Presentado por: Alejandro López Fernández Realizado en
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Presentado por: Alejandro López Fernández Realizado en: Universidad de Cantabria Bajo la dirección de: Luis Fernández Barquín Santander, 1 de julio 2019 TRABAJO FINAL DE MASTER Excitaciones colectivas magnéticas en nanopartículas magnéticas
Presentado por: Alejandro López Fernández Realizado en
Capítulo 1. IntroducciónBajo la dirección de:
TRABAJO FINAL DE MASTER
CAPÍTULO 3
TÉCNICAS EXPERIMENTALES
...............................................................................................15
CAPÍTULO 5
Resumen
En este trabajo se presenta el estudio de las excitaciones
magnéticas colectivas a bajas
temperaturas para diferentes conjuntos de nanopartículas
magnéticas.
Las excitaciones magnéticas colectivas, u ondas de espín, son un
fenómeno el cual, a
pesar de producirse como consecuencia de la existencia de cierta
energía térmica en el
material, deja de observarse claramente a partir de cierta
temperatura. En particular, se
ha encontrado que, para ciertos materiales nanométricos magnéticos,
estas no
sobreviven más allá del 30 % de su temperatura de orden magnético
(Curie o Néel),
mientras que otras llegan casi hasta el 60 %.
A partir del ajuste de la imanación en alto campo magnético en
función de la temperatura
es posible determinar la constante de rigidez de estas
excitaciones, que equivale a
estudiar cualitativamente la energía necesaria para invertir un
espín y generar así una
onda de espín. Los valores de esta constante para las diferentes
muestras entran dentro
de un margen razonable, encontrándose que el 2 es el compuesto
donde es más
fácil generarlas debido a su baja temperatura de Néel (orden),
mientras que en el MM02-
01 ( − 23) es el más difícil por el mismo argumento.
Abstract
In this report, we present a study of collective magnetic
excitations at low temperatures
for different ensembles of magnetic nanoparticles.
Collective magnetic excitations, or spin-waves, are a phenomenon
that, besides being
produced as a consecuence of the existence of a certain thermal
energy in the
nanometric material, it is not observable above a certain
temperature. In particular, it has
been found that, for some materials, these spin-waves does not
survive beyond 30 % of
their magnetic order temperature, while others do it almost up to
the 60 %.
From fits of the magnetization in high magnetic field versus
temperatura, it is possible to
define the spin-wave stiffness constant, which is equivalent to
study qualitatively the
required energy to invert a spin and generate a spin-wave. The
values of this constant
for the different samples are within a coherent range, finding that
2 nano is the alloy
where the generation of magnons is most favorable due to its low
Néel temperature
(order). By contrast, in MM02-01 ( − 23) this generation is the
most difficult one for
the same argument.
Capítulo 1. Introducción
Introducción
Richard Feynman, premio Nobel de física en 1965, sugirió con su
charla ‘There is plenty
of room at the bottom’, dada en la American Physical Society en
1959, la posibilidad de
manipular directamente átomos para construir elementos con un
sinfín de aplicaciones,
desde en medicina con la construcción de robots quirúrgicos hasta
en electrónica con la
reducción en tamaño de los componentes de una computadora1. Esta
idea podría
considerarse como el primer paso que se dio en la creación de la
nanotecnología,
aunque no fue hasta alrededor de 1980 cuando, con el desarrollo de
la microscopía de
efecto túnel, esta comenzó realmente. A partir de este punto se
estableció la rama de la
nanociencia como una nueva disciplina del conocimiento,
desarrollándose hasta como
se la conoce a día de hoy2.
Actualmente, la nanociencia es una rama del conocimiento
interdisciplinar que estudia
los fenómenos observados en estructuras y sistemas dentro de la
nanoescala, o lo que
es lo mismo, en los denominados nanomateriales. Estos se pueden
entender como todo
aquel material que presenta al menos una de sus dimensiones en la
escala nanométrica
(10-9 m)3. El estudio de estos nuevos materiales ha conducido al
desarrollo de la
nanotecnología que, de forma similar a como lo entendía Feynman,
consiste en el
diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas
con fin de construir
elementos aplicables en cualquier sector2,4.
La nanociencia abarca una gran cantidad de ámbitos, pero dentro de
todos ellos, uno
que resulta de gran interés es el del magnetismo. Ya en los años 50
Louis Néel, premio
Nobel de física en 1970, realizó un estudio sobre el comportamiento
magnético en
nanopartículas magnéticas (Magnetic Nanoparticles, MNPs). Sus
desarrollos teóricos,
centrados en la relajación magnética (ec. de Néel-Brown) fueron
investigados en detalle
a partir de los años 70, especialmente en óxidos magnéticos tales
como la ferrita, 34,
y la magnemita, − 23 5,6. Más tarde, el descubrimiento de la
magnetorresistencia
gigante (Giant Magnetoresistance, GMR) por A. Fert y P. Grünberg7,
premios Nobel de
física en 2007, relanzó el estudio sobre las MNPs, ejemplo de lo
cual son los trabajos
de los grupos de Berkowitz8 y Chien9.
Desde entonces, se han desarrollado aplicaciones a partir de las
propiedades
magnéticas que se han ido descubriendo. Así, por ejemplo, éstas
tienen usos en
medicina mediante elementos de contraste en resonancias magnéticas
o elementos
transportadores de fármacos para posteriormente estudiar la
dispersión de los
mismos10; elementos de memoria para formar discos duros no
volátiles a partir del
fenómeno de anisotropía uniaxial en el campo de la industria
electrónica7, etc. También
está comenzando a resultar interesante el empleo de nanopartículas,
generalmente de
oro, con un plasmón de resonancia ante un campo magnético en el
rango del infrarrojo
según el tamaño para tratamientos de radioterapia por hipertermia
localizados11.
Por otro lado, este interés se encuentra conectado con la reducción
de la estructura de
dominios de un material ferromagnético, que da lugar a partículas
nanométricas
constituidas por un único dominio. Éstas presentan fenómenos que no
se observan a
escala macroscópica, como una temperatura de bloqueo, por debajo de
la cual estos
monodominios magnéticos no son capaces de orientarse con respecto a
un campo
magnético12.
Otro fenómeno que presentan todos materiales magnéticos, que ha
sido intensamente
estudiado y en el cual se va a centrar este trabajo fin de máster
(TFM) es de la
observación de ondas de espín13. Este fenómeno, aunque es
observable principalmente
a bajas temperaturas, resulta de interés porque se puede emplear en
dispositivos
ópticos sensibles a estas excitaciones o en líneas de retardo de
microondas. También
resulta de interés, ya no solo su conocimiento, si no su control en
el campo de la
electrónica donde se empleen dispositivos magneto-electrónicos que
operen a altas
frecuencias. Esto se debe a que la generación de ondas de espín por
acción del campo
magnético oscilante puede llegar a resultar en un mecanismo de
disipación de energía
considerable14.
Desde el punto de vista fundamental, las ondas de espín, entendidas
como excitaciones
magnéticas colectivas, constituyen un elemento básico en la MNPs.
Resulta evidente,
en su tratamiento a nivel cuántico, el paralelismo que guardan con
las vibraciones de la
red cristalina (fonones)13,15. El hecho de entender la propagación
de estos magnones
constituye por tanto por sí mismo un tema de interés
fundamental16.
En este contexto, parece interesante abordar un estudio sobre la
propagación de ondas
de espín en diversos sistemas de MNPs, constituyendo esto el
objetivo general de este
TFM. Los objetivos específicos que con su desarrollo se espera
alcanzar son:
Conocer el uso de técnicas de caracterización generales como son
los
dispositivos de difracción de rayos X, y específicas, como son
los
magnetómetros SQUID para llevar a cabo la caracterización
magnética.
Analizar en detalle las estructuras cristalinas de diversos
sistemas de MNPs
por el método de Rietveld.
Evaluar las curvas de imanación en función de la temperatura con
diferentes
dependencias asociadas a diversos modelos de propagación de
excitaciones
colectivas magnéticas.
Interpretar tanto el origen como el funcionamiento del mecanismo de
las ondas
de espín en el entorno de las MNPs.
Capítulo 2. Fundamento teórico
Fundamentos teóricos del magnetismo
En este capítulo se va a realizar un breve repaso de algunos de los
conceptos básicos
de magnetismo en materiales. También se introducirá el marco
teórico de las ondas de
espín y el origen de su aparición en nanomateriales a partir de
cierta temperatura. Todos
ellos son conceptos básicos que se pueden seguir con más detalle en
las referencias
12, 13, 15 y 17.
2.1. Conceptos básicos sobre magnetismo
El magnetismo de materiales es un fenómeno cuántico el cual, a
través de la interacción
electrostática, provoca que ciertos materiales, denominados
materiales magnéticos,
presenten una interacción entre ellos, bien de atracción o de
repulsión. El origen de esta
interacción fue explicado por Heisenberg, Dirac y Pauli como una
propiedad inherente
del electrón, a la que denominaron espín, y que posee un valor de
1/2. Las dos posibles
orientaciones de este espín dentro de un orbital atómico da lugar a
un momento
magnético que puede tomar los valores ±1/2 , donde el factor se
conoce como
magnetón de Bohr y es una constante física cuyo valor es13:
=
2 (. 1)
siendo la constante reducida de Planck, la carga del electrón y la
masa del
mismo.
Estos momentos magnéticos, cuando los electrones se disponen en los
diferentes
orbitales de átomos y moléculas, tienden a aparearse en sentido
opuesto por el principio
de exclusión de Pauli, dependiendo de los electrones de las capas
más externas el valor
del momento magnético total. Éste variará según el número de
electrones desapareados
en cada caso.
Por otro lado, es conocido que, cuando se aplica un campo
magnético, , a un material,
éste responde produciendo un campo conocido como imanación, ,
mediante el
ordenamiento en la dirección más favorable para el material de los
distintos momentos
magnéticos atómicos comentados anteriormente. La relación entre
estos dos campos
viene dado por una magnitud conocida como susceptibilidad
magnética, , y es de la
forma13:
= (. 2)
Esta relación permite realizar una clasificación de los diferentes
tipos de materiales,
atendiendo al tipo de respuesta producida por los mismos en
presencia de un campo
externo .
2.1.1. Diamagnetismo
El diamagnetismo es una propiedad inherente en toda la materia por
el hecho de tener
sus electrones momento magnético. Su origen radica en un cambio que
se produce en
el momento orbital a causa de la presencia de un campo magnético
externo, generando
corrientes extra dentro de los átomos del material por inducción
electromagnética17. Por
la ley de Lenz generan un campo en sentido opuesto, posicionando
los momentos
magnéticos en dirección opuesta al campo.
De hecho, el efecto diamagnético es una interacción tan débil que
solo es posible
observarla en aquellos átomos sin momento magnético neto,
considerándose materiales
de este tipo materiales diamagnéticos (Diamagnetic Materials, DM) y
teniendo un valor
de la susceptibilidad magnética negativo y próximo a 0.
Los DM más atractivos son los superconductores. Estos materiales
presentan una
transición, por debajo de una temperatura crítica, , (no confundir
con la temperatura
de Curie), en la que pasan de tener una resistencia eléctrica
normal a una nula, teniendo
en este segundo estado lo que se conoce como un diamagnetismo
perfecto y
denominándose efecto Meissner17. Estos materiales presentan unas
aplicaciones
sorprendentes, como la capacidad de medir campos magnéticos con una
elevada
precisión, fundamento en el cual se basa el sistema de medida SQUID
(Superconducting
QUantum Interference Device) empleado en este TFM, así como la
capacidad de
producir muy altos campos magnéticos en las bobinas
superconductoras. Además,
como es frecuente encontrar sistemas de nanopartículas recubiertas
de material
orgánico, se espera que exista una señal muy débil diamagnética18.
En nuestro caso la
señal vendrá dada de que las MNPs empleadas son BNF Starch
(almidón) y Feraspin L
(sacarosa).
2.1.2. Paramagnetismo
Considerando ahora el caso en el que los átomos de un material sí
posean momento
magnético neto, se encuentra otro fenómeno llamado paramagnetismo.
En los
materiales paramagnéticos (Paramagnetic Materials, PM), estos
momentos magnéticos
no se encuentran acoplados, lo que lleva a que la energía térmica
los disponga de forma
aleatoria en ausencia de campo magnético.
En cambio, cuando se le comienza a aplicar un campo magnético, ,
estos momentos
comienzan a alinearse en dirección al mismo, desviándose una
fracción de estos de la
dirección del campo por el efecto de la energía térmica, pero
generando una imanación,
, distinta de 0, propia del material, y en el sentido del campo
aplicado (Fig. 1). A medida
que el valor del campo aplicado aumenta, también lo hace el número
de momentos
magnéticos que se encuentran acoplados en la dirección del campo,
siguiendo el
comportamiento descrito por la ecuación 2. La susceptibilidad
magnética, , presenta
una dependencia en este caso con la temperatura que viene descrita
según la ley de
Curie, en la cual se establece que esta se puede expresar de la
forma17:
=
5
Donde es una constante que depende del material y es la temperatura
a la que se
encuentra el mismo.
Con todo esto, el paramagnetismo sigue siendo un fenómeno en
magnitud mayor, por
lo general, que el diamagnetismo, razón por la cual se superpone a
éste y apantalla su
efecto. A pesar de ello, la relación entre el campo generado y el
aplicado sigue siendo
pequeña, obteniéndose para este tipo de materiales que > 0 (en
los diamagnéticos se
cumple que < 0), con valores generalmente entre 10−3 y 10−5,
mientras que la
correspondiente al diamagnetismo suele estar en torno a −10−6 y
−10−10 19.
Figura 1. Esquema de la orientación de los momentos magnéticos en
un material paramagnético. A la
izquierda, a), se puede ver que, en ausencia de campo externo,
estos se encuentran orientados de manera
aleatoria; mientras que, a la derecha, b), se puede empezar a
apreciar la orientación de los momentos
magnéticos al existir un campo aplicado. Figura obtenida de la
referencia 17.
2.1.3. Ferromagnetismo
La interacción entre momentos magnéticos en un material no tiene
por qué ser siempre
débil. De hecho, existen materiales caracterizados por un ciclo de
histéresis a
temperatura constante (imanación isoterma) donde la imanación llega
a un valor de
saturación, , y donde existe una imanación remanente, , al quitar
el campo, . Estos materiales se conocen como materiales
ferromagnéticos (Ferromagnetic
Materials, FM). Además, estos materiales cuentan con un campo
coercitivo, que es el
que hay que aplicar para hacer = 017.
En este TFM estamos más interesados en la variación térmica de los
momentos
magnéticos de los iones magnetógenos. Asimismo, de manera general,
muchos
materiales paramagnéticos no cumplen exactamente la ley de Curie
antes descrita, si
no que obedecen una ley más general conocida como ley de
Curie-Weiss y que define
la susceptibilidad magnética como:
− (. 4)
donde se conoce como la temperatura de Curie-Weiss, y que es una
temperatura de
transición que a muchos efectos se puede considerar como la
temperatura de Curie, .
Cuando esta temperatura de Curie es igual a 0, se recupera la ley
de Curie definida en
Capítulo 2. Fundamento teórico
6
la ecuación 3, aunque ésta, en general, es distinta de este valor.
En estos casos, cuando
la temperatura iguala a esta temperatura de Curie lo que se tiene
es una divergencia de
la susceptibilidad magnética que se asocia a un cambio de fase.
Entonces, el material
pasa de ser un PM a ser un FM por debajo de esta temperatura de
transición.
En este punto, la interacción entre los distintos momentos
magnéticos de los átomos
empieza a ser considerable debido de la existencia de lo que Weiss
denominó campo
molecular17. Esta es una interacción que provoca el alineamiento de
manera paralela
entre los distintos momentos magnéticos. Su origen tiene lugar en
la interacción de
intercambio y fue demostrado por Heisenberg en 192820.
El campo molecular de Weiss provoca que el material se divida en
una estructura de
dominios (Fig. 2) debido a la interacción entre momentos y tiene
importantes
consecuencias a la hora de aplicar un campo externo.
Figura 2. Esquema de la estructura de dominios y su evolución a
medida que se comienza a aplicar un
campo magnético externo sobre el material, pasando de tener los
dominios una orientación aleatoria a
orientarse a medida que aumenta el campo cada vez más en dirección
al mismo. Figura obtenida de la
referencia 21.
La primera de ellas es que, cuando se somete al material a un campo
externo, , la
respuesta del material es muy superior a la obtenida en un PM
debido a que los
momentos no se alinean de manera independiente con respecto al
campo, sino que lo
hacen en conjunto. Esto da lugar a una respuesta mucho más intensa
por no existir tanta
aleatoriedad en la orientación y a un valor de la susceptibilidad
magnética mucho mayor
que en los casos anteriores.
La segunda es que, una vez imanado el material con la aplicación de
, a la hora de
retirar el mismo se observa una cierta imanación residual debido a
la orientación
preferencial que todavía mantienen algunos dominios. Este hecho
genera el
denominado ciclo de histéresis como ya se introdujo
anteriormente.
Existen algunos materiales en los cuales, a pesar de observarse un
comportamiento
ferromagnético, estos no presentan ciclo de histéresis, ya que
también presentan cierto
comportamiento paramagnético. Este tipo de materiales se conocen
como materiales
superparamagnéticos (Superparamagnetic Materials, SPM) y se
comentarán más
adelante.
2.1.4. Antiferromagnetismo
De manera similar a lo que ocurre con los FM, existe un tipo de
materiales donde las
interacciones entre momentos magnéticos tienen una intensidad
considerable debido a
Capítulo 2. Fundamento teórico
7
la existencia del campo molecular de Weiss. Sin embargo, en este
caso, se provoca que
los momentos magnéticos se orienten de forma antiparalela entre sí.
Este tipo de
materiales se conocen como materiales antiferromagnéticos
(Antiferromagnetic
Materials, AFM) y resultan interesantes porque por debajo de una
temperatura de
transición (orden), que en este caso se conoce como temperatura de
Néel, , el sistema
tiende a orientarse como se acaba de comentar, no presentando una
imanación
espontánea como ocurría con los FM17.
Por encima de la temperatura de Néel, el material exhibe un
comportamiento similar a
los PM, siguiendo la susceptibilidad la ecuación:
=
− (−) (. 5)
Que es similar a la relación de Curie-Weiss pero con un valor de
negativo, lo cual
implica, según la teoría del campo molecular de Weiss, la
existencia de un campo
molecular negativo. Su origen radica nuevamente en la interacción
de intercambio que
tiene lugar entre los electrones, y que provoca que los momentos se
dispongan de forma
antiparalela entre sí.
Es importante resaltar que, si el campo que se está aplicando al
material supera cierto
valor, denominado campo crítico, es posible observar en los AFM una
transición que
hace que el material pase de ser antiferromagnético a
ferromagnético por una inversión
forzada de los espines en la dirección del campo. La causa de esto
es que, se otorga
tanta energía al sistema, que este experimenta un cambio de fase
para pasar a una
configuración más estable. Este fenómeno se conoce con el nombre de
transición
metamagnética22 e implica un volteo de espines que, cuando la
anisotropía magnética
es muy elevada, se conoce como spin-flip (en caso contrario se
denomina spin-flop)23.
Este fenómeno también es observable si la temperatura es mayor a
una denominada
temperatura de transición, aunque la situación de interés es la
primera ya que, como se
verá más adelante, en este TFM se ha trabajado con diferentes
muestras sometidas a
un gran campo, por lo que aquellas que sean antiferromagnéticas se
podrán tratar como
ferromagnéticas porque se habrá superado el valor de su campo
crítico.
2.1.5. Ferrimagnetismo
Cuando en un material se tiene más de un elemento distinto con
momento magnético
distinto de 0 y diferente para cada elemento, puede existir un
fenómeno en el cual estos
momentos se orientan de manera antiparalela entre sí (Fig. 3). Esto
ocurre por debajo
de una temperatura crítica, , al igual que ocurría en los AFM, pero
sin tener en este
caso una imanación espontánea nula. En efecto, la diferencia entre
los valores de los
momentos magnéticos de cada elemento da lugar a un comportamiento
similar al
ferromagnetismo al existir una imanación espontánea.
Sin embargo, a pesar de la similitud que presenta con dicho
fenómeno, el
comportamiento que presenta la () que se observa por debajo de la
temperatura
crítica es ligeramente diferente, como cabría esperar dado el
origen distinto de ambos
fenómenos. Aun así, el origen de este fenómeno es explicable
nuevamente a partir de
la teoría del campo molecular de Weiss, reproduciendo de hecho
bastante bien los
Capítulo 2. Fundamento teórico
comportamientos observados debido a que la mayoría de materiales
ferrimagnéticos
son sólidos iónicos con electrones muy localizados.
Este es el comportamiento que se observa en el material magnético
más común, la
magnetita (34) que presenta una = 850 K. Además, este material se
oxida
naturalmente en maghemita ( − 23 12) pasando a tener una = 950
K24.
Figura 3. Esquema de ordenamiento de los momentos magnéticos en un
material ferrimagnético por debajo
de su temperatura crítica, . La diferencia de tamaño entre los
diferentes vectores quiere mostrar que el
material se compone de dos momentos magnéticos distintos,
representando cada uno con un grosor
distinto. Figura obtenida de la referencia 17.
2.1.6. Superparamagnetismo
Cuando se tiene un material magnético y se comienza a reducir el
tamaño del mismo se
puede observar un aumento de la coercitividad hasta un cierto
punto, donde esta
comienza a disminuir17. Por debajo de un cierto radio, denominado
radio crítico, se
observa que la coercitividad se anula (Fig. 4) debido a una
reducción de la energía
anisotrópica con el tamaño.
Esto se debe a que la energía de anisotropía es producto de una
constante de
anisotropía, , y del volumen, , de la partícula. Por tanto, a
medida que disminuye el
volumen, esta energía también lo hace hasta ser comparable con la
energía térmica,
, permitiendo en este punto producir un cambio en la dirección de
imanación de las
partículas de manera espontánea.
Los materiales que presentan este fenómeno son los SPM antes
mencionados y es la
causa de que, materiales como las MNPs estudiadas, se comporten
cualitativamente
como PM pero con una imanación total, , mucho mayor17. Además, si
en estos casos
la temperatura disminuye por debajo de un cierto valor, llamado
temperatura de bloqueo,
, la anisotropía vuelve a ser superior a la energía térmica. Esto
impide una orientación
de los monodominios magnéticos en la dirección del campo, siempre
que su valor no
sea tan elevado que fuerce la misma, imponiéndose tanto a la
anisotropía como a la
energía térmica.
9
Figura 4. Curva de la relación entre la coercitividad frente al
diámetro de las partículas. Se puede observar
cómo esta presenta un máximo a medida que se va reduciendo el
tamaño de la partícula hasta el punto en
el que empieza a disminuir, llegando a 0 para el radio crítico.
Esta figura representa un comportamiento
específico, no uno general, ya que la anisotropía depende de una
constante de anisotropía, , que es propia
de cada material. Figura extraída de la referencia 17.
El comportamiento de la imanación con la temperatura en este tipo
de materiales, al
comportarse cualitativamente como PM, se puede describir mediante
el mismo marco
teórico. Es por esto que se va a proceder a presentar una
descripción de esto en el
siguiente apartado.
En el apartado anterior se han descrito brevemente los diferentes
comportamientos que
puede presentar un material bajo la acción de un campo magnético y
en función de la
temperatura. El origen de todos estos comportamientos se basaba en
la existencia de
una interacción entre los momentos magnéticos que tenía su origen
en un campo
molecular que hacía que la interacción fuera más o menos intensa en
cada caso.
El comportamiento de los FM se puede comenzar a estudiar usando la
teoría clásica del
paramagnetismo17, la cual dice que la imanación en un material
paramagnético es de la
forma:
= () (. 6)
donde () es la función de Langevin con = /, es el número de
momentos
magnéticos y es el momento magnético de cada componente del
material. Esta
primera consideración se puede estudiar de forma comparativa con la
teoría de Weiss17,
que dice que la imanación es de la forma:
=
(. 7)
Siendo el campo molecular de Weiss y la constante de campo
molecular. Se
encuentra que, si se considera que el campo aplicado al material
paramagnético es este
Capítulo 2. Fundamento teórico
10
campo molecular ( = ), el material presenta una imanación
espontánea que va
decreciendo con la temperatura (Fig. 5). Finalmente, se llega a una
temperatura,
denominada temperatura de Curie, , a partir de la cual la imanación
espontánea
desaparece.
Conocida esta temperatura pues, es posible determinar el campo
molecular propio de
cada material. Naturalmente, este campo estará relacionado con la
interacción cuántica
de canje, que se presentará en el siguiente apartado. Por otro
lado, si se representa la
imanación determinada mediante esta teoría frente a la temperatura
se puede obtener
un buen ajuste de los resultados experimentales, aunque se obtiene
una mayor
precisión sustituyendo la función de Langevin por la función de
Brillouin, (), en la que
hay que hacer una correcta elección del momento angular total, , ya
que tiene en cuenta
efectos cuánticos (Fig. 6). Con esto, la imanación, , es de la
forma25:
= () (. 8)
donde = √( + 1) representa una imanación efectiva, siendo el factor
de
Landé y = /.
Figura 5. Representación gráfica de las ecuaciones 6 y 7. Se puede
ver que, cuando se considera que el
campo es únicamente el campo molecular, ambas ecuaciones
interseccionan en dos puntos: en el origen,
que es inestable ante cualquier fluctuación en la magnetización; y
en el punto , donde se tiene una
imanación espontánea. También se puede observar como al aumentar la
temperatura lo suficiente ( = )
el único punto de intersección es aquel que tiene imanación nula.
Figura obtenida de la referencia 17.
Figura 6. Imanación espontánea relativa respecto a la de saturación
del Fe, Ni y Co en función de la
temperatura relativa respecto a la temperatura de Curie. Las curvas
dan cuenta de los diferentes ajustes
según la función clásica de Langevin, a), y las funciones de
Brillouin con J = 1, b), y J = 1/2, c). Se puede
observar como el ajuste mejora sustancialmente al considerar la
función de Brillouin y al emplear un J más
acertado. Figura obtenida de la referencia 17.
Capítulo 2. Fundamento teórico
11
A pesar del buen ajuste que ofrece la función de Brillouin de
manera general a los
resultados experimentales, si se analizara más en detalle los datos
obtenidos a bajas
temperaturas, se podría observar que la reproducción no es tan
buena. En este punto
empiezan a ser considerables efectos cuánticos producidos por las
oscilaciones
colectivas de los espines en los diferentes átomos del material,
conocidas como ondas
de espín. Estas oscilaciones no se encuentran consideradas dentro
del cálculo de
campo medio que da lugar a la función de Brillouin y es la razón de
que la reproducción
no sea tan eficaz.
Con fin de encontrar una función que represente bien los valores en
este caso, se va a
proceder al estudio del origen de estas ondas de espín y al
tratamiento teórico de las
mismas.
2.2.1. Ondas de espín
Es sabido que un sólido se encuentra ordenado a temperatura nula (
= 0 K), a pesar
de que las fluctuaciones de punto cero implican que, incluso en
este punto, los átomos
no están completamente estáticos. Si se aumenta ligeramente la
temperatura, este
ordenamiento se rompe por la excitación térmica de las vibraciones
de la red, que se
cuantifican como fonones25.
El comportamiento de los fonones viene descrito por la relación de
dispersión, que es
una relación de la energía con el vector de la red recíproca, , ().
Esta relación
presenta una rama acústica que permite la generación de fonones con
muy poco coste
de energía. Esto se debe a que, al no existir un gap energético ( =
0, = 0) para
superar el estado fundamental y pasar al nivel acústico del fonón
más bajo, es posible
generarlos térmicamente mientras que la temperatura sea distinta de
0.
De manera similar, un material ferromagnético se encuentra
perfectamente ordenado a
= 0 K mientras que, a una temperatura distinta, este orden se rompe
por ondas de
espín, que se cuantifican como magnones. Lo importante de este
hecho es que cuesta
muy poca energía producir un magnón, ya que al igual que los
fonones, estos no tienen
gap energético que se deba superar, jugando un papel similar en un
material
ferromagnético al de los fonones en un sólido13. De hecho, puede
derivarse también una
relación de dispersión para los magnones (Fig. 7) empleando el
modelo de Heisenberg
y de dos maneras distintas: mediante un enfoque semiclásico,
considerando los espines
como vectores clásicos; y mediante un enfoque basado en mecánica
cuántica donde las
orientaciones de cada espín están cuantizadas.
Si se considera el tratamiento cuántico, sin embargo, se puede
encontrar que estas
ondas de espín, o magnones, son bosones que siguen la estadística
de Bose-Einstein.
Esto es debido a que la generación de cada magnón consiste en
cambiar la dirección
de un único espín, lo que varía el espín total del sistema, , en
1.
Capítulo 2. Fundamento teórico
12
Figura 7. Representación gráfica de las relaciones de dispersión
tanto de los fonones (izquierda), como de
los magnones (derecha). La variable representa la constante
elástica de enlace atómico. Se puede
apreciar que ambas presentan un origen de coordenadas que da cuenta
de la inexistencia de un gap
energético. Figura obtenida de la referencia 13.
El punto de partida en ambos casos es la consideración del
hamiltoniano del modelo de
Heisenberg, que es un modelo que explica el comportamiento
magnético de los sólidos
considerando modelos microscópicos particulares de interacción
magnética, más en
concreto la de vecinos más cercanos, y cuyo hamiltoniano es:
= −∑
(. 9)
donde la constante representa la integral de canje13 y el símbolo
⟨⟩ debajo del
sumatorio indica que la suma se hace solo sobre los vecinos más
cercanos. Los espines,
, se consideran como vectores tridimensionales porque en este
modelo se consideran
que pueden apuntar en cualquier dirección del espacio. Es decir,
que tienen una
dimensionalidad igual a 3, aunque el modelo se puede aplicar
también para estudiar
redes bi y monodimensionales.
En lo que sigue, vamos a puntualizar los pasos más importantes a la
hora de relacionar
la variación de la imanación con la temperatura y la existencia de
las ondas de espín.
Nos fijamos pues únicamente en los resultados que tengan
implicaciones en nuestro
trabajo experimental. Así pues, partiendo de que la energía de
excitación de un magnón
es de la forma:
= 4(1 − cos ) (. 10)
donde es la distancia entre átomos y la frecuencia angular. Un
primer resultado
interesante que se saca de esta expresión es que, haciendo la
suposición de que es
pequeña, se obtiene desarrollando en serie la función cos
que:
≅ 222 (. 11)
Obteniendo que la frecuencia es proporcional al cuadrado de .
Sabiendo que la
densidad de estados, en este caso magnones, guarda la siguiente
relación en tres
dimensiones13:
13
Si se aplica la relación proporcional de la ecuación 11 se obtiene
una dependencia
() ∝ 1/2, que tiene sentido a bajas temperaturas donde valores
pequeños de y
tienen importancia. Con esto, si se quiere determinar el número de
magnones
disponibles a una temperatura , basta con integrar la densidad de
estados sobre todas
frecuencias. Para ello, se debe introducir el factor de
Bose-Einstein debido a que son
bosones. Con todo ello se obtiene:
= ∫ ()
exp(/) − 1
(. 13)
Haciendo el cambio de variable = / se obtiene que, a bajas
temperaturas, el
número de magnones es proporcional a 3/2. Como cada magnón reduce
la
magnetización en = 1 por consistir estos en invertir un único
espín, se tiene que:
(0) − ()
(0) ∝ 3/2 (. 14)
Donde (0) es la imanación a temperatura 0 K o imanación de
saturación, y () es la
imanación a la temperatura . Esta relación se conoce como la ley
3/2 de Bloch y
reproduce bien la mayoría resultados experimentales en el régimen
de baja temperatura.
Esta consideración, además, lleva a encontrar que la energía de los
modos de los
magnones es proporcional a 5/2 13.
Si se quiere mejorar la evaluación de las excitaciones magnéticas
colectivas es posible
aplicar algunas correcciones que podrían permitir un mejor ajuste
de las curvas a los
datos experimentales. La primera consiste en considerar términos de
mayor orden en el
desarrollo en serie que se realiza en la ecuación 10 para obtener
la ecuación 11, y
considerar la existencia de un gap de energía igual a debido a la
presencia de
campos de anisotropía y de desmagnetización20. Con estas
aproximaciones, la ecuación
14 pasa a tener la forma:
(0) − ()
= ( 3
5
2 ) = 1.341 son las funciones de Riemann, es la constante
de rigidez de la onda de espín (spin-wave stiffness constant) y ⟨2⟩
es el rango
cuadrático medio de la interacción de canje (average mean-square
range of the
exchange interaction), .
Con estas consideraciones, la calidad en la reproducción de los
resultados
experimentales se ha incrementado. Existen numerosos resultados que
confirman este
hecho20, motivo por el cual se podría esperar que, cuando se
estudien las ondas de
espín en este TFM, la ecuación 15 sea la expresión que mejor nos
reproduzca los
resultados.
14
Las dos expresiones de la desimanación térmica de ondas de espín
descritas
anteriormente, ecuaciones 14 y 15, se suponen válidas para
materiales magnéticos
tanto cristalinos como amorfos. En este TFM se estudian materiales
nanocristalinos que
incorporan una superficie de espines desordenados, esperándose pues
que haya
alguna modificación en la dependencia térmica. Por ello, y de
manera simplificada, es
aconsejable tomar una dependencia efectiva a través de un exponente
que pueda
tener valores intermedios. Hasta la fecha, no existe un tratamiento
riguroso porque
todavía la evidencia experimental es contradictoria16,26.
Capítulo 3. Técnicas experimentales
Capítulo 3
Técnicas experimentales
En este TFM no se han sintetizado y/o producido muestras
nanométricas, sino que se han empleado muestras características
elaboradas anteriormente. Concretamente, se han empleado para un
primer análisis muestras de BNF Starch, Feraspin L, MM02-01, 1,50,5
40 , 2 bulk, 2 20 , 2 120 , 2 180 , 2 5 , 2
bulk, 2 70 , 2 y 4060. Las horas de cada muestra representa el
tiempo de molienda al que se sometieron.
Dentro de estas muestras, solo se presentan aquellas en las que los
resultados son
relevantes. Estas se presentan, junto con sus características más
importantes, en la
tabla 1.
BNF Starch Óxido de Fe Síntesis química
Micromod Feraspin L Nanopet MM02-01 Micromod
TbAl2 Aleación de tierra rara
Horno de arco y molienda mecánica
Universidad de Cantabria
TbAl2 NdCu2
Fe40Cu60 Aleación GMR Uni. College Londres Tabla 1. Información
sobre las diferentes muestras empleadas en este TFM, así como el
grupo de
materiales al que pertenecen, método de producción por el cual se
han sintetizado y empresa o institución de la cual se ha obtenido
cada uno de estos materiales.
Por otro lado, en este capítulo se procederá a describir las
diferentes técnicas y procedimientos llevados a cabo para
determinar tanto la estructura cristalina como las propiedades
magnéticas de los materiales empleados en el presente TFM.
3.1. Difracción de rayos X
En la realización de este trabajo se han empleado distintas
muestras de nanomateriales
magnéticos ya sintetizadas previamente, como puede verse en la
tabla 1, aunque con
fin de confirmar su microestructura se las sometió, previo al
estudio de sus propiedades
magnéticas, a un análisis detallado de difracción de rayos X (X-Ray
difraction, XRD).
Este tipo de estudio (XRD) permite, a partir del empleo de
radiación elevadamente
energética, conocer tanto el tamaño (diámetro medio) de las
partículas, como disponer
de diferente información de interés como lo es deformación (strain)
y los parámetros de
malla, que será de gran interés a la hora de hacer una correlación
entre las propiedades
magnéticas y la microestructura.
La obtención de información a partir de este método de
caracterización se basa en que,
cuando los rayos X de longitud de onda en este caso de 1,541 ,
inciden sobre la
muestra con un cierto ángulo, estos se difractan en los diferentes
planos cristalinos de
la misma teniendo lugar un fenómeno de interferencia (Fig. 7). Como
los diferentes
planos cristalinos están paralelamente posicionados y separados una
determinada
distancia interatómica dependiendo del grupo de simetría, tipo de
red y composición de
Capítulo 3. Técnicas experimentales
16
la muestra, si además tiene lugar una interferencia constructiva,
se obtiene un pico de
intensidad que se recogerá en el sistema.
Figura 7. Esquemas del interior de un tubo de rayos X (izquierda) y
del proceso de difracción de estos sobre
una muestra cristalina (derecha). Mediante la aceleración de
electrones a partir de una diferencia de
potencial se consigue que el cobre emita radiación de baja longitud
de onda. Esta radiación es luego
difractada por la muestra a estudiar siguiendo la ley de Bragg, lo
que permite su caracterización. Figuras
obtenidas de la referencia 27.
Para un mismo conjunto de planos cristalinos, este fenómeno no
ocurre solo para un
ángulo dado, sino que hay una serie de posiciones concretas en las
cuales la
interferencia de los rayos X sigue siendo constructiva. Las
posiciones en las cuales esto
ocurre vienen descritas por la ley de Bragg25.
Realizando un barrido angular y recogiendo la intensidad obtenida
en cada momento se
puede obtener lo que se conoce como un espectro de difracción, a
partir de la
representación gráfica de la intensidad frente al ángulo formado
entre la fuente de rayos
X y el medidor, que no es más que el doble del ángulo de incidencia
antes comentado.
Para poder llevar a cabo todo esto y obtener los patrones de
difracción de cada muestra,
es necesario preparar primero debidamente la muestra y configurar
correctamente el
equipo. La preparación de la muestra se hace tomando una pequeña
porción del
material que se quiere analizar y depositándolo sobre una oblea de
silicio monocristalino
orientado en la dirección [100], la cual apenas da señal cuando los
rayos X cuando
inciden sobre ella. Esto permite tomar poca cantidad de muestra,
junto con la ventaja de
la gran precisión que tiene el equipo empleado. La muestra se
dispersa sobre la oblea
con cuidado y se coloca sobre un portamuestras metálico, el cual
queda sujeto al
dispositivo de rayos X mediante atracción magnética.
Una vez colocada la muestra, se pueden cerrar las puertas del
dispositivo y proceder a
su configuración. En nuestro caso, como se usó el detector rápido,
LYNXEYE, acoplado
al dispositivo de rayos X, Bruker D8 Discover, disponible en la
universidad de Cantabria,
(Fig. 8) el barrido angular se llevó a cabo entre 10 y 100°, con un
paso de 0,02° y con
una velocidad de escaneo (scanspeed) de 1 . Esto permitió llevar a
cabo una primera
medida de forma precisa en unas pocas horas salvo para la muestra
de 2 180 , la
cual requirió de más tiempo debido a que la señal era débil y
necesitaba de varias
vueltas para reducir la cantidad de ruido en la medida. Aun así,
gracias al detector
LYNXEYE la medida fue mucho más rápida, ya que de haber usado el
dispositivo
Capítulo 3. Técnicas experimentales
17
antiguo de centelleo este tiempo se habría visto incrementado
enormemente y habría
dificultado en gran medida la obtención de resultados.
Por último, para acabar de configurar el equipo, se debe establecer
la apertura entre las
rendijas de 0,5 mm para minimizar la radiación dispersada y
alimentar al sistema de
emisión de señal con una diferencia de potencial de 40 kV y una
intensidad de 25 mA.
El sistema también dispone de una opción para rotar la muestra a
medida que se realiza
la medición con fin de reducir la medida de ciertas direcciones
cristalográficas
preferencialmente. Como nuestras muestras no se sujetaron sobre la
oblea, esta opción
no se empleó para evitar la pérdida de la muestra.
Figura 8. Fotografía del difractómetro empleado, Bruker D8
Discover, en la universidad de Cantabria. El
dispositivo principal es el goniómetro circular en posición
vertical que sujeta los brazos de la fuente y el
detector.
Una vez obtenido el espectro, a partir de un análisis del mismo
mediante algún programa
informático, es posible conocer la información que se busca. En
este caso el programa
empleado fue FullProf Suite28, un software libre que incluye una
gran variedad de
programas cristalográficos como FullProf y WinPLOTR, entre otros,
que permiten aplicar
el método de Rietveld29 a un espectro de difracción, ya sea
obtenido por rayos X o por
otros métodos tales como neutrones, para obtener la información
sobre el strain y los
parámetros de malla de la muestra analizada. Además, en el caso de
muestras de
tamaño nanométrico, también es posible determinar el diámetro medio
de las partículas.
Con fin de aplicar el método de Rietveld, basta con seguir una
serie de pasos:
Obtención de los datos cristalográficos de la muestra a analizar de
una base de
datos como Pearson’s Crystal Data30.
Selección del fondo en el patrón de difracción sobre el cual se
quiere aplicar el
método de Rietveld.
Introducción de los datos cristalográficos en el fichero de control
(.pcr) junto con
el fondo seleccionado y selección de los parámetros sobre los que
se quiere
actuar.
18
Consideración de los parámetros de corrección para la anchura de
los picos
(Bruker.irf) en el fichero de control.
Ejecución el método de Rietveld sobre el fichero de datos deseado
(.xy).
A partir de los resultados obtenidos, modificación de la selección
de parámetros
hasta alcanzar un valor del factor R de Bragg que se considere
aceptable.
Extracción de la información cristalográfica ajustada a partir del
fichero de
control modificado tras la aplicación del método de Rietveld
(.new).
Extracción de los valores calculados para el tamaño medio de
partícula y del
strain (.mic).
Cabe mencionar que el ensanchamiento de los picos tiene como origen
diferentes
contribuciones: el empleo de un sistema físico real para la medida
(Fig. 8), el tamaño
nanoscópico de las muestras, y la existencia de strain. El
ensanchamiento producido
por el sistema de medida viene definido por la función de
Caglioti31 (Ec. 18), mientras
que el producido por el tamaño sigue la ecuación de Scherrer32 (Ec.
19), y el de las
deformaciones de la red se estima como sigue (Ec. 20):
= √ tan2 + tan + (. 18)
ñ =
⟨⟩ cos (. 19)
= 4 tan (. 20)
donde representa el ensanchamiento a media altura producido por
alguna de las
contribuciones mencionadas; , y son parámetros de resolución
obtenidos a partir
de la calibración del sistema con una muestra de 6, y es el ángulo
en el cual se
encuentra el pico de intensidad. Los parámetros , y en nuestro caso
valían:
= 0,0050604
= 0,0022488
= 0,0023905
Por su parte, el parámetro es una constante de anisotropía cuyo
valores típicos oscilan
entre 0,9 y 1, ⟨⟩ es el tamaño medio de las nanopartículas y es el
porcentaje de strain
existente en la muestra. Por tanto, si se quiere que FullProf
determine los parámetros
⟨⟩ y hace falta introducir en el fichero de corrección todos
aquellos datos necesarios
para su cálculo29.
Hecho esto, se puede llevar a cabo el método de Rietveld sobre cada
uno de los
patrones de difracción obtenidos para obtener el patrón teórico que
mejor se ajuste a
cada caso. Este patrón teórico se determina a través de la
expresión:
= ∑ ∑ , (2 − 2, ) +
(. 21)
donde el subíndice representa el número de fases distintas que
existen en el sistema;
= + ; es el factor de escala de la fase ; es la función que modela
los efectos
de la muestra e instrumentales (gaussiana, lorentziana,…); es la
intensidad del fondo
en la posición y:
, = ( 2 ), (. 22)
Capítulo 3. Técnicas experimentales
19
es la intensidad integrada, donde , contiene los factores de
Lorentz, polarización y
multiplicidad; , es el factor de estructura; , es la función de
asimetría; , es el
factor de transmisión; , es la función de orientación preferencial;
y , es la
corrección definida por el usuario.
El factor de estructura, , , da cuenta de la intensidad con el
orden atómico en la celda
unidad, definiéndose como:
2( (| ) ) (. 23)
siendo el factor de ocupación; = ( , , ) el vector de posición del
átomo en la
celda unidad; = (, , ) los índices de reflexión de Miller; el
factor de dispersión
atómico; el factor de Debye-Waller; el número de operadores de
simetría en un
grupo espacial concreto; (| ) el operador de simetría; y ( ) el
factor isotrópico de
temperatura33.
3.2. Magnetometría SQUID
Realizada ya la caracterización microestructural mediante el uso de
rayos X, se puede
proceder a abordar el objetivo principal de este TFM, analizar
excitaciones colectivas en
las nanopartículas previamente caracterizadas. Esto se hará
mediante el uso de un
magnetómetro SQUID, un dispositivo que emplea física de
superconductores para
otorgar medidas con una precisión de 10−8 y cuyo fundamento se
comentará más
adelante. En concreto, el dispositivo empleado es un Quantum Design
MPMS XL (Fig.
9) perteneciente a la universidad de Cantabria.
Para ello, lo primero que hay que hacer es proceder a la
preparación de las muestras,
que consiste principalmente en insertar una pequeña cantidad de
muestra (en torno a
los 10 − 20 ) en el interior de una cápsula de policarbonato
QDS-AGC1 ya que, como
en algunos casos se han analizado las respuestas magnéticas de
tierras raras y estas
poseen un gran momento magnético, es necesario no introducir
demasiada muestra en
el sistema para evitar la saturación del instrumento.
Con la muestra en el interior de la cápsula, se fijó su posición
con la ayuda de algodón,
se cerró la misma y se selló usando kapton tape, que es un celo
resistente a bajas
temperaturas. Cerrada y fijada completamente la cápsula, se
introduce en el interior de
una pajita de plástico a la cual hay que practicarle unos orificios
para permitir la
extracción de aire de su interior, y se coloca en el portamuestras
del aparato (Fig. 9), el
cual se emplea para introducir la muestra en el sistema.
Introducida ya la muestra en el magnetómetro, hace falta centrarla
respecto al sistema
de detección (Fig. 10) para que este pueda medir sin problemas. El
centrado se realiza
desde el programa informático al cual está conectado. Se considera
en este caso que
la muestra está centrada cuando el pico de señal cae justo en 2 .
Una vez realizado,
se podría proceder a la medida, a falta de establecer la secuencia
de comandos que se
quiere llevar a cabo.
Capítulo 3. Técnicas experimentales
20
Figura 9. Imágenes del magnetómetro SQUID de Quantum Design Inc.
(izquierda) y de la pajita con una
muestra en su interior junto con el portamuestras empleado
(derecha). La cápsula con la muestra debe
quedar a la altura de la marca observable en el dibujo con fin de
que el centrado se realice sin problemas.
Antes de proceder a ello cabe decir que, la medición, por su parte,
se basa en el efecto
Josephson34. Este fenómeno consiste en la aparición de una
corriente eléctrica por
efecto túnel entre dos superconductores separados por un aislante
eléctrico muy fino y
que da lugar a un flujo magnético cuantizado. Si la corriente
introducida se mantiene
constante y se provocan variaciones del flujo magnético mediante el
movimiento físico
en este caso de la muestra debido a su respuesta magnética, es
posible medir la misma
a partir de las variaciones que esta provoca en la intensidad. Como
esta respuesta
cambia en función de la temperatura, si se varía esta y se
representa gráficamente un
cambio frente a otro se pueden observar fenómenos
interesantes.
Figura 10. Esquema del sistema de medida empleado por el
magnetómetro SQUID para la medición. El
movimiento de la muestra dentro del sistema da una señal debido al
efecto Josephson que permite su
localización espacial, lo que permite su centrado para su posterior
caracterización magnética. Figura
obtenida de la referencia 35.
Los fenómenos que se desean estudiar se observan por debajo de la
temperatura de
orden y esto implica generalmente, o al menos en varios de los
casos estudiados,
disminuir la temperatura por debajo de la temperatura ambiente. Se
programó el
Capítulo 3. Técnicas experimentales
21
magnetómetro, abordando ahora el contenido de la secuencia, para
que disminuyera
con relativa rapidez hasta los 10 K a 1 K/min, esperara para
estabilizar la temperatura,
y luego continuara hasta los 2 K a 1 K/min, todo ello mientras se
sometía la muestra a
un campo de 40000 Oe. Con la muestra a 2 K, se empieza a aumentar
la temperatura
nuevamente hasta los 300 K, pero ahora a ritmos distintos según el
tipo de muestra.
El primer tipo de muestras estudiadas consistían en distintos
óxidos de hierro en fase
maghemita recubiertas de diferentes compuestos orgánicos y de
diferentes tamaños,
más en partículas de almidón (BNF Starch) y de dextrano (MM02-01).
Estos compuestos
tienen una temperatura de Curie tan elevada24 (950 K), que
calentando a 1 K/min y
midiendo cada 1 K se obtuvieron puntos suficientes para poder
llegar a cabo el estudio.
Para muestras compuestas por una aleación con algún elemento
perteneciente al grupo
de las tierras raras, que en este caso consistían en 2 y 2, como
suelen tener
temperaturas de Curie y Néel muy bajas36,37 (20 y 6 K
respectivamente), fue necesario
realizar mediciones cada 0,5 y 0,1 K respectivamente hasta su
temperatura de Curie,
calentando a un ritmo de 0,3 K/min y 0,08 K/min para darle tiempo
al sistema a que
alcanzara el equilibrio antes de realizar la medida.
Por último, la muestra de aleación mecánica, 4060, al estar formada
en parte por
hierro, cuya temperatura de Curie es superior a la de las tierras
raras (1043 K para el Fe
cristalino15 y 450 K para la aleación38), no hubiera sido necesario
realizar una medición
tan lenta, pero por conseguir suficientes puntos se calentó a 0,3
K/min, midiendo cada
0,5 K.
Una vez tomadas las diferentes medidas magnéticas, con fin de poder
estudiar las
ondas de espín comentadas en el capítulo sobre los fundamentos
teóricos, se realizarán
diferentes ajustes de estas medidas a diferentes funciones usando
el programa Gnuplot.
Como se explicará más adelante, hemos realizado un programa
específico para llevar
a cabo el ajuste de las ecuaciones 14 y 15 y la dependencia .
Capítulo 4. Resultados y análisis
22
Resultados y discusión
En este capítulo se presentarán los resultados obtenidos durante la
realización del TFM
siguiendo los procedimientos desarrollados en el capítulo anterior,
así como una
discusión sobre la importancia o implicación de los mismos.
4.1. Rayos X
El tamaño de las nanopartículas, el strain que tienen, las
dimensiones de la celda unidad
y las posiciones atómicas de cada muestra se determinan a partir de
los resultados
obtenidos una vez hecho el ajuste de los diferentes patrones de
difracción obtenidos a
través del programa FullProf y la aplicación del método de
Rietveld.
En las figuras 11 y 12 se representan los patrones de difracción de
las muestras
caracterizadas, calculados a partir del método de Rietveld y usando
los datos
cristalográficos insertados en el fichero de control. Los
resultados numéricos
correspondientes al factor R de Bragg, , que da cuenta de la
calidad del ajuste, strain,
posiciones atómicas, dimensiones de la celda unidad y tamaño de las
nanopartículas
están insertados en la tabla 2.
Figura 11. Patrones de difracción de las muestras correspondiente a
o: a) MM02-10, b) Feraspin L y c) BNF
Starch. En el eje de ordenadas se representa la intensidad, en
unidades arbitrarias (u.a.), frente a la posición
en abscisas 2, en grados. Los datos experimentales se muestran en
rojo, mientras que el ajuste viene
dado en color negro y la diferencia entre ambos en azul. Se puede
observar cómo, de manera general, los
ajustes reproducen bastante bien los datos experimentales, a
excepción del Feraspin L que se comentará
más adelante.
c) BNF Starch
23
Figura 12. Patrones de difracción de las muestras metálicas: a) 2 5
, b) 4060 20 y muestras de
2 con c) 20 y d) 180 , donde las horas indican el tiempo de
molienda al que se sometieron. En el eje
de ordenadas se representa la intensidad, en unidades arbitrarias
(u.a.), frente a la posición en abscisas
2, en grados. Los datos experimentales se muestran en rojo,
mientras que el ajuste viene dado en color
negro y la diferencia entre ambos en azul. Al igual que ocurría en
la figura 11, la reproducción de los datos
experimentales por parte de los ajustes es bastante buena, aunque
nuevamente se puede observar que el
caso del 2 5 presenta una zona en las que el ajuste parece ser que
ha fallado, aunque no es
realmente así.
En la figura 11 aparecen representadas las muestras
correspondientes a óxidos de Fe
nanométrico, mientras que en la figura 12 se han representado las
muestras
correspondientes a aleaciones nanométricas metálicas.
Comenzando por la figura 11, se puede observar que todos los
difractogramas
presentan picos anchos. Estos corresponden a una fase oxidada del
Fe que
comúnmente es maghemita nanométrica. Aparte de estos picos anchos,
en la muestra
de Feraspin L aparecen unos picos muy estrechos para 2 < 30 °.
Otra observación
general es la presencia de un fondo, proveniente de un fuerte
incremento de la señal
hacia los ángulos más bajos. Este incremento está asociado a la
utilización del detector
rápido LYNXEYE, que incrementa su fondo cuanto más bajo es el
ángulo de medida.
La diferencia entre el ajuste Rietveld y los datos experimentales
es relativamente
pequeña (en el caso de XRD) y comparable a otros compuestos
nanométricos39. Esta
diferencia se comprueba con el valor del factor R de Bragg, , como
se deduce de la
inspección de la tabla 2.
En líneas generales, los diagramas de difracción de la figura 11
siguen la estructura
cristalina cúbica de la maghemita, − 3, con posiciones atómicas
detalladas en la
tabla 2. Los parámetros de malla, por su parte, a temperatura
ambiente son del orden
a) 2 20 b) 2 180
c) 2 5 d) 4060 20
Capítulo 4. Resultados y análisis
24
de ≈ 8,35 , como era esperable12. Si en cambio las muestras
tuvieran presencia de
magnetita, estos parámetros deberían estar en torno a ≈ 8,39
40.
Respecto al tamaño, el diámetro medio, ⟨⟩, está entre 12 − 14 .
Naturalmente, existe
una distribución de tamaños que se puede observar a través de
microscopía electrónica
de transmisión (Transmision Electron Microscopy, TEM)41, no
correspondiendo los
resultados de la tabla 2 al tamaño de todas las nanopartículas, si
no a su promedio.
Finalmente, por lo que respecta al strain, los valores son del
orden de < 1 %. Además,
este valor es menor cuanto mayor es el tamaño de partícula. Este
hecho puede estar
relacionado con que los defectos de la estructura nanocristalina
son más acusados
cuanto menor es el tamaño de la misma, como cabría esperar.
Antes de proceder a analizar los datos de las aleaciones
nanométricas, queremos
señalar que los picos estrechos de la muestra Feraspin L
corresponden a sacarosa42.
Es por eso que estos no han sido incluidos en el ajuste y el valor
de es anormalmente
grande.
Muestra (%) a () b () c () (%) ⟨⟩ (nm) Grupo de simetría
Átomo 1
Átomo 2
Átomo 3
MM02-01 18,73 8,3464(1) - - 0,39(1) 14,0(1) F d -3 m 1/4 1/4
1/4
1/2 1/2 1/2
1/8 1/8 1/8
Feraspin L 55,76 8,3464(1) - - 0,79(6) 11,6(1) F d -3 m 1/4 1/4
1/4
1/2 1/2 1/2
1/8 1/8 1/8
BNF Starch 20,97 8,3464(1) - - 0,52(3) 12,0(2) F d -3 m 1/4 1/4
1/4
1/2 1/2 1/2
1/8 1/8 1/8
TbAl2 20h 20,70 7,8619(1) - - 0,27(2) 16,8(1) F d -3 m 3/8 3/8
3/8
0 0 0
-
TbAl2 180h 20,70 7,8619(1) - - 0,32(2) 5,9(1) F d -3 m 3/8 3/8
3/8
0 0 0
-
NdCu2 5h 31,22 4,3843(1) 7,0326(1) 7,4194(1) 0,32(4) 12,1(2) I m m
a 0
1/4 0,5383
0 0,0506
F m -3 m
Tabla 2. Resultados obtenidos para las diferentes muestras
correspondientes al factor R de Bragg (); los
parámetros de celda (a, b y c); el strain (), el tamaño medio (⟨⟩),
grupo de simetría y posiciones atómicas
de cada uno de los elementos presentes. En el caso de la muestra
4060, como presenta dos fases (Fe
y Cu), se ha dispuesto en la primera fila la correspondiente al Fe
y en la segunda la correspondiente al Cu.
Centrando ahora la atención en la figura 12 y la tabla 2, se puede
ver, por ejemplo, en
las muestras de 2, el impacto del detector sobre el espectro,
específicamente en el
rango 2 < 20 °. Al tener estas muestras un mayor peso atómico, ,
es obvio que la
señal que proporcionan (en relación al Fe y O) es mayor. El 2
cristaliza en una
estructura cúbica similar a la de la maghemita pero con diferentes
posiciones
atómicas30. Por su parte, el 2 cristaliza en una estructura
ortorrómbica que
resulta algo más compleja, mientras que la aleación 4060 se compone
de dos
estructuras cúbicas: una (Fe-bcc) y otra (Cu-fcc).
Observemos ahora los valores para los parámetros de malla. En el
caso de las muestras
de 2 se ha obtenido que ≈ 7,86 , que se corresponde bien con el
valor
conocido36. Además, el tamaño de estas es nanométrico y disminuye
conforme aumenta
Capítulo 4. Resultados y análisis
25
el tiempo de molienda, como es de esperar que ocurra normalmente43.
El strain es muy
similar entre las muestras de 20 y 180 , aunque de nuevo era de
esperar que, conforme
ha aumentado el tiempo de molienda, lo ha hecho el porcentaje de
deformación en la
muestra. Todo ello tiene sentido, ya que el proceso de molienda es
agresivo y tiende a
crear defectos en la estructura cristalina, como se ha podido
comprobar aquí.
Para la muestra de 2 el análisis es bastante similar. No se ha
observado tampoco
una desviación en la estructura cristalográfica con respecto al
material en bulk30 a pesar
de haber reducido su tamaño de partícula hasta los 12 . Lo que sí
parece relevante
de este caso es que solo han hecho falta 5 de molienda para
conseguir reducir su
tamaño hasta este punto. Este hecho se puede justificar dada la
alta fragilidad que
presenta el Nd frente al Tb.
Otro factor interesante es la presencia de un pico en 30 °. Éste es
posible que provenga
de la oxidación del Nd (23) a pesar de que la muestra se sintetizó
hace más de un
año y se ha conservado en atmósfera de vacío. Aun así, la
intensidad de este pico es
tan pequeña en comparación al resto de la muestra que se asume un
bajo porcentaje
de oxidación. Esto, junto con el hecho de ser antiferromagnético a
muy bajas
temperaturas44, hace que no resulte relevante para el análisis que
se ha realizado en
este TFM.
Por último, analizando la muestra de 4060 siguiendo los patrones
anteriores, sí que
presenta cierta discrepancia en sus dimensiones cristalográficas
con respecto a sus
fases independientes cristalinas30. Esto se puede achacar al
proceso de molienda,
aunque también puede considerarse como una causa probable que los
distintos átomos
sustituyan a otros del elemento con el que se están aleando,
modificando así las
dimensiones de la otra celda respectivamente.
Si ocurriera esto último, parece ser que los tipos de estructura se
han mantenido, no
produciendo además un elevado porcentaje de strain, como cabría
esperarse de una
aleación con elementos tan parecidos en peso atómico como lo son el
Fe y el Cu.
4.2. Variación de la imanación con la temperatura en alto
campo
magnético
El estudio del comportamiento magnético de las muestras analizadas
se hará
clasificándolas en función de sus propiedades magnéticas con fin de
poder establecer
una comparativa entre las diferencias y similitudes que presentan
cada grupo con los
demás y consigo mismo, permitiendo esto obtener una visión general
de lo que se
intenta lograr.
Respecto a la muestra Feraspin L, su cantidad de muestra para el
estudio magnético
era tan pequeña que el magnetómetro SQUID no era capaz de otorgar
una señal
interpretable, por lo que se tuvo que descartar. Aun así, como esta
consiste en un óxido
de hierro en fase maghemita y se tienen otras dos muestras del
mismo tipo, en principio
la ausencia de datos () en este caso no va a influir demasiado en
el estudio que se
pretende hacer.
Es necesario recordar, llegado este punto, que se está trabajando
con aleaciones
nanométricas magnéticas. Su caracterización magnética habitual
consiste en realizar un
análisis de bajo campo ( < 100 Oe) en secuencias Zero Field
Cool-Field Cool (ZFC-
Capítulo 4. Resultados y análisis
26
FC)45. La idea es que, al ser nanopartículas monodominio, seguirán
aproximadamente
el comportamiento superparamagnético descrito en el apartado
correspondiente del
capítulo 2. Esto implica la aparición de una irreversibilidad por
debajo de la temperatura
de bloqueo.
Un ejemplo de este comportamiento se muestra en la figura 13, donde
se observa la
aparición de la irreversibilidad en torno a 6 . Las otras muestras
estudiadas también
presentan este comportamiento de irreversibilidad, sin embargo, el
objetivo principal de
este TFM es muy diferente. En él, se trata de establecer la
propagación de excitaciones
magnéticas en alto campo, para lo cual es necesario realizar el
tratamiento que se
describe a continuación.
Figura 13. Representación gráfica de los procesos ZFC-FC sobre la
muestra de 2 5 , estando en rojo
los valores correspondiente al ZFC y en azul los del FC. Se puede
observar como a partir de 10 K ambos
procesos empiezan a mostrar una discrepancia. Además, en torno a 6
K, el ZFC presenta un máximo,
disminuyendo la susceptibilidad y, en consecuencia, la imanación,
tendiendo a anularse a 0 K. Este punto
de cambio representaría la temperatura de bloqueo de los
monodominios en el caso de que no hubiese
interacciones dipolares entre nanopartículas. Figura tomada de la
referencia 46.
Se comenzó por tomar los valores de imanación medidos para cada
temperatura en las
distintas muestras y dividiéndolos respecto a la que se considera
que es la imanación a
0 K, pero como no es posible acercarse tanto a este valor con los
instrumentos de los
que se dispone, lo que se hizo fue considerar que era prácticamente
igual a la imanación
que presentan a la temperatura más baja medida (2 K).
Una vez hecho esto, usando el programa Gnuplot, como se ha
comentado en el capítulo
anterior, es posible ajustar estos conjuntos de datos de forma
progresiva, tomando cada
vez más puntos, mediante el método de mínimos cuadrados, lo que
permitirá determinar
hasta donde son válidas las ecuaciones 14 y 15, así como el ajuste
a , mediante el
análisis del coeficiente 2, extrayendo de los mejores entre todos
estos ajustes los
diferentes valores de los parámetros y el rango de validez del
mismo.
Los resultados de estos ajustes se recogen en la tabla 3, junto con
el valor del coeficiente
2 obtenido para el mejor ajuste y el rango máximo de aplicación del
ajuste, que indica
el límite de temperatura hasta la cual se observa el fenómeno de
las ondas de espín.
Asimismo, con fin de poder establecer una comparación más amplia,
también se van a
considerar datos sobre muestras cristalinas de hierro y níquel
estudiadas por S. N.
Kaul47.
27
A partir de estos resultados, se puede realizar el cálculo, en los
casos que el ajuste lo
permita, de la constante de rigidez de las ondas de espín, , y del
rango cuadrático
medio de la interacción de canje, ⟨2⟩, que son dos parámetros de
importancia a la hora
de llevar a cabo un estudio como el de este trabajo y que se pueden
determinar a partir
de las ecuaciones 16 y 17 conociendo el resto de parámetros, que se
encuentran en la
tabla 3.
Además, de todos estos resultados, en las figuras 14 y 15 se han
recogido gráficamente
los conjuntos de datos tomados junto con la función de ajuste que
mejor ha resultado
del estudio realizado, pudiéndose ver perfectamente como a partir
de cierto valor, la
diferencia entre el ajuste y los datos empieza a distanciarse,
dejando de ser válido de
ahí en adelante.
2
IO
MM02-01 950 0,19 , () 1,914(23) −0,00278(21) 320(110) 0,0(1) 9,9
10−5
BNF Starch 950 0,29 , () 3,9(1) −0,0095(9) 3,2(2) 1,48(1) 6,8
10−4
RE
TbAl2 20h 20 0,12 , () −1,4(7) 3,0(6) 3,6(2,4) 1,7(4) 1,4
10−7
TbAl2 180h 20 0,14 53(3) () , () 4,67(11) 2.6(1) 1,5 10−5
NdCu2 5h 6 0,48 () −530(30) 280(10) 2,8(1,7) 5.9(6) 8,1 10−5
GMR Fe40Cu60 20h 450 0,55 , () 2,86(1) −0,00053(4) 60(50) 0,0(4)
1,7 10−4
CS
Fe 1043 0,13 - 0,34(2) 0,0001(1) - - -
Ni 631 0,19 - 0,75(2) 0,0015(2) - - -
Tabla 3. Resultados obtenidos para las diferentes muestras tras
realizar los diferentes ajustes a las
ecuaciones 14 y 15, así como el ajuste a . Las diferentes muestras
analizadas se han dividido según su
característica más importante. Así, se tienen óxidos de hierro
(Iron Oxide, IO), tierras raras (Rare Earths,
RE) y materiales con magnetorresistencia gigante (Giant
Magnetoresistance, GMR) o estado cristalino
(Crystalline State, CS). Se han resaltado aquellos ajustes para los
cuales se ha obtenido un buen ajuste
hasta una mayor temperatura de Curie, , (o temperatura de Néel en
el caso del 2) y colocado entre
paréntesis la incertidumbre con la que se ha medido la última
cifra. Los valores correspondientes al grupo
CS se han obtenido de la referencia 46.
La tabla 3 define bien el comportamiento de estos materiales. Para
ello, los hemos
agrupado por su característica más relevante. Así, tenemos óxidos
de Fe (Iron Oxide,
IO), aleaciones constituidas de tierras raras (Rare Earths, RE), y
una aleación de
4060 producida en estado nanométrico por molienda mecánica que
presenta
magnetorresistencia gigante (Giant Magnetoresistance, GMR). Además,
hemos
utilizado datos de la literatura sobre el Fe y el Ni
cristalino.
En la segunda columna hemos incluido la temperatura de orden
magnético. Se puede
ver que en las aleaciones de RE son muy pequeñas, lo que se debe a
que su canje es
de tipo indirecto RKKY48.
Respecto al rango de ajuste, está claro que en general es bajo
((/)á < 0,3) salvo
en algún caso anómalo. Es de esperar que las excitaciones de ondas
de espín sólo sean
detectables para temperaturas relativamente bajas. En el 2 5 y 4060
20 , en
cambio, se puede observar que el rango es mayor. Esto puede indicar
que su estructura
Capítulo 4. Resultados y análisis
28
nanocristalina es más desordenada, pareciéndose a los amorfos
metálicos47, donde se
ha manifestado que las ondas de espín son detectadas hasta valores
altos de /.
En el caso de los IO (Fig. 14), la ley de Bloch (Ec. 14) parece ser
suficiente para dar
cuenta de los resultados. Esto parece repetirse también en las
muestras de RE,
presentando una dependencia más adecuada a la ecuación 14 si
tomamos en cuenta
que el valor del coeficiente 5/2 en la muestra 2 180 es
anormalmente elevado y,
por tanto, con poco significado físico, como deja ver la tabla 4.
Por último, el
4060 20 se tiene que, de nuevo, la dependencia más razonable es
la
correspondiente a la ley de Bloch, ya que un valor negativo del
coeficiente 5/2 no es
aceptable por carecer totalmente de sentido físico.
Figura 14. Representaciones gráficas de los mejores ajustes
obtenidos para las muestras a) MM02-01 y c)
BNF Starch. El ajuste se muestra en verde mientras que los datos
vienen representados por los puntos
rojos. Como los ajustes se han realizado respecto a la ecuación 14,
se ha optado por linealizar la expresión
para dejar clara la validez obteniendo unos valores del coeficiente
de correlación de R2=0.99659 para b)
MM02-01 Lineal, y de R2=0.99064 para d) BNF Starch Lineal. Las
barras de error de los datos resultan
indistinguibles debido a la elevada precisión del instrumento (10−8
). Se ha reducido también la
densidad de datos a una quinta parte para que se pueda observar con
más facilidad tanto el ajuste como el
conjunto de datos.
Aunque no está conectado con las excitaciones magnéticas, es
necesario resaltar que
en la figura 14, el ajuste correspondiente a presenta 2 anomalías
para <
100 K. En efecto, aparece un salto en ≈ 60 K que parece
corresponder a una
transición de Verwey49. Esta transición metal-aislante aparece solo
en magnetita, por lo
que es de suponer que una fracción pequeña de esta muestra contenga
nanocristales
de 34.
La curvatura hacia bajos valores de () que comienza para < 30 K
también es
posible que esté relacionado con la presencia de cristales
nanométricos de ese óxido.
a) MM02-01 b) MM02-01 Lineal
c) BNF Starch d) BNF Starch Lineal
Capítulo 4. Resultados y análisis
29
La temperatura a la que aparece la transición es menor que en bulk,
donde ~ 120 K.
Este fenómeno es debido a la disminución de tamaño y/o
estequiometría50.
En cuanto a la calidad de los ajustes, observando las figuras 14 y
15, creemos que son
aceptables en todos los casos salvo para la muestra de 2 5 . La
razón particular
de que ocurra esto es que, en esta aleación, la temperatura de Néel
es muy baja ( =
6 ). Por tanto, el rango de ajuste y la aplicación de las
ecuaciones 14 y 15 tienen muy
poco margen, llevando a estos resultados.
Figura 15. Representaciones gráficas de los mejores ajustes
obtenidos con la aplicación de Gnuplot al
conjunto de datos obtenido para cada muestra. El ajuste se muestra
en azul mientras que los datos vienen
representados por los puntos rojos. Se puede observar que, salvo el
correspondiente al 2, el resto
representa de buena forma los datos experimentales tomados.
De los valores obtenidos para las constantes de rigidez de las
ondas de espín en cada
una de las muestras representadas en la tabla 4 se puede ver que,
en comparativa con
el estudio de S. N. Kaul, estas presentan al menos un orden de
magnitud dentro del cual
pueden ser más o menos coherentes. Los casos que más llaman la
atención son el de
las muestras de MM02-01 y de 2 5 .
La primera resulta llamativa porque es la muestra que ha dado el
mayor valor de la
constante de rigidez de las ondas de espín, . Esto quiere decir,
por la propia definición
de la constante, que invertir un espín, y en consecuencia generar
una onda, requiere la
mayor cantidad de energía de las muestras analizadas.
d) 2 20 c) 2 180
a) 2 5 b) 4060 20
Capítulo 4. Resultados y análisis
30
En el otro extremo, sin embargo, se sitúa el 2, el cual presenta el
valor de más
bajo en comparación a los demás, por lo que sus espines son los más
fáciles de invertir.
Esto podría justificarse teniendo en cuenta que, su temperatura de
Curie es tan baja
(6 K), que los espines de los electrones del material, y en
consecuencia los momentos
magnéticos de los mismos, tienen que requerir de muy poca energía
para moverse y
superar térmicamente al campo molecular con fin de volver al
material paramagnético a
dicha temperatura, por lo que se está invirtiendo una gran cantidad
de espines con muy
poca energía, y eso es lo que indica este valor de la constante de
rigidez. Este mismo
argumento se puede emplear para justificar el resultado obtenido en
el caso del MM02-
01.
(meV 2)
⟨2⟩ (2)
MM02-01 5,49 2,05 60,79 298,26 - BNF Starch 5,49 2,05 60,93 207,25
- TbAl2 20h 5,81 1,326 160,51 50,81 -
TbAl2 180h 5,81 1,326 112,56 48,33 3439,59 NdCu2 5h 7,88 0,603
26,36 9,33 - Fe40Cu60 8,53 2,09 81,88 130,39 -
Tabla 4. Datos sobre el factor de Landé, la densidad y la imanación
de las diferentes muestras analizadas
a partir del magnetómetro SQUID, así como los resultados sobre la
constante de rigidez de las ondas de
espín y el rango cuadrático medio de la interacción de intercambio.
El factor ⟨2⟩ solo ha podido calcularse
para la muestra 2 180 debido a que es la única que presenta un buen
ajuste a la ecuación 15.
Por otro lado, como el rango cuadrático medio solo se ha podido
determinar para el
2180 , no se puede establecer ninguna comparativa con el resto de
muestras. Sin
embargo, se puede ver a simple vista que el valor de este parámetro
es demasiado
elevado, ya que lo que nos indica es el alcance de la interacción
de canje entre los
espines. Con esto en mente y según lo obtenido, el alcance es
incluso superior al
tamaño de la propia nanopartícula, por lo que no tiene sentido. Una
comparativa con
otros estudios47 muestra que esto surge de un elevado valor del
parámetro 5/2,
consecuencia del ajuste realizado, por lo que parece que, a pesar
de haberse podido
determinar, no es posible tenerlo en cuenta.
Capítulo 5. Conclusiones
Conclusiones
A lo largo de este trabajo se ha estudiado el fenómeno de las ondas
de espín que se
producen en diferentes materiales magnéticos, en concreto en
diferentes conjuntos de
nanopartículas magnéticas.
Para ello se ha empleado un dispositivo de rayos X para
caracterizar estructuralmente
cada uno de ellos y posteriormente un magnetómetro SQUID para
realizar las medidas
magnéticas a bajas temperaturas ( < 300 K).
Las conclusiones más significativas del trabajo son las
siguientes:
El análisis cristalográfico cuidadoso por el método de Rietveld
revela que se
mantienen las estructuras cristalinas correspondientes a las
muestras masivas,
apareciendo deformaciones y tamaños de partícula nanométricos.
Estos
tamaños se sitúan en todos los casos en valores por debajo de 20
nm, mientras
que las deformaciones no superan el 1 %.
En cuanto al estudio magnético, se ha encontrado que la
supervivencia de las
ondas de espín depende de la temperatura de orden y de la
estructura cristalina
del material. En los materiales con menor deformación cristalina,
las ondas de
espín sobreviven durante un rango de temperatura menor que en
aquellos más
amorfos. Por su parte, cuanto mayor es la temperatura de orden,
menor ha sido
el rango en el cual se han podido observar las ondas de
espín.
Los ajustes realizados para la ecuación que engloba un término 3/2
y otro 5/2
no han resultado tan buenos como se esperaba debido a la obtención
de
parámetros negativos, que carecen de sentido físico. De los ajustes
realizados,
el 2 presenta la constante de rigidez de ondas de espín, , más
baja
estudiada a causa de tener la menor temperatura de orden = 6 K. En
cambio,
el MM02-01 parece mostrar el mayor valor de la constante , que es
lo que se
esperaba al tener la mayor temperatura de Curie, 950 K.
Este trabajo demuestra que se pueden realizar estudios sencillos
para evaluar la
propagación de los magnones. Naturalmente abre la posibilidad