros hermanos necesitados”

Page 13: Por: Navidad

Caminar Diocesano 319 / Diciembre 20, 2020 /4

La transmisión de la fe es la propues-ta existencial de los valores esenciales del Evangelio que afectan los centros vitales de la persona y de su entor-no. En muchas partes de México y del mundo, se proclama, se anuncia, pero no siempre se logra tocar lo más profundo de la vida, no porque el Evangelio haya pasado de moda, sino porque no se transmite en un lengua-je que entienda cada generación. La época de cambio nos confirma que la pastoral está también en transición entre lo que fue y lo que quiere ser, entre los esquemas repetidos y la ur-gencia de crear algo nuevo.

En la Diócesis de Valle de Chalco vivimos una pastoral de la esperanza, transmisora de la fe, dotada de una fuerza espiritual, de múltiples opor-tunidades y de grandes potencialida-des para edificar el proyecto de Dios. Sin embargo, en las condiciones ac-tuales, ¿cuál es el pronóstico pastoral de nuestra Diócesis? y ¿qué podemos hacer?

Si ya tenemos metas y objetivos en el Plan Diocesano de Pastoral, es

necesario conocerlos y trabajar en la realización de ellos; tomar concien-cia de que lo que tú no vas a hacer nadie más lo va a realizar; escuchar a la comunidad, porque en ella encon-tramos las soluciones que el mismo

pueblo manifiesta y se compromete a realizar. Exigencias del PGP y de la Pri-mera Etapa del PDPEl Plan Global de Pastoral nos pre-senta opciones para lograr “Una Igle-

sia que anuncia y construye la Digni-dad Humana, comprometida con la paz y las causas sociales, una Iglesia Pueblo, Misionera y Evangelizadora, una Iglesia Compasiva y Testigo de la Redención, que comparte con los adolescentes y jóvenes la tarea de ha-cer un país lleno de esperanza.

La tarea parece superior a nuestras fuerzas, por eso el Proyecto Global de Pastoral y el Plan Diocesano de Pas-toral exigen procesos en los que ten-gamos clara la situación que vivimos, ser conscientes de la nueva sociedad que como Iglesia queremos construir, asegurar los pasos que podemos y de-bemos dar, siguiendo nuestro Modelo Operativo.

Para 2021, nuestro objetivo es tra-bajar fraternalmente a favor del bien común, fortaleciendo la cercanía, la confianza y la disponibilidad para se-guir construyendo el Reino de Dios.

El Adviento es un tiempo especial de gracia, es un tiempo de preparación para la celebrar la Navidad; durante este tiempo es bueno reflexionar en el camino que como cristianos debe-mos hacer para poder recibir a Cris-to como nuestro único Salvador.

Ahora, durante este tiempo espe-cial que como sociedad estamos vi-viendo, nos lleva a vivirlo de manera diferente, por ello el Pbro. Antonio Zarate Rosales, junto con su equi-

po de Pastoral Juvenil Diocesana, han llevado acabo el Retiro Virtual de Adviento dirigido para Jóvenes, el cual tuvo como lema “María: in-fluencer en Adviento”, buscando po-der caminar junto a María y reflexio-nar sobre el camino que el joven debe hacer para recibir al Salvador.

Para comenzar este Retiro Virtual, el Hno. Jaime, de los hermanos de San Juan Diego, tomando a María como la influencer de Dios, mostró a

la Virgen María como la mujer que transmite la esperanza y la alegría, su vida es ejemplo para los jóvenes de este tiempo. Mencionó cómo el Papa Francisco expresó que María es la influencer de Dios, Ella que le dijo “sí” al amor, y con el «hágase» se convirtió en la mujer que más ha influenciado dentro de la historia.

Posteriormente, a través de la plataforma de Zoom y mediante la transmisión de Facebook live, los jó-

venes participaron de una actividad, en la cual adquirieron un compromi-so de poder hacer que a otros jóvenes llegue el mensaje de Salvación. De igual manera, mediante una aplica-ción, se logró que los jóvenes parti-ciparan contestando preguntas del tema expuesto.

Finalmente, nuestro obispo, Mons. Roberto Domínguez, en la Eucaristía que presidió para los medios digitales por los cuales estaban participando los jóvenes, les exhortó a seguir sien-do jóvenes que lleven el mensaje a otros jóvenes con alegría.

Seguimos caminando en sinodalidad

“maría: influencer en Adviento”

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Valle de Chalco

CAMINAR DIOCESANO Por: CODIPACS / Diócesis de Ecatepec

Foto: Diócesis de Valle de Chalco. Vivimos una pastoral de la esperanza, transmisora de la fe, dotada de una fuerza espiritual.

Foto: Diócesis de Ecatepec. Mons. Roberto Domínguez con el equipo organizador del Retiro Virtual de Adviento para Jóvenes..

/ Diciembre 20, 2020 / 319 Cultura 13

ENcuéNtrANos EN: ENcuéNtrANos EN:proviNciA EclEsiÁsticA dE tlAlNEpANtlA proviNciA EclEsiÁsticA dE [email protected] [email protected] www.proviNciAdEtlAlNEpANtlA.org.Mx

La causa del desgaste de la Crea-ción forma parte de las conse-cuencias del desgaste que como sociedad hemos tenido a causa del pecado, este es uno de los temas principales que toma el Papa Fran-cisco en su encíclica “Laudato Si”.

El hombre se ha ido desarro-llando desde una cultura que pone como base la técnica, la razón, y con ello descarta la realidad natu-ral, esto lleva a debilitar el valor del hombre, ya que lo pone desligado de su propia realidad, como un ser autónomo de la naturaleza. Cabe mencionar que la tierra ha sido dada al hombre desde el principio para que fuera custodiada para el bien de sí mismo. Pero no solo la tierra, el mismo hombre es un don dado por Dios, el cual tiene que ser cuidado, respetado y amado.

Por ello, es necesario iniciar, si es que buscamos revertir el daño al mundo, mejorando nuestras relaciones interpersonales, que sufren de una crisis ética, cultural y espiritual. Todo está conectado, en la medida que uno comience a respetarse como Creación amada por Dios valorará al prójimo, y a su vez lo demás creado por Dios, y ocupará su lugar justo en esta Creación.

En estos tiempos previos a la Navidad, es muy común comprar y comprar, para los que tienen esa posibilidad, ya que hemos sido inundados de propaganda consu-mista, todo se trata de comprar, y pareciera que de eso depende nuestra felicidad, nuestra vida. No caigamos en esa trampa, muchos experimentamos un vacío poste-

rior a estas fechas de las que ten-dríamos que salir llenos de Dios, de esperanza, sin embargo, volvemos a nuestra realidad y una realidad cruda, donde nos confrontamos si era necesario tanto despilfarro. A esto, hoy tenemos que añadir si con ello pude haber ayudado a alguien.

Quiero aclarar que no estoy en contra de que si alguien trabajó mucho tiempo para comprarse algo lo haga, sino en el peso que le damos a eso en nuestra vida, cada quien evalúe. «Donde está su teso-ro, ahí está su corazón» Cfr. Mt (6, 19-23).

Hoy tenemos una gran oportu-nidad de compartir, de llenar ese vacío que lo material llena a me-dias y luego lo arrebata despiada-damente. Tenemos la oportunidad

de vivir una Navidad donde lo que reine sea Dios, que viene a nues-tro encuentro, y unidos a Dios los hombres y la Creación. ¿Qué verá Dios cuando venga?

¿y este vacío por qué?CULTURA Por: Pbro. Oscar Martínez López / Diócesis de Nezahualcóyotl

Foto: Par-Olé Style En estos tiempos todo se trata de comprar, y más con las facilidades de pago y las compras en línea, y pareciera que de eso depende nuestra felicidad.

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CULTURA Por: Lic. Judith Salazar / Diócesis de Ecatepec

Estamos próximos a celebrar la fies-ta de la Sagrada Familia, una fiesta que se celebra durante la Octava de

Navidad, este año la celebraremos el domingo 27 de diciembre. La Sagra-da Familia de Nazaret es el modelo de toda familia humana, puesto que su celebración nos debe motivar a profundizar en el amor que las fa-milias deben tener. Si se contempla a la familia a la luz de la fe, podemos mirar a la familia como el proyecto de amor que Dios tiene para los seres humanos.

La Sagrada Familia Nazarena, en la cual José y María han acepta-do el plan de salvación, nos lleva a contemplar cómo la familia debe, en primer lugar, acoger, proclamar y vi-vir la Palabra hecha carne y, en un segundo momento, la familia debe vivir la unidad y humildad, para ser testimonio vivo del amor que Dios ha manifestado en Cristo, nacido para nuestra salvación.

La devoción en esta fiesta se re-monta al siglo XVII, sin embargo, a partir del año 1921 la Sagrada Con-gregación para la Liturgia amplió la Fiesta a toda la Iglesia Universal. Debemos preguntarnos: ¿Por qué es importante esta festividad para la Iglesia? La respuesta es sencilla: Lo primero es mirar a San José como el modelo de obediencia, ya que obe-dece al plan de Dios, no abandona a la familia, ni pone sus propias con-diciones; la Santísima Virgen María es el modelo del ‘sí’, es decir, la con-fianza plena en plan de Dios, dócil para que se cumpla en ella el plan salvífico; y el Niño Jesús es el reflejo de la bondad de Dios, es el modelo de santidad para todos los cristianos.

Tampoco debemos olvidar que, con estas características, la familia debe ser para nosotros la escuela del amor, la Iglesia doméstica, es donde se va a hacer patente el milagro del amor, la vivencia de la fe, en donde cada uno de nuestros actos reflejen

la acción de Dios. por ello la familia debe ser el lugar de la providencia, en donde nos formamos como hu-manos, pero también como cristia-nos, en la familia debemos crecer en sabiduría, en edad, y sobre todo en la familia aprendemos a hablar con Dios.

Finalmente, no se nos olvide que la familia está fundada en el matri-monio entre un hombre y una mujer, quienes, abiertos al don de la vida, manifiestan su amor en comunión intima con Dios y como esposos.

fiesta de la Sagrada familia de Nazaret

Foto: Cathopic. “Podemos mirar a la familia como el pro-yecto de amor que Dios tiene para los seres humanos”.

“La familia debe ser para nosotros la escuela del amor,

la Iglesia doméstica, es donde se va a hacer patente

el milagro del amor, la vivencia de la fe, en donde cada uno de nuestros actos reflejen la acción de Dios”

Page 14: Por: Navidad

Infantil 319 / Diciembre 20, 2020 / / Diciembre 20, 2020 / 319 Editorial14 3

Nacimiento del Niño diosINFANTIL Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Hace casi nueve meses conocimos por primera vez el semáforo rojo en el Estado de México, en ese en-tonces no sabíamos lo que era el semáforo rojo, no sabíamos cómo reaccionar ni las consecuencias que traería.

Por un momento la Iglesia quedó plasmada en no saber qué pasaría, en no saber cómo seguir llevando el Evangelio hasta los últimos rincones de la Provin-cia dadas las circunstancias del confinamiento. Pero pronto el Espíritu Santo comenzó a soplar sobre cientos de personas, que empezaban a encontrar la forma de seguir llevando el Evangelio a todas partes de forma creativa, aún en medio de la emergencia sanitaria.

Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, todos bus-cando nuevas formas para seguir evangelizando, para seguir ayudando a los más necesitados, para seguir ejercitando la caridad y la misericordia, para seguir nutriendo el espíritu y para seguir creciendo en la fe. Fue y es increíble ver a las generaciones aprender las unas de las otras, complementándose para seguir creciendo, para continuar formándose en todos los aspectos.

Lamentablemente, en la Zona Metropolitana del Valle de México el semáforo epidemiológico ha re-gresado al color rojo, que significa un alto riesgo de

contagios, y lo cual es motivo de frustración y hasta enojo, porque pareciera que esta pandemia no ter-mina, pareciera que quiere acabar con todo aquello que nos importa, pareciera que los esfuerzos han sido inútiles. Este virus, que ya ha afectado bastante en la sociedad, tanto física como emocionalmente, pareciera que quiere acabar también con la espe-ranza y la fe de los cristianos.

Hoy más que nunca sabemos que, ante esta emer-gencia sanitaria, debemos cuidarnos y cuidar a los demás, debemos seguir las indicaciones de las auto-ridades civiles y sanitarias, debemos poner la mirada en los más necesitados y ayudarlos dentro de nues-tras posibilidades, debemos mirar a Jesucristo en el pesebre, que se hizo hombre para compartir con no-sotros la humanidad y para enseñarnos a vivir como hijos de Dios. Este el momento más importante de combatir para terminar con la pandemia, usando todas las herramientas que la Iglesia y la tecnología ponen a nuestro alcance, porque, de otro modo, la pandemia puede terminar con nosotros.

Por eso, este también es un llamado a no dete-nernos, a seguir luchando, es una luz verde para se-guir nutriendo el espíritu y fortaleciendo la fe y la esperanza en el Dios vivo que quiso nacer y vivir en medio de nosotros, que quiso ser como nosotros en todo, menos en el pecado, que quiso compartir la

fragilidad humana, conocer nuestros sufrimientos, que quiso venir a este mundo para que conociéra-mos al Padre.

Vivamos con mucha fe y esperanza la fiesta de la Navidad y adoremos al Dios Todopoderoso que ha venido para devolver el gozo y la alegría a este mundo.

Editorial Mensajero

¡Semáforo rojo! No dejemos de combatirEDITORIAL

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la Navidad se trata de abrir el corazónOPINIÓN Por: Por: Luis Antonio Hernández / Director de Voto Católico

Está a punto terminar uno de los años más complejos en la historia reciente de la humanidad. La sor-presiva aparición de un virus mi-croscópico denominado Covid-19, en el escenario mundial, derrumbó las falsas seguridades que sustenta-ban nuestra existencia, dando lugar a formas alternativas de convivencia e interacción social.

Desde hace nueve meses, la pan-demia nos ha hecho sentir, aún en medio del desconcierto, la interde-pendencia que nos une a todos, des-pertando un renovado sentimiento de empatía que nos hace compren-der las dificultades del prójimo, con quien hoy tenemos tanto en común, y nos empuja a intentar vivir en ar-monía con los demás.

Es una nueva socialidad, no solo sutilmente expresada, sino percibida y compartida, que representa una

gran esperanza en medio de la con-fusión y el sufrimiento que ha causa-do esta emergencia sanitaria.

La lección más grande que segura-mente nos dejarán estos tiempos es la seguridad de que nadie puede pelear la vida aisladamente, se necesita una

comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante, como oportunamente ha expresado el Santo Padre en Fratelli Tutti.

Más allá de la pandemia, debemos trasladar este aprendizaje a todos los ámbitos de nuestra actividad coti-

diana, nunca más debemos olvidar que formamos parte de una misma colectividad, una misma sociedad, cada uno con riquezas, convicciones y voces diferentes, sí, pero también todos hermanos, con las mismas ne-cesidades esenciales, pasajeros de la misma barca.

El año 2021 representa para nues-tro país un año especialmente impor-tante para definir el porvenir, además de continuar sorteando los efectos y secuelas del Covid, así como la crisis económica que se ha profundizado. Los mexicanos debemos resolver de la mejor manera posible el proceso electoral más grande y trascendente de nuestra historia.

Además de elegir legisladores fede-rales, y en algunos estados goberna-dor y diputados locales, lo que está en juego el próximo año es la existencia de un modelo político que privilegie

los valores fundamentales de la socie-dad, que proteja el derecho a la vida y la dignidad de la persona humana en todas sus etapas y circunstancias, al mismo tiempo que promueva el fortalecimiento de la familia; una jor-nada en la que deberán desterrarse de una vez y para siempre la división, el encono, la desconfianza y la frag-mentación social que, desde algunos meses, intereses mezquinos han pre-tendido instalar como elementos de la realidad nacional.

Celebremos esta Navidad con es-píritu de esperanza, encontremos en las luces brillantes del nacimiento un motivo para creer, para construir un mañana mejor, para orar por los mi-les de personas y familias que han pa-decido y están sufriendo a causa de esta enfermedad. La Navidad no se trata de fiestas y regalos, se trata de abrir el corazón.

Foto: Arquidiócesis de Tlalnepantla. Sigamos alimentando nuestro espíritu, fortaleciendo la fe y la esperanza y practicando la caridad con quienes más lo necesitan.

“Nunca más debemos olvidar que formamos parte de una

misma colectividad, una misma sociedad, cada uno con riquezas, convicciones y voces diferentes”

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comunicado sobre el regresoa semáforo rojo

¡Unidos somos más!

LA VOZ DEL PASTOR Por: Mons. José Antonio Fernández Hurtado / Arzobispo de Tlalnepantla

LAICOS Por: Lic. Rebeca Navarro Chaparro / Arquidiócesis de Tlalnepantla

directorioExcmo. Sr. D. José Antonio Fernández HurtadoArzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz MondragónObispo de Cuautitlán

Excmo. Sr. D. Francisco González RamosObispo de Izcalli

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G.Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla SánchezObispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales SánchezObispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza CruzObispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio BautistaObispo Auxliar de Tlalnepantla

Mons. Víctor René Rodríguez GómezDirector General Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación

Pbro. José Luis Juárez RamosDirector en Turno

Equipo de Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de TlalnepantlaColaboradores

Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesaria-mente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación.

Mensajero es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepan- tla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuauti- tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihua-cán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

Para cualquier aclaración o comentario, favor de contactarnos vía correo electró-nico a la siguiente cuenta:

[email protected]

La Voz del Pastor 319 / Diciembre 20, 2020 / / Diciembre 20, 2020 / 319 Laicos2 15

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Día Internacional de la Solida-ridad Humana

El 20 de diciembre, la Asamblea Ge-neral de Naciones Unidas proclamó el Día Internacional de la Solidari-dad Humana, con el objetivo de sen-sibilizar a la población para actuar y buscar alternativas para minimizar y/o eliminar la pobreza y así crear una sociedad sostenible, fundamen-tada en valores para impactar en una vida de calidad.

Con el fin de atender a la diversi-dad, unir fuerzas para impactar de forma positiva en la sociedad, así como recordar a los gobiernos sobre los compromisos con acuerdos inter-nacionales, se nos invita a reflexionar sobre las maneras de promover la so-lidaridad para el logro de objetivos, tanto internacionales, como nacio-nales.

Sin duda, es un día que implica un compromiso individual, poner nues-tro “granito de arena”. Normalmen-te el mes de diciembre se vive y siente de forma nostálgica y este año no ha quedado atrás, con el reto que impli-

ca vivir y en muchos casos sobrevivir a una pandemia. Dicho día nos invi-ta a seguir reinventando el quehacer diario dentro de nuestra comunidad, familia y país.

La Iglesia nos acompaña, inculca valores y un sentimiento de empatía hacia los demás hermanos. En una de

las Audiencias Generales del mes de septiembre, el Papa Francisco plan-tea que el origen común de los seres humanos es Dios y “vivimos en una casa común, el planeta; y tenemos un destino común en Cristo”.

También afirmó que cuando op-tamos por una dinámica contraria a

este origen común, “nuestra interde-pendencia se convierte en dependen-cia de unos hacia otros, aumentando la desigualdad y la marginación; se debilita el tejido social y se deteriora el ambiente”

Por ende, es necesaria la concien-tización hacia caminar, acompañar y apoyar al prójimo. Es complejo rea-lizarlo solo, recordemos que, justo en vísperas del Nacimiento del Niño Jesús y cierre de un año, tenemos la oportunidad de acercarnos a nuestra madre la Iglesia, a sus Sacramentos y a la oración, que son el alimento y el sostén de la vida de todos nosotros.

Foto: Cathopic. Porque ‘vivimos en una casa común y tenemos un destino común en Cristo’, cami-nemos juntos hacia ese destino, de la manos del prójimo y por el camino de la solidaridad.

la Sagrada familia de Nazaret, el modelo para las comunidades y la vida cristiana

LAICOS Por: Irma Hernández Canseco y Martin Ortiz Parra / Diócesis de Texcoco

Siempre hemos tenido a la Sagrada Familia como un ejemplo para nues-tras propias familias, es decir, nuestro anhelo de que nuestra familia se pa-rezca a la familia de Jesús, pero pocas veces reflexionamos que la Familia de Nazaret es el origen y prototipo de la Iglesia, es origen y escuela del Evangelio y un modelo inamovible para nuestras comunidades (grupos, asociaciones y movimientos), quie-nes son nuestra familia en Cristo, por todo esto debemos vivir y predicar los valores de la vida de Jesús en familia, de los cuales los Evangelios nos dan cuenta de esto.

Los pasajes del Evangelio que na-rran la Encarnación (Mt 1, 26-56 y Lc 1, 18-25), muestran la disponibilidad

y responsabilidad de María y José ante la voluntad y plan de Dios, atentos a conocer y dar cumplimiento, sin im-portarles los obstáculos y problemas propios de su tiempo. Nos enseñan a servir al prójimo de manera solidaria, con la visita de María a su prima Isa-bel para asistirla en su embarazo; nos dan ejemplo de prudencia y respeto, con la actitud de José ante el embara-zo de María y la manera discreta en que pensaba rechazarla; nos invitan a la alabanza por las obras de Dios, con el Magníficat; y, sobre todo, nos ejemplifican la forma en que debemos dejar a Dios actuar en nuestras vidas y en medio de la comunidad.

Reflexionemos sobre estos pasajes y pongamos por delante estos valores

en nuestras comunidades, conociendo el plan de Dios mediante el estudio del Evangelio y los documentos del Magisterio de la Iglesia, para actuar

de manera responsable y dispuesta al llamado de Dios; estemos dispuestos a servir al prójimo, poniendo en prác-tica las obras de misericordia; que la prudencia y el respeto a la dignidad de hijos de Dios de las personas caracte-ricen nuestro trato; alabemos y demos gracias a Dios por las encomiendas que nos ha asignado y sirvamos ale-gres a nuestros hermanos, pero sobre todo, permitamos que Dios actúe en nuestras vidas y digamos como María: «He aquí a la esclava del Señor, hága-se en mí según tu palabra».

Foto: Cathopic. Sigamos el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, que nos enseña cómo escuchar la voluntad de Dios y cómo cumplirla.

“Reflexionemos sobre las maneras de promover la solidaridad para el

logro de objetivos, tanto internacionales, como

nacionales”

Page 16: Por: Navidad

Año 12 / No.319diciEMbrE 20, 2020

UnaNavidad diferente

Pág. 7 y 9

Año NUevo y PANdemiA A lA lUzde lA fe

12P. 16

proviNciAl

lA SAgrAdAfAmiliA deNAzAret

12P. 15

lAicos

imPortANciA de lA comUNióN eSPiritUAl eN tiemPoS de PANdemiA

12P. 6

ActuAlidAd

Provincial 319 / Diciembre 20, 2020 /16

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comunicado sobre el regresoal semáforo rojo / P. 2

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Año Nuevo y pandemia a la luz de la fe

reviso 2020… planeo 2021

PROVINCIAL Por: CODIPACS / Valle de Chalco

PROVINCIAL Por: Por: Humberto Javier Herrera Meza / Arquidiócesis de Tlalnepantla

En los últimos días, en México se han registrado más de 100 mil muertes por Covid-19 y más de un millón de contagios, al haberse relajado las medi-das de cuidado y prevención, razón por la cual la Organización de las Naciones Unidas pidió a nues-tro país (autoridades de gobierno, líderes sociales y ciudadanos), tomar en serio el visible repunte de la pandemia y hacer lo que esté en nuestras manos para detenerlo. El pasado viernes 18 de diciembre los gobiernos de la CDMX y del Estado de México anunciaron el retorno al semáforo rojo en la Zona Metropolitana del Valle de méxico.

En este espacio hacemos un llamado a todo el pueblo de nuestra Provincia Eclesiástica a limitar sus salidas, a evitar reuniones innecesarias (especial-mente en espacios cerrados). El arraigo de las fiestas religiosas no es una excusa para congregarnos de forma masiva, porque está de por medio nuestra vida y la de muchas otras personas.

La Navidad que queremos, el Año Nuevo que de-seamos, dependen de esta oportunidad inigualable de regalarnos amor y vida, con la esperanza de que juntos superaremos pronto esta difícil prueba. Vivi-mos quizás, la época más alegre y familiar de todo el año, por eso, hoy más que nunca, necesitamos un espacio para desconectarnos de todo lo que nos ro-dea, para olvidar por unos momentos el dolor que

ha traído el Covid-19 y todo cuanto hemos enfren-tado durante este año.

“La Navidad que queremos, el Año Nuevo que deseamos, dependen de esta oportunidad inigualable de regalarnos

amor y vida, con la esperanza de que juntos superaremos pronto esta difícil prueba”

La Iglesia, en su sabiduría, nos regala este tiempo esperanzador del Nacimiento de nuestro Salvador como una oportunidad para dejar que Dios entre en nuestra vida y en nuestro corazón, para contem-plar su grandeza y esperar con optimismo el año

que viene. Que en el año que estamos por iniciar podamos valorar realmente lo esencial en nuestras vidas para hacernos presentes con nuestros familia-res y amigos a través de una llamada, enviándoles un detalle o, algo mucho más importante, hacer oración por ellos, tratando de ser una presencia es-peranzadora en este tiempo tan difícil. Obsequie-mos a nuestros seres queridos algo más que un re-galo: nuestro tiempo, nuestro buen carácter, actos de servicio, consejos, miradas y sonrisas que puedan atesorar por siempre.

Podemos iniciar el año apoyando de manera ge-nerosa a alguna comunidad o persona que lo nece-site, son tiempos para dar y compartir; no obstante, en la práctica terminamos dándole a quien menos lo necesita aquello que nos es fácil dar. Busquemos una causa o grupo que necesite el apoyo económi-co para salir adelante. Podemos ser generosos con nuestros bienes buscando hacer el bien, para cons-truir una cultura de paz.

No esperemos que en el año que está por iniciar la situación cambie por sí sola, Dios nos ha dado a cada uno diferentes talentos y carismas, todos tene-mos mucho que aportar para mejorar nuestro en-torno y juntos alcanzar el Reino de Dios, pleno de justicia, gozo y paz.

Perder o ganar un campeonato de fútbol (Pumas contra León) obliga a directivos, entrenadores y jugadores a revisar qué ha pasado y a planear el nuevo torneo.

La vida de cada uno de nosotros se va desarrollando en ciclos. Ciclo quiere decir “círculo”: el año termi-na, pero empieza otro; los estudios terminan y se empezar a trabajar; la vida termina y sabemos que empe-zará otro tipo de vida muy superior (Lean 1 Co 2, 9).

2020 fue un año muy peculiar, pero no infecundo. ¿Qué me ha dejado? ¿Qué he aprendido? ¿Cómo lo he vi-vido? Es valioso contestarse estas pre-guntas. El perspicaz San Pablo dice: «todas las cosas cooperan para el bien de los que nos sabemos amados por Dios» (Busca Rm 8, 28). Todos nos sabemos amados por Dios, por

lo tanto, esta pandemia debe haber cooperado para el bien, el crecimien-to interior, la santificación de cuantos amamos y nos sentimos amados por Dios. La sabiduría popular dice: “No hay mal que por bien no venga”. Descubrir el bien o los beneficios es-condidos detrás de sucesos aparente-mente ingratos es habilidad de sabios y de seguidores de Cristo.

Un viejo libro que me regaló un santo sacerdote, “La Vida Interior” de José Tissot, recomienda que demos gracias por todo, por lo bueno, que nunca acabamos de contar, y por lo que parece malo, que casi siempre es-conde bienes. Al revisar 2020, busca la bueno que está escondido en lo que parece malo. Planeo 2021Tomaré muy en cuenta la recomen-dación de Jesús de “no preocuparme

por el día de mañana, por qué come-remos o qué vestiremos… los pajari-tos tienen qué comer, nuestro Papá Dios les da comida en abundancia y las flores silvestres se visten mejor que cualquier artista de Hollywood…” (Leer Mt 6, 25-34). A esta actitud hay que añadir un sano proyecto para ser mejor. Decidiré para 2021 aprovechar el tiempo, poner más empeño en mi trabajo y en la formación de los hijos; en mi mundo interior, desarrollaré

una relación más frecuente con mi Dios, comprenderé más al compañero o compañera de vida, seré más cordial con quienes convivo, ahorraré más. Esto solo como ejemplos, cada lector sabrá en qué debe ser mejor.

Revisar 2020 me ayudará a ser me-jor en este día que me toca vivir; pre-ver el 2021, con la confianza puesta en mi Padre Dios, me ayudará también a vivir mejor cada uno de los instantes que formarán el 2021.

Que tu pasado te ayude a vivir mejor tu presente y que tu futuro te ayude también a vivir mejor el instan-te presente, que es en realidad con lo único que contamos.

Foto: Cathopic. Hoy más que nunca, necesitamos un espacio para desco-nectarnos de todo lo que nos rodea, para poner la mirada en lo realmente esencial para nuestra existencia.

Foto: Cathopic. Encontrar la presencia de Dios en el pasa-do le da un nuevo sentido al presente, a los acontecimientos actuales, y construye un futuro lleno de esperanza.