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1 Tirso Ríos divulgación más alegre vulgación vulgación s s Por una julio / agosto • 2006 dar a conocer las investigaciones que se desarrollan en nuestro país y en el resto de Latinoamérica. México y Latinoamé- rica tenían que presentar sus avances y su precario desarrollo científico y tecno- lógico en los foros extranjeros. Era muy deseable y necesario que los latinoameri- canos integraran un foro para comunicar sus avances y activar su desarrollo para que emergieran de la marginación. Era necesario dar a conocer nuestros pocos avances en la ciencia y la técnica. El sueño-deseo del doctor Romo se alizó espectacularmente con la apari- n casi milagrosa de la Revista Latinoa- ricana de Química , que aglutinó los erzos y el interés de los investigado- mexicanos y el resto del continente. lograrlo fue necesario vencer una e problemas como la existencia de investigadores líderes, el precario lo del área, la poca originalidad luego el de los fondos con que ollarían tan importantes tareas. urtir la publicación a un con- n qué idioma se publicaría y arantizaría la objetividad para lo publicable? sta a todos estos prejuicios tivos, la revista apareció en 1970. ¡Por fin había germinado la semilla! El camino fue largo, difícil; veinte años. Pero la acumulación de experiencia me enriqueció. Los primeros números de la Revista Latinoamericana de Química contenían ar- tículos de buena calidad, de colaboradores es ra e sar de algunos asos éxitos, perdidos en el tiempo. Del doctor Romo escuché repetidas veces que la quí- mica no tenía un foro donde Ofrecemos a nuestros lectores una ver- sión editada de las palabras pronuncia- das por el ganador del Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Téc- nica “Alejandra Jaidar” 2005 en la cere- monia de entrega del mismo, en marzo de 2006.

Por una divulgación más - Divulgación de la Ciencia, UNAMponer aquí la misma estrategia a todo aquel que quiera atraer carne nueva a una esfera de activi-dad que, como la ciencia,

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Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM • Número 33

Tirso Ríos

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alegrealegre divulgación

alegre divulgación

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dar a conocer las investigaciones que se desarrollan en nuestro país y en el resto de Latinoamérica. México y Latinoamé-rica tenían que presentar sus avances y su precario desarrollo científi co y tecno-lógico en los foros extranjeros. Era muy deseable y necesario que los latinoameri-canos integraran un foro para comunicar sus avances y activar su desarrollo para que emergieran de la marginación. Era que emergieran de la marginación. Era necesario dar a conocer nuestros pocos necesario dar a conocer nuestros pocos avances en la ciencia y la técnica.avances en la ciencia y la técnica.

El sueño-deseo del doctor Romo se realizó espectacularmente con la apari-realizó espectacularmente con la apari-ción casi milagrosa de la ción casi milagrosa de la Revista Latinoa-mericana de Químicamericana de Química, que aglutinó los esfuerzos y el interés de los investigado-esfuerzos y el interés de los investigado-res mexicanos y el resto del continente. res mexicanos y el resto del continente. Para lograrlo fue necesario vencer una Para lograrlo fue necesario vencer una serie de problemas como la existencia de serie de problemas como la existencia de pocos investigadores líderes, el precario pocos investigadores líderes, el precario desarrollo del área, la poca originalidad desarrollo del área, la poca originalidad y desde luego el de los fondos con que y desde luego el de los fondos con que se desarrollarían tan importantes tareas. se desarrollarían tan importantes tareas. ¿Cómo surtir la publicación a un con-¿Cómo surtir la publicación a un con-tinente? ¿En qué idioma se publicaría y tinente? ¿En qué idioma se publicaría y cómo se garantizaría la objetividad para cómo se garantizaría la objetividad para seleccionar lo publicable?seleccionar lo publicable?

En respuesta a todos estos prejuicios En respuesta a todos estos prejuicios destructivos, la revista apareció en 1970. destructivos, la revista apareció en 1970. ¡Por fi n había germinado la semilla! El ¡Por fi n había germinado la semilla! El camino fue largo, difícil; veinte años. Pero la acumulación de experiencia me enriqueció.

Los primeros números de la Revista Latinoamericana de Químicatinoamericana de Químicati contenían ar-tículos de buena calidad, de colaboradores

Recibir el Premio “Alejandra Jaidar” es ecibir el Premio “Alejandra Jaidar” es u na grata sorpresa que mucho me honra u na grata sorpresa que mucho me honra y distingue.

En el lejano 1953, en mi calidad de En el lejano 1953, en mi calidad de ma estro de química del ciclo secundario, me intrigó el rechazo del alumnado a las cla ses de esta materia. Hallé muchas ex-plicaciones y como consecuencia decidí pu blicar, en colaboración de los maes-tros J. José Vidal y Arnulfo Rivera, Quí-mica ilustrada, un curso de química en cuadernillos al estilo de los gustados y leídos comics. Este programa era un in-tento de hacer la ciencia más grata, me-nos aburrida, un poco graciosa, y sobre todo qui tarle solemnidad ante los teme-rosos y prejuiciados quinceañeros.

Un poco después, durante el desarro-llo de mi tesis profesional, en el Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, me acerqué a una pléyade de investigadores y grandes maestros.

Las pláticas nocturnas con el doctor Je sús Romo Armería, uno de los mejo-

res químicos de aquellos días, me docu-mentaron sobre los problemas

del desarrollo de los pueblos latinoamericanos, del preca-rio desarrollo de la ciencia y

en especial del desarrollo de en especial del desarrollo de la química, a pesar de algunos la química, a pesar de algunos escasos éxitos, perdidos en el escasos éxitos, perdidos en el

tiempo.Del doctor Romo escuché

repetidas veces que la quí-mica no tenía un foro donde

Ofrecemos a nuestros lectores una ver-sión editada de las palabras pronuncia-das por el ganador del Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Téc-nica “Alejandra Jaidar” 2005 en la cere-monia de entrega del mismo, en marzo de 2006.

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Tirso Ríos fue fundador y editor, a prin-cipios de los años setentas, de la Re-vista Latinoamericana de Química. En-cabezó la fundación de la Academia Latinoamericana de Fitoquímica. Fundó la publicación cuatrimestral Folium, órgano de divulgación científi ca diri-gido a los estudiantes de enseñanza media y profesional. Ha recibido el Premio Nacional de Química Andrés Manuel del Río (1985) y el Premio Uni-versidad Nacional en Investigación en

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Mi visión visión

Publicar, informar, comunicar los re-sultados de los investigadores a sus pares es obviamente necesario y en última ins-tancia es divulgar el desarrollo científi co. Pero divulgar la ciencia tiene una nue-va acepción, un concepto moderno más amplio, que nos pide divulgar, informar con claridad, precisión y verazmente a los no iniciados, a los que no cultivan la ciencia.ComunicaciónVeinte años más tarde aparece Folium un panfl eto informal dedicado a divulgar el trabajo de los investigadores, principal-mente nacionales. La aventura continúa. Folium está dedicado a los jóvenes, a ve-ces escrito en el lenguaje coloquial que ellos manejan.

Escuchemos lo que dice Folium:Divulgar la ciencia no es fácil; trans-

formar lo que para la mayoría de la gente parece inentendible es trabajo duro. Sin embargo es una necesidad: nuestros jó-venes, nidos de talento e imaginación, y nuestros iniciados en la ciencia deben co -nocer su historia, sus aciertos, sus errores, su problemática y su costo económico y social. ¡Hay que desarrollar el periodis-mo científi co!

Pero es sabido que para hacer guisado de liebre... ¡necesitamos primero la lie

tos en esas lídes! ¿Qué esperaban? Se-guramente una producción XXX. En fi n, fi nalmente mostraron su interés, al exigir una plática más completa a la par de otra asignatura de la Facultad de Química, es decir, teoría y práctica.DivulgaciónMaestros, bajemos de los laberintos ce-lestiales de la ciencia los frutos del en-tendimiento, no sólo para los iniciados, sino para todos. De este modo se satis-face una necesidad que parece estar ín-timamente ligada a nuestra naturaleza: la de conocer el mundo que nos rodea para comprenderlo; así se lo entenderá mejor y tendremos más adeptos.

Es necesario mencionar los loables in ten tos e impulsos que la Universidad Na cional Autónoma de México y otros centros de educación superior están rea-lizando en el campo de la divulgación, en otros tiempos tan menospreciada. A gra-dezco a todos aquellos que han colabo-rado en la realización de los trabajos y a todos los que me han brindado su apoyo desinteresado a los largo de los años.

Finalmente, con la A de angustia y la Z de zozobra, por no mencionar el largo abecedario de los colaboradores, una vez más agradezco la distinción que recibo. Gracias.

como Luis Estrada, Manuel González Ca-sanova, Guadalupe Zamarrón, Iván Tru-jillo y José Rovirosa, entre otros.

Así, en mi breve paso el frente de la Vicesecretaría Científi co-Técnica del Ins-tituto Italo Latinoamericano, con sede en Roma (1979-1981), se realizaron con-gre sos, conferencias, cursos temporales, in ter cambio de académicos, visita de pro fesores, transferencia de profesores califi cados de América Latina, así como la publicación de resultados y material informativo, ya fuera en los países miem-bros o en Italia. Un poco de información, de comunicación y de divulgación de la ciencia de Europa para América Latina.

A veces es necesario usar algunos de los trucos comunes en la mercadotecnia para promover el interés sobre algunos temas y motivar. Por ejemplo: ¿cuál es el fruto que comen más los mexicanos..? El chile (“Al-gunas refl exiones sobre el chile”). ¿Y qué decir de las lúdicas sospechas generadas por un sugerente y llamativo título?: “Romance, amor, de-seo, éxtasis... químicamente hablando”. Auditorio repleto, gran interés. ¡Sorpresa que se llevaron los jóvenes exper-

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Ver la tele y pasearse por un centro comercial son actividades que siempre le inspiran a uno buenas ideas para divulgar la ciencia. Si no me creen, recuerden, los que estuvieron presentes, la inauguración del Año Internacional de la Físi-ca, en enero de 2005. Yo creo que los organiza-dores vieron mucha tele y recorrieron, en paseos dores vieron mucha tele y recorrieron, en paseos por centros comerciales, el equivalente a la dis-por centros comerciales, el equivalente a la dis-tancia al centro de la galaxia, porque en la inau-tancia al centro de la galaxia, porque en la inau-guración vimos a un señor disfrazado de científi co guración vimos a un señor disfrazado de científi co loco haciendo experimentos vistosos con glo-loco haciendo experimentos vistosos con glo-bos de colores y cubetas humeantes de nitróge-bos de colores y cubetas humeantes de nitróge-no líquido al tiempo que parloteaba a gritos con no líquido al tiempo que parloteaba a gritos con voz de licuadora en régimen supersónico. Mien-voz de licuadora en régimen supersónico. Mien-tras el científi co loco demos-tras el científi co loco demos-traba con su con ducta que traba con su con ducta que la física es divertidísima, la física es divertidísima, unos edecanes de bata unos edecanes de bata blanca y peluca enmara-blanca y peluca enmara-ñada se paseaban por los ñada se paseaban por los pasillos del teatro dando fe, pasillos del teatro dando fe, con su sola presencia, de que con su sola presencia, de que en la actividad científi ca no hay en la actividad científi ca no hay un segundo de aburrimiento. Las hor-un segundo de aburrimiento. Las hor-das de adolescentes que voluntariamen-das de adolescentes que voluntariamen-te se presentaron ese día en el teatro Juan te se presentaron ese día en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, atraídos sin duda por la prome-Ruiz de Alarcón, atraídos sin duda por la prome-sa de tsunamis de regocijo, se fueron derechito a sa de tsunamis de regocijo, se fueron derechito a inscribirse en cuanta carrera científi ca hubiera inscribirse en cuanta carrera científi ca hubiera aún cupo.

Bueno, lo último no me consta, pero ¿cabe la duda? Claro que no. Y como no cabe, quiero pro-poner aquí la misma estrategia a todo aquel que quiera atraer carne nueva a una esfera de activi-dad que, como la ciencia, no goce de la buena fama del futbol y la farándula.

Por ejemplo, al ejército en tiempos de gue-rra. En efecto, lo que hace falta cuando la pa-tria llama pero nadie contesta es mostrar que la guerra es divertidísima. Las fuerzas armadas podrían montar espectáculos con generales des-

chavetados vestidos de payaso abriendo fuego a cañonazos sobre un montón de enemigos con traje de arlequín. Los cañones estarían prepara-dos con pólvora para fuegos artifi ciales y al dis-parar echarían bocanadas de humo de colores al tiempo que los generales deschavetados alen-tarían al público a acompañar cada explosión con “ooohs” y “aaahs” de admiración. Para ase-con “ooohs” y “aaahs” de admiración. Para ase-gurar el resultado, unos edecanes de uniforme gurar el resultado, unos edecanes de uniforme militar, pero de colores, se pasearían entre el militar, pero de colores, se pasearían entre el público buscando a los poco participativos para público buscando a los poco participativos para hacerles cosquillas.hacerles cosquillas.

Otro campo profesional que podría aprove-Otro campo profesional que podría aprove-char estas ideas divulgativas es el de la cirugía char estas ideas divulgativas es el de la cirugía a corazón abierto. En el espectáculo, unos ciru-a corazón abierto. En el espectáculo, unos ciru-janos locos con nariz, bigote y lentes falsos es-janos locos con nariz, bigote y lentes falsos es-tarían inclinados en apretado círculo alrededor tarían inclinados en apretado círculo alrededor tarían inclinados en apretado círculo alrededor de una mesa de operaciones en la que habría un de una mesa de operaciones en la que habría un paciente de hule con el vientre abierto. Empu-paciente de hule con el vientre abierto. Empu-ñando sierras eléctricas, alicates de carpintero, ñando sierras eléctricas, alicates de carpintero, martillos infl ables gigantes y taladros, los médi-martillos infl ables gigantes y taladros, los médi-cos se afanarían en extraerle al paciente tripas cos se afanarían en extraerle al paciente tripas de colores chillones entre empujones, caídas de de colores chillones entre empujones, caídas de espalda y risotadas. En medio de la confusión, espalda y risotadas. En medio de la confusión, el corazón del paciente saldría volando con la el corazón del paciente saldría volando con la aorta meneándose enloquecidamente y al caer aorta meneándose enloquecidamente y al caer al suelo huiría a saltos de sus verdugos, los cua-al suelo huiría a saltos de sus verdugos, los cua-les irían en su persecución con los instrumentos les irían en su persecución con los instrumentos en ristre. Mutis del corazón saltarín. Mutis de en ristre. Mutis del corazón saltarín. Mutis de los médicos locos. Sangre por doquier. Carcaja-los médicos locos. Sangre por doquier. Carcaja-da general y pasión por la cirugía garantizadas.da general y pasión por la cirugía garantizadas.

Con esta pequeña dosis de ideas geniales me Con esta pequeña dosis de ideas geniales me ofrezco como asesor divulgativo para promover ofrezco como asesor divulgativo para promover entre los jóvenes disciplinas poco glamorosas. Ya veo en mi mente los espectáculos para mos-trar el lado divertido de la ortodoncia, la restau-ración de obras de arte, el servicio doméstico.

Por ejemplo, para la bibliotecología, podría-mos poner unos bibliotecarios locos y...

[Nota del editor: tuvimos que cortar este ar-tículo por falta de espacio. ¡Menos mal!]tículo por falta de espacio. ¡Menos mal!]tí

El ladolado

de...

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Reflexiones de un museógrafo

tarían las bodegas, pero en un museo los objetos están para estudiar, valorar y dar a conocer públicamente sus signifi cados culturales.

Los museos no son un lujo sino un ser-vicio, un bien necesario, una obligación social. Los museos son una herramienta para generar conocimiento y esparci-miento; instituciones públicas que justa-mente deben ser accesibles para todos, sin requerir títulos previos, educación u otras credenciales.

El cobroCobrar cuotas de entrada por ver lo que crearon quienes nos antecedieron es ab-surdo. Por estar en un museo, las obras y especímenes son bienes colectivos, aunque sólo sea temporalmente, ya que a veces algunas piezas están en présta-mo para su exhibición por un tiempo limitado y legalmente son propiedad de alguien en particular.

Cobrarle a la gente por ver lo que es de ellos, por ver cosas que existen como resultado de un conocimiento colectivo, obras que son producto de una cultura

Recientemente se organizó la presen-tación del libro Iker Larrauri Prado, museógrafo mexicano, de Carlos Váz-quez Olvera (CONACULTA/INAH/INAH/ , 2006), INAH, 2006), INAH

homenaje a uno de los más destaca-dos protagonistas de la museografía de nuestro país. Con motivo de las palabras que Larrauri pronunció en la ceremonia, El muégano divulgadorle pidió un texto que las sintetizara. Estamos seguros que el resultado, re-fl exiones sobre la labor museística to-mada en serio, serán provechosas para nuestros lectores.

Iker Larrauri

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o de la naturaleza y por tanto son bie-nes comunes, no comerciales, me parece algo inadmisible, por más que se insista en convertir en mercancía lo que es patri-monio de todos. Cuesta trabajo entender que tengamos que pagar por ver la Piedra del Sol y la Coatlicue, que son herencia de la nación, lo mismo por ver el retrato de Morelos o los murales de O´Gorman, Siqueiros y Orozco en el Museo Nacio-nal de Historia.

Imagino el día cuando se empiece a cobrar la entrada al Zócalo para ver la Catedral y el Palacio Nacional, con sus magnífi cos murales; igual por recorrer el Paseo de la Reforma, que es tan bonito y tiene muchas esculturas, algunas tan famosas como el monumento a Cuauhté-moc, el Ángel dorado o la Diana. Para más lujo y mayor paga hay que consi-derar que desde allí se alcanza a ver el Castillo de Chapultepec.

jo del dinero. La primera lección en este sentido nos la ofrecen en la taquilla, a la entrada del edifi cio: es el más caro de todo México.

El trabajoSer museógrafo no es distinto a ser cual-quier otra cosa. Estar en este mundo se justifi ca trabajando y disfrutando. Traba-jemos en aquello que nos apasiona. Un museógrafo junta objetos, los organiza en grupos que resulten atractivos, signi-fi cativos, elocuentes; los dispone con un ímpetu estético a la par de una voluntad práctica, didáctica, para benefi cio y so-laz de los demás. En un museo esto debe constituir un regalo merecido por todos, un regalo al que todos tienen legítimo derecho.

Montar una exposición es un trabajo de equipo en el que participa mucha gente: técnicos y manuales, museógrafos, curadores, electricistas, carpinteros, ma-quetistas, pintores y otros especialistas, así como los siempre oportunos volun-tarios. Gracias al esfuerzo de todos ellos se logra integrar el conjunto que después muchos otros podrán disfrutar.

Con el propósito de acreditar en cada exposición la intervención de los que co-

laboran en ella, [en los museos en cuya laboran en ella, [en los museos en cuya creación he participado] hemos procura-creación he participado] hemos procura-do colocar un tablero de reconocimien-do colocar un tablero de reconocimien-tos en cada nueva sala. Sin embargo, tos en cada nueva sala. Sin embargo, obedeciendo una misteriosa consigna, obedeciendo una misteriosa consigna, las autoridades los retiran como si fuera las autoridades los retiran como si fuera peligroso que el público llegara a ente-peligroso que el público llegara a ente-rarse de quiénes son los que han hecho rarse de quiénes son los que han hecho las cosas. En varios museos estas listas de las cosas. En varios museos estas listas de participantes han sido borradas.

Por cierto, el conjunto de los crédi-Por cierto, el conjunto de los crédi-tos de una instalación museográfi ca in-tos de una instalación museográfi ca in-cluye tantos nombres que, exagerando cluye tantos nombres que, exagerando un poco, podría compararse a los que un poco, podría compararse a los que aparecen al fi nal de las películas. En la aparecen al fi nal de las películas. En la producción cinematográfi ca ese recono-producción cinematográfi ca ese recono-cimiento representa una victoria sindical cimiento representa una victoria sindical que aún no consiguen quienes se dedi-que aún no consiguen quienes se dedi-can a los museos.

Iker Larrauri es uno de los pilares de la moderna museografía mexicana. Parti-cipó en la creación del Museo Nacional de Antropología y de numerosos otros museos de México y de otros países, como Suiza o Egipto. Es fundador de la compañía Museográfi ca.

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En este texto, publicado el 3 de octubre de 2005 en la Gaceta UNAM, un inves-UNAM, un inves-UNAM

tigador que es también un excelente di vulgador nos cuenta algunas de sus aventuras como personaje público.

de lade la

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Desde que tenía 13 o 14 años he sido un gran lector. Sin embargo el tema de mis lecturas goza en general de mala repu-tación entre muchos académicos y lite-ratos. Soy fanático de la ciencia fi cción y de la divulgación científi ca. Me devoré cuantos libros de Isaac Asimov cayeron en mis manos. Asimov, para mi fortuna, fue no sólo uno de los más prolífi cos e ima-ginativos autores de ciencia fi cción, sino también un gran divulgador científi co.

Realicé mis estudios de doctorado en física en la Universidad de Gales, en el Reino Unido. Mi área de estudio fue (y sigue siendo) la relatividad general, es decir, la teoría moderna de la gravitación postulada por Einstein en 1915. En par-ticular mi trabajo de doctorado se rela

más rápido que la luz, como los héroes más rápido que la luz, como los héroes de la pantalla hacían regularmente muy de la pantalla hacían regularmente muy quitados de la pena, en fl agrante contra-quitados de la pena, en fl agrante contra-dicción con las leyes de la física. Esta idea dicción con las leyes de la física. Esta idea puede parecer extraña a quien haya oído puede parecer extraña a quien haya oído hablar un poco de la relatividad, pues es hablar un poco de la relatividad, pues es

mis experiencias con la divulgación científica

Viajando a la velocidad Viajando a la velocidad

: Miguel Alcubierre Moya

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precisamente ella la que prohíbe viajar más rápido que la luz. Resulta que la re-latividad también nos dice que es posible alterar la geometría del espacio y el fl ujo del tiempo, lo que da lugar a fenómenos físicos verdaderamente extraños, como los agujeros negros de mi tesis doctoral. El resultado de mis especulaciones fue el feliz descubrimiento de que no era difícil encontrar una manera de distorsionar al espacio que permitiría a un objeto viajar más rápido que la luz. Pero había un pre-cio a pagar: Las ecuaciones mostraban que la distorsión necesaria requeriría de la existencia de la “antigravedad”, que hasta donde sabemos, no existe. El resul-tado no pasaba entonces de ser una di-vertida curiosidad matemática, sin mayor aplicación práctica. Aun así, decidí acer-carme a mi asesor y comentarle la idea, un poco preocupado de que me dijera que dejara de perder el tiempo en tonte-rías y me dedicara a mi doctorado. Para mi sorpresa, mi asesor encontró la idea divertida y me ayudó a publicarla en una revista científi ca especializada, y asunto terminado. O eso pensaba yo.

A los pocos días de la publicación del artículo, me encontré con la sorpresa de que una nota en una revista de divulga-ción mencionaba mi trabajo. Me llamó la atención darme cuenta de que los editores de esta revista leen la literatura científi ca especializada en búsqueda de “noticias científi cas” de interés para el público en general. Pero la cosa no se detuvo ahí. Semanas más tarde un amigo llegó corriendo con el disco más reciente del músico Mike Oldfi eld. El disco se ins-

piraba en una novela de otro gran autor de ciencia fi cción, Arthur C. Clarke, y en la solapa aparecía una nota escrita por el mismo Clarke en la que mencionaba mi trabajo. Salí a comprar el disco ense-guida (y le regalé una copia a mi mamá). Y así empezó la bola de nieve. Revistas, estaciones de radio y estaciones de tele-visión empezaron a buscarme para hacer entrevistas.

cibiendo invitaciones a entrevistas y char-las, y me llegan mensajes electrónicos de estudiantes de secundaria de diversos lu-gares del mundo. Lo más curioso ha sido que todo esto se ha debido a uno solo de mis trabajos, uno con un tema alejado de mi tesis doctoral, y también lejano de mi trabajo de investigación actual. Un tema que resultó ser a la vez “llamativo” para la prensa, pero mal visto por la acade-mia, motivado como fue por la ciencia fi cción (lo que me ha causado no pocos

dolores de cabeza).Mi experiencia con los medios de co-

municación y la prensa científi ca me ha dado dos lecciones importantes. La pri-mera ha sido descubrir la importancia de dar a conocer el trabajo de los científi cos al público en general. La ciencia es parte de la cultura humana y sus resultados son de interés para todos. Los científi cos tene-mos la responsabilidad de salir de nues-tros laboratorios y cubículos, de nuestras torres de marfi l, y de divulgar nuestro trabajo. La otra lección es similar, pero muestra el otro lado de la moneda. Los científi cos también debemos educar a la prensa científi ca y enseñarle que no sólo los resultados “llamativos” son importan-tes. La ciencia del día a día, de los avan-ces lentos y trabajosos, también debería tener un lugar importante en la difusión y la divulgación. Finalmente, es así como el conocimiento científi co avanza, a paso lento todos los días, con algún ocasional salto un poco más largo.

Miguel Alcubierre es físico y colabo-rador frecuente de la revista de di-vulgación ¿Cómo ves? Trabaja en el Departamento de Gravitación y Teoría de Campos del Instituto de Ciencias Nucleares de la [email protected]@nucleares.unam.mx

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segunda ley de Newton segunda ley de Newton segunda ley de NewtonOdaOda a la

La fuerza, la masa, la aceleraciónson tres magnitudes sin nada en común,son tres magnitudes que, así al buen tuntún,no tienen ninguna interrelación.

Y tal vez parezca exageraciónmas hubo una suerte tan mala y perversamas hubo una suerte tan mala y perversaque nunca se pudo tener a la fuerzaque nunca se pudo tener a la fuerzaligada a la masa y aceleración.ligada a la masa y aceleración.

Así lo intentaron con férvido afánAsí lo intentaron con férvido afánmil sabios y genios en toda ocasiónmil sabios y genios en toda ocasiónaunque entre los sabios no son los que están,aunque entre los sabios no son los que están,aunque entre los sabios no son los que están,aunque entre los genios no están los que son.aunque entre los genios no están los que son.aunque entre los genios no están los que son.

Y así trabajaron con dedicaciónY así trabajaron con dedicaciónMas siempre fallaron, pues no sé qué pasaMas siempre fallaron, pues no sé qué pasaQue nunca se pudo tener a la masaQue nunca se pudo tener a la masaligada a la fuerza y aceleración.ligada a la fuerza y aceleración.

Y así fracasaron, hasta que por fínY así fracasaron, hasta que por fínY así fracasaron, hasta que por fínallá entre las nieblas lejanas de Albiónallá entre las nieblas lejanas de Albiónallá entre las nieblas lejanas de Albiónnació un nuevo sabio, llamado Newtónnació un nuevo sabio, llamado Newtónnació un nuevo sabio, llamado Newtónque todo lo hacía con mucho magín.que todo lo hacía con mucho magín.que todo lo hacía con mucho magín.

Y así pudo al cabo, con fi rme tesónY así pudo al cabo, con fi rme tesóny genio y talento pa’ parar un treny genio y talento pa’ parar un trenligar en la fórmula que aquí ustedes venligar en la fórmula que aquí ustedes venla fuerza, la masa y la aceleración.la fuerza, la masa y la aceleración.

La comunicación amena del conoci-miento científi co puede tomar las for-mas más diversas e ingeniosas, como lo prueban estos versitos citados por don Juan de Oyarzábal, producto de la creatividad de uno de sus maestros que “además de físico, era poeta, mez- claba la física con la poesía y se em-peñaba en querer darnos todas sus clases en verso”. Esperamos que a nues-tros lec tores les pase lo mismo que a Oyarzábal, quien comenta: “claro que no aprendíamos mucha física pero nos divertíamos mucho”.

Tomado del libro Ensayos sobre mecá-nica clásica, de Juan B. de Oyarzábal, publicado por el Programa del libro de texto universitario de la UNAM. En el número 6 de El muégano divulgadorpublicamos su “Balada de las tres leyes de Ohm”.

Citada por Juan de OyarzábalCitada por Juan de Oyarzábal

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ReaccionesReaccionesReaccionesReacciones

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Curioseando por la red uno se puede topar con las cosas más soprendentes e inespera-dos. Un amable lector y colaborador de este boletín nos envía la noticia de que nuestra publicación es recomendada por el Centro de Materiales de Educación de la Astronomía en Español. En parte por el gusto que nos da constatar que tenemos cierta presencia internacional, y en parte por lo divertido y original de la traducción, quisimos compartir con ustedes, nuestros lectores, esta página, cuya dirección es http://www.astronomyinspanish.org/slm/eng/mag/sec/muegano_divulgadorhttp://www.astronomyinspanish.org/slm/eng/mag/sec/muegano_divulgadorhttp://www.astronomyinspanish.org/slm/eng/mag/sec/muegano_divulgadorhttp://www.astronomyinspanish.org/slm/eng/mag/sec/muegano_divulgador

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La columna de HérculesLa columna de HérculesLa columna de HérculesLa columna de Hérculespor Hércules Delgadillo

Julia Tagüeña PargaDirectora General

Juan Tonda MazónSubdirector de Medios de ComunicaciónJuan Manuel Valero CharvelSubdirector de Prensa y Radio

Martín Bonfi l OliveraEditor

Lourdes Arenas BañuelosNemesio Chávez ArredondoSergio de RégulesJuan Tonda MazónRedacción

Ma. del Carmen MercadoDiseño original

Alejandra [email protected]ño y diagramación electrónica

DIRECCIÓN GENERAL

DE DIVULGACIÓN

DE LA CIENCIA

EL MUÉGANO DIVULGADOR

El muégano divulgador, boletín mensual editado por la Subdirección de Prensa y Radio de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM; 2o. piso de Universum, zona cultural de CU, Coyoacán. Tel: 5622-7315. E-mail: [email protected]

Las opiniones expresadas en los textos son respon-sabilidad de sus autores y no necesariamente refl ejan el punto de vista de la institución. El material se publi-ca con propósitos de difusión y sin fi nes de lucro. Para cualquier aclaración, favor de ponerse en contacto con el editor.

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[...continúa de la entrega anterior][...continúa de la entrega anterior][...continúa de la entrega anterior][...continúa de la entrega anterior]Así pues, me acerqué a ella con el afán profesional de sí pues, me acerqué a ella con el afán profesional de sí pues, me acerqué a ella con el afán profesional de sí pues, me acerqué a ella con el afán profesional de sí pues, me acerqué a ella con el afán profesional de señalarle sus errores divulgatorios. Era más hermosa señalarle sus errores divulgatorios. Era más hermosa señalarle sus errores divulgatorios. Era más hermosa señalarle sus errores divulgatorios. Era más hermosa señalarle sus errores divulgatorios. Era más hermosa y más menuda a la luz de las lámparas de funeraria y más menuda a la luz de las lámparas de funeraria y más menuda a la luz de las lámparas de funeraria y más menuda a la luz de las lámparas de funeraria y más menuda a la luz de las lámparas de funeraria del salón de actos. Y a pesar del tartamudeo que hizo del salón de actos. Y a pesar del tartamudeo que hizo del salón de actos. Y a pesar del tartamudeo que hizo del salón de actos. Y a pesar del tartamudeo que hizo del salón de actos. Y a pesar del tartamudeo que hizo presa de mí, le dije con la voz más fi rme posible:presa de mí, le dije con la voz más fi rme posible:presa de mí, le dije con la voz más fi rme posible:presa de mí, le dije con la voz más fi rme posible:presa de mí, le dije con la voz más fi rme posible:

–Permítame hacerle una crítica positiva a su plática. –Permítame hacerle una crítica positiva a su plática. –Permítame hacerle una crítica positiva a su plática. –Permítame hacerle una crítica positiva a su plática. –Permítame hacerle una crítica positiva a su plática. Adolece de tres serios defectos. El primero...Adolece de tres serios defectos. El primero...Adolece de tres serios defectos. El primero...Adolece de tres serios defectos. El primero...Adolece de tres serios defectos. El primero...

–Es que –dijo ella, interrumpiéndome–, yo...–Es que –dijo ella, interrumpiéndome–, yo...–Es que –dijo ella, interrumpiéndome–, yo...–Es que –dijo ella, interrumpiéndome–, yo...–Es que –dijo ella, interrumpiéndome–, yo...–Mi intención no es molestarla, sino darle elemen-–Mi intención no es molestarla, sino darle elemen-–Mi intención no es molestarla, sino darle elemen-–Mi intención no es molestarla, sino darle elemen-–Mi intención no es molestarla, sino darle elemen-

tos para que sus charlas de divulgación realmente se tos para que sus charlas de divulgación realmente se tos para que sus charlas de divulgación realmente se tos para que sus charlas de divulgación realmente se tos para que sus charlas de divulgación realmente se dirijan al público, y no a sus colegas, que ni siquiera dirijan al público, y no a sus colegas, que ni siquiera dirijan al público, y no a sus colegas, que ni siquiera dirijan al público, y no a sus colegas, que ni siquiera dirijan al público, y no a sus colegas, que ni siquiera vinieron.

–Pero si yo...–Pero si yo...–Así empezamos todos –la atajé amistosamente. –Así empezamos todos –la atajé amistosamente. –Así empezamos todos –la atajé amistosamente. –Así empezamos todos –la atajé amistosamente. –Así empezamos todos –la atajé amistosamente.

–No se preocupe. Mire, no habría estado tan aburrida –No se preocupe. Mire, no habría estado tan aburrida –No se preocupe. Mire, no habría estado tan aburrida –No se preocupe. Mire, no habría estado tan aburrida –No se preocupe. Mire, no habría estado tan aburrida si no hubiera exhibido esas gráfi cas mal dibujadas y si no hubiera exhibido esas gráfi cas mal dibujadas y si no hubiera exhibido esas gráfi cas mal dibujadas y si no hubiera exhibido esas gráfi cas mal dibujadas y si no hubiera exhibido esas gráfi cas mal dibujadas y con letreros borrosos que le proporcionó Hildegardo.con letreros borrosos que le proporcionó Hildegardo.con letreros borrosos que le proporcionó Hildegardo.con letreros borrosos que le proporcionó Hildegardo.con letreros borrosos que le proporcionó Hildegardo.

–Yo hice las gráfi cas –repuso descompuesta.–Yo hice las gráfi cas –repuso descompuesta.–Yo hice las gráfi cas –repuso descompuesta.–Yo hice las gráfi cas –repuso descompuesta.–Yo hice las gráfi cas –repuso descompuesta.–Bueno, no se afl ija –dije asustado de mi estupidez. –Bueno, no se afl ija –dije asustado de mi estupidez. –Bueno, no se afl ija –dije asustado de mi estupidez. –Bueno, no se afl ija –dije asustado de mi estupidez. –Bueno, no se afl ija –dije asustado de mi estupidez.

–No tienen importancia. En cambio, los datos crudos –No tienen importancia. En cambio, los datos crudos –No tienen importancia. En cambio, los datos crudos –No tienen importancia. En cambio, los datos crudos –No tienen importancia. En cambio, los datos crudos que puso en el pizarrón...que puso en el pizarrón...que puso en el pizarrón...

–No eran crudos –aclaró haciendo un puchero; –se-–No eran crudos –aclaró haciendo un puchero; –se-–No eran crudos –aclaró haciendo un puchero; –se-–No eran crudos –aclaró haciendo un puchero; –se-–No eran crudos –aclaró haciendo un puchero; –se-leccioné los más interesantes y los redondeé.leccioné los más interesantes y los redondeé.leccioné los más interesantes y los redondeé.leccioné los más interesantes y los redondeé.leccioné los más interesantes y los redondeé.

–Lo entiendo –dije sin poder detener mi tendencia –Lo entiendo –dije sin poder detener mi tendencia –Lo entiendo –dije sin poder detener mi tendencia –Lo entiendo –dije sin poder detener mi tendencia –Lo entiendo –dije sin poder detener mi tendencia suicida.– Es sólo cuestión de prepararse, trabajar mu-suicida.– Es sólo cuestión de prepararse, trabajar mu-suicida.– Es sólo cuestión de prepararse, trabajar mu-suicida.– Es sólo cuestión de prepararse, trabajar mu-suicida.– Es sólo cuestión de prepararse, trabajar mu-cho, practicar; ya verá cómo con los años se convierte cho, practicar; ya verá cómo con los años se convierte cho, practicar; ya verá cómo con los años se convierte cho, practicar; ya verá cómo con los años se convierte cho, practicar; ya verá cómo con los años se convierte en una gran divulgadora.en una gran divulgadora.en una gran divulgadora.

–Yo no quiero ser divulgadora –dijo ella con voz –Yo no quiero ser divulgadora –dijo ella con voz –Yo no quiero ser divulgadora –dijo ella con voz –Yo no quiero ser divulgadora –dijo ella con voz –Yo no quiero ser divulgadora –dijo ella con voz quebrada. –Nunca he querido serlo. Ni me sale bien, quebrada. –Nunca he querido serlo. Ni me sale bien, quebrada. –Nunca he querido serlo. Ni me sale bien, quebrada. –Nunca he querido serlo. Ni me sale bien, quebrada. –Nunca he querido serlo. Ni me sale bien, ni me interesa. Yo deseo hacer investigación. Hoy só-ni me interesa. Yo deseo hacer investigación. Hoy só-ni me interesa. Yo deseo hacer investigación. Hoy só-ni me interesa. Yo deseo hacer investigación. Hoy só-ni me interesa. Yo deseo hacer investigación. Hoy só-lo quería apoyar a mi tutor, el doctor de la Serna.lo quería apoyar a mi tutor, el doctor de la Serna.lo quería apoyar a mi tutor, el doctor de la Serna.lo quería apoyar a mi tutor, el doctor de la Serna.lo quería apoyar a mi tutor, el doctor de la Serna.

Si en ese momento me hubiera fulminado un rayo, Si en ese momento me hubiera fulminado un rayo, Si en ese momento me hubiera fulminado un rayo, Si en ese momento me hubiera fulminado un rayo, Si en ese momento me hubiera fulminado un rayo, no me habría sentido tan poca cosa, tan vil y despre-no me habría sentido tan poca cosa, tan vil y despre-no me habría sentido tan poca cosa, tan vil y despre-no me habría sentido tan poca cosa, tan vil y despre-no me habría sentido tan poca cosa, tan vil y despre-ciable. Volé hacia la mesa del café, le serví un vaso ciable. Volé hacia la mesa del café, le serví un vaso ciable. Volé hacia la mesa del café, le serví un vaso ciable. Volé hacia la mesa del café, le serví un vaso ciable. Volé hacia la mesa del café, le serví un vaso humeante, la alcancé y se lo tendí con un gesto lo más humeante, la alcancé y se lo tendí con un gesto lo más humeante, la alcancé y se lo tendí con un gesto lo más humeante, la alcancé y se lo tendí con un gesto lo más humeante, la alcancé y se lo tendí con un gesto lo más parecido a una sonrisa. Ella no lo tomó.parecido a una sonrisa. Ella no lo tomó.parecido a una sonrisa. Ella no lo tomó.parecido a una sonrisa. Ella no lo tomó.parecido a una sonrisa. Ella no lo tomó.

–No, gracias. Tengo colitis y gastritis. –Sacó de su –No, gracias. Tengo colitis y gastritis. –Sacó de su –No, gracias. Tengo colitis y gastritis. –Sacó de su –No, gracias. Tengo colitis y gastritis. –Sacó de su –No, gracias. Tengo colitis y gastritis. –Sacó de su bolsa un frasco de chochos y se tragó como cien.bolsa un frasco de chochos y se tragó como cien.bolsa un frasco de chochos y se tragó como cien.bolsa un frasco de chochos y se tragó como cien.bolsa un frasco de chochos y se tragó como cien.

–¡Cómo! exclamé en mi último intento por hacerla –¡Cómo! exclamé en mi último intento por hacerla –¡Cómo! exclamé en mi último intento por hacerla –¡Cómo! exclamé en mi último intento por hacerla –¡Cómo! exclamé en mi último intento por hacerla sonreír ¡Una científi ca que cree en la magia, que se sonreír ¡Una científi ca que cree en la magia, que se sonreír ¡Una científi ca que cree en la magia, que se sonreír ¡Una científi ca que cree en la magia, que se sonreír ¡Una científi ca que cree en la magia, que se cura con homeopatía! Seguramente serena sus dilu-cura con homeopatía! Seguramente serena sus dilu-cura con homeopatía! Seguramente serena sus dilu-cura con homeopatía! Seguramente serena sus dilu-cura con homeopatía! Seguramente serena sus dilu-ciones infi nitesimales a la luz de la luna por indica-ciones infi nitesimales a la luz de la luna por indica-ciones infi nitesimales a la luz de la luna por indica-ciones infi nitesimales a la luz de la luna por indica-ciones infi nitesimales a la luz de la luna por indica-ción del chamán de su pueblo...ción del chamán de su pueblo...ción del chamán de su pueblo...ción del chamán de su pueblo...

–No exactamente –contestó.– Me los receta mi –No exactamente –contestó.– Me los receta mi –No exactamente –contestó.– Me los receta mi –No exactamente –contestó.– Me los receta mi –No exactamente –contestó.– Me los receta mi papá; es homeópata.papá; es homeópata.papá; es homeópata.

Y salió casi corriendo del salón.Y salió casi corriendo del salón.Y salió casi corriendo del salón.Y salió casi corriendo del salón.[Continuará...][Continuará...]

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no divulgaráspor Martín Bonfil Olivera

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Evaluación, ¿para qué?

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El término de moda en los círculos de la divulgación científi ca es evalua-ción. La “cultura de la evaluación” ha permeado el medio divulgativo, y hoy parece imposible, casi indecente, proponer un proyecto que no con-tenga “parámetros objetivos” para su adecuada evaluación.

Sólo un tonto negaría la utilidad de contar con datos que permitan saber si un proyecto va bien o mal. Pero ocurre que no cualquier evalua-ción es por sí misma útil; incluso, en ciertas circunstancias y casos, una mala evaluación puede causar más daños que benefi cios.

El problema tiene dos vertientes. La primera, más obvia, es lo difícil de contar con buenos parámetros de evaluación. Excepto los más obvios; los cuantitativos. ¿Cuántos visitantes recibe un museo o expo-sición; cuántos asistentes hay en una conferencia; cuántos ejemplares vende una revista?

Y aunque un museo sin visitantes, una revista sin lectores o una conferencia vacía son fracasos a evitar, el simple número de “clien-tes” no basta para saber si el trabajo tiene calidad y cumple sus objetivos. (Inversamente, los números bajos no necesariamente equivalen a un mal trabajo.)

Lo importante para la divulgación debiera ser tener calidad y cumplir sus objetivos, no una cuota numérica. Y sin embargo, ¡qué difícil ponerse de acuerdo en qué signifi ca calidad, o qué objetivos se buscan!

La segunda difi cultad es la concepción misma de evaluación. ¿Evaluar para qué? Cuando se fabrican zapatos o bolillos, debe haber un control de calidad para detectar los productos defec-tuosos, eliminarlos y evitarlos. La evaluación puede llevarnos a defi nir el proceso óptimo de producción. Muchos divulga-dores, en sus primeras y cándidas aproximaciones al proble-ma de la evaluación, creen que ésta nos permitirá descubrir las mejores recetas para fabricar nuestros productos y hacer-los más efi caces.

Por desgracia, la visión es demasiado simplista. La comu-nicación pública de la ciencia es mucho más compleja y en ella intervienen demasiadas variables, muchas de ellas –las más importantes– difíciles o imposibles de medir. ¿Qué infl uencia tiene nuestro trabajo en las decisiones de vida de una persona, en su bienestar, en el entorno cultural o económico de una sociedad..? En cambio, re-sulta demasiado sencillo cancelar un proyecto por “no ser viable”, a pesar de las virtudes no cuantifi cables que pudiera tener.

Algunas vertientes divulgativas, como los museos y centros de ciencias, ha desarrollado un trabajo serio de investigación en evaluación. En otras, la evaluación es todavía inmadura, y no es claro que vaya dejar de serlo. Como ocurre en las artes –tan cercanas por su esencia y su función social a la divulgación–, quizá evaluar resulte ser un acto esencialmente inútil.

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H en gaussHumor involuntario

En su discurso de recepción del Premio Nacional de Divul-gación de la Ciencia y la Técnica “Alejandra Jaidar” 2005, el doctor Tirso Ríos presentó algunas opiniones de sus es-tudiantes sobre la ciencia y la química… Estamos seguros que nuestros lectores disfrutarán conociéndolas.

Tirso Ríos es químico, maestro y divulgador. Comentarios: Comentarios:

–Yo pensé que la conferencia iba a estar muy aburrida… ¡De una conferencia de química se puede esperar lo peor!

–Los esteroides… son un grupo de cuerpos astrales con forma de papa que giran alrededor del sol.

–La combinación del sodio con el cloruro para formar sal,

¡está bien! Uno positivo y otro negativo. Pero… dos cloros negativos pa-ra formar la molécula, ¡está grueso!

–Marcos Moshinsky… el gran portero del Dínamo de Checoslovaquia.

–El cemento… ¡es un producto muy chiro que nos aliviana y eleva!

–De la Herrán… un gran músico, especialista en tangos, donde es un verda-dero genio.

–Las ranas… ¡Quién iba a saber que esos animales tan asquerosos pusieran hasta 25 mil huevos, eso sí que es una hazaña! Habrá que estudiar el fenómeno para aplicarlo a las gallinas.

Otro díapor Jis

Tirso Ríos

Los estudiantes la ciencia la ciencia la ciencia la ciencia la ciencia la cienciay