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PUBLICACIÓN HUMORÍSTICA • AÑO 46 • NÚMERO 11 NOVIEMBRE DEL 2007 • 50 CENTAVOS • ISSN 055-9395 "AÑO 49 DE LA REVOLUCIÓN" En la página En la página tres llueve tres llueve sobre sobre lo mojado lo mojado MÍRIAM VINO DE ALCALÁ DE HENARES CON LA MALETA LLENA... DE ANÉCDOTAS VEA PÁG. SIETE PREMIOS CHISPA JOVEN VEA PÁGINAS CENTRALES

PREMIOS CHISPA JOVEN · 2007-11-13 · El maquillaje de la mujer comenzó a derretirse, ... (Quino) (2000), José María González Castrillo ... la discotemba (ideal para los que

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PUBLICACIÓN HUMORÍSTICA • AÑO 46 • NÚMERO 11 NOVIEMBRE DEL 2007 • 50 CENTAVOS • ISSN 055-9395 "AÑO 49 DE LA REVOLUCIÓN"

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MÍRIAM VINO DEALCALÁ DE

HENARES CONLA MALETALLENA... DEANÉCDOTASVEA PÁG. SIETE

PREMIOSCHISPAJOVEN

VEA PÁGINASCENTRALES

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A MAL TIEMPO, BUENA CARAY A TRABAJAR SIN DESCANSO

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Por RAFAEL

Por ALBEN

Por ROSEN

Por LACOSTE

Por MAD

Por ADIS

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Por LUMAT

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Bajo la dirección de Juan Carlos Cremata, se está produciendola película El premio flaco, donde veremos a Mente de Pollo enel personaje de Octavio. Pero no piensen que van a encontrar loque ya estamos acostumbrados a ver en la TV o el teatro. Estaes una onda diferente, bueno, para algo el niño es graduado deactuación. Felicidades, Carlitos. Y ojalá que se estrene pronto.

¿Usted recuerda en la película El Benny, a uno calvito, flaquito,con espejuelos, que hacía el papel del legendario Pinelli y que,por cierto, se parecía bastante? Bueno, ese flaco, calvo y conespejuelos no era otro que Mente de Pollo, ¿qué le parece?

Nuestro fotógrafo, Perfecto Romero, presentó en el Ministerio deComunicaciones, municipio Plaza de la Revolución, una exposi-ción fotográfica con el tema Camilo Cienfuegos. La muestra contiene 39 fotos (la 40 no cupo), en las distintasetapas del Señor de la Vanguardia. La expo estará abierta alpúblico hasta diciembre, porque en enero se va para la escuelade arte San Alejandro. Si usted es de las personas que por allípasa, entre y vea la exposición, le encantará.

Como el título indica es un sitio de Internet, lo bueno es que unomismo puede hacer un libro y publicarlo. Pues en este sitioLacoste ya publicó un libro de caricaturas y le han comprado dos,pero no voy a decir a cómo los vende ni sus próximos planes conel sitio porque no quiero problemas ni con él ni con la ONAT. Yo,callada.

Usted puede ir a disfrutar de un espectáculo humorístico y delaire acondicionado, porque no siempre lo encuentra. Así que"Tremendo aire", digo "Tremendo rollo" es la propuesta del tea-tro Mella, en la capital, con el grupo La oveja negra. Ya lo sabe,a reír los lunes y los martes (26 - 27 de noviembre) y los días 3y 4, 10 y 11 y 17 y18 de diciembre. Siempre a las ocho y mediade la noche. Si se fijan bien, ya no son los fines de semana, sinolos inicios. Que disfrute el espectáculo y por supuesto, el aire.

Marlon Pérez Miranda y Didier Piz Arrastía, alumnos de 4to. grado 2, de la escuela primaria "Pedro Portuondo", calle 23e/ 2 y 4 en el municipio Plaza de la Revolución.

Siempre es bueno saber que a los niños les gusta leer Palante,para eso trabajamos, y quiero decirles que me encanta recibircartas, sobre todo si en ellas me dicen que se portan bien y quehacen sus tareas, pero me encantaría que me mandaran tam-bién la opinión de sus maestros. Y ya de paso dulces, refrescos,ensalada, un bonsái, el malecón… En fin, saluden de parte deEntérese a todos sus compañeritos de aula. Chaoooooooo.

Nos vemos en diciembre, hasta entonces les deseo a todosmucho amor, suerte y que la risa los acompañe.

M. ELENA

Se sabe que el heladoengorda, se sabe que es tan caro

como rico, se sabe, además, que el sobrepe-so afecta la salud y al parecer también las neuro-

nas. Porque si no, ¿cómo es posible que me hayaacostumbrado al desafío total de la geometría que tanto

trabajo pasaron mis maestros para sembrármela en la cabe-za?

Señores, que yo sepa el círculo es redondo y lo plano es plano, nohay equivocación posible. Y lo redondo se identifica, por ejemplo,

con una bola ¿hasta aquí me siguen?Entonces, si la bola de helado vale tres pesos y la despachan con unaboleadora, ¿por qué siempre falta la mitad, por qué es redonda, pero ala vez plana? No creo que sea algo que tenga que ver con el adelantode la ciencia, ¿será con el del bolsillo?, ¿una nueva campaña contra laobesidad? Pues si a una bola le quitan la mitad lo que me estoycomiendo es media bola. ¿Y por qué pago la bola entera?

¡¡Pero si está clarísimo!! Señores, hay que ser agradecidos. De contra que nos están ayu-

dando a mantener el peso, cómo vamos a regatearles la mitadde la bola.

Ahora que escribo estas líneas me doy cuenta de loinjusta que he sido con quienes nos despachan

helado. Qué poco agradecida soy. ¡Si lo únicoque ellos quieren es cuidarnos!

M.ELENA

QUE NO ME AYUDEN, GRACIAS

Cuando él comenzó a obsesionarse por el oro, ella dejó de preocuparse por los salide-ros y filtraciones que había en la casa. Total, pensó, así tengo una piscina natural. Cuando apareció el primer diente áureo ella no pudo imaginar lo que vendría después:muelas, coronas, anillos, manillas. Pero la cadena fue el colmo: pesaba 20 libras. Con esta fiebre del oro él estaba feliz; apenas podía caminar derecho, pero no impor-taba, tenía oro. Los muebles fueron desapareciendo uno a uno y con estos ellos tam-bién, pues por supuesto, no podían comer oro.Una noche, él se echó sobre lo que quedaba de cama, el agua casi la había tapado porcompleto. Llovía con ganas. Desnudo y mojado le dijo: -Ven, amor, observa cómoreluzco, mira mis dientes, mis manos, mis brazos, mi cuello, soy todo oro.Ella sonrió, besó su boca metálica, pasó su mano izquierda sobre los cabellos mojadosdel dorado esposo. Con la izquierda cogió un cable que tenía preparado, lo conectó ala 220 y se dispuso a acariciarlo con él.

M. ELENA

NO HAY QUE EXAGERAR

Estaba en la cola del camello y escuchaba cómo una señora le decía a otra: "…la caballerosidad pasó a mejorvida, aquí ya nadie le da el asiento a una ni aunque tenga cien años…" En realidad la que hablaba no lucía tanmal: un jeans ajustado, una mamita, un buen corte de cabello, media tonelada de maquillaje, en fin… el mar, comodiría Guillén. El caso es que cuando algún conocido o conocida la veía, invariablemente le decía: -Martica, te has quitado 20años de encima. E invariablemente ella asentía con una sonrisa llena de dientes sospechosos: -De cuando encuando hay que cambiar el look.Llegó el camello y no alcanzó asiento. Ya las jabas se le escapaban de la mano derecha cuando un joven le dice:-Venga, mi vieja, siéntese. El maquillaje de la mujer comenzó a derretirse, creo que hasta echaba humito por la cabeza cuando dijo:-Vieja será tu madre, chico. Yo no estaba muy cerca, pero por el sonido supe que la cara del joven salió tatuada con cinco dedos de su manoizquierda.Increíble, ¿verdad? Ante actitudes como esta no puedo sino decir, señora, ¿en qué quedamos?

M.ELENA

¿EN QQUÉ QQUEDAMOS? RREESSPPOONNDDIIEENNDDOO AA::

TTEEAATTRROO CCOONN AAIIRREE AACCOONNDDIICCIIOONNAADDOO

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Alcalá de Henares es una ciudad de Españadonde en ciertas épocas del año abundan loshumoristas y las cigüeñas. Y es que en la XIVMuestra Internacional del Humor Gráfico y laentrega del Premio Quevedos, más de unaveintena de humoristas de diversos países sedan cita a mediados del mes de octubre enesta histórica ciudad, que es Patrimonio de laHumanidad y cuna del insigne escritor de lalengua castellana, Miguel de Cervantes.

Al mismo tiempo que en los suelos de Alcaláse realizan talleres de humorismo, caricaturaspersonales, presentaciones de libros, confec-ción de un mural colectivo y conferencias, porlos cielos vuelan y en los altos techos anidan,las enormes cigüeñas. Y no es extraño paranadie estas singularidades en la bella ciudadde Alcalá, salvo para los foráneos que llega-mos a participar en estas fiestas del humor yen la entrega del Premio Iberoamericano deHumor Gráfico Quevedos del 2007, que enesta ocasión fue otorgado al humorista argen-tino, Eduardo Ferro.

El Premio "Quevedos" tiene como objeto dis-

tinguir la trayectoria profesional de aquelloshumoristas gráficos españoles e iberoameri-canos cuya obra haya tenido una especial sig-nificación social y artística, contribuyendo deesta manera a la difusión y reconocimiento deeste campo de la cultura. Anteriormente fue-ron premiados Antonio Mingote (1988),Joaquín Salvador Lavado (Quino) (2000),José María González Castrillo (Chumy-Chumez) (2002), y Andrés Rábago García (ElRoto) (2004). Este premio está convocado porlos Ministerios de Cultura, Asuntos Exterioresy Cooperación de España y está promovidopor la Fundación General de la Universidad deAlcalá de Henares.

Le dijimos adiós a la ciudad de las cigüeñas yde los humoristas los cubanos Ares, Jape yMíriam, no sin antes dejar muy buenos y nue-vos amigos… y en los nidos a las futurascigüeñas que con los humoristas del próximoaño andarán por las calles y cielos de Alcalá…

Reportó: Míriam

Por las calles de Alcalá los humoristas vienen y van, peropor los cielos las que van son las cigüeñas y anidan en las

torres altas de la ciudad.

Por primera vez en unaMuestra de Humor de

Alcalá se dan cita tantasmujeres caricaturis-

tas…y aún en la foto fal-taban algunas de las queestábamos allí... Aunque

hay dos caricaturistasdel sexo opuesto cola-

dos en la foto.

Talla, el peluso, la tira cómica deMíriam, también estuvo por Alcalá…

Escultura quecorresponde

al Premio"Quevedos"

Juan García Cerrada, de La Fundación para el Humor dela Universidad de Alcalá de Henares, dijo las palabrasinaugurales de la exposición "Trazos por la Igualdad"

que fue una de las actividades principales de la XIVMuestra Internacional que se desarrolló en Alcalá.

Por las calles y cielos de Alcalá...

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Tras largas horas de intenso trabajo,el juradodel Concurso Chispa Joven, integrado porLázaro Miranda (Laz), Arístides Hernández(Ares) y José F. Delgado (Delga), decidieronotorgar los siguientes premios:

HISTORIETA HUMORÍSTICAPrimer PremioAutor: Raudel del Llano HernándezProvincia: Pinar del Río Segundo PremioAutor: Brady Izquierdo RodríguezProvincia: La HabanaTercer PremioAutor: Ledis Sanregre PelegrínProvincia: Camagüey

SÁTIRA POLÍTICAPrimer PremioAutor: : Raudel del Llano HernándezProvincia: Pinar del RíoSegundo PremioAutor: Manuel Gómez NievesProvincia: C. Habana Tercer PremioAutor: Julio Antonio Martínez-ValdiviesoSuárezProvincia: C. Habana

COSTUMBRISMOPrimer PremioAutor: Brady Izquierdo RodríguezProvincia: La Habana

AQUÍ EESTÁN

PRIMER PREMIOSátira política

PRIMER PREMIOCostumbrismo

SEGUNDO PREMIOSEGUNDO PREMIOSátira política Costumbrismo

• •

PRIMEROSPREMIOS

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Tras largas horas de intenso trabajo,el juradodel Concurso Chispa Joven, integrado porLázaro Miranda (Laz), Arístides Hernández(Ares) y José F. Delgado (Delga), decidieronotorgar los siguientes premios:

HISTORIETA HUMORÍSTICAPrimer PremioAutor: Raudel del Llano HernándezProvincia: Pinar del Río Segundo PremioAutor: Brady Izquierdo RodríguezProvincia: La HabanaTercer PremioAutor: Ledis Sanregre PelegrínProvincia: Camagüey

SÁTIRA POLÍTICAPrimer PremioAutor: : Raudel del Llano HernándezProvincia: Pinar del RíoSegundo PremioAutor: Manuel Gómez NievesProvincia: C. Habana Tercer PremioAutor: Julio Antonio Martínez-ValdiviesoSuárezProvincia: C. Habana

COSTUMBRISMOPrimer PremioAutor: Brady Izquierdo RodríguezProvincia: La Habana

AQUÍ EESTÁN

PRIMER PREMIOSátira política

PRIMER PREMIOCostumbrismo

SEGUNDO PREMIOSEGUNDO PREMIOSátira política Costumbrismo

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PRIMEROSPREMIOS

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Desde que me divorcié me he sentidomuy sola. Con insistencia, pero con todala moderación y el tacto que la sociedadexige de una señora con mi formaciónética y mi seriedad, he puesto mis seissentidos para encontrar una pareja fogo-sa y a la vez discreta, que se avenga ami edad, pero sobre todo a mis condicio-nes morales, buscando un equilibrio difí-cil, aunque posible.De mis primeros intentos dominicales enla discotemba (ideal para los que hemosllegado a las décadas de los “ta”) soloobtuve una agotadora somnolencia cadalunes, acorralada entre el cáustico ojocrítico de mi jefe (¡hombre al fin!) y lasmalintencionadas alusiones de Rosita,mi veinteañera colega de oficina: “¿Enqué funeraria fue el velorio?”, “!Esaguardia del CDR un domingo acaba concualquiera!” o “¿Quieres un poco demaquillaje para disimular esas ojeras?”.Yo hubiera soportado feliz su insidiosaironía, si la exacerbación de mis movi-mientos nocturnos del día anterior hubie-ra tenido un sentido horizontal en la inti-midad de la alcoba y no en el brincoteoy la oscilación vertical sobre la pista debaile, pero no lo logré en 52 semanas.Probé luego en Coppelia, siempre copa-da por adolescentes que cuando llegana la cola te preguntan con excesivo res-peto, guardando una distancia que yo nodeseaba: “Tía, ¿usted es la última parala cancha?”; y por adultos mayores con

sus nietos ya creciditos que me dicenotro tanto. En fin, que no resultó.En la última fiesta del trabajo probé conlo mejor de mi atuendo, pero fue másdifícil que sortear con vida un campominado. En un escenario de calvos barri-gones, los que llevan a sus esposas, lascompañeras (80% del personal) y losjefes que no quieren quemarse, no pudepescar nada.Buscando otros horizontes, le pedí con-sejo a mi vecina Aurorita, que cuandoterminó el pre en su lejana provincia,solicitó la carrera de Licenciatura enLengua Sánscrita, que sólo se estudiabaen La Habana. Esa es —decía ella— lacapital de todos los cubanos y yo recla-mo mi lugarcito allí. Y alcanzó su propó-sito luego de varias incursiones desde elReparto Flores, en Playa, hasta Línea yPaseo. Ahí pedía botella, después de lasseis de la tarde, a cualquier chapa ama-rilla con rumbo a Miramar (excluía a losboteros). Y en menos de dos mesesempató a su anterior marido.Siguiendo su recomendación, comencéa situarme en la esquina más próxima ami centro laboral. En los primeros díassólo me paraban esos almendrones quecargan gente hasta en el maletero.Decidí entonces actuar con agresividad.Destiné más de un salario al canje en laCADECA y compré alguna ropita provo-cativa: un tope (o sea un baja y…); unasaya a la cadera, que dejaba a la públi-

ca observación mi admirable ombligo,tan grande y perfecto como la tapa deuna botella de cerveza; un perfumeAlicia Alonso de Suchel, zapatos depuyas… Luego le pedí consejo a unamigo policía de tránsito y me hizo unalista con las intersecciones de mayor trá-fico vehicular.Pero ante el poco caso que me hacían,me presenté más insinuante. Cuandotodos habían abandonado la oficina,subía, junto con el tono del maquillaje, elfalso de la saya. Pero esto originó ciertaconfusión: comenzaron a pararme losHK y algún que otro carcamal que no mepreguntaban para dónde iba, sino cuán-to costaba lo mío.Esto me obligó a cambiar de táctica:mostrarme como soy, al natural. Quizásla suerte propiciara encontrarme conalgún solitario como yo, y volví a la cargahasta ayer, en que decidí sufrir la sole-dad antes que la humillación.Justo a las cinco, después de marcar latarjeta, y llena de optimismo, me paré enel semáforo de 23 y L. El primero al quele partí directamente fue a tremendomangón, con ojos de un azul tan clarocomo el de su Lada. Él puso rostro deconmiseración y fue breve: “Me quedo ados cuadras, ABUELITA”, y pisó tan rápi-do el acelerador que no oyó mi grito de:“Abuela será tu madre”.Casi frustrada por ese intento, trancé pordirigirme a un camionero, pero este fue

más hiriente. Muerto de risa, sacó lacabeza por la ventanilla y sobreponiendosu vozarrón al ensordecedor ruido delmotor petrolero, me dijo: “Ñaña, con esacara sólo puedo dejarla en CirugíaEstética del Ameijeiras, y yo voy pa’Marianao”. Pero lo insólito y más degradante paramí —a pesar de su inocente amabili-dad— fue lo de aquel vejestorio que ibaen un polaquito atestado de bultos y queme paró compasivo sin que yo le sacarala mano:“Mi viejita, voy a dejar a mamá en elhogar de ancianos y ya estoy retrasadopara llegar a la universidad del adultomayor, ¿La conozco de alguno de esoslugares? Venga, que aquí cabe…”Y yo, que nunca he sido grosera, casi alborde de la histeria no me pude guardarla lengua:“Yo para donde voy es pa’l carajo, sigausted pa’ la mierda”.Y él me espetó lapidariamente: “Si esegenio lo tiene a los 60, no quiero sabercuando llegue a los…”, y no pude oírmás. Pero no me dejo vencer… tranqui-la, desde el balcón de mi casa, a pesarde mis maltratados 40 años y mi esque-leto mal encofrado, sigo buscando pare-ja entre todos los que pasan.

J. Luca

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EL PROFESORESPINOSA

Profesor Espinosa:Conocí a mi esposo cuando era joven enun juego de pelota; él era pitcher y cuan-do el juego estaba en peligro, lanzaba unabola recta que no había quien la bateara.Tenía muchas admiradoras y tuvo roman-ces en cantidad, y ahora, después deviejo, se ha puesto a andar con pepillas.Él me lo niega pero ya no es el mismo deantes. Son 30 años de casado y lo notomuy desmejorado. Incluso hasta en eldeporte, porque cuando se pone a jugar ala pelota con los muchachos del barrio, loque tira es una curva abajo que hasta unmanco se la batea. Y no pone su famosarecta dura; y se justifica diciendo que leduele el brazo. Deme un consejo,Profesor.

La pinareña atormentada.

RESPUESTA

Hija, cuenta no te das que el tiempo afloja y golpea y es imposible que sea como 30 años atrás. Él con la recta fue un asy con la recta te atrajo, y si ahora en la curva abajo es donde más se proyecta, es que ya ponerla recta le cuesta mucho trabajo.

P. Espinosa.

AMOR ENTIEMPODE FRÍO

Teme al frío la mujer, siempre en esa temporada se le observa congelada y más al anochecer. Su vigor debe encender, no provocar decepción porque el frio no es razón para esconderse entre ropa ahuyentarse de una copa ni dormir en pantalón.

–2-Ante el frío penetrante que nos invade cada año no se pelee con el baño, ni olvide el desodorante. Un salpullido incesante molesta con picazón; no deje de usar jabón ni crea en frío violento: de noche no es el momento para usar un pantalón.

–3-Tiene mayor desventaja la añeja, se ve temblando, se le enfría todo cuando la temperatura baja.Trate de cuadrar la caja para evitar discusión, active su corazón, como en la Luna de miel; use un abrigo de “piel” y no duerma en pantalón.

-4-El frío que hoy amenaza azota a cualquier edad él penetra sin piedad y hasta el hueso nos traspasa.Haga ejercicios en casa y no enfríe la pasión; manténgase en buena acción, no piense que vio al demonio: cuide bien su matrimonio y no duerma en pantalón.

Como ya estamos a las puertas de nuestro invierno caribeño, ypuede que soplen los primeros fricandores, vamos a publicar contiempo la siguiente décima que nos mandó desde Santiago de Cuba,la asidua colaboradora María Magdalena Cabrera Zamora. Y estoyseguro que muchos esposos agradecerán el consejo que le brinda alas mujeres esta experimentada poetisa, a la que algunos llaman la“Profesora Espinosa”

ISCAJIM

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LOS MARCIANOS, ¿LLEGARON YA?

VIÑAS ALFONSO

¿Recuerdan aquella popular melo-día la cual tantas veces hemos escu-chado desde la década del cincuentay que decía así: “Los marcianos llega-ron ya/ Y llegaron bailando el CHACHA CHÁ”

Recientemente conversé con miamigo Gustavo, el diligente adminis-trador del estanquillo de periódicos yrevistas de 23 y 14.Y en tono confi-dencial me dijo:

“Realmente estoy convencido deque el famoso CHA CHA CHÁ nomiente. Los marcianos están aquí. Entodas partes. Y hacen daño, muchodaño.

“Quiero decirte, con conocimientode causa, que su mayor habilidadconsiste en su permanencia invisible.Por eso, con casi total impunidad,hacen y deshacen, pululan y perjudi-can”.

Mi amigo Gustavo, quien tiene queaguantar muchos paquetes en elestanquillo de prensa más cercano a23 y 12, y no precisamente se insultaa causa de los extraterrestres, sinopor la colas y los colados para cogerel periódico, me ha hecho la confiden-cia: él ha podido comprobar que losmarcianos están entre nosotros.

Cuando me lo dijo, puse los ojosasí de grandes. Y al pedirle explicacio-nes, me confesó: “A ti te lo voy adecir, porque los periodistas debensaberlo todo”

Lleno de curiosidad le dije: Gustavo,mi hermano, ¿te hizo daño el desayu-no?

“Nada de eso, hermano” respondiósonriente.

“Aquí, en La Habana, ocurren cosasextrañas. Y para mí que son los mar-cianos, que son invisibles, porquenadie puede verlos”.

Explícate, explícate más, cuadro.Se lo dije y me puse serio, muy serio,porque el tema era puro misterio. Yosabía que en La Habana hay vampi-

ros. Eso lo informó Juan Padrón haceya muchos años. Pero, ¿marcianos?Bueno, es cierto que el Cha Cha Cháde los años CINCUENTA decía que losmarcianos habían llegado, pero eso

era musical. Era un Cha Cha Chá.“Mira, Viñas, me dijo Gustavo

detrás de una tonga enorme de tabloi-des de Universidad para Todos:

“En la esquina de 21 y 14 hace másde diez años que los marcianos depo-sitan escombros, semana tras sema-na y allí la vida sigue igual. Ningúnhumanoide ha sido castigado porhacerlo. Tienen que ser los marcia-nos.

“Otra prueba de que los marcianosestán en La Habana es que se desapa-recen los contenedores de basura, lesquitan las ruedas y las tapas se utili-zan por algunos niños (hijos de mar-

cianos, seguramente) para hacer chi-vichanas y colgarse detrás de loscamellos.

Supongo que esa combinación decamello con chivichana debe ser algoextraño, le dije. Pero, bueno,Gustavo...¿Qué otras pruebas tienesde que los marcianos nos atacan?

“Las agresiones que les hacen a losmonumentos en la capital. AhoritaJohn Lennon,en el Parque de 17, va a

tener que usar lentes de contacto,porque los marcianos no quieren queél lea: le roban los espejuelos conti-nuamente.

“Los marcianos también la tienencogida con los difuntos. Son frecuen-tes las violaciones de tumbas en elCementerio. Y como son habilidosos,hacen sus barrabasadas a plena luzdel sol, pero como son invisibles...”

“También están atacando a las gua-guas. Les tiran ladrillos, bloques,objetos contundentes. Y esto es peli-groso, muy peligroso, porque a cual-quiera lo pueden herir gravemente”

Mira, Gustavo, yo te respeto y apre-cio mucho...pero yo no creo que seanmarcianos los que hacen tales cosas.Son humanoides, seres como tú ycomo yo, de carne y hueso. No sonmarcianos, viejo . Todos tenemos queredoblar la vigilancia, reforzar la guar-dia, ayudar a la PNR, atacar, denun-ciar y sancionar a quienes hacen talescosas. ¡¡Yo no creo eso de que losmarcianos atacan en La Habana!!

“Bueno, allá tú,”me dijo mi amigoGustavo, en su estanquillo de periódi-cos de 23 y 14. Sonriente y calladocontinuó contando los periódicos deldía.

Y cuando regresé a mi casa, bientemprano, me encontré en la mismaesquina de 21 y 14, otra enorme pirá-mide de escombros, desechos, basu-ra y otros objetos no identificados enla misma esquina de siempre, dondela tarde anterior los trabajadores decomunales habían invertido recursos,esfuerzos, combustible, en el inútilafán de mantener la capital limpia.

No me quedó más remedio quemirar al cielo, no para implorar cle-mencia, sino para atisbar en busca dealgún platillo volador. Va y mi amigoGustavo anda cerca de la verdad...

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Por LLORÓ

Por ÑICO

Por DELGA

Por MÍRIAM

Por BLANCO

Por LAZ

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La conocí en un taxi que cogimos juntos en el Yara. Le cedíla ventanilla, como acostumbro a hacer con cada mujeratractiva con quien comparto taxis, y le pregunté el nombre.

Me llamo María—me dijo orgullosa—, y yo visualicé a losClearwaters tocando en la cubierta de un vapor en elMississipi.

Me gustó desde que la ví: qué cara, qué boca, qué ojos,¡qué pechos!...Pero lo mejor de todo eran los ojos, esosojos, perdón, These Eyes, como dirían los Guess Who. Enfin, en cuanto la vi me di cuenta de que había llegado lo queyo estaba esperando. Como quien dice, mi Woman fromTokio, o from Mantilla, porque me dijo que vivía allí, a doscuadras de La Palma. Y era perfecta, quizás un pocoaltanera para mi gusto, pero nada que no se resolviera conligeras dosis de You`re So Vain.

Sentado pierna con pierna con ella en el taxi, llegó elmomento en que ya no podía pensar, me sentíaliteralmente Blowin’ in the Wind como Dylan, y estabadecidido a hacer lo que fuera por conseguirla para mí. Ycuando digo lo que fuera, es lo que fuera: en aquelmomento hubiera sido capaz de ponerme una guayabera,tomar agua de la fuente luminosa o sonarme completo unCD de los amaneraditos ingleses de Pet Shop Boys.Estaba pensando en el futuro, me sentía capaz de dejar deser el Wild Horse que siempre he sido, y convertirme en suBeast of Burden.

Cuando llevaba diez minutos en el taxi, me di cuenta deque tenía que actuar. No podía dejarla que se fuera. Teníaque decirle algo porque me iba la vida en ello. Empecé abuscar una frase apropiada, no muy larga, no muy corta,que fuera armónica, balanceada, que trasmitiera todo loque yo estaba sintiendo. La toqué por el brazo y le dije:

Tengo que acostarme contigo, y tiene que ser ahora,porque puede que no te vea más, yo casi nunca cojo taxi.

Respondió rápido:

¿En tu casa o en mi casa?

Y fue en la mía, en mi House of the Rising Sun, donde ladesvestí, y me desvestí yo, teniendo especial cuidado enquitarme las medias antes que nada, porque un hombre“encuero” y con medias puestas, puede provocar la másalevosa marchatrás de cualquier mujer.

Estábamos uno frente al otro mirándonos, yo maravillado,ella resignada, cuando se hizo imprescindible la música( en serio, no puedo hacer el amor sin música, no lo

entiendo, pero es así. Una cosa psicodélica, como Athomher Mother, de Pink Floyd, que tampoco entiendo, pero nopuedo dejar de oírla) Me dirigí hacia donde tengo mimúsica, y le pregunté sin mirarla:

¿Qué quieres oír?

Su respuesta llegó firme, implacable, como la cuenta de laluz para quien tiene aire acondicionado:

¿Tienes reguetón?

Me volví a poner los calzoncillos sin apuro, le quité el vasode vodka de la mano, la miré a los ojos y le dije:

Vístete y vete, o si quieres no te vistas, pero vete.

Y cuando ya se dejaban de oír sus tacones en el granito delpasillo, apuré su vodka, puse un CD, y desafinando comosiempre ( this is the end, my only friend, the end ) empecéa hacerle coros a Jim Morrison.

(Primera mención del II Concurso de LiteraturaHumorística Juan Angel Cardi)

Autor: Jorge Bacallao

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Lo que les voy a contar es una anécdota real, de lo que suce-dió una tarde en mi hogar cuando yo era niño, a principios de losaños 50. Alguien había tenido la gentileza de regalarnos a mi her-mano Luisito y a mí sendas jicoteitas de las que entonces se vendí-an en los portales de la calle Monte, de esta Capital. Para estimularla venta, los comerciantes de las tarimas callejeras les pintaban el

carapacho de colores. La mía (a la que le puse "Pupito") lo tenía azul y la de mi hermanito menor("Nenita"), rojo. Y las alimentábamos con recorticos crudos de carne o pescado. Luisito, en su

afán por que creciera rápido, la alimentaba de modo exagerado, y constantemente me retabadiciendo que la suya era mejor que la mía: más fuerte y más ¡rápida!Todo ello desembocó en que yo, para complacerlo, acepté hacer una carrera entre ambas.

Colocamos la línea de salida y la meta, con algunos metros de distancia como pista. Situamos a ambascorredoras. Y dimos la voz de arrancada. Como ellas estaban acabadas de comer y no lucían muy dis-

puestas a correr, tuvimos que empezar a estimularlas con gritos y movimientos de brazos que las agita-ran. Esto surtió mejor efecto en la mía, y "Pupito" se desprendió a correr, sacándole cierta ventaja a

"Nenita". Al ver que estaba perdiendo, Luisito aumentó el nivel de sus gritos de estímulo, y hasta incorpo-ró saltos. Pero, en uno de esos saltos, cayó con un pie sobre la infeliz jicotea y la aplastó. La pobre murió

en el acto dejando a la vista un trozo de carne que le asomaba por la boca. ¡Para qué fue aquello! ¡Algarabíavigueta! Todos los vecinos vinieron asustados a ver qué le había sucedido al niño. Luego, cuando se calmó,tuvimos que organizarle el entierro solemne a la jicotea en una maceta del patio, y las amistades hasta se acer-caban a mi hermanito a darle el pésame.

Pero los niños somos a veces crueles. Y yo, muchacho también, cuando lo creí calmado, le susurré al oído:-¡Mi jicotea ganó; la tuya perdió por abandono!

MUERTE MUERTE EN LA PISTEN LA PISTA A

DE CARRERASDE CARRERASPor ISCAJIM

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CARICATUQUIZAquí aparecen varias caricaturas e igual número de títulos

de canciones. Trate de casar el número del título de la melo-día con el dibujo correspondiente y enciérrelo en el círculoubicado en cada esquina inferior derecha de cada dibujo.

1)Mentiras tuyas

2)Alrededor delMundo

3)No puedo serfeliz

4)Lágrimas negras

5)El aventurero

Los ganadorespodrán percatarsede lo inteligenteque son así comode andar siemprecon la chispae n c e n d i d a .Además, tendránderecho a leerse,completamente,esta edición por lacual ya pagaron.