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(Pre)Textos Para El Análisis Político. Disciplinas Reglas y Procesos

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  • (Pre )textos para el anlisis poltico D isciplinas, reglas y procesos

  • (Pre) textos para el anlisis poltico

    Disciplinas, reglas y procesos

    Eduardo Villarreal Cant Vctor Hugo Martnez Gonzlez

    (coordinadores)

  • 320 P3442 (Pre}rexros par.ad anlisis poltico. Disciplinas, reglas y procesos /

    Ec!u21do Vilbrtt:tl

  • b u.e Ciencias Sociales, Sede Mxico bes .u Padierna, Tlalpan, 14200 Mxico, D.F.

    b.:ild.: i:o;!, 9410 Ciudad Madero,

    :z::i

    c-omca: Flavia Bonasso

    !de dicraminacin por acadmicos externos de acuerdo e Editorial de la Flacso Mxico.

    a.-cial o coral, directa o indirecta del contenido de la e roo h aurorizacin por escrito de los editores, en tr-de Auror ~ en su caso, de los tratados internacionales

    ~ '" .\fa:ico.

    ndice

    :nrroduccin Vctor Hugo Martnez Gonzlez y Eduardo Villarreal Cant . ............... . ... 7

    Ciencia poltica

    Primera parte Disciplinas

    Vctor A/arcn Olgun . .............................................. 23 Sociologa poltica

    ngela Oyhandy Cioffi .............................................. 49 Psicologa poltica

    Ricardo Ernst Montenegro ............... ............................ 71

    Constitucin

    Segunda parte Reglas e instituciones

    Enrique Serrano Gmez ........................ ... ...... .. . ... ...... 95 Democracia

    Jos Luis Berlanga Santos ............................ ............... 125 Sistemas de gobierno

    Moiss Prez Vega . .......................... .................. . ... 159 Partidos polticos

    Vctor Hugo Martnez Gonzlez ..................................... 183

  • Sociedad civil

    Tercera parte Esferas y procesos

    Sergio Ortiz Leroux . ............................................... 209 Movimientos sociales

    Martn Retamozo ...................... . .......................... 233 Polricas pblicas

    Eduardo Villarreal Cant . ............... ..... ...................... 257

    Introduccin

    Por algn azar inefable, quienes ?=-mos la curiosidad cognitiva por la po vida no fuese de ello una prueba, nas _ cers comn refuerce la amistad : s:.:.s son conceptos y ejercicios opuestos, oquedad tica de la poltica se objeta esta obra creemos, as, en una poltica deben debatirse, pero en ningn caso "las razones del poder': ste tiene con~ tigarlo, como mostrara Jim Jarmusch del control.

    Por otro generoso azar, nuestras . acadmicas tambin coincidiran. La. e te favorable para sumar nuevas ,. m_ jar la relatividad de los grados escola: como bien dice el argot), generara el -y entonces, por el reconocimiento e bilitados a emprender, este libro fue r forma. Un segundo andamio vendr.a minado de anlisis poltico orgaru.::a.:o Humboldt (Ciudad Madero). Desde racin de ese deseo liber las ideas cue

  • .. .. . . .. ... ......... . .. . . 209

    ...... ....... ... . . ... ..... . 233

    ......... ................... 257

    Introduccin

    Por algn azar inefable, quienes presentamos esta obra comparti-mos la curiosidad cognitiva por la poltica; a tal grado que, si nuestra vida no fuese de ello una prueba, nos parecera un exceso que ese in-ters comn refuerce la amistad y sus placeres. Poltica y amistad no son conceptos y ejercicios opuestos, especialmente cuando la alegada oquedad tica de la poltica se objeta y resiste. Quienes coordinamos esta obra creemos, as, en una poltica asociada a valores, que pueden y deben debatirse, pero en ningn caso sucumbir inopinadamente ante "las razones del poder". ste tiene confines y, de vez en vez, hay que li-tigado, como mostrara Jim Jarmusch en las imgenes de Los lmites del control.

    Por otro generoso azar, nuestras formaciones y especializaciones acadmicas tambin coincidiran. La cohabitacin en aulas, igualmen-te favorable para sumar nuevas y muchas lecturas que para despe-jar la relatividad de los grados escolares ('cultura mata currculum': como bien dice el argot), generara el deseo de realizar esta obra. Ah y entonces, por el reconocimiento de las labores que estaramos ha-bilitados a emprender, este libro fue tomando su primera y nebulosa forma. Un segundo andamio vendra con nuestra participacin en el se-minario de anlisis poltico organizado en 2007 por la Universidad Von Humboldt (Ciudad Madero). Desde entonces hasta la fecha, la madu-racin de ese deseo liber las ideas que a continuacin esbozamos.

    7

  • Vctor Hugo Marrnez Gonzlez y Eduardo Villarreal Cant

    (Pre)textos para el anlisis poltico

    Si un pretexto es un motivo para hacer algo, los textos aqu reunidos tienen causas concretas y disimuladas. Las primeras son el armado de un libro alrededor de ciertos conceptos polticos que, por su trascen-dencia, ofrezcan al interesado en la poltica claves, marcos y literatura para su anlisis. Estos textos son el pretexto para montar un peque-o manual introductorio. Subrayamos "peque: Quien lea este trabajo, tngalo presente, acceder a un conocimiento insuficiente de la apasio-nante complejidad poltica; pero tambin apostillamos "introductorio'; pues la aprehensin de estos textos supone informacin necesaria para adentrarse en esa misma complejidad. El modelo que seguimos, vale confesarlo, fue el dellibro que nos hubiera gustado leer cuando fuimos uni-versitarios; uno que, pese a todas sus flaquezas, ausencias y erratas, sig-nificase un aliento a la vocacin del joven atrado por la poltica y esa tan suya capacidad de seducirnos.

    Debajo de esa causa franca, el libro encubre un pretexto menos obvio: creemos, con menos arrogancia que ilusin, estar en condicio-nes de aportar textos actualizados y pertinentes. Debiera ser as por la formacin acadmica, reciente, seria y sistemtica de la que fuimos beneficiarios en las mejores instituciones de este pas. Por esa suerte, este libro es tambin un tributo a los maestros que fueron eso para nosotros: maestros en el sentido ms imborrable, a efecto de cuyas enseanzas resultamos contagiados del entusiasmo por el debate y la circulacin de las ideas. Cual herederos de una generacin previa, dis-tinguimos el mejor agradecimiento en seguir haciendo rodar la pa-sin por el conocimiento. De ellos a nosotros, y ahora de nosotros a nuestros alumnos o lectores universitarios, cabe esperar que la ins-truccin transmitida incluya no slo lecciones y diagnsticos clsicos, sino tambin pedagogas y enfoques diferentes (y hasta disruptivos) del lenguaje tcnico ms conocido y aceptado. Cuestin de generacio-nes, pero sobre todo de la propia naturaleza inasequible del conoci-miento. Los conceptos sociales, por algo lo deca Weber en sus ensayos metodolgicos, son necesariamente mudables. Brindar un reporte re-novado de algunas de estas evoluciones conceptuales inspira as este esfuerzo.

    Esros pretextos de distinto co.or. ~r justificacin, quieren poner a -

    unro de textos tiles para el ar.ilisis que el lector tiene en sus manos

    c:omo ensayos preparatorios para su U5 obras, autores y agendas acader!lias t..""'!!mentales a ese fin. Discutir lapo~mes de debate, recalcar la irnposibilie2:1

    ~rril, apurar la curiosidad por en:en.:. mr felizmente en que esto sea una tre2 d mayor pretexto que nos mueve. .!. s guiente estructura de trabajo.

    La arquitectura de (Pre)textos

    Como las familias descienden de o~ otros, escribi alguna vez Virginia \V lirico -lo tenemos por cierto y recon oferta inventiva ni el develamiento de t!ii. ;..o sabamos al principio y ms ahora ~ tados, lxicos, diccionarios o introduc~. con los que nuestros (Pre)textos ~.: familia.

    Cmo validar en esa prolija arm cidente? Las apuestas seran dos: 1 C0.."1 especialistas en el concepto que firmar. tura que, como efecto de su seguinue:::o rizara la confeccin de estados del .m~ .::d

    A causa de los flemticos pe~o dmicos y arbitrajes editoriales, no esL4tl dos, pero ello no es bice para que ~ e Gracias, por otra parte, a que los a::-

    El denco de autores de (Pre)textO:S ind"::'l'e 2 &:s mas su confianza y espaldarazo a este p~ Olgun.

  • \ 'iil.uTcal Cant

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    ::>:etexto para montar un peque-.,_~_..,..., :.-equeo': Quien lea este trabajo,

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  • Vctor Hugo Marcnez Gonzlez y Eduardo Villarreal Canr

    propuesta, sin por ello ahogar su escritura personal, la compilacin en-trega una panormica sobre conceptos capitales del anlisis poltico, sis-tematizando y discutiendo a beneficio de tal fin las definiciones, historias literarias, debates contemporneos y lecturas recomendadas para la expo-sicin de los conceptos tratados. Como ya lo mencionamos, el "paisaje de fondo" para que nuestras apuestas resultasen efectivas ha sido nues-tro propio concierto como politlogos, socilogos o psiclogos socia-les de reciente formacin. Que ciertas teoras posclsicas de la sociedad civil, los partidos polticos, las polticas pblicas o los movimientos so-ciales desfilaran y destacaran en nuestros cursos, es cosa de un azar que nos supera. Compartirlas, con el nimo de aprontar un pretexto para el anlisis de la presunta novedad de estos planteamientos es, en cam-bio, una responsabilidad que en el camino de su cumplimiento no per-di el encanto.

    Temas y problemas conceptuales de (Pre )textos

    "No puedo entender el gusto de la gente por Every breath you take, una letra deprimente sobre un tipo obsesivo': As expresaba Gordon Sumner (mejor conocido como Sting) su sorpresa ante la cancin menos romn-tica y alegre de The Police que, vaya cosa, el pblico crey un texto de amor y dicha. Esta fortuna ocurre, a decir de Simmel, cuando las obras ganan su propia autonoma y despiertan las lecturas o recepciones ms dismbolas.

    Por la diversidad de ensayos aqu reunidos, por su naturaleza inter-conectada, mas no rgida ni lineal, y porque es nuestro deseo que el lec-tor ingrese a este "bosque narrativo" por la puerta de su agrado, inters o capricho, este libro no posee un tablero de direcciones unvoco o invio-lable. A guisa, sin embargo, de algunas (flexibles) instrucciones de uso, organizamos sus temas y problemas conceptuales del siguiente modo:

    1) Disciplinas: ciencia poltica, sociologa poltica, psicologa poltica. 2) Reglas e instituciones: constitucin, democracia, sistemas de gobier-

    no, partidos polticos. 3) Esferas y procesos: sociedad civil, movimientos sociales, polticas

    pblicas.

    10

    su.:: definiciones, historias literarias-v cU ciertos problemas conceptuales d.d qu.:ere servir de pretexto, marco v h

    ~ento, generosidad y erudicin ( \a.-.se a r "Constitucin': elaborados por \ -especcivarnente) que los autores pt:.SI ?ua el lector valdr la pena el tiempo~ lz siguientes entradas para estimular s-_

    En "Ciencia poltic: Vctor Ala.re plina consolidada, cuya permanente e :rua e identidad refleja no una crisis, :..nteractuante con otros campos eplS: :oria es sa: la de los balances, autocn los que la ciencia poltica se rehace' e -

    Pero no slo de enfoques tericos gramas de investigacin contrarios redictos sobre la salud o enfermeda,: entiende y polemiza Alarcn, de ~ fa; rrativas en disputa y, en otras tantas desprecio frente al difcil pero men:ono ciencia poltica no tenga una teora gen conocimientos, que sea hbrida r en su res, es un atributo de su fortaleza.

    Que los politlogos, en cambio, sea; rancias mutuas desde las que sus linC2S Alarcn, es un punto flaco a comba;:i..~ cuperacin del trabajo en proyectos e de exigencia y calidad objetivas que ..... pectiva, academia o grupo en parti.:ul.t. de "las mesas separadas" y la divisi~ e.e cuelas para, sin obviar estas frucnfer.i.s foque integral e integrador que con.&i~--..... sintetizadora, sistemtica, acumula:iva

    A ello apunta Alarcn, apronL.anc..a propuesta, en un itinerario que capt:....."2: en el siglo x1x hacia elementos explica.u

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  • .:.D ~tllarreal Cant

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    _esrros cursos, es cosa de un azar que a.'llmo de aprontar un pretexto para

    de estos planteamientos es, en cam-~ ni e! camino de su cumplimiento no per-

    ~ruales de (Pre )textos

    ll de la gente por Every breath you take, una )()obsesivo': As expresaba Gordon Sumner

    su sorpresa ante la cancin menos romn- .ie. vaya cosa, el pblico crey un texto de x:urre, a decir de Simmel, cuando las obras " despiertan las lecturas o recepciones ms

    iyos aqu reunidos, por su naturaleza nter-. neal, y porque es nuestro deseo que el lec-

    rrativo" por la puerta de su agrado, inters o un tablero de direcciones unvoco o invio-.ie algunas (flexibles) instrucciones de uso, J2:emas conceptuales del siguiente modo:

    ica. sociologa poltica, psicologa poltica. r.sorucin, democracia, sistemas de gobier-

    ~d civil, movimientos sociales, polticas

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    Introduccin

    El desarrollo de estos temas, dispuestos en los compartimentos de ...:.S definiciones, historias literarias y debates contemporneos, anu-

    c.a ciertos problemas conceptuales del anlisis poltico al que este libro .~ere servir de pretexto, marco y herramienta. A juzgar por el conoci-

    mJ.ento, generosidad y erudicin (vanse los capfrulos de "Ciencia polti-'2: y "Constitucin': elaborados por Vctor Alarcn y Enrique Serrano, oespectivamente) que los autores pusieron en el empeo, sentimos que ?1.r3. el lector valdr la pena el tiempo de consumir estas pginas. Sirvan b..s siguientes entradas para estimular su apetito.

    En "Ciencia poltic: Vctor Alarcn expone que sta es una disci-?hna consolidada, cuya permanente e insaciable bsqueda de autono-=ia e identidad refleja no una crisis, sino una expansin creciente e cteractuante con otros campos epistemolgicos. Su ms ntima trayec-toria es sa: la de los balances, autocrticas y eptetos (Dahl dixit), sobre os que la ciencia poltica se rehace y continuar reproducindose.

    Pero no slo de enfoques tericos y metodolgicos diferentes o pro-gramas de investigacin contrarios estn hechos los contradictorios ve-:-edictos sobre la salud o enfermedad de la ciencia poltica. Tambin, entiende y polemiza Alarcn, de un fardo de egos en competencia, na-rrativas en disputa y, en otras tantas ocasiones, de desconocimiento o desprecio frente al difcil pero meritorio avance de la disciplina. Que la ciencia poltica no tenga una teora general o un cuerpo homogneo de .:onocimientos, que sea hbrida y en su seno acoja las teoras ms dispa-res, es un atributo de su fortaleza.

    Que los politlogos, en cambio, sean renuentes a remontar las igno-rancias mutuas desde las que sus lneas de estudio han crecido, aprecia . .\larcn, es un punto flaco a combatirse con el debate entre pares, la re-cuperacin del trabajo en proyectos colectivos, la creacin de contextos de exigencia y calidad objetivas que trasciendan los propios de una pers-pectiva, academia o grupo en particular. Superar, pues, el lugar comn de "las mesas separadas" y la divisin de la disciplina en corrientes o es-cuelas para, sin obviar estas fructferas diferencias, avanzar hacia "un en-foque integral e integrador que configure el concepto de una disciplina sintetizadora, sistemtica, acumulativa y extensiv:

    A ello apunta Alarcn, aprontando los registros que respaldan su propuesta, en un itinerario que captura: a) los inicios de la ciencia poltica en el siglo XIX hacia elementos explicativos ms all de la argumentacin

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  • Vctor Hugo Marcnez Gonzlez y Eduardo Villarreal Cant

    histrica, la justificacin tica o la mera descripcin; b) la incidencia del positivismo, el racionalismo y el mtodo cientfico en la construccin de una ciencia poltica con contenido emprico; e) los frutos de la ciencia poltica a partir de seis enfoques: instirucionalismo, conductismo, anli, sis sistmico, eleccin racional, marxismo y posmodernismo.

    Que la ciencia poltica precisa esquivar las tentaciones de un relato soberbio y excluyente, queda, por otro lado, ejemplificado con el tex, to de "Sociologa poltica: a cargo de ngela Oyhandy Cioffi. La cien, ca poltica conductista, cercana, pariente e imitadora en su momento de los mtodos y tcnicas de la sociologa, fue definida por Duverger como sinnimo de sociologa poltica. A ello, empero, seguira una dis, criminacin arrogante que, en palabras de Brian Barry (1974), separa, ra a la ciencia poltica sociologizante ("menor, precientfic') de una supuesta ciencia poltica objetiva, autntica y definida por el paradigma economicista. Desde la sociologa poltica, explica Oyhandy a travs de sus clsicos ("libros que nunca terminan de decir lo que tienen que decir': atesora talo Calvino ), la diferenciacin con la ciencia poltica puede no ser grosera, y s razonada y fecunda. La sociologa poltica, as el caso, se definira entonces tambin desde "una opcin superadora de las rgidas separaciones disciplinarias':

    Si la sociologa poltica comparte con la ciencia poltica la fascinan, te discusin sobre el significado de la poltica y el poder polrico, 2 sta, beneficindose de ese terreno comn y del "tipo de preguntas y el punto de vista que caracterizan el hbito sociolgico de considerar las accio, nes humanas como elementos de elaboraciones ms amplias': posibili, tara estudiar el campo poltico en relacin con otros aspectos sociales (economa, educacin, familia, cultura). Lo poltico, pues, observado y articulado analticamente dentro (pero tambin ms all) de sus aspee, tos o dimensiones institucionalizadas.

    La sociologa poltica, si de debates clsicos hablamos, se apropia del problema del orden social. Cmo y por qu la sociedad existe y sobrevi, ver, es una interrogante que, en clave sociolgica, Oyhandy detalla recu, rriendo al estructural,funcionalismo (Parsons, Merton, Alexander) y al

    2 Qu es la poltica y qu puede esperarse de ella? es, no en balde, una pregunta cannica del pensamiento poltico que Norberto Bobbio prioriza en su obra (Femndez Sanrilln, 1996: 55-59).

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    - ~.;.-a!enres, r por eso mis;;io : soaologa poltica al funcion.a.i.nu~

    -:-:eras. Po: u.-i lado sisi ~e.a )vfosca, Michels, Pareto pi.-:t

    . ~ '..a rrgica pero ine.-i~ e ::o, renuentes al elitismo demoa:a;:i:cq .le races marxistas, unos; de corte F

    m0

  • -...o V-i.Jarreal Cant

    ~-ripcin; b) la incidencia del =e~C3 aenrifico en la construccin de

    .... -i.:o; e) los frutos de la ciencia --..::onalismo, conductismo, anli-

    :::;o=x:::sr::i.o \. posmodernismo. ,csq'.frar las tentaciones de un relato

    -o lado, ejemplificado con el tex-.. ue Angela Oyhandy Cioffi. La cien-

    ra...-!ente e imitadora en su momento SOL,ologa, fue definida por Duverger cica. A ello, empero, seguira una dis-

    pal.bras de Brian Barry (1974), separa-gi::anre ("menor, precientfic') de una ~. autntica y definida por el paradigma

    gia potica, explica Oyhandy a travs de . ~erminan de decir lo que tienen que decir': -enciacin con la ciencia poltica puede no ..:unda. La sociologa poltica, as el caso, se esd.e u una opcin superadora de las rgidas

    omparte con la ciencia poltica la fascinan-Lo de la poltica y el poder poltico, 2 sta,

    ~ .:omn y del "tipo de preguntas y el punto 1abiro sociolgico de considerar las accio-:>.S de elaboraciones ms amplias': posibili-1.:0 en relacin con otros aspectos sociales .a. cultura). Lo poltico, pues, observado y :-.:ro \pero tambin ms all) de sus aspec-iilizadas. :e debates clsicos hablamos, se apropia del :omo y por qu la sociedad existe y sobrevi-

    ~ clave sociolgica, Oyhandy detalla recu-n~mo (Parsons, Merton, Alexander) y al

    = Je ella? es, no en balde, una pregunta cannica del = Bobbio prioriza en su obra (Fernndez Santilln,

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    Introduccin

    n::2..--xismo (Marx, Gramsci y epgonos). Si el primero enfatiza, con evi-.:.e::cias que as lo avalan, la poltica como un centro de integracin so-a,;.;.. el segundo, tampoco carente de pruebas, resalta la dominacin que e.e :o poltico es consustancial y privativo. Dos miradas rivales y, sin em-

    ~~o, sostiene y despliega Oyhandy, imposibles de erradicar por cuanto _ :iaruraleza inacabada del (des )orden social se juega justamente en esa .:cnringente e irreductible ambivalencia poltica.

    Ambivalentes, y por eso mismo persuasivos, son tambin los aportes ::.l! ~sociologa poltica al funcionamiento de la democracia en las socie-:,,des complejas. Por un lado, sistematiza la autora, la corriente desen-c..:tada (Mosca, Michels, Pareto) para la que la democratizacin social G.e

  • Vctor Hugo Martnez Gonzlez y Eduardo Villarreal Cant

    Para llegar a ello, con ritmo y acierto pedaggicos, Ernst sistemati-za los antecedentes e interpretaciones ms influyentes de la psicologa poltica. En lontananza, ya Platn, Sun Tzu, Maquiavelo o los descen-dientes finiseculares de "los padres fundadores" de las repblicas lati-noamericanas, ensayaran con afanes varios los primeros cruces entre psicologa y poltica. Civilizacin y barbarie, ttulo del escritor y tam-bin ex presidente de Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, sera, por su capacidad de fundar una tradicin (lo pasional como "incom-prensible" y brbaro), el arquetipo de sistemas educativos construidos polticamente sobre la dualidad psicolgica racional/irracional (Piglia, 2001). Ms cercanas en el tiempo, el autor ubicar tres expresiones de psicologa poltica cuyos contenidos son mensurables por su simpata o distancia frente a la metfora racional/irracional y su secuela pato-loga/normalidad (sociales): 1) la teora de la Psicologa de las masas, de Gusta ve Le Bon; 2) el conductismo social y 3) la corriente latinoa-mericana que concebir "lo psicolgico como cultura y contexto; lo so-cial como variacin y lucha; lo poltico como dominacin, resistencia y liberacin':

    "Constitucin': texto que abre la segunda parte, denominada"Reglas e instituciones': concita a un tiempo una disertacin fina, pero didcti-ca, por parte de Enrique Serrano. La Constitucin, fija Serrano como perspectiva de anlisis, "representa el punto en el que se condensan los ideales de libertad que han motivado las luchas polticas a lo largo de la histori: Con tal premisa por faro, su ensayo arroja luz sobre el concepto en cuestin y otros relacionados con ste: Estado, legalidad, legitimidad, derechos, liberalismo, contractualismo, etctera.

    Si bien distinto en sus connotaciones clsica ("forma de organiza-cin del poder imperante en una sociedad") y moderna ("sistema de normas rsupremas y ltimas por las que se rige el Estado"), el trmino Constitucin tiene, no obstante ello, vasos comunicantes entre sus or-genes grecolatinos y sus posteriores transformaciones. "Para realizar un anlisis adecuado del concepto, es menester diferenciar entre sus acep-ciones clsica y moderna, pero sin perder de vista la relacin que existe entre ellas': La presencia de una dimensin descriptiva y otra normati-va, tanto en significados clsicos como modernos, el influjo de la tradi-cin constitucionalista grecolatina en el contractualismo o la referencia a un principio moral de justicia, explica Serrano, son continuidades den-

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    Inrroducaoc

    tro de esta comprensible ruptura asocia.:.:.z =s..ado4 y el individuo.5

    Puntual y acabado en el retrato dsi. muros espirituales de la polis~ ei aro ~ e! recuento de los conflictos alreedo. ~ SJ.Stematizacin del orden jurdico d < J;:sticucin es efecto. Estado absoluns::z E>eral (Harrington, Locke) encarnaran .::

    ~ en su acceso y ejercicio de la sobe:ru;; .:mrralizacin del poder (soberana ~se::. Sdunitt ser nostlgico) y el imperac'.o :ario, la conjuncin Estado-Constituao espontneo cuanto el resultado de luch.u :5i -..a.."'1os. En otros tonos, la discusin posi;:zu '"2lismo, la defensa de criterios normaci"n:i;s o Rawls, o el llamado garantismo, son ~? C::osofa del derecho que Serrano tamb:en <

    Si el concepto Constitucin manrier.e _ s.ones descriptivas y normativas, el cie I:>a! co:iimientos y valores, corre una sue:-Le :s .s:.:itetiza Jos Luis Berlanga Santos, sob:~ .:::la de la mayora y las garantas indi\'!~ rian, por otra parte, la participacin ciu~

    en la democracia se puede hacer cua!a1!1t .::er cualquier cos'), la autonoma ~::-a .'"\cometer el estudio de la democracia ro:: ::;"aS sera, frente al anlisis emprico .,. ~ .:a, lo propio e irrenunciable de la filoso~ E .:orno de un diseo institucional que ~os f'."4C es fuente de creatividad y energa dvicas.

    Frecuentemente reducida al control monoplico~ culiaridad del Estado moderno (la legitirrudai! .:e vincular el control de los recursos de coaca:i .;. -tici'. Sobre esta complejidad en la obra de \\ eoc;. 1996: 91-114) y Serrano (1994). Sobre la emergencia del individuo moderno ~ (1988).

    15

  • ...._-'-.. Alpedaggicos, Ernst sistemati--~~-mas influyentes de la psicologa

    T=u, Maquiavelo o los descen-c:Udores" de las repblicas lati-

    vanos los primeros cruces entre rharie, ttulo del escritor y tam-

    Domingo Faustino Sarmiento, sera, midicin (lo pasional como "incom-

    d.e sistemas educativos construidos colgica racional/ irracional (Piglia, e: autor ubicar tres expresiones de

    dos son mensurables por su simpata rac1onal/irracional y su secuela pato-u teora de la Psicologa de las masas,

    -ucrismo social y 3) la corriente latinoa-colgico como cultura y contexto; lo so-o ?oltico como dominacin, resistencia

    abre la segunda parte, denominada "Reglas "etnpo una disertacin fina, pero didcti-

    o. La Constitucin, fija Serrano como nea el punto en el que se condensan los

    aocivado las luchas polticas a lo largo de la furo, su ensayo arroja luz sobre el concepto

    s con ste: Estado, legalidad, legitimidad, dll.lismo, etctera. nnotaciones clsica ("forma de organiza-

    - una sociedad") y moderna ("sistema de :.-or las que se rige el Estado"), el trmino

    ~e ello, vasos comunicantes entre sus or-~ores transformaciones. "Para realizar un -o es menester diferenciar entre sus acep-ro sin perder de vista la relacin que existe !!.na dimensin descriptiva y otra normati-cos como modernos, el influjo de la tradi-o-ina en el contractualismo o la referencia

    , explica Serrano, son continuidades den-

    14

    Incroduccin

    ae esca comprensible ruptura asociada al nacimiento moderno del &:2do- y el individuo.5

    P..mrual y acabado en el retrato clsico de la Constitucin como rr uros espirituales de la polis'~ el texto de Serrano no lo es menos -ecuento de los conflictos alrededor de la formacin del Estado y ematizacin del orden jurdico, del que el concepto moderno de :irucin es efecto. Estado absolutista (Bodino, Hobbes) y Estado ~ Harrngcon, Locke) encarnarn dos proyectos estatales opues-

    c: su acceso y ejercicio de la soberana. Sujeta a este debate entre .:=n::.::acin del poder (soberana absoluta de la que en el siglo xx

    -~a: ser nostlgico) y el imperativo (liberal) de dividirlo para limi-:a conjuncin Estado-Constitucin no ser, pues, un fenmeno ~.taneo cuanto el resultado de luchas sociales y procesos revolucio-

    :x>S. En otros tonos, la discusin positivismo jurdico versus iusnatu-mo, la defensa de criterios normativos en autores como Habermas

    R.....-ls, o el llamado garantismo, son perspectivas contemporneas de la ~:la del derecho que Serrano tambin ordena y esclarece. 51 el concepto Constitucin mantiene una tensin entre sus dimen-

    -es descriptivas y normativas, el de Democracia, compuesto de pro-.:r.;:::;ruentos y valores, corre una suerte similar. Entre los primeros,

    -~Jos Luis Berlanga Santos, sobresaldran las elecciones, la nor-e la mayora y las garantas individuales. Valores democrticos se-

    ?Or otra parte, la participacin ciudadana, la responsabilidad cvica ce :.a democracia se puede hacer cualquier cosa, pero no se debe ha-

    .:ualquier cos'), la autonoma personal, la tolerancia o el dilogo. ~ecer el estudio de la democracia con bases metafsicas y prescrip-

    sera, frente al anlisis emprico y descriptivo de la ciencia polri-- propio e irrenunciable de la filosofa poltica. Insuflada de ideales

    de un diseo institucional que los proteja, la cultura democrtica _ente de creatividad y energa cvicas.

    f:=entemence reducida al control monoplico de los recursos de coaccin fisica, "la pe-ct:..mdad del Estado moderno (la legitimidad dd poder esta.cal de la que habla Weber) es

    -..cubr d concrol de los recursos de coaccin al monopoo de la administracin de jus-= Sobre esta complejidad en la obra de Weber, viast Bobbio (en Fernndez Sanrilln,

    x.6: 91-114) y Serrano (1994). :5oore la emergencia dd individuo moderno pueden consultarse Dumont (1987) y Bjar

    SSS).

    15

  • Vctor Hugo Martn ez Gonzlez y Eduardo Villarreal Cant

    La relacin de la democracia con las tradiciones polticas del repu-blicanismo, el liberalismo y el socialismo, apuntala Berlanga, incidir tambin en la polmica (siempre e inevitablemente candente) por lo que la democracia es o debiera ser. Expuestas con precisin y equilibrio, las coordenadas de este debate contemporneo (enfoques procedimenta-les contra enfoques participacionistas como derivas de la clsica disputa entre liberalismo y republicanismo) familiarizarn al lector con teoras democrticas (elitista, polirquica, econmica, deliberativa, radical, etc.) al servicio de una querella inconclusa.

    Concluido en su fase original, pero redivivo y en boga a partir de vueltas de tuerca y lneas de estudio en evolucin, el debate presidencia-lismo contra parlamentarismo conforma el eje sobre el que Moiss Prez desglosa el concepto "Sistemas de gobierno': "Forma de organizacin y relacin de las instituciones de gobierno de una sociedad': define Prez un concepto de particulares resonancias en Amrica Latina por la dia-triba acadmica de Linz y otros tericos contra el presidencialismo y su alegada fragilidad. Que ste, no obstante sus impasses y contrariedades, permanezca como un sistema de gobierno estable, refutara hiptesis que debieron ajustarse e incorporar ms factores en la ecuacin anatica sistemas de gobierno-rendimiento democrtico. Dos dcadas de debate, rastrea Prez, daran paso as al estudio de "arreglos especficos que in-ciden en el desempeo del presidencialismo': Fragmentacin partidaria, tipo de poderes constitucionales del Ejecutivo y el Legislativo, formula-cin de polticas pblicas, gravitacin del sistema electoral y de los go-biernos divididos, violacin de los mecanismos de rendicin de cuentas,6 son, entre otras, variables anaticas que robustecern esta discusin. De stas, con apuntes que completan un minucioso estado de la cuestin, informa e ilustra el ensayo de Prez.

    "Partidos polticos" de Vctor Martnez, el texto postrer de la se-gunda parte, constituye un objeto de estudio marcado por las encru-cijadas y desencuentros tericos y metodolgicos. Atravesando la (in) definicin terica, historia y debates contemporneos del concepto, el autor despliega una miscelnea literaria (clsica y posclsica) colmada de hiptesis en pugna. De la primigenia, los partidos daan la democracia

    6 Un valioso examen emprico de la precaria rendicin de cuencas en Mxico se encuentra en Villarreal ( 2008).

    16

    Oscrogorski, Michels) a la rplica que os democrticos (Duverger, Su: -

    0'15S de los partidos (negada a su 'C. ~ do), el ensayo penetra en una b ~ entre 1945 y 1998 slo en Europa

    cia.li.stas) y potente a pesar de sus .:.in partido (de cuadros, masas, carcb-

    ""g:lilizativa, funcional, ideolgica, ele-.: ~tigacin, que no bien cobran f.t..'TI2 el utriunfo" de los partidos cartel t -

    etodolgica e indicadores empncos ltrtnez.

    Por otras razones tambin poliserrjco,. -primer texto de la tercera parte, ' . ... e Sergio Ortiz Leroux firma, es morn

    n..erpos filosficos con confines teoncas apto es inocente, el de sociedad C\-. e --deseos e intenciones de varios ismos en -

    .;canismo, pluralismo o comunitaris:;-o para los que la sociedad civil debiera "US. A efecto de contar con una defina '1;..Spare la discusin, por sociedad ci\il.

    ~fera de interaccin social entre el mer _aca), compuesta de una red de as.,._..4.U.._. sociales y formas de comunicacin nos o grupos sociales en asuntos de : __ poltico, esto es, fundamentarlo y coni dlstinto a lo institucional, profesio clave y acicate del renacimiento comer.:;_ do a procesos que el autor glosa: la car; ~ ..a ex Unin Sovitica y Europa del Esre: en la Europa continental y en Amrica :fuctor y el futuro de la democracia en las Centroeuropa.

    G enealoga y piruetas del concepto "cnsis K

  • ~o \ -illarreal Cant

    tndiciones polticas del repu-............... ~"""' apuntala Berlanga, incidir

    =niublemente candente) por lo que _:::i::~~:as con precisin y equilibrio, las

    1.:-,::r:::=:;x>raneo (enfoques procedimenta-b:=:::::2S como derivas de la clsica disputa

    f.uniliarizarn al lector con teoras ~onmica, deliberativa, radical, etc.)

    ::::.:z:. pero redivivo y en boga a partir de ::io en evolucin, el debate presidencia-

    roniorma el eje sobre el que Moiss Prez e gobiern'. "Forma de organizacin y

    - ~obierno de una sociedad': define Prez resonancias en Amrica Latina por la dia-

    :ericos contra el presidencialismo y su no obstante sus impasses y contrariedades, ta de gobierno estable, refutara hiptesis r;oorar ms factores en la ecuacin analtica enro democrtico. Dos dcadas de debate,

    u al estudio de "arreglos especficos que in-esidencialism: Fragmentacin partidaria,

    es del Ejecutivo y el Legislativo, formula-'icadn del sistema electoral y de los go-los mecanismos de rendicin de cuentas,6

    L!Cl.S que robustecern esta discusin. De .eran un minucioso estado de la cuestin,

    ictor Martnez, el texto postrer de la se-1>bjeto de estudio marcado por las encru-cos y metodolgicos. Atravesando la (in) iebates contemporneos del concepto, el

    ea literaria (clsica y posclsica) colmada de rmgenia, los partidos daan la democracia

    ~ rendicin de cuentas en Mxico se encuentra en

    16

    Introduccin

    ~gorski, Michels) a la rplica que distingue en ellos los mejores ve--2os democrticos (Duverger, Sartori), pasando por la conjetura de

    -crisis de los partidos (negada a su vez por la crisis del concepto crisis de ~ .io), el ensayo penetra en una bibliografa ocenica ("11,500 tex-

    enrre 1945 y 1998 slo en Europa Occidental'; cifran algunos espe-.::tL.StaS) y potente a pesar de sus vacos y lances errticos. Tipologas cz f>artido (de cuadros, masas, catch-a/l, cartel), perspectivas analticas o::;.mizativa, funcional, ideolgica, eleccin racional) y programas de

    :es~gacin, que no bien cobran fama son materia de contrahipte-el "triunfo" de los partidos cartel versus las fallas en su construccin -~:odolgica e indicadores empricos), nutren y enlazan el trabajo de

    .i.-.nez. Por otras razones tambin polismico, el concepto de"Sociedad civil';

    -primer texto de la tercera parte, denominada "Esferas y procesos"-, _e Sergio Ortiz Leroux firma, es motivo de antinomias y recelos entre

    ~os filosficos con confines tericos diferenciados. Si ningn con-~:o es inocente, el de sociedad civil, observa Ortiz Leroux, anima los c.eseos e intenciones de varios ismos en competencia. Liberalismo, repu-

    ..:anismo, pluralismo o comunitarismo son, entre otras, cosmovisiones ~ los que la sociedad civil debiera exhibir una u otras seas identita-

    .:::..s. A efecto de contar con una definicin que no clausure en tanto que :::spare la discusin, por sociedad civil, traza el autor, cabe entender "una aiera de interaccin social entre el mercado (economa) y el Estado (po-::ca}, compuesta de una r.ed de asociaciones autnomas, movimientos

    sociales y formas de comunicacin poltica, que vinculan a los ciudada-'5 o grupos sociales en asuntos de inters comn': (Des)estatalizar lo : ..:rico, esto es, fundamentarlo y conferirle autonoma desde un lugar :::i:.:into a lo institucional, profesionalizado o ya instituido, ha sido la -e y acicate del renacimiento contemporneo de la sociedad civil, liga-

    ~ a procesos que el autor glosa: la cada de los regmenes totalitarios de b ex Unin Sovitica y Europa del Este; las transiciones a la democracia e: la Europa continental y en Amrica Latina; la crisis del Estado bene-iactor y el futuro de la democracia en las sociedades postindustriales de Cenrroeuropa.

    Genealoga y piruetas dd concepto "crisis" se encuentran en Koselleck {2007).

    17

  • Vccor Hugo Martne:z Gonzle:z y Eduardo Villarreal Cant

    Que la sociedad civil, desmitificando muchas de las ilusiones pues-tas en sta, siga siendo ms una buena idea que un espacio de influjos y proezas democrticas sin reversa, podra justificar cierto desencanto. Contra ste, no por nada cierra as el ensayo, la agenda de investigacin, ms urgente que nunca, exige el replanteamiento intelectual y fctico de los puentes entre el sistema poltico y el sistema social.

    El penltimo concepto de (Pre)textos, "movimientos sociales" de Martn Retamozo, es en s mismo una evocacin de la plausible recons-truccin del puente sistema poltico-sistema social. Los movimientos sociales, privilegia con vehemencia Retamozo, "son una muestra de la contingencia del orden social, de la posibilidad de que determinadas relaciones sociales se estructuren de otra form'. Su estudio supone, por ello, "la oportunidad de rastrear las huellas del futuro, las poten-cialidades y limitaciones que los sujetos tienen para hacer la historia por venir':

    Tal conclusin, consecuencia de un anlisis exhaustivo de enfoques acadmicos, pero tambin de posiciones polticas e ideolgicas (marxis-mo, funcionalismo, eleccin racional, teora de la movilizacin de recur-sos, del proceso poltico, del paradigma orientado a la identidad y los "nuevos movimientos sociales"), sobresale en un trabajo que no olvida rescatar el expediente latinoamericano sobre la cuestin. La accin co-lectiva, irreductible al pragmatismo del gorrn y cuenta nueva (free rider), es, como Retamozo devela, un reflejo de los dilemas y conflictos que cimientan los desgarros, pero tambin solidaridades de las sociedades modernas.

    "Polticas pblicas': artculo final de (Pre)textos, es un concepto que Eduardo Villarreal Cant desmenuza cargando las tintas en la corres-ponsabilidad gobierno-ciudadana. Un enfoque de la ciencia poltica, senten~a el autor, comprometido con la visin de lo pblico ms all del Estado. "Lo pblico de las polticas pasa, siempre, por interacciones entre ciudadanos e instituciones que posibilitan las metas colectivas y los medios para llegar a stas': Sustanciar ciudadanamente el gobierno, insiste Villarreal, en tanto que "el adjetivo de pblico obedece a la ne-cesaria condicin de que en el diseo y puesta en marcha de las pol-ticas pblicas estn presentes la opinin y visin de diferentes agentes pblicos (englobados en las categoras gubernamentales, sociales y pri-vados)': Redes de polticas pblicas, remarca el ensayo, como premisa

    18

    :t L1 vez signo democratizador de l.a.s ~ es~e proceso.

    As como el estudio de la demoa:-.ao~ :::..:nsofica, moral y jurdica (O'Donne ::::as de ofrecer calidad democracia ~.orar y explotar el dilogo e imerac

    Hasta aqu con la antesala de con~ a::uenro eterno a Moiss Lpez Rosas,

    -:a Flacso Mxico ejerci de rabioso d-e alumno, maestro y doctorante b csf' .;rcuoso y esplndido en el arte de

    ' ce. aprovecha por fin a llenarte de odo

    Faentes

    &..-:-, Brian (1974). Los socilogos, los ~.:onomistas y la democracia, Buenos -\!res, Amorrortu. S;~. Helena (1988). El mbito n-

    t1-;o. Privacidad, individualismo ) -i.odernidad, Madrid, Alianza. V~"'Ilont, Louis (1987). Ensayos sobre

    e: individualismo. Una perspecti~ a - 1tropolgica sobre la ideologa mo-da-na, Madrid, Alianza. ~dez Santilln, Jos (1996.

    Xorberto Bobbio: el filsofo y la po/1-t:..::a (Antologa), Mxico, FCE.

    :.:O.sdleck, Reinhard (2007). Crtica) ;risis: un estudio sobre la patogntJu ~l mundo burgus, Madrid, Trona.

    !9

  • EC::rao \'illarreal Cant

    =:::=.::&::,~e muchas de las ilusiones pues- :.iea que un espacio de influjos

    :oo.:na justificar cierto desencanto. e:isayo, la agenda de investigacin,

    .ameamiento intelectual y fctico de .. ,,__,__~~} el sistema social.

    PT:- ~extos, "movimientos sociales" de t:na evocacin de la plausible recons-

    ::co-sistema social. Los movimientos _ aa Retamozo, "son una muestra de la e la posibilidad de que determinadas

    .:u-en de otra form: Su estudio supone, e r:as:rear las huellas del futuro, las poten-.. e os sujetos tienen para hacer la historia

    .enca de un anlisis exhaustivo de enfoques ~ posiciones polticas e ideolgicas ( marxis-raaonal, teora de la movilizacin de recur-d paradigma orientado a la identidad y los les , sobresale en un trabajo que no olvida )a.-nericano sobre la cuestin. La accin co-l.a.cismo del gorrn y cuenta nueva (free rider),

    ~ reflejo de los dilemas y conflictos que ro tambin solidaridades de las sociedades

    culo final de (Pre)textos, es un concepto que iesmenuza cargando las tintas en la corres-iadana. Un enfoque de la ciencia poltica, nerido con la visin de lo pblico ms all as polticas pasa, siempre, por interacciones iones que posibilitan las metas colectivas y

    as~ Sustanciar ciudadanamente el gobierno, c:ue "el adjetivo de pblico obedece a la ne-; el diseo y puesta en marcha de las pol-:es la opinin y visin de diferentes agentes categoras gubernamentales, sociales y pri-pablicas, remarca el ensayo, como premisa

    18

    Introduccin

    .... ~ ~ez signo democratizador de las dimensiones, fases y resultados _ e....J! proceso.

    ......s! como el estudio de la democracia precisa el auxilio de la teora :lea, moral y jurdica (O'Donnell, 2007), las polticas pblicas, en ~ i e ofrecer calidad democrtica, recomienda Villarreal, requieren

    .:>rar y explotar el dilogo e interaccin con la sociologa poltica. :-Iasta aqu con la antesala de contenidos. Slo nos resta un agrade-

    - ~to eterno a Moiss Lpez Rosas, quien en su paso por esta vida y - !a Flacso Mxico ejerci de rabioso defensa en la cancha de futbol;

    _ ~~o, maestro y doctorante brillante en aulas; de amigo, ante todo '"lm!oso y esplndido en el arte de querer y ser querido. "Donde es- ?rovecha por fin a llenarte de cielo los pulmones':

    Vctor Hugo Martnez Gonzlez Eduardo Villarreal Cant

    Copilco, Mxico, D.F., junio de 2010

    fuentes

    -:-, Brian (1974). Los socilogos, los O'Donnell, Guillermo (2007). Diso-...:.;iomistas y la democracia, Buenos nancias. Crticas democrticas a la de-

    ~es, Amorrortu. mocracia, Buenos Aires, Prometeo. se-~. Helena (1988). El mbito n- Piglia, Ricardo (2001) . Crtica y fic-

    -.o. Privacidad, individualismo y ..:i..-lerndad, Madrid, Alianza.

    ::.::iont, Lo u is ( 1987). Ensayos sobre ~ individualismo. Una perspectiva - ~:ropolgica sobre la ideologa mo-~a, Madrid, Alianza. -~..ndez Santilln, Jos (1996).

    _ arberto Bobbio: el filsofo y la pol-.:.:.. (A ntologa), Mxico, FCE. ~eck, Reinhard (2007). Crtica y

    :'1.Sis: un estudio sobre la patognesis ~l mundo burgus, Madrid, Trotta.

    19

    cin, Barcelona, Anagrama . Serrano, Enrique (1994). Legitima-

    cin y racionalizacin. Weber y Ha-bermas: la dimensin normativa del orden secularizado, Barcelona, UAM/ Anthropos.

    Villarreal, Abe! (2008). "Vigilancia y fiscalizacin legislativa en Mxico. Los casos de Nuevo Len, Distri-to Federal y Tiaxcala ( 1997 -2004 )'; Mxico, Facultad de Ciencias P-Olti-cas y Sociales, UNAM (tesis doctoral).

  • Primera parte

    Disciplinas

  • Gencia poltica :r Alarcn Olgun *

    Introduccin

    La ciencia poltica se ha estandarizado a nivel mundial como una dis-?'.ina con numerosas subdivisiones e intereses, capaz de trascender las ~ciguas fronteras que la confinaban al mero estudio de los aconteci-IL:".!entos asociados con la toma de decisiones de gobierno. Hoy en da, '-'..5 preocupaciones de los politlogos se han multiplicado, ya no slo oorque se necesitan diagnsticos prescriptivos que intenten dar cuenta ce cmo se han dado las cosas o quines se hallan involucrados en los ?:ocesos y acciones del poder, sino que ahora se demandan explicaciones 5ernnticas sobre el sentido y situacin de los hechos, la interpretacin y ::oyeccin de escenarios, o de apoyo a las afirmaciones y sugerencias a .:nplementar, basados en la construccin de evidencia emprica relevante .;:ue permita probar las hiptesis propuestas. Desde esta lgica, la ciencia ::ioltica ha acumulado retos y respuestas que la obligan a convertirse en

    ~ '

  • Vctor Alarcn Olgun

    quecido con nuevas polmicas y actores, cada uno de ellos proponiendo orientaciones que hasta ahora -en mi opinin- siguen siendo rele-vantes para el buen curso de la disciplina, aunque ello no nos exime de reconocer riesgos y quiz recomendar prudencia en la puesta en marcha de proyectos conceptuales o temticos, si stos carecen de la debida va-loracin sobre los impactos que generaran en el desarrollo de las agen-das de investigacin y docencia imperantes dentro de una cierta regin o comunidad.

    Ms que hablar de una estructura unvoca en sus mtodos, tcni-cas o aplicaciones, la posicin que adoptar en este ensayo intenta tra-zar, de manera apenas indicativa, las tendencias que la ciencia poltica ha desarrollado particularmente durante las ltimas dcadas. Si bien no trata de sostenerse en una exposicin cronolgica, ocasionalmente ser necesario realizar cierto tipo de contextualizacin en torno a los sucesos y actores detonantes para la adopcin de cierto tipo de propuestas do-minantes en la disciplina.

    La idea de recuperar un "estado de la cuestin" de la politologa implica arrancar todo anlisis a partir de la delimitacin de lo que Georges Burdeau llamaba el"universo poltico" (Burdeau, 1982-1986; 1976); esto es, precisar el alcance de nuestro objeto de conocimiento y qu lo conforma en primera instancia. La ciencia poltica (en tan-to actividad no espontnea ni intuiciva, capaz de aplicar acciones in-tencionadas para producir un cierto tipo de resultado que prevenga o corrija los problemas que afecten las relaciones y la convivencia entre los individuos, mediante pasos debidamente reflexionados y programados) requiere de un cuerpo explicativo en materia de teo-ras, conceptos y tcnicas que faciliten su organizacin y capacidades resolutivas.

    As, necesitamos una ciencia poltica que no slo explique y ayude a comprender palabras, situaciones o cosas (de suyo, la misin primi-genia de toda disciplina social), sino que dicha tarea la realice sin que su propia existencia se vuelva contraria a la de su creador. En la medi-da que la poltica sea vista como algo intil, perverso y separado de los propios ciudadanos, solamente preocupada por estudiar al poder o el Estado (tal como la siguen percibiendo muchos en los mbitos ms tradicionales de la disciplina), se estara pensando una actividad poco perceptiva y no orientada hacia las necesidades de los actores sociales,

    24

    -.o nicamente preocupada por los .:edan articular las decisiones de foil

    En este punto, ms que repec:- d a.:. de las llamadas "mesas separadas p=-opuesta plantea exponer el argum cocer la divisin existente en mareru ro=- momentos para tener especifici

    ~r dnde estamos y qu defend ~adamente sustancial remontar las ~uruas que han oscurecido y vuelto d.:sciplina.

    Por ello, aqu se adoptar la idea c. 6sciplina sintetizadora, sistemtica a: :-reno de las aplicaciones posibles \ . .; gun lo posibiliten sus habilidades fr : ..ie la propia problemtica social de

    ~ perspectiva de promover un enf oqtU sue permita complementar abierta }' . .os que sean tiles al analista polm..:o.

    :.e eclctico. Aunque, a decir verdad, ser rachado de reduccionista o de m.fi r::.ievos conocimientos.4

    Aceptando, entonces, que la perc ::-ser parcial y provisional en sus constd a del desarrollo de la ciencia poltica ze condensa en tres rubros: a) conso :ia, b) enfoques dominantes dentro ~ '.'!lentos que vuelven vigente a la di~ ?resentar una reflexin conclusiva g

    Gustavo Emmerich desarrolla la idea de ciudadanos como parte de su definicion de Expresin que, obviamente, nos llev.i al f3 En oportunidades previas he expuesto integral e integrador de la poltica. Rcrruro. (Alarcn Olgun, 2002; 2006).

  • --~-.. cid.a uno de ellos proponiendo opinin- siguen siendo rele-~-,.~- aunque ello no nos exime de

    prudencia en la puesta en marcha ..,....___....~ ........ s! estos carecen de la debida va-

    ~an en el desarrollo de las agen-c_-.,..-. - res dentro de una cierta regin

    unvoca en sus mtodos, rcni-llt adoptar en este ensayo intenta era-

    las tendencias que la ciencia poltica :e .iurante las ltimas dcadas. Si bien no

    cin cronolgica, ocasionalmente ser ue ccntextualizacin en torno a los sucesos .iopcin de cierto tipo de propuest~s do-

    esrado de la cuestin" de la politologa is a partir de la delimitacin de lo que

    .!n\erso poltico" (Burdeau, 1982-1986; canee de nuestro objeto de conocimiento !'.a instancia. La ciencia poltica (en tan-

    ni intuitiva, capaz de aplicar acciones in-n cierto tipo de resultado que prevenga

    te afecten las relaciones y la convivencia re pasos debidamente reflexionados y

    :in cuerpo explicativo en materia de teo-e faciliten su organizacin y capacidades

    rncia poltica que no slo explique y ayude ones o cosas (de suyo, la misin primi-

    na: , sino que dicha tarea la realice sin que contraria a la de su creador. En la medi-

    mo algo intil, perverso y separado de los ~e preocupada por estudiar al poder o el

    percibiendo muchos en los mbitos ms , se estara pensando una actividad poco

    :U. las necesidades de los actores sociales,

    24

    Ciencia poltica

    - unicamente preocupada por los diseos y los procedimientos que ~articular las decisiones de gobierno.2

    En este punto, ms que repetir el recurso de exponer la presen-. de las llamadas "mesas separadas" dentro de la ciencia poltica,3 mi

    -.,puesta plantea exponer el argumento de que no basta slo con reco--er la divisin existente en materia de escuelas o corrientes (vlido ~ momentos para tener especificidades y direcciones concretas para ~--er dnde estamos y qu defendemos), sino que tambin resulta ex-

    ~emadamente sustancial remontar las falsas distancias e ignorancias - .!ruas que han oscurecido y vuelto tortuoso el propio avance de la

    ~plina. Por ello, aqu se adoptar la idea de configurar el concepto de una ~plina sintetizadora, sistemtica, acumulativa y extensiva en el te-:7rnO de las aplicaciones posibles y disponibles para el politlogo, se-'!~, lo posibiliten sus habilidades frente a las necesidades y exigencias -: _e la propia problemtica social demanda. En este sentido, cabe asumir

    perspectiva de promover un enfoque integral e integrador de la poltica :-..:e permita complementar abierta y pertinentemente todos los recur-

    ""S que sean tiles al analista poltico, aun a riesgo de que sea tildado .:.e eclctico. Aunque, a decir verdad, este ltimo adjetivo es preferible a :s.er tachado de reduccionista o de inflexible en la posibilidad de generar :::uevos conocimientos.4

    Aceptando, entonces, que la percepcin de temas que se expondrn ~ parcial y provisional en sus consideraciones, lo que compartir acer-ca del desarrollo de la ciencia poltica entre el paso de los siglos xx y xxr ;e condensa en tres rubros: a) consolidacin de la identidad disciplina-n.a, b) enfoques dominantes dentro de la disciplina, y e) ubicar los ele-::lentos que vuelven vigente a la disciplina. Una vez desarrollados stos, ?resentar una reflexin conclusiva general.

    Gusravo Emmerich desarrolla la idea de una ciencia poltica orientada al servicio de los ciudadanos como parte de su definicin de la disciplina (Emmerich y Alarcn, 2007). Expresin que, obviamente, nos lleva al ya clsico libro de Gabrid A. Almond (1990). En oportunidades previas he expuesto mi posrura en romo a lo que denomino anlisis integral e integrador de la poltica. Remiro, entonces, a revisar direcramenre dichos trabajos (Alarcn Olgun, 2002; 2006).

    25

  • Vcror Alarcn Olgun

    ~Podemos hablar de una ciencia poltica consolidada~

    La trayectoria de la ciencia poltica se ubica formalmente a partir del siglo XIX, cuando se aplican elementos explicativos ms all de la argumen, tacin histrica, la justificacin tica o la descripcin de las estructuras gubernamentales para definir su materia y enfoques de estudio. En esta direccin, el ingreso del positivismo, el racionalismo y el mtodo cientfi, co hacen factible poner atencin no slo en los fenmenos polticos en s, sino tambin en los medios, las motivaciones, los datos y tcnicas orien, radas para entender la estructura y los comportamientos asociados con el ejercicio de poder.

    En una primera etapa de bsqueda, la sistematizacin general de las ciencias sociales permiti definir un proyecto con aspiraciones secuen, ciales (en materia de comprender el orden, concatenacin e importancia de los acontecimientos), teleolgicas (que permitieran percibir la direc, cin y sentido final de esos sucesos) y categricas (que el conocimiento obtenido tuviera condiciones consistentes, veraces y jerrquicas sobre si, tuaciones previamente examinadas) . El propsito era tener una ciencia social objetiva, imparcial y unvoca en sus diagnsticos, conceptos y re, sultados. La pretensin e impacto ha sido enorme, para bien y para mal de la disciplina, pues sta se ha sometido a una incesante polmica en torno a definir o no la existencia de un conocimiento capaz de expresar, se en leyes y principios incontrovertibles.

    Un siglo y medio despus, con temas como las condiciones de caos, complejidad, de dinmicas multifactoriales y multinivel, entre los nume, rosos elementos que pueden intervenir simultneamente en los procesos de interaccin individual y colectiva, nos damos cuenta de que la cien, cia social es ciertamente provisional y apenas interpretativa de las cir, cunstancias que se expresan dentro de coyunturas especficas. Como lo han definido varios autores: la ciencia poltica puede ser vista como una "pequea" o 'gran" ciencia, pero es indudable que ha podido encarar los retos de la construccin que implican tener condiciones de autonoma expresadas en cuerpos tericos y conceptuales de relevancia para lidiar con las exigencias de interpretar y transformar la realidad circundante (Shepsle y Bonchek, 2005: 11,19).

    El nacimiento de la ciencia poltica con un contenido emprico, inte, resada en la aplicacin de pruebas cruciales y la comparacin mediante el

    26

    Ciencia poUcia

    es.o de tipologas y modelos rgidos, implid ~ en medio de otras tradiciones in::elcc:-":"la, la sociologa y el derecho. Sin emba..'1

    pe:- mostrar su autonoma y especificida.:: f S la actualidad se enfrenta a los retos C".:e

    ~ cada vez ms estrecha, como lo vererr cc::no la comunicacin, la psicologa, la ~ ~onales, la economa y la adminisrr...::ic :::sciplinas fueron definidas por muchos _ ?O constitutivo, en tanto se hablaba er: :- .. Co:no se observa, esta rpida descripcio::; d .:::e se han suscitado en las ciencias s~e ;::.us muestra que la ciencia poltica en es?tt :..dor en lo referente a sus mbitos de ap~.:

    Por ejemplo, cabe ver el balance de Gabrid A ... ~ Essay'; incluido en su libro Ventures in PoliciG:; anlisis proviene de la experiencia estadoune:i:.se. en que la disciplina fue desarrollndose no sl..c ?:!: sino por la bsqueda consciente de medios r esr.::o con el objetivo de volverse necesaria para =cr..da ro del gobierno y la administracin del Estadc socializacin de los individuos denrro de las ~ de la American Political Science Associacion A.PS& American Political Science Review (APSR) para~ gaciones, as como la realizacin de congresos ==L hacia orras latirudes para definir la form~ bien ya haba desarrollos similares en Ingla.:err.a, unidense catapult el surgimiento de los p~-= de gobierno (Government) que surgieron er. -:~ 1880), Chicago, Harvard, Johns Hopkins ' }.. demasiado tiempo para que se diera la func:bci; a; of Econornics and Political Science {LSE), o d.e b en Francia, e incluso de la Internacional Pol':ic:2! Se contemplar esfuerzos similares que coloar.m .: ~ necesidad de Estado. En cambio, la situacin ?J.o.'' cho de que la ciencia poltica regional apenas = zacin (ALACIP ), la cual ha podido realizar~~ en Mxico se ha perdido el trabajo de organi.::.aaoc 1974 con el Colegio Nacional de Ciencias . ca de orros pases del continente, como A.~ Venezuela, cuya institucionalizacin y av.L"1.:t .;;;; desarrollo reciente de la ciencia poltica en !.2 ~

  • a consolidada~

    formalmente a partir del siglo m'Os ms all de la argurnen-

    b descripcin de las estructuras ----.... \' enfoques de estudio. En esta

    raaonalismo y el mtodo cientfi-.slo en los fenmenos polticos en s,

    --....... ~...,ones, los datos y tcnicas orien-os comportamientos asociados con

    ed.a, la sistematizacin general de las un proyecto con aspiraciones secuen-

    el orden, concatenacin e importancia :tS que permitieran percibir la direc-

    s) y categricas (que el conocimiento IlSlS(entes, veraces y jerrquicas sobre si-das' . El propsito era tener una ciencia

    - en sus diagnsticos, conceptos y re--::o ha sido enorme, para bien y para mal

    somet:ido a una incesante polmica en de un conocimiento capaz de expresar-

    \ ertibles. .:on remas como las condiciones de caos,

    kifactoriales y multinivel, entre los nume-ervenir simultneamente en los procesos :nva, nos damos cuenta de que la cien-onal y apenas interpretativa de las cir-

    ~o de coyunturas especficas. Como lo ciencia poltica puede ser vista como una

    D es indudable que ha podido encarar los mplican tener condiciones de autonoma

    y conceptuales de relevancia para lidiar y transformar la realidad circundante

    19. ::-olirica con un contenido emprico, inte-

    cruciales y la comparacin mediante el

    Ciencia poltica

    ese de tipologas y modelos rgidos, implic que su orientacin se abriera a.so en medio de otras tradiciones intelectuales, como la filosofa, la his-na, la sociologa y el derecho. Sin embargo, los dilemas de la disciplina

    p:i: mostrar su autonoma y especificidad pertinente no se han detenido. =--: l.a actualidad se enfrenta a los retos que le implican interactuar de ma-

    e-ra cada vez ms estrecha, como lo veremos ms adelante, con campos remo la comunicacin, la psicologa, la antropologa, las relaciones inter-.-.;;.=ionales, la economa y la administracin; incluso estas tres ltimas ::::.sciplinas fueron definidas por muchos como parte de su propio cuer-f" constitutivo, en tanto se hablaba en plural de las "ciencias polticas': Como se observa, esta rpida descripcin de los vnculos y ramificaciones

    ~::e se han suscitado en las ciencias sociales desde el siglo XIX a la fecha, - os muestra que la ciencia poltica en especial ha tenido un camino alen-~or en lo referente a sus mbitos de aplicacin.5

    Por ejemplo, cabe ver d balance de Gabrid A. Almond en' History of Politica1 Science: An Essay~ incluido en su libro Venturcs in Political Science (Almond, 2002: 23-62). Si bien dicho anlisis proviene de la experiencia estadounidense, no deja de ser ilustrativo en las maneras en que la disciplina fue desarrollndose no slo por preocupaciones y mritos individuales, sino por la bsqueda consciente de medios y espacios para hacerla prosperar y que cumpliera con el objetivo de volverse necesaria para entender no slo los procesos de funcionamien-to dd gobierno y la administracin dd Estado, sino tambin los modos de participacin y sociali%acin de los individuos dentro de las actividades polticas. La fundacin en 1903 de la American Political Science Association (APSA) y de una revista especializada como la American Political Scienu Review (APSR) para permitir la divulgacin de articulos e investi-gaciones, as como la realizacin de congresos anuales, son hitos cruciales que se extendern hacia Otras latitudes para definir la formalizacin y profesionalizacin de la disciplina. Si bien ya haba desarrollos similares en Inglaterra, Alemania o Francia, la aportacin estado-unidense catapult el surgimiento de los programas de estudio asociados con las escuelas de gobierno (Government) que surgieron en lugares como Columbia (siendo la primera en 1880), Chic.igo, Harvard, Johns Hopkins y Michigan, por ejemplo. Sin embargo, no pas demasiado tiempo para que se dien la fundacin expresa en Inglaterra de la London School of Econornics and Political Science (LsE), o de la Fundacin Nacional de Ciencias Polticas en Francia, e incluso de la Internacional Political Science Association (rPsA), en 1949, para contemplar esfuerzos similares que colocaran a la enseanza de la ciencia poltica como una necesidad de Estado. En cambio, la situacin para Amrica Latina y Mxico resulta en el he-cho de que la ciencia poltica regional apenas cuenta desde hace una dcada con una organi-zacin (ALACIP ), la cual ha podido realizar congresos bianuales desde 2002 Por d contrario, en Mxico se ha perdido el rrabajo de organizacin gremial que se vena desarrollando desde 1974 con d Colegio Nacional de Ciencias Polticas y Administracin Pblica, a diferen-cia de otros paises del continente, como Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia y Venezuela, cuya institucionalizacin y avance han sido muy meritorios. Para un balance del desarrollo reciente de la ciencia poltica en la regin, remito a Altman (2006).

    27

  • Vctor Alarcn Olgun

    Si bien hay un claro proceso de difusin y extensin de la discipli-na desde los primeros epicentros que se generan en Europa y Estados Unidos, la ciencia poltica no alcanzar su verdadera independencia y reconocimiento en el contexto internacional sino hasta el trmino de la segunda guerra mundial. Por vez primera, se percibe la necesidad de saber planear y conservar la estabilidad de los gobiernos para as evi-tar una nueva aparicin de los modelos totalitarios. De esta manera, el curso de la ciencia poltica se volvi ms estrechamente ligado al estu-dio de las relaciones internacionales (dando as paso al fortalecimiento de la poltica comparada) y hacia la administracin pblica y la econo-ma (lo que defini el fortalecimiento de las polticas pblicas) (Somit y Tanenhaus, 1986).

    La percepcin de que la democracia, los derechos y las libertades no podan ser un mero ejercicio deductivo de comprensin conceptual en lo relativo a su filosofa e intencin tica, sino que aqullos deban es-tudiarse a profundidad para asociarlas con los procesos inductivos que habran de ser impulsados e instruidos entre los actores sociales y sus li-derazgos polticos, hace ver que tenan que promoverse proyectos acad-micos y acciones de gobierno de largo alcance y mucho ms coordinados para acortar as las diferencias existentes entre las naciones en materia de desarrollo poltico y econmico, por lo que la ciencia poltica deba asumir la tarea de convertirse en una disciplina capaz de cumplir con su divisa histrica de proporcionar la capacidad y respuesta que poseen los liderazgos para tener estructuras de poder fuertes y sensibles a las nece-sidades sociales.

    La coyuntura posterior a la segunda guerra mundial permite enton-ces que la ciencia poltica tuviese un primer anclaje de corte internacio-nal gracias a la manera en que la Unesco proyecta, en 1950, la aparicin de cinco volmenes destinados a conocer, promover y sistematizar la enseanza de las ciencias sociales en el mbito universitario, pensan-do muy particularmente en la expectativa de impactar en las regio-nes y naciones amenazadas por la ausencia de instituciones y prcticas democrticas. 6

    6 Las materias desarrolladas fueron la sociologa, las relaciones internacionales, el derecho comparado, la econona poltica y la ciencia poltica.

    28

    Ciena..~

    Cabe sealar que el informe relacim C.) \ Villiam A. Robson (profesor de la ::':"'.ma la elaboracin de un estudio co- _ -951y 1952 por la IPSA, el cual inco~ (;-ran Bretaa, Francia, Suecia (como er-r .:.os); India y Egipto (que abarcabaI'- ..as ?olonia (que recupera la dimensin soci.23 >..: preeminencia en Amrica Latina deb.=

    ~"1ela Nacional de Ciencias Polticas ~ .?malmente, el estudio abarc diez pases e o cuenta los casos de Canad y Ale::-..an ::o porque precisamente se orientaba ::r , c.rodo cientfico, mediante la recole.::.:mJ

    ~ comparacin y la definicin de para.7~ ~ o descartaran acciones realizadas .:,as :-..:e describa un balance de recomend.aC11 ~ fu turo.8

    El punto de anlisis ubicado por K. ~ ca an carente de una unidad y un ;~-:1.3 :-os de conocimiento. Por otra parre. .ie:l :s.. la enseanza de la ciencia poltica r~ .::.a de formacin profesional de cuadros ~ .:hiere al criterio de ser un suplemer.~ :ras especialidades, como la sociolop o

    N o obstante ello, Robson detec-...a ',';tL ~;:re todos los pases incluidos en la ~~ lo.s instituciones de gobierno, el ejerocio d .:i.?ativas de las organizaciones socia:es a: :i! los grupos de presin). Traducidos o: ?.!estos por la IPSA, para ese entonces&:

    El responsable de redactar la informacin so.::~ y Nez, precisamente uno de los funao.cs cin fue entregada antes de la puesta en ~-= de 1951, aunque s se indica dentro del~ implementado. El informe no apareci en su versin en ~ Unin Panamericana y la Organizacin die~

  • ...._-.isin y extensin de la discipli-se generan en Europa y Estados

    _._._.-_....:-; su verdadera independencia y ~onal sino hasta el trmino de - ?~.mera, se percibe la necesidad de ::;;:a..,._;c_~ .:.ad de los gobiernos para as evi-

    ~os totalitarios. De esta manera, el ms estrechamente ligado al estu-

    =;;::;a::cs dando as paso al fortalecimiento la administracin pblica y la econo-

    -- enrode las polticas pblicas) (Somit y

    -~ocracia, los derechos y las libertades no .:.educrivo de comprensin conceptual en

    :encin tica, sino que aqullos deban es-asocia.rlas con los procesos inductivos que r..st!"Udos entre los actores sociales y sus li-L!e tenan que promoverse proyectos acad-de largo alcance y mucho ms coordinados :i..s existentes entre las naciones en materia om..ico, por lo que la ciencia poltica deba

    ~ en una disciplina capaz de cumplir con su ur la capacidad y respuesta que poseen los .:ras de poder fuertes y sensibles a las nece-

    la segunda guerra mundial permite enton-1ese un primer anclaje de corte internacio-e la Unesco proyecta, en 1950, la aparicin ios a conocer, promover y sistematizar la ciales en el mbito universitario, pensan-!a expectativa de impactar en las regio-

    r k ausencia de instituciones y prcticas

    b sociologa, las relaciones internacionales, el derecho bocnaa poltica.

    28

    Ciencia poltica

    GSe sealar que el informe relativo a la ciencia poltica lo redac-:::.iam A. Robson (profesor de la LSE), quien tuvo como materia

    :a elaboracin de un estudio comparativo regional aplicado entre --5. 1952 por la IPSA, el cual incorpor los casos de Estados Unidos,

    - Bretaa, Francia, Suecia (como ejemplos de los pases desarrolla-illdia y Egipto (que abarcaban las realidades asitica y africana); ~ (que recupera la dimensin socialista) y Mxico7 (que mostraba

    p:ttminencia en Amrica Latina debido a la reciente fundacin de la -::da Nacional de Ciencias Polticas y Sociales (ENcPys) en la UNAM).

    :nente, el estudio abarc diez pases en la medida que Robson tom .:::enta los casos de Canad y Alemania. Su estudio es paradigmti-

    ~rque precisamente se orientaba bajo las premisas de aplicacin del ~odo cientifico, mediante la recoleccin de informacin va encuesta, -cmparacin y la definicin de parmetros de significacin que avala-

    = o descartaran acciones realizadas hasta entonces y, finalmente, por-describa un balance de recomendaciones y acciones concretas para

    =::.ruro.8

    El punto de anlisis ubicado por Robson es encontrar una discipli-~ 2n carente de una unidad y un lenguaje propios, frente a otros cam-

    s de conocimiento. Por otra parte, detecta la situacin de vislumbrar ..a enseanza de la ciencia poltica responde precisamente a la exigen-

    - de formacin profesional de cuadros especializados, o simplemente se .::..-ere al criterio de ser un suplemento formativo dentro del cuerpo de ::-as especialidades, como la sociologa o el derecho.

    No obstante ello, Robson detecta varios elementos de concordancia r..:re todos los pases incluidos en la muestra: el inters por el estudio de ....... instituciones de gobierno, el ejercicio del poder y de las formas parti--;:-anvas de las organizaciones sociales en materia poltica (a la manera :.L. los grupos de presin). Traducidos en los campos de materias pro-- ...:estos por la IPSA, para ese entonces son cuatro los grandes terrenos

    El responsable de redactar la informacin sobre el caso mexicano fue don Lucio Mendieta y Nez, precisamente uno de los fundadores de la ENCPys. Por desgracia, su contribu-cin fue entregada antes de la puesta en marcha de la carrera de Ciencia Poltica en el ao de 1951, aunque s se indica dentro del informe una sinopsis del plan de estudios a ser implementado. El informe no apareci en su versin en espaol, sino hasta 1961, bajo el patrocinio de la Unin Panamericana y la Organizacin de Estados Americanos (onA).

    29

  • Vctor Alarcn Olgun

    generales que se sugeran para promover la enseanza y la cohesin disci-plinaria: teora poltica, instituciones polticas, relaciones internacionales, partidos, grupos y opinin pblica (Unin Panamericana/OEA, 1961: 4).

    En contrapartida, el informe de Robson reconoce que los desniveles existentes respecto del grado de autonoma e identidad de la ciencia po-ltica son un factor que influye poderosamente para establecer los limi-tes propios de la disciplina, pues la velocidad con que se manifiestan en las diversas naciones analizadas incluso presentan dificultades apreciables, como ya se perciba con los casos de las relaciones internacionales y la administracin pblica, las cuales estaban originalmente asociadas con la idea de que stas apoyaban la existencia de las llamadas 'ciencias polti-cas': As que mientras ya en algunas latitudes se encuentra el desafo de la fragmentacin; en otras, la disciplina apenas est en la fase de surgi-miento y expresin propia. De esta manera, la ciencia poltica existente tena frente a s los retos de remontar la situacin subsidiaria que ame-nazaba con pulverizarla, debido a las presiones existentes en ambos ex-tremos de su desarrollo.

    Sin embargo, se concluye que la libertad de enseanza y el creci-miento de la pertinencia cientfica de sus investigaciones en el contexto de la aplicacin y transformacin concretas de la realidad harn que la disciplina se vuelva por s misma un referente de convergencia y cohe-sin para las propias ciencias sociales. Para Robson, la pertinencia de la ciencia poltica se fortalecer en la medida que su enseanza y desarro-llo no se quede slo en las universidades, sino que se asuma el desarrollo de institutos y centros de investigacin aplicada (Unin Panamericana/ OEA, 1961: 84-85).

    Si observamos dicho trabajo a la distancia, los resultados del infor-me de la Unesco son elocuentes: al paso de los aos, la ciencia poltica gan una importante cuota de identidad y legitimidad en casi todas las regiones del planeta, no slo por el xito en la expansin de centros y universidades interesados en la disciplina, sino porque la exigencia de los acontecimientos polticos lo hicieron tan pertinente como necesario.

    Desde entonces a la fecha, resulta impresionante la cantidad de pro-yectos (individuales, colectivos, nacionales, multinacionales) que nos permiten .rastrear no slo la formulacin de tratados, manuales o in-troducciones al estudio de los conceptos, mtodos o tcnicas aplicables para el campo de la poltica. No estamos aqu en condiciones de recu-

    30

    ~ siquiera una mnima enumeran st: presenta como una empresa de m\ ;;s desde el punto de vista de la int _

    - . Sin embargo, vale la pena indicar 0S guiarn en tomo al punto de respo ~bre el nivel de coherencia y sistema -..aremos entonces de una disciplina erodolgicas cada vez ms definidas encender con mayor precisin que

    ckrse para remontar sus limitaciones As, resultan insoslayables tres de

    ... dos en los aos recientes para C001f e la disciplina politolgica en el terr

    :i.mdbook of Political Science, en 8 vols wdounidenses Nelson Polsby y Fred Oxford Handbooks in Political Science, t mos por el profesor australiano Ro 1996 haba sido editor, junto con H rundbook of Political Science, que si b

    ~~..ico, se manifest como continuado-::ado por Polsby y Greenstein en los -

    Aunque no exclusivamente relaci Nlcica, y por la relevancia de los aut ;ile la pena referir aqu la Encicloped:a

    t..ciicada en 1968 y coordinada por Da' d '"';ccionario Unesco de las ciencias socia ... .gostini, 1985, el cual tiene el mriro de '.o-1S desarrolladas con un enfoque prion

    La organizacin general de dicha obra es: vol. 2: Micropolitical T11cory; vol. 3: M..: Politics vol. 5: Governrnental Institutions ca;:; vol. 7: Strategies of Inquiri; vol. 8: Interno: Los volmenes publicados entre 2006 }" _ Polirics, Political Theory, Public Policy. and Polirics, Contextual Political Aml}'SU. Political Behavior.

    31

  • ~~~~I:a enseanza y la cohesin disci-ricas, relaciones internacionales,

    on Panamericana/oEA, 1961: 4). ROoson reconoce que los desniveles

    ~oma e identidad de la ciencia po-~samente para establecer los lmi-

    -elocidad con que se manifiestan en '.!.)() presentan dificultades apreciables, de las relaciones internacionales y la ~ estaban originalmente asociadas con

    - a:isrencia de las llamadas "ciencias polti-~..:.~.as latitudes se encuentra el desafo de d!sciplina apenas est en la fase de surgi-

    esra manera, la ciencia poltica existente onrar la situacin subsidiaria que ame-

    do a las presiones existentes en ambos ex-

    que la libertad de enseanza y el creci-afica de sus investigaciones en el contexto

    tcion concretas de la realidad harn que la a un referente de convergencia y cohe-

    sociales. Para Robson, la pertinencia de la e:. la medida que su enseanza y desarro-cersidades, sino que se asuma el desarrollo cigacin aplicada (Unin Panamericana/

    ajo a la distancia, los resultados del infor-Les: al paso de los aos, la ciencia poltica e identidad y legitimidad en casi todas las ?Or el xito en la expansin de centros y !.a disciplina, sino porque la exigencia de

    lo hicieron tan pertinente como necesario. l resulta impresionante la cantidad de pro-ros. nacionales, multinacionales) que nos formulacin de tratados, manuales o in-

    '5 conceptos, mtodos o tcnicas aplicables -o estamos aqu en condiciones de recu-

    30

    Ciencia poltica

    "iciera una mnima enumeracin de stos (lo que en s mismo .:a como una empresa de investigacin importante a estas altu-

    .::::S..-:e el punto de vista de la integracin constructiva de la discipli-embargo, vale la pena indicar algunas premisas generales que

    =aran en torno al punto de responder positivamente a la pregunta nivel de coherencia y sistematizacin alcanzado; por lo que ha-

    1'S entonces de una disciplina con preocupaciones ontolgicas y ~lgicas cada vez ms definidas y que a la vez permiten afrontar :er..ier con mayor precisin qu tipo de esfuerzos han de empren-para remontar sus limitaciones actuales. . resultan insoslayables tres de los ms grandes esfuerzos gene-en los aos recientes para compendiar el estado de la cuestin ~iplina politolgica en el terreno bibliogrfico internacional: el _ ook of Political Science, en 8 vols., de 1975, coordinado por los es-

    ..............,.idenses Nelson Polsby y Fred Greenstein;9 as 'Como la serie de los .: Handbooks in Political Science, recientemente promovida en diez

    _s por el profesor australiano Robert E. Goodin, 10 quien a su vez en ::. haba sido editor, junto con Hans Dieter Klingemann, del New

    '":.~ok of Poltica{ Science, que si bien fue impreso como volumen -::- se manifest como continuador directo del esfuerzo general rea-

    ..-..::o por Polsby y Greenstein en los aos setenta. .""\unque no exclusivamente relacionados con el campo de la ciencia ~ca, y por la relevancia de los autores y trminos incluidos, tambin ..a pena referir aqu la Enciclopedia internacional de las ciencias sociales,

    e=-:ada en 1968 y coordinada por David Sills, en once tomos, as como el _--.onario Unesco de las ciencias sociales, en cuatro volmenes, Planeta-~tini, 1985, el cual tiene el mrito de ser una de las primeras empre-

    esarrolladas con un enfoque prioritariamente hispanoamericano.

    :.a organizacin general de dicha obra es: vol. 1: Political Science, Scope and Theory; "01. 2: Micropolitical Theory; vol. 3: Macropolitical Theory, vol. 4: Nongovernmental Politics; vol. 5: Governmental Institutions and Processes; vol. 6: Policies and Policymaking; "'01. 7: Strategies of Tnquiri; vol. 8: Tnternational Poli tics. :.Os volmenes publicados entre 2006 y 2008 abarcan los siguientes campos: Compararive Politics, Political Theory, Public Policy, Political Methodology, Political Economy, Law and Politics, Comexrual Political Analysis, Internacional Rdations, Political Institutions y Political Behavior.

    31

  • Vctor Alarcn Olgun

    Qu tipo de orientaciones nos ofrecen estos trabajos? Apoyndonos en la visin de Shapiro, asumimos que la ciencia poltica contempornea ha trabajado en tres componentes de identidad: a) enfocar su trabajo en el desarrollo de las teoras; b) percibir la importancia de los instrumen-tos metodolgicos como un factor de contundencia en la demostracin de los resultados; y c) rescatar el punto de origen sobre el que se sustenta el anlisis poltico, tal y como lo sera centrar la atencin en los proble-mas mismos de la realidad. La identificacin de estas tres dimensiones permite captar la importancia que tiene promover un desarrollo de la ciencia poltica sustentada sobre un criterio de equilibrio y complemen-tacin entre todas estas dimensiones (Shapiro, 2004: 20).

    Por otra parte, no puede olvidarse la importancia de los aspectos de observacin y precisin que deben tenerse respecto al objeto de estudio, definindose as los mbitos macro, meso y micro de la investigacin, que no slo nos permiten tomar en cuenta la intensidad de cobertura espa-cial que podamos darle a la problemtica, sino tambin nos facilita su vinculacin con los elementos temporales de la investigacin, pudiendo as definir la condicin histrico-retrospectiva (pasado), coyuntural (pre-sente inmediato) y prospectivo-proyectivo (estudio de futuros y escena-rios) en los que la problemtica seleccionada expresa las posibilidades con que podemos acercarnos a los actores, las agencias (medios/ proce-sos) y estructuras que regularmente se involucran en el inters del ana-lista poltico. Desde luego, estos aspectos tendran poca relevancia si no se encuentran vinculados con los factores de incorporacin de los ele-mentos cualitativos y cuantitativos que permiten establecer parmetros de referencia y evaluacin sobre los datos e informacin que apoyan a la investigacin en su conjunto (Leonard, 1999).

    De esta manera, el crecimiento de las distinciones que se debe con-siderar dentro de la disciplina en materia de su identidad y consisten-cia habra de permanecer en la perspectiva de que lo avanzado en estos rubros no deriva en acciones excluyentes o de incompatibilidad. A di-ferencia de otros autores que observan la situacin como el manteni-miento de diferencias y confrontaciones que obligan a defender su coto metodolgico, terico o problemtico, cabe pensar en una postura en la que la enseanza y la prctica de la ciencia poltica se desplacen precisa-mente cada vez ms hacia un horizonte de libertad intelectual, enlama-teria de experimentacin e hibridacin entre todos los niveles de accin

    32

    .::::iC!plinaria. Esto es, tener mayor ~rendido en el nivel formal de co

    :...a ciencia poltica no debe siru.ar.se s:::::xlivisiones parecieran ser como len=-c:::re s. No se aspira tampoco a que d:

    experto en nada. Sin embargo, resul~ experto en la problemtica pohci..:2 ~ _ ~ de teora, metodologa y tcnt..:as : .:t::.:..quier dimensin problemtica en la .

    La identidad de una disciplina r.o g.::a para derivar en un objetivo tui ;n-an. Por ello resulta muy importan;

    ..:onfundir la seleccin y difusin de es:..:mos dentro de sectas u rdenes i:::>:.oxamente una expectativa de real!:: -

    ~ aertos enfoques de estudio, como se ~..:amente a la pertinencia de los resm-a. ..i solidez cientfica, sino que debemos

    ~ su vigencia ha correspondido mas b rr.-ilidad en el terreno ideolgico-polla

    Fo foques dominantes de estudio. ; .. erdaderas expresiones de respu

    E..-. el desarrollo de esta seccin, se te ~dones generadas por el pohto p:-.:.es nos proporciona quizs una de ~ A:'.l:':"ca del desarrollo general de la disci7 r:-..a:lio siglo. La figura 1 muestra la pers_..

    : ubica hacia 1950, con la presenaa :n re. uridico y constitucional, as como .:id

    -:duso ligado con el desarrollo de !.a : c:c-:ninantes, para luego desplazarse al _ i.....:. teoras de la eleccin racional, que e

    -.;. disciplina ms ligada con la exp!o. :z;.:.cacin de encuestas y el aporte de !os

  • trabajos? Apoyndonos poltica contempornea

    enfocar su trabajo en =:;;::::"-Z~,a de los instrumen-~::=:~:=::?2 en b demostracin

    sobre d que se sustenta .ttmaon en los proble-esas rres dimensiones i:::::iClCl~ un desarrollo de la

    e equilibrio y complemen-:ro, 2004: 20). -.r...-~~b ~porcancia de los aspectos de

    rm~ respecto al objeto de estudio, rr.~s" ,. micro de la investigacin, que

    _mra la intensidad de cobertura espa-~.er.ltica, sino tambin nos facilita su ;emporales de la investigacin, pudiendo

    -rerrospectiva (pasado), coyuntural (pre-pro: eccivo (estudio de futuros y escena-ca seleccionada expresa las posibilidades a los actores, las agencias (medios/ proce-.... eme se involucran en el inters del ana-

    aspecros tendran poca relevancia si no los factores de incorporacin de los ele-

    s que permiten establecer parmetros re los daros e informacin que apoyan a la Leonard, 1999). emo de las distinciones que se debe con-erc materia de su identidad y consisten-perspectiva de que lo avanzado en estos

    excluyentes o de incompatibilidad. A di-observan la situacin como el manteni-ntaciones que obligan a defender su coto

    rico, cabe pensar en una postura en la ci.e la ciencia poltica se desplacen precisa-.ori::onte de libertad intelectual, enlama-"'n dacin entre todos los niveles de accin

    32

    C ieno.a polioc.a

    ~~__.,~.,ria. Esto es, tener mayor diversidad de perspectivas, sin perder ~dido en el nivel formal de construccin, definicin y aplicacin.

    L.a aencia poltica no debe situarse en una condicin en la que sus =>1.S!ones parecieran ser como lenguajes cada vez menos compatibles ~ s:. ~o se aspira tampoco a que el politlogo sea un aprendiz de todo ~o en nada. Sin embargo, resulta importante tomar en cuenta que

    ~o en la problemtica poltica pueda seguir teniendo bases gene-~ reora, metodologa y tcnicas prcticas que le permitan abordar

    _ .:;er dimensin problemtica en la que se encuentre inserto. .....::. identidad de una disciplina no puede ser una ciencia slo pen-::-a.ra derivar en un objetivo unvoco, por muy loable que sea su in-..,!1. Por ello resulta muy importante sortear el obstculo relativo a ~::fundir la seleccin y difusin de enfoques con la falsa idea de que . os dentro de sectas u rdenes militantes que deben defender or-

    - xamente una expectativa de realidad. La preferencia y permanencia .::?.ertos enfoques de estudio, como se ver enseguida, no se ha debido .:a."!lente a la pertinencia de los resultados establecidos en lo referente

    solidez cientfica, sino que debemos hacernos cargo de que mucho _ _ ,.gencia ha correspondido ms bien a situaciones de coyuntura y

    ..... dad en el terreno ideolgico-poltico.

    ~'"oques dominantes de estudio. ;Modas de coyuntura -erdaderas expresiones de respuesta a las necesidades~

    ~ d desarrollo de esta seccin, se tomar como punto de referencia las ~~n:aciones generadas por el politlogo britnico Colin Hay (2002), ?'...e5 nos proporciona quizs una de las visiones ms completas existentes a:erca del desarrollo general de la disciplina precisamente en este ltimo

    .-~o siglo. La figura 1 muestra la perspectiva de orden general que el au-: ubica hacia 1950, con la presencia inicial del institucionalismo de cor-~_;. ..uidico y constitucional, as como del conductismo de corte sistmico l:lduso ligado con el desarrollo de la psicologa social) como tendencias

    ..:,.:minantes, para luego desplazarse, al paso del tiempo, hacia el uso de I:...s teoras de la eleccin racional, que convierten a la ciencia poltica en c:n.a disciplina ms ligada con la exploracin de escenarios, la estadstica, la 2?licacin de encuestas y el aporte de los elementos de la economa.

    33

  • Vctor Alarcn Olgun

    Con posterioridad, el diagnstico de Hay describe que la ciencia po-ltica se desplaz precisamente hacia la formulacin de corrientes hbri-das vinculadas con el conductismo y el anlisis institucional, asumiendo a su vez la interaccin de la eleccin racional en ambas propuestas, con lo que el nuevo institucionalismo tiene ahora no slo el componente histrico, sino uno de corte cultural y otro basado en el estudio de esce-narios y cursos de accin ( constructivismo, anlisis de patrones de de-pendencia, individualismo metodolgico, teora de juegos y la accin colectiva) que le hacen depender de las opciones lgicas que puedan ser construidas por los actores.

    Figura 1. Evolucin de las principales corrientes de la ciencia poltica

    ~iejo institucionalismo Nuevo institucionalismo - - -

    -

    Conductismo Posconductismo

    Teora de la eleccin racional

    1950 1960 1970 1980 1990 2000

    Fuente: Hay (2002:1 1).

    Por otra parte, las opciones posconductuales y las de tipo sistmico se orientan a su vez a revisar las motivaciones e intereses de los actores no slo desde un punto de vista contextual o situacional, sino que aho-ra se pueden trazar factores de mayor convergencia en temas especficos como la cultura y la comunicacin poltica, los estudios electorales y del voto, o el diseo y seleccin de polticas pblicas para instituciones o grupos especficos. Bajo esta lgica, las tres lneas de accin dentro de la ciencia poltica van hasta ahora en rutas que estabilizan sus principales

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    Cien O.

    :-esupuestos tericos e instrumentales nvalidad y distancia existentes enrre

    Por otra parte, la revisin de Hay ie rudio que resultan particularmente rn:-

    la politologa, desde una experiencia noamericana, como lo ejemplificar.a..~ smodernismo, 11 los cuales han perm.a:

    rrentes en dichos mbitos geogrficos, si :.un bsicamente defensiva y con muy

    ~os recientes, ya que su base analtia si-= '-"lmica de resistencia interpretativa ~

    gica, ms que de resolucin concren.. _ :mados por el capitalismo, el neolik s coloca en una dimensin ms a ~ 2.e

    De esta manera, estaramos ame la _ m renovado muy poco respecto de la

    cL.s por la realidad misma y frente a o:-ccir que un marxismo de eleccin raci _ que revisa las condiciones sociales ..::.. :..os culturales, los movimientos socules portes que no son desdeables, pues ?4 -"1 explorando y trazando vnculos co~ .::nductistas, sistmicas y racionalist.4.

    Si abordaremos cmo se expresan -as coyunturales y en problemtica.s ~

    ucir que la formulacin de Hay nos r