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 Práctica 6. Fª de la ciencia. A yer Andrés Luna Bermejo En las primeras páginas del texto, se establecen dos cuestiones primordiales que no se perderán de vista a lo largo de la argumentación: 1) ¿cómo distinguir si una proposición dada expresa una ley natural? y 2) una vez contestado 1), ¿qué implica que una proposición exprese una ley de la naturaleza? ¿quiere decir que se trata de una proposición de carácter convencional o normativo?. El texto, a su vez, está dividido en dos partes (I y II). La primera parte tiene como fin principal dilucid ar la diferencia entre las relaciones lógicas y factuales, así como intentar descubrir el  status que ostenta una ley de la naturaleza, esto es, si es una convención o un  principio normativo, si es necesaria o no. La herencia histórica nos ha legado una connotación de la palabra ley que habría que poner en suspenso. Una ley de la naturaleza no es una orden o un mandato de un ser superior como puede pensarse. Sentimos que las leyes de la naturaleza están impregnadas de una necesidad  parecida a la de un precepto moral o legal. Pero realmente dicha necesidad no proviene de aquel que ejerce el mando, y tampoco es de tipo lógico, no es semejante a la deducción. Y esto ha sido mostrado por Hume, ya que, tal y como argumentó, si la relación fuera idéntica o análoga a la relación de deducción que existe entre una conclusión que se sigue de unas premisas, deberíamos poder deducir  de una causa los efectos sin recurrir a la experiencia, pero esto no sucede así. Y es que Hume tenía razón en que no podemos tener lo mejor de cada mundo, o sea, generalizaciones empíricas y lógicamente seguras. Las relaciones entre las cosas no  puede ser a la vez, factuales –con contenido empírico– y lógicas –necesarias–. Otros han visto la “necesidad” característica de las leyes de la naturaleza como “principios de necesitación”, que expresan relaciones de necesidad objetiva (!lógica), pero no nos aportan nada relevante que nos ayude a esclarecer la noción de ley de la naturaleza. Otros intentan conectar cierta necesidad  natural con la lógica estableciendo una ley que liga necesariamente unos sucesos entre sí, pero el problema aquí surge a la hora de justificar la necesidad de dicha ley, no está justificada su necesidad. En la segunda parte, ya despejada la confusión entre relaciones lógicas y factuales, nos seguimos  preguntando por el tipo de necesidad que presenta una ley de la naturaleza. Aún no tenemos claro el  status de una ley de la naturaleza. Podemos pensar que las leyes de la naturaleza necesitan de constantes de facto, sucesos invariablemente ligados entre sí. Es decir, la necesidad consiste en que no haya excepciones. Pero hay diferentes objeciones esta idea acerca de las leyes de la naturaleza: 1) debemos evitar sobrecargarnos de leyes vacuas, pues dada la forma lóg ica de las leyes de la naturaleza: «(  x)"  x!#  x» («Todo S es P») podemos crear numerosas leyes vacuas, pues siempre que el antecedente sea falso la ley será verdadera; 2) ¿cómo interpretamos un ley del tipo «  x=Fy», en la que una cantidad mensurable depende de otra? En estos dos casos recurrimos a introducir la noción de casos posibles en contraposición con los casos reales. Pero también existe un tercer a dificultad, a saber , 3) ¿cómo podemos diferenciar entr e generalizaciones de ley (g.d.l.) y generalizaciones de hecho (g.d.h.)?. Esa diferencia no reside en los modos en que puede expresarse una declaración (alusión a individuos particulares o a un espacio y un tiempo concreto), sino que se funda en que las g.d.l no sólo abarcan los casos reales (como las g.d.h), sino también los posibles. O lo que es lo mismo: las g.d.l. implican subjuntivos condicionales (los cuales abarcan los casos posibles), mientras que las g.d.h. aunque los incluyen, no los implican como las g.d.l.. Pero ni la noción de caso  posible como opuesto a real , ni la de subjuntivo condicional son tan claras como se piensa. La idea de Ayer es explicar la distinción entre g.d.h. y g.d.l. no en función de los hechos que las hacen verdaderas o falsas, sino más bien en relación con la actitud de quienes las exponen. Se propone estudiar esta diferencia –para aportar alguna aclaración al concepto de ley de la naturaleza  de manera indirecta, va a estudiar la diferencia que existe entre tratar una generalización dada como si fuera de ley o de hecho. Según Ayer, para que alguien tome una proposición de la forma «si algún objeto posee ", también posee #» como una expresión de una ley natural, es suficiente: 1) que crea, de modo no trivial, que todo lo que posea ", también posee #, y que además esté dispuesto a explicar las posibles excepciones satisfactoriamente; 2) que su convicción de que todo aquello que de hecho posea ", también posee #, no se vea debilitada por el descubrimiento de que " posee también otra propiedad  X , siempre que: a)  X  no implique lógicamente la inexistencia de #; b)  X  no sea una manifestación de «no- #»; c) el descubrimiento de la presencia de X no debilite seriamente la creencia en la presencia de " del sujeto; d) no considere la afirmación «si un objeto  posee " y “no-X”, posee #” como una formulación más exacta de la generalización que pretendía expresar. Sin embargo, para Ayer tales condiciones no son estrictamente necesarias, pues cree que pueden ser simplificadas y que además no cubren todos los campo posibles (por ejemplo, no abarcan las leyes funcionales). A yer tampoco cree que esté definiendo el concepto de ley natural. No quiere decir tampoco que una cierta proposición que expresa una ley natural entrañe que alguien tenga una determinada actitud hacia ella, pues hay leyes de la naturaleza aún sin descubrir. Pero todo esto no contradice la tesis de que es preciso explicar la noción de ley de la naturaleza en base a las actitudes humanas.

Práctica 6. Filosofía de la ciencia

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Ayer. Ley de la naturaleza

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  • Prctica 6. F de la ciencia. Ayer Andrs Luna Bermejo

    En las primeras pginas del texto, se establecen dos cuestiones primordiales que no se perdern de vista a lo largo de la argumentacin: 1) cmo distinguir si una proposicin dada expresa una ley natural? y 2) una vez contestado 1), qu implica que una proposicin exprese una ley de la naturaleza? quiere decir que se trata de una proposicin de carcter convencional o normativo?. El texto, a su vez, est dividido en dos partes (I y II).

    La primera parte tiene como fin principal dilucidar la diferencia entre las relaciones lgicas y factuales, as como intentar descubrir el status que ostenta una ley de la naturaleza, esto es, si es una convencin o un principio normativo, si es necesaria o no. La herencia histrica nos ha legado una connotacin de la palabra ley que habra que poner en suspenso. Una ley de la naturaleza no es una orden o un mandato de un ser superior como puede pensarse. Sentimos que las leyes de la naturaleza estn impregnadas de una necesidad parecida a la de un precepto moral o legal. Pero realmente dicha necesidad no proviene de aquel que ejerce el mando, y tampoco es de tipo lgico, no es semejante a la deduccin. Y esto ha sido mostrado por Hume, ya que, tal y como argument, si la relacin fuera idntica o anloga a la relacin de deduccin que existe entre una conclusin que se sigue de unas premisas, deberamos poder deducir de una causa los efectos sin recurrir a la experiencia, pero esto no sucede as. Y es que Hume tena razn en que no podemos tener lo mejor de cada mundo, o sea, generalizaciones empricas y lgicamente seguras. Las relaciones entre las cosas no puede ser a la vez, factuales con contenido emprico y lgicas necesarias. Otros han visto la necesidad caracterstica de las leyes de la naturaleza como principios de necesitacin, que expresan relaciones de necesidad objetiva (lgica), pero no nos aportan nada relevante que nos ayude a esclarecer la nocin de ley de la naturaleza. Otros intentan conectar cierta necesidad natural con la lgica estableciendo una ley que liga necesariamente unos sucesos entre s, pero el problema aqu surge a la hora de justificar la necesidad de dicha ley, no est justificada su necesidad.

    En la segunda parte, ya despejada la confusin entre relaciones lgicas y factuales, nos seguimos preguntando por el tipo de necesidad que presenta una ley de la naturaleza. An no tenemos claro el status de una ley de la naturaleza. Podemos pensar que las leyes de la naturaleza necesitan de constantes de facto, sucesos invariablemente ligados entre s. Es decir, la necesidad consiste en que no haya excepciones. Pero hay diferentes objeciones esta idea acerca de las leyes de la naturaleza: 1) debemos evitar sobrecargarnos de leyes vacuas, pues dada la forma lgica de las leyes de la naturaleza: (x)xx (Todo S es P) podemos crear numerosas leyes vacuas, pues siempre que el antecedente sea falso la ley ser verdadera; 2) cmo interpretamos un ley del tipo x=Fy, en la que una cantidad mensurable depende de otra? En estos dos casos recurrimos a introducir la nocin de casos posibles en contraposicin con los casos reales. Pero tambin existe un tercera dificultad, a saber, 3) cmo podemos diferenciar entre generalizaciones de ley (g.d.l.) y generalizaciones de hecho (g.d.h.)?. Esa diferencia no reside en los modos en que puede expresarse una declaracin (alusin a individuos particulares o a un espacio y un tiempo concreto), sino que se funda en que las g.d.l no slo abarcan los casos reales (como las g.d.h), sino tambin los posibles. O lo que es lo mismo: las g.d.l. implican subjuntivos condicionales (los cuales abarcan los casos posibles), mientras que las g.d.h. aunque los incluyen, no los implican como las g.d.l.. Pero ni la nocin de caso posible como opuesto a real, ni la de subjuntivo condicional son tan claras como se piensa.

    La idea de Ayer es explicar la distincin entre g.d.h. y g.d.l. no en funcin de los hechos que las hacen verdaderas o falsas, sino ms bien en relacin con la actitud de quienes las exponen. Se propone estudiar esta diferencia para aportar alguna aclaracin al concepto de ley de la naturaleza de manera indirecta, va a estudiar la diferencia que existe entre tratar una generalizacin dada como si fuera de ley o de hecho. Segn Ayer, para que alguien tome una proposicin de la forma si algn objeto posee , tambin posee como una expresin de una ley natural, es suficiente: 1) que crea, de modo no trivial, que todo lo que posea , tambin posee , y que adems est dispuesto a explicar las posibles excepciones satisfactoriamente; 2) que su conviccin de que todo aquello que de hecho posea , tambin posee , no se vea debilitada por el descubrimiento de que posee tambin otra propiedad X, siempre que: a) X no implique lgicamente la inexistencia de ; b) X no sea una manifestacin de no-; c) el descubrimiento de la presencia de X no debilite seriamente la creencia en la presencia de del sujeto; d) no considere la afirmacin si un objeto posee y no-X, posee como una formulacin ms exacta de la generalizacin que pretenda expresar. Sin embargo, para Ayer tales condiciones no son estrictamente necesarias, pues cree que pueden ser simplificadas y que adems no cubren todos los campo posibles (por ejemplo, no abarcan las leyes funcionales). Ayer tampoco cree que est definiendo el concepto de ley natural. No quiere decir tampoco que una cierta proposicin que expresa una ley natural entrae que alguien tenga una determinada actitud hacia ella, pues hay leyes de la naturaleza an sin descubrir. Pero todo esto no contradice la tesis de que es preciso explicar la nocin de ley de la naturaleza en base a las actitudes humanas.