Upload
others
View
4
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
PosgradoenHistoriografía
CuadernodePosgrado
(Doctorado)
MEMORIACOLECTIVAYPROCESOSDESIGNIFICACIÓNENELTIEMPO
MargaritaOlveraSerrano
2016
[1ªedición2008,SaúlJerónimoRomeroySilviaPappe]
[2ªedición2010,correccionesSP]
NOTA:Eneltrimestre16P,estaUEAseráimpartidapor:
Dra.MargaritaOlveraSerrano,[email protected]
Objetivos
a) Analizar la interacción entre memoria individual y colectiva, el olvido y el trauma
histórico.
b) Conocerlosprocesosdecreacióndelamemoriacolectiva.
c) Identificarlasdistintasgrafíasgeneradorasdememoriacolectivaeneltiempo.
d) Analizarlarelaciónentrepoder,sociedadymemoriacolectiva.
e) Relacionarlosprocesosidentitariosconlamemoriacolectiva
Introducción
ElCuadernodeposgradode laUEA“Memoriacolectivayprocesosdesignificación en
el tiempo” se divide en dos grandes apartados: la primera parte versa sobre algunos
ejes de una discusión teórica que nutre elquehacer historiográfico y que puede ser
reconducida de modo que abra la posibilidad de que los alumnos de doctorado
investiguenporsucuentaloscamposaledañosqueson de su interés; la segunda parte
se ocupa de una amplia gama de relaciones de la memoria con otros ámbitos, e
indaga esencialmente en torno de los usos, las formas de significación, los efectos, la
estabilización a través de imágenes, discursos y prácticas, diferenciando diversos
niveles, enfoquesy horizontes e incluyendo la reflexión en tornoa lamemoriaysu
análisis.
La memoria colectiva se comprende como un complejo proceso de significación del
pasado,delpresenteydel futurode las sociedadesyculturas.En la construcciónde la
memoria participan diversos actoresindividualesycolectivosorientadosporvaloresy
normasdiferenciados;talconstrucciónimplicaprocesosdesignificaciónligadosalímites,
pertenencias e identidades en continua transformación. En este sentido, memoria e
identidadsonámbitos realesysimbólicosqueseredefineneneltiempoyquedanlugar
a estrategias para “materializar” y estabilizar la memoria en distintas coordenadas
espacio/temporalesyque,enconsecuencia,estánatravesadaspordiversasmodalidades
de la experiencia de la temporalidad en la que es necesario reflexionar
historiográficamente, puesto que no es lomismo, por ejemplo, el estatus que tiene la
memoriaensociedadesycomunidadesorientadasporlatradiciónyporunaexperiencia
deltiempoquedaprimacíaalpasado,queellugarqueadquierecuandonosubicamosen
las coordenadas de sociedades cuya experiencia temporal pone el acento en el futuro
comofueelcasodelperiododelamodernidadtemprana,obien,comoenlasmodernas
sociedadescontemporáneas, dondetiendeapredominar unpresenteextendidoenel
quelosvínculoshacia“atrás”yhacia“adelante”,sehanerosionado.
Los principales objetivos que se pretenden alcanzar a lo largo de este curso
comprenden la reflexión entorno a la interrelaciónentre lamemoria individual y la
memoria colectiva, el recuerdo, el olvido y el trauma histórico, así como loque Paul
Ricoeur llama“memoria justa”.Asumimosque lareflexióndesegundogradosobre
losprocesosquegeneranmemoria, a su vez, requierede la identificaciónde las
distintasformasyestrategiasdesumaterialización,asícomolasposibilidadesde
su uso, entre otras cuestiones. Una dimensión fundamental aquí radica en la
comprensiónde la formacomo los significadosasociadosa lamemoria, implican
relacionesdepoder, relacionessocialesy relacionesdecortecultural. Todoello
une lamemoria con las percepciones, las expresiones identitarias, los proyectos
de individuos y grupos, así como las consecuencias no intencionales de dichos
proyectosalolargodeltiempo.
Otro objetivo fundamental aquí, es que los estudiantes obtengan insumos teóricos y
conceptuales para establecer con solvencia relaciones y distinciones historiográficas
entrememoria,pasadoehistoria,enelentendidodequesondimensionesque,sibien
tieneninterrelacionesmutuas,nosonidentificablesentresí.Engeneralsebuscaeneste
curso que los estudiantes elaboren puntos de partida selectivos y, en consecuencia,
obligadamente argumentados, dirigidos a establecer conexiones significativas en el
amplioy complejo “campo”de lamemoria; conexionesqueabonen, tantoa supropio
proceso de formación teórica al respecto, como a los registros de sus objetos de
investigación que pudieran beneficiarse de la reflexión sobre lo que llamamos
genéricamentememoriacolectiva.
Primeraparte
Lasrelacionesentrememoriaydiscursohistórico.Unproblematransdisciplinar
La dificultad de siquiera enunciar las discusiones contemporáneos en torno a la
memoria y sus usos, o bien pretender abordarla en profundidad, se evidencia
rápidamente a partir de dos ejemplos. Si a inicios de la década de 1990 todavía
parecía pertinente e incluso necesario presentar un panorama de las
“Investigaciones sobre la memoria: posiciones, problemas, perspectivas” (Siegfried
J. Schmidt)1, quince años después, un artículo de Ana Carolina Ibarra, “Entre la
historiayla memoria. Memoria colectiva, identidad y experiencia. Discusiones
recientes”2, muestra que a la autora no le queda sino limitar sus aspiraciones.
Ibarra se ocupaaquíesencialmentededostemaso líneasdediscusiónentornoala
memoriaysu relación con la historia. A través de la lectura yanálisis de la obra
de Jean-PierreRioux, presenta la cuestiónde lamemoria colectiva en elmarco de
la tradición francesa. Un lugar similar en la tradición anglosajona lo ocupa
Dominick LaCapra, con una importante discusión en torno a la historia de la
experiencia, cuya influencia es ampliamente reconocida. La selección de los dos
autores y sus respectivos campos de investigación ubica con mucha claridad el
interés de la autora: prácticamente opone el discurso histórico a la memoria,
reconociendo en ésta última la posibilidad de que aquellosquenosuelenformar
parte de la historia, expresen mediante una voz propia sus experiencias. “En las
últimas décadas –afirma–, la crítica historiográfica dio un vuelco a favor de la
memoria y de las manifestaciones más auténticas del imaginario. Desde entonces,
lamemoriahistóricavivade lascomunidades, losmitosdeorigen, la experiencia,la
identidad y otros temas afines se convirtieron en objeto de nuevas
investigaciones…”3 Desde luego, hay aquí una serie de problemas historiográficos
tangenciales, por ejemplo, la validez del uso de adjetivos como “auténtico” o el
significado historiográfico del concepto “imaginario” específicamente en este
terreno,enlosquenoesposibleprofundizaraquí.
1SiegfriedJ.Schmidt,“Investigacionessobrelamemoria:posiciones,problemas,perspectivas”,2000.2 Ana Carolina Ibarra, “Entre la historia y la memoria. Memoria colectiva, identidad y experiencia.Discusionesrecientes”,2007.3Ibid.,p.21[cursivasmías].
Hasta qué grado, esta visión (necesariamente parcial) obedece al recurrente
reclamo social por el reconocimiento de otras voces, de visiones que no queden
sujetas a un determinado tipo de historia concebida y escrita “desde arriba”, lo
vemoseneltextodelpropioLaCapra:
La identidad personal, y en particular la identidad colectiva, se han
transformadoenun apremiante conflictopara los grupos nodominantes y
han estimulado las investigaciones basadas en testimonios, diarios
personales, autobiografías y otras fuentes deexperiencia.Tambiénha sido
relacionada con las denominadas ‘políticas de identidad’, en las que la
posición subordinada de un grupo o su constelación de posiciones
subordinadas es una preocupación crucial, si no esencial, de la actividad
políticay,enlíneasgenerales,delaactividadsocial.4
En los años setenta del siglo XX, se había roto desde un lugar alejado de las
cienciassociales, conunade laspocashipótesisqueparecíadarleciertaestabilidad
a la memoria: la idea de un lugar concreto, determinado que la memoria
ocupaba en el cerebrohumano,aunquenosepudieradefinirconprecisióncuál.Así,
lamemoria, de por sí una de las capacidades más inciertas, más inestables, más
subjetivas, tuvo que ceder el lugar que supuestamente ocupaba en cada
individuo, a lo que los biólogos presentaban como resultado de sus
investigaciones: “memoria” es un conjunto de procesos que se forman y
transforman bajo determinadas condiciones que afectan ciertas estructuras
nerviosas. La idea de que la memoria es una especie de archivo que contiene
información obtenida a través de la experiencia, una idea anclada en numerosas
metáforas,yanosesostieneentérminoscientíficos,aunquesiguenteniendo vitales,
losactoresesténconvencidosdelafidelidaddesumemoria,esdecir,dequeaquello
querecuerdanesdirectamenteunacontecimiento,unhechotalycomosucedió.En
estesentido,esnecesarioenfatizarquelamemoriaindividual,comoelaboraciónde
primergradodelosactoresensusmundosvitales,estáalserviciodelospropósitos
prácticos del presente. Este señalamiento es relevante puesto que el conocimiento
delestatusinterpretativodelamemorianocorrespondeaunsaberdeprimergrado
4DominickLaCapra,Historiaentránsito,2006,pp.21-22.
(delactor),sinoalsaberdesegundogrado(delosobservadores)quelaplantea,no
comoundatoautoevidente,sinocomounproblema.
El cuestionamiento de la memoria como archivo, localizado en alguna parte del
cerebro,noesnuevo.MauriceHalbwachshabíaplanteadoyaenlosañostreintaque
la memoria no era un almacén de datos, sino algo construido o, mejor dicho, algo
cuya existenciadependíadelascondicionessocialesy culturales.5YnoesqueAleida
Assmann no estuvierafamiliarizada con ello; loque provoca su reacción no es
la declaración de que la memoria no es comparable a un archivo, ni el
planteamiento (sociológico enuncaso,biológico enelotro)dequese tratadeuna
construcción que depende de determinadas condiciones externas (nuevamente:
sociales yculturalesenun caso, nerviosasenelotro). Lo que, segúnella, significa
uncambioradicaleslamanera enqueseretomanesaspropuestaseinvestigaciones:
enotraspalabras,surecepción.
Humanistas con orientación constructivista –explica Aleida Assmann en la
introducción a un ensayo publicado en 1998– oponen al modelo estático
de la memoria concebida como archivo, el modelo dinámico de una
permanentetransformación, segúnelque la memoriaajustacontinuamente
elpasadoalpresente,demaneraelásticayfuncional.6
Y si bien toda interpretación del pasado se hace desde el presente, y la memoria
efectivamente se va transformando a través del tiempo, Assmann se enfrenta a
los peligrosdeunaradicalizacióndeestasituación:anticipalaposibilidaddequela
memoria termine dependiendo enteramente del presente, mejor dicho, de una
supuesta voluntad que se impone desde el presente. Eso opacaría e incluso
eliminaría la existenciamaterialeidealdeunpasadodeterminado.
Lo que le preocupa a Aleida Assmann no es la vieja discusión sobre la realidad
negada del pasado en algunos autores que reducen toda la realidad histórica al
carácter textual o discursivo de su conocimiento. Lo que le preocupa a Aleida
Assmann, repito, es una cuestión de ética: la eventual eliminación de aquella
5MauriceHalbwachs,Lamémoirecollective,escritoenlosañostreinta,sepublicóhasta1950.6AleidaAssmann,“StabilisatorenderErinnerung–Affekt,Symbol,Trauma”,1998.
materialidad de la memoria que sostiene “conceptos como culpa o
responsabilidad”, supeditando así el significado (histórico u otro) del pasado, es
decir,su impactoenelpresente,alaarbitrariedadyal poder.
En menos de dos páginas, Aleida Assmann resume lo desde hace unas tres
décadas marca una parte importante de los debates en torno a la memoria: el
conocimiento biológico y sus efectos en las ciencias sociales y las humanidades;
la relaciónqueestablece lamemoriaentrepasadoypresente,yelotorgamientode
mayor o menor fuerza a uno u otro ámbito temporal, de lo que depende la
proyección hacia el futuro; la relación entre memoria e historia a través de los
procesos de significación; la presencia tanto de memorias individuales como de
memorias colectivas y socialmente construidas;lasinterferenciasdelpodery dela
imposición con los recuerdos; la cuestión de la responsabilidad del ser humano
frentealasconsecuenciasdesus actos yel sentido éticoquemarcalarelevanciade
determinadas experiencias del pasado para el presente y el futuro; la
racionalización dememorias no estructuradas o fragmentadas que se caracterizan
poruna carga altamente emotiva; e l reconocimientodelaposibilidaddeconstruir
“falsas memorias” desde el presente; y consiguientemente, el peligro o la
posibilidaddeolvidar,dereprimireinclusosuprimir la memoria. Todo ello señala,
de diferentes maneras, la extrema inestabilidad de los recuerdos; inestabilidad
que debe ser asumida y procesada teórica y procedimentalmente por los
observadoressipretenderproducirunsaberracionalyválidosobreestosprocesos.
Desde luego, esta tarea tiene una complejidad difícil de subestimar, dadas las
implicacioneséticas,moralesynormativasquesueleimplicar.Porotraparte,aello
puedesumarseunexcesode“presión”paraelobservadorsi,además, lasmemorias
involucradas, forman parte de reclamos y proyectos políticos que, como tales, se
ubicanenelmundoprácticovital,noeldelaobservación,quesiempredebeguardar
una distanciamínima frente a ello a fin acotar posibles procesos de identificación,
empatía o dilución de la línea imaginaria que separa nuestras adscripciones y
posicionespolíticasoideológicas,delosrequerimientosdelaproduccióndesaberes
válidos. En otras palabras, el observador debe estar dispuesto a aceptar, como
consecuenciadelosresultadosdelainvestigaciónhistoriográfica,conocimientosque
puedenser “incómodos”paradeterminadosgrupos, e incluso,paraélmismocomo
miembrodelmundoordinario.
Ante la enorme cantidad de problemas a los que apenas aludimos aquí, las
distintas disciplinas responden de muy diversas maneras a la amplia gama de
posibilidades que se abre entre memorias individuales y colectivas. Afirmar que
tradicionalmente son la psicología, algunas ramas de la lingüística y la
comunicación las que atienden problemas relacionados con la memoria individual
(recuerdos,olvidos,traumas,afectos,sueñosentremuchosotros),yquelasociología,
la historia / historiografía, la antropología, la etnografía se ocupan más de la
memoria colectiva, no es sino una simplificación. Existen continuos intercambios
entre campos de conocimiento diferenciados; en función de ellos se rearticulan
preguntas, se retoman descubrimientos, adoptan (y adaptan) nuevas teorías,
“migran” conceptos y categorías, etcétera. Y lo más importante: esas disciplinas
comparten parcialmente experiencias, un lenguaje especializado (conceptos, pero
tambiénmetáforas, como por ejemplo el concepto de “archivo”) y, una yotra vez,
formasdematerializar,describir, transmitiryanalizarlamemoria.Estoquieredecir
quecomocampotemáticoocomoobjetodeinvestigaciónespecializadoyacotado,la
memoriaesunproblematransdisciplinar.
Bajo las consideraciones anteriores, una posibilidad de organizar y estructurar los
problemas a los que se enfrenta la investigación historiográfica (y de los que la
enumeración anterior no puede ser sino una muestra) es una agrupación que
pone en el centro aquellos aspectos que se condicionanmutuamente, en vista del
sentido social y cultural de la memoria, y de los procesos de su significación y
resignificaciónenlosespaciostemporales.Seríanestosloselementosqueatraviesan
deprincipio a fin loscriteriosdeselecciónde loscontenidospropuestosparaeste
curso;no sobra señalarqueesta selección/exclusión, toma comoeje la centralidad
historiográficaquetienenlaexperienciadeltiempoydelespacio,ydelosprocesos
de resignificación y recolocación de lamemoria en los procesos de elaboración de
determinadas franjas del pasado como historia. Esos aspectos giran en torno a
cuatrograndesejes:
a) las identidades, es decir, las diferenciaciones en diversos niveles ymomentos, entreyo/nosotros,ustedesyellos;7
7Recuérdeseladiscusiónentornoalsujeto,porejemploenPaulRicoeur,Símismocomootro,1996.
b) la memoria, las rememoraciones, los recuerdos,losdesconocimientos y
los olvidos que sustentan estaidentidad;
c) la continuidad y reproducción en el tiempo, la comunicación y la
transmisión de lamemoriay, ensucaso,susrespectivoscambios,olvidos,
omisiones, adecuaciones, y reconstrucciones; las conmemoraciones como
rituales colectivos organizados por los calendarios sociales (entendidos
como lugaresdememoria),queapuntana laproduccióndeunaofertade
continuidadycoherenciainterna,independientementedeloscambios.
d) Lasmemoriasfracturadas,looculto, lostraumas, lasrelaciones implícitas
y explícitas de olvidos institucionalizadosde la memoria reprimida, pero
tambiéndelpedir yotorgar perdón; lasimbología implícitaen loshechos
y los actos sociales, políticos, colectivos, individuales y sus efectos de
sentido,entreotrascuestiones.
Necesariamente,lasexperienciashistórico-socialesinvolucradasenestos cuatroejes–
las formas de conexión, las estructuras conectivas específicas y particulares, son
distintivas de diversas culturas, épocas, grupos sociales, identidades, tradiciones, e
inclusodeindividuos.
La relación entre identidad, memoria y continuidad cultural (rituales, tradiciones,
conocimiento histórico entre muchos otros) se constituye en un mundo social y
simbólico en cuyo interior se comparten experiencias, expectativas, proyecciones y
espacioparaactuar.Esaredderelacionesuneelpasadoconelpresente, abreespacios
deexpectativa condeterminadasorientaciones. Todosestoselementosse integranen
laimagenqueunasociedadtienedesímismayapartirdelacualactúa.La imagenque
tienedesímisma,cambianteeneltiempo,diferentealasimágenesdeotras sociedades
(otras épocas; otras circunstancias), se basa en valores y normas que se comparten;
así, una sociedad narra sus experiencias, se comprende, se explica y se interpreta a
sí misma. Es también al interior de estas redes de relaciones sociales y simbólicas
que el conjunto identidad-memoria-continuidad cultural se materializa: en prácticas,
en relatos, en tradiciones, en normas y leyes, indicaciones, reglas, rituales; en
representaciones.
Otro de los estudiosos de la memoria, el egiptólogo Jan Assmann, distingue cuatro
tipos de memoria8 que quisiera retomar aquí, no como tipos, sino como
características. La memoria es mimética, es decir, la imitación repetida ymemorizada
comounaformadeaprenderaactuar;estáligadaalosobjetosconlosqueunoserodea
cotidianamente, ya que les agrega una dimensión temporal y de pertenencia; es
necesariamentecomunicativa,debido aquenopuedequedar restringida aunomismo
como individuo, sino que se establece en relación con otros: recordar es algo
individual, pero elmarco referencialquepermite los recuerdoses colectivo, social,
cultural; ypor último, la memoria es un fenómeno cultural que implica, lo hemos
mencionadoyaen variasocasiones,la“materialización”delamemoria.
ActividadesybibliografíadelaprimeraparteLabibliografía sugeridaparaesteprimerejede trabajo comprendetextosyautoresde
distintasdisciplinas,aunquelehemosdadopreferenciaalámbitodelareflexiónteórica
entornoallugardelamemoriaeneldiscursohistóricoy,demaneramásamplia,enlas
cienciassociales.Laslecturasgiranentornoaalgunosdelosprincipalesconceptosque
hansidopuntodepartidaobligadosenladiscusión contemporánea sobre lamemoria,
enparticular, “memoria colectiva”, concepto acuñado en los años treinta del siglo XX
porMauriceHalbwachs; y “lugares de lamemoria”, concepto tomado por PierreNora
enlosañosochentadelaobradeFrancesA.Yates.9Elolvido,juntocontérminos como
omisión,pérdida de lamemoria, traumay otros, juega un papel igualmente central;
con excepción de “trauma”, los términos alrededor de la noción de olvido no solían
tener una presencia notable como “contraconcepto” de la memoria, cuestión que
experimentóuncambiofundamentalapartir de los planteamientosdeLamemoria, la
historia, el olvidodePaulRicoeur.
Posiblementeseaestemismoautorquien,primeroenunaconferencia(1994)yluegoen
la obra mencionada, La memoria, la historia, el olvido (2000), haya advertido con
mayor énfasis la enorme complejidad de las proximidades y las interdependencias
vínculos entre memoria, historia y olvido. Tres maneras de relacionarse con el
8 Jan Assmann, Das kulturelle Gedächtnis. Schrift, Erinnerung und politische Identität in frühenHochkulturen,1999.pp.20-21.9FrancesA.Yates,Elartedelamemoria,1974(1966).
pasado que, no obstantesus diferencias,debenverseenconjuntoyenestrechaunión
conelproblemadelaconcienciahistórica.10
Conel fin de presentar algunas dimensiones de estos conceptos(yeltipodeespacios
de experiencia al que están referidos) así como de sus transformaciones y su
potencial para la reflexión historiográfica, proponemos a manera de ejemplo la
lectura de dos tipos de textos: fragmentos de autobiografías y ensayos relacionados
con su problemática; y estudios historiográficos que problematizan e historizan la
construcción de historias nacionales en relación con la memoria colectiva. En el
entendido de la relevancia de lo afirmado sobre la obra de Ricoeur,ledamosunlugar
destacadoenelconjuntodelabibliografíasugerida.
Actividad1:Aesta primera parte delCuaderno de Posgrado corresponde la primera actividad que
consisteenlassiguientesdospartes,yparalaquesesugiereunensayode10cuartillas:
1. A partir de los textos agrupados como teóricos, y considerando los conceptos
“memoria colectiva”, “lugares dememoria” y “olvido” (pérdida, trauma, omisiónetc.),
así como la continua transformación del significado y del potencial identitario
constitutivodeesosconceptosatravésdeltiempo,elalumnorealizaráunareflexiónen
tornolarelaciónentrememoriaehistoria:¿quéideadehistoriamanejanlosautoresen
la construcción de una determinada noción de memoria? ¿En qué medida, el libro de
Ricoeur, La memoria, la historia, el olvido, aporta insumos teóricos para repensar
historiográficamentenuestropresente,nuestra ideasobre lahistoriaylamemoria?
2.En la segunda parte del ejercicio,la noción de identidad se “ suma” a la relación
memoria-historia, en fragmentos autobiográficos, y en estudios en torno a la relación
memoriacolectiva–historianacional.Elalumnoescogerádosejemplos,delrestode la
lista de textos, y continuará su reflexión a partir de la pregunta: ¿cuáles son los
condicionantessocialesyculturalesque intervienenenlaconstrucciónidentitariadeun
individuoodeunanación?
Entrega:6asemana
10Cf. Paul Ricoeur, Lamemoria, la historia, el olvido, 2000. Véase también Silvia Pappe, “MemoriaversusHistoria”,2007.
Lecturasparalaprimeraactividad
Ibarra, Ana Carolina, “Entre la historia y la memoria. Memoria colectiva, identidad yexperiencia. Discusiones recientes”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda WaldmanM. (coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.21-40.
Schmidt, Siegfried J., “Investigaciones sobre la memoria: posiciones, problemas,perspectivas”, en Silvia Pappe (coord.), Debates recientes en la teoría de lahistoriografíaalemana,México,UAM-A/UIA,2000.
1.TeoríaAnkersmit, Frank R., Historical representation, Stanford, Calif., Stanford University Press,
2000.(Chapters5,6).
Halbwachs, Maurice, On Collective Memory (Heritage of Sociology), Chicago, TheUniversity of Chicago Press, 1992 (1941 y 1952). (Preface; chapters 1-4;Conclusions).
Nota:Hayfragmentostraducidosalespañolquecirculanpor Internet. La versión
originalenfrancésdellibrocompletoqueseagregaal cddeeste Cuadernos,se
encuentraenlasiguientepáginadeinternet:
http://classiques.uqac.ca/classiques/Halbwachs_maurice/memoire_collective/memoire_collective.pdf
Nora, Pierre, “Between Memory and History. Les Lieux de mémoire», 1989 [1984]. (HayediciónenlarevistaRepresentations26,Spring1989.
Ricoeur, Paul, La memoria, la historia, el olvido, Madrid, Editorial Trotta, 2003 (c 2000).[HayedicióndelFCE]
2.FragmentosautobiográficosBerman, Marshall, Aventuras marxistas, Madrid, Siglo XXI Editores de España, 2002
(Introducciónycap.11).
Braunstein, Nestor, Memoria y Espanto o El recuerdo de infancia, México, Siglo XXIEditores, 2008 (“1. Introito. Los papeles ínfimos”, y “13. Autobiografías yautorretratos”)
Said,EdwardW.,OutofPlace.AMemoir.NewYork,Vintage,2000.(ChapterI)
Zweig, Stefan, “La tragedia de la falta de memoria”, en El legado de Europa,Barcelona,EditorialElAcantilado,2003.
Amanera de ejemplo, se recomienda la lectura de algún tomodeEnbuscadel tiempo
perdido, de Proust (hay muchísimas obras más que problematizan memoria y olvido,
memoriaeidentidad,entérminosliterarios).
3.EstudiossobrememoriacolectivaehistorianacionalMallon, Florencia E., Campesino y Nación. La construcción de México y Perú poscoloniales.
México,El ColegiodeSan Luis/CIESAS/El Colegiode Michoacán, 2003. (Cap. 9,“¿De quién son los huesos, a final de cuentas, y a quién le incumbedecidir?”, pp.509-554)
Pappe, Silvia, “Memoria versus historia:Desencuentros en los espacios depoder”, en MayaAguiluzIbargüenyGildaWaldmanM.(coords.),Memorias(in)cógnitas. Contiendasenlahistoria,México,UNAM,2007.pp.85-97.
Zerubavel, Eviatar, “Calendarios e historia. Un estudio comparativo sobre la organizaciónsocial de la memoria nacional”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda Waldman M.(coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.471-500.
__________________"Tiempoprivadoy tiempopúblico".ActaSociológicaNúm.49,FCPyS/UNAM,mayo-agosto,2009,pp.15-47.
Para larelaciónentrememoria individual,memoriacolectivaehistorianacional,ante la
problemáticade laomisión,elolvido, lostraumashistóricos, véasecasoscomoelde la
autobiografíadeGüntherGrass, y la recepciónqueobtuvo no sólo enAlemania sino a
nivelinternacional.
Reacciones similares se han suscitado a partir de testimonios y memorias escritos en
primerapersona,auncuandoentérminosestrictos,reúnenlasmemorias, losrecuerdos
devariosindividuosodegrupos,oprestansuvozalasvíctimas,losmuertos.
Segundaparte
Memoriaeidentidad.Materializaciones,espacioytiempo
La segundapartedeesteCuaderno dePosgrado tienecomoobjetivo reflexionar sobre
unadupladeconceptos,memoriaeidentidad,cuyainterdependenciaestal,queunono
puedeexistirsinelotro.Laidentidadesresultadodelamemoriaylamemorianotiene
sentidosinoseconcretizaenlaidentidad.
¿Quéesycómoreconocemosuna identidad?Al tratardecavilarsobre la identidadde
alguienodealgunosparecequeéstasestuvieranconstituidasyquesóloes cuestión de
encontrarlas; pero si la identidad se constituye a partir de lamemoria entonces es
una identidad cuyo punto de definición es el cambio, pues la memoria también es
algoquecambia yse reconfiguraeneltiempo.Así, ambosaspectosson históricosyse
modifican constantemente, a pesar de que algunos elementos que constituyen esa
memoria,parezcanmilenarios.
Por otraparte, quiense identifica conuna identidaddebeestar conscientedeque se
deslindadeotrasoquerelegaotrasaunsegundoplano,puesenunapersonaogrupo
conviven no una sino múltiples memorias e identidades y debe recordarse que la
elección de una, siempre exige establecer un orden, una jerarquía. Las memorias
conviven en órdenes diacrónicos y sincrónicos; por ejemplo, todos en algúnmomento
sonniños,jóvenes,ancianosoadultos,losrecuerdosdeesostiemposconstituyenpartes
deunamemoriaqueda consistencia aladulto,que se identifica conesasetapasde su
vida, a la par con las ideas, losproyectos, las actividadesde unpartido político, o con
una distinción de género o étnica, donde las características son a veces igual de
importantes que las diferencias; o con las tradiciones y la trayectoria profesional – o
bien,todasellasjuntas.
La memoria requiere de referentes de significación que sirven para “ desatar” los
recuerdosydarpiealamemoria;algunossonconstruidosentérminosfísicos,como los
monumentos,yotros,sinseredificadosconesepropósito,tienenunaenormecargaque
constituyendetonantesde lamemoria.Unejemplo eselhogar, lacasa, ciertosobjetos
que resultan familiares. Esos detonantes hablan, por supuesto, de la experiencia que
inscribe a quien recuerda en determinados espacios, círculos sociales y referentes
culturales. Así, el memorioso recuerda espacios, olores, colores, músicas, ritmos,
personajes reales o imaginarios, entre otros. La combinación de todos esos recuerdos
son parte de una memoria, son estos elementos los que moldean la identidad, le
otorgan tiempo, lugar y circunstancia. La naturaleza misma de su composición no
permite definirla de manera unívoca, ya que siempre son dos o más los
componentes que conviven en un mismo individuo, en una misma memoria, una
mismaidentidad.
Es elmemorioso quien, mediante un acto consciente, se hace cargo de ello y asume
una identidad específica, que puede ser volcada hacia un aspecto de su vida o una
identidadcompleja, todoen funcióndesupresenteysuexpectativade futuro,pues la
memoriaproyectahaciael futuro una identidadquesemueveenel tiempo,pero que
tambiéndeseaperdurarconunsentidoespecífico.
Elasuntoestodavíamásproblemáticoparaelcasodelasidentidadescolectivas, puesel
proceso mismo de constitución es realmente complejo: cómo se logra consenso, qué
aspectosdebenserrecordadoscomopartedelamemoriacolectiva,ycuálesdeellos son
los elementos reconocibles como parte de la identidad de un grupo de personas son
preguntas que surgenuna y otra vez. Quizá en comunidades pequeñas en las que los
elementos de raza, lengua, tradición y expectativas son aparentemente reconocibles,
pareciera posible reconocer una identidad y memoria unívoca (la antropología y la
etnografía dan cuenta de ello en el caso de grupos aislados, por ejemplo, delmundo
moderno). Pero dado que la mayoría de los sereshumanos no vivenen comunidades
aisladas, ni muy pequeñas, la problemática a la que nos enfrentamos a vecesparece
irresoluble: loselementosqueconstituyenlamemoriadeuncolectivo,no son la suma
de los recuerdos de los individuos, sino que hay un largo proceso de decantación
en el que el sedimento es la memoria colectiva; no es extraño que incluso pueden
surgir diferencias entre recuerdos individuales y lamemoria colectiva; los procesosde
socializaciónsuelenadaptarloindividualalocolectivo.Enesteordendeproblemas,no
estádemasseñalarque,sibienel individuoeselquerememora(deahíqueKoselleck
sostenga “mi memoria depende de mi experiencia y nada más”. Desde luego para
desentrañarelsignificadodeestaafirmación,debemosubicarloenlascoordenadasdela
noción espacio de experiencia), es el grupo el que aporta los “recursos” para ello. El
individuonopuedeexistir como tal sin éste; paralelamente, son los individuos losque
sonsusostén.
El pasado es un elemento central en la identificación de esos elementos comunes,
pero qué parte del pasado se retoma como parte de la memoria es algo que casi
siempre está en disputa. El siglo XIX mexicano vivió verdaderas guerras de tinta y de
sangreyfuegoparadefinirelrumboyelpasadoqueseelegiríacomoconstitutivode la
identidad mexicana. En el siglo XX, en la época posrevolucionaria un grupo logró
controlar y determinar los elementos que constituían lomexicano, la identidad del
mexicanoeraelmestizaje,paradigmaqueserepitiódemúltiples formas,perosinduda
los librosde texto y losmediosmasivosde comunicación jugaronunpapel importante
en el proceso de reducir al mexicanidad a unos cuantos elementos: el mariachi, el
tequila, la bandera tricolor, etcétera; sin embargo, después de los años sesenta
nuevoselementos se fueronreconociendo con identidadesdistintasde la oficial, las
regiones, los indígenas, los obreros, las mujeres, los niños, los ancianos, etc., ello
implicó el reconocimiento de historias distintas de las reconocidas como oficiales,
otros intelectuales se fueron distanciando de las versiones únicas y de la
historia política tradicional y sus trabajos ubicaron otros espacios en los que se
movían estos nuevos personajes de la historia y había que construir con ellos
otros pasados, que habían pasado inadvertidos, pero que implicaban otros
recuerdos, otras memorias, otras identidades. Sin embargo, en esas memorias
independientes también convivían las versiones oficiales, gubernamentales,
partidistas.
Procesos y transformaciones como los descritos anteriormente se realizan mediante
prácticas políticas, que hacen visibles estas identidades mediante actos políticosyde
fuerza, queobligaron yseguiránobligando alEstado alreconocimiento de estas otras
memorias e identidades, e incluso a la búsqueda de reformas legales para la
formalización de este reconocimiento. Mas no es el único mecanismo de
institucionalización; hayotros, como las disciplinas y profesiones de los investigadores
sociales, quienes mediante sus prácticas especializadas y usando procedimientos
propiosdelaciencia,identificanalosdistintosactoresyloshacenvisibles.
Estos procesos no son los únicos que intervienen en la constitución y
reconstitución, la transformación e incluso la fragmentación y pérdida de memorias e
identidades. El extremo se coloca en experiencias traumáticas como el holocausto,
donde laexterminaciónmasivano sólo atentacontravidas individuales ycomunidades
enteras,sinotambiénenlaposiblememoriarelacionadaconlosmuertos.Perotambién
hayque considerar losprocesosdedescolonización, o elcaso deYugoslavia, enelque
convivíanenunmismo Estadomultiétnicomemoriase identidadestotalmentedispares
que a causa de la fuerza del poder político compartían un territorio, y se habían
consolidadoaparentementeenunamismaidentidad(política,ideológica,yalparecerde
proyección hacia el futuro). La precariedad de la unión de elementos tan dispares se
pusoenevidenciaconlamuertedeTitoylacaídadelbloquesoviético,queprovocóun
derrumbe de la clase política de ese país, lo que desató movimientos separatistas y
reapropiaciones territorialesmuydiversos que dieronpor resultado la constitución de
siete países: Eslovenia, Croacia, Bosnia, Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kosovo.
Cada uno reclama memorias y tradiciones distintas, y sobre todo el derecho de
independencia;porlotanto,permanecerpolíticoyculturalmenteunidos implicabapara
cada uno un tipo de colonialismo identitario, la imposición de identidades ajenas,
contrarias a la “verdadera” identidad étnica, religiosa, cultural, política, regional,
lingüística, que ya no estaban dispuestos seguir soportando. Simbólico para los
nacionalismosrecuperadosmedianteprocesospolíticosyguerrassangrientas,puedeser
el deporte: para el mundial de fútbol de 2006 se formótodavía una selección que
representabaalpaís Serbia-Montenegro;durante la justaseanunció elreconocimiento
delaindependenciadeMontenegro,porloqueesafuelaúltimaocasiónquedeportistas
deambosterritoriosrepresentabanunaidentidadqueahorasesubdividióendos.
El elemento de la conciencia es básico en el reconocimiento de la identidad y de los
hechos,situaciones,tradiciones,característicasquesepercibencomopropios,yque se
refuerzan como parte de una memoria que sustenta esa identidad. Por supuesto que
en laeleccióntambiénestápresenteelolvido, esdecir, lacapacidadde lamemoriade
borrar lo que no es pertinente, convenienteo relevante. Por tanto seomite, se niega,
se oculta, se elimina consciente o inconscientemente, y se selecciona: ello da pie a
los silencios, a los tabúes, que sonotra forma de decir o de reconocerse. Lamemoria
es, necesariamente,selectiva.
Otradimensióndeestaproblemáticaes larelacionadaconlosusosdela memoria yde
la identidad: para qué se quiere y se necesita ser reconocido como otro, diferente a
los demás; por qué la alteridad,junto con la identidad,resulta de vital importancia
en las sociedades; por qué es importante tener una identidad no sólo individual sino
pertenecer aunacolectiva; yqué expectativasdespierta laconstrucción deunyoyun
otro.Siagudizáramosestaspreguntasasumáximaexpresión,podríamos afirmarquees
elreconocimientodelosotros,delosquesondiferentes, loquepermite tenerunlugar
propio.
Entodaslassociedades, lamemoriahaconstituido identidadesquesereconocen como
herederas de una tradición, de unos recuerdos, de un pasado común, y que tienen
expectativas propias. Esa memoria se materializa en espacios narrativos que son
elaborados por aquellos que, conscientes del papel que quieren jugar en la historia,
asumen la voz de una memoria y de una identidad, y que buscan o imponen su
reconocimiento. Con frecuencia, son los grupos letrados, escritores, intelectuales,
científicos sociales que identifican elementos distintivos de grupos, colectivos,
sociedades, y que desde su perspectiva construyen narraciones que los dotan de
identidadyquepermiten,asuvez,queestassociedadesseidentifiquenconlosrelatos.
Esa función la tienen las historias nacionales y locales, ciertas obras literarias,
lugares simbólicos que representan determinadas versiones de la experiencia
colectiva tanto míticacomohistórica.
En momentos en que un grupo se impone sobre otro, se borran elementos de una
memoria colectiva, a veces de ambas,y se construye otra, a veces nueva, a veces
ajustada;digamosquees lavieja ideadeque lahistoria laescribenlosvencedores,aun
cuando incorporan elementos de la identidad y la memoria de los vencidos. La vieja
historia se reinterpreta y se adapta y se amolda de tal suerte que se constituye en
una versión en la que caben uno o varios pasados, y que en su interrelación
construyen (“inventan”, diría Edmundo O’Gorman) poco a poco una nueva identidad,
comopuede constatarse en los discursos posteriores a la conquista de América. Un
proceso a la inversa se observa sobre todo en aquellas sociedades a cuyo interior
conviven grupos de distintas identidades parciales, sumadas bajo una más general,
que en momentos de crisis y violencia se fragmentan: los judíos que se sentían ante
todociudadanos alemanes, son un ejemplo claro; y los procesos de descolonización
(en África, por ejemplo) muestran una y otra vez hasta qué grado las sociedades
sufren procesos de desestructuración, donde la pertenencia a una u otra identidad
localmuchasveces significalasupervivenciadeunacomunidad.
Por último, no queremos dejar demencionar un fenómeno relacionado con aquellos
que utilizan y aprovechan una supuesta identificación con la identidad y memoria de
algún grupo, con el fin de beneficiarse: desde un patrimonio cultural que tarde o
tempranoproporcionaciertos dividendos,hasta la obtención deprivilegios reservados
a losmiembrosdeungrupo,yqueconsiguengraciasaquehanadoptado las normasy
losmecanismosinternosdeestegrupo.
Actividad2:
Las relaciones que se pueden establecer entre los diferentes elementos que
constituyen la memoria son múltiples y plantean problemas de muy diversa índole
teórica,segúnse tratedeahondarenellos.
A continuación se presenta un listado de diversas relaciones de la memoria con algún
otro elemento de identidad. De este listado, que de ninguna manera pretende ser
exhaustivo,elijaunoodoscuestionesyrelaciónelasconsutemadetesis.
Presenteunensayo (extensiónmínima15cuartillas)enelque identifique yanalice los
elementosqueconstituyenlamemoria,eltipodeidentidadqueserelacionaconella,los
elementosqueladefinen,lasformasmediantelascualesseasegurasucontinuidadenel
tiempo, losmecanismosutilizadosen su transmisiónyreproducción, yotraspreguntas
que considere relevantes para su investigación. Especifique de qué manera los
elementos que eligió contribuyen a resolver alguna problemática relacionada con su
proyectode investigación. Debenseleccionarseytrabajarse,comomínimo,5materiales
delabibliografíapropuestaparafundamentareltrabajo.
Entrega:11ªsemana
• Memoriaytiempo
• Memoriacortaylarga
• Memoriaytrauma
• Memoriaeidentidadpolítica
• Memoriaeidentidadlocal,nacional,supranacional
• Memoriaeidentidadreligiosa
• Memoriayespacio
• Memoriaysímbolos
• Memoriaindividualeidentidad
• Memoriacolectivaeidentidad,oMemoriaeidentidaddegrupo
• Memoriaeidentidaddegénero
• Memoriaeidentidadinstitucional
• Memoriaeidentidadgeneracional
• Memoriaeidentidadespacial
• Memoriaeidentidadsimbólica
• Memoriayconmemoracionespúblicasyprivadas
• Olvidoeidentidad
• Olvidotraumático,selectivo,inconsciente
• Olvidoypoder
BibliografíarecomendadaAllier Montaño, Eugenia, “Las voces del pasado”, en Revista Fractal, núm. 44. Versión
electrónica:http://fractal.com.mx/F44Allier.html.
Ankersmit, Frank R., Historical representation, Stanford, Calif., Stanford University Press,2000.(Chapters5,6).
Assmann,Aleida,Erinnerungsräume.FormenundWandlungendeskulturellen Gedächtnisses,München,C.H.Beck,2003.
---------------, “Stabilisatoren der Erinnerung – Affekt, Symbol, Trauma”, en Jörn Rüsen yJürgenStraub(edits.),DiedunkleSpurderVergangenheit.Psychoanalytische Zugängezum Geschichtsbewusstsein. Erinnerung, Geschichte, Identität 2, Frankfurt aM,Suhrkamp,1998.
Assmann, Jan,DaskulturelleGedächtnis.Schrift,ErinnerungundpolitischeIdentität in frühenHochkulturen,Munich,Beck,1999.pp.20-21.
Augé,Marc,Lasformasdelolvido,Barcelona,Gedisa,1998.
Bergero, Adriana J., Fernando Reati (comps.), Memoria colectiva y políticas de olvidoArgentinayUruguay,1970-1990,Rosario,Argentina,B.Viterbo,1997.
Berman, Marshall, Aventuras marxistas, Madrid, Siglo XXI Editores de España, 2002(Introducciónycap.11).
Braunstein, Nestor, Memoria y Espanto o El recuerdo de infancia, México, Siglo XXIEditores, 2008 (“1. Introito. Los papeles ínfimos”, y “13. Autobiografías yautorretratos”).
________________Lamemoriadelunoylamemoriadelotro.México,SigloXXI,2012.(Cap.2,“Deltrauma”).
Chartier,Roger.Lahistoriaolalecturadeltiempo.Barcelona,Gedisa,2007.
_____________Inscribiryborrar.BuenosAires,Ed.Katz,2006.
Connerton,Paul.Howsocietiesremember.NuevaYork,CambridgeUniversityPress,2007.
Eco, Umberto, La misteriosa llama de lareinaLoana (Novela ilustrada), México, Lumen,2005.
Fentress, James, y Chris Wickham (coord.), Social memory, Oxford, Blackwell, 1992.Halbwachs, Maurice, On Collective Memory (Heritage of Sociology), Chicago, The
UniversityofChicagoPress,1992(1941y1952). (Preface;chapters1-4; Conclusions).En Internet se encuentra la versión original en francés del libro completo:http://classiques.uqac.ca/classiques/Halbwachs_maurice/memoire_collective/memoire_collective.pdf
Hartog, François. Regímenes de historicidad. Presentismo y experiencias del tiempo,México,UIA,2008.
Ibarra, Ana Carolina, “Entre la historia y la memoria. Memoria colectiva, identidad yexperiencia. Discusiones recientes”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda WaldmanM. (coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.21-40.
Koselleck, R. Los estratos del tiempo. Estudios sobre la historia. Buenos Aires, Paidós.2000.(“Las esclusas del recuerdo y los estratos de la experiencia. El influjo de las dosguerrasmundialessobrelaconcienciasocial”,pp.135-154).
MoyaLópez,L.yOlveraSerrano,M.Conmemoraciones.Ritualizaciones,lugaresmnemónicosyrepresentaciones sociales.México, UAM-A, 2012. (caps. “Calendarios, y espacio como
lugares mnemónicos” y “Conmemoraciones, lugares de memoria y patrimoniesculturalesintangibles:entrelaaceleraciónyelpresentismo”).
__________________”Conmemoraciones,historicidadysociedad.Unpanoramasociológicoparalainvestigación”.EnLeyva,Gustavo,etal.Independenciayrevolución.Pasado,presenteyfuturo.FCE/UAM-I,México,2010.
___________________”La experiencia de la temporalidad en las sociedades contemporáneas:identidadessocialesyritualesconmemorativos”,Sociológicanúm.73,2011,pp.47-86.
LaCapra, Dominick, Writing History, Writing Trauma, Baltimore y Londres, The JohnsHopkins University Press, 2001. [Hay traducción al español: Escribir la historia,escribireltrauma,BuenosAires,NuevaVisión,2005.]
Larrión Cartujo, Jósean. “El orden de la desmemoria. La condición social de la memoriafragmentada”.Anthroposnúm.218,Barcelona,2008,pp.68-84.
-------------------, Historia en Tránsito. Experiencia, identidad, teoría crítica, Buenos Aires,FondodeCulturaEconómicadeArgentina, 2006.(Introducciónycap.I “Experienciaeidentidad”,p.1-103.)
LeGoff,Jacques,Elordendelamemoria.Eltiempocomoimaginario,México,Paidós, 1991.
Mallon, Florencia E., Campesino y Nación. La construcción de México y Perú poscoloniales.México,El ColegiodeSan Luis/CIESAS/El Colegiode Michoacán, 2003. (Cap. 9,“¿De quién son los huesos, a final de cuentas, y a quién le incumbedecidir?”, pp.509-554).
Nora,Pierre.“Entremémoireethistorie:laproblématiquedeslieux”.”LeslieuxdeMémoire.LaRépublique,Gallimard,Núm.1,Paris,1984.Pp.XVII-XIX:
Pappe, Silvia, “Memoria versus historia:Desencuentros en los espaciosdepoder”, en MayaAguiluzIbargüenyGildaWaldmanM.(coords.),Memorias(in)cógnitas. Contiendasenlahistoria,México,UNAM,2007.pp.85-97.
Ricoeur, Paul, La memoria, la historia, el olvido, Madrid, Editorial Trotta, 2003 (c 2000).[HayediciónenelFCE](“Elolvido”,pp.531-577).
------------,Símismocomootro,México,SigoXXIEditores,1996.
Rusch,Gebhard, “Recuerdosdelpresente”, enSilviaPappe (coord.),Debates recientes enlateoríadelahistoriografíaalemana,México,UAM-A/UIA,2000.
Rüsen, Jörn, “¿Puede mejorar el ayer? Sobre la transformación del pasado en historia”, enGustavo Leyva (coord..), Política, identidad y narración, UAM-I / Miguel ÁngelPorrúa,CONACYT,2003,pp.477-501.
___________Tiempoenruptura.México,UAM-A,2014.
Said,EdwardW.,OutofPlace.AMemoir.NewYork,Vintage,2000.(ChapterI).
Sarló,Beatriz.TiempoPasado.Culturadelamemoriaygirosubjetivo.México,SigloXXI,2006.
Schmidt, Siegfried J., “Investigaciones sobre la memoria: posiciones, problemas,perspectivas”, en Silvia Pappe (coord.), Debates recientes en la teoría de lahistoriografíaalemana,México,UAM-A/UIA,2000.
Schachter, Daniel. Los siete pecados de la memoria. Barcelona, Ed. Ariel, 2003. (Caps. “Elpecadodeltranscurso”y“Laatribuciónerrónea”).
_____________________Enbuscadelamemoria.Elcerebro,lamenteyelpasado.EdicionesB,1999.
Terdiman, Richard, Present Past. Modernity and the Memory Crisis, Ithaka y Londres,CornwellUniversityPress,1993.
Todorov,Tzvetan,Losabusosdelamemoria,Barcelona,Paidós,1995.
Yates,FrancesA.,Elartedelamemoria,Madrid,Taurus,1974(c1966).
Zerubavel, Eviatar, “Calendarios e historia. Un estudio comparativo sobre la organizaciónsocial de la memoria nacional”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda Waldman M.(coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.471-500.
_________________”TheFrenchRepubliccalendar:acasestudyinthesociologyoftime”.AmericanSociologicalReview.UniversidaddePittsburgh,Vol.47,1982,pp.284-289.
____________"Tiempoprivado,tiempopúblico",ActaSociológicaNo.49,FCPyS/UNAM,2009,pp.15-47.
Zweig, Stefan, “La tragedia de la falta de memoria”, en El legado de Europa, Barcelona,EditorialElAcantilado,2003.