Preguntas Frecuentemente

Formuladas Acerca del

Sacramento de la Penitencia

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Introducción Mucha gente tiene preguntas acerca del sacramento de la Penitencia. Este boletín ha sido preparado a fín de responder a las preguntas mas frecuentes. No trata con cuestiones acerca de la estructura actual del sacramento de la penitencia, la cual está descrita en el boletín “Reconciliandose con Dios a través del sacramento de la Reconciliación: Una Guía para hacer un profundo exámen de conciencia y una buena Confesión.”Tú podrías tener preguntas que no estén hechas adecuadamente aquí. Por favor, no dudes en hacer dichas preguntas a los sacerdotes de tu Parroquia o buscar soluciones en los muchos y excelentes sitios de la red, incluyendo BeReconciledToGod.com. Esperamos que aquellos que tengan preguntas sobre el sacramento de la Penitencia encuentren este folleto útil en la ayuda para resolver cualesquiera dudas que puedan tener al venir a recibir el sacramento. Se espera de la misma forma, que los católicos que frecuentemente reciben este sacramento, puedan encontrar este folleto un medio para mejor apreciar lo que ellos ya estiman y poseen.

1. ¿Porqué tengo que confesar mis pecados a un sacerdote ? Porque esa es la forma en que Jesús lo estableció la noche del domingo de Pascua. Les dijo a sus Apóstoles que así como Dios Padre lo había mandado a Él (para perdonar los pecados), Él los enviaba a ellos a hacer lo mismo. Sopló sobre ellos el poder del Espíritu Santo, ya que sólo Dios puede perdonar los pecados, y les dijo que los pecados que perdonaran serían perdonados y los que no perdonaran quedarían sin perdonar (Jn 20:21-23). Como los Apóstoles eran incapaces deleer las mentes de los hombres, la única forma que ellos sabrían cuales pecados perdonar y cuales no, era que la gente se los dijera. Así estableció Jesús la estructura esencial del sacramento de la confesión. De la misma manera queJesús emplea a los sacerdotes para darnos el Cuerpo y la Sangre en la misa, así los usa para darnos Su misericordia en la Penitencia.

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2. ¿Siempre ha sido el Sacramento de la Penitencia en la forma que es ahora?

El catecismo claramente nos enseña: “A través de los siglos, la forma concreta por la cual la Iglesia ha ejercido su poder recibido del Señor ha variado considerablemente. Durante los primeros siglos, la reconciliación de los cristianos que habían cometido pecados particularmente graves después del Bautismo (por ejemplo: idolatría, asesinato, o adulterio) eran sometidos a una disciplina muy rigurosa, de acuerdo con las cuales los penitentes tenían que hacer penas por sus pecados, a menudo por años, antes de recibir la reconciliación. A éste órden de penitentes (a los cuales eran referidos por ciertos pecados muy graves) no se les admitia fácilmente y en ciertas regiones se les aceptaba por haber faltado una vez en su vida. Durante el siglo VII, misioneros irlandeses, inspirados por la tradición monástica oriental, llevaron a la Europa continental la práctica “privada” de la penitencia, la cual no requiere la terminación pública y prolongada de los trabajos penitenciales antes de la reconciliación con la Iglesia. Desde ese tiempo, el sacramento ha sido llevado a cabo en secreto entre el penitente y el Padre confesor. Esta nueva práctica avisoró la posibilidad de repetición y por tanto, abrió el camino a una frecuencia regular a este sacramento. Ello permitió el perdón de pecados graves y pecados veniales y su integración a una celebración sacramental. En concreto, esta es la forma de penas que la Iglesia ha practicado hasta nuestros días. (CCC1447).

3. ¿Porqué la gente varía en llamar el Sacramento de la Penitencia, Confesión o Reconciliación?

Los nombres enfatizan aspectos diferentes del sacramento. Penitencia se refiere a nuestro arrepentimiento, dolor por haber pecado y resolución de enmendar nuestras vidas con la ayuda de

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Dios. Confesión se refiere al acto por medio del cual le decimos nuestros pecados al sacerdote. Y la Reconciliación se refiere a la meta de la celebración por la cual el pecador es reconciliado con Dios y la Iglesia (CCC1423-24). El ritual para el sacramento es llamado el Rito de la Penitencia, pero esadecuado referirse a el con cualquiera de éstos nombres. De hecho el catecismo se refiere a el como “el Sacramento de la Conversión” o el “Sacramento del Perdón.”

4. ¿Qué necesito hacer para hacer una buena confesión? El sacramento consiste en tres acciones de parte del penitente: contrición, la cual es el dolor por los pecados, confesión en exámen profundo de conciencia y decirle tus pecados al Padre y decirle los pecados al Padre que es un deseo de reparar nuestros pecados y enmendar nuestras vidas. Juntos los tres, son llamados “los actos del penitente.”

5. ¿Cómo hago un buen exámen de conciencia? Cada uno lo hace pidiendo la ayuda de Dios y revisando con devoción las acciones propias de cada quien a la luz de las enseñanzas de Cristo y de su ejemplo. Algunos revisan su conducta por medio de los 10 mandamientos, otros por medio del mandato de Cristo de amar a Dios así como a los otros, unos más por las mas importantes virtudes cristianas, y otros por los 7 pecados “capitales” (soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, lujuria y gula). No es meramente suficiente enfocarnos en cómo uno ha roto las “reglas” de Dios, sino mas bien en cómo uno ha dañado su relación con Dios y con otros y se ha lastimado interiormente a si mismo. También es importante examinar nuestros pecados de omisión.

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6. ¿Cómo crezco en Contrición? Hay dos tipos de contrición: el dolor de haber lastimado a alguien a quien se ama (perfecta) y el dolor de haber sido sorprendido o el que se tiene por el castigo que viene debido al pecado (imperfecta). Debemos pedirle a Dios que nos ayude a lograr la contrición perfecta en la cual sentimos el haber lastimado a Dios que nos ama y a quien debemos amar como corresponde. La meditación sobre las consecuencias de nuestros pecados --- la cruel y brutal muerte de Cristo en la Cruz --- nos ayuda a menudo a lograr una contrición más perfecta.

7. ¿Cómo nuestro dolor se convierte en Penitencia? Cuando de verdad tenemos dolor por nuestros pecados, nos arrepentimos verdaderamente de haberlos cometido. Esto conduce naturalmente a tratar de reparar el daño ocasionado por el pecado y a tener un firme propósito de enmienda para evitar ese y otros tipos de pecado en el futuro. El sacerdote, normalmente nos dá una penitencia (normalmente oraciones, ayunos, o la negación de uno mismo, sacrificios, ayudas, obras de misericordia espirituales o corporales, o bien servicios al prójimo) como medicina para empezar a reparar el daño causado por el pecado, pero ésta pena es ligera y pequeña en comparación al daño infinito que nuestros pecados han ocasionado al llevar a Cristo a la muerte. Así que debemos voluntariamente hacer penitencia para buscar, con la ayuda de Dios, expiar nuestros pecados y reparar ese daño (CCC 1460).

8. ¿Cuales son las cualidades de una buena confesión? Una buena confesión es humilde, sincera y completa. Es humilde cuando nos acusamos nosotros mismos de nuestros pecados con profundo dolor por haber ofendido a Dios mientras que imploramos su amorosa misericordia. Es sincera cuando decimos

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nuestros pecados con honestidad y verdad, sin exageraciones ni excusas. Es completa cuando confesamos todos nuestros pecados mortales, incluyendo el número de veces que los hemos cometido cada uno.

9. ¿Qué es pecado y que pecados necesitan ser confesados en el Sacramento de la Penitencia?

El pecado es una ofensa contra Dios que rompe nuestra comunión con Él y con Su Iglesia (CCC 1440). Es mucho mas que “romper las reglas,” es una falla al amor de Dios y a otros que ocasiona daño real en todas nuestras relaciones. Hay pecados totalmente incompatibles con el amor a Dios y a otros (pecados mortales, en los cuales el amor genuino está “muerto,” y aquellos en los cuales el amor está menos gravemente herido (veniales o fácilmente perdonables). La Iglesia dice que todos los pecados graves o mortales deben ser confesados tan pronto como sea posible (CIC 988).

10. ¿Qué es un pecado mortal? Un pecado mortal abarca una acción cuyo objeto es materia grave el cual es cometido con pleno conocimiento y pleno consentimiento. Materia grave es generalmente entendida como algo que viola alguno o varios de los 10 Mandamientos. Pleno conocimiento significa que uno conoce y sabe que Dios o la Iglesia que Él fundó, consideran el acto pecaminoso (aun cuando uno no comprende necesariamente el porqué es considerado pecaminoso). Pleno consentimiento también implica un conocimiento lo suficientemente intencional para que sea elección propia de la persona (CCC1857-59).

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11. ¿Cuales son las consecuencias de un pecado mortal? Un pecado mortal “resulta en la pérdida de la caridad y la privación de la Gracia santificante, que es el estado de Gracia. Si no es redimido por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa exclusión del Reino de Dios y conduce a la muerte eterna del infierno, porque nuestra libertad tiene el poder de elegir para siempre, sin retorno” (CCC 1861). Este es el porque es tan importante que los pecados mortales sean confesados a un sacertote tan pronto como sea posible.

12. ¿Que es un pecado venial y cuales son sus consecuencias? “ Uno comete un pecado venial cuando, en materia menos seria, no observa los estándares presciptos por la ley moral, o cuando desobedece la ley moral en materia grave, pero sin el pleno conocimiento o sin el pleno consentimiento. El pecado venial debilita la caridad; manifiesta un afecto desordenado por las cosas creadas;he impide el progreso del alma en el ejercicio de las virtudes y la practica del bien moral; ameritando castigo temporal. El pecado venial deliberado y sin arrepertimiento nos dispone poco a poco a cometer un pecado mortal. Sin embargo, el pecado venial no nos coloca en oposición directa a la voluntad y amistad de Dios; no rompe la alianza con Dios. Con la gracia de Dios, es humanamente reparable” (CCC 1862-1863).

13. ¿Que dijo e hizo Jesus acerca del pecado? Jesus es el cordero de Dios que vino a quitar los pecados del mundo (Jn 1:29). Sus primeras palabras publicas fueron “Arrepientanse porque el reino de Dios esta cerca”(Mt 4:17). El curo los pecados del paralitico y el de la mujer sorprendida en adulterio (Mk 2:5; Jn 8:11). El predico sobre el deseo de Dios para reconciliarnos, con las bellas imágenes de la oveja extraviada, dela moneda perdida y del hijo prodigo (Lk 15). Nos enseño como

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luchar y rechazar el pecado, instruyendonos en el sermon de la montaña que seria mejor sacarnos los ojos o cortarnos nuestras manos si estos nos llevaran a pecar, que no hacer nada y perder nuestros cuerpos y almas para siempre en el infierno (Mt 5:29-30). El nos enseño a rezarle al Padre para que nos perdone nuestros pecados y nos guie a perdonar las faltas relativamente mas pequeñas de aquellos que pecan contra nosotros (Mt 6:12; 18:21-35). En la cruz, mientras se preparaba a morir para perdonar nuestros pecados, las palabras salvíficas de Jesus fueron, primero para los pecadores en general, “Padre, perdonalos porque no saben lo que hacen,” y luego para un pecador, el buen ladron, en particular (Lk 23:34,43). Despues de su resurrección no dio Jesus solamente a los apostoles la capacidad de perdonar pecados en su nombre sino que los mando a predicar “Arrepentimiento y Perdon de los pecados” a todas las naciones (Jn 20:21-23; Lk 24:47). Eso es lo que la iglesia continua predicando a travez de la necesidad de arrepentimiento y de hacer disponible la misericordia de Jesus disponible a travez del sacramento de la penitencia.

14. ¿Sé que los pecados mortales deben ser confesados, pero debo también confesar los pecados veniales de los que me acuerdo?

La iglesia recomienda fuertemente que confesemos nuestras faltas de cada día (pecados veniales) porque puede ayudarnos “a formar nuestras conciencias, a luchar contra las tendencias malas (esquemas de debilidades que pueden conducirnos a pecar), ser curados por Cristo y progresar en la vida del Espíritu” (CCC 1458; CIC 988). La confesión de nuestros pecados veniales nuestra nuestro rechazo a todo pecado porque aun los pecados veniales están contra el amor de Dios y del prójimo.

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15. ¿Debo yo ir a confesarme si solo he cometido pecados veniales?

Sí. No debemos mantenernos alejados de la confesión si hemos cometido solamente pecados veniales, ya que el sacramento no perdona solamente nuestros pecados sino que nos da la gracia de Dios para luchar contra las tentaciones. Los grandes santos, quienes estaban llenos del amor de Dios y parecían haber evitado los pecados mortales, se confesaban con mucha frecuencia, porque el sacramento nos ayuda a crecer en la gracia de Dios revelándonos nuestra necesidad de la ayuda de Dios en las “Pequeñas cosas” del día llevándonos a pedirla.

16. ¿Debo ir a confesarme si no he cometido ningún pecado desde mi última confesión?

¡No, debes permanecer en casa y esperar que lleguen tus documentos de canonización. Seriamente, si han pasado varias semanas desde tu última confesión, tú no has examinado tu conciencia probablemente bien. “El hombre justo,” dice el libro de los Proverbios “cae siete veces al día” (Prov 24:16). Si tu estas luchando para encontrar materia que confesar, examina tu conciencia sobre tus pecados de omisión, sobre los siete pecados capitales o si tú de hecho y de obra amas al Señor con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con toda tu fuerza (Lk 10:27).

17. ¿Si yo olvido confesar un pecado mortal es válida mi confesión y se me perdonan los pecados?

Si. Si uno por mala memoria o nerviosidad olvida confesar un pecado mortal, la confesión es válida y todos sus pecados le son perdonados. La persona debe, sin embargo, mencionar ese pecado olvidado en su próxima confesión para recibir consejo y la penitencia apropiada. Si esto ocurre rutinariamente, es probable

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que sea una indicación que dicha persona o se confiesa rara vez o no está completamente consciente del verdadero horror que es un pecado mortal, porque uno no debe olvidar los pecados mortales con facilidad. Si, por otra parte, deliberadamente un penitente se niega a mencionar un pecado mortal en confesión, ninguno de sus pecados personales serán perdonados, la persona permanecerá en el peligroso estado de pecado mortal, y será culpable del pecado adicional de sacrilegio.

18. ¿Que tan a menudo necesito confesarme? La Iglesia recomienda que los católicos reciban el sacramento de la penitencia con frecuencia. Estrictamente hablando después de haber alcanzado la edad de la razón los católicos están obligados a confesar sus pecados serios cuando menos una vez al año (CIC 989), pero el mínimo no debe hacerse un máximo. Los católicos deben venir a la confesión tan pronto como sea posible después de haber cometido un pecado mortal. Si ellos buscan crecer en santidad la practica regular de la confesión de cuando menos una vez al mes es recomendada.

19. ¿Cuales son los efectos del sacramento? El sacramento de la penitencia es una resurrección espiritual que nos trae a la vida de nuevo después de la muerte por el pecado mortal (Lk 15:24). Nos reconcilia con Dios en una amorosa amistad y nos restaura a su gracia. Esto es normalmente seguido por la paz, alegría, serenidad y consuelo espiritual. El sacramento también nos reconcilia con la Iglesia, reparando o restaurando el daño que nuestros pecados han hecho a nuestra comunión con otros. El pecador anticipa el juicio que vendrá al final de su vida, escogiendo el sendero de vida sobre el camino de la muerte (CCC 1468-1470).

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20. ¿Puede un Padre revelar lo que ha escuchado en confesión a otros?

No. Un Padre nunca puede revelar los pecados que una persona ha confesado. Esto es conocido como el “sello de confesión,” el cual no admite excepciones (CCC 1467). Si un Sacerdote violara el sello de la confesión, él seria automáticamente excomulgado (CIC 1388). A través de los siglos algunos Padres han muerto y muchos han sido encarcelados porque se han negado, aun bajo amenaza de tortura y ejecución, a romper el sello inviolable de la confesión. Este es uno de los más bellos aspectos del sacramento y del Sacerdocio: El Padre quien escucha nuestra confesión a fin de proteger los secretos que hemos expresado a través de el, permitirá el ser puesto en prisión, toturado o aun asesinado con tal de no romper dicho sello. Asi, tan seriamente la iglesia y el sacerdote mismo toman el sello y el sacramento.

21. ¿Cual es el rol del sacerdote en el sacramento de la confesión?

“Cuando él celebra el sacramento de la penitencia, el Padre está ejerciendo el ministerio del Buen Pastor quien busca a la oveja perdida, del buen samaritano que curo las heridas, y del padre quien espera al hijo pródigo y le da la bienvenida a su regreso, y está en el lugar del justo e imparcial juez cuyo juicio estando justo como misericordioso. El sacerdote es el signo e instrumento del misericordioso amor de Dios hacia el pecador.” El Padre está llamado prácticamente para guiar “al penitente con paciencia hacia su curación y completa madurez. El debe orar y hacer penitencia por sus penitentes, confiándolos a la micericordia del Señor” (CCC 1465-66).

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22. ¿Que pasa si me siento nervioso al ir al Sacramento? Recuerda, primero, que en el sacramento tu estas fundamentalmente hablándole a Dios a traves del sacerdote. Dios te ama, desea perdonarte, y abrazarte con alegría con la cual se abrazo al hijo prodigo en la parábola de Jesus (Lk 15:11-32). Además, sabes que no dirás nada que el sacerdote no haya escuchado antes, no tengas miedo. Si estas nervioso, por favor dile al Padre que estas nervioso y pídele su ayuda.

23. ¿Que sucede si no he asistido al sacramento por muchos años? Como me preparo? Que digo?

Primero, no tengas miedo. Jesús dijo, “En el cielo hay más alegría por un pecador arrepentido que por 99 justos que nunca necesitaron arrepentirse.” El Padre probablemente estará tan feliz de que hayas retornado a la confesión después de muchos años que el tiempo consumido en tu confesión le parecerá ligero con las horas que se pasa confesando. Segundo, trata de prepararte con la ayuda de un buen examen de conciencia, porque el Padre sabrá que tú no puedes recordar todos tus pecados con la precisión de quien vino la semana pasada. Tercero, deshazte de tus pecados más grandes de primero. Cuarta no tengas miedo de pedirle al Padre ayuda. La mayor parte de los confesores son expertos en guiar a alguien en tus circunstancias a través de un examen de “la cosa grande” en el confesionario. Finalmente no esperes. ¡Regresa a reconciliarte con tu Padre amoroso, piensa en la celebración en el cielo, y comparte la alegría de tu Padre eterno!

24. Me opongo a ir a confesarme porque no sé el acto de contrición de memoria.

La confesión no intenta ser una prueba de memoria. Es bueno cuando los católicos han memorizado uno de los muchos bellos

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actos de contrición, los cuales sumarisan todos los sentimientos y resoluciones que un católico debe tener al venir a la confesión. Pero si tú no sabes de memoria un acto de contrición, puedes siempre expresar tu dolor y firme propósito de enmienda en tus propias palabras, pídele al Padre que te ayude, o reza, “¡Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mi, un pecador que te ama!”

25. ¿Qué pasa si yo no me siento a gusto llendo a confesarme cara a cara?

Si tu prefieres ir a confesarte de manera anónima, está bien. La mayor parte de las iglesias tienen confesionarios tradicionales o sitios de reconciliación con la opción de confesarte ya sea cara a cara o hincado detrás de una pantalla opaca. En la ley de la Iglesia, tanto el Padre como el penitente tienen la capacidad de optar por la pantalla opaca si por alguna razón se siente alguno más confortablemente.

26. ¿Qué pasa si yo prefiero ir a confesarme con Padres de parroquias cercanas o capillas o Basílicas donde las confesiones están disponibles diariamente?

¡La cosa mas importante es que tu vayas! Puedes acercarte a cualquier sacerdote católico, que obviamente tiene las facultades para escuchar confesiones. Puedes hallar con el tiempo que tú serás ayudado mas en tu lucha contra el pecado por un buen confesor que te conozca, que confesándote con varios Padres, de los cuales ninguno te conoce.

27. ¿Puedo confesar mis pecados por teléfono o via internet? Tu puedes confesar tus pecados de muchísimas maneras muchos han confesado sus pecados a cantineros y a estilistas a través de los siglos, pero no puedes recibir la absolución sacramental via internet o via telefónica.

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28. ¿Puedo ser perdonado del terrible pecado del aborto? ¡Si! El Papa Juan Pablo II una vez escribió a las mujeres en tu situación, “La Iglesia esta consiente de los muchos factores que pueden haber influenciado sobre tu decisión, y no duda que en muchos casos fue una decisión dolorosa y desgarradora. La herida en tu corazón puede no haber cicatrizado todavía. Ciertamente lo que sucedió fue y quedo como algo terriblemente equivocado pero no te rindas al descorazonamiento y no pierdas la esperanza. Trata mas bien de entender lo que sucedió y enfréntalo honestamente. Si no lo has hecho aun, entréguense ustedes mismas con humildad y confianza al arrepentimiento. El Padre de las misericordias está listo para darte su perdón y su paz en el sacramento de la reconciliación.” Debido a la seriedad del pecado del aborto, pudo haber ocurrido una excomunión automática, pero el Obispo de Fall River ha dado a todos los sacerdotes la capacidad de levantar esta excomunión en el confesionario cuando tu vienes a buscar el perdón de Dios. Ven, comienza el proceso de sanación. Si tu prefirieras confesar a un Padre que tenga experiencia ministerial con mujeres que tienen abortos, por favor contacta al Proyecto Raquel (Teléfono 508.997.3300) y ellos te pondrán en contacto con un sacerdote experimentado.

29. ¿Tengo que ir a confesarme antes de recibir la Santa Comunión como cada uno hacia hace años cuando yo era un niño?

Si estás consciente de haber cometido un pecado mortal, entonces si, debes primero ir a recibir el perdón de Jesús en el sacramento de la penitencia y ser restaurado por El a la Santa Comunión antes de que puedas venir a recibirlo a El en la Comunión Sacramental. La razón por la cual los niños deben recibir el Sacramento de la penitencia antes de su Primera Comunión es asegurarse de que

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ellos han limpiados sus “templos” para recibir al Huésped más grande de todos. El mismo principio aplica a todos nosotros. Si alguna persona no ha cometido ningún pecado serio desde su última confesión, entonces no es necesario confesarte antes de recibir la Santa Eucaristía.

30. ¿Puedo recibir el Sacramento si estoy divorciado? Si tu estás civilmente divorciado pero no te has casado de nuevo o estabas válidamente por la Iglesia y después de recibir una nulidad por tu primer matrimonio, entonces, si puedes recibir el Sacramento. Si te has vuelto a casar por fuera de la Iglesia o has entrado a una relación de cohabitar, entonces esos predicamentos deben ser enfocados y considerados antes de que puedas recibir la absolución. El Papa Juan Pablo II hablo de esta situación en 1981. “La Iglesia reafirma su práctica, la cual está basada en las Sagradas Escrituras, de no admitir a la Comunión Eucarística a personas divorciadas quienes han vuelto a casarse. Ellas no pueden ser admitidas y esto se desprende del hecho de que su estado y condición de vida objetivamente contradicen la unión de amor entre Cristo y su Iglesia lo que esta significado y efectuado por la Eucaristía! La Reconciliación en el Sacramento de la Penitencia, la cual abriría la puerta a la Eucaristía, puede solamente ser otorgada a aquellos quienes arrepintiéndose de haber roto el signo de la alianza y fidelidad a Cristo, están sinceramente listos para conllevar una forma de vida que no esté más en contradicción con la indisolubilidad del matrimonio. Esto significa en la práctica, que cuando, por razones serias tales, como por ejemplo, el crecimiento de los hijos, o cuando un hombre y una mujer no pueden satisfacer la obligación de separarse, ellos toman el deber de vivir en

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completo continencia, que quiere decir abstinencia de los actos propios de parejas casadas (FC 84). Si estas en estas circunstancias se recomienda hablar con un sacerdote a la luz de Dios, acerca de tu situación presente y posiblemente empezar una investigación de que si tu primer matrimonio fue valido o no.

31. ¿Puede un Padre siempre correctamente, negarme la absolución?

Un Padre tratara normalmente de hacer todo lo que este a su alcance para no negar la absolución a alguien. Pero en algunos, gracias a Dios muy raras ocasiones, se encuentra a si mismo en una situación donde no tiene otra elección. Esto ocurre cuando el penitente no tiene uno de los tres elementos requeridos para una buena confesión: Ya sea que el penitente no confiese pecados aun después de que el Padre lo asista en su examen de conciencia, o que el penitente ni siquiera tenga una contrición imperfecta para los pecados cometidos, o, mas probablemente, el penitente carece de un firme propósito de enmienda por encarar una situación de pecado seria, como un modo de vida incompatible con el Evangelio. En tales casos, el Padre normalmente rogará con el penitente para que el o ella puedan recibir la ayuda de Dios a fin de remediar una situación fuera de la cual la persona pueda al presente, ver ninguna salida, para que alguna vez en el fututo, él pueda ser capaz de darte la absolución.

32. ¿He oído que en algunos lugares la gente recibe lo que se llama absolución general todos al mismo tiempo, sin necesidad de ir individualmente a un Sacerdote. Es válido esto?

La Iglesia nos enseña, “En caso de grave necesidad, éste recurso puede ser realizado como una celebración comunal de reconciliación con confesión y absolución general. Una necesidad

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grave de ésta clase surge cuando existe un peligro inminente de muerte sin tiempo suficiente para el sacerdote o sacerdotes para escuchar las confesiones de cada penitente. Necesidad grave puede existir también cuando, dado el número de penitentes, no hay suficientes confesores para escuchar confesiones adecuadamente en un tiempo razonable, así que los penitentes aunque no sea falta de su parte, no sean privados de la Gracia sacramental o de la Santa Comunión por un largo tiempo. En este caso, para que la absolución sea válida los fieles deben tener la intención de confesar individualmente sus pecados en el tiempo requerido. El Arzobispo Diocesano es el juez de sí o no existen las condiciones requeridas para una absolución general. Una gran multitud de fieles en ocasión de grandes fiestas o peregrinaciones no constituye un caso de necesidad grave” (CCC 1483). Para fines prácticos, fuera de un inminente peligro de situación de muerte, éstas condiciones nunca se obtendrían en nuestra Diócesis. Además, si un penitente buscó como recurso una absolución general como medio de evitar una confesión individual y absolución, la confesión sería inválida.

33. ¿Pueden mis pecados ser perdonados fuera del Sacramento de la Penitencia?

Dios, quien creó los sacramentos para nuestra salvación, no está debajo de ellos. Nuestros pecados son primero perdonados, desde luego por el Bautismo. Para los pecados post-bautismo, la Iglesia ha enseñado siempre que, por ejemplo en una situación de muerte, sin la posibilidad del recurso del sacramento de la confesión, Dios mismo puede perdonar nuestros pecados si oramos a Él con prefecta contrición. La realidad es, sin embargo, que nunca podemos saber si hemos hecho un perfecto acto de contrición. La Iglesia enseña, por lo consiguiente, que “una confesión y absolución integral e individual quedan como la única forma

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ordinaria para los fieles para reconciliarse ellos mismos con Dios y con la Iglesia, a menos que imposibilidades físicas o morales nos excusen de ésta clase de confesión” (CCC 1484). El gran don de éste sacramento es que si nosotros confesamos todos nuestros serios pecados con dolor y firme propósito de enmienda, no necesitamos dudar si nuestros pecados fueron perdonados o no lo fueron. Dios creó éste sacramento para que podamos saber que nos ha perdonado a través del ministerio de sus sacerdotes.

Abreviaciones

CCC Catecismo de la Iglesia Católica CIC Código de Derecho Canónigo FC Familiaris Consortio

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