Pregón de la Juventud Cofrade

Cádiz, 18 de Octubre de 2014

Mañana abierta de Abril

y una niña le temblaba

las piernas y hasta el alma

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pues sabía que ese día

algo grande pasaba

Todo preparado estaba

la última de las flores

que tu paso engalanaba

la voz del saetero

que más tarde te cantaba

hasta el último enser

del cortejo que acompaña

los nervios de tu gente

que verte en la calle ansiaba

la última trompeta

la última de las plegarias

del hombre que te llevaba

que con un año más

su promesa realizaba

la anciana que te pide

que no le falles nunca

que eres tu su sol

y su luna en las penurias

El día grande lo llaman

porque a la calle sale

a repartir Esperanza

Y esta niña que no sabía

aunque unos años pasan

que era lo que entonces pasaba

ahora se dirige a ti

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para dedicarte estas palabras

por ser la luz en la penumbra

su Nazareno del alma

porque desde ese día

aun sigue prendida

de esa dulce amargura

que tus ojos llenaban

Y esta niña hoy te escribe

para seguir contigo siempre

para seguir siendo Cirinea

con el mismo Amor que siempre.

SALUDOS

Rvo. Sr. Capellán Mayor de la Iglesia de San Juan de Dios.

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Sr. Hermano Mayor y Cabildo de Oficiales de la Muy Humilde Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia de Ntro. Sr. Jesucristo.

Sr. D. Martín José García, y miembros de la Comisión Permanente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad.

Querido Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Venerable y Seráfica Hermandad de Penitencia de Ntro. Padre Jesús Nazareno del Amor y Ntra. Sra. De La Esperanza.

Mi muy querido Grupo Joven.

Jóvenes cofrades de las diferentes Hermandades de nuestra ciudad.

Hermanos todos.

Señoras y Señores.

No puedo empezar este pregón sin agradecer la presentación que, mi amigo, ha escrito para presentarme. Desde el primer momento supe que debía ser él quien me invitase a este atril, pues no hay mejor persona para presentarme que la que además de compartir

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momentos dentro de nuestra Hermandad, es una de las personas más importantes que tengo en mi vida, la que sabe todo de mi, y ha sabido apoyarme en los momentos malos y disfrutar conmigo los mejores.

Gracias a la Junta Permanente del Consejo, en especial a Aarón, Maru y Sergio, ya no solo por la confianza depositada en mí para este pregón, sino también por haber sido un pilar fuerte cuando el viento no corría a nuestro favor, por haber hecho posible que todas las personas que han estado y están hoy en mi vida se crucen en mi camino, por su trabajo, siempre por y para nosotros, sin recibir nada a cambio. Eternamente, gracias.

Gracias a uno de mis niños, Juan, porque siempre desde el silencio y con la mayor humildad posible, como siempre lo hace todo, has vivido este pregón como si tuyo fuera, por los consejos, por las palabras cuando los nervios y las inquietudes no me dejaban pensar con claridad.

Gracias a mi Grupo Joven y Junta de Gobierno de mi Hermandad, por la ayuda siempre prestada antes de este día tan especial, por haber compartido conmigo esta experiencia desde el principio y por ser desde que empezó esta aventura uno de mis grandes apoyos.

Gracias a mis amigos y mi familia, por aguantar los nervios previos a este pregón, los días de agobios y por haber vivido con la misma ilusión que yo este día tan importante.

Por último, me gustaría dedicarle este pregón a mi amiga María, porque sé, que hoy no es un día fácil para ella, y a pesar de ello, está junto a mí en este día tan especial, y como siempre, apoyándome en todo lo que hago.

Rocío.Hoy, me gustaría comenzar como realmente empezó todo… Bien saben los que me conocen que nunca he tenido devoción por la

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Virgen del Rocío, pues antes de conocerla nunca había sentido especial cariño por Ella.

Todo esto cambió en el verano de 2012 cuando como todos los años, se organizaba la convivencia de fin de curso del Consejo, aunque ésta era la primera vez que yo asistía como joven. Todos mis compañeros que habían ido alguna vez me aseguraban que era una experiencia inolvidable, oportunidad para conocer mejor a los jóvenes que como yo, trabajan en sus diferentes Hermandades. Lo que no me podía imaginar era que iba a volver con muchas más cosas de las que me iba, pues la Virgen puso en mi camino a personas, que aunque algunas de ellas hoy en día no estén en mi vida, han sido un pilar muy fuerte durante mucho tiempo, porque han sabido apoyarme cuando las cosas no iban bien y vivir conmigo, los que quizás, y sin quizás, hayan sido los años más completos de mi hasta ahora, corta vida.

Es por eso, que hoy tengo muy presentes a dos personas, Maru y Aarón, pues gracias a su trabajo, siempre desinteresado, nos llevaron hasta la Virgen, y han hecho posible que muchos de nosotros hoy en día formemos un grupo además de compañeros, de amigos.

Una vez, un amigo rociero me dijo: “ La Virgen es así, no da nunca explicaciones, cuando te llama, te llama” .Y hoy, aunque por motivos personales no esté aquí con nosotros, le tomo prestadas sus palabras, pues no encuentro mejor manera de explicar lo que esa mañana de Julio la Virgen hizo conmigo, quizás fue la fatiga del cansado camino desde Almonte hasta la Aldea, o quizás fue que Ella estaba allí esperándome, pero desde ese momento es algo especial lo que me une a Ella, y lo que me hizo, formar parte de la Hermandad del Rocío de Cádiz.

Eres Virgen del Rocío,

Señora de Andalucía,

humilde en tu poderío,

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romera en la romería.

Hasta el aire se detiene,

al sentirte Señora

pues se nota en el ambiente

cuando llega la hora.

Eres luz de la mañana,

Esperanza en la mirada

de los romeros que aclaman

Blanca Paloma del alma.

Eres camino y llegada

de los gritos de Esperanza

Eres camino y llegada

de romera enamorada

Eres camino y llegada

de la anciana que te guarda

del romero que te llama

de la voz que te proclama

María de las Rocinas,

Bendita Madre del alma.

La Juventud; el futuro y el presente.

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Hoy, seré yo quien ponga voz a lo que pensamos y sentimos los jóvenes que trabajamos día a día en nuestras Hermandades y Cofradías.

Aunque en cierto modo suene a típico, la juventud no somos el futuro, somos el presente, pues… ¿Cómo se forma un futuro sin un presente?. Los jóvenes son un papel casi imprescindibles para las Hermandades de Nuestra Ciudad, ya que son las personas que deben formarse para en un futuro ser ellos quienes lleven las riendas de una Hermandad.

Hoy en día, los jóvenes están más vivos que nunca dentro de las Hermandades, si hay algo en lo que se caracterice fuertemente la juventud cofrade es de pecar de inexperiencia, pues a veces aspiramos a demasiado pensando más allá de nuestras capacidades. Pero la juventud se caracteriza también por tener mucho más de unas manos para montar o limpiar, por tener más que una cabeza para pensar, la juventud se caracteriza por la ilusión y las ganas que muchas veces escasea en nuestros mayores, la Esperanza de que siempre habrá una solución para los problemas que se presenten en el camino, por tener la fuerza de permanecer unidos a pesar de las tormentas, por tener la inocencia, , pero también, por tener unas profundas ganas de ver y aprender, de ser enseñados, de disfrutar con lo que hacemos, y con quién lo hacemos. Estamos dispuestos a aprender en el seno de nuestras Cofradías valores tan importantes como la solidaridad, la ayuda al prójimo, la amistad, a veces, el amor y el compañerismo, que únicamente nos podrán enseñar las personas que intentan guiar nuestros pasos día a día, y que en su momento, vivieron situaciones similares a las que hoy en día vivimos nosotros.

A los jóvenes, hay que darles el lugar que se merecen, hay que cuidarlos y mimarlos; a los jóvenes, hay que enseñarles las cosas verdaderamente importantes dentro de una Hermandad, hay que saber cómo despertar en ellos esa cosa que les haga enamorarse día a día de su labor dentro de ellas, por eso, a los miembros de Junta de Gobierno que hoy me escuchan, me gustaría pedirles que cuiden a los jóvenes, porque quizás, sean el tesoro más grande que una Hermandad pueda llegar a tener, el patrimonio humano, las personas que conforman el grupo de trabajo dentro de una Cofradía.

Cuiden a los jóvenes, para que por encima de todo, en una sociedad donde predomina la injusticia, prediquen la palabra de Dios allá por donde vayan, para que lleven siempre por bandera valores tan importantes como la caridad o la solidaridad con las personas que tienen a su lado.

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Y a los jóvenes, dejémonos enseñar, aprendamos de los que están por encima nuestra, que en nosotros predomine la Humildad y las ganas de aprender. Soñemos con nuestro futuro y cuidemos el presente.

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Ser cristiano y cofrade.Para ser cofrade, hay primero que ser cristiano. ¿Quién de los presentes no habrá escuchado alguna vez esta frase?

Hace poco, en una de las misas de primero de mes de mi Hermandad, el Director Espiritual de la misma, en la homilía hacía referencia a que lo más importante dentro del mundo cofrade, no era ser buen cofrade, si no ser buen cristiano. Vivimos rodeados de personas, que por desgracia, están pasando duros momentos económicos, y aunque las vocalías de Caridad de las diferentes Hermandades ya se encarguen de esta labor quizás sea el momento de darnos cuenta que son tiempos para ayudar, para comprender, para apoyar, porque ya no se trata de algo por lo que no pudiésemos hacer nada, ahora, posiblemente muchas de las personas con las que trabajamos codo con codo, estén pasando por duros momentos.

Y con esto, no pretendo decir que los mantos y túnicas bordadas, los rosarios, broche, encajes, potencias, pasos dorados y todo lo que engloba el patrimonio de una Hermandad no sea algo que cuidar, pues dentro de ellas es una de las cosas más importantes, incluso me atrevería a decir que la que más.

Ya no sólo se trata de ayudar económicamente, si no de dedicar un rato a las personas que no están en la misma situación que nosotros, a los ancianos, que a veces olvidados por sus familias, únicamente necesitan una persona que los escuche, al que poder contarle sus preocupaciones, o ayudar al niño, que debido a las malas situaciones en su casa, no tiene buen rendimiento escolar.

Y puedo asegurarles, que dentro de mi Hermandad, los momentos más bonitos que me llevo, los que se guardan dentro del corazón y que te hacen aprender más, son los momentos en los que trabajas para ayudar a los demás, cuántas visitas a Alvernia por Navidad, cuántas recogidas de alimento en los supermercados

El curso pasado en mi colegio, San Felipe Neri, hice un voluntariado que sigue los valores de la educación marianista, este proyecto consiste en que los jóvenes acudamos a diferentes asociaciones, desde un centro de apoyo escolar, pasando por un comedor, un centro de tarde de niños pequeños, hasta la residencia de ancianos de Fragela, es un bonito proyecto que te enseña, que la juventud en la sociedad que vivimos tiene muchas más cosas que hacer salir con sus amigos, o estar inmersos en las redes sociales. La juventud tiene el brillo en los ojos que a los ancianos, cansados por las situaciones

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que la vida les ha puesto por delante, les falta, la juventud tiene la ilusión que le puede devolver a un niño la fuerza para seguir adelante, tiene el espíritu de ayuda.

Es el mejor momento para ayudar, igual que nos gustaría que nos ayudasen a nosotros, de apoyar y comprender, de actuar según Jesús nos enseñó, mirando un poco más por los demás.

La Juventud de mi Cádiz

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Se despierta un nuevo Domingo de Ramos con el Sol luciendo como nunca, día especial para todos los cofrades. Primero al Carmen, es especial la ilusión que permanece de cuando éramos pequeños de ir a ver a la Hermandad de la Borriquita, y junto a sus Titulares, los niños de la Paz, que se llevan todo el año trabajando para Ellos, y sé, que formando el grupo que forman el futuro de esta Hermandad está más que asegurado, y allí, siempre, Jose, Alba y Pablo, que velan los sueños de su Virgen del Amparo noche y día. Del Carmen hasta Salesianos, no creo que haya mejor ejemplo, que nombrando a la Hermandad del Despojado, para demostrar que con esfuerzo todo, absolutamente todo, se puede llevar hacia delante, son ejemplo de unión y de trabajo, ojalá que el resto de los años que le quedan por delante, sean iguales de buenos o mejores que los que han dejado atrás. De Salesianos a San Lorenzo, como se suele decir, tras la tempestad, siempre viene la calma, y más aún cuando un grupo humano se une fuertes para sacar adelante cualquiera de las malas etapas que pueda tener una Cofradía, sé que el camino es duro, pero con jóvenes como los que trabajan día a día en la Hermandad de las Penas, estoy segura que sólo tienen un lugar bueno a dónde llegar. De San Lorenzo, a Santo Domingo, porque aunque esta Hermandad no tenga Grupo Joven, son jóvenes las personas que forman su Junta de Gobierno, y que en su día, fueron jóvenes de la Hermandad, todo preparado con el mayor mimo posible, cada detalle, para que el Señor en su Sagrada Cena pueda volver a casa con su Madre. Y por último, de Santo Domingo, como diría un cofrade de esta Hermandad, al barrio de la Amargura, San Agustín, allí están los niños de la Hermandad, humildes y pacientes, todo preparado con el mayor mimo posible, pues sé , que los que allí trabajan no son más que corazones que laten por su Cristo y por su Virgen.

Y otro Lunes Santo comienza, desde tempranito a San Francisco que hay que dejarlo todo preparado para que salga perfecto, y dentro del Patio, los niños del Amor cortando flores, para la petalada de su Madre, la Esperanza. Los nervios a flor de piel. Y con ellos, los niños de la Hermandad vecina, los niños que siempre están a la Vera de su Santísimo Padre y Su Madre, la Soledad. Ambos deseos de que todo salga bien y no haya ningún imprevisto. Y en nuestra mente, un barrio nervioso, porque ha llegado la hora, La Palma repleta, siempre acompañada de su gente, gente que nunca falla, jóvenes que curan las Penas de su Santa Madre. Y desde la Palma, de vuelta al Carmen, y allí, los jóvenes prendidos por la celeste mirada de su Virgen del Patrocinio. Y va acabando el día, Lunes Santo de Esperanza, Lunes Santo que se guarda, en el último rincón del alma.

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Y llega el Martes Santo, los jóvenes del Caído con recuerdos y anhelos de madrugadas por el parque, la juventud del Caído, que desde hace unos años, también es Hermandad vecina, más viva que nunca. De San Francisco a Santa Cruz, los niños de Sanidad, destacan por ser multitud, y aunque pocos años llevan en esta andadura siempre están presentes para todo lo que se les llama. De Santa Cruz a San Antonio, el Cristo que a las columnas lo atan, con sus jóvenes acólitas, que iluminan y amparan el camino de su Cristo y su Virgen de las Lágrimas.

Miércoles Santo de Luz y Aguas, de espíritu marianista, del San Juan que ampara a sus jóvenes que trabajan. Jóvenes que a la Juventud llaman. Y en Santo Domingo, es algo especial lo que pasa, recuerdos cigarreros, de Amor Hermoso y Esperanza . Cerca de Santo Domingo, en la Merced espera, un barrio que tiembla, cuando el día se acerca, un barrio que anhela, un grito en las Canastas, cuando el Señor se acerca, y sus jóvenes que esperan, a su Madre del Buen Fin. Y cayendo la noche, Angustias entre voces, de las monjas que le cantan, a la madre más buena, más dulce y sensata.

Jueves Santo de mantillas, y un barrio que no aguanta, que un año llevan esperando que su Nazareno salga, que les quite la pena que sus Dolores provocan, que por un momento los minutos sean horas.

Y en la madrugada, es el Perdón quien llama, jóvenes de azul y blanco, de Rosario de plegarias.

Y llega el Viernes Santo, por Castrense se encuentran los jóvenes de la Expiración y su Madre de la Victoria, todos los nervios aguantan, ya ha llegado su día y con él casi acaba la semana.

También hay juventud que sueña, fuera de esta semana, empezando por el Redil de la Divina Pastora, luchando como nadie, para que llegue la hora. Hay juventud que sueña, con “Vivas” a su Patrona, hay juventud en la Castrense, que trabaja a deshora. Hay juventud que del Monte del Carmelo baja, cada 16 de Julio para estar con su Madre del Alma. Hay juventud que sueña, con noches de Rocío, con tardes y con mañana.

¿ Y ahora quién dice, que en Cádiz juventud no hay? Jóvenes que tiemblan en cada madrugada, jóvenes que prendidos quedan de Esperanza. Jóvenes que buscan, jóvenes que anhelan.

Jóvenes, que a soñar empiezan.

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Nuestro Cádiz y su mundo cofrade.Todo aquel que trabaja activamente en una Cofradía sabe lo que se cuece dentro de Ellas, y sobre todo, dentro del mundo que las rodea.

No son tiempos para alabar el mundo cofrade de nuestra ciudad, desde hace unos años vengo observando que el cinismo, las críticas en exceso y exigencias en cualquier naturaleza son cosas, con las que por desgracia, hemos tenido que aprender a convivir. Estamos acostumbrados a poner en duda cualquier paso que algunas de nuestras Hermandades intente dar, acostumbrados a ser atacados por lo que unos cuantos piensen, acostumbrados a opinar del trabajo de los demás, sin apenas llegar a pensar, el esfuerzo, la ilusión y el tiempo empleado en ello.

Y sin intención de ofender a nadie, la mayoría de estas críticas vienen de boca de aquellas personas que no trabajan activamente dentro de alguna de las Hermandades de nuestra ciudad, y que por lo tanto no pueden llegar a hacerse una idea del trabajo, del esfuerzo y tiempo que conlleva sacar adelante una de ellas. Vienen de boca de personas, que lo que intentan es echar por tierra lo demás, para engrandecer lo suyo propio.

No quiero decir que no se deba opinar sobre lo que hacen o deshacen las demás Hermandades y las personas que la integran, ya que estamos expuestas a la opinión pública y, como se suele decir,en el libro de los colores no hay nada escrito, dando lugar a una infinidad de opiniones. Pero siempre y cuando el fin de dar nuestra propia opinión no vaya más lejos de intentar mejorar lo que creamos que está mal hecho, o que desde nuestro punto de vista se pueda mejorar.

Y lo que más me entristece, es la cantidad de personas, que cansadas y enturbiadas por esta situación, renuncian a trabajar en sus Hermandades, personas válidas en lo que hacen, corazones latiendo por sus Titulares, cuya intención no va más allá de dedicar una parte de su tiempo libre a engrandecer a sus Cofradías. Cuántas personas habrán visto salir de sus Hermandades porque aseguraban que ya no tenían nada que hacer allí dentro, que su tiempo había pasado y que era momento de dejar paso a los nuevos que venían por detrás; cuántas que, por tener una opinión diferente, no han sido valoradas dentro de Ellas y que para hacer más llevadero el trabajo decidieron coger el camino más fácil.

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Quizás aquí este uno de los trabajos más importantes que tiene la juventud por delante, demostrar, que como un día me dijo una persona a la que aprecio mucho: “ Si se camina sólo, se llegará más rápido, pero si se camina acompañado, se llegará mucho más lejos” , que dentro de las cuatro paredes de una Cofradía no importa las diferentes opiniones que se tengan, no importa qué tipo de carga prefieran, no importa si quieren una túnica bordada o no, no importa si los quieran llamar túnicas o hábitos, papeletas de sitio o control de salida, lo único que importa son la única razón por la que estamos allí, nuestros Titulares. Es nuestro trabajo demostrar, que el mundo cofrade no se trata de una competición de quién tiene mejores enseres, de quién tiene la imagen más antigua y qué manto está bordado con la mayor cantidad de oro, si no que el mundo cofrade es un medio para vivir conjuntamente la vida que Jesucristo, quería que viviéramos, unidos amando al prójimo como a sí mismo.

Así, que es el momento de empezar a cambiar el cinismo por el realismo, la envidia por el reconocimiento de las cosas que se han conseguido, celebrar los logros del que tenemos al lado. Es el momento de cambiar lo que nos rodea, nuestro presente, y nuestro futuro.

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Mi vida, mi Hermandad.No hay Lunes Santo que no recuerde especial desde que casi sin uso de razón empecé a salir con mi Hermandad. Todos los años a casa de los abuelos para llevar los ramos a la Esperanza y a la Soledad con los primos, a comprar caramelos y para casa tempranito que había que comer y prepararse para salir. Todos los años es diferente, porque en mi familia se vive el Lunes Santo de forma especial, no es un día cualquiera. No me podré olvidar nunca de las recogidas desde el balcón de los abuelos, de la plaza abarrotada de gente, de la emoción de abuela al vernos a todos los nietos con los hábitos, de los pequeños de la familia correteando por el patio, de las mañanas de nervios en San Francisco, con la incertidumbre si ese año el tiempo nos dejaría salir, de la Esperanza en los hombros de mi tío, de la mano de mi hermana y mi primo cuando éramos pequeños…

Hasta que en 2010 decidí formar parte de mi Cofradía desde dentro, pues aunque mi familia siempre hubiera estado muy ligada a la Hermandad, era algo especial lo que me llamaba a estar dentro de ella. Hoy no puedo dejar de acordarme de Emilio, porque fue él quien empezó buscando jóvenes dentro de la Hermandad, el que ha hecho posible que hoy en día seamos lo que somos, y el que con el mayor cariño posible ha estado siempre encima de nosotros, luchando con cualquiera que nos intensase hacer daño. Aunque ya no estés trabajando con nosotros, me gustaría agradecerte la de cosas que nos has enseñado, desde no rendirnos nunca, hasta aprender que pasase lo que pasase, siempre debíamos estar juntos.

Aún recuerdo el Lunes Santo de 2010 cuando en el dintel de San Francisco me dijo “ Venga, no seas tonta y entra que están los niños despetalando dentro del patio” y dos semanas más tarde estaba entrando en la Casa de Hermandad con mi amiga Alicia, para formar parte del Grupo Joven, ¿cuántos nervios se pasaron ese día , eh?, con la timidez de unas niñas de 12 años, sin saber que los que se sentaban en esa mesa, se convertirían, hoy en día, en algunas de las personas más importantes de mi vida, y que entre esas cuatro paredes, aprendería valores tan importantes como la amistad y el compañerismo.

Ahora que en mi Hermandad, hay tiempos de calma, no quiero dejar de aprovechar esta ocasión para felicitar a la que hace casi ya un año, es la Junta de Gobierno de ella, pues habéis sido los únicos

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capaces de demostrar que es posible llevar adelante la Cofradía sin peleas, porque sois la savia nueva que necesitaba la Hermandad, y porque habéis puesto un punto y aparte en la mala etapa por la que estábamos pasando, para comenzar a escribir un nuevo período, en el que estoy segura, que con gente como vosotros al frente, irá mucho mejor de lo que ya está yendo.

Y ahora, si los oyentes me lo permiten, me gustaría dedicarme a mi querido Grupo Joven, pues como me habrán escuchado ellos alguna vez que otra, este pregón no es únicamente mío, ya que sin ellos, posiblemente hoy yo no estaría aquí. Nadie mejor que nosotros sabemos que son muchas las veces que el viento no ha corrido a nuestro favor, hemos vivido situaciones duras, sin apenas merecerlo, momentos en los que hasta nosotros mismos pensábamos que lo mejor era tirar la toalla, pero siempre, siempre, hemos sabido superar cualquier obstáculo que nos ha aparecido en el camino.

Con esto, no pretendo decir que seamos los mejores en lo que hacemos, pues entre nosotros también hemos vividos situaciones complicadas, pero, si de algo estoy segura, es que aunque no seamos los mejores, formamos un equipo inigualable, con las ganas de Pablo, el temperamento de Juan, la inocencia de Blanquita, la siempre ayuda de Marita y Juan Carpio, la alegría y el saber estar de Antonio, la fuerza de Ángeles y Alicia, la tranquilidad de Alberto, el cariño de Alicia y Raúl, la perseverancia de Alejandro, las palabras de apoyo de Carlos y el interés de Juanlu y Genaro.

Hoy en mi mente, las sonrisas tristes, los abrazos alegres, las lágrimas de emoción, las verdades que duelen, miradas que entienden más allá de las palabras, el apoyo cuando alguien tropieza, pétalos con sabor a trabajo bien hecho, sobre techo de Esperanza, noches de zambombá, las ganas siempre de más, luchas con fuerza , montajes de amistad, reuniones de ilusión, proyectos en el aire, los que siempre han estado, los que se fueron y los que quedan por venir, recogida de ayuda, sueños de Cincuentenario, confianza en lo que vendrá, modelos de Amor, vidas de Esperanza.

Y es que es esa tu mirada

que sin querer me detiene

Y es que es esa tu mirada

que sin querer me protege

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No hay mañana sin ti

Veladora de mis sueños

Ya lo sabes Madre Mía

que sin ti, ya no hay momentos

que sin ti, ya no hay sonrisas

ni sonrisas ni gestos

gestos de Esperanza,

que hasta tus plantas nos llevan

para seguir siendo marinera

del verde de tus ojos

de todo lo que quieras.

Eres luz de los enfermos

Ilusión de quien te quiere

del jóven que te sigue

de este barrio que te espera

Eres sonrisa nuestra

el pensar de las mañanas

Eres Amparo del alma

Soledad acompañada

Eres Amargura dulce

de la noche más oscura

de la noche más amarga

Eres Caridad viva

del que con Penas te llama

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Eres lágrima y anhelo

Eres faro del que busca

un cabo al que agarrarse

Sueño del que te cuida

y llenas de confianza

Eres tú los salvavidas

Eres tú, nuestra Esperanza.

Muchas gracias.