Cornelia Anghel

Cornelia Anghel forma parte de los pocos artistas que atraen a ellos lo hermoso, o mejor dicho, aquellos a los que lo hermoso los busca y los encuentra. Si van 10 fotógrafos para fotografiar un amanecer, ante Cornelia se sentará un ángel “de carne y hueso”, o un pájaro de fuego, o incluso el mismísimo Ave Fenix. A ella le suceden los acontecimientos más improbables; hechos increíbles parecen apretujarse ante el objetivo de su cámara. Y es que Cornelia, es una maravillosa persona, hermosa y llena de chispa.

Viéndola, nadie diría que es profesora de matemáticas. O al menos, para eso se ha preparado toda su vida, buscando siempre el equilibrio entre lo concreto y lo abstracto, entre el sueño y la realidad, entre el punto y la coma; habiéndolo encontrado probablemente en muchos otros aspectos de su vida aparte de la fotografía. Cornelia, respeta las normas y las soluciones firmes, pisando siempre entre lo lógico y lo exacto. Ha sido profesora, e intento imaginarme lo sorprendente que debía ser para sus alumnos tener una profesora tan espectacular como ella dándoles clase. Puede que si a mi me hubiera dado matemáticas ella, ahora no sería profesora de filología...

Viendo su exposición nadie diría que en realidad tiene otra profesión. De hecho, sería mucho más predecible decir que Cornerlia pasa su vida entre colores, imágenes, objetivos y paraguas de estudio.

Con el arte fotográfico ha sucedido lo mismo: Cornelia empezó con una gran y profunda religiosidad, a estudiar el milagro técnico del fenómeno de plasmar “sobre una superficie sensible, por acción de la luz, la imagen recogida en el fondo de una cámara oscura”.

Tras poco tiempo, llego a ser una buscadora incansable de lo hermoso en el mundo que la rodea, intentando parar el tiempo plasmando momentos concretos sobre la memoria de un papel.

Así nació la metáfora mágica de buscarle un título adecuado a cada imagen sorprendida por su cámara.

Con el tiempo, observó que sus fotografías ya no eran apreciadas sólo por su circulo de amigos y familia, sino que estas empezaron a transmitir sentimientos y emociones a círculos más extensos.

Entre este instante y el momento de la inauguración de su primera exposición personal, en Gura Humorului “Carbune pe zapada” (Carbón sobre nieve), en el contexto del Festival Internacional de Peliculas, Presentaciones de diapositivas y Fotografías - “Tomana la Voroneti” (El otoño en Voroneti) – en su trigésima edición, han sido muchos los mementos y numerosos los amigos.

Primero fue Marius Vasiliu, siendo él mismo coordinador de un círculo fotográfico, el que valoró el esfuerzo de Cornelia, la alentó y la ayudó. Se podría decir que en gran parte, la exposición que están viendo hoy en Granada se le debe a él; pues fue él quien vio por primera vez en una fotografía de Cornerlia un cuadro digno de exposición.

“He aprendido que la fotografía, muchas veces no se busca; simplemente sucede”. Cornelia Anghel

Dr. Oana UrsacheDepartamento de Filologías Románica, Italiana, Gallego-Portuguesa y CatalanaFacultad de Filosofía y Letrastel. 958.24.35.85Facultad de Traducción e InterpretaciónCampus universitario de CartujaUniversidad de GranadaGranada 18071