Principios para una hermenéutica bíblica católica

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Diez principios para una hermenéutica bíblica católica.J. M. Sánchez Caro ha sistematizado nueve principios para una hermenéutica católica de la Biblia a partir de la Dei Verbum. “Hermenéutica bíblica y metodología exegética”, en A. M. Artola y J. M. Sánchez Caro, Biblia y Palabra de Dios, volumen 2 de Introducción al estudio de la Biblia, Estella 1989, pp. 243-435. Las citas del documento de la Comisión Bíblica Pontificia (CBP) se toman de la edición de PPC, 2ª. ed., Madrid 1994. Estos apuntes tienen una importante deuda con la obra de L. Alonso Schökel y J. M. Bravo Apuntes de Hermenéutica, Madrid 1994.

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  • Hermenutica 2 - FIAT - Mater UnitatisEscrito por J. M. Snchez CaroViernes 09 de Octubre de 2009 09:04 - Ultima actualizacin Viernes 09 de Octubre de 2009 12:26

    Diez principios para una hermenutica bblica catlica. J. M. Snchez Caro ha sistematizado nueve principios para una hermenutica catlica de laBiblia a partir de la Dei Verbum. Hermenutica bblica y metodologa exegtica, en A. M.Artola y J. M. Snchez Caro, Biblia y Palabra de Dios, volumen 2 de Introduccin al estudio dela Biblia, Estella 1989, pp. 243-435. Las citas del documento de la Comisin Bblica Pontificia(CBP) se toman de la edicin de PPC, 2. ed., Madrid 1994. Estos apuntes tienen unaimportante deuda con la obra de L. Alonso Schkel y J. M. Bravo Apuntes de Hermenutica,Madrid 1994.A estos nueve principios sintetizados por Snchez Caro, aadiremos un dcimo principio queno estaba suficientemente explicitado y que juzgamos es de capital importancia: laactualizacin de la Escritura, tal como viene descrita en el documento de la CBP (p. 111-118). Primer principio: palabra a la vez divina y humanaNo se puede hacer una separacin entre la interpretacin de la Biblia como libro meramentehumano y como libro que contiene la palabra de Dios. Esta es la precomprensin bsica delexegeta catlico (Caro, p. 321).Segundo principio: la humanidad de la EscrituraTomar en serio la naturaleza humano-divina de la Escritura, derivada del hecho dogmtico dela inspiracin divina, implica tomar en serio la humanidad de la Escritura. Y esto porque nohay otra posibilidad ordinaria de acceso a la Palabra escrita de Dios, si no es a travs delconocimiento de la palabra humana de la Biblia (Caro, p. 336). Tercer principio: condicionamiento del autor y del lenguajePara conocer lo que Dios quiere decir y dice en la Sagrada Escritura hay que conocer, tanto loscondicionamientos y la intencin del autor, como los de su lenguaje, que no siempre dependende la intencin de los autores humanos (Caro, p. 322). Cuarto principio: uso de instrumentos y mtodos cientficosComo consecuencia de los principios anteriores, para interpretar la Escritura correctamente, esnecesario aceptar todos los instrumentos y modos de interpretacin que se usan para cualquierobra humana de estilo semejante. Tales son, entre otros, el conocimiento de los gneros

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  • Hermenutica 2 - FIAT - Mater UnitatisEscrito por J. M. Snchez CaroViernes 09 de Octubre de 2009 09:04 - Ultima actualizacin Viernes 09 de Octubre de 2009 12:26literarios, los mtodos filolgicos y lingsticos, y los mtodos histrico crticos. Para el uso deestos instrumentos y mtodos, es condicin indispensable liberarlos de los principios filosficosasociados a ellos en determinados exegetas, y que estn en contradiccin con la naturalezadivina de la Sagrada Escritura (Caro, p. 324-326). Quinto principio: uso de mtodos derivados de ciencias humanasy socialesConsecuencia de los tres primeros principios es tambin que pueden ser tiles y utilizablespara la interpretacin de la Sagrada Escritura aquellos procedimientos y mtodos deinterpretacin que provienen de la investigacin y el estudio en el campo de las cienciashumanas. Tales procedimientos y mtodos deben utilizarse en las mismas condiciones que losanteriores, es decir, liberados de todo principio filosfico contrario a la naturaleza divina de laEscritura. Por estar menos experimentados en el campo de la ciencia bblica, se deben usarcon especial circunspeccin (Caro, p. 326-327). Sexto principio: interpretacin de la Escritura en el EsprituEl Espritu de Dios que actu en las etapas del AT y NT, que dio a conocer al pueblo de Israella revelacin de Dios mediante hechos y palabras, bajo cuya accin sta se puso por escrito yfue reconocida como Escritura inspirada y normativa, es el mismo Espritu que hace posible laencarnacin del Verbo de Dios, el mismo que Jesucristo deja a su Iglesia para que reconozcaen su palabra y en sus obras la plenitud de la revelacin de Dios, el mismo bajo cuya accinestos hechos y palabras se ponen por escrito, el mismo que lleva a la Iglesia a reconoce enesos escritos la definitiva revelacin de Dios y a someterse a ellos, sealndolos comonormativos y cannicos. En consecuencia, es tambin el mismo Espritu, que habita y vive enla Iglesia como palabra interna a ella, el que sigue dndole a conocer la palabra externa, quees la Escritura, haciendo posible su interpretacin autntica, convirtindola en palabra eficazhoy en cada tiempo (Caro, p.331-336). Sptimo principio: principio de totalidadLeer e interpretar la Escritura En el mismo Espritu en que fue compuesta, lleva consigoatender al contenido y unidad de toda la Escritura. Esto significa leerla e interpretarla en elcontexto total de la nica historia de la salvacin, cuyas diversas etapas o economas desdelos tiempos de AT hasta los nuestros, son animadas y dirigidas por el mismo Espritu que hoyvivifica la Iglesia.La percepcin del contenido y unidad de la Escritura se inicia al descubrir que todos los textosbblicos se encuentran inmersos en una tradicin cultural y religiosa con muchos puntos encomn. Y se fundamenta en el hecho de que el mismo Espritu es el que anima y dirige toda lahistoria de la salvacin (nica economa), aqul bajo cuyo influjo esta historia de salvacin sematerializa en una Escritura (inspiracin), el que da luz a la Iglesia y la gua para reconocer enlos libros concretos de la Escritura la verdadera y nica historia de la salvacin, cuya plenitud

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  • Hermenutica 2 - FIAT - Mater UnitatisEscrito por J. M. Snchez CaroViernes 09 de Octubre de 2009 09:04 - Ultima actualizacin Viernes 09 de Octubre de 2009 12:26es Cristo y su evangelio (canon).La atencin al contenido y la unidad de la Escritura se lleva a cabo no por mera yuxtaposicinde textos, ni eliminando las diferencias existentes entre el AT y el NT o entre libros y textosconcretos, sino tratando de descubrir cmo esos libros y textos expresan dinmicamentedistintas etapas y perspectivas de la nica historia de salvacin, y por tanto, todos ellos estnorientados hacia lo que constituye su plenitud: Cristo y su evangelio. En consecuencia, seexige una consideracin global y dinmica del conjunto literario e histrico en que se sita cadatexto, as como una apertura al Espritu en cuyo mbito los textos fueron escritos. Tal aperturase da ciertamente cuando el intrprete lee el texto de la Escritura en el contexto de la Iglesia,mbito en el que hoy est garantizada la accin del mismo Espritu (Caro, p. 336-341). Octavo principio: lectura desde la tradicin viva de la IglesiaLeer e interpretar la Escritura en el mismo Espritu en el que fue compuesta exige tambinatender a la tradicin viva de toda la Iglesia, la cual no se identifica, sin ms, con el conjunto detradiciones acumuladas a lo largo de su historia, sino que es la manifestacin en ella de laaccin del Espritu, la cual hace viva y actual en cada momento la letra muerta de la Escritura.Esto exige objetivamente interpretar la Escritura en el contexto de la tradicin apostlica, tal ycomo es transmitida y vivida en el interior de la Iglesia, es decir, teniendo en cuenta eltestimonio de los Padres y de la liturgia, el consentimiento universal del pueblo de Dios en lascosas de fe y costumbres y las orientaciones concretas de su magisterio. Pues, donde est elEspritu, all est la Iglesia. En este sentido, la tradicin viva de la Iglesia puede actuar para elintrprete como norma orientativa y negativa de exgesis.Adems exige subjetivamente insertarse en la corriente viva de la tradicin apostlica, dondees posible la apertura al Espritu Santo, que impulsa al intrprete a profundizar la Escritura y adescubrir su sentido actual en el momento concreto de la Iglesia en que le toca vivir. De estamanera, la tradicin viva de la Iglesia acta para el intrprete como norma enriquecedora ypositiva de interpretacin (Caro, p.342-345).Los textos que nacieron en el contexto de una comunidad deben ser interpretados en elcontexto de otra comunidad interpretativa en continuidad con la misma comunidad en la quenacieron esos textos como una realidad social y literaria.Noveno principio: la analoga de la fe Leer la Escritura en el Espritu exige atender a la analoga de la fe. Esto significa leerla einterpretarla en el contexto del misterio total de la revelacin de Dios, que es la verdad delevangelio, es decir, el misterio revelado en Cristo, el mismo que nos transmiti la fe apostlica,el mismo que la Iglesia de cada tiempo asimila y profundiza bajo la luz del Espritu a lo largo dela historia. Por tanto, la interpretacin de la Escritura ha de tener en cuenta la conexin de cada texto conlos misterios de la fe que vive y proclama la Iglesia.

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  • Hermenutica 2 - FIAT - Mater UnitatisEscrito por J. M. Snchez CaroViernes 09 de Octubre de 2009 09:04 - Ultima actualizacin Viernes 09 de Octubre de 2009 12:26Adems la interpretacin de la Escritura, al hacerse en el contexto global del misterio de Cristo,que no puede agotarse en formulaciones literarias, est siempre abierta a una nuevaprofundizacin de significado, que descubra nuevas perspectivas del nico misterio de Cristo,del que participa el intrprete por su comunin con la fe de la Iglesia y con el Espritu que laanima y la conduce hasta la verdad completa. Por consiguiente, la tarea de la interpretacin no se agota nunca, pues inagotable es elmisterio de la revelacin de Dios en Cristo, y puede descubrir cada vez nuevos aspectos deltexto bblico relacionados con este misterio, los cuales, sin embargo, nunca pueden entrar encontradiccin con la fe de la Iglesia (Caro, p.346-349). Dcimo principio: la actualizacin de la Escritura La actualizacin de la Biblia es necesaria, porque aunque el mensaje de la Biblia tenga unvalor duradero ha sido acuado en funcin de circunstancias pasadas y en un lenguajecondicionado y fechado. Esto supone un esfuerzo hermenutico que tiende a discernir a travs del condicionamientohistrico los puntos esenciales del mensaje. La actualizacin debe tener en cuenta la unidaddinmica entre AT y NT, y se realiza gracias al dinamismo de la tradicin viviente en lacomunidad de fe, que es la prolongacin de las comunidades en las que la Escritura ha sidocreada, conservada y transmitida. La actualizacin debe evitar la manipulacin de los textos bblicos a la luz de ideologasnuevas, como mero teln de fondo neutro sobre el cual proyectamos nuestros prejuicios ymodas del presente.El magisterio de la Iglesia no est por encima de la Palabra de Dios, sinoa su servicio, no enseando sino lo que fue transmitido (DV 10). Ya en la Biblia misma se constata est relectura y actualizacin de textos antiguos aplicados acircunstancias nuevas. La plenitud del sentido del texto bblico le otorga valor para todas laspocas y culturas y no slo para el lector de la poca en la que se escribi el texto. Hay que evitar a toda costa las lecturas tendenciosas, que en lugar de ser dciles al texto lomanipulan e instrumentalizan al servicio de planteamientos ideolgicos o sectarios, sobre todosi dichos principios estn en desacuerdo con la orientacin bsica de la Biblia misma. JoomlaSEO powered by JoomSEF

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