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1 Primera aproximación acerca de las condiciones de trabajo y violación de los derechos fundamentales en el sector azucarero Noviembre de 2016 CENTRO DE EMPLEADOS DEL AZÚCAR DEL INGENIO RÍO GRANDE

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Primera aproximación acerca de las condiciones

de trabajo y violación de los derechos

fundamentales en el sector azucarero

Noviembre de 2016

CENTRO DE EMPLEADOS DEL AZÚCAR DEL

INGENIO RÍO GRANDE

2

Índice

1 Introducción 3

2 Situación estructural de la industria del azúcar 6

2.1 Distribución geográfica, producción y precios en el sector azucarero 6

2.2 Relaciones laborales en la industria del azúcar 9

3 El proceso de recuperación de las organizaciones sindicales azucareras en Salta y Jujuy 13

3.1 El Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI) 14

3.2 El Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL) 15

3.3 Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza (SOEAILE) 17

3.4 Sindicato de Obreros del Azúcar y Centro de Empleados del Ingenio Río Grande – La Mendieta 19

3.5 Sindicato de Trabajadores del Azúcar del Ingenio San Martín del Tabacal (STA) 20

4 El conflicto y la ronda de negociación colectiva 2016 21

5 Violaciones a los derechos fundamentales de los trabajadores: condiciones de trabajo, vida y medio

ambiente

23

5.1 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio San Isidro 24

5.1.1 Las condiciones de trabajo de los trabajadores dependientes del Ingenio San Isidro 25

5.1.2 Las condiciones de trabajo de los trabajadores de Cañeros Independientes: el caso de la Finca

Darío Arias

26

5.2 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio Ledesma 28

5.2.1 Las condiciones de vida en los “Lotes” del Ingenio Ledesma 29

5.2.2 Las condiciones de trabajo de los zafreros 30

5.2.3 Las condiciones de trabajo en la fábrica 31

5.3 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio La Esperanza 32

5.3.1 Las condiciones de vida de los trabajadores dependientes del Ingenio La Esperanza: los casos de

Arrayanal y La Manga

33

5.3.2 Las condiciones de trabajo en el Ingenio La Esperanza 35

5.4 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio Río Grande – La Mendieta 38

5.4.1 Las condiciones de trabajo en la fábrica 39

5.4.2 Las condiciones de trabajo en el campo 40

5.4.3 Las condiciones de vida en los lotes: el caso de Piedritas 41

5.4.4 Las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores dependientes de cañeros independientes 42

5.5 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio San Martín del Tabacal 45

5.5.1 Enfermedades laborales y condiciones de trabajo en el campo 46

5.5.2 Condiciones de trabajo y salud dentro de la fábrica 47

6 Violación a los derechos fundamentales de los trabajadores: apertura de causas penales, represión

de la protesta, prácticas antisindicales y amenazas contra los puestos de trabajo

48

6.1 Criminalización de la protesta social: o cuando el sistema penal se mete en las relaciones laborales 48

6.2 Represión de la actividad sindical 50

6.3 Prácticas antisindicales contra la organización colectiva: obstrucción y limitación de la acción

gremial

51

6.3.1 Amedrentamiento y hostigamiento cotidiano contra los trabajadores 51

6.3.2 Obstáculos y persecución contra la organización sindical 53

6.4 Reducción de personal y cambios en las formas de organización del trabajo (cuarto turno) 55

3

1. Introducción*

La industria azucarera constituye uno de los ejes productivos de las provincias del noroeste de

nuestro país. De ella dependen directamente miles de trabajadores que realizan tareas tanto en el

campo como en la industria. Su impacto se proyecta, asimismo, sobre el conjunto de las poblaciones

que rodean los ingenios, cuya vida económica está estrechamente ligada a la suerte de la actividad

azucarera, y en gran medida sobre la totalidad de ambas provincias. Centros urbanos como General

Güemes (Salta), San Pedro (Jujuy), Libertador General San Martín (Jujuy) y Orán (Salta), por solo

citar a los que cuentan con más población, dependen sustancialmente de la situación que atraviesan

los trabajadores de los ingenios San Isidro, La Esperanza, Río Grande, Ledesma y San Martín del

Tabacal.

Los trabajadores de este sector se aglutinan en torno a seis organizaciones sindicales: el Sindicato

de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), el Sindicato de Obreros y Empleados del

Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar de Ingenio La

Esperanza (SOEAILE), el Sindicato de Obreros del Azúcar del Ingenio Río Grande La Mendieta

(SOAIRG), el Centro de Empleados del Azúcar del Ingenio Río Grande (CEAIRG) y el Sindicato de

Trabajadores del Azúcar del Ingenio San Martín del Tabacal (STAISMT). Todos ellos se encuentran

afiliados a la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma).

A lo largo de los últimos años los trabajadores azucareros de Jujuy y Salta han experimentado

importantes transformaciones en cuanto a su organización y acción sindical. Este proceso ha sido

impulsado no solo por aquellos trabajadores que desde hace muchos años se desempeñan en la

actividad, sino también por jóvenes que se han incorporado a lo largo de las últimas dos décadas y

que, en muchos casos, han promovido cambios en las conducciones de los sindicatos.

La consecuencia más visible de este proceso ha sido una recuperación significativa del salario y una

mejora de las condiciones laborales, en gran medida como producto de la lucha de los trabajadores

y las organizaciones sindicales. En otras palabras, el fortalecimiento sindical y el impulso de medidas

de acción colectiva han generado mejores condiciones de vida para el conjunto de los trabajadores

azucareros de Salta y de Jujuy.

Los inicios de este proceso pueden ser ubicados a fines de los años ’00 y principios de los ’10, cuando

la demanda por equiparar los salarios percibidos por los trabajadores azucareros de la provincia de

Tucumán aglutinaba muchos de los reclamos de sus pares en Salta y Jujuy. Sin embargo, una vez

cumplido este objetivo, las demandas por una recomposición salarial se complementaron con

discusiones en torno a las condiciones laborales.

* Documento elaborado por el Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma). Equipo de trabajo: Julia Campos, Luis Campos y Jimena Frankel. Noviembre de 2016.

4

Desde entonces los ejes de la acción sindical han estado puestos en diversos reclamos, algunos

comunes a toda la actividad, algunos propios de cada uno de los ingenios. Así, deben citarse la lucha

por la defensa de los puestos de trabajo en el Ingenio La Esperanza (contra una amenaza que según

el propio Gobierno de Jujuy alcanza a 811 trabajadores), los reclamos en contra de las prácticas

antisindicales en el Ingenio Ledesma, las acciones tendientes a visibilizar las violaciones de derechos

laborales de los trabajadores de las fincas y de los cañeros independientes en los Ingenios Río

Grande y San Isidro, la resistencia a la imposición de medidas de flexibilización laboral en el Ingenio

San Martín del Tabacal.

En este informe se sistematizan algunos de estos reclamos, así como también las principales

denuncias presentadas por los trabajadores y las organizaciones sindicales. Podemos observar aquí

las denuncias por las pésimas condiciones laborales que afectan a muchos trabajadores del sector.

En el campo, debido a la inexistencia o insuficiencia de los elementos de protección, a la exposición

a productos químicos, a déficits en las condiciones de habitación (baños comunes o con letrinas,

viviendas con riesgo de demolición, presencia de roedores y de distintas enfermedades transmitidas

por agentes como moscas y mosquitos, etc); en la fábrica, debido a la exposición a agentes

causantes de enfermedades laborales como la bagazosis, a la falta de cumplimiento de las normas

laborales en materia de prevención de accidentes, a la creciente intensidad en la explotación del

trabajo y a la obligación de muchos trabajadores de asumir múltiples tareas y funciones, etc.

La respuesta patronal ha tenido diversas modalidades, pero en los últimos años se ha radicalizado y

en muchos casos se han impulsado verdaderas políticas anti sindicales que han forzado a los

trabajadores a desarrollar conflictos de alta intensidad. En este sentido, las patronales han recurrido

recientemente al auxilio de las fuerzas de seguridad, quienes han actuado como brazos de las

estrategias de respuesta de los empleadores a las demandas sindicales. La represión física de las

manifestaciones ha alcanzado, en los últimos años, a los trabajadores de los Ingenios San Isidro,

Ledesma y San Martín del Tabacal. A ello debe sumarse la apertura de causas penales que

habitualmente se dirigen contra los dirigentes de las organizaciones sindicales que llevan adelante

los reclamos laborales. A lo largo de este informe se destacan los casos del Sindicato de Trabajadores

del Ingenio San Isidro, cuyo Secretario General tiene abiertas al menos 11 causas penales originadas

en conflictos laborales (e incluso podrían llegar a más de una cuarentena); del Sindicato de

Trabajadores del Ingenio Ledesma, cuyos representantes y trabajadores han sido acusados de

diversos delitos en el marco de conflictos laborales en los años 2013, 2014, 2015 y 2016; del

Sindicato del Tabacal, cuyos miembros de la Comisión Directiva afirmaron haber perdido la cuenta

de la cantidad de denuncias penales que la empresa efectuó en su contra durante los últimos ocho

años.

Esta articulación entre los empleadores y las agencias estatales ha resultado una constante en los

últimos años, y su intensidad se ha incrementado recientemente. Esta ha sido la principal forma de

intervención estatal en conflictos eminentemente laborales, en otras palabras, la justicia penal y las

fuerzas de seguridad han dejado en un segundo plano al accionar de la autoridad administrativa del

trabajo, cuya intervención también ha sido notoriamente favorable a los intereses de los

5

empleadores. En este caso se destacan el dictado de múltiples conciliaciones obligatorias en un

mismo conflicto laboral, la imposición de multas a las organizaciones sindicales, y una virtual

ausencia de la inspección del trabajo, pese a las reiteradas denuncias presentadas por los

trabajadores ante situaciones que, como veremos a lo largo de este informe, implican violaciones

reiteradas a los derechos fundamentales de los trabajadores en materia de condiciones laborales.

Represión violenta de las manifestaciones, inicio de causas penales, imposición de multas, ausencia

de intervención del Estado en materia de inspección laboral. Todas estas han sido las formas más

visibles de expresión de la articulación Estado – empleadores en tanto respuesta a los reclamos de

los trabajadores y las organizaciones sindicales. Sin embargo, a lo largo de este informe hemos

relevado una forma más sutil y persistente de estrategia antisindical. En particular, en los Ingenios

Ledesma y San Martín del Tabacal los empleadores han desarrollado a lo largo de los últimos años

un verdadero Plan Sistemático Antisindical, que incluye la imposición de sanciones individuales a

trabajadores, la prohibición a la dirección sindical para ingresar a los establecimientos, el desarrollo

de acciones tendientes a infundir temor entre los trabajadores, la utilización de los medios masivos

de comunicación para difundir mensajes contrarios a las organizaciones sindicales, la negativa

persistente a aceptar a la organización sindical como interlocutor del conjunto de los trabajadores.

Estas medidas son cotidianas y, en cierta medida, cuentan con un aval implícito o explícito de la

autoridad administrativa del trabajo.

Como veremos a lo largo de este informe, la organización y acción colectiva de los trabajadores del

azúcar de Salta y Jujuy ha crecido significativamente a lo largo de los últimos años, incluso a pesar

de las respuestas patronales y estatales. Aun así, subsisten desafíos muy importantes de cara al

futuro inmediato. Desde la lucha por la defensa de los puestos de trabajo en el Ingenio La Esperanza,

hasta la respuesta frente las múltiples y reiteradas acciones anti sindicales en los Ingenios Ledesma

y San Martín del Tabacal, pasando por la necesidad de mejorar las condiciones de vida, medio

ambientales y de salud e higiene laboral en la totalidad de los ingenios (principalmente en los

trabajadores del campo), y de los trabajadores que se desempeñan en fincas de cañeros

independientes. Se trata de tareas que necesariamente requerirán una mayor coordinación entre

la totalidad de las organizaciones sindicales y los trabajadores azucareros. Un avance significativo

en este sentido ha sido el proceso de recuperación de la Federación Azucarera Regional (FAR), que

a lo largo de este año se plasmó en el desarrollo de acciones de apoyo y solidaridad en los conflictos

de mayor intensidad que tuvieron lugar en el sector azucarero de Salta y Jujuy. La existencia de una

coordinación en la práctica, ya sea para fortalecer los reclamos de los trabajadores de los distintos

ingenios, ya sea para intercambiar información o para promover demandas comunes (como

recientemente sucedió con el bono de fin de año), constituye un avance estratégico de cara al futuro

cercano de la organización colectiva de los trabajadores azucareros.

6

2. Situación estructural de la industria del azúcar

2.1 Distribución geográfica, producción y precios en el sector azucarero

La industria de la caña de azúcar constituye uno de los ejes del sistema productivo del noroeste

argentino. La producción se concentra casi exclusivamente en las provincias de Tucumán, Salta y

Jujuy, que explican el 99,5% de la producción nacional (el restante 0,5% corresponde a dos ingenios

ubicados en las provincias de Santa Fe y Misiones).

El origen de la explotación de la caña de azúcar se remonta a fines del siglo XVIII y a lo largo del siglo

XX la producción ha presentado un marcado crecimiento, aún con la presencia de períodos de crisis.

El siguiente gráfico da cuenta de la cantidad de toneladas producidas durante los últimos cien años,

pudiendo observarse las grandes crisis de fines de los años ’60 y de fines de los años ’80, y también

el pico de producción al que se arribó en el período 2006/2009. Desde entonces, si bien se ha

registrado una leve caída, los niveles de producción siguen estando en los más elevados de la

historia. Por ejemplo, la producción promedio de los años 2014/2015 fue similar a la del período

2009/2012, y un 22,6% superior a la del período 1995/20051.

Fuente: Elaboración propia con datos del Centro Azucarero Argentino

En cuanto a la distribución regional de la producción, en el año 2015 la provincia de Tucumán

concentró el 64,5%, mientras que Jujuy concentró el 23,4% y Salta el 11,6%. Según los niveles de

producción, los ingenios más grandes son Ledesma en Jujuy (16,3% de la producción total),

Concepción en Tucumán (13,9% de la producción total) y San Martín del Tabacal en Salta (8,7% de

la producción total).

1 Dejamos fuera de este análisis la producción correspondiente al año 2013, que también puede ser observada en el gráfico, debido que en dicho año se registró una fuerte caída originada en factores climáticos.

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Gráfico n° 1: Producción nacional de azúcar (Toneladas)

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A nivel nacional existen 22 ingenios, de los cuales 15 están ubicados en la provincia de Tucumán, 2

en Salta, 3 en Jujuy, 1 en Santa Fe y 1 en Misiones. Por su parte, cada uno de los ingenios suele

obtener una parte de la caña de azúcar de campos propios, mientras que otra parte proviene de

cañeros independientes, o de caña que proviene de otros ingenios. Al respecto, en la provincia de

Tucumán convive una gran cantidad de cañeros independientes (alrededor de 6.300), pequeños

productores de hasta 50 hectáreas, con grandes productores que concentran amplias extensiones

de tierra y producción. Por el contrario, en Salta y Jujuy prevalecen los ingenios de gran tamaño e

integración productiva.

Por otra parte, el complejo productivo de la caña de azúcar ha incluido, desde el año 2010 en forma

significativa, la producción de bioetanol, utilizado como combustible a partir de una regulación

estatal que obliga a cortar las naftas con un porcentaje de este producto. Desde entonces, el

crecimiento de la producción de bioetanol ha sido muy importante y se ha transformado en una

fuente de grandes ganancias para los ingenios de Salta y Jujuy2. Como puede observarse en el gráfico

n° 2, el récord de producción se registró en el año 2015, y en los primeros meses del año 2016 la

producción total fue un 8,4% superior al mismo período de 2015.

Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Energía y Minería (los datos de 2016

corresponden al acumulado al mes de agosto)

El proceso productivo de la caña de azúcar incluye, como primer paso, un conjunto de tareas

correspondientes al cultivo de la caña de azúcar (preparación del suelo, siembra, regado, cosecha,

2 Para aquellas empresas que han invertido en plantas anhidradoras, la implementación del programa de biocombustibles les ha permitido contaron con ingresos complementarios y que no están tan expuestos a las variaciones precio del azúcar (por caso el Ingenio San Isidro, según las estimaciones del sindicato, cubre sus costos con la producción de alcohol anhidro).

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2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Gráfico n° 2: Bioetanol en base a caña de azúcar (en metros cúbicos)

8

etc). Los cañaverales suelen estar ubicados alrededor de los ingenios, en los que luego se realiza la

tarea de molienda, originando distintos subproductos entre los que se encuentran el azúcar blanco

(destinado al mercado interno), el azúcar crudo (destinado a la exportación), el bioetanol y el papel.

Asimismo, se destaca la producción de azúcar orgánica (mayoritariamente a cargo del Ingenio San

Isidro de Salta, y en menor medida del Ingenio La Esperanza de Jujuy y San Javier de Misiones).

En cuanto al precio del azúcar, principal subproducto de la caña de azúcar, a nivel internacional ha

registrado una marcada recuperación a partir del año 2005, luego de los bajos precios que se habían

registrado en la década previa (con un promedio de 8,9 centavos de dólar por libra entre 1995 y

2004). El ciclo alcista de los precios llegó a registrar los máximos históricos entre 2009 y 2012,

ubicándose en 21,7 centavos de dólar por libra, lo que representa un aumento de más del 100%

respecto del promedio del período 1995/2004. Estos máximos estuvieron fuertemente

condicionados por la especulación financiera en torno a los precios de los comodities que

impulsaron un alza de los precios de la totalidad de los precios primarios. Si bien aquellos máximos

no se sostuvieron en el tiempo, al igual que los precios de todos los productos primarios, tan solo

en el año 2015 se ubicaron por debajo de la barrera de 15 centavos de dólar por libra, y en el año

2016 volvieron a mostrar una senda ascendente que ubica el precio internacional actual

nuevamente por sobre los 20 centavos de dólar por libra. Este último valor es el mayor de los últimos

20 años, con la única excepción del período 2009/2012 (ver gráfico n° 3).

Fuente: elaboración propia con datos de www.indexmundi.com

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Gráfico n° 3: Precio internacional del azúcar(centravos de U$S por libra - Contrato n° 11)

9

Finalmente, cabe destacar que si bien la mayoría de la producción del complejo azucarero se destina

al mercado interno, las exportaciones también ocupan un lugar importante dentro del esquema de

negocios de los ingenios (en promedio destinan el 10% de la producción al mercado externo). Sin

embargo, como puede apreciarse en el gráfico n° 4, entre las campañas 2005/06 y 2009/10 la

cantidad de toneladas exportadas se incrementó significativamente, llegando a representar un

tercio del total de la producción. Desde entonces, esta participación ha vuelto a ubicarse en los

niveles registrados durante la década anterior.

Fuente: elaboración propia con datos del Centro Azucarero Argentino

2.2 Relaciones laborales en la industria del azúcar

En el año 2015 la industria del azúcar empleó en promedio a 15.597 trabajadores en todo el país3

con una remuneración promedio de $ 19.052 mensuales. Sin embargo, el peso relativo de esta

industria es mucho mayor en las provincias de Tucumán, Jujuy y Salta, teniendo una importancia

decisiva para la economía de las primeras dos, y muy significativa para la última de ellas. Esta

relación es aún más estrecha en el caso de los departamentos y municipios directamente ligados a

la producción azucarera. Al respecto, la situación de los ingenios azucareros ubicados en Salta y en

Jujuy tiene un impacto directo en los siguientes departamentos y localidades:

3 La información oficial disponible dificulta calcular fehacientemente la cantidad de trabajadores vinculados a la industria de la caña de azúcar. En particular, es posible afirmar que una parte significativa de los trabajadores dependientes de pequeñas fincas de cañeros independientes sean registrados como trabajadores rurales, por más que las tareas que realizan son similares a aquellas correspondientes al sector campo de los ingenios. Como veremos posteriormente, ello redunda en niveles salariales manifiestamente inferiores, peores condiciones laborales y, en términos generales, mayores niveles de precarización laboral (incluyendo mayores niveles de trabajo no registrado).

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Gráfico n° 4: Exportaciones totales (tn)

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Ingenio Ledesma: departamentos de Ledesma (localidades de Libertador General San

Martín, Caimancito, Fraile Pintado, Calilegua, La Paulina) y Santa Bárbara (localidades de El

Talar, Vinalito, El Piquete);

Ingenio La Esperanza: departamento de San Pedro (localidades de San Pedro, La Esperanza,

Arrayanal, La Manga, San Antonio, Miraflores, El Puesto, Parapetí)

Ingenio Río Grande – La Mendieta: departamento de San Pedro (localidades de San Pedro,

La Mendieta, El Sauzal, Barro Negro, Lote Emilio, Palos Blancos, Piedritas)

Ingenio San Isidro: departamento de General Güemes (localidades de General Güemes,

Campo Santo, Cobos, Betania, El Prado, Zapallal, y El Bordo);

Ingenio San Martín del Tabacal: departamento de Orán (localidades de Orán, Pichanal,

Hipólito Yrigoyen, Paraje El Tabacal, Abra Grande, Colonia Santa Rosa y Urundel).

Los trabajadores del azúcar tradicionalmente se han organizado en torno a sindicatos de empresa.

En este sentido, existe una relación muy estrecha en términos espaciales entre el ingenio, las

plantaciones de caña, los pueblos comprendidos en dicho espacio, y la organización sindical. El

sindicato, en esta actividad, no solo constituye un agrupamiento de los trabajadores de una misma

actividad o empleador, sino que representa un espacio de articulación de la vida social de los

trabajadores empleados por el sector, de sus familias, y de la población en general.

Las condiciones de trabajo de los trabajadores de la industria del azúcar están reguladas, como piso

mínimo, por el Convenio Colectivo de Trabajo n° 12/88, firmado entre la FAR – Federación Azucarera

Regional, FOTIA – Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera, SEIAIC – Sindicato de

Empleados de la Industria Azucarera Ingenio Concepción, SEIAILF – Sindicato de Empleados de la

Industria Azucarera Ingenio La Florida, SEILF – Sindicato de Empleados del Ingenio La Fronterita;

Sindicato de Empleados del Ingenio La Trinidad; Sindicato de Obreros y Empleados de Calilegua;

SOYEASI – Sindicato Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro, STAISM – Sindicato de Trabajadores

del Azúcar San Martín del Tabacal, SUTP – Sindicato Único de Trabajadores de Las Palmas por una

parte, y por la otra el Centro Azucarero Argentino, el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán y

la Unión Cañeros Independientes de Tucumán. Sin embargo, existen múltiples negociaciones

posteriores a nivel de empresa que modifican parcialmente la implementación de este convenio.

La negociación salarial a lo largo de la última década se estableció a través de la paritaria azucarera,

que reúne a la totalidad de los sindicatos y las cámaras del sector. En dicha negociación el Ministerio

de Trabajo dispuso que la voluntad del sector trabajador se conforme con la mayoría de los votos

de los sindicatos (a razón de un voto por cada sindicato), por lo que en los últimos años los acuerdos

salariales fueron firmados entre las cámaras del sector y los sindicatos del azúcar de Tucumán,

nucleados en la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar.

Estos acuerdos salariales fueron rechazados en forma reiterada por los sindicatos de las provincias

de Salta y Jujuy, que en los últimos años han llevado adelante conflictos de diversa intensidad

tendientes a recuperar el salario real. En cierto sentido, ha existido una coordinación informal entre

los sindicatos de Salta y Jujuy tendiente a obtener incrementos salariales superiores a los

11

establecidos en la paritaria azucarera por rama de actividad. Este proceso cobró una importancia

muy significativa a partir del año 2011, en tanto se generalizó dentro de los trabajadores azucareros

del norte la demanda por igualar (o superar) los salarios pagados por la industria en la provincia de

Tucumán. Esta demanda resultó exitosa, y a partir de entonces el crecimiento de los salarios de los

trabajadores del azúcar de Salta y de Jujuy ha sido significativamente superior al de los trabajadores

del azúcar de la provincia de Tucumán.

En el gráfico n° 5 puede observarse un indicador que permite realizar una aproximación a esta

variación. Allí se ilustra la brecha salarial entre los trabajadores registrados de la industria de la

alimentación de la provincia de Jujuy respecto de los trabajadores de la industria de la alimentación

de la provincia de Tucumán. En ambos casos la variación de dicha rama está directamente

relacionada con los salarios percibidos en ambas provincias por los trabajadores de la industria

azucarera. Como puede apreciarse, entre los años 2004 y 2010 el salario percibido por los

trabajadores del azúcar de Jujuy era, en promedio, un 3,4% inferior al de sus pares de Tucumán.

Esta relación se invirtió a partir de 2011, y desde entonces ha comenzado a ampliarse la brecha a

favor de los trabajadores de Jujuy, al punto de representar, en promedio, un 8% en el año 20154.

Fuente: elaboración propia con datos del Ministerio de Trabajo de la Nación – Observatorio del

Empleo y la Dinámica Empresarial (MT – OEDE)

4 La información disponible al momento de elaborar este informe no permite incluir a la provincia de Salta en esta comparación, por cuanto los datos agregados para la industria de la alimentación en esta provincia no están tan relacionados con la industria del azúcar como en el caso de Jujuy y Tucumán. Aun así, la evolución de los salarios de convenio en el caso de los ingenios de Salta ha sido similar a la de los ingenios de Jujuy, por lo que es posible inferir que esta brecha ha evolucionado en sentido similar.

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Gráfico n° 5: Brecha salarial en la industria de la alimentación -Jujuy/Tucumán

12

Otro indicador que confirma la existencia de esta brecha salarial es la comparación de los salarios

de convenio. En tal sentido, el salario correspondiente a la tira final de la categoría inicial negociado

en la paritaria 2016 es significativamente superior en los acuerdos salariales de los trabajadores de

Salta y Jujuy, que superan al de sus pares de Tucumán por entre un 11% y un 16%.

Como veremos a continuación, el proceso de recuperación salarial de los trabajadores azucareros

de Salta y Jujuy también incluyó disputas en torno a las condiciones de trabajo, y no estuvo exento

de conflictos de alta intensidad impulsados por las organizaciones sindicales. En este sentido, cabe

destacar que esta mejora en los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores azucareros

de Salta y Jujuy no implicó una merma en la participación de los ingenios de estas provincias en la

producción total, ni en la cantidad de caña molida ni en sus niveles de rendimiento (ver gráficos n°

6 y 7).

Finalmente, cabe destacar que a diferencia de las organizaciones sindicales de la industria del azúcar

en Salta y Jujuy, los empleadores del sector sí poseen instancias formales de coordinación

sectoriales. En este sentido, los ingenios azucareros de Salta y Jujuy integran el Centro Azucarero

Regional del Norte Argentino (CARNA), que junto con el Centro Azucarero Regional de Tucumán

(CART) conforman el Centro Azucarero Argentino. Por su parte, los cañeros independientes se

encuentran agrupados en la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (UCIJS). En otras

palabras, pese a la existencia de una negociación que mayoritariamente se desarrolla a nivel de

empresa, los empleadores poseen instancias de coordinación muy significativas.

Fuente: Elaboración propia con datos del Centro Azucarero Argentino

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Gráfico n° 6: Participación de las subregiones en la producción total de azúcar

Norte Tucumán

13

Fuente: Elaboración propia con datos del Centro Azucarero Argentino

3. El proceso de recuperación de las organizaciones sindicales azucareras en Salta y Jujuy

A lo largo de los últimos años las organizaciones sindicales de los trabajadores de los ingenios de

Salta y Jujuy experimentaron transformaciones internas significativas. En su mayoría atravesaron

por cambios en la conducción que dieron un notable impulso a la acción colectiva y que permitieron

no solo recuperar el salario real a partir de los niveles extremadamente bajos existentes a fines de

los años ’90 y principios de los ’00, sino también volver a discutir colectivamente las condiciones de

trabajo no salariales, designar delegados en los lugares de trabajo y hasta fortalecer el lugar de los

sindicatos como espacio de articulación social en cada uno de los pueblos (un ejemplo de ello lo

constituye la recuperación de las sedes sindicales, su ampliación y las múltiples actividades sociales

que se desarrollan en cada una de ellas). Posiblemente uno de los ejemplos paradigmáticos de este

proceso de fortalecimiento de las organizaciones sindicales, tanto por su valor material como

simbólico, lo haya dado el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma, a

partir de su decisión de presentarse como querellante en la causa en la que se investiga a los dueños

del ingenio por su participación como responsables en los crímenes de lesa humanidad cometidos

durante la última dictadura militar. Sin embargo, los avances se han dado en todos los ingenios de

Salta y Jujuy, incluyendo el papel estratégico que han tenido las organizaciones de los ingenios más

chicos (San Isidro y Río Grande – La Mendieta), que en muchos casos generaron las condiciones para

impulsar negociaciones salariales al alza, hasta los conflictos de alta intensidad que han podido

sostener en el tiempo los trabajadores agrupados en los sindicatos del azúcar en los ingenios La

Esperanza y San Martín del Tabacal.

Un aspecto central en este proceso fue el efecto imitación que cada organización y conflicto fue

teniendo sobre las restantes. Más que una competencia entre sindicatos y trabajadores de distintos

ingenios, los triunfos de cada uno de ellos operaban como catalizador para impulsar las demandas

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Gráfico n° 7: Participación de las subregiones en el total de caña molida

Norte Tucumán

14

de los restantes, otorgándole una mayor legitimidad y viabilidad. Así, durante varios años un

argumento central de las demandas salariales consistía en equiparar la escala salarial del ingenio

que había obtenido el mayor aumento.

A continuación describiremos sintéticamente la forma que asumió este proceso en cada uno de los

ingenios, para luego adentrarnos en las características de la ronda de negociación salarial 2016 y

finalmente las principales demandas que actualmente lleva adelante cada uno de los sindicatos.

3.1 El Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI)

El SOEASI fue fundado a mediados de los años ’40 y agrupa a los trabajadores del Ingenio San Isidro,

ubicado en la localidad de Campo Santo en la provincia de Salta. Se trata del ingenio más antiguo,

cuya fundación se remonta al año 1760.

La empresa mantuvo activa la producción hasta su quiebra en 1990 y solo volvió a producir nueve

años más tarde. La organización sindical de los trabajadores siguió un camino similar, y recién a

comienzos de la década del ’00 volvió a tener presencia en el Ingenio.

El origen de la actual conducción se vincula con los conflictos que un grupo de trabajadores, en su

mayoría jóvenes, comenzó a desarrollar en el año 2013. Este proceso se realizó a través de

asambleas en donde se reclamaban mejoras en el salario, el rechazo al cuarto turno y se cuestionaba

el vínculo entre la dirigencia sindical de ese entonces y la empresa. Como consecuencia de dichos

conflictos los trabajadores obtuvieron un fuerte aumento salarial que les permitió equiparar los

existentes en otros ingenios y eliminar el cuarto turno. Sin embargo, la reacción de la patronal

intentó desarticular esta incipiente organización mediante el despido de Mariano Cuenca, actual

Secretario General del Sindicato y activista en aquel conflicto. Frente a esta medida de represalia

los trabajadores iniciaron un paro total que logró revertir la decisión de la empresa, y

posteriormente organizaron una asamblea donde reclamaron la revocatoria de los mandatos de la

comisión directiva del sindicato. Las elecciones finalmente se llevaron adelante el 22 de diciembre

de 2013 y la actual conducción triunfó con el 66% de los votos.

La primera tarea de la nueva dirección del sindicato fue relevar todos los incumplimientos del

convenio colectivo. Como consecuencia de ello en abril de 2014 se realizó un paro de actividades en

donde se reclamaron aumentos salariales, mejoras en las condiciones de seguridad e higiene, la

reducción de la cantidad de surcos de los trabajadores de la siembra para lograr su jornal, cambios

en las modalidades de contratación, entre otros. Este paro incluyó manifestaciones entre las

localidades de Campo Santo y Güemes, y los trabajadores sufrieron la represión por parte de la

policía de la provincia de Salta. El paro se prolongó durante 43 días y finalmente los trabajadores

consiguieron casi la totalidad de las reivindicaciones planteadas (entre ellas un aumento salarial

muy significativo, incrementos en los adicionales, reencuadramiento de trabajadores a los que se

les aplicaba la ley correspondiente al trabajo rural, mejoras en el transporte, reducción de la

15

cantidad de surcos, mejoras en los elementos de seguridad y la ropa de trabajo, límites a la

tercerización, entre otras).

En 2015 la empresa buscó revertir las conquistas del año anterior y despedir a 100 trabajadores.

Para ello difundió entre los trabajadores y sus familias información sobre una supuesta crisis

económica en el ingenio y solicitó el apoyo para dejar en suspenso la aplicación del convenio a través

de un procedimiento preventivo de crisis.

El sindicato respondió aportando información acerca de las importantes ganancias que el ingenio

seguía obteniendo, y a principios de agosto inició un paro de actividades con marchas y

manifestaciones en la ruta 34. Las medidas de fuerza se extendieron 5 días y los trabajadores no

solo lograron impedir que prospere el procedimiento de crisis, sino que también obtuvieron

incrementos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo.

Las luchas de 2014 y 2015 fortalecieron la acción gremial del sindicato y limitaron el poder patronal.

En esta nueva relación de fuerzas la paritaria salarial de 2016 se cerró sin un conflicto abierto entre

trabajadores y empleadores, incluyendo un aumento salarial y nuevas mejoras en las condiciones

de trabajo (entre ellas recategorizaciones, mayores facilidades para el ejercicio de las tareas

gremiales, aumentos en las licencias, etc).

3.2 El Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL)

El SOEAIL fue fundado en 1960 y representa a los trabajadores azucareros del Ingenio Ledesma

ubicado en la localidad de Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy. Este ingenio es

el mayor del país y posee una gran importancia para la economía no solo de las localidades

directamente afectadas, sino para el conjunto de la provincia.

Durante los años ’70 el Ingenio Ledesma fue sede de uno de los episodios más paradigmáticos de la

represión y los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Durante

“la noche del apagón” al menos 400 personas fueron secuestradas y al menos 33 continúan

desaparecidas. Desde los organismos de derechos humanos se ha denunciado desde entonces la

complicidad entre la dirección del ingenio, a cargo de Carlos Blaquier, y las fuerzas de seguridad.

Dicha complicidad, y la responsabilidad penal de los titulares del ingenio, actualmente está siendo

investigada por la justicia federal de nuestro país.

Este episodio marcó a fuego la situación de los trabajadores del ingenio y de la población en general,

y la acción sindical en la empresa recién resurgió con fuerza en 2008. Por entonces un grupo de

trabajadores y delegados, disconforme con la conducción gremial de ese entonces, estuvo muy

cerca de triunfar en las elecciones del sindicato.

El cambio en la dirección sindical llegaría en el año 2011, originando un proceso de lucha y

organización vinculado no sólo a recuperar y mejorar las condiciones de trabajo existentes, sino

16

también a reivindicar la historia de lucha de los trabajadores de Ledesma y a denunciar la

complicidad patronal con la dictadura militar.

Entre los primeros reclamos la nueva conducción denunció las condiciones del transporte de los

trabajadores del campo y la pésima situación en que se encontraban las viviendas en los lotes.

Paralelamente, se incrementó significativamente la cantidad de delegados y se impulsó un conflicto

tendiente a eliminar la tercerización del personal eventual a través de las empresas Adecco,

Manpower y Nexo. Así se obligó a Ledesma a ser el responsable directo del personal eventual y a

reducir anualmente un 10% la cantidad de trabajadores bajo esta modalidad contractual. Se

empezaron a pagar por primera vez horas extras en el campo, se recuperó el pago de un premio por

asistencia y puntualidad de 5 jornales, que cuando a causa de condiciones climáticas (lluvia, viento

o nieve) el trabajador no pueda realizar sus tareas la empresa asegurará el pago mínimo de 12

jornales, entre otras conquistas.

La recuperación de la organización sindical en el año 2011 también tuvo efectos sobre otras

demandas sociales insatisfechas no solo en la localidad de Libertador General San Martín, sino en

toda la región. En palabras de los integrantes de la Comisión Directiva del SOEAIL: “la recuperación

del sindicato ayudó a perder el miedo”. Por entonces se produjo una serie de ocupaciones de tierras

y viviendas en distintas localidades de la provincia, denunciando la existencia de fuertes déficits en

materia habitacional. El caso más significativo de este proceso fue la ocupación de tierras de la

empresa Ledesma en el predio conocido como “El Triángulo”, que fue duramente reprimida por la

policía provincial con la complicidad del personal de seguridad de la empresa, incluyendo el

asesinato de cuatro personas.

A nivel provincial, este conflicto fue el antecesor de la sanción de una ley que estableció “un lote

para cada familia que lo necesite”, y localmente la empresa Ledesma se vio forzada, dada la

exposición mediática que adquirió el conflicto, a entregar tierras para construir viviendas, necesarias

no solo para los trabajadores de la empresa sino para toda la comunidad. Este es el origen de las

denominadas 1.000 viviendas, cuya adjudicación también ha sido motivo de denuncia por parte de

la organización sindical, tal como veremos posteriormente.

A partir del año 2013 los conflictos crecieron en intensidad, y también lo hizo la respuesta patronal.

En las paritarias salariales de ese año se originó la primera causa penal contra el Secretario General

del SOEAIL, práctica que, como veremos posteriormente, se transformó en una costumbre ligada a

los reclamos de los trabajadores.

En el año 2014 el principal conflicto se trasladó a la Finca El Talar, cuyos trabajadores promovieron

movilizaciones y acampes frente a la residencia de la familia Blaquier para protestar contra la

implementación de cuatro equipos de plantación mecanizados, que significaban la suspensión de

tareas de 180 trabajadores de agricultura eventuales y temporarios, durante 120 días. Producto de

la lucha se consiguió reinstalar a gran parte de ellos y mejorar las condiciones de contratación de

los mismos. No obstante, una parte importante de la conducción del sindicato y de los trabajadores

17

que participaron de las protestas fue denunciada penalmente por la empresa. Meses más tarde se

realizaron nuevas elecciones, y la conducción del sindicato revalidó su triunfo con el 67% de los

votos, enfrentando a tres listas patronales.

La intensidad del conflicto laboral continuó incrementándose en el año 2015, que nuevamente

culminó con un acuerdo salarial, cambios en las condiciones de trabajo y la apertura de causas

penales contra los trabadores y, en particular, contra los miembros de la conducción sindical.

Durante este año la organización sindical se presentó como querellante contra la familia Blaquier

en el proceso judicial donde se investiga su responsabilidad en los crímenes de lesa humanidad

cometidos durante la última dictadura militar.

Finalmente, en el año 2016 el conflicto salarial incluyó otros reclamos como mejoras en las

condiciones de trabajo, cambios en los tiempos de trabajo y quejas por maltrato laboral por parte

de los supervisores. El sindicato anunció un paro por tiempo indeterminado a partir del 7 de junio,

que fue pospuesto hasta el 14 de julio luego del dictado de la conciliación obligatoria por parte del

Ministerio de Trabajo. Vencida dicha conciliación, los trabajadores se encontraban dispuestos a

iniciar la medida cuando fueron reprimidos por la Gendarmería Nacional junto a la Policía provincial

y municipal mientras se manifestaban en uno de los ingresos a la planta. Como resultado de dicha

represión 80 trabajadores sufrieron heridas de balas de gomas y padecieron los efectos de los gases

lacrimógenos.

La manifestación de los trabajadores se trasladó a la Ruta Nacional 34 y el conflicto se prolongó

hasta fines del mes de julio, en el que la organización sindical y la empresa arribaron a un acuerdo

salarial que también incluyó mejoras en las condiciones de trabajo.

Durante el transcurso de este conflicto los trabajadores azucareros recibieron la solidaridad de otras

organizaciones sindicales, sociales y organismos de derechos humanos. Sin embargo, también se

enfrentaron a diversas prácticas antisindicales provenientes tanto de la empresa como de parte del

gobierno de la provincia de Jujuy. Sobre ellas volveremos más adelante en este informe.

3.3 Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza (SOEAILE)

El SOEAILE se fundó el 22 de febrero de 1945 y representa a los trabajadores del Ingenio La

Esperanza, ubicado en la localidad de La Esperanza (cercana a San Pedro) en la provincia de Jujuy,

cuyos titulares fueron los integrantes de las familias Jorge y Figueroa hasta 1999. En aquel año la

empresa inició un proceso de quiebra y la justicia otorgó el gerenciamiento de su continuidad a una

empresa privada. Desde entonces los trabajadores sostuvieron el funcionamiento del Ingenio a

pesar de las ineficientes medidas adoptadas por los distintos gerenciadores de la quiebra. En

palabras de un integrante actual de la Comisión Directiva de la organización sindical: durante su

quiebra el ingenio fue “la gallina de huevos de oro de todos los gobiernos, síndicos y gerenciadores”.

Por el contrario, los trabajadores hace 18 años que empezaron una historia de resistencia gremial

por la defensa de las fuentes de trabajo.

18

Las distintas gestiones dependientes de los gobiernos administraron la empresa discrecionalmente.

Por ejemplo en 2015 se adjudicaron 120 hectáreas de tierras cultivables del Ingenio para realizar 5

proyectos productivos que sólo generaron trabajo en condiciones precarias y redujeron las tierras

disponibles para la zafra. Asimismo, las inversiones en mejorar el funcionamiento del ingenio han

sido virtualmente inexistentes, y en gran medida estuvieron ligadas a iniciativas de los propios

trabajadores. Durante los últimos años también hubo una ausencia de nuevas incorporaciones, lo

que fue generando un paulatino achicamiento del ingenio, y una mayor cantidad de tareas a cargo

de los trabajadores que todavía están empleados en la empresa.

En febrero de 2016, el nuevo de Gobierno inicio una campaña de vaciamiento anunciando el despido

de 811 trabajadores, pese a que durante la campaña electoral del año 2015 se había comprometido

a garantizar la totalidad de las fuentes de trabajo. Dicha campaña incluyó la difusión de un spot

boicoteando la continuidad del ingenio debido a que supuestamente generaría un déficit de 600

millones de pesos. Los trabajadores del ingenio cuestionaron este mensaje, y destacan que la

necesidad de asistencia financiera es mucho menor, y que incluso el ingenio podría ser superavitario

si se hicieran mínimas inversiones para mejorar los niveles de producción.

La intención del gobierno provincial se plasmó en la sanción de la ley 5929, que facilita los

mecanismos para eliminar 811 puestos de trabajo en el ingenio. Esta ley fue rechazada por los

trabajadores y el SOEA denuncia la imposibilidad de producir con 500 trabajadores en tanto con el

plantel actual la producción se sostiene al límite. En este sentido cuestionan al Gobierno y plantean

que su objetivo podría ser cerrar la fábrica y vender las tierras del ingenio para tareas de cosecha,

que luego podría ser procesada por otros ingenios de la zona, y para cuyas tareas no serían

necesarios los 811 trabajadores que el Estado provincial pretende despedir.

En este marco, las negociaciones salariales de este año incluyeron un acuerdo que fue rechazado

por muchos trabajadores. Si bien el monto de la tira final se encuentra en línea con los salarios

percibidos por los restantes ingenios, la composición del salario incluye alrededor de un 40% de

sumas no remunerativas, lo que impacta en los adicionales legales y convencionales. A tal punto ello

fue así que en el acuerdo salarial del 2016 se negoció un básico inferior al previsto en el acuerdo

salarial del 2015. Resulta llamativo que de un año a otro el básico se haya reducido en $ 1. No se

trata aquí del monto, sino de su significado simbólico en términos de una negociación a la baja. Más

aún, en dicho acuerdo salarial también se negoció la renuncia de derechos conquistados en caso de

venta de la firma. El texto de la cláusula respectiva señala que:

“Todas las actas laborales, donde se reflejan condiciones de trabajo con las anteriores

administraciones y/o autoridades del Ministerio de Gobierno de la Provincia, tendrán

vigencia hasta que opere la venta del ingenio”.

19

Esta negociación fue repudiada por una parte de la comisión directiva del SOEAILE, quienes tuvieron

que retirarse del recinto donde se desarrollaban las reuniones, hecho que quedo planteado en un

acta ante la autoridad administrativa del trabajo.

Luego de estas negociaciones se realizaron elecciones sindicales y un desprendimiento de la anterior

conducción (aquél que había rechazado la negociación salarial) se impuso con el 50% de los votos.

Una de las primeras medidas que realizó fue impugnar la paritaria tanto en su contenido como en

su forma, debido a la proscripción de los miembros paritarios que se opusieron. También se planteó

un recurso de inconstitucionalidad de la ley 5929.

Actualmente la discusión está planteada en torno a la continuidad del Ingenio La Esperanza, en gran

medida como consecuencia de la decisión del Gobierno Provincial de retirarse de su administración.

En este sentido, recientemente los trabajadores recibieron notificaciones informales (que también

son difundidas por los medios masivos de comunicación) acerca de una propuesta para que acepten

retirarse del ingenio. Dicha propuesta incluiría un puesto en la planta permanente de la

administración provincial sumado a una indemnización o una solución de vivienda. Sin embargo, no

existen precisiones sobre este ofrecimiento del Gobierno Provincial, y el sindicato carece de

mayores precisiones en torno a las intenciones oficiales acerca del futuro del ingenio.

3.4 Sindicato de Obreros del Azúcar y Centro de Empleados del Ingenio Río Grande – La

Mendieta

El Sindicato de Obreros del Azúcar y el Centro de Empleados del Azúcar son las entidades sindicales

que representan a los trabajadores del ingenio Rio Grande, ubicado en la localidad de La Mendieta

de la provincia de Jujuy. Las actividades de este ingenio se remontan a fines del siglo XIX y en este

caso los dos gremios que vienen trabajando mancomunadamente desde el año 2009.

Si bien cada uno tiene sus afiliados e incluso compiten en su ámbito personal de representación,

realizan las negociaciones y conflictos en conjunto para lograr mejoras uniformes para todos los

trabajadores. Esa articulación permite que los trabajadores tengan una representación total en la

empresa y consigan un piso común de condiciones para obreros y empleados.

Asimismo, esta unidad también les ha permitido acercarse a otros trabajadores que se encontraban

aislados de la participación sindical. En particular, la situación de los trabajadores dependientes de

cañeros independientes constituye una preocupación para las organizaciones sindicales y

recientemente se han llevado adelante acciones para mejorar sus condiciones de trabajo.

La última medida de fuerza efectiva realizada en el ingenio fue en el año 2013, año en el que

consiguieron una mejora sustancial del salario producto de un paro por 48 horas. Desde entonces

la empresa ha buscado mejorar la relación con los sindicatos, permitiendo el ingreso a los lugares

de trabajo y habilitando canales de diálogo que eviten la exteriorización de los conflictos. En este

sentido, en junio de 2016 el gremio voto en una asamblea un paro de 96 horas, que finalmente no

20

se hizo efectivo ya que se arribó a un acuerdo salarial y de mejoras en las condiciones laborales,

incluyendo pases de trabajadores eventuales a transitorios, de transitorios a permanentes, becas,

mejoras en las condiciones de seguridad e higiene, entre otras.

3.5 Sindicato de Trabajadores del Azúcar del Ingenio San Martín del Tabacal (STA)

El Sindicato de Trabajadores del Azúcar representa a los obreros del Ingenio San Martín del Tabacal

que desde 1996 es parte de la corporación estadounidense Seaboard. La actual conducción del

gremio se originó en el año 2008 como consecuencia de un conflicto con la empresa que se negó a

abonar un premio por zafra, sin que la anterior conducción cuestionara dicha medida. Los

trabajadores reaccionaron impulsando un paro de actividades que recibió como respuesta el

despido de 12 obreros, entre ellos Martín Olivera, actual Secretario General del STA. Tras la

reinstalación de los despedidos, el descontento con la anterior conducción sindical forzó el

adelantamiento de las elecciones, y en noviembre de 2008 asumió una nueva Comisión Directiva

que se mantiene hasta la actualidad.

Desde entonces la organización sindical ha llevado adelante diversas acciones con el objetivo no

solo de recuperar el salario de los trabajadores, sino también las condiciones de contratación y

seguridad e higiene. Uno de los principales reclamos ha sido la modificación de un convenio

colectivo firmado a la baja en el año 2003 que establece desigualdades entre los trabajadores con

iguales tareas, según hayan ingresado antes o después de dicha fecha a la empresa, violando así el

principio de igual remuneración por igual tarea previsto en la Constitución Nacional.

Dentro de estas medidas se encuentra un paro de 4 horas por turno que en el año 2011 se extendió

por más de 15 días y sirvió no solo para mejorar la situación del conjunto de los trabajadores sino

también, en palabras de la conducción sindical, “para perder el miedo”.

Un año más tarde, la empresa despidió a decenas de trabajadores en el marco del conflicto por

paritarias, hecho que empujó a realizar un nuevo paro por turno y un corte de ruta que recibió el

apoyo de las familias de los trabajadores y la comunidad. Esta medida fue reprimida por las fuerzas

de seguridad que contaron con la colaboración de la empresa. Sin embargo, muchas de las

reivindicaciones allí planteadas se obtuvieron luego de más de dos semanas de conflicto (situaciones

similares tuvieron lugar en los años 2014 y 2015).

Producto de estas luchas se han conseguido no solo el respeto de las condiciones de trabajo, sino

también una mejora de las prexistentes. Entre otros logros destacados por el sindicato se

encuentran el pago por días de lluvia, la mejora en las viviendas en las fincas, la aplicación de la ley

de contrato de trabajo a los trabajadores de campo, el otorgamiento de categorías y

mensualizaciones para los trabajadores agrícolas, el ascenso automático para los trabajadores que

revistan 7 meses en una categoría superior, mejoras en las condiciones de seguridad e higiene, entre

otros. A su vez, la organización sindical viene resistiendo exitosamente el intento de la empresa de

21

implementar un cuarto turno o turno relevante, que implicaría un aumento en la intensidad del

trabajo y una fuerte disminución salarial (sobre este punto volveremos posteriormente).

Pero así como la acción sindical se intensificó a lo largo de estos años, también se incrementaron

los esfuerzos de la empresa para desarticular del sindicato llegando a transformarse en uno de sus

principales objetivos. Ello se plasmó tanto reorganización en la conducción empresaria (incluyendo

el reemplazo de distintas gestiones de la gerencia de recursos humanos) como en el aumento de las

prácticas disciplinarias. En efecto, desde el 2008 la empresa ha recurrido, entre otras prácticas, a

aplicar sanciones a los trabajadores cercanos a la conducción del sindicato, discriminar a los

delegados, iniciar de causas penales contra los dirigentes, etc (sobre estas prácticas volveremos más

adelante en este informe).

En el año 2016 la acción sindical se enfrentó a un fuerte desafío por la intransigencia patronal en

implementar cambios en la organización del proceso de producción. El conflicto se prolongó durante

76 días (no solo por las medidas adoptadas por los trabajadores sino también por un lock out

patronal) e involucró al conjunto de las comunidades afectadas (Orán, Pichanal e Hipólito Yrigoyen),

incluyendo una participación muy importante de los referentes religiosos de estas localidades.

En el marco de este conflicto los trabajadores fueron fuertemente reprimidos el 24 de agosto, hecho

en el que las fuerzas de seguridad utilizaron balas de goma, plomo y gases, y llegaron a detener

provisoriamente al Secretario Adjunto del STA Simón Tolaba. La represión dejó un saldo de decenas

de heridos, entre quienes se encuentra el Secretario de Actas con una herida de bala de goma en la

frente.

Luego de estos hechos, y también como consecuencia del pedido de los trabajadores, intervino el

Obispado de Orán y se conformó un comité de crisis que incluyó a los intendentes de Orán, Hipólito

Irigoyen y Pichanal. Finalmente, se arribó a un acuerdo parcial que permitió comenzar la zafra y

continuar la discusión sobre los puntos pendientes.

4. El conflicto y la ronda de negociación colectiva 2016

La ronda de negociación paritaria del año 2016 en la industria azucarera de Salta y Jujuy resultó

paradigmática por varios motivos. Por un lado, los Ingenios San Isidro y Río Grande – La Mendieta

pudieron cerrar acuerdos salariales con incrementos significativos sin necesidad de llevar adelante

medidas de fuerza (en ambos casos aprovechando una posición de fuerza relativamente favorable

producto de conflictos desarrollados en los años previos y del tipo de relación que se entabló con la

patronal a partir de entonces); por otra parte, en los casos de los Ingenios Ledesma y San Martín del

Tabacal el 2016 registró los conflictos de más alta intensidad, en los que la intransigencia patronal

registró escaladas muy importantes, poniendo a las organizaciones sindicales en la mira de la política

de relaciones laborales empresarial. Finalmente, en el caso del Ingenio La Esperanza, el año 2016

estuvo caracterizado por el cambio en la gestión del gobierno provincial, y a partir de ello una nueva

avanzada sobre los puestos de trabajo que aún se encuentra en pleno desarrollo.

22

En otras palabras, existe una diversidad sindical, vinculada a la diversidad patronal, que tiene

consecuencias en la dinámica del conflicto y la negociación colectiva, de mayor intensidad en los

casos de Tabacal y Ledesma -los Ingenios más grandes- y de menor intensidad en los más chicos –

San Isidro y Río Grande-, con el aditamento de un patrón cuasi-estatal como en el caso de La

Esperanza.

Esta divergencia en el tipo de conflicto no impidió que las negociaciones salariales en la industria

azucarera de Salta y Jujuy volvieran a ser relativamente exitosas para los trabajadores, aun a pesar

de desarrollarse en un año que, en términos generales, resultó marcadamente desfavorable para el

conjunto de la clase obrera (fundamentalmente a partir del deterioro del salario real y de la pérdida

masiva de puestos de trabajo). En este sentido, los incrementos salariales se ubicaron entre el 36%

y el 41%, ampliando una vez más la brecha con los salarios azucareros pactados para la provincia de

Tucumán, y encontrándose por encima del promedio de las paritarias salariales del conjunto de las

actividades.

Por otra parte, el desarrollo de estos conflictos y negociaciones colectivas se dio a la par de un nuevo

impulso, por parte de los seis sindicatos de la región, para la recuperación de la Federación

Azucarera Regional (FAR), que no solo permitió mantener un fluido intercambio de información a lo

largo del año, generar acciones de solidaridad ante los conflictos que se generaron principalmente

en los ingenios Ledesma, La Esperanza y San Martín del Tabacal, sino también comenzar a planificar

acciones conjuntas (como por ejemplo el reclamo por un bono de fin de año).

Como señalábamos anteriormente, la culminación de una ronda de negociación salarial exitosa no

está al margen de ciertos interrogantes que se ciernen sobre el futuro cercano. En particular, la

violencia física ejercida contra los trabajadores de los Ingenios Ledesma y San Martín del Tabacal

(los dos de mayor tamaño en la región), así como las continuas políticas antisindicales de las

patronales en estos ingenios (a los que debe sumarse el caso de La Esperanza), podría estar dando

cuenta de una avanzada patronal que en gran medida se dirige a debilitar estructuralmente a las

organizaciones sindicales del sector que, como ya hemos descripto, durante el período reciente

experimentaron un creciente fortalecimiento.

En efecto, tanto en Ledesma como en San Martín del Tabacal los acuerdos salariales solo fueron

posibles luego de fuertes medidas de acción sindical y respuestas patronales de similar o mayor

intensidad.

En el punto siguiente describiremos el alcance de algunas de estas acciones, pero adelantaremos

aquí que a la represión de las protestas en los casos de Ledesma y San Martín del Tabacal deben

sumarse la promoción de acciones penales contra dirigentes y trabajadores de dichos ingenios, la

profundización de políticas de amedrentamiento, la abierta utilización de los medios masivos de

comunicación para deslegitimar la posición de los trabajadores. Esta última medida ha estado muy

desarrollada en estos dos casos, y también en La Esperanza, donde la organización sindical ha

23

denunciado que las radios locales tienen prohibido tocar el conflicto de este ingenio por presión

expresa del gobierno provincial.

5. Violaciones a los derechos fundamentales de los trabajadores: condiciones de trabajo,

vida y medio ambiente

La producción de los ingenios azucareros históricamente fue mano de obra intensiva. Las tareas de

campo (siembra, riego, desmalezamiento, cosecha, etc) y de industria (procesamiento, estiba,

distribución, etc) requerían, hasta no hace mucho tiempo de miles de trabajadores. Por las

características del campo en general, pero de las provincias del norte en particular, la provisión de

trabajadores se realizó principalmente con mano de obra indígena.

Los abusos patronales de comienzos de siglo XX en los principales ingenios del país fueron relatados

en innumerables crónicas de la época. Sin embargo, estás prácticas que apuntaban a contar con una

mano de obra dócil y barata no quedaron estancadas en postales blanco y negro: en forma más o

menos encubierta, en mayor o menor medida, continúan vigentes en los distintos ingenios del país

y en las fincas que producen la caña de azúcar.

El sometimiento y la explotación de los trabajadores no se limitan a la relación laboral, en tanto el

pueblo azucarero continúa montándose en torno al ingenio, y en muchos casos en grandes

extensiones de tierras que son propiedad de los patrones. En términos económicos la vida de dichos

pueblos está atada a la vida de los ingenios, y ello condiciona las acciones de reclamo y de lucha. Al

mismo tiempo, el control económico del pueblo generalmente se traduce en el control de las

instituciones políticas (aun cuando históricamente puedan encontrarse excepciones muy

importantes), estableciendo un verdadero sistema de pinzas contra cualquier reclamo.

La consecuencia de este proceso ha sido un enriquecimiento constante de los dueños de los ingenios

sobre la base del esfuerzo y la sobreexplotación de los trabajadores, en tanto la actividad

históricamente ha operado con costos laborales extremadamente bajos. Esta situación también

puede observarse, en muchos casos, en los niveles de pobreza y precariedad socioambiental

presentes en los lotes en los que viven los trabajadores del campo.

El reciente proceso de tecnificación estuvo lejos de resolver estos problemas, e incluso llegó a

hacerlos más graves. Los ingenios cada vez necesitan menos fuerza de trabajo aún a pesar de

aumentar constantemente sus niveles de producción (incorporando incluso nuevos productos como

el bioetanol), situación que profundiza el disciplinamiento de los trabajadores. Las particulares

características de la forma de contratación laboral, en la que las empresas se mantienen altos niveles

de trabajadores bajo las figuras de eventuales o temporarios, no hacen más que empeorar las

posibilidades de organización de los trabajadores y ahondar la precarización laboral.

Sólo en este marco se explica la virulencia de la respuesta patronal (generalmente con la complicidad

estatal) contra las reivindicaciones que comenzaron a impulsar en los últimos años los trabajadores

24

y las organizaciones sindicales. Si bien los logros fueron importantes, tal como quedó explicitado en

los apartados anteriores, la situación en cuanto a las condiciones laborales y de vida de una gran

cantidad de trabajadores y sus grupos familiares continúa siendo apremiante.

La presencia de enfermedades laborales y la ausencia o déficits en los elementos de seguridad son

recurrentes, principalmente en los trabajadores del campo (y en mayor medida en los dependientes

de los cañeros independientes). Las organizaciones sindicales refieren la existencia de casos de

hantavirus, dengue, leishmaniasis, accidentes evitables. Incluso el contacto con herbicidas y

sustancias tóxicas en general constituyen una fuente de padecimientos vinculados a la realización

de las tareas habituales.

Por otro lado, las condiciones de vida de los trabajadores que viven dentro de las plantaciones en

viviendas que generalmente pertenecen al empleador (ya sea el ingenio, ya sean los cañeros

independientes), revisten un carácter de precariedad absoluta. No solo por las condiciones

particulares de las viviendas: falta de cloacas, de agua corriente, peligro de derrumbe de techos y

paredes, falta de baños dentro de las viviendas, etc., sino también por la exposición de estas

comunidades a daños ambientales generalmente vinculados a los desechos producidos por la

actividad del ingenio.

A continuación se presenta la descripción que estas cuestiones revisten en cada uno de los ingenios.

5.1 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio San Isidro

El Ingenio San Isidro pertenece a una multinacional de origen peruano (Grupo Gloria) que tiene

cementeras, ingenios y demás emprendimientos alimenticios en Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y

Argentina. El ingenio emplea a aproximadamente 700 trabajadores.

25

En el año 2015 la producción del Ingenio San Isidro fue de 56.104 toneladas, con una molienda total

de 524.827 toneladas. El 30% de la caña utilizada proviene de tierras del ingenio, mientras que el

70% restante proviene de cañeros independientes. La mayor parte de la producción es de azúcar

orgánica destinada a la exportación.

5.1.1 Las condiciones de trabajo de los trabajadores dependientes del Ingenio San Isidro

Las condiciones de salud laboral resultan un tema pendiente para los trabajadores del Ingenio San

Isidro, y uno de los ejes de trabajo actual del sindicato consiste en mejorar las condiciones de salud

y seguridad de los trabajadores en el ingenio. En este sentido, una de las principales reivindicaciones

refiere a la incorporación de personal técnico en seguridad e higiene que fiscalice y controle los

procesos de trabajo que se realizan en San Isidro.

Estas condiciones ya fueron visibilizadas en la legislación sobre jubilación anticipada para los

trabajadores del Ingenio San Isidro, en la que se argumentó la existencia de un desgaste anticipado

de la fuerza de trabajo o un “agotamiento precoz”. El proyecto se basó en diferentes estudios que

evidenciaron un alto riesgo para los trabajadores por estar expuestos a diferentes factores tanto

físicos como biológicos. Entre ellos se enumeraron:

“Constante ruido dentro del ingenio, el hipoclorito alcalino, la vibración de

cuerpo entero, caolin, fósforo amarillo, manganeso, mercurio, gas cloro,

plaguicidas carbonatos, plaguicidas, órganos fosforados, los aceites, las

grasas, los movimientos repetitivos de hombro, los movimientos repetitivos

de miembros inferiores, la radiación ultravioleta, arco eléctrico, soda

caustica, permanganato de potasio, ácido sulfúrico, antiincrustante,

antiincrustante espumoso, ciclohexano, benzonato de denatonio, vapores de

vinaza y flemaza, amoníaco, alcohol etílico, alcohol anhidro para

biocombustible, hidrogeno, peróxido de hidrogeno, ácido clorhídrico, gasoil,

anhidrido sulfuroso, sobrecarga termina ambiental, carga termina en

secciones fabriles, carbonillas, maloja, janas, humus de lombriz azufre, etc”

El proyecto destacó también la existencia de diferentes enfermedades detectadas entre los

trabajadores producto de la exposición a todos estos factores:

“Alergias, conjuntivitis, queratitis, patologías del raquis o de las

extremidades, politraumatismos, hernias, lesiones lumbares,

osteoarticulomusculares, infecciones de piel y feneras, diarreas, patologías

del tracto gastrointestinal y de la via hepatobiliar, broncopatías, rinitis y

neumopatías, arritmias, insuficiencia cardíaca, infarto agudo de miocardio,

hipertención, daño auditivo, insolaciones, varices dengue, leichmaniasis,

hanta virus, herpes, etc”

Los trabajadores de San Isidro también están expuestos a la bagazosis, una enfermedad generalizada

26

entre los trabajadores de la industria azucarera. Esta enfermedad se constituye como un desorden

pulmonar que provoca la pérdida súbita de aliento, fiebre, taquicardia, tos, flema copiosa y una

sensación general de enfermedad. Una de sus causas es la exposición de los trabajadores al polvo

proveniente del bagazo de caña de azúcar ya procesada. Este polvo tiene alto contenido de moho,

esporas de microorganismos y trazas de plaguicidas. Estos últimos están acusados de ser causantes

de actuar como disruptores endocrinos y otros problemas hormonales.

Nuevamente, la falta de personal capacitado en la tarea dificulta la sistematización y recolección de

datos sobre enfermedades laborales y factores de riesgo.

5.1.2 Las condiciones de trabajo de los trabajadores de Cañeros Independientes: el caso de

la Finca Darío Arias

Paralelamente, la organización sindical está desarrollando acciones tendientes a visibilizar y

modificar sustancialmente las condiciones de vida y trabajo de un sector altamente precarizado de

la industria azucarera: los trabajadores dependientes de los cañeros independientes.

Como ya señalamos, la mayor parte de la caña utilizada por el Ingenio San Isidro proviene de cañeros

independientes, situación que lo asemeja, en este punto, a los ingenios ubicados en la provincia de

Tucumán, ya que en los restantes ingenios de Salta y Jujuy la mayor parte de la caña proviene de

tierras propias. En el caso de San Isidro, la continuidad del proceso productivo está muy ligada a los

cañeros independientes. Sin embargo, los trabajadores que emplean las fincas poseen condiciones

de vida de hambre y condiciones de trabajo de sobrexplotación. En su mayoría no poseen

representación gremial, se rigen por el estatuto del peón rural y no reciben inspecciones por parte

de la autoridad administrativa del trabajo.

La tarea de los trabajadores de las fincas implica el cuidado y siembra de la caña (riego, introducción

de plaguicidas, surqueo), pero además, constituyen una fuerza de trabajo que es utilizada no solo

en el proceso de la caña, sino también de otros cultivos como el poroto y la chía. En este sentido,

estos trabajadores en muchas ocasiones son trasladados a otros establecimientos (muchas veces

lejos de sus familias) a realizar tareas de siembra y cultivo de otros productos agrícolas durante días

o semanas.

Durante la realización de este informe se accedió a testimonios directos provenientes de

trabajadores de la Finca Darío Arias. En esta finca trabajan actualmente nueve trabajadores, y

algunos de ellos tienen sus viviendas dentro del predio. Si bien la finca se dedica al cultivo de caña

de azúcar, los dueños poseen otros campos en la provincia y en los que utilizan a los mismos

trabajadores. Además de caña, los trabajadores mencionaron trabajar en la preparación y cosecha

de granos, porotos y chía.

La jornada de trabajo es flexible y habitualmente se prolonga por 12 horas. Sin embargo, el jornal

consignado en el recibo de sueldo corresponde únicamente a 8 horas diarias. Estas horas extras son

abonadas por fuera del recibo de haberes, pese a lo cual los trabajadores afirman que el empleador

27

les realiza los descuentos correspondientes a los aportes al sistema de seguridad social (el descuento

es del 20,5%). El salario mensual suele rondar entre los $ 6.000 y $ 7.000.

Los trabajadores también están obligados a financiar la ropa de trabajo, que es entregada por la

empresa al inicio de la cosecha y descontada mes a mes del salario de bolsillo. Los únicos elementos

de trabajo y seguridad brindados por la empresa son ropa, botas y anteojos, mientras que machetes,

guantes y sogas son aportados por el trabajador.

Los trabajadores de las fincas tampoco pueden acceder a las licencias legales (por ejemplo por

enfermedad). En este sentido, señalaron que las faltas por enfermedad no se pagan, son días

perdidos (a diferencia de las licencias por accidentes laborales, que sí son contempladas). Ante una

enfermedad, laboral o inculpable, el empleador no envía un médico a constatar la salud del

trabajador ni reconoce como válidos los certificados que brindan los médicos de la sala de salud

municipal (los trabajadores pusieron en boca de la empresa la siguiente frase: “no vamos a reconocer

los certificados médicos de la salita porque ese puede ser tu amigo y firmarte cualquier cosa”). Por

otra parte, los trabajadores denunciaron que habitualmente la ART los envía a trabajar incluso

cuando los médicos especialistas dicen oralmente y por escrito que todavía no están dadas las

condiciones para acceder al alta laboral.

Algunos trabajadores además tienen sus viviendas dentro de la finca, provistas por la patronal. Sin

embargo, las condiciones habitacionales son sumamente precarias: humedad, cableado en malas

condiciones, goteras en los techos, dinteles podridos, electrificación de paredes. La mayoría de los

arreglos requeridos por estas viviendas son realizados por los trabajadores, y cuando ellos no

pueden sufragarlos deben reclamarle en forma reiterada a la empresa, que luego suele

descontárselos del salario.

En los casos que los trabajadores deben trasladarse a otros campos, la empresa no suele respetar

ningún adicional (“Se trabaja 12 horas pero te reconocen solo 8”), no se hace cargo del pago de los

alimentos, y las viviendas están en condiciones críticas. El caso de los alimentos es particularmente

grave, por cuanto la empresa pone un cocinero y compra mercaderías con sobreprecio, que luego

es descontada del salario de los trabadores:

“la mercadería la compran en el supermercado al que ellos van, ellos

facturan y es caro, yo no sé qué arreglo tendrán pero ellos facturan y es caro,

como el doble”.

Por otra parte, todo lo que el trabajador necesite durante su estadía en el campo es provisto por el

empleador a un costo mayor al existente en los comercios, y luego es descontado del haber del

trabajador. Así sucede con elementos como shampoo, jabón, un cepillo de dientes, cigarrillos, etc.

No hay baños adecuados ni donde bañarse. Los trabajadores muchas veces duermen sobre tablas

en casillas. Hay campos con mejores instalaciones que otros y en algunas oportunidades los

trabajadores tienen que dormir en campo abierto sobre las bolsas de semillas.

28

Los trabajadores no saben cuánto va a durar su estadía en los campos ya que el trabajo depende de

las condiciones climáticas y la estadía puede prolongarse durante semanas lejos de las familias y en

condiciones de precariedad absoluta.

Según declararon los trabajadores y los dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar

San Isidro, las condiciones laborales y de vida existentes en la Finca Darío Arias son una muestra de

la situación en la que se encuentran los trabajadores de otras fincas. En otras palabras, se trata de

una situación generalizada.

Actualmente el sindicato está impulsando acciones para mejorar esta situación, en primer lugar para

lograr que los empleadores respeten las disposiciones del CCT 12/88, y posteriormente para ampliar

dicho marco de protección.

5.2 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio Ledesma

La empresa Ledesma está dedicada al procesamiento de la caña de azúcar, de la cual extrae azúcar

y alcohol. Con el residuo de esa extracción se elabora papel. Además Ledesma posee plantaciones

de fruta y elaboración de jugos. Actualmente cuenta con más de 7.500 trabajadores, de los cuales

poco más de 4.000 trabajan en el ingenio. La organización de la producción se realiza principalmente

a partir de la siembra de caña en tierras propias y un mínimo porcentaje que se compra a cañeros

independientes (en ocasiones también procesa caña proveniente de otros ingenios).

La producción de azúcar durante el año 2015 ascendió a 317.958 toneladas, a partir del

procesamiento de 2.654.295 de toneladas de caña. La organización del territorio explotable se

realiza a partir de la siembra en siete fincas que ocupan un territorio de más de 40.000 hectáreas.

Las principales fincas son: El Talar; La Paulina; Caimancito; San Lorenzo; Florencia; Fraile; Don

Herminio.

29

Los trabajadores del ingenio se dividen en permanentes, temporarios, zafreros y eventuales. Como

consecuencia de negociaciones paritarias, en la necesidad de mejorar la estabilidad laboral,

incrementando los tiempos de trabajo y quitarle a la empresa a través de sus jefes y supervisores la

posibilidad de disciplinar y atemorizar a la gente por participar en medidas de fuerza o reclamar en

el gremio se avanzó de la siguiente manera: los temporarios que trabajan hace más de 13 años

tienen derecho a trabajar no menos de 10 meses. Los eventuales tienen asegurados 7 meses como

mínimo. Los zafreros, trabajadores que provienen de los pueblos cercanos o de pueblos de otras

provincias que se acercan solo para la zafra, se desempeñan exclusivamente en la época de cosecha

de caña. Estos últimos se alojan en lotes. En la actualidad solo funciona el lote “La Paulina” en el que

se alojan alrededor de 350 trabajadores zafreros.

Uno de los principales obstáculos a la hora de evaluar y analizar las condiciones laborales de los

trabajadores de Ledesma es la negativa tajante de la empresa a que los integrantes de la conducción

del sindicato ingresen a las instalaciones de la empresa. Teniendo en cuenta estas limitaciones el

informe avanza sobre las condiciones habitacionales en el lote la Paulina; las condiciones de trabajo

de los zafreros; y las condiciones de trabajo del personal de fábrica.

5.2.1 Las condiciones de vida en los “Lotes” del Ingenio Ledesma

El lote es el espacio habitacional que destina la empresa a los campamentos montados para el

trabajo de zafra. Los habitantes de estos campamentos son en su mayoría trabajadores golondrina

que provienen de otras localidades de la provincia y de provincias vecinas muchas veces con toda su

familia. La tecnificación de las tareas de zafra y la lucha por efectivizar a los trabajadores por parte

del sindicato ha disminuido mucho el porcentaje de estos trabajadores. Así, mientras en 2011 había

tres lotes, en la actualidad solo queda uno: La Paulina.

En una denuncia realizada por el sindicato ante el ministerio de trabajo de noviembre de 2015 se

detallaron las condiciones de vida de los trabajadores zafreros que viven en el lote La Paulina:

“los baños se encuentran en estado deplorable e inhumano, las duchas se

encuentran rodeadas de musgo, los inodoros precarios realizados con

cemento en estado de suciedad. No entregan productos de limpieza para

un adecuado aseo.”

“ Las viviendas tienen techo de chapa y no cielo raso lo que, considerando

la región climática donde está emplazado, generan la desprotección y su

familia frente a excesivas temperaturas, que oscilan entre los 40 y 55

grados centígrados de sensación térmica, no cuentan con división de

ambientes, lo que obliga a niños, mujeres y hombres a vivir en un estado

de hacinamiento, no solo no preservando su dignidad ni intimidad sino,

afectando el desenvolvimiento de los niños y las personas con capacidades

especiales, no se efectúan eficaces trabajado para combatir plagas,

insectos...”

30

Se trata de viviendas altamente precarias de un solo ambiente donde vive toda la familia obrera. Los

baños son compartidos y no existen inspecciones sobre las condiciones de salubridad. Esta

responsabilidad se delega en el capataz.

Los niños que viven en los lotes asisten a la escuela primaria que está instalada allí mismo financiada

íntegramente por el Estado. Sin embargo, no hay alternativa educativa para los adolescentes que

cursan la secundaria y deben trasladarse varios kilómetros diariamente para poder completar

estudios. El lote tampoco dispone de proveeduría y son los trabajadores que montados en los

camiones van y vienen de Libertador General San Martín para comprar los productos que necesitan

para vivir.

Si bien el sindicato puede inspeccionar los campamentos, la visita a los mismos se ve obstaculizada

de dos maneras: por un lado el sindicato requiere de un permiso especial para ingresar, por otro

lado solo pueden hacerlo miembros de la comisión directiva sin ningún tipo de personal técnico que

pueda evaluar y realizar un informe de la situación. Frente a esto se han pedido inspecciones al

ministerio de trabajo pero no han tenido respuesta.

5.2.2 Las condiciones de trabajo del campo

Las actividades de campo: plantación, aplicación de herbicidas, control de malezas, riego, puestos

fijos en las tomas de agua, manejos de canales de riego, nivelación y limpieza de terrenos, cosecha

de la caña, manejo de caudales de agua de los ríos, mantenimiento de puentes y caminos, entre

otros, son realizados por trabajadores que viven en cercanías del ingenio y localidades como El Talar,

Vinalito, Caimancito, Calilegua, Libertador General San Martín, Fraile Pintado y El Piquete. Las

condiciones de trabajo en el campo revisten aún hoy extrema vulnerabilidad. Por un lado debido a

las características propias de la actividad que debe realizarse en condiciones climáticas con

exposiciones prolongadas bajo el sol, con altas temperaturas en verano, las bajas temperaturas en

invierno, lluvias y con posturas corporales forzadas; por otro lado por el poco cuidado que realiza la

empresa de estos trabajadores ya que en su mayoría no tienen un vínculo estable de dependencia y

por ello constituyen una fuerza de trabajo que puede desgastarse anticipadamente; finalmente, y

debido a las dos causas anteriores, constituye una actividad que enfrenta a los trabajadores a

constantes riesgos de adquirir enfermedades y patologías.

En este sentido los testimonios de los dirigentes sindicales focalizan la preocupación en las altas

probabilidades de contraer hanta virus, dengue y demás enfermedades transmitidas por animales e

insectos. Los síntomas de estas enfermedades resultan fácilmente confundibles con gripes fuertes y

muchas veces la empresa los desestima. La imposibilidad de contar con laboratorios confiables

dificulta buenos diagnósticos y una acción adecuada para cada caso. El sindicato contabilizó en los

últimos tres meses al menos cuatro muertes de trabajadores jóvenes con síntomas idénticos a que

describen para enfermos de hanta virus. La denuncia por las muertes realizada por el sindicato

encontró en la patronal una fuerte resistencia y la culpabilización del fallecido argumentando que el

contagio había ocurrido durante actividades extra laborales (caza, pesca).

31

Otro factor de riesgo para estos trabajadores constituye la manipulación de químicos, herbicidas y

plaguicidas. La provisión inadecuada de elementos de trabajo y la falta de información y capacitación

de los trabajadores hace de las intoxicaciones graves una realidad. Uno de los principales problemas

refiere al consumo de coca y cigarros, sobre todo cuando la aplicación en la plantación se realiza con

mochilas y se hace manualmente. Las jornadas de estos trabajadores son prolongadas y muchas

veces durante la tarea se quitan los guantes para coquear o para fumar. Así parte del químico que

están impartiendo al cultivo termina ingiriéndose y provocando graves consecuencias.

Al mismo tiempo, la ropa que utilizan estos trabajadores vuelve a sus casas con ellos y se lava junto

al resto de la ropa familiar, sin un proceso de desinfección particular. Esto genera que toda la familia

se vea expuesta a sustancias toxicas. Es por ello que uno de los reclamos del sindicato, que tampoco

es oído por la empresa, es la instalación de lavanderías y duchas para estos trabajadores y la

posibilidad de diferentes mudas de trabajo que eviten que los trabajadores vuelvan a sus casas con

la misma ropa con la que han realizado la tarea de fumigación. El tiempo requerido para la

realización de dichas tareas de aseo personal debería ser considerado como integrante de la jornada

laboral.

Por otra parte, otro reclamo reiterado refiere al sistema deficiente de transporte en todas las fincas

en los horarios de salida, dejando a los trabajadores lejos de sus horarios habituales de comida,

sumado a la negativa de la empresa a proporcionar un medio de transporte para los trabajadores de

la localidad de Vinalito que se movilizan con sus propios medios por caminos internos y esquivando

los camiones que transportan caña para llegar al lugar de trabajo. Los informes arbitrarios de bajo

rendimiento en las tareas de plantación de tracción humana, cargando y culpabilizando al trabajador

de no finalizar las tareas, cuando no se consideran los horarios en los que llegan al lugar de trabajo,

el tamaño de la caña, la medición de la tarea, y en general las tareas en exceso que los trabajadores

se ven forzados a realizar, constituyen otros factores que la empresa se niega a discutir.

Finalmente, tanto en los Ingenios San Isidro como Ledesma durante las entrevistas surgieron

referencias recurrentes a la cantidad de casos de cáncer entre los trabajadores. En el Ingenio San

isidro se los ubica en el sector destilería, mientras que en el Ingenio Ledesma se refiere a muertes

tempranas por esta enfermedad en los trabajadores recientemente jubilados.

5.2.3 Las condiciones de trabajo en la fábrica

Puertas adentro de la fábrica la empresa es autoridad absoluta de lo que allí ocurre. No hay

inspecciones del ministerio de trabajo y la dirección del sindicato tiene prohibida la entrada debido

a que según la empresa:

“El contralor de los temas de seguridad y condiciones de trabajo en la

fábrica son los delegados electos, sin necesidad de una visita por parte

de los miembros de la Comisión Directiva”

32

La imposibilidad del ingreso de la comisión directiva del sindicato dificulta una evaluación general

sobre las instalaciones de la fábrica y la forma en que se desarrollan los procesos de trabajo. No

obstante el sindicato cuenta con 48 delegados distribuidos por fábrica y campo que acercan

diferentes denuncias de lo que ocurre en los lugares de trabajo.

En líneas generales los trabajadores denuncian que están sometidos a grandes temperaturas y a una

fuerte exposición sonora, escasa circulación de aire o refrigeración, en sectores como: Logistica,

Crudo, Refinería, Caldera, Energía, Alcohol. Es por eso que las patologías de oído y respiratorias son

frecuentes. También se insiste con que la cantidad de polvo presente en el aire producto del bagazo

se constituye como un constante factor de riesgo, generando diversas patologías pulmonares como

alergias, asma y bagazosis.

Revisten particular importancia las denuncias que se han realizado sobre el sector Trapiche ante el

ministerio de trabajo provincial. Allí se detallan algunas de las dificultades respiratorias que tienen

los trabajadores del sector y la negativa por parte de la empresa de brindarles los elementos

adecuados de trabajo que limiten la inhalación de polvo y demás partículas nocivas. En la

presentación administrativa se detalla que los trabajadores están sometidos a un:

“…nivel serio de exposición a humos de soldadura, que genera

desprendimientos en tareas de rectificaciones de bujes y rodamientos, la

complicación descansa principalmente en el hecho de no tener nuestros

compañeros la protección adecuada, solo le es entregada como “elementos

de protección personal” un barbijo, cuando lo adecuado debería ser una

semimascara.”

Esta contaminación del aire se debe a la falta de forzadores y extractores de aire y a la cercanía del

sector Trapiche con el sector Tornería. De este modo los extractores de aire de sector de tornería le

envían al sector trapiche todo el material nocivo acrecentando la insalubridad del ambiente.

5.3 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio La Esperanza

El Ingenio La Esperanza actualmente es administrado por una gerenciadora controlada por el Estado

provincial, dado que todavía se encuentra formalmente en quiebra. Aun así, los trabajadores han

logrado que el ingenio siga produciendo y que todavía sostenga a casi 1.300 trabajadores, de los

cuales 780 son trabajadores permanentes y 500 temporarios.

La producción de azúcar durante el año 2015 fue de 62.149 toneladas, a partir de la molienda de

596.726 toneladas de caña.

Se trata de un ingenio que si bien no ha contado con avances técnicos en los últimos años, cuenta

con una gran cantidad de tierras disponibles para el cultivo de la caña de azúcar. El principal

33

problema que posee este ingenio, además de la falta de tecnificación y la falta de inversión a lo largo

de los últimos años, es la falta de agua para regar la cantidad de tierras que dispone.

5.3.1 Las condiciones de vida de los trabajadores dependientes del Ingenio La Esperanza:

los casos de Arrayanal y La Manga

Los trabajadores de los ingenios viven en pueblos linderos o dentro de la propia propiedad. En el

caso de La Esperanza registramos tres tipos de problemas fundamentales: el problema de la

intoxicación de los pueblos y campamentos por el uso de pesticidas; la contaminación de las napas

de agua debido a deficiencias en el proceso productivo; y el mal estado de las instalaciones

habitacionales en las que viven los trabajadores dentro del ingenio.

En función de la complejidad de la problemática y la falta de inspecciones o elementos estadísticos

que permitan medir fielmente las consecuencias sobre los trabajadores de estas condiciones de

vida, se ha focalizado sobre el lote Arrayanal que ilustra y da dimensión de las tres problemáticas a

la vez.

Arrayanal y La Manga

Se trata de dos lotes en los cuales viven familias que trabajan en el ingenio o que se han jubilado

pero mantienen allí su residencia.

En Arrayanal viven actualmente 56 trabajadores del Ingenio y sus grupos familiares. Los

trabajadores se encargan principalmente del sector de herbicidas y control de plagas, debiendo

señalarse que la planta herbicida se encuentra dentro de Arrayanal, por lo que sus habitantes se

encuentran directamente expuestos a diferentes químicos y contaminantes.

Además de estar dentro del lote, la planta de herbicida no tiene ningún elemento de protección o

seguridad que aísle sus efectos sobre el resto de la población. Los productos se mezclan

manualmente, el piso es de tierra y por eso está constantemente sujeto a filtraciones; no existe un

programa de reciclaje de basura ni de recolección, ni de deposición final, con lo cual todos los

desechos permanecen en el pueblo apilados hasta que los propios trabajadores deciden quemarlos

(tampoco cuentan con la totalidad de los elementos de protección o aislantes de la contaminación).

34

La existencia de esta planta es solo uno de los problemas que existen en el lote. A escasa distancia

del pueblo se encuentra un piletón que opera como depósito a cielo abierto de la cloaca de la

localidad de San Pedro, esparciendo mal olor y enfermedades a la comunidad. Es constante la

inundación de estos piletones y el derrame por el lote de aguas negras sin ningún tipo de

tratamiento. Esta situación es aún más grave en La Manga, ya que los piletones se encuentran a

escasos metros de las viviendas.

Ambas poblaciones consumen agua de pozo y las napas están expuestas tanto a las filtraciones de

aguas negras como al uso cotidiano de los pesticidas y a su derrame ocasional. Las intoxicaciones y

problemas de salud originados en el manejo de productos químicos y en las fumigaciones son

35

reiterados. En uno de los casos más recientes, un trabajador de alrededor de 30 años debió ser

jubilado por incapacidad luego de una intoxicación muy severa.

5.3.2 Las condiciones de trabajo en el Ingenio La Esperanza

Uno de los principales problemas en materia de condiciones de trabajo en el Ingenio La Esperanza

es los déficits en materia de salud y seguridad laboral. Los trabajadores señalan que no hay registros

sobre enfermedades laborales, pero que sí cuentan con datos sobre accidentes de trabajo. Al

respecto, destacan que en tan solo 200 días tuvieron entre 80 y 90 accidentes laborales de diversa

consideración, incluyendo el accidente que en septiembre de 2016 culminó con la muerte de Jorge

Omar Lizárraga de 46 años.

Las condiciones de trabajo varían significativamente entre el campo y la fábrica. Sin embargo, en

ambos casos el factor principal de riesgo lo constituye el propio estado de los medios de trabajo y

la falta de insumos. Efectivamente, el abandono que sufrió el establecimiento desde la quiebra en

1999 se visualiza en toda la estructura fabril y en las diferentes maquinas del campo (tractores,

cosechadoras, fumigadoras). A esto se suma la falta de insumos cotidianos y materiales de

protección para la tarea cotidiana de los trabajadores (a tal punto que en muchos casos los

trabajadores recurren a depósitos de elementos en desuso para generar las reparaciones

necesarias).

Otro elemento a la hora de analizar las condiciones de trabajo refiere a la aceleración de ritmos de

trabajo, a la existencia de polivalencia y a las jornadas extendidas que se utilizan en el

establecimiento. Es decir, la falta de tecnificación se intenta compensar con sobrexplotación de la

fuerza de trabajo. Al respecto, el sindicato ha denunciado que los jefes mandan a realizar tareas en

sectores que no cuentan con las condiciones básicas de seguridad y los trabajadores no pueden

oponerse. Por ejemplo, se realizan reparaciones sin parar la molienda, lo que implica serios riesgos

para la vida y la salud del trabajador. La falta de trabajadores también provoca que algunas tareas

tengan que realizarse a las corridas, cubriendo distintos puestos al mismo tiempo. En palabras de

algunos entrevistados, esta situación provoca que los trabajadores estén al límite de la seguridad.

El sindicato ha solicitado en reiteradas ocasiones inspecciones laborales, pero la autoridad

administrativa del trabajo nunca accedió a dichos reclamos.

36

Por su parte, en el campo un problema reiterado está vinculado a la fumigación que se hace por vía

terrestre, con tractor o con mochila. Este último modo es el más grave ya que el trabajador sale con

el herbicida en la espalda. La preparación del herbicida en los tachos se realiza en forma manual (se

carga manualmente y se revuelve desde arriba con una madera), muchas veces se lo hace “al

cálculo”. Si bien cuentan con una ducha para asearse al finalizar la jornada laboral, dicha instalación

se encuentra en muy mal estado, e incluso hay tachos de herbicida dentro de las duchas.

5.3.2.1 Las instalaciones y maquinarias del Ingenio La Esperanza

Las instalaciones de la fábrica son antiguas y se encuentran en mal estado. El establecimiento tiene

ventanas rotas, techo de chapa con módulos completos oxidados. Los pisos y las pasarelas tienen

serios problemas de acondicionamiento, no hay señalización y las pérdidas de agua provocan que

el suelo esté constantemente mojado. También se detectan problemas con la iluminación, alto nivel

de ruidos y vapores constantes que inundan la fábrica.

En el sector centrífugo el piso está en mal estado, lo que también pone en riesgo la salud de los

trabajadores. En septiembre de este año un trabajador tuvo un accidente fatal en el sector de

caldera. Los trabajadores ya habían denunciado el déficit de seguridad en ese sector. El trabajador

se apoyó en una baranda que estaba mal soldada y se cayó de 10 o 12 metros.

En Arrayanal los talleres tienen los techos podridos, las paredes rajadas, los trabajadores realizan

sus tareas sobre el piso de tierra que cuando llueve es un barrial producto de las filtraciones de

techo y pareces. Los depósitos de productos químicos tienen paredes rajadas, techos de chapa

oxidados, filtraciones. Como no dan abasto para contener tanto producto, el excedente se apila

afuera a la intemperie.

Los tractores también son obsoletos, el más nuevo del que disponen tiene más de 20 años. Su estado

es crítico, los neumáticos están lisos, y además presentan roturas y distintas partes oxidadas. Los

asientos son almohadones improvisados por los trabajadores con telas, goma espuma y cartones.

Lo mismo pasa con las mochilas de fumigación o los implementos para realizar fumigación por

tractor. Las deficiencias de los equipos generan constantes filtraciones peligrosas para los

trabajadores.

37

Además de antiguos los tractores son inadecuados para las tareas que realizan ya que, por ejemplo

en el caso de fumigación, muchas veces no poseen cabina, es por eso que el trabajador se ve

expuesto constantemente al mismo producto que está esparciendo por el campo.

Los serenos o señaleros realizan sus tareas durante 12 horas consecutivas al costado del camino en

chozas que ellos mismos improvisan porque la empresa no les asigna nada. Para cubrirse de la lluvia

arman unas tolderías con nylon que sacan de la basura y allí pasan su jornada.

Otra de las formas en que se manifiesta el estado de las instalaciones refiere a la forma en que se

transporta a los trabajadores desde el punto de encuentro a los lugares de trabajo. El sindicato

denuncia que los micros son viejos, están en mal estado y constituyen una amenaza para la salud y

la vida de los trabajadores.

5.3.2.2 La falta de insumos para realizar las tareas en el Ingenio La Esperanza

Otra de las dificultades que más se registran en las entrevistas refiere a los faltantes de materiales

de seguridad. La empresa bajo la excusa constante de estar en crisis no se hace cargo de casi ningún

elemento de protección, y aquellos que entrega no son los adecuados.

38

En la fábrica actualmente faltan guantes de trabajo y ropa adecuada. Los trabajadores explicitan

que el faltante de guantes, ropa y calzado genera incontables accidentes producto de caídas, golpes,

o quemaduras.

Cuando llueve las tareas en el campo cambian ya que el clima posibilita diferentes actividades. En

lugar de realizar la zafra, los trabajadores salen al campo a desmalezar o a juntar piedras para hacer

compuertas. Las piedras que juntan pueden superar un tamaño de 50 centímetros de diámetro y

los trabajadores las levantan y las acumulan sobre un tráiler sin faja ni ningún otro elemento de

seguridad.

5.4 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio Río Grande – La Mendieta

El Ingenio Río Grande se encuentra ubicado en la localidad de La Mendieta, al sur de la provincia de

Jujuy. Fue fundado en 1896 y actualmente trabajan allí unos 700 trabajadores distribuidos entre

campo y fábrica de los cuales 400 son permanentes. La producción de azúcar durante el año 2015

fue de 76.371 toneladas, a partir de la molienda de 631.844 toneladas de caña.

En Río Grande – La Mendieta existen dos sindicatos: el Sindicato de Obreros del Azúcar, y el Centro

de Empleados del Azúcar. La relación entre ambos gremios es buena y eso se manifiesta en la

articulación y el accionar conjunto en las paritarias. Esto fortalece la estrategia de cada estructura

por separado potenciando la fuerza colectiva.

39

El ingenio produce principalmente azúcar refinada, azúcar cruda, alcohol etílico y alcohol anhidro.

La producción se lleva adelante a partir del procesamiento de caña de campos propios y un

porcentaje menor vendida al ingenio por cañeros independientes. Dentro de las tierras del ingenio

viven trabajadores en comunidades denominadas lotes. Si bien la mayoría de los pobladores logró

comprar sus viviendas al ingenio, aún quedan trabajadores que viven en tierras y casas provistas por

la patronal.

Este año La Mendieta tuvo un boom productivo y completó la capacidad instalada. Esto se produjo

básicamente, porque recibió cañeros independientes que años antes volcaba cosecha en La

Esperanza y El Tabacal, que debido al conflicto de este año recurrieron al Ingenio Río Grande – La

Mendieta.

5.4.1 Las condiciones de trabajo en la fábrica

La fábrica del Ingenio Río Grande – La Mendieta se encuentra en un pleno proceso de tecnificación

que se intensificó en los últimos cinco años. Se cambiaron centrifugadoras por nuevas

computarizadas, Se implementó un desfibrador, se agregó un quinto molino de trapiche para que

el bagazo salga más seco y sirva mejor de combustible. Se instaló además la planta de deshidratación

para lograr la producción de alcohol anhidro. Este proceso generó cambios en el proceso de trabajo

que repercutieron sobre los trabajadores. No se han renovado puestos caídos por jubilaciones y se

busca la instalación del cuarto turno.

40

El ingenio trabaja actualmente a su máxima capacidad y eso repercute en las tareas de

mantenimiento ya que se trata de una tarea continua. Al respecto, los representantes sindicales

señalaron, a modo de ejemplo, que sería necesario cambiar los tubos de la caldera, pero que la

empresa alega que ello es muy costoso.

Más allá de casos puntuales los sindicatos sostienen que las condiciones de trabajo dentro de la

fábrica son relativamente buenas y que se respetan las normas de seguridad, señalando

correctamente sectores y otorgándole a cada trabajador los elementos de protección personal en

buen estado y de buena calidad. La preocupación de la empresa por garantizar condiciones mínimas

se basan en su necesidad de lograr la certificación de la norma ISO 22000 que le exigen muchos de

sus principales clientes.

5.4.2 Las condiciones de trabajo en el campo

El campo resulta el sector más relegado en cuanto a las condiciones laborales y ambientales. En los

últimos 5 años tuvieron casos de hantavirus, cuatro de ellos fatales. Los accidentes de trabajo más

comunes, por su parte, remiten a problemas posturales y el levantamiento excesivo de peso. Las

rodillas, las lumbares y las caderas son las más expuestas y resultan las zonas más dañadas. Además

son comunes los cortes y accidentes con machete producto de las tareas de desmonte o

desmalezamiento.

Si bien la empresa tiene médicos y existe un centro de salud en La Mendieta, los sindicatos señalan

que las distancias entre los diferentes puestos del campo y las enfermerías son tales que muchas

veces el principal problema resulta el traslado del accidentado. Al mismo tiempo los premios por

presentismo son tan altos en época de zafra (dos presentismos, 8% mensual de la empresa, y uno

por convenio por la zafra equivalente a la remuneración de 10 jornales) que los trabajadores suelen

ocultar las enfermedades o los accidentes y “pechear” mientras dure la zafra. Es por eso que las

enfermedades se multiplican en verano.

La sobrecarga horaria y de tareas en el campo es una constante. Las jornadas son de 12 horas

durante los siete días de la semana. En el caso de la planta herbicida de Barro Negro, hay solo dos

trabajadores por turno que se encargan de la carga y descarga de productos, del acopio, de su

formulación y mezcla, y de la carga en los tractores y mochilas fumigadoras. Sin embargo, la cantidad

de horas y diversidad de tareas se complementa con un esquema laboral en el cual el clima es

determinante ya que en caso de lluvia los trabajadores temporarios no trabajan. Tienen un acuerdo

en el convenio por medio del cual una vez terminada la zafra recuperan los días (y se los pagan en

ese momento). Sin embargo, en muchas ocasiones la empresa no cumple con este acuerdo y dichos

días no son recuperados.

Finalmente, los trabajadores del campo se ven expuestos cotidianamente a los riesgos derivados de

la falta de una planta de procesamiento de los desechos de la empresa. En particular, en la Finca

Rosario se encuentra una presa a cielo abierto donde la empresa vuelca sus desechos. De dicho

espejo de agua salen canales de riego que proporcionan agua a los sembradíos de la finca. Ese lago,

41

que en otro momento fue cristalino y bueno para la pesca, se encuentra en un grado insospechado

de contaminación, nada vivo queda en él. Pero además despide un olor nauseabundo. Los

trabajadores reclaman que se les pague un plus por insalubridad. El olor es impresionante y hace

imposible la tarea. Por otro lado, los trabajadores pasan sus horas de almuerzo y descanso en la

finca a orillas de los canales, ya que allí hay vegetación alta que brinda sombra. El escenario está

lleno de moscas y muchos regadores presentaron malestares y enfermedades estomacales.

Ante las consultas, la empresa se defendió aduciendo que se trata de un desecho de producción no

contaminante que se llama vinaza y que el olor nauseabundo se debe al alto contenido de azúcar y

su fermentación. Si bien debe realizarse una investigación sobre el impacto ambiental, lo que resulta

evidente es la imposibilidad para realizar el trabajo en esas condiciones.

5.4.3 Las condiciones de vida en los lotes: el caso de Piedritas

Los lotes son establecimientos (pueden ser un conjunto de viviendas o una línea de edificación con

muchas piezas) dentro del Ingenio donde viven trabajadores que realizan su labor en el cañaveral.

A principios de siglo, cuando comenzó a producirse el azúcar, los lotes eran campamentos que

proveía la empresa para alojar a los cosecheros temporales. Con el tiempo, muchas familias fueron

estableciéndose en ellos y en los últimos años la empresa inició un proceso de venta de casas a los

habitantes, casas que son ocupadas por las familias hace muchos años, incluso generaciones. Sin

embargo, el proceso de venta no se realizó totalmente y en la actualidad hay lotes cuyas viviendas

pertenecen íntegramente al ingenio: tal es el caso del lote Piedritas.

42

Piedritas es un núcleo habitacional muy antiguo que consiste en hileras de casas monoambientes

frente a las cuales se ubica una letrina que es compartida por tres o cuatro familias. Las paredes son

de ladrillo sin revestimiento, los techos de chapa oxidada y con perforaciones por donde filtra la

lluvia, tienen vidrios rotos y puertas rudimentarias.

La empresa se encarga de los arreglos de las casas, pero suelen poner muchas excusas. En el lote

hay 60 trabajadores, incluyendo pobladores estables y transitorios. La mayoría vive

permanentemente en el lote. La empresa no realiza mejoras y los trabajadores tampoco tienen

mucho incentivo para mejorar las viviendas porque siempre están en peligro de ser relocalizados.

Hace poco relocalizaron el lote San Juancito y movieron a los trabajadores hacia Piedritas. En

Piedritas se corre el rumor de que quieren eliminar el lote, pero no hay nada confirmado. Por

ejemplo, hay trabajadores que viven en el lote desde hace como mínimo 15 años.

En el lote hay una salita de atención primaria y una escuela primaria. En ambos casos se trata de

instituciones estatales. Cuando en el lote hay algún problema con la luz, la provisión de agua, el

desmalezamiento, etc., ninguna municipalidad quiere hacerse cargo ya que nadie se adjudica al lote

como propio.

5.4.4 Las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores dependientes de cañeros

independientes

Tal y como se relató en el apartado del Ingenio San Isidro, los cañeros independientes vuelcan su

producción sobre los ingenios para que estos a su vez eleven sus cuotas de caña. En la actualidad

hay unos 6.000 cañeros entre las provincias de Santa Fe, Salta, Jujuy y Tucumán.

Los cañeros sobreviven muchas veces a costa de los bajos costos salariales que manejan. Las

diferencias en salarios, condiciones de contratación y derechos laborales de un trabajador de cañero

43

y uno de ingenio son muy importantes, aun cuando realicen las mismas tareas. Si bien en el caso de

Jujuy se ha logrado encuadrar a la mayoría de estos trabajadores bajo el convenio azucarero CCT

12/88, las condiciones de trabajo y de vida todavía están muy por debajo de los trabajadores que

directamente dependen de los ingenios.

La tarea de los cañeros es sencilla e implica bajo costo en tecnificación. Siembran la caña, la riegan,

la cuidan y luego viene a recogerla un frente de cosecha del ingenio que la compra. Este aumento

en la carga laboral de los ingenios no ha significado en la práctica un aumento de la cantidad de

trabajadores.

Las condiciones de trabajo de los trabajadores de cañeros y en especial el modo de contratación

posibilita el reemplazo constante de trabajadores por lo cual cualquier forma de organización se

dificulta. Despedir trabajadores les resulta prácticamente gratis a los dueños de las fincas

independientes.

Por otro lado, la actividad polirubro de estas fincas hace que los trabajadores trabajen en varias

siembras a la vez. El encuadramiento gremial les significa en este caso una brecha entre una

actividad y otra. Sembrar caña y regarla les resulta mucho más rentable que la actividad del poroto

o los frutos.

Es por esto que para el cañero independiente resulta un problema que el trabajador se encuentre

encuadrado en el convenio del azúcar. Existen, por este motivo, muchas prácticas antisindicales de

parte de los cañeros independientes para limitar la afiliación y organización. El sindicato cuenta que

“Hace dos años uno de ellos despidió a tres trabajadores que se habían afiliado. El sindicato hizo la

denuncia en el Ministerio de Trabajo, pero no tuvimos ninguna respuesta.”

Ambos sindicatos del Ingenio Río Grande – La Mendieta consideran fundamental que se mejoren

las condiciones de trabajo en las fincas de cañeros independientes y para ello sostienen que la

negociación de sus condiciones debe realizarse desde la Federación Azucarera Regional (FAR), en

tanto ello posibilitaría una mayor llegada y cobertura para los trabajadores.

Otro problema inminente es la posible relocalización de trabajadores del Ingenio La Esperanza en

fincas cañeras legadas al Estado Provincial (El Pongo -30 trabajadores- y Chalican -75 trabajadores-

). Se trata de fincas estatales que ya tienen su capacidad productiva cubierta. La postura de

relocalización por parte del gobierno no se basa en una estrategia productiva sino más bien en la

intención de disciplinar el conflicto abierto en La Esperanza.

Pero no solo las condiciones laborales de los trabajadores de cañeros independientes son un

problema, sus condiciones de vida son alarmantes. Un informe realizado por el Sindicato de Obreros

44

del Azúcar5 detalla la preocupante situación habitacional de los trabajadores de fincas

independientes. El Informe se basa en los casos de San Lucas y Lavayen.

En San Lucas viven actualmente 13 trabajadores cosecheros, mientras que en Lavayen hay unos 14

trabajadores. Ambas fincas se dedican principalmente a la actividad cañera aunque también tienen

campos destinados a otras producciones.

Uno de los pilares del informe refiere a la calidad de agua y su acopio. En San Lucas:

“no poseen agua potable, describen que ´sale el agua muy oscura, con

mucho barro, innovan en el uso de la mitad de un neumático de tractor

como recipiente para lavar utensilios de cocina o ropa de uso cotidiano. Se

observa un caño de agua comunitario del cual sale agua de no uso para el

consumo humano, por su color y olor. Expresan que para poder tener agua

para beber o cocinar deben hervirla”

En Lavayen la situación es similar, el informe destaca que el patrón provee el agua una vez por

semana y que la misma es:

“... recogida en tambores grandes y pequeños (reciclados de herbicidas). No

poseen sector donde lavar sus utensilios y ropa de uso cotidiano ´los chicos

de por aquí viven con diarreas y enfermedades estomacales´”

En ambas fincas se cocina a leña y ninguna tiene ningún sistema de recolección de residuos. Lo que

cada familia produce diariamente se acumula cerca de las casas y luego se quema. Otro foco

infeccioso son los sanitarios. En el caso de San Lucas se trata de letrinas públicas ubicadas a metros

de las casa con sistema de pozo ciego. En Lavayen se da...

“... el uso de una letrina que es compartida por todos los que habitan el

lugar”

Los servicios son deficientes y administrados por los propios trabajadores. El dueño de la finca tira

un caño de agua en San Lucas, y cada familia resuelve conexiones precarias para ingresarlo en las

casas. La luz, en caso se Lavayen se da de la misma forma. La conexión y el cableado queda por

cuenta de los habitantes.

Finalmente, el informe destaca la importancia de revertir esta situación, al mismo tiempo que atacar

sus causas que ubica en las condiciones laborales precarias. Efectivamente, a la incertidumbre de

una relación laboral basada en el despotismo de la patronal, se le suman condiciones ambientales

5 El informe fue realizado por la Lic. Rosalía Reales en noviembre de 2016

45

de miseria e insalubridad que obligan a “la mayoría de los trabajadores a vivir solo, tratando de

preservar la seguridad e integridad de su familia”.

5.5 Relevamiento de condiciones laborales en el Ingenio San Martín del Tabacal

El Tabacal emplea actualmente a 1550 trabajadores, de los cuales 800 son trabajadores agrícolas y

750 son trabajadores de fábrica. En el año 2015 la producción de azúcar alcanzó a 170.495

toneladas, a partir del procesamiento de 1.547.420 toneladas de caña.

La forma de contratación se divide en permanentes y temporarios. Todos los años disminuye la

cantidad de obreros del ingenio. Esto debido a que no se renuevan algunos contratos y a que no se

reemplazan a los trabajadores que se van jubilados. Hace cuatro años que no hay nuevos ingresos

a la fábrica.

Una de las estrategias de la empresa para cubrir necesidades de mano de obra fue la tercerización

de algunos sectores dentro de la fábrica. Principalmente las tareas de maestranza, mantenimiento,

actividades mecánicas o tareas civiles en los pueblos. Estos trabajadores no están afiliados al

sindicato y no se les aplica el convenio de azucareros.

La producción del Ingenio San Martín del Tabacal se realiza sobre tierras propias y también a partir

de la compra de la producción de cañeros independientes. Los principales productos del ingenio son

el azúcar refinado, el alcohol etílico, alcohol anhidro y energía eléctrica.

46

Desde 2010 se implementó en conjunto entre el sindicato y la empresa una comisión de higiene y

seguridad que se reúne periódicamente. El sindicato caracterizó este momento como un punto de

inflexión en la seguridad laboral dentro de la fábrica y en el campo.

5.5.1 Enfermedades laborales y condiciones de trabajo en el campo

Los trabajadores del campo revisten una situación particular. Si bien el sindicato ha avanzado en

garantizar un refrigerio y en la construcción de lugares para el descanso, la aplicación de la ley de

contrato de trabajo y la categorización de los trabajadores, aún subsiste el maltrato de los capataces

hacia los trabajadores.

El campo se encuentra completamente mecanizado. La tecnificación principalmente en la actividad

de riego y cosecha implicó una merma considerable de los trabajadores en el campo. En parte por

ello, los campamentos o colonias dentro del ingenio se encuentran en desuso.

La manipulación de pesticidas y herbicidas se encuentra reglamentada. Ya no existe la fumigación

por mochila y toda la fumigación se realiza por tractor mediante cultivo químico. Los talleres de

llenado y acopio se encuentran fuera de los pueblos y se realiza un control minucioso de la ropa de

trabajo y la higienización posterior a la tarea de fumigación. Además el sindicato ha logrado un plus

por manipulación de químicos.

Lo más grave en el campo remite a las enfermedades que los trabajadores adquieren por el contacto

con insectos o animales. En particular, el sindicato ha manifestado su preocupación por las

consecuencias del riego por manga, en tanto denuncia que al manipular las mangas se exponen

directamente a ratas, víboras y moscas que anidan o tienen allí sus madrigueras.

Algunas de las principales enfermedades que se detectaron entre los trabajadores son la

leishmaniasis, el hanta virus, la picadura de víboras, el dengue. Si bien tienen los elementos de

protección, hay dificultades para prevenir estos males y muchas deficiencias y desidia para actuar

una vez detectada la enfermedad.

47

La leishmaniasis es una enfermedad producida por una mosca que genera una infección interna

degenerativa de la piel. Es difícil lograr que la ART se haga cargo y el tratamiento es largo y

complicado, requiere múltiples vacunas. En el último tiempo se detectaron cuatro casos.

El hanta virus se desarrolla por la mordedura de roedores o por estar en cercanía de las heces de

dicha plaga. Tienen varios casos contabilizados y una muerte en el último año. Finalmente el dengue

es una cotidianeidad a la que están expuestos los trabajadores de campo.

5.5.2 Condiciones de trabajo y salud dentro de la fábrica

En la fábrica trabajan cerca de 750 personas que realizan diferentes tareas bajo diferentes tipos de

jornadas laborales. El más extendido es el turno rotativo de 8 horas diarias aunque existen horas

extras y muchas veces en la práctica los trabajadores trabajan 12 horas. También existe el turno

taller y el turno diurno. En el turno taller los trabajadores tienen domingos y feriados libres.

El principal problema que existe en relación a las condiciones de trabajo dentro de la fábrica refiere

a la organización de la producción a partir de la incorporación de nueva tecnología. Efectivamente

se trata de un proceso en expansión en los últimos años que genera un problema en la asignación

de tareas, categorías y reubicaciones.

Desapareció la estiba porque se incorporó tecnología nueva, con la instalación de paletizadoras, y

se ha modernizado la tarea de empacado y envasado y depósito de azúcar. En general los

trabajadores que quedan sin tareas son reasignados.

Las centrifugadoras y calderas son computarizadas y su control se realiza a través de un monitor, al

igual que los tachos de cocimiento. En este marco, el sindicato ha reclamado constantemente por

la recategorización de los trabajadores y por el sostenimiento de las fuentes de trabajo. En este

sentido, un problema derivado de este proceso es que trabajadores con diferentes categorías

queden realizando la misma tarea, y que los capataces suelen pretender que aquellos que tienen

las categorías más bajas también asuman tareas que le corresponden a las categorías más altas.

La empresa busca disminuir las categorías ya existentes. Una de las formas mediante las cuales se

busca implementar estos cambios es instalando de hecho la polivalencia funcional. Si bien no está

por convenio, en la práctica comienza a desarrollarse en algunos sectores y las dificultades por parte

del sindicato para fiscalizar profundizan el avance patronal en este sentido.

En cuanto a la salud laboral, el sindicato expresa que la empresa brinda elementos de seguridad

como botas, guantes, ropa de trabajo. En este sentido, el sindicato plantea expresamente que los

trabajadores deben negarse a realizar las tareas si no tienen los elementos de seguridad necesarios.

No obstante se registran algunos patrones en cuanto a los accidentes y las enfermedades laborales.

Uno de los accidentes más comunes dentro de la fábrica remite a los problemas de columna y

rodilla.

48

Las enfermedades más comunes se refieren a problemas respiratorios. Por caso, durante el año

2015 muchos trabajadores del área laboratorio e instrumentos presentaron casos de neumonía.

Otros elementos nocivos para los trabajadores son el ruido y las altas temperaturas de algunos

sectores de la fábrica. El sector de mantenimiento eléctrico trabaja cerca de evaporaciones y los

trabajadores se quejan y se niegan a trabajar en esas condiciones.

Finalmente, el sindicato recibe diferentes denuncias acerca del mal trato por parte de los capataces.

Se trata de acciones discriminatorias y denigrantes contra los trabajadores.

6. Violación a los derechos fundamentales de los trabajadores: apertura de causas penales,

represión de la protesta, prácticas antisindicales y amenazas contra los puestos de trabajo

La acción de las organizaciones sindicales en los últimos años ha intentado revertir las críticas

condiciones laborales que hemos descripto en el punto anterior, y ha impulsado diversas

reivindicaciones tendientes a mejorar la situación de los trabajadores azucareros. Como ya hemos

adelantado, la respuesta patronal ha tenido diversos niveles de intensidad, desde Ingenios que

recientemente han intentado mejorar las relaciones con los representantes de los trabajadores,

hasta otros que, como los casos del Ingenio Ledesma y el Ingenio San Martín del Tabacal, han

diseñado verdaderos planes sistemáticos para debilitar a las organizaciones sindicales.

La respuesta patronal ha contado con el auxilio de las fuerzas de seguridad estatales, y en los últimos

años se han incrementado los casos de represión de la protesta (principalmente a través de las

policías provinciales) y la apertura de causas penales contra los dirigentes de las organizaciones

sindicales.

En algunos casos estos mecanismos han complementado una avanzada cotidiana, y por ende mucho

más sutil, sobre los trabajadores y las organizaciones sindicales. Dentro de ellos se encuentran la

imposición de sanciones de diversa índole (mayoritariamente suspensiones o la discriminación en

el trato diario) a trabajadores que tienen mayores niveles de participación en las acciones sindicales,

la prohibición de que los miembros de las direcciones sindicales ingresen a los lugares de trabajo, la

falta de descuento de la cuota paritaria o las demoras en la transferencia de los descuentos

correspondientes a la obra social, la intervención arbitraria de la organización administrativa del

trabajo contra las organizaciones sindicales, el desarrollo de campañas mediáticas en contra de las

actividades de los sindicatos, etc. Asimismo, en muchos casos los ingenios han adoptado medidas

tendientes a incrementar los ritmos de trabajo, cuya contracara es una amenaza sobre las fuentes

laborales.

6.1 Criminalización de la protesta social: o cuando el sistema penal se mete en las relaciones

laborales

Una de las formas más visibles de afectación a los derechos fundamentales de los trabajadores es la

49

apertura de causas penales como consecuencia de los conflictos colectivos. En este sentido, una

práctica generalizada consiste en acusar generalmente a los miembros de la conducción sindical de

la violación a diversas disposiciones del Código Penal, que incluyen las figuras de entorpecimiento

del transporte, usurpación, turbación de la propiedad, daños, amenazas, coacción, etc. En todos los

casos, el conflicto laboral puede (y suele) culminar con un acuerdo entre los empleadores y el

sindicato, pero ello no implica que las causas penales se cierren, situación que provoca que, años

tras año, los dirigentes sindicales vayan acumulando denuncias en su contra que subsisten como una

omnipresente amenaza contra su libertad ambulatoria (sin perjuicio de otras restricciones que se

suelen adoptar como medidas de seguridad durante la tramitación del proceso). Ello es tan así que

un dirigente del Sindicato de Trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal refirió expresamente:

“ya perdí la cuenta de la cantidad de causas penales que me abrieron”.

De esta manera, la sistematización exhaustiva de las causas penales abiertas contra trabajadores en

el marco de conflictos colectivos de trabajo se transforma en una tarea que ni siquiera ellos mismos

están en condiciones de llevar adelante en su totalidad. En tal sentido, en este informe referiremos

a una situación de mínima, a partir de las causas cuya información hemos podido recopilar.

En el caso del Sindicato de Obreros del Ingenio San Isidro, su secretario general Mariano Cuenca

enfrentó la apertura de al menos 11 causas penales entre los años 2014 y 2015, en su gran mayoría

por amenazas denunciadas por los representantes de la empresa a través de su personal jerárquico

y gerencial. Cabe destacar que se trata de una estimación de mínima, por cuanto según el propio

Cuenca las causas penales en su contra ascenderían a 47, incluyendo una por privación ilegítima de

la libertad.

En el caso del Ingenio Ledesma, la persecución penal contra los trabajadores se inició en el año 2013,

y desde entonces todos los años han incluido la apertura de nuevas causas. En este sentido, pueden

destacarse la acusación por usurpación contra el Secretario General del Sindicato de Obreros y

Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma, Rafael Vargas, en el marco del conflicto por las paritarias

salariales del año 2013. Dicha acusación fue acompañada por el envío, por parte de la empresa, de

cartas documento a 34 trabajadores informándoles que se había iniciado una causa penal en su

contra (a pesar de que la acusación solo iba dirigida a Vargas), con el objeto de amedrentar y generar

temor entre los trabajadores.

Un año más tarde, la empresa denunció penalmente a un conjunto de trabajadores por el delito de

turbación de la posesión en el marco de un conflicto desarrollado en la finca El Talar. La acción penal

se dirigió contra dos miembros de la Comisión Directiva del sindicato (Rafael Vargas y Roberto

Perea), un delegado y otros trece trabajadores. Actualmente todos ellos han sido procesados por la

Poder Judicial de Jujuy, resolución que ha sido recurrida por los trabajadores.

En el año 2015 la denuncia penal presentada por el Ingenio Ledesma alcanzó a cinco integrantes de

la Comisión Directiva del sindicato (Roberto Perea, Rafael Vargas, Pablo Lembo, José Soruco y

50

Ricardo Aguilera). Una vez más el delito por el cual fue abierta dicha causa fue la turbación de la

posesión, en este caso de la Planta de Gas en el marco del conflicto por las paritarias salariales.

Finalmente, este año se abrió una causa penal por usurpación contra seis integrantes de la Comisión

Directiva del sindicato (Rafael Vargas, Alberto Gómez, Francisco Villagra, Roberto Perea, Ricardo

Aguilera y Hugo Quinteros, este último también concejal de Libertador General San Martín), uno de

los asesores legales (Roger Villena) y tres delegados. Esta causa también se originó en el marco del

conflicto salarial, y fue iniciada en el mismo momento que los trabajadores del Ingenio Ledesma

eran reprimidos por las fuerzas de seguridad mientras se manifestaban en uno de los portones de

ingreso al establecimiento.

Cabe destacar que los trabajadores del SOEAIL denuncian la inexistencia de garantías en la justicia

penal de Jujuy, principalmente a partir del control que el gobierno provincial ha logrado sobre el

Poder Judicial luego de la ampliación del Superior Tribunal de Justicia provincial decidida en el mes

de diciembre de 2015.

Finalmente, en el caso de los dirigentes del Sindicato de Trabajadores del Azúcar del Ingenio San

Martín del Tabacal al momento de realizar este informe no fue posible acceder a las causas penales

que manifestaron tener en su contra. Sin embargo, la información periodística disponible y las

entrevistas realizadas permitirían afirmar que aquí se concentra la mayor cantidad de causas

penales, al punto que uno de los miembros de su Comisión Directiva afirmó “haber perdido la

cuenta” de la cantidad de causas penales que debió afrontar. Entre otros, refirió a las siguientes

figuras penales: daño, amenazas, usurpación, turbación de la posesión, lesiones, robo, falsificación

de documento público, entorpecimiento del transporte, entre otros.

6.2 Represión de la actividad sindical

El crecimiento de los gremios azucareros es producto de la acción sindical que desarrollaron año a

año en cada conflicto. Frente a esto algunas patronales buscaron respuestas más contundentes y

recurrieron a las fuerzas de seguridad o fuerza de choque. El Gobierno provincial, municipal y

nacional puso al servicio de las empresas a la policía provincial y a la gendarmería para reprimir a

los trabajadores mediante el uso de balas de goma, plomo y gases, o para liberar zonas abriendo la

posibilidad para la intervención de fuerzas de choque privadas. Los casos más recientes de represión

de la protesta se registraron en los ingenios San Martín del Tabacal y Ledesma durante el año 2016

y San Isidro en el año 2014.

En los primeros dos, las fuerzas de seguridad reprimieron a los trabajadores utilizando gases, balas

de goma pero también poniendo en riesgo la vida de estos con el uso de balas de plomo. El saldo en

ambos casos fue de decenas de heridos y se impidió el ingreso de ambulancias para su atención

médica o derivación hospitalaria. En el caso del Ingenio San Martín del Tabacal incluso se reprimió

dos veces en el lapso de pocas horas.

51

En Ledesma la policía también liberó la zona de un corte y acampe para dejar vía libre a las

agresiones que impartieron las fuerzas de choque de la empresa y efectivos de civiles. Durante la

misma, incluso se negó la atención del SAME y los manifestantes tuvieron que recurrir a los

hospitales por sus propios medios

6.3 Prácticas antisindicales contra la organización colectiva: obstrucción y limitación de la

acción gremial

6.3.1 Amedrentamiento y hostigamiento cotidiano contra los trabajadores

El vínculo cotidiano entre los empleadores y los trabajadores constituye uno de los ejes de las

relaciones laborales. En este sentido, los representantes de las organizaciones sindicales de los

ingenios Ledesma y San Martín del Tabacal destacaron que, en el día a día, dicho vínculo es

extremadamente conflictivo.

En ambos casos las empresas han incrementado la imposición de sanciones a los trabajadores que

participan en medidas gremiales (mayoritariamente suspensiones) argumentando causas falsas o

adoptando represalias desproporcionadas. Sin embargo, ante el reclamo sindical se niegan a discutir

dichas sanciones y en ambos casos han planteado expresamente que si se desea cuestionar la

medida adoptada “el trabajador tiene abierta la vía judicial”, sin importar la magnitud de la medida

disciplinaria. Más aún, en el caso del Ingenio Ledesma los trabajadores sancionados son amenazados

de no recurrir a tribunales bajo apercibimiento de ser despedidos. Según señalaron en las

entrevistas realizadas, las palabras de la Dra. Fernández, responsable de las relaciones laborales,

habrían sido: “vos estuviste de paro, vos estuviste en la ruta, vos estás marcado; dejá todo, no hagas

nada, porque si no te van a terminar echando”.

A su vez, estas sanciones suelen ser impuestas luego de un “interrogatorio” que la empresa realiza

a los trabajadores, quienes son forzados a concurrir. Estos “interrogatorios” siempre son

consecuencia de discusiones entre los trabajadores y los capataces, y en muchos de ellos intervienen

un abogado, un escribano y un contador (jefe de personal) designados por la empresa, mientras que

el trabajador tiene prohibido concurrir con asesores o representantes gremiales6. Producto de este

“interrogatorio” se aplican las sanciones disciplinarias, y las formas de interrogación incluyen el

hostigamiento, las preguntas capciosas y diferentes modos de presión.

Muchos trabajadores que son sancionados recurren al sindicato para buscar ayuda, pero ante la

negativa tajante de la empresa de discutir dicha sanción, la única alternativa es recurrir a la

judicialización. Es en ese momento cuando el trabajador afectado decide no impulsar reclamos

judiciales por temor a represalias mayores (despidos).

6 Actualmente el SOEAIL está intentando intervenir en este tipo de interrogatorios, a fin de posibilitar que el trabajador se haga presente con un abogado o con miembros del sindicato. Esta situación ha sido motivo de una denuncia ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.

52

Este hostigamiento también se verifica en la respuesta de las empresas ante los accidentes o

enfermedades laborales que padecen los trabadores. En el caso del Ingenio Ledesma, el

Departamento Laboral les reduce constantemente los días de licencia y presiona a los trabajadores

para que acepten determinados tratamientos (por ejemplo operaciones) aun en contra de las

prescripciones de los médicos que llevan adelante cada uno de los casos. En el mismo sentido, existe

una práctica generalizada por parte de la ART, en complicidad con la empresa, para negar el carácter

laboral de los accidentes y las enfermedades denunciados por los trabajadores, planteando que se

trata de lesiones preexistentes y padecimientos inculpables.

Una situación similar fue relatada por los representantes de los trabajadores del Ingenio San Martín

del Tabacal frente a la negativa de la empresa de otorgar recategorizaciones a trabajadores que

habían cumplido con los requisitos previstos en los acuerdos colectivos. Nuevamente, la negativa

del empleador a cumplir con las disposiciones convencionales suele ir acompañada de la sugerencia

de recurrir a la sede judicial como única vía de solución de los conflictos.

Por otra parte, la notificación de las sanciones impuestas por los empleadores también suele estar

planificada, y generalmente se busca la manera de que sean los familiares del trabajador afectado

(esposas, hijos, padres) quienes se enteren en primer término de la medida patronal (por ejemplo,

se realizan en los domicilios de los familiares, o en horarios en los que el trabajador se encuentra

realizando sus tareas). De esta manera, se busca generar un conflicto que va más allá del vínculo

empleador – trabajador, y que apunta a entrometerse en los vínculos familiares como forma de

generar un mayor disciplinamiento.

La discriminación cotidiana contra los trabajadores que participan activamente en las medidas de

acción gremial se proyecta sobre numerosas dimensiones. Entre ellas, los representantes sindicales

del Ingenio Ledesma señalaron que la empresa utilizó este criterio para la asignación discrecional

de viviendas entregadas a los trabajadores7, y que en el caso de los contratos temporarios los jefes

suelen “cortar la ficha” (es decir, reducir el tiempo efectivo de trabajo) de aquellos empleados

vinculados al sindicato. Por su parte, en el caso del Ingenio San Martín del Tabacal agregaron

cuestiones tales como la negativa a cambiar el turno (aun cuando exista acuerdo de la totalidad de

los trabajadores involucrados) y la negativa de la empresa a considerar a los representantes

gremiales para la cobertura de cargos de mayor categoría (ascensos).

En el caso del Ingenio Río Grande, este tipo de abuso empresarial también se ha realizado a partir

de la “administración” de las modalidades contractuales. En tal sentido, el recurso al personal fuera

de convenio ha implicado contar con trabajadores que no cuentan con representatividad gremial,

7 El Ingenio Ledesma construyó en los últimos años 1.000 viviendas en Libertador General San Martín. Estas viviendas fueron vendidas a los trabajadores mediante un descuento de 40 horas mensuales (con una deuda que va de 12 a 15 años). La construcción de estas viviendas se originó luego de una protesta por la falta de viviendas en el año 2011, que culminó con la represión policial y el asesinato de cuatro personas en el predio denominado como “El Triángulo”. El SOEAIL sostiene que la adjudicación de estas viviendas fue arbitraria y en función de “premios” otorgados por los capataces.

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ni injerencia en la negociación del propio salario y condiciones de trabajo. Asimismo, en el caso del

personal eventual, se trata de una figura a la que la empresa recurre para realizar tareas que pueden

variar entre uno días, un mes o doce meses en un período anual, siendo que habitualmente se trata

de tareas son normales y habituales en la explotación de la empresa (por ejemplo en los depósitos

de azúcar, estiba, carga y descarga de bolsas de azúcar).

Finalmente, en el caso del Ingenio Ledesma cabe mencionar la denuncia que recientemente

presentaron numerosos trabajadores por deficiencias en la liquidación de sus salarios. En este caso

la empresa planteó que se trataba de problemas derivados de la implementación del sistema de

gestión SAP, pero ello no impidió que una gran cantidad de trabajadores se haya visto afectada, y

que la organización sindical considerara esta situación como una provocación hacia el conjunto de

los trabajadores.

En todos los casos se trata de represalias, provocaciones y actos de amedrentamiento que se han

incrementado en los últimos años, a la par del crecimiento de la acción gremial, y que son parte de

una estrategia de debilitamiento de la organización sindical y de ataque contra los trabajadores. No

se trata únicamente del inicio de causas penales o de la represión de las movilizaciones, sino de

acciones sistemáticas, planificadas y cotidianas contra el conjunto de los trabajadores.

6.3.2 Obstáculos y persecución contra la organización sindical

Las acciones de amedrentamiento contra los trabajadores se complementan con la imposición de

medidas tendientes a limitar la capacidad de acción de las organizaciones sindicales. Nuevamente,

los casos más extremos se verificaron en los Ingenios Ledesma y San Martín del Tabacal.

En primer lugar, cabe mencionar que en ambos casos las empresas le han prohibido a la dirección

de las organizaciones sindicales ingresar a los lugares de trabajo. En el Ingenio Ledesma esta

prohibición se remonta al año 20118, mientras que en el Ingenio San Martín del Tabacal esta

prohibición es más reciente y fue dispuesta luego de un conflicto desarrollado en un sector en el

año 2016. En este último ingenio la empresa también ha intentado interferir en las decisiones de la

organización sindical facilitando la participación en las asambleas gremiales de los trabajadores

opositores a la actual conducción, y dificultando la de quienes apoyaban las medidas de fuerza. Para

ello administró arbitrariamente la concesión de permisos para ausentarse del lugar de trabajo y

contrató servicios de transporte para el traslado de estos trabajadores. Aun así, sus intentos de

modificar las decisiones colectivas han resultado infructuosos.

8 Esta medida ha sido judicializada por la organización sindical hace tres años en un reclamo que aún no ha tenido sentencia definitiva.

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La prohibición de ingreso a los lugares de trabajo se complementa, en el caso del Ingenio Ledesma,

con una política de rechazo permanente a la totalidad de las solicitudes presentadas por la

organización sindical, en una actitud que empuja permanentemente al conflicto a los trabajadores,

y con el inicio de causas de desafuero sindical contra delegados electos por los trabajadores. En este

sentido, una situación similar ha sido experimentada a lo largo de este año por el Sindicato de

Obreros del Azúcar del Ingenio La Esperanza, que han denunciado la intransigencia del Gobierno

Provincial (actual administrador del ingenio) y las constantes medidas unilaterales que intenta

imponer en torno al destino del ingenio y, principalmente, a las fuentes de trabajo amenazadas por

los anuncios oficiales.

Otra práctica antisindical que se repite en los ingenios Ledesma y San Martín del Tabacal se relaciona

con la transferencia de los fondos correspondientes a la organización sindical y a la obra social de

los trabajadores. En efecto, en ambos casos se han denunciado comportamientos arbitrarios de las

empresas respecto de fondos cuya titularidad corresponde a los trabajadores. En el caso del Ingenio

Ledesma, el SOEAIL se ha visto forzado a recurrir a la vía judicial para exigir aportes correspondientes

al año 2015, y en la misma situación se encuentran fondos correspondientes al año 2016. Por su

parte, en el Ingenio San Martín del Tabacal los incumplimientos de la empresa correspondieron a

los aportes a la Obra Social. Si bien en este último caso finalmente fueron depositados, se trata de

una práctica que implica desfinanciar a las organizaciones de los trabajadores, generando

dificultades operativas para su normal funcionamiento.

El avance contra las organizaciones sindicales no solo fue realizado por los empleadores sino

también por las autoridades administrativas del trabajo. En el caso del Ingenio Ledesma, durante

los años 2015 y 2016 tuvieron que soportar la imposición de una doble conciliación obligatoria en

el marco de las negociaciones salariales (en un caso dictada por el Ministerio de Trabajo de la

Nación, en el otro por el Ministerio de Trabajo provincial, situación que se replicó en el caso del

Ingenio San Martín del Tabacal al menos en el año 2016). Esta medida constituye una violación a las

disposiciones de la ley 14.786, y en el caso de la segunda conciliación obligatoria fue rechazada por

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la organización sindical. Sin embargo, en el año 2016 la autoridad administrativa del trabajo de la

provincia de Jujuy dispuso multar al sindicato con la suma de $ 2.355.000 por no acatar la segunda

conciliación (en el caso del Ingenio San Martín del Tabacal el gobierno nacional amenazó con

intervenir al sindicato, pero dicha amenaza no se efectivizó en la práctica; por el contrario, sí aplicó

una multa de $ 100.000 por el no acatamiento de una segunda conciliación obligatoria aplicando la

ley 18.695).

En paralelo, la organización sindical también fue multada por la quema de neumáticos durante el

conflicto por las negociaciones salariales del 2016 (en este caso con la suma de $ 150.000), medida

que también fue impuesta contra su Secretario General, Rafael Vargas. Cabe destacar que no se

trata de la única multa impuesta por el Estado provincial, en tanto ya habían recurrido a este tipo

de medidas contra el delegado Gustavo José Zainz, acusado por haber participado en una

manifestación en una ruta provincial.

Finalmente, es necesario mencionar que los representantes de los ingenios La Esperanza, Ledesma

y San Martín del Tabacal señalaron que los empleadores suelen presionar a la prensa local para

evitar que la posición de los trabajadores se difunda por los medios masivos de comunicación. En el

caso del Ingenio La Esperanza, los trabajadores llegaron a sostener que, según les relataron los

periodistas de la localidad de San Pedro, el Gobierno provincial había instruido a los medios locales

para que no transmitan la posición del sindicato acerca del destino del ingenio y de las fuentes de

trabajo. Por el contrario, las autoridades provinciales desarrollaron una estrategia mediática muy

agresiva que incluye spots radiales y televisivos tendientes a instalar la versión oficial como la única

existente9.

6.4 Reducción de personal y cambios en las formas de organización del trabajo (cuarto turno)

El objetivo patronal de avanzar sobre las condiciones de trabajo también incluye amenazas sobre

los puestos de trabajo e intentos por modificar los sistemas de organización del trabajo. Las acciones

de los ingenios en pos de lograr estos objetivos se encuentran en la causa de muchos de los

conflictos desarrollados recientemente en la actividad, y en particular permiten explicar algunos de

los casos de mayor intensidad.

Tal es el caso de las acciones de resistencia impulsadas por los trabajadores del Ingenio La Esperanza

por defender los puestos de trabajo y por los trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal para

impedir la aplicación de un cuarto turno o turno relevante.

9 Acerca del papel de los medios de comunicación en los conflictos laborales, cabe destacar la experiencia del SOEAIL y del STAISMT, en tanto en ambos casos han desarrollado estaciones radiales propias (FM Bajando Caña 101.5 y FM Mega 102.5), que les permiten llegar con un mensaje propio al conjunto de la población de las comunidades vinculadas a los ingenios (no solo a los trabajadores), estrategia que se complementa con una presencia activa en las redes sociales.

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En el caso de La Esperanza, su historia reciente es la historia por la defensa de los puestos de trabajo.

En tal sentido, durante este último año se ha hecho mucho más visible el intento del Estado

Provincial de desmembrar el Ingenio (aun sin ser el titular de la explotación), eliminando una gran

cantidad de puestos de trabajo (811 puestos según declaraciones de los funcionarios públicos, sobre

un total inferior a 1.300 que actualmente se desempeñan en el establecimiento).

Este intento incluyó, desde comienzos del año, una campaña publicitaria impulsada por el Gobierno

de la Provincia de Jujuy para denunciar que el Estado Provincial iba a tener que gastar 600 millones

de pesos para sostener el funcionamiento del Ingenio. Sin embargo, el Sindicato destaca que esta

suma fue mucho menor, y que a medida que avanzó el año los requerimientos fueron cada vez

menores (a tal punto que en el mes de septiembre el Ingenio funcionó con recursos propios).

Asimismo, en el mes de julio de 2016 la Legislatura de Jujuy sancionó la ley 5929, en la que se facultó

expresamente al Poder Ejecutivo Provincial, “a asignar los recursos y a realizar las erogaciones”

necesarias en el marco de las “acciones, desarrollos, disposición de bienes de capital, la afectación

y el traslado de personal que se desempeña en el Ingenio La Esperanza” (artículo 6). Este artículo

fue cuestionado judicialmente por la organización sindical por medio de una acción ante el Superior

Tribunal de Justicia de la Provincia.

Recientemente, el Estado Provincial ha hecho pública su intención de reducir a 500 la cantidad de

trabajadores del Ingenio. Para ello, ha realizado ofrecimientos informales, por medio de volantes y

de avisos radiales, en los que los que ofrece un puesto en planta permanente más el pago de la

indemnización o un terreno con una casa a los trabajadores que acepten dejar de pertenecer al

ingreso10. Al respecto, no está claro qué puestos está ofreciendo el Estado (categoría, salarios,

condiciones laborales), ni si se van a respetar las condiciones laborales que actualmente poseen los

trabajadores del ingenio. Por otra parte, el Estado desconoce a la representación gremial y en

ningún momento se sentó con el sindicato a informar o negociar el ofrecimiento que está realizando.

Para poder llevar adelante estas intenciones, el Estado Provincial necesita debilitar al sindicato. Sin

embargo, según plantean los propios trabajadores, el Ingenio La Esperanza ha subsistido sobre la

base del esfuerzo de los trabajadores. En este sentido, el sindicato está planteando la necesidad de

generar medidas que permitan mejorar las condiciones de producción del Ingenio, y de esta manera

garantizar las fuentes de trabajo. Para ello, se plantean entre otras las siguientes demandas:

Incrementar la cantidad de hectáreas plantadas, dado que el ingenio posee muchas tierras

ociosas que permitirían tener un alto rendimiento;

Fortalecer el negocio de la producción de azúcar y el alcohol orgánicos (La Esperanza posee

5.000 hectáreas certificadas para azúcar orgánica, de las cuales solo se utilizan 3.000);

10 Esos terrenos son del ingenio pero estaban ocupados por la organización Tupac Amaru. El Estado recientemente asumió su control y los ofrece a aquellos trabajadores que acepten su ofrecimiento. Sin embargo, el Síndico de la Quiebra del Ingenio La Esperanza, que es quien tiene el poder de administración de dichos bienes, les informó a los representantes sindicales que él no está al tanto de dicho ofrecimiento, y que en su caso no está dispuesto a firmar las correspondientes escrituras.

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Poner en funcionamiento la sociedad Bio Esperanza S.A.U. para impulsar la deshidratación

del alcohol y fortalecer esta dimensión del negocio;

Mejorar el sector trapiche y calderas para aumentar la capacidad de molienda (según

destacan hoy la molienda es de 65.000 toneladas/año, y el punto óptimo sería llegar a

90.000 toneladas/año).

En palabras del propio Secretario Adjunto del sindicato, “tenemos que estar felices por completar

la 130ª zafra, a pesar de los obstáculos que nos han puesto enfrente”.

Finalmente, cabe referirse al intento del Ingenio San Martín del Tabacal por imponer un cambio en

la forma de organización del trabajo a través de la introducción de un cuarto turno o turno relevante,

en tanto esta medida fue fuertemente resistida por los trabajadores y estuvo en el origen de un

conflicto que a lo largo del 2016 se prolongó por 76 días.

La introducción de este sistema implicaría para alrededor de 700 trabajadores del ingenio una

reducción muy importante de su salario de bolsillo, por cuanto se reducirían significativamente las

horas extras y los adicionales que actualmente reciben. Según estimaciones elaboradas por el

sindicato, la reducción salarial sería de aproximadamente el 40%.

Al respecto, cabe destacar que la empresa sostiene que la existencia de un cuarto turno es necesaria

para garantizar descansos a los trabajadores, a la vez que permitiría generar nuevos puestos de

trabajo (por la reducción horaria de los trabajadores que actualmente cumplen con los tres turnos

existentes). Este había sido el argumento utilizado por el Ingenio Ledesma al momento de

implementar el turno relevante pocos años atrás. Sin embargo, los propios trabajadores de Ledesma

señalaron que dicha modificación no redundó en un aumento de las fuentes de trabajo, ya que el

turno relevante se conformó con la reubicación de otros trabajadores que ya dependían del ingenio,

es decir, mediante un aumento de la intensificación de los ritmos del trabajo. En otras palabras, el

cuarto significa para la empresa una fuerte reducción de costos (en tanto deja de pagar adicionales

salariales), mientras que para los trabajadores no solo implica una reducción salarial sino también

una mayor intensidad en los ritmos requeridos para la realización de las tareas.

Estas transformaciones vienen asociadas asimismo a intentos patronales de imponer la polivalencia

y la multifunción dentro de los ingenios, desdibujando cada vez más el sistema de categorías

laborales. Como ya hemos señalado, el conflicto en torno a la imposición del cuarto turno implicó

un fuerte enfrentamiento entre los trabajadores y el Ingenio San Martín del Tabacal, situación que

está lejos de haber sido resuelta en la actualidad.